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LA ESCENA PRESENTE: DEBATE MODERNIDAD-POSMODERNIDAD Tedrico N° 9 + Nicolas Casulle J scase posed hablamos de los adios 60. Hoy vamos a tratar de construit 1a escenario amplio, global, sobre lo que serfa Ia escena del presente. Cémo esta escena va siendo configurada por distintos elementos que van a dar pie a un momento tedrice, politico, cultural en el campo de las ideas, la discusién de lo moderno y Ia que s¢ da en llamar posmoderaa, que en gran parte es el tema de esta clase. Indudablemence esta ditima palabra, posmodemo, la habrén leido en articulos, libros, notas periodisticas, y tar: bién conversado; pues forma parte de un debate que hace a nuestca época ent cl campo de: las ideas. Podrtames decir que nosotros estamos signacos por una serie de ele- mentos que vamus a tratar de desentrafiat y que forman parte, lo sepamos ono, lo asumamos 6 fo, de lo que estd aconteciendo en relacién a este munde hiseérico cultural de ideas, donde hemos visto posiciones de dere- hha, de izquierda, de vanguardias donde hemos hablado de revuluciones sociales y politicas, de instituciones tedricas como la Fsc uela de Frankfurt, que han tratade de explicar lo que acontecfa en iglo XX en el campo de la cultura, del espfritu, del sujeto social, de las especulaciones. Podrfamos decir que nuestro tiempo, para esta configuractén, se arma a partir de dife- rentes elementos, ninguno de los cuales por s{ solo establece una época, iit Ninonas Casvibo. uncidn sf aos da un encrarnado, también una acmdstera, en la sitnados, pero sn com cual escamos Confluye en esra csccna del presente que vivimos, como primer ele- menc, lo que se dio en Ilatar la crisis del sistema capitalista. Crisis del como la que pensaha el ema capitalista, que por supussto uo es una cr marxismo o la revolucién, cincuenta afios utris, una crisis cerminal, sino que es una crisis de reformmulaciéa, Una crisis particular en la cadena de muchas etupas de erisis que vivid el capitalismo, A mediados de fa década del °70 tiene su fin la onda expansiva de un desurrolle susienido del capita. niciara ea La semmda posguerra, y la lenta hegemonia a partir de esta crisis (que se wa a eroblematizar, a mesdiados de los “70, con la famosa szisis del petcdleo), del capital especulative financiero por sobre el clasico capiral de inversidn industrial, De esto que estamos diciendas renemos en nuestro pais una de las experiencias mas concretas, aumque va més alld de la Argentina. listo, que s Huy un seyundo elemento de profunds imporancia, que es la crisis del livmade Escade de Bienestar. Este es un modelo de Fstarlo caraccertstico de un. determina momento del capiralismo on nuestro siglo. Ahora se trata de la cat Estuela, es decir, del Estado intervenor, del Estado que intervic- ne en la sociedad decidida y categéricamente, trarandu de ordenar le social y lo politico et relacidn a las salvajes ¥ pecmanentemerite cambiantes alter- natives del mercado. Esve Estado de bienestar, un Estade distritucionisca, habia side un Estado garante de la politica de empleo, sobre un fondo para digmtico de la sociedad del pleno empleo. Fue un Estado protector p orga- nizador de la fuerza de trabajo, lo que acd form parte del [lamnado Estado populista. Ese Eecado nea solamente acd entrd en profunda crisis, en el mareo del capitalismo. cris de: la crisis sdel proyecto paliticn e fduolggica politica, idealégica, pragmdtica, acti Se registra come tercer elemento altemacivo al sistema capinalista, Crisis teorica de los proyectos socialiscas, comunistas, nacionalist neron -utdpicumente, quisds: por altima vez en este siglo, fos pracesos de los 0. Enere ores causas, la crisis del Estado de bienestar que alucimos, xavita fuertemente sobre la crisis de los proyectos alcernativos al capitalismoa fa que hoy se asiste. Pero tambien se agregn a esto fa crisis de las experiencias bistéricas del suundo comunista, del llamada socialisma real a def Hamad mundo bajo la égida de la ex-UIRSS, que azarecia -ya no para la generacidn de {para las anteriores-, como experiencin histéeiea, como e! primer ida de alternativa politica posible al sistema capitatista. que som les. que impreg- afics " los "62, pero punto de Ue; + 196 + NA PAESRALTE PERSE MCE AD SEMODEEN iciafes histdricos, se pasada que uno de log elemenites fuerces que tuvo la déca- dade! ‘60 cs el pensar Ly en eso ser heredera de los tiltimos ciento eincuenia afios de historia} a ciertos sujeros sociales como los que iban a protagonizar el cambio social. En ese sencido, la clase obreva, come la clase dindmiea, la clase explocada pero musidnica en el ti politica, via conviencis ideoldgiea, vfa prietica de protesta y prdctica revo- lucianaria- la posibilidad de constituir un nucve mundo poscapitalista. Asi En cuacte lugir, pettiamos incluir kacrisis de tos sujetns s Decianos la cl entides dé que conteata cn of come Ta clase burguesa se hubia ido cunetituyendo a lo largo de centenares de afios y habia clesplezado del poder a la nobleza, cmerpia segin la leccura indrxista yy de la izquierda en general, esta olr clase como portadera concre- ta de otro y definitive cambio hisuérien, Decfarnos la clase pasada que cuan- do los estudiantes de Parts del '68 y los estudiances de América ver avanzilus posiciones, una vez conquistadas decerminadas posturas, una vez organizadlos militantemente, tommahun conciencia que el protagonist del cambio era esenciulmente la clase obrera organizada, el sector basica explotado por el capitalism. Lo que se vi Lerina, um ¢ cr: nuestros tilrimos veinte afias na crisis profunda de cate sujcto social, de este sujeto econdmica, de este eto politico. Lina desagregacién, una pérdida de poder sindical ¥ politica de cate sujet, una intenrupcidén de su crecin icnty Guancitative ¥ cualiratl Una dismminucién acelerada de los contingentes cle la clisica clase obrera, En esto rues é es un reflejo fuerte de esta variante, En 1954 ya la clase obrera atgencina organizada contaba com cuatro millones de trabajadores, y hoy creo que no Uegamos a exa cifra, es decir, a una cifea de hace cuacenta aitos, Refluja de fuereas y de protagonismo no sdla sindical, no sélo en el lugar de trabajo, sino, sobre todo, protagonisma politica, El sujere social obrece que permilia la utopia ce um cambio socialists, hoy ha perdido naventa por cients de su proragonisma politico, que se daba desde distintas vuriubles: se podia daw a través de sindicatos, a través de partidos, a ccavés de agtupacianes independicates. Se anoca como qui: demenca, come ora caracteristica de la escena actual -y are es mets profunde, mas cultural, eas definitive ea cuanta a la historia de un sistema, de un tlempe modemo-, la crisis de ta sociectad def rrabajo. Esco es, crisis de un modela sociocultural, paradi umiatico, de sacies dad. De Ta socieclad basada cencralmente, en el constance aumento de sus fuerzas productivas, (uerzas que coincidian « sién cupiralis- ta en la industria, con la centralidad que teafa en la historis capitalista le fabril, la thrice, ¥ que hace a la cosmovisién de una sociedad basada en el la cliisica inve: + 197 + Niemi As Castle trabajo de todos, en el trabajo en crecimiento, el trabajo en aumento. Lo que deciamos desde la idea del Estado de bienesmr, unasocicdad del pleno empleo. Hoy pod:famos decir que a partir de variantes tecnoldgicas, de variances de recambio prochuctivo, esté en discusidn esta centralidad cultucal. de ta sociedad posible de ser leida como la sociedad del trahajo (par ejemplo, para el pensa- exto de Carlos Marx). Para el pensamiento modem de mais avanzada, ilustrado, la sociedad del wabajo era la focma de leer la modernidiad capiralista. mas Apareee, como sexco elerenta, algo que recién se menciond, que es la crisis de fas formas buryuesas de lo politics y la politica. Todos estos fact conjugan entce si, se interrelacionan y se van afectands ¥ condicionande e sentido, La crisis de las formas clisicas burguesas de lo polftico y la politica se inscribe como consecuencia de esto que venines diciendo. Bs decir, crisis de la capacidad de actuacién de la forma tradicional de partido polities, de las formas tradicionsles de representaciéa, de la capa- cidad de persuasién de los tradicionales partidos politicos, de sv posibilidad de diferenciarse politica ¢ ideoldgi crisis que hace que cualquier partida palitice (y no solamence aqui) apareaca asumiendo el Estado y cumaliends el misma programa, sin casi diferencias unto de ecco. O sex, ly imposibilidad hisudricamente moderna de diferenciar ous programadticas politiess, La ocupacisn del Estado llewa auna indistincién de partidos politices. Esto lo vivimos claramente cuando plantcanos cudl es la diferencia programadcica encre mo ¥ ofco partido frente # cada cleecién. Lo que se paccibe flua ja diferenciacién de los partidos. Esco prawoca en ellos ana crisis profua- da, pues los pattides precisamente en la medemidad ebsica, del siglo XIX del sigla XX, aparecfan como instancias realmente confrontadoras entre si, ga.sea por Loseripeidn de clase, par programas y harizonites opuestas 8 8E enue sij y en es mente entre sf frente a un estado de la slaratncate €s que la administracién de la exisis hace super: Teneraos entonces la crisis del Estado de bienesrar, la eeisis del sistema capitalista, y el neoliberalismo planteando lo oportuno de esta crisis del Es- taly de hienestar, Lo "beneficioso” de la crisis, segin el neoliberalisme, del Escado demagdgice del “despilfarca”, del Estaclo social que siempre se renta que hacer cargo de los que no teatan crabajo. Este neoliberalismo de core. J cual nesotens estamos viviendo, se sinia en el marco de cosas rdida de la prototipica escena 10 salvaje en uc caen, que se agederan, de esta 360 y que hoy ha suftido mutaciones » metamar- parr lo cual el nepliberatisho aparece como dmdo supuestamence una que viviamos todavia en Tos respuesta prigmética, "realista”, “vetdadera”, para la posibilidudd de contt- nuidad del praceso histdsive. 1 NUS: DRAALE MODERN. AD-PUSMS Precisamente la crisis de lo pel ace que boy la yran corporacidin que maneja el mundo sea la corporaci’n del la planctaria, que son los sectar pitalismo conicertrado a esc que deciden las politicas mds alld de la preocupacisn o de la intervencién de los Estados. Tado esto es mareria de una actualidad absoluta: es lo que estamos viviende. Por otro lace, come sépcimo factor se da (ya ag en cérminas de crisis sing eomo elemento fuerte a tener en cuenta para dilucidar esta escena que estamo sViviendo}, fa cmergencinletn tiempa cultura de recanversida tecnolé- gica y de revolucida cecnolégica, en algunas casos de eriorme importancia: esta variable cibernécica informatica produce el quicbre de ldgicas productives, desactivacién de tradicionales lfmeas inversorns y productivas, ceformula ni de tipos, cacegorfas 5 niveles de trabajo, reemplazo colosal del hom por maquinas, pasae cibemeétion de las operatorias empr planctarizacién del capiral financiers mis ata y gevenciales, Ula de la posihilidad de interven ekin de le Fstados. Esta reconversidn, este reciclaje, esta produccida tecna- légica, produce mutaciones en la escena, frence a las cuales las politicas, sobre todo Tas politicas progre sims y de izquienda, no encuentran coduvts, respuesta, Hoy fa izquiecda europea plantea, par ejemplo, camo pensar una sovividad que ya nuaca va a volver a ser sociedad dei pleno empleo, que va a rener enormes difioultades en trazar variables del Estada de b fensestar come se plartearon hace veinte a treinga aflos, preacupaciones para reconstituir tun programa de izquietda, que en realiciad obliga y desafia a proyectar cult rulmente la problematica, porque uno més une yan da dos mo octave elemento de enorme importancia en esta escena se pro- cesa, en los dlcimos treinta afios, una eada vez mds intensa instrumenuacidre culuural, destle los pocteres del capital que tienen Ja pasesidn del mensaje de masas, informative, pubilicitaria, flecional, de entresenimientess, dep Intive, sobre fs social. Ek negocio que hey Hamamos “de la cultura” pero sigaifica un progruma de televizacion de una opera en el teatro Colon, sine la cultura de consumo cubriendo la casi totalidad de los aspectos conformadores de la vida, La cultura de Ja zapatilla, la cultura del peinado, Ta cultura de bas colosinas, la cultura del veranec, la culcura de los eleetrodks- qnésticns, la cultura dela mada, Ja cultuca de qué say y cémo me pienso, qué quiero, dénde tengo que panerme, qué cengo que haces, qué me tiene que gustaz, dénde rengo que ir, qué tengo que tecordar, de qué me rengo que olvidar, Esa microculnucas hoy estén -éomo nunca en la historia- maneja- das en c€eminos de poderes sloba ue no noculturales de aleances mundiales, hamogeneizantes. Mancjadas en términas my ticos, ves 7 197 + Nico ss Casa produceida dei mensaje masivo para el consume, Si hace ureinta o cuarenta social, “Yo soy Afios un joven podia penser sobre su propia identickal en le obrero porque mi padre es obrere, yo eneuento mi lugar en el lugar de la produccidn, de obreta, en cuanto trabajo en aig similar”, hoy el nivel de comstruccién cultural de los sujetes es casi mayor y tan determinante como csc lugar donde antes uao hal encontuaba en fa relacidn capital y trabajo. Hoy ese mistas joven, si puede # través de diversas variantes de consumo, de crédito, de pages en cuota, escar “ampilchado” come alguicn que no es abrero, si ese joven es deghutide: por los consumidores de algrin cantante internacional de moda, si ese joven se inscrike fervientemence en la virlualidad y el simulacto de ta pantalla, en- contrari su identidad en esa otca cultura de la vestimenta, del cock, de la TV, de Io que consume, de lo que precaciamente consume, de la que ambi- ciona consumir. No obstante, en el trastondo de su realidad social, la prapia sociedad rambién le cansmice lo ilusorio, lo frégil, lo aparente de ese ser consumidor, para mostrarls-por infinidad dé otras vias ceueles, bestiales, cou- cretas, materiales, que el espejistna de la identidad del camsumo se resque- braja dia tras dia a partir de la otra cara del mercado. La caca «le |a falca de trabajo, de oporcunidades, de perspectivas, de que legan siempre los real- mente pudientes, bien situados, altamente instruisles. La cara de que, como nunca, hay ganadores y perdedores, Padefamos reflesionar -y esto fue muy discuride a la largo de estes cienco cincuenta afios- cudl era el suefio a cl paradigma de Ta clase obrera, cual eza su punca de Ilegada. En ese sentido ef marxismo no he silo muy claro en cuanto ala indole de valores de su peopia utopia, No ha praducido nenea ni utépics ni con ealcuril auréntica en relacién a lo que podrfamos Iamir el modelo burgues de vida. En. todo sustancial a este rencins, pera parn codes y no para unos pocos, Nob cultural cate que planteara porqué esto queexiste, por qué estas L6gicas imperantes de progresy), por qué estas formas tecnaldgi- llevarlo a cabo, por qué esta hiscoria de “adelunras" que nos oferta la civilizacion industrial, por qué el supermercado. Esco lo hemos visto cuando on 1989 cae ef muro de Berlin, 9 se libera el mundo de Europa del Esre del despotism stalinista-comunista: los alemanes liberados corren hacia ef su- permercado de Alemania Federal. Cuareara sfios de cultura socialisee de ia escasez, no produjeron una rupture cultural com un modo de vida capi No era una critica al stalinismo desde una tequierda democr: recnperadota del auténcica sac abu su deneidad de acuerie al siria en que Lamente una rupture s0, & grosso modo, el socialismo ha convalislado en Lo pitulisino que existe, hombres, cosas, mercancias, ape producide una ruptara cu cn sus concepcione: casde mio lo que se ansiaba, eran los seis pisos « 200 + FATE MONERNIDAD-TOEMCOFRNEIAR del supermereado de Berlin repletos de un ancias al por mayor. Na esté mal, no csta bien, no se traca de juagar, sino de pensar jqué fue lo diferente? Esco fue un categérico uiunfo, entre otras. cosas, de Lu industria caalrural ca- pitalista. Pasaje, por lo tanco, cle los cliésicos sujctus economicos sociales, a ser tipos p prorotipas culeurales, auciencias, piblicas, placeas, televidentes. Desde ahf nos asimilamos y nos vemos. Ta escena de nuestra actualidad acs muestra, por lo tanno, profunds mutaciones en todos los planos. Nuevas dimensiones necesiradas de ser ana- lizadas en sus dspectos objerivas y subjecivos. Aparicién de actores sociales colectivos, desiparicién de otros, catdas de ciertas programaticas utdpicas, ingresns de nuevos horizontes de problemas, Cambios proftundos de la sensi- hilidad dg los hombres y mujercs en sus respectives historias. Porja de dile: mas sin antecedentes, que se agregan ¥ superpanen a los de vieja date. La historia ne se detiene, no se agora en el mundo de la erte, de los pueblos. La vida, las contradicciones, las injusticia lo infinito no resuelte por el hennbre hacia sf mismo, reponen fa historia dia tras dia, Ya sea en reivindi- caciones por nuevas formas democriticas. Ya sea a través de reclarmos de las minocias postergadas. Ya sea en la demmeia a las aherrantes diferencias so: ciales que se extienden. © en defensa de derechos bumanos suprimidos. comtra iniquidades que no han sida superadas. Lo cierts ex que este tiempo de metamorfosis de escenaries en lo ecomémica, en ko politico, en lo teenaldgica, en lo cultural, necesitard nn largo tiempo de teorias y acciones que le interpre- ten y lo leven adelante. Las modificaciones parecen tan rotundlas, log teastor- nos dan la sensacién de ser tan drésticos, que tes pregumtames jAsistimes a un decisive cambio de epoca civilizatorio? Estamos entrando en un tiempo cultural en absolute quiebre con los anteriores? {No sirver ya los partanetros modernos de nyestra cultura para radiografiar lo que va aconteciende! {Tl viejo proyecto moderne vive s6lo una crisis aguda de referencias y parawigmas, @ ha llegado a au final? ;Persiste la historia tal cual la comprendfamos, 0 se trata de ota historia frence a fa que no renemos herramientas adecuadas Ue andlisis? ;Podemos hablar desde las cldsivas subjetividades y sensihilidades con. que reconocomes al sujete moderno? JO ya tenemos que dar paso a ua trastocamienta cle esa subjetividad y esa ‘sonsibilidat yeemperat a roflexionar desde otras condiciones con respecto a ese sujeto de rain? ‘Nos encontramos enronces, con esta nueva escena histérica, donde los tedricos de la cultura, de Io social, de la historia, se plantean, prelerente- mente un tiempo reflexive sobre qué es hoy le maderno. ¥ a partic de esa preganca, también qué fue,.en qué consistia ese largo tiempo hoy en crisis, + 201 + DicuLasCAguiZo que nos desconcicera o parece consumado. Reuliado en sus paradigmas, prospectivas, utopias, sentides, ideas. Un tiempo de amtvcoriciencia de la mo dernidad desde diversas y miltiples lecturas indagadoras. Un. riempo donde en fa problematica de discusién, en el campo de las ideas, se instala wn deba- te anice dos nociones, entre dos cenceptos, entre dos palabras, entre dos apreciaciones del mundo y de la historia: modemidad-posmadernidad. Ma demidad, que cemite a rode lo que fuimos viendo en este siglo XX, a aquel legado del Proyecto de ta Razon Tusteada del X WEIL Posmoderaidad, como una nocién conceptual que plantearia que estamos mas alls, cronolégicamente, de la modernidad, Que de lo que se trata es de unc cultural profundo, decisive, lerminante: se agotaron las razones de fa mocler- nidad, sus capacidades de dar cuctta de la propia historia, Se agovd un tiem~ po largo de ls propia 1a26i critica ilustrada, ultimada por los prypios fracasos ypexalifias que mostré lo maderno. Desfondada por su propia ilusoriedad en as formus on que s¢ representé la verdad, lo reul, los sujevog, la conciencia, la historia, los objetivas, los medios de Ilegada. Eldehare modern idad-posminderaidadva a slespleparse en lo estética, en lo culrural, en lo ideoldgica, en lo socioldgica, en le cientifice, en lo polt- rico. Seda enel maren de esta crisis, de esca mutacin, de esti imetamorio- sis de logicas econdmicas capitalistas. Se da en el marco de las ligica politicas, dande cuenta de su incapacidad para hacer frente al mundo que nos toca vivir. Aparece también le crisis en fas ldgiess alternativas al siste. nto cory fore tna, que perdieron su capacidad utcpica, su capacidad de canvencin Se evidencia en las logicas tecaoldgico-productivas, que desarm: mas de administracién del mundo. Hoy pedriamos decir que una red de computadoras que unifica fa Bolsa de Tokio, Hong Kong y Washington, es més poderosa para decidir ios desrinos diarios de todos 1x reunion de mandaturios latinoamericanos. También las légicas de edi nisrracidn del mundo aparecen modificadas en relacisn a una forma cla cade pensar el mundo. Se evidencia cambién la crisis en las lGgicas socia- actores mederaos, idgicas desde donde cra persado el sistema y su contrasisrema, Por ejemplo, un nuevo acter de estos tiltimos afios son las grandes corrientes mizre hondurefins, sal- forafios, pecuangs, cubanos entrando en EE.UU., grandes corriences ros, que una les que ven dessparecer Sujetos Ae ¥ migradoras del sudeste asidrico, nosotros recibiendo grandes corriences migradoras de otros pafses sudamericanos, Migtaciones millonariasde Africa asentadas en. Buropa para plant les, nes para integrarse, ary teivindicar sus ideatidades naciona- 4 europizarse, Law WA PRESEN TE: SESALE MODERN CAD BOSMODE SHIDALS a “mo et nuestra historia ( dice el escricor mexicana Carlos Fuentes, que si los mexicanos deseienden de los aatecas nosotros descendemos de las bercos}, en el sentida de que nosotros tambien conecemes, en el fin del otro sigla, el XIX, el sev iefundadas por cosriéntes migradoras de primera importancia. Ef fenésneno ahora es parecido en algu- nos aspectos, pero diferente en muchos otros de imparrancia. Este es otro tipe de corrientes migradoras, millonarias en nuimero, contempordneas en- tre si yen parte muy arbilrarias en sus variantes, hijas de una globalizacion econsmica qne arroja como menadas en el planeca muchedumbres de uno a otra lado en todos los continentes, regiones, tericorios, cindacles, para con- formar una nueva constelacién de problemdticas, de inéditos cruces y con frontaeiones culturales, una nueva forma de padecer el mundo, de plantear identidad. Una nueva forma de relacionar presences, pasados y futuros alte- tados, cervenados, recompuestos. Las clases obreras cle cada pats habian teni- da decenas de afios de teotizacién y préceics politica que fas ubicaban en um lugae posthle de vanguardizat y oeotagonizar el cambio social. Nacién, Esta- da, clases sociales. Er esa unidad, ya fuese castigada o no, quedabaencerrada una légica y una posible resolucion de cada histaci bia pensada para tales circunstancias. El mundo se entendia desde esas cir cunatancias objecivas y subjetivas. Es un nuevo fondkneno, cs un nueva ciempo soctoculcuial, que si bi iene anteceslen tes profumdésimos Va tezdn toderna hae Esta nueva escena mutante, de pérdida de identidades, de globalizaciones que crecen, es la que nos compete. Bs la escena donde estamos ubicados en nuestro pais con todas las variaciones nativas, vernaculas, de estas crisis y de Ja marcha del modelo ucoconservador liberal que Ite Podriamos decir que estarnos situados en las generales de la ley de Am Latina, igual que en USA y tambi miserias, injusti adelante el gobierno. rica nde Europa, con laciferencia de que fe s, diferencias sociales, en el caso de América Latina sou mucho més patéricas, delorasas, histdricas, diffcil de resolver, que en el resto de ese primer mundo. En la primera clase, cuando emapezamos a hablar de lo moderne, habla- mos citado a un filésofo aleman que dicta clases en la Universidad de Frankfurt, Jigen Habermas, quien ademas ha escrito vatios e importantes librossohre larelacién entre filagotta y modernidad, cl tiempe postmetatisico, atc. Habermas se planteaba (y se conresta ufirmativamente) sobre si lo aio- derno sigue respons ndo a ese munde de [dgicas de la razdn modema que inaugura el proyectode la ilustracidn, aquel pracesa de racionalizacién de la verdad en todos los planos de la vida y la sociedad, desencantador de un + 203 + Nicoas Casua inundo instituide durante siplos por imagenes religiosas, miticas ¥ sagradas. Lo modemo fue este proceso de racienalizacién a partir precisamente de la centualidad de la razén con base cienrifica-téen do y deja atrés las explicacidnes en cérminos celigiosos, magicos, milagras sagrados. Proceso de racionalizacidn orginizicdle en distintas esferas del saber de la raz6n: la esfeva cognitiva, de la ciencia. La estera normativa, de la étic: de la moral, de la politica. ¥ la expresiva, que era cl arte. La caractecistica de lo modemo es esta concieneia de un inunde racionalizado, abjctivado zacio- nalmente como proyecto ¥ fimdarmento de verdades universales, Proceso, por lo tanto, de racionalizacién que debemos enrender como abjetivizucidn. histériea de estrucuuras racionales. Es decir, el mundo pasa a ser un momen- ta objetivicable racionalmente, un proyecto que yo estoy trabajando tacio- nalmente y organizando, entramando, dindole sentido, o sea, llevande lo histériecs: a un momento objetive via racional La racienalizacién, setfa un plano ordenador del proyecto histdrico totalimude, unifica do, frente a una historia maltiple come infinito desorden, (Come entiendo yo a la historia? Para qué la historia? ¢Cémo Heve adelante estc proyecto? {Bajo qué ideas lo lleva adelante? Ya no porque Dios asf lo quiso en si inefabilidad, sino vfa razdn, elaboracién, reflexién, racionalidad. Este hori- rontetacionalizaclor que caracteriza a Occidence y lo pone en el campo de su Modernidad, puede también enrenderse como un mance cultural, conciente pero también inconciente en nosotros, porque nadie se va a preguntar cosas aeste nivel (en el sentido de por qué tengo que progresar, por qué hay que tener dinero, por qué hay que trabajar}. Este horizemee es una gran tram cultural que uo est& puesta esencialmenre en discusién: es el proyecto en si. Es la racionalizacia.a través de la cual va a pensar la ciencia, va a plantearse lap . que Tacionaliza el mun- 15, 2, universalizay- tica en el campo de lo ético y lo moral, y va.a plantea se la expresion estética, Puedo ser critica, puedo ser cnestionador de muchos axpeccos de ese proyecto de la razin, pero no de ese horizonte de racionalidad que invelucra a todos, donde la racionulidad le que esta planceando es que se necesica seber y preguncarse permanentemente, humanamence, por el sencide de la historia, ya sca desde un artista, desde un cientifico, desde un cura, desde un politico, desde un fikisofo Gna tejido entonces, trama cultural que en sus grandes d vidades fija fines, objecivos, ldgicas, fundamentes de accidn, y donde, a través de esta racionalizcién, la modemidad toma conciencia y verifica su propio prigen y propia marcha en fa historia. Siva yendo bien o mal, de acuerdo al goyecto que se planted desde la rain como fuerz fimdante, y desde la La LEN, PRESENTE: DERATE MOLCIONE > DOERR MIDAT critica a aquella razdn fundante. Algunos afirmarin que este cicculo de cazén es ama galimetias, una encerrona, un despropdsico del propio suciio racinna- lista. La historia, desde la emeegencia rudimentaria y leego mids ascruada de la produccién capitalista, experimenta una modernizacidn salvaje, la mio- dernizacidn de lo social, la modemizacién industrial, fos abreros, la fabrica, las grandes revoluciones induscriales, Y una modernizacién culcural, verda- » des, fundamuntos, formas de laconciencia, 6gicas, cearfas, siscematizaciones, valores, nonnas deuccidn, que tienen que dar cuenta de este proceso aluvional moderna, que tienen que decit “Me gusta, no me gusta; lo quiero, no le quiero; va hacia un fin, tiene una meta, Lien un seatide’. Podriamas decir que Ja lucha entre el burgués y el proletario, entre el liberalismo y el marxis- mo, entre las pasiciones de derecha y las posiciones socialistas, tuvicron este denominador comin de racionalizacién que compartieron ambas partes en litigio, denominadorde fuerte fondo racionalizador con que Occidente plan- ea su forma modema en Ia historia. Junto a la modernizacidn estructural aparece es ta mexdernizacidn cultural de bas ideas, del pensamienta, de la ce- flexién, de las hipdtesis del saber que senialan el sentido de la historia, que sefialan su porqué a la historia, su para qué, su eéwmo hacerse la historia, su qué sujcto pura esa historia, Seguin Habermas, para los enfoques funcionaliscas y conservadores de la soctologia de los afios °50, el mundo de la modezniza- cién social se ha desfazado, en las dltimas décadas, de aquella capacidad que cuvo la modemizucign cultural pata orientar el proceso histérico. Aqui se precipita un momento delicada y fuerte para los tiempos modernos. Frente a esta Ultima gran etapa de modernizacion, desde la segunda posguerra en ade- lante, este Ghtime momento racionalizador, cultura lo denomnindbauws, pa- seciera que ha quedialo en sitmcidn de obsoleio, de perimide, meapacirada de dar respuesta a aquellas preguntas: pera qué historia, por qué fa historia, hacia dénde vamos, cudl es cl punto de llegada, por qué ese punto de llegada, e6mo hacer la historia. Las ideas, los mumdos de conocimienta, las esferas de saber y valorur parecieran que ya no pueden cumplir efie de amalgamar, de sintetizar, de dar cuenta cel propio origen ¥ del proces: modeeno capitulista en cuanto a normas, l6gicas, conductas, fines e ideales Hay un momento de quiebre -dice Habermas. entre estas dos dimensiones, emerite tsa misiCin por lo cual fo que entca en crisis es el proceso racionalizader, fundado en cazdn, del preyecio modermo. Habermas vaa tratar algo relacionado con este punto, en su articulo “La ikustraciin coma un proyecto incompleto”, frente a la embestida de variables interpretativas que provoca esta crisis de fa razén y del process de racionalizaciém en cuanto a dar cuenta de la historia. Para variables s, ancimedemas, conservude Haberma: NICOLas CASULLE 128, Variables posmodkmnas, dice Habermas, que en ¢] enjuiciamiento a la rardn ilustrada moderna, se acercan a pesiciones reaccionarivs, oa enfoques de iv do sin las respuestas de para qué, por qué y cémo. Hoy necesitamos volver a discurir todo esto de una tancra como nurica Lan profunda, Sin embargo, la historia, en su modemizacién estructu do. Lo que-pasa ¢3 que hoy yano podemos decir, como hac jar ala propia taadn critica. En sintesis, hoy nos habrinmos queda- prop hoy 1 al, sigue averzam- incuonba, setersta oO cien afus, si ef avance tecnolagicn sirve siempre y en cualquier circunstan- cia, porque a le incjor on Chernobyl, la mas alta y avanzada tecnologia s6lo sive para la muerte; si la tala de bosques sitve para el papel, pero quizis yang de ta Jel munda. Sila demaciacia es el mejor modelo politico, pera tal vez vivicnos la anomia, la vacuidad y la banalizacién de la vida en democracia, Quiere decir que ya nos stas clacas, contiables. Bs- e proceso de cacionalizacién semin Habermas, salir del cami- Jn, cuestionar equivocadamente a la rarén porque no da cuenta fa, © porque no legs a ninguna meta cn relacidn a la felicidad del hombre rales Lereanos Tespuesta para una agonia planclar quedamos, en términos tedricas politicos, siti resp TAMOS EM Uda Ecapa que exigird reencontrar explicativa, frence a los peligeos que entra no de lara eis tal cual se lo habia propuesta y anuneiado. Bl peligro de entrar, como ata la carn modema, en canines itracionales. En todo casa, cl filisolo se enfienta a esta profunda crisis, a esta suerte de extincién de la aumosfera clisiea def mundo moderna, pero vuelve a zpostara la razdn, 2 su capacidad critica y de criticamse a si misma, teniendo en cuenta los peligros que implica salir de este campo de tacionalidad para dar cuenta de historia, Desde ciercas perspectivas posmedernas, la historia de Las grandes ideas mudernas, claves, fundamerwadoras de un proyecto ilustrada, parecerfa estar concluida. La capacidad de dar fardamentos desde la raaén iluscrada parecerfa alcanzar un limite insuperable, La historia parececta no poder dar cuonta de hacia dénde vay [o que precende, qué es lo que busca, Es le que un analista marxista de fa cultura, el inglés Raymond Williams Hama la “oscurt- dd del fucuca”, esa nmeva expe contrapatida a esa acusaci6n genitia gqus la taadlétnidadl mines uv, aanent sus épocas mds aciagas, como en el avance del proyecto bélico nazi, donde sin embargo persis yon finde la historia, una usopfa de fucuro. Si alge estaba ilumninado y estaba absoluzamente proveccado era el future, atin en ef marco de tas calasiclades: eso fue lo miodemo por extelencia, Hoy estarfamos sicuados en la oscuriclad del firura en. cuarte:a estas variables que racionalmente tracan fallidamence de dar cuenta de un proceso histdrisa, desde otras fuerzas, cosmovisiones, ideologias, un scntido = 206 * ‘La estan veeset re: DEBATE MODERMITAD MODERNIDAD Este da pie a muchas intecprecaciones, que afirmman que habriames pasa- do de una historia moderna a una historia posmoderna, de una historia mo- dema a una posthisteria moderna, Que pone ea cuestidn la vigencia, la incidencia, la sobrevivencia de esa clave de razén que fundé el mundo mo- dere capitalista buceués, pero cambién el proyecto comunista confrontader por ejemplo, y sostuve a ambos a través de las grandes metadiscursividades que alimentacon este proceso moderne en lus dluisnes dosciencos cincuenta afios, La idea de progreso, incuestioneble hasta una determinada gpoca, hay estd en profunda discusién, Se progresa o se esté reccocediendo segiin qué pardmetros come uno, seyin qué referencias come uno para pensar el progre- so. La idea del sentido de Ja historia como une meta 4 comquistar (a historia cotre hacia una meta a conquistar, hacia ella hay que llegar, por ella hay que procafurse). La ides del bienestar indefinide. La idea muy cara al peoyeceo de ifustracién del siglo KVL de la autodetenminacién del hombre. La idea que nace con la ilustracion, en la Revolucion lrancesa, de la superacién de las miserias materiales y espiricuales del hombre y los derechas humanos y ciudadanos inalienables. La slea de la conservacisin de los cecursos naturales que hacen a la vida del planeta. La idea de que fa frateraidad y la Libertad than a avanear sin pausas en Ins socledades, La idea de que la ilustracicin y el perfece mence. La idea del fin de Las euerras y las violencias a partir de la razdn de Los, Estados, de la confraternidad de tos pueblos. La idea de la superaci desigualdades sociales. Le ideade la capacided de la politica, que se sustenta- ha en conocimientos cientificos y en saberes, para conquistar la felicidad del hombre. Han pasade doscientos afios, y muchos de estos grandes relaros, de estos metadiscursos, no solamente estdn en deuda con mosatros sine que estin mucho tis alejadus de lo roal em algunas circunstancias, que hace dosciencos afios. La modernidad, en la historia del siglo KX, ha mostrado asesinatos masivos, genocidios, injusticias, depredaciéa de la aatue idad humana, formas de infrahumanidad, que hablan también de la dudosa consistencia o vigencia real de esos grandes relatos al dia de Es decir, el prayecta de la ilustracitin, este proyecto en clave de razon iluscrada, que racionaliza » moderniza nucstza historia, hoy lo vivimas en un momenta de profundo cuestianamienre, de critico desemboque, donde las teoriss tratan de dar cuenta de algo, al parecer, ya aconrecidla: el agoramien to de exes paradigmas vertebradores. Y hablan, por fo ranta, de la crisis defi- nitivs del proyecto medemo ilustradts Por le tanto, de la crisis definitiva de asta perspectiva de lo modeeno para entenderse a si mismo, para fundamen- tarse. Y hablan, basicame: figura. onamianco de roda humunidad iba a ser cuestidn de décadas simple- nde las ite, de la cris de susujeto, c + 207 +

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