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Gey COO) ry ova ce) Dey Coy Cees Geografia / Cea Corey Toc Teresa del Valle Pilar Folguera Cristina Ga fs chardo Ménica Ramos Con WN OD) LTN au i Sie Virginia Maquieira (ed.) Teresa del Valle, Pilar Folguera, Cristina Gareia Sainz, Gladys Nieto, José Ignacio Pichardo y Ménica Ramos Mujeres, globalizacién y derechos humanos DIcIONES CATER Feminismos “MonraiCabe Unive de Cann ‘ceca Cua: Unersed Cpt e Madi ‘iis Cola Unies Valea Ne Antes Dare CSIC ‘eel Mare Bsc Uso de Vals ‘Mary Nash Univer Col de Blo ‘een ee: Username Brena "ane ale Unie de Ove issn y ord: tel Moat Deus Unies de Ysa ein, 2006 ie esc de bier ae Npmutoygu cup tpinayeooncnaeee eee” ‘Sess nso pra ep ‘fiiemnn otoconia ce ‘isis, ot anfomc, mere ee ts gen coger spre» cede tant dealer md, ao pops eae, vin aac wh BRC ining, Te del ale Pla Fla, Cision Gla Si ‘hay Street ch Nc Rana dimes Ca Grp Aas $4, 08 ‘an gnc Lanse Te, ab Sa ep Mis 0 206 “ea 0 pare "hid pt Imo a eS. Deserta ony Introduccién \Vincinta MagurEina, La identificacién de los derechos de las mujeres como de- rechos humanos representa uno de los logros mas significat vos de la historia contemporénea que se produjo de manera ex- plicita en los acuerdos intemacionales al inicio de los afios n0- ‘venta del siglo xx. La inclusén de la mitad de la humanidad en la categoria de lo humano y el reconocimiento de los derechos de las mujeres como prueba del ideal civlizatorio de los dere- ineristados en ideolgias prices poltcas, eligioasy esondmicas ‘tro hil conductor que ee a fama de bo esl ass de las retiricas de disriminacion y exclusion come, conse- unin dea preocupacén por desetafar los mecansmos B asignacién de espacios que ineiden en la jerarquizacién y ex- usin de las mujeres de los espacio de poder yprestgic. Re- {ricas que legitiman la desigualdad al dotarla den carder de inmutabilidad e irreversibilidad o al encubrir sus eausas rans. firiéndolasal orden natural. Todo ello con soportesideologicos ppoderosos, porque aportanvisiones argumentadas desde la bio~ dogia, las tradiciones, las identidades énicasy las eligiones. La biologizacién de las diferencias entre hombres y mujeres de las que derivan de manera «naturaby determinadas tareas y com, Portamientes tiene una langa trayectoria historicay se reacuiha en nuevas claves segtin los contextos socio-culturales y los in- tereses econémicos y politicos que se libran en el marco de la ‘Complejidad de las relaciones sociales del mundo que vivimos. Asi, a explotacin de trabajo femenino tanto en sus tareas reproductivas como en el marco delimitado y controlado del ‘ereado laboral a partir de unas supuestas cualidades femeni- fas ocultando su valor econémico queda de manifiesto en el capitulo de Garcia Sainz. Las cualidades de autosacifieioy ol- vido de si mismas como parte de una condicion natural esté presente en los testimonios de las informantes mayores del es. tudio de Ramos, cuyo ingente trabajo proporciona importantes beneficios econémicos, politicos y familiares y quedan ocultos amo consecuencia de mandatos naturalizados. Asimismo, Del Valle detecta un cierto fatalismo en relacién con la violencia ‘masculina en las jévenes entrevistadas, que tiene igual peso uc el destino en jas tragedias griegas y que es un sentimiento ‘rofundo que permes la sociedad basado en la atribuein nat, ralizada de un deseo sexual masculino incontrolable, El esencialismo culturalista es estudiado por Maquicira {omo una retSrica poderosa en la desactivacin de las deman- das de las mujeres. La autora sefala la paradoja de la historia ‘de un concepto que surgié para contrarrestar las teorias del de~ terminismo biolbgico y se convierte en su version relaivsta gn el marco de las rebciones de poder entre os teritoriosy al interior de ls sociedades en un dispositivo que jutifiea e fm- pide la extension y aplicacién de los derechos humans de las "mujeres, como se pone de relieve en la discusiones en los Fo~ ‘os Internacionales y en las reservas uniaterales, que plantean, Py

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