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el temor
(In)seguridad ciudadana
y desarrollo humano
en Costa Rica
I nfor me Nacional d e D e s a r ro l l o H u m a n o 20 0 5
303.6
V449v Venciendo el temor. (In) seguridad ciudadana y
desarrollo humano en Costa Rica. Informe Nacional de
Desarrollo Humano, 2005. – 1a. ed. – San José, C.R. :
PNUD, 2006.
638 p. ; 27.5 x 21.25 cm. cuadros, gráficos, mapas.
ISBN 9968-794-21-X
Comité Director
Equipo Coordinador
Mayi Antillón, Ana Elena Badilla, Jorge Cabrera, Juan José Echeverría, Juan Carlos
Feoli, Clotilde Fonseca, Leonardo Garnier, Erick Lonnis, Álvaro Montero, Jorge
Nowalski, Jorge Polinaris, Rodolfo Piza, Doris Osterloff, Montserrat Sagot, Marco
Antonio Segura y Eduardo Ulibarri.
Referees
Equipo Técnico
Julio Bejarano, Ana Brenes, Armando Campos, Ana Carcedo, Guillermo Carvajal,
Isidora Chacón, Allen Cordero (FLACSO-CR), Gonzalo Elizondo, Karina Fonse-
ca, Milena Grillo (Fundación Paniamor), Dina Krauskopf (UNICEF-CR), Guido
Miranda, Manuel Mora, Sergio Muñoz (UNICEF-CR), Max Loría, Rosendo Pujol,
José María Rico, Carlos Sandoval, Pablo Sauma, Carlos Sojo (FLACSO-CR), Luis
del Valle y Alonso Villalobos.
Agradecimientos
La elaboración del Informe Nacional de De- Ana Brenes, Armando Campos, Ana Car-
sarrollo Humano de Costa Rica 2005: Ven- cedo, Guillermo Carvajal, Isidora Chacón,
ciendo el Temor ha sido posible gracias al Allen Cordero, Luis del Valle, Gonzalo Eli-
apoyo y las contribuciones de un amplio zondo, Karina Fonseca, Milena Grillo, Di-
grupo de personas, organizaciones e insti- na Krauskopf, Max Loría, Guido Miranda,
tuciones. Manuel Mora, Sergio Muñoz, Rosendo
Pujol, José María Rico, Carlos Sandoval,
En primera instancia, el Equipo Coordi- Pablo Sauma, Carlos Sojo y Alonso Villa-
nador quiere ofrecer un especial reconoci- lobos. Nuestra gratitud también para Karla
miento a las y los miembros del Consejo Barrantes, Sylvia Frean y Rodolfo Osorio
Consultivo, quienes orientaron el desarrollo (UNICEF-Costa Rica) por su participa-
del proyecto INDH/RNDH 2005: Mayi ción en las reuniones del Equipo Técnico.
Antillón, Ana Elena Badilla, Jorge Cabre-
ra, Juan José Echeverría, Juan Carlos Feoli, Otro aporte de gran valor fue el realizado
Clotilde Fonseca, Leonardo Garnier, Erick por los referees el informe, quienes a partir
Lonnis, Álvaro Montero, Jorge Nowalski, de sus conocimientos y experiencias for-
Jorge Polinaris, Rodolfo Piza, Doris Oster- mularon importantes recomendaciones y
loff, Montserrat Sagot, Marco Antonio Se- correcciones. En ese sentido agradecemos
gura y Eduardo Ulibarri. Especial mención a Ana Carcedo, Douglas Durán, Edgar
requiere Jorge Polinaris, Ministro de Plani- Gutiérrez y José María Rico, por su de-
ficación, por su amplio y decidido apoyo al dicación y lectura atenta de las versiones
proyecto desde su etapa inicial. preliminares del informe. Estas versiones
fueron enriquecidas también con los apor-
De igual modo, agradecemos la contribu- tes de José Manuel Hermida, Jan Jilles van
ción de los integrantes del Equipo Técnico der Hoeven y un número importante de
en la elaboración de los insumos temáticos. funcionarios y funcionarias del PNUD-
En particular reconocemos los esfuerzos de Costa Rica.
PNUD
El Equipo desea hacer explícito su agrade- la Corte Suprema de Justicia), Jorge Badi-
cimiento al Ministro de Seguridad Públi- lla (Rectoría de la Universidad de Costa
ca, Rogelio Ramos, a las Viceministras de Rica), Manuel Barahona (UNICEF-CR),
Seguridad Pública, Ana Helena Chacón y Abelardo Brenes (Universidad para la Paz),
María Fullmen Salazar, por sus innumera- Eduardo Brenes (Plan de Desarrollo Urba-
bles colaboraciones durante la preparación no), Maria Eugenia Bujanda (Fundación
del informe. Destacamos en especial el tra- Omar Dengo), Alejandro Calvo (FUPRO-
bajo conjunto de Ana Helena Chacón en VI), Abel Cascante (OIJ), Enrique Casti-
la realización de la ENSCR-04 y de María llo, Luis Paulino Chacón (CCSS, Hospital
Fullmen Salazar en las actividades relacio- Tony Facio), Alfredo Chirino (Escuela Ju-
nadas con la investigación sobre entornos dicial), Luis Alberto Cordero (Fundación
seguros. Arias para la Paz y el Progreso Humano),
Verónica Conejo, Mayela Coto (Asam-
También tenemos una deuda con José blea Legislativa), Anid Cruz (Red de San
Miguel Cruz (Universidad Centroame- Ramón), Jorge Delgado (DINAPREVI,
ricana), Pedro Güell (PNUD-Chile) y Ministerio de Justicia), Cristina de Gracia
Tony Peters (Universidad de Lovaina, (UNESCO), Virginia Duarte (INAMU),
Bélgica), quienes efectuaron diversas pre- Solum Donas (ASCAJU), Antonio Ed-
sentaciones y tomaron parte en reuniones wards (ASIREA), Ana Yancy Espinoza
especiales que enriquecieron el enfoque y (Fundación Arias para la Paz y el Progreso
contenido del informe, a la vez que per- Humano), Jesús Figón (Ministerio Interior
mitieron darle un perfil internacional al de España), Marco Vinicio Fournier (ex-
tema tratado. De igual modo, fueron de Director del Instituto de Investigaciones
gran importancia las observaciones y su- Psicológicas), Flor Garita, Enrique Gomá-
gerencias efectuadas por Héctor Riveros, riz (GESO), Laura Gómez (FUNPADEM),
consultor internacional, en lo concernien- Omar Gómez (MEP), Rodrigo Jiménez
te a las recomendaciones que aparecen en (ILANUD),Victoria González, Mauricio
el informe. De gran valor fue, asimismo, Gudiño (PANI), Elizabeth Hasbun (CO-
la colaboración de José Manuel Arroyo, OPEMUJER), Ana León (VECINOS),
Elías Carranza, Laura Chinchilla, Fernan- Maite Martínez (Unión Europea), Da-
do Cruz, Douglas Durán, Marco Vinicio niel Matul (FUNPADEM), Juan Carlos
Fournier, Guido Miranda, Teresita Rame- Méndez (Fuerza Pública de Limón), Syl-
llini y José María Rico en la definición de via Meza (INAMU), Oba Mitsuo (Emba-
los contenidos del informe. jada de Japón), Sylvia Mora (Consejo de
la Persona Joven), Tatiana Mora (Consejo
En los talleres de consulta realizados para de la Persona Joven), María José Morales
analizar el marco conceptual del informe (El Productor), Yesenia Morales (FUPRO-
y sus contenidos, así como los resultados VI), Juan Navarrete (IIDH), Maritza Or-
de las investigaciones comisionadas al efec- tiz (DINAPREVI, Ministerio de Justicia),
to, se contó con la valiosa colaboración y Doris Osterloff (CADEXCO), Carlos Pen-
los aportes de especialistas en diversas áreas tzke (ALFORJA), Irvin Pérez (Instituto de
de trabajo. Extendemos nuestro agrade- Investigaciones Sociales, UCR), Maribel
cimiento a: Carol Alfaro (Red de Medios Pérez (Proyecto FOMUDE), Ana Ma-
Regionales), Patricia Allen (Ministerio de ría Ramírez (MEP), Gabriela Richard (El
Salud), Christian Alvarado (ILANUD), Productor), Dina Rodríguez (Universidad
Flor Álvarez y Shirley Angulo (CEFEMI- para la Paz), Lino Rodríguez (CONADE-
NA), José Manuel Arroyo (Sala Tercera de CO), Daniel Rojas (Consejo de la Persona
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Joven), Kattia Rojas (MEP), Marielos Ro- Nuestro reconocimiento también para
jas (Ministerio de Salud), Walter Romero Alexandra Steinmetz, Mabel Morvillo y
(OIT), Luis Diego Salas (Ministerio de Eduviges Ortiz, por la revisión y correc-
Seguridad), Sergio Salazar (Estudiante de ción filológica del Informe Nacional de
Posgrado, UCR), Cindy Sabat (CAPDH), Desarrollo Humano 2005. De la misma
Raúl Silesky (Colegio de Periodistas), Kat- forma, agradecemos el trabajo profesional
tia Solís (INAMU), Chris Stevenson (Fun- realizado por la empresa Editorama en el
dación Arias para la Paz y el Progreso Hu- diseño, diagramación e impresión de este
mano), Carlos Torres (FUNPADEM), Ana documento. Una mención especial merece
Maria Trejos (CAPDH), Tatiana Treguear la valiosa colaboración que recibimos de
(PROCAL), Dulce Umanzor (DINAPRE- la Universidad Veritas, tanto en la convo-
VI, Ministerio de Justicia), Gabriela Valver- catoria y participación en el concurso de
de (Consejo de la Persona Joven), Patricia fotografía efectuado para generar las foto-
Vega (Escuela de Comunicación, UCR), grafías incluidas en el informe, como en
Eugenia Wo Ching (CEDARENA), Fer- la producción de otros materiales para su
nando Zumbado (CIDH) y Karla Zumba- divulgación.
do (CIDH).
La realización del informe no hubiese sido
De manera especial agradecemos el apoyo posible sin la información proporcionada
de Carlos Cortés, Fernando Durán, Mar- de manera oportuna y afable por un nú-
co Vinicio Fournier, Leonardo Garnier, mero importante de instituciones públicas.
Tatiana Lobo, Manuel Rojas y Eduardo Entre ellas se encuentran las siguientes:
Ulibarri, quienes aportaron las reflexio- Poder Judicial (Departamento de Planifi-
nes incluidas en diversos apartados a lo cación, Sección de Estadística), Organis-
largo del informe. Por su valioso aporte mo de Investigación Judicial (Oficina de
para la construcción del índice de desa- Planes y Operaciones), Ministerio de Se-
rrollo humano a nivel cantonal agradece- guridad Pública (Departamento de Planes
mos al Observatorio del Desarrollo de la y Operaciones), Caja Costarricense de Se-
Universidad de Costa Rica, a su director guro Social (Departamento de Estadística
Edgar Gutiérrez y a Paola Omodeo, quien de los Servicios de Salud, Departamento
efectuó las estimaciones pertinentes. de Presupuesto y Dirección Actuarial y de
Planificación Económica), Instituto Cos-
El Equipo agradece asimismo a Carlos tarricense sobre Drogas, Instituto Nacio-
Paniagua, Catalina García y Mariela Ji- nal sobre Alcoholismo y Fármacodepen-
ménez, de Unimer Research Interna- dencia, Instituto de Fomento y Asesoría
cional por su esmerado trabajo en la Municipal, Ministerio de Justicia y Gracia
elaboración y realización de la Encuesta (DINAPREVI, Departamento de Investi-
Nacional de Seguridad Ciudadana 2004 gación, Dirección General de Adaptación
(ENSCR-04). De igual modo, agradece- Social, Departamento de Estadística y
mos a Miguel Gómez, por su participa- Programa de Atención a la Población Pe-
ción en las reuniones de discusión sobre nal Juvenil), Ministerio de Educación Pú-
el cuestionario y los contenidos de la en- blica (Departamento de Estadística y Di-
cuesta. La realización de la encuesta fue visión de Control de Calidad), Biblioteca
coauspiciada por la Agencia Española de Nacional, Instituto Nacional de las Muje-
Cooperación Internacional, a quien ha- res, Ministerio de Salud (Sistema de Infor-
cemos llegar nuestros agradecimientos mación de Apoyo a la Vigilancia de la Sa-
más sinceros. lud y Dirección de Desarrollo de la Salud),
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PNUD
Fiorella Hidalgo, Fernando Maillor, Juan Álvarez, Walter Álvarez, Ana Araya, Da-
Méndez, Rolando Mora, Gilbert Jiménez, vid Araya, Isabel Araya, María Eugenia
Marjorie Salas, Alfredo Salazar, Jorge Artu- Araya, José Argüello, Juan Carlos Arias,
ro Sibaja, Luis Fernando Rodríguez, Jorge Alfonso Arín, Carmen Arroyo, Flor Balles-
Solís Soto, Pastor Reyes, Daniel Rojas, Sa- teros, Roberto Barrantes, Jorge Baza, Julio
bino Rodríguez, Mauricio Rojas, Marlene Bejarano, Luis Bejarano, Gerber Blanco,
Rojas y Olman Rojas. Milton Bolaños, Abelardo Brenes, María
Elena Brenes, Janny Briceño, Livia Bruno,
De igual modo agradecemos a los fun- Silvia Burgos, Isidro Calvo, Martha Calvo,
cionarios y funcionarias municipales de Yesenia Calvo, Rogelio Colegio, Geovanny
todos los cantones del país que participa- Camacho, Eliot Campos, Karen Campos,
ron en las actividades de la Red Nacional Manuel Cartín, Margot Carballo, Yolanda
de Desarrollo Humano y en las jornadas Casasola, Julio Cascante, Araceli Carvajal,
de reflexión sobre entornos seguros: Juan Erick Carvajal, Leda Carvajal, Francis-
Félix Arburola, Marita Arguedas, Xinia co Castro, Luis Paulino Chacón, Mario
Arroyo, Julio Bejarano, José Manuel Bus- Chan, Johnny Chavarría, Arturo Chávez,
tos, Jeannette Campos, Xinia Campos, Cristian Chávez, Geovanny Chávez, Ilea-
Luis Fernando Chacón, Yolanda Chávez, na Chávez, Paul Chávez, Roxana Chin-
Alex Contreras, Ronny Espinoza, Sofia chilla, Arturo Cordero, Ginette Corazzari,
Guzmán, Alejandro Hidalgo, Vera López, Guillermo Carmona, Frank Corso, Ednia
Patricia Marenco, David Marín, Lisbeth Coward, Carmen Cruz, Olger Cubero,
Martínez, Christopher May, Cristie Mo- Annia Cubillo, Carlos Daza, Fernando
lina, Víctor Monston, Paula Ruth Mora, Delgado, Magda Díaz, Rosibel Durán,
Erick Morales, Esteban Muñoz, Francis- Milena Espinoza, María Antonieta Faris-
co Orozco, Gustavo Oviedo, Esteban Pa- ta, Flora Fernández, Mayra Fernández,
checo, María Paniagua, Ligia Quesada, Luis Alberto Flores, Rosa Flores, Swamy
Ilena Ramírez, Karina Retana, Gerardo Flores, Jazmín Fonseca, Francesca Fuster,
Rodríguez, Laureana Rodríguez, Catalina Natalia Gamboa, Luis Fernando García,
Roldán, Ana Julia Savallos, Marcelo Sola- Angie Gómez, Gilbert Gómez, Laura Gó-
no, Mario Solís, Marconi Suárez, Fabricio mez, María Gómez, Any González, Rafael
Ulate, Javier Ureña, Elibeth Varela, Mayela González, María Goretty, Olga Gutié-
Vega y Vivian Villavicencio. rrez, Alan Guzmán, Gerardo Guzmán,
Elizabeth Hasbun, Luis Hernández, No-
Una cantidad importante de personas pro- ra Hernández, Gerardo Herrera, Lidieth
venientes de la sociedad civil organizada y Herrera, Marvin Hidalgo, Silvia Jiménez,
de asociaciones locales de desarrollo toma- Wilson Jiménez, Carlos Luis Juárez, Scott
ron parte de los jornadas de reflexión sobre Leisner, Katty León, Eliecer León, Gilbert
entornos seguros. Gracias a ellos y ellas se León, Rita León, Alberto Li Chan, Ana
pudo tener un acercamiento a la realidad Isabel Lizano, Pablo Lizano, Pablo López,
que vive el país en materia de seguridad Ericka Madriz, Franklin Madriz, Rosario
ciudadana, una realidad que no se puede Mairena, Gilberto Magaña, Ivonne Me-
sustentar estrictamente en estadísticas. De drano, Marjorie Mena, Juan Carlos Mén-
allí nuestro agradecimiento al siguiente dez, Unfried Meter, Catalina Meza, Luis
grupo de personas: Gregorio Abarca, Ar- Meza, Silvia Meza, Ana Grace McLean,
turo Aguilar, Marco Aguirre, Rosalina Edwin Miranda, Fanny Molina, Ana Cris-
Aguirre, Milton Alfaro, Carlos Alvarado, tina Moser, Tatiana Mora, Marlene Mu-
Mayra Alvarado, Randall Álvarez, Sandra rillo, Mercedes Murillo, Sergio Murillo,
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PNUD
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Índice
Presentación..................................................................................................................... 1
Introducción .................................................................................................................... 4
Primera Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 12
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 18
Referencias ....................................................................................................................... 67
Segunda Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 72
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 78
xiv
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Tercera Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 242
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 248
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PNUD
Cuarta Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 340
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 348
xvi
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Quinta Parte
Diez propuestas para vencer el temor
7. Proteger para crecer: una sociedad volcada hacia la protección de la niñez .. 478
10. Adiós a las armas: mantener a Costa Rica libre de armas de fuego ................. 490
Índice de cuadros
Cuadro 4.1 Evolución de los principales delitos en Costa Rica. 1985-2003. En-
tradas netas en las oficinas del Ministerio Público. Totales y tasas
por 10.000 habitantes .......................................................................... 89
Cuadro 4.2 Porcentaje de hogares que han sufrido un hecho violento durante
los últimos doce meses. 2004 ............................................................. 93
Cuadro 4.4 Niveles de victimización en Costa Rica y otros países, según tipo de
delito, cerca del año 2000 ................................................................... 95
Cuadro 4.7 Principales delitos en Costa Rica, por provincias, durante el año
2003 ....................................................................................................... 112
Cuadro 4.11 Tasa de homicidio doloso cantonal por cada 100.000 habitantes.
1980-2003 ............................................................................................ 124
Cuadro 4.12 Cambios en las tasas cantonales de homicidio doloso en Costa Ri-
ca. 1980-2003 ....................................................................................... 128
Cuadro 4.13 Porcentaje de mujeres que han vivido algunas formas de violencia
después de los dieciséis años ................................................................ 134
Cuadro 4.14 Modalidades de violencia emocional contra las mujeres por parte
de sus compañeros actuales.................................................................. 135
Cuadro 4.16 Robo de automóviles y motocicletas en Costa Rica. 1990-2003 ..... 139
xviii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 5.1 Principal problema del país por año (porcentaje de menciones) ..... 153
Cuadro 5.6 Perfil de los entrevistados según niveles de temor y variables socio-
demográficas ......................................................................................... 169
Cuadro 5.7 Tipo de personas que se considera que cometen más actos violentos
o delictivos ............................................................................................ 170
Cuadro 5.8 Nacionalidad de las personas que se considera que comenten más
actos violentos o delictivos en el país .................................................. 173
Cuadro 6.2 Opiniones varias sobre la policía / Fuerza Pública ............................ 181
Cuadro 6.5 Opiniones varias sobre jueces y otras dependencias del Poder Ju-
dicial ................................................................................................ 184
Cuadro 6.6 Opiniones varias sobre el sistema penitenciario. 1999 y 2004......... 186
Cuadro 6.10 Duración promedio de los juicios fallados con sentencia en los juz-
gados penales unipersonales, según etapas del proceso por año (en
meses y semanas) ................................................................................. 201
Cuadro 6.13 Porcentaje de veces que denunció los actos violentos de los cuales
fue víctima según tipo de acto por país ............................................. 208
Cuadro 6.14 Número de casos relacionados con la violencia contra las muje-
res vistos anualmente en el Poder Judicial y en dependencias del
INAMU, según tipo de caso, por año. 1994-2003 .......................... 213
Cuadro 6.18 Opiniones varias sobre los miembros de la seguridad privada ........ 225
Cuadro 7.1 Periódico que utiliza normalmente para informarse, por variables
sociodemográficas ................................................................................ 265
Cuadro 7.2 Canal de televisión que utiliza normalmente para informarse, por
variables sociodemográficas ................................................................ 265
Cuadro 7.4 Medio principal por el que las personas se informan sobre los pro-
blemas del país ..................................................................................... 268
Cuadro 7.5 Temas recurrentes en las noticias de sucesos del medio escrito y el
medio televisivo ................................................................................... 271
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.10 Homicidios, robos y hurtos: casos entrados en las oficinas del Or-
ganismo de Investigación Judicial. 1980-2003 ................................. 299
Cuadro 7.14 Porcentaje de personas que posee un arma (o varias), según grupos
de temor, por sexo ............................................................................... 310
Cuadro 7.15 Importaciones CIF de armas y sus partes, según la partida arance-
laria 93 del SAC. 2003 ........................................................................ 314
Cuadro 7.18 Variables consideradas para estudiar los factores asociados a las ta-
sas de homicidios y de robo y hurtos a nivel cantonal. 2000 .......... 322
Cuadro 7.19 Clasificación de los cantones del país según la magnitud de la tasa
de homicidios. 2000 ............................................................................ 323
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PNUD
Cuadro 7.21 Clasificación de los cantones del país según la magnitud de la tasa
de robo y hurto. 2000 .................................................................. 325
Cuadro 8.1 Distribución porcentual del total de muertes por edad según causa
de muerte. 2001-2004 ................................................................. 370
Cuadro 8.2 Total de egresos hospitalarios por tipo de violencia según sexo.
1997-2003 ................................................................................... 374
Cuadro 8.3 Número de egresos hospitalarios por tipo de violencia según gru-
pos de edad. 1997-2003 ............................................................... 378
Cuadro 8.4 Estimación del gasto mínimo de los hogares en seguridad. 2003-
2004 (millones de colones por año) .............................................. 381
Cuadro 8.6 Estudiante vs. privado de libertad: inversión pública requerida. 2004 . 389
Cuadro 8.9 Actitudes ante esfuerzos comunitarios para combatir la delincuencia . 394
Cuadro 8.10 Grupos de capital social (promedios por grupo) ........................... 401
Cuadro 8.11 Distribución porcentual de los grupos de capital social según nive-
les de temor.................................................................................. 402
Cuadro 8.15 Población penitenciaria. 1979-2003 (total y tasa por 100.000 habi-
tantes) ...................................................................................................... 418
Índice de diagramas
Diagrama 2.1 Ámbitos de la seguridad humana y la seguridad ciudadana ............ 38
xxiii
PNUD
Índice de gráficos
Gráfico 4.1 Evolución de varias tasas de delitos en Costa Rica. 1985-2003 ...... 91
Gráfico 4.2 Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes en Costa Rica.
1970-2004 ............................................................................................ 96
Gráfico 4.3 Edad media de los miembros victimizados de los hogares, por tipo
de violencia ........................................................................................... 106
Gráfico 4.4 Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes según sexo.
1990-2004 (promedio móvil de tres años) ........................................ 119
Gráfico 4.5 Tasas de homicidio por 100.000 habitantes por grupos de edad.
1990-2004 (promedio móvil de tres años) ........................................ 121
Gráfico 4.6 Tasas de homicidio doloso para hombres por 100.000 habitantes
por grupos de edad. 1990-2004 (promedio móvil de tres años) ..... 122
Gráfico 4.7 Distribución porcentual por trienios del número de casos por ho-
micidio doloso en Costa Rica, según móvil o causa del evento.
1983-2003 ............................................................................................ 129
Gráfico 4.8 Distribución porcentual por trienios del número de casos por
homicidio doloso en Costa Rica, según método empleado. 1983-
2003 ...................................................................................................... 130
Gráfico 5.3 Percepción de inseguridad en el país y en el barrio donde vive ....... 174
Gráfico 6.2 Gasto en seguridad como porcentaje del gasto consolidado total
del sector público y como porcentaje del PIB. 1987-2002 ............. 193
Gráfico 6.4 Promedio de medidas tomadas por razones de seguridad según zo-
na y nivel socioeconómico .................................................................. 219
Gráfico 6.6 ¿Qué tanto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y
delincuencia en el país? (en porcentajes) ........................................... 227
Gráfico 6.7 ¿Qué tanto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y
delincuencia en el país? según nivel socioeconómico (en porcen-
tajes) ................................................................................................. 228
Gráfico 7.1 Valoración del nivel de seguridad que perciben las personas en el
barrio y en el país ................................................................................. 266
Gráfico 7.6 Tasa de homicidios (víctimas de homicidio por cada 100.000 ha-
bitantes). 1980-2003 ........................................................................... 301
xxv
PNUD
Gráfico 7.7 Tasa de robos y hurtos (casos entrados al OIJ) por cada 100.000
habitantes. 1980-2003 ........................................................................ 302
Gráfico 7.13 Tasa por 100.000 habitantes de las víctimas de homicidio doloso,
según método empleado (arma de fuego o arma blanca). 1990-
2004 ..................................................................................................... 316
Gráfico 7.14 Personas agredidas con armas de fuego y días de estancia hospitala-
ria debido a este tipo de agresión. 1997-2003 ................................. 317
Gráfico 8.2 Distribución porcentual de las defunciones, según sexo, por causas
de muerte. 2001-2004 ........................................................................ 368
Gráfico 8.5 Años de vida potencialmente perdidos por homicidio, según sexo.
1990-2003 ............................................................................................ 372
Gráfico 8.8 Tasa de egresos hospitalarios por violencia, según sexo. 1997-2003
(tasa por 100.000 habitantes) ............................................................. 376
Gráfico 8.9 Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual, según sexo.
1997-2003 (tasa por cada 100.000 habitantes) ................................ 377
xxvi
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.11 Tasa de egresos hospitalarios por violencia, según grupos de edad.
1997-2003 (tasas por cada 100.000 habitantes)............................... 379
Gráfico 8.12 Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual, según grupos de
edad. 1997-2003 (tasas por 100.000 habitantes) ............................. 380
Gráfico 8.13 Gasto público en asuntos de orden público y seguridad, por insti-
tuciones. 2003...................................................................................... 383
Gráfico 8.14 Gasto público en asuntos de orden público y seguridad, total y per
cápita. 1987-2003 ............................................................................... 384
Gráfico 8.15 Gasto público per cápita según funciones. 2002 (en colones) ........ 385
Gráfico 8.17 Niveles de confianza interpersonal según grupos de temor ............. 400
Índice de mapas
Mapa 4.1 Índice de seguridad cantonal. 2003 ................................................... 118
Mapa 7.1 Partes policiales bajo la categoría “Contra la Ley de Armas y Ex-
plosivos” en los que figura como motivo la portación ilegal o el
disparo de un arma de fuego. 2003.................................................... 319
xxvii
PNUD
Índice de recuadros
Recuadro 1.1 El concepto de seguridad humana ................................................ 31
Recuadro 3.1 Las cifras de homicidio doloso en Costa Rica ............................... 59
Recuadro 3.2 ¿Cómo miden las encuestas la victimización?................................ 61
Recuadro 3.3 Fuentes de información para el INDH-2005................................ 64
Recuadro 4.1 El suicidio en Costa Rica .............................................................. 98
Recuadro 4.2 Muertes por accidentes de tránsito en Costa Rica ......................... 101
Recuadro 4.3 Seguridad ciudadana del adulto mayor ......................................... 106
Recuadro 5.1 ¿A qué temen los niños y las niñas?............................................... 158
Recuadro 5.2 La brecha entre victimización y percepción: el caso de Escazú ...... 161
Recuadro 6.1 Fuerzas Policiales de Costa Rica.................................................... 188
Recuadro 6.2 Avances recientes en el Ministerio de Seguridad Pública ............... 199
Recuadro 6.3 Obstáculos al acceso a la justicia en el cantón central de Limón.... 209
Recuadro 6.4 Protección de las mujeres ............................................................. 214
Recuadro 7.1 La interacción de la violencia y la inseguridad con la desigualdad de
género ................................................................................................ 261
Recuadro 7.2 Seguridad y transporte público en la GAM .................................. 282
Recuadro 7.3 Crónica de una experiencia que inicia en la “Calle de la Amargura”.. 286
xxviii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Índice de comentarios
Desmontar el miedo. Leonardo Garnier .................................................................. 26
xxix
Presentación
la mirada atenta del desarrollo humano las drenaje de recursos que, en comunidades
repercusiones que sobre la libertad de las más seguras, se destinarían a usos social-
personas tienen el temor a la violencia y a mente productivos.
la inseguridad ciudadana, asunto que mo-
tiva, en buena parte, nuestra convocatoria La seguridad ciudadana ha devenido en
en esta ocasión particular. preocupación central para los y las costa-
rricenses. El origen de la extendida sen-
Ya en 1994 el PNUD había llamado la sación de inseguridad en el país tiene dos
atención sobre la trascendencia de la se- grandes vertientes: la primera es resultado
guridad en el ámbito de la generación de de la percepción, que se forma por la in-
oportunidades para las personas. En aque- teracción entre las noticias de la prensa, la
lla época, el intento por establecer la rela- imagen de las calles y los espacios públi-
ción entre seguridad y desarrollo humano cos de la comunidad donde se habita, las
se forjó a la luz de las nuevas necesidades narraciones de familiares y conocidos y, en
que imponía la finalización de la guerra general, de todo tipo de información que
fría. Hoy se nos plantea el reto de acer- pueda afectar el ánimo de las personas; la
carnos más a la vida y las necesidades co- segunda se origina en los hechos que efecti-
tidianas de la gente. Esta es una tarea por vamente constituyen delitos y que revelan,
hacer; es la tarea que el PNUD-Costa Rica en no pocas ocasiones, la insuficiencia de
se propuso impulsar a lo largo del 2004 y los mecanismos del Estado para tutelar el
el 2005. ejercicio de los derechos fundamentales de
la población.
Los problemas de (in)seguridad ciudadana
son percibidos por la población como fac- Las personas terminan modificando sus
tores determinantes en el deterioro de su conductas: se escoge vivir en un condo-
calidad de vida. Cuando, en ejercicio de minio, en vez de zonas abiertas; se coloca
su labor de informar, los medios de comu- alambre navaja en lo que antes fueron jar-
nicación traen la noticia de un accidente dines abiertos; en el tiempo libre, se lleva a
con armas de fuego en una escuela, o de la las niñas y los niños a un centro comercial,
muerte de una mujer a manos de su com- en lugar de la vieja costumbre de caminar
pañero, no es posible dejar de experimen- por las avenidas, visitar los parques o dis-
tar una sensación de vulnerabilidad ante la frutar los espacios públicos. Todo esto lle-
violencia y la irracionalidad. ga a ser un problema muy complejo, con
un gran potencial para alimentar discursos
El miedo a ser víctima de una agresión trae demagógicos, prestos a abogar por pseudo-
consecuencias muy graves para el desarro- soluciones represivas y xenófobas.
llo, pues lesiona el ejercicio de derechos
esenciales como la libertad de tránsito, la Sin embargo, lo anterior no debe invocar-
libertad de trabajar, de realizar actos de se como excusa para no abordar de frente
comercio, de reunirse con cualquiera en el problema, tal como lo está exigiendo la
cualquier lugar, sin temer por la seguridad población de Costa Rica. Es por eso que el
personal. Erosiona el tejido social e inclu- PNUD promovió una profunda discusión
so la tolerancia hacia los demás, sin la cual nacional para asumir el desafío de crear co-
una vida cívica robusta es imposible. El munidades más seguras.
costo público y privado de la inseguridad
puede representar, asimismo, un verda- El Informe Nacional de Desarrollo Humano:
dero gravamen económico y un inmenso “Venciendo el temor: inseguridad ciudadana
2
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
3
Introducción
Durante los primeros pasos del proceso se Cabe indicar que tanto los resultados de la
contó con el acompañamiento del Comi- ENSCR-04 como los de los grupos focales
té Asesor del proyecto “Informe Nacional fueron aprovechados para la elaboración de
de Desarrollo Humano/Red Nacional de las investigaciones temáticas y cantonales.
Desarrollo Humano”, el cual se involucró Sin embargo, estas no necesariamente se li-
en la selección del tema para el informe y mitaron a utilizar los insumos mencionados,
se constituyó como núcleo fundador de la sino que además echaron mano de diversas
Red Nacional de Desarrollo Humano. Más fuentes de información y sus propias técni-
adelante aportó valiosas recomendaciones cas de indagación. Al menos seis documen-
y consejos sobre el marco conceptual de tos se realizaron con base en los hallazgos
este trabajo y la forma de abordar el tema de grupos focales independientes, mientras
escogido, así como sobre el establecimiento que para dos de las investigaciones cantona-
y las características que tendría la red. les se aplicaron encuestas propias, diseñadas
para estudiar fenómenos específicos.
Marco conceptual y definición de la
metodología de investigación A lo largo de la etapa de investigación se
llevaron a cabo seis seminarios-taller para
Por medio de jornadas de reflexión, talle- la discusión de las propuestas preliminares,
res y seminarios de discusión con especia- los resultados de la encuesta y de los grupos
listas en seguridad ciudadana, se pusieron focales, así como para la validación final de
a prueba todos los insumos que sirvieron los insumos y los productos iniciales del
como base para la elaboración de este do- proceso de investigación.
cumento. El planteamiento conceptual
que animó el proceso de investigación fue Otro material usado en el INDH 2005
presentado y enriquecido en febrero de son las historias de vida. Estas fueron ela-
2004, durante el seminario-taller “Ven- boradas en un momento posterior, en for-
ciendo el temor: (in)seguridad ciudadana ma paralela a la sistematización final de
y desarrollo humano en Costa Rica”, en los resultados de la investigación. También
el que participaron miembros del Comi- fue necesario comisionar dos documentos
té Asesor, personas expertas en el tema y temáticos adicionales: uno sobre el consu-
representantes de organizaciones socia- mo de drogas lícitas e ilícitas y otro sobre
les. La propuesta se sometió a discusión las dinámicas de urbanización en el país;
por última vez al constituirse el Equipo en ambos casos los aportes estuvieron di-
Técnico del informe, integrado por die- rigidos a explorar los vínculos entre esos
cinueve investigadores e investigadoras a fenómenos y la (in)seguridad ciudadana.
7
PNUD
Equipo Coordinador
INDH 2005/ RNDH
Diciembre de 2005
9
Fotografía: Marcela Alarcón
PRIMERA PARTE
¿Es posible estudiar la seguridad ciudadana
desde el desarrollo humano?
Historia de vida
Mauren
Yo soy de un lugar llamado Los Ángeles de todo el mundo le decía Inés: Inés para aquí,
Hojancha, ahí por Nicoya. Mi vida de niña Inés para allá... Él era de por ahí de Los
fue de mucha pobreza. Mi papá toda la Ángeles. Siempre escuché que tenía algo de
vida trabajó en el campo, casi nunca traba- indio, porque era pequeñito, de pelito muy
jó “ganando el salario”, como dicen. Toda lacio, muy moreno, y todo el mundo decía
la vida sembró arroz, maíz, frijoles, yuca. que traía sangre india. Él nos daba permiso
de que sembráramos todo lo que quisiéra-
Trabajé con mi papá la mayoría del tiempo mos para la casa. En la finca tenía ganado
hasta que tenía catorce años. Me fascinaba; y nos decía a nosotros, si ustedes quieren
ahí andaba yo con mi papá chapeando con leche, vayan y agarren el ternero, ordeñan
machete, sembrando maíz, aporreando y hacen cuajadas y hacen queso, toman le-
frijoles, tapiscando maíz... Todo lo que se che. A veces mi abuelita decía, chiquillos,
llama agricultura. agarren los terneros; mañana ordeñamos y
les doy leche.
Me encanta el campo; la casa no me gusta
para nada... Había que ir al río a traer el Somos doce hermanos: seis mujeres y seis
agua y no me gustaba la cocina. Todavía varones. Yo soy la mayor; mi mamá tuvo
ahora no me gusta para nada; si me meto trece hijos, porque después de mí nació
es para hacer cosas muy ricas y tener todo otro varón que murió como de un año...
a mano, pero para hacer sancocho, no me Creo que también tuvo dos pérdidas. Des-
gusta la cocina. pués vino toda la otra cosecha. A todos mis
hermanos mamá los tuvo en la casa, sola,
Mi abuelo, el papá de mi papá, tenía una sin partera. A veces quien le iba a cortar
finca grande, como de setenta hectáreas, no el cordón a los chiquitos era la abuelita,
sé exactamente de cuánto, pero muy gran- la mamá de mi papá. Otras veces llegaba
de. No recuerdo cómo se llamaba él pero la abuelita diciendo: voy a ir a traer una
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
medicina casera para que apure el parto, ponía a lavar trastes y hacer los quehaceres
pero ya el chiquito había nacido y estaba de la casa. Yo me quedaba pasmada al ver
en la cama... Y yo le decía a mi abuela: que así, en un instante, se había mejorado
cómo, abuelita, que usted va a ir, si ya el y al bebé recién nacido en la cama.
chiquito esta ahí, ya yo lo fui a traer allá
al monte... Mis abuelos vivían como a quinientas varas
de donde nosotros, y mamá me decía, vaya
Porque mamá paría en el monte, en los llame a su abuela; dígale que venga... Y ya
guindos. Ella se apartaba, se ponía como iba yo en carrera y me decía ella, ¿por qué?
furiosa y, a veces, cuando los partos eran ¿Ya están los dolores? Y yo le decía, no sé,
de día, más furiosa se ponía, porque como yo creo que ya el bebé está ahí en la cama,
había tantos chiquillos, entonces ella me porque ya no le veo panza. El hospital más
decía, Mauren, cuide a esos mocosos... Yo cerca era el de Nicoya. Para llegar en bus te-
le preguntaba a dónde iba, y me decía: voy nía que viajar más de una hora y mi mamá,
a ir por ahí. cuando decía que se iba a mejorar, ¡era que
se iba a mejorar!
Al hermano menor de los varones, que es
el que más ha trabajado y ha ahorrado y Muchos años después, cuando vivíamos en
tiene más platilla, yo lo molesto a veces y Cañas y mi hijo menor iba a nacer, mamá
le digo: oh, bandido chiquillo más pinche, me llegó a partiar: yo te vengo a atender
mejor hubiera dejado que se lo comieran el parto, porque en qué momento te vas a
los perros... Porque en la casa siempre ha- ir a Liberia, mejor quédate aquí, vas a pa-
bía perros. Ese chiquillo nació como a las sar una vergüenza ahí... ¡Solo usted sabe!,
tres de la tarde; entonces daba la trifulca le decía yo; a mí, me pase lo que me pase,
de que teníamos que hacer almuerzo, y ya pero yo no me quedo con usted, yo me voy
yo estaba grandecilla y tenía que ver qué le a mejorar no sé si en la ambulancia, pero
sancochaba a los chiquillos. Y en medio de con usted no me quedo... Y ella toda bra-
ese enredo a mí me extrañaba que mamá va: “¡Ah, haragana! ¿Para qué? Es un ratito,
hacía como una maleta de ropa y se iba. Yo uno lo pasa y no hay necesidad de ir al hos-
me preguntaba, qué se traerá mami entre pital...” Y a pesar de que yo sabía que ella
manos. A dos hermanos tuve que irlos a había tenido todos los hijos en la casa, no
traer al monte, y ella me llamaba y yo venía me quedé. La verdad nunca confié en mi
y traía el chiquito envuelto. Llegaba y me mamá para esto y, a veces, cuando nosotros
le quedaba viendo y decía: ¡Dios mío, este le decíamos algo, ella decía: ¿por qué no se
chiquito de dónde nació! Y ella solo me pe- tienen un hijo y me lo regalan? Es que eso
día que llevara el chiquito para la casa. no es nada... Y nosotros, ¡ay, mamá! Solo
usted sabe que no es nada...
En mi mente cabía que tenía que ser el bebé
de mi mamá, porque ya no le veía panza, Mi mamá es de la reserva indígena de Ma-
pero en ese tiempo a uno no le despertaba tambú, como a media hora a pie de Los
nada, y con ese cuento de que la cigüeña lo Ángeles. Ella me contaba que tenía un
trajo, yo me decía, la cigüeña lo trajo, pero papá muy quitadito a la manutención de
yo ya no le veo la panza a mi mamá. Me la casa: sí le gustaba hacer familia, pero no
traía al chiquito y lo acostaba en la cama, y le gustaba mantener. Entonces la que es-
ella venía atrás, como esas vaquillas detrás taba pendiente de buscar era mi abuelita.
de uno, y llegaba a la casa y de una vez se Recuerdo que llegaban mis tías a donde mi
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mamá, y como mi papá sembraba, le de- yo veía a ese muchacho, pero las ilusiones
cían mis tías, muy parecidas a mí en edad: eran mías, no de él. Después él se dio cuen-
dice mami que si tenés elotes que le con- ta de que a mí me gustaba, pero fue en el
sigás una docena. Y mi mamá me decía, tiempo que yo me vine a San José y empecé
vaya, Mauren, con las chiquillas, y les apea a trabajar.
una docena de elotes... Y con los elotes ya
ellas hacían las chorreadas o cocinaban el Tuve muy poco tiempo para jugar, pero
maíz. A diario llegaban las muchachas. cuando jugaba les decía a mis primas que
quería casarme y tener tres hijos. Desde
El mío fue un hogar sano. Aunque en ese pequeñita anhelaba casarme, y era aquel
tiempo papá tomaba con los hermanos de sueño con un vestido blanco. Yo oía que
él, pienso que gracias a Dios tenemos una las mujeres se casaban con vestido blanco
familia muy sana. Mi papá nunca fumó, y yo decía que con una cola bien larga me
solo le gustaba el traguillo, y la mayoría de iba a casar, y cuado me casé eso fue lo que
mis hermanos se echaban sus traguillos o único que pedí: la cola bien larga. Eso es lo
sus cervecitas de vez en cuando, pero así único en que recuerdo que me hayan com-
como decir que tengo un hermano alcohó- placido.
lico, no... A veces me considero más alco-
hólica yo, porque a veces voy a traerme una A veces mi papá se iba a las zonas bananeras
cervecilla para tenerla ahí en la refri. A ve- a trabajar; se puede decir que nosotros nos
ces me dice la chiquilla menor mía, mami criamos con mi abuelita. Él se venía por
qué calor hay, ¿por qué no me trae una temporadas para ver si llevaba plata. Yo me
cervecilla en una jarra con buen hielo...? quedaba con mi abuelito y mi papá traía
Porque viene uno asoleado de la trabajada un poquito de plata, pero mi abuelo siem-
que se dio. pre le decía a mi papá: no, definitivamente
usted ya no puede ir a buscar trabajo; usted
En la familia hubo muchas necesidades está lleno de hijos, y la que está sufrien-
porque pasábamos solo con lo que se sem- do es esta mujer con tantos hijos, pienso
braba en el campo. La escuela estaba como que usted ya no se puede ir más de aquí...
a media hora caminando de donde vivía- Y le dice mi papá, sí, yo creo que sí, que ya
mos; al principio iba con mis primos y des- yo tengo que parar de ir a buscar ingresos
pués con mis hermanos, pero la verdad es allá... Voy tener que dedicarme a trabajar
que cuando iba a la escuela, si no me falta- en lo que se pueda aquí, a criar maíz y a mis
ba una cosa me faltaba la otra. A veces una hijos, porque ya no puedo andar en eso.
veía cómo no ir a la escuela… ¿Con qué?,
no tengo zapatos, no tengo uniforme, no Mis abuelos habían tenido muchos hijos,
tengo lápices. Había que ir a la escuela con pero no sé por qué motivo no se habían
aquella hambre, con aquella necesidad... matrimoniado. Y cuando estaban ya mayo-
Y ya decía uno: vamos a irnos al palo de res, cuando ya habían tenido toda la cose-
mango, a los palos de jocote, a aquella cer- cha, opinaron casarse. Después de casados
ca... Y se le olvidaba la escuela. Yo calculo tuvieron una pareja; entonces la mayoría
que si llegué a segundo grado fue mucho. de los hijos no eran hijos legítimos.
En la escuela había un chico que a mí me
llamaba la atención. Yo le decía a mi mamá Mi abuelito tuvo un accidente, cayó de
que me dejara ir a misa en Hojancha como un toro, el animal lo pateó y él murió de
un pretexto; me encantaba ir a misa porque un día para otro sin dejar nada arreglado.
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Simplemente le había dicho a todos los los otros como que los despreciaban; pero
muchachos, eso es suyo y esa es su parte; como necesitaban el trabajo, ellos se hacían
hagan su sitio ahí. Cuando él murió, así, de fuertes al corte del bambú.
un pronto a otro, la pareja estaba pequeñi-
ta, entonces se vinieron los pleitos y pro- En el Valle no trabajé mucho tiempo por-
blemas; no tenían nada en serio, no quedó que perdía uno la comunicación con la
nada con un abogado, y quedaron ellos a la familia. Todavía ahora a mis hermanos se
intemperie. La mayoría de los hijos tuvie- les hace fácil comunicarse conmigo, se co-
ron que dejar la finca y buscar vida donde munican al trabajo, al celular de mi hija,
Dios les ayudara. a la casa en la noche. Pero yo con ellos no
me puedo comunicar, solo que les diga que
En la finca siempre había qué hacer porque suban a tal hora a tal lado con el celular
yo trabajaba con mi papá, pero entonces ya a donde les entra la llamada, porque hay
uno buscaba la plata. Yo siempre busqué la un cerro, donde hay unos tanques de agua,
plata para tratar de ayudarlos, casi todo el que en cualquier momento que usted esté
tiempo he dado la plata que me gano a la ahí le entra la llamada, pero si está en otro
casa. Cuando trabajaba en el Valle manda- punto solo mensaje de texto entra.
ba la plata; después, cuando trabajé en San
José, también. Me volví del Valle porque a mi mamá le
hacían llegar muchos cuentos de que yo
Me fui al Valle de la Estrella como de andaba en bailes. Yo le decía a mami, aquí
quince años; ahí trabajé en varias plantas estoy bien, no traigo panza, porque a ella le
empacadoras de banano con permiso del hacían saber que yo solo diabluras. Enton-
Patronato. Esa primera vez que trabajé en ces mi mamá sufría y a mí me llegaban los
el Valle viví con varia gente; estuve don- rumores de que ella estaba sufriendo. Yo
de unos que vivían metidos en la montaña les digo a mis hijas que la madre tiene que
y se me hacía muy difícil trasladarme a la estar encima, porque llega una etapa en la
empacadora. Entonces me fui donde una que uno no piensa mucho, pero le doy gra-
tía que me dio hospedaje y vivía en Fin- cias a Dios de que en mi adolescencia fui
ca Nueve, y de ahí me trasladaba a la Dos, muy tranquila. Algunas muchachas viven
que era donde estaba la empacadora y me como en una locura; mis hijas, gracias a
quedaba cerca. Dios, siento que su adolescencia ya la pasa-
ron. Mi hija María ha sido más rebelde, no
Después mis hermanos también se vinie- ha sido una muchacha de bailes, pero se va
ron para el Valle, porque aquí había más con las amigas a tomarse unas cervezas. A
fuentes de trabajo para los muchachos. veces yo le digo, está bien, puede traer a sus
Allá en el Valle los que más llegaban eran amigas, y si es que se avergüenzan de mí,
guanacastecos. A los que ponían a cortar yo me encierro en mi casa... Pienso que es
bambú eran salvadoreños. Había muchos mejor que hagan los ridículos en la casa y
en ese tiempo; dicen que ahora hay pocos, no en la calle.
que ahora solo guanacastecos. A los salva-
doreños los llevaban como en una carreta, Del Valle regresé a Guanacaste por poco
y en esa carreta los dispersaban por donde tiempo; ya había hecho platita. Mi mamá
estaba el bambú. Era muy duro cortar esas es muy fanática de moler y hacer tortillas, y
matas y a los guanacastecos no los ponían a si le hacía falta la máquina de moler maíz,
cortar, yo creo que por ser del país, pero a yo iba a Hojancha y le traía la máquina, y
15
ya quedaba ella feliz porque yo le traía la tía de mi misma edad (como mi hija Ma-
máquina de moler maíz, le traía unos cuan- ría, que tiene una tía menor que ella), y
tos platos, unos cuantos vasos. Mi papá era entonces me saluda, cómo está. Y le digo,
el marido de la casa para sembrar, pero ese ay tía, vieras, tengo como un mes de es-
señor no se acordaba de que hacían falta tar trabajando para una familia, pero hay
trastes, yo iba y compraba y él me decía: mucho trabajo, el trabajo no me importa,
“Ay, muchacha, ya fuiste a comprar esas co- pero la verdad que no me tratan bien, no
sas; si esas cosas no hacen falta”. Dice usted me dejan comer ni en la mesa de la cocina.
que no hacen falta, pero sí hacen falta, le Y esa tía trabajaba con unos israelitas, y me
contestaba yo. dice ¡cómo! Mauren usted no puede seguir
trabajando ahí, deme su teléfono de don-
Yo le decía a mi mamá que ella necesitaba de trabaja, yo le consigo otro, porque creo
plata, y por eso, como a los dieciséis o die- que una amiga de mi patrona necesita una
cisiete años, me vine a trabajar a San José. empleada. Y yo le decía, no tía, a mí me
Siempre trabajé en casas. El primer empleo fusilan si usted me llama al trabajo, y me
me lo consiguió una prima que también dijo, ay no, cómo puede ser, déme su nú-
trabajaba como empleada. mero, y yo le decía, no, mejor nos vemos
aquí en el restaurante y hablamos, pero no
Empecé a trabajar en Rohrmoser de Pa- quiero que usted me busque problemas en
vas, cerca de un restaurante que se llama el trabajo, y me dijo, no, yo la llamo. Y
El Chicote. Era una familia con muchos claro, yo con aquel susto sabiendo que me
muchachos, mucha trabajada. Lavaba y iba a buscar un problema.
planchaba para cuatro muchachos y para el
señor y la señora. La señora era un ogro, ni Entonces me llama y me dice, Mauren ya
en la mesa de la cocina podía comer. Llo- le tengo el empleo. Para peores había dos
raba día y noche con ese trabajo. La seño- teléfonos en la casa, y entonces atiende mi
ra me decía, vaya, coma con el perro en el patrón en la sala, y mi tía empezó a decir,
cuarto de pilas, y yo le decía, ¿por qué no es que usted no puede aguantar que esos
puedo?, y me decía, no puede, y yo decía, viejos la traten así, y el señor escuchó pero
bueno..., por necesidad... no me dijo nada. Eso fue al medio día, y
me dijo mi tía: yo te voy a recoger con el
Limpiaba tres veces al día, se me llegaba la nuevo patrón en la tarde. Le dije a la señora
una de la mañana planchando y eran las que me iba, y ella me dijo pero ¿por qué?
cinco de la mañana y tenía que estar en Bueno, me dice, yo necesito registrarle la
pie viendo cómo le ayudaba a la señora. maleta, porque no sé quién es usted, y le
A veces me daba salidillas, y si yo no en- dije, señora, ahí está mi equipaje, vaya y lo
traba antes de las seis de la tarde, ya no revisa. Pues me revisó todo, ya se vino sa-
entraba. Tenía que llegar antes de la seis, tisfecha, y a lo último se volvió buena gen-
si no la señora no me abría la puerta. Un te y me dice, ¿te llamo un taxi? y le digo,
día me dicen unas amigas, vamos a bailar no, muchas gracias, por ahí está el nuevo
un rato ahí por Tres Ríos. Eran empleadas patrón esperándome. Y yo que salgo al ga-
de las amigas de la señora, y entonces me raje y estaba al frente de la casa, yo me ha-
invitaban y me decían, vamos temprano cía chiquitita viendo al nuevo patrón con
porque usted se tiene que ir temprano. Y mi tía ahí, y me metí al carro del patrón
da la casualidad de que veníamos en el bus asustada de todo lo que había sucedido, y
de Pavas y me encuentro a una tía, a una me llevaron a la casa.
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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Historia de vida
Rafael
Siempre soñé con tener un papá excelen- mantener una relación sentimental: uno
te, esa ha sido una fantasía mía de toda la ve a una mujer nada más para el sexo, y
vida. Cuando yo veía a otros carajillos -tal punto. Eso me ha perjudicado mucho en
vez en el Parque de la Paz o en La Sabana- mi vida... Permitir que una dama me grite
jugando bola con el papá o con la mamá, o me diga algo, eso me provoca mucha có-
a veces me quedaba viendo y decía ¡puta! lera, tal vez me recuerda a mi mamá.
¿Por qué yo no tuve derecho a tener a al-
guien que en realidad se preocupara por Desde pequeño supe dónde vivía mi papá,
mí de corazón? Porque las pocas personas pero nunca me dio por ir a verlo, hasta esa
que se me acercaban no podían acercarse vez cuando tenía como catorce años, que
mucho por el asunto institucional, porque sentí como un anhelo. Me había escapado
es prohibido encariñarse con las personas... del Luis Felipe con dos hermanillos -mis
Y saber que uno no, que eran mis amigos hermanillos de la calle-, y teníamos como
los que siempre andábamos, como dicen, día y medio de andar por esos montes,
haciendo maldades. con hambre. Entonces se me ocurrió pasar
donde él a pedirle plata. Yo iba con ilusión
Siempre soñé con llegar a tener un papá, porque pensé que me iba a ayudar, que me
siempre soñaba con eso. No tanto una iba a apoyar.
mamá pero sí un papá, porque hacia la par-
te femenina tengo como una desconfianza, Cuando llegamos a la casa, él no estaba.
me ha sido difícil mantener una relación Me abrió la puerta una muchacha como
sentimental, me ha costado... En lo sexual de quince años, con un vestido escarcha-
todo es normal, pero en la parte sentimental do, y me dijo: ¡Ah, usted es mi hermano!
me es difícil distinguir qué es verdad o qué Me dio un beso en la mejilla y dijo que
es mentira; pienso que nada más me están habían oído hablar de mí. Después salió
utilizando... Por lo mismo me ha costado otra hermana y nos dieron de comer, pero
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
sobre todo esa hija fue muy especial. A mis pero más bien fue una persona que la mal-
hermanillos también los trató con esmero, trató, la humilló mucho. Cuando él se dio
como personas. cuenta que estaba embarazada de mí, le
pegó una paliza para que me abortara, de
A los días volví para conocer a mi papá y eso me di cuenta más grandecillo.
me topé a un idiota, un tipo machista, pre-
potente, para el que ser hombre es tener Mi mamá trabajaba en casas; trabajó mu-
hijos por todos lados. Él fue comandante cho en casas pero descuidó mucho el seno
de la policía. Por parte de él son más de familiar... Hasta donde sé, ella se crió en
veinte, pero todos mis hermanos lo adoran. Guanacaste. Se le murió la mamá cuando
También me di cuenta de que la muchacha era pequeñita, como diez, once años....
que nos recibió la primera vez era una de Eran gente de campo. El papá de ella era
las hijas favoritas de él. Cuando supo que ingeniero, y cuando murió la mamá, él
yo era de la calle, mi papá dijo que jamás se la trajo para San José. Así fue como mi
un hijo suyo podía ser así... Yo pienso que mamá se crió en una buena familia, en un
también era responsabilidad de él velar nivel social alto... Tengo un tío abogado y
porque yo fuera un hombre de bien, no también hay ingenieros, pero ella no sabe
solo de mi mamá, pero él se lo achacó todo leer ni escribir. Parece que cuando se vino
a mi mamá y dijo que ella era pura mierda. para San José, se encariñó con la señora de
Después me dijo que no sabía si de verdad la casa y no le interesó estudiar. Además ya
yo era hijo suyo, y a los otros hijos les dijo estaba muy grande. Después ella tomó la
que no se juntaran conmigo porque yo era decisión de irse y tuvo una, dos, tres hijas...
un bicho raro y podía meterlos en drogas. A mi hermana mayor mamá la tuvo muy
Me hizo echado de la casa, me trató como joven, como de catorce o quince años.
una basura.
Como hasta los seis o siete años vivimos en
A los días volví a ver a la muchacha, a la hija un rancho en Barrio Cuba. Ahí el agua pa-
favorita de él. Donde me veía, ella siempre saba en medio de la casa, nos alumbrába-
me saludaba. Yo estaba drogado y con tra- mos con candelas... Yo era muy apegado a
gos y entonces se me ocurrió desquitarme mi mamá, la quería mucho. Mamá llegaba
de ese viejo hijueputa, y fue cuando pen- siempre muy tarde, como a las ocho o nue-
sé en abusarla sexualmente y ojalá dejarla ve de la noche. A nosotros nos cuidaban
embarazada para que él tuviera algo de qué mis hermanas. Éramos muy pobres pero
hablar, pero después me dije: n´hombre, aun así había un poco de unión.
ella es tan buena gente; ella es un persona
muy especial conmigo... De todos los hijos Cuando tenía como seis o siete años, ya mi
de ese señor, ella fue la más especial. Y pen- hermana mayor andaba metida en drogas,
sar en eso más bien me ayudó a sacarme esa sobre todo en cemento. Ella se había casa-
idea de la cabeza. do muy joven, como de dieciséis años, pero
el chavalo le pegaba, la maltrataba. A veces
En casa soy el número siete; para arriba llegaba a la casa toda golpeada. Se metió en
son todas mujeres. El papá de mis herma- drogas muy joven y tuvo a mis dos sobrinas
nas mayores se mató en un accidente, pero y se las dejó a mi mamá. De mis hermanas
mamá sí vivió con él. La hermana que me ninguna es estudiada, las educaron para te-
sigue también es de mi papá. Tal vez mamá ner hijos y punto. Ser una buena madre es
se ilusionó, pensó que él le iba a ayudar, tener hijos y mantenerlos, pero nunca las
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incitaron: “¡Estudien, supérense...!” Eso es tanto de la situación: qué necesitaba uno;
algo muy lejano. No existen metas a largo no había tiempo como para hacerle un
plazo. Así que lo que hicieron más gran- cariño, un beso o preguntar cómo estás,
des fue juntarse, irse con otros chavalos, cómo te ha ido. Ella era solo trabajo y mi
ya obstinadas de tanto problema. responsabilidad era cuidar a mis herma-
nos y hacer los quehaceres de la casa.
En la casa éramos demasiados y mamá ya
no tenía tiempo para ver al chiquito mi- Una madre que trabaja todo el día tiene
mado. Y como yo era tan guindado, me que llegar en la noche a ver a sus hijos
decía que no la molestara: ¡Quítese, por agotada; de feria tiene que servir como
favor! ¡Puta, estoy cansada! Entonces mi mujer en la cama, tiene que ser madre.
mamá ya era una persona más agresiva; Todo eso es estresante, no queda espacio
no dormía, llegaba cansada de trabajar y para que cumpla su rol de madre. A veces
además tenía que ver por mis dos sobri- yo deseaba que no llegara la noche para
nas bebés. no ver a mi mamá y que me golpeara y
me gritara, deseaba que no llegara el vier-
Después mi mamá se enamoró de mi pa- nes para no ver a mi padrastro tomado
drastro, y él empezó a llegar por la casa. pegándole a mi mamá, y tal vez al día
Con él tuvo primero un hijo y después siguiente verla cuando se levantaba toda
otro, pero no vivían juntos. Me acuerdo moreteada.
que tuvo varias pérdidas en la casa. Cada
vez que la veía embarazada yo arrugaba Cuando empecé a ver que mi mamá se in-
la cara porque sabía que como era el va- clinaba más por los hijos de mi padrastro,
roncillo, a mí me tocaba, tenía que ver que ella los andaba enseñando como gran
la casa. cosa -que son hijos de mi padrastro, que
la familia de mi padrastro-, yo empecé a
Cuando mi padrastro llegaba tomado y comportarme diferente, a agarrarle odio a
mi mamá no estaba, se aprovechaba para mi mamá. Ella los prefería a ellos más que
pegarnos. También intentaba manosear a a mí, y yo empecé a pensar de otra mane-
mis hermanas y yo tenía que cuidarlas. En ra sexualmente, yo ya estaba más despier-
las noches yo no dormía porque el mae se to que los otros y empecé a desconfiar de
levantaba, y yo estaba así como alerta, y mi mamá.
cuando mis hermanas se iban a bañar me
pedían que les cuidara la puerta. Nos de- Ahí fue cuando yo empecé a buscar cari-
cía que nosotros éramos unos muertos de ño, amor...
hambre y siempre había un favoritismo
con los hijos de él... Esta es la hora que A Barrio Cuba llegaba un tío mío que era
nunca nos hemos hablado porque yo le abogado, supuestamente a ayudarnos. Era
agarré odio. una persona que al principio se mostró muy
bueno conmigo; él llegaba y le daba plata
A mi mamá casi nunca la veía, y cuando a mi mamá, le ayudaba... A él le deposi-
la veía era gritándome, o cuando mi pa- té toda mi confianza, porque mi mamá
drastro le pegaba y la maltrataba. Ahí fue nunca me escuchaba, nunca se sentó a ha-
donde yo empecé a irme para la calle por blar conmigo: era solo obligaciones: que
lo mismo, porque mi mamá nunca esta- se debe aquí, que se debe allá, que hay
ba, ella siempre trabajaba, nunca estaba al que pagar esto, lo otro, que la comida,
20
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
que no hay comida, que tantos chiqui- a agarrarles miedo a los hombres adultos.
tos... Y aguantarse a mi padrastro tomado Hasta ahora, ya grande, pude usar pantalo-
los viernes y los sábados, cuando le pega- neta, porque él me tocaba mucho las pier-
ba. Entonces tal vez recurrí a ese señor nas y me mordía las piernas. Entonces me
como un medio de protección, y empecé daba miedo que me vieran; me quedó en la
a guindármele como a un padre. cabeza que si me veían en pantaloneta tal
vez se iban a dar cuenta.
Cuando él llegaba yo salía corriendo a reci-
birlo. Y él aprovechó eso para abusar, para Eso pasó desde que yo tenía siete hasta los
seguir abusando cuantas veces fuera nece- diez años. A veces mi mamá me preguntaba
sario. Me daba besos en la boca, así, con si él me había hecho algo, y yo siempre le
lengua, y me decía que era una manera de decía que no, porque no quería que ella se
darme cariño como un padre. Y las veces diera cuenta para que no se burlara. ¿Qué
que quería llegaba y se aprovechaba de mí. le iba a decir yo a mi mamá, si ella se iba
Y como él decía que esa era una manera a trabajar en la pura madrugada y llegaba
de demostrarle el amor de un padre a un tarde en la noche? Y más bien cuando lle-
hijo, además de sentirme flagelado, tenía gaba eran solo gritos y broncas, y casi todos
que darle gracias por lo que hacía. los días me pegaba, y ¿por qué hizo masa
el arroz? Tenía una responsabilidad muy
Él llegaba en el carro cada quince días o grande que eran mis hermanos. ¿Cómo iba
así, cuando no estaba mi mamá, y me de- a contarle algo de eso? Jamás de los jama-
cía que le fuéramos a traer un diario. Y yo ses. Tal vez ella más o menos se dio cuenta,
no quería ir -porque yo no quería ir-, pero pero yo nunca le dije nada.
como nosotros éramos tan pobres entonces
yo iba, y él se aprovechaba de la situación. Llegaba ese infeliz un sábado y le pregunta-
Entonces me llevaba ahí donde me tenía ba a mi mamá si podía llevarme, y entonces
que llevar y hacía conmigo lo que qui- le daba plata y uno veía todo eso y sabía
siera, y me decía que era una manera de que la otra persona se aprovechaba de la si-
demostrarme cariño, lo bueno que había tuación. ¿Cómo podía uno llegar a sentirse
sido conmigo: “Vea cómo yo le ayudo a su como ser humano? Y todo el tiempo esas
mamá; si usted dice algo, entonces yo le broncas y esos problemas...
dejo de ayudar a ella...”
En las noches en que mi mamá peleaba
A mí me provocaba ira, cólera, que él hi- con mi padrastro, ella le decía que lo iba
ciera esas cosas. Yo no dormía mucho en la a dejar y yo le pedía a Diosito que fuera
noche, sudaba de los nervios. Cada vez que cierto, que se fuera y que nunca más re-
llegaba y hacía lo que hacía, en la noche gresara. O como éramos tantos en la casa,
yo no podía llorar porque ¿a quién iba a a veces llegaba mi tío y le decía que me iba
decirle yo? Entonces me metía en la cobija a llevar para donde él para que me que-
y me ponía a llorar ahí por dentro, para dara allá durmiendo, pero lo menos que
que no se dieran cuenta mis hermanos, y me quedaba era en la casa, sino que me
como vivíamos en una casa chiquitica, cos- llevaba donde un mae y con otro chavalo
taba mucho que hubiera privacidad para hacían cosas que no tenían que hacer. Era
cualquier cosa. Cada vez que mi tío llegaba como para salir corriendo y nunca más re-
y hacía esas cosas, yo pasaba dos, tres días gresar a la casa, olvidarse de todo, de todo
en que no dormía bien. Entonces empecé el mundo...
21
Después, cuando uno se da cuenta de que culpo, tal vez por su ignorancia, porque era
uno está siendo utilizado, empieza a culpar- una persona que no tenía estudio de nada,
la a ella porque me descuidó, porque no se no sabe leer ni escribir. Ahora la compren-
preocupó por mí, me dejó a un lado. A ella do un poco, pero no puedo decir que le
no le interesó que a mí me pasaran esas co- tengo amor.
sas, entonces ahí se fue rompiendo ese lazo
de amor; yo empecé a comportarme muy Empecé a volverme muy agresivo, muy vio-
agresivo. Esta es la hora en que no sé lo que lento. Era una manera de reaccionar. Yo me
es darle ni un beso a ella, no me nace... obstinaba porque cada vez que estaba en
la casa era para cuidar carajillos, para estar
Estas son cosas que ahora puedo expresar, viendo y cuidando hermanos, aguantando
pero conozco a muchas personas que nun- un padrastro violento, aguantando que mi
ca lo van a decir porque sienten un odio mamá fuera agresiva con nosotros... Fue-
muy interno, porque le robaron a usted su ron cosas que me marcaron mucho.
infancia, su juventud... A veces me pongo
a pensar que yo dejé de ser niño desde que Como a los a los siete u ocho años ya era
me pasó lo que me pasó con ese tío. Ahí muy rebelde. Ahí en el barrio conocí a dos
dejé la inocencia en todo el sentido de la chavalillos que tenían problemas igual que
palabra, porque supe lo que fue sentir el yo. La primera vez que me escapé tenía
odio y supe lo que fue sentirme utilizado como nueve años. Me escapé con esos ami-
y callar. guillos del barrio. Actualmente están en La
Reforma. Entonces nos íbamos a dormir
Mi mamá tenía una amiga con la que se al cafetal; también me fui a vivir por un
cuidaban y se ayudaban una a la otra. Yo tiempo con una vecina, pero también tenía
iba con los hijos más grandes de ella al hijos problemáticos... Por cierto hay dos de
Mercado de Mayoreo, a recoger verduras, a ellos a los que quiero mucho, los veo como
pedir... No había malicia de nada. En más hermanos de crianza. Llegué al extremo de
de una ocasión yo me iba de la casa por que ya ni llegaba a dormir a esa casa, me
eso. En parte, culpaba a mi mamá porque iba a andar en la calle y dormía ahí.
ella nunca sacó tiempo para sentarse a ha-
blar conmigo, nunca sacó ni un ratito para Ahora, a estas alturas de la vida, puedo ex-
nada. Ella se preocupó de criarnos como presar un poquito de eso, pero en ese mo-
criar gallinas o chanchos; trabajaba duro, mento actuaba por instinto, no sentía tan-
pero nunca hubo para decir algo, para un to el odio porque era un niño. Pero cuando
besito de buenas noches, no, ella siempre empecé a adquirir conciencia fue cuando
llegaba cansada de trabajar. Como yo es- todo eso se me acumuló y empecé ya a ac-
taba entre los grandes, tenía que tenerle tuar con violencia, con odio.
todo listo... Ella llegaba, comía, pregunta-
ba: ¿qué, y eso es todo?, revisaba a los chi- Aún así soñaba con llegar a ser un hombre
quitillos, pero por uno nunca se preocupó, de bien y estudiar, se lo decía a mi mamá:
nunca pensó... cuando sea grande le voy a comprar una
casa... Cuando sea grande yo le voy a ayu-
Ella era una mujer sola y con diez en la dar... Pero ella tomó su decisión: se juntó
cola... Eso no es fácil. Antes le tenía mucho con mi padrastro por necesidad, porque él
odio, mucho rencor. Ahora tengo resenti- la ayudaba, porque era muy pobre y éra-
miento, claro que sí, aunque a veces no la mos muchos.
22
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Mi padrastro era horquetero en una finca A veces me daban de comer y a veces no...
en Desamparados, donde le daban casa. Hablaba pestes de mi mamá, me decía co-
Entonces él le ofreció a mi mamá que se sas de ella que eran mentiras, y cuando mi
fuera a vivir allá y ella me dejó abandonado mamá llegaba no me decía nada, se escon-
como un año donde la vecina, la amiga de día o le decía que no estaba. Al fin y al cabo,
ella, y no llegó más. me di cuenta de que más bien se aprovechó
de mi mamá, porque ella le mandaba plata
Ahí la señora se aprovechó de la situación para que se ayudara conmigo.
y me mandaba con los hijos de ella a pedir
pan, ropa y todo. Ella me explotó bastante. Continúa en la Segunda Parte.
23
PAGINA 24 BLANCA
¿Es posible estudiar la seguridad ciudadana
desde el desarrollo humano?
El debate sobre la seguridad ciudadana ha sido, en general, una provincia olvidada por las
discusiones contemporáneas sobre el desarrollo humano, y aun por el notable esfuerzo ac-
tual orientado a replantear el concepto de seguridad. A través del tiempo, los proponentes
de visiones equitativas y democráticas de desarrollo han evitado referirse a temas de seguri-
dad, los cuales han estado afectados siempre por connotaciones autoritarias.
Este informe parte del supuesto de que esta indiferencia es un error. Son precisamente las
inclinaciones autoritarias, que aparecen con frecuencia en las discusiones sobre la seguri-
dad ciudadana, las que señalan la urgencia de su consideración desde un punto de partida
democrático, comprometido con los derechos humanos y con el ejercicio de las libertades
de las personas. Las próximas páginas son, por ello, un intento por precisar el concepto
de seguridad ciudadana, situarlo como parte fundamental del debate sobre el desarrollo
humano y explicitar algunos presupuestos, conceptos y limitaciones para su adecuada in-
vestigación. Como fuente de temor y mutilación de libertades, la inseguridad ciudadana
es un obstáculo para el desarrollo humano. Como resultado de extendidos fenómenos de
violencia, es el lugar en el que se vierten múltiples formas de vulnerabilidad y limitaciones
para el desarrollo humano con las cuales conviven grandes sectores de nuestra población.
Empecemos, pues, por determinar cuáles son los conceptos primordiales que proveen un
marco teórico y una referencia normativa a este informe.
Desmontar el miedo
Leonardo Garnier *
Tener miedo. Miedo de los extraños. Y de los no tan extraños. Miedo de perder lo que
tenemos, de que nos lo quiten. Miedo. Tener miedo de que nos ofendan. De que nos hu-
millen. Miedo de salir... o de no poder salir. Miedo de que se metan a la casa cuando no
estamos. O cuando estamos. Miedo de estar afuera. Miedo de estar adentro. Tener miedo
de que nos asalten. De que, al asaltarnos, nos hagan daño. Miedo de que nos golpeen.
Miedo de que nos violen. Miedo de que nos maten. Miedo. Miedo de lo que nos pueden
hacer. De que nos lo vuelvan a hacer. Miedo de la amenaza. Miedo de que no nos crean.
De que les crean...
Eso nos hace la inseguridad: nos atemoriza -y con razón-. No es imaginario el aumento en
la violencia, en los robos, en los secuestros, en los tachonazos, en las violaciones. Es real y
se publicita más, se conoce más, se comenta más. Nos asustamos, entonces, por cualquier
cosa: porque alguien se acerca al carro si llevamos la ventana abierta; porque la hija está
sola en casa y no contesta el teléfono; o porque salió y es tarde y aún no regresa. Tampoco
es imaginaria esa violencia de puertas adentro, tantas veces mortal y siempre terrorífica:
¿qué más angustiante que dormir con el miedo al lado? Este año, en menos de seis meses,
veinte mujeres han sido asesinadas entre nosotros por quienes -es un decir- decían que-
rerlas. ¿Y las que no mueren pero viven con miedo al golpe, al grito, a la agresión? Nos
sentimos inseguros, vulnerables, como sabiendo que en cualquier momento podemos ser
una víctima más y... sin saber muy bien qué hacer para detener esta espiral de inseguridad,
miedo y violencia.
Entonces reaccionamos y buscamos protegernos de las dos formas más obvias e inmediatas
que nos vienen a la mente: castigando a los violentos -cárcel, palo, muerte- y haciéndoles
más difícil el trabajo -rejas, alambres, alarmas, guardas-... En dos palabras: represión y pro-
tección -disuasión- para frenar la violencia por miedo al castigo o, al menos, para hacer que
se metan a otra casa, se roben otro carro, ataquen otro blanco más vulnerable. Son salidas
probablemente indispensables pero... ¿suficientes?
Las causas de la violencia, de la amenaza, de la agresión y del despojo son muchas y di-
versas. Algunas vienen con nosotros; otras, las construimos como sin darnos cuenta... o
sin que nos importe; como si no supiéramos que, una vez acomodada entre nosotros, la
violencia es mucho más difícil de ahuyentar: se nutre a sí misma, se retroalimenta con el
miedo, se perpetúa y crece. Contra ella solo cabe un enfoque igualmente comprehensivo.
Necesitamos muchas cosas, empezando, por supuesto, por un aparato policial y judicial
eficaz, severo cuando corresponda, oportuno, transparente y justo que ponga coto a la
impunidad. También hace falta capacidad -individual, comunitaria y pública- para pro-
tegernos y disuadir a los violentos. Pero eso no basta. Si de verdad queremos volver a ser
una sociedad más segura, sin miedo, que pueda confiar en el otro, tenemos que hacer más,
mucho más.
26
Tenemos que ir erradicando, una por una, todas las causas erradicables de la violencia.
Reducir la pobreza, sí, pero sobre todo, revertir la desigualdad y frenar sus manifestaciones
ofensivas, porque son éticamente inaceptables y porque sabemos que generan resentimien-
to y violencia. Dotar a nuestros jóvenes de espacios y oportunidades para el estudio, para
el ocio y para el trabajo que los alejen de la desesperanza y el vacío y la tentación. Enfren-
tar el hacinamiento urbano, intolerable en sí mismo, que aumenta el estrés y revienta en
exabruptos de violencia doméstica o pública. Recuperar para la gente los espacios públi-
cos - parques, plazas, aceras- y no permitir que se conviertan en terreno de nadie donde
cualquier cosa puede ocurrir impunemente. Generar trabajos decentes... y no esos falsos
empleos con los que rellenamos las estadísticas, aunque sepamos que se trata de gente que
apenas subsiste camaroneando o vendiendo algún chunche por las calles, jóvenes o viejos
dependientes de la caridad -o lástima- ajena, lo que vulnera su autoestima y abre las puertas
a conductas que, si no justificables, son, al menos, entendibles.
En fin, tenemos que enfrentar las crecientes formas de exclusión que han ido minando
el “nosotros”, diluyendo nuestra identidad común, desdibujando y segmentando los de-
rechos, fomentando el extrañamiento, el menosprecio, el desprecio al otro... y el resenti-
miento del otro. Es obvio que ninguna de estas transformaciones, por sí misma, reduciría
rápidamente la violencia y la inseguridad que, hoy, nos tienen atemorizados. Siempre hará
falta la policía y la justicia penal. Pero es igualmente obvio que, sin estas medidas, no habrá
policía, no habrá cárcel, no habrá alarmas ni rejas ni tapias ni armas suficientes para que
podamos vivir tranquilos, seguros, sin miedo. ¿No es hora ya de ir desmontando el mie-
do... o vamos a dejar que nos consuma?
Como todos los informes del PNUD, el y la generalizada utilización del Índice de
presente tiene como presupuesto el para- Desarrollo Humano (IDH), la visión del
digma del desarrollo humano, un poderoso desarrollo propuesta por el PNUD se ha
referente teórico y normativo cuyas impli- convertido en mucho más que una nove-
caciones para el análisis de diversos temas dad. Ha demostrado, más bien, su riqueza
apenas comienzan a ser exploradas. Tal es para analizar múltiples problemas concre-
el caso de la seguridad ciudadana. Su estu- tos de la realidad de las comunidades hu-
dio desde la óptica del desarrollo humano manas. Sin ser rígido, este punto de partida
exige, inicialmente, precisar los contornos conceptual demanda, no obstante, una ele-
de este paradigma y su relación con otros mental precisión analítica, que es frecuen-
conceptos centrales en el debate contem- temente olvidada al calor de su extendida
poráneo sobre el desarrollo: seguridad hu- adopción como parte del vocabulario polí-
mana y derechos humanos. tico y normativo de nuestra época. Todos y
todas, particularmente en Costa Rica, nos
A. El paradigma del desarrollo hu- declaramos a favor del desarrollo humano.
mano Pero, ¿qué significa esto?
Desde 1990, a través de sus informes mun- En uno de sus trabajos más lúcidos, Amar-
diales, regionales y nacionales, el PNUD tya Sen, Premio Nobel de Economía en
ha instalado en el debate teórico y políti- 1998, y una de las mayores influencias in-
co internacional el concepto del desarrollo telectuales sobre el concepto de desarrollo
humano: una nueva forma de concebir los humano, advertía que “el desarrollo precisa
problemas del desarrollo y de evaluar los de la remoción de grandes fuentes de ausencia
esfuerzos de las sociedades para elevar sus de libertad: la pobreza tanto como la tira-
niveles de bienestar. Como lo atestigua la nía; las oportunidades económicas limitadas
extraordinaria difusión de estos informes tanto como la marginación social sistemática;
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
el deterioro de las facilidades públicas tanto y por parte de un ente externo, sino en un
como la intolerancia o la intromisión de esta- proceso construido por y desde las personas
dos represivos”.1 En efecto, lo que provee de y las comunidades, que deben ser protago-
originalidad y potencia ética al concepto nistas de la expansión de su propia libertad.
de desarrollo humano es su insistencia en Por ello, el desarrollo humano no se ago-
entenderlo como un proceso de expansión de ta en la simple implantación de políticas
las libertades efectivamente disfrutadas por públicas dirigidas a aumentar el bienestar
las personas. Esto marca una ostensible rup- de las personas -por importantes que tales
tura con las visiones tradicionales, fuerte- políticas puedan ser-, sino que también
mente orientadas al logro del crecimiento implica procedimientos que hagan posible
económico y al análisis de sus efectos sobre a las personas participar en la definición
los agregados sociales, antes que sobre las de las mismas y, en general, de su entorno
personas concretas. social. Si el desarrollo humano, para serlo,
debe traducirse en beneficios a ser disfru-
Frente a estas visiones, el concepto de desa- tados por individuos concretos, también
rrollo humano plantea el carácter estricta- debe ser labrado socialmente, a través de la
mente instrumental del crecimiento econó- acción colectiva. No sorprende, pues, que
mico y lo concibe como un medio para el una de sus preocupaciones más caras sea la
logro de objetivos de mayor trascendencia. de prevenir notorias desigualdades econó-
Si bien es imprescindible para el desarrollo, micas, que allí donde existen provocan la
el crecimiento debe ser administrado de proliferación de las fracturas sociales y el
manera que se traduzca en el mejoramiento deterioro de la fibra comunitaria y cívica
de las capacidades de las personas para ser que requieren las personas para ejercer y
y hacer aquello que consideran valioso. De expandir sus capacidades.
muy poco sirve el crecimiento económico
si no abre, para cada ser humano, mayores Otro de los padres del concepto, Mahbub ul
posibilidades de disfrutar de una vida lar- Haq, resumía así las proposiciones centrales
ga, saludable y plena. del paradigma del desarrollo humano2:
1
Sen (1999), p.3. A lo largo de todo el informe, las traducciones de citas directas de fuentes en otros idiomas han sido
realizadas por los redactores.
2
Haq (2003), p.19.
29
PNUD
30
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Recuadro 1.1
• Seguridad alimentaria: implica el acceso económico, físico y • Seguridad política: consiste en la posibilidad de disfrutar o
permanente a una alimentación básica, la cual posibilita el hacer uso de los derechos humanos básicos. Hace hincapié
cumplimiento de los requerimientos nutricionales diarios de en la ausencia de mecanismos de represión o persecución
todo ser humano. Este tipo de seguridad puede ser producto que puedan incidir en el disfrute de tales derechos.
La seguridad humana deviene, así, en el que las oportunidades por este provistas
resultado de la protección ante un haz de cuentan con una alta probabilidad de no
amenazas muy diversas, tan amplias como desaparecer súbitamente.
la propia búsqueda del desarrollo humano.
El informe de 1994 trazó la distinción en- En efecto, para quien vive bajo la sombra
tre ambos conceptos del siguiente modo: si de la represión política, de la precariedad la-
el desarrollo humano consiste en un proce- boral o de condiciones de inminente riesgo
so de ampliación de las opciones disfruta- ambiental, un proceso cierto de expansión
das por las personas, la seguridad humana de las opciones efectivamente disfrutadas
denota, más bien, la estabilidad con la que -por ejemplo si ha logrado sus niveles de
pueden ser efectivamente aprovechadas ta- ingreso o de educación o sus posibilidades
les opciones. Se convierte así en un atri- de ocio creativo- puede ser precario y vul-
buto del desarrollo humano: el de saber nerable a cambios mínimos en el entorno.
31
PNUD
Antes que en la expansión de las opciones acompañan a los individuos, hasta los de-
de las personas, la seguridad humana se rechos de titularidad colectiva que poseen
enfoca en las condiciones de vulnerabili- los pueblos- la que define una situación de
dad que rodean ese proceso. La noción de seguridad humana. Aún más, la referida
seguridad humana nos habla, pues, de con- tutela no es meramente un estado objetivo
diciones básicas y garantías mínimas para el de vigencia real de los valores y bienes pro-
desarrollo humano, de un núcleo vital que tegidos por los Derechos Humanos, sino
deber ser protegido para que la libertad pue- también un estado subjetivo de protección.
da florecer. Como lo ha advertido el propio A fin de cuentas, lo que permite a las perso-
Amartya Sen, la discusión sobre la seguri- nas vivir sin temor es la conciencia de que
dad humana no es sino la contracara leve- cuentan con garantías mínimas frente a la
mente sombría del optimismo que subyace vulnerabilidad y el riesgo. Una persona se-
en el concepto de desarrollo humano.3 gura es, ante todo, una persona que sabe
que sus derechos fundamentales no pue-
En este punto, el concepto de seguridad den ser fácilmente conculcados; una perso-
humana se liga a la doctrina de los Dere- na que sabe que su acceso a ciertos bienes
chos Humanos, otro de los referentes nor- esenciales está protegido y garantizado por
mativos fundamentales de nuestro tiempo. un entramado social. Una persona segura
Porque el amplio espectro de Derechos es la que no solo tiene sus derechos prote-
Humanos reconocido por múltiples ins- gidos, sino que, en caso de que sean ame-
trumentos internacionales no es más que nazados o atacados, está en condiciones de
una articulación de las más básicas aspi- activar mecanismos institucionales y socia-
raciones de la humanidad, una enumera- les para asegurar su preservación.
ción de los bienes que los seres humanos,
por sólidas razones, consideramos necesa- De ello cabe extraer un corolario funda-
rios para construir nuestro destino: desde mental: el logro de la seguridad humana y
la protección a la vida humana y la inte- la tutela de los Derechos Humanos, que le
gridad física, pasando por el acceso a un confieren contenido, requieren no solo de
trabajo digno y a servicios adecuados de estrategias de protección, con el fin de res-
salud y educación, hasta llegar al disfrute guardar a las personas de las amenazas que
de la paz y de un ambiente sano, solo para les acechan, sino también, de estrategias
mencionar algunos. Los Derechos Humanos de empoderamiento para permitir que ellas
constituyen un piso mínimo de prestaciones desarrollen su resistencia a condiciones
exigibles por cualquier persona, cuya tutela adversas y su capacidad para movilizar los
efectiva es condición sine qua non para la recursos de protección a su disposición.4
expansión de las capacidades humanas. En Como veremos más adelante, este punto
cuanto piso mínimo exigible, los Derechos es de especial importancia en la discusión
Humanos son, ante todo, una garantía de sobre la seguridad ciudadana.
seguridad para las personas.
¿Cuál es, en este marco conceptual, el lugar de
Es la tutela efectiva de los Derechos Hu- la seguridad ciudadana? ¿Qué entenderemos
manos -desde los cívicos y políticos que por seguridad ciudadana en este informe?
3
Comisión sobre Seguridad Humana (2003), pp.8-9.
4
Comisión sobre Seguridad Humana (2003), p.10.
32
Capítulo 2
El concepto de seguridad ciudadana
Tanto la delimitación del concepto, como nula su elaboración conceptual. Baste decir
la definición de sus relaciones con la segu- que no se tiene, hasta la fecha, un solo in-
ridad humana, son tareas cuya solución forme nacional, regional o global que trate
dista de ser evidente. Será por esto que la el tema de manera específica.
reflexión sobre la seguridad ciudadana ha
partido casi siempre de supuestos no ex- El Informe Global de 1994 incluía lo que
plicitados y conceptos sobreentendidos. A aquí habremos de considerar seguridad ciu-
ello no escapan las incursiones del PNUD dadana, dentro de la categoría de seguridad
en el tema, que, como veremos, son de li- personal la cual es, a su vez, una de las sie-
mitada utilidad teórica. te dimensiones del concepto de seguridad
humana. Sin excesiva reflexión teórica,
A. El PNUD y la seguridad ciudadana esta categoría, definida por los riesgos de
violencia física, agrupaba las amenazas del
El tema de la seguridad ciudadana no es crimen, la violencia doméstica, el abuso in-
nuevo para el PNUD. Su importancia pri- fantil, el suicidio, la guerra, la tortura, por
mordial en los niveles de bienestar de la po- parte de agentes estatales, y amenazas co-
blación en algunas regiones del mundo en lectivas, como la violencia étnica. El infor-
desarrollo lo ha hecho figurar en los deba- me, sin embargo, señalaba que, tratándose
tes sobre desarrollo y seguridad humanos. de la seguridad personal, el aumento de la
Su participación no ha sido, sin embargo, criminalidad y del tráfico de drogas eran
destacada. En el caso del propio PNUD temas prioritarios en el mundo entero.5
-cuyo acervo de informes de desarrollo
humano cubre una inmensa variedad de La discusión sería retomada hacia finales de
temas-, la investigación sobre la seguridad la década de 1990 en capítulos específicos de
ciudadana ha sido escasa y prácticamente algunos informes nacionales provenientes en
5
UNDP (1994).
PNUD
6
Una revisión somera de los Informes de PNUD que analizan en forma prominente o marginal los temas de inseguridad
ciudadana, criminalidad o violencia arroja los siguientes casos: Albania (2000); Bosnia y Herzegovina (1998); Bulgaria
(1998); Chile (1998); Colombia (1999 y 2003); Congo (2003); Estonia (1997); Georgia (1996); Guatemala (1998);
Kirguistán (2000); Lesoto (1998); Letonia (1995 y 2003); Lituania (1996, 1999 y 2000); Macedonia (2001); Moldavia
(1999 y 2000); Mozambique (1998); Rusia (2000); Sierra Leona (1998); Somalia (2001); Sudáfrica (2000); Tajikistán
(1996 y 1998); Territorios Palestinos (1997 y 2002); Uruguay (1999); Venezuela (1997 y (2001); Yugoslavia (1996).
34
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
7
UNDP (1994), p.30.
8
Fajnzylber, Lederman y Loaiza (1998).
9
Prillaman (2003), p.15.
36
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
10
Véase al respecto el Informe de la Comisión de la Seguridad Humana de las Naciones Unidas (2003), un valioso esfuerzo
analítico que, sin embargo, no ahonda en la consideración de los problemas de la seguridad ciudadana.
11
En el marco de la discusión sobre los Derechos Humanos, el concepto de “generación” ha sido criticado por su cuestio-
nable exactitud histórica y por debilitar una concepción integral de los Derechos Humanos. Sigue siendo, sin embargo,
un recurso útil para ilustrar diferencias analíticas entre distintos tipos de derechos, ciertamente vinculados entre sí. Es con
esa intención ilustrativa que se emplea aquí.
37
PNUD
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Diagrama 2.1
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12
Es importante notar que este informe no utiliza el término “ciudadanía” en su sentido restrictivo -limitado a los nacionales
de un determinado país, con pleno ejercicio de sus derechos políticos-, sino en un sentido amplio, como un conjunto de
derechos básicos que cubren a todos los habitantes de un territorio.
38
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
13
Las restantes respuestas hacen referencia a otros fenómenos como: falta de protección a la sociedad (10,1%), mucho robo
(8,7%), mucho delincuente (6,6%), falta de efectivos policiales (3,4%), tanto drogadicto (1,6%), pérdida de fe en las
autoridades (1,0%), otros (9,5%) y NS/NR (2,4%).
39
PNUD
Es evidente que estos últimos conceptos gieren los datos de la ENSCR-04, anterior-
-que atienden a comportamientos tipifi- mente citados, esta visión tradicional tiene
cados por la legislación penal- son parte un profundo arraigo en la ciudadanía.
ineludible y esencial de la inseguridad
ciudadana. Es eso lo que refleja este in- Reducir la inseguridad ciudadana a esas
forme, el cual analiza desde múltiples án- formas de criminalidad contribuye a invi-
gulos el fenómeno de la delictividad en el sibilizar la violencia y el despojo que tienen
país. Sin embargo, la equivalencia entre lugar en los espacios privados, así como la
inseguridad ciudadana y delictividad re- que se ejerce por medio de la intimidación
viste problemas agudos. En primer lugar, psicológica, que son, acaso, las modalida-
existen comportamientos delictivos no des que conspiran en forma más directa
violentos, como la corrupción adminis- contra la seguridad de las mujeres. Esto no
trativa, el soborno y los delitos de “cuello siempre resulta obvio para las propias víc-
blanco”, que no son habitualmente vin- timas. Como veremos luego, no deja de ser
culados a sensaciones de temor, amenaza revelador que muchas mujeres asocien sus
y vulnerabilidad, a pesar de que su efecto temores más intensos al uso de los espacios
nocivo sobre el desarrollo humano está públicos, en los que objetivamente sufren
fuera de toda duda. una victimización menor que otros grupos
de la población. Cabe asumir aquí la aguda
En segundo lugar, es crucial que el concep- advertencia de Amartya Sen, en el sentido
to de seguridad ciudadana abarque formas de que las preferencias reveladas por las
no criminalizadas de ejercicio de la violen- personas pueden ser una guía distorsiona-
cia y el despojo, los cuales, en muchos ca- da para entender sus intereses más básicos,
sos, crean una intensa sensación de vulne- si quien las revela se encuentra en una si-
rabilidad y desprotección del núcleo duro tuación de desventaja o subordinación,
de los derechos fundamentales en gran que condiciona la propia comprensión de
parte de la población. Basta pensar en cier- su bienestar.15 Es urgente, pues, ampliar
tas manifestaciones de violencia doméstica nuestra noción de seguridad ciudadana -y
y de violencia contra las mujeres que aún en algunos sentidos “feminizarla”- para que
esperan ser tipificadas en algunos países de incluya modalidades de conducta violenta
América Latina.14 no tipificadas penalmente, pero igualmen-
te generadoras de sensaciones de temor y
Esta aseveración conduce a un punto que vulnerabilidad.
aparecerá con frecuencia a lo largo de este
informe: es preciso abandonar la equiva- Pero tampoco nuestro concepto de segu-
lencia de la inseguridad ciudadana con ridad ciudadana es co-extensivo con el de
la delictividad de tipo patrimonial y con violencia. Su definición es un tema con-
aquella que acaece en los espacios públicos, troversial y complejo. Casi todas las defini-
modalidades de violencia que, como vere- ciones usualmente aceptadas hacen del uso
mos, afectan desproporcionadamente a la de la fuerza física para hacer daño el rasgo
población de sexo masculino. Como lo su- definitorio del concepto.16 Otras visiones,
14
Buvinic, Morrison y Shifter (1999), p. 6.
15
Sen (1990).
16
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe Global sobre la Violencia, la define como “el
uso intencional de la fuerza o el poder físico, real o amenazado, contra uno mismo, otra persona, o un grupo o comunidad,
que provoca o tiene una alta probabilidad de provocar lesiones, muerte, daño psicológico, desarrollo defectuoso o privaciones
materiales” (WHO [2002]).
40
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
muy extendidas, prefieren ampliarlo para sión no implica, en modo alguno, ausencia
que incluya la coacción psicológica o emo- de violencia.19 Por ejemplo, la presencia
cional, e incluso las privaciones materiales silenciosa de un arma basta para crear un
y las situaciones de desventaja simbólica.17 efecto de intimidación y amenaza en un
El debate es altamente complejo, sobre hogar.
todo en lo que concierne a la pertinencia
de la noción de violencia estructural, que Cualesquiera sean sus alcances, el concepto
refleja la existencia de determinadas es- de violencia no cubre un espacio idéntico
tructuras sociales y configuraciones insti- al de la seguridad ciudadana. En principio
tucionales que se estiman lesivas para las porque no todas las manifestaciones de
personas.18 Por ahora, únicamente diremos violencia son relevantes para la seguridad
que una definición adecuada de violencia ciudadana. Cabe retomar la clasificación
debe abarcar, al menos, y a la par del uso proporcionada por la OMS (Diagrama
efectivo o potencial de la fuerza física, la 2.2)20. Nos interesan aquí aquellas expre-
coacción psicológica, fuente indiscutible siones de la violencia interpersonal, esto es
de vulnerabilidad en situaciones definidas aquella infligida por una persona a otra, sea
por la desigualdad de poder. Esta precisión entre conocidos o desconocidos, y la colec-
es crucial, asimismo, para evitar que el con- tiva, que se manifiesta en modalidades de
cepto de violencia acabe por confundirse violencia ejercida por grupos, como la ex-
con el de agresión, que denota únicamente plotación sexual comercial u otras formas
el paso al acto lesivo. La ausencia de agre- de crimen organizado.
17
Moser y McIlwaine (2004); Moser, Winton y Moser (próxima publicación); Barak (2003).
18
Para que se entienda el grado de amplitud -e imprecisión- que puede llegar a tener esta acepción del concepto, basta citar
el trabajo de Robert Brown, que ha definido la violencia estructural como “la violencia contra muchas personas producida
por la forma en que son las cosas” (citado por Barak [2003]).
19
Campos (2004).
20
Esta no es, evidentemente, la única clasificación posible de los tipos de violencia. Esta puede ser clasificada también según
los individuos que la sufren, según quién la perpetre o según las motivaciones, tan solo para mencionar algunas categorías.
Ver Buvinic, Morrison y Shifter (1999), pp.7-11.
41
PNUD
Gráfico 2.2
Tipos de violencia
Diagrama 2.2
Tipos de violencia
Suicidio
Violencia auto-infligida
(daño físico infligido
a sí mismo)
Comportamiento
auto-abusivo
Violencia doméstica
(víctima y victimario
Violencia interpersonal
Violencia
relacionados)
(daño o lesión causado
por un individuo a otro)
Violencia comunitaria
(víctima y victimario
no relacionados)
Violencia colectiva
(actos dañinos
cometidos por un
grupo por motivos
políticos, económicos
o sociales)
Por otra parte, es comprensible que algu- seguridad ciudadana por el concepto de
nos comportamientos no del todo violen- despojo y son, por ello, parte de nuestra
tos, como el hurto o la proliferación del discusión.
fraude con tarjetas de crédito, puedan te-
ner un efecto notorio en la generación de El Diagrama 2.3 representa los diversos
una extendida sensación de precariedad ámbitos de los conceptos de (in)seguridad
del derecho de propiedad. Estas conductas ciudadana, delictividad y violencia, así
se incluyen en la definición propuesta de como sus superposiciones.
42
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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Diagrama 2.3
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43
PNUD
44
Capítulo 3
El estudio de la seguridad ciudadana
21
Crawford (1998), pp.11-12.
PNUD
22
UNDP - Letonia (2003).
23
UNDP - Letonia (2003).
46
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
47
PNUD
Diagrama 3.1
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24
Crawford (1998), pp.8-9, 111-112.
25
Arriagada y Godoy (1999), p.10.
48
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
26
Ver, entre otros: Arriagada y Godoy (1999); Ayres (1998); Bourguignon (2001); Buvinic, Morrison y Shifter (1999); Ca-
rranza (2004); Crawford (1998); Cruz (1999); Fajnzylber, Lederman y Loayza (1998), (2001) y (2002); Freeman (1991);
González de Olarte y Llosa (1999); Gaviria y Pagés (1999); Kawachi, Kennedy y Wilkinson (1999); Kelling y Coles
(2001); Kennedy, Kawachi, Prothrow-Stith, Lochner y Gupta (1998); Londoño, Gaviria y Guerrero (2000); Londoño
y Guerrero (2000); Moser y McIlwaine (2004); Moser, Winton y Moser (próxima publicación); OMS (2002); Orpinas
(1999); Rico (1998); Unnithan y Whitt (1992); Van Kesteren, Mayhew y Nieuwbeerta (2000); Witte y Tauchen (1994).
49
PNUD
27
Ver, por ejemplo: Bourguignon (2001); Figueroa, Montes de Oca, Rivera, Artavia y Marshall (1997); Londoño (1998);
Londoño, Gaviria y Guerrero (2000); Londoño y Guerrero (2000); OMS (2002) y (2004).
52
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
28
Carranza (2004) p.57; Rico (1998), pp.32-34.
54
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
29
Rico (2004).
55
PNUD
30
Crawford (1998), pp. 69-73.
31
Crawford (1998), p. 101; Rico (2001), p. 40.
56
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Esto puede convertirse en una debilidad. El igual que con cualquier otra manifestación
criminólogo estadounidense James Q. Wil- de inseguridad humana, es imprescindible
son lo expone con claridad: “La exigencia de que la respuesta a la inseguridad ciudada-
soluciones causales es, independientemente de na no solo busque proteger pasivamente a
sus intenciones, una forma de posponer toda las personas, sino también fortalecer sus
acción y de criticar cualquier política. Es una capacidades.
actitud mental que inevitablemente desvía la
atención de aquellas pocas cosas que los go- Como es evidente, esta distinción define
biernos pueden hacer razonablemente bien la intersección del eje control/prevención
y la dirige hacia aquellas muchas cosas que y permite identificar diferentes modali-
no pueden hacer del todo”.32 O, en palabras dades de respuesta. Así, no resulta difícil
de José María Rico: “(la prevención social) concebir políticas de control con carácter
corre el riesgo de convertirse en una fórmula de protección. El fortalecimiento de las
banal de la que se espera el financiamiento de funciones tradicionales del aparato po-
actividades de animación sociocultural, posi- licial y judicial tiene, por lo general, ese
blemente desprovistas de cualquier impacto carácter. Pero también es posible identi-
observable sobre la delincuencia”.33 ficar políticas de control que pasan por
el empoderamiento de las personas. Ese
En vista de las limitaciones que presentan es el caso, por ejemplo, de cualquier me-
ambas vertientes preventivas, no es casual canismo para facilitar el ejercicio de la
que la gran mayoría de los esfuerzos para denuncia de actos de violencia por parte
enfrentar la inseguridad ciudadana preco- de la ciudadanía, o para hacer posible la
nicen su combinación en diferentes dosis activación de mecanismos instituciona-
y modalidades, así como su yuxtaposición les de protección por parte de las vícti-
con diversas medidas de control. mas de agresión o despojo. Las políticas
dirigidas a la prevención social -como,
El eje prevención/control no es la única por ejemplo, cualquier esfuerzo dirigido
forma de clasificar las respuestas a la in- a la creación de oportunidades de estu-
seguridad ciudadana. Es posible concebir dio o trabajo en comunidades margina-
otros principios de clasificación. En par- les- combinan elementos de prevención
ticular uno, que resulta de crucial impor- y empoderamiento. Por su parte, las
tancia desde la perspectiva del desarrollo formas de prevención situacional suman
humano: el que separa aquellas respues- a su intención preventiva la de proteger
tas tendientes a proteger a las personas, de a la población. Finalmente, es posible
aquellas dirigidas a empoderarlas. El crite- identificar respuestas a la inseguridad que
rio básico de distinción entre ambas cate- combinan múltiples elementos de ambas
gorías concierne al papel pasivo o activo dimensiones, frecuentemente con gran-
de la ciudadanía y, más precisamente aún, des posibilidades: los modelos de policía
a la presencia o ausencia de creación de de proximidad y los grupos de seguridad
capacidades en las personas para enfrentar comunitaria -tendientes ambos al fortale-
o prevenir las situaciones de inseguridad, cimiento de las relaciones entre policía y
como un elemento de la respuesta. Este comunidad- presentan esta característica,
informe parte de la presunción de que, al como también las iniciativas orientadas a
32
Wilson, citado por Crawford (1998), pp.69-70.
33
Rico (2001), p. 40. También Prillaman (2003), p. 20.
57
PNUD
fortalecer el papel de los gobiernos locales Todo esto arroja, pues, un esquema analíti-
en materia de inseguridad ciudadana. Es- co novedoso, que se retomará en la quinta
tas últimas opciones de política se encuen- parte de este informe, al formular reco-
tran en la intersección entre ambos ejes. mendaciones para la política pública.
Diagrama 3.2
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E. La medición de la seguridad ciuda- cia y calidad, que solo pueden ser resuel-
dana tos parcialmente.
El estudio de la seguridad ciudadana re- La primera dificultad que enfrentan los y las
quiere de todos los anteriores conceptos, investigadoras obedece a la existencia de una
pero también de la conciencia de que su cifra oculta de la criminalidad. Este es el re-
medición es un proceso complejo y lleno sultado de la decisión de las personas, que
de precariedades. En casi todos los países, han sido víctimas o testigos de un acto de
las fuentes de información disponibles violencia o despojo, de no denunciarlo a las
sobre la victimización, la percepción de autoridades competentes por diversas razo-
riesgo y la segurabilidad -fundamental- nes (falta de confianza en una intervención
mente las estadísticas oficiales y las en- eficiente de los organismos que conforman
cuestas de opinión- están afectadas por el sistema penal, miedo a posibles represalias,
serios problemas de cobertura, consisten- escasa gravedad del hecho, etc.).34
34
Rico (1998), pp. 34-35.
58
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Recuadro 3.1
35
Ver Rico (2004), p. 10.
36
En el pasado era usual consultar la información sobre homicidios en la Sección de Patología Forense, una práctica que
ha sido reemplazada por la utilización de información proveniente de la Sección de Estadísticas del Departamento de
Planificación del Poder Judicial.
59
PNUD
El Cuadro 1 presenta una comparación de los datos arrojados mación proveniente de Patología Forense tiene la ventaja de
por tres de las cuatro fuentes citadas para el período 1995-2004. que es generada rápidamente, con lo cual, pese a las limita-
ciones en su precisión, es útil para mantener un conteo diario,
pero provisional, sobre las cifras de víctimas de homicidio.
60
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
A las cifras de registro hay que sumar las como a lo largo del tiempo, dentro de una
encuestas de opinión, que permiten captar misma nación.
aspectos del fenómeno de la inseguridad
ciudadana que no figuran en las estadís- La medición consistente de la inseguridad
ticas oficiales. En particular, las encuestas ciudadana por medio de encuestas requiere
ayudan a solventar la subestimación de la resolver no solo complejos problemas mues-
victimización a la que inducen los regis- trales, sino dilemas aún más básicos sobre el
tros oficiales y a recoger información sobre diseño de las preguntas, cuya formulación
la percepción de inseguridad y la segura- puede generar dramáticas diferencias en
bilidad de la población. Sin embargo, con los resultados, y sobre lo cual no existe un
excepción de casos como el de la Encuesta consenso internacional. Este tema aparente-
de Victimización Delictiva de los Estados mente inocuo es, por el contrario, crucial y
Unidos de América -realizada cada seis merecedor de una minuciosa reflexión. En
meses, desde 1973-, este recurso presen- particular, una medición poco rigurosa de la
ta limitaciones notables en casi todos los victimización por medio de encuestas no solo
países, por su escasa frecuencia (a causa de dificulta la formulación de políticas adecua-
su alto costo) y las recurrentes inconsisten- das de seguridad ciudadana, sino que puede
cias metodológicas, que dificultan la com- inducir a alteraciones injustificadas en la per-
paración de los datos ya sea entre países, cepción de inseguridad (Recuadro 3.2).
Recuadro 3.2
Entre otros, este es uno de los motivos por los cuales en mu- Durante los últimos 12 meses ¿algún miembro de este hogar
chos países comenzaron a desarrollarse las llamadas encues- ha sido víctima de algún delito?37
tas de victimización, concebidas como instrumentos que per-
miten conocer más fielmente la realidad sobre la delictividad y 1. Sí 2. No (PASE A**)
la violencia, así como la cifra oculta que presentan las estadís-
ticas de registro. Como es observable, la pregunta filtra a las personas entrevis-
tadas. Si la respuesta es afirmativa, los cuestionarios propor-
La revisión de este tipo de encuestas dentro del contexto latino- cionan preguntas adicionales sobre los hechos relacionados
americano reciente, y particularmente en Costa Rica, muestra con el delito, o los delitos, padecidos por los miembros del
que la medición de la victimización constituye una práctica en hogar (tipo, número de veces que lo vivió, denuncia del hecho,
la que existen pocos acuerdos. La disparidad de resultados que etc.). Por el contrario, si la respuesta es negativa, la persona
arrojan las encuestas se explica por las diversas modalidades entrevistada no responde preguntas adicionales sobre esta
con que se mide este fenómeno. temática.
37
PNUD, “Percepción social de la inseguridad ciudadana y la justicia penal”. Cuestionario de encuesta realizado por
UNIMER R.I. a solicitud del PNUD en el año 1998.
61
PNUD
No obstante, existen múltiples ejemplos de cuestionarios don- La inclusión de un delito o no es parte del problema en los
de se hace referencia a períodos que varían desde los últimos cuestionarios que abordan el tema. Sin embargo, también lo
tres meses39 hasta los últimos cinco años40. es la descripción que se hace de ellos. Por ejemplo, mientras
38
Informe Nacional de Desarrollo Humano 1998 “Las paradojas de la modernización”. Encuesta Nacional de Seguridad
Humana CEP-PNUD. Chile, 1998.
39
Cuestionarios de CID-Gallup, Costa Rica, aplicados en los meses de octubre de 1995, enero, abril y julio de 1996, y abril
y julio de 1998.
40
UNICRI. Encuesta Internacional de Victimización: Argentina, cuestionario cara a cara. Año 2000.
41
Organización Panamericana de la Salud. Proyecto Activa, Estudio multicéntrico: actitudes y normas culturales frente a la
violencia en ciudades seleccionadas de América Latina y España. Año 1997.
42
INEC, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, Cuestionario 1997.
62
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
en el segundo cuestionario citado se preguntó por la agresión ¿En el último año, su persona, o algún miembro de su familia,
contra algún miembro del hogar, es evidente que todas las o personas muy cercanas a usted han sido víctimas de algún
preguntas del primero enfatizan en la violencia física inter- acto de delincuencia?45
personal.
¿Qué se concluye?
¿Por cuál víctima se pregunta?
La medición de la victimización por medio de encuestas invita a
Cuando se indaga sobre la victimización por medio de pregun- la formulación de preguntas de todo tipo. El uso irreflexivo e in-
tas generales, la víctima de los actos violentos que se desea consistente de las preguntas es nocivo para la investigación de
conocer difiere entre uno u otro cuestionario. En ocasiones un fenómeno tan grave como lo es la delincuencia y la violencia
se toma como referencia a la persona entrevistada, es decir, que se vive actualmente en nuestros países.
las preguntas sobre victimización se realizan a nivel personal.
En otros casos, las preguntas van dirigidas a los miembros Por esta razón, no es de extrañar que las comparaciones entre paí-
del hogar. Aquí la meta es medir la victimización en un mayor ses sean casi inexistentes, que aparezcan dentro de los países mis-
rango de personas y conocer lo sucedido a nivel de bienes co- mos diversos datos que apuntan hacia un mismo hecho y que ante
lectivos, como lo es robo de electrodomésticos o pertenencias la falta de un enfoque apropiado y consensuado para medir la victi-
de la familia. Finalmente, se encontraron pocos cuestionarios mización, resulte fácil tergiversar la realidad que se desea conocer.
que hacen referencia, adicionalmente, a personas cercanas.
Algunos ejemplos de este tipo de preguntas se extraen de Las encuestas realizadas en Costa Rica, y en diversos países lati-
cuestionarios realizados en el país. noamericanos señalan que, conjuntamente con el deterioro de la si-
tuación económica, la inseguridad ciudadana y la delincuencia son
¿Ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos de los principales problemas que deben afrontarse en la actualidad.
12 meses?43 Este hecho invita a fortalecer las capacidades para la medición de
la victimización, aprovechando los esfuerzos internacionales por
Durante los últimos 12 meses ¿algún miembro de este hogar construir y operacionalizar un marco conceptual adecuado para la
ha sido víctima de algún delito?44 comprensión del fenómeno, pero también insistiendo en las bonda-
des de sistematizar experiencias y resultados en este campo.
Sin contar las preguntas aisladas sobre el de 1986 con muestras representativas de
tema que, ocasionalmente, incluyen en 950 adultos, 204 funcionarios judiciales
sus instrumentos algunas encuestadoras (magistrados, jueces, fiscales y defensores
comerciales y el Instituto Nacional de públicos), 182 abogados y 325 personas
Estadística y Censos, con anterioridad al privadas de libertad. La segunda, auspi-
presente informe en Costa Rica se lleva- ciada por el Proyecto Regional de Justicia
ron a cabo dos encuestas de envergadu- del PNUD, se realizó en febrero de 1999,
ra sobre la seguridad ciudadana. La pri- con una muestra representativa de 1214
mera de ellas se efectuó en abril y mayo hogares.46
43
Estado de la Nación, basado en el estudio “La cultura política de la democracia en Costa Rica”, realizado por Jorge Vargas Cullell y
Luis Rosero Bixby, CCP. 2004.
44
PNUD, “Percepción social de la inseguridad ciudadana y la justicia penal”, cuestionario de encuesta realizado por UNIMER R.I.
a solicitud del PNUD en el año 1998.
45
Periódico Al Día, martes 3 de agosto de 2004. Informe de resultados de la encuesta aplicada por DEMOSCOPÍA a solicitud de
este diario.
46
Sobre la primera, véase Rico et al. (1988). Esta encuesta tuvo lugar en el marco de un proyecto centroamericano para mejorar el sis-
tema de administración de justicia penal, financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) de los Estados Unidos de
América, patrocinado por el Instituto Latinoamericano para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD)
y coordinado por el Centro para la Administración de Justicia de la Universidad Internacional de Florida. Sobre la segunda, véase
Chinchilla, ed. (1999). También se han realizado encuestas en el marco de dos proyectos aplicados en el plano local: el primero, el
Proyecto de Policía Comunitaria, puesto en marcha como plan piloto en 1996 por el Ministerio de Seguridad, en el barrio capitali-
no de Hatillo; el segundo, que tuvo lugar entre enero de 1998 y junio del 2000, en Rincón Grande de Pavas. Para una descripción
más amplia del primer proyecto, véanse: Ministerio de Seguridad Pública (1997) y (1998b); Chinchilla y Rico (1997), pp. 68-69,
n. 69; Rico y Chinchilla (2002), pp. 63-65. En cuanto al segundo, titulado Seguridad ciudadana en Centroamérica, auspiciado por
el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y ejecutado en cinco municipios de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala,
Honduras y Nicaragua, véanse: Rico (1999), (2000) y (2001); y Rico y Chinchilla (2002), pp. 75-81.
63
PNUD
A esas dos encuestas se suma ahora una el más ambicioso intento realizado hasta la
tercera. En efecto, la investigación que fecha en el país para indagar el fenómeno
precedió al presente informe contó, como de la inseguridad ciudadana (particular-
uno de sus componentes centrales, con la mente la percepción de inseguridad) y sus
realización de la ENSCR-04, aplicada en consecuencias para el desarrollo humano.
mayo y junio del 2004 a una población La abundante información aportada por la
representativa de 2402 personas mayores ENSCR-04, posteriormente enriquecida
de 16 años, a partir de un cuestionario con la realización de doce grupos focales
elaborado por el Equipo Coordinador del con población urbana, constituye, en mu-
informe y expertos del Ministerio de Segu- chos sentidos, el principal soporte empíri-
ridad Pública. Esta encuesta es, sin duda, co del presente informe (Recuadro 3.3).
Recuadro 3.3
Entidades patrocinadoras: Ministerio de Seguridad Pública y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Objetivo general: Medir aspectos relacionados con la inseguridad ciudadana (percepción y victimización), la influen-
cia de algunos factores asociados y el impacto en el desarrollo humano.
Tipo de muestreo: Muestreo estratificado de cuota probabilística. El control de la cuota se ejerció por sexo, edad y
condición de trabajo.
Recolección de información: Entrevista domiciliaria en que se utilizó un cuestionario estructurado, cuya duración media fue de
50 minutos.
Procesamiento: Los cuestionarios fueron sometidos a un proceso de crítica y codificación; posteriormente fueron
digitados y tabulados con el paquete SPSS/PC.
Módulo adicional: Entre el 3 y el 11 de agosto de 2004 se realizó una reentrevista telefónica para indagar más
apropiadamente sobre la victimización. Mientras el cuestionario domiciliario indagó la victimización
únicamente para la persona entrevistada, con un formato de pregunta abierta y categorías de res-
puesta previamente establecidas, la telefónica lo hizo a la misma persona, pero incluyendo a todos
los miembros del hogar, con un formato de pregunta cerrada, en el que se preguntaron todos y
cada uno de los actos violentos de interés. De las 1723 personas entrevistadas en su domicilio que
contaban con teléfono, fueron reentrevistadas por esta vía la mitad (891), en todo el país. Esto pue-
de considerarse una muestra apropiada de las viviendas con teléfono, las que son más frecuentes
en las zonas urbanizadas y de nivel socioeconómico medio y alto.
Grupos focales
Empresa contratada: Brengton Consultores S.A. Las sesiones fueron realizadas en Estadística y Mercadeo S.A. (EYMSA).
Objetivo central: Ampliar y profundizar con mayor detalle algunos de los resultados obtenidos en la ENSCR-04.
64
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Participantes: Hombres y mujeres, de nivel socioeconómico medio, residentes urbanos, con edades entre los 24 y
70 años de edad, con hijos(as) y sin hijos(as).
Selección: Los participantes fueron seleccionados de manera aleatoria en el Área Metropolitana de San José.
Sesiones grupales: Doce grupos focales, de seis personas cada uno, en grupos homogéneos organizados por sexo,
edad y tenencia de hijos.
Registro de información: Cada sesión fue grabada en cassette, previo conocimiento y consentimiento de las personas parti-
cipantes en cada una de ellas.
Historias de vida
Objetivo: El objetivo fundamental es obtener el testimonio directo, de viva voz, de dos personas que, desde dife-
rentes posiciones, han tenido relación con temas que involucran su seguridad personal y la de otros.
Número: Se realizaron dos historias de vida, dos facetas importantes y características, de un mismo problema.
Criterios de selección: Se consideró adecuado recoger el testimonio de un joven de menos de 30 años de edad que estu-
viese o hubiese estado en conflicto con la ley. También se consideró oportuno recoger el testimonio
de una mujer adulta que hubiese estado involucrada en una situación prolongada y sistemática de
violencia doméstica.
Participación: La participación de los informantes fue voluntaria y no medió remuneración alguna en el proceso.
Duración: Cada entrevista tuvo una duración aproximada de ocho horas, distribuidas en dos sesiones de
cuatro horas cada una. Posteriormente, las historias de vida, ya elaboradas, fueron sometidas a la
consideración de los informantes, quienes pudieron formular precisiones, aclaraciones -y en algu-
nos casos, también sugerir cambios- a los relatos.
- Área Policial: información sobre homicidios dolosos, reporte del número de casos atendidos por violación a la Ley de
Psicotrópicos, reporte del número de robos y hurtos.
2. Ministerio de Seguridad Pública Departamento de Planes y Operaciones, Grupo de Análisis y Tratamiento de Información
“GATI”: informes policiales realizados por la Fuerza Pública.
3. Observatorio del Desarrollo, Universidad de Costa Rica: datos disponibles en el CD Tendencias del Desarrollo Costarricense
V.2003, Índice de Desarrollo Humano a nivel cantonal 2000-2004, años de vida potencialmente perdidos por causa de homi-
cidio doloso.
4. Instituto Nacional de Estadística y Censos. Estadísticas de población (estimaciones y proyecciones, información censal), indica-
dores sociales (empleo, desempleo, pobreza), indicadores demográficos. Módulos de victimización aplicados en las EHPM.
5. Centro Centroamericano de Población: estimación de las proyecciones de población, tanto a nivel de país como de cantón,
en colaboración con el INEC.
6. Caja Costarricense de Seguro Social. Departamento de Estadística de los Servicios de Salud. Reporte de los egresos hos-
pitalarios, según tipo de agresión.
7. Ministerio de Justicia-Dirección General de Adaptación Social. Departamento de Investigación y Estadística: Anuarios Esta-
dísticos, datos disponibles para las características de la población penitenciaria y atendida para los períodos disponibles.
65
Conclusión
Tres proposiciones
Arriagada, Irma y Godoy, Lorena. 1999. Seguridad ciu- Chinchilla, Laura (ed.). 1999. Seguridad ciudadana y
dadana y violencia en América Latina: diagnóstico justicia penal: perspectiva de la sociedad civil. San
y políticas en los años noventa. Santiago de Chile, José, PNUD.
CEPAL.
Chinchilla, Laura y Rico, José María. 1997. La pre-
Ayres, Robert L. 1998. Crime and Violence as Develop- vención comunitaria del delito: perspectivas para
ment Issues in Latin America and the Caribbean. América Latina. Colección Monografías, n° 6.
Washington D.C., World Bank. Miami, Centro para la Administración de Jus-
ticia, Florida International University.
Barak, Gregg. 2003. Violence and Nonviolence: Pathways to
Understanding. London, Sage. Comisión sobre Seguridad Humana. 2003. Human
Security Now. New York, United Nations.
Bourguignon, Francois. 2001. “Crime as a social
cost of poverty and inequality: a review fo- Crawford, Adam. 1998. Crime, Prevention and Com-
cusing on developing countries”, en Shahid munity Safety: Politics, Policies and Practices.
Yusuf, Simon Evenett y Weiping Wu (eds.). London, Longman.
Facets of Globalization: International and Lo-
cal Dimensions of Development. Washington Cruz, José Miguel. 1999. La victimización por vio-
D.C., World Bank. lencia urbana: niveles y factores asociados en ciu-
dades seleccionadas de América Latina y España.
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69
Fotografía: Irene Araya
SEGUNDA PARTE
¿Se vive ahora con más (in)seguridad?
Historia de vida
Mauren
A Joaquín, el que sería mi marido, lo co- una familia de agricultores, de por aquí, por
nocí en un salón de baile aquí, en San José. Santa Ana. El papá de él se ha dedicado a
Ahora pienso que cuando un hombre la co- negocios propios; tenía una finca en Upala
noce a una en un salón, como que le ataca pero la vendió. Ahora está otra vez en Santa
muchas cosas, él creía que yo hacía muchas Ana. La mayoría de ellos siempre andan pi-
cosas indebidas. A cada rato me llamaba en rateando; es una familia grande, son como
la mañana y discutíamos, al medio día me doce, unos pueden más, otros menos. A
llamaba y también discutíamos, y por la no- Joaquín no le gustaba que nadie lo man-
che igual, y yo, cerrada como un bombillo, dara; eso fue lo que le pasó a mi marido:
me decía, ¿por qué tanta peleadera? siempre endeudado con taxis de carga... In-
cluso ahora que se vinieron de Guanacaste,
A veces él me llamaba de un público y la compraron un carro para taxiar: mi hijo lo
gente le reclamaba: el teléfono es público, anda en la noche y él en el día, o viceversa.
te vamos a sacar, y como yo me asustaba le Siempre ha pensado que nosotros no nece-
decía, ya lo voy a dejar porque parece que sitamos que nadie nos mande.
va a tener problemas, y vine y le colgué el
teléfono, y nos quedamos de ver en el Par- Había pasado como un año de noviazgo
que Central de San José... Cuando llega el cuando yo decidí irme para Guanacaste. Le
hombre de lentes oscuros y yo le dije ¿qué dije a mi patrona que me iba porque había
le pasó? Y me dijo, por usted me penquea- muchos problemas con mi novio, y ella me
ron, porque cuando él salió del teléfono dijo que estaba bien. Le avisé a mi prima
dijo ¿adónde está el que me iba a pegar? Y para que se diera cuenta que se quedaba
cuando sentí el mamellazo, me dice, y le sola. ¿Sabe qué?, le dije, me voy para Gua-
digo yo, ah, siga de peleón... nacaste con mi mamita y a mi novio lo dejo.
Y le dije que tal vez eso servía de algo en mi
Él es seis años mayor que yo. Tenía la pri- noviazgo para recapacitar. Pensaba que mi
maria pero el colegio no. La suya ha sido novio no me iba a encontrar, porque él aquí
72
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
y yo allá, en Hojancha... Pero entonces él me dice, ah, Mauren, ¿no ve que yo vine? Y
se comunicó con la prima mía y ella le dio le digo yo al otro muchacho, ese es el novio
la dirección de Guanacaste. de San José, y me dice, ahora qué hago, y
le dije sigamos, usted no ha visto nada, si-
Topé con tan mala suerte que cuando llegué gamos...
a Guanacaste había un bingo en Hojancha.
Yo sabía que si iba, iba a ver lo que yo tanto Entonces él se vino detrás de nosotros y lle-
pretendía, el muchacho que yo iba a misa gó donde mis papás diciéndoles, don An-
por verlo, y le dije a mi mamá ¿me deja ir al tonio, doña Inocencia, ¿se dieron cuenta
bingo? Y como yo era la hija que trabajaba ustedes lo que estaba haciendo Mauren? Y
para mis papás, ellos nunca me decían que le dice mi mamá, ¿qué estaba haciendo?, y
no. Y bueno... me digo yo, voy a ir a ver a les dice él, pues ahí viene con un hombre.
fulano, y dicho y hecho: llegó al bingo y me Y le dice mi mamá, ¿y ella le dijo quién es
lo encuentro a él. ese hombre?, y le contestó él, todavía no he
hablado pero quiero que ustedes vean a ver
Cuando llegué y veo, el muchacho, me qué hacen con ella. Porque él lo que quería
dice: “¿Cuándo usted vino?”, y le contes- era que mis papás me agarraran y me dieran
té en estos días. “Ay, qué bien”, me dice; y la garroteada del año, cosa en la que no lo
como mis hermanos jugaban bingo, yo me complacieron.
fui a conversar con él. Y me dice: “¿Tienes
novio en San José?”, le dije, sí tengo, y me Entonces viene y me dice mi mamá, ¿con
voy a casar, y me dice él: “Mauren usted quién venías?, y le contesté, con un amigo,
sabe que yo me di cuenta de que usted iba y le dije a Joaquín, mirá, si pensás lo que
a misa para verme, y yo la he estado espe- pensás, ¡hasta aquí! Al verlo yo tan enojado
rando para proponerle matrimonio, y aho- le dije, hasta aquí llegaron las cosas; ni si-
ra usted me viene con ese cuento de que quiera tengo nada con él, así que lo del ma-
tiene novio y se va a casar”. Y yo le decía, trimonio hasta aquí puede llegar... Si usted
pero qué quiere que haga si usted nunca me quiere ya no nos casamos, y él me contestó
habló por teléfono ni me mandó una carta, que no, que solo venía a visitarme porque
yo no sabía nada, y me dice, sí, tiene razón, yo me tenía que casar con él, y me dice mi
y seguimos hablando. mamá, él sigue empeñado en que se casen,
y le dije yo... diay, si yo le digo que no y
Después termina el bingo y me dicen mis él sigue empeñado en que sí... ¿qué puedo
hermanos, nos vamos. Sí, está bien, les con- hacer?
testé, y me dice él: “¿Mauren, quieres que te
acompañe?” Bueno, está bien... Pero venía- Mi abuelito, el papá de mi mamá, la mal-
mos en la pelota, con mis hermanos. El ca- trataba mucho a ella, y a mi mamá le gusta-
mino era muy largo, y el novio de San José ba irse al campo, donde la familia de ella, a
había llegado en la tarde a la casa. Cuando ver en qué les ayudaba para que le regalaran
oigo un ruido debajo de los palos de naran- comida, ya sea cocinada o cruda. Ella tenía
ja y veo una luz como de foco, y le digo a un tío; la esposa de ese tío la quería mucho,
él, ahí alumbra algo, y me dice, sí. Y cuando y a veces le decía, mirá, Inocencia, allá está
oigo que vienen saliendo unas personas de tu tío haciendo tal cosa... ¿Por qué no vas a
ahí -había una cerca al lado de la calle- y yo ayudarle? Y ella se iba a ayudarle y se entre-
oí que venía alguien pero tenían que pasar tenía mucho y pasaba el tiempo. Y la mujer
la cerca para salir a la calle, cuando viene y le decía, ay, Inocencia, ¡cómo duraste! ¡Te
73
van a regañar en tu casa! Tomá tu almuerci- Entonces -decía mi papá-, como ella no me
to cocinado y andate mejor... Porque cono- daba pelota, yo me iba para donde la prima.
cían que mi abuelito era muy chichoso y se Y un día dicen que estaba mi papá conver-
la pasaba solo cuidándolas a ellas, y como sando con la prima, y mami vino, lavó y se
ya eran muchachillas, estaba como celoso. fue. Y mi abuelito la vio donde venía y la
Y le decían, ¡váyase, porque si viene su tata agarró ahí, donde la encontró en el río, y
se va a enojar! Y dicho y hecho. le dio una tunda, porque él decía que mi
mamá andaba con mi papá. Entonces mi
Dice mi mamá que cuando ella venía de ca- mamá se vino para donde mi papá y le dijo
mino con las tazas de comida, venía el papá ¿sabe qué? Me acaban de dar una tunda por
y la agarraba y le daba aquellas tundas que usted. Y le dice él ¿pero por qué por mí?
le botaba la comida y ya no comía. Mejor Si yo no estaba con usted, yo estaba aquí...
me hubiera quedado almorzando donde mi Sí, pero a mi papá se le metió que yo es-
tía, y cuando me hubiera topado me hu- taba con usted y me pegó, y yo no quiero
biera pegado, pero no me hubiera botado que se arrime más adonde mí. Le dijo eso
la comida, dice mi mamá, y lo que le había y se volvió a ir para la casa, pero ya el señor
quedado eran unos granos crudos que lle- volvía a seguir a mi mamá, y dice mi papá:
vaba en bolsa. Y cuando llegaba a la casa, le como ella dijo que la habían maltratado por
contaba a la mamá que el papá la encontró, mí, yo iba detrás de ella a caballo para que
pero que ella solo estaba trabajando con el me siguiera contando; cuando en eso veo
tío, y mi abuela le decía, ah, este hombre que viene el bandido viejo y empezamos a
que es necio con las güilas... discutir y a tener problemas... Y yo, para
asustar al bandido viejo, saqué el revólver
En ese tiempo mi mamá ya iba a lavar al río y le pegué un balazo al camino, para que
y ya estaba mi papá poniéndole el ojo. Mi se asustara, porque ese bandido me estaba
papá fue siempre muy coqueto; a él siempre asustando mucho a la muchacha... Enton-
le gustó montar a caballo. Él era como un ces mi mamá, al ver que se le estaba hacien-
riquillo a la par de mi mamá, con aquellos do un problema con su papá, ni lo alzaba a
caballos con freno. ver, porque sabía que si lo veía iba a tener
problemas con el papá.
Entonces él llegaba a las piedras -porque se
lavaba en piedra-, y mi mamá le decía, ¡ah La mayoría de las hermanas de mi papá tra-
no! ¡Por favor váyase usted de aquí, porque bajaban aquí en San José. Entonces, a causa
mi tata me va a pegar por usted....! Y me de todo este enredo, mi mamá habló con
contaba mi papá: yo insistía, porque tanto mis tías y les dijo que estaba sufriendo mu-
me gustaba ella y como no me daba pelo- cho. Llévenme a trabajar a San José y ya no
ta en el caballo, yo me bajaba a hablarle voy a sufrir tanto, porque mi papá me está
cerquita... Porque mi papá ha sido todo el maltratando mucho por fulano de tal, y yo
tiempo muy enamoradillo, y con revólver no tengo nada que ver con él, ni lo alzo a
en cintura mi papá empezó a cortejar a mí ver para que mi papá no me maltrate...
mamá como de trece años, muy jovencita
ella; mi papá yo creo que le lleva como diez Una hermana de mi papá se llevaba muy
años. bien con ella, entonces le dijo: está bien,
este bandido viejo va a quedarse solo por
Supuestamente había una prima de mi molestarla tanto... Alístese y un día de es-
mamá que vivía enamorada de mi papá. tos yo me voy para San José, me la llevo y
74
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
la coloco a trabajar allá. Ya vino ella, alistó Para mí fue una historia muy sin gracia,
una ropilla y le dijo a la mamá que se iba a porque fueron doce hijos y aguantar tanta
ir con una de estas muchachas para trabajar pobreza.
en San José.
Me vine para la casa de los papás de Joaquín
Y después era el papá preguntando por ella. a prepararme para la boda, y ya lo habían
¿Y fulana qué se hizo? ¡Ah, ya se fue!, con- planeado todo las hermanas de él. Mis pa-
testa mi abuela. ¿Pero adónde? ¡Ah, dijo que pás vinieron de Guanacaste y me casé. Te-
se iba a trabajar a San José! Entonces él se nía como diecinueve años; a los veinte tuve
vino para donde la familia de mi papá a re- a la mayor.
clamarle a las muchachas. Mamá estaba en
la casa de la muchacha que se la iba a traer, Me casé en Santa Ana. Al mes no sabía si
ya había recogido la ropa que se tenía que estaba o no embarazada, pero sí estaba. Y al
traer para San José. A él se le había metido mes exacto de casados, me dijo él, ya logré
que mi papá había secuestrado a mi mamá. lo que quería, ahora usted se tiene que ir....
¡Ay!, dice mi mamá, me arrepentí mil veces Y yo, ¿pero cómo me voy a ir si estoy emba-
de lo que estaba sucediendo... razada? Y me dijo, a mí no me importa que
usted esté embarazada, yo ya me vengué, no
Pues entonces mi abuelo se fue a la poli- quiero vivir más con usted... Y empecé yo a
cía, a la Guardia Rural, y lo acusó como si llevar mala vida con un mes de embarazo,
fuera que mi papá había secuestrado a mi y para peores en ese embarazo me fue tan
mamá. Y encarcelaron a mi papá, y dice mi mal, creo que tuve achaques los nueve me-
mamá que no hallaba qué pensar con ese ses por todo lo que él me echaba en cara...
hombre encarcelado, y él le decía que era Me decía que yo venía embarazada del otro
su culpa... muchacho, pero uno es muy bruto, y yo me
“Bueno, aquí la única manera de que este decía ¿cómo puedo estar con este hombre?
hombre salga de la cárcel es que se case. Si el mismo día que yo me iba a casar me
Una de dos: llevamos al padre a la cárcel vino la regla, y le digo yo a una prima de él,
o lo sacamos esposado a él de la cárcel a la yo no me puedo casar porque me vino la re-
iglesia.” gla, y ella me contestó ¿cómo que no? Todo
está planeado, tiene que casarse así... Y yo era
¡Qué congoja casarse uno así! Entonces ya bruta, pero él era más bruto diciéndome que
fueron, hablaron con el cura de Nicoya, le yo venía embarazada y casándome con la re-
preguntaron qué podían hacer, y dice el pa- gla... Y a veces me dice mi hija, mami díga-
dre, a tal hora hay una pareja que tengo que me la verdad, si yo soy de ese muchacho, y
casar, después los voy a casar a ustedes... le digo no, porque ese muchacho es moreno
Diay, porque mi papá no quería estar en la y usted es blanca, nada que ver, son inventos
cárcel, porque él decía, ¿por qué voy a estar de su papá. Por todo el problema que hubo
en la cárcel si yo no he hecho nada? Y mi entre nosotros, él quiso achacarme eso, pero
mamá no lo alzaba a ver, pero seguro que yo nunca tuve nada con ese muchacho.
en sus adentros sentía algo por él. Entonces
llegaron los policías, sacaron a mi papá de la Y después me decía Joaquín, ¿sabe qué
cárcel; salió la pareja que se estaba casando, pretendía yo con usted? Hacerle la vida
se quitaron los anillos y se los prestaron a imposible por haberme hecho eso con ese
mis papás para casarse... Así fue como mi hombre. Y le digo yo ¡ah, sí! ¿Con que esos
papá salió de la cárcel. fueron sus pensamientos? ¿Y sabés qué?
75
¡Lo lograste! Porque mil veces me arre- bastante embarazo de San José, y como dos
piento de no haberle hecho caso a ese otro meses después nació Omar. Cuando llegó
muchacho. mi mamá a partiarme, había unas fiestas en
Cañas, y ya por último me dieron ganas de
A mis hijos los tuve muy seguiditos: entre ver las corridas de toros, y le digo yo a mi
Lizeth y María hay como un año y resto de mamá, váyase usted a cuidar a las chiquitas
diferencia, y el chico también es muy segui- a la casa y yo me voy ver la corrida de toros,
dito. Ellos parece que son trillizos. Incluso y me dijo: ¡oh, vieja más loca! Nos fuimos
cuando fui a control de María, me dice el a buscar las ambulancias y yo escuché las
doctor, pero estás embarazada, y le digo yo, bombas de cuando iban a empezar los to-
¡ay!, ¿cómo voy a estar embarazada si tengo ros como a las tres de la tarde, y yo estaba
a la chiquita pequeña? Y me dijo: lo único contenta de que iba a ir. Ya conseguimos
que te puedo decir es que tienes que quitar- la ambulancia, nos llevaron a la clínica y
le el pecho a la chiquita. Salí embarazada el muchacho -un chiquillo- tendiendo la
del chiquito sin darme cuenta. camita de blanco dizque para atenderme el
parto. Ya en la clínica, cuando me examinó
Cuando Joaquín vio a la hija cambió un la doctora, me dice pero usted ya está para
poquito, pero a pesar de todo no dejaba de el parto; hay que trasladarla al hospital,
insultarme diciéndome que la chiquita no pero puede que le regalen en la ambulan-
era de él. Después yo trataba de esquivar lo cia. Y yo, ¡ay, no!, y le decía al muchacho
que me decía, y en la inocencia de uno tam- de la ambulancia, ¿por qué usted no se va
poco pensaba en planificar ni a escondidas, adelante y me deja aquí solita?, y me dice
porque él decía que no había que evitar a no, yo tengo que atenderle el parto... Me
los hijos. senté y casi mato a mi chiquito, yo lo que
menos me imaginaba era que uno se podía
Después de casados vivimos varios años jalar una torta. Cuando íbamos entrando
arrimados a la suegra. Ahí tuve a las dos al hospital me dice el muchacho, qué ban-
hijas. Vivíamos en una casita en la misma dida, no me dejaste atenderte el parto. Me
propiedad, pero aparte. Joaquín empezó a sacaron de la ambulancia y ya yo iba tiesa,
hacer trámites para buscar una parcela por no podía caminar. Cuando la señora que
San Carlos o Guanacaste, pero le ofrecieron me atendió el parto me dio el bebé, yo vi
una en Sarapiquí que no le gustó. Después a mi hijo como un negro limonense, mo-
se encontró con unas amistades y le dijeron rado, y me dice la partera, vamos a ver qué
que había unas parcelas cerca de Cañas, que hacemos por su hijo, creo que viene muer-
si quería le ubicaban una. Yo siempre hacía to, lo ahogaste, lo dilataste, y le digo yo, ¿y
lo que él decidiera; entonces me dijo que qué es? Un varón, me dice ella. Y yo lloraba
nos fuéramos a Guanacaste. Vendió una porque anhelaba un varón. Después llegó
vaca que teníamos en una finca de la her- un charlatán diciendo lo bien que lo había
mana de él, y con esa plata hicimos la casa hecho, que había tenido un montador de
en Guanacaste... Era una ranchilla, porque toros. Entonces le digo yo, ¿quiere decir
él nunca se pulía en hacer bien las cosas; que mi chiquito está vivo? y me dice sí. Y
luego él entró en una sociedad con el papá y qué felicidad la mía cuando me dijo que el
llevaron un ganado, empezaron hacer unas chiquito había sobrevivido. En mis congo-
porquerizas y trabajó con cerdos y ganado. jas yo sentí que no hice nada, todo lo hizo
Yo también trabajé ahí como negra. mi hijo para nacer.
El menor nació en Guanacaste. Me fui con
76
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Los chiquitos ya tenían que empezar a es- Entonces un hermano mío se vino del Va-
tudiar en el kínder. La abuela se trajo a la lle de la Estrella y me dijo que le diera po-
mayor y la mandó al kínder, y nosotros allá sada con la esposa, porque ella estaba para
en Guanacaste. Y yo pensé ¿qué hacemos mejorarse y él tenía que estar en un lugar
nosotros aquí, mandándolos a San José a donde pudiera sacarla al hospital. Enton-
estudiar? Entonces le dije a Joaquín que ces fue cuando decidimos irnos de donde
teníamos que decidir si quedarnos en Gua- mi suegra y alquilar una casa, y como mi
nacaste o irnos para allá, y me volví otra vez hermano nos iba ayudar, alquilamos una
a vivir arrimada donde la suegra. Ahí vivía casa en Salitral, y la finca de Guanacas-
uno en una caja de atún, en un cuartito, te Joaquín se la alquiló a un ricachón de
no había campo para todos los hijos. Ellos Cañas.
tenían que dormir debajo de una mesa y
pasábamos grandes necesidades. Continúa en la Tercera Parte.
77
Historia de vida
Rafael
Ahí donde la vecina fue donde yo empecé te deja dormir ni te deja descansar... Usted
a andar más en la calle. Ella también tenía solo está a la defensiva de que alguien ven-
un montón de hijos que hoy son drogadic- ga a hacerte daño, de que te van a utilizar.
tos. Entonces yo me iba con ellos a andar Como que uno ya no se valora como per-
por ahí en patineta. Íbamos al Mercado de sona, como ser humano; como que usted
Mayoreo: ayudaba, halaba bolsas y pedía ya no tiene ese valor, uno pierde la razón,
plata. Comía ahí mismo. Nunca se me ol- es algo así como que mi felicidad depende
vida una panadería donde me regalaban de lo que me digan las otras personas, por-
pan. Por el momento era un poco normal, que es difícil saber que la persona en que
pero era muy reservado y muy agresivo. uno confió...
Andaba pidiendo ahí en el mercado, toda-
vía era muy sano, todavía no había tocado A veces yo quería como caminar en el aire,
San José. Yo llegaba a la una o a las dos de como haberme perdido en el aire. Veía la
la mañana. Con ocho años yo andaba en la calle como un desahogo, una manera de sa-
calle para arriba y para abajo... lir de la casa, salir de todo, huir, escaparme
de todos los problemas...
El señor seguía llegando y me decía que me
iba a llevar donde mi mamá. Llegaba en Entonces tuve un accidente, un accidente
carro y me prometía, y me llevaba donde bien serio. Jugando con los hijos de la ve-
tenía que ir y hacía conmigo lo que hacía. cina, uno de ellos me empujó y caí de un
Yo deseaba acostarme y no saber nada de techo y me corté la cara de lado a lado. Se
nadie y morirme. Cuando empecé a con- me abrió toda la cara muy feo. La vecina se
sumir drogas fue una manera como de salir asustó y me dejó en el hospital y dijo que
de la realidad, de mi vida. Uno se llega a mi mamá me había abandonado. Me dejó
odiar tanto, es un odio hacia todo, hacia ahí, nada más. Estuve internado tamaño
las personas, un rencor tan grande que no tiempo hasta que pudieron localizar a mi
78
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
mamá y ella llegó por mí. Entonces yo ya le Dios guarde uno dijera algo, porque ella le
tenía un cierto odio, cierto rencor. rompía la boca de un manazo.
Cuando me llevó a la casa en Desampara-
dos, encontré a más hermanos míos que ni Al tiempo empezó otra vez a llegar el tío
sabía que existían, hijos de mi padrastro. mío. Allá en el pueblo había un amigo; él
Con mi padrastro ella tuvo siete en total, pasaba y lo recogía también, y nos ponía a
así que llegamos a ser catorce, más las dos nosotros a hacer cosas... El chavalo tenía la
sobrinas, dieciséis. misma edad que yo, en un tiempo tuvimos
cierta afinidad, pero yo me tiré mucho a
Era una vida así, más o menos de campo. la calle. Quedamos en que nunca íbamos
Yo iba a picar leña al cafetal, en vacaciones a hablar de eso y nunca lo hablamos, pero
iba a coger café con mi mamá, con todos fue algo que también lo afectó mucho; él
mis hermanos, para ayudarnos en la casa.... estuvo muy metido en la droga.
Como tenía tantos hermanos no podía dar-
me el lujo de ir a la mejenga del barrio, tenía En la mente mía era un odio muy gran-
tareas que hacer, no podía ir a jugar trom- de el que yo tenía. A veces deseaba acos-
pos con mis primos porque tenía que ver a tarme a dormir y no volverme a levantar
mis hermanos hasta que llegara mi mamá. nunca más. Lloraba y a veces me portaba
También tenía que ayudarles a mis herma- mal para no ir, o hacía cualquier cosa, pero
nas; eran demasiadas responsabilidades... mi mamá me decía que por ser el mayor-
cillo tenía que ir y punto, y me iba con él
Y todo para ver cómo mi padrastro llegaba y abusaba de mí. Después él me compraba
los viernes y le pegaba a ella, y esos escánda- cosas o me daba plata y me decía que no
los. Mi padrastro la perseguía por el cafetal dijera nada. Mi padrastro llegaba tomado y
con un machete en la mano, la agarraba y me trataba de playo y de maricón. Tal vez
la golpeaba. Vi donde él le arrancó todos él sabía algo, a veces creo que sí. Con mi
los dientes a golpes. Cuando mi mamá lo mamá nunca hemos hablado de eso, nunca
sacaba de los bares, en mis adentros deseaba tocamos ese tema. Una hermana mía sí se
que se muriera o deseaba matarla. Y todo dio cuenta, creo que ellas sí se dieron cuen-
el tiempo él le decía: agradezca que yo te ta, pero yo nunca dije nada.
recogí con esa manada de hijueputas. Mi
mamá desarrolló un favoritismo hasta los Al principio me iba uno o dos días de la
extremos hacia los hijos de mi padrastro. casa y me daba miedillo, pero ya después
Todo lo mejor era para ellos. Y tal vez uno no quería llegar a la casa, o buscaba un pre-
veía a mis hermanos menores comiendo texto -me portaba mal-, buscaba cualquier
bien, y nosotros, si quedaba algo, comía- pretexto para salir de la casa, para que-
mos de los sobros.... darme en el Patronato, en el Hospicio de
Huérfanos, con tal de no llegar a mi casa a
Cada vez que mi mamá tenía una discu- cuidar a mis hermanos.
sión con mi padrastro, él decía que era
por mí. Entonces mi mamá me agarraba y La primera vez que llegué a San José me
me pegaba unas palizas... Me hacía pasa- dio miedillo. Tenía como nueve o diez
do de una pared a otra. Era muy violenta, años. Yo estaba acostumbrado a andar en
muy agresiva conmigo... Esa era la manera la calle, pero no en San José. Ahí conocí a
de enseñar que teníamos que respetarla. A dos amigos míos que andaban oliendo ce-
veces llegaba la familia de mi padrastro y mento en los parques. Yo prefería mil veces
79
pasar una noche durmiendo en un charral la gente que antes se burlaba de mí o me
con esos amigos míos, todos sucios y he- pegaba mucho; ahora tenía amigos que me
diondos, que pasar una noche en mi casa... defendían. Llegaba al barrio y andaba un
Me escapaba y me venía para San José y cuchillillo en la cintura. Empecé a hacerme
duraba uno, dos días, tres días ahí. Ya se problemático y en el barrio ya no me qui-
lo cargaba a uno la Cruz Blanca... Idiay, sieron ahí. Es que ese güila es un malcria-
me fui volviendo... Como que quería eva- do, ese es un bicho raro... No hubo apoyo,
dir la casa, no quería llegar allá, entonces solo señalamiento.
me quedaba en la calle. Y ya mi mamá se
había acostumbrado, se desentendió por En los albergues del Patronato lo único que
completo. Éramos demasiados. hacían era volverme a la casa donde la fa-
milia, siempre me mandaban a la casa, y tal
Hubo una señora a la que le tuve estima. vez yo no quería estar ahí; me mandaban
En la casa una vez le robaron unos perfu- para mantener el lazo familiar entre la ma-
mes. Fue el hijo, pero en una ocasión yo dre y el hijo, pero en realidad yo ya era pro-
llegué a la casa y me tiró la puerta y me blemático: entraba a un albergue y salía de
dijo que yo era un mal agradecido. Por más otro, no acataba órdenes y hacía lo que me
que le dije que no había sido yo, ella no me daba la gana... De los amigos que conocí
creyó. Ahí me dije que nunca más iba a en los albergues, la mayoría todavía está en
suplicarle nada a nadie la calle. Llegué al extremo de que tampoco
me aceptaban en los albergues, porque más
Me empecé a meter de lleno en las calles. bien me traía a los otros, los sacaba.
Andaba vendiendo flores, chicles, empe-
cé a consumir cemento... Y ya me queda- De una aventura como fugarse de la casa
ba tres, cuatro, cinco días... Ya empecé a para buscar nuevas opciones, uno empieza
verlos a ellos como familia. Ya veía a los a ver la calle como un sistema de vida, con
más grandes cuando iban a robar. A mí me un odio hacia las cosas y los demás. Si aquel
daba miedo, pero cuando tenían plata ellos robaba, yo no robaba pero vendía chicles,
me invitaban a comer... Nos cuidábamos y si ellos robaban y tenían plata, nos invi-
mucho. Empecé como a olvidarme de la taban a comer y nos ayudaban... Entonces
casa, a olvidarme de mi familia, empecé a uno los empezó a ver como algo común y
ver la calle como mi familia... Vivía entre el corriente, como familia. Ellos preguntaban
barrio y la calle. Siempre tuve encima mi por uno, como que eran parte de uno. A
obligación de apoyar a mi familia, enton- mí no me gustaba que nadie me gritara ni
ces se acostumbraron a que uno llegaba, que nadie me mandara ni me maltratara...
dejaba plata y se iba... Era como comprar Entonces empecé a ver que uno aquí se de-
la familia. fendía, que compartíamos un odio social
mutuo.
A veces nos recogían y me quedaba dur-
miendo en el albergue del Patronato, y así Nosotros andábamos por ahí molestando a
empecé a hacer como un núcleo familiar. las personas, haciendo daño, y si nos carga-
En los albergues casi todos venían de fami- ban ya lo empecé a ver como algo natural,
lias parecidas a la mía; venían de huir de la como cuando usted va a jugar bola todos los
casa. Entonces nos entendíamos. Los más días... Entonces veía como normal andar
grandes lo cuidaban a uno. Empecé a llevar en San José pa’ arriba y pa’ abajo. Dormía-
al barrio amigos así. Ya no me dejaba de mos en la enramada del Parque Central, en
80
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
cartones. Teníamos la ropa en La Soledad y que era gran cosa. Y cuando uno se da
la lavábamos en La Sabana. Nos íbamos a cuenta de que los más grandes caen en un
cantar en los buses, a pedir plata... reformatorio y salen contando, ya uno los
comienza a admirar, uno dice “¡Qué hijue-
A cierta edad uno empieza a ver violacio- puta, qué bien!” Y que aquel mae cayó en el
nes de amigas que se dan en las calles. Los reformatorio y que aquel otro también, y el
policías llegaban y montaban en los cajones otro. Así empieza uno a criar una admira-
a un lado los hombres y en otro lado a las ción hacia lo malo: mis hermanos mayores
mujeres, y uno se daba cuenta de los abusos. eran aquel que robaba carros, aquel que ha-
Hay policías que también son abusadores bía apuñaleado a un mae, aquel que esta-
homosexuales. O llega una muchachita que ba por un homicidio... En la calle tenía un
ya tiene más o menos pechitos, digamos de amigo mío que decía como gran cosa que su
doce o trece años, y nunca falta un hijue- hermano y su tata estaban en La Reforma.
puta que le dice: venga tóqueme aquí y le Entonces uno lo admiraba y decía: ¡Juepu-
compro una, o le falta el respeto. O simple- ta! ¡Qué bravo! En la calle eso se transmite
mente el mae del restaurante le dice: salga, de una generación a la otra. Ese era el círcu-
salga aquí... No venga a molestar al clien- lo de admiración de uno, ya uno podía rajar
te... O como me pasó a mí cuando vendía de que había andado con tal o de que tal era
periódicos, que un chavalo en un carro hace su amigo, porque uno anda buscando un
que se le caiga el menudo, entonces me dice núcleo, algo con qué identificarse.
“Agárrelo” y donde yo bajo la mano, él la
agarra y me la pasa por el miembro... Luego La primera vez que caí no fue por un delito
se me queda viendo y me dice: “¿Ves? ¡Te que hice, sino que me fui a acompañar a
gustó!” Pero uno no tenía a quién decirle cuatro amigos míos mayores, pero una edad
estas cosas. Cuando uno empieza a ver todo parecida a la mía, y nos caímos en un asalto.
eso, empieza a cambiar... Nunca se me ol- Había dos que ya habían estado en el refor-
vida que a un amigo mío lo violaron entre matorio. Tenían como 15 años; yo tenía 11
tres alcohólicos... Yo vi donde el chavalillo y el otro tenía una edad parecida, 11 ó 12.
pegaba gritos en una casona abandonada. A Nos fuimos a asaltar a unos chavalillos de
nosotros nos cuidó un mae que ahora está escuela y a mí fue al único que agarraron.
muerto, él nos cuidó, nos defendió... Me golpearon todo. Uno de los amigos se
devolvió y cortó a un mae, y entonces nos
Por último ya no me gustaba llegar a la casa, pasaron al Centro de Diagnóstico. Ahí me
solo iba para llevar plata, pero mi mamá se tenían como de alto riesgo social.
comportaba conmigo muy agresiva, muy
violentamente... Ella solo: “¡Deme plata, Mandaron a llamar a mi mamá y le dijeron
deme plata!” Era lo único que hacía. Una que me iban a dar tres meses de preventiva.
vez mi padrastro llegó a pegarme, pero no Mi mamá habló conmigo y me dijo que si
me le dejé y le dije que yo ya no era el mis- por culpa mía le quitaban a mis hermanas
mo carajillo de antes y lo apuñalié. Desde yo se las iba a pagar. Yo le tenía un miedo
ahí nunca más me volvieron a aceptar en la fatal, le tenía temor... Ella dijo que no se
casa. Y cuando tenía como diez, once años, hacía responsable de mí y entonces me die-
me vine para San José. ron internamiento fijo en el Luis Felipe, en
lo que llamaban infantiles. La mayoría de
Empecé a oler cemento. Idiay, como que a los que estaban ahí no era por delitos sino
nadie le interesaba. Para mí más bien como porque la mamá los dejaba a merced del
81
Estado, porque eran problemáticos, por un En el Luis Felipe yo tenía un gran resenti-
delito menor. Cuando a mí me pasaron a la miento porque veía que a los otros siempre
Corte, el otro chavalo se echó todo el pro- llegaba alguien a visitarlos y yo no tenía
blema, entonces yo nada más era cómplice a nadie, a mí nadie me llamaba ni nada.
y estaba en infantiles. Entonces me escapé. Eso fue todo. Esta-
ba obstinado de estar ahí metido. Al salir,
Estuve cuatro meses pero no pegué, me como gran cosa, me topé con esos tres ami-
escapé también de ahí con dos amiguillos. guitos que había conocido en el Patronato.
No tenía a dónde ir y llegué otra vez a San Entonces los empecé a encaminar a robar:
José, a la calle, y busqué a mis amigos. “Mae, ustedes no van a robar; ustedes se
Entonces ya lo veía como una gran cosa, van a quedar aquí...” Y yo me iba adelan-
ya me sentía como parte de algo, de un te y tal vez ellos atrás. Entonces, con otros
grupo. Lo agarré como con más ánimo y chavalos, tal vez arrebatábamos unas cade-
pedí un poco más de respeto. nas o asaltábamos a alguien... Y después:
¡tenga mi hermanillo, tenga mi hermanito!
En los albergues del Patronato conocí a Yo los cuidaba y ellos empezaron a adquirir
tres amiguillos míos a los que veía como una mente delictiva, violenta.
hermanos. Eran más chiquitillos, y como
los mayores les pegaban, yo los defendía. A veces llegaba al Parque Central y me sen-
Vargas venía de Pérez Zeledón. La mamá taba ahí con uno de estos hermanillos...
era prostituta y lo mandaba a pedir a la Y nunca faltó un viejo que nos echara el
calle; tenía relaciones sexuales delante de cuento... Yo le decía: primero invítenos a
los hijos. A ella no le interesaba si la veían comer; es que ando con un hermano... En-
o no. Era así como madre de alquiler, por- tonces llegaba el viejo y decía que antes del
que tuvo varios hijos a los que vendió, los sexo a él le gustaba drogarse, y entonces tal
negoció por plata. Después metió a la hija vez uno le daba al daba periquillo... A veces
en prostitución cuando tenía como once salíamos corriendo o los asaltábamos, pero
años, al hijo también lo prostituyó, lo hizo se lo merecían. En la calle no practiqué
homosexual. Vargas, al igual que mí, pre- la prostitución pero muchos amigos sí lo
fería quedarse en la calle, dormir en la ca- hicieron. Había hasta un señor que se ha-
lle, porque la mamá le pegaba, lo golpea- bía lanzado para Presidente, que llegaba y
ba muy fuertemente. Entonces él prefería contrataba los servicios de muchos amigos
quedarse en la calle y que lo mandaran al de nosotros para tener sus fiestas privadas
Patronato, con tal de no llegar a la casa. El con gente de harina. Era una manera de so-
otro, Morita, es de la zona de San Carlos. brevivencia. Cuando uno se cría en la calle
A él lo abusó el padrastro en muchas oca- desconfía de todo el mundo. La mayoría
siones. Cuando la mamá se dio cuenta, al de la gente que se acerca es para utilizarlo
que echó de la casa fue a él; él se fue con o manipularlo y usted aprende a manipu-
un hermano. Cuando Morita llegó a San lar. Entonces a usted le cuesta creerles a las
José era muy tímido. Y Murillo, el otro, personas.
venía de la zona de Alajuela. La mamá
lo mandaba a pedir a las calles... Vendía En el Hospicio de Huérfanos hubo una
confites, chicles, de todo, y si no llevaba persona que quise y admiré y admiro mu-
la plata lo golpeaban. Las hermanas de él cho. Él todavía trabaja ahí y yo lo veo como
se prostituyeron desde muy pequeñas. La mi papá, como un padrino. Él y su esposa
mamá también. llegaban a verme pero yo no les creía, yo
82
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
desconfiaba de todo mundo. Aún así, para si vos decís: “Bueno, Dios mío, por qué yo
complacerlos yo estudiaba por temporadas nunca tuve una infancia, por qué nunca
y por temporadas me escapaba. Siempre tuve una familia y esos tuvieron más de la
hubo recelos porque a veces descargaba cuenta, ahora vienen a mí y me hablan de
todos mis resentimientos contra él, pero Dios y me dicen que tengo que perdonar
fue la persona que me escuchó más de una y amar, si nunca me enseñaron a amar ni
vez cuando lo llamé drogado. Él siempre a perdonar ni a querer...” Yo meto mucho
me incitó a estudiar, a superarme, siempre a Dios en mis principios, es algo educacio-
tuvo paciencia conmigo. A veces yo me nal, pero de ahí a los hechos no hay nada.
acostaba y me decía: ¡Dios mío! ¿En qué ¿Qué me va a hablar de Dios una persona
momento me metí en drogas? ¿En qué mo- que estuvo abusando de mí desde niño? En
mento caí en una cárcel? Casi ninguno de ese momento yo cerraba los ojos y deseaba
mis amigos tenía ni el sexto año de escuela, morirme y quedarme callado, y yo llamaba
educación cero. Así, a brincos y a saltos, a Dios y Dios no estaba ahí, no llegó nun-
estudiaba por temporadas. ca, nadie me socorrió en ese momento.
Las instituciones esperan que uno sea un Las instituciones forman personas insti-
drogadicto para intervenir, pero ese no es tucionalizadas. Ellos lo mandan a uno a
el problema, porque mucho niño se va de un hospicio de huérfanos, a un reforma-
la casa por maltrato físico, por maltrato torio donde le dan comida, pero más que
psicológico, por abuso sexual. ¡El abuso comida o ropa, uno necesita apoyo, cari-
sexual es algo tan común! De un grupo de ño, comprensión. Es como que usted críe
veinte carajillos de la calle, por lo menos 16 chanchos o perros: se encarga de que sean
ó 17 han sido abusados sexualmente. Eso aseados, bonitos y gorditos. Para no crear
es algo que no sé que pensarían, eso se lleva una dependencia de la personas, las insti-
tan en secreto, y tras que a uno le pasa, uno tuciones rotan a los carajillos en los hos-
es el culpable: usted se lo buscó, para qué picios. Esa persona que a mí me ayudó, el
fue tan necio... A veces uno de los padres chavalo al que veo como padre y lo quiero,
se da cuenta y lo que hace es quedarse ca- tuvo bastantes problemas porque eso no se
llado porque el abusador es un familiar. Es permite en una institución. Hubo un sa-
algo tan reservado, da tanto miedo hablar- cerdote que a nosotros nos quiso ayudar
lo. Porque si vos decís: bueno, es que a mí mucho, hasta que una trabajadora social lo
me abusaron carajillo... ¿Ah, sí? Te siguió acusó que abusar de Murillo, uno de mis
gustando; de por sí sos gay... O si me abu- hermanos. A él sí lo habían abusado en el
só un tío o un padrastro: ¡ah no!, usted se Hospicio de Huérfanos, pero no fue el cura
lo buscó... Porque ven a las personas como sino un chavalo que trabajaba de guarda...
una entrada económica para la casa, enton- Ella quiso meterle el problema a ese sacer-
ces tienen derecho a hacer lo que les da la dote, y él se tuvo que distanciar... Las pocas
gana... Porque te ayudan económicamente personas que se le acercan a usted con ver-
tenés que quedarte callado. dadero interés de apoyarlo con cariño, tie-
nen que limitarse y mantener la distancia.
En los Hospicios de Huérfanos es muy Eso provoca mucho resentimiento, duele
dado ver el catolicismo, pero ahí uno tam- mucho.
bién vio muchas cosas. Uno cree en Dios
-¡claro que cree en Dios!-, pero solo es algo Yo estuve como en cinco casas -digamos-
que le enseñaron. Pero cómo vas a vivirlo de adopción, y vos te encariñás y de un
83
pronto a otro tenés que irte, tenés que gente muy buena, pero tienen que man-
volver al Hospicio de Huérfanos. Además tener mucho la distancia, entonces no se
uno se identifica con esos que uno llama puede crear un vínculo; quieren ayudarte
sus hermanos, y cuando te llevan a un casa pero no se puede crear ese vínculo porque
vos pensás en ellos, cómo estarán; que si ellos tienen que cuidarse.
los irán a adoptar... Te acostás y pensás en
ellos... Entonces sucede lo que nos pasaba Más tarde estuve un año en Hogares CREA.
a nosotros: que nos mandaban a un hogar Ahí el sistema es muy militar, tienen una
sustituto y uno se escapaba buscándolos a mente como carcelaria. Ahí yo tengo que
ellos y ellos a uno, porque con ellos sí ha- contarle mis cosas, mis errores a los demás,
bía vínculo y en el hogar sustituto no había pero yo nunca decía nada. Además la ma-
confianza, no había nada... Todo se mane- yoría tenía visita de la mamá, del papá, de
jaba como un estereotipo, algo muy falso, los hermanos; siempre había un apoyo del
en el sentido de que ellos quieren adoptar, núcleo familiar, o si estaban bravos dura-
quieren un hijo y hacen todo lo posible. ban un mes sin ir a verlos, pero les lleva-
ban cosas, pero en el caso mío era cero
Después uno llega a no querer nada. Se te visitas de nadie. Claro que no es bonito
acerca un padre sustituto que te compren- ver a todo mundo compartiendo con la fa-
de; pero como tal vez uno era de los chicos milia y que usted no tenga a nadie, es muy
problemáticos, de los malos, y ahí se dan doloroso. En el Luis Felipe, en el Hospicio
muchos celos entre funcionarios, entonces de Huérfanos, en todo lado, usted fue solo
otro funcionario va y lo acusa y se abre una usted y nunca tuvo visita...
investigación. Es algo muy deprimente. En
los hospicios y en todos esos lugares hay Continúa en la Tercera Parte.
84
¿Se vive ahora con más (in)seguridad?
“Ya no se está seguro en ninguna parte.” La frase de uno de los participantes en los grupos
focales realizados en el marco de este informe resume el consenso que parece existir en
Costa Rica sobre la situación de la seguridad ciudadana. Al igual que en otros países lati-
noamericanos, esta última se ha convertido en una preocupación preeminente de la pobla-
ción, en una sombra que se proyecta sobre casi todas las actividades y actitudes de las y los
habitantes del país.
El estudio de la inseguridad objetiva será complementado luego con una detallada discu-
sión sobre la percepción de inseguridad en el país, la cual, como fue advertido en la primera
PNUD
parte, es una historia por derecho propio, profundamente distinta en algunos aspectos de
la narrativa de la delictividad y la victimización. Como se verá, si en todos los países la
percepción de inseguridad es un componente obligado de esta discusión, en Costa Rica la
importancia del tema alcanza una dimensión insospechada. Finalmente, se analizan algu-
nos aspectos claves de la segurabilidad de la población, y se enfatiza la opinión que tienen
las y los habitantes sobre los recursos disponibles para enfrentar la inseguridad ciudadana;
el impacto de esa opinión sobre su percepción de riesgo y las opciones de protección que
están tomando en concordancia con esa opinión.
Lo que se verá es una historia extraordinariamente compleja, en la que rara vez lo que pare-
ce, es. Ciertamente hay un deterioro de la seguridad ciudadana, pero en una forma menos
generalizada y menos aguda de lo que las percepciones sugieren. Es, también, una historia
que evidencia la enorme importancia de ciertas formas de violencia que tienen lugar en los
espacios privados, los que tradicionalmente han permanecido fuera del ámbito de la segu-
ridad ciudadana y que afectan, de modo desproporcionado, a las mujeres. Finalmente, es
una historia de extendida sensación de desprotección e impotencia ante la inseguridad, de
crónica desconfianza frente a los mecanismos estatales de protección y de creciente priva-
tización de la seguridad. Se empezará, pues, por desglosar la información disponible sobre
las formas más extendidas de delictividad y victimización.
86
Capítulo 4
Delictividad y victimización en Costa Rica
tres formas de violencia de singular impac- más graves y frecuentes, agrupados en dos
to, en los niveles objetivo y subjetivo de grandes categorías: delitos contra la perso-
inseguridad enfrentadas por la población na y delitos contra la propiedad.
costarricense: el homicidio doloso, la vio-
lencia contra las mujeres y las formas más Esta selección no elimina, sin embargo, el
convencionales de crimen organizado. Por problema de la fiabilidad de los datos regis-
fin, la última sección analizará, con la li- trados. Por ejemplo, mientras que algunos
mitada información disponible, algunas de delitos graves o numéricamente importan-
las principales características socio-demo- tes son fiables en cuanto a su “reportabi-
gráficas de los perpetradores de la violencia lidad” (los homicidios, lesiones y algunas
y el despojo en Costa Rica. categorías de robos suelen denunciarse casi
siempre debido a su carácter grave o im-
A. Evolución reciente de la delictivi- pactante, o bien al hecho de ser la denun-
dad y la victimización en Costa cia un requisito indispensable para cobrar
Rica el seguro), otros pueden ser frecuentes,
pero poco fiables (tal es el caso de las esta-
Para examinar los cambios acaecidos en ma- fas, daños o delitos sexuales, cuyo registro
teria de seguridad ciudadana en Costa Rica estadístico suele ser inferior a la realidad).
en el pasado reciente, lo primero que debe
hacerse es analizar las estadísticas delictivas Teniendo en cuenta lo anterior, en el
del Poder Judicial. Para ello, es oportuno y Cuadro 4.1 se muestra la evolución desde
útil simplificar la amplia enumeración de 1985 de los principales delitos registrados
delitos que incluyen, y seguir, en cambio, oficialmente en el Ministerio Público. La
el modelo empleado en países como Esta- presentación se hace por períodos quin-
dos Unidos y Canadá, que solo retienen quenales hasta 1995 y anualmente a partir
para fines estadísticos los hechos delictivos de ahí, hasta el año 2003.
88
Cuadro 4.1
Delitos
1985 (2) 1990 (2) 1995 (2) 1996 (2) 1998 (3) 1999 2000 2001 2002 2003
Totales
Contra la persona
Homicidio doloso (4) 114 146 189 195 217 230 250 251 257 258 300
Homicidio culposo (4) ... 311 406 298 442 581 613 602 623 578 528
Agresión 1.642 2.066 4.197 4.600 4.891 5.405 5.273 5.385 5.202 5.606 5.874
Lesiones 2.188 1.288 1.644 1.672 1.601 1.479 1.283 1.492 1.300 1.470 2.188
Violación 420 573 725 842 874 1.011 1.069 1.209 1.278 1.343 1.543
Contra la propiedad
1.451 1.581 1.050 1.308 1.528 1.647 1.722 1.654 1.871 1.951 2.158
Estafa 1.814 1.391 2.397 2.477 2.294 4.250 3.846 3.090 3.169 3.612 3.533
Hurto 4.800 4.617 3.831 3.765 7.315 11.271 10.588 10.301 11.397 11.154 10.730
Robo 3.034 3.344 4.958 5.815 11.753 24.838 26.476 25.799 29.340 29.388 35.987
89
90
Viene de la página anterior
Año
PNUD
Delitos
1985 (2) 1990 (2) 1995 (2) 1996 (2) 1997 (2) 1998 (3) 1999 2000 2001 2002 2003
Contra la persona
Homicidio doloso (4) 4,3 4,8 5,5 5,5 5,9 6,1 6,5 6,4 6,4 6,3 7,2
Homicidio culposo (4) ... 10,2 11,7 8,4 12,1 15,5 16 15,3 15,5 14,1 12,7
Agresión 6,2 6,8 12,1 12,9 13,4 14,4 13,7 13,7 13,0 13,7 14,1
Lesiones 8,2 4,2 4,7 4,7 4,4 3,9 3,3 3,8 3,2 3,6 5,2
Violación 1,6 1,9 2,1 2,4 2,4 2,7 2,8 3,1 3,2 3,3 3,7
Contra la propiedad
Daños 5,4 5,2 3,0 3,7 4,2 4,4 4,5 4,2 4,7 4,7 5,2
Estafa 6,8 4,6 6,9 6,9 6,3 11,3 10,0 7,9 7,9 8,8 8,5
Hurto 18,0 15,1 11,0 10,6 20,0 30,1 27,6 26,2 28,4 27,3 25,7
Robo 11,4 11,0 14,3 16,3 32,1 66,3 69,0 65,7 73,2 71,9 86,3
Notas: (1) Las “entradas netas” resultan de la sustracción entre las “denuncias” y las “incompetencias”. A estas entradas deben añadirse los delitos de acción privada, que ingresan directamente a
los tribunales. En el 2002, solo se registraron 633 casos. (2) Incluye los delitos pasados directamente por las alcaldías a los Juzgados de Instrucción. (3) A partir de este año se da la modificación del
Ministerio Público y se inicia con la presentación del dato. (4) Corresponde al número de víctimas reportadas por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial. La tasa es calculada
por 100.000 habitantes. (5) Incluye los valores correspondientes a las diferencias positivas producto de restar los datos para homicidio doloso y culposo reportados por el Ministerio Público menos
los reportados por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial.
Fuente: Elaboración propia a partir de las entradas netas recibidas en las oficinas del Ministerio Público, Anuario de Estadísticas Judiciales, Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección
de Estadística. Los datos sobre la población provienen de Estimaciones y proyecciones de población 1970-2100, INEC - CCP, 2002.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
El cuadro anterior presenta una gran can- delitos en las oficinas del Ministerio Públi-
tidad de información que, no obstante, ha co experimentaron un aumento considera-
de interpretarse cautelosamente. En primer ble (114,2%). A lo largo de todo el período
lugar, las cifras deben apreciarse a la luz de se detectan grandes aumentos práctica-
la grave y creciente subutilización de los me- mente en las tasas de todos los delitos. Sin
canismos de denuncia penal, que hace que embargo, el proceso se torna mucho más
los registros denoten una parte limitada del gradual en los años 1998-2003, cuando la
fenómeno delictivo. La debilidad de los me- comparabilidad de los datos empieza a es-
canismos de denuncia penal -que no afecta, tar garantizada.
eso sí, a algunos de los delitos más graves,
como el homicidio doloso- es un tema al En este último período, en algunos casos
que se volverá más adelante. En segundo como en los delitos de agresión (-2%),
lugar, la información presenta problemas estafa (-25%) y hurto (-15%) incluso se
para ser comparada en el tiempo. Salvo en registran descensos. Distinto es el caso de
el caso de los homicidios dolosos y culposos, otros delitos, en particular los robos y las
las cifras anteriores y posteriores a 1998 no infracciones a la Ley de Psicotrópicos, en
son estrictamente cotejables, ya que no es los que sí se detecta un aumento conside-
sino como consecuencia de la entrada en vi- rable, no solo a lo largo de todo el período,
gencia del Código Procesal Penal de ese año sino incluso a partir del año 1998. En el
que las denuncias por delitos se encuentran caso de las violaciones, el aumento es de
centralizadas en el Ministerio Público. 37% en el período 1998-2003, cifra que
supera el 30% para los robos y que llega
Al examinar lo anterior, destaca que entre a 226% para las infracciones a la Ley de
1985 y 2003 las tasas de entradas netas de Psicotrópicos.
Gráfico 4.1
91
PNUD
1
Rico et al. (1988); Chinchilla, ed. (1999); ENSCR-04.
92
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 4.2
Total 38,7
93
PNUD
Nota: Las categorías usadas por las encuestas del INEC difieren ligeramente de las utilizadas
por la ENSCR-04. En aquellas se habla de robo en la vivienda (TV, electrodomésticos, pertenen-
cias) y asalto (robo reloj, cartera, cadena, billetera), en vez de robo en la casa y robos o asaltos
fuera de la casa.
Fuentes: 1989-1997, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), INEC; 2004, Módulo
telefónico, ENSCR-04.
Así pues, la evidencia es clara al señalar el detectada en ciudades como Bahía, San
aumento de los niveles de violencia delicti- Salvador y Caracas (Cuadro 4.4). Si estos
va en Costa Rica y, en particular, el acele- niveles de violencia patrimonial ciertamen-
rado deterioro de la seguridad patrimonial te son muy superiores a los de los países in-
en el pasado reciente. Pero es crucial poner dustrializados (la tasa de victimización por
este hallazgo en perspectiva. Pese a su au- robo en el país es casi ocho veces superior
mento, los niveles de violencia patrimonial a la de estos), en otras modalidades -como
en Costa Rica -como los de otras formas el vandalismo contra carros, los incidentes
graves de violencia, como el homicidio- sexuales, las amenazas y agresiones, y aun
continúan siendo bajos en el contexto lati- el robo de autos- los niveles de victimiza-
noamericano. La tasa de victimización (in- ción en Costa Rica no muestran mayores
dividual, no por familia) por robo en Costa diferencias con los de países desarrollados
Rica es menos de una tercera parte de la y, en algunos casos, son menores.
94
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 4.4
Delito
País
Robo en Robo de Vandalismo Incidentes Amenazas y
Robo** (1)
la casa* carros* contra el carro* sexuales *** (2) agresiones **
Brasil (Bahía) 22,1 -- -- -- -- --
El Salvador (San Salvador) 20,0 -- -- -- -- --
Venezuela (Caracas) 18,4 -- -- -- -- --
Colombia (Cali) 16,1 -- -- -- -- --
Brasil (Río) 8,4 -- -- -- -- --
Chile (Santiago) 6,9 -- -- -- -- --
Costa Rica 6,1 6,7 2,5 7,9 1,5 (a) 4,4 (b)
Reino Unido (Inglaterra y Gales) 1,2 2,8 2,1 8,8 2,7 6,1
Notas: Para todos los países los datos de reporte de delitos obedecen a los ocurridos durante el año anterior a la realización de la encuesta
(2004 para Costa Rica; 1998 para Brasil, El Salvador, Venezuela, Colombia y Chile; 2000 para los demás países). (*) Corresponde a pre-
guntas hechas a nivel del hogar; (**) corresponde a preguntas a nivel del entrevistado; (***) corresponde a preguntas realizadas únicamente
a las mujeres entrevistadas. (1) Para los 17 países incluidos en la ICVS se consideró la categoría “robbery”; para los países latinoamerica-
nos fuera de Costa Rica se consideró la categoría “robo a mano armada”, y en el caso de Costa Rica, robos y asaltos fuera de la casa. (2)
Incluye para los 17 países de la ICVS las categorías “sexual assaults” y “offensive sexual behaviour”. (a) Incluye las categorías: tocamientos
indeseados con fines sexuales, amenazas por negarse a favores sexuales y violación o intento de violación. (b) Incluye las categorías:
amenazas de algún tipo, agresión física sin armas y agresión física con algún tipo de arma.
Fuentes: Costa Rica: ENSCR-04, Módulo telefónico. Países latinoamericanos excepto Costa Rica: OPS, Proyecto Activa; otros países:
ICVS-2000.
95
PNUD
Nada ayuda tanto a poner en perspectiva la tes (Gráfico 4.2). Lo realmente notable, sin
magnitud de los problemas de inseguridad embargo, es constatar que las tasas de ho-
ciudadana en Costa Rica y su deterioro, micidio de mediados de la década de 1970
como una revisión del comportamiento se distinguen en poco de las que se tienen
de la tasa de homicidios dolosos, acaso el hoy, y que la tasa de 1970 es prácticamen-
indicador más confiable y comparable de te idéntica a la que se tenía a finales de la
los niveles de delictividad de un país. En el década de 1980, cuando la percepción de
período 1970-2004, este indicador sufrió inseguridad entre la población costarricen-
un aumento gradual (69%), de 3,9 a 6,6 se ya había alcanzado los altos niveles que
homicidios dolosos por 100.000 habitan- presenta hoy.
Gráfico 4.2
Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes en Costa Rica.
1970-2004 (1)
Nota:(1)Los datos para los períodos 1970-1979 y 1980-2004 no corresponden a la misma fuente. Para el período
1970-1979 se recurrió al INEC. Para el resto del período, a los datos del Área Policial de la Sección de Estadística
del Poder Judicial, cuyas cifras aunque más confiables, están disponibles únicamente apartir de 1980. Si bien los
datos provenientes de ambas fuentes difieren apartir de 1980, la correlación para las tasas entre ambas series
es sumamente alta (0,94). Por ello, se consideró que, para el período 1970-1979, la tasa de homicidio doloso del
INEC puede ser utilizada.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. INEC. Cifras de población: INEC-CCP.
2
Buvinic, Morrison y Schifter (1999). La cifra mundial corresponde a 1990 y la de América Latina a 1994.
3
Prillaman (2003), p.3. Las cifras de Venezuela corresponden al período 1986-1997 (Moser, Winton y Moser [próxima
publicación], p.4).
96
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 4.5
Tasa de homicidios dolosos en veinticinco países. 2000-2001
País Tasa por 100.000 habitantes Año
Colombia 62,7 2000
Cabe indicar que, al contrario de exten- (6,6 por 100.000 habitantes) fue inferior
didas percepciones sociales, el homicidio a la de suicidios (7,6) y mucho menor a
doloso es menos relevante que otras causas la de accidentes de tránsito (14,8). Como
de muerte violenta en Costa Rica. Así, en se hizo ver en la primera parte del infor-
el período 1993-2003, el total de muertes me, razones teóricas tanto como prácticas
por homicidios dolosos (2.496) fue infe- llevaron a excluir estos dos últimos temas
rior al número de decesos ocasionados por de la consideración del presente informe,
suicidios (2.585) y accidentes de tránsito pese a que su importancia social y para el
(6.022). Del mismo modo, la tasa de muer- desarrollo humano está fuera de toda duda
te por homicidios dolosos en el año 2004 (Recuadros 4.1 y 4.2).
97
PNUD
Los datos anteriores sugieren una conclu- comparables con los de la gran mayoría
sión importante: en términos generales, de los países de América Latina. Al me-
aun considerando el significativo aumen- nos en su dimensión objetiva, el proble-
to de la violencia patrimonial en el pasa- ma de inseguridad ciudadana en Costa
do reciente, los niveles de victimización Rica luce perfectamente controlable sin
de Costa Rica no están separados por un medidas draconianas y lesivas del Estado
abismo de los que exhiben naciones con de Derecho. Como se verá más adelante,
alto índice de desarrollo humano. Esto no esta constatación es relevante y también
debe tomarse como un llamado a la com- sorprendente, a la luz de los altos niveles
placencia, aunque sí a la calma. No existe de inseguridad subjetiva que padece la po-
evidencia de que la situación de inseguri- blación costarricense, capaces de generar
dad objetiva en Costa Rica haya entrado por sí solos una gran cantidad de conse-
en una espiral descontrolada o que haya cuencias sociales, económicas, políticas y
alcanzado niveles intolerables o siquiera jurídicas negativas.
Recuadro 4.1
Cuadro 1
Tasas de suicidio en los diez países con mayor incidencia según país por sexo. 2002
(tasa por 100.000 habitantes)
Tasa
País Hombres Mujeres Promedio
Lituania 80,7 13,1 46,9
Federación Rusa 69,3 11,9 40,6
Ucrania 52,1 10,0 31,1
Letonia 48,8 11,8 30,3
98
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 1
Fuente: Elaborado con base en información proporcionada por el Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección
de Estadística.
A la concentración por sexo se debe sumar la que se presen- Al combinar ambas variables se obtiene un dato muy impor-
ta por grupos de edad. Los datos muestran el gran peso del tante: el 72% de las muertes de suicidio en el quinquenio
segmento entre 30 y 44 años (62%) en los casos de suici- 1999-2003 correspondió a hombres entre 15 y 44 años, un
dio, seguido por la participación del grupo entre 15 y 29 años patrón análogo al que se presenta en el caso de las muertes
(21%). Asimismo, cabe notar el aumento de los suicidios de por homicidio doloso. Este hallazgo obliga a una reflexión pro-
personas entre los 10 y los 14 años, así como entre adultos funda sobre los cambiantes roles de ambos sexos y las an-
mayores (Cuadro 2). siedades que enfrenta la población masculina, en particular la
que está en pleno auge de su ciclo productivo y reproductivo.
99
PNUD
Cuadro 2
Número de casos de suicidio en Costa Rica
según grupos de edad y sexo por año. 1999-2003
Año
Grupos de edad / Sexo Total
1999 2000 2001 2002 2003
10-14 0 0 4 4 7 15
Mujer 0 0 1 1 2 4
Hombre 0 0 3 3 5 11
15-29 96 93 79 111 120 499
Mujer 14 18 15 19 28 94
Hombre 82 75 64 92 92 405
30-44 271 298 261 311 363 1.504
Mujer 33 34 27 37 46 177
45-59 49 45 48 45 64 251
Mujer 2 2 3 5 5 17
Hombre 47 43 45 40 59 234
60 y más 20 35 29 29 34 147
Mujer 3 3 0 1 0 7
Hombre 17 32 29 28 34 140
Total 436 471 421 500 588 2.416
Mujer 52 57 46 63 81 299
Hombre 384 414 375 437 507 2.117
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección Estadística.
Igualmente alarmante es la distribución de las víctimas de En cuanto a la distribución geográfica, Limón y San José se
suicidio por ocupación habitual. En 1999-2003, casi tres de presentan como las provincias con mayores tasas de suici-
cada diez suicidios tuvieron como víctima a un agricultor o dio. En el período 1998-2002 estas alcanzaron 9,4 y 7,4 por
un peón agrícola, una proporción ampliamente superior a la 100.000 habitantes, respectivamente. Por el contrario, Alajue-
participación de ambos grupos en la población total. Las per- la y Cartago se caracterizan por tener tasas bastante meno-
sonas en situación de desempleo sumaron un 18%, y otras res. A escala cantonal, destacan los casos de Tarrazú (15,5),
categorías ocupacionales, como los y las empleadas domés- Dota (15,3) y Nicoya (14,2), los más altos del país, mientras
ticas, los comerciantes y los estudiantes sumaron en conjunto en Parrita, Jiménez y Barva no se registraron casos de priva-
un 10%. ción de la propia vida en el período indicado (Mapa 1).
100
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Mapa 1
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Distribución geográfica del ������������������������������������
suicidio en Costa Rica, 1998-2002
������������������������������
(tasa por 100.000 habitantes)
0,0 - 7,4
7,5 - 9,9
10,0 - 15,5
Fuentes: Elaborado a partir de Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área
������� �����������������������������������������������������������������������������������������������������
Policial. Datos de población tomados del IX Censo Nacional de Población INEC-2000.
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Recuadro 4.2
101
PNUD
Cuadro 1
Cuadro 1
Tasa de muertes por 100.000 habitantes provocadas por accidentes de tránsito en los
diez países con mayor incidencia, según país y año más reciente disponible
País Año Tasa
El Salvador 1999 41,7
Brasil 1995 25,6
Colombia 1998 24,2
Kuwait 2000 23,7
Nota: (1) La tasa atribuida a Costa Rica por la fuente citada para el año 2000 (20,1 por cada 100.000 habitantes) se basa en la
estadística de defunciones. Una estimación basada en el número de muertes reportado por el Departamento de Planificación
del Poder Judicial para el mismo año arrojó una tasa de diecisiete por cada 100.000 habitantes.
Fuente: Elaborado con datos provistos por la Organización Mundial de Salud (OMS).
La información correspondiente al período comprendido entre personas Como se puede observar en el Gráfico 1, el ascen-
1993 y 2003 advierte un crecimiento sostenido de la mortali- so más acentuado se ha producido entre hombres en el lapso
dad por accidentes de tránsito, la cual pasó en diez años de comprendido entre 1996 y 1998. Desde entonces, para ambos
11,5 decesos por cada 100.000 habitantes a 15. En números sexos, las tasas han mostrado pocos cambios, fuera de un li-
absolutos el total de muertes en ese período ascendió a 6.023 gero descenso en el caso de los hombres.
Gráfico 1
Es importante señalar que en los dos últimos años se ha dado Asimismo, las estadísticas de decesos evidencian que el fenó-
una baja en el número de fallecidos por accidentes de tránsito, meno de los accidentes tiene repercusión en todos los grupos
dato que sugiere la eficacia de la medida que obliga al uso del etarios. Sin embargo, el grupo entre 15 y 29 años concentró el
cinturón de seguridad, de los programas de vigilancia en las 31% de los fallecimientos por esta causa en el período 1999-
carreteras y de la confiscación de vehículos guiados por con- 2003, seguido del segmento de 30 y 44 años con un 26% y el
ductores bajo efectos del alcohol. de 45-59 con 18%. En todos los grupos de edad se denota una
aplastante presencia de hombres, quienes constituyen el 83%
En este punto, resulta oportuno recordar que la causa de mu- de las víctimas totales.En lo concerniente a la distribución es-
chos de los accidentes de tránsito en Costa Rica está rela- pacial de los decesos, en el período 1999-2003, la provincia de
cionada con abuso del alcohol y el irrespeto a los límites de Guanacaste es la que posee la tasa más alta de decesos por
velocidad. En un estudio de Miranda y Del Valle para el año accidentes de tránsito (29,6 por 100.000 habitantes), seguida
1998, con base en datos de la Sección de Patología Forense por Limón (26,6) y, en tercer lugar, Puntarenas (24,1). Cabe su-
del Departamento de Medicina Legal, se encontró que el 32% brayar que la menor incidencia se registra en Cartago (11,3).
de los conductores fallecidos por accidentes de tránsito (31 de
96) se encontraba en estado de ebriedad. Más de la mitad de Finalmente, conviene apuntar que, si bien es cierto en el pla-
estos casos mostraba niveles de alcohol que generan serios no internacional existe literatura que relaciona los accidentes
trastornos en la capacidad de conducir. Además, 19% de los de tránsito con reacciones violentas a diversas frustraciones,
motociclistas fallecidos en accidentes se encontraba bajo esta- en Costa Rica no existen investigaciones que hayan explorado
do de ebriedad, lo mismo que un 13% de los peatones. sistemáticamente esta hipótesis. Las causas de los accidentes
de tránsito en el país, en general, han sido mucho menos estu-
diadas que sus consecuencias.
Cuadro4.6
Cuadro 4.6
Porcentaje de victimización por tipos de violencia y principales categorías socio-demográficas. 2004 (1)
Sexo Edad Zona Nivel socio-económico
Tipo de
Total
violencia Hombre Mujer 16-24 25-34 35 y + Urbano Rural Bajo Medio Alto
Total 27,3 31,5 23,4 29,5 33,5 23,5 29,9 22,3 20,0 26,9 32,9
Patrimonial 22,1 27,0 17,5 25,0 28,6 17,9 24,7 17,0 15,9 20,9 28,6
Física 3,4 4,9 1,9 4,1 4,9 2,4 3,8 2,6 2,4 3,4 4,0
Emocional 5,5 5,4 5,6 2,7 5,9 6,6 5,8 4,9 2,9 5,8 6,7
Sexual 1,1 0,7 1,5 1,8 1,0 0,9 0,9 1,6 1,2 1,3 0,8
Nota: (1) Corresponde a la proporción de personas entrevistadas que indicaron haber sido víctimas de un hecho de violencia en los
últimos doce meses.
Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.
103
PNUD
4
No obstante, tanto hombres como mujeres sí reportaron casos sobre amenazas por negarse a favores sexuales, 0,7% y
1,5%, respectivamente.
104
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
5
Cruz (1999), pp.14-16; Van Kesteren et al. (2000), p.55.
6
Cruz (1999), pp.14-16; Van Kesteren et al. (2000), p.55.
105
PNUD
Gráfico 4.3
Edad media de los miembros victimizados de los hogares por tipo de violencia
Recuadro 4.3
7
Según la legislación costarricense (Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, No. 7935 de octubre de 1999) se concibe que una persona es adulto
mayor a partir de los sesenta y cinco años de edad. Sin embargo, en el ámbito de los estudios gerontológicos hay enfoques que asumen que la
tercera edad inicia a partir de los sesenta años. En el presente recuadro se ha optado por trabajar con una y otra, según la disponibilidad de la
información.
106
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 1
En términos comparativos, Costa Rica evidencia una mortalidad resulta particularmente cierto en el caso de los varones. Paradó-
generada por homicidio en la población de sesenta y más años jicamente los países de Europa Central, cuya población se con-
más baja que en otros países de América Latina, empero dicha sidera envejecida en relación con América Latina y Asia, poseen
mortalidad sigue siendo alta, si se observa la reportada por paí- las tasas más reducidas del globo seguidas por las de Japón,
ses con mayores niveles de desarrollo (Cuadro 1). Lo anterior Canadá y Estados Unidos.
Cuadro 1
Tasas de mortalidad causada por homicidio doloso por 100.000 habitantes, en la población
de sesenta años y más, según país por sexo, para el año disponible más reciente entre
1994 y 1999
Sexo
País Año Hombres Mujeres
Colombia 1995 55,2 5,2*
Paraguay 1994 35,9 2,2*
México 1997 34,4 4,8
Letonia 1999 20,9 8,3
Venezuela 1994 16,7 2,3
Tailandia 1994 11,3 3,0
Costa Rica 1999 10,2 1,3
Argentina 1996 7,6 1,3
Chile 1994 7,2 0,8
Rumania 1999 6,9 3,1
Cuba 1997 5,3 2,7*
Polonia 1995 5,3 2,4
Hungría 1999 4,1 3,0
EE.UU. 1998 3,9 1,8
Canadá 1997 1,6 0,7
España 1998 1,1 0,8
Japón 1997 0,8 0,6
Alemania 1999 0,7 0,5
Francia 1998 0,6 0.6
Reino Unido 1999 0,5 0,4*
Nota: (*) Para los países con asterisco se ha consignado la tasa de femicidio promedio para todos los grupos de edad.
Fuente: Elaborado con base en información proporcionada por la OMS/OPS. Continúa en la página siguiente
107
PNUD
Otro indicador de que los márgenes de seguridad ciudadana sin embargo, cabe pensar que, debido a estereotipos machis-
de que disfruta esta población se han visto reducidos son los tas o patrones culturales, existe un número importante de adul-
adultos mayores víctimas de agresión detectados en el hospital tos mayores hombres que tienden a negar u ocultar el hecho de
Blanco Cervantes. En el Gráfico 2 se ofrecen los casos abor- que son víctimas de agresión.
dados bajo la modalidad bio-psicosocial y legal por el Servicio
de Trabajo Social de ese hospital. Es posible observar que el Para todo el territorio nacional no se dispone de cifras que res-
número se ha venido incrementando desde 1997, salvo una palden el aumento de la agresión contra este grupo etario. En
disminución que tuvo lugar en el año 2001. ese sentido, los datos del Blanco Cervantes deben ser asumi-
dos como una aproximación a la situación real.
Los datos del Blanco Cervantes revelan que, fundamentalmen-
te, las víctimas de agresión son las mujeres adultas mayores,
Gráfico 2
Fuente: Elaborado con datos del Departamento de Trabajo Social del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología
Dr. Raúl Blanco Cervantes.
Por otro lado, en el año 2002 se estimó, por medio de la Cuarta Asimismo, los datos de la Cuarta Encuesta Nacional revelaron
Encuesta Nacional sobre las características de los usuarios de que el principal tipo de agresión que sufren es la psicológica,
los Servicios de Consulta Externa de la CCSS, que trece de cada seguida del abandono y una combinación de todas las formas
mil mayores de 65 años habían sufrido algún tipo de agresión. Es de agresión (Gráfico 3). De igual modo, la encuesta citada plan-
de esperar que esta cifra resulte igualmente baja en comparación tea que las adultas mayores son agredidas en mayor medida
con el fenómeno real, debido a que muchos de los adultos mayo- en comparación con los hombres. En este sentido, se debe
res que son agredidos no se apersonan a los centros de atención subrayar que las mujeres son fundamentalmente víctimas de
por diversas razones. Entre estas se encuentra el hecho de que agresión psicológica y pareciera que la agresión patrimonial la
experimentan miedo de perder sus hogares, propios o receptores padecen con exclusividad los hombres.
(y ser enviados a un hogar de ancianos) si hacen efectivas sus
demandas en relación con la situación de abuso.
108
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 3
Tasa de incidencia de agresión por 100.000 habitantes en personas
mayores de 65 años, según tipo de agresión y sexo. 2002
Fuente: Elaborado con datos proporcionados en la Cuarta Encuesta Nacional sobre las característi-
cas de los usuarios de los servicios de consulta externa de la CCSS.
En torno a este mismo tema, durante el año 2004 el Consejo estas denuncias bajo el esquema del PLANOVI. Esta comisión
Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAN) recibió 757 se integró con representantes de diversas instituciones públicas
denuncias sobre algún tipo de violencia o maltrato. Después encargadas de velar por la integridad del adulto mayor, cuando
de haber efectuado un estudio de la situación, el CONAPAN este se ha visto lesionado por situaciones de abuso, maltrato y
procedió, en los casos en que el adulto mayor no era propie- abandono, especialmente.
tario del lugar en donde habitaba, a trasladarlo a un hospicio
de ancianos ubicado en una comunidad cercana a su último Uno de los principales resultados de la comisión interinstitucional
lugar de residencia. En total fueron reubicadas 104 personas ha sido la elaboración del Programa Nacional para la Atención
que efectivamente estaban expuestas a amplios niveles de vio- Integral de la Persona Adulta Mayor Abusada y en Situación de
lencia. Cabe subrayar que el CONAPAN, a diferencia del PANI y Abandono, el cual se encuentra en su etapa final de redacción.
del INAMU, no posee centros de atención o albergues propios, En este se fijan los lineamientos y tareas que asumirán las insti-
sino más bien opera gracias a convenios mediante los cuales tuciones para contender con las situaciones de abuso, maltrato
adquiere servicios a asilos de ancianos ya establecidos. y violencia que experimenta este sector de la población. 8
8
Se ha planteado, en el contexto de la Comisión Interinstitucional, que los servicios de atención primaria de la Caja
Costarricense de Seguro Social serían la mejor opción para detectar y valorar en forma integral las situaciones de abuso y
maltrato que sufren los adultos mayores. Sin embargo, sobre este particular no hay unanimidad.
109
PNUD
en Costa Rica en octubre de 1999. En particular, el Código trata A principios del año 2003, el Consejo Nacional llevó a cabo un
de resolver el lapsus entre la Ley Integral y el Código Penal en amplio proceso de capacitación a la Fuerza Pública con el fin,
lo concerniente a la penalización del abuso, maltrato y abando- primero de sensibilizar a la policía sobre las situaciones que ex-
no del adulto mayor.9 Resulta oportuno señalar que, a la altura perimentan las y los adultos mayores y segundo, para que pue-
de la redacción del Informe Nacional de Desarrollo Humano, el dan reconocer las situaciones de abuso y maltrato. Asimismo,
Código de la Vejez se encontraba en proceso de validación con actualmente se están planificando actividades de sensibiliza-
grupos de adultos mayores organizados y funcionarios de las ción para jueces y funcionarios judiciales en forma conjunta con
instituciones que forman parte de la comisión interinstitucional. la Escuela Judicial. En este punto resulta importante señalar
que, en el programa nacional citado se han establecido también
Paralelamente a la gestión del Programa Nacional y el Código acciones que pretenden promover una auto-concienciación del
de la Vejez, el CONAPAN ha efectuado diversas actividades adulto mayor con respecto a que no debe ser sujeto de maltrato
para enfrentar la situación de abuso de los adultos mayores. o abuso.
9
El Código dispone de un capítulo especial sobre abuso, maltrato y abandono.
110
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
10
Van Kesteren et al. (2000); Gaviria y Pagés (1999); Fainzylber, Lederman y Loaiza (1998).
11
Gaviria y Pagés (1999).
111
PNUD
Cuadro 4.7
Totales
Contra la persona
Contra la propiedad
Daños 2.158 873 340 192 110 166 291 186
Estafa 3.533 2.390 367 173 159 148 182 114
Hurto 10.752 4.928 1.572 614 320 849 1.685 784
Robo 35.987 15.706 4.948 3.485 5.089 2.252 2.580 1.927
Contra la Ley de
Psicotrópicos
9.275 3.828 1.604 738 425 276 1.610 794
Infracción a la
Ley de Psicotrópicos
Tasas por 10.000 habitantes
Contra la persona
Homicidio doloso (1) 7,2 9,1 4,9 4,0 5,8 6,4 8,8 8,8
Homicidio culposo (1) 12,1 8,5 13,1 6,6 9,6 21,1 18,8 20,5
Contra la propiedad
Daños 5,2 5,9 4,3 4,1 2,8 5,9 7,8 4,8
Estafa 8,5 16,3 4,6 3,7 4,0 5,3 4,9 2,9
Hurto 25,8 33,5 19,8 13,0 8,1 30,4 45,2 20,3
Contra la Ley de
Psicotrópicos
22,2 26,0 20,2 15,6 10,7 9,9 43,2 20,6
Infracción a la
Ley de Psicotrópicos
Notas: (1) Corresponde al número de víctimas reportadas por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial. La
tasa es calculada por 100.000 habitantes.
Fuentes: Anuario de Estadísticas Judiciales, Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Datos de
población: “Estimaciones y proyecciones de población 1970-2100”, INEC- CCP, 2002.
112
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Como se ve, las oficinas del Ministerio San José, Puntarenas y Limón; las de ho-
Público de la provincia de San José re- micidios culposos en Guanacaste, Limón
gistraron ese año la gran mayoría de las y Puntarenas; las de lesiones en San José,
entradas netas de todos los delitos selec- Limón y Puntarenas; las de violaciones
cionados, en especial de estafas (67,6%), en Limón y Puntarenas; las de daños en
hurtos (45,7%), lesiones (44,7%), robos Puntarenas, Guanacaste y San José; las de
(43,8%), homicidios (42,3%), infraccio- estafas en San José; las de hurtos en Pun-
nes a la Ley de Psicotrópicos ( 41,3%), tarenas y San José; las de robos en Here-
daños (40,5%) y agresiones (39,1%). Las dia y San José; y las de infracción a la Ley
cifras de San José fueron seguidas, casi en de Psicotrópicos, con gran diferencia, en
todos los casos, por las de Alajuela, sobre Puntarenas.
todo en homicidios culposos (19,8%),
violaciones (16,7%), daños (15,8%), Resultados más interesantes se obtienen
agresiones (15,3%), hurtos (14,6%), ro- al analizar la distribución geográfica de la
bos (13,8%) y lesiones (13,6%). violencia y el despojo a escala cantonal.
En este caso, sin embargo, el análisis invo-
Por su parte, la distribución de las tasas lucra menos delitos y formas de violencia,
de delito no es homogénea en todo el toda vez que la desagregación geográfica
país, un punto que aparecerá con mayor de los datos no siempre es posible. Por
claridad a nivel cantonal. Así, las tasas de fortuna, como lo muestra el Cuadro 4.8,
agresión fueron más elevadas en Limón y se encuentran disponibles para algunas
Puntarenas; las de homicidios dolosos en categorías de particular importancia.12
12
La razón por la cual se utilizaron los datos del año 2003 obedece a que fue a partir de ese año que se empezaron a
desagregar por cantón los reportes de las intervenciones policiales por violencia doméstica.
113
PNUD
Cuadro 4.8
Cuadro 4.8
Tasas por 100.000 habitantes según modalidades seleccionadas
de violencia y despojo por cantones. 2003
Modalidad
Costa Rica
114
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Sobresale la dispersión de los casos en todas Esto sugiere un punto crucial: las moda-
las categorías. Así, en tanto la tasa de homi- lidades de delictividad y la violencia no se
cidios del cantón de Garabito triplica el pro- distribuyen de acuerdo con un patrón uni-
medio nacional -efecto parcialmente genera- forme en todo el país. Pese a la innegable
do por su baja población-, existen veintiséis presencia de las cabeceras de provincia a
cantones, casi una tercera parte del total, que través del análisis, los cantones con proble-
no registraron ningún homicidio en el año mas más severos de homicidio doloso no ne-
2003. De igual manera, en el caso del robo cesariamente son los mismos que registran
y el hurto, las tasas más altas (los cantones más denuncias por delitos patrimoniales o
turísticos de Garabito y Aguirre en la provin- violencia doméstica. Esto implica que cual-
cia de Puntarenas, así como Cañas en Gua- quier política pública para la prevención del
nacaste) prácticamente triplican el promedio delito y la violencia debe ser precedida no
nacional, en tanto León Cortés, un pequeño solo por un análisis geográfico diferenciado,
cantón situado al sur de la provincia de San lo que es obvio, sino por un esfuerzo para
José, muestra una tasa ínfima, equivalente a hacer ese análisis para cada tipo de violencia
una centésima parte del promedio nacional. y despojo. Y, ello requiere, en primer lugar,
Resulta notoria la presencia, sin embargo, de un sistema de información y de indicadores
seis de las siete cabeceras de provincia entre los en materia de seguridad ciudadana mucho
quince cantones con tasas más altas de robo más sofisticado que aquel con el cual hoy
y hurto. Por su parte, la violencia doméstica - cuentan las autoridades.
medida por las intervenciones policiales, una
forma muy imperfecta para hacerlo, pero la Con el fin de resumir la información ante-
única disponible a nivel cantonal- presenta rior se han estandarizado y ponderado las
también una gran dispersión, con cantones tasas cantonales de homicidio doloso, robo y
como La Cruz, Corredores y Alajuelita que hurto, y violencia doméstica, y se han vertido
triplican el promedio nacional y otros que en un Índice de Seguridad Cantonal (ISC)
no reportan intervención alguna. (Anexo 2.1). Este índice simplifica conside-
rablemente la representación gráfica de la
Acaso más notable es la falta de homogenei- distribución geográfica de la violencia y el
dad entre las listas. De los quince cantones despojo en Costa Rica, así como el análisis
con mayores tasas de delictividad única- de los efectos que estos fenómenos tienen so-
mente San José, Montes de Oca y Limón bre los niveles de desarrollo humano de las
repiten en las tres categorías. Igualmente, de diversas regiones del país. Es, sobre todo, un
los quince cantones que ocupan los lugares instrumento de medición que permite moni-
más bajos en las listas, solo cinco rurales de torear sistemáticamente algunos aspectos de
diferentes provincias -Acosta, León Cortés, la seguridad ciudadana y evidenciar algunas
Alfaro Ruiz, Jiménez y Hojancha- figuran conclusiones relevantes.
115
PNUD
Nivel de seguridad (1) Número de cantones (%) de total Población (%) de población total
Nota: (1) Nivel alto: 0,800-1,000; nivel mediano: 0,500-0,799; nivel bajo: menor de 0,499.
Fuente: Elaboración propia con base en los datos tomados del Anuario de Estadísticas Judiciales y datos de homi-
cidios del Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Ministerio de Seguridad Pública;
Proyecciones Distritales de Población de Costa Rica, 1970-2030. CCP-INEC
117
PNUD
Esta lista permite observar, en primer lugar, con algo menos de una sexta parte de la po-
que más de un 40% de los cantones del país blación total del país, que presentan serios
presentaba en el año 2003 niveles de seguri- problemas de inseguridad objetiva. Estos
dad sumamente altos. Más aún, los 35 can- nueve cantones incluyen circunscripciones
tones incluidos en esa categoría concentran urbanas densamente pobladas, cantones
casi un 30% de la población nacional. Con con fuerte actividad turística y uno fronte-
pocas excepciones, los cantones de esa cate- rizo. En mayor o menor medida, todos es-
goría incluyen circunscripciones de poca po- tos casos, particularmente las cabeceras de
blación y fuera del Área Metropolitana. Sin las provincias de San José, Limón y Gua-
embargo, algunos suburbanos como Mora, nacaste, presentan problemas de uniforme
Barva, Santa Bárbara y El Guarco, todos seriedad en todas las formas de violencia y
con altos niveles de seguridad, son excepcio- despojo incluidas en la tabulación.
nes a este patrón. Cabe añadir, además, que
esta categoría incluye la casi totalidad de la Acaso lo importante del análisis sea, en-
provincia de Cartago. tonces, comprobar que los problemas más
graves de victimización en el país pare-
Otros 37 cantones, incluidas cuatro cabece- cen estar bastante concentrados desde el
ras de provincia (Alajuela, Cartago, Heredia punto de vista geográfico y que en la gran
y Puntarenas), casi todos los suburbios de la mayoría del territorio nacional -donde
aglomeración urbana de la capital y algunas residen ocho de cada diez habitantes del
ciudades secundarias del país, configuran país- los problemas objetivos de insegu-
la segunda categoría, con niveles interme- ridad son bajos o, a lo sumo, moderada-
dios de seguridad. Este grupo de cantones mente serios (Mapa 4.1). Como se verá
alberga a más de la mitad de la población luego, estos matices no se reproducen
nacional (55,2%). cuando se trata de la dimensión subjetiva
de la inseguridad, cuyos niveles son alar-
Finalmente, el ejercicio de jerarquización mantes en todo el país.
arroja nueve cantones (11,1% del total),
Mapa 4.1
Índice de Seguridad Cantonal. 2003
(Escala 0,000 - 1,000)
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118
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 4.4
119
PNUD
Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Carcedo y Sagot (2002).
13
Carcedo y Sagot (2002), pp. 42, 61. En este estudio se consideraron femicidios los homicidios de mujeres cometidos por
hombres en el ámbito de las relaciones de pareja, incluyendo ex parejas, familiares, y los vinculados a la violencia sexual,
como asaltos y violaciones de parte de conocidos y desconocidos, ataques de pretendientes y acosadores sexuales y ataques
de clientes o explotadores sexuales.
120
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Este problema no tiene paralelo en el caso meno, que se presenta en forma análoga
de los hombres. Ellos solo excepcionalmen- en el caso del suicidio, hace ineludible la
te mueren a manos de mujeres, en el ám- perspectiva de género al analizar los datos.
bito de pareja o familiar, en ataques sexua- Si resulta evidente que el problema del fe-
les o a manos de mujeres pretendientes o micidio demanda una mirada atenta y res-
acosadoras. Los homicidios de hombres, puestas desde la política pública de segu-
incluso en el ámbito intrafamiliar o en ata- ridad, es igualmente cierto que cualquier
ques sexuales son, con escasas excepciones, respuesta al crecimiento de los homicidios
cometidos por otros hombres.14 dolosos en Costa Rica exige indagar cui-
dadosamente los factores de riesgo que
Con todo, es innegable que, al tratarse del acompañan a la población masculina y, en
homicidio doloso en Costa Rica, el pro- particular, como se verá de inmediato, a
blema de victimización masculina es con- la más joven.
siderablemente más serio que el femeni-
no; que el riesgo de morir por homicidio Al igual que el riesgo de morir por un ho-
doloso es superior para los hombres que micidio doloso no se distribuye en forma
para las mujeres (5,7 veces más alto, en homogénea entre los hombres y las mujeres,
promedio, durante 1990-2004) y que el tampoco se reparte por igual entre distintos
aumento detectado en la tasa nacional de grupos de edad. Aún más, la distribución
homicidio doloso se debe enteramente al etaria de la victimización está sufriendo
aumento de la tasa masculina. Este fenó- cambios significativos (Gráfico 4.5).
Gráfico 4.5
Tasas de homicidio por 100.000 habitantes por grupos de edad. 1990-2004
(promedio móvil de tres años)
A lo largo de todo el período 1990-2004, ble entre los mayores de sesenta años. Más
el homicidio doloso ha afectado despro- acelerado es el incremento de la tasa entre
porcionadamente al grupo de población los 45 y los 59 años. Lo notable, sin embar-
entre los 30 y los 44 años de edad. En este go, es el crecimiento de casi un 60% de la
grupo la tasa muestra una leve tendencia tasa de homicidio doloso entre las personas
hacia el aumento, fenómeno también visi- de 15 a 29 años (de 5,8 a 9,2 por 100.000
14
Carcedo y Sagot (2002), p. 44.
121
PNUD
habitantes). Como es fácil inferir, esta últi- seguridad, un punto que aparece con in-
ma tendencia es altamente dañina desde el tensidad en las percepciones de inseguridad
punto de vista social, pues priva a la sociedad de los adultos, como se verá más adelante.
de personas al inicio de su ciclo productivo y Semejante énfasis no es necesariamente
reproductivo. negativo, aunque puede llegar a serlo si se
traduce en una mutilación de los procesos
También es significativo -y levemente re- de crecimiento y socialización de la niñez.
confortante- comprobar que, al igual que Es, en todo caso, un énfasis que pone los
en el caso de las mujeres, entre los habitan- esfuerzos en el lugar equivocado. Desde el
tes del país menores de catorce años la tasa punto de vista del costo humano y social,
de homicidios prácticamente no ha sufrido en materia de homicidio doloso en Costa
variaciones en la última década y media. Rica el fenómeno en realidad alarmante,
Esto contrasta con mensajes reiterados que frente al que urge encontrar respuestas, tie-
transmiten los medios de comunicación, ne que ver con la concentración de muertes
sobre la prioridad legislativa otorgada en el entre los hombres jóvenes.
país al endurecimiento de los castigos con-
tra el homicidio de menores y, finalmente, El análisis anterior, por sexo y edad de las
con la extendida noción de que los niños y víctimas, conduce a conclusiones muy cla-
las niñas, enfrentan crecientes riesgos a su ras, reflejadas en el gráfico siguiente:
Gráfico 4.6
Tasas de homicidio doloso para hombres por 100.000 habitantes por grupos
de edad. 1990-2004 (promedio móvil de tres años)
El gráfico muestra, en primer lugar, que entre casi triplica el promedio nacional y se con-
el grupo de hombres de 30 a 44 años, las ta- vierte en un problema significativo, ya no
sas de homicidio en Costa Rica alcanzan una únicamente de seguridad ciudadana sino de
magnitud nada desdeñable. Entre ese grupo, salud pública.15 En segundo lugar, y más im-
la tasa de homicidios del período 2002-2004 portante, el gráfico denota un aumento muy
15
Convencionalmente, se estima que una tasa de homicidios dolosos de 10,0 por 100.000 habitantes representa un
problema serio de mortalidad, que deviene prioritario para la salud pública.
122
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
acelerado, de casi un 73%, en la tasa de habitantes en todos los cantones del país,
homicidios dolosos entre los hombres de en forma de promedios móviles de cinco
15-29 años en el período 1990-2004. El años, un recurso necesario para minimizar
aumento reciente de la tasa de homicidios las grandes fluctuaciones que afectan los
en Costa Rica se explica, prácticamente en datos anuales, al tener la gran mayoría un
su totalidad, por lo ocurrido en este seg- bajo número de homicidios. Los colores de
mento demográfico. las celdas del cuadro permiten identificar
fácilmente cuán difundidos están los pro-
A la concentración demográfica del ho- blemas más serios de homicidio doloso a
micidio doloso, se suma su concentración escala cantonal y, asimismo, su deterioro o
geográfica. En números absolutos, en los mejora a lo largo de veinticinco años.
años 2002-2003, diez cantones con el 37%
de la población total del país, entre ellos En el último quinquenio (1999-2003), las
cinco de las siete cabeceras provinciales tasas superiores a 9,0 por 100.000 habitan-
(San José, Alajuela, Limón, Puntarenas y tes (los colores más oscuros del cuadro) se
Heredia), y otros cinco densamente pobla- concentraron en un número muy reducido
dos (Goicoechea, Desamparados, Alajue- de cantones: San José, los cantones fronte-
lita, La Unión y Pococí), concentraron el rizos de Sarapiquí y Corredores, el peque-
55% de los homicidios dolosos del país, ño cantón de Dota y casi toda la provincia
incluido el 16,5% en el cantón central de de Limón, consistentemente afectada por
San José, donde se reporta uno de cada seis un serio problema de homicidios dolo-
homicidios. sos.16 Frente a ello, dos terceras partes de
los cantones (55 de 81) mostraron prome-
El punto es igualmente claro si se recurre ya dios inferiores a la tasa nacional del quin-
no a las cifras absolutas sino a las tasas can- quenio (6,6), incluidos 32 con tasas infe-
tonales de homicidio doloso desde 1980. El riores a 3,0 análogas a las de los países de
Cuadro 4.11 contiene las tasas por 100.000 la OECD.
16
La tasa anómala de Dota, situada desde hace veinticinco años entre las más altas del país, debe verse, sin embargo, a la
luz de la reducida población del cantón (6.860 habitantes en 2004, la cuarta más baja del país), que eleva las tasas aun en
presencia de un número muy bajo de homicidios.
123
124
Cuadro 4.11
Cuadro 4.11
PNUD
125
126
Viene de la página anterior
PNUD
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Área Policial. Proyecciones Distritales de Población de Costa Rica, 1970-2030. CCP-INEC.
Datos en línea www.ccp.ucr.ac.cr
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Notable es, asimismo, el amplio predomi- hayan ocurrido en una buena parte de las
nio de los colores claros en todo el cuadro, circunscripciones. En términos generales,
sugerente de bajas tasas de homicidio do- los últimos veinticinco años han traído un
loso en la mayor parte de los cantones a agravamiento de las cifras en la mayoría de
lo largo de todo el período. Eso no exclu- los cantones (Mapa 4.2; colores más oscu-
ye, sin embargo, que cambios importantes ros = mayor tasa de homicidio doloso).
Mapa 4.2
127
PNUD
Cuadro 4.12
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Proyecciones Distritales de Población de
Costa Rica, 1970-2030, CCP-INEC.
128
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Más seria, sin embargo, es la situación de en otras formas de violencia, en el caso del
los 38 cantones restantes, donde reside más homicidio doloso resulta muy evidente que
de la mitad de la población del país y don- el crecimiento experimentado en el pasado
de la tasa de homicidio doloso sí exhibe un reciente es un fenómeno fundamentalmen-
preocupante proceso de deterioro. En diez te urbano y localizado en la gran aglomera-
de ellos la tasa de homicidios ha crecido ción metropolitana del Valle Central.
cinco puntos o más a lo largo del período;
así, aumentó un 55% en el cantón central La información disponible permite no solo
de Limón (a partir de un nivel ya muy alto hacer inferencias demográficas y geográfi-
en 1980); se triplicó en el caso de San José, cas sobre la victimización en los homicidios
Dota, Sarapiquí, Garabito y Pococí; se cua- dolosos, sino también alcanzar conclusio-
driplicó en el caso de Belén y se multipli- nes relevantes sobre las circunstancias que
có por factores aún mayores en Montes de rodean la comisión del delito, en particu-
Oca, Flores y Aguirre. Significativamente, lar los móviles involucrados, los métodos
las categorías de deterioro moderado y se- utilizados, la distribución cronológica de
vero incluyen casi la totalidad del Área los homicidios y la relación entre el ho-
Metropolitana. De todos los cantones que micida y la víctima. En los dos primeros
conforman esta última, únicamente San aspectos se detectan cambios importantes
Pablo de Heredia no ha sufrido deterioro a lo largo de las últimas dos décadas.
en los últimos veinticinco años. Más que
Gráfico 4.7
Distribución porcentual por trienios del número de casos por homicidio
doloso en Costa Rica según móvil o causa del evento. 1983-2003
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área policial. Datos en línea,
http://www.poder judicial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/index.htm
denota la aparición reciente de una categoría cia sugiere la expansión de formas particular-
desconocida todavía a mediados de la década mente violentas de crimen organizado
anterior: el sicariato. Tal cambio en la compo-
sición de los motivos indica que la comisión El siguiente gráfico confirma, con infor-
de delitos patrimoniales no solo ha crecido mación sobre los métodos utilizados por
cuantitativa sino también cualitativamente los homicidas, que la intensidad y la sofis-
en el país, en la intensidad de la violencia uti- ticación de las modalidades de comisión de
lizada para perpetrarlos. Aún más, la eviden- los homicidios dolosos han aumentado.
Gráfico 4.8
Distribución porcentual por trienios del número de casos por homicidio
doloso en Costa Rica, según método empleado. 1983-2003
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área policial. Datos en
línea. http://www.poder judicial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/index.htm
Como puede observarse, el cambio más en el uso de las armas de fuego abre, no
decisivo a lo largo de dos décadas es la sus- obstante, una oportunidad para las políti-
titución del arma blanca por el arma de cas de seguridad. Como lo demuestran nu-
fuego. Si hace veinte años ambos métodos merosos ejemplos en otros países, la tenen-
eran utilizados en proporciones similares, cia y circulación de armas de fuego es un
hoy los casos de homicidio doloso en los factor asociado a la inseguridad ciudadana
que media un arma de fuego casi duplican singularmente sensible a las intervenciones
a aquellos perpetrados con arma blanca. Si de política pública y que, a no dudarlo, es
bien, como se verá en la tercera parte de más fácil de controlar que la utilización de
este estudio, la proporción de homicidios las armas blancas.
con arma de fuego en Costa Rica aún está
muy distante de la que se encuentra en Formas de prevención situacional también
otros países del Hemisferio Occidental, su pueden ser utilizadas a la luz de la distribu-
incremento a lo largo de dos décadas no es ción cronológica de los homicidios dolo-
insignificante. Aunque indica un preocu- sos. El Gráfico 4.9, que recoge datos para
pante aumento en la sofisticación y la capa- el período 2000-2003, sugiere una concen-
cidad letal de los homicidas, el incremento tración visible, aunque no abrumadora, de
130
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
las muertes por homicidio doloso durante dolosos durante el fin de semana. Como
el fin de semana, particularmente el día do- lo muestran diversos estudios, la presen-
mingo, en el que uno de cada cinco homi- cia del alcohol en las muertes violentas en
cidios tuvo lugar. Esto es consistente con Costa Rica, así como en formas no letales
los patrones observados en otras formas de de agresión doméstica, es muy extendida.
violencia, en particular aquellas que tienen Los datos arrojados por el análisis forense
lugar en el espacio doméstico. de 731 víctimas de homicidio doloso en el
período 1998-2000 muestran la presencia
Aunque establecer vínculos de causalidad es de alcohol en la sangre de la víctima en un
complejo, ciertamente no se puede descartar 28,3% de los casos y de niveles de franca
la incidencia del incremento en el consumo embriaguez en un 17% del total.17
de alcohol en el aumento de los homicidios
Gráfico 4.9
Finalmente cabe hacer referencia a la re- disponible enseña que, durante los cinco
lación entre el homicida y su víctima. En años transcurridos entre 1999 y 2003, el
este tema, los datos aportan conclusiones homicida y la víctima se conocían en un
notables. La primera que, contrariamente 65% de los casos en los cuales el estatus
a la extendida e intensa sensación de te- de su relación pudo ser establecido (casi
mor ante los desconocidos, -algo que se 90% del total de casos). Eso incluye re-
reflejará al revisar los datos de percepción laciones de parentesco, pareja, vecindad,
de inseguridad en el país-, la información comercio y trabajo, así como vínculos por
17
Miranda, Del Valle y Víquez (2004). En el caso de la violencia doméstica, véase Bejarano et al. (próxima publicación).
131
PNUD
Gráfico 4.10
Fuente: Elaboración propia con base en Miranda, Del Valle y Víquez (2004).
Para nadie es más cierto esto que para las Este dato respalda un punto fundamental:
mujeres. Los patrones de la relación entre en algunos sentidos básicos, los problemas de
homicida y víctima muestran notorias di- inseguridad ciudadana experimentados por
ferencias entre géneros. las mujeres son muy distintos a los vividos
por los hombres. Pero no solo eso. Como se
El Gráfico 4.10 muestra que para las mujeres verá a continuación, esos problemas son, con
los riesgos de inseguridad residen, de modo toda probabilidad, mucho más extendidos y
fundamental, en el ámbito familiar y de pa- serios de lo que usualmente se presume.
reja, en el cual se produce prácticamente la
mitad de las muertes por homicidio doloso. ii. La violencia contra las mujeres
Apenas una de cada diez víctimas femeninas
no tiene conocimiento previo del homici- Tanto los datos de la ENSCR-04 como el
da. Esta proporción sube a un tercio en el análisis anterior sobre los homicidios su-
caso de los hombres, cuya vida, en cambio, gieren la existencia de patrones de victimi-
solo excepcionalmente enfrenta peligro en zación muy distintos para hombres y mu-
el ámbito más íntimo. La mitad de las víc- jeres en Costa Rica. Aún más, se ha visto
timas masculinas tenía relaciones diversas cómo la auto-limitación de la conducta de
con el homicida. las mujeres reduce considerablemente su
exposición a ciertas formas de violencia.
132
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Pero no a otras. En efecto, los datos sugie- por el Instituto Nacional de Estudios de
ren que en tanto la victimización masculina la Mujer de la Universidad de Costa Rica,
ocurre sobre todo en los espacios públicos, utilizando una detallada metodología des-
el ámbito familiar es mucho más inseguro tinada a minimizar el subregistro de la vio-
para las mujeres que para los hombres. No lencia en el ámbito del hogar.18 En ella, el
otra cosa indican los datos sobre homicidio 7,8% de las mujeres entrevistadas manifes-
doloso recién citados. Más aún, en la ENS- tó haber vivido algún ataque físico durante
CR-04 las mujeres reportan el doble que el último año. Un 1,8% manifestó haber
los hombres que algún adulto es violento sido atacada con arma blanca o de fuego
con ellas (2,8% y 1,4% respectivamente) y un 6,8% reportó ataques sin armas. Por
en el ámbito familiar y más del doble de otra parte, 2,6% dijo haber sido víctima de
mujeres reporta humillaciones por parte de una violación o intento de violación y 4,1%
otro miembro de la familia (4,1% y 1,8% de tocamientos sexuales indeseados. La fre-
respectivamente). Eso ayudaría a explicar la cuencia reportada de ataques sin arma es
aparente paradoja de que el género supues- sensiblemente mayor que la de ataques con
tamente menos victimizado sea, en general, armas. Esto se debe, con toda probabilidad,
el que presenta grados más altos de insegu- a que en el contexto de la ENVCM-03, las
ridad subjetiva. Para una gran cantidad de mujeres identificaron más fácilmente las
mujeres, la percepción de riesgo se traslada agresiones de parte de sus compañeros y
del espacio público al espacio privado y las ex compañeros como formas de violencia,
acompaña en cada momento de su vida. ya que estos constituyen el 60% de quienes
realizan esos actos. Es decir, el método uti-
Esta comprobación es aún más determi- lizado, específicamente ajustado a las mu-
nante si tomamos en cuenta que los instru- jeres, permitió dar más visibilidad a una de
mentos tradicionales de medición de la vio- las expresiones más frecuentes de violencia
lencia tienden a subestimar el acaecimiento física contra ellas: la ejercida por la pareja
de la violencia física, sexual, emocional y sin uso de armas.
aun patrimonial en el ámbito doméstico.
Eso se infiere al comparar los datos de la Más grave aún es la imagen que emerge de
ENSCR-04 y los obtenidos por la Encuesta las cifras acumulativas de victimización física
Nacional de Violencia contra las Mujeres y sexual reportadas por las habitantes del país
(ENVCM-03), realizada en el año 2003 después de los dieciséis años (Cuadro 4.13).
18
La ENVCM-03 forma parte de un esfuerzo internacional de UNICRI, HEUNI y Statistics Canada. Para esta encuesta
se entrevistó a 908 mujeres mayores de 18 años, seleccionadas en una muestra nacional representativa realizada mediante
segmentos censales. De estas mujeres, el 94% era costarricense; 41% tenía estudios no superiores a primaria completa,
38% no superiores a secundaria completa, 19% estudios universitarios y 2% otros estudios. La gran mayoría, 67%, no
trabajaba en forma remunerada en el momento de la entrevista, mientras que 19% lo hacía fuera de la casa, 12% en la
casa y 2% dentro y fuera de la casa. En relación con los niveles de ingreso de las mujeres entrevistadas, un 21% tenía un
ingreso mensual inferior a 63.000 colones, 28% entre 63.000 y 120.000 colones, 23% entre 120.000 y 220.000 colones
y 21% superior a los 220.000 colones mensuales (el resto no respondió esta pregunta). La seguridad de las mujeres en
la ENSCR-04 no está tan específicamente tratada como en la ENVCM-03. En esta última se preguntó explícitamente
sobre algunas situaciones de violencia por parte de la pareja, lo que no se hizo en la ENSCR-04. Por otra parte, en
la ENVCM-03 se desarrolló una estrategia para disminuir lo más posible el subregistro, lo que incluyó la selección
de encuestadoras -intencionalmente todas mujeres-, su entrenamiento técnico, humano y ético, y la realización de las
entrevistas en momentos y lugares seguros y confiables para las mujeres encuestadas.
133
PNUD
Cuadro 4.13
Porcentaje de mujeres que ha vivido algunas formas
de violencia después de los dieciséis años (1)
Tipo de violencia %
Física y sexual 57,7
Más de cuatro incidentes físicos y sexuales 24,2
Física 45,5
Ataque o amenaza con arma blanca o de fuego 12,6
Trataron de ahorcarla, ahogarla o quemarla 7,8
Sexual 38,2
Violación 11,6
Intento de violación 14,8
Tocamientos sexuales indeseados 27,9
Física o sexual antes de los quince años 48,0
Sexual antes de los quince años 21,0
Nota: (1) N = 908.
Fuente: ENVCM-03.
Casi seis de cada diez mujeres en Costa Rica La ENVCM-03 también permite eviden-
han sufrido alguna forma grave de agresión ciar el alcance y la multiplicidad de las
física o sexual en su vida adulta, incluida formas de violencia emocional ejercidas
una cuarta parte que ha experimentado contra las mujeres en el contexto de la pa-
tales ataques reiteradamente. La gravedad reja, que trascienden en mucho los gritos
de los ataques reportados no admite dudas: o insultos, para abarcar numerosas formas
una de cada cuatro reportó haber vivido de imposición y limitación a su libertad
una violación o un intento de violación, en (Cuadro 4.14).
tanto casi una de cada ocho fue atacada o
amenazada con un arma letal.
134
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 4.14
135
PNUD
propias y las de sus hijas e hijos. Aunque no (300; 0,8%), se llega a una cifra práctica-
se tiene información proporcionada directa- mente idéntica al número de informes poli-
mente por las mujeres en ninguna encuesta ciales por infracciones a la Ley de Psicotró-
nacional, la existencia de 72.359 expedientes picos (7.554 informes; 20,4%) y superior al
de pensiones alimentarias activos al 31 de di- relacionado con delitos contra la propiedad
ciembre del 2003, -de los cuales 22.297 co- (6.349; 17,2%). Y debe tomarse en cuenta
rresponden a procesos iniciados ese año19 -, que estas cifras no incluyen ni las agresio-
habla de lo extenso del problema que involu- nes domésticas de mayor gravedad, conta-
cra a personas, en la inmensa mayoría padres, bilizadas como delitos contra la vida, ni los
que no cumplen con sus obligaciones econó- 35.477 casos de violencia intrafamiliar -casi
micas familiares en forma voluntaria. cien diarios- atendidos por la policía sin
llegar a elaborar informes. Finalmente, en
Así pues, las relativamente bajas cifras de el año 2002 la policía confeccionó un total
victimización detectadas entre las mujeres se de 31.215 informes policiales, de los cua-
transforman en algo mucho más serio una les 6.838 fueron por violencia doméstica
vez que la dimensión doméstica y de las re- (21,9%) y 261 por delitos sexuales (0,8%).
laciones de pareja se incluye en el análisis. Se trata de una cifra conjunta que supera
No cabe duda de que los problemas de vio- ampliamente las detenciones por psicotró-
lencia y despojo experimentados cotidiana- picos (6.022), y este es uno de los proble-
mente por las mujeres en Costa Rica son, mas que se considera más grave en el país.
por lo menos, tan extendidos como los ex-
perimentados por los habitantes masculinos Estas cifras muestran la necesidad de abor-
del país, y que la dimensión doméstica de la dar la violencia contra las mujeres y en los
violencia es tan importante como la pública, espacios domésticos como tema central para
pese a que en la discusión de las políticas de la seguridad del país. Es necesaria, pues,
seguridad ciudadana se encuentra claramen- una reconsideración conceptual y práctica
te subordinada a esta última. de la seguridad ciudadana. Los conceptos
de seguridad ciudadana y los mecanismos
Esto no es una mera impresión o una po- que se diseñan e implementan para tratar
sición de principio. Es, antes bien, lo que de garantizarla, son pensados, casi siempre,
sugieren algunas estadísticas judiciales y po- desde la óptica de las prioridades de la po-
liciales muy reveladoras. Así, por ejemplo, blación masculina y, por ello, continúan
los 46.717 casos de robo y hurto entrados enfatizando las amenazas que provienen de
al Ministerio Público en el año 2003, son extraños y las que afectan en especial el pa-
levemente menores a las 47.086 solicitu- trimonio. Es claro que esto no basta.
des de medidas de protección interpuestas
el mismo año ante el Poder Judicial, en su iii. El crimen organizado en Costa Rica
inmensa mayoría accionadas por mujeres.20
Los datos policiales corroboran este patrón. Es propicio complementar el análisis de la
De los 36.977 informes policiales confec- evolución y prevalencia de la violencia y
cionados en el 2003, 7.089 (19,2%) atañen el delito, dedicando unas páginas a la pre-
a la Ley contra la Violencia Doméstica (Ley sencia, magnitud y desarrollo de algunas
No 7586). Si a esta suma se le añaden los modalidades de la criminalidad organizada
informes relacionados con delitos sexuales en Costa Rica, un conjunto de fenómenos
19
Poder Judicial (2004b).
20
Poder Judicial (2004).
136
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
21
Como lo han hecho ver acontecimientos recientes de gran trascendencia política y lo sugiere la propia definición transcrita,
la corrupción estatal es, también, una forma de crimen organizado con profundas raíces en el país, con elementos
distintivos e implicaciones particularmente dañinas para el sistema político y social de la nación. La extraordinaria
complejidad de este último tema, la gran dificultad para investigarlo, y su vínculo indirecto con la seguridad ciudadana,
en la acepción desarrollada en la primera parte de este informe, obligan a dejarlo fuera del presente análisis, a pesar de su
evidente importancia para el país y su frecuente conexión con las formas más convencionales de crimen organizado.
137
PNUD
Cuadro 4.15
Cuadro 4.15
Casos de secuestro en Costa Rica. 2000-2003
Número de casos Nacionalidad Nacionalidad de los Montos totales
denunciados de la víctima imputados pagados por rescate
en el período (1)
Nota: (1) Los montos de esta columna se presentan en colones y dólares según la moneda en que fueron pagados.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuario Policial (http://www.poder-judi-
cial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/Anuarios/index.htm).
La gran mayoría de las víctimas, así como imputados son de nacionalidad china, oca-
de los imputados, son costarricenses. Esto sionalmente vinculados a actividades inter-
sugiere que, hasta el momento, las ban- nacionales de la delincuencia organizada en
das relacionadas con esta actividad no se su país de origen.
caracterizan por tener fuertes vínculos in-
ternacionales, con la posible excepción de La evidencia recabada por el OIJ sugiere
los pocos casos en los que las víctimas o los diversidad en los modos de operación en
22
Policía Nacional de Colombia (2003).
138
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 4.16
Cuadro 4.16
Robo de automóviles y motocicletas en Costa Rica. 1990-2003
Robos denunciados Tasa (por 1.000 vehículos)
Año
Automóviles (1) Motocicletas y Automóviles (1) Motocicletas y
similares (2) similares (2)
1990 1.045 420 7,0 10,1
Notas: (1) Incluye automóviles de servicio público, microbuses particulares y vehículos estilo Jeep. (2) Incluye cuadrici-
clos, triciclos y furgoneta.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Área Policial; MOPT. Dirección de Plani-
ficación Sectorial, Departamento de Financiamiento e Inversiones, con base en información suministrada por el INS.
23
Al Día, 24/7/2002; La Nación, 29/6/ 2002; El Heraldo, 23/8/2003.
139
PNUD
24
La Nación, 7/3/2004.
25
Láscarez [25/11/2004]; La Nación, 10/8/2003.
26
Al Día, 22/6/2000.
27
Al Día, 28/6/1999.
140
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
A lo largo de los últimos años, las ban- consumen. Pese al aumento sostenido en las
das han mostrado una capacidad para capturas de drogas, a la detención de narco-
evolucionar, al diversificar sus objetivos y traficantes, a la fumigación de cultivos y a la
formas de operación. Hasta principios de destrucción de grandes redes internacionales,
la presente década, el procedimiento ha- el precio de las drogas para los usuarios perma-
bitual era la extorsión, esto es el robo del nece estabilizado o se mantiene a la baja, los
auto seguido del contacto con el dueño problemas asociados al consumo de drogas no
para cobrar sumas de dinero por su devo- han disminuido y la disponibilidad de drogas
lución. Posteriormente, el cobro de resca- ilícitas en los mercados no se ha reducido... En
te cedió su lugar al proceso de desarme de las estimaciones respecto de la economía de las
los autos robados para la venta de repues- drogas, se calculan transacciones por alrededor
tos usados. Más recientemente, ha proli- de 500 a 600 mil millones de dólares al año.
ferado la modalidad del “bajonazo”, en la La fiscalización y penalización del blanqueo
que por medios violentos se obliga al con- de ese dinero es parte de las políticas de control
ductor a entregar el vehículo al llegar a su de los gobiernos nacionales, pero hasta la fecha
hogar o mientras conduce. En ocasiones, los logros en ese campo han sido reducidos...
la utilización de este procedimiento tiene Tan solo en Bolivia se estima que la actividad
relación con la ejecución del “secuestro vinculada a la economía de la coca genera al-
express”. Esta última modalidad, revesti- rededor de 135.000 empleos, lo que equivale a
da de altos niveles de violencia, demanda un 6,4% de la economía del país”.28
una organización compleja, en la que in-
tervienen equipos de persecución y meca- Es muy difícil conocer la cantidad total de
nismos de vigilancia para poder conocer droga que se trafica en Costa Rica, tanto
las rutinas de los dueños de los vehículos con fines transnacionales como para el con-
que se identifican. sumo local. Sin embargo, al menos es po-
sible analizar la cantidad de denuncias que
Tráfico de drogas ilícitas presenta la población, así como los resul-
tados del trabajo de los cuerpos policiales
Casi una de cada seis personas entrevista- encargados del enfrentar el problema. Ya
das en la ENSCR-04 mencionó el consu- anteriormente se señaló que las infracciones
mo y tráfico de drogas como el principal contra la Ley de Psicotrópicos han aumenta-
problema del país. No cabe duda de que do drásticamente su participación en el to-
los orígenes, manifestaciones y consecuen- tal de delitos denunciados ante el Ministerio
cias del problema van mucho más allá de Público. Por su parte, la cantidad de drogas
las fronteras nacionales. decomisada por la Fuerza Pública, Policía de
Control de Drogas y OIJ refleja, en general,
Un estudio de la CEPAL describe adecua- un crecimiento que sugiere un incremento
damente la magnitud del desafío: en las actividades de tráfico. Sin embargo,
“El consumo de drogas ilícitas ha aumen- es obvio que otras variables tienen inciden-
tado en todo el mundo, y los patrones son cia sobre el dato de decomiso, en especial
dinámicos, expresando preferencias varia- las prioridades de la policía, las formas de
bles en relación con las sustancias que se operación de las bandas y el aumento de la
28
Arriagada y Hopenhayn (2000).
141
PNUD
Gráfico 4.11
El gráfico muestra una tendencia general autoridades policiales han puesto un marcado
hacia el aumento de los decomisos a lo lar- énfasis en las últimas dos décadas. El tráfico de
go del período, aunque con importantes cocaína se consolidó en el país desde la déca-
variaciones según la droga. En el caso de la da de 1980. Aunque con oscilaciones, se nota
marihuana se percibe un comportamiento un aumento significativo de los decomisos a
irregular de los decomisos, con picos en partir de 1997, debido a una mejora en el tra-
1993 y en el período 1999-2001, y una bajo de los cuerpos policiales, especialmente
cifra final (1.779,3 kilos en 2003) muy su- al detectar la modalidad de transportar gran-
perior a la inicial (141,1 kilos en 1989). des cantidades de cocaína en furgones para el
Ese comportamiento se manifiesta tam- tráfico internacional. En el caso de la heroína,
bién en la cantidad de matas de marihuana su aparición en el mercado nacional es mu-
destruidas por las autoridades, que pasa de cho más reciente. Se detecta un crecimiento
308.155 en 1989 a 2.153.645 en 1999, de los decomisos a partir del año 2000, hasta
para caer a 1.235.119 tres años después. llegar a 121,3 kilos en el 2003. Similar es el
caso de la droga “éxtasis” y las anfetaminas,
Más importante, acaso, es el comportamiento cuyos decomisos aumentaron de 241 a 1.341
de los decomisos de drogas duras, a las que las dosis entre el año 2000 y el 2003.
29
Ley número 7929 del 28 de septiembre de 1999 de la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica.
142
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
El caso más preocupante es, sin duda, el ciertas zonas costeras. La droga es recogida
del crack, un derivado de la cocaína de fácil por personas que la esperan, o simplemente
acceso y precio relativamente bajo, además por lugareños o pescadores que la encuen-
de efectos rápidos y particularmente noci- tran, y llega luego a poder de los traficantes
vos para la salud. El crack aparece en el país locales.
en 1991, para crecer explosivamente a par-
tir de entonces. En el período 1997-2003, Esto conduce a un punto más general e im-
se decomisaron anualmente, en promedio, portante: el tráfico de drogas ilícitas en el
66.550 dosis. El constante incremento en ámbito nacional está íntimamente vincula-
las cantidades decomisadas sugiere que el do con su trasiego internacional. Para esta
consumo interno mantiene una fuerte ten- conexión, el mecanismo de pago utilizado
dencia al aumento, especialmente entre jó- en la actividad es mucho más crucial que
venes de clase baja. Como se verá luego, la los hallazgos de droga: la colaboración de
expansión del consumo de crack es el prin- los traficantes locales con los internaciona-
cipal cambio en los patrones de consumo les para el paso de la drogas por el territorio
de drogas en el país en las últimas dos dé- (terrestre, aéreo o marítimo), se paga en es-
cadas, con implicaciones significativas para pecie, con droga, que luego se vende en el
la seguridad ciudadana. mercado interno.
La gran mayoría de droga que ingresa a A pesar de que es obvio que existen contac-
Costa Rica, lo hace como consecuencia del tos entre vendedores locales e internaciona-
proceso, mucho más grande y complejo, les de droga, no se ha podido tener conoci-
del traslado de los estupefacientes desde miento de grandes bandas o “carteles” que
los países productores de Suramérica hacia ejerzan control sobre sectores importantes
Estados Unidos o Europa. Es claro que la de la venta local.31 Por el contrario, autori-
posición geográfica de Costa Rica, situada dades consultadas sostienen que se trata de
entre países productores y compradores, y muchas pequeñas y medianas operaciones
con costas en dos mares, la hace vulnerable que se dedican a la venta local. La mayo-
para ser utilizada como punto de tránsito y ría son “empresas familiares” con organiza-
almacenamiento. ciones sencillas, donde todas las funciones
deben ser asumidas por los miembros de
El traslado terrestre de la droga ha sufri- la familia. Las más complejas, en cambio,
do en los últimos años golpes importantes pueden llegar a tener una organización si-
por parte de las autoridades. Gran parte milar a la de cualquier empresa industrial
de la droga, sin embargo, se traslada por de cierto tamaño, con personal en todas las
mar, siempre del sur hacia el norte.30 Las áreas claves de la actividad:
lanchas rápidas que la llevan pueden ser
interceptadas por las autoridades, por lo • Proveeduría: encargados de compras
que con frecuencia los traficantes deciden de materias primas, productos quími-
arrojarla al mar, de donde llega hasta las cos y otros equipos.
costas del país, tanto del Pacífico como del
Caribe. Los hallazgos de aliños de droga se • Producción: químicos y personal de
han convertido en ocurrencias comunes en laboratorio.
30
Al Día, 28/7/2003; La Nación, 11/7/2003.
31
Solano [10/11/2004].
143
PNUD
• Transporte: choferes y pilotos para estatal. Los datos de decomiso de drogas, sin
transportar la droga. embargo, sí enseñan la gravedad de uno de
los problemas que se volverá a encontrar a lo
• Distribución: grupos de ventas en las largo de este informe: el del tráfico de drogas
comunidades, con sus respectivos a escala local.
contadores, agentes de dinero, cui-
dadores de casas y supervisores. Más aún, las implicaciones cualitativas
del crimen organizado son más serias de
• Seguridad: guardias de seguridad, lo que las cifras indican. Por un lado, es
operadores de radio, guardaespaldas, innegable el proceso de sofisticación de
informantes, analistas de inteligen- las actividades delictivas, así como la ca-
cia y sicarios. pacidad de las organizaciones ilícitas para
adaptar sus procedimientos a un entorno
• Finanzas: contadores, planificadores cambiante y al énfasis dado por las autori-
financieros y encargados de los ne- dades policiales a ciertas formas de delin-
gocios legales, destinados a lavar la cuencia. Ejemplos de esto son la aparición
procedencia del dinero. del “secuestro express”, las modificaciones
de procedimiento en el robo de vehículos
• Relaciones con el Estado: abogados, y los cambios en las drogas que se trafican
testaferros y enlaces con funciona- y consumen. Esta flexibilidad operativa
rios públicos. complica enormemente la acción de las
instituciones policiales y judiciales. Asi-
Se ha podido detectar un aumento en los mismo, es indiscutible que la criminalidad
niveles de violencia involucrados en las organizada involucra modalidades rutina-
operaciones del narcotráfico local. Sin rias singularmente violentas de comisión
embargo, hasta el momento esas agresio- del delito, con un efecto muy grave sobre
nes no han sido dirigidas hacia el Estado la percepción de inseguridad.
o hacia organizaciones competidoras en
el mercado. Por lo general, los casos de D. Una mirada a los perpetradores
extrema violencia están relacionados con de la violencia
incumplimientos de acuerdo de venta y
cobros de deudas. La última estación de este itinerario de
análisis de las características de la violen-
Así, pues, cuando se trata del crimen organi- cia y el despojo en Costa Rica, tiene que
zado en Costa Rica, la situación es matizada. ver con los rasgos socio-demográficos
Si bien las cifras sugieren un crecimiento im- de sus perpetradores. Sobre este tema la
portante en el narcotráfico, particularmente información presenta limitaciones parti-
en la circulación de crack y heroína en el cularmente agudas. Con todo, el análisis
mercado local, otras modalidades, como el de las cifras de personas condenadas por
robo de vehículos y el secuestro, presentan los tribunales penales permite un acerca-
índices de actividad comparativamente bajos miento al tema. Es evidente que estas cifras
y una evolución moderada, cuando no decre- constituyen una muestra limitada y sesgada
ciente. Si bien la presencia de cualquier ni- de los perpetradores de violencia y despo-
vel de criminalidad organizada es alarmante, jo en el país. No se debe olvidar que, para
tampoco en este aspecto la evidencia sugiere empezar, las 3.712 personas condenadas
la existencia de una espiral de crimen organi- por delitos en el año 2002 equivalen a un
zado, más allá de toda posibilidad de reacción 3,1% de los casos entrados al Ministerio
144
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Público en el mismo año, indicador que, a Lo primero que cabe señalar es la gran dis-
su vez, no es sino una muestra reducida de paridad por sexo que presenta la perpetra-
los actos de violencia y despojo en el país. ción de la violencia que, con una intensidad
Por otro lado, en algunos casos los datos mucho mayor que la victimización, es un
reflejan más las prioridades de la política problema esencialmente masculino. Nueve
criminal que la realidad del fenómeno de la de cada diez condenas penales dictadas en
violencia en el país. Pese a todo, es la mejor el período 1998-2003 recayeron en hom-
información disponible y constituye, con bres (Gráfico 4.12). Esa cifra alcanza prácti-
seguridad, una muestra de casos de singu- camente la totalidad en el caso de los delitos
lar gravedad y, en ese sentido, de particular sexuales, en los que las mujeres sufren me-
relevancia para el análisis. nos de una condena por cada cincuenta.
Gráfico 4.12
Nota: (1) Para conocer los delitos incluidos en cada categoría véase Anexo 2.12
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.
Estas cifras son consistentes con las que arro- complejidad de las organizaciones crimina-
jan las intervenciones de la Fuerza Pública les involucradas permite con mayor facili-
por violencia intrafamiliar en el año 2003, dad la participación femenina en funciones
que tuvieron a un hombre como agresor en como las de transportar la droga o legitimar
el 93% de los casos atendidos en todo el los capitales obtenidos, no directamente re-
país. El desequilibrio es bastante menor, sin lacionadas con el ejercicio de la violencia.
embargo, en el caso de infracciones a la Ley
de Psicotrópicos, categoría en la que casi un Una concentración menor, aunque siem-
30% de las sanciones condenatorias recayó pre significativa, se observa por grupos de
en imputadas femeninas. En este caso, la edad.32 Con excepción de las condenas por
32
La información que se utiliza a continuación incluye solo parcialmente los casos de condenas dictadas en virtud de la Ley
Penal Juvenil en contra de menores de edad entre 12 y 18 años. Aunque se tiene el dato total de dichas condenas para el
año 2002 y 2003, la información disponible no está desagregada por delitos.
145
PNUD
Gráfico 4.13
Tasa de personas condenadas en los tribunales penales de Costa Rica por tipo
de delito y grupos de edad. 1998-2003
Nota:(1) Casos de aplicación de la Ley Penal Juvenil. Corresponde únicamente a los años 2002-2003. La informa-
ción por tipo de delito no se encuentra disponible.
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de
Estadística.
Por su parte, la distribución de las senten- reveladoras, que desnudan el abismo que
cias condenatorias según el país de origen separa la realidad de la inseguridad ciuda-
del imputado arroja cifras enormemente dana de su percepción.
146
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 4.14
El Gráfico 4.14 muestra que en el perío- el indicador que más naturalmente debería
do 1998-2003 el 89% de las condenas por tender a sobre-representar a los inmigran-
delito recayó en un imputado de nacionali- tes. Que ese no sea el caso es, sin duda, muy
dad costarricense, número que sube a más significativo.
del 90% en los delitos contra la vida, la
propiedad y la autonomía sexual. Las con- Es esencial tener claro lo que este hallazgo
denas de imputados nicaragüenses llegaron dice y lo que no dice. Por un lado, no sig-
a 5,8% del total y las de colombianos no nifica que la inmigración no cause ningún
alcanzaron el 2%. Vale la pena decir que la efecto en los niveles de violencia en el país,
cifra nicaragüense es virtualmente idéntica o que sea irrelevante para las políticas de
al 5,9% de nicaragüenses en la población seguridad ciudadana. En primer lugar, la
total del país contabilizado por el Censo participación de los imputados extranjeros
Nacional del año 2000, considerado, en en el total de condenas subió levemente a
términos generales, como una significativa lo largo del período analizado, de 8,3% en
subestimación de la población originaria 1998 a 12,2% cinco años después, incluido
del vecino país residente en Costa Rica. En un aumento de 4,6% a 7,0% en el caso de
otras palabras, la evidencia disponible -cier- los imputados nicaragüenses. En segundo
tamente limitada, pero nada insignificante- lugar, la incidencia de la inmigración es vi-
sugiere que, cuando se trata de la delictivi- sible en el caso de la violencia intrafamiliar.
dad en el país, la inmigración nicaragüense En efecto, un 16,7% de las intervenciones
está sobre-representada en el total: propor- policiales por violencia doméstica tuvo
cionalmente hay menos delincuentes de como protagonista a un agresor de nacio-
nacionalidad nicaragüense en Costa Rica, nalidad nicaragüense, una cifra reproduci-
que nicaragüenses residiendo en el país. Y da casi exactamente por los resultados de
debe tomarse en cuenta que las cifras de la ENVCM-03 en materia de violencia
condena, por ser en muchos casos el reflejo contra las mujeres y muy superior, con
de los prejuicios de la política criminal, son toda probabilidad, a la presencia relativa
147
PNUD
***
Las páginas anteriores contienen una serie perior al 100%. La evidencia de registro
de hallazgos sobre la delictividad y la vic- indica que las modalidades más violentas
timización en Costa Rica que vale la pena de delictividad patrimonial, en particu-
resumir y explicitar: lar, han aumentado en forma alarmante.
a. Entre 1985 y 2003, las tasas de entradas b. El porcentaje de hogares en el que al-
netas de delitos en las oficinas del Minis- gún miembro fue víctima de un delito
terio Público sufrieron un aumento su- en los doce meses anteriores se dupli-
148
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
son muy distintos a los vividos por los La participación de los extranjeros, y
hombres, pues se originan casi siempre en particular de los nicaragüenses, en
en el ámbito doméstico. Casi seis de la delictividad es marginal. La respon-
cada diez mujeres en Costa Rica han sabilidad por los problemas de seguri-
sufrido alguna forma grave de agresión dad ciudadana del país es, fundamen-
física o sexual en su vida adulta. talmente, de los costarricenses.
150
Capítulo 5
La percepción de inseguridad
Como se afirma en la primera parte de este de los ciudadanos están más o menos rela-
informe, los niveles de victimización real cionadas con ciertas variables individuales
y su percepción por parte de la población y sociales (zona, sexo, edad, profesión, et-
distan de corresponderse. La preocupación cétera).33
de los ciudadanos ante el crimen puede si-
tuarse en distintos niveles de realidad. En En las siguientes páginas se presenta evi-
un primer plano, la población suele tener dencia sobre distintos aspectos de la per-
una opinión determinada sobre el volu- cepción de inseguridad en Costa Rica; se
men y la evolución de la criminalidad en el incluye su evolución en el pasado reciente,
país, la ciudad y el barrio, así como acerca sus niveles actuales, su distribución socio-
de la importancia del fenómeno criminal demográfica, sus variaciones según el tipo
con respecto a otros problemas sociales; de violencia percibida, su traducción en
sin embargo, los conocimientos que los estereotipos de agresor, su pesado énfasis
ciudadanos poseen sobre tal situación son en el peligro representado por los descono-
vagos y, en numerosos casos, la imagen que cidos y la brecha que la separa de la victi-
tienen de la delincuencia y el delincuente mización.
está estrechamente vinculada a juicios de
valor y a estereotipos. En un segundo pla- Considerando que la percepción de inse-
no, la población suele hacerse cierta idea de guridad genera múltiples adaptaciones en
la amplitud del riesgo de ser personalmen- la conducta y las actitudes de las personas,
te víctima de algún delito, así como de la la que se expone a continuación es, en al-
evolución en el tiempo de dicho riesgo. En gunos sentidos, una parte más alarmante
ambos casos, la percepción y las reacciones del panorama de la inseguridad ciudadana
33
Rico et al. (1988), p. 72.
PNUD
34
Brenes (2004). Las frases entre comillas son transcripciones literales de las manifestaciones de los participantes en las
entrevistas grupales.
152
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
los medios de comunicación colectiva), la 2000, baja al tercero en marzo del 2002 y
inseguridad ciudadana viene figurando en febrero del 2004, hasta situarse de nuevo en
los primeros lugares de todas las encues- el primer puesto en junio del 2004. Aún
tas desde hace por lo menos dos décadas más, si se atiende a otro tipo de evidencia
(Cuadro 5.1). Una revisión de encuestas cualitativa, es posible rastrear tal preocupa-
realizadas desde 198635, indica que, como ción hasta mediados de la década de 1970,
problema social, la delincuencia ya ocupaba cuando, como se vio anteriormente, las ta-
el primer rango en 1986, pasa al tercero en sas de homicidio habían alcanzado niveles
enero de 1993 y 1995, vuelve a colocarse similares a los actuales (véase Gráfico 4.2 e
en el primer lugar en 1999 y octubre del ilustraciones ).
Cuadro 5.1
Principal problema del país por año
(porcentaje de menciones)
Año
Problema
1986 2004 (a)
Inseguridad ciudadana / delincuencia 23,2 19,2
Narcotráfico -- 3,0
Inmigración -- 2,7
Otros 32,9 (b) 5,5
Total 100,0 100,0
Nota: (a) Los porcentajes indicados corresponden a la primer mención brindada por los entrevistados. (b) Las
categorías del año 1986 que no coincidieron con las indicadas en el 2004 se ubicaron en la categoría otros.
Fuentes: 1986: Rico et al. (1988); 2004: ENSCR-04.
35
Ver Rico et al. (1988); UNIMER (varios años). Debe notarse que la utilización de las encuestas de UNIMER con
respecto a este tema se justifican por su regularidad, aun cuando presentan inconvenientes tales como una terminología
diferente (delincuencia, violencia, crimen/violencia) y a veces ambigua (inseguridad, delincuencia), o la agrupación de los
problemas económicos.
153
PNUD
En los últimos cuatro años se han creado DIEZ MIL PUESTOS PÚBLICOS
Año 1979
Año 1982
36
Cruz et al. (2000); Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
(1996).
37
Smulovitz (2003), p. 131.
155
PNUD
Gráfico 5.1
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar hechos de violencia
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar hechos de violencia
Golpeado(a) por algún familiar o conocido que no vive con usted? 5,4
Golpeado(a) en su casa por alguien que vive con usted? 5,0
A tacado(a) con un arma por alguien que vive con usted? 3,7
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Porcentaje
Continúa...
156
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar
hechos de violencia (cont.)
Gráfico 5.1
Nota: (1)Maltrato
Nota:(1) Maltrato emocional:
emocional: decirle
decirleo ogritarle a alguien
gritarle groserías
a alguien y malacrianzas,
groserías ridicudizarlo,
y malacrianzas, hacerle sentirse
ridicudizarlo, hacerle inferior
sentirsea propósito,
inferior a infundirle
propósito,
miedo, amenazado,
infundirle discriminado discriminado.
miedo, amenazado,
157
PNUD
Recuadro 5.1
158
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
parentales de manera adecuada. Esto se expresa en falta de sitan por la calle. Muestra de lo anterior son los 13 niños y 43
supervisión, cuido y apoyo a sus hijos e hijas, quienes se ven niñas de la escuela Carolina Dent que han sido mordidos por
expuestos a diversos riesgos, recargados con responsabilida- perros callejeros.
des adultas como el cuido de otros niños y niñas en la casa, la
realización de oficios domésticos y otras tareas que interfieren En el ámbito escolar, las limitaciones presupuestarias inciden
con su desarrollo socio-educativo de manera significativa. Estas negativamente en los esfuerzos significativos que hacen di-
familias presentan también problemas de drogas y alcohol que rectores, directoras, docentes y porteros para garantizar la
generan condiciones de violencia intrafamiliar de diferentes ti- seguridad de niños y niñas y proveerles lo necesario para su
pos, de las cuales los niños y niñas son víctimas o testigos. desarrollo, incluida la satisfacción de derechos básicos como
alimentación, salud y educación. Los centros educativos vi-
Con respecto a lo que acontece en la comunidad, existe en los sitados se caracterizan por la sobrepoblación y hacinamiento,
niños y niñas una demanda insatisfecha de presencia policial a malas condiciones de infraestructura, ubicación en zonas con
la entrada de las escuelas y en sus barrios, que está justificada situaciones de peligro ambiental, ausencia de áreas de juego,
y hace exigible una respuesta pronta y efectiva por parte de la entre otras. Todos estos aspectos limitan sin duda la capacidad
institucionalidad competente. Además, en muchas ocasiones la de los niños y niñas para involucrarse en actividades lúdicas
comunidad carece de mecanismos adecuados para ampliar los que fomenten habilidades físicas y destrezas sociales.
márgenes de seguridad de los niños y las niñas cuando tran-
Lo primero y acaso más notable de los da- valentes a la hostilidad. El abandono de los
tos es la profunda separación de los nive- espacios públicos -del espacio de ciudadanía
les de temor a lo largo de los ejes personas y de igualdad donde se construyen los vín-
desconocidas / personas conocidas y espa- culos sociales y la retracción a la esfera pri-
cio público / espacio privado. Todas las di- vada lucen como respuestas inevitables, pese
mensiones de la percepción de inseguridad a que es en esa esfera privada donde, para
están dominadas por el temor a la agresión una parte nada insignificante de la pobla-
por parte de desconocidos y a las formas de ción, residen los peligros más intensos. Un
violencia que tienen lugar en los espacios segmento considerable de los habitantes del
públicos. Este hallazgo no es necesariamen- país labra su proyecto de vida en los resqui-
te sorprendente, aunque sí lo es la regula- cios que le deja el miedo percibido frente a lo
ridad de la tendencia. De las veinticinco desconocido y el miedo vivido en el ámbito
conductas agresivas estimadas más proba- de lo conocido. ¿Es posible hacerlo?
bles, veinticuatro involucran actividad de
desconocidos y acaecieron fuera del hogar. El segundo punto a destacar es que la jerar-
Correlativamente, de las veinticinco moda- quización de los riesgos percibidos coincide
lidades estimadas como menos probables en un grado notable con la distribución de
por los entrevistados, veinticuatro tienen la victimización. Así, los riesgos percibidos
como protagonistas activos a los miembros son, en general, considerablemente más al-
del hogar, familiares, amigos, compañeros tos en la dimensión patrimonial que en las
de trabajo o estudio, o profesores. demás. De las veinte modalidades de vio-
lencia cuyo acaecimiento fue estimado más
De manera muy evidente, aunque no en- probable por los entrevistados, doce corres-
teramente consistente con la realidad, el ponden a agresiones contra el patrimonio.
espacio público es percibido como un lu- Por amplia diferencia, los tres hechos cuyo
gar amenazante y digno de ser evitado. Las riesgo es percibido con mayor intensidad
interacciones con desconocidos son vistas, son de naturaleza patrimonial: los asaltos
por su parte, como un fenómeno definido en la vía pública -sea de noche o de día- y
por altos niveles de desconfianza, casi equi- los robos de casas. Más de la mitad de la
159
PNUD
población percibe que existe un riesgo alto emocionalmente en la calle por un desco-
o muy alto de ser víctima de ellos, cifra que nocido (31,3%). Por su parte, las formas de
llega a 71,9% en el caso de los asaltos noc- agresión sexual, casi sin excepción, presen-
turnos. A esto se suman otras modalidades tan percepciones de riesgo muy bajas.
de agresión patrimonial como el robo en un
lugar de entretenimiento público (39,7%), La correcta jerarquización de la percepción
el daño a la casa por parte de desconocidos se muestra más claramente aún al traducir
(33,5%) y el robo cuando se sale de paseo las respuestas ilustradas por el Gráfico 5.1
con la familia (32,1%). Las restantes di- en un índice para cada entrevistado, expre-
mensiones de la inseguridad están domina- sado en una escala 0-100, en la que cien es
das por situaciones como la de ser objeto de el grado máximo de percepción de inseguri-
vulgaridades por un desconocido (43,2%), dad. En ese caso, se obtienen los siguientes
ser atacado con arma (32,3%) o golpeado resultados promedio para cada dimensión y
en un lugar de entretenimiento público por para los principales grupos socio-demográfi-
un desconocido (31,3%), y ser maltratado cos (Cuadro 5.2).
Cuadro 5.2
Cuadro 5.2
Índices promedio de percepción de inseguridad según variables
sociodemográficas por dimensiones de inseguridad (1)
Dimensión de la inseguridad
Variables General
Patrimonial Física Emocional Sexual
Sexo ** **
Hombre 45,0 34,6 31,7 21,7 33,3
Mujer 45,6 32,2 30,9 25,1 33,4
Edad ** ** ** **
160
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Como era de esperar, el índice promedio bana de la rural y a los costarricenses de los
de percepción de inseguridad es considera- extranjeros, especialmente, una vez más,
blemente mayor en el ámbito patrimonial en el aspecto patrimonial. La menor per-
que en los demás, así como es menor en el cepción de inseguridad entre la población
ámbito sexual. Las diferencias entre sexos rural y extranjera refleja no solo una me-
resultan poco relevantes, excepto en el caso nor victimización relativa sino también la
de la percepción de inseguridad sexual, en existencia, entre la población extranjera, de
el que las mujeres perciben los riesgos con puntos de comparación de los que carece la
intensidad mayor. Un fenómeno similar se mayor parte de la población costarricense.
produce entre grupos de edad. Así, la per- Este último punto es muy importante en el
cepción de inseguridad es menor entre los caso de los inmigrantes centroamericanos
mayores de 35 años, en especial cuando se y colombianos -la inmensa mayoría del to-
trata del ámbito sexual, en el cual el grupo tal-, provenientes de medios con endémi-
de menores de 24 años denota una inquie- cos niveles de violencia social.
tud mayor al resto. Igualmente consisten-
tes son las disparidades entre segmentos Prácticamente todos estos resultados co-
socio-económicos, ya que los estratos de rresponden, con bastante precisión, a la
más bajo nivel exhiben una menor percep- distribución socio-demográfica de los dife-
ción de inseguridad, particularmente en rentes tipos de victimización analizados en
el ámbito patrimonial. En este último as- el capítulo anterior. Aunque no se cuenta
pecto las cifras muestran, pues, un patrón con datos adecuados para comparar la dis-
racional: quienes más bienes tienen, más tribución geográfica de la percepción con
sufren victimización patrimonial y, conse- la de la victimización a escala nacional, una
cuentemente, más la temen. También cabe investigación realizada en el cantón de Es-
resaltar las sistemáticas diferencias en la cazú denota una correspondencia parcial
percepción que separan a la población ur- entre ambas (Recuadro 5.2).
Recuadro 5.2
38
El número de viviendas y personas para entrevistar se determinó tomando en consideración el número total de viviendas
en cada centro urbano. En cada vivienda elegida se entrevistó a una persona.
161
PNUD
Cuadro 1
Victimización y percepción de inseguridad en el cantón de Escazú
Hechos violentos reportados (1) Percepción de inseguridad (2)
Distrito Infracción a Insegu-
Contra la Violencia Otros Muy seguro-
Ley de Psico- Total ro-muy Total
propiedad doméstica delitos seguro
trópicos inseguro
Centro 13 149 17 54 233 15,0 85,0 100,0
San Rafael 18 46 17 50 131 52,0 48,0 100,0
San Antonio 9 27 12 39 87 46,9 53,1 100,0
Notas: (1) Informes policiales confeccionados por la Fuerza Pública durante el primer semestre de 2004. (2) Percepción de los
entrevistados sobre la seguridad en el barrio o cerca de su casa de habitación.
Fuente: Informes policiales: Ministerio de Seguridad Pública. Percepción de inseguridad: Carvajal (2004).
Las percepciones de las y los entrevistados acerca de la se- inversiones privadas en materia de seguridad y, por esta vía, en
guridad en su barrio o entorno inmediato son parcialmente menores niveles de percepción de inseguridad.
coincidentes con los informes policiales elaborados en los
distritos en cuestión. El distrito central registró en la primera Menos coincidente con la realidad es la percepción del tipo
mitad del año 2004, por mucha diferencia, el mayor número de de victimización prevalente en el cantón. Por medio de una
informes policiales del cantón, dato que condice con la altísi- pregunta abierta se les solicitó a las y los entrevistados que
ma percepción de inseguridad de sus habitantes. Sin embargo, indicaran el tipo de delito que ocurría con más frecuencia
San Rafael, cuyas cifras de victimización son considerable- en el cantón (Cuadro 2). Los entrevistados mencionaron los
mente superiores a las de San Antonio, exhibe una percepción delitos contra la propiedad (69%) como los más comunes
de inseguridad menor. Esta aparente paradoja no es ajena al seguidos, con gran diferencia, por las infracciones a la Ley
mayor desarrollo socio-económico de ambos distritos. Según de Psicotrópicos (21%). No obstante, los informes policiales
el Índice de Desarrollo Social distrital calculado por el MIDE- confeccionados por la Fuerza Pública evidencian una partici-
PLAN en 1999, San Rafael, uno de los distritos más ricos del pación preponderante de las infracciones a la Ley de Psicotró-
país, poseía un promedio de 81,4 (en una escala de 0 a 100), picos (49,2%) seguida de situaciones de violencia doméstica
muy superior al promedio de 62,7 mostrado por San Antonio. (10,2%), que no fueron ni siquiera mencionadas por los entre-
Es plausible suponer que tal superioridad se traduzca en una vistados como un problema común de seguridad ciudadana
mayor capacidad de los habitantes de San Rafael para realizar en el cantón.
Cuadro 2
Cuadro 2
Hechos violentos más comunes en el cantón de Escazú según tipo de hecho y fuente (en porcentajes)
Según ...
Tipo de hecho violento
Informes policiales (1) Entrevistados (2)
Nota: (1) Datos al primer semestre de 2004 (2) Se basa en ochenta entrevistas realizadas en junio de 2004. Corresponde a una
pregunta de respuesta múltiple. Las y los entrevistados podían citar más de un delito. Las proporciones se obtuvieron a partir
de 119 respuestas efectivas.
Fuente: Informes policiales: Ministerio de Seguridad Pública. Percepción de entrevistados: Carvajal (2004).
Aunque es bastante probable que exista un grave subregistro distorsiones importantes en la percepción de inseguridad de
de las infracciones patrimoniales, la total ausencia de men- los entrevistados.
ciones sobre la violencia doméstica sugiere la existencia de
162
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Esto indica que, pese a la brecha que separa das las entrevistas grupales se mencionaron
la intensidad de la percepción de los nive- y narraron experiencias ocurridas a terce-
les reales de victimización -un punto que se ros, que han sido transmitidas de “boca en
analizará más adelante- ambas dimensiones boca” y parecen ser continuamente puestas
no están, en modo alguno, desconectadas. en común cuando ocurre algún nuevo acon-
Aunque dista de ser el único factor involu- tecimiento o cuando el tema de la inseguri-
crado, a nivel cognitivo la experiencia per- dad ciudadana es objeto de discusión. Más
sonal, así como la de familiares, amigos y aún, el Gráfico 5.2 exhibe las significativas
vecinos, tiene un peso determinante en la y sistemáticas diferencias detectadas en la
definición de la percepción de inseguridad. ENSCR-04 entre la percepción de insegu-
En todos los grupos focales realizados para ridad de quienes no fueron victimizados en
esta investigación, sin excepción, se mencio- el último año y quienes forman parte de un
naron y narraron con detalle experiencias hogar en el que algún miembro lo fue: ma-
personales de robo y asalto, tanto en la casa yores niveles de victimización coexisten con
como en la vía pública. Asimismo, en to- mayores niveles de temor.
Gráfico 5.2Relación entre la percepción de la inseguridad del entrevistado y la victimización en el hogar (1)
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Nota:(1) Para la metodología de construcción de los índices y grupos de percepción de inseguridad, véase nota
metodológica 2.3 en el Anexo.
Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.
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Cuadro 5.3
Proporción de personas que indica sentir preocupación de estar
solos durante la noche dentro o fuera de su casa, para
Costa Rica y diecisiete países desarrollados (en porcentajes)
Se siente inseguro en la noche ...
País
Fuera de su casa (1) En su casa (2)
Costa Rica 64 (a) 49 (b)
España (Cataluña) 35 6
Australia 34 10
Polonia 34 15
Portugal 27 10
Inglaterra y Gales 27 6
Japón 22 9
Suiza 22 -
Francia 22 6
Bélgica 21 9
Escocia 20 3
Holanda 18 4
Finlandia 18 4
Dinamarca 17 3
Canadá 16 4
Suecia 15 4
Estados Unidos 15 4
Notas: (1) Incluye las categorías muy inseguro y un poco inseguro para la pregunta “¿Qué tan seguro se siente cami-
nando solo en su zona durante la noche?”, de la ICVS. (2) Incluye las categorías un poco inseguro y muy inseguro de la
pregunta “¿Qué tan seguro se siente usted cuando está en su casa solo durante la noche?”, de la ICVS. (a) Incluye las
categorías: sí a veces, sí casi siempre y sí siempre, para la pregunta “¿Evita salir solo de su casa durante la noche?”,
de la ENSCR-04. (b) Incluye las categorías: sí a veces, sí casi siempre y sí siempre, para la pregunta “¿Evita estar solo
en su casa durante las noches?”, de la ENSCR-04.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04. Demás países: ICVS-2000.
Los resultados son muy reveladores. La al promedio de los demás países y que tri-
proporción de personas que manifiesta su plica al siguiente caso. Recordemos en este
preocupación por caminar sola de noche punto que, como lo vimos en el capítulo
en Costa Rica prácticamente triplica el pro- anterior, con excepción de algunas formas
medio de los demás países incluidos en el de victimización patrimonial, los niveles de
cuadro y supera en casi treinta puntos el victimización de Costa Rica no están sepa-
peor de los casos restantes. Lo realmente rados por una diferencia abismal de los pre-
alarmante, sin embargo, es que la mitad sentes en los países incluidos en esta com-
de la población costarricense no se siente paración (véanse Cuadros 4.4 y 4.5). Para
tranquila al estar sola en su casa de noche, tan acusada disonancia dos explicaciones
una proporción más de ocho veces superior son posibles: o los niveles de percepción
164
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
39
Nótese que las enormes diferencias mostradas por el Cuadro 5.3 difícilmente pueden atribuirse a la distinta redacción
de las preguntas en la ENSCR-04 y la ICVS-2000. Al indagar por la conducta de evitar salir de noche o estar solo en la
casa, la ENSCR-04 de hecho subestima el nivel de preocupación en Costa Rica. Concebiblemente, una persona puede
manifestar preocupación sin por ello evitar salir o estar sola en su casa.
165
166
Cuadro 5.4
PNUD
Física 1/31 1/21 1/51 1/24 1/23 1/43 1/28 1/38 1/42 1/31 1/25
Emocional 1/26 1/36 1/21 1/55 1/20 1/23 1/23 1/34 1/84 1/25 1/19
Sexual 1/89 1/143 1/66 1/55 1/102 1/117 1/117 1/61 1/84 1/78 1/127
Física 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3
Emocional 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3
Sexual 1/5 1/6 1/4 1/4 1/4 1/5 1/4 1/5 1/5 1/4 1/5
Razón probabilidad percibida / probabilidad empírica de victimización (3)
Patrimonial 2,0 1,7 2,3 1,8 1,7 2,3 1,8 2,5 2,3 2,1 1,8
Física 9,3 6,6 15,3 8,2 7,0 12,1 8,6 11,3 11,8 9,7 7,7
Emocional 8,2 10,9 6,8 18,7 6,8 6,9 7,7 9,8 23,9 8,0 6,2
Sexual 19,6 25,5 17,1 14,7 24,1 22,3 26,8 12,5 17,5 18,0 26,5
Notas: (1) Probabilidad de ser víctima de un hecho violento, según la proporción de personas entrevistadas que indicaron haberlo sido en el último año. Para efectos de comparabilidad, no incluye todas
las modalidades de victimización de la ENSCR-04. Dato expresado como razón de probabilidad: 1 probabilidad en X. Para metodología, véase nota 2.6 en el Anexo (2) Probabilidad atribuida a la ocurren-
cia de un hecho violento, de acuerdo con el índice de inseguridad promedio para las personas entrevistadas. Para efectos de comparabilidad, no incluye todas las modalidades de percepción de riesgo
de la ENSCR-04. Dato expresado como razón de probabilidad: 1 probabilidad en X. Para metodología, véase nota 2.6 en el Anexo. (3) Corresponde al número de veces que la probabilidad percibida de
ser víctima supera a la probabilidad empírica de ser víctima de un hecho violento, de acuerdo con los niveles de victimización detectados por la ENSCR-04.
Fuente: ENSCR-04.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
En todos los casos la probabilidad perci- que las diferencias existentes en sus niveles
bida de ser víctima de un acto violento es de victimización. Los datos confirman así
significativamente mayor que la probabi- un punto agudamente intuido por Cam-
lidad empírica. En el caso de la violencia pos (2004): desde el punto de vista geo-
patrimonial la percepción duplica las cifras gráfico la percepción de inseguridad es más
de victimización reciente. En los demás, la homogénea que la victimización. Esto su-
brecha se magnifica en forma asombrosa. giere la presencia de factores homogenei-
Así, la percepción de inseguridad emocio- zadores -como el papel de los medios de
nal es más de ocho veces superior a la vic- comunicación- que actúan independiente-
timización, cifra que supera las nueve veces mente de la victimización en la formación
en el caso de la violencia física y que alcanza de la percepción de inseguridad. Como se
un factor de casi veinte cuando se trata de verá más adelante, los medios de comuni-
la violencia sexual.40 La divergencia entre cación constituyen una fuente cotidiana y
la relativamente escasa brecha existente en permanente de formación de percepciones
el caso de la inseguridad patrimonial y la en materia de inseguridad. La noticia per-
enorme divergencia existente en las demás manente de sucesos actúa como telón de
dimensiones sugiere que la alta probabili- fondo que confirma, en la percepción de
dad atribuida al acaecimiento de hechos la ciudadanía, el carácter generalizado de
de violencia patrimonial -probabilidad que las agresiones vividas y comunicadas a los
refleja en forma adecuada la realidad del demás por una parte de la población.
problema- es extrapolada a otras categorías
de violencia que presentan niveles menores D. Rostros del temor
de victimización. En la percepción de la
ciudadanía, la victimización patrimonial -la ¿Quién vive atemorizado por la inseguridad
más generalizada y visible- opera como una en Costa Rica? Ya en el apartado anterior
aproximación a la victimización a secas. De se ha podido ver cómo la percepción de
esto se infiere una conclusión práctica deci- inseguridad afecta con diferente intensidad
siva: si la percepción de inseguridad ha de a distintas categorías socio-demográficas.
ser disminuida en Costa Rica, es urgente Con todo, los niveles de temor no respetan
controlar y reducir los niveles de victimiza- nítidamente grupos sociales. El temor o la
ción patrimonial. tranquilidad no son rasgos definitorios de
ningún segmento social.
Una vez más, la brecha no es constante
entre las categorías socio-demográficas. Al realizar un análisis de conglomerados de
Acaso lo más interesante sea notar que la la información arrojada por la ENSCR-04,
separación entre percepción y realidad es tomando en cuenta los índices de percep-
generalmente mayor en el área rural que ción de inseguridad, es posible identificar
en la zona urbana. Las visibles diferencias cuatro grupos, con niveles crecientes de te-
entre campo y ciudad en materia de per- mor, que van desde los “tranquilos” hasta
cepción son, pese a todo, bastante menores los “sitiados” (Cuadro 5.5).
40
En el caso de la violencia sexual es de esperar, sin embargo, que la ENSCR-04 recoja una subestimación importante de
los niveles reales de victimización.
167
PNUD
Cuadro 5.5
Grupos de temor
Índice
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
Patrimonial 26,5 44,5 54,9 68,3
Física 12,8 28,6 47,0 64,3
Emocional 11,5 26,1 43,6 65,4
Sexual 8,2 16,5 33,9 57,8
Proporción de la
25,1 36,6 28,5 9,8
muestra (%)
Nota: (1) Para la metodología de construcción de los grupos, véase nota 2.3 en el Anexo.
Fuente: ENSCR-04.
168
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 5.6
Fuente: ENSCR-04.
“...también pueden ser personas bien vestidas tido, para conservar la esperanza de que el
como los abogados o los políticos...”. O, como problema de la inseguridad puede ser re-
lo resumió en forma memorable una entre- suelto fácilmente, poniendo en cuarentena
vistada: “...es una persona sin cara...”. al ofensor escogido. Así, al indagar con más
precisión, la persona sin rostro es sustituida
Con todo, tales manifestaciones de temor por la expresión de algunos extendidos pre-
genérico ya delatan la identificación de juicios sociales y por la repetición de men-
ciertos signos externos -como el vestido- sajes incesantes transmitidos por los medios
con la peligrosidad. El temor genérico es, de comunicación. A la pregunta abierta,
en el fondo, una respuesta insuficiente para “¿Qué tipos de personas son las que cometen
quien teme. Construir con algún nivel de más actos violentos o delictivos?”, los entrevis-
precisión el rostro de la peligrosidad es una tados por la ENSCR-04 respondieron así:
necesidad para defenderse y, en cierto sen- El rostro de la peligrosidad es, ante todo,
Vagos 2,8
Cualquiera 2,7
Los hombres 2,1
Los adolescentes 2,0
Pandillas 2,0
Personas sin valores 1,6
Los nicas 1,5
Adultos 1,5
Ladrones 1,4
Enfermos mentales 1,2
Otros (2) 11,3
NS/NR 0,8
Total 100,0
Notas: (1) Corresponde a las respuestas dadas abiertamente por parte de los entrevistados a la pregunta “¿Qué
tipo de personas son las que cometen más actos violentos o delictivos?” (2) Contiene las respuestas brindadas con
porcentajes menores al 1%.
Fuente: ENSCR-04.
170
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Recuerdo los días un tanto lejanos de mi juventud, cuando se podía recorrer con bastante
tranquilidad la mayor parte de la ciudad capital. Entonces vivía en los alrededores de la
Plaza González Víquez, desde donde me desplazaba a pie, sin sobresaltos, tanto de día como
de noche, a la Avenida Central o a los cines que estaban en el contorno del Parque Central.
Todavía a finales de los setenta, después de vivir algunos años en México, mi esposa y yo
frecuentemente salíamos a caminar por la Avenida Central, sobre todo en noches veranie-
gas, mirando las ventanas iluminadas de los comercios, para terminar comiendo o bebiendo
algo en la desaparecida Soda Palace o en el Bar Chelles. Entonces era desconocido el térmi-
no “seguridad ciudadana” y todo lo que conlleva, aunque ya se notaba un aumento de los
delitos contra la propiedad.
Hoy en día, caminar por el centro de San José y zonas aledañas es una experiencia que plan-
tea riesgos; al menos uno cree que así es. Y en materia de seguridad ciudadana, las creencias
son tan importantes como los peligros reales que se enfrentan.
41
PNUD-Chile (1998), p. 130.
171
en la política, los extranjeros o los diferentes en opciones sexuales, a los que no entendemos,
y frente a los cuales no podemos movernos con la seguridad con que lo hacíamos en el pa-
sado, cuando la sociedad era más pequeña y las diferencias eran de otro tipo y más estables.
Esta nueva configuración de la sociedad costarricense es fuente de temor o desconfianza.
La situación tiende a agravarse porque la identidad que hemos forjado está llena de fisuras
y tiende a resquebrajarse. Los mitos sobre lo costarricense ya no funcionan tan eficiente-
mente como en el pasado y algunas de las instituciones que contribuían a mantenerlos están
hoy en crisis o han perdido legitimidad, como los partidos políticos, que, como parte de sus
funciones, proporcionaban identidad y visiones de mundo a sus adherentes y simpatizantes.
Elementos que, por supuesto, contribuían a crear seguridad y confianza.
Otra fuente de temores y de incertidumbre son las declaraciones de funcionarios y las noti-
cias de periódicos y otros medios de comunicación. No se trata solamente del énfasis que
marcan los noticieros televisivos en la nota roja, sino también de un conjunto de amenazas
abiertas o veladas que se formulan diariamente en torno a la discusión de leyes y de pro-
puestas de política pública. Es el recurso al miedo como mecanismo para concitar apoyos
y crear presión sobre las instancias donde se toman las decisiones. Desde los años ochenta
este recurso ha sido usado una y otra vez para condicionar el accionar ciudadano, que ha
terminado siendo en mucho una respuesta al temor.
Como se trata de decisiones políticas, las cosas no siempre salen como se planean y; por tan-
to, muchas veces no se logra alcanzar los objetivos deseados; pero el miedo no se disuelve,
permanece y se acumula en sectores importantes de la población. Por eso no debe extrañar
la sensación de inseguridad que comunica la mayoría de las personas entrevistadas en en-
cuestas y otros mecanismos de sondeo de la opinión ciudadana y el pesimismo con que mira
el futuro, así como la perenne invocación a la protección divina que se expresa en todas los
esferas de lo cotidiano, desde el fútbol a la política.
En medio de tantas diferencias y temores, ¿será posible avanzar juntos en busca de un futuro
mejor?
(*) Sociólogo político, profesor investigador de la Sede Académica de FLACSO en Costa Rica.
172
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
La desaparición del país que fuimos está, manifiestan cuando el tema de la insegu-
también, entrelazada con la presencia ame- ridad explícitamente se vincula a la nacio-
nazante de los extranjeros. Tanto en la nalidad de los imputados, una práctica
ENSCR-04 como en los grupos focales, informativa reiterada en los noticieros,
los adultos jóvenes (entre 24 y 35 años) como se verá más adelante. En el Cuadro
de ambos sexos tienden a responsabilizar 5.7, ante una pregunta abierta, apenas el
con mayor severidad a los extranjeros del 1,5% de los entrevistados afirma que los
deterioro de la seguridad en el país. Sus ex- nicaragüenses tienen la responsabilidad
presiones sobre la identidad de los agreso- fundamental de los hechos delictivos y
res son tan duras como despegadas de los violentos en el país. El panorama cambia
datos expuestos al final del capítulo ante- radicalmente, sin embargo, cuando explí-
rior: “...personas como los nicas, que son muy citamente se pregunta por la nacionalidad
agresivos y aprenden a usar un arma antes de de los perpetradores de la violencia (Cua-
aprender a caminar...”; “...los colombianos, dro 5.8). En este caso los nicaragüenses
que muchos son sicarios, y los nicas, que son y colombianos dominan ampliamente,
los peones y las domésticas de Centroaméri- pese a que la realidad es muy distinta. La
ca...”; “...ahora también los venezolanos...”. conclusión es tan perturbadora como im-
portante: más que una transpiración es-
Es crucial notar, sin embargo, que tan pontánea, en Costa Rica la xenofobia es
estridentes expresiones de xenofobia se un impulso inducido.
Cuadro 5.8
Nacionalidad de las personas que se considera comenten más
actos violentos o delictivos en el país
(en porcentaje) (1)
Nacionalidad Porcentaje
Nicaragüenses 64,4
Costarricenses 16,6
Colombianos 16,0
Otros (2) 2,3
NS/NR 0,7
Total 100,0
Notas: (1) Corresponde a la primera mención de las respuestas dadas abiertamente por parte de los entrevistados
a la pregunta “¿De qué nacionalidad son las personas que cometen más actos violentos o delictivos en este país?”.
(2) Contiene las respuestas brindadas con porcentajes menores al 1%.
Fuente: ENSCR-04.
173
PNUD
Finalmente, cabe añadir un hallazgo adicio- Todo esto equivale a una crisis profunda
nal de los grupos focales, que se ve apenas en los roles tradicionales de ambos sexos y
reflejado en las encuestas: el sorprendente en las relaciones de pareja. La violencia do-
nivel de desconfianza entre ambos sexos y, méstica y, en particular, la violencia de los
en especial, de las mujeres hacia los hom- hombres hacia las mujeres no son casuales.
bres. En efecto, entre las mujeres se tiende Al igual que el fundamentalismo religioso
a considerar que los hombres -en términos en otras sociedades son, acaso, la ultima ra-
generales- son dignos de temer. Este temor tio utilizada para enfrentar cambios sociales
alcanza incluso a los padres de sus hijos y a irresistibles.
los familiares cercanos: “...cuando una anda
por la calle, los hombres le hacen cosas...”; “... E. Los espacios del temor
yo le digo a mi chiquita, que ni del papá se
deje tocar...”; “...hay que desconfiar de tíos, El temor tiene rostros y también tiene lu-
padres, primos, porque son hombres...”. Co- gares y ámbitos geográficos que se identi-
rrelativamente, los hombres manifestaron fican con el riesgo y, correlativamente, con
profundas ansiedades frente a las mujeres y la seguridad. La dicotomía conocido / des-
a su conquista de derechos y espacios de po- conocido, una vez más, condiciona las per-
der: “...la mujer no aguanta nada y se va en el cepciones de riesgo en este aspecto. Cuanto
primer momento de violencia o problemas...”; más cercano sea el ámbito geográfico eva-
“...ya no hay verdaderas mujeres...”; “...la luado, mayor tiende a ser la seguridad que
mujer se fue a trabajar y ya no hay quién se ofrece. Cuanto más ajeno y abstracto, ma-
haga cargo de los niños...”; “...ahora, uno se yor será la peligrosidad que se le atribuye.
siente muy inseguro con la pareja...”; “...ahora La impactante divergencia entre los niveles
también hay hombres agredidos...” . de seguridad atribuidos al país y al barrio
así lo demuestra (Gráfico 5.3).
Gráfico 5.3
Fuente: ENSCR-04.
174
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
42
Chinchilla, ed. (1999).
175
PNUD
de agresión física y, sobre todo psicológica, El imaginario social, tal parece, se rehúsa a
por parte de las mujeres: “...a un amigo mío, aceptar que el hogar puede también ser un
la esposa le pega...”; “...mi esposa me arañó, espacio de inseguridad para sus miembros
mientras estábamos discutiendo...”; “...yo he y frecuentemente lo es. Insiste en mantener
sido agredido por mi esposa...con palabras... aislada la problemática de la agresión do-
que uno es un inútil, que no sirve para nada, méstica de la seguridad ciudadana.
que uno no vale nada...esas cosas duelen...”.
***
Este capítulo contiene los siguientes hallaz- e. La probabilidad atribuida al acaeci-
gos sobre la percepción de inseguridad en miento de diversos hechos de violen-
Costa Rica: cia en Costa Rica tiende a ser muy
superior a la probabilidad real de ex-
a. Desde hace por lo menos veinte años, perimentarlos.
la población costarricense considera la
inseguridad ciudadana como uno de f. Es posible identificar cuatro grupos
los principales problemas del país. de ciudadanos de acuerdo con la in-
tensidad de su percepción de insegu-
b. Existe una profunda separación de ridad. En el grupo de menor temor
los niveles de temor a lo largo de los se encuentran sobre representadas las
ejes personas desconocidas / personas mujeres, los mayores de 35 años, los
conocidas y espacio público / espacio habitantes de la zona rural, los extran-
privado. La percepción de inseguridad jeros y, con gran diferencia, el estrato
está dominada por el temor a la agre- socio-económico más bajo. El de ma-
sión por parte de desconocidos y a las yor temor, que presenta niveles ex-
formas de violencia que tienen lugar traordinariamente altos de percepción
en los espacios públicos. de inseguridad en todas las dimensio-
nes, está compuesto, fundamental-
c. La jerarquización de los riesgos percibi- mente, por mujeres de la zona urbana,
dos coincide en un grado sorprendente de estratos socio-económicos medio y
con la distribución de la victimización. alto.
Los riesgos percibidos son, en general,
considerablemente más altos en la di- g. La percepción de temor está muy fuer-
mensión patrimonial que en las dimen- temente dirigida hacia la figura del
siones física, emocional y, sobre todo, drogadicto y, con menos intensidad,
sexual. La percepción de inseguridad no hacia otras categorías de excluidos
está desconectada de la victimización. (clase baja, extranjeros, desempleados,
gente sin educación) y disconformes
d. La percepción de inseguridad en Costa (jóvenes).
Rica es muy superior a la detectada en
los países desarrollados, sin que tal di- h. La atribución espontánea de la insegu-
ferencia necesariamente corresponda a ridad a los extranjeros no se manifies-
los diferentes niveles de victimización. ta con particular fuerza en Costa Rica.
176
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Sin embargo, alcanza altos niveles de pregunta por el barrio, en el que una
intensidad cuando explícitamente se amplia mayoría de los entrevistados
pregunta por la nacionalidad de los manifiesta sentirse seguro.
perpetradores de la violencia. La evi-
dencia sugiere que en Costa Rica la j. Los lugares y ámbitos percibidos como
atribución de la inseguridad a los in- inseguros son, fundamentalmente, los
migrantes es un impulso inducido. espacios colectivos. Pese a la frecuen-
cia de la violencia doméstica, la casa
i. La percepción de inseguridad es mu- es considerada, casi siempre, como el
cho más intensa cuando se indaga “refugio” por excelencia.
por el país en general, que cuando se
177
Capítulo 6
Elementos de la segurabilidad en Costa Rica
Cuadro 6.1
Cuadro 6.1
Niveles de confianza en algunas instituciones del país. 1999 y 2004
Balance de porcentaje de
confianza – desconfianza
Institución (puntos porcentuales de diferencia)
Nota: (a) La encuesta clasificaba las respuestas según el grado decreciente de satisfacción. (b) La encuesta clasi-
ficaba las respuestas de acuerdo con la escala “mucha confianza”, “alguna confianza”, “poca confianza” y “ninguna
confianza”. La cifra indicada es la diferencia neta entre la suma porcentual de las categorías “alguna” y “mucha”
confianza por un lado y la suma de “ninguna” y “poca” confianza, por otro.
Fuentes: 1999: Chinchilla, ed. (1999); 2004: ENSCR-04.
179
PNUD
Gráfico 6.1
Nota:(1) Los porcentajes señalados se obtienen sobre un total de 3.216 menciones, ya que los entrevistados
podían citar más de una opinión.
Fuente: ENSCR-04.
Estas percepciones emergen con mayor cla- balance de las opiniones es marcadamente
ridad aún cuando se consulta sobre el nivel negativo en todos los otros aspectos indaga-
de acuerdo o desacuerdo con respecto de al- dos, desde la honradez de la institución hasta
gunas afirmaciones relacionadas con el traba- su eficiencia y su capacidad para prevalecer
jo de la policía o la Fuerza Pública (Cuadro sobre los delincuentes. Es reveladora la mag-
6.2). Como puede verse, salvo en el caso de la nitud de los entrevistados que manifiesta no
vocación de servicio de la policía, reconocida sentirse protegido por la presencia de la Fuer-
por una leve mayoría de los entrevistados, el za Pública (50%).44
43
El dato indicado corresponde al porcentaje de personas que opinaron tener ninguna o poca confianza hacia la policía, el
cual al ser restado de los que opinan tener alguna o mucha confianza 48,1%, da como resultado el valor de -3,3 que se
indica en el Cuadro 6.1.
44
El dato corresponde al porcentaje de personas que opinaron estar de acuerdo y muy de acuerdo con la afirmación, la cual
al ser restada de los que opinan estar en desacuerdo y muy en desacuerdo con la misma (21%), da como resultado el valor
de -29,0 que se indica en el Cuadro 6.2.
180
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 6.2
Cuadro 6.2
Opiniones varias sobre la policía / Fuerza Pública
Balance de porcentaje de opiniones
¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones? positivas – negativas (puntos porcen-
tuales de diferencia) (1)
La policía hace todo lo posible por ayudar y servir a las personas 6,3
Se nota la presencia de la Fuerza Pública -20,7
La Fuerza Pública actúa profesionalmente -24,8
La policía está compuesta por personas honradas -26,1
Me siento protegido por la presencia de la Fuerza Pública -29,0
La policía captura rápido a los delincuentes -42,9
La policía está ganando la lucha contra la delincuencia -42,1
Nota: (1) Producto de restar la suma porcentual de las opciones “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” a la suma
de las opciones “de acuerdo” y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.
Este panorama debe, sin embargo, visua- un 80% estimó además, que, en compa-
lizarse con tres notas positivas. En primer ración con hace cinco años, la situación
término, pese a la existencia de una opi- había mejorado o seguido igual. En ter-
nión negativa sobre el desempeño de la cer lugar, las evaluaciones negativas de la
Fuerza Pública, no existe evidencia para Fuerza Pública no se deben a que la pobla-
afirmar que esa percepción se haya visto ción la perciba como una amenaza. Solo
deteriorada en los últimos años. La En- el 15%, 12% y 10% de los consultados es-
cuesta Anual de Estructuras de Opinión timó como alta o muy alta la posibilidad
Pública de la Escuela de Matemática de de que un policía le robe algo, lo golpee o
la Universidad de Costa Rica muestra que lo ataque con un arma, respectivamente.
desde 1988 el porcentaje de personas que
dice que la policía cumple con la misión Esto último separa a la policía costarricense
que se le ha otorgado, se ha mantenido de las de casi toda América Latina. Una eva-
estable en alrededor de un 30%. Por su luación realizada en 1997, situaba los nive-
parte, la ENSCR-04 detecta opiniones les de confianza en la policía costarricense
divididas sobre la tendencia reciente del levemente por debajo de los de la policía
desempeño policial: mientras un 50,2% salvadoreña y por encima de los detectados
de los entrevistados rechaza la existencia en el resto de los países de la región centro-
de una mejora en los últimos años, un americana.45 Sin embargo, esa afirmación
47,7% reconoce un cambio positivo. En no alcanza a esconder el hecho de que la
segundo lugar, una amplia mayoría de las evaluación del desempeño de la policía cos-
personas entrevistadas en mayo del 2004 tarricense está separada por un abismo de
consideró adecuado el acceso a los servi- la que prevalece en los países desarrollados,
cios policiales del país (70,2%), y más de como lo muestra el Cuadro 6.3.
45
Chinchilla (2002), p. 260.
181
PNUD
Cuadro 6.3
Estados Unidos 89 88
Canadá 87 88
Finlandia 70 85
Suecia 61 84
Australia 76 81
Dinamarca 71 77
Escocia 77 76
Inglaterra y Gales 72 74
Francia 65 73
Irlanda del Norte 67 72
Suiza 67 66
Portugal 45 65
Bélgica 64 65
España (Cataluña) 53 64
Japón 53 59
Polonia 46 52
Holanda 52 43
Costa Rica 15 (a) 35 (b)
Promedio (3) 66 71
Notas: (1) Incluye las categorías de muy buen trabajo y buen trabajo para la pregunta “En términos generales,
¿qué tan bien cree usted que la policía está controlando el crimen en su área?” para la ICVS-2000. (2) Incluye las
categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “Acerca de la vocación de servicio de la policía, ¿hasta
qué punto estaría de acuerdo con la afirmación de que la policía hace todo lo que puede para ayudar y servir a las
personas?” de la ICVS-2000. (3) Corresponde al promedio de los países citados, excepto Costa Rica. (a) Incluye
las categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “¿La policía está ganado la lucha contra la delin-
cuencia?” de la ENSCR-04. (b) Incluye las categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “¿La policía
hace todo lo posible por servir y ayudar a las personas?” de la ENSCR-04.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04. Otros países: Van Kesteren et al. (2000).
La opinión con respecto a la Fuerza Pública perar, la victimización reciente del entrevis-
está claramente ligada a los niveles de se- tado y una alta percepción de inseguridad
guridad, tanto objetiva como subjetiva de hacen bajar la evaluación del desempeño
la población (Cuadro 6.4). Como es de es- policial y su evolución en los últimos años.
182
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 6.4
Grupos de temor
Tranquilos 45,0 55,8 41,9 100,0
Nerviosos 41,6 48,0 49,9 100,0
Asustados 40,5 43,0 54,5 100,0
Sitiados 37,2 39,4 59,7 100,0
Nota: (1) Para la metodología de construcción del índice, véase nota 2.9 en el Anexo. Los puntajes más altos de-
notan mejor evaluación. (2) No se incluyen los porcentajes que indicaron NS-NR.
Fuente: Elaboración propia a partir de ENSCR-04.
46
El Poder Judicial está organizado en tres diferentes ámbitos, el jurisdiccional, el administrativo y el auxiliar de justicia, este
último integrado por el Centro Electrónico de Información Jurisprudencial, la Escuela Judicial, el OIJ, la Defensa Pública
y el Ministerio Público.
183
PNUD
fianza hacia el Poder Judicial, que tradi- Igualmente preocupantes son los negativos
cionalmente fue muy baja en el país y que balances de opinión obtenidos al pregun-
todavía en 1997 se mantenía considerable- tar por una serie de rasgos de la actuación
mente por debajo de los niveles detectados de los jueces penales, los órganos acusado-
en el resto de América Central: Costa Rica res y la policial judicial de investigación
(26,9%), El Salvador (31,0%), Honduras (Cuadro 6.5).
(50%), Nicaragua (50,5%), Guatemala
(50,6%) y Panamá (60,3%).47
Cuadro 6.5
Nota: (1) Corresponde a la suma porcentual de las opciones positivas “de acuerdo” y “muy de acuerdo” y la
resta posterior de la suma de las opciones negativas “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo”. (2) Los datos de
la ENSCR-04 son anteriores a las actuaciones del Ministerio Público en el contexto de los casos de corrupción
política de alto nivel denunciados a finales del año 2004. Es muy posible que el balance de opiniones en este
punto haya cambiado significativamente desde entonces. (3) Por la formulación de la pregunta, en este caso a las
opiniones negativas “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” se les restaron las opiniones positivas “de acuerdo”
y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.
En el caso de los jueces penales, las percep- 75,6%; 2004: 78,6%), frente a porcentajes
ciones negativas son singularmente fuertes muy inferiores que estimaron que se tra-
en lo que toca a la celeridad de su actua- tó del “tiempo necesario” (1999: 12,9%;
ción y a la supuesta lenidad con los delin- 2004: 12,2%) o de “poco” tiempo (1999:
cuentes. Tanto en la ENSCR-04 como en 9,3%; 2004: 6,3%). Asimismo, en ambas
la encuesta previa realizada por el PNUD encuestas más de la mitad de las personas
en 199948, un porcentaje mayoritario de entrevistadas opinó que los tribunales pe-
los entrevistados coincidió en indicar que nales resolvían los casos con excesiva suavi-
el tiempo utilizado por los tribunales para dad (55,9% en 1999, 51,4% en el 2004),
juzgar a los imputados es “mucho” (1999: al tiempo que porcentajes mucho menores
47
Chinchilla (2002), p. 260.
48
Chinchilla, ed. (1999).
184
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
indicaron que lo hacían con justicia (1999: del 46,5% en 1999 al 24% en el 2004) y
29,7%; 2004: 33,8%) y con excesiva severi- su capacidad en resolver los casos (aunque
dad (1999: 9,3%; 2004: 7,1%). Pese a todo, las respuestas positivas fueron del 47,2% en
en mayo del 2004 el 59,3% de las personas 1999, este porcentaje bajó al 29,2% en el
entrevistadas consideraba adecuado el acce- 2004, y en ambas fechas, casi una tercera
so a los juzgados penales (aunque el 27,2% parte de los encuestados contestó negativa-
no lo estimó de la misma manera) y una mente a la pregunta). Pese a estas críticas,
mayoría estimaba que en los últimos cinco en mayo del 2004 las opiniones eran equi-
años había mejorado o permanecido igual. libradas en cuanto a la actuación profesio-
nal del OIJ (el 32,7% dijo “muy / algo de
En el caso del Ministerio Público, la eviden- acuerdo”, y el 29,2% “muy / algo en des-
te mejora de su imagen como resultado de acuerdo”) y el nivel de confianza en la insti-
su intervención en los casos de corrupción tución lucía razonablemente alto (“mucha /
política del año 2004, se da en el contexto alguna confianza”: 59,4%; “poca / ninguna
de arraigadas dudas sociales sobre la efecti- confianza”: 39,3%).
vidad de sus acciones. Así, en 1999 una am-
plia mayoría del 50,9%, frente a un 31,9% Queda, por último, el sistema peniten-
del 2004 consideraba que el Ministerio Pú- ciario, que recibe al individuo condenado
blico no actuaba con prontitud en los casos por el tribunal respectivo y vela por que se
que llegaban a su conocimiento. Opinio- cumpla la pena establecida. Esas funciones
nes similares se expresan con respecto a la se inscriben en los objetivos más amplios de
falta de resolución de los problemas de las facilitar la resocialización del privado de li-
víctimas (42,9% contra 37,4%). Práctica- bertad y prevenir en forma general la comi-
mente la misma cantidad de entrevistados sión de delitos. Las encuestas muestran una
consideraba que el órgano acusador logra- creciente disposición a considerar al sistema
ba que los culpables fueran castigados por penitenciario como el mejor instrumento
los tribunales (42,3%, sí; 41,5%, no). La para enfrentar la delincuencia y una acusa-
encuesta del año 2004 detectó, además, un da renuencia a emplearlo únicamente con
profundo escepticismo sobre la imparciali- los delincuentes violentos (Cuadro 6.6).
dad social de las acusaciones penales: solo el
16,0% de los consultados estaba de acuer- Las actitudes anteriores se combinan, sin
do con que los fiscales perseguían igual a embargo, con un importante escepticismo
ricos que a pobres, frente a un 61,7% que (bastante menor en 2004 que cinco años
opinaba lo contrario (aunque es altamente atrás) sobre sus efectos positivos para el
probable que esta percepción haya cambia- privado de libertad. Precisamente, los en-
do desde entonces debido a las actuaciones trevistados en la ENSCR-04 consideran en
recientes del Ministerio Público en materia su mayoría que ayudar a los delincuentes a
de corrupción). reincorporarse a la sociedad es la principal
función del sistema penitenciario (58,5%),
Aun teniendo una mejor imagen que la frente a otras tareas como “mantener a los
Fuerza Pública, la policía de investigación, delincuentes presos para que no estén fue-
el OIJ, es criticada por los ciudadanos con ra robando o matando” (32,6%) y “ser un
respecto al abuso de sus poderes (55,6% recordatorio para evitar que otras personas
en 1999 y 50,9% en el 2004 contestaron cometan actos delictivos” (8,9%). Así, pues,
“muy / algo de acuerdo” a esta pregunta), a persisten extendidas dudas sobre la capaci-
la prontitud de su respuesta (el porcentaje dad del sistema penitenciario para satisfacer
de respuestas “muy / algo de acuerdo” bajó la principal función que se le atribuye.
185
PNUD
Cuadro 6.6
49
Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, aprobado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, en resolución 34/169 del 17 de diciembre de 1979.
187
PNUD
Recuadro 6.1
188
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
189
PNUD
Fuente: Mora (2004b). Número de efectivos de la Policía Penitenciaria: Presupuesto Ordinario de la República para el Ejer-
cicio Económico del 2004, p.119-140. Presupuesto OIJ: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Planes y
Presupuesto. Presupuesto Policía Municipal de San José: Municipalidad de San José. Presupuesto Municipalidad de Belén:
Municipalidad de Belén. Municipalidad de Alajuela: Consulta telefónica el día 5 de setiembre del 2005 con el Sr. Francisco
Sánchez, Director de la Policía Municipal.
La promulgación en 1994 de la LGP supuso cial) y la reforma del escalafón policial, que
un avance capital en un sector tradicional- elimina los grados militares y los sustituye
mente considerado como un “botín electo- por otros policiales y establece requisitos
ral” y casi totalmente desprovisto de profe- para el proceso de ascenso y promoción.
sionalización, ya que, con cada cambio de Con estas disposiciones, que constituyen la
gobierno, se renovaba casi la totalidad de los consagración legislativa de normas ya reco-
efectivos policiales. Pese a diversas críticas de nocidas en la CP y diversos instrumentos
que ha sido objeto, con esta ley se ha dotado jurídicos internacionales, Costa Rica se ha
por primera vez al país de un marco jurídico colocado en la lista de los escasos países
capaz de garantizar, en adelante, aspectos de cuya normativa jurídico-policial se ajusta a
la función policial tan importantes como la las exigencias de una policía profesional y
determinación de los principios fundamen- respetuosa de los derechos y libertades fun-
tales de su actuación, la estabilidad en el car- damentales de los ciudadanos.
go y el profesionalismo.
De acuerdo con la LGP, son fuerzas de po-
La LGP marcó el inicio del proceso de re- licía encargadas de la seguridad pública las
forma policial en el país. Sin embargo, lue- siguientes: la Guardia Civil, la Guardia de
go de unos años de vigencia, se determina- Asistencia Rural, la Policía de Fronteras, la
ron algunos defectos que debían corregirse Policía Encargada del Control de Drogas
para acelerar el avance de este proceso. Por no Autorizadas y de Actividades Conexas,
ello, en el año 2001 se aprueba la llamada la Policía de Migración y Extranjería, la Di-
Ley Fortalecimiento de Policía Civilista50, rección de Seguridad del Estado, la Policía
que pretende dar permanencia a algunos Penitenciaria, la Policía de Tránsito y los de-
aspectos fundamentales de la estructura más cuerpos cuya competencia esté prevista
policial; la creación de órganos de asesoría en la ley. Además, la investigación crimi-
jurídica (la Dirección de Apoyo Legal Poli- nal corresponde al OIJ, y el Ministerio de
50
Ley No. 8096 del 15 de marzo del 2001.
190
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 6.7
Nota: Los datos señalados en el rubro de efectivos, miembros u oficiales puede contener personal destinado a
labores administrativas. Igual situación sucede en el caso de los recursos, en los cuales no se hace diferencia de
los recursos administrativos y destinados para labores operativas. Un detalle de las principales funciones de cada
cuerpo policial, se indica en el Recuadro 6.1.
191
PNUD
Gráfico 6.2
Fuente: Elaborado con información provista por la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria (STAP) del
Ministerio de Hacienda.
bajo el concepto de Fuerza Pública. A to- mismo uniforme (con excepción de los
dos estos cuerpos se les ha dotado de un cuerpos de vigilancia marítima y aérea).
mando coherente y mejor organizado, y se Paralelamente, se ha organizado el terri-
ha podido hacer una mejor distribución torio nacional en regiones, con una dis-
de los escasos recursos con que se cuenta tribución realizada con base en criterios
para enfrentar el delito. Los funcionarios demográficos, geográficos, criminalísticos
de los tres cuerpos deben utilizar ahora el y otros (Cuadro 6.8).
Cuadro 6.8
Fuente: MSP.
194
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 6.3
Nota: (*) No se contó con datos para el año 1991. (1) Cifra preliminar
Fuente: Elaborado con datos proporcionados por el Área de Control de Puestos e Información del MSP.
Debe decirse, sin embargo, que en el ámbi- sariamente un obstáculo insalvable para un
to internacional no existe un consenso con buen desempeño policial. Tampoco lo es el
respecto a cuál es la tasa ideal o recomen- número de policías por kilómetro cuadra-
dable, y que la cifra costarricense del año do, un indicador utilizado para determinar
2003 no es excepcional a nivel internacio- si existe una adecuada cobertura de la po-
nal. Como lo muestra el Cuadro 6.9, se si- blación en materia de seguridad ciudadana,
túa por debajo de algunos casos de la región particularmente en países con gran den-
latinoamericana y del mundo desarrollado, sidad de población urbana. En el caso de
y muy por encima de otros, entre ellos algu- Costa Rica, el valor de este indicador (0,22
nos países, como Japón o Suecia, con nive- efectivos policiales por kilómetro cuadrado
les muy bajos de delictividad. Así, aunque en 1999-2003)52 se acerca también al regis-
la actual tasa costarricense muestra un de- trado en países con bajas tasas de delincuen-
terioro histórico considerable, no es nece- cia como Japón, Noruega o Suiza.
52
Corresponde al promedio de las estimaciones efectuadas para cada una de las regiones policiales del MSP. Los cálculos se
efectuaron con base en las extensiones territoriales de los cantones, registradas por el IFAM. Para los efectos no se tomaron
en consideración los efectivos apostados en los aeropuertos, los asignados a la Casa Presidencial ni los pertenecientes a
cuerpos policiales especiales.
195
PNUD
Cuadro 6.9
Número de efectivos policiales por 100.000 habitantes
en varios países. 2002
País Tasa País Tasa
Argentina (1) 558,6 Bolivia 219,8
Panamá 518,9 Colombia (3) 215,5
México 491,8 Holanda 212,4
Israel (2) 424,8 Inglaterra y Gales (4) 209,8
Bélgica 357,5 Suiza 203,7
Lituania 336,6 Chile 193,0
Estados Unidos 326,4 Dinamarca 192,1
Austria 305,1 Canadá 186,3
Australia 304,2 Japón 182,2
Alemania 303,2 Nueva Zelanda 181,9
El Salvador 251,7 Suecia 181,0
Costa Rica (5) 235,2 Finlandia 160,1
Guatemala (3) 233,9 Filipinas 141,3
Sudáfrica 224,0
Notas: (1) 1999; (2) 1997; (3) 2000; (4) 2001; (5) 2003.
Fuente: United Nations Surveys of Crime Trends and Operations of Criminal Justice Systems, 1990-2002; Office on Drugs
and Crime, Division for Policy Analysis and Public Affairs.
Más serios son acaso los problemas que pre- mismo período fue ligeramente superior al
senta la distribución por rubros de los re- 0,3% del presupuesto total del MSP.54 A
cursos presupuestarios disponibles. Al ana- ello se suma una inversión en equipo de co-
lizar la liquidación presupuestaria del MSP municaciones, transporte y avituallamiento
de los años 2002-2003, se observa que policial consistentemente baja (2,8% del
aproximadamente el 84% del gasto del Mi- presupuesto del MSP durante 1999-2003
nisterio se ha dedicado al pago de salarios y como promedio), con excepción del año
a rubros vinculados al área administrativa.53 2000, cuando alcanzó el 7,7% de los recur-
Durante el período 2000-2003 el porcen- sos presupuestarios totales.55
taje de los efectivos policiales que tomaron
parte anualmente en cursos de formación, No sorprende, pues, que exista un agudo
especialización y profesionalización apenas deterioro de la infraestructura policial y una
alcanzó el 15,3% del total. De hecho, el gran carencia de recursos necesarios para el
porcentaje de recursos asignados a forma- buen cumplimiento de la función policial.
ción y capacitación de la policía durante el Sobre el deterioro de la infraestructura basta
53
Al respecto véase la liquidación presupuestaria del MSP para el ejercicio económico de los años 2002 y 2003.
54
La estimación fue elaborada por el Departamento de Presupuesto del MSP con base en el presupuesto destinado a la
Escuela Nacional de Policía para el período en cuestión.
55
Se calculó por medio de la inversión efectiva reportada en las memorias institucionales del MSP y el estado del presupuesto
de egresos del ejercicio económico para cada año en cuestión (Informe Anual de la Contraloría General de la República
1999-2003).
196
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
56
Consejo de Salud Ocupacional (1994).
57
Información suministrada por el Departamento de Recursos Humanos del MSP, en fecha 3/11/2004.
197
PNUD
58
Amir y Albedas (1993), p.13.
59
Las funciones de planes y operaciones datan de años atrás, sin embargo, la conformación como Departamento se realizó
en el año 2000.
198
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
cia contraria a las doctrinas policiales más esta área. Entre ellos cabe destacar el Plan
modernas. La primera y más significativa Nacional de Policía Comunitaria en el año
experiencia sobre una aplicación rigurosa 2002, con base en el cual se están aplican-
de los nuevos enfoques en materia policial do planes piloto en diversas localidades del
y de seguridad ciudadana tuvo lugar en el país, y el fortalecimiento de la Unidad de
período 1994-1998, cuando el MSP puso Seguridad Comunitaria, que tiene como
en marcha, como plan piloto y con la fi- responsabilidad desarrollar programas de
nalidad de incorporar a la comunidad en capacitación y educación sobre el tema de
la búsqueda de soluciones a los problemas la seguridad en diversas comunidades del
de la criminalidad y de la inseguridad, un país.60
Proyecto de Policía Comunitaria en la lo-
calidad de Hatillo, ubicada en la capital. A pesar de innegables progresos logrados en
Su evaluación fue muy positiva, con dismi- los últimos años (Recuadro 6.2), son mu-
nuciones en los planos de la victimización chos y muy serios los vicios institucionales
y del sentimiento de inseguridad, y una arraigados en el MSP durante décadas. A fin
mejora considerable tanto de la imagen de de cuentas, los párrafos anteriores ofrecen
la policía en la zona como de la presencia solo un destello de una lista de problemas
policial en ella. Posteriormente, en suce- institucionales que es, a no dudarlo, mucho
sivas administraciones, el MSP elaboró y más amplia, y que, conspira contra el ade-
comenzó a aplicar diversos programas en cuado desempeño de la Fuerza Pública.
Recuadro 6.2
60
Véanse MSP (1997), (1998a) y (1998b), así como Rico y Chinchilla (2002), Rico (1999), (2000) y (2001), y Chinchilla
(2003).
199
PNUD
Acercamiento a las comunidades. La Estrategia de Seguri- jar una cultura institucional basada en procedimientos claros y
dad Comunitaria busca que las comunidades se apropien de conocidos por todos. Debe mantenerse el esfuerzo para ofrecer
sus contextos y contribuyan a dar respuestas a sus propios pro- más y mejor formación policial, así como para avanzar hacia
blemas de inseguridad. La policía brinda la debida capacitación un manejo científico de la información, que dé lugar a una in-
y da seguimiento a las actividades de este programa. Para fines teligencia policial más desarrollada. Las relaciones que el MSP
del 2004 el MSP había capacitado a cerca de 3.000 comunida- ha establecido con las comunidades pueden ser fortalecidas
des. Se cuenta con dos unidades móviles para facilitar el acer- y orientadas hacia una mejor comprensión de los problemas
camiento con las comunidades, particularmente en aquellas de inseguridad, de modo que permitan una participación infor-
donde se registran aumentos en la delincuencia. mada de la ciudadanía en la búsqueda y puesta en marcha de
soluciones integrales. Un mayor acercamiento a la comunidad
El MSP afronta aún importantes desafíos, empezando por la tiene el potencial de disminuir la sensación de inseguridad y
insuficiencia de los recursos que le son asignados. La conso- mejorar el control ciudadano sobre las labores de la Fuerza
lidación de la doctrina demanda fortalecer la planificación es- Pública, aumentando así la confianza de la población.
tratégica y táctica, tender puentes entre los órganos políticos,
administrativos y operativos en aras de una visión común, y for- Fuente: Ministerio de Seguridad Pública, (2005); Mora (2004b).
61
Ambas estimaciones fueron elaboradas por la Sección de Planes y Operaciones del OIJ.
62
Estimación basada en información proporcionada por la Sección de Planes y Presupuesto del Poder Judicial.
200
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 6.10
Total y Año
etapas 1990 1995 2000 2001 2002 2003
Duración total 6m -3s 10 m -1 s 18 m - 2 s 18 m - 2 s 19 m - 3 s 21 m - 0 s
Etapa pre-
paratoria e -- 4m -3s 10 m - 3 s 12 m - 0 s 12 m - 3 s 14 m - 2 s
intermedia
Etapa de juicio -- 5m -2s 7m -3s 6m -2s 7m -0s 6m -2s
Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuarios de Estadísticas Judiciales.
63
Los datos de este párrafo son estimaciones con base en los datos de la Sección de Planes y Presupuesto del Poder Judicial,
las Leyes de Presupuesto (1995-2003), el Departamento de Planes y Operaciones del OIJ y el Programa BID-Poder
Judicial.
64
Véanse notas periodísticas correspondientes a estos meses en el periódico La Nación.
201
PNUD
Cuadro 6.11
65
Proyecto Nacional de Justicia/ PNUD (2000), pp. 22-24, Proyecto Estado de la Nación/ PNUD (2003), p. 301 y
Carranza (2001), pp. 11-47.
66
La noción de “reincidencia” es contenciosa. Para efectos de las cifras dadas en el texto, se parte de la definición precisada
por el artículo 39 del Código Penal de 1992: “es reincidente quien comete un nuevo delito, después de haber sido
condenado por sentencia firme de un tribunal...”. Es necesario tener presente, sin embargo, que la Sala Constitucional,
mediante Voto 2760-96, de las 10:18 del 7 de junio de 1996, limitó la característica de reincidente a personas que no
hayan descontado su sentencia previa en un período anterior de diez años. Véase también al respecto la resolución 646-97
de la Sala Constitucional, de las 11:30 del 31 de enero de 1997.
67
Véanse Ulate Barrantes (2005) y Umaña Di Palma (1995).
68
Ulate Barrantes (2005), pp-21-24.
202
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
iv. Las limitaciones operativas del sistema alcanza notoriedad en el año 2003, como
penal: el caso de los infractores múltiples resultado de publicaciones en los medios
de comunicación y del estudio realizado
Las cifras y consideraciones anteriores por el MSP sobre la situación de un grupo
apenas dan una idea de las limitaciones y de personas que, en los anteriores tres años,
obstáculos operativos que enfrenta el sis- habían sido remitidas en diversas ocasiones
tema penal para combatir la inseguridad a las instancias judiciales por las autorida-
ciudadana. Los problemas operativos se des policiales y, pese a ello, continuaban
perciben con mayor claridad si se recurre reincidiendo en la comisión de delitos con-
a algunos ejemplos concretos, que no solo tra la propiedad en los distritos del cantón
evidencian las carencias en la actuación de central de San José.69 Como consecuencia
cada uno de los actores involucrados, sino de las denuncias públicas del titular del
también las graves rupturas en los flujos MSP, en el sentido de que las actuaciones
de información entre ellos, así como en la judiciales eran las responsables de la osten-
coordinación inter e intrainstitucional. sible impunidad con la que actuaban estos
Un ejemplo muy revelador es el que pro- infractores, la Corte Suprema de Justicia
vee el caso de los infractores múltiples. La conformó una comisión investigadora para
situación de algunos infractores reiterada- estudiar el tema.70 El estudio realizado
mente aprehendidos por la Fuerza Pública por esta última comisión dio seguimiento
y luego puestos en libertad por las auto- a diecinueve imputados con presencia en
ridades judiciales ha sido señalada por las 135 expedientes judiciales. El promedio
autoridades del MSP como un ejemplo de de 7,1 causas por imputado nos indica la
la presunta falta de cooperación que en- gravedad de la recurrencia entre la muestra
frenta la policía por parte del Poder Ju- seleccionada.
dicial en la lucha contra la delincuencia.
Además, la situación está en la base de Los problemas operativos del sistema pe-
una afirmación comúnmente repetida por nal arrancan en este caso desde el mismo
la población de Costa Rica como síntoma inicio del proceso: la confección del par-
de la falta de efectividad de las políticas te de la policía. Del total de expedientes
de seguridad ciudadana: “La policía aga- estudiados, se determinó que 51 (38%)
rra a los delincuentes y los jueces rapidito presentaban problemas en el contenido
los sueltan”. Un análisis detallado de este del parte policial o en el procedimiento
fenómeno revela, sin embargo, la comple- utilizado para la presentación del imputa-
jidad de las causas de la impunidad de los do ante los despachos judiciales. La falta
infractores múltiples y la dispersión de la de información en torno al ofendido y los
responsabilidad entre varios actores insti- testigos, así como la inadecuada narración
tucionales. de los hechos fueron ocurrencias comunes
en la muestra, que tuvieron como resulta-
El comportamiento del sistema penal fren- do la desestimación o sobreseimiento de
te a los infractores reincidentes ha sido veintidós causas y el rechazo de las medi-
objeto de una serie de investigaciones por das cautelares solicitadas en contra del im-
parte del MSP y del Poder Judicial. El tema putado, en al menos cinco expedientes.
69
MSP (2003).
70
Corte Suprema de Justicia (2003).
203
PNUD
71
Corte Suprema de Justicia (2003). Acta de la Corte Plena. Acta No. 041-03 del 10 de noviembre de 2003, Art. XXII.
Corte Suprema de Justicia. Costa Rica.
204
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Así pues, la reacción del sistema penal ante sistema penal no es enteramente injustifica-
las aprehensiones de los infractores múlti- da, por más que, en ciertos sentidos, pueda
ples en la ciudad capital revela problemas ser excesiva o injusta con los esfuerzos que
operativos bastante serios en varios actores realizan sus autoridades. El recurso más
claves en materia de seguridad ciudadana. obvio de segurabilidad está fallando en for-
Los evidentes problemas existentes en la mas muy evidentes. Y ello está generando
confección de los reportes policiales por reacciones sociales, que incluyen la sustitu-
parte de la Fuerza Pública, la falta de con- ción de los recursos estatales de protección
sistencia del Ministerio Público en la soli- por otros recursos de segurabilidad.
citud de medidas cautelares contra los in-
fractores y las muy serias deficiencias en los C. Algunas reacciones sociales
sistemas de información del Poder Judicial
-que virtualmente impiden conocer los an- Aunque las reacciones sociales ante la per-
tecedentes delictivos de los aprehendidos- cepción de desprotección son múltiples -y
conspiran contra una reacción estatal eficaz algunas serán analizadas en la cuarta parte
frente a la violencia y el despojo. de este informe, sobre las consecuencias de
la inseguridad ciudadana para el desarrollo
Evidentemente, como se ha insistido a lo humano- en este punto interesa detenerse
largo de este informe, la intervención esta- en tres de ellas: la negativa a denunciar los
tal -para no hablar de la participación so- delitos, la extendida y creciente utilización
cial- en materia de seguridad ciudadana va de recursos privados de seguridad y la ge-
mucho más allá de la intervención del sis- neralizada sensación de impotencia ante la
tema penal. Pero esta última es un compo- inseguridad ciudadana. Cada una de ellas
nente esencial de aquella. El sistema penal puede ser ligada directamente a las fallas en
es el primer recurso -no el más importante, los recursos estatales de protección.
ni mucho menos el único- de que dispo-
ne la sociedad para enfrentar la violencia y i. La renuencia a denunciar los hechos
el despojo, y naturalmente juega un papel de violencia
central en las percepciones sobre la capa-
cidad personal y colectiva para contender El tema de las denuncias plantea en forma
con la inseguridad. Si el sistema penal es directa un aspecto importante en Costa
percibido como deficiente en el cumpli- Rica como en el resto de América Latina:
miento de sus tareas, será inevitable que la el de la participación de la ciudadanía en
ciudadanía sienta que carece de un recurso materia de (in)seguridad ciudadana. En el
esencial para su protección y será inevitable mejor de los casos, en la región latinoame-
que se sienta vulnerable. Por ello, el estado ricana se reporta a la autoridad competente
del funcionamiento del sistema penal -sin la mitad de los hechos violentos de que han
agotar el problema de los recursos indivi- sido víctimas o testigos los ciudadanos, un
duales y colectivos para enfrentar la insegu- porcentaje sensiblemente más bajo que el
ridad- es un tamiz primario para analizar la que se encuentra en Norteamérica y Euro-
segurabilidad de la población. pa, como se verá más adelante.72
72
Lederman et al. (2001), pp. 239-24 239-240.
206
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
acuerdo” o “muy de acuerdo” con que a las autoridades competentes. Las cifras
hay que denunciar los delitos para poder oscilan desde niveles muy bajos en el caso
castigar al delincuente. Sin embargo, la del maltrato emocional o psicológico, has-
misma encuesta indica que solo un 32,0% ta cifras significativas en el robo de carros
de los hechos de violencia es denunciado (Cuadro 6.12).
Cuadro 6.12
Porcentaje de denuncia de algunos
hechos de violencia
Actos violentos Porcentaje de veces que denunció el hecho
Total 32,0
Contra el patrimonio 34,9
Robos o asaltos fuera de la casa 29,8
Daños o vandalismo contra el carro 35,3
Robo de carro 69,6
Robo dentro de la casa 23,3
Estafas 34,5
Contra la integridad física 48,2
Agresión física sin armas 39,4
Agresión física con armas 55,2
Contra la integridad emocional 15,4
Maltrato emocional o psicológico 9,3
Amenazas de algún tipo 34,0
Extorsiones o chantajes (no sexuales) 15,4
Contra la integridad sexual 19,0
Tocamientos indeseados con fines sexuales 14,3
Amenazas por negarse a favores sexuales 13,9
Violación o intento de violación 19,2
Fuente: ENSCR-04, Módulo telefónico.
Como era de esperar, los hechos de violen- En el caso de los robos en las viviendas, el
cia sexual presentan porcentajes de denun- porcentaje de denuncia detectado por la
cia bastante bajos, que en ningún caso lle- ENSCR-04 marca una caída a la mitad
gan a superar el 20%. La situación es mejor del identificado por una encuesta del año
en el caso de los hechos de violencia pa- 1999, cuando el 46,9% de los afectados
trimonial, física y en algunos tipos de vio- por este delito manifestó haber hecho la
lencia emocional, como las amenazas. Pero denuncia. En el caso del robo de vehículo,
aún en esos casos, el resultado no deja de empero, el porcentaje de denuncia parece
ser alarmante. En el año 2004, menos de haber subido considerablemente, de me-
uno de cada tres robos dentro o fuera de la nos de 40% en 1999 a prácticamente 70%
casa fueron denunciados a las autoridades. cinco años después.73 Sin embargo, debe
73
Ambas cifras de 1999 tomadas de Chinchilla, ed. (1999).
207
PNUD
considerarse significativo que tres de cada lacionado con la calidad de sus instituciones
diez robos de auto en el país, no llegan a públicas.75 El Cuadro 6.13 muestra que, en
ser denunciados. Ello no solo en virtud de efecto, los porcentajes de denuncia en Cos-
la evidente gravedad del hecho, sino de que ta Rica son, en general, considerablemente
la interposición de la denuncia penal es un más bajos que el promedio de los diecisiete
requisito para gestionar el cobro del seguro países incluidos en la Encuesta Internacio-
respectivo.74 nal de Victimización (EIV)-2000. La bre-
cha es más seria en el caso de los robos a
Como lo advierten Fajnzylber et al. (2001), las viviendas, en los que el porcentaje de
la mayor o menor proporción de denuncias denuncia en Costa Rica es apenas superior
parece estar relacionada con el nivel de de- a una tercera parte del peor caso detectado
sarrollo del país, el cual, a su vez, está corre- entre los países desarrollados.
Cuadro 6.13
32 (Japón y 73 (Dinamarca e
Robos (3) 30 55
Francia) Irlanda del Norte)
Vandalismo contra
35 41 21 (Japón) 57 (Suecia)
el carro
Incidentes sexuales 10 (a) 15 1 (Finlandia) 26 (Francia)
Robo dentro de la
23 78 60 (Japón) 92 (Bélgica)
casa
Agresiones y ame- 55 (Irlanda del
43 (b) 36 21 (Japón)
nazas Norte)
Notas: (1) Para los países de la EIV- 2000 los datos de reporte de delitos obedecen a los ocurridos durante los cinco
años anteriores a la realización de la encuesta, a diferencia de la ENSCR-04 que incluye solamente los delitos
ocurridos durante el último año. (2) Incluye diecisiete países industrializados: España (Cataluña), Australia, Polonia,
Portugal, Inglaterra y Gales, Irlanda del Norte, Japón, Suiza, Francia, Bélgica, Escocia, Holanda, Finlandia, Dina-
marca, Canadá, Suecia y Estados Unidos. (3) Para los diecisiete países se consideró la categoría robbery y en el
caso de Costa Rica, robos y asaltos fuera de la casa. (a) Incluye las categorías: tocamientos indeseados con fines
sexuales, amenazas por negarse a favores sexuales y violación o intento de violación. (b) Incluye las categorías:
amenazas de algún tipo, agresión física sin armas y agresión física con algún tipo de arma.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04, Módulo telefónico; otros países: Van Kesteren et al. (2000).
En el caso costarricense, la ruptura entre la teramente consistente con los obtenidos por
casi universal intención de denunciar y la Chinchilla (1999). En esa investigación, el
muy limitada disposición de hacerlo en rea- motivo principal aducido por los entrevis-
lidad tiene variadas explicaciones, pero hay tados para no denunciar a las autoridades
una que predomina ampliamente: el 76,9% los hechos sucedidos, independientemen-
de los entrevistados por la ENSCR-04 opina te del delito, fue porque consideraron que
que, aunque se denuncien los delitos, no se “las autoridades no actúan”. Esa opinión la
esclarecen los hechos. Este resultado es en- manifestaron más de dos terceras partes de
74
En una muestra de dieciséis delitos incluidos en la Encuesta Internacional de Victimización (EIV)-2000, el robo de autos
fue considerado entre los tres delitos más serios en prácticamente todos los países encuestados y el más serio en la mitad
de ellos (Van Kesteren et al. [2000]).
75
Fajnzylber et al. (2001), p. 43.
208
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
los afectados por asaltos sin agresión física y A los motivos relacionados con la eficacia
robos en la vivienda, y un 45,5% de quie- de la reacción estatal, hay que sumar pro-
nes sufrieron la sustracción de su vehículo. blemas sistémicos de acceso a las oficinas ju-
Más aún, en el caso de los afectados por ro- diciales que inician y tramitan los procesos
bos en la vivienda, un 76,7% de quienes sí penales, un factor ilustrado con mucha cla-
denunciaron manifestó que las autoridades ridad por la experiencia de la población del
que atendieron el caso no hicieron nada al cantón central de Limón, cuya disposición
respecto. Estas cifras están muy distantes de para denunciar los hechos delictivos es sig-
las encontradas en países desarrollados, en nificativamente menor que en el país como
los que, en promedio, solo el 11% de los un todo. Esos obstáculos incluyen desde
afectados manifiesta que su renuencia a re- barreras económicas y lingüísticas hasta la
portar los hechos se debe a que la policía no mala calidad de la infraestructura judicial
hace nada con la denuncia.76 existente y, en general, las limitaciones de
recursos para atender las demandas de los
usuarios (Recuadro 6.3).
Recuadro 6.3
Gráfico 1
Fuente: ENSCR-04.
76
Van Kesteren et al. (2000), p.67. Cifras promedio para los siguientes delitos en diecisiete países: robo de autos, robos en
la casa, robos en la calle, incidentes sexuales, agresión y amenazas.
209
PNUD
Por otro lado, un estudio realizado por Carvajal (2004) en no- Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica.
viembre de 2003 en el cantón central de Limón permitió de-
terminar que de las personas que habían sido víctimas de un • Infraestructura inadecuada. La investigación pudo cons-
delito contra su integridad física o su propiedad en el año pre- tatar que la infraestructura actual del Poder Judicial en el
vio, solo un 24,2% presentó la denuncia respectiva ante las cantón de Limón constituye un obstáculo para el acceso
autoridades locales. El estudio apuntó que la percepción de a la justicia. El edificio principal donde se ubican los des-
que el imputado no sería debidamente procesado en caso de pachos judiciales es de tres pisos y no tiene ascensores.
ser atrapado, en primer lugar, y la burocratización de las ins- Para acudir a la Defensa Pública y al Juzgado Penal tam-
tancias judiciales correspondientes, en segundo lugar, consti- bién hay que subir escaleras, lo que dificulta el acceso de
tuyeron los principales factores para no hacer la denuncia. personas discapacitadas y adultas mayores. En apego a
la Ley No.7600, estas deficiencias de infraestructura se
Una investigación realizada en el marco del proyecto regional han tratado de solventar, convirtiendo la oficina de la Con-
de Acceso a la Justicia: Investigación para el Desarrollo y la traloría de Servicios, la cual se ubica en el primer piso del
Capacitación, auspiciado por la Dirección Regional para Amé- edificio principal de los tribunales, en la oficina base para
rica Latina del PNUD, permitió ahondar en los problemas exis- la atención de personas discapacitadas.
tentes en el funcionamiento de las instancias judiciales en el
cantón central de Limón y, en particular, en aquellos que afec- Por otra parte, la Defensa Pública de Limón le ha solicitado
tan el acceso a la justicia penal por parte de la ciudadanía. a la Dirección Ejecutiva del Poder Judicial el cambio de
local. Esto debido al espacio insuficiente con que cuentan
La investigación, realizada durante los meses de julio y agosto los defensores públicos para realizar sus labores, quienes
de 2004, permitió identificar, entre otros, los siguientes tipos deben compartir oficina, lo cual incide en la calidad del
de obstáculos para los usuarios: servicio ofrecido, y afecta la privacidad de los usuarios y
usuarias.
• Obstáculos económicos. La pobreza constituye uno de
los principales obstáculos para acceder a la justicia en Por su naturaleza, la atención de ciertos asuntos de penal
el cantón central de Limón. Las limitaciones de recursos juvenil y violencia doméstica requieren condiciones espe-
económicos en algunos casos provocan que muchas per- ciales de infraestructura. Sin embargo, en el caso de penal
sonas, particularmente indígenas, no puedan desplazar- juvenil, las actuales plantas físicas no permiten la separa-
se desde sus lugares de residencia hasta las audiencias ción entre la víctima y el menor infractor y en violencia do-
preliminares y los juicios en materia penal. De igual modo, méstica no existen cubículos para atender a las personas
tanto el alto costo de los honorarios profesionales como que solicitan medidas de protección.
los costos de los procedimientos y trámites judiciales no
pueden ser afrontados por muchos usuarios y usuarias • Poca atención a barreras culturales y lingüísticas. La ciu-
del sistema. dad de Limón posee gran diversidad cultural y étnica. El
tema de la diversidad cultural y lingüística cobra aquí es-
En este sentido, en el cantón de Limón hay una oficina de pecial importancia. A lo largo de la investigación pudo com-
la Defensa Pública que conoce prioritariamente asuntos probarse la existencia de la barrera lingüística como obstá-
penales, y que también atiende pensiones alimentarias y culo en todas las materias. Esto debido a que únicamente
procesos en materia agraria; sin embargo, existen otras existe una intérprete oficial de la lengua bribri y no hay
materias igualmente sensibles, tales como laboral, fami- nadie que cumpla esa función en el caso de la cabécar.
liar y civil, que no son cubiertas por la Defensa Pública. En la práctica, los líderes de las comunidades indígenas o
De hecho, en la defensa se presentan usuarias y usuarios personas respetables y de confianza sirven de traductores.
que solicitan servicios en asuntos laborales, divorcios y En cuanto al inglés, son solo tres los intérpretes oficiales
alquileres, entre otros. Estas personas son remitidas a para todo el Circuito Judicial y no siempre están disponi-
otras instituciones que les brindan información y asesoría bles. En cuanto a las personas sordomudas, no se cuenta
en asuntos legales y en cuanto a sus derechos. En el con intérpretes del lenguaje de señas.
cantón no existen consultorios jurídicos de ninguna uni-
versidad, ni estatal ni privada. • Poca eficiencia del sistema. En su Informe de Labores de
2003 la Contraloría de Servicios del Poder Judicial señala
• Obstáculos geográficos. Están relacionados con la dis- la mora judicial como la principal causa de malestar entre
tribución de las oficinas judiciales y con el tema de la las personas usuarias.
descentralización de servicios. En los cantones de Tala-
manca y Matina no hay presencia de todos los despachos En el caso del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica,
judiciales, por lo que las personas que allí residen deben todos los funcionarios y funcionarias entrevistados manifes-
desplazarse hasta la ciudad de Limón. En el cantón de taron la falta de recursos tecnológicos como uno de los prin-
Talamanca no existen juzgados de materia penal juvenil, cipales problemas para desempeñar sus funciones eficiente-
agraria y de familia, y los asuntos de mayor cuantía en mente. Un sistema de cómputo obsoleto; incapacidad técnica
materia civil y laboral se ventilan en el cantón de Limón; para conectarse a la red informática del Poder Judicial; caren-
asimismo, las apelaciones en materia penal, ejecución de cia de acceso a correo electrónico; carencias en términos de
la pena, civil y laboral las conoce el Tribunal de Juicio del software se citan como las principales limitantes.
En relación con la falta de recursos humanos, un ejemplo par- alejadas, como el Valle de la Estrella, debido a que no hay pre-
ticularmente serio se presenta en la Defensa Pública, al existir supuesto para que otro funcionario lo sustituya en Limón. En
solamente una defensora de pensiones alimentarías y una gran ambos casos, este factor hace que para muchas personas se
demanda, por lo que han tenido que limitar la entrada de casos. torne nugatorio el derecho de acceso a la justicia en materias
Otro ejemplo se presenta en materia de violencia doméstica, realmente sensibles.
ya que el juez no tiene posibilidad de trasladarse a zonas más
La idea de que el sistema institucional no Todo ello contribuye a explicar que, pese
actúa es mucho menos visible en el caso a que los porcentajes de denuncia ante au-
de la violencia doméstica. No solo eso. La toridades judiciales y policiales continúan
ENSCR-04 también detectó, como ya se siendo muy bajos, exista un crecimiento
vio, unos niveles de confianza ampliamen- sostenido de prácticamente todos los tipos
te positivos (60,3% indica alguna o mu- de denuncia77 en la última década (Cuadro
cha confianza) en las instituciones del sec- 6.14). La evidencia disponible sugiere que
tor, así como una alta percepción de que ese crecimiento está más relacionado con
el acceso a los servicios de atención a la que las mujeres conocen más y tienen cada
violencia doméstica es adecuado (78,1%) vez mayor confianza en las instancias esta-
y, sobre todo, de que esos servicios han tales que las protegen contra la violencia,
mejorado en los últimos años (51,7% lo que con un aumento explosivo de la vio-
cree así, contra un 12,2% que opina que lencia en su contra. Garantizar la seguri-
han empeorado). En este último punto, el dad ciudadana de las mujeres requiere que
balance es más positivo para los servicios estos recursos sean accesibles y efectivos
de atención a la violencia doméstica que para todas ellas.
para ningún otro servicio del Estado costa-
rricense evaluado por la ENSCR-04.
77
Entiéndase denuncia en el sentido general, como exponer la situación y solicitar intervención estatal, y no solo strictu
sensu, como denuncia penal.
212
Cuadro 6.14
Número de casos relacionados con la violencia contra las mujeres vistos anualmente en el Poder Judicial
y en dependencias del INAMU según tipo de caso por año. 1994-2003
Año
Tipo de casos
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Solicitudes de medidas de
-- -- 5.113 15.336 20.996 26.437 32.643 43.929 46.012 47.086
protección (1)
Pensiones alimentarias entradas
9.133 10.113 12.113 14.332 15.383 16.309 17.509 20.261 21.712 22.297
en el año (1)
Denuncias penales por delitos
2.089 2.022 2.328 2.686 3.154 3.439 3.695 4.441 4.645 5.226
sexuales (1)
Denuncias penales por violencia
-- -- -- -- -- -- 884 1.160 -- 1.288
doméstica (1) (2)
Llamadas atendidas en las líneas
800-300-3000 y 911 por motivos de -- -- -- 5.030 8.640 11.346 12.304 5.404 78.424 57.709
violencia doméstica (3)
Mujeres acogidas en albergues del
-- 80 106 100 189 318 389 337 295 367
INAMU(4)
Mujeres atendidas en la Delegación
-- 5.442 12.000 15.007 12.195 5.188 4.837 5.406 5.347 --
de la Mujer (5)
Notas: (1) Los datos reportados no distinguen el sexo de los solicitantes; no obstante, se conoce que la gran mayoría de los casos han sido interpuestos por mujeres. (2) Formalmente no existen
delitos por violencia doméstica, pero el Poder Judicial comenzó en el 2000 a registrar los delitos que se cometen en el contexto de violencia intrafamiliar. (3) Se carece de información de las llamadas
atendidas en el 911 durante el 2001. (4) Hasta 1999 solo operó un Albergue en el Área Metropolitana; en ese año inicia operaciones otro en Limón, y en el 2002 inicia un tercero en Puntarenas. El del
Área Metropolitana suspendió operaciones durante los meses de septiembre y octubre del 2002, y agosto y septiembre del 2003, y el de Limón durante febrero del 2002. (5) A partir de 1999 cambia
la propuesta de atención en la Delegación de la Mujer y comienzan a llevarse registros sistemáticos de los servicios brindados.
Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuario de Estadísticas Judiciales; Ministerio de Seguridad; INAMU.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
213
PNUD
Recuadro 6.4
78
La práctica de realizar conciliaciones fue abiertamente expuesta y formalmente prohibida cuando una mujer de Pérez
Zeledón a la que no se le otorgaron las medidas de protección que solicitó, porque precisamente se promovió una
conciliación, fue decapitada por el agresor una semana después, mientras trataba de llamar a la policía. Carcedo y Sagot
(2002), p.78.
214
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
social, y pocas instituciones estatales que queden al margen sentencias condenatorias. Estas, sin embargo, no alcanzan aún
del Plan Nacional Contra la Violencia Intrafamiliar (PLANOVI). los mismos niveles que el conjunto de los delitos ni que otros
delitos sexuales.
Los esfuerzos realizados para mejorar la seguridad de las muje-
res, con escasas excepciones, se restringen al ámbito domésti- Uno de los grandes retos para garantizar la seguridad y la justi-
co. Con relación a la violencia sexual, pocos cambios ha habido cia a las mujeres es el uso adecuado y efectivo de los recursos
y, en particular, no existen servicios de atención especializados, del Derecho Penal. Esta área sigue siendo la más reacia a incor-
como sí los hay en el campo de la violencia intrafamiliar. Por otra porar las especificidades de género, y a asumir la gravedad que
parte, los esfuerzos por una adecuada y efectiva aplicación de implica la violencia contra las mujeres. Las mujeres encuentran
la Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y el Estudio grandes resistencias en los Juzgados Penales cuando quieren
no están siendo fructíferos. Hay debilidades en la normativa que presentar una denuncia contra el compañero o excompañero y,
son aprovechadas para favorecer la impunidad de estos actos. cuando lo logran, sus testimonios y temores frecuentemente no
son creídos o tomados en cuenta. Por otra parte no se valora
Entre los logros se cuentan las reformas a la legislación sobre el riesgo que corren estas mujeres en las relaciones de pare-
delitos sexuales, realizadas en el año 2000, que ofrecen una ja. Hay resistencia, en especial, a recibir las denuncias contra
mayor protección a personas de todas las edades y una actitud los agresores que incumplen las medidas de protección, si son
diferente en los juicios por violación.79 El resultado es una me- puestas por los policías y no por las mujeres. Todo esto expone
jor respuesta, menos revictimizante para las víctimas y menos a grandes riesgos a las mujeres y promueve altos niveles de
reacia a creerles, lo que se refleja en un mayor porcentaje de impunidad.
79
Estas reformas se conocen como la Ley contra la Explotación Sexual Comercial de Personas Menores de Edad, aunque no
constituye una ley particular sino un conjunto de reformas al Código Penal,
215
PNUD
El modelo de seguridad doméstica que aplicó Costa Rica al margen del Estado y del con-
trato social, al amurallar y blindar por su cuenta las ciudades y urbanizaciones del Valle
Central, se mostró obsoleto a finales de la década de 1990. Rejas, portones y alambre na-
vaja -cuyo valor es más disuasorio que real- se revelaron inútiles. Como reacción se inten-
sificaron las tendencias precedentes: por un lado, y dentro de la misma lógica, más seguri-
dad privada -del guachimán a la antigua, al monitoreo sofisticado- y más espacio público
“privado” -el mall, residenciales exclusivos y guetos de miseria-, además de un creciente
y peligroso armamentismo civil; por el otro, una incipiente organización comunitaria y
alguna respuesta institucional. Los resultados no son tranquilizadores. Ni la sociedad se
sintió más segura ni las estadísticas criminales descendieron.
Por más que queramos verlo solo como un asunto policíaco, la inseguridad ciudadana es el
reverso de la profunda transformación social de los últimos cuarenta años, en especial en
cuanto a los patrones de urbanización y de identidad, la pérdida del espacio público tra-
dicional -la fragmentación de la ciudad y de la polis como eje estructurador-, el retroceso
del Estado social y el fin del sueño aspiracional de las clases medias. La Segunda República
de Figueres ofreció una casa con jardín -como las primeras del INVU-, un empleo vitalicio
-ojalá en el gobierno-, “salarios crecientes” y esperanza a varias generaciones, la última de
las cuales tuvo que resignarse con una “solución habitacional” enrejada, trabajo informal
-o subempleo-, un Hyundai como consuelo -y sin Riteve- y la palabra crisis en vez de
movilidad social.
80
Arriagada y Godoy (1999), p. 24.
216
Para quienes siendo niños jugamos en aceras, calles, parques y otras áreas comunes del
Valle Central, sin más temor que el de la mascarada o un bolazo desde la plaza, o disfruta-
mos de una familia que no se reducía al núcleo de padres e hijos, encerrados entre cuatro
paredes y un aparato de televisión, ahora vivimos en otro país. Y no solo es otro país sino
también otro mundo.
Todo Occidente parece haber sustituido la Guerra Fría y el conflicto entre sistemas e ideo-
logías por una guerra civil callejera entre los que no tienen nada que perder y los que no
quieren perder todo lo que tienen, la bolsa o la vida. Y la frase hecha de que el Estado es
demasiado grande para enfrentar a los maleantes y demasiado pequeño para combatir el
narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo se aplica tanto en el tercer mundo como
en el primero. Como casi todas las utopías del siglo XX, la de convertir el mundo en una
gran ciudad protegida de la selva no hizo sino traer la ley de la selva a las ciudades y trans-
formarla en la ley de la calle. La amenaza de la guerra nuclear entre potencias se volvió una
guerra entre pandillas y como dice Hans Magnus Enzensberger en Perspectivas de guerra
civil: “Cualquier vagón del metro puede convertirse en una Bosnia en miniatura” -entre
nosotros sería cualquier intervención policíaca en un barrio marginal-.
En el caso costarricense, nos hemos negado a aceptar que la inseguridad ciudadana pro-
viene directamente de la disolución del sentido básico de comunidad y la privatización del
espacio público -desde lo más elemental, como las aceras, hasta el actual modelo de desa-
rrollo-. No fue solo el Estado el que abandonó lo público; la transición entre la sociedad
tradicional y la sociedad enrejada desarticuló las reglas de la convivencia social y convirtió
en “lugares de nadie” -no lugares, los llama Marc Augé- lo que antes eran espacios comunes
-y las personas conocidas en desconocidos-.
La inseguridad nos enfrenta a la pregunta: ¿qué es lo que nos hace ser una comunidad? Y
la respuesta no puede ser privatizar nada más sino más y mejor comunidad.
Cuadro 6.15
Descripción de algunas medidas tomadas para la seguridad
de los hogares en Costa Rica por año. 1986, 1999 y 2004
(porcentaje de hogares)
Año
Medidas tomadas
1986 1999 2004
Instalar rejas en la casa 38,4 31,7 64,2
Dejar a alguien en la casa cuando sale -- 45,4 59,9
Adquirir perros para cuidar la casa 20,0 22,2 39,2
Construir una cochera para proteger el carro -- -- 32,9
Instalar cerraduras especiales en la casa -- 11,0 32,8
Instalar al menos una puerta de seguridad -- -- 31,7
Instalar alguna alarma en el carro -- -- 22,4
Adquirir un seguro contra robo de carro -- -- 18,4
Organizarse con los vecinos (1) 15,0 -- 19,8
Instalar alambre de púas o navajas donde vive -- 2,5 13,2
Instalar alguna alarma en su casa -- 7,2 12,5
Adquirir un seguro contra robos para su vivienda -- -- 12,5
Pagar seguridad privada en el barrio 12,0 9,1 12,4
Llevar cursos de defensa personal -- 2,7 12,4
Poner alarmas vecinales en su barrio -- -- 11,6
Instalar un portón eléctrico -- -- 7,5
Comprar armas de fuego 10,0 8,3 6,2
Electrificar la cerca -- -- 1,8
Nota: (1) En la ENSCR-04 se preguntó específicamente por los grupos de seguridad comunitaria.
Fuentes: 1986: Rico et al. (1988); 1999: Chinchilla, ed. (1999); 2004: ENSCR-04.
218
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 6.4
Promedio de medidas tomadas por razones de seguridad según zona y nivel
socio-económico (1)
219
PNUD
Cuadro 6.16
Factores que contribuyen a la seguridad
de las personas por nivel de educación (1) (en porcentajes)
Nivel de educación
Factor
Universitaria Primaria
Familia 90,0 74,1
Nota: (1) El resultado indica la diferencia de restar la suma de las respuestas “nada importante” y “poco importante”
a la suma de las respuestas “muy importante” y “algo importante”.
Fuente: CID-Gallup (2005).
Por otro lado, es de esperar que la deser- de dieciocho posibles para el segmento
ción de la población de los mecanismos con mayor percepción de inseguridad
estatales de seguridad vaya a continuar (“sitiados”) a 3,5 para el grupo menos te-
en la medida en que la opinión de su meroso de la muestra (“tranquilos”). Del
efectividad no mejore y la percepción de mismo modo, la distribución interna de
inseguridad continúe aumentando. La cada uno de los grupos de temor según
evidencia de la ENSCR-04 es muy clara la utilización de medidas privadas de se-
en el sentido de que la utilización de re- guridad deja pocas dudas: la proporción
cursos privados de protección está siste- de “sitiados” que echa mano a diez o más
máticamente relacionada con el nivel de medidas prácticamente cuadruplica al
temor. El promedio de medidas de segu- porcentaje de “tranquilos” que lo hace
ridad utilizadas cae de 5,2 sobre un total (Gráfico 6.5).
220
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 6.5
Fuente: ENSCR-04.
221
PNUD
Cuadro 6.17
Número de agentes y empresas de seguridad privada registradas ante
el Ministerio de Seguridad Pública. 2001-2004
Empresas con Escuelas de capacitación
Año Agentes registrados
licencia vigente en seguridad privada
2001 934 257 --
2002 1.550 259 --
2003 3.063 286 --
2004 (a) 8.541 317 52
Solo en los primeros ocho meses del año presas registradas, el crecimiento fue de
2004, el crecimiento del número de agen- 10,8% en el mismo período, lo que no es
tes fue de casi un 180%, con certeza rela- insignificante ya que se trata de personas
cionado con la decisión de la nueva legis- jurídicas. Del total de los oficiales inscri-
lación de disminuir el requisito de nivel tos, el 59% tiene solo educación prima-
académico de los oficiales, para facilitar ria completa, el 16% hasta noveno año
su inscripción legal. En el caso de las em- de secundaria y el 24% ha completado la
81
Rico y Salas (1998).
82
Arriagada y Godoy (1999), p. 24.
222
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
educación secundaria. El 31% tiene entre al número de los agentes de seguridad priva-
los 21 y los 30 años y el 32% entre los 31 da, a fin de que su número no represente, más
y 42 años. Debe indicarse, sin embargo, bien, una amenaza latente para la seguridad
que incluso en plena vigencia de la nueva estatal y ciudadana” .84
ley, es muy difícil conocer la cantidad total
de agentes de seguridad privada dado que En la actualidad, la actividad de la seguri-
muchos de los que prestan el servicio con- dad privada en el país se encuentra regida
tinúan sin reunir los requisitos mínimos de por la Ley de Servicios de Seguridad Pri-
inscripción. vada (No.8395), aprobada por la Asam-
blea Legislativa el 28 de octubre de 2003,
En ausencia de cifras oficiales confiables, que entró en vigencia en febrero de 2004,
solo cabe recurrir a estimaciones extraofi- y cuya reglamentación ha sido publicada
ciales relativamente rigurosas. Estas sitúan preliminarmente en la Gaceta del miérco-
la cantidad de agentes de seguridad priva- les 15 de junio del 2005 (AÑO CXXVII,
da que cumplen con todos los requisitos No. 115) para su consulta pública y a la
legales en unos diez mil, más otros tantos espera de su aprobación final. La nueva ley
que trabajarían al margen de la ley.83 De pretende una mayor y mejor regulación del
ser cierta esta estimación, el número real de servicio que prestan las personas físicas y
agentes de seguridad privada en Costa Rica jurídicas dedicadas a la actividad, así como
superaría en más del doble al número de el establecimiento de requisitos mínimos
efectivos de la Fuerza Pública. para su ejercicio.
83
La Nación, 16/9/04.
84
Sala Constitucional, Resolución No. 11733-2003 de 15/10/2003.
223
PNUD
Entre muchas otras cosas, la nueva ley so- La Ley le otorga competencia para el ejer-
mete a las empresas de seguridad privada cicio de esos controles al Ministerio de Tra-
a una serie de controles y prohibiciones, bajo y Seguridad Social en lo que respecta
cuyo acatamiento es respaldado por diver- al cumplimiento de la normativa laboral, al
sas sanciones, que van desde la amonesta- MSP, por medio de la Dirección de Servi-
ción, pasan por la suspensión y cancelación cios de Seguridad Privada, en lo que con-
de la autorización de funcionamiento, has- cierne a aspectos de registro, inscripción,
ta llegar a sanciones penales en el caso de inspección y supervisión en general, y a
prestación no autorizada del servicio. Esos través de la Escuela Nacional de Policía, en
controles incluyen: lo atinente a la capacitación mínima que
requieren las personas dedicadas a la activi-
• Prohibición del ejercicio de la activi- dad de la seguridad privada.
dad sin la autorización previa.
La nueva legislación supone un indudable
• Obligatoriedad de inscripción y registro. avance en la regulación y formalización de
las actividades de seguridad privada, aun-
• Potestades de inspección y supervisión que su aplicación no está exenta de proble-
de equipos, armas y municiones. mas, el más obvio de los cuales tiene que
ver con las grandes limitaciones en los re-
• Control sobre el número de agentes cursos humanos y materiales de que dispo-
que puede inscribir una empresa, que nen las entidades involucradas para hacer
no ha de ser superior al 10% del total efectivos los controles.
de los efectivos de la Fuerza Pública.
Con todo, más allá de la efectividad de la
• Control sobre el cumplimiento de las regulación, la pregunta que cabe hacerse
condiciones de empleo, pago de sala- concierne a los efectos que sobre la segu-
rios mínimos, reconocimiento de de- ridad ciudadana tiene el crecimiento de las
rechos laborales y seguridad social. empresas de seguridad privada.
• Verificación del cumplimiento de re- Esos efectos parecen ser muy limitados.
quisitos mínimos para el desempeño Para empezar, si se trata de la confianza
del servicio. que manifestaron los entrevistados en la
ENSCR-04 en los servicios de seguridad
• Exigencia y verificación de la capa- privados, el balance de opiniones positivas
citación que debe tener el agente de y negativas es levemente más negativo
servicio, así como de su nivel acadé- que en el caso de la Fuerza Pública (-
mico mínimo, que se redujo de un 4,7% contra -3,3%). Adicionalmente, las
tercer año de secundaria aprobado, tal evaluaciones dadas a diferentes atributos
y como lo contemplaba la legislación de estos servicios son mayoritariamente
anterior, a sexto grado de primaria negativas, aunque, en algunos casos,
aprobado, nivel que corresponde me- bastante menos negativas que las otorgadas
jor a la escolaridad de quienes, en la a la Fuerza Pública. Es así en el caso de los
realidad, prestan el servicio. atributos de honestidad (-6,2% para la
seguridad privada y -26,1% para la Fuerza
• Potestades de inspección y supervi- Pública), capacitación/profesionalismo (-
sión. 7,8% seguridad privada y -24,8% Fuerza
224
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 6.18
Opiniones sobre los miembros de la seguridad privada
Balance de porcentaje de opiniones
¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes
positivas - negativas
afirmaciones?
(en puntos porcentuales de diferencia) (1)
Tratan correctamente a los ciudadanos 11,1
Se nota su presencia 8,6
Responden con prontitud 6,0
Actúan de acuerdo con la ley -0,3
Inspiran confianza -5,4
Son más eficientes que la Fuerza Pública -5,7
Son honestos -6,2
Están bien capacitados -7,8
Se siente protegido por su presencia -8,7
Nota: (1) Producto de restar la suma de las opciones “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” a la suma de las
opciones “de acuerdo” y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.
El efecto de las empresas de seguridad priva- vigilancia donde laboró. Este mismo año, otro
da sobre la seguridad ciudadana luce, pues, vigilante privado entregó la custodia de un
limitado, cuando no es negativo. En efecto, edificio del Ministerio de Salud a un descono-
algunos estudios sobre el tema han llegado cido, que resultó ser un ladrón, y un vigilante
a la conclusión de que, lejos de contribuir a bancario se disparó a sí mismo en un pie y mu-
aumentar la seguridad, la presencia de em- rió desangrado”.86
presas de seguridad privada milita contra
ella. La prensa ha reportado diversos acci- Las conclusiones de un detallado estudio
dentes con armas de fuego por un mal uso sobre el tema en el país no pueden ser más
por parte de agentes de seguridad privada85 preocupantes:
y otros casos en los que estos terminan invo- “Hay un amplio sector que funciona bajo
lucrados en situaciones delictivas: sus propias normas, que ofrece un servicio
“En menos de un año, un guarda particular que no garantiza la seguridad, más bien se
prendió fuego a tres personas por diferencias convierte en un factor de inestabilidad más.
laborales, otro fue acusado de veintiún vio- Este grupo que funciona al margen de la ley
laciones a menores y un tercero asesinó a un recrea la anarquía y también, brinda un
niño con un arma que robó en la empresa de servicio de dudosa calidad, con personal que
85
La Nación, 21/7/2001.
86
La Nación. op. cit.
225
PNUD
Cuadro 6.19
¿Qué piensa usted sobre el pro- Índice de opinión sobre el desempeño (1) ...
blema de la inseguridad ciudadana
en el país? Policial De los jueces penales
Puede desaparecer del país 44,0 42,9
Puede controlarse y disminuirse,
pero no puede desaparecer del 41,6 40,9
país
Ya no se puede hacer nada 39,9 36,7
Nota: (1) Para metodología de construcción de los índices, véase nota 2.9 en el Anexo. Los puntajes más altos
denotan mejor evaluación.
Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.
87
Espinoza (2001), p. 34.
226
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 6.6
¿Cuánto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y delincuencia en
el país? (en porcentajes) (1)
Nota: (1) Porcentaje sobre la base de 2.129 casos. Excluye los casos que respondieron que ya no había nada por
hacer frente a la inseguridad.
Fuente: ENSCR-04.
Hoy, Costa Rica es no solo una sociedad A esa constatación, grave por sí misma,
atemorizada sino también resignada a seguir se suma otra que exacerba sus efectos. La
siéndolo. Se ha aprendido a convivir con el endémica impotencia descrita no afecta en
temor y a considerarlo una transpiración igual grado a toda la población. El fatalis-
natural de la vida. La población, o al menos mo ante la inseguridad es considerablemen-
una parte importante de ella, se ha converti- te menor entre los grupos de mayor nivel
do en la víctima de un pathos tan real como socio-económico y mucho mayor entre los
el que define cualquier relación abusiva: se más desposeídos. Mientras un 14,8% de
odia la inseguridad porque agrede todos los los entrevistados pertenecientes al estrato
días, pero se ha dejado de considerar que superior opinó que no puede hacer nada
una vida distinta sea posible y, por ello, se para mejorar la seguridad ciudadana, la ci-
acepta fatalmente como parte del destino. fra alcanzó el 33,1% entre el grupo de nivel
En otras palabras, el temor está venciendo. socio-económico más bajo (Gráfico 6.7).
227
PNUD
Gráfico 6.7
Nota: (1) Porcentaje sobre la base de 2.129 casos. Excluye los casos que respondieron que ya no había nada por
hacer frente a la inseguridad.
Fuente: ENSCR-04.
¿Es casual esta distribución? No. Como ya La suposición de que la compra de segu-
se ha visto, la posesión de recursos econó- ridad es la mejor o la única opción es, sin
micos permite a las personas un mayor ac- embargo, dudosa. Que el estrato socio-eco-
ceso a mecanismos de protección de la se- nómico más alto sea, justamente, el más
guridad física, patrimonial, sexual e incluso victimizado y el que tiene, en términos
emocional. Que los grupos de alto ingreso generales, la más alta percepción de inse-
tienen mayores posibilidades de protec- guridad, debiera bastar para arrojar dudas
ción resulta obvio en todas las sociedades. sobre la validez de esta creencia.
Lo que es menos obvio es lo siguiente: si
la percepción de que es posible hacer algo Lo que el Gráfico 6.7 sugiere, en otras pa-
para solucionar la inseguridad se distribuye labras, es que la sociedad costarricense ha
con criterio de clase, es porque la sociedad empezado a perder la fe en que la seguridad
ha llegado a aceptar que lo mejor que se pueda ser un bien universalmente provis-
puede hacer para enfrentarla es comprar to por el Estado. En un país en el que la
privadamente la seguridad. Cuando quie- seguridad ciudadana llega a depender en
nes más tienen responden que pueden ha- lo esencial de los mecanismos privados, el
cer algo o mucho contra la inseguridad ciu- destino de los pobres no es solo la despro-
dadana, su respuesta tiene un significado tección sino también el fatalismo. Romper
muy concreto: están diciendo que pueden este ciclo y asegurar que la seguridad ciuda-
comprar su seguridad. Correlativamente, dana sea, en lo fundamental, un bien pro-
cuando quienes menos tienen son víctimas visto colectivamente es esencial si se quiere
del fatalismo solo admiten con ello su im- evitar que la sociedad sea vencida por el
posibilidad de adquirirla. temor de modo definitivo.
228
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
***
Este capítulo contiene los siguientes hallaz- f. El país cuenta con, al menos, doce
gos sobre la segurabilidad de la población cuerpos de policía, dependientes de
en Costa Rica: diez diferentes entidades públicas.
k. La información sugiere una leve pér- terceras partes de los hogares han
dida de eficacia en las funciones del adoptado al menos una medida de
OIJ en el pasado reciente, un signifi- protección con costo patrimonial; la
cativo aumento en la duración de los más común es la instalación de rejas.
juicios penales y tasas significativas, El empleo de estas medidas es más in-
aunque no crecientes, de reincidencia tensivo entre la población urbana, de
penal. mayores recursos económicos y más
temerosa. En particular, el estrato
l. Existen serios problemas operativos más acomodado de la sociedad costa-
en los principales actores del sistema rricense está desertando de los meca-
penal que favorecen la impunidad de nismos estatales de protección.
los infractores, como los defectos en
la confección de los reportes policia- p. Hay un crecimiento significativo y
les por parte de la Fuerza Pública; la una mayor formalización y regulación
falta de consistencia del Ministerio de las empresas de seguridad privada
Público en la solicitud de medidas en los últimos años. La cantidad de
cautelares contra los infractores y las agentes de seguridad privada es, por
muy serias deficiencias en los sistemas lo menos, similar a la de miembros
de información del Poder Judicial. de la Fuerza Pública y según algunas
estimaciones extraoficiales, la supera
m. Solo un 32% de los hechos de violen- ampliamente.
cia es denunciado a las autoridades
competentes. Los porcentajes de de- q. Los efectos del crecimiento de las em-
nuncia en Costa Rica son, en general, presas de seguridad privada sobre los
considerablemente más bajos que los niveles de seguridad de la población
de los países desarrollados. parecen ser muy limitados, debido a
los bajos niveles de confianza que sus
n. Una amplia mayoría de la ciudadanía miembros generan en la población.
tiene la opinión de que, aunque se de-
nuncien los delitos, no se esclarecen r. Existe un alto grado de pesimismo
los hechos. El motivo principal adu- de la población ante el fenómeno de
cido para no denunciar los hechos es la inseguridad ciudadana, particular-
la percepción de que las autoridades mente en cuanto a la posibilidad de
no actúan. las personas de hacer algo para resol-
ver el problema. Ese pesimismo es
o. La utilización de mecanismos de se- considerablemente mayor en el estra-
guridad privada en Costa Rica es to socio económico más bajo, que en
muy extendida y creciente. Casi dos el estrato más alto.
230
Conclusión
¿Se vive con más inseguridad?
La respuesta corta es sí, pero no tanto como cionalmente violento, de que la tasa de ho-
se cree, no en todas partes y no todos de la micidios ha subido de manera exponencial
misma manera. Los problemas de seguri- en el pasado reciente, de que la violencia y
dad abundan, pero solo a veces son los que el despojo fundamentalmente se perpetran
se piensa. Tal como se percibe, la delictivi- en la calle y por personas extrañas, de que
dad patrimonial ha aumentado significati- es posible separar el problema de seguridad
vamente en el pasado reciente. Pero rara vez ciudadana de la violencia doméstica, de
se menciona que, hoy por hoy, las variadas que los culpables son los extranjeros... Esto
modalidades de violencia doméstica son, es falso, como falsa es la creencia de que el
con alta probabilidad, la más extendida problema de seguridad ciudadana en Costa
amenaza a la seguridad física, sexual, emo- Rica está fuera de control y requiere para
cional y hasta patrimonial de la mitad de su solución de medidas draconianas, del
la población. También se dice rara vez que, retorcido populismo represivo que siempre
trágicas como son, las muertes violentas de fracasa en proporcionar seguridad, pero
niños y mujeres -que a veces parecen guiar nunca fracasa en lesionar las libertades.
las respuestas legislativas hacia la inseguri- Debe quedar claro: a pesar de todo, Costa
dad ciudadana- palidecen cuantitativamen- Rica sigue siendo uno de los países más se-
te frente a las de los hombres jóvenes del guros de América Latina.
país, que mueren en forma violenta tanto
como matan, a un ritmo preocupante. Y otras afirmaciones también deben que-
dar claras. La evidencia costarricense mues-
La lección más importante que deja esta tra con singular claridad que la percepción
parte del informe es acaso la de revisar de inseguridad puede, en muchos sentidos,
con urgencia algunas de las más arraigadas tomar vida propia y que requiere un análi-
creencias en materia de seguridad ciudada- sis diferenciado. La percepción de insegu-
na. La lista es larga y no tiene sentido re- ridad en Costa Rica es intensa y añeja. Un
petirla aquí. Algunos ejemplos bastarán: la fenómeno que hace ya dos décadas había
creencia de que Costa Rica es un país excep- alcanzado niveles similares a los actuales,
PNUD
ha dejado de ser nuevo o sorprendente para todos los miembros de la comunidad tienen
convertirse en una enfermedad crónica. La derecho a la seguridad -esto es, a disfrutar
idealización de un pasado seguro y feliz, efectivamente del núcleo duro de derechos
se percibe como un recurso cómodo para del que se hablaba en la primera parte- en
negarse a aceptar que desde hace mucho condiciones similares. Ninguna de las áreas
tiempo -y, en particular, desde antes de la del quehacer de la sociedad simboliza tan
entrada masiva de inmigrantes de los países claramente el “sálvese quien pueda”, que
vecinos- Costa Rica ha sido una sociedad crecientemente define a la colectividad y
atemorizada. del que muy poco bueno se cosecha. Se
debe recordar, además, que si la erosión de
Seguramente parte de la explicación -pero la capacidad del Estado para proveer acceso
solo parte, porque en esto nunca hay expli- universal a los derechos básicos es grave en
caciones completas o nítidas, como se verá todos los casos, lo es mucho más cuando
más adelante- radica en la profunda sensa- implica la transferencia de las potestades
ción de desprotección que padece la ciu- de policía y del monopolio de la coerción
dadanía. En algunos casos con razón, y en física legítima en un territorio, que es la ca-
otros injustamente, a la luz de los valientes racterística definitoria del Estado.
esfuerzos que hacen muchos funcionarios
públicos, la población del país percibe que En última instancia, la actual es una socie-
los recursos estatales -fundamentalmente dad atemorizada y cada vez con más dudas
el sistema penal- ya no ofrecen protección sobre la posibilidad de vencer su temor. Re-
efectiva contra la violencia y el despojo y, signarse fatalmente a vivir con el miedo es
por ello, ni siquiera merece la pena activar- no solo aceptar vivir una vida limitada. Es
los. Una parte importante de la población también una posición ética. Es aceptar que
simplemente siente que debe contender la violencia que genera el temor es inevita-
sola con la violencia. O, mejor dicho, sola ble. Y definitivamente no lo es.
con su chequera y en la medida en que esta
lo permita. Como en tantas otras cosas, la Es preciso entonces tratar de encontrar las
sociedad costarricense parece estar abando- causas. ¿Es posible identificar las causas de
nando la idea de que la provisión de la se- la inseguridad ciudadana en Costa Rica?
guridad debe ser universal y equitativa, que
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238
Fotografía: Mario Acosta
TERCERA PARTE
¿Se puede explicar la inseguridad ciudadana?
Historia de vida
Mauren
A pesar de las pobrezas y agresiones, uno escuela, y yo les decía cuenten conmigo,
estaba como entretenido con los chiquillos voy a venir a trabajar a tal hora. Una vez
para allá y para acá. Porque yo siento que a me solicitaron que les fuera a vender unas
pesar de lo que vivía, mis hijos eran el timón comidas en la noche, y llega mi hija mayor
para sobrevivir. No sentía alegría sino como donde yo estaba vendiendo, y le digo ¿qué
una rutina, y lo que me hacía aguantar era está haciendo usted aquí? Me dice, viéndola
que él era responsable con sus hijos, y a pesar a usted, y le contesto ¿por qué? ¿Quién la
de todo ahí vivía la vida como se podía. mandó? Me dice, mi papá, y le dije a mí no
me gusta que usted esté aquí, porque aquí
A veces él llegaba a la casa y era ese enredo de hay cosas muy ricas y usted se antoja y yo
que él me trataba mal. Al principio no había no tengo plata para comprarle, váyase para
golpes, pero sí palabras, maltratos. Yo nada la casa. No, no puedo porque papi me dijo
más decía aquí lo que me queda es aguantar, que la cuidara; entonces le digo a una se-
porque con tres hijos qué voy hacer. Los pa- ñora que si se puede quedar mi hija y me
pás siempre lo enseñan aguantar a uno, pero dice, ¿pero por qué? Porque me da pereza ir
ya uno dice ¡hasta aquí porque no aguanto! a dejarla a la casa. Me dijo que estaba bien,
Entonces uno empieza a responder, a agredir y como a las diez de la noche le digo a la
de palabra. Entonces ahí la pareja no camina, señora ya me voy, mi hija está cansada y con
no hay sentido en una relación así, porque ya sueño, bueno, está bien. Llego a la casa y no
no te respetan ni vos respetás. estaba el papá. Entonces le digo yo a mi hi-
ja, voy a ir hacer un mandado, quédese aquí
Después me empezaron a llegar los rumo- en la casa. No mamita, ¿para dónde va? Voy
res: Mauren, su esposo por allá... a ir a buscar a su papá, voy a ir sola.
Como no puedo ayudar económicamen- Donde se oían los rumores era en una
te, siempre he aportado mi trabajo en la urbanización. Me fui y lo encontré. Ahí
242
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
comprobé lo que quería comprobar, pero tranquilo... Váyase con esa mujer y déjeme
por más que quise ocultarle a mi hija lo que en paz, aquí solita, y él me decía, no, yo
andaba haciendo, ella se dio cuenta. Otro no me voy a ir con otra mujer, yo lo que
día vimos el carro de él parqueado enfrente quiero es darle mala vida a usted para que
de una casa, y me dijo: mamita ¿verdad que se obstine y usted se vaya. Ahí fue donde
así es el carro de papá?, y le digo sí pero yo creí que sí era la mujer de él.
creo que no es el carro de su papá. Enton-
ces le digo mejor vamos para la casa. Yo le decía, ¿por qué usted viene hasta aho-
ra a almorzar? Pienso que debería decir a
El matrimonio se perdió porque yo era to- qué horas va a venir. ¿Y por qué le da lo
talmente inocente en las cosas de la vida, yo mismo venir o no venir? Si usted sigue así
no sabía nada, lo poquito que aprendí me lo yo no lo voy a esperar, me voy a ir a tra-
enseñó él, y a veces me decía mi hija, ay ma- bajar, voy a empezar a buscar trabajo. Y lo
mita, ¿pero por qué usted no se fue cuan- hice y era una locura; él me buscaba en los
do estaba embarazada de mí? Y le digo yo, trabajos y lo que yo ganaba lo empecé a
no sé; tal vez pensaba que él iba a cambiar. dejar bajo llave y él me despedazaba las ga-
Pienso que en una pareja lo más importante vetas y lo que yo ganaba me lo quitaba.
es que se respeten uno al otro, y si nosotras
respetamos al hombre todo camina muy Y cuando él empezó a engañarme, yo ya
bien, como les digo yo a mis hijas, que si empezaba a buscar refugio en alguien que
uno tiene una pareja y uno siente que no me escuchara. Yo lo que necesitaba era des-
hay respeto, ya no se puede vivir tranquilo. ahogarme, hablar...
Joaquín tenía un camión de carga y todo Y ya cuando Lizeth tenía como once años
el tiempo me dijo que eran pensamientos fue cuando él empezaba a llegar tan bravo
míos que él vivía con esa mujer, porque lo y malcriado... En ese tiempo no había tran-
que él tenía con ella era una relación de tra- quilidad. Yo no dormía pensando si él ve-
bajo, pero decía yo que cómo iba a ser una nía a pelear, porque ya mis hijas me decían:
relación de trabajo si en la madrugada lo mamá no discuta. Entonces yo me iba para
encontraba ahí, a toda hora él estaba en esa vecindades o para donde mi hermana, la
casa parqueado, y a mí me contaban que él cosa es que me iba. Y el chiquillo menor
hablaba como si fuera el marido de esa ca- se estaba haciendo como chapulín, porque
sa, y cuando me di cuenta era una relación cuando él llegaba y tal vez las chiquitas
que llevaba años. A mí me preguntaban si estaban en la puerta, él les decía, apárten-
yo era esposa de él y yo decía, ¿por qué me se o las aparto a patadas. Ese chiquillo lo
hacen esa pregunta? Y me contestaban que que hacía era irse, las que más estaban en
porque tenían años de verlo con una mujer, el problema eran las dos mayores, y si me
y que tienen un chiquito pequeñito: más veían pelear se metían a pelear también pa-
bien nosotros pensábamos que esa señora ra defenderme.
que anda con él era la esposa, no usted. Y a
mí me decía una señora, ¿por qué no em- Por mi mente muchas veces pasó irme, pe-
pieza a averiguar? Tal vez ese sea el proceso ro dejarle a los chiquitos porque, yo me
de agresión contra usted, que él tenga otra decía, ¿qué hago con tres hijos ahí en la
señora; pero ya a lo último le empecé a de- casa de mi mamá? Porque nosotros siem-
cir a él, si usted tiene otra señora, por qué pre fuimos muy pobres. Sentía que tenía
no nos dejamos de cuentos y usted se va que aguantar todas las malacrianzas porque
243
¿qué iba hacer con tres hijos pequeños, tiempo. Él quería sacarla de la casa de mi
con quién los voy a dejar para ir a trabajar? hermana para llevársela a la casa de los pa-
Y cuando mis hijas ya tenían doce, trece drinos, pero yo le dije que no, que yo iba
años, fue cuando empecé a ver cómo hacía a ver qué hacía. Al final llegaron los padri-
para sobrevivir, porque era demasiado lo nos, hablaron conmigo y les dije lo que su-
que había vivido, casi desde que tenía un cedía, y que todo eso ya no puede seguir,
mes de casada... Si desde que éramos no- y a la chiquita me la dejan aquí. Llegaron
vios discutíamos y nunca llegábamos a un dos guardas a sacar a mi chiquita pero no
acuerdo, yo decía que ya era hora de darme pudieron. Llegué y hablé con esa patrona
un descanso en mi vida. y ella me dijo que si yo le daba permiso
de llevármela. Le dije, si usted me la cuida,
Empecé a trabajar porque las chiquillas em- está bien; y como mi patrona vivía en otro
pezaban a ir a la escuela, necesitaban cosas lado, pensé que no me la iba a encontrar.
y no podía seguir así. La mayor empezaba Entonces la patrona se llevó a mi hija, para
a viajar a Santa Ana, y como no tenía di- todo lado que salía la llevaba en taxi con
nero se iba caminando y veía el carro de su ella. Hablé con mi hija y le dije ¿sabe qué?
papá en la casa de la otra mujer. Ella se dio Aquí hay un problema, usted no puede an-
cuenta de que su papá me engañaba y me dar en la calle botada... Como su papá la
decía, pero yo no le quería revelar el asun- echó, aquí lo que hay que hacer es ver si
to. Después él pensó que ella era la que me la ley saca a su papá, porque es la única
traía los chismes y por eso la desconoce manera de que usted entre a la casa, porque
como hija, la anduvo agarrando del pelo y mientras él esté ahí, no lo va a permitir.
yo la tenía que defender. Entonces me dijo
que mi hija tenía que irse de la casa, y ahí Mi hija estuvo con esa señora como mes y
fue cuando dije que tenía que ver qué ha- medio. A raíz de todo yo salía a despejar-
cer, porque lo más que tenía ella eran doce me la mente, a veces me iba para un baile-
o trece años, y él decía que con ella no se cillo y cuando volvía las cosas eran peores.
podía vivir porque era ella quien traía los Una vez vine y él salió con un machete,
problemas a la casa. no sé si era Dios o el diablo que se le enre-
dó el machete con unas tejas de zinc, y la
Me fui para donde mi hermana a ver en qué que venía a meterse era mi hija, si no un
me podía ayudar; le digo, Cristina, vengo machetazo le hubiera dado. Después él se
a pedirle un favor, cuídeme a Lizeth por controló un poco.
unos días, y me dice, ¿por qué? ¿qué pasa?
Es que el papá la echó a la calle… ¿Cómo A mis papás, ya casada yo les hacía creer
se le ocurre a ese hombre hacer eso? Bueno, que mi matrimonio era color de rosa. A ve-
déjela aquí, yo se la voy a cuidar. ces no visitaba a mi mamá, pero la llamaba
y le decía sí, mamá, estoy tranquila, y a lo
Trabajaba por horas en un colegio privado último le fingía cosas que no eran ciertas
y estaba muy triste por mi hija. Entonces para que no sufriera.
me dice la patrona, Mauren ¿por qué es-
tás triste? Es que el papá de las chiquitas En lo sexual, yo le preguntaba a él que
mías me echó a la mayor a la calle y no sé por qué, si las cosas caminaban así, venía
qué hacer; ahora la tengo donde una her- exigiéndome cosas para complacerlo; y re-
mana mía, pero no la puedo dejar mucho cuerdo que un día le dije si hay alguien
244
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
que le haga eso, pues vaya por su camino. soda él lo jalaba para la otra mujer y me
Eran tonterías lo que se le metían a él en decía, Mauren, los clientes en la soda se
la mente, a mí me extrañaba, yo pensaba tratan bien, y los que consumen cervezas
que alguien le hacía esos trabajos. Des- se tratan mejor, y le digo yo ¿qué tanto
pués yo le decía a él, ya yo no quiero dor- mejor? Porque a mí no me gustaba darle
mir con usted, me voy a dormir a la cama tanta atención a la gente que consumía
de mis hijas porque no quiero nada con cerveza. Y me decía, hacerles lo que ellos
usted. Y él me decía, usted tiene que dor- le pidan; si quieren bocas de pollo, se las
mir conmigo, ese es su deber. Y cuando hace, o de ceviche.
dormía con mis hijas, llegaba y me agarra-
ba del pelo y me sacaba para llevarme a la Y desgraciadamente un día llegó a tomar
cama de él. guaro un nica que pedía y pagaba y pedía
otra vez, y yo decía ¿por qué veo a este ni-
En Salitral los vecinos al menos llamaban a ca tan emocionado? Y me dice el hombre
la policía, queriendo intervenir. Uno se sen- que yo le gusto; entonces le digo yo, pues
tía apoyado por los vecinos. Y cuando ellos qué problema, porque yo soy casada, y el
veían que nos agarrábamos, les decían a los hombre que usted ve que llega en tal carro
chiquillos, véngasen para la casa, esperen a es mi marido, y si usted sigue yo le voy a
su mamá aquí. Y también yo. Porque en decir a mi marido. Y me dice vea, Mauren,
el momento que podía me escapaba y me a mí no me importa su marido, y si tengo
iba para la vecindad. Incluso a veces hasta que enfrentarlo lo hago y le digo que a mí
dormía en las vecindades con los chiquitos. me gusta usted. Le digo yo, no me haga
Para no entrar en ese enredo, las vecinas me problemas absolutamente de nada, porque
decían mejor quédese a dormir aquí con los aquí usted viene a tomar y se trata como
chiquillos, no se vaya. Y él llegaba donde los se trata porque viene a tomar. Y yo no sé
vecinos diciendo, si no la dejan irse para la si es el diablo o Dios, pero el nica se para
casa voy a patear la puerta o con la policía la a pedirme la cuenta, pero como yo casi no
saco, y las vecinas me defendían diciendo: sabía leer ni escribir le pedía a la empleada
traiga a la policía y lo que nosotras vamos a que teníamos que le hiciera la cuenta. En
decir es que los chiquitos estaban llorando lo que le doy el lapicero a la muchacha
porque ustedes se estaban agarrando. A él viene el nica y me agarra la mano; y yo,
le dio la cuestión de tomar mucho. A veces suélteme que llegó mi marido, y él no me
me pongo a pensar que uno le echa leña al soltaba. Mi marido se quedó quedito, él
fuego, porque llega tomado, discutiendo, y lo vio; entonces me dice ¿qué pasa con ese
uno le da pie a la discusión, entonces las hombre? Le digo está tomado y me agarró
cosas se empeoran. la mano, y me dice ¿qué, no le has dicho
que sos casada? Le digo sí, pero a él no le
En ese tiempo yo le administraba o le tra- interesa, y me dice, eso es un problema.
bajaba a mi marido en una soda, y yo me Y a causa de ese enredo le digo a mi ma-
dedicaba todo el día, me iba acostando a rido, hasta aquí; no le voy a trabajar más
las dos de la mañana y a las siete yo tenía en la soda, porque lo que pasó no fue mi
que abrir esa soda. Y si me había dormi- culpa si no a causa de las cosas que usted
do o estaba desayunando, me gritaba que me dice que tengo que hacer. Y le dejé el
tenía que ir abrir la soda para que él andu- negocio botado.
viera en la calle. Lo que yo ganaba en esa
245
Lo que me comía ahí era lo que ganaba. hombre por más pequeñito que sea, por-
Siempre por inocencia mía trabajando por que con una sola pescozada el hombre lo
amor, y él llegaba tres veces al día o más manda a uno a dormir, y yo me pongo a
a ver cuánto se había hecho en la caja. Yo pensar que esa era la estrategia que él usó.
ni un blumer me compraba para hacerle la Al mucho tiempo entendí que eso era lo
bolsa a él, nunca le robé ni un peso, pero que él se traía en manos.
le dejé el negocio botado, no seguí admi-
nistrándole nada. Yo empecé a sacarle las uñas cuando él di-
jo aquí estas cosas van a la Corte. En el
Las primeras acusaciones creo que fueron tiempo que yo me le rebelé, él no traba-
muy insignificantes, pienso que lo hi- jaba por estar en la Corte. Yo soy bruta,
zo por martirizarme: que por dejar a los pero para mí él es una persona requete-
niños e irme a bailar, porque me vio con bruta, porque en la mente mía no cabe
unos amigos tomándome una cerveza, tanta vulgaridad como en la de ese hom-
cosa que era mentira... Ya después fueron bre. Él siempre jugaba de tener plata, de
de abandono de hogar, la demanda de di- ser estudiado. Me acuerdo que una vez en
vorcio, la separación; otra demanda fue Navidad él decía mañana tenemos juicio
cuando yo lo había agredido, porque él y yo voy tranquilo, porque sé que de ahí
me decía que le sirviera el desayuno y yo te meten a la cárcel. Y como él tenía ca-
estaba planchando y le pegué la plancha. rro para movilizarse y se las daba de que
Él llegaba y me decía, sírvame la comida, podía, entonces a lo último pensé que al
pláncheme la mejor ropa para irme don- rato sí, que tal vez sí me llevan a la cárcel
de fulana, y todavía quiere que le sirva el de mujeres. Si uno no sabe leer ni escribir
desayuno y no sé qué. Y le digo yo, es- se le cierran muchas puertas. Él decía que
perate que te estoy planchando la ropa, y por no saber leer, él sabía que me iba a
empieza la discusión. Entonces subo a full hundir. En la Corte aparecen muchas per-
la plancha y lo quemé. sonas amables y muchas amargadas, me
acuerdo de un muchacho que agarraba la
Estaba yo peinándome, porque todo el demanda y me daba una congoja porque
mundo me decía que me arreglara, y me se sentaba a leérmela, el muchacho era tan
decía ¿ya vas de prostituta? Y a lo últi- amable que sacaba el tiempo para sentarse
mo, si yo quería darle celos, me arreglaba y que yo entendiera un poco de lo que es-
bien, me pintaba, y un día me dijo tanta taba pasando. No me explico cómo Dios
tontera que entonces me le vine encima me ayudó, por lo menos me quedé con
con un cepillo de peinarme y en la Corte este lote.
apareció esa agresión: que lo agredí con
un cepillo de peinarse. No sé si era que Y cuando todo esto pasó, ahí en la Corte
él no se podía defender o pretendía que me dijeron: “Mauren, ¿por qué usted no
yo le hiciera algo, porque eso fue lo que va a un grupo de apoyo? Ahí le van ayudar
alguien me dijo: mejor tranquilícese, vea mucho, hablando con sus compañeras y
a ver cómo se va, porque él lo que quiere dialogando con la trabajadora social...” Y
es que usted le haga muchas cosas para a causa de todo ese enredo, la trabajado-
luego hundirla. Porque él lo que quería ra me dijo que mejor buscara un abogado
era hacerse la víctima. Pero yo pienso porque mi caso era feo. La abogada que me
que una mujer nunca le va a poder a un ayudó en ese tiempo estaba ayudando a un
246
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
grupo en Alajuela, y fue cuando a mí me ger las cosas que hacía y se me hacía difícil
dijeron que ella me podía ayudar. A ella no porque casi no sabía leer. Ahora sé porque
le gustaba ir a Alajuela porque tenía malos he ido un poco más a la escuela, como di-
recuerdos de ese lugar, entonces trabajaba cen, he aprendido un poco más, pero ese
en San José, y a veces yo tenía que ir a reco- tiempo fue muy difícil.
Continúa en la Cuarta parte.
Continúa en la Cuarta Parte.
247
Historia de vida
Rafael
Con los chapulines nosotros sembramos lo agarraban y lo golpeaban todo, a nadie
el terror en San José como nos dio la ga- le daba lástima, que entonces por qué iba
na. Éramos una familia, teníamos un odio uno a tenerles lástima a las personas...
colectivo. Éramos como 80 chavalos; en
el grupo había gente de todo el país, pe- La primera vez que apuñalié a alguien me
ro sobre todo de la Zona Sur y de la Zona dio miedo, pero lo que hice fue combinar
Central. Todo mundo se había ido de la el licor con el cemento, eso me activaba el
casa con historias muy parecidas: abusos, odio contra los demás. Por eso nosotros en
maltratos, explotación, agresión... Prác- la calle éramos muy agresivos. Casi todos
ticamente todos eran hijos de madres así, íbamos drogados, y esa agresividad hacia
con varios hijos de diferente hombre, y las demás personas nos invadía. Estábamos
también pobres. asaltando a un chavalo y él le pegó a un
compa mío, le reventó la ceja. Entonces el
Nadie se merece ese sobrenombre de chapu- compa me dijo: “¡Mae, defendeme, defen-
lín, porque es como si uno fuera un animal. deme!” Casi siempre los menorcillos andá-
Como un animal lo trataron a uno y tras de bamos el cuchillo por la bronca. Otro cha-
eso le ponen un apodo como insectos, como valo me agarró la mano y me dijo: “¡Mae,
cualquier basura que hay que exterminar. esto se hace así!” Yo lo pegué; me asusté pe-
ro nosotros teníamos un código, y era que
La policía era muy agresiva con nosotros: si usted nos hacía algo, nosotros teníamos
nos golpeaba mucho, nos tiraban allá en que hacerle el doble o el triple de lo que
Rancho Redondo, nos echaban agua, nos usted nos había hecho...
quitaban la ropa, nos dejaban en calzonci-
llos allá por el Zurquí, nos echaban cemen- Cuando usted anda en la calle siente un va-
to en la cabeza, todas esas cosas. Un amigo cío tan grande, pero tan grande -¡una sole-
mío siempre me decía que cuando a uno dad tan grande!-, que usted necesita llenar
248
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
ese vacío con algo... Entonces era cuando la calle, porque por la sexualidad son más
uno se drogaba. La droga está en todo lado, explotadas. La mujer es más violenta que
es algo tan común que usted la consigue el hombre en la calle, más manipuladora,
hasta en la esquina... De ahí usted ya lo ve porque uno para conseguir plata tiene dos
como algo común y corriente, más bien to- opciones: se prostituye o roba... Las mu-
do mundo se muere de risa (¡Uy, mae, lo vi jeres tienen más ventaja que uno, porque
haciendo feo!). Ya usted lo hace como un en los bares nunca falta quien las invite,
círculo familiar, ya no ve como malo que quien les dé plata, y los policías con tal de
se enfiestó, que hizo feo... Uno llegaba tal acostarse con ellas les dejan pasar cosas...
vez tarde en la noche a un hotel de mala En cambio, a uno hombre le toca el lado
muerte y se drogaba para pasar la noche. machito, ser violento, agresivo.
A los 12 ó 13 años yo ya había visto mo- A otro amigo de nosotros lo llamaban Búfa-
rir a un amigo mío apuñaleado. Cosa de la lo. A él lo mataron aquí en San José. Estaba
calle, de drogas. Llegó un chavalo y lo apu- parado en una esquina y pasaron en moto
ñaleó. Son cosas a las que uno se va acos- y le dispararon. Él vivía con un travesti que
tumbrando y después ve como normales. A nos daba dónde dormir y de comer, pero la
él lo apuñalearon en un charral, y recuerdo paga de eso era el compa de nosotros. Aquí
que los policías decían: “Bueno, de por sí la gente no perdona ni le interesa si usted
es uno menos...” Tuve otro amigo que tam- es bueno o si usted es malo, si usted tiene
bién murió. A él lo secuestraron dos ho- sentimientos o no, y si los tiene entonces
mosexuales y lo tuvieron en un cuarto y lo usted tiene que guardarlos bien adentro.
abusaron por meses. Era un niño, le decían
Alan Zacateras y no llegó ni a los 18 años. Tenía amiguillas que tenían relaciones sexua-
Por una piedra de crack lo apuñaleó otro les no con un hombre sino con un montón;
chavalo, pero murió de SIDA. Uno de los simplemente era normal tener relaciones en
que lo abusó tenía SIDA y de eso murió. un charral o en moteles de mala muerte con
una carajilla igual que uno, era parte de lo
Eso es tan común en la calle. Tal vez a mismo, y uno lo hacía muerto de risa y casi
una chavala, una carajilla joven, llega a un siempre drogado, eso era común.
búnker, el narco la hace mujer de él por un
tiempo. Cuando ya no la quiere, entonces Una vez a un amigo mío, que le decíamos
se la tira a los demás para que la violen. La Taicondo, venía saliendo de la cárcel y le dio
sexualidad en la calle es como muy bígama, una muerte blanca, una sobredosis. Estába-
el hombre anda con una chamaca, la cha- mos chiquillos, estábamos con otro amigo
maca después se junta con otro mae que es que mataron, estábamos fumando piedra y
un amigo suyo, todo se ve tan común y co- a él le dio una muerte blanca y empezó a
rriente. Ahí un mae se acuesta con otro mae botar espuma... Tenía como tres días de no
o una mujer se acuesta con otra mujer, cosas comer y era ese espumarajo por la boca, en-
de esas, pero se ve natural, no es de criticar, tonces el otro amigo, asustado le metía pan:
no es de decir nada. Eso se llama ser uno coma, tenga, Taicondo, pero bien drogados;
militar. Usted se hace tan tumba que a usted coma, coma, y el otro botando espuma: co-
le da lo mismo, aprende a manipular. ma, coma; él lo que tiene es hambre. Por fin
yo salí asustado llamando a todo mundo,
En la calle una mujer es como un hom- pero nadie me dio pelota y terminé llaman-
bre. Es más, la mujer lleva la peor parte en do a dos policías. Cuando ellos llegaron, el
249
mae estaba convulsionando, blanco blanco, esos sobros y comía y comía, idiay, tantos
y el otro en su ignorancia le daba pan y más días sin comer, y agarraba la comida y co-
bien lo estaba atascando. Taicondo casi se mía y comía hasta llenarse y después era ese
muere, lo llevaron al hospital y un par de dolor de estómago. Sacábamos del basure-
horitas más y se hubiera muerto. Tuve ami- ro de Mc Donalds sobros de hamburguesa
gos a los que nosotros fuimos a sacar de la o cocacolas o íbamos a restaurantes y nos
morgue porque no tenían familia que los quedábamos viendo dónde había una me-
fuera a recoger; nosotros fuimos para ente- sa más o menos desocupada con comida,
rrarlos bien que mal como a una persona, y nos metíamos y nos robábamos el plato.
no como un perro. Una vez me fui a pedir con uno de mis her-
manos y una señora nos regaló una sopa
En los hospitales cuando llega alguien congelada. Nosotros agarramos los tucos
indigente cuesta mucho que lo atiendan. y nos los comimos, pero después fue ese
Ahora eso está muy tallado, pero antes no, dolor de estómago.
era difícil que lo atendieran a uno en el
hospital. Entonces casi siempre buscába- Más de una vez estuve con diarrea y des-
mos el Centro de Diagnóstico. Nunca se nutrido, a veces por tanta droga, y a veces
me olvida, un amigo mío que salió de la uno estaba tan débil, sin fuerza de nada.
prisión, nos estábamos muriendo de ham- Tal vez caía uno a la Cruz Blanca o a un
bre, teníamos todo un día pidiendo plata y albergue del Patronato y ahí duraba tres
nada. Entonces nos fuimos a robar y más o cuatro días en una cama, no podía ni
bien nos verguearon. Empezamos a oler levantarse... Cuando estuve en el hospital
cemento cuando llegaron unos policías y fue por lesiones y quebraduras. A veces,
les dijimos que nos llevaran al Centro de drogado, me cortaba con un cuchillo los
Diagnóstico pero no les dio la gana, más brazos o las piernas, pero nosotros lo ha-
bien agarraron el cemento y nos lo echaron cíamos por vacilón, como por desahogar-
en la cabeza. Eso fue como a las tres de la nos la cólera.
mañana y fue tanta la cólera que yo agarré
a pedradas un ventanal, no me acuerdo si Yo sé lo que es dormir con cartones en La
era de Mc Donalds o qué, y nos cargaron Sabana. Tal vez uno se despertaba con una
y nos pegaron una vergueada en la Deten- mierda pegada en la cabeza. Y tal vez uno
ción General, y ni aún así nos llevaron al había dormido en eso y ni siquiera se dio
Centro de Diagnóstico. cuenta. Y después, ir a bañarse ahí al lago
de La Sabana y lavar la ropa y andar usted
Cuando a uno le agarraba hambre o frío en la misma ropa por semanas y los genitales
la noche, se ponía a oler el cemento para hediondos, irritados. Más de una vez me
no sentir el frío, y después, drogados, nos llevaron al Centro de Diagnóstico con los
comíamos el cemento. A veces hacíamos pies casi podridos de andar con unos zapa-
esfuerzos para comprar un bollo de pan y tos mojados, días de andarlos todos moja-
le echábamos el cemento al pan o permitía- dos, y todo carcomido de hongos; andaba
mos que un señor de esos, un homosexual, con la cabeza llena de piojos o con rasquiña
llegara y nos echara el cuento y nos toque- o sarna. Teníamos tres perros que dormían
teara, todo para que nos invitara a comer... con nosotros, eran parte del grupo, eran las
Tal vez usted tenía día y medio sin comer mascotas. Yo dormía con uno de ellos, me-
y llegaba donde los borrachitos que tenían jor dicho lo usaba de almohada; le decía-
un montón de sobros y uno agarraba de mos Capitán. Y esos fríos en invierno...
250
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
En la calle usted vive el día, ahí no existe San Sebastián, a las que llamaban cárceles
el mañana. Uno vive el momento. Por eso de menores adultos. Entonces a usted ya lo
cuando agarraba mucha plata usted se po- juzgaban como un mayor de edad a los 17
nía a invitar a todo mundo, a botarse, por- años. A mí ya no me tenían en infantiles ni
que el mañana no existe... Usted siempre en primarios, sino en lo que llamaban cua-
está al borde de la muerte. Todos los días tro A, que era como máxima de un reforma-
que pasan usted sabe que tarde o temprano torio. Ahí empecé la secundaria y también
lo van a matar, entonces usted vive el mo- hice un curso de mecánica del INA. Era co-
mento. Consumí de todo, pero sobre todo mo un hobby como para salir del estrés.
cocaína, muchos años y todos los días.
Yo soñaba con tener un apoyo, siempre
Siempre me gustaba andar con los más quise estudiar. Mis hermanillos se burla-
grandes, siempre quería buscar esa acep- ban porque decían que yo era un soñador,
tación, ser el centro de atracción. Cuan- siempre soñaba con ser diferente. Cuando
do tenía 16 años me caí con dos chavalos estuve en San Sebastián con 17 años co-
en un asalto ya un poco más serio. Caí a nocí a un chavalo, a unos señores que me
San Sebastián, la cárcel de mayores, a un decían: “Papito usted está muy joven, us-
lugar que llaman Centro de Diagnóstico. ted tiene toda una vida por delante...” Ahí
Honestamente, a mí me dio miedo cuando adentro usted ve el homosexualismo como
los que estaban ahí decían: “Ese güila a mí algo tan natural: los homicidios, los robos,
me gusta...” Pero yo era chiquitillo y no me la violencia...
creyeron que era mayor de edad, entonces
tuve que hacerme examen de huesos y no Cuando uno se fugaba tenía que correr
me pasaron. Uno de los amigos con los que porque cuando lo agarraban le daban una
me caí era más alto y a él sí le creyeron. paliza y lo pasaban a un calabozo donde
Lo dejaron y ahí lo violaron entre varios lo dejaban dos o tres meses. También uno
chavalos. Por esas tortas salió un reporta- tenía compañeros malvados, como dicen.
je de menores en cárceles de mayores y de Una vez metieron en los calabozos a un
las violaciones que se dieron entre varios chavalo que tenía problemas de retardo con
compañeros... Como era el más chiquitillo dos chavalos, y ellos lo violaron ahí, enfren-
entonces a mí no me creyeron, me tuvieron te mío. Yo llamaba al oficial y no sé dónde
como quince días y me hicieron exámenes estaba y lo violaron ahí, enfrente mío. Tam-
de huesos y todo. Por último me pasaron al bién había más de un guarda buena gente
Luis Felipe. Entonces, ya como gran cosa, que se ponía a jugar naipe con uno.
volví al Luis Felipe contando la hazaña.
A la mamá de mis hijos la conocí en un
Tal vez uno se había fugado de la casa con restaurante, muy jovencita. Ella es de Gua-
la ilusión de un mejor futuro, pensando nacaste y se vino a trabajar a San José en
como un niño, y ya uno empezaba a ver una casa. Ella llegaba con las señoras de la
que los compas de uno, la generación de casa donde trabajaba, entonces me empezó
uno, empezaba a caer a las cárceles, amigos a gustar. Idiay, como lo veía bien vestidillo
tuyos que caían por homicidios. a uno, pero después ella se dio cuenta de
cómo en realidad era mi situación.
En el Luis Felipe ya tenía internamiento
fijo, es decir tenía que quedarme ahí has- La empecé a arrastrar a un mundo desor-
ta los 17 años, después me iban a pasar a denado donde uno se pierde tres, cuatro
251
días. Alquilábamos una casa pero yo nunca bar y terminábamos alzándole broncas a to-
estaba. Mis amistades tal vez querían una do mundo, o íbamos a la playa a robarnos
casa para llegar a tomar guaro, a hacer loco, todo lo que se pusiera, o a fumar marihua-
a esconder drogas o armas... Como la ma- na y consumir drogas, solo tortas. A veces
yoría de los muchachos ahí toman, fuman, quisiera ir a la montaña o a la playa a vacilar
huelen, se acuestan con majes, se acuestan con amigos diferentes, pero cuesta mucho.
con otro, uno se acostumbró a ese tipo de Lo he intentado con la doña pero me en-
vida. A mí no me gustaba darle explicacio- tran nervios, no sé, como cólera... Yo soy
nes, adónde iba, qué hacía, más bien era uno que, cuando no tengo nada que hacer,
agresivo, le decía que ella no podía man- lo que hago es andar aquí en San José todo
darme, que ella no era nadie, que por qué el día para arriba y para abajo.
me iba a mandar.
Mi suegra a veces me trata bien, pero yo no
Uno -¡qué cara de picha!-, uno se vuelve entiendo, no asimilo la manera en que me
agresor, uno es un agresor también, enton- trata. O sea, yo a veces no sé si lo está ha-
ces con ella yo era un hombre agresor. Y a ciendo por bien o si me está manipulando,
veces la culpaba, le decía que había hecho o ella me está diciendo una cosa y en mi
eso porque ella tenía la culpa, porque ella me mente yo estoy pensando otra. Un abrazo o
daba a mí ese problema: “¡Es que usted...!” un beso, un gesto de aprecio a uno en rea-
“Por su culpa...” “Si usted no me hubiera lidad le cuesta asimilarlo, ya uno no sabe
dado esa cólera tal vez yo no me hubiera ido ni qué es bueno ni qué es malo, esa barrera
a tomar...” Y ella era otro tipo de chavala, que uno tiene.
no era de las que se iba con otro mae o se
acostaba con otro mae, todo ese desmadre, En la calle se hacen subgrupos; uno di-
ese desorden. Para mí todo eso era normal ce: ese es mi hermanito. Entre nosotros
y ella no quiso eso para mis hijos. Entonces nos entregamos el todo por el todo. Ten-
nos separamos y fue la mejor opción que go amigos que vienen saliendo de prisión
ella hizo... Uno siempre culpa a los demás de comerse diez, once años, y tal vez ellos
por todo, eso es algo difícil de asimilar. no hicieron ese delito, lo hizo otro. Yo me
comí la bronca suya y usted se comió la
Con ella no tengo nada, sentimentalmente bronca de otro y así. Son “guetos”, como
nada. Después hemos tratado algunas ve- yo con esos tres chavalos que nos vemos
ces, pero ella me dice que yo no hablo de como hermanos. Ellos no me van dejar
mis problemas o me reclama que ya empie- morir a mí, ni yo los voy a dejar morir a
zan mis amiguitos a llamarme. Uno es co- ellos. Usted puede ser amigo mío, pero
mo receloso, no quiere que le digan nada. yo soy más amigo de ellos. Entonces, en
A veces voy con los chiquitos y no puedo, un momento dado, entres ellos y usted...
he estado con la familia de ella y me es Idiay... Que lo llore otro a usted y no yo
difícil, muy difícil. a ellos. No es cualquiera el que se pone a
vivir en una cárcel por algo que hizo otro,
Me cuesta relacionarme, ir a disfrutar un porque en una cárcel usted sufre y ve cosas
partido de fútbol, decir vamos a la monta- desagradables. Nadie se adapta, nadie sale
ña... Con mis amigos nos íbamos a Ojo de adaptado de una cárcel.
Agua, pero casi siempre terminábamos dro-
gados, alzando broncas o asaltando a todo Sean lo que sean, les tengo cariño a varios
el mundo. O íbamos a ver un partido a un compas míos, y sean lo que sean yo los
252
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
quiero... A veces quisiera sentir ese mismo Cuando era menor de edad estuve invo-
cariño hacia personas que son buenas, tra- lucrado en dos homicidios; fue con una
bajadoras, honradas. gente de Limón, una pareja en Cahuita a
los que enterraron en la playa. Iba yo con
Uno aprendió a ganarse el respeto a punta otro menor y un mayor de edad. A uno co-
de violencia: usted me tiene que respetar, ¿y mo menor lo utilizan porque usted llega a
cómo voy a imponer mi respeto?, agredién- adquirir un compromiso con los mayores,
dolo físicamente, o si ando con unos bichos uno los ve como hermanos mayores, como
malos, entonces se los echo. Yo aprendí esa personas que uno admira. El más malo es
manera de respetarme -respeto no, sino el héroe en la calle. En el ambiente, usted
miedo-: quién es el más “jachudo”, el más no tiene una personalidad propia porque la
galán. Entre más malo o más fogoso sea calle se la forma a usted a punta de golpes.
uno, mejor. Uno se mete en el ambiente y
le pierde el temor, el respeto a las personas. Así me la tiré desde los 8 hasta los 25 años,
Uno tiene tanto odio hacia los demás que casi toda una vida. Varias veces me cam-
tiene una justificación para cualquier cosa: bié el nombre. Y cuando cumplí 17 ya me
desde apuñalear hasta matar a una persona. habían sentenciado a veinticinco años por
Siempre hay una justificación. acumulación de causas.
253
¿Se puede explicar la inseguridad ciudadana?
¿Qué está pasando en el país?, ¿de dónde viene tanta violencia?, ¿por qué tanta inseguri-
dad? Estas son preguntas que la población de Costa Rica se hace frecuentemente al abordar
el tema de la inseguridad ciudadana. Se trata de interrogantes válidas, para las que no hay
respuestas sencillas.
Al igual que todos los animales vertebrados, el ser humano nace con una dotación ins-
tintiva que le permite reaccionar con ira ante situaciones u objetos que amenacen la vida,
la independencia o el estatus propio o de sus seres queridos. Pero, al igual que todos los
mamíferos, también nacemos con un cerebro afectivo, el sistema límbico que, entre otras
cosas, nos permite modular y transformar los impulsos instintivos, otorgándoles una enor-
me plasticidad y variabilidad a las emociones, y generando conjuntos emotivos de gran
complejidad, como los sentimientos de amor u odio. Además, el desarrollo único de los
lóbulos frontales en los homínidos, establece mecanismos altamente eficientes para la per-
cepción, control y canalización de las emociones y los sentimientos; y es precisamente el
ser humano quien posee el mayor número de interconexiones entre el sistema límbico y
los lóbulos frontales.
Con estas estructuras cerebrales, somos, sin lugar a dudas, la especie con la mayor capaci-
dad para administrar los impulsos instintivos y, sin embargo, también sin lugar a dudas,
somos el animal más agresivo que ha producido la evolución. Sobre todo en lo que respecta
a la violencia dentro de la misma especie, a tal punto que hemos convertido la ira instintiva
en una destructividad que amenaza la existencia misma de la vida en el planeta.
Tanto el sistema límbico como los lóbulos frontales utilizan la información almacenada
a través del aprendizaje para controlar las emociones, de modo que lo que aprendemos a
lo largo de nuestras vidas resulta fundamental para inhibir o para potenciar las conductas
agresivas y destructivas.
Resultan particularmente importantes en este sentido tres tipos de información básica: las
formas en que aprendemos a interpretar la realidad, las normas culturales y las actitudes
que orientan nuestras percepciones y acciones en la vida cotidiana, y el inventario de con-
ductas específicas que hemos desarrollado para reaccionar ante las diversas situaciones que
se nos presentan.
Conviene entonces analizar con detalle en qué medida la cultura actual contribuye a in-
hibir o a potenciar las conductas agresivas. Desgraciadamente el balance tiende a ser muy
negativo: vivimos en un ambiente de creciente inseguridad, lo que hace que nuestros me-
canismos de interpretación de la realidad tiendan, en mayor medida, a clasificar los eventos
como amenazantes y potencialmente destructivos, lo cual genera en nosotros conductas
de defensa agresivas que, a su vez, generarán una mayor sensación de inseguridad. Pero
además, el incremento en el individualismo y en la competencia como estrategia básica
256
de interacción tiende a aumentar esa sensación de inseguridad y estimula el desarrollo de
normas y actitudes contrarias a la solidaridad, la compasión, o la humildad, valores fun-
damentales de una coexistencia pacífica. Por otra parte, la entronización de la capacidad
de consumo como criterio básico de felicidad y estatus, genera, por una parte, procesos
de cosificación de las personas, percibidas ahora como un artículo más de consumo, pero
también muchísima frustración, puesto que esa felicidad y ese estatus no pueden, definiti-
vamente, alcanzarse mediante el consumo compulsivo, que de todas maneras pocos logran
financiar. Agreguemos a todo esto el aprendizaje de conductas agresivas que estimula la
mayoría de los programas de la televisión, y la desconfianza creciente en el sistema político
y judicial, que a su vez debilita los mecanismos inhibitorios de la violencia, tanto a nivel
moral como en lo que respecta a la certeza del peso de la ley y sus consecuencias.
Tomando en cuenta este contexto cultural, no es casualidad que los principales indicadores
de violencia en el mundo entero empezaran a aumentar a mediados de la década de los
ochenta, precisamente cuando se inicia la intensificación de las características señaladas
más arriba, como producto de los procesos de globalización.
Las investigaciones más recientes efectua- último están los factores comunitarios o
das en América Latina, particularmente las sociales, como la desigualdad, el conflicto
conducidas por organismos multilaterales social, la efectividad de las instituciones de
como el Banco Interamericano de Desarro- control, la presencia de armas y drogas en
llo y el Banco Mundial, han recurrido a un el entorno, niveles de pobreza y criminali-
enfoque multidimensional y multifacético dad y características físicas del barrio.1
de la inseguridad.
Numerosos estudios realizados en la re-
Buvinic, Morrison y Shifter exploran los gión latinoamericana optan por centrar la
factores asociados a partir de la siguiente atención en factores económicos y sociales,
clasificación: factores individuales, como alrededor de los cuales existe información
edad, sexo, nivel educativo y de ingresos, cuantitativa para diversos países; las varia-
condición laboral, uso de drogas e histo- bles utilizadas en estas investigaciones ver-
rial de exposición a la violencia; factores san sobre los hogares en situación de pobre-
familiares, entre los que se contemplan el za, la desigualdad de ingresos, el desempleo
tamaño y la densidad del hogar, el historial y el crecimiento económico.2 En algunos
de violencia y conflicto familiar, normas y casos se incluyen consideraciones sobre
dinámicas de las relaciones familiares, y las características del Estado y, en especial,
nivel de pobreza del grupo familiar; por sobre los efectos de un sistema de justicia
1
Buvinic, Morrison y Shifter (1999).
2
Arriagada y Godoy (1999), Lederman y Loayza (1999), Lederman, Loayza y Fajnzylber (2001), Vanderschueren et al.
(2004), Vélez et al. (1999).
257
PNUD
3
Vélez et al. (1999).
4
Arriagada y Godoy (1999), Lederman y Loayza (1999), Vanderschueren et al. (2004).
5
Arriagada y Godoy (1999).
6
Vanderschueren (2000 y 2004).
7
Ayres (1998).
8
Lederman, Loayza y Menéndez (2000).
9
Buvinic et al. (1999).
10
Buvinic et al. (1999).
258
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
“Aunque el denominador más común en to- Para dar cuenta de los numerosos factores
dos los delitos lo constituye el sexo masculino, relacionados con la inseguridad se utilizó
el rango de edad entre los 19 y los 40 años, el la lista inicial comentada el Capítulo 3.
nivel de educación primaria y la condición de Además de ser factores frecuentemente
11
Cruz et al (1999), p. 58.
259
PNUD
el país obedece a las decisiones que toma la bre las posibilidades que tienen las personas
ciudadanía bajo el impulso del temor, en para desplegar un proyecto de vida elegido
especial la contratación de empresas de se- libremente. Inquirir en aspectos relativos a
guridad privada, que adquieren armas de la distribución de poderes permite eviden-
fuego para ofrecer ese servicio. ciar dinámicas de exclusión social, cuya re-
lación con la inseguridad también interesa
El enfoque de desarrollo humano, cuya analizar. Tales dinámicas se presentan con
perspectiva ha servido de pivote para ex- mayor claridad en la violencia que se ejer-
plorar la inseguridad a lo largo de este in- ce contra las mujeres (Recuadro 7.1) y en
forme, advierte sobre la relevancia de mirar el efecto desproporcionado de la violencia
cómo la distribución del poder influye so- sobre los jóvenes.
Recuadro 7.1
261
PNUD
12
Krauskopf y Muñoz (2004).
262
Capítulo 7 Capítulo 7
Factores asociados a laFactores asociados a la inseguridad
inseguridad
13
Fonseca y Sandoval (2004).
14
Gerbner et al. (1996), Ogles (1987).
264
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.1
Ninguno 39,8 34,6 44,9 35,5 46,2 41,2 40,3 38,7 53,6 36,8 21,4
Diario
25,1 29,0 21,2 26,8 22,5 23,9 24,2 26,3 27,6 28,3 12,0
Extra
La
24,2 24,3 24,1 28,3 17,9 24,8 24,9 23,5 10,6 23,1 52,6
Nación
Al Día 9,8 10,9 8,6 8,2 12,3 9,3 9,7 10,1 7,5 10,5 12,2
Otros 1,0 1,2 1,2 1,3 1,0 0,6 0,9 1,5 0,5 1,3 1,9
NS/NR 0,0 0,1 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
Fuente: ENSCR-04.
Cuadro 7.2
Canal 7 47,4 50,6 44,1 48,4 45,9 49,1 47,1 46,5 43,6 46,7 56,3
Canal 6 43,8 41,2 46,5 41,6 47,2 40,4 46,5 44,5 48,4 44,2 34,3
Ninguno 3,4 3,2 3,6 3,9 2,6 4,4 3,5 2,7 2,3 3,2 5,7
Canal 11 3,4 2,5 4,2 3,9 2,5 3,2 2,1 4,1 3,8 3,7 1,8
Otros 1,7 2,6 1,6 2,5 1,5 2,5 1,0 2,1 1,7 2,2 1,7
NS/NR 0,1 0,2 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,2 0,1 0,1 0,0
Fuente: ENSCR-04.
265
PNUD
Gráfico 7.1
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Fuente: ENSCR-04.
15
Bauman, citado por Clarke (2003), p. 55.
16
Morley (2000), p. 144.
266
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.3
Notas: (1) Para analizar la relación entre la pregunta referida a ver noticias de delitos y la pregunta sobre percepción del entorno, se
empleó la prueba estadística Chi cuadrado. (2) Corresponde a la sustracción porcentual de las personas que respondieron “sí” de
las que respondieron “no”.
Fuente: ENSCR-04.
17
Wolf (1985), p. 170.
267
PNUD
Cuadro 7.4
Porcentajes
Medio Número de respuestas (1)
Respuestas (2) Casos (3)
Notas: (1) El entrevistado tenía la posibilidad de indicar más de una opción. (2) Los porcentajes fueron calculados sobre la base de
las 4.054 respuestas indicadas. (3) Los porcentajes fueron calculados sobre la base de las 2.402 personas entrevistadas, por lo que
los mismos pueden sumar más de 100%.
Fuente: ENSCR-04.
18
Fonseca (2005).
268
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
dicados a los sucesos y los temas vinculados Cabe mencionar que los porcentajes que se
con la inseguridad ciudadana. presentan para el medio escrito correspon-
den a la cantidad, en centímetros cuadrados,
El primer asunto por estudiar es la estruc- que el periódico destinó a cada una de sus
tura que presentan ambos medios, para secciones en el período analizado. Es decir,
conocer la proporción que abarcan las no- los porcentajes dan cuenta del espacio asig-
ticias sobre delitos (categoría de “sucesos”). nado a deportes, noticias nacionales, suce-
El segundo describe los temas recurrentes sos, publicidad, etc., en el total del impreso,
que se emplean para construir las noticias y a partir de una muestra de doce ejemplares.
que constituirían la agenda que los medios En el caso del medio televisivo, los porcen-
legitiman como relevante. tajes expuestos surgen a partir del número
de segundos que en la edición vespertina se
La composición de los dos medios analiza- dedicó a cada sección. Mediante el recuento
dos modifica ciertas preconcepciones exis- de los segundos de transmisión, los tiempos
tentes en el imaginario social sobre el estilo correspondientes se agruparon en categorías
de estos. Los gráficos 7.2 y 7.3 muestran como deportes, noticias nacionales, sucesos,
un desglose de las diferentes secciones que publicidad, etc. Para ello se tomaron como
ofrecen el medio escrito y el medio televi- muestra doce ediciones del noticiario. Las
sivo que fueron objeto de estudio, distri- categorías se establecieron a partir de la
bución que permite entender la propuesta oferta total del medio de información ana-
noticiosa que impera en ellos. lizado; se consideraron los tipos de noticias
(nacionales, deportes, espectáculos, sucesos,
etc.) y además la publicidad.
Gráfico 7.2
80 12,0 Opinión
70
13,0 Espectáculos
60
Nacionales
15,0
50
Sucesos
40 16,0
Publicidad
30
20 Deportes
30,0
10 Otros
0
Nota: (1) Corresponde al análisis realizado del 19 de enero al 31 de enero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.
269
PNUD
En el medio escrito se observa que el tipo de dio televisivo puede decirse que una cuarta
contenido clasificado como “otros” abarca parta de la edición está dedicada a sucesos
el 30% del total y constituye el apartado y otra cuarta parte a publicidad. Además,
más extenso del periódico. Las noticias so- el 18% corresponde a noticias nacionales,
bre sucesos comprenden el 13% y superan el 15% a deportes y el 12% a noticias cata-
levemente a las informaciones nacionales, logadas como “otros”.
a las que se dedica el 12%. Sobre el me-
Gráfico 7.3
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Nota: (1) Corresponde al análisis realizado del 19 de enero al 1 de febrero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.
La estructura del medio televisivo revela tos sociales es la nocturna, ya que el 95%
una priorización de los sucesos sobre otros de las y los adultos ve televisión entre 6 y
tipos de noticias, incluso mayor que en el 11 p.m.19 Es decir, una gran cantidad de
medio escrito. En torno a este punto cabe televidentes es receptora potencial de la
recordar que, según los resultados de estu- edición nocturna del medio televisivo, un
dios anteriores, en Costa Rica las personas noticiario que pone especial énfasis a los
dedican en promedio 6,3 horas diarias, sucesos y que puede incrementar las sensa-
de lunes a viernes, a ver televisión, y que ciones de inseguridad, como se deduce de
la franja más vista por todos los segmen- los hallazgos aquí presentados.
19
Urban (1997).
270
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.5
Nota: (1) Corresponde al análisis realizado en cada medio durante el período del 19 de enero al 1 de febrero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.
Ahora bien, ¿cuáles temas predominan dios, “la criminalidad de los migrantes”,
en las noticias de sucesos? Desde la pers- los robos y diversas modalidades de agre-
pectiva de los medios de comunicación, sión física), constituye la forma en que es-
¿cuáles temas son merecedores de ser tos medios jerarquizan los delitos. Como
(re)conocidos públicamente? El Cuadro se mencionó antes, en Costa Rica las per-
7.5 presenta una tipificación de los dis- sonas buscan informarse, fundamental-
tintos asuntos tratados en las secciones de mente, a través de los noticiarios de tele-
sucesos de los dos medios analizados. visión y los periódicos, asumiendo “la rea-
lidad mediática” como “la realidad de su
Los resultados muestran que los aconteci- entorno”, es decir, sin considerar que los
mientos con mayor presencia en la oferta medios proponen una versión de la reali-
informativa de sucesos de ambos medios dad y no la realidad en sí. Esto, sumado
son los homicidios, seguidos por los acci- al hecho de que las audiencias dependen
dentes de tránsito. Además, es importan- del discurso de los medios, los cuales atri-
te notar que el medio televisivo ubica en buyen a las noticias de sucesos un lugar
tercer lugar temas de carácter migratorio, importante en su programación, hace que
mientras que en el medio escrito esa posi- la prevalencia de temas vinculados con la
ción la ocupan los robos. inseguridad ciudadana afecte el imagina-
rio colectivo y contribuya a modificar la
El predominio de temas vinculados con percepción de lo que acontece en el país
actos violentos (en especial los homici- y fuera de él.
271
La inseguridad mediada
Eduardo Ulibarri*
Los medios de comunicación son un componente fundamental de esa red y, por tanto, del
tipo de percepciones que desarrollamos sobre la (in)seguridad ciudadana y muchos otros
temas. Sin embargo, cualquier análisis de su desempeño o influencia que pretenda ir más
allá de las admoniciones simplistas o los lugares comunes, debe tomar en cuenta la com-
plejidad y diversidad de eso que llamamos “medios”.
Para comenzar, es necesario diferenciar entre sus distintas plataformas simbólicas y lo que
comunican o implican. Una cosa son la sensorialidad y emotividad múltiples e inmediatas
que proporciona la televisión, con imagen, movimiento, sonido y color, y otra el distan-
ciamiento implícito de la página impresa, o el concentrado y ubicuo soporte sonoro de la
radio, a veces un simple trasfondo, pero otras un eficaz aguijón dramático.
Hay que distinguir también entre las índoles o énfasis de los medios: ¿privilegian el entre-
tenimiento (televisión generalista), se concentran en la información y la opinión (diarios),
se fraccionan en formatos múltiples, con sesgo por la música (radio), buscan cierta perma-
nencia (revistas), o son capaces -con modalidades diversas- de consolidar todo lo anterior
en un solo canal (internet y redes)?
Igualmente múltiples son sus contenidos y las formas de abordarlos: desde la noticia es-
cueta que informa de un hecho (violento o no), hasta las voces de sus protagonistas, las
reacciones y promesas de los funcionarios vinculados a ellos, o la toma de posición del
medio y sus colaboradores; desde la comedia de situaciones con sabor criollo, hasta las
telenovelas, las series policiales, las variedades musicales o las confesiones de logros, ansias
y vicios privados.
Y no se deben desdeñar, porque son vitales como filtros, las actitudes, cualidades, circuns-
tancias, prejuicios y vinculaciones de grupo desde las cuales el público (como entidad
social o como individuos desagregados) interactúa con los medios y sus mensajes.
Por todo lo anterior, es riesgoso establecer relaciones de causalidad, por ejemplo, entre los
mensajes de los medios (como variable única) y la predisposición a la violencia. Y tampoco
se puede afirmar, de forma general, que las percepciones del público sobre inseguridad ciu-
dadana se asienten más en las “construcciones simbólicas” de los medios que en la realidad
dentro de la cual está inmersa la gente.
Tómese en cuenta, entre varios aspectos, que muchas de las imágenes sobre la delincuencia
-y las actitudes que se asumen como producto de ellas-, se basan en experiencias propias,
o en las de familiares, vecinos o amigos; es decir, no han sido “mediadas”. Y considérese
272
también que, a menudo, los medios de comunicación, sobre todo en su vertiente infor-
mativa, apenas son transmisores o amplificadores de datos, hechos y versiones ajenas; es
decir, no construyen sino que reflejan -aunque selectivamente- las preferencias, precisiones
o distorsiones de otros.
La complejidad del fenómeno, sin embargo, no tiene por qué conducir a la complacencia
derrotista; tampoco, en otro extremo, a una búsqueda irracional de chivos expiatorios.
Lo más sensato y práctico, aparte del análisis y la crítica serios y bien fundamentados, es
estimular la mejora en diversos ámbitos del desempeño profesional de los medios. Las
posibilidades son muchas. A continuación, seis sugerencias puntuales, centradas en el
ámbito periodístico:
20
Hall (1980).
21
Citados por Silverstone (1994), p. 245.
22
Véase, por ejemplo, Nightingale (1996).
23
Campos (2004), pp. 3-4.
24
Una versión editada de estos grupos focales fue publicada bajo el título Voces de La Carpio (2004), como una forma de
devolver a la comunidad su reflexión sobre sí misma, pues, con frecuencia, hay una considerable distancia institucional
entre las comunidades consultadas y los informes especializados. Se aspiraría a que esta experiencia de investigación sea
también una experiencia de educación y participación.
274
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
“Yo quiero agregar una cosa. A mí me consta como las clínicas de salud. Esto repercute,
que una gente que vino, no me acuerdo de a la vez, en su propia identidad, pues ellas
qué medio de comunicación es, me consta que evitan mencionar que viven en La Carpio.
ellos compraron armas de juguete y fueron a El estigma en torno a su comunidad no
repartirlas a la “Cueva del Sapo” [uno de los hace distinciones de nacionalidad, y tanto
sectores considerados como más peligrosos de costarricenses como extranjeros resultan
La Carpio]. Cuando dieron el reportaje los aludidos. En términos de subjetividad, la
chiquitos estaban jugando con esas pistolitas estigmatización se traduce en vergüenza;
y ellos los enfocaban... hicieron eso para poner las personas tienden a autopercibirse desde
la comunidad como la tienen, para que vie- las categorías que los medios y otras insti-
ran que los chiquitos desde chiquititos andan tuciones les han impuesto. Doña Yamileth
con armas, jugando con armas. Y yo lo vi, cita el caso del programa Así es la vida, que
venía de la carnicería cuando vi comprando transmitía Canal 7:
eso, de hecho no le he dicho a nadie porque
si no me llevan... pero sí hicieron eso... có- “Ayer estaba viendo lo de “Así es la vida” [jue-
mo es posible que se valgan de ir a comprar ves 15 de julio de 2004] y hacía tiempo yo ve-
pistolitas a los chiquitos y ellos inocentemente nía sospechando que cuando estaban dando los
felices de la vida cuando estaban repartiendo reportajes de las maras “Salvatruchas” y “La
pistolitas y ellos sacando fotos.” dieciocho”, inmediatamente, psicológicamente,
yo analicé y dije: ya van a decir que La Car-
El discurso de los medios no es ajeno a las y pio, que aquí es donde está infiltrada también
los participantes en los grupos focales, pues o por lo menos donde estamos más propensos de
deja huella en su forma de pensar sobre la que vengan a dar esas personas tan delictivas y
percepción de su comunidad en el país, pe- problemáticas… y sinceramente es muy depri-
ro también incide en la conformación de mente y le baja a uno mucho la autoestima, y
la subjetividad de quienes viven allí. Doña nos produce más miedo a todos los que estamos
Patricia reflexiona sobre ello: aquí y eso genera un poco más de violencia
también, porque estamos a la defensiva.”
“Los periodistas nos han marginado sin saber
que aquí hay mucha gente trabajadora que La literatura psicoanalítica emplea el con-
vive y sale de sus casas de madrugada buscan- cepto de “proyección identificatoria”, para
do el pan de cada día, ticos, nicaragüenses y dar cuenta del proceso a través de la cual
de todas las nacionalidades que hay aquí. Eso quienes construyen imágenes de discrimi-
es lo que deberían de sacar a la luz, para que nación no solo procuran representar a un
no seamos tan tachados cuando vamos a las cierto grupo, sino que ambicionan también
clínicas, cuando vamos a la calle o cuando que ese grupo se autoperciba a través de la
nos encontramos gente con costo decimos so- estigmatización que se ha construido sobre
mos de La Carpio y yo soy una persona que a él.25 La autopercepción a través del estigma
mí no me importa decirle a quien sea vivo en elaborado por otros tiende a generar auto-
la comunidad La Carpio.” rrechazo. Así, las personas que viven en La
Carpio tienen que lidiar no solo con las di-
La estigmatización que genera el discurso ficultades materiales, sino además con los
de los medios incide en el trato que reci- estigmas que otros han construido sobre
ben las vecinas en lugares públicos, tales ellas. De ahí que doña Isabel afirmara que
25
Clarke (2003), pp. 154-157.
275
PNUD
el principal problema para ellas no solo es proporciona la televisión, pero que contri-
el miedo por la inseguridad, sino también buye a incrementar la sensación de insegu-
el dolor que causan los hechos violentos, ridad que se experimenta en el país.
amplificados por lo que se dice de la comu-
nidad: “Un día vino un sacerdote y dijo que La Carpio representa a otras zonas margi-
aquí la gente se iba por miedo, y yo le decía nales cuya existencia y magnitud las con-
al padre: ‘no, no solo por miedo se va la gente, vierten en ejemplos vivos de las condicio-
es por dolor’. Es que duele, duele ver las cosas nes precarias en que vive un sector de la
que pasan y no tanto las que pasan internas población. Refleja, también, parte de la
sino las externas. De que usted tiene que sufrir conflictividad social que sufre el país. Sin
no solo lo que pasa [sino] oír los comentarios embargo, estas comunidades no son las
de afuera, que es lo que más hiere...” únicas fuentes de inseguridad. El ámbito
urbano es un escenario más amplio donde
Desde una experiencia similar, doña Alba converge una serie de eventos que lo hacen
Luz sostiene que: “no es lo mismo [...] es- propenso a la violencia.
cucharlo por las noticias, ver lo que quieren
presentar para que las personas de afuera estén B. Factores urbanísticos
con el dedo acusador señalando. Es algo muy
diferente lo que se vive cuando uno es miembro En los años treinta del siglo XX, la Escuela
directo de una comunidad y que vive diaria- de Sociología de Chicago fue la primera en
mente estas necesidades del pueblo”. Habría, enunciar que las variables asociadas al creci-
sin embargo, un esfuerzo de las y los habi- miento urbano y el proceso de urbanización
tantes de La Carpio por tomar distancia de incidían en el aumento de la delincuencia
estas imágenes estigmatizantes, y la lectura y la conflictividad social.26 Se establecía el
crítica de los medios sería parte de ese empe- supuesto de que, conforme crecían las aglo-
ño. Ello despierta una tensión entre los dis- meraciones poblacionales en espacios geo-
cursos que los estigmatizan y el intento de gráficos cerrados o limitados, se generaba
elaborar imágenes autónomas de sí mismos. una especie de magma que exacerbaba la
agresividad social. No obstante, plantea-
Las lecturas ciudadanas corroboran que mientos más recientes sugieren que el di-
los espacios noticiosos de los medios de seño urbano y el uso del espacio público
comunicación construyen un enfoque tienen igual o mayor importancia que el
sobre la criminalidad, pero que la gente crecimiento urbano en la generación de
asume los mensajes de diferente manera. condiciones de inseguridad ciudadana para
Quienes viven en La Carpio no solo en- los pobladores de esas zonas.27
frentan una situación precaria, de necesi-
dades insatisfechas en diversos ámbitos, La presente sección, dentro de la perspec-
sino que se sienten inseguros y, además, tiva que se ha venido desarrollando en este
lamentan y luchan contra los mensajes es- capítulo, tiene como objetivo estudiar la
tigmatizantes que transmiten las noticias relación entre diferentes aspectos del desa-
por televisión. Quienes viven fuera de La rrollo urbano y la inseguridad ciudadana.
Carpio probablemente hacen una lectura Sin embargo, se debe considerar que ya en
distinta, asumiendo una realidad que solo los capítulos precedentes, sobre todo en el
26
Valier (2002).
27
Banco Mundial y otros (2002).
276
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
28
Esto puede explicarse porque en Costa Rica la definición de lo que es “urbano” todavía refiere a la presencia de ciertos
servicios para la población, y no a la cantidad de habitantes en un área determinada, como sucede en la mayoría de los
países latinoamericanos.
29
Pujol (2005).
30
Pujol (2005).
31
Pujol (2005).
277
PNUD
anual refleja una correlación alta con la tasa da, aunque el coeficiente de correlación es
de homicidios dolosos en el período 1980- más bajo (0,36) que el correspondiente a
2003 (0,90) (Gráfico 7.4). la tasa de homicidios dolosos. El coeficien-
te de correlación para los robos y hurtos
Otros datos (período 1989-2003) indican en el período 1980-1988 es contrario al
que, en el caso de los robos, la relación ob- esperado (-0,17).
servada a través de los años es la espera-
Gráfico 7.4
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��� �� �� �� �� �� �� �� �� ��
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Fuente: EHPM para los años citados, INEC. Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.
ii. Segregación del espacio urbano En el pasado, cada pueblo y ciudad tenía
zonas agrícolas que lo rodeaban y represen-
En la GAM, específicamente en el Área taban potenciales áreas verdes disponibles
Metropolitana de San José, las últimas dos para los habitantes de todas las clases socia-
décadas son testigos de una segregación cre- les. Sin embargo, el desarrollo de grandes
ciente del espacio urbano. El proceso, len- proyectos habitacionales para los grupos
to pero constante, fue producto del patrón de menos recursos modificó esa situación y
de crecimiento de la ciudad que, a partir originó grandes diferencias de accesibilidad
de un archipiélago de pequeños pueblos y dentro de la región y, en particular, dentro
ciudades en un mar de tierras agrícolas de del Área Metropolitana.32 Como parte de
gran calidad, terminó convirtiéndose en la ese proceso, la cercanía a las principales vías
GAM: una mancha urbana casi continua de comunicación existentes, construidas a
desde Atenas, Carrillos de Poás y Ciudad medias o planeadas, fue un imán para los
Colón, hasta Paraíso y Coronado. grupos de más altos ingresos, que poco a
poco crearon aglomeraciones territoriales.33
32
Pujol (1988).
33
Pujol (2004).
278
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
34
Además, hasta principios de los años sesenta la frontera agrícola aún estaba abierta para apoderarse de los baldíos del Estado.
35
En los últimos cinco años se nota su expansión hacia algunos sitios alrededor de la ciudad de Alajuela.
279
PNUD
Cuadro 7.6
Año
Dimensión
1999 2000 2001 2002 2003 2004
Viviendas 862.340 1.180.075 1.440.992 1.333.708 1.456.127 1.609.186
Menos de 100 510.087 730.326 884.759 698.433 793.940 847.309
De 100 a menos de 200 169.442 237.844 309.942 350.909 372.685 426.103
De 200 y más 182.811 211.905 246.291 284.366 289.502 335.774
Fuente: Elaboración propia con base en las Estadísticas de la Construcción del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Datos en línea, www.inec.go.cr
El hecho de que las personas de ingresos iii. Escasez, restricción y deterioro de los
más altos deseen separarse del resto de la espacios públicos
sociedad es común en muchos países. No
obstante, lograrlo puede tener diversos Los espacios públicos de la GAM no han
impactos, según la forma en que se haga; aumentado en los últimos años. La ciudad
fundamentalmente, se crea una sensación es cada vez más grande, razón por la cual los
de seguridad que podría ser falsa, similar espacios públicos y privados, de acceso relati-
a la de un dique diseñado para proteger vamente fácil en las zonas agrícolas alrededor
de inundaciones con período de retorno de los centros urbanos, están desapareciendo.
de treinta años, pero que no sirve para Muchas de las plazas donde en el pasado ni-
desbordamientos mayores. Asimismo, los ños y adultos jugaban fútbol informal y lúdi-
condominios y amurallamientos reducen co, son ahora parques en los que no pueden
de manera considerable las posibilidades practicarse deportes, o canchas cercadas, cua-
de interacción con otras personas -pues así siprivadas, que a pesar de ser bienes públicos,
lo determinan su escala y su diseño-, así co- solo pueden utilizarse cuando se paga.
mo los usos mixtos de la ciudad, que son
esenciales para mejorar la calidad de vida El actual desarrollo urbano de la GAM,
280 de las personas. y de muchas otras ciudades del país, se
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
caracteriza por la existencia de parques Por ende, estos espacios podrían dedicarse a
sin mantenimiento y carentes de ilumina- parques urbanos o a zonas verdes que pue-
ción adecuada. En Hatillo y otros lugares dan ser disfrutadas por toda la población.
los parques han sido prácticamente aban-
donados. Un proyecto final de graduación Por otra parte, muchos de los desarrollos
de la Universidad de Costa Rica, realizado urbanos de los programas de vivienda im-
en 1998, determinó que muchos de los pulsados a partir de 1986 no incluían áreas
parques del Área Metropolitana de San José deportivas, o estas eran muy pequeñas. En
no son funcionales y los más visitados son ellos el hacinamiento era grande, por la in-
aquellos que permiten desarrollar activida- sistencia en construir viviendas prefabrica-
des deportivas.36 Otro proyecto de gradua- das de un solo piso, cuyo diseño no facilita-
ción, del 2002, documentó la falta de man- ba la ampliación a un segundo piso.
tenimiento y el poco uso de muchas de las
zonas verdes y recreativas del área noreste Ahora bien, es necesario indicar que este
del cantón de Desamparados.37 abandono o deterioro de los espacios pú-
blicos no ha afectado por igual a toda la
Sin embargo, no todo es negativo. Una in- ciudadanía. Las personas de mayores in-
vestigación realizada por ProDUS-UCR en gresos han disfrutado de sitios propios para
el Parque del Este, como parte del diagnós- recrearse e incluso desde hace muchos años
tico para la elaboración del Plan Regulador existen clubes privados dentro y fuera de la
de Montes de Oca, encontró que ese espa- GAM. Estos espacios constituyen islotes de
cio es muy utilizado por habitantes de toda seguridad para la recreación de los sectores
la región, aunque no tanto por los vecinos. con más ventajas económicas, pero eviden-
Asimismo, el uso del Parque Metropolitano temente excluyen al resto de la población.
La Sabana durante los fines de semana fue
estudiado dentro del marco de la Maestría En materia de seguridad ciudadana impe-
en Gestión Urbana del programa FLACSO, ra un círculo vicioso: la desolación de los
y se constató que este parque es muy exito- espacios públicos existentes los hace más
so, pues beneficia a numerosas personas y proclives a ser escenarios de actos violentos,
familias que acceden a él en automóvil, bus lo que a su vez genera un mayor abandono
e incluso a pie, no obstante las dificultades de la vía pública y la sensación de que no
para hacerlo desde algunos puntos. deben crearse nuevos espacios, ya que estos
son susceptibles de ser acaparados por el
En general, y pese a que en el pasado di- hampa. Además, el mal estado de estos espa-
ferentes gobiernos construyeron parques cios contribuye a generar un sentimiento de
públicos, Costa Rica no ha reconocido la deterioro social, con evidentes efectos sobre
necesidad y oportunidad de convertir zonas la percepción de inseguridad. Lo anterior
no urbanizables en parques urbanos y regio- resulta válido para la mayoría de los bienes
nales. En la GAM, los expertos coinciden públicos, incluso para el transporte públi-
en que ninguna de las áreas montañosas de co dentro la GAM, que en años recientes
altas pendientes deberían urbanizarse, ni también ha sido blanco de la delincuencia
tampoco las zonas de recarga de acuíferos (Recuadro 7.2).
al norte de Heredia y Santo Domingo.38
36
Barquero (1998).
37
Cruz (2002).
38
Las zonas no urbanizables en las orillas de las ciudades son frecuentes también en las ciudades fuera de la GAM, como los
humedales en Limón, los cañones de los ríos en Grecia y las zonas sujetas a grandes movimientos geológicos, como sucede
en Puriscal. 281
PNUD
Recuadro 7.2
39
La Nación, 13 de abril y 12 de noviembre de 2004; Al Día, 30 de enero, 1° y 10 de febrero de 2005.
40
En la gran mayoría de los casos, las personas victimizadas en los autobuses o estaciones no interponen denuncias debido
a que les son sustraídas pequeñas cantidades de dinero que se catalogan como contravenciones.
282
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
alta contaminación sónica. Es fácil corrobo- denuncias de los hechos, puede concluir-
rar que no existe ningún tipo de aislamiento se que la cantidad no es despreciable. En
acústico en los negocios que ofrecen música el período indicado las aprehensiones más
(bares y restaurantes) y que al interior de ellos, frecuentes se debieron a la alteración del
obviamente, se rebasan los límites de ruido. orden público (35 casos), seguidas en or-
den de importancia por las infracciones a
Inseguridad la Ley contra la Violencia Doméstica (11),
a la Ley de Psicotrópicos (9) y las contra-
La “Calle de la Amargura” no pasa desaper- venciones contra la propiedad (8). El resto
cibida para la población. Es una zona de causas presenta números menores, pero
donde se consume licor en los bares y res- evidencia problemas de faltas a la moral (1)
taurantes. Una de las razones que explica y violaciones a la Ley de Armas y Explosi-
el incremento de esta situación durante vos (1). En 15 de las aprehensiones regis-
los últimos años es el deficiente control de tradas no se indicó el motivo.
las patentes de licores, pues hay eviden-
cia de que se otorgan a establecimientos Información adicional revela que existe
catalogados como restaurantes, que en un patrón bastante marcado en cuanto al
realidad funcionan con las características día en que se efectúan las aprehensiones.
propias de un bar. Dado que este tipo de Del total de 82 detenciones del período,
negocio abre desde la mañana, es común solo 14 fueron realizadas los días lunes (5)
encontrar una buena cantidad de jóvenes y martes (9). Durante los días intermedios
ingiriendo alcohol a estas horas del día. La de la semana el número se elevó a 28 (16
falta de alternativas diurnas y nocturnas los miércoles y 12 los jueves). El punto cul-
para entretenimiento juvenil en esta área minante de esta tendencia fueron los fines
hace de los bares la opción más frecuentada, de semana, cuando se produjo la mitad de
principalmente los viernes. las aprehensiones (40).
También existe venta y consumo de drogas, A la calle 3 se le dio un nombre cuya con-
un problema ciertamente más delicado en notación se fortalece entre la colectividad
virtud de su ilegalidad, pero no necesa- por motivos evidentes. Los problemas enu-
riamente de consecuencias sociales más merados no solo contribuyen a infundir
significativas que el consumo de alcohol. la percepción de que se trata de una zona
En la calle 3, comerciantes y miembros peligrosa, sino que revelan situaciones reales
de la fuerza policial ya han identificado los de delincuencia e inseguridad. Pese a ello, la
puntos de distribución y venta de drogas, afluencia de personas no cesa. Es un lugar de
así como los implicados directos. Sin em- encuentro y esparcimiento para gente joven
bargo, se está a la espera de encontrar a los (universitarios o no), docentes, trabajadores,
principales responsables. etc., a la vez que constituye una vía de paso
en la que se ofrecen muchos servicios. Por
De acuerdo con datos del Ministerio de su ubicación estratégica la situación puede
Seguridad Pública, durante el primer se- cambiar: o su denominación como “Calle
mestre del 2004 en esta zona se realizaron de la Amargura” se mantiene -o se fortalece
82 aprehensiones, que equivalen, aproxi- aún más, por los motivos ya expuestos- o se
madamente, a una cada 54 horas (2 días y transforma la amargura del espacio público
6 horas). Si se toma en cuenta que, por lo existente en un entorno urbano renovado,
general, este tipo de información está al- libre de temor y con diversidad de oportu-
tamente subestimada, debido a la falta de nidades (Recuadro 7.3).
285
PNUD
Recuadro 7.3
La segregación y el deterioro de los espa- que los espacios públicos no protegen a las
cios públicos son fenómenos urbanos que personas y se convierten en lugares donde
promueven la inhibición de las relaciones la ciudadanía se siente amenazada o puede
sociales, la reclusión y la pérdida de los ser víctima de la violencia. Claro está que
sitios de encuentro ciudadano. Se tiende, en el ámbito de la violencia otros factores
entonces, a la privatización de los espacios. pueden exacerbar el problema. A conti-
Esto no solo es frecuente en Costa Rica, nuación se verá cómo lo hace el consumo
sino en América Latina41, donde se observa de drogas.
41
Borges, citado por Oviedo (1999).
286
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
C. Consumo de drogas lícitas e ilícitas del alcohol con otras sustancias también
es relevante. Así lo estableció la encuesta
La relación entre el consumo de drogas y nacional sobre victimización realizada por
la conducta violenta es tema de estudio, el US Departament of Justice (2002), al
debate y reflexión en la actualidad. La li- informar sobre los hallazgos en 5,3 millo-
teratura es abundante y muestra diversos nes de casos de victimizaciones violentas en
aspectos de interés. Uno de ellos es el tipo personas de 12 y más años. Al preguntarle
de estudios realizados. Desde principios a las víctimas si su agresor había estado be-
del siglo anterior hasta la entrada de los biendo o usando drogas, el 29% respondió
años setenta, numerosas investigaciones que, en efecto, éste había usado drogas,
fueron encaminadas a demostrar el nexo solas o en combinación con alcohol.
entre delincuencia y consumo de drogas.
La creación, en 1974, del National Insti- Durante los últimos dos decenios se han he-
tute on Drug Abuse (NIDA) de los Esta- cho intentos rigurosos por seguir avanzando
dos Unidos, como entidad dependiente de en la comprensión del tema. Así, el trabajo de
los National Institutes on Health (NIH) y Goldstein43, que ha servido como referencia
encargada de analizar los problemas asocia- para estudios posteriores, propone tres mo-
dos al uso indebido de drogas, llevó a una delos explicativos. El primero se denomina
mejor comprensión del vínculo entre tales psico-farmacológico, y establece una relación
sustancias y la criminalidad violenta. Sin entre el consumo de drogas y la conducta
embargo, las investigaciones producidas delictiva en personas que suelen verse afec-
sobre el tema son poco coherentes entre sí tadas por la ingestión de determinadas can-
y difícilmente generalizables, debido a las tidades de una sustancia y, como resultado
diferencias metodológicas y, especialmente, de ello, muestran conductas violentas. Esto
a las disímiles definiciones operativas em- se aplica fundamentalmente al alcohol, los
pleadas. Lo que sí ha sido posible colegir es estimulantes y algunos otros psicofármacos.
que la relación existe, pero su naturaleza se El autor incorpora en este contexto hechos
torna inespecífica y controversial. delictivos como la violación, los maltratos
familiares y el homicidio, acciones que ca-
Por otra parte, puede corroborarse que des- racteriza como una criminalidad inducida.
de inicios de la década de los ochenta algu- La frecuencia de aparición de estos trastor-
nos estudios centraron su atención en los nos no tiene la magnitud que presentan los
problemas que causan las drogas ilegales medios y tampoco puede hablarse de causa-
(especialmente la cocaína), en desmedro de lidad, sino más bien de una correlación, en
las importantes consecuencias de la ingesta virtud de que ninguna droga, por sí misma,
del alcohol, el tabaquismo y el consumo de posee propiedades criminógenas.
psicofármacos.42 No obstante, fue una épo-
ca en la que también los resultados de las El segundo modelo de Goldstein es el eco-
investigaciones contribuyeron a entender el nómico-compulsivo y se aplica a los adictos
fenómeno. Se encontró, por ejemplo, que que participan en actos criminales violentos
la participación del alcohol en la comisión para poder seguir consumiendo. Su moti-
de delitos es mayor que la de la marihuana, vación principal es, entonces, conseguir di-
la cocaína o cualquier otra droga. Además, nero y drogas -por lo general heroína y co-
se obtuvo evidencia de que la combinación caína- dado su alto costo y su característica
42
Bejarano (2004), p. 16.
43
Goldstein (1995).
287
PNUD
Cuadro 7.7
44
Se refiere a personas que manifestaron haber consumido drogas en el último año.
45
ONUDD (2004).
288
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
En Costa Rica, desde 1970 el IAFA lleva a la población de referencia), da cuenta del
cabo diferentes tipos de estudios para de- alcohol disponible para consumo en un
terminar la magnitud y las características país, tanto de bebidas destiladas como no
de la demanda de sustancias psicoactivas, destiladas. Esta medida no toma en cuenta
así como de los problemas derivados de la producción ilegal o casera, lo que usual-
ella. Aunque con metodologías distin- mente genera una subestimación de los da-
tas, las encuestas realizadas por Chassoul tos.47 Por ello, es posible que los registros
(1970) y por Míguez (1983), pusieron de de los países en desarrollo sean más defi-
relieve las particularidades de la ingestión cientes que los existentes en las naciones
de alcohol en el país y la naturaleza de los industrializadas, que si bien no siempre
problemas ocasionados por el abuso. En la son fidedignos, son más confiables.
primera investigación citada se determinó
que un 7% de la población tenía proble- Como puede observarse en el Gráfico 7.5,
mas de ingestión de alcohol y la segunda en Costa Rica los niveles de ingestión de
demostró que esa situación afectaba a un alcohol son relativamente bajos. Lo im-
15% de los individuos con edades entre 14 portante, sin embargo, es que aun con estos
y 60 años (el 5% de la población presenta- niveles de ingesta etílica, los problemas
ba dependencia alcohólica y el 10% restan- asociados son graves, lo que permite esta-
te era bebedor excesivo). blecer que son los patrones de consumo, y
no solo el volumen ingerido, lo que debe
Uno de los indicadores más importantes ser objeto de atención. Tradicionalmente,
sobre este tema en el ámbito internacional en Latinoamérica la ingesta se caracteriza
es el consumo per cápita de alcohol abso- por ser episódica y abundante, lo que per-
luto46, una medida útil para hacer compa- mite a los tomadores alcanzar grados de
raciones. El consumo per cápita (la suma embriaguez o intoxicación en lapsos cor-
de las importaciones y la producción local tos y actuar dentro de patrones culturales
menos las exportaciones, dividido entre que no sancionan esa práctica.
46
Cada litro de alcohol absoluto representa, en términos de bebidas alcohólicas, 3,3 litros de destilados corrientes (con 30%
de alcohol, como el guaro), 25 litros de cerveza o 2,5 litros de destilados finos (con 40% de alcohol. como el whisky).
47
La fabricación de alcoholes ilegales se da en todos los países latinoamericanos, pero sobre todo en Brasil y Ecuador, y
una producción relativamente baja corresponde a los pueblos indígenas, que elaboran sus propias bebidas tradicionales.
Aunque no existe una forma confiable de conocer el consumo total no registrado, se estima que equivale al 50% de la
producción legal. A inicios de los años ochenta, el IAFA determinó que en Costa Rica la producción ilegal era similar al
volumen de la Fábrica Nacional de Licores (Míguez, 1980).
289
PNUD
Gráfico 7.5
0
1960 1970 1980 1990 2000
Fuente: OMS, 2004. Los datos de Costa Rica provienen de diversas fuentes documentales del IAFA
ii. El consumo de alcohol: una droga alguna vez en su vida (Cuadro 7.8). Es
lícita probable que esta reducción esté asocia-
da a las acciones preventivas desplegadas
La prevalencia del consumo de alcohol en por el Estado durante los últimos años, en
el país, según las tres encuestas desarro- especial para la postergación del inicio de
lladas por el IAFA entre 1990 y 200048, consumo entre personas jóvenes. La in-
indican una disminución significativa del gestión activa se mantiene en los mismos
porcentaje de población que ha consumido niveles de 1990.
Cuadro 7.8
La encuesta del 2000 muestra que, entre los go por ingestión de bebidas alcohólicas. Al
bebedores del último año (cerca de un 40% considerar a las personas que consumieron
de la muestra estudiada), el instrumento de alcohol durante el último mes, casi una ter-
tamizaje AUDIT49 permitió determinar que cera parte lo hizo en forma excesiva (5 o más
el 24,4% presentaba una condición de ries- tragos en cada ocasión) durante dos o más
48
Jiménez y Bejarano (1991), Bejarano, Carvajal y San Lee (1996), Bejarano y Ugalde (2003).
49
Instrumento para tamizaje de problemas por consumo de alcohol, creado por la OMS para uso multinacional. Su sigla
significa “Test para la Identificación de Problemas por el Consumo de Alcohol”.
290
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
50
Se entiende por consumo activo el consumo en los treinta días anteriores a la realización de la encuesta.
51
Una cantidad igual o superior a cinco tragos por ocasión supone el riesgo de una ingesta asociada a embriaguez o
intoxicación (5 tragos o cervezas equivalen a 120 miligramos de alcohol en sangre y producen embriaguez aguda; 7 tragos
o cervezas, o 150 miligramos de alcohol en sangre, provocan intoxicación grado 1).
52
Míguez (1980).
53
Es la persona que ha consumido alguna droga ilícita de una a tres veces, pero ninguna en el último año.
54
El consumidor habitual consume alguna droga ilegal de una a tres veces por semana; el intensivo lo hace quince o más
veces al mes.
55
Míguez (1983a).
56
Martínez y Alfaro (1987).
57
Incluye todas las drogas ilícitas.
291
PNUD
Cuadro 7.9
de cinco o más tragos por ocasión se asocia dos permanecen en contacto con ella por
con haber experimentado con alguna dro- lo menos durante doce meses.
ga ilegal. La experiencia con el consumo
de drogas ilícitas es 4 veces mayor en los iv. El consumo en la niñez y la juventud
hombres que en las mujeres. El consumo
activo, por el contrario, es bastante menor En el sector de la juventud escolarizada,
y está presente en un 1,8% de los sujetos las investigaciones arrojan resultados dig-
entrevistados; este es 3,75 veces mayor en nos de comentar. Estudios realizados con
los hombres que en las mujeres.58 muestras nacionales de estudiantes de sé-
timo año, es decir, jóvenes con una edad
Las encuestas realizadas durante los últimos promedio de 13 años, indican que más de
veinte años en Costa Rica revelan la exis- una cuarta parte había fumado tabaco al-
tencia de un nivel de consumo de drogas guna vez y que un 10,5% lo hacía de ma-
ilegales relativamente bajo, que experimen- nera habitual.60 Además, un 20% consumía
tó un ligero crecimiento en el decenio ante- alcohol activamente y casi uno de cada diez
rior y una tendencia a la estabilidad que ha se había embriagado al menos una vez cada
sido documentada también para el ámbito dos meses en el último año. Un 3,3% de
internacional.59 La marihuana se mantiene los jóvenes había consumido marihuana al-
como la droga de mayor consumo y, junto guna vez en su vida. El consumo femenino
a la cocaína, es la que ha mostrado mayor era semejante al de los hombres en todas
incremento en la prevalencia de vida a lo las drogas y similar al encontrado seis años
largo de los años. Este hecho, sin embar- antes en un estudio con jóvenes de décimo
go, pone de manifiesto un aumento en el y undécimo años61, situación que reveló
número de personas que experimentan una iniciación más temprana.
con la droga, pero que no necesariamente
persisten como consumidores a lo largo del Datos inéditos de un estudio realizado por
tiempo. Los datos de consumo reciente (úl- el IAFA en el año 2003, con 600 niños y
timo año) y consumo activo (último mes) niñas de cuarto grado de educación pri-
así lo comprueban. El patrón característico maria de todo el país, indicó un consumo
en Costa Rica es que, de cada cinco indi- activo de tabaco del 7%, mientras que un
viduos que experimentan con marihuana, 23,3% había tomado alcohol alguna vez y
58
El nivel de prevalencia de consumo activo fue de 3% en hombres y 0,8% en mujeres.
59
ONUDD (2004), de Rementería (1997).
60
Bejarano, Amador y Vargas (1994).
61
Bejarano, Amador, y Vargas (1994).
292
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
un 14% lo había hecho en el último mes. produzca una reducción aún mayor en la
El 2% de los y las niñas mencionó haber edad promedio.
consumido una droga diferente al alcohol
y el tabaco en al menos una ocasión. Lo anterior tiene implicaciones sobre el
consumo de otras drogas, dado que están
Esta información pone de relieve el tema ampliamente demostradas las relaciones
del inicio temprano del consumo durante entre el consumo de alcohol y de tabaco, y
la educación secundaria, fenómeno que se entre estos y el consumo de sustancias ilíci-
viene observando desde hace algunos años tas.62 Al mismo tiempo, la probabilidad de
en ambos sexos. Se ha documentado que consecuencias psicosociales y fisiológicas de
la edad promedio de inicio del consumo aparición temprana sería alta, no solo por
de alcohol es de 11,3 años. Si además se una consideración de orden cronológico, re-
conoce que cerca de una cuarta parte de sultado de adelantar acontecimientos, sino
los niños y las niñas de cuarto grado de por las peculiaridades del organismo joven
enseñanza primaria ha consumido bebi- y su mayor vulnerabilidad, por encontrarse
das alcohólicas alguna vez, es posible es- en proceso de desarrollo (Recuadro 7.4).
perar que en el corto o mediano plazo se
Recuadro 7.4
Entre 1992 y 1993 afloró en las calles de San José el fenóme- Las edades de estos jóvenes variaban entre los 10 y los 20
no de las bandas conformadas por jóvenes infractores, a las años, y provenían tanto de las denominadas barriadas del sur
cuales la prensa nacional otorgó el seudónimo de “chapulines” (San Sebastián, Desamparados, Hatillo, Pavas) como de ba-
después de comparar su actuación en grupo, que despojaba rrios o sectores específicos de la capital (Barrio México, Los
a los transeúntes de billeteras, cadenas, bultos y relojes, con Cuadros, Cristo Rey y León XIII, entre otros). Las bandas eran
el del insecto que popularmente se conoce con ese nombre. conformadas mayoritariamente por hombres, pero no había
Durante esa época los robos y hurtos se daban por lo general obstáculos manifiestos para la participación femenina.
sin violencia. Sin embargo, a partir de 1993 -según la prensa-
empezó a mediar el uso de navajas, cuchillos y objetos punzo- Las investigaciones efectuadas sobre este tema han eviden-
cortantes en la comisión de los delitos. ciado que el fenómeno de estas bandas estaba ligado al de la
drogadicción. Chaves señala la existencia de un ciclo, debido
De acuerdo con la información que tenía el Ministerio de Seguri- a que los miembros de estas bandas delinquían con el fin de
dad en aquel momento, se contabilizó la participación de alrede- adquirir droga para consumo personal.63 Además, según notas
dor de 120 jóvenes divididos en tres bandas. Los grupos se di- periodísticas de la época, la venta de los objetos sustraídos
ferenciaban entre sí por su posicionamiento en la ciudad de San no concernía directamente a los jóvenes infractores, sino a los
José: los del Parque Central, los del Parque de La Merced y los expendedores de droga, quienes se encargaban de trasladar
del Paseo Colón; estos últimos operaban desde el Centro Colón los enseres robados al mercado informal.
hasta las inmediaciones del Hospital de Niños. Si bien ocasio-
nalmente se daban riñas entre los grupos, se afirmó que cada Cambronero plantea que el joven que se integraba a estas
uno tendía a resguardar su territorio y respetar los de los otros. bandas fue producto de una combinación de factores sociales
Incluso las notas periodísticas sugerían la existencia de un solo vinculados a lo que denomina “descomposición social”. Violen-
cabecilla que controlaba la funcionalidad de las bandas; sin em- cia intrafamiliar, desatención, deserción o expulsión del siste-
bargo, esto no se ha podido comprobar fehacientemente. ma educativo, falta de oportunidades laborales, ausencia de
Continúa
62
Esta relación ha sido estudiada profusamente y puede hallarse tanto en varios estudios locales como en otros foráneos,
tales como Nazar et al. (1994), Tarter et al. (1999), Arbex (2002) y Bejarano et al. (2005).
63
Chaves (1996), pp. 41-43.
293
PNUD
opciones positivas para emplear el ocio, se conjugaban para En el ámbito de la opinión pública, durante 1993 empezaron a
promover la incorporación de las y los jóvenes a una banda.64 debatirse con ahínco posibles soluciones al fenómeno. La dis-
Asimismo, el grupo brindaba un sentido de identidad, cohesión cusión se centró en torno a dos tesis. La primera consistía en
y, en cierta forma, una red de vínculos afectivos; dicho de otro endurecer los mecanismos de control, a partir de una nueva
modo, se constituía en un modus vivendi.65 ley que permitiera penalizar su actuación. La otra se orienta-
ba, más bien, a generar procesos de reinserción social y aten-
Por otra parte, Delgado66 subraya la importancia de diferenciar ción a los miembros de las bandas. Tales procesos tendrían
entre lo que representaban los “chapulines” como construcción que plantear opciones educativas, de empleo y de seguridad
social -particularmente como construcción de los medios de social para estas personas. Ante los acontecimientos vincu-
comunicación- y la situación real que vivían entonces los jó- lados con la muerte de William Lee Malcolm -señalado como
venes infractores. Los medios de comunicación los estigma- el presunto líder de los grupos de jóvenes infractores de San
tizaron al negarles un estatuto humano, al no reconocer un José- en septiembre de 1993 a manos de policías judiciales,
historial de vida difícil, sin oportunidades ni esperanzas dentro Luis Fishman y Fernando Muñoz, quienes se desempeñaban
del margen de la legalidad. Esta estigmatización tuvo conse- como Ministro de Seguridad y Capellán de la Fuerza Pública,
cuencias prácticas, pues reforzó las posiciones represivas pa- respectivamente, respaldaron la opción de crear un programa
ra afrontar el problema. para reinsertar a los jóvenes.
Continúa
64
Cambronero (1999), pp. 4, 10-12.
65
Cambronero (1999), pp. 10-14; Chaves (1996), pp. 43-47.
66
Delgado (1994), pp. 97-100.
67
Sin embargo, no se tuvo acceso a reportes policiales oficiales de la época que así lo confirmen.
68
Así consta en las pruebas testimoniales que aparecen en los siguientes documentos: Sentencia 79-97 del Tribunal Superior
Penal Primero, Sección Primera, del 8 de julio de 1997 a las 16:00 horas y Sentencia 493-2000 del Tribunal de Juicio del
Primer Circuito Judicial de San José, del 4 de abril del 2000 a las 15:30 horas.
69
Al Día, 21 de septiembre de 1993, pp. 5-7.
70
La Nación, 22 de septiembre de 1993, pp. 4A-5A.
71
La Prensa Libre, 23 de septiembre de 1993, p. 6.
72
Gran parte de la información que se suministra en este apartado fue provista amablemente por Fernando Muñoz, ex-
Capellán de la Fuerza Pública.
294
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Hogares Calasanz, los Hogares Crea y la Asociación Centro Con respecto a las acciones desarrolladas, tal como se indicó, a
de Rehabilitación para el Adicto (ACERPA), entre otras. todas y todos los participantes se les ubicó en un hogar, se les
encontró empleo y se les proveyó alimentación. En materia edu-
De las 41 personas que permanecieron en el programa, 33 cativa, no se logró que ninguno de ellos se incorporara al sistema
eran hombres y 8 mujeres. La mayoría eran costarricenses, de enseñanza formal. A todos se les dio la oportunidad de traba-
10 eran oriundos del Cantón Central de San José y lugares cir- jar el problema de consumo de drogas, ya fuera en el IAFA o en
cunvecinos, 15 del resto de la Gran Área Metropolitana (GAM) un centro de rehabilitación. A quienes se había identificado como
y 6 de provincias fuera de la GAM. En lo concerniente a rangos VIH positivos no se les dio tratamiento en ese momento, debido a
de edad, 23 oscilaban entre los 14 y los 17 años, 14 entre 18 que no se les había declarado la enfermedad y estaban en perío-
y 20 años y 4 entre 21 y 23 años. En cuanto a nivel educati- do de “ventana”. Los dos primeros a quienes posteriormente se
vo, 9 tenían primaria incompleta, 13 habían alcanzado el sexto les diagnosticó VIH vivían en unión libre (hombre y mujer) y se les
grado, 15 tenían secundaria incompleta, 2 eran analfabetos y atendió por medio de la CCSS hasta que ambos murieron. Del
2 no respondieron la consulta. Al entrar al programa, 10 par- último se perdió el contacto, ya que “volvió a la calle”.
ticipantes tenían al menos un hijo o hija, una se encontraba
embarazada, uno era padre en espera y dos no quisieron ha- De las 41 personas que formaron parte del programa, 27 te-
blar al respecto. nían causas penales pendientes. Se sabe con alguna certeza
que cuatro de ellos volvieron a delinquir una vez concluido el
Todas las personas presentaban un nivel socieconómico bajo. programa y que se les aplicaron las penas que tenían pendien-
Muchos vivían en hoteles ubicados en los alrededores del Mer- tes en centros de adaptación social. Al finalizar el Programa de
cado Central y sitios adyacentes al Parque Central o el de La Reinserción en diciembre de 1995 (para entonces a cargo de
Merced. La evaluación física que se llevó a cabo determinó que la Iglesia Católica), los participantes disponían de un trabajo
ninguno padecía enfermedades de consideración; sin embargo, estable, un lugar apropiado para pernoctar y la gran mayoría
tres de ellos fueron identificados como VIH positivos. había reestablecido vínculos con sus núcleos familiares ori-
ginales.
La mayoría de quienes permanecieron en el programa em-
pleaba marihuana con piedra (“bazuko”) y tenía problemas de En abril de 1994, a un mes de finalizar la administración Cal-
alcohol. No fue posible determinar cuántos habían experimen- derón Fournier, el Programa de Reinserción fue clausurado
tado situaciones de violencia intrafamiliar en sus hogares; no por el Ministerio de Seguridad. En adelante, y hasta finales
obstante, durante el proceso de reinserción frecuentemente se de 1995, fue la Iglesia Católica la que, en forma autónoma,
escucharon conversaciones sobre diversas formas de violen- continuó brindando atención a los jóvenes involucrados en
cia doméstica y otras modalidades de agresión. la iniciativa.
73
Bejarano (1994).
74
Sáiz et al. (2003).
295
PNUD
vi. ¿El consumo de drogas desencadena nes bajo los efectos de las drogas, incluido
actos violentos? el alcohol, el 47% admitió haberlo hecho
cuatro veces o más, y casi una tercera parte
Un estudio efectuado en el país para explo- manifestó que lo hizo en una sola ocasión.
rar la relación entre comportamiento delic- El robo para proveerse la droga fue el delito
tivo y consumo de drogas consultó a 151 más común.76
individuos en cinco centros de atención pa-
ra alcohólicos y farmacodependientes. Los Un resultado relevante de este estudio es
resultados de este trabajo mostraron que que la comisión del delito tiende a darse
casi la totalidad de los sujetos eran hombres cuando se abusa de la droga, no cuando se
con una edad promedio de 33 años, y al utiliza de manera experimental o aun cuan-
momento de la entrevista solo una tercera do la ingesta es habitual, es decir cuando el
parte de ellos tenía trabajo.75 Se encontró contacto con la sustancia ocurre con una
que, para abastecerse de la droga, cerca del frecuencia semanal o menor.
20% de estas personas había robado objetos,
el 15% admitió hacer arreglos con los trafi- En el ámbito nacional, Del Valle77 encon-
cantes para lograr su cometido, una tercera tró que, del total de autopsias realizadas en
parte compraba la droga con el producto la Morgue Judicial durante 1989, se halla-
de su trabajo y otro grupo menor vendía ron niveles de alcohol en sangre en mag-
sus pertenencias, se endeudaba o emplea- nitudes importantes: 46% en conductores
ba otros recursos lícitos. La probabilidad de vehículos automotores fallecidos en el
de vender objetos, robar o endeudarse pa- lugar del accidente, 52% en conductores
ra conseguir drogas fue mayor en hombres de motocicleta, 25% en ciclistas, 42% en
que en mujeres; de hecho, en los varones se víctimas de atropello (un 20% de ellas
detectó una mayor propensión a verse invo- presentaba niveles de intoxicación severa),
lucrados en hurtos, agresiones, intentos de 27% en víctimas de accidentes por otras
suicidio y otras conductas violentas. circunstancias que no fueran los accidentes
de tránsito, 31% en víctimas de asfixia por
Con respecto a la comisión de delitos, el inmersión, 41% en víctimas de homicidio
mismo estudio informa que el 51% de las y 41,5% en víctimas de suicidio. Además,
personas admitió haber delinquido bajo los concluyó que el 40% de las muertes sujetas
efectos de las drogas y, entre ellos, los delitos a autopsia estuvo vinculada con el alcohol,
más importantes, presentes en la mayoría de lo cual equivale a un 3,5% del total de fa-
los casos, eran contra la propiedad. Pese a llecidos en el año en mención.
que no se registraron homicidios asociados
a la tenencia o el consumo de drogas, cer- Un estudio más reciente, efectuado en el
ca del 10% cometió delitos contra la vida Organismo Médico Forense de Costa Ri-
(agresiones con arma e intento de suicidio). ca, determinó que el 34,4% de las perso-
nas presentaba alcoholemia positiva en el
En cuanto a las motivaciones delictivas, momento del deceso y, para la mayoría, los
solo una de cada diez personas mencionó niveles de intoxicación estaban vinculados
la ausencia de un motivo específico y en lo con la causa de muerte.78 Según este estu-
que concierne a la comisión de estas accio- dio, las muertes violentas suceden funda-
75
Bejarano y Carvajal (1993).
76
Bejarano y Carvajal (1993).
77
Del Valle (1992).
78
Bejarano y Sáenz (2000).
296
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
mentalmente durante los fines de semana, que motivó la atención, fue positiva en el
lo cual guarda relación con el hecho de que 26,3% de los casos.80 Esto fue confirmado
es en esos días cuando más se bebe, según durante las entrevistas con los pacientes, en
característica del patrón cultural de inges- las cuales el consumo de alcohol en las seis
tión de alcohol de los y las costarricenses. horas previas al ingreso fue mencionado
por un 26,7% de los hombres y un 10,2%
Al comparar los homicidios y los suici- de las mujeres.81
dios acaecidos en los trienios 1983-1985 y
1995-1997, Miranda y Del Valle79 encon- Otras investigaciones realizadas en el país82
traron alcoholemias positivas en el 23% han explorado la intensidad con que las
y el 36% de los casos, respectivamente, personas privadas de libertad han estado
y una cantidad de alcohol total tres veces involucradas en el consumo de sustancias
mayor en el segundo trienio. La alcohole- ilícitas, antes de ser sentenciadas y duran-
mia positiva se dio también en el 24% de te el cumplimiento de la pena. Una expe-
los decesos por accidentes de tránsito ocu- riencia desarrollada con personas recluidas
rridos en el primer trienio, y en el segundo en un centro de régimen de confianza en
la proporción se elevó a 31%. La cantidad la provincia de San José83 mostró elevados
total de alcohol en el segundo resultó casi niveles de consumo alguna vez en la vida:
cuatro veces mayor que en el primero. En marihuana 48,3%, cocaína 31% y crack
las muertes por atropello resultó positivo 29,3%. El consumo en el último año fue
por alcohol en sangre un 19% de los fa- elevado en el caso de la marihuana (19%).
llecidos en el primer trienio, en tanto que En este estudio, un 44% de los consultados
en el segundo el porcentaje fue de 31%, mencionó haber cometido el delito bajo los
con una cantidad de alcohol en sangre dos efectos del alcohol o alguna otra droga y
veces superior a la del primero. Este traba- una cuarta parte admitió haberlo hecho pa-
jo no solo demuestra el incremento de las ra proveérsela. Sin duda este grupo requiere
muertes violentas en Costa Rica, al compa- más investigación, tanto sobre factores de
rar la situación en dos momentos, sino su riesgo como de protección, dada su doble
alta prevalencia en personas con edades in- condición de marginación (delincuente-
feriores a los 40 años, lo cual se traduce en drogadicto) y en virtud de hallazgos ob-
costos sociales, económicos y emocionales tenidos con pruebas específicas (APGAR
de proporciones excesivas. familiar84 e inventario de trastornos de
conducta durante la infancia, o ISCD),
Los datos recabados en las salas de emer- las cuales aportan elementos novedosos y
gencias de los hospitales San Juan de Dios cuestionamientos acerca de la determina-
y Calderón Guardia establecen que la im- ción de riesgos para la conducta delictiva
presión del médico acerca de la relación o el consumo de drogas y el grado de sa-
entre el consumo de alcohol y el trauma tisfacción intrafamiliar, así como sobre los
79
Miranda y Del Valle (1998).
80
La conexión trauma-drogas ilícitas fue informada por el médico en un 3,7% de los casos.
81
Bejarano y Obando (2002).
82
Sáenz (1995), Sáenz, Molina y Abarca (1993).
83
Sáenz, y Bejarano (1998).
84
Es un test breve que busca medir el funcionamiento familiar a través de la satisfacción del niño-joven con su grupo
inmediato. Mide la adaptabilidad (capacidad de usar recursos familiares para resolver situaciones de crisis), la participación
(capacidad para compartir problemas), la gradiente de crecimiento (capacidad para atravesar las etapas del ciclo vital de la
familia en forma madura), el afecto (capacidad de experimentar cariño y expresar emociones) y la resolución (capacidad
de aplicar lo anterior compartiendo tiempo y recursos de cada miembro).
297
PNUD
85
US Department of Justice (1998).
86
Souza y Marocho (1998).
87
Rojas et al. (2004).
88
Unnithan y Whitt (1992).
89
Fajnzylber, Lederman y Loayza (2002).
298
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.10
Continúa
90
Entre los países considerados hay diez de América Latina y el Caribe en lo que respecta a
homicidios, y cinco en lo que concierne a robos.
91
Kennedy et al. (1998).
92
Kawachi, Kennedy y Wilkinson (1999).
299
PNUD
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuarios de Estadísticas Policiales. Las cifras de
población provienen de INEC-CCP, 2002.
Es importante aclarar que, para efectos la forma en que se clasifican las denun-
de análisis, los datos sobre robos y hurtos cias depende en buena medida de la ca-
presentan carencias notables. En primer lificación que hagan los funcionarios que
lugar, las cifras no reflejan todos los casos las reciben, lo cual, a lo largo del tiempo,
ocurridos en el país, ya que muchas veces genera problemas de comparabilidad y se
estos no se denuncian (cosa que no sucede refleja en las categorías consideradas en las
con los homicidios, sobre los que se espera publicaciones anuales de esas estadísticas.
contar con información sobre la totalidad Un cuarto problema es el referente al pe-
de los casos). En segundo lugar, durante ríodo 1980-1988, durante el cual robos y
los últimos años el OIJ experimentó una hurtos fueron clasificados conjuntamente.
fuerte expansión, gracias a la apertura de En quinto y último lugar se presenta un
nuevas oficinas a lo largo del territorio na- problema en 1995, cuando la dirección del
cional, lo que ha incidido en un significa- OIJ decidió aceptar solo las denuncias por
tivo crecimiento de las denuncias por robo hurtos y daños cuyo monto fuese igual, o
y hurto, aunque ello no necesariamente sobrepasase, el salario mínimo establecido
implica que el número de casos ha aumen- por ley (antes no había reglas definidas al
tado. Este proceso de expansión tuvo dos respecto), lo que se tradujo en una reduc-
fases: la primera entre 1988 y 1994, y la ción del número de hurtos, debido al cam-
segunda a partir de 1998. En tercer lugar, bio en el criterio de entrada.
300
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 7.6
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Fuente: Estimación propia con cifras del Poder Judicial y de INEC-CCP.
se duplica al año siguiente (730,9) y sube crecimiento de las tasas entre 1988 y 1994
aún más en 1982, al registrar un valor de es influenciado por la expansión de las ofi-
791,7. Estos incrementos son coincidentes cinas del OIJ a lo largo del país. En 1995 la
con la crisis económica antes mencionada. serie es interrumpida por el problema seña-
Luego inicia un proceso sostenido de reduc- lado en relación con los hurtos. Desde 1997
ción hasta 1987-1988, para luego volver a la tasa conjunta de robos y hurtos crece en
aumentar, sobre todo en 1991, año recesi- forma sostenida hasta 1999, cuando alcanza
vo en lo económico. Posteriormente la tasa un nuevo máximo y a partir del año 2000
sigue incrementándose a un ritmo menor comienza a decrecer hasta el 2002, para lue-��
hasta 1994. Debe recordarse que parte del go volver a aumentar en el 2003.
Gráfico 7.7
Tasa de robos y hurtos (casos entrados al OIJ) por cada 100.000 habitantes.
1980-2003
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Fuente: Estimación propia con cifras del Poder Judicial y de INEC-CCP.
93
Si bien es cierto que esta encuesta tiene su origen en la Encuesta Nacional de Hogares, Empleo y Desempleo realizada
entre 1976 y 1986, no todas las variables que se desprenden de ella son comparables con las posteriores (de 1987 en
adelante), lo que restringe el período de análisis a 17 observaciones, un número reducido para análisis de series de
tiempo. La situación es más grave en el caso de las tasas de robos y hurtos, pues las series deben acortarse aún más por los
problemas de disponibilidad y comparabilidad.
302
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
cada, pero con una tendencia a la reduc- redujo con respecto a 1991, hasta 1994,
ción (Gráfico 7.8). No obstante, en 1991 cuando se registró un nivel que práctica-
se dio un nuevo aumento en la pobreza, mente se mantuvo estancado por el resto
como resultado del evento recesivo de ese del período de estudio.
año. En los años siguientes la pobreza se
Cuadro 7.11
Gráfico 7.8
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Recuadro 7.5
Continúa
94
Ver, entre otros, Sauma y Sánchez (2003).
95
En los datos citados de la encuesta no se hace mención a diferencias en cuanto a sexo, edad, nivel educativo, zona de
residencia y nacionalidad de las y los entrevistados cuando éstas no resultan significativas.
304
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
contraste, una abigarrada variedad de delincuentes (estafa- Entonces, ¿qué efecto puede tener, en términos de la vio-
dores, ladrones, corruptos, narcotraficantes) y “choriceros” es lencia social, la exposición pública de los delitos “de cue-
percibida como económicamente exitosa por un magro 4,1% llo blanco”? Desde el ángulo que aquí interesa, su principal
de las personas consultadas. consecuencia será la de fomentar, sobre todo en la juventud,
la aceptación de -y atracción hacia- ciertos medios para lo-
A primera vista, este balance parece tranquilizante, por cuanto grar éxito social. En efecto, la evidencia de que personas
indicaría que la población no percibe los delitos más comunes situadas en los estratos más educados y mejor posicionados
como un medio eficaz para enriquecerse. Lo preocupante va de la sociedad incurren en actos ilícitos, puede reforzar, en
por otro lado: cuando la gente opina que los políticos, burócra- quienes cometen actos menores de corrupción, o cuando
tas y parlamentarios están en una posición tan ventajosa como menos no rechazan la posibilidad de realizarlos, la creen-
para que “les vaya económicamente bien”, es probable que no cia de que tal comportamiento en realidad no se sale de las
estén pensando en que esas personas ganan muy buenos sa- reglas del juego: “Si ellos, los que tienen más recursos, lo
larios, sino en la posibilidad de que, gracias a su posición y hacen, ¿por qué no yo?”
atribuciones, obtienen diversos beneficios y prebendas.
ii. Una mirada a las relaciones con la pobreza total, pero débil con respec-
to a los robos y no lo suficientemente fuerte
El Cuadro 7.12 muestra los resultados de la con los hurtos. Entonces, de manera con-
correlación entre las tasas de homicidios, hur- sistente con otros estudios internacionales,
tos y robos, y la incidencia de la pobreza (total es posible afirmar que en Costa Rica, al
y extrema), el coeficiente de Gini y otros dos menos durante el período de estudio, la po-
indicadores de desigualdad, específicamente breza por sí misma no es un factor asociado
la relación entre el ingreso promedio de los al aumento de la violencia, representada en
hogares del décimo decil con respecto al in- este caso por las tasas de homicidios, robos
greso promedio del primero, así como la rela- y hurtos. En el mismo sentido, no cabría
ción entre el quinto quintil y el primero. esperar en el futuro reducciones en estas
manifestaciones de violencia por el mero
Un primer resultado importante es que la hecho de que se logre reducir la pobreza (o
pobreza no se relaciona en la forma espe- lo contrario). La única excepción serían, tal
rada (relación directa) con la tasa de homi- vez, los hurtos, pues a pesar de las pocas ob-
cidios. En las tasas de robos (1989-2003) servaciones, es previsible que reducciones
y de hurtos (1996-2003), el coeficiente de en la pobreza total se traduzcan en menores
correlación presenta una relación directa tasas de hurtos.
Cuadro 7.12
Desigualdad
Coeficiente de Gini 0,66 0,16 0,33 -0,89
Ingreso promedio X decil / I decil 0,48 0,06 -0,24 -0,76
Ingreso promedio V quintil / I quintil 0,55 0,00 -0,28 -0,88
Fuente: Estimación a partir de los datos presentados en los cuadros 7.11 y 7.12.
305
PNUD
Gráfico 7.9
15
12
0
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
96
Las tasas de subempleo visible e invisible son equivalentes, es decir, resultan de convertir en puestos plenos de trabajo los
faltantes de horas y de salarios que muestran los subempleados.
306
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Las correlaciones de estas variables con las directa, es decir, que reducciones en el des-
tasas de homicidios, robos y hurtos arrojan empleo y los subempleos estuvieran asocia-
resultados contrarios a los previstos, pues dos a cambios en el mismo sentido en la
en todos los casos se esperaba una relación delictividad (Cuadro 7.13).
Cuadro 7.13
Para el caso de los robos y hurtos se efec- ríodos de estudio, lo que impide formular
tuó una primera correlación para el perío- conclusiones de ningún tipo.
do 1980-1988, considerando la tasa de
ambos delitos conjuntamente. El resul- Una vez analizada la relación entre cada
tado fue el esperado, tanto en términos una de las variables socioeconómicas y ca-
del tipo de relación (directa), como de la da una de las tasas de delictividad (homi-
magnitud de los coeficientes, que mues- cidios, robos y hurtos), se procedió a hacer
tran una fuerte correlación. Así, al menos las regresiones múltiples correspondientes.
para la década de los noventa, puede afir- Sin embargo, los resultados no fueron di-
marse que los aumentos o reducciones en ferentes a los obtenidos al considerar cada
las tasas de robos y hurtos estuvieron aso- una de las variables en forma independien-
ciados a variaciones en el mismo sentido te. En este sentido, la conclusión es que
del desempleo y los subempleos. hace falta incorporar al modelo explicativo
variables que no fueron incluidas.
En el ámbito específico de los robos, para
el período 1989-2003 en términos gene- Como puede deducirse, la perspectiva tem-
rales hay una relación directa entre las va- poral adoptada genera resultados diversos y
riables consideradas, aunque el coeficiente aunque en ocasiones no concuerdan con lo
de correlación es débil. No obstante, es esperado, otras veces son coherentes con la
probable que en ello incida la mencionada literatura. La relación entre la desigualdad
expansión territorial del OIJ. Este resulta- en la distribución del ingreso y la tasa de
do, sin embargo, es consistente con la evi- homicidios, y del desempleo, los subem-
dencia empírica internacional.97 En el caso pleos y, en menor grado, la pobreza, con
de la tasa de hurtos sucede lo contrario: se respecto a la tasa de robos, son reflejo de
observa una relación inversa en los dos pe- factores presentes en el ámbito económico
97
Fajnzylber, Lederman y Loayza (2001) hacen referencia a estudios realizados por Fleisher y Ehrlich, quienes se centran
en la relación entre el crimen y los resultados del mercado laboral (empleo y salarios), destacando que “en sus estudios
empíricos, sin embargo, ambos autores encuentran que las tasas de desempleo son menos importantes que los niveles y
las distribuciones del ingreso. Los estudios de series de tiempo no han sido capaces de descubrir una relación robusta,
positiva y significativa entre el desempleo y el crimen” (p. 11).
307
PNUD
del país que pueden estar contribuyendo a No obstante, también hay quienes argu-
la victimización. mentan que la posesión de armas de fue-
go genera riesgos, tanto individuales como
La situación de inseguridad, sobre todo co- sociales, ya que puede causar accidentes
mo producto de los robos y hurtos, hace dentro o fuera del hogar, provocar tragedias
que las personas adopten medidas de pro- cuando quienes las poseen se defienden de
tección. En el mejor de los casos esas medi- un agresor igualmente armado, agudizar la
das son preventivas y, efectivamente, elevan violencia doméstica, las riñas u otras dispu-
las condiciones de seguridad. No obstante, tas, generar víctimas accidentales, incen-
otras acciones pueden tornarse contrapro- tivar que los agresores obtengan armas de
ducentes y agudizar el problema. Tal es el mayor poder o que su proliferación eleve la
caso de la adquisición de armas de fuego, posibilidad de que algunas acaben siendo
tema que se aborda a continuación. utilizadas para cometer delitos o crímenes.
98
Briceño (2002), Buvinic et al. (1999), Cruz y Trigueros (1999), PNUD (2005).
308
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Para comprender esta relación hay que te- do el temor y la violencia misma. De ahí la
ner en cuenta que en las sociedades donde relevancia de analizar la tenencia de armas
la inseguridad objetiva crece, es previsible de fuego y su impacto en la victimización,
que también se incrementen las percepcio- sin dejar de lado que las percepciones de
nes sobre ella. Esto ocurre, especialmente, inseguridad contribuyen de alguna manera
cuando aumenta el número de delitos que a la agudización del fenómeno.
preocupan y alarman a las personas, como
el homicidio. En toda América Latina se Esta última afirmación puede demostrarse
han incrementado los índices de este delito, a partir de los resultados de la ENSCR-04.
y ello ha generado un temor creciente en la Recuérdese que en el Capítulo 5 se clasificó
población.99 No obstante, la percepción de a las personas entrevistadas en cuatro “grupos
inseguridad puede crecer sin que la crimi- de temor”, de acuerdo con la intensidad de
nalidad objetiva lo haga. Otros elementos sus percepciones de inseguridad. Así, los gru-
pueden “disparar” el miedo, entre ellos la pos fueron ordenados desde el menor hasta
desconfianza en la policía y el manejo que el mayor grado de temor ante la inseguridad
hagan los medios de comunicación sobre ciudadana. Por otra parte, la ENSCR-04
el tema de la violencia. En el caso de Costa indagó también si la persona entrevistada
Rica, como se comprobó en el Capítulo 4, poseía una o varias armas de fuego.
los estudios indican un nivel bajo de crimi-
nalidad comparado con el resto de América Los resultados muestran que, de la población
Latina, pero una de las más altas sensacio- total, el porcentaje que tiene al menos un ar-
nes de inseguridad de la región.100 ma de fuego es de 3,8% en el grupo menos
temeroso (tranquilos) y levemente mayor,
El hecho importante aquí es que en el país de 5,9%, en los más temerosos (sitiados)
el temor ha aumentado. Consecuentemen- (Cuadro 7.14). Sin embargo, la situación es
te, la ciudadanía adopta diversas medidas muy diferente si se compara entre hombres
para sentirse más segura. Algunas son de y mujeres: mientras en ellas la proporción
carácter preventivo y, efectivamente, ele- de tenencia de armas no revela un patrón
van las condiciones de seguridad, tal como definido según el grado de temor, en ellos
sucede con la organización de las comuni- sí es posible identificarlo con claridad. Los
dades para la prevención del delito en con- hombres no solo adquieren más armas que
junto con las autoridades policiales.101 Por las mujeres (7,8% versus 2,2%), sino que la
el contrario, las y los habitantes pueden op- proporción de ellos que posee un arma se
tar por otro tipo de medidas que más bien incrementa fuertemente a medida que cre-
incrementan la violencia. Estas últimas tie- ce su temor a ser víctima de actos violentos.
nen un efecto contraproducente y elevan Entre los denominados tranquilos, el 4,6%
los niveles objetivos de inseguridad.102 respondió que tenía un arma en el momento
de la entrevista, en tanto que en los sitiados
En otras palabras, se crea un círculo vicio- el porcentaje alcanzó un 10,4%. Esto indi-
so. El miedo que produce la sensación de ca que, exclusivamente en los hombres, una
ser víctima de un delito hace que se tomen mayor percepción de inseguridad contribu-
medidas que pueden contribuir a aumen- ye -aunque no explica en su totalidad- a la
tar la violencia, intensificando de este mo- adquisición de armas de fuego.
99
Arriagada y Godoy (1999).
100
Fournier (1999).
101
Rico y Chinchilla (1997), Fruling (1998), Chinchilla (1999).
102
Chinchilla (1999).
309
PNUD
Cuadro 7.14
Sexo
Grupos de temor Total
Hombre Mujer
Tranquilos 4,6 3,1 3,8
Nerviosos 8,4 1,4 5,1
Asustados 8,6 2,1 5,4
Sitiados 10,4 2,3 5,9
Total 7,8 2,2 5,0
Fuente: ENSCR-04.
103
Chinchilla (1999).
104
Fournier (1999).
310
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 7.10
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Fuente: Ministerio de Seguridad Pública, Dirección General de Armamento. Poder Judicial, Departamento
de Planificación, Sección de Estadística.
Los permisos de portación entre 1990 y 2003 Pública (34,1%), en tercero por personas
fueron otorgados a 86.603 personas. De físicas (20,3%) y, finalmente, por el OIJ
ellas, 64.707 renovaron en algún momento (2,6%). Aquí se observa de nuevo el ma-
esa autorización. El fuerte crecimiento de los yor protagonismo de las empresas priva-
permisos que se registró en los años 1995 y das de seguridad en la proliferación de
2001 puede deberse al escaso conocimiento armas de fuego.105
que tenía la población antes de que se modi-
ficara el marco jurídico que regula la porta- Es importante mencionar que las autori-
ción de armas. zaciones para personas físicas (seguridad
personal) y para personas jurídicas (segu-
Contrario a lo sucedido en la matrícula, ridad privada) se otorgan como permisos
entre 2000 y 2003 los permisos de por- ordinarios de portación de armas. En el
tación fueron solicitados en su mayoría segundo caso, personas jurídicas, se de-
por personas jurídicas (42,7%), en se- be aportar además la acreditación como
gundo lugar por miembros de la Fuerza agente privado de seguridad.
105
En este caso la costumbre es que la empresa de seguridad privada matricula un arma y la asigna a 2 ó 3 de sus agentes, a
quienes se les debe tramitar, por separado, el permiso de portación.
311
PNUD
Recuadro 7.6
106
Complementariamente se emitió el Reglamento a la Ley de Armas y Explosivos, Decreto nº 25120-SP.
107
También son prohibidos los silenciadores de disparo para cualquier tipo de arma.
312
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
iii. Importación de armas de fuego los años 2000 y 2002. En el 2004 el valor
fue de 1,3 millones de dólares. Esto significa
Una forma de determinar las tendencias que durante ese período creció significativa-
en cuanto al aprovisionamiento de armas mente el ingreso de armas al país. Llama la
de fuego y municiones en el país consiste atención que solo lo importado en el 2004
en recurrir a los valores de importación, en forma de revólveres, pistolas, municio-
CIF en dólares108, de este tipo de mer- nes y proyectiles, equivale al volumen total
cancías. Para Costa Rica es factible ana- de importaciones para todos los tipos de ar-
lizar la evolución de estas importaciones mas y sus partes cuatro años antes.
a partir del año 2000, cuando en materia
arancelaria empezó a emplearse el Sistema El mismo gráfico revela que el crecimiento
Armonizado Centroamericano (SAC). radica, en primer lugar, en los montos de
Antes de esa fecha los códigos arancelarios importación de revólveres y pistolas y, en
eran distintos, lo que dificulta realizar una segundo, en los montos por concepto de
comparación confiable. cartuchos, municiones y proyectiles. Du-
rante el 2004, casi el 70% de las importa-
En el Gráfico 7.11 se muestran las impor- ciones de armas y sus partes se dio en estas
taciones bajo la partida 93 del SAC, de- categorías. Las armas que emplean la defla-
nominada “Armas y sus partes”. Como se gración de pólvora y otros tipos de armas
observa, los montos en dólares pasaron de (incluidas las blancas) no han presentado
alrededor de 700.000 a 1,8 millones entre variaciones significativas.
Gráfico 7.11
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Fuente: Elaboración propia con base en datos provistos por el Ministerio de Hacienda, Dirección General de Aduanas.
108
El valor CIF (cost, insurance and fleet: costo, seguro y flete) es una cláusula usada en las transacciones comerciales para
determinar el precio de una mercadería en el puerto de destino. Como su nombre lo indica, en el CIF están incluidos el
costo de la mercadería, el costo del transporte y el seguro respectivo.
313
PNUD
Cuadro 7.15
Notas: (1) SAC: Sistema Armonizado Centroamericano. (2) Datos para el año 2002.
Fuente: Ministerio de Hacienda de Costa Rica, Dirección General de Aduanas; Banco Central de Reserva de El Salvador, Centro de
Trámites de Exportación (CENTREX); Banco de Guatemala, Departamento de Estadísticas Económicas; Banco Central de Honduras,
Subgerencia de Estudios Económicos; Dirección General de Servicios Aduaneros de Nicaragua; Contraloría General de la República
de Panamá, Dirección de Estadística y Censo, y Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica.
Lo expuesto hasta ahora lleva a preguntarse en forma drástica, hace pensar que estos
quiénes son los usuarios finales de estos ar- no necesariamente son adquiridos por la
tículos. En primera instancia cabe indicar población civil (Gráfico 7.12).109 En ese
que no se dispone de estudios a profun- sentido, puede plantearse la hipótesis de
didad acerca de la importación de armas que el aumento del número de empresas
de fuego y municiones, ni sobre sus desti- y organizaciones que prestan servicios de
natarios. Sin embargo, el hecho de que la seguridad110 ha traído consigo el aprovisio-
cantidad de armerías que ofrecen los pro- namiento de armas y municiones para uso
ductos al público no se ha incrementado de su personal operativo.
109
Como ya se ha mencionado, la ENSCR-04 reveló que la cantidad de personas que posee un arma de fuego disminuyó con
respecto a lo observado en otras encuestas, como las que efectuaron el PNUD y el proyecto “Activa”, ambas en 1998.
110
Aquí se contemplan los siguientes servicios: vigilancia en general, guardaespaldas, escolta a ruteros, capacitación en
seguridad, estudios de seguridad, entrenamiento de efectivos, asesoría en sistemas electrónicos de seguridad, investigaciones
privadas, auditorías en seguridad comercial, adiestramiento de perros detectores, soporte técnico, controles de acceso,
confección de manuales y estrategias de seguridad, servicios de seguridad portuaria, monitoreo de alarmas y servicios de
seguridad residencial.
314
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 7.12
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Fuente: Elaboración propia con base en las guías telefónicas de los años 2000-2005.
iv. Victimización con armas de fuego de fuego. Cabe subrayar, además, que
este tipo de homicidios está creciendo:
Es de esperar que las armas de fuego se re- los datos del OIJ revelan que la tasa de
lacionen, principalmente, con uno de los 1990, de 1,8 por cada 100.000 habitan-
delitos más violentos: el homicidio. En los tes, se incrementó a 3,9 en el 2004. Esta
Estados Unidos, en 1993, el 70% de estos fuente también revela información tras-
fue cometido con armas de fuego y se sabe cendental para comprender el fenómeno:
que el 25% de las víctimas de violación, para el mismo período, mientras el uso
robo y robo agravado, enfrentó a un victi- de arma blanca en los homicidios mostró
mario armado de esta forma.111 La ONU una leve tendencia a disminuir, el empleo
estima que más del 50% de los homicidios de arma de fuego creció de manera consi-
en el mundo se ejecuta por esta vía112, y derable, hasta convertirse en el principal
para América Latina el BID calcula que en método para la consecución de estos de-
el 80% de los casos el arma de fuego ha litos (Gráfico 7.13). Información del año
sido el método empleado para perpetrar 2000 indica que en el 42,5% de los 261
homicidios.113 homicidios dolosos con arma se utilizó
revólver calibre 38, en un 16,4% pistola
En Costa Rica, como se indicó en la se- calibre 380 y en un 7,5% pistola calibre
gunda parte de este informe, alrededor 9 mm. Todas estas armas son permitidas
del 52% de los homicidios dolosos del por la Ley de Armas de Fuego, promulga-
trienio 2001-2003 se cometió con arma da en 1995.
111
Zawits (1995).
112
ONU (1996).
113
Londoño y Guerrero (1999).
315
PNUD
Gráfico 7.13
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Fuente: Estimaciones propias a partir de los datos en línea del Poder Judicial, Departamento de Planificación,
Sección de Estadística.
Para el año 2003 se dispone de datos sobre los utilizó este tipo de arma, y de las 18 mujeres,
homicidios dolosos en la modalidad de vio- 4 fallecieron por esta causa. Pareciera enton-
lencia doméstica. Estos indican que el 13% ces que, en materia de violencia doméstica,
de las víctimas murió por arma de fuego. Si se las armas de fuego no se usan contra los hom-
considera la variable sexo se obtiene que, de bres, pero sí contra las mujeres.
los 12 hombres asesinados, en ningún caso se
Recuadro 7.7
Patrones de socialización
Los procesos de socialización, en particular los relacionados te sentido, los hombres, en especial los mayores de 35 años,
con la creación de identidades femeninas y masculinas, con- opinaron que hoy en día los varones experimentan inseguridad
tribuyen a explicar los riesgos diferenciados a los que se ex- con respecto a su pareja, pues las mujeres ejercen derechos y
ponen mujeres y hombres. De manera creciente, la literatura poderes que no tenían antes. Se refirieron a ello con disgusto
sobre violencia e inseguridad presta atención a la influencia y justificando la violencia doméstica en el comportamiento de
de factores de socialización femenina y masculina en el acae- las mujeres, con manifestaciones como las siguientes: “Sale en
cimiento de la violencia. Sin embargo, los mismos resultan sor- las noticias que el marido mató a la mujer... y nadie se pregunta
prendentemente tímidos si se considera que la participación de por qué ese hombre mató a esa mujer...”, o bien, “...la mujer
las mujeres en la violencia, en calidad victimarias, es muy baja no aguanta nada y se va en el primer momento de violencia o
y su comportamiento se mantiene inalterado a lo largo de los problemas.”
años, algo que no ocurre en el caso de los hombres, cuya parti-
cipación se incrementa. Si mujeres y hombres se relacionan de Los hombres menores de 35 años también dijeron sentirse in-
forma tan diferente con la violencia, no es descabellado pensar seguros en su relación de pareja, pero se mostraron más con-
que los patrones de socialización de género guardan relación formes con el ejercicio de los derechos de las mujeres.
con las dos caras de la violencia: la habilidad de las personas
para inhibir o no comportamientos violentos y la capacidad de Por otra parte, la socialización de género también afecta la
mantenerse a salvo de situaciones de riesgo. percepción de riesgo de las personas, distorsionándola y afec-
tando decisiones que a su vez repercuten sobre la seguridad.
Los grupos focales realizados para este informe proporcionan En los grupos focales, los hombres, en especial los jóvenes,
dos ejemplos de interés sobre la socialización de género y manifestaron sentir poco o ningún temor por su seguridad física
su relación con la violencia y la inseguridad. Por una parte, o patrimonial, a pesar de ser el segmento de la población más
fue evidente su efecto sobre las dinámicas de pareja. En es- expuesto a una muerte violenta.
316
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
El robo con violencia es uno de los deli- que son agredidas de este modo y que requie-
tos que más se asocia al incremento de la ren ser trasladadas a un centro de atención
inseguridad en el país; entre 1990 y 2000 de la CCSS. De acuerdo con las estadísticas
registró un aumento de 116%. Aunque no de egresos hospitalarios, entre 1997 y 2003
se cuenta con información de alcance na- el número de de este tipo de pacientes pa-
cional sobre el uso de armas de fuego en só de 171 a 233 (Gráfico 7.14). Durante el
estos casos, a modo de ilustración puede mismo período también se incrementó el
mencionarse que, en San José, de las de- promedio de días de estancia hospitalaria.
nuncias atendidas durante el primero y se- Es claro que esto influye en la inversión que
gundo trimestres del 2003 por la Sección deben efectuar los hospitales para atender a
de Delitos contra la Propiedad del OIJ, el estas víctimas. Mientras en 1997 la CCSS
51,4% de este tipo de delitos tuvo el arma invirtió, en promedio, 39 millones de co-
de fuego como instrumento de amenaza. lones en la atención de agresiones con arma
de fuego, en el 2001 el monto se elevó a
Otro aspecto que evidencia el impacto de 146,7 millones y recientemente, en el 2003,
las armas de fuego es la cantidad de personas a poco más de 201 millones.114
Gráfico 7.14
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Fuente: Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
114
Esta estimación se efectuó con base en el costo promedio diario de estancia hospitalaria a nivel general, multiplicado por
el número de días que debió permanecer internado el total de personas atendidas por agresiones con arma de fuego, para
cada año considerado.
317
PNUD
318
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Mapa 7.1
Partes policiales bajo la categoría “Contra la Ley de Armas y Explosivos” en los que
figura como motivo la portación ilegal o el disparo de un arma de fuego (1). 2003
(números absolutos)
319
PNUD
Cuadro 7.16
Porcentaje de homicidios dolosos cometidos con arma de fuego durante el período 2001-
2004 y número de partes policiales por portación de armas de fuego en el 2003,
en cantones de mayor y menor incidencia de armas
(porcentajes)
Otro aspecto que viene a confirmar la in- Anexo Estadístico). Es evidente que con-
cidencia de las armas de fuego en el clima forme se reducen los niveles de seguri-
de inseguridad es la vinculación entre las dad, aumenta la tasa promedio de infrac-
infracciones a la Ley de Armas y Explo- ciones a la citada ley, o viceversa, cuando
sivos y el índice de seguridad cantonal se incrementa la seguridad, disminuyen
(ISC) presentado en el Capítulo 4 (véase los partes policiales por ese concepto
también las “Notas metodológicas”, en el (Cuadro 7.17).
320
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.17
Nota: (1) Tal como se señala en la segunda parte del informe, en el nivel alto de seguridad se incluyen los
cantones cuyos valores oscilan entre 1 y 0,800, en el nivel medio entre 0,799 y 0,500 y en el bajo entre 0,499
y 0,000.
Fuente: Estimaciones propias.
Los hallazgos expuestos en esta sección co- de cada factor, tratando de profundizar,
rroboran que la tenencia de armas de fuego hasta donde los datos lo permitieron, en su
constituye uno de los principales factores conocimiento y en las diferentes vías por
asociados a la victimización. En forma las que se manifiesta su impacto. Adicio-
consistente con los resultados de otros es- nalmente, con el interés de brindar una vi-
tudios, las estadísticas para el caso costa- sión global de los elementos asociados a la
rricense demuestran que, sin importar el inseguridad ciudadana, se realizó una bús-
motivo por el cual se posean estas armas, queda de variables representativas de los
su vinculación con el crimen y la muerte cinco factores abordados. La información
parece inevitable.115 disponible mostró que una posibilidad de
acometer este objetivo es centrar la aten-
F. Una visión global de los factores ción en variables indicadoras de victimiza-
y algunas reflexiones ción (no de percepción) y utilizando cifras
del año 2000, provenientes de distintos re-
El enfoque seguido para estudiar los factores gistros para los 81 cantones del país.
asociados a la inseguridad ciudadana mues-
tra que, cada uno de ellos, por sí mismo, Se procedió entonces a seleccionar, para ca-
contribuye de manera parcial a entender da cantón, las tasas de homicidio doloso y
el problema. Evidentemente los resultados de robo y hurto (ambas expresadas por cada
indican que no hay una explicación única 100.000 habitantes) como indicadores de
para este fenómeno o, dicho de otro modo, victimización. La primera fue calculada con
que no es un solo factor el que determina la un promedio móvil del trienio 1999-2001, a
inseguridad, sino que existen múltiples fac- fin de evitar las fluctuaciones que presenta la
tores que pueden incrementar la violencia y tasa por el pequeño número de casos registra-
la percepción de inseguridad. dos en algunos cantones con poca población.
La segunda tasa se calculó con un promedio
El análisis presentado en las páginas ante- móvil de los años 2000 y 2001, los únicos pa-
riores contempló el estudio independiente ra los que se pudo contar con información.
115
National Institute of Justice (1997).
321
PNUD
Cuadro 7.18
Variables consideradas para estudiar los factores asociados a las tasas de homicidios
y de robo y hurtos a nivel cantonal. 2000
Indicadores económicos
Relación entre ingreso promedio de las familias
Positiva Positiva
del décimo decil con respecto a las del primero
Tasa de desempleo abierto Positiva Positiva
Indicadores sociales
Número de patentes de licores por cada 100.000 habitantes Positiva Positiva
Personas detenidas por portación o tenencia de droga en la vía pública por
Positiva Positiva
cada 100.000 habitantes
Número de detenciones por portación ilegal de armas por cada 100.000
Positiva Positiva
habitantes
Para verificar las posibles relaciones entre ron clasificados en tres grupos, de acuerdo
las variables inicialmente se estudiaron las con la magnitud -baja, media y alta- de la
asociaciones con la tasa de homicidios, y tasa. En ambos casos la agrupación se hizo
luego con la tasa de robo y hurtos. El pro- por medio del análisis de conglomerados
cedimiento general utilizado comprendió (procedimiento K-Medias). En la segun-
dos etapas. En la primera los cantones fue- da etapa, para conocer la variación de las
322
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
variables, se calcularon los promedios para parámetro que se emplea para decidir sobre
cada grupo, así como un coeficiente de aso- la magnitud de las tasas cantonales.117 De
ciación (eta).116 los 81 cantones del país, la mitad (40) tiene
una tasa de homicidios baja, con un pro-
Considerando en primera instancia los ho- medio de 0,9 por 100.000 habitantes. En
micidios, los resultados de la agrupación de 36 cantones predominan tasas de nivel me-
los cantones muestran que la mayoría pre- dio, de 7,0 por 100.000 habitantes como
senta una magnitud que puede calificarse promedio. Los cantones con tasas altas son
como baja o media (Cuadro 7.19). La tasa solamente cinco (Talamanca, San José, Ma-
de homicidios a nivel nacional, de 6,4 por tina, Limón y Garabito), con un promedio
100.000 habitantes para el año 2000, es el de 19,5 por cada 100.000 habitantes.
Cuadro 7.19
De las ocho variables consideradas para alto. La asociación entre ambas variables
estudiar su relación con los homicidios es evidente (eta=0,64).
dolosos, la mitad presenta una asocia-
ción débil (dos variables económicas, la Otra variable relevante para el estudio de la
densidad de población y las patentes de tasa de homicidios es el porcentaje de ho-
licores). El resto lo hace en mayor gra- gares con hacinamiento, que varía de 6,4%
do (Cuadro 7.20). Es particularmente en los cantones con un nivel bajo, a 14,6%
significativa la relación que muestran en los que tienen un nivel alto de homici-
las detenciones por portación o tenen- dios (eta=0,46). El porcentaje de población
cia de drogas con los homicidios. La tasa urbana (eta=0,33) y la tasa de portación
de detenciones por este motivo varía de ilegal de armas (eta=0,36) también son
53,1 en los cantones con bajo nivel de factores asociados a este tipo de victimiza-
homicidios, a 891,2 por cada 100.000 ción, aunque en estos casos la relación es
habitantes en los que registran un nivel más moderada.
116
El coeficiente eta es una medida de asociación que se utiliza para conocer la relación entre una variable cuyo nivel de
medición es métrico y otra que es nominal. Su rango de variación es entre cero y uno . El cuadrado de eta (eta 2 ) determina
el aporte de cada uno de los factores para explicar la variabilidad de las tasas de homicidio y de robo y hurto.
117
La tasa total para los cantones fue de 4,8 por 100.000 habitantes. La diferencia se debe a que los cantones, al constituirse
en unidad de análisis, no toman en cuenta la población, mientras que la estimación nacional sí lo hace. Por esta razón, se
prefirió utilizar el valor 6,4 como parámetro para establecer si la magnitud de los promedios representa una baja, media
o alta incidencia del fenómeno.
323
PNUD
Cuadro 7.20
Porcentaje de hogares con hacinamiento (2) 6,4 9,2 14,6 8,2 0,46
Habitantes por kilómetro cuadrado (2) 310,7 1003,8 1456,0 689,4 0,26
Notas: (1) La tasa de homicidio doloso fue construida con un promedio móvil para el período 1999-2001, a partir de las estadísticas
del Poder Judicial y los datos de población del Censo 2000, realizado por Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC. (2) INEC,
Censo de Población y Vivienda 2000. (3) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (4) Calculado a partir
de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección de Investigación y
Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (5) Calculado con base en la información para el año 2001 suministrada
por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas, del Instituto Costarricense sobre Drogas. (6) Calculado a partir
de información para el año 2003 suministrada por el Departamento de Planes y Operaciones, Sección de Estadísticas, del Ministerio
de Seguridad Pública.
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto a los robos y hurtos, la tasa para Las variables que muestran una asociación
el año 2000 fue de 781,4 por cada 100.000 débil con la tasa de robo y hurtos son nue-
habitantes. Este fue el parámetro escogido vamente cuatro: las dos variables económi-
para juzgar la incidencia del fenómeno en cas, el porcentaje de hogares con hacina-
los tres grupos. Del total de cantones, 50 miento y los detenidos por portación ilegal
fueron clasificados con una magnitud baja, de armas (las variables económicas tampo-
cuyo promedio fue de 351,7 por 100.000 co mostraron asociación en el caso de la ta-
habitantes (Cuadro 7.21). En 25 cantones sa de homicidios) (Cuadro 7.22). Una vez
la tasa promedio, de 831,4, se consideró más se obtiene que la variable de mayor
como media. Los cantones con una tasa de importancia corresponde a las detenciones
robo y hurto alta son seis (San José, Mon- por portación de droga. La magnitud de
tes de Oca, Liberia, Cañas, Aguirre y Ga- la tasa promedio es de 93,7 en los canto-
rabito), cuyo promedio fue de 2.227,9 por nes con un bajo nivel de robo y hurtos, y
100.000 habitantes. En otras palabras, los se incrementa a 695,2 por cada 100.000
cantones presentan principalmente tasas habitantes en los cantones de nivel alto. La
de robo y hurto de baja o mediana inten- asociación de esta variable con la tasa de
sidad. robo y hurtos es la más fuerte entre todos
los indicadores considerados (eta=0,50).
324
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.21
Estos resultados muestran que, de las ocho No obstante, para visualizar de una manera
variables consideradas, únicamente dos, sencilla este aspecto, se retomaron los datos
las económicas, reflejaron asociaciones del año 2000 para los 81 cantones y se calcu-
muy bajas con las dos categorías de victi- laron las correlaciones entre las diferentes va-
mización de los cantones. Por ahora, y de riables (Cuadro 7.23). Primero se repasaron
manera global, solo se obtuvo evidencia de las relaciones entre la tasas de homicidios,
que los factores asociados a la inseguridad robos y hurtos, y las ocho variables incluidas
ciudadana son diversos. Las variables que en el análisis. Luego, para ilustrar el tema
resultaron asociadas en diferentes magni- de las interacciones, se examinó la conver-
tudes con la victimización revelan que las gencia de algunas de las ocho variables y su
drogas lícitas (alcohol) e ilícitas, la porta- relación con las tasas de homicidio.
ción de armas, la urbanización y el haci-
namiento son elementos que facilitan la A partir de este ejercicio pudo observarse
violencia y contribuyen a exacerbarla. que la tasa de homicidios está relacionada
con la de detenciones por tenencia de dro-
Un detalle no contemplado hasta este mo- ga en la vía publica (0,56) y con el haci-
mento es la interacción entre los distintos namiento (0,55). En menor grado lo está
325
PNUD
Cuadro 7.22
Promedios
Porcentaje de población urbana (2) 37,3 60,2 67,8 46,7 0,44
Porcentaje de hogares con hacinamiento (2) 8,3 7,7 9,5 8,2 0,10
Habitantes por kilómetro cuadrado (2) 314,4 1176,8 1783,8 689,4 0,33
Ingreso promedio de las familias del décimo decil con respecto
9,6 9,9 9,7 9,7 0,06
a las del primero (3)
Tasa de desempleo abierto (2) 4,9 4,9 4,7 4,9 0,03
Patentes de licores por cada 100.000 habitantes (4) 378,0 315,4 568,5 372,8 0,32
Detenidos por portación-tenencia de
93,7 162,7 695,2 159,5 0,50
Droga por cada 100.000 habitantes (5)
Detenidos por portación ilegal de
18,6 17,4 16,9 18,1 0,03
armas por cada 100.000 habitantes (6)
Notas: (1) La tasa de robo y hurto fue construida con un promedio móvil para el período 2000-2001, a partir de las estadísticas del
Poder Judicial y los datos de población del Censo 2000, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC. (2) INEC,
Censo de Población y Vivienda 2000. (3) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (4) Calculado a partir
de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección de Investigación y
Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (5) Calculado con base en la información para el año 2001 suministrada
por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas del Instituto Costarricense sobre Drogas. (6) Calculado a partir de
información para el año 2003 suministrada por el Departamento de Planes y Operaciones, Sección de Estadísticas, del Ministerio
de Seguridad Pública.
Fuente: Elaboración propia.
con la tasa de detenciones por portación otras, cuya convergencia puede potenciar
ilegal de armas (0,33). Por otra parte, la los efectos sobre el problema de estudio.
tasa de robo y hurto se relaciona con la de Así por ejemplo, las drogas muestran una
detenciones por tenencia de drogas (0,66), asociación de particular relevancia con la
así como con el número de patentes de li- tasa de homicidios (0,56), pero la tasa de
cores por cada 100.000 habitantes (0,30) detenciones por tenencia de drogas en la
y en menor medida con el porcentaje de vía pública también guarda relación con la
urbanización (0,25). Esto significa, como densidad de población (0,41), el porcentaje
ya se ha corroborado, que la victimización, de población urbana (0,32) y el porcentaje
en sus diferentes manifestaciones, está re- de hogares con hacinamiento (0,18), to-
lacionada en mayor o en menor grado con do lo cual sugiere que la interacción entre
el tema de las drogas, el hacinamiento, el drogas y urbanización incrementa la tasa
consumo de alcohol y la portación ilegal de homicidios. En otras palabras, cuando
de armas. interactúan las drogas en cantones densa-
mente poblados, con altos niveles de urba-
Ahora bien, las variables que resultaron nización y de hogares con hacinamiento, se
asociadas de alguna manera con la victi- presenta un patrón que aumenta las tasas
mización están relacionadas a su vez con de homicidios.
326
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 7.23
Porcentaje de
1,00 -0,39 0,66 0,01 -0,33 -0,38 0,32 0,03
urbanización (1)
Porcentaje de
-0,39 1,00 -0,21 0,41 0,50 0,31 0,18 0,44
hacinamiento (1)
Habitantes por km2 (1) 0,66 -0,21 1,00 -0,02 -0,30 -0,23 0,41 0,13
Razón de deciles (2) 0,01 0,41 -0,02 1,00 0,36 0,12 -0,15 0,24
Porcentaje de
-0,33 0,50 -0,30 0,36 1,00 0,38 -0,18 0,23
desempleo (1)
Tasa de patentes de
-0,38 0,31 -0,23 0,12 0,38 1,00 0,11 0,25
licores (3)
Tasa de portación de
0,03 0,44 0,13 0,24 0,23 0,25 0,16 1,00
armas (5)
Tasa de homicidios (6) 0,11 0,55 0,13 0,11 0,11 0,10 0,56 0,33
Tasa de robo y hurto (6) 0,25 0,11 0,14 -0,05 -0,02 0,30 0,66 0,03
Notas: (1) Censo de Población y Vivienda 2000, INEC. (2) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (3)
Calculado a partir de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección
de Investigación y Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (4) Calculado con base en la información para el año
2001 suministrada por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas del Instituto Costarricense sobre Drogas.
(5) Calculado a partir de información para el año 2003 suministrada por Departamento de Planes y Operaciones, Sección de
Estadísticas, Ministerio de Seguridad Pública. (6) Las tasas de homicidio y de robo y hurto fueron construidas con un promedio móvil
para el período 1999-2001, a partir de las estadísticas de casos de homicidio doloso del Poder Judicial y los datos de población del
Censo 2000, realizado por el INEC.
Fuente: Elaboración propia.
los medios de comunicación, presentado en Lo que interesa dejar claro es que el análisis
la primera sección del capítulo, es el más evi- independiente de cada factor contribuye a
dente y directo, pero no el único. La segrega- entender el aumento en la percepción de
ción del espacio urbano mediante condomi- inseguridad. Sin embargo, es la existencia
nios verticales u horizontales lleva implícito de múltiples factores lo que facilita ese in-
el mensaje de que existe la delincuencia y que cremento y la interacción entre ellos, cuan-
allí no va a ingresar, lo que a la vez fomenta do convergen en una misma dirección,
las percepciones de inseguridad. El deterioro agudiza ese sentimiento.
del entorno social y la pérdida de espacios
públicos, hacen que las personas se rehúsen De este modo se explica el grado de alar-
a visitar estos últimos por temor a ser agre- ma social, de proporciones crecientes, que
didas, lo que, de nuevo, causa recelo en la manifiesta la sociedad costarricense ante la
población. La pobreza evidente en diversas inseguridad ciudadana. Lamentablemen-
zonas del país convierte a los asentamientos te, los sentimientos de inseguridad, aun
en fuentes de temor, ante la amenaza, real o cuando no tengan asidero en la realidad,
no, de que en ellos se pueda ser víctima de pueden desembocar en acciones violentas
algún delito. La proliferación de armas ins- al reforzar tendencias culturales proclives
pira el mismo sentimiento: el miedo a sufrir a la violencia, como bien expone Cruz118,
un robo y, en el mejor de los casos, resultar fortaleciendo así el círculo vicioso entre
herido con un arma de fuego. violencia y temor.
Recuadro 7.8
118
Cruz (2000).
119
Krauskopf y Muñoz (2004).
328
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
***
331
Referencias
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ciudadana y violencia en América Latina: diag- ticas de consumo y algunos aspectos psicológicos
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Fotografía: Ileana Aráuz C.
CUARTA PARTE
¿Tiene la inseguridad ciudadana consecuencias
para el desarrollo humano?
Historia de vida
Mauren
Empecé a ir a un grupo de apoyo con mu- en la cabeza. Ahí salió de la casa diciendo
jeres. A veces él me iba a buscar ahí; como que yo lo había agredido para que le sirvie-
él tenía carro podía irme a buscar, tenía ca- ran de testigos, y como todo el mundo sa-
rro para ir a cada rato la Corte a hablar pa- bía cómo vivíamos, nadie se arrimó; todo el
ja. Y salió con el asunto de que Mauren era mundo lo que pensaba era que si él andaba
tortillera… Yo iba a grupos de apoyo pero herido, yo tenía que estar muerta, mejor ahí
no muy seguido, pero para ir a la Corte no ni nos arrimemos, y recuerdo que yo le avisé
tenía dinero y tenía que pedir prestado, a la abogada que me agarré con mi esposo
y yo siempre decía espero en Dios de que y le clavé un zapato en la cabeza, y ella me
esto algún día termine. El grupo de apoyo decía no, tranquila, y nos seguimos enfren-
fue algo que me ha ayudado mucho, por- tando en la Corte. ¡Y esos enredos! Y un día
que uno se sentía apoyado, como un alivio, que estaba en la cama de mis hijas, él me
hablando con personas más preparadas. estaba ahorcando porque no quería irme a
Siempre hay gente tan linda que Dios le la cama de él, porque él decía que como era
pone en el camino en esas etapas en que la esposa de él tenía que irme, y yo creo que
si ese día hubiera dejado él me ahorca.
uno se siente tan frustrado, y yo digo ¡qué
bonito se siente uno después! Porque cuan- Y a lo último él vio que había personas que
do a mí me decían que mis hijos le iban a me ayudaban, porque yo no me crucé de
quedar a él yo decía, ¿qué sentido tiene mi brazos y fue porque la abogada me dijo te-
vida sin mis hijos? nés que hacer esto y lo otro, porque si no
vas a perder hasta a tus hijos. Porque yo
Una vez le dije que venía del Patronato por-
siempre le insinué a la abogada que podía
que le había puesto la pensión; estábamos
perder todo, pero no a mis hijos.
solos y él empezó a empujarme a la cama.
Yo me levantaba y él volvía a empujarme, Para entonces había empezado a trabajar en
entonces agarré un zapato mío y se lo clavé un lugar donde hacían sacos. Pensaba que
340
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
ahí sí podía trabajar, porque a uno le daban tan malcriado que a veces llegaba donde las
el trabajo para que lo hiciera en la casa, y vecinas, donde yo estaba, y decía: “¡Sacan
me agarraba un miedo, porque si mi espo- a Mauren de ahí o les despedazo la puerta
so me veía trabajando me decía si yo la veo a patadas!” Y las vecinas le decían si usted
trabajando, le despedazo esas cosas, y esos puede hacerlo, hágalo, pero ella aquí se va
sacos eran delicados, entonces yo apenas lo a quedar, y a él se le bajaban los humos y se
escuchaba llegar tenía que recoger todo el iba para la casa, porque se aburrió de ver
trabajo para guardarlo donde una vecina que la gente me defendía.
para que él no me lo despedazara, porque
él no quería que yo trabajara para que no Cuando vinimos al barrio ya había gente
pudiera asistir a todas las cosas que él me que vivía aquí: sin luz, no había agua, solo
ponía en la Corte, o sea, para que yo no un tubo de agua... Todo el proyecto iba a
me movilizara. Él quería que siempre es- hacer filas para coger agua de allá; eso yo
tuviera estancada en la casa, para que de no lo pasé y lo sé porque las primeras que
ninguna manera pudiera yo defenderme. vivían aquí nos contaron. Cuando entré
aquí no había agua pero sí la tubería, y lo
Después vi que lo de los sacos no me deja- que yo hacía era que tenía un tubo bajito
ba, entonces empecé a buscar trabajos por y ponía una taza a ver si se llenaba. Mucho
horas en casas, o por días, como me apare- tiempo vivimos así. Yo iba a lavar donde
ciera... Planchadas... Pero él siempre estaba mi hermana, y ahí también nos íbamos a
pendiente porque quería quitarme la plata bañar. Hace como dos años o tres se metió
de lo que me habían pagado. una empresa de agua y pusieron medido-
res, incluso todavía andan instalando me-
Apenas él se vino de Guanacaste habló con didores. Fueron más de dos años sin agua.
un primo de él que estaba de encargado de A veces había viejas que se agarraban de las
la Junta de un proyecto de vivienda, y el mechas; uno no, porque con todas las ne-
primo le dijo que si quería nos daba un cesidades que se pasaban, yo trabajaba.
lote en una finca del gobierno. Entonces él
empezó hacer el trámite para meterse al lo- En ese tiempo mis hijas tenían trece y
te. Después me dijo que le ubicaron el lote catorce años. Yo descubría cosas, le falta-
cerca de Belén, en El Futuro, Vamos a tener ba el respeto a mi marido, y si él venía y
que irnos para hacer una casa y no vamos me encontraba bañada, me decía ¿qué vas
a tener que alquilar, y yo le decía está bien, a hacer? Un día estaba peinándome en el
y él me decía entonces nos vamos a ir a ese espejo y me decía, ¿qué, ya vas buscando
lote pero no vas a tener quién te defienda, tal cosa, zorra? Empezaron las etapas más
y me decía, voy hacer una rancha ahí y te duras y los vecinos oían los gritos, cuando
juro que te entierro. Y se me metieron las veíamos a la policía tocándonos la puerta y
ansias de pensar que necesitaba estar ahí eso no le gustaba a él y decía ¿quién llamó
para saber si voy a sobrevivir o no. a la policía?
y dice el policía: qué problema, no se pue- abogada me decía que mi marido tenía que
de sacar, hay que ver qué se hace... Tendrá tener plata, porque después de que salió el
que esperar, Joaquín, que todo eso camine fallo del divorcio y le dijeron que me tenía
y sea la ley quien la saque, porque ella viene que dejar aquí quedita en la casa (porque
a reclamar a sus hijos, su casa, y mientras él peleaba la mitad de este lote), tuvimos
no haya un divorcio que establezca todo lo una audiencia con los magistrados, porque
que se tiene que hacer... Después me dice como el divorcio falló un poco a favor mío,
él, qué cara de barro venir a hacer de buena hasta los magistrados tenían que darle un
mamá si ya el divorcio está en camino. Está visto bueno al divorcio.
bien, le digo yo, dejemos que llegue el di-
vorcio para ver qué se hace, pero yo de aquí La Corte buscó un perito; después el mu-
no me voy a ir. chacho que llevaba lo mío en la Corte me
dijo, Mauren, le sacamos a su ex esposo el
Mi mamá me criticaba porque yo evitaba doble de lo que él había ofrecido, ¿qué le
los hijos, porque iba divorciarme, y yo le parece? Y le digo yo, bueno, la verdad que
decía, mamá, ¿pero cómo quiere usted que lo que quiero yo es cerrar esto con broche
yo esté casada si él no quiere estar conmi- de oro, porque siento que no puedo seguir
go, y yo entiendo que cuando le llega el más en esto, la abogada también está can-
divorcio, quiera usted o no va a quedar di- sada y harta... Lo que se pudo hacer, ya se
vorciado; entonces a mí eso me va suceder, hizo. Y me dice él, según lo que usted me
porque ya me dijo él que me va a poner el diga vemos a ver cómo le notificamos a él
divorcio. ¡Cómo sufrió mi mamá! Aparte y decimos que usted aceptó el fallo que sa-
de todo lo que le oculté, un día me atreví lió, y si no seguimos el pleito a ver qué se
a llegarle golpeada, y yo le decía vea ma- puede sacar o qué no... Pero me decía yo,
má... ¡Y usted todavía me dice que no me ¿para qué quiero más si me quedé con mis
divorcie! Y le decía que queriéndolo o no, hijos, con el lote, porque ya a lo último que
el divorcio era un hecho, porque me decía adquirimos las escrituras de este lote, vino
la abogada, ya él lo puso y vos tenés que una abogada y tuve la gran suerte de que
ponerlo también. me mandó al registro a sacar un papel para
hacerme las escrituras de aquí, y por suerte
De mis hermanos soy la única divorciada.
salí ya divorciada... Cuando fui a buscar el
¿Cómo no me iba a divorciar si yo le puse
papel decía que yo era divorciada, enton-
a él las cartas sobre la mesa? Le dije, váya-
ces me dijo la abogada, pues Mauren, te
se, viva su vida tranquilo y déjeme vivir mi
felicito porque creo que a pesar de lo que
vida... No nos divorciemos. Allá, cuando
vos contás de tu enredo con el divorcio, ya
usted crea que no le fue bien en la vida,
salís divorciada, es decir que te puedo sacar
conversamos. Pero él me dijo, no, yo no
las escrituras solo a nombre tuyo. Siempre
quiero estar casado, yo le voy a poner el
tuve temor porque él siempre decía que la
divorcio. Y yo le dije si me va a poner el
mitad de este lote era de él, porque a él lo
divorcio, póngamelo... Y como le digo yo a
estaban haciendo compartir la finca con-
mi mamá, si yo no hubiera evitado los hi-
migo, pero a lo último salió el fallo a favor
jos, ¿cuántos hijos no tuviera? ¡Cuánto he
tenido que sufrir yo por mis tres hijos! mío porque era divorciada. Y ese mismo
muchacho, el familiar de él que nos ayudó
Además de la abogada había otro mucha- a conseguir este lote -él tiene muy buena
cho que nos ayudaba en la Corte, pero amistad conmigo-, un día me lo encontré
todos estábamos al borde de la locura. La en la calle y me dijo Mauren, sabés que tu
343
ex-esposo anduvo mucho tiempo detrás de me dio sacarme una foto, porque nadie me
mí para ver si lo ayudaba a que te echaran reconocería.
de ahí donde estás viviendo, pero yo lo bajé
rápido de la nube, porque le dije ¿cómo se Un día de estos la mayor andaba buscan-
le ocurre sacarla? Si ella tiene tres hijos tu- do unos papeles y encontró unas boletas
yos, las leyes van a favorecerla a ella, dejate de pago, y me dice mami solo Dios nos
de varas, ese lote nunca te va a quedar a acompañó a nosotros para sobrevivir con
vos, así que mejor olvidate de eso... Y yo su salario... Estudiaba ella en el colegio vo-
digo que definitivamente fue Dios el que cacional, la otra estudiaba en la escuela, y
me ayudó en todo. uno ve que sobrevivimos porque Dios es
grande. Yo creo que mi hija gana hoy dos
El asunto de este lote y de la finca de Gua- o tres tantos del salario que yo me ganaba
nacaste tardó mucho en resolverse, porque cuando iba a trabajar.
había que ver qué se hacía, porque él es-
taba dispuesto a dar nada más tanto de la Supuestamente él es muy católico, inclu-
finca, y él ofreciéndole no sé qué cosas a su so a estas alturas. Como mi hijo taxea en
abogado para que hiciera lo que pudiera, la noche, él le dice que esté a tal hora con
porque él veía que ya las cosas no iban tan a el carro, porque él tiene que ir a misa. Y
favor de él como creía. Como sentía que no le digo yo a mi hijo ¡oh personas que hay,
íbamos a lograr nada de la parcela, les dije siempre ridículas, verdad! Y me dice ¿por
a mis hijas, si algún día logramos algo de qué me dice eso? y un día le digo, la verdad
lo de Guanacaste les voy a hacer una casita que cuando uno ha pasado por este enredo
mejor que la que tenemos... como que todo el mundo te señala, estás
divorciada. Muchas amistades me pregun-
De la parcela de Cañas no me dio la mitad. tan por qué no voy a misa y yo les digo, es
A mí me decían, Mauren, ¿por qué usted que uno es tan malagradecido con Dios...
es tan tonta, si la finca vale no sé cuánto...? Mucha gente conoció mi problema y me
Y le digo yo, la verdad estoy contenta con dicen que aunque esté divorciada si me na-
lo que quedé, porque para mí, yo sentía ce puedo ir a la iglesia, pero la mayoría de
que iba a quedar con las manos en la ca- familiares de él me señalan. Entonces me-
beza, sin hijos ni dónde vivir... Y cuando jor me quedo quedita en mi casa, nadie me
nos dieron la plata les dije que íbamos a critica, y yo siento que Dios sabe la cuen-
comprar materiales. Entonces se hizo esta ta que le tiene a uno en asunto de lo que
casa y quedó un poquillo de plata que ten- uno ha vivido. Mientras haya un Dios que
go guardada. lo cuida y uno esté tranquilito en la casa
sin hacer daño a nadie, y si le solicitan una
En el tiempo que él me dio pensión -no sé ayuda para alguien, pues uno la hace. Uno
cuántos años fueron-, me daba un aguinal- fue casado y no quiso seguir aguantando,
do de quince mil pesos. Yo prefería buscar y yo pienso que Dios sí tiene que pedirle
plata por otro lado antes que venir a firmar sus cuentas.
órdenes de captura que no sirven para na-
da. Me decía un muchacho que me daba los Mi hijo se fue con el papá desde que tenía
cheques: tranquila, será que no tiene plata, diez años. Aparte de que fuimos al PANI,
tal vez después te deposita más..., pero a la yo ya estaba muy cansada y le decía a la
otra no aparecía nada. Como digo yo, por trabajadora social del Patronato, la verdad
obra de Dios sobrevivimos, a mí los huesos no voy a presionar más al chico... En este
se me veían salidos en aquel tiempo, no se proceso, lo que él decida lo vamos a respe-
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
tar, lo que le voy a pedir yo a Dios es que se Omar está buscando una beca en la uni-
acuerde de que tiene mamá. versidad, y me preguntó el número de su
cédula y me preguntó si usted se lo daría,
Sufría día y noche por eso, porque mi hi- porque para ayudarle le piden el número
jo se había ido con el papá, pero mi hijo de cédula suyo...
me decía mami, yo ya estoy cansado de ver
que él te pega. La meta de él era llevarse Entonces le dije, y por qué no le dijo que
a los dos menores para quitarse la cochina viniera aquí a la casa; y me dice es que él
pensión que le habían puesto. Él decía: me tiene miedo, dijo que si se lo daba, se lo
llevo a los dos menores. A la mayor la des- mandara conmigo, y le digo yo, bueno...
conoció como hija. Esperemos que sea para esa ayuda, que no
sea para otra cosa el número de mi cédula...
La abogada me decía, tranquila -porque Y me dice ella, no, yo no creo... Y en una
ella me acompañó al Patronato-. Yo le de- que va y otra que viene, ya empezó a venir
cía, lo que nos digan en el Patronato lo va- a visitarme, y ahora viene en la mañana, a
mos a respetar; si el chico quiere estar con medio día, en la noche... Y yo a veces me
el papá, que se vaya, que Dios me ayude a pregunto qué será, porque como me aban-
mí... Y me decían en el Patronato, diay el donó tanto y a veces me dice que me quiere
papá lo manipula hasta los dieciséis años, y mucho y pelea mucho con la menor.
llegará el momento en que tal vez él cam-
bie de opinión. Casada duré como quince años; ahora ten-
go cuarenta y uno. Fue hasta ahora que
Hubo varios enredos en las escuelas. In- empecé a medio ir a la escuela y a medio
cluso varias veces fui a Cañas a verlo en querer aprender, porque cuando me su-
el colegio. Apenas yo lo reconocía y él me cedió todo este enredo yo no sabía, y me
veía, él salía corriendo para donde mí, sa- costó mucho. Fue muy difícil para mí, por-
lía a buscarme. Nunca huía; en donde me que tenía que buscar amigas que me acom-
veía, él siempre me saludaba. Y ahí estuvi- pañaran a la Corte, y a veces me pasaban
mos siempre, porque aunque él estuvo sin cosas que yo decía, qué hago...
llamarme ni verme, yo siempre lo buscaba,
y a lo último me dice mi hija mayor, ay Mis papás hace como doce años viven en el
mamá, dejate de mortificar la vida, ya ese Valle de la Estrella. Toda la cepa se trasladó
mocoso está grande, y si no viene es porque al Valle, cerca de las bananeras... Aquí en
no le da gana; deje de estar buscándolo. San José solo vivimos dos hermanas. Los
otros viven allá, más cerca de mis papás.
Hace poco nos dimos cuenta de que él es- Un hermano de los más jóvenes ha ahorra-
taba por aquí. Y la mayor, que era la que do y anduvo comprando tierras ahí. Él les
más lo buscaba, la que más se enfrentaba dio un terrenito para que se hicieran una
a la familia del tata (porque la menor no casita. Hace poquito estuve allá; estuvimos
se enfrenta a la familia porque para ella no haciendo una casita, porque mi mamá vi-
existe), y yo le digo lo que pasó entre noso- vía más arriba, en un lugar que había que
tros ya pasó... Ya nosotras vivimos tranqui- caminar como hora y media, dos horas, y
las, ¿por qué le guarda rencor a la familia mi mamá es diabética. Una vez se me en-
da su papá? Y la mayor empezó a buscar fermó mucho y casi se me muere, porque
al muchacho, a conversar, a dialogar para no había quién la sacara. Entonces yo le di-
acá y allá. Y un día viene y me dice mi hija, je, mamita, usted no puede vivir aquí; de-
mami le mandan a pedir un favor, es que finitivamente tiene que irse para un lugar
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donde esté más céntrica, donde si le agarra diabética; tengo que comprarle algodón, al-
algo o se cae, alguien la vea... Ellos viven cohol, las jeringas, porque no quieren darle
solos en la casa, entonces definitivamente las jeringas en el EBAIS donde a ella le dan
hay que ver cómo se le hace un ranchito la insulina. Hace poco estaba hablando con
allá donde estén más cerca de los hijos. mi patrona y me dijo que eso no puede ser,
porque al diabético tienen que darle jerin-
Todo el mundo dice que yo soy el hombre, gas porque si le dan insulina y no le dan
porque a mí todo el tiempo me encantó jeringas cómo se la va inyectar, eso quiere
andar detrás de mi papá. Incluso ahora voy decir que lo están dejando a medias.
al Valle la Estrella, y mi papá me dice ¿que-
rés ir a tal lado? Vieras que hay un poco de Mis papás no saben leer. Yo les digo que yo
leña que picar. Me ensillo el caballo y te vas casi no sé leer, pero que yo pregunto. ¿Por
a caballo o me voy yo a caballo, no, váyase qué no preguntan?, les digo yo. Porque me
usted en caballo porque es usted a quien da vergüenza, me dice él. Es cierto. Uno a
le prohíben caminar... Yo veo que les hace veces siente que le da vergüenza, y yo los
falta plata y que viven necesidades. Yo sé comprendo, porque da pena preguntar y
que hago falta en los dos lados, pero a veces preguntar... A veces hay personas que le di-
no puedo estar en los dos lados, necesito cen ¿no sabe leer?
irme porque la mayoría de mis hermanos Cuando no trabajo mucho, me voy un
tienen sus esposas y sus familias, y se han tiempo para donde ellos, para ayudarlos a
vuelto muy quitones, muy resbalosos para hacer sus vueltas. Ahora estamos con ganas
ver cómo ayudan a mi mamá, y yo les digo de ver si le conseguimos una pensioncita,
a ellos que porqué son así, si yo más bien porque él está padeciendo mucho del co-
deseara tener montones para darles. Hace razón y le prohibieron rotundamente sem-
poquito les estaba diciendo: chiquillos, brar. Tiene que estar, como dicen, “como
pónganse la mano en la conciencia, porque chiquito lindo”: al baño bien cuidadito y
si no les voy a pegar una pensión para mi bien chineado, porque ya le dijo el doctor,
papá y mi mamá... Y entonces ellos dicen le hace malo mojarse, serenarse, agitarse;
¿cómo? ¿Existen? Sí, ustedes no están en todo lo que se llama rutinas de trabajo.
nada; sí existe una pensión para mi papá...
¿Pero aunque uno tenga esposa? Aunque Otras veces quiero como traérmelos por
tenga esposa, así que pónganse la mano y unos ocho o quince días, para que ellos se
vean a ver cómo ayudan a ellos que ahora me vayan haciendo un poquito a este am-
están muy enfermos... Aunque sean cinco, biente, a ver si me los arranco algún día.
mil, diez mil pesos por mes... Nada más Les digo a mis hijas que algún día ellos tie-
les digo, porque si no los voy a tallar… Y nen que dar el brazo a torcer y decir bueno,
yo le decía a mi mamá, mamá ¿qué dice nos vamos a ir con Mauren, porque bueno,
usted con este enredo que ellos no quie- es la que más nos ayuda. Porque mi casita
ren dar a la buena? ¿Qué dice usted si se es bastante grande, el lote está hecho todo,
tallan? Porque la verdad yo sé que ustedes mi casa con cuatro cuartos, dos salas, es
necesitan mucho, aquí donde están nece- bastante grandecita. Pero es difícil porque
sitan mucho... Ay, no, hija, no te metás en ellos están tan acostumbrados... Aunque
problemas con tus hermanos... no tengamos qué comer, dicen, es mejor
estar en el monte, porque aquí uno se sien-
Pero si ellos no se ponen la mano en la con- te como un pájaro enjaulado… Diay, papi-
ciencia, qué vamos a hacer. Mi mamá es to, pero es que así tenemos que vivir aquí,
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
así le digo yo, aquí no se puede vivir de otra bajo como usted. Le dije que estaba bien y
manera, aquí uno tiene que vivir así ence- que tenía que pedirle a Dios que mis papi-
rrado con candado. Y él dice: es que me tos no se enfermen, porque si se enferman
da miedo cuando veo esos candados, me se me mete la nostalgia y me pierdo; y me
parece que se va a venir un temblor y uno dice: no, yo le doy permiso para que vaya
no puede salir, me dice. Me siento como si más de quince días, pero yo quiero que me
estoy en la cárcel, y yo digo, pobrecito, sí, siga trabajando.
se debe sentir feo para ellos.
Lizeth, mi hija mayor, ahora está trabajan-
La señora con la que ahora trabajo es en- do en Recursos Humanos en el Hotel San
fermera. Ella me dice que esa enfermedad José. Está muy contenta ahí, porque puede
con la que vive mi mamá la hace más chi- seguir estudiando. El novio y ella estudian
chosa, hay que saberla comprender mucho, y trabajan. Desde que entró al vocacional
me dice, y también me dice que es mejor ella ya tenía novio. Pensé que me iba a de-
que esté en el campo, que si le agarró una jar el estudio botado, pero no: se graduó
chicha ella se fue por allá, se despeja un po- del vocacional y ahí está con el novio. Yo
co la mente, se va a la orilla del río... En no sé cómo esta güila, con diecinueve,
cambio aquí es más difícil; me dice, mejor, veinte años, dice que el matrimonio no na-
si usted quiere estar viajando, mandándole ció para ella. Uno se queda asustado, por-
plata, y ella quiere estar allá, pues allá está que uno en cambio rapidito quería estarse
mejor... casando, le fuera bien o le fuera mal, pero
ella dice que quiere seguir estudiando, y le
Tengo casi como cinco años de trabajar falta poquito para sacar secretaría bilingüe.
con esa gente. He negociado mucho con Parece que la jefa le está diciendo que des-
la señora, porque yo tengo que correr para pués de sacar eso saque Administración de
donde mis papás, porque ahora están tan Empresas, y por ahí va siguiendo el asunto.
enfermitos, y me dice a patrona, tranquila, Omar, el muchacho, quiere estudiar Filo-
Mauren, se toma ocho o quince días para logía y lenguas, y a María le faltan cuatro
ir donde sus papás y yo aquí me las arre- materias para terminar bachillerato, y este
glo como pueda, pero yo no voy a buscar mes que viene empieza en la Boston.
otra empleada. La gente me dice que esa
señora ya se adaptó tanto a mí como yo a Siempre me da en pensar un poquito
ella. Incluso para el Día de las Madres me adónde voy a morirme, porque veo que mi
fui casi un mes para Valle de la Estrella; en mamá, a pesar de que ha pasado tristezas y
dos platos, le puse la renuncia. Y la señora pobrezas, si se muere no puede decir que
me dice: yo tengo la esperanza de que usted donde vive se lo dio el marido, porque lo
vuelva, porque yo le dije que me iba a vivir único que le dio él fueron los hijos. Ella no
allá y después volví, pero sin decirle nada... se queja de los hijos, porque es una de esas
Pero como la bandida está tan cerca de mí personas aferrada de que tiene que tener
se dio cuenta de que andaba por aquí, y los hijos que Dios le da, sin importar cómo
cuando oigo que me llama y me dice ay, le vaya con el marido, y que uno no tiene
Mauren, ya me di cuenta de que estás aquí, que trabajar sino estar en la casa, pendiente
y le digo pero ya me voy otra vez porque del marido, chineando. A veces vacilo a mi
quiero estar con mis papás. Y me dice: yo mamá y le digo: ahora viene Dios a pedir-
quiero que me trabaje, porque he traído nos cuentas y usted no puede decir, mirá,
varias personas pero nadie me hace el tra- este terrenito me lo dio mi esposo…
347
Historia de vida
Rafael
Uno se escapaba de la casa por rebeldía, cuando tenían dieciocho años a diez años
obstinado, pero ahora uno ve que hay una de cárcel. Los que han salido ya hicieron
cadena: madres tal vez de catorce, de quin- grupitos, no en San José, porque hay mu-
ce años, que llegan a los veinticinco y ya cha vigilancia, pero casi todos se van a los
tienen un hijo de diez. Empiezan a tener barrios. Ahí se ponen a vender drogas y les
hijos desde los doce, los trece años; después va bien, más bien incitan a los otros mu-
los carajillos andan vendiendo flores detrás chachos a la violencia. Ellos ya tienen la
de ella y se hace una cadena. De los caraji- escuela de la calle y de la cárcel, y solo eso
llos que venden rosas, que venden chicles o lo hace a usted un maestro... En Los Gui-
piden, el 75% termina en la calle, terminan do tengo amigos que venden drogas y los
robando, terminan prostituyéndose... Mu- carajillos los admiran porque son sociables
chas personas ven a esos chiquitos vendien- entre ellos, porque comprenden que si te
do rosas, chicles y la indiferencia es total. Si echaron de la casa, “Diay, mae, véngase a
los explotan sexualmente, nadie responde dormir aquí...” Nosotros sí teníamos eso:
por ellos: de por sí son carajillos de la calle. éramos muy unidos.
Para mí que eso fue lo que pasó con las ma-
ras. Ellos nunca les prestaron la atención En Pavas tengo compas que tienen sus
que debieron y ahora están pagando un amistades, sus grupos de carajillos que em-
precio muy alto por la indiferencia social. piezan a llegar a las calles y caen en manos
Entonces, algún día, van a tener que pagar de ellos. Es una manera como usted le en-
el precio por esa indiferencia. Eso es lo que seña a otros. La prostitución, los robos, las
pasó en Honduras, El Salvador y Guate- drogas, la delincuencia: todo eso se da en
mala y hasta en Nicaragua. los barrios; se ve como gran cosa que al-
guien sea narco -“qué mae más tuanis”-; to-
Tengo muchos amigos que vienen salien- do el mundo lo admira, todo el mundo en
do ahorita de la cárcel: los sentenciaron el barrio lo cuida, nadie vio nada, porque
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
compran a las personas. Hay que dejarse de lo va a hacer una persona común y corrien-
varas: que la nena que me gusta, que la tar- te? Es una cadena.
de juvenil, que las tenis de marca... Enton-
ces un narco te dice: “pasame tantos puros Entonces sí hay más delincuencia que an-
de marihuana a tal lado o tantas piedras, o tes, y va a haber mucha más. Armas hay en
guárdeme esto...” Te ganás una buena pal- todo lado: los policías mismos -que saben
tilla sin hacer nada, sin joderte. Para mí fue quiénes son los que venden- tapan la situa-
un error que quitaran el permiso de trabajo ción y más bien se dejan las armas. No to-
para menores, porque si usted no quiere dos, obviamente, pero eso se da mucho. Es
estudiar, usted no estudia... Entonces hay algo fatal. Usted va a las cárceles y se queda
mucho carajillo que tal vez quiere trabajar, admirado de ver carajillos de dieciocho,
pero no lo hacen porque no tienen el per- diecinueve, veinte años con sentencias de
miso del Patronato. treinta o cuarenta años, tal vez porque ma-
taron a un chavalo por un celular o por una
La desintegración familiar es muy grande. cochinada.
En la casa no tengo un papá que admirar,
porque es un hijueputa borracho, un agre- Ahora veo hijos de mis amigos que ocupan
sor malparido. ¿Y qué le voy a admirar a mi el lugar de ellos. En la calle, los hijos hacen
mamá si nunca está en la casa, está traba- lo mismo que hacían ellos. Amistades que
jando y cuando está solo pelea con mi tata, se juntan y tienen ese montón de chiqui-
solo me trata mal? Entonces ¿qué tengo tos... La mayoría se van a vivir a barrios,
yo que admirar? Nada. Entonces busco un a ranchos, a tugurios... Amistades que se
héroe en las personas de la calle, y es cuan- drogan con los hijos a la par, y después los
do se dan los grupitos, las barritas... Hay hijos se drogan con ellos. Es un círculo vi-
muchas muchachas que tal vez trabajan cioso, ese es el miedo mío. Ahora tengo fa-
duro y no tiene chance de estar en la casa. milia y no quiero que ellos pasen lo que yo
De pronto les abusan a un hijo. Si el Patro- pasé. Soy un buen padre porque no dejé a
nato se da cuenta de eso, actúa porque ella mis hijos botados, les di de comer.
no está en la casa, no atiende a los hijos (tal
Tuve una amiga a la que quise mucho, la
vez a los hijos los está cuidando el hermano
quise demasiado. Ella fue una persona muy
mayor, también menor de edad). Pero no
especial... Me dijo que éramos como herma-
ven el esfuerzo que hace ella, que ella no
nitos, yo siempre la respeté y ella me respetó;
se puede mantener sola, y el gobierno tam-
poco hace nada por apoyarla. Entonces nunca tuvimos relaciones sexuales. Salíamos
muchas madres prefieren quedarse calla- a robar. La mataron hace como cinco años.
das, porque les da miedo que el Patronato La última vez que hablamos le dije que es-
empiece a meterse, corren el riesgo de que taba bonita, ella me dijo que quería salir
les quiten a los hijos. de esto: “No quiero nada con esto, ya estoy
cansada; tengo problemas con el licor...” Te-
La violencia se transmite en todo: desde nía unos bebés y me dijo que su mamá la
la televisión hasta la radio. ¿Cómo es po- había ayudado mucho. Se había juntado
sible que usted vea en la televisión a una con un narco y como ella lo dejó, el narco la
niña que tal vez no tiene ni cuerpo, toda mató de dos balazos. Eso fue algo que a mí
pintada como una mujer, incitando? Los me marcó mucho la vida. En esto hay per-
padres del país, los presidentes también sonas que quieren salir, pero se les hace un
robaron. ¿Y si ellos lo hacen, por qué no círculo, una rutina que es difícil romper...
349
Después de que mataron a esa amiga han En estos cuatro años he tenido mis recaí-
matado a otras amistades. Uno se va ha- das, incluso me he metido en problemas
ciendo conciente, llega a tener un poco de con la policía, pero no me han agarrado.
conciencia, pero es difícil asimilarlo. De no consumir droga tengo un año, y de
no robar como medio año. Y así, honesta-
Hace cuatro años salí de la cárcel la última mente lo digo, porque es la verdad. Eso no
vez. Te parás en la esquina de la prisión y quiere decir que uno sea una mala perso-
te decís: ¿qué hago? ¿Para dónde agarro? na. La necesidad lo lleva a uno a muchas
¿Quién me está esperando afuera? Te venís cosas.
para San José y buscás a tus amigotes y ellos
te reciben y te invitan a tomar. Vos perte- Cuando me he quedado sin trabajo y me
necés ahí, sos parte de un grupo. Entonces he quedado sin opciones, he tenido que
caés en la misma rutina. Tengo amistades buscar a mi gente y robar... Tengo familia
que han salido y no quieren eso, pero no y empiezo a buscar, pero nada me sale. Y
tienen casa dónde llegar a dormir, no tie- ya empiezo a llegar por aquel lado, y por
nen dónde estar, tienen que buscar traba- último terminé robando otra vez con ellos,
jo. Están marcados por la sociedad. porque tenía una obligación, tenía hijos.
Más de una persona me dijo que ya había
A veces usted se topa con un policía que caído otra vez. Pero después me puse otra
lo conoce y de una vez te pregunta: “¿Qué vez a trabajar. ¿A quién voy a comentar-
andás ahí, qué llevás?” Son cosas que cues- le que tuve que robar para llevar a la casa
tan mucho, que a uno lo provocan. Yo no porque no encuentro un trabajo, no tengo
niego que he pasado momentos en los que para los pases, se le cierran a uno las puer-
quiero botar todo y tirarme otra vez a la tas? ¿Y cómo voy a decirle a mis compas, a
calle. La verdad es que en la parte emocio- mi gente de la calle, que estoy trabajando
nal uno queda muy desequilibrado, uno se o estudiando?
vuelve desconfiado hacia todo, se vuelve
agresivo. Una vez un amigo mío me dijo: “¿Sabe
qué, mae? Aquí en esto hay dos opciones:
Lo difícil no es tanto salir de la calle, salir hacerse un buen ladrón o buen narcotrafi-
de las drogas; el problema es adaptarse al cante, porque de esto no se sale. Nosotros
sistema, un sistema que supuestamente tie- no tenemos futuro”. En la calle uno apren-
ne muchas cosas para rehabilitarlo a uno, de que para superarse, para tener su carro,
pero uno ya se acostumbró a hablar de ro- sus cosas, tiene que ser narcotraficante, tie-
bo, de homicidios, de cosas malas... Al fin ne que hacerse prostituto, tiene que ser un
y al cabo, usted no sabe ya ni qué es bueno buen ladrón, porque no hay opciones.
ni qué es malo... Para uno es difícil decir:
pobrecita esa persona que asaltaron o ma- Uno aprendió en la calle a ser explosivo,
taron... A veces me he quedado hasta tarde violento, y a no sentirse culpable -ellos se
de la noche en San José y comparto con mis lo buscaron-; actúa como por instinto, no
amistades. Y por dentro me digo: pobreci- por razonamiento... Entonces, cuando te
llo, asaltaron a ese mae... Pero adentro mi dicen que a tu familia le pasó algo, que-
otra personalidad sale: está bien, el hombre rés conseguirte un arma y reaccionar. ¡Qué
se puso... ¡Salado...! En uno como que no difícil sentarse a pensar que eso va a perju-
existe ese sentido de culpa o de considerar dicar a mi familia! Si yo le cuento esto a mi
a las otras personas, porque uno lleva ese gente me dicen: “Idiay, vamos y baleamos
resentimiento hacia toda la sociedad. a esos hijueputas o los quebramos...” “Y a
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
usted ¿cómo se le ocurre aguantar una vara vida es superarme todo lo que pueda, pero
a así?” Y en el ambiente de acá me dicen uno queda marcado, y marcado para toda
que me tranquilice. Uno tiene una vida la vida... Solo el tiempo se va a encargar de
muy falsa en los dos lados. Si alguien va a borrar eso.
salir conmigo, siempre espera que me jale
una torta, y si ando con mi gente no es que Ahora estoy viviendo otra vez en Desam-
juegue de árbitro, pero evito los problemas. parados. En el barrio todo el mundo se me
queda viendo, uno sabe cómo está la si-
Como persona uno se tiene que reservar
tuación. ¿Qué círculo de amigos va a tener
bastante. Entonces son dos personalidades
uno? Yo he estado en una clase estudiando,
en una, es una lucha interna que uno no
arrinconado en una esquina, y todos los
puede expresar ni aquí ni allá lo que siente.
demás al otro lado, como si uno fuera un
Nadie me da solución y tengo que agarrar
espécimen. Y qué feo darse cuenta de que
de aquí y aquí y hacer una balanza. Son
los demás se ponen de acuerdo para ir a to-
cosas con las que usted tiene que luchar
marse unas cervezas, pero no le dicen a uno
diariamente, las veinticuatro horas.
porque piensan que uno se va a montar y se
Ahora que dejé las drogas es cuando me va a ir a consumir drogas.
agarran momentos de cólera, me cuesta
A mí me fascina la lectura, fue algo que tuve
controlarme. El otro día me estuvieron
para encerrarme. Y ahora estoy retomando
vacilando porque estaba tomando una
los estudios. Un día de estos le decía a un
cerveza y a uno lo ven bien y de pronto se
profesor, “profe quisiera hacer un método
altera: ¡qué varas de loco! Cuando me dan de estudio”. Uno es como ido, tiene ansie-
esos ataques de ansias por la droga, tengo dades de drogas. Así es difícil concentrarse,
que ocultarlo muy adentro, porque en la porque su mente está como partida en mil
sociedad o entre los compañeros de trabajo pedazos. A esta edad yo hubiera querido
no puedo decirlo. La gente a veces me dice tener ya una profesión, un oficio. A uno le
“Mae, ¿qué le pasa? ¿Por qué tan hiperac- da miedo, se siente muy viejo... Yo pasé la
tivo? Usted no se queda quedito...” ¿Pero mayor parte de mi vida en un reformato-
cómo voy a decir eso ante amistades mías, rio, en cárceles de mayores... ¿Cómo puedo
gente que me está ayudando a trabajar? decir que viví una juventud como otros
muchachos? Una vez un amigo mío me
Uno tiene que andar siempre a la defensi-
dijo -nunca se me olvida-: “Me hice una
va, como dando explicaciones. Si a otro
cuadrillita, ahí ando robando en tiendas.
lo ven sentado en la línea del tren, todo
¿Y usted qué?” “Diay, yo estudiando...”
sucio, dicen que es porque estaba traba-
“¡N´hombré, mae... ¿No ve que nosotros
jando, pero si me ven a mí dicen que me
nunca servimos para eso? Nosotros para
monté y ando fumando piedra. Si una per-
estar bien tiene que ser robando o vendien-
sona se pega una juma y se para en una
do...” A veces pienso que sí, porque por lo
esquina a hacer tonto, al día siguiente le
mismo, por la discriminación social, usted
dicen que se pasó de tragos, pero si lo ven nunca va a dejar de ser lo que fue ni nunca
a uno tomado, dicen que ya anda otra vez a dejar de ser lo que hizo, siempre va a ser
en lo mismo... Una vez una señora me el ladrón, siempre va a ser el bicho malo,
dijo: “Qué bonito que está, lástima saber siempre vas a ser el asesino...
cuánto tiempo va a durar así, no le doy ni a
diciembre...” “Vamos a ver quién dura más Tengo dos amigos a los que transo mucho,
entre su hijo y yo” le digo. Mi sueño en la a los dos los quiero como los hermanos
351
mayores que nunca tuve. Pero me cues- A uno le da cólera ver la manipulación de
ta aceptar que me digan que haga algo o la sociedad, porque hay personas que tal
que me llamen la atención. Tal vez lo que vez le dan a uno un poquito y piensan que
me dicen son buenos consejos, pero me ya por eso tienen derecho a hacer con uno
cuesta comprenderlos, me cuesta abrirme lo que les da la gana. Si alguien me da a tra-
a las personas, porque yo primero pongo bajo sabiendo lo que fui, entonces se siente
una barrera. A veces ellos dicen que yo me con todo el derecho de explotarme o me lo
comporto como un carajillo. No puedo de- echa la en cara cada vez que puede: “Agra-
cir que tengo la personalidad de un chavalo dezca que le di la mano; agradezca porque
de mi edad. Es cierto, uno es inadaptado. yo sé lo que fuiste... Más bien la agarrás
Soy una persona muy indecisa, sentimen- toda... ¿Qué otra persona te hubiera da-
talmente soy cariñoso pero muy cortante do esta oportunidad?” Uno siempre tiene
también. Por desgracia me cuesta demos- que andar como pidiendo perdón. Es algo
trar mis sentimientos. A veces soy como difícil, del diario vivir. Hace poco tuve un
posesivo. Cuando quiero a una persona, la trabajo. El chavalo me pagaba como peón
quiero, pero con cualquier cosa siento que teniendo yo experiencia de albañil, y…
me están traicionando, entonces la hago a “agradézcame que le di trabajo”. Una vez se
un lado porque me da miedo que me hie- perdió una herramienta y... “vea que yo sé
ran otra vez, porque uno no cree que las quién es usted...”
personas lo quieran. Uno tiene un corazón
tan duro, indiferente... Le cuesta abrir el Ya soy un hombre, pero lo que pasó me
corazón porque uno espera que las perso- marcó para siempre. No es que fui cara-
nas lo lleguen a traicionar, que le den la jillo y eso me pasó y punto. Ese abuso eso
espalda o que lo dejen abandonado. algo que yo guardo con mucho miedo, algo
que no quiero que se dé cuenta nadie... Lo
Ahora que tengo familia, me cuesta tratar- guardé siempre muy adentro, porque mu-
la, me cuesta expresarme. A veces mis hijos chas veces pensé que en parte también fue
me dicen: papi, vamos a jugar allá... Y yo culpa de uno, que uno mismo se lo buscó.
no sé jugar bola, muchas cosas no sé ju- No hace mucho me topé a ese chavalo y
gar porque nunca las jugué... Nunca tuve se lo dije, porque obviamente él seguirá
tiempo para jugar, no sé jugar ni un trom- haciendo lo mismo con otros niños, y él
po, no sé nada de eso... Y tal vez los regaño me dijo: “¿Quién me puede comprobar a
mucho, y es cuando llega mi cuñado y se mí eso? Nadie.” Así me dijo. Eso ya quedó
los lleva, entonces es cuando a mí me dan atrás, pero sexualmente sí lo afecta a uno:
ciertos celos y me deprimo. Cuando me de pronto vos estás con una nena y te da
topo con amigos o amigas mías del viejo miedo que ella se dé cuenta de eso, porque
ámbito los abrazo y ellos me abrazan y me tal vez va a decir: “Puta, al rato este mae es
cuentan sus varas. La mayoría están corta- gay...” En la casa, cuando hay discusiones
dos por todo lado; si no los han apuñala- y me tratan de playo o algo así, siento que
do, los han baleado o andan demacrados saben algo, entonces me pongo a la defen-
por la droga. Hay otros que se han vuelto siva, es algo así como que uno está alerta:
narcos. Lo que a mí me ha costado es des- “¡Ya se dieron cuenta!” Son cosas que lo
tetarme de ellos. marcan a uno para toda la vida.
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
De la noche a la mañana a uno se le trun- pasar por la calle y otra cosa es haberla vivi-
can los sueños, y ver tanta violencia es algo do. Yo nunca fui de la calle, siempre quise
que le llega a marcar en el corazón. Y que estudiar, siempre quise superarme. No fui
usted deposite la confianza en una persona de la calle porque sino ahí estuviera toda-
que saca provecho de la situación, es algo vía, pero tuve que vivirla. A veces uno se
que le llega en lo profundo de la vida. Y siente ya muy viejo, entonces uno desea,
que en los hospicios de huérfanos se enca- como dicen, volver el tiempo atrás... Es
riñe con alguien pero esa persona no pueda algo tan difícil. He fracasado en muchas
encariñarse con usted porque están obliga- cosas, pero yo siempre sueño y tengo an-
dos a ser ajenas en la parte sentimental. helos. Ahora soy más claro que antes, pero
me ha costado mucho.
Muchas personas dicen que anduvieron
en la calle y que salieron, pero una cosa es Siempre he sido un soñador.
353
¿Tiene la inseguridad ciudadana consecuencias
para el desarrollo humano?
Las anteriores secciones de este informe han proporcionado numerosas muestras de las for-
mas en que la inseguridad ciudadana compromete el proceso de expansión de las libertades
y opciones de las personas. Basta recordar las diferentes modalidades de victimización y los
alarmantes niveles de temor analizados en capítulos previos, los cuales conforman el mate-
rial con el que se construyen diariamente vidas limitadas en el ejercicio de sus libertades.
La cuarta parte de este informe mostrará con mayor detalle las consecuencias que la inse-
guridad ciudadana tiene para el desarrollo humano en Costa Rica. Estas son tan variadas
como los factores asociados estudiados en la parte anterior y, a diferencia de estos, resultan
más concretas y aprehensibles. En algunos casos, se derivan de la victimización y en otros,
de la percepción de inseguridad; algunas veces afectan directamente a los individuos y en
otras, al tejido social del que estos se nutren para construir su proyecto de vida; finalmente,
en ocasiones comprometen las condiciones físicas y materiales disfrutadas por las personas,
y en otras simplemente modifican las actitudes individuales y colectivas con respecto a los
otros, las normas jurídicas y las instituciones políticas. Pero no cabe duda de que la discu-
sión sobre el desarrollo humano no puede llevarse a cabo con prescindencia de la discusión
sobre la inseguridad que afecta a las personas y a las comunidades, en múltiples formas. La
seguridad ciudadana es, en efecto, un componente central del desarrollo humano en Costa
Rica y América Latina.
Capítulo 8
Las consecuencias individuales y
colectivas de la inseguridad ciudadana
Más que ningún otro, este capítulo provee y el Estado costarricense, que sin ser en
una amplia exploración del vínculo empí- modo alguno insignificantes, no alcanzan
rico entre inseguridad ciudadana y desa- las magnitudes críticas que exhiben otros
rrollo humano. Si, como se advirtió en la países de la región.
primera parte del informe, existen múlti-
ples razones para suponer que esa relación Las consecuencias de la inseguridad ciuda-
existe y es cercana, tanto a escala individual dana para la salud y la economía de la so-
como colectiva, en las siguientes páginas la ciedad son una forma adecuada de ingresar
evidencia se encargará de sustentar más allá al análisis de un tema crucial en esta discu-
de toda duda esa presunción. sión: ¿en qué medida afecta la inseguridad
ciudadana el capital social? La respuesta,
El análisis procede desde muy distintas como se verá, es más compleja de lo que
perspectivas e involucra diferentes elemen- usualmente se presume, pues si bien la in-
tos del fenómeno, como la victimización y, seguridad coexiste con una pérdida gene-
sobre todo, la percepción de inseguridad. ralizada de confianza inter-personal parece
Se iniciará este estudio revisando cómo el corresponder, en cambio, con un resurgi-
temor compromete el ejercicio de algunas miento de las formas asociativas, en par-
libertades individuales básicas de los ha- ticular aquellas dirigidas al combate de la
bitantes de Costa Rica, como la de movi- delincuencia.
miento, la de disfrutar del patrimonio y
la de recrearse. Luego se analizarán otras El impacto social de la inseguridad no aca-
vertientes del problema que conjugan la ba ahí. También se revisará el efecto de la
afectación individual con la colectiva. Es inseguridad sobre la cultura democrática,
el caso de las consecuencias de la victimi- evidente no solo en la proliferación, en
zación para la salud pública y de los efec- un contexto de temor, de algunos valores
tos económicos de la inseguridad -tanto sociales disfuncionales para la democracia
objetiva como subjetiva- para las familias -como la intolerancia social y la disposición
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
de resolver conflictos por vías violentas-, Se iniciará, entonces, con una revisión so-
sino también en el nivel de apoyo que reci- bre cómo la inseguridad ciudadana afecta
ben las instituciones del Estado y la demo- el ejercicio de algunas libertades esenciales
cracia como sistema político. En el análisis para las personas.
de estas consecuencias políticas ocupa un
lugar destacado el tema de si el aumento A. La inseguridad ciudadana y el
de la inseguridad en el país -tanto objeti- ejercicio de las libertades indivi-
va como subjetiva- se ha traducido en una duales
reacción represiva y lesiva de las libertades
Por sus implicaciones directas para el de-
individuales por parte de las leyes y sus
sarrollo humano, reviste particular impor-
operadores. En el caso costarricense, ese
tancia determinar el impacto de la insegu-
análisis arroja una cierta tendencia al en-
ridad sobre el ejercicio de las libertades in-
durecimiento de la reacción institucional
dividuales. Si concebimos el primero como
frente a la delincuencia, pero dentro de un
el progresivo despliegue de la libertad para
marco comedido y razonable.
el desarrollo de las capacidades individuales
Por último, el capítulo incluye un intento en beneficio de la sociedad, la inhibición,
innovador por cuantificar el efecto de la in- retracción o renuncia al ejercicio de ciertas
seguridad ciudadana en la medición del de- libertades perjudica, en primera instancia y
sarrollo humano, utilizando los 81 cantones de manera evidente, el desarrollo humano
de las personas pero, en segundo término
del país como unidades de análisis. El pro-
y de manera no menos obvia, el desarrollo
cedimiento consta de dos etapas: en primer
social.
lugar, el cálculo del Índice de Desarrollo
Humano Cantonal (IDHC), que utiliza las
Sin embargo, el asunto no es sencillo desde
dimensiones habitualmente empleadas para
el punto de vista conceptual ni metodoló-
operacionalizar el concepto: acceso al cono- gico, y exige al menos algunas precisiones y
cimiento, longevidad y nivel económico de aclaraciones. Lo que interesa explorar aquí
las personas. En segundo lugar, se incluye el es el impacto inhibidor del temor, más que
Índice de Seguridad Ciudadana (ISC) como de la victimización, en la realización de al-
una cuarta dimensión en la medición del gunas conductas personales en las que se
desarrollo humano. Debe recordarse que, en manifiestan libertades individuales muy
ausencia de encuestas de opinión con mues- básicas. Hablando de inseguridad ciuda-
tras de gran tamaño, la victimización es la dana podría argumentarse que, salvo en
única vertiente del concepto de seguridad los casos de secuelas físicas o psicológicas
ciudadana susceptible de medición a escala permanentes de la violencia, el factor inhi-
cantonal en nuestro país. Los resultados de bidor de la conducta es siempre de orden
“corregir” el IDHC tomando en cuenta los subjetivo. Es decir, es el temor el que im-
niveles de seguridad son realmente notables. pide a las personas realizar ciertas activida-
La inclusión de los niveles de violencia y des- des, con independencia del fundamento o
pojo modifica sustancialmente la medición base real que lo sustente, sin importar que
del desarrollo humano y, casi con certeza, estas sean residentes del país o turistas ex-
la acerca a la calidad de vida y a las opor- tranjeros (Recuadro 8.1)
tunidades efectivamente disfrutadas por las
personas en un contexto determinado.
357
PNUD
Recuadro 8.1
1
Sin embargo, llama la atención que si se efectúa una sumatoria de los turistas norteamericanos (EE.UU., Canadá y Méxi-
co) y los europeos (España, Alemania, Francia, Inglaterra y Holanda), los primeros constituyen el 30,9% de las víctimas,
mientras los segundos el 38,6%.
2
La estimación se efectuó mediante la división del número de turistas estadounidenses que sufrieron alguna forma de
victimización y que se apersonaron a la Embajada Americana para solicitar algún tipo de ayuda (858 en total) entre el
cociente de la estimación de estancia real de turistas estadounidenses para el mismo año (192.696). Dicho cociente se
calculó multiplicando la cantidad de turistas llegados a Costa Rica (por todos los puertos) (633.640 personas) por el
número de días de estancia promedio en el país de los turistas de este origen (11,1), y dividiendo el resultado de dicha
multiplicación entre 365 (es decir, los días con que cuenta un año). La estimación del cociente empleó datos suministra-
dos por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
358
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 1
Fuente: Elaborado con datos proporcionados por la Embajada de Estados Unidos de América.
Por otra parte, en el Cuadro 1 se indican las zonas del país en el Cantón Central de San José y las playas del Pacífico Central.
las que ciudadanos estadounidenses fueron victimizados. Las La victimización experimentada por las y los ciudadanos estado-
playas del Pacífico Norte y ciudades de Guanacaste son las que unidenses se circunscribe más a las diversas zonas del Pacífico
han sido escenario de la mayor cantidad de delitos, seguidas por costarricense que al Caribe o a la Zona Norte.
Cuadro 1
359
PNUD
Recomendaciones para las y los turistas ginal en el hotel, también se plantea en casi todos los casos.
Por otro lado, usualmente los turistas canadienses y europeos
En el Cuadro 2 se reproducen las principales recomendaciones adquieren, para informarse de la situación en Costa Rica, un
en materia de seguridad efectuadas por entidades consulares libro o guía turística. En la mayoría de estas Travel Guides se
y de relaciones exteriores, a turistas o posibles visitantes de plantea que el país posee mayores estándares de seguridad
Costa Rica. que los otros países del istmo y que persiste una tradición de
paz. No obstante, en algunas de ellas, se ofrecen consejos par
Si bien es cierto que la mayoría de información consular encon- evitar ser víctima de la delincuencia. Por ejemplo en A Let’s Go
trada sugiere que Costa Rica es un país estable y con tradición Travel Guide Costa Rica se sugiere viajar, en el mejor de los ca-
democrática, existe una serie de recomendaciones comunes sos, acompañado, evitar desplazarse durante las noches y no
para los turistas extranjeros que visitan el país. Particularmen- frecuentar las “zonas rojas”. Indica que no resulta conveniente
te, se sugiere evitar viajar de noche, permanecer alerta en las dormir en vehículos y verificar que las zonas de campamento
estaciones de buses y durante el uso del transporte público. posean algún tipo de vigilancia. Además, invita a portar sumas
Además, se sugiere emplear taxis oficiales y no de carácter de dinero pequeñas y a utilizar fajas internas (money belts) pa-
informal. Portar una fotocopia del pasaporte, y resguardar el ori- ra el efectivo y las tarjetas de crédito.
Cuadro 2
Países Bajos
Reino Unido
Alemania
Canadá
Francia
EE.UU.
Recomendaciones
x x x x
Evitar viajar de noche
No frecuentar lugares oscuros x
Permanecer alerta en las estaciones de bus x x x x x
Evitar permanecer en parques públicos de la capital x
Estar atento mientras se utiliza el transporte público x x x
Emplear taxis oficiales, no emplear “piratas” x x x x
Portar una fotocopia del pasaporte, dejar el original en el hotel x x x x x
Poseer fotocopias de otros documentos importantes (léase tarjetas de crédito,
x x
cheques de viajero, tickets aéreos, etc.)
Estar atento a documentos importantes (pasaporte, tickets aéreos, etc.) x
No portar joyas, ni grandes sumas de dinero x x
No dejar objetos visibles en los automóviles x
Cerrar los vehículos, activar sistemas de alarma x
Estar alerta de “buenos samaritanos” en caso de pinchazo de llanta x
Utilizar un vehículo del hotel cuando se dirige al aeropuerto x
Atender las indicaciones de seguridad del ICT x
Información previa visita a Costa Rica puede ser solicitada por E-mail x
Fuente: Elaborado con base en la información oficial de que disponen los países en cuestión para las personas que desean visitar Costa Rica.
Continúa en la página siguiente
360
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
En la Fodor’s Costa Rica 2004 se sugiere también evitar el uso Por último, en el caso de otras guías, como la de Lonely Pla-
de taxis informales y verificar que los buses a abordar sean net, se sugieren precauciones en torno al uso del dinero: usar
oficiales. La Apa Guide Polyglott Costa Rica, por su parte, cen- las denominadas Money Belts, para los billetes de mayor de-
tra sus observaciones en la ciudad de San José: recomienda nominación, y llevar los de menor valor en los bolsillos de-
no portar objetos de valor y manejar pequeñas cantidades de lanteros de los pantalones. Además, indica que se debe ser
dinero en efectivo. Propone que, en la medida de lo posible, se cauto en los lugares concurridos -como las paradas de buses
dejen cámaras de video, pasaportes, joyas y documentos de o mercados- pues es allí en donde se da el mayor número
importancia en el hotel. Asimismo, advierte sobre la peligrosi- de robos de billeteras y objetos de valor. Advierte sobre los
dad de ciertos sitios de la ciudad como la Coca Cola, Plaza de “buenos samaritanos” que, en forma orquestada, interceptan
la Cultura, Parque Central, los alrededores del Parque de la al turista con el fin de ofrecerle su ayuda y al mismo tiempo
Democracia y del Hospital San Juan de Dios. Señala que, si robarle. Asimismo, plantea que un seguro de equipaje no está
se van a efectuar compras en el centro de San José, resulta de más, si se portan objetos de valor como cámaras fotográ-
conveniente tomar un taxi oficial para regresar al hotel. ficas o de video.
Asimismo, conviene aclarar que nuestra es, si no universal, ciertamente muy gene-
exploración del problema es limitada a al- ralizada en cualquier contexto cultural:
gunos aspectos muy puntuales del ejerci-
cio de las libertades individuales, un tema • Libertad de movimiento: los seres vivos
cuyas facetas son inabarcables para este o se reconocen por su movimiento. Cual-
cualquier otro estudio. Se afirmará nada quier persona requiere desplazarse para
más que, de manera inevitable, las perso- satisfacer sus necesidades más elementa-
nas realizamos proyecciones sobre nuestra les. Esta capacidad resulta un supuesto
vida, las cuales pueden ser explícitas hasta necesario para el ejercicio de casi todas
adquirir el carácter de verdaderos planes y las demás, por ello tiene una importan-
proyectos, o bien permanecer implícitas cia central en el análisis. Desde el punto
y, si se quiere, en un plano más intuitivo. de vista metodológico, para valorar el
Pero cada persona, por el solo hecho de vi- impacto del temor y de la inseguridad
vir, hace planes y se proyecta al futuro. La ciudadana sobre esta faceta de la liber-
libertad consiste precisamente en tener la tad, se construyeron dos índices, uno
posibilidad de movilizar la voluntad en pro de “restricción del desplazamiento” y
de estos fines y ejercer las acciones corres- otro de “restricción de libertades de la
pondientes como fruto de esa decisión. Por niñez”, sobre la base de los resultados de
ahora, interesa examinar tres facetas del la ENSCR-04.
ejercicio de la libertad, cuya importancia
361
PNUD
El índice de “restricción del desplazamiento” resume los resultados obtenidos para las preguntas del
cuestionario: ¿Evita salir solo(a) de su casa durante el día?; ¿Evita salir solo(a) de su casa durante la
noche?; ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale durante el día?; ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando
sale por la noche?; ¿Evita tomar el bus durante la noche?; ¿Evita tomar taxi durante la noche?; ¿Evita salir
de noche a realizar actividades como estudiar o trabajar?. El índice de “restricción de libertades de la niñez”
resume los resultados de las preguntas del cuestionario: ¿Evitan que los niños(as) de su casa jueguen en
la calle?; ¿Evita que los niños vayan solos a hacer mandados?; ¿Evita que los niños o niñas que viven con
usted visiten casas de otros niños o niñas? Para mayores detalles metodológicos sobre la construcción de
ambos índices, véase nota 2.4 en el anexo.
El índice de “disfrute del patrimonio” resume los resultados obtenidos para las preguntas del cuestionario:
¿Evita llevar con usted más dinero del que necesita?; ¿Evita usar el cajero automático durante las
noches?; ¿Evita dejar la casa sola durante el día?; ¿Evita dejar la casa sola durante la noche? ¿Evita
estar solo(a) en su casa durante las noches?; ¿Evita comprar cosas que le gusten porque se las pueden
robar?; ¿Evita estar solo(a) en la casa en cualquier momento del día?; ¿Evita estar en su casa? Para
mayores detalles metodológicos sobre la construcción del índice, véase nota 2.4 en el anexo
• Libertad de recrearse: el INDH conside- obtura el logro de uno de los más caros
ra como una necesidad humana esencial objetivos de la vida humana: la alegría.
el disfrute de la vida, la posibilidad de Se diseñó, para efectos de evaluación, un
realizar actividades lúdicas y dirigidas índice de “restricción de la libertad de
al gozo. La ausencia persistente de estas recreación”, que resume los resultados
alimenta la angustia y la frustración, y de cinco preguntas de la ENSCR-04.
362
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
El índice de “restricción de la libertad de recreación” resume los resultados obtenidos para las preguntas
del cuestionario: ¿Evita realizar ejercicios al aire libre?; ¿Evita lugares de entretenimiento como bares,
discotecas, etc.?; ¿Evita lugares donde se reúne mucha gente como conciertos, estadios, plazas públicas,
festejos populares, etc.?; ¿Evita lugares de recreación: parques públicos, piscinas, parques de diversiones,
etc.?; ¿Evita participar en eventos sociales como reuniones, fiestas, etc.? Para mayores detalles
metodológicos sobre la construcción del índice, véase nota 2.4 en el Anexo.
Así, pues, las preguntas de la ENSCR-04 Los resultados de este ejercicio son muy
permiten relacionar los niveles de percep- claros. En todos los casos, el despliegue
ción de inseguridad de los entrevistados de las libertades del entrevistado tiene
con las restricciones y renuncias a la liber- una relación inversa con la intensidad de
tad de movimiento, de disfrute del patri- la percepción de inseguridad, relación que
monio y de recreación que los consultados es particularmente fuerte en el caso de los
afirman haber sufrido (índices escalados de índices de restricción del desplazamiento y
0 a 100). Además, se exploró esta relación disfrute del patrimonio (Gráfico 8.1).
mediante las afirmaciones recogidas en los
doce grupos focales realizados como parte
de la investigación del informe.
Gráfico 8.1
363
PNUD
aretes y las pulseras cuando salgo de la univer- Evidentemente, las repercusiones de la in-
sidad...”; “...yo tengo un reloj que me gusta seguridad ciudadana para la salud pueden
mucho; pero no lo uso cuando salgo...”; “...yo enfocarse desde una gran cantidad de ángu-
dejé de salir a bailar con mis amigas, porque los. El análisis siguiente pondrá particular
me da terror coger un taxi en la noche...”; “... atención a los efectos del homicidio doloso
siempre dejo el carro en un parqueo, porque sobre las tasas de mortalidad, aunque sin
ya no se puede dejar en la calle...”; “...yo no dejar de incluir en el análisis otras formas
visito los parques, aunque me encanta la na- de muerte violenta, como el suicidio y los
turaleza...” accidentes de tránsito, situadas en los már-
genes de esta investigación. Utilizando los
Si el desarrollo humano se concibe como el datos de mortalidad del Instituto Nacional
proceso por el cual las personas expanden de Estadística y Censos (INEC) para el pe-
sus libertades y capacidades, los resultados ríodo 2001-2004, se percibe la reducción
expuestos en los párrafos anteriores mues- porcentual que tendrían las tasas específi-
tran, muy claramente, que la inseguridad cas de mortalidad por edad en el caso hipo-
ciudadana es una amenaza real contra el tético de no existir muertes por homicidio
desarrollo humano. La amenaza puede ma- en el país. Asimismo, se ha estimado el to-
nifestarse, sin embargo, en formas más di- tal de Años de Vida Potencialmente Perdi-
rectas y radicales, que comprometen ya no dos (AVPP) debido a la muerte prematura
simplemente la voluntad de las personas, que producen los homicidios en el país y su
sino su salud física y la de la sociedad de la medida relativa, el Índice de AVPP.
que forman parte.
Las perspectivas de análisis se multiplican
B. Algunos efectos de la inseguridad aún más en el caso de las lesiones causadas
ciudadana sobre la salud pública por la violencia. Estas pueden abordarse
desde el tipo de afectación causada (daños
Las consecuencias de la inseguridad ciu- físicos o psíquicos), su carácter temporal
dadana para la salud no son las más ge- o permanente y las circunstancias que ro-
neralizadas, aunque sí, posiblemente, las dean el hecho (el lugar de su ocurrencia, la
más radicales y dolorosas, no solo desde relación entre agresor y víctima, etc.), tan
el punto de vista individual sino colectivo. solo para mencionar algunas posibilidades.
La capacidad de la sociedad para brindar Como lo enseña la historia de las trágicas
consecuencias de un acto de absurda vio-
a sus habitantes la posibilidad de alcanzar
lencia contra un niño, las implicaciones de
una vida larga, saludable y satisfactoria de-
una lesión pueden ser indelebles, múltiples
pende, en parte, de la frecuencia con la que
y extraordinariamente complejas (Recua-
ocurran muertes prematuras y lesiones físi-
dro 8.2).
cas y psicológicas derivadas de la violencia
en un período determinado.
365
PNUD
Recuadro 8.2
366
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
muy grande por dentro Tuve una depresión muy fuerte, agarré Y aquí estoy.... Ahora el proceso prescribió y no puedo hacer
una tijera y me apuñalié todo. Fui a dar al Hospital Psiquiátrico. nada para recibir algo de lo que me merezco, salvo luchar por
Era por la misma situación en la que yo me siento. Después, por mí mismo. El proceso podrá prescribir para el país, pero en mi
mí mismo, sin ningún centro, decidí salir de eso, dejar de utilizar situación nunca va a prescribir porque yo siempre voy a vivir
piedra. Hace como un año dejé eso. con esto. A mí me mataron la niñez. Todos mis sueños de niñez
se murieron ahí. Ahí empezó mi verdadera vida, la que tengo
Mi familia siempre fue problemática. Cuando yo caminaba, mi ahora, y la cual tengo que afrontar, no la que soñé. Emocional-
papá tomaba. Y cuando pasó esto, comenzó a meterse con mente yo puedo estar bien, sentirme bien. Yo no me quejo, pero
otras drogas. Lo que me pasó a mí nos afectó mucho a todos. no puedo borrar esta fase de mi vida.
Los lazos de familia se terminan. Con mi papá yo puedo tener
ahora una relación de amigo o de compañero, pero no de pa- Estar encerrado todo el día en la casa es horrible, es una frus-
dre. Esos son lazos que se acaban. Como el de madre o her- tración total... Vivo atrapado entre cuatro paredes; mi vida es un
manos: yo a ellos los veo como personas, pero no como a una cuadro en el que no puedo desempeñar nada. Lo que yo deseo
familia, porque no lo son. En los peores momentos que yo he es salir de aquí; quisiera vender la casa y comprarme algo en
pasado, ellos no han estado, y han estado personas que quizás otro lado, donde tenga más posibilidades. Porque lo que yo ne-
yo pensé que no iban a estar. cesito es trabajar...
367
PNUD
Gráfico 8.2
Distribución porcentual de las denuncias según sexo por causas de muerte. 2001-2004
Fuente: INEC.
Las causas externas constituyen la tercera homicidio, en la segunda parte del informe,
causa de muerte más importante (11,9%). las muertes causadas por la violencia recaen
Esta categoría contiene las defunciones por desproporcionadamente sobre los hombres.
homicidio y por otros hechos violentos, co-
mo los accidentes de tránsito y el suicidio. Un análisis más específico muestra que,
No es, únicamente, una categoría de gran entre las cuatro causas de muerte incluidas
relevancia en el país sino que, entre todas entre las causas externas, las muertes por
las causas de muerte, es la que presenta la homicidio ocupan el último lugar (13,7%)
mayor diferencia porcentual entre hombres (Gráfico 8.3), tanto en hombres como en
y mujeres. El porcentaje de hombres que mujeres. Dentro del total de muertes ocu-
muere por causas externas (16,5%) excede rridas durante el período 2001-2004 en el
en casi once puntos al de mujeres (5,8%). país, los homicidios constituyen apenas el
Como se advirtió al estudiar las cifras de 1,6% de las defunciones.
368
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.3
Fuente: INEC.
Sin duda, el impacto de los homicidios segmento etario, las causas externas produ-
dolosos en la mortalidad general de Cos- cen el 61,3% de las defunciones, y solo los
ta Rica es sumamente bajo. Sin embargo, accidentes de transporte representan casi
esta afirmación se matiza sobremanera al una cuarta parte (Cuadro 8.2). Los homi-
estudiar las causas de muerte por grupos cidios dolosos ocupan la cuarta posición
de edad. Entre las edades de 1 a 44 años, en ese mismo grupo de edad, pero su por-
la violencia mortal es la principal causa de centaje (11,2%) es siete veces mayor que
muerte y es particularmente importante el obtenido cuando se consideran todas las
entre las personas de 15 a 24 años. En este edades (1,6%).
369
PNUD
Cuadro 8.1
Distribución porcentual del total de muertes por edad según causa de muerte.
2001-2004 (1)
Grupos de edad
Causas de muerte Total Menos 65 y Igno-
1-4 5-14 15-24 25-44 45-64
de 1 año más rada
Número de muertes 62.362 3.025 554 752 2.206 6.091 12.267 37.239 228
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Enf. del sistema circulatorio 29,7 1,7 3,8 3,5 4,3 12,3 26,4 38,4 11,0
Tumores 22,0 0,5 9,0 17,7 11,4 18,8 28,6 23,2 3,5
Causas externas (2) 11,9 1,7 30,5 40,0 61,3 38,5 12,1 4,2 58,3
Enf. del sistema respiratorio 9,5 8,0 13,5 3,7 2,4 3,4 5,1 12,6 6,1
Enf. del sistema digestivo 6,9 0,6 2,2 1,9 1,9 7,2 10,4 6,8 7,5
Enf. endocrínicas y metabólicas 4,8 0,8 2,9 3,2 1,0 1,9 6,5 5,4 0,0
Enf. infecciosas y parasitarias 2,6 2,9 8,5 4,9 2,9 7,2 3,0 1,5 2,6
Enf. del sistema nervioso 2,4 1,6 8,7 11,6 6,5 3,1 2,2 1,9 0,4
Causas perinatales 2,4 49,5 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Enf. del sistema genitourinario 2,2 0,1 1,1 2,1 1,4 1,5 2,4 2,6 0,4
Malformaciones congénitas 1,9 31,5 15,9 7,2 1,7 0,3 0,0 0,0 0,4
Otras causas (3) 3,6 1,3 3,8 4,3 5,2 5,8 3,4 3,4 9,6
370
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.4
Precisamente porque los homicidios dolo- que ello implica, desde la obturación de un
sos se presentan con mayor frecuencia en proyecto personal hasta el menoscabo eco-
las edades jóvenes, cobra sentido calcular nómico causado a la sociedad.
los Años de Vida Potencialmente Perdidos
(AVPP) como consecuencia de los mismos. En el Gráfico 8.5 se muestran los AVPP en
Una muerte es prematura cuando ocurre Costa Rica como consecuencia de los ho-
antes de cierta edad predeterminada, por micidios dolosos, desde 1990 hasta el año
ejemplo la que señala la esperanza de vi- 2003. Es claro que en el período de estu-
da al nacer en la población estudiada. La dio ocurrió un incremento vertiginoso de
cifra de los AVPP como consecuencia del los AVPP en el país, pues el número en el
homicidio doloso es la suma, en todas las 2003 (16.818 AVPP) es 2,3 veces más alto
personas que fallecen por esta causa, de los que el encontrado en el año 1990 (7.377).
años que estas habrían vivido de haberse También es evidente que ese incremento
cumplido las esperanzas de vida previstas.3 se debe, principalmente, a los AVPP de los
La medida relativa de los AVPP es el Ín- hombres. Mientras que en los varones la ci-
dice de los Años de Vida Potencialmente fra del 2003 es 2,4 veces más alta que el va-
Perdidos (IAVPP), que resulta al dividir los lor calculado para 1990, en las mujeres esa
AVPP entre la población total a mediados relación es de 1,5 veces. Aún más, el aporte
de año por 10.000 habitantes. El concep- que hacen los varones al total de AVPP por
to de AVPP parte del obvio supuesto de homicidio doloso es aproximadamente del
que cuanto más “prematura” es la muerte, 85% y este porcentaje es bastante estable
mayor es la pérdida de vida, con todo lo en el período de estudio.
3
Adaptado del Boletín Epidemiológico, Vol. 24 No. 2, junio 2003.
371
PNUD
Gráfico 8.5
Otra forma de analizar las diferencias por 1,7 veces mayor a la encontrada en 1990.
sexo y el aporte creciente que producen En el caso de las mujeres, para el año 2003
los hombres a los AVPP es calculando el esta cifra era de 10,4, bastante similar a la
IAVPP, es decir, expresando los AVPP por observada al principio del período (9,2).
cada 10.000 habitantes. Como se denota El IAVPP muestra, en síntesis, que la pér-
en el Gráfico 8.6, durante el período de es- dida relativa de años que producen los ho-
tudio, el incremento relativo de los AVPP micidios en el país no solo está creciendo,
es significativo en los hombres y no en las sino que lo hace con particular intensidad
mujeres. Para el año 2003, el IAVPP era de entre los hombres.
67,4 por cada 10.000 hombres, cifra que es
Gráfico 8.6
4
Londoño y Guerrero (2000), p.25.
5
Se utiliza la expresión egresos hospitalarios, por el hecho de que cuando la persona es ingresada e internada en el hospital,
no siempre es posible tener un diagnóstico completo de las causas que ocasionaron su ingreso, algo que sí es posible de-
terminar cuando abandona el centro médico.
6
La categoría de agresión física agrupó a las personas cuyo egreso reveló algún tipo de agresión con el uso de fuerza física,
objetos, armas, sustancias o químicos. De este grupo fueron excluidos los egresos por accidentes de tránsito y fueron
tomados en cuenta aquellos cuyo origen se explica por la agresión que sufren las personas, de manera intencional, por un
vehículo de motor (atropellos intencionales). La categoría de agresión sexual incluyó las situaciones en las que se dio el uso
de la fuerza corporal para tener relaciones sexuales y el abuso sexual. La que hace referencia a la negligencia contempló a
las personas quebrantadas en salud por abandono o descuido por parte de otra persona (pareja, padre, madre, conocido,
amigo u otro). La agresión psicológica se circunscribió al abuso psicológico. Véase nota 2.12 en el Anexo, para una des-
cripción detallada de cada categoría).
373
PNUD
promedio, 3,5 egresos hospitalarios dia- que se vive en el país. Es de esperar que en
rios. La agresión sexual es la segunda cau- esta categoría, como en todo lo relativo a
sa de egreso durante el período, con un la violencia sexual, exista una significativa
10,7% del total. Esta cifra llama la aten- subestimación, ya que no todas las víctimas
ción, pues significa que aproximadamente de agresiones recurren al sistema de salud
cada dos días se produjo un egreso hospita- para atender las secuelas que origina este
lario como producto de la violencia sexual tipo de violencia.
Cuadro 8.2
Las diferencias entre hombres y mujeres lo fue por agresiones físicas (Gráfico 8.7).
son claras, con promedio de egresos de Las mujeres, en cambio, egresaron menos
1.303 y 540, respectivamente. En térmi- por el mismo motivo (36,8%) y en mucha
nos relativos, puede decirse que por cada mayor proporción por agresiones sexuales
mujer que requirió internamiento a causa (31,6%). De este último tipo de violencia
de la violencia, 2,4 hombres lo hicieron. egresaron de los hospitales, en promedio,
Igualmente significativas son las diferen- casi siete mujeres por cada hombre en el
cias en la distribución de los tipos de vio- período de estudio. Como se verá más ade-
lencia sufrida por ambos sexos. Del total lante, en su mayoría, estos casos son de ni-
de egresos hospitalarios por causa de vio- ños y niñas.
lencia en el caso de los hombres, el 82,6%
374
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.7
Para estudiar la variación del total de egre- manera irregular, una leve tendencia de au-
sos hospitalarios que se produce por la vio- mento en el período: de 45,5 egresos hos-
lencia en cada uno de los años de estudio, pitalarios por cada 100.000 habitantes en
se calculó la tasa por cada 100.000 habi- 1997, llegó a 51,0 en el año 2003. En otras
tantes, no solo para toda la población, sino palabras, cada vez más personas requieren
también por sexo (Gráfico 8.8). de internamiento para atender los padeci-
mientos que origina la violencia.
Los resultados muestran que la tasa para
el total de agresiones presenta, aunque de
375
PNUD
Gráfico 8.8
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
En todos los años, las tasas de los hom- mecanismos de denuncia, sino el reflejo de
bres son mayores a las de mujeres. En el un aumento real en el acaecimiento de las
caso de los hombres, la tasa refleja un peores formas de agresión contra las muje-
comportamiento irregular en el período, res en el país.
aunque es evidente una tendencia hacia la
baja (de 71,1 egresos hospitalarios por cada Más perturbadores son los resultados que
100.000 habitantes en 1997 llega a 65,3 se obtienen al analizar cuál tipo de agre-
en el año 2003). Las mujeres, por el con- sión contribuyó más a la disminución de
trario, muestran una tendencia creciente y la brecha entre hombres y mujeres. Los
bien definida: mientras en 1997 la tasa era resultados mostraron un comportamien-
de 19,1 por cada 100.000 habitantes, en to bastante estable, a lo largo del período
el año 2003 alcanzó una tasa de 36,3. Es estudiado, de las tasas de egresos hospita-
decir, casi se duplicó. No sorprende, por larios por agresión física y “otros tipos de
ello, que la brecha de las tasas de egresos maltrato”, en ambos sexos. Las tasas de
por agresión entre hombres y mujeres esté egresos por agresiones psicológicas y negli-
disminuyendo aceleradamente, como con- gencia mostraron tendencias de aumento,
secuencia, principalmente, del incremento pero debido a su baja magnitud, tanto en
del número de mujeres que egresan de los hombres como en mujeres, no alcanzan a
hospitales por este motivo. Mientras en explicar la disminución de la brecha entre
1997 la tasa de los hombres era 3,7 veces sexos.
superior a la de las mujeres, siete años des-
pués esta relación se había reducido a la Es la violencia sexual la que hace la diferen-
mitad (1,8). Estos resultados son de crucial cia en las tasas de egreso hospitalario por
importancia, porque son acaso la única evi- violencia de hombres y mujeres (Gráfico
dencia confiable que sugiere que el acelera- 8.9). En el caso de los hombres, la mag-
do aumento en el reporte de actos de vio- nitud de la tasa es baja y muestra una leve
lencia contra las mujeres no es meramente tendencia de aumento en el período (de 0,6
un artificio de la mayor disponibilidad de en 1997 llega a 1,7 en el año 2003). Para
376
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
las mujeres, sin embargo, la tasa es bastante suficiente evidencia de que el incremento
mayor a la de los hombres y prácticamente observado en los egresos hospitalarios por
se triplicó en 7 años: de 4,1 en 1997 a 11,7 agresión a las mujeres es producto, princi-
en el 2003. En otras palabras, se encontró palmente, de las agresiones sexuales.
Gráfico 8.9
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
377
PNUD
Cuadro 8.3
Grupos de edad
Tipo de violencia
Total
Menores 65 y Desco-
10 -19 20 - 44 45 - 64
de 10 más nocida
Total con violencia 1.843 248 310 1.025 194 61 5
Las hospitalizaciones por violencia física se son de niños(as) o jóvenes. Los menores de
concentran particularmente en el grupo de 10 años (62,1%) predominan en los casos
entre 20 y 44 años, que acapara casi dos de negligencia, con los adultos mayores
terceras partes del total (Gráfico 8.10). En (18,2%). Juntos, ambos extremos etarios
cambio, los casos de violencia sexual recaen aportan ocho de cada diez casos egresados
pesadamente en las personas menores de por negligencia de los hospitales. Por fin,
10 años (30,0%) y, principalmente, entre los casos de egresos por agresión psicoló-
quienes tienen de 10 a 19 años cumplidos gica, que suelen no reportarse, se presentan
(43,6%). Es decir, casi tres cuartas partes principalmente en las edades de 20 a 44
de las hospitalizaciones por violencia sexual años.
Gráfico 8.10
378
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Las tasas de egresos hospitalarios por edad menores de 10 años, así como aquellos en-
por cada 100.000 habitantes, para cada uno tre los 10 y los 19 años, la tasa se incremen-
de los años de estudio, muestran un com- tó casi 14 puntos entre 1997 y 2003. Y en
portamiento estable en las edades de 20 a 44 las personas de la tercera edad el aumento
años, el segmento que más egresos genera es de casi 10 puntos en el mismo período.
(Gráfico 8.11). Igual sucede con las tasas en Es decir, el incremento de los egresos hos-
las edades de 45 a 64 años. No obstante, en pitalarios por causa de violencia se produjo
el resto de los grupos etarios se presenta una principalmente entre menores de 20 años y
tendencia al alza. En particular, entre los los adultos mayores.
Gráfico 8.11
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
De modo similar al caso de las mujeres, la 3,8 se incrementó a 13,6). Para el caso de
evidencia revela que el incremento relativo las personas de tercera edad, el aumento de
de los egresos por agresión en las edades la tasa en el período se explica en particular
menores se debe, sobre todo, al aumento por el crecimiento en las hospitalizaciones
de los egresos por agresión sexual (Gráfico por negligencia. Los cálculos indican que
8.12). Mientras en los menores de 10 años en 1997 la tasa de egresos por negligencia
la tasa se duplicó entre 1997 y 2003 (pasó era de 4,3 por cada 100.000 habitantes y
de 5,5 a 10,0, respectivamente), en los de 10 en el 2003 esa cifra aumentó a 11,7.
a 19 años la tasa se triplicó, y aún más (de
379
PNUD
Gráfico 8.12
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
Esta amplia gama de hospitalizaciones tie- los principales bienes y servicios ligados a
ne un costo significativo para el aparato de la protección de su seguridad? ¿Cuál es el
salud pública del país. Solo en el período costo total en que incurre el Estado cos-
1997-2003, el costo total de estos interna- tarricense en actividades como la preven-
mientos, estimado de acuerdo con la esta- ción y represión del delito y el tratamiento
día y el costo diario promedio de los pa- de las víctimas? ¿Cómo se comparan tales
cientes, alcanzó cerca de ¢6.000 millones costos con aquellos asumidos por el Esta-
(US$12,5 millones). do en otras actividades esenciales para el
bienestar, como infraestructura, educación
El costo derivado del internamiento hospi-
y salud pública? ¿Tienen las tasas de de-
talario de las víctimas de violencia es, por
lictividad un costo presente, en términos
supuesto, una parte menor del sacrificio
de inversión privada y pública? ¿Cuál es el
económico total que impone la inseguri-
costo económico derivado de las pérdidas
dad ciudadana sobre las personas y sobre
humanas (lesiones y vida) a causa de actos
la sociedad como un todo. Como se verá
de violencia? ¿Tiene algún impacto econó-
a continuación, una estimación somera de
mico positivo la inversión realizada por el
ese costo en Costa Rica alcanza dimensio-
nes sorprendentes. sector público y privado para prevenir y
combatir la delincuencia, así como para
C. El costo económico de la inseguri- atender sus consecuencias?
dad ciudadana
Inicialmente, se intentará contestar aque-
Para estimar los costos que impone la in- llas relacionadas con los gastos privados
seguridad ciudadana a la economía cos- que realizan las familias en la compra de
tarricense, son varias las interrogantes bienes y contratación de servicios relativos
que deben responderse: ¿cuál es el gasto a la protección de su vida, patrimonio e in-
promedio de una familia costarricense en tegridad física y sexual.
380
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
i. Los gastos directos de las familias en utilizar criterios, lo más objetivos posibles,
seguridad privada para distribuir temporalmente los gastos
mencionados. Del mismo modo, no se
Ya se ha señalado en el capítulo 6 la ex- dispone de información sobre el tipo y la
tendida utilización de una amplia gama calidad de los bienes o servicios adquiridos
de bienes y servicios privados de seguridad por los entrevistados. Se requiere, por to-
en el país. El Cuadro 6.15 da cuenta, por do ello, afinar una serie de criterios y de
ejemplo, del generalizado empleo de rejas, supuestos, así como emplear información
que casi alcanza a las dos terceras partes de adicional derivada de encuestas de hogares
las viviendas en el país, y de otras medidas y de sondeos de mercado para determinar
similares como la instalación de cerraduras los precios habituales de algunos bienes y
especiales o la construcción de cocheras, servicios de uso generalizado.7 Aún así, las
por las que ha optado cerca de una tercera estimaciones siguientes deben considerarse
parte de los hogares. como un mínimo, tanto en lo que respecta
al número de casos, como a las caracterís-
Realizar una estimación del gasto prome- ticas de los bienes y servicios adquiridos o
dio de las familias en seguridad, tomando contratados.
como base la información provista por la
ENSCR-04, no es labor sencilla y los resul- El Cuadro 8.4, que resume la estimación
tados que se obtienen son inevitablemente para cada uno de los principales rubros
imprecisos. Salvo casos excepcionales, la susceptibles de cuantificación, muestra
ENSCR-04 no permite conocer la fecha que el gasto directo en seguridad realizado
en que fue realizado el gasto, por lo cual por los hogares costarricenses durante los
asumir que todas las medidas empleadas años 2003-2004 ascendió a por lo menos
por las familias se tomaron en el último ¢30.071 millones por año, cifra que equi-
año, necesariamente resulta en una sobre- vale a ¢28.600 colones anuales por hogar y
estimación del monto gastado por las fa- al 0,4% del PIB.
milias en ese período. Por ello, es preciso
Cuadro 8.4
7
En aras de la brevedad de la exposición, los procedimientos específicos utilizados para hacer la estimación no se explican
en esta sección; pueden, en cambio, consultarse en la nota 2.13 del Anexo.
381
PNUD
382
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.13
383
PNUD
Gráfico 8.14
Con respecto al PIB, el gasto en asuntos de seguridad son relativamente poco impor-
orden público y seguridad representó un tantes. En efecto, al tomar en considera-
1,5% en 1987, para caer gradualmente has- ción el gasto público total del año 2002,
ta 1992, cuando apenas representó un 1,2% desagregado según funciones y expresado
(véase Gráfico 6.2). En los años siguientes en términos per cápita, el gasto en segu-
la tendencia se revirtió hasta alcanzar un ridad y orden público se encuentra en un
máximo de 1,9% en el año 2002. En el año octavo lugar con ¢28.341 colones por año,
2003 se redujo nuevamente a un 1,8%. muy por debajo de los niveles de gasto en
otros rubros, como combustibles y energía,
La participación de los gastos en asuntos servicios generales o servicios económicos,
de orden público y seguridad dentro del y apenas por encima del gasto en vivienda,
gasto público consolidado fue de 3,8% en agricultura y servicios recreativos, cultura-
1987, y cayó en los años siguientes hasta al- les y religiosos (Gráfico 8.15). Más aún, el
canzar un mínimo en 1991 (3,3%). Poste- gasto en seguridad y orden público apenas
riormente se recuperó, al aumentar a 3,8% representó un 7,8% de la suma del gasto
en 1996, porcentaje que con excepción de per cápita en sectores sociales (educación,
una leve caída en 1997, se mantuvo hasta salud, asistencia y seguridad social, vivien-
el 2003. da y servicios recreativos, culturales y reli-
giosos). Expresado de otra forma, por cada
Estas últimas cifras constituyen una cla- colón gastado en programas sociales, se
ra evidencia de que, en el total del gasto gastaron 0,078 céntimos en orden público
público, los asuntos de orden público y y seguridad.
384
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.15
existe información muy limitada para cons- para considerar el mayor número de días
truir una estimación confiable.8 identificado por Moya, se obtendría un
total de ¢7.972 millones. Aunque el dato
• Pérdidas económicas derivadas del anterior se refiere al año 2002, para efectos
menoscabo de la salud del presente análisis se asumirá que no su-
frió variaciones en el 2003, pues la CCSS
Estas incluyen los costos de atención médi- reporta una reducción en el costo prome-
ca a las víctimas de violencia y el impacto dio de la estancia hospitalaria, que podría
económico de los años de vida saludable compensar el aumento en la violencia.
perdidos. Sobre lo primero, en el año 2004
el Ministerio de Salud de Costa Rica y la En lo que se refiere al valor de los años de
Organización Panamericana de la Salud vida saludable perdidos, en principio se
(OPS) publicaron los resultados de una in- obtiene a partir de la suma de los años per-
vestigación sobre la violencia en Costa Rica didos por muerte prematura y de los años
(Ministerio de Salud y OPS, 2004). Según sobrevividos con alguna discapacidad fun-
esta, en el año 2002 la atención médica di- cional. Sin embargo, para el caso costarri-
recta de la violencia social, que incluye el cense no fue posible obtener información
costo de hospitalización y pago de incapa- sobre el último de esos componentes, de
cidades, tuvo un valor monetario aproxi- manera que la estimación considera sola-
mado de 6.248 millones de colones. mente los AVPP por homicidios dolosos.
Para el año 2003, estos últimos generaron
Ese total incluye los accidentes de tránsito, 16.818 AVPP, con un costo económico
que no están siendo considerados dentro de ¢33.041 millones, que representan un
de la presente investigación. Según un es- 0,5% del PIB.
tudio de Moya (1999), al analizar las cau-
sas de las hospitalizaciones por accidentes y En total, las pérdidas económicas anuales
violencias, se determinó que más del 27% derivadas del menoscabo de la salud por
ocurrió en la vía pública y casi en el 14% motivos de violencia ascienden a 41.013
intervino un vehículo de motor. Suponien- millones de colones, cifra que representa
do que ese porcentaje se mantenga estable un 0,6% del PIB, y cuyo monto principal
y que los costos sean similares, al rebajar se origina en los AVPP.
un 14% a la estimación del Ministerio de
Salud y la OPS, se obtiene un monto que • Pérdidas materiales
excluye, al menos parcialmente, los acci-
dentes de tránsito, y que asciende a ¢5.481 En el caso de las pérdidas materiales asocia-
millones. das con la violencia, estas tienen tres com-
ponentes: los gastos de seguridad y justicia
Debe tomarse en cuenta, además, que, por parte del gobierno y los gastos directos
según Moya (1999), las hospitalizaciones en seguridad por parte de los hogares y las
por accidentes o violencias en general tie- empresas. Como se señaló en la sección
nen una estancia promedio de más de ocho anterior, el gasto del gobierno en seguridad
días, mayor que la estancia promedio total, y justicia representó, en el año 2003, un
de 5,5 días. Al hacer el ajuste en los costos 1,8% del PIB. Por su parte, la estimación
8
Un estudio reciente para los países centroamericanos (Figueroa et al. [1997]) destacó algunos de los problemas para la in-
versión relacionados con la inseguridad pública, pero no incluyó ninguna cuantificación sobre el deterioro de la misma.
386
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
propia sobre los gastos directos en que in- lor de lo sustraído excluyendo medios de
currieron los hogares en seguridad señala- transporte, pues se supuso que los casos
ba, para ese mismo año, un gasto mínimo sin valor registrado no lo son. El resultado
equivalente a 0,4% del PIB. Aunque la fue un monto de ¢19.571 millones, cifra
estimación no se realizó para las empresas, que representa un 0,3% del PIB. Si bien es
se puede suponer un nivel similar al de los cierto que a ese monto se le debe rebajar el
hogares, es decir, un 0,4% del PIB. De es- valor de lo que se recupera, para efectos de
ta forma, las pérdidas materiales asociadas esta estimación se supone que este último
a la violencia equivaldrían a un 2,7% del representa al menos una parte del valor de
PIB o 185.564 millones de colones. las estafas, hurtos y robos que no se repor-
tan, motivo por el cual el monto total per-
• Transferencias manece sin cambios.
Cuadro 8.5
9
Véase Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área Policial; versión en línea (http://www.
poder-judicial.go.cr/).
387
PNUD
El costo económico estimado es, sin duda, que implica educar a un estudiante desde
elevado, aunque muy inferior a las grandes el nivel preescolar hasta su graduación en
magnitudes encontradas en otros estudios una carrera universitaria.
en la región, que a finales de la década an-
terior lo situaban en un 12,1% del PIB pa- Como la duración promedio de las conde-
ra América Latina10 y en cifras cercanas a nas varía según el delito, el ejercicio se apli-
una cuarta parte del PIB, en casos extremos có para los delitos de homicidio doloso,
como Colombia y El Salvador.11 No obs- violación, robo y hurto agravado. De igual
tante, un 3,6% de la producción total es manera, como las carreras tienen una dura-
una cifra nada despreciable, que equivale a ción promedio diferente, fueron escogidas
más de la mitad de la inversión que hace el tres: Psicología, Medicina y Derecho, todas
país anualmente en educación pública. de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Acaso nada sugiere mejor la racionalidad Desde el punto de vista metodológico de-
económica de invertir en la prevención be advertirse que las estimaciones realiza-
del delito y en la reducción de las tasas de das son una aproximación al problema y
delictividad, que una comparación directa parten del supuesto de que las condiciones
de los costos involucrados en la educación de matrícula, presupuesto, inflación, en-
pública y en el sistema penitenciario. Se ha tre otras, prevalecientes en el año 2004, se
estimado, para el año 2004, la inversión mantendrán invariables en el futuro. Aún
que debe hacer el Estado en la manuten- con tales limitaciones, los resultados de la
ción de un privado de libertad, que cumple comparación son verdaderamente notables
condena por ciertos delitos, y la inversión (Cuadro 8.6).
10
Londoño, Gaviria y Guerrero (2000).
11
Buvinic, Morrison y Shifter (1999).
388
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 8.6
Notas: (1) Datos de matrícula de la Oficina de Estadística del Ministerio de Educación Pública. Se refiere a la matrícula inicial.
En la educación secundaria solamente se tomó tercer ciclo y diversificado académico, tanto diurno como nocturno. (2) Oficina de
Presupuesto del Ministerio de Educación Pública. En el caso de secundaria académica se dispuso del presupuesto para tercer
ciclo y diversificado académico, tanto diurno como nocturno. (3) Para preescolar se supone un año en promedio y para primaria
seis años. Para secundaria se supone una duración promedio de cinco años. (4) Oficina de Becas y Atención Socioeconómica,
con base en datos de la Oficina de Registro e Información. Universidad de Costa Rica. Oficio =BAS-246-2005. (5) Oficina de
Administración Financiera, Presupuesto. Universidad de Costa Rica. Oficio OAF-1986-04-05-P. (6) Instituto de Investigaciones en
Ciencias Económicas. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica. Oficio IICE-183-05. La duración promedio
para la carrera de Psicología se estima en 7,2 años, para Medicina en 6,9 años y para Derecho en 6,35 años. (7) Ministerio de
Justicia, Despacho de la Ministra de Justicia. El costo anual en colones proviene del costo promedio de manutención de un privado
de libertad para los diferentes centros institucionales, según la población privada de libertad al mes de junio del 2004 y utilizando un
tipo de cambio de 471,49 dólares por colón. (8) Estimaciones propias basadas en los datos de Penas, publicados en los Anuarios
de Estadísticas Judiciales, para el año 2002.
Fuente: Elaboración propia.
389
PNUD
Sin embargo, se identificaron procesos po- una tradición analítica previa en esta direc-
sitivos, particularmente en relación con la ción. Algunos aspectos del problema han
reconstrucción de la confianza y la cohesión sido indagados por separado en sucesivas
-esencia del capital social- por medio de orga- investigaciones sobre temas de cultura po-
nizaciones no amenazantes como los grupos lítica y en estudios de opinión pública. Por
de mujeres". su parte, el Proyecto Estado de la Nación
ha estudiado la problemática tratando de
El modelo utilizado es una aplicación
identificar variables duras que remiten a
adaptada del enfoque dimensional para la
nociones de capital social estructural, como
medición del capital social, en el cual se
el grado efectivo de organización social.
otorga particular atención a la definición
de tipos de asociacionismo y a los efectos
Así, para una serie de datos de 1995 a 2002
de las percepciones sobre la vida de los in-
(Cuadro 8.7), se observa disminución en el
dividuos y las comunidades.12 Se reconoce
número de sindicatos existentes en el país,
la multidimensionalidad del capital social
y la importancia de una dimensión estruc- en términos absolutos, y una dramática
tural (la pertenencia a organizaciones) co- caída del 15% al 10% en la tasa de sin-
mo de una dimensión cognitiva, referida a dicalización. Ello no sorprende debido al
valores y confianza. Es posible, así, iden- fuerte enfrentamiento con la lógica sindi-
tificar al menos tres variables para opera- cal de reivindicación en la cultura domi-
cionalizar el concepto: 1) la “asociatividad” nante y ante la dificultad de las mismas
o intensidad de los vínculos asociativos de organizaciones para mejorar la percepción
las personas; 2) la confianza interpersonal; desfavorable de la ciudadanía. Pero es no-
3) las actitudes frente a las características table que el número de asociaciones soli-
del grupo social, que hacen referencia a la daristas también haya descendido, aspecto
heterogeneidad percibida y a la tolerancia a que contrasta con el ligero incremento en
las diferencias que puedan observarse en el el número de asociaciones de desarrollo
ámbito comunitario. En la presente sección comunal activas, que pasaron de 1.600 a
centraremos el análisis en las dos primeras, 1.790 en el período. Lamentablemente, no
toda vez que la tercera variable se analiza se dispone de información para ponderar
más adelante como parte de la indagación el grado efectivo de movilización social del
sobre los efectos de la inseguridad ciudada-
que la expansión notable de la afiliación a
na en la cultura democrática.
cooperativas y organizaciones comunales es
i. Capital social en Costa Rica capaz, pero es importante para los fines de
estudio constatar que estas formas de aso-
El estudio de la relación entre capital social ciación no laboral tienden a comportarse en
y seguridad ciudadana en Costa Rica es un dirección opuesta a las organizaciones típi-
trabajo exploratorio, dada la ausencia de camente adscritas al ámbito del trabajo.
12
Narayan y Cassidy (2001); Grootaert et al. (2004).
391
PNUD
Cuadro 8.7
Sindicatos activos 348 319 283 279 212 205 253 219
Número de afiliados
171.428 165.075 152.778 134.998 141.880 132.855 146.884 150.944
a sindicatos
Tasa de
15 14 12 10 11 9 9 10
sindicalización (%)
Cooperativas
293 249 517 526 556 551 501 453
activas
Número de afiliados
358.885 359.314 379.732 412.368 376.821 416.273 457.482 519.581
a cooperativas
Asociaciones
1.471 1.481 1.389 1.398 1.043 1.058 1.067 1.074
solidaristas activas
Número de afiliados
a asociaciones 163.473 170.406 178.819 188.239 175.381 185.342 184.998 187.548
solidaristas
Sociedades
45 13 168 215 218 221 225 233
anónimas laborales
Asociaciones de
desarrollo comunal 1.600 1.620 1.635 1.732 1.685 1.661 1.866 1.790
activas
Cámaras
empresariales 41 46 45 45 47 46 48 45
afiliadas a UCCAEP
Asociaciones civiles
inscritas en el 7.272 8.163 9.467 10.568 11.356 13.094 13.999 15.386
Registro Nacional
392
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 8.8
En consonancia con estudios previos que esfuerzos colectivos son vistos favorable-
denotan un grado relativamente bajo de mente, una aplastante mayoría los percibe
organización, los entrevistados dicen par- como un recurso subsidiario frente a la ac-
ticipar en proporciones cercanas o superio- ción estatal. El Cuadro 8.9 revela que no
res al 40% solamente en grupos religiosos se está en presencia de una reacción comu-
y deportivos. La participación en otras nitarista, opción que solo favorece el 16%
actividades, incluidas las de organización de los entrevistados. Apenas una fracción
comunal o defensa contra la delincuencia de ellos se ocupa en construir bases orga-
ronda el 20%. Limitados como son, esos nizativas para la provisión de seguridad
niveles de participación son superiores a en sus entornos inmediatos. Todo ello es
los detectados en países desarrollados. Al congruente con la relación, más general, de
comparar las cifras indicadas con datos de la población costarricense con el Estado,
Irlanda y el promedio de 32 países euro- marcada por actitudes de dependencia y de
peos para el año 2001, los niveles de par- preferencia por sobre la acción individual,
ticipación en estos países son en todos los aspectos que sobresalen en los estudios de
casos bastante menores que los declarados cultura política. Y resulta también con-
en la ENSCR-04: actividades políticas gruente con la necesidad impulsada por las
4,4% y 2,5%; grupos voluntarios y de ser- últimas administraciones para gestionar un
vicio social 10% y 9,6%; grupos religiosos rol de los ciudadanos en la producción del
16,2% y 14%; grupos deportivos 27,6% y bien público seguridad, tanto en la preven-
15,6%; y grupos comunales 5,6% y 3,0% ción y la disuasión, como rezaba el slogan
respectivamente.13 “la seguridad es cosa de todos”, como en
la represión contenida por medio de la
La actitud prevaleciente en Costa Rica ha- organización comunitaria y la represión
cia los esfuerzos comunitarios en materia limitada de actos criminales por parte de
de seguridad ciudadana merece un bre- los vecinos.
ve comentario. En este caso, aunque los
13
The National Economic and Social Forum (2003), p.63.
393
PNUD
Cuadro 8.9
Las comunidades deben organizarse por sí mismas para combatir la delincuencia. 16,3
El Estado debe organizar y colaborar con las comunidades para combatir la delincuencia. 70,9
El Estado debe garantizar la seguridad sin la ayuda comunitaria. 12,8
Fuente: ENSCR-04.
Tan limitados como los niveles de asociati- ii. Percepciones de inseguridad y capital
vidad detectados en el país resultan los de social
confianza inter-personal. Casi dos terceras
partes de los entrevistados por la ENSCR-04 ¿De qué manera las percepciones de los
(65,1%) manifestaron su convencimiento de individuos sobre la seguridad ciudadana y
que la gente se aprovecharía de ellos si tuvie- su entorno influyen en las expresiones de
ra oportunidad. Este resultado no sorprende capital social exploradas? Las preguntas que
si tomamos en cuenta que en el año 2003 analizaremos a continuación dan una indi-
Costa Rica ocupó el lugar 14 entre 17 países cación de la manera en que las percepciones
latinoamericanos incluidos en la encuesta de de mayor o menor inseguridad están rela-
Latinobarómetro, en términos de confianza cionadas con mayores o menores grados de
inter-personal.14 De modo similar al temor, asociatividad y confianza inter-personal.
la desconfianza entre las personas únicamen-
te parece disiparse en la vecindad inmediata El Gráfico 8.16 muestra la frecuencia de
del entrevistado. Un 83,4% de los consulta- distintas manifestaciones de la asociativi-
dos por la ENSCR-04 dijeron confiar en las dad, según los cuatro grupos de temor ya
personas que viven en su barrio. conocidos.
14
La pregunta utilizada por el Latinobarómetro para medir la confianza entre las personas es distinta a la utilizada por la
ENSCR-04: “Hablando en general, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que uno nunca es
lo suficientemente cuidadoso en el trato con los demás?”. Solo 11% de los entrevistados en Costa Rica respondió que se
podía confiar en los demás (Latinobarómetro [2004]).
394
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.16
Recuadro 8.3
• Bandas organizadas. Es decir, presencia de grupos que, B. Los Comités de Seguridad Comunitaria
generalmente, provienen de fuera del cantón.
La estrategia de organización de los Comités de Seguridad
• Bandas juveniles en barrios “marginales”. Otro tipo de Comunitaria (CSC) fue diseñada por las autoridades del
bandas a las que la policía atribuye múltiples asaltos, so- MSP como una forma de involucrar la participación ciudada-
bre todo asaltos callejeros, tacha de vehículos, robos a na en el tema de la seguridad. Los motivos son la situación
Continúa en la página siguiente
396
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
de inseguridad de los barrios, aunada a la carencia de re- de Ciudad Quesada, los distritos con mayor cantidad de co-
cursos de la policía para contender con la delincuencia. La mités son Florencia, Aguas Zarcas y Cutris, cada uno de
concepción general que prevalece en las esferas policiales ellos con tres comités (Cuadro 1). Para la fecha señalada,
es que se trata de un programa integral de solución orga- algunos de los comités ya tenían cerca de dos años y medio
nizada para los problemas de la comunidad, tanto los rela-
de trabajo. Otros se habían organizado a lo largo del año
tivos a la seguridad, como los que conciernen al bienestar
2003. Además, continuaba la presentación de solicitudes
comunitario.
de diversas comunidades para proceder a organizarlos.
Cuadro 1
Fuente: Información suministrada por Sr. Jorge Arturo Sibaja, coordinador de los Comités de Seguridad de la Región Octava
del MSP (actualizada al mes de septiembre de 2004).
Por otro lado, el número de integrantes de los comités es va- que no viven en el lugar, pero que son propietarias de negocios
riable, con un promedio de 17 personas. Existen algunos muy ubicados allí.
numerosos y que atienden variados problemas, no solo los de
seguridad ciudadana, sino que incluso enfrentan situaciones de Los problemas más frecuentes que deben enfrentar son los re-
carácter ambiental. Este es el caso del Comité de Boca Arenal. lativos a robos, drogadicción y violencia doméstica, problemas
Hay otros comités menos numerosos, como el de Buena Vis- estos que comparten tanto comunidades urbanas como rurales,
ta, pero ello puede deberse a que los problemas de seguridad en mayor o menor medida. En particular, preocupa la existencia
que enfrentan no son significativos. Se trata de una comunidad de pandillas o grupos juveniles en los cuales diferentes actos
bastante aislada, de carácter rural y en la cual se detectan es- delictivos se encuentran aparejados con la drogadicción, por lo
pecialmente problemas del entorno ambiental. cual este problema es señalado con particular énfasis por los
informantes de estas comunidades.
Los comités funcionan en comunidades definidas, sean pobla-
dos, urbanizaciones o cuadrantes, cuando se trata de empla- El papel de los comités es más disuasivo que represivo. Sus
zamientos urbanos. Los integrantes de cada uno de ellos se herramientas principales consisten en la profundización del co-
auto-reconocen como habitantes de determinadas comunida- nocimiento de la comunidad y el intercambio de información. El
des. En el caso del Comité Panchita, por ejemplo, lo conforman rótulo que identifica la presencia de uno de estos comités en las
tanto personas que viven en uno de los cuadrantes, como otras comunidades también es una herramienta disuasiva. Sin em-
Continúa en la página siguiente
397
PNUD
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anterior
bargo, los comités atienden problemas pero no los resuelven, los daños a la infraestructura social (específicamente en dos
desde un punto de vista directo y represivo; más bien intercam- casos). En suma, drogas y robos son las causas más intensa-
bian informaciones, ponen a funcionar mecanismos de alarma mente señaladas como base para proceder con la organización
y, en ciertos casos, cuando la situación no puede resolverse de los CSC.
directamente, acuden a la policía.
Pasando de las necesidades a las realidades que se atienden,
C. Estudio en profundidad de diez CSC en el caso de los comités urbanos los problemas más comunes
son también los relativos a drogas y robos. Además, se rea-
En el marco del Informe Nacional de Desarrollo Humano se liza un conjunto de actividades de vigilancia, tanto de aspec-
procedió a profundizar en el funcionamiento de diez CSC en tos familiares, escándalos públicos y observación de personas
el Cantón de San Carlos, a través de la realización de una extrañas a las comunidades. En los comités semi-rurales, los
entrevista a representantes calificados de cada uno de estos problemas atendidos tienen que ver con robos, daños, asuntos
comités. Se procuró que los entrevistados representaran, de de pandillas, drogas y el reforzamiento de la organización co-
alguna manera, la variedad de comités existentes en el cantón munal. En los comités rurales se atienden asuntos de drogas,
y la diferenciación de situaciones geográficas y sociales preva- vigilancia de extraños, trabajo social y comunitario.
lecientes. Por ende, se escogieron cuatro que se desempeñan
en distintas comunidades de Ciudad Quesada y a los cuales se La atención de los problemas indicados implica para los CSC,
ha calificado como urbanos (Panchita, San Gerardo, Barrio San de manera fundamental, vigilancia y observación. Cuando efec-
Pablo y Los Olivos). Se seleccionaron tres caracterizados como tivamente se dan los hechos delictivos, el procedimiento es lla-
semi-rurales, atendiendo situaciones como concentración po- mar a la policía y no necesariamente resolverlos de manera
blacional e infraestructura de servicios presentes en esas co- directa. Puede observarse una relativa evolución en el trabajo
munidades (Boca Arenal, La Marina y Buenos Aires). Además, de los comités que va desde situaciones de carácter policial
se entrevistó a personeros de tres comités que funcionan en (en su momento fundacional), hacia otros temas de carácter
comunidades rurales (Peje Viejo, Ulima de La Vega y Buena social. Es decir, si bien se fundan con agendas policiales, a
Vista) (Cuadro 2). medida que avanza su trabajo se asumen agendas sociales,
sin que se abandonen los temas propiamente policiales. Esto
La cantidad de integrantes de los CSC analizados se ubica ocurre con mayor claridad en el caso de los comités rurales y
entre los 15 y 20 miembros y operan en comunidades que semi-rurales.
usualmente se componen desde 80 hasta 180 familias.15 Con-
siderando los promedios de integrantes, se puede indicar que Las entrevistas efectuadas evidencian que el recurso más im-
entre un 15 y un 20% de las familias tendría a algún miembro portante con que cuentan para autodefenderse de la inseguri-
participando en los CSC. dad es el conocimiento de sus propias comunidades. Este es
un conocimiento físico, social y cultural, entre otros. Otro recur-
Es importante recordar que la adscripción de los integrantes es so significativo es la difusión de información acerca de situa-
muy libre y no se encuentra reglamentada. En lo que respec- ciones extrañas o anómalas, particularmente la circulación de
ta a la estructura de funcionamiento, debe señalarse que los personas ajenas a las comunidades. Cuando se presentan si-
promotores de estos comités (el MSP) aconsejan un funciona- tuaciones de emergencia, se recurre a diferentes mecanismos
miento sin instancias directivas. Se fomenta, en este sentido, para circular la información, como redes telefónicas, radios y
un funcionamiento por consenso. No obstante, a pesar de las sirenas. Normalmente la comunidad se divide en áreas de res-
recomendaciones planteadas por el MSP, tres comités (dos ponsabilidad adscritas a cada uno de los integrantes del comité
de Ciudad Quesada y uno en Buenos Aires de Pocosol) se o a aquellos que asumen posiciones de liderazgo.
han inclinado hacia un tipo de funcionamiento más formal, de
modo que han elegido juntas directivas o comités centrales di- El balance de los representantes de los comités sobre el trabajo
rectivos. realizado es positivo, tanto en términos de seguridad como con
respecto a los efectos sociales de su intervención, en particu-
Las situaciones aducidas para la organización de los comités, lar en cuanto al fortalecimiento de la organización comunitaria
así como los problemas realmente atendidos varían según la (Cuadro 2). En el caso de los comités urbanos, cuatro de los
localización geográfica. En el caso de tres de los comités urba- entrevistados señalan como positivo el proceso de empode-
nos se señala que los robos frecuentes constituyeron la causa ramiento comunitario. Asimismo, opinan que se sienten más
para proceder con la organización. El problema de las drogas seguros y que, efectivamente, disminuyeron los hechos de in-
se menciona con igual frecuencia que el de los robos. En lo que seguridad.
respecta a los comités semi-rurales aparece especialmente el
tema de las drogas (en tres de ellos) y además se alude a En lo que respecta a los comités semi-rurales, se considera
un conjunto de problemas como robos, violencia intrafamiliar, que disminuyeron los problemas de inseguridad. Además, valo-
violaciones, pandillas juveniles y mejoras sociales (cada uno ran como resultados positivos de su labor, el hecho de obtener
mencionado una vez). En el caso de los comités rurales apa- mejoras en la comunidad y el fortalecimiento de la organización
recen menciones más frecuentes al problema de las drogas y comunitaria. En los comités rurales, en un caso se valora el me-
15
En términos de número de integrantes, no parecen presentarse mayores diferencias entre los distintos tipos de comités según la ubicación geo-
gráfica.
398
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 2
joramiento relativo de la seguridad; en otro se señala como un La otra entidad que ha mostrado un grado importante de invo-
logro el fortalecimiento organizativo. A su vez, el informante de lucramiento con los CSC es la Municipalidad de San Carlos.
un tercer comité se lamenta de la escasa participación, pero en Algunos de los comités perciben positivamente el trabajo mu-
este caso los problemas de seguridad, con relación a proble- nicipal en esa materia y lo visualizan con mayor claridad en la
máticas urbanas por ejemplo, son prácticamente inexistentes. función de la Oficina de la Mujer. Cuando a los(as) representan-
tes de los comités se les pregunta si tienen alguna sugerencia
Por último, la información obtenida a partir de las entrevistas que hacer a la Municipalidad, las respuestas se plantean en
permite observar que la relación de los CSC con el MSP se términos de pedirle a ese organismo su apoyo para mejoras
mantuvo, en especial, cuando estos recibieron la capacitación de la infraestructura comunitaria, tales como caminos, obras
básica.16 La mayor parte de los informantes de los comités ex- que beneficien a la juventud o que se constituyan en un bien
presan que las relaciones con el MSP son buenas, pero existe
colectivo comunal.
una opinión generalizada en el sentido de que hace falta segui-
miento. Todo parece indicar que, una vez cumplida la capacita-
ción, no se sabe muy bien qué se puede y se debe hacer.
16
Solamente un comité urbano informa que mantiene una comunicación constante con ese Ministerio.
399
PNUD
Gráfico 8.17
Porcentaje
Fuente: ENSCR-04.
400
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.18
Cuadro 8.10
401
PNUD
El primer grupo de la muestra, el más am- interpersonal alta (73,0). Como es el gru-
plio, alcanza un 44,2% de los entrevista- po con los mayores promedios en ambos
dos, tiene promedios bajos en asociatividad índices, se le denominó de capital social de
(16,7) y en confianza interpersonal (28,6). alta intensidad. De este ejercicio se infiere
Por esta razón, se le designó como un una primera conclusión importante: decir
grupo con un capital social de baja inten- que en la sociedad costarricense prevalece
sidad. El segundo grupo, el más reducido un capital social alto, medio o bajo, es una
con 11,5% de la muestra, tiene una aso- abstracción muy grande, bastante cercana
ciatividad alta (73,2), pero una confianza a un error de interpretación. En verdad, los
interpersonal baja (14,3), por lo que fue atributos del capital social se presentan en
denominado como de capital social me- combinaciones diversas que, como se ve-
dio con alta asociatividad. El tercero, con rá a continuación, se relacionan en forma
un 26,4% del total, indica lo contrario; también distinta con los niveles de temor.
es decir, un nivel de asociatividad bajo
(15,4), pero una alta confianza interper- En efecto, si es posible identificar impactos
sonal (97,4), por lo que recibió el nombre de la inseguridad ciudadana en el capital
de capital social medio con alta confianza social, el Cuadro 8.11 sugiere que estos de-
interpersonal. El cuarto segmento, con un penden en gran medida del tipo de capital
17,8% de los consultados, muestra una social al que se haga referencia.
asociatividad alta (69,9), y una confianza
Cuadro 8.11
Grupos de temor
Capital social Total
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
Baja intensidad 43,0 44,0 45,5 44,5 44,2
Medio con alta asociatividad 6,0 11,0 14,2 19,9 11,5
Medio con alta confianza 37,7 26,5 20,9 13,6 26,4
Alta intensidad 13,3 18,5 19,4 22,0 17,8
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Como puede notarse, la distribución inter- en los “tranquilos” llega a 22,0 en los “si-
na de cada grupo de temor es muy diferen- tiados”).
te. En primer término, es posible observar
cómo la distribución interna del grupo de Se está en presencia, pues, de una asime-
capital social con baja intensidad domina tría relevante: redes sociales fuertemente
en todos los grupos de temor (ronda niveles establecidas parecen potenciarse al crecer
cercanos al 44%), lo cual deja entrever que el temor, lo cual no sucede en situaciones
en las personas con bajo capital social, la en las cuales se sufre de redes sociales ya
presencia de más o menos temor no genera de por sí precarias. Eso significa que el for-
cambios en sus patrones sociales. En el otro talecimiento de los vínculos comunitarios
extremo, el grupo con una alta intensidad permite, en algún grado, una cierta “in-
de capital social, se caracteriza porque este munización” de las comunidades frente al
402 crece conforme aumenta el temor (de 13,3 temor.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
17
Fukuda-Parr (2004).
18
De Riz (2004).
19
Para aspectos metodológicos de la construcción del índice, véase nota 2.7 en el Anexo.
404
Las palabras y el miedo
Tatiana Lobo*
El lenguaje nunca es inocente. Los eufemismos que pretenden dignificar a las personas se
apropian de términos que son de aplicación general: “privados de libertad” se restringe a la
población carcelaria, no se usa en el caso de una mujer que no tiene libertad para salir de su
casa, o de la privación de libertad que sufre un desempleado para encontrar su sustento.
Los diccionarios engordan mientras el habla cotidiana adelgaza. Pero no sólo eso; repeti-
mos palabras sin saber exactamente lo que significan. Pervertido su sentido en el habla po-
pular, terminamos por entender otra cosa diferente. No entender ni ser entendido, separa.
Vivimos entre incertidumbres verbales.
Algo parecido sucede con la palabra “abuso” que suaviza los delitos sexuales contra la ni-
ñez. “Abuso deshonesto” es un disparate, puesto que abre la posibilidad inconcebible del
abuso honesto. La seguridad de la infancia se ve amenazada por la moral teológica que
entiende el delito como pecado, y por aquí se escabulle el clero pedófilo.
405
A la confusión de nombres sigue la confusión de ideas. Sin un lenguaje claro y explícito nos
acostumbramos a prescindir de la lógica, se nos divide el cerebro en compartimentos estan-
cos. Imposibilitados de establecer relaciones entre uno y otro fenómeno no podemos pre-
venir, no vemos hacia dónde nos conducen, no sabemos dónde está lo atinado y dónde lo
desatinado. Y en esta anulación del discernimiento la ética pierde la brújula y llegamos a la
conclusión de que todo vale igual. Y cuando todo vale igual los más vivos se aprovechan.
Nos inducen a desdoblar la realidad, instalados ante un espejo imaginario donde los con-
trarios se pegan con goma loca. A los niños y a las niñas se les enseña que Costa Rica es
un país pacífico, para de inmediato advertirles que no hablen con extraños porque los
pueden secuestrar, violar y matar. Niños y niñas aprenden a conciliar lo irreconciliable y
cuando llegan a la edad adulta ya se han habituado a sostener dos opiniones contrarias si-
multáneas: “somos un pueblo pacífico con alta criminalidad”. El pensamiento ambivalente
paraliza, nos abandonamos a la inercia puesto que es imposible moverse en dos direcciones
opuestas a la vez.
Somos una sociedad con perfil de Jano, cantamos a la paz al mismo tiempo que aumenta-
mos el presupuesto policial confiados en que el confinamiento y la fuerza bruta reemplaza-
rán con éxito a la razón extraviada. Aplaudimos cuando las medidas represivas absorben los
fondos públicos que deberían destinarse a seguridad social, educación y fuentes de trabajo,
única forma de prevención del delito. Invertimos nuestras pauperizadas finanzas privadas
en rejas, alarmas, guardas y armas... Pero nuestras casas son trampas mortales, si hay un
incendio o un terremoto no tenemos por dónde escapar. El miedo es muy rentable, por
eso existe la industria de los seguros. El miedo es un arma del concubinato que existe entre
el mercado y el poder político.
Al efectuar al cruce entre los niveles de to- diversidad cae de un promedio de 86,3 so-
lerancia y la percepción de inseguridad es bre 100 entre los “tranquilos” a 78,1 sobre
claro que el temor y la tolerancia tienen 100 entre los “sitiados”, sino que esa rela-
una relación inversamente proporcional. ción se mantiene en todas las preguntas que
No es solo que el índice de tolerancia a la conforman el índice (Gráfico 8.20).
Gráfico 8.20
Porcentaje
Nota: (1) Corresponde a la suma porcentual de las categorías en desacuerdo y muy en desacuerdo.
Fuente: ENSCR-04.
Hay pues una relación primaria entre la Combatir el temor es, pues, necesario para
inseguridad ciudadana y el miedo a la dife- inocular a la sociedad contra la enfermedad
rencia y la intolerancia a la otredad, aspecto de la intolerancia. Esta patología presenta
que es central en la construcción social del múltiples síntomas, pero uno de los más
espacio. Es notable que las actitudes elitis- evidentes es la proliferación de discursos
tas, racistas y xenofóbicas parecen particu- estigmatizantes empleados por partidos
larmente relacionadas con las percepciones políticos, grupos de presión o medios de
de inseguridad patrimonial. De esta ob- comunicación masiva. Un ejemplo es la sis-
servación puede concluirse que el fortale- temática práctica de estigmatizar a ciertas
cimiento de las percepciones de seguridad comunidades en el discurso de las noticias
patrimonial ayudaría a la superación de de sucesos (Recuadro 8.4).
prejuicios culturales y evitaría la sustitución
de entornos comunitarios heterogéneos por
entornos comunitarios segregados.
407
PNUD
Recuadro 8.4
20
Véase Barata (1996).
21
Fonseca (2004).
22
Cabe subrayar que si bien las clasificaciones que se emplean no se ajustan propiamente a una estructura cartográfica, sí
corresponden a las formas como suelen ser nombrados los ámbitos en el discurso de sucesos.
408
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 8.12
23
Para mayores detalles metodológicos sobre la construcción de estos índices, véase nota 2.8 en el Anexo
410
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
La evidencia indica que los habitantes por mano propia parecen más limitadas,
del país están, en promedio, considera- pero es de destacar, sin embargo, que las
blemente más dispuestos a echar mano a mayorías manifiestan estar de acuerdo con
soluciones normativas extremas (71,2%), la posibilidad de matar para proteger a la
que a emplear procedimientos extremos familia (48,5% a favor; 31,7% en contra)
de hecho (46,0%) y, sobre todo, a utilizar y en el caso de que un hijo o hija haya sido
métodos violentos para resolver conflictos víctima de una violación (47,2% a favor;
privados (16,6%). 32,5% en contra). Pese a no ser favorecida
por la mayoría de los entrevistados, la po-
Más de la mitad de la población apoya la sibilidad de linchar a los delincuentes que
adopción de procedimientos legales fuer- sean atrapados recibió un apoyo considera-
temente represivos, incluyendo una ma- ble (39,4%). Continúa siendo, pese a todo,
yoría arrolladora que se manifiesta a favor una opción raramente ejercida en el país
del endurecimiento de las penas (89,1% a (Recuadro 8.5). Por último, las formas vio-
favor; 5,7% en contra) y porcentajes alar- lentas de resolución de conflictos privados
mantemente altos que dicen estar a favor recibieron porcentajes de apoyo muy bajos.
de impedir la entrada de inmigrantes al El porcentaje de opiniones favorables más
país (62,9% a favor; 20,0% en contra) y alto, de casi un 16%, se registró en el caso
aún del uso de la pena de muerte en al- de la disposición a utilizar el castigo físico
gunos casos (46,0% a favor; 37,4% en en el hogar para educar a niños y niñas.
contra). Las inclinaciones a hacer justicia
Recuadro 8.5
Cuadro 1
Notas: (1) Corresponde a la resta de los porcentajes que opinaron estar en oposición, menos los que señalaron respaldarla.
(2) Incluye Poder Judicial, Ministerio Público, OIJ y Fuerza Pública.
Fuente: ENSCR-04.
Más importante es relacionar las actitudes En ese caso, emergen patrones interesantes
recogidas por los mencionados índices con (Cuadro 8.13).
los niveles de percepción de inseguridad.
Cuadro 8.13
412
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
En todos los casos, el grupo de los “sitiados” el problema de inseguridad, las opciones
fue el que mostró mayor disposición hacia más señaladas fueron: aumentar el número
tomar la justicia en mano propia, apelar al de efectivos de la Fuerza Pública (17,4% de
castigo físico o a la fuerza en sus relaciones las respuestas), mejorar la capacitación de
y apoyar la promulgación de sanciones dra- las autoridades (13,5%) y apoyar la organi-
conianas. Sin embargo, en tanto la relación zación de los ciudadanos (11,2%). Reesta-
con la intensidad del temor es muy clara blecer la pena de muerte aparece recién en
en los dos índices extremos, no lo es en el el duodécimo lugar, con apenas un 3,8%
caso del índice del centro, en el cual las de las menciones.24
opiniones se distribuyen en forma bastan-
te homogénea entre los grupos de temor. Otro indicio de que la propensión repre-
Así, si resulta preocupante la existencia de siva es menos generalizada de lo que pa-
un amplio clamor por el endurecimiento rece y que, en todo caso, admite matices
de las normas represivas, más serio aún es importantes, lo proporcionan las respues-
comprobar que el aumento en los niveles tas a la pregunta sobre la prioridad relativa
de temor puede llevar este clamor a extre- que se asigna a los valores de la libertad y
mos más graves de apoyar métodos abier- la seguridad. En este caso, la población en-
tamente violentos para resolver los proble-
trevistada por la ENSCR-04 se dividió en
mas sociales y privados.
dos grupos muy similares: el 42,5 % de la
población pone la libertad por encima de
Preocupantes como son, los datos anterio-
res deben ser situados en un contexto más la seguridad, frente a un 45,0% que otorga
amplio, en el que las opciones represivas, si mayor valor a la seguridad.
bien concitan niveles importantes de apoyo
Lo más notable acaso es comprobar que
popular, no necesariamente son considera-
fueron las personas con mayores niveles de
das como la primera o la mejor respuesta a
la inseguridad ciudadana. Casi un 95% de temor las que priorizaron en mayor pro-
los entrevistados en el módulo telefónico porción la libertad con respecto a la segu-
de la ENSCR-04 estuvo de acuerdo con la ridad. 51,7% de los “sitiados” dijo prefe-
proposición “la mejor forma de reducir la rir la libertad, frente a un 40,5% entre los
delincuencia es mejorando las oportunida- “tranquilos” (Gráfico 8.21). Esto puede ser
des de estudio, trabajo y recreación para la menos paradójico de lo que parece. A fin
juventud”. De igual modo, un 82% dijo de cuentas, se anhela lo que no se tiene o se
que es preferible que la justicia castigue a ha perdido. Quienes viven más temerosos
los delincuentes que aplicarla por cuenta anhelan más la libertad porque, como pro-
propia. Aún más, al preguntar a los entre- ducto de su temor, han adoptado una serie
vistados sobre las tres medidas más urgentes de medidas con el fin de protegerse, y con
que podía tomar el gobierno para resolver ello han limitando sus libertades.
24
Los porcentajes están calculados sobre la base total de las tres menciones citadas por las personas, las cuales en este caso
dieron pie a 7.149 respuestas.
413
PNUD
Gráfico 8.21
Fuente: ENSCR-04.
Este razonamiento fue reiterado por Sala 10.000 habitantes en ese mismo período.
Constitucional en el voto 2865-92, según Lo más notable es que, como se señaló en
el cual una pena de prisión mayor de 25 el capítulo 4, la tasa de homicidios al ser
años ha de ser entendida como una pena promulgado el Código en 1970 era prácti-
cruel y perpetua. Este criterio predominó camente idéntica a la tasa de 1989, el año
a lo largo de casi un cuarto de siglo has- anterior a la presentación del proyecto de
ta mayo de 1994, fecha en que la Ley No. reforma a los artículos 51 y 76. Esto su-
7389, introdujo una reforma a los artículos giere que entre 1970 y 1994 se produjo un
51 y 76 del Código Penal, para elevar el giro en la valoración de las respuestas posi-
máximo de una condena a 50 años. bles al fenómeno de la inseguridad.
La Ley No. 7389 fue seguida por la Ley No. Otros proyectos impulsados durante este
7398, del 3 de mayo de 1994, en la cual se período fueron el de reforma de los artí-
aumentan las penas de los delitos: homici- culos 38 y 40 de la Constitución Política,
dio simple, homicidio calificado, violación dirigido a levantar la prohibición de im-
simple, violaciones calificadas, estupro, es- poner penas perpetuas26 y el Proyecto de
tupro agravado y abusos deshonestos. Reformas Urgentes al Código Penal, el Có-
digo Procesal Penal y la Ley Orgánica de la
Los motivos que se consignan en este se- Jurisdicción Tutelar de Menores, cuyo ob-
gundo proyecto de ley no guardan relación jetivo fue la introducción de nuevos tipos
con la realidad, al menos en lo que toca penales, la imposición de penas de prisión
a los delitos cuyas penas fueron aumenta- en reemplazo de la sanción de días multa
das. Una mirada a la evolución de las tasas para algunos delitos y el establecimiento
delictivas, en el quinquenio anterior a su de límites a la excarcelación en casos rela-
presentación, muestra que el incremento cionados con el robo de vehículos. Adicio-
en la tasa de homicidios fue de tan solo 0,5 nalmente, el proyecto Ley Orgánica de la
por 100.000 habitantes, pasando de 4,3 en Jurisdicción Tutelar de Menores buscaba el
1985 a 4,8 en 1990. Por su parte, las ta- internamiento por adicción a la droga o al
sas de violación pasaron de 1,6 a 1,9 por alcohol.27
25
Asamblea Legislativa (AL), Expediente No. 10938; en: La Gaceta, 11/7/1990.
26
Asamblea Legislativa, Expediente No. 12574 (se encuentra archivado desde el año 2003).
27
Asamblea Legislativa, Expediente No. 12167 (se encuentra archivado desde el año 2002).
415
PNUD
La Ley sobre estupefacientes, sustancias psi- bol, hasta otras que se refieren al tráfico de
cotrópicas, drogas de uso no autorizado y ac- drogas o la violencia en las relaciones de
tividades conexas (No. 7233 del 8 de mayo pareja, pasando por propuestas dirigidas a
de 1991), así como la Ley de armas y explo- la abolición del castigo físico contra niños,
sivos (No. 7530 del 10 de julio de 1995), niñas y adolescentes, la creación de un re-
forman parte también de las reformas jurí- gistro de delincuencia de personas que han
dicas impulsadas en la década de 1990 en cometido delitos y contravenciones contra
relación con la (in)seguridad ciudadana. La menores de edad.
primera de ellas definió tipos penales para
nuevas conductas, algunos de ellos indeter- El endurecimiento de las sanciones de los
minados o abiertos, aumentó penas, impu- delitos cometidos contra menores de edad
so límites a la excarcelación y prohibió el es el campo en el que se puede observar
indulto en los casos de delitos relacionados mayor número de proyectos presentados
con estupefacientes. A pesar de incorporar por parte de los legisladores. De cinco pro-
una serie de delitos y contravenciones, la yectos en curso legislativo, dos contemplan
Ley de armas y explosivos, como ya se ha aumento de penas para los delitos contra
visto, reguló en forma bastante permisiva personas menores de edad y uno de ellos
la tenencia de armas por parte de la ciu- propugna la eliminación de beneficios en
dadanía. la legislación penal y procesal penal cuando
se trate de este tipo de casos, mientras que
Aún en proyectos como el que dio lugar a otro busca el establecimiento de un sistema
la Ley de Justicia Penal Juvenil (No. 7576 nacional de archivo delincuencial, que per-
del 8 de marzo de 1996), que consigna mita verificar la existencia de antecedentes
una larga lista de derechos y de medidas delictivos vinculados con la vulneración de
especiales para lograr la protección de las la integridad de las y los menores. Algu-
personas menores de edad sometidas bajo nos de estos proyectos fueron presentados
su ámbito, los diputados introdujeron el después de acaecidas dos desapariciones de
artículo 131, que contempla la posibilidad menores de edad que culminaron en homi-
de imponer “medidas de internamiento” cidios, casos que recibieron gran atención
contra las personas menores de edad, por por parte de la prensa y que tuvieron un
“…un período máximo de quince años para gran impacto sobre la opinión pública du-
menores entre los quince y los dieciocho años, rante el año 2004.
y de diez años para menores con edades entre
los doce y los quince años”, una de las me- Junto con los anteriores, que enfatizan
didas más rigurosas en todo el continente respuestas represivas, se encuentran, sin
americano. embargo, otros proyectos que prevén legis-
lación para la creación de parques infanti-
Al final del mes de marzo de 2005, al me- les, la seguridad en este tipo de espacios, la
nos una docena de proyectos relacionados abolición del castigo físico contra menores
con temas de (in)seguridad ciudadana se de edad y la atención para los agresores en
encontraba en la corriente legislativa. Los situaciones de violencia doméstica.
proyectos versan sobre temas que van des-
de el combate a la violencia en el deporte, Así, pues, la última década ha traído, en
mediante multas, y una regulación penal términos generales, una proliferación de
más específica para actos de violencia ori- propuestas legislativas dirigidas a endu-
ginados con ocasión o durante actividades recer las sanciones penales contra los per-
deportivas, tales como los partidos de fút- petradores de algunos delitos. Pero esto es
416
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
solo parte de la historia, pues las reaccio- pena para todos los delitos, que era de 5,6
nes jurídicas a la inseguridad -y las limita- años en 1990, subió a 7,5 en 1996, a poco
ciones a las libertades individuales que de de entrar en vigencia la reforma, para luego
ellas se deriven- no solamente se deciden caer nuevamente a 5,6 en 1998. Para el año
en la sede legislativa. También los jueces, 2002, el promedio de años de la pena im-
al dictar sentencia, tienen en sus manos la puesta era de 7,2 años, ligeramente menor
decisión de otorgar mayor o menor peso a al promedio de 1996. Se han presentado,
la libertad, cuando definen la magnitud de sin embargo, aumentos importantes en las
las penas que aplican. penas impuestas en los delitos contra la vi-
da y sexuales, precisamente los afectados
En el caso de los jueces penales de Costa por la reforma del Código Penal de 1994.
Rica, a lo largo de la última década y me- La evidencia sugiere, pues, que las mayores
dia, se ha podido observar un aumento en posibilidades punitivas abiertas por la re-
el promedio de años de las penas impues- forma de 1994 se han reflejado en la con-
tas. En efecto, el promedio de años de la ducta de los jueces penales (Cuadro 8.14).
Cuadro 8.14
Promedios de años de pena impuesta según categoría de delito. 1990- 2002 (1)
Año(2)
Delito
1990 1991 1992 1995 1996 1998 1999 2000 2002
Total 5,6 5,7 5,6 6,8 7,5 5,6 6,1 6,8 7,2
Contra la vida 7,5 8,6 9,1 11,2 12,8 9,5 10,5 10,4 12,7
Sexuales 7,7 7,0 6,9 8,3 10,9 9,3 11,2 12,5 11,9
Contra la
4,6 4,6 4,3 5,8 6,1 3,9 4,3 4,6 5,0
propiedad
Infracción a la Ley
8,8 9,8 8,5 7,4 6,6 6,1 5,8 6,5 6,8
de Psicotrópicos
Notas: (1) Se excluyeron las categorías días multa, medidas de seguridad y ejecución condicional ya que las
penas no correspondieron a días de internamiento en algún centro penitenciario. (2) No se encontró información
desagregada por delito para los años 1993, 1994, 1997, 2001, 2003.
Fuente: Cálculo propio basado en los datos de pena publicados en los Anuarios de Estadísticas Judiciales del
Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.
En este punto, es importante hacer notar Junto con el aumento en el monto de las
que, contrario a la opinión popular y a penas, la tasa de reclusión se ha incremen-
reiteradas informaciones periodísticas, las tado considerablemente en las últimas dos
sentencias dictadas por los jueces penales décadas y media. Mientras en 1979 la tasa
costarricenses no se caracterizan por una de población penitenciaria por 100.000
particular lenidad. El promedio de la pe- habitantes era de 100, diez años después
na de prisión en Costa Rica (7,2 años en se había incrementado a 132. En la déca-
2002) supera ampliamente el registrado da siguiente su incremento fue mucho más
en los Estados Unidos (4,5 años) que es, si acelerado, hasta llegar a 191 en 1999 y a
acaso, una sociedad que ha apostado fuer- 209 en el 2004 (Cuadro 8.15).
temente por la solución punitiva a los pro-
blemas delictivos.
417
PNUD
Cuadro 8.15
Población penitenciaria
Año
Total Tasa
1979 2.156 100
1980 2.361 107
1981 2.660 117
1982 2.902 124
1983 3.228 134
1984 3.357 136
1985 3.529 134
1986 3.531 130
1987 3.893 140
1988 3.918 137
1989 3.892 132
1990 3.905 130
1991 3.961 128
1992 3.346 106
1993 3.472 107
1994 3.698 112
1995 3.302 98
1996 4.705 137
1997 (a) 5.804 165
1998 6.004 168
1999 6.943 191
2000 7.575 193
2001 7.649 192
2002 8.113 202
2003 8.407 202
2004 8.890 209
Nota: (a) A partir de este año se inicia la presentación desagregada de la población penitenciaria
y la población atendida. Años atrás, no existía división entre ambos, por lo que en el período
1979-1996, se contempla también población atendida.
Fuente: Ministerio de Justicia y Gracia, Departamento de Investigación y Estadística. Anuario
Estadístico 2004.
afirma en su artículo 37: “Nadie podrá ser visión de los bultos y mochilas de los es-
detenido sin un indicio comprobado de haber tudiantes al entrar a su respectivo centro
cometido delito…” educativo, luego de que algunos inciden-
tes evidenciaron la presencia de armas en
Varias resoluciones de la Sala Constitucio- dichos centros. La medida se atacó como
nal se han pronunciado sobre el significado violatoria de derechos humanos de los es-
y alcances de la noción “indicio compro- tudiantes. La Sala, sin embargo, consideró
bado”, en el sentido de que aun cuando la que el correcto y debido aprovechamiento
detención no puede ser ejercida discrecio- de la educación pública exige garantizar a
nalmente por la policía, esto no obsta para los administrados el acceso a la educación
que ciertas actuaciones razonables, como en condiciones de seguridad.29 En opinión
identificar personas en determinadas cir- de los jueces constitucionales, la omisión
cunstancias, puedan ser llevadas a cabo por
del Estado en velar por un efectivo cum-
la autoridad. Así, por sentencia No. 5237
plimiento de ello, constituiría una actitud
del año 2003 se rechazó un recurso de am-
incluso negligente y reprochable desde la
paro interpuesto por una persona que se
óptica del derecho constitucional. Para los
negó a identificarse frente a una solicitud
magistrados, la restricción al derecho a la
policial. La Sala consideró que en hipótesis
intimidad analizada, encuentra su motiva-
justificadas, como por ejemplo cercanías
ción en la necesidad de velar por otro del
de fronteras, la policía tiene la posibilidad
más alto nivel, como lo es la vida humana,
de exigir a las personas que se identifiquen.
así como el derecho a la salud de los estu-
Sin embargo, a principios del 2004, luego
diantes, para lo cual el Estado, en ejercicio
de que un nicaragüense presentara un re-
curso de hábeas corpus en representación de de sus potestades de imperio se encuentra
65 nicaragüenses afectados por un operati- facultado, siempre y cuando exista una jus-
vo realizado por el Ministerio de Seguridad tificación debida a su proceder.
Pública en la comunidad marginal de La
La discusión constitucional sobre temas
Carpio, la Sala volvió a externar criterio
que representan puntos de conflicto entre
sobre la potestad policial de detener y or-
derechos alcanzó un momento represen-
denó al Estado pagar daños y perjuicios a
tativo cuando la Sala tuvo que abordar la
favor de los recurrentes. Los magistrados
razonaron que el operativo se realizó en la cuestión de la intervención de llamadas te-
vía pública, sin indicios previos de que los lefónicas en el curso de investigaciones ju-
extranjeros estuvieran cometiendo algún diciales, medida contenida en un proyecto
delito. Además, señaló la violación del ar- de ley sometido a la Asamblea Legislativa.
tículo 5 de la Declaración de los Derechos En el criterio de la Sala30, la Constitución
Humanos que prohíbe el arresto arbitrario reconoce de manera amplia el derecho del
de extranjeros.28 individuo a gozar de un ámbito de intimi-
dad que le permita desarrollar libremente
También ligada con la intimidad personal su personalidad, sin injerencias por parte de
es la discusión en relación con la medida cualesquiera personas públicas o privadas.
tomada por el Ministerio de Educación Se trata de un rango de intereses y datos
Pública en el año 2004 de ordenar la re- meramente privados, que la persona tiene
28
Sala Constitucional, Sentencia No. 02955-2004 de las 11:17 horas del 19 de marzo de 2004.
29
Sala Constitucional, Sentencia No. 11733-2003 de las 14:56 horas del 15 de octubre de 2003.
30
Sala Constitucional, Sentencia No. 10091-2001 de las 14:30 horas del 9 de octubre de 2001.
419
PNUD
pleno derecho de mantener en su fuero “Es claro que al tratarse de vías destinadas al
particular. Tal es el caso de las comunica- servicio público, la autoridad recurrida debe
ciones escritas, electrónicas o de otros tipos, garantizar el libre el acceso a la Urbanización
cuya confidencialidad debe ser preservada toda vez que su naturaleza no permite ningún
por el Estado, salvo en casos marcadamente tipo de limitación. Ahora bien, comprende es-
calificados. Así, la Sala manifestó que para ta Sala la necesidad de los vecinos del lugar de
que puedan ser intervenidas las comuni- velar por la seguridad de quienes habitan en
caciones de un individuo, se requiere que el lugar, sin embargo, en aras de esa seguridad
el legislador, a través de un procedimiento no resulta justificado limitar el ingreso de nin-
agravado (mayoría de las dos terceras partes guna persona al lugar en cuestión, por cuanto
de los miembros de la Asamblea), determi- se trata de calles públicas…” 31
ne expresamente los delitos cuya gravedad
o forma especial de comisión justifican el La Sala Constitucional ha reconocido, pues,
uso de las referidas intervenciones, previa que la decisión de colocar agujas responde
orden por parte del juez de la respectiva al interés público de proteger la seguridad
causa, mediante resolución razonada, y em- del vecindario, pero ha rechazado la idea de
pleando en el proceso apenas aquellos datos que, en aras de proteger tal bien, se limite
estrictamente necesarios para descubrir la la circulación de las personas. Un intento
verdad real en los hechos investigados. La de solución a la controversia se encuentra
determinación de los delitos susceptibles en el proyecto presentado a la Asamblea
de ser investigados a través de los referidos Legislativa,32 para reformar la Ley de cami-
mecanismos de intervención es materia de nos públicos, afirmando la facultad de iden-
reserva absoluta (y agravada) de ley, razón tificar -sin impedir el paso- a las personas
por la cual el legislador deberá determinar que ingresan en vehículo a urbanizaciones,
claramente en cuáles casos excepcionales es siempre y cuando las mismas tengan una
factible autorizar a los tribunales a ordenar sola entrada.
intervenciones.
La jurisprudencia constitucional también
Otra área de conflicto de derechos que ha tocado la compleja discusión sobre la
ha tenido que ser considerada por la Sala conveniencia de promulgar legislación pe-
Constitucional, tocante al tema de la segu- nal específica, fuera del marco del Código
ridad ciudadana, es la instalación de “agu- Penal. Aquí nuevamente hay un punto de
jas” en ciertos puntos de paso de áreas resi- disputa doctrinario pues, desde una pers-
denciales. La forma más frecuente que ad- pectiva minimalista de la acción punitiva,
quiere esta medida es la de una estructura no se recomienda la creación de nuevos ti-
metálica, manejada por un guarda privado, pos penales, ni su dispersión en múltiples
que bloquea el paso en puntos de acceso a instrumentos legales. El debate más inten-
sectores habitacionales. La jurisprudencia so que se ha dado sobre la aceptabilidad de
en esta materia ha sido variada, aunque, legislación penal especial tiene origen en la
en general, ha sostenido el principio de la presentación de un proyecto de ley dirigi-
competencia municipal en materia de ca- do a penalizar la violencia contra las mu-
minos vecinales y el principio de libre trán- jeres. El proyecto defiende el recurso de la
sito. La Sala ha afirmado: penalización como una medida de acción
31
Sala Constitucional, Sentencia No. 2595-2003 de las 14:57 horas del 26 de marzo de 2003.
32
Asamblea Legislativa, Expediente No. 15648.
420
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
afirmativa cuyo objetivo es proteger a las “En relación con la acción afirmativa, en-
mujeres de la violencia que recae contra tendida como el uso necesario de regulaciones
ellas por razones de género. específicas para abolir la discriminación en
contra de la mujer, la Sala ha dicho que es
La Sala se ha pronunciado sobre la contro- una forma legítima de reacción del Estado
versia subrayando que el artículo 39 de la que no infringe el principio de igualdad, a
Constitución Política garantiza el principio pesar de que imperativamente intente abolir
de reserva de ley, cuando se trata de regular una situación de discriminación que conside-
delitos. No obstante, ha dicho que no se ra se superará únicamente si se le otorga a la
puede equiparar tal principio a una reser- mujer una protección o participación refor-
va de Código, inexistente en la legislación zadas, mediante regulaciones especiales”.33
costarricense. Por el contrario, sostiene la
Sala, obligaciones de corte internacional, Pese al pronunciamiento de la Sala, el de-
como las emanadas de la Convención so- bate sobre el uso del Derecho Penal -y en
bre la Eliminación de Todas las Formas de particular de la legislación penal especial-
Discriminación contra la Mujer, aprobada como instrumento de acción afirmativa
por la Ley No. 6968 del 2 de octubre de permanece abierto hasta el día de hoy (Re-
1984, justifican la necesidad de aplicar ac- cuadro 8.6).
ciones afirmativas:
Recuadro 8.6
La penalización de la violencia contra las mujeres en Costa Rica: ¿una opción válida?
La violencia contra las mujeres y la respuesta del derecho
penal en Costa Rica
Dr. Alfredo Chirino Con todo, el enfoque a la prevención general en materia penal
Director de la Escuela Judicial podría tener alguna incidencia en ciertos aspectos del fenóme-
no, como lo sería en los casos más graves de violencia, que
Catedrático de la Universidad de Costa Rica se reflejan ya en conductas agresivas contra bienes jurídicos
personalísimos de las mujeres y su entorno familiar, los cuales,
El fenómeno de la violencia contra las mujeres ha concitado desde el punto de vista de la doctrina, suelen estar contem-
el interés y la reacción del Estado costarricense; sin embar- plados en los Códigos Penales en las figuras tradicionales de
go, las respuestas siguen concentrándose, parcialmente, en lo agresión, lesiones, delitos contra el ámbito de intimidad, delitos
cautelar y en medidas penales de fuerte orientación preventivo contra la libertad, el honor y la propiedad.
general. La atención policial y jurídico penal suele referirse a
los problemas más inmediatos de la violencia, pero no atiende Como propuesta de política criminal, esta orientación parece
las urgentes tareas asistenciales y de apoyo a las víctimas, que ser, además, consecuente con las postulaciones que se habían
deben ser, a no dudarlo, la prioridad en este campo. venido haciendo a nivel doctrinal. Sin embargo, la respues-
ta jurídico penal, aun cuando es necesaria en algunas áreas,
Además, la orientación preventivo general, con un fuerte conte- parece aglutinar toda la respuesta estatal frente al fenómeno,
nido simbólico, hace depender la “solución” del problema de la dejando de lado temas más urgentes como la ampliación de
efectiva reacción del sistema de justicia penal el cual, debido a la tutela de víctimas y la creación de instancias y alternativas
la naturaleza de este tipo de violencia, no siempre llega a tiem- de atención que mitiguen las siempre dolorosas consecuencias
po ni tampoco con las medidas más idóneas para el entorno que este fenómeno social genera en las mujeres.
social en que se desarrolla. Esto descarga la responsabilidad
estatal, con el fácil expediente de reducir o eliminar dicho com- El Proyecto de Ley denominado de “Penalización de la violencia
promiso, alegando que ocurre por el déficit de protección que contra las personas, particularmente contra las mujeres”, que
es imputable a las autoridades penales, manifiesta ese énfasis se tramita bajo el expediente número 14434 en la Asamblea
en lo simbólico y convence de que las medidas escogidas aún Legislativa, representa el esfuerzo más reciente por atender el
requieren una mejor reflexión desde lo interdisciplinario y lo co- fenómeno, si bien dentro de una óptica exclusivamente represi-
municativo.
33
Sala Constitucional, Sentencia No. 3441-204 de las 16:47 del 31 de marzo de 2004.
421
PNUD
va, pero con evidentes falencias y problemas de orden técnico, tancia, analizar y atacar las diversas causas del problema de
que probablemente afecten su trámite legislativo y su posterior violencia en la sociedad, lo que implica, directamente, que se
puesta en vigencia, si no se atienden adecuadamente. generen políticas públicas en el campo social. También debe-
ría profundizarse el abordaje del problema desde la óptica de
Quizá el problema más grave del Proyecto es el de orientar la sensibilización acerca del tema de la violencia, aumentando,
su propuesta punitiva hacia la tutela de las mujeres, exclusiva- desarrollando y distribuyendo el conocimiento existente acerca
mente, tal y como si no hubiera cobertura penal de sus bienes de este fenómeno, muy especialmente en los campos especia-
jurídicos en la actual legislación, poniendo una referencia es- lizados de atención, como también a la población y a los grupos
pecífica que no es necesaria; que las visibiliza, pero al mismo sociales afectados.
tiempo las denota y genera una diferencia que podría afectar
las buenas intenciones del proyecto. Un proyecto legislativo que no incluya un elenco de alternativas
de carácter preventivo que ofrezcan apoyo temprano a las mu-
El problema antes señalado se profundiza con la incorporación jeres, hombres, parejas, niños, niñas y adolescentes, mucho
del criterio de “relación de poder o confianza” que aun cuando antes de que se produzcan episodios graves de violencia, está
es coherente con ciertas tendencias en la discusión técnica condenado a tener, simplemente, un efecto simbólico y esca-
sobre el problema de la violencia, introduce en la legislación sos éxitos de orden político criminal.
penal un elemento normativo que podría ampliar, excesiva-
mente, la cobertura de los tipos penales, lo que iría, en última
instancia, en contra del principio de taxatividad y de claridad Sobre la intervención del Derecho Penal
de las normas. en la violencia contra las mujeres
422
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Los compromisos de derecho internacional que el país ha sus- resulta contraria al principio de legalidad. Estas objeciones, sin
crito en tratados internacionales tan importantes como la Con- pretender trivializarlas, muestran las dificultades que enfrenta
vención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discrimina- cualquier decisión política que intente abordar un fenómeno de-
ción contra la Mujer y la Convención para Prevenir, Sancionar lictivo singular, cuyo desarrollo incluye la represión del abuso de
y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém poder, que ha sido una materia sobre la que el derecho penal
do Pará), son otros datos muy importantes que convierten la siempre ha tenido especial aprehensión y alergia.
penalización de este tipo acciones en un compromiso interna-
cional que el país ha asumido.
Ninguno de estos cuestionamientos se ha planteado cuando
se examinan conceptos de contenido tan amplio como el ardid
Todas las condiciones y circunstancias reseñadas, demuestran en la estafa (artículo 212 del Código Penal) o los actos mate-
que este tipo de criminalidad merece una intervención particu- riales de hostilidad en el delito de actos hostiles (artículo 280
lar del derecho penal, sin que se conculquen los principios de del Código Penal). No es fácil criminalizar acciones que han
intervención mínima y subsidiariedad. Ninguna otra disciplina constituido un triste capítulo de la historia de la impunidad y
jurídica, tal como lo evidencia la Ley de Violencia Doméstica, que han prohijado una cultura en la que el inconsciente co-
puede dar una respuesta satisfactoria a un hecho tan grave e lectivo legitima, de alguna forma, el abuso de poder contra la
indigno. mujer; al punto de que, cuando estos fenómenos ocurren, en
cualquier ámbito, aparece siempre el argumento de la “víctima
Algunas de las objeciones al proyecto de penalización de la vio- provocadora”, cuyo comportamiento parece hacerla merecedo-
lencia contra las mujeres son muy discutibles. Se afirma que la ra de una acción contraria a su dignidad. La penalización de la
definición de las relaciones de poder que prevé el artículo terce- violencia contra las mujeres sigue siendo un capítulo inconclu-
ro de dicho proyecto, contiene una imprecisión y amplitud que so de la política criminal costarricense.
de las armas que pretende portar. Además, “La cuestión traída a consulta es un asunto
en aras de proteger al portador de armas, de oportunidad y conveniencia del legislador,
se estima adecuado que la ley incorpore la no susceptible del control de constitucionali-
prohibición de venta al público de armas dad. Téngase presente que la seguridad y los
de mala calidad y de manejo peligroso, ya poderes de policía son propios del Estado, el
que por la falta de mecanismos de seguri- cual puede permitir que particulares colabo-
dad internos o externos pueden producir ren con la prestación del servicio privado de
un accidente con su simple manipulación. seguridad. Pero es de interés público que esa
fuerza privada de seguridad sea controlada y
Para la Sala, el comercio de armas es una controlable por parte del Poder Ejecutivo, de
actividad que debe contar con gran vigilan- modo que toca al legislador establecer limita-
cia estatal, que de alguna manera delimite ciones al número de los agentes de seguridad
el giro comercial escogido y la cantidad privada, a fin de que su número no represen-
de bienes que se puede ofrecer al público te, más bien, una amenaza latente para la
legalmente. Para los jueces constituciona- seguridad estatal y ciudadana…” . 34
les, las limitaciones dispuestas por la Ley
de Armas son absolutamente razonables, Consideraciones similares corresponde-
atendiendo no solo a la naturaleza de los rían a la cuestión de la policía municipal,
bienes a comerciar, sino también al fin bus- tema en el cual la jurisprudencia consti-
cado por el legislador con esa normativa, tucional ha reconocido la facultad de los
que fue el de otorgar a los particulares un municipios para crear entes de vigilancia,
medio de defensa de su patrimonio y de y más bien ha controlado el que no se es-
su familia en situaciones excepcionales, sin tablezcan tasas o cargas financieras a los
que para ello sea necesario contar con un contribuyentes por estos conceptos.35
ilimitado número de armas, de alto poder
ofensivo o de gran capacidad de carga de Así, pues, la jurisprudencia constitucio-
munición. nal costarricense, en materia de seguridad
ciudadana, es amplia, compleja y básica-
De modo similar, la jurisprudencia ha pues- mente correspondiente a una concepción
to en claro las condiciones que deben ro- de corte garantista de los Derechos Hu-
dear el establecimiento de compañías que manos. Y algo similar puede decirse de la
brinden servicios de seguridad privada. Se jurisprudencia doctrina de la Sala Tercera
ha reconocido que, para garantizar la segu- de la Corte Suprema de Justicia, que es la
ridad ciudadana, el Poder Ejecutivo puede instancia superior en materia criminal.
abrirse a la cooperación privada, lo cual no
riñe con los mandatos constitucionales. La Así, si bien se detecta una tendencia hacia
forma de hacerlo, y los criterios técnicos y una mayor represividad en la respuesta da-
profesionales que sirvan para tomar decisio- da por la Asamblea Legislativa y los jueces
nes sobre asuntos como número de emplea- penales a las percepciones de inseguridad,
dos, tipo de roles, etc., deben ser estableci- es claro que el control jurisdiccional ha
dos por el Ejecutivo: sido un valladar para impedir que el en-
34
Sala Constitucional, Sentencia No. 8001-1998 de las 16:42 del 11 de noviembre de 1998.
35
Sala Constitucional, Sentencia No. 10134-1999 de las 11:00 del 23 de diciembre de 1999.
424
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
durecimiento del Derecho Penal sustantivo iv. El apoyo a las instituciones y al siste-
llegue a poner en peligro las libertades indi- ma democrático
viduales propias de un estado democrático.
A diferencia de otros países de América
Que la inseguridad ciudadana no haya Latina, en los cuales los niveles de confian-
puesto en riesgo -pese a algunos síntomas za en las instituciones públicas son con-
preocupantes- la adhesión de nuestro sis- siderablemente bajos, en el caso de Costa
tema jurídico a los Derechos Humanos es Rica no lo son. En una indagación sobre
un hallazgo esencial para valorar sus con- una muestra de 18 instituciones públicas
secuencias para la democracia. Pero igual- ampliamente conocidas (más los partidos
mente importante es analizar el efecto de políticos), un 51,9% de los entrevistados,
la inseguridad en el respaldo social a las como promedio, manifestó tener mucha
instituciones estatales y, sobre todo, al sis- o alguna confianza en ellas, mientras un
tema democrático mismo. En este punto, 45,5% indicó tener ninguna o poca con-
la historia es menos halagüeña, como se fianza (Cuadro 8.16).
verá a continuación.
Cuadro 8.16
Nota: (1) La cifra indicada es la diferencia neta entre la suma porcentual de las categorías “alguna” y “mucha”
confianza, por un lado, y la suma de las categorías “ninguna” y “poca” confianza, por otro.
Fuente: ENSCR-04.
425
PNUD
36
El análisis factorial realizado ha dejado por fuera a la Policía de Tránsito, la Defensoría de los Habitantes, el Tribunal
Supremo de Elecciones y la Sala Constitucional. En el caso de estas instituciones no se han identificado patrones de refe-
rencia que posibiliten vincularlas o asociarlas con otros grupos ni entre sí.
37
Con respecto a este punto y el debate que se ha generado en torno al mismo se puede consultar: Cruz (2003); Medina
(2003); Villoria (2002); Reina y Tochee (1999).
426
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 8.17
Los datos del cuadro son explícitos al sobre Costa Rica y el barrio del entrevis-
mostrar que, sistemáticamente, las per- tado, como ámbitos poco/nada seguros
sonas que han sido víctimas de un hecho o, por el contrario, seguros/muy seguros.
de violencia en el último año tienen una Quienes afirmaron que tanto el país como
peor opinión de todas las instituciones, en su entorno inmediato eran seguros exhiben
particular de las directamente relacionadas niveles de confianza superiores que quienes
con la inseguridad ciudadana, así también sostuvieron lo contrario, particularmente
como de las instituciones políticas. Igual- tratándose de las instituciones de seguridad
mente sistemática es la brecha que separa y administración de la justicia y las institu-
los niveles de confianza en las instituciones ciones políticas.
entre los grupos más y menos temerosos de
la población, diferencias muy amplias para Aún más importante es indagar el efecto
todos los conjuntos institucionales. Cabe de la inseguridad ciudadana sobre la adhe-
notar que son los grupos de las personas sión a la democracia, un tema crucial para
victimizadas y con más intensa percepción el presente y el futuro de América Latina.
de inseguridad los únicos que manifiestan En efecto, la incapacidad del Estado para
un balance negativo de opiniones sobre las hacer valer la legalidad -una de cuyas mani-
instituciones públicas relacionadas con la festaciones más conspicuas es el acelerado
seguridad ciudadana y políticas. crecimiento de la violencia social- termina
por generar, como lo ha advertido Gui-
Cabe indicar que las mismas relaciones llermo O’Donnell, una ciudadanía y una
prevalecieron al cruzar los niveles de con- democracia de “baja intensidad”, incapaces
fianza en las instituciones con las opiniones de concitar una adhesión intensa por parte
427
PNUD
de los gobernados.38 Por el contrario, como reciente. A pesar de su nitidez, esta relación
se afirmó en la primera parte de este in- aparece matizada por el significativo por-
forme, el clamor popular por soluciones de centaje de indecisos ante la pregunta. En
mayor contundencia a los problemas de se- cambio, las cifras no admiten ninguna du-
guridad, fácilmente deriva en inclinaciones da cuando se trata de los grupos de temor.
autoritarias no solo frente a la inseguridad, En ese caso, el grado de satisfacción con la
sino frente a todos los problemas sociales. democracia sufre una caída notoria y sis-
temática conforme aumenta la percepción
En este punto, la ENSCR-04 ofrece clara
de inseguridad. El balance de opiniones a
evidencia que sugiere, en efecto, que la in-
seguridad ciudadana es una de las costu- favor de la satisfacción con la democracia
ras por las que puede hacer agua el pacto es más de 30 puntos superior en el caso de
democrático, aun en un país como Costa los “tranquilos” que en el de los “sitiados”.
Rica, donde ese pacto posee una enorme Mientras entre aquellos existe una amplia
solidez. El Cuadro 8.18 muestra que los mayoría de personas satisfechas con la de-
grados de satisfacción con la democracia mocracia costarricense, en el caso de los
son menores entre quienes han sufrido un últimos los satisfechos e insatisfechos con-
hecho de violencia o despojo en el pasado forman bloques muy similares.
Cuadro 8.18
Grupo de temor
Igualmente reveladora -y acaso más preocu- mor, al tiempo que crecen las inclinaciones
pante- es la tendencia encontrada al cruzar autoritarias. La proporción de “sitiados”
la adhesión abstracta a la democracia como que está dispuesta a aceptar, en algunas cir-
sistema de gobierno con la intensidad de cunstancias, un régimen autoritario prácti-
la percepción de inseguridad. En este caso, camente triplica la cifra presente entre los
la preferencia por la democracia sufre una “tranquilos” (Gráfico 8.22).
caída ostensible conforme aumenta el te-
38
O’Donnell (1993).
428
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Gráfico 8.22
Fuente: ENSCR-04.
Estos datos son de la mayor trascendencia, el criterio más elemental para justificar el
no solo para el futuro de la democracia en monopolio de la coerción física legítima
Costa Rica, sino para toda América Lati- por parte del Estado?
na. La alarmante pérdida de adhesión a la
democracia entre la población de la región Las respuestas son tan inciertas como cru-
-puesta de manifiesto en toda su extensión ciales. Por lo pronto, es evidente que ciuda-
por el Informe sobre la Democracia en danías atemorizadas facilitan la generación
América Latina, publicado por el PNUD de sociedades autoritarias y definidas por
en el año 200439- no puede ser separada de la anomia. Sociedades que son tierra estéril
los altísimos niveles de violencia social en para la semilla del desarrollo humano, el
la región. La evidencia disponible plantea, cual solo germina en libertad.
con toda crudeza, preguntas muy básicas
sobre la legitimidad misma del Estado en F. El impacto de la inseguridad ciu-
América Latina, para no hablar de los regí- dadana en la medición del desa-
menes democráticos. La interrogante plan- rrollo humano: una aproximación
teada por Thomas Hobbes hace más de inicial
tres centurias es cada vez más pertinente en
nuestras tierras: ¿puede un régimen políti- Este capítulo ha mostrado una gran can-
co conservar su legitimidad y demandar la tidad de vías por las cuales discurre el im-
sujeción de los gobernados a sus mandatos, pacto de la inseguridad ciudadana en el
si cotidianamente es incapaz de asegurar la ejercicio de las libertades de las personas y
integridad física de los ciudadanos? ¿Cuál en la “infraestructura” social que hace posi-
es la base de la obligación política si falla ble ese ejercicio. El efecto de la inseguridad
39
PNUD (2004).
429
PNUD
40
Fukuda-Parr (2003), p.93.
41
Proyecto Estado de la Nación (2004).
430
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
431
PNUD
Cuadro 8.19
Continúa...
432
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Continúa...
433
PNUD
Notas: (1) Los índices varían en una escala de 0 a 1, en donde 0 corresponde al nivel más bajo (condición
desfavorable) y 1 al nivel más alto (condición favorable). Para metodología de construcción de ambos índices ver nota
metodológica 2.1 y 2.2 en el Anexo. (2) Los cantones marcados en color celeste en la columna de la extrema derecha
son aquellos cuyo puesto de clasificación baja al ajustarse el IDHC. Los cantones marcados en gris, son aquellos
cuyo puesto de clasificación sube. El cantón marcado en blanco es aquel cuyo puesto de clasificación no cambia.
Fuente: IDHC: Observatorio para el Desarrollo. IDHCS: Elaborado con base en datos del Observatorio para el
Desarrollo y el ISC de este informe.
Cuadro 8.20
San José 9 10 1 20
Alajuela 2 13 0 15
Cartago 2 6 0 8
Heredia 6 4 0 10
Guanacaste 8 3 0 11
Puntarenas 7 4 0 11
Limón 1 5 0 6
Costa Rica
Total 35 45 1 81
En términos generales, los resultados del ble de todos. Afectado por los niveles de
IDHCS tienden a beneficiar de manera victimización más altos del país, pierde 54
ostensible a pequeños cantones rurales y a lugares y ve caer su IDH casi una quinta
castigar con severidad prácticamente a to- parte.
dos los cantones del Área Metropolitana,
cuyos niveles de desarrollo humano, según Es evidente, pues, que la inclusión de los
la medición convencional, son los más al- niveles de seguridad ciudadana puede cam-
tos del país (24 de los primeros 25 lugares biar el mapa del desarrollo humano en el
del IDHC están en el Área Metropolitana, país. En el Mapa 8.1, es posible observar
en tanto los 25 más bajos, sin excepción, cómo el empleo del IDHCS oscurece (re-
fuera de ella). De los 45 cantones que me- duce) los niveles de desarrollo humano en
joran su posición con el IDHCS, 37 están la región metropolitana y en el Pacífico Sur
fuera de la región metropolitana. Corre- del país, tanto como los aclara (aumenta)
lativamente, de los 35 que empeoran su en buena parte de la zona fronteriza norte.
situación, 16 son cantones de la gran aglo-
meración urbana del Valle Central. En la forma aquí planteada, el IDHCS es
tan solo un intento inicial para acercar la
En algunos casos los cambios son de ex- medición del desarrollo humano a las po-
traordinaria magnitud. El pequeño cantón sibilidades reales de expansión de las ca-
josefino de León Cortés -uno de los más pacidades disfrutadas por las personas en
rezagados de acuerdo con el IDHC, pero determinados entornos. Como se ha visto
el más seguro del país de acuerdo con el a lo largo de este capítulo, esas posibilida-
ISC- gana 30 lugares en la clasificación. Y des, sin duda, se ven afectadas por el es-
algo similar sucede con Acosta, Hojancha, tado de la (in)seguridad ciudadana. Esta
Alfaro Ruiz, Jiménez, Poás, Guatuso, San contribución metodológica puede y debe
Mateo y Palmares, todos beneficiados con ser enriquecida considerablemente, con
ascensos de más de 20 puestos. En el otro una operacionalización más completa de
extremo de la clasificación, cantones fuer- la medición de la (in)seguridad ciudadana.
temente urbanos o turísticos como Mon- Pero, por ahora, es suficiente para demos-
tes de Oca, Goicoechea, Limón, Aguirre, trar en forma económica y elocuente la
Tibás, Liberia, Garabito y San José, pier- urgencia de situar la seguridad ciudadana
den más de 30 lugares en la lista. El cantón como un componente central del desarro-
capitalino es, sin duda, el caso más nota- llo humano.
435
PNUD
Mapa 8.1
436
Seguridad ciudadana: ¿dónde comienza?
Fernando Durán Ayanegui*
Bastaría con un breve recorrido por las páginas de una hipotética historia de las civiliza-
ciones para descubrir que “yo soy yo y mi circunstancia”, el lugar común que repetimos para
presentarnos como grandes lectores de cierto filósofo español, es excesivo si el “yo” que
habla no es un individuo poderoso y, por añadidura, exento de escrúpulos. Para el ser
humano “comunicorriente”, la organización social que llamamos Estado ha sido siempre
una circunstancia, dudosamente deseable, que se acepta como garantía, más o menos di-
fusa, de que la ley del más fuerte será atemperada en medida suficiente como para que la
vida en comunidad nos resulte tolerable. Con tal de poder disfrutar, sin temor y con un
mínimo de satisfacción, de la vida y de ciertos bienes materiales, aceptamos que los polí-
ticos roben del erario, mientan y sean incompetentes, que el crimen organizado -ese que
mata sin dejar huellas de sangre- se sirva de los políticos, aunque en último resultado tal
aceptación reduzca la cita orteguiana a un simple “yo soy mi circunstancia”. La mayoría
de los individuos terminan aceptando como tolerable aquello que sus circunstancias les
ofrecen, aun cuando una observación razonada lleve a la inevitable conclusión de que se
trata de algo intolerable.
Durante muchos años, los expertos venían advirtiendo que una gran extensión de la costa
del sur de los Estados Unidos, en particular la ciudad de Nueva Orleáns, era mortalmente
vulnerable a los efectos de un huracán de gran magnitud. Pese a ello, las autoridades fe-
derales continuaron disminuyendo los fondos destinados al reforzamiento de las medidas
de prevención de inundaciones, y las estatales absteniéndose de dar las voces de alerta que
racionalmente se requerían. Sin embargo, al mismo tiempo se reforzaban, en todo el país,
las capacidades represivas de los cuerpos de “seguridad” con el supuesto fin de combatir de
manera más eficaz el terrorismo y la delincuencia común, es decir, para garantizar, según la
ideología imperante, la “seguridad ciudadana”. Esta circunstancia, espeluznante por defi-
nición, les parecía normal, les parecía tolerable a los habitantes de Nueva Orleáns, quienes,
preocupados por la posibilidad de perder sus vidas o sus bienes como consecuencia de un
asalto callejero o doméstico, clamaban por más vigilancia policial y por un endurecimiento
de las leyes penales protectoras de la “seguridad ciudadana”. Poco, o casi nada, se preocupa-
ban porque, con su negligencia criminal, los gobiernos municipal, estatal y federal estaban
preparando el más destructivo y mortífero atentado contra la seguridad ciudadana de mi-
llones de personas. La aparición del huracán Katrina equivalió a poner en manos de esos
gobiernos un arma letal que apuntaba hacia los hogares y los corazones de las ciudadanas
y los ciudadanos, especialmente de las y los más pobres que, llegado el momento del gran
asalto, no dispondrían de los medios de transporte necesarios para escapar de la impericia
criminal de sus dirigentes. Ellas y ellos fueron, simplemente, su circunstancia: un Estado
incapaz de definir correctamente en qué consiste la seguridad ciudadana.
En este, como en todos los casos, la civilización, que etimológicamente podría tomarse
como la capacidad de los grupos humanos para la vida civil, se revela como una paradoja
en la medida en que su existencia descansa siempre sobre una base militar, es decir, sobre
un derecho, reconocido o implícito, al uso de la fuerza para el mantenimiento del “or-
den”. No en balde, la oscura gobernadora de Louisiana no se dio a conocer al mundo sino
437
cuando se presentó ante la prensa para declarar que guardias nacionales de otros estados,
curtidos veteranos de Irak, se encargarían de reprimir a sangre y fuego unos saqueos que,
a todas luces, solo podrían ser perpetrados por los hambrientos y desesperados pobres que
se vieron obligados a permanecer en la ya inútil y putrefacta ciudad. La gobernadora que
fue incapaz de ofrecer seguridad ciudadana ante la casi certeza de una catástrofe, sí tuvo
carácter para dar la orden de tirar a matar en aras de una seguridad ciudadana que, en aquel
momento, resultaba ser una pieza de humor negro.
El caso de Nueva Orleáns se me antoja muy similar al de los grandes y pequeños estados
latinoamericanos, en los que la estridencia demagógica de los políticos se centra en el
tema de la seguridad ciudadana en términos de militarización y penalización, al tiempo
que se debilita la capacidad de respuesta social del Estado. Se deterioran, si no es que se
inutilizan, la educación pública, la salubridad y las garantías sociales, de la misma forma
en que diques, compuertas y drenajes se debilitaron en Nueva Orleáns. De este modo, en
América Latina, el Estado y sus políticos son enemigos de la seguridad ciudadana, peores
que los criminales callejeros. Y en cuanto a los saqueos, lo que ocurre en las ciudades la-
tinoamericanas es un milagro: en cualquiera de ellas hay, si no millones, cientos de miles
de personas que han vivido por decenios en condiciones similares a las que padecieron,
durante un corto período, los pobres abandonados de Nueva Orleáns, sin que los saqueos
se hayan iniciado. ¿Cuánto tiempo durará ese milagro?
***
Los principales hallazgos de este capítulo homicidios dolosos causan el 11,2%
pueden resumirse de este modo: de las muertes, casi siete veces más que
para toda la población.
a. El despliegue de algunas libertades
fundamentales tiene una relación in- c. Entre 1990 y el año 2003 ocurrió un
versa con la intensidad de la percep- incremento significativo de los Años
ción de inseguridad, relación que es de Vida Potencialmente Perdidos por
particularmente significativa en el caso homicidios dolosos en el país, fuerte-
de la libertad de desplazamiento y de mente concentrado en los hombres.
disfrute del patrimonio. La evidencia
es reveladora de la peculiar intensidad d. Entre 1997 y el año 2003 hubo un
con que los niños y las niñas en Costa aumento de las hospitalizaciones por
Rica están viendo limitadas sus posi- causas de violencia en los hospitales
bilidades de movilización. del sector público, particularmente en
el caso de las mujeres y de los menores
b. El impacto de los homicidios dolosos de 19 años. Las hospitalizaciones por
en la mortalidad general de Costa Ri- violencia sexual muestran tasas de cre-
ca es sumamente bajo. Sin embargo, cimiento muy aceleradas.
entre las personas de 15 a 24 años, los
438
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
440
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442
Fotografía: Carolina Smania
QUINTA PARTE
Diez propuestas para vencer el temor
Diez propuestas para vencer el temor
El despliegue del potencial humano nunca estará desprovisto de obstáculos. Desde sus
cimientos, el enfoque de desarrollo humano se ha ocupado de explorar las fuentes de la
vulnerabilidad de las personas y de plantear opciones para ampliar las posibilidades de que
estas desarrollen su proyecto de vida con libertad. La necesidad y el temor son dos mani-
festaciones de la vulnerabilidad que el concepto de seguridad humana propone eliminar.
En este informe se ha optado por centrar la atención en el temor y, más específicamente,
en el temor que resulta de la inseguridad ciudadana, pero sin descuidar la existencia de
vínculos estrechos entre vulnerabilidad humana e inseguridad ciudadana, una relación que
ha quedado ampliamente demostrada en las páginas de este documento.
Las historias de Mauren y Rafael, que dan inicio a cada una de las partes del informe,
hablan sobre cómo se manifiesta la inseguridad ciudadana en las vidas de dos personas. Se
trata de dos historias, de un hombre y una mujer, que si bien distan mucho de ser simila-
res, revelan cómo el sexo, la edad, la familia, las redes sociales y otras instituciones básicas
de la sociedad contribuyen o inhiben las posibilidades de las personas para desplegar un
proyecto de vida.
A lo largo de estas páginas, Mauren y Rafael han narrado con generosidad cuándo y cómo
se erigió en ellos el temor. De sus relatos es posible inferir los recursos que tuvieron a mano
para encarar ese sentimiento. Los tres elementos propuestos y discutidos en este informe
-percepción, victimización y segurabilidad- se entremezclan nítidamente en estas dos his-
torias, permitiendo apreciar que, si bien las puertas de entrada para enfrentar el temor que
se deriva de la inseguridad ciudadana son diversas, también es posible esbozar un abordaje
comprensivo e integral para hacerle frente.
sobre cómo se vive la inseguridad y cuáles La mayoría de los cantones del país no
son las consecuencias que esta puede tener. muestra una disminución en sus condicio-
Pero retomando brevemente lo discutido nes de seguridad, pero hay algunos que re-
a lo largo del informe, cabe reiterar la pre- gistran un deterioro severo y merecen aten-
gunta que se formuló al inicio de la segunda ción prioritaria. Seis de las siete cabeceras
parte: ¿se vive ahora con más (in)seguridad? de provincia aparecen comprometidas en
De manera inequívoca es posible afirmar materia de inseguridad y algunos cantones,
que la inseguridad en Costa Rica ha au- como Limón y San José, reflejan situacio-
mentado. El país se encuentra hoy en una nes especialmente problemáticas. Montes
situación de mayor inseguridad que hace de Oca, sin ser cabecera de provincia, pre-
veinte años. En su vertiente objetiva, la senta también condiciones que requieren
evolución ascendente de las tasas de delic- ser atendidas.
tividad y violencia no admite dudas. Los
datos sobre el despojo, las amenazas y las La clasificación varía de acuerdo con el ti-
agresiones contra la integridad física, la in- po de delito: si se piensa en el homicidio
tegridad patrimonial y las infracciones a la aparecen Garabito, Golfito y Osa; si se
Ley de Psicotrópicos así lo demuestran. En consideran el hurto y el robo, permanece
su vertiente subjetiva, los datos obtenidos Garabito y se agregan Cañas, Aguirre y
a partir de la ENSCR-04 evidencian que el Montes de Oca. Si se habla de violencia do-
país tiene una población temerosa. En tér- méstica se encontrará La Cruz, Corredores
minos de segurabilidad las opiniones están y Alajuelita. Todo esto demuestra que las
divididas: mientras la mitad de la población estrategias y políticas deben ser adaptadas
confía en la capacidad de las instituciones geográficamente y emprendidas a la vez
con competencias directas en el campo de desde las perspectivas nacional y local, así
la seguridad, la otra mitad expresa dudas como desde las particularidades derivadas
sobre su desempeño y confiabilidad. Auna- de la edad y el sexo de las personas.
do a ello, pocas personas denuncian los he-
chos de violencia de los que son víctimas, Pero hay más: los hallazgos del informe in-
con lo cual se fortalece la tesis de una baja dican que el temor entre la población au-
confianza en las instituciones. menta a un ritmo que no corresponde con
el incremento en las tasas de delictividad o
Sin embargo, el diagnóstico vertido en la se- con los riesgos que verdaderamente enfren-
gunda parte da cuenta de importantes ma- tan las y los habitantes del país.
tices. La evidencia indica que existen nota-
bles diferencias en la forma en que diversos Ahora bien, aunque los juicios y opiniones
segmentos de la población experimentan la no se ajustan a la realidad, en parte porque
inseguridad. El sexo y la edad parecen ser son severamente afectados por las represen-
los factores más determinantes con respecto taciones que crean los medios de comuni-
a las modalidades de violencia a las que se cación masiva -en especial en su vertiente
ven expuestas las personas. La violencia le- noticiosa-, estos no se forjan en el vacío.
tal recae principalmente sobre los hombres Los datos obtenidos indican que existe gran
jóvenes, mientras que la violencia domés- cercanía entre la percepción de la violencia
tica afecta sobre todo a las mujeres, en el patrimonial y la realidad de esa forma de
marco de las relaciones de pareja. violencia. En efecto, es en este ámbito don-
de es posible verificar el mayor incremento
Desde una perspectiva territorial, la violen- de la delictividad y se puede inferir que el
cia no se distribuye en forma homogénea. aumento de este tipo de victimización está
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
existen, sino que son estrechos y operan en ciudadana, mediante la creación y divulga-
múltiples direcciones. ción de información precisa y actualizada
sobre el tema. En tal sentido, la intención
Guiadas por el temor, las personas toman de este informe ha sido ofrecer argumentos
decisiones que menoscaban el despliegue de para una mejor comprensión de los víncu-
sus libertades en el plano individual. Renun- los entre inseguridad ciudadana y desarro-
ciar a estar en la casa o a salir de ella, a utili- llo humano, pero esto ha llevado también
zar el transporte público, a caminar por las a derribar una serie de mitos, en algunos
aceras o a visitar los parques, son ejemplos casos profundamente arraigados en la cul-
de ello. Otros tipos de acciones individua- tura nacional. Son mitos que, como tales,
les repercuten sobre la colectividad, como se construyen a partir de falsos supuestos
sucede con la decisión de adquirir armas de e impiden tomar decisiones individuales y
fuego o de favorecer la segregación del es- colectivas apropiadas para enfrentar el pro-
pacio por medio de “agujas” que limitan el blema. Las ideas, ampliamente extendidas
tránsito de las personas por los vecindarios. en el país, de que la inseguridad ciudadana
está fuera de control, que solo ocurre en los
Igualmente, las decisiones colectivas hacia espacios públicos, o que es el resultado de
las que se inclinan las y los habitantes tie- una creciente presencia de extranjeros en el
nen efectos sobre el desarrollo humano. La territorio nacional, son ejemplos de suposi-
inversión y el empeño que las organizacio- ciones equivocadas que alimentan el debate
nes comunales han puesto en los Comités público y que a menudo se invocan para
de Seguridad Comunitaria compiten con defender el uso de políticas de mano dura.
otros fines, tales como la educación y la sa- La información aquí recogida invita a un
lud, con los que tradicionalmente han esta- análisis más complejo de las estrategias que
do comprometidas esas agrupaciones. Así, el se requieren para hacer de Costa Rica un
temor pone en riesgo el tejido social y desvía país más seguro. Una sociedad más segura
cuantiosos esfuerzos colectivos que en el pa- es factible, siempre y cuando se atiendan de
sado estaban orientados hacia objetivos con manera adecuada las condiciones de vulne-
mayor potencial para dinamizar el desarrollo rabilidad que nutren la violencia y el des-
humano. Más aún, el temor erosiona el apo- pojo, y se fortalezcan las capacidades de las
yo a las instituciones democráticas y a meca- personas y los mecanismos colectivos con
nismos colectivos sin los cuales el desarrollo que se cuenta para protegerlas.
humano no es posible. La confianza en las
instituciones públicas disminuye entre quie- A partir de todo lo expuesto es posible
nes tienen más temor y con ello se ve socava- identificar al menos cuatro retos que enca-
da la adherencia a valores democráticos. ra el país en materia de seguridad ciudada-
na: disminuir el temor, revertir la tenden-
Otro ejemplo que ilustra una renuncia co- cia creciente que muestra la victimización,
lectiva a las libertades es la tendencia de la atender los factores de riesgo y fortalecer
población a favorecer el endurecimiento de la capacidad institucional, sin la cual no se
penas y sanciones. Desde el temor se clama podrán alcanzar resultados sostenibles en
por respuestas autoritarias y se toman deci- ninguno de estos campos. De estos desa-
siones que repercuten negativamente sobre fíos se desprenden, a su vez, múltiples po-
el ejercicio de la libertad. sibilidades para afrontar la inseguridad. A
continuación se presentan diez propuestas
Para disminuir el temor se requiere colocar que, si bien no agotan las opciones de se-
en perspectiva el fenómeno de la inseguridad guimiento posibles, aplicadas en conjunto
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
451
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PNUD
Naturaleza
Objetivos Propuesta Líneas de acción de la propuesta (1)
Pv Pr E C
Fortalecer las capacidades de las mujeres en el ámbito familiar, por medio de políticas
integrales ✓
Retomar la discusión nacional sobre el rechazo a la violencia contra las mujeres ✓ ✓
Disminuir la Mejorar los registros de información sobre la violencia contra las mujeres y profundizar la
victimización investigación sobre el tema ✓ ✓ ✓ ✓
Superar la desprotección ✓ ✓
Combatir la violencia intrafamiliar contra los niños y las niñas ✓ ✓
7. Proteger para crecer: una sociedad volcada hacia la
protección de la niñez Un sistema educativo capaz de retener en las aulas a su población ✓ ✓
Participando juntos ✓
Impulsar programas de asistencia familiar ✓ ✓
8. Atención prioritaria a la juventud: más oportunidades,
Promover acciones comunitarias para ampliar las opciones de la juventud ✓ ✓
menos cárceles
Ofrecer oportunidades a la población penal juvenil ✓
Sensibilización y formación ✓
9. Vidas saludables: hábitos sanos para la recreación y
la convivencia
Impulsar planes de acción inmediata ✓
Atender factores
de riesgo Fortalecer los mecanismos de control estatal sobre las empresas que brindan servicios
10. Adiós a las armas: mantener a Costa Rica libre de de seguridad privada ✓
armas de fuego
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
453
1
Vencer mitos:
mejorar la comprensión de la inseguridad
ciudadana
La inseguridad se vive desde las ideas que parques, espacios recreativos de uso colecti-
se tiene sobre sus características, fuentes vo), minimiza la importancia de lo que ocu-
y manifestaciones. En el imaginario de la rre entre amigos, conocidos, en el hogar y en
población de Costa Rica existen diversos las relaciones de pareja.
mitos con respecto a la inseguridad ciuda-
dana, cuya superación contribuirá a iden- Pero además de considerar que la inseguri-
tificar soluciones adecuadas al problema. dad está en las calles y no en sus relaciones
Más aún, derribar los mitos que se erigen cercanas, en los últimos años la ciudadanía
alrededor de la inseguridad ciudadana es muestra una tendencia creciente a asociar
prioritario para disminuir la percepción de este problema con la presencia de extranje-
este fenómeno; a mayor claridad sobre los ros en el país. A pesar de ello, la ENSCR-
riesgos, menor será la sensación de insegu- 04 sugiere que la población resiste hasta
ridad de las personas. cierto punto los discursos estigmatizantes
que, entre otros, llegan a través de los espa-
Aquello que no se entiende, que resulta cios noticiosos que los medios de comuni-
lejano o desconocido, suele producir más cación dedican a temas relacionados con la
temor. Por ello, pese a que el acaecimiento inseguridad.
de la violencia por lo general tiene lugar
entre personas conocidas, la población per- Costa Rica enfrenta el reto de decir un no
cibe que las amenazas a su integridad física, definitivo a la xenofobia y la intolerancia,
sexual, patrimonial o emocional provienen para lo cual este informe provee informa-
de desconocidos. ción que se espera no pase desapercibida:
los extranjeros participan en una propor-
Este es el primero de cinco mitos que este ción ligeramente menor que los nacionales
informe llama a derribar. Creer que el pro- en la conformación de la población peni-
blema de la inseguridad solo está en las calles tenciaria. Para avanzar hacia una sociedad
o en los espacios colectivos (vías públicas, más segura es imperativo prescindir del
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
La inseguridad ciudadana en Costa Rica Pero también es cierto que el imaginario co-
no está fuera de control. Aun cuando algu- lectivo suele construir representaciones que
nos delitos como el robo y el hurto se han en ocasiones son muy difíciles de modificar
incrementado significativamente en los úl- aun si cambian las circunstancias reales. Es
timos años, es posible atender el problema por esta razón que el objetivo de esta prime-
con medidas respetuosas de los derechos ra propuesta está orientado a que la pobla-
humanos y coherentes con los objetivos del ción valore adecuadamente la situación de
paradigma del desarrollo humano. la inseguridad ciudadana en el país, sin ex-
cesos ni distorsiones, mediante el desarrollo
En el país prevalece la opinión de que poco de iniciativas que posibiliten, en el corto y
o nada puede hacerse para reducir los nive- mediano plazos, disminuir las percepciones
les actuales de inseguridad y se asume como de inseguridad. Para ello se requiere dotar a
verdad que la solución no está al alcance de la ciudadanía de información que permita
455
PNUD
457
2
Seguridad para el despliegue de libertades:
políticas de seguridad desde una perspectiva
integral y democrática
1
Es importante tener en cuenta que las autoridades administrativas carecen de atribuciones constitucionales y legales para
investigar casos concretos, pues la objetividad de la investigación (valor democrático irrenunciable) se garantiza mediante
la intervención del OIJ. Sin embargo, es inevitable que ciertas tareas investigativas resulten necesarias para llevar adelante
los programas de prevención del delito. Esto conduce a un área gris, donde las potestades del OIJ y del Ministerio de
Seguridad colindan, situación que obliga a mantener una instancia permanente de coordinación.
2
El equipo del INDH tuvo la oportunidad de sostener una reunión de trabajo, del tipo propuesto, con las personas que
estarían relacionadas con esta instancia, y pudo valorar la conveniencia de establecer este mecanismo.
3
Los mismos jefes policiales recomendaron de manera vehemente, en la sesión de trabajo con el equipo del INDH, que se
hagan mejoras en los equipos de comunicación.
460
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
consultas sobre un vehículo cuando así lo UNED y la Escuela Judicial.5 Sin embargo,
requieran, o que un oficial de Tránsito que se requieren programas de mediano y largo
haya detenido un vehículo pueda conocer plazo, vinculados con el desarrollo de una
si la persona que lo conduce tiene algún verdadera carrera profesional. En esa direc-
asunto pendiente en el OIJ. ción deben encaminarse futuros esfuerzos.
4
Por formación se entiende el proceso educativo que se debe desarrollar para el ingreso a la institución.
5
Las actividades de capacitación se dirigen a los y las profesionales en ejercicio y se enmarca dentro de los parámetros de
actualización profesional.
6
El entrenamiento es un tipo particular de capacitación, que se circunscribe más específicamente a cuestiones operativas.
461
3
Constituir el Observatorio de la Seguridad
Ciudadana: información oportuna y
rigurosa sobre la inseguridad ciudadana
algunos de los contenidos que podría con- • sensible para detectar los problemas
templar ese sistema: de interés;
• Uniformar definiciones, cifras e indica- Una vez establecida, la CCI podrá for-
dores a nivel nacional e internacional. talecer el Observatorio de la Seguridad
Ciudadana desarrollando una estrategia
• Evaluar los datos recolectados. inicial de trabajo dirigida a:
465
4
Planificación local dirigida a la creación
de condiciones de seguridad ciudadana
Son varias las razones por las cuales es de- De la misma forma, las municipalidades
seable que los gobiernos locales participen pueden contribuir con los esfuerzos por
en la búsqueda de soluciones para los pro- ampliar la capacidad institucional de ge-
blemas de inseguridad que aquejan al país. nerar oportunidades para la población
Las municipalidades tienen a su cargo una joven, mediante acciones como apoyar la
serie de funciones que inciden sobre este puesta en operación de un estrategia para
fenómeno, como las decisiones relaciona- incrementar el número de años de escola-
das con el uso del suelo, el otorgamiento ridad de la población, evitar la deserción
de patentes y permisos de construcción y escolar, atraer recursos institucionales para
la creación y cuidado de espacios públicos, atender el consumo de licor y drogas en el
entre otras. ámbito local y mejorar los espacios para
el encuentro entre jóvenes. También son
Con la colaboración y el apoyo de estas posibles otras intervenciones tendientes a
instancias es posible atender ciertos défi- dar respuestas institucionales integrales a la
cit institucionales detectados en el marco necesidad de infraestructura y servicios de
de la elaboración de este informe. Así, la cuidado requeridos por las familias. Para
participación de los gobiernos locales en la ello se propone:
creación de condiciones de seguridad para
las y los habitantes de sus cantones puede • Fortalecer las capacidades de los go-
ser útil para establecer sistemas de infor- biernos locales para incorporar la segu-
mación sobre la violencia y la delictividad ridad de las personas como un criterio
en el ámbito local, y para dirigir recursos para la planificación y la toma de de-
institucionales, materiales y humanos a so- cisiones, junto con la creación, dentro
lucionar muchos de los problemas que los del Ministerio de Seguridad Pública de
Comités de Seguridad Comunitaria iden- una pequeña estructura de carácter téc-
tifican y que rebasan las competencias o las nico que lidere y coordine la tarea que
posibilidades de la Fuerza Pública. asumirían los municipios.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
• Incorporar al IFAM y a los gobiernos central, como base para luego invertir en
locales en la discusión de la política planes con verdadero potencial no solo para
nacional de seguridad ciudadana, con disminuir la percepción de inseguridad en-
miras a involucrarlos en la definición y tre la población, sino también para poner en
ejecución de soluciones. marcha acciones preventivas, de protección,
empoderamiento y control. La labor desarro-
• Apoyar el establecimiento de una línea llada con un grupo de municipalidades, en
de servicio en materia de seguridad el marco de la preparación de este informe,
ciudadana, dentro del IFAM. demostró las bondades de invertir en planes
piloto que permitan generar propuestas, de-
Líneas de acción finir necesidades y emprender acciones.
A. Diseñar y poner en marcha una Un área de trabajo que puede dar resulta-
estrategia para fortalecer las ca- dos inmediatos consiste en ofrecer, por me-
pacidades de los gobiernos locales dio de una guía, criterios específicos para
para incorporar consideraciones elaborar diagnósticos sobre la situación de
relativas a la seguridad ciudada- seguridad de un cantón y para incorporar
na como criterio de planificación la preocupación por la seguridad de las
y toma de decisiones personas en la planificación y la toma de
decisiones de la municipalidad.
En Costa Rica los gobiernos locales cuentan
con poca experiencia de trabajo en materia B. Crear canales de comunicación y
de seguridad ciudadana. Las municipalida- mecanismos de colaboración entre
des requieren múltiples apoyos para abor- el MSP y el lFAM, e instituir en
dar este tema, pero más importante aún es este último una línea de apoyo a
que los términos de su participación han de los gobiernos locales en materia
ser el resultado de un proceso de diálogo, de inseguridad ciudadana
investigación y definición de áreas de tra-
bajo que parta de ellas mismas. Por eso se El Instituto de Fomento y Asesoría Muni-
sugiere que la formulación de una política cipal es la institución autónoma encargada
nacional de seguridad tenga como punto de de fortalecer y modernizar el régimen mu-
partida una reflexión que involucre a todos nicipal costarricense y, con ello, apoyar el
los municipios del país. desarrollo político, económico y social de
las comunidades y del país en general. Es-
Con esto en mente, para avanzar hacia la te mandato lo ubica en una posición pri-
creación de entornos seguros desde lo local vilegiada para contribuir a la formación de
se sugiere impulsar un proceso de defini- capacidades de los gobiernos locales en el
ción y validación de posibles áreas de tra- tema de la inseguridad ciudadana. Su estre-
bajo de las municipalidades en el ámbito cha relación con los municipios y su misión
de la inseguridad ciudadana, cuyos resulta- lo convierten en “socio natural” de un es-
dos generen posteriormente una propuesta fuerzo con las características aquí descritas.
de capacitación y fortalecimiento de capa-
cidades para asumir las nuevas tareas. Esta institución puede apoyar también en
la identificación de las necesidades de los
Dado que no todos los municipios enfren- cantones, pues cuenta con información de
tan los mismos retos en este campo, la ela- primera mano sobre los retos y dificulta-
boración de diagnósticos cantonales se torna des que enfrentan. Su papel es de especial
467
PNUD
468
5
Generar entornos urbanos seguros
En América Latina se investiga desde hace Estas consideraciones son importantes por-
algún tiempo la relación entre el entorno que las dinámicas que establecen las perso-
urbano y la seguridad, gracias a lo cual se nas en su quehacer cotidiano pueden estar
ha avanzado en el desarrollo conceptual de influidas, aunque no necesariamente deter-
los elementos de prevención de situaciones minadas, de manera positiva o negativa por
de riesgo y las estrategias de prevención del las características del espacio físico donde
crimen a través del diseño urbano. No obs- estas acontecen. La disponibilidad de espa-
tante, esta concepción es parcial y debe ser cios en buen estado para la interacción so-
considerada en conjunto con aquella que cial, sean parques o centros recreativos, así
valora el espacio público como el escenario como la búsqueda de respuestas habitacio-
natural de integración social y, por tanto, nales que no recurran a la segregación o ex-
de encuentro entre las personas. clusión de grupos específicos con respecto a
la comunidad, son dos ejemplos de ello.7
El potencial integrador del espacio público
se concreta cuando logra atraer a ciudada- La sensación de inseguridad está fuerte-
nos de todos los estamentos. Por el con- mente asociada a los denominados “espa-
trario, su deterioro profundiza la exclusión cios perversos”, entendidos como aquellos
social, porque lleva a que la población de que, por la concentración de determinadas
mayores ingresos opte por alternativas pri- actividades, generan desorden urbano que
vadas, mientras el resto de la ciudadanía se traduce en miedo. Es el caso de los ba-
sufre menoscabo en su calidad de vida. rrios en los que existe una gran cantidad de
Con ello, se asienta la segregación de la vi- bares, o el de los espacios públicos donde
da urbana. el grado de deterioro o la escasa dotación
7
Asimismo, los gobiernos locales pueden jugar un papel importante en lo que concierne a favorecer la articulación del
tejido social en el plano local y la generación de las condiciones de capital social imprescindibles para que las personas
puedan apoyarse en su entorno.
PNUD
471
PNUD
472
6
Más igualdad, menos conflicto: una propuesta
para enfrentar la violencia contra las mujeres
477
7
Proteger para crecer: una sociedad volcada
hacia la protección de la niñez
Para el desarrollo de esta acción se visua- las medidas de protección y el rechazo so-
liza tanto al Estado como a las empresas cial contra la violencia doméstica pueden
desempeñando un rol estratégico. Desde el significar mejores condiciones para el des-
sector público, se propone la creación de envolvimiento de la niñez en el país.
un programa estatal permanente de centros
de cuido infantil financiado por el IMAS, Ahora bien, hay otras medidas que deben
con subvenciones parciales o totales pa- estar dirigidas específicamente a proveer
ra disminuir el costo para las familias de herramientas para que las niñas y los ni-
menores recursos. Complementariamente, ños puedan repeler situaciones de violencia
y como parte de un programa de respon- de cualquier índole. El sistema educativo
sabilidad social corporativa, se recomienda puede jugar un papel de relevancia en esta
diseñar un proyecto mediante el cual las labor, ofreciendo a la población menor de
empresas inviertan en guarderías, donde edad elementos que le permitan identificar
sus empleados y empleadas puedan dejar conductas agresivas y pedir apoyo oportu-
a sus hijos e hijas mientras laboran. Como namente. Del mismo modo, la capacitación
incentivo a las empresas por invertir en el de docentes, personal de salud y otros que
cuido de la niñez, se propone que los gas- mantienen contacto cercano con la niñez
tos por ese concepto puedan ser declarados favorecería la posibilidad de una interven-
y deducidos del impuesto sobre la renta. ción de las instituciones del Estado y de or-
Asimismo, esta inversión les beneficiará en ganizaciones no gubernamentales y sociales
la medida en que les ayudará a reducir la que realizan esfuerzos en este campo.
rotación de su personal.8
Para el fortalecimiento de las políticas y
B. Combatir la violencia sexual e in- las entidades de este sector es igualmente
trafamiliar contra las niñas y los importante la definición de mecanismos
niños de coordinación que hagan posible el buen
funcionamiento del Sistema Nacional de
La sociedad costarricense enfrenta el reto de Atención a la Niñez y la Adolescencia. El
replantear los términos en que se desarro- avance hacia la protección y seguridad de la
llan las relaciones familiares. La violencia en niñez y la adolescencia requiere también el
este ámbito afecta negativamente el proce- establecimiento de una figura rectora insti-
so de crecimiento de niñas y niños. Esta se tucional que concrete su proyección en la
manifiesta en sus vidas de muy diferentes realidad del país, para lo cual se sugiere re-
formas: no solo por medio de los castigos visar y adecuar a este objetivo las funciones
o las agresiones físicas y sexuales que recaen del Patronato Nacional de la Infancia.
directamente sobre ellos, sino también a
través del contacto con situaciones violen- Se recomienda promover una participación
tas que tienen lugar en las relaciones de activa y comprometida de representantes de
pareja entre sus padres y madres. La exposi- las comunidades y las instituciones públi-
ción temprana a este fenómeno obstaculiza cas, especialmente del PANI y el sector edu-
por sí misma el desarrollo de los niños y las cativo, como elementos estratégicos para la
niñas y es por eso que el reforzamiento de consolidación del sistema de protección de
8
Como parte de este proyecto también deben desarrollarse módulos de capacitación para las personas encargadas del cuido
de los niños y niñas en las guarderías, así como para los padres y madres de familia sobre sus deberes en relación con sus
hijos e hijas y sobre los derechos de la niñez.
480
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
9
Este programa comprenderá el seguimiento y la evolución de los y las menores dentro del sistema educativo, así como
una estricta fiscalización de la forma en que el subsidio es invertido por las familias. Dentro de este mismo programa se
contemplará además un proyecto de capacitación dirigido a las familias que reciban el subsidio, de modo que las madres y
los padres comprendan la importancia de la educación como el instrumento que permitirá el desarrollo de las capacidades
de sus hijos e hijas.
481
PNUD
10
Las y los directores y orientadores de los centros educativos desempeñarán un rol fundamental como facilitadores en el
proceso de conformación y funcionamiento de la red.
482
8
Atención prioritaria a la juventud:
más oportunidades, menos cárceles
B. Promover acciones comunitarias Una vez identificados los cantones que re-
para ampliar las opciones de la quieren mayor atención es necesario rea-
juventud lizar un diagnóstico. Para este fin podría
considerarse la creación de un proyecto de
Con el fin de hacer el mejor uso posible trabajo comunal universitario (TCU) co-
de los recursos, lo idóneo es que la pro- ordinado por las instancias universitarias
moción de acciones comunitarias orienta- (o por otras unidades académicas espe-
das hacia la ampliación de oportunidades cializadas en Sociología o Trabajo Social),
484
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
11
En ese sentido, se estima perentorio establecer equipos coordinados por una unidad académica específica pero inde-
pendientes para cada comunidad, de tal modo que los resultados de investigación o diagnóstico a que se llegue reflejen
efectivamente la realidad de cada cantón (y no una reflexión nacional descontextualizada de lo local).
485
PNUD
486
9
Vidas saludables:
hábitos sanos para la recreación y la convivencia
Este informe ha permitido determinar que que exigen atención, debido a los demo-
el consumo de alcohol y drogas ilícitas con- ledores efectos en la salud de las personas
lleva la ocurrencia de actos violentos. A par- adictas. La aparición y difusión del crack en
tir de los expedientes de autopsias realizadas el país fue un aspecto reiteradamente cita-
en la Morgue Judicial, diversos estudios han do por los y las participantes en los grupos
encontrado que buena parte de las muertes focales y es motivo de preocupación. Lo
violentas estuvo vinculada con el alcohol anterior justifica una recomendación dedi-
y que al menos un tercio de las personas cada a este problema.
fallecidas en esas circunstancias presentaba
alcoholemia positiva al momento del de- El objetivo de esta línea programática es pre-
ceso. Además, se ha comprobado que las venir el consumo de drogas, lícitas o ilícitas,
muertes violentas suceden fundamental- por parte de las personas menores de edad,
mente durante los fines de semana, lo cual adolescentes y jóvenes. Esto significa:
guarda relación con el hecho de que en esos
días es cuando más se ingiere licor, aspecto • Luchar por la erradicación del consu-
característico del patrón cultural prevale- mo de tabaco y alcohol entre los niños,
ciente en el país. Esto señala con toda cla- niñas y adolescentes, dotándolos de
ridad que los problemas relacionados con el las capacidades de autonomía necesa-
consumo de alcohol requieren tratamiento. rias para llevar una vida sana y alegre.
Ello implica una transformación del
La ENSCR-04 mostró también que un concepto alienado de gozo obtenido a
grupo importante de la población conside- través de sustancias estimulantes, para
ra que el consumo de drogas ilícitas cons- sustituirlo por una perspectiva de ale-
tituye una fuente de intranquilidad en los gría en sobriedad.
barrios y de deterioro en su calidad de vida.
Este consumo, si bien no es tan generaliza- • Fortalecer los servicios de atención a fa-
do como el del alcohol, tiene características vor de las personas que padecen algún
PNUD
Se han visualizado tres líneas de acción Para avanzar con éxito en un programa de
dirigidas a la prevención del consumo de esta naturaleza es necesario:
drogas lícitas e ilícitas y a la atención de
personas adictas. • Elaborar un diagnóstico de la situación
en el ámbito local, con el propósito de
A. Sensibilización y formación definir escenarios de intervención y
fijar líneas de base para el trabajo, así
Las acciones de carácter preventivo son una como identificar comportamientos y
herramienta esencial para reducir los índi- actitudes de poblaciones jóvenes aso-
ces de consumo de tabaco, alcohol y drogas ciados al alcohol u otras drogas.
ilícitas, sobre todo en el caso de las perso-
nas menores de edad y jóvenes.12 Se trata • Formular una política de carácter de
de programas con alto contenido pedagó- integral y preventivo, y buscar cambios
gico, que tienen por objeto la adopción de en los comportamientos a través de ac-
una actitud responsable frente al alcohol ciones de diverso tipo.
y otras sustancias. Por esta vía se procura
generar cambios en los comportamientos, • Conformar un grupo de trabajo inter-
especialmente en las poblaciones jóvenes, disciplinario para que ejecute la políti-
que hagan posible la autorregulación, la re- ca, el cual puede provenir de agencias
gulación social y los acuerdos de conviven- estatales encargadas de temas afines.
cia, mediante procesos de investigación,
información, sensibilización, formación y • Diseñar un componente de comuni-
construcción de políticas sociales y alterna- caciones que transmita de manera ágil,
tivas de prevención del consumo. amena y clara los mensajes que, como
parte de la política, se busque difundir.
Los resultados esperados de este tipo de ac-
ciones son: Algunos de los proyectos concretos que se
plantean son los siguientes:
• Disuadir a la población joven de con-
sumir de alcohol y otras drogas. • Diseño y ejecución de un proyecto pi-
loto en escuelas y colegios de zonas del
• Lograr cambios de actitud frente al al- país que presenten cierto grado de con-
cohol y otras drogas. flictividad social. La primera parte del
proyecto consistirá en la formulación y
• Disminuir el número de hechos vio- desarrollo de una política que refuerce
lentos en los que participan, como víc- las normas que prohíben el fumado y
timas o victimarios, personas que han el consumo de alcohol en personas me-
consumido alcohol u otras drogas. nores de edad, así como el consumo
12
Las iniciativas eficaces de prevención utilizan la educación para modificar patrones socioculturales, así como actitudes y
comportamientos individuales en torno al fumado y el consumo del alcohol, por parte de las personas menores de edad.
488
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
13
Se ha comprobado que las y los niños cuyos padres y madres participan en su vida, es decir, sostienen conversaciones
regularmente, asisten a las actividades escolares y escuchan sus problemas, entre otros, tienen menos probabilidades de
beber o fumar.
489
10
Adiós a las armas: mantener a Costa Rica
libre de armas de fuego
El INDH ofrece evidencia de que en Costa los que ha intervenido un arma de fuego
Rica la cantidad de armas de fuego tendió a está en ascenso. Igualmente, se corroboró
incrementarse entre los años 1990 y 2003. que cada vez es más frecuente el uso de
En particular, la matrícula por parte de armas de fuego en episodios de violencia
personas jurídicas mostró una tendencia de doméstica en los que mueren mujeres a
crecimiento (en comparación con las per- manos de sus cónyuges o parejas, y que el
sonas físicas) durante ese período, lo cual número de días de estancia hospitalaria de-
permite presumir que existe una mayor bido a una agresión de esta naturaleza se
participación de las empresas de seguridad incrementó de modo significativo entre
privada en la adquisición y matrícula de es- 1997 y 2003. El informe ha concluido así
te tipo de armamento. que una mayor presencia de armas de fue-
go implica mayores niveles de violencia e
Unido a lo anterior, las importaciones de inseguridad, y por consiguiente, un dete-
armas y sus partes (particularmente de re- rioro del desarrollo humano.
vólveres, pistolas y municiones) han cre-
cido en forma sostenida. De acuerdo con De ahí que se conciba como una necesidad
los registros del período 2000-2004, en ese lograr, en forma progresiva, una reducción
lapso el país prácticamente duplicó el volu- del circulante de armas de fuego, mante-
men de sus importaciones en estos rubros. niendo la baja proclividad a la tenencia de
armas –comprobada en la ENSCR-04- que
La provisión de armas de fuego ha tenido existe entre la población y controlando los
consecuencias significativas en la inseguri- arsenales de las empresas privadas de segu-
dad ciudadana del país. Para citar algunos ridad. Específicamente, se pretende:
ejemplos puede mencionarse que más de la
mitad de los homicidios dolosos se comete • Promover una evaluación y una refor-
con este tipo de armas, y que la tasa anual ma sustantiva de la Ley de Armas, nº
por 100.000 habitantes de homicidios en 7530, de 1995.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
491
PNUD
492
Palabras finales
Las relaciones respetuosas entre las personas, la tranquilidad en las calles y la adopción de
una cultura de paz, forman parte del acervo que la población nacional valora y considera
parte de los logros históricos del país. Las diez propuestas esbozadas en estas páginas bus-
can ofrecer insumos para comprender mejor la calidad de los lazos que se están forjando
en la actualidad, a la luz del lente que ofrece el análisis de la inseguridad ciudadana. La
intención de este informe ha sido también apoyar al Estado costarricense, para que sume
sus esfuerzos a los de las organizaciones sociales y la ciudadanía con el fin de consolidar y
ampliar sus logros.
Las propuestas aquí vertidas no pretenden ser palabras finales; más bien se enmarcan dentro
del espíritu que motiva al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para producir,
año a año, sus Informes Nacionales de Desarrollo Humano: alimentar el debate informado
sobre temas de gran relevancia para avanzar hacia la expansión de las libertades de las
personas. El afán del Programa es incentivar al diálogo y la reflexión, para ejecutar
políticas en un marco de control ciudadano, acorde con la Constitución Política, con
los derechos humanos y con un estado de derecho.
La propuesta del PNUD ofrece este haz de campos de acción para evitar que las ideas reco-
gidas por medio del proceso de diálogo nacional, que animó y sirvió para nutrir la elabora-
ción de cada una de las partes de este informe, pudiesen quedar desaprovechadas. Ninguna
satisfacción sería mayor que la de echar a andar alguno de los proyectos planteados.
ANEXO ESTADÍSTICO
Tabla de contenido
Datos sobre Costa Rica ............................................................................... 499
497
4.2 Series de datos ................................................................................. 574
498
Costa Rica
Generalidades
Datos al 2004
Población2
Población total: 4.248.5083
Densidad de población (hab/ km2): 83,1
Población menor de 15 años: 29,0%
Población de 60 años y más: 8,0%
Población urbana: 59,0%
Salud4
Esperanza de vida al nacer: 78,75
Tasa bruta de natalidad (nacimientos por cada 1.000 habitantes): 17,0
Tasa bruta de mortalidad (muertes por cada 1.000 habitantes): 3,8
Tasa de mortalidad infantil (por 1.000 nacimientos): 9,2
Educación6
Alfabetismo (población de 15 años o más): 95,0%
Población de 5 años o más con educación primaria: 90,0%
Población de 5 años o más con educación secundaria: 36,8%
Población de 5 años o más con educación universitaria: 11,7%
Economía7
Hogares en pobreza: 21,7%
Tasa de desempleo abierto: 6,5%
Población económicamente activa (PEA): 1.768.7598
Tasa neta de participación: 54,4%
Producción9
PIB en millones de dólares (a precios de mercado): 18.351,7
PIB per cápita en dólares (a precios de mercado): 4.353,3
1
División territorial administrativa de la República de Costa Rica. Instituto Geográfico Nacional. San José, 2001.
2
Página web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), www.inec.go.cr.
3
Estimación al 1 de julio del 2004.
4
Página web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), www.inec.go.cr.
5
Página web del Centro Centroamericano de Población (CCP), http://ccp.ucr.ac.cr/observa/CRindicadores/evida.htm.
6
INEC, IX Censo de Población y V de Vivienda, del año 2000.
7
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, 2004, www.inec.go.cr.
8
Corresponden a la población de 12 años o más.
9
Datos preliminares al 16 de setiembre de 2005. Página web del Banco Central de Costa Rica, http://indicadoreseconomicos.bccr.fi.cr/indi-
cadoreseconomicos/Cuadros/frmVerCatCuadro.aspx?Idioma =1&CodCuadro=184).
499
1
Proceso de elaboración
del Informe Nacional
de Desarrollo Humano
2005
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
se analizó la situación del país a partir de Durante la primera semana de enero del
indicadores cuantitativos y cualitativos, así 2004 se determinó que el tema “Seguri-
como de estudios sobre la realidad nacio- dad ciudadana, violencia y desarrollo hu-
nal. Los temas definidos como prioritarios, mano”, fue el que abarcó la mayoría de los
en el contexto del desarrollo humano, fue- criterios aportados por los participantes en
ron los siguientes: la consulta, quienes lo calificaron como un
asunto urgente para el país y de mayor in-
• Ciudades sostenibles, gobernabilidad cidencia en la calidad de vida de las y los
local y desarrollo humano. costarricenses.
• Juventud y educación: prioridades pa-
ra asegurar el desarrollo humano. 3.2 Proceso de investigación
• Seguridad ciudadana, violencia y desa-
rrollo humano. • Actividades de investigación: alcance
• Cultura e identidad costarricenses en nacional
el contexto de la globalización.
La escogencia del tema para el INDH
Una vez identificadas las principales pro- 2005 se divulgó por primera vez en la re-
blemáticas que debían enfocarse en cada unión inicial de la Red Cantonal, en la cual
tema, el Equipo Coordinador del INDH participaron alcaldes, alcaldesas y represen-
2005 se abocó, durante el mes de octubre tantes municipales. La actividad se realizó
e inicios de noviembre de 2003, a elaborar con el apoyo del Instituto de Fomento y
un conjunto de perfiles temáticos para fa- Asesoría Municipal (IFAM) el 23 de enero
cilitar la elección. Para ello, se efectuó una del 2004.
reunión con académicos y especialistas en
cada área establecida, con el propósito no Durante el mes de febrero de 2004 se lle-
solo de enriquecer la visión del Equipo vó a cabo una serie de conversatorios entre
Coordinador del INDH 2005 y de la Uni- el Equipo Coordinador del INDH 2005 y
dad de Programas, sino además de cifrar especialistas nacionales en materia de segu-
el grado de conocimiento e investigación ridad ciudadana y violencia. El objetivo de
sobre los asuntos respectivos. esos encuentros fue generar insumos para
el diseño del proceso de investigación del
Concluidos los perfiles temáticos, se pro- informe y, particularmente, de una pro-
cedió a establecer los criterios para valorar puesta conceptual para abordar el tema.
la elección del tema, con base en la Política
Corporativa del PNUD para la elaboración En los conversatorios participaron Lau-
este tipo de informes. ra Chinchilla, ex-Ministra de Seguridad
Pública; Douglas Durán, Director de la
La definición del tema se basó en dos con- Maestría en Criminología de la UNED;
sultas: una al Comité Director (octubre de Elías Carranza, Director del ILANUD;
2003) y otra al Comité Asesor del INDH José Manuel Arroyo, Magistrado de la Sa-
2005/RNDH (noviembre de 2003). Duran- la Tercera de la Corte Suprema de Justicia;
te ese proceso, a cada persona se le propor- Fernando Cruz, Juez de Casación; Marco
cionaron los perfiles temáticos y una matriz Vinicio Fournier, ex-Director del Instituto
que exponía los criterios que debían orientar de Investigaciones Psicológicas de la UCR;
la valoración. Las opiniones de las personas Guido Miranda, ex-Presidente Ejecutivo de
ausentes fueron recogidas durante una última la CCSS; José María Rico, criminólogo y
reunión, celebrada en diciembre de 2003. consultor internacional; Gonzalo Elizondo,
504
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
consultor en derechos humanos, y Teresita bles para elaborar el INDH y exponer los
Ramellini, Directora de la Maestría de Es- resultados preliminares de la ENSCR-04.
tudios de la Mujer de la UCR. De igual modo, el 27 de agosto los grupos
citados asistieron a un taller en el que los
Los objetivos del INDH 2005 y de la RN- miembros del Equipo Técnico presentaron
DH, así como el planteamiento concep- los avances de investigación logrados hasta
tual del proyecto fueron dados a conocer esa fecha.
a la opinión pública en el seminario-taller
“Venciendo el temor: violencia, inseguridad Otro insumo que resultó fundamental pa-
ciudadana y desarrollo humano en Costa ra la preparación del Informe fueron los
Rica”, celebrado en el hotel Radisson-Eu- hallazgos del proceso de exploración cua-
ropa durante los días 26 y 27 de febrero del litativa, realizado con base en la técnica de
2004. Participaron 63 personas, quienes en grupos focales. Entre los días 28 de agosto
diferentes mesas de trabajo discutieron la y 2 de septiembre del 2004 se efectuaron
ponencia conceptual de las nociones de doce encuentros de este tipo, en los cuales
violencia e inseguridad propuestas para el se contó, en promedio, con seis participan-
Informe, y reflexionaron sobre los diversos tes por grupo (72 personas en total). El día
enfoques que este debía contemplar. 8 de octubre la coordinadora de estas acti-
vidades, Ana Brenes, expuso los resultados
Más adelante, los días 30 de marzo, 12 de ante el Equipo Coordinador y una canti-
abril y 2 de junio de 2004, se efectuaron dad importante de miembros del Equipo
talleres entre el equipo técnico de la firma Técnico del INDH 2005.
Unimer, la Viceministra de Seguridad Pú-
blica y el Equipo Coordinador del PNUD, Para cerrar el proceso de investigación,
con el fin de elaborar, y posteriormente afi- durante los días 17 y 18 de noviembre del
nar, el cuestionario de la Encuesta Nacio- 2004, en el Hotel Radisson-Europa, se llevó
nal de Seguridad Ciudadana (ENSCR-04), a cabo el seminario “(In)seguridad ciuda-
que se realizaría durante el mes de junio del dana y desarrollo humano en Costa Rica:
mismo año. En forma paralela, el Equipo resultados de las investigaciones realizadas
Coordinador y el Comité Director esta- en el marco del INDH 2005”. En esta acti-
blecieron los términos de referencia para el vidad participaron alrededor de 60 personas
desarrollo de las investigaciones nacionales de organizaciones de la sociedad civil, repre-
y locales que vendrían a nutrir el INDH sentantes gubernamentales, académicos y
2005. En esta etapa fue designado el grupo autoridades con competencias en el tema.
de investigadores que pasaría a formar par-
te del Equipo Técnico. Por último, el 1 de abril de 2005 se realizó
un taller para discutir los resultados de la
La primera sesión del Equipo Técnico tuvo investigación “Inseguridad ciudadana, des-
lugar el 11 de junio del 2004. En esa opor- protección social y violencia en la niñez y
tunidad, cada uno de los y las integrantes adolescencia en Costa Rica”, comisionada
expuso los objetivos de su investigación y por el PNUD y UNICEF a Dina Kraus-
la metodología que utilizaría para cumplir kopf y Sergio Muñoz. En esa ocasión estu-
con los objetivos trazados. Posteriormente, vieron presentes representantes del PANI,
el 21 de julio, el Equipo Coordinador, el el Consejo de la Persona Joven, el IMAS,
Equipo Técnico y el Comité Director par- la Fundación Paniamor y académicas y
ticiparon en un taller organizado para in- académicos vinculados a la temática de la
formar sobre las fuentes de datos disponi- niñez y la adolescencia en Costa Rica.
505
PNUD
506
Cuadro 1
Encuentros y reuniones efectuadas durante el año 2004 en los cinco cantones participantes en el proceso de investigación
Cantón Reunión de contacto Presentación de objetivos Consulta a la comunidad local Devolución de resultados
Escazú 30 de marzo: Alcalde municipal y repre- 9 de junio: Alcalde municipal, representan- Julio de 2004: 80 personas entrevistadas 6 de septiembre: Alcalde municipal, repre-
sentantes de la Oficina de la Mujer tes de la Oficina de la Mujer y Contralor de sentantes de la Oficina de la Mujer y miem-
Seguridad del cantón bros del Comité de Seguridad del cantón
Limón 23 de enero: Alcalde municipal, miembros 23 de abril: Alcalde municipal y miembros Noviembre-diciembre de 2003: 188 per- 20 de mayo : Alcalde municipal, miembros
del Concejo Municipal, representantes del de la Fuerza Pública sonas entrevistadas del Concejo Municipal, representantes del
Ministerio Público, OIJ, Fuerza Pública y Ministerio Público, OIJ y Fuerza Pública
el PANI
Montes 27 de marzo : Alcaldesa y Vicealcaldesa 6 de mayo 6: Alcaldesa municipal, vecinos, Junio: Entrevistas en profundidad a doce 9 de septiembre: Alcaldesa y Vicealcalde-
de Oca municipal, representantes de organizacio- representantes del comercio, miembros de personas clave de la comunidad sa municipal, Rectora de la UCR, funciona-
nes sociales (juventud y mujeres) la Fuerza Pública, miembros del Comité rios de la UCR y PRODUS
Interinstitucional de la localidad y represen-
tantes de las organizaciones sociales
San Carlos 24 de marzo: Vicealcalde municipal y re- 11 de mayo: Representantes de la Oficina Agosto de 2004: Entrevistas a represen- 7 de septiembre: Vicealcalde municipal,
presentantes de la Oficina de la Mujer de la Mujer, miembros de la Fuerza Públi- tantes calificados de diez comités de segu- representantes de la Oficina de la Mujer,
ca, organizaciones sociales, miembros de ridad comunitaria de la localidad miembros de la Fuerza Pública
los comités de seguridad comunitaria
San José 24 de marzo: Directora del Departamento 18 de junio : Directora del Departamento Julio-agosto de 2004: Estudio explorato- 14 de septiembre: Directora del Departa-
de Desarrollo Humano y otros funcionarios de Desarrollo Humano y otros funcionarios rio con un total de 230 niños y niñas mento de Desarrollo Humano y otros fun-
de la Municipalidad de la Municipalidad, representantes de la cionarios de la Municipalidad, representan-
Fundación Paniamor 50 adolescentes participaron en el Proyec- tes de la Fundación Paniamor
to TECNOBUS
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
507
PNUD
508
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 2
Notas: (1) Considera las instancias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se contemplan también las instituciones
autónomas, con excepción de las universidades estatales. No incluye municipalidades y gobiernos locales. (2) Incluye
comités de barrio, asociaciones locales de desarrollo y grupos locales organizados. (3) Se consideran personas vinculadas
al ámbito académico, investigadores e investigadoras por cuenta propia y consultores asociados a centros o institutos de
investigación de las universidades estatales. (4) Los funcionarios del PNUD que tomaron parte en el proceso han sido
incluidos en esta categoría. (5) En el caso del proceso de investigación no se sumaron las personas entrevistadas o con-
sultadas para los estudios realizados por el Equipo Técnico.
509
2
Notas metodológicas
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.1
Índice de seguridad cantonal
1
Departamento de Planes y Operaciones de la Sección Estadística del Ministerio de Seguridad Pública.
513
PNUD
Para construir el ISC se procedió de la si- cercanos a uno y aquellos con altos niveles
guiente manera: tienen valores cercanos a cero (ver cuadro
4.1.2 de este Anexo).
1. Se calculan tasas por 100.000 habitan-
tes para las tres variables de estudio. Dos observaciones finales son necesarias.
2. Cada tasa es escalada de cero a uno, uti- La primera tiene que ver con la fórmula
lizando los valores mínimos y máximos que se aplicó para calcular el ISC. Con
de cada una de las variables de estudio. esto, lo que se desea lograr es que el ISC
3. Cada tasa obtenida en el punto ante- tenga igual escala y dirección que el IDH
rior se pondera por un mismo factor de cantonal. La construcción de este último
0,33, de manera que conserve el rango índice se describe en la Nota 2.2, la cual
de variación entre cero y uno. incluye un apartado final que explica la co-
4. Finalmente, el ISC es uno menos el pa- rrección del IDH cantonal introduciéndo-
so anterior, lo que puede resumirse en la le el componente de victimización.
siguiente fórmula:
La segunda observación se relaciona con
ISC = 1- (0,33*VD + 0,33*RH + 0,33*H) las ponderaciones dadas a las variables que
componen el ISC. Como puede deducirse,
donde: se dio igual ponderación a cada una de las
variables (0,33). Surge entonces la pregun-
ISC = índice de seguridad cantonal. ta: ¿por qué el homicidio doloso, siendo
VD = tasa estandarizada del número de el acto violento de mayor gravedad, recibe
intervenciones policiales por vio- igual importancia que las otras variables
lencia doméstica. incluidas en el ISC? En realidad, se asume
RH = tasa estandarizada del total de ro- que el subregistro en los casos de robo y
bos y hurtos. de violencia doméstica, mas no en los de
H = tasa estandarizada para el total de homicidio, hace la diferencia. En teoría se
homicidios dolosos. otorga la misma importancia a las tres va-
riables, pero en la práctica es el homicidio,
De esta manera, los cantones con bajos por lo fidedigno del dato, el que tiene ma-
niveles de victimización alcanzan valores yor peso en el índice propuesto.
514
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.2
Índice de desarrollo humano a nivel cantonal
donde:
Nota 2.2
EVest Índice de desarrollo
= esperanza de vida estimada. humano a nivel cantonal
516
EVest � 76,400 � 43,274(1,405) � 41,716(1,487) � 77,627
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
518
TNMG
TNMGestest ��11//44((TNM
TNMPP))��33//44((TNM
TNMSS))
�TNMG
�TNMG ��00��
Poblaciónde7 a12años
El PNUD utiliza los mismos límites (0 y • Factor de corrección por edad en prima-
100) en su metodología. ria: 0,862.
�TNMGest � 0� ✓ Matriculados de 7 a 12 años / Total
IMG �t
Por último, el índice �100 � 0�
de conocimiento se de matriculados
estima de la siguiente manera: Æ 2002: 34.202/39.740 = 0,861.
Æ 2003: 33.316/38.601 = 0,863.
IC � 1 / 3( IMG ) � 2 / 3( IAA) Æ 2004: 32.480/37.633 = 0,863.
Æ Promedio = 0,862.
donde:
• Factor de corrección por edad en secun-
IC = índice de
�TAA� est50�� 50�
�98�conocimiento.
,224 daria: 0,837.
IAA
IAA � � 0,964
IMG = índice de�100
��100
50� � 50� global.
matriculación ✓ Matriculados de 13 a 17 años / Total
IAA = índice de alfabetización adulta. de matriculados
Æ 2002: 23.308/28.047 = 0,831.
A continuación seMI P * FCEun
presenta P * FCR
ejemplo de Æ 2003: 24.263/28.570 = 0,849.
TNM P ,est � P
519
PNUD
como: yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón i en el año 2000.
cliente para el 2000.
�ˆ y = media deCER
la distribución de yi. �CECest ,t � (�ˆ y � 3�ˆ y )�
CEC IPA �
est �
�ˆ y = desviación estándar de la distribución de
(( �ˆyyi. � 3�ˆ y ) � ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
Clientes
520
�CECest ,t � (�ˆ y � 3�ˆ y )�
IPA = índice de poder adquisitivo.
IPA � por cliente estimado.
CECest = consumo eléctrico
(( �ˆ y � 3�ˆ y ) � ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
�ˆ y �� �y
ˆ de la distribución del consumo por cliente para el año 2000.
3media
ˆy=
�ˆ y = desviación estándar de la distribución del consumo por cliente para el 2000.
IPA = índice de poder adquisitivo.
IMG �
�67,866 � 0� � 0,679
�67,866 � 0� � 0,679 �100 � 0� INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
IMG �
�100 � 0�
267.318.904
CEC � � 3303,3
A continuación se detallan los pasos se- donde: est 80.924
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
guidos para determinar los límites de este
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
índice, de acuerdo con el procedimiento IDH = índice de desarrollo humano.
�3303,3 � 522,6� � 0,698
señalado: IEV =IPA índice
� de esperanza de vida.
CEC est �
CER ( 4509,1 � 522,6)
Clientes IC = índice de conocimiento.
CER
CEC est 1. � Los valores para la media y la desviación IPA = índice de poder adquisitivo.
Clientes
estándar de la distribución del consumo IEV � IC � IPA
IDH �
para el año 2000 fueron: �ˆ y =� 2515,8 3�ˆ y y Retomando el ejemplo del 3 caso de
�ˆ y � 3� ˆ y = 664,4 respectivamente.
sss San José, el IDH para el año 2000 es:
2. Por lo tanto, los límites para el índice
yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón i en el año 2000. de
�ˆ = poder
media deadquisitivo
i en el año 2000. son i , límite inferior =
la distribución de y .
co por cliente para cada ycantón 0,789 � 0,869 � 0,698
tribución de yi. � y = 522,6
ˆ desviación estándarsuperior
y límite de la distribución
= 4509,1. de yi. IDH � � 0,785
3
ndar de la distribución de 3. yEni. todos los años, únicamente el valor
de Escazú excedióIPAeste �límite ( �ˆ y � 3�ˆ y ) �
CEC est ,t �superior, Lo anterior da origen a la información que
�
�CECest ,t �por ( �ˆ y �lo y ) � su valor fue reemplazado
3�ˆque (( �ˆ y � 3�ˆ y ) � ( �ˆ � 3�ˆ
y por y )) se presenta en el cuadro 4.1.3.
IPA �
(( �ˆ y � 3�ˆ y ) 4509,1.
� ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
IPA = índice de poder adquisitivo. Corrección del IDH por seguridad
CECest = consumo eléctrico por cliente estimado.
er adquisitivo. Para el cantón San José, en el año 2000,
�ˆ y = media de la distribución del consumo por cliente para el año 2000. el
léctrico por cliente estimado.
tribución del consumo ˆpor �índice
y = cliente
depara
desviación poder el añoadquisitivo
estándar se estima
de la distribución
2000. del consumo Como
así: por cliente para else2000.
indicó anteriormente, el IDH
ndar de la distribución del consumo por cliente para el 2000. cantonal tomó en cuenta las tres dimen-
• CER = 267.318.904 kW/h. siones del IDH que calcula el PNUD para
• Clientes = 80.924. los países del mundo. No obstante, dado el
impacto que puede tener la victimización
El consumo por cliente estimado es: en el desarrollo humano, al limitar las po-
sibilidades de disfrutar una vida larga y sa-
267.318.904 ludable, se consideró necesario introducir
CEC est � � 3303,3
80.924 esta dimensión en el índice propuesto.
267.318.904
CEC est � � 3303,3
80.924
Y el índice de poder adquisitivo es: Dado que el ISC (Nota 2.1) fue calculado
IPA �
�3303,3 � 522,6� � 0,698
para el 2003, la corrección del IDH can-
(4509,1 � 522,6)
IPA �
�3303,3 � 522,6� � 0,698 tonal se hizo también para ese año, con el
(4509267,1.318
� 522 ,6)
.904 objetivo de estudiar cuánto se modificaba
CEC est � 3303,3
IEV � IC �� IPA
IDH � 80.924
el IDH original al introducir esta nueva
El IDH para cada cantón 3 se calcula como dimensión. El procedimiento es simple,
IEV � IC � IPA
un promedioIDHsimple
� de los tres índices an- ya que al integrársele una dimensión adi-
tes descritos,
IPA �
�3303,3 � 522
gracias a
3 ,6�
que comparten
� 0,698 una cional, el IDH cantonal corregido por
(4509,1 � 522,6)
misma escala de medición.
0,789 � 0,869 � 0,Su 698cálculo es el seguridad es el promedio de las cuatro di-
IDH � � 0,785
siguiente: 3 mensiones. Este procedimiento arrojó los
0,789 � 0,869 � 0,698
IDH � IEV � IC � IPA� 0,785 resultados que se presentan en los cuadros
IDH � 3
3 4.1.4 de este Anexo.
521
PNUD
Nota 2.3
Índices de percepción de inseguridad
y clasificación de las personas entrevistadas en grupos de temor
522
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 1
Cuadro 2
524
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.4
Índices de libertades individuales
525
526
Cuadro 1
PNUD
Índices de libertades según dimensión, variables contempladas, escala, número de ítemes y confiabilidad
Escala de la N° de
Dimensión Índices Variables Conf. (1)
pregunta ítemes
H4.1. ¿Evita salir solo(a) de su casa durante el día?
H4.2. ¿Evita salir solo(a) de su casa durante la noche?
H4.3. ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale durante el día?
Sí (a veces,
Restricción del
H4.4. ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale por la noche? casi siempre, 7 0,86
desplazamiento
Autodeterminación H4.7. ¿Evita tomar el bus durante la noche? siempre)
(libertad de
movimiento) H4.8. ¿Evita tomar taxi durante la noche?
H4.13. ¿Evita salir de noche a realizar actividades como estudiar o trabajar?
H4.22. ¿Evita que los niños(as) de su casa jueguen en la calle? Sí (a veces,
Restricción de libertades de
H4.23. ¿Evita que los niños vayan solos a hacer mandados? casi siempre, 3 0,93
la niñez
siempre)
H4.24. ¿Evitan que los niños(as) que viven con usted visiten casas de otros niños o niñas?
H4.16. ¿Evita llevar con usted más dinero del que necesita?
Restricción H4.17. ¿Evita usar el cajero automático durante las noches?
del disfrute
de los bienes H4.18. ¿Evita dejar la casa sola durante el día?
Restricción Sí (a veces,
Disponer de un nido del disfrute H4.19. ¿Evita dejar la casa sola durante la noche? casi siempre,
8 0,67
y un patrimonio del H4.5. ¿Evita estar solo(a) en su casa durante las noches? siempre)
patrimonio Restricción
del disfrute H4.12. ¿Evita comprar cosas que le gusten porque se las pueden robar?
personal de H4.20. ¿Evita estar solo(a) en la casa en cualquier momento del día?
la casa
H4.21. ¿Evita estar en su casa?
H4.6. ¿Evita realizar ejercicios al aire libre?
H4.9. ¿Evita lugares de entretenimiento como bares, discotecas, etc.?
Sí (a veces,
Gozar, vivir con Restricción de la libertad de H4.10. ¿Evita lugares donde se reúne mucha gente como conciertos, estadios, plazas públicas,
casi siempre, 5 0,79
alegría recreación festejos populares, etc.?
siempre)
H4.11. ¿Evita lugares de recreación: parques públicos, piscinas, parques de diversiones, etc.?
H4.14. ¿Evita participar en eventos sociales como reuniones, fiestas, etc.?
Nota: (1) La confiabilidad fue calculada con el Alfa de Cronbach.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.5
Índices del desempeño de las funciones básicas
de las instituciones públicas, 1995-2003
1
Se usa el término “valoración”, y no evaluación, debido a que se establece un balance del desempeño institucional de las
funciones básicas, no una evaluación integral de ese desempeño, ni de la gestión de las instituciones. En ese sentido, la
consecución (o desempeño) de las funciones básicas de las entidades públicas se visualiza tan solo como una pequeña parte
del desempeño institucional, concepto de por sí más amplio.
2
Indica las instituciones que fueron seleccionadas para la construcción de índices.
3
Incluye únicamente a los tribunales de justicia y al Ministerio Público. Por su trascendencia para el INDH, el Organismo
de Investigación Judicial (OIJ) fue considerado por aparte.
4
Los factores que llevaron a la elección de estos criterios se explican en el documento de trabajo “Desempeño de las
funciones básicas de las instituciones públicas en materia de seguridad ciudadana, integración social y administración
de la justicia: balance situacional, percepción de desempeño y confianza en las instituciones”, preparado por Alonso
Villalobos en el marco del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005.
527
PNUD
528
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
529
530
Cuadro 1
PNUD
Calidad
Insti-
Asignación de recursos
tución Eficacia Eficiencia Accesibilidad Cobertura Atención
-Número de investigadores y
-Promedio de casos asig-
-Promedio mensual de funcionarios del OIJ dedica-
-Porcentaje de casos re- nados mensualmente por -Presupuesto del OIJ como porcentaje
OIJ casos resueltos por in- dos al servicio de investiga-
sueltos por el OIJ investigador (indicador de del total asignado al Poder Judicial
vestigador ción judicial (por cada 1.000
cargas de trabajo)
habitantes)
Nota 2.6
Brecha entre victimización y percepción de inseguridad
PAGINA 1
N
La medición de la brecha entre la proba-
bilidad percibida de victimización (percep- �X di
Como primer paso, se hizo una revisión de La percepción de inseguridad se valoró me-
las preguntas incluidas en cada uno de los diante un proceso de tres etapas. La primera
módulos, con la idea de identificar empare- consistió en estandarizar la escala de medi-
jamientos que permitieran evaluar las mis- ción utilizada entre 0 y 100, donde un ma-
mas situaciones en ambos casos. El Cuadro yor valor representa una mayor probabilidad
1 presenta el resultado de ese cotejo. de ser víctima de un delito o situación de
inseguridad. Así, se asignó 100 si la persona
Debido a que el interés estuvo centrado entrevistada consideraba muy alta la proba-
en el cálculo para cada una de las cuatro bilidad del suceso, 80 si era alta, 60 si era ni
dimensiones, como paso siguiente se pro- alta ni baja o no respondía, 40 si era baja, 20
cedió a estimar el porcentaje de personas muy baja y 0 si era nula o no aplicaba.
que indicaron haber sido víctimas de de-
lito durante los últimos doce meses, o que En la segunda etapa se calcularon los prome-
manifestaron la percepción de que podrían dios al interior de cada dimensión, ya que,
serlo en el futuro. como se aprecia en el Cuadro 1, al momen-
to de generar los cotejos entre las preguntas
Probabilidad empírica de ocurrencia a nivel empírico y percibido, hay casos en
los que se debe usar más de una pregunta
Para evaluar la probabilidad empírica de de percepción para equipararla con las de
ocurrencia, se asignó un valor de 100 si la victimización. Dichos valores resultan de
persona fue víctima de delito y 0 en el caso calcular el promedio simple para el total de
PAGINA 2
contrario. El porcentaje resultante corres- preguntas planteadas en cada caso.
ponde al promedio de personas que fueron N
víctimas de delito para cada una de las pre- �Y ki
guntas asignadas. IPk � i �1
N
531
PNUD
532
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Cuadro 1
...robo de carro? ...le roben su carro o el de alguien que vive con usted?
...daños o vandalismo contra el
...dañen su carro o el de alguien que vive con usted?
carro?
...robos en la casa (TV, electro-
...personas desconocidas se metan a robar a su casa?
dom, pertenencias?
…daños o actos de vandalismo
...personas desconocidas dañen su casa?
Patrimonial contra su casa?
...robos o asaltos fuera de la ...lo asalten cuando camina de día por la calle?
... sea atacado con un arma por alguien que vive con usted?
...agresión física sin armas? ...sea golpeado en su lugar de trabajo o centro de estudios?
Continúa...
533
PNUD
...por su jefe(a)?
...por un policía?
...violación o intento de viola- ... un conocido le obligue a tener relaciones sexuales contra su
ción? voluntad?
534
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.7
Índice de tolerancia a la diversidad
Nota 2.7
Índice de tolerancia a la diversidad
La tolerancia a la diversidad se concibe co- tandarizado a una escala de 0 a 100, de la
mo el respeto y el reconocimiento
PAGINAdel1 dere- siguiente manera:
cho que tiene toda persona de ser lo que es, 5
dondequiera que se encuentre. Si el desa- (� X i � Min)
rrollo humano es un concepto que integra ITD � i �1
*100
�Max � Min�
a todas las personas, las sociedades actuales
deben alimentar la tolerancia frente al otro donde:
diferente (Fukuda-Parr 2004).1
ITD = índice de tolerancia a la
Para clasificar a las personas según los ni- diversidad.
veles de tolerancia que manifestaron en la i = clase social, religión, etnia,
ENSCR-04, se desarrolló un índice de to- partido político, nacionalidad.
lerancia a la diversidad (ITD) con base en Mini = valor mínimo que se puede
las preguntas ubicadas en el módulo H.9 obtener: 5.
(las preguntas y sus frecuencias se consig- Maxi = valor máximo que se puede
nan en la sección 3 de este Anexo). obtener: 25.
La encuesta indagó si se consideraba que Así, valores cercanos a 100 indican una
los vecindarios debían estar integrados por tolerancia alta y los cercanos a 0 sugieren
personas de una misma clase social, reli- intolerancia a la diversidad.
gión, origen étnico, partido político o na-
cionalidad, o bien podían ser heterogéneos Posteriormente, el índice fue empleado co-
o diversos en términos de estas característi- mo variable de clasificación en un análisis
cas. Dado que en el cuestionario se asignó de conglomerados (procedimiento K-me-
mayor puntaje a los niveles de intolerancia dias), con el propósito de situar a las perso-
(5 para “muy de acuerdo” y 1 para “muy en nas entrevistadas en grupos homogéneos.
desacuerdo”), para efectos de la construc- Se realizaron pruebas con 2, 3, 4 y 5 gru-
ción del ITD se cambió la escala, otorgan- pos. Los resultados satisfactorios se dieron
do un puntaje más alto a las respuestas “en con la definición de tres grupos: uno con
desacuerdo” (5), hasta llegar a los niveles muy alta tolerancia a la diversidad, uno
en los que los entrevistados manifestaron con alta tolerancia y uno con baja toleran-
estar “muy de acuerdo” (1). Por medio del cia. El Cuadro 1 presenta los promedios
Alfa de Cronbach se determinó que la con- del ITD en estos grupos y en él se aprecia
fiabilidad del ITD es alta, de 0,92. que, en términos generales, en la población
predomina un nivel de tolerancia impor-
El índice fue el resultado de aplicar el pro- tante: el 91,3% tiene un alto o muy alto
medio de las cinco respuestas (Xi) sobre la nivel de tolerancia y tan solo el 8,7% posee
composición del vecindario. Luego, fue es- uno bajo.
1
Para más detalles sobre este tema se recomienda consultar el Informe sobre Desarrollo Humano publicado en el 2004,
titulado La libertad cultural en el mundo diverso de hoy.
535
PNUD
Cuadro 1
Grupos de tolerancia
Índice
Muy alta Alta Baja
536
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.8
Índices de medidas extremas
Como parte de las investigaciones del IN- de preguntas (secciones H5 y H8, descritas
DH 2005 se elaboraron índices para estu- en la sección 3 de este Anexo) para valo-
diar la disposición que tienen las personas rar qué tan de acuerdo o en desacuerdo
a apoyar o efectuar por su cuenta acciones estaban con las frases enunciadas. Las res-
y normas extremas, así como la inclinación puestas fueron escaladas de 0 a 100, de la
a hacer uso de la fuerza en situaciones per- siguiente forma: “muy de acuerdo” (100),
sonales (de índole familiar). Estos índices “de acuerdo” (75), “indeciso” o “Ns/Nr”
fueron definidos de la siguiente manera: (50), “en desacuerdo” (25) y “muy en des-
acuerdo” (0).
• Índice de inclinaciones extremas de hecho:
se refiere a la disposición que tienen las La construcción de los índices fue el resul-
personas a aplicar por su cuenta san- tado de la aplicación de dos análisis facto-
ciones físicas a quien comete un delito; riales. El primero incluyó las variables H5
abarca desde linchar al infractor hasta (Cuadro 1) y de él se obtuvo la estructura
validar la posibilidad de darle muerte. de los índices de inclinaciones extremas de
hecho y de tendencias normativas, con un
• Índice de tendencias normativas extremas: porcentaje de varianza explicada de 51,8%.
corresponde a la disposición que tienen Es importante mencionar que la pregunta
las personas a apoyar que las autorida- relacionada con la disposición a imponer
des apliquen sanciones más drásticas a la pena de muerte, aunque presentó ma-
los infractores. yor carga factorial en las inclinaciones ex-
tremas de hecho, fue asignada al factor de
• Índice de inclinaciones de uso de la fuerza tendencias normativas extremas, debido a
en situaciones privadas: se relaciona con que este tema tiene una connotación prin-
la disposición a validar el castigo físico cipalmente de tipo normativo, a diferencia
o a agredir a otra persona, como medio de lo que reflejan las otras opciones, en las
para solucionar un problema de índole que las personas manifiestan estar dispues-
familiar o como medida correctiva en tas a tomar por su cuenta las acciones del
términos educativos. caso para aplicar los castigos.
537
PNUD
Cuadro 1
Componente
Índice Afirmación
1 2
El segundo análisis de factores fue aplicado dimensión general que finalmente se desea
a las variables de la sección H8, para gene- medir.
rar el índice de uso de la fuerza en situacio-
nes privadas. Aunque el resultado mostró La confiabilidad de cada uno de los índi-
una estructura de tres factores, se decidió ces descritos se determinó mediante el Alfa
utilizar las ocho variables en un solo índi- de Cronbach (Cuadro 2), el cual indicó la
ce, ya que todas tienen vinculación con la presencia de resultados satisfactorios.
Cuadro 2
El cálculo de los índices se hizo con el pro- can que las personas están de acuerdo con
medio simple de las variables en cada fac- la aplicación de las medidas, mientras que
tor. Estos varían en una escala de 0 a 100, valores bajos o cercanos a 0 indican que las
donde valores altos o cercanos a 100 indi- personas están en contra.
538
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.9
Índices de desempeño policial y de desempeño de los jueces
Cuadro 1
Debido a que fueron pocas las personas mente cuáles de ellas pertenecen a cada
que indicaron no saber o no desear respon- uno de los índices. Sin embargo, se optó
der las preguntas (“Ns/Nr”), se optó por por aplicar un análisis de factores confir-
asignar esas respuestas a la categoría de los matorio, en el cual la totalidad de las varia-
indecisos, con la idea de no perder esta in- bles se asignara en dos factores (o compo-
formación. nentes). Este ejercicio arrojó los resultados
esperados y permitió confirmar la hipótesis
Gracias al énfasis con que están planteadas de estructura, tal como se presenta en el
las preguntas, es posible distinguir clara- Cuadro 2.
1
Se excluyó una de las doce preguntas iniciales del módulo, porque se refiere al Ministerio Público.
539
PNUD
Cuadro 2
Cargas factoriales para conformar los índices de desempeño policial y de los jueces
Componente
Afirmación
1 2
Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: normalización Varimax con Kaiser.
Cuadro 3
Valores mínimo, máximo y Alfa de Cronbach, según índice
Valores
Desempeño ( i ) Total de preguntas Alfa de Cronbach
Mínimo Máximo
Policía 7 0 35 0,849
Jueces 4 0 20 0,808
De esta manera, los valores mínimos o cer- valores cercanos a 100 denotan que las per-
canos a 0 indican que las personas sienten sonas perciben un excelente desempeño de
que el desempeño, ya sea de la policía o de parte de estos.
los jueces, es deficiente. Por el contrario,
540
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.10
Índice del nivel socioeconómico de los hogares1
Para efectos del INDH 2005, el nivel so- de 0 a 100, donde los valores cercanos a 0
cioeconómico es una expresión que carac- indican bajo nivel educativo y los cercanos
Nota 2.10
teriza la posición de las personas con res- Índice del nivel socioeconómico
a 100 lo contrario. de los hogares
pecto a la capacidad para producir o con-
sumir bienes o servicios que son valorados El INE es:
en la sociedad costarricense. Para operacio-
PAGINA 1
nalizarlo, se consideró que este nivel puede � X �1�
INE � � � *100
ser determinado razonablemente usando � 7 �
tres piezas de información disponibles en
la ENSCR-04: la educación del principal donde:
sostén económico del hogar, su ocupación
y categoría ocupacional, y algunos bienes o INE = índice de nivel educativo.
servicios de los que dispone la familia. X = último grado aprobado.
Índice del nivel educativo (INE) A partir del INE, se sustituyeron 30 valo-
res faltantes asignando el valor promedio
Este índice parte de la información sobre el de los cuatro casos más próximos, previo
último año que el principal sostén econó- ordenamiento de la base de datos según zo-
mico del hogar aprobó en la educación for- na de residencia, sexo y edad de la persona
mal, tomando en cuenta la siguiente asigna- entrevistada.
ción de valores a las categorías de respuesta:
(1) sin estudios, (2) primaria incompleta, Índice de ocupación (IO)
(3) primaria completa, (4) secundaria in-
completa, (5) secundaria completa, (6) El índice de ocupación se desarrolló me-
universidad incompleta, (7) universidad diante la combinación de la ocupación
completa y (8) estudios de posgrado. principal, la categoría ocupacional y el sec-
tor institucional en el que trabaja el princi-
Utilizando los niveles extremos antes seña- pal sostén económico del hogar. El Cuadro
lados, se construyó el INE en una escala 1 presenta la descripción respectiva.
1
Una explicación más amplia puede consultarse en Madrigal, Johnny y Gómez, Miguel. Propuesta de un Índice de Nivel
Socioeconómico para los estudiantes y colegios de Costa Rica. Cuaderno de trabajo. PROCESOS, 2003, www.procesos.org.
541
PNUD
Cuadro 1
Categoría ocupacional
Ocupación
y sector institucional
Cuadro 2
GINA 3
El IO es: donde:
� X �1�
IO � � � *100
� 9 � IT = índice de tenencia.
donde: Xi = presencia o ausencia del bien “i”.
i = servicio doméstico, vacaciones con
IO = índice de ocupación. la familia, vehículo, teléfono.
X = nivel de ocupación.
Índice del nivel socioeconómico (INS)
Los valores faltantes fueron sustituidos em-
pleando la misma técnica que se usó para El INS fue generado como el promedio
el INE. simple de los tres índices descritos en los
pasos precedentes. Los valores cercanos a
Índice de tenencia (IT) 0 indican un nivel socioeconómico bajo y,
por el contrario, los cercanos a 100 uno al-
En este caso se utilizó información
PAGINA sobre
3 la to. El INS fue calculado como:
presencia o ausencia de servicio doméstico
en el hogar, la costumbre de tomar vacacio- INE � IO � IT
INS �
nes con la familia, la tenencia de vehículo 3
propio para uso de la familia y la tenen- donde:
cia de teléfono en el hogar. Así, si el hogar
contaba con todos los bienes y servicios se- INE = índice de nivel educativo.
ñalados, se asignaba el valor de 100 en cada IO = índice de ocupación.
caso y, de lo contrario, 0. IT = índice de tenencia.
Cuadro 3
Grupo
Índice
Bajo Medio Alto
INS promedio 24,8 47,1 71,6
Número de personas 823 1037 539
Porcentaje 34,3 43,2 22,5
Del cuadro anterior se deduce que la ma- encuentra representado el 43,2% de las y
yor cantidad de personas se ubica en un los entrevistados.
nivel socioeconómico medio, en el cual se
543
PNUD
Nota 2.11
Clasificación de los delitos
Año (1)
Delito
1998 1999 2000 2001 2002 2003
Contra la vida
Abandono de incapaz � � �
Aborto � �
Aborto culposo �
Agresión � � � � � �
Descuido de animales �
Homicidio � � � � � �
Homicidio (cómplice de) � �
Homicidio (tentativa de) � � � � � �
Homicidio culposo � � � � �
Lesiones culposas � � � � �
Lesiones en riña �
Lesiones graves � � � � � �
Lesiones gravísimas � � � �
Lesiones leves � � � � � �
Omisión de auxilio �
Suicidio (tentativa) �
Sexuales
Abusos deshonestos � � � � � �
Abusos deshonestos (tentativa de) �
Abusos sexuales contra mayores de edad � �
Abusos sexuales contra menores (tentativa de) � �
Abusos sexuales contra menores de edad � � � � �
Corrupción de menores � � � � �
Difusión de pornografía �
Estupro � � � � � �
Estupro (tentativa de) �
Fabricación o producción de pornografía �
Incesto �
Proxenetismo � � � � � �
Rapto � �
Relaciones sexuales remuneradas con menores de edad
� �
(tentativa de)
Relaciones sexuales con menores de edad � � �
Relaciones sexuales remuneradas con menores de edad � �
Rufianería �
Sodomía �
Trata de mujeres y menores � � �
Violación � � � �
Violación (tentativa de) � � � � �
544
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Año (1)
Delito
1998 1999 2000 2001 2002 2003
Contra la propiedad
Administración fraudulenta � � � � � �
Apropiación indebida � � � � � �
Apropiación irregular � � � �
Daños � � � �
Estafa � � � � � �
Estafa (tentativa de) � � � � � �
Estafa mediante cheque � � � � � �
Estelionato � � � � � �
Extorsión � � � � � �
Extorsión (tentativa de) � � �
Fraude de simulación � � � � � �
Fraude de simulación (tentativa) �
Hurto agravado � � � � � �
Hurto agravado (cómplice de) � � �
Hurto agravado (tentativa de) � � � � �
Hurto de uso �
Hurto simple � � � � � �
Hurto simple (tentativa de) � � � � �
Retención indebida � � � � �
Robo agravado � � � � � �
Robo agravado (cómplice de) � � � � � �
Robo agravado (tentativa de) � � � � � �
Robo simple � � � � �
Robo simple (tentativa de) � � � � �
Secuestro � � � � � �
Usurpación � � � � �
Usurpación de aguas � �
Usurpación de bienes de dominio público � � � �
Contra la Ley de Psicotrópicos
Almacenamiento de droga � � � � � �
Comercio de drogas � � � � � �
Consumo de drogas � �
Cultivo de marihuana � � � � �
Lavado de dólares ➂ �
Suministro de drogas � � � �
Tenencia de crack �
Tenencia de drogas � � �
Tenencia de marihuana � � �
Tráfico de drogas � � � �
Tráfico de drogas (cómplice de) � � � � �
Tráfico de marihuana � �
Tráfico de marihuana (tentativa de) � � � �
Tráfico internacional de drogas � � � � � �
Transporte de drogas y/o marihuana � � � � �
Venta de drogas � � � � � �
Venta de marihuana � � � �
Nota: (1) Los símbolos incluidos en las columnas indican que se cuenta con reportes sobre el tipo de delito correspon-
diente.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadísticas. Anuario de Estadísticas Judiciales.
545
PNUD
Nota 2.12
Clasificación de la agresión según tipo de violencia
Diagnósticos de agresión según tipos de violencia detectados
en los egresos hospitalarios atendidos por la CCSS
546
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.13
Estimación de los gastos directos
asociados a la seguridad en que incurren las familias
547
PNUD
colones, lo cual significa una prima anual mas relacionados con la valoración, pues
de 55.000 colones. El monto global por el costo varía según las características de la
este rubro asciende entonces a 226 millo- cochera. Se supone aquí que en un 1% de
nes de colones por año. las viviendas urbanas del país (6.300 en el
2003) se construye o amplía cada año la
viii) Seguro contra robo de carro: dado cochera para proteger el vehículo, con un
que un 18,4% de los entrevistados cuenta costo mínimo de 175.000 colones. Esto
con este seguro, al aplicar ese porcentaje al arroja un total anual de 1.100 millones de
número de vehículos en los hogares (que, colones.
como ya se mencionó, era de 367.138 en
el 2003 según la EHPM), se supone que x) Instalación de portón eléctrico: tan
están asegurados al menos 67.500 automó- solo un 7,5% de las personas entrevista-
viles. Esta cifra es consistente con la infor- das manifestó haber instalado este tipo de
mación brindada por el INS, según la cual portón. Además, el 77,3% de quienes lo
al 31 de diciembre del 2003 había 114.854 hicieron reside en área urbana. El precio
vehículos particulares asegurados contra de mercado del motor que utilizan estos
robo. La diferencia entre ambas magni- portones inicia en 72.000 colones y por la
tudes estaría relacionada con las unidades instalación se cobra 20.000 colones o más;
pertenecientes a empresas y otros. En es- no obstante, a menudo es necesario hacer
te caso, se asume que quien declaró haber adecuaciones al portón mismo, o cambiar-
contratado el seguro es porque lo está pa- lo completamente, con costos muy eleva-
gando. El problema se presenta con el valor dos en algunos casos. Aquí se consideran
de los vehículos, que determina la prima modificaciones mínimas por un valor de
por pagar. Se estimó un valor promedio de 50.000 colones, lo que sumado al costo
2,5 millones de colones, que da lugar a una del motor y la instalación arroja un total
prima semestral de 24.000 colones. En to- de 142.000 colones. Se supone que cada
tal, el gasto de las familias en este rubro se- año un 1% de las viviendas urbanas (6.300
ría de 3.240 millones de colones por año. en el 2003) instala este tipo de portones,
con un costo total anual de 900 millones
ix) Construcción de cochera para prote- de colones.
ger el carro: un alto porcentaje de los en-
cuestados (32,9%) señaló haber construido Consolidando las estimaciones anteriores,
una cochera para proteger su automóvil, el gasto directo en seguridad realizado por
sobre todo en el área urbana, donde reside los hogares costarricenses durante el perío-
el 72,7% de las personas que respondieron do 2003-2004 ascendió a 30.071 millones
afirmativamente. Surge una vez más la di- de colones anuales como mínimo, cifra
ficultad para determinar el momento en que equivale a 28.600 colones anuales por
que se realizó el gasto, y además los proble- hogar y representa un 0,4% del PIB.
550
3
Resultados
de la Encuesta Nacional
de Seguridad Ciudadana
(ENSCR-04)
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
553
554
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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PNUD
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
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601
PNUD
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602
Glosario
Derechos humanos: bienes que los seres articula respuestas frente al fenómeno
humanos consideran necesarios para cons- criminal.
truir su destino: desde la protección de su
vida y su integridad física, pasando por el Presión por el éxito temprano: fenóme-
acceso a un trabajo digno y a servicios ade- no ostensible de la presión que siente la
cuados de salud y educación, hasta llegar al juventud por el logro acelerado del éxito,
disfrute de la paz y de un ambiente sano. concebido las más de las veces en términos
estrictamente patrimoniales.
Desarrollo humano: proceso de expan-
sión de las libertades efectivamente disfru- Prevención del delito: conjunto de medi-
tadas por las personas. das destinadas a impedir o limitar la comi-
sión de un delito.
Despojo: acto de privar ilegítimamente a
una persona física o jurídica de su patri- Prevención social: intervenciones no pe-
monio. nales sobre delincuentes potenciales, orien-
tadas a atenuar su propensión criminal.
Drogas ilícitas: sustancias de consumo
prohibido por ley, tales como cocaína, ma- Ruta crítica: modelo conceptual que in-
rihuana y crack, entre otras. tegra aspectos individuales, familiares y
sociales, como elementos definitorios que,
Drogas lícitas: sustancias cuyo consumo desde la niñez, influyen en las condiciones
es considerado admisible por la pobla- de protección y riesgo de las y los adoles-
ción, tales como alcohol, tabaco y psico- centes.
fármacos.
Segurabilidad: capacidad personal para pre-
Empoderamiento: mecanismos que posi- venir las amenazas y contender con ellas.
bilitan a las personas desarrollar resistencia
a condiciones adversas y su capacidad para Seguridad ciudadana: condición personal,
movilizar los recursos de protección a su objetiva y subjetiva, de encontrarse libre de
disposición. amenaza de violencia o despojo intencio-
nal por parte de otros.
Factores asociados: conjunto de explica-
ciones sobre los cambios experimentados Seguridad humana: condiciones básicas y
por un fenómeno social en particular. garantías mínimas para el desarrollo huma-
no; en el contexto de la seguridad ciudada-
Índice de años de vida potencialmente na denota la condición de encontrarse libre
perdidos (IAVPP): medida relativa de los de temor y de necesidad.
AVPP, que refleja el número de años de
vida que se pierden por cada 10.000 ha- Tejido social: conjunto de procesos de so-
bitantes. cialización y construcción de la civilidad.
Política criminal: conjunto de métodos Víctima: persona que padece daño por
por medio de los cuales el cuerpo social culpa ajena o por causa fortuita.
604
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Victimario: persona causante del daño de Violencia doméstica: aquella que tiene lu-
alguien o algo. gar dentro del núcleo familiar.
Violencia contra las mujeres: situación que Violencia interpersonal: aquella infligida
deriva de las relaciones de poder desigual por una persona a otra, sea entre conocidos
entre géneros y, por tanto, remite al control o desconocidos.
de los hombres sobre las mujeres. Se trata de
un control que se ejerce sobre los cuerpos y Violencia: uso o amenaza de uso de la fuer-
las vidas femeninas, empezando por las mu- za, física o psicológica, con el fin de causar
jeres más cercanas, a las que los agresores no daño o doblegar la voluntad.
dudan en considerar como “suyas”.
605
Siglas y acrónimos
AVPP CONADECO
Años de vida potencialmente perdidos. Confederación Nacional de Asociaciones
de Desarrollo Comunal.
BID
Banco Interamericano de Desarrollo. CONAPAM
Consejo Nacional de la Persona Adulta
CCP Mayor.
Centro Centroamericano de Población.
DINAPREVI
CCSS Dirección Nacional de Prevención de la
Caja Costarricense de Seguro Social. Violencia y el Delito.
CEDARENA EIV
Centro de Derecho Ambiental y de Recur- Encuesta Internacional de Victimización
sos Naturales. (su sigla en inglés es ICVS).
CEFEMINA EHPM
Centro Feminista de Información y Ac- Encuesta de Hogares de Propósitos Múl-
ción. tiples.
CEPAL ENVCM
Comisión Económica para América Latina Encuesta Nacional de Victimización con-
y el Caribe. tra las Mujeres
CIDH FLACSO
Centro Internacional para el Desarrollo Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
Humano ciales.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
FUNPADEM ILANUD
Fundación del Servicio Exterior para la Paz Instituto Latinoamericano de las Naciones
y la Democracia. Unidas para la Prevención del Delito y el
Tratamiento del Delincuente.
FUPROVI
Fundación Promotora de Vivienda. INA
Instituto Nacional de Aprendizaje.
GESO
Fundación Género y Sociedad. INAMU
Instituto Nacional de las Mujeres.
GAM
Gran Área Metropolitana. INEC
Instituto Nacional de Estadística y Cen-
IAFA sos.
Instituto sobre Alcoholismo y Fármacode-
pendencia. INS
Instituto Nacional de Seguros.
IAVPP
Índice de años de vida potencialmente per- MCJD
didos. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
ICD MEP
Instituto Costarricense sobre Drogas. Ministerio de Educación Pública.
ICE MH
Instituto Costarricense de Electricidad. Ministerio de Hacienda.
ICT MIDEPLAN
Instituto Costarricense de Turismo. Ministerio de Planificación Nacional y Po-
lítica Económica.
IFAM
Instituto de Fomento y Asesoría Munici- MJG
pal. Ministerio de Justicia y Gracia.
IICE MOPT
Instituto de Investigaciones en Ciencias Ministerio de Obras Públicas y Transpor-
Económicas (UCR). tes.
IIDH MS
Instituto Interamericano de Derechos Hu- Ministerio de Salud.
manos.
MSJ
IIS Municipalidad de San José.
Instituto de Investigaciones Sociales
(UCR). MSP
Ministerio de Seguridad Pública.
607
PNUD
MTSS UNA
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Universidad Nacional.
ODD UNED
Observatorio del Desarrollo (UCR). Universidad Estatal a Distancia.
OEA UNESCO
Organización de Estados Americanos. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (sigla
OECD en inglés).
Organización para la Cooperación Econó-
mica y el Desarrollo (sigla en inglés) UNFPA
Fondo de Población de las Naciones Uni-
OIJ das (sigla en inglés).
Organismo de Investigación Judicial.
UN-Habitat
OIT United Nations Human Settlements Pro-
Organización Internacional del Trabajo. gramme.
OMS UNICEF
Organización Mundial de la Salud. Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(sigla en inglés).
OPS
Organización Panamericana de la Salud. UNICRI
United Nations Interregional Crime and
PANI Justice Research
Patronato Nacional de la Infancia.
UNIFEM
PLANOVI United Nations Development Fund for
Plan Nacional para la Atención y Preven- Women.
ción de la Violencia Intrafamiliar.
UN-LiREC
PJ Centro Regional de las Naciones Unidas
Poder Judicial. para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en
América Latina y el Caribe.
PNUD
Programa de las Naciones Unidad para el UNODC
Desarrollo. United Nations Office on Drugs and
Crime.
STAP
Secretaría Técnica de la Autoridad Presu- UPAZ
puestaria (Ministerio de Hacienda). Universidad para la Paz.
UCR
Universidad de Costa Rica.
608