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LOS INMIGRANTES POLACOS EN MADRID.

UNA ETNOGRAFÍA DE LA VIDA COTIDIANA

Mikolaj Stanek. Universidad Complutense de Madrid

Los inmigrantes polacos en Madrid. Una etnografía de la vida cotidiana


(Resumen)

Desde principios de los años noventa aumenta en España el número de inmigrantes


polacos. El crecimiento de este colectivo es uno de los más dinámicos entre los
inmigrantes procedentes de los países de la Europa no comunitaria. Sin embargo su
conocimiento es todavía muy limitado. Este hecho viene reflejado por el escaso número
de trabajos dedicados a este tema. Este artículo presenta algunos aspectos de la vida
cotidiana de los inmigrantes polacos residentes en Madrid. Los objetivos principales son
describir cómo los inmigrantes polacos que residen en Madrid reconstruyen su vida
cotidiana, en qué aspectos asimilan las pautas características de la vida cotidiana
características para los españoles o para otros grupos inmigrantes que viven en España y
en qué aspectos mantienen su modo de vivir lo cotidiano adquirido en Polonia. Este
artículo analiza también algunos aspectos de la vida cotidiana: las relaciones
interpersonales en varios niveles, el manejo del espacio, el consumo y los gustos, las
formas de vivir el día laboral y el día festivo.

Palabras clave: inmigrantes polacos, Madrid, vida cotidiana

En los últimos años España se convirtió en el espacio de encuentro de varias culturas y


por tanto de distintas normas, valores, creencias y modos de vida, a veces muy distintos
de los representados por la sociedad española. La sociedad española está ante un gran
reto de conocer y comprender a los inmigrantes. Este reto tiene una relevancia especial
en los debates sobre posibles modelos de políticas de integración, que tienen lugar
actualmente en España (Pérez Díaz at al. 2001: 33). Uno de los modos de comprender a
estos colectivos es estudiar los elementos que constituyen sus vidas cotidianas.

El historiador Fernando Braudel define lo cotidiano como pequeños hechos que apenas
quedan marcados en el tiempo y en el espacio. Aunque puede parecer que la vida
cotidiana es un conjunto de hechos triviales e intrascendentales, su papel en la creación
de la realidad social es fundamental. La vida cotidiana es la vida más cercana al hombre

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y por esto es la más real, objetiva, transparente, aproblemática y ordenada. Como dicen
Peter Berger y Thomas Luckmann en “Constitución social de la realidad”: "La realidad
de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos
que han sido designados como objetos antes de que aparezcamos en escena" (1986:
147). De hecho la vida cotidiana no necesita ninguna verificación a pesar de que esté
compartida con los demás.

La situación de migrar es aquella en la que el individuo abandona la comunidad que es


la base de su identidad, normas y valores, sus competencias, conocimientos y por tanto
los modos de definir la realidad para encontrarse ante un nuevo universo. Aaron
Cicourel constata que la situación de migrar es la situación de encontrase entre dos
culturas. Entre la “que se lleva dentro” y cuyos marcos de referencia están fuera del país
de estancia y la que se hizo real, objetiva y sobre todo dominante en el momento de
llegar al país de acogida (Cicourel 1983: 32-37). El cambio más dramático lo nota el
inmigrante en su vida cotidiana ya que es, como se ha dicho, la realidad más “próxima”
al individuo. Todo el conocimiento, costumbres y usos que le eran obvios en su cultura
parecen inadecuados en las nuevas circunstancias. Ante la situación de la “quiebra” de
lo cotidiano del país de origen, el inmigrante tiene que reconstruir su vida cotidiana.
Esto implica la necesidad de encontrar un delicado equilibrio entre las exigencias de la
vida social en el país de acogida y las pautas de comportamiento y costumbres que los
inmigrantes “llevan dentro”.

La vida cotidiana de los inmigrantes polacos[1] es un universo amplio, cambiante y


desconocido. Para acceder a la realidad de la vida cotidiana y conocer los elementos
más importantes y sus significados se han utilizado dos técnicas de estudio: la
observación participativa y entrevistas en profundidad. A lo largo del periodo de
observación también se llevó a cabo 19 entrevistas en profundidad con inmigrantes
polacos residentes en Madrid con el fin de profundizar el conocimiento de los
fenómenos registrados a través de la observación participativa[2]. Esta técnica permite
la expresión libre del sujeto y la descripción de un sentido propio y personal de varios
elementos de su experiencia vital. Dichas entrevistas permitieron conocer varios
aspectos de la vida cotidiana desde la perspectiva subjetiva de los mismos inmigrantes y
determinar la importancia simbólica y real que dan a estos aspectos.

Contactos interpersonales cotidianos

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La vida cotidiana es una serie constante de interacciones con los demás. Las
interacciones que fundamentan los contactos interpersonales son un tejido en el que se
fisiona tanto la identidad personal y social del individuo como las relaciones grupales e
institucionales. Las interacciones tienen su propia dinámica. Como dice Amando de
Miguel: "[...] la interacción es un proceso gradual: puede ir desde la simple presencia en
común de los que pasean por el parque hasta la intensa actividad mutua de los miembros
de un comando" (1969: 49-50). Así pues, pueden permanecer como unas relaciones
efímeras o pueden transformarse también en una relación múltiple y multiforme como
amistad, compañerismo o amor.

Amistad y redes de apoyo

Ya en los años setenta los sociólogos polacos observaron un fenómeno denominado


familismo polaco (Nowak 1979). Este fenómeno consiste en una relación muy fuerte
entre los miembros un mismo círculo íntimo. Son aquellas relaciones basadas en la
lealtad, el afecto y la disposición al sacrificio entre dichos miembros. Se realizan a
través de relaciones continuas, directas y ayudas mutuas entre los miembros de éste
círculo íntimo, el cual está compuesto por familiares y amigos más íntimos. Este
limitado grupo es el mayor marco de referencia más importante para los polacos. Su
importancia e influencia sobresale sobre otras instituciones sociales como el estado, la
ley y otros grupos y colectivos como grupos locales de vecinos, grupos juveniles etc.

La observación de la vida cotidiana del colectivo polaco en Madrid permite constatar


que las relaciones entre los inmigrantes están condicionadas principalmente por las
pautas y normas culturales vigentes en la sociedad polaca actual. Los polacos prefieren
vivir y trabajar con sus familiares o amigos, limitando así las relaciones cotidianas a
este grupo. Preguntados por los contactos y amigos, los inmigrantes admitían que
normalmente los mantienen entre las personas de su propio círculo. En este contexto
desempeñan un papel muy importante las redes migratorias en el colectivo polaco. Estas
redes se basan en el grupo familiar y el círculo de amigos más íntimos.

La situación migratoria en la que se encuentran actualmente los polacos y también otros


inmigrantes influyen incluso a que estas pautas de intensas relaciones interpersonales y
el “egoísmo familiar” se fortalezcan. El número de inmigrantes en Madrid aumenta.
Este hecho afecta a las posibilidades de encontrar un buen trabajo o una vivienda. Por

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tanto las redes migratorias son cada vez más selectivas y centradas en suministrar ayuda
únicamente a las personas del círculo más íntimo. A la vez las relaciones con aquellas
personas que no están dentro del grupo más próximo tienen un carácter cada vez más
competitivo. Ante este proceso los lazos étnicos o basados en el lugar de procedencia
(región, ciudad) antes bastante débiles actualmente lo son todavía más. Uno de los
entrevistados describió la situación en la que uno de los polacos que alquiló una
vivienda a su nombre y la compartía con otras personas les echó en el momento que
vinieron sus familiares. Otra persona interrogada opinó que la única institución donde se
puede pedir ayuda era la misión católica polaca en Madrid:

Ahora la gente no mira si uno es polaco. Hay muy poca gente que ayuda. El cura polaco
ayuda mucho, busca trabajo, hay un abogado español que colabora con el cura y nos
ayuda. Pero entre la gente no es así. Incluso, a veces si consiguen un trabajo gracias al
cura al salir de la iglesia enseguida lo venden (V46, 3).

Los polacos mantienen unas relaciones muy limitadas con los españoles. Salvo algunos
contactos efímeros en las calles o en las tiendas los polacos sólo mantienen relaciones
sociales con los españoles en el trabajo. Sobre esta base a veces se desarrollan
relaciones de simpatía, ayuda mutua, que sobresalen a los simples contactos en el lugar
de trabajo. Pudiendo transformarse hacia lazos de amistad y confianza sobre todo en
aquellos casos de algunas mujeres que realizan trabajos de servicio doméstico y cuidado
de ancianos. Así ha sido en el caso de dos mujeres entrevistadas. Una de ellas describe
como sigue las relaciones en el lugar donde trabaja:

Al principio cuidaba a la suegra de mi señora que se murió después de un año. Yo


estaba con ella hasta el final y ayudaba a María [la empleadora] cuando su suegra se
puso realmente mal. Cuando se murió me fui, pero María me busco después de dos años
y ahora cuido a su padre. Me caen muy bien, me ayudaron mucho cuando estuve
enferma y todavía no tenía seguro médico, a mi tampoco me importa si tengo que
quedarme más tiempo para ayudar en algo (M45, 6).

Sin embargo, en general las relaciones entre los polacos y los españoles tienen carácter
efímero y superficial. El factor principal que impide que las relaciones se desarrollen y
profundicen es la falta de conocimiento del español. La mayoría de los polacos conocen
el español sólo a un nivel para los respectivos trabajos que realizan.

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Hay que indicar también otro factor importante que influye en el carácter de los
contactos entre polacos y españoles y es la misma necesidad de relacionarse con los
españoles. Las personas que vinieron con el propósito de quedarse poco tiempo
mantienen normalmente relaciones limitadas a su grupo nacional. La decisión de
quedarse y acomodarse es en este caso crucial para el cambio de actitudes y una
apertura hacia los españoles. Los polacos mantienen relaciones de simpatía y amistad de
forma más frecuente con inmigrantes de otras nacionalidades. En este caso existe cierto
selectivismo. Mantienen sobre todo relaciones con personas de Europa Central y
Oriental principalmente con ucranianos.

Amor

Al igual que en el caso de las relaciones de amistad, las relaciones amorosas se


mantienen sobre todo en el grupo nacional polaco. Aunque en este caso las diferencias
entre sexos son más evidentes. En la entrevista se preguntaba a las personas solteras si
preferirían relacionarse con polacos, españoles o inmigrantes de otras nacionalidades.
Las polacas están más dispuestas a salir de este círculo nacional y relacionarse con
personas de otras nacionalidades. Los varones polacos indicaban que buscaban sobre
todo una novia polaca. Así lo manifestó uno de los entrevistados:

Las españolas no son serias, piensan en tonterías: solo quieren salir, divertirse. No
confiaría en ellas. Las polacas son más serias y responsables e igualmente guapas.
Ahora vienen muchas, se nota cuando sales de la iglesia [después de la misa polaca]
(V21, 2).

Para las polacas entrevistadas la nacionalidad no tiene ninguna importancia lo más


importante es el amor y la mutua comprensión:

A mi me da igual si es polaco, español o lo que sea. Lo más importante es que sea


simpático y te quiera (M23, 1).

De hecho dos entrevistadas en el momento de realizar este estudio se relacionaban con


inmigrantes no polacos (en un caso ecuatoriano y en el otro paquistaní). Este hecho se
puede atribuir sobre todo a la similitud de la situación y los problemas a los que tienen
que enfrentarse en su vida cotidiana. Algunos entrevistados mencionaban también a
algunas polacas casadas con españoles. En este caso llama la atención la actitud de

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cierta hostilidad por parte de los demás inmigrantes hacia estas personas. A las polacas
casadas con españoles se les consideran como personas que ascienden socialmente por
el matrimonio y no por su propio trabajo. Por otro lado, se les ve como personas que
desprecian a sus compatriotas y de cierto modo traicionan el colectivo del que
provienen. Así lo expresó una de las entrevistadas:

Mi hija trabajaba para una chica polaca que se casó con un español. Lo dejó después de
un mes porque no aguantó. Esta chica se sentía más española que el Rey. Le mandaba
haz esto, haz lo otro, ¿por qué lo haces así y no así? Como si ya hubiera olvidado que 1
año antes también trabajaba con la fregona (M43, 2).

Esta actitud indica sobre todo que las relaciones con los españoles son consideradas
como una vía de ascenso social. Por otro lado, las personas que deciden mantener
relaciones afectivas con españoles tienen que tener en cuenta el posible rechazo por
parte del grupo polaco.

Trabajo y descanso

Trabajo

Las pautas del comportamiento del inmigrante en la esfera laboral están condicionadas
por dos factores principales. Primero está relacionado con la propia condición de
inmigrante económico cuyo objetivo principal es la mejora de su situación económica.
La mejora de su situación tiene su dimensión objetiva, es decir, el aumento de poder
adquisitivo en relación con la situación anterior. También tiene su dimensión subjetiva
(o relativa) que se traduce en una mejora de la situación del inmigrante en comparación
con otras personas, sobre todos los que se quedaron. Hay que añadir que la situación
migratoria deja a los sujetos pocas posibilidades de ascenso social según criterios de
posiciones o estatus social. La única medida con la que se puede obtener el éxito es la
cantidad de dinero que es capaz de ganar y ahorrar. El segundo factor tiene un carácter
estructural y está relacionado con la mencionada situación migratoria. En varios
estudios tanto de carácter teórico como en los basados en el análisis de datos empíricos
se subraya que los puestos de trabajo que obtienen los inmigrantes se caracterizan por
unos salarios bajos, malas condiciones de trabajo, provisionalidad e inestabilidad y
pocas posibilidades de avanzar (véase Martínez Veiga 1997: 179-181; Piore 1979). Las

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entrevistas realizadas para el estudio presentado corroboran esta afirmación. La mayoría
de los entrevistados trabajaban en el sector sumergido del mercado de trabajo, en tareas
que muchas veces estaban por debajo de sus cualificaciones obtenidas en Polonia. Ante
un nivel de salarios relativamente bajos y una alta provisionalidad del trabajo, la
estrategia empleada por los inmigrantes polacos es la de tener varios trabajos, para
asegurarse algunas alternativas en el caso de perder alguno de ellos.

La mayoría de las mujeres entrevistadas trabaja en el servicio domestico en régimen


interno, externo y por horas. Los varones trabajan en el sector de la construcción sobre
todo en pequeñas empresas que realizan obras de renovación y también algunos trabajos
de construcción. Durante la investigación se ha constatado que el trabajo es el elemento
central de la vida de los inmigrantes. La vida cotidiana de los inmigrantes se forma en
función del trabajo. El tema más común en las conversaciones cotidianas es el trabajo,
las posibilidades de cambiarlo o conseguir uno adicional.

El día cotidiano de las mujeres depende sobre todo del tipo de trabajo que desempeñan
y también el carácter del mismo (externo, interno o "por horas"). La mayoría de las
mujeres polacas entrevistadas trabajan de forma externa o por horas porque esto les
permite mantener varios puestos de trabajo a la vez y maximizar las ganancias,
obviamente a costa de su estabilidad. La flexibilidad en el horario y la forma de trabajo
da la posibilidad de trabajar cuanto se pueda, que en la mayoría de los casos estudiados
es desde la madrugada hasta la noche. Así describe sus días de trabajo una de las
entrevistadas que por las mañanas trabaja en el servicio doméstico de tipo externo
(donde desempeña labores de cuidado de una persona anciana y de limpieza) y por las
tardes trabaja por horas limpiando casas en varios lugares de Madrid:

A las nueve estoy en la casa donde trabajo, a las 12.30 empiezo a preparar la comida y
comemos a las 13.45 ó 14.00. A las 15.00 viene Miriam [la empleadora] y yo salgo
corriendo porque a las 16.00 tengo que estar en la otra punta de Madrid limpiando y así
normalmente hasta las 20. Estoy en casa a las 21.00. Claro que todo esto si se tiene
suerte porque hace 2 meses no tenía trabajo y me tiraba las tardes sin hacer nada
(M41.2).

Otra mujer es trabajadora doméstica a jornada completa que antes de trabajar limpia
portales:

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A las 8 estoy en Plaza de Castilla porque limpio portales en tres edificios. Llego a casa
de mis señores a las once y allí estoy hasta las 9 de la noche. Seguiré así hasta las
vacaciones y después quiero hacer sólo portales por horas porque da más dinero (M43,
2).

Las dos descripciones son emblemáticas para el modo de vida de todas las mujeres
empleadas en este tipo de trabajo, que se caracteriza por: una actividad durante todo el
día; varios trabajos y la disposición a los cambios.

La situación más estable la tienen las personas que trabajan en régimen interno es decir
viviendo dentro de una casa. Entre las polacas este tipo de trabajo no es muy común.
Ninguna de las personas entrevistadas en el momento de realizar este estudio
desempeñaba un servicio de este tipo. En opinión de una de las interlocutoras,
normalmente este tipo de trabajo se aconseja a personas jóvenes y que acaban de llegar
a España:

Siempre hay que aprender muchas cosas: cocinar, hacer la cama de otra manera,
aprender el vocabulario y trabajar de interna te da estas ventajas. Claro que estas metida
allí todo el día y tienes libres sólo los domingos pero para empezar está muy bien (M45,
6).

La construcción y las obras relacionadas con la renovación de edificios y viviendas es el


sector donde predominan los varones polacos. La situación y pautas de comportamiento
de los varones son muy parecidas a las de las mujeres polacas. En su mayoría el trabajo
en este sector tiene carácter ilegal incluso si se regulariza su situación de estancia en
España. En muchos casos el contrato legal incluye sólo media jornada mientras en
realidad se trabaja la jornada completa más horas suplementarias. En opinión de uno de
los entrevistados que se encuentra en esta situación:

No tienes otra solución, si quieres tener contrato [el contrato es necesario para ampliar
su permiso de residencia] normalmente te lo dan para media jornada... si te lo dan, pero
tú de todas formas tienes que trabajar 8, 10 ó a veces 12 horas al día (V28, 5).

Aunque el tipo de trabajo no permite tanta flexibilidad y movilidad como en el caso de


las mujeres, los varones también intentan maximizar sus oportunidades en el mercado
de trabajo. En muchos casos el trabajo realizado durante los días laborales no es el

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único, durante los fines de semana se realizan pequeñas obras de renovación en
viviendas o los chalets (llamadas cziapuzy de la palabra española “chapuzas”).

Al igual que en el caso de las mujeres el día laboral de los varones polacos es muy
intenso y dominado por el trabajo. Así lo describe uno de ellos:

Me levanto a las 6.15 y estoy en el trabajo antes de las 8.00. Trabajamos hasta la 1.30.
Hasta las 3 tenemos descanso y comemos los bocadillos que nos traemos de casa.
Después de las 3 seguimos trabajando y a veces hasta las 8 ó 9 (V38, 3).

La situación no cambia radicalmente si una persona trabaja en otros sectores como por
ejemplo el comercio. Dos personas entrevistadas trabajaban como dependientes. En
ambos casos realizaban también otros tipos de trabajos como cuidado de niños (M23, 1)
y camarero en un bar de copas los fines de semanas (V18, 6). La situación legal
tampoco es un factor que cambia la situación laboral de una forma radical.
Normalmente las personas que tiene permiso de trabajo también realizan otros trabajos
en los sectores sumergidos.

Descanso

Tanto la intensidad del trabajo como el tipo de tareas que realizan (sobre todo físicas)
no permiten un descanso activo y variado durante la semana laboral. Los momentos de
descanso son sobre todo las horas nocturnas. Entonces los inmigrantes ven la televisión,
realizan tareas domésticas o hacen o reciben visitas de amigos y familiares. Las visitas
son un elemento de la vida cotidiana muy importante. Así lo refleja una de las
declaraciones:

Cuando vuelves del trabajo y estás todo el día de pie y además tienes que hablar español
no te apetece hacer nada. Normalmente veo la tele o visito a las amigas. Yo tengo aquí
primas y algunas amigas que vinieron conmigo así que nos visitamos y charlamos
(M32, 3).

El domingo es el único día de descanso y por tanto para muchos de los inmigrantes
tiene una importancia especial. Sin embargo, el domingo para muchos tiene un orden
que se repite casi todos los domingos. Una de las mujeres describió así su domingo:

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Por la mañana voy al mercadillo [mercadillo polaco en Aluche] para comprar revistas
polacas y ver a mis amigos, porque tu puedes ver casi a todo el mundo. Después quedo
con mis amigas y vamos a un parque como el Retiro o uno que está muy cerca de
Aluche. Después vuelvo a casa, como y a las 5.30 de la tarde tenemos misa, entonces
veo a mi hermano que trabaja aquí en la construcción, cenamos en su casa y después me
quedo hablando o vamos a ver que pasa en el centro (M25, 2).

Esta declaración refleja una estructura de domingo que se repite en otras entrevistas. La
visita al mercadillo polaco por la mañana y después la misa polaca son dos elementos
que ordenan todo el día.

El mercadillo polaco es un verdadero mercado alternativo de productos y servicios


organizado por el colectivo polaco en Madrid. En realidad es un aparcamiento que se
encuentra en frente de la estación del metro de Aluche. Todos los domingos alrededor
de las 11.00 de la mañana vienen minibuses que traen paquetes mandados por las
familias que se encuentran en Polonia, venden diversos alimentos polacos difíciles de
comprar en España y además prensa. Durante unas 2 horas los inmigrantes polacos no
sólo pueden comprar lo que quieren o necesitan sino también mandar recados y
paquetes. Los minibuses ofrecen viajes a Polonia a precios muy bajos. Todo está
realizado a través de una multitud de pequeñas empresas familiares que todas las
semanas circulan entre Polonia y Madrid[3]. A pesar de los servicios presentados, como
ya se ha dicho el mercadillo polaco es también un lugar de encuentro, de vida social e
intercambio de información. El papel de este lugar de encuentros en la vida de los
polacos está descrito en la siguiente opinión:

Voy al mercadillo incluso si no tengo nada que mandar ni comprar. Allí te enteras de
todo. Cuando hay un trabajo la gente te informa o te vende el puesto de trabajo allí. Te
encuentras con tus amigos y vas a tomar una cerveza. (V53, 4)

Otro momento del domingo es la misa polaca en una iglesia madrileña. De modo muy
parecido al “mercadillo polaco” la misa también es un lugar de encuentro y punto de
información. Hay que destacar la importancia del papel que desempeñan los sacerdotes
polacos. Ellos son los que organizan las redes de ayuda, recogen y reparten información
y coordinan la ayuda a los más necesitados.

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Fiestas

El tiempo social no tiene carácter ni homogéneo ni continuo. La rutina de la vida


cotidiana está separada por los periodos de fiestas. Muchos periodos de lo cotidiano
pasan en “las vísperas” de las fiestas, por eso muchas actividades están sometidas al
régimen de lo festivo. Las preparaciones para las fiestas empiezan mucho antes por
ejemplo el ahorro de dinero, la intensidad con la que se trabaja, los planes de vacaciones
o de viajes etc. Lo festivo es un factor que influye seriamente en lo cotidiano. Así pues
para que el análisis de la vida cotidiana sea más completo hay que presentar su otra cara
que es lo festivo.

La forma de celebrar las fiestas es uno de los elementos que se mantiene sin cambios y
puede ser considerada un fundamento de identidad nacional de los polacos inmigrantes.
En la cultura polaca las fiestas con mayor importancia son las fiestas de carácter o de
origen religioso. Las que más se celebra en Polonia son la Navidad y las Pascuas. A
pesar de su dimensión religiosa, estas fiestas tienen un importante componente
tradicional que forma parte de la identidad nacional polaca. Las personas interrogadas
subrayaban muchas veces la particularidad de estas costumbres y su importancia para
ellas. Para expresar el carácter específico de las costumbres Navideñas y de la Semana
Santa polaca, los interrogados hablaban de “las fiestas polacas”. Uno de los varones
entrevistados dijo que:

Aunque llevo aquí mucho tiempo para mi la navidad verdadera es la navidad polaca.
Con las costumbres polacas: el árbol de navidad, la comida compuesta de 12 platos, los
villancicos polacos (V 41, 3).

En todos los hogares observados las fiestas (la cena de Nochebuena y el día de Navidad)
se celebran en familia y según las costumbres polacas. Otra forma de pasar las fiestas es
simplemente volver a Polonia y celebrarlas con su familia que permanece allí. Entre las
personas a las que se realizaron las entrevistas 8 se fueron a Polonia durante la Navidad
del 2001. La misma situación tiene lugar en el caso de la Semana Santa, que en todos
los hogares estudiados se celebró de forma tradicional polaca es decir con el desayuno
del Domingo de Resurrección donde se comieron los alimentos bendecidos el Sábado
Santo por el sacerdote en la “parroquia polaca”.

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En la tradición polaca existen otras fiestas de carácter religioso como por ejemplo la
fiesta de la Virgen de la Reina de Polonia el día 3 de mayo (que coincide además con el
día de la Constitución Polaca), el día de la Asunción de la Virgen el 15 de agosto y el
día de todos los Santos. Salvo el día de todos los Santos las otras fiestas no tienen
mucha importancia para los entrevistados. Entre algunos polacos se mantiene la
costumbre de celebrar algunas fiestas populares no relacionados con las creencias
religiosas y la cultura tradicional. En dos hogares se celebró el día de la Mujer (8 de
marzo) con una cena especial[4].

El manejo del espacio

Entre la calle y la casa

El hogar en la vida cotidiana desempeña un papel muy importante. Es un lugar central


donde transcurre la vida. En cambio, la calle es un espacio donde uno esta “de paso”:
hace la compra, va al banco. La vida más importante es la vida en casa. En uno de los
apartados anteriores se ha dicho que la vida de los polacos es muy intensa en el ámbito
familiar y un grupo de amigos relativamente estrecho. Esta es posiblemente la razón por
la que los polacos no se adaptaron todavía a la pauta española de “vivir en la calle” (de
Miguel 1994: 79-96). Los polacos se reúnen con sus amigos en sus pisos. Los bares son
lugares de encuentros con personas menos conocidas y también sitios donde uno va
muy de vez en cuando. Los polacos no comprenden la función social del bar en la vida
cotidiana de los españoles. Uno de los entrevistados lo manifestó de esta forma:

Al principio me gustaba cuando íbamos con mis compañeros de trabajo [españoles y


sudamericanos] a tomar algo después del trabajo, pero luego te aburres, siempre íbamos
a los mismos sitios y siempre veías las mismas personas. (V34, 2).

La casa es también un lugar donde cada uno tiene su espacio de intimidad.


Supuestamente esta es la razón por la que a pesar de su modesta condición económica
los polacos ocupan los pisos de forma menos masiva que los inmigrantes marroquíes o
sudamericanos (véase Ramírez Goicoechea 1996). En las viviendas observadas el
número de personas por habitación no sobrepasaba de tres.

Organización del espacio

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Las viviendas en las que viven los inmigrantes polacos se caracterizan por su austeridad
en cuanto a la cantidad y calidad de muebles y a otro tipo de equipo doméstico. Los
polacos no suelen comprarse sus propios muebles ni electrodomésticos con excepción
de equipos de música o video. Este hecho tiene muchas explicaciones, por un lado un
factor determinante es la movilidad residencial permanente, que no permite acumular
cosas. Por otro lado son las pautas de consumo relacionados con el bajo nivel relativo
de los salarios y planes vitales, del que hablaré en uno de los siguientes apartados.
También esta cierta austeridad puede explicarse por el exhaustivo ritmo de trabajo de
los inmigrantes.

Dominio del entorno urbano

Otro tipo del manejo del espacio es el dominio del entorno municipal. En las
declaraciones de los entrevistados predomina la seguridad y facilidad con que los
polacos se mueven por todo el territorio de Madrid. Supuestamente este rasgo tiene
mucho que ver con el carácter del trabajo que desempeñan. Tanto el trabajo en el
servicio doméstico como en las obras de renovación requiere mucha movilidad espacial.
Otro rasgo es el interés por conocer bien la ciudad. Siete personas admitieron que los
primeros meses de su estancia a pesar de que buscaban trabajo e intentaban acomodarse
a la nueva situación se dedicaron a recorrer la ciudad y también para conocer algunos
sitios de interés turístico.

En el caso de los inmigrantes polacos destaca un buen dominio general del municipio de
Madrid (y en algunos casos también de sus alrededores) y por otro lado un pequeño
conocimiento de zonas más próximas. A pesar de algunos sitios cruciales como bancos,
cajeros, estancos, correos o supermercados, los entrevistados no prestan mucho interés
por conocer el entorno más próximo en el que viven. Se puede decir que el
conocimiento y la identificación existen a nivel general - municipal más que el local.

Otro factor que influye en este tipo de dominio de espacio urbano es la alta movilidad
residencial de los inmigrantes polacos. Durante las entrevistas tres personas declararon
que estaban buscando un piso nuevo y otras cuatro pensaban seriamente en cambiar de
su piso actual. La continua movilidad residencial está relacionada con las características
de la situación migratoria: estado de provisionalidad e inestabilidad.

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Consumo: gastos y gustos

Gastos: La compra es una de las actividades fundamentales de la vida cotidiana. Sin


embargo puede ser realizada de muchas formas que podemos llamar estrategias del
consumo. Estas estrategias determinan un tipo de producto adquirido, su calidad y
también su cantidad. A las estrategias del consumo influyen dos factores, por un lado la
capacidad económica (decisiones a nivel de gastos) y por otro las preferencias del
consumo (decisiones a nivel de gustos).

Las estrategias de consumo de los inmigrantes polacos están determinadas sobre todo
por su situación económica. Esta situación económica se caracteriza por su modestia.
De once personas que se decidieron a hablar de su situación económica actual, sus
ganancias mensuales netas se situaban entre 450 € - 700 €. En el colectivo investigado
la pauta de comportamiento dominante (aunque hay excepciones) en este ámbito puede
denominarse como “el consumo diferido”. Esta pauta de comportamiento consiste en un
ahorro excesivo y recortes de todos los gastos “adicionales”. Dentro de esta pauta se
pueden distinguir tres categorías de comportamiento que dependen sobre todo de la
edad del inmigrante pero también de la situación en la que se encuentra el inmigrante y
su familia:

1) ahorrar a largo plazo para la futura inversión o un gasto mayor previsto en el futuro;

2) ahorrar a medio plazo para mandar dinero a la familia que está en Polonia;

3) ahorrar a medio y corto plazo para gastar dinero en los bienes de consumo como
ropa, equipos de música, teléfonos móviles de alta calidad y viajes de vacaciones.

En todos los casos mencionados la pauta predominante es la de bajar todos los costes de
la vida cotidiana como la comida, el alquiler, ocio, cultura y viajes, con el fin de ahorrar
una cantidad de dinero considerable para un gasto mayor en el futuro. Incluso la mejora
en la situación económica relacionada con el cambio de trabajo o la del aumento del
sueldo no cambia esta pauta general.

En el primer caso se ahorra para poder disponer de una cantidad de dinero considerable
que permita hacer inversiones en negocios o bienes de carácter sólido (como casa,
coche, muebles) o tener simplemente una cantidad de dinero para el futuro. En el caso

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de las personas que no tienen en sus planes quedarse en España el ciclo de ahorro y
gasto coincide con los periodos de estancia en Polonia. Polonia es el país donde se suele
gastar o invertir el dinero. Un caso muy significativo es el de un entrevistado que
admitió que en Polonia tiene un coche que se ha comprado con el dinero que había
ahorrado en España pero sólo lo usa cuando está en Polonia durante los meses de verano
(V38, 3). Un caso parecido es el de otra persona - trabajador de un equipo de obras y
renovaciones que vuelve a Polonia los meses de verano cuando hay menos demanda en
este sector para construir su propia casa (V41, 3).

Los inmigrantes que quieren quedarse en España también intentan mantener los gastos
en niveles muy bajos. En este caso el objetivo es más bien la estabilización de su
situación en España y la reducción de la inseguridad relacionada muchas veces con el
trabajo en los sectores sumergidos de la economía. Una de las entrevistadas ahorra
dinero con el fin de poder financiar la entrada de la hipoteca de un piso que quiere
comprar en Madrid (M45, 6). Otra persona ahorra con el fin de pagarse cursos
profesionales del cuidado de personas ancianas que la permitirán conseguir un trabajo
mejor renumerado en España (M25, 2).

La segunda categoría dentro de la pauta de “consumo diferido” es ahorrar para mandar


dinero a las familias. Los polacos se diferencian de otros grupos inmigrantes en su
forma de mandar recados. Mientras en muchos grupos la pauta predominante son envíos
cada mes en la mayoría de los casos encontrados los envíos son menos frecuentes pero a
la vez más cuantiosos (Martínez Veiga 1997; Ramírez Goicoechea 1996). Durante las
conversaciones los indagados admitían que mandan dinero para unos fines
determinados como por ejemplo ayudar económicamente durante las fiestas de Navidad
(que conllevan un gasto mayor) (M43, 2), ayudar a la familia en Polonia para financiar
los estudios de una de las hermanas (V28, 5).

La tercera categoría dentro del llamado “consumo diferido” se caracteriza sobre todo
por personas jóvenes sin cargos familiares importantes. Esta pauta también consiste en
un ahorro excesivo sin embargo, con la diferencia de que en este caso se ahorra en un
plazo más corto y los bienes adquiridos son más bien de consumo “rápido”. Una de las
mujeres entrevistadas empleada en la oficina de una empresa suele ahorrar dinero para
poder viajar todos los veranos. En otro caso estaba ahorrando dinero para completar un
equipo de música de alta calidad. Muchas personas jóvenes suelen mantener sus gastos

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en un bajo nivel con excepción de la ropa que es un elemento significante en la
estructura de sus gastos.

Hay que añadir que las tres pautas de “consumo diferido” son intercambiables o pueden
sobreponerse dependiendo de los cambios de las situaciones y los planes de los
inmigrantes y sus familias. Muy ilustrativo es el caso de un varón de 53 años con
permiso de residencia que ahorraba dinero para comprarse un piso en España pero
decidió dar una parte de este dinero a su hijo para que éste pueda pagar la entrada de la
compra a plazos de un coche y poner su propio negocio de transporte turístico (V53, 4).
También es posible ahorrar dinero para los planes de futuro y al mismo tiempo de vez
en cuando mandar una cantidad de dinero a los familiares más necesitados en Polonia.
La mujer mencionada anteriormente que ahorra con el fin de pagarse cursos
profesionales del cuidado de personas ancianas a la vez manda dinero a sus dos abuelas
(M25, 2).

Como se ha dicho anteriormente no todas las personas se someten a la pauta


denominada aquí como “consumo diferido”. Entre el grupo entrevistado hay personas
que gastan dinero en función de sus necesidades y antojos. Una de ellas, describe su
actitud de la siguiente manera:

Nunca me gustaba vivir apretando el cinturón. Aquí en España se vive bien y yo


también vivo bien. No voy a ahorrar a costa de no salir o no comer lo que me apetece.
Gasto lo que gasto y si me queda algo está bien (V21, 1).

Un rasgo interesante de este grupo que es sin duda minoritario (tres personas declararon
no ahorrar dinero ni tener unos planes) es que su comportamiento lo describen como
normal en la sociedad española y a la vez excepcional dentro del colectivo polaco. Se
puede decir que una de las formas de integración para este grupo es seguir las pautas de
consumo que perciben como características para la sociedad española. Así una
entrevistada describía su pauta de consumo:

Mis amigas no comprenden que yo vivo normal, que cuando me apetece algo me lo
compro y además invito a los demás. No voy a vivir con 3 chicas más en una habitación
si me puedo alquilar un para mí. No sé porque yo no soy como mis amigas. A lo mejor

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porque como soy dependienta gano más dinero. [...] En Polonia vivíamos bastante mal y
ahora quiero vivir normal como se vive aquí.

En el estudio se ha marcado claramente la diferencia entre las pautas de consumo de los


jóvenes y las personas mayores. La austeridad en cuanto a las formas de consumo son
más características para las personas mayores y con cargos familiares. En cambio los
jóvenes en su mayoría están más dispuestos a ahorrar dinero a corto plazo para gastarlo
en los productos de consumo rápido o simplemente no ahorran. En el colectivo polaco
las personas jóvenes asumen más las actitudes características de la sociedad de consumo
a la que entran.

Gustos

Otro factor que influye en la totalidad de las estrategias de consumo son los gustos
relacionados con varios objetos de la vida cotidiana. En este caso el análisis se centra en
los gustos relacionados con sólo algunos bienes: comida e indumentaria. En la mayoría
de los hogares explorados se suele preparar tanto comida polaca como española.
Durante la semana laboral el criterio más importante a la hora de elegir un alimento es
la facilidad en su preparación, posibilidad de recalentarla varias veces y también su bajo
precio. Así se comen tanto las tortillas españolas, la comida precocinada (revueltos,
paellas, conservas) y comida polaca (sopas y caldos polacos). También se suelen comer
platos “internacionales” como pizzas, hamburguesas precocinadas y macarrones. En
cuanto a los platos típicos polacos se suelen preparar con ingredientes fáciles de
conseguir en España. Una de las entrevistadas que vive en Madrid con su hija dijo:

Como suelo cocinar para Ramón [anciano en la casa de quien trabaja] cuando me hago
la comida mezclo. Un día me hago algo polaco para no olvidarme del sabor otro día una
comida española (M45, 6).

Como ya se ha mencionado el mercadillo polaco es el sitio donde se puede conseguir


productos polacos. Por su relativo alto precio estos alimentos son considerados unos
productos de lujo que se comen en ocasiones especiales (fiestas) o cuando apetece:

A veces te apetece comer un pimiento de estos que aquí no consigues. Por eso siempre
tengo en la nevera un bote de ellos. Pero comer esto todos los días... me arruinaría.
Además me gusta la comida española (V54, 1).

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Los jóvenes son los que gastan más dinero en la indumentaria. La moda es uno de los
temas frecuentes de conversación entre jóvenes tanto mujeres como varones. Una
importancia especial tiene la ropa comprada en España, que está considerada como de
mejor calidad y “más de moda”. Una de las entrevistadas dijo que la ropa que trajo
desde Polonia sólo la usa para el trabajo pero cuando sale a la calle cambia la ropa por
la comprada en España (M25, 2). Otra entrevistada admitió que cuando va a Polonia
siempre intenta comprarse algo nuevo para enseñárselo a sus amigas en su pueblo
(M26, 3). Para los jóvenes la indumentaria es un símbolo de éxito económico del
inmigrante que se presenta tanto ante los amigos en España como (y sobre todo) ante los
conocidos en Polonia. Por otro lado la ropa es también una de las formas (en este caso
aparentemente superficiales) de integrarse en la sociedad española. La apariencia es un
elemento muy importante en las relaciones sociales de los polacos.

A modo de conclusión

En la vida cotidiana de los inmigrantes polacos se refleja el grado de integración en la


sociedad española. Los polacos intentan mantener las costumbres y pautas propias
características para la cultura polaca como la celebración de las fiestas de modo
tradicional. También presentan cierta apertura a algunas de las costumbres españolas
(culinarias). Sin embargo el factor que determina el comportamiento de los inmigrantes
es la propia situación migratoria. La mayoría de los entrevistados y observados vinieron
con el propósito de mejorar su situación económica. Por tanto sus actuaciones y
actitudes se forman en función de estos fines. La vida cotidiana de muchos de los
polacos se puede denominar como una “vida provisional” durantes el periodo en el que
intentan cambiar su situación. Esta observación se refiere tanto a los que quieren
quedarse en España como a las personas para las que la estancia en este país es solo una
etapa en las estrategias que emplean. La intención de quedarse o no en España tiene
relativamente poca influencia en la vida cotidiana de los inmigrantes. El periodo en el
que se encuentran ahora es un periodo de poca estabilidad, gran movilidad y también
gran sacrificio. No obstante, hay que añadir que los jóvenes inmigrantes presentan una
postura diferente. Sus comportamientos en la vida cotidiana indican que su objetivo es
más bien una normalización de su vida lo antes posible. Quieren llevar una vida
“normal” sin grandes sacrificios. Es una postura que se ve reflejada en sus estrategias de
consumo.

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Notas

[1] El colectivo inmigrante polaco en España está constituido por dos grupos: “la vieja”
y “la nueva” inmigración. Los objetos de mi estudio serán solamente representantes de
la llamada “nueva inmigración polaca”, es decir los inmigrantes económicos, que
vienen a España desde los principios de los 90. No obstante, hay que añadir que en
España reside cierto número de inmigrantes que vinieron a España entre los años 1947 -
1989. En el año 1987 en España vivían 422 personas de origen polaco (Malinowski-
Rubio 1991: 85). Este grupo representa una serie de características muy diferentes a las
representadas por el colectivo polaco que va viniendo a España desde principios de los
noventa. “La vieja inmigración”, según 3 representantes de este grupo con los que
conversé, está constituida sobre todo por antiguos disidentes y refugiados políticos, que
huyendo de la persecución comunista se establecieron en España. Se caracterizan por su
alto nivel de estudios, ocupan posiciones relativamente altas en la estructura laboral y
social española y, según mis interlocutores, muchos de ellos tiene la nacionalidad
española y sus cónyuges son españoles. En mi opinión las diferencias sociales,
culturales y en las trayectorias de vida entre ambos colectivos son tan profundas que no
es conveniente tratarlos desde el punto de vista científico como un conjunto. Sin
embargo, la vida cotidiana de la vieja inmigración es una cuestión por investigar.

[2] A la hora de determinar a quien entrevistar el único criterio era el de ser de origen
polaco y residir en España más de un año (y menos de 12 es decir después del 1990).
Otras variables tenían carácter casual. Los entrevistados presentaban varias
características sociodemográficas. Se entrevistó a 11 mujeres y 8 varones. En el periodo
en el que se realizaba el estudio, entre las mujeres 8 personas trabajaban en el servicio
doméstico, 2 en el comercio y 1 como oficinista. Entre los varones 5 trabajaban en la
construcción, 2 en el sector de la producción industrial y una persona trabajaba en el
comercio. En el estudio se entrevistó a 6 personas entre 18-30 años y 5 entre 31-40
años. Además en las entrevistas participaron 5 personas entre 41-50 años y 3 entre 51-
60. A lo largo de este trabajo en las citas de las entrevistas se presentarán símbolos que
identificarán las características de los entrevistados. La letra significará el sexo, el
primer número la edad y el segundo número el tiempo que reside en España. Por
ejemplo (M45, 6) significa mujer de 45 años que en el momento de entrevista llevaba en
España 6 años y (V21, 2), varón de 21 año que reside en España desde hace 2 años.

[3] En el análisis de las redes migratorias de los inmigrantes polacos en Bruselas


Aleksandra Grzymala-Kazlowska advierte que el colectivo inmigrante polaco puede
contar con los servicios alternativos de una multitud de pequeñas empresas que tienen
las mismas características que las observadas en el “mercadillo polaco” en Madrid
(2001: 278-281).

[4] Esta fiesta fue una de las fiestas implantadas por los gobiernos comunistas a
principios de los 50 que se mantuvo en el calendario festivo de muchos polacos incluso
después de la caída del telón de acero.

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