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El sistema penal, que estamos haciendo referencia hoy; no se basa en idealizaciones extra
normativas, tampoco aspira a una legitimidad absoluta, meta histrica, sino que su validez se
funda en una interrelacin coherente con la estructura ideolgico poltica general en la que ha
elaborado y en funcin de la que debe operar: En efecto, la poltica criminal del alemn Claus
Roxin se inserta en un contexto de renovada atencin por parte del jurista respecto de la
poltica- iniciada a comienzos de la dcada del setenta- y en su mbito, la colaboracin de las
soluciones jurdicas adecuadas a las demandas polticas reales, constituye un parmetro
fundamental de validez de las soluciones.
La tutela de la Libertad no supone ningn problema en este sentido. Esta finalidad, deducible
de todo el orden constitucional, se explicita claramente en los diferentes artculos de la
Constitucin; como es sabido en su contenido mnimo son garanta, con reserva absoluta y
reforzada de la ley y jurisdiccin, del individuo en lo relativo a las restricciones de su libertad
personal. Es necesario subrayar el papel de la misma categora de la tipicidad, en tanto que sea
destinada por excelencia a la individualizacin de las conductas punibles, considerndola
orientada a a tutela de la libertad del individuo a travs de la satisfaccin de las exigencias del
principio de nullum crimen; en tanto este principio venga reconocido pro el ordenamiento y
sea respetado por el legislador. En efecto, en un ordenamiento de carcter autoritario, la
definicin del comportamiento a sancionar penalmente se caracteriza por una tendencia
indeterminada y no solo en delitos- clave de inmediata significacin poltica, indeterminacin
que, para no contradecir la expresa legalidad, aflora frecuentemente en el Cdigo Penal
italiano 1930.