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CAPACITACION EXTERNA

MODELO REGIONAL MMX


-CONFERENCIA ESPECIAL-

CARTA DE NACIONES UNIDAS

Explicación de la Carta de Naciones Unidas

Organización de la Carta:

La Carta de Naciones Unidas consiste de un preámbulo y una


serie de artículos divididos en capítulos:

- Capítulo I: plantea los principios y propósitos de las Naciones


Unidas, incluyendo las provisiones importantes del mantenimiento de
la paz internacional y seguridad;

- Capítulo II: define el criterio para la membrecía en las


Naciones Unidas;

- Capítulo III: describe los órganos de Naciones Unidas;

- Capítulo IV: define la Asamblea General;

- Capítulos V-VI-VII: define el Consejo de Seguridad, arreglo


pacífico de controversias, acciones en casos de amenaza de la paz y
defensa regional:

- Capítulo IX: sobre la cooperación internacional económica y


social;

- Capítulo X: sobre el Consejo Económico y Social;

- Capítulo XI-XII-XIII: declaración relativa a los territorios no


autónomos, régimen internacional de administración fiduciaria y
establece Consejo de Administración Fiduciaria;

- Capítulo XIV: establecen las funciones e integración de la


Corte Internacional de Justicia
- Capítulos XV: establecen las funciones de la Secretaría
General de Naciones Unidas;

- Capítulos XVI y XVII: disposiciones varias y acuerdos


transitorios de seguridad.

- Capítulos XVIII: define los mecanismos de reforma de la Carta

- Capítulos XIX: define la forma la firma y rectificación de la


Carta.

Preámbulo

La Carta contiene 111 artículos breves, que definen propósitos,


principios y métodos, y establecen la estructura de cada parte de la
organización. Pero estos artículos están precedidos de unas
doscientas palabras. Constituyen ellas el preámbulo y revelan la
inspiración y el espíritu orientador de las Naciones Unidas.

El preámbulo anuncia los fines esenciales de las Naciones


Unidas en estas palabras:

- Preservar a las generaciones venideras del flagelo de la


guerra;

- Reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre;

- Crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la


justicia y el respeto a las obligaciones internacionales, y

- Promover el progreso social y elevar el nivel de vida.

Afirma, además, que, para alcanzar estos fines, los pueblos de


las Naciones Unidas están dispuestos a practicar la tolerancia, a
convivir en paz como buenos vecinos, a unirse para mantener la paz y
la seguridad, a conseguir que las fuerzas armadas se empleen
únicamente en el interés común, y a valerse de un mecanismo
internacional para promover el progreso económico y social de todos
los pueblos.
Puede notarse un rasgo peculiar del preámbulo. El pacto de la
Sociedad de las Naciones y muchos otros documentos internacionales
empiezan con la frase las altas partes contratantes, pero el
preámbulo, como la constitución de los Estados Unidos, habla en
nombre de los pueblos.

Propósitos y Principios

Los propósitos son la razón de ser de la Organización. Son el


conjunto de los fines comunes, los grandes objetivos de las Naciones
Unidas, la causa y finalidad de la Carta a que se suscriben los estados
miembros, por separado y colectivamente.

Contenido de los propósitos

1.- Acción Coyuntural de Pacificación

“Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin:


tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas
a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos
de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los
principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo
de controversias o situaciones internacionales susceptibles de
conducir a quebrantamientos de la paz;”

El mantenimiento de un estado de paz y seguridad


internacionales es el objetivo prioritario y esencial de las naciones
unidas, que para conseguirlo se proponen actuar en dos grandes
direcciones: por una parte, mediante una acción sobre las coyunturas
de crisis; por otra parte, mediante una actuación preventiva.

Este propósito no se limita a hacer explícito el fin último de la


Organización, al que están ordenados todos los propósitos, sino que
enuncia el primero de ellos, la acción coyuntural, que cubre las
categorías tradicionales de la seguridad colectiva y de la solución
pacífica de controversias. En la enunciación: Mantener la Paz y
Seguridad Internacionales, da a entender que las Naciones Unidas no
son creadas para inmiscuirse en conflictos armados internos de los
Estados, a no ser que estos puedan llegar a poner en peligro a la Paz
y Seguridad Internacionales. Otra excepción que se impuso con la
evolución de estos conceptos es la de situar al Respeto por los
Derechos Humanos, como otro de los aspectos a proteger por sobre
la Soberanía de los Estados.

Además, debe extraerse de este enunciado que, la ambición de


la Organización radica en mantener la Paz no solo entre los Estados
Miembros si no entre toda la Comunidad Internacional.

Por último, debemos agregar que este primer inciso no se


reduce a expresar el propósito primero solamente, si no también
enuncia principios fundamentales: Medios Pacíficos, Justicia y Derecho
Internacional.

2. Acción Estructural de Pacificación y Democratización


de las Relaciones Internacionales

“Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en


el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre
determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para
fortalecer la paz universal;”

El enunciado indica un propósito que se expande más allá de su


significado semántico. Mantener las Relaciones de Amistad entre las
Naciones implica llevar adelante una acción estructural muy
compleja, que se complementaría con el primero de los propósitos,
pero enfocado hacia una solución más duradera y sostenida de la
máxima problemática internacional.

El respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre


determinación de los pueblos, explica la innegable importancia que
estos principios representan tanto para la Organización como para los
miembros. El respeto a la autodeterminación de los pueblos se nos
presenta como la base para fomentar entre las naciones, relaciones
de amistad.

3. Cooperación para el Progreso

“Realizar la cooperación internacional en la solución de


problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o
humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y”

Este propósito consiste en realizar la cooperación internacional


en una amplia serie de materias que presentan como denominador
común el de referirse al progreso, al incremento del bienestar de la
población de cada Estado. Sin embargo, los objetivos habrán de
perseguirse mediante un dispositivo respetuoso para la soberanía de
los Estados. Por último, el objetivo del desarrollo está subordinado al
fin prioritario del mantenimiento de la paz, en la medida que, por
ejemplo, las diferencias en el ritmo de desarrollo entre países vecinos
son susceptibles de originar tensiones locales.

Nuevamente podemos observar que se consagran valores o


principios, que son medios generales para el cumplimiento de los
propósitos. En este caso: Derechos Humanos, Libertades
Fundamentales, e Igualdad.

4. Armonización de esfuerzos para el Progreso

“Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones


por alcanzar estos propósitos comunes”.

Este propósito presenta un carácter instrumental, ya que se


trata de servir de centro armonizador de los esfuerzos por conseguir
los anteriores. La Carta a través de este punto le ha asignado a la
Organización una misión propia.
Contenido de los principios

Una vez enunciados los propósitos convenidos, la Carta define


los principios esenciales en los cuales se basa la organización. Estos
principios son las siete obligaciones generales que ligan a cada país y
a la organización en conjunto.

1. Igualdad Soberana de los Estados

“La Organización está basada en el principio de la igualdad


soberana de todos sus Miembros”.

Este principio presenta dos aspectos muy relacionados entre sí.


En primer término, se proclama en él que los Estados Miembros
conservan su soberanía, sobre la que precisamente se sustenta la
Organización. El segundo aspecto de este principio es la igualdad
jurídica entre los Estados Soberanos, que debe entenderse como
igualdad ante la ley, es decir, todos los Estados son iguales ante el
Derecho Internacional. En este sentido existe una pronunciada
polémica dentro de la Opinión Pública debido a que el Derecho a Veto
de los Estados Miembros Permanentes en el Consejo de Seguridad.
Sin embargo, la Asamblea General y sus 191 Estados Miembros con 1
voto cada 1, es la muestra más cabal de la vigencia de este principio.
El Derecho a Veto es simplemente una facultad funcional que la Carta
Otorga a algunos Estados, ratificada por el consenso de todos los
demás, a pesar de las numerosas críticas acerca de su correcto uso o
de la funcionalidad de su subsistencia.

2. Buena Fe en el cumplimiento de las Obligaciones

“Los Miembros de la Organización, a fin de asegurarse los


derechos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán
de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con
esta Carta”.

El principio de la buena fe es una adición interpretativa e


integrativa a la obligación de los Estados de cumplir sus obligaciones
internacionales. La buena fe constituye uno de los principios básicos
que gobiernan la creación y observancia de obligaciones jurídicas,
cualesquiera que sea su fuente., y cualquiera sea el sistema jurídico
que se exprese.

3. Arreglos Pacíficos de Controversias

“Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias


internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan
en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia”.

Este principio comprende dos obligaciones fundamentales. La


primera es la obligación de las partes en una controversia de darle
una solución por medios pacíficos y esto permite afirmar que nos
hallamos ante una obligación de hacer. En cambio, la segunda
obligación es de no hacer, que se trata de que: los Estados partes en
una controversia internacional, así como los demás Estados, se
abstendrán de toda medida que pueda agravar la situación de modo
que ponga en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional.

Merece destacarse la reafirmación en el texto del principio de


libre elección de los medios, que supone un margen de libertad
mayor. Esta amplia libertad conoce dos límites. El primero es la regla
de la adecuación de los medios a las circunstancias y a la naturaleza
de la controversia. La segunda limitación deriva de las disposiciones
aplicables de la Carta y en particular el capítulo VI.

4. Prohibición de la Amenaza o Uso de la Fuerza

“Los Miembros de la Organización, en sus relaciones


internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de
cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los
Propósitos de las Naciones Unidas”.
Este principio no ha erradicado el uso de la fuerza de las
relaciones Internacionales, debido a las deficiencias intrínsecas y a la
inaplicación parcial de las disposiciones de la Carta encaminadas a
asegurar la prevención y la represión de las infracciones. Sin
embargo, las deficiencias de la Organización internacional no
debilitan el carácter imperativo de este principio ya que una violación
grave de una obligación internacional de importancia esencial para el
mantenimiento de la paz, como la que prohíbe la agresión, puede
resultar un crimen internacional.

El alcance subjetivo del principio viene referido a los Estados


individualmente considerados y a los grupos de Estados. La
prohibición no se extiende a los pueblos; en cuanto a las
Organizaciones Internacionales debe señalarse que los acuerdos u
organismos regionales necesitan de la autorización del Consejo de
Seguridad para aplicar lícitamente medidas coercitivas.

El alcance objetivo tiene varios aspectos:

- La prohibición se circunscribe a la sola fuerza armada.

- Se considera especialmente grave la comisión de actos de


agresión calificando de crimen contra la paz a toda guerra de
agresión.

- La prohibición del uso de la fuerza se extiende a supuestos en


que no existe guerra en el sentido tradicional.

- Es ilícita la amenaza del uso de la fuerza.

Finalmente deben mencionarse ciertas reglas complementarias:

- No se reconocerá como legal ninguna adquisición territorial


derivada del uso de la fuerza.
- Los Estados deberán realizar negociaciones encaminadas a la
rápida celebración de un tratado universal de desarme general.

5. Asistencia a Naciones Unidas

“Los Miembros de la Organización prestaron a ésta toda clase


de ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad con esta
Carta, y se abstendrán de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la
Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva”.

Este principio impone a los Estados dos obligaciones


complementarias. La primera se refiere a cualquier acción conforme
con la Carta, mientras que la omisión de auxilio, objeto de la segunda
obligación, solo se debe cuando las Naciones Unidas ejerzan acción
preventiva o coercitiva.

Se plantea el problema del status de neutralidad con el principio


que comentamos. Esta cuestión plantea dos aspectos: el primero es
el de saber si la pertenencia a Naciones Unidas implica o no una
infracción del estatuto de neutralidad. La segunda, plantea si un
Estado que a su vez está afectado por alguna acción coercitiva puede
prevalecerse de ella para sustraerse de estas obligaciones.

6. Autoridad sobre Estados No Miembros

“La Organización hará que los Estados que no son Miembros de


las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en
la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad
internacionales”.

El texto plantea, pero no resuelve, el problema de la autoridad


de la Organización sobre los Estados no miembros, en la medida que
se trata de una disposición convencional que impone obligaciones a
terceros Estados con independencia del consentimiento de éstos. Este
inciso encuentra su fundamento en la institucionalización de la acción
de gobierno internacional de un conjunto de Estados suficientemente
representativos: los miembros de las Naciones Unidas.
Ingresando a un análisis meramente fáctico (sobre la situación
de las Naciones Unidas en la Actualidad), tenemos que destacar que
los 191 Estados Miembros poseen más del 95% de la población del
planeta, y ocupan otro tanto de su territorio, por lo que las
pretensiones de la Organización de posicionarse como el más
importante ente supra estatal, cuyas potestades dispositivas
trasciendan el marco de las obligaciones y derechos que genera un
tratado. Otro factor a tener en cuenta es que Naciones Unidas no sólo
se enmarca jurídicamente en un tratado (la carta) y su cumplimiento,
si no que es sistema de generación de normas internacionales, y la
única vía de creación de Derecho Internacional, de manera directa
(Consejo de Seguridad con sus resoluciones) o indirecta (organismos
del sistema, en cuyo seno se dan tratados y convenciones).

7. Excepción de la Jurisdicción Interna de los Estados

“Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones


Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la
jurisdicción interna de los Estados, ni obligará; a los Miembros a
someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la
presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las
medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII”.

La idea de que existe una esfera de materias en las que, en


virtud de la soberanía de los Estados, no puede penetrar la actuación
de los órganos internacionales arraiga en la práctica internacional a
medida que el peligro real de esa penetración se va haciendo más
manifiesto. La propia indeterminación del precepto ha permitido en
bastantes casos que la Organización rechazase la excepción de la
jurisdicción interna, afirmando sus propias competencias.

Historia

El 21 de septiembre de 1944, se convocó una conferencia en


Washington, Dumbarton Oaks, entre los representantes de China,
Gran Bretaña, la URSS y los Estados Unidos.
Las discusiones terminaron el 7 de octubre de 1944. Las cuatro
potencias sometieron a la consideración de todos los gobiernos de las
Naciones Unidas, y a los pueblos de todos los países, una propuesta
de estructura de la organización mundial, a fin de que la estudiaran y
discutieran.

De acuerdo con lo propuesto en Dumbarton Oaks, cuatro


organismos deberían integrar la organización, que se denominaría
Naciones Unidas.

Se crearía una Asamblea General compuesta de todos los


miembros. Luego seguiría un Consejo de Seguridad, de once
miembros. De éstos, cinco serían permanentes y la Asamblea General
elegiría a los seis restantes por períodos de dos años. El tercer
organismo sería una Corte Internacional de Justicia y el cuarto, una
Secretaría. También se establecería un Consejo Económico y Social
que funcionaría bajo la autoridad de la Asamblea General.

La característica esencial del proyecto consistía en que


incumbiría al Consejo de Seguridad la responsabilidad de evitar
nuevas guerras. La Asamblea General podría estudiar, discutir y
recomendar medidas para promover la cooperación internacional y
zanjar situaciones susceptibles de menoscabar el bienestar social.
Consideraría en principio los problemas relativos al desarme y a la
cooperación en la conservación de la paz y la seguridad. Pero no
podría hacer recomendaciones sobre asuntos que estuviesen en
manos del Consejo de Seguridad, y tendría que dar traslado a este
organismo de todos los asuntos que requiriesen ponerse en trámite.

La cuestión del método de votación en el Consejo de Seguridad


se estipuló en Yalta, donde Churchill, Roosevelt y Stalin se reunieron
en una nueva conferencia, con sus ministros de relaciones exteriores
y jefes de estado mayor. El 11 de febrero de 1945 la conferencia
declaró resuelto este asunto y convocó la conferencia de San
Francisco. Los tres dirigentes manifestaron: "Estamos decididos a
establecer a la mayor brevedad posible, junto con nuestros aliados,
una organización general internacional para la conservación de la paz
y la seguridad. Hemos convenido en que se debe convocar una
conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco, Estados Unidos,
el 25 de abril de 1945, con el fin de redactar la carta de dicha
organización sobre la base de las conversaciones oficiales de
Dumbarton Oaks."

Cuarenta y cinco Naciones fueron invitadas a San Francisco el


25 de abril de 1945; todas ellas habían declarado la guerra a
Alemania y al Japón y habían suscrito la Declaración de las Naciones
Unidas. Sólo una, Polonia, no concurrió debido a que la formación de
su nuevo gobierno no llegó oportunamente a conocimiento de la
conferencia. Por tanto, se dejó un espacio en blanco para la firma de
dicho país, que se contaba entre los signatarios originales de la
declaración. El 15 de octubre del mismo año dicho país firmó la Carta
y se convirtió en uno de los miembros originarios.

Francia propuso que concurrieran Siria y Líbano y se pidió a


estos países que asistieran. La conferencia invitó directamente a
cuatro estados más: la R.S.S. de Bielorrusia, la R.S.S. de Ucrania,
Dinamarca, que acababa de ser liberada, y Argentina.

En esta forma, se reunieron los delegados de cincuenta


naciones, que representaban un ochenta por ciento de la población
total del mundo: gente de todas las razas, religiones y continentes y
todos resueltos a establecer una organización que conservara la paz y
ayudara a crear un mundo mejor. El temario de la conferencia estaba
formado por las propuestas de Dumbarton Oaks, y correspondía a los
delegados redactar sobre esta base una carta aceptable para todos
los países.

El procedimiento de votación que se empleo en San Francisco


es de inusitada importancia, pues cada parte de la Carta tuvo que ser
aprobada por una mayoría de dos tercios de los delegados.
El proyecto de Carta se dividió en cuatro secciones, cada una de
las cuales fue estudiada por una comisión. La primera de éstas se
encargó de los propósitos generales de la Organización, sus
principios, miembros, la Secretaría y la cuestión de enmiendas de la
Carta. La segunda consideró los poderes y responsabilidad de la
Asamblea General, mientras que la tercera se hizo cargo de lo
relativo al Consejo de Seguridad.

La cuarta comisión se ocupó del examen del proyecto de


estatuto de la Corte Internacional de Justicia, que había sido
redactado por un comité integrado por jurisconsultos de 44 países
que se reunió en Washington en abril de 1945.

Hubo sólo diez sesiones plenarias, y casi 400 reuniones de


comités, en que se discutieron hasta los detalles más insignificantes.
Se tropezó muchas veces con choques serios de opinión y hubo
discrepancias y hasta una que otra crisis, todo lo cual hizo temer a
algunos observadores el fracaso de la conferencia. Por ejemplo, el
problema de las organizaciones regionales. Muchos países tienen sus
propios acuerdos de defensa regional y de ayuda mutua. El sistema
interamericano y la liga árabe son casos típicos. La conferencia
decidió conferirles el derecho a intervenir en arreglos pacíficos y
también, en circunstancias especiales, en la aplicación de medidas
siempre que los fines y actividades de esos grupos sean compatibles
con los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

La conferencia agregó todo un nuevo capítulo sobre un tema


que no estaba incluido dentro de las propuestas de Dumbarton Oaks:
el de crear un sistema especial para los territorios bajo la
administración fiduciaria de las Naciones Unidas.

También debatió largamente sobre la jurisdicción de la Corte


Internacional de Justicia, y la conferencia decidió que los estados
miembros no están obligados a reconocer la jurisdicción de esta
Corte, pero pueden voluntariamente declarar su sometimiento a ella.
El derecho al veto de cada uno de los cinco grandes en las
actuaciones del Consejo de Seguridad, ocasionó largos debates. Las
potencias menores temían que si uno de los cinco grandes asumía
una conducta que amenazara la paz, el Consejo de Seguridad
quedaría en la imposibilidad de intervenir, mientras que en el caso de
un conflicto entre dos países que no fueran miembros permanentes
del Consejo, los cinco grandes podrían proceder en forma arbitraria.
Por tanto, quisieron reducir el alcance del veto. Pero las grandes
potencias insistieron unánimemente en que esta disposición era vital,
recalcando la circunstancia de que a ella correspondía la mayor
responsabilidad en el mantenimiento de la paz mundial.

El 25 de junio los delegados se reunieron en sesión plenaria por


última vez. Lord Halifax la presidió, y, al someter el texto final de la
Carta a la aprobación de la Asamblea, dijo: "La cuestión que estamos
a punto de resolver con nuestro voto es la más importante que podrá
ocurrir en nuestras vidas."

En vista del significado universal de la ocasión, propuso que,


apartándose del método acostumbrado de votar alzando la mano, se
procediera en forma más adecuada. Planteada la cuestión, cada uno
de los delegados se levanto y permaneció de pie. Culminó esto en
una magna ovación que resonó en el recinto tan pronto como el
presidente hubo anunciado que la Carta había sido aprobada por
unanimidad.

Al día siguiente, en el auditorio del edificio conmemorativo de


los veteranos (Veteran's Memorial Hall), los delegados desfilaron uno
por uno ante una gran mesa redonda donde figuraban dos históricos
documentos: la Carta y el estatuto de la Corte Internacional de
Justicia. Cada delegado firmó por su país hasta completarse las 153
firmas que aparecen en el documento.

La existencia de las Naciones Unidas no se inició al firmarse la


Carta. En muchos países ésta tuvo que ser sometida a la aprobación
de sus respectivos congresos o parlamentos. Se había convenido en
que la Carta entraría en efecto cuando la hubiesen ratificado los
gobiernos de China, Francia, Gran Bretaña, la Unión Soviética, los
Estados Unidos y la mayoría de los demás países signatarios, y
cuando estos hubiesen notificado del hecho al departamento de
estado de los Estados Unidos.

El 24 de octubre de 1945 se habían llenado los requisitos, y las


Naciones Unidas comenzaron a funcionar.

Explicación de la Carta de Naciones Unidas

Organización de la Carta:

La Carta de Naciones Unidas consiste de un preámbulo y una


serie de artículos divididos en capítulos:

- Capítulo I: plantea los principios y propósitos de las Naciones


Unidas, incluyendo las provisiones importantes del mantenimiento de
la paz internacional y seguridad;

- Capítulo II: define el criterio para la membrecía en las


Naciones Unidas;

- Capítulo III: describe los órganos de Naciones Unidas;

- Capítulo IV: define la Asamblea General;

- Capítulos V-VI-VII: define el Consejo de Seguridad, arreglo


pacífico de controversias, acciones en casos de amenaza de la paz y
defensa regional:

- Capítulo IX: sobre la cooperación internacional económica y


social;

- Capítulo X: sobre el Consejo Económico y Social;


- Capítulo XI-XII-XIII: declaración relativa a los territorios no
autónomos, régimen internacional de administración fiduciaria y
establece Consejo de Administración Fiduciaria;

- Capítulo XIV: establecen las funciones e integración de la


Corte Internacional de Justicia

- Capítulos XV: establecen las funciones de la Secretaría


General de Naciones Unidas;

- Capítulos XVI y XVII: disposiciones varias y acuerdos


transitorios de seguridad.

- Capítulos XVIII: define los mecanismos de reforma de la Carta

- Capítulos XIX: define la forma la firma y rectificación de la


Carta.

Preámbulo

La Carta contiene 111 artículos breves, que definen propósitos,


principios y métodos, y establecen la estructura de cada parte de la
organización. Pero estos artículos están precedidos de unas
doscientas palabras. Constituyen ellas el preámbulo y revelan la
inspiración y el espíritu orientador de las Naciones Unidas.

El preámbulo anuncia los fines esenciales de las Naciones


Unidas en estas palabras:

- Preservar a las generaciones venideras del flagelo de la


guerra;

- Reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre;

- Crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la


justicia y el respeto a las obligaciones internacionales, y

- Promover el progreso social y elevar el nivel de vida.


Afirma, además, que, para alcanzar estos fines, los pueblos de
las Naciones Unidas están dispuestos a practicar la tolerancia, a
convivir en paz como buenos vecinos, a unirse para mantener la paz y
la seguridad, a conseguir que las fuerzas armadas se empleen
únicamente en el interés común, y a valerse de un mecanismo
internacional para promover el progreso económico y social de todos
los pueblos.

Puede notarse un rasgo peculiar del preámbulo. El pacto de la


Sociedad de las Naciones y muchos otros documentos internacionales
empiezan con la frase las altas partes contratantes, pero el
preámbulo, como la constitución de los Estados Unidos, habla en
nombre de los pueblos.

Propósitos y Principios

Los propósitos son la razón de ser de la Organización. Son el


conjunto de los fines comunes, los grandes objetivos de las Naciones
Unidas, la causa y finalidad de la Carta a que se suscriben los estados
miembros, por separado y colectivamente.

Contenido de los propósitos

1.- Acción Coyuntural de Pacificación

“Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin:


tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas
a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos
de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los
principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo
de controversias o situaciones internacionales susceptibles de
conducir a quebrantamientos de la paz;”

El mantenimiento de un estado de paz y seguridad


internacionales es el objetivo prioritario y esencial de las naciones
unidas, que para conseguirlo se proponen actuar en dos grandes
direcciones: por una parte, mediante una acción sobre las coyunturas
de crisis; por otra parte, mediante una actuación preventiva.

Este propósito no se limita a hacer explícito el fin último de la


Organización, al que están ordenados todos los propósitos, sino que
enuncia el primero de ellos, la acción coyuntural, que cubre las
categorías tradicionales de la seguridad colectiva y de la solución
pacífica de controversias. En la enunciación: Mantener la Paz y
Seguridad Internacionales, da a entender que las Naciones Unidas no
son creadas para inmiscuirse en conflictos armados internos de los
Estados, a no ser que estos puedan llegar a poner en peligro a la Paz
y Seguridad Internacionales. Otra excepción que se impuso con la
evolución de estos conceptos es la de situar al Respeto por los
Derechos Humanos, como otro de los aspectos a proteger por sobre
la Soberanía de los Estados.

Además, debe extraerse de este enunciado que, la ambición de


la Organización radica en mantener la Paz no solo entre los Estados
Miembros si no entre toda la Comunidad Internacional.

Por último, debemos agregar que este primer inciso no se


reduce a expresar el propósito primero solamente, si no también
enuncia principios fundamentales: Medios Pacíficos, Justicia y Derecho
Internacional.

2. Acción Estructural de Pacificación y Democratización


de las Relaciones Internacionales

“Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en


el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre
determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para
fortalecer la paz universal;”

El enunciado indica un propósito que se expande más allá de su


significado semántico. Mantener las Relaciones de Amistad entre las
Naciones implica llevar adelante una acción estructural muy
compleja, que se complementaría con el primero de los propósitos,
pero enfocado hacia una solución más duradera y sostenida de la
máxima problemática internacional.

El respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre


determinación de los pueblos, explica la innegable importancia que
estos principios representan tanto para la Organización como para los
miembros. El respeto a la autodeterminación de los pueblos se nos
presenta como la base para fomentar entre las naciones, relaciones
de amistad.

3. Cooperación para el Progreso

“Realizar la cooperación internacional en la solución de


problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o
humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y”

Este propósito consiste en realizar la cooperación internacional


en una amplia serie de materias que presentan como denominador
común el de referirse al progreso, al incremento del bienestar de la
población de cada Estado. Sin embargo, los objetivos habrán de
perseguirse mediante un dispositivo respetuoso para la soberanía de
los Estados. Por último, el objetivo del desarrollo está subordinado al
fin prioritario del mantenimiento de la paz, en la medida que, por
ejemplo, las diferencias en el ritmo de desarrollo entre países vecinos
son susceptibles de originar tensiones locales.

Nuevamente podemos observar que se consagran valores o


principios, que son medios generales para el cumplimiento de los
propósitos. En este caso: Derechos Humanos, Libertades
Fundamentales, e Igualdad.

4. Armonización de esfuerzos para el Progreso


“Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones
por alcanzar estos propósitos comunes”.

Este propósito presenta un carácter instrumental, ya que se


trata de servir de centro armonizador de los esfuerzos por conseguir
los anteriores. La Carta a través de este punto le ha asignado a la
Organización una misión propia.

Contenido de los principios

Una vez enunciados los propósitos convenidos, la Carta define


los principios esenciales en los cuales se basa la organización. Estos
principios son las siete obligaciones generales que ligan a cada país y
a la organización en conjunto.

1. Igualdad Soberana de los Estados

“La Organización está basada en el principio de la igualdad


soberana de todos sus Miembros”.

Este principio presenta dos aspectos muy relacionados entre sí.


En primer término, se proclama en él que los Estados Miembros
conservan su soberanía, sobre la que precisamente se sustenta la
Organización. El segundo aspecto de este principio es la igualdad
jurídica entre los Estados Soberanos, que debe entenderse como
igualdad ante la ley, es decir, todos los Estados son iguales ante el
Derecho Internacional. En este sentido existe una pronunciada
polémica dentro de la Opinión Pública debido a que el Derecho a Veto
de los Estados Miembros Permanentes en el Consejo de Seguridad.
Sin embargo, la Asamblea General y sus 191 Estados Miembros con 1
voto cada 1, es la muestra más cabal de la vigencia de este principio.
El Derecho a Veto es simplemente una facultad funcional que la Carta
Otorga a algunos Estados, ratificada por el consenso de todos los
demás, a pesar de las numerosas críticas acerca de su correcto uso o
de la funcionalidad de su subsistencia.

2. Buena Fe en el cumplimiento de las Obligaciones


“Los Miembros de la Organización, a fin de asegurarse los
derechos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán
de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con
esta Carta”.

El principio de la buena fe es una adición interpretativa e


integrativa a la obligación de los Estados de cumplir sus obligaciones
internacionales. La buena fe constituye uno de los principios básicos
que gobiernan la creación y observancia de obligaciones jurídicas,
cualesquiera que sea su fuente., y cualquiera sea el sistema jurídico
que se exprese.

3. Arreglos Pacíficos de Controversias

“Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias


internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan
en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia”.

Este principio comprende dos obligaciones fundamentales. La


primera es la obligación de las partes en una controversia de darle
una solución por medios pacíficos y esto permite afirmar que nos
hallamos ante una obligación de hacer. En cambio, la segunda
obligación es de no hacer, que se trata de que: los Estados partes en
una controversia internacional, así como los demás Estados, se
abstendrán de toda medida que pueda agravar la situación de modo
que ponga en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional.

Merece destacarse la reafirmación en el texto del principio de


libre elección de los medios, que supone un margen de libertad
mayor. Esta amplia libertad conoce dos límites. El primero es la regla
de la adecuación de los medios a las circunstancias y a la naturaleza
de la controversia. La segunda limitación deriva de las disposiciones
aplicables de la Carta y en particular el capítulo VI.

4. Prohibición de la Amenaza o Uso de la Fuerza


“Los Miembros de la Organización, en sus relaciones
internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de
cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los
Propósitos de las Naciones Unidas”.

Este principio no ha erradicado el uso de la fuerza de las


relaciones Internacionales, debido a las deficiencias intrínsecas y a la
inaplicación parcial de las disposiciones de la Carta encaminadas a
asegurar la prevención y la represión de las infracciones. Sin
embargo, las deficiencias de la Organización internacional no
debilitan el carácter imperativo de este principio ya que una violación
grave de una obligación internacional de importancia esencial para el
mantenimiento de la paz, como la que prohíbe la agresión, puede
resultar un crimen internacional.

El alcance subjetivo del principio viene referido a los Estados


individualmente considerados y a los grupos de Estados. La
prohibición no se extiende a los pueblos; en cuanto a las
Organizaciones Internacionales debe señalarse que los acuerdos u
organismos regionales necesitan de la autorización del Consejo de
Seguridad para aplicar lícitamente medidas coercitivas.

El alcance objetivo tiene varios aspectos:

- La prohibición se circunscribe a la sola fuerza armada.

- Se considera especialmente grave la comisión de actos de


agresión calificando de crimen contra la paz a toda guerra de
agresión.

- La prohibición del uso de la fuerza se extiende a supuestos en


que no existe guerra en el sentido tradicional.

- Es ilícita la amenaza del uso de la fuerza.


Finalmente deben mencionarse ciertas reglas complementarias:

- No se reconocerá como legal ninguna adquisición territorial


derivada del uso de la fuerza.

- Los Estados deberán realizar negociaciones encaminadas a la


rápida celebración de un tratado universal de desarme general.

5. Asistencia a Naciones Unidas

“Los Miembros de la Organización prestaron a ésta toda clase


de ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad con esta
Carta, y se abstendrán de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la
Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva”.

Este principio impone a los Estados dos obligaciones


complementarias. La primera se refiere a cualquier acción conforme
con la Carta, mientras que la omisión de auxilio, objeto de la segunda
obligación, solo se debe cuando las Naciones Unidas ejerzan acción
preventiva o coercitiva.

Se plantea el problema del status de neutralidad con el principio


que comentamos. Esta cuestión plantea dos aspectos: el primero es
el de saber si la pertenencia a Naciones Unidas implica o no una
infracción del estatuto de neutralidad. La segunda, plantea si un
Estado que a su vez está afectado por alguna acción coercitiva puede
prevalecerse de ella para sustraerse de estas obligaciones.

6. Autoridad sobre Estados No Miembros

“La Organización hará que los Estados que no son Miembros de


las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en
la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad
internacionales”.

El texto plantea, pero no resuelve, el problema de la autoridad


de la Organización sobre los Estados no miembros, en la medida que
se trata de una disposición convencional que impone obligaciones a
terceros Estados con independencia del consentimiento de éstos. Este
inciso encuentra su fundamento en la institucionalización de la acción
de gobierno internacional de un conjunto de Estados suficientemente
representativos: los miembros de las Naciones Unidas.

Ingresando a un análisis meramente fáctico (sobre la situación


de las Naciones Unidas en la Actualidad), tenemos que destacar que
los 191 Estados Miembros poseen más del 95% de la población del
planeta, y ocupan otro tanto de su territorio, por lo que las
pretensiones de la Organización de posicionarse como el más
importante ente supra estatal, cuyas potestades dispositivas
trasciendan el marco de las obligaciones y derechos que genera un
tratado. Otro factor a tener en cuenta es que Naciones Unidas no sólo
se enmarca jurídicamente en un tratado (la carta) y su cumplimiento,
si no que es sistema de generación de normas internacionales, y la
única vía de creación de Derecho Internacional, de manera directa
(Consejo de Seguridad con sus resoluciones) o indirecta (organismos
del sistema, en cuyo seno se dan tratados y convenciones).

7. Excepción de la Jurisdicción Interna de los Estados

“Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones


Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la
jurisdicción interna de los Estados, ni obligará; a los Miembros a
someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la
presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las
medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII”.

La idea de que existe una esfera de materias en las que, en


virtud de la soberanía de los Estados, no puede penetrar la actuación
de los órganos internacionales arraiga en la práctica internacional a
medida que el peligro real de esa penetración se va haciendo más
manifiesto. La propia indeterminación del precepto ha permitido en
bastantes casos que la Organización rechazase la excepción de la
jurisdicción interna, afirmando sus propias competencias.

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