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La ensefianza como arte de representacién Seymour B. Sarason ‘Presentacin de Maxine Greene Amorrortu editores Coleen Agenda education, Directors: BAith Litwin Thaching one Performing Art, Seymour B. Seeecon S'Teacoce Colle, Colombia University, 1090, ‘Traduodio, Gloria Viale ‘Unica ein en eastllano autaizaa por Teachers College, Colum: bia Univers, Nueva York, ydebidamente proteyida on tds Ios palses, Queda hecho ol dpdsito que preven la ey n° 1.728. T> foe los derocos dela eicdn en castallano reservados por Amo: ‘rons editores S.A, Paraguay 1225, ® pivo (1087) Buenos Aire, 1s reproduasin total paral do ate Iibeo on forma idéatien 0 Inodllceda por cular readin eceanioe © ectranic,incagesr 45 otocopia, grab ocualquir sistema do almoaconamientoy ‘ecuperseidn de informacion, no autorizada por lay eitare, vila derechos reservados, Cualquier vtilizacin debe ver previamente ‘lita. Industria argentina. Made in Argentina ISBN 950.516.623-4 ISBN 0-2077-8890.5, Nuova York, eickn original, 71.102 Sarason, Seymour B SAR Le ensasinnaa como arte de epresentacin. 1a ‘ed Bcnos Airs: Amorrorts, 2002 248 pu; Bad em (Agenda educativa/Blith wind ‘Traducion de: Gloria Vitale ISBN 960.818-923-5 {LTitulo- 1, Formnacion Dooente 2. Metados de Enochian Impreso en los Telleres Grains Color Bo, Paso 182, Avellaneda, provincia de Bueno Airesen agoco de 2002 ‘Tirnda de esta edic: 2.000 eemplares Para Irma Miller amada por my por todos lee que la conaosn. “noe, LENCIA SUID, nna, La caucn de ello escapa a ls propssitos dal presente Ii bro. También escapa a mis eonoeimientos y mi eapacidad la trea de comprender e intograr efectivamente laa muchas facotas dela cuestién, He escrito acerea de alunos aspectos (por ejemplo Sarason, 19803, 19982, 1988, 1985, 19865) ue, como es obvie, consider’ importantes de algtin modo Secisivo, Pero hay un aspecto que siempre me parodié de fundamental importancia porque sie lo sigue tratando co- ‘mo hasta ahora, el movimiento de la reforma eduenliva no ird a ninguna parte. ¥ esta conclusién, a la que llegué en 1887 (Sarason, Davidson y Blat),)a sid carroborada hecs| poco tiompo por el informe de la National Commision on ‘Teaching and America’s Fubare (1996), cuya directora eje- cativa fue la profesora Linda Darling-Hammond. Mi can- lusin es que a menos que cambiemos y mejoremos Ta Sscloccion y la capacitacién de los edweadores, los fratos de Jas iniciativas de reforma educativa serdn muy poco comes- ‘bles. Tondra que haber otros cambiog, sin dda, per este co crucial [No escribi este libro para reterar esa conclusion y tam- poco, por cierto, para enticar alos docantes, pues come ya lo senal6 infinidad de veces, erticar a los docentes os eulpar & la vietima. Lo escribi porque eo que tengo algo nuevo quo Aecir. Lo que tengo que decir se basa en buena medida en lo {que los docentes J alumnas me han contado alo Tango de los ‘hos, obligandome una y otra ver a reflexionar sobre mis propastas de cambio, y a buscar y aceptar otras nuevas. Como autor, sé que esc lector quien jusgard el valorde esto libro. 2. Los artistas de la representacién y los auditorios En el uso convencional, los artistas dea representacién 0m log que se maestran anto un publice con la fnalidad de stimula, instruir, complacer oentretener. Cuando vemos 0 feseuchamos a uno de esto artistas, partimes de elertoa st. ppuestos que en su mayoria dames por eabides yo ensncin- ‘mos. B primero os que el artista de a representacién desea lnctuar, e6 deci, que el euyo no es un cto involuntarto. Su presencia tiene propsitos, y uno de los principales es oble- her aceptacién y aplausos; a prucha de fuego es que el pi biico salga de la sala dispuesto a volver a verioo eacucharlo sen otra oportunidad, El segundo eupuesto ea que el artista hha ensayado para la ocasién; esto es, descontamos que ha Aedicado reflexisn, tiempo y energia a preparar la eprese tacién, ast como suponemos que esta no 68 sino la mis To siente de tna larga serie de actuaciones que instituyeron, por ast devirlo, sus -eredencialo# para presentarse en esta ‘incign que estamos viendo u ayende. Hl tercer supuesto 03 ‘que clartista dara «todos do afen esta presentacién y no nos ddgjara la improsion de que simplemente ha gostieulado 1e- lativamente despojado de compromiso y sentimientos per- sonales. La actuacién tal vez no noa guste por diversaa Fa ‘zones, poro nos sentiremos verdaderaments engaiiados si croemos que el artista nose esfors y encar la situacion en arma displicente y siperficial, “El cuario supussto es maa cut y complejo: ol artista ha adoptado un rol que requiere suscitar en el pablice ideas ¥ sentimientos que desdibyjen y hasta borren por un momen toa distineién entro ol artista como intérprete y cl artista como persona. Come publico, queremos creer —-presimi ‘mos que erecromoe— que nucstras reacciones son tambin Ins del artista. Ast, por ejemplo, cuando como soiata Lucia. ‘no Pavarotti termina wna cancidn, echa notoriamente Ia et- Dera hacia atras y cierra los ojos, como si dijera He estado a7 ‘en poder de fos sentimientos y emociones conistentes con el ‘contenido de Ia Tetra y la musica dela cancion, y nocosito tempo para recuperarme de lo que experiments y pasar de Pavaretti, el interprete, a Pavarotti, In persona. Cinna comenzé la cancion ol aria, esperaba que los asictentes al recital snos dejaramos llevar igual que él, es deer, que por tun momento fuéramos diferentes de lo que salemos er, quo ‘nos wcanmovigramoer, quo saligramos de neootros misrnos= urante un lapso con todas las caracterftieas de una expe "iencta, como tan bien la describe John Dewey en Art as es rience (1984). ‘Cuando la actuacién concluyé, noa formamos un juicio positive onegativa 0, no pocas veces, somos ambivalentes © Indecisos. ,Valio la pena? Nos estimul6? {Nos instruys? {Nos entretuvo? Nos alegra que haya terminado? En lugar de decir que nos formamos un juicio es mas correcto decir ‘que tenemos un juicio, o sea, una reaccion esponténea & ‘roflexiva. Podremos rellexionar sobre esa resceion y des- ppués formarmes ono oto juicie. En general, los integrantes ‘le un auditorio no van mucho mde ald de expressr gu gu too eu disgusto, Hate no os ol exto del arteta, quien tl ver reciba el intense y sostenido aplauso del pablico al mismo ‘lempo que sabe o cree que au actuacisn fallé en algunos as pectos importantes y dist de ser impoeable. Los juicios de {cs interpretas no oe correepontden por completo con loe del studitori. Es posible que los primeros consideren que su ac- fuacién casi no tuvofallas y ee sientan desconcertados por laevidente indiferenciay falta de respuesta del publica, Los artistas auelen decir que perciben cuando hay una buena ‘quimion entre ellos y el auditor: no hay murmulloa ni to es, nadie se levanéa de su asiento, nadie dormita, todos prestan una atencion absorta, guardan silencio y, si final, estallan en wna prolongada y sincera ovacidn. Los intérpre- tes tratan de hacer abstraceién del pablico; no quieren que se lea muestren las eefales,eutles a obvias, de que el audi torio noes bendvolo eon eu actuacign, Un pablice insatief=- cho es la pesadila del artista la frustracién del deseo que ‘cule ol ewe. ‘Como es obvio, el intérprete parte de a base de queel au- Aitorio ha asumicl la obligacion de ver, escuchar, sentir y responder lo cual equivale a decir que respetard sus inten clones de brindarle una experiencia satiafactorla. Bl artista 28 sabe que los miembros del publicoasiaten por diferentes ra- ones, pere que tads han contraido la obligaciGn de sere ‘ceramente reepetuosos y atentos. Menos obvio es el hecho ‘de que el auditorio supono que al artiate se ha sentido obli- ‘gato a adaptar el estilo y el contenido de a epresentacign & ciertos rasgos y caracteristicas del pablic. Hs deel, a oo- ‘mo la mayoria de los intograntes de un auditorio abo algo ‘acorea do los intérpretes (individualmente o como grupo), festas conocen algo sabre ello: la gama probable de edade, Iclase social, el nivel edueativo mimo yel gusto aetistico varian segin ja ciudad, el costo de las entradas, la lstas de Aabonos ola arganizacién auspiciante, asi como lo que el lista sabe por otros que aetuairon en el pasado ante ees tio de auditor. El intérprote tiene una ides, por vaya que sem, sobre sdéndeectd y de dénde viene el publics Son poooe, st los hay, los interprets que no cometieron errores de juicio respecto de tal o cual auditorio. Pero tratan de adaptarse ‘sus rasgos ocaracteristcas, aunque en divensoe grade, En- tre los distintostipos de intérpretee, el comedianteea proba Dlemento el que mas ee edapta a dicha variabilidad de les caracteristicas del public. Bn otros tiempos, os comedian tes soln burlarse do diferentes grapos étaicos, raclales y religiosos, pero ahora evitan eserupulosamente cualquier ‘cosa que pueda ofendorio. Lo mismo oearre en el cine, Por lo comin se traza una distincién entre ol cine y ol toatro «comerciales» y wexperimentaless (0 artistios y de vanguardia)-¥ uns de las principales diferencias se relaco- nha con la progunte: {qué deaoan y eeperan los auclitorios? Ta prodiuesién comercial busca satisfacer esos deseos y ex pectativas; la no comercial procara inetruir y modifica laa expectativas wruales del pablicn, Las industria del cine, el teatro y la television comerciales dedican mucho tempo y dinero a averiguar qué quieren ver diferentes propos de edad, «fin de satistcer sus expectativas. Es evidente que no tienen esa intencién —aunque solo sea por falta de d= nero quienes trabajan en el denbito no comercial; estos ben que, en el mejor de los casos, pdrsn atraer tn at. tore pequeso, en gran medida sutoconvacedo, qus hard tomer Ia vor, He hecho hineapié en las expectativas de intécpretes ¥ auaitorios porque son cruciales para determina los juicios {por qué cambian eon el tiempe, iy euando lo hacen. Esto 9 ‘es especialmente cierto en el caso de una nueva obra de arte ‘que se presenta por primera vez. Para dar un ejemplo, voy & referirme al estrene mundial de Porgy and Bess, de los her- ‘manos Gershivin y Du Bose (Alport, 1990), en 1935. Mucho ‘antes de astrenaree, ra de conecimiento plblico que Geo ise Gershwin habia compuesto la maria para tna puesta asada on ol libro de Heyward (1925), y que osa partiture iba a sor muy diferente de toda su obra anterior. ;Soria una. vvarlante de un musieal de Broadway o algo mis operistioo? {Tendiria buena recepeién una puesta con un elene into- igramentonegro, sn un fragmentodela cultura ne- fa en un momento y un lugar espectfices, ambientada en Charleston, Carolina del Sux? Esto we preguntaban no elo 1 piblic interesado, la comunidad musical y los erticos de sntsica, ino también ls intérprotes, quienes sabfan que ‘era mucho lo que estaba en juego para ellos como individuos {para la tradiein In historia ylacultara musical delos Be- ‘dos Unidos. Tenian grandes esperanzas ¥ expectativas, ‘desde luego, pero tambien sabfan que Iss realidades de la Sociedad nortcamericana no garantizaban en modo alguno ‘que el publica recibiera la puesta y a ellos mismos con la mm ‘parcialdad y el respeto que solian acordar a laa obras mu: ‘icales. De mds eat decir que los Intérpretes eataban dis. pucatoe a dar todo de e-¥ tampoco hace falta decir que es ‘Peraban que su habilidad artistica suseitara en el audito- ‘Mo los pensamientos, sentimientos y emociones que ellos ‘expresaban como intérpretes, aunque la dinémica cultural, ‘racial e interpersonal retratada fuera extrafa para eaai tr ‘dose miembros del pablico. Reoultaréan eresbles en suc lide de intarprotes? {Seria bien reeibida la mision poro no ‘sas aptitudes artisticns? {O ambas obtendrian malas crt! ‘cna? Los artistas bien dos cosas, En primer lugar, como el fstrono iba a tener lugar en Nueva York, era razonable os pporar que muchos miembros del auditorio no ee sentiran “lingustadoa por los contonidos de Poray and Bs, Ast co- ‘mo.no subestimabaa le receptividad del pubic, tampeco la sobrestimaban: era impredecible. En segundo lugar, Geor- {6 Gershwin era un feono aelamado y muy querido de 1s imiisiea popular norteamerieana y del feateo musical de Broadway. Aunque se lo conoefa sabre todo por mus eancio- ‘nes populares, también habia compuosto miision serine ‘que eneantaba y atraia a multitudes (Concierto en fa, Un 20 ‘amerieano en Parte, Obertura Cubana, Rapsodia en blue y los preludias para piano), Entre el publico habia ertioos de misica cuyosjuicios aparceerian on diarios y revista, tanta populares como eo Decializadas, Sus expectativas eran varladas pero conenas: “Porgy and Bess eraan musica, iia pera o que? Boos crf ticos sabian bien que, en los hochos, las companies de Spera no golian incluir en su repertorio obras de compositores nnorteamerieanos, pues el género era europeo por excelencia ‘Les 6peras estadounidenses eran poco distinguidae y, com: paradas con las europeas, no tenian méritoalguso. Za un futuro distanto la historia podrin cambiar, pero tal cambio ‘ose avizoraba en el horizonto cereano. Ademés, Jeon qué fundamento podria esperarse que un compositor de eancio- nes populares, un expanente del jays y as ritmo, pudiera ssiquiera aprosimarse al nivel, la calidad, el aleancoy la ca tegoria de la épera? Los eritioas, en expecial Ios mis se. ioe, acudieron al estreno eon excasas expoctativas, la acti tad de quien va a ver «qué pasa, agravada pore escepticis= ‘mo y la sensacidn de que probablemente presenciarian un esfuerzo demasiado ambicioso por slevar Ia misiea norlea- ‘mericana, un ejemplo de -arribisma musicals afin alaribis- ‘mo social. Nonegaban que Gershwin era un magnifico com: Positor de canciones populares que ya habia demostrado el ‘deseo de aventurarse més alla de eae género, pero esos in- ‘tentos no eran un fundamento suficinte para supone que udieran elevar ala dignidad de la épera lo que alors lee resentara, Clasifiear,cateyorizar y encasillar era una de bus lareas profesionales,eimplienba emits juiios evaluat vos. ¥ justamente porque Forgy and Bess se anunciaba eo- ‘mo un cambio innovador y radical, estos eiticos no evita~ ‘fan las implieaciones de jaicio de valor dela clasificacion _Almargen de los eriticos, qué expecttivas tenta el pi blico? La gente suponta que cualquier corn que conapusicra George Gershovin metecia escucharse y, atm mae, que la iisiea Jes resultarfa eautivante y conmovedora. Aunque ssabian que Porgy and Bess no iba ser eomo el musical tpi. code Broadway al que Gershvvin habia hecho una vigoroca contribucién, el respeto que sentian por au trayectoria les permitia prover que su iaews obra no seria decepcionsn fo. Sontian tna respetuora curiosidad y estaban dvidos de apreciar y responder. No lea preoeupaba la clasifieacén ni st Jos valores impliciton en ella. Al igual que los intérpretes, querian conmoverse y tener una experiencia distintiva y sa: Usfactoria, ‘Lae expectativas y los juicios cambian con el correr det tiempo, Hoy en dia, Porgy and Bess es una de las produeio- hes musicales norteamerioanas mas frecuentemente pre- fentada en las salas de 6pera de todo el mundo y forma par te del nepertaria de Ia Metropatitan Opera House. Algunos Ue los primeros ertioos de la obra cambiaron de opinion, no por haher modificado su clasificacién sino mas bien porque Porgy and Bese represents una experiencia conmovedora © instructiva, tal como habian provisto los auditorios inicia- lee. Ningiia intérprete de esta dpera so preocupa hoy por la rezoptividad del publico, St precupacion es si podria hacer justicia asus roles suscitaren los sentimientas, i temocion, la simpatia y la comprension que experimentaron, Toe pritneros auditorioe. Un publico que no se conmueve en tuna representacién actual de Porgy and Bese constituye luna critica aloe intérpretes, ‘Para un auditori es indiferento la cantidad de veces que ‘un artista ha representade eu papel. Espera que lointerpre- te como si fuera Ia primera vez. Los espectadores no quie~ yen sentir que ae lo expone a una actuacion rutinaria, des- provista de espontaneldad y sentimiento. Noquieren tomar Coneiencia de que el intérprete ent actuando; lee gusta {dentificarse con el rol, wdejarae Hovar, sumergirse en el ‘otbellina de pensamientas y sentimientos exigidos por el ‘papel. Quisren que se los respete y que su respuesta no se A por descontada, como si no fucran eapaces de advertir ls diferencia entre un intérprete que da todo de af y otro ‘que simplemente gesticula, entroun artista que «cautivar a Tos eapectadores y otro que se mantione distante. Todo esto, por eupuesto, define la obligacion del intérpretey al propio Hompo sefisla Ina presiones que esto experimenta, sobre tndo siya ha reprecantado el miamo rol eentos de veces. Un. “Smigo info vio.a Yal Brynner en el preestrano de BY rey 730 fen New Haven, hace décadas. Por entonces, la mayoria de Jas obras teatrales y musicales hacian su ensayo general en cl Schubert Theater de New Haven, antes deestrenarse en, Broadway.) Durante Ins décadas siguientes, Yul Brynner ‘abe haber actuado en exa produccién mds de mil veces. Mi famigo lo vio en cinco osela oonsiones, en parte debido a que a2 queria que lo vieran sus hijos, pero también porque desenba Volver a experimentar el placer que lo produjo la primera, ver. {Como es posible, se preguntaba, que Yel Brynner on tinuara brindando osas interpretaciones conmovedoras © Inolvidables? Esta es una pregunta que se ha formulado a ‘muchos actores que representaron el misino rol durante ‘mas de una temporada, La respuesta ha sido [No es tan dificil eomo parece, aunque sin duda nos fie cil, Para emporar, os mi obligacion. El pabliea ha venido ‘a.verme, ¥ Hone expectativas que estoy obligado a satis facer. No puedo permitirme decepelonarlo, aunque no ‘me sionta bien o tenga problemas personales. Por otra ‘parte, no hay dos auditories iguales; el publico de la fan- ‘ida dela noche no es igual al dela tarde, asf eomo yoo soy hoy la misma persona que fai ayer. Cuando uno es {nsensible al auditario, cuando olvida su obligacién, ha Tegado la hora de retirarse. Por dltimo, si antes de le- ‘vantarseel telén no soto aceloran los latidos del corazén, ‘Sino tienes una sensacida de nduseas en el estémago ‘ects ponsancdo en otra cosa que no sea ta rol, entonces. ‘ambien os tiempo de retirarse o de haverse un replan- two, Convertirse en otra persona no es fei, nes tan na tural eomo puede parecer, pero cuando baja ol telén y ‘uno ve laa reacciones do un piblico agradocido, ya om- piesa a experar ansioso Ta funeidn del da siguiente. Yo fonsidere quo say tan buene como lo fue mi ttima repre- ‘entacidn, y no siempre creo ser muy bueno. ‘Los auditorios son ejocutantes silensiosos, Son silencio~ sos pero no pasives, al menos cuando no asisten con la ex pestativa de ser interiormente pasivos. Heperan verse de btra manera a oi mismos yun fragmento de vida. No espe an aburrirse, permaneeer indiferentos y lamentar haber ° fsistido, Quieren sentirse transportados, y no ser lo que siempre con. Los suditorios eaperan que Io actores seam loa roles que interpretan, por més diferencias que haya entre ‘ose seers y su ser cotidiano, En la medida en quel intérpre- ‘te pueda crear eoailusion en el pablico, habré eurmplido con ‘su obligacion para con él. Por eso a veces los espectadores ‘Henten curiosidad euando un actor asume un papal muy istinto del que estén acostumbrades a imaginar para él 38 ‘Vale deci, ol public Haga a creer que el rl refiejacaracte- risticas de la wvida reals del actor como persona, Perea ‘me dar un ejemplo persona. Tin las decadas de 1980 y 1940, a ctor Luigt Antonelli siempre reprosentaba en al cine el rol del gangster mafiono, ‘oalvade y eeesino. Su nombre y ws aspect fisico (ands et laptitud aitistica, deede ya) contribuian a qua el publice lo viera no slo en un rl por dems deepreciable, sino eambign como un individuo no muy agradable. En otras palabras, al- iuien que podia interpretar tan bien ol papel de villana no fen.el ol decia alg sobre dl como per ona. Pooo después den Segunda Guerra Mundie, let en el iario que Luigi Antonelli tba a tener el papel protagénico fen una produccién teatral dela obra EI abogado del diablo, de Morris West. Se tratabs del papal de un prelado calico inglés que trabajé durante nfs en el Vaticano, al servicio de-un cardenal. Bs un individuo introvertido, contenido, sincera y devotamente religioao, para quien la inttmidad in terpersonal os un auceso infreevente, Se entera de que tiene lun edncer ineurable y moriré en el plazo de un af. Bl ear ‘enal, una figura paternal de gran astucia peiclégien, cons. prends au problema y Te encomianda que condusea una in vvestigacién destinacia a determinar # existen o no fanda- ‘mentos para considera Is santsfieaciOn, propuesta por el bispo de una parroquia rural, de un hombre de quien te di ce que ha realizado milagros. Es un tipo de investigacién {que requiare eredulidad ¢ ineredlidad, a 2, oan personal. El eardenal le encarga esta tarea porque, eegsin lee, le permitira conocerse y entenderse mas a st mismo, ser mnds compronsivo con los deme, aceptar su mortalidad Y Prostar un valioso servicio a st jglesia, Yohabia lefdo la novela. Ee una de mis favorites de todos los tiempos. Qué director ora tan estapido para suiponer ‘que Laigi Antonelli pdrfa hacer justicin © one multifacstico ol? isto ora algo que no podia perdermel Lagi Antonelli sin pistolas, ni miradas maliciosas, ni brutalidad, en un pas pel que tenga que ver con ol amor, is fragilidad oman la Aevocién y la pasign en sus muchas formas. Fue sna de ka lexperioncias cumbre que jams fave on el tastzo. Al rine pio estaba eseéptico, Iuego pasmado y més tarda embelesa- m do, (Me habria sentido fee de encomtrarme en una ila de sierta eon Luigi Antonelll! Los espactatdores asisten @ una fancién eon diversas ex: ‘pectativas, pero la mas importante os quo el artista los *ha- asain desi mismos., los transporte en formna voluntaria ‘irreflexivaa otro mundo. Cuando estén aburridos einer’ ‘ules y aus penasiuientoa, sentimientosy fantasian no soe lacionan con la representacién, decimon que el interpreta ha, sperdidos a su auditor. Algunos artistas culpan al publio, 5 decir, no creen haber perdido al auditorio sino que este tarocia de receptividad, comprensién y ol tipo y grado de ‘motivacién adecuadee. los artetas, como a todos Gnelvide Lauter) les euasta asumir su propia calp. “En algunas representaciones interviene un solo intér~ prote, aunque esto no es lo mds frecuente. Un comediante ‘come Jackie Mason, por ejemplo, esta solo on escena da- ante toda Ia funolin. Julie Harri on el papel da Baxily Di- tkinson, Christopher Plummer en ol de John Barrymore y Gary Sinise como Hany Truman realisaron lteralmento lactuaciones unipersonales. Lo mismo oeurre en el caso de los concertistas de piano: ellos y su instrumento son los Oni cos oeupantes del excenario a mucho mas habitual que en. las representaciones partieipe mas de-un intérprete, a veces ‘muchos més, aunque la atencién del publico se concontre f6lo en algunos. Y eabe subrayar que lo qu llamamoe re- presentacién no seria comprensible sin la intervencion de ‘una diversidad de personas que no legamos a ver poro quo tenon decisiva influeneia eno que-vemes, Son qemes ac. ‘tdan edetriss de la excena. En el capt siguiente exami bard algunas consecuencina de 1 la indole, ia calidad y ls fstructara de las rolaciones entve los intarpretes & quienes ‘vemos, ¥ 2) cscs mismoe factares eon reepecto a Ine Felacio~ os enize los intarpretes y aquellos a los que no vemos, Una representacién es un producto final altamento argenizado e un proceso y una onganisacicn complejs, El artista no hhace lo que cele da la gana. Para bien o para mal, la organ zacisn, visible 0 invisible, afecta la representacion, 35 2 ,

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