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CAPTULO 1: LA FE SE VE Y SE OYE
La fe nos permite ver las adversidades como oportunidades, a no desanimarnos ante los
obstculos, sino ms bien motivarnos confiando en Dios que el resultado ser de bendicin.
La fe est en nosotros, es un regalo de Dios, es un don y un fruto del Espritu Santo, pero el
Seor espera que la desarrollemos y la demostremos. Para ello debemos pensar diferente
declarando y visualizando que se cumple lo que aspiramos con el fin de transformar esa
realidad.
La fe cambia las situaciones adversas de todas las reas de nuestra vida en oportunidades, es
decir, cambia lo negativo en positivo, librndonos de la desesperacin para ponernos en las
alturas con Jess. La fe que mueve montaas ataca la raz del problema; esta fe es la que se
pone en Dios y en su Hijo Jesucristo, mas no en las personas, el trabajo, el dinero o en otras
cosas.
La fe se demuestra obedeciendo sin cuestionar a Dios. Cuando el Seor nos pide algo, lo
hace para darnos mucho ms de lo que tenemos. Solo debemos obedecer creyendo lo que
humanamente se considera imposible.
CAPTULO 2: PASOS DE FE
La vida del creyente es un proceso de cambio que va en aumento, el cual nos lleva de un
nivel bajo a otro ms alto, siempre con la mirada puesta en Jess. As mismo, la fe se ampla
en la medida en que la usemos. Para ello es necesario rechazar el pecado y perdonar. Nuestra
fe crece cuando admitimos los principios bblicos de rectitud e integridad. El perdn elimina
los obstculos que impiden nuestro acercamiento a Dios y el progreso espiritual.
El poder de la fe es tan grande e ilimitado que puede proyectarse y dar resultados ms all de
la muerte porque Dios cumple lo que promete. Aunque no lo veamos, si lo creemos, suceder.
Como cristianos hemos sido llamados a vivir y a morir creyendo. Debemos creer en Dios
por encima de las circunstancias y las dificultades.
La fe hace que esperemos la victoria que el Seor tiene para nosotros. Para ello debemos
desarrollar la paciencia, para que seamos capaces de esperar con confianza y tranquilidad sus
promesas. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Todo lo que anhelamos se dar en su momento bajo la voluntad de Dios. l es el nico que
conoce lo que realmente necesitamos.