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Pensaron Salud. Manio Testa (Sa. reimpresin. 2. La enfermedad, GIOVANNI BERLINGUER (2a. reimpresiGn). 2. Tenoburocraciasanizaria. Cx1sa Ins, LAURA NERV, BEATRIZ OLIVIER Y MARIO ‘Testa 4. Polticas en Salut Mental, OsvD0 Sa1DOx Panto TeowNovset (compitadores) (agotado). 5, Pensamientoestratégio yligica de programacién, Caso de salud. Manso Testa (2a. edici6n) 6. Etica de la Salud. Giowkx Benuincuen (28 relmpresi¢n). 7 Saber en Salud. Manco Test (agotado). 8, Estado in cluadlanos. Seguridad social en América Latina. Sowa FuBUR (ago tado). 9, Bl desafo del conocimiento. Investigacion cualitativa en Salud, Mania CEcftsn ‘be SoUzA Manso (agotado). 10. Praxis en Salud. Un desaffo para lo public. Eaensow Euias MER, ROSANA Owocko y otros fagotado).. 11, Natural, racional, social Razén médica y racionalidad cientifica moderna. Mapa Luz. 12. Nuevas replas de juego para la atencidn médica en la Argentina. ¢Quién seré 13. Laedueacln de las profesionals de la salud en Latinoaméri tea de un movimiento de cambio. Tomo Y: Una mirada ar Las voces de los protagonistas.(Coedicién con HUCITEC-Br 14, La ciencia timid. Ensayos de deconstruecién de la Epidemiologia, NAOMAR De AuMIDAFiuto, 1, Organizaciones solidaria. Gestion e innovacién en el Tercer Secor. FEDERICO “Tonan Cantos A. FERNANDEZ PanDo. 16, Como se vive e muere. Familia, redes sociales y muerte infantil. Manto BroweMan. Indice Palabras introductorias........enmnrnn wn Capitulo t Encarar la escritura como un proceso... Capitulo I Leer con objetivos claros..... Capitulo mt Arquerfa y escritura.... Capitulo IV Recursos para la prerredacci6n. Capitulo V Elmomento dela redaccién: el parrafo yla oracién. Capftulo VI Correccién y edici Capftulo VII Errores frecuentes y recomendaciones finales... Bibliografia...... Palabras introductorias Este libro es el fruto de mi trabajo docente en acciones de alfabetizacién académica con estudiantes de distintas cohorts, de la Maestrfa en Epidemiologia, Gestién y Politicas de Salud del Departamento de Salud Comur de la Universidad Nacional de Lantis (UNLa) entre los afios 2007 y 2012. Alo largo de esos cinco afios fueron desarrolladas diferentes estrategias para enfrentar el déficit de alfabetizacién académica. Este déficit se manifestaba de manera trégica cuando los tesistas tenfan que enfrentar la escritura del trabajo final sin el cual no podfan acceder al titulo de posgrado. Habiendo diagnosticado este problema, el entonces director de la Maestrfa, Dr. Hugo Spinelli, me convocé con Ia idea de trabajar los problemas de escritura desde el inicio de los cursos. Gracias a su apoyo y a su esfuerzo constante por mejorar la calidad académica y las, estrategias didacticas de la Maestria, pudimos implementar y evaluar diferentes técticas y estrategias para acompafiar y orientar alos tesistas en sus procesos de escritura, as{como para repensar algunas practicas docentes que no favorecian esos procesos. Realizamos clases, tutorias, talleres, tareas de escri- tura supervisadas, lecturas en voz alta, reuniones periédicas con todo el plantel docente, trabajos grupales e individuales, etc. Este libro busca sistematizar los apuntes y las reflexiones que fueron afianzéndose en ese intenso proceso de experimen- tacién y btisquedas que realizamos juntos los docentes y Ios estudiantes de esas cohortes. A todos ellos cabe aqui agradecer por sus contribuciones y por su acompafiamiento, y muy espe- cialmente a Alejandra Wagner y Gabriela Zunino, dos profe- soras que me acompafiaron de cerca en estas tareas. 16 Martin Domecq Tambien contbuy ml paso por le Seminaroe de ver gacidn y otras disciplinas de metodol Programa de Posgrado en Artes Es ‘Universidade Federal da Bahia (PPGAC/UFBA). Los intercambios con los estu- diantes del posgrado y con los profesores Célida Salume, Hebe Alves, Denise Coutinho, Deolinda Vilhena y Armindo Bido fueron importantes para constatar que algunas de las estrategias que evamos adelante en la UNLa eran compartidas en este contexto académico de Brasil. Es0s intercambios sirvieron para reafirmar Jacentralidad del dominio de la escritura para el disefio y el desa- rrollo de una investigacién. Al tener que desarrollar una inves- Tecturas previas yla planificacién mi las claves que me permitieron escribir, en un estilo simple pero preciso, textos académicos en portugués para mi doctorado, antes de tener un dominio pleno del idioma. Esperamos que las premisas que proponemos aqui y las herramientas que sugerimos sean titiles tanto para los tesistas como para el tutor. En el primer caso, para autoevaluar sus dificultades y adoptar y adaptar algunos de los recursos suge- ridos aqui. En el segundo, para que el tutor disefie estrategias ara acompafiar a los estudiantes en las distintas fases de sus procesos de escritura (prerredaccién-redaccién-correccién) y muy especialmente en la fase de prerredaccién. Acompafiar y orientar esa fase es clave para que se legue a un buen manus- ctito. Una de las ensefianzas del trabajo realizado en la UNLa, es que no podemos enfrentar exitosamente los problemas de alfabetizacién académica si no se emprende un trabajo siste- mético que atraviesa tanto las précticas de los tutores como las de los tesistas. El esfuerzo tiene que ser mancomunado. Los problemas de escritura no pueden ser aislados de las préc- ticas docentes. Si consideramos la escritura como una forma de organizar y estructurar nuestro pensamiento, no podemos separar la escritura de las disciplinas cientificas. Es en el marco ensarescribir pensar v de cada disciplina que estos problemas deben ser abordados tanto con estrategias transversales como especificas. Ia relacién entre escritura y pensamiento es una rela- cin misteriosa, es como una cinta de Moebius, o un simbolo infinito, en el cual nuestro discurso fluye y se recrea. pensar-escribir-pensar alude a ese proceso dialéctico p al Jas palabras se convierten en las palabras de nuestro pensa- miento. El pensamiento crea escritura y la escritura crea pensa- miento. En este libro proponemos centrarnos especialmente en ese pasaje de un pensamiento que atin no tiene una forma estructurada a su configuracién en forma de texto. Consideramos que antes de convertirse plenamenteenescri- tura, el germen de nuestro pensamiento puede esbozarse en un esquema, en un dibujo, en una forma que combina lo espacial con lo conceptual. Explicitar esa forma nos permite trabajar sobre ella hasta convertirla en el plan de un texto. Luego, sigue el proceso por el cual construimos el texto que el plan apenas proyecta. No es un proceso mecénico, es un proceso vivo en el cual nuestro pensamiento se mide, se completa, se prueba, se construye, se estructura, se consolida... El resultado es un texto acabado que por lo general modifica el plan original. Cuando decimos acabado queremos decir también auténomo: el texto se independiza de las intenciones del autor y solo cobra sentido a través del trabajo interpretativo de sus lectores. Esas inter- pretaciones dardn origen a nuevos pensamientos que podrn contener el germen de futuras escrituras. ‘Nuestro punto de partida es entender la escritura como un proceso que se desarrolla a partir de tres fases: prerredaccién, redacci6n y correccién. No decimos preescritura porque enten- demos que esa fase incluye diversos tipos de escri Jado, como destacamos més adelante, ad significa considerar esas fases como compartimentos estancos. Las acciones que predominan en una fase no dejan de existir y de operar en las otras. El orden empirico de las acciones no siempre seguiré al pie de la letra el modelo, pero el modelo nos ayuda a pensar ya ordenar todas esas acciones que involucra el 8 Martin Domecq proceso de escritura, sobre todo cuando se trata de sortear cultades. Los cuatro primeros capitulos estan dedicados a dife- rentes aspectos de la fase de prerredaccién. Nuestra hipotesis de trabajo es que es en esta fase de prerredaccién que deben concentrarse las acciones sistemdticas tanto de los tesistas como de los tutores. En funcién de nuestras observaciones, consideramos que el acento suele estar puesto en las fases de redaccién y correcci6n. El tesista suele apostar todas sus fichas a la redacci6n y el tutor a la correccién. Por diferentes motivos sus energfas y sus esfuerzos se concentran en esas dos fases del proceso de escritura y descuidan la fase preparatoria. En la mayorfa de los casos este desencuentro produce frustraciones y pérdidas enormes de tiempo y energias: porque en la fase de tedaccidn es muy dificil recuperar algo que no se hizo en la fase , Porque el resultado no se corresponde con las. on las energfas invertidas, porque corregir un estructurales es siempre una tarea mas ardua ¥ muchas veces ingrata porque nadie queda satisfecho, etc. Esta es la raz6n por la cual dedicamos més capftulos ala fase de én. Creemos que hay que fortalecer los intercam- feracciones entre el tesista y el tutor en esa fase. No cualquier tipo de interaccién, interacciones productivas que vayan construyendo una experiencia y un camino compartidos hacia la escritura, Los capftulos V y VI se centran respectivamente en las fases de redaccién y correccién y edicién. En el Capitulo V defen- demos una forma de entender el estilo académico. Sin duda es un posicionamiento ideolégico. Hablar de estilo no es hablar de un aspecto decorativo de la expresi6n. Es pensar cudles son los criterios que van a presidir nuestras elecciones como produc- totes y/o correctores de textos académicos. Se adopta aqui un punto de vista bastante cartesiano. Por ejemplo, buscar claridad y distinci6n en la expresiGn de las ideas y de los pensamientos. Se pueden pensar otros posicionamientos. Pero eso es algo que debe ser explicitado, discutido, acordado. De lo contrario los participantes (lectores, correctores, criticos, lectores, etc.) pensar-escribir-pensar 19 corren el riesgo de estar jugando juegos de lenguaje diferentes, incongruentes. Finalmente, el Capitulo VII recoge apuntes realizados a partir de tareas de correccién de textos académicos y talleres de escritura. Los criterios en los que se fundan esas recomenda- ciones son los expuestos en el capitulo sobre el estilo. Capitulo 1 Encarar la escritura como un proceso Hay determinadas ideas sobre la escritura que no ayudan a que escribamos mejores textos, 0 a que superemos las dificul- tades que tenemos al escribir. Estas ideas no siempre son cons cientes, a veces simplemente estén ahi como un supuesto latente fen nuestras précticas. Otras veces, incluso son las ideas que gufan nuestras practicas aunque en teorfa sostengamos posturas diferentes. A continuacién, propongo um listado de ideas sobre la escritura que no son las que orientan las propuestas de trabajo que haremos en este libro. Es importante mencionarlas para aclarar desde el principio que, en lo que respecta a la escritura ‘académica, proponemos una mirada y précticas diferentes a las ‘que pueden derivarse de esas ideas. A contramano de ellas, como veremos al final de este capitulo, las propuestas que haremos se basan en la concepciGn de la escritura como un proceso que tiene tes grandes momentos: prerredaccién, redaccidn ycorrec- i6n-edicion, La escritura es un don. Esta idea supone que algunos nacen res y otros con dificultades innatas para escribir. Mas creemos que pensar de esa manera no nos ayuda a desarrollarnos como productores de textos. Todos aprendimos a leer; spor qué no podrfamos todos escribir un articulo, una carta o un resumen? No estamos hablando de escribir Los hermanos Karamazov 0 La Reptblica, estamos hablando de defendernos con la escri- tura en la vida cotidiana y en la vida académica. Consideramos que leyendo y escribiendo, entrendndonos en las practicas del lenguaje, podemos mejorar nuestras producciones. En lugar de pensar y de actuar como sila escritura fuera un don, hay que 2 Martin Domeca pensar la escritura como una préctica que podemos perfec- cionar. Todos sabemos correr, pero para participar en una ‘marat6n o en una carrera, tenemos que entrenar. Laconcepci6n de la escritura como un don muchas veces se asocia con la idea {que veremos a continuacién segiin la cual el que escribe bien, no necesita trabajar demasiado su escritura. Esto contradice lo que se ve en los manuscritos de grandes escritores (ver Figuras 1 y 2), donde podemos apreciar que también ellos pasan por arduos procesos de correccién. Laescrituraes el resultado de la in. Pero sila escritura fuera tinicamente el resultado de a inspiracién, jqué nos queda? Hacer un pacto con las musas, con los angeles 0 con el diablo? Esel trabajo lo que sostiene y lo que le da ala inspiracién todo su alcance. Para trabajar no hace falta un estado de gracia especial. Siseguimos esta linea, la angustia de la pagina en blanco desapa~ rece. Puede ser que haya dias en los que estemos més o menos inspirados. Pero para escribir un texto académico, més que inspi- raci6n se requiere un trabajo sistemdtico que comienza mucho antes de la redaccién. Si al momento de la redaccién la pagina sigue en blanco es porque falt6 ese trabajo de prerredaccién. La redaccién no es un rapto de locura. La escritura viene después de un proceso que determina los cursos que podré tomar. Ese proceso previo es fundamentalmente fruto del trabajo. La escritura es solo la fijacién del discurso, sea éste oral ‘mental. La escritura es mucho més que la fijacién de algo preexistente!. En la escritura el pensamiento se forma y se ‘organiza. Por eso cuando escribimos, muchas veces, pensamos mejor o pensamos cosas por primera vez. El discurso y la escri- ‘ura tienen caracteristicas diferentes. No se pasa fécilmente de iad alla escritura, tampoco del fluir de la conciencia ala ‘Aceptar esta diferencia nos obliga a pensar instancias de mediacién entre estas dos formas de relacionarse con las 1. Sobre este tema remito al texto de Paul Ricoeur citado en la Bibliografa pensar escribir pensar Figura 1. Manuscrito de Jorge Lut Borges para El Aleph Ta mp yt bay tobe Milka sy pen abot Fuente ibliotece Nactna de Espa, imagen cepoibe en: ‘Merosites/Exposicones/ America resources! ng/amerea 301-02 gpg 24 Martin Domecq Figura 2, Manuscrito de Gustave Flaubert para Madame Bovary Fueote:woncbowan ft magan dspanible en: hep: ww bovaryf/ fli vu potion _sibkmade-sequencedirete pensarescribir-pensar 2B una forma estructurada de amplio que le daba Descartes. Por eso no hay que ver la escritura como una mera forma, como un adoro 0 como un molde. La mayoria de las veces que decimos que tenemos una idea pero que no podemos escri- birla es simplemente porque atin no Ia poseemos. Todavia no la concebimos con claridad. Es en busca de esta mayor c que proponemos desarrollar una instancia de medi permita pasar més fécilmente de un pensamiento arborescente multidimensional a una secuencia lineal de palabras escritas. Escribir es una forma de pensar. es pensar. Pensar en el senti Laprimera versi6n de un texto es la mejor La primera version de un texto puede, o no, serla mejor. En todo caso, la primera version de un texto es la que deberemos someter a un estricto control de calidad cuya finalidad es demostrar que es la mejor versién a la ‘que podemos llegar. Esa es latarea de la correccién. Muchas veces al producir un texto nos maravillamos, nos encarifiamos con él, y somos reacios a modificarlo, No todos los textos requieren de muchas correcciones, pero todos requieren una concienzuda revision, En el caso que nos ocupa, que el texto se mantenga con pocas modificaciones, o requiera una reescritura completa, dependeen gran medida de as tareas de prerredaccién realizadas. Ponerse a escribir sin muchos conocimientos 0 ponerse a escribir sin una buena planificacién es exponerse a la elaboracién de un texto que luego deberd ser reescrito. Esto implica una gran pérdida de tiempo tanto para los estudiantes como para los docentes. Hay que poseer cierta seguridad, contar con ciertas garantias, enfrentar el trabajo de redaccién. En los capitulos sigui hard especial hincapi¢ en esas acciones y estrategias que preparan yoptimizan el momento de la redaccién. Corregir un texto es una tarea que no tiene fin. Nada mas cierto, Siempre hay algo que modificar. Siempre hay algo que 26 Martin Domecq pensar-escribir-pensar a actualizar. Como nosotros cambiamos también cambian nues- tras apreciaciones sobre lo que escribimos. Lo que hoy resol- ‘vemos de una manera es probable que dentro de un afio lo resolvamos de otra. Nuestra relacidn con las palabras no es esta- tica. Por esta dindmica que pose nuestra relacién con lo que escribimos hay que saber alcanzar hay que considerar un tiempo para las tareas de prerredac un tiempo para la redacci6n, y un tiempo para la correccién y edicién. El resultado que obtengamos tiene que ser el que podamos alcanzar en el marco de esa planificacién. No es el mejor texto en términos absolutos. Un texto no es nuestra es un testamento: es la forma que adopts to a partir de un proceso de esc dio en un determinado tiempo y espacio. Una correccién sin fin se asemejaa la situacién de alguien que quiere intervenir en un debate pero nunca dice nada porque siempre esté corrigiendo cen su cabeza lo que va a decir. Tenemos que escribir el mejor texto que podamos escribir en las condiciones de produccién con las que contamos y para las condiciones de circulacién que elegimos. Un texto es una suma de oraciones. Un texto no es una colec- cin de oraciones que vamos adicionando. El texto es una tota- lidad con una estructura en la que cada parte tiene que tener una funcién y responder a una necesidad. Hay un principi un desarrollo y un final. En los textos que nos ocupan, en la mayorfa de los casos el principio es una introduccion y el final es una conclusin. Las relaciones entre cada parte y sus propor- ciones tienen que estar justificadas. Un texto debe tener una coherencia en elestilo, en la formaen que desarrolla su tema, en su extensién... No es lo mismo escribir que conversar. Cuando escribimos un texto académico es importante forjar una estruc- tura solida y seguirla. Hay que encontrar la mejor forma para defender el punto de vista que queremos defender y transmitir {formaci6n que necesitamos transmitir. Eso no se improvisa, se logra gracias al trabajo de prerredaccién que realizamos. Del ‘mismo modo que para construir una casa el arquitecto desa- rrolia un proyecto, planos y un plan de obra, cuando escribimos un texto académico conviene llevar adelante un trabajo similar. Alescribir, muchas veces procedemos como un arquitecto que ‘comenzaré a unir ladrillos para formar una pared sin saber cudl es el edificio que quiere construir, ni la funcién que tendré esa pared... Quién le confiarfa la construccién de su casa a un arquitecto que procediera asf? Si podemos evaluar los planos de una obra arquitecténica e intervenir antes de la edificacién, spor qué no discutir y evaluar la planificacidn de un texto? La escritura es una practica homogénea. La escritura no es tuna, es diversa, Es una practica social asociada a otras practicas sociales. Puede ser més 0 menos especffica. Todos escribimos, pero cada cual lo hace en mayor o menor medida y en funci6n, no solo de habitos personales o familiares sino, sobre todo, en. funcién de una modalidad de escritura definida en un determi- nado marco tradicion: el cémo escriben el periodista, el filsofo, el médico, el psicoa- nalista o el poeta. Esas escrituras no solo difieren por el conte- nido (que en algunos casos podria coi 0 de tratamiento de 0s, el lugar del enunciador, tipo de destinatarios, etc. Escribir una receta en endecast- labos no tendria sentido, abreviar un verso, tampoco. Es importante analizar nuestras précticas de escritura a partir de la critica que podemos realizar a estas siete ideas. 2.No hay una escrtura académica, Las disciplines cientficas deserrollan modalidades especfices de escritura académica, La lectura de Ia literatura e referencia de la diseplina los intercambios con los profecionales del érea {las prdcticas de esc 20 Martin Domecq Me refiero tanto a nuestras précticas como productores de textos, como a nuestra actividad docente. Muchas veces, todo el énfasis esta puesto en Ia tarea de escribir y no se considera it tun proceso que comienza mucho antes de la 0. Trabajar la escritura antes de la redaccién ipales propuestas de este libro. No todo texto puede corregirse. Si un texto no fue bien planeado, si un texto tiene problemas estructurales, lo que requiere, més que una correcci6n, es una reescritura. No se puede emparchar pensa- ‘a confusién nos lleva muchas veces a invertir ener- jue no son satisfactorios. Por este profundizar y acompafiar los momentos del proceso de escritura que preceden la configura- cidn del texto: ast se facilita la escritura, se optimiza la tarea de correccién y se mejoran los textos. Pensemosentonces el proceso deescritura como un proceso que tiene tres grandes momentos: prerredaccién redaccién ccorreccién y edicién Cuando hablamos de prerredaccién nos referimos a todo lo que va desde la primera intencién de escribir un texto a la elaboracién del plan de lo que vamos a escribir. Las acciones comprendidas en esta fase son muy variadas: conversa- ciones, lecturas, asistencia a clases, entrevistas, realizacién de esquemas, escritura de fichas bibliograficas y teméticas, reali- zaci6n de restimenes, toma de notas, etc. Cuando entramos en Ja fase de redaccién se supone que ya contamos con un plan de escritura: un esquema general de lo que queremos escribir. Este esquema sefiala cémo se distribuirén los principales conte- nidos en las diferentes partes del texto que vamos a redactar. El plan debe ser consistente con la extensi6n y los requisitos de forma y contenido del texto que nos proponemos redactar. El plan incluye una evaluacién sobre la extensidn que debe tener cada parte del texto. Serd el plan de una tesina de 50 paginas, de una tesis de 100 0 de un articulo de 5.000 palabras destinado pensar-eserbir-pensar 9 tal publicacién. Por este motivo es imposible tener un plan si nose sabe qué, para qué y para quién se escribe. Contar con un. plan lo més detallado posible de la totalidad del texto orientaré Yy guiard el proceso de redaccién. En el caso de un trabajo de ‘esis se recomienda contar con la aprobacién del por parte del tutor o director, antes de lanzarse del mismo, En [a fase de escritura puede ser necesat de las acciones de las fases anterior 0 posterior. releer algtin texto o corregir el plan de escritura. La escritura siempre revela aspectos que no se tuvieron en cuenta 0 que no se percibfan con claridad. Sin embargo, para que la escri- tura pueda ejercer plenamente ese poder de “descubrimiento” es fundamental tener una hoja de ruta, Eso es el plan. Para la redaccién de este tipo de textos, la improvisacién o la escritura esponténea, es desaconsejada. Cuando uno se sienta a escribi debe saber qué es lo que va a escribir. El plan, por otro lado, permite que la redaccién pueda realizarse sin seguir el orden secuencial del texto. Por ejemplo, se deja la introduccién para el final. Por eso decimos que el plan es lo que permite pasar es el punto de partida de la fase de correccién y edicion. Es aconsejable llegar lo antes posible a esta primera versiOn para tener un tiempo razonable para corregitla y editarla. La fase de correccién y edicién implica fundamentalmente releer el texto producido. Esta relectura debe darse objetivos precisos. Lo primero es revisar los aspectos mas generales € importantes del texto: la extensién, la estructura, la informa- cién, los argumentos, Ia claridad, las referencias bibliogré- ficas, etc. Luego conviene revisar la gramatica, y finalmente la ortografia. Darse objetivos especfficos en la correccién ayuda a optimizar los resultados. Si estamos pendientes de todo a la vez es muy probable que pasemos por alto muchas cosas. Si estamos atentos a una sola cuestién podremos garantizar que ese aspecto fue cuidado en todo el texto. 30 Martin Domecq ‘Todo este proceso se inscribe en el tiempo y en el espacio. Hay que saber cuanto tiempo se le dedicaré a cada fase para saber si el proyecto es viable. Sila fase de prerredaccién me va fe meses (teniendo en cuenta el volumen de textos que tengo que leer y mi ritmo de trabajo) y ser entregado en ocho meses, es muy probable que no logre cumplir con mi meta, 0 que el resultado no sea satisfactori Pensar el proceso segtin este modelo debe ayudamos a plani- ficar nuestro trabajo. Sin metas precisas nuestro trabajo corre el riesgo de diluirse y muchos esfuerzos serén desperdiciados. Una meta implica un resultado en un determinado tiempo. Para egaraese resultado ser necesario un espacio de trabajo. Noes un tema menor saber en qué hugar cada uno se siente cmodo para trabajar. Hay personas que pueden trabajar en bibliotecas; otras, necesitan ruido en torno de elas para concentrarse... El campo de posibilidades es muy variado, por eso es importante que cada uno pueda disponer del ambiente que més favorece su trabajo. Capitulo II Leer con objetivos claros Escribir es, en un sentido amplio, desarrollar un pensa- miento estructurado a partir de un cédigo y de una tradicién especificos. El cédigo es la lengua en la que nos expresamos. La tradicién es el marco cultural y social en el que se inscribe el tipo de texto que vamos a producir. No escribimos la primera monografia, la primera carta, el primer poema: toda escritura se inscribe en una tradicién de textos que la preceden y con la cual dialoga. Segtin lo que se dijo en el pérrafo anterior, el punto de partid: para poder escribir es dominar el cédigo y conocer la tradi in. Por lo general, el c6digo se domina pero sul inseguridades. Algunas pueden despejarse facilmente. Si no en qué contexto se utiliza el gerundio, cudndo una palabra Ieva tilde, cuales son las reglas de puntuacién, o cémo deben ‘combinarse los diferentes tiempos verbales, puedo consultar un libro de gramética, o un manual en Internet, y apropiarme de las reglas que necesito para mejorar mi dominio del cédigo. Cualquiera puede reconocer ese tipo de falencias y buscar la informacién que le permitiré evitarlas 0 corregirlas. Esto suele no hacerse por algunos de los motivos que vimos en el capi- tulo anterior. En especial, por el prejuicio segtin el cual las difi- cultades de escritura son parte de nuestro ADN... Cometer los, mismos errores y arrastrar las mismas dudas no denuncia una tara genética, solo revela la ausencia de un esfuerzo sistematico para superar esas dificultades. Con respecto a conocer la tradi- cién, este suele ser un punto que también se descuida. No se aprende a escribir poesfasleyendo una definicién delo que es una poesta. Para poder producir un texto hay que entre- narse en la lectura de ese tipo de textos, conocerlos, analizarlos,

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