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Venciendo

el temor
(In)seguridad ciudadana
y desarrollo humano
en Costa Rica
I nfor me Nacional d e D e s a r ro l l o H u m a n o 20 0 5
303.6
V449v Venciendo el temor. (In) seguridad ciudadana y
desarrollo humano en Costa Rica. Informe Nacional de
Desarrollo Humano, 2005. – 1a. ed. – San José, C.R. :
PNUD, 2006.
638 p. ; 27.5 x 21.25 cm. cuadros, gráficos, mapas.

ISBN 9968-794-21-X

1. Derechos humanos. 2. Seguridad social. 3.


Inseguridad (problema social). 4. Víctimas. 5. Violencia.
6. Psicogía social. I. Título.

Diagramación e Impresión litográfica: Editorama, S.A.


Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005

Comité Director

José Manuel Hermida Viallet


Representante Residente del PNUD

Lineth Saborío Chaverri


Vicepresidenta de la República

Jan Jilles van der Hoeven


Representante Adjunto del PNUD

Kevin Casas Zamora/ Lara Blanco Rothe


Coordinación General del INDH/RNDH

Equipo Coordinador

Kevin Casas Zamora/ Lara Blanco Rothe


Coordinación General del INDH/RNDH

Alonso Villalobos Jiménez


Meritxell Somalo i Panadés
Investigación Social

Johnny Madrigal Pana


Gerald Mora Muñoz
Análisis Estadístico

Gonzalo Elizondo Breedy


Asesor en Derechos Humanos

Brenda Mena Bermúdez


Asistente Administrativa

Rodrigo Soto González


Producción audiovisual y
confección de historias de vida

Raquel Barrientos Cordero


Víctor Barrantes Marín
Tomás Quesada Alpízar
Luis Paulino González Hernández
Asistentes de Investigación
Comité Asesor

Mayi Antillón, Ana Elena Badilla, Jorge Cabrera, Juan José Echeverría, Juan Carlos
Feoli, Clotilde Fonseca, Leonardo Garnier, Erick Lonnis, Álvaro Montero, Jorge
Nowalski, Jorge Polinaris, Rodolfo Piza, Doris Osterloff, Montserrat Sagot, Marco
Antonio Segura y Eduardo Ulibarri.

Referees

Ana Carcedo, Douglas Durán, Edgar Gutiérrez y José María Rico.

Equipo Técnico

Julio Bejarano, Ana Brenes, Armando Campos, Ana Carcedo, Guillermo Carvajal,
Isidora Chacón, Allen Cordero (FLACSO-CR), Gonzalo Elizondo, Karina Fonse-
ca, Milena Grillo (Fundación Paniamor), Dina Krauskopf (UNICEF-CR), Guido
Miranda, Manuel Mora, Sergio Muñoz (UNICEF-CR), Max Loría, Rosendo Pujol,
José María Rico, Carlos Sandoval, Pablo Sauma, Carlos Sojo (FLACSO-CR), Luis
del Valle y Alonso Villalobos.
Agradecimientos

La elaboración del Informe Nacional de De- Ana Brenes, Armando Campos, Ana Car-
sarrollo Humano de Costa Rica 2005: Ven- cedo, Guillermo Carvajal, Isidora Chacón,
ciendo el Temor ha sido posible gracias al Allen Cordero, Luis del Valle, Gonzalo Eli-
apoyo y las contribuciones de un amplio zondo, Karina Fonseca, Milena Grillo, Di-
grupo de personas, organizaciones e insti- na Krauskopf, Max Loría, Guido Miranda,
tuciones. Manuel Mora, Sergio Muñoz, Rosendo
Pujol, José María Rico, Carlos Sandoval,
En primera instancia, el Equipo Coordi- Pablo Sauma, Carlos Sojo y Alonso Villa-
nador quiere ofrecer un especial reconoci- lobos. Nuestra gratitud también para Karla
miento a las y los miembros del Consejo Barrantes, Sylvia Frean y Rodolfo Osorio
Consultivo, quienes orientaron el desarrollo (UNICEF-Costa Rica) por su participa-
del proyecto INDH/RNDH 2005: Mayi ción en las reuniones del Equipo Técnico.
Antillón, Ana Elena Badilla, Jorge Cabre-
ra, Juan José Echeverría, Juan Carlos Feoli, Otro aporte de gran valor fue el realizado
Clotilde Fonseca, Leonardo Garnier, Erick por los referees el informe, quienes a partir
Lonnis, Álvaro Montero, Jorge Nowalski, de sus conocimientos y experiencias for-
Jorge Polinaris, Rodolfo Piza, Doris Oster- mularon importantes recomendaciones y
loff, Montserrat Sagot, Marco Antonio Se- correcciones. En ese sentido agradecemos
gura y Eduardo Ulibarri. Especial mención a Ana Carcedo, Douglas Durán, Edgar
requiere Jorge Polinaris, Ministro de Plani- Gutiérrez y José María Rico, por su de-
ficación, por su amplio y decidido apoyo al dicación y lectura atenta de las versiones
proyecto desde su etapa inicial. preliminares del informe. Estas versiones
fueron enriquecidas también con los apor-
De igual modo, agradecemos la contribu- tes de José Manuel Hermida, Jan Jilles van
ción de los integrantes del Equipo Técnico der Hoeven y un número importante de
en la elaboración de los insumos temáticos. funcionarios y funcionarias del PNUD-
En particular reconocemos los esfuerzos de Costa Rica.
PNUD

El Equipo desea hacer explícito su agrade- la Corte Suprema de Justicia), Jorge Badi-
cimiento al Ministro de Seguridad Públi- lla (Rectoría de la Universidad de Costa
ca, Rogelio Ramos, a las Viceministras de Rica), Manuel Barahona (UNICEF-CR),
Seguridad Pública, Ana Helena Chacón y Abelardo Brenes (Universidad para la Paz),
María Fullmen Salazar, por sus innumera- Eduardo Brenes (Plan de Desarrollo Urba-
bles colaboraciones durante la preparación no), Maria Eugenia Bujanda (Fundación
del informe. Destacamos en especial el tra- Omar Dengo), Alejandro Calvo (FUPRO-
bajo conjunto de Ana Helena Chacón en VI), Abel Cascante (OIJ), Enrique Casti-
la realización de la ENSCR-04 y de María llo, Luis Paulino Chacón (CCSS, Hospital
Fullmen Salazar en las actividades relacio- Tony Facio), Alfredo Chirino (Escuela Ju-
nadas con la investigación sobre entornos dicial), Luis Alberto Cordero (Fundación
seguros. Arias para la Paz y el Progreso Humano),
Verónica Conejo, Mayela Coto (Asam-
También tenemos una deuda con José blea Legislativa), Anid Cruz (Red de San
Miguel Cruz (Universidad Centroame- Ramón), Jorge Delgado (DINAPREVI,
ricana), Pedro Güell (PNUD-Chile) y Ministerio de Justicia), Cristina de Gracia
Tony Peters (Universidad de Lovaina, (UNESCO), Virginia Duarte (INAMU),
Bélgica), quienes efectuaron diversas pre- Solum Donas (ASCAJU), Antonio Ed-
sentaciones y tomaron parte en reuniones wards (ASIREA), Ana Yancy Espinoza
especiales que enriquecieron el enfoque y (Fundación Arias para la Paz y el Progreso
contenido del informe, a la vez que per- Humano), Jesús Figón (Ministerio Interior
mitieron darle un perfil internacional al de España), Marco Vinicio Fournier (ex-
tema tratado. De igual modo, fueron de Director del Instituto de Investigaciones
gran importancia las observaciones y su- Psicológicas), Flor Garita, Enrique Gomá-
gerencias efectuadas por Héctor Riveros, riz (GESO), Laura Gómez (FUNPADEM),
consultor internacional, en lo concernien- Omar Gómez (MEP), Rodrigo Jiménez
te a las recomendaciones que aparecen en (ILANUD),Victoria González, Mauricio
el informe. De gran valor fue, asimismo, Gudiño (PANI), Elizabeth Hasbun (CO-
la colaboración de José Manuel Arroyo, OPEMUJER), Ana León (VECINOS),
Elías Carranza, Laura Chinchilla, Fernan- Maite Martínez (Unión Europea), Da-
do Cruz, Douglas Durán, Marco Vinicio niel Matul (FUNPADEM), Juan Carlos
Fournier, Guido Miranda, Teresita Rame- Méndez (Fuerza Pública de Limón), Syl-
llini y José María Rico en la definición de via Meza (INAMU), Oba Mitsuo (Emba-
los contenidos del informe. jada de Japón), Sylvia Mora (Consejo de
la Persona Joven), Tatiana Mora (Consejo
En los talleres de consulta realizados para de la Persona Joven), María José Morales
analizar el marco conceptual del informe (El Productor), Yesenia Morales (FUPRO-
y sus contenidos, así como los resultados VI), Juan Navarrete (IIDH), Maritza Or-
de las investigaciones comisionadas al efec- tiz (DINAPREVI, Ministerio de Justicia),
to, se contó con la valiosa colaboración y Doris Osterloff (CADEXCO), Carlos Pen-
los aportes de especialistas en diversas áreas tzke (ALFORJA), Irvin Pérez (Instituto de
de trabajo. Extendemos nuestro agrade- Investigaciones Sociales, UCR), Maribel
cimiento a: Carol Alfaro (Red de Medios Pérez (Proyecto FOMUDE), Ana Ma-
Regionales), Patricia Allen (Ministerio de ría Ramírez (MEP), Gabriela Richard (El
Salud), Christian Alvarado (ILANUD), Productor), Dina Rodríguez (Universidad
Flor Álvarez y Shirley Angulo (CEFEMI- para la Paz), Lino Rodríguez (CONADE-
NA), José Manuel Arroyo (Sala Tercera de CO), Daniel Rojas (Consejo de la Persona
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Joven), Kattia Rojas (MEP), Marielos Ro- Nuestro reconocimiento también para
jas (Ministerio de Salud), Walter Romero Alexandra Steinmetz, Mabel Morvillo y
(OIT), Luis Diego Salas (Ministerio de Eduviges Ortiz, por la revisión y correc-
Seguridad), Sergio Salazar (Estudiante de ción filológica del Informe Nacional de
Posgrado, UCR), Cindy Sabat (CAPDH), Desarrollo Humano 2005. De la misma
Raúl Silesky (Colegio de Periodistas), Kat- forma, agradecemos el trabajo profesional
tia Solís (INAMU), Chris Stevenson (Fun- realizado por la empresa Editorama en el
dación Arias para la Paz y el Progreso Hu- diseño, diagramación e impresión de este
mano), Carlos Torres (FUNPADEM), Ana documento. Una mención especial merece
Maria Trejos (CAPDH), Tatiana Treguear la valiosa colaboración que recibimos de
(PROCAL), Dulce Umanzor (DINAPRE- la Universidad Veritas, tanto en la convo-
VI, Ministerio de Justicia), Gabriela Valver- catoria y participación en el concurso de
de (Consejo de la Persona Joven), Patricia fotografía efectuado para generar las foto-
Vega (Escuela de Comunicación, UCR), grafías incluidas en el informe, como en
Eugenia Wo Ching (CEDARENA), Fer- la producción de otros materiales para su
nando Zumbado (CIDH) y Karla Zumba- divulgación.
do (CIDH).
La realización del informe no hubiese sido
De manera especial agradecemos el apoyo posible sin la información proporcionada
de Carlos Cortés, Fernando Durán, Mar- de manera oportuna y afable por un nú-
co Vinicio Fournier, Leonardo Garnier, mero importante de instituciones públicas.
Tatiana Lobo, Manuel Rojas y Eduardo Entre ellas se encuentran las siguientes:
Ulibarri, quienes aportaron las reflexio- Poder Judicial (Departamento de Planifi-
nes incluidas en diversos apartados a lo cación, Sección de Estadística), Organis-
largo del informe. Por su valioso aporte mo de Investigación Judicial (Oficina de
para la construcción del índice de desa- Planes y Operaciones), Ministerio de Se-
rrollo humano a nivel cantonal agradece- guridad Pública (Departamento de Planes
mos al Observatorio del Desarrollo de la y Operaciones), Caja Costarricense de Se-
Universidad de Costa Rica, a su director guro Social (Departamento de Estadística
Edgar Gutiérrez y a Paola Omodeo, quien de los Servicios de Salud, Departamento
efectuó las estimaciones pertinentes. de Presupuesto y Dirección Actuarial y de
Planificación Económica), Instituto Cos-
El Equipo agradece asimismo a Carlos tarricense sobre Drogas, Instituto Nacio-
Paniagua, Catalina García y Mariela Ji- nal sobre Alcoholismo y Fármacodepen-
ménez, de Unimer Research Interna- dencia, Instituto de Fomento y Asesoría
cional por su esmerado trabajo en la Municipal, Ministerio de Justicia y Gracia
elaboración y realización de la Encuesta (DINAPREVI, Departamento de Investi-
Nacional de Seguridad Ciudadana 2004 gación, Dirección General de Adaptación
(ENSCR-04). De igual modo, agradece- Social, Departamento de Estadística y
mos a Miguel Gómez, por su participa- Programa de Atención a la Población Pe-
ción en las reuniones de discusión sobre nal Juvenil), Ministerio de Educación Pú-
el cuestionario y los contenidos de la en- blica (Departamento de Estadística y Di-
cuesta. La realización de la encuesta fue visión de Control de Calidad), Biblioteca
coauspiciada por la Agencia Española de Nacional, Instituto Nacional de las Muje-
Cooperación Internacional, a quien ha- res, Ministerio de Salud (Sistema de Infor-
cemos llegar nuestros agradecimientos mación de Apoyo a la Vigilancia de la Sa-
más sinceros. lud y Dirección de Desarrollo de la Salud),
ix
PNUD

Instituto Nacional de Estadística y Censos, Progreso Humano, Fundación Paniamor,


Instituto Costarricense de Turismo (De- FUPROVI, Instituto Interamericano de
partamento de Quejas y Área de Estadísti- Derechos Humanos y Universidad Católica
cas), Consejo de la Persona Adulta Mayor, de Costa Rica (particularmente a Fernando
Secretaría Técnica de la Autoridad Presu- Muñoz). De igual modo agradecemos la in-
puestaria (Ministerio de Hacienda), Uni- formación suministrada amablemente por
versidad de Costa Rica (IICE, IIS y ODD) las embajadas en Costa Rica de los Estados
y Universidad Estatal a Distancia (Maestría Unidos de América, la República Federal
en Criminología y Maestría en Violencia de Alemania y los Países Bajos.
Social). Al personal que se desempaña en
estas unidades, ¡muchas gracias! Diversas actividades de la Red Nacional de
Desarrollo Humano, así como la elabora-
Agradecemos la participación de los direc- ción de las investigaciones locales del Infor-
tores y representantes de los distintos cuer- me Nacional de Desarrollo Humano fueron
pos de seguridad pública en las reuniones posibles gracias al trabajo conjunto con
efectuadas con el fin de precisar la estructu- representantes de cinco municipalidades
ra organizacional de las fuerzas policiales en del país. En Escazú, agradecemos a Marco
Costa Rica, particularmente a Arturo Barth Segura (Alcalde Municipal), Catalina Rol-
(Dirección de Inteligencia y Seguridad), dán (Asistente del Alcalde), Maritza Ro-
Luis Hernández (Fuerza Pública), Jorge jas (Oficina de la Mujer) y Mario Chang
Rojas (Organismo de Investigación Judi- (Contraloría de Seguridad); en Limón, a
cial), Manuel Corrales (Policía de Tránsito), Roger Rivera (Alcalde Municipal), Randall
Luis Diego Solano (Policía de Migración y Rivera (Vicepresidente Municipal), Ra-
Extranjería), Juan Carlos Gómez (Policía món Retana Cerdas (Regidor) y Ana Grace
de Control Fiscal) y Allan Solano (Policía Mc Lean (Regidora); en Montes de Oca, a
de Control de Drogas no Autorizadas y Ac- Sonia Montero (Alcaldesa) y Patricia Allen
tividades Conexas). (Alcaldesa suplente); en San José, a Johnny
Araya (Alcalde Municipal), Maureen Clark
La formulación de la recomendación en (Vice-alcaldesa), Ligia Quesada (Oficina de
torno a los sistemas de información en Desarrollo Humano), Alma Ulloa (Oficina
materia delincuencial no hubiese sido fac- de Desarrollo Humano) y Johnny Víquez,
tible sin el apoyo de Franklin González y (Oficina de Desarrollo Humano), y en San
Mario Solano, del Poder Judicial, Warner Carlos, a Wilberth Rojas (Vice-alcalde) y
Cavero Quesada y Gerardo Martínez, del Ana Magaly Rojas (Oficina de la Mujer).
Ministerio de Seguridad Pública, y Pablo Nuestra gratitud para todos ellos y ellas.
Artavia, del Ministerio de Justicia y Gra-
cia. A todos ellos gracias por su interés y Otras personas de la sociedad civil tuvieron
postura constructiva. una activa participación en las reuniones
efectuadas en estos cinco cantones; en es-
También contamos con la colaboración te sentido deseamos agradecer los aportes
de un significativo número de instancias de Jorge Acosta, Gilbert Alvarado, Rodri-
que brindaron información e investigacio- go Araya, Omar Arias, Edwin Boza, Elivar
nes realizadas con anterioridad, en torno a Blanco, Miguel Burgos, Ania Bonilla, Luis
diversos aspectos vinculados a la temática Castillo, Abel Cascante, María Corella, Al-
tratada en el informe. En ese sentido, nues- fonso Cruz, Clara Cruz, Luis Paulino Cha-
tro agradecimiento a CID Gallup, FLAC- cón, María Amalia Chávez, Henry Esqui-
SO-CR, Fundación Arias para la Paz y el vel, Carmen Gamboa, Elizabeth Hasbun,
x
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Fiorella Hidalgo, Fernando Maillor, Juan Álvarez, Walter Álvarez, Ana Araya, Da-
Méndez, Rolando Mora, Gilbert Jiménez, vid Araya, Isabel Araya, María Eugenia
Marjorie Salas, Alfredo Salazar, Jorge Artu- Araya, José Argüello, Juan Carlos Arias,
ro Sibaja, Luis Fernando Rodríguez, Jorge Alfonso Arín, Carmen Arroyo, Flor Balles-
Solís Soto, Pastor Reyes, Daniel Rojas, Sa- teros, Roberto Barrantes, Jorge Baza, Julio
bino Rodríguez, Mauricio Rojas, Marlene Bejarano, Luis Bejarano, Gerber Blanco,
Rojas y Olman Rojas. Milton Bolaños, Abelardo Brenes, María
Elena Brenes, Janny Briceño, Livia Bruno,
De igual modo agradecemos a los fun- Silvia Burgos, Isidro Calvo, Martha Calvo,
cionarios y funcionarias municipales de Yesenia Calvo, Rogelio Colegio, Geovanny
todos los cantones del país que participa- Camacho, Eliot Campos, Karen Campos,
ron en las actividades de la Red Nacional Manuel Cartín, Margot Carballo, Yolanda
de Desarrollo Humano y en las jornadas Casasola, Julio Cascante, Araceli Carvajal,
de reflexión sobre entornos seguros: Juan Erick Carvajal, Leda Carvajal, Francis-
Félix Arburola, Marita Arguedas, Xinia co Castro, Luis Paulino Chacón, Mario
Arroyo, Julio Bejarano, José Manuel Bus- Chan, Johnny Chavarría, Arturo Chávez,
tos, Jeannette Campos, Xinia Campos, Cristian Chávez, Geovanny Chávez, Ilea-
Luis Fernando Chacón, Yolanda Chávez, na Chávez, Paul Chávez, Roxana Chin-
Alex Contreras, Ronny Espinoza, Sofia chilla, Arturo Cordero, Ginette Corazzari,
Guzmán, Alejandro Hidalgo, Vera López, Guillermo Carmona, Frank Corso, Ednia
Patricia Marenco, David Marín, Lisbeth Coward, Carmen Cruz, Olger Cubero,
Martínez, Christopher May, Cristie Mo- Annia Cubillo, Carlos Daza, Fernando
lina, Víctor Monston, Paula Ruth Mora, Delgado, Magda Díaz, Rosibel Durán,
Erick Morales, Esteban Muñoz, Francis- Milena Espinoza, María Antonieta Faris-
co Orozco, Gustavo Oviedo, Esteban Pa- ta, Flora Fernández, Mayra Fernández,
checo, María Paniagua, Ligia Quesada, Luis Alberto Flores, Rosa Flores, Swamy
Ilena Ramírez, Karina Retana, Gerardo Flores, Jazmín Fonseca, Francesca Fuster,
Rodríguez, Laureana Rodríguez, Catalina Natalia Gamboa, Luis Fernando García,
Roldán, Ana Julia Savallos, Marcelo Sola- Angie Gómez, Gilbert Gómez, Laura Gó-
no, Mario Solís, Marconi Suárez, Fabricio mez, María Gómez, Any González, Rafael
Ulate, Javier Ureña, Elibeth Varela, Mayela González, María Goretty, Olga Gutié-
Vega y Vivian Villavicencio. rrez, Alan Guzmán, Gerardo Guzmán,
Elizabeth Hasbun, Luis Hernández, No-
Una cantidad importante de personas pro- ra Hernández, Gerardo Herrera, Lidieth
venientes de la sociedad civil organizada y Herrera, Marvin Hidalgo, Silvia Jiménez,
de asociaciones locales de desarrollo toma- Wilson Jiménez, Carlos Luis Juárez, Scott
ron parte de los jornadas de reflexión sobre Leisner, Katty León, Eliecer León, Gilbert
entornos seguros. Gracias a ellos y ellas se León, Rita León, Alberto Li Chan, Ana
pudo tener un acercamiento a la realidad Isabel Lizano, Pablo Lizano, Pablo López,
que vive el país en materia de seguridad Ericka Madriz, Franklin Madriz, Rosario
ciudadana, una realidad que no se puede Mairena, Gilberto Magaña, Ivonne Me-
sustentar estrictamente en estadísticas. De drano, Marjorie Mena, Juan Carlos Mén-
allí nuestro agradecimiento al siguiente dez, Unfried Meter, Catalina Meza, Luis
grupo de personas: Gregorio Abarca, Ar- Meza, Silvia Meza, Ana Grace McLean,
turo Aguilar, Marco Aguirre, Rosalina Edwin Miranda, Fanny Molina, Ana Cris-
Aguirre, Milton Alfaro, Carlos Alvarado, tina Moser, Tatiana Mora, Marlene Mu-
Mayra Alvarado, Randall Álvarez, Sandra rillo, Mercedes Murillo, Sergio Murillo,
xi
PNUD

Francisco Orozco, Patricia Orozco, Gus- Nuestro agradecimiento especial también al


tavo Oviedo, Alejandro Pacheco, Esteban personal docente y administrativo así como
Pacheco, Conchita Perdomo, Jetty Picado, a los niños y las niñas de las escuelas Brisas
Edgar Porras, Xiomara Poveda, Francisco del Virilla, en La Uruca, Carolina Dent, en
Quesada, Ligia Quesada, Teresa Quesada, Sagrada Familia, República de Nicaragua,
Flor María Ramírez, Irene Ramírez, María en Sagrada Familia, Finca La Caja, en La
Elena Ramírez, Fernando Reyes, Miriam Carpio y Finca San Juan, en Pavas.
Rivera, Francisco Rodríguez, Marielos
Rodríguez, Roberto Rodríguez, Rodrigo Por último, el Equipo Coordinador desea
Rodríguez, Víctor Hugo Rodríguez, Da- extender esta gratitud a las y los colegas y
niel Rojas, Erica Rojas, María Rojas, Ana funcionarios del PNUD en Costa Rica (Re-
Cristina Roldán, Catalina Roldán, Cata- presentación, oficiales de programas, admi-
lina Román, Yamileth Rosales, Roberto nistrativos y personal de servicio), sin los
Rosich, Manuel Ruiz, Aquiles Salas, Jorge cuales la elaboración del Informe Nacional de
Sanabria, Karen Sanabria, Iván Sánchez, Desarrollo Humano no hubiese sido posible.
Carlos Sancho, Silvia Sancho, Enrique Mención especial requiere la colaboración y
Segura, Ana Cecilia Siles, Carolina Sola- asistencia del Latin America and Caribbean
no, Jorge Solano, Melvin Solano, Walter Regional Resource Facilities (SURF) y el
Solano, Wilberth Solano, Álvaro Solís, Regional Bureau for Latin America and the
Erick Sosa, Isabel Sotela, Jacqueline So- Caribbean (RBLAC), ambas instancias del
to, Luz María Soto, Juan Carlos Tenorio, PNUD. Asimismo, agradecemos a las perso-
Ana María Trejos, Leonardo Trejos, Ha- nas de las Agencias del Sistema de Naciones
ydeé Varela, Jorge Vargas, Teresita Vargas, Unidas que apoyaron el proceso, particular-
Xinia Vargas, Oscar Vega, Odilí Venegas, mente de UNICEF, UN-Habitat, UNFPA,
Nazira Villalobos, Juan Villanueva, Erica UNIFEM, UN-LIREC e ILANUD. A to-
Villegas y Alfonso Zuñiga. dos y todas ¡mil gracias!

xii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Índice
Presentación..................................................................................................................... 1

Introducción .................................................................................................................... 4

Primera Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 12
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 18

¿Es posible estudiar la seguridad ciudadana desde el desarrollo humano?

Capítulo 1: Puntos de partida: desarrollo humano, seguridad humana,


derechos humanos ........................................................................ 28

A. El paradigma del desarrollo humano ................................................................... 28

B. Seguridad humana y derechos humanos ............................................................. 30

Capítulo 2: El concepto de seguridad ciudadana ............................................. 33

A. El PNUD y la seguridad ciudadana ...................................................................... 33

B. Seguridad humana y seguridad ciudadana: una propuesta de definición ..... 35

C. Implicaciones de la definición de la seguridad ciudadana ............................... 37


i. Seguridad ciudadana como tutela de derechos fundamentales ...................... 37
ii. Las relaciones de la seguridad ciudadana con el delito y la violencia ............ 39
iii. Seguridad ciudadana: inclusiones y exclusiones .............................................. 43

Capítulo 3: El estudio de la seguridad ciudadana ............................................ 45

A. Componentes del concepto: victimización, percepción, segurabilidad ......... 45

B. Factores asociados a la inseguridad ...................................................................... 48


i. Factores internacionales .................................................................................... 49
ii. Factores ambientales y urbanísticos ................................................................. 49
iii. Factores económicos .......................................................................................... 49
iv. Factores políticos e institucionales ................................................................... 50
v. Factores sociales y culturales ............................................................................. 50

C. Consecuencias de la inseguridad ciudadana para el desarrollo humano ....... 52


i. En el nivel individual.......................................................................................... 52
ii. En el nivel social ................................................................................................. 53
xiii
PNUD

D. Las políticas de seguridad ciudadana ................................................................... 54

E. La medición de la seguridad ciudadana ............................................................... 58

Conclusión: Tres proposiciones ................................................................................... 66

Referencias ....................................................................................................................... 67

Segunda Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 72
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 78

¿Se vive ahora con más (in)seguridad?

Capítulo 4: Delictividad y victimización en Costa Rica ................................... 87

A. Evolución reciente de la delictividad y la victimización en Costa Rica .......... 88

B. Características generales de la victimización en Costa Rica ............................. 103


i. Diferencias por sexo ........................................................................................... 104
ii. Diferencias por edad .......................................................................................... 105
iii. Diferencias socio-económicas ............................................................................ 110
iv. Distribución geográfica ...................................................................................... 111

C. Modalidades específicas de violencia y despojo ................................................. 119


i. El homicidio doloso en Costa Rica................................................................... 119
ii. La violencia contra las mujeres .......................................................................... 132
iii. El crimen organizado en Costa Rica................................................................. 136

D. Una mirada a los perpetradores de la violencia .................................................. 144

Capítulo 5: La percepción de inseguridad ....................................................... 151

A. La inseguridad ciudadana como problema nacional ........................................ 152

B. ¿Temor de qué? ......................................................................................................... 155

C. La brecha entre percepción y realidad ................................................................. 163

D. Rostros del temor .................................................................................................... 167

E. Los espacios del temor ............................................................................................ 174

xiv
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Capítulo 6: Elementos de la segurabilidad en Costa Rica ................................ 178

A. La sensación de desprotección .............................................................................. 179

B. ¿Tiene bases objetivas la percepción de desprotección? .................................... 186


i. La “comunidad de policías” en Costa Rica: algunos elementos
para el diagnóstico .............................................................................................. 186
ii. La Fuerza Pública ............................................................................................... 193
iii. Otros actores del sistema penal ......................................................................... 200
iv. Las limitaciones operativas del sistema penal: el caso
de los infractores múltiples ................................................................................ 203

C. Algunas reacciones sociales .................................................................................... 206


i. La renuencia a denunciar los hechos de violencia ........................................... 206
ii. Privatización de la seguridad ............................................................................. 215
iii. La sensación de impotencia ............................................................................... 226

Conclusión: ¿Se vive con más inseguridad? ................................................................ 231

Referencias ....................................................................................................................... 233

Tercera Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 242
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 248

¿Se puede explicar la inseguridad ciudadana?

Capítulo 7: Factores asociados a la inseguridad ............................................... 263

A. La percepción de inseguridad y los espacios noticiosos de los medios de


comunicación ........................................................................................................... 263
i. Exposición de la ciudadanía a los espacios noticiosos
en los medios de comunicación: hábitos e impacto ........................................ 264
ii. Elementos discursivos más sobresalientes en las noticias de sucesos ............. 268
iii. Lecturas ciudadanas ........................................................................................... 273

B. Factores urbanísticos ............................................................................................... 276


i. Crecimiento urbano ........................................................................................... 277
ii. Segregación del espacio urbano ......................................................................... 278
iii. Escasez, restricción y deterioro de los espacios públicos ................................. 280
iv. La “Calle de la Amargura”: un caso de estudio ................................................ 282

C. Consumo de drogas lícitas e ilícitas ...................................................................... 287


i. Cifras globales .................................................................................................... 288

xv
PNUD

ii. El consumo de alcohol: una droga lícita .......................................................... 290


iii. Consumo de drogas ilícitas ................................................................................ 291
iv. El consumo en la niñez y la juventud ............................................................... 292
v. Nuevas drogas en el mercado ............................................................................ 295
vi. ¿El consumo de drogas desencadena actos violentos? ..................................... 296

D. Aspectos económicos y la inseguridad ................................................................. 298


i. Panorama de la evolución de la delictividad
y el comportamiento económico .............................................................. 301
ii. Una mirada a las relaciones ............................................................................... 305

E. Armas de fuego e inseguridad ................................................................................ 308


i. Percepción de inseguridad y tenencia de armas de fuego ................................ 308
ii. El volumen de armas de fuego en el país .......................................................... 310
iii. Importación de armas de fuego ......................................................................... 313
iv. Victimización con armas de fuego .............................................................. 315
v. Distribución espacial de los partes policiales vinculados con armas de fuego . 318

F. Una visión global de los factores y algunas reflexiones ..................................... 321

Referencias ....................................................................................................................... 333

Cuarta Parte
Historia de vida: Mauren .................................................................................................. 340
Historia de vida: Rafael ..................................................................................................... 348

¿Tiene la inseguridad ciudadana consecuencias para el desarrollo humano?

Capítulo 8: Las consecuencias individuales y colectivas


de la inseguridad ciudadana .......................................................... 356

A. La inseguridad ciudadana y el ejercicio de las libertades individuales........... 357

B. Algunos efectos de la inseguridad ciudadana sobre la salud pública.............. 365


i. Homicidios dolosos y otras causas de muerte violenta .................................... 367
ii. La magnitud de la agresión atendida en el sistema de salud ........................... 373

C. El costo económico de la inseguridad ciudadana............................................... 380


i. Los gastos directos de las familias en seguridad privada .................................. 381
ii. El gasto público en funciones de seguridad ciudadana ................................... 382
iii. Costos económicos de la violencia: magnitud e implicaciones ...................... 385

xvi
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

D. La inseguridad ciudadana y el capital social ....................................................... 390


i. Capital social en Costa Rica .............................................................................. 391
ii. Percepciones de inseguridad y capital social .................................................... 394

E. Inseguridad ciudadana, cultura democrática y estado de derecho .................. 403


i. Tolerancia a la diferencia .................................................................................... 404
ii. Estado de derecho y canalización de conflictos por vías pacíficas .................. 409
iii. La reacción del sistema jurídico y la protección de las libertades ................... 414
iv. El apoyo a las instituciones y al sistema democrático ...................................... 425

F. El impacto de la inseguridad ciudadana en la medición


del desarrollo humano: una aproximación inicial.............................................. 429

Referencias ....................................................................................................................... 441

Quinta Parte
Diez propuestas para vencer el temor

1. Vencer mitos: mejorar la comprensión de la inseguridad ciudadana ............. 454

2. Seguridad para el despliegue de libertades: políticas de seguridad desde una


perspectiva integral y democrática........................................................................ 458

3. Constituir el Observatorio de la Seguridad Ciudadana:


información oportuna y rigurosa sobre la inseguridad ciudadana ................. 462

4. Planificación local dirigida a la creación de condiciones


de seguridad ciudadana .......................................................................................... 466

5. Generar entornos urbanos seguros ....................................................................... 469

6. Más igualdad, menos conflicto: una propuesta para enfrentar la violencia


contra las mujeres .................................................................................................... 473

7. Proteger para crecer: una sociedad volcada hacia la protección de la niñez .. 478

8. Atención prioritaria a la juventud: más oportunidades, menos cárceles ....... 483

9. Vidas saludables: hábitos sanos para la recreación y la convivencia ............... 487

10. Adiós a las armas: mantener a Costa Rica libre de armas de fuego ................. 490

Anexo Estadístico ............................................................................................................ 495

Glosario ............................................................................................................................ 603

Siglas y acrónimos .......................................................................................................... 606


xvii
PNUD

Índice de cuadros
Cuadro 4.1 Evolución de los principales delitos en Costa Rica. 1985-2003. En-
tradas netas en las oficinas del Ministerio Público. Totales y tasas
por 10.000 habitantes .......................................................................... 89

Cuadro 4.2 Porcentaje de hogares que han sufrido un hecho violento durante
los últimos doce meses. 2004 ............................................................. 93

Cuadro 4.3 Porcentajes de victimización por robo. 1989-2004........................... 94

Cuadro 4.4 Niveles de victimización en Costa Rica y otros países, según tipo de
delito, cerca del año 2000 ................................................................... 95

Cuadro 4.5 Tasa de homicidios dolosos en veinticinco países. 2000-2001 ........ 97

Cuadro 4.6 Porcentaje de victimización por tipos de violencia y principales ca-


tegorías socio-demográficas. 2004 ...................................................... 103

Cuadro 4.7 Principales delitos en Costa Rica, por provincias, durante el año
2003 ....................................................................................................... 112

Cuadro 4.8 Tasas por 100.000 habitantes según modalidades seleccionadas de


violencia y despojo por cantones. 2003.............................................. 114

Cuadro 4.9 Índice de seguridad cantonal. 2003 .................................................... 116

Cuadro 4.10 Total de homicidios de mujeres y femicidios en Costa Rica. 1990-


2003 ....................................................................................................... 120

Cuadro 4.11 Tasa de homicidio doloso cantonal por cada 100.000 habitantes.
1980-2003 ............................................................................................ 124

Cuadro 4.12 Cambios en las tasas cantonales de homicidio doloso en Costa Ri-
ca. 1980-2003 ....................................................................................... 128

Cuadro 4.13 Porcentaje de mujeres que han vivido algunas formas de violencia
después de los dieciséis años ................................................................ 134

Cuadro 4.14 Modalidades de violencia emocional contra las mujeres por parte
de sus compañeros actuales.................................................................. 135

Cuadro 4.15 Casos de secuestro en Costa Rica. 2000-2003 .................................. 138

Cuadro 4.16 Robo de automóviles y motocicletas en Costa Rica. 1990-2003 ..... 139
xviii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 5.1 Principal problema del país por año (porcentaje de menciones) ..... 153

Cuadro 5.2 Índices promedio de percepción de inseguridad según variables so-


ciodemográficas por dimensiones de inseguridad ............................. 160

Cuadro 5.3 Proporción de personas que indican sentir preocupación de estar


solas durante la noche dentro o fuera de su casa, para Costa Rica y
diecisiete países desarrollados (en porcentajes) .................................. 164

Cuadro 5.4 Brecha entre victimización y percepción de inseguridad en Cos-


ta Rica, según tipos de violencia y categorías socio-demográficas.
2004 ....................................................................................................... 166

Cuadro 5.5 Clasificación de entrevistados por niveles de temor (promedios de


los índices de percepción de inseguridad) .......................................... 168

Cuadro 5.6 Perfil de los entrevistados según niveles de temor y variables socio-
demográficas ......................................................................................... 169

Cuadro 5.7 Tipo de personas que se considera que cometen más actos violentos
o delictivos ............................................................................................ 170

Cuadro 5.8 Nacionalidad de las personas que se considera que comenten más
actos violentos o delictivos en el país .................................................. 173

Cuadro 6.1 Niveles de confianza en algunas instituciones del país. 1999 y


2004 ....................................................................................................... 179

Cuadro 6.2 Opiniones varias sobre la policía / Fuerza Pública ............................ 181

Cuadro 6.3 Opinión sobre la efectividad y vocación de servicio de la policía en


varios países (en porcentaje) ................................................................ 182

Cuadro 6.4 Relación entre victimización, niveles de temor y percepción del


desempeño policial ............................................................................... 183

Cuadro 6.5 Opiniones varias sobre jueces y otras dependencias del Poder Ju-
dicial ................................................................................................ 184

Cuadro 6.6 Opiniones varias sobre el sistema penitenciario. 1999 y 2004......... 186

Cuadro 6.7 Fuerzas Policiales de Costa Rica .......................................................... 191

Cuadro 6.8 Organización regional de la Fuerza Pública ....................................... 194

Cuadro 6.9 Número de efectivos policiales por 100.000 habitantes en varios


países. 2002 ........................................................................................... 196
xix
PNUD

Cuadro 6.10 Duración promedio de los juicios fallados con sentencia en los juz-
gados penales unipersonales, según etapas del proceso por año (en
meses y semanas) ................................................................................. 201

Cuadro 6.11 Población penitenciaria primaria y reincidente en Costa Rica.


1989-2004 (en porcentaje) ................................................................. 202

Cuadro 6.12 Porcentaje de denuncia de algunos hechos de violencia .................. 207

Cuadro 6.13 Porcentaje de veces que denunció los actos violentos de los cuales
fue víctima según tipo de acto por país ............................................. 208

Cuadro 6.14 Número de casos relacionados con la violencia contra las muje-
res vistos anualmente en el Poder Judicial y en dependencias del
INAMU, según tipo de caso, por año. 1994-2003 .......................... 213

Cuadro 6.15 Descripción de algunas medidas tomadas para la seguridad de los


hogares en Costa Rica, según medida, por año. 1986, 1999 y 2004
(porcentaje de hogares) ....................................................................... 218

Cuadro 6.16 Dieciséis factores que contribuyen a la seguridad de las personas


por nivel de educación (en porcentaje) .............................................. 220

Cuadro 6.17 Número de agentes y empresas de seguridad privada registradas


ante el Ministerio de Seguridad Pública. 2001-2004 ....................... 222

Cuadro 6.18 Opiniones varias sobre los miembros de la seguridad privada ........ 225

Cuadro 6.19 Valores promedio del índice de opinión sobre el desempeño de la


policía y los jueces penales, según opinión sobre las perspectivas del
problema de la seguridad en el país.................................................... 226

Cuadro 7.1 Periódico que utiliza normalmente para informarse, por variables
sociodemográficas ................................................................................ 265

Cuadro 7.2 Canal de televisión que utiliza normalmente para informarse, por
variables sociodemográficas ................................................................ 265

Cuadro 7.3 Valoración de la seguridad en el país según la exposición a noticias


televisivas sobre delitos ........................................................................ 267

Cuadro 7.4 Medio principal por el que las personas se informan sobre los pro-
blemas del país ..................................................................................... 268

Cuadro 7.5 Temas recurrentes en las noticias de sucesos del medio escrito y el
medio televisivo ................................................................................... 271

xx
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.6 Metros cuadrados de construcción de viviendas y apartamentos, se-


gún dimensiones físicas de la construcción, por año. 1999-2004 .... 280

Cuadro 7.7 Consumo mundial de tabaco y drogas ilícitas en la población de 15


años y más. Período 2001-2003 ......................................................... 288

Cuadro 7.8 Porcentaje de población de 12 a 70 años según consumo de alcohol


alguna vez en la vida y consumo activo (en el último mes). 1990,
1995 y 2000 ......................................................................................... 290

Cuadro 7.9 Distribución porcentual de la población de 12 a 70 años, según


consumo de drogas ilícitas alguna vez en la vida y en el último año.
1990, 1995, 2000 ................................................................................ 292

Cuadro 7.10 Homicidios, robos y hurtos: casos entrados en las oficinas del Or-
ganismo de Investigación Judicial. 1980-2003 ................................. 299

Cuadro 7.11 Variables económicas. 1980-2003...................................................... 303

Cuadro 7.12 Coeficientes de correlación entre las tasas de homicidios, robos y


hurtos y las variables relacionadas con la pobreza y la desigualdad.
1987-2003 ............................................................................................ 305

Cuadro 7.13 Coeficientes de correlación entre las tasas de homicidios, robos y


hurtos y las variables relacionadas con el empleo y el subempleo.
1980-2003 ............................................................................................ 307

Cuadro 7.14 Porcentaje de personas que posee un arma (o varias), según grupos
de temor, por sexo ............................................................................... 310

Cuadro 7.15 Importaciones CIF de armas y sus partes, según la partida arance-
laria 93 del SAC. 2003 ........................................................................ 314

Cuadro 7.16 Porcentaje de homicidios dolosos cometidos con arma de fuego


durante el período 2001-2004 y número de partes policiales por
portación de armas de fuego en el 2003, en cantones de mayor y
menor incidencia de armas ................................................................. 320

Cuadro 7.17 Niveles de seguridad cantonal según promedio de infracciones a la


Ley de Armas por la portación ilegal o la activación de armas de
fuego. 2003 .......................................................................................... 321

Cuadro 7.18 Variables consideradas para estudiar los factores asociados a las ta-
sas de homicidios y de robo y hurtos a nivel cantonal. 2000 .......... 322

Cuadro 7.19 Clasificación de los cantones del país según la magnitud de la tasa
de homicidios. 2000 ............................................................................ 323
xxi
PNUD

Cuadro 7.20 Características de los cantones según la magnitud de la tasa de


homicidio doloso. 2000 ............................................................... 324

Cuadro 7.21 Clasificación de los cantones del país según la magnitud de la tasa
de robo y hurto. 2000 .................................................................. 325

Cuadro 7.22 Características de los cantones según el nivel de la tasa de robo y


hurto. 2000 .................................................................................. 326

Cuadro 7.23 Matriz de correlaciones de Pearson para las variables de estudio a


nivel cantonal para el año 2000 .................................................... 327

Cuadro 8.1 Distribución porcentual del total de muertes por edad según causa
de muerte. 2001-2004 ................................................................. 370

Cuadro 8.2 Total de egresos hospitalarios por tipo de violencia según sexo.
1997-2003 ................................................................................... 374

Cuadro 8.3 Número de egresos hospitalarios por tipo de violencia según gru-
pos de edad. 1997-2003 ............................................................... 378

Cuadro 8.4 Estimación del gasto mínimo de los hogares en seguridad. 2003-
2004 (millones de colones por año) .............................................. 381

Cuadro 8.5 Costos económicos de la violencia, en millones de colones y como


porcentaje del PIB. 2003 .............................................................. 387

Cuadro 8.6 Estudiante vs. privado de libertad: inversión pública requerida. 2004 . 389

Cuadro 8.7 Organizaciones y afiliación en Costa Rica. 1995-2002 ................. 392

Cuadro 8.8 Participación en actividades colectivas (en porcentajes)................. 393

Cuadro 8.9 Actitudes ante esfuerzos comunitarios para combatir la delincuencia . 394

Cuadro 8.10 Grupos de capital social (promedios por grupo) ........................... 401

Cuadro 8.11 Distribución porcentual de los grupos de capital social según nive-
les de temor.................................................................................. 402

Cuadro 8.12 Clasificación de la población según índices de inclinaciones extre-


mas de hecho, tendencias normativas extremas y uso de la fuerza
en situaciones privadas ................................................................. 410

Cuadro 8.13 Índices de inclinaciones extremas de hecho, tendencias normativas


extremas y uso de la fuerza en situaciones privadas, según niveles
de temor (0-100) ................................................................................. 412
xxii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 8.14 Promedios de años de pena impuesta según categoría de delito.


1990-2002 ............................................................................................ 417

Cuadro 8.15 Población penitenciaria. 1979-2003 (total y tasa por 100.000 habi-
tantes) ...................................................................................................... 418

Cuadro 8.16 Confianza en las instituciones públicas ............................................. 425

Cuadro 8.17 Relación entre dimensiones de la seguridad ciudadana y confianza


en las instituciones públicas ................................................................ 427

Cuadro 8.18 Relación entre dimensiones de la seguridad ciudadana y grado de


satisfacción con la democracia ............................................................ 428

Cuadro 8.19 Índice de desarrollo humano cantonal e índice de desarrollo huma-


no cantonal ajustado por niveles de seguridad. 2003 ....................... 432

Cuadro 8.20 Clasificación de los cantones según su posición utilizando el ID-


HC y el IDHCS, por provincia. 2003 .............................................. 434

Índice de diagramas
Diagrama 2.1 Ámbitos de la seguridad humana y la seguridad ciudadana ............ 38

Diagrama 2.2 Tipos de violencia ................................................................................ 42

Diagrama 2.3 Ámbitos de la (in)seguridad ciudadana, la delictividad y la violencia .. 43

Diagrama 3.1 Componentes de la (in)seguridad ciudadana .................................... 48

Diagrama 3.2 Ejes de clasificación de las políticas de seguridad ciudadana ........... 58

xxiii
PNUD

Índice de gráficos
Gráfico 4.1 Evolución de varias tasas de delitos en Costa Rica. 1985-2003 ...... 91

Gráfico 4.2 Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes en Costa Rica.
1970-2004 ............................................................................................ 96

Gráfico 4.3 Edad media de los miembros victimizados de los hogares, por tipo
de violencia ........................................................................................... 106

Gráfico 4.4 Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes según sexo.
1990-2004 (promedio móvil de tres años) ........................................ 119

Gráfico 4.5 Tasas de homicidio por 100.000 habitantes por grupos de edad.
1990-2004 (promedio móvil de tres años) ........................................ 121

Gráfico 4.6 Tasas de homicidio doloso para hombres por 100.000 habitantes
por grupos de edad. 1990-2004 (promedio móvil de tres años) ..... 122

Gráfico 4.7 Distribución porcentual por trienios del número de casos por ho-
micidio doloso en Costa Rica, según móvil o causa del evento.
1983-2003 ............................................................................................ 129

Gráfico 4.8 Distribución porcentual por trienios del número de casos por
homicidio doloso en Costa Rica, según método empleado. 1983-
2003 ...................................................................................................... 130

Gráfico 4.9 Distribución porcentual del número de personas fallecidas por


homicidio doloso en Costa Rica, según día de ocurrencia, 2000-
2003 ...................................................................................................... 131

Gráfico 4.10 Relación víctima-imputado en homicidios dolosos en Costa Rica


para el período 1999-2003 (porcentaje de casos) ............................. 132

Gráfico 4.11 Decomisos de droga en Costa Rica. 1989-2003............................... 142

Gráfico 4.12 Distribución porcentual del número de personas condenadas por


los tribunales penales, según tipo de delito y sexo durante el perío-
do 1998-2003 ...................................................................................... 145

Gráfico 4.13 Tasa de personas condenadas en los tribunales penales de Costa


Rica por tipo de delito y grupos de de edad. 1998-2003 ................ 146

Gráfico 4.14 Distribución porcentual del número de personas condenadas por


los tribunales penales de Costa Rica según tipo de delito y país de
procedencia. 1998-2003 ..................................................................... 147
xxiv
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 5.1 Percepciones sobre la posibilidad de experimentar hechos de vio-


lencia ..................................................................................................... 156

Gráfico 5.2 Relación entre la percepción de la inseguridad del entrevistado y la


victimización en el hogar .................................................................... 163

Gráfico 5.3 Percepción de inseguridad en el país y en el barrio donde vive ....... 174

Gráfico 6.1 Opiniones sobre la responsabilidad de la Fuerza Pública en el pro-


blema de inseguridad ciudadana en Costa Rica................................ 180

Gráfico 6.2 Gasto en seguridad como porcentaje del gasto consolidado total
del sector público y como porcentaje del PIB. 1987-2002 ............. 193

Gráfico 6.3 Evolución del número de efectivos de la Fuerza Pública y su tasa


respectiva por 100.000 habitantes, 1985-2003 ................................ 195

Gráfico 6.4 Promedio de medidas tomadas por razones de seguridad según zo-
na y nivel socioeconómico .................................................................. 219

Gráfico 6.5 Distribución porcentual de los niveles de temor según la cantidad


de medidas tomadas para su seguridad .............................................. 221

Gráfico 6.6 ¿Qué tanto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y
delincuencia en el país? (en porcentajes) ........................................... 227

Gráfico 6.7 ¿Qué tanto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y
delincuencia en el país? según nivel socioeconómico (en porcen-
tajes) ................................................................................................. 228

Gráfico 7.1 Valoración del nivel de seguridad que perciben las personas en el
barrio y en el país ................................................................................. 266

Gráfico 7.2 Distribución porcentual de la estructura noticiosa del medio escri-


to según tipo de contenido ................................................................ 269

Gráfico 7.3 Distribución porcentual de la estructura noticiosa del medio tele-


visivo según tipo de contenido ........................................................... 270

Gráfico 7.4 Comportamiento de la tasa de homicidios y porcentaje de urbani-


zación. 1980-2003 ............................................................................... 278

Gráfico 7.5 Consumo per cápita de alcohol en la población de 15 años y más en


países desarrollados, países en desarrollo y Costa Rica. 1960-2000 .. 290

Gráfico 7.6 Tasa de homicidios (víctimas de homicidio por cada 100.000 ha-
bitantes). 1980-2003 ........................................................................... 301
xxv
PNUD

Gráfico 7.7 Tasa de robos y hurtos (casos entrados al OIJ) por cada 100.000
habitantes. 1980-2003 ........................................................................ 302

Gráfico 7.8 Incidencia de la pobreza en la población y coeficiente de Gini de la


distribución del ingreso. 1987-2003 .................................................. 303

Gráfico 7.9 Tasas de desempleo abierto, subempleos visible e invisible y subu-


tilización total. 1980-2003 ................................................................. 306

Gráfico 7.10 Armas de fuego matriculadas en la Dirección General de Arma-


mento y tasa de homicidios cometidos con este tipo de armas, por
100.000 habitantes. 1990-2003 ......................................................... 311

Gráfico 7.11 Importaciones CIF de armas y municiones, según partida arance-


laria. 2000- 2004 ................................................................................. 313

Gráfico 7.12 Número de armerías y empresas u organizaciones que ofrecen ser-


vicios de seguridad al público. 2000-2005 ....................................... 315

Gráfico 7.13 Tasa por 100.000 habitantes de las víctimas de homicidio doloso,
según método empleado (arma de fuego o arma blanca). 1990-
2004 ..................................................................................................... 316

Gráfico 7.14 Personas agredidas con armas de fuego y días de estancia hospitala-
ria debido a este tipo de agresión. 1997-2003 ................................. 317

Gráfico 8.1 Índices de restricción de libertades según niveles de temor (escala


0-100) ................................................................................................... 363

Gráfico 8.2 Distribución porcentual de las defunciones, según sexo, por causas
de muerte. 2001-2004 ........................................................................ 368

Gráfico 8.3 Distribución porcentual de las defunciones por causas externas,


según sexo, por causas de muerte. 2001-2004 .................................. 369

Gráfico 8.4 Reducción porcentual de las tasas específicas de mortalidad asu-


miendo cero homicidios en hombres y mujeres. 2001-2004 .......... 371

Gráfico 8.5 Años de vida potencialmente perdidos por homicidio, según sexo.
1990-2003 ............................................................................................ 372

Gráfico 8.6 Índice de años de vida potencialmente perdidos por homicidio,


según sexo. 1990-2003 (cifras por 10.000 habitantes) .................... 372

Gráfico 8.7 Distribución porcentual de los egresos hospitalarios según sexo,


por tipo de violencia. 1997-2003....................................................... 375

Gráfico 8.8 Tasa de egresos hospitalarios por violencia, según sexo. 1997-2003
(tasa por 100.000 habitantes) ............................................................. 376

Gráfico 8.9 Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual, según sexo.
1997-2003 (tasa por cada 100.000 habitantes) ................................ 377
xxvi
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.10 Distribución porcentual de los egresos hospitalarios por tipo de


violencia, según grupo de edad. 1997-2003 ..................................... 378

Gráfico 8.11 Tasa de egresos hospitalarios por violencia, según grupos de edad.
1997-2003 (tasas por cada 100.000 habitantes)............................... 379

Gráfico 8.12 Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual, según grupos de
edad. 1997-2003 (tasas por 100.000 habitantes) ............................. 380

Gráfico 8.13 Gasto público en asuntos de orden público y seguridad, por insti-
tuciones. 2003...................................................................................... 383

Gráfico 8.14 Gasto público en asuntos de orden público y seguridad, total y per
cápita. 1987-2003 ............................................................................... 384

Gráfico 8.15 Gasto público per cápita según funciones. 2002 (en colones) ........ 385

Gráfico 8.16 Porcentaje de participación de las personas según los grupos de


temor..................................................................................................... 395

Gráfico 8.17 Niveles de confianza interpersonal según grupos de temor ............. 400

Gráfico 8.18 Índices de confianza interpersonal y asociatividad según grupos de


temor..................................................................................................... 401

Gráfico 8.19 Distribución porcentual de los grupos de tolerancia a la diversidad . 406

Gráfico 8.20 Tolerancia social según grupos de temor ........................................... 407

Gráfico 8.21 Prioridad otorgada a la libertad y a la seguridad, según grupos de


temor..................................................................................................... 414

Gráfico 8.22 Adhesión a la democracia según niveles de temor ............................ 429

Índice de mapas
Mapa 4.1 Índice de seguridad cantonal. 2003 ................................................... 118

Mapa 4.2 Tasas cantonales de homicidio doloso en Costa Rica. 1980-1984 y


1999-2003 (homicidios por 100.000 habitantes) ............................ 127

Mapa 7.1 Partes policiales bajo la categoría “Contra la Ley de Armas y Ex-
plosivos” en los que figura como motivo la portación ilegal o el
disparo de un arma de fuego. 2003.................................................... 319

Mapa 8.1 Índice de desarrollo humano cantonal (IDHC) e índice de desa-


rrollo humano corregido por seguridad (IDHCS). 2003 ................ 436

xxvii
PNUD

Índice de recuadros
Recuadro 1.1 El concepto de seguridad humana ................................................ 31
Recuadro 3.1 Las cifras de homicidio doloso en Costa Rica ............................... 59
Recuadro 3.2 ¿Cómo miden las encuestas la victimización?................................ 61
Recuadro 3.3 Fuentes de información para el INDH-2005................................ 64
Recuadro 4.1 El suicidio en Costa Rica .............................................................. 98
Recuadro 4.2 Muertes por accidentes de tránsito en Costa Rica ......................... 101
Recuadro 4.3 Seguridad ciudadana del adulto mayor ......................................... 106
Recuadro 5.1 ¿A qué temen los niños y las niñas?............................................... 158
Recuadro 5.2 La brecha entre victimización y percepción: el caso de Escazú ...... 161
Recuadro 6.1 Fuerzas Policiales de Costa Rica.................................................... 188
Recuadro 6.2 Avances recientes en el Ministerio de Seguridad Pública ............... 199
Recuadro 6.3 Obstáculos al acceso a la justicia en el cantón central de Limón.... 209
Recuadro 6.4 Protección de las mujeres ............................................................. 214
Recuadro 7.1 La interacción de la violencia y la inseguridad con la desigualdad de
género ................................................................................................ 261
Recuadro 7.2 Seguridad y transporte público en la GAM .................................. 282
Recuadro 7.3 Crónica de una experiencia que inicia en la “Calle de la Amargura”.. 286

Recuadro 7.4 La estigmatización de las bandas conformadas por jóvenes infrac-


tores en los años noventa .............................................................. 293
Recuadro 7.5 Inseguridad y juventud: presión social por el éxito temprano........ 304
Recuadro 7.6 La Ley de Armas de Costa Rica: ¿una ley permisiva? ..................... 312
Recuadro 7.7 Patrones de socialización .............................................................. 316
Recuadro 7.8 La ruta crítica de las y los jóvenes menores de 24 años .................. 328
Recuadro 8.1 Medidas de protección recomendadas a los turistas extranjeros ..... 358
Recuadro 8.2 “Mi situación nunca va a prescribir” ............................................. 366
Recuadro 8.3 Los Comités de Seguridad Comunitaria en San Carlos ................. 396
Recuadro 8.4 Estigmatizaciones en el discurso de las noticias de sucesos ............ 408
Recuadro 8.5 Linchamientos públicos en Costa Rica ......................................... 411
Recuadro 8.6 La penalización de la violencia contra las mujeres en Costa Rica:
¿una opción válida? ...................................................................... 421

xxviii
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Índice de comentarios
Desmontar el miedo. Leonardo Garnier .................................................................. 26

El temor a los otros. Manuel Rojas Bolaños ............................................................. 171

Sobre la tapia enrejada... Carlos Cortés.................................................................... 216

Un problema básicamente cultural. Marco Vinicio Fournier.................................... 256

La inseguridad mediada. Eduardo Ulibarri ............................................................. 272

Las palabras y el miedo. Tatiana Lobo .................................................................... 405

Seguridad ciudadana: ¿dónde comienza? Fernando Durán Ayanegui ....................... 437

xxix
Presentación

El concepto de desarrollo humano se ubi- permite comprender cómo incrementar las


ca en el corazón del Programa de Naciones opciones de la gente, mediante la amplia-
Unidas para el Desarrollo desde que, en ción de sus capacidades para llevar vidas
1990, bajo el liderazgo de Mahbub Ul Haq largas, sanas y creativas. Desde entonces
y Amartya Sen, Premio Nóbel de Econo- se han abordado asuntos como la partici-
mía en 1998, se sentaron las bases de la que pación (Informe de 1993), la condición
es hoy una conocida y aceptada perspec- de los sexos (Informe de 1995), el adelan-
tiva sobre las aspiraciones del desarrollo. to tecnológico y, más recientemente, las
El enfoque de desarrollo humano no solo relaciones entre democracia y desarrollo
cuestiona la que fuera, hasta hace poco, (2002). Junto con los informes globales,
una visión profundamente arraigada en el en todo el mundo se confecciona y divulga
pensamiento “desarrollista”, según la cual una plétora de reportes regionales, nacio-
el éxito o fracaso del proceso de desarro- nales y subnacionales.
llo debía medirse en términos económicos,
sino que además invita a explorar los múl- Se trata, sin embargo, de un proyecto in-
tiples obstáculos que restringen la libertad acabado e inacabable. Mucho más que un
de las personas. Bajo esta óptica, factores objetivo, representa una ruta ética, que
por lo general desatendidos, como aquellos busca contribuir a que nuestras sociedades
que se vinculan con el entorno social en el desplieguen la infinita, desconocida e im-
que se desenvuelven las personas, son ob- predecible riqueza de la voluntad humana.
jeto de un renovado interés en la extensa
literatura que se produce sobre el tema. La noción de desarrollo humano implica
una defensa comprometida y cotidiana de
A lo largo de más de una década el PNUD la libertad, de la libertad frente a la opre-
ha venido publicando informes globales sión política, pero también frente a la opre-
que tratan sobre los seres humanos. Cada sión de la miseria, la ignorancia y la falta de
año se selecciona un tema cuya exploración oportunidades económicas. No escapan a
PNUD

la mirada atenta del desarrollo humano las drenaje de recursos que, en comunidades
repercusiones que sobre la libertad de las más seguras, se destinarían a usos social-
personas tienen el temor a la violencia y a mente productivos.
la inseguridad ciudadana, asunto que mo-
tiva, en buena parte, nuestra convocatoria La seguridad ciudadana ha devenido en
en esta ocasión particular. preocupación central para los y las costa-
rricenses. El origen de la extendida sen-
Ya en 1994 el PNUD había llamado la sación de inseguridad en el país tiene dos
atención sobre la trascendencia de la se- grandes vertientes: la primera es resultado
guridad en el ámbito de la generación de de la percepción, que se forma por la in-
oportunidades para las personas. En aque- teracción entre las noticias de la prensa, la
lla época, el intento por establecer la rela- imagen de las calles y los espacios públi-
ción entre seguridad y desarrollo humano cos de la comunidad donde se habita, las
se forjó a la luz de las nuevas necesidades narraciones de familiares y conocidos y, en
que imponía la finalización de la guerra general, de todo tipo de información que
fría. Hoy se nos plantea el reto de acer- pueda afectar el ánimo de las personas; la
carnos más a la vida y las necesidades co- segunda se origina en los hechos que efecti-
tidianas de la gente. Esta es una tarea por vamente constituyen delitos y que revelan,
hacer; es la tarea que el PNUD-Costa Rica en no pocas ocasiones, la insuficiencia de
se propuso impulsar a lo largo del 2004 y los mecanismos del Estado para tutelar el
el 2005. ejercicio de los derechos fundamentales de
la población.
Los problemas de (in)seguridad ciudadana
son percibidos por la población como fac- Las personas terminan modificando sus
tores determinantes en el deterioro de su conductas: se escoge vivir en un condo-
calidad de vida. Cuando, en ejercicio de minio, en vez de zonas abiertas; se coloca
su labor de informar, los medios de comu- alambre navaja en lo que antes fueron jar-
nicación traen la noticia de un accidente dines abiertos; en el tiempo libre, se lleva a
con armas de fuego en una escuela, o de la las niñas y los niños a un centro comercial,
muerte de una mujer a manos de su com- en lugar de la vieja costumbre de caminar
pañero, no es posible dejar de experimen- por las avenidas, visitar los parques o dis-
tar una sensación de vulnerabilidad ante la frutar los espacios públicos. Todo esto lle-
violencia y la irracionalidad. ga a ser un problema muy complejo, con
un gran potencial para alimentar discursos
El miedo a ser víctima de una agresión trae demagógicos, prestos a abogar por pseudo-
consecuencias muy graves para el desarro- soluciones represivas y xenófobas.
llo, pues lesiona el ejercicio de derechos
esenciales como la libertad de tránsito, la Sin embargo, lo anterior no debe invocar-
libertad de trabajar, de realizar actos de se como excusa para no abordar de frente
comercio, de reunirse con cualquiera en el problema, tal como lo está exigiendo la
cualquier lugar, sin temer por la seguridad población de Costa Rica. Es por eso que el
personal. Erosiona el tejido social e inclu- PNUD promovió una profunda discusión
so la tolerancia hacia los demás, sin la cual nacional para asumir el desafío de crear co-
una vida cívica robusta es imposible. El munidades más seguras.
costo público y privado de la inseguridad
puede representar, asimismo, un verda- El Informe Nacional de Desarrollo Humano:
dero gravamen económico y un inmenso “Venciendo el temor: inseguridad ciudadana
2
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

y desarrollo humano” es el resultado de esa multisectorial y multidisciplinario, para


discusión, que fue complementada con la discusión de políticas públicas en Cos-
una amplia investigación sobre los alcan- ta Rica, cuyas actividades propiciaron este
ces y dimensiones de la inseguridad en el debate nacional sobre la seguridad ciuda-
país, así como sobre las alternativas viables dana y las opciones para fortalecerla con
y oportunas a las que se puede recurrir para estricto apego a los derechos humanos. La
enfrentarla. Red Nacional de Desarrollo Humano ha
complementado y trascendido la elabora-
Este es el primero de una serie de reportes ción del informe y ha facilitado la identifi-
bienales que la sede del PNUD en Costa cación de las políticas públicas y soluciones
Rica producirá en el país. Al igual que en para resolver los retos del país en torno a la
las demás naciones donde el PNUD lle- inseguridad ciudadana.
va adelante este esfuerzo, se ha adoptado
un abordaje multidisciplinario, riguroso y Al momento de publicar este informe,
sintético, centrado en un tema o conjun- nos satisface comprobar que ambos obje-
to de temas prioritarios para el desarrollo tivos han sido alcanzados. El INDH ofrece
humano del país, animado por una inten- una mirada novedosa y científica sobre la
ción propositiva y sustentado en un proce- (in)seguridad en Costa Rica, construida a
so participativo de discusión, que además partir de un proceso independiente, parti-
garantiza la independencia editorial de sus cipativo y transparente, gracias al cual han
redactores y redactoras. nacido iniciativas de la más diversa índole,
orientadas a eliminar el temor en el país.
Un elemento consustancial a esta iniciati- Confiamos en la posibilidad de sustituir el
va fue la formación de la Red Nacional de temor por libertad. Las soluciones están a
Desarrollo Humano, un foro permanente, nuestro alcance.

José Manuel Hermida


Representante Residente
PNUD Costa Rica
Diciembre de 2005

3
Introducción

La posibilidad de abordar la (in)seguridad normativos e institucionales a las prio-


ciudadana desde una perspectiva coherente ridades de las personas, se debe prestar
con los postulados del desarrollo huma- atención a lo que revelan diversas encues-
no se mostró viable en 1994, cuando por tas de opinión realizadas en el país en los
primera vez el PNUD publicó un informe últimos años: la (in)seguridad ciudadana
orientado a explorar los fundamentos y va- se ha convertido en una de las mayores
lidez del discurso oficial sobre la seguridad, preocupaciones de la población.
en un esfuerzo inédito dirigido a redimen-
sionar el concepto. Sin embargo, las con- Las páginas de este informe han sido ela-
notaciones autoritarias y antidemocráticas boradas para estudiar la inseguridad ciu-
asociadas al tema continúan provocando, dadana desde la perspectiva del desarrollo
en la actualidad, reservas en cuanto a la humano. En este proceso se dio particu-
pertinencia de abordarlo. lar importancia a la aspiración de captar
y describir la forma en que la población
La investigación emprendida por el Equipo vive y reacciona ante el temor. Con la in-
Coordinador del INDH 2005 se asienta en dagación empírica que aquí se presenta se
la firme convicción de que esa resistencia es busca ofrecer a la sociedad costarricense
un error. La razón más poderosa para llevar un cristal a través del cual pueda acercar-
adelante esta indagación es precisamente la se a sus miedos y valorar la precisión de
necesidad de situar con firmeza el concepto su mirada. En el camino, ha sido necesa-
de seguridad ciudadana bajo la perspectiva rio romper con creencias profundamente
del desarrollo humano. arraigadas, cuya falsedad se espera que no
pase desapercibida.
En segundo lugar, si se pretende ser co-
herente con una de las premisas básicas Tres proposiciones sirvieron como hilo
del enfoque de desarrollo humano, que conductor del Informe Nacional de Desa-
es el imperativo de moldear los arreglos rrollo Humano 2005, a saber:
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

1. La inseguridad ciudadana no es cau- Reconocidas personalidades del país brin-


sada por un solo factor, sino por la daron comentarios y opiniones sobre diver-
convergencia de muchos, convergen- sos aspectos de la (in)seguridad ciudadana.
cia frecuentemente relacionada con Sus reflexiones fueron incluidas como re-
situaciones de intensa vulnerabilidad cuadros, que se presentan a lo largo de to-
humana y social. do el informe con la finalidad de ampliar,
ilustrar o complementar diferentes aborda-
2. La inseguridad ciudadana es un obs- jes posibles en torno a los temas tratados en
táculo para el desarrollo humano por el documento principal.
cuanto limita las posibilidades indi-
viduales para concebir y concretar un También en forma de recuadros se inclu-
proyecto de vida, y erosiona la coope- ye una serie de aportes que recogen la voz
ración social y la vida cívica necesarias de la ciudadanía, según fue transmitida en
para tal efecto. entrevistas y grupos focales, así como en
el trabajo realizado en cinco cantones a
3. Es posible construir una sociedad más los que se acercaron las y los investigado-
segura si se atienden las formas de vul- res del informe para comprender mejor las
nerabilidad social en que proliferan la manifestaciones de (in)seguridad en la vida
violencia y el despojo, y se fortalecen cotidiana de las personas. En otros casos se
los mecanismos colectivos de protec- exploran asuntos que permiten poner en
ción y la capacidad de las personas pa- contexto los fenómenos analizados, como
ra activarlos. sucede con los recuadros sobre accidentes
de tránsito y suicidios, temas que no fueron
Para sustentar estas tres proposiciones, el objeto de estudio para esta publicación pero
informe ofrece evidencia cualitativa y cuan- que, contrario a lo que piensa la población,
titativa: historias de vida, criterios de espe- muestran un comportamiento que amerita
cialistas, opiniones ciudadanas, informa- convertirlos en objeto de futuras investiga-
ción de registros oficiales y de encuestas. ciones: ambos exceden el número de homi-
cidios dolosos que ocurren en el país.
¿Cómo está organizado el INDH
2005? En la Primera parte se presenta el marco
conceptual que sirve como punto de parti-
El informe está organizado en cinco par- da de la investigación: ¿Es posible estudiar
tes. Las primeras cuatro inician con sendos la (in)seguridad ciudadana desde el enfo-
fragmentos de las historias de vida que ilus- que de desarrollo humano? La respuesta
tran la (in)seguridad ciudadana desde la que se ofrece es afirmativa. Aquí se discu-
perspectiva de dos personas concretas: un ten las relaciones entre desarrollo humano
perpetrador de la violencia y una víctima e (in)seguridad ciudadana y se toman en
de ésta. El primer relato es el de “Mauren”, cuenta otras visiones comprometidas con
una mujer de mediana edad, sobreviviente la construcción de un discurso sobre la se-
de violencia doméstica; el segundo es el de guridad basado en el ser humano. Se pre-
“Rafael”, un hombre joven que, como se sentan también, uno a uno, los conceptos
verá, también acumuló múltiples experien- normativos y las definiciones que sustentan
cias como víctima de la violencia. Ambas las tres proposiciones antes mencionadas.
historias llegan a su fin en la cuarta parte, y
algunos de sus rasgos más sobresalientes se En la Segunda parte se hace un balance de
retoman en la quinta y última parte. la situación de la seguridad ciudadana en
5
PNUD

Costa Rica, examinando detalladamente concebir y concretar un proyecto de vida


el estado actual y la evolución reciente de (ámbito individual), además de su impac-
cada uno de los tres componentes del con- to en la cooperación social y la vida cívica
cepto de (in)seguridad ciudadana escogido (ámbito social).
para este trabajo: victimización, percepción
de riesgo y segurabilidad. Los hallazgos obtenidos permiten identi-
ficar algunos retos que encara el país en
Bajo la dimensión de la victimización se materia de seguridad ciudadana, a partir
estudian los aspectos objetivos del proble- de los cuales pueden plantearse diver-
ma, a partir de la evidencia que ofrecen sas estrategias para afrontar el problema.
registros y encuestas realizadas en el país. Sin aspirar a ser exhaustivos, pero apro-
Además se analizan distintas modalidades vechando el diálogo nacional establecido
de violencia, así como su distribución es- a través del INDH 2005, en la quinta
pacial. Seguidamente el informe se ocupa y última parte se propone un plan para
de los aspectos subjetivos: la percepción de enfrentar la inseguridad ciudadana. Bajo
inseguridad entre la población -que alcanza el título “Diez propuestas para vencer el
niveles insospechados- y la segurabilidad, temor”, el informe sugiere ejes y conteni-
entendida como la capacidad de las perso- dos para que Costa Rica afirme el rumbo
nas para prevenir las amenazas y contender hacia el desarrollo humano, eliminando
con ellas. Todo ello sirve como insumo pa- los obstáculos que impone la inseguridad
ra responder a la pregunta ¿Se vive ahora para que cada miembro de esta sociedad,
con más (in)seguridad? independientemente de su edad, sexo o
nacionalidad, cuente con la posibilidad
La Tercera parte valora la pertinencia de real de concebir, escoger y concretar un
factores comúnmente asociados por la lite- proyecto de vida.
ratura con el acaecimiento de la violencia y
el despojo. La pregunta ¿Se puede explicar ¿Cuál ha sido el proceso seguido para
la inseguridad ciudadana? sirve como mar- la elaboración del informe?
co orientador para el examen de una serie
de fenómenos que, en conjunto, intervie- En concordancia con los postulados del
nen y afectan de manera compleja la se- enfoque de desarrollo humano, este infor-
guridad de las personas en Costa Rica. Se me ha sido elaborado en el marco de un
analizan en este apartado los vínculos entre amplio proceso de reflexión y discusión
la inseguridad ciudadana y los mensajes en el que participaron más de quinientas
transmitidos en los espacios noticiosos de personas. Desde la selección del tema hasta
los medios de comunicación, la vida urba- la elaboración de las recomendaciones que
na, las dinámicas económicas, el consumo se presentan en la Quinta parte, el Equi-
de drogas lícitas e ilícitas y las armas de fue- po Coordinador se ha beneficiado de los
go que circulan en el país. conocimientos y opiniones de destacadas
personalidades, de especialistas en segu-
El enfoque aquí utilizado obliga, además, ridad ciudadana y en otras áreas de rele-
a plantear otra pregunta: ¿Tiene la inse- vancia para el tema, de representantes de
guridad ciudadana consecuencias para el organizaciones de la sociedad civil y de la
desarrollo humano? Las respuestas, pre- ciudadanía no organizada.
sentadas en la Cuarta parte, se centran en
la incidencia de la inseguridad ciudadana A grandes rasgos, el proceso se organizó en
sobre las posibilidades individuales para seis grandes etapas, a saber:
6
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

1. Arranque. cuyo cargo estuvo la preparación de más


2. Marco conceptual y definición de la de una veintena de textos especializados.
metodología de investigación.
3. Investigación. Etapa de investigación
4. Sistematización de insumos y redac-
ción. El INDH 2005 fue construido a partir de
5. Consolidación de la red. los resultados de la Encuesta Nacional de
6. Validación de resultados, divulgación Seguridad (ENSCR-2004), doce grupos
de insumos y campaña. focales, dieciséis investigaciones temáticas,
cinco investigaciones cantonales y dos his-
Etapa de arranque torias de vida.

Durante los primeros pasos del proceso se Cabe indicar que tanto los resultados de la
contó con el acompañamiento del Comi- ENSCR-04 como los de los grupos focales
té Asesor del proyecto “Informe Nacional fueron aprovechados para la elaboración de
de Desarrollo Humano/Red Nacional de las investigaciones temáticas y cantonales.
Desarrollo Humano”, el cual se involucró Sin embargo, estas no necesariamente se li-
en la selección del tema para el informe y mitaron a utilizar los insumos mencionados,
se constituyó como núcleo fundador de la sino que además echaron mano de diversas
Red Nacional de Desarrollo Humano. Más fuentes de información y sus propias técni-
adelante aportó valiosas recomendaciones cas de indagación. Al menos seis documen-
y consejos sobre el marco conceptual de tos se realizaron con base en los hallazgos
este trabajo y la forma de abordar el tema de grupos focales independientes, mientras
escogido, así como sobre el establecimiento que para dos de las investigaciones cantona-
y las características que tendría la red. les se aplicaron encuestas propias, diseñadas
para estudiar fenómenos específicos.
Marco conceptual y definición de la
metodología de investigación A lo largo de la etapa de investigación se
llevaron a cabo seis seminarios-taller para
Por medio de jornadas de reflexión, talle- la discusión de las propuestas preliminares,
res y seminarios de discusión con especia- los resultados de la encuesta y de los grupos
listas en seguridad ciudadana, se pusieron focales, así como para la validación final de
a prueba todos los insumos que sirvieron los insumos y los productos iniciales del
como base para la elaboración de este do- proceso de investigación.
cumento. El planteamiento conceptual
que animó el proceso de investigación fue Otro material usado en el INDH 2005
presentado y enriquecido en febrero de son las historias de vida. Estas fueron ela-
2004, durante el seminario-taller “Ven- boradas en un momento posterior, en for-
ciendo el temor: (in)seguridad ciudadana ma paralela a la sistematización final de
y desarrollo humano en Costa Rica”, en los resultados de la investigación. También
el que participaron miembros del Comi- fue necesario comisionar dos documentos
té Asesor, personas expertas en el tema y temáticos adicionales: uno sobre el consu-
representantes de organizaciones socia- mo de drogas lícitas e ilícitas y otro sobre
les. La propuesta se sometió a discusión las dinámicas de urbanización en el país;
por última vez al constituirse el Equipo en ambos casos los aportes estuvieron di-
Técnico del informe, integrado por die- rigidos a explorar los vínculos entre esos
cinueve investigadores e investigadoras a fenómenos y la (in)seguridad ciudadana.
7
PNUD

Sistematización de insumos y redac- ción del informe como la conducción del


ción debate nacional sobre el tema darían cabi-
da a los aportes de los 81 municipios del
Inicialmente, la sistematización de los in- país. Cinco de ellos -San Carlos, San José,
sumos del informe discurrió paralelamente Escazú, Montes de Oca y Limón- se inte-
a la etapa de investigación; no obstante, el graron de manera activa y permanente en
segundo de estos procesos siguió en marcha un esfuerzo de investigación-acción. Los
aún después de finalizado el primero. En- cantones de Aguirre y Belén se sumaron
tre los meses de enero y de julio de 2005, posteriormente, en tanto que los restantes
el Equipo Coordinador continuó con el fueron invitados a participar, en momentos
esfuerzo de sistematización por medio de clave del proceso, en discusiones sobre los
reuniones periódicas, en ocasiones con una contenidos del informe y las propuestas de
participación extendida a especialistas e in- seguimiento.
formantes clave. La redacción del informe,
en su totalidad, estuvo a cargo del Equipo A la fecha, además de la culminación del
Coordinador. Los borradores fueron distri- informe, es posible afirmar que la confor-
buidos entre sus miembros y discutidos in- mación de la Red Nacional de Desarrollo
ternamente antes de ser sometidos al escru- Humano ha propiciado la concreción de
tinio de cuatro referees que acompañaron un esfuerzo que involucraa los 81 cantones
todo el proceso: un asesor en el tema de se- en la creación de entornos seguros para to-
guridad, una asesora en materia de género, das y todos los habitantes del país. A partir
un asesor en el ámbito criminológico y de de marzo de 2004 se puso en marcha el
juventud y un asesor estadístico. Gracias proyecto “Entornos seguros: creación de
a sus reacciones y comentarios, cada una condiciones de seguridad en el ámbito
de las partes que integran el informe fue municipal”. Esta iniciativa ha aprovecha-
enriquecida y finalizada. do los insumos de la fase de investigación
del informe en el desarrollo de experien-
Consolidación de la red cias piloto, cuyas bondades se han tradu-
cido en un instrumento de formación que
Desde sus cimientos, el proyecto “Informe combina el saber nacional con las expe-
Nacional de Desarrollo Humano/Red Na- riencias de otros países de América Latina.
cional de Desarrollo Humano” estuvo diri- Ese instrumento será aplicado por primera
gido a concretar dos productos: un informe vez en marzo de 2006, en las actividades
de alta calidad sobre un tema prioritario pa- de capacitación que el IFAM ofrece a los
ra el desarrollo humano de Costa Rica -en gobiernos locales.
este caso la (in)seguridad ciudadana- y una
red de discusión y acción, con cobertura na- Validación de resultados, divulga-
cional, orientada a participar en el diálogo ción y campaña
sobre la (in)seguridad y en la identificación
y puesta en marcha de soluciones. Los resultados que se exponen en el INDH
2005 fueron sometidos a un escrutinio ri-
Para definir las características de la red se guroso y sostenido. Así, a lo largo del pro-
consideraron experiencias previas realizadas ceso es posible identificar varios momentos
en el país, en la constitución y el funcio- de validación: 1) del documento concep-
namiento de redes. Fue así como desde los tual, 2) de la propuesta metodológica, 3)
inicios del proyecto se tomó una decisión de los borradores del informe y 4) de las
que tiñó todo el proceso: tanto la elabora- recomendaciones.
8
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

*** buido exclusivamente a las decisiones


tomadas por el Equipo Coordinador.
Como en todo proceso de investiga-
ción, fue necesario tomar decisiones. Por más de veinte meses el Equipo se
Para ello, contamos con el consejo y el benefició del liderazgo de Kevin Casas
apoyo invaluable de muchas personas: Zamora, quien durante ese lapso actuó
los referees, el Comité Asesor, el Equipo como coordinador del proyecto. A partir
Técnico y la ciudadanía, que se expre- de agosto de 2005 el Dr. Casas asumió
só a través de las actividades de la Red nuevos retos que le impidieron llegar
Nacional de Desarrollo Humano. A to- hasta la etapa final de este proceso. Sin
dos ellos y ellas queremos manifestarles embargo, deseamos expresarle nuestra
nuestro agradecimiento y dejar en claro sincera gratitud y reconocer su aporte y
que todo error u omisión ha de ser atri- compromiso con el INDH/RNDH.

Equipo Coordinador
INDH 2005/ RNDH
Diciembre de 2005

9
Fotografía: Marcela Alarcón
PRIMERA PARTE
¿Es posible estudiar la seguridad ciudadana
desde el desarrollo humano?
Historia de vida

Mauren
Yo soy de un lugar llamado Los Ángeles de todo el mundo le decía Inés: Inés para aquí,
Hojancha, ahí por Nicoya. Mi vida de niña Inés para allá... Él era de por ahí de Los
fue de mucha pobreza. Mi papá toda la Ángeles. Siempre escuché que tenía algo de
vida trabajó en el campo, casi nunca traba- indio, porque era pequeñito, de pelito muy
jó “ganando el salario”, como dicen. Toda lacio, muy moreno, y todo el mundo decía
la vida sembró arroz, maíz, frijoles, yuca. que traía sangre india. Él nos daba permiso
de que sembráramos todo lo que quisiéra-
Trabajé con mi papá la mayoría del tiempo mos para la casa. En la finca tenía ganado
hasta que tenía catorce años. Me fascinaba; y nos decía a nosotros, si ustedes quieren
ahí andaba yo con mi papá chapeando con leche, vayan y agarren el ternero, ordeñan
machete, sembrando maíz, aporreando y hacen cuajadas y hacen queso, toman le-
frijoles, tapiscando maíz... Todo lo que se che. A veces mi abuelita decía, chiquillos,
llama agricultura. agarren los terneros; mañana ordeñamos y
les doy leche.
Me encanta el campo; la casa no me gusta
para nada... Había que ir al río a traer el Somos doce hermanos: seis mujeres y seis
agua y no me gustaba la cocina. Todavía varones. Yo soy la mayor; mi mamá tuvo
ahora no me gusta para nada; si me meto trece hijos, porque después de mí nació
es para hacer cosas muy ricas y tener todo otro varón que murió como de un año...
a mano, pero para hacer sancocho, no me Creo que también tuvo dos pérdidas. Des-
gusta la cocina. pués vino toda la otra cosecha. A todos mis
hermanos mamá los tuvo en la casa, sola,
Mi abuelo, el papá de mi papá, tenía una sin partera. A veces quien le iba a cortar
finca grande, como de setenta hectáreas, no el cordón a los chiquitos era la abuelita,
sé exactamente de cuánto, pero muy gran- la mamá de mi papá. Otras veces llegaba
de. No recuerdo cómo se llamaba él pero la abuelita diciendo: voy a ir a traer una

12
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

medicina casera para que apure el parto, ponía a lavar trastes y hacer los quehaceres
pero ya el chiquito había nacido y estaba de la casa. Yo me quedaba pasmada al ver
en la cama... Y yo le decía a mi abuela: que así, en un instante, se había mejorado
cómo, abuelita, que usted va a ir, si ya el y al bebé recién nacido en la cama.
chiquito esta ahí, ya yo lo fui a traer allá
al monte... Mis abuelos vivían como a quinientas varas
de donde nosotros, y mamá me decía, vaya
Porque mamá paría en el monte, en los llame a su abuela; dígale que venga... Y ya
guindos. Ella se apartaba, se ponía como iba yo en carrera y me decía ella, ¿por qué?
furiosa y, a veces, cuando los partos eran ¿Ya están los dolores? Y yo le decía, no sé,
de día, más furiosa se ponía, porque como yo creo que ya el bebé está ahí en la cama,
había tantos chiquillos, entonces ella me porque ya no le veo panza. El hospital más
decía, Mauren, cuide a esos mocosos... Yo cerca era el de Nicoya. Para llegar en bus te-
le preguntaba a dónde iba, y me decía: voy nía que viajar más de una hora y mi mamá,
a ir por ahí. cuando decía que se iba a mejorar, ¡era que
se iba a mejorar!
Al hermano menor de los varones, que es
el que más ha trabajado y ha ahorrado y Muchos años después, cuando vivíamos en
tiene más platilla, yo lo molesto a veces y Cañas y mi hijo menor iba a nacer, mamá
le digo: oh, bandido chiquillo más pinche, me llegó a partiar: yo te vengo a atender
mejor hubiera dejado que se lo comieran el parto, porque en qué momento te vas a
los perros... Porque en la casa siempre ha- ir a Liberia, mejor quédate aquí, vas a pa-
bía perros. Ese chiquillo nació como a las sar una vergüenza ahí... ¡Solo usted sabe!,
tres de la tarde; entonces daba la trifulca le decía yo; a mí, me pase lo que me pase,
de que teníamos que hacer almuerzo, y ya pero yo no me quedo con usted, yo me voy
yo estaba grandecilla y tenía que ver qué le a mejorar no sé si en la ambulancia, pero
sancochaba a los chiquillos. Y en medio de con usted no me quedo... Y ella toda bra-
ese enredo a mí me extrañaba que mamá va: “¡Ah, haragana! ¿Para qué? Es un ratito,
hacía como una maleta de ropa y se iba. Yo uno lo pasa y no hay necesidad de ir al hos-
me preguntaba, qué se traerá mami entre pital...” Y a pesar de que yo sabía que ella
manos. A dos hermanos tuve que irlos a había tenido todos los hijos en la casa, no
traer al monte, y ella me llamaba y yo venía me quedé. La verdad nunca confié en mi
y traía el chiquito envuelto. Llegaba y me mamá para esto y, a veces, cuando nosotros
le quedaba viendo y decía: ¡Dios mío, este le decíamos algo, ella decía: ¿por qué no se
chiquito de dónde nació! Y ella solo me pe- tienen un hijo y me lo regalan? Es que eso
día que llevara el chiquito para la casa. no es nada... Y nosotros, ¡ay, mamá! Solo
usted sabe que no es nada...
En mi mente cabía que tenía que ser el bebé
de mi mamá, porque ya no le veía panza, Mi mamá es de la reserva indígena de Ma-
pero en ese tiempo a uno no le despertaba tambú, como a media hora a pie de Los
nada, y con ese cuento de que la cigüeña lo Ángeles. Ella me contaba que tenía un
trajo, yo me decía, la cigüeña lo trajo, pero papá muy quitadito a la manutención de
yo ya no le veo la panza a mi mamá. Me la casa: sí le gustaba hacer familia, pero no
traía al chiquito y lo acostaba en la cama, y le gustaba mantener. Entonces la que es-
ella venía atrás, como esas vaquillas detrás taba pendiente de buscar era mi abuelita.
de uno, y llegaba a la casa y de una vez se Recuerdo que llegaban mis tías a donde mi

13
mamá, y como mi papá sembraba, le de- yo veía a ese muchacho, pero las ilusiones
cían mis tías, muy parecidas a mí en edad: eran mías, no de él. Después él se dio cuen-
dice mami que si tenés elotes que le con- ta de que a mí me gustaba, pero fue en el
sigás una docena. Y mi mamá me decía, tiempo que yo me vine a San José y empecé
vaya, Mauren, con las chiquillas, y les apea a trabajar.
una docena de elotes... Y con los elotes ya
ellas hacían las chorreadas o cocinaban el Tuve muy poco tiempo para jugar, pero
maíz. A diario llegaban las muchachas. cuando jugaba les decía a mis primas que
quería casarme y tener tres hijos. Desde
El mío fue un hogar sano. Aunque en ese pequeñita anhelaba casarme, y era aquel
tiempo papá tomaba con los hermanos de sueño con un vestido blanco. Yo oía que
él, pienso que gracias a Dios tenemos una las mujeres se casaban con vestido blanco
familia muy sana. Mi papá nunca fumó, y yo decía que con una cola bien larga me
solo le gustaba el traguillo, y la mayoría de iba a casar, y cuado me casé eso fue lo que
mis hermanos se echaban sus traguillos o único que pedí: la cola bien larga. Eso es lo
sus cervecitas de vez en cuando, pero así único en que recuerdo que me hayan com-
como decir que tengo un hermano alcohó- placido.
lico, no... A veces me considero más alco-
hólica yo, porque a veces voy a traerme una A veces mi papá se iba a las zonas bananeras
cervecilla para tenerla ahí en la refri. A ve- a trabajar; se puede decir que nosotros nos
ces me dice la chiquilla menor mía, mami criamos con mi abuelita. Él se venía por
qué calor hay, ¿por qué no me trae una temporadas para ver si llevaba plata. Yo me
cervecilla en una jarra con buen hielo...? quedaba con mi abuelito y mi papá traía
Porque viene uno asoleado de la trabajada un poquito de plata, pero mi abuelo siem-
que se dio. pre le decía a mi papá: no, definitivamente
usted ya no puede ir a buscar trabajo; usted
En la familia hubo muchas necesidades está lleno de hijos, y la que está sufrien-
porque pasábamos solo con lo que se sem- do es esta mujer con tantos hijos, pienso
braba en el campo. La escuela estaba como que usted ya no se puede ir más de aquí...
a media hora caminando de donde vivía- Y le dice mi papá, sí, yo creo que sí, que ya
mos; al principio iba con mis primos y des- yo tengo que parar de ir a buscar ingresos
pués con mis hermanos, pero la verdad es allá... Voy tener que dedicarme a trabajar
que cuando iba a la escuela, si no me falta- en lo que se pueda aquí, a criar maíz y a mis
ba una cosa me faltaba la otra. A veces una hijos, porque ya no puedo andar en eso.
veía cómo no ir a la escuela… ¿Con qué?,
no tengo zapatos, no tengo uniforme, no Mis abuelos habían tenido muchos hijos,
tengo lápices. Había que ir a la escuela con pero no sé por qué motivo no se habían
aquella hambre, con aquella necesidad... matrimoniado. Y cuando estaban ya mayo-
Y ya decía uno: vamos a irnos al palo de res, cuando ya habían tenido toda la cose-
mango, a los palos de jocote, a aquella cer- cha, opinaron casarse. Después de casados
ca... Y se le olvidaba la escuela. Yo calculo tuvieron una pareja; entonces la mayoría
que si llegué a segundo grado fue mucho. de los hijos no eran hijos legítimos.
En la escuela había un chico que a mí me
llamaba la atención. Yo le decía a mi mamá Mi abuelito tuvo un accidente, cayó de
que me dejara ir a misa en Hojancha como un toro, el animal lo pateó y él murió de
un pretexto; me encantaba ir a misa porque un día para otro sin dejar nada arreglado.

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Simplemente le había dicho a todos los los otros como que los despreciaban; pero
muchachos, eso es suyo y esa es su parte; como necesitaban el trabajo, ellos se hacían
hagan su sitio ahí. Cuando él murió, así, de fuertes al corte del bambú.
un pronto a otro, la pareja estaba pequeñi-
ta, entonces se vinieron los pleitos y pro- En el Valle no trabajé mucho tiempo por-
blemas; no tenían nada en serio, no quedó que perdía uno la comunicación con la
nada con un abogado, y quedaron ellos a la familia. Todavía ahora a mis hermanos se
intemperie. La mayoría de los hijos tuvie- les hace fácil comunicarse conmigo, se co-
ron que dejar la finca y buscar vida donde munican al trabajo, al celular de mi hija,
Dios les ayudara. a la casa en la noche. Pero yo con ellos no
me puedo comunicar, solo que les diga que
En la finca siempre había qué hacer porque suban a tal hora a tal lado con el celular
yo trabajaba con mi papá, pero entonces ya a donde les entra la llamada, porque hay
uno buscaba la plata. Yo siempre busqué la un cerro, donde hay unos tanques de agua,
plata para tratar de ayudarlos, casi todo el que en cualquier momento que usted esté
tiempo he dado la plata que me gano a la ahí le entra la llamada, pero si está en otro
casa. Cuando trabajaba en el Valle manda- punto solo mensaje de texto entra.
ba la plata; después, cuando trabajé en San
José, también. Me volví del Valle porque a mi mamá le
hacían llegar muchos cuentos de que yo
Me fui al Valle de la Estrella como de andaba en bailes. Yo le decía a mami, aquí
quince años; ahí trabajé en varias plantas estoy bien, no traigo panza, porque a ella le
empacadoras de banano con permiso del hacían saber que yo solo diabluras. Enton-
Patronato. Esa primera vez que trabajé en ces mi mamá sufría y a mí me llegaban los
el Valle viví con varia gente; estuve don- rumores de que ella estaba sufriendo. Yo
de unos que vivían metidos en la montaña les digo a mis hijas que la madre tiene que
y se me hacía muy difícil trasladarme a la estar encima, porque llega una etapa en la
empacadora. Entonces me fui donde una que uno no piensa mucho, pero le doy gra-
tía que me dio hospedaje y vivía en Fin- cias a Dios de que en mi adolescencia fui
ca Nueve, y de ahí me trasladaba a la Dos, muy tranquila. Algunas muchachas viven
que era donde estaba la empacadora y me como en una locura; mis hijas, gracias a
quedaba cerca. Dios, siento que su adolescencia ya la pasa-
ron. Mi hija María ha sido más rebelde, no
Después mis hermanos también se vinie- ha sido una muchacha de bailes, pero se va
ron para el Valle, porque aquí había más con las amigas a tomarse unas cervezas. A
fuentes de trabajo para los muchachos. veces yo le digo, está bien, puede traer a sus
Allá en el Valle los que más llegaban eran amigas, y si es que se avergüenzan de mí,
guanacastecos. A los que ponían a cortar yo me encierro en mi casa... Pienso que es
bambú eran salvadoreños. Había muchos mejor que hagan los ridículos en la casa y
en ese tiempo; dicen que ahora hay pocos, no en la calle.
que ahora solo guanacastecos. A los salva-
doreños los llevaban como en una carreta, Del Valle regresé a Guanacaste por poco
y en esa carreta los dispersaban por donde tiempo; ya había hecho platita. Mi mamá
estaba el bambú. Era muy duro cortar esas es muy fanática de moler y hacer tortillas, y
matas y a los guanacastecos no los ponían a si le hacía falta la máquina de moler maíz,
cortar, yo creo que por ser del país, pero a yo iba a Hojancha y le traía la máquina, y

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ya quedaba ella feliz porque yo le traía la tía de mi misma edad (como mi hija Ma-
máquina de moler maíz, le traía unos cuan- ría, que tiene una tía menor que ella), y
tos platos, unos cuantos vasos. Mi papá era entonces me saluda, cómo está. Y le digo,
el marido de la casa para sembrar, pero ese ay tía, vieras, tengo como un mes de es-
señor no se acordaba de que hacían falta tar trabajando para una familia, pero hay
trastes, yo iba y compraba y él me decía: mucho trabajo, el trabajo no me importa,
“Ay, muchacha, ya fuiste a comprar esas co- pero la verdad que no me tratan bien, no
sas; si esas cosas no hacen falta”. Dice usted me dejan comer ni en la mesa de la cocina.
que no hacen falta, pero sí hacen falta, le Y esa tía trabajaba con unos israelitas, y me
contestaba yo. dice ¡cómo! Mauren usted no puede seguir
trabajando ahí, deme su teléfono de don-
Yo le decía a mi mamá que ella necesitaba de trabaja, yo le consigo otro, porque creo
plata, y por eso, como a los dieciséis o die- que una amiga de mi patrona necesita una
cisiete años, me vine a trabajar a San José. empleada. Y yo le decía, no tía, a mí me
Siempre trabajé en casas. El primer empleo fusilan si usted me llama al trabajo, y me
me lo consiguió una prima que también dijo, ay no, cómo puede ser, déme su nú-
trabajaba como empleada. mero, y yo le decía, no, mejor nos vemos
aquí en el restaurante y hablamos, pero no
Empecé a trabajar en Rohrmoser de Pa- quiero que usted me busque problemas en
vas, cerca de un restaurante que se llama el trabajo, y me dijo, no, yo la llamo. Y
El Chicote. Era una familia con muchos claro, yo con aquel susto sabiendo que me
muchachos, mucha trabajada. Lavaba y iba a buscar un problema.
planchaba para cuatro muchachos y para el
señor y la señora. La señora era un ogro, ni Entonces me llama y me dice, Mauren ya
en la mesa de la cocina podía comer. Llo- le tengo el empleo. Para peores había dos
raba día y noche con ese trabajo. La seño- teléfonos en la casa, y entonces atiende mi
ra me decía, vaya, coma con el perro en el patrón en la sala, y mi tía empezó a decir,
cuarto de pilas, y yo le decía, ¿por qué no es que usted no puede aguantar que esos
puedo?, y me decía, no puede, y yo decía, viejos la traten así, y el señor escuchó pero
bueno..., por necesidad... no me dijo nada. Eso fue al medio día, y
me dijo mi tía: yo te voy a recoger con el
Limpiaba tres veces al día, se me llegaba la nuevo patrón en la tarde. Le dije a la señora
una de la mañana planchando y eran las que me iba, y ella me dijo pero ¿por qué?
cinco de la mañana y tenía que estar en Bueno, me dice, yo necesito registrarle la
pie viendo cómo le ayudaba a la señora. maleta, porque no sé quién es usted, y le
A veces me daba salidillas, y si yo no en- dije, señora, ahí está mi equipaje, vaya y lo
traba antes de las seis de la tarde, ya no revisa. Pues me revisó todo, ya se vino sa-
entraba. Tenía que llegar antes de la seis, tisfecha, y a lo último se volvió buena gen-
si no la señora no me abría la puerta. Un te y me dice, ¿te llamo un taxi? y le digo,
día me dicen unas amigas, vamos a bailar no, muchas gracias, por ahí está el nuevo
un rato ahí por Tres Ríos. Eran empleadas patrón esperándome. Y yo que salgo al ga-
de las amigas de la señora, y entonces me raje y estaba al frente de la casa, yo me ha-
invitaban y me decían, vamos temprano cía chiquitita viendo al nuevo patrón con
porque usted se tiene que ir temprano. Y mi tía ahí, y me metí al carro del patrón
da la casualidad de que veníamos en el bus asustada de todo lo que había sucedido, y
de Pavas y me encuentro a una tía, a una me llevaron a la casa.

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Y nada más llegando a la casa me dicen, A mí me fascinaba ese patrón porque a


Mauren, usted no empieza a trabajar hoy, veces mi papá me llamaba y el patrón me
tome las llaves para que entre, si tiene gus- decía, Mauren es su papá y yo le contesta-
to de irse a pasear para donde usted le dé ba, sí señor, es mi papá, y me decía, dígale
la gana; usted empieza a trabajar hasta ma- que le dé el número de teléfono donde está
ñana, y les digo, no, yo no tengo dónde para llamarlo, y yo le decía, pero él está en
ir, mejor me quedo aquí en la casa, y me Guanacaste y esa llamada sale cara, y me
ubicaron en el cuarto. decía, no importa, nosotros la pagamos.
Y yo podía hablar media hora. Una vez,
Esos patrones a mí nunca se me olvidan. La donde la otra familia, la primera, me abusé
familia tenía tres hijos, pero muy excelen- con una llamada y fueron hasta el ICE para
tes patrones. La señora me decía, cuando averiguar, y me regañaron y yo les dije, sí,
usted limpia arriba no toque nada abajo, y yo me abusé, si a usted le parece lo baja de
cuando limpia abajo no toque nada arriba, mi salario. En cambio el otro no, y cuando
llévesela suave, tranquila... Y si yo quería me enfermaba de regla duraba un día en
salir todas las tardes, yo podía, o todos lo cama -parecía que estaba embarazada, una
fines de semana... Para mí, esos patrones vomitadera, era terrible-, la señora hacía el
fueron como unos papás. oficio, me atendía, no me dejaba ni que me
levantara de la cama.
Ellos no comían arroz ni frijoles, solo un
pan con una panza que hacían ellos, y a Como tres años estuve con ellos. Y cuando
esa panza le metían berenjena; no sabía tan empecé mi noviazgo y les conté que tenía
mal. Solo así he comido la berenjena en mi novio, ellos me decían, si quiere lo trae
vida, como esa pasta que hacía la señora aquí a la casa, que venga a visitarla aquí, o
(por cierto lo hacían mucho en las fiestas). incluso después me decían, Mauren, cuan-
A mí me vivían regañando porque tuvieron do ustedes se casen se vienen a vivir con
que aprender a comprarme arroz, frijoles nosotros, y yo les decía, ¿pero cómo se les
y leche, y yo decía, no me compren leche ocurre?
si no quieren, pero yo no puedo vivir sin
arroz ni frijoles, esa es mi comida... Continúa en la Segunda Parte.

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Historia de vida

Rafael
Siempre soñé con tener un papá excelen- mantener una relación sentimental: uno
te, esa ha sido una fantasía mía de toda la ve a una mujer nada más para el sexo, y
vida. Cuando yo veía a otros carajillos -tal punto. Eso me ha perjudicado mucho en
vez en el Parque de la Paz o en La Sabana- mi vida... Permitir que una dama me grite
jugando bola con el papá o con la mamá, o me diga algo, eso me provoca mucha có-
a veces me quedaba viendo y decía ¡puta! lera, tal vez me recuerda a mi mamá.
¿Por qué yo no tuve derecho a tener a al-
guien que en realidad se preocupara por Desde pequeño supe dónde vivía mi papá,
mí de corazón? Porque las pocas personas pero nunca me dio por ir a verlo, hasta esa
que se me acercaban no podían acercarse vez cuando tenía como catorce años, que
mucho por el asunto institucional, porque sentí como un anhelo. Me había escapado
es prohibido encariñarse con las personas... del Luis Felipe con dos hermanillos -mis
Y saber que uno no, que eran mis amigos hermanillos de la calle-, y teníamos como
los que siempre andábamos, como dicen, día y medio de andar por esos montes,
haciendo maldades. con hambre. Entonces se me ocurrió pasar
donde él a pedirle plata. Yo iba con ilusión
Siempre soñé con llegar a tener un papá, porque pensé que me iba a ayudar, que me
siempre soñaba con eso. No tanto una iba a apoyar.
mamá pero sí un papá, porque hacia la par-
te femenina tengo como una desconfianza, Cuando llegamos a la casa, él no estaba.
me ha sido difícil mantener una relación Me abrió la puerta una muchacha como
sentimental, me ha costado... En lo sexual de quince años, con un vestido escarcha-
todo es normal, pero en la parte sentimental do, y me dijo: ¡Ah, usted es mi hermano!
me es difícil distinguir qué es verdad o qué Me dio un beso en la mejilla y dijo que
es mentira; pienso que nada más me están habían oído hablar de mí. Después salió
utilizando... Por lo mismo me ha costado otra hermana y nos dieron de comer, pero

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

sobre todo esa hija fue muy especial. A mis pero más bien fue una persona que la mal-
hermanillos también los trató con esmero, trató, la humilló mucho. Cuando él se dio
como personas. cuenta que estaba embarazada de mí, le
pegó una paliza para que me abortara, de
A los días volví para conocer a mi papá y eso me di cuenta más grandecillo.
me topé a un idiota, un tipo machista, pre-
potente, para el que ser hombre es tener Mi mamá trabajaba en casas; trabajó mu-
hijos por todos lados. Él fue comandante cho en casas pero descuidó mucho el seno
de la policía. Por parte de él son más de familiar... Hasta donde sé, ella se crió en
veinte, pero todos mis hermanos lo adoran. Guanacaste. Se le murió la mamá cuando
También me di cuenta de que la muchacha era pequeñita, como diez, once años....
que nos recibió la primera vez era una de Eran gente de campo. El papá de ella era
las hijas favoritas de él. Cuando supo que ingeniero, y cuando murió la mamá, él
yo era de la calle, mi papá dijo que jamás se la trajo para San José. Así fue como mi
un hijo suyo podía ser así... Yo pienso que mamá se crió en una buena familia, en un
también era responsabilidad de él velar nivel social alto... Tengo un tío abogado y
porque yo fuera un hombre de bien, no también hay ingenieros, pero ella no sabe
solo de mi mamá, pero él se lo achacó todo leer ni escribir. Parece que cuando se vino
a mi mamá y dijo que ella era pura mierda. para San José, se encariñó con la señora de
Después me dijo que no sabía si de verdad la casa y no le interesó estudiar. Además ya
yo era hijo suyo, y a los otros hijos les dijo estaba muy grande. Después ella tomó la
que no se juntaran conmigo porque yo era decisión de irse y tuvo una, dos, tres hijas...
un bicho raro y podía meterlos en drogas. A mi hermana mayor mamá la tuvo muy
Me hizo echado de la casa, me trató como joven, como de catorce o quince años.
una basura.
Como hasta los seis o siete años vivimos en
A los días volví a ver a la muchacha, a la hija un rancho en Barrio Cuba. Ahí el agua pa-
favorita de él. Donde me veía, ella siempre saba en medio de la casa, nos alumbrába-
me saludaba. Yo estaba drogado y con tra- mos con candelas... Yo era muy apegado a
gos y entonces se me ocurrió desquitarme mi mamá, la quería mucho. Mamá llegaba
de ese viejo hijueputa, y fue cuando pen- siempre muy tarde, como a las ocho o nue-
sé en abusarla sexualmente y ojalá dejarla ve de la noche. A nosotros nos cuidaban
embarazada para que él tuviera algo de qué mis hermanas. Éramos muy pobres pero
hablar, pero después me dije: n´hombre, aun así había un poco de unión.
ella es tan buena gente; ella es un persona
muy especial conmigo... De todos los hijos Cuando tenía como seis o siete años, ya mi
de ese señor, ella fue la más especial. Y pen- hermana mayor andaba metida en drogas,
sar en eso más bien me ayudó a sacarme esa sobre todo en cemento. Ella se había casa-
idea de la cabeza. do muy joven, como de dieciséis años, pero
el chavalo le pegaba, la maltrataba. A veces
En casa soy el número siete; para arriba llegaba a la casa toda golpeada. Se metió en
son todas mujeres. El papá de mis herma- drogas muy joven y tuvo a mis dos sobrinas
nas mayores se mató en un accidente, pero y se las dejó a mi mamá. De mis hermanas
mamá sí vivió con él. La hermana que me ninguna es estudiada, las educaron para te-
sigue también es de mi papá. Tal vez mamá ner hijos y punto. Ser una buena madre es
se ilusionó, pensó que él le iba a ayudar, tener hijos y mantenerlos, pero nunca las

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incitaron: “¡Estudien, supérense...!” Eso es tanto de la situación: qué necesitaba uno;
algo muy lejano. No existen metas a largo no había tiempo como para hacerle un
plazo. Así que lo que hicieron más gran- cariño, un beso o preguntar cómo estás,
des fue juntarse, irse con otros chavalos, cómo te ha ido. Ella era solo trabajo y mi
ya obstinadas de tanto problema. responsabilidad era cuidar a mis herma-
nos y hacer los quehaceres de la casa.
En la casa éramos demasiados y mamá ya
no tenía tiempo para ver al chiquito mi- Una madre que trabaja todo el día tiene
mado. Y como yo era tan guindado, me que llegar en la noche a ver a sus hijos
decía que no la molestara: ¡Quítese, por agotada; de feria tiene que servir como
favor! ¡Puta, estoy cansada! Entonces mi mujer en la cama, tiene que ser madre.
mamá ya era una persona más agresiva; Todo eso es estresante, no queda espacio
no dormía, llegaba cansada de trabajar y para que cumpla su rol de madre. A veces
además tenía que ver por mis dos sobri- yo deseaba que no llegara la noche para
nas bebés. no ver a mi mamá y que me golpeara y
me gritara, deseaba que no llegara el vier-
Después mi mamá se enamoró de mi pa- nes para no ver a mi padrastro tomado
drastro, y él empezó a llegar por la casa. pegándole a mi mamá, y tal vez al día
Con él tuvo primero un hijo y después siguiente verla cuando se levantaba toda
otro, pero no vivían juntos. Me acuerdo moreteada.
que tuvo varias pérdidas en la casa. Cada
vez que la veía embarazada yo arrugaba Cuando empecé a ver que mi mamá se in-
la cara porque sabía que como era el va- clinaba más por los hijos de mi padrastro,
roncillo, a mí me tocaba, tenía que ver que ella los andaba enseñando como gran
la casa. cosa -que son hijos de mi padrastro, que
la familia de mi padrastro-, yo empecé a
Cuando mi padrastro llegaba tomado y comportarme diferente, a agarrarle odio a
mi mamá no estaba, se aprovechaba para mi mamá. Ella los prefería a ellos más que
pegarnos. También intentaba manosear a a mí, y yo empecé a pensar de otra mane-
mis hermanas y yo tenía que cuidarlas. En ra sexualmente, yo ya estaba más despier-
las noches yo no dormía porque el mae se to que los otros y empecé a desconfiar de
levantaba, y yo estaba así como alerta, y mi mamá.
cuando mis hermanas se iban a bañar me
pedían que les cuidara la puerta. Nos de- Ahí fue cuando yo empecé a buscar cari-
cía que nosotros éramos unos muertos de ño, amor...
hambre y siempre había un favoritismo
con los hijos de él... Esta es la hora que A Barrio Cuba llegaba un tío mío que era
nunca nos hemos hablado porque yo le abogado, supuestamente a ayudarnos. Era
agarré odio. una persona que al principio se mostró muy
bueno conmigo; él llegaba y le daba plata
A mi mamá casi nunca la veía, y cuando a mi mamá, le ayudaba... A él le deposi-
la veía era gritándome, o cuando mi pa- té toda mi confianza, porque mi mamá
drastro le pegaba y la maltrataba. Ahí fue nunca me escuchaba, nunca se sentó a ha-
donde yo empecé a irme para la calle por blar conmigo: era solo obligaciones: que
lo mismo, porque mi mamá nunca esta- se debe aquí, que se debe allá, que hay
ba, ella siempre trabajaba, nunca estaba al que pagar esto, lo otro, que la comida,

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

que no hay comida, que tantos chiqui- a agarrarles miedo a los hombres adultos.
tos... Y aguantarse a mi padrastro tomado Hasta ahora, ya grande, pude usar pantalo-
los viernes y los sábados, cuando le pega- neta, porque él me tocaba mucho las pier-
ba. Entonces tal vez recurrí a ese señor nas y me mordía las piernas. Entonces me
como un medio de protección, y empecé daba miedo que me vieran; me quedó en la
a guindármele como a un padre. cabeza que si me veían en pantaloneta tal
vez se iban a dar cuenta.
Cuando él llegaba yo salía corriendo a reci-
birlo. Y él aprovechó eso para abusar, para Eso pasó desde que yo tenía siete hasta los
seguir abusando cuantas veces fuera nece- diez años. A veces mi mamá me preguntaba
sario. Me daba besos en la boca, así, con si él me había hecho algo, y yo siempre le
lengua, y me decía que era una manera de decía que no, porque no quería que ella se
darme cariño como un padre. Y las veces diera cuenta para que no se burlara. ¿Qué
que quería llegaba y se aprovechaba de mí. le iba a decir yo a mi mamá, si ella se iba
Y como él decía que esa era una manera a trabajar en la pura madrugada y llegaba
de demostrarle el amor de un padre a un tarde en la noche? Y más bien cuando lle-
hijo, además de sentirme flagelado, tenía gaba eran solo gritos y broncas, y casi todos
que darle gracias por lo que hacía. los días me pegaba, y ¿por qué hizo masa
el arroz? Tenía una responsabilidad muy
Él llegaba en el carro cada quince días o grande que eran mis hermanos. ¿Cómo iba
así, cuando no estaba mi mamá, y me de- a contarle algo de eso? Jamás de los jama-
cía que le fuéramos a traer un diario. Y yo ses. Tal vez ella más o menos se dio cuenta,
no quería ir -porque yo no quería ir-, pero pero yo nunca le dije nada.
como nosotros éramos tan pobres entonces
yo iba, y él se aprovechaba de la situación. Llegaba ese infeliz un sábado y le pregunta-
Entonces me llevaba ahí donde me tenía ba a mi mamá si podía llevarme, y entonces
que llevar y hacía conmigo lo que qui- le daba plata y uno veía todo eso y sabía
siera, y me decía que era una manera de que la otra persona se aprovechaba de la si-
demostrarme cariño, lo bueno que había tuación. ¿Cómo podía uno llegar a sentirse
sido conmigo: “Vea cómo yo le ayudo a su como ser humano? Y todo el tiempo esas
mamá; si usted dice algo, entonces yo le broncas y esos problemas...
dejo de ayudar a ella...”
En las noches en que mi mamá peleaba
A mí me provocaba ira, cólera, que él hi- con mi padrastro, ella le decía que lo iba
ciera esas cosas. Yo no dormía mucho en la a dejar y yo le pedía a Diosito que fuera
noche, sudaba de los nervios. Cada vez que cierto, que se fuera y que nunca más re-
llegaba y hacía lo que hacía, en la noche gresara. O como éramos tantos en la casa,
yo no podía llorar porque ¿a quién iba a a veces llegaba mi tío y le decía que me iba
decirle yo? Entonces me metía en la cobija a llevar para donde él para que me que-
y me ponía a llorar ahí por dentro, para dara allá durmiendo, pero lo menos que
que no se dieran cuenta mis hermanos, y me quedaba era en la casa, sino que me
como vivíamos en una casa chiquitica, cos- llevaba donde un mae y con otro chavalo
taba mucho que hubiera privacidad para hacían cosas que no tenían que hacer. Era
cualquier cosa. Cada vez que mi tío llegaba como para salir corriendo y nunca más re-
y hacía esas cosas, yo pasaba dos, tres días gresar a la casa, olvidarse de todo, de todo
en que no dormía bien. Entonces empecé el mundo...

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Después, cuando uno se da cuenta de que culpo, tal vez por su ignorancia, porque era
uno está siendo utilizado, empieza a culpar- una persona que no tenía estudio de nada,
la a ella porque me descuidó, porque no se no sabe leer ni escribir. Ahora la compren-
preocupó por mí, me dejó a un lado. A ella do un poco, pero no puedo decir que le
no le interesó que a mí me pasaran esas co- tengo amor.
sas, entonces ahí se fue rompiendo ese lazo
de amor; yo empecé a comportarme muy Empecé a volverme muy agresivo, muy vio-
agresivo. Esta es la hora en que no sé lo que lento. Era una manera de reaccionar. Yo me
es darle ni un beso a ella, no me nace... obstinaba porque cada vez que estaba en
la casa era para cuidar carajillos, para estar
Estas son cosas que ahora puedo expresar, viendo y cuidando hermanos, aguantando
pero conozco a muchas personas que nun- un padrastro violento, aguantando que mi
ca lo van a decir porque sienten un odio mamá fuera agresiva con nosotros... Fue-
muy interno, porque le robaron a usted su ron cosas que me marcaron mucho.
infancia, su juventud... A veces me pongo
a pensar que yo dejé de ser niño desde que Como a los a los siete u ocho años ya era
me pasó lo que me pasó con ese tío. Ahí muy rebelde. Ahí en el barrio conocí a dos
dejé la inocencia en todo el sentido de la chavalillos que tenían problemas igual que
palabra, porque supe lo que fue sentir el yo. La primera vez que me escapé tenía
odio y supe lo que fue sentirme utilizado como nueve años. Me escapé con esos ami-
y callar. guillos del barrio. Actualmente están en La
Reforma. Entonces nos íbamos a dormir
Mi mamá tenía una amiga con la que se al cafetal; también me fui a vivir por un
cuidaban y se ayudaban una a la otra. Yo tiempo con una vecina, pero también tenía
iba con los hijos más grandes de ella al hijos problemáticos... Por cierto hay dos de
Mercado de Mayoreo, a recoger verduras, a ellos a los que quiero mucho, los veo como
pedir... No había malicia de nada. En más hermanos de crianza. Llegué al extremo de
de una ocasión yo me iba de la casa por que ya ni llegaba a dormir a esa casa, me
eso. En parte, culpaba a mi mamá porque iba a andar en la calle y dormía ahí.
ella nunca sacó tiempo para sentarse a ha-
blar conmigo, nunca sacó ni un ratito para Ahora, a estas alturas de la vida, puedo ex-
nada. Ella se preocupó de criarnos como presar un poquito de eso, pero en ese mo-
criar gallinas o chanchos; trabajaba duro, mento actuaba por instinto, no sentía tan-
pero nunca hubo para decir algo, para un to el odio porque era un niño. Pero cuando
besito de buenas noches, no, ella siempre empecé a adquirir conciencia fue cuando
llegaba cansada de trabajar. Como yo es- todo eso se me acumuló y empecé ya a ac-
taba entre los grandes, tenía que tenerle tuar con violencia, con odio.
todo listo... Ella llegaba, comía, pregunta-
ba: ¿qué, y eso es todo?, revisaba a los chi- Aún así soñaba con llegar a ser un hombre
quitillos, pero por uno nunca se preocupó, de bien y estudiar, se lo decía a mi mamá:
nunca pensó... cuando sea grande le voy a comprar una
casa... Cuando sea grande yo le voy a ayu-
Ella era una mujer sola y con diez en la dar... Pero ella tomó su decisión: se juntó
cola... Eso no es fácil. Antes le tenía mucho con mi padrastro por necesidad, porque él
odio, mucho rencor. Ahora tengo resenti- la ayudaba, porque era muy pobre y éra-
miento, claro que sí, aunque a veces no la mos muchos.

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Mi padrastro era horquetero en una finca A veces me daban de comer y a veces no...
en Desamparados, donde le daban casa. Hablaba pestes de mi mamá, me decía co-
Entonces él le ofreció a mi mamá que se sas de ella que eran mentiras, y cuando mi
fuera a vivir allá y ella me dejó abandonado mamá llegaba no me decía nada, se escon-
como un año donde la vecina, la amiga de día o le decía que no estaba. Al fin y al cabo,
ella, y no llegó más. me di cuenta de que más bien se aprovechó
de mi mamá, porque ella le mandaba plata
Ahí la señora se aprovechó de la situación para que se ayudara conmigo.
y me mandaba con los hijos de ella a pedir
pan, ropa y todo. Ella me explotó bastante. Continúa en la Segunda Parte.

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PAGINA 24 BLANCA
¿Es posible estudiar la seguridad ciudadana
desde el desarrollo humano?

El debate sobre la seguridad ciudadana ha sido, en general, una provincia olvidada por las
discusiones contemporáneas sobre el desarrollo humano, y aun por el notable esfuerzo ac-
tual orientado a replantear el concepto de seguridad. A través del tiempo, los proponentes
de visiones equitativas y democráticas de desarrollo han evitado referirse a temas de seguri-
dad, los cuales han estado afectados siempre por connotaciones autoritarias.

Este informe parte del supuesto de que esta indiferencia es un error. Son precisamente las
inclinaciones autoritarias, que aparecen con frecuencia en las discusiones sobre la seguri-
dad ciudadana, las que señalan la urgencia de su consideración desde un punto de partida
democrático, comprometido con los derechos humanos y con el ejercicio de las libertades
de las personas. Las próximas páginas son, por ello, un intento por precisar el concepto
de seguridad ciudadana, situarlo como parte fundamental del debate sobre el desarrollo
humano y explicitar algunos presupuestos, conceptos y limitaciones para su adecuada in-
vestigación. Como fuente de temor y mutilación de libertades, la inseguridad ciudadana
es un obstáculo para el desarrollo humano. Como resultado de extendidos fenómenos de
violencia, es el lugar en el que se vierten múltiples formas de vulnerabilidad y limitaciones
para el desarrollo humano con las cuales conviven grandes sectores de nuestra población.
Empecemos, pues, por determinar cuáles son los conceptos primordiales que proveen un
marco teórico y una referencia normativa a este informe.
Desmontar el miedo
Leonardo Garnier *

Tener miedo. Miedo de los extraños. Y de los no tan extraños. Miedo de perder lo que
tenemos, de que nos lo quiten. Miedo. Tener miedo de que nos ofendan. De que nos hu-
millen. Miedo de salir... o de no poder salir. Miedo de que se metan a la casa cuando no
estamos. O cuando estamos. Miedo de estar afuera. Miedo de estar adentro. Tener miedo
de que nos asalten. De que, al asaltarnos, nos hagan daño. Miedo de que nos golpeen.
Miedo de que nos violen. Miedo de que nos maten. Miedo. Miedo de lo que nos pueden
hacer. De que nos lo vuelvan a hacer. Miedo de la amenaza. Miedo de que no nos crean.
De que les crean...

Eso nos hace la inseguridad: nos atemoriza -y con razón-. No es imaginario el aumento en
la violencia, en los robos, en los secuestros, en los tachonazos, en las violaciones. Es real y
se publicita más, se conoce más, se comenta más. Nos asustamos, entonces, por cualquier
cosa: porque alguien se acerca al carro si llevamos la ventana abierta; porque la hija está
sola en casa y no contesta el teléfono; o porque salió y es tarde y aún no regresa. Tampoco
es imaginaria esa violencia de puertas adentro, tantas veces mortal y siempre terrorífica:
¿qué más angustiante que dormir con el miedo al lado? Este año, en menos de seis meses,
veinte mujeres han sido asesinadas entre nosotros por quienes -es un decir- decían que-
rerlas. ¿Y las que no mueren pero viven con miedo al golpe, al grito, a la agresión? Nos
sentimos inseguros, vulnerables, como sabiendo que en cualquier momento podemos ser
una víctima más y... sin saber muy bien qué hacer para detener esta espiral de inseguridad,
miedo y violencia.

Entonces reaccionamos y buscamos protegernos de las dos formas más obvias e inmediatas
que nos vienen a la mente: castigando a los violentos -cárcel, palo, muerte- y haciéndoles
más difícil el trabajo -rejas, alambres, alarmas, guardas-... En dos palabras: represión y pro-
tección -disuasión- para frenar la violencia por miedo al castigo o, al menos, para hacer que
se metan a otra casa, se roben otro carro, ataquen otro blanco más vulnerable. Son salidas
probablemente indispensables pero... ¿suficientes?

Las causas de la violencia, de la amenaza, de la agresión y del despojo son muchas y di-
versas. Algunas vienen con nosotros; otras, las construimos como sin darnos cuenta... o
sin que nos importe; como si no supiéramos que, una vez acomodada entre nosotros, la
violencia es mucho más difícil de ahuyentar: se nutre a sí misma, se retroalimenta con el
miedo, se perpetúa y crece. Contra ella solo cabe un enfoque igualmente comprehensivo.
Necesitamos muchas cosas, empezando, por supuesto, por un aparato policial y judicial
eficaz, severo cuando corresponda, oportuno, transparente y justo que ponga coto a la
impunidad. También hace falta capacidad -individual, comunitaria y pública- para pro-
tegernos y disuadir a los violentos. Pero eso no basta. Si de verdad queremos volver a ser
una sociedad más segura, sin miedo, que pueda confiar en el otro, tenemos que hacer más,
mucho más.

26
Tenemos que ir erradicando, una por una, todas las causas erradicables de la violencia.
Reducir la pobreza, sí, pero sobre todo, revertir la desigualdad y frenar sus manifestaciones
ofensivas, porque son éticamente inaceptables y porque sabemos que generan resentimien-
to y violencia. Dotar a nuestros jóvenes de espacios y oportunidades para el estudio, para
el ocio y para el trabajo que los alejen de la desesperanza y el vacío y la tentación. Enfren-
tar el hacinamiento urbano, intolerable en sí mismo, que aumenta el estrés y revienta en
exabruptos de violencia doméstica o pública. Recuperar para la gente los espacios públi-
cos - parques, plazas, aceras- y no permitir que se conviertan en terreno de nadie donde
cualquier cosa puede ocurrir impunemente. Generar trabajos decentes... y no esos falsos
empleos con los que rellenamos las estadísticas, aunque sepamos que se trata de gente que
apenas subsiste camaroneando o vendiendo algún chunche por las calles, jóvenes o viejos
dependientes de la caridad -o lástima- ajena, lo que vulnera su autoestima y abre las puertas
a conductas que, si no justificables, son, al menos, entendibles.

En fin, tenemos que enfrentar las crecientes formas de exclusión que han ido minando
el “nosotros”, diluyendo nuestra identidad común, desdibujando y segmentando los de-
rechos, fomentando el extrañamiento, el menosprecio, el desprecio al otro... y el resenti-
miento del otro. Es obvio que ninguna de estas transformaciones, por sí misma, reduciría
rápidamente la violencia y la inseguridad que, hoy, nos tienen atemorizados. Siempre hará
falta la policía y la justicia penal. Pero es igualmente obvio que, sin estas medidas, no habrá
policía, no habrá cárcel, no habrá alarmas ni rejas ni tapias ni armas suficientes para que
podamos vivir tranquilos, seguros, sin miedo. ¿No es hora ya de ir desmontando el mie-
do... o vamos a dejar que nos consuma?

* Economista, catedrático de la Universidad de Costa Rica, ex-Ministro de Planificación, consultor internacional.


27
Capítulo 1
Puntos de partida: desarrollo humano,
seguridad humana, derechos humanos

Como todos los informes del PNUD, el y la generalizada utilización del Índice de
presente tiene como presupuesto el para- Desarrollo Humano (IDH), la visión del
digma del desarrollo humano, un poderoso desarrollo propuesta por el PNUD se ha
referente teórico y normativo cuyas impli- convertido en mucho más que una nove-
caciones para el análisis de diversos temas dad. Ha demostrado, más bien, su riqueza
apenas comienzan a ser exploradas. Tal es para analizar múltiples problemas concre-
el caso de la seguridad ciudadana. Su estu- tos de la realidad de las comunidades hu-
dio desde la óptica del desarrollo humano manas. Sin ser rígido, este punto de partida
exige, inicialmente, precisar los contornos conceptual demanda, no obstante, una ele-
de este paradigma y su relación con otros mental precisión analítica, que es frecuen-
conceptos centrales en el debate contem- temente olvidada al calor de su extendida
poráneo sobre el desarrollo: seguridad hu- adopción como parte del vocabulario polí-
mana y derechos humanos. tico y normativo de nuestra época. Todos y
todas, particularmente en Costa Rica, nos
A. El paradigma del desarrollo hu- declaramos a favor del desarrollo humano.
mano Pero, ¿qué significa esto?

Desde 1990, a través de sus informes mun- En uno de sus trabajos más lúcidos, Amar-
diales, regionales y nacionales, el PNUD tya Sen, Premio Nobel de Economía en
ha instalado en el debate teórico y políti- 1998, y una de las mayores influencias in-
co internacional el concepto del desarrollo telectuales sobre el concepto de desarrollo
humano: una nueva forma de concebir los humano, advertía que “el desarrollo precisa
problemas del desarrollo y de evaluar los de la remoción de grandes fuentes de ausencia
esfuerzos de las sociedades para elevar sus de libertad: la pobreza tanto como la tira-
niveles de bienestar. Como lo atestigua la nía; las oportunidades económicas limitadas
extraordinaria difusión de estos informes tanto como la marginación social sistemática;
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

el deterioro de las facilidades públicas tanto y por parte de un ente externo, sino en un
como la intolerancia o la intromisión de esta- proceso construido por y desde las personas
dos represivos”.1 En efecto, lo que provee de y las comunidades, que deben ser protago-
originalidad y potencia ética al concepto nistas de la expansión de su propia libertad.
de desarrollo humano es su insistencia en Por ello, el desarrollo humano no se ago-
entenderlo como un proceso de expansión de ta en la simple implantación de políticas
las libertades efectivamente disfrutadas por públicas dirigidas a aumentar el bienestar
las personas. Esto marca una ostensible rup- de las personas -por importantes que tales
tura con las visiones tradicionales, fuerte- políticas puedan ser-, sino que también
mente orientadas al logro del crecimiento implica procedimientos que hagan posible
económico y al análisis de sus efectos sobre a las personas participar en la definición
los agregados sociales, antes que sobre las de las mismas y, en general, de su entorno
personas concretas. social. Si el desarrollo humano, para serlo,
debe traducirse en beneficios a ser disfru-
Frente a estas visiones, el concepto de desa- tados por individuos concretos, también
rrollo humano plantea el carácter estricta- debe ser labrado socialmente, a través de la
mente instrumental del crecimiento econó- acción colectiva. No sorprende, pues, que
mico y lo concibe como un medio para el una de sus preocupaciones más caras sea la
logro de objetivos de mayor trascendencia. de prevenir notorias desigualdades econó-
Si bien es imprescindible para el desarrollo, micas, que allí donde existen provocan la
el crecimiento debe ser administrado de proliferación de las fracturas sociales y el
manera que se traduzca en el mejoramiento deterioro de la fibra comunitaria y cívica
de las capacidades de las personas para ser que requieren las personas para ejercer y
y hacer aquello que consideran valioso. De expandir sus capacidades.
muy poco sirve el crecimiento económico
si no abre, para cada ser humano, mayores Otro de los padres del concepto, Mahbub ul
posibilidades de disfrutar de una vida lar- Haq, resumía así las proposiciones centrales
ga, saludable y plena. del paradigma del desarrollo humano2:

Al colocar, como fin último del desarrollo • El desarrollo debe colocar a la gente en


el crecimiento de las capacidades huma- el centro de sus preocupaciones.
nas, esta visión ubica en el centro de la • Su propósito es la expansión de las op-
acción social el principio ético propuesto ciones humanas y no solo del ingreso
por Emmanuel Kant: considerar a los seres económico.
humanos como fines en sí mismos, y no • El paradigma del desarrollo huma-
como instrumentos para el logro de un fin no se preocupa, por una parte, por la
ulterior. La defensa del valor intrínseco del construcción de capacidades humanas
ser humano se correlaciona con el énfasis (mediante la inversión en las personas)
en la intransferible responsabilidad de cada y, por otra, por el uso pleno de esas ca-
persona por su propio destino. Así, el de- pacidades (por medio de un entorno
sarrollo humano no consiste en la entrega favorable al crecimiento económico y
de capacidades a las personas, desde arriba la creación de empleo).

1
Sen (1999), p.3. A lo largo de todo el informe, las traducciones de citas directas de fuentes en otros idiomas han sido
realizadas por los redactores.
2
Haq (2003), p.19.
29
PNUD

• El desarrollo humano posee cuatro pila- reconsideración de las acepciones de segu-


res esenciales: igualdad, sostenibilidad, ridad orientadas hacia la protección del te-
productividad y empoderamiento. Esti- rritorio nacional, o de la estabilidad de un
ma como esencial el crecimiento econó- determinado statu quo político, y a un acer-
mico, pero enfatiza en la necesidad de camiento de la discusión sobre seguridad a
prestar atención a su calidad, su distri- las amenazas enfrentadas por las personas.
bución, sus vínculos con las vidas con-
cretas y su sostenibilidad a largo plazo. Ya en 1994, el Informe de Desarrollo Hu-
mano del PNUD, titulado Nuevas Dimen-
El desarrollo humano es más que el logro siones de la Seguridad Humana, hizo notar
de un determinado nivel de vida o la im- que “la seguridad humana no tiene que ver
plantación de políticas públicas adecuadas. con las armas; tiene que ver con la vida y la
Más que un objetivo, es una ruta ética que dignidad humana”. Quedó expuesto así un
permite a las sociedades liberar la infinita concepto más amplio de la seguridad, que
riqueza de la voluntad humana. llega a cubrir la protección de las personas
ante amenazas crónicas, como el hambre,
B. Seguridad humana y derechos hu- la enfermedad y la represión, tanto como
manos su protección frente a súbitas y lesivas rup-
turas en los patrones de la vida cotidiana,
El desarrollo humano es una noción inhe- ya sea en el hogar, el trabajo o la comu-
rentemente optimista. Sin embargo, la ex- nidad. En términos aún más concisos, el
pansión de las libertades de las personas no concepto de seguridad humana denota la
resulta, en modo alguno, inevitable. Antes condición de encontrarse libre de temor y li-
bien, es un proceso plagado de riesgos, bre de necesidad.
amenazas e inseguridades.
El informe de 1994 desagregó esta definición
Por ello, el concepto de desarrollo humano en siete dimensiones, según la naturaleza de
ha sido enriquecido por la noción paralela las amenazas enfrentadas por las personas:
de la seguridad humana, uno de los intentos seguridad económica, seguridad alimentaria,
más ambiciosos por replantear el concepto seguridad en la salud, seguridad ambiental,
de seguridad, después de la Guerra Fría. seguridad personal, seguridad comunitaria y
Este acontecimiento dio pie a una necesaria seguridad política (Recuadro 1.1).

30
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Recuadro 1.1

El concepto de seguridad humana


Aunque es posible ubicar, desde antes de 1994, algunas tanto de la disponibilidad de un ingreso básico para la com-
aproximaciones al concepto de seguridad humana, es con el pra, como de la provisión de servicios públicos de distribu-
Informe Mundial de Desarrollo Humano de 1994 del PNUD, ción de alimentos.
titulado Nuevas Dimensiones de la Seguridad Humana, que
se genera una discusión acerca de las dimensiones de dicho • Seguridad en la salud: comprende la posibilidad de disfrutar
concepto. Separándose de las nociones típicas de la Guerra de un ambiente natural sano (que no propicie la propaga-
Fría, que vinculaban la seguridad a la protección del territorio ción de enfermedades crónicas) así como la disponibilidad
ante las amenazas armadas, este informe vinculó el concepto, de métodos curativos oportunos, en caso de ser víctima de
más bien, a las amenazas generadas por la enfermedad, el alguna patología.
hambre, el desempleo, la delincuencia, los conflictos sociales,
la represión política y los riesgos ambientales. Básicamente, la • Seguridad ambiental: se refiere a la posibilidad de verse li-
seguridad humana se concibió como la condición de encontrar- bre de amenazas ambientales, las cuales muchas veces son
se libre de temor y de necesidad material. producto de la degradación de los ecosistemas locales y del
sistema global. Asimismo, se refiere al conjunto de garantías
El concepto ofrecido en el informe se diferencia de sus ante- que propician la disponibilidad de agua potable, aire puro, un
cedentes por cuatro características: universalidad, interdepen- entorno libre de contaminación, etc.
dencia, carácter preventivo y focalización en las personas. Es
universal ya que podría aplicarse en cualquier confín de la Tie- • Seguridad personal: consiste fundamentalmente en la ausen-
rra; interdependiente, pues los cambios en la seguridad de un cia de violencia física y de amenazas de violencia física. Di-
lugar específico tienen repercusiones en el resto del planeta; chas amenazas pueden provenir de fuentes muy diversas: del
preventivo pues apuesta a la prevención temprana de desas- Estado (violencia política), de otros Estados (guerra), de ciertos
tres y situaciones imprevistas; y focalizado en las personas grupos de personas (violencia étnica), de individuos o pandillas
debido a que se preocupa por cómo viven y cómo se vinculan hacia otros individuos o pandillas (crimen, violencia de la calle);
con la sociedad, es decir, cómo ejercen sus libertades y opor- o bien tratarse de amenazas dirigidas particularmente hacia
tunidades sociales. las mujeres (violencia doméstica, violencia de género), hacia
los niños por su vulnerabilidad y dependencia (abuso infantil),
Este concepto de seguridad humana insiste en la relevancia de hacia uno mismo (suicidio, abuso de drogas).
siete dimensiones de la seguridad de las personas que deben
ser resguardadas: • Seguridad comunitaria: se deriva de la seguridad que le pro-
porciona a las personas su pertenencia a un grupo social
• Seguridad económica: supone la disponibilidad de un ingre- (familia, comunidad, organización, grupo étnico, etc.). Implica
so básico proviene de un trabajo productivo o remunerado (o también la identidad cultural y la posibilidad que brindan es-
de una red de asistencia social), el cual asegura la sobrevi- tos grupos al individuo de reafirmar sus valores. La comuni-
vencia de la persona y de los suyos. dad debe garantizar protección a los más débiles.

• Seguridad alimentaria: implica el acceso económico, físico y • Seguridad política: consiste en la posibilidad de disfrutar o
permanente a una alimentación básica, la cual posibilita el hacer uso de los derechos humanos básicos. Hace hincapié
cumplimiento de los requerimientos nutricionales diarios de en la ausencia de mecanismos de represión o persecución
todo ser humano. Este tipo de seguridad puede ser producto que puedan incidir en el disfrute de tales derechos.

La seguridad humana deviene, así, en el que las oportunidades por este provistas
resultado de la protección ante un haz de cuentan con una alta probabilidad de no
amenazas muy diversas, tan amplias como desaparecer súbitamente.
la propia búsqueda del desarrollo humano.
El informe de 1994 trazó la distinción en- En efecto, para quien vive bajo la sombra
tre ambos conceptos del siguiente modo: si de la represión política, de la precariedad la-
el desarrollo humano consiste en un proce- boral o de condiciones de inminente riesgo
so de ampliación de las opciones disfruta- ambiental, un proceso cierto de expansión
das por las personas, la seguridad humana de las opciones efectivamente disfrutadas
denota, más bien, la estabilidad con la que -por ejemplo si ha logrado sus niveles de
pueden ser efectivamente aprovechadas ta- ingreso o de educación o sus posibilidades
les opciones. Se convierte así en un atri- de ocio creativo- puede ser precario y vul-
buto del desarrollo humano: el de saber nerable a cambios mínimos en el entorno.
31
PNUD

Antes que en la expansión de las opciones acompañan a los individuos, hasta los de-
de las personas, la seguridad humana se rechos de titularidad colectiva que poseen
enfoca en las condiciones de vulnerabili- los pueblos- la que define una situación de
dad que rodean ese proceso. La noción de seguridad humana. Aún más, la referida
seguridad humana nos habla, pues, de con- tutela no es meramente un estado objetivo
diciones básicas y garantías mínimas para el de vigencia real de los valores y bienes pro-
desarrollo humano, de un núcleo vital que tegidos por los Derechos Humanos, sino
deber ser protegido para que la libertad pue- también un estado subjetivo de protección.
da florecer. Como lo ha advertido el propio A fin de cuentas, lo que permite a las perso-
Amartya Sen, la discusión sobre la seguri- nas vivir sin temor es la conciencia de que
dad humana no es sino la contracara leve- cuentan con garantías mínimas frente a la
mente sombría del optimismo que subyace vulnerabilidad y el riesgo. Una persona se-
en el concepto de desarrollo humano.3 gura es, ante todo, una persona que sabe
que sus derechos fundamentales no pue-
En este punto, el concepto de seguridad den ser fácilmente conculcados; una perso-
humana se liga a la doctrina de los Dere- na que sabe que su acceso a ciertos bienes
chos Humanos, otro de los referentes nor- esenciales está protegido y garantizado por
mativos fundamentales de nuestro tiempo. un entramado social. Una persona segura
Porque el amplio espectro de Derechos es la que no solo tiene sus derechos prote-
Humanos reconocido por múltiples ins- gidos, sino que, en caso de que sean ame-
trumentos internacionales no es más que nazados o atacados, está en condiciones de
una articulación de las más básicas aspi- activar mecanismos institucionales y socia-
raciones de la humanidad, una enumera- les para asegurar su preservación.
ción de los bienes que los seres humanos,
por sólidas razones, consideramos necesa- De ello cabe extraer un corolario funda-
rios para construir nuestro destino: desde mental: el logro de la seguridad humana y
la protección a la vida humana y la inte- la tutela de los Derechos Humanos, que le
gridad física, pasando por el acceso a un confieren contenido, requieren no solo de
trabajo digno y a servicios adecuados de estrategias de protección, con el fin de res-
salud y educación, hasta llegar al disfrute guardar a las personas de las amenazas que
de la paz y de un ambiente sano, solo para les acechan, sino también, de estrategias
mencionar algunos. Los Derechos Humanos de empoderamiento para permitir que ellas
constituyen un piso mínimo de prestaciones desarrollen su resistencia a condiciones
exigibles por cualquier persona, cuya tutela adversas y su capacidad para movilizar los
efectiva es condición sine qua non para la recursos de protección a su disposición.4
expansión de las capacidades humanas. En Como veremos más adelante, este punto
cuanto piso mínimo exigible, los Derechos es de especial importancia en la discusión
Humanos son, ante todo, una garantía de sobre la seguridad ciudadana.
seguridad para las personas.
¿Cuál es, en este marco conceptual, el lugar de
Es la tutela efectiva de los Derechos Hu- la seguridad ciudadana? ¿Qué entenderemos
manos -desde los cívicos y políticos que por seguridad ciudadana en este informe?

3
Comisión sobre Seguridad Humana (2003), pp.8-9.
4
Comisión sobre Seguridad Humana (2003), p.10.
32
Capítulo 2
El concepto de seguridad ciudadana

Tanto la delimitación del concepto, como nula su elaboración conceptual. Baste decir
la definición de sus relaciones con la segu- que no se tiene, hasta la fecha, un solo in-
ridad humana, son tareas cuya solución forme nacional, regional o global que trate
dista de ser evidente. Será por esto que la el tema de manera específica.
reflexión sobre la seguridad ciudadana ha
partido casi siempre de supuestos no ex- El Informe Global de 1994 incluía lo que
plicitados y conceptos sobreentendidos. A aquí habremos de considerar seguridad ciu-
ello no escapan las incursiones del PNUD dadana, dentro de la categoría de seguridad
en el tema, que, como veremos, son de li- personal la cual es, a su vez, una de las sie-
mitada utilidad teórica. te dimensiones del concepto de seguridad
humana. Sin excesiva reflexión teórica,
A. El PNUD y la seguridad ciudadana esta categoría, definida por los riesgos de
violencia física, agrupaba las amenazas del
El tema de la seguridad ciudadana no es crimen, la violencia doméstica, el abuso in-
nuevo para el PNUD. Su importancia pri- fantil, el suicidio, la guerra, la tortura, por
mordial en los niveles de bienestar de la po- parte de agentes estatales, y amenazas co-
blación en algunas regiones del mundo en lectivas, como la violencia étnica. El infor-
desarrollo lo ha hecho figurar en los deba- me, sin embargo, señalaba que, tratándose
tes sobre desarrollo y seguridad humanos. de la seguridad personal, el aumento de la
Su participación no ha sido, sin embargo, criminalidad y del tráfico de drogas eran
destacada. En el caso del propio PNUD temas prioritarios en el mundo entero.5
-cuyo acervo de informes de desarrollo
humano cubre una inmensa variedad de La discusión sería retomada hacia finales de
temas-, la investigación sobre la seguridad la década de 1990 en capítulos específicos de
ciudadana ha sido escasa y prácticamente algunos informes nacionales provenientes en

5
UNDP (1994).
PNUD

su mayoría, y no por casualidad, de Améri- inseguridad ciudadana en la segregación


ca Latina, Europa del Este y los países de la residencial y en la privatización de la segu-
ex-Unión Soviética. En estas regiones, tradi- ridad, procesos ambos que estimó condu-
cionalmente en algunos casos, o como con- centes a la desintegración social.
secuencia de caóticos procesos de transición
política en otros, los problemas de la crimi- Merecen ser destacados otros esfuerzos
nalidad han llegado a ocupar un lugar cen- de mayor envergadura. En primer lugar,
tral en las preocupaciones de las personas.6 el excelente análisis sobre la violencia y
Con escasas excepciones, estos esfuerzos sus causas realizado por el Informe de
han estado orientados a dar por supues- Colombia del año 2003, en el cual la de-
to lo que se entiende por seguridad ciu- lictividad -y en particular la criminalidad
dadana, a identificarla con la delictividad ligada al narcotráfico- aparece como un
urbana y a plantear, en cada contexto, un fenómeno que refuerza la violencia ori-
inventario de sus principales modalidades, ginada en conflictos políticos y económi-
unas pocas hipótesis sobre sus causas y, en cos y está imbricado con ella. El informe
el caso de algunos de los informes latinoa- colombiano enfatiza en que la multipli-
mericanos, ciertas reflexiones sobre sus cidad de causas de la violencia obliga a
efectos en la integración social. asumir un enfoque multidisciplinario al
estudiarla. Este punto es retomado, des-
Así, por ejemplo, la delictividad urbana de otra óptica, en el Informe de Letonia
como grave problema de salud pública y del año 2003, acaso el más sistemático
fuente de temor en la población, hasta lle- esfuerzo por analizar y operacionalizar la
gar a verdaderos niveles de agresión psico- discusión sobre seguridad humana a nivel
lógica, magnificada por los medios de co- nacional y por identificar los recursos de
municación, ocupó un lugar prominente protección, en particular de tipo colec-
en el Informe de Venezuela del año 1997. tivo, que permitan mejorar la seguridad
Por su parte, el Informe de Guatemala de de las personas. En este último caso, sin
1998 centró su atención en el tema de la embargo, el tema de la inseguridad ciu-
precariedad del estado de derecho y la ge- dadana queda, de nuevo, subsumido en
neralización de la impunidad -sobre todo una discusión mucho más amplia que no
en cuanto a las violaciones a los Derechos permite ver sus particularidades. Lo con-
Humanos-, como factores generadores de trario sucede con el amplio trabajo de in-
los alarmantes niveles de delictividad en el vestigación del programa Seguridad y vio-
país. El Informe de Chile de 1998 enfatizó lencia del PNUD en El Salvador que, sin
el temor al delincuente como racionaliza- haberse vertido en un Informe Nacional
ción de ansiedades más profundas ligadas de Desarrollo Humano, ha generado un
al debilitamiento del vínculo social, del acervo documental de primer orden so-
sentimiento de comunidad y de la noción bre los factores asociados a la inseguridad
misma de orden. En el caso de Uruguay, ciudadana, así como sobre sus manifesta-
el Informe de 1999 analizó el efecto de la ciones y consecuencias.

6
Una revisión somera de los Informes de PNUD que analizan en forma prominente o marginal los temas de inseguridad
ciudadana, criminalidad o violencia arroja los siguientes casos: Albania (2000); Bosnia y Herzegovina (1998); Bulgaria
(1998); Chile (1998); Colombia (1999 y 2003); Congo (2003); Estonia (1997); Georgia (1996); Guatemala (1998);
Kirguistán (2000); Lesoto (1998); Letonia (1995 y 2003); Lituania (1996, 1999 y 2000); Macedonia (2001); Moldavia
(1999 y 2000); Mozambique (1998); Rusia (2000); Sierra Leona (1998); Somalia (2001); Sudáfrica (2000); Tajikistán
(1996 y 1998); Territorios Palestinos (1997 y 2002); Uruguay (1999); Venezuela (1997 y (2001); Yugoslavia (1996).
34
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Sin habérselo planteado explícitamente, Antes de ahondar en las implicaciones de


cada una de estas investigaciones aporta esta definición, cabe, empero, preguntarse:
cruciales claves temáticas e hipótesis de tra- ¿es lícito separar el estudio de la seguridad
bajo para emprender esta tarea. El reto no ciudadana del análisis de las múltiples ma-
es únicamente de elaboración conceptual, nifestaciones de seguridad humana? ¿Es esa
sino también de definición de presupuestos separación contraria al ethos del concepto de
metodológicos adecuados para una investi- seguridad humana dirigido, precisamente,
gación sobre la seguridad ciudadana des- a enfatizar el carácter múltiple de las nece-
de el desarrollo humano. Una indagación sidades humanas y la interdependencia de
menos dirigida a determinar la presencia y su satisfacción? ¿Es un intento, con claro
efectos del delito en los agregados sociales y contenido ideológico, por separar el estu-
más orientada a identificar las carencias del dio de la violencia y la articulación de sus
desarrollo humano que contribuyen a ali- soluciones de una crítica comprensiva de
mentar la inseguridad, a estudiar sus con- la sociedad?
secuencias para el ejercicio de las libertades
individuales y a generar recomendaciones La respuesta a estas preguntas dista de ser
que contribuyan no solo a proteger sino obvia. Como resultará evidente a lo largo
también a empoderar a las personas. de este informe, la seguridad ciudadana
está indisolublemente ligada a muchas otras
B. Seguridad humana y seguridad ciu- manifestaciones de seguridad humana, en
dadana: una propuesta de defini- al menos dos sentidos. En primer lugar,
ción la generación de la inseguridad ciudadana
frecuentemente remite a formas agudas de
Es preciso señalar que la seguridad ciuda- vulnerabilidad económica, política, social
dana es una parte limitada pero vital de la y familiar que alimentan y reproducen la
noción, mucho más amplia, de la seguri- violencia. En segundo lugar, como ya se
dad humana. Si esta última atiende a for- indicó, la solución de la inseguridad ciu-
mas de vulnerabilidad que comprometen dadana pasa por reducir la vulnerabilidad
el disfrute de los Derechos Humanos en de las personas frente a la violencia y por
general, la seguridad ciudadana se refiere el aumento de su capacidad para activar
a modalidades específicas de vulnerabili- mecanismos sociales de protección y parti-
dad -las ocasionadas por la violencia y el cipar activamente en la construcción de su
despojo- y a la protección de un núcleo entorno. Así, tanto en su origen como en
esencial de derechos fundamentales de las su solución, la suerte de la seguridad ciuda-
personas. dana depende de la presencia o ausencia de
formas más amplias de seguridad humana.
Por seguridad ciudadana entenderemos, pues, En este sentido, el análisis de la seguridad
la condición personal, objetiva y subjetiva, de ciudadana implica, por fuerza, una crítica a
encontrarse libre de violencia o amenaza de formas de organización e interacción social
violencia o despojo intencional por parte de que alimentan la vulnerabilidad de las per-
otros. El concepto de violencia, a su vez, sonas y mutilan su capacidad para proteger
denota el uso o amenaza de uso de la fuer- sus derechos.
za física o psicológica con el fin de causar
daño o doblegar la voluntad. Finalmente, Sin embargo, la utilidad analítica y prác-
la noción de despojo remite al acto de pri- tica del concepto de seguridad ciudadana
var ilegítimamente de su patrimonio a una y su especificidad son fácilmente defendi-
persona física o jurídica. bles. Las manifestaciones de la inseguridad
35
PNUD

ciudadana tienen implicaciones que, en al- vestigador William C. Prillaman resu-


gunos sentidos, la separan de otras modali- me el punto con admirable concisión:
dades de inseguridad y justifican la particu- “las espirales de delincuencia son fáciles
laridad de su tratamiento. Cabe mencionar de empezar e infinitamente más difíciles
cuatro razones: de romper” 9. Las políticas de seguridad
ciudadana deben operar, entonces, con
a) Las formas de violencia o despojo que una saludable visión de largo plazo,
definen la esfera de la seguridad ciuda- pero también con un peculiar sentido
dana comprometen directamente, y con de urgencia.
particular intensidad, un núcleo “duro”
de derechos -empezando por el derecho d) La discusión sobre la seguridad ciudada-
a la vida y a la integridad personal- que na tiene como uno de sus componentes
son no solo intrínsecamente valiosos centrales -aunque en modo alguno sea
sino también instrumentales para po- el componente central- el papel de los
sibilitar el ejercicio de otros derechos y mecanismos de coerción legítima del
libertades. Como lo advertía el Informe Estado. Tratándose de la supresión de
de Desarrollo Humano del PNUD de las amenazas derivadas de la violencia y
1994, “posiblemente ningún aspecto de el despojo, uno de los retos fundamen-
la seguridad humana es tan vital para la tales es, precisamente, el de lograr un
gente como su seguridad frente a la violen- balance adecuado, y consistente con los
cia física” .7 valores democráticos, entre las medidas
punitivas y preventivas. Este debate difí-
b) La severidad de estas amenazas permite cilmente tendría sentido en el contexto
que la inseguridad ciudadana presente de otras formas de seguridad humana.
peligros singularmente graves para al-
gunos valores democráticos centrales - Todo esto dota de un carácter distintivo y
como la tolerancia- y aún para la super- urgente a los problemas de la seguridad
vivencia de los regímenes democráticos. ciudadana. Ciertamente, es imprescindi-
Como veremos más adelante, el temor ble vincular su discusión con una crítica
a la violencia es un poderoso catalizador comprensiva de las formas de vulnerabili-
de actitudes autoritarias y excluyentes; dad presentes en nuestra sociedad. Pero es
mucho más poderoso, por ejemplo, que igualmente necesario comprender que la
la precariedad en el acceso a una educa- gravedad de las amenazas contenidas en la
ción digna o a un ambiente sano. inseguridad ciudadana no nos permite
proponer un nuevo modelo de sociedad
c) Investigaciones empíricas recientes han como única prescripción para enfrentar el
comprobado el carácter inercial del au- problema. Aumentar la seguridad ciuda-
mento de la violencia, una propiedad dana en nuestros países demanda también
que no tiene paralelo en otras mani- respuestas prácticas, concretas e inmedia-
festaciones de inseguridad humana.8 tas que, muy posiblemente, sean insufi-
La violencia actual genera una mayor cientes ante el replanteamiento total de
propensión a la violencia futura. El in- las formas de vulnerabilidad humana.

7
UNDP (1994), p.30.
8
Fajnzylber, Lederman y Loaiza (1998).
9
Prillaman (2003), p.15.
36
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La disolución de la seguridad ciudadana en tinguir nuestro objeto de estudio de otros


el concepto de la seguridad humana, aun- fenómenos, como el delito y la violencia,
que tranquilizante desde el punto de vista con los que frecuentemente se confunde.
normativo, conduce, simplemente, a redu- Asimismo, implica una toma de posición
cir la visibilidad de las amenazas derivadas normativa sobre el contenido y el sentido
de la violencia y el despojo, a ampliar ex- de la discusión sobre la seguridad ciudada-
cesivamente el horizonte temporal requeri- na. Veamos.
do para mitigarlas y a alimentar una gran
impaciencia popular frente al tema, de la i. Seguridad ciudadana como tutela de
cual solo se derivan graves riesgos para la derechos fundamentales
democracia y el estado de derecho.10 Urge,
de tal manera, un análisis de la seguridad La primera implicación es la siguiente: tra-
ciudadana, que reconozca su especificidad tándose de una modalidad específica de la
tanto como sus nexos ineludibles con otras seguridad humana, lo que yace en el centro
manifestaciones de la seguridad humana. de la discusión de la seguridad ciudadana es
la vigencia y tutela efectiva de algunos dere-
C. Implicaciones de la definición de la chos fundamentales de las personas. ¿Cuá-
seguridad ciudadana les derechos? Para responder, vale la pena
acudir al recurso heurístico -ciertamente
La anterior definición de seguridad ciu- limitado y controversial, pero metodoló-
dadana acarrea una serie de implicaciones gicamente útil de las tres generaciones de
normativas y prácticas, que permiten dis- Derechos Humanos (Diagrama 2.1).11

10
Véase al respecto el Informe de la Comisión de la Seguridad Humana de las Naciones Unidas (2003), un valioso esfuerzo
analítico que, sin embargo, no ahonda en la consideración de los problemas de la seguridad ciudadana.
11
En el marco de la discusión sobre los Derechos Humanos, el concepto de “generación” ha sido criticado por su cuestio-
nable exactitud histórica y por debilitar una concepción integral de los Derechos Humanos. Sigue siendo, sin embargo,
un recurso útil para ilustrar diferencias analíticas entre distintos tipos de derechos, ciertamente vinculados entre sí. Es con
esa intención ilustrativa que se emplea aquí.
37
PNUD

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Diagrama 2.1

Ámbitos de la seguridad humana y la seguridad ciudadana

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La seguridad ciudadana concierne, ante domicilio, la libertad de movimiento y el


todo, a la tutela efectiva de los derechos disfrute del patrimonio.
situados en los dos círculos interiores del
diagrama. Remite, en esencia, a la protec- No se trata de un refinamiento teórico gra-
ción efectiva del derecho a la vida y a la in- tuito. Antes bien, es lo que sugiere la propia
tegridad personal (en sus diferentes aspec- construcción semántica del término que,
tos: integridad física, emocional, sexual), al hacer referencia a la noción de ciudada-
así como de otros derechos inherentes al nía, alude a un haz de derechos tutelados
fuero personal, como la inviolabilidad del por el ordenamiento jurídico.12 Asimismo,

12
Es importante notar que este informe no utiliza el término “ciudadanía” en su sentido restrictivo -limitado a los nacionales
de un determinado país, con pleno ejercicio de sus derechos políticos-, sino en un sentido amplio, como un conjunto de
derechos básicos que cubren a todos los habitantes de un territorio.
38
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la concepción de la seguridad ciudadana más adelante en este informe- y de las prác-


como protección de derechos es congruen- ticas represivas que aún definen el accionar
te con el significado socialmente atribuido policial en muchos países de nuestra región,
al término. En efecto, la población costa- asumir este punto de partida no solo es con-
rricense mayoritariamente vive y entiende veniente, sino esencial.
la (in)seguridad ciudadana como un con-
junto de derechos menoscabados. Consul- Al otorgar un papel esencial a la tutela de
tados sobre el significado atribuido a la in- ciertos derechos, estamos además reafir-
seguridad ciudadana, cerca del 57% de los mando el papel central que, en materia de
entrevistados por la Encuesta Nacional de seguridad ciudadana, debe asumir el Estado.
Seguridad - Costa Rica 2004 (en lo suce- Si, como veremos a lo largo de este informe,
sivo ENSCR-04), realizada en el marco de la participación de los habitantes es crucial
este proyecto, espontánea y explícitamente en la construcción de comunidades seguras,
identificó la expresión con vivencias coti- nada sustituye el indelegable y primordial
dianas de restricción de sus libertades más rol de las instituciones públicas (policía, tri-
básicas: no poder salir sin temor a ser asal- bunales de justicia, entidades proveedoras de
tado, no tener tranquilidad en la casa, no servicios básicos de bienestar, municipalida-
poder dejar la casa sola y no poder hablar des, etc.) en asegurar una tutela efectiva de
con cualquiera.13 los derechos fundamentales. Esa provisión
constituye, acaso, la esencia de la obligación
Construir la (in)seguridad ciudadana a política, mediante la cual los miembros de
partir de los derechos fundamentales es ale- una comunidad autolimitan su libertad de
jarla de las nociones -casi siempre autorita- acción a cambio de la seguridad que pro-
rias- que la definen en función del combate vee la ley. Pero hay algo más: al concebir
a la delincuencia o a los delincuentes. Tal la seguridad ciudadana como tutela efectiva
combate tiende a deshumanizar al presunto de ciertos derechos humanos, cuya garantía
adversario, a asumir una rígida y cuestiona- es una función central del Estado, implíci-
ble separación entre este y la sociedad que tamente se reafirma un punto decisivo en
lo enfrenta y a desprenderse, fácilmente, de esta discusión: la seguridad ciudadana es un
referentes normativos básicos. Asumir la tu- bien público, cuya privatización socava las
tela de derechos fundamentales de las per- bases mismas del contrato social.
sonas como objetivo último de cualquier
política de seguridad ciudadana es una for- ii. Las relaciones de la seguridad ciuda-
ma de asegurar su apego a las garantías fun- dana con el delito y la violencia
damentales de un estado de derecho. Para
ponerlo en términos sencillos: una política Por tener en su centro la noción de ame-
orientada a tutelar derechos fundamenta- naza (e, implícitamente, las de vulnerabili-
les no puede prescindir de procedimientos dad y desprotección), nuestra definición se
igualmente respetuosos de los derechos hu- aparta en algunos sentidos importantes de
manos. En vista de las marcadas tentacio- la visión que define la seguridad ciudadana
nes autoritarias que se incuban al calor de exclusivamente en función de la criminali-
la inseguridad ciudadana -que se analizarán dad y el delito.

13
Las restantes respuestas hacen referencia a otros fenómenos como: falta de protección a la sociedad (10,1%), mucho robo
(8,7%), mucho delincuente (6,6%), falta de efectivos policiales (3,4%), tanto drogadicto (1,6%), pérdida de fe en las
autoridades (1,0%), otros (9,5%) y NS/NR (2,4%).
39
PNUD

Es evidente que estos últimos conceptos gieren los datos de la ENSCR-04, anterior-
-que atienden a comportamientos tipifi- mente citados, esta visión tradicional tiene
cados por la legislación penal- son parte un profundo arraigo en la ciudadanía.
ineludible y esencial de la inseguridad
ciudadana. Es eso lo que refleja este in- Reducir la inseguridad ciudadana a esas
forme, el cual analiza desde múltiples án- formas de criminalidad contribuye a invi-
gulos el fenómeno de la delictividad en el sibilizar la violencia y el despojo que tienen
país. Sin embargo, la equivalencia entre lugar en los espacios privados, así como la
inseguridad ciudadana y delictividad re- que se ejerce por medio de la intimidación
viste problemas agudos. En primer lugar, psicológica, que son, acaso, las modalida-
existen comportamientos delictivos no des que conspiran en forma más directa
violentos, como la corrupción adminis- contra la seguridad de las mujeres. Esto no
trativa, el soborno y los delitos de “cuello siempre resulta obvio para las propias víc-
blanco”, que no son habitualmente vin- timas. Como veremos luego, no deja de ser
culados a sensaciones de temor, amenaza revelador que muchas mujeres asocien sus
y vulnerabilidad, a pesar de que su efecto temores más intensos al uso de los espacios
nocivo sobre el desarrollo humano está públicos, en los que objetivamente sufren
fuera de toda duda. una victimización menor que otros grupos
de la población. Cabe asumir aquí la aguda
En segundo lugar, es crucial que el concep- advertencia de Amartya Sen, en el sentido
to de seguridad ciudadana abarque formas de que las preferencias reveladas por las
no criminalizadas de ejercicio de la violen- personas pueden ser una guía distorsiona-
cia y el despojo, los cuales, en muchos ca- da para entender sus intereses más básicos,
sos, crean una intensa sensación de vulne- si quien las revela se encuentra en una si-
rabilidad y desprotección del núcleo duro tuación de desventaja o subordinación,
de los derechos fundamentales en gran que condiciona la propia comprensión de
parte de la población. Basta pensar en cier- su bienestar.15 Es urgente, pues, ampliar
tas manifestaciones de violencia doméstica nuestra noción de seguridad ciudadana -y
y de violencia contra las mujeres que aún en algunos sentidos “feminizarla”- para que
esperan ser tipificadas en algunos países de incluya modalidades de conducta violenta
América Latina.14 no tipificadas penalmente, pero igualmen-
te generadoras de sensaciones de temor y
Esta aseveración conduce a un punto que vulnerabilidad.
aparecerá con frecuencia a lo largo de este
informe: es preciso abandonar la equiva- Pero tampoco nuestro concepto de segu-
lencia de la inseguridad ciudadana con ridad ciudadana es co-extensivo con el de
la delictividad de tipo patrimonial y con violencia. Su definición es un tema con-
aquella que acaece en los espacios públicos, troversial y complejo. Casi todas las defini-
modalidades de violencia que, como vere- ciones usualmente aceptadas hacen del uso
mos, afectan desproporcionadamente a la de la fuerza física para hacer daño el rasgo
población de sexo masculino. Como lo su- definitorio del concepto.16 Otras visiones,

14
Buvinic, Morrison y Shifter (1999), p. 6.
15
Sen (1990).
16
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe Global sobre la Violencia, la define como “el
uso intencional de la fuerza o el poder físico, real o amenazado, contra uno mismo, otra persona, o un grupo o comunidad,
que provoca o tiene una alta probabilidad de provocar lesiones, muerte, daño psicológico, desarrollo defectuoso o privaciones
materiales” (WHO [2002]).
40
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

muy extendidas, prefieren ampliarlo para sión no implica, en modo alguno, ausencia
que incluya la coacción psicológica o emo- de violencia.19 Por ejemplo, la presencia
cional, e incluso las privaciones materiales silenciosa de un arma basta para crear un
y las situaciones de desventaja simbólica.17 efecto de intimidación y amenaza en un
El debate es altamente complejo, sobre hogar.
todo en lo que concierne a la pertinencia
de la noción de violencia estructural, que Cualesquiera sean sus alcances, el concepto
refleja la existencia de determinadas es- de violencia no cubre un espacio idéntico
tructuras sociales y configuraciones insti- al de la seguridad ciudadana. En principio
tucionales que se estiman lesivas para las porque no todas las manifestaciones de
personas.18 Por ahora, únicamente diremos violencia son relevantes para la seguridad
que una definición adecuada de violencia ciudadana. Cabe retomar la clasificación
debe abarcar, al menos, y a la par del uso proporcionada por la OMS (Diagrama
efectivo o potencial de la fuerza física, la 2.2)20. Nos interesan aquí aquellas expre-
coacción psicológica, fuente indiscutible siones de la violencia interpersonal, esto es
de vulnerabilidad en situaciones definidas aquella infligida por una persona a otra, sea
por la desigualdad de poder. Esta precisión entre conocidos o desconocidos, y la colec-
es crucial, asimismo, para evitar que el con- tiva, que se manifiesta en modalidades de
cepto de violencia acabe por confundirse violencia ejercida por grupos, como la ex-
con el de agresión, que denota únicamente plotación sexual comercial u otras formas
el paso al acto lesivo. La ausencia de agre- de crimen organizado.

17
Moser y McIlwaine (2004); Moser, Winton y Moser (próxima publicación); Barak (2003).
18
Para que se entienda el grado de amplitud -e imprecisión- que puede llegar a tener esta acepción del concepto, basta citar
el trabajo de Robert Brown, que ha definido la violencia estructural como “la violencia contra muchas personas producida
por la forma en que son las cosas” (citado por Barak [2003]).
19
Campos (2004).
20
Esta no es, evidentemente, la única clasificación posible de los tipos de violencia. Esta puede ser clasificada también según
los individuos que la sufren, según quién la perpetre o según las motivaciones, tan solo para mencionar algunas categorías.
Ver Buvinic, Morrison y Shifter (1999), pp.7-11.
41
PNUD

Gráfico 2.2
Tipos de violencia
Diagrama 2.2

Tipos de violencia

Suicidio
Violencia auto-infligida
(daño físico infligido
a sí mismo)
Comportamiento
auto-abusivo

Violencia doméstica
(víctima y victimario
Violencia interpersonal
Violencia
relacionados)
(daño o lesión causado
por un individuo a otro)

Violencia comunitaria
(víctima y victimario
no relacionados)

Violencia colectiva
(actos dañinos
cometidos por un
grupo por motivos
políticos, económicos
o sociales)

Fuente: OMS (2002).

Por otra parte, es comprensible que algu- seguridad ciudadana por el concepto de
nos comportamientos no del todo violen- despojo y son, por ello, parte de nuestra
tos, como el hurto o la proliferación del discusión.
fraude con tarjetas de crédito, puedan te-
ner un efecto notorio en la generación de El Diagrama 2.3 representa los diversos
una extendida sensación de precariedad ámbitos de los conceptos de (in)seguridad
del derecho de propiedad. Estas conductas ciudadana, delictividad y violencia, así
se incluyen en la definición propuesta de como sus superposiciones.

42
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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Diagrama 2.3

Ámbitos de la (in)seguridad ciudadana, la delincuencia y la violencia

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iii. Seguridad ciudadana: inclusiones y vulnerabilidad y amenaza en otros contex-


exclusiones tos. Piénsese, por ejemplo, en las extendi-
das prácticas de detención arbitraria y bru-
De lo anterior es posible colegir la inclu- talidad policial en algunos países de Améri-
sión en el análisis del informe de algunas ca Latina, con frecuencia percibidas por la
manifestaciones de conducta violenta no población -o por grupos específicos dentro
siempre relacionadas con la seguridad ciu- de ella- como una amenaza a los derechos
dadana, así como la exclusión de otras que, humanos, más graves aún que la propia de-
posiblemente, podrían estarlo. Por su rele- lincuencia, y regularmente vinculadas con
vancia, vale la pena mencionar algunas. esta. Cabe reiterar: para efectos de la segu-
ridad ciudadana lo que importa es la sensa-
La definición propuesta contempla, dentro ción de vulnerabilidad de los derechos ante
del concepto de seguridad ciudadana, el la acción humana intencional.
ejercicio arbitrario de la violencia o el des-
pojo por parte del Estado. Es este un tema Más importante para el caso costarricense
que aunque, en general, resulta de limitada es la inclusión expresa del tema de la violen-
relevancia en Costa Rica, se encuentra, no cia doméstica, al que ya se hizo referencia.
obstante, en el corazón de la sensación de La definición propuesta sobre inseguridad

43
PNUD

ciudadana no la circunscribe al problema tránsito carecen del elemento de intencio-


de la violencia comunitaria, es decir aque- nalidad que presupone nuestra definición
lla que involucra a individuos no relacio- de violencia. Se trata de situaciones en las
nados por vínculos de parentesco y que, que median diversos grados de culposidad
con frecuencia, ocurre en los espacios o negligencia, en algunos casos en forma
públicos. La violencia que ocurre dentro alarmante, pero no dolo.
del núcleo familiar ha devenido, sin duda, En general, la problemática del tránsito
en una de las más extendidas e inminen- -vital como es- suele ser percibida como
tes amenazas, tanto real como percibida, otra discusión, cuyas soluciones desde las
por la población y particularmente por políticas públicas y los comportamientos
las mujeres en el país. Mantener separa- sociales son, casi con certeza, muy distintas
da, analítica o prácticamente, la discusión a las que parecen pertinentes en el ámbito
sobre la seguridad ciudadana de aquella de la delincuencia o de las otras formas de
sobre la violencia doméstica es una noci- violencia o despojo, albergadas por nuestro
va ficción, que no corresponde siquiera, concepto de seguridad ciudadana. Sería,
como se verá más adelante, a las tareas que en todo caso, empíricamente relevante es-
cotidianamente realizan las fuerzas poli- tablecer si las personas modifican su com-
ciales en Costa Rica. portamiento para enfrentar la violencia vial
en forma análoga a como adaptan sus con-
Del mismo modo, deben mencionarse ductas para protegerse de otras amenazas.
algunas exclusiones específicas que se de- Cabe establecer una argumentación similar
rivan de la definición y que afectan a cier- sobre el suicidio, que es en Costa Rica un
tos temas que, ocasionalmente, tienden problema importante desde la óptica de la
a discutirse como parte del ámbito de la salud pública (véase Recuadro 4.1), pero
seguridad ciudadana. El primero, y acaso no alimenta percepciones sociales de ame-
el más importante por sus consecuencias naza, indefensión o desprotección de dere-
en pérdidas humanas, es el de los acciden- chos fundamentales. Trágica como puede
tes de tránsito. Indudablemente, desde resultar para el propio agente, la violencia
el punto de vista de la salud pública (y auto-infligida posee limitadas ramificacio-
ya veremos que esta es una de las ópticas nes para la seguridad humana de otras per-
ineludibles para entender la relación en- sonas. Por ello, en general, permanecerá en
tre seguridad ciudadana y desarrollo hu- los márgenes del presente análisis.
mano), la violencia vial es en Costa Rica
una causa de muerte y morbilidad mucho Delimitado el concepto de seguridad ciu-
más determinante que la violencia delin- dadana y establecida su relación con la te-
cuencial (véase Recuadro 4.2). Asimismo, mática, más amplia, de la seguridad huma-
es innegable su importancia como meca- na, es preciso preguntarse por la forma en
nismo de canalización de la agresividad que el concepto ha de ser operacionalizado
de los y las costarricenses. Con todo, la para su estudio en este informe. A eso está
abrumadora mayoría de los accidentes de dedicado el siguiente capítulo.

44
Capítulo 3
El estudio de la seguridad ciudadana

Los capítulos anteriores han definido el ob- y su percepción de inseguridad, interpretada


jeto de estudio para el presente informe y como la probabilidad atribuida a la ocu-
los ejes normativos de su análisis: el desarro- rrencia de tales hechos (amenaza subjeti-
llo humano, la seguridad humana y los de- va). Esta última es tan importante como la
rechos humanos. Esta es solo una parte del amenaza real, toda vez que es la amenaza
trabajo conceptual. Es igualmente impor- percibida (aun sin un fundamento obje-
tante establecer las partes que comporta ese tivo) la que, en forma exclusiva, genera
análisis, así como sus presupuestos, opcio- alteraciones visibles, frecuentemente muy
nes y limitaciones metodológicas. Para ello, negativas, en el comportamiento indivi-
el primer paso es descomponer y operacio- dual y social. Por grave que pueda ser, una
nalizar el concepto de seguridad ciudadana. amenaza real no percibida no despierta el
temor ni induce a respuesta alguna.
A. Componentes del concepto: victimi-
zación, percepción, segurabilidad Aunque es esperable que exista una relación
entre ambas dimensiones -particularmente
En el capítulo anterior se definió la seguri- de la victimización hacia la percepción-, no
dad ciudadana como una condición obje- necesariamente su correspondencia es per-
tiva y subjetiva. Cualquier intento de estu- fecta o siquiera cercana.21 A una situación
diarla debe analizar y tratar de medir, así, de alta victimización puede corresponder
la victimización de las personas, entendida una baja percepción de inseguridad, si el
esta como el acaecimiento real de hechos continuo acaecimiento de hechos de vio-
de violencia y despojo (amenaza objetiva), lencia genera procesos de adaptación de

21
Crawford (1998), pp.11-12.
PNUD

la conducta de las víctimas y modifica (amenazas o maltrato psicológico), contra


el umbral a partir del cual las personas se la integridad sexual (violación o amenazas
sienten amenazadas. Correlativamente, por negarse a favores sexuales) y contra el
puede ocurrir que una altísima percepción disfrute del patrimonio (robo o daños).
de inseguridad coexista con bajos niveles Estas cuatro categorías proporcionarán
de victimización, o que la intensidad del los ejes del análisis de la victimización y la
temor que generan ciertas conductas no percepción de inseguridad en Costa Rica,
guarde proporción alguna frente a la fre- que se desarrollarán más adelante en este
cuencia con que ocurren. informe.

Asimismo, la percepción de inseguridad A la victimización y la percepción se suma


puede producir un impacto en los niveles un tercer componente decisivo, frecuente-
de victimización si desencadena -como es mente omitido en los debates sobre seguri-
de esperar- comportamientos tendientes a dad ciudadana: el concepto de segurabili-
reducir el riesgo. Sobre este punto, un es- dad, un valioso aporte teórico del Informe
tudio reciente advierte: “Debido a su papel Nacional de Desarrollo Humano de Leto-
como mecanismos de alerta temprana, no nia del año 2003. Para este informe, la se-
todos los sentimientos de inseguridad deben gurabilidad es “el conjunto de pensamientos,
ser considerados como indeseables, siempre sensaciones y comportamientos que le permi-
y cuando se lidie con ellos rápidamente y ten a una persona sentirse segura y retornar
muevan a los individuos a la acción”.22 Sin a un estado de seguridad tras experimentar
embargo, las percepciones de amenaza a la cualquier tipo de situación de inseguridad”.23
seguridad ciudadana pueden convertirse En otras palabras, denota la capacidad per-
también en una profecía autocumplida, si sonal para prevenir las amenazas y conten-
las personas optan por proteger su perso- der con ellas. En el contexto de la seguri-
na o sus bienes recurriendo a mecanismos dad ciudadana, la segurabilidad depende
violentos y autoritarios. La proliferación de de la percepción por parte de las personas
armas pequeñas o de las invocaciones de de que disponen de recursos -tanto indi-
una “mano dura” en nombre de la segu- viduales como colectivos, privados como
ridad ciudadana constituyen los ejemplos públicos, materiales como institucionales-
más conspicuos de este fenómeno. para prevenir las amenazas y protegerse de
ellas, así como de su capacidad para activar
Desde el punto de vista práctico, la segu- tales recursos.
ridad ciudadana se descompone en por lo
menos dos problemas igualmente relevan- La segurabilidad puede aumentar o dismi-
tes, con su propia vida y efectos sobre el nuir por muchas razones: según se tenga o
desarrollo humano. Cada uno de ellos -vic- no confianza en las instituciones policiales
timización y percepción- se presenta bajo o los tribunales de justicia; según se cuente
diversas modalidades. Nos interesa desta- o no con recursos materiales para procu-
car, en particular, cuatro modalidades de rar formas privadas de protección; según
amenaza, relacionadas con el ejercicio de se disponga o no de redes comunales para
diversos derechos del núcleo duro: contra prevenir los actos de violencia o despojo
la integridad física (por ejemplo, homicidio en el entorno inmediato; según se ten-
o agresión), contra la integridad emocional ga o no acceso a información relevante

22
UNDP - Letonia (2003).
23
UNDP - Letonia (2003).
46
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

sobre la situación de inseguridad, que suponer que un alto grado de segurabili-


permita adaptar adecuadamente el com- dad en la población tiene un efecto directo
portamiento; según se posean capacidades en la reducción de la percepción de inse-
básicas para movilizar mecanismos de pro- guridad y aun en el acaecimiento real de
tección institucional contra algunos tipos hechos de violencia y despojo. Como se
de violencia, entre otras. verá más adelante, la intensa frustración
ante los mecanismos de denuncia de los
Como es fácil apreciar, los recursos que hechos delictivos en Costa Rica y su pre-
sustentan la segurabilidad pueden ser de ocupante abandono por parte de la ciu-
muy distinto carácter y no todos, como dadanía, operan como un obvio incentivo
se verá luego, son igualmente deseables. para perpetrar actos de violencia criminal
Este informe ha definido como uno de sus en el país. Una ciudadanía confiada en los
mensajes centrales que es crucial aumentar mecanismos institucionales para reportar
la segurabilidad mediante el estímulo y la los hechos de violencia y dispuesta a usar-
provisión de mecanismos colectivos de protec- los, ofrece, sin duda, un poderoso valladar
ción y prevención de la violencia, tanto co- contra la impunidad y, en última instancia,
munitarios como estatales. Asimismo, es ur- contra la violencia y el despojo. Correlati-
gente empoderar a los grupos más vulnerables vamente, la victimización y la percepción
para que estén en condiciones de activar tales de inseguridad pueden impactar en la se-
recursos. Lo que debe evitar, a toda costa, gurabilidad de las personas si conducen a
una sociedad comprometida con la equidad su paralización, al debilitamiento de meca-
y el desarrollo humano es que la segurabi- nismos comunitarios de protección o, en el
lidad dependa enteramente de la provisión caso de la victimización, a la lesión de los
individual y privada de mecanismos de recursos físicos o materiales que permiten a
protección (por ejemplo la compra de ar- las personas protegerse.
mas, alarmas, alambres de seguridad, etc.).
La proliferación de tales mecanismos casi Así, pues, la seguridad ciudadana es una
siempre refleja lógicas de exclusión social, función de las complejas interacciones de
conduce a inequidades en la protección de estos tres conceptos, que se determinan
derechos fundamentales y traslada a los in- mutuamente para producir una particu-
dividuos la responsabilidad por la provisión lar configuración de amenazas, objetivas y
del más público de los bienes públicos: la subjetivas, para cada persona. El Diagra-
seguridad. ma 3.1 resume las direcciones y presumi-
bles intensidades de las relaciones entre
La segurabilidad no existe, claro está, ais- los tres conceptos, cuyo estudio es el pilar
lada de la victimización y la percepción de cualquier indagación sobre la seguri-
de inseguridad. Antes bien, es plausible dad ciudadana.

47
PNUD

Diagrama 3.1

Componentes de la (in)seguridad ciudadana

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B. Factores asociados a la inseguridad En este sentido, este informe asume como


punto de partida el principio de etiología
Ahora bien, un análisis de la seguridad múltiple de la inseguridad, del que se derivan
ciudadana que aspira, como este informe, consecuencias prácticas importantes. La pri-
a ser propositivo no puede conformarse mera y más sustantiva es la ausencia de solu-
con estudiar los fenómenos de la victimi- ciones fáciles y obvias para enfrentar el pro-
zación, la percepción de inseguridad y la blema, un punto particularmente relevante
segurabilidad en un momento dado, o a al analizar las probabilidades de éxito de las
monitorear sus variaciones en el tiempo. prescripciones de “mano dura”, tan comunes
Debe, además, ensayar explicaciones a los en nuestra región. La segunda consecuencia
cambios experimentados en la situación de es de tipo metodológico. Considerando que
seguridad ciudadana. Para hacerlo, debe la inseguridad ciudadana es un síndrome,
primero proponer algunas apuestas meto- con múltiples causas, resulta pertinente uti-
dológicas. lizar para su estudio un enfoque epidemioló-
gico, que no trata de identificar la causa sino
Explicar los cambios en materia de seguri- los factores que se asocian a ella con mayor
dad ciudadana no es tarea sencilla. Es am- frecuencia.25 Aún más, como se verá más
pliamente reconocido que el acaecimiento adelante, no es la mera yuxtaposición de fac-
de la violencia y el despojo, así como la in- tores la que permite explicar el fenómeno de
tensidad de su percepción, no tienen una la violencia y el despojo, sino su convergencia
explicación monocausal o simple. Antes en circunstancias determinadas.
bien, son el resultado de múltiples factores
y condiciones que interactúan y, en muchos En la tercera parte de este informe, abun-
casos, potencian mutuamente sus efectos.24 daremos en la consideración de los factores

24
Crawford (1998), pp.8-9, 111-112.
25
Arriagada y Godoy (1999), p.10.
48
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

asociados a la inseguridad y analizaremos lerados de urbanización lo hacen:


algunos de los que parecen más relevantes porque la concentración geográfica
en Costa Rica. Por ahora, y para tener una de la población hace más evidentes
idea de la naturaleza y la complejidad de las patologías sociales y multiplica
la tarea, procede hacer solo una somera los mecanismos de transmisión in-
enumeración de algunos fenómenos que formal de información que tienen
figuran de manera destacada en la crecien- un efecto decisivo en las percepcio-
te literatura sobre los factores asociados a la nes de inseguridad.
inseguridad ciudadana:26 • Ausencia y abandono de los espacios
públicos: en este apartado se hace
i. Factores internacionales referencia, por ejemplo, al círculo
vicioso que genera la desolación de
• La presencia de redes internacionales estos espacios, lo cual los hace más
de crimen organizado: fenómenos proclives a albergar actos violentos
como el narcotráfico, el tráfico de o delictivos, lo que a su vez gene-
armas, la trata de personas e inclu- ra un mayor abandono de la vía
so el robo de autos suponen, casi pública. Además, el deterioro de
siempre, la existencia de complejas los espacios públicos contribuye a
redes internacionales. Su presencia generar un paralelo sentimiento de
impacta en forma demostrable los deterioro social, con visibles efectos
niveles reales de amenaza a la segu- sobre la percepción de inseguridad.
ridad y, en algunos casos como el Asimismo, cabe mencionar aquí la
narcotráfico, el robo de autos y el carencia de espacios de recreación
secuestro de menores, puede tener para la juventud, cuyo papel en la
también efectos dramáticos sobre propagación de la violencia puede
la percepción de inseguridad. resultar decisiva en algunos con-
textos.
ii. Factores ambientales y urbanísticos
iii. Factores económicos
• Hacinamiento urbano: el hacina-
miento está relacionado con altos • Pobreza y exclusión social: aunque el
niveles de estrés y propensión a la vínculo de la pobreza con la insegu-
violencia, particularmente dentro ridad ciudadana es menos obvio de
del núcleo familiar. Asimismo, al- lo que intuitivamente se piensa, es
guna evidencia sugiere su vínculo digno de una exploración detalla-
con la comisión de delitos contra la da. Cuando menos, la falta de co-
propiedad. Es plausible que el ha- bertura de necesidades básicas y la
cinamiento contribuya a la percep- exclusión social que casi siempre la
ción de inseguridad por la misma acompaña, favorecen la aparición
razón por la cual los procesos ace- de otras patologías sociales -como

26
Ver, entre otros: Arriagada y Godoy (1999); Ayres (1998); Bourguignon (2001); Buvinic, Morrison y Shifter (1999); Ca-
rranza (2004); Crawford (1998); Cruz (1999); Fajnzylber, Lederman y Loayza (1998), (2001) y (2002); Freeman (1991);
González de Olarte y Llosa (1999); Gaviria y Pagés (1999); Kawachi, Kennedy y Wilkinson (1999); Kelling y Coles
(2001); Kennedy, Kawachi, Prothrow-Stith, Lochner y Gupta (1998); Londoño, Gaviria y Guerrero (2000); Londoño
y Guerrero (2000); Moser y McIlwaine (2004); Moser, Winton y Moser (próxima publicación); OMS (2002); Orpinas
(1999); Rico (1998); Unnithan y Whitt (1992); Van Kesteren, Mayhew y Nieuwbeerta (2000); Witte y Tauchen (1994).
49
PNUD

el hacinamiento y el consumo de las políticas públicas para el combate


sustancias psico-activas- que casi a la pobreza y la desigualdad (tanto
siempre presentan una asociación económica como entre géneros), así
más directa con los niveles de vio- como para hacer posible el acceso a
lencia. La exclusión social, además, servicios esenciales para el bienestar
debilita las bases de la cooperación y la generación de oportunidades
social y la disposición de los indi- para las personas (salud, educación,
viduos de autolimitar su compor- recreación, etc.), obturan la más
tamiento para hacer posible una exitosa ruta para la prevención de
convivencia pacífica. casi todos los tipos de violencia.
• Desigualdad económica: el nexo em- • Pérdida de capacidad institucional de
píricamente detectado entre des- los entes represivos del estado: la men-
igualdad e inseguridad ciudadana gua de la capacidad de la policía, el
es, en cambio, más directo y con- Ministerio Público, los tribunales
sistente. La desigualdad alimenta la de justicia y aun el sistema peniten-
desintegración del tejido social, la ciario para perseguir y castigar los
fragmentación del espacio urbano actos de violencia y despojo, no solo
(con el consiguiente deterioro de abona los incentivos para incurrir
los espacios públicos) y arraigados en tales actos sino que, sobre todo,
resentimientos sociales. Y, final- alimenta una extendida percepción
mente, como lo sugieren algunos de indefensión en las personas.
estudios sobre la economía del de-
lito, aumenta los incentivos econó- v. Factores sociales y culturales
micos para la comisión de delitos
contra la propiedad. • Papel de los medios de comunica-
• Desempleo: la carencia de activida- ción: los medios de comunicación
des lícitas remuneradas aumenta en masiva crecientemente ostentan
forma obvia los incentivos econó- el poder para crear una verdadera
micos para recurrir a la violencia y “cultura del miedo”, que en oca-
al delito como modo de vida. Asi- siones tiene muy poca conexión
mismo, conduce fácilmente a la ex- con el fenómeno real de la insegu-
clusión social y al debilitamiento de ridad ciudadana, pero que es capaz
las normas de civilidad. de generar efectos muy reales. A
• Estancamiento económico: por moti- los efectos del manejo alarmista
vos similares a los anteriores, las co- de la información noticiosa local
yunturas de estancamiento econó- se suma el potencial papel, más di-
mico y las limitadas oportunidades fuso y controversial, de los medios
económicas que les son inherentes, de comunicación -y de la televi-
contribuyen a aumentar el estrés de sión en especial- en la transmisión
las personas y su disposición para de patrones violentos de conducta
incurrir en actividades ilícitas. y en la importación de “culturas
del miedo” de origen foráneo.
iv. Factores políticos e institucionales • Valores culturales y procesos de socia-
lización: algunos procesos de cons-
• La debilidad de las políticas para fa- trucción de identidad -en particu-
vorecer la integración social y la parti- lar de la identidad masculina- y de
cipación social: el debilitamiento de transmisión de comportamientos
50
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

de resolución de conflictos pueden niveles de agresividad posterior.


tener un efecto directo sobre la Correlativamente, el abandono
disposición de los individuos para -literal o figurado- de los niños
recurrir a la agresión para lograr debilita la transmisión de nor-
sus objetivos. mas de civilidad.
Presión por el éxito temprano: • Inclinación al uso de armas de fuego:
ligado con lo anterior, pero me- en la literatura existe cierto con-
recedor de una mención aparte, senso en que el aprovisionamiento
es el fenómeno, cada vez más de armas de fuego por parte de la
ostensible, de la presión senti- ciudadanía es un factor asociado
da por la juventud por el logro a la intensificación de patrones
acelerado del éxito, concebido de conducta violentos. Se asume,
las más de las veces en términos principalmente, que el incremen-
estrechamente patrimoniales. to de armas de fuego, así como el
Tal presión -y la correlativa de- suministro de municiones, contri-
valuación del valor de la educa- buyen al aumento del número de
ción y el trabajo paciente como homicidios cometidos por este mé-
instrumentos para el éxito ma- todo y en la consecución de robos
terial y la realización personal- en los que media la amenaza contra
puede crear dañinos incentivos la vida de las personas. Además, se
para la comisión de conductas hace hincapié en que la agresión
delictivas, especialmente para el por medio de armas de fuego resul-
involucramiento de los jóvenes ta más letal e inmediata que las per-
en redes de crimen organizado. petradas utilizando otros medios.
Exposición a violencia intra-fa- • Consumo de sustancias psico-activas
miliar (etaria y de género): la y adicción a ellas: menos controver-
violencia doméstica es no solo, sial aún es el papel central que el
como fue dicho antes, una de consumo de alcohol y drogas juega
las amenazas más severas y de manera creciente en el desenca-
extendidas contra la vida y la denamiento de la violencia, tanto
integridad personal, sino tam- por su influencia en el debilita-
bién un poderoso mecanismo miento de los frenos inhibitorios
de propagación intergenera- como por su estímulo a procurar
cional de conductas agresivas. violentamente los medios para sa-
La evidencia disponible sugiere tisfacer las adicciones.
que la exposición temprana a la • Rasgos socio-demográficos: deben
violencia doméstica es un fac- mencionarse aquí las características
tor significativo de predicción etarias y de género de los indivi-
de la posterior participación duos que, aunadas a otros factores
del sujeto expuesto en actos de del entorno, hacen más probable la
violencia social. participación en actos que atentan
Abandono o desatención de los contra la seguridad ciudadana. Así,
niños y niñas: los niveles y ca- es poco controvertido que los hom-
lidad de la atención brindada bres jóvenes constituyen un grupo
a los niños y niñas dentro del particularmente propenso a perpe-
núcleo familiar juega un papel trar actos violentos tanto como a
central en la moderación de sus sufrir sus consecuencias.
51
PNUD

C. Consecuencias de la inseguridad ciu- mayor importancia desde la pers-


dadana para el desarrollo humano pectiva del desarrollo humano. La
inseguridad ciudadana modifica
El enfoque dinámico del problema obliga a el comportamiento de las perso-
estudiar no solo los factores asociados a la nas, en formas directamente ob-
inseguridad, sino también los efectos que servables, así como en otras mu-
ejerce sobre el bienestar de las personas y, cho más sutiles que conciernen
en particular, sobre el ejercicio de sus op- a la percepción que ellas tienen
ciones para escoger aquello que consideran acerca de sus posibilidades de
valioso. La afectación al desarrollo huma- escoger ciertos cursos de acción.
no discurre por dos canales analíticamente Se incluyen aquí manifestaciones
distintos, aunque muy relacionados en la como la modificación de hábitos
práctica: uno vinculado con los individuos de desplazamiento, la restricción
y sus opciones para escoger y llevar a la del disfrute de los espacios públi-
práctica un proyecto de vida, y el otro, con cos, la autolimitación de las po-
la preservación de la infraestructura colecti- sibilidades de estudio, trabajo o
va (valores, configuraciones institucionales, recreación, entre otras.
relaciones sociales, etc.) que necesitamos • Limita los recursos económicos dispo-
las personas para construir nuestro proyec- nibles para la satisfacción de necesi-
to de vida. Como se señaló en el Capítulo dades básicas: los actos de violencia
1, ambas son dimensiones ineludibles del y el despojo pueden causar pérdi-
concepto de desarrollo humano y el análi- das patrimoniales directas. Más co-
sis de su interacción confiere a este informe múnmente, sin embargo, obligan a
un carácter diferente al de los numerosos las personas a destinar parte de su
estudios sobre los costos de la violencia y patrimonio a la protección de su
la criminalidad, casi siempre enfocados en integridad personal y sus bienes,
sus consecuencias para la salud pública y la y limitan los recursos destinados a
actividad económica.27 la satisfacción de otras necesidades
básicas. Para efectos de la investi-
Así, un estudio de los efectos de la insegu- gación, importa estimar, por ejem-
ridad ciudadana en el desarrollo humano plo, las pérdidas patrimoniales
debe conferir particular relevancia a los derivadas de la comisión de delitos
siguientes temas, que luego se retomarán contra la propiedad y los recursos
detalladamente en la cuarta parte de este destinados a la adquisición de bie-
informe: nes y servicios para la protección
personal y patrimonial.
i. En el nivel individual, la inseguridad • Limita la posibilidad de las personas
ciudadana: de vivir una vida larga y saludable:
los actos de violencia frecuente-
• Limita el ejercicio de libertades in- mente comprometen la integridad
dividuales y la percepción que tienen física de las personas y, casi siem-
los individuos sobre sus posibilidades pre, su integridad psíquica. Se in-
de ejercerlas: este punto es de la cluyen aquí, fundamentalmente,

27
Ver, por ejemplo: Bourguignon (2001); Figueroa, Montes de Oca, Rivera, Artavia y Marshall (1997); Londoño (1998);
Londoño, Gaviria y Guerrero (2000); Londoño y Guerrero (2000); OMS (2002) y (2004).
52
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

las muertes y lesiones -tanto físicas cia a la diferencia y el apego a los


como psíquicas- derivadas de actos Derechos Humanos. Interesa aquí,
de violencia. por ejemplo, explorar los efectos
• Hace del temor una norma de vida: de la inseguridad en la adopción
acaso el más pernicioso efecto de la de esquemas penales y procesales
inseguridad ciudadana para los in- fuertemente represivos y lesivos
dividuos consiste, simplemente, en de las garantías individuales, en la
la aceptación del temor cotidiano opinión sobre la igualdad de dere-
como una actitud de vida. Como chos de minorías o grupos socia-
ya se señaló, ese temor genera cam- les/étnicos diferentes al propio, en
bios observables en la conducta de la disposición de detener o reducir
las personas y limita sus oportuni- drásticamente la entrada de inmi-
dades y posibilidades de acción en grantes al país, o en la de aceptar
múltiples ámbitos. castigos inhumanos (como lincha-
mientos y la pena de muerte) con-
ii. En el nivel social, la inseguridad ciu- tra los delincuentes, etc.
dadana: • Erosiona el tejido social: la ruptura,
por desconfianza o temor, de los
• Limita los recursos públicos dispo- vínculos de cooperación cotidia-
nibles para la provisión de servicios na entre la ciudadanía no es una
destinados a la satisfacción de necesi- mera consecuencia de la insegu-
dades básicas: lo que sucede a nivel ridad ciudadana. También afec-
individual, se reproduce a nivel so- ta negativamente los procesos de
cial. Las inversiones realizadas por socialización y construcción de la
el Estado para atender la represión civilidad, y priva a la sociedad de
de la violencia y la reparación de mecanismos efectivos de detección
sus consecuencias humanas tie- y prevención de comportamientos
nen un costo de oportunidad, en violentos.
términos de la disponibilidad de • Erosiona los vínculos de cooperación
otros servicios públicos esenciales. social: la inseguridad ciudadana
Aunque este costo de oportunidad tiene efectos observables sobre la
es muy difícil de estimar, sí es po- confianza mutua, la disposición
sible calcular, al menos, los costos de cooperar con otras personas y
directos derivados para el Estado. la inclinación a participar en ac-
Algunos temas que cabe explorar tividades que involucren más que
son, por ejemplo, la magnitud de el grupo familiar; esto es, sobre el
la inversión pública en institucio- stock de capital social de la comu-
nes policiales, en tribunales de jus- nidad.
ticia penal y contravencional y en • Erosiona la confianza en las institu-
la atención de las secuelas físicas y ciones democráticas: aunque afecta,
psicológicas de la violencia. en especial, a las instituciones di-
• Deteriora valores esenciales para la rectamente relacionadas con la pro-
convivencia democrática: casi in- tección de la seguridad ciudadana,
variablemente, la percepción de puede extenderse mucho más allá.
vulnerabilidad ante actos de vio- Puede incidir, así, en la intensidad
lencia y despojo se traduce en una de la preferencia del sistema demo-
erosión de valores como la toleran- crático sobre otras opciones y en la
53
PNUD

disposición de aceptar un régimen de inocencia, principio de non bis in idem,


autoritario como precio para en- etc.). Aquí, acaso, aparece un primer punto
frentar de manera efectiva la inse- destacable: la respuesta represiva a los actos
guridad ciudadana. de violencia es, para bien o para mal, un
componente ineludible de cualquier polí-
D. Las políticas de seguridad ciudadana tica de seguridad ciudadana, y puede ser
diseñada en forma estrictamente coherente
Como lo sugiere la enorme diversidad de con los Derechos Humanos y los más ca-
factores asociados a la inseguridad ciuda- ros principios democráticos. El uso de la
dana y la gran heterogeneidad y compleji- represión no es, necesariamente, sinónimo
dad de sus consecuencias, es evidente que de autoritarismo.
son múltiples las tareas, configuraciones
e inclinaciones que pueden tomar las res- Esto no lo exime, sin embargo, de riesgos.
puestas desde el Estado, la sociedad y los El principal es el de alimentar acendrados
individuos. Esas respuestas varían en los prejuicios sociales, orientados a la búsque-
supuestos que abrazan, en la duración de da de “chivos expiatorios”, a la rígida se-
sus efectos y en los agentes encargados de paración entre el delincuente y la sociedad
llevarlas a cabo. Por ahora, interesa intro- y a la adopción de soluciones de “mano
ducir, someramente, algunos grandes mo- dura”. En efecto, la sensación de amena-
delos de respuesta a la inseguridad ciuda- za generalizada de violencia y despojo, y la
dana, a los que se volverá más adelante en percepción de la inminencia de la anarquía
este informe. Estos modelos se presentan social, frecuentemente alimentan una fuer-
en el entendido de que, aunque casi nunca te atracción hacia mecanismos autoritarios
existen en forma pura en la realidad, tienen para el restablecimiento del orden social.
alguna utilidad analítica. Aquí cabe recordar un punto crucial: un
orden social impuesto por métodos auto-
El punto de partida de esta discusión no ritarios simplemente transmuta unas ame-
puede ser otro que el contraste entre las nazas de violencia por otras; lejos de hacer
políticas de control y de prevención de la posible el desarrollo humano, en la medida
inseguridad. El modelo tradicional para en que vulnera los derechos fundamentales
enfrentar los problemas de inseguridad de las personas, lo impide de manera ter-
ciudadana supone la utilización de meca- minante.
nismos de represión y reparación para res-
ponder a la comisión de los delitos, a tra- Pero, además, el uso de mecanismos de
vés del trinomio policía-juez penal-sistema control debe hacerse con conciencia de sus
penitenciario. Obviamente, la respuesta límites. Como lo advierte Elías Carranza,
represiva presenta enormes variaciones de los mecanismos penales tienden a tener
acuerdo con la extensión del Derecho Pe- un impacto muy limitado en la reducción
nal, la intensidad del uso de las herramien- del delito, en buena parte porque, como es
tas represivas y su apego a las garantías pro- bien sabido y se verá luego en el caso costa-
cesales y sustantivas propias de un estado rricense, llegan a afectar una parte mínima
de derecho (debido proceso, presunción de la criminalidad real.28

28
Carranza (2004) p.57; Rico (1998), pp.32-34.
54
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Fundamentar una política de seguridad cialmente debida a la “importación” de


ciudadana en el uso intensivo de los me- modelos foráneos, sin estudios previos
canismos penales significa resignarse a con- de las realidades sociales y de los pro-
tender con los síntomas de la enfermedad y blemas inherentes a su aplicación.
no con sus causas; es proponer una apuesta • Una intervención policial generalmente
estratégica de muy corta visión, ocupada caracterizada por un desempeño inefi-
en los delincuentes de hoy y no en los de ciente en la lucha contra la delincuencia
mañana. Una política de seguridad ciuda- y por prácticas autoritarias y corruptas,
dana con inclinaciones fuertemente repre- así como, en numerosos países de la re-
sivas es, ante todo, una forma de escapismo gión, la indefinición y ambigüedad del
colectivo. Plantear el problema de la segu- ámbito de la función policial (defensa
ridad ciudadana como un conflicto de los nacional vs. defensa ciudadana, policía
ciudadanos honrados y decentes contra los militar vs. policía civil).
desviados, es negarse a admitir que estos • Una acción judicial percibida negati-
últimos no son parte de una sociedad para- vamente por numerosos sectores de la
lela y ajena, sino de la nuestra. La insegu- población a causa, sobre todo, de la
ridad ciudadana no es un tumor que debe indulgencia de las sanciones impues-
ser extirpado, sino la purulencia que pone tas por los jueces (impunidad), la len-
de manifiesto una infección generalizada. titud de los juicios y la desigualdad del
Por lo demás, en América Latina, la inves- trato acordado a los usuarios del sis-
tigación y las encuestas de opinión resaltan tema (en especial, según su situación
la existencia de limitaciones particular- socioeconómica).
mente serias para una intervención efecti- • Una intervención penitenciaria carac-
va del sistema penal. Entre ellas merecen terizada por las deficientes condiciones
destacarse: de las cárceles (sobrepoblación, infraes-
tructura en mal estado, ausencia de se-
• La ausencia de una política criminal paración entre los reclusos) y la escasa
integral, coherente y realmente aplica- efectividad de los programas de rehabi-
da, tanto en materia de control como litación de los infractores condenados.
de prevención del delito. • Un tratamiento del tema generalmente
• La arraigada costumbre de proponer el emotivo, que apela más al sentimiento
recurso a la legislación penal como la de inseguridad que a la búsqueda de so-
solución más adecuada a los problemas luciones a las condiciones objetivas que
de inseguridad ciudadana. generan delincuencia e inseguridad.
• La escasa credibilidad y confianza de la • La ausencia de tradición -y, por con-
población en las instituciones del siste- siguiente, de práctica- en cuanto a la
ma penal. participación de la sociedad civil en el
• Como consecuencia de lo anterior, la sistema penal.29
creciente delegación de soluciones en
los mecanismos de seguridad privada. Así, pues, la solución a la inseguridad ciu-
• La falta de adecuación de la legislación dadana trasciende ampliamente el modelo
penal con respecto a las necesidades y controlador/represivo fundamentado en el
expectativas de los ciudadanos, esen- uso de la policía, los tribunales y la prisión.

29
Rico (2004).
55
PNUD

Si bien el empleo de estos instrumentos es Como lo advierte Adam Crawford, la pre-


ineludible, es crucial que conserven su ca- vención situacional constituye una respues-
rácter de ultima ratio. Si hemos de enfrentar ta pragmática y optimista a la criminalidad,
las formas de vulnerabilidad que subyacen dirigida hacia lo que puede ser alcanzado
en la inseguridad ciudadana y dificultan su de manera más sencilla. Tal vocación no
solución, las estrategias de prevención son alcanza a ocultar, sin embargo, las serias
ineludibles. limitaciones de este enfoque. En efecto, la
prevención situacional puede generar un
Estas no están, sin embargo, exentas de simple desplazamiento de las formas de de-
controversias. La prevención de la violencia lincuencia. Además, se orienta normalmen-
y el delito constituye un amplio ámbito en te a evitar crímenes contra la propiedad y,
el cual reside una multitud de políticas, con en la medida en que supone la racionalidad
distintos alcances y suposiciones sobre las en la conducta del ofensor, tiene una limi-
causas de los actos que han de ser preveni- tada utilidad frente a comportamientos de
dos. Los numerosos enfoques en materia de violencia expresiva (aquellos en los que el
prevención del delito -conjunto de medidas uso de la violencia es un fin en sí mismo
destinadas a impedir o limitar la comisión de y no un instrumento para la consecución
un delito-, pueden ser distinguidos de di- de un fin), de particular relevancia en las
versas maneras. Una distinción particular- agresiones intrafamiliares y de género.30 Por
mente importante y útil es la que separa las último, tiende a desmarcar las políticas de
formas de prevención situacional y social. seguridad de la crítica social y a propiciar
una transferencia de la responsabilidad por
Se entiende por prevención situacional el la protección, del Estado a los individuos, lo
conjunto de medidas no penales tendientes a cual frecuentemente deviene en la existencia
eliminar o reducir las ocasiones que en nume- de mayor protección en las comunidades y
rosos casos propician la comisión de un delito barrios menos expuestos a la violencia.31
(por ejemplo, mediante la instalación de ce-
rraduras y sistemas de alarma en residencias Por su parte, la prevención social (inter-
y comercios, una mejor iluminación en las venciones no penales sobre delincuentes po-
calles o la vigilancia de barrio). Su postulado tenciales orientadas a atenuar su propensión
de base es que el delito resulta, en gran me- criminal), se funda sobre la idea de que la
dida, de elecciones racionales influenciadas acción criminal se explica por la existencia
por aspectos concretos e inmediatos de las de variados factores anteriores a su perpe-
situaciones en que puede encontrarse un in- tración (familia, escuela, empleo, frecuen-
fractor potencial. Desde esta perspectiva, el tación de otros delincuentes, pertenencia a
comportamiento de la criminalidad es visto bandas criminales, papel de los medios de
como el producto de fluctuaciones en las comunicación, consumo excesivo de alco-
oportunidades e incentivos para delinquir. hol y otras drogas, etc.). En la medida en
En tanto los aspectos espaciales, ambien- que no busca alterar las oportunidades de
tales y de diseño físico son más fácilmente delinquir, sino la aparición de inclinacio-
manejables que las estructuras sociales, los nes criminales en las personas o los grupos,
efectos de la prevención situacional pueden los resultados de este enfoque solo pueden
apreciarse en el corto plazo. darse en el mediano y largo plazo.

30
Crawford (1998), pp. 69-73.
31
Crawford (1998), p. 101; Rico (2001), p. 40.
56
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Esto puede convertirse en una debilidad. El igual que con cualquier otra manifestación
criminólogo estadounidense James Q. Wil- de inseguridad humana, es imprescindible
son lo expone con claridad: “La exigencia de que la respuesta a la inseguridad ciudada-
soluciones causales es, independientemente de na no solo busque proteger pasivamente a
sus intenciones, una forma de posponer toda las personas, sino también fortalecer sus
acción y de criticar cualquier política. Es una capacidades.
actitud mental que inevitablemente desvía la
atención de aquellas pocas cosas que los go- Como es evidente, esta distinción define
biernos pueden hacer razonablemente bien la intersección del eje control/prevención
y la dirige hacia aquellas muchas cosas que y permite identificar diferentes modali-
no pueden hacer del todo”.32 O, en palabras dades de respuesta. Así, no resulta difícil
de José María Rico: “(la prevención social) concebir políticas de control con carácter
corre el riesgo de convertirse en una fórmula de protección. El fortalecimiento de las
banal de la que se espera el financiamiento de funciones tradicionales del aparato po-
actividades de animación sociocultural, posi- licial y judicial tiene, por lo general, ese
blemente desprovistas de cualquier impacto carácter. Pero también es posible identi-
observable sobre la delincuencia”.33 ficar políticas de control que pasan por
el empoderamiento de las personas. Ese
En vista de las limitaciones que presentan es el caso, por ejemplo, de cualquier me-
ambas vertientes preventivas, no es casual canismo para facilitar el ejercicio de la
que la gran mayoría de los esfuerzos para denuncia de actos de violencia por parte
enfrentar la inseguridad ciudadana preco- de la ciudadanía, o para hacer posible la
nicen su combinación en diferentes dosis activación de mecanismos instituciona-
y modalidades, así como su yuxtaposición les de protección por parte de las vícti-
con diversas medidas de control. mas de agresión o despojo. Las políticas
dirigidas a la prevención social -como,
El eje prevención/control no es la única por ejemplo, cualquier esfuerzo dirigido
forma de clasificar las respuestas a la in- a la creación de oportunidades de estu-
seguridad ciudadana. Es posible concebir dio o trabajo en comunidades margina-
otros principios de clasificación. En par- les- combinan elementos de prevención
ticular uno, que resulta de crucial impor- y empoderamiento. Por su parte, las
tancia desde la perspectiva del desarrollo formas de prevención situacional suman
humano: el que separa aquellas respues- a su intención preventiva la de proteger
tas tendientes a proteger a las personas, de a la población. Finalmente, es posible
aquellas dirigidas a empoderarlas. El crite- identificar respuestas a la inseguridad que
rio básico de distinción entre ambas cate- combinan múltiples elementos de ambas
gorías concierne al papel pasivo o activo dimensiones, frecuentemente con gran-
de la ciudadanía y, más precisamente aún, des posibilidades: los modelos de policía
a la presencia o ausencia de creación de de proximidad y los grupos de seguridad
capacidades en las personas para enfrentar comunitaria -tendientes ambos al fortale-
o prevenir las situaciones de inseguridad, cimiento de las relaciones entre policía y
como un elemento de la respuesta. Este comunidad- presentan esta característica,
informe parte de la presunción de que, al como también las iniciativas orientadas a

32
Wilson, citado por Crawford (1998), pp.69-70.
33
Rico (2001), p. 40. También Prillaman (2003), p. 20.
57
PNUD

fortalecer el papel de los gobiernos locales Todo esto arroja, pues, un esquema analíti-
en materia de inseguridad ciudadana. Es- co novedoso, que se retomará en la quinta
tas últimas opciones de política se encuen- parte de este informe, al formular reco-
tran en la intersección entre ambos ejes. mendaciones para la política pública.

Diagrama 3.2

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E. La medición de la seguridad ciuda- cia y calidad, que solo pueden ser resuel-
dana tos parcialmente.

El estudio de la seguridad ciudadana re- La primera dificultad que enfrentan los y las
quiere de todos los anteriores conceptos, investigadoras obedece a la existencia de una
pero también de la conciencia de que su cifra oculta de la criminalidad. Este es el re-
medición es un proceso complejo y lleno sultado de la decisión de las personas, que
de precariedades. En casi todos los países, han sido víctimas o testigos de un acto de
las fuentes de información disponibles violencia o despojo, de no denunciarlo a las
sobre la victimización, la percepción de autoridades competentes por diversas razo-
riesgo y la segurabilidad -fundamental- nes (falta de confianza en una intervención
mente las estadísticas oficiales y las en- eficiente de los organismos que conforman
cuestas de opinión- están afectadas por el sistema penal, miedo a posibles represalias,
serios problemas de cobertura, consisten- escasa gravedad del hecho, etc.).34

34
Rico (1998), pp. 34-35.
58
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La segunda proviene de la carencia de es- se pretende medir, deben privilegiarse los


tadísticas criminales o de la escasa fiabili- datos compilados por la policía.
dad de las existentes. La tercera, del énfa-
sis que, por lo general, se marca sobre la Costa Rica cuenta con estadísticas crimi-
delincuencia común, con el consiguiente nales sobre los tres niveles: policial, judicial
descuido de otras figuras delictivas social- y penitenciario. A lo largo de este informe
mente nocivas (por ejemplo, los llamados se hará uso, en especial, de las dos primeras
delitos “de cuello blanco”, la corrupción o fuentes. Salvo casos excepcionales, como el
la criminalidad transnacional) y de ciertas delito de homicidio doloso (Recuadro 3.1)
modalidades de violencia y despojo no cri- y las situaciones de violencia doméstica, las
minalizadas. La cuarta se origina en la se- denuncias presentadas ante el Ministerio
lección que, en distintos niveles, efectúan Público constituyen una fuente ineludible
determinados organismos del sistema pe- para el análisis. Esta incluye las denuncias
nal encargados de recibir y calificar los ca- hechas ante el Organismo de Investigación
sos entrados (Policía, Ministerio Público, Judicial (OIJ) y la policía administrativa así
juzgados). En algunos sentidos, las estadís- como los delitos descubiertos directamente
ticas criminales reflejan más los modos de por estas instancias; se excluyen, sin em-
operar de dichos organismos, y las nece- bargo, los casos de flagrancia (no reporta-
sidades de quien requiere la información, dos por el OIJ). Aunque no está exenta de
que la verdadera situación de inseguridad. deficiencias35, la fuente propuesta posee un
En los países que disponen de diversas ca- grado de fidelidad razonablemente elevado
tegorías de estadísticas criminales (policial, ya que, además de ser el Ministerio Público
judicial o penitenciaria), el plano en el cual el principal organismo receptor de denun-
se mide el fenómeno revela problemas de cias, según la legislación vigente, recurre a
consistencia con respecto a las restantes. la tipología delictiva prevista en el Códi-
En este sentido, generalmente se reconoce go Penal y utiliza un método uniforme de
que, por su cercanía con la realidad que compilación y tratamiento de datos.

Recuadro 3.1

Las cifras de homicidio doloso en Costa Rica


El homicidio doloso es, acaso, la más grave manifestación de mediciones erróneas, sino de los distintos métodos de reco-
violencia interpersonal. Su carácter excepcional hace que su lección y de las finalidades perseguidas por cada una de las
denuncia y registro sean más probables y fidedignos. Por ello, fuentes.
el análisis del comportamiento de las tasas de homicidio dolo-
so resulta ineludible en cualquier estudio sobre los niveles de En el ámbito nacional existen tres instituciones que suministran
violencia y delictividad en una sociedad. información sobre el tema: el Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos (INEC), el Poder Judicial y la Sección de Patología
En nuestro país, diferentes instituciones proporcionan distintas Forense.36 El Poder Judicial, a su vez, alberga dos fuentes dis-
cifras de homicidio doloso para un mismo año, lo que ocasiona tintas en la Sección de Estadísticas del Departamento de Plani-
inconsistencias y contradicciones en el análisis de la informa- ficación: las denuncias presentadas ante el Ministerio Público y
ción. Tales diferencias no son, necesariamente, producto de las estadísticas de muertes violentas del área policial.

Continúa en la página siguiente

35
Ver Rico (2004), p. 10.
36
En el pasado era usual consultar la información sobre homicidios en la Sección de Patología Forense, una práctica que
ha sido reemplazada por la utilización de información proveniente de la Sección de Estadísticas del Departamento de
Planificación del Poder Judicial.
59
PNUD

Viene de la página anterior

El Cuadro 1 presenta una comparación de los datos arrojados mación proveniente de Patología Forense tiene la ventaja de
por tres de las cuatro fuentes citadas para el período 1995-2004. que es generada rápidamente, con lo cual, pese a las limita-
ciones en su precisión, es útil para mantener un conteo diario,
pero provisional, sobre las cifras de víctimas de homicidio.

Cuadro 1 INEC: como ente rector de las estadísticas nacionales, registra


Número de casos y personas víctimas de homicidio doloso, las causas de muerte de las personas, con base en los certifi-
según fuente de información cados de defunción emitidos por el Registro Civil que se basa,
Período 1995 - 2004 a su vez, en información proveniente de Patología Forense.
Con ello se reproducen las dificultades ya señaladas.
Poder Judicial
Poder Judicial: en la Sección de Estadística del Departamento
Estadísticas de
Año Ministerio INEC (2) de Planificación se manejan dos datos: los del Ministerio Público
muertes violentas
Público y los de las estadísticas de muertes violentas del área policial.
del área policial
(1)
Casos Víctimas La información del Ministerio Público corresponde al número
1995 184 189 184 179 de denuncias o casos presentados ante el órgano acusador;
1996 189 195 189 195 sus limitaciones obedecen a la tipificación de las denuncias.
1997 210 217 210 205 Así sucede, por ejemplo, en el caso de desaparición de una
1998 224 230 222 214 persona, el cual es denunciado ante el Ministerio Público como
1999 245 250 245 236 un homicidio (con el propósito de que el reporte tome mayor
2000 240 251 238 241 relevancia ante las autoridades); sin embargo, una vez investi-
2001 251 257 256 243 gado el hecho, puede cambiar su calificación, sin que por ello
2002 251 258 310 236 cambie el registro de la denuncia. Lo mismo sucede con he-
2003 292 300 389 285 chos inicialmente reportados como homicidios que, luego de
2004 265 280 N.D. 251 una investigación, resultan ser suicidios o accidentes.
Notas:
(1) Número de casos. Por su parte, los datos reportados por las estadísticas de muer-
(2) Número de víctimas. tes violentas del área policial, corresponden al informe realiza-
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Esta- do para el número de casos y de víctimas de homicidio doloso,
dísticas. INEC, Unidad de Estadísticas Demográficas. Datos en línea. luego de un minucioso proceso de recolección de indicios y
seguimiento de los casos. El seguimiento empieza con la pre-
sentación de la denuncia y termina con la determinación de la
causa de la muerte, si la hubiera: homicidio doloso o culposo,
suicidio o muerte accidental.
Las diferencias entre las fuentes son evidentes; un ejemplo de
ello son las reportadas por el INEC y el Poder Judicial, en el Si bien el proceso de trabajo que esta unidad desarrolla permite
año 2004: 251 fallecidos frente a 280, respectivamente. obtener mayor precisión en el número de casos y víctimas de
homicidios dolosos, la falta de pruebas contundentes obliga a
La dificultad de interpretación de la información se agudiza si invertir mayor tiempo en la investigación y, con ello, se origina un
se toma en cuenta que los datos pueden hacer referencia a retraso en el cálculo de una cifra anual más precisa. Pese a su
casos o a víctimas de homicidio (un mismo caso puede tener ocasional duración, la metodología aplicada por esta instancia
víctimas múltiples). En los años 2002 y 2003, el Ministerio Pú- permite un más eficiente control de los datos y una mayor pro-
blico reportó mayor cantidad de casos que las estadísticas del fundidad en el análisis de los mismos. La investigación detallada
área policial (59 casos en el 2002 y 97 casos en el 2003). permite obtener, entre otras cosas, información abundante sobre
las características demográficas de la víctima y el imputado.
Los fines a los que responde la recolección de información va-
rían según el área o departamento del que se trate. La siguien- De lo anterior podemos concluir que:
te descripción puede ofrecer un panorama más claro sobre qué • La divergencia en las cifras de homicidio doloso, la más ele-
nos dicen los datos, según la fuente de la cual provienen, y mental información empírica en materia de seguridad ciuda-
cuál es el dato más fidedigno y adecuado a los propósitos del dana, puede ser un problema grave si las distintas cifras se
presente informe. utilizan inconsistentemente y sin conciencia sobre sus méri-
tos y limitaciones.
Sección de Patología Forense: esta es la instancia encargada • Las diferencias entre los datos responde, por lo general, a
por ley de recibir los cuerpos de las víctimas de todas las muer- las diferentes funciones que cumple cada institución que los
tes violentas, o presuntamente violentas, que tienen lugar en recaba, desde certificar administrativamente las defunciones,
el país. La determinación de la causa de muerte es realizada a hasta activar las instancias judiciales o investigar las circuns-
partir de las pruebas que aporta el estudio del cuerpo. Se debe tancias de la comisión de un hecho presuntamente ilícito.
considerar que pueden surgir imprecisiones en los datos que • Finalmente, para el análisis de la evolución y característi-
allí se manejan, como producto de tres factores: la ausencia de cas del fenómeno del homicidio doloso en Costa Rica, las
cuerpo para realizar la autopsia, el acaecimiento de muertes estadísticas de muertes violentas del área policial son par-
cuya causa no puede ser identificada y la posibilidad de que se ticularmente adecuadas. Estas son, con toda probabilidad,
produzcan diferencias entre los criterios médicos y las pruebas la aproximación más certera a la realidad del fenómeno y,
del caso recabadas posteriormente. A pesar de esto, la infor- permiten, además una mayor profundización analítica.

60
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

A las cifras de registro hay que sumar las como a lo largo del tiempo, dentro de una
encuestas de opinión, que permiten captar misma nación.
aspectos del fenómeno de la inseguridad
ciudadana que no figuran en las estadís- La medición consistente de la inseguridad
ticas oficiales. En particular, las encuestas ciudadana por medio de encuestas requiere
ayudan a solventar la subestimación de la resolver no solo complejos problemas mues-
victimización a la que inducen los regis- trales, sino dilemas aún más básicos sobre el
tros oficiales y a recoger información sobre diseño de las preguntas, cuya formulación
la percepción de inseguridad y la segura- puede generar dramáticas diferencias en
bilidad de la población. Sin embargo, con los resultados, y sobre lo cual no existe un
excepción de casos como el de la Encuesta consenso internacional. Este tema aparente-
de Victimización Delictiva de los Estados mente inocuo es, por el contrario, crucial y
Unidos de América -realizada cada seis merecedor de una minuciosa reflexión. En
meses, desde 1973-, este recurso presen- particular, una medición poco rigurosa de la
ta limitaciones notables en casi todos los victimización por medio de encuestas no solo
países, por su escasa frecuencia (a causa de dificulta la formulación de políticas adecua-
su alto costo) y las recurrentes inconsisten- das de seguridad ciudadana, sino que puede
cias metodológicas, que dificultan la com- inducir a alteraciones injustificadas en la per-
paración de los datos ya sea entre países, cepción de inseguridad (Recuadro 3.2).

Recuadro 3.2

¿Cómo miden las encuestas la victimización?


La fuente de datos habitual para medir la victimización, es decir ¿Una pregunta general o varias preguntas específicas?
el grado en que las personas de un país sufren actos delictivos
o de violencia en general, son las estadísticas de registro. No Dentro de la variedad de cuestionarios encontrados para medir
obstante, estas presentan, por lo general, limitaciones signifi- la victimización destacan, en primera instancia, los que tratan
cativas a causa de la falta de denuncia. Por esta razón, es de de medirla utilizando una sola pregunta general y los que recu-
esperar, por ejemplo, que las estadísticas de robos, amenazas rren a varias preguntas específicas.
y agresiones subestimen en magnitudes importantes su ocu- Este es un ejemplo concreto, una pregunta general sobre el
rrencia real. tema, en Costa Rica:

Entre otros, este es uno de los motivos por los cuales en mu- Durante los últimos 12 meses ¿algún miembro de este hogar
chos países comenzaron a desarrollarse las llamadas encues- ha sido víctima de algún delito?37
tas de victimización, concebidas como instrumentos que per-
miten conocer más fielmente la realidad sobre la delictividad y 1. Sí 2. No (PASE A**)
la violencia, así como la cifra oculta que presentan las estadís-
ticas de registro. Como es observable, la pregunta filtra a las personas entrevis-
tadas. Si la respuesta es afirmativa, los cuestionarios propor-
La revisión de este tipo de encuestas dentro del contexto latino- cionan preguntas adicionales sobre los hechos relacionados
americano reciente, y particularmente en Costa Rica, muestra con el delito, o los delitos, padecidos por los miembros del
que la medición de la victimización constituye una práctica en hogar (tipo, número de veces que lo vivió, denuncia del hecho,
la que existen pocos acuerdos. La disparidad de resultados que etc.). Por el contrario, si la respuesta es negativa, la persona
arrojan las encuestas se explica por las diversas modalidades entrevistada no responde preguntas adicionales sobre esta
con que se mide este fenómeno. temática.

Continúa en la página siguiente

37
PNUD, “Percepción social de la inseguridad ciudadana y la justicia penal”. Cuestionario de encuesta realizado por
UNIMER R.I. a solicitud del PNUD en el año 1998.
61
PNUD

Viene de la página anterior

La indagación a través de varias preguntas puede ilustrarse


con base en un cuestionario confeccionado en Chile 38, de la ¿Se indagan los mismos hechos violentos?
siguiente manera:
Cuando se indagan delitos o hechos violentos específicos, la
¿Cuántas veces en los últimos doce meses ha sido usted o inclusión de uno u otro obedece a intereses particulares del
algún miembro de su hogar víctima de un (se realiza la misma país o de la organización que realiza el estudio. Aún dentro de
pregunta en cada uno de los casos señalados a continuación): los mismos países, en diferentes encuestas, varían los hechos
que se investigan. Por ejemplo, en Costa Rica, para 1997, se
• robo o intento de robo, sin violencia física, en la calle, auto- localizó un cuestionario que indagó de la siguiente manera41:
móvil, locomoción o lugar público?
• robo o intento de robo en la calle o lugar público, con violen- • ¿Alguien le robó algo a mano armada en los últimos 12 me-
cia física? ses?
• robo o intento de robo, sin violencia física, al interior de su • ¿En los últimos 12 meses, algún policía u otra autoridad pú-
hogar? blica le exigió dinero?
• robo o intento de robo, con violencia física, al interior de su • ¿Alguien que no era un policía o autoridad pública le amena-
hogar? zó para sacarle o pedirle dinero en los últimos 12 meses?
• agresión o intento de agresión sexual o de violación? • ¿En los últimos 12 meses, le amenazaron para forzarle a
• víctima de otro tipo de agresión o amenaza de agresión cambiar su lugar de residencia, cambiar sus opiniones, o
quedarse callado/a respecto a algo que usted conoce?
como venganza, secuestro, acciones de pandillas, etc.? • ¿Fue usted golpeado por otra u otras personas en los últi-
mos 12 meses?
La comparación de ambos tipos de pregunta ilustra la dificul- • ¿En los últimos 12 meses la policía lo maltrató o golpeó?
tad de hacer una general sobre el tema, pues es evidente que • ¿Fue usted herido con un arma blanca en los últimos 12
el término “delito” constituye un concepto complejo y algunas meses?
personas podrían entender, por ejemplo, las amenazas como • ¿Fue usted herido con un arma de fuego en los últimos 12
un delito y otras no. En este caso es claro que la primera pre- meses?
gunta carece de una conceptualización y una operacionaliza-
ción adecuadas lo cual, sumado al uso de términos ambiguos, En el mismo año, otro cuestionario también realizado en Costa
proporciona una medición poco precisa del fenómeno que se Rica preguntó de la siguiente manera42:
desea investigar. Por lo general, este tipo de preguntas se lo-
caliza en cuestionarios de encuestas de opinión, en las que ¿Durante el último año, la vivienda, usted o un residente de
abundan diferentes temas de investigación. ella, ha sido víctima de algún acto de delincuencia como robo,
agresión, tentativa de robo u otro?
En el segundo caso, la victimización está circunscrita a delitos
o hechos violentos específicos, por lo que puede inferirse un Si la respuesta era afirmativa, entonces se indagaba por los
esfuerzo mayor por conceptualizar y operacionalizar. General- siguientes delitos:
mente, este tipo de preguntas está incluido en encuestas que
investigan temas relacionados con la seguridad ciudadana. • Robo en la vivienda (TV, electrodomésticos, pertenencias)
• Robo o asalto fuera de la vivienda a algún miembro
¿Varía el período de referencia entre encuestas? • Robo del carro
• Robo en el carro o alguna parte de él
El período de referencia al que generalmente aluden los cues- • Robo de motocicleta o bicicleta
tionarios para medir la victimización es de doce meses. De esta • Tentativa de robo (en la vivienda, el carro o a algún miem-
manera, el planteamiento típico de la pregunta es el siguiente: bro)
• Agresión contra algún miembro
¿Durante los últimos 12 meses, usted.....? • Otro

No obstante, existen múltiples ejemplos de cuestionarios don- La inclusión de un delito o no es parte del problema en los
de se hace referencia a períodos que varían desde los últimos cuestionarios que abordan el tema. Sin embargo, también lo
tres meses39 hasta los últimos cinco años40. es la descripción que se hace de ellos. Por ejemplo, mientras

Continúa en la página siguiente

38
Informe Nacional de Desarrollo Humano 1998 “Las paradojas de la modernización”. Encuesta Nacional de Seguridad
Humana CEP-PNUD. Chile, 1998.
39
Cuestionarios de CID-Gallup, Costa Rica, aplicados en los meses de octubre de 1995, enero, abril y julio de 1996, y abril
y julio de 1998.
40
UNICRI. Encuesta Internacional de Victimización: Argentina, cuestionario cara a cara. Año 2000.
41
Organización Panamericana de la Salud. Proyecto Activa, Estudio multicéntrico: actitudes y normas culturales frente a la
violencia en ciudades seleccionadas de América Latina y España. Año 1997.
42
INEC, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, Cuestionario 1997.
62
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

en el segundo cuestionario citado se preguntó por la agresión ¿En el último año, su persona, o algún miembro de su familia,
contra algún miembro del hogar, es evidente que todas las o personas muy cercanas a usted han sido víctimas de algún
preguntas del primero enfatizan en la violencia física inter- acto de delincuencia?45
personal.
¿Qué se concluye?
¿Por cuál víctima se pregunta?
La medición de la victimización por medio de encuestas invita a
Cuando se indaga sobre la victimización por medio de pregun- la formulación de preguntas de todo tipo. El uso irreflexivo e in-
tas generales, la víctima de los actos violentos que se desea consistente de las preguntas es nocivo para la investigación de
conocer difiere entre uno u otro cuestionario. En ocasiones un fenómeno tan grave como lo es la delincuencia y la violencia
se toma como referencia a la persona entrevistada, es decir, que se vive actualmente en nuestros países.
las preguntas sobre victimización se realizan a nivel personal.
En otros casos, las preguntas van dirigidas a los miembros Por esta razón, no es de extrañar que las comparaciones entre paí-
del hogar. Aquí la meta es medir la victimización en un mayor ses sean casi inexistentes, que aparezcan dentro de los países mis-
rango de personas y conocer lo sucedido a nivel de bienes co- mos diversos datos que apuntan hacia un mismo hecho y que ante
lectivos, como lo es robo de electrodomésticos o pertenencias la falta de un enfoque apropiado y consensuado para medir la victi-
de la familia. Finalmente, se encontraron pocos cuestionarios mización, resulte fácil tergiversar la realidad que se desea conocer.
que hacen referencia, adicionalmente, a personas cercanas.
Algunos ejemplos de este tipo de preguntas se extraen de Las encuestas realizadas en Costa Rica, y en diversos países lati-
cuestionarios realizados en el país. noamericanos señalan que, conjuntamente con el deterioro de la si-
tuación económica, la inseguridad ciudadana y la delincuencia son
¿Ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos de los principales problemas que deben afrontarse en la actualidad.
12 meses?43 Este hecho invita a fortalecer las capacidades para la medición de
la victimización, aprovechando los esfuerzos internacionales por
Durante los últimos 12 meses ¿algún miembro de este hogar construir y operacionalizar un marco conceptual adecuado para la
ha sido víctima de algún delito?44 comprensión del fenómeno, pero también insistiendo en las bonda-
des de sistematizar experiencias y resultados en este campo.

Sin contar las preguntas aisladas sobre el de 1986 con muestras representativas de
tema que, ocasionalmente, incluyen en 950 adultos, 204 funcionarios judiciales
sus instrumentos algunas encuestadoras (magistrados, jueces, fiscales y defensores
comerciales y el Instituto Nacional de públicos), 182 abogados y 325 personas
Estadística y Censos, con anterioridad al privadas de libertad. La segunda, auspi-
presente informe en Costa Rica se lleva- ciada por el Proyecto Regional de Justicia
ron a cabo dos encuestas de envergadu- del PNUD, se realizó en febrero de 1999,
ra sobre la seguridad ciudadana. La pri- con una muestra representativa de 1214
mera de ellas se efectuó en abril y mayo hogares.46

43
Estado de la Nación, basado en el estudio “La cultura política de la democracia en Costa Rica”, realizado por Jorge Vargas Cullell y
Luis Rosero Bixby, CCP. 2004.
44
PNUD, “Percepción social de la inseguridad ciudadana y la justicia penal”, cuestionario de encuesta realizado por UNIMER R.I.
a solicitud del PNUD en el año 1998.
45
Periódico Al Día, martes 3 de agosto de 2004. Informe de resultados de la encuesta aplicada por DEMOSCOPÍA a solicitud de
este diario.
46
Sobre la primera, véase Rico et al. (1988). Esta encuesta tuvo lugar en el marco de un proyecto centroamericano para mejorar el sis-
tema de administración de justicia penal, financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) de los Estados Unidos de
América, patrocinado por el Instituto Latinoamericano para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD)
y coordinado por el Centro para la Administración de Justicia de la Universidad Internacional de Florida. Sobre la segunda, véase
Chinchilla, ed. (1999). También se han realizado encuestas en el marco de dos proyectos aplicados en el plano local: el primero, el
Proyecto de Policía Comunitaria, puesto en marcha como plan piloto en 1996 por el Ministerio de Seguridad, en el barrio capitali-
no de Hatillo; el segundo, que tuvo lugar entre enero de 1998 y junio del 2000, en Rincón Grande de Pavas. Para una descripción
más amplia del primer proyecto, véanse: Ministerio de Seguridad Pública (1997) y (1998b); Chinchilla y Rico (1997), pp. 68-69,
n. 69; Rico y Chinchilla (2002), pp. 63-65. En cuanto al segundo, titulado Seguridad ciudadana en Centroamérica, auspiciado por
el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y ejecutado en cinco municipios de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala,
Honduras y Nicaragua, véanse: Rico (1999), (2000) y (2001); y Rico y Chinchilla (2002), pp. 75-81.
63
PNUD

A esas dos encuestas se suma ahora una el más ambicioso intento realizado hasta la
tercera. En efecto, la investigación que fecha en el país para indagar el fenómeno
precedió al presente informe contó, como de la inseguridad ciudadana (particular-
uno de sus componentes centrales, con la mente la percepción de inseguridad) y sus
realización de la ENSCR-04, aplicada en consecuencias para el desarrollo humano.
mayo y junio del 2004 a una población La abundante información aportada por la
representativa de 2402 personas mayores ENSCR-04, posteriormente enriquecida
de 16 años, a partir de un cuestionario con la realización de doce grupos focales
elaborado por el Equipo Coordinador del con población urbana, constituye, en mu-
informe y expertos del Ministerio de Segu- chos sentidos, el principal soporte empíri-
ridad Pública. Esta encuesta es, sin duda, co del presente informe (Recuadro 3.3).

Recuadro 3.3

Fuentes de información para el INDH 2005


Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana en Costa Rica 2004 (ENSCR-04)

Entidades patrocinadoras: Ministerio de Seguridad Pública y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Empresa contratada: UNIMER. R.I.

Objetivo general: Medir aspectos relacionados con la inseguridad ciudadana (percepción y victimización), la influen-
cia de algunos factores asociados y el impacto en el desarrollo humano.

Población de interés: Personas de ambos sexos, entre 16 y 69 años de edad.

Tamaño y cobertura: 2402 entrevistas a nivel nacional.

Tipo de muestreo: Muestreo estratificado de cuota probabilística. El control de la cuota se ejerció por sexo, edad y
condición de trabajo.

Trabajo de campo: Del 25 de mayo al 25 de junio de 2004.

Recolección de información: Entrevista domiciliaria en que se utilizó un cuestionario estructurado, cuya duración media fue de
50 minutos.

Procesamiento: Los cuestionarios fueron sometidos a un proceso de crítica y codificación; posteriormente fueron
digitados y tabulados con el paquete SPSS/PC.

Módulo adicional: Entre el 3 y el 11 de agosto de 2004 se realizó una reentrevista telefónica para indagar más
apropiadamente sobre la victimización. Mientras el cuestionario domiciliario indagó la victimización
únicamente para la persona entrevistada, con un formato de pregunta abierta y categorías de res-
puesta previamente establecidas, la telefónica lo hizo a la misma persona, pero incluyendo a todos
los miembros del hogar, con un formato de pregunta cerrada, en el que se preguntaron todos y
cada uno de los actos violentos de interés. De las 1723 personas entrevistadas en su domicilio que
contaban con teléfono, fueron reentrevistadas por esta vía la mitad (891), en todo el país. Esto pue-
de considerarse una muestra apropiada de las viviendas con teléfono, las que son más frecuentes
en las zonas urbanizadas y de nivel socioeconómico medio y alto.

Grupos focales

Empresa contratada: Brengton Consultores S.A. Las sesiones fueron realizadas en Estadística y Mercadeo S.A. (EYMSA).

Objetivo central: Ampliar y profundizar con mayor detalle algunos de los resultados obtenidos en la ENSCR-04.

Continúa en la página siguiente

64
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Participantes: Hombres y mujeres, de nivel socioeconómico medio, residentes urbanos, con edades entre los 24 y
70 años de edad, con hijos(as) y sin hijos(as).

Selección: Los participantes fueron seleccionados de manera aleatoria en el Área Metropolitana de San José.

Sesiones grupales: Doce grupos focales, de seis personas cada uno, en grupos homogéneos organizados por sexo,
edad y tenencia de hijos.

Fechas: Entre los días 28 de agosto y 2 de setiembre de 2004.

Registro de información: Cada sesión fue grabada en cassette, previo conocimiento y consentimiento de las personas parti-
cipantes en cada una de ellas.

Historias de vida

Objetivo: El objetivo fundamental es obtener el testimonio directo, de viva voz, de dos personas que, desde dife-
rentes posiciones, han tenido relación con temas que involucran su seguridad personal y la de otros.

Número: Se realizaron dos historias de vida, dos facetas importantes y características, de un mismo problema.

Criterios de selección: Se consideró adecuado recoger el testimonio de un joven de menos de 30 años de edad que estu-
viese o hubiese estado en conflicto con la ley. También se consideró oportuno recoger el testimonio
de una mujer adulta que hubiese estado involucrada en una situación prolongada y sistemática de
violencia doméstica.

Participación: La participación de los informantes fue voluntaria y no medió remuneración alguna en el proceso.

Duración: Cada entrevista tuvo una duración aproximada de ocho horas, distribuidas en dos sesiones de
cuatro horas cada una. Posteriormente, las historias de vida, ya elaboradas, fueron sometidas a la
consideración de los informantes, quienes pudieron formular precisiones, aclaraciones -y en algu-
nos casos, también sugerir cambios- a los relatos.

Principales registros estadísticos consultados por el Equipo Coordinador

1. Poder Judicial. Departamento Planificación, Sección de Estadística.

- Área Policial: información sobre homicidios dolosos, reporte del número de casos atendidos por violación a la Ley de
Psicotrópicos, reporte del número de robos y hurtos.

- Estadísticas Judiciales: número de personas condenadas por los tribunales penales.

2. Ministerio de Seguridad Pública Departamento de Planes y Operaciones, Grupo de Análisis y Tratamiento de Información
“GATI”: informes policiales realizados por la Fuerza Pública.

3. Observatorio del Desarrollo, Universidad de Costa Rica: datos disponibles en el CD Tendencias del Desarrollo Costarricense
V.2003, Índice de Desarrollo Humano a nivel cantonal 2000-2004, años de vida potencialmente perdidos por causa de homi-
cidio doloso.

4. Instituto Nacional de Estadística y Censos. Estadísticas de población (estimaciones y proyecciones, información censal), indica-
dores sociales (empleo, desempleo, pobreza), indicadores demográficos. Módulos de victimización aplicados en las EHPM.

5. Centro Centroamericano de Población: estimación de las proyecciones de población, tanto a nivel de país como de cantón,
en colaboración con el INEC.

6. Caja Costarricense de Seguro Social. Departamento de Estadística de los Servicios de Salud. Reporte de los egresos hos-
pitalarios, según tipo de agresión.

7. Ministerio de Justicia-Dirección General de Adaptación Social. Departamento de Investigación y Estadística: Anuarios Esta-
dísticos, datos disponibles para las características de la población penitenciaria y atendida para los períodos disponibles.

65
Conclusión
Tres proposiciones

Así pues, pese a la complejidad y las limita- convergencia de muchos; convergencia


ciones en la tarea de operacionalizar los con- frecuentemente relacionada con situa-
ceptos involucrados, la seguridad ciudadana ciones de intensa vulnerabilidad hu-
no solo puede ser estudiada desde la óptica mana y social.
del desarrollo humano, sino que debe serlo.
2. La inseguridad ciudadana es un obs-
Esta premisa implica situarla como un táculo para el desarrollo humano por
componente central de la seguridad huma- cuanto limita las posibilidades indi-
na, concebirla en función de la vigencia de viduales para concebir y concretar un
derechos fundamentales, ligar sus múlti- proyecto de vida, y erosiona la coope-
ples causas a otras tantas formas de vulne- ración social y la vida cívica necesarias
rabilidad social, mirar sus consecuencias en para tal efecto.
función del ejercicio de las libertades de las
personas y dirigir las soluciones no solo a la 3. Es posible construir una sociedad más
protección pasiva de estas, sino también a segura si se atienden las formas de vul-
su empoderamiento y el de su comunidad. nerabilidad social en que proliferan la
Todas son adiciones valiosas a un debate violencia y el despojo y se fortalecen los
frecuentemente estrecho en la concepción mecanismos colectivos de protección y la
del problema y sus soluciones, así como capacidad de las personas para activarlos.
desprovisto de referentes normativos.
Para sustentar estas proposiciones es me-
Las siguientes secciones de este informe es- nester realizar un balance de la situación de
tán dirigidas a sustentar tres proposiciones la seguridad ciudadana en Costa Rica, exa-
generales sobre la seguridad ciudadana y el minando detalladamente el estado actual y
desarrollo humano en Costa Rica: la evolución reciente de cada uno de sus
componentes: victimización, percepción
1. La inseguridad ciudadana no es cau- de riesgo y segurabilidad. ¿Cuán (in)segura
sada por un único factor, sino por la está la población en Costa Rica?
Referencias

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69
Fotografía: Irene Araya
SEGUNDA PARTE
¿Se vive ahora con más (in)seguridad?
Historia de vida

Mauren
A Joaquín, el que sería mi marido, lo co- una familia de agricultores, de por aquí, por
nocí en un salón de baile aquí, en San José. Santa Ana. El papá de él se ha dedicado a
Ahora pienso que cuando un hombre la co- negocios propios; tenía una finca en Upala
noce a una en un salón, como que le ataca pero la vendió. Ahora está otra vez en Santa
muchas cosas, él creía que yo hacía muchas Ana. La mayoría de ellos siempre andan pi-
cosas indebidas. A cada rato me llamaba en rateando; es una familia grande, son como
la mañana y discutíamos, al medio día me doce, unos pueden más, otros menos. A
llamaba y también discutíamos, y por la no- Joaquín no le gustaba que nadie lo man-
che igual, y yo, cerrada como un bombillo, dara; eso fue lo que le pasó a mi marido:
me decía, ¿por qué tanta peleadera? siempre endeudado con taxis de carga... In-
cluso ahora que se vinieron de Guanacaste,
A veces él me llamaba de un público y la compraron un carro para taxiar: mi hijo lo
gente le reclamaba: el teléfono es público, anda en la noche y él en el día, o viceversa.
te vamos a sacar, y como yo me asustaba le Siempre ha pensado que nosotros no nece-
decía, ya lo voy a dejar porque parece que sitamos que nadie nos mande.
va a tener problemas, y vine y le colgué el
teléfono, y nos quedamos de ver en el Par- Había pasado como un año de noviazgo
que Central de San José... Cuando llega el cuando yo decidí irme para Guanacaste. Le
hombre de lentes oscuros y yo le dije ¿qué dije a mi patrona que me iba porque había
le pasó? Y me dijo, por usted me penquea- muchos problemas con mi novio, y ella me
ron, porque cuando él salió del teléfono dijo que estaba bien. Le avisé a mi prima
dijo ¿adónde está el que me iba a pegar? Y para que se diera cuenta que se quedaba
cuando sentí el mamellazo, me dice, y le sola. ¿Sabe qué?, le dije, me voy para Gua-
digo yo, ah, siga de peleón... nacaste con mi mamita y a mi novio lo dejo.
Y le dije que tal vez eso servía de algo en mi
Él es seis años mayor que yo. Tenía la pri- noviazgo para recapacitar. Pensaba que mi
maria pero el colegio no. La suya ha sido novio no me iba a encontrar, porque él aquí
72
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

y yo allá, en Hojancha... Pero entonces él me dice, ah, Mauren, ¿no ve que yo vine? Y
se comunicó con la prima mía y ella le dio le digo yo al otro muchacho, ese es el novio
la dirección de Guanacaste. de San José, y me dice, ahora qué hago, y
le dije sigamos, usted no ha visto nada, si-
Topé con tan mala suerte que cuando llegué gamos...
a Guanacaste había un bingo en Hojancha.
Yo sabía que si iba, iba a ver lo que yo tanto Entonces él se vino detrás de nosotros y lle-
pretendía, el muchacho que yo iba a misa gó donde mis papás diciéndoles, don An-
por verlo, y le dije a mi mamá ¿me deja ir al tonio, doña Inocencia, ¿se dieron cuenta
bingo? Y como yo era la hija que trabajaba ustedes lo que estaba haciendo Mauren? Y
para mis papás, ellos nunca me decían que le dice mi mamá, ¿qué estaba haciendo?, y
no. Y bueno... me digo yo, voy a ir a ver a les dice él, pues ahí viene con un hombre.
fulano, y dicho y hecho: llegó al bingo y me Y le dice mi mamá, ¿y ella le dijo quién es
lo encuentro a él. ese hombre?, y le contestó él, todavía no he
hablado pero quiero que ustedes vean a ver
Cuando llegué y veo, el muchacho, me qué hacen con ella. Porque él lo que quería
dice: “¿Cuándo usted vino?”, y le contes- era que mis papás me agarraran y me dieran
té en estos días. “Ay, qué bien”, me dice; y la garroteada del año, cosa en la que no lo
como mis hermanos jugaban bingo, yo me complacieron.
fui a conversar con él. Y me dice: “¿Tienes
novio en San José?”, le dije, sí tengo, y me Entonces viene y me dice mi mamá, ¿con
voy a casar, y me dice él: “Mauren usted quién venías?, y le contesté, con un amigo,
sabe que yo me di cuenta de que usted iba y le dije a Joaquín, mirá, si pensás lo que
a misa para verme, y yo la he estado espe- pensás, ¡hasta aquí! Al verlo yo tan enojado
rando para proponerle matrimonio, y aho- le dije, hasta aquí llegaron las cosas; ni si-
ra usted me viene con ese cuento de que quiera tengo nada con él, así que lo del ma-
tiene novio y se va a casar”. Y yo le decía, trimonio hasta aquí puede llegar... Si usted
pero qué quiere que haga si usted nunca me quiere ya no nos casamos, y él me contestó
habló por teléfono ni me mandó una carta, que no, que solo venía a visitarme porque
yo no sabía nada, y me dice, sí, tiene razón, yo me tenía que casar con él, y me dice mi
y seguimos hablando. mamá, él sigue empeñado en que se casen,
y le dije yo... diay, si yo le digo que no y
Después termina el bingo y me dicen mis él sigue empeñado en que sí... ¿qué puedo
hermanos, nos vamos. Sí, está bien, les con- hacer?
testé, y me dice él: “¿Mauren, quieres que te
acompañe?” Bueno, está bien... Pero venía- Mi abuelito, el papá de mi mamá, la mal-
mos en la pelota, con mis hermanos. El ca- trataba mucho a ella, y a mi mamá le gusta-
mino era muy largo, y el novio de San José ba irse al campo, donde la familia de ella, a
había llegado en la tarde a la casa. Cuando ver en qué les ayudaba para que le regalaran
oigo un ruido debajo de los palos de naran- comida, ya sea cocinada o cruda. Ella tenía
ja y veo una luz como de foco, y le digo a un tío; la esposa de ese tío la quería mucho,
él, ahí alumbra algo, y me dice, sí. Y cuando y a veces le decía, mirá, Inocencia, allá está
oigo que vienen saliendo unas personas de tu tío haciendo tal cosa... ¿Por qué no vas a
ahí -había una cerca al lado de la calle- y yo ayudarle? Y ella se iba a ayudarle y se entre-
oí que venía alguien pero tenían que pasar tenía mucho y pasaba el tiempo. Y la mujer
la cerca para salir a la calle, cuando viene y le decía, ay, Inocencia, ¡cómo duraste! ¡Te

73
van a regañar en tu casa! Tomá tu almuerci- Entonces -decía mi papá-, como ella no me
to cocinado y andate mejor... Porque cono- daba pelota, yo me iba para donde la prima.
cían que mi abuelito era muy chichoso y se Y un día dicen que estaba mi papá conver-
la pasaba solo cuidándolas a ellas, y como sando con la prima, y mami vino, lavó y se
ya eran muchachillas, estaba como celoso. fue. Y mi abuelito la vio donde venía y la
Y le decían, ¡váyase, porque si viene su tata agarró ahí, donde la encontró en el río, y
se va a enojar! Y dicho y hecho. le dio una tunda, porque él decía que mi
mamá andaba con mi papá. Entonces mi
Dice mi mamá que cuando ella venía de ca- mamá se vino para donde mi papá y le dijo
mino con las tazas de comida, venía el papá ¿sabe qué? Me acaban de dar una tunda por
y la agarraba y le daba aquellas tundas que usted. Y le dice él ¿pero por qué por mí?
le botaba la comida y ya no comía. Mejor Si yo no estaba con usted, yo estaba aquí...
me hubiera quedado almorzando donde mi Sí, pero a mi papá se le metió que yo es-
tía, y cuando me hubiera topado me hu- taba con usted y me pegó, y yo no quiero
biera pegado, pero no me hubiera botado que se arrime más adonde mí. Le dijo eso
la comida, dice mi mamá, y lo que le había y se volvió a ir para la casa, pero ya el señor
quedado eran unos granos crudos que lle- volvía a seguir a mi mamá, y dice mi papá:
vaba en bolsa. Y cuando llegaba a la casa, le como ella dijo que la habían maltratado por
contaba a la mamá que el papá la encontró, mí, yo iba detrás de ella a caballo para que
pero que ella solo estaba trabajando con el me siguiera contando; cuando en eso veo
tío, y mi abuela le decía, ah, este hombre que viene el bandido viejo y empezamos a
que es necio con las güilas... discutir y a tener problemas... Y yo, para
asustar al bandido viejo, saqué el revólver
En ese tiempo mi mamá ya iba a lavar al río y le pegué un balazo al camino, para que
y ya estaba mi papá poniéndole el ojo. Mi se asustara, porque ese bandido me estaba
papá fue siempre muy coqueto; a él siempre asustando mucho a la muchacha... Enton-
le gustó montar a caballo. Él era como un ces mi mamá, al ver que se le estaba hacien-
riquillo a la par de mi mamá, con aquellos do un problema con su papá, ni lo alzaba a
caballos con freno. ver, porque sabía que si lo veía iba a tener
problemas con el papá.
Entonces él llegaba a las piedras -porque se
lavaba en piedra-, y mi mamá le decía, ¡ah La mayoría de las hermanas de mi papá tra-
no! ¡Por favor váyase usted de aquí, porque bajaban aquí en San José. Entonces, a causa
mi tata me va a pegar por usted....! Y me de todo este enredo, mi mamá habló con
contaba mi papá: yo insistía, porque tanto mis tías y les dijo que estaba sufriendo mu-
me gustaba ella y como no me daba pelo- cho. Llévenme a trabajar a San José y ya no
ta en el caballo, yo me bajaba a hablarle voy a sufrir tanto, porque mi papá me está
cerquita... Porque mi papá ha sido todo el maltratando mucho por fulano de tal, y yo
tiempo muy enamoradillo, y con revólver no tengo nada que ver con él, ni lo alzo a
en cintura mi papá empezó a cortejar a mí ver para que mi papá no me maltrate...
mamá como de trece años, muy jovencita
ella; mi papá yo creo que le lleva como diez Una hermana de mi papá se llevaba muy
años. bien con ella, entonces le dijo: está bien,
este bandido viejo va a quedarse solo por
Supuestamente había una prima de mi molestarla tanto... Alístese y un día de es-
mamá que vivía enamorada de mi papá. tos yo me voy para San José, me la llevo y

74
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la coloco a trabajar allá. Ya vino ella, alistó Para mí fue una historia muy sin gracia,
una ropilla y le dijo a la mamá que se iba a porque fueron doce hijos y aguantar tanta
ir con una de estas muchachas para trabajar pobreza.
en San José.
Me vine para la casa de los papás de Joaquín
Y después era el papá preguntando por ella. a prepararme para la boda, y ya lo habían
¿Y fulana qué se hizo? ¡Ah, ya se fue!, con- planeado todo las hermanas de él. Mis pa-
testa mi abuela. ¿Pero adónde? ¡Ah, dijo que pás vinieron de Guanacaste y me casé. Te-
se iba a trabajar a San José! Entonces él se nía como diecinueve años; a los veinte tuve
vino para donde la familia de mi papá a re- a la mayor.
clamarle a las muchachas. Mamá estaba en
la casa de la muchacha que se la iba a traer, Me casé en Santa Ana. Al mes no sabía si
ya había recogido la ropa que se tenía que estaba o no embarazada, pero sí estaba. Y al
traer para San José. A él se le había metido mes exacto de casados, me dijo él, ya logré
que mi papá había secuestrado a mi mamá. lo que quería, ahora usted se tiene que ir....
¡Ay!, dice mi mamá, me arrepentí mil veces Y yo, ¿pero cómo me voy a ir si estoy emba-
de lo que estaba sucediendo... razada? Y me dijo, a mí no me importa que
usted esté embarazada, yo ya me vengué, no
Pues entonces mi abuelo se fue a la poli- quiero vivir más con usted... Y empecé yo a
cía, a la Guardia Rural, y lo acusó como si llevar mala vida con un mes de embarazo,
fuera que mi papá había secuestrado a mi y para peores en ese embarazo me fue tan
mamá. Y encarcelaron a mi papá, y dice mi mal, creo que tuve achaques los nueve me-
mamá que no hallaba qué pensar con ese ses por todo lo que él me echaba en cara...
hombre encarcelado, y él le decía que era Me decía que yo venía embarazada del otro
su culpa... muchacho, pero uno es muy bruto, y yo me
“Bueno, aquí la única manera de que este decía ¿cómo puedo estar con este hombre?
hombre salga de la cárcel es que se case. Si el mismo día que yo me iba a casar me
Una de dos: llevamos al padre a la cárcel vino la regla, y le digo yo a una prima de él,
o lo sacamos esposado a él de la cárcel a la yo no me puedo casar porque me vino la re-
iglesia.” gla, y ella me contestó ¿cómo que no? Todo
está planeado, tiene que casarse así... Y yo era
¡Qué congoja casarse uno así! Entonces ya bruta, pero él era más bruto diciéndome que
fueron, hablaron con el cura de Nicoya, le yo venía embarazada y casándome con la re-
preguntaron qué podían hacer, y dice el pa- gla... Y a veces me dice mi hija, mami díga-
dre, a tal hora hay una pareja que tengo que me la verdad, si yo soy de ese muchacho, y
casar, después los voy a casar a ustedes... le digo no, porque ese muchacho es moreno
Diay, porque mi papá no quería estar en la y usted es blanca, nada que ver, son inventos
cárcel, porque él decía, ¿por qué voy a estar de su papá. Por todo el problema que hubo
en la cárcel si yo no he hecho nada? Y mi entre nosotros, él quiso achacarme eso, pero
mamá no lo alzaba a ver, pero seguro que yo nunca tuve nada con ese muchacho.
en sus adentros sentía algo por él. Entonces
llegaron los policías, sacaron a mi papá de la Y después me decía Joaquín, ¿sabe qué
cárcel; salió la pareja que se estaba casando, pretendía yo con usted? Hacerle la vida
se quitaron los anillos y se los prestaron a imposible por haberme hecho eso con ese
mis papás para casarse... Así fue como mi hombre. Y le digo yo ¡ah, sí! ¿Con que esos
papá salió de la cárcel. fueron sus pensamientos? ¿Y sabés qué?

75
¡Lo lograste! Porque mil veces me arre- bastante embarazo de San José, y como dos
piento de no haberle hecho caso a ese otro meses después nació Omar. Cuando llegó
muchacho. mi mamá a partiarme, había unas fiestas en
Cañas, y ya por último me dieron ganas de
A mis hijos los tuve muy seguiditos: entre ver las corridas de toros, y le digo yo a mi
Lizeth y María hay como un año y resto de mamá, váyase usted a cuidar a las chiquitas
diferencia, y el chico también es muy segui- a la casa y yo me voy ver la corrida de toros,
dito. Ellos parece que son trillizos. Incluso y me dijo: ¡oh, vieja más loca! Nos fuimos
cuando fui a control de María, me dice el a buscar las ambulancias y yo escuché las
doctor, pero estás embarazada, y le digo yo, bombas de cuando iban a empezar los to-
¡ay!, ¿cómo voy a estar embarazada si tengo ros como a las tres de la tarde, y yo estaba
a la chiquita pequeña? Y me dijo: lo único contenta de que iba a ir. Ya conseguimos
que te puedo decir es que tienes que quitar- la ambulancia, nos llevaron a la clínica y
le el pecho a la chiquita. Salí embarazada el muchacho -un chiquillo- tendiendo la
del chiquito sin darme cuenta. camita de blanco dizque para atenderme el
parto. Ya en la clínica, cuando me examinó
Cuando Joaquín vio a la hija cambió un la doctora, me dice pero usted ya está para
poquito, pero a pesar de todo no dejaba de el parto; hay que trasladarla al hospital,
insultarme diciéndome que la chiquita no pero puede que le regalen en la ambulan-
era de él. Después yo trataba de esquivar lo cia. Y yo, ¡ay, no!, y le decía al muchacho
que me decía, y en la inocencia de uno tam- de la ambulancia, ¿por qué usted no se va
poco pensaba en planificar ni a escondidas, adelante y me deja aquí solita?, y me dice
porque él decía que no había que evitar a no, yo tengo que atenderle el parto... Me
los hijos. senté y casi mato a mi chiquito, yo lo que
menos me imaginaba era que uno se podía
Después de casados vivimos varios años jalar una torta. Cuando íbamos entrando
arrimados a la suegra. Ahí tuve a las dos al hospital me dice el muchacho, qué ban-
hijas. Vivíamos en una casita en la misma dida, no me dejaste atenderte el parto. Me
propiedad, pero aparte. Joaquín empezó a sacaron de la ambulancia y ya yo iba tiesa,
hacer trámites para buscar una parcela por no podía caminar. Cuando la señora que
San Carlos o Guanacaste, pero le ofrecieron me atendió el parto me dio el bebé, yo vi
una en Sarapiquí que no le gustó. Después a mi hijo como un negro limonense, mo-
se encontró con unas amistades y le dijeron rado, y me dice la partera, vamos a ver qué
que había unas parcelas cerca de Cañas, que hacemos por su hijo, creo que viene muer-
si quería le ubicaban una. Yo siempre hacía to, lo ahogaste, lo dilataste, y le digo yo, ¿y
lo que él decidiera; entonces me dijo que qué es? Un varón, me dice ella. Y yo lloraba
nos fuéramos a Guanacaste. Vendió una porque anhelaba un varón. Después llegó
vaca que teníamos en una finca de la her- un charlatán diciendo lo bien que lo había
mana de él, y con esa plata hicimos la casa hecho, que había tenido un montador de
en Guanacaste... Era una ranchilla, porque toros. Entonces le digo yo, ¿quiere decir
él nunca se pulía en hacer bien las cosas; que mi chiquito está vivo? y me dice sí. Y
luego él entró en una sociedad con el papá y qué felicidad la mía cuando me dijo que el
llevaron un ganado, empezaron hacer unas chiquito había sobrevivido. En mis congo-
porquerizas y trabajó con cerdos y ganado. jas yo sentí que no hice nada, todo lo hizo
Yo también trabajé ahí como negra. mi hijo para nacer.
El menor nació en Guanacaste. Me fui con

76
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Los chiquitos ya tenían que empezar a es- Entonces un hermano mío se vino del Va-
tudiar en el kínder. La abuela se trajo a la lle de la Estrella y me dijo que le diera po-
mayor y la mandó al kínder, y nosotros allá sada con la esposa, porque ella estaba para
en Guanacaste. Y yo pensé ¿qué hacemos mejorarse y él tenía que estar en un lugar
nosotros aquí, mandándolos a San José a donde pudiera sacarla al hospital. Enton-
estudiar? Entonces le dije a Joaquín que ces fue cuando decidimos irnos de donde
teníamos que decidir si quedarnos en Gua- mi suegra y alquilar una casa, y como mi
nacaste o irnos para allá, y me volví otra vez hermano nos iba ayudar, alquilamos una
a vivir arrimada donde la suegra. Ahí vivía casa en Salitral, y la finca de Guanacas-
uno en una caja de atún, en un cuartito, te Joaquín se la alquiló a un ricachón de
no había campo para todos los hijos. Ellos Cañas.
tenían que dormir debajo de una mesa y
pasábamos grandes necesidades. Continúa en la Tercera Parte.

77
Historia de vida

Rafael
Ahí donde la vecina fue donde yo empecé te deja dormir ni te deja descansar... Usted
a andar más en la calle. Ella también tenía solo está a la defensiva de que alguien ven-
un montón de hijos que hoy son drogadic- ga a hacerte daño, de que te van a utilizar.
tos. Entonces yo me iba con ellos a andar Como que uno ya no se valora como per-
por ahí en patineta. Íbamos al Mercado de sona, como ser humano; como que usted
Mayoreo: ayudaba, halaba bolsas y pedía ya no tiene ese valor, uno pierde la razón,
plata. Comía ahí mismo. Nunca se me ol- es algo así como que mi felicidad depende
vida una panadería donde me regalaban de lo que me digan las otras personas, por-
pan. Por el momento era un poco normal, que es difícil saber que la persona en que
pero era muy reservado y muy agresivo. uno confió...
Andaba pidiendo ahí en el mercado, toda-
vía era muy sano, todavía no había tocado A veces yo quería como caminar en el aire,
San José. Yo llegaba a la una o a las dos de como haberme perdido en el aire. Veía la
la mañana. Con ocho años yo andaba en la calle como un desahogo, una manera de sa-
calle para arriba y para abajo... lir de la casa, salir de todo, huir, escaparme
de todos los problemas...
El señor seguía llegando y me decía que me
iba a llevar donde mi mamá. Llegaba en Entonces tuve un accidente, un accidente
carro y me prometía, y me llevaba donde bien serio. Jugando con los hijos de la ve-
tenía que ir y hacía conmigo lo que hacía. cina, uno de ellos me empujó y caí de un
Yo deseaba acostarme y no saber nada de techo y me corté la cara de lado a lado. Se
nadie y morirme. Cuando empecé a con- me abrió toda la cara muy feo. La vecina se
sumir drogas fue una manera como de salir asustó y me dejó en el hospital y dijo que
de la realidad, de mi vida. Uno se llega a mi mamá me había abandonado. Me dejó
odiar tanto, es un odio hacia todo, hacia ahí, nada más. Estuve internado tamaño
las personas, un rencor tan grande que no tiempo hasta que pudieron localizar a mi

78
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

mamá y ella llegó por mí. Entonces yo ya le Dios guarde uno dijera algo, porque ella le
tenía un cierto odio, cierto rencor. rompía la boca de un manazo.
Cuando me llevó a la casa en Desampara-
dos, encontré a más hermanos míos que ni Al tiempo empezó otra vez a llegar el tío
sabía que existían, hijos de mi padrastro. mío. Allá en el pueblo había un amigo; él
Con mi padrastro ella tuvo siete en total, pasaba y lo recogía también, y nos ponía a
así que llegamos a ser catorce, más las dos nosotros a hacer cosas... El chavalo tenía la
sobrinas, dieciséis. misma edad que yo, en un tiempo tuvimos
cierta afinidad, pero yo me tiré mucho a
Era una vida así, más o menos de campo. la calle. Quedamos en que nunca íbamos
Yo iba a picar leña al cafetal, en vacaciones a hablar de eso y nunca lo hablamos, pero
iba a coger café con mi mamá, con todos fue algo que también lo afectó mucho; él
mis hermanos, para ayudarnos en la casa.... estuvo muy metido en la droga.
Como tenía tantos hermanos no podía dar-
me el lujo de ir a la mejenga del barrio, tenía En la mente mía era un odio muy gran-
tareas que hacer, no podía ir a jugar trom- de el que yo tenía. A veces deseaba acos-
pos con mis primos porque tenía que ver a tarme a dormir y no volverme a levantar
mis hermanos hasta que llegara mi mamá. nunca más. Lloraba y a veces me portaba
También tenía que ayudarles a mis herma- mal para no ir, o hacía cualquier cosa, pero
nas; eran demasiadas responsabilidades... mi mamá me decía que por ser el mayor-
cillo tenía que ir y punto, y me iba con él
Y todo para ver cómo mi padrastro llegaba y abusaba de mí. Después él me compraba
los viernes y le pegaba a ella, y esos escánda- cosas o me daba plata y me decía que no
los. Mi padrastro la perseguía por el cafetal dijera nada. Mi padrastro llegaba tomado y
con un machete en la mano, la agarraba y me trataba de playo y de maricón. Tal vez
la golpeaba. Vi donde él le arrancó todos él sabía algo, a veces creo que sí. Con mi
los dientes a golpes. Cuando mi mamá lo mamá nunca hemos hablado de eso, nunca
sacaba de los bares, en mis adentros deseaba tocamos ese tema. Una hermana mía sí se
que se muriera o deseaba matarla. Y todo dio cuenta, creo que ellas sí se dieron cuen-
el tiempo él le decía: agradezca que yo te ta, pero yo nunca dije nada.
recogí con esa manada de hijueputas. Mi
mamá desarrolló un favoritismo hasta los Al principio me iba uno o dos días de la
extremos hacia los hijos de mi padrastro. casa y me daba miedillo, pero ya después
Todo lo mejor era para ellos. Y tal vez uno no quería llegar a la casa, o buscaba un pre-
veía a mis hermanos menores comiendo texto -me portaba mal-, buscaba cualquier
bien, y nosotros, si quedaba algo, comía- pretexto para salir de la casa, para que-
mos de los sobros.... darme en el Patronato, en el Hospicio de
Huérfanos, con tal de no llegar a mi casa a
Cada vez que mi mamá tenía una discu- cuidar a mis hermanos.
sión con mi padrastro, él decía que era
por mí. Entonces mi mamá me agarraba y La primera vez que llegué a San José me
me pegaba unas palizas... Me hacía pasa- dio miedillo. Tenía como nueve o diez
do de una pared a otra. Era muy violenta, años. Yo estaba acostumbrado a andar en
muy agresiva conmigo... Esa era la manera la calle, pero no en San José. Ahí conocí a
de enseñar que teníamos que respetarla. A dos amigos míos que andaban oliendo ce-
veces llegaba la familia de mi padrastro y mento en los parques. Yo prefería mil veces

79
pasar una noche durmiendo en un charral la gente que antes se burlaba de mí o me
con esos amigos míos, todos sucios y he- pegaba mucho; ahora tenía amigos que me
diondos, que pasar una noche en mi casa... defendían. Llegaba al barrio y andaba un
Me escapaba y me venía para San José y cuchillillo en la cintura. Empecé a hacerme
duraba uno, dos días, tres días ahí. Ya se problemático y en el barrio ya no me qui-
lo cargaba a uno la Cruz Blanca... Idiay, sieron ahí. Es que ese güila es un malcria-
me fui volviendo... Como que quería eva- do, ese es un bicho raro... No hubo apoyo,
dir la casa, no quería llegar allá, entonces solo señalamiento.
me quedaba en la calle. Y ya mi mamá se
había acostumbrado, se desentendió por En los albergues del Patronato lo único que
completo. Éramos demasiados. hacían era volverme a la casa donde la fa-
milia, siempre me mandaban a la casa, y tal
Hubo una señora a la que le tuve estima. vez yo no quería estar ahí; me mandaban
En la casa una vez le robaron unos perfu- para mantener el lazo familiar entre la ma-
mes. Fue el hijo, pero en una ocasión yo dre y el hijo, pero en realidad yo ya era pro-
llegué a la casa y me tiró la puerta y me blemático: entraba a un albergue y salía de
dijo que yo era un mal agradecido. Por más otro, no acataba órdenes y hacía lo que me
que le dije que no había sido yo, ella no me daba la gana... De los amigos que conocí
creyó. Ahí me dije que nunca más iba a en los albergues, la mayoría todavía está en
suplicarle nada a nadie la calle. Llegué al extremo de que tampoco
me aceptaban en los albergues, porque más
Me empecé a meter de lleno en las calles. bien me traía a los otros, los sacaba.
Andaba vendiendo flores, chicles, empe-
cé a consumir cemento... Y ya me queda- De una aventura como fugarse de la casa
ba tres, cuatro, cinco días... Ya empecé a para buscar nuevas opciones, uno empieza
verlos a ellos como familia. Ya veía a los a ver la calle como un sistema de vida, con
más grandes cuando iban a robar. A mí me un odio hacia las cosas y los demás. Si aquel
daba miedo, pero cuando tenían plata ellos robaba, yo no robaba pero vendía chicles,
me invitaban a comer... Nos cuidábamos y si ellos robaban y tenían plata, nos invi-
mucho. Empecé como a olvidarme de la taban a comer y nos ayudaban... Entonces
casa, a olvidarme de mi familia, empecé a uno los empezó a ver como algo común y
ver la calle como mi familia... Vivía entre el corriente, como familia. Ellos preguntaban
barrio y la calle. Siempre tuve encima mi por uno, como que eran parte de uno. A
obligación de apoyar a mi familia, enton- mí no me gustaba que nadie me gritara ni
ces se acostumbraron a que uno llegaba, que nadie me mandara ni me maltratara...
dejaba plata y se iba... Era como comprar Entonces empecé a ver que uno aquí se de-
la familia. fendía, que compartíamos un odio social
mutuo.
A veces nos recogían y me quedaba dur-
miendo en el albergue del Patronato, y así Nosotros andábamos por ahí molestando a
empecé a hacer como un núcleo familiar. las personas, haciendo daño, y si nos carga-
En los albergues casi todos venían de fami- ban ya lo empecé a ver como algo natural,
lias parecidas a la mía; venían de huir de la como cuando usted va a jugar bola todos los
casa. Entonces nos entendíamos. Los más días... Entonces veía como normal andar
grandes lo cuidaban a uno. Empecé a llevar en San José pa’ arriba y pa’ abajo. Dormía-
al barrio amigos así. Ya no me dejaba de mos en la enramada del Parque Central, en

80
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cartones. Teníamos la ropa en La Soledad y que era gran cosa. Y cuando uno se da
la lavábamos en La Sabana. Nos íbamos a cuenta de que los más grandes caen en un
cantar en los buses, a pedir plata... reformatorio y salen contando, ya uno los
comienza a admirar, uno dice “¡Qué hijue-
A cierta edad uno empieza a ver violacio- puta, qué bien!” Y que aquel mae cayó en el
nes de amigas que se dan en las calles. Los reformatorio y que aquel otro también, y el
policías llegaban y montaban en los cajones otro. Así empieza uno a criar una admira-
a un lado los hombres y en otro lado a las ción hacia lo malo: mis hermanos mayores
mujeres, y uno se daba cuenta de los abusos. eran aquel que robaba carros, aquel que ha-
Hay policías que también son abusadores bía apuñaleado a un mae, aquel que esta-
homosexuales. O llega una muchachita que ba por un homicidio... En la calle tenía un
ya tiene más o menos pechitos, digamos de amigo mío que decía como gran cosa que su
doce o trece años, y nunca falta un hijue- hermano y su tata estaban en La Reforma.
puta que le dice: venga tóqueme aquí y le Entonces uno lo admiraba y decía: ¡Juepu-
compro una, o le falta el respeto. O simple- ta! ¡Qué bravo! En la calle eso se transmite
mente el mae del restaurante le dice: salga, de una generación a la otra. Ese era el círcu-
salga aquí... No venga a molestar al clien- lo de admiración de uno, ya uno podía rajar
te... O como me pasó a mí cuando vendía de que había andado con tal o de que tal era
periódicos, que un chavalo en un carro hace su amigo, porque uno anda buscando un
que se le caiga el menudo, entonces me dice núcleo, algo con qué identificarse.
“Agárrelo” y donde yo bajo la mano, él la
agarra y me la pasa por el miembro... Luego La primera vez que caí no fue por un delito
se me queda viendo y me dice: “¿Ves? ¡Te que hice, sino que me fui a acompañar a
gustó!” Pero uno no tenía a quién decirle cuatro amigos míos mayores, pero una edad
estas cosas. Cuando uno empieza a ver todo parecida a la mía, y nos caímos en un asalto.
eso, empieza a cambiar... Nunca se me ol- Había dos que ya habían estado en el refor-
vida que a un amigo mío lo violaron entre matorio. Tenían como 15 años; yo tenía 11
tres alcohólicos... Yo vi donde el chavalillo y el otro tenía una edad parecida, 11 ó 12.
pegaba gritos en una casona abandonada. A Nos fuimos a asaltar a unos chavalillos de
nosotros nos cuidó un mae que ahora está escuela y a mí fue al único que agarraron.
muerto, él nos cuidó, nos defendió... Me golpearon todo. Uno de los amigos se
devolvió y cortó a un mae, y entonces nos
Por último ya no me gustaba llegar a la casa, pasaron al Centro de Diagnóstico. Ahí me
solo iba para llevar plata, pero mi mamá se tenían como de alto riesgo social.
comportaba conmigo muy agresiva, muy
violentamente... Ella solo: “¡Deme plata, Mandaron a llamar a mi mamá y le dijeron
deme plata!” Era lo único que hacía. Una que me iban a dar tres meses de preventiva.
vez mi padrastro llegó a pegarme, pero no Mi mamá habló conmigo y me dijo que si
me le dejé y le dije que yo ya no era el mis- por culpa mía le quitaban a mis hermanas
mo carajillo de antes y lo apuñalié. Desde yo se las iba a pagar. Yo le tenía un miedo
ahí nunca más me volvieron a aceptar en la fatal, le tenía temor... Ella dijo que no se
casa. Y cuando tenía como diez, once años, hacía responsable de mí y entonces me die-
me vine para San José. ron internamiento fijo en el Luis Felipe, en
lo que llamaban infantiles. La mayoría de
Empecé a oler cemento. Idiay, como que a los que estaban ahí no era por delitos sino
nadie le interesaba. Para mí más bien como porque la mamá los dejaba a merced del

81
Estado, porque eran problemáticos, por un En el Luis Felipe yo tenía un gran resenti-
delito menor. Cuando a mí me pasaron a la miento porque veía que a los otros siempre
Corte, el otro chavalo se echó todo el pro- llegaba alguien a visitarlos y yo no tenía
blema, entonces yo nada más era cómplice a nadie, a mí nadie me llamaba ni nada.
y estaba en infantiles. Entonces me escapé. Eso fue todo. Esta-
ba obstinado de estar ahí metido. Al salir,
Estuve cuatro meses pero no pegué, me como gran cosa, me topé con esos tres ami-
escapé también de ahí con dos amiguillos. guitos que había conocido en el Patronato.
No tenía a dónde ir y llegué otra vez a San Entonces los empecé a encaminar a robar:
José, a la calle, y busqué a mis amigos. “Mae, ustedes no van a robar; ustedes se
Entonces ya lo veía como una gran cosa, van a quedar aquí...” Y yo me iba adelan-
ya me sentía como parte de algo, de un te y tal vez ellos atrás. Entonces, con otros
grupo. Lo agarré como con más ánimo y chavalos, tal vez arrebatábamos unas cade-
pedí un poco más de respeto. nas o asaltábamos a alguien... Y después:
¡tenga mi hermanillo, tenga mi hermanito!
En los albergues del Patronato conocí a Yo los cuidaba y ellos empezaron a adquirir
tres amiguillos míos a los que veía como una mente delictiva, violenta.
hermanos. Eran más chiquitillos, y como
los mayores les pegaban, yo los defendía. A veces llegaba al Parque Central y me sen-
Vargas venía de Pérez Zeledón. La mamá taba ahí con uno de estos hermanillos...
era prostituta y lo mandaba a pedir a la Y nunca faltó un viejo que nos echara el
calle; tenía relaciones sexuales delante de cuento... Yo le decía: primero invítenos a
los hijos. A ella no le interesaba si la veían comer; es que ando con un hermano... En-
o no. Era así como madre de alquiler, por- tonces llegaba el viejo y decía que antes del
que tuvo varios hijos a los que vendió, los sexo a él le gustaba drogarse, y entonces tal
negoció por plata. Después metió a la hija vez uno le daba al daba periquillo... A veces
en prostitución cuando tenía como once salíamos corriendo o los asaltábamos, pero
años, al hijo también lo prostituyó, lo hizo se lo merecían. En la calle no practiqué
homosexual. Vargas, al igual que mí, pre- la prostitución pero muchos amigos sí lo
fería quedarse en la calle, dormir en la ca- hicieron. Había hasta un señor que se ha-
lle, porque la mamá le pegaba, lo golpea- bía lanzado para Presidente, que llegaba y
ba muy fuertemente. Entonces él prefería contrataba los servicios de muchos amigos
quedarse en la calle y que lo mandaran al de nosotros para tener sus fiestas privadas
Patronato, con tal de no llegar a la casa. El con gente de harina. Era una manera de so-
otro, Morita, es de la zona de San Carlos. brevivencia. Cuando uno se cría en la calle
A él lo abusó el padrastro en muchas oca- desconfía de todo el mundo. La mayoría
siones. Cuando la mamá se dio cuenta, al de la gente que se acerca es para utilizarlo
que echó de la casa fue a él; él se fue con o manipularlo y usted aprende a manipu-
un hermano. Cuando Morita llegó a San lar. Entonces a usted le cuesta creerles a las
José era muy tímido. Y Murillo, el otro, personas.
venía de la zona de Alajuela. La mamá
lo mandaba a pedir a las calles... Vendía En el Hospicio de Huérfanos hubo una
confites, chicles, de todo, y si no llevaba persona que quise y admiré y admiro mu-
la plata lo golpeaban. Las hermanas de él cho. Él todavía trabaja ahí y yo lo veo como
se prostituyeron desde muy pequeñas. La mi papá, como un padrino. Él y su esposa
mamá también. llegaban a verme pero yo no les creía, yo

82
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

desconfiaba de todo mundo. Aún así, para si vos decís: “Bueno, Dios mío, por qué yo
complacerlos yo estudiaba por temporadas nunca tuve una infancia, por qué nunca
y por temporadas me escapaba. Siempre tuve una familia y esos tuvieron más de la
hubo recelos porque a veces descargaba cuenta, ahora vienen a mí y me hablan de
todos mis resentimientos contra él, pero Dios y me dicen que tengo que perdonar
fue la persona que me escuchó más de una y amar, si nunca me enseñaron a amar ni
vez cuando lo llamé drogado. Él siempre a perdonar ni a querer...” Yo meto mucho
me incitó a estudiar, a superarme, siempre a Dios en mis principios, es algo educacio-
tuvo paciencia conmigo. A veces yo me nal, pero de ahí a los hechos no hay nada.
acostaba y me decía: ¡Dios mío! ¿En qué ¿Qué me va a hablar de Dios una persona
momento me metí en drogas? ¿En qué mo- que estuvo abusando de mí desde niño? En
mento caí en una cárcel? Casi ninguno de ese momento yo cerraba los ojos y deseaba
mis amigos tenía ni el sexto año de escuela, morirme y quedarme callado, y yo llamaba
educación cero. Así, a brincos y a saltos, a Dios y Dios no estaba ahí, no llegó nun-
estudiaba por temporadas. ca, nadie me socorrió en ese momento.

Las instituciones esperan que uno sea un Las instituciones forman personas insti-
drogadicto para intervenir, pero ese no es tucionalizadas. Ellos lo mandan a uno a
el problema, porque mucho niño se va de un hospicio de huérfanos, a un reforma-
la casa por maltrato físico, por maltrato torio donde le dan comida, pero más que
psicológico, por abuso sexual. ¡El abuso comida o ropa, uno necesita apoyo, cari-
sexual es algo tan común! De un grupo de ño, comprensión. Es como que usted críe
veinte carajillos de la calle, por lo menos 16 chanchos o perros: se encarga de que sean
ó 17 han sido abusados sexualmente. Eso aseados, bonitos y gorditos. Para no crear
es algo que no sé que pensarían, eso se lleva una dependencia de la personas, las insti-
tan en secreto, y tras que a uno le pasa, uno tuciones rotan a los carajillos en los hos-
es el culpable: usted se lo buscó, para qué picios. Esa persona que a mí me ayudó, el
fue tan necio... A veces uno de los padres chavalo al que veo como padre y lo quiero,
se da cuenta y lo que hace es quedarse ca- tuvo bastantes problemas porque eso no se
llado porque el abusador es un familiar. Es permite en una institución. Hubo un sa-
algo tan reservado, da tanto miedo hablar- cerdote que a nosotros nos quiso ayudar
lo. Porque si vos decís: bueno, es que a mí mucho, hasta que una trabajadora social lo
me abusaron carajillo... ¿Ah, sí? Te siguió acusó que abusar de Murillo, uno de mis
gustando; de por sí sos gay... O si me abu- hermanos. A él sí lo habían abusado en el
só un tío o un padrastro: ¡ah no!, usted se Hospicio de Huérfanos, pero no fue el cura
lo buscó... Porque ven a las personas como sino un chavalo que trabajaba de guarda...
una entrada económica para la casa, enton- Ella quiso meterle el problema a ese sacer-
ces tienen derecho a hacer lo que les da la dote, y él se tuvo que distanciar... Las pocas
gana... Porque te ayudan económicamente personas que se le acercan a usted con ver-
tenés que quedarte callado. dadero interés de apoyarlo con cariño, tie-
nen que limitarse y mantener la distancia.
En los Hospicios de Huérfanos es muy Eso provoca mucho resentimiento, duele
dado ver el catolicismo, pero ahí uno tam- mucho.
bién vio muchas cosas. Uno cree en Dios
-¡claro que cree en Dios!-, pero solo es algo Yo estuve como en cinco casas -digamos-
que le enseñaron. Pero cómo vas a vivirlo de adopción, y vos te encariñás y de un

83
pronto a otro tenés que irte, tenés que gente muy buena, pero tienen que man-
volver al Hospicio de Huérfanos. Además tener mucho la distancia, entonces no se
uno se identifica con esos que uno llama puede crear un vínculo; quieren ayudarte
sus hermanos, y cuando te llevan a un casa pero no se puede crear ese vínculo porque
vos pensás en ellos, cómo estarán; que si ellos tienen que cuidarse.
los irán a adoptar... Te acostás y pensás en
ellos... Entonces sucede lo que nos pasaba Más tarde estuve un año en Hogares CREA.
a nosotros: que nos mandaban a un hogar Ahí el sistema es muy militar, tienen una
sustituto y uno se escapaba buscándolos a mente como carcelaria. Ahí yo tengo que
ellos y ellos a uno, porque con ellos sí ha- contarle mis cosas, mis errores a los demás,
bía vínculo y en el hogar sustituto no había pero yo nunca decía nada. Además la ma-
confianza, no había nada... Todo se mane- yoría tenía visita de la mamá, del papá, de
jaba como un estereotipo, algo muy falso, los hermanos; siempre había un apoyo del
en el sentido de que ellos quieren adoptar, núcleo familiar, o si estaban bravos dura-
quieren un hijo y hacen todo lo posible. ban un mes sin ir a verlos, pero les lleva-
ban cosas, pero en el caso mío era cero
Después uno llega a no querer nada. Se te visitas de nadie. Claro que no es bonito
acerca un padre sustituto que te compren- ver a todo mundo compartiendo con la fa-
de; pero como tal vez uno era de los chicos milia y que usted no tenga a nadie, es muy
problemáticos, de los malos, y ahí se dan doloroso. En el Luis Felipe, en el Hospicio
muchos celos entre funcionarios, entonces de Huérfanos, en todo lado, usted fue solo
otro funcionario va y lo acusa y se abre una usted y nunca tuvo visita...
investigación. Es algo muy deprimente. En
los hospicios y en todos esos lugares hay Continúa en la Tercera Parte.

84
¿Se vive ahora con más (in)seguridad?

“Ya no se está seguro en ninguna parte.” La frase de uno de los participantes en los grupos
focales realizados en el marco de este informe resume el consenso que parece existir en
Costa Rica sobre la situación de la seguridad ciudadana. Al igual que en otros países lati-
noamericanos, esta última se ha convertido en una preocupación preeminente de la pobla-
ción, en una sombra que se proyecta sobre casi todas las actividades y actitudes de las y los
habitantes del país.

La extensión e intensidad de esta preocupación no es nueva, sin embargo. Como se verá,


el temor se ha convertido en un rasgo crónico de la sociedad costarricense desde hace ya
mucho tiempo. La idealización de un pasado sin violencia ni temor, contrapuesto a un
presente caótico y amenazante, es menos un reflejo de la evidencia que de la intención de
preservar uno de los referentes culturales fundamentales de la identidad costarricense. En
realidad, en materia de seguridad ciudadana el presente es, en muchos aspectos, menos
oscuro y lejano al pasado de lo que parece y, ciertamente, mucho menos grave que lo que a
diario experimentan otras sociedades latinoamericanas.

Por ello, es preciso hacer un inventario de la situación de la inseguridad ciudadana en Costa


Rica, que abarque tanto los aspectos objetivos como subjetivos del problema. Las siguientes
páginas contienen, en primer término, un examen de la evidencia existente en registros y
encuestas sobre la evolución reciente, situación actual y características de la delictividad y
la victimización en Costa Rica. Se añaden análisis específicos de algunas modalidades de
violencia de particular importancia en el país: el homicidio doloso, la violencia contra las
mujeres y las principales formas de crimen organizado.

El estudio de la inseguridad objetiva será complementado luego con una detallada discu-
sión sobre la percepción de inseguridad en el país, la cual, como fue advertido en la primera
PNUD

parte, es una historia por derecho propio, profundamente distinta en algunos aspectos de
la narrativa de la delictividad y la victimización. Como se verá, si en todos los países la
percepción de inseguridad es un componente obligado de esta discusión, en Costa Rica la
importancia del tema alcanza una dimensión insospechada. Finalmente, se analizan algu-
nos aspectos claves de la segurabilidad de la población, y se enfatiza la opinión que tienen
las y los habitantes sobre los recursos disponibles para enfrentar la inseguridad ciudadana;
el impacto de esa opinión sobre su percepción de riesgo y las opciones de protección que
están tomando en concordancia con esa opinión.

Lo que se verá es una historia extraordinariamente compleja, en la que rara vez lo que pare-
ce, es. Ciertamente hay un deterioro de la seguridad ciudadana, pero en una forma menos
generalizada y menos aguda de lo que las percepciones sugieren. Es, también, una historia
que evidencia la enorme importancia de ciertas formas de violencia que tienen lugar en los
espacios privados, los que tradicionalmente han permanecido fuera del ámbito de la segu-
ridad ciudadana y que afectan, de modo desproporcionado, a las mujeres. Finalmente, es
una historia de extendida sensación de desprotección e impotencia ante la inseguridad, de
crónica desconfianza frente a los mecanismos estatales de protección y de creciente priva-
tización de la seguridad. Se empezará, pues, por desglosar la información disponible sobre
las formas más extendidas de delictividad y victimización.

86
Capítulo 4
Delictividad y victimización en Costa Rica

La medición sistemática de la delictividad hacer algunas inferencias apenas sugeridas


y la victimización es una posibilidad ape- por la información.
nas reciente en Costa Rica. Al igual que
en casi todos los países, la información de Si esa medición es compleja en el caso de
registro con que se cuenta presenta nu- las formas más comunes de delictividad y
merosas limitaciones e incongruencias, a violencia -como el homicidio, el robo o las
pesar de los esfuerzos que se han hecho, agresiones con arma- presenta obstáculos
particularmente en las esferas judicial y mayúsculos en el caso de formas menos
policial, para depurarla. Por otro lado, la convencionales, como el crimen organi-
realización de encuestas de victimización zado, o las modalidades de violencia que
ha sido esporádica hasta ahora, además de acaecen en los espacios de intimidad de las
plagada de inconsistencias. Tan alarmante personas. Pero ningún estado de situación
como pueda parecer, al día de hoy el país de la delictividad y la violencia en el país
carece de un sistema de información mo- estaría completo sin una aproximación -así
derno en materia de seguridad ciudadana, sea tentativa- a ellas.
que permita sustentar la formulación de
políticas y dar contenido empírico al deba- A continuación se expone un esbozo de lo
te público en esta materia. Tales carencias que ha sido la evolución de las principales
de información -en modo alguno exclusi- formas de delictividad y victimización en
vas de Costa Rica- dificultan también uno Costa Rica en las últimas dos décadas, así
de los imperativos centrales en esta discu- como un análisis detallado de sus más re-
sión: el de poner los problemas en un con- levantes características actuales. Luego, se
texto más amplio, enfocándolos a través de profundizará en la información disponible
un lente comparativo, que permita verlos sobre los atributos de la victimización, esto
en su verdadera dimensión. No queda más, es su distribución geográfica, etaria, so-
pues, que operar con sumo cuidado me- cio-económica y por género. A ese estudio
todológico y atreverse, en algunos casos, a seguirá un esfuerzo analítico enfocado en
PNUD

tres formas de violencia de singular impac- más graves y frecuentes, agrupados en dos
to, en los niveles objetivo y subjetivo de grandes categorías: delitos contra la perso-
inseguridad enfrentadas por la población na y delitos contra la propiedad.
costarricense: el homicidio doloso, la vio-
lencia contra las mujeres y las formas más Esta selección no elimina, sin embargo, el
convencionales de crimen organizado. Por problema de la fiabilidad de los datos regis-
fin, la última sección analizará, con la li- trados. Por ejemplo, mientras que algunos
mitada información disponible, algunas de delitos graves o numéricamente importan-
las principales características socio-demo- tes son fiables en cuanto a su “reportabi-
gráficas de los perpetradores de la violencia lidad” (los homicidios, lesiones y algunas
y el despojo en Costa Rica. categorías de robos suelen denunciarse casi
siempre debido a su carácter grave o im-
A. Evolución reciente de la delictivi- pactante, o bien al hecho de ser la denun-
dad y la victimización en Costa cia un requisito indispensable para cobrar
Rica el seguro), otros pueden ser frecuentes,
pero poco fiables (tal es el caso de las esta-
Para examinar los cambios acaecidos en ma- fas, daños o delitos sexuales, cuyo registro
teria de seguridad ciudadana en Costa Rica estadístico suele ser inferior a la realidad).
en el pasado reciente, lo primero que debe
hacerse es analizar las estadísticas delictivas Teniendo en cuenta lo anterior, en el
del Poder Judicial. Para ello, es oportuno y Cuadro 4.1 se muestra la evolución desde
útil simplificar la amplia enumeración de 1985 de los principales delitos registrados
delitos que incluyen, y seguir, en cambio, oficialmente en el Ministerio Público. La
el modelo empleado en países como Esta- presentación se hace por períodos quin-
dos Unidos y Canadá, que solo retienen quenales hasta 1995 y anualmente a partir
para fines estadísticos los hechos delictivos de ahí, hasta el año 2003.

88
Cuadro 4.1

Evolución de los principales delitos en Costa Rica. 1985-2003


Entradas netas (1) en las oficinas del Ministerio Público. Totales y tasas por 10.000 habitantes

Delitos
1985 (2) 1990 (2) 1995 (2) 1996 (2) 1998 (3) 1999 2000 2001 2002 2003

Totales

Contra la persona
Homicidio doloso (4) 114 146 189 195 217 230 250 251 257 258 300
Homicidio culposo (4) ... 311 406 298 442 581 613 602 623 578 528
Agresión 1.642 2.066 4.197 4.600 4.891 5.405 5.273 5.385 5.202 5.606 5.874
Lesiones 2.188 1.288 1.644 1.672 1.601 1.479 1.283 1.492 1.300 1.470 2.188
Violación 420 573 725 842 874 1.011 1.069 1.209 1.278 1.343 1.543

Contra la propiedad

1.451 1.581 1.050 1.308 1.528 1.647 1.722 1.654 1.871 1.951 2.158

Estafa 1.814 1.391 2.397 2.477 2.294 4.250 3.846 3.090 3.169 3.612 3.533

Hurto 4.800 4.617 3.831 3.765 7.315 11.271 10.588 10.301 11.397 11.154 10.730
Robo 3.034 3.344 4.958 5.815 11.753 24.838 26.476 25.799 29.340 29.388 35.987

Contra la Ley de Psicotrópicos


Infracción a la Ley de Psicotrópicos ... ... 2.035 2.127 2.295 2.554 3.167 4.592 6.424 8.310 9.275
Otros (5) 20.647 26.795 33.907 36.868 37.808 36.057 37.311 39.449 40.138 42.081 48.864
TOTAL 36.110 42.112 55.339 59.967 71.018 89.323 91.598 93.824 100.999 105.751 120.980
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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PNUD

Delitos
1985 (2) 1990 (2) 1995 (2) 1996 (2) 1997 (2) 1998 (3) 1999 2000 2001 2002 2003

Tasas por 10.000 habitantes

Contra la persona
Homicidio doloso (4) 4,3 4,8 5,5 5,5 5,9 6,1 6,5 6,4 6,4 6,3 7,2

Homicidio culposo (4) ... 10,2 11,7 8,4 12,1 15,5 16 15,3 15,5 14,1 12,7
Agresión 6,2 6,8 12,1 12,9 13,4 14,4 13,7 13,7 13,0 13,7 14,1
Lesiones 8,2 4,2 4,7 4,7 4,4 3,9 3,3 3,8 3,2 3,6 5,2
Violación 1,6 1,9 2,1 2,4 2,4 2,7 2,8 3,1 3,2 3,3 3,7

Contra la propiedad

Daños 5,4 5,2 3,0 3,7 4,2 4,4 4,5 4,2 4,7 4,7 5,2

Estafa 6,8 4,6 6,9 6,9 6,3 11,3 10,0 7,9 7,9 8,8 8,5

Hurto 18,0 15,1 11,0 10,6 20,0 30,1 27,6 26,2 28,4 27,3 25,7
Robo 11,4 11,0 14,3 16,3 32,1 66,3 69,0 65,7 73,2 71,9 86,3

Contra la Ley de Psicotrópicos


Infracción a la Ley de Psicotrópicos ... ... 5,9 5,9 6,3 6,8 8,2 11,7 16,1 20,3 22,2
Otros (5) 77,4 87,8 97,7 103,4 103,4 96,2 97,2 100,5 100,1 102,9 117,2
TOTAL 135,4 138,0 159,5 168,2 194,2 238,4 238,7 239,0 252,0 258,6 290,1

Notas: (1) Las “entradas netas” resultan de la sustracción entre las “denuncias” y las “incompetencias”. A estas entradas deben añadirse los delitos de acción privada, que ingresan directamente a
los tribunales. En el 2002, solo se registraron 633 casos. (2) Incluye los delitos pasados directamente por las alcaldías a los Juzgados de Instrucción. (3) A partir de este año se da la modificación del
Ministerio Público y se inicia con la presentación del dato. (4) Corresponde al número de víctimas reportadas por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial. La tasa es calculada
por 100.000 habitantes. (5) Incluye los valores correspondientes a las diferencias positivas producto de restar los datos para homicidio doloso y culposo reportados por el Ministerio Público menos
los reportados por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial.
Fuente: Elaboración propia a partir de las entradas netas recibidas en las oficinas del Ministerio Público, Anuario de Estadísticas Judiciales, Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección
de Estadística. Los datos sobre la población provienen de Estimaciones y proyecciones de población 1970-2100, INEC - CCP, 2002.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El cuadro anterior presenta una gran can- delitos en las oficinas del Ministerio Públi-
tidad de información que, no obstante, ha co experimentaron un aumento considera-
de interpretarse cautelosamente. En primer ble (114,2%). A lo largo de todo el período
lugar, las cifras deben apreciarse a la luz de se detectan grandes aumentos práctica-
la grave y creciente subutilización de los me- mente en las tasas de todos los delitos. Sin
canismos de denuncia penal, que hace que embargo, el proceso se torna mucho más
los registros denoten una parte limitada del gradual en los años 1998-2003, cuando la
fenómeno delictivo. La debilidad de los me- comparabilidad de los datos empieza a es-
canismos de denuncia penal -que no afecta, tar garantizada.
eso sí, a algunos de los delitos más graves,
como el homicidio doloso- es un tema al En este último período, en algunos casos
que se volverá más adelante. En segundo como en los delitos de agresión (-2%),
lugar, la información presenta problemas estafa (-25%) y hurto (-15%) incluso se
para ser comparada en el tiempo. Salvo en registran descensos. Distinto es el caso de
el caso de los homicidios dolosos y culposos, otros delitos, en particular los robos y las
las cifras anteriores y posteriores a 1998 no infracciones a la Ley de Psicotrópicos, en
son estrictamente cotejables, ya que no es los que sí se detecta un aumento conside-
sino como consecuencia de la entrada en vi- rable, no solo a lo largo de todo el período,
gencia del Código Procesal Penal de ese año sino incluso a partir del año 1998. En el
que las denuncias por delitos se encuentran caso de las violaciones, el aumento es de
centralizadas en el Ministerio Público. 37% en el período 1998-2003, cifra que
supera el 30% para los robos y que llega
Al examinar lo anterior, destaca que entre a 226% para las infracciones a la Ley de
1985 y 2003 las tasas de entradas netas de Psicotrópicos.

Gráfico 4.1

Evolución de varias tasas de delitos en Costa Rica. 1985-2003

Fuente: Datos del Cuadro 4.1.

91
PNUD

Igualmente reveladora es la distribución sus problemáticas implicaciones, la gene-


de los casos por categorías delictivas. En el ralizada tendencia a equiparar el problema
2003 los robos constituyeron el 29,7% del de inseguridad ciudadana en el país con los
total de entradas netas, seguidos de lejos robos y con el tráfico y consumo de drogas
por los hurtos (8,9%), las infracciones a la ilícitas no es irracional ni gratuita. En efec-
Ley de Psicotrópicos (7,7%), las agresiones to, la evidencia de registro indica que las
(4,8%), las estafas (2,9%), las lesiones y modalidades más violentas de delictividad
los daños (1,8% en ambos casos), las vio- patrimonial, en particular, han aumentado
laciones (1,3%), los homicidios culposos de manera alarmante en Costa Rica.
(0,6%) y los homicidios dolosos (0,3%).
La tendencia ascendente que denotan las
Como puede observarse, los delitos contra la cifras de registro es consistente con la que
propiedad representaban ese año el 43,3% muestran las encuestas de victimización en
del conjunto de entradas netas en las ofici- el país, si bien la magnitud del fenóme-
nas del Ministerio Público y las infracciones no delictivo arrojada por estas últimas es,
contra la persona, el 8,6%. Estas proporcio- como cabe esperar, sustancialmente mayor
nes son similares a las registradas en países que la que puede inferirse de los registros
desarrollados, pero difieren de las existentes oficiales. El porcentaje de hogares en el que
en los demás países centroamericanos, donde algún miembro fue víctima de un delito
la participación de delitos contra las personas en los doce meses anteriores a la entrevista
en el total es muy superior. Asimismo, mere- prácticamente se duplicó en menos de dos
ce señalarse el bajo volumen de casos de de- décadas, y pasó del 20% en 1986, al 26,9%
litos de “cuello blanco”, pese a las profundas en 1999 y al 38,7% en el 2004.1
implicaciones que pueden tener algunos de
ellos. En el 2003, las entradas netas a las ofi- Como lo denota el Cuadro 4.2, gran parte
cinas del Ministerio Público por los delitos de esta última cifra corresponde, al igual
de administración fraudulenta (326 casos), que en los datos de registro, a modalida-
cohecho (34), concusión (42), defraudación des de violencia patrimonial: en tanto una
fiscal (84), enriquecimiento ilícito (4), lava- de cada tres familias costarricenses ha sido
do de dinero (296), malversación de fondos víctima de un ataque patrimonial en el úl-
(23), peculado (144), prevaricato (41), quie- timo año, solo una de cada dieciséis, una
bra fraudulenta (13) y soborno (15), suma- de cada catorce y una de cada cincuenta
ron apenas el 0,8% del total de los casos. y nueve familias, ha experimentado en el
mismo período episodios de violencia fí-
La proporción de robos e infracciones a la sica, emocional y sexual, respectivamente.
Ley de Psicotrópicos en el total merece ser Estos últimos datos deben tomarse con cui-
enfatizada, toda vez que muestra un au- dado, sin embargo. Es muy posible que las
mento notorio a lo largo del período: de un encuestas habituales de victimización estén
8,4% del total en 1985 a casi un 30% en inherentemente incapacitadas para detectar
2003 en el caso de los robos y de un 3,7% extendidos fenómenos de violencia física y
en 1995 a más del doble, ocho años des- sexual en el ámbito doméstico, que los y las
pués, en el caso de las infracciones por dro- entrevistadas no reconocen como tales o,
gas ilícitas. Estos datos son indicios de un simplemente, prefieren mantener en reser-
fenómeno que aparecerá muchas veces a lo va. A este punto se volverá al analizar la si-
largo de este informe: cualesquiera que sean tuación de la violencia contra las mujeres.

1
Rico et al. (1988); Chinchilla, ed. (1999); ENSCR-04.
92
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 4.2

Porcentaje de hogares que ha sufrido un hecho violento


durante los últimos doce meses. 2004 (1)
Tipo de hecho violento %
Contra el patrimonio 33,0
Robo de carro 2,5
Daños o vandalismo contra el carro 7,9
Robos en la casa 6,7
Daños o actos de vandalismo contra su casa 5,1
Robos o asaltos fuera de la casa 13,8
Estafas 6,1

Contra la integridad física 6,4


Agresión física con algún tipo de arma 3,0
Agresión física sin armas 3,6
Homicidios o intentos de homicidio 0,6
Secuestros 0,1

Contra la integridad emocional 7,2


Amenazas de algún tipo 2,1
Extorsiones o chantajes (no sexuales) 1,2
Maltrato emocional o psicológico 5,1

Contra la integridad sexual 1,7


Amenazas por negarse a favores sexuales 0,7
Tocamientos indeseados con fines sexuales 0,8
Violación o intento de violación 0,6
Explotación sexual 0,2

Total 38,7

Nota: (1) N = 891, ± 3,2%


Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.

De las formas de victimización detectadas al estancamiento (Cuadro 4.3). Semejante


por la encuesta, los robos en la vía públi- divergencia entre el comportamiento de la
ca constituyen no solo la categoría más victimización por distintos tipos de robo
grande (13,8%), sino la que muestra un se debe, con toda probabilidad, a la proli-
crecimiento más preocupante. Una serie feración de mecanismos privados y comu-
comparable de los niveles de victimización nitarios de prevención situacional (alar-
por robo en la calle, arroja un aumento de mas, rejas, guardas privados, grupos de
más de quince veces en el transcurso de la seguridad comunitaria, etc.), casi siempre
última década y media, fenómeno que no dirigidos a la preservación de la vivienda y
se replica en el caso de los robos a las vi- sus contenidos, y de más limitada utilidad
viendas, cuyo aumento, aunque significa- para evitar los ataques patrimoniales en la
tivo, es mucho más moderado y tendiente vía pública.

93
PNUD

Cuadro 4.3 Cuadro 4.3


Porcentajes de victimización por robo. 1989-2004
Año
Delito
1989 1992 1994 1997 2004
Robo en la casa 3,0 4,4 5,0 7,9 6,7
Robo o asalto fuera de la casa 0,9 2,1 2,9 3,3 13,8

Nota: Las categorías usadas por las encuestas del INEC difieren ligeramente de las utilizadas
por la ENSCR-04. En aquellas se habla de robo en la vivienda (TV, electrodomésticos, pertenen-
cias) y asalto (robo reloj, cartera, cadena, billetera), en vez de robo en la casa y robos o asaltos
fuera de la casa.
Fuentes: 1989-1997, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), INEC; 2004, Módulo
telefónico, ENSCR-04.

Así pues, la evidencia es clara al señalar el detectada en ciudades como Bahía, San
aumento de los niveles de violencia delicti- Salvador y Caracas (Cuadro 4.4). Si estos
va en Costa Rica y, en particular, el acele- niveles de violencia patrimonial ciertamen-
rado deterioro de la seguridad patrimonial te son muy superiores a los de los países in-
en el pasado reciente. Pero es crucial poner dustrializados (la tasa de victimización por
este hallazgo en perspectiva. Pese a su au- robo en el país es casi ocho veces superior
mento, los niveles de violencia patrimonial a la de estos), en otras modalidades -como
en Costa Rica -como los de otras formas el vandalismo contra carros, los incidentes
graves de violencia, como el homicidio- sexuales, las amenazas y agresiones, y aun
continúan siendo bajos en el contexto lati- el robo de autos- los niveles de victimiza-
noamericano. La tasa de victimización (in- ción en Costa Rica no muestran mayores
dividual, no por familia) por robo en Costa diferencias con los de países desarrollados
Rica es menos de una tercera parte de la y, en algunos casos, son menores.

94
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 4.4

Niveles de victimización en Costa Rica y otros países,


según tipo de delito, cerca del año 2000 (en porcentajes)

Delito
País
Robo en Robo de Vandalismo Incidentes Amenazas y
Robo** (1)
la casa* carros* contra el carro* sexuales *** (2) agresiones **
Brasil (Bahía) 22,1 -- -- -- -- --
El Salvador (San Salvador) 20,0 -- -- -- -- --
Venezuela (Caracas) 18,4 -- -- -- -- --
Colombia (Cali) 16,1 -- -- -- -- --
Brasil (Río) 8,4 -- -- -- -- --
Chile (Santiago) 6,9 -- -- -- -- --
Costa Rica 6,1 6,7 2,5 7,9 1,5 (a) 4,4 (b)

Polonia 1,8 2,0 1,0 7,0 0,5 2,8

Australia 1,2 3,9 1,9 9,2 4,0 6,4

Reino Unido (Inglaterra y Gales) 1,2 2,8 2,1 8,8 2,7 6,1

Portugal 1,1 1,4 0,9 6,3 0,6 0,9

Francia 1,1 1,0 1,7 8,2 1,1 4,2


Bélgica 1,0 2,0 0,7 6,1 1,1 3,2
Canadá 0,9 2,3 1,4 5,5 2,1 5,3
Suecia 0,9 1,7 1,3 4,6 2,6 3,8
España (Cataluña) 0,9 1,3 0,4 7,7 0,8 1,5
Holanda 0,8 1,9 0,4 8,9 3,0 3,4
Reino Unido (Escocia) 0,7 1,5 0,7 9,0 1,1 6,1
Dinamarca 0,7 3,1 1,1 3,8 2,5 3,6
Suiza 0,7 1,1 0,3 3,9 2,1 2,4
Finlandia 0,6 0,3 0,4 3,7 3,7 4,2
Estados Unidos 0,6 1,8 0,5 7,2 1,5 3,4
Irlanda del Norte 0,1 1,7 1,2 4,5 0,6 3,0
Japón 0,1 1,1 0,1 4,4 1,2 0,4
Promedio países industrializados 0,8 1,8 0,9 6,4 1,8 3,6

Notas: Para todos los países los datos de reporte de delitos obedecen a los ocurridos durante el año anterior a la realización de la encuesta
(2004 para Costa Rica; 1998 para Brasil, El Salvador, Venezuela, Colombia y Chile; 2000 para los demás países). (*) Corresponde a pre-
guntas hechas a nivel del hogar; (**) corresponde a preguntas a nivel del entrevistado; (***) corresponde a preguntas realizadas únicamente
a las mujeres entrevistadas. (1) Para los 17 países incluidos en la ICVS se consideró la categoría “robbery”; para los países latinoamerica-
nos fuera de Costa Rica se consideró la categoría “robo a mano armada”, y en el caso de Costa Rica, robos y asaltos fuera de la casa. (2)
Incluye para los 17 países de la ICVS las categorías “sexual assaults” y “offensive sexual behaviour”. (a) Incluye las categorías: tocamientos
indeseados con fines sexuales, amenazas por negarse a favores sexuales y violación o intento de violación. (b) Incluye las categorías:
amenazas de algún tipo, agresión física sin armas y agresión física con algún tipo de arma.
Fuentes: Costa Rica: ENSCR-04, Módulo telefónico. Países latinoamericanos excepto Costa Rica: OPS, Proyecto Activa; otros países:
ICVS-2000.

95
PNUD

Nada ayuda tanto a poner en perspectiva la tes (Gráfico 4.2). Lo realmente notable, sin
magnitud de los problemas de inseguridad embargo, es constatar que las tasas de ho-
ciudadana en Costa Rica y su deterioro, micidio de mediados de la década de 1970
como una revisión del comportamiento se distinguen en poco de las que se tienen
de la tasa de homicidios dolosos, acaso el hoy, y que la tasa de 1970 es prácticamen-
indicador más confiable y comparable de te idéntica a la que se tenía a finales de la
los niveles de delictividad de un país. En el década de 1980, cuando la percepción de
período 1970-2004, este indicador sufrió inseguridad entre la población costarricen-
un aumento gradual (69%), de 3,9 a 6,6 se ya había alcanzado los altos niveles que
homicidios dolosos por 100.000 habitan- presenta hoy.

Gráfico 4.2
Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes en Costa Rica.
1970-2004 (1)

Nota:(1)Los datos para los períodos 1970-1979 y 1980-2004 no corresponden a la misma fuente. Para el período
1970-1979 se recurrió al INEC. Para el resto del período, a los datos del Área Policial de la Sección de Estadística
del Poder Judicial, cuyas cifras aunque más confiables, están disponibles únicamente apartir de 1980. Si bien los
datos provenientes de ambas fuentes difieren apartir de 1980, la correlación para las tasas entre ambas series
es sumamente alta (0,94). Por ello, se consideró que, para el período 1970-1979, la tasa de homicidio doloso del
INEC puede ser utilizada.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. INEC. Cifras de población: INEC-CCP.

Pese a su visible aumento, la tasa de homici- de la OECD (Cuadro 4.5). Asimismo, el


dio doloso de Costa Rica se encuentra hoy incremento detectado en Costa Rica en las
bastante por debajo del promedio mundial últimas tres décadas palidece frente al agu-
(10,7 homicidios por 100.000 habitantes) do deterioro que ha sufrido este indicador
y es menos de una cuarta parte de la me- en otros países de la región en un período
dia más reciente disponible para América mucho más corto. En el curso de la última
Latina (28,4).2 La tasa costarricense con- década del siglo anterior, la tasa de homi-
tinúa siendo una de las más bajas del sub- cidio doloso aumentó 336% en Colom-
continente y se sitúa mucho más cerca de bia, 300% en Argentina, 379% en Perú y
las registradas en las naciones desarrolladas 226% en Venezuela.3

2
Buvinic, Morrison y Schifter (1999). La cifra mundial corresponde a 1990 y la de América Latina a 1994.
3
Prillaman (2003), p.3. Las cifras de Venezuela corresponden al período 1986-1997 (Moser, Winton y Moser [próxima
publicación], p.4).
96
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 4.5
Tasa de homicidios dolosos en veinticinco países. 2000-2001
País Tasa por 100.000 habitantes Año
Colombia 62,7 2000

Sudáfrica 51,4 2000

Honduras 46,3 2000


Jamaica 43,7 2001
El Salvador 34,3 2001
Venezuela 33,2 2000
Guatemala 25,5 2000
Brasil 23,0 2001

México 14,1 2000

Argentina 8,2 2001

Costa Rica 6,5 2001

Estados Unidos 5,6 2001

Chile 4,9 2000


Uruguay 4,6 2000
Finlandia 3,0 2001
Austria 1,9 2001

Canadá 1,8 2001


Francia 1,8 2001
Australia 1,8 2001
Reino Unido (Inglaterra y Gales) 1,7 2001
España 1,2 2001
Suiza 1,2 2001
Alemania 1,1 2001
Japón 1,1 2001
Noruega 0,9 2001

Nota: La información en cursiva corresponde a países de América Latina y el Caribe.


Fuentes: Año 2000: Seventh United Nations Survey of Crime Trends and Operations of Criminal Justice Systems,
1998-2000. Año 2001 para países no latinoamericanos: Barclay (Gordon) and Tavares (Cynthia), International
comparisons of criminal justice statistics 2003; Home Office Statistical Bulletin, 12/2003. Año 2001 para países
latinoamericanos excepto Costa Rica: Interpol, International Crime Statistics. Costa Rica: Poder Judicial, Departa-
mento de Planificación, Sección de Estadística.

Cabe indicar que, al contrario de exten- (6,6 por 100.000 habitantes) fue inferior
didas percepciones sociales, el homicidio a la de suicidios (7,6) y mucho menor a
doloso es menos relevante que otras causas la de accidentes de tránsito (14,8). Como
de muerte violenta en Costa Rica. Así, en se hizo ver en la primera parte del infor-
el período 1993-2003, el total de muertes me, razones teóricas tanto como prácticas
por homicidios dolosos (2.496) fue infe- llevaron a excluir estos dos últimos temas
rior al número de decesos ocasionados por de la consideración del presente informe,
suicidios (2.585) y accidentes de tránsito pese a que su importancia social y para el
(6.022). Del mismo modo, la tasa de muer- desarrollo humano está fuera de toda duda
te por homicidios dolosos en el año 2004 (Recuadros 4.1 y 4.2).
97
PNUD

Los datos anteriores sugieren una conclu- comparables con los de la gran mayoría
sión importante: en términos generales, de los países de América Latina. Al me-
aun considerando el significativo aumen- nos en su dimensión objetiva, el proble-
to de la violencia patrimonial en el pasa- ma de inseguridad ciudadana en Costa
do reciente, los niveles de victimización Rica luce perfectamente controlable sin
de Costa Rica no están separados por un medidas draconianas y lesivas del Estado
abismo de los que exhiben naciones con de Derecho. Como se verá más adelante,
alto índice de desarrollo humano. Esto no esta constatación es relevante y también
debe tomarse como un llamado a la com- sorprendente, a la luz de los altos niveles
placencia, aunque sí a la calma. No existe de inseguridad subjetiva que padece la po-
evidencia de que la situación de inseguri- blación costarricense, capaces de generar
dad objetiva en Costa Rica haya entrado por sí solos una gran cantidad de conse-
en una espiral descontrolada o que haya cuencias sociales, económicas, políticas y
alcanzado niveles intolerables o siquiera jurídicas negativas.

Recuadro 4.1

El suicidio en Costa Rica


El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud publicado en reciente efectuado también por la OMS sugiere que dicha ten-
el año 2002 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dencia no ha cambiado: el suicidio sigue siendo un fenómeno
evidenció que para el período 1994-1999 América Latina se de mayor magnitud en un conjunto de países del Hemisferio
ubicaba como una de las regiones del globo con menor pro- Norte, principalmente en Europa Oriental (Cuadro 1). Asimis-
pensión al suicidio. Mientras la tasa mundial de suicidio por mo, las cifras internacionales reflejan que el suicidio es un fe-
cada 100.000 habitantes se estimaba en 14,5, una muestra nómeno que afecta con mayor intensidad a los varones que a
de trece países de la región promediaba 7,7. Un recuento más las mujeres.

Cuadro 1

Tasas de suicidio en los diez países con mayor incidencia según país por sexo. 2002
(tasa por 100.000 habitantes)
Tasa
País Hombres Mujeres Promedio
Lituania 80,7 13,1 46,9
Federación Rusa 69,3 11,9 40,6
Ucrania 52,1 10,0 31,1
Letonia 48,8 11,8 30,3

Kazakhstán 50,2 8,8 29,5


Hungría 45,5 12,2 28,9
Estonia 47,7 9,8 28,8
Eslovaquia 44,4 10,5 27,5
Finlandia 32,3 10,2 21,3
Croacia 30,2 10,0 20,1

Costa Rica 11,8 1,8 6,8


Fuente: OMS.
Continúa en la página siguiente

98
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior


Las tasas de suicidio por 100.000 habitantes experimentadas 100.000 habitantes, al tiempo que los casos se duplicaron. Es
por Costa Rica en el último quinquenio no se distancian de las muy significativo que en cada año de la última década el nú-
estimadas para la región en su conjunto. Sin embargo, lo an- mero absoluto de víctimas de suicidio ha sido mayor que el
terior puede resultar engañoso y restarle importancia al fenó- de homicidios dolosos. Así, Costa Rica empieza a mostrar una
meno de la violencia autoinfligida, que ha venido creciendo de tendencia cada vez más cercana a los países industrializados,
manera sostenida. La información disponible para el período donde la brecha entre homicidios dolosos y los suicidios se está
1983-2003 evidencia que la tasa de suicidios por 100.000 ha- ampliando en favor de este último tipo de muerte violenta.
bitantes se duplicó en estos años y pasó de 3,9 decesos a 7,9.
En números absolutos eso significó la muerte de 120 personas Como en casi todas las formas de violencia, también en el
en 1983, frente a 329 en el año 2003. suicidio se presentan diferencias notables entre géneros. En
el período 1993-2003 el crecimiento de la tasa de suicidio ha
Como se observa en el Gráfico 1, dicha tasa ha mantenido estado impulsado por el incremento del suicidio experimentado
una tendencia ascendente con algunas oscilaciones. En la úl- por varones. En tanto la tasa de estos prácticamente se ha du-
tima década, en particular, la tasa pasó de 5,0 a 7,9 por cada plicado, la de las mujeres ha mostrado un crecimiento tenue.

Gráfico 1

Tasa de mortalidad por suicidios en Costa Rica según sexo 1983-2003


Tasa (por 100.000 habitantes)

Fuente: Elaborado con base en información proporcionada por el Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección
de Estadística.

A la concentración por sexo se debe sumar la que se presen- Al combinar ambas variables se obtiene un dato muy impor-
ta por grupos de edad. Los datos muestran el gran peso del tante: el 72% de las muertes de suicidio en el quinquenio
segmento entre 30 y 44 años (62%) en los casos de suici- 1999-2003 correspondió a hombres entre 15 y 44 años, un
dio, seguido por la participación del grupo entre 15 y 29 años patrón análogo al que se presenta en el caso de las muertes
(21%). Asimismo, cabe notar el aumento de los suicidios de por homicidio doloso. Este hallazgo obliga a una reflexión pro-
personas entre los 10 y los 14 años, así como entre adultos funda sobre los cambiantes roles de ambos sexos y las an-
mayores (Cuadro 2). siedades que enfrenta la población masculina, en particular la
que está en pleno auge de su ciclo productivo y reproductivo.

Continúa en la página siguiente

99
PNUD

Viene de la página anterior

Cuadro 2
Número de casos de suicidio en Costa Rica
según grupos de edad y sexo por año. 1999-2003
Año
Grupos de edad / Sexo Total
1999 2000 2001 2002 2003

10-14 0 0 4 4 7 15
Mujer 0 0 1 1 2 4
Hombre 0 0 3 3 5 11
15-29 96 93 79 111 120 499
Mujer 14 18 15 19 28 94
Hombre 82 75 64 92 92 405
30-44 271 298 261 311 363 1.504

Mujer 33 34 27 37 46 177

Hombre 238 264 234 274 317 1327

45-59 49 45 48 45 64 251

Mujer 2 2 3 5 5 17
Hombre 47 43 45 40 59 234
60 y más 20 35 29 29 34 147
Mujer 3 3 0 1 0 7
Hombre 17 32 29 28 34 140
Total 436 471 421 500 588 2.416
Mujer 52 57 46 63 81 299
Hombre 384 414 375 437 507 2.117
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección Estadística.

Igualmente alarmante es la distribución de las víctimas de En cuanto a la distribución geográfica, Limón y San José se
suicidio por ocupación habitual. En 1999-2003, casi tres de presentan como las provincias con mayores tasas de suici-
cada diez suicidios tuvieron como víctima a un agricultor o dio. En el período 1998-2002 estas alcanzaron 9,4 y 7,4 por
un peón agrícola, una proporción ampliamente superior a la 100.000 habitantes, respectivamente. Por el contrario, Alajue-
participación de ambos grupos en la población total. Las per- la y Cartago se caracterizan por tener tasas bastante meno-
sonas en situación de desempleo sumaron un 18%, y otras res. A escala cantonal, destacan los casos de Tarrazú (15,5),
categorías ocupacionales, como los y las empleadas domés- Dota (15,3) y Nicoya (14,2), los más altos del país, mientras
ticas, los comerciantes y los estudiantes sumaron en conjunto en Parrita, Jiménez y Barva no se registraron casos de priva-
un 10%. ción de la propia vida en el período indicado (Mapa 1).

Continúa en la página siguiente

100
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Mapa 1
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Distribución geográfica del ������������������������������������
suicidio en Costa Rica, 1998-2002
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(tasa por 100.000 habitantes)

0,0 - 7,4
7,5 - 9,9
10,0 - 15,5

Fuentes: Elaborado a partir de Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área
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Policial. Datos de población tomados del IX Censo Nacional de Población INEC-2000.
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Recuadro 4.2

Muertes por accidentes de tránsito en Costa Rica


Según el Informe Mundial sobre Prevención de los Traumatis- de ingreso bajo y medio. África se presenta como la región con
mos Causados por el Tránsito publicado en el año 2004 por mayor incidencia, seguida del sudeste asiático y América Lati-
la Organización Mundial de Salud y el Banco Mundial, la im- na en el tercer lugar.
portancia del fenómeno de las lesiones y muertes provocadas
por los accidentes de tránsito ha sido generalmente subvalo- Resulta preocupante que seis de los diez países con mayor
rada por la opinión pública mundial. Los accidentes de tránsito incidencia en muertes por accidentes de tránsito por cada
generan el 12% de los padecimientos que experimentan las 100.000 habitantes se encuentren localizados en América La-
personas, representan la tercera causa de mortalidad mundial tina (Cuadro 1). Dentro de la lista, Costa Rica comparte con
y constituyen la principal causa de muerte en el grupo etario de Nicaragua el noveno puesto, con una tasa de 20,1: más del
menores de cuarenta años. En términos geográficos, el 90% de triple de la tasa de homicidios dolosos.
las muertes por accidentes de tránsito tiene lugar en los países

Continúa en la página siguiente

101
PNUD

Viene de la página anterior

Cuadro 1
Cuadro 1
Tasa de muertes por 100.000 habitantes provocadas por accidentes de tránsito en los
diez países con mayor incidencia, según país y año más reciente disponible
País Año Tasa
El Salvador 1999 41,7
Brasil 1995 25,6
Colombia 1998 24,2
Kuwait 2000 23,7

Venezuela 2000 23,1


Letonia 2001 22,7
República de Corea 2001 21,9
Tailandia 1994 21,0
Costa Rica (1) 2000 20,1
Nicaragua 2000 20,1

Nota: (1) La tasa atribuida a Costa Rica por la fuente citada para el año 2000 (20,1 por cada 100.000 habitantes) se basa en la
estadística de defunciones. Una estimación basada en el número de muertes reportado por el Departamento de Planificación
del Poder Judicial para el mismo año arrojó una tasa de diecisiete por cada 100.000 habitantes.
Fuente: Elaborado con datos provistos por la Organización Mundial de Salud (OMS).

La información correspondiente al período comprendido entre personas Como se puede observar en el Gráfico 1, el ascen-
1993 y 2003 advierte un crecimiento sostenido de la mortali- so más acentuado se ha producido entre hombres en el lapso
dad por accidentes de tránsito, la cual pasó en diez años de comprendido entre 1996 y 1998. Desde entonces, para ambos
11,5 decesos por cada 100.000 habitantes a 15. En números sexos, las tasas han mostrado pocos cambios, fuera de un li-
absolutos el total de muertes en ese período ascendió a 6.023 gero descenso en el caso de los hombres.

Gráfico 1

Continúa en la página siguiente


102
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Es importante señalar que en los dos últimos años se ha dado Asimismo, las estadísticas de decesos evidencian que el fenó-
una baja en el número de fallecidos por accidentes de tránsito, meno de los accidentes tiene repercusión en todos los grupos
dato que sugiere la eficacia de la medida que obliga al uso del etarios. Sin embargo, el grupo entre 15 y 29 años concentró el
cinturón de seguridad, de los programas de vigilancia en las 31% de los fallecimientos por esta causa en el período 1999-
carreteras y de la confiscación de vehículos guiados por con- 2003, seguido del segmento de 30 y 44 años con un 26% y el
ductores bajo efectos del alcohol. de 45-59 con 18%. En todos los grupos de edad se denota una
aplastante presencia de hombres, quienes constituyen el 83%
En este punto, resulta oportuno recordar que la causa de mu- de las víctimas totales.En lo concerniente a la distribución es-
chos de los accidentes de tránsito en Costa Rica está rela- pacial de los decesos, en el período 1999-2003, la provincia de
cionada con abuso del alcohol y el irrespeto a los límites de Guanacaste es la que posee la tasa más alta de decesos por
velocidad. En un estudio de Miranda y Del Valle para el año accidentes de tránsito (29,6 por 100.000 habitantes), seguida
1998, con base en datos de la Sección de Patología Forense por Limón (26,6) y, en tercer lugar, Puntarenas (24,1). Cabe su-
del Departamento de Medicina Legal, se encontró que el 32% brayar que la menor incidencia se registra en Cartago (11,3).
de los conductores fallecidos por accidentes de tránsito (31 de
96) se encontraba en estado de ebriedad. Más de la mitad de Finalmente, conviene apuntar que, si bien es cierto en el pla-
estos casos mostraba niveles de alcohol que generan serios no internacional existe literatura que relaciona los accidentes
trastornos en la capacidad de conducir. Además, 19% de los de tránsito con reacciones violentas a diversas frustraciones,
motociclistas fallecidos en accidentes se encontraba bajo esta- en Costa Rica no existen investigaciones que hayan explorado
do de ebriedad, lo mismo que un 13% de los peatones. sistemáticamente esta hipótesis. Las causas de los accidentes
de tránsito en el país, en general, han sido mucho menos estu-
diadas que sus consecuencias.

B. Características generales de la punto es de crucial importancia. Los datos


victimización en Costa Rica que se presentan en las siguientes secciones
muestran que en tanto la violencia patrimo-
La victimización no afecta a todas las per- nial y, en particular, los homicidios dolosos
sonas por igual. En realidad, un análisis victimizan desproporcionada y creciente-
cuidadoso de la violencia y el despojo en el mente a los hombres, existen otras formas
país enseña que los niveles de victimización de violencia dirigidas específicamente con-
cambian según el tipo de violencia; que son tra las mujeres en razón de su género, que
considerablemente más altos en las zonas no tienen un equivalente para los hombres.
urbanas que en las rurales; que aumentan de
modo significativo en unos pocos cantones El Cuadro 4.6 recoge un panorama general
del país y son bajos en la mayoría; que cre- de los niveles de victimización individual
cen según aumenta el nivel socioeconómico detectados por la ENSCR-04, desagrega-
de la población y, sobre todo, que son dis- dos por tipo de violencia y grandes grupos
tintos para hombres y mujeres. Este último socio-demográficos.

Cuadro4.6
Cuadro 4.6
Porcentaje de victimización por tipos de violencia y principales categorías socio-demográficas. 2004 (1)
Sexo Edad Zona Nivel socio-económico
Tipo de
Total
violencia Hombre Mujer 16-24 25-34 35 y + Urbano Rural Bajo Medio Alto

Total 27,3 31,5 23,4 29,5 33,5 23,5 29,9 22,3 20,0 26,9 32,9
Patrimonial 22,1 27,0 17,5 25,0 28,6 17,9 24,7 17,0 15,9 20,9 28,6
Física 3,4 4,9 1,9 4,1 4,9 2,4 3,8 2,6 2,4 3,4 4,0
Emocional 5,5 5,4 5,6 2,7 5,9 6,6 5,8 4,9 2,9 5,8 6,7
Sexual 1,1 0,7 1,5 1,8 1,0 0,9 0,9 1,6 1,2 1,3 0,8
Nota: (1) Corresponde a la proporción de personas entrevistadas que indicaron haber sido víctimas de un hecho de violencia en los
últimos doce meses.
Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.
103
PNUD

La información muestra desequilibrios im- Es relevante señalar que aun la distribución


portantes en la distribución de la victimi- de las modalidades de violencia patrimo-
zación total, fuertemente determinados nial, en las que -a diferencia de otras- el
por las diferencias en los niveles de violen- principal factor de riesgo no es el ser mujer,
cia patrimonial experimentados por cada no está exenta de características que deri-
grupo social. Se procede, pues, a analizar van de diferencias de género. Así, si bien la
cada una de las dimensiones incluidas en el población masculina es blanco de despojos
cuadro, con particular énfasis en la diver- patrimoniales con mayor frecuencia que la
gente experiencia de hombres y mujeres. femenina, la situación varía sensiblemente
según el tipo de acción involucrada. En la
i. Diferencias por sexo ENSCR-04 las máximas diferencias se dan
cuando se trata de robos o daños a carros
Existe una significativa brecha entre los ni- (7,2% hombres y 1,8% mujeres) y de es-
veles y patrones de victimización total de tafas (6,1% hombres y 1,9% mujeres). Se
hombres y mujeres. No solo es superior por acortan cuando se trata de asaltos fuera de
más de un tercio en el caso de los hombres, la casa (7,0% hombres y 5,2% mujeres), y
sino que está mucho más concentrada en son mínimas en el caso de robos o daños
las modalidades de violencia patrimonial, contra las casas (12,3% hombres y 11,2%
en las que la incidencia supera por encima mujeres). Estas particularidades no son sor-
de un 50% la detectada entre las mujeres. prendentes. Las mujeres, en general, dispo-
Esta brecha alcanza su nivel extremo cuan- nen de menos recursos económicos que los
do se trata de los homicidios dolosos, en hombres y poseen menos bienes valiosos, lo
los que la victimización masculina supera que las hace menos atractivas como blanco
abrumadoramente a la femenina, como se de despojos mayores y estafas.
verá más adelante.
Por otra parte, cuando se trata de asaltos
Las mujeres, en cambio, manifiestan mayo- en la calle, que en general involucran bie-
res niveles de victimización sexual y emo- nes de menor valor, las mujeres son blan-
cional, aun tomando en cuenta que, en el co frecuente porque llevan joyas a la vista,
caso de estas últimas categorías, los datos portan sus pertenencias en carteras fáciles
de la ENSCR-04 subestiman la magnitud de arrebatar, y de ellas se espera que frente
real del problema. Ningún hombre repor- a un asalto reaccionen en forma más pasi-
ta haber sido blanco de violación o intento va que los hombres. La relativa frecuencia
de violación, ni tampoco de tocamientos con la que los robos en la calle afecta a las
sexuales indeseados, mientras que las mu- mujeres, en comparación con otros tipos
jeres sí (0,6% y 0,9% en cada caso).4 Por de despojo patrimonial, no parece casual.
otra parte, en relación con actos que aten-
tan contra la integridad emocional, ellas La concentración de la victimización
reportan niveles significativamente mayo- total en los hombres denotada por la
res de maltrato emocional o psicológico ENSCR-04, y en particular de la vic-
que ellos (4,8% y 2,8% respectivamente). timización patrimonial, es consistente

4
No obstante, tanto hombres como mujeres sí reportaron casos sobre amenazas por negarse a favores sexuales, 0,7% y
1,5%, respectivamente.
104
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

con otras investigaciones en el contexto sidad en el grupo de personas entre 25 y


latinoamericano, pero muy divergente 34 años. En general, la evidencia interna-
de las cifras arrojadas por la Encuesta In- cional tiende a detectar los mayores niveles
ternacional de Victimización (EIV-2000) de victimización entre los adultos más jó-
para dieciséis países desarrollados.5 En venes (16 a 24 años), en especial en el caso
ellos, las tasas de victimización para ambos de los delitos más violentos.6 Aunque esta
sexos fueron virtualmente idénticas (vic- tendencia se observa claramente en Costa
timización total: 21,9% hombres, 20,9% Rica en el caso del homicidio doloso o los
mujeres; patrimonial: 18,9% hombres, incidentes sexuales, el gran peso de la vio-
17,6% mujeres), conclusión reforzada por lencia patrimonial en la victimización total
los hallazgos del proyecto ACTIVA para la hace que la tasa general encuentre su pico
ciudad de Madrid, donde el género no fue en el grupo de 25-34 años (33,5%), cuya
identificado como un factor de riesgo aso- exposición a los espacios públicos es posi-
ciado con la victimización. blemente similar a la del grupo de menor
edad, pero su posesión de bienes patrimo-
Esta evidencia sugiere que las menores ta- niales es, casi con seguridad, mayor. Lo que
sas de victimización entre las mujeres en sí resulta evidente es que, al igual que en
Costa Rica no son, necesariamente, una todo el mundo, los niveles de victimiza-
buena noticia. Esas tasas no se deben a que ción en Costa Rica decrecen visiblemente
inherentemente las mujeres experimenten con la edad, excepto en el caso de la vio-
un riesgo menor. Antes bien, es la supervi- lencia emocional. El grupo de mayores de
vencia en las sociedades latinoamericanas 35 años presenta una tasa de victimización
de numerosas formas de inequidad en las total diez puntos menor que la de la franja
relaciones entre géneros y de presiones ha- etaria anterior y seis puntos menor que la
cia la limitación del comportamiento de existente entre los adultos más jóvenes. Eso
las mujeres en los espacios públicos lo que no obsta, sin embargo, para que existan
reduce su exposición a ciertas formas de significativas formas de victimización de
violencia. No disminuye, empero, su ex- los adultos mayores, muy poco visibles y
posición a otras modalidades de conducta estudiadas (Recuadro 4.3).
violenta, como se verá, muy claramente,
más adelante. El Gráfico 4.3 confirma que, en términos
generales, la edad mediana de las víctimas
ii. Diferencias por edad tiende a ser mayor en los casos de violencia
patrimonial y emocional, y significativa-
El Cuadro 4.6 muestra que, contrario a la mente menor en los incidentes sexuales, en
experiencia de otros países, la victimiza- particular violación, intento de violación y
ción en Costa Rica recae con más inten- explotación sexual.

5
Cruz (1999), pp.14-16; Van Kesteren et al. (2000), p.55.
6
Cruz (1999), pp.14-16; Van Kesteren et al. (2000), p.55.
105
PNUD

Gráfico 4.3

Edad media de los miembros victimizados de los hogares por tipo de violencia

Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.

Recuadro 4.3

Seguridad ciudadana del adulto mayor 7


Las manifestaciones de violencia en contra de las y los adultos desinterés particularmente en los sectores fuera de la institu-
mayores pasan por lo general desapercibidas en los medios cionalidad pública respecto a sus condiciones de vida. Si bien
de comunicación y en la opinión pública nacional. Lo anterior es cierto en Costa Rica el grupo de personas de sesenta y más
se debe a dos aspectos. El primero es que existe cierta incre- años posee tasas de homicidio por 100.000 habitantes inferiores
dulidad con respecto a que las personas que conforman este a los situados entre los 15 y 59 años, estas tasas han eviden-
grupo etario de la población puedan resultar víctimas de agre- ciado un incremento importante entre el trienio 94-96 y el trienio
sión, maltrato y de abusos en muchas ocasiones, inclusive, por 02-04. Particularmente, el promedio móvil de la tasa ha pasado
parte de sus propios familiares. El segundo consiste en que, de 4,15 a alrededor de 6 por cada 100.000 habitantes. Este cre-
si bien se han dado pasos importantes para sensibilizar a la cimiento ha estado condicionado particularmente por el aumento
población en torno a las necesidades de los adultos mayores de la tasa de homicidio de los hombres de sesenta y más años y,
-como la Cadena Mayor, por ejemplo-, aun persiste un amplio en menor medida, por la de las adultas mayores (Gráfico 1).

Continúa en la página siguiente

7
Según la legislación costarricense (Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, No. 7935 de octubre de 1999) se concibe que una persona es adulto
mayor a partir de los sesenta y cinco años de edad. Sin embargo, en el ámbito de los estudios gerontológicos hay enfoques que asumen que la
tercera edad inicia a partir de los sesenta años. En el presente recuadro se ha optado por trabajar con una y otra, según la disponibilidad de la
información.
106
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Gráfico 1

Tasa de homicidio doloso por 100.000 habitantes en personas de sesenta


y más años, según sexo. 1990-2004
( promedio móvil de tres años)

En términos comparativos, Costa Rica evidencia una mortalidad resulta particularmente cierto en el caso de los varones. Paradó-
generada por homicidio en la población de sesenta y más años jicamente los países de Europa Central, cuya población se con-
más baja que en otros países de América Latina, empero dicha sidera envejecida en relación con América Latina y Asia, poseen
mortalidad sigue siendo alta, si se observa la reportada por paí- las tasas más reducidas del globo seguidas por las de Japón,
ses con mayores niveles de desarrollo (Cuadro 1). Lo anterior Canadá y Estados Unidos.

Cuadro 1
Tasas de mortalidad causada por homicidio doloso por 100.000 habitantes, en la población
de sesenta años y más, según país por sexo, para el año disponible más reciente entre
1994 y 1999
Sexo
País Año Hombres Mujeres
Colombia 1995 55,2 5,2*
Paraguay 1994 35,9 2,2*
México 1997 34,4 4,8
Letonia 1999 20,9 8,3
Venezuela 1994 16,7 2,3
Tailandia 1994 11,3 3,0
Costa Rica 1999 10,2 1,3
Argentina 1996 7,6 1,3
Chile 1994 7,2 0,8
Rumania 1999 6,9 3,1
Cuba 1997 5,3 2,7*
Polonia 1995 5,3 2,4
Hungría 1999 4,1 3,0
EE.UU. 1998 3,9 1,8
Canadá 1997 1,6 0,7
España 1998 1,1 0,8
Japón 1997 0,8 0,6
Alemania 1999 0,7 0,5
Francia 1998 0,6 0.6
Reino Unido 1999 0,5 0,4*

Nota: (*) Para los países con asterisco se ha consignado la tasa de femicidio promedio para todos los grupos de edad.
Fuente: Elaborado con base en información proporcionada por la OMS/OPS. Continúa en la página siguiente
107
PNUD

Viene de la página anterior

Otro indicador de que los márgenes de seguridad ciudadana sin embargo, cabe pensar que, debido a estereotipos machis-
de que disfruta esta población se han visto reducidos son los tas o patrones culturales, existe un número importante de adul-
adultos mayores víctimas de agresión detectados en el hospital tos mayores hombres que tienden a negar u ocultar el hecho de
Blanco Cervantes. En el Gráfico 2 se ofrecen los casos abor- que son víctimas de agresión.
dados bajo la modalidad bio-psicosocial y legal por el Servicio
de Trabajo Social de ese hospital. Es posible observar que el Para todo el territorio nacional no se dispone de cifras que res-
número se ha venido incrementando desde 1997, salvo una palden el aumento de la agresión contra este grupo etario. En
disminución que tuvo lugar en el año 2001. ese sentido, los datos del Blanco Cervantes deben ser asumi-
dos como una aproximación a la situación real.
Los datos del Blanco Cervantes revelan que, fundamentalmen-
te, las víctimas de agresión son las mujeres adultas mayores,

Gráfico 2

Casos de adultos mayores víctimas de agresión reportados al Hospital Raúl


Blanco Cervantes según sexo. 1997-2003

Fuente: Elaborado con datos del Departamento de Trabajo Social del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología
Dr. Raúl Blanco Cervantes.

Por otro lado, en el año 2002 se estimó, por medio de la Cuarta Asimismo, los datos de la Cuarta Encuesta Nacional revelaron
Encuesta Nacional sobre las características de los usuarios de que el principal tipo de agresión que sufren es la psicológica,
los Servicios de Consulta Externa de la CCSS, que trece de cada seguida del abandono y una combinación de todas las formas
mil mayores de 65 años habían sufrido algún tipo de agresión. Es de agresión (Gráfico 3). De igual modo, la encuesta citada plan-
de esperar que esta cifra resulte igualmente baja en comparación tea que las adultas mayores son agredidas en mayor medida
con el fenómeno real, debido a que muchos de los adultos mayo- en comparación con los hombres. En este sentido, se debe
res que son agredidos no se apersonan a los centros de atención subrayar que las mujeres son fundamentalmente víctimas de
por diversas razones. Entre estas se encuentra el hecho de que agresión psicológica y pareciera que la agresión patrimonial la
experimentan miedo de perder sus hogares, propios o receptores padecen con exclusividad los hombres.
(y ser enviados a un hogar de ancianos) si hacen efectivas sus
demandas en relación con la situación de abuso.

Continúa en la página siguiente

108
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Gráfico 3
Tasa de incidencia de agresión por 100.000 habitantes en personas
mayores de 65 años, según tipo de agresión y sexo. 2002

Fuente: Elaborado con datos proporcionados en la Cuarta Encuesta Nacional sobre las característi-
cas de los usuarios de los servicios de consulta externa de la CCSS.

En torno a este mismo tema, durante el año 2004 el Consejo estas denuncias bajo el esquema del PLANOVI. Esta comisión
Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAN) recibió 757 se integró con representantes de diversas instituciones públicas
denuncias sobre algún tipo de violencia o maltrato. Después encargadas de velar por la integridad del adulto mayor, cuando
de haber efectuado un estudio de la situación, el CONAPAN este se ha visto lesionado por situaciones de abuso, maltrato y
procedió, en los casos en que el adulto mayor no era propie- abandono, especialmente.
tario del lugar en donde habitaba, a trasladarlo a un hospicio
de ancianos ubicado en una comunidad cercana a su último Uno de los principales resultados de la comisión interinstitucional
lugar de residencia. En total fueron reubicadas 104 personas ha sido la elaboración del Programa Nacional para la Atención
que efectivamente estaban expuestas a amplios niveles de vio- Integral de la Persona Adulta Mayor Abusada y en Situación de
lencia. Cabe subrayar que el CONAPAN, a diferencia del PANI y Abandono, el cual se encuentra en su etapa final de redacción.
del INAMU, no posee centros de atención o albergues propios, En este se fijan los lineamientos y tareas que asumirán las insti-
sino más bien opera gracias a convenios mediante los cuales tuciones para contender con las situaciones de abuso, maltrato
adquiere servicios a asilos de ancianos ya establecidos. y violencia que experimenta este sector de la población. 8

Acciones gubernamentales Paralelamente, la comisión y especialmente el CONAPAN han


trabajado en la formulación de un Código de la Persona Adulta
Debido al aumento de las cifras de abuso y violencia, en el año Mayor o Código de la Vejez. La idea básica es que mediante este
2003 el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONA- código se puedan operacionalizar y hacer efectivas diversas par-
PAN) incentivó la creación de una subcomisión para atender tes de la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, promulgada

Continúa en la página siguiente

8
Se ha planteado, en el contexto de la Comisión Interinstitucional, que los servicios de atención primaria de la Caja
Costarricense de Seguro Social serían la mejor opción para detectar y valorar en forma integral las situaciones de abuso y
maltrato que sufren los adultos mayores. Sin embargo, sobre este particular no hay unanimidad.
109
PNUD

Viene de la página anterior

en Costa Rica en octubre de 1999. En particular, el Código trata A principios del año 2003, el Consejo Nacional llevó a cabo un
de resolver el lapsus entre la Ley Integral y el Código Penal en amplio proceso de capacitación a la Fuerza Pública con el fin,
lo concerniente a la penalización del abuso, maltrato y abando- primero de sensibilizar a la policía sobre las situaciones que ex-
no del adulto mayor.9 Resulta oportuno señalar que, a la altura perimentan las y los adultos mayores y segundo, para que pue-
de la redacción del Informe Nacional de Desarrollo Humano, el dan reconocer las situaciones de abuso y maltrato. Asimismo,
Código de la Vejez se encontraba en proceso de validación con actualmente se están planificando actividades de sensibiliza-
grupos de adultos mayores organizados y funcionarios de las ción para jueces y funcionarios judiciales en forma conjunta con
instituciones que forman parte de la comisión interinstitucional. la Escuela Judicial. En este punto resulta importante señalar
que, en el programa nacional citado se han establecido también
Paralelamente a la gestión del Programa Nacional y el Código acciones que pretenden promover una auto-concienciación del
de la Vejez, el CONAPAN ha efectuado diversas actividades adulto mayor con respecto a que no debe ser sujeto de maltrato
para enfrentar la situación de abuso de los adultos mayores. o abuso.

iii. Diferencias socio-económicas carencias (15,9%). Como se verá luego, esta


distribución coincide sin lugar a dudas con
Más inequívoca es la distribución de la vic- los niveles de percepción de inseguridad pa-
timización por niveles socio-económicos. trimonial que ambos grupos tienen.
Con sorprendente contundencia los datos
muestran que los niveles de victimización La concentración de la victimización pa-
son directamente proporcionales al esta- trimonial en los grupos más acomodados,
tus socio-económico de las personas. La esperable en virtud de la naturaleza de los
proporción de entrevistados de alto nivel delitos, es, sin embargo, menos obvia de
socio-económico que manifiesta haber su- lo que parece a primera vista. La Encuesta
frido algún tipo de violencia en el último Internacional de Victimización-2000 en-
año (32,9%) es ampliamente superior a la cuentra una relación similar en los países
detectada entre los pertenecientes a los es- desarrollados (victimización total: alto in-
tatus medio (26,9%) y bajo (20,0%). Esta greso, 24,3%; bajo ingreso: 17,4%. victi-
relación se mantiene en todos los tipos de mización patrimonial: alto ingreso: 21,4%;
violencia, excepto la sexual. En este último bajo ingreso: 14,3%). A una conclusión
caso, sin embargo, el estigma social vincu- análoga llegan también Gaviria y Pagés
lado con este tipo de agresiones, reducen (1999) utilizando cifras de Colombia, Perú
severamente la confiabilidad de los datos, y El Salvador. Sin embargo, esta última in-
en especial entre los grupos de más alta po- vestigación sugiere que los niveles de des-
sición social. igualdad socio-económica repercuten en la
distribución de la victimización, ya que en
Una vez más, la distribución de la victimi- países más desiguales los pobres tienden a
zación total refleja, en lo fundamental, las sufrir una proporción mayor de los inciden-
cifras de la victimización patrimonial, que tes de violencia. El carácter regresivo en la
muestran una concentración notable en los distribución de la riqueza parece traducirse
grupos socio-económicos más privilegiados. en una mayor “regresividad” de la violen-
En esta categoría, los niveles de victimiza- cia. Es plausible suponer que en sociedades
ción de estos últimos (28,9%) práctica- altamente desiguales, sea mayor la propor-
mente duplican a los del estrato con más ción de recursos públicos -que se suman a

9
El Código dispone de un capítulo especial sobre abuso, maltrato y abandono.
110
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la inversión privada que los grupos de alto zación patrimonial- es considerablemente


ingreso están en condiciones de gastar- des- mayor en las ciudades del país (total: 29,9%
tinados a su protección, como también ma- urbano, 22,3 rural; patrimonial: 24,7%
yor la segregación espacial y el aislamiento urbano, 17,0% rural). Más adelante se pre-
físico de los sectores más privilegiados. senta evidencia que corrobora la correlación
de la variable urbanización con el compor-
Este último fenómeno, en particular, puede tamiento de ciertas modalidades de delicti-
tener perturbadoras implicaciones prácti- vidad patrimonial en el país, así como las al-
cas. Citando evidencia de Brasil, Bourguig- tas tasas de robo y hurto en las cabeceras de
non (1999), ha advertido que la intensidad provincia y algunas ciudades secundarias.
de la demanda de provisión pública de ser-
vicios de seguridad parece decrecer con el Por ahora, interesa hacer notar que el pa-
nivel de ingreso. Esto hace altamente pro- trón costarricense se alinea con el detectado
bable que grados crecientes de desigualdad en todo el mundo.10 Aún más, la evidencia
socio-económica y de aislamiento físico de comparada sugiere que no es únicamente
los grupos de alto ingreso, tiendan a generar la división urbano/rural la que tiene cla-
una provisión menor de servicios públicos ves para explicar los niveles de violencia,
de protección para toda la sociedad. Como sino también el tamaño de las ciudades y
se verá más adelante, la evidencia de Costa la velocidad de su crecimiento, ambos di-
Rica es compatible con esta conclusión. En rectamente relacionados con la victimiza-
forma muy clara, los grupos de alto ingreso ción. Al examinar estas correlaciones en
en Costa Rica están abandonando su interés la región latinoamericana, se ha sugerido
en mejorar la seguridad pública al tiempo que los retornos de la actividad criminal de
que, de manera creciente, confían su pro- tipo patrimonial probablemente aumentan
tección a mecanismos privados. en las grandes ciudades debido a la mayor
cantidad de víctimas potenciales de alto in-
Así pues, los relativamente bajos niveles de greso, al mayor desarrollo de los mercados
victimización de los grupos de menor es- de receptación de objetos y a la menor po-
tatus socio-económico en el país parecen sibilidad relativa de arresto y juzgamiento.
estar relacionados con la persistencia de un Asimismo, ofrecen evidencia sugerente de
mínimo de integración física y social de la que el crecimiento urbano puede generar
población costarricense. La creciente des- una sobrecarga de las instituciones policia-
igualdad socio-económica en Costa Rica les, una acelerada pérdida de la confianza
convierte la persistencia hacia el futuro de la en ellas y, por último, un aumento de los
presente distribución de la victimización en incentivos para delinquir.11
una incógnita.
La muestra empleada por la ENSCR-04 im-
iv. Distribución geográfica pide hacer mayores inferencias sobre la dis-
tribución de la victimización en las distintas
Sistemáticas también son las diferencias que regiones del país. Por ello, para complemen-
existen entre los ámbitos urbano y rural, tar sus datos es ineludible recurrir, una vez
en todos los tipos de violencia. Aunque sin más, a los registros oficiales. El Cuadro 4.7
ser insignificante en la zona rural, el riesgo contiene la distribución provincial de la de-
de victimización -en particular de victimi- lincuencia en Costa Rica en el año 2003.

10
Van Kesteren et al. (2000); Gaviria y Pagés (1999); Fainzylber, Lederman y Loaiza (1998).
11
Gaviria y Pagés (1999).
111
PNUD

Cuadro 4.7

Principales delitos en Costa Rica, por provincias durante el año 2003


(Entradas netas en las oficinas del Ministerio Público y tasas por 10.000 habitantes)
Provincia
Delitos Total
San José Alajuela Cartago Heredia Guanacaste Puntarenas Limón

Totales
Contra la persona

Homicidio doloso (1) 300 134 39 19 23 18 33 34


Homicidio culposo (1) 506 125 104 31 38 59 70 79
Agresión 5.874 2.294 900 480 327 467 703 703
Lesiones 2.188 978 298 202 96 151 234 229
Violación 1.543 499 257 118 93 107 234 235

Contra la propiedad
Daños 2.158 873 340 192 110 166 291 186
Estafa 3.533 2.390 367 173 159 148 182 114
Hurto 10.752 4.928 1.572 614 320 849 1.685 784
Robo 35.987 15.706 4.948 3.485 5.089 2.252 2.580 1.927

Contra la Ley de
Psicotrópicos
9.275 3.828 1.604 738 425 276 1.610 794
Infracción a la
Ley de Psicotrópicos
Tasas por 10.000 habitantes

Contra la persona
Homicidio doloso (1) 7,2 9,1 4,9 4,0 5,8 6,4 8,8 8,8
Homicidio culposo (1) 12,1 8,5 13,1 6,6 9,6 21,1 18,8 20,5

Agresión 14,1 15,6 11,3 10,2 8,3 16,7 18,9 18,2


Lesiones 5,2 6,6 3,8 4,3 2,4 5,4 6,3 5,9
Violación 3,7 3,4 3,2 2,5 2,3 3,8 6,3 6,1

Contra la propiedad
Daños 5,2 5,9 4,3 4,1 2,8 5,9 7,8 4,8
Estafa 8,5 16,3 4,6 3,7 4,0 5,3 4,9 2,9
Hurto 25,8 33,5 19,8 13,0 8,1 30,4 45,2 20,3

Robo 86,3 106,8 62,4 73,8 128,6 80,6 69,2 49,9

Contra la Ley de
Psicotrópicos
22,2 26,0 20,2 15,6 10,7 9,9 43,2 20,6
Infracción a la
Ley de Psicotrópicos

Notas: (1) Corresponde al número de víctimas reportadas por el Área Policial de la Sección de Estadística del Poder Judicial. La
tasa es calculada por 100.000 habitantes.
Fuentes: Anuario de Estadísticas Judiciales, Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Datos de
población: “Estimaciones y proyecciones de población 1970-2100”, INEC- CCP, 2002.

112
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Como se ve, las oficinas del Ministerio San José, Puntarenas y Limón; las de ho-
Público de la provincia de San José re- micidios culposos en Guanacaste, Limón
gistraron ese año la gran mayoría de las y Puntarenas; las de lesiones en San José,
entradas netas de todos los delitos selec- Limón y Puntarenas; las de violaciones
cionados, en especial de estafas (67,6%), en Limón y Puntarenas; las de daños en
hurtos (45,7%), lesiones (44,7%), robos Puntarenas, Guanacaste y San José; las de
(43,8%), homicidios (42,3%), infraccio- estafas en San José; las de hurtos en Pun-
nes a la Ley de Psicotrópicos ( 41,3%), tarenas y San José; las de robos en Here-
daños (40,5%) y agresiones (39,1%). Las dia y San José; y las de infracción a la Ley
cifras de San José fueron seguidas, casi en de Psicotrópicos, con gran diferencia, en
todos los casos, por las de Alajuela, sobre Puntarenas.
todo en homicidios culposos (19,8%),
violaciones (16,7%), daños (15,8%), Resultados más interesantes se obtienen
agresiones (15,3%), hurtos (14,6%), ro- al analizar la distribución geográfica de la
bos (13,8%) y lesiones (13,6%). violencia y el despojo a escala cantonal.
En este caso, sin embargo, el análisis invo-
Por su parte, la distribución de las tasas lucra menos delitos y formas de violencia,
de delito no es homogénea en todo el toda vez que la desagregación geográfica
país, un punto que aparecerá con mayor de los datos no siempre es posible. Por
claridad a nivel cantonal. Así, las tasas de fortuna, como lo muestra el Cuadro 4.8,
agresión fueron más elevadas en Limón y se encuentran disponibles para algunas
Puntarenas; las de homicidios dolosos en categorías de particular importancia.12

12
La razón por la cual se utilizaron los datos del año 2003 obedece a que fue a partir de ese año que se empezaron a
desagregar por cantón los reportes de las intervenciones policiales por violencia doméstica.

113
PNUD

Cuadro 4.8
Cuadro 4.8
Tasas por 100.000 habitantes según modalidades seleccionadas
de violencia y despojo por cantones. 2003
Modalidad

Homicidio doloso Robo y hurto Violencia doméstica (1)

Costa Rica

7,2 709,2 170,0


Tasas más altas
Garabito 21,6 Garabito 2038,5 La Cruz 630,1
Golfito 20,8 Cañas 1948,6 Corredores 569,9
Osa 20,0 Aguirre 1730,3 Alajuelita 508,6
Limón 19,3 Montes de Oca 1559,5 San José 424,2
Aguirre 17,9 Liberia 1419,6 San Rafael 374,6
San José 17,2 San José 1362,9 Tibás 325,0
Goicoechea 15,9 Limón 1207,8 Heredia 313,8
Dota 14,6 Siquirres 1139,5 Goicoechea 282,7
Belén 13,8 Osa 1034,4 Liberia 265,1
Santo Domingo 13,6 Santa Cruz 1023,3 Montes de Oca 262,1
Tibás 12,8 Cartago 1018,5 Sarapiquí 261,0
Abangares 11,7 Nicoya 974,1 Golfito 258,4
La Cruz 11,5 Heredia 925,9 Aserrí 241,4
Montes de Oca 11,2 Escazú 919,5 Limón 235,7
San Isidro 10,9 Puntarenas 905,0 Turrubares 221,4
Tasas más bajas
Puriscal, Tarrazú, Golfito 246,5 Oreamuno 21,2
Aserrí, Acosta, Jiménez 241,5 San Carlos 17,2
Turrubares, León Cortés, Coto Brus 235,8 Palmares 15,0
San Ramón, San Mateo, Guatuso 232,1 Hojancha 14,8
Atenas, Palmares, Talamanca 210,9 Acosta 10,2
Poás, Orotina, Atenas 204,4 Pococí 9,0
Alfaro Ruiz, Los Chiles, Nandayure 194,6 Alfaro Ruiz 8,1
Guatuso, Jiménez, 0,0 Poás 187,4 Puriscal 6,5
Alvarado, Barva, Hojancha 162,6 Abangares 5,9
Santa Bárbara, Acosta 143,2 Turrialba 4,2
San Rafael, Bagaces, Alvarado 128,2 Aguirre 0,0
Nandayure, San Mateo 105,5 El Guarco 0,0
Hojancha, Alfaro Ruiz 97,3 Jiménez 0,0
Montes de Oro, Dota 43,9 León Cortés 0,0
Coto Brus, Parrita León Cortés 7,9 Dota 0,0

Notas: (1) Intervenciones de la Fuerza Pública.


Fuentes: Homicidios dolosos, robos y hurtos: Anuario de Estadísticas Judiciales, Poder Judicial, Departamento
de Planificación, Sección de Estadística; Violencia doméstica: Ministerio de Seguridad Pública. Datos de pobla-
ción: Proyecciones Distritales de Población de Costa Rica 1970-2030. CCP-INEC. Datos en línea.

114
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El cuadro anterior agrupa los cantones que, en todas. Un análisis de la intensidad de la


de acuerdo con los registros oficiales, presen- correlación entre las tres categorías arroja
taron en el año 2003 los mayores y menores guarismos relativamente bajos: la correlación
niveles de incidencia de tres manifestaciones entre las tasas de homicidio doloso y delitos
de violencia y despojo: homicidio doloso, patrimoniales -la más alta de todas- apenas
robo y hurto (agrupados), y violencia do- llega a 0,49, cifra que disminuye a 0,45
méstica. Interesa enfatizar la sorprendente cuando la correlación es medida utilizando la
heterogeneidad que denota el cuadro. posición de cada cantón en las listas.

Sobresale la dispersión de los casos en todas Esto sugiere un punto crucial: las moda-
las categorías. Así, en tanto la tasa de homi- lidades de delictividad y la violencia no se
cidios del cantón de Garabito triplica el pro- distribuyen de acuerdo con un patrón uni-
medio nacional -efecto parcialmente genera- forme en todo el país. Pese a la innegable
do por su baja población-, existen veintiséis presencia de las cabeceras de provincia a
cantones, casi una tercera parte del total, que través del análisis, los cantones con proble-
no registraron ningún homicidio en el año mas más severos de homicidio doloso no ne-
2003. De igual manera, en el caso del robo cesariamente son los mismos que registran
y el hurto, las tasas más altas (los cantones más denuncias por delitos patrimoniales o
turísticos de Garabito y Aguirre en la provin- violencia doméstica. Esto implica que cual-
cia de Puntarenas, así como Cañas en Gua- quier política pública para la prevención del
nacaste) prácticamente triplican el promedio delito y la violencia debe ser precedida no
nacional, en tanto León Cortés, un pequeño solo por un análisis geográfico diferenciado,
cantón situado al sur de la provincia de San lo que es obvio, sino por un esfuerzo para
José, muestra una tasa ínfima, equivalente a hacer ese análisis para cada tipo de violencia
una centésima parte del promedio nacional. y despojo. Y, ello requiere, en primer lugar,
Resulta notoria la presencia, sin embargo, de un sistema de información y de indicadores
seis de las siete cabeceras de provincia entre los en materia de seguridad ciudadana mucho
quince cantones con tasas más altas de robo más sofisticado que aquel con el cual hoy
y hurto. Por su parte, la violencia doméstica - cuentan las autoridades.
medida por las intervenciones policiales, una
forma muy imperfecta para hacerlo, pero la Con el fin de resumir la información ante-
única disponible a nivel cantonal- presenta rior se han estandarizado y ponderado las
también una gran dispersión, con cantones tasas cantonales de homicidio doloso, robo y
como La Cruz, Corredores y Alajuelita que hurto, y violencia doméstica, y se han vertido
triplican el promedio nacional y otros que en un Índice de Seguridad Cantonal (ISC)
no reportan intervención alguna. (Anexo 2.1). Este índice simplifica conside-
rablemente la representación gráfica de la
Acaso más notable es la falta de homogenei- distribución geográfica de la violencia y el
dad entre las listas. De los quince cantones despojo en Costa Rica, así como el análisis
con mayores tasas de delictividad única- de los efectos que estos fenómenos tienen so-
mente San José, Montes de Oca y Limón bre los niveles de desarrollo humano de las
repiten en las tres categorías. Igualmente, de diversas regiones del país. Es, sobre todo, un
los quince cantones que ocupan los lugares instrumento de medición que permite moni-
más bajos en las listas, solo cinco rurales de torear sistemáticamente algunos aspectos de
diferentes provincias -Acosta, León Cortés, la seguridad ciudadana y evidenciar algunas
Alfaro Ruiz, Jiménez y Hojancha- figuran conclusiones relevantes.
115
PNUD

Debe advertirse, no obstante, que presenta residente en el cantón genera inevitables


limitaciones y sus resultados deben ser to- distorsiones en el análisis, en particular para
mados con cautela. En primer lugar, se ha aquellos cantones -típicamente los centros
hecho referencia reiterada a los problemas urbanos- cuya población flotante es mucho
de subregistro que presentan las cifras oficia- mayor que la residente y, potencialmente,
les cuando se trata prácticamente de todos tan víctima de la violencia como esta últi-
los delitos, fuera del homicidio. Es posible ma. En cuarto lugar, y crucial, el índice solo
que, en algunos casos, las cifras de denun- mide una de las dimensiones de la seguridad
cia de ciertas formas de violencia y despojo ciudadana, la que toca a la victimización y a
reflejen más la accesibilidad de los mecanis- los niveles objetivos de violencia y despojo.
mos de denuncia y su utilización por los y Las encuestas existentes no permiten hacer
las habitantes del cantón, que la prevalencia inferencias a escala cantonal sobre la per-
de los hechos denunciados. cepción de inseguridad o sobre los esquivos
factores que configuran la segurabilidad de
En segundo lugar, debe tomarse en cuenta los habitantes del país.
que el pequeño número de casos reportados
que presentan ciertos cantones en alguna o Es importante, pues, tener en mente el ca-
las tres categorías analizadas, posiblemente rácter tentativo de este ejercicio al analizar
haga inevitable una significativa variabilidad el Cuadro 4.9, que contiene la lista de los
en los resultados del índice en diferentes 81 cantones costarricenses jerarquizados de
años. En tercer lugar, la elaboración de ta- acuerdo con el Índice de Seguridad Canto-
sas de delictividad con base en la población nal y clasificados en tres categorías.

Cuadro 4.9 Cuadro 4.9


Índice de Seguridad Cantonal. 2003
Posición Cantón ISC Posición Cantón ISC

Alto nivel de seguridad (1) 18 Los Chiles 0,879


1 León Cortés 1,000 19 Orotina 0,879
2 Alfaro Ruiz 0,981 20 Grecia 0,860
3 Acosta 0,972 21 Barva 0,849
4 Hojancha 0,967 22 Paraíso 0,848
5 Jiménez 0,962 23 San Ramón 0,842
6 Poás 0,959 24 Turrialba 0,841
7 Alvarado 0,952 25 Pococí 0,840
8 Guatuso 0,942 26 Pérez Zeledón 0,840
9 San Mateo 0,937 27 Santa Bárbara 0,840
10 Montes de Oro 0,933 28 Oreamuno 0,838
11 Palmares 0,924 29 Buenos Aires 0,834
12 Nandayure 0,923 30 Aserrí 0,832
13 Coto Brus 0,913 31 Valverde Vega 0,830
14 Puriscal 0,910 32 Bagaces 0,828
15 El Guarco 0,900 33 Turrubares 0,825
16 Tarrazú 0,890 34 Parrita 0,821
17 Atenas 0,883 35 Mora 0,808

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116
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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Posición Cantón ISC Posición Cantón ISC

Mediano nivel de seguridad (1) 59 Moravia 0,671


36 Talamanca 0,795 60 Curridabat 0,660
37 Vázquez de Coronado 0,790 61 Puntarenas 0,654

38 Naranjo 0,784 62 Sarapiquí 0,649

39 Carrillo 0,781 63 Nicoya 0,627

40 San Pablo 0,777 64 Escazú 0,622


41 Santa Ana 0,774 65 Heredia 0,603
42 Guácimo 0,773 66 Belén 0,602
43 Dota 0,769 67 Santo Domingo 0,594
44 Upala 0,767 68 Alajuelita 0,562
45 San Carlos 0,767 69 Cañas 0,542
46 San Rafael 0,759 70 Goicoechea 0,504
47 Tilarán 0,756 71 Golfito 0,503
48 Siquirres 0,755 72 Corredores 0,502
49 Desamparados 0,753 Bajo nivel de seguridad (1)
50 Abangares 0,742 73 Tibás 0,490
51 Santa Cruz 0,738 74 Liberia 0,477
52 Cartago 0,736 75 Osa 0,454
53 Matina 0,736 76 La Cruz 0,442
54 Flores 0,722 77 Aguirre 0,441
55 San Isidro 0,715 78 Montes de Oca 0,433

56 Esparza 0,695 79 Limón 0,381

57 La Unión 0,688 80 Garabito 0,291

58 Alajuela 0,687 81 San José 0,287

Resumen de resultados del Índice de Seguridad Cantonal

Nivel de seguridad (1) Número de cantones (%) de total Población (%) de población total

Alto 35 43,2 1.183.726 28,4


Mediano 37 45,7 2.303.528 55,2
Bajo 9 11,1 682.418 16,4

Nota: (1) Nivel alto: 0,800-1,000; nivel mediano: 0,500-0,799; nivel bajo: menor de 0,499.
Fuente: Elaboración propia con base en los datos tomados del Anuario de Estadísticas Judiciales y datos de homi-
cidios del Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Ministerio de Seguridad Pública;
Proyecciones Distritales de Población de Costa Rica, 1970-2030. CCP-INEC

117
PNUD

Esta lista permite observar, en primer lugar, con algo menos de una sexta parte de la po-
que más de un 40% de los cantones del país blación total del país, que presentan serios
presentaba en el año 2003 niveles de seguri- problemas de inseguridad objetiva. Estos
dad sumamente altos. Más aún, los 35 can- nueve cantones incluyen circunscripciones
tones incluidos en esa categoría concentran urbanas densamente pobladas, cantones
casi un 30% de la población nacional. Con con fuerte actividad turística y uno fronte-
pocas excepciones, los cantones de esa cate- rizo. En mayor o menor medida, todos es-
goría incluyen circunscripciones de poca po- tos casos, particularmente las cabeceras de
blación y fuera del Área Metropolitana. Sin las provincias de San José, Limón y Gua-
embargo, algunos suburbanos como Mora, nacaste, presentan problemas de uniforme
Barva, Santa Bárbara y El Guarco, todos seriedad en todas las formas de violencia y
con altos niveles de seguridad, son excepcio- despojo incluidas en la tabulación.
nes a este patrón. Cabe añadir, además, que
esta categoría incluye la casi totalidad de la Acaso lo importante del análisis sea, en-
provincia de Cartago. tonces, comprobar que los problemas más
graves de victimización en el país pare-
Otros 37 cantones, incluidas cuatro cabece- cen estar bastante concentrados desde el
ras de provincia (Alajuela, Cartago, Heredia punto de vista geográfico y que en la gran
y Puntarenas), casi todos los suburbios de la mayoría del territorio nacional -donde
aglomeración urbana de la capital y algunas residen ocho de cada diez habitantes del
ciudades secundarias del país, configuran país- los problemas objetivos de insegu-
la segunda categoría, con niveles interme- ridad son bajos o, a lo sumo, moderada-
dios de seguridad. Este grupo de cantones mente serios (Mapa 4.1). Como se verá
alberga a más de la mitad de la población luego, estos matices no se reproducen
nacional (55,2%). cuando se trata de la dimensión subjetiva
de la inseguridad, cuyos niveles son alar-
Finalmente, el ejercicio de jerarquización mantes en todo el país.
arroja nueve cantones (11,1% del total),

Mapa 4.1
Índice de Seguridad Cantonal. 2003
(Escala 0,000 - 1,000)

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118
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

C. Modalidades específicas de violen- otro delito. Con anterioridad se han propor-


cia y despojo cionado algunas cifras sobre la evolución de
la tasa en Costa Rica en las últimas décadas,
El anterior análisis de la delictividad, la vic- así como su situación actual en comparación
timización y sus características es general en con la de otros países de la región y fuera
sus propósitos y alcances. Por ello, oscurece de ella. La información disponible permite,
aristas cruciales de estos problemas, solo ob- sin embargo, hacer un análisis mucho más
servables mediante análisis más específicos. detallado de las características de las vícti-
A continuación, se enfocan tres modalida- mas y de las circunstancias que median en la
des de violencia y despojo de singular im- comisión de este delito, en Costa Rica. Ese
portancia en el país: el homicidio doloso, análisis empieza por revisar la distribución
la violencia contra las mujeres y el crimen de las muertes por homicidio doloso por
organizado. sexo y grupo de edad, que revela patrones
tan sorprendentes como preocupantes.
i. El homicidio doloso en Costa Rica
El Gráfico 4.4 contiene la evolución de la
Por ser la manifestación más dramática de la tasa de homicidio doloso para cada sexo, en
violencia en una sociedad, los casos de ho- el período 1990-2004; utiliza promedios
micidio doloso suelen estar sustantivamente móviles de tres años, que permiten apreciar
mejor documentados que los de cualquier mejor las tendencias.

Gráfico 4.4

Tasas de homicidio doloso por 100.000 habitantes según sexo. 1990-2004


(promedio móvil de tres años)

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área Policial.

119
PNUD

Como se señalara antes, el aumento de la riesgo. En otras palabras, una proporción


tasa de homicidios en Costa Rica es gra- significativa de los homicidios dolosos de
dual y continuo. Sin embargo, la evolu- mujeres se producen en virtud de su condi-
ción seguida por ambos sexos es muy dis- ción de tales, sea en circunstancias relacio-
tinta. Contrario a extendidas percepciones nadas con el ejercicio de violencia sexual
sociales, la tasa de homicidios para las mu- en su contra o en el marco de relaciones
jeres costarricenses ha permanecido vir- familiares caracterizadas por la desigual-
tualmente inalterada en los últimos quin- dad de poder entre ambos géneros.
ce años, cercana a 2,0 por cada 100.000
mujeres; una tasa baja para estándares in- Un estudio de Carcedo y Sagot (2002)
ternacionales. ha mostrado que en la década de 1990 el
70% de los homicidios de mujeres en los
Eso, obviamente, no resta importancia al que se conocieron las circunstancias en que
problema de las muertes violentas sufridas ocurrieron tuvo origen en su condición de
por las mujeres. Por baja que sea la fre- género, por lo cual las autoras acuñaron el
cuencia del homicidio doloso entre ellas, término “femicidio” (Cuadro 4.10).13 De
su acaecimiento presenta por lo general ellos, el 70% correspondió a femicidios
una característica distintiva: la presencia íntimos, es decir los cometidos por las pa-
del sexo de la víctima como un factor de rejas, ex parejas, novios o ex novios.

Cuadro 4.10 Cuadro 4.10


Total de homicidios de mujeres y femicidios en Costa Rica. 1990-2003
(tasas por 100.000 habitantes)
Homicidios de mujeres Femicidios
Año Tasa por 100.000 Tasa por 100.000
Total Total
mujeres mujeres

1990 28 1,9 21 1,4


1991 35 2,3 16 1,0
1992 25 1,6 13 0,8
1993 21 1,3 20 1,2
1994 29 1,7 18 1,1
1995 29 1,7 20 1,2
1996 20 1,1 17 1,0
1997 23 1,3 12 0,7
1998 27 1,5 21 1,1
1999 34 1,8 31 1,6
2000 38 2,0 31 1,6
2001 32 1,6 17 0,9
2002 38 1,8 26 1,3
2003 46 2,2 25 1,2

Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Carcedo y Sagot (2002).

13
Carcedo y Sagot (2002), pp. 42, 61. En este estudio se consideraron femicidios los homicidios de mujeres cometidos por
hombres en el ámbito de las relaciones de pareja, incluyendo ex parejas, familiares, y los vinculados a la violencia sexual,
como asaltos y violaciones de parte de conocidos y desconocidos, ataques de pretendientes y acosadores sexuales y ataques
de clientes o explotadores sexuales.
120
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Este problema no tiene paralelo en el caso meno, que se presenta en forma análoga
de los hombres. Ellos solo excepcionalmen- en el caso del suicidio, hace ineludible la
te mueren a manos de mujeres, en el ám- perspectiva de género al analizar los datos.
bito de pareja o familiar, en ataques sexua- Si resulta evidente que el problema del fe-
les o a manos de mujeres pretendientes o micidio demanda una mirada atenta y res-
acosadoras. Los homicidios de hombres, puestas desde la política pública de segu-
incluso en el ámbito intrafamiliar o en ata- ridad, es igualmente cierto que cualquier
ques sexuales son, con escasas excepciones, respuesta al crecimiento de los homicidios
cometidos por otros hombres.14 dolosos en Costa Rica exige indagar cui-
dadosamente los factores de riesgo que
Con todo, es innegable que, al tratarse del acompañan a la población masculina y, en
homicidio doloso en Costa Rica, el pro- particular, como se verá de inmediato, a
blema de victimización masculina es con- la más joven.
siderablemente más serio que el femeni-
no; que el riesgo de morir por homicidio Al igual que el riesgo de morir por un ho-
doloso es superior para los hombres que micidio doloso no se distribuye en forma
para las mujeres (5,7 veces más alto, en homogénea entre los hombres y las mujeres,
promedio, durante 1990-2004) y que el tampoco se reparte por igual entre distintos
aumento detectado en la tasa nacional de grupos de edad. Aún más, la distribución
homicidio doloso se debe enteramente al etaria de la victimización está sufriendo
aumento de la tasa masculina. Este fenó- cambios significativos (Gráfico 4.5).

Gráfico 4.5
Tasas de homicidio por 100.000 habitantes por grupos de edad. 1990-2004
(promedio móvil de tres años)

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área Policial.

A lo largo de todo el período 1990-2004, ble entre los mayores de sesenta años. Más
el homicidio doloso ha afectado despro- acelerado es el incremento de la tasa entre
porcionadamente al grupo de población los 45 y los 59 años. Lo notable, sin embar-
entre los 30 y los 44 años de edad. En este go, es el crecimiento de casi un 60% de la
grupo la tasa muestra una leve tendencia tasa de homicidio doloso entre las personas
hacia el aumento, fenómeno también visi- de 15 a 29 años (de 5,8 a 9,2 por 100.000

14
Carcedo y Sagot (2002), p. 44.
121
PNUD

habitantes). Como es fácil inferir, esta últi- seguridad, un punto que aparece con in-
ma tendencia es altamente dañina desde el tensidad en las percepciones de inseguridad
punto de vista social, pues priva a la sociedad de los adultos, como se verá más adelante.
de personas al inicio de su ciclo productivo y Semejante énfasis no es necesariamente
reproductivo. negativo, aunque puede llegar a serlo si se
traduce en una mutilación de los procesos
También es significativo -y levemente re- de crecimiento y socialización de la niñez.
confortante- comprobar que, al igual que Es, en todo caso, un énfasis que pone los
en el caso de las mujeres, entre los habitan- esfuerzos en el lugar equivocado. Desde el
tes del país menores de catorce años la tasa punto de vista del costo humano y social,
de homicidios prácticamente no ha sufrido en materia de homicidio doloso en Costa
variaciones en la última década y media. Rica el fenómeno en realidad alarmante,
Esto contrasta con mensajes reiterados que frente al que urge encontrar respuestas, tie-
transmiten los medios de comunicación, ne que ver con la concentración de muertes
sobre la prioridad legislativa otorgada en el entre los hombres jóvenes.
país al endurecimiento de los castigos con-
tra el homicidio de menores y, finalmente, El análisis anterior, por sexo y edad de las
con la extendida noción de que los niños y víctimas, conduce a conclusiones muy cla-
las niñas, enfrentan crecientes riesgos a su ras, reflejadas en el gráfico siguiente:

Gráfico 4.6

Tasas de homicidio doloso para hombres por 100.000 habitantes por grupos
de edad. 1990-2004 (promedio móvil de tres años)

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área Policial.

El gráfico muestra, en primer lugar, que entre casi triplica el promedio nacional y se con-
el grupo de hombres de 30 a 44 años, las ta- vierte en un problema significativo, ya no
sas de homicidio en Costa Rica alcanzan una únicamente de seguridad ciudadana sino de
magnitud nada desdeñable. Entre ese grupo, salud pública.15 En segundo lugar, y más im-
la tasa de homicidios del período 2002-2004 portante, el gráfico denota un aumento muy

15
Convencionalmente, se estima que una tasa de homicidios dolosos de 10,0 por 100.000 habitantes representa un
problema serio de mortalidad, que deviene prioritario para la salud pública.
122
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

acelerado, de casi un 73%, en la tasa de habitantes en todos los cantones del país,
homicidios dolosos entre los hombres de en forma de promedios móviles de cinco
15-29 años en el período 1990-2004. El años, un recurso necesario para minimizar
aumento reciente de la tasa de homicidios las grandes fluctuaciones que afectan los
en Costa Rica se explica, prácticamente en datos anuales, al tener la gran mayoría un
su totalidad, por lo ocurrido en este seg- bajo número de homicidios. Los colores de
mento demográfico. las celdas del cuadro permiten identificar
fácilmente cuán difundidos están los pro-
A la concentración demográfica del ho- blemas más serios de homicidio doloso a
micidio doloso, se suma su concentración escala cantonal y, asimismo, su deterioro o
geográfica. En números absolutos, en los mejora a lo largo de veinticinco años.
años 2002-2003, diez cantones con el 37%
de la población total del país, entre ellos En el último quinquenio (1999-2003), las
cinco de las siete cabeceras provinciales tasas superiores a 9,0 por 100.000 habitan-
(San José, Alajuela, Limón, Puntarenas y tes (los colores más oscuros del cuadro) se
Heredia), y otros cinco densamente pobla- concentraron en un número muy reducido
dos (Goicoechea, Desamparados, Alajue- de cantones: San José, los cantones fronte-
lita, La Unión y Pococí), concentraron el rizos de Sarapiquí y Corredores, el peque-
55% de los homicidios dolosos del país, ño cantón de Dota y casi toda la provincia
incluido el 16,5% en el cantón central de de Limón, consistentemente afectada por
San José, donde se reporta uno de cada seis un serio problema de homicidios dolo-
homicidios. sos.16 Frente a ello, dos terceras partes de
los cantones (55 de 81) mostraron prome-
El punto es igualmente claro si se recurre ya dios inferiores a la tasa nacional del quin-
no a las cifras absolutas sino a las tasas can- quenio (6,6), incluidos 32 con tasas infe-
tonales de homicidio doloso desde 1980. El riores a 3,0 análogas a las de los países de
Cuadro 4.11 contiene las tasas por 100.000 la OECD.

16
La tasa anómala de Dota, situada desde hace veinticinco años entre las más altas del país, debe verse, sin embargo, a la
luz de la reducida población del cantón (6.860 habitantes en 2004, la cuarta más baja del país), que eleva las tasas aun en
presencia de un número muy bajo de homicidios.
123
124
Cuadro 4.11
Cuadro 4.11
PNUD

Tasas de homicidio doloso cantonal por cada 100.000 habitantes. 1980-2003


(tasas calculadas con un promedio móvil de cinco años)

Continúa en la página siguiente


Viene de la página anterior
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Continúa en la página siguiente

125
126
Viene de la página anterior
PNUD

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Área Policial. Proyecciones Distritales de Población de Costa Rica, 1970-2030. CCP-INEC.
Datos en línea www.ccp.ucr.ac.cr
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Notable es, asimismo, el amplio predomi- hayan ocurrido en una buena parte de las
nio de los colores claros en todo el cuadro, circunscripciones. En términos generales,
sugerente de bajas tasas de homicidio do- los últimos veinticinco años han traído un
loso en la mayor parte de los cantones a agravamiento de las cifras en la mayoría de
lo largo de todo el período. Eso no exclu- los cantones (Mapa 4.2; colores más oscu-
ye, sin embargo, que cambios importantes ros = mayor tasa de homicidio doloso).

Mapa 4.2

Tasas cantonales de homicidio doloso en Costa Rica. 1980-1984 y


1999-2003 (homicidios por 100.000 habitantes)

Tal deterioro no es universal ni homogéneo notoriamente. Otros veintitrés cantones


(Cuadro 4.12). De hecho, treinta cantones, muestran un deterioro muy leve, menor
casi todos pequeños y rurales, no han visto a 2,0 homicidios por 100.000 habitantes,
incrementarse su tasa de homicidio dolo- que es apenas perceptible para sus habitan-
so desde 1980, y en algunos casos, como tes en presencia de bajas cifras absolutas de
La Cruz o Los Chiles, la han visto mejorar homicidio.

127
PNUD

Cuadro 4.12

Cambios en las tasas cantonales de homicidio doloso en Costa Rica. 1980-2003

Cambio experimentado Porcentaje de


Número de Porcentaje
entre 1980-1984 población total Cantones
cantones del total
y 1999-2003 (2004)

Dota, Garabito, San José, Aguirre,


Deterioro severo
10 12,3 17,8 Sarapiquí, Limón, Montes de Oca, Belén,
(>5,0)
Pococí, Flores

Moravia, Guácimo, Atenas, Santo Domingo,


Osa, Escazú, Alajuela,
Deterioro moderado
18 22,2 34,2 Alajuelita, Valverde Vega, Heredia, Cartago,
(2,1 – 5,0)
Goicoechea, Desamparados,
El Guarco, Jiménez, Vázquez de Coronado,
Tibás, Carrillo

Puntarenas, Esparza, San Rafael, Grecia,


Alfaro Ruiz, Abangares, Parrita, Alvarado,
Deterioro leve Turrialba, Santa Ana, Orotina, Naranjo, San
23 28,4 25,7
(0,1 – 2,0) Isidro, Paraíso, San Carlos, Liberia, Santa
Bárbara, Buenos Aires, Curridabat, Nicoya,
La Unión, Barva, Mora

Turrubares, León Cortés, San Mateo, Santa


Cruz, Hojancha, Corredores,
Pérez Zeledón, Oreamuno, Tilarán, San
Ramón, Acosta, Talamanca, Poás, Bagaces,
Sin cambios o mejora
30 37,0 22,3 Palmares, Puriscal, Tarrazú, Matina,
(≤ 0,0)
Nandayure, Upala, Cañas, Aserrí, San
Pablo, Montes de Oro,
Coto Brus, Siquirres, Golfito, Guatuso, La
Cruz, Los Chiles

Total 81 100,0 100,0

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística; Proyecciones Distritales de Población de
Costa Rica, 1970-2030, CCP-INEC.

128
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Más seria, sin embargo, es la situación de en otras formas de violencia, en el caso del
los 38 cantones restantes, donde reside más homicidio doloso resulta muy evidente que
de la mitad de la población del país y don- el crecimiento experimentado en el pasado
de la tasa de homicidio doloso sí exhibe un reciente es un fenómeno fundamentalmen-
preocupante proceso de deterioro. En diez te urbano y localizado en la gran aglomera-
de ellos la tasa de homicidios ha crecido ción metropolitana del Valle Central.
cinco puntos o más a lo largo del período;
así, aumentó un 55% en el cantón central La información disponible permite no solo
de Limón (a partir de un nivel ya muy alto hacer inferencias demográficas y geográfi-
en 1980); se triplicó en el caso de San José, cas sobre la victimización en los homicidios
Dota, Sarapiquí, Garabito y Pococí; se cua- dolosos, sino también alcanzar conclusio-
driplicó en el caso de Belén y se multipli- nes relevantes sobre las circunstancias que
có por factores aún mayores en Montes de rodean la comisión del delito, en particu-
Oca, Flores y Aguirre. Significativamente, lar los móviles involucrados, los métodos
las categorías de deterioro moderado y se- utilizados, la distribución cronológica de
vero incluyen casi la totalidad del Área los homicidios y la relación entre el ho-
Metropolitana. De todos los cantones que micida y la víctima. En los dos primeros
conforman esta última, únicamente San aspectos se detectan cambios importantes
Pablo de Heredia no ha sufrido deterioro a lo largo de las últimas dos décadas.
en los últimos veinticinco años. Más que

Gráfico 4.7
Distribución porcentual por trienios del número de casos por homicidio
doloso en Costa Rica según móvil o causa del evento. 1983-2003

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área policial. Datos en línea,
http://www.poder judicial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/index.htm

La comparación de los motivos identifica- con un aumento notorio de la proporción


dos para los homicidios dolosos muestra de homicidios por motivo de robo o asal-
reducciones importantes en las categorías to, por problemas relacionados con drogas
de riña y violencia doméstica, que coexisten y por motivos de venganza. Asimismo, se
129
PNUD

denota la aparición reciente de una categoría cia sugiere la expansión de formas particular-
desconocida todavía a mediados de la década mente violentas de crimen organizado
anterior: el sicariato. Tal cambio en la compo-
sición de los motivos indica que la comisión El siguiente gráfico confirma, con infor-
de delitos patrimoniales no solo ha crecido mación sobre los métodos utilizados por
cuantitativa sino también cualitativamente los homicidas, que la intensidad y la sofis-
en el país, en la intensidad de la violencia uti- ticación de las modalidades de comisión de
lizada para perpetrarlos. Aún más, la eviden- los homicidios dolosos han aumentado.

Gráfico 4.8
Distribución porcentual por trienios del número de casos por homicidio
doloso en Costa Rica, según método empleado. 1983-2003

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área policial. Datos en
línea. http://www.poder judicial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/index.htm

Como puede observarse, el cambio más en el uso de las armas de fuego abre, no
decisivo a lo largo de dos décadas es la sus- obstante, una oportunidad para las políti-
titución del arma blanca por el arma de cas de seguridad. Como lo demuestran nu-
fuego. Si hace veinte años ambos métodos merosos ejemplos en otros países, la tenen-
eran utilizados en proporciones similares, cia y circulación de armas de fuego es un
hoy los casos de homicidio doloso en los factor asociado a la inseguridad ciudadana
que media un arma de fuego casi duplican singularmente sensible a las intervenciones
a aquellos perpetrados con arma blanca. Si de política pública y que, a no dudarlo, es
bien, como se verá en la tercera parte de más fácil de controlar que la utilización de
este estudio, la proporción de homicidios las armas blancas.
con arma de fuego en Costa Rica aún está
muy distante de la que se encuentra en Formas de prevención situacional también
otros países del Hemisferio Occidental, su pueden ser utilizadas a la luz de la distribu-
incremento a lo largo de dos décadas no es ción cronológica de los homicidios dolo-
insignificante. Aunque indica un preocu- sos. El Gráfico 4.9, que recoge datos para
pante aumento en la sofisticación y la capa- el período 2000-2003, sugiere una concen-
cidad letal de los homicidas, el incremento tración visible, aunque no abrumadora, de
130
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

las muertes por homicidio doloso durante dolosos durante el fin de semana. Como
el fin de semana, particularmente el día do- lo muestran diversos estudios, la presen-
mingo, en el que uno de cada cinco homi- cia del alcohol en las muertes violentas en
cidios tuvo lugar. Esto es consistente con Costa Rica, así como en formas no letales
los patrones observados en otras formas de de agresión doméstica, es muy extendida.
violencia, en particular aquellas que tienen Los datos arrojados por el análisis forense
lugar en el espacio doméstico. de 731 víctimas de homicidio doloso en el
período 1998-2000 muestran la presencia
Aunque establecer vínculos de causalidad es de alcohol en la sangre de la víctima en un
complejo, ciertamente no se puede descartar 28,3% de los casos y de niveles de franca
la incidencia del incremento en el consumo embriaguez en un 17% del total.17
de alcohol en el aumento de los homicidios

Gráfico 4.9

Distribución porcentual del número de personas fallecidas por homicidio


doloso en Costa Rica, según día de ocurrencia. 2000-2003

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.

Finalmente cabe hacer referencia a la re- disponible enseña que, durante los cinco
lación entre el homicida y su víctima. En años transcurridos entre 1999 y 2003, el
este tema, los datos aportan conclusiones homicida y la víctima se conocían en un
notables. La primera que, contrariamente 65% de los casos en los cuales el estatus
a la extendida e intensa sensación de te- de su relación pudo ser establecido (casi
mor ante los desconocidos, -algo que se 90% del total de casos). Eso incluye re-
reflejará al revisar los datos de percepción laciones de parentesco, pareja, vecindad,
de inseguridad en el país-, la información comercio y trabajo, así como vínculos por

17
Miranda, Del Valle y Víquez (2004). En el caso de la violencia doméstica, véase Bejarano et al. (próxima publicación).

131
PNUD

motivo de apresamiento y consumo de homicidio doloso es muy baja en Costa


drogas. Únicamente en un tercio de los Rica y literalmente infinitesimal en el caso
casos se determinó que no mediaba nin- de las mujeres. Se teme con intensidad a
guna relación previa entre el homicida y los desconocidos, pero es acaso el círculo
la víctima. La conclusión es tan ineludible de nuestros conocidos el que alberga las re-
como contra-intuitiva: vista fríamente, la laciones con mayor potencial para generar
probabilidad de ser víctima casual de un violencia homicida.

Gráfico 4.10

Relación víctima-imputado en homicidios dolosos


en Costa Rica para el período 1999-2003
(porcentaje de casos)

Fuente: Elaboración propia con base en Miranda, Del Valle y Víquez (2004).

Para nadie es más cierto esto que para las Este dato respalda un punto fundamental:
mujeres. Los patrones de la relación entre en algunos sentidos básicos, los problemas de
homicida y víctima muestran notorias di- inseguridad ciudadana experimentados por
ferencias entre géneros. las mujeres son muy distintos a los vividos
por los hombres. Pero no solo eso. Como se
El Gráfico 4.10 muestra que para las mujeres verá a continuación, esos problemas son, con
los riesgos de inseguridad residen, de modo toda probabilidad, mucho más extendidos y
fundamental, en el ámbito familiar y de pa- serios de lo que usualmente se presume.
reja, en el cual se produce prácticamente la
mitad de las muertes por homicidio doloso. ii. La violencia contra las mujeres
Apenas una de cada diez víctimas femeninas
no tiene conocimiento previo del homici- Tanto los datos de la ENSCR-04 como el
da. Esta proporción sube a un tercio en el análisis anterior sobre los homicidios su-
caso de los hombres, cuya vida, en cambio, gieren la existencia de patrones de victimi-
solo excepcionalmente enfrenta peligro en zación muy distintos para hombres y mu-
el ámbito más íntimo. La mitad de las víc- jeres en Costa Rica. Aún más, se ha visto
timas masculinas tenía relaciones diversas cómo la auto-limitación de la conducta de
con el homicida. las mujeres reduce considerablemente su
exposición a ciertas formas de violencia.
132
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Pero no a otras. En efecto, los datos sugie- por el Instituto Nacional de Estudios de
ren que en tanto la victimización masculina la Mujer de la Universidad de Costa Rica,
ocurre sobre todo en los espacios públicos, utilizando una detallada metodología des-
el ámbito familiar es mucho más inseguro tinada a minimizar el subregistro de la vio-
para las mujeres que para los hombres. No lencia en el ámbito del hogar.18 En ella, el
otra cosa indican los datos sobre homicidio 7,8% de las mujeres entrevistadas manifes-
doloso recién citados. Más aún, en la ENS- tó haber vivido algún ataque físico durante
CR-04 las mujeres reportan el doble que el último año. Un 1,8% manifestó haber
los hombres que algún adulto es violento sido atacada con arma blanca o de fuego
con ellas (2,8% y 1,4% respectivamente) y un 6,8% reportó ataques sin armas. Por
en el ámbito familiar y más del doble de otra parte, 2,6% dijo haber sido víctima de
mujeres reporta humillaciones por parte de una violación o intento de violación y 4,1%
otro miembro de la familia (4,1% y 1,8% de tocamientos sexuales indeseados. La fre-
respectivamente). Eso ayudaría a explicar la cuencia reportada de ataques sin arma es
aparente paradoja de que el género supues- sensiblemente mayor que la de ataques con
tamente menos victimizado sea, en general, armas. Esto se debe, con toda probabilidad,
el que presenta grados más altos de insegu- a que en el contexto de la ENVCM-03, las
ridad subjetiva. Para una gran cantidad de mujeres identificaron más fácilmente las
mujeres, la percepción de riesgo se traslada agresiones de parte de sus compañeros y
del espacio público al espacio privado y las ex compañeros como formas de violencia,
acompaña en cada momento de su vida. ya que estos constituyen el 60% de quienes
realizan esos actos. Es decir, el método uti-
Esta comprobación es aún más determi- lizado, específicamente ajustado a las mu-
nante si tomamos en cuenta que los instru- jeres, permitió dar más visibilidad a una de
mentos tradicionales de medición de la vio- las expresiones más frecuentes de violencia
lencia tienden a subestimar el acaecimiento física contra ellas: la ejercida por la pareja
de la violencia física, sexual, emocional y sin uso de armas.
aun patrimonial en el ámbito doméstico.
Eso se infiere al comparar los datos de la Más grave aún es la imagen que emerge de
ENSCR-04 y los obtenidos por la Encuesta las cifras acumulativas de victimización física
Nacional de Violencia contra las Mujeres y sexual reportadas por las habitantes del país
(ENVCM-03), realizada en el año 2003 después de los dieciséis años (Cuadro 4.13).

18
La ENVCM-03 forma parte de un esfuerzo internacional de UNICRI, HEUNI y Statistics Canada. Para esta encuesta
se entrevistó a 908 mujeres mayores de 18 años, seleccionadas en una muestra nacional representativa realizada mediante
segmentos censales. De estas mujeres, el 94% era costarricense; 41% tenía estudios no superiores a primaria completa,
38% no superiores a secundaria completa, 19% estudios universitarios y 2% otros estudios. La gran mayoría, 67%, no
trabajaba en forma remunerada en el momento de la entrevista, mientras que 19% lo hacía fuera de la casa, 12% en la
casa y 2% dentro y fuera de la casa. En relación con los niveles de ingreso de las mujeres entrevistadas, un 21% tenía un
ingreso mensual inferior a 63.000 colones, 28% entre 63.000 y 120.000 colones, 23% entre 120.000 y 220.000 colones
y 21% superior a los 220.000 colones mensuales (el resto no respondió esta pregunta). La seguridad de las mujeres en
la ENSCR-04 no está tan específicamente tratada como en la ENVCM-03. En esta última se preguntó explícitamente
sobre algunas situaciones de violencia por parte de la pareja, lo que no se hizo en la ENSCR-04. Por otra parte, en
la ENVCM-03 se desarrolló una estrategia para disminuir lo más posible el subregistro, lo que incluyó la selección
de encuestadoras -intencionalmente todas mujeres-, su entrenamiento técnico, humano y ético, y la realización de las
entrevistas en momentos y lugares seguros y confiables para las mujeres encuestadas.

133
PNUD

Cuadro 4.13
Porcentaje de mujeres que ha vivido algunas formas
de violencia después de los dieciséis años (1)

Tipo de violencia %
Física y sexual 57,7
Más de cuatro incidentes físicos y sexuales 24,2
Física 45,5
Ataque o amenaza con arma blanca o de fuego 12,6
Trataron de ahorcarla, ahogarla o quemarla 7,8
Sexual 38,2
Violación 11,6
Intento de violación 14,8
Tocamientos sexuales indeseados 27,9
Física o sexual antes de los quince años 48,0
Sexual antes de los quince años 21,0
Nota: (1) N = 908.
Fuente: ENVCM-03.

Casi seis de cada diez mujeres en Costa Rica La ENVCM-03 también permite eviden-
han sufrido alguna forma grave de agresión ciar el alcance y la multiplicidad de las
física o sexual en su vida adulta, incluida formas de violencia emocional ejercidas
una cuarta parte que ha experimentado contra las mujeres en el contexto de la pa-
tales ataques reiteradamente. La gravedad reja, que trascienden en mucho los gritos
de los ataques reportados no admite dudas: o insultos, para abarcar numerosas formas
una de cada cuatro reportó haber vivido de imposición y limitación a su libertad
una violación o un intento de violación, en (Cuadro 4.14).
tanto casi una de cada ocho fue atacada o
amenazada con un arma letal.

134
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 4.14

Modalidades de violencia emocional contra las mujeres por


parte de sus compañeros actuales (1)
El compañero siempre o casi siempre %
Se enoja si ellas hablan con otro hombre 32,4
Insiste en saber dónde está ella 28,7
Limita el contacto con la familia o amistades 18,7
Sospecha constantemente que ella es infiel 18,7
La insulta o pone nombres 17,3
La sigue 13,9
Amenaza con matarla 5,8
Amenaza con matarse él 5,4
Amenaza con herirla a ella o a los hijos si lo deja 4,8
Nota: (1) N = 332.
Fuente: ENVCM-03.

La magnitud de la violencia emocional no Del mismo modo, es preciso complementar


puede medirse, pues, por el 4,8% de las las cifras de despojo patrimonial dadas con
mujeres que en la ENSCR-04 declararon anterioridad haciendo referencia a algunas
haber sido blanco de maltrato psicológi- de sus modalidades que van más allá de lo
co. La extensión de los ataques a su se- abiertamente delictivo. Una, central, es el
guridad emocional se ve mejor reflejada despojo de propiedades vitales para la vida
en el hecho de que un tercio de las que de la mujer y sus dependientes, en el con-
viven en pareja no puede hablar con un texto de situaciones de ruptura de la pareja.
hombre sin que su compañero se moleste; Frente a este tipo de riesgo las mujeres están
más de una cuarta parte tiene compañe- más desprotegidas que los hombres, no solo
ros que insisten en saber dónde está en en lo que atañe a la propiedad de la casa y
todo momento; casi una de cada cinco ve su equipamiento; también en lo relativo a
limitada la relación con su familia o sus los vehículos con los que ella se moviliza y
amistades y los movimientos de una de traslada a las personas dependientes, los ne-
cada siete son seguidos por su compañe- gocios familiares o los instrumentos con los
ro. Hay, también, más de un 5% de mu- que puede trabajar. Lamentablemente, no se
jeres que vive bajo amenazas de muerte han realizado aún estudios que cuantifiquen
y un número similar a quien el agresor los efectos de este tipo de despojo, usualmen-
amenaza con herirlas si intentan dejarlo. te legal. Con frecuencia, incluso, las mujeres
Todos estos ataques a la integridad perso- los aceptan o se ven obligadas a aceptarlos en
nal tienen implicaciones particularmente forma en apariencia voluntaria, con tal de sa-
graves. El control sobre las mujeres busca lir de una relación abusiva de pareja.
y tiene como consecuencia el aislamiento
y la renuncia a los proyectos propios, y se Sin embargo, el más extendido riesgo patri-
constituye, por ello, en un atentado direc- monial para las mujeres es probablemente el
to contra el desarrollo humano. que se relaciona con las pensiones alimentarias

135
PNUD

propias y las de sus hijas e hijos. Aunque no (300; 0,8%), se llega a una cifra práctica-
se tiene información proporcionada directa- mente idéntica al número de informes poli-
mente por las mujeres en ninguna encuesta ciales por infracciones a la Ley de Psicotró-
nacional, la existencia de 72.359 expedientes picos (7.554 informes; 20,4%) y superior al
de pensiones alimentarias activos al 31 de di- relacionado con delitos contra la propiedad
ciembre del 2003, -de los cuales 22.297 co- (6.349; 17,2%). Y debe tomarse en cuenta
rresponden a procesos iniciados ese año19 -, que estas cifras no incluyen ni las agresio-
habla de lo extenso del problema que involu- nes domésticas de mayor gravedad, conta-
cra a personas, en la inmensa mayoría padres, bilizadas como delitos contra la vida, ni los
que no cumplen con sus obligaciones econó- 35.477 casos de violencia intrafamiliar -casi
micas familiares en forma voluntaria. cien diarios- atendidos por la policía sin
llegar a elaborar informes. Finalmente, en
Así pues, las relativamente bajas cifras de el año 2002 la policía confeccionó un total
victimización detectadas entre las mujeres se de 31.215 informes policiales, de los cua-
transforman en algo mucho más serio una les 6.838 fueron por violencia doméstica
vez que la dimensión doméstica y de las re- (21,9%) y 261 por delitos sexuales (0,8%).
laciones de pareja se incluye en el análisis. Se trata de una cifra conjunta que supera
No cabe duda de que los problemas de vio- ampliamente las detenciones por psicotró-
lencia y despojo experimentados cotidiana- picos (6.022), y este es uno de los proble-
mente por las mujeres en Costa Rica son, mas que se considera más grave en el país.
por lo menos, tan extendidos como los ex-
perimentados por los habitantes masculinos Estas cifras muestran la necesidad de abor-
del país, y que la dimensión doméstica de la dar la violencia contra las mujeres y en los
violencia es tan importante como la pública, espacios domésticos como tema central para
pese a que en la discusión de las políticas de la seguridad del país. Es necesaria, pues,
seguridad ciudadana se encuentra claramen- una reconsideración conceptual y práctica
te subordinada a esta última. de la seguridad ciudadana. Los conceptos
de seguridad ciudadana y los mecanismos
Esto no es una mera impresión o una po- que se diseñan e implementan para tratar
sición de principio. Es, antes bien, lo que de garantizarla, son pensados, casi siempre,
sugieren algunas estadísticas judiciales y po- desde la óptica de las prioridades de la po-
liciales muy reveladoras. Así, por ejemplo, blación masculina y, por ello, continúan
los 46.717 casos de robo y hurto entrados enfatizando las amenazas que provienen de
al Ministerio Público en el año 2003, son extraños y las que afectan en especial el pa-
levemente menores a las 47.086 solicitu- trimonio. Es claro que esto no basta.
des de medidas de protección interpuestas
el mismo año ante el Poder Judicial, en su iii. El crimen organizado en Costa Rica
inmensa mayoría accionadas por mujeres.20
Los datos policiales corroboran este patrón. Es propicio complementar el análisis de la
De los 36.977 informes policiales confec- evolución y prevalencia de la violencia y
cionados en el 2003, 7.089 (19,2%) atañen el delito, dedicando unas páginas a la pre-
a la Ley contra la Violencia Doméstica (Ley sencia, magnitud y desarrollo de algunas
No 7586). Si a esta suma se le añaden los modalidades de la criminalidad organizada
informes relacionados con delitos sexuales en Costa Rica, un conjunto de fenómenos

19
Poder Judicial (2004b).
20
Poder Judicial (2004).
136
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cuya importancia es relativamente nueva exportados de 1995 del Instituto Internacio-


en el país y que, por ello mismo, ha sido nal para la Unificación del Derecho Privado
muy poco estudiado. Desde el punto de de las Naciones Unidas para la Educación,
vista de las políticas de seguridad ciudada- la Ciencia y la Cultura; (e) el robo de ma-
na, estos fenómenos suponen un desafío terial nuclear, su uso indebido o la amenaza
cualitativamente distinto al de las formas de uso indebido en perjuicio de la población,
“comunes” de delincuencia, por generaliza- tal como se define en la Convención sobre la
das que algunas de ellas puedan ser. protección física de los materiales nucleares
de 1980; (f ) los actos terroristas; (g) el tráfico
¿De qué se habla al estudiar el crimen orga- ilícito o el robo de armas y materiales o dispo-
nizado? Las Naciones Unidas han definido sitivos explosivos; (h) el tráfico ilícito o el robo
este fenómeno como: de vehículos automotores; e (i) la corrupción
“Las actividades colectivas de tres o más per- de funcionarios públicos”.
sonas, unidas por vínculos jerárquicos o de
relación personal, que permitan a sus dirigen- La definición alude a la organización de
tes obtener beneficios o controlar territorios o tres o más personas con una jerarquía y una
mercados, nacionales o extranjeros, mediante estructura definida con fines operaciona-
la violencia, la intimidación o la corrupción, les, que se utiliza en las diversas actividades
tanto al servicio de la actividad delictiva como ilícitas enumeradas. Estas actividades, en
con fines de infiltrarse en la economía legíti- su forma más tradicional, surgen de la ile-
ma, en particular por medio de: (a) el tráfico galidad, para luego realizar sus operaciones
ilícito de estupefacientes o sustancias psicotró- al amparo de sectores estrictamente legales,
picas y el blanqueo de dinero, tal como se defi- ya sea para ampliar sus influencias o para
nen en la Convención de las Naciones Unidas legitimar sus ganancias.
contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas de 1998; (b) la trata Aunque se tiene noticia de la presencia en
de personas, tal como se define en el Conve- el país de casi todas las modalidades men-
nio para la represión de la trata de personas y cionadas por la definición -con excepción
de la explotación de la prostitución ajena de del robo de material nuclear y las activida-
1949; (c) la falsificación de dinero, tal como des terroristas-, por ahora cabe detenerse en
se define en el Convenio Internacional para tres de ellas de singular importancia en la
la represión de la falsificación de moneda de percepción de inseguridad de los costarri-
1929; (d) el tráfico ilícito o el robo de objetos censes: el secuestro extorsivo, el robo de ve-
culturales, tal como se definen en la Conven- hículos y el tráfico de drogas ilícitas.21 Por
ción sobre medidas que deben adoptarse para el tipo de actividad, es obvio que la infor-
prohibir e impedir la importación, la exporta- mación disponible solo refleja tendencias
ción y la transferencia e [sic] propiedad ilícita generales, y por esa razón no es posible dar
de bienes culturales de 1970 y la Convención sino una descripción muy somera de las
sobre bienes culturales robados o ilegalmente organizaciones delictivas involucradas.

21
Como lo han hecho ver acontecimientos recientes de gran trascendencia política y lo sugiere la propia definición transcrita,
la corrupción estatal es, también, una forma de crimen organizado con profundas raíces en el país, con elementos
distintivos e implicaciones particularmente dañinas para el sistema político y social de la nación. La extraordinaria
complejidad de este último tema, la gran dificultad para investigarlo, y su vínculo indirecto con la seguridad ciudadana,
en la acepción desarrollada en la primera parte de este informe, obligan a dejarlo fuera del presente análisis, a pesar de su
evidente importancia para el país y su frecuente conexión con las formas más convencionales de crimen organizado.
137
PNUD

Secuestro extorsivo punto de que en 1999, 2000 y 2001 más de


3000 personas fueron secuestradas”.22
Este se ha convertido en un delito muy
frecuente en países como México, Guate- En Costa Rica, afortunadamente, este tipo
mala y Colombia. Este último caso es, sin de actividad no se ha desarrollado como
duda, el más dramático. Como lo advierte en otros países. Hasta el momento no se
un reporte de la Policía Nacional de Co- conoce de casos de secuestro por razones
lombia: “En Colombia, el secuestro en los políticas o sociales, y la mayoría son por
últimos años ha venido creciendo en una motivos económicos. Las pocas cifras dis-
forma vertiginosa sin respetar edad, género, ponibles sugieren que el fenómeno es aún
grupo socioeconómico, cultural, religión o muy incipiente en el país y, pese al proba-
nacionalidad. En Colombia el secuestro ha ble subregistro de los casos de secuestro de
alcanzado límites absurdos para cualquier bajo nivel o “secuestro express”, no deno-
Estado o Nación, en los últimos 12 años en el tan un crecimiento explosivo. El Cuadro
país se ha privado la libertad a un promedio 4.15 nos presenta la cantidad de casos de-
de 1910 personas anualmente, cifra difícil nunciados en los años 2000-2003 y algu-
de superar por cualquier país del mundo, al nas otras características de la actividad.

Cuadro 4.15
Cuadro 4.15
Casos de secuestro en Costa Rica. 2000-2003
Número de casos Nacionalidad Nacionalidad de los Montos totales
denunciados de la víctima imputados pagados por rescate
en el período (1)

7 (2000) Costa Rica (17) Costa Rica (53) ¢ 6.100.000


8 (2001) China (2) Nicaragua (18) US$ 1.163.000
7 (2002) Colombia (1) Panamá (5 )

5 (2003) Nicaragua (1) Honduras (1)


China (2)
Cuba (1)
El Salvador (1)
Colombia (3)

Nota: (1) Los montos de esta columna se presentan en colones y dólares según la moneda en que fueron pagados.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuario Policial (http://www.poder-judi-
cial.go.cr/planificacion/estadistica/policiales/Anuarios/index.htm).

La gran mayoría de las víctimas, así como imputados son de nacionalidad china, oca-
de los imputados, son costarricenses. Esto sionalmente vinculados a actividades inter-
sugiere que, hasta el momento, las ban- nacionales de la delincuencia organizada en
das relacionadas con esta actividad no se su país de origen.
caracterizan por tener fuertes vínculos in-
ternacionales, con la posible excepción de La evidencia recabada por el OIJ sugiere
los pocos casos en los que las víctimas o los diversidad en los modos de operación en

22
Policía Nacional de Colombia (2003).
138
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la comisión del delito; reviste interés el Robo de vehículos


reciente fenómeno llamado “secuestro ex-
press”, frecuentemente relacionado con las Datos de la ENSCR-04 indican que un
bandas dedicadas al robo de vehículos.23 2,5% de los hogares costarricenses fue vícti-
Similar diversidad aparece también en los ma del robo de un vehículo en los doce me-
motivos de la acción, que van desde el de- ses anteriores, una cifra no lejana a la que
seo de obtener fuertes sumas de dinero de presentan los países desarrollados y apenas
reconocidos empresarios hasta los “cobros” superior a la que se encuentra en Inglaterra
de algunas deudas de las víctimas, frecuen- y Gales (véase Cuadro 4.4). Asimismo, la
temente generadas en el contexto del trá- encuesta indica que siete de cada diez robos
fico de drogas ilícitas. Sin embargo, como de vehículos son denunciados a las autori-
se observa en el Cuadro 4.15, los montos dades, una cifra de las más altas entre todos
involucrados en los casos denunciados lu- los tipos de delito en el país, lo que permite
cen comparativamente muy inferiores a los un análisis más adecuado del problema.
habituales en otros países.
El Cuadro 4.16 presenta información so-
bre la evolución del robo de vehículos en el
país entre 1990 y 2003.

Cuadro 4.16
Cuadro 4.16
Robo de automóviles y motocicletas en Costa Rica. 1990-2003
Robos denunciados Tasa (por 1.000 vehículos)
Año
Automóviles (1) Motocicletas y Automóviles (1) Motocicletas y
similares (2) similares (2)
1990 1.045 420 7,0 10,1

1991 1.051 612 6,5 14,4

1992 1.543 686 8,5 15,5


1993 2.027 883 10,3 19,2
1994 2.995 727 14,5 12,7
1995 2.742 731 12,4 11,5
1996 2.604 830 11,0 12,2
1997 2.215 833 8,7 11,3
1998 2.219 980 8,0 12,4
1999 2.399 884 8,4 10,8
2000 2.659 1.125 8,9 13,2
2001 2.814 1.247 9,1 14,1
2002 3.000 1.160 9,4 12,6
2003 3.975 1.105 9,7 9,5

Notas: (1) Incluye automóviles de servicio público, microbuses particulares y vehículos estilo Jeep. (2) Incluye cuadrici-
clos, triciclos y furgoneta.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Área Policial; MOPT. Dirección de Plani-
ficación Sectorial, Departamento de Financiamiento e Inversiones, con base en información suministrada por el INS.

23
Al Día, 24/7/2002; La Nación, 29/6/ 2002; El Heraldo, 23/8/2003.
139
PNUD

Como puede observarse, en el período tante sobre la inseguridad ciudadana por


1990-2003 se presentaron grandes au- los grados de sofisticación inherentes a su
mentos en la cantidad de denuncias por operación. En efecto, el robo de vehículos
robo de automóviles (280%) así como se ha convertido en una actividad domi-
de motocicletas y similares (163%); casi nada por bandas caracterizadas por altos
tres cuartas partes del total de sustraccio- niveles de organización. Tales bandas se
nes corresponden a los automóviles. En estructuran jerárquicamente de forma que
ambas categorías vehiculares la tendencia las personas que operan en las partes más
al alza fue particularmente visible en los sencillas (por ejemplo, quienes roban los
primeros años de la década de 1990, para carros) por lo general no conocen a sus je-
dar paso a un crecimiento más lento en fes, ni el destino que toman los vehículos
los últimos diez años. Sin embargo, es no- que roban. Además de quienes ejecutan el
table comprobar que en proporción a la robo, las bandas tienen personal dedicado
flota vehicular el número de sustracciones al transporte de vehículos, ya sea hacia lu-
denunciadas decreció significativamente gares dentro o fuera del país; talleres para
desde mediados de la década anterior, y el desmantelamiento o alteración de los
cayó a menos de la mitad en las motoci- vehículos; personal contable y financiero;
cletas y afines. En el caso de los automó- abogados para defender a los imputados
viles, a pesar de un gradual aumento en penalmente; y aun encargados de infiltrar
los últimos años, la tasa del 2003 (9,7 por instancias claves del Poder Judicial y el
1.000 vehículos) era inferior en una terce- Poder Ejecutivo -como el Registro de la
ra parte a la registrada en 1994. Propiedad-, y establecer vínculos con fun-
cionarios relevantes.25
Tan significativa caída está relacionada
con los éxitos obtenidos por los órganos Tal sofisticación organizativa es impres-
policiales y judiciales en la desarticula- cindible para la actividad internacional de
ción de bandas dedicadas a esta actividad las bandas, tanto como para su actividad
y, posiblemente, con la generalización de doméstica. En efecto, muchos de los vehí-
instrumentos privados de protección ve- culos robados son trasladados rápidamen-
hicular, como las alarmas, adquiridas por te, enteros o desarmados, hacia otros paí-
un 22,4% de los hogares, de acuerdo con ses de América Central26, al tiempo que se
datos de la ENCSR-04. Con todo, las ha podido detectar que circulan en Costa
pérdidas patrimoniales ocasionadas por Rica vehículos robados en otros países del
este delito siguen siendo considerables. Istmo. Ello hace presumible la existencia
Solo para el Instituto Nacional de Segu- de bandas regionales. Por su parte, los ve-
ros (INS) ocasionaron desembolsos por hículos que se quedan en Costa Rica, por
¢8.679 millones durante el año 2003.24 lo general, pasan por diversos procesos
para legitimar su posesión, que van des-
El impacto del robo de vehículos en el de el traspaso de la identidad de un carro
país no solo debe considerarse cuantitati- declarado en estado de pérdida total por
vamente. Al igual que el narcotráfico, tie- accidente, hasta la falsificación de los re-
ne también un efecto cualitativo impor- gistros de un vehículo en uso.27

24
La Nación, 7/3/2004.
25
Láscarez [25/11/2004]; La Nación, 10/8/2003.
26
Al Día, 22/6/2000.
27
Al Día, 28/6/1999.
140
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

A lo largo de los últimos años, las ban- consumen. Pese al aumento sostenido en las
das han mostrado una capacidad para capturas de drogas, a la detención de narco-
evolucionar, al diversificar sus objetivos y traficantes, a la fumigación de cultivos y a la
formas de operación. Hasta principios de destrucción de grandes redes internacionales,
la presente década, el procedimiento ha- el precio de las drogas para los usuarios perma-
bitual era la extorsión, esto es el robo del nece estabilizado o se mantiene a la baja, los
auto seguido del contacto con el dueño problemas asociados al consumo de drogas no
para cobrar sumas de dinero por su devo- han disminuido y la disponibilidad de drogas
lución. Posteriormente, el cobro de resca- ilícitas en los mercados no se ha reducido... En
te cedió su lugar al proceso de desarme de las estimaciones respecto de la economía de las
los autos robados para la venta de repues- drogas, se calculan transacciones por alrededor
tos usados. Más recientemente, ha proli- de 500 a 600 mil millones de dólares al año.
ferado la modalidad del “bajonazo”, en la La fiscalización y penalización del blanqueo
que por medios violentos se obliga al con- de ese dinero es parte de las políticas de control
ductor a entregar el vehículo al llegar a su de los gobiernos nacionales, pero hasta la fecha
hogar o mientras conduce. En ocasiones, los logros en ese campo han sido reducidos...
la utilización de este procedimiento tiene Tan solo en Bolivia se estima que la actividad
relación con la ejecución del “secuestro vinculada a la economía de la coca genera al-
express”. Esta última modalidad, revesti- rededor de 135.000 empleos, lo que equivale a
da de altos niveles de violencia, demanda un 6,4% de la economía del país”.28
una organización compleja, en la que in-
tervienen equipos de persecución y meca- Es muy difícil conocer la cantidad total de
nismos de vigilancia para poder conocer droga que se trafica en Costa Rica, tanto
las rutinas de los dueños de los vehículos con fines transnacionales como para el con-
que se identifican. sumo local. Sin embargo, al menos es po-
sible analizar la cantidad de denuncias que
Tráfico de drogas ilícitas presenta la población, así como los resul-
tados del trabajo de los cuerpos policiales
Casi una de cada seis personas entrevista- encargados del enfrentar el problema. Ya
das en la ENSCR-04 mencionó el consu- anteriormente se señaló que las infracciones
mo y tráfico de drogas como el principal contra la Ley de Psicotrópicos han aumenta-
problema del país. No cabe duda de que do drásticamente su participación en el to-
los orígenes, manifestaciones y consecuen- tal de delitos denunciados ante el Ministerio
cias del problema van mucho más allá de Público. Por su parte, la cantidad de drogas
las fronteras nacionales. decomisada por la Fuerza Pública, Policía de
Control de Drogas y OIJ refleja, en general,
Un estudio de la CEPAL describe adecua- un crecimiento que sugiere un incremento
damente la magnitud del desafío: en las actividades de tráfico. Sin embargo,
“El consumo de drogas ilícitas ha aumen- es obvio que otras variables tienen inciden-
tado en todo el mundo, y los patrones son cia sobre el dato de decomiso, en especial
dinámicos, expresando preferencias varia- las prioridades de la policía, las formas de
bles en relación con las sustancias que se operación de las bandas y el aumento de la

28
Arriagada y Hopenhayn (2000).
141
PNUD

cooperación internacional, especialmente a crack en la década anterior, y la heroína y


raíz del Tratado de Patrullaje Conjunto con el éxtasis en la presente- llegan a ocupar ni-
los Estados Unidos de América, firmado en chos importantes del negocio.
1999.29 Los datos también denotan los rá-
pidos cambios en el negocio del tráfico de El Gráfico 4.11 recoge la información sobre
drogas, en el que nuevos estupefacientes - decomisos de las principales drogas ilícitas
como la cocaína en la década de 1980, el en el período 1989-2003.

Gráfico 4.11

Decomisos de droga en Costa Rica. 1989-2003

Fuente: Instituto Costarricense de Drogas.

El gráfico muestra una tendencia general autoridades policiales han puesto un marcado
hacia el aumento de los decomisos a lo lar- énfasis en las últimas dos décadas. El tráfico de
go del período, aunque con importantes cocaína se consolidó en el país desde la déca-
variaciones según la droga. En el caso de la da de 1980. Aunque con oscilaciones, se nota
marihuana se percibe un comportamiento un aumento significativo de los decomisos a
irregular de los decomisos, con picos en partir de 1997, debido a una mejora en el tra-
1993 y en el período 1999-2001, y una bajo de los cuerpos policiales, especialmente
cifra final (1.779,3 kilos en 2003) muy su- al detectar la modalidad de transportar gran-
perior a la inicial (141,1 kilos en 1989). des cantidades de cocaína en furgones para el
Ese comportamiento se manifiesta tam- tráfico internacional. En el caso de la heroína,
bién en la cantidad de matas de marihuana su aparición en el mercado nacional es mu-
destruidas por las autoridades, que pasa de cho más reciente. Se detecta un crecimiento
308.155 en 1989 a 2.153.645 en 1999, de los decomisos a partir del año 2000, hasta
para caer a 1.235.119 tres años después. llegar a 121,3 kilos en el 2003. Similar es el
caso de la droga “éxtasis” y las anfetaminas,
Más importante, acaso, es el comportamiento cuyos decomisos aumentaron de 241 a 1.341
de los decomisos de drogas duras, a las que las dosis entre el año 2000 y el 2003.

29
Ley número 7929 del 28 de septiembre de 1999 de la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica.
142
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El caso más preocupante es, sin duda, el ciertas zonas costeras. La droga es recogida
del crack, un derivado de la cocaína de fácil por personas que la esperan, o simplemente
acceso y precio relativamente bajo, además por lugareños o pescadores que la encuen-
de efectos rápidos y particularmente noci- tran, y llega luego a poder de los traficantes
vos para la salud. El crack aparece en el país locales.
en 1991, para crecer explosivamente a par-
tir de entonces. En el período 1997-2003, Esto conduce a un punto más general e im-
se decomisaron anualmente, en promedio, portante: el tráfico de drogas ilícitas en el
66.550 dosis. El constante incremento en ámbito nacional está íntimamente vincula-
las cantidades decomisadas sugiere que el do con su trasiego internacional. Para esta
consumo interno mantiene una fuerte ten- conexión, el mecanismo de pago utilizado
dencia al aumento, especialmente entre jó- en la actividad es mucho más crucial que
venes de clase baja. Como se verá luego, la los hallazgos de droga: la colaboración de
expansión del consumo de crack es el prin- los traficantes locales con los internaciona-
cipal cambio en los patrones de consumo les para el paso de la drogas por el territorio
de drogas en el país en las últimas dos dé- (terrestre, aéreo o marítimo), se paga en es-
cadas, con implicaciones significativas para pecie, con droga, que luego se vende en el
la seguridad ciudadana. mercado interno.

La gran mayoría de droga que ingresa a A pesar de que es obvio que existen contac-
Costa Rica, lo hace como consecuencia del tos entre vendedores locales e internaciona-
proceso, mucho más grande y complejo, les de droga, no se ha podido tener conoci-
del traslado de los estupefacientes desde miento de grandes bandas o “carteles” que
los países productores de Suramérica hacia ejerzan control sobre sectores importantes
Estados Unidos o Europa. Es claro que la de la venta local.31 Por el contrario, autori-
posición geográfica de Costa Rica, situada dades consultadas sostienen que se trata de
entre países productores y compradores, y muchas pequeñas y medianas operaciones
con costas en dos mares, la hace vulnerable que se dedican a la venta local. La mayo-
para ser utilizada como punto de tránsito y ría son “empresas familiares” con organiza-
almacenamiento. ciones sencillas, donde todas las funciones
deben ser asumidas por los miembros de
El traslado terrestre de la droga ha sufri- la familia. Las más complejas, en cambio,
do en los últimos años golpes importantes pueden llegar a tener una organización si-
por parte de las autoridades. Gran parte milar a la de cualquier empresa industrial
de la droga, sin embargo, se traslada por de cierto tamaño, con personal en todas las
mar, siempre del sur hacia el norte.30 Las áreas claves de la actividad:
lanchas rápidas que la llevan pueden ser
interceptadas por las autoridades, por lo • Proveeduría: encargados de compras
que con frecuencia los traficantes deciden de materias primas, productos quími-
arrojarla al mar, de donde llega hasta las cos y otros equipos.
costas del país, tanto del Pacífico como del
Caribe. Los hallazgos de aliños de droga se • Producción: químicos y personal de
han convertido en ocurrencias comunes en laboratorio.

30
Al Día, 28/7/2003; La Nación, 11/7/2003.
31
Solano [10/11/2004].
143
PNUD

• Transporte: choferes y pilotos para estatal. Los datos de decomiso de drogas, sin
transportar la droga. embargo, sí enseñan la gravedad de uno de
los problemas que se volverá a encontrar a lo
• Distribución: grupos de ventas en las largo de este informe: el del tráfico de drogas
comunidades, con sus respectivos a escala local.
contadores, agentes de dinero, cui-
dadores de casas y supervisores. Más aún, las implicaciones cualitativas
del crimen organizado son más serias de
• Seguridad: guardias de seguridad, lo que las cifras indican. Por un lado, es
operadores de radio, guardaespaldas, innegable el proceso de sofisticación de
informantes, analistas de inteligen- las actividades delictivas, así como la ca-
cia y sicarios. pacidad de las organizaciones ilícitas para
adaptar sus procedimientos a un entorno
• Finanzas: contadores, planificadores cambiante y al énfasis dado por las autori-
financieros y encargados de los ne- dades policiales a ciertas formas de delin-
gocios legales, destinados a lavar la cuencia. Ejemplos de esto son la aparición
procedencia del dinero. del “secuestro express”, las modificaciones
de procedimiento en el robo de vehículos
• Relaciones con el Estado: abogados, y los cambios en las drogas que se trafican
testaferros y enlaces con funciona- y consumen. Esta flexibilidad operativa
rios públicos. complica enormemente la acción de las
instituciones policiales y judiciales. Asi-
Se ha podido detectar un aumento en los mismo, es indiscutible que la criminalidad
niveles de violencia involucrados en las organizada involucra modalidades rutina-
operaciones del narcotráfico local. Sin rias singularmente violentas de comisión
embargo, hasta el momento esas agresio- del delito, con un efecto muy grave sobre
nes no han sido dirigidas hacia el Estado la percepción de inseguridad.
o hacia organizaciones competidoras en
el mercado. Por lo general, los casos de D. Una mirada a los perpetradores
extrema violencia están relacionados con de la violencia
incumplimientos de acuerdo de venta y
cobros de deudas. La última estación de este itinerario de
análisis de las características de la violen-
Así, pues, cuando se trata del crimen organi- cia y el despojo en Costa Rica, tiene que
zado en Costa Rica, la situación es matizada. ver con los rasgos socio-demográficos
Si bien las cifras sugieren un crecimiento im- de sus perpetradores. Sobre este tema la
portante en el narcotráfico, particularmente información presenta limitaciones parti-
en la circulación de crack y heroína en el cularmente agudas. Con todo, el análisis
mercado local, otras modalidades, como el de las cifras de personas condenadas por
robo de vehículos y el secuestro, presentan los tribunales penales permite un acerca-
índices de actividad comparativamente bajos miento al tema. Es evidente que estas cifras
y una evolución moderada, cuando no decre- constituyen una muestra limitada y sesgada
ciente. Si bien la presencia de cualquier ni- de los perpetradores de violencia y despo-
vel de criminalidad organizada es alarmante, jo en el país. No se debe olvidar que, para
tampoco en este aspecto la evidencia sugiere empezar, las 3.712 personas condenadas
la existencia de una espiral de crimen organi- por delitos en el año 2002 equivalen a un
zado, más allá de toda posibilidad de reacción 3,1% de los casos entrados al Ministerio
144
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Público en el mismo año, indicador que, a Lo primero que cabe señalar es la gran dis-
su vez, no es sino una muestra reducida de paridad por sexo que presenta la perpetra-
los actos de violencia y despojo en el país. ción de la violencia que, con una intensidad
Por otro lado, en algunos casos los datos mucho mayor que la victimización, es un
reflejan más las prioridades de la política problema esencialmente masculino. Nueve
criminal que la realidad del fenómeno de la de cada diez condenas penales dictadas en
violencia en el país. Pese a todo, es la mejor el período 1998-2003 recayeron en hom-
información disponible y constituye, con bres (Gráfico 4.12). Esa cifra alcanza prácti-
seguridad, una muestra de casos de singu- camente la totalidad en el caso de los delitos
lar gravedad y, en ese sentido, de particular sexuales, en los que las mujeres sufren me-
relevancia para el análisis. nos de una condena por cada cincuenta.

Gráfico 4.12

Distribución porcentual del número de personas condenadas por los


tribunales penales según tipo de delito y sexo durante
el período 1998-2003 (1)

Nota: (1) Para conocer los delitos incluidos en cada categoría véase Anexo 2.12
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.

Estas cifras son consistentes con las que arro- complejidad de las organizaciones crimina-
jan las intervenciones de la Fuerza Pública les involucradas permite con mayor facili-
por violencia intrafamiliar en el año 2003, dad la participación femenina en funciones
que tuvieron a un hombre como agresor en como las de transportar la droga o legitimar
el 93% de los casos atendidos en todo el los capitales obtenidos, no directamente re-
país. El desequilibrio es bastante menor, sin lacionadas con el ejercicio de la violencia.
embargo, en el caso de infracciones a la Ley
de Psicotrópicos, categoría en la que casi un Una concentración menor, aunque siem-
30% de las sanciones condenatorias recayó pre significativa, se observa por grupos de
en imputadas femeninas. En este caso, la edad.32 Con excepción de las condenas por

32
La información que se utiliza a continuación incluye solo parcialmente los casos de condenas dictadas en virtud de la Ley
Penal Juvenil en contra de menores de edad entre 12 y 18 años. Aunque se tiene el dato total de dichas condenas para el
año 2002 y 2003, la información disponible no está desagregada por delitos.
145
PNUD

delitos sexuales, distribuidas en forma bas- delitos patrimoniales en el grupo entre 20 y


tante homogénea entre todos los grupos 24 años. Este pico es particularmente pro-
de edad, incluidos los mayores de 60 años, nunciado en las modalidades más violentas
en las demás categorías existe un notorio de delictividad patrimonial, como el robo
predominio de los menores de 35 años. En simple y agravado, que usualmente requie-
1998-2003 estos concentraron el 52% de ren para su comisión de un cierto nivel de
las condenas por infracciones a la Ley de destreza física. Aún más, en el caso del ho-
Psicotrópicos, cifra que sube a 56% en el micidio doloso, la tasa de condena entre 20
caso de los delitos contra la vida y a 71% y 24 años (34,5 por 100.000 personas) su-
en los delitos contra la propiedad. En esta pera en casi un 50% a la del grupo más cer-
última categoría, más de una tercera parte cano. Se encuentra aquí, pues, la contracara
de los condenados tenía entre 18 y 25 años 137 de los datos sobre victimización analizados
de edad. antes: sea pasiva o activamente, algunas de
las formas más violentas de delictividad en
El Gráfico 4.13, que reporta las tasas de Costa Rica tienen como protagonistas casi
condena por cada 100.000 miembros de exclusivos a los hombres jóvenes. Cómo
una cohorte, deja ver con claridad la gran prevenir la aparición de comportamientos
concentración de condenas penales exis- agresivos y antisociales en ellos se convierte,
tente entre los 20 y los 34 años de edad, así, en una prioridad para cualquier política
así como el agudo pico que presentan los de seguridad ciudadana en el país.

Gráfico 4.13

Tasa de personas condenadas en los tribunales penales de Costa Rica por tipo
de delito y grupos de edad. 1998-2003

Nota:(1) Casos de aplicación de la Ley Penal Juvenil. Corresponde únicamente a los años 2002-2003. La informa-
ción por tipo de delito no se encuentra disponible.
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de
Estadística.

Por su parte, la distribución de las senten- reveladoras, que desnudan el abismo que
cias condenatorias según el país de origen separa la realidad de la inseguridad ciuda-
del imputado arroja cifras enormemente dana de su percepción.
146
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 4.14

Distribución porcentual del número de personas condenadas por los


tribunales penales de Costa Rica según tipo de delito
y país de procedencia. 1998-2003

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.

El Gráfico 4.14 muestra que en el perío- el indicador que más naturalmente debería
do 1998-2003 el 89% de las condenas por tender a sobre-representar a los inmigran-
delito recayó en un imputado de nacionali- tes. Que ese no sea el caso es, sin duda, muy
dad costarricense, número que sube a más significativo.
del 90% en los delitos contra la vida, la
propiedad y la autonomía sexual. Las con- Es esencial tener claro lo que este hallazgo
denas de imputados nicaragüenses llegaron dice y lo que no dice. Por un lado, no sig-
a 5,8% del total y las de colombianos no nifica que la inmigración no cause ningún
alcanzaron el 2%. Vale la pena decir que la efecto en los niveles de violencia en el país,
cifra nicaragüense es virtualmente idéntica o que sea irrelevante para las políticas de
al 5,9% de nicaragüenses en la población seguridad ciudadana. En primer lugar, la
total del país contabilizado por el Censo participación de los imputados extranjeros
Nacional del año 2000, considerado, en en el total de condenas subió levemente a
términos generales, como una significativa lo largo del período analizado, de 8,3% en
subestimación de la población originaria 1998 a 12,2% cinco años después, incluido
del vecino país residente en Costa Rica. En un aumento de 4,6% a 7,0% en el caso de
otras palabras, la evidencia disponible -cier- los imputados nicaragüenses. En segundo
tamente limitada, pero nada insignificante- lugar, la incidencia de la inmigración es vi-
sugiere que, cuando se trata de la delictivi- sible en el caso de la violencia intrafamiliar.
dad en el país, la inmigración nicaragüense En efecto, un 16,7% de las intervenciones
está sobre-representada en el total: propor- policiales por violencia doméstica tuvo
cionalmente hay menos delincuentes de como protagonista a un agresor de nacio-
nacionalidad nicaragüense en Costa Rica, nalidad nicaragüense, una cifra reproduci-
que nicaragüenses residiendo en el país. Y da casi exactamente por los resultados de
debe tomarse en cuenta que las cifras de la ENVCM-03 en materia de violencia
condena, por ser en muchos casos el reflejo contra las mujeres y muy superior, con
de los prejuicios de la política criminal, son toda probabilidad, a la presencia relativa
147
PNUD

de nicaragüenses en la población total de empírico más elemental. Una dosis de auto-


Costa Rica. Antes que con una explicación crítica social es, pues, no solo conveniente
esencialista, es probable que este último sino imprescindible para elaborar una po-
hallazgo esté relacionado, como lo advierte lítica de seguridad ciudadana que no esté
Carcedo (2004), con la menor conciencia basada en prejuicios ni espejismos.
entre las parejas nicaragüenses residentes
en el país -y particularmente entre las mu- En efecto, lo que revela el Gráfico 4.14 es
jeres- sobre los mecanismos institucionales que la percepción de la responsabilidad
de denuncia de la violencia doméstica crea- del problema de la seguridad ciudadana
dos en el país en las últimas dos décadas, que tiene la población del país es profun-
mecanismos que sí son, en cambio, asidua- damente equivocada y distorsionada. A la
mente utilizados por las mujeres costarri- pregunta sobre la nacionalidad de las per-
censes. A esa menor conciencia se suma la sonas que cometen más actos violentos en
situación de práctica imposibilidad para Costa Rica, el 64,4% de los entrevistados
activar tales instrumentos de protección por la ENSCR-04 mencionó en primer lu-
en el caso de las inmigrantes ilegales, una gar la nicaragüense, seguida muy lejos por
porción nada desdeñable del total. Así, la la costarricense, con un 16,6%. La segunda
explicación del fenómeno no residiría en mención fue ampliamente dominada por
la mayor agresividad de los hombres nica- los colombianos (44,5%) seguidos, una vez
ragüenses, sino en la mayor vulnerabilidad más, por los nicaragüenses (25,6%). Esas
de sus compañeras. proporciones se mantienen, con ligeras di-
ferencias, a través de todos los grupos socio-
Cualesquiera que sean sus matices y limita- demográficos, incluida la población más
ciones, las cifras del Gráfico 4.14 transmi- joven, el segmento con educación universi-
ten con aplastante contundencia una rea- taria y la población extranjera. De manera
lidad tan urgente de entender como poco extraordinaria, los propios nicaragüenses
agradable: el problema de seguridad ciuda- residentes en el país se autoinculpan por
dana en Costa Rica es, abrumadoramente, el deterioro de la seguridad ciudadana en
responsabilidad de los costarricenses. Si Costa Rica, una percepción, como se verá
90% de los delincuentes condenados es más adelante, relacionada sin duda con el
costarricense, es evidente que la suposición contenido de la cobertura otorgada por los
autocomplaciente de que son los extranje- principales medios de comunicación a los
ros los que han convertido a Costa Rica en temas de seguridad ciudadana.
una sociedad insegura no resiste el análisis

***
Las páginas anteriores contienen una serie perior al 100%. La evidencia de registro
de hallazgos sobre la delictividad y la vic- indica que las modalidades más violentas
timización en Costa Rica que vale la pena de delictividad patrimonial, en particu-
resumir y explicitar: lar, han aumentado en forma alarmante.

a. Entre 1985 y 2003, las tasas de entradas b. El porcentaje de hogares en el que al-
netas de delitos en las oficinas del Minis- gún miembro fue víctima de un delito
terio Público sufrieron un aumento su- en los doce meses anteriores se dupli-
148
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

có en menos de dos décadas y llegó a -donde residen ocho de cada diez


38,7% en el 2004. Los robos en la vía habitantes del país- los problemas ob-
pública constituyen no solo la catego- jetivos de inseguridad son bajos o, a lo
ría más grande sino la que muestra un sumo, moderadamente serios.
crecimiento más alarmante.
g. El riesgo de morir por homicidio dolo-
c. Los niveles de violencia patrimonial so en Costa Rica es significativamente
en Costa Rica continúan siendo bajos superior para los hombres que para las
en el contexto latinoamericano, aun- mujeres y el incremento detectado en
que muy superiores a los de los países la tasa nacional de homicidio doloso se
industrializados. En otras modalidades debe al aumento de la tasa masculina,
de violencia, los niveles de victimiza- particularmente entre los hombres en-
ción no muestran mayores diferencias tre 15 y 29 años. La tasa de homicidios
con los de países desarrollados. para las mujeres ha permanecido inal-
terada en los últimos quince años. Los
d. En el período 1970-2004, la tasa de homicidios de mujeres, sin embargo,
homicidios dolosos en Costa Rica su- poseen frecuentemente una caracterís-
frió un aumento gradual. Continúa, tica distintiva: la presencia del género
sin embargo, bastante por debajo del de la víctima como un factor de riesgo.
promedio mundial y es una de las más Las tasas de homicidio de niños y ado-
bajas del subcontinente. El homicidio lescentes han permanecido sin cam-
doloso es menos relevante cuantitati- bios desde 1990.
vamente que otras causas de muerte
violenta, como los suicidios y los acci- h. Desde 1980 la mayor parte de los can-
dentes de tránsito. tones del país ha tenido bajas tasas de
homicidio. En los últimos veinticinco
e. La victimización es superior en el caso años han empeorado las cifras en la
de los hombres y está mucho más con- mayoría de los cantones, particular-
centrada en las modalidades de vio- mente en los del Área Metropolitana.
lencia patrimonial. Las mujeres, en
cambio, manifiestan mayores niveles i. En los últimos veinte años existe un au-
de victimización sexual y emocional. mento notorio en la proporción de ho-
Asimismo, la victimización recae con micidios por motivo de robo o asalto,
más intensidad en el grupo de costa- por problemas relacionados con drogas
rricenses entre 25 y 34 años, decrece y por motivos de venganza, así como de
visiblemente con la edad y es directa- aquellos cometidos con arma de fuego.
mente proporcional al estatus socio-
económico de las personas. j. La probabilidad de ser víctima de un
homicidio doloso por parte de un des-
f. Las modalidades de delictividad y la conocido es muy baja en Costa Rica y
violencia no se distribuyen de acuer- en especial para las mujeres. Para estas,
do con un patrón uniforme en todo el los riesgos de seguridad residen, fun-
país. El cálculo del ISC permite obser- damentalmente, en el ámbito familiar
var que los problemas más graves de y de pareja.
victimización están concentrados des-
de el punto de vista geográfico. En la k. Los problemas de inseguridad ciuda-
gran mayoría del territorio nacional dana experimentados por las mujeres
149
PNUD

son muy distintos a los vividos por los La participación de los extranjeros, y
hombres, pues se originan casi siempre en particular de los nicaragüenses, en
en el ámbito doméstico. Casi seis de la delictividad es marginal. La respon-
cada diez mujeres en Costa Rica han sabilidad por los problemas de seguri-
sufrido alguna forma grave de agresión dad ciudadana del país es, fundamen-
física o sexual en su vida adulta. talmente, de los costarricenses.

l. Las cifras sugieren un crecimiento im- n. No existe evidencia de que la situa-


portante en el narcotráfico, particu- ción de inseguridad objetiva en Cos-
larmente en la circulación de crack y ta Rica haya entrado en una espiral
heroína en el mercado local. Pero otras descontrolada o de que haya alcanza-
modalidades de crimen organizado, do niveles comparables con los de la
como el robo de vehículos y el secues- gran mayoría de los países de América
tro, presentan niveles de actividad com- Latina. El problema de inseguridad
parativamente bajos y una evolución ciudadana en Costa Rica luce per-
moderada, cuando no decreciente. fectamente controlable sin medidas
draconianas y lesivas del Estado de
m. Las condenas penales muestran que Derecho.
la abrumadora mayoría de los per-
petradores de delitos son hombres, Se procederá, entonces, a estudiar si estos
situados entre los 20 y los 34 años de hallazgos se contradicen con la percepción
edad, y de nacionalidad costarricense. de inseguridad de la población residente en
el país.

150
Capítulo 5
La percepción de inseguridad

Como se afirma en la primera parte de este de los ciudadanos están más o menos rela-
informe, los niveles de victimización real cionadas con ciertas variables individuales
y su percepción por parte de la población y sociales (zona, sexo, edad, profesión, et-
distan de corresponderse. La preocupación cétera).33
de los ciudadanos ante el crimen puede si-
tuarse en distintos niveles de realidad. En En las siguientes páginas se presenta evi-
un primer plano, la población suele tener dencia sobre distintos aspectos de la per-
una opinión determinada sobre el volu- cepción de inseguridad en Costa Rica; se
men y la evolución de la criminalidad en el incluye su evolución en el pasado reciente,
país, la ciudad y el barrio, así como acerca sus niveles actuales, su distribución socio-
de la importancia del fenómeno criminal demográfica, sus variaciones según el tipo
con respecto a otros problemas sociales; de violencia percibida, su traducción en
sin embargo, los conocimientos que los estereotipos de agresor, su pesado énfasis
ciudadanos poseen sobre tal situación son en el peligro representado por los descono-
vagos y, en numerosos casos, la imagen que cidos y la brecha que la separa de la victi-
tienen de la delincuencia y el delincuente mización.
está estrechamente vinculada a juicios de
valor y a estereotipos. En un segundo pla- Considerando que la percepción de inse-
no, la población suele hacerse cierta idea de guridad genera múltiples adaptaciones en
la amplitud del riesgo de ser personalmen- la conducta y las actitudes de las personas,
te víctima de algún delito, así como de la la que se expone a continuación es, en al-
evolución en el tiempo de dicho riesgo. En gunos sentidos, una parte más alarmante
ambos casos, la percepción y las reacciones del panorama de la inseguridad ciudadana

33
Rico et al. (1988), p. 72.
PNUD

en Costa Rica. A fin de cuentas, el temor el tema de la inseguridad ciudadana surgió


no es sino una condición subjetiva, que tie- espontáneamente y encontró resonancia
ne mayor o menor asidero en la realidad. entre los mismos participantes como una
Una sociedad con una alta percepción de fuente principal de inquietud. Una y otra
inseguridad ciudadana es, por definición, vez los entrevistados transmitieron su te-
una sociedad atemorizada. Y una sociedad mor a la pérdida y el daño del patrimonio
atemorizada es una sociedad menoscabada personal o familiar, a la violencia y los da-
en su desarrollo. ños de carácter físico -incluida la pérdida
de la vida- y al secuestro y muerte violenta
A. La inseguridad ciudadana como de sus hijos. Los grupos mostraron, asi-
problema nacional mismo, la estrecha relación que, en la per-
cepción de la ciudadanía, guarda el tema
Queda fuera de duda que la población de inseguridad con el de la drogadicción,
costarricense considera la inseguridad concebida como un fenómeno omnipre-
ciudadana como uno de los principa- sente, como un peligro directo al bienestar
les problemas del país. Indagados por la físico y emocional de los hijos y como una
ENSCR-04, prácticamente uno de cada preocupación inminente frente a la cual los
cinco costarricenses (19,2%) consideraba padres tienden a sentirse permanentemen-
la inseguridad y la delincuencia como el te temerosos e impotentes. Como lo ma-
problema número uno del país, seguido de nifestaron los participantes en los grupos
cerca por el alto costo de la vida (18,2%) focales, los temores de “...que me asalten y
y el desempleo (14,7%) y, más lejos, por me hagan daño, porque ya no les basta con
la corrupción pública (13,9%) y la droga- robar...”, “...que se le metan a robar a uno
dicción (11,2%). Independientemente del a la casa...”,“...asaltos en las calles, en las
rango asignado a cada uno de estos pro- paradas de buses...”, “...que algo le pase a
blemas, puede verse que, en proporcio- los hijos como tráfico de niños...consumo
nes similares, los económicos (costo de la de drogas, venta de drogas en las escuelas
vida, desempleo, pobreza y mal estado de y colegios...que se los roben...que los ma-
la economía) y los relacionados con la cri- ten...”, “...que abusen sexualmente de los
minalidad y la (in)seguridad (delincuencia, hijos...”, son parte de la vivencia cotidiana
drogadicción, corrupción) constituían, en de los y las habitantes del país, de todos los
el año 2004, más del 88% del conjunto de grupos de edad.
los problemas que más inquietaban a los
ciudadanos. Tal ansiedad con el estado de la inseguri-
dad ciudadana no es, en modo alguno, un
Las entrevistas realizadas con grupos fo- fenómeno nuevo en el país. Aunque el sitio
cales en el marco de este proyecto permi- ocupado en la escala de preocupaciones por
tieron corroborar la intensidad de tales los principales problemas nacionales ha va-
preocupaciones.34 Al preguntar genérica- riado según la coyuntura (por ejemplo, la
mente sobre sus principales temores, en to- situación económica, hechos delictivos de
dos los grupos entrevistados, sin excepción, particular importancia y su tratamiento por

34
Brenes (2004). Las frases entre comillas son transcripciones literales de las manifestaciones de los participantes en las
entrevistas grupales.
152
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

los medios de comunicación colectiva), la 2000, baja al tercero en marzo del 2002 y
inseguridad ciudadana viene figurando en febrero del 2004, hasta situarse de nuevo en
los primeros lugares de todas las encues- el primer puesto en junio del 2004. Aún
tas desde hace por lo menos dos décadas más, si se atiende a otro tipo de evidencia
(Cuadro 5.1). Una revisión de encuestas cualitativa, es posible rastrear tal preocupa-
realizadas desde 198635, indica que, como ción hasta mediados de la década de 1970,
problema social, la delincuencia ya ocupaba cuando, como se vio anteriormente, las ta-
el primer rango en 1986, pasa al tercero en sas de homicidio habían alcanzado niveles
enero de 1993 y 1995, vuelve a colocarse similares a los actuales (véase Gráfico 4.2 e
en el primer lugar en 1999 y octubre del ilustraciones ).

Cuadro 5.1
Principal problema del país por año
(porcentaje de menciones)
Año
Problema
1986 2004 (a)
Inseguridad ciudadana / delincuencia 23,2 19,2

Alto costo de la vida 16,8 18,2


Desempleo 13,5 14,7
Corrupción pública 3,4 13,9
Drogadicción -- 11,2
Pobreza 10,2 6,7

Mal estado de la economía -- 4,8

Narcotráfico -- 3,0
Inmigración -- 2,7
Otros 32,9 (b) 5,5
Total 100,0 100,0

Nota: (a) Los porcentajes indicados corresponden a la primer mención brindada por los entrevistados. (b) Las
categorías del año 1986 que no coincidieron con las indicadas en el 2004 se ubicaron en la categoría otros.
Fuentes: 1986: Rico et al. (1988); 2004: ENSCR-04.

35
Ver Rico et al. (1988); UNIMER (varios años). Debe notarse que la utilización de las encuestas de UNIMER con
respecto a este tema se justifican por su regularidad, aun cuando presentan inconvenientes tales como una terminología
diferente (delincuencia, violencia, crimen/violencia) y a veces ambigua (inseguridad, delincuencia), o la agrupación de los
problemas económicos.

153
PNUD

En los últimos cuatro años se han creado DIEZ MIL PUESTOS PÚBLICOS

¿CUÁNTOS DE ESOS SON PARA VIGILANCIA Y SEGURIDAD?

Año 1979

NO HAY HORA SEGURA


CONTRA LOS
DELINCUENTES
IDEAY ES QUE
“CHAPITA” AHORA
¿QUÉ TE TRABAJO
HABÍAS DE DÍA
HECHO?

Año 1982

Ilustraciones de Hugo Díaz.


154
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Y, evidentemente, tampoco es una preocu- integridad física, al bienestar emocional y


pación exclusiva de Costa Rica. En El Sal- a la autonomía sexual. Para efectos de la
vador, por ejemplo, el fin del conflicto bé- investigación, cada una de estas dimen-
lico vino acompañado de la emergencia de siones del fenómeno fue operacionalizada
la delincuencia como el principal problema mediante detallados módulos de preguntas
del país. En 1996, el 64,4% de los salvado- en la ENSCR-04. Los resultados arrojados
reños lo consideraban así, muy por encima por cada uno de esos módulos fueron luego
de sus ansiedades económicas, como el des- traducidos en índices de percepción para
empleo y la pobreza.36 Aun en países con cada dimensión, y en un índice general de
tasas de victimización relativamente bajas percepción de inseguridad ciudadana. Este
en el contexto regional, como Argentina, a ejercicio fue complementado con la infor-
finales de la década de 1990 la delincuen- mación cualitativa arrojada por los grupos
cia había llegado a ocupar el segundo lugar focales y con una investigación sobre las
de las preocupaciones de los habitantes del percepciones de inseguridad en niños y
Gran Buenos Aires.37 niñas de edad escolar, perennemente olvi-
dados por los investigadores del tema. Esta
B. ¿Temor de qué? última indagación reveló una realidad tan
perturbadora como interesante (Recuadro
Cuando se habla de percepción de insegu- 5.1).
ridad, ¿a qué, concretamente, se le teme?
Al igual que los niveles de victimización, la El Gráfico 5.1 muestra la posibilidad atribui-
percepción de inseguridad no es homogénea da por los y las entrevistadas al acaecimiento
entre las diversas manifestaciones de la vio- de muy diversos hechos de violencia en cada
lencia y el despojo. Una vez más, el presente una de las dimensiones de la inseguridad, y,
análisis ha sido desagregado en cuatro di- específicamente, la proporción de entrevis-
mensiones de la percepción de inseguridad, tados que asignaron una posibilidad alta o
según se trate del riesgo al patrimonio, a la muy alta a la ocurrencia de tales hechos.

36
Cruz et al. (2000); Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
(1996).
37
Smulovitz (2003), p. 131.
155
PNUD

Gráfico 5.1
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar hechos de violencia
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar hechos de violencia

1. Hechos de tipo patrimonial


¿Cuál diría que es la posibilidad de que … ? (porcentaje de respuestas alta / muy alta )

Lo (a) asalten cuando camina de noche por la calle? 71,9


Personas desconocidas se metan a robar a su casa? 53,5
Lo (a) asalten cuando camina de día por la calle? 50,7
Le roben algo en lugares de entretenimiento público? 39,7
Personas desconocidas dañen su casa quebrando vidrios? 33,5
Le roben algo cuando sale de paseo con su familia? 32,1
Le roben su carro o el de alguien que vive con usted? 29,3
Le roben algo cuando va en bus? 28,6
Le dañen su carro o el de alguien que vive con usted? 28,1
Sin darse cuenta lo o la droguen para robarle? 25,1
Lo (a) estafen usando tarjetas de crédito o de débito? 22,5
Le roben algo en su lugar de trabajo o centro de estudios? 21,0
Pierda la casa donde vive o alguna propiedad por un fraude o una estafa? 17,7
Un policía le robe algo? 15,1
Alguna persona que vive con usted le robe algo? 10,2
Su pareja le quite la casa donde vive? 9,1
Alguna persona que vive con usted dañe sus cosas personales? 7,9
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Porcentaje

2. Hechos de tipo físico


¿Cuál diría que es la posibilidad de que sea … ? (porcentaje de respuestas alta / muy alta )
A tacado(a) con un arma en algún lugar de entretenimiento público por desconocido? 32,3

Golpeado(a) en algún lugar de entretenimiento público por desconocido? 31,3

Golpeado(a) por el chofer de un taxi? 23,5

Golpeado(a) por el chofer de un bus? 20,8

Golpeado(a) por un vecino(a)? 13,4


Golpeado(a) por un policía? 12,0
A tacado(a) con un arma por un vecino(a)? 11,6

A tacado(a) con un arma por un policía? 10,2

Golpeado(a) en su lugar de trabajo o centro de estudio ? 11,6

A tacado(a) con un arma en su lugar de trabajo o centro de estudio ? 10,7

Secuestrado (a)? 7,5

Golpeado(a) por algún familiar o conocido que no vive con usted? 5,4
Golpeado(a) en su casa por alguien que vive con usted? 5,0
A tacado(a) con un arma por alguien que vive con usted? 3,7

0 5 10 15 20 25 30 35 40
Porcentaje

Continúa...

156
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Percepciones sobre la posibilidad de experimentar
hechos de violencia (cont.)
Gráfico 5.1

3. Hechos de tipo emocional


¿Cuál diría que es la posibilidad de ser maltratado emocionalmente… ? (1)
(porcentaje de respuestas alta / muy alta )

Por una persona desconocida en la calle? 31,3


Por un chofer de taxi? 18,5
Por un chofer de bus? 17,7
Por un funcionario de una institución pública? 13,4
Por un compañero(a) de estudios o de trabajo? 13,3
Por un policía? 12,7
Por personal médico? 12,4
Por un vecino o una vecina? 10,8
Por su jefe(a)? 10,2
Por un amigo o una amiga? 9,1
Por un profesor(a)? 8,2
Por algún familiar o conocido que no viva con usted? 6,5
Por alguien que viva en su casa? 5,8
Por una persona que trabaja en el 911? 4,8
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Porcentaje

Nota: (1)Maltrato
Nota:(1) Maltrato emocional:
emocional: decirle
decirleo ogritarle a alguien
gritarle groserías
a alguien y malacrianzas,
groserías ridicudizarlo,
y malacrianzas, hacerle sentirse
ridicudizarlo, hacerle inferior
sentirsea propósito,
inferior a infundirle
propósito,
miedo, amenazado,
infundirle discriminado discriminado.
miedo, amenazado,

4. Hechos de tipo sexual


¿Cuál diría que es la posibilidad de que … ? (porcentaje de respuestas alta / muy alta )
Le diga vulgaridades alguna persona desconocida? 43,2
La o lo amenace por negarse a peticiones sexuales alguna persona desconocida? 22,1
Abuse sexualmente de usted alguna persona desconocida? 21,8
Le obligue a tener relaciones sexuales contra su voluntad una persona desconocida? 17,1
Sin darse cuenta la(o) droguen para aprovecharse sexualmente de usted? 14,0
Le digan vulgaridades sus compañeros(as) de trabajo o centro de estudios? 10,6
Le digan vulgaridades sus amigos o amigas? 9,2
Le obligue a tener relaciones sexuales contra su voluntad una persona conocida? 8,4
Le diga vulgaridades su jefe o profesor? 7,0
Le diga vulgaridades algún familiar o conocido que no vive con usted? 6,8
Le amenacen por negarse a peticiones sexuales sus compañeros(as) de trabajo o estudios? 5,0
Le amenacen por negarse a peticiones sexuales su jefe o profesor? 4,7
Le amenacen por negarse a peticiones sexuales sus amigos o amigas? 4,6
Abuse sexualmente de usted su jefe (a) o profesor(a)? 4,6
Abuse sexualmente algún familiar o conocido que no vive con usted? 4,4
Le digan vulgaridades alguna persona que vive con usted? 4,2
Abusen sexualmente de usted sus compañeros(as) de trabajo o estudio? 4,2
Amenazas algún familiar o conocido que no vive con usted? 4,0
Abusen sexualmente sus amigos o amigas? 3,7
Abuse sexualmente alguna persona que vive con usted? 2,8
Le amenace por negarse a peticiones sexuales alguna persona que vive con usted? 2,3
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Porcentaje
Fuente: ENSCR-04.
Fuente: ENSCR-04.

157
PNUD

Recuadro 5.1

¿A qué temen los niños y las niñas?


Con el fin de conocer la percepción y las situaciones reales durante el día y a sufrir castigo físico. Por su parte, las niñas de
de inseguridad que viven los niños y las niñas en situación varias escuelas reportan haber dejado de jugar en la calle por
de pobreza urbana se comisionó, en el marco del Informe las vulgaridades y gestos obscenos de algunos adultos.
Nacional de Desarrollo Humano (INDH), la elaboración de
un estudio cualitativo y de carácter exploratorio en escuelas Otro aspecto del estudio que resultó de interés fue determi-
del cantón central de San José. Dicho estudio fue efectuado nar la reacción de las niñas y los niños ante una situación de
por la fundación PANIAMOR en coordinación con el Programa riesgo o amenaza propia o cercana a ellas y ellos. Se pudo
Mejoramiento Barrios de la Municipalidad de San José. El es- concluir que la mayoría presenta una amplia capacidad para
tudio contempló tanto las percepciones de inseguridad como acomodarse a las condiciones de vida en que les toca crecer y
las limitaciones objetivas para que los niños y niñas gocen de desarrollarse. Las situaciones de riesgo o inseguridad determi-
amplios márgenes de seguridad ciudadana. nadas por medio del estudio no aparecen como causa directa
de que falten a la escuela o tengan problemas de rendimiento.
Percepciones de inseguridad La mayoría va a la escuela, juega en el recreo, visita a otros
niños y niñas, hace mandados y socializa. Sin embargo, en
La técnica de investigación empleada para determinar las per- todas las escuelas visitadas, grupos de niños y niñas, asegu-
cepciones de inseguridad consistió en la elaboración de un ran haber dejado de hacer algunas actividades específicas por
teatro de muñecos, que facilitara la generación de confianza y temor, particularmente: dejar de salir por miedo a que se lo
empatía así como la verbalización de experiencias y de percep- roben, dejar de ir a “la pulpe” o a hacer mandados, de jugar en
ciones. Con esto se esperaba que los niños y niñas exterioriza- la calle, de andar en bicicleta o patines.
ran tanto sus percepciones de inseguridad como las situacio-
nes reales que han vivido en distintos momentos de sus vidas, En lo concerniente al efecto de la percepción de inseguridad
en el ámbito del hogar, la escuela y la comunidad. El trabajo se o miedo en el ejercicio del derecho a la educación de los niños
realizó en cinco escuelas: Finca La Caja en La Carpio, Finca y niñas, se determinó que algunos(as) toman la precaución de
San Juan en Pavas, Brisas del Virilla en La Uruca, República no recorrer solos(as) la ruta al centro educativo y que si no
de Nicaragua en Cristo Rey y Carolina Dent en Sagrada Fami- tienen quién los acompañe, simplemente no asisten. Asimismo,
lia. En cada escuela se trabajó con un grupo de quinto y uno otros aspectos colaterales los hacen ausentarse de la escuela
de primer grado. Asimismo, con cada grupo se realizaron tres como problemas de salud, problemas familiares, cumplimiento
sesiones de trabajo. En total participaron 230 niños y niñas. de responsabilidades en el hogar (cuidar hermanitos y hacer
mandados), quedarse durmiendo o “vagueando”, etc.
A partir de las sesiones se pudo determinar que el concepto de
seguridad de los niños y niñas está directamente relacionado Por otro lado, los niños y las niñas que tomaron parte en el es-
con la presencia de una persona adulta (en primer lugar fami- tudio identificaron a su propia familia como la principal fuente
liares, seguido por policías, maestros o porteros) que los prote- de ayuda ante un peligro en la casa, escuela o calle. Maestros
ja de las situaciones de inseguridad reales o potenciales de su y maestras son mencionados, especialmente con respecto a
entorno. Se constató la existencia de temores en torno a tres problemas en la escuela y en ocasiones se nombra a la policía.
ámbitos específicos: el hogar, la calle-comunidad y la escuela. La presencia policial parece ser aceptada y considerada como
efectiva, tanto que los niños y niñas demandan más policías a
En el hogar, las niñas y los niños tienen temor de quedarse la entrada de las escuelas, en las calles y cerca de sus casas.
solos(as) en la casa, que les peguen, que se metan a robar o Institucionalmente hablando, la mayoría de los niños y niñas
los violen, que se incendie la casa y a ciertos artefactos de uso identifica al PANI y sus funciones y menciona aspectos po-
cotidiano como cocinas de gas o cocinas eléctricas. En este sitivos, aunque algunos consideran que “tarda mucho en lle-
sentido preocupa que de los 230 niños y niñas participantes, gar”. Expresan varios prejuicios con respecto a la institución:
134 permanecen solos(as) todo o medio día. En la comunidad “le quita los chiquitos a las familias”. Cabe subrayar que no
existe temor en torno a personas potencialmente peligrosas identifican otras instituciones (Defensoría de los Habitantes,
(drogadictos, pandilleros con armas, individuos sospechosos ONG ´s, etc.).
que los siguen “por detrás”), perros callejeros, situaciones de
riesgo (balaceras, pleitos, etc.) y posibles hechos violentos que Limitaciones efectivas
les ocurran (que los violen, los secuestren o, incluso, que los
atropelle un carro). En la escuela los temores giran fundamen- El estudio ha podido concluir que la percepción de inseguri-
talmente en torno a la preocupación de que los más grandes dad de los niños y las niñas consultados se fundamenta en
les peguen o los golpeen. situaciones reales de inseguridad en sus ámbitos primarios
de socialización, que en sí mismas constituyen -de por sí- una
Desde la perspectiva de género, no se encontraron diferencias vulneración a sus derechos a la provisión, la protección y la
significativas entre niñas y niños en cuanto a las percepciones participación.
y situaciones de inseguridad. Sin embargo, se debe indicar
que de los 134 que dicen quedarse solos(as) en la casa, 75 En el hogar, el derecho de los niños y las niñas a la convivencia
(56%) son hombres y que de los 70 a quienes se les pega en la y protección familiar se ve afectado negativamente. Lo anterior
casa, 48 (68%) son hombres. En este sentido pareciera que los debido a que sus familias enfrentan carencias económicas y
niños son los que tienen una mayor propensión al abandono de servicios de apoyo que les impiden ejercer sus funciones

Continúa en la página siguiente

158
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

parentales de manera adecuada. Esto se expresa en falta de sitan por la calle. Muestra de lo anterior son los 13 niños y 43
supervisión, cuido y apoyo a sus hijos e hijas, quienes se ven niñas de la escuela Carolina Dent que han sido mordidos por
expuestos a diversos riesgos, recargados con responsabilida- perros callejeros.
des adultas como el cuido de otros niños y niñas en la casa, la
realización de oficios domésticos y otras tareas que interfieren En el ámbito escolar, las limitaciones presupuestarias inciden
con su desarrollo socio-educativo de manera significativa. Estas negativamente en los esfuerzos significativos que hacen di-
familias presentan también problemas de drogas y alcohol que rectores, directoras, docentes y porteros para garantizar la
generan condiciones de violencia intrafamiliar de diferentes ti- seguridad de niños y niñas y proveerles lo necesario para su
pos, de las cuales los niños y niñas son víctimas o testigos. desarrollo, incluida la satisfacción de derechos básicos como
alimentación, salud y educación. Los centros educativos vi-
Con respecto a lo que acontece en la comunidad, existe en los sitados se caracterizan por la sobrepoblación y hacinamiento,
niños y niñas una demanda insatisfecha de presencia policial a malas condiciones de infraestructura, ubicación en zonas con
la entrada de las escuelas y en sus barrios, que está justificada situaciones de peligro ambiental, ausencia de áreas de juego,
y hace exigible una respuesta pronta y efectiva por parte de la entre otras. Todos estos aspectos limitan sin duda la capacidad
institucionalidad competente. Además, en muchas ocasiones la de los niños y niñas para involucrarse en actividades lúdicas
comunidad carece de mecanismos adecuados para ampliar los que fomenten habilidades físicas y destrezas sociales.
márgenes de seguridad de los niños y las niñas cuando tran-

Lo primero y acaso más notable de los da- valentes a la hostilidad. El abandono de los
tos es la profunda separación de los nive- espacios públicos -del espacio de ciudadanía
les de temor a lo largo de los ejes personas y de igualdad donde se construyen los vín-
desconocidas / personas conocidas y espa- culos sociales y la retracción a la esfera pri-
cio público / espacio privado. Todas las di- vada lucen como respuestas inevitables, pese
mensiones de la percepción de inseguridad a que es en esa esfera privada donde, para
están dominadas por el temor a la agresión una parte nada insignificante de la pobla-
por parte de desconocidos y a las formas de ción, residen los peligros más intensos. Un
violencia que tienen lugar en los espacios segmento considerable de los habitantes del
públicos. Este hallazgo no es necesariamen- país labra su proyecto de vida en los resqui-
te sorprendente, aunque sí lo es la regula- cios que le deja el miedo percibido frente a lo
ridad de la tendencia. De las veinticinco desconocido y el miedo vivido en el ámbito
conductas agresivas estimadas más proba- de lo conocido. ¿Es posible hacerlo?
bles, veinticuatro involucran actividad de
desconocidos y acaecieron fuera del hogar. El segundo punto a destacar es que la jerar-
Correlativamente, de las veinticinco moda- quización de los riesgos percibidos coincide
lidades estimadas como menos probables en un grado notable con la distribución de
por los entrevistados, veinticuatro tienen la victimización. Así, los riesgos percibidos
como protagonistas activos a los miembros son, en general, considerablemente más al-
del hogar, familiares, amigos, compañeros tos en la dimensión patrimonial que en las
de trabajo o estudio, o profesores. demás. De las veinte modalidades de vio-
lencia cuyo acaecimiento fue estimado más
De manera muy evidente, aunque no en- probable por los entrevistados, doce corres-
teramente consistente con la realidad, el ponden a agresiones contra el patrimonio.
espacio público es percibido como un lu- Por amplia diferencia, los tres hechos cuyo
gar amenazante y digno de ser evitado. Las riesgo es percibido con mayor intensidad
interacciones con desconocidos son vistas, son de naturaleza patrimonial: los asaltos
por su parte, como un fenómeno definido en la vía pública -sea de noche o de día- y
por altos niveles de desconfianza, casi equi- los robos de casas. Más de la mitad de la
159
PNUD

población percibe que existe un riesgo alto emocionalmente en la calle por un desco-
o muy alto de ser víctima de ellos, cifra que nocido (31,3%). Por su parte, las formas de
llega a 71,9% en el caso de los asaltos noc- agresión sexual, casi sin excepción, presen-
turnos. A esto se suman otras modalidades tan percepciones de riesgo muy bajas.
de agresión patrimonial como el robo en un
lugar de entretenimiento público (39,7%), La correcta jerarquización de la percepción
el daño a la casa por parte de desconocidos se muestra más claramente aún al traducir
(33,5%) y el robo cuando se sale de paseo las respuestas ilustradas por el Gráfico 5.1
con la familia (32,1%). Las restantes di- en un índice para cada entrevistado, expre-
mensiones de la inseguridad están domina- sado en una escala 0-100, en la que cien es
das por situaciones como la de ser objeto de el grado máximo de percepción de inseguri-
vulgaridades por un desconocido (43,2%), dad. En ese caso, se obtienen los siguientes
ser atacado con arma (32,3%) o golpeado resultados promedio para cada dimensión y
en un lugar de entretenimiento público por para los principales grupos socio-demográfi-
un desconocido (31,3%), y ser maltratado cos (Cuadro 5.2).

Cuadro 5.2
Cuadro 5.2
Índices promedio de percepción de inseguridad según variables
sociodemográficas por dimensiones de inseguridad (1)
Dimensión de la inseguridad
Variables General
Patrimonial Física Emocional Sexual

Total 45,3 33,4 31,3 23,4 33,4

Sexo ** **
Hombre 45,0 34,6 31,7 21,7 33,3
Mujer 45,6 32,2 30,9 25,1 33,4

Edad ** ** ** **

16-24 44,6 35,0 33,3 27,1 35,0

25-34 46,6 34,4 32,8 24,8 34,7


35 y + 45,1 31,9 29,3 20,6 31,7
Zona ** ** ** * **
Urbana 47,3 34,5 32,6 24,1 34,6
Rural 42,3 31,8 29,3 22,4 31,4
Nacionalidad ** * ** **
Costarricense 46,1 33,7 31,7 23,6 33,8

Extranjero 40,3 31,4 28,5 22,1 30,6


Nivel socioeconómico ** ** ** * **

Bajo 40,3 31,2 28,4 22,1 30,5


Medio 47,0 34,7 32,7 24,3 34,7
Alto 49,9 34,2 33,1 23,6 35,2

Nota: * Significancia al 5%, ** significancia al 1%.


(1) Para la metodología de construcción de los Índices de Percepción de Inseguridad, véase nota metodológica 2.3
en el Anexo.
Fuente: ENSCR-04.

160
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Como era de esperar, el índice promedio bana de la rural y a los costarricenses de los
de percepción de inseguridad es considera- extranjeros, especialmente, una vez más,
blemente mayor en el ámbito patrimonial en el aspecto patrimonial. La menor per-
que en los demás, así como es menor en el cepción de inseguridad entre la población
ámbito sexual. Las diferencias entre sexos rural y extranjera refleja no solo una me-
resultan poco relevantes, excepto en el caso nor victimización relativa sino también la
de la percepción de inseguridad sexual, en existencia, entre la población extranjera, de
el que las mujeres perciben los riesgos con puntos de comparación de los que carece la
intensidad mayor. Un fenómeno similar se mayor parte de la población costarricense.
produce entre grupos de edad. Así, la per- Este último punto es muy importante en el
cepción de inseguridad es menor entre los caso de los inmigrantes centroamericanos
mayores de 35 años, en especial cuando se y colombianos -la inmensa mayoría del to-
trata del ámbito sexual, en el cual el grupo tal-, provenientes de medios con endémi-
de menores de 24 años denota una inquie- cos niveles de violencia social.
tud mayor al resto. Igualmente consisten-
tes son las disparidades entre segmentos Prácticamente todos estos resultados co-
socio-económicos, ya que los estratos de rresponden, con bastante precisión, a la
más bajo nivel exhiben una menor percep- distribución socio-demográfica de los dife-
ción de inseguridad, particularmente en rentes tipos de victimización analizados en
el ámbito patrimonial. En este último as- el capítulo anterior. Aunque no se cuenta
pecto las cifras muestran, pues, un patrón con datos adecuados para comparar la dis-
racional: quienes más bienes tienen, más tribución geográfica de la percepción con
sufren victimización patrimonial y, conse- la de la victimización a escala nacional, una
cuentemente, más la temen. También cabe investigación realizada en el cantón de Es-
resaltar las sistemáticas diferencias en la cazú denota una correspondencia parcial
percepción que separan a la población ur- entre ambas (Recuadro 5.2).

Recuadro 5.2

La brecha entre victimización y percepción: el caso de Escazú


Un aspecto de interés para el Informe Nacional de Desarrollo 25 en San Rafael y 35 en San Antonio. Las entrevistas fueron
Humano consiste en determinar el nivel de correspondencia aplicadas a individuos de 18 años o mayores que se encon-
geográfica entre la incidencia de la delictividad y la percep- traban en la vivienda.38
ción de seguridad que tienen las personas. La ENSCR-04
no permite hacerlo sino en forma elemental, toda vez que la Los resultados, resumidos en el Cuadro 1, revelaron un alto
muestra entrevistada no es suficientemente amplia para hacer grado de percepción de inseguridad entre los residentes en el
inferencias regionales o cantonales. centro del cantón: 85% de las y los entrevistados en el distrito
de San Miguel manifestó que su barrio o entorno inmediato a
Por ello, en junio de 2004 se llevó a cabo en el cantón de Es- su vivienda le resultaba inseguro o muy inseguro, mientras un
cazú un estudio con base en ochenta entrevistas distribuidas reducido 15% lo valoró como seguro o muy seguro. Tales cifras
en los tres distritos del cantón, de acuerdo con el peso de- se reducen en forma considerable entre los residentes en San
mográfico de cada uno: 20 en el distrito central (San Miguel), Antonio (53% inseguro / muy inseguro) y San Rafael (48%).

Continúa en la página siguiente

38
El número de viviendas y personas para entrevistar se determinó tomando en consideración el número total de viviendas
en cada centro urbano. En cada vivienda elegida se entrevistó a una persona.
161
PNUD

Viene de la página anterior

Cuadro 1
Victimización y percepción de inseguridad en el cantón de Escazú
Hechos violentos reportados (1) Percepción de inseguridad (2)
Distrito Infracción a Insegu-
Contra la Violencia Otros Muy seguro-
Ley de Psico- Total ro-muy Total
propiedad doméstica delitos seguro
trópicos inseguro
Centro 13 149 17 54 233 15,0 85,0 100,0
San Rafael 18 46 17 50 131 52,0 48,0 100,0
San Antonio 9 27 12 39 87 46,9 53,1 100,0

Notas: (1) Informes policiales confeccionados por la Fuerza Pública durante el primer semestre de 2004. (2) Percepción de los
entrevistados sobre la seguridad en el barrio o cerca de su casa de habitación.
Fuente: Informes policiales: Ministerio de Seguridad Pública. Percepción de inseguridad: Carvajal (2004).

Las percepciones de las y los entrevistados acerca de la se- inversiones privadas en materia de seguridad y, por esta vía, en
guridad en su barrio o entorno inmediato son parcialmente menores niveles de percepción de inseguridad.
coincidentes con los informes policiales elaborados en los
distritos en cuestión. El distrito central registró en la primera Menos coincidente con la realidad es la percepción del tipo
mitad del año 2004, por mucha diferencia, el mayor número de de victimización prevalente en el cantón. Por medio de una
informes policiales del cantón, dato que condice con la altísi- pregunta abierta se les solicitó a las y los entrevistados que
ma percepción de inseguridad de sus habitantes. Sin embargo, indicaran el tipo de delito que ocurría con más frecuencia
San Rafael, cuyas cifras de victimización son considerable- en el cantón (Cuadro 2). Los entrevistados mencionaron los
mente superiores a las de San Antonio, exhibe una percepción delitos contra la propiedad (69%) como los más comunes
de inseguridad menor. Esta aparente paradoja no es ajena al seguidos, con gran diferencia, por las infracciones a la Ley
mayor desarrollo socio-económico de ambos distritos. Según de Psicotrópicos (21%). No obstante, los informes policiales
el Índice de Desarrollo Social distrital calculado por el MIDE- confeccionados por la Fuerza Pública evidencian una partici-
PLAN en 1999, San Rafael, uno de los distritos más ricos del pación preponderante de las infracciones a la Ley de Psicotró-
país, poseía un promedio de 81,4 (en una escala de 0 a 100), picos (49,2%) seguida de situaciones de violencia doméstica
muy superior al promedio de 62,7 mostrado por San Antonio. (10,2%), que no fueron ni siquiera mencionadas por los entre-
Es plausible suponer que tal superioridad se traduzca en una vistados como un problema común de seguridad ciudadana
mayor capacidad de los habitantes de San Rafael para realizar en el cantón.

Cuadro 2
Cuadro 2
Hechos violentos más comunes en el cantón de Escazú según tipo de hecho y fuente (en porcentajes)

Según ...
Tipo de hecho violento
Informes policiales (1) Entrevistados (2)

Delitos contra la propiedad 8,9 68,9


Delitos contra la vida 3,1 9,2
Infracción a la Ley de Psicotrópicos 49,2 21,0

Violencia doméstica 10,2 0,0

Otros 28,6 0,9

Total 100,0 100,0

Nota: (1) Datos al primer semestre de 2004 (2) Se basa en ochenta entrevistas realizadas en junio de 2004. Corresponde a una
pregunta de respuesta múltiple. Las y los entrevistados podían citar más de un delito. Las proporciones se obtuvieron a partir
de 119 respuestas efectivas.
Fuente: Informes policiales: Ministerio de Seguridad Pública. Percepción de entrevistados: Carvajal (2004).

Aunque es bastante probable que exista un grave subregistro distorsiones importantes en la percepción de inseguridad de
de las infracciones patrimoniales, la total ausencia de men- los entrevistados.
ciones sobre la violencia doméstica sugiere la existencia de

162
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Esto indica que, pese a la brecha que separa das las entrevistas grupales se mencionaron
la intensidad de la percepción de los nive- y narraron experiencias ocurridas a terce-
les reales de victimización -un punto que se ros, que han sido transmitidas de “boca en
analizará más adelante- ambas dimensiones boca” y parecen ser continuamente puestas
no están, en modo alguno, desconectadas. en común cuando ocurre algún nuevo acon-
Aunque dista de ser el único factor involu- tecimiento o cuando el tema de la inseguri-
crado, a nivel cognitivo la experiencia per- dad ciudadana es objeto de discusión. Más
sonal, así como la de familiares, amigos y aún, el Gráfico 5.2 exhibe las significativas
vecinos, tiene un peso determinante en la y sistemáticas diferencias detectadas en la
definición de la percepción de inseguridad. ENSCR-04 entre la percepción de insegu-
En todos los grupos focales realizados para ridad de quienes no fueron victimizados en
esta investigación, sin excepción, se mencio- el último año y quienes forman parte de un
naron y narraron con detalle experiencias hogar en el que algún miembro lo fue: ma-
personales de robo y asalto, tanto en la casa yores niveles de victimización coexisten con
como en la vía pública. Asimismo, en to- mayores niveles de temor.

Gráfico 5.2Relación entre la percepción de la inseguridad del entrevistado y la victimización en el hogar (1)

Intensidad de la percepción de inseguridad según experiencia


con la victimización a nivel del hogar
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Nota:(1) Para la metodología de construcción de los índices y grupos de percepción de inseguridad, véase nota
metodológica 2.3 en el Anexo.
Fuente: Módulo telefónico, ENSCR-04.
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C. La brecha entre percepción y rea- niveles de percepción de inseguridad en el


lidad país son muy elevados.

¿Es alta la percepción de inseguridad en el El Cuadro 5.3 presenta los resultados de la


país? Esta es una pregunta compleja, que indagación de una forma muy básica de in-
ciertamente los promedios mostrados en el seguridad: la preocupación de las personas
Cuadro 5.2 no alcanzan a contestar. A fin al estar solas de noche, sea en la vía pública
de cuentas, el índice general promedio de o en su casa. Aunque ambas son relevan-
33,4 / 100 dice poco en ausencia de ejerci- tes, es evidente que la segunda modalidad -
cios similares de indagación en otros países. cuando la inseguridad está presente incluso
Sin embargo, alguna información compa- en los recintos de la intimidad- es indicati-
rable al respecto sugiere claramente que los va de un problema particularmente serio.
163
PNUD

Cuadro 5.3
Proporción de personas que indica sentir preocupación de estar
solos durante la noche dentro o fuera de su casa, para
Costa Rica y diecisiete países desarrollados (en porcentajes)
Se siente inseguro en la noche ...
País
Fuera de su casa (1) En su casa (2)
Costa Rica 64 (a) 49 (b)

España (Cataluña) 35 6
Australia 34 10
Polonia 34 15
Portugal 27 10

Inglaterra y Gales 27 6

Irlanda del Norte 23 6

Japón 22 9
Suiza 22 -
Francia 22 6
Bélgica 21 9
Escocia 20 3
Holanda 18 4
Finlandia 18 4

Dinamarca 17 3
Canadá 16 4

Suecia 15 4
Estados Unidos 15 4

Promedio (sin Costa Rica) 23 6

Notas: (1) Incluye las categorías muy inseguro y un poco inseguro para la pregunta “¿Qué tan seguro se siente cami-
nando solo en su zona durante la noche?”, de la ICVS. (2) Incluye las categorías un poco inseguro y muy inseguro de la
pregunta “¿Qué tan seguro se siente usted cuando está en su casa solo durante la noche?”, de la ICVS. (a) Incluye las
categorías: sí a veces, sí casi siempre y sí siempre, para la pregunta “¿Evita salir solo de su casa durante la noche?”,
de la ENSCR-04. (b) Incluye las categorías: sí a veces, sí casi siempre y sí siempre, para la pregunta “¿Evita estar solo
en su casa durante las noches?”, de la ENSCR-04.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04. Demás países: ICVS-2000.

Los resultados son muy reveladores. La al promedio de los demás países y que tri-
proporción de personas que manifiesta su plica al siguiente caso. Recordemos en este
preocupación por caminar sola de noche punto que, como lo vimos en el capítulo
en Costa Rica prácticamente triplica el pro- anterior, con excepción de algunas formas
medio de los demás países incluidos en el de victimización patrimonial, los niveles de
cuadro y supera en casi treinta puntos el victimización de Costa Rica no están sepa-
peor de los casos restantes. Lo realmente rados por una diferencia abismal de los pre-
alarmante, sin embargo, es que la mitad sentes en los países incluidos en esta com-
de la población costarricense no se siente paración (véanse Cuadros 4.4 y 4.5). Para
tranquila al estar sola en su casa de noche, tan acusada disonancia dos explicaciones
una proporción más de ocho veces superior son posibles: o los niveles de percepción
164
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

de inseguridad de Costa Rica reflejan ex- detectados en el país. La ENSCR-04, que


clusivamente la incidencia de las formas contiene módulos muy amplios en am-
de violencia patrimonial o, más probable- bos aspectos, permite estimar aproxima-
mente, existen otros factores, aparte de damente esta brecha. Tal estimación, una
los niveles de victimización, que impulsan vez más, debe tomarse con cautela, pues
hacia arriba la percepción de inseguridad los datos disponibles presentan una limi-
en Costa Rica.39 A este punto se volverá tación de comparabilidad: la medición de
más adelante. la victimización está circunscrita a un pe-
ríodo de un año, mientras que las causas
Una forma alternativa para establecer si de la percepción de inseguridad pueden
los niveles de percepción de inseguridad residir en hechos sucedidos mucho tiempo
son anormalmente altos en el país con- antes. Eso introduce un sesgo importante
siste en estimar la brecha que separa la en la información y hace esperable que la
probabilidad atribuida al acaecimiento probabilidad percibida de ser víctima sea
de algunos hechos de violencia, de la pro- mayor que los niveles de victimización en
babilidad empírica de su ocurrencia, de el pasado reciente. Los resultados de este
acuerdo con los niveles de victimización ejercicio son contundentes (Cuadro 5.4).

39
Nótese que las enormes diferencias mostradas por el Cuadro 5.3 difícilmente pueden atribuirse a la distinta redacción
de las preguntas en la ENSCR-04 y la ICVS-2000. Al indagar por la conducta de evitar salir de noche o estar solo en la
casa, la ENSCR-04 de hecho subestima el nivel de preocupación en Costa Rica. Concebiblemente, una persona puede
manifestar preocupación sin por ello evitar salir o estar sola en su casa.
165
166
Cuadro 5.4
PNUD

Brecha entre victimización y percepción de inseguridad en Costa Rica,


según tipos de violencia y categorías socio-demográficas. 2004
Sexo Edad Zona Nivel socio-económico
Ámbito Total
Hombre Mujer 16-24 25-34 35 y + Urbano Rural Bajo Medio Alto

Probabilidad empírica de victimización (1)


Patrimonial 1/4 1/3 1/4 1/3 1/3 1/4 1/3 1/5 1/5 1/4 1/3

Física 1/31 1/21 1/51 1/24 1/23 1/43 1/28 1/38 1/42 1/31 1/25

Emocional 1/26 1/36 1/21 1/55 1/20 1/23 1/23 1/34 1/84 1/25 1/19
Sexual 1/89 1/143 1/66 1/55 1/102 1/117 1/117 1/61 1/84 1/78 1/127

Probabilidad percibida de victimización (2)


Patrimonial 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2 1/2

Física 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3

Emocional 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/3 1/4 1/3 1/3

Sexual 1/5 1/6 1/4 1/4 1/4 1/5 1/4 1/5 1/5 1/4 1/5
Razón probabilidad percibida / probabilidad empírica de victimización (3)
Patrimonial 2,0 1,7 2,3 1,8 1,7 2,3 1,8 2,5 2,3 2,1 1,8
Física 9,3 6,6 15,3 8,2 7,0 12,1 8,6 11,3 11,8 9,7 7,7
Emocional 8,2 10,9 6,8 18,7 6,8 6,9 7,7 9,8 23,9 8,0 6,2

Sexual 19,6 25,5 17,1 14,7 24,1 22,3 26,8 12,5 17,5 18,0 26,5

Notas: (1) Probabilidad de ser víctima de un hecho violento, según la proporción de personas entrevistadas que indicaron haberlo sido en el último año. Para efectos de comparabilidad, no incluye todas
las modalidades de victimización de la ENSCR-04. Dato expresado como razón de probabilidad: 1 probabilidad en X. Para metodología, véase nota 2.6 en el Anexo (2) Probabilidad atribuida a la ocurren-
cia de un hecho violento, de acuerdo con el índice de inseguridad promedio para las personas entrevistadas. Para efectos de comparabilidad, no incluye todas las modalidades de percepción de riesgo
de la ENSCR-04. Dato expresado como razón de probabilidad: 1 probabilidad en X. Para metodología, véase nota 2.6 en el Anexo. (3) Corresponde al número de veces que la probabilidad percibida de
ser víctima supera a la probabilidad empírica de ser víctima de un hecho violento, de acuerdo con los niveles de victimización detectados por la ENSCR-04.
Fuente: ENSCR-04.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

En todos los casos la probabilidad perci- que las diferencias existentes en sus niveles
bida de ser víctima de un acto violento es de victimización. Los datos confirman así
significativamente mayor que la probabi- un punto agudamente intuido por Cam-
lidad empírica. En el caso de la violencia pos (2004): desde el punto de vista geo-
patrimonial la percepción duplica las cifras gráfico la percepción de inseguridad es más
de victimización reciente. En los demás, la homogénea que la victimización. Esto su-
brecha se magnifica en forma asombrosa. giere la presencia de factores homogenei-
Así, la percepción de inseguridad emocio- zadores -como el papel de los medios de
nal es más de ocho veces superior a la vic- comunicación- que actúan independiente-
timización, cifra que supera las nueve veces mente de la victimización en la formación
en el caso de la violencia física y que alcanza de la percepción de inseguridad. Como se
un factor de casi veinte cuando se trata de verá más adelante, los medios de comuni-
la violencia sexual.40 La divergencia entre cación constituyen una fuente cotidiana y
la relativamente escasa brecha existente en permanente de formación de percepciones
el caso de la inseguridad patrimonial y la en materia de inseguridad. La noticia per-
enorme divergencia existente en las demás manente de sucesos actúa como telón de
dimensiones sugiere que la alta probabili- fondo que confirma, en la percepción de
dad atribuida al acaecimiento de hechos la ciudadanía, el carácter generalizado de
de violencia patrimonial -probabilidad que las agresiones vividas y comunicadas a los
refleja en forma adecuada la realidad del demás por una parte de la población.
problema- es extrapolada a otras categorías
de violencia que presentan niveles menores D. Rostros del temor
de victimización. En la percepción de la
ciudadanía, la victimización patrimonial -la ¿Quién vive atemorizado por la inseguridad
más generalizada y visible- opera como una en Costa Rica? Ya en el apartado anterior
aproximación a la victimización a secas. De se ha podido ver cómo la percepción de
esto se infiere una conclusión práctica deci- inseguridad afecta con diferente intensidad
siva: si la percepción de inseguridad ha de a distintas categorías socio-demográficas.
ser disminuida en Costa Rica, es urgente Con todo, los niveles de temor no respetan
controlar y reducir los niveles de victimiza- nítidamente grupos sociales. El temor o la
ción patrimonial. tranquilidad no son rasgos definitorios de
ningún segmento social.
Una vez más, la brecha no es constante
entre las categorías socio-demográficas. Al realizar un análisis de conglomerados de
Acaso lo más interesante sea notar que la la información arrojada por la ENSCR-04,
separación entre percepción y realidad es tomando en cuenta los índices de percep-
generalmente mayor en el área rural que ción de inseguridad, es posible identificar
en la zona urbana. Las visibles diferencias cuatro grupos, con niveles crecientes de te-
entre campo y ciudad en materia de per- mor, que van desde los “tranquilos” hasta
cepción son, pese a todo, bastante menores los “sitiados” (Cuadro 5.5).

40
En el caso de la violencia sexual es de esperar, sin embargo, que la ENSCR-04 recoja una subestimación importante de
los niveles reales de victimización.
167
PNUD

Cuadro 5.5

Clasificación de entrevistados por niveles de temor


(promedios de los índices de percepción de inseguridad) (1)

Grupos de temor
Índice
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
Patrimonial 26,5 44,5 54,9 68,3
Física 12,8 28,6 47,0 64,3
Emocional 11,5 26,1 43,6 65,4
Sexual 8,2 16,5 33,9 57,8
Proporción de la
25,1 36,6 28,5 9,8
muestra (%)

Nota: (1) Para la metodología de construcción de los grupos, véase nota 2.3 en el Anexo.
Fuente: ENSCR-04.

El cuadro arroja un significativo saldo fa- chos de violencia recogidos en el Gráfico


vorable a los grupos con niveles bajos o 5.1. Este es el grupo de quienes se sienten
moderados de temor (“tranquilos” y “ner- acosados de modo permanente, en su casa
viosos”), que cubren más del 60% de los tanto como en la vía pública, por conoci-
entrevistados. Existe, sin embargo, un 10% dos y por extraños. Como se verá luego, no
de la muestra que exhibe índices de insegu- solo se sienten sitiados en su propio país:
ridad extraordinariamente elevados en to- también actúan como si lo estuvieran.
dos los ámbitos. Este grupo, los “sitiados”,
alberga a los entrevistados que atribuyeron Cada uno de los conglomerados tiene su
una probabilidad alta o muy alta de acae- propio balance socio-demográfico, como
cimiento a prácticamente todos los 65 he- se verá a continuación:

168
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 5.6

Perfil de los entrevistados según niveles de temor y


variables socio-demográficas
Grupos de temor
Variables Total de la
muestra
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
Sexo
Hombre 49,8 46,5 52,6 50,9 44,9
Mujer 50,2 53,5 47,4 49,1 55,1
Edad
16-24 28,2 23,3 27,5 33,2 29,2
25-34 24,1 21,4 24,5 24,9 26,7
35 y + 47,7 55,3 48,0 42,0 44,1
Zona
Urbana 60,2 53,3 59,1 65,5 66,9
Rural 39,8 46,7 40,9 34,5 33,1
Nacionalidad
Costarricense 87,0 83,7 86,0 90,4 89,0
Extranjero 13,0 16,3 14,0 9,6 11,0
Nivel socio-económico
Bajo 34,3 43,9 34,5 28,1 27,1
Medio 43,2 37,5 43,2 47,0 47,0
Alto 22,5 18,6 22,3 24,9 25,8

Fuente: ENSCR-04.

En el grupo de los “tranquilos” se encuen- El temor, en particular en el caso de los y


tran sobre representadas las mujeres, los las “sitiadas”, genera incesantemente los ros-
mayores de 35 años, los habitantes de la tros que alimentan su ansiedad. Esos rostros
zona rural, los extranjeros y, con gran dife- oscilan entre lo genérico y lo identificable.
rencia, el estrato socio-económico más bajo; En un nivel básico, la peligrosidad cubre a
todas las categorías socio-demográficas, que todos los que nos rodean, sobre todo si son
presentan menores niveles relativos de vic- desconocidos. Todos los grupos focales fue-
timización. El grupo de los “nerviosos”, por ron consistentes en afirmar que, en nuestra
su parte, no solo alberga el segmento más sociedad, cualquier persona -sin importar
amplio de la muestra, sino que recoge casi la edad, el sexo o el nivel socio-económico-
perfectamente su distribución socio-demo- puede constituir una amenaza, sea por sus
gráfica, con excepción de una leve sobre intenciones o prácticas. Tal desplome de la
representación masculina. El segmento de confianza interpersonal queda recogido en
los “asustados” acoge a un grupo despro- frases como “...cualquiera puede ser un delin-
porcionado de costarricenses menores de cuente...”; “...cualquiera puede tener malas in-
25 años, habitantes de la zona urbana y de tenciones...”; “...puede ser una persona que pa-
estrato medio. Finalmente, el grupo de los rece normal, hasta bien vestida...”; “...hasta las
“sitiados” se compone, fundamentalmente, mujeres pueden ser...”; “...hasta los niños, por-
de mujeres de la zona urbana, de estratos que hay niños que andan asaltando en las ca-
socio-económicos medio y alto. lles y no andan solos, andan con otros niños...”;
169
PNUD

“...también pueden ser personas bien vestidas tido, para conservar la esperanza de que el
como los abogados o los políticos...”. O, como problema de la inseguridad puede ser re-
lo resumió en forma memorable una entre- suelto fácilmente, poniendo en cuarentena
vistada: “...es una persona sin cara...”. al ofensor escogido. Así, al indagar con más
precisión, la persona sin rostro es sustituida
Con todo, tales manifestaciones de temor por la expresión de algunos extendidos pre-
genérico ya delatan la identificación de juicios sociales y por la repetición de men-
ciertos signos externos -como el vestido- sajes incesantes transmitidos por los medios
con la peligrosidad. El temor genérico es, de comunicación. A la pregunta abierta,
en el fondo, una respuesta insuficiente para “¿Qué tipos de personas son las que cometen
quien teme. Construir con algún nivel de más actos violentos o delictivos?”, los entrevis-
precisión el rostro de la peligrosidad es una tados por la ENSCR-04 respondieron así:
necesidad para defenderse y, en cierto sen- El rostro de la peligrosidad es, ante todo,

Cuadro 5.7 Cuadro 5.7


Tipo de personas que se considera que cometen
más actos violentos o delictivos
(en porcentajes) (1)

Tipo de personas Porcentaje


Drogadictos 40,0
Los jóvenes 7,1
La clase baja 7,1
Los extranjeros 5,5
Desempleados 5,4
Los que no tienen educación 3,8

Vagos 2,8
Cualquiera 2,7
Los hombres 2,1
Los adolescentes 2,0
Pandillas 2,0
Personas sin valores 1,6
Los nicas 1,5
Adultos 1,5
Ladrones 1,4
Enfermos mentales 1,2
Otros (2) 11,3
NS/NR 0,8
Total 100,0

Notas: (1) Corresponde a las respuestas dadas abiertamente por parte de los entrevistados a la pregunta “¿Qué
tipo de personas son las que cometen más actos violentos o delictivos?” (2) Contiene las respuestas brindadas con
porcentajes menores al 1%.
Fuente: ENSCR-04.

170
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

el de diversas categorías de excluidos (clase amplio. El Informe Nacional de Desarrollo


baja, extranjeros, desempleados, gente sin Humano de Chile de 1998 lo advierte: “el
educación) y disconformes (drogadictos, miedo a una violencia descontrolada se con-
jóvenes). En palabras de los participantes densa en la imagen del delincuente drogado;
de los grupos focales, “...gente con tatuajes, él simboliza la pérdida de todo lazo social y
aretes o pelo largo...”; “...gente tomando u toda norma moral”.41 El drogadicto es el
oliendo coca, fumando marihuana...”; “...el símbolo de una sociedad en proceso de
clásico chapulín, el malandro...”. desintegración, que ha relajado sus meca-
nismos tradicionales de control social y, por
En particular, la omnipresencia de la figu- ello, resulta amenazante. Es el símbolo de la
ra del drogadicto -que no condice con las pérdida del “país de antes”, acaso el motivo
cifras de consumo de drogas que presenta fundamental de ansiedad manifestado a lo
el país, como se verá más adelante- es, con largo de todos los grupos focales.
toda probabilidad, un símbolo de algo más

El temor a los otros


Manuel Rojas Bolaños*

Recuerdo los días un tanto lejanos de mi juventud, cuando se podía recorrer con bastante
tranquilidad la mayor parte de la ciudad capital. Entonces vivía en los alrededores de la
Plaza González Víquez, desde donde me desplazaba a pie, sin sobresaltos, tanto de día como
de noche, a la Avenida Central o a los cines que estaban en el contorno del Parque Central.
Todavía a finales de los setenta, después de vivir algunos años en México, mi esposa y yo
frecuentemente salíamos a caminar por la Avenida Central, sobre todo en noches veranie-
gas, mirando las ventanas iluminadas de los comercios, para terminar comiendo o bebiendo
algo en la desaparecida Soda Palace o en el Bar Chelles. Entonces era desconocido el térmi-
no “seguridad ciudadana” y todo lo que conlleva, aunque ya se notaba un aumento de los
delitos contra la propiedad.

Hoy en día, caminar por el centro de San José y zonas aledañas es una experiencia que plan-
tea riesgos; al menos uno cree que así es. Y en materia de seguridad ciudadana, las creencias
son tan importantes como los peligros reales que se enfrentan.

Me parece que la mayoría ciudadana comparte un sentimiento de inseguridad, que no


proviene solamente del encuentro cotidiano, directo o indirecto, con la delincuencia, que
ha aumentado, sino también de un conjunto de miedos que tienen que ver con otros ele-
mentos objetivos y subjetivos. La sociedad costarricense es hoy más diferenciada que en el
pasado en lo social, en lo cultural y en lo étnico. No solamente hay una gran disparidad en
los ingresos, sino que también han aparecido grupos con visiones de mundo y códigos de
comportamiento que no son comprendidos por la mayoría de la población o que los asimila
con dificultad. Son los otros, los jóvenes, las mujeres que demandan tratamiento igualitario

41
PNUD-Chile (1998), p. 130.
171
en la política, los extranjeros o los diferentes en opciones sexuales, a los que no entendemos,
y frente a los cuales no podemos movernos con la seguridad con que lo hacíamos en el pa-
sado, cuando la sociedad era más pequeña y las diferencias eran de otro tipo y más estables.
Esta nueva configuración de la sociedad costarricense es fuente de temor o desconfianza.

La situación tiende a agravarse porque la identidad que hemos forjado está llena de fisuras
y tiende a resquebrajarse. Los mitos sobre lo costarricense ya no funcionan tan eficiente-
mente como en el pasado y algunas de las instituciones que contribuían a mantenerlos están
hoy en crisis o han perdido legitimidad, como los partidos políticos, que, como parte de sus
funciones, proporcionaban identidad y visiones de mundo a sus adherentes y simpatizantes.
Elementos que, por supuesto, contribuían a crear seguridad y confianza.

Otra fuente de temores y de incertidumbre son las declaraciones de funcionarios y las noti-
cias de periódicos y otros medios de comunicación. No se trata solamente del énfasis que
marcan los noticieros televisivos en la nota roja, sino también de un conjunto de amenazas
abiertas o veladas que se formulan diariamente en torno a la discusión de leyes y de pro-
puestas de política pública. Es el recurso al miedo como mecanismo para concitar apoyos
y crear presión sobre las instancias donde se toman las decisiones. Desde los años ochenta
este recurso ha sido usado una y otra vez para condicionar el accionar ciudadano, que ha
terminado siendo en mucho una respuesta al temor.

Como se trata de decisiones políticas, las cosas no siempre salen como se planean y; por tan-
to, muchas veces no se logra alcanzar los objetivos deseados; pero el miedo no se disuelve,
permanece y se acumula en sectores importantes de la población. Por eso no debe extrañar
la sensación de inseguridad que comunica la mayoría de las personas entrevistadas en en-
cuestas y otros mecanismos de sondeo de la opinión ciudadana y el pesimismo con que mira
el futuro, así como la perenne invocación a la protección divina que se expresa en todas los
esferas de lo cotidiano, desde el fútbol a la política.

Esta sensación de inseguridad tiene importantes consecuencias individuales y colectivas.


No solamente nos hace encerrarnos en casas llenas de rejas, alarmas y otros dispositivos
para protegernos de los “amigos de lo ajeno”, sino que también nos lleva a colocar barreras
en nuestras relaciones con los demás y a encerrarnos afectiva y socialmente. No solo cami-
namos con desconfianza por calles y parques, sino que también lo hacemos en el plano de
lo colectivo, puesto que evitamos el contacto con los desconocidos más allá de los grupos
familiares o de amistades.

En medio de tantas diferencias y temores, ¿será posible avanzar juntos en busca de un futuro
mejor?

(*) Sociólogo político, profesor investigador de la Sede Académica de FLACSO en Costa Rica.
172
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La desaparición del país que fuimos está, manifiestan cuando el tema de la insegu-
también, entrelazada con la presencia ame- ridad explícitamente se vincula a la nacio-
nazante de los extranjeros. Tanto en la nalidad de los imputados, una práctica
ENSCR-04 como en los grupos focales, informativa reiterada en los noticieros,
los adultos jóvenes (entre 24 y 35 años) como se verá más adelante. En el Cuadro
de ambos sexos tienden a responsabilizar 5.7, ante una pregunta abierta, apenas el
con mayor severidad a los extranjeros del 1,5% de los entrevistados afirma que los
deterioro de la seguridad en el país. Sus ex- nicaragüenses tienen la responsabilidad
presiones sobre la identidad de los agreso- fundamental de los hechos delictivos y
res son tan duras como despegadas de los violentos en el país. El panorama cambia
datos expuestos al final del capítulo ante- radicalmente, sin embargo, cuando explí-
rior: “...personas como los nicas, que son muy citamente se pregunta por la nacionalidad
agresivos y aprenden a usar un arma antes de de los perpetradores de la violencia (Cua-
aprender a caminar...”; “...los colombianos, dro 5.8). En este caso los nicaragüenses
que muchos son sicarios, y los nicas, que son y colombianos dominan ampliamente,
los peones y las domésticas de Centroaméri- pese a que la realidad es muy distinta. La
ca...”; “...ahora también los venezolanos...”. conclusión es tan perturbadora como im-
portante: más que una transpiración es-
Es crucial notar, sin embargo, que tan pontánea, en Costa Rica la xenofobia es
estridentes expresiones de xenofobia se un impulso inducido.

Cuadro 5.8
Nacionalidad de las personas que se considera comenten más
actos violentos o delictivos en el país
(en porcentaje) (1)

Nacionalidad Porcentaje

Nicaragüenses 64,4
Costarricenses 16,6
Colombianos 16,0
Otros (2) 2,3
NS/NR 0,7
Total 100,0

Notas: (1) Corresponde a la primera mención de las respuestas dadas abiertamente por parte de los entrevistados
a la pregunta “¿De qué nacionalidad son las personas que cometen más actos violentos o delictivos en este país?”.
(2) Contiene las respuestas brindadas con porcentajes menores al 1%.
Fuente: ENSCR-04.

173
PNUD

Finalmente, cabe añadir un hallazgo adicio- Todo esto equivale a una crisis profunda
nal de los grupos focales, que se ve apenas en los roles tradicionales de ambos sexos y
reflejado en las encuestas: el sorprendente en las relaciones de pareja. La violencia do-
nivel de desconfianza entre ambos sexos y, méstica y, en particular, la violencia de los
en especial, de las mujeres hacia los hom- hombres hacia las mujeres no son casuales.
bres. En efecto, entre las mujeres se tiende Al igual que el fundamentalismo religioso
a considerar que los hombres -en términos en otras sociedades son, acaso, la ultima ra-
generales- son dignos de temer. Este temor tio utilizada para enfrentar cambios sociales
alcanza incluso a los padres de sus hijos y a irresistibles.
los familiares cercanos: “...cuando una anda
por la calle, los hombres le hacen cosas...”; “... E. Los espacios del temor
yo le digo a mi chiquita, que ni del papá se
deje tocar...”; “...hay que desconfiar de tíos, El temor tiene rostros y también tiene lu-
padres, primos, porque son hombres...”. Co- gares y ámbitos geográficos que se identi-
rrelativamente, los hombres manifestaron fican con el riesgo y, correlativamente, con
profundas ansiedades frente a las mujeres y la seguridad. La dicotomía conocido / des-
a su conquista de derechos y espacios de po- conocido, una vez más, condiciona las per-
der: “...la mujer no aguanta nada y se va en el cepciones de riesgo en este aspecto. Cuanto
primer momento de violencia o problemas...”; más cercano sea el ámbito geográfico eva-
“...ya no hay verdaderas mujeres...”; “...la luado, mayor tiende a ser la seguridad que
mujer se fue a trabajar y ya no hay quién se ofrece. Cuanto más ajeno y abstracto, ma-
haga cargo de los niños...”; “...ahora, uno se yor será la peligrosidad que se le atribuye.
siente muy inseguro con la pareja...”; “...ahora La impactante divergencia entre los niveles
también hay hombres agredidos...” . de seguridad atribuidos al país y al barrio
así lo demuestra (Gráfico 5.3).

Gráfico 5.3

Percepción de inseguridad en el país y en el barrio donde vive

Fuente: ENSCR-04.

174
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La relación entre seguridad e inseguridad públicos, los semáforos, los supermercados,


prácticamente se invierte al bajar del ám- los centros comerciales y, como síntoma su-
bito abstracto del país, al mucho más con- premo de descomposición, las iglesias. “Ya
creto del barrio. Tan severa divergencia no ni en la iglesia se está seguro”, advirtió uno
es nueva: a una pregunta similar, en 1999, de los participantes. “Hasta las iglesias tie-
solo el 26,6% de los entrevistados conside- nen rejas”, reafirmó otro. Y a estos lugares
ró seguro el país, frente al 56,8% que afir- se suman las comunidades marginales “con
mó lo mismo sobre su barrio.42 Correlativa- mala fama”, identificadas con gran preci-
mente, en tanto 59,8% de los entrevistados sión por los entrevistados: Los Cuadros de
estimaba que el país era poco o nada segu- Goicoechea, Los Guido de Desamparados,
ro, apenas la mitad (30,1%) decía lo mismo Rincón Grande de Pavas y, sobre todo, La
sobre su barrio. Esta brecha está tan ligada Carpio, comunidad con fuerte presencia
a la virtual desaparición del impacto de los inmigrante y, más importante aún, fuerte
medios de comunicación en la percepción presencia en los medios de comunicación.
del barrio, como a la idea de que, a nivel En el imaginario popular, esas comunida-
comunitario, es posible contar con apoyos des son el síntoma de una descomposición
tangibles (como vecinos, amigos, familia- social que amenaza hacer metástasis en las
res, etc.), capaces de mitigar la percepción comunidades “sanas”, al “adentro” acosado
de vulnerabilidad. Como en tantos otros por la violencia de los excluidos.
aspectos del desarrollo humano, también
en materia de seguridad ciudadana, la exis- Para los entrevistados en los grupos foca-
tencia de vínculos sociales y comunitarios les, la casa fue planteada en todo momento
vigorosos tiene un impacto decisivo en los como el “refugio” por excelencia, pese a sa-
niveles de bienestar de las personas. Más ber que también puede ser objetivo de los
adelante se presenta información sobre las delincuentes. Frente a la amenaza de estos,
relaciones entre percepción de inseguridad es un refugio que se trata de proteger al
y capital social. máximo y según las posibilidades económi-
cas de cada quien.
A la dicotomía conocido / desconocido se
superpone, una vez más, la ya menciona- Más interesante aún, sin embargo, es el he-
da entre espacio público y espacio privado. cho de que la casa fue considerada como el
El locus de la percepción de inseguridad espacio de seguridad por definición, pese a
es, casi invariablemente, el espacio colec- la sorprendente frecuencia con que las mu-
tivo, que ofrece posibilidades de encon- jeres participantes -independientemente de
trar a los extraños y que no está sujeto a su edad- pusieron en común experiencias
las reglas definidas por su poseedor, sino a directas de agresión en el ámbito familiar:
las normas de alcance general respaldadas “...cuando yo vivía con mi esposo le tenía mie-
por la acción estatal. “Fuera de la casa, hay do...me sentía segura solo cuando él no esta-
un mundo de desconfianza”, advirtió uno ba...”; “...yo viví con un hombre alcohólico....
de los participantes en los grupos focales. me agredió físicamente y de palabra durante
El centro de San José, donde acecha una muchos años...”; “...en mi matrimonio no,
masa sin rostro, emerge como el epítome gracias a Dios, pero lo viví con mi mamá,
del lugar inseguro, peligroso, problemático, ella sí fue agredida...”. Aun los hombres, sin
a la par de las paradas de bus, los parques embargo, reportaron repetidamente casos

42
Chinchilla, ed. (1999).
175
PNUD

de agresión física y, sobre todo psicológica, El imaginario social, tal parece, se rehúsa a
por parte de las mujeres: “...a un amigo mío, aceptar que el hogar puede también ser un
la esposa le pega...”; “...mi esposa me arañó, espacio de inseguridad para sus miembros
mientras estábamos discutiendo...”; “...yo he y frecuentemente lo es. Insiste en mantener
sido agredido por mi esposa...con palabras... aislada la problemática de la agresión do-
que uno es un inútil, que no sirve para nada, méstica de la seguridad ciudadana.
que uno no vale nada...esas cosas duelen...”.

***
Este capítulo contiene los siguientes hallaz- e. La probabilidad atribuida al acaeci-
gos sobre la percepción de inseguridad en miento de diversos hechos de violen-
Costa Rica: cia en Costa Rica tiende a ser muy
superior a la probabilidad real de ex-
a. Desde hace por lo menos veinte años, perimentarlos.
la población costarricense considera la
inseguridad ciudadana como uno de f. Es posible identificar cuatro grupos
los principales problemas del país. de ciudadanos de acuerdo con la in-
tensidad de su percepción de insegu-
b. Existe una profunda separación de ridad. En el grupo de menor temor
los niveles de temor a lo largo de los se encuentran sobre representadas las
ejes personas desconocidas / personas mujeres, los mayores de 35 años, los
conocidas y espacio público / espacio habitantes de la zona rural, los extran-
privado. La percepción de inseguridad jeros y, con gran diferencia, el estrato
está dominada por el temor a la agre- socio-económico más bajo. El de ma-
sión por parte de desconocidos y a las yor temor, que presenta niveles ex-
formas de violencia que tienen lugar traordinariamente altos de percepción
en los espacios públicos. de inseguridad en todas las dimensio-
nes, está compuesto, fundamental-
c. La jerarquización de los riesgos percibi- mente, por mujeres de la zona urbana,
dos coincide en un grado sorprendente de estratos socio-económicos medio y
con la distribución de la victimización. alto.
Los riesgos percibidos son, en general,
considerablemente más altos en la di- g. La percepción de temor está muy fuer-
mensión patrimonial que en las dimen- temente dirigida hacia la figura del
siones física, emocional y, sobre todo, drogadicto y, con menos intensidad,
sexual. La percepción de inseguridad no hacia otras categorías de excluidos
está desconectada de la victimización. (clase baja, extranjeros, desempleados,
gente sin educación) y disconformes
d. La percepción de inseguridad en Costa (jóvenes).
Rica es muy superior a la detectada en
los países desarrollados, sin que tal di- h. La atribución espontánea de la insegu-
ferencia necesariamente corresponda a ridad a los extranjeros no se manifies-
los diferentes niveles de victimización. ta con particular fuerza en Costa Rica.
176
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Sin embargo, alcanza altos niveles de pregunta por el barrio, en el que una
intensidad cuando explícitamente se amplia mayoría de los entrevistados
pregunta por la nacionalidad de los manifiesta sentirse seguro.
perpetradores de la violencia. La evi-
dencia sugiere que en Costa Rica la j. Los lugares y ámbitos percibidos como
atribución de la inseguridad a los in- inseguros son, fundamentalmente, los
migrantes es un impulso inducido. espacios colectivos. Pese a la frecuen-
cia de la violencia doméstica, la casa
i. La percepción de inseguridad es mu- es considerada, casi siempre, como el
cho más intensa cuando se indaga “refugio” por excelencia.
por el país en general, que cuando se

177
Capítulo 6
Elementos de la segurabilidad en Costa Rica

En la primera parte del informe se intro- amenazas a su seguridad, se trata de compo-


dujo un elemento central del concepto de nentes de singular importancia en esa tarea,
seguridad ciudadana: la noción de segurabi- por tratarse de mecanismos colectivos cuyo
lidad, entendida como la capacidad perso- desempeño adecuado hace improbable la
nal para prevenir las amenazas y contender adopción de las formas menos deseables de
con ellas. Se dijo antes que la segurabilidad privatización de la seguridad ciudadana.
depende de la percepción por parte de las
personas que disponen de recursos -indi- Así, la opinión sobre el desempeño de la
viduales como colectivos, privados como fuerza pública, la policía de investigación,
públicos, materiales como institucionales- los tribunales penales y el sistema peniten-
para prevenir las amenazas y protegerse de ciario es más bien desfavorable en Costa
ellas, así como de su capacidad para activar Rica, particularmente en el caso de la Fuer-
oportunamente tales recursos. za Pública. Se analizarán luego algunas de
las bases objetivas de esta percepción, al
En el presente capítulo se intentará arrojar examinar con algún detalle el estado actual
luz sobre algunos aspectos del concepto re- de la comunidad de policías del país, así
lacionados, en particular, con la percepción como algunas aristas del desempeño de los
de la ciudadanía sobre el desempeño de las tribunales penales y del sistema penitencia-
instituciones públicas que de manera más rio. Por último, se mostrarán tres respuestas
obvia debieran contribuir a prevenir las comunes ante la percepción generalizada de
amenazas a la seguridad ciudadana y a pro- que los mecanismos estatales no protegen
teger a la población (policía, tribunales, sis- adecuadamente a las personas: la impoten-
tema penitenciario), así como la capacidad cia ante la inseguridad ciudadana, la dismi-
de la ciudadanía para movilizar esos recur- nución en la denuncia de la mayoría de los
sos institucionales. Aunque, evidentemente, hechos delictivos y el extendido recurso a
estos solo son una parte de los recursos que las formas de protección privadas, funda-
permiten a las personas contender con las mentalmente las policías privadas.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Este análisis elemental de la segurabilidad Las encuestas realizadas en 1999 y 2004


de la población muestra preocupantes ten- permiten ver que, con la muy notable ex-
dencias, que deben ser atendidas urgente- cepción de las instituciones dedicadas a la
mente por las políticas públicas de seguri- atención de la violencia contra las mujeres
dad ciudadana. (Instituto Nacional de la Mujer [INAMU]
y Delegaciones de la Mujer) y, en menor
A. La sensación de desprotección grado, el Organismo de Investigación Ju-
dicial (OIJ), los grados de confianza son
¿Siente la ciudadanía que las instancias esta- bajos en general y muy bajos en el caso de
tales directamente encargadas de contender la Fuerza Pública, cuyos niveles de descon-
con la inseguridad ciudadana lo hacen en fianza únicamente son superados por los
forma adecuada? La respuesta es no, aunque que reúnen algunas instancias políticas de
con matices y diversos grados de intensidad la sociedad (Cuadro 6.1).
dependiendo de la institución considerada.

Cuadro 6.1
Cuadro 6.1
Niveles de confianza en algunas instituciones del país. 1999 y 2004
Balance de porcentaje de
confianza – desconfianza
Institución (puntos porcentuales de diferencia)

1999 (a) 2004 (b)

Iglesia Católica 40,9 --


Escuelas y colegios públicos -- 35,5
Instituto Nacional de la Mujer y Delegaciones de la
-- 27,0
Mujer
Defensoría de los Habitantes 16,0 22,3
Organismo de Investigación Judicial 14,2 20,1
Poder Judicial 7,6 15,4
Ministerio Público -- 13,0
Fuerza Pública 3,2 -3,3
Asamblea Legislativa 2,5 -31,7
Partidos políticos -- -57,0

Nota: (a) La encuesta clasificaba las respuestas según el grado decreciente de satisfacción. (b) La encuesta clasi-
ficaba las respuestas de acuerdo con la escala “mucha confianza”, “alguna confianza”, “poca confianza” y “ninguna
confianza”. La cifra indicada es la diferencia neta entre la suma porcentual de las categorías “alguna” y “mucha”
confianza por un lado y la suma de “ninguna” y “poca” confianza, por otro.
Fuentes: 1999: Chinchilla, ed. (1999); 2004: ENSCR-04.

179
PNUD

En el caso de la Fuerza Pública, al grado país, y prácticamente la mitad (49,4%) le


de desconfianza que expresa la mitad de asigna una elevada cuota de responsabili-
la población (51,4%)43 se superpone una dad. Más preocupantes aún, son las razo-
generalizada valoración negativa de su des- nes que yacen tras esa evaluación, que bien
empeño. pueden agruparse en tres grandes percep-
ciones sobre la policía: que está compuesta
En efecto, como se deduce del Gráfico 6.1, por personal corrupto (31,5%), que no está
un 86,9% de los encuestados afirma que la capacitada (33,9%) y que opera en con-
Fuerza Pública es parcialmente responsable diciones de trabajo sumamente precarias
de la situación de inseguridad que vive el (20,9%).

Gráfico 6.1

Opiniones sobre la responsabilidad de la Fuerza Pública en el problema de


inseguridad ciudadana en Costa Rica

Nota:(1) Los porcentajes señalados se obtienen sobre un total de 3.216 menciones, ya que los entrevistados
podían citar más de una opinión.
Fuente: ENSCR-04.

Estas percepciones emergen con mayor cla- balance de las opiniones es marcadamente
ridad aún cuando se consulta sobre el nivel negativo en todos los otros aspectos indaga-
de acuerdo o desacuerdo con respecto de al- dos, desde la honradez de la institución hasta
gunas afirmaciones relacionadas con el traba- su eficiencia y su capacidad para prevalecer
jo de la policía o la Fuerza Pública (Cuadro sobre los delincuentes. Es reveladora la mag-
6.2). Como puede verse, salvo en el caso de la nitud de los entrevistados que manifiesta no
vocación de servicio de la policía, reconocida sentirse protegido por la presencia de la Fuer-
por una leve mayoría de los entrevistados, el za Pública (50%).44
43
El dato indicado corresponde al porcentaje de personas que opinaron tener ninguna o poca confianza hacia la policía, el
cual al ser restado de los que opinan tener alguna o mucha confianza 48,1%, da como resultado el valor de -3,3 que se
indica en el Cuadro 6.1.
44
El dato corresponde al porcentaje de personas que opinaron estar de acuerdo y muy de acuerdo con la afirmación, la cual
al ser restada de los que opinan estar en desacuerdo y muy en desacuerdo con la misma (21%), da como resultado el valor
de -29,0 que se indica en el Cuadro 6.2.
180
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 6.2
Cuadro 6.2
Opiniones varias sobre la policía / Fuerza Pública
Balance de porcentaje de opiniones
¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones? positivas – negativas (puntos porcen-
tuales de diferencia) (1)

La policía hace todo lo posible por ayudar y servir a las personas 6,3
Se nota la presencia de la Fuerza Pública -20,7
La Fuerza Pública actúa profesionalmente -24,8
La policía está compuesta por personas honradas -26,1
Me siento protegido por la presencia de la Fuerza Pública -29,0
La policía captura rápido a los delincuentes -42,9
La policía está ganando la lucha contra la delincuencia -42,1

Nota: (1) Producto de restar la suma porcentual de las opciones “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” a la suma
de las opciones “de acuerdo” y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.

Este panorama debe, sin embargo, visua- un 80% estimó además, que, en compa-
lizarse con tres notas positivas. En primer ración con hace cinco años, la situación
término, pese a la existencia de una opi- había mejorado o seguido igual. En ter-
nión negativa sobre el desempeño de la cer lugar, las evaluaciones negativas de la
Fuerza Pública, no existe evidencia para Fuerza Pública no se deben a que la pobla-
afirmar que esa percepción se haya visto ción la perciba como una amenaza. Solo
deteriorada en los últimos años. La En- el 15%, 12% y 10% de los consultados es-
cuesta Anual de Estructuras de Opinión timó como alta o muy alta la posibilidad
Pública de la Escuela de Matemática de de que un policía le robe algo, lo golpee o
la Universidad de Costa Rica muestra que lo ataque con un arma, respectivamente.
desde 1988 el porcentaje de personas que
dice que la policía cumple con la misión Esto último separa a la policía costarricense
que se le ha otorgado, se ha mantenido de las de casi toda América Latina. Una eva-
estable en alrededor de un 30%. Por su luación realizada en 1997, situaba los nive-
parte, la ENSCR-04 detecta opiniones les de confianza en la policía costarricense
divididas sobre la tendencia reciente del levemente por debajo de los de la policía
desempeño policial: mientras un 50,2% salvadoreña y por encima de los detectados
de los entrevistados rechaza la existencia en el resto de los países de la región centro-
de una mejora en los últimos años, un americana.45 Sin embargo, esa afirmación
47,7% reconoce un cambio positivo. En no alcanza a esconder el hecho de que la
segundo lugar, una amplia mayoría de las evaluación del desempeño de la policía cos-
personas entrevistadas en mayo del 2004 tarricense está separada por un abismo de
consideró adecuado el acceso a los servi- la que prevalece en los países desarrollados,
cios policiales del país (70,2%), y más de como lo muestra el Cuadro 6.3.

45
Chinchilla (2002), p. 260.
181
PNUD

Cuadro 6.3

Opinión sobre la efectividad y vocación de servicio


de la policía en varios países (en porcentaje)
Opinión sobre la policía ...
País Hace un buen trabajo controlando el
crimen (1) Es servicial (2)

Estados Unidos 89 88
Canadá 87 88
Finlandia 70 85
Suecia 61 84
Australia 76 81
Dinamarca 71 77
Escocia 77 76
Inglaterra y Gales 72 74
Francia 65 73
Irlanda del Norte 67 72
Suiza 67 66
Portugal 45 65
Bélgica 64 65
España (Cataluña) 53 64
Japón 53 59
Polonia 46 52
Holanda 52 43
Costa Rica 15 (a) 35 (b)

Promedio (3) 66 71

Notas: (1) Incluye las categorías de muy buen trabajo y buen trabajo para la pregunta “En términos generales,
¿qué tan bien cree usted que la policía está controlando el crimen en su área?” para la ICVS-2000. (2) Incluye las
categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “Acerca de la vocación de servicio de la policía, ¿hasta
qué punto estaría de acuerdo con la afirmación de que la policía hace todo lo que puede para ayudar y servir a las
personas?” de la ICVS-2000. (3) Corresponde al promedio de los países citados, excepto Costa Rica. (a) Incluye
las categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “¿La policía está ganado la lucha contra la delin-
cuencia?” de la ENSCR-04. (b) Incluye las categorías muy de acuerdo y de acuerdo para la pregunta “¿La policía
hace todo lo posible por servir y ayudar a las personas?” de la ENSCR-04.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04. Otros países: Van Kesteren et al. (2000).

La opinión con respecto a la Fuerza Pública perar, la victimización reciente del entrevis-
está claramente ligada a los niveles de se- tado y una alta percepción de inseguridad
guridad, tanto objetiva como subjetiva de hacen bajar la evaluación del desempeño
la población (Cuadro 6.4). Como es de es- policial y su evolución en los últimos años.

182
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 6.4

Relación entre victimización, niveles de temor y percepción


del desempeño policial

Índice promedio de ¿Ha mejorado la Fuerza Pública en los


desempeño policial (1) últimos años? (en porcentaje)
Variable
(escala 0-100)
Sí No Total (2)
¿Ha sufrido victimización en los
últimos doce meses?
No 43,1 54,6 43,5 100,0
Sí 39,0 43,2 55,6 100,0

Grupos de temor
Tranquilos 45,0 55,8 41,9 100,0
Nerviosos 41,6 48,0 49,9 100,0
Asustados 40,5 43,0 54,5 100,0
Sitiados 37,2 39,4 59,7 100,0

Nota: (1) Para la metodología de construcción del índice, véase nota 2.9 en el Anexo. Los puntajes más altos de-
notan mejor evaluación. (2) No se incluyen los porcentajes que indicaron NS-NR.
Fuente: Elaboración propia a partir de ENSCR-04.

Aunque es incierta la dirección de la cau- esencial en materia penal es conocer de los


salidad de esta relación -si la baja opinión procesos de esta naturaleza, resolver sobre
de la Fuerza Pública alimenta la alta per- ellos y ejecutar las resoluciones que pro-
cepción de inseguridad, o es esta última la nuncien jueces y magistrados, así como
que conduce a aquella- los datos sugieren dos de sus órganos auxiliares46: el Minis-
que los habitantes del país no sienten que terio Público y el Organismo de Investi-
la Fuerza Pública los protege efectivamen- gación Judicial (OIJ). El primero goza de
te contra la violencia y el despojo. Más una completa independencia funcional en
adelante se examinarán las bases objetivas el ejercicio de sus facultades y atribucio-
de esa percepción, pero por lo pronto cabe nes legales y tiene como función principal
indicar el evidente vacío que tan extendida ejercer la acción penal cuando se ha come-
percepción genera, un vacío que la socie- tido un delito y, con la asistencia del OIJ,
dad naturalmente tiende a llenar con for- llevar a cabo la investigación preparatoria
mas alternativas de protección. en los delitos de acción pública.

La negativa imagen de la Fuerza Pública se En el caso del Poder Judicial, el 41,3% de


refuerza con el acusado escepticismo exis- los entrevistados por la ENSCR-04 de-
tente con respecto al desempeño de otras claró tener “poca” o “ninguna” confianza
instituciones involucradas en las tareas de en él; el 40,0% “alguna” confianza y solo
seguridad ciudadana. Esas instituciones el 16,7% “mucha” confianza. Esto marca
incluyen al Poder Judicial, cuya función un crecimiento importante en la descon-

46
El Poder Judicial está organizado en tres diferentes ámbitos, el jurisdiccional, el administrativo y el auxiliar de justicia, este
último integrado por el Centro Electrónico de Información Jurisprudencial, la Escuela Judicial, el OIJ, la Defensa Pública
y el Ministerio Público.
183
PNUD

fianza hacia el Poder Judicial, que tradi- Igualmente preocupantes son los negativos
cionalmente fue muy baja en el país y que balances de opinión obtenidos al pregun-
todavía en 1997 se mantenía considerable- tar por una serie de rasgos de la actuación
mente por debajo de los niveles detectados de los jueces penales, los órganos acusado-
en el resto de América Central: Costa Rica res y la policial judicial de investigación
(26,9%), El Salvador (31,0%), Honduras (Cuadro 6.5).
(50%), Nicaragua (50,5%), Guatemala
(50,6%) y Panamá (60,3%).47

Cuadro 6.5

Opiniones varias sobre jueces y otras dependencias del Poder Judicial


¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes Balance de porcentaje de opiniones po-
afirmaciones? sitivas - negativas (puntos porcentuales
de diferencia) (1)
Generalmente los jueces son honrados -13,2
Los jueces cumplen bien sus funciones -13,6
Los jueces castigan rápido a los delincuentes -45,6
Las penas que imponen los jueces son adecuadas -42,1
El Ministerio Público persigue por igual a los delincuentes ricos
-46,7
como a los pobres (2)
El OIJ abusa de sus poderes (3) -27,2
El OIJ resuelve los casos -2,0
El OIJ responde con prontitud -16,2
El OIJ actúa profesionalmente 3,5

Nota: (1) Corresponde a la suma porcentual de las opciones positivas “de acuerdo” y “muy de acuerdo” y la
resta posterior de la suma de las opciones negativas “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo”. (2) Los datos de
la ENSCR-04 son anteriores a las actuaciones del Ministerio Público en el contexto de los casos de corrupción
política de alto nivel denunciados a finales del año 2004. Es muy posible que el balance de opiniones en este
punto haya cambiado significativamente desde entonces. (3) Por la formulación de la pregunta, en este caso a las
opiniones negativas “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” se les restaron las opiniones positivas “de acuerdo”
y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.

En el caso de los jueces penales, las percep- 75,6%; 2004: 78,6%), frente a porcentajes
ciones negativas son singularmente fuertes muy inferiores que estimaron que se tra-
en lo que toca a la celeridad de su actua- tó del “tiempo necesario” (1999: 12,9%;
ción y a la supuesta lenidad con los delin- 2004: 12,2%) o de “poco” tiempo (1999:
cuentes. Tanto en la ENSCR-04 como en 9,3%; 2004: 6,3%). Asimismo, en ambas
la encuesta previa realizada por el PNUD encuestas más de la mitad de las personas
en 199948, un porcentaje mayoritario de entrevistadas opinó que los tribunales pe-
los entrevistados coincidió en indicar que nales resolvían los casos con excesiva suavi-
el tiempo utilizado por los tribunales para dad (55,9% en 1999, 51,4% en el 2004),
juzgar a los imputados es “mucho” (1999: al tiempo que porcentajes mucho menores

47
Chinchilla (2002), p. 260.
48
Chinchilla, ed. (1999).
184
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

indicaron que lo hacían con justicia (1999: del 46,5% en 1999 al 24% en el 2004) y
29,7%; 2004: 33,8%) y con excesiva severi- su capacidad en resolver los casos (aunque
dad (1999: 9,3%; 2004: 7,1%). Pese a todo, las respuestas positivas fueron del 47,2% en
en mayo del 2004 el 59,3% de las personas 1999, este porcentaje bajó al 29,2% en el
entrevistadas consideraba adecuado el acce- 2004, y en ambas fechas, casi una tercera
so a los juzgados penales (aunque el 27,2% parte de los encuestados contestó negativa-
no lo estimó de la misma manera) y una mente a la pregunta). Pese a estas críticas,
mayoría estimaba que en los últimos cinco en mayo del 2004 las opiniones eran equi-
años había mejorado o permanecido igual. libradas en cuanto a la actuación profesio-
nal del OIJ (el 32,7% dijo “muy / algo de
En el caso del Ministerio Público, la eviden- acuerdo”, y el 29,2% “muy / algo en des-
te mejora de su imagen como resultado de acuerdo”) y el nivel de confianza en la insti-
su intervención en los casos de corrupción tución lucía razonablemente alto (“mucha /
política del año 2004, se da en el contexto alguna confianza”: 59,4%; “poca / ninguna
de arraigadas dudas sociales sobre la efecti- confianza”: 39,3%).
vidad de sus acciones. Así, en 1999 una am-
plia mayoría del 50,9%, frente a un 31,9% Queda, por último, el sistema peniten-
del 2004 consideraba que el Ministerio Pú- ciario, que recibe al individuo condenado
blico no actuaba con prontitud en los casos por el tribunal respectivo y vela por que se
que llegaban a su conocimiento. Opinio- cumpla la pena establecida. Esas funciones
nes similares se expresan con respecto a la se inscriben en los objetivos más amplios de
falta de resolución de los problemas de las facilitar la resocialización del privado de li-
víctimas (42,9% contra 37,4%). Práctica- bertad y prevenir en forma general la comi-
mente la misma cantidad de entrevistados sión de delitos. Las encuestas muestran una
consideraba que el órgano acusador logra- creciente disposición a considerar al sistema
ba que los culpables fueran castigados por penitenciario como el mejor instrumento
los tribunales (42,3%, sí; 41,5%, no). La para enfrentar la delincuencia y una acusa-
encuesta del año 2004 detectó, además, un da renuencia a emplearlo únicamente con
profundo escepticismo sobre la imparciali- los delincuentes violentos (Cuadro 6.6).
dad social de las acusaciones penales: solo el
16,0% de los consultados estaba de acuer- Las actitudes anteriores se combinan, sin
do con que los fiscales perseguían igual a embargo, con un importante escepticismo
ricos que a pobres, frente a un 61,7% que (bastante menor en 2004 que cinco años
opinaba lo contrario (aunque es altamente atrás) sobre sus efectos positivos para el
probable que esta percepción haya cambia- privado de libertad. Precisamente, los en-
do desde entonces debido a las actuaciones trevistados en la ENSCR-04 consideran en
recientes del Ministerio Público en materia su mayoría que ayudar a los delincuentes a
de corrupción). reincorporarse a la sociedad es la principal
función del sistema penitenciario (58,5%),
Aun teniendo una mejor imagen que la frente a otras tareas como “mantener a los
Fuerza Pública, la policía de investigación, delincuentes presos para que no estén fue-
el OIJ, es criticada por los ciudadanos con ra robando o matando” (32,6%) y “ser un
respecto al abuso de sus poderes (55,6% recordatorio para evitar que otras personas
en 1999 y 50,9% en el 2004 contestaron cometan actos delictivos” (8,9%). Así, pues,
“muy / algo de acuerdo” a esta pregunta), a persisten extendidas dudas sobre la capaci-
la prontitud de su respuesta (el porcentaje dad del sistema penitenciario para satisfacer
de respuestas “muy / algo de acuerdo” bajó la principal función que se le atribuye.
185
PNUD

Cuadro 6.6

Opiniones varias sobre el sistema penitenciario. 1999 y 2004


(en porcentajes)
1999 2004
¿Está usted de acuerdo o en
De acuerdo Muy en De acuerdo Muy en
desacuerdo con que el sistema
/ muy de desacuerdo / / muy de desacuerdo /
penitenciario...?
acuerdo desacuerdo acuerdo desacuerdo
Es el mejor medio para disminuir la
38,6 55,8 45,4 31,4
delincuencia
Solo debe ser para delincuentes
39,6 54,1 19,6 64,0
violentos
Es solo para los delincuentes pobres 19,1 76,1 10,0 76,0
Ayuda a la rehabilitación del delin-
27,6 62,1 37,6 37,3
cuente
Empeora a los que ingresan al sistema 66,9 20,7 40,4 25,5

Fuente: 1999: Chinchilla, ed. (1999); 2004: ENSCR-04.

Todo lo anterior configura un preocupante seguridad ciudadana. Lo que ese ejercicio


cuadro de baja confianza en la capacidad revela es que, pese al indiscutible esfuerzo
del Estado para tutelar los derechos que que realizan casi todas las instituciones in-
configuran el ámbito de aplicación de la volucradas -frecuentemente en medio de
seguridad ciudadana. Para ponerlo en tér- grandes restricciones presupuestarias- y a
minos claros: las encuestas sugieren que la los importantes esfuerzos de moderniza-
población de Costa Rica se siente, en ge- ción que han emprendido algunas de ellas,
neral, desprotegida por los mecanismos de los mecanismos estatales directamente
seguridad pública del Estado. encargados de tutelar la seguridad de la
ciudadanía continúan presentando serias
B. ¿Tiene bases objetivas la percep- carencias estratégicas y operativas.
ción de desprotección? A continuación se analizarán algunas, em-
pezando por el más obvio de los mecanis-
Proveer una respuesta concluyente a esta mos estatales de protección de que dispo-
pregunta es extraordinariamente difícil. ne la población de Costa Rica: su aparato
Involucraría una evaluación detallada de policial.
los resultados obtenidos por un conjunto
de instituciones -que incluye, solo para i. La “comunidad de policías” en Costa
empezar, a la policía, los tribunales de jus- Rica: algunos elementos para el diag-
ticia y el sistema penitenciario- en térmi- nóstico
nos del acceso, la cobertura, la eficiencia
y la eficacia de sus servicios a la pobla- Más que en otros países, el aparato policial
ción. Esa es una tarea que supera lo que en Costa Rica configura una verdadera “co-
este informe se ha propuesto. Es posible, munidad policial”, definida por una gran
sin embargo, detenerse en el estado actual heterogeneidad y segmentación. Para ini-
y la evolución reciente de algunos de los ciar su análisis es preciso hacer referencia
aspectos más conspicuos del quehacer del al marco jurídico que la tutela. Además de
sistema penal, esto es el aparato institucio- algunas disposiciones constitucionales en la
nal más directamente relacionado con la materia -principalmente la que dispone la
186
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

eliminación del ejército como institución destacan la de resguardar el orden consti-


permanente y el establecimiento de los ser- tucional, la de prevenir violaciones de la
vicios policiales necesarios para la vigilancia integridad territorial del país, la de asegurar
y mantenimiento del orden público (artí- la vigilancia y el mantenimiento del orden
culo 12 de la Constitución Política [CP]) público y, de manera importante para los
y la que hace recaer en el Presidente de la propósitos de este informe, velar por la
República el mando supremo de la Fuer- integridad de los bienes y los derechos de
za Pública (artículo139, inciso 3, CP)-, la la ciudadanía. En cuanto a los principios,
principal norma aplicable a los servicios siguiendo lo establecido en la legislación
policiales de Costa Rica es la Ley General internacional49, la LGP dispone que los
de Policía (Ley No.7410, del 19 de mayo miembros de las fuerzas de policía tienen,
de 1994; en adelante LGP). entre otros deberes, que acatar los trámi-
tes, plazos y demás requisitos exigidos en
Esta última establece en su título primero el ordenamiento jurídico para la tutela de
que corresponde al Estado la responsabi- las libertades y derechos ciudadanos; ac-
lidad de garantizar la seguridad pública y tuar responsablemente y con espíritu de
al Presidente de la República y al ministro servicio, manteniendo en todo momento
del ramo, la de tomar las medidas necesa- la más estricta neutralidad político-parti-
rias para asegurar el orden, la defensa y la dista, siendo imparciales (para evitar inter-
seguridad del país, así como las que garan- venciones arbitrarias o discriminatorias) y
ticen la tranquilidad y el libre disfrute de protegiendo las libertades ciudadanas, la
las libertades públicas. Asimismo, se esti- dignidad de las personas y los derechos
pula que las fuerzas encargadas de la segu- humanos; y emplear la fuerza solo cuando
ridad pública están subordinadas al poder sea estrictamente necesario y en la medida
civil y al servicio de la comunidad, y que en que se requiera para el desempeño de
sus miembros deben abstenerse de delibe- sus funciones. Bajo ninguna circunstan-
rar o manifestar proclamas al margen de cia, podrán los miembros de las fuerzas
la autoridad civil de la cual dependen. A policiales invocar la obediencia debida
su vez, deben recibir, en el ejercicio de sus ante situaciones especiales (tales como
funciones, la colaboración y el apoyo de estado de guerra, amenaza a la seguridad
las comunidades. nacional o al Estado, situación excepcio-
nal o cualquiera otra emergencia pública)
La LGP enuncia las atribuciones generales como justificación, o como motivo de ex-
de las fuerzas policiales del país y los princi- culpación o impunidad para la tortura u
pios fundamentales de la actuación policial otros tratos o penas crueles, inhumanos o
(Recuadro 6.1). En cuanto a las primeras, degradantes.

49
Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, aprobado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, en resolución 34/169 del 17 de diciembre de 1979.
187
PNUD

Recuadro 6.1

Fuerzas Policiales de Costa Rica

Ministerio/ Institución Cuerpo policial Fundamento Principales funciones


jurídico
Ministerio de Seguri- Fuerza Pública Ley General El Ministerio de Seguridad es la principal institución en materia
dad Pública (Guardia Civil de Policía de seguridad ciudadana en el país. Sus funciones prioritarias son:
+ Guardia de (No. 7410 preservar y mantener la soberanía nacional, coadyuvar al mante-
Asistencia Ru- del 26 de nimiento de la ley y velar por la seguridad y el orden público.
ral + Policía de mayo de Tanto la Guardia Civil como la Guardia de Asistencia Rural son
Fronteras) 1994), servicios encargados de la vigilancia general y la seguridad ciu-
artículos dadana; ejercen sus funciones en todo el país, de conformidad
21-24 con la determinación técnica que, acerca de la naturaleza rural o
urbana del territorio nacional, señalan las instituciones públicas.
Sus funciones son:
• Asegurar el ejercicio de las garantías constitucionales, proteger
el orden constitucional, la seguridad ciudadana, la soberanía
nacional y la integridad territorial.
• Mantener la tranquilidad y el orden públicos.
• Velar por la seguridad y la integridad de las personas y de los
bienes de los ciudadanos.
• Mantener el respeto por las propiedades y demás derechos de
estos.
• Prevenir y reprimir la comisión de infracciones punibles dentro
del territorio nacional.
La Policía de Fronteras debe:
• Vigilar y resguardar las fronteras terrestres, marítimas y aéreas
del país, incluidas las edificaciones públicas donde se realicen
actividades de aduanas y migración.
• Velar por el respeto a la Constitución, los tratados internaciona-
les y las leyes garantes de la integridad del territorio nacional,
las aguas territoriales, la plataforma continental, el mar patri-
monial o la zona económica exclusiva, el espacio aéreo y el
ejercicio de los derechos correspondientes al Estado.
Es importante señalar que estos tres cuerpos han pasado a con-
formar una sola Fuerza Pública, cuyo trabajo debe darse en forma
coherente, unitaria y coordinada, como un solo cuerpo uniformado
de policía.
Policía de Con- Ley 7410 del Fue creada para prevenir los hechos punibles contemplados en la
trol de Drogas 26 de mayo legislación sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, dro-
no Autorizadas de 1994, gas de uso no autorizado y actividades conexas, y para cooperar
y Actividades artículos con la represión de esos delitos. Su trabajo se orienta a combatir el
Conexas 25-26 tráfico internacional y local, así como el consumo de drogas.
Reserva de Ley 7410 del El Presidente de la República podrá organizar y convocar, con ca-
las Fuerzas de 26 de mayo rácter transitorio y ad honorem, a la Reserva de las Fuerzas de
Policía de 1994, Policía, como cuerpo auxiliar extraordinario para atender estados
artículos de emergencia o situaciones excepcionales. Para formar parte de
33-36 dicha reserva, a la que se aplicarán las mismas obligaciones y de-
beres de acuerdo con los principios de actuación policial definidos
en la LGP, deberán reunirse los requisitos mínimos necesarios para
pertenecer a cualquier otro cuerpo policial del país.
Usualmente, la Reserva se convoca en el caso de actividades que
generan aglomeración de personas, como ciertos partidos de fútbol,
la Romería hacia Cartago y las festividades de fin de año. También
colabora en casos de desastres naturales y para la protección del
ambiente.

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188
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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Ministerio/ Institución Cuerpo policial Fundamento Principales funciones


jurídico
Ministerio de Seguri- Servicio Nacio- Ley de Tiene a su cargo el resguardo y protección de las aguas territoria-
dad Pública nal de Guarda- Creación les, la plataforma continental, el zócalo insular y los mares adya-
costas del Servicio centes al territorio costarricense.
Nacional
de Guarda-
costas (No.
8000, del 24
de mayo del
2000)
Ministerio de Gober- Policía de Ley 7410 del Es responsable de la vigilancia y el control migratorio de naciona-
nación Migración y 26 de mayo les y extranjeros, conforme a las disposiciones legales vigentes; su
Extranjería de 1994, jurisdicción se extiende sobre todo el territorio de la República.
artículos
29-30.
Ley Ge-
neral de
Migración y
Extranjería,
artículos11
y ss.
Ministerio de la Presi- Dirección de Ley 7410 del Su función es detectar, investigar, analizar y comunicar al Presi-
dencia Inteligencia y 26 de mayo dente de la República, o al Ministro de la Presidencia, la informa-
Seguridad de 1994, ción necesaria para prevenir hechos que impliquen riesgo para la
artículo 13 independencia o la integridad territorial, o para la estabilidad del
país y de sus instituciones. Debe, además, coordinar con organis-
mos internacionales los asuntos de seguridad externa.
Ministerio de Justicia Policía Peniten- Ley 7410 del Tiene la responsabilidad de vigilar y controlar los centros peniten-
y Gracia ciaria 26 de mayo ciarios. Compete a este organismo la custodia y seguridad de los
de 1994, procesados y sentenciados por causa penal, los apremiados cor-
artículo 31 porales y los menores infractores, sometidos a prisión por orden
de autoridad judicial competente, así como la seguridad de los
visitantes, funcionarios y bienes de la institución.
Ministerio de Obras Policía de Trán- Ley 7410 del Está encargada de la vigilancia y el mantenimiento del orden en
Públicas y Transporte sito 26 de mayo las vías públicas del país. Las operaciones principales se relacio-
de 1994, nan con operativos de tránsito y la atención de accidentes.
artículo 32
Ministerio de Hacienda Policía de Con- Ley 7410 del Es su deber garantizar el cumplimiento de las leyes fiscales y auxi-
trol Fiscal 26 de mayo liar al Ministerio de Hacienda para controlar la evasión tributaria.
de 1994,
artículos
27-28
Poder Judicial Organismo de Ley Orgáni- Es un auxiliar de los tribunales penales y del Ministerio Público en
Investigación ca Organis- el descubrimiento y verificación científica de los delitos y de sus
Judicial mo de In- presuntos responsables, así como un cuerpo de consulta de los
vestigación demás tribunales del país.
Judicial (No.
5524 de 26
de abril de
1974)

Continúa en la página siguiente

189
PNUD

Viene de la página anterior

Ministerio/ Institución Cuerpo policial Fundamento Principales funciones


jurídico
Régimen municipal Policías munici- Código Mu- Sus funciones se limitan a la vigilancia y seguridad, control del
pales nicipal (Ley tránsito y prevención del delito en las zonas urbanas.
No. 7794 del
18 de julio
de 1998),
artículo 4

Fuente: Mora (2004b). Número de efectivos de la Policía Penitenciaria: Presupuesto Ordinario de la República para el Ejer-
cicio Económico del 2004, p.119-140. Presupuesto OIJ: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Planes y
Presupuesto. Presupuesto Policía Municipal de San José: Municipalidad de San José. Presupuesto Municipalidad de Belén:
Municipalidad de Belén. Municipalidad de Alajuela: Consulta telefónica el día 5 de setiembre del 2005 con el Sr. Francisco
Sánchez, Director de la Policía Municipal.

La promulgación en 1994 de la LGP supuso cial) y la reforma del escalafón policial, que
un avance capital en un sector tradicional- elimina los grados militares y los sustituye
mente considerado como un “botín electo- por otros policiales y establece requisitos
ral” y casi totalmente desprovisto de profe- para el proceso de ascenso y promoción.
sionalización, ya que, con cada cambio de Con estas disposiciones, que constituyen la
gobierno, se renovaba casi la totalidad de los consagración legislativa de normas ya reco-
efectivos policiales. Pese a diversas críticas de nocidas en la CP y diversos instrumentos
que ha sido objeto, con esta ley se ha dotado jurídicos internacionales, Costa Rica se ha
por primera vez al país de un marco jurídico colocado en la lista de los escasos países
capaz de garantizar, en adelante, aspectos de cuya normativa jurídico-policial se ajusta a
la función policial tan importantes como la las exigencias de una policía profesional y
determinación de los principios fundamen- respetuosa de los derechos y libertades fun-
tales de su actuación, la estabilidad en el car- damentales de los ciudadanos.
go y el profesionalismo.
De acuerdo con la LGP, son fuerzas de po-
La LGP marcó el inicio del proceso de re- licía encargadas de la seguridad pública las
forma policial en el país. Sin embargo, lue- siguientes: la Guardia Civil, la Guardia de
go de unos años de vigencia, se determina- Asistencia Rural, la Policía de Fronteras, la
ron algunos defectos que debían corregirse Policía Encargada del Control de Drogas
para acelerar el avance de este proceso. Por no Autorizadas y de Actividades Conexas,
ello, en el año 2001 se aprueba la llamada la Policía de Migración y Extranjería, la Di-
Ley Fortalecimiento de Policía Civilista50, rección de Seguridad del Estado, la Policía
que pretende dar permanencia a algunos Penitenciaria, la Policía de Tránsito y los de-
aspectos fundamentales de la estructura más cuerpos cuya competencia esté prevista
policial; la creación de órganos de asesoría en la ley. Además, la investigación crimi-
jurídica (la Dirección de Apoyo Legal Poli- nal corresponde al OIJ, y el Ministerio de

50
Ley No. 8096 del 15 de marzo del 2001.
190
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Hacienda y algunas pocas municipalidades la Guardia Civil, la Guardia de Asistencia


poseen servicios policiales propios (Cuadro Rural y la Policía de Fronteras, lo cual ya no
6.7). Se trata de, al menos, doce cuerpos de es técnicamente correcto), dependientes de
policía (catorce si se cuenta por separado a diez diferentes entidades públicas.

Cuadro 6.7

Fuerzas Policiales de Costa Rica


Ministerio de Seguridad Pública

Nota: Los datos señalados en el rubro de efectivos, miembros u oficiales puede contener personal destinado a
labores administrativas. Igual situación sucede en el caso de los recursos, en los cuales no se hace diferencia de
los recursos administrativos y destinados para labores operativas. Un detalle de las principales funciones de cada
cuerpo policial, se indica en el Recuadro 6.1.

191
PNUD

Aunque todos los cuerpos policiales tie- generales concebidos y planificados


nen características propias y fortalezas y para todos los cuerpos, dentro de un
debilidades específicas, comparten algu- gran esfuerzo estratégico.
nos problemas como los siguientes:
• El área de inteligencia policial requie-
• Hay limitaciones en la coordinación re más desarrollo. Esta área, que es
de las policías. Uno de los principa- fundamental en todo cuerpo policial,
les aportes de la LGP ha sido dar una apenas está dando sus primeros pasos
base legal a la existencia del Consejo en el país. Con excepción de la Direc-
Nacional de Seguridad Pública, un ción de Inteligencia y Seguridad y, en
organismo capaz de establecer pau- algunos sentidos, la Policía de Con-
tas generales, uniformes y coherentes trol de Drogas y el OIJ, el abordaje de
para los diversos cuerpos policiales y la inteligencia policial no es concebi-
garantizar su aplicación coordinada. do en términos estratégicos y tácticos.
El actual Consejo Nacional de Segu- Particularmente grave es esta carencia
ridad Pública está integrado por la en la Fuerza Pública, que apenas ha
Presidencia de la República, que lo emprendido esfuerzos en la materia,
coordina, por los titulares de los Mi- mediante la creación del Grupo de
nisterios de Justicia, Relaciones Exte- Análisis y Tratamiento de la Infor-
riores, Obras Públicas y Transporte, mación (GATI). Esos esfuerzos re-
Seguridad Pública, y cuatro institu- sultan vitales para asegurar eficiencia
ciones autónomas (IFAM, DINADE- en épocas complejas y con limitada
CO, INAMU y PANI). Sin embargo, disponibilidad de recursos humanos y
aunque el Consejo Nacional de Segu- materiales.
ridad Pública está creado en la ley, en
la práctica no funciona como instancia • La capacitación de los cuerpos policia-
estratégica de mando y control. Tal si- les no es homogénea. La mayoría de
tuación hace que las buenas relaciones ellos tiene funcionarios profesionales
y coordinaciones operativas que gene- especializados, o está inmersa en serios
ralmente existen entre la mayoría de procesos de profesionalización. Todos
los cuerpos policiales, respondan más cuentan con entidades encargadas de
a la voluntad de los jerarcas y no a una la capacitación y formación de sus po-
doctrina ni a una estrategia homogé- licías. Sin embargo, al no existir una
nea. Así, cualquier cambio de jerarca doctrina nacional de seguridad ciuda-
puede afectar significativamente las dana, no se cuenta con una capacita-
relaciones interpoliciales. ción homogénea mínima para todas
las policías y se producen fenómenos
• No existe una doctrina o política na- de dispersión y duplicación de recur-
cional de seguridad ciudadana. Todos sos. Solo la Escuela de Policía cuenta
los cuerpos tienen definidas claramen- con instalaciones propias, pero aun en
te sus funciones en el marco legal y este caso se trata de una infraestructu-
las cumplen en busca de un mismo ra inadecuada para la capacitación y el
objetivo: la reducción de la insegu- entrenamiento. Quizá el ejemplo más
ridad ciudadana en el país. Sin em- conspicuo de estas carencias sea la fal-
bargo, la operación policial en Costa ta de un simulador de tiro, elemento
Rica no es sistémica y no responde de entrenamiento indispensable para
a una organización y a lineamientos todas las policías del mundo.
192
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

• Algunos cuerpos policiales no cuen- sos humanos, técnicos y financieros


tan con suficiente respaldo. Existen para poder cumplir sus funciones de
cuerpos policiales que carecen de la mejor manera. El adecuado finan-
apoyo institucional y jerárquico en el ciamiento de los cuerpos policiales no
ejercicio de sus funciones, lo que fre- ha sido, ni es, una prioridad de po-
cuentemente se refleja en aislamiento, lítica pública en Costa Rica, lo que
crecientes limitaciones en sus recursos crea una contradicción práctica de
y modificaciones injustificadas en su consecuencias graves en el mediano y
estructura y personal. el largo plazo. En particular, como se
verá más adelante, la distribución del
• Los recursos destinados a la policía no gasto por rubros -que privilegia los
son adecuados para el cumplimiento aspectos administrativos más que los
de sus funciones. Aunque el gasto en operativos o los de capacitación y en-
seguridad del Estado costarricense trenamiento- conspira contra el cum-
ha experimentado un leve aumento plimiento de las funciones asignadas
desde 1985, si bien a partir de valo- a los cuerpos policiales, pese al indis-
res muy bajos (Gráfico 6.2), los cuer- cutible esfuerzo que realiza la mayoría
pos policiales adolecen de los recur- de sus funcionarios.

Gráfico 6.2

Gasto en seguridad como porcentaje del gasto consolidado total del


sector público y como porcentaje del PIB. 1987-2002

Fuente: Elaborado con información provista por la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria (STAP) del
Ministerio de Hacienda.

ii. La Fuerza Pública otros atributos, tiene a su cargo la Fuerza


Pública, el cuerpo policial más numeroso
Algunas de las anteriores carencias se ma- e importante del país.
nifiestan en forma particularmente aguda
en la gestión del Ministerio de Seguridad La LGP generó en 1994 un proceso de
Pública (MSP), cuyo ministro es rector en unificación de la Guardia Civil, la Guar-
materia de seguridad ciudadana y, entre dia de Asistencia Rural y la Policía de Fronteras
193
PNUD

bajo el concepto de Fuerza Pública. A to- mismo uniforme (con excepción de los
dos estos cuerpos se les ha dotado de un cuerpos de vigilancia marítima y aérea).
mando coherente y mejor organizado, y se Paralelamente, se ha organizado el terri-
ha podido hacer una mejor distribución torio nacional en regiones, con una dis-
de los escasos recursos con que se cuenta tribución realizada con base en criterios
para enfrentar el delito. Los funcionarios demográficos, geográficos, criminalísticos
de los tres cuerpos deben utilizar ahora el y otros (Cuadro 6.8).

Cuadro 6.8

Organización regional de la Fuerza Pública


Dirección Ámbito geográfico
regional

1 Provincia de San José (menos cantón de Pérez Zeledón)


Provincia de Alajuela (menos cantones de Upala, Guatuso, Los Chiles, San Carlos, Alfaro Ruiz, y
2
distrito de Río Cuarto de Grecia)
3 Provincia de Cartago
4 Provincia de Heredia
5 Provincia de Guanacaste (menos frontera de Peñas Blancas)
Provincia de Puntarenas (menos cantones de Buenos Aires, Osa, Coto Brus, Corredores y Golfi-
6
to)
7 Cantones de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Osa
Frontera norte (cantones de Upala, Guatuso, Los Chiles, San Carlos y Alfaro Ruiz, distrito de Río
8
Cuarto de Grecia y frontera de Peñas Blancas)
9 Provincia de Limón
10 Frontera sur (cantones de Coto Brus, Corredores y Golfito)

Fuente: MSP.

El MSP presenta importantes carencias de año 2003, el número de efectivos policia-


recursos, más visibles en algunos aspectos les por 100.000 habitantes en Costa Rica
que en otros. Para empezar, pese a que entre alcanzó 235,2. Dicha tasa, aunque marca
el año 1999 y el 2003 el número de efecti- una recuperación de las cifras de finales de
vos de la Fuerza Pública sufrió un aumento la década de 1990 es, sin embargo, muy in-
apreciable, los recursos humanos del MSP ferior a la que el país tenía en 1985 (321,5
han sido objeto de una disminución im- por 100.000 habitantes), cuando se inició
portante en las últimas dos décadas. Para el un largo descenso de una década y media
(Gráfico 6.3).

194
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 6.3

Evolución del número de efectivos de la Fuerza Pública y su tasa respectiva


por 100.000 habitantes. 1985-2003 (*)

Nota: (*) No se contó con datos para el año 1991. (1) Cifra preliminar
Fuente: Elaborado con datos proporcionados por el Área de Control de Puestos e Información del MSP.

Debe decirse, sin embargo, que en el ámbi- sariamente un obstáculo insalvable para un
to internacional no existe un consenso con buen desempeño policial. Tampoco lo es el
respecto a cuál es la tasa ideal o recomen- número de policías por kilómetro cuadra-
dable, y que la cifra costarricense del año do, un indicador utilizado para determinar
2003 no es excepcional a nivel internacio- si existe una adecuada cobertura de la po-
nal. Como lo muestra el Cuadro 6.9, se si- blación en materia de seguridad ciudadana,
túa por debajo de algunos casos de la región particularmente en países con gran den-
latinoamericana y del mundo desarrollado, sidad de población urbana. En el caso de
y muy por encima de otros, entre ellos algu- Costa Rica, el valor de este indicador (0,22
nos países, como Japón o Suecia, con nive- efectivos policiales por kilómetro cuadrado
les muy bajos de delictividad. Así, aunque en 1999-2003)52 se acerca también al regis-
la actual tasa costarricense muestra un de- trado en países con bajas tasas de delincuen-
terioro histórico considerable, no es nece- cia como Japón, Noruega o Suiza.

52
Corresponde al promedio de las estimaciones efectuadas para cada una de las regiones policiales del MSP. Los cálculos se
efectuaron con base en las extensiones territoriales de los cantones, registradas por el IFAM. Para los efectos no se tomaron
en consideración los efectivos apostados en los aeropuertos, los asignados a la Casa Presidencial ni los pertenecientes a
cuerpos policiales especiales.
195
PNUD

Cuadro 6.9
Número de efectivos policiales por 100.000 habitantes
en varios países. 2002
País Tasa País Tasa
Argentina (1) 558,6 Bolivia 219,8
Panamá 518,9 Colombia (3) 215,5
México 491,8 Holanda 212,4
Israel (2) 424,8 Inglaterra y Gales (4) 209,8
Bélgica 357,5 Suiza 203,7
Lituania 336,6 Chile 193,0
Estados Unidos 326,4 Dinamarca 192,1
Austria 305,1 Canadá 186,3
Australia 304,2 Japón 182,2
Alemania 303,2 Nueva Zelanda 181,9
El Salvador 251,7 Suecia 181,0
Costa Rica (5) 235,2 Finlandia 160,1
Guatemala (3) 233,9 Filipinas 141,3
Sudáfrica 224,0

Notas: (1) 1999; (2) 1997; (3) 2000; (4) 2001; (5) 2003.
Fuente: United Nations Surveys of Crime Trends and Operations of Criminal Justice Systems, 1990-2002; Office on Drugs
and Crime, Division for Policy Analysis and Public Affairs.

Más serios son acaso los problemas que pre- mismo período fue ligeramente superior al
senta la distribución por rubros de los re- 0,3% del presupuesto total del MSP.54 A
cursos presupuestarios disponibles. Al ana- ello se suma una inversión en equipo de co-
lizar la liquidación presupuestaria del MSP municaciones, transporte y avituallamiento
de los años 2002-2003, se observa que policial consistentemente baja (2,8% del
aproximadamente el 84% del gasto del Mi- presupuesto del MSP durante 1999-2003
nisterio se ha dedicado al pago de salarios y como promedio), con excepción del año
a rubros vinculados al área administrativa.53 2000, cuando alcanzó el 7,7% de los recur-
Durante el período 2000-2003 el porcen- sos presupuestarios totales.55
taje de los efectivos policiales que tomaron
parte anualmente en cursos de formación, No sorprende, pues, que exista un agudo
especialización y profesionalización apenas deterioro de la infraestructura policial y una
alcanzó el 15,3% del total. De hecho, el gran carencia de recursos necesarios para el
porcentaje de recursos asignados a forma- buen cumplimiento de la función policial.
ción y capacitación de la policía durante el Sobre el deterioro de la infraestructura basta

53
Al respecto véase la liquidación presupuestaria del MSP para el ejercicio económico de los años 2002 y 2003.
54
La estimación fue elaborada por el Departamento de Presupuesto del MSP con base en el presupuesto destinado a la
Escuela Nacional de Policía para el período en cuestión.
55
Se calculó por medio de la inversión efectiva reportada en las memorias institucionales del MSP y el estado del presupuesto
de egresos del ejercicio económico para cada año en cuestión (Informe Anual de la Contraloría General de la República
1999-2003).
196
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

decir que un informe del Consejo de Salud la situación ha mejorado considerablemen-


Ocupacional de 199456, cuyas conclusiones te, debido a los innegables esfuerzos desple-
serían hoy válidas en lo esencial, declaraba gados por el MSP para aumentar el nivel de
inhabitables la mayoría de las delegaciones escolaridad de la Fuerza Pública y fortalecer
policiales del Área Metropolitana. La re- la Escuela Nacional de Policía. Esos esfuer-
comendación de clausurarlas no se pudo zos incluyen la organización de un verdade-
llevar a cabo porque hubiera significado ro departamento académico en la Escuela,
suspender los servicios de seguridad en esta así como un mejoramiento significativo de
zona vital para el país. los cursos de formación, especialización y
actualización ofrecidos a todo el personal.
Los problemas de la Fuerza Pública en ma- Hoy, la carrera profesional inicia con el
teria de formación y entrenamiento no son, Curso Básico Técnico Policial, que tiene
en modo alguno, nuevos. Durante muchos una duración de 1.050 horas y pretende
años, la capacitación técnica de los cuadros crear oficiales de policía civilistas, democrá-
de la policía costarricense dependió de la co- ticos, defensores de los derechos humanos,
laboración de países amigos, que la canaliza- abocados al servicio a la comunidad y respe-
ban principalmente a través de sus ejércitos. tuosos de la ley y el ordenamiento jurídico
Así, los mandos medios y superiores de la nacional. El curso da prioridad a aspectos
policía costarricense, recibieron una forma- como el estudio de los Derechos Humanos,
ción más cercana a especialidades militares e incluye módulos en materia de Policía de
que policiales. El contenido de su formación Proximidad y Seguridad Comunitaria, que
obedecía más a la doctrina contrainsurgente busca fortalecer el carácter civilista y demo-
y de seguridad nacional, predominante en crático y el espíritu de servicio a la comuni-
otras latitudes, que a una doctrina costarri- dad de la policía de Costa Rica.
cense de seguridad ciudadana, que nunca se
diseñó. La política de seguridad del país era, Aún con estas iniciativas, al día de hoy, solo
así, un híbrido de una doctrina extranjera un 55% de los efectivos de la Fuerza Públi-
sumada a la voluntad del ministro de turno. ca tiene una escolaridad igual o superior a
Si a lo anterior se suma el hecho de que cada tercer año de secundaria, que es la requeri-
cuatro años el partido vencedor en las elec- da para realizar el Curso Básico Policial. En
ciones sustituía la totalidad de la policía con consecuencia, menos de un 39% del total
activistas de su propio partido, el resultado, de la fuerza ha realizado el curso.57
que aún hoy se refleja negativamente, era
una pérdida enorme de recursos invertidos El fortalecimiento de la Escuela Nacional de
en capacitación. Con pocas excepciones, la Policía ha sido instrumental para empezar a
formación de los cuadros medios y superio- subsanar otros problemas en la Fuerza Pú-
res era mediocre tanto en lo militar como blica -tan arraigados como el de la falta de
en lo policial y los efectivos policiales rasos formación policial- como la inexistencia de
recibían una preparación elemental básica, una doctrina policial propia, la debilidad de
en la que también se confundía la función los mecanismos de planificación estratégica
policial con la militar. y operacional y la falta de manejo científico
En el curso de las últimas administraciones de la información y la inteligencia policial.

56
Consejo de Salud Ocupacional (1994).
57
Información suministrada por el Departamento de Recursos Humanos del MSP, en fecha 3/11/2004.
197
PNUD

Sobre lo primero, ya en 1993, un interesan- y la dirección táctica y de una cultura ope-


te informe de evaluación elaborado por el racional moderna, el trabajo se organizaba
Ministerio de Policía de Israel destacaba que según las creencias y criterios de los jefes,
aspectos teóricos básicos de las operaciones y no según la realidad de la delincuencia
policiales, centrales en cualquier doctrina estudiada, cualitativa y cuantitativamente,
policial, eran desconocidos en la Fuerza Pú- mediante el análisis. La inteligencia policial
blica costarricense. El estudio advertía que nunca se ha desarrollado de manera profe-
“las unidades operan sobre la base de la in- sional y sistemática, lo que ha impedido la
formación individual y de la experiencia de debida recopilación y el procesamiento de
los oficiales”.58 la información que se necesita para tomar
decisiones. Las arraigadas resistencias so-
Al no haber doctrina clara, difícilmente ciales contra lo militar y contra la inteligen-
podía existir una estrategia coherente y la cia política, condujeron al error estratégico
práctica terminaba reducida a poco más de rechazar una labor de inteligencia poli-
que voluntarismo y aplicaciones intuitivas cial planificada y sistemática por parte de
de las influencias extranjeras. La designa- las unidades de la Fuerza Pública. El trabajo
ción o establecimiento de objetivos estra- policial, así planteado, termina dependien-
tégicos y tácticos y el diseño de políticas do del “olfato operativo” del jefe de turno.
nacionales orientadas a su logro fueron,
durante mucho tiempo, imposibles en la De especial importancia en este último as-
policía costarricense. pecto ha sido la reciente creación del GATI,
que es una unidad de la Fuerza Pública de-
En el campo operacional se generaron dicada al procesamiento ordenado y cientí-
también graves problemas, muchos de los fico de las estadísticas que surgen del propio
cuales aún persisten. El justificado rechazo trabajo policial. Además de la unidad cen-
al militarismo dentro de la policía terminó tral, en cada delegación policial se ha ubica-
por debilitar el cultivo de la capacidad ope- do un miembro del GATI, con preparación
racional dentro de la institución. La falta de en el campo de la criminalística, para asegu-
preparación de los cuadros medios llevó a rar que la recolección de los datos sea lo más
la creación del Departamento de Planes y sistemática y seria posible. El resultado de
Operaciones en el año 2000.59 La elabora- su trabajo ha sido un funcionamiento más
ción, por parte de este último, de la totali- científico de la Fuerza Pública y un incre-
dad de las órdenes de operación, la ausencia mento en la capacidad -todavía incipiente-
de estructuras adecuadas para el mando y la para ubicar los recursos que se tienen en los
falta de formación de los jefes de regiones lugares de mayor incidencia delincuencial.
y pequeñas unidades (llamadas “Deltas”)
condujeron a un vacío casi total en la plani- Los últimos años han visto, asimismo, un
ficación policial. valioso esfuerzo por revertir la progresiva
conversión de la Fuerza Pública en una
Como consecuencia de la inexistencia de institución con poco contacto con los ciu-
un método científico para la planificación dadanos y las comunidades, una tenden-

58
Amir y Albedas (1993), p.13.
59
Las funciones de planes y operaciones datan de años atrás, sin embargo, la conformación como Departamento se realizó
en el año 2000.
198
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cia contraria a las doctrinas policiales más esta área. Entre ellos cabe destacar el Plan
modernas. La primera y más significativa Nacional de Policía Comunitaria en el año
experiencia sobre una aplicación rigurosa 2002, con base en el cual se están aplican-
de los nuevos enfoques en materia policial do planes piloto en diversas localidades del
y de seguridad ciudadana tuvo lugar en el país, y el fortalecimiento de la Unidad de
período 1994-1998, cuando el MSP puso Seguridad Comunitaria, que tiene como
en marcha, como plan piloto y con la fi- responsabilidad desarrollar programas de
nalidad de incorporar a la comunidad en capacitación y educación sobre el tema de
la búsqueda de soluciones a los problemas la seguridad en diversas comunidades del
de la criminalidad y de la inseguridad, un país.60
Proyecto de Policía Comunitaria en la lo-
calidad de Hatillo, ubicada en la capital. A pesar de innegables progresos logrados en
Su evaluación fue muy positiva, con dismi- los últimos años (Recuadro 6.2), son mu-
nuciones en los planos de la victimización chos y muy serios los vicios institucionales
y del sentimiento de inseguridad, y una arraigados en el MSP durante décadas. A fin
mejora considerable tanto de la imagen de de cuentas, los párrafos anteriores ofrecen
la policía en la zona como de la presencia solo un destello de una lista de problemas
policial en ella. Posteriormente, en suce- institucionales que es, a no dudarlo, mucho
sivas administraciones, el MSP elaboró y más amplia, y que, conspira contra el ade-
comenzó a aplicar diversos programas en cuado desempeño de la Fuerza Pública.

Recuadro 6.2

Principales logros reportados por el Ministerio de Seguridad Pública


Doctrina y planificación estratégica. En el 2004, los esfuer- naturales. Asimismo, se ha fortalecido el proceso de regiona-
zos de modernización de la Fuerza Pública motivaron la defi- lización: a lo interno de cada delegación policial, tanto regional
nición de la Doctrina Costarricense de Seguridad, concebida como cantonal, se han conformado Equipos de Dirección Ope-
como una filosofía general que orienta las reformas en el ámbi- rativa, como instancias para la toma de decisiones y la planifica-
to del Ministerio de Seguridad Pública (MSP). Sus 24 postula- ción operativa y táctica.
dos delinean un modelo de trabajo científico y profesional, con
una policía civilista, democrática y abocada fundamentalmente Información. El Grupo de Análisis y Tratamiento de la Infor-
al servicio de la comunidad. El proceso inició con el Plan Es- mación (GATI) se dedica al procesamiento científico de las
tratégico Institucional del MSP, cuyos objetivos son promover estadísticas policiales. Además de la unidad central, en cada
la prevención del delito, para contribuir a disminuir el índice de delegación un miembro del GATI se ocupa de la recolección sis-
criminalidad; transformar la cultura institucional a fin de lograr temática de datos. Uno de los logros de este sistema ha sido la
mayor eficiencia en su gestión, y convertir al MSP en una en- creación de las figuras del agente contra la violencia doméstica,
tidad prestigiosa, que ayude a fortalecer la percepción de se- el encargado de la lucha antidrogas y el asesor legal policial, a
guridad entre la ciudadanía. En el ámbito interno, la redacción partir de la información reunida por el GATI en estas materias.
y aprobación del Reglamento de Organización, el Reglamento
de Ascensos y el Reglamento de Ética de la Fuerza Pública, Profesionalización. En este ámbito destaca la reestructuración
reflejan el interés por instaurar una cultura propia y homogénea de la Escuela Nacional de Policía, encargada de la formación,
para toda la institución. especialización y actualización del personal de la Fuerza Pú-
blica. Los principales avances se han dado en la formación de
Planificación operativa. Con el propósito de subsanar vacíos los instructores y en el diseño de programas para cada grado
en el ámbito operativo se han creado nuevas dependencias, de oficial definido en la Ley de Policía Civilista y el Reglamento
como la Unidad de Intervención Policial (UIP), encargada de de Ascensos; además se ha incluido en la capacitación la con-
atender concentraciones masivas de personas y coadyuvar en fección de informes policiales. Hasta finales del 2004 se habían
situaciones de crisis, y la Sala para la Atención de Crisis, que se impartido dos cursos para inspectores, dos para suboficiales,
activa para enfrentar eventos mayores, como secuestros, tomas dos para oficiales ejecutivos y uno para comisionados, con un
de rehenes, bloqueos y desastres provocados por fenómenos total de 199 graduados.
Continúa en la página siguiente

60
Véanse MSP (1997), (1998a) y (1998b), así como Rico y Chinchilla (2002), Rico (1999), (2000) y (2001), y Chinchilla
(2003).
199
PNUD

Viene de la página anterior

Acercamiento a las comunidades. La Estrategia de Seguri- jar una cultura institucional basada en procedimientos claros y
dad Comunitaria busca que las comunidades se apropien de conocidos por todos. Debe mantenerse el esfuerzo para ofrecer
sus contextos y contribuyan a dar respuestas a sus propios pro- más y mejor formación policial, así como para avanzar hacia
blemas de inseguridad. La policía brinda la debida capacitación un manejo científico de la información, que dé lugar a una in-
y da seguimiento a las actividades de este programa. Para fines teligencia policial más desarrollada. Las relaciones que el MSP
del 2004 el MSP había capacitado a cerca de 3.000 comunida- ha establecido con las comunidades pueden ser fortalecidas
des. Se cuenta con dos unidades móviles para facilitar el acer- y orientadas hacia una mejor comprensión de los problemas
camiento con las comunidades, particularmente en aquellas de inseguridad, de modo que permitan una participación infor-
donde se registran aumentos en la delincuencia. mada de la ciudadanía en la búsqueda y puesta en marcha de
soluciones integrales. Un mayor acercamiento a la comunidad
El MSP afronta aún importantes desafíos, empezando por la tiene el potencial de disminuir la sensación de inseguridad y
insuficiencia de los recursos que le son asignados. La conso- mejorar el control ciudadano sobre las labores de la Fuerza
lidación de la doctrina demanda fortalecer la planificación es- Pública, aumentando así la confianza de la población.
tratégica y táctica, tender puentes entre los órganos políticos,
administrativos y operativos en aras de una visión común, y for- Fuente: Ministerio de Seguridad Pública, (2005); Mora (2004b).

iii. Otros actores del sistema penal de funcionarios de investigación judicial


(diecinueve por cada 100.000 habitantes)
Pero no solo en la Fuerza Pública existen como los recursos financieros asignados al
problemas de recursos, organización y des- OIJ (19% del presupuesto del Poder Judi-
empeño. También aparecen, en forma no- cial) apenas sufrieron cambios y a que el
toria, en otros actores del complejo aparato número anual de casos entrados por fun-
estatal de prevención y represión de la vio- cionario del ente bajó de 67,3 en 1999 a
lencia y el despojo. 63,7 en el 2003.62

Un ejemplo es el OIJ, ente encargado de la Más compleja es la situación de otros ac-


investigación de los delitos. En este caso, tores judiciales como el Ministerio Públi-
aunque existen grandes limitaciones para co o los tribunales penales. En este caso,
construir series estadísticas de cierta dura- la dificultad no deviene únicamente de las
ción, la información disponible sugiere una limitaciones de la información, sino de la
leve pérdida de eficacia de sus funciones en metodología misma de la evaluación de su
el pasado reciente. Según datos del Depar- desempeño. En el caso de los tribunales pe-
tamento de Planes y Operaciones, mien- nales, en particular, es preciso tener gran
tras en 1999 los casos resueltos por el OIJ precaución al confrontar las opiniones so-
ascendían al 42,3% del total de los entra- ciales -que demandan no solo mayor rapi-
dos al organismo, en el 2003 la proporción dez sino mayor severidad por parte de los
había caído al 36,6%. De modo similar, el tribunales- con la realidad. Tras la expresión
promedio de casos resueltos mensualmen- de estas generalizadas opiniones yace una
te por investigador ha caído levemente, de cierta idea de la misión que deben cumplir
3,1 en el 2001 a 2,9 en el 2003.61 Todo los tribunales penales en la sociedad. Con
ello se ha dado pese a que tanto el número gran frecuencia esa idea ignora o desdeña

61
Ambas estimaciones fueron elaboradas por la Sección de Planes y Operaciones del OIJ.
62
Estimación basada en información proporcionada por la Sección de Planes y Presupuesto del Poder Judicial.
200
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la existencia de garantías procesales para Es notable que en el pasado reciente, el


los imputados y que el imperativo de los número de jueces penales por 100.000 ha-
tribunales penales no es castigar con ma- bitantes haya experimentado un ostensible
yor frecuencia y severidad, sino en forma aumento, al pasar de 3,6 en 1995 a casi
adecuada a los hechos y a la ley; esto es, en 4,9 siete años después. Sin embargo, eso
forma justa. Esto último hace muy riesgosa no alcanza a ocultar la significativa brecha
la utilización de indicadores cuantitativos existente entre los casos entrados a los tri-
para analizar la labor del Poder Judicial y, bunales penales y los casos terminados (en
en particular, su utilización para sostener el año 2002: casos entrados, 19.208; casos
juicios de valor sobre la severidad de sus terminados, 8.946), y la creciente duración
actuaciones. de los procesos penales (Cuadro 6.10). 63

Cuadro 6.10

Duración promedio de los juicios fallados con sentencia en los


juzgados penales unipersonales, según etapas del proceso por año
(en meses y semanas)

Total y Año
etapas 1990 1995 2000 2001 2002 2003
Duración total 6m -3s 10 m -1 s 18 m - 2 s 18 m - 2 s 19 m - 3 s 21 m - 0 s
Etapa pre-
paratoria e -- 4m -3s 10 m - 3 s 12 m - 0 s 12 m - 3 s 14 m - 2 s
intermedia
Etapa de juicio -- 5m -2s 7m -3s 6m -2s 7m -0s 6m -2s

Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuarios de Estadísticas Judiciales.

Tampoco puede obviarse la estrechez eco- penitenciario son inusualmente elevadas


nómica del Ministerio Público -cuyos re- en Costa Rica, pues el país presenta una
cursos consistentemente han estado por de las tasas de reclusión más altas de Amé-
debajo del 10% del presupuesto total del rica Central. En 1999, por ejemplo, estas
Poder Judicial-, circunstancia repetidamen- tasas eran de 299 privados de libertad por
te advertida en la prensa por el fiscal general cada 100.000 habitantes en Panamá, 186
Francisco Dall’Anese durante los meses de en Costa Rica, 184 en Honduras, 109
agosto y septiembre de 2004.64 Eso limita en El Salvador, 99 en Nicaragua y 69 en
la capacidad del órgano acusador para cum- Guatemala. Eso no es todo, pues, como se
plir en forma adecuada con sus funciones. verá en la cuarta parte de este informe, esa
En cuanto al desempeño del sistema pe- cifra ha subido en forma sustantiva en el
nitenciario es muy poca la información pasado reciente. Pese a tales demandas, el
disponible. Debe partirse de afirmar que país continúa presentando resultados fa-
las demandas que pesan sobre el sistema vorables en cuanto a los llamados “presos

63
Los datos de este párrafo son estimaciones con base en los datos de la Sección de Planes y Presupuesto del Poder Judicial,
las Leyes de Presupuesto (1995-2003), el Departamento de Planes y Operaciones del OIJ y el Programa BID-Poder
Judicial.
64
Véanse notas periodísticas correspondientes a estos meses en el periódico La Nación.
201
PNUD

sin condena” o en detención preventiva: sobre la población penitenciaria67 sugieren


aunque el porcentaje de esta categoría ju- que, desde 1990, en promedio, alrededor
rídica pasó del 19% en 1999 al 25,5% en de una tercera parte de los privados de li-
el 2002, ese guarismo continúa siendo el bertad han tenido más de una condena pe-
más bajo de América Latina. Por su par- nal (Cuadro 6.11). En el año 2004, según
te, la sobrepoblación penitenciaria del país una detallada investigación con una mues-
era en 2002 la más baja de Centroamérica, tra aleatoria de 1.031 casos (15% del total
después de Nicaragua.65 de la población penitenciaria), la cifra al-
canzaba el 32% de los privados de libertad,
Cabe indicar, sin embargo, que las cifras de e incluía un 14% con dos sentencias, 10%
reincidencia66 del país -que son, evidente- entre tres y cuatro sentencias y un 8% con
mente, solo en parte atribuibles a falencias cinco sentencias o más. El porcentaje de re-
en el cumplimiento de la función resociali- ingreso penitenciario -categoría distinta a
zadora del sistema penitenciario- continúan las condenas múltiples- alcanzaba, sin em-
siendo significativas aunque no crecientes. bargo, un 40% de la población privada de
En efecto, los pocos estudios disponibles libertad en el 2004.68

Cuadro 6.11

Población penitenciaria primaria y reincidente en Costa Rica


1989-2004 (en porcentaje)
Población penitenciaria
Año
Primaria Reincidente
1989 72 28
1990 71 29
1991 68 32
1992 69 31
1993 72 28
1995 60 40
2003 63 37
2004 68 32
Fuente: Adaptado de Ulate Barrantes (2005), p.46.

65
Proyecto Nacional de Justicia/ PNUD (2000), pp. 22-24, Proyecto Estado de la Nación/ PNUD (2003), p. 301 y
Carranza (2001), pp. 11-47.
66
La noción de “reincidencia” es contenciosa. Para efectos de las cifras dadas en el texto, se parte de la definición precisada
por el artículo 39 del Código Penal de 1992: “es reincidente quien comete un nuevo delito, después de haber sido
condenado por sentencia firme de un tribunal...”. Es necesario tener presente, sin embargo, que la Sala Constitucional,
mediante Voto 2760-96, de las 10:18 del 7 de junio de 1996, limitó la característica de reincidente a personas que no
hayan descontado su sentencia previa en un período anterior de diez años. Véase también al respecto la resolución 646-97
de la Sala Constitucional, de las 11:30 del 31 de enero de 1997.
67
Véanse Ulate Barrantes (2005) y Umaña Di Palma (1995).
68
Ulate Barrantes (2005), pp-21-24.
202
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

iv. Las limitaciones operativas del sistema alcanza notoriedad en el año 2003, como
penal: el caso de los infractores múltiples resultado de publicaciones en los medios
de comunicación y del estudio realizado
Las cifras y consideraciones anteriores por el MSP sobre la situación de un grupo
apenas dan una idea de las limitaciones y de personas que, en los anteriores tres años,
obstáculos operativos que enfrenta el sis- habían sido remitidas en diversas ocasiones
tema penal para combatir la inseguridad a las instancias judiciales por las autorida-
ciudadana. Los problemas operativos se des policiales y, pese a ello, continuaban
perciben con mayor claridad si se recurre reincidiendo en la comisión de delitos con-
a algunos ejemplos concretos, que no solo tra la propiedad en los distritos del cantón
evidencian las carencias en la actuación de central de San José.69 Como consecuencia
cada uno de los actores involucrados, sino de las denuncias públicas del titular del
también las graves rupturas en los flujos MSP, en el sentido de que las actuaciones
de información entre ellos, así como en la judiciales eran las responsables de la osten-
coordinación inter e intrainstitucional. sible impunidad con la que actuaban estos
Un ejemplo muy revelador es el que pro- infractores, la Corte Suprema de Justicia
vee el caso de los infractores múltiples. La conformó una comisión investigadora para
situación de algunos infractores reiterada- estudiar el tema.70 El estudio realizado
mente aprehendidos por la Fuerza Pública por esta última comisión dio seguimiento
y luego puestos en libertad por las auto- a diecinueve imputados con presencia en
ridades judiciales ha sido señalada por las 135 expedientes judiciales. El promedio
autoridades del MSP como un ejemplo de de 7,1 causas por imputado nos indica la
la presunta falta de cooperación que en- gravedad de la recurrencia entre la muestra
frenta la policía por parte del Poder Ju- seleccionada.
dicial en la lucha contra la delincuencia.
Además, la situación está en la base de Los problemas operativos del sistema pe-
una afirmación comúnmente repetida por nal arrancan en este caso desde el mismo
la población de Costa Rica como síntoma inicio del proceso: la confección del par-
de la falta de efectividad de las políticas te de la policía. Del total de expedientes
de seguridad ciudadana: “La policía aga- estudiados, se determinó que 51 (38%)
rra a los delincuentes y los jueces rapidito presentaban problemas en el contenido
los sueltan”. Un análisis detallado de este del parte policial o en el procedimiento
fenómeno revela, sin embargo, la comple- utilizado para la presentación del imputa-
jidad de las causas de la impunidad de los do ante los despachos judiciales. La falta
infractores múltiples y la dispersión de la de información en torno al ofendido y los
responsabilidad entre varios actores insti- testigos, así como la inadecuada narración
tucionales. de los hechos fueron ocurrencias comunes
en la muestra, que tuvieron como resulta-
El comportamiento del sistema penal fren- do la desestimación o sobreseimiento de
te a los infractores reincidentes ha sido veintidós causas y el rechazo de las medi-
objeto de una serie de investigaciones por das cautelares solicitadas en contra del im-
parte del MSP y del Poder Judicial. El tema putado, en al menos cinco expedientes.

69
MSP (2003).
70
Corte Suprema de Justicia (2003).
203
PNUD

De los 135 expedientes bajo examen se aspectos de la investigación revelaron agu-


determinó que en 62 de los casos estudia- dos problemas en el manejo de la informa-
dos (46%) el Ministerio Público solicitó a ción por parte de los órganos judiciales y la
los jueces penales la aplicación de medidas grave ausencia de coordinación entre ellos,
cautelares contra el imputado, incluida la problemas todos con directa incidencia en
prisión preventiva en 49 de ellos. De estas los niveles de impunidad. Así, por ejemplo,
solicitudes, en la mayoría (34) los órganos en los expedientes analizados se identifica-
jurisdiccionales resolvieron positivamente ron múltiples casos de declaratorias de re-
la petición del órgano acusador, mientras beldía y órdenes de captura de imputados
en otros veintiún casos se otorgó una medi- que, en virtud de otras causas, ya se en-
da cautelar distinta de la solicitada. Única- contraban detenidos a las órdenes de otros
mente siete solicitudes de medida cautelar despachos judiciales o incluso, asombrosa-
fueron rechazadas. La investigación de la mente, a las órdenes del propio despacho
Corte detectó, sin embargo, que el Minis- que dictaba la resolución. En otros casos,
terio Público carecía de criterios uniformes se otorgaron beneficios al imputado, como
para solicitar las medidas cautelares y que la suspensión del proceso a prueba, que no
las personas que ingresaban al sistema ju- fueron revocados cuando se les sentenció
dicial a través de la Fiscalía de Turno Ex- por la comisión de un nuevo hecho delic-
traordinario, que opera fuera de las horas tivo acaecido con posterioridad. El análisis
habituales de oficina, tenían menos pro- de los expedientes mostró la ausencia de un
babilidades de ser objeto de una medida registro unificado de causas en el Poder Ju-
cautelar. dicial; las graves debilidades en el manejo
de los registros de información existentes
Sobre la actuación de los jueces, cabe de- sobre los procesos judiciales y la alarmante
cir que en 77 de las causas (57% del to- frecuencia con que los despachos judiciales
tal) estos dieron curso a la acusación pe- no se informaron sobre los antecedentes
nal. Únicamente en veinticuatro (18%) se penales de los imputados, a efectos de re-
solicitó un sobreseimiento definitivo y en solver conforme a derecho.
diecisiete (13%), una desestimación. Más
aún, al momento de realizarse la investi- Tales problemas fueron corroborados con
gación, más de la mitad de los infractores todo detalle por otra investigación titulada
múltiples estudiados se encontraba privada Recomendaciones institucionales relaciona-
de libertad, descontando penas de prisión das con los informes sobre criminalidad en
o sometida a la medida cautelar de prisión los distritos del cantón central de San José,
preventiva. elaborada por personeros de diversas de-
pendencias del Poder Judicial, que consti-
Prima facie, las cifras anteriores son suges- tuye un valioso documento de diagnóstico
tivas de una actuación diligente y hasta se- sobre las debilidades de los mecanismos de
vera del Poder Judicial en los casos de los información empleados por diversos acto-
infractores múltiples. Sin embargo, otros res del sistema penal.71

71
Corte Suprema de Justicia (2003). Acta de la Corte Plena. Acta No. 041-03 del 10 de noviembre de 2003, Art. XXII.
Corte Suprema de Justicia. Costa Rica.
204
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La investigación denotó serios problemas • La ausencia de disposición para utili-


sistémicos: zar las herramientas informáticas pese
a contar con los sistemas, pues mu-
• Existencia de equipos y plataformas chos funcionarios no saben o no de-
obsoletas e ineficientes, que no permi- sean usarlos por considerarlos lentos y
ten el acceso oportuno a la informa- engorrosos. En muchos casos las con-
ción por parte de los despachos que se sultas no se realizan y, en otros, no se
encuentran vinculados en razón de su actualizan los movimientos posterio-
materia. Así, este último estudio de- res al ingreso, como las cancelaciones
tectó que los sistemas de información de las órdenes de captura.
y los equipos utilizados por el Archivo
Criminal, el Ministerio Público y los • La falta de compromiso y de una cul-
jueces penales poseen bases de datos tura organizacional para ofrecer un
con plataformas informáticas diver- servicio eficiente por parte de los fun-
gentes, lentas, colapsadas o enfrenta- cionarios judiciales, quienes no logran
das a un colapso inminente. La infor- interiorizar los procedimientos para la
mación requerida por los diferentes atención de las causas bajo su respon-
involucrados en los procesos penales sabilidad.
no es de fácil acceso, pues tales siste-
mas no están interrelacionados entre • Una dilución de responsabilidades, en
sí y, en muchos casos, cuando se llega razón de que los funcionarios judicia-
a obtener alguna información, esta no les, en una importante proporción, no
es confiable. tienen una asignación funcional a los
expedientes, que permita individuali-
La investigación encontró que solo en zar a los responsables de los trámites.
San José los expedientes criminales se
crean electrónicamente. Las oficinas El estudio presentó valiosas recomendacio-
regionales deben abrirlos en forma nes, desde una reformulación del Sistema de
manual, para posteriormente remitir Archivo Criminal hasta el establecimiento
copia al Archivo Criminal. Así, para de un canal de comunicación permanente
conocer si una persona está o no rese- de la Dirección de Adaptación Social del
ñada, debe utilizarse la vía telefónica Ministerio de Justicia con el OIJ y el Ar-
o radial al Archivo. En el caso de la chivo Criminal, a fin de mantener un con-
Fiscalía de Turno Extraordinario y el trol cruzado de las personas que ingresan y
Juzgado de Turno Extraordinario, el egresan de los centros penitenciarios. Ello
sistema informático no funciona los con el objetivo de que la autoridad judicial
fines de semana o es sumamente len- que requiere al imputado se mantenga in-
to, por lo cual tales dependencias han formada del momento en el que ingresa a
generado sistemas de información ma- prisión, a la orden de cualquier autoridad
nuales (Libro de Novedades y Libro del país. Asimismo para que, si se apresta a
de Entradas), donde se consignan por concederle su libertad, se pueda determinar
escrito los pormenores en cada turno. en el menor tiempo posible, la necesidad
En ausencia de expedientes electróni- o no de mantenerlo en prisión preventiva
cos es virtualmente imposible estable- por otras causas. A junio de 2005, las re-
cer si un infractor tiene otras causas comendaciones de este informe no habían
judiciales pendientes y el estado de sido aplicadas y las situaciones descritas
tales causas. permanecían sin mayores alteraciones.
205
PNUD

Así pues, la reacción del sistema penal ante sistema penal no es enteramente injustifica-
las aprehensiones de los infractores múlti- da, por más que, en ciertos sentidos, pueda
ples en la ciudad capital revela problemas ser excesiva o injusta con los esfuerzos que
operativos bastante serios en varios actores realizan sus autoridades. El recurso más
claves en materia de seguridad ciudadana. obvio de segurabilidad está fallando en for-
Los evidentes problemas existentes en la mas muy evidentes. Y ello está generando
confección de los reportes policiales por reacciones sociales, que incluyen la sustitu-
parte de la Fuerza Pública, la falta de con- ción de los recursos estatales de protección
sistencia del Ministerio Público en la soli- por otros recursos de segurabilidad.
citud de medidas cautelares contra los in-
fractores y las muy serias deficiencias en los C. Algunas reacciones sociales
sistemas de información del Poder Judicial
-que virtualmente impiden conocer los an- Aunque las reacciones sociales ante la per-
tecedentes delictivos de los aprehendidos- cepción de desprotección son múltiples -y
conspiran contra una reacción estatal eficaz algunas serán analizadas en la cuarta parte
frente a la violencia y el despojo. de este informe, sobre las consecuencias de
la inseguridad ciudadana para el desarrollo
Evidentemente, como se ha insistido a lo humano- en este punto interesa detenerse
largo de este informe, la intervención esta- en tres de ellas: la negativa a denunciar los
tal -para no hablar de la participación so- delitos, la extendida y creciente utilización
cial- en materia de seguridad ciudadana va de recursos privados de seguridad y la ge-
mucho más allá de la intervención del sis- neralizada sensación de impotencia ante la
tema penal. Pero esta última es un compo- inseguridad ciudadana. Cada una de ellas
nente esencial de aquella. El sistema penal puede ser ligada directamente a las fallas en
es el primer recurso -no el más importante, los recursos estatales de protección.
ni mucho menos el único- de que dispo-
ne la sociedad para enfrentar la violencia y i. La renuencia a denunciar los hechos
el despojo, y naturalmente juega un papel de violencia
central en las percepciones sobre la capa-
cidad personal y colectiva para contender El tema de las denuncias plantea en forma
con la inseguridad. Si el sistema penal es directa un aspecto importante en Costa
percibido como deficiente en el cumpli- Rica como en el resto de América Latina:
miento de sus tareas, será inevitable que la el de la participación de la ciudadanía en
ciudadanía sienta que carece de un recurso materia de (in)seguridad ciudadana. En el
esencial para su protección y será inevitable mejor de los casos, en la región latinoame-
que se sienta vulnerable. Por ello, el estado ricana se reporta a la autoridad competente
del funcionamiento del sistema penal -sin la mitad de los hechos violentos de que han
agotar el problema de los recursos indivi- sido víctimas o testigos los ciudadanos, un
duales y colectivos para enfrentar la insegu- porcentaje sensiblemente más bajo que el
ridad- es un tamiz primario para analizar la que se encuentra en Norteamérica y Euro-
segurabilidad de la población. pa, como se verá más adelante.72

Los problemas señalados en esta sección Según datos de la ENSCR-04, un 96,6%


sugieren que la opinión negativa hacia el de los encuestados manifestaba estar “de

72
Lederman et al. (2001), pp. 239-24 239-240.
206
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

acuerdo” o “muy de acuerdo” con que a las autoridades competentes. Las cifras
hay que denunciar los delitos para poder oscilan desde niveles muy bajos en el caso
castigar al delincuente. Sin embargo, la del maltrato emocional o psicológico, has-
misma encuesta indica que solo un 32,0% ta cifras significativas en el robo de carros
de los hechos de violencia es denunciado (Cuadro 6.12).

Cuadro 6.12
Porcentaje de denuncia de algunos
hechos de violencia
Actos violentos Porcentaje de veces que denunció el hecho
Total 32,0
Contra el patrimonio 34,9
Robos o asaltos fuera de la casa 29,8
Daños o vandalismo contra el carro 35,3
Robo de carro 69,6
Robo dentro de la casa 23,3
Estafas 34,5
Contra la integridad física 48,2
Agresión física sin armas 39,4
Agresión física con armas 55,2
Contra la integridad emocional 15,4
Maltrato emocional o psicológico 9,3
Amenazas de algún tipo 34,0
Extorsiones o chantajes (no sexuales) 15,4
Contra la integridad sexual 19,0
Tocamientos indeseados con fines sexuales 14,3
Amenazas por negarse a favores sexuales 13,9
Violación o intento de violación 19,2
Fuente: ENSCR-04, Módulo telefónico.

Como era de esperar, los hechos de violen- En el caso de los robos en las viviendas, el
cia sexual presentan porcentajes de denun- porcentaje de denuncia detectado por la
cia bastante bajos, que en ningún caso lle- ENSCR-04 marca una caída a la mitad
gan a superar el 20%. La situación es mejor del identificado por una encuesta del año
en el caso de los hechos de violencia pa- 1999, cuando el 46,9% de los afectados
trimonial, física y en algunos tipos de vio- por este delito manifestó haber hecho la
lencia emocional, como las amenazas. Pero denuncia. En el caso del robo de vehículo,
aún en esos casos, el resultado no deja de empero, el porcentaje de denuncia parece
ser alarmante. En el año 2004, menos de haber subido considerablemente, de me-
uno de cada tres robos dentro o fuera de la nos de 40% en 1999 a prácticamente 70%
casa fueron denunciados a las autoridades. cinco años después.73 Sin embargo, debe

73
Ambas cifras de 1999 tomadas de Chinchilla, ed. (1999).
207
PNUD

considerarse significativo que tres de cada lacionado con la calidad de sus instituciones
diez robos de auto en el país, no llegan a públicas.75 El Cuadro 6.13 muestra que, en
ser denunciados. Ello no solo en virtud de efecto, los porcentajes de denuncia en Cos-
la evidente gravedad del hecho, sino de que ta Rica son, en general, considerablemente
la interposición de la denuncia penal es un más bajos que el promedio de los diecisiete
requisito para gestionar el cobro del seguro países incluidos en la Encuesta Internacio-
respectivo.74 nal de Victimización (EIV)-2000. La bre-
cha es más seria en el caso de los robos a
Como lo advierten Fajnzylber et al. (2001), las viviendas, en los que el porcentaje de
la mayor o menor proporción de denuncias denuncia en Costa Rica es apenas superior
parece estar relacionada con el nivel de de- a una tercera parte del peor caso detectado
sarrollo del país, el cual, a su vez, está corre- entre los países desarrollados.

Cuadro 6.13

Porcentaje de veces que denunció los actos violentos


de los cuales fue víctima según tipo de acto por país (1)
Tipo de acto EIV- 2000 (2)
Costa Rica
violento Promedio Mínimo Máximo
Robo de carro 70 91 61 (Japón) 99 (Canadá)

32 (Japón y 73 (Dinamarca e
Robos (3) 30 55
Francia) Irlanda del Norte)
Vandalismo contra
35 41 21 (Japón) 57 (Suecia)
el carro
Incidentes sexuales 10 (a) 15 1 (Finlandia) 26 (Francia)
Robo dentro de la
23 78 60 (Japón) 92 (Bélgica)
casa
Agresiones y ame- 55 (Irlanda del
43 (b) 36 21 (Japón)
nazas Norte)

Notas: (1) Para los países de la EIV- 2000 los datos de reporte de delitos obedecen a los ocurridos durante los cinco
años anteriores a la realización de la encuesta, a diferencia de la ENSCR-04 que incluye solamente los delitos
ocurridos durante el último año. (2) Incluye diecisiete países industrializados: España (Cataluña), Australia, Polonia,
Portugal, Inglaterra y Gales, Irlanda del Norte, Japón, Suiza, Francia, Bélgica, Escocia, Holanda, Finlandia, Dina-
marca, Canadá, Suecia y Estados Unidos. (3) Para los diecisiete países se consideró la categoría robbery y en el
caso de Costa Rica, robos y asaltos fuera de la casa. (a) Incluye las categorías: tocamientos indeseados con fines
sexuales, amenazas por negarse a favores sexuales y violación o intento de violación. (b) Incluye las categorías:
amenazas de algún tipo, agresión física sin armas y agresión física con algún tipo de arma.
Fuente: Costa Rica: ENSCR-04, Módulo telefónico; otros países: Van Kesteren et al. (2000).

En el caso costarricense, la ruptura entre la teramente consistente con los obtenidos por
casi universal intención de denunciar y la Chinchilla (1999). En esa investigación, el
muy limitada disposición de hacerlo en rea- motivo principal aducido por los entrevis-
lidad tiene variadas explicaciones, pero hay tados para no denunciar a las autoridades
una que predomina ampliamente: el 76,9% los hechos sucedidos, independientemen-
de los entrevistados por la ENSCR-04 opina te del delito, fue porque consideraron que
que, aunque se denuncien los delitos, no se “las autoridades no actúan”. Esa opinión la
esclarecen los hechos. Este resultado es en- manifestaron más de dos terceras partes de

74
En una muestra de dieciséis delitos incluidos en la Encuesta Internacional de Victimización (EIV)-2000, el robo de autos
fue considerado entre los tres delitos más serios en prácticamente todos los países encuestados y el más serio en la mitad
de ellos (Van Kesteren et al. [2000]).
75
Fajnzylber et al. (2001), p. 43.
208
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

los afectados por asaltos sin agresión física y A los motivos relacionados con la eficacia
robos en la vivienda, y un 45,5% de quie- de la reacción estatal, hay que sumar pro-
nes sufrieron la sustracción de su vehículo. blemas sistémicos de acceso a las oficinas ju-
Más aún, en el caso de los afectados por ro- diciales que inician y tramitan los procesos
bos en la vivienda, un 76,7% de quienes sí penales, un factor ilustrado con mucha cla-
denunciaron manifestó que las autoridades ridad por la experiencia de la población del
que atendieron el caso no hicieron nada al cantón central de Limón, cuya disposición
respecto. Estas cifras están muy distantes de para denunciar los hechos delictivos es sig-
las encontradas en países desarrollados, en nificativamente menor que en el país como
los que, en promedio, solo el 11% de los un todo. Esos obstáculos incluyen desde
afectados manifiesta que su renuencia a re- barreras económicas y lingüísticas hasta la
portar los hechos se debe a que la policía no mala calidad de la infraestructura judicial
hace nada con la denuncia.76 existente y, en general, las limitaciones de
recursos para atender las demandas de los
usuarios (Recuadro 6.3).

Recuadro 6.3

Obstáculos al acceso a la justicia en el cantón central de Limón


Limón se caracteriza por ser la provincia con menor nivel de expresó tener ninguna-poca confianza en el Poder Judicial lle-
confianza en torno a las instituciones de administración de la gó al 50,5% (Gráfico 1).
justicia. El porcentaje de entrevistados por la ENSCR-04 que

Gráfico 1

Confianza en el Poder Judicial, por provincia. 2004 (en porcentajes)

Fuente: ENSCR-04.

Continúa en la página siguiente

76
Van Kesteren et al. (2000), p.67. Cifras promedio para los siguientes delitos en diecisiete países: robo de autos, robos en
la casa, robos en la calle, incidentes sexuales, agresión y amenazas.
209
PNUD

Viene de la página anterior

Por otro lado, un estudio realizado por Carvajal (2004) en no- Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica.
viembre de 2003 en el cantón central de Limón permitió de-
terminar que de las personas que habían sido víctimas de un • Infraestructura inadecuada. La investigación pudo cons-
delito contra su integridad física o su propiedad en el año pre- tatar que la infraestructura actual del Poder Judicial en el
vio, solo un 24,2% presentó la denuncia respectiva ante las cantón de Limón constituye un obstáculo para el acceso
autoridades locales. El estudio apuntó que la percepción de a la justicia. El edificio principal donde se ubican los des-
que el imputado no sería debidamente procesado en caso de pachos judiciales es de tres pisos y no tiene ascensores.
ser atrapado, en primer lugar, y la burocratización de las ins- Para acudir a la Defensa Pública y al Juzgado Penal tam-
tancias judiciales correspondientes, en segundo lugar, consti- bién hay que subir escaleras, lo que dificulta el acceso de
tuyeron los principales factores para no hacer la denuncia. personas discapacitadas y adultas mayores. En apego a
la Ley No.7600, estas deficiencias de infraestructura se
Una investigación realizada en el marco del proyecto regional han tratado de solventar, convirtiendo la oficina de la Con-
de Acceso a la Justicia: Investigación para el Desarrollo y la traloría de Servicios, la cual se ubica en el primer piso del
Capacitación, auspiciado por la Dirección Regional para Amé- edificio principal de los tribunales, en la oficina base para
rica Latina del PNUD, permitió ahondar en los problemas exis- la atención de personas discapacitadas.
tentes en el funcionamiento de las instancias judiciales en el
cantón central de Limón y, en particular, en aquellos que afec- Por otra parte, la Defensa Pública de Limón le ha solicitado
tan el acceso a la justicia penal por parte de la ciudadanía. a la Dirección Ejecutiva del Poder Judicial el cambio de
local. Esto debido al espacio insuficiente con que cuentan
La investigación, realizada durante los meses de julio y agosto los defensores públicos para realizar sus labores, quienes
de 2004, permitió identificar, entre otros, los siguientes tipos deben compartir oficina, lo cual incide en la calidad del
de obstáculos para los usuarios: servicio ofrecido, y afecta la privacidad de los usuarios y
usuarias.
• Obstáculos económicos. La pobreza constituye uno de
los principales obstáculos para acceder a la justicia en Por su naturaleza, la atención de ciertos asuntos de penal
el cantón central de Limón. Las limitaciones de recursos juvenil y violencia doméstica requieren condiciones espe-
económicos en algunos casos provocan que muchas per- ciales de infraestructura. Sin embargo, en el caso de penal
sonas, particularmente indígenas, no puedan desplazar- juvenil, las actuales plantas físicas no permiten la separa-
se desde sus lugares de residencia hasta las audiencias ción entre la víctima y el menor infractor y en violencia do-
preliminares y los juicios en materia penal. De igual modo, méstica no existen cubículos para atender a las personas
tanto el alto costo de los honorarios profesionales como que solicitan medidas de protección.
los costos de los procedimientos y trámites judiciales no
pueden ser afrontados por muchos usuarios y usuarias • Poca atención a barreras culturales y lingüísticas. La ciu-
del sistema. dad de Limón posee gran diversidad cultural y étnica. El
tema de la diversidad cultural y lingüística cobra aquí es-
En este sentido, en el cantón de Limón hay una oficina de pecial importancia. A lo largo de la investigación pudo com-
la Defensa Pública que conoce prioritariamente asuntos probarse la existencia de la barrera lingüística como obstá-
penales, y que también atiende pensiones alimentarias y culo en todas las materias. Esto debido a que únicamente
procesos en materia agraria; sin embargo, existen otras existe una intérprete oficial de la lengua bribri y no hay
materias igualmente sensibles, tales como laboral, fami- nadie que cumpla esa función en el caso de la cabécar.
liar y civil, que no son cubiertas por la Defensa Pública. En la práctica, los líderes de las comunidades indígenas o
De hecho, en la defensa se presentan usuarias y usuarios personas respetables y de confianza sirven de traductores.
que solicitan servicios en asuntos laborales, divorcios y En cuanto al inglés, son solo tres los intérpretes oficiales
alquileres, entre otros. Estas personas son remitidas a para todo el Circuito Judicial y no siempre están disponi-
otras instituciones que les brindan información y asesoría bles. En cuanto a las personas sordomudas, no se cuenta
en asuntos legales y en cuanto a sus derechos. En el con intérpretes del lenguaje de señas.
cantón no existen consultorios jurídicos de ninguna uni-
versidad, ni estatal ni privada. • Poca eficiencia del sistema. En su Informe de Labores de
2003 la Contraloría de Servicios del Poder Judicial señala
• Obstáculos geográficos. Están relacionados con la dis- la mora judicial como la principal causa de malestar entre
tribución de las oficinas judiciales y con el tema de la las personas usuarias.
descentralización de servicios. En los cantones de Tala-
manca y Matina no hay presencia de todos los despachos En el caso del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica,
judiciales, por lo que las personas que allí residen deben todos los funcionarios y funcionarias entrevistados manifes-
desplazarse hasta la ciudad de Limón. En el cantón de taron la falta de recursos tecnológicos como uno de los prin-
Talamanca no existen juzgados de materia penal juvenil, cipales problemas para desempeñar sus funciones eficiente-
agraria y de familia, y los asuntos de mayor cuantía en mente. Un sistema de cómputo obsoleto; incapacidad técnica
materia civil y laboral se ventilan en el cantón de Limón; para conectarse a la red informática del Poder Judicial; caren-
asimismo, las apelaciones en materia penal, ejecución de cia de acceso a correo electrónico; carencias en términos de
la pena, civil y laboral las conoce el Tribunal de Juicio del software se citan como las principales limitantes.

Continúa en la página siguiente


210
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

En relación con la falta de recursos humanos, un ejemplo par- alejadas, como el Valle de la Estrella, debido a que no hay pre-
ticularmente serio se presenta en la Defensa Pública, al existir supuesto para que otro funcionario lo sustituya en Limón. En
solamente una defensora de pensiones alimentarías y una gran ambos casos, este factor hace que para muchas personas se
demanda, por lo que han tenido que limitar la entrada de casos. torne nugatorio el derecho de acceso a la justicia en materias
Otro ejemplo se presenta en materia de violencia doméstica, realmente sensibles.
ya que el juez no tiene posibilidad de trasladarse a zonas más

A la renuencia a denunciar se suman algu- principales herramientas disponibles para


nos indicios preocupantes con respecto a la formulación de políticas de seguridad
la disposición de la población para cola- ciudadana.
borar con las investigaciones de los hechos
delictivos. Ciertamente, una mayoría muy Este análisis admite una excepción impor-
amplia de las personas entrevistadas en el tante y reveladora en los eventos de violen-
2004 (69,5%) continuaba manifestando cia contra las mujeres. Este caso ofrece in-
que, si presenciaran un delito, ayudarían a dicios interesantes de cómo la percepción
las autoridades sirviendo como testigos del de la efectividad de la reacción estatal se
hecho. Sin embargo, casi una cuarta par- traduce en una mayor disposición a recu-
te de los indagados indicó que no lo haría rrir a los mecanismos públicos de protec-
(14,6%) o lo haría dependiendo del delito ción. Ciertamente, solo una minoría de
(11,1%). Más de un 60% de estos dos úl- los hechos de violencia contra las mujeres
timos grupos mencionó como principal ra- llega a ser denunciada ante las autorida-
zón para no colaborar el temor a represalias des policiales o judiciales. De las mujeres
(58,5%) o la impresión de que la policía participantes en la ENVCM-03 que fue-
no podía garantizar la seguridad del infor- ron objeto de violencia física o sexual des-
mante (3,1%). pués de los dieciséis años, únicamente el
13,2% reportó el incidente. Lo hicieron
Resulta evidente que la generalizada per- más cuando los autores fueron las parejas
cepción de que la denuncia de los hechos (16,6%) que cuando fueron familiares, co-
no genera resultado alguno -o, peor aún, nocidos o desconocidos (10,4%).
que en algunos casos solo trae problemas
para quien denuncia- está alejando a las Empero, las razones esgrimidas para no
personas de los mecanismos estatales de reportar el incidente ofrecen un visible
protección ante la violencia. Se está en contraste con las manifestadas en relación
presencia de un círculo vicioso en el cual con otro tipo de conductas violentas. En
la falta de efectividad -real y percibida- de este caso, los principales motivos fueron
las autoridades genera un alejamiento de el haber considerado la agresión como
la sociedad de los mecanismos estatales, un problema familiar (36,7%) o no ha-
lo que no hace sino inhibir aún más la berla considerado suficientemente seria
respuesta estatal frente a la violencia. Asi- (24,2%). En menor porcentaje aparecen
mismo, la renuencia a reportar los hechos las percepciones de que las autoridades
de violencia debilita la calidad y la rele- no harían nada (9,7%) o no podían hacer
vancia de los registros oficiales, una de las nada (3,2%).
211
PNUD

La idea de que el sistema institucional no Todo ello contribuye a explicar que, pese
actúa es mucho menos visible en el caso a que los porcentajes de denuncia ante au-
de la violencia doméstica. No solo eso. La toridades judiciales y policiales continúan
ENSCR-04 también detectó, como ya se siendo muy bajos, exista un crecimiento
vio, unos niveles de confianza ampliamen- sostenido de prácticamente todos los tipos
te positivos (60,3% indica alguna o mu- de denuncia77 en la última década (Cuadro
cha confianza) en las instituciones del sec- 6.14). La evidencia disponible sugiere que
tor, así como una alta percepción de que ese crecimiento está más relacionado con
el acceso a los servicios de atención a la que las mujeres conocen más y tienen cada
violencia doméstica es adecuado (78,1%) vez mayor confianza en las instancias esta-
y, sobre todo, de que esos servicios han tales que las protegen contra la violencia,
mejorado en los últimos años (51,7% lo que con un aumento explosivo de la vio-
cree así, contra un 12,2% que opina que lencia en su contra. Garantizar la seguri-
han empeorado). En este último punto, el dad ciudadana de las mujeres requiere que
balance es más positivo para los servicios estos recursos sean accesibles y efectivos
de atención a la violencia doméstica que para todas ellas.
para ningún otro servicio del Estado costa-
rricense evaluado por la ENSCR-04.

77
Entiéndase denuncia en el sentido general, como exponer la situación y solicitar intervención estatal, y no solo strictu
sensu, como denuncia penal.
212
Cuadro 6.14

Número de casos relacionados con la violencia contra las mujeres vistos anualmente en el Poder Judicial
y en dependencias del INAMU según tipo de caso por año. 1994-2003
Año
Tipo de casos
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Solicitudes de medidas de
-- -- 5.113 15.336 20.996 26.437 32.643 43.929 46.012 47.086
protección (1)
Pensiones alimentarias entradas
9.133 10.113 12.113 14.332 15.383 16.309 17.509 20.261 21.712 22.297
en el año (1)
Denuncias penales por delitos
2.089 2.022 2.328 2.686 3.154 3.439 3.695 4.441 4.645 5.226
sexuales (1)
Denuncias penales por violencia
-- -- -- -- -- -- 884 1.160 -- 1.288
doméstica (1) (2)
Llamadas atendidas en las líneas
800-300-3000 y 911 por motivos de -- -- -- 5.030 8.640 11.346 12.304 5.404 78.424 57.709
violencia doméstica (3)
Mujeres acogidas en albergues del
-- 80 106 100 189 318 389 337 295 367
INAMU(4)
Mujeres atendidas en la Delegación
-- 5.442 12.000 15.007 12.195 5.188 4.837 5.406 5.347 --
de la Mujer (5)

Notas: (1) Los datos reportados no distinguen el sexo de los solicitantes; no obstante, se conoce que la gran mayoría de los casos han sido interpuestos por mujeres. (2) Formalmente no existen
delitos por violencia doméstica, pero el Poder Judicial comenzó en el 2000 a registrar los delitos que se cometen en el contexto de violencia intrafamiliar. (3) Se carece de información de las llamadas
atendidas en el 911 durante el 2001. (4) Hasta 1999 solo operó un Albergue en el Área Metropolitana; en ese año inicia operaciones otro en Limón, y en el 2002 inicia un tercero en Puntarenas. El del
Área Metropolitana suspendió operaciones durante los meses de septiembre y octubre del 2002, y agosto y septiembre del 2003, y el de Limón durante febrero del 2002. (5) A partir de 1999 cambia
la propuesta de atención en la Delegación de la Mujer y comienzan a llevarse registros sistemáticos de los servicios brindados.
Fuentes: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuario de Estadísticas Judiciales; Ministerio de Seguridad; INAMU.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

213
PNUD

La experiencia reciente de los mecanismos para que un número mayor de personas no


estatales de atención a la violencia doméstica emigre a opciones privadas de protección o,
sugiere que aumentar la confianza y la efec- peor aún, se resigne a convivir con la vio-
tividad de la respuesta estatal es un requisito lencia. Como se verá a continuación, en la
ineludible para que un número creciente de Costa Rica de hoy estas opciones no son
personas los utilice (Recuadro 6.4). Esto es, teóricas sino muy reales y extendidas.

Recuadro 6.4

Protección de las mujeres


Las respuestas que las instancias estatales dan a los proble- porque la víctima no acude a la comparecencia (32.84% en el
mas de seguridad ciudadana de las mujeres son desiguales, 2002). Esta reacción de las mujeres, que se entiende claramen-
pero la mayoría tiene en común el hecho de no abordar las te a la luz de la intimidación, el miedo y el control que sobre
especificidades que atañen a la población femenina. Aun cuan- ellas ejercen los agresores, no es asumida como resultado de
do se han realizado esfuerzos para atender algunas manifesta- las relaciones de poder desigual, sino como falta de interés de
ciones de esos problemas, las iniciativas no logran romper los las mujeres. De manera que lo que debía mover a una protec-
marcos de las igualdades formales entre hombres y mujeres, ción mayor, se convierte en ocasión para retirar la que ya se
por lo que arriesgan la efectividad de las acciones. había otorgado. Estos y otros problemas que presenta la Ley
contra la Violencia Doméstica y su aplicación son altamente
Sin duda ha habido un importante avance con relación al re- preocupantes, pues esta norma es uno de los principales ins-
conocimiento de la violencia intrafamiliar, y son destacables trumentos con los que cuentan las mujeres para proteger su
los esfuerzos que tanto el sistema judicial como el policial han integridad.
desarrollado para atender en forma específica estas situacio-
nes. La existencia de Juzgados especializados en violencia En general, tanto la legislación como los procedimientos judi-
doméstica, y la atención también especializada y conjunta Po- ciales, así como las normativas y prácticas de la mayoría de
licía- INAMU ante situaciones de violencia intrafamiliar y con- las instituciones estatales, son reacias a asumir la existencia
tra las mujeres, a través del 9-1-1, hablan claramente de esos de una forma de violencia específica contra las mujeres y, en
esfuerzos y de la voluntad política que ponen en evidencia. Sin consecuencia, su gravedad. Esto representa un riesgo no solo
embargo, lo usual es que la especificidad de la violencia contra para la seguridad física. Los riesgos emocionales pueden lle-
las mujeres dentro del ámbito familiar se pierda en el abordaje gar a ser altísimos. En este sentido, una práctica ya instaurada
teórico y práctico de estos problemas y, en definitiva, la existen- en el PANI, y acogida acríticamente por los Juzgados, es la
cia de relaciones de poder asimétricas entre géneros no sea de retirar a los niños y niñas de las familias cuando el padre o
reconocida ni cuestionada en esas instancias. padrastro abusa de ellos. Los esfuerzos no se dirigen a excluir
del núcleo al abusador o, cuando esto ocurre, la institución no
Un ejemplo lo constituye la aplicación de la Ley Contra la Violen- se conforma con este resultado, y procede a una separación
cia Doméstica. Aun cuando la misma ley establece la obligación que, de hecho, se convierte en un castigo tanto para los hijos
del juez o jueza de garantizar que esta norma no sea utilizada e hijas como para las madres. Estas situaciones ni siquiera
en contra de las propias personas maltratadas, cada vez más son vistas como un ataque a la integridad emocional de estas
se extiende la práctica de otorgar medidas de protección tanto personas.
a mujeres como a hombres, bajo el criterio acuñado de “violen-
cia cruzada”. Esto coloca en graves riesgos de desprotección Una importante excepción a esta lógica es la aprobación de la
a las mujeres que viven agresiones en el ámbito familiar. Otra Ley de Paternidad Responsable y los esfuerzos realizados para
práctica difícil de erradicar, en los procesos de aplicación de hacerla cumplir. En esta norma se invierte la carga de la prueba
esta Ley, fue la realización de conciliaciones extrajudiciales en el reconocimiento de los hijos e hijas habidos fuera del ma-
entre las mujeres y los agresores, promovidas por los jueces trimonio, para facilitar un proceso que, de lo contrario, se vuelve
y juezas. Este, que es un procedimiento no establecido por la tarea casi imposible para las mujeres. Esta ley impacta direc-
norma, y por tanto ilegal, impide o limita el acceso de las muje- tamente sobre la seguridad patrimonial de las mujeres, como
res a la justicia y la seguridad, arriesgando su integridad.78 niñas y como madres, al facilitar los procesos de pensiones
alimentarias de las hijas e hijos nacidos fuera del matrimonio.
Otro aspecto preocupante en la aplicación de la Ley Contra
la Violencia Doméstica es el elevado número de casos que Hay por lo demás, numerosas iniciativas de atención, preven-
concluyen con un levantamiento de las medidas de protección ción, divulgación, capacitación, investigación y movilización

Continúa en la página siguiente

78
La práctica de realizar conciliaciones fue abiertamente expuesta y formalmente prohibida cuando una mujer de Pérez
Zeledón a la que no se le otorgaron las medidas de protección que solicitó, porque precisamente se promovió una
conciliación, fue decapitada por el agresor una semana después, mientras trataba de llamar a la policía. Carcedo y Sagot
(2002), p.78.
214
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

social, y pocas instituciones estatales que queden al margen sentencias condenatorias. Estas, sin embargo, no alcanzan aún
del Plan Nacional Contra la Violencia Intrafamiliar (PLANOVI). los mismos niveles que el conjunto de los delitos ni que otros
delitos sexuales.
Los esfuerzos realizados para mejorar la seguridad de las muje-
res, con escasas excepciones, se restringen al ámbito domésti- Uno de los grandes retos para garantizar la seguridad y la justi-
co. Con relación a la violencia sexual, pocos cambios ha habido cia a las mujeres es el uso adecuado y efectivo de los recursos
y, en particular, no existen servicios de atención especializados, del Derecho Penal. Esta área sigue siendo la más reacia a incor-
como sí los hay en el campo de la violencia intrafamiliar. Por otra porar las especificidades de género, y a asumir la gravedad que
parte, los esfuerzos por una adecuada y efectiva aplicación de implica la violencia contra las mujeres. Las mujeres encuentran
la Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y el Estudio grandes resistencias en los Juzgados Penales cuando quieren
no están siendo fructíferos. Hay debilidades en la normativa que presentar una denuncia contra el compañero o excompañero y,
son aprovechadas para favorecer la impunidad de estos actos. cuando lo logran, sus testimonios y temores frecuentemente no
son creídos o tomados en cuenta. Por otra parte no se valora
Entre los logros se cuentan las reformas a la legislación sobre el riesgo que corren estas mujeres en las relaciones de pare-
delitos sexuales, realizadas en el año 2000, que ofrecen una ja. Hay resistencia, en especial, a recibir las denuncias contra
mayor protección a personas de todas las edades y una actitud los agresores que incumplen las medidas de protección, si son
diferente en los juicios por violación.79 El resultado es una me- puestas por los policías y no por las mujeres. Todo esto expone
jor respuesta, menos revictimizante para las víctimas y menos a grandes riesgos a las mujeres y promueve altos niveles de
reacia a creerles, lo que se refleja en un mayor porcentaje de impunidad.

ii. Privatización de la seguridad de seguridad comunitaria, serán analizados


en otras partes de este informe.
La creciente desilusión con el sistema pe-
nal ha traído en Costa Rica un corolario Casi sin excepción, las alternativas privadas
natural: una mayor dependencia de los de seguridad tienen por objetivo la preven-
mecanismos privados de protección. El ción situacional. Esto es, están dirigidos a
término “privatización” de la seguridad obstaculizar y disuadir la comisión de ac-
puede alcanzar a cubrir muchos fenóme- tos de violencia y despojo. Como todos
nos, incluso algunas formas deseables de los instrumentos para proteger la seguri-
organización y colaboración ciudadana dad, su utilización no está exenta de jui-
con la policía. No obstante, también inclu- cios normativos, casi nunca explícitos. Por
ye, y en forma prominente, la adquisición una parte, como casi todas las formas de
por parte de los individuos, las familias y prevención situacional, los instrumentos
las empresas de una serie muy heterogénea privados de seguridad tienden a dar una
de bienes y servicios destinados a proteger prioridad muy marcada a la protección pa-
su integridad física, sexual y patrimonial: trimonial y a las formas de violencia que
desde alarmas para los vehículos hasta ar- tienen lugar en los espacios públicos, y a
mas de fuego, pasando por los servicios ser más efectivos frente a ellas. Por el con-
de guardias privados. Es a estos recursos a trario, su impacto es mucho menor frente
los que se desea dirigir la atención ahora. a fenómenos como la violencia doméstica.
Otros mecanismos de protección paralelos Por otro lado, su uso simboliza cambios
al Estado, como la constitución de grupos importantes en la naturaleza del bien se-

79
Estas reformas se conocen como la Ley contra la Explotación Sexual Comercial de Personas Menores de Edad, aunque no
constituye una ley particular sino un conjunto de reformas al Código Penal,
215
PNUD

guridad: no solo condiciona la obtención en muchos casos complementa la protección


de este último contingente a la posesión ofrecida por los cuerpos policiales; en cambio
de recursos económicos, desdibujando en los sectores más pobres, la organización de
-aunque no necesariamente erradicando- grupos de vigilancia y otros sistemas más ru-
su carácter universal y público, sino que, dimentarios de protección contra asaltos pue-
en algunos sentidos, transfiere la respon- den convertirse en la única alternativa”.80
sabilidad fundamental por la seguridad
ciudadana de las instituciones estatales a Así, pues, la creciente utilización de los
los agentes privados. Sobre el problema de mecanismos privados de seguridad y su
equidad ligado al crecimiento de los me- estímulo desde la política pública -sea por
canismos de seguridad privada, un estu- la acción u omisión de los tomadores de
dio de la CEPAL afirmaba: “En los grupos decisión- tienen consecuencias sociales de
más pudientes, la gama de servicios y produc- la mayor importancia.
tos de seguridad a los que pueden tener acceso

Sobre la tapia enrejada...


Carlos Cortés*

El modelo de seguridad doméstica que aplicó Costa Rica al margen del Estado y del con-
trato social, al amurallar y blindar por su cuenta las ciudades y urbanizaciones del Valle
Central, se mostró obsoleto a finales de la década de 1990. Rejas, portones y alambre na-
vaja -cuyo valor es más disuasorio que real- se revelaron inútiles. Como reacción se inten-
sificaron las tendencias precedentes: por un lado, y dentro de la misma lógica, más seguri-
dad privada -del guachimán a la antigua, al monitoreo sofisticado- y más espacio público
“privado” -el mall, residenciales exclusivos y guetos de miseria-, además de un creciente
y peligroso armamentismo civil; por el otro, una incipiente organización comunitaria y
alguna respuesta institucional. Los resultados no son tranquilizadores. Ni la sociedad se
sintió más segura ni las estadísticas criminales descendieron.

Por más que queramos verlo solo como un asunto policíaco, la inseguridad ciudadana es el
reverso de la profunda transformación social de los últimos cuarenta años, en especial en
cuanto a los patrones de urbanización y de identidad, la pérdida del espacio público tra-
dicional -la fragmentación de la ciudad y de la polis como eje estructurador-, el retroceso
del Estado social y el fin del sueño aspiracional de las clases medias. La Segunda República
de Figueres ofreció una casa con jardín -como las primeras del INVU-, un empleo vitalicio
-ojalá en el gobierno-, “salarios crecientes” y esperanza a varias generaciones, la última de
las cuales tuvo que resignarse con una “solución habitacional” enrejada, trabajo informal
-o subempleo-, un Hyundai como consuelo -y sin Riteve- y la palabra crisis en vez de
movilidad social.

80
Arriagada y Godoy (1999), p. 24.
216
Para quienes siendo niños jugamos en aceras, calles, parques y otras áreas comunes del
Valle Central, sin más temor que el de la mascarada o un bolazo desde la plaza, o disfruta-
mos de una familia que no se reducía al núcleo de padres e hijos, encerrados entre cuatro
paredes y un aparato de televisión, ahora vivimos en otro país. Y no solo es otro país sino
también otro mundo.

A pesar de que la posguerra centroamericana ofrece condiciones particulares -e idóneas-


para la violencia social, los países desarrollados no son inmunes a lo que acabo de decir,
en un fenómeno global que algunos denominan el colapso de la civilización urbana. La
inseguridad ciudadana ocupa el primer lugar en la agenda de Honduras, pero también en
la de Francia y en muchas ciudades de Estados Unidos, por citar casos extremos. Explica
las leyes antimaras, pero también algunas de las dudas ante la Constitución Europea. En
todas partes los delitos contra la propiedad y lo que antes era la pequeña delincuencia -los
viejos carterazos y cadenazos- aumentan y son más y más violentos. Si el terrorismo es la
bomba atómica de los pobres, la puñalada y hasta el tiro de gracia, por 500 pesos o una
mala mirada, por estar en el lugar equivocado o simple autodefensa, es el desquite de quien
antes solo era un simple ladrón.

Todo Occidente parece haber sustituido la Guerra Fría y el conflicto entre sistemas e ideo-
logías por una guerra civil callejera entre los que no tienen nada que perder y los que no
quieren perder todo lo que tienen, la bolsa o la vida. Y la frase hecha de que el Estado es
demasiado grande para enfrentar a los maleantes y demasiado pequeño para combatir el
narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo se aplica tanto en el tercer mundo como
en el primero. Como casi todas las utopías del siglo XX, la de convertir el mundo en una
gran ciudad protegida de la selva no hizo sino traer la ley de la selva a las ciudades y trans-
formarla en la ley de la calle. La amenaza de la guerra nuclear entre potencias se volvió una
guerra entre pandillas y como dice Hans Magnus Enzensberger en Perspectivas de guerra
civil: “Cualquier vagón del metro puede convertirse en una Bosnia en miniatura” -entre
nosotros sería cualquier intervención policíaca en un barrio marginal-.

En el caso costarricense, nos hemos negado a aceptar que la inseguridad ciudadana pro-
viene directamente de la disolución del sentido básico de comunidad y la privatización del
espacio público -desde lo más elemental, como las aceras, hasta el actual modelo de desa-
rrollo-. No fue solo el Estado el que abandonó lo público; la transición entre la sociedad
tradicional y la sociedad enrejada desarticuló las reglas de la convivencia social y convirtió
en “lugares de nadie” -no lugares, los llama Marc Augé- lo que antes eran espacios comunes
-y las personas conocidas en desconocidos-.

La inseguridad nos enfrenta a la pregunta: ¿qué es lo que nos hace ser una comunidad? Y
la respuesta no puede ser privatizar nada más sino más y mejor comunidad.

* Escritor, periodista, docente universitario y consultor internacional.


217
PNUD

¿Está muy extendida la utilización de El empleo de algunas de ellas ya había


mecanismos de seguridad privada en Cos- sido indagado por encuestas anteriores.
ta Rica? En esos casos, la evidencia muestra, con
pocas excepciones, un crecimiento nota-
La respuesta es sí y cada vez más. El Cuadro ble, particularmente entre 1999 y 2004.
6.15 muestra la frecuencia con que los ho- Los casos más notorios corresponden a la
gares costarricenses han adoptado dieciocho instalación de rejas en la casa y la adqui-
medidas de protección, la casi totalidad de sición de perros de cuido, que aproxima-
las cuales implica un sacrificio patrimonial. damente se duplicaron en este período; la
Casi dos terceras partes de los hogares en instalación de cerraduras especiales, que
Costa Rica han adoptado al menos una de se triplicó, y la utilización de alambres de
todas; las más comunes son la instalación de púas o navajas y cursos de seguridad per-
rejas en la casa (64,2%), la decisión de nun- sonal que creció en forma aún más acele-
ca dejarla sola (59,9%) y la adquisición de rada. Las excepciones son la adquisición
perros para cuidar la vivienda (39,2%). Lo de armas de fuego por parte de la ciuda-
más notable es que un 30,3% de la mues- danía, que lejos de subir, ha caído en las
tra emplea entre cinco y nueve de ellas y un últimas dos décadas, y la compra de servi-
7,3% más de diez. Como promedio, las fa- cios de seguridad privada en el barrio, que
milias en Costa Rica han adoptado cuatro ha permanecido relativamente estable en
de las medidas consultadas. el mismo lapso.

Cuadro 6.15
Descripción de algunas medidas tomadas para la seguridad
de los hogares en Costa Rica por año. 1986, 1999 y 2004
(porcentaje de hogares)
Año
Medidas tomadas
1986 1999 2004
Instalar rejas en la casa 38,4 31,7 64,2
Dejar a alguien en la casa cuando sale -- 45,4 59,9
Adquirir perros para cuidar la casa 20,0 22,2 39,2
Construir una cochera para proteger el carro -- -- 32,9
Instalar cerraduras especiales en la casa -- 11,0 32,8
Instalar al menos una puerta de seguridad -- -- 31,7
Instalar alguna alarma en el carro -- -- 22,4
Adquirir un seguro contra robo de carro -- -- 18,4
Organizarse con los vecinos (1) 15,0 -- 19,8
Instalar alambre de púas o navajas donde vive -- 2,5 13,2
Instalar alguna alarma en su casa -- 7,2 12,5
Adquirir un seguro contra robos para su vivienda -- -- 12,5
Pagar seguridad privada en el barrio 12,0 9,1 12,4
Llevar cursos de defensa personal -- 2,7 12,4
Poner alarmas vecinales en su barrio -- -- 11,6
Instalar un portón eléctrico -- -- 7,5
Comprar armas de fuego 10,0 8,3 6,2
Electrificar la cerca -- -- 1,8

Nota: (1) En la ENSCR-04 se preguntó específicamente por los grupos de seguridad comunitaria.
Fuentes: 1986: Rico et al. (1988); 1999: Chinchilla, ed. (1999); 2004: ENSCR-04.
218
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La utilización de estos recursos no es (Gráfico 6.4). Así, por ejemplo, la más


uniforme en todo el país. En forma espe- común de las medidas -el enrejado de las
rable, la evidencia enseña que su empleo casas- alcanza al 76% de las viviendas ur-
es más intensivo entre la población ur- banas y casi el 85% de los hogares de alto
bana y de mayores recursos económicos ingreso.

Gráfico 6.4
Promedio de medidas tomadas por razones de seguridad según zona y nivel
socio-económico (1)

Promedio de medidas tomadas

Nota: (1) Promedio sobre la base de un máximo de 18 medidas.


Fuente: ENSCR-04.

Aunque la intensa utilización de medi- su opinión, la importancia que para su se-


das privadas de seguridad por parte de guridad tienen las empresas de seguridad
los grupos de alto ingreso no es, por su- privada supera muy ampliamente la de los
puesto, sorpresiva, sí resulta alarmante el tribunales de justicia, la Fuerza Pública,
inequívoco abandono que está haciendo las leyes del país y los grupos de seguridad
el estrato más acomodado de la sociedad comunitaria. Tal jerarquización es bien
costarricense de los mecanismos estatales distinta de la que manifiesta el estrato
de protección. Al ser consultados a prin- menos educado, para el que las empresas
cipios del año 2005 en una encuesta por privadas de seguridad son un factor de
la firma CID-Gallup sobre los factores seguridad relativamente poco importante
que más inciden en su seguridad frente a y, en todo caso, mucho menos relevante
la violencia y la delincuencia, los entre- que la Fuerza Pública. En este punto cabe
vistados con educación universitaria -un recordar lo que fuera señalado en el Capí-
grupo que se aproxima muy cercanamen- tulo 4 de este informe: si los estratos más
te al estrato socio-económico superior- no privilegiados económicamente confían su
dejaron dudas de que conceden una im- seguridad a los mecanismos privados, eso
portancia mucho mayor a las soluciones con toda probabilidad tenderá a generar
individuales y privadas al problema de la una provisión menor de servicios públicos
seguridad ciudadana (Cuadro 6.16). En de protección para toda la sociedad

219
PNUD

Cuadro 6.16
Factores que contribuyen a la seguridad
de las personas por nivel de educación (1) (en porcentajes)
Nivel de educación
Factor
Universitaria Primaria
Familia 90,0 74,1

Educación 87,0 27,4


Fe en Dios 85,2 85,9
Destrezas físicas 70,0 32,6
Vecinos 65,1 65,6
Recursos económicos 64,5 -3,4
Empresas privadas de seguridad 53,3 12,2
Tribunales de justicia 30,8 9,6
Fuerza Pública 25,1 26,6
Leyes del país 16,6 4,4
Comités de seguridad en el barrio 6,9 -3,6

Nota: (1) El resultado indica la diferencia de restar la suma de las respuestas “nada importante” y “poco importante”
a la suma de las respuestas “muy importante” y “algo importante”.
Fuente: CID-Gallup (2005).

Por otro lado, es de esperar que la deser- de dieciocho posibles para el segmento
ción de la población de los mecanismos con mayor percepción de inseguridad
estatales de seguridad vaya a continuar (“sitiados”) a 3,5 para el grupo menos te-
en la medida en que la opinión de su meroso de la muestra (“tranquilos”). Del
efectividad no mejore y la percepción de mismo modo, la distribución interna de
inseguridad continúe aumentando. La cada uno de los grupos de temor según
evidencia de la ENSCR-04 es muy clara la utilización de medidas privadas de se-
en el sentido de que la utilización de re- guridad deja pocas dudas: la proporción
cursos privados de protección está siste- de “sitiados” que echa mano a diez o más
máticamente relacionada con el nivel de medidas prácticamente cuadruplica al
temor. El promedio de medidas de segu- porcentaje de “tranquilos” que lo hace
ridad utilizadas cae de 5,2 sobre un total (Gráfico 6.5).

220
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 6.5

Distribución porcentual de los niveles de temor según la cantidad


de medidas tomadas para su seguridad

Fuente: ENSCR-04.

La conclusión es bastante clara: si se quie- Las empresas de seguridad privada en


re preservar la seguridad ciudadana como Costa Rica
un bien público, al que todos los miem-
bros de la sociedad tengan un acceso equi- El 12,4 % de los encuestados en la
tativo, es urgente reducir la percepción ENSCR-04 afirmó pagar seguridad privada
de inseguridad prevaleciente y, correla- en su barrio como medida de protección.
tivamente, aumentar la capacidad de las Como sucede con las demás medidas
instituciones estatales para responder en analizadas, ese porcentaje aumenta conforme
forma adecuada a las demandas de pro- crece la percepción de inseguridad. Solo un
tección de la ciudadanía. De otro modo 10,6% de los “tranquilos” paga el servicio
el destino inevitable será la privatización de seguridad privada, mientras lo hace un
de la seguridad ciudadana. 11,1% de los “nerviosos”, un 13,6% de los
“asustados” y un 17,8% de los “sitiados”.
Como se dijo más arriba, las manifesta- Las personas que pagan seguridad privada
ciones de la privatización de la seguridad son, típicamente, habitantes del área
en el país son muy variadas y heterogé- urbana, entre 25 y 34 años, y con alto nivel
neas. Sin embargo, ninguna ilustra en educativo y condición socio-económica.
forma más clara la magnitud del proce-
so y sus implicaciones como la evolución El fenómeno no solo se presenta en Costa
del mercado de las empresas de seguridad Rica, sino que es una constante en mu-
privada. chos países de América Latina, donde el

221
PNUD

crecimiento de la industria es una respuesta dad de agentes o empresas de seguridad


al sentimiento de inseguridad y la incapaci- privada registradas ante el Estado, pre-
dad del Estado para ejercer un control efi- sentan problemas significativos de con-
caz sobre el mismo.81 Pese a las dificultades fiabilidad, particularmente para los años
de medición, en algunos países de la región anteriores al 2000, cuando se empieza a
es ya una realidad establecida que la canti- registrar el fenómeno con alguna rigurosi-
dad de oficiales privados, y el servicio que dad. Más aún, hasta muy recientemente la
prestan, son de mayor importancia que los legislación vigente establecía parámetros
de los cuerpos públicos. Por ejemplo: de legalidad para el servicio de seguridad
“En Guatemala se calcula que el total de los privada que la gran mayoría de empresas
presupuestos privados destinados a la seguridad existentes no llenaba, lo que obstaculizaba
sobrepasan al menos en un 20% el presupuesto su registro y control por parte de las au-
público dedicado a seguridad. En Sao Paulo toridades. No es sino hasta el año 2004,
se considera que la cantidad de guardias de cuando entra en vigencia la Ley de Servi-
seguridad privados es tres veces mayor que el cios de Seguridad Privada (No.8395), que
tamaño de la fuerza policial del gobierno” .82 es posible observar y controlar el fenóme-
no con alguna facilidad. Hasta la fecha se
En Costa Rica no se conoce más que puede constatar efectivamente un fuerte
aproximadamente la magnitud del pro- aumento tanto de agentes como de em-
blema. Las cifras oficiales sobre la canti- presas (Cuadro 6.17).

Cuadro 6.17
Número de agentes y empresas de seguridad privada registradas ante
el Ministerio de Seguridad Pública. 2001-2004
Empresas con Escuelas de capacitación
Año Agentes registrados
licencia vigente en seguridad privada
2001 934 257 --
2002 1.550 259 --
2003 3.063 286 --
2004 (a) 8.541 317 52

Nota: (a) Hasta el 30 de agosto.


Fuente: Dirección del Servicio Privado de Seguridad, MSP.

Solo en los primeros ocho meses del año presas registradas, el crecimiento fue de
2004, el crecimiento del número de agen- 10,8% en el mismo período, lo que no es
tes fue de casi un 180%, con certeza rela- insignificante ya que se trata de personas
cionado con la decisión de la nueva legis- jurídicas. Del total de los oficiales inscri-
lación de disminuir el requisito de nivel tos, el 59% tiene solo educación prima-
académico de los oficiales, para facilitar ria completa, el 16% hasta noveno año
su inscripción legal. En el caso de las em- de secundaria y el 24% ha completado la

81
Rico y Salas (1998).
82
Arriagada y Godoy (1999), p. 24.
222
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

educación secundaria. El 31% tiene entre al número de los agentes de seguridad priva-
los 21 y los 30 años y el 32% entre los 31 da, a fin de que su número no represente, más
y 42 años. Debe indicarse, sin embargo, bien, una amenaza latente para la seguridad
que incluso en plena vigencia de la nueva estatal y ciudadana” .84
ley, es muy difícil conocer la cantidad total
de agentes de seguridad privada dado que En la actualidad, la actividad de la seguri-
muchos de los que prestan el servicio con- dad privada en el país se encuentra regida
tinúan sin reunir los requisitos mínimos de por la Ley de Servicios de Seguridad Pri-
inscripción. vada (No.8395), aprobada por la Asam-
blea Legislativa el 28 de octubre de 2003,
En ausencia de cifras oficiales confiables, que entró en vigencia en febrero de 2004,
solo cabe recurrir a estimaciones extraofi- y cuya reglamentación ha sido publicada
ciales relativamente rigurosas. Estas sitúan preliminarmente en la Gaceta del miérco-
la cantidad de agentes de seguridad priva- les 15 de junio del 2005 (AÑO CXXVII,
da que cumplen con todos los requisitos No. 115) para su consulta pública y a la
legales en unos diez mil, más otros tantos espera de su aprobación final. La nueva ley
que trabajarían al margen de la ley.83 De pretende una mayor y mejor regulación del
ser cierta esta estimación, el número real de servicio que prestan las personas físicas y
agentes de seguridad privada en Costa Rica jurídicas dedicadas a la actividad, así como
superaría en más del doble al número de el establecimiento de requisitos mínimos
efectivos de la Fuerza Pública. para su ejercicio.

El crecimiento de la seguridad privada im- La ley regula las acciones de capacitación de


plica una parcial transferencia hacia el sec- los agentes de servicios privados de seguri-
tor privado de actividades que correspon- dad, el transporte de valores cualquiera que
den al monopolio del uso de la fuerza que sea su modalidad, la prestación de servicios
tiene el Estado, y que ejerce a través del po- de custodia, la vigilancia, la protección de
der de la policía. Si esto es problemático, lo personas físicas o jurídicas y de sus bienes,
es mucho más cuando la regulación de este la instalación, mantenimiento y monitoreo
servicio es incipiente y apenas se acompa- de sistemas de centrales de seguridad elec-
sa a los rápidos cambios que está teniendo. trónica así como su diseño, cuando esa ac-
La fuerte y oportuna regulación del Esta- tividad se realice en conjunto con la presta-
do es un elemento crucial en esta materia, ción de servicios de seguridad o en relación
como lo ha advertido la Sala Constitucio- con el destinatario del servicio. También
nal: “Téngase presente que la seguridad y los incluye los cuerpos de vigilancia, entendi-
poderes de policía son propios del Estado, el dos como aquellos que prestan servicio de
cual puede permitir que particulares colabo- vigilancia y protección de personas y bie-
ren con la prestación del servicio privado de nes, sea que lo realicen en forma individual
seguridad. Pero es de interés público que esa o mediante alguna figura asociativa. No es-
fuerza privada de seguridad sea controlada y capan tampoco de su regulación, las labores
controlable por parte del Poder Ejecutivo, de de investigación privada y los servicios par-
modo que toca al legislador establecer límites ticulares de protección patrimonial.

83
La Nación, 16/9/04.
84
Sala Constitucional, Resolución No. 11733-2003 de 15/10/2003.
223
PNUD

Entre muchas otras cosas, la nueva ley so- La Ley le otorga competencia para el ejer-
mete a las empresas de seguridad privada cicio de esos controles al Ministerio de Tra-
a una serie de controles y prohibiciones, bajo y Seguridad Social en lo que respecta
cuyo acatamiento es respaldado por diver- al cumplimiento de la normativa laboral, al
sas sanciones, que van desde la amonesta- MSP, por medio de la Dirección de Servi-
ción, pasan por la suspensión y cancelación cios de Seguridad Privada, en lo que con-
de la autorización de funcionamiento, has- cierne a aspectos de registro, inscripción,
ta llegar a sanciones penales en el caso de inspección y supervisión en general, y a
prestación no autorizada del servicio. Esos través de la Escuela Nacional de Policía, en
controles incluyen: lo atinente a la capacitación mínima que
requieren las personas dedicadas a la activi-
• Prohibición del ejercicio de la activi- dad de la seguridad privada.
dad sin la autorización previa.
La nueva legislación supone un indudable
• Obligatoriedad de inscripción y registro. avance en la regulación y formalización de
las actividades de seguridad privada, aun-
• Potestades de inspección y supervisión que su aplicación no está exenta de proble-
de equipos, armas y municiones. mas, el más obvio de los cuales tiene que
ver con las grandes limitaciones en los re-
• Control sobre el número de agentes cursos humanos y materiales de que dispo-
que puede inscribir una empresa, que nen las entidades involucradas para hacer
no ha de ser superior al 10% del total efectivos los controles.
de los efectivos de la Fuerza Pública.
Con todo, más allá de la efectividad de la
• Control sobre el cumplimiento de las regulación, la pregunta que cabe hacerse
condiciones de empleo, pago de sala- concierne a los efectos que sobre la segu-
rios mínimos, reconocimiento de de- ridad ciudadana tiene el crecimiento de las
rechos laborales y seguridad social. empresas de seguridad privada.

• Verificación del cumplimiento de re- Esos efectos parecen ser muy limitados.
quisitos mínimos para el desempeño Para empezar, si se trata de la confianza
del servicio. que manifestaron los entrevistados en la
ENSCR-04 en los servicios de seguridad
• Exigencia y verificación de la capa- privados, el balance de opiniones positivas
citación que debe tener el agente de y negativas es levemente más negativo
servicio, así como de su nivel acadé- que en el caso de la Fuerza Pública (-
mico mínimo, que se redujo de un 4,7% contra -3,3%). Adicionalmente, las
tercer año de secundaria aprobado, tal evaluaciones dadas a diferentes atributos
y como lo contemplaba la legislación de estos servicios son mayoritariamente
anterior, a sexto grado de primaria negativas, aunque, en algunos casos,
aprobado, nivel que corresponde me- bastante menos negativas que las otorgadas
jor a la escolaridad de quienes, en la a la Fuerza Pública. Es así en el caso de los
realidad, prestan el servicio. atributos de honestidad (-6,2% para la
seguridad privada y -26,1% para la Fuerza
• Potestades de inspección y supervi- Pública), capacitación/profesionalismo (-
sión. 7,8% seguridad privada y -24,8% Fuerza

224
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Pública) y presencia (8,6% seguridad manifestó no sentirse protegido por la


privada y -20,7% Fuerza Pública). Sin presencia de los miembros de la seguridad
embargo, una mayoría de los entrevistados privada (-8,7%).

Cuadro 6.18
Opiniones sobre los miembros de la seguridad privada
Balance de porcentaje de opiniones
¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes
positivas - negativas
afirmaciones?
(en puntos porcentuales de diferencia) (1)
Tratan correctamente a los ciudadanos 11,1
Se nota su presencia 8,6
Responden con prontitud 6,0
Actúan de acuerdo con la ley -0,3
Inspiran confianza -5,4
Son más eficientes que la Fuerza Pública -5,7
Son honestos -6,2
Están bien capacitados -7,8
Se siente protegido por su presencia -8,7

Nota: (1) Producto de restar la suma de las opciones “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo” a la suma de las
opciones “de acuerdo” y “muy de acuerdo”.
Fuente: ENSCR-04.

El efecto de las empresas de seguridad priva- vigilancia donde laboró. Este mismo año, otro
da sobre la seguridad ciudadana luce, pues, vigilante privado entregó la custodia de un
limitado, cuando no es negativo. En efecto, edificio del Ministerio de Salud a un descono-
algunos estudios sobre el tema han llegado cido, que resultó ser un ladrón, y un vigilante
a la conclusión de que, lejos de contribuir a bancario se disparó a sí mismo en un pie y mu-
aumentar la seguridad, la presencia de em- rió desangrado”.86
presas de seguridad privada milita contra
ella. La prensa ha reportado diversos acci- Las conclusiones de un detallado estudio
dentes con armas de fuego por un mal uso sobre el tema en el país no pueden ser más
por parte de agentes de seguridad privada85 preocupantes:
y otros casos en los que estos terminan invo- “Hay un amplio sector que funciona bajo
lucrados en situaciones delictivas: sus propias normas, que ofrece un servicio
“En menos de un año, un guarda particular que no garantiza la seguridad, más bien se
prendió fuego a tres personas por diferencias convierte en un factor de inestabilidad más.
laborales, otro fue acusado de veintiún vio- Este grupo que funciona al margen de la ley
laciones a menores y un tercero asesinó a un recrea la anarquía y también, brinda un
niño con un arma que robó en la empresa de servicio de dudosa calidad, con personal que

85
La Nación, 21/7/2001.
86
La Nación. op. cit.
225
PNUD

no cumple los requisitos mínimos y, que a la de temor y de una arraigada sensación de


postre genera más inseguridad de la que ac- desprotección por parte del sistema penal
tualmente existe”.87 ha generado también un marcado índice
de pesimismo ante el fenómeno de la in-
Es posible que la legislación recién puesta seguridad ciudadana. Tal pesimismo no es
en vigencia contribuya en forma importan- particularmente evidente al preguntar, en
te a reducir la probabilidad de que las em- abstracto, sobre las perspectivas de evolu-
presas de seguridad privada se conviertan ción de la inseguridad ciudadana en el país.
en un factor de riesgo para la seguridad. En este caso, el 81,1% de los entrevistados
Sin embargo, dista de ser claro que el cre- indicó que la inseguridad podía controlarse
cimiento de estas empresas ofrezca una res- y disminuirse, pero no desaparecer. Frente
puesta efectiva y sostenible al problema de a esto, solo un 7,6% opinó que el problema
la seguridad ciudadana. Por lo pronto, solo podía desaparecer del país y uno de cada
parece estar operando como un paliativo a nueve entrevistados (11,4%) indicó que ya
los problemas de presencia de la policía y no había nada que hacer. Estas respuestas
contribuyendo a agudizar las iniquidades no están desligadas del juicio del entrevis-
en el acceso al más público de los bienes: la tado sobre el desempeño del sistema penal.
seguridad pública. Como lo muestra el Cuadro 6.19, a una
opinión más positiva del desempeño de la
iii. La sensación de impotencia Fuerza Pública y los jueces penales corres-
ponde un mayor optimismo ante la posibi-
La combinación de un agravamiento ob- lidad de enfrentar exitosamente el proble-
jetivo de la victimización, de un alto nivel ma de la inseguridad ciudadana.

Cuadro 6.19

Valores promedio del índice de opinión sobre el desempeño de la policía


y los jueces penales según opinión sobre las perspectivas del problema
de la seguridad en el país

¿Qué piensa usted sobre el pro- Índice de opinión sobre el desempeño (1) ...
blema de la inseguridad ciudadana
en el país? Policial De los jueces penales
Puede desaparecer del país 44,0 42,9
Puede controlarse y disminuirse,
pero no puede desaparecer del 41,6 40,9
país
Ya no se puede hacer nada 39,9 36,7

Nota: (1) Para metodología de construcción de los índices, véase nota 2.9 en el Anexo. Los puntajes más altos
denotan mejor evaluación.
Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

87
Espinoza (2001), p. 34.
226
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La respuesta a la pregunta sobre las pers- es posible reducir o erradicar la inseguri-


pectivas de resolver el problema de insegu- dad, ellos no están en capacidad de hacer
ridad subestima el grado de fatalismo pre- mayor cosa. Los entrevistados que manifes-
valeciente en el país con respecto al tema. taron que podían hacer poco o nada fren-
Al núcleo duro de pesimismo, que opina te al problema casi duplicaron a quienes
que ya no hay nada que hacer, debemos opinaron que podían hacer algo o mucho.
sumar el fatalismo más sutil -y mucho más Solo uno de cada diez consultados mani-
extendido- de quienes creen que, aunque festó poder hacer mucho (Gráfico 6.6).

Gráfico 6.6
¿Cuánto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y delincuencia en
el país? (en porcentajes) (1)

Nota: (1) Porcentaje sobre la base de 2.129 casos. Excluye los casos que respondieron que ya no había nada por
hacer frente a la inseguridad.
Fuente: ENSCR-04.

Hoy, Costa Rica es no solo una sociedad A esa constatación, grave por sí misma,
atemorizada sino también resignada a seguir se suma otra que exacerba sus efectos. La
siéndolo. Se ha aprendido a convivir con el endémica impotencia descrita no afecta en
temor y a considerarlo una transpiración igual grado a toda la población. El fatalis-
natural de la vida. La población, o al menos mo ante la inseguridad es considerablemen-
una parte importante de ella, se ha converti- te menor entre los grupos de mayor nivel
do en la víctima de un pathos tan real como socio-económico y mucho mayor entre los
el que define cualquier relación abusiva: se más desposeídos. Mientras un 14,8% de
odia la inseguridad porque agrede todos los los entrevistados pertenecientes al estrato
días, pero se ha dejado de considerar que superior opinó que no puede hacer nada
una vida distinta sea posible y, por ello, se para mejorar la seguridad ciudadana, la ci-
acepta fatalmente como parte del destino. fra alcanzó el 33,1% entre el grupo de nivel
En otras palabras, el temor está venciendo. socio-económico más bajo (Gráfico 6.7).

227
PNUD

Gráfico 6.7

¿Cuánto puede hacer usted contra la inseguridad ciudadana y delincuencia en


el país? según nivel socioeconómico (en porcentajes) (1)

Nota: (1) Porcentaje sobre la base de 2.129 casos. Excluye los casos que respondieron que ya no había nada por
hacer frente a la inseguridad.
Fuente: ENSCR-04.

¿Es casual esta distribución? No. Como ya La suposición de que la compra de segu-
se ha visto, la posesión de recursos econó- ridad es la mejor o la única opción es, sin
micos permite a las personas un mayor ac- embargo, dudosa. Que el estrato socio-eco-
ceso a mecanismos de protección de la se- nómico más alto sea, justamente, el más
guridad física, patrimonial, sexual e incluso victimizado y el que tiene, en términos
emocional. Que los grupos de alto ingreso generales, la más alta percepción de inse-
tienen mayores posibilidades de protec- guridad, debiera bastar para arrojar dudas
ción resulta obvio en todas las sociedades. sobre la validez de esta creencia.
Lo que es menos obvio es lo siguiente: si
la percepción de que es posible hacer algo Lo que el Gráfico 6.7 sugiere, en otras pa-
para solucionar la inseguridad se distribuye labras, es que la sociedad costarricense ha
con criterio de clase, es porque la sociedad empezado a perder la fe en que la seguridad
ha llegado a aceptar que lo mejor que se pueda ser un bien universalmente provis-
puede hacer para enfrentarla es comprar to por el Estado. En un país en el que la
privadamente la seguridad. Cuando quie- seguridad ciudadana llega a depender en
nes más tienen responden que pueden ha- lo esencial de los mecanismos privados, el
cer algo o mucho contra la inseguridad ciu- destino de los pobres no es solo la despro-
dadana, su respuesta tiene un significado tección sino también el fatalismo. Romper
muy concreto: están diciendo que pueden este ciclo y asegurar que la seguridad ciuda-
comprar su seguridad. Correlativamente, dana sea, en lo fundamental, un bien pro-
cuando quienes menos tienen son víctimas visto colectivamente es esencial si se quiere
del fatalismo solo admiten con ello su im- evitar que la sociedad sea vencida por el
posibilidad de adquirirla. temor de modo definitivo.

228
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

***
Este capítulo contiene los siguientes hallaz- f. El país cuenta con, al menos, doce
gos sobre la segurabilidad de la población cuerpos de policía, dependientes de
en Costa Rica: diez diferentes entidades públicas.

a. La población se siente, en general, g. Algunos de los principales proble-


desprotegida por los mecanismos de mas de la organización policial del
seguridad pública del Estado. Con país son: existen limitaciones en la
pocas excepciones, los grados de con- coordinación de toda la comunidad
fianza alcanzados por las instancias de policías; no se ha desarrollado
estatales son bajos, particularmente una doctrina o política nacional de
en el caso de la Fuerza Pública. seguridad ciudadana; no se trabaja
sistemáticamente en el área de inte-
b. Existe una generalizada valoración ligencia policial; la capacitación de
negativa del desempeño de la Fuerza los cuerpos policiales no es homo-
Pública, evaluación que está separa- génea; algunos cuerpos policiales no
da por un abismo de la que prevalece cuentan con suficiente respaldo en su
en los países desarrollados. Esta per- institución; los recursos para la poli-
cepción negativa no se ha deteriora- cía no son adecuados para el cumpli-
do en los últimos años ni se traduce miento de sus funciones.
en una sensación de amenaza en su
presencia. h. Los recursos humanos del Ministe-
rio de Seguridad Pública han sufrido
c. La opinión sobre la Fuerza Pública una disminución importante en las
está ligada a los niveles de victimi- últimas dos décadas.
zación y percepción de inseguridad
de las personas: su evaluación es más i. Una abrumadora proporción del pre-
baja entre las personas victimizadas supuesto del MSP se dedica al pago
en el último año y entre las más te- de salarios y a rubros administrati-
merosas. vos. Recursos muy limitados se dedi-
can a la formación, especialización y
d. Existe un gran escepticismo con res- profesionalización de la policía y a la
pecto al desempeño de otras institu- inversión en equipo de comunicacio-
ciones involucradas en las tareas de nes, transporte y avituallamiento.
seguridad ciudadana. Los jueces pe-
nales, en particular, arrastran fuertes j. Las últimas administraciones han he-
percepciones negativas por la falta de cho un esfuerzo significativo para au-
celeridad de su actuación y la supues- mentar el nivel de escolaridad y pro-
ta lenidad de las sanciones impuestas fesionalismo de la Fuerza Pública, así
a los delincuentes. como su relación con la ciudadanía.
En este esfuerzo, el fortalecimiento
e. Costa Rica ha experimentado avan- de la Escuela Nacional de Policía y la
ces importantes en la regulación de creación de los grupos de seguridad
su modelo policial, particularmente comunitaria han jugado un papel de-
la promulgación de la Ley General de terminante.
Policía, en 1994.
229
PNUD

k. La información sugiere una leve pér- terceras partes de los hogares han
dida de eficacia en las funciones del adoptado al menos una medida de
OIJ en el pasado reciente, un signifi- protección con costo patrimonial; la
cativo aumento en la duración de los más común es la instalación de rejas.
juicios penales y tasas significativas, El empleo de estas medidas es más in-
aunque no crecientes, de reincidencia tensivo entre la población urbana, de
penal. mayores recursos económicos y más
temerosa. En particular, el estrato
l. Existen serios problemas operativos más acomodado de la sociedad costa-
en los principales actores del sistema rricense está desertando de los meca-
penal que favorecen la impunidad de nismos estatales de protección.
los infractores, como los defectos en
la confección de los reportes policia- p. Hay un crecimiento significativo y
les por parte de la Fuerza Pública; la una mayor formalización y regulación
falta de consistencia del Ministerio de las empresas de seguridad privada
Público en la solicitud de medidas en los últimos años. La cantidad de
cautelares contra los infractores y las agentes de seguridad privada es, por
muy serias deficiencias en los sistemas lo menos, similar a la de miembros
de información del Poder Judicial. de la Fuerza Pública y según algunas
estimaciones extraoficiales, la supera
m. Solo un 32% de los hechos de violen- ampliamente.
cia es denunciado a las autoridades
competentes. Los porcentajes de de- q. Los efectos del crecimiento de las em-
nuncia en Costa Rica son, en general, presas de seguridad privada sobre los
considerablemente más bajos que los niveles de seguridad de la población
de los países desarrollados. parecen ser muy limitados, debido a
los bajos niveles de confianza que sus
n. Una amplia mayoría de la ciudadanía miembros generan en la población.
tiene la opinión de que, aunque se de-
nuncien los delitos, no se esclarecen r. Existe un alto grado de pesimismo
los hechos. El motivo principal adu- de la población ante el fenómeno de
cido para no denunciar los hechos es la inseguridad ciudadana, particular-
la percepción de que las autoridades mente en cuanto a la posibilidad de
no actúan. las personas de hacer algo para resol-
ver el problema. Ese pesimismo es
o. La utilización de mecanismos de se- considerablemente mayor en el estra-
guridad privada en Costa Rica es to socio económico más bajo, que en
muy extendida y creciente. Casi dos el estrato más alto.

230
Conclusión
¿Se vive con más inseguridad?

La respuesta corta es sí, pero no tanto como cionalmente violento, de que la tasa de ho-
se cree, no en todas partes y no todos de la micidios ha subido de manera exponencial
misma manera. Los problemas de seguri- en el pasado reciente, de que la violencia y
dad abundan, pero solo a veces son los que el despojo fundamentalmente se perpetran
se piensa. Tal como se percibe, la delictivi- en la calle y por personas extrañas, de que
dad patrimonial ha aumentado significati- es posible separar el problema de seguridad
vamente en el pasado reciente. Pero rara vez ciudadana de la violencia doméstica, de
se menciona que, hoy por hoy, las variadas que los culpables son los extranjeros... Esto
modalidades de violencia doméstica son, es falso, como falsa es la creencia de que el
con alta probabilidad, la más extendida problema de seguridad ciudadana en Costa
amenaza a la seguridad física, sexual, emo- Rica está fuera de control y requiere para
cional y hasta patrimonial de la mitad de su solución de medidas draconianas, del
la población. También se dice rara vez que, retorcido populismo represivo que siempre
trágicas como son, las muertes violentas de fracasa en proporcionar seguridad, pero
niños y mujeres -que a veces parecen guiar nunca fracasa en lesionar las libertades.
las respuestas legislativas hacia la inseguri- Debe quedar claro: a pesar de todo, Costa
dad ciudadana- palidecen cuantitativamen- Rica sigue siendo uno de los países más se-
te frente a las de los hombres jóvenes del guros de América Latina.
país, que mueren en forma violenta tanto
como matan, a un ritmo preocupante. Y otras afirmaciones también deben que-
dar claras. La evidencia costarricense mues-
La lección más importante que deja esta tra con singular claridad que la percepción
parte del informe es acaso la de revisar de inseguridad puede, en muchos sentidos,
con urgencia algunas de las más arraigadas tomar vida propia y que requiere un análi-
creencias en materia de seguridad ciudada- sis diferenciado. La percepción de insegu-
na. La lista es larga y no tiene sentido re- ridad en Costa Rica es intensa y añeja. Un
petirla aquí. Algunos ejemplos bastarán: la fenómeno que hace ya dos décadas había
creencia de que Costa Rica es un país excep- alcanzado niveles similares a los actuales,
PNUD

ha dejado de ser nuevo o sorprendente para todos los miembros de la comunidad tienen
convertirse en una enfermedad crónica. La derecho a la seguridad -esto es, a disfrutar
idealización de un pasado seguro y feliz, efectivamente del núcleo duro de derechos
se percibe como un recurso cómodo para del que se hablaba en la primera parte- en
negarse a aceptar que desde hace mucho condiciones similares. Ninguna de las áreas
tiempo -y, en particular, desde antes de la del quehacer de la sociedad simboliza tan
entrada masiva de inmigrantes de los países claramente el “sálvese quien pueda”, que
vecinos- Costa Rica ha sido una sociedad crecientemente define a la colectividad y
atemorizada. del que muy poco bueno se cosecha. Se
debe recordar, además, que si la erosión de
Seguramente parte de la explicación -pero la capacidad del Estado para proveer acceso
solo parte, porque en esto nunca hay expli- universal a los derechos básicos es grave en
caciones completas o nítidas, como se verá todos los casos, lo es mucho más cuando
más adelante- radica en la profunda sensa- implica la transferencia de las potestades
ción de desprotección que padece la ciu- de policía y del monopolio de la coerción
dadanía. En algunos casos con razón, y en física legítima en un territorio, que es la ca-
otros injustamente, a la luz de los valientes racterística definitoria del Estado.
esfuerzos que hacen muchos funcionarios
públicos, la población del país percibe que En última instancia, la actual es una socie-
los recursos estatales -fundamentalmente dad atemorizada y cada vez con más dudas
el sistema penal- ya no ofrecen protección sobre la posibilidad de vencer su temor. Re-
efectiva contra la violencia y el despojo y, signarse fatalmente a vivir con el miedo es
por ello, ni siquiera merece la pena activar- no solo aceptar vivir una vida limitada. Es
los. Una parte importante de la población también una posición ética. Es aceptar que
simplemente siente que debe contender la violencia que genera el temor es inevita-
sola con la violencia. O, mejor dicho, sola ble. Y definitivamente no lo es.
con su chequera y en la medida en que esta
lo permita. Como en tantas otras cosas, la Es preciso entonces tratar de encontrar las
sociedad costarricense parece estar abando- causas. ¿Es posible identificar las causas de
nando la idea de que la provisión de la se- la inseguridad ciudadana en Costa Rica?
guridad debe ser universal y equitativa, que

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238
Fotografía: Mario Acosta
TERCERA PARTE
¿Se puede explicar la inseguridad ciudadana?
Historia de vida

Mauren
A pesar de las pobrezas y agresiones, uno escuela, y yo les decía cuenten conmigo,
estaba como entretenido con los chiquillos voy a venir a trabajar a tal hora. Una vez
para allá y para acá. Porque yo siento que a me solicitaron que les fuera a vender unas
pesar de lo que vivía, mis hijos eran el timón comidas en la noche, y llega mi hija mayor
para sobrevivir. No sentía alegría sino como donde yo estaba vendiendo, y le digo ¿qué
una rutina, y lo que me hacía aguantar era está haciendo usted aquí? Me dice, viéndola
que él era responsable con sus hijos, y a pesar a usted, y le contesto ¿por qué? ¿Quién la
de todo ahí vivía la vida como se podía. mandó? Me dice, mi papá, y le dije a mí no
me gusta que usted esté aquí, porque aquí
A veces él llegaba a la casa y era ese enredo de hay cosas muy ricas y usted se antoja y yo
que él me trataba mal. Al principio no había no tengo plata para comprarle, váyase para
golpes, pero sí palabras, maltratos. Yo nada la casa. No, no puedo porque papi me dijo
más decía aquí lo que me queda es aguantar, que la cuidara; entonces le digo a una se-
porque con tres hijos qué voy hacer. Los pa- ñora que si se puede quedar mi hija y me
pás siempre lo enseñan aguantar a uno, pero dice, ¿pero por qué? Porque me da pereza ir
ya uno dice ¡hasta aquí porque no aguanto! a dejarla a la casa. Me dijo que estaba bien,
Entonces uno empieza a responder, a agredir y como a las diez de la noche le digo a la
de palabra. Entonces ahí la pareja no camina, señora ya me voy, mi hija está cansada y con
no hay sentido en una relación así, porque ya sueño, bueno, está bien. Llego a la casa y no
no te respetan ni vos respetás. estaba el papá. Entonces le digo yo a mi hi-
ja, voy a ir hacer un mandado, quédese aquí
Después me empezaron a llegar los rumo- en la casa. No mamita, ¿para dónde va? Voy
res: Mauren, su esposo por allá... a ir a buscar a su papá, voy a ir sola.

Como no puedo ayudar económicamen- Donde se oían los rumores era en una
te, siempre he aportado mi trabajo en la urbanización. Me fui y lo encontré. Ahí

242
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

comprobé lo que quería comprobar, pero tranquilo... Váyase con esa mujer y déjeme
por más que quise ocultarle a mi hija lo que en paz, aquí solita, y él me decía, no, yo
andaba haciendo, ella se dio cuenta. Otro no me voy a ir con otra mujer, yo lo que
día vimos el carro de él parqueado enfrente quiero es darle mala vida a usted para que
de una casa, y me dijo: mamita ¿verdad que se obstine y usted se vaya. Ahí fue donde
así es el carro de papá?, y le digo sí pero yo creí que sí era la mujer de él.
creo que no es el carro de su papá. Enton-
ces le digo mejor vamos para la casa. Yo le decía, ¿por qué usted viene hasta aho-
ra a almorzar? Pienso que debería decir a
El matrimonio se perdió porque yo era to- qué horas va a venir. ¿Y por qué le da lo
talmente inocente en las cosas de la vida, yo mismo venir o no venir? Si usted sigue así
no sabía nada, lo poquito que aprendí me lo yo no lo voy a esperar, me voy a ir a tra-
enseñó él, y a veces me decía mi hija, ay ma- bajar, voy a empezar a buscar trabajo. Y lo
mita, ¿pero por qué usted no se fue cuan- hice y era una locura; él me buscaba en los
do estaba embarazada de mí? Y le digo yo, trabajos y lo que yo ganaba lo empecé a
no sé; tal vez pensaba que él iba a cambiar. dejar bajo llave y él me despedazaba las ga-
Pienso que en una pareja lo más importante vetas y lo que yo ganaba me lo quitaba.
es que se respeten uno al otro, y si nosotras
respetamos al hombre todo camina muy Y cuando él empezó a engañarme, yo ya
bien, como les digo yo a mis hijas, que si empezaba a buscar refugio en alguien que
uno tiene una pareja y uno siente que no me escuchara. Yo lo que necesitaba era des-
hay respeto, ya no se puede vivir tranquilo. ahogarme, hablar...

Joaquín tenía un camión de carga y todo Y ya cuando Lizeth tenía como once años
el tiempo me dijo que eran pensamientos fue cuando él empezaba a llegar tan bravo
míos que él vivía con esa mujer, porque lo y malcriado... En ese tiempo no había tran-
que él tenía con ella era una relación de tra- quilidad. Yo no dormía pensando si él ve-
bajo, pero decía yo que cómo iba a ser una nía a pelear, porque ya mis hijas me decían:
relación de trabajo si en la madrugada lo mamá no discuta. Entonces yo me iba para
encontraba ahí, a toda hora él estaba en esa vecindades o para donde mi hermana, la
casa parqueado, y a mí me contaban que él cosa es que me iba. Y el chiquillo menor
hablaba como si fuera el marido de esa ca- se estaba haciendo como chapulín, porque
sa, y cuando me di cuenta era una relación cuando él llegaba y tal vez las chiquitas
que llevaba años. A mí me preguntaban si estaban en la puerta, él les decía, apárten-
yo era esposa de él y yo decía, ¿por qué me se o las aparto a patadas. Ese chiquillo lo
hacen esa pregunta? Y me contestaban que que hacía era irse, las que más estaban en
porque tenían años de verlo con una mujer, el problema eran las dos mayores, y si me
y que tienen un chiquito pequeñito: más veían pelear se metían a pelear también pa-
bien nosotros pensábamos que esa señora ra defenderme.
que anda con él era la esposa, no usted. Y a
mí me decía una señora, ¿por qué no em- Por mi mente muchas veces pasó irme, pe-
pieza a averiguar? Tal vez ese sea el proceso ro dejarle a los chiquitos porque, yo me
de agresión contra usted, que él tenga otra decía, ¿qué hago con tres hijos ahí en la
señora; pero ya a lo último le empecé a de- casa de mi mamá? Porque nosotros siem-
cir a él, si usted tiene otra señora, por qué pre fuimos muy pobres. Sentía que tenía
no nos dejamos de cuentos y usted se va que aguantar todas las malacrianzas porque

243
¿qué iba hacer con tres hijos pequeños, tiempo. Él quería sacarla de la casa de mi
con quién los voy a dejar para ir a trabajar? hermana para llevársela a la casa de los pa-
Y cuando mis hijas ya tenían doce, trece drinos, pero yo le dije que no, que yo iba
años, fue cuando empecé a ver cómo hacía a ver qué hacía. Al final llegaron los padri-
para sobrevivir, porque era demasiado lo nos, hablaron conmigo y les dije lo que su-
que había vivido, casi desde que tenía un cedía, y que todo eso ya no puede seguir,
mes de casada... Si desde que éramos no- y a la chiquita me la dejan aquí. Llegaron
vios discutíamos y nunca llegábamos a un dos guardas a sacar a mi chiquita pero no
acuerdo, yo decía que ya era hora de darme pudieron. Llegué y hablé con esa patrona
un descanso en mi vida. y ella me dijo que si yo le daba permiso
de llevármela. Le dije, si usted me la cuida,
Empecé a trabajar porque las chiquillas em- está bien; y como mi patrona vivía en otro
pezaban a ir a la escuela, necesitaban cosas lado, pensé que no me la iba a encontrar.
y no podía seguir así. La mayor empezaba Entonces la patrona se llevó a mi hija, para
a viajar a Santa Ana, y como no tenía di- todo lado que salía la llevaba en taxi con
nero se iba caminando y veía el carro de su ella. Hablé con mi hija y le dije ¿sabe qué?
papá en la casa de la otra mujer. Ella se dio Aquí hay un problema, usted no puede an-
cuenta de que su papá me engañaba y me dar en la calle botada... Como su papá la
decía, pero yo no le quería revelar el asun- echó, aquí lo que hay que hacer es ver si
to. Después él pensó que ella era la que me la ley saca a su papá, porque es la única
traía los chismes y por eso la desconoce manera de que usted entre a la casa, porque
como hija, la anduvo agarrando del pelo y mientras él esté ahí, no lo va a permitir.
yo la tenía que defender. Entonces me dijo
que mi hija tenía que irse de la casa, y ahí Mi hija estuvo con esa señora como mes y
fue cuando dije que tenía que ver qué ha- medio. A raíz de todo yo salía a despejar-
cer, porque lo más que tenía ella eran doce me la mente, a veces me iba para un baile-
o trece años, y él decía que con ella no se cillo y cuando volvía las cosas eran peores.
podía vivir porque era ella quien traía los Una vez vine y él salió con un machete,
problemas a la casa. no sé si era Dios o el diablo que se le enre-
dó el machete con unas tejas de zinc, y la
Me fui para donde mi hermana a ver en qué que venía a meterse era mi hija, si no un
me podía ayudar; le digo, Cristina, vengo machetazo le hubiera dado. Después él se
a pedirle un favor, cuídeme a Lizeth por controló un poco.
unos días, y me dice, ¿por qué? ¿qué pasa?
Es que el papá la echó a la calle… ¿Cómo A mis papás, ya casada yo les hacía creer
se le ocurre a ese hombre hacer eso? Bueno, que mi matrimonio era color de rosa. A ve-
déjela aquí, yo se la voy a cuidar. ces no visitaba a mi mamá, pero la llamaba
y le decía sí, mamá, estoy tranquila, y a lo
Trabajaba por horas en un colegio privado último le fingía cosas que no eran ciertas
y estaba muy triste por mi hija. Entonces para que no sufriera.
me dice la patrona, Mauren ¿por qué es-
tás triste? Es que el papá de las chiquitas En lo sexual, yo le preguntaba a él que
mías me echó a la mayor a la calle y no sé por qué, si las cosas caminaban así, venía
qué hacer; ahora la tengo donde una her- exigiéndome cosas para complacerlo; y re-
mana mía, pero no la puedo dejar mucho cuerdo que un día le dije si hay alguien

244
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

que le haga eso, pues vaya por su camino. soda él lo jalaba para la otra mujer y me
Eran tonterías lo que se le metían a él en decía, Mauren, los clientes en la soda se
la mente, a mí me extrañaba, yo pensaba tratan bien, y los que consumen cervezas
que alguien le hacía esos trabajos. Des- se tratan mejor, y le digo yo ¿qué tanto
pués yo le decía a él, ya yo no quiero dor- mejor? Porque a mí no me gustaba darle
mir con usted, me voy a dormir a la cama tanta atención a la gente que consumía
de mis hijas porque no quiero nada con cerveza. Y me decía, hacerles lo que ellos
usted. Y él me decía, usted tiene que dor- le pidan; si quieren bocas de pollo, se las
mir conmigo, ese es su deber. Y cuando hace, o de ceviche.
dormía con mis hijas, llegaba y me agarra-
ba del pelo y me sacaba para llevarme a la Y desgraciadamente un día llegó a tomar
cama de él. guaro un nica que pedía y pagaba y pedía
otra vez, y yo decía ¿por qué veo a este ni-
En Salitral los vecinos al menos llamaban a ca tan emocionado? Y me dice el hombre
la policía, queriendo intervenir. Uno se sen- que yo le gusto; entonces le digo yo, pues
tía apoyado por los vecinos. Y cuando ellos qué problema, porque yo soy casada, y el
veían que nos agarrábamos, les decían a los hombre que usted ve que llega en tal carro
chiquillos, véngasen para la casa, esperen a es mi marido, y si usted sigue yo le voy a
su mamá aquí. Y también yo. Porque en decir a mi marido. Y me dice vea, Mauren,
el momento que podía me escapaba y me a mí no me importa su marido, y si tengo
iba para la vecindad. Incluso a veces hasta que enfrentarlo lo hago y le digo que a mí
dormía en las vecindades con los chiquitos. me gusta usted. Le digo yo, no me haga
Para no entrar en ese enredo, las vecinas me problemas absolutamente de nada, porque
decían mejor quédese a dormir aquí con los aquí usted viene a tomar y se trata como
chiquillos, no se vaya. Y él llegaba donde los se trata porque viene a tomar. Y yo no sé
vecinos diciendo, si no la dejan irse para la si es el diablo o Dios, pero el nica se para
casa voy a patear la puerta o con la policía la a pedirme la cuenta, pero como yo casi no
saco, y las vecinas me defendían diciendo: sabía leer ni escribir le pedía a la empleada
traiga a la policía y lo que nosotras vamos a que teníamos que le hiciera la cuenta. En
decir es que los chiquitos estaban llorando lo que le doy el lapicero a la muchacha
porque ustedes se estaban agarrando. A él viene el nica y me agarra la mano; y yo,
le dio la cuestión de tomar mucho. A veces suélteme que llegó mi marido, y él no me
me pongo a pensar que uno le echa leña al soltaba. Mi marido se quedó quedito, él
fuego, porque llega tomado, discutiendo, y lo vio; entonces me dice ¿qué pasa con ese
uno le da pie a la discusión, entonces las hombre? Le digo está tomado y me agarró
cosas se empeoran. la mano, y me dice ¿qué, no le has dicho
que sos casada? Le digo sí, pero a él no le
En ese tiempo yo le administraba o le tra- interesa, y me dice, eso es un problema.
bajaba a mi marido en una soda, y yo me Y a causa de ese enredo le digo a mi ma-
dedicaba todo el día, me iba acostando a rido, hasta aquí; no le voy a trabajar más
las dos de la mañana y a las siete yo tenía en la soda, porque lo que pasó no fue mi
que abrir esa soda. Y si me había dormi- culpa si no a causa de las cosas que usted
do o estaba desayunando, me gritaba que me dice que tengo que hacer. Y le dejé el
tenía que ir abrir la soda para que él andu- negocio botado.
viera en la calle. Lo que yo ganaba en esa

245
Lo que me comía ahí era lo que ganaba. hombre por más pequeñito que sea, por-
Siempre por inocencia mía trabajando por que con una sola pescozada el hombre lo
amor, y él llegaba tres veces al día o más manda a uno a dormir, y yo me pongo a
a ver cuánto se había hecho en la caja. Yo pensar que esa era la estrategia que él usó.
ni un blumer me compraba para hacerle la Al mucho tiempo entendí que eso era lo
bolsa a él, nunca le robé ni un peso, pero que él se traía en manos.
le dejé el negocio botado, no seguí admi-
nistrándole nada. Yo empecé a sacarle las uñas cuando él di-
jo aquí estas cosas van a la Corte. En el
Las primeras acusaciones creo que fueron tiempo que yo me le rebelé, él no traba-
muy insignificantes, pienso que lo hi- jaba por estar en la Corte. Yo soy bruta,
zo por martirizarme: que por dejar a los pero para mí él es una persona requete-
niños e irme a bailar, porque me vio con bruta, porque en la mente mía no cabe
unos amigos tomándome una cerveza, tanta vulgaridad como en la de ese hom-
cosa que era mentira... Ya después fueron bre. Él siempre jugaba de tener plata, de
de abandono de hogar, la demanda de di- ser estudiado. Me acuerdo que una vez en
vorcio, la separación; otra demanda fue Navidad él decía mañana tenemos juicio
cuando yo lo había agredido, porque él y yo voy tranquilo, porque sé que de ahí
me decía que le sirviera el desayuno y yo te meten a la cárcel. Y como él tenía ca-
estaba planchando y le pegué la plancha. rro para movilizarse y se las daba de que
Él llegaba y me decía, sírvame la comida, podía, entonces a lo último pensé que al
pláncheme la mejor ropa para irme don- rato sí, que tal vez sí me llevan a la cárcel
de fulana, y todavía quiere que le sirva el de mujeres. Si uno no sabe leer ni escribir
desayuno y no sé qué. Y le digo yo, es- se le cierran muchas puertas. Él decía que
perate que te estoy planchando la ropa, y por no saber leer, él sabía que me iba a
empieza la discusión. Entonces subo a full hundir. En la Corte aparecen muchas per-
la plancha y lo quemé. sonas amables y muchas amargadas, me
acuerdo de un muchacho que agarraba la
Estaba yo peinándome, porque todo el demanda y me daba una congoja porque
mundo me decía que me arreglara, y me se sentaba a leérmela, el muchacho era tan
decía ¿ya vas de prostituta? Y a lo últi- amable que sacaba el tiempo para sentarse
mo, si yo quería darle celos, me arreglaba y que yo entendiera un poco de lo que es-
bien, me pintaba, y un día me dijo tanta taba pasando. No me explico cómo Dios
tontera que entonces me le vine encima me ayudó, por lo menos me quedé con
con un cepillo de peinarme y en la Corte este lote.
apareció esa agresión: que lo agredí con
un cepillo de peinarse. No sé si era que Y cuando todo esto pasó, ahí en la Corte
él no se podía defender o pretendía que me dijeron: “Mauren, ¿por qué usted no
yo le hiciera algo, porque eso fue lo que va a un grupo de apoyo? Ahí le van ayudar
alguien me dijo: mejor tranquilícese, vea mucho, hablando con sus compañeras y
a ver cómo se va, porque él lo que quiere dialogando con la trabajadora social...” Y
es que usted le haga muchas cosas para a causa de todo ese enredo, la trabajado-
luego hundirla. Porque él lo que quería ra me dijo que mejor buscara un abogado
era hacerse la víctima. Pero yo pienso porque mi caso era feo. La abogada que me
que una mujer nunca le va a poder a un ayudó en ese tiempo estaba ayudando a un

246
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

grupo en Alajuela, y fue cuando a mí me ger las cosas que hacía y se me hacía difícil
dijeron que ella me podía ayudar. A ella no porque casi no sabía leer. Ahora sé porque
le gustaba ir a Alajuela porque tenía malos he ido un poco más a la escuela, como di-
recuerdos de ese lugar, entonces trabajaba cen, he aprendido un poco más, pero ese
en San José, y a veces yo tenía que ir a reco- tiempo fue muy difícil.
Continúa en la Cuarta parte.
Continúa en la Cuarta Parte.

247
Historia de vida

Rafael
Con los chapulines nosotros sembramos lo agarraban y lo golpeaban todo, a nadie
el terror en San José como nos dio la ga- le daba lástima, que entonces por qué iba
na. Éramos una familia, teníamos un odio uno a tenerles lástima a las personas...
colectivo. Éramos como 80 chavalos; en
el grupo había gente de todo el país, pe- La primera vez que apuñalié a alguien me
ro sobre todo de la Zona Sur y de la Zona dio miedo, pero lo que hice fue combinar
Central. Todo mundo se había ido de la el licor con el cemento, eso me activaba el
casa con historias muy parecidas: abusos, odio contra los demás. Por eso nosotros en
maltratos, explotación, agresión... Prác- la calle éramos muy agresivos. Casi todos
ticamente todos eran hijos de madres así, íbamos drogados, y esa agresividad hacia
con varios hijos de diferente hombre, y las demás personas nos invadía. Estábamos
también pobres. asaltando a un chavalo y él le pegó a un
compa mío, le reventó la ceja. Entonces el
Nadie se merece ese sobrenombre de chapu- compa me dijo: “¡Mae, defendeme, defen-
lín, porque es como si uno fuera un animal. deme!” Casi siempre los menorcillos andá-
Como un animal lo trataron a uno y tras de bamos el cuchillo por la bronca. Otro cha-
eso le ponen un apodo como insectos, como valo me agarró la mano y me dijo: “¡Mae,
cualquier basura que hay que exterminar. esto se hace así!” Yo lo pegué; me asusté pe-
ro nosotros teníamos un código, y era que
La policía era muy agresiva con nosotros: si usted nos hacía algo, nosotros teníamos
nos golpeaba mucho, nos tiraban allá en que hacerle el doble o el triple de lo que
Rancho Redondo, nos echaban agua, nos usted nos había hecho...
quitaban la ropa, nos dejaban en calzonci-
llos allá por el Zurquí, nos echaban cemen- Cuando usted anda en la calle siente un va-
to en la cabeza, todas esas cosas. Un amigo cío tan grande, pero tan grande -¡una sole-
mío siempre me decía que cuando a uno dad tan grande!-, que usted necesita llenar

248
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

ese vacío con algo... Entonces era cuando la calle, porque por la sexualidad son más
uno se drogaba. La droga está en todo lado, explotadas. La mujer es más violenta que
es algo tan común que usted la consigue el hombre en la calle, más manipuladora,
hasta en la esquina... De ahí usted ya lo ve porque uno para conseguir plata tiene dos
como algo común y corriente, más bien to- opciones: se prostituye o roba... Las mu-
do mundo se muere de risa (¡Uy, mae, lo vi jeres tienen más ventaja que uno, porque
haciendo feo!). Ya usted lo hace como un en los bares nunca falta quien las invite,
círculo familiar, ya no ve como malo que quien les dé plata, y los policías con tal de
se enfiestó, que hizo feo... Uno llegaba tal acostarse con ellas les dejan pasar cosas...
vez tarde en la noche a un hotel de mala En cambio, a uno hombre le toca el lado
muerte y se drogaba para pasar la noche. machito, ser violento, agresivo.

A los 12 ó 13 años yo ya había visto mo- A otro amigo de nosotros lo llamaban Búfa-
rir a un amigo mío apuñaleado. Cosa de la lo. A él lo mataron aquí en San José. Estaba
calle, de drogas. Llegó un chavalo y lo apu- parado en una esquina y pasaron en moto
ñaleó. Son cosas a las que uno se va acos- y le dispararon. Él vivía con un travesti que
tumbrando y después ve como normales. A nos daba dónde dormir y de comer, pero la
él lo apuñalearon en un charral, y recuerdo paga de eso era el compa de nosotros. Aquí
que los policías decían: “Bueno, de por sí la gente no perdona ni le interesa si usted
es uno menos...” Tuve otro amigo que tam- es bueno o si usted es malo, si usted tiene
bién murió. A él lo secuestraron dos ho- sentimientos o no, y si los tiene entonces
mosexuales y lo tuvieron en un cuarto y lo usted tiene que guardarlos bien adentro.
abusaron por meses. Era un niño, le decían
Alan Zacateras y no llegó ni a los 18 años. Tenía amiguillas que tenían relaciones sexua-
Por una piedra de crack lo apuñaleó otro les no con un hombre sino con un montón;
chavalo, pero murió de SIDA. Uno de los simplemente era normal tener relaciones en
que lo abusó tenía SIDA y de eso murió. un charral o en moteles de mala muerte con
una carajilla igual que uno, era parte de lo
Eso es tan común en la calle. Tal vez a mismo, y uno lo hacía muerto de risa y casi
una chavala, una carajilla joven, llega a un siempre drogado, eso era común.
búnker, el narco la hace mujer de él por un
tiempo. Cuando ya no la quiere, entonces Una vez a un amigo mío, que le decíamos
se la tira a los demás para que la violen. La Taicondo, venía saliendo de la cárcel y le dio
sexualidad en la calle es como muy bígama, una muerte blanca, una sobredosis. Estába-
el hombre anda con una chamaca, la cha- mos chiquillos, estábamos con otro amigo
maca después se junta con otro mae que es que mataron, estábamos fumando piedra y
un amigo suyo, todo se ve tan común y co- a él le dio una muerte blanca y empezó a
rriente. Ahí un mae se acuesta con otro mae botar espuma... Tenía como tres días de no
o una mujer se acuesta con otra mujer, cosas comer y era ese espumarajo por la boca, en-
de esas, pero se ve natural, no es de criticar, tonces el otro amigo, asustado le metía pan:
no es de decir nada. Eso se llama ser uno coma, tenga, Taicondo, pero bien drogados;
militar. Usted se hace tan tumba que a usted coma, coma, y el otro botando espuma: co-
le da lo mismo, aprende a manipular. ma, coma; él lo que tiene es hambre. Por fin
yo salí asustado llamando a todo mundo,
En la calle una mujer es como un hom- pero nadie me dio pelota y terminé llaman-
bre. Es más, la mujer lleva la peor parte en do a dos policías. Cuando ellos llegaron, el

249
mae estaba convulsionando, blanco blanco, esos sobros y comía y comía, idiay, tantos
y el otro en su ignorancia le daba pan y más días sin comer, y agarraba la comida y co-
bien lo estaba atascando. Taicondo casi se mía y comía hasta llenarse y después era ese
muere, lo llevaron al hospital y un par de dolor de estómago. Sacábamos del basure-
horitas más y se hubiera muerto. Tuve ami- ro de Mc Donalds sobros de hamburguesa
gos a los que nosotros fuimos a sacar de la o cocacolas o íbamos a restaurantes y nos
morgue porque no tenían familia que los quedábamos viendo dónde había una me-
fuera a recoger; nosotros fuimos para ente- sa más o menos desocupada con comida,
rrarlos bien que mal como a una persona, y nos metíamos y nos robábamos el plato.
no como un perro. Una vez me fui a pedir con uno de mis her-
manos y una señora nos regaló una sopa
En los hospitales cuando llega alguien congelada. Nosotros agarramos los tucos
indigente cuesta mucho que lo atiendan. y nos los comimos, pero después fue ese
Ahora eso está muy tallado, pero antes no, dolor de estómago.
era difícil que lo atendieran a uno en el
hospital. Entonces casi siempre buscába- Más de una vez estuve con diarrea y des-
mos el Centro de Diagnóstico. Nunca se nutrido, a veces por tanta droga, y a veces
me olvida, un amigo mío que salió de la uno estaba tan débil, sin fuerza de nada.
prisión, nos estábamos muriendo de ham- Tal vez caía uno a la Cruz Blanca o a un
bre, teníamos todo un día pidiendo plata y albergue del Patronato y ahí duraba tres
nada. Entonces nos fuimos a robar y más o cuatro días en una cama, no podía ni
bien nos verguearon. Empezamos a oler levantarse... Cuando estuve en el hospital
cemento cuando llegaron unos policías y fue por lesiones y quebraduras. A veces,
les dijimos que nos llevaran al Centro de drogado, me cortaba con un cuchillo los
Diagnóstico pero no les dio la gana, más brazos o las piernas, pero nosotros lo ha-
bien agarraron el cemento y nos lo echaron cíamos por vacilón, como por desahogar-
en la cabeza. Eso fue como a las tres de la nos la cólera.
mañana y fue tanta la cólera que yo agarré
a pedradas un ventanal, no me acuerdo si Yo sé lo que es dormir con cartones en La
era de Mc Donalds o qué, y nos cargaron Sabana. Tal vez uno se despertaba con una
y nos pegaron una vergueada en la Deten- mierda pegada en la cabeza. Y tal vez uno
ción General, y ni aún así nos llevaron al había dormido en eso y ni siquiera se dio
Centro de Diagnóstico. cuenta. Y después, ir a bañarse ahí al lago
de La Sabana y lavar la ropa y andar usted
Cuando a uno le agarraba hambre o frío en la misma ropa por semanas y los genitales
la noche, se ponía a oler el cemento para hediondos, irritados. Más de una vez me
no sentir el frío, y después, drogados, nos llevaron al Centro de Diagnóstico con los
comíamos el cemento. A veces hacíamos pies casi podridos de andar con unos zapa-
esfuerzos para comprar un bollo de pan y tos mojados, días de andarlos todos moja-
le echábamos el cemento al pan o permitía- dos, y todo carcomido de hongos; andaba
mos que un señor de esos, un homosexual, con la cabeza llena de piojos o con rasquiña
llegara y nos echara el cuento y nos toque- o sarna. Teníamos tres perros que dormían
teara, todo para que nos invitara a comer... con nosotros, eran parte del grupo, eran las
Tal vez usted tenía día y medio sin comer mascotas. Yo dormía con uno de ellos, me-
y llegaba donde los borrachitos que tenían jor dicho lo usaba de almohada; le decía-
un montón de sobros y uno agarraba de mos Capitán. Y esos fríos en invierno...

250
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

En la calle usted vive el día, ahí no existe San Sebastián, a las que llamaban cárceles
el mañana. Uno vive el momento. Por eso de menores adultos. Entonces a usted ya lo
cuando agarraba mucha plata usted se po- juzgaban como un mayor de edad a los 17
nía a invitar a todo mundo, a botarse, por- años. A mí ya no me tenían en infantiles ni
que el mañana no existe... Usted siempre en primarios, sino en lo que llamaban cua-
está al borde de la muerte. Todos los días tro A, que era como máxima de un reforma-
que pasan usted sabe que tarde o temprano torio. Ahí empecé la secundaria y también
lo van a matar, entonces usted vive el mo- hice un curso de mecánica del INA. Era co-
mento. Consumí de todo, pero sobre todo mo un hobby como para salir del estrés.
cocaína, muchos años y todos los días.
Yo soñaba con tener un apoyo, siempre
Siempre me gustaba andar con los más quise estudiar. Mis hermanillos se burla-
grandes, siempre quería buscar esa acep- ban porque decían que yo era un soñador,
tación, ser el centro de atracción. Cuan- siempre soñaba con ser diferente. Cuando
do tenía 16 años me caí con dos chavalos estuve en San Sebastián con 17 años co-
en un asalto ya un poco más serio. Caí a nocí a un chavalo, a unos señores que me
San Sebastián, la cárcel de mayores, a un decían: “Papito usted está muy joven, us-
lugar que llaman Centro de Diagnóstico. ted tiene toda una vida por delante...” Ahí
Honestamente, a mí me dio miedo cuando adentro usted ve el homosexualismo como
los que estaban ahí decían: “Ese güila a mí algo tan natural: los homicidios, los robos,
me gusta...” Pero yo era chiquitillo y no me la violencia...
creyeron que era mayor de edad, entonces
tuve que hacerme examen de huesos y no Cuando uno se fugaba tenía que correr
me pasaron. Uno de los amigos con los que porque cuando lo agarraban le daban una
me caí era más alto y a él sí le creyeron. paliza y lo pasaban a un calabozo donde
Lo dejaron y ahí lo violaron entre varios lo dejaban dos o tres meses. También uno
chavalos. Por esas tortas salió un reporta- tenía compañeros malvados, como dicen.
je de menores en cárceles de mayores y de Una vez metieron en los calabozos a un
las violaciones que se dieron entre varios chavalo que tenía problemas de retardo con
compañeros... Como era el más chiquitillo dos chavalos, y ellos lo violaron ahí, enfren-
entonces a mí no me creyeron, me tuvieron te mío. Yo llamaba al oficial y no sé dónde
como quince días y me hicieron exámenes estaba y lo violaron ahí, enfrente mío. Tam-
de huesos y todo. Por último me pasaron al bién había más de un guarda buena gente
Luis Felipe. Entonces, ya como gran cosa, que se ponía a jugar naipe con uno.
volví al Luis Felipe contando la hazaña.
A la mamá de mis hijos la conocí en un
Tal vez uno se había fugado de la casa con restaurante, muy jovencita. Ella es de Gua-
la ilusión de un mejor futuro, pensando nacaste y se vino a trabajar a San José en
como un niño, y ya uno empezaba a ver una casa. Ella llegaba con las señoras de la
que los compas de uno, la generación de casa donde trabajaba, entonces me empezó
uno, empezaba a caer a las cárceles, amigos a gustar. Idiay, como lo veía bien vestidillo
tuyos que caían por homicidios. a uno, pero después ella se dio cuenta de
cómo en realidad era mi situación.
En el Luis Felipe ya tenía internamiento
fijo, es decir tenía que quedarme ahí has- La empecé a arrastrar a un mundo desor-
ta los 17 años, después me iban a pasar a denado donde uno se pierde tres, cuatro

251
días. Alquilábamos una casa pero yo nunca bar y terminábamos alzándole broncas a to-
estaba. Mis amistades tal vez querían una do mundo, o íbamos a la playa a robarnos
casa para llegar a tomar guaro, a hacer loco, todo lo que se pusiera, o a fumar marihua-
a esconder drogas o armas... Como la ma- na y consumir drogas, solo tortas. A veces
yoría de los muchachos ahí toman, fuman, quisiera ir a la montaña o a la playa a vacilar
huelen, se acuestan con majes, se acuestan con amigos diferentes, pero cuesta mucho.
con otro, uno se acostumbró a ese tipo de Lo he intentado con la doña pero me en-
vida. A mí no me gustaba darle explicacio- tran nervios, no sé, como cólera... Yo soy
nes, adónde iba, qué hacía, más bien era uno que, cuando no tengo nada que hacer,
agresivo, le decía que ella no podía man- lo que hago es andar aquí en San José todo
darme, que ella no era nadie, que por qué el día para arriba y para abajo.
me iba a mandar.
Mi suegra a veces me trata bien, pero yo no
Uno -¡qué cara de picha!-, uno se vuelve entiendo, no asimilo la manera en que me
agresor, uno es un agresor también, enton- trata. O sea, yo a veces no sé si lo está ha-
ces con ella yo era un hombre agresor. Y a ciendo por bien o si me está manipulando,
veces la culpaba, le decía que había hecho o ella me está diciendo una cosa y en mi
eso porque ella tenía la culpa, porque ella me mente yo estoy pensando otra. Un abrazo o
daba a mí ese problema: “¡Es que usted...!” un beso, un gesto de aprecio a uno en rea-
“Por su culpa...” “Si usted no me hubiera lidad le cuesta asimilarlo, ya uno no sabe
dado esa cólera tal vez yo no me hubiera ido ni qué es bueno ni qué es malo, esa barrera
a tomar...” Y ella era otro tipo de chavala, que uno tiene.
no era de las que se iba con otro mae o se
acostaba con otro mae, todo ese desmadre, En la calle se hacen subgrupos; uno di-
ese desorden. Para mí todo eso era normal ce: ese es mi hermanito. Entre nosotros
y ella no quiso eso para mis hijos. Entonces nos entregamos el todo por el todo. Ten-
nos separamos y fue la mejor opción que go amigos que vienen saliendo de prisión
ella hizo... Uno siempre culpa a los demás de comerse diez, once años, y tal vez ellos
por todo, eso es algo difícil de asimilar. no hicieron ese delito, lo hizo otro. Yo me
comí la bronca suya y usted se comió la
Con ella no tengo nada, sentimentalmente bronca de otro y así. Son “guetos”, como
nada. Después hemos tratado algunas ve- yo con esos tres chavalos que nos vemos
ces, pero ella me dice que yo no hablo de como hermanos. Ellos no me van dejar
mis problemas o me reclama que ya empie- morir a mí, ni yo los voy a dejar morir a
zan mis amiguitos a llamarme. Uno es co- ellos. Usted puede ser amigo mío, pero
mo receloso, no quiere que le digan nada. yo soy más amigo de ellos. Entonces, en
A veces voy con los chiquitos y no puedo, un momento dado, entres ellos y usted...
he estado con la familia de ella y me es Idiay... Que lo llore otro a usted y no yo
difícil, muy difícil. a ellos. No es cualquiera el que se pone a
vivir en una cárcel por algo que hizo otro,
Me cuesta relacionarme, ir a disfrutar un porque en una cárcel usted sufre y ve cosas
partido de fútbol, decir vamos a la monta- desagradables. Nadie se adapta, nadie sale
ña... Con mis amigos nos íbamos a Ojo de adaptado de una cárcel.
Agua, pero casi siempre terminábamos dro-
gados, alzando broncas o asaltando a todo Sean lo que sean, les tengo cariño a varios
el mundo. O íbamos a ver un partido a un compas míos, y sean lo que sean yo los

252
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

quiero... A veces quisiera sentir ese mismo Cuando era menor de edad estuve invo-
cariño hacia personas que son buenas, tra- lucrado en dos homicidios; fue con una
bajadoras, honradas. gente de Limón, una pareja en Cahuita a
los que enterraron en la playa. Iba yo con
Uno aprendió a ganarse el respeto a punta otro menor y un mayor de edad. A uno co-
de violencia: usted me tiene que respetar, ¿y mo menor lo utilizan porque usted llega a
cómo voy a imponer mi respeto?, agredién- adquirir un compromiso con los mayores,
dolo físicamente, o si ando con unos bichos uno los ve como hermanos mayores, como
malos, entonces se los echo. Yo aprendí esa personas que uno admira. El más malo es
manera de respetarme -respeto no, sino el héroe en la calle. En el ambiente, usted
miedo-: quién es el más “jachudo”, el más no tiene una personalidad propia porque la
galán. Entre más malo o más fogoso sea calle se la forma a usted a punta de golpes.
uno, mejor. Uno se mete en el ambiente y
le pierde el temor, el respeto a las personas. Así me la tiré desde los 8 hasta los 25 años,
Uno tiene tanto odio hacia los demás que casi toda una vida. Varias veces me cam-
tiene una justificación para cualquier cosa: bié el nombre. Y cuando cumplí 17 ya me
desde apuñalear hasta matar a una persona. habían sentenciado a veinticinco años por
Siempre hay una justificación. acumulación de causas.

Continúa en la Cuarta Parte.

253
¿Se puede explicar la inseguridad ciudadana?

¿Qué está pasando en el país?, ¿de dónde viene tanta violencia?, ¿por qué tanta inseguri-
dad? Estas son preguntas que la población de Costa Rica se hace frecuentemente al abordar
el tema de la inseguridad ciudadana. Se trata de interrogantes válidas, para las que no hay
respuestas sencillas.

En la literatura contemporánea sobre el crimen y la violencia encuentra expresión más de


una veintena de teorías sobre las causas o factores que intervienen en el advenimiento de
estos fenómenos. Existen las que ofrecen explicaciones genéticas, biológicas o fisiológicas;
las que señalan relaciones con deficiencias mentales o el abuso de sustancias y las que,
apartándose de la premisa de que las conductas violentas responden a características de los
individuos, brindan más bien interpretaciones fundadas en los rasgos de la sociedad, como
sus niveles de organización, la calidad de los lazos que se establecen entre sus miembros o
la prevalencia de patrones de conducta violentos que se transmiten de una generación a la
siguiente. Otras vertientes ubican los orígenes del crimen y la violencia en desigualdades
sociales definidas en términos de poder, ingreso o género. Con sus respectivas fortalezas y
debilidades, cada una de esas tesis ofrece un marco conceptual desde el cual sería posible
abordar la inseguridad, pero también, como es de esperar, optar por una u otra tendrá
consecuencias metodológicas que se verán reflejadas en los hallazgos.
Un problema básicamente cultural
Marco Vinicio Fournier*

Al igual que todos los animales vertebrados, el ser humano nace con una dotación ins-
tintiva que le permite reaccionar con ira ante situaciones u objetos que amenacen la vida,
la independencia o el estatus propio o de sus seres queridos. Pero, al igual que todos los
mamíferos, también nacemos con un cerebro afectivo, el sistema límbico que, entre otras
cosas, nos permite modular y transformar los impulsos instintivos, otorgándoles una enor-
me plasticidad y variabilidad a las emociones, y generando conjuntos emotivos de gran
complejidad, como los sentimientos de amor u odio. Además, el desarrollo único de los
lóbulos frontales en los homínidos, establece mecanismos altamente eficientes para la per-
cepción, control y canalización de las emociones y los sentimientos; y es precisamente el
ser humano quien posee el mayor número de interconexiones entre el sistema límbico y
los lóbulos frontales.

Con estas estructuras cerebrales, somos, sin lugar a dudas, la especie con la mayor capaci-
dad para administrar los impulsos instintivos y, sin embargo, también sin lugar a dudas,
somos el animal más agresivo que ha producido la evolución. Sobre todo en lo que respecta
a la violencia dentro de la misma especie, a tal punto que hemos convertido la ira instintiva
en una destructividad que amenaza la existencia misma de la vida en el planeta.

Tanto el sistema límbico como los lóbulos frontales utilizan la información almacenada
a través del aprendizaje para controlar las emociones, de modo que lo que aprendemos a
lo largo de nuestras vidas resulta fundamental para inhibir o para potenciar las conductas
agresivas y destructivas.

Resultan particularmente importantes en este sentido tres tipos de información básica: las
formas en que aprendemos a interpretar la realidad, las normas culturales y las actitudes
que orientan nuestras percepciones y acciones en la vida cotidiana, y el inventario de con-
ductas específicas que hemos desarrollado para reaccionar ante las diversas situaciones que
se nos presentan.

Ahora bien, el aprendizaje normalmente no se produce en forma espontánea y aislada,


sino que en el ser humano está mediatizado por la cultura en la cual nos socializamos. El
aprendizaje se sistematiza y se formaliza a través de la familia, la escuela, la iglesia y, en
el último siglo y medio, los medios de difusión masiva. Este aprendizaje formalizado ha
alcanzado en la cultura actual un nivel de estandarización y generalización nunca antes
visto en la historia.

Conviene entonces analizar con detalle en qué medida la cultura actual contribuye a in-
hibir o a potenciar las conductas agresivas. Desgraciadamente el balance tiende a ser muy
negativo: vivimos en un ambiente de creciente inseguridad, lo que hace que nuestros me-
canismos de interpretación de la realidad tiendan, en mayor medida, a clasificar los eventos
como amenazantes y potencialmente destructivos, lo cual genera en nosotros conductas
de defensa agresivas que, a su vez, generarán una mayor sensación de inseguridad. Pero
además, el incremento en el individualismo y en la competencia como estrategia básica
256
de interacción tiende a aumentar esa sensación de inseguridad y estimula el desarrollo de
normas y actitudes contrarias a la solidaridad, la compasión, o la humildad, valores fun-
damentales de una coexistencia pacífica. Por otra parte, la entronización de la capacidad
de consumo como criterio básico de felicidad y estatus, genera, por una parte, procesos
de cosificación de las personas, percibidas ahora como un artículo más de consumo, pero
también muchísima frustración, puesto que esa felicidad y ese estatus no pueden, definiti-
vamente, alcanzarse mediante el consumo compulsivo, que de todas maneras pocos logran
financiar. Agreguemos a todo esto el aprendizaje de conductas agresivas que estimula la
mayoría de los programas de la televisión, y la desconfianza creciente en el sistema político
y judicial, que a su vez debilita los mecanismos inhibitorios de la violencia, tanto a nivel
moral como en lo que respecta a la certeza del peso de la ley y sus consecuencias.

Tomando en cuenta este contexto cultural, no es casualidad que los principales indicadores
de violencia en el mundo entero empezaran a aumentar a mediados de la década de los
ochenta, precisamente cuando se inicia la intensificación de las características señaladas
más arriba, como producto de los procesos de globalización.

Ex-catedrático de la Universidad de Costa Rica, psicólogo social e investigador.

Las investigaciones más recientes efectua- último están los factores comunitarios o
das en América Latina, particularmente las sociales, como la desigualdad, el conflicto
conducidas por organismos multilaterales social, la efectividad de las instituciones de
como el Banco Interamericano de Desarro- control, la presencia de armas y drogas en
llo y el Banco Mundial, han recurrido a un el entorno, niveles de pobreza y criminali-
enfoque multidimensional y multifacético dad y características físicas del barrio.1
de la inseguridad.
Numerosos estudios realizados en la re-
Buvinic, Morrison y Shifter exploran los gión latinoamericana optan por centrar la
factores asociados a partir de la siguiente atención en factores económicos y sociales,
clasificación: factores individuales, como alrededor de los cuales existe información
edad, sexo, nivel educativo y de ingresos, cuantitativa para diversos países; las varia-
condición laboral, uso de drogas e histo- bles utilizadas en estas investigaciones ver-
rial de exposición a la violencia; factores san sobre los hogares en situación de pobre-
familiares, entre los que se contemplan el za, la desigualdad de ingresos, el desempleo
tamaño y la densidad del hogar, el historial y el crecimiento económico.2 En algunos
de violencia y conflicto familiar, normas y casos se incluyen consideraciones sobre
dinámicas de las relaciones familiares, y las características del Estado y, en especial,
nivel de pobreza del grupo familiar; por sobre los efectos de un sistema de justicia

1
Buvinic, Morrison y Shifter (1999).
2
Arriagada y Godoy (1999), Lederman y Loayza (1999), Lederman, Loayza y Fajnzylber (2001), Vanderschueren et al.
(2004), Vélez et al. (1999).
257
PNUD

ineficaz o un Estado débil para enfrentar costumbres comerciales y sociales relativas


la violencia y la delictividad. Otros facto- al consumo de drogas y alcohol, los mensa-
res menos estudiados valoran la capacidad jes y la actuación de los medios de comu-
de inclusión de las instituciones públicas, nicación, la cobertura y calidad del sistema
principalmente su habilidad para brin- de educación pública, los entornos urba-
dar oportunidades lícitas a la población.3 nos desprovistos de servicios públicos y la
También hay exploraciones enfocadas en desprotección de la niñez y la juventud.
las oportunidades laborales y de educación
para la población joven4 o en el logro de Por otra parte, la literatura también distin-
mínimos educacionales en las edades co- gue entre dos grandes dimensiones de la
rrespondientes.5 Vanderschueren incorpora violencia: la social, expresada en términos
al análisis aspectos físicos y ambientales, li- de tasas de homicidios, y la doméstica, cuya
gados a las dinámicas de urbanización, las manifestación más clara es la violencia ejer-
características de las ciudades y la dotación cida contra las mujeres en las relaciones de
y calidad de los servicios públicos. En tra- pareja.9 Tal distinción es útil porque obliga
bajos recientes6 se vincula el acelerado cre- a enunciar factores asociados a la violencia
cimiento de las ciudades con las expectati- que den cuenta de ambas modalidades,
vas generadas por la sociedad de consumo. superando así el recurso, frecuentemente
Ayres también presta atención a los en- utilizado por la literatura, de limitarse a
tornos urbanos, fundamentalmente en lo mencionar la vinculación entre la exposi-
que concierne a la pobreza, la calidad de la ción temprana a la violencia doméstica y la
infraestructura y los servicios, el empleo, el violencia social.
subempleo y la situación de segmentos po-
blacionales específicos, como la juventud El reconocimiento de la violencia doméstica
en riesgo y las mujeres pobres y víctimas como un problema de inseguridad ciudada-
de violencia.7 na ha llevado a integrar una dimensión poco
explorada en la literatura dirigida a ofrecer
La investigación de Ayres y otros estudios explicaciones sobre la violencia y el crimen:
preparados para el Banco Mundial8 exami- el estudio de las dinámicas interpersonales
nan el efecto que tienen sobre la violencia que tienen lugar en la familia, en adición a
algunas variables comúnmente exploradas los factores individuales y sociales.10
bajo la noción de capital social: la confian-
za interpersonal y la participación de la La Organización Mundial de la Salud
ciudadanía en organizaciones sociales. (OMS) ha argumentado en favor de un en-
foque epidemiológico de la violencia, al que
En El Salvador, el programa “Hacia la denomina modelo ecológico. En su Informe
construcción de una sociedad sin violen- sobre la Violencia (2002), esta organización
cia” elabora el análisis de la violencia alre- refuerza la idea de que este fenómeno es
dedor de la proliferación de armas, usos y producto de la relación recíproca y com-

3
Vélez et al. (1999).
4
Arriagada y Godoy (1999), Lederman y Loayza (1999), Vanderschueren et al. (2004).
5
Arriagada y Godoy (1999).
6
Vanderschueren (2000 y 2004).
7
Ayres (1998).
8
Lederman, Loayza y Menéndez (2000).
9
Buvinic et al. (1999).
10
Buvinic et al. (1999).
258
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

pleja de factores individuales, relacionales, empleo de la mayoría, existen algunas diferen-


sociales, culturales y ambientales, cada uno cias que no deben pasar por alto. Por ejemplo,
de los cuales puede utilizarse para dar con la violación y el homicidio con responsabilida-
las raíces de diversas expresiones o manifes- des atribuidas casi exclusivamente a hombres;
taciones de la violencia: la ejercida contra el mayor promedio de educación y de empleo
menores de edad, la violencia juvenil, en la entre acusados de secuestro; el mayor porcenta-
pareja y contra los adultos mayores. Una de je de desempleo entre los sindicados de robo y la
las bondades de este enfoque es que permite mayor participación de personas de sexo feme-
conocer las circunstancias, subjetivas y ob- nino en los delitos menos graves, son tenden-
jetivas, que aumentan las posibilidades de cias que no contradicen lo que suelen decir la
que una persona sea víctima o perpetrado- literatura y los estudios criminológicos sobre los
ra de actos violentos. Es decir, contribuye responsables más comunes de los delitos...” 11
a precisar características como el sexo o la
edad, útiles para identificar el riesgo que co- En Costa Rica, los estudios sobre factores
rren las personas por pertenecer a un deter- asociados a la violencia no han contempla-
minado género o por encontrarse en cierta do este tipo de indagación, cuya enverga-
etapa de la vida, así como condiciones del dura excede las posibilidades de un análisis
entorno -familiares, comunitarias, sociales, exploratorio como el que aquí se pretende.
económicas o culturales- que interactúan Sin embargo, como se verá más adelante,
con las primeras. la investigación realizada en el marco de la
elaboración de este informe se acercó a la
El diagnóstico vertido en los capítulos población recluida en los centros de aten-
anteriores puso en claro que, bajo la no- ción juvenil, para identificar elementos
ción genérica de inseguridad ciudadana, comunes en sus trayectorias de vida.
encuentran cobijo modalidades de victimi-
zación que no necesariamente pueden ser Para explicar los cambios ocurridos en
atribuidas a factores comunes. Ejemplos de materia de inseguridad, este informe ha
ello los provee un estudio preparado por el seguido la ruta del enfoque epidemiológi-
IUDOP para el Banco Mundial en 1999. co, en líneas similares al marco propuesto
La investigación procura establecer los fac- por la OMS. Este abordaje renuncia a la
tores asociados a la violencia a partir de los aspiración de identificar causas de la in-
victimarios, y no de las características de las seguridad, para fijar la mirada en factores
víctimas, como tradicionalmente se hace. asociados a esta, asumiendo que el acae-
Los resultados de 631 entrevistas a personas cimiento de la violencia y el despojo, así
recluidas en centros penales y centros de re- como la percepción de su intensidad, no
educación sugieren que existen diferencias tienen una explicación única, sino que son
no despreciables entre los reclusos, según el resultado de múltiples factores y condi-
sea el delito por el cual se les responsabiliza. ciones que interactúan y cuya convergencia
A este respecto el estudio señala: potencia sus efectos.

“Aunque el denominador más común en to- Para dar cuenta de los numerosos factores
dos los delitos lo constituye el sexo masculino, relacionados con la inseguridad se utilizó
el rango de edad entre los 19 y los 40 años, el la lista inicial comentada el Capítulo 3.
nivel de educación primaria y la condición de Además de ser factores frecuentemente

11
Cruz et al (1999), p. 58.
259
PNUD

mencionados en los estudios sobre el te- el hacinamiento urbano y el descuido de


ma, su selección se basó en criterios de espacios públicos como parques, aceras y
pertinencia para Costa Rica. Los factores centros de recreación. La segregación del
escogidos fueron agrupados bajo grandes espacio urbano, cuya muestra más clara
categorías, a saber: factores internacionales, es la opción de residir en condominios
factores económicos, factores ambientales y que toman los sectores de mayores ingre-
urbanísticos, factores sociales y culturales y sos, lanza un mensaje negativo: la altura
factores individuales. de los muros reemplaza, en el imaginario
colectivo, cualquier estimación realista so-
El análisis que se presenta a continuación bre la situación de inseguridad en el país.
no abarca la totalidad de los factores consi- Aunado a esto, el deterioro y la pérdida de
derados en un principio. La lista se redujo espacios públicos infunden temor entre la
al cotejarla con la información empírica población, que responde con su renuencia
disponible en los resultados de una pre- a hacer uso de ellos.
gunta abierta de respuesta múltiple, inclui-
da en el cuestionario de la ENSCR-04, en El tercer factor contemplado es el consumo
la que se solicitaba a las personas entrevis- de drogas, tanto lícitas como ilícitas. La evi-
tadas identificar los factores asociados al dencia sugiere que este fenómeno repercute
deterioro de la inseguridad ciudadana. Los sobre la inseguridad porque debilita los fre-
problemas sociales (67%), especialmente la nos inhibitorios de los individuos, mientras
drogadicción y el narcotráfico (43%) y las que la adicción puede empujar a las personas
explicaciones de tipo económico (53%), en a procurarse la droga por medios violentos.
particular las que señalan la pobreza como
la principal causa de la inseguridad (13%), Los factores económicos como la pobreza y
fueron las más habituales. También se la desigualdad, mencionados en las respues-
mencionaron la pérdida de valores (13%) tas a la ENSCR-04, también son tratados
y la migración (11%). con frecuencia en estudios sobre el crimen
y la violencia. Su análisis permitió constatar
Dado que este estudio pretende explicar no que, en el contexto nacional, el vínculo en-
solo la victimización, sino además la per- tre pobreza e inseguridad ciudadana es más
cepción de inseguridad, se incorporan con- bien débil, pero no sucede lo mismo con el
sideraciones relacionadas con la vertiente nexo entre esta última y la desigualdad, va-
subjetiva de la inseguridad, en el entendi- riable que arroja explicaciones más directas
do de que las explicaciones en torno a esa y consistentes. Sin embargo, desde la óptica
percepción han de obedecer también a un de las percepciones, la pobreza que indiscu-
examen multifactorial. tiblemente afecta a muchas comunidades
del país, en particular en zonas urbanas de la
En primera instancia, el análisis aborda el Gran Área Metropolitana, denigra a los po-
papel de los medios de comunicación en la bladores de esos asentamientos, que son vis-
percepción de inseguridad en la ciudadanía, tos con temor y desconfianza por el resto de
y pone de manifiesto la influencia que tienen la población. Las voces de los habitantes de
los espacios noticiosos televisivos sobre el in- La Carpio y de jóvenes de Los Guido narran
cremento de la sensación de inseguridad. la estigmatización que recae sobre ellos.

Las dinámicas de los procesos de urba- Por último, se verificó un incremento de la


nización -segundo factor de estudio- se violencia asociada a la tenencia de armas de
vinculan con la inseguridad por dos vías: fuego. La presencia de este tipo de armas en
260
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

el país obedece a las decisiones que toma la bre las posibilidades que tienen las personas
ciudadanía bajo el impulso del temor, en para desplegar un proyecto de vida elegido
especial la contratación de empresas de se- libremente. Inquirir en aspectos relativos a
guridad privada, que adquieren armas de la distribución de poderes permite eviden-
fuego para ofrecer ese servicio. ciar dinámicas de exclusión social, cuya re-
lación con la inseguridad también interesa
El enfoque de desarrollo humano, cuya analizar. Tales dinámicas se presentan con
perspectiva ha servido de pivote para ex- mayor claridad en la violencia que se ejer-
plorar la inseguridad a lo largo de este in- ce contra las mujeres (Recuadro 7.1) y en
forme, advierte sobre la relevancia de mirar el efecto desproporcionado de la violencia
cómo la distribución del poder influye so- sobre los jóvenes.

Recuadro 7.1

La interacción de la violencia y la inseguridad con la desigualdad de género


Las dinámicas de género de una sociedad pueden vincularse y hombres, admitió derechos para las mujeres en uniones de
con el acaecimiento de la violencia por diversas vías. Una de hecho, activó mecanismos de protección frente a la violencia
ellas, ya evidenciada en la segunda parte de este informe, es doméstica y atacó la práctica extendida de no reconocer la pa-
la especificidad de la violencia que recae sobre las mujeres. ternidad de los hijos extramatrimoniales, como forma de evadir
Se ha dicho que un rasgo característico de este fenómeno es obligaciones alimentarias. Y los cambios no se detienen allí. En
que se origina en las relaciones asimétricas de género. Ello materia de salud, de participación política y de derechos eco-
supone que, conforme la sociedad se acerque a la igualdad en- nómicos, el país también ha hecho importantes avances.
tre mujeres y hombres, disminuirá la violencia contra ellas. Sin
embargo, la evidencia en el país sugiere que esta asociación En forma paralela a los cambios en su estatus jurídico, ya
no es automática. para la segunda mitad de los noventa las mujeres con educa-
ción secundaria completa y con educación superior supera-
La condición jurídica de las mujeres en Costa Rica ha sido ob- ban a los hombres, y la participación femenina en el mercado
jeto de múltiples transformaciones en las últimas tres décadas. laboral se fue convirtiendo en un fenómeno permanente. La
La realización de la III y IV Conferencia Mundial de la Mujer, realidad de las familias en el territorio nacional no escapa a
en Ciudad de México (1985) y Beijing (1995), respectivamente, tales transformaciones.
abonaron el terreno para evaluar el trato que el ordenamiento
jurídico costarricense daba a la población femenina. En el mar- El incremento constatado de la violencia contra las mujeres re-
co general de tutela, la suscripción de la Convención contra sulta paradójico a la luz de estos cambios. Era de esperar que,
todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CE- en presencia de una mayor sensibilización y de nuevos meca-
DAW) marcó un hito en la protección de los derechos de las nismos de garantía para el cumplimiento de los derechos de
mujeres en el país. las mujeres, se diera una reducción de los niveles de agresión
ejercida en su contra. Una hipótesis plausible es que los avan-
La revisión, impulsada en gran medida por el movimiento de mu- ces en términos de derechos han aumentado los niveles de
jeres, ha sido profunda, ha permitido consolidar la situación jurídi- tensión en las familias, razón por la cual los casos de violencia
ca de las mujeres y ha dado contenido real a los convenios inter- contra las mujeres siguen creciendo. A pesar de los logros, las
nacionales que, aun cuando habían sido ratificados por el Estado dinámicas familiares no han podido acomodarse a los cambios
costarricense, en muchos casos operaban solo como declara- en el estatus de las mujeres, trayendo consigo una agudización
ciones de principios o buenas intenciones. La legislación familiar de la conflictividad: mientras se consolidan los derechos de las
ha sido probablemente una de las áreas de mayor evolución. Un mujeres a optar por un proyecto de vida propio, las tareas re-
motor importante del dinamismo en esta área ha sido la demanda productivas no se distribuyen equitativamente entre los géneros
de las mujeres por una vida libre de violencia, con lo cual se logró y el Estado se mantiene ajeno a las dificultades que enfrentan
que la protección de sus derechos en este ámbito sirviera como las familias, aun en el caso más dramático, como lo es de las
eje articulador de muchas de las transformaciones. mujeres solas con hijos pequeños. Ante este panorama parece
sensato subrayar, como lo hace la CEPAL, la importancia de
En tres décadas, la normativa dedicada a regular las relaciones promover políticas públicas dirigidas a brindar servicios que
familiares homogeneizó las causales de divorcio para mujeres permitan conciliar el ámbito del empleo con el familiar.

261
PNUD

En el caso de la población menor de 18 cómo estas se entrecruzan con la violencia,


años, se ha visto que en el país existe una mostrando con claridad el carácter inter-
propensión a la criminalización. Con ello, dependiente de los factores relacionados
lejos de ofrecer posibilidades de desarrollo con su surgimiento.
humano a las generaciones venideras, se
están invirtiendo valiosos recursos en la En efecto, como bien señalan Krauskopf y
construcción de cárceles que albergan a los Muñoz, la desprotección social se expresa
reclusos más jóvenes de América Latina. en los ámbitos de la familia, del acceso y
contención que brindan las instituciones
Al final de esta tercera parte del informe se escolares, de salud y otras, en la vida de la
presentan algunos elementos de desprotec- comunidad, en la distribución urbanística
ción social asociados a la inseguridad que y de la vivienda como entornos de vida, de
experimenta la población menor de 18 las políticas y programas e incluso de las
años. Las narraciones de jóvenes recluidos representaciones sociales sobre niñez, ju-
en el Centro Zurquí fueron contrastadas ventud, derechos y violencia.12
con los relatos de jóvenes de una comu-
nidad marginal y de una de clase media. ¿Es posible explicar la inseguridad ciu-
Con base en esos hallazgos se trazaron dadana?, ¿se pueden identificar las razo-
cuatro alternativas de vida, a partir de las nes que originan los temores fundados
cuales se distinguen condiciones persona- o desproporcionados de la población?
les y sociales positivas, favorables, de vul- Prevenido por la abundante literatura
nerabilidad o negativas para el desarrollo que le antecede, este informe ha aborda-
de las y los adolescentes. El estudio resalta do estas preguntas con pretensiones más
las opciones de desarrollo de este grupo y bien modestas.

12
Krauskopf y Muñoz (2004).
262
Capítulo 7 Capítulo 7
Factores asociados a laFactores asociados a la inseguridad
inseguridad

A. La percepción de inseguridad y espacios noticiosos de los medios de comu-


los espacios noticiosos de los me- nicación desde tres perspectivas. La primera
dios de comunicación utiliza la información que proporciona la
ENSCR-04 para indagar acerca de los há-
En los grupos focales realizados dentro del bitos de exposición a los medios noticiosos
marco de las investigaciones del INDH y la credibilidad e incidencia de estos sobre
2005, se pidió a las y los participantes que las representaciones que la población hace
identificaran las fuentes que alimentan o de su entorno. La segunda analiza los ele-
incrementan la sensación de inseguridad en mentos discursivos más sobresalientes de
Costa Rica. Los grupos hicieron alusión a las noticias de sucesos relacionados con el
tres fuentes: las noticias, que dan cuenta de tema de la inseguridad ciudadana; para ello,
“robos, asaltos y crímenes”; las experiencias se analizan las noticias de sucesos de un pe-
personales (incluyendo hijos e hijas) y las riódico y un canal de televisión, procurando
de familiares, amigos, conocidos y vecinos. un acercamiento a la construcción mediática
A partir de lo expresado pudo constatarse del crimen y a las nociones que prevalecen
que se trata de tres fuentes que interactúan en la narrativa periodística sobre inseguri-
entre sí: en el momento en que una persona dad ciudadana. La tercera perspectiva par-
es víctima de un hecho de violencia o des- te del reconocimiento de que los mensajes
pojo, otorga credibilidad a lo que escucha de la prensa no son recibidos de la misma
en sus conversaciones y a los mensajes que forma por toda la población; de ahí que se
transmiten los medios de comunicación explore la incidencia que tienen los mensa-
que, como se verá, juegan un papel funda- jes transmitidos por los espacios noticiosos
mental en las representaciones ciudadanas sobre la autopercepción de quienes viven en
del fenómeno de la inseguridad. una comunidad recurrentemente asociada
a la criminalidad, y cómo estas personas
Esta sección examina los posibles vínculos interpretan el discurso de los medios en el
entre las percepciones de inseguridad y los contexto de sus prácticas cotidianas.
PNUD

i. Exposición de la ciudadanía a los es- exposición televisiva muy intensa”. Desde


pacios noticiosos en los medios de co- esta óptica, uno de los asuntos más preocu-
municación: hábitos e impacto pantes es la representación de la violencia,
pues se argumenta que una mayor exposi-
La noticiabilidad del delito ha estado pre- ción a contenidos de violencia contribuye a
sente a lo largo del desarrollo de la prensa de percibir la realidad como más amenazante,
masas. Aunque en Costa Rica no se cuenta a la vez que genera ansiedad y un sentido
con estudios longitudinales sobre las trans- de victimización.
formaciones que ha experimentado la pro-
gramación de los medios de comunicación, El cuestionario de la ENSCR-04 incluyó
el estudio elaborado para este informe por un módulo de preguntas para determinar
Fonseca y Sandoval13 indica que un hecho cómo se informa la población nacional. Le-
que puede representar un cambio sustancial jos de proporcionar un rating de los medios
en la última década es que la criminalidad -para lo que sería necesario realizar estudios
acapara los noticiarios y periódicos, e inclu- coincidentales o de recordatorio- las pre-
so ha dado lugar a la creación de productos guntas se orientaron a conocer el uso diario
específicos, en los cuales se priorizan temas de los medios, indagando acerca del canal
relacionados con la criminalidad y otras de televisión y el periódico que generalmen-
manifestaciones que contravienen el orden te utilizan las personas para informarse.
social vigente (hechos insólitos).
Los resultados para la prensa escrita mues-
Independientemente de estas nuevas ex- tran que Diario Extra (25,1%) y La Na-
presiones, el abordaje de la inseguridad ción (24,2%) son los periódicos más leídos
ciudadana en los noticiarios y periódicos (Cuadro 7.1). La lectura del Diario Extra
tradicionales se circunscribe, casi en for- es mayor en hombres que en mujeres, en
ma exclusiva, a las secciones denominadas tanto que para La Nación las proporciones
“Sucesos”. A diario estos apartados noti- son similares. El uso de ambos medios es
ciosos ilustran el tratamiento que se da a más amplio en las zonas urbanas. En térmi-
los tópicos vinculados con la inseguridad nos de nivel educativo, la lectura del Dia-
ciudadana. Es notorio el énfasis que se da rio Extra es mayor en los niveles más bajos,
a la criminalidad, a la actuación de quienes mientras en el caso de La Nación la lectura
deben resguardar el orden, a las víctimas y se incrementa a medida que aumenta la
a las tragedias, material a partir del cual es educación formal. Es importante agregar
posible identificar los componentes discur- que casi el 40% de los habitantes del país
sivos del mensaje que transmiten los me- no acude a los periódicos para informarse.
dios y cómo este afecta las percepciones de
la realidad que construyen las personas. En lo que respecta a la televisión, el 47,4%
de las y los entrevistados en la ENSCR-
La teoría del cultivo explica cómo los medios 04 señala que se informa a través de Ca-
participan en la formación de las represen- nal 7, seguido muy de cerca por Canal 6
taciones sociales que las audiencias hacen (43,8%) (Cuadro 7.2). De acuerdo con es-
del entorno.14 Esto se logra por medio de tos datos, los hombres utilizan más Canal
un “conjunto relativamente común de ac- 7 para este fin, en tanto que las mujeres
titudes y valores que tiende a cultivar la prefieren el Canal 6. Además, mientras en

13
Fonseca y Sandoval (2004).
14
Gerbner et al. (1996), Ogles (1987).
264
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Canal 7 la audiencia se incrementa con ningún canal para informarse, contrario a


el nivel educativo, en Canal 6 sucede lo lo obtenido en el caso de la prensa escrita,
contrario. Cabe mencionar que solo un donde casi el 40% respondió que no se
3,4% de los consultados afirma que no ve informa por ese medio.

Cuadro 7.1

Periódico que utiliza normalmente para informarse, por variables sociodemográficas


(en porcentajes)
Sexo Zona Edad Nivel de educación
Periódico Total 35 Primaria
Hombre Mujer Urbana Rural 16-24 25-34 Secundaria Universitaria
y más o menos
Total de
2.402 1.197 1.205 1.447 955 678 578 1.146 822 1.145 435
casos
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Ninguno 39,8 34,6 44,9 35,5 46,2 41,2 40,3 38,7 53,6 36,8 21,4
Diario
25,1 29,0 21,2 26,8 22,5 23,9 24,2 26,3 27,6 28,3 12,0
Extra
La
24,2 24,3 24,1 28,3 17,9 24,8 24,9 23,5 10,6 23,1 52,6
Nación
Al Día 9,8 10,9 8,6 8,2 12,3 9,3 9,7 10,1 7,5 10,5 12,2

Otros 1,0 1,2 1,2 1,3 1,0 0,6 0,9 1,5 0,5 1,3 1,9

NS/NR 0,0 0,1 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0

Fuente: ENSCR-04.

Cuadro 7.2

Canal de televisión que utiliza normalmente para informarse,


por variables sociodemográficas
(en porcentajes)
Sexo Zona Edad Nivel de educación
Canal Total 35 Primaria
Hombre Mujer Urbana Rural 16-24 25-34 Secundaria Universitaria
y más o menos
Total de
2.402 1.197 1.205 1.447 955 678 578 1.146 822 1.145 435
casos
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Canal 7 47,4 50,6 44,1 48,4 45,9 49,1 47,1 46,5 43,6 46,7 56,3

Canal 6 43,8 41,2 46,5 41,6 47,2 40,4 46,5 44,5 48,4 44,2 34,3

Ninguno 3,4 3,2 3,6 3,9 2,6 4,4 3,5 2,7 2,3 3,2 5,7

Canal 11 3,4 2,5 4,2 3,9 2,5 3,2 2,1 4,1 3,8 3,7 1,8

Otros 1,7 2,6 1,6 2,5 1,5 2,5 1,0 2,1 1,7 2,2 1,7

NS/NR 0,1 0,2 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,2 0,1 0,1 0,0

Fuente: ENSCR-04.
265
PNUD

Los resultados de la encuesta también expresa alguna de estas opiniones cuando


permiten explorar la percepción del en- se le pregunta por el país. Este contras-
torno en materia de inseguridad ciudada- te revela que el entorno inmediato, el del
na. Las y los entrevistados consideran más barrio, al ser más conocido y familiar, es
inseguro el país y menos el barrio (Grá- percibido como más seguro. Por otro la-
fico 7.1). Este último es “algo seguro” o do, el país representa lo que no se conoce
“muy seguro” para el 62% de las personas a través de la experiencia personal y se le
consultadas, frente a solo un 21,2% que considera extraño.

Gráfico 7.1

Valoración del nivel de seguridad que perciben


las personas en el barrio y en el país

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Fuente: ENSCR-04.

Tal como apuntan diversas contribuciones transgresores de convenciones estéticas,


de las Ciencias Sociales, lo extraño tiende éticas o legales.15
a verse como inseguro y peligroso. El ex-
traño, según Bauman, es considerado más Por otra parte, puede suponerse que la per-
peligroso que alguien percibido como ene- cepción sobre la inseguridad se elabora a
migo, pues desestabiliza un cierto orden y partir de la información que proveen los
no se le puede ubicar en un lugar definido. medios, lo cual genera que el público de-
El extraño tiene las características de un penda de estos para representar el entorno
enemigo, pero a diferencia de este no se mediato.16 Cabe entonces preguntarse: ¿de
le puede mantener a una distancia segura, qué modo inciden los medios en la per-
lo cual genera ansiedad e incertidumbre cepción de la inseguridad ciudadana? La
y conduce a los grupos a procesos de dis- ENSCR-04 permite estudiar esta relación,
criminación y estigmatización, en los que que, como ya se señaló, ha sido la principal
a menudo se juzga a los extraños como interrogante de la teoría del cultivo.

15
Bauman, citado por Clarke (2003), p. 55.
16
Morley (2000), p. 144.
266
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.3

Valoración de la seguridad en el país según la exposición


a noticias televisivas sobre delitos (1)
(en porcentajes)
Ve la información cuando se trata
de delitos
Valoración de la seguridad en el país Diferencia (2)
Sí No

Número de entrevistas 2.270 90

Total 100,0 100,0

Poco o nada seguro 78,3 66,7 11,7

Muy seguro o seguro 21,7 33,3 -11,7

Notas: (1) Para analizar la relación entre la pregunta referida a ver noticias de delitos y la pregunta sobre percepción del entorno, se
empleó la prueba estadística Chi cuadrado. (2) Corresponde a la sustracción porcentual de las personas que respondieron “sí” de
las que respondieron “no”.
Fuente: ENSCR-04.

La exploración del vínculo entre el grado El efecto de la televisión en la percepción


de lectura de la sección de sucesos de los del entorno se comprende mejor si se toma
periódicos y la valoración de la inseguridad en cuenta que esta constituye el principal
del país no mostró asociación entre am- medio de información en las sociedades
bas variables. No obstante, los resultados contemporáneas.17 Esto es confirmado por
cambian cuando se analiza la información la ENSCR-04, ya que el 55,8% de las
sobre delitos que se transmite por medio personas consultadas indicó que la tele-
de la televisión, pues en este caso sí se es- visión es la vía por la que más se infor-
tablece una relación que tiende a generar ma acerca de los problemas del país (un
una percepción más insegura del entorno. 29% lo hace a través de la prensa escrita,
Esto se confirma al observar que, mientras un 12,9% mediante la radio y porcentajes
el 78,3% de las personas que se informan menores por otros medios) (Cuadro 7.4).
a través de la televisión consideran que el
país es “nada seguro” o “poco seguro”, la Además, se debe tener en cuenta que la te-
proporción es de 66,7% entre quienes no levisión no solo es el medio más empleado
ven televisión con este propósito (Cuadro para informarse sobre el entorno, sino que
7.3). Aunque ambos porcentajes son altos, también es la fuente a la que se asigna mayor
existe una diferencia cercana a 12 puntos credibilidad. Los resultados de la ENSCR-
porcentuales entre los dos grupos. Este re- 04 indican que la televisión es “muy creíble”
sultado permite afirmar que la televisión o “algo creíble” para el 79,3% de las y los
contribuye a percibir el entorno como entrevistados, frente a 54,6% en el caso de
más inseguro y amenazante. Sin embar- los periódicos y 46,9% para la radio.
go, es evidente que existen otros factores,
no investigados, que también inciden en La investigación sobre medios de comu-
esta percepción. nicación sostiene que la credibilidad de

17
Wolf (1985), p. 170.
267
PNUD

Cuadro 7.4

Medio principal por el que las personas se informan


sobre los problemas del país

Porcentajes
Medio Número de respuestas (1)
Respuestas (2) Casos (3)

Televisión 2.262 55,8 94,2

Periódico 1.177 29,0 49,0

Radio 524 12,9 21,8

Amigos 59 1,5 2,5

Ninguno 10 0,2 0,4

Otros 15 0,4 0,6

NS/NR 7 0,2 0,3

Total 4.054 100,0 168,8

Notas: (1) El entrevistado tenía la posibilidad de indicar más de una opción. (2) Los porcentajes fueron calculados sobre la base de
las 4.054 respuestas indicadas. (3) Los porcentajes fueron calculados sobre la base de las 2.402 personas entrevistadas, por lo que
los mismos pueden sumar más de 100%.
Fuente: ENSCR-04.

la televisión reside en la verosimilitud de ii. Elementos discursivos más sobresa-


la imagen, la cual genera la sensación de lientes en las noticias de sucesos
“estar ahí”, donde ocurren los hechos. La
verosimilitud tiende a volverse equivalente Una investigación efectuada dentro del
a lo verdadero, es decir, la imagen es con- marco del INDH 2005 reúne los últimos
vincente y suele asumirse no tanto como hallazgos en torno a estructura, espacios y
el relato más confiable sobre un aconteci- temas predominantes en las secciones de su-
miento, sino como el acontecimiento mis- cesos de un medio escrito y uno televisivo.18
mo. Con ello, la posibilidad de distinguir la La escogencia obedece a que ambos medios
realidad “real” y la mediática se torna difí- tienen una importante difusión en el país.
cil. El resultado obtenido en esta investiga-
ción coincide con la teoría del cultivo: los Concretamente, se realizó un análisis del
noticiarios de televisión del país cultivan discurso en doce ediciones de un medio es-
percepciones de inseguridad en el público crito, entre el 19 y el 31 de enero de 2004,
más asiduo. La hipótesis de la teoría del y en doce ediciones del noticiario de un
cultivo tiene más probabilidades de con- medio televisivo, horario vespertino, entre
firmarse cuando la oferta televisiva tiende el 19 de enero y el 1 de febrero del 2004.
a ser más homogénea, y este es el caso de La información recabada significó un total
Costa Rica, donde las semejanzas entre los de 239 casos examinados, a partir de los
noticiarios de televisión, y los medios en cuales es posible conocer la relación que
general, predominan sobre las diferencias. existe entre el discurso de los espacios de-

18
Fonseca (2005).
268
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

dicados a los sucesos y los temas vinculados Cabe mencionar que los porcentajes que se
con la inseguridad ciudadana. presentan para el medio escrito correspon-
den a la cantidad, en centímetros cuadrados,
El primer asunto por estudiar es la estruc- que el periódico destinó a cada una de sus
tura que presentan ambos medios, para secciones en el período analizado. Es decir,
conocer la proporción que abarcan las no- los porcentajes dan cuenta del espacio asig-
ticias sobre delitos (categoría de “sucesos”). nado a deportes, noticias nacionales, suce-
El segundo describe los temas recurrentes sos, publicidad, etc., en el total del impreso,
que se emplean para construir las noticias y a partir de una muestra de doce ejemplares.
que constituirían la agenda que los medios En el caso del medio televisivo, los porcen-
legitiman como relevante. tajes expuestos surgen a partir del número
de segundos que en la edición vespertina se
La composición de los dos medios analiza- dedicó a cada sección. Mediante el recuento
dos modifica ciertas preconcepciones exis- de los segundos de transmisión, los tiempos
tentes en el imaginario social sobre el estilo correspondientes se agruparon en categorías
de estos. Los gráficos 7.2 y 7.3 muestran como deportes, noticias nacionales, sucesos,
un desglose de las diferentes secciones que publicidad, etc. Para ello se tomaron como
ofrecen el medio escrito y el medio televi- muestra doce ediciones del noticiario. Las
sivo que fueron objeto de estudio, distri- categorías se establecieron a partir de la
bución que permite entender la propuesta oferta total del medio de información ana-
noticiosa que impera en ellos. lizado; se consideraron los tipos de noticias
(nacionales, deportes, espectáculos, sucesos,
etc.) y además la publicidad.

Gráfico 7.2

Distribución porcentual de la estructura noticiosa


del medio escrito según tipo de contenido (1)
%
100 3,0
4,5
90 5,7
Internacionales

80 12,0 Opinión

70
13,0 Espectáculos
60
Nacionales
15,0
50
Sucesos
40 16,0
Publicidad
30

20 Deportes
30,0
10 Otros

0
Nota: (1) Corresponde al análisis realizado del 19 de enero al 31 de enero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.
269
PNUD

En el medio escrito se observa que el tipo de dio televisivo puede decirse que una cuarta
contenido clasificado como “otros” abarca parta de la edición está dedicada a sucesos
el 30% del total y constituye el apartado y otra cuarta parte a publicidad. Además,
más extenso del periódico. Las noticias so- el 18% corresponde a noticias nacionales,
bre sucesos comprenden el 13% y superan el 15% a deportes y el 12% a noticias cata-
levemente a las informaciones nacionales, logadas como “otros”.
a las que se dedica el 12%. Sobre el me-

Gráfico 7.3

Distribución porcentual de la estructura noticiosa


del medio televisivo según tipo de contenido (1)


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Nota: (1) Corresponde al análisis realizado del 19 de enero al 1 de febrero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.

La estructura del medio televisivo revela tos sociales es la nocturna, ya que el 95%
una priorización de los sucesos sobre otros de las y los adultos ve televisión entre 6 y
tipos de noticias, incluso mayor que en el 11 p.m.19 Es decir, una gran cantidad de
medio escrito. En torno a este punto cabe televidentes es receptora potencial de la
recordar que, según los resultados de estu- edición nocturna del medio televisivo, un
dios anteriores, en Costa Rica las personas noticiario que pone especial énfasis a los
dedican en promedio 6,3 horas diarias, sucesos y que puede incrementar las sensa-
de lunes a viernes, a ver televisión, y que ciones de inseguridad, como se deduce de
la franja más vista por todos los segmen- los hallazgos aquí presentados.

19
Urban (1997).
270
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.5

Temas recurrentes en las noticias de sucesos


del medio escrito y el medio televisivo (1)
Medio escrito Medio televisivo
Tema
Número de noticias % Número de noticias %
Total 146 100,0 93 100,0

Homicidios 39 27,0 18 19,0


Accidentes de tránsito 28 19,0 14 15,0
Robos 14 10,0 6 6,0
Agresiones 6 4,0 3 3,0
Agresiones contra la mujer 5 3,0 --- ---
Migratorios 4 3,0 10 11,0
Accidentes varios 4 3,0 7 8,0
Drogas 4 3,0 7 8,0
Cuerpos sin vida 3 2,0 4 4,0
Incendio 3 2,0 3 3,0
Secuestros 2 1,0 5 5,0
Defraudación fiscal 2 1,0 --- ---
Desacato 2 1,0 --- ---
Nombramientos ilegales 2 1,0 --- ---
Proxenetismo 2 1,0 --- ---
Rapto 2 1,0 --- ---
Difamaciones --- --- 3 3,0
El resto de las noticias 24 16,0 13 14,0

Nota: (1) Corresponde al análisis realizado en cada medio durante el período del 19 de enero al 1 de febrero del 2004.
Fuente: Elaboración propia.

Ahora bien, ¿cuáles temas predominan dios, “la criminalidad de los migrantes”,
en las noticias de sucesos? Desde la pers- los robos y diversas modalidades de agre-
pectiva de los medios de comunicación, sión física), constituye la forma en que es-
¿cuáles temas son merecedores de ser tos medios jerarquizan los delitos. Como
(re)conocidos públicamente? El Cuadro se mencionó antes, en Costa Rica las per-
7.5 presenta una tipificación de los dis- sonas buscan informarse, fundamental-
tintos asuntos tratados en las secciones de mente, a través de los noticiarios de tele-
sucesos de los dos medios analizados. visión y los periódicos, asumiendo “la rea-
lidad mediática” como “la realidad de su
Los resultados muestran que los aconteci- entorno”, es decir, sin considerar que los
mientos con mayor presencia en la oferta medios proponen una versión de la reali-
informativa de sucesos de ambos medios dad y no la realidad en sí. Esto, sumado
son los homicidios, seguidos por los acci- al hecho de que las audiencias dependen
dentes de tránsito. Además, es importan- del discurso de los medios, los cuales atri-
te notar que el medio televisivo ubica en buyen a las noticias de sucesos un lugar
tercer lugar temas de carácter migratorio, importante en su programación, hace que
mientras que en el medio escrito esa posi- la prevalencia de temas vinculados con la
ción la ocupan los robos. inseguridad ciudadana afecte el imagina-
rio colectivo y contribuya a modificar la
El predominio de temas vinculados con percepción de lo que acontece en el país
actos violentos (en especial los homici- y fuera de él.
271
La inseguridad mediada
Eduardo Ulibarri*

Como fenómeno psicosocial, la inseguridad ciudadana tiene dos dimensiones fundamen-


tales: los hechos y las percepciones. La forma en que los primeros impactan en las segundas
depende del complejo entramado de experiencias, interacciones, visiones y versiones en que
nos desenvolvemos cotidianamente, o en el que nos sumergimos de forma excepcional.

Los medios de comunicación son un componente fundamental de esa red y, por tanto, del
tipo de percepciones que desarrollamos sobre la (in)seguridad ciudadana y muchos otros
temas. Sin embargo, cualquier análisis de su desempeño o influencia que pretenda ir más
allá de las admoniciones simplistas o los lugares comunes, debe tomar en cuenta la com-
plejidad y diversidad de eso que llamamos “medios”.

Para comenzar, es necesario diferenciar entre sus distintas plataformas simbólicas y lo que
comunican o implican. Una cosa son la sensorialidad y emotividad múltiples e inmediatas
que proporciona la televisión, con imagen, movimiento, sonido y color, y otra el distan-
ciamiento implícito de la página impresa, o el concentrado y ubicuo soporte sonoro de la
radio, a veces un simple trasfondo, pero otras un eficaz aguijón dramático.

Hay que distinguir también entre las índoles o énfasis de los medios: ¿privilegian el entre-
tenimiento (televisión generalista), se concentran en la información y la opinión (diarios),
se fraccionan en formatos múltiples, con sesgo por la música (radio), buscan cierta perma-
nencia (revistas), o son capaces -con modalidades diversas- de consolidar todo lo anterior
en un solo canal (internet y redes)?

Igualmente múltiples son sus contenidos y las formas de abordarlos: desde la noticia es-
cueta que informa de un hecho (violento o no), hasta las voces de sus protagonistas, las
reacciones y promesas de los funcionarios vinculados a ellos, o la toma de posición del
medio y sus colaboradores; desde la comedia de situaciones con sabor criollo, hasta las
telenovelas, las series policiales, las variedades musicales o las confesiones de logros, ansias
y vicios privados.

Y no se deben desdeñar, porque son vitales como filtros, las actitudes, cualidades, circuns-
tancias, prejuicios y vinculaciones de grupo desde las cuales el público (como entidad
social o como individuos desagregados) interactúa con los medios y sus mensajes.

Por todo lo anterior, es riesgoso establecer relaciones de causalidad, por ejemplo, entre los
mensajes de los medios (como variable única) y la predisposición a la violencia. Y tampoco
se puede afirmar, de forma general, que las percepciones del público sobre inseguridad ciu-
dadana se asienten más en las “construcciones simbólicas” de los medios que en la realidad
dentro de la cual está inmersa la gente.

Tómese en cuenta, entre varios aspectos, que muchas de las imágenes sobre la delincuencia
-y las actitudes que se asumen como producto de ellas-, se basan en experiencias propias,
o en las de familiares, vecinos o amigos; es decir, no han sido “mediadas”. Y considérese
272
también que, a menudo, los medios de comunicación, sobre todo en su vertiente infor-
mativa, apenas son transmisores o amplificadores de datos, hechos y versiones ajenas; es
decir, no construyen sino que reflejan -aunque selectivamente- las preferencias, precisiones
o distorsiones de otros.

En síntesis, la relación entre medios y percepción de inseguridad, o entre medios y violen-


cia, sí existe, pero está entrelazada con muchas otras variables.

La complejidad del fenómeno, sin embargo, no tiene por qué conducir a la complacencia
derrotista; tampoco, en otro extremo, a una búsqueda irracional de chivos expiatorios.
Lo más sensato y práctico, aparte del análisis y la crítica serios y bien fundamentados, es
estimular la mejora en diversos ámbitos del desempeño profesional de los medios. Las
posibilidades son muchas. A continuación, seis sugerencias puntuales, centradas en el
ámbito periodístico:

1. Mejorar la calidad y amplitud de las fuentes (personales o documentales) en que se


basan las informaciones.
2. Trascender la mirada estrictamente policial de la delincuencia, para introducir, tam-
bién, referencias sociales, psicológicas, comunales y legales.
3. Además de las historias de desgarramiento, tragedia y desesperanza, buscar los casos de
superación, individual o colectiva, frente a la inseguridad.
4. Sin desconocer que el periodismo es, en gran medida, una búsqueda de lo singular,
extender su ejercicio hacia los contextos y relaciones de los hechos, para comprender
mejor el fenómeno de la inseguridad.
5. Analizar con severidad, pero también con serenidad, las políticas públicas sobre segu-
ridad ciudadana, y promover su discusión seria.
6. Y estar conscientes de que mejorar la información sobre estos y otros temas no solo
es un asunto de deber profesional; es, también, una forma de generar valor agregado
para el público. Y se transforma, en última instancia, en una herramienta competitiva
nada despreciable.

* Ex-director del periódico La Nación, consultor y docente.

iii. Lecturas ciudadanas sugerido por quienes lo producen. El signi-


ficado de un discurso no se agota, pues, en
¿Cuál es la lectura que hacen los habitantes el texto, y hay una constante disputa entre
de las comunidades aludidas en las noticias? los especialistas sobre la apropiación de los
La literatura sobre medios de comunicación significados de un texto.
muestra algunas tipologías de los modos en
que las audiencias interpretan los discursos. Así por ejemplo, para Stuart Hall tienden
El punto de partida es que todo texto su- a existir tres modalidades de lectura de los
giere un tipo de lectura, pero se sabe que las medios. Una es la lectura dominante, en
audiencias no siempre lo leen en el sentido la cual la audiencia asume las premisas del
273
PNUD

discurso sin problematizarlas. La segunda es de sus habitantes son nicaragüenses y de


la lectura negociada, en la cual se cuestionan otras nacionalidades.23
algunos aspectos del discurso, pero no su
lógica. La tercera es la lectura de oposición, Fue en esta localidad donde se llevaron a
que interroga las premisas de un texto.20 cabo tres grupos focales orientados a recoger
las lecturas y reacciones sobre los mensajes
Otra tipología, desarrollada por Thomas que transmiten los medios de comunica-
Liebes y Elihu Katz21 en su estudio sobre ción.24 Estas actividades se efectuaron en
la serie televisiva estadounidense Dallas, julio del 2004; en dos de ellas participa-
distingue la lectura referencial y la lectura ron mujeres de la Pastoral de la Movilidad
crítica de mensajes. La primera consiste en Humana de la Iglesia Católica y la tercera
asumir el discurso como “la realidad”, es se realizó con miembros de la Iglesia Lu-
decir, no se reconoce que cualquier texto terana Costarricense. Además se hizo una
ya de por sí supone una mediación. La lec- entrevista grupal con dos integrantes del
tura crítica interroga los discursos desde di- equipo interdisciplinario de la Escuela Fin-
versas perspectivas; Liebes y Katz plantean ca La Caja, situada en la comunidad. Los
cuatro formas: moral, ideológica, estética y nombres utilizados en la siguiente síntesis
lúdica. La lectura moral cuestiona los valo- de hallazgos son ficticios, para proteger el
res y principios del discurso, la ideológica anonimato de las y los participantes.
problematiza el encuadre desde el cual se
elabora, la estética interroga las nociones A modo de balance, los resultados indican
de distinción propuestas y la lúdica tiende que las personas que tomaron parte en los
a parodiar discursos. grupos focales hacen una lectura de oposi-
ción, tanto moral como ideológica, de los
Estas dos tipologías no son necesariamente medios; la forma en que estos dan cuenta de
excluyentes ni han estado exentas de críti- los acontecimientos ocurridos en la comu-
ca.22 Sin embargo, constituyen un punto nidad genera un sentimiento de disconfor-
de partida para el análisis de los modos de midad que se reiteró en las distintas sesio-
recepción, en este caso particular de las per- nes. Doña Jaqueline, por ejemplo, afirmó
sonas que participaron en los grupos focales que “el periódico siempre busca cómo ganar
realizados en la comunidad de La Carpio. plata y perjudicar a la gente”, sintetizando
en su argumento la tesis de que el interés
La Carpio, un asentamiento establecido en de los medios por los sucesos y la crimi-
1993, es una comunidad frecuentemen- nalidad está vinculado a la posibilidad de
te citada en las noticias de sucesos. Tiene aumentar las ventas. Doña Ligia mencio-
además la característica de ser uno de los nó, incluso, que en una ocasión observó
sitios más densamente poblados y “bina- a personal de un medio adquiriendo armas
cionales” del país, ya que, de acuerdo con de juguete para dárselas a un grupo de niños
el Censo del 2000, alrededor de la mitad y luego grabarlos:

20
Hall (1980).
21
Citados por Silverstone (1994), p. 245.
22
Véase, por ejemplo, Nightingale (1996).
23
Campos (2004), pp. 3-4.
24
Una versión editada de estos grupos focales fue publicada bajo el título Voces de La Carpio (2004), como una forma de
devolver a la comunidad su reflexión sobre sí misma, pues, con frecuencia, hay una considerable distancia institucional
entre las comunidades consultadas y los informes especializados. Se aspiraría a que esta experiencia de investigación sea
también una experiencia de educación y participación.
274
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

“Yo quiero agregar una cosa. A mí me consta como las clínicas de salud. Esto repercute,
que una gente que vino, no me acuerdo de a la vez, en su propia identidad, pues ellas
qué medio de comunicación es, me consta que evitan mencionar que viven en La Carpio.
ellos compraron armas de juguete y fueron a El estigma en torno a su comunidad no
repartirlas a la “Cueva del Sapo” [uno de los hace distinciones de nacionalidad, y tanto
sectores considerados como más peligrosos de costarricenses como extranjeros resultan
La Carpio]. Cuando dieron el reportaje los aludidos. En términos de subjetividad, la
chiquitos estaban jugando con esas pistolitas estigmatización se traduce en vergüenza;
y ellos los enfocaban... hicieron eso para poner las personas tienden a autopercibirse desde
la comunidad como la tienen, para que vie- las categorías que los medios y otras insti-
ran que los chiquitos desde chiquititos andan tuciones les han impuesto. Doña Yamileth
con armas, jugando con armas. Y yo lo vi, cita el caso del programa Así es la vida, que
venía de la carnicería cuando vi comprando transmitía Canal 7:
eso, de hecho no le he dicho a nadie porque
si no me llevan... pero sí hicieron eso... có- “Ayer estaba viendo lo de “Así es la vida” [jue-
mo es posible que se valgan de ir a comprar ves 15 de julio de 2004] y hacía tiempo yo ve-
pistolitas a los chiquitos y ellos inocentemente nía sospechando que cuando estaban dando los
felices de la vida cuando estaban repartiendo reportajes de las maras “Salvatruchas” y “La
pistolitas y ellos sacando fotos.” dieciocho”, inmediatamente, psicológicamente,
yo analicé y dije: ya van a decir que La Car-
El discurso de los medios no es ajeno a las y pio, que aquí es donde está infiltrada también
los participantes en los grupos focales, pues o por lo menos donde estamos más propensos de
deja huella en su forma de pensar sobre la que vengan a dar esas personas tan delictivas y
percepción de su comunidad en el país, pe- problemáticas… y sinceramente es muy depri-
ro también incide en la conformación de mente y le baja a uno mucho la autoestima, y
la subjetividad de quienes viven allí. Doña nos produce más miedo a todos los que estamos
Patricia reflexiona sobre ello: aquí y eso genera un poco más de violencia
también, porque estamos a la defensiva.”
“Los periodistas nos han marginado sin saber
que aquí hay mucha gente trabajadora que La literatura psicoanalítica emplea el con-
vive y sale de sus casas de madrugada buscan- cepto de “proyección identificatoria”, para
do el pan de cada día, ticos, nicaragüenses y dar cuenta del proceso a través de la cual
de todas las nacionalidades que hay aquí. Eso quienes construyen imágenes de discrimi-
es lo que deberían de sacar a la luz, para que nación no solo procuran representar a un
no seamos tan tachados cuando vamos a las cierto grupo, sino que ambicionan también
clínicas, cuando vamos a la calle o cuando que ese grupo se autoperciba a través de la
nos encontramos gente con costo decimos so- estigmatización que se ha construido sobre
mos de La Carpio y yo soy una persona que a él.25 La autopercepción a través del estigma
mí no me importa decirle a quien sea vivo en elaborado por otros tiende a generar auto-
la comunidad La Carpio.” rrechazo. Así, las personas que viven en La
Carpio tienen que lidiar no solo con las di-
La estigmatización que genera el discurso ficultades materiales, sino además con los
de los medios incide en el trato que reci- estigmas que otros han construido sobre
ben las vecinas en lugares públicos, tales ellas. De ahí que doña Isabel afirmara que

25
Clarke (2003), pp. 154-157.
275
PNUD

el principal problema para ellas no solo es proporciona la televisión, pero que contri-
el miedo por la inseguridad, sino también buye a incrementar la sensación de insegu-
el dolor que causan los hechos violentos, ridad que se experimenta en el país.
amplificados por lo que se dice de la comu-
nidad: “Un día vino un sacerdote y dijo que La Carpio representa a otras zonas margi-
aquí la gente se iba por miedo, y yo le decía nales cuya existencia y magnitud las con-
al padre: ‘no, no solo por miedo se va la gente, vierten en ejemplos vivos de las condicio-
es por dolor’. Es que duele, duele ver las cosas nes precarias en que vive un sector de la
que pasan y no tanto las que pasan internas población. Refleja, también, parte de la
sino las externas. De que usted tiene que sufrir conflictividad social que sufre el país. Sin
no solo lo que pasa [sino] oír los comentarios embargo, estas comunidades no son las
de afuera, que es lo que más hiere...” únicas fuentes de inseguridad. El ámbito
urbano es un escenario más amplio donde
Desde una experiencia similar, doña Alba converge una serie de eventos que lo hacen
Luz sostiene que: “no es lo mismo [...] es- propenso a la violencia.
cucharlo por las noticias, ver lo que quieren
presentar para que las personas de afuera estén B. Factores urbanísticos
con el dedo acusador señalando. Es algo muy
diferente lo que se vive cuando uno es miembro En los años treinta del siglo XX, la Escuela
directo de una comunidad y que vive diaria- de Sociología de Chicago fue la primera en
mente estas necesidades del pueblo”. Habría, enunciar que las variables asociadas al creci-
sin embargo, un esfuerzo de las y los habi- miento urbano y el proceso de urbanización
tantes de La Carpio por tomar distancia de incidían en el aumento de la delincuencia
estas imágenes estigmatizantes, y la lectura y la conflictividad social.26 Se establecía el
crítica de los medios sería parte de ese empe- supuesto de que, conforme crecían las aglo-
ño. Ello despierta una tensión entre los dis- meraciones poblacionales en espacios geo-
cursos que los estigmatizan y el intento de gráficos cerrados o limitados, se generaba
elaborar imágenes autónomas de sí mismos. una especie de magma que exacerbaba la
agresividad social. No obstante, plantea-
Las lecturas ciudadanas corroboran que mientos más recientes sugieren que el di-
los espacios noticiosos de los medios de seño urbano y el uso del espacio público
comunicación construyen un enfoque tienen igual o mayor importancia que el
sobre la criminalidad, pero que la gente crecimiento urbano en la generación de
asume los mensajes de diferente manera. condiciones de inseguridad ciudadana para
Quienes viven en La Carpio no solo en- los pobladores de esas zonas.27
frentan una situación precaria, de necesi-
dades insatisfechas en diversos ámbitos, La presente sección, dentro de la perspec-
sino que se sienten inseguros y, además, tiva que se ha venido desarrollando en este
lamentan y luchan contra los mensajes es- capítulo, tiene como objetivo estudiar la
tigmatizantes que transmiten las noticias relación entre diferentes aspectos del desa-
por televisión. Quienes viven fuera de La rrollo urbano y la inseguridad ciudadana.
Carpio probablemente hacen una lectura Sin embargo, se debe considerar que ya en
distinta, asumiendo una realidad que solo los capítulos precedentes, sobre todo en el

26
Valier (2002).
27
Banco Mundial y otros (2002).
276
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cuarto, se realizaron diversos análisis me- dieron, en particular, y muy notoriamente,


diante los cuales se demostró que la per- las capitales regionales como Ciudad Que-
cepción de inseguridad y la victimización sada, Guápiles, San Isidro de El General,
son evidentemente mayores en las zonas Liberia, Limón y la Gran Puntarenas.29
urbanas del país.
Casi un 20% de los distritos administra-
Pese a lo anterior, todavía quedan pregun- tivos del país registró crecimientos inter-
tas sin contestar. Una de ellas es si el creci- censales muy pequeños e incluso muchos
miento del espacio urbano a través de los de ellos perdieron población. Este grupo
años puede asociarse a los fenómenos que corresponde fundamentalmente a distritos
producen la inseguridad ciudadana. Como rurales, localizados sobre todo en Guana-
se verá en seguida, la respuesta es sí. Por caste y la Zona Sur, pero también muchos
ello, a partir de esta aseveración se indagará situados en las “ciudades viejas” de Costa
el papel que juegan la segregación y la esca- Rica, como San José, Guadalupe, Santo
sez y deterioro de los espacios públicos en Domingo, Heredia y otros. Cabe subrayar
la Gran Área Metropolitana (GAM). Esta que, proporcionalmente, la GAM perdió
orientación de análisis no agota las interro- población en comparación con el resto del
gantes que el tema permite establecer, pero territorio nacional.30
centra la atención en dos factores relacio-
nados con el tema del espacio urbano y, a Un análisis sobre los permisos otorgados
la vez, con la victimización. También toma para el desarrollo de proyectos de vivienda
en cuenta la escasa información existente durante los últimos quince años indica que,
sobre el tema. a diferencia de los proyectos privados -que
se han mantenido estables en el tiempo-,
i. Crecimiento urbano en el período inicial de los programas de
vivienda de interés social (1986-1994) el
Costa Rica es un país urbano desde los sector público generó en forma acelerada
años ochenta y es en esta zona donde re- grandes proyectos, primero en un sitio y
side la mayor parte de sus habitantes (al- luego en otro, que se concentraron dra-
rededor del 60%, de acuerdo con el Censo máticamente en unos pocos distritos de la
2000). En el período intercensal (1984- GAM, tales como San Felipe de Alajuelita,
2000), la proporción de la población de la Pavas, Patarrá, Ipís de Goicoechea y San
GAM creció poco, lo que es una aparente Francisco de Heredia. Esto produjo cierta
excepción con respecto a lo acontecido en presión demográfica en torno a algunas de
la mayoría de las regiones metropolitanas estas zonas, en las cuales se dio una mayor
de América Latina.28 El crecimiento detec- concentración de la delincuencia y de si-
tado se circunscribe a áreas que pertenecen tuaciones de exclusión social.31
a Alajuela, Cartago y Heredia, pero no a
las cabeceras de estas provincias, sino más Los datos sugieren que el incremento de es-
bien a zonas colindantes con ellas. Fuera de tos procesos urbanísticos tiene incidencia
la GAM, casi todas las ciudades se expan- en la inseguridad. La tasa de urbanización

28
Esto puede explicarse porque en Costa Rica la definición de lo que es “urbano” todavía refiere a la presencia de ciertos
servicios para la población, y no a la cantidad de habitantes en un área determinada, como sucede en la mayoría de los
países latinoamericanos.
29
Pujol (2005).
30
Pujol (2005).
31
Pujol (2005).
277
PNUD

anual refleja una correlación alta con la tasa da, aunque el coeficiente de correlación es
de homicidios dolosos en el período 1980- más bajo (0,36) que el correspondiente a
2003 (0,90) (Gráfico 7.4). la tasa de homicidios dolosos. El coeficien-
te de correlación para los robos y hurtos
Otros datos (período 1989-2003) indican en el período 1980-1988 es contrario al
que, en el caso de los robos, la relación ob- esperado (-0,17).
servada a través de los años es la espera-

Gráfico 7.4

Comportamiento de la tasa de homicidios y porcentaje de urbanización.


1980-2003
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Fuente: EHPM para los años citados, INEC. Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.

ii. Segregación del espacio urbano En el pasado, cada pueblo y ciudad tenía
zonas agrícolas que lo rodeaban y represen-
En la GAM, específicamente en el Área taban potenciales áreas verdes disponibles
Metropolitana de San José, las últimas dos para los habitantes de todas las clases socia-
décadas son testigos de una segregación cre- les. Sin embargo, el desarrollo de grandes
ciente del espacio urbano. El proceso, len- proyectos habitacionales para los grupos
to pero constante, fue producto del patrón de menos recursos modificó esa situación y
de crecimiento de la ciudad que, a partir originó grandes diferencias de accesibilidad
de un archipiélago de pequeños pueblos y dentro de la región y, en particular, dentro
ciudades en un mar de tierras agrícolas de del Área Metropolitana.32 Como parte de
gran calidad, terminó convirtiéndose en la ese proceso, la cercanía a las principales vías
GAM: una mancha urbana casi continua de comunicación existentes, construidas a
desde Atenas, Carrillos de Poás y Ciudad medias o planeadas, fue un imán para los
Colón, hasta Paraíso y Coronado. grupos de más altos ingresos, que poco a
poco crearon aglomeraciones territoriales.33

32
Pujol (1988).
33
Pujol (2004).
278
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Un rasgo interesante en el caso de Costa el “atrincheramiento” o establecimiento de


Rica es que las migraciones del campo a la islotes de seguridad. Este fenómeno ha te-
ciudad fueron mucho menos masivas que nido dos manifestaciones: la construcción
en el resto de América Latina. Esto fue el de residenciales amurallados o condomi-
resultado de las políticas sociales que ex- nios horizontales y la edificación de con-
tendieron los servicios de educación, salud, dominios verticales.
electricidad, agua potable y caminos rura-
les a todo el territorio nacional. No había Los condominios horizontales son proyec-
razón para migrar a la ciudad.34 En este tos urbanísticos de reciente creación -al
sentido, el Estado nunca perdió el control menos diez años- en los que los residentes
de la realidad urbana y en muchos casos se de un conglomerado de cincuenta a ochen-
utilizó la práctica de reubicar a las personas ta viviendas pertenecientes a un estrato
en lugares escogidos por las autoridades. social, optan por aislarse mediante muros
de concreto o enrejados especiales, acceso
Sin embargo, el establecimiento del cintu- controlado por personal de seguridad pri-
rón de contención, por razones ambientales vada y rondas de vigilancia en los cuadran-
y urbanísticas, se convirtió en un mecanis- tes internos de la urbanización. Estos amu-
mo para bajar el valor de la tierra -más allá rallamientos, que en su mayoría incluyen
del cinturón-, comprar terrenos y asignár- viviendas de más de doscientos metros cua-
selos a los programas de vivienda (un 10% drados de construcción, crecieron un 83%
estaba en la zona “ilegal” o no urbanizable). entre 1999 y 2004, muy por encima de la
Estos programas, sin duda, tuvieron impli- vivienda popular (Cuadro 7.6). La mayor
caciones enormemente positivas para la so- parte de estos proyectos se ubica en los can-
ciedad costarricense, pero también descen- tones de Escazú, Santa Ana, Belén y Curri-
tralizaron la pobreza urbana y trasladaron dabat, aunque han surgido otros nuevos en
los problemas sociales a zonas bastante más la periferia de Alajuela y Heredia.
alejadas del centro de San José.
En los condominios verticales las viviendas
En este contexto, cabe señalar que asenta- están en edificios de varios pisos, resguar-
mientos como Purral, Los Guido, Los Cua- dados por un responsable. En lugares que
dros o La Carpio, zonas marginales típicas, albergan a las familias de mayores ingresos
no fueron proyectos de vivienda, sino “to- existe el portero, quien autoriza la entra-
mas” de tierra al estilo de la inmensa mayo- da de los visitantes. Como se observa en el
ría de los crecimientos urbanos de América Cuadro 7.6, durante el último quinquenio
Latina. Algo importante es que estos núcleos se ha dado un crecimiento acelerado de los
no conforman una gran mancha territorial, apartamentos de más de doscientos me-
sino que se distribuyen por toda la GAM35 tros cuadrados de construcción, que en su
y es en ellos, precisamente, donde los pro- gran mayoría corresponden a condominios
blemas de delincuencia son mayores. asequibles para los sectores de más altos
ingresos. En términos geográficos, estos
Desde hace aproximadamente una déca- proyectos se concentraron inicialmente en
da, el proceso de segregación del espacio los cantones de Escazú, Santa Ana y Curri-
urbano en los cantones y distritos de la dabat, a los que se les unen muchos otros
GAM calificados como inseguros, generó en la actualidad.

34
Además, hasta principios de los años sesenta la frontera agrícola aún estaba abierta para apoderarse de los baldíos del Estado.
35
En los últimos cinco años se nota su expansión hacia algunos sitios alrededor de la ciudad de Alajuela.
279
PNUD

Cuadro 7.6

Metros cuadrados de construcción de viviendas y apartamentos,


según dimensiones físicas de la construcción, por año. 1999-2004
(números absolutos y tasa de crecimiento interanual)

Año
Dimensión
1999 2000 2001 2002 2003 2004
Viviendas 862.340 1.180.075 1.440.992 1.333.708 1.456.127 1.609.186
Menos de 100 510.087 730.326 884.759 698.433 793.940 847.309
De 100 a menos de 200 169.442 237.844 309.942 350.909 372.685 426.103
De 200 y más 182.811 211.905 246.291 284.366 289.502 335.774

Apartamentos 30.862 180.899 253.983 183.263 249.505 206.900


Menos de 100 18.016 157.385 222.508 66.196 193.284 158.195
De 100 a menos de 200 10.165 17.950 28.066 72.191 40.959 26.136
De 200 y más 2.681 5.564 3.409 44.876 15.262 22.569

Tasa de crecimiento 1999 base=100


2000 2001 2002 2003 2004

Viviendas 36,8 67,1 54,7 68,9 86,6


Menos de 100 43,2 73,5 36,9 55,6 66,1
De 100 a menos de 200 40,4 82,9 107,1 119,9 151,5
De 200 y más 15,9 34,7 55,6 58,4 83,7

Apartamentos 486,2 723,0 493,8 708,5 570,4


Menos de 100 773,6 1135,1 267,4 972,8 778,1
De 100 a menos de 200 76,6 176,1 610,2 302,9 157,1
De 200 y más 107,5 27,2 1573,9 469,3 741,8

Fuente: Elaboración propia con base en las Estadísticas de la Construcción del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Datos en línea, www.inec.go.cr

El hecho de que las personas de ingresos iii. Escasez, restricción y deterioro de los
más altos deseen separarse del resto de la espacios públicos
sociedad es común en muchos países. No
obstante, lograrlo puede tener diversos Los espacios públicos de la GAM no han
impactos, según la forma en que se haga; aumentado en los últimos años. La ciudad
fundamentalmente, se crea una sensación es cada vez más grande, razón por la cual los
de seguridad que podría ser falsa, similar espacios públicos y privados, de acceso relati-
a la de un dique diseñado para proteger vamente fácil en las zonas agrícolas alrededor
de inundaciones con período de retorno de los centros urbanos, están desapareciendo.
de treinta años, pero que no sirve para Muchas de las plazas donde en el pasado ni-
desbordamientos mayores. Asimismo, los ños y adultos jugaban fútbol informal y lúdi-
condominios y amurallamientos reducen co, son ahora parques en los que no pueden
de manera considerable las posibilidades practicarse deportes, o canchas cercadas, cua-
de interacción con otras personas -pues así siprivadas, que a pesar de ser bienes públicos,
lo determinan su escala y su diseño-, así co- solo pueden utilizarse cuando se paga.
mo los usos mixtos de la ciudad, que son
esenciales para mejorar la calidad de vida El actual desarrollo urbano de la GAM,
280 de las personas. y de muchas otras ciudades del país, se
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

caracteriza por la existencia de parques Por ende, estos espacios podrían dedicarse a
sin mantenimiento y carentes de ilumina- parques urbanos o a zonas verdes que pue-
ción adecuada. En Hatillo y otros lugares dan ser disfrutadas por toda la población.
los parques han sido prácticamente aban-
donados. Un proyecto final de graduación Por otra parte, muchos de los desarrollos
de la Universidad de Costa Rica, realizado urbanos de los programas de vivienda im-
en 1998, determinó que muchos de los pulsados a partir de 1986 no incluían áreas
parques del Área Metropolitana de San José deportivas, o estas eran muy pequeñas. En
no son funcionales y los más visitados son ellos el hacinamiento era grande, por la in-
aquellos que permiten desarrollar activida- sistencia en construir viviendas prefabrica-
des deportivas.36 Otro proyecto de gradua- das de un solo piso, cuyo diseño no facilita-
ción, del 2002, documentó la falta de man- ba la ampliación a un segundo piso.
tenimiento y el poco uso de muchas de las
zonas verdes y recreativas del área noreste Ahora bien, es necesario indicar que este
del cantón de Desamparados.37 abandono o deterioro de los espacios pú-
blicos no ha afectado por igual a toda la
Sin embargo, no todo es negativo. Una in- ciudadanía. Las personas de mayores in-
vestigación realizada por ProDUS-UCR en gresos han disfrutado de sitios propios para
el Parque del Este, como parte del diagnós- recrearse e incluso desde hace muchos años
tico para la elaboración del Plan Regulador existen clubes privados dentro y fuera de la
de Montes de Oca, encontró que ese espa- GAM. Estos espacios constituyen islotes de
cio es muy utilizado por habitantes de toda seguridad para la recreación de los sectores
la región, aunque no tanto por los vecinos. con más ventajas económicas, pero eviden-
Asimismo, el uso del Parque Metropolitano temente excluyen al resto de la población.
La Sabana durante los fines de semana fue
estudiado dentro del marco de la Maestría En materia de seguridad ciudadana impe-
en Gestión Urbana del programa FLACSO, ra un círculo vicioso: la desolación de los
y se constató que este parque es muy exito- espacios públicos existentes los hace más
so, pues beneficia a numerosas personas y proclives a ser escenarios de actos violentos,
familias que acceden a él en automóvil, bus lo que a su vez genera un mayor abandono
e incluso a pie, no obstante las dificultades de la vía pública y la sensación de que no
para hacerlo desde algunos puntos. deben crearse nuevos espacios, ya que estos
son susceptibles de ser acaparados por el
En general, y pese a que en el pasado di- hampa. Además, el mal estado de estos espa-
ferentes gobiernos construyeron parques cios contribuye a generar un sentimiento de
públicos, Costa Rica no ha reconocido la deterioro social, con evidentes efectos sobre
necesidad y oportunidad de convertir zonas la percepción de inseguridad. Lo anterior
no urbanizables en parques urbanos y regio- resulta válido para la mayoría de los bienes
nales. En la GAM, los expertos coinciden públicos, incluso para el transporte públi-
en que ninguna de las áreas montañosas de co dentro la GAM, que en años recientes
altas pendientes deberían urbanizarse, ni también ha sido blanco de la delincuencia
tampoco las zonas de recarga de acuíferos (Recuadro 7.2).
al norte de Heredia y Santo Domingo.38

36
Barquero (1998).
37
Cruz (2002).
38
Las zonas no urbanizables en las orillas de las ciudades son frecuentes también en las ciudades fuera de la GAM, como los
humedales en Limón, los cañones de los ríos en Grecia y las zonas sujetas a grandes movimientos geológicos, como sucede
en Puriscal. 281
PNUD

Recuadro 7.2

Seguridad y transporte público en la GAM


El transporte público es esencial para que la mayoría de las los que choferes fueron amedrentados por delincuentes, con
personas lleve a cabo sus tareas cotidianas y para el funciona- el fin de obtener el dinero pagado por las y los pasajeros.39 En
miento de las ciudades. En términos del desarrollo humano, es- estos episodios medió el uso de la violencia. No obstante, en
te sistema posibilita en algunos casos, y en otros obstaculiza, el periódico Al Día del 11 de febrero de 2005 se informó que,
que la población disfrute de mayores oportunidades de acceso según datos de la Sección de Asaltos del OIJ, durante el 2004
a empleos y centros de estudio adecuados a sus capacidades se recibieron 103 denuncias por robos o asaltos a choferes
y necesidades. Institucionalmente hablando, el transporte pú- de autobuses únicamente en el Área Metropolitana. Asimis-
blico facilita o limita que las empresas y entidades públicas y mo, aunque no se cuenta con cifras precisas, se estima que
privadas encuentren empleados idóneos y con posibilidad de los buses y paradas son lugares en los que diariamente se
trasladarse ágilmente a sus puestos de trabajo. victimiza a los usuarios, sobre todo por medio del robo y el
hurto.40 Estos ataques no solo se dan en el centro de San Jo-
En la Gran Área Metropolitana (GAM), la flota de autobuses ha sé; ocurren cerca de los extremos de las líneas de autobuses
mejorado notablemente en la última década, gracias a una po- y en algunos de los barrios que tienen las mayores concentra-
lítica de aumentar las tarifas conforme los empresarios renue- ciones de pobreza.
van sus unidades. Sin embargo, persisten graves problemas
estructurales. En primer lugar, las rutas de transporte público, Estos hechos resultan significativos por sus consecuencias
en su mayoría, cubren circuitos radiales a partir de una de las para la calidad de vida de miles de usuarios de este servicio,
cuatro ciudades principales que componen la GAM. Para casi muchos de los cuales no tienen una alternativa efectiva para
todas las combinaciones de origen-destino imaginables den- movilizarse todos los días a sus trabajos, centros de estudio y
tro de la región, el sistema no provee alternativas directas y actividades sociales o de recreación. En ese sentido, es conve-
eficaces. Esto obliga a hacer transbordos en el centro de San niente valorar que los ataques al transporte público y a quienes
José, lo que incrementa de modo considerable el tiempo de lo utilizan constituyen una seria amenaza para la seguridad
viaje, debido, entre otros factores, a la congestión vehicular y la ciudadana.
ausencia de puntos de enlace adecuados, por lo que es nece-
sario caminar muchas cuadras para tomar el otro bus radial. En La delincuencia contra los choferes y pasajeros de autobuses
segundo lugar, se mantiene una tendencia a que la frecuencia crea una incertidumbre adicional sobre la vida de los usuarios
del servicio disminuya -o incluso desaparezca- en las noches y y trabajadores del sistema. A pesar de que los robos a las uni-
los fines de semana. dades no generan mucho dinero, representan un síntoma de
graves problemas económicos, desesperación, o al menos
En los últimos años se han producido actos de violencia en au- desesperanza, de los delincuentes o victimarios. Las experien-
tobuses de diferentes líneas que operan en el Área Metropoli- cias de Honduras, Guatemala, El Salvador y México muestran
tana, especialmente algunos que prestan servicios a comuni- que el problema puede agravarse considerablemente y que no
dades de bajos ingresos donde la mayor parte de la población se le puede restar importancia. El transporte público es un bien
depende del transporte público. En el año 2004 y los primeros colectivo de la mayor relevancia, cuya seguridad debe ser pre-
dos meses del 2005, la prensa escrita reportó cinco casos en servada.

iv. La “Calle de la Amargura”: un caso cimiento. Por otra parte, en la “Calle de la


de estudio Amargura” convergen muchas realidades
que le dan una mala reputación. Desde el
Su nombre no es producto de la casualidad punto de vista que interesa a este informe,
ni de la fantasía. Así se conoce a la calle 3 ilustra cómo el inadecuado o ausente dise-
de la ciudad de San Pedro, en el cantón de ño urbano, el deterioro del espacio público
Montes de Oca, una zona comercial y habi- y el crecimiento en espacios geográficos li-
tacional en la que principalmente las y los mitados, tienen un impacto negativo en las
jóvenes buscan reunirse y expresarse, libres condiciones de seguridad ciudadana, tanto
de presiones o restricciones. Puede decirse desde la óptica de la percepción como de la
que representa un sitio donde impera un victimización. A continuación se examina
sentimiento agridulce, de compensación y cómo sucede esto, a partir de un estudio
de restauración de las dificultades del día a realizado por el Programa de Investigación
día o, inclusive, del proceso mismo de cre- en Desarrollo Urbano Sostenible (Pro-

39
La Nación, 13 de abril y 12 de noviembre de 2004; Al Día, 30 de enero, 1° y 10 de febrero de 2005.
40
En la gran mayoría de los casos, las personas victimizadas en los autobuses o estaciones no interponen denuncias debido
a que les son sustraídas pequeñas cantidades de dinero que se catalogan como contravenciones.
282
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

DUS) de la Escuela de Ingeniería Civil de p.m. lo más común es lo contrario. El servicio


la Universidad de Costa Rica. de autobuses desde la UCR generalmente
realiza su último servicio a esa hora.
Ubicación y acceso
Actividades
La denominada “Calle de la Amargura” se
ubica entre la Avenida Central de San Pedro La zona de estudio es predominantemen-
(Carretera Interamericana o Ruta Nacional te comercial (185 establecimientos) y, en
1) y la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, menor medida, residencial (151 viviendas).
de la Universidad de Costa Rica (UCR); Estos usos abarcan alrededor del 85% de la
comprende, además, los sitios aledaños. Su actividad que allí se desarrolla. Datos del
cercanía a la UCR es parte esencial de su período 1979-2004 muestran que el uso
origen, existencia y permanencia, aunque habitacional tan solo ha disminuido en
hoy es sitio de atracción para estudiantes un 11%, en tanto que el uso comercial ha
de otros centros de educación superior aumentado un 65%. Esto significa no solo
existentes en la zona y también para jóve- que el uso habitacional ha cedido en favor
nes no universitarios. Si bien es cierto que del uso comercial, sino además que este
los locales comerciales y el espacio físico último ha tendido a hacerse más denso: se
externo a ellos no tienen las características acondicionan locales y oficinas más peque-
que atraen a la juventud urbana de sectores ños, y se construyen estructuras de más de
medios y altos (luces de neón, espejos, bal- una planta, con capacidad para más locales
dosas, ambientes amplios, etc.), su proxi- comerciales o de servicios. Los horarios en
midad a la UCR les imprime una fantasía la calle 3 dependen del tipo de actividad y
de “estatus”, tanto a la población que estudia su demanda, que establecen patrones dife-
como a la que no lo hace. rentes. En lo que respecta a bares, general-
mente funcionan de 10 a.m. a 1 a.m.
La calle 3 es una zona de fácil acceso.
Muchas rutas de autobuses y miles de Aceras y calles
vehículos y personas pasan diariamente por
la congestionada Avenida Central, y decenas La evaluación del estado de aceras y calles
de buses llegan cada hora hasta la UCR desde permite verificar el decadente estado físico
diversos puntos de la Gran Área Metropolitana. en que se encuentra esta zona. Las aceras
La presencia de la Universidad hace que muestran enormes irregularidades, baches
infinidad de peatones utilicen esta vía en el y grietas, unidos a una amplitud insuficien-
transcurso de la jornada lectiva. Además, por te para el alto flujo peatonal, que además se
ser un centro de atracción importante, durante ve obstaculizado por la basura -y los malos
el día es común que el servicio de taxis tenga olores- que produce la actividad comercial.
como origen y destino la UCR, lo cual se El estado de las calles no es muy distinto:
hace aún más evidente en las noches, cuando la superficie de rodamiento está en malas
en la calle 3 y sus cercanías se concentran condiciones y presenta baches e irregulari-
las unidades que ofrecen el servicio. Este dades en muchos tramos, situación que se
comportamiento varía después de las 9 p.m., repite en el cordón del caño.
cuando la reducción de la demanda hace
que disminuya la frecuencia del transporte Mobiliario urbano e iluminación
público. Durante el día prácticamente no se
debe esperar para tomar un bus en la cercana Muchos focos de inseguridad que se ge-
parada del parque Kennedy; después de las 9 neran en los alrededores de la “Calle de la
283
PNUD

Amargura” se deben a la falta de ilumina- han reducido considerablemente la capaci-


ción. La deficiencia del sistema de alumbra- dad de acarreo de las tuberías.
do público es subsanada en gran medida por
los letreros de los establecimientos comercia- Contaminación visual y sónica
les, especialmente en el sector que va desde
la línea férrea hasta la Avenida Central. Sin Considerando la vista como el sentido que
embargo, la iluminación que ofrecen no se tiene mayor incidencia en la percepción del
ajusta a las necesidades del peatón, pues se entorno, no es difícil entender que cuando
trata de luces directas y visualmente moles- una imagen supera el máximo de informa-
tas, que corresponden a avisos comerciales ción que el cerebro puede asimilar (estima-
carentes por completo de valor estético. do en 4 bits/seg), se produce una especie de
“estrés visual” y las reacciones psicofísicas
Manejo de desechos sólidos de la persona se ven alteradas, con efectos
como estrés, dolor de cabeza, distracción,
El comercio de la calle 3 genera grandes agresividad y mal humor, entre otros tras-
cantidades de desechos sólidos y los nego- tornos. En el caso de la calle 3 el problema
cios no cuentan con sitios propios para dis- de la contaminación visual no puede pasarse
poner de ellos en forma temporal, por lo que por alto. En algunos puntos existe una exa-
cotidianamente deben sacarlos a la acera, a la gerada aglomeración de rótulos comerciales
calle, o depositarlos en terrenos públicos que carentes de armonía con el entorno, que
se constituyen en focos de concentración de no solo son irritantes para el peatón, sino
basura. Este problema no existiría si la reco- que además disminuyen de manera consi-
lección en las zonas comerciales de Montes derable la percepción visual del paisaje, que
de Oca fuera diaria, pero la escasez de ca- es un patrimonio colectivo. Asimismo, en
miones recolectores impide que esta tarea se muchos casos la colocación de publicidad
realice con la frecuencia requerida. El mal es absurda, pues la caótica distribución ha-
estado de las aceras, y de la vía en general, ce que los letreros se tapen unos a otros. A
hace que en los baches se acumulen desper- todo esto se suman la contaminación visual
dicios lanzados por los transeúntes, ya que generada por el cableado eléctrico, el des-
no existen basureros en las aceras y las bolsas cuido de los inmuebles y la infraestructura,
que se colocan en ellas crean la sensación de así como la basura en la vía.
que un desecho más no hará la diferencia.
Aunado a lo anterior cabe mencionar la
Alcantarillado invasión del espacio público, ya que los
establecimientos comerciales se apoderan
El problema del alcantarillado pluvial es lo- de secciones de la vía pública al colocar so-
cal, pues la calle 3 se encuentra en una zona bre la acera las bases que dan soporte a sus
divisoria de aguas debido a las pendientes anuncios elevados. Estas estructuras pue-
del terreno. Durante la época lluviosa se den convertirse en un riesgo para los tran-
presentan problemas de inundación de seúntes, en la eventualidad de que alguna
partes de la calle. Enlazado con este tema de ellas falle. También hay quienes colocan
está el de los desechos lanzados a la vía pú- su publicidad directamente sobre la acera,
blica, pues al concentrarse en los caños y obstaculizando la circulación peatonal.
en los baches, la basura es arrastrada por El ruido ambiental es intenso y constante. El
las lluvias hacia las tuberías, que se atascan. tráfico vehicular en el día, el ruido de la músi-
En la actualidad es claro que hay una acu- ca en los locales y las voces de la gente confor-
mulación de desechos de muchos años que me avanza la noche, generan mediciones de
284
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

alta contaminación sónica. Es fácil corrobo- denuncias de los hechos, puede concluir-
rar que no existe ningún tipo de aislamiento se que la cantidad no es despreciable. En
acústico en los negocios que ofrecen música el período indicado las aprehensiones más
(bares y restaurantes) y que al interior de ellos, frecuentes se debieron a la alteración del
obviamente, se rebasan los límites de ruido. orden público (35 casos), seguidas en or-
den de importancia por las infracciones a
Inseguridad la Ley contra la Violencia Doméstica (11),
a la Ley de Psicotrópicos (9) y las contra-
La “Calle de la Amargura” no pasa desaper- venciones contra la propiedad (8). El resto
cibida para la población. Es una zona de causas presenta números menores, pero
donde se consume licor en los bares y res- evidencia problemas de faltas a la moral (1)
taurantes. Una de las razones que explica y violaciones a la Ley de Armas y Explosi-
el incremento de esta situación durante vos (1). En 15 de las aprehensiones regis-
los últimos años es el deficiente control de tradas no se indicó el motivo.
las patentes de licores, pues hay eviden-
cia de que se otorgan a establecimientos Información adicional revela que existe
catalogados como restaurantes, que en un patrón bastante marcado en cuanto al
realidad funcionan con las características día en que se efectúan las aprehensiones.
propias de un bar. Dado que este tipo de Del total de 82 detenciones del período,
negocio abre desde la mañana, es común solo 14 fueron realizadas los días lunes (5)
encontrar una buena cantidad de jóvenes y martes (9). Durante los días intermedios
ingiriendo alcohol a estas horas del día. La de la semana el número se elevó a 28 (16
falta de alternativas diurnas y nocturnas los miércoles y 12 los jueves). El punto cul-
para entretenimiento juvenil en esta área minante de esta tendencia fueron los fines
hace de los bares la opción más frecuentada, de semana, cuando se produjo la mitad de
principalmente los viernes. las aprehensiones (40).

También existe venta y consumo de drogas, A la calle 3 se le dio un nombre cuya con-
un problema ciertamente más delicado en notación se fortalece entre la colectividad
virtud de su ilegalidad, pero no necesa- por motivos evidentes. Los problemas enu-
riamente de consecuencias sociales más merados no solo contribuyen a infundir
significativas que el consumo de alcohol. la percepción de que se trata de una zona
En la calle 3, comerciantes y miembros peligrosa, sino que revelan situaciones reales
de la fuerza policial ya han identificado los de delincuencia e inseguridad. Pese a ello, la
puntos de distribución y venta de drogas, afluencia de personas no cesa. Es un lugar de
así como los implicados directos. Sin em- encuentro y esparcimiento para gente joven
bargo, se está a la espera de encontrar a los (universitarios o no), docentes, trabajadores,
principales responsables. etc., a la vez que constituye una vía de paso
en la que se ofrecen muchos servicios. Por
De acuerdo con datos del Ministerio de su ubicación estratégica la situación puede
Seguridad Pública, durante el primer se- cambiar: o su denominación como “Calle
mestre del 2004 en esta zona se realizaron de la Amargura” se mantiene -o se fortalece
82 aprehensiones, que equivalen, aproxi- aún más, por los motivos ya expuestos- o se
madamente, a una cada 54 horas (2 días y transforma la amargura del espacio público
6 horas). Si se toma en cuenta que, por lo existente en un entorno urbano renovado,
general, este tipo de información está al- libre de temor y con diversidad de oportu-
tamente subestimada, debido a la falta de nidades (Recuadro 7.3).
285
PNUD

Recuadro 7.3

Crónica de una experiencia que inicia en la “Calle de la Amargura”


Entre las múltiples recomendaciones que se han planteado para cipalidad de Montes de Oca y el Programa de Extensión Cultural
mejorar, modificar o recuperar la calle 3 del cantón de Montes de de la UCR. Se mejoró la difusión y se modificó la disposición
Oca, conocida como la “Calle de la Amargura”, destaca una ex- de los elementos en el espacio (tarima y toldos, entre otros). La
periencia reciente, desarrollada a partir de un proyecto de traba- actividad tuvo una duración menor (cinco horas), pero también
jo comunal universitario (TCU) de la Universidad de Costa Rica. fue más intensa. En esta ocasión la cantidad de asistentes so-
brepasó las expectativas y prácticamente hubo diez veces más
La iniciativa se denomina “Calle de la Amargura, hacia una reno- personas que en la primera experiencia.
vación física, recreativa y cultural” y dio inicio a finales de mar-
zo del 2005, con el apoyo del PNUD, la Vicerrectoría de Acción Recientemente también se han efectuado actividades deporti-
Social de la UCR y el Programa de Investigación en Desarrollo vas, utilizando la calle como campo de juego. El 24 de agosto
Urbano Sostenible (ProDUS) del mismo centro de estudios. El se realizó un torneo que duró todo el día y acaparó la atención
TCU es realizado por estudiantes de Artes Dramáticas, Artes de los medios de comunicación, lo que ayudó a su divulgación
Musicales, Ciencias de la Comunicación Colectiva, Ingeniería y atrajo a más personas.
Civil, Arquitectura y Educación Física, quienes han puesto en
marcha acciones orientadas a promover la recuperación y re- Poco a poco se han diversificado las acciones. Además de las
generación del espacio urbano de la calle 3 y sus alrededores, actividades mensuales, se están organizando otras a menor
mediante la creación de una plataforma de actividades humanas escala pero más frecuentes, como ciclos de cine y talleres
y la revitalización física del espacio. Se busca, en otras palabras, musicales, con la finalidad de involucrar a más jóvenes de
generar una mayor diversidad de actividades y usuarios, para manera consistente.
que se disponga de fuentes de entretenimiento alternativas a las
que predominan actualmente en la zona. La experiencia reunida hasta ahora indica que los retos son
múltiples y que la transformación de la calle 3 debe darse en
El primer mes de trabajo consistió en una fase de inducción de distintas etapas. Las actividades que se realizan actualmen-
los y las estudiantes del TCU; era necesario que conocieran te constituyen un componente necesario pero no suficiente,
el proyecto, se informaran de la situación de la calle 3 e inter- pues se requiere participación institucional, colaboración de
cambiaran sus percepciones y experiencias. Ya con una mejor los comerciantes y financiamiento para las mejoras físicas de
comprensión sobre la zona se organizó la primera actividad, la zona. El TCU que se está desarrollando es una especie de
los días 26 y 27 de mayo, luego de un planeamiento en el que “laboratorio” del espacio de la calle 3. Para mejorar las inter-
destacó la gran cantidad de procesos burocráticos y de coordi- venciones e ir creciendo en el proceso se sondean la anuencia
nación interinstitucional requeridos para realizar actividades en y las percepciones de quienes asisten a las actividades; se
la vía pública. En esa ocasión se cerró una parte de la avenida observa que, poco a poco, las personas se están acostum-
3 (perpendicular a la calle 3), contigua a la línea del tren, para brando a ellas y ya preguntan por la próxima.
desarrollar, durante dos días, un programa que incluyó teatro,
música, baile y deportes. La asistencia fue baja. La sensación La misión del TCU es modificar el espacio y su ambiente de
de extrañeza que despertó la iniciativa fue evidente; algunos se una manera paulatina y que las personas visualicen un lu-
acercaban por curiosidad, mientras otros solo se detenían unos gar diferente, en el que puedan socializar y expresarse, in-
segundos para observar desde lejos. La disyuntiva que surgió dependientemente de si son estudiantes universitarios o no.
fue si debía aceptarse que las y los usuarios de la calle 3 no te- Mejorar la percepción que se tiene de la calle 3 y disminuir
nían interés en diversificar sus formas de entretenimiento, o si la inseguridad en el área parece una tarea titánica. No obs-
más bien se debía mejorar la estrategia para llamar la atención tante, el primer paso está en marcha. El logro de esta misión
del público. Se optó por la segunda vía. dependerá, en gran medida, de la disponibilidad y el compro-
miso de los diferentes actores que ocupan, residen o visitan
La segunda actividad fue la celebración del Día Internacional de la zona, para apoyar un esfuerzo integral capaz de revertir la
la Música, en coordinación con la Embajada de Francia, la Muni- situación actual.

La segregación y el deterioro de los espa- que los espacios públicos no protegen a las
cios públicos son fenómenos urbanos que personas y se convierten en lugares donde
promueven la inhibición de las relaciones la ciudadanía se siente amenazada o puede
sociales, la reclusión y la pérdida de los ser víctima de la violencia. Claro está que
sitios de encuentro ciudadano. Se tiende, en el ámbito de la violencia otros factores
entonces, a la privatización de los espacios. pueden exacerbar el problema. A conti-
Esto no solo es frecuente en Costa Rica, nuación se verá cómo lo hace el consumo
sino en América Latina41, donde se observa de drogas.

41
Borges, citado por Oviedo (1999).
286
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

C. Consumo de drogas lícitas e ilícitas del alcohol con otras sustancias también
es relevante. Así lo estableció la encuesta
La relación entre el consumo de drogas y nacional sobre victimización realizada por
la conducta violenta es tema de estudio, el US Departament of Justice (2002), al
debate y reflexión en la actualidad. La li- informar sobre los hallazgos en 5,3 millo-
teratura es abundante y muestra diversos nes de casos de victimizaciones violentas en
aspectos de interés. Uno de ellos es el tipo personas de 12 y más años. Al preguntarle
de estudios realizados. Desde principios a las víctimas si su agresor había estado be-
del siglo anterior hasta la entrada de los biendo o usando drogas, el 29% respondió
años setenta, numerosas investigaciones que, en efecto, éste había usado drogas,
fueron encaminadas a demostrar el nexo solas o en combinación con alcohol.
entre delincuencia y consumo de drogas.
La creación, en 1974, del National Insti- Durante los últimos dos decenios se han he-
tute on Drug Abuse (NIDA) de los Esta- cho intentos rigurosos por seguir avanzando
dos Unidos, como entidad dependiente de en la comprensión del tema. Así, el trabajo de
los National Institutes on Health (NIH) y Goldstein43, que ha servido como referencia
encargada de analizar los problemas asocia- para estudios posteriores, propone tres mo-
dos al uso indebido de drogas, llevó a una delos explicativos. El primero se denomina
mejor comprensión del vínculo entre tales psico-farmacológico, y establece una relación
sustancias y la criminalidad violenta. Sin entre el consumo de drogas y la conducta
embargo, las investigaciones producidas delictiva en personas que suelen verse afec-
sobre el tema son poco coherentes entre sí tadas por la ingestión de determinadas can-
y difícilmente generalizables, debido a las tidades de una sustancia y, como resultado
diferencias metodológicas y, especialmente, de ello, muestran conductas violentas. Esto
a las disímiles definiciones operativas em- se aplica fundamentalmente al alcohol, los
pleadas. Lo que sí ha sido posible colegir es estimulantes y algunos otros psicofármacos.
que la relación existe, pero su naturaleza se El autor incorpora en este contexto hechos
torna inespecífica y controversial. delictivos como la violación, los maltratos
familiares y el homicidio, acciones que ca-
Por otra parte, puede corroborarse que des- racteriza como una criminalidad inducida.
de inicios de la década de los ochenta algu- La frecuencia de aparición de estos trastor-
nos estudios centraron su atención en los nos no tiene la magnitud que presentan los
problemas que causan las drogas ilegales medios y tampoco puede hablarse de causa-
(especialmente la cocaína), en desmedro de lidad, sino más bien de una correlación, en
las importantes consecuencias de la ingesta virtud de que ninguna droga, por sí misma,
del alcohol, el tabaquismo y el consumo de posee propiedades criminógenas.
psicofármacos.42 No obstante, fue una épo-
ca en la que también los resultados de las El segundo modelo de Goldstein es el eco-
investigaciones contribuyeron a entender el nómico-compulsivo y se aplica a los adictos
fenómeno. Se encontró, por ejemplo, que que participan en actos criminales violentos
la participación del alcohol en la comisión para poder seguir consumiendo. Su moti-
de delitos es mayor que la de la marihuana, vación principal es, entonces, conseguir di-
la cocaína o cualquier otra droga. Además, nero y drogas -por lo general heroína y co-
se obtuvo evidencia de que la combinación caína- dado su alto costo y su característica

42
Bejarano (2004), p. 16.
43
Goldstein (1995).
287
PNUD

de generar compulsividad en el uso. En este consumo a nivel mundial y nacional. Poste-


caso se trata de una criminalidad funcional, riormente se analiza la relación entre la vio-
puesto que los hechos se tornan violentos lencia y el consumo de drogas, abordando
en virtud del contexto en que se dan y la elementos del modelo psico-farmacológico
víctima, tanto en este como en el primer y el sistémico. Las principales fuentes de in-
modelo, puede ser cualquier persona. formación consultadas son los estudios rea-
lizados por el Instituto sobre Alcoholismo
Finalmente, el modelo sistémico explica la y Fármacodependencia (IAFA) y la Medica-
violencia intrínseca que surge al involu- tura Forense del Poder Judicial. También se
crarse con cualquier droga ilícita. Aquí se utilizan los resultados de algunas preguntas
toman en cuenta los patrones tradicionales relacionadas con el consumo de drogas líci-
de interacción que operan dentro de las re- tas e ilícitas, provenientes de la ENSCR-04.
des de tráfico y distribución de drogas ile-
gales, donde caben las disputas por territo- i. Cifras globales
rios entre distribuidores de sustancias, asal-
tos, homicidios, asesinatos de informantes, Los datos más recientes muestran que, en
robos a distribuidores, castigos por no pago el mundo, el total de consumidores de drogas
de deudas, etc. Esta es una criminalidad asciende a 185 millones de personas44,
conflictiva y es la más violenta de las tres lo que equivale a un 3% de la población
comentadas. Se genera por la ilegalidad del mundial o a un 4,7% de la población de
negocio y su sistematización como modelo 15 a 64 años.45 Las estimaciones apuntan
ha sido de utilidad, ya que abre nuevas a que el cannabis es la sustancia de mayor
líneas de reflexión sobre los vínculos entre consumo (81%). La cocaína es consumi-
criminalidad violenta y drogas. da por unos 13 millones de personas (7%)
y los opiáceos por 15 millones (8%).
En la presente sección se analizan diversos
aspectos relacionados con las drogas, tanto Desde una perspectiva más amplia, la
lícitas (alcohol) como ilícitas (cocaína, ma- dimensión del consumo de drogas ilega-
rihuana, crack, etc.). En primera instancia les puede apreciarse al compararla con el
se hace una revisión de la magnitud del consumo de tabaco (Cuadro 7.7).

Cuadro 7.7

Consumo mundial de tabaco y drogas ilícitas (1) en la población


de 15 años y más. Período 2001-2003

Cifras absolutas Cifras relativas


(millones de personas) (%)
Tabaco 1.270 29,0
Drogas ilícitas en el mundo 185 4,2
Drogas ilícitas en Costa Rica 0,045 1,2
Nota: (1) Esta información se refiere a consumo en el último año.
Fuente: ONUDD, 2004. Los datos para Costa Rica provienen del IAFA.

44
Se refiere a personas que manifestaron haber consumido drogas en el último año.
45
ONUDD (2004).
288
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

En Costa Rica, desde 1970 el IAFA lleva a la población de referencia), da cuenta del
cabo diferentes tipos de estudios para de- alcohol disponible para consumo en un
terminar la magnitud y las características país, tanto de bebidas destiladas como no
de la demanda de sustancias psicoactivas, destiladas. Esta medida no toma en cuenta
así como de los problemas derivados de la producción ilegal o casera, lo que usual-
ella. Aunque con metodologías distin- mente genera una subestimación de los da-
tas, las encuestas realizadas por Chassoul tos.47 Por ello, es posible que los registros
(1970) y por Míguez (1983), pusieron de de los países en desarrollo sean más defi-
relieve las particularidades de la ingestión cientes que los existentes en las naciones
de alcohol en el país y la naturaleza de los industrializadas, que si bien no siempre
problemas ocasionados por el abuso. En la son fidedignos, son más confiables.
primera investigación citada se determinó
que un 7% de la población tenía proble- Como puede observarse en el Gráfico 7.5,
mas de ingestión de alcohol y la segunda en Costa Rica los niveles de ingestión de
demostró que esa situación afectaba a un alcohol son relativamente bajos. Lo im-
15% de los individuos con edades entre 14 portante, sin embargo, es que aun con estos
y 60 años (el 5% de la población presenta- niveles de ingesta etílica, los problemas
ba dependencia alcohólica y el 10% restan- asociados son graves, lo que permite esta-
te era bebedor excesivo). blecer que son los patrones de consumo, y
no solo el volumen ingerido, lo que debe
Uno de los indicadores más importantes ser objeto de atención. Tradicionalmente,
sobre este tema en el ámbito internacional en Latinoamérica la ingesta se caracteriza
es el consumo per cápita de alcohol abso- por ser episódica y abundante, lo que per-
luto46, una medida útil para hacer compa- mite a los tomadores alcanzar grados de
raciones. El consumo per cápita (la suma embriaguez o intoxicación en lapsos cor-
de las importaciones y la producción local tos y actuar dentro de patrones culturales
menos las exportaciones, dividido entre que no sancionan esa práctica.

46
Cada litro de alcohol absoluto representa, en términos de bebidas alcohólicas, 3,3 litros de destilados corrientes (con 30%
de alcohol, como el guaro), 25 litros de cerveza o 2,5 litros de destilados finos (con 40% de alcohol. como el whisky).
47
La fabricación de alcoholes ilegales se da en todos los países latinoamericanos, pero sobre todo en Brasil y Ecuador, y
una producción relativamente baja corresponde a los pueblos indígenas, que elaboran sus propias bebidas tradicionales.
Aunque no existe una forma confiable de conocer el consumo total no registrado, se estima que equivale al 50% de la
producción legal. A inicios de los años ochenta, el IAFA determinó que en Costa Rica la producción ilegal era similar al
volumen de la Fábrica Nacional de Licores (Míguez, 1980).
289
PNUD

Gráfico 7.5

Consumo per cápita de alcohol en la población de 15 años y más en países


desarrollados, países en desarrollo y Costa Rica. 1960-2000
Países desarrollados Países en desarrollo Costa Rica
7

0
1960 1970 1980 1990 2000

Fuente: OMS, 2004. Los datos de Costa Rica provienen de diversas fuentes documentales del IAFA

ii. El consumo de alcohol: una droga alguna vez en su vida (Cuadro 7.8). Es
lícita probable que esta reducción esté asocia-
da a las acciones preventivas desplegadas
La prevalencia del consumo de alcohol en por el Estado durante los últimos años, en
el país, según las tres encuestas desarro- especial para la postergación del inicio de
lladas por el IAFA entre 1990 y 200048, consumo entre personas jóvenes. La in-
indican una disminución significativa del gestión activa se mantiene en los mismos
porcentaje de población que ha consumido niveles de 1990.

Cuadro 7.8

Porcentaje de población de 12 a 70 años según consumo de alcohol alguna vez


en la vida y consumo activo (en el último mes).
1990, 1995 y 2000
Año Prevalencia de vida Prevalencia de consumo activo
1990 66,0 27,4
1995 62,3 24,8
2000 54,3 26,6

Fuente: Bejarano y Ugalde, 2003.

La encuesta del 2000 muestra que, entre los go por ingestión de bebidas alcohólicas. Al
bebedores del último año (cerca de un 40% considerar a las personas que consumieron
de la muestra estudiada), el instrumento de alcohol durante el último mes, casi una ter-
tamizaje AUDIT49 permitió determinar que cera parte lo hizo en forma excesiva (5 o más
el 24,4% presentaba una condición de ries- tragos en cada ocasión) durante dos o más

48
Jiménez y Bejarano (1991), Bejarano, Carvajal y San Lee (1996), Bejarano y Ugalde (2003).
49
Instrumento para tamizaje de problemas por consumo de alcohol, creado por la OMS para uso multinacional. Su sigla
significa “Test para la Identificación de Problemas por el Consumo de Alcohol”.
290
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

días seguidos, proporción semejante a la ha- sumo se daba especialmente en varones,


llada en el estudio de 1995, pero diez puntos hallazgos en los que coinciden estudios
porcentuales superior a la encontrada en el posteriores.55 Una investigación realizada
de 1990. Este tipo de experiencia fue más años después56 arrojó un consumo general
prevalente en hombres que en mujeres y se menor, de 3,5% en la población de 15 y más
asocia con el inicio temprano del consumo años. De ellos, dos terceras partes lo habían
de alcohol, antes de los 13 años de edad. hecho experimentalmente, mientras el resto
lo hacía de manera ocasional (9,5%), habi-
En los resultados de la ENSCR-04 destaca tual (8,7%) o intensiva (19,4%).
la diferencia entre hombres y mujeres en
cuanto a consumo activo de alcohol50, tal La secuencia de tres encuestas realizadas
como han mostrado otros estudios locales por el IAFA en la década de los noventa
(33% en hombres y 11,3% en mujeres). Las y durante el 2001 permite establecer que
bebedoras y bebedores activos más frecuen- la tasa general de consumo57 pasó de 4%
tes tienen entre 18 y 28 años de edad y es en 1990 a 5,8% en el 2001. La estimación
más usual encontrarlos entre universitarios según el tipo de droga consumida (Cuadro
que entre personas con menor escolaridad. 7.9) ayuda a apreciar mejor el panorama.
El patrón de consumo excesivo (más de cin-
co tragos de alcohol por ocasión) se obser- La magnitud del consumo de drogas ilícitas
va más en varones (41,3%) que en mujeres encontrada por la ENSCR-04 fue de 7%,
(19%) y más entre personas con educación semejante a los hallazgos de otras investiga-
primaria (37,4%) o secundaria (40,7%), ciones realizadas con la población general.
que entre universitarios (22,8%). En el gru- Cabe destacar la presencia de un alto nivel
po de 16 a 24 años, 4 de cada 10 jóvenes de “exconsumo”, es decir, entre quienes
toman típicamente de esta manera.51 han consumido alguna vez, la proporción
de personas que tienen más de un año de
iii. Consumo de drogas ilícitas no hacerlo es de 58,3%; si a ellas se suman
quienes no han consumido hace más de un
En materia de drogas ilícitas, el primer estu- mes, pero menos de un año, se obtiene el
dio de corte epidemiológico sobre consumo 73% de las personas que alguna vez lo hi-
data de principios de los años ochenta.52 En cieron. Esto pone de manifiesto el carácter
él se evidenció que el 6,2% de la población experimental que tiene el consumo de dro-
de 15 y más años consumía drogas. De ese gas ilícitas en el país. La evidencia apunta a
porcentaje, el 2,4% era usuario experimen- que la mayor parte de quienes prueban una
tal53 y el 4,2% habitual o intensivo.54 Ade- droga ilícita lo hacen unas cuantas veces
más se encontró que la droga más utilizada y luego la dejan. Especialmente entre los
era la marihuana y que la práctica del con- hombres, la condición de ser un tomador

50
Se entiende por consumo activo el consumo en los treinta días anteriores a la realización de la encuesta.
51
Una cantidad igual o superior a cinco tragos por ocasión supone el riesgo de una ingesta asociada a embriaguez o
intoxicación (5 tragos o cervezas equivalen a 120 miligramos de alcohol en sangre y producen embriaguez aguda; 7 tragos
o cervezas, o 150 miligramos de alcohol en sangre, provocan intoxicación grado 1).
52
Míguez (1980).
53
Es la persona que ha consumido alguna droga ilícita de una a tres veces, pero ninguna en el último año.
54
El consumidor habitual consume alguna droga ilegal de una a tres veces por semana; el intensivo lo hace quince o más
veces al mes.
55
Míguez (1983a).
56
Martínez y Alfaro (1987).
57
Incluye todas las drogas ilícitas.
291
PNUD

Cuadro 7.9

Distribución porcentual de la población de 12 a 70 años, según consumo


de drogas ilícitas alguna vez en la vida y en el último año.
1990, 1995, 2000

Prevalencia de vida Prevalencia de último año


Droga
1990 1995 2000 1990 1995 2000
Marihuana 3,9 3,9 5,5 0,4 0,5 1,3
Cocaína 0,5 0,9 1,8 0,2 0,2 0,3
Crack --- 0,4 0,7 --- 0,3 0,2
Fuente: IAFA, 2005.

de cinco o más tragos por ocasión se asocia dos permanecen en contacto con ella por
con haber experimentado con alguna dro- lo menos durante doce meses.
ga ilegal. La experiencia con el consumo
de drogas ilícitas es 4 veces mayor en los iv. El consumo en la niñez y la juventud
hombres que en las mujeres. El consumo
activo, por el contrario, es bastante menor En el sector de la juventud escolarizada,
y está presente en un 1,8% de los sujetos las investigaciones arrojan resultados dig-
entrevistados; este es 3,75 veces mayor en nos de comentar. Estudios realizados con
los hombres que en las mujeres.58 muestras nacionales de estudiantes de sé-
timo año, es decir, jóvenes con una edad
Las encuestas realizadas durante los últimos promedio de 13 años, indican que más de
veinte años en Costa Rica revelan la exis- una cuarta parte había fumado tabaco al-
tencia de un nivel de consumo de drogas guna vez y que un 10,5% lo hacía de ma-
ilegales relativamente bajo, que experimen- nera habitual.60 Además, un 20% consumía
tó un ligero crecimiento en el decenio ante- alcohol activamente y casi uno de cada diez
rior y una tendencia a la estabilidad que ha se había embriagado al menos una vez cada
sido documentada también para el ámbito dos meses en el último año. Un 3,3% de
internacional.59 La marihuana se mantiene los jóvenes había consumido marihuana al-
como la droga de mayor consumo y, junto guna vez en su vida. El consumo femenino
a la cocaína, es la que ha mostrado mayor era semejante al de los hombres en todas
incremento en la prevalencia de vida a lo las drogas y similar al encontrado seis años
largo de los años. Este hecho, sin embar- antes en un estudio con jóvenes de décimo
go, pone de manifiesto un aumento en el y undécimo años61, situación que reveló
número de personas que experimentan una iniciación más temprana.
con la droga, pero que no necesariamente
persisten como consumidores a lo largo del Datos inéditos de un estudio realizado por
tiempo. Los datos de consumo reciente (úl- el IAFA en el año 2003, con 600 niños y
timo año) y consumo activo (último mes) niñas de cuarto grado de educación pri-
así lo comprueban. El patrón característico maria de todo el país, indicó un consumo
en Costa Rica es que, de cada cinco indi- activo de tabaco del 7%, mientras que un
viduos que experimentan con marihuana, 23,3% había tomado alcohol alguna vez y

58
El nivel de prevalencia de consumo activo fue de 3% en hombres y 0,8% en mujeres.
59
ONUDD (2004), de Rementería (1997).
60
Bejarano, Amador y Vargas (1994).
61
Bejarano, Amador, y Vargas (1994).
292
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

un 14% lo había hecho en el último mes. produzca una reducción aún mayor en la
El 2% de los y las niñas mencionó haber edad promedio.
consumido una droga diferente al alcohol
y el tabaco en al menos una ocasión. Lo anterior tiene implicaciones sobre el
consumo de otras drogas, dado que están
Esta información pone de relieve el tema ampliamente demostradas las relaciones
del inicio temprano del consumo durante entre el consumo de alcohol y de tabaco, y
la educación secundaria, fenómeno que se entre estos y el consumo de sustancias ilíci-
viene observando desde hace algunos años tas.62 Al mismo tiempo, la probabilidad de
en ambos sexos. Se ha documentado que consecuencias psicosociales y fisiológicas de
la edad promedio de inicio del consumo aparición temprana sería alta, no solo por
de alcohol es de 11,3 años. Si además se una consideración de orden cronológico, re-
conoce que cerca de una cuarta parte de sultado de adelantar acontecimientos, sino
los niños y las niñas de cuarto grado de por las peculiaridades del organismo joven
enseñanza primaria ha consumido bebi- y su mayor vulnerabilidad, por encontrarse
das alcohólicas alguna vez, es posible es- en proceso de desarrollo (Recuadro 7.4).
perar que en el corto o mediano plazo se

Recuadro 7.4

La estigmatización de las bandas conformadas


por jóvenes infractores en los años noventa
Origen del fenómeno

Entre 1992 y 1993 afloró en las calles de San José el fenóme- Las edades de estos jóvenes variaban entre los 10 y los 20
no de las bandas conformadas por jóvenes infractores, a las años, y provenían tanto de las denominadas barriadas del sur
cuales la prensa nacional otorgó el seudónimo de “chapulines” (San Sebastián, Desamparados, Hatillo, Pavas) como de ba-
después de comparar su actuación en grupo, que despojaba rrios o sectores específicos de la capital (Barrio México, Los
a los transeúntes de billeteras, cadenas, bultos y relojes, con Cuadros, Cristo Rey y León XIII, entre otros). Las bandas eran
el del insecto que popularmente se conoce con ese nombre. conformadas mayoritariamente por hombres, pero no había
Durante esa época los robos y hurtos se daban por lo general obstáculos manifiestos para la participación femenina.
sin violencia. Sin embargo, a partir de 1993 -según la prensa-
empezó a mediar el uso de navajas, cuchillos y objetos punzo- Las investigaciones efectuadas sobre este tema han eviden-
cortantes en la comisión de los delitos. ciado que el fenómeno de estas bandas estaba ligado al de la
drogadicción. Chaves señala la existencia de un ciclo, debido
De acuerdo con la información que tenía el Ministerio de Seguri- a que los miembros de estas bandas delinquían con el fin de
dad en aquel momento, se contabilizó la participación de alrede- adquirir droga para consumo personal.63 Además, según notas
dor de 120 jóvenes divididos en tres bandas. Los grupos se di- periodísticas de la época, la venta de los objetos sustraídos
ferenciaban entre sí por su posicionamiento en la ciudad de San no concernía directamente a los jóvenes infractores, sino a los
José: los del Parque Central, los del Parque de La Merced y los expendedores de droga, quienes se encargaban de trasladar
del Paseo Colón; estos últimos operaban desde el Centro Colón los enseres robados al mercado informal.
hasta las inmediaciones del Hospital de Niños. Si bien ocasio-
nalmente se daban riñas entre los grupos, se afirmó que cada Cambronero plantea que el joven que se integraba a estas
uno tendía a resguardar su territorio y respetar los de los otros. bandas fue producto de una combinación de factores sociales
Incluso las notas periodísticas sugerían la existencia de un solo vinculados a lo que denomina “descomposición social”. Violen-
cabecilla que controlaba la funcionalidad de las bandas; sin em- cia intrafamiliar, desatención, deserción o expulsión del siste-
bargo, esto no se ha podido comprobar fehacientemente. ma educativo, falta de oportunidades laborales, ausencia de

Continúa

62
Esta relación ha sido estudiada profusamente y puede hallarse tanto en varios estudios locales como en otros foráneos,
tales como Nazar et al. (1994), Tarter et al. (1999), Arbex (2002) y Bejarano et al. (2005).
63
Chaves (1996), pp. 41-43.
293
PNUD

Viene de la página anterior

opciones positivas para emplear el ocio, se conjugaban para En el ámbito de la opinión pública, durante 1993 empezaron a
promover la incorporación de las y los jóvenes a una banda.64 debatirse con ahínco posibles soluciones al fenómeno. La dis-
Asimismo, el grupo brindaba un sentido de identidad, cohesión cusión se centró en torno a dos tesis. La primera consistía en
y, en cierta forma, una red de vínculos afectivos; dicho de otro endurecer los mecanismos de control, a partir de una nueva
modo, se constituía en un modus vivendi.65 ley que permitiera penalizar su actuación. La otra se orienta-
ba, más bien, a generar procesos de reinserción social y aten-
Por otra parte, Delgado66 subraya la importancia de diferenciar ción a los miembros de las bandas. Tales procesos tendrían
entre lo que representaban los “chapulines” como construcción que plantear opciones educativas, de empleo y de seguridad
social -particularmente como construcción de los medios de social para estas personas. Ante los acontecimientos vincu-
comunicación- y la situación real que vivían entonces los jó- lados con la muerte de William Lee Malcolm -señalado como
venes infractores. Los medios de comunicación los estigma- el presunto líder de los grupos de jóvenes infractores de San
tizaron al negarles un estatuto humano, al no reconocer un José- en septiembre de 1993 a manos de policías judiciales,
historial de vida difícil, sin oportunidades ni esperanzas dentro Luis Fishman y Fernando Muñoz, quienes se desempeñaban
del margen de la legalidad. Esta estigmatización tuvo conse- como Ministro de Seguridad y Capellán de la Fuerza Pública,
cuencias prácticas, pues reforzó las posiciones represivas pa- respectivamente, respaldaron la opción de crear un programa
ra afrontar el problema. para reinsertar a los jóvenes.

Búsqueda de soluciones El Pacto gestado por Fishman en septiembre de 1993, en el


marco de una serie de conversatorios entre los jóvenes infrac-
Las bandas en cuestión empezaron a ser consideradas un tores y el Ministerio de Seguridad, consistía en que las instan-
problema público en 1992. Particularmente en los medios de cias gubernamentales, en colaboración con la Iglesia Católica,
comunicación escrita se alertaba sobre la necesidad de tomar desarrollarían un proceso interinstitucional para brindar opcio-
medidas prontas. Quizá lo que más ocupó la atención de la nes laborales y educativas a los miembros de las bandas, a
prensa, y de la opinión pública en general, era su modo de cambio de que estos dejaran las calles y optaran por ganarse
operar. Las acciones efectuadas en grupo por estos jóvenes el sustento en la legalidad.69 Se estima que alrededor de 60
contribuyeron a incrementar el miedo ante sus actuaciones, jóvenes estuvieron de acuerdo con los términos de la negocia-
aunque estas no fueran expresamente violentas.67 Además, ción. Sin embargo, el entendimiento recibió fuertes críticas en
la utilización de armas blancas en unos pocos casos potenció la prensa escrita.70 Se consideró poco realista e inclusive inge-
su impopularidad. nuo, al tiempo que se cuestionó su viabilidad y las posibilidades
de erradicar el problema.71
Inicialmente, la reacción del Ministerio de Seguridad consistió
en intensificar sus acciones en la ciudad capital. Sin embargo, El Programa de Reinserción: balance de resultados72
el fenómeno se volvió difícil de controlar debido a que, confor-
me aumentaban las acciones policiales, las bandas se despla- Las y los jóvenes que aceptaron participar en el Programa de
zaban a diferentes sectores del área comercial de San José. Reinserción ingresaron al antiguo Seminario Menor, en Tres
La prioridad de las autoridades fue entonces evitar que las Ríos, donde permanecieron por un fin de semana. Fueron 62
bandas ampliaran su campo de acción a los barrios circunve- personas entre hombres y mujeres; 41 de ellos se mantuvieron
cinos al Cantón Central. Las bandas estaban conformadas en el programa. Una vez terminado el trabajo en Tres Ríos se les
su gran mayoría por adolescentes de entre 11 y 16 años por lo buscó vivienda, alimentación y trabajo.
cual la policía no podía retenerlos y procesarlos; asimismo, el
modus operandi de los jóvenes infractores organizados en las El Ministerio de Seguridad Pública encargó la coordinación del
bandas no permitía encontrar elementos incriminatorios para programa al Capellán de la Fuerza Pública. Se trabajó conjun-
cada individuo involucrado. Según consta en varias causas tamente con los departamentos de Psicología y Trabajo So-
abiertas durante la época, la policía –y en ocasiones miem- cial del mismo Ministerio, el PANI, el IAFA y la Escuela Social
bros del Organismo de Investigación Judicial– optó por retener Juan XXIII, que colaboró al inicio de las actividades prestando
a las y los adolescentes que eran atrapados por períodos cor- sus instalaciones y contrató a dos personas del programa co-
tos, durante los cuales, con frecuencia, les infligía reprimen- mo trabajadores de planta. Asimismo, se establecieron víncu-
das, castigos físicos y en algunos casos golpizas, como forma los con una serie de organizaciones de la sociedad civil que
de escarmiento, y luego los dejaba en libertad.68 podrían apoyar en la atención de la problemática, como los

Continúa

64
Cambronero (1999), pp. 4, 10-12.
65
Cambronero (1999), pp. 10-14; Chaves (1996), pp. 43-47.
66
Delgado (1994), pp. 97-100.
67
Sin embargo, no se tuvo acceso a reportes policiales oficiales de la época que así lo confirmen.
68
Así consta en las pruebas testimoniales que aparecen en los siguientes documentos: Sentencia 79-97 del Tribunal Superior
Penal Primero, Sección Primera, del 8 de julio de 1997 a las 16:00 horas y Sentencia 493-2000 del Tribunal de Juicio del
Primer Circuito Judicial de San José, del 4 de abril del 2000 a las 15:30 horas.
69
Al Día, 21 de septiembre de 1993, pp. 5-7.
70
La Nación, 22 de septiembre de 1993, pp. 4A-5A.
71
La Prensa Libre, 23 de septiembre de 1993, p. 6.
72
Gran parte de la información que se suministra en este apartado fue provista amablemente por Fernando Muñoz, ex-
Capellán de la Fuerza Pública.
294
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Hogares Calasanz, los Hogares Crea y la Asociación Centro Con respecto a las acciones desarrolladas, tal como se indicó, a
de Rehabilitación para el Adicto (ACERPA), entre otras. todas y todos los participantes se les ubicó en un hogar, se les
encontró empleo y se les proveyó alimentación. En materia edu-
De las 41 personas que permanecieron en el programa, 33 cativa, no se logró que ninguno de ellos se incorporara al sistema
eran hombres y 8 mujeres. La mayoría eran costarricenses, de enseñanza formal. A todos se les dio la oportunidad de traba-
10 eran oriundos del Cantón Central de San José y lugares cir- jar el problema de consumo de drogas, ya fuera en el IAFA o en
cunvecinos, 15 del resto de la Gran Área Metropolitana (GAM) un centro de rehabilitación. A quienes se había identificado como
y 6 de provincias fuera de la GAM. En lo concerniente a rangos VIH positivos no se les dio tratamiento en ese momento, debido a
de edad, 23 oscilaban entre los 14 y los 17 años, 14 entre 18 que no se les había declarado la enfermedad y estaban en perío-
y 20 años y 4 entre 21 y 23 años. En cuanto a nivel educati- do de “ventana”. Los dos primeros a quienes posteriormente se
vo, 9 tenían primaria incompleta, 13 habían alcanzado el sexto les diagnosticó VIH vivían en unión libre (hombre y mujer) y se les
grado, 15 tenían secundaria incompleta, 2 eran analfabetos y atendió por medio de la CCSS hasta que ambos murieron. Del
2 no respondieron la consulta. Al entrar al programa, 10 par- último se perdió el contacto, ya que “volvió a la calle”.
ticipantes tenían al menos un hijo o hija, una se encontraba
embarazada, uno era padre en espera y dos no quisieron ha- De las 41 personas que formaron parte del programa, 27 te-
blar al respecto. nían causas penales pendientes. Se sabe con alguna certeza
que cuatro de ellos volvieron a delinquir una vez concluido el
Todas las personas presentaban un nivel socieconómico bajo. programa y que se les aplicaron las penas que tenían pendien-
Muchos vivían en hoteles ubicados en los alrededores del Mer- tes en centros de adaptación social. Al finalizar el Programa de
cado Central y sitios adyacentes al Parque Central o el de La Reinserción en diciembre de 1995 (para entonces a cargo de
Merced. La evaluación física que se llevó a cabo determinó que la Iglesia Católica), los participantes disponían de un trabajo
ninguno padecía enfermedades de consideración; sin embargo, estable, un lugar apropiado para pernoctar y la gran mayoría
tres de ellos fueron identificados como VIH positivos. había reestablecido vínculos con sus núcleos familiares ori-
ginales.
La mayoría de quienes permanecieron en el programa em-
pleaba marihuana con piedra (“bazuko”) y tenía problemas de En abril de 1994, a un mes de finalizar la administración Cal-
alcohol. No fue posible determinar cuántos habían experimen- derón Fournier, el Programa de Reinserción fue clausurado
tado situaciones de violencia intrafamiliar en sus hogares; no por el Ministerio de Seguridad. En adelante, y hasta finales
obstante, durante el proceso de reinserción frecuentemente se de 1995, fue la Iglesia Católica la que, en forma autónoma,
escucharon conversaciones sobre diversas formas de violen- continuó brindando atención a los jóvenes involucrados en
cia doméstica y otras modalidades de agresión. la iniciativa.

v. Nuevas drogas en el mercado en la muestra de hogares. No obstante, en la


encuesta de 1995 se determinó que el 0,4%
Una condición de riesgo adicional presente de los entrevistados la había consumido al-
en el país desde mediados de los años ochen- guna vez, proporción que ascendió a 0,7%
ta, pero de gran visibilidad a partir de los no- en la del año 2000; si bien estas cifras no son
venta, es la existencia de una extraordinaria estadísticamente diferentes y corresponden
permeabilidad al ingreso de drogas nuevas. a un nivel bajo, reflejan una tendencia al
El caso del crack es indicativo de esta situa- inicio del consumo. Algo semejante puede
ción: en la encuesta nacional sobre consu- afirmarse con respecto al MDMA (“éxta-
mo de drogas de 1990 no se detectó su uso, sis”); en la encuesta de hogares de 1995 no
aunque ya era posible hallar esta evidencia se detectó su consumo y en la del 2000 la
entre la población de personas internadas prevalencia de vida fue de 0,1%. Esta infor-
por abuso de sustancias. En este grupo, el mación muestra la irrupción de una sustan-
20% mencionó el crack como la droga más cia que se conoció hace apenas algunos años
consumida en el último año.73 En otras pa- y constituye una “moda” que data de 1997,
labras, no era una droga de arraigo popular, cuando España entraba en la fase de agota-
por lo que probablemente no fue captada miento del ciclo de estabilización.74

73
Bejarano (1994).
74
Sáiz et al. (2003).
295
PNUD

vi. ¿El consumo de drogas desencadena nes bajo los efectos de las drogas, incluido
actos violentos? el alcohol, el 47% admitió haberlo hecho
cuatro veces o más, y casi una tercera parte
Un estudio efectuado en el país para explo- manifestó que lo hizo en una sola ocasión.
rar la relación entre comportamiento delic- El robo para proveerse la droga fue el delito
tivo y consumo de drogas consultó a 151 más común.76
individuos en cinco centros de atención pa-
ra alcohólicos y farmacodependientes. Los Un resultado relevante de este estudio es
resultados de este trabajo mostraron que que la comisión del delito tiende a darse
casi la totalidad de los sujetos eran hombres cuando se abusa de la droga, no cuando se
con una edad promedio de 33 años, y al utiliza de manera experimental o aun cuan-
momento de la entrevista solo una tercera do la ingesta es habitual, es decir cuando el
parte de ellos tenía trabajo.75 Se encontró contacto con la sustancia ocurre con una
que, para abastecerse de la droga, cerca del frecuencia semanal o menor.
20% de estas personas había robado objetos,
el 15% admitió hacer arreglos con los trafi- En el ámbito nacional, Del Valle77 encon-
cantes para lograr su cometido, una tercera tró que, del total de autopsias realizadas en
parte compraba la droga con el producto la Morgue Judicial durante 1989, se halla-
de su trabajo y otro grupo menor vendía ron niveles de alcohol en sangre en mag-
sus pertenencias, se endeudaba o emplea- nitudes importantes: 46% en conductores
ba otros recursos lícitos. La probabilidad de vehículos automotores fallecidos en el
de vender objetos, robar o endeudarse pa- lugar del accidente, 52% en conductores
ra conseguir drogas fue mayor en hombres de motocicleta, 25% en ciclistas, 42% en
que en mujeres; de hecho, en los varones se víctimas de atropello (un 20% de ellas
detectó una mayor propensión a verse invo- presentaba niveles de intoxicación severa),
lucrados en hurtos, agresiones, intentos de 27% en víctimas de accidentes por otras
suicidio y otras conductas violentas. circunstancias que no fueran los accidentes
de tránsito, 31% en víctimas de asfixia por
Con respecto a la comisión de delitos, el inmersión, 41% en víctimas de homicidio
mismo estudio informa que el 51% de las y 41,5% en víctimas de suicidio. Además,
personas admitió haber delinquido bajo los concluyó que el 40% de las muertes sujetas
efectos de las drogas y, entre ellos, los delitos a autopsia estuvo vinculada con el alcohol,
más importantes, presentes en la mayoría de lo cual equivale a un 3,5% del total de fa-
los casos, eran contra la propiedad. Pese a llecidos en el año en mención.
que no se registraron homicidios asociados
a la tenencia o el consumo de drogas, cer- Un estudio más reciente, efectuado en el
ca del 10% cometió delitos contra la vida Organismo Médico Forense de Costa Ri-
(agresiones con arma e intento de suicidio). ca, determinó que el 34,4% de las perso-
nas presentaba alcoholemia positiva en el
En cuanto a las motivaciones delictivas, momento del deceso y, para la mayoría, los
solo una de cada diez personas mencionó niveles de intoxicación estaban vinculados
la ausencia de un motivo específico y en lo con la causa de muerte.78 Según este estu-
que concierne a la comisión de estas accio- dio, las muertes violentas suceden funda-

75
Bejarano y Carvajal (1993).
76
Bejarano y Carvajal (1993).
77
Del Valle (1992).
78
Bejarano y Sáenz (2000).
296
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

mentalmente durante los fines de semana, que motivó la atención, fue positiva en el
lo cual guarda relación con el hecho de que 26,3% de los casos.80 Esto fue confirmado
es en esos días cuando más se bebe, según durante las entrevistas con los pacientes, en
característica del patrón cultural de inges- las cuales el consumo de alcohol en las seis
tión de alcohol de los y las costarricenses. horas previas al ingreso fue mencionado
por un 26,7% de los hombres y un 10,2%
Al comparar los homicidios y los suici- de las mujeres.81
dios acaecidos en los trienios 1983-1985 y
1995-1997, Miranda y Del Valle79 encon- Otras investigaciones realizadas en el país82
traron alcoholemias positivas en el 23% han explorado la intensidad con que las
y el 36% de los casos, respectivamente, personas privadas de libertad han estado
y una cantidad de alcohol total tres veces involucradas en el consumo de sustancias
mayor en el segundo trienio. La alcohole- ilícitas, antes de ser sentenciadas y duran-
mia positiva se dio también en el 24% de te el cumplimiento de la pena. Una expe-
los decesos por accidentes de tránsito ocu- riencia desarrollada con personas recluidas
rridos en el primer trienio, y en el segundo en un centro de régimen de confianza en
la proporción se elevó a 31%. La cantidad la provincia de San José83 mostró elevados
total de alcohol en el segundo resultó casi niveles de consumo alguna vez en la vida:
cuatro veces mayor que en el primero. En marihuana 48,3%, cocaína 31% y crack
las muertes por atropello resultó positivo 29,3%. El consumo en el último año fue
por alcohol en sangre un 19% de los fa- elevado en el caso de la marihuana (19%).
llecidos en el primer trienio, en tanto que En este estudio, un 44% de los consultados
en el segundo el porcentaje fue de 31%, mencionó haber cometido el delito bajo los
con una cantidad de alcohol en sangre dos efectos del alcohol o alguna otra droga y
veces superior a la del primero. Este traba- una cuarta parte admitió haberlo hecho pa-
jo no solo demuestra el incremento de las ra proveérsela. Sin duda este grupo requiere
muertes violentas en Costa Rica, al compa- más investigación, tanto sobre factores de
rar la situación en dos momentos, sino su riesgo como de protección, dada su doble
alta prevalencia en personas con edades in- condición de marginación (delincuente-
feriores a los 40 años, lo cual se traduce en drogadicto) y en virtud de hallazgos ob-
costos sociales, económicos y emocionales tenidos con pruebas específicas (APGAR
de proporciones excesivas. familiar84 e inventario de trastornos de
conducta durante la infancia, o ISCD),
Los datos recabados en las salas de emer- las cuales aportan elementos novedosos y
gencias de los hospitales San Juan de Dios cuestionamientos acerca de la determina-
y Calderón Guardia establecen que la im- ción de riesgos para la conducta delictiva
presión del médico acerca de la relación o el consumo de drogas y el grado de sa-
entre el consumo de alcohol y el trauma tisfacción intrafamiliar, así como sobre los

79
Miranda y Del Valle (1998).
80
La conexión trauma-drogas ilícitas fue informada por el médico en un 3,7% de los casos.
81
Bejarano y Obando (2002).
82
Sáenz (1995), Sáenz, Molina y Abarca (1993).
83
Sáenz, y Bejarano (1998).
84
Es un test breve que busca medir el funcionamiento familiar a través de la satisfacción del niño-joven con su grupo
inmediato. Mide la adaptabilidad (capacidad de usar recursos familiares para resolver situaciones de crisis), la participación
(capacidad para compartir problemas), la gradiente de crecimiento (capacidad para atravesar las etapas del ciclo vital de la
familia en forma madura), el afecto (capacidad de experimentar cariño y expresar emociones) y la resolución (capacidad
de aplicar lo anterior compartiendo tiempo y recursos de cada miembro).
297
PNUD

riesgos de presentar determinadas conduc- vela la existencia de algún vínculo entre


tas desviadas a partir de las características de el consumo de drogas lícitas e ilícitas y la
funcionamiento infantil. Este tipo de evi- violencia. Uno de los hallazgos muestra
dencia no es exclusivo de Costa Rica. Un que, entre otras motivaciones, la necesi-
informe de la Junta de Estadísticas sobre dad de dinero para consumir más droga
Justicia de los Estados Unidos destacó que, contribuye a la incidencia del fenómeno.
en 1996, los privados de libertad por trá- Esto apunta hacia el tema económico y su
fico de drogas (60%), posesión de drogas relación con la inseguridad.
(57%), fraude (45%) o robo (44%) tenían
una mayor probabilidad de haber consu- D. Aspectos económicos y la insegu-
mido drogas en el momento de cometer ridad
la ofensa.85
Numerosas investigaciones se han centra-
Sería estéril negar el papel determinante do en el estudio de los nexos, a menudo
que juega el alcohol en estos eventos, así directos, entre la delictividad (homicidios,
como en la comisión de delitos en general. robos y hurtos) y fenómenos socioeconó-
Por ello, Souza y Marocho hablan de una micos como la pobreza, la desigualdad en
relación directa entre el consumo excesivo la distribución del ingreso y el desempleo.
de alcohol y los denominados delitos im- Los resultados de estas iniciativas muestran
prudenciales y delitos intencionales.86 A es- que, en general, tanto en el ámbito interno
to se agrega la información, dentro de un de los países como en el internacional, los
marco temporal más amplio87, que asigna a hallazgos son diversos.
los accidentes de tránsito, los homicidios,
los suicidios y otros tipos de accidentes, la Por una parte, los estudios concuerdan en la
característica de ser las principales causas existencia de un vínculo directo entre delic-
de muerte en el país. tividad (medida generalmente por las tasas
de homicidio y robo) y desigualdad. Unni-
Dentro de la temática de la conducta de- than y Whitt exploraron la relación entre
lictiva relacionada con el consumo de homicidio, desigualdad y desarrollo econó-
drogas persiste el cuestionamiento de si lo mico con datos de 31 países, y encontra-
que existe es una correspondencia entre el ron que la violencia está más asociada a la
hecho de ser delincuente y ser usuario de desigualdad que al desarrollo económico.88
sustancias psicoactivas, o entre ser arresta- Además, Fajnzylber, Lederman y Loayza
do y ser consumidor. En todo caso, queda concluyeron que la desigualdad en la dis-
establecida la asociación entre la violencia tribución del ingreso (medida por el coefi-
y el consumo de alcohol, lo que permite ciente de Gini) tiene un efecto significativo
atribuir a este último la propiedad de ser y positivo sobre la incidencia del crimen, en
un factor de riesgo de primer orden para el este caso determinada por las tasas de homi-
comportamiento violento. cidios y robos (independientemente).89 Un
resultado adicional de este trabajo indica
En general, la exploración realizada a par- que las tasas de crimen se reducen cuando
tir de diversas fuentes de información re- aumenta el crecimiento económico. Estos

85
US Department of Justice (1998).
86
Souza y Marocho (1998).
87
Rojas et al. (2004).
88
Unnithan y Whitt (1992).
89
Fajnzylber, Lederman y Loayza (2002).
298
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

autores sustentaron sus resultados en datos Las investigaciones mencionadas, y en


de 39 países para 1965-1995 en el caso de general la literatura sobre el tema, invitan
los homicidios, y de 37 países para 1970- entonces a preguntarse si en la sociedad
1994 en el de los robos.90 costarricense existe alguna relación entre
la delictividad y el comportamiento de la
No obstante el nexo entre delictividad y des- pobreza, la desigualdad en el ingreso y
igualdad en la distribución del ingreso, con la el desempleo.
pobreza la situación es diferente. Entre otros
estudios, Kennedy et al., utilizando datos Para realizar el análisis se obtuvieron se-
para 50 estados de los Estados Unidos sobre ries de datos del INEC, el Poder Judicial,
tasas de homicidio (1987-1991), y de robos el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y
y asaltos con arma de fuego (1991-1994), el Centro Centroamericano de Población
demostraron que los diferenciales en el in- (CCP) de la UCR. Como indicadores de
greso tienen un efecto mayor sobre la vio- delictividad se utilizaron las tasas de homici-
lencia que los niveles absolutos de pobreza.91 dios, robos y hurtos, expresadas por 100.000
Con esos mismos datos, Kawachi, Kennedy habitantes. La primera de ellas fue estimada
y Wilkinson comprobaron posteriormente a partir de las cifras de víctimas de homicidio
que la distribución del ingreso, como una doloso correspondientes al Área Policial del
medida relativa de privación, estaba asociada Poder Judicial (Cuadro 7.10) Las segundas,
en forma consistente a crímenes violentos, referidas a robos y hurtos, corresponden a
pero la pobreza absoluta y los homicidios so- los casos entrados en las oficinas policiales
lo mostraron una débil relación.92 del Organismo de Investigación Judicial.

Cuadro 7.10

Homicidios, robos y hurtos: casos entrados en las oficinas del


Organismo de Investigación Judicial. 1980-2003

Robo y hurto (tasas por


Homicidio doloso Robo y hurto: casos
100.000 habitantes)
Población
Año Tasa (por
(miles) Robo y Robo y
100.000 Robo Hurto Robo Hurto
Casos Víctimas hurto (a) hurto (a)
habitantes) (2) (3) (b) (2) (3) (b)
(b) (b)
(1)
1980 2.302,00 101 110 4,8 8.965 n.d. n.d. 389,4 n.d. n.d.
1981 2.372,00 103 105 4,4 17.338 n.d. n.d. 730,9 n.d. n.d.
1982 2.443,20 84 90 3,7 19.343 n.d. n.d. 791,7 n.d. n.d.
1983 2.514,50 95 99 3,9 15.999 n.d. n.d. 636,3 n.d. n.d.
1984 2.587,80 98 98 3,8 16.016 n.d. n.d. 618,9 n.d. n.d.
1985 2.666,00 109 114 4,3 16.188 n.d. n.d. 607,2 n.d. n.d.
1986 2.746,20 103 114 4,2 15.667 n.d. n.d. 570,5 n.d. n.d.
1987 2.824,00 114 121 4,3 14.351 n.d. n.d. 508,2 n.d. n.d.

Continúa

90
Entre los países considerados hay diez de América Latina y el Caribe en lo que respecta a
homicidios, y cinco en lo que concierne a robos.
91
Kennedy et al. (1998).
92
Kawachi, Kennedy y Wilkinson (1999).
299
PNUD

Viene de la página anterior

Robo y hurto (tasas por


Homicidio doloso Robo y hurto: casos
100.000 habitantes)
Población
Año Tasa (por
(miles) Robo y Robo y
100.000 Robo Hurto Robo Hurto
Casos Víctimas hurto (a) hurto (a)
habitantes) (2) (3) (b) (2) (3) (b)
(b) (b)
(1)
1988 2.900,90 117 118 4,1 15.421 n.d. n.d. 531,6 n.d. n.d.
1989 2.977,00 116 118 4,0 18.304 10.095 8.209 614,8 339,1 275,7
1990 3.050,60 139 146 4,8 20.428 12.921 7.507 669,6 423,6 246,1
1991 3.121,70 132 144 4,6 25.532 16.250 9.282 817,9 520,6 297,3
1992 3.191,20 160 165 5,2 28.718 17.955 10.763 899,9 562,6 337,3
1993 3.275,00 160 163 5,0 30.274 18.808 11.466 924,4 574,3 350,1
1994 3.372,60 182 186 5,5 31.762 20.732 11.030 941,8 614,7 327,0
1995 3.469,80 184 189 5,4 27.079 18.264 8.815 780,4 526,4 254,1
1996 3.564,60 189 195 5,5 26.801 18.647 8.154 751,9 523,1 228,7
1997 3.656,50 210 217 5,9 28.396 19.988 8.408 776,6 546,6 229,9
1998 3.747,00 224 230 6,1 29.937 20.107 9.830 799,0 536,6 262,3
1999 3.837,70 245 250 6,5 31.994 22.630 9.364 833,7 589,7 244,0
2000 3.925,30 240 251 6,4 30.673 22.368 8.305 781,4 569,8 211,6
2001 4.008,30 251 257 6,4 27.847 20.791 7.056 694,7 518,7 176,0
2002 4.089,60 251 258 6,3 25.830 19.293 6.537 631,6 471,8 159,8
2003 4.169,70 292 300 7,2 29.638 22.761 6.877 710,8 545,9 164,9
Notas: (1) Corresponde al número de víctimas. (2) De 1989 en adelante bajo la categoría de robo se considera: el robo con violencia
sobre cosas, el robo con violencia sobre personas y el robo de medios de transporte. (3) De 1989 en adelante se consideran los
hurtos como tales y el hurto de ganado. (a) de 1980 a 1988 se registraban conjuntamente los hurtos y los robos; incluye también
asaltos, robo de medio de transporte y hurto de ganado. (b) en 1995 la dirección del OIJ tomó la decisión de aceptar, a partir de esa
fecha, solamente las denuncias por hurtos y daños cuyo monto fuese igual o superior al salario mínimo de ley (antes no había reglas
definidas al respecto), lo que implicó una reducción en el número de casos.

Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Anuarios de Estadísticas Policiales. Las cifras de
población provienen de INEC-CCP, 2002.

Es importante aclarar que, para efectos la forma en que se clasifican las denun-
de análisis, los datos sobre robos y hurtos cias depende en buena medida de la ca-
presentan carencias notables. En primer lificación que hagan los funcionarios que
lugar, las cifras no reflejan todos los casos las reciben, lo cual, a lo largo del tiempo,
ocurridos en el país, ya que muchas veces genera problemas de comparabilidad y se
estos no se denuncian (cosa que no sucede refleja en las categorías consideradas en las
con los homicidios, sobre los que se espera publicaciones anuales de esas estadísticas.
contar con información sobre la totalidad Un cuarto problema es el referente al pe-
de los casos). En segundo lugar, durante ríodo 1980-1988, durante el cual robos y
los últimos años el OIJ experimentó una hurtos fueron clasificados conjuntamente.
fuerte expansión, gracias a la apertura de En quinto y último lugar se presenta un
nuevas oficinas a lo largo del territorio na- problema en 1995, cuando la dirección del
cional, lo que ha incidido en un significa- OIJ decidió aceptar solo las denuncias por
tivo crecimiento de las denuncias por robo hurtos y daños cuyo monto fuese igual, o
y hurto, aunque ello no necesariamente sobrepasase, el salario mínimo establecido
implica que el número de casos ha aumen- por ley (antes no había reglas definidas al
tado. Este proceso de expansión tuvo dos respecto), lo que se tradujo en una reduc-
fases: la primera entre 1988 y 1994, y la ción del número de hurtos, debido al cam-
segunda a partir de 1998. En tercer lugar, bio en el criterio de entrada.
300
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Es claro entonces que las estadísticas más i. Panorama de la evolución de la delicti-


confiables son las de homicidios y no las vidad y el comportamiento económico
de robo y hurto. Sin embargo, dado que
el homicidio constituye la más grave ma- El Gráfico 7.6 muestra la evolución de la
nifestación de violencia, y que los facto- tasa de homicidios por cada 100.000 habi-
res que lo determinan probablemente son tantes de 1980 en adelante; allí se observa
bastante más complejos que los concer- una clara tendencia creciente a partir del
nientes a los robos y hurtos, se hace un mínimo de 3,7 alcanzado en 1982, hasta
intento por incorporar estos últimos en el el máximo de 7,2 correspondiente al año��
análisis. 2003 (casi el doble que el valor de 1982).

Gráfico 7.6

Tasa de homicidios (víctimas de homicidio por cada 100.000 habitantes).


1980-2003
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Fuente: Estimación propia con cifras del Poder Judicial y de INEC-CCP.

Aunque parte de esta información ya mico fue, precisamente, el menos violen-


fue presentada en el Capítulo 4, desde la to desde la óptica de este indicador.
perspectiva del presente análisis adquiere
especial relevancia lo acontecido a partir No es de extrañar entonces la correlación
de la década de los ochenta: la tasa de entre la tasa de homicidios y el PIB per cá-
homicidios en 1980 fue relativamente pita, pues para el período 1980-2003 el co-
alta, pero empezó a disminuir conforme eficiente fue de 0,98. A diferencia de lo que
la situación económica se iba deterio- indican otros estudios, con base en estos
rando, hasta alcanzar su menor nivel en datos es posible afirmar que el proceso de
1982, cuando la crisis se manifestó con crecimiento económico de las dos últimas
más fuerza (entre otros, la producción to- décadas estuvo acompañado por un incre-
tal cayó un 7,3%, la inflación ascendió mento en la tasa de homicidios.
al 81,8% y el desempleo abierto fue de
9,4%). Luego, a medida que la produc- En lo que respecta a las tasas de robos y hur-
ción mejoró, la tasa de homicidios au- tos (Gráfico 7.7), el período de estudio ini-
mentó. Esto significa que, contrario a lo cia con una tasa relativamente baja, de 389,4
esperado, el año más difícil en lo econó- casos por cada 100.000 habitantes, que casi
301
PNUD

se duplica al año siguiente (730,9) y sube crecimiento de las tasas entre 1988 y 1994
aún más en 1982, al registrar un valor de es influenciado por la expansión de las ofi-
791,7. Estos incrementos son coincidentes cinas del OIJ a lo largo del país. En 1995 la
con la crisis económica antes mencionada. serie es interrumpida por el problema seña-
Luego inicia un proceso sostenido de reduc- lado en relación con los hurtos. Desde 1997
ción hasta 1987-1988, para luego volver a la tasa conjunta de robos y hurtos crece en
aumentar, sobre todo en 1991, año recesi- forma sostenida hasta 1999, cuando alcanza
vo en lo económico. Posteriormente la tasa un nuevo máximo y a partir del año 2000
sigue incrementándose a un ritmo menor comienza a decrecer hasta el 2002, para lue-��
hasta 1994. Debe recordarse que parte del go volver a aumentar en el 2003.

Gráfico 7.7

Tasa de robos y hurtos (casos entrados al OIJ) por cada 100.000 habitantes.
1980-2003
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Fuente: Estimación propia con cifras del Poder Judicial y de INEC-CCP.

El análisis separado de las tasas de robos y de esas variables proviene de la Encues-


de hurtos, hasta donde la información lo ta de Hogares de Propósitos Múltiples
permite (Cuadro 7.10), reflejó un com- (EHPM), que desde 1987, en forma
portamiento bastante similar: crecimien- anual y con cobertura nacional, realiza el
to entre 1989 y 1994 (coincidente con la INEC93 (Cuadro 7.11).
expansión territorial del OIJ), seguido por
una caída (más allá del cambio en la anota- Como ya se comentó, la pobreza y la des-
ción de los hurtos), luego por un período igualdad en la distribución del ingreso
de estabilidad con una pequeña tendencia son variables que por lo general se asocian
al aumento hasta 1998-1999 y, posterior- a cambios en las tasas de delictividad. Se-
mente, un proceso de disminución hasta el gún la EHPM, el país finalizó la década de
año 2002, pues en el 2003 la situación más los ochenta con niveles de pobreza total
bien fue de crecimiento. (el porcentaje de población con ingresos
insuficientes para adquirir una canasta de
Las tasas de homicidios, robos y hurtos bienes y servicios básicos) relativamen-
fueron correlacionadas con diferentes te altos, como consecuencia de la crisis
variables económicas. La mayor parte económica de principios de esa misma dé-

93
Si bien es cierto que esta encuesta tiene su origen en la Encuesta Nacional de Hogares, Empleo y Desempleo realizada
entre 1976 y 1986, no todas las variables que se desprenden de ella son comparables con las posteriores (de 1987 en
adelante), lo que restringe el período de análisis a 17 observaciones, un número reducido para análisis de series de
tiempo. La situación es más grave en el caso de las tasas de robos y hurtos, pues las series deben acortarse aún más por los
problemas de disponibilidad y comparabilidad.
302
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cada, pero con una tendencia a la reduc- redujo con respecto a 1991, hasta 1994,
ción (Gráfico 7.8). No obstante, en 1991 cuando se registró un nivel que práctica-
se dio un nuevo aumento en la pobreza, mente se mantuvo estancado por el resto
como resultado del evento recesivo de ese del período de estudio.
año. En los años siguientes la pobreza se

Cuadro 7.11

Variables económicas. 1980-2003


Desigualdad (1) (2) Incidencia pobreza (3) Tasas de desempleo y subempleo (4)
PIB per cápita
Año Relación Relación Pobreza Pobreza Desempleo Subempleo Subempleo Subuti- (colones 1991)
Coef. Gini ing. X/I ing. V/I lización (5)
total extrema abierto visible invisible
decil quintil total
1980 --- --- --- --- --- 5,9 4,6 3,0 13,5 289.764,4
1981 --- --- --- --- --- 8,7 5,8 2,9 17,4 274.845,9
1982 --- --- --- --- --- 9,4 7,0 7,4 23,8 247.405,5
1983 --- --- --- --- --- 9,0 6,2 4,7 19,9 247.269,7
1984 --- --- --- --- --- 7,9 5,6 4,3 17,8 255.162,1
1985 --- --- --- --- --- 6,8 5,0 3,9 15,7 250.260,3
1986 --- --- --- --- --- 6,2 5,1 3,0 14,3 257.002,7
1987 0,401 18,2 9,3 32,7 10,2 5,6 3,2 3,0 11,8 267.109,7
1988 0,387 18,2 8,7 32,2 11,4 5,5 3,1 3,2 11,8 269.958,5
1989 0,373 16,6 8,3 31,6 9,9 3,8 3,2 2,9 9,9 276.384,4
1990 0,374 17,4 8,2 30,5 9,7 4,6 3,4 2,7 10,7 280.251,4
1991 0,391 19,9 9,1 35,2 12,2 5,5 4,0 2,6 12,1 280.911,1
1992 0,378 17,0 8,1 34,3 10,3 4,1 2,8 3,6 10,5 299.934,5
1993 0,378 16,4 7,8 27,0 7,6 4,1 2,6 2,0 8,7 313.934,6
1994 0,387 17,0 8,5 23,5 6,9 4,2 3,5 2,4 10,1 319.264,6
1995 0,377 16,1 7,9 24,1 7,3 5,2 3,7 2,1 11,0 322.489,9
1996 0,393 18,6 8,8 25,0 7,7 6,2 4,4 3,3 13,9 316.692,5
1997 0,380 15,5 8,0 24,3 6,5 5,7 4,2 3,2 13,1 325.955,8
1998 0,389 16,5 8,5 22,9 6,0 5,6 4,8 2,7 13,1 344.796,5
1999 0,400 19,5 9,1 24,1 7,3 6,0 4,8 3,0 13,8 364.330,5
2000 0,412 19,6 9,7 23,0 7,1 5,2 3,8 3,0 12,0 362.604,9
2001 0,433 23,3 11,2 22,8 6,7 6,1 4,3 3,3 13,7 358.805,0
2002 0,430 20,3 10,8 23,4 6,8 6,4 4,9 3,3 14,6 361.944,3
2003 0,425 21,8 10,5 21,2 6,4 6,7 5,5 2,8 15,1 378.022,5
Notas: (1) Estimaciones propias a partir de las EHPM. (2) Incluye solamente hogares con ingreso conocido. El coeficiente de Gini se re-
fiere a la distribución del ingreso familiar total según deciles de familias ordenadas según su ingreso per cápita. Las relaciones de ingreso
corresponden al ingreso promedio de las familias en el X decil y V quintil respecto al ingreso promedio de las familias en el I decil/quintil.
(3) Porcentajes de población en hogares con ingreso conocido bajo las líneas de pobreza respectivas. (4) Estimaciones del INEC. (5)
Cifras del Banco Central de Costa Rica (BCCR). Estimación propia con datos del Centro Centroamericano de Población (CCP).
Fuente: INEC, CCP, BCCR y estimación propia.

Gráfico 7.8

Incidencia de la pobreza en la población y coeficiente de Gini


de la distribución del ingreso. 1987-2003
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Fuente: INEC (2003) y estimación propia.


303
PNUD

La pobreza extrema, es decir, el porcentaje de la desigualdad, también asociada con lo


de población cuyos ingresos no son sufi- sucedido en los años previos, y la década de
cientes siquiera para adquirir una canasta los noventa inicia con niveles relativamen-
básica de alimentos, mostró un compor- te bajos. Entre 1989 y 1997 hay algunas
tamiento bastante similar al de la pobreza fluctuaciones relacionadas sobre todo con
total (Cuadro 7.11). el desempeño económico, pero a partir del
último de esos años hay un aumento sos-
En el caso de la desigualdad en la distri- tenido en la desigualdad, con niveles, en
bución del ingreso, cuando se utiliza el los primeros años del nuevo siglo, bastante
coeficiente de Gini (indicador que asume superiores a los prevalecientes en el pasado
valores entre 0 y 1, donde el valor más al- (Gráfico 7.8). Cabe destacar que el incre-
to corresponde a la mayor desigualdad en mento en la desigualdad y el estancamien-
la distribución del ingreso), el comporta- to de la pobreza son resultados del proceso
miento para los años disponibles de la dé- económico en marcha en el país, como lo
cada de los ochenta muestra una reducción demuestran diferentes estudios.94

Recuadro 7.5

Inseguridad y juventud: presión social por el éxito temprano


Si las personas son presionadas para alcanzar éxito en etapas Para ilustrar el vínculo propuesto, se recurre a una reflexión so-
tempranas de sus vidas, esto podría incidir de manera negativa bre la delincuencia “de cuello blanco”. Aunque este fenómeno
en la formación de su personalidad, al fomentar ciertos valores, no ha sido objeto de estudio en el informe y se sabe que por
representaciones sociales y predisposiciones a actuar con un lo general corresponde a acciones cometidas por adultos, de
contenido potencialmente violento. manera implícita envía a la juventud el mensaje de que el éxito
es posible para quien logra ubicarse de manera estratégica en
Es evidente que esta conjetura no puede ser abordada adecua- las esferas de poder social, donde los fines lícitos y socialmen-
damente en términos “crudos”, ya que no es posible establecer te reforzados permiten la apropiación ilícita de los medios para
relaciones simples y directas entre la presión por el éxito y la alcanzar el éxito.
violencia social. Se trata sin duda de un asunto controversial,
como también lo son su conceptualización y las múltiples di- La delincuencia “de cuello blanco”
mensiones para su análisis (los valores, los medios de comuni-
cación, la familia, la escuela, la calle, la urbanización, etc.). Pe- Tal como lo ha destacado la teoría criminológica, los delitos
se a ello, la inclusión de este tema en el INDH 2005 se plantea “de cuello blanco” usualmente quedan ocultos tras la imagen
como una reflexión en torno a los factores asociados a la inse- tejida por los actos delictivos denominados “convencionales” o
guridad, debido a que la presión social por el éxito recae fun- “comunes”, que se ejercen sobre la integridad física o los bie-
damentalmente sobre las personas que están “en formación” nes personales, o que de un modo u otro tienen una nocividad
para el desempeño de actividades laborales. Se justifica, por social evidente.
tanto, entender que sus protagonistas principales son jóvenes
y concentrar la atención sobre ellos. Se asume que esta pre- Pero los delitos más visibles en el ambiente social no mantie-
sión es siempre decisiva en el desarrollo de su carácter social nen esa condición de manera indefinida y su relevancia frente
y que puede intensificar su espíritu competitivo y su deseo de a la delincuencia “de cuello blanco” dependerá del grado de
destacarse en aspectos como las calificaciones escolares y el inmunidad e impunidad que conserven los poderosos. Ante
deporte, sin excluir las aspiraciones por poseer ciertos objetos la pregunta de la ENSCR-04 “¿A quiénes les va económica-
de consumo que funcionan como símbolos de estatus: jugue- mente bien en Costa Rica?”, más del 50% de las y los en-
tes, prendas de vestir, etc. No obstante, si es excesiva, puede trevistados colocó en primer lugar a los políticos (30%), los
tener efectos negativos en su salud mental y emocional. empleados del Gobierno (12%) y los diputados (10%)95. En

Continúa

94
Ver, entre otros, Sauma y Sánchez (2003).
95
En los datos citados de la encuesta no se hace mención a diferencias en cuanto a sexo, edad, nivel educativo, zona de
residencia y nacionalidad de las y los entrevistados cuando éstas no resultan significativas.
304
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

contraste, una abigarrada variedad de delincuentes (estafa- Entonces, ¿qué efecto puede tener, en términos de la vio-
dores, ladrones, corruptos, narcotraficantes) y “choriceros” es lencia social, la exposición pública de los delitos “de cue-
percibida como económicamente exitosa por un magro 4,1% llo blanco”? Desde el ángulo que aquí interesa, su principal
de las personas consultadas. consecuencia será la de fomentar, sobre todo en la juventud,
la aceptación de -y atracción hacia- ciertos medios para lo-
A primera vista, este balance parece tranquilizante, por cuanto grar éxito social. En efecto, la evidencia de que personas
indicaría que la población no percibe los delitos más comunes situadas en los estratos más educados y mejor posicionados
como un medio eficaz para enriquecerse. Lo preocupante va de la sociedad incurren en actos ilícitos, puede reforzar, en
por otro lado: cuando la gente opina que los políticos, burócra- quienes cometen actos menores de corrupción, o cuando
tas y parlamentarios están en una posición tan ventajosa como menos no rechazan la posibilidad de realizarlos, la creen-
para que “les vaya económicamente bien”, es probable que no cia de que tal comportamiento en realidad no se sale de las
estén pensando en que esas personas ganan muy buenos sa- reglas del juego: “Si ellos, los que tienen más recursos, lo
larios, sino en la posibilidad de que, gracias a su posición y hacen, ¿por qué no yo?”
atribuciones, obtienen diversos beneficios y prebendas.

ii. Una mirada a las relaciones con la pobreza total, pero débil con respec-
to a los robos y no lo suficientemente fuerte
El Cuadro 7.12 muestra los resultados de la con los hurtos. Entonces, de manera con-
correlación entre las tasas de homicidios, hur- sistente con otros estudios internacionales,
tos y robos, y la incidencia de la pobreza (total es posible afirmar que en Costa Rica, al
y extrema), el coeficiente de Gini y otros dos menos durante el período de estudio, la po-
indicadores de desigualdad, específicamente breza por sí misma no es un factor asociado
la relación entre el ingreso promedio de los al aumento de la violencia, representada en
hogares del décimo decil con respecto al in- este caso por las tasas de homicidios, robos
greso promedio del primero, así como la rela- y hurtos. En el mismo sentido, no cabría
ción entre el quinto quintil y el primero. esperar en el futuro reducciones en estas
manifestaciones de violencia por el mero
Un primer resultado importante es que la hecho de que se logre reducir la pobreza (o
pobreza no se relaciona en la forma espe- lo contrario). La única excepción serían, tal
rada (relación directa) con la tasa de homi- vez, los hurtos, pues a pesar de las pocas ob-
cidios. En las tasas de robos (1989-2003) servaciones, es previsible que reducciones
y de hurtos (1996-2003), el coeficiente de en la pobreza total se traduzcan en menores
correlación presenta una relación directa tasas de hurtos.

Cuadro 7.12

Coeficientes de correlación entre las tasas de homicidios, robos y hurtos


y las variables relacionadas con la pobreza y la desigualdad. 1987-2003
Hurtos
Homicidios Robos
Variables 1989- 1996-
1987-2003 1989-2003
1994 2003
Pobreza
Incidencia de pobreza total -0,85 0,39 -0,29 0,53
Incidencia de pobreza extrema -0,82 -0,39 -0,42 0,05

Desigualdad
Coeficiente de Gini 0,66 0,16 0,33 -0,89
Ingreso promedio X decil / I decil 0,48 0,06 -0,24 -0,76
Ingreso promedio V quintil / I quintil 0,55 0,00 -0,28 -0,88
Fuente: Estimación a partir de los datos presentados en los cuadros 7.11 y 7.12.
305
PNUD

En el caso de la desigualdad sí se comprue- las dos modalidades de subempleo. En


ba la existencia de una relación directa; tal este caso se consideraron las tasas de des-
como se esperaba, a mayor desigualdad, empleo abierto, subempleo visible (las
mayor tasa de homicidios. Hay diferen- personas que trabajan menos de tiempo
cias en la magnitud de los coeficientes de completo y desean trabajar más horas),
correlación (Cuadro 7.12) y el coeficiente subempleo invisible (las personas que
de Gini es el indicador de desigualdad que trabajan tiempo completo o más y ganan
muestra una correlación más alta con la menos del salario mínimo)96 y la tasa de
tasa de homicidios (0,66), resultado que, subutilización total, que resulta de sumar
de nuevo, es consistente con los estudios las tres anteriores.
realizados internacionalmente.
El Gráfico 7.9 muestra, para el período
Ahora bien, no sucede lo mismo cuando se 1980-2003, que la década de los ochenta
correlacionan los indicadores de desigual- inició con tasas relativamente altas, que
dad con las tasas de robos y hurtos, pues, alcanzaron un máximo en 1982, cuando
en términos generales, la relación es con- la crisis económica golpeó con más fuerza.
traria a la esperada. La única excepción son En los años siguientes se redujeron, y hacia
los hurtos en el período 1989-1994, pero finales de esa década y los años siguientes
el coeficiente de correlación no es tan alto se mantuvieron relativamente bajas, con
(0,33) como el obtenido con los homi- pequeñas variaciones, pero sin llegar al
cidios. punto en que el desempleo y los subem-
pleos constituyeran un problema grave pa-
Otras variables que generalmente se aso- ra el país.
cian con la delincuencia son el empleo y

Gráfico 7.9

Tasas de desempleo abierto, subempleos visible e invisible y


subutilización total. 1980-2003
24

21 Desempleo abierto Subempleo visible

18 Subempleo invisible Subutilización total

15

12

0
1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

Fuente: EHPM, INEC.

96
Las tasas de subempleo visible e invisible son equivalentes, es decir, resultan de convertir en puestos plenos de trabajo los
faltantes de horas y de salarios que muestran los subempleados.
306
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Las correlaciones de estas variables con las directa, es decir, que reducciones en el des-
tasas de homicidios, robos y hurtos arrojan empleo y los subempleos estuvieran asocia-
resultados contrarios a los previstos, pues dos a cambios en el mismo sentido en la
en todos los casos se esperaba una relación delictividad (Cuadro 7.13).

Cuadro 7.13

Coeficientes de correlación entre las tasas de homicidios, robos y hurtos


y las variables relacionadas con el empleo y el subempleo. 1980-2003
Hurtos
Homicidios Robos y hurtos Robos
Variables
1980-2003 1980-1988 1989-2003 1989-1994 1996-2003

Tasa de desempleo abierto -0,28 0,85 0,18 -0,25 -0,61


Tasa de subempleo visible -0,11 0,74 0,11 -0,51 -0,29
Tasa de subempleo invisible -0,41 0,66 -0,12 -0,13 -0,35
Tasa de subutilización total -0,29 0,82 0,11 -0,43 -0,57
Fuente: Estimación propia a partir de los datos presentados en los cuadros 7.11 y 7.12.

Para el caso de los robos y hurtos se efec- ríodos de estudio, lo que impide formular
tuó una primera correlación para el perío- conclusiones de ningún tipo.
do 1980-1988, considerando la tasa de
ambos delitos conjuntamente. El resul- Una vez analizada la relación entre cada
tado fue el esperado, tanto en términos una de las variables socioeconómicas y ca-
del tipo de relación (directa), como de la da una de las tasas de delictividad (homi-
magnitud de los coeficientes, que mues- cidios, robos y hurtos), se procedió a hacer
tran una fuerte correlación. Así, al menos las regresiones múltiples correspondientes.
para la década de los noventa, puede afir- Sin embargo, los resultados no fueron di-
marse que los aumentos o reducciones en ferentes a los obtenidos al considerar cada
las tasas de robos y hurtos estuvieron aso- una de las variables en forma independien-
ciados a variaciones en el mismo sentido te. En este sentido, la conclusión es que
del desempleo y los subempleos. hace falta incorporar al modelo explicativo
variables que no fueron incluidas.
En el ámbito específico de los robos, para
el período 1989-2003 en términos gene- Como puede deducirse, la perspectiva tem-
rales hay una relación directa entre las va- poral adoptada genera resultados diversos y
riables consideradas, aunque el coeficiente aunque en ocasiones no concuerdan con lo
de correlación es débil. No obstante, es esperado, otras veces son coherentes con la
probable que en ello incida la mencionada literatura. La relación entre la desigualdad
expansión territorial del OIJ. Este resulta- en la distribución del ingreso y la tasa de
do, sin embargo, es consistente con la evi- homicidios, y del desempleo, los subem-
dencia empírica internacional.97 En el caso pleos y, en menor grado, la pobreza, con
de la tasa de hurtos sucede lo contrario: se respecto a la tasa de robos, son reflejo de
observa una relación inversa en los dos pe- factores presentes en el ámbito económico

97
Fajnzylber, Lederman y Loayza (2001) hacen referencia a estudios realizados por Fleisher y Ehrlich, quienes se centran
en la relación entre el crimen y los resultados del mercado laboral (empleo y salarios), destacando que “en sus estudios
empíricos, sin embargo, ambos autores encuentran que las tasas de desempleo son menos importantes que los niveles y
las distribuciones del ingreso. Los estudios de series de tiempo no han sido capaces de descubrir una relación robusta,
positiva y significativa entre el desempleo y el crimen” (p. 11).
307
PNUD

del país que pueden estar contribuyendo a No obstante, también hay quienes argu-
la victimización. mentan que la posesión de armas de fue-
go genera riesgos, tanto individuales como
La situación de inseguridad, sobre todo co- sociales, ya que puede causar accidentes
mo producto de los robos y hurtos, hace dentro o fuera del hogar, provocar tragedias
que las personas adopten medidas de pro- cuando quienes las poseen se defienden de
tección. En el mejor de los casos esas medi- un agresor igualmente armado, agudizar la
das son preventivas y, efectivamente, elevan violencia doméstica, las riñas u otras dispu-
las condiciones de seguridad. No obstante, tas, generar víctimas accidentales, incen-
otras acciones pueden tornarse contrapro- tivar que los agresores obtengan armas de
ducentes y agudizar el problema. Tal es el mayor poder o que su proliferación eleve la
caso de la adquisición de armas de fuego, posibilidad de que algunas acaben siendo
tema que se aborda a continuación. utilizadas para cometer delitos o crímenes.

E. Armas de fuego e inseguridad En la presente sección se examina la evi-


dencia empírica para tratar de determinar
En la literatura existe cierto consenso en el papel que juegan las armas en la victimi-
cuanto a que el aprovisionamiento de ar- zación y corroborar, con ello, si las suposi-
mas de fuego por parte de la ciudadanía ciones en contra de la tenencia son válidas
es un factor asociado a la intensificación para el caso costarricense. Sin embargo,
de patrones de conducta violentos.98 Se antes de entrar en materia se indaga el im-
asume, principalmente, que el incremen- pacto de las percepciones de inseguridad
to de estas armas y sus correspondientes en la tenencia de armas de fuego, para lue-
municiones contribuyen al aumento en el go analizar si existe algún nexo entre estas
número de homicidios cometidos por este últimas y la victimización.
método y en la comisión de robos en los
que media la amenaza contra la vida de las i. Percepción de inseguridad y tenencia
personas. Además, se hace hincapié en que de armas de fuego
las agresiones con armas de fuego resultan
más letales e inmediatas que las perpetra- ¿Por qué es importante estudiar esta rela-
das utilizando otros medios. ción? El concepto de inseguridad ciudada-
na planteado por el INDH 2005 incluye,
El efecto negativo de las armas de fuego para fines analíticos, dos dimensiones del
ha sido demostrado en diversas investiga- fenómeno: una objetiva y otra subjetiva.
ciones internacionales, pero el debate es Para analizar la primera se recurre a la vic-
amplio e inconcluso. Quienes defienden timización, es decir, a las cifras sobre hur-
su tenencia argumentan que son una for- tos, robos, homicidios, violaciones y todos
ma de defensa ante posibles agresiones o aquellos delitos que se cometen en un es-
delitos y, por ello, incrementan la seguri- pacio y tiempo determinados. Para valorar
dad. Se aduce que la posesión de un arma la segunda se miden las percepciones de las
de fuego es un elemento disuasorio frente personas sobre la inseguridad: sentimientos
un eventual delincuente y que todas las o emociones sobre la situación de la violen-
restricciones para que la ciudadanía porte cia en el país. Ambas dimensiones guardan
armas más bien favorecen la ocurrencia de una estrecha relación entre sí.
actos delictivos.

98
Briceño (2002), Buvinic et al. (1999), Cruz y Trigueros (1999), PNUD (2005).
308
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Para comprender esta relación hay que te- do el temor y la violencia misma. De ahí la
ner en cuenta que en las sociedades donde relevancia de analizar la tenencia de armas
la inseguridad objetiva crece, es previsible de fuego y su impacto en la victimización,
que también se incrementen las percepcio- sin dejar de lado que las percepciones de
nes sobre ella. Esto ocurre, especialmente, inseguridad contribuyen de alguna manera
cuando aumenta el número de delitos que a la agudización del fenómeno.
preocupan y alarman a las personas, como
el homicidio. En toda América Latina se Esta última afirmación puede demostrarse
han incrementado los índices de este delito, a partir de los resultados de la ENSCR-04.
y ello ha generado un temor creciente en la Recuérdese que en el Capítulo 5 se clasificó
población.99 No obstante, la percepción de a las personas entrevistadas en cuatro “grupos
inseguridad puede crecer sin que la crimi- de temor”, de acuerdo con la intensidad de
nalidad objetiva lo haga. Otros elementos sus percepciones de inseguridad. Así, los gru-
pueden “disparar” el miedo, entre ellos la pos fueron ordenados desde el menor hasta
desconfianza en la policía y el manejo que el mayor grado de temor ante la inseguridad
hagan los medios de comunicación sobre ciudadana. Por otra parte, la ENSCR-04
el tema de la violencia. En el caso de Costa indagó también si la persona entrevistada
Rica, como se comprobó en el Capítulo 4, poseía una o varias armas de fuego.
los estudios indican un nivel bajo de crimi-
nalidad comparado con el resto de América Los resultados muestran que, de la población
Latina, pero una de las más altas sensacio- total, el porcentaje que tiene al menos un ar-
nes de inseguridad de la región.100 ma de fuego es de 3,8% en el grupo menos
temeroso (tranquilos) y levemente mayor,
El hecho importante aquí es que en el país de 5,9%, en los más temerosos (sitiados)
el temor ha aumentado. Consecuentemen- (Cuadro 7.14). Sin embargo, la situación es
te, la ciudadanía adopta diversas medidas muy diferente si se compara entre hombres
para sentirse más segura. Algunas son de y mujeres: mientras en ellas la proporción
carácter preventivo y, efectivamente, ele- de tenencia de armas no revela un patrón
van las condiciones de seguridad, tal como definido según el grado de temor, en ellos
sucede con la organización de las comuni- sí es posible identificarlo con claridad. Los
dades para la prevención del delito en con- hombres no solo adquieren más armas que
junto con las autoridades policiales.101 Por las mujeres (7,8% versus 2,2%), sino que la
el contrario, las y los habitantes pueden op- proporción de ellos que posee un arma se
tar por otro tipo de medidas que más bien incrementa fuertemente a medida que cre-
incrementan la violencia. Estas últimas tie- ce su temor a ser víctima de actos violentos.
nen un efecto contraproducente y elevan Entre los denominados tranquilos, el 4,6%
los niveles objetivos de inseguridad.102 respondió que tenía un arma en el momento
de la entrevista, en tanto que en los sitiados
En otras palabras, se crea un círculo vicio- el porcentaje alcanzó un 10,4%. Esto indi-
so. El miedo que produce la sensación de ca que, exclusivamente en los hombres, una
ser víctima de un delito hace que se tomen mayor percepción de inseguridad contribu-
medidas que pueden contribuir a aumen- ye -aunque no explica en su totalidad- a la
tar la violencia, intensificando de este mo- adquisición de armas de fuego.

99
Arriagada y Godoy (1999).
100
Fournier (1999).
101
Rico y Chinchilla (1997), Fruling (1998), Chinchilla (1999).
102
Chinchilla (1999).
309
PNUD

Cuadro 7.14

Porcentaje de personas que posee un arma


(o varias), según grupos de temor, por sexo

Sexo
Grupos de temor Total
Hombre Mujer
Tranquilos 4,6 3,1 3,8
Nerviosos 8,4 1,4 5,1
Asustados 8,6 2,1 5,4
Sitiados 10,4 2,3 5,9
Total 7,8 2,2 5,0
Fuente: ENSCR-04.

ii. El volumen de armas de fuego en el Seguridad Pública. En total, en el período


país 1990-2003 se matricularon 70.100 armas
de fuego. Entre 1995 y 1996 se observa un
Estimar el volumen de armas de fuego que notable crecimiento, que se explica por la
hay en el país es una tarea compleja, ya que aprobación de la Ley de Armas y Explosivos
solo existen registros de las armas permitidas y el deseo de las personas de ponerse a dere-
por ley y se desconoce la cantidad que circula cho. De igual forma se nota un crecimiento
en forma ilegal. En la ENSCR-04 se deter- importante entre los años 2000 y 2001.
minó que el 5% de las personas entrevista-
das poseía un arma de fuego al momento de El desglose disponible desde 1999 indica
la entrevista, resultado que, como se indicó, que, al año 2003, las armas más matricu-
es significativamente mayor entre los hom- ladas son el revólver y la pistola (véase el
bres (7,8%) que entre las mujeres (2,2%) cuadro 4.2.10 en el Anexo Estadístico).
(Cuadro 7.14). Dados los distintos rangos Específicamente, el 43% son pistolas, un
de edad considerados en encuestas similares, 39% revólveres, un 9% rifles y alrededor
su cobertura y la redacción de las preguntas, de un 8% escopetas. En este período los
este dato de 5% no es muy diferente al ob- porcentajes de matrícula según tipo de ar-
tenido en estudios previos. Por ejemplo, una ma se mantuvieron constantes.
encuesta realizada por el PNUD en la GAM
en 1998, encontró que el 8,3% de la pobla- Para el mismo período, la información tam-
ción había adquirido armas de fuego como bién indica que el 64% de las armas fue re-
medida personal para protegerse de la de- gistrado por personas físicas y el 36% por
lincuencia.103 En el mismo año, el proyecto personas jurídicas. Además, la matrícula
“Activa”, de la OPS, estimó que un 11,2% por parte de estas últimas presenta una ten-
de la población de la GAM tenía algún tipo dencia creciente, en tanto que la misma es
de arma de fuego en el hogar.104 decreciente para el caso de las personas físi-
cas. Lo anterior obedece al incremento en el
El Gráfico 7.10 ilustra la evolución de la registro de armas de fuego por parte de las
matrícula de armas ante la Dirección Ge- empresas privadas de seguridad, que corres-
neral de Armamento del Ministerio de ponden a la categoría de personas jurídicas.

103
Chinchilla (1999).
104
Fournier (1999).
310
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 7.10

Armas de fuego matriculadas ante la Dirección General de Armamento


y tasa de homicidios cometidos con este tipo de armas
por 100.000 habitantes. 1990-2003
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Fuente: Ministerio de Seguridad Pública, Dirección General de Armamento. Poder Judicial, Departamento
de Planificación, Sección de Estadística.

Los permisos de portación entre 1990 y 2003 Pública (34,1%), en tercero por personas
fueron otorgados a 86.603 personas. De físicas (20,3%) y, finalmente, por el OIJ
ellas, 64.707 renovaron en algún momento (2,6%). Aquí se observa de nuevo el ma-
esa autorización. El fuerte crecimiento de los yor protagonismo de las empresas priva-
permisos que se registró en los años 1995 y das de seguridad en la proliferación de
2001 puede deberse al escaso conocimiento armas de fuego.105
que tenía la población antes de que se modi-
ficara el marco jurídico que regula la porta- Es importante mencionar que las autori-
ción de armas. zaciones para personas físicas (seguridad
personal) y para personas jurídicas (segu-
Contrario a lo sucedido en la matrícula, ridad privada) se otorgan como permisos
entre 2000 y 2003 los permisos de por- ordinarios de portación de armas. En el
tación fueron solicitados en su mayoría segundo caso, personas jurídicas, se de-
por personas jurídicas (42,7%), en se- be aportar además la acreditación como
gundo lugar por miembros de la Fuerza agente privado de seguridad.

105
En este caso la costumbre es que la empresa de seguridad privada matricula un arma y la asigna a 2 ó 3 de sus agentes, a
quienes se les debe tramitar, por separado, el permiso de portación.
311
PNUD

Recuadro 7.6

La ley de armas de Costa Rica: ¿una ley permisiva?


Aspectos generales tales, les posibilita mantener colecciones de armas permitidas
y prohibidas.
A partir de la derogación de la Ley 7002, del 24 de septiembre
de 1985, entró en vigencia la nueva Ley de Armas y Explosivos, Por último, la regulación establece un capítulo de sanciones pe-
No. 7530, publicada en el Diario Oficial La Gaceta No. 159, de nales para castigar ciertas conductas que eleva a los rangos de
23 de agosto de 1995.106 Esta Ley y su Reglamento norman as- delito o contravención. Entre estas se encuentran la tenencia y
pectos relacionados con la adquisición, posesión, inscripción, portación ilegal de armas permitidas, la tenencia y acopio de
portación, venta, importación, exportación, fabricación y alma- armas prohibidas, la introducción y tráfico de materiales prohi-
cenamiento de armas, municiones y explosivos. Asimismo, de- bidos y la introducción clandestina de armas permitidas, entre
jan abierta la posibilidad de que los habitantes de la República otras. Las sanciones estipuladas implican en algunos casos la
adquieran, posean y porten armas, siempre que se sujeten y prestación de trabajo de utilidad pública y en otros prisión, sin
cumplan con los requisitos establecidos. perjuicio de otras repercusiones y sanciones administrativas
que puedan dictarse, como la revocación de permisos, autori-
Para que el propietario, o la persona autorizada, adquiera la zaciones o licencias.
potestad de portar el arma, son obligatorias su inscripción y la
obtención de un carné de portación, sujeto a la normativa y pre- Debilidades del marco jurídico
vio cumplimiento de una serie de requisitos para los diversos
permisos establecidos. La Ley prohíbe la portación de armas A pesar de la tendencia a incrementar la regulación de las ar-
por parte de reos, menores de 18 años, personas que tengan mas por parte del Estado, la Ley de Armas y Explosivos se
un impedimento físico o mental para el manejo de armas y per- enmarca aún dentro de una tendencia “permisiva”, que facilita
sonas que hayan sido condenadas por un delito cometido con la tenencia de armas en manos de la sociedad civil. Entre los
el empleo de armas. argumentos que se esgrime para justificar esa afirmación están
los siguientes:
En lo que concierne a las armas prohibidas, el numeral 25 fija
limitaciones para la portación de artefactos considerados de 1. Cualquier persona de 18 años o más puede posee o portar
uso militar, como las armas que con una sola acción del gatillo armas (si cumple los requisitos establecidos).
disparan sucesivamente más de un proyectil (subametrallado- 2. Se autorizan, para uso civil, armas que en otros países son
ras, ametralladoras, fusiles ametralladora y pistolas ametralla- de uso militar (como pistolas semiautomáticas calibre 45 y
dora) y las que estén provistas de cargadores con capacidad las 9 mm).
superior a los diez proyectiles (fusiles y carabinas semiautomá-
3. La Ley expresamente autoriza a inscribir hasta tres armas
ticas), excepto las armas de ignición anular. De igual modo, se
por persona, lo cual podría facilitar que se creen “pequeños
prohíbe el uso de cualquier tipo de munición que se considere
arsenales” en los hogares.
perforadora, trazadora, incendiaria y explosiva, sin importar su
calibre.107 Paralelamente, el marco regulatorio establece una 4. Las pruebas para obtener un permiso de portación no son
subclasificación de las armas permitidas y señala cuáles son lo suficientemente estrictas y existen deficiencias en su
para cacería o deporte y cuáles son las de uso oficial por parte aplicación.
de las fuerzas de policía.
Por ende, es importante avanzar hacia una legislación más res-
Tanto para la inscripción como para la portación de armas, se trictiva, que pueda aminorar las exigencias de “autodefensa”
establecen como requisitos mínimos generales (artículo 22) de la población y aumentar las capacidades de control estatal,
que los solicitantes deben ser mayores de 18 años, no haber haciendo más difícil la tenencia de armas en manos de civiles.
sido condenados por delitos relacionados con el uso de armas Por otro lado, existen inconvenientes relacionados con la dis-
y no estar inhabilitados mediante resolución judicial para utili- ponibilidad de recursos para la implementación de los contro-
zarlas. Además, se requiere demostrar que el solicitante tiene les previstos en la Ley. Como resultado de esta situación, se
los conocimientos necesarios en el manejo de armas, entre estima que en el país hay una cantidad considerable de per-
ellos, que conoce las reglas básicas de seguridad, los princi- sonas que aún tienen en sus casas, fincas u oficinas, armas
pios básicos de puntería, las características generales de las no inscritas e incluso prohibidas, las cuales, obviamente, son
armas permitidas y los aspectos legales que regulan su uso. Lo portadas sin los permisos correspondientes.
anterior es valorado por medio de una prueba teórico-práctica,
elaborada y aplicada en forma conjunta por funcionarios de la Uno de los problemas más frecuentes con la portación ilegal de
Escuela Nacional de Policía y el Departamento de Control de armas se da con los agentes de seguridad privada, sobre todo
Armas y Explosivos. También es necesario que la persona se con aquellos que prestan el servicio en forma independiente y
someta a un examen de idoneidad mental, y que el o la profe- que, por lo general, no cumplen con las especificaciones de la
sional que realice la valoración (especialista en Psiquiatría o Ley que regula la actividad.
Psicología) le extienda el dictamen respectivo.
Por otra parte, falta conciencia entre los funcionarios policiales
La normativa además permite y regula la colección de armas. en el sentido de que es parte de sus competencias y funciones
En el caso de los particulares restringe esta potestad a las co- velar por que se cumpla a cabalidad con las disposiciones pre-
lecciones de armas permitidas y, en el caso de los entes esta- vistas en la legislación.

106
Complementariamente se emitió el Reglamento a la Ley de Armas y Explosivos, Decreto nº 25120-SP.
107
También son prohibidos los silenciadores de disparo para cualquier tipo de arma.
312
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

iii. Importación de armas de fuego los años 2000 y 2002. En el 2004 el valor
fue de 1,3 millones de dólares. Esto significa
Una forma de determinar las tendencias que durante ese período creció significativa-
en cuanto al aprovisionamiento de armas mente el ingreso de armas al país. Llama la
de fuego y municiones en el país consiste atención que solo lo importado en el 2004
en recurrir a los valores de importación, en forma de revólveres, pistolas, municio-
CIF en dólares108, de este tipo de mer- nes y proyectiles, equivale al volumen total
cancías. Para Costa Rica es factible ana- de importaciones para todos los tipos de ar-
lizar la evolución de estas importaciones mas y sus partes cuatro años antes.
a partir del año 2000, cuando en materia
arancelaria empezó a emplearse el Sistema El mismo gráfico revela que el crecimiento
Armonizado Centroamericano (SAC). radica, en primer lugar, en los montos de
Antes de esa fecha los códigos arancelarios importación de revólveres y pistolas y, en
eran distintos, lo que dificulta realizar una segundo, en los montos por concepto de
comparación confiable. cartuchos, municiones y proyectiles. Du-
rante el 2004, casi el 70% de las importa-
En el Gráfico 7.11 se muestran las impor- ciones de armas y sus partes se dio en estas
taciones bajo la partida 93 del SAC, de- categorías. Las armas que emplean la defla-
nominada “Armas y sus partes”. Como se gración de pólvora y otros tipos de armas
observa, los montos en dólares pasaron de (incluidas las blancas) no han presentado
alrededor de 700.000 a 1,8 millones entre variaciones significativas.

Gráfico 7.11

Importaciones CIF de armas y municiones, según partida arancelaria.


2000-2004 (en millones de dólares americanos)
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Fuente: Elaboración propia con base en datos provistos por el Ministerio de Hacienda, Dirección General de Aduanas.

108
El valor CIF (cost, insurance and fleet: costo, seguro y flete) es una cláusula usada en las transacciones comerciales para
determinar el precio de una mercadería en el puerto de destino. Como su nombre lo indica, en el CIF están incluidos el
costo de la mercadería, el costo del transporte y el seguro respectivo.
313
PNUD

Un aspecto relevante es que, en el 2003, Honduras) (Cuadro 7.15). Esto eviden-


Costa Rica fue el cuarto país en impor- cia que Costa Rica se ha constituido en
taciones CIF por concepto de armas y una de las principales naciones recepto-
sus partes en América Central, pero a la ras de armas legales en el istmo. No se
vez fue el primero de la región en im- cuenta con datos para determinar si ocu-
portaciones CIF per cápita (seguido muy rre lo mismo con la obtención de armas
de cerca por El Salvador, Guatemala y de fuego ilegales.

Cuadro 7.15

Importaciones CIF de armas y sus partes, según la


partida arancelaria 93 del SAC (1). 2003
(millones de dólares e importaciones en dólares per cápita)

País Valor CIF Población Importaciones CIF per cápita


Costa Rica 1,67 4.167.400 0,40
El Salvador 2,53 6.638.100 0,38
Guatemala 4,38 12.309.400 0,36
Honduras 2,33 7.000.100 0,33
Nicaragua (2) 1,25 5.488.700 0,23
Panamá 0,88 3.116.300 0,28

América Central 13,04 38.720.000 0,34

Notas: (1) SAC: Sistema Armonizado Centroamericano. (2) Datos para el año 2002.
Fuente: Ministerio de Hacienda de Costa Rica, Dirección General de Aduanas; Banco Central de Reserva de El Salvador, Centro de
Trámites de Exportación (CENTREX); Banco de Guatemala, Departamento de Estadísticas Económicas; Banco Central de Honduras,
Subgerencia de Estudios Económicos; Dirección General de Servicios Aduaneros de Nicaragua; Contraloría General de la República
de Panamá, Dirección de Estadística y Censo, y Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica.

Lo expuesto hasta ahora lleva a preguntarse en forma drástica, hace pensar que estos
quiénes son los usuarios finales de estos ar- no necesariamente son adquiridos por la
tículos. En primera instancia cabe indicar población civil (Gráfico 7.12).109 En ese
que no se dispone de estudios a profun- sentido, puede plantearse la hipótesis de
didad acerca de la importación de armas que el aumento del número de empresas
de fuego y municiones, ni sobre sus desti- y organizaciones que prestan servicios de
natarios. Sin embargo, el hecho de que la seguridad110 ha traído consigo el aprovisio-
cantidad de armerías que ofrecen los pro- namiento de armas y municiones para uso
ductos al público no se ha incrementado de su personal operativo.

109
Como ya se ha mencionado, la ENSCR-04 reveló que la cantidad de personas que posee un arma de fuego disminuyó con
respecto a lo observado en otras encuestas, como las que efectuaron el PNUD y el proyecto “Activa”, ambas en 1998.
110
Aquí se contemplan los siguientes servicios: vigilancia en general, guardaespaldas, escolta a ruteros, capacitación en
seguridad, estudios de seguridad, entrenamiento de efectivos, asesoría en sistemas electrónicos de seguridad, investigaciones
privadas, auditorías en seguridad comercial, adiestramiento de perros detectores, soporte técnico, controles de acceso,
confección de manuales y estrategias de seguridad, servicios de seguridad portuaria, monitoreo de alarmas y servicios de
seguridad residencial.
314
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 7.12

Número de armerías y empresas u organizaciones que ofrecen servicios


de seguridad al público. 2000-2005
(números absolutos)
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Fuente: Elaboración propia con base en las guías telefónicas de los años 2000-2005.

iv. Victimización con armas de fuego de fuego. Cabe subrayar, además, que
este tipo de homicidios está creciendo:
Es de esperar que las armas de fuego se re- los datos del OIJ revelan que la tasa de
lacionen, principalmente, con uno de los 1990, de 1,8 por cada 100.000 habitan-
delitos más violentos: el homicidio. En los tes, se incrementó a 3,9 en el 2004. Esta
Estados Unidos, en 1993, el 70% de estos fuente también revela información tras-
fue cometido con armas de fuego y se sabe cendental para comprender el fenómeno:
que el 25% de las víctimas de violación, para el mismo período, mientras el uso
robo y robo agravado, enfrentó a un victi- de arma blanca en los homicidios mostró
mario armado de esta forma.111 La ONU una leve tendencia a disminuir, el empleo
estima que más del 50% de los homicidios de arma de fuego creció de manera consi-
en el mundo se ejecuta por esta vía112, y derable, hasta convertirse en el principal
para América Latina el BID calcula que en método para la consecución de estos de-
el 80% de los casos el arma de fuego ha litos (Gráfico 7.13). Información del año
sido el método empleado para perpetrar 2000 indica que en el 42,5% de los 261
homicidios.113 homicidios dolosos con arma se utilizó
revólver calibre 38, en un 16,4% pistola
En Costa Rica, como se indicó en la se- calibre 380 y en un 7,5% pistola calibre
gunda parte de este informe, alrededor 9 mm. Todas estas armas son permitidas
del 52% de los homicidios dolosos del por la Ley de Armas de Fuego, promulga-
trienio 2001-2003 se cometió con arma da en 1995.

111
Zawits (1995).
112
ONU (1996).
113
Londoño y Guerrero (1999).
315
PNUD

Gráfico 7.13

Tasa por 100.000 habitantes de las víctimas de homicidio doloso,


según método empleado (arma de fuego o arma blanca). 1990-2004
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Fuente: Estimaciones propias a partir de los datos en línea del Poder Judicial, Departamento de Planificación,
Sección de Estadística.

Para el año 2003 se dispone de datos sobre los utilizó este tipo de arma, y de las 18 mujeres,
homicidios dolosos en la modalidad de vio- 4 fallecieron por esta causa. Pareciera enton-
lencia doméstica. Estos indican que el 13% ces que, en materia de violencia doméstica,
de las víctimas murió por arma de fuego. Si se las armas de fuego no se usan contra los hom-
considera la variable sexo se obtiene que, de bres, pero sí contra las mujeres.
los 12 hombres asesinados, en ningún caso se

Recuadro 7.7

Patrones de socialización
Los procesos de socialización, en particular los relacionados te sentido, los hombres, en especial los mayores de 35 años,
con la creación de identidades femeninas y masculinas, con- opinaron que hoy en día los varones experimentan inseguridad
tribuyen a explicar los riesgos diferenciados a los que se ex- con respecto a su pareja, pues las mujeres ejercen derechos y
ponen mujeres y hombres. De manera creciente, la literatura poderes que no tenían antes. Se refirieron a ello con disgusto
sobre violencia e inseguridad presta atención a la influencia y justificando la violencia doméstica en el comportamiento de
de factores de socialización femenina y masculina en el acae- las mujeres, con manifestaciones como las siguientes: “Sale en
cimiento de la violencia. Sin embargo, los mismos resultan sor- las noticias que el marido mató a la mujer... y nadie se pregunta
prendentemente tímidos si se considera que la participación de por qué ese hombre mató a esa mujer...”, o bien, “...la mujer
las mujeres en la violencia, en calidad victimarias, es muy baja no aguanta nada y se va en el primer momento de violencia o
y su comportamiento se mantiene inalterado a lo largo de los problemas.”
años, algo que no ocurre en el caso de los hombres, cuya parti-
cipación se incrementa. Si mujeres y hombres se relacionan de Los hombres menores de 35 años también dijeron sentirse in-
forma tan diferente con la violencia, no es descabellado pensar seguros en su relación de pareja, pero se mostraron más con-
que los patrones de socialización de género guardan relación formes con el ejercicio de los derechos de las mujeres.
con las dos caras de la violencia: la habilidad de las personas
para inhibir o no comportamientos violentos y la capacidad de Por otra parte, la socialización de género también afecta la
mantenerse a salvo de situaciones de riesgo. percepción de riesgo de las personas, distorsionándola y afec-
tando decisiones que a su vez repercuten sobre la seguridad.
Los grupos focales realizados para este informe proporcionan En los grupos focales, los hombres, en especial los jóvenes,
dos ejemplos de interés sobre la socialización de género y manifestaron sentir poco o ningún temor por su seguridad física
su relación con la violencia y la inseguridad. Por una parte, o patrimonial, a pesar de ser el segmento de la población más
fue evidente su efecto sobre las dinámicas de pareja. En es- expuesto a una muerte violenta.

316
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El robo con violencia es uno de los deli- que son agredidas de este modo y que requie-
tos que más se asocia al incremento de la ren ser trasladadas a un centro de atención
inseguridad en el país; entre 1990 y 2000 de la CCSS. De acuerdo con las estadísticas
registró un aumento de 116%. Aunque no de egresos hospitalarios, entre 1997 y 2003
se cuenta con información de alcance na- el número de de este tipo de pacientes pa-
cional sobre el uso de armas de fuego en só de 171 a 233 (Gráfico 7.14). Durante el
estos casos, a modo de ilustración puede mismo período también se incrementó el
mencionarse que, en San José, de las de- promedio de días de estancia hospitalaria.
nuncias atendidas durante el primero y se- Es claro que esto influye en la inversión que
gundo trimestres del 2003 por la Sección deben efectuar los hospitales para atender a
de Delitos contra la Propiedad del OIJ, el estas víctimas. Mientras en 1997 la CCSS
51,4% de este tipo de delitos tuvo el arma invirtió, en promedio, 39 millones de co-
de fuego como instrumento de amenaza. lones en la atención de agresiones con arma
de fuego, en el 2001 el monto se elevó a
Otro aspecto que evidencia el impacto de 146,7 millones y recientemente, en el 2003,
las armas de fuego es la cantidad de personas a poco más de 201 millones.114

Gráfico 7.14

Personas agredidas con armas de fuego y días de estancia


hospitalaria debido a este tipo de agresión. 1997-2003
(números absolutos)
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Fuente: Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

114
Esta estimación se efectuó con base en el costo promedio diario de estancia hospitalaria a nivel general, multiplicado por
el número de días que debió permanecer internado el total de personas atendidas por agresiones con arma de fuego, para
cada año considerado.
317
PNUD

En los delitos analizados (homicidios dolo- 10 y 29 reportes y únicamente en 6 el nú-


sos, homicidios en contextos de violencia mero de partes fue de 30 o más. Específi-
doméstica y robos con violencia) hay una camente los cantones de Puriscal, Tarrazú,
fuerte presencia de armas de fuego. Para el Dota, León Cortés, Jiménez, Oreamuno,
período 1990-2003, la correlación entre los El Guarco, San Isidro, Cañas, Abangares,
homicidios perpetrados con arma de fuego Tilarán y Parrita, no presentaron partes
y la cantidad de armas matriculadas es de policiales por portación ilegal de arma de
0,9, lo que revela un alto grado de asocia- fuego o por un disparo fuera del marco de
ción entre ambas variables. De igual forma, la ley. Mientras tanto, los cantones de San
para el período 1997-2003, los números de José, Desamparados, Goicoechea, Alajueli-
personas agredidas de este modo y de armas ta, Alajuela, San Carlos, Heredia, La Cruz,
matriculadas presentan un coeficiente de Golfito y Limón fueron los que más porta-
correlación de 0,8. Lo anterior permite afir- ciones ilegales registraron.
mar que el incremento en las armas de fuego
contribuye a la generación de hechos vio- Un resultado importante de la clasificación
lentos, cuestión que igualmente se confirma anterior es que, durante el período 2001-
con la distribución espacial de los partes po- 2004, en los trece cantones sin partes po-
liciales vinculados a este tipo de armas. liciales por portación ilegal se registró el
22,6% de los casos de homicidios dolosos
v. Distribución espacial de los partes policia- en los que medió un arma de fuego. En
les vinculados con armas de fuego cambio, en los diez cantones que mostra-
ron mayor cantidad de partes el porcenta-
En el 2003, la Fuerza Pública confeccionó je alcanzó casi el 50% de las víctimas de
1.656 partes policiales que dieron cuenta homicidio (Cuadro 7.16). Esto permite
de faltas a la Ley de Armas y Explosivos. inferir que en los cantones que presentan
De ellos, el 51% correspondió a la porta- más partes por portación ilegal de armas
ción ilegal de armas de fuego, seguida por de fuego, existen mayores posibilidades de
la portación ilegal de arma blanca (42%), que sucedan homicidios dolosos en los que
el disparo de arma de fuego (2%) y otros se utiliza este método. Un hecho que de-
tipos de infracciones, delitos y faltas (5%). be apuntarse es que las armas blancas no
El Mapa 7.1 recoge información de esos reflejan el mismo patrón en los cantones
partes, en los cuales se especifican los can- clasificados; es decir, no se pudo corroborar
tones donde se reportó la portación ilegal la existencia de un nexo entre la portación
de arma de fuego o su disparo en una si- ilegal de arma blanca y la ocurrencia de
tuación de ilegalidad. homicidios con ese instrumento. Sin em-
bargo, se debe tomar en cuenta que mu-
En torno a la situación que ilustra el Mapa chos implementos que pueden catalogarse
7.1 cabe mencionar que, para el 2003, en como armas blancas tienen finalidades dis-
59 de los 81 cantones del país se realiza- tintas a la de infligir violencia, pero que en
ron menos de 10 partes policiales por los diferentes contextos pueden ser empleados
motivos citados; en 16 se efectuaron entre con ese propósito.

318
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Mapa 7.1

Partes policiales bajo la categoría “Contra la Ley de Armas y Explosivos” en los que
figura como motivo la portación ilegal o el disparo de un arma de fuego (1). 2003
(números absolutos)

Nota: (1) En total se efectuaron 930 partes.


Fuente: Ministerio de Seguridad Pública, Departamento de Planes y Operaciones, Sección de Estadística.

319
PNUD

Cuadro 7.16

Porcentaje de homicidios dolosos cometidos con arma de fuego durante el período 2001-
2004 y número de partes policiales por portación de armas de fuego en el 2003,
en cantones de mayor y menor incidencia de armas
(porcentajes)

Porcentaje de homicidios dolosos Número de partes policiales por


Cantón cometidos con arma de fuego portación de armas
(2001-2004) (1) de fuego (2)

Menor cantidad de partes policiales


Puriscal 00,0 0
Tarrazú 25,0 0
Dota 25,0 0
León Cortés 00,0 0
Jiménez 00,0 0
Alvarado 25,0 0
Oreamuno 33,3 0
El Guarco 25,0 0
San Isidro 37,5 0
Cañas 62,5 0
Abangares 25,0 0
Tilarán 00,0 0
Parrita 35,7 0
Promedio 22,6 0

Mayor cantidad de partes policiales


San José 54,7 184
Limón 64,4 101
Golfito 08,3 42
Alajuela 56,1 39
Goicoechea 66,7 35
San Carlos 29,2 30
Desamparados 75,6 29
La Cruz 25,0 29
Heredia 63,3 26
Alajuelita 56,1 25
Promedio 49,9 54,0
Notas: (1) Corresponde a un promedio simple para el período 2001-2004. (2) Incluye 35 partes por disparo de arma de fuego en
situaciones no autorizadas por la Ley de Armas y Explosivos.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística. Ministerio de Seguridad, Departamento de Planes y
Operaciones, Sección de Estadística.

Otro aspecto que viene a confirmar la in- Anexo Estadístico). Es evidente que con-
cidencia de las armas de fuego en el clima forme se reducen los niveles de seguri-
de inseguridad es la vinculación entre las dad, aumenta la tasa promedio de infrac-
infracciones a la Ley de Armas y Explo- ciones a la citada ley, o viceversa, cuando
sivos y el índice de seguridad cantonal se incrementa la seguridad, disminuyen
(ISC) presentado en el Capítulo 4 (véase los partes policiales por ese concepto
también las “Notas metodológicas”, en el (Cuadro 7.17).
320
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.17

Niveles de seguridad cantonal según promedio de infracciones a la Ley de


Armas por la portación ilegal o la activación de armas de fuego. 2003
(infracciones por 100.000 habitantes)

ISC promedio Portación ilegal o disparo de arma de


Nivel de seguridad (1)
(2003) fuego en situación no autorizada

Alto 0,888 12,86

Medio 0,691 20,93

Bajo 0,411 45,86

Nota: (1) Tal como se señala en la segunda parte del informe, en el nivel alto de seguridad se incluyen los
cantones cuyos valores oscilan entre 1 y 0,800, en el nivel medio entre 0,799 y 0,500 y en el bajo entre 0,499
y 0,000.
Fuente: Estimaciones propias.

Los hallazgos expuestos en esta sección co- de cada factor, tratando de profundizar,
rroboran que la tenencia de armas de fuego hasta donde los datos lo permitieron, en su
constituye uno de los principales factores conocimiento y en las diferentes vías por
asociados a la victimización. En forma las que se manifiesta su impacto. Adicio-
consistente con los resultados de otros es- nalmente, con el interés de brindar una vi-
tudios, las estadísticas para el caso costa- sión global de los elementos asociados a la
rricense demuestran que, sin importar el inseguridad ciudadana, se realizó una bús-
motivo por el cual se posean estas armas, queda de variables representativas de los
su vinculación con el crimen y la muerte cinco factores abordados. La información
parece inevitable.115 disponible mostró que una posibilidad de
acometer este objetivo es centrar la aten-
F. Una visión global de los factores ción en variables indicadoras de victimiza-
y algunas reflexiones ción (no de percepción) y utilizando cifras
del año 2000, provenientes de distintos re-
El enfoque seguido para estudiar los factores gistros para los 81 cantones del país.
asociados a la inseguridad ciudadana mues-
tra que, cada uno de ellos, por sí mismo, Se procedió entonces a seleccionar, para ca-
contribuye de manera parcial a entender da cantón, las tasas de homicidio doloso y
el problema. Evidentemente los resultados de robo y hurto (ambas expresadas por cada
indican que no hay una explicación única 100.000 habitantes) como indicadores de
para este fenómeno o, dicho de otro modo, victimización. La primera fue calculada con
que no es un solo factor el que determina la un promedio móvil del trienio 1999-2001, a
inseguridad, sino que existen múltiples fac- fin de evitar las fluctuaciones que presenta la
tores que pueden incrementar la violencia y tasa por el pequeño número de casos registra-
la percepción de inseguridad. dos en algunos cantones con poca población.
La segunda tasa se calculó con un promedio
El análisis presentado en las páginas ante- móvil de los años 2000 y 2001, los únicos pa-
riores contempló el estudio independiente ra los que se pudo contar con información.

115
National Institute of Justice (1997).
321
PNUD

En cuanto a los factores potencialmente indicador del consumo de alcohol, pues es


asociados a las tasas de homicidio y de ro- previsible que a mayor número de patentes
bo y hurto, se seleccionaron ocho variables per cápita, mayor sea el acceso y, por tanto,
que abarcan diversas áreas de interés. Para el consumo. La segunda es el número de
el factor de urbanización se incluyeron tres: personas detenidas por tenencia de droga en
el porcentaje de población urbana en cada la vía pública por cada 100.000 habitantes;
cantón, el porcentaje de hogares con hacina- es de esperar que esta variable no solo indi-
miento y la densidad de población. Como que el consumo de drogas en los cantones,
variables económicas fueron escogidas dos: sino que revele otros aspectos relacionados,
la relación entre el ingreso promedio de las como el narcotráfico. La tercera variable es
familias del décimo decil y las del primero el número de detenciones por portación ile-
(medida de desigualdad económica) y la ta- gal de armas por cada 100.000 habitantes,
sa de desempleo abierto. Las otras variables, que constituye un indicador de la tenencia
agrupadas dentro del ámbito social, son de armas de fuego ilegales (Cuadro 7.18).
tres. La primera es el número de patentes El único factor para el que no fue posible
de licores por 100.000 habitantes en cada obtener información cantonal fue el de los
cantón, medida que conceptualmente es un medios de comunicación.

Cuadro 7.18

Variables consideradas para estudiar los factores asociados a las tasas de homicidios
y de robo y hurtos a nivel cantonal. 2000

Relación esperada con...


Descripción
la tasa de robo y
la tasa de homicidio
hurto
Indicadores de urbanización
Porcentaje de población urbana Positiva Positiva
Porcentaje de hogares con hacinamiento Positiva Positiva
Habitantes por kilómetro cuadrado Positiva Positiva

Indicadores económicos
Relación entre ingreso promedio de las familias
Positiva Positiva
del décimo decil con respecto a las del primero
Tasa de desempleo abierto Positiva Positiva

Indicadores sociales
Número de patentes de licores por cada 100.000 habitantes Positiva Positiva
Personas detenidas por portación o tenencia de droga en la vía pública por
Positiva Positiva
cada 100.000 habitantes
Número de detenciones por portación ilegal de armas por cada 100.000
Positiva Positiva
habitantes

Para verificar las posibles relaciones entre ron clasificados en tres grupos, de acuerdo
las variables inicialmente se estudiaron las con la magnitud -baja, media y alta- de la
asociaciones con la tasa de homicidios, y tasa. En ambos casos la agrupación se hizo
luego con la tasa de robo y hurtos. El pro- por medio del análisis de conglomerados
cedimiento general utilizado comprendió (procedimiento K-Medias). En la segun-
dos etapas. En la primera los cantones fue- da etapa, para conocer la variación de las
322
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

variables, se calcularon los promedios para parámetro que se emplea para decidir sobre
cada grupo, así como un coeficiente de aso- la magnitud de las tasas cantonales.117 De
ciación (eta).116 los 81 cantones del país, la mitad (40) tiene
una tasa de homicidios baja, con un pro-
Considerando en primera instancia los ho- medio de 0,9 por 100.000 habitantes. En
micidios, los resultados de la agrupación de 36 cantones predominan tasas de nivel me-
los cantones muestran que la mayoría pre- dio, de 7,0 por 100.000 habitantes como
senta una magnitud que puede calificarse promedio. Los cantones con tasas altas son
como baja o media (Cuadro 7.19). La tasa solamente cinco (Talamanca, San José, Ma-
de homicidios a nivel nacional, de 6,4 por tina, Limón y Garabito), con un promedio
100.000 habitantes para el año 2000, es el de 19,5 por cada 100.000 habitantes.

Cuadro 7.19

Clasificación de los cantones del país según la magnitud de la tasa


de homicidios. 2000
(resultados del análisis de conglomerados)
Promedio de la tasa por Número de
Grupo de cantones Desviación estándar
cada 100.000 habitantes cantones

Baja 0,9 40 1,33


Media 7,0 36 1,76
Alta 19,5 5 5,02

Total 4,8 81 5,18


Fuente: Elaboración propia.

De las ocho variables consideradas para alto. La asociación entre ambas variables
estudiar su relación con los homicidios es evidente (eta=0,64).
dolosos, la mitad presenta una asocia-
ción débil (dos variables económicas, la Otra variable relevante para el estudio de la
densidad de población y las patentes de tasa de homicidios es el porcentaje de ho-
licores). El resto lo hace en mayor gra- gares con hacinamiento, que varía de 6,4%
do (Cuadro 7.20). Es particularmente en los cantones con un nivel bajo, a 14,6%
significativa la relación que muestran en los que tienen un nivel alto de homici-
las detenciones por portación o tenen- dios (eta=0,46). El porcentaje de población
cia de drogas con los homicidios. La tasa urbana (eta=0,33) y la tasa de portación
de detenciones por este motivo varía de ilegal de armas (eta=0,36) también son
53,1 en los cantones con bajo nivel de factores asociados a este tipo de victimiza-
homicidios, a 891,2 por cada 100.000 ción, aunque en estos casos la relación es
habitantes en los que registran un nivel más moderada.

116
El coeficiente eta es una medida de asociación que se utiliza para conocer la relación entre una variable cuyo nivel de
medición es métrico y otra que es nominal. Su rango de variación es entre cero y uno . El cuadrado de eta (eta 2 ) determina
el aporte de cada uno de los factores para explicar la variabilidad de las tasas de homicidio y de robo y hurto.
117
La tasa total para los cantones fue de 4,8 por 100.000 habitantes. La diferencia se debe a que los cantones, al constituirse
en unidad de análisis, no toman en cuenta la población, mientras que la estimación nacional sí lo hace. Por esta razón, se
prefirió utilizar el valor 6,4 como parámetro para establecer si la magnitud de los promedios representa una baja, media
o alta incidencia del fenómeno.
323
PNUD

Cuadro 7.20

Características de los cantones según la magnitud


de la tasa de homicidio doloso. 2000

Clasificación de los cantones de acuerdo con el nivel


de la tasa de homicidio doloso (1)
Variables Eta
Bajo Medio Alto Total
Promedio

Porcentaje de población urbana (2) 38,1 56,4 44,8 46,7 0,33

Porcentaje de hogares con hacinamiento (2) 6,4 9,2 14,6 8,2 0,46

Habitantes por kilómetro cuadrado (2) 310,7 1003,8 1456,0 689,4 0,26

Ingreso promedio de las familias del décimo decil con


9,5 10,0 9,3 9,7 0,16
respecto a las del primero (3)

Tasa de desempleo abierto (2) 4,7 5,1 5,1 4,9 0,09

Patentes de licores por cada 100.000


359,3 372,7 480,5 372,7 0,15
habitantes (4)
Detenidos por portación-tenencia
53,1 176,1 891,2 159,5 0,64
de droga por cada 100.000 habitantes (5)
Detenidos por portación ilegal
12,6 20,2 45,9 18,1 0,36
de armas por cada 100.000 habitantes (6)

Notas: (1) La tasa de homicidio doloso fue construida con un promedio móvil para el período 1999-2001, a partir de las estadísticas
del Poder Judicial y los datos de población del Censo 2000, realizado por Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC. (2) INEC,
Censo de Población y Vivienda 2000. (3) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (4) Calculado a partir
de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección de Investigación y
Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (5) Calculado con base en la información para el año 2001 suministrada
por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas, del Instituto Costarricense sobre Drogas. (6) Calculado a partir
de información para el año 2003 suministrada por el Departamento de Planes y Operaciones, Sección de Estadísticas, del Ministerio
de Seguridad Pública.
Fuente: Elaboración propia.

En cuanto a los robos y hurtos, la tasa para Las variables que muestran una asociación
el año 2000 fue de 781,4 por cada 100.000 débil con la tasa de robo y hurtos son nue-
habitantes. Este fue el parámetro escogido vamente cuatro: las dos variables económi-
para juzgar la incidencia del fenómeno en cas, el porcentaje de hogares con hacina-
los tres grupos. Del total de cantones, 50 miento y los detenidos por portación ilegal
fueron clasificados con una magnitud baja, de armas (las variables económicas tampo-
cuyo promedio fue de 351,7 por 100.000 co mostraron asociación en el caso de la ta-
habitantes (Cuadro 7.21). En 25 cantones sa de homicidios) (Cuadro 7.22). Una vez
la tasa promedio, de 831,4, se consideró más se obtiene que la variable de mayor
como media. Los cantones con una tasa de importancia corresponde a las detenciones
robo y hurto alta son seis (San José, Mon- por portación de droga. La magnitud de
tes de Oca, Liberia, Cañas, Aguirre y Ga- la tasa promedio es de 93,7 en los canto-
rabito), cuyo promedio fue de 2.227,9 por nes con un bajo nivel de robo y hurtos, y
100.000 habitantes. En otras palabras, los se incrementa a 695,2 por cada 100.000
cantones presentan principalmente tasas habitantes en los cantones de nivel alto. La
de robo y hurto de baja o mediana inten- asociación de esta variable con la tasa de
sidad. robo y hurtos es la más fuerte entre todos
los indicadores considerados (eta=0,50).
324
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.21

Clasificación de los cantones del país según la


magnitud de la tasa de robo y hurto (1). 2000
(resultados del análisis de conglomerados)
Grupo Promedio Número de cantones Desviación estándar

Baja 351,7 50 148,6


Media 831,4 25 168,1
Alta 2227,9 6 1077,3

Total 638,7 81 589,1


Nota: (1) El cantón de Garabito presentó una tasa de robo y hurto casi cuatro veces mayor que el promedio
nacional, por lo que fue excluido del análisis inicial para formar los grupos y posteriormente fue asignado al
grupo con mayor nivel.
Fuente: Estimación propia.

La urbanización es otra variable relevante factores; como es de esperar, el problema de


por su asociación con la tasa de robo y hur- la inseguridad se agudiza cuando dos o más
to. Mientras en los cantones con un nivel de ellos convergen en una misma dirección.
bajo de estos delitos el promedio de pobla- Al hablar de interacción entre factores se
ción urbana es de 37,3%, en los que tie- considera, por ejemplo, que si se combi-
nen un nivel alto este valor llega a 67,8% nan el consumo de alcohol y la tenencia de
(eta=0,44). La densidad de habitantes por armas de fuego, las posibilidades de que se
kilómetro cuadrado muestra una relación produzca un acto violento se incrementan.
menor (eta=0,33). El número de patentes La interacción de los factores económicos,
de licores por cada 100.000 habitantes urbanísticos, drogas y armas, analizados en
también se relaciona con la magnitud de los este capítulo, invita a la reflexión sobre la
robos y hurtos en los cantones (eta=0,32). complejidad del problema, ya que los diver-
En el caso de los homicidios fue una varia- sos escenarios que pueden formarse escapan
ble de poca relevancia. a los alcances de este informe.

Estos resultados muestran que, de las ocho No obstante, para visualizar de una manera
variables consideradas, únicamente dos, sencilla este aspecto, se retomaron los datos
las económicas, reflejaron asociaciones del año 2000 para los 81 cantones y se calcu-
muy bajas con las dos categorías de victi- laron las correlaciones entre las diferentes va-
mización de los cantones. Por ahora, y de riables (Cuadro 7.23). Primero se repasaron
manera global, solo se obtuvo evidencia de las relaciones entre la tasas de homicidios,
que los factores asociados a la inseguridad robos y hurtos, y las ocho variables incluidas
ciudadana son diversos. Las variables que en el análisis. Luego, para ilustrar el tema
resultaron asociadas en diferentes magni- de las interacciones, se examinó la conver-
tudes con la victimización revelan que las gencia de algunas de las ocho variables y su
drogas lícitas (alcohol) e ilícitas, la porta- relación con las tasas de homicidio.
ción de armas, la urbanización y el haci-
namiento son elementos que facilitan la A partir de este ejercicio pudo observarse
violencia y contribuyen a exacerbarla. que la tasa de homicidios está relacionada
con la de detenciones por tenencia de dro-
Un detalle no contemplado hasta este mo- ga en la vía publica (0,56) y con el haci-
mento es la interacción entre los distintos namiento (0,55). En menor grado lo está
325
PNUD

Cuadro 7.22

Características de los cantones según el nivel de la tasa de robo y hurto. 2000

Clasificación de los cantones de acuerdo con el


nivel de la tasa de robo y hurto (1)
Variables Baja Media Alta Total Eta

Promedios
Porcentaje de población urbana (2) 37,3 60,2 67,8 46,7 0,44
Porcentaje de hogares con hacinamiento (2) 8,3 7,7 9,5 8,2 0,10
Habitantes por kilómetro cuadrado (2) 314,4 1176,8 1783,8 689,4 0,33
Ingreso promedio de las familias del décimo decil con respecto
9,6 9,9 9,7 9,7 0,06
a las del primero (3)
Tasa de desempleo abierto (2) 4,9 4,9 4,7 4,9 0,03
Patentes de licores por cada 100.000 habitantes (4) 378,0 315,4 568,5 372,8 0,32
Detenidos por portación-tenencia de
93,7 162,7 695,2 159,5 0,50
Droga por cada 100.000 habitantes (5)
Detenidos por portación ilegal de
18,6 17,4 16,9 18,1 0,03
armas por cada 100.000 habitantes (6)
Notas: (1) La tasa de robo y hurto fue construida con un promedio móvil para el período 2000-2001, a partir de las estadísticas del
Poder Judicial y los datos de población del Censo 2000, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC. (2) INEC,
Censo de Población y Vivienda 2000. (3) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (4) Calculado a partir
de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección de Investigación y
Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (5) Calculado con base en la información para el año 2001 suministrada
por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas del Instituto Costarricense sobre Drogas. (6) Calculado a partir de
información para el año 2003 suministrada por el Departamento de Planes y Operaciones, Sección de Estadísticas, del Ministerio
de Seguridad Pública.
Fuente: Elaboración propia.

con la tasa de detenciones por portación otras, cuya convergencia puede potenciar
ilegal de armas (0,33). Por otra parte, la los efectos sobre el problema de estudio.
tasa de robo y hurto se relaciona con la de Así por ejemplo, las drogas muestran una
detenciones por tenencia de drogas (0,66), asociación de particular relevancia con la
así como con el número de patentes de li- tasa de homicidios (0,56), pero la tasa de
cores por cada 100.000 habitantes (0,30) detenciones por tenencia de drogas en la
y en menor medida con el porcentaje de vía pública también guarda relación con la
urbanización (0,25). Esto significa, como densidad de población (0,41), el porcentaje
ya se ha corroborado, que la victimización, de población urbana (0,32) y el porcentaje
en sus diferentes manifestaciones, está re- de hogares con hacinamiento (0,18), to-
lacionada en mayor o en menor grado con do lo cual sugiere que la interacción entre
el tema de las drogas, el hacinamiento, el drogas y urbanización incrementa la tasa
consumo de alcohol y la portación ilegal de homicidios. En otras palabras, cuando
de armas. interactúan las drogas en cantones densa-
mente poblados, con altos niveles de urba-
Ahora bien, las variables que resultaron nización y de hogares con hacinamiento, se
asociadas de alguna manera con la victi- presenta un patrón que aumenta las tasas
mización están relacionadas a su vez con de homicidios.

326
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 7.23

Matriz de correlaciones de Pearson para las variables de estudio


a nivel cantonal para el año 2000

Porcentaje Porcentaje Razón Porcentaje Tasa de Tasa de Tasa de


Habitantes
de urba- de hacina- de de patentes detenciones portación
por km2
nización miento deciles desempleo de licores por drogas de armas

Porcentaje de
1,00 -0,39 0,66 0,01 -0,33 -0,38 0,32 0,03
urbanización (1)

Porcentaje de
-0,39 1,00 -0,21 0,41 0,50 0,31 0,18 0,44
hacinamiento (1)
Habitantes por km2 (1) 0,66 -0,21 1,00 -0,02 -0,30 -0,23 0,41 0,13
Razón de deciles (2) 0,01 0,41 -0,02 1,00 0,36 0,12 -0,15 0,24
Porcentaje de
-0,33 0,50 -0,30 0,36 1,00 0,38 -0,18 0,23
desempleo (1)

Tasa de patentes de
-0,38 0,31 -0,23 0,12 0,38 1,00 0,11 0,25
licores (3)

Tasa de detenciones por


0,32 0,18 0,41 -0,15 -0,18 0,11 1,00 0,16
drogas (4)

Tasa de portación de
0,03 0,44 0,13 0,24 0,23 0,25 0,16 1,00
armas (5)
Tasa de homicidios (6) 0,11 0,55 0,13 0,11 0,11 0,10 0,56 0,33

Tasa de robo y hurto (6) 0,25 0,11 0,14 -0,05 -0,02 0,30 0,66 0,03

Notas: (1) Censo de Población y Vivienda 2000, INEC. (2) Calculado con base en la metodología descrita en Madrigal, 2002. (3)
Calculado a partir de la información de patentes a febrero del 2001, suministrada por la Dirección de Gestión Municipal, Sección
de Investigación y Desarrollo, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal. (4) Calculado con base en la información para el año
2001 suministrada por la Unidad de Información y Estadística Nacional sobre Drogas del Instituto Costarricense sobre Drogas.
(5) Calculado a partir de información para el año 2003 suministrada por Departamento de Planes y Operaciones, Sección de
Estadísticas, Ministerio de Seguridad Pública. (6) Las tasas de homicidio y de robo y hurto fueron construidas con un promedio móvil
para el período 1999-2001, a partir de las estadísticas de casos de homicidio doloso del Poder Judicial y los datos de población del
Censo 2000, realizado por el INEC.
Fuente: Elaboración propia.

El análisis de la interacción de las variables el ámbito económico ejerce una influencia


puede revelar otros aspectos de interés para indirecta sobre los homicidios dolosos. En
entender la complejidad del problema. Por otras palabras, lo anterior revela que las va-
ejemplo, puede mostrar que una variable no riables que no presentan una relación directa
relacionada de manera directa con la tasa de con la victimización, como las económicas,
homicidios, lo está en forma indirecta. En pueden hacerlo en forma indirecta, cuando
este sentido cabe examinar el siguiente caso: interactúan con otras variables.
con respecto a la tasa de homicidios, las va-
riables económicas presentaron una relación Además, la multiplicidad de factores y su
muy baja (0,11) y el porcentaje de hogares interacción no se limitan únicamente a la
con hacinamiento (variable considerada victimización, ya que las mismas relaciones
dentro de los factores urbanos) una relación operan en el ámbito de las percepciones de
moderada (0,55). Sin embargo, el hacina- inseguridad. Si bien aquí se ha enfatizado en
miento también se asocia con las variables la victimización y los factores que se asocian
económicas: tasa de desempleo (0,50) y des- a ella, no hay duda de que estos también
igualdad económica (0,44). Esto sugiere que afectan la inseguridad subjetiva. El caso de
327
PNUD

los medios de comunicación, presentado en Lo que interesa dejar claro es que el análisis
la primera sección del capítulo, es el más evi- independiente de cada factor contribuye a
dente y directo, pero no el único. La segrega- entender el aumento en la percepción de
ción del espacio urbano mediante condomi- inseguridad. Sin embargo, es la existencia
nios verticales u horizontales lleva implícito de múltiples factores lo que facilita ese in-
el mensaje de que existe la delincuencia y que cremento y la interacción entre ellos, cuan-
allí no va a ingresar, lo que a la vez fomenta do convergen en una misma dirección,
las percepciones de inseguridad. El deterioro agudiza ese sentimiento.
del entorno social y la pérdida de espacios
públicos, hacen que las personas se rehúsen De este modo se explica el grado de alar-
a visitar estos últimos por temor a ser agre- ma social, de proporciones crecientes, que
didas, lo que, de nuevo, causa recelo en la manifiesta la sociedad costarricense ante la
población. La pobreza evidente en diversas inseguridad ciudadana. Lamentablemen-
zonas del país convierte a los asentamientos te, los sentimientos de inseguridad, aun
en fuentes de temor, ante la amenaza, real o cuando no tengan asidero en la realidad,
no, de que en ellos se pueda ser víctima de pueden desembocar en acciones violentas
algún delito. La proliferación de armas ins- al reforzar tendencias culturales proclives
pira el mismo sentimiento: el miedo a sufrir a la violencia, como bien expone Cruz118,
un robo y, en el mejor de los casos, resultar fortaleciendo así el círculo vicioso entre
herido con un arma de fuego. violencia y temor.

Recuadro 7.8

La ruta crítica de las y los jóvenes menores de 24 años


En un estudio cualitativo dirigido a captar los puntos de vista posibles rutas: negativa, vulnerable, favorable y positiva. Las
de jóvenes y adolescentes ubicados en el Centro de Forma- tres primeras se construyeron sobre la base de los resulta-
ción Zurquí, en una comunidad en desventaja social y en una dos obtenidos. La cuarta es una construcción sustentada en
comunidad de clase media, Krauskopf y Muñoz recogieron fundamentos teóricos para alcanzar las metas del desarrollo
sus perspectivas sobre las condiciones de protección o vulne- psicosocial pleno y el logro de la ciudadanía. Cada ruta con-
rabilidad con las que tuvieron que contender a lo largo de sus nota las posibilidades de desarrollo personal que se erigen
vidas y hasta el presente.119 para la población menor de 24 años en diferentes entornos,
considerando factores individuales, familiares, comunitarios
Los resultados, si bien no son exhaustivos ni generalizables e institucionales.
a toda la población, orientan tendencias con respecto a una
realidad difícil de explorar cuantitativamente. Los investiga- Las historias de vida de las y los jóvenes en conflicto con
dores partieron de una matriz de ruta crítica del desarrollo la ley relatan experiencias tempranas de pérdidas, abandono
basada en la integralidad de la persona, que llevó a identificar emocional, agresión e insatisfacción de necesidades básicas.
las condiciones particulares de protección o inseguridad de Similares vivencias identifican las y los muchachos de una
las y los jóvenes participantes en el estudio en dos dimensio- comunidad marginal, pero, a diferencia del grupo anterior,
nes: personal y social. En la primera identificaron una serie también hablan sobre factores de esperanza: familia, amista-
de estrategias, respuestas y representaciones subjetivas que des y acceso a algunas instituciones. En el caso de las y los
influyen en el desarrollo de los individuos, las que, en buena jóvenes de una comunidad de clase media, la investigación
parte, son producto de las condiciones sociales. La dimensión capta confianza en el acceso a oportunidades y aceptación de
social abarcó diversas estrategias de protección y seguridad, sí mismos. En contraste con los dos grupos precedentes, por
el aspecto socioeconómico y la diferenciación de género. primera vez se menciona la alegría como resultado de unas
circunstancias de bienestar. A partir de lo expresado por los
Las subjetividades, estrategias y condiciones de vida de los tres grupos, Krauskopf y Muñoz trazaron las cuatro rutas que
y las adolescentes estudiados permitieron reconocer cuatro se describen a continuación.
Continúa

118
Cruz (2000).
119
Krauskopf y Muñoz (2004).
328
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

La ruta negativa por presión hacia el consumo de drogas o la participación en


actos de violencia con otros grupos. Las relaciones de género se
Se caracteriza por situaciones familiares de conflicto o agresión, caracterizan por reproducir la dicotomía patriarcal hombre-mujer,
expulsión del núcleo familiar y abandono del sistema educativo. impulsando la sexualidad insegura y posibles situaciones de vio-
El ámbito de desarrollo es de exclusión. Las instituciones gu- lencia entre parejas. La vivencia de la vulnerabilidad es más cla-
bernamentales (de bienestar social, policial o sistema judicial) ra en las muchachas que en los muchachos, ya que, en el caso
no representan una opción de protección para los y las jóvenes, de estos últimos, la construcción de la masculinidad los conduce
por lo cual su relación con ellas es conflictiva o de claro enfren- a su encubrimiento mediante acciones violentas, iniciativas de
tamiento. Las estrategias de supervivencia, específicamente riesgo y enfrentamiento con el orden establecido.
en el caso de los hombres, se basan en actividades ilegales,
incluyendo una fuerte carga de agresión hacia los otros y hacía La ruta favorable
sí mismos. En las mujeres se refuerza la victimización a través
del abuso sexual y la reafirmación de los patrones patriarcales En contraste con la anterior, esta ruta se expresa en condicio-
de dominio del hombre. Las relaciones con los pares carecen nes familiares o sociales que propician la inclusión (apoyo a
de confianza básica, se basan en la complicidad para la eje- la permanencia en el sistema educativo, conflictos familiares
cución de actos delictivos y tienden a reforzar las estrategias menores, programas sociales que apoyan aspectos críticos
basadas en conductas de riesgo. La sexualidad es vista desde del desarrollo personal, situación económica que no impide el
un patrón de dominio-sumisión, lo que genera conductas de proceso educativo del o la adolescente). Los hogares son el
riesgo, violencia y daños emocionales. Las perspectivas de fu- espacio principal para la vida de relación y expansión. Se de-
turo son fatalistas (nada va a cambiar) o irreales (búsqueda de sarrollan estrategias personales o grupales para enfrentar las
alguna solución mágica o respuestas idealizadas de personas condiciones de inseguridad del entorno (grupos de pares que
significativas). Las posibilidades de realización personal están refuerzan conductas de protección, definición de metas a corto
impregnadas de desesperanza aprendida. y mediano plazo, búsqueda de opciones de desarrollo perso-
nal). Las relaciones de pareja se establecen en un marco que
La ruta de vulnerabilidad propende al respecto mutuo y la sexualidad es asumida con
responsabilidad. Se evitan situaciones de riesgo.
Sus rasgos sobresalientes son las condiciones familiares o
sociales que favorecen la exclusión (violencia familiar, sistema La ruta positiva
educativo deficiente, estigmatización social debido a la comuni-
dad de procedencia, dificultades económicas), así como condi- En este caso las condiciones familiares y sociales permiten la
ciones objetivas de inseguridad en su entorno (pandillas, venta inclusión plena del o la adolescente (situación educativa, de
y convivencia con drogas, trasgresión, infraestructura y medio salud y tiempo libre aseguradas, ausencia de conflictos familia-
ambiente deteriorados). Las instituciones públicas (educación, res significativos, comunicación horizontal entre las y los inte-
salud, bienestar social, policial) proporcionan algún grado de grantes de la familia). Existe un alto sentimiento de protección,
protección; sin embargo, esto es mediatizado por la escasez de tanto por parte de la familia como de las instituciones sociales,
recursos o las visiones estereotipadas sobre los y las adolescen- así como una creciente capacidad de autonomía y toma de de-
tes. La calle es el espacio público fundamental para la vida de cisiones que enriquecen su recorrido de vida. Los proyectos de
relación y expansión. Las posibilidades de realización personal vida son sustentables, basados en procesos educativos o de
son inciertas, y requieren un gran esfuerzo por parte de las y los formación personal. Las relaciones de pareja se establecen en
jóvenes para superar las condiciones negativas del entorno. Los un marco de respecto mutuo y la sexualidad es asumida con
grupos de pares representan espacios de apoyo y construcción responsabilidad. Los jóvenes tienen un sentido de pertenencia
de identidad, pero también pueden llevar a conductas de riesgo, y aporte a la comunidad.

***

¿Se puede explicar la inseguridad? No tan- también del incremento de la oferta


to como sería deseable, aunque es posible mediática en materia de sucesos y el
visualizar algunos factores asociados a ella: surgimiento de espacios, sobre todo
televisivos, dedicados a estos temas.
a. La ENSCR-04 indica que los me-
dios de comunicación, en especial la b. El desarrollo de proyectos urbanísticos
televisión, contribuyen a fomentar el incide sobre la seguridad. En el perío-
sentimiento de inseguridad entre las do 1980-2003 la tasa de urbanización
personas que leen o ven noticias acer- anual presenta una alta correlación con
ca de delitos. Es decir, la sensación de la tasa de homicidios dolosos (0,90).
inseguridad no solo es resultado del Con los robos y hurtos (período 1989-
aumento de los hechos delictivos, sino 2003) la relación observada a través de
329
PNUD

los años es la esperada, aunque el co- f. El crecimiento de la tasa de homicidios


eficiente de correlación es mucho más en las dos últimas décadas está asocia-
bajo (0,36) que el obtenido con la tasa do con el aumento de la desigualdad
de homicidios dolosos. en la distribución del ingreso. La tasa
de robos, especialmente, está relacio-
c. La segregación del espacio urbano, así nada de manera directa con el desem-
como el deterioro y abandono de los pleo y los subempleos, y también, en
espacios públicos, contribuyen a gene- menor grado, con la pobreza.
rar más sentimientos de inseguridad y,
a la vez, facilitan la ocurrencia de actos g. Las variables explicativas considera-
violentos. das para estudiar el fenómeno, y que
no arrojaron los resultados esperados,
d. Las encuestas realizadas en el país du- también permiten formular dos con-
rante los últimos veinte años reportan clusiones interesantes: en primer lugar,
un nivel de consumo de drogas ilegales que descensos en la pobreza no ga-
relativamente bajo, que experimentó rantizan disminuciones significativas
un ligero crecimiento en la década de en la delictividad, aunque se podrían
los noventa, seguido por una tenden- esperar pequeñas reducciones en los
cia a la estabilidad. La marihuana es la robos y hurtos; en segundo lugar, que
droga de mayor consumo y, junto a la el proceso de aumento en las oportuni-
cocaína, muestra el mayor incremento dades económicas que refleja el fuerte
en la prevalencia de vida a lo largo de incremento en el PIB per cápita no ha
los años. Este último indicador refleja incidido en una reducción de la deli-
un aumento en el número de personas citividad, sino que, más bien, ambos
que experimentaron con la droga, pe- fenómenos se asocian positivamente.
ro que no necesariamente persistieron
como consumidoras. La entrada al país h. Entre 1990 y 2003 se matricularon
de nuevas drogas, como el crack, cuyo 70.100 armas de fuego. Entre 1996
consumo es todavía bajo, es indicio de y 2003, el 65% de ellas fue registrado
una problemática que podría tornarse por personas físicas y el resto (35%)
más compleja en el futuro. También son por personas jurídicas. No obstante,
preocupantes los estudios que revelan el la tendencia creciente del registro de
consumo de tabaco, alcohol y drogas en armas por parte de personas jurídicas
la infancia y la adolescencia. indica que las empresas privadas de se-
guridad tienen un papel protagónico
e. Los fenómenos de la inseguridad ciuda- en la proliferación de armas en el país.
dana y el consumo de drogas constituyen
ejes transversales que afectan de distintas i. La relación entre armas de fuego y
maneras a la sociedad costarricense. A lo victimización es estrecha. Quizá uno
largo de este informe ha sido posible co- de los resultados que mejor ilustra es-
legir que las relaciones entre uno y otro ta situación es que, alrededor del año
fenómeno son estrechas, pero ante todo 2000, en los trece cantones sin partes
complejas. El consumo de alcohol pare- policiales por portación ilegal de armas
ciera perfilarse como un factor especial- se registró el 23% de las víctimas de
mente asociado a la violencia. Sin em- homicidio doloso en cuya muerte me-
bargo, otros tipos de drogas ilícitas, por dió un arma de fuego. En contraste, en
diferentes motivos, también lo están. los diez cantones que mostraron mayor
330
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

cantidad de partes el porcentaje alcan- el respeto a los derechos de todas las


zó casi el 50% de las víctimas de este personas, mujeres y hombres, de todas
tipo de homicidio. Un hallazgo similar las edades.
lo revela la agrupación de cantones por
niveles de seguridad. Aquí fue evidente l. Sobre las familias recaen tareas de na-
que en los cantones más seguros la tasa turaleza productiva y reproductiva
promedio de infracciones a la Ley de cuya magnitud requiere fortalecer la
Armas y Explosivos era menor (12,9 provisión de una serie de servicios por
por cada 100.000 habitantes) mientras parte del Estado, que descarguen el pe-
que en los más inseguros la tasa pro- so de tantas responsabilidades sobre las
medio era mayor (45,9 por 100.000 espaldas de mujeres y hombres.
habitantes).
m. La ausencia de redes de apoyo para las
j. La violencia en los hogares, además de familias, además de dejar a la niñez en
ser una de las amenazas más severas situaciones de desprotección, contri-
y extendidas contra la vida y la inte- buye a que se pierda la posibilidad de
gridad de las personas, es también un moderar niveles de agresividad en la
poderoso mecanismo de propagación niñez y de transmitir normas de civi-
intergeneracional de conductas agresi- lidad desde edades tempranas.
vas.
n. La inversión en recreación, parques,
k. Es necesario actuar sobre los patrones aceras y espacios públicos, ofrece la
de socialización de la población mas- posibilidad de robustecer los lazos en-
culina. La tolerancia debe contemplar tre las personas.

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337
Fotografía: Ileana Aráuz C.
CUARTA PARTE
¿Tiene la inseguridad ciudadana consecuencias
para el desarrollo humano?
Historia de vida

Mauren
Empecé a ir a un grupo de apoyo con mu- en la cabeza. Ahí salió de la casa diciendo
jeres. A veces él me iba a buscar ahí; como que yo lo había agredido para que le sirvie-
él tenía carro podía irme a buscar, tenía ca- ran de testigos, y como todo el mundo sa-
rro para ir a cada rato la Corte a hablar pa- bía cómo vivíamos, nadie se arrimó; todo el
ja. Y salió con el asunto de que Mauren era mundo lo que pensaba era que si él andaba
tortillera… Yo iba a grupos de apoyo pero herido, yo tenía que estar muerta, mejor ahí
no muy seguido, pero para ir a la Corte no ni nos arrimemos, y recuerdo que yo le avisé
tenía dinero y tenía que pedir prestado, a la abogada que me agarré con mi esposo
y yo siempre decía espero en Dios de que y le clavé un zapato en la cabeza, y ella me
esto algún día termine. El grupo de apoyo decía no, tranquila, y nos seguimos enfren-
fue algo que me ha ayudado mucho, por- tando en la Corte. ¡Y esos enredos! Y un día
que uno se sentía apoyado, como un alivio, que estaba en la cama de mis hijas, él me
hablando con personas más preparadas. estaba ahorcando porque no quería irme a
Siempre hay gente tan linda que Dios le la cama de él, porque él decía que como era
pone en el camino en esas etapas en que la esposa de él tenía que irme, y yo creo que
si ese día hubiera dejado él me ahorca.
uno se siente tan frustrado, y yo digo ¡qué
bonito se siente uno después! Porque cuan- Y a lo último él vio que había personas que
do a mí me decían que mis hijos le iban a me ayudaban, porque yo no me crucé de
quedar a él yo decía, ¿qué sentido tiene mi brazos y fue porque la abogada me dijo te-
vida sin mis hijos? nés que hacer esto y lo otro, porque si no
vas a perder hasta a tus hijos. Porque yo
Una vez le dije que venía del Patronato por-
siempre le insinué a la abogada que podía
que le había puesto la pensión; estábamos
perder todo, pero no a mis hijos.
solos y él empezó a empujarme a la cama.
Yo me levantaba y él volvía a empujarme, Para entonces había empezado a trabajar en
entonces agarré un zapato mío y se lo clavé un lugar donde hacían sacos. Pensaba que
340
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

ahí sí podía trabajar, porque a uno le daban tan malcriado que a veces llegaba donde las
el trabajo para que lo hiciera en la casa, y vecinas, donde yo estaba, y decía: “¡Sacan
me agarraba un miedo, porque si mi espo- a Mauren de ahí o les despedazo la puerta
so me veía trabajando me decía si yo la veo a patadas!” Y las vecinas le decían si usted
trabajando, le despedazo esas cosas, y esos puede hacerlo, hágalo, pero ella aquí se va
sacos eran delicados, entonces yo apenas lo a quedar, y a él se le bajaban los humos y se
escuchaba llegar tenía que recoger todo el iba para la casa, porque se aburrió de ver
trabajo para guardarlo donde una vecina que la gente me defendía.
para que él no me lo despedazara, porque
él no quería que yo trabajara para que no Cuando vinimos al barrio ya había gente
pudiera asistir a todas las cosas que él me que vivía aquí: sin luz, no había agua, solo
ponía en la Corte, o sea, para que yo no un tubo de agua... Todo el proyecto iba a
me movilizara. Él quería que siempre es- hacer filas para coger agua de allá; eso yo
tuviera estancada en la casa, para que de no lo pasé y lo sé porque las primeras que
ninguna manera pudiera yo defenderme. vivían aquí nos contaron. Cuando entré
aquí no había agua pero sí la tubería, y lo
Después vi que lo de los sacos no me deja- que yo hacía era que tenía un tubo bajito
ba, entonces empecé a buscar trabajos por y ponía una taza a ver si se llenaba. Mucho
horas en casas, o por días, como me apare- tiempo vivimos así. Yo iba a lavar donde
ciera... Planchadas... Pero él siempre estaba mi hermana, y ahí también nos íbamos a
pendiente porque quería quitarme la plata bañar. Hace como dos años o tres se metió
de lo que me habían pagado. una empresa de agua y pusieron medido-
res, incluso todavía andan instalando me-
Apenas él se vino de Guanacaste habló con didores. Fueron más de dos años sin agua.
un primo de él que estaba de encargado de A veces había viejas que se agarraban de las
la Junta de un proyecto de vivienda, y el mechas; uno no, porque con todas las ne-
primo le dijo que si quería nos daba un cesidades que se pasaban, yo trabajaba.
lote en una finca del gobierno. Entonces él
empezó hacer el trámite para meterse al lo- En ese tiempo mis hijas tenían trece y
te. Después me dijo que le ubicaron el lote catorce años. Yo descubría cosas, le falta-
cerca de Belén, en El Futuro, Vamos a tener ba el respeto a mi marido, y si él venía y
que irnos para hacer una casa y no vamos me encontraba bañada, me decía ¿qué vas
a tener que alquilar, y yo le decía está bien, a hacer? Un día estaba peinándome en el
y él me decía entonces nos vamos a ir a ese espejo y me decía, ¿qué, ya vas buscando
lote pero no vas a tener quién te defienda, tal cosa, zorra? Empezaron las etapas más
y me decía, voy hacer una rancha ahí y te duras y los vecinos oían los gritos, cuando
juro que te entierro. Y se me metieron las veíamos a la policía tocándonos la puerta y
ansias de pensar que necesitaba estar ahí eso no le gustaba a él y decía ¿quién llamó
para saber si voy a sobrevivir o no. a la policía?

Lo primero que construimos no fue una Discutíamos y nos agarrábamos porque yo


casa sino un rancho. Yo tenía que ayudarle no aguantaba que él me pegara. Y él se en-
a poner latas de zinc para dejar de alquilar contraba con esa mujer a cualquier hora de
en Salitral; trabajaba todas las tardes pa- día o de la noche y siempre me negó que
ra levantar esta casa, para ver si era cierto fuera la querida. Y cuando yo me enfrenté
que aquí me iba a enterrar... No sé si era con ella, la otra mujer me dijo que él le
amenaza de muerte o paja que hablaba. Era decía que nosotros nos habíamos conocido
341
en San José y que los tres hijos que yo tenía me los hago yo? Y ya a lo último él no que-
no eran de él, que no era casado conmigo, ría traer comida para que yo comiera, y les
y pienso que cometí un error de enfrentar- decía a mis hijos vamos a comer pollo y su
me con ella, pero ciertas cosas yo quería mamá que no coma nada para que se mue-
comprobar y ella me dijo: usted es una tal ra. Mis hijas a veces hacían comida y me
por cual, y yo le contesté: ¿sabe qué? Aga- decían mamá, venga a comer un bocadito,
rre a mis tres hijos, vaya al Registro y com- papi no ha venido... Y cuando me sentaba
pruebe si son de él; pero está bien, quédese yo a comer y venía el carro de él, mi hija
con él... María agarraba el plato y lo escondía deba-
jo de la cocina para que él no viera que yo
Siempre andábamos dándonos. Me acuer-
estaba comiendo aquí.
do de que había una zanja al frente, y yo
estaba con una pala sacando la pudrición Les decía a mis chiquitas que quería que
de la zanja, y algo me dijo y yo alcé la pala yo me muriera, y una vez que me pegó, me
y se la tiré y lo corté, porque él siempre dice mi hija, mami ¿te alisto una ropa y
llegaba a donde yo estaba, buscando cómo te vas para donde abuelita? Y yo les decía,
ofenderme y provocándome. ¿pero cómo las voy a dejar solas? Sí, mami,
nosotras nos quedamos con papi. Mi hija
En ese tiempo él andaba buscando cómo
sacaba las cosas de la casa para venderlas. me metió un poco de ropa pero yo no tenía
Ese fue otro problema que tuvimos. Una plata, entonces me fui para donde un veci-
vez trajo a un muchacho, y me dicen las no y le dije présteme plata para irme donde
chiquillas mami, vino papi y se paseó aquí mi mamá; yo allá le pido plata a mis her-
al frente de la refrigeradora y le dijo al mu- manos y cuando venga le pago, y me dice
chacho que esa era la refrigeradora que él está bien, yo le presto la plata. Y me fui.
iba a vender. Y les digo ¿eso le dijo? Por- Cuando vine me encontré con la sorpresa
que él sacó el televisor en el tiempo que yo de que me había puesto una demanda de
trabajaba, y fue hasta la Corte a ponerme divorcio, separación de cuerpo, abandono
la demanda de que yo me había robado el de hogar... Habían venido dos policías a
televisor, y las chiquillas dicen que fue él
inspeccionar que yo me había llevado todas
quien se lo llevó, y hubo personas que lo
mis pertenencias. Cuando vine él estaba
vieron a él llevándose el televisor, pero en
ahí cuidando a los chicos y me dice ¿qué,
ese tiempo nadie me decía le voy a servir
tal por cual, ya te aburriste de estar con el
de testigo, porque mi esposo decía que si
querido? Usted no puede entrar aquí. Está
alguien me servía de testigo le pasaba el ca-
bien, impídamelo; y tiré el bolsito que an-
rro por encima. Entonces la gente me decía
daba y nos vamos agarrando: él que tiraba
que no me podía servir de testigo porque él
para fuera y yo que me metía. Y me dijo
podía matar a cualquiera con el carro. In-
esto no puede seguir así, voy a ir a traer
cluso él ya andaba echándole el carro enci-
a la policía para que la saquen; está bien,
ma a la gente, y no se le dificultaba porque
vaya. Y llega la policía y me dicen: usted
parece que él pagaba un seguro o póliza del
no puede entrar a esta casa porque usted
carro y que podía matar a cualquiera...
abandonó el hogar y su marido dice que se
Después yo me rebelé mucho. Una vez que fue con otro hombre. Lo que haya dicho
él me pegó me fui para donde mi mamá y mi marido para mí sale sobrando, lo que yo
le digo mamita, ¿aún así usted quiere que espero es lo que digan mis hijas, porque es
yo siga casada? ¿O cree que estos moretes una mentira que yo me fui con un hombre,
342
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

y dice el policía: qué problema, no se pue- abogada me decía que mi marido tenía que
de sacar, hay que ver qué se hace... Tendrá tener plata, porque después de que salió el
que esperar, Joaquín, que todo eso camine fallo del divorcio y le dijeron que me tenía
y sea la ley quien la saque, porque ella viene que dejar aquí quedita en la casa (porque
a reclamar a sus hijos, su casa, y mientras él peleaba la mitad de este lote), tuvimos
no haya un divorcio que establezca todo lo una audiencia con los magistrados, porque
que se tiene que hacer... Después me dice como el divorcio falló un poco a favor mío,
él, qué cara de barro venir a hacer de buena hasta los magistrados tenían que darle un
mamá si ya el divorcio está en camino. Está visto bueno al divorcio.
bien, le digo yo, dejemos que llegue el di-
vorcio para ver qué se hace, pero yo de aquí La Corte buscó un perito; después el mu-
no me voy a ir. chacho que llevaba lo mío en la Corte me
dijo, Mauren, le sacamos a su ex esposo el
Mi mamá me criticaba porque yo evitaba doble de lo que él había ofrecido, ¿qué le
los hijos, porque iba divorciarme, y yo le parece? Y le digo yo, bueno, la verdad que
decía, mamá, ¿pero cómo quiere usted que lo que quiero yo es cerrar esto con broche
yo esté casada si él no quiere estar conmi- de oro, porque siento que no puedo seguir
go, y yo entiendo que cuando le llega el más en esto, la abogada también está can-
divorcio, quiera usted o no va a quedar di- sada y harta... Lo que se pudo hacer, ya se
vorciado; entonces a mí eso me va suceder, hizo. Y me dice él, según lo que usted me
porque ya me dijo él que me va a poner el diga vemos a ver cómo le notificamos a él
divorcio. ¡Cómo sufrió mi mamá! Aparte y decimos que usted aceptó el fallo que sa-
de todo lo que le oculté, un día me atreví lió, y si no seguimos el pleito a ver qué se
a llegarle golpeada, y yo le decía vea ma- puede sacar o qué no... Pero me decía yo,
má... ¡Y usted todavía me dice que no me ¿para qué quiero más si me quedé con mis
divorcie! Y le decía que queriéndolo o no, hijos, con el lote, porque ya a lo último que
el divorcio era un hecho, porque me decía adquirimos las escrituras de este lote, vino
la abogada, ya él lo puso y vos tenés que una abogada y tuve la gran suerte de que
ponerlo también. me mandó al registro a sacar un papel para
hacerme las escrituras de aquí, y por suerte
De mis hermanos soy la única divorciada.
salí ya divorciada... Cuando fui a buscar el
¿Cómo no me iba a divorciar si yo le puse
papel decía que yo era divorciada, enton-
a él las cartas sobre la mesa? Le dije, váya-
ces me dijo la abogada, pues Mauren, te
se, viva su vida tranquilo y déjeme vivir mi
felicito porque creo que a pesar de lo que
vida... No nos divorciemos. Allá, cuando
vos contás de tu enredo con el divorcio, ya
usted crea que no le fue bien en la vida,
salís divorciada, es decir que te puedo sacar
conversamos. Pero él me dijo, no, yo no
las escrituras solo a nombre tuyo. Siempre
quiero estar casado, yo le voy a poner el
tuve temor porque él siempre decía que la
divorcio. Y yo le dije si me va a poner el
mitad de este lote era de él, porque a él lo
divorcio, póngamelo... Y como le digo yo a
estaban haciendo compartir la finca con-
mi mamá, si yo no hubiera evitado los hi-
migo, pero a lo último salió el fallo a favor
jos, ¿cuántos hijos no tuviera? ¡Cuánto he
tenido que sufrir yo por mis tres hijos! mío porque era divorciada. Y ese mismo
muchacho, el familiar de él que nos ayudó
Además de la abogada había otro mucha- a conseguir este lote -él tiene muy buena
cho que nos ayudaba en la Corte, pero amistad conmigo-, un día me lo encontré
todos estábamos al borde de la locura. La en la calle y me dijo Mauren, sabés que tu
343
ex-esposo anduvo mucho tiempo detrás de me dio sacarme una foto, porque nadie me
mí para ver si lo ayudaba a que te echaran reconocería.
de ahí donde estás viviendo, pero yo lo bajé
rápido de la nube, porque le dije ¿cómo se Un día de estos la mayor andaba buscan-
le ocurre sacarla? Si ella tiene tres hijos tu- do unos papeles y encontró unas boletas
yos, las leyes van a favorecerla a ella, dejate de pago, y me dice mami solo Dios nos
de varas, ese lote nunca te va a quedar a acompañó a nosotros para sobrevivir con
vos, así que mejor olvidate de eso... Y yo su salario... Estudiaba ella en el colegio vo-
digo que definitivamente fue Dios el que cacional, la otra estudiaba en la escuela, y
me ayudó en todo. uno ve que sobrevivimos porque Dios es
grande. Yo creo que mi hija gana hoy dos
El asunto de este lote y de la finca de Gua- o tres tantos del salario que yo me ganaba
nacaste tardó mucho en resolverse, porque cuando iba a trabajar.
había que ver qué se hacía, porque él es-
taba dispuesto a dar nada más tanto de la Supuestamente él es muy católico, inclu-
finca, y él ofreciéndole no sé qué cosas a su so a estas alturas. Como mi hijo taxea en
abogado para que hiciera lo que pudiera, la noche, él le dice que esté a tal hora con
porque él veía que ya las cosas no iban tan a el carro, porque él tiene que ir a misa. Y
favor de él como creía. Como sentía que no le digo yo a mi hijo ¡oh personas que hay,
íbamos a lograr nada de la parcela, les dije siempre ridículas, verdad! Y me dice ¿por
a mis hijas, si algún día logramos algo de qué me dice eso? y un día le digo, la verdad
lo de Guanacaste les voy a hacer una casita que cuando uno ha pasado por este enredo
mejor que la que tenemos... como que todo el mundo te señala, estás
divorciada. Muchas amistades me pregun-
De la parcela de Cañas no me dio la mitad. tan por qué no voy a misa y yo les digo, es
A mí me decían, Mauren, ¿por qué usted que uno es tan malagradecido con Dios...
es tan tonta, si la finca vale no sé cuánto...? Mucha gente conoció mi problema y me
Y le digo yo, la verdad estoy contenta con dicen que aunque esté divorciada si me na-
lo que quedé, porque para mí, yo sentía ce puedo ir a la iglesia, pero la mayoría de
que iba a quedar con las manos en la ca- familiares de él me señalan. Entonces me-
beza, sin hijos ni dónde vivir... Y cuando jor me quedo quedita en mi casa, nadie me
nos dieron la plata les dije que íbamos a critica, y yo siento que Dios sabe la cuen-
comprar materiales. Entonces se hizo esta ta que le tiene a uno en asunto de lo que
casa y quedó un poquillo de plata que ten- uno ha vivido. Mientras haya un Dios que
go guardada. lo cuida y uno esté tranquilito en la casa
sin hacer daño a nadie, y si le solicitan una
En el tiempo que él me dio pensión -no sé ayuda para alguien, pues uno la hace. Uno
cuántos años fueron-, me daba un aguinal- fue casado y no quiso seguir aguantando,
do de quince mil pesos. Yo prefería buscar y yo pienso que Dios sí tiene que pedirle
plata por otro lado antes que venir a firmar sus cuentas.
órdenes de captura que no sirven para na-
da. Me decía un muchacho que me daba los Mi hijo se fue con el papá desde que tenía
cheques: tranquila, será que no tiene plata, diez años. Aparte de que fuimos al PANI,
tal vez después te deposita más..., pero a la yo ya estaba muy cansada y le decía a la
otra no aparecía nada. Como digo yo, por trabajadora social del Patronato, la verdad
obra de Dios sobrevivimos, a mí los huesos no voy a presionar más al chico... En este
se me veían salidos en aquel tiempo, no se proceso, lo que él decida lo vamos a respe-
344
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

tar, lo que le voy a pedir yo a Dios es que se Omar está buscando una beca en la uni-
acuerde de que tiene mamá. versidad, y me preguntó el número de su
cédula y me preguntó si usted se lo daría,
Sufría día y noche por eso, porque mi hi- porque para ayudarle le piden el número
jo se había ido con el papá, pero mi hijo de cédula suyo...
me decía mami, yo ya estoy cansado de ver
que él te pega. La meta de él era llevarse Entonces le dije, y por qué no le dijo que
a los dos menores para quitarse la cochina viniera aquí a la casa; y me dice es que él
pensión que le habían puesto. Él decía: me tiene miedo, dijo que si se lo daba, se lo
llevo a los dos menores. A la mayor la des- mandara conmigo, y le digo yo, bueno...
conoció como hija. Esperemos que sea para esa ayuda, que no
sea para otra cosa el número de mi cédula...
La abogada me decía, tranquila -porque Y me dice ella, no, yo no creo... Y en una
ella me acompañó al Patronato-. Yo le de- que va y otra que viene, ya empezó a venir
cía, lo que nos digan en el Patronato lo va- a visitarme, y ahora viene en la mañana, a
mos a respetar; si el chico quiere estar con medio día, en la noche... Y yo a veces me
el papá, que se vaya, que Dios me ayude a pregunto qué será, porque como me aban-
mí... Y me decían en el Patronato, diay el donó tanto y a veces me dice que me quiere
papá lo manipula hasta los dieciséis años, y mucho y pelea mucho con la menor.
llegará el momento en que tal vez él cam-
bie de opinión. Casada duré como quince años; ahora ten-
go cuarenta y uno. Fue hasta ahora que
Hubo varios enredos en las escuelas. In- empecé a medio ir a la escuela y a medio
cluso varias veces fui a Cañas a verlo en querer aprender, porque cuando me su-
el colegio. Apenas yo lo reconocía y él me cedió todo este enredo yo no sabía, y me
veía, él salía corriendo para donde mí, sa- costó mucho. Fue muy difícil para mí, por-
lía a buscarme. Nunca huía; en donde me que tenía que buscar amigas que me acom-
veía, él siempre me saludaba. Y ahí estuvi- pañaran a la Corte, y a veces me pasaban
mos siempre, porque aunque él estuvo sin cosas que yo decía, qué hago...
llamarme ni verme, yo siempre lo buscaba,
y a lo último me dice mi hija mayor, ay Mis papás hace como doce años viven en el
mamá, dejate de mortificar la vida, ya ese Valle de la Estrella. Toda la cepa se trasladó
mocoso está grande, y si no viene es porque al Valle, cerca de las bananeras... Aquí en
no le da gana; deje de estar buscándolo. San José solo vivimos dos hermanas. Los
otros viven allá, más cerca de mis papás.
Hace poco nos dimos cuenta de que él es- Un hermano de los más jóvenes ha ahorra-
taba por aquí. Y la mayor, que era la que do y anduvo comprando tierras ahí. Él les
más lo buscaba, la que más se enfrentaba dio un terrenito para que se hicieran una
a la familia del tata (porque la menor no casita. Hace poquito estuve allá; estuvimos
se enfrenta a la familia porque para ella no haciendo una casita, porque mi mamá vi-
existe), y yo le digo lo que pasó entre noso- vía más arriba, en un lugar que había que
tros ya pasó... Ya nosotras vivimos tranqui- caminar como hora y media, dos horas, y
las, ¿por qué le guarda rencor a la familia mi mamá es diabética. Una vez se me en-
da su papá? Y la mayor empezó a buscar fermó mucho y casi se me muere, porque
al muchacho, a conversar, a dialogar para no había quién la sacara. Entonces yo le di-
acá y allá. Y un día viene y me dice mi hija, je, mamita, usted no puede vivir aquí; de-
mami le mandan a pedir un favor, es que finitivamente tiene que irse para un lugar
345
donde esté más céntrica, donde si le agarra diabética; tengo que comprarle algodón, al-
algo o se cae, alguien la vea... Ellos viven cohol, las jeringas, porque no quieren darle
solos en la casa, entonces definitivamente las jeringas en el EBAIS donde a ella le dan
hay que ver cómo se le hace un ranchito la insulina. Hace poco estaba hablando con
allá donde estén más cerca de los hijos. mi patrona y me dijo que eso no puede ser,
porque al diabético tienen que darle jerin-
Todo el mundo dice que yo soy el hombre, gas porque si le dan insulina y no le dan
porque a mí todo el tiempo me encantó jeringas cómo se la va inyectar, eso quiere
andar detrás de mi papá. Incluso ahora voy decir que lo están dejando a medias.
al Valle la Estrella, y mi papá me dice ¿que-
rés ir a tal lado? Vieras que hay un poco de Mis papás no saben leer. Yo les digo que yo
leña que picar. Me ensillo el caballo y te vas casi no sé leer, pero que yo pregunto. ¿Por
a caballo o me voy yo a caballo, no, váyase qué no preguntan?, les digo yo. Porque me
usted en caballo porque es usted a quien da vergüenza, me dice él. Es cierto. Uno a
le prohíben caminar... Yo veo que les hace veces siente que le da vergüenza, y yo los
falta plata y que viven necesidades. Yo sé comprendo, porque da pena preguntar y
que hago falta en los dos lados, pero a veces preguntar... A veces hay personas que le di-
no puedo estar en los dos lados, necesito cen ¿no sabe leer?
irme porque la mayoría de mis hermanos Cuando no trabajo mucho, me voy un
tienen sus esposas y sus familias, y se han tiempo para donde ellos, para ayudarlos a
vuelto muy quitones, muy resbalosos para hacer sus vueltas. Ahora estamos con ganas
ver cómo ayudan a mi mamá, y yo les digo de ver si le conseguimos una pensioncita,
a ellos que porqué son así, si yo más bien porque él está padeciendo mucho del co-
deseara tener montones para darles. Hace razón y le prohibieron rotundamente sem-
poquito les estaba diciendo: chiquillos, brar. Tiene que estar, como dicen, “como
pónganse la mano en la conciencia, porque chiquito lindo”: al baño bien cuidadito y
si no les voy a pegar una pensión para mi bien chineado, porque ya le dijo el doctor,
papá y mi mamá... Y entonces ellos dicen le hace malo mojarse, serenarse, agitarse;
¿cómo? ¿Existen? Sí, ustedes no están en todo lo que se llama rutinas de trabajo.
nada; sí existe una pensión para mi papá...
¿Pero aunque uno tenga esposa? Aunque Otras veces quiero como traérmelos por
tenga esposa, así que pónganse la mano y unos ocho o quince días, para que ellos se
vean a ver cómo ayudan a ellos que ahora me vayan haciendo un poquito a este am-
están muy enfermos... Aunque sean cinco, biente, a ver si me los arranco algún día.
mil, diez mil pesos por mes... Nada más Les digo a mis hijas que algún día ellos tie-
les digo, porque si no los voy a tallar… Y nen que dar el brazo a torcer y decir bueno,
yo le decía a mi mamá, mamá ¿qué dice nos vamos a ir con Mauren, porque bueno,
usted con este enredo que ellos no quie- es la que más nos ayuda. Porque mi casita
ren dar a la buena? ¿Qué dice usted si se es bastante grande, el lote está hecho todo,
tallan? Porque la verdad yo sé que ustedes mi casa con cuatro cuartos, dos salas, es
necesitan mucho, aquí donde están nece- bastante grandecita. Pero es difícil porque
sitan mucho... Ay, no, hija, no te metás en ellos están tan acostumbrados... Aunque
problemas con tus hermanos... no tengamos qué comer, dicen, es mejor
estar en el monte, porque aquí uno se sien-
Pero si ellos no se ponen la mano en la con- te como un pájaro enjaulado… Diay, papi-
ciencia, qué vamos a hacer. Mi mamá es to, pero es que así tenemos que vivir aquí,
346
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

así le digo yo, aquí no se puede vivir de otra bajo como usted. Le dije que estaba bien y
manera, aquí uno tiene que vivir así ence- que tenía que pedirle a Dios que mis papi-
rrado con candado. Y él dice: es que me tos no se enfermen, porque si se enferman
da miedo cuando veo esos candados, me se me mete la nostalgia y me pierdo; y me
parece que se va a venir un temblor y uno dice: no, yo le doy permiso para que vaya
no puede salir, me dice. Me siento como si más de quince días, pero yo quiero que me
estoy en la cárcel, y yo digo, pobrecito, sí, siga trabajando.
se debe sentir feo para ellos.
Lizeth, mi hija mayor, ahora está trabajan-
La señora con la que ahora trabajo es en- do en Recursos Humanos en el Hotel San
fermera. Ella me dice que esa enfermedad José. Está muy contenta ahí, porque puede
con la que vive mi mamá la hace más chi- seguir estudiando. El novio y ella estudian
chosa, hay que saberla comprender mucho, y trabajan. Desde que entró al vocacional
me dice, y también me dice que es mejor ella ya tenía novio. Pensé que me iba a de-
que esté en el campo, que si le agarró una jar el estudio botado, pero no: se graduó
chicha ella se fue por allá, se despeja un po- del vocacional y ahí está con el novio. Yo
co la mente, se va a la orilla del río... En no sé cómo esta güila, con diecinueve,
cambio aquí es más difícil; me dice, mejor, veinte años, dice que el matrimonio no na-
si usted quiere estar viajando, mandándole ció para ella. Uno se queda asustado, por-
plata, y ella quiere estar allá, pues allá está que uno en cambio rapidito quería estarse
mejor... casando, le fuera bien o le fuera mal, pero
ella dice que quiere seguir estudiando, y le
Tengo casi como cinco años de trabajar falta poquito para sacar secretaría bilingüe.
con esa gente. He negociado mucho con Parece que la jefa le está diciendo que des-
la señora, porque yo tengo que correr para pués de sacar eso saque Administración de
donde mis papás, porque ahora están tan Empresas, y por ahí va siguiendo el asunto.
enfermitos, y me dice a patrona, tranquila, Omar, el muchacho, quiere estudiar Filo-
Mauren, se toma ocho o quince días para logía y lenguas, y a María le faltan cuatro
ir donde sus papás y yo aquí me las arre- materias para terminar bachillerato, y este
glo como pueda, pero yo no voy a buscar mes que viene empieza en la Boston.
otra empleada. La gente me dice que esa
señora ya se adaptó tanto a mí como yo a Siempre me da en pensar un poquito
ella. Incluso para el Día de las Madres me adónde voy a morirme, porque veo que mi
fui casi un mes para Valle de la Estrella; en mamá, a pesar de que ha pasado tristezas y
dos platos, le puse la renuncia. Y la señora pobrezas, si se muere no puede decir que
me dice: yo tengo la esperanza de que usted donde vive se lo dio el marido, porque lo
vuelva, porque yo le dije que me iba a vivir único que le dio él fueron los hijos. Ella no
allá y después volví, pero sin decirle nada... se queja de los hijos, porque es una de esas
Pero como la bandida está tan cerca de mí personas aferrada de que tiene que tener
se dio cuenta de que andaba por aquí, y los hijos que Dios le da, sin importar cómo
cuando oigo que me llama y me dice ay, le vaya con el marido, y que uno no tiene
Mauren, ya me di cuenta de que estás aquí, que trabajar sino estar en la casa, pendiente
y le digo pero ya me voy otra vez porque del marido, chineando. A veces vacilo a mi
quiero estar con mis papás. Y me dice: yo mamá y le digo: ahora viene Dios a pedir-
quiero que me trabaje, porque he traído nos cuentas y usted no puede decir, mirá,
varias personas pero nadie me hace el tra- este terrenito me lo dio mi esposo…
347
Historia de vida

Rafael
Uno se escapaba de la casa por rebeldía, cuando tenían dieciocho años a diez años
obstinado, pero ahora uno ve que hay una de cárcel. Los que han salido ya hicieron
cadena: madres tal vez de catorce, de quin- grupitos, no en San José, porque hay mu-
ce años, que llegan a los veinticinco y ya cha vigilancia, pero casi todos se van a los
tienen un hijo de diez. Empiezan a tener barrios. Ahí se ponen a vender drogas y les
hijos desde los doce, los trece años; después va bien, más bien incitan a los otros mu-
los carajillos andan vendiendo flores detrás chachos a la violencia. Ellos ya tienen la
de ella y se hace una cadena. De los caraji- escuela de la calle y de la cárcel, y solo eso
llos que venden rosas, que venden chicles o lo hace a usted un maestro... En Los Gui-
piden, el 75% termina en la calle, terminan do tengo amigos que venden drogas y los
robando, terminan prostituyéndose... Mu- carajillos los admiran porque son sociables
chas personas ven a esos chiquitos vendien- entre ellos, porque comprenden que si te
do rosas, chicles y la indiferencia es total. Si echaron de la casa, “Diay, mae, véngase a
los explotan sexualmente, nadie responde dormir aquí...” Nosotros sí teníamos eso:
por ellos: de por sí son carajillos de la calle. éramos muy unidos.
Para mí que eso fue lo que pasó con las ma-
ras. Ellos nunca les prestaron la atención En Pavas tengo compas que tienen sus
que debieron y ahora están pagando un amistades, sus grupos de carajillos que em-
precio muy alto por la indiferencia social. piezan a llegar a las calles y caen en manos
Entonces, algún día, van a tener que pagar de ellos. Es una manera como usted le en-
el precio por esa indiferencia. Eso es lo que seña a otros. La prostitución, los robos, las
pasó en Honduras, El Salvador y Guate- drogas, la delincuencia: todo eso se da en
mala y hasta en Nicaragua. los barrios; se ve como gran cosa que al-
guien sea narco -“qué mae más tuanis”-; to-
Tengo muchos amigos que vienen salien- do el mundo lo admira, todo el mundo en
do ahorita de la cárcel: los sentenciaron el barrio lo cuida, nadie vio nada, porque

348
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

compran a las personas. Hay que dejarse de lo va a hacer una persona común y corrien-
varas: que la nena que me gusta, que la tar- te? Es una cadena.
de juvenil, que las tenis de marca... Enton-
ces un narco te dice: “pasame tantos puros Entonces sí hay más delincuencia que an-
de marihuana a tal lado o tantas piedras, o tes, y va a haber mucha más. Armas hay en
guárdeme esto...” Te ganás una buena pal- todo lado: los policías mismos -que saben
tilla sin hacer nada, sin joderte. Para mí fue quiénes son los que venden- tapan la situa-
un error que quitaran el permiso de trabajo ción y más bien se dejan las armas. No to-
para menores, porque si usted no quiere dos, obviamente, pero eso se da mucho. Es
estudiar, usted no estudia... Entonces hay algo fatal. Usted va a las cárceles y se queda
mucho carajillo que tal vez quiere trabajar, admirado de ver carajillos de dieciocho,
pero no lo hacen porque no tienen el per- diecinueve, veinte años con sentencias de
miso del Patronato. treinta o cuarenta años, tal vez porque ma-
taron a un chavalo por un celular o por una
La desintegración familiar es muy grande. cochinada.
En la casa no tengo un papá que admirar,
porque es un hijueputa borracho, un agre- Ahora veo hijos de mis amigos que ocupan
sor malparido. ¿Y qué le voy a admirar a mi el lugar de ellos. En la calle, los hijos hacen
mamá si nunca está en la casa, está traba- lo mismo que hacían ellos. Amistades que
jando y cuando está solo pelea con mi tata, se juntan y tienen ese montón de chiqui-
solo me trata mal? Entonces ¿qué tengo tos... La mayoría se van a vivir a barrios,
yo que admirar? Nada. Entonces busco un a ranchos, a tugurios... Amistades que se
héroe en las personas de la calle, y es cuan- drogan con los hijos a la par, y después los
do se dan los grupitos, las barritas... Hay hijos se drogan con ellos. Es un círculo vi-
muchas muchachas que tal vez trabajan cioso, ese es el miedo mío. Ahora tengo fa-
duro y no tiene chance de estar en la casa. milia y no quiero que ellos pasen lo que yo
De pronto les abusan a un hijo. Si el Patro- pasé. Soy un buen padre porque no dejé a
nato se da cuenta de eso, actúa porque ella mis hijos botados, les di de comer.
no está en la casa, no atiende a los hijos (tal
Tuve una amiga a la que quise mucho, la
vez a los hijos los está cuidando el hermano
quise demasiado. Ella fue una persona muy
mayor, también menor de edad). Pero no
especial... Me dijo que éramos como herma-
ven el esfuerzo que hace ella, que ella no
nitos, yo siempre la respeté y ella me respetó;
se puede mantener sola, y el gobierno tam-
poco hace nada por apoyarla. Entonces nunca tuvimos relaciones sexuales. Salíamos
muchas madres prefieren quedarse calla- a robar. La mataron hace como cinco años.
das, porque les da miedo que el Patronato La última vez que hablamos le dije que es-
empiece a meterse, corren el riesgo de que taba bonita, ella me dijo que quería salir
les quiten a los hijos. de esto: “No quiero nada con esto, ya estoy
cansada; tengo problemas con el licor...” Te-
La violencia se transmite en todo: desde nía unos bebés y me dijo que su mamá la
la televisión hasta la radio. ¿Cómo es po- había ayudado mucho. Se había juntado
sible que usted vea en la televisión a una con un narco y como ella lo dejó, el narco la
niña que tal vez no tiene ni cuerpo, toda mató de dos balazos. Eso fue algo que a mí
pintada como una mujer, incitando? Los me marcó mucho la vida. En esto hay per-
padres del país, los presidentes también sonas que quieren salir, pero se les hace un
robaron. ¿Y si ellos lo hacen, por qué no círculo, una rutina que es difícil romper...
349
Después de que mataron a esa amiga han En estos cuatro años he tenido mis recaí-
matado a otras amistades. Uno se va ha- das, incluso me he metido en problemas
ciendo conciente, llega a tener un poco de con la policía, pero no me han agarrado.
conciencia, pero es difícil asimilarlo. De no consumir droga tengo un año, y de
no robar como medio año. Y así, honesta-
Hace cuatro años salí de la cárcel la última mente lo digo, porque es la verdad. Eso no
vez. Te parás en la esquina de la prisión y quiere decir que uno sea una mala perso-
te decís: ¿qué hago? ¿Para dónde agarro? na. La necesidad lo lleva a uno a muchas
¿Quién me está esperando afuera? Te venís cosas.
para San José y buscás a tus amigotes y ellos
te reciben y te invitan a tomar. Vos perte- Cuando me he quedado sin trabajo y me
necés ahí, sos parte de un grupo. Entonces he quedado sin opciones, he tenido que
caés en la misma rutina. Tengo amistades buscar a mi gente y robar... Tengo familia
que han salido y no quieren eso, pero no y empiezo a buscar, pero nada me sale. Y
tienen casa dónde llegar a dormir, no tie- ya empiezo a llegar por aquel lado, y por
nen dónde estar, tienen que buscar traba- último terminé robando otra vez con ellos,
jo. Están marcados por la sociedad. porque tenía una obligación, tenía hijos.
Más de una persona me dijo que ya había
A veces usted se topa con un policía que caído otra vez. Pero después me puse otra
lo conoce y de una vez te pregunta: “¿Qué vez a trabajar. ¿A quién voy a comentar-
andás ahí, qué llevás?” Son cosas que cues- le que tuve que robar para llevar a la casa
tan mucho, que a uno lo provocan. Yo no porque no encuentro un trabajo, no tengo
niego que he pasado momentos en los que para los pases, se le cierran a uno las puer-
quiero botar todo y tirarme otra vez a la tas? ¿Y cómo voy a decirle a mis compas, a
calle. La verdad es que en la parte emocio- mi gente de la calle, que estoy trabajando
nal uno queda muy desequilibrado, uno se o estudiando?
vuelve desconfiado hacia todo, se vuelve
agresivo. Una vez un amigo mío me dijo: “¿Sabe
qué, mae? Aquí en esto hay dos opciones:
Lo difícil no es tanto salir de la calle, salir hacerse un buen ladrón o buen narcotrafi-
de las drogas; el problema es adaptarse al cante, porque de esto no se sale. Nosotros
sistema, un sistema que supuestamente tie- no tenemos futuro”. En la calle uno apren-
ne muchas cosas para rehabilitarlo a uno, de que para superarse, para tener su carro,
pero uno ya se acostumbró a hablar de ro- sus cosas, tiene que ser narcotraficante, tie-
bo, de homicidios, de cosas malas... Al fin ne que hacerse prostituto, tiene que ser un
y al cabo, usted no sabe ya ni qué es bueno buen ladrón, porque no hay opciones.
ni qué es malo... Para uno es difícil decir:
pobrecita esa persona que asaltaron o ma- Uno aprendió en la calle a ser explosivo,
taron... A veces me he quedado hasta tarde violento, y a no sentirse culpable -ellos se
de la noche en San José y comparto con mis lo buscaron-; actúa como por instinto, no
amistades. Y por dentro me digo: pobreci- por razonamiento... Entonces, cuando te
llo, asaltaron a ese mae... Pero adentro mi dicen que a tu familia le pasó algo, que-
otra personalidad sale: está bien, el hombre rés conseguirte un arma y reaccionar. ¡Qué
se puso... ¡Salado...! En uno como que no difícil sentarse a pensar que eso va a perju-
existe ese sentido de culpa o de considerar dicar a mi familia! Si yo le cuento esto a mi
a las otras personas, porque uno lleva ese gente me dicen: “Idiay, vamos y baleamos
resentimiento hacia toda la sociedad. a esos hijueputas o los quebramos...” “Y a
350
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

usted ¿cómo se le ocurre aguantar una vara vida es superarme todo lo que pueda, pero
a así?” Y en el ambiente de acá me dicen uno queda marcado, y marcado para toda
que me tranquilice. Uno tiene una vida la vida... Solo el tiempo se va a encargar de
muy falsa en los dos lados. Si alguien va a borrar eso.
salir conmigo, siempre espera que me jale
una torta, y si ando con mi gente no es que Ahora estoy viviendo otra vez en Desam-
juegue de árbitro, pero evito los problemas. parados. En el barrio todo el mundo se me
queda viendo, uno sabe cómo está la si-
Como persona uno se tiene que reservar
tuación. ¿Qué círculo de amigos va a tener
bastante. Entonces son dos personalidades
uno? Yo he estado en una clase estudiando,
en una, es una lucha interna que uno no
arrinconado en una esquina, y todos los
puede expresar ni aquí ni allá lo que siente.
demás al otro lado, como si uno fuera un
Nadie me da solución y tengo que agarrar
espécimen. Y qué feo darse cuenta de que
de aquí y aquí y hacer una balanza. Son
los demás se ponen de acuerdo para ir a to-
cosas con las que usted tiene que luchar
marse unas cervezas, pero no le dicen a uno
diariamente, las veinticuatro horas.
porque piensan que uno se va a montar y se
Ahora que dejé las drogas es cuando me va a ir a consumir drogas.
agarran momentos de cólera, me cuesta
A mí me fascina la lectura, fue algo que tuve
controlarme. El otro día me estuvieron
para encerrarme. Y ahora estoy retomando
vacilando porque estaba tomando una
los estudios. Un día de estos le decía a un
cerveza y a uno lo ven bien y de pronto se
profesor, “profe quisiera hacer un método
altera: ¡qué varas de loco! Cuando me dan de estudio”. Uno es como ido, tiene ansie-
esos ataques de ansias por la droga, tengo dades de drogas. Así es difícil concentrarse,
que ocultarlo muy adentro, porque en la porque su mente está como partida en mil
sociedad o entre los compañeros de trabajo pedazos. A esta edad yo hubiera querido
no puedo decirlo. La gente a veces me dice tener ya una profesión, un oficio. A uno le
“Mae, ¿qué le pasa? ¿Por qué tan hiperac- da miedo, se siente muy viejo... Yo pasé la
tivo? Usted no se queda quedito...” ¿Pero mayor parte de mi vida en un reformato-
cómo voy a decir eso ante amistades mías, rio, en cárceles de mayores... ¿Cómo puedo
gente que me está ayudando a trabajar? decir que viví una juventud como otros
muchachos? Una vez un amigo mío me
Uno tiene que andar siempre a la defensi-
dijo -nunca se me olvida-: “Me hice una
va, como dando explicaciones. Si a otro
cuadrillita, ahí ando robando en tiendas.
lo ven sentado en la línea del tren, todo
¿Y usted qué?” “Diay, yo estudiando...”
sucio, dicen que es porque estaba traba-
“¡N´hombré, mae... ¿No ve que nosotros
jando, pero si me ven a mí dicen que me
nunca servimos para eso? Nosotros para
monté y ando fumando piedra. Si una per-
estar bien tiene que ser robando o vendien-
sona se pega una juma y se para en una
do...” A veces pienso que sí, porque por lo
esquina a hacer tonto, al día siguiente le
mismo, por la discriminación social, usted
dicen que se pasó de tragos, pero si lo ven nunca va a dejar de ser lo que fue ni nunca
a uno tomado, dicen que ya anda otra vez a dejar de ser lo que hizo, siempre va a ser
en lo mismo... Una vez una señora me el ladrón, siempre va a ser el bicho malo,
dijo: “Qué bonito que está, lástima saber siempre vas a ser el asesino...
cuánto tiempo va a durar así, no le doy ni a
diciembre...” “Vamos a ver quién dura más Tengo dos amigos a los que transo mucho,
entre su hijo y yo” le digo. Mi sueño en la a los dos los quiero como los hermanos
351
mayores que nunca tuve. Pero me cues- A uno le da cólera ver la manipulación de
ta aceptar que me digan que haga algo o la sociedad, porque hay personas que tal
que me llamen la atención. Tal vez lo que vez le dan a uno un poquito y piensan que
me dicen son buenos consejos, pero me ya por eso tienen derecho a hacer con uno
cuesta comprenderlos, me cuesta abrirme lo que les da la gana. Si alguien me da a tra-
a las personas, porque yo primero pongo bajo sabiendo lo que fui, entonces se siente
una barrera. A veces ellos dicen que yo me con todo el derecho de explotarme o me lo
comporto como un carajillo. No puedo de- echa la en cara cada vez que puede: “Agra-
cir que tengo la personalidad de un chavalo dezca que le di la mano; agradezca porque
de mi edad. Es cierto, uno es inadaptado. yo sé lo que fuiste... Más bien la agarrás
Soy una persona muy indecisa, sentimen- toda... ¿Qué otra persona te hubiera da-
talmente soy cariñoso pero muy cortante do esta oportunidad?” Uno siempre tiene
también. Por desgracia me cuesta demos- que andar como pidiendo perdón. Es algo
trar mis sentimientos. A veces soy como difícil, del diario vivir. Hace poco tuve un
posesivo. Cuando quiero a una persona, la trabajo. El chavalo me pagaba como peón
quiero, pero con cualquier cosa siento que teniendo yo experiencia de albañil, y…
me están traicionando, entonces la hago a “agradézcame que le di trabajo”. Una vez se
un lado porque me da miedo que me hie- perdió una herramienta y... “vea que yo sé
ran otra vez, porque uno no cree que las quién es usted...”
personas lo quieran. Uno tiene un corazón
tan duro, indiferente... Le cuesta abrir el Ya soy un hombre, pero lo que pasó me
corazón porque uno espera que las perso- marcó para siempre. No es que fui cara-
nas lo lleguen a traicionar, que le den la jillo y eso me pasó y punto. Ese abuso eso
espalda o que lo dejen abandonado. algo que yo guardo con mucho miedo, algo
que no quiero que se dé cuenta nadie... Lo
Ahora que tengo familia, me cuesta tratar- guardé siempre muy adentro, porque mu-
la, me cuesta expresarme. A veces mis hijos chas veces pensé que en parte también fue
me dicen: papi, vamos a jugar allá... Y yo culpa de uno, que uno mismo se lo buscó.
no sé jugar bola, muchas cosas no sé ju- No hace mucho me topé a ese chavalo y
gar porque nunca las jugué... Nunca tuve se lo dije, porque obviamente él seguirá
tiempo para jugar, no sé jugar ni un trom- haciendo lo mismo con otros niños, y él
po, no sé nada de eso... Y tal vez los regaño me dijo: “¿Quién me puede comprobar a
mucho, y es cuando llega mi cuñado y se mí eso? Nadie.” Así me dijo. Eso ya quedó
los lleva, entonces es cuando a mí me dan atrás, pero sexualmente sí lo afecta a uno:
ciertos celos y me deprimo. Cuando me de pronto vos estás con una nena y te da
topo con amigos o amigas mías del viejo miedo que ella se dé cuenta de eso, porque
ámbito los abrazo y ellos me abrazan y me tal vez va a decir: “Puta, al rato este mae es
cuentan sus varas. La mayoría están corta- gay...” En la casa, cuando hay discusiones
dos por todo lado; si no los han apuñala- y me tratan de playo o algo así, siento que
do, los han baleado o andan demacrados saben algo, entonces me pongo a la defen-
por la droga. Hay otros que se han vuelto siva, es algo así como que uno está alerta:
narcos. Lo que a mí me ha costado es des- “¡Ya se dieron cuenta!” Son cosas que lo
tetarme de ellos. marcan a uno para toda la vida.

352
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

De la noche a la mañana a uno se le trun- pasar por la calle y otra cosa es haberla vivi-
can los sueños, y ver tanta violencia es algo do. Yo nunca fui de la calle, siempre quise
que le llega a marcar en el corazón. Y que estudiar, siempre quise superarme. No fui
usted deposite la confianza en una persona de la calle porque sino ahí estuviera toda-
que saca provecho de la situación, es algo vía, pero tuve que vivirla. A veces uno se
que le llega en lo profundo de la vida. Y siente ya muy viejo, entonces uno desea,
que en los hospicios de huérfanos se enca- como dicen, volver el tiempo atrás... Es
riñe con alguien pero esa persona no pueda algo tan difícil. He fracasado en muchas
encariñarse con usted porque están obliga- cosas, pero yo siempre sueño y tengo an-
dos a ser ajenas en la parte sentimental. helos. Ahora soy más claro que antes, pero
me ha costado mucho.
Muchas personas dicen que anduvieron
en la calle y que salieron, pero una cosa es Siempre he sido un soñador.

353
¿Tiene la inseguridad ciudadana consecuencias
para el desarrollo humano?

Las anteriores secciones de este informe han proporcionado numerosas muestras de las for-
mas en que la inseguridad ciudadana compromete el proceso de expansión de las libertades
y opciones de las personas. Basta recordar las diferentes modalidades de victimización y los
alarmantes niveles de temor analizados en capítulos previos, los cuales conforman el mate-
rial con el que se construyen diariamente vidas limitadas en el ejercicio de sus libertades.

La cuarta parte de este informe mostrará con mayor detalle las consecuencias que la inse-
guridad ciudadana tiene para el desarrollo humano en Costa Rica. Estas son tan variadas
como los factores asociados estudiados en la parte anterior y, a diferencia de estos, resultan
más concretas y aprehensibles. En algunos casos, se derivan de la victimización y en otros,
de la percepción de inseguridad; algunas veces afectan directamente a los individuos y en
otras, al tejido social del que estos se nutren para construir su proyecto de vida; finalmente,
en ocasiones comprometen las condiciones físicas y materiales disfrutadas por las personas,
y en otras simplemente modifican las actitudes individuales y colectivas con respecto a los
otros, las normas jurídicas y las instituciones políticas. Pero no cabe duda de que la discu-
sión sobre el desarrollo humano no puede llevarse a cabo con prescindencia de la discusión
sobre la inseguridad que afecta a las personas y a las comunidades, en múltiples formas. La
seguridad ciudadana es, en efecto, un componente central del desarrollo humano en Costa
Rica y América Latina.
Capítulo 8
Las consecuencias individuales y
colectivas de la inseguridad ciudadana

Más que ningún otro, este capítulo provee y el Estado costarricense, que sin ser en
una amplia exploración del vínculo empí- modo alguno insignificantes, no alcanzan
rico entre inseguridad ciudadana y desa- las magnitudes críticas que exhiben otros
rrollo humano. Si, como se advirtió en la países de la región.
primera parte del informe, existen múlti-
ples razones para suponer que esa relación Las consecuencias de la inseguridad ciuda-
existe y es cercana, tanto a escala individual dana para la salud y la economía de la so-
como colectiva, en las siguientes páginas la ciedad son una forma adecuada de ingresar
evidencia se encargará de sustentar más allá al análisis de un tema crucial en esta discu-
de toda duda esa presunción. sión: ¿en qué medida afecta la inseguridad
ciudadana el capital social? La respuesta,
El análisis procede desde muy distintas como se verá, es más compleja de lo que
perspectivas e involucra diferentes elemen- usualmente se presume, pues si bien la in-
tos del fenómeno, como la victimización y, seguridad coexiste con una pérdida gene-
sobre todo, la percepción de inseguridad. ralizada de confianza inter-personal parece
Se iniciará este estudio revisando cómo el corresponder, en cambio, con un resurgi-
temor compromete el ejercicio de algunas miento de las formas asociativas, en par-
libertades individuales básicas de los ha- ticular aquellas dirigidas al combate de la
bitantes de Costa Rica, como la de movi- delincuencia.
miento, la de disfrutar del patrimonio y
la de recrearse. Luego se analizarán otras El impacto social de la inseguridad no aca-
vertientes del problema que conjugan la ba ahí. También se revisará el efecto de la
afectación individual con la colectiva. Es inseguridad sobre la cultura democrática,
el caso de las consecuencias de la victimi- evidente no solo en la proliferación, en
zación para la salud pública y de los efec- un contexto de temor, de algunos valores
tos económicos de la inseguridad -tanto sociales disfuncionales para la democracia
objetiva como subjetiva- para las familias -como la intolerancia social y la disposición
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

de resolver conflictos por vías violentas-, Se iniciará, entonces, con una revisión so-
sino también en el nivel de apoyo que reci- bre cómo la inseguridad ciudadana afecta
ben las instituciones del Estado y la demo- el ejercicio de algunas libertades esenciales
cracia como sistema político. En el análisis para las personas.
de estas consecuencias políticas ocupa un
lugar destacado el tema de si el aumento A. La inseguridad ciudadana y el
de la inseguridad en el país -tanto objeti- ejercicio de las libertades indivi-
va como subjetiva- se ha traducido en una duales
reacción represiva y lesiva de las libertades
Por sus implicaciones directas para el de-
individuales por parte de las leyes y sus
sarrollo humano, reviste particular impor-
operadores. En el caso costarricense, ese
tancia determinar el impacto de la insegu-
análisis arroja una cierta tendencia al en-
ridad sobre el ejercicio de las libertades in-
durecimiento de la reacción institucional
dividuales. Si concebimos el primero como
frente a la delincuencia, pero dentro de un
el progresivo despliegue de la libertad para
marco comedido y razonable.
el desarrollo de las capacidades individuales
Por último, el capítulo incluye un intento en beneficio de la sociedad, la inhibición,
innovador por cuantificar el efecto de la in- retracción o renuncia al ejercicio de ciertas
seguridad ciudadana en la medición del de- libertades perjudica, en primera instancia y
sarrollo humano, utilizando los 81 cantones de manera evidente, el desarrollo humano
de las personas pero, en segundo término
del país como unidades de análisis. El pro-
y de manera no menos obvia, el desarrollo
cedimiento consta de dos etapas: en primer
social.
lugar, el cálculo del Índice de Desarrollo
Humano Cantonal (IDHC), que utiliza las
Sin embargo, el asunto no es sencillo desde
dimensiones habitualmente empleadas para
el punto de vista conceptual ni metodoló-
operacionalizar el concepto: acceso al cono- gico, y exige al menos algunas precisiones y
cimiento, longevidad y nivel económico de aclaraciones. Lo que interesa explorar aquí
las personas. En segundo lugar, se incluye el es el impacto inhibidor del temor, más que
Índice de Seguridad Ciudadana (ISC) como de la victimización, en la realización de al-
una cuarta dimensión en la medición del gunas conductas personales en las que se
desarrollo humano. Debe recordarse que, en manifiestan libertades individuales muy
ausencia de encuestas de opinión con mues- básicas. Hablando de inseguridad ciuda-
tras de gran tamaño, la victimización es la dana podría argumentarse que, salvo en
única vertiente del concepto de seguridad los casos de secuelas físicas o psicológicas
ciudadana susceptible de medición a escala permanentes de la violencia, el factor inhi-
cantonal en nuestro país. Los resultados de bidor de la conducta es siempre de orden
“corregir” el IDHC tomando en cuenta los subjetivo. Es decir, es el temor el que im-
niveles de seguridad son realmente notables. pide a las personas realizar ciertas activida-
La inclusión de los niveles de violencia y des- des, con independencia del fundamento o
pojo modifica sustancialmente la medición base real que lo sustente, sin importar que
del desarrollo humano y, casi con certeza, estas sean residentes del país o turistas ex-
la acerca a la calidad de vida y a las opor- tranjeros (Recuadro 8.1)
tunidades efectivamente disfrutadas por las
personas en un contexto determinado.

357
PNUD

Recuadro 8.1

Medidas de protección recomendadas a los turistas extranjeros


Durante el 2004 trascendieron, a través de diversos reportajes A modo de ejemplo, mientras entre enero y octubre de 2004
de la prensa escrita y televisiva, noticias acerca de los delitos únicamente 61 turistas estadounidenses se apersonaron a ins-
y abusos que experimentan los turistas extranjeros que visitan tancias judiciales para efectuar una denuncia, la embajada de
Costa Rica. La mayoría de estos reportajes coincidía en que Estados Unidos emitió para el período octubre 2003-septiem-
debía prestarse atención a esta problemática, ya que el turis- bre 2004 alrededor de 800 pasaportes. Una situación similar
mo internacional constituye una de las principales fuentes de ocurre con los turistas alemanes: 18 denuncias planteadas,
divisas del país. 200 pasaportes emitidos; en el caso de los Países Bajos, 25
denuncias pero más de 75 pasaportes de emergencia. Por en-
En octubre de 2004, el MSP solicitó al Sistema de Apoyo de de, existe suficiente evidencia para determinar que los turistas
Análisis Criminal del OIJ efectuar un procesamiento de datos son, de manera consistente, víctimas de delitos que no son
sobre estos delitos durante el período enero-octubre de ese reportados o registrados oficialmente.
año. A partir de esta información se determinó que, entre esas
fechas, 236 turistas habían sido victimizados en su estancia en Una de las instancias consulares que posee uno de los regis-
el país. Los turistas estadounidenses constituyeron el principal tros más completos en relación con la victimización que sufren
grupo de visitantes, así como el de quienes experimentaron sus nacionales en territorio costarricense es la Embajada de
una mayor victimización.1 Los datos sugieren que los turistas Estados Unidos de América. Para el período de octubre de
provenientes de América Latina (sin contar México) sufren, 2003 a septiembre de 2004, se registraron 858 ciudadanos
significativamente, menos delitos que los de origen europeo y norteamericanos que habían experimentado algún tipo de deli-
norteamericano. Si bien es cierto que los turistas de origen lati- to en el país. Algunas estimaciones permiten inferir que la tasa
noamericano representan el 24,7% del total, estos constituyen, de victimización de los estadounidense que visitaron el país
según la estadística judicial, únicamente el 1,3% de los turistas durante el 2004 fue de 4,45%, la cual se encuentra por debajo
victimizados y que han recurrido a las instancias correspon- de la tasa nacional.2 Del número total de delitos o supuestos
dientes. delitos registrados por la Embajada de Estados Unidos, el 61%
correspondía a pasaportes robados o sustraídos, el 26% a artí-
En relación con lo anterior, un aspecto que debe considerarse culos o enseres personales robados y el 10% a situaciones en
es el fenómeno de la falta de denuncia, el cual hace supo- las que vehículos rentados o propios fueron violentados (Grá-
ner que el número de turistas víctimas de algún delito es nota- fico 1). En ese sentido, resulta oportuno indicar que en el 94%
blemente superior al obtenido en la estadística judicial citada. de estos actos no medió violencia o alguna forma de agresión
Después de un sondeo efectuado con las embajadas de diver- física.
sos países de Europa y Norteamérica, pudo constatarse que el
número de pasaportes emitidos por las instancias consulares
por emergencia es consistentemente superior al número de Continúa en la página siguiente
delitos registrados en la oficialidad.

1
Sin embargo, llama la atención que si se efectúa una sumatoria de los turistas norteamericanos (EE.UU., Canadá y Méxi-
co) y los europeos (España, Alemania, Francia, Inglaterra y Holanda), los primeros constituyen el 30,9% de las víctimas,
mientras los segundos el 38,6%.

2
La estimación se efectuó mediante la división del número de turistas estadounidenses que sufrieron alguna forma de
victimización y que se apersonaron a la Embajada Americana para solicitar algún tipo de ayuda (858 en total) entre el
cociente de la estimación de estancia real de turistas estadounidenses para el mismo año (192.696). Dicho cociente se
calculó multiplicando la cantidad de turistas llegados a Costa Rica (por todos los puertos) (633.640 personas) por el
número de días de estancia promedio en el país de los turistas de este origen (11,1), y dividiendo el resultado de dicha
multiplicación entre 365 (es decir, los días con que cuenta un año). La estimación del cociente empleó datos suministra-
dos por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
358
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Gráfico 1

Principales actos delictivos a que se ven expuestos ciudadanos estadounidenses


en Costa Rica. De octubre 2003 a setiembre 2004
(en números relativos)

Fuente: Elaborado con datos proporcionados por la Embajada de Estados Unidos de América.

Por otra parte, en el Cuadro 1 se indican las zonas del país en el Cantón Central de San José y las playas del Pacífico Central.
las que ciudadanos estadounidenses fueron victimizados. Las La victimización experimentada por las y los ciudadanos estado-
playas del Pacífico Norte y ciudades de Guanacaste son las que unidenses se circunscribe más a las diversas zonas del Pacífico
han sido escenario de la mayor cantidad de delitos, seguidas por costarricense que al Caribe o a la Zona Norte.

Cuadro 1

Zonas del país en que los ciudadanos estadounidenses que se apersonaron


a la Embajada fueron victimizados. Octubre 2003 -septiembre 2004

Número de personas que han sido


Zonas del país
victimizadas
Playas Pacífico Norte- Ciudades de Guanacaste 215
Cantón Central de San José 188
Playas Pacífico Central 156
Gran Área Metropolitana (excepto Cantón Central de San José) 113
Buses en desplazamiento 75
Playas del Caribe- Ciudades de Limón 27
Playas Pacífico Sur- Zona de los Santos- Zona Sur 25
Zona turística norte (La Fortuna, Ciudad Quesada, etc.) 23
Parques nacionales y reservas biológicas (excepto playas) 5
Otros 17
Desconocido, no reportado, locación no identificable 14
Total 858
Fuente: Elaborado con datos proporcionados por la Embajada de Estados Unidos de América.

Continúa en la página siguiente

359
PNUD

Viene de la página anterior

Recomendaciones para las y los turistas ginal en el hotel, también se plantea en casi todos los casos.
Por otro lado, usualmente los turistas canadienses y europeos
En el Cuadro 2 se reproducen las principales recomendaciones adquieren, para informarse de la situación en Costa Rica, un
en materia de seguridad efectuadas por entidades consulares libro o guía turística. En la mayoría de estas Travel Guides se
y de relaciones exteriores, a turistas o posibles visitantes de plantea que el país posee mayores estándares de seguridad
Costa Rica. que los otros países del istmo y que persiste una tradición de
paz. No obstante, en algunas de ellas, se ofrecen consejos par
Si bien es cierto que la mayoría de información consular encon- evitar ser víctima de la delincuencia. Por ejemplo en A Let’s Go
trada sugiere que Costa Rica es un país estable y con tradición Travel Guide Costa Rica se sugiere viajar, en el mejor de los ca-
democrática, existe una serie de recomendaciones comunes sos, acompañado, evitar desplazarse durante las noches y no
para los turistas extranjeros que visitan el país. Particularmen- frecuentar las “zonas rojas”. Indica que no resulta conveniente
te, se sugiere evitar viajar de noche, permanecer alerta en las dormir en vehículos y verificar que las zonas de campamento
estaciones de buses y durante el uso del transporte público. posean algún tipo de vigilancia. Además, invita a portar sumas
Además, se sugiere emplear taxis oficiales y no de carácter de dinero pequeñas y a utilizar fajas internas (money belts) pa-
informal. Portar una fotocopia del pasaporte, y resguardar el ori- ra el efectivo y las tarjetas de crédito.

Cuadro 2

Recomendaciones efectuadas en materia de seguridad por entidades consulares


y de relaciones exteriores a turistas que visitan o visitarán Costa Rica. Según país, 2004

Países Bajos
Reino Unido
Alemania
Canadá

Francia
EE.UU.
Recomendaciones

x x x x
Evitar viajar de noche
No frecuentar lugares oscuros x
Permanecer alerta en las estaciones de bus x x x x x
Evitar permanecer en parques públicos de la capital x
Estar atento mientras se utiliza el transporte público x x x
Emplear taxis oficiales, no emplear “piratas” x x x x
Portar una fotocopia del pasaporte, dejar el original en el hotel x x x x x
Poseer fotocopias de otros documentos importantes (léase tarjetas de crédito,
x x
cheques de viajero, tickets aéreos, etc.)
Estar atento a documentos importantes (pasaporte, tickets aéreos, etc.) x
No portar joyas, ni grandes sumas de dinero x x
No dejar objetos visibles en los automóviles x
Cerrar los vehículos, activar sistemas de alarma x
Estar alerta de “buenos samaritanos” en caso de pinchazo de llanta x
Utilizar un vehículo del hotel cuando se dirige al aeropuerto x
Atender las indicaciones de seguridad del ICT x
Información previa visita a Costa Rica puede ser solicitada por E-mail x

Fuente: Elaborado con base en la información oficial de que disponen los países en cuestión para las personas que desean visitar Costa Rica.
Continúa en la página siguiente

360
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

En la Fodor’s Costa Rica 2004 se sugiere también evitar el uso Por último, en el caso de otras guías, como la de Lonely Pla-
de taxis informales y verificar que los buses a abordar sean net, se sugieren precauciones en torno al uso del dinero: usar
oficiales. La Apa Guide Polyglott Costa Rica, por su parte, cen- las denominadas Money Belts, para los billetes de mayor de-
tra sus observaciones en la ciudad de San José: recomienda nominación, y llevar los de menor valor en los bolsillos de-
no portar objetos de valor y manejar pequeñas cantidades de lanteros de los pantalones. Además, indica que se debe ser
dinero en efectivo. Propone que, en la medida de lo posible, se cauto en los lugares concurridos -como las paradas de buses
dejen cámaras de video, pasaportes, joyas y documentos de o mercados- pues es allí en donde se da el mayor número
importancia en el hotel. Asimismo, advierte sobre la peligrosi- de robos de billeteras y objetos de valor. Advierte sobre los
dad de ciertos sitios de la ciudad como la Coca Cola, Plaza de “buenos samaritanos” que, en forma orquestada, interceptan
la Cultura, Parque Central, los alrededores del Parque de la al turista con el fin de ofrecerle su ayuda y al mismo tiempo
Democracia y del Hospital San Juan de Dios. Señala que, si robarle. Asimismo, plantea que un seguro de equipaje no está
se van a efectuar compras en el centro de San José, resulta de más, si se portan objetos de valor como cámaras fotográ-
conveniente tomar un taxi oficial para regresar al hotel. ficas o de video.

Asimismo, conviene aclarar que nuestra es, si no universal, ciertamente muy gene-
exploración del problema es limitada a al- ralizada en cualquier contexto cultural:
gunos aspectos muy puntuales del ejerci-
cio de las libertades individuales, un tema • Libertad de movimiento: los seres vivos
cuyas facetas son inabarcables para este o se reconocen por su movimiento. Cual-
cualquier otro estudio. Se afirmará nada quier persona requiere desplazarse para
más que, de manera inevitable, las perso- satisfacer sus necesidades más elementa-
nas realizamos proyecciones sobre nuestra les. Esta capacidad resulta un supuesto
vida, las cuales pueden ser explícitas hasta necesario para el ejercicio de casi todas
adquirir el carácter de verdaderos planes y las demás, por ello tiene una importan-
proyectos, o bien permanecer implícitas cia central en el análisis. Desde el punto
y, si se quiere, en un plano más intuitivo. de vista metodológico, para valorar el
Pero cada persona, por el solo hecho de vi- impacto del temor y de la inseguridad
vir, hace planes y se proyecta al futuro. La ciudadana sobre esta faceta de la liber-
libertad consiste precisamente en tener la tad, se construyeron dos índices, uno
posibilidad de movilizar la voluntad en pro de “restricción del desplazamiento” y
de estos fines y ejercer las acciones corres- otro de “restricción de libertades de la
pondientes como fruto de esa decisión. Por niñez”, sobre la base de los resultados de
ahora, interesa examinar tres facetas del la ENSCR-04.
ejercicio de la libertad, cuya importancia

361
PNUD

El índice de “restricción del desplazamiento” resume los resultados obtenidos para las preguntas del
cuestionario: ¿Evita salir solo(a) de su casa durante el día?; ¿Evita salir solo(a) de su casa durante la
noche?; ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale durante el día?; ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando
sale por la noche?; ¿Evita tomar el bus durante la noche?; ¿Evita tomar taxi durante la noche?; ¿Evita salir
de noche a realizar actividades como estudiar o trabajar?. El índice de “restricción de libertades de la niñez”
resume los resultados de las preguntas del cuestionario: ¿Evitan que los niños(as) de su casa jueguen en
la calle?; ¿Evita que los niños vayan solos a hacer mandados?; ¿Evita que los niños o niñas que viven con
usted visiten casas de otros niños o niñas? Para mayores detalles metodológicos sobre la construcción de
ambos índices, véase nota 2.4 en el anexo.

• Libertad de disfrutar el patrimonio: de un espacio físico de privacidad en


esta es no solo una libertad básica, sino el cual las personas puedan, segura
también una condición para el ejercicio y dignamente, desplegar sus afectos.
de otras libertades, que requieren de Como parte del ejercicio, se construyó
un sustento material. Dentro de ese un índice de “disfrute del patrimonio”,
patrimonio, guarda especial importancia con base en los resultados de ocho
la posibilidad de disfrutar de la casa, preguntas del cuestionario.

El índice de “disfrute del patrimonio” resume los resultados obtenidos para las preguntas del cuestionario:
¿Evita llevar con usted más dinero del que necesita?; ¿Evita usar el cajero automático durante las
noches?; ¿Evita dejar la casa sola durante el día?; ¿Evita dejar la casa sola durante la noche? ¿Evita
estar solo(a) en su casa durante las noches?; ¿Evita comprar cosas que le gusten porque se las pueden
robar?; ¿Evita estar solo(a) en la casa en cualquier momento del día?; ¿Evita estar en su casa? Para
mayores detalles metodológicos sobre la construcción del índice, véase nota 2.4 en el anexo

• Libertad de recrearse: el INDH conside- obtura el logro de uno de los más caros
ra como una necesidad humana esencial objetivos de la vida humana: la alegría.
el disfrute de la vida, la posibilidad de Se diseñó, para efectos de evaluación, un
realizar actividades lúdicas y dirigidas índice de “restricción de la libertad de
al gozo. La ausencia persistente de estas recreación”, que resume los resultados
alimenta la angustia y la frustración, y de cinco preguntas de la ENSCR-04.

362
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El índice de “restricción de la libertad de recreación” resume los resultados obtenidos para las preguntas
del cuestionario: ¿Evita realizar ejercicios al aire libre?; ¿Evita lugares de entretenimiento como bares,
discotecas, etc.?; ¿Evita lugares donde se reúne mucha gente como conciertos, estadios, plazas públicas,
festejos populares, etc.?; ¿Evita lugares de recreación: parques públicos, piscinas, parques de diversiones,
etc.?; ¿Evita participar en eventos sociales como reuniones, fiestas, etc.? Para mayores detalles
metodológicos sobre la construcción del índice, véase nota 2.4 en el Anexo.

Así, pues, las preguntas de la ENSCR-04 Los resultados de este ejercicio son muy
permiten relacionar los niveles de percep- claros. En todos los casos, el despliegue
ción de inseguridad de los entrevistados de las libertades del entrevistado tiene
con las restricciones y renuncias a la liber- una relación inversa con la intensidad de
tad de movimiento, de disfrute del patri- la percepción de inseguridad, relación que
monio y de recreación que los consultados es particularmente fuerte en el caso de los
afirman haber sufrido (índices escalados de índices de restricción del desplazamiento y
0 a 100). Además, se exploró esta relación disfrute del patrimonio (Gráfico 8.1).
mediante las afirmaciones recogidas en los
doce grupos focales realizados como parte
de la investigación del informe.

Gráfico 8.1

Índice de restricción de libertades según niveles de temor (escala 0-100)

Puntaje del índice

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

363
PNUD

Merece particular atención la intensidad mujeres y el 31% de los hombres declaren


con que se limitan las posibilidades de que evitan estar solas y solos en la casa en
movilización de los niños y las niñas, un cualquier momento del día. Este es un in-
fenómeno que no augura nada bueno para dicador incontrovertible de los niveles de
su proceso de desarrollo personal. El valor temor bajo los cuales vive gran parte de la
promedio del índice de restricción de la li- población del país. Más inquietante y per-
bertad de la niñez para toda la muestra es turbador aún resulta relacionar este dato
muy superior (71,0) al de los demás índi- -el temor de los adultos a permanecer solos
ces: restricción del desplazamiento (50,6), en la casa-, con lo que declaran los niños y
restricción del disfrute del patrimonio niñas en este mismo sentido en el estudio
(53,1) y restricción de la libertad de recrea- efectuado por Paniamor, que se presenta en
ción (55,1). el Recuadro 5.1. De esta forma, parece que
muchos hombres y mujeres adultos se ven
Un análisis diferencial de género de los obligados a colocar cotidianamente a sus
índices revela una mayor tendencia de las hijos e hijas en situaciones que ellos y ellas
mujeres a restringir sus libertades. Así por mismas, como adultos, procuran evitar.
ejemplo, el índice de restricciones al des-
plazamiento entre las mujeres es del 57,8, Asimismo, casi la mitad de las personas
contra el 43,3 entre los varones. De la mis- que respondieron a la ENSCR-04 (45,5%)
ma manera, las mujeres restringen más su dijeron que a veces, casi siempre o siempre
libertad de recrearse (59,4) que los hom- evitan hacer compras por temor a que se
bres (50,8). Por el contrario, en el caso de la las puedan robar. Más allá de la evidente
“restricción de libertades a la niñez” la cifra limitación a una forma elemental de dis-
es significativamente mayor en las mujeres frute del patrimonio, este resultado invita
(75,0) que en los hombres (67,0), lo cual a reflexionar sobre un punto al que se alude
ofrece una confirmación lacónica de lo que más adelante: el de los costos económicos
todos sabemos: la mayor responsabilidad de la inseguridad. Si, como se verá, la in-
asumida por las madres con respecto a la seguridad ciudadana tiene un costo enor-
crianza de los hijos, independientemente memente significativo, desde el punto de
de sus otras responsabilidades. vista de los gastos que las personas y el país
se ven obligados a realizar, puede pensarse
Igualmente digna de mención es la escasa también en otro impacto: el de la actividad
diferencia que arrojan los resultados entre económica que se pierde o deja de realizar-
las personas que provienen de un entorno se por motivo de la inseguridad.
rural y las que viven en entornos urbanos.
Los resultados arrojados por la ENSCR-04
Conviene ahondar en las repuestas que fueron ampliamente confirmados por los
brindaron los entrevistados a algunas de las grupos focales. Independientemente del
preguntas que se utilizaron para construir sexo y de la edad, en todos ellos se men-
los índices. A la pregunta de si evita traba- cionó y comentó la decisión de no realizar
jar o estudiar de noche, que reviste parti- ciertas actividades, no visitar ciertos lugares
cular interés por sus implicaciones para el o, bien, la incorporación de nuevas rutinas,
desarrollo humano, un significativo 44% cuyo único propósito es evitar ser el blanco
de las mujeres y un 39% de los hombres de agresión. Las palabras de los participan-
respondieron que siempre o casi siempre tes así lo reflejan: “...no se puede dejar, que
lo hacen. Del mismo modo, resulta alta- los chiquitos jueguen en el barrio, yo prefiero
mente significativo que casi el 43% de las que estén en la casa...”; “...yo me quito los
364
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

aretes y las pulseras cuando salgo de la univer- Evidentemente, las repercusiones de la in-
sidad...”; “...yo tengo un reloj que me gusta seguridad ciudadana para la salud pueden
mucho; pero no lo uso cuando salgo...”; “...yo enfocarse desde una gran cantidad de ángu-
dejé de salir a bailar con mis amigas, porque los. El análisis siguiente pondrá particular
me da terror coger un taxi en la noche...”; “... atención a los efectos del homicidio doloso
siempre dejo el carro en un parqueo, porque sobre las tasas de mortalidad, aunque sin
ya no se puede dejar en la calle...”; “...yo no dejar de incluir en el análisis otras formas
visito los parques, aunque me encanta la na- de muerte violenta, como el suicidio y los
turaleza...” accidentes de tránsito, situadas en los már-
genes de esta investigación. Utilizando los
Si el desarrollo humano se concibe como el datos de mortalidad del Instituto Nacional
proceso por el cual las personas expanden de Estadística y Censos (INEC) para el pe-
sus libertades y capacidades, los resultados ríodo 2001-2004, se percibe la reducción
expuestos en los párrafos anteriores mues- porcentual que tendrían las tasas específi-
tran, muy claramente, que la inseguridad cas de mortalidad por edad en el caso hipo-
ciudadana es una amenaza real contra el tético de no existir muertes por homicidio
desarrollo humano. La amenaza puede ma- en el país. Asimismo, se ha estimado el to-
nifestarse, sin embargo, en formas más di- tal de Años de Vida Potencialmente Perdi-
rectas y radicales, que comprometen ya no dos (AVPP) debido a la muerte prematura
simplemente la voluntad de las personas, que producen los homicidios en el país y su
sino su salud física y la de la sociedad de la medida relativa, el Índice de AVPP.
que forman parte.
Las perspectivas de análisis se multiplican
B. Algunos efectos de la inseguridad aún más en el caso de las lesiones causadas
ciudadana sobre la salud pública por la violencia. Estas pueden abordarse
desde el tipo de afectación causada (daños
Las consecuencias de la inseguridad ciu- físicos o psíquicos), su carácter temporal
dadana para la salud no son las más ge- o permanente y las circunstancias que ro-
neralizadas, aunque sí, posiblemente, las dean el hecho (el lugar de su ocurrencia, la
más radicales y dolorosas, no solo desde relación entre agresor y víctima, etc.), tan
el punto de vista individual sino colectivo. solo para mencionar algunas posibilidades.
La capacidad de la sociedad para brindar Como lo enseña la historia de las trágicas
consecuencias de un acto de absurda vio-
a sus habitantes la posibilidad de alcanzar
lencia contra un niño, las implicaciones de
una vida larga, saludable y satisfactoria de-
una lesión pueden ser indelebles, múltiples
pende, en parte, de la frecuencia con la que
y extraordinariamente complejas (Recua-
ocurran muertes prematuras y lesiones físi-
dro 8.2).
cas y psicológicas derivadas de la violencia
en un período determinado.

365
PNUD

Recuadro 8.2

“Mi situación nunca va a prescribir”


Por su crueldad y estupidez, el caso de Michael Ureña tuvo nocturno, porque en el colegio de día no me aceptaron porque
en su momento amplia difusión en la prensa nacional: un niño yo ya estaba tatuado (Michael tiene sus dos brazos abundan-
de tan solo ocho años fue baleado a sangre fría por un adulto temente tatuados). Pero yo siempre quise ir al colegio de día.
-padre de familia él, hombre con recursos-, cuando el primero El liceo nocturno no me gustó nada. No me hallaba ahí, no era
se disponía a recoger un balón de fútbol en las inmediaciones para mí. Fui solo dos años.
de una propiedad privada. El autor del disparo se dio a la fuga
presumiblemente salió del país- y permaneció en esa condi- Entonces vinieron unos gringos de una fundación privada y me
ción durante más de una década. Poco después de cumplir su dijeron que había una pareja de viejitos multimillonarios gringos
mayoría de edad, el joven Ureña firmó un arreglo de indemni- que no tenían hijos y que querían adoptarme y llevarme a Es-
zación con familiares del hombre acusado de disparar; no obs- tados Unidos; estaban dispuestos a pagar una operación para
tante, el Ministerio Público mantuvo abierta la causa hasta que, mí. Me fui con la señora de la fundación como seis años, a vivir
a mediados del año 2005, esta prescribió. a Santa Ana, mientras me preparaba para ir a los Estados Uni-
dos. Ahí saqué todo el colegio. Presentábamos las materias por
Como consecuencia del disparo, el niño estuvo en coma duran- suficiencia al Ministerio de Educación, igual que los hijos de los
te tres meses; tras recobrar la conciencia, debió guardar un año gringos. Teníamos como diez tutores que nos daban todas las
de internamiento hospitalario para recibir terapia de rehabilita- materias. Venían voluntarios de Estados Unidos. Tenía un carro
ción. No obstante, jamás pudo volver a caminar. con chofer para que me anduviera a mí, nada más, y me daban
sesiones de acupuntura. Así recuperé la sensibilidad de mis
piernas. También estudié tres años de computación con la Fun-
Hoy, a sus 21 años de edad, Michael Ureña vive con su compa-
dación Omar Dengo. Todo esto eran situaciones increíbles para
ñera, su padre y uno de sus hermanos, en una vivienda de inte-
mí, cosas que yo nunca había vivido... A la fundación llegába-
rés social en la urbanización La Yeni, en el cantón de La Unión
mos a estudiar, a recibir terapia, nos organizaban un programa,
(Tres Ríos). Ahorita vivo de una pensión de trece mil colones
nos llevaban al cine... Querían abrirme horizontes para que yo
de la Caja Costarricense del Seguro Social y con una ayuda de
me desempeñara mejor. Fui a muchos lugares muy bonitos: a
1500 colones semanales que me da una señora, desde hace
Tortuguero, a Panamá...
como diez años. Además me conseguí una plata y me compré
un carro -no tiene placas ni marchamo ni nada, y me lo pueden
quitar en cualquier momento-, pero mi papá lo “piratea” y nos da Desde los 13 hasta los 17 años viví así... un año con una fami-
unos tres mil colones por día... Con eso no puedo pagar la luz lia, dos años con otra familia... Yo estaba acostumbrado a vivir
ni el agua, nos las cortaron hace unos días. Emocionalmente con diferentes familias y adaptarme a ellos. Viví en total como
estoy bien, pero sinceramente no hago nada... con diez familias y me mantenía en contacto con mi propia fa-
milia. Un par de veces mis hermanos me visitaron. Yo tenía mi
cuarto aquí, en la casa, y venía a visitarlos a ellos, pero no me
La historia de Michael es más compleja -y si se quiere, más adaptaba a vivir aquí. Tuve algunos problemas en la casa y al
dramática-, de lo que los medios de comunicación han revela- final me quedé a vivir con la gringa de la fundación, porque aquí
do. Una cosa parece incuestionable: aquel disparo le partió no yo no iba a tener lo que tenía allá. A los cinco años tenía que
solo la espina dorsal, sino la vida. A él y a toda su familia... decidir si quería que me adoptaran los viejitos gringos, pero al
final decidí que no me iba.
Tras permanecer hospitalizado, Michael regresó a su casa para
cursar segundo año de escuela. Ahí tuve un problema con la Después la fundación tuvo un cambio porque se metió a traba-
maestra, porque al principio no podía retener la orina y tenía jar con los Tele-Toobies, con adictos, con piedreros. Y yo ya no
que usar pañal, y de seguro olía muy hediondo, porque ella pude seguir con ellos, no me adapté. Entonces, como a los 17
decía que no me podía dar clases, que mejor no me llevaran a años, me vine de vuelta a vivir con mi familia. Pero al ver que
la escuela. Me suspendieron el año y me metieron en un centro no tenía la distracción ni nada de lo que tenía allá, empecé a
de monjas en Santa Ana. Los demás internos eran personas meterme en drogas. Primero marihuana, después piedra, hasta
con retardo metal y Síndrome de Down; lo único que les daban llegar a estar malísimo. Estuve mal, sicológica y mentalmente.
de comer era un puré de mondongo. Fue un trauma, una expe- Me metí en esto con uno de mis hermanos, el menor.
riencia horrible. Ahí viví un año; me mandaban a la escuela, a
segundo grado, en la Escuela República de Francia. La vida se volvió dura después de que cumplí 18 años. Cuan-
do yo estaba más joven, más niño, tenía mucha más ayuda...
En el curso de ese año, su familia obtuvo la vivienda donde Entre más viejo se vuelve uno, menos importante, también, su
Michael vive actualmente. Esta casa me la dieron por un bo- situación...
no de vivienda. Se debían como dos millones y mi mamá fue
pagándolos. Llegó un tiempo en que iban a quitar las casas a Consumí piedra como dos años. Andaba en los cafetales, em-
quienes no hubieran pagado y la Mutual Alajuela nos pagó lo barrialiado. ¡Es una situación horrible! Después me metí en un
que faltaba. Como yo era todavía menor de edad, no la pusie- centro de adicción para dejar la droga, y duré dos meses. Y
ron a nombre mío. vine de nuevo a mi casa. Duré como un mes sin usar drogas, y
después de nuevo volví a caer. Pasé como tres o cuatro meses
Al regresar con su familia, Michael retomó sus estudios. Aquí así, cada vez peor, y luego ya me vi en una situación en que me
hice de tercero a sexto grado. Después me metí en el colegio sentía el hombre más cerdo del mundo. A veces siento un vacío

Continúa en la página siguiente

366
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

muy grande por dentro Tuve una depresión muy fuerte, agarré Y aquí estoy.... Ahora el proceso prescribió y no puedo hacer
una tijera y me apuñalié todo. Fui a dar al Hospital Psiquiátrico. nada para recibir algo de lo que me merezco, salvo luchar por
Era por la misma situación en la que yo me siento. Después, por mí mismo. El proceso podrá prescribir para el país, pero en mi
mí mismo, sin ningún centro, decidí salir de eso, dejar de utilizar situación nunca va a prescribir porque yo siempre voy a vivir
piedra. Hace como un año dejé eso. con esto. A mí me mataron la niñez. Todos mis sueños de niñez
se murieron ahí. Ahí empezó mi verdadera vida, la que tengo
Mi familia siempre fue problemática. Cuando yo caminaba, mi ahora, y la cual tengo que afrontar, no la que soñé. Emocional-
papá tomaba. Y cuando pasó esto, comenzó a meterse con mente yo puedo estar bien, sentirme bien. Yo no me quejo, pero
otras drogas. Lo que me pasó a mí nos afectó mucho a todos. no puedo borrar esta fase de mi vida.
Los lazos de familia se terminan. Con mi papá yo puedo tener
ahora una relación de amigo o de compañero, pero no de pa- Estar encerrado todo el día en la casa es horrible, es una frus-
dre. Esos son lazos que se acaban. Como el de madre o her- tración total... Vivo atrapado entre cuatro paredes; mi vida es un
manos: yo a ellos los veo como personas, pero no como a una cuadro en el que no puedo desempeñar nada. Lo que yo deseo
familia, porque no lo son. En los peores momentos que yo he es salir de aquí; quisiera vender la casa y comprarme algo en
pasado, ellos no han estado, y han estado personas que quizás otro lado, donde tenga más posibilidades. Porque lo que yo ne-
yo pensé que no iban a estar. cesito es trabajar...

En los párrafos siguientes, se ha enfocado gún la voluntad de la víctima; sin embargo,


el análisis desde una perspectiva estadísti- una agresión física o sexual de excepcional
ca y hacia una subdimensión de las lesio- violencia y que requiere de atención médi-
nes: aquellas de tipo físico que requieren ca, casi siempre terminará en el hospital,
atención especializada y prolongada en los independientemente de la voluntad de la
hospitales públicos. Como se sabe, no toda persona agredida. Se trata, pues, de un gru-
víctima de agresión acude al sector salud po de particular relevancia no solo por la
para la atención de sus secuelas, aunque es intensidad de la violencia que precede a las
de esperar que muchas lo ameriten. En es- lesiones, sino también por evidenciar, me-
te sentido, las personas que egresan de los jor que cualquier otro, la secuela de dolor
hospitales registrando algún diagnóstico de que produce la inseguridad ciudadana.
agresión constituyen un grupo especial de
víctimas, pues son las que requirieron una i. Homicidios dolosos y otras causas de
intervención médica para garantizar su vi- muerte violenta
da, sin que tales acciones eliminen los po-
sibles daños físicos, emocionales, sociales y Durante el período 2001-2004, se regis-
económicos que origina el maltrato reci- traron en Costa Rica, como promedio,
bido. Este segmento permite observar con 15.591 muertes anuales. Aproximada-
alguna fidelidad la tendencia en el acaeci- mente la mitad de ellas fue producto de
miento de las agresiones más violentas. Pa- las enfermedades del sistema circulatorio
ra ponerlo en términos claros: una agresión (29,7%) y de los tumores (22,8%), las
física o sexual convencional puede o no dos principales causas de muerte en el país
denunciarse ante la autoridad judicial, se- (Gráfico 8.2).

367
PNUD

Gráfico 8.2

Distribución porcentual de las denuncias según sexo por causas de muerte. 2001-2004

Fuente: INEC.

Las causas externas constituyen la tercera homicidio, en la segunda parte del informe,
causa de muerte más importante (11,9%). las muertes causadas por la violencia recaen
Esta categoría contiene las defunciones por desproporcionadamente sobre los hombres.
homicidio y por otros hechos violentos, co-
mo los accidentes de tránsito y el suicidio. Un análisis más específico muestra que,
No es, únicamente, una categoría de gran entre las cuatro causas de muerte incluidas
relevancia en el país sino que, entre todas entre las causas externas, las muertes por
las causas de muerte, es la que presenta la homicidio ocupan el último lugar (13,7%)
mayor diferencia porcentual entre hombres (Gráfico 8.3), tanto en hombres como en
y mujeres. El porcentaje de hombres que mujeres. Dentro del total de muertes ocu-
muere por causas externas (16,5%) excede rridas durante el período 2001-2004 en el
en casi once puntos al de mujeres (5,8%). país, los homicidios constituyen apenas el
Como se advirtió al estudiar las cifras de 1,6% de las defunciones.

368
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.3

Distribución porcentual de las defunciones por causas externas según sexo


por causas de muerte. 2001-2004

Fuente: INEC.

Sin duda, el impacto de los homicidios segmento etario, las causas externas produ-
dolosos en la mortalidad general de Cos- cen el 61,3% de las defunciones, y solo los
ta Rica es sumamente bajo. Sin embargo, accidentes de transporte representan casi
esta afirmación se matiza sobremanera al una cuarta parte (Cuadro 8.2). Los homi-
estudiar las causas de muerte por grupos cidios dolosos ocupan la cuarta posición
de edad. Entre las edades de 1 a 44 años, en ese mismo grupo de edad, pero su por-
la violencia mortal es la principal causa de centaje (11,2%) es siete veces mayor que
muerte y es particularmente importante el obtenido cuando se consideran todas las
entre las personas de 15 a 24 años. En este edades (1,6%).

369
PNUD

Cuadro 8.1

Distribución porcentual del total de muertes por edad según causa de muerte.
2001-2004 (1)

Grupos de edad
Causas de muerte Total Menos 65 y Igno-
1-4 5-14 15-24 25-44 45-64
de 1 año más rada
Número de muertes 62.362 3.025 554 752 2.206 6.091 12.267 37.239 228

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Enf. del sistema circulatorio 29,7 1,7 3,8 3,5 4,3 12,3 26,4 38,4 11,0

Tumores 22,0 0,5 9,0 17,7 11,4 18,8 28,6 23,2 3,5

Causas externas (2) 11,9 1,7 30,5 40,0 61,3 38,5 12,1 4,2 58,3

Enf. del sistema respiratorio 9,5 8,0 13,5 3,7 2,4 3,4 5,1 12,6 6,1

Enf. del sistema digestivo 6,9 0,6 2,2 1,9 1,9 7,2 10,4 6,8 7,5

Enf. endocrínicas y metabólicas 4,8 0,8 2,9 3,2 1,0 1,9 6,5 5,4 0,0

Enf. infecciosas y parasitarias 2,6 2,9 8,5 4,9 2,9 7,2 3,0 1,5 2,6

Enf. del sistema nervioso 2,4 1,6 8,7 11,6 6,5 3,1 2,2 1,9 0,4

Causas perinatales 2,4 49,5 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

Enf. del sistema genitourinario 2,2 0,1 1,1 2,1 1,4 1,5 2,4 2,6 0,4

Malformaciones congénitas 1,9 31,5 15,9 7,2 1,7 0,3 0,0 0,0 0,4

Otras causas (3) 3,6 1,3 3,8 4,3 5,2 5,8 3,4 3,4 9,6

Detalle de causas externas (4)


Accidentes de transporte 4,1 0,2 9,7 16,8 23,7 15,1 4,8 0,8 22,4
Suicidio 1,8 0,0 0,0 2,4 12,6 7,4 2,0 0,2 7,9
Homicidio 1,6 0,2 2,0 2,1 11,2 7,8 1,5 0,1 12,3
Otros 4,3 1,3 18,8 18,8 13,8 8,2 3,8 3,0 15,8
Notas: (1) Cifras preliminares para el año 2004. (2) Traumatismos y envenenamiento. (3) Incluye la mortalidad por trastornos mentales
y del comportamiento, enfermedades del sistema osteomuscular y tejido conjuntivo, enfermedades de la sangre, enfermedades de la
piel y tejido celular, complicaciones del embarazo, parto y puerperio, y signos, síntomas y estados no clasificados. (4) Los porcentajes
se calculan con respecto al total de muertes en el período 2001-2004.
Fuente: INEC.

Las cifras anteriores permiten calcular el causa en el país. No obstante, al descom-


impacto de los homicidios dolosos en la poner el efecto por grupos de edad la si-
mortalidad general y, correlativamente, la tuación es muy distinta pues, por ejemplo,
magnitud de la reducción hipotética de la tasa específica de mortalidad entre las
la mortalidad en ausencia de homicidios personas de 15 a 24 años se reduciría un
dolosos. Los cálculos muestran que la tasa 12,6% en el caso de no haberse presenta-
bruta de mortalidad en el período 2001- do ninguna muerte por homicidio doloso
2004 fue de 3,8 por cada 1.000 habitantes (Gráfico 8.4). En el caso de los hombres, la
y que el impacto de los homicidios dolosos reducción de la tasa específica para el gru-
en la mortalidad general es muy pequeño, po de edad de 15 a 24 años sería aún mayor
debido al bajo número de decesos por esta (15%).

370
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.4

Reducción porcentual de las tasas específicas de mortalidad


asumiendo cero homicidios en hombres y mujeres. 2001-2004 (1)

Nota: (1) Excluye defunciones con edades desconocidas.


Fuente: Elaboración propia con base en cifras del INEC.

Precisamente porque los homicidios dolo- que ello implica, desde la obturación de un
sos se presentan con mayor frecuencia en proyecto personal hasta el menoscabo eco-
las edades jóvenes, cobra sentido calcular nómico causado a la sociedad.
los Años de Vida Potencialmente Perdidos
(AVPP) como consecuencia de los mismos. En el Gráfico 8.5 se muestran los AVPP en
Una muerte es prematura cuando ocurre Costa Rica como consecuencia de los ho-
antes de cierta edad predeterminada, por micidios dolosos, desde 1990 hasta el año
ejemplo la que señala la esperanza de vi- 2003. Es claro que en el período de estu-
da al nacer en la población estudiada. La dio ocurrió un incremento vertiginoso de
cifra de los AVPP como consecuencia del los AVPP en el país, pues el número en el
homicidio doloso es la suma, en todas las 2003 (16.818 AVPP) es 2,3 veces más alto
personas que fallecen por esta causa, de los que el encontrado en el año 1990 (7.377).
años que estas habrían vivido de haberse También es evidente que ese incremento
cumplido las esperanzas de vida previstas.3 se debe, principalmente, a los AVPP de los
La medida relativa de los AVPP es el Ín- hombres. Mientras que en los varones la ci-
dice de los Años de Vida Potencialmente fra del 2003 es 2,4 veces más alta que el va-
Perdidos (IAVPP), que resulta al dividir los lor calculado para 1990, en las mujeres esa
AVPP entre la población total a mediados relación es de 1,5 veces. Aún más, el aporte
de año por 10.000 habitantes. El concep- que hacen los varones al total de AVPP por
to de AVPP parte del obvio supuesto de homicidio doloso es aproximadamente del
que cuanto más “prematura” es la muerte, 85% y este porcentaje es bastante estable
mayor es la pérdida de vida, con todo lo en el período de estudio.

3
Adaptado del Boletín Epidemiológico, Vol. 24 No. 2, junio 2003.
371
PNUD

Gráfico 8.5

Años de Vida Potencialmente Perdidos


por homicidio según sexo. 1990-2003

Fuente: Observatorio del Desarrollo, Universidad de Costa Rica.

Otra forma de analizar las diferencias por 1,7 veces mayor a la encontrada en 1990.
sexo y el aporte creciente que producen En el caso de las mujeres, para el año 2003
los hombres a los AVPP es calculando el esta cifra era de 10,4, bastante similar a la
IAVPP, es decir, expresando los AVPP por observada al principio del período (9,2).
cada 10.000 habitantes. Como se denota El IAVPP muestra, en síntesis, que la pér-
en el Gráfico 8.6, durante el período de es- dida relativa de años que producen los ho-
tudio, el incremento relativo de los AVPP micidios en el país no solo está creciendo,
es significativo en los hombres y no en las sino que lo hace con particular intensidad
mujeres. Para el año 2003, el IAVPP era de entre los hombres.
67,4 por cada 10.000 hombres, cifra que es

Gráfico 8.6

Índice de Años de Vida Potencialmente Perdidos por homicidio


según sexo. 1990-2003 (cifras por 10.000 habitantes)

Fuente: Observatorio del Desarrollo, Universidad de Costa Rica.


372
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

El impacto económico de los AVPP no es el número de personas que requiere inter-


insignificante. El valor se estima multipli- namiento en los hospitales del estado como
cando el número de años por el ingreso per consecuencia de actos de violencia. Este
cápita medio de la economía, “que equiva- dato excluye la violencia que se atiende de
le aproximadamente al valor presente de los igual manera en el sector privado, aunque
flujos de ingreso monetario -o de satisfacción debido al elevado costo que representa para
equivalente- que hubiese generado cada per- las víctimas la intervención de la medicina
sona en caso de haber vivido saludablemente privada, es razonable esperar que sean los
los años perdidos”.4 Una estimación para el hospitales del sector público los que termi-
período 1990 -2003 sugiere que, en térmi- nen atendiendo la mayoría de estos casos.
nos de la riqueza no producida, los AVPP
derivados de los homicidios dolosos tuvie- Para obtener el número de egresos hos-
ron un costo promedio para el país de casi pitalarios en los que medió algún tipo de
US$41 millones anuales (¢19.199 millones agresión, se consultaron los cinco diagnós-
al tipo de cambio actual) y de casi US$572 ticos registrados en cada egreso del período
millones (¢268.849 millones) a lo largo de 1997-2003 y fueron seleccionadas las per-
todo el período. sonas que revelaron algún tipo de violen-
cia. La información recopilada permite co-
ii. La magnitud de la agresión atendida nocer, además, el tipo de violencia ejercida,
en el sistema de salud el sexo y la edad de la víctima. El tipo de
violencia fue clasificado en categorías que
Si bien las muertes por homicidio doloso describen la agresión: física, sexual, negli-
son la consecuencia más radical de la inse- gencia, psicológica y otros síndromes del
guridad ciudadana para la salud privada y maltrato.6
pública, no son, por supuesto, la única. Las
lesiones físicas y de otros tipos son mucho Los resultados revelan que entre 1997 y el
más generalizadas. Como se señaló antes, año 2003, la cifra de los egresos hospita-
las lesiones que requieren internamiento larios por agresión fue, en promedio, de
hospitalario son relevantes por la excepcio- 1.843 por año (Cuadro 8.2). Esto significa
nal violencia que las precede, por la rela- que, en el período de estudio, cada día, en
tiva confiabilidad de su registro y porque promedio, cinco víctimas de la violencia
permiten estimar, al menos parcialmente, dejaron el internamiento en el sistema pú-
el impacto de la violencia sobre las institu- blico de salud costarricense.
ciones de salud pública del país.
Del total de egresos por violencia, la vio-
En efecto, las estadísticas disponibles de lencia física fue la más común (69,2%), y
egresos hospitalarios5 posibilitan establecer generó durante el período estudiado, en

4
Londoño y Guerrero (2000), p.25.
5
Se utiliza la expresión egresos hospitalarios, por el hecho de que cuando la persona es ingresada e internada en el hospital,
no siempre es posible tener un diagnóstico completo de las causas que ocasionaron su ingreso, algo que sí es posible de-
terminar cuando abandona el centro médico.
6
La categoría de agresión física agrupó a las personas cuyo egreso reveló algún tipo de agresión con el uso de fuerza física,
objetos, armas, sustancias o químicos. De este grupo fueron excluidos los egresos por accidentes de tránsito y fueron
tomados en cuenta aquellos cuyo origen se explica por la agresión que sufren las personas, de manera intencional, por un
vehículo de motor (atropellos intencionales). La categoría de agresión sexual incluyó las situaciones en las que se dio el uso
de la fuerza corporal para tener relaciones sexuales y el abuso sexual. La que hace referencia a la negligencia contempló a
las personas quebrantadas en salud por abandono o descuido por parte de otra persona (pareja, padre, madre, conocido,
amigo u otro). La agresión psicológica se circunscribió al abuso psicológico. Véase nota 2.12 en el Anexo, para una des-
cripción detallada de cada categoría).
373
PNUD

promedio, 3,5 egresos hospitalarios dia- que se vive en el país. Es de esperar que en
rios. La agresión sexual es la segunda cau- esta categoría, como en todo lo relativo a
sa de egreso durante el período, con un la violencia sexual, exista una significativa
10,7% del total. Esta cifra llama la aten- subestimación, ya que no todas las víctimas
ción, pues significa que aproximadamente de agresiones recurren al sistema de salud
cada dos días se produjo un egreso hospita- para atender las secuelas que origina este
lario como producto de la violencia sexual tipo de violencia.

Cuadro 8.2

Total de egresos hospitalarios por tipo de


violencia según sexo. 1997 - 2003

Promedio anual de egresos. 1997-2003


Tipo de violencia
Total Hombre Mujer

Total con agresión 1.843 1.303 540

Física 1.275 1.077 199


Sexual 197 26 171
Negligencia 82 40 42
Psicológica 12 3 9
Otros síndromes del maltrato 277 157 120
Fuente: Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

Las diferencias entre hombres y mujeres lo fue por agresiones físicas (Gráfico 8.7).
son claras, con promedio de egresos de Las mujeres, en cambio, egresaron menos
1.303 y 540, respectivamente. En térmi- por el mismo motivo (36,8%) y en mucha
nos relativos, puede decirse que por cada mayor proporción por agresiones sexuales
mujer que requirió internamiento a causa (31,6%). De este último tipo de violencia
de la violencia, 2,4 hombres lo hicieron. egresaron de los hospitales, en promedio,
Igualmente significativas son las diferen- casi siete mujeres por cada hombre en el
cias en la distribución de los tipos de vio- período de estudio. Como se verá más ade-
lencia sufrida por ambos sexos. Del total lante, en su mayoría, estos casos son de ni-
de egresos hospitalarios por causa de vio- ños y niñas.
lencia en el caso de los hombres, el 82,6%

374
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.7

Distribución porcentual de los egresos hospitalarios


según sexo por tipo de violencia. 1997-2003

Nota: (1) Incluye agresiones con sustancias o químicos.


Fuente: Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

Para estudiar la variación del total de egre- manera irregular, una leve tendencia de au-
sos hospitalarios que se produce por la vio- mento en el período: de 45,5 egresos hos-
lencia en cada uno de los años de estudio, pitalarios por cada 100.000 habitantes en
se calculó la tasa por cada 100.000 habi- 1997, llegó a 51,0 en el año 2003. En otras
tantes, no solo para toda la población, sino palabras, cada vez más personas requieren
también por sexo (Gráfico 8.8). de internamiento para atender los padeci-
mientos que origina la violencia.
Los resultados muestran que la tasa para
el total de agresiones presenta, aunque de

375
PNUD

Gráfico 8.8

Tasa de egresos hospitalarios por violencia según sexo.


1997-2003 (tasa por 100.000 habitantes)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

En todos los años, las tasas de los hom- mecanismos de denuncia, sino el reflejo de
bres son mayores a las de mujeres. En el un aumento real en el acaecimiento de las
caso de los hombres, la tasa refleja un peores formas de agresión contra las muje-
comportamiento irregular en el período, res en el país.
aunque es evidente una tendencia hacia la
baja (de 71,1 egresos hospitalarios por cada Más perturbadores son los resultados que
100.000 habitantes en 1997 llega a 65,3 se obtienen al analizar cuál tipo de agre-
en el año 2003). Las mujeres, por el con- sión contribuyó más a la disminución de
trario, muestran una tendencia creciente y la brecha entre hombres y mujeres. Los
bien definida: mientras en 1997 la tasa era resultados mostraron un comportamien-
de 19,1 por cada 100.000 habitantes, en to bastante estable, a lo largo del período
el año 2003 alcanzó una tasa de 36,3. Es estudiado, de las tasas de egresos hospita-
decir, casi se duplicó. No sorprende, por larios por agresión física y “otros tipos de
ello, que la brecha de las tasas de egresos maltrato”, en ambos sexos. Las tasas de
por agresión entre hombres y mujeres esté egresos por agresiones psicológicas y negli-
disminuyendo aceleradamente, como con- gencia mostraron tendencias de aumento,
secuencia, principalmente, del incremento pero debido a su baja magnitud, tanto en
del número de mujeres que egresan de los hombres como en mujeres, no alcanzan a
hospitales por este motivo. Mientras en explicar la disminución de la brecha entre
1997 la tasa de los hombres era 3,7 veces sexos.
superior a la de las mujeres, siete años des-
pués esta relación se había reducido a la Es la violencia sexual la que hace la diferen-
mitad (1,8). Estos resultados son de crucial cia en las tasas de egreso hospitalario por
importancia, porque son acaso la única evi- violencia de hombres y mujeres (Gráfico
dencia confiable que sugiere que el acelera- 8.9). En el caso de los hombres, la mag-
do aumento en el reporte de actos de vio- nitud de la tasa es baja y muestra una leve
lencia contra las mujeres no es meramente tendencia de aumento en el período (de 0,6
un artificio de la mayor disponibilidad de en 1997 llega a 1,7 en el año 2003). Para
376
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

las mujeres, sin embargo, la tasa es bastante suficiente evidencia de que el incremento
mayor a la de los hombres y prácticamente observado en los egresos hospitalarios por
se triplicó en 7 años: de 4,1 en 1997 a 11,7 agresión a las mujeres es producto, princi-
en el 2003. En otras palabras, se encontró palmente, de las agresiones sexuales.

Gráfico 8.9

Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual según sexo.


1997-2003 (tasa por cada 100.000 habitantes)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

Para profundizar en el análisis se incluyó 44 años, segmento que incluyó el 55,6%


la edad en cinco grandes categorías. La in- de los casos (Cuadro 8.3). No obstante, los
formación es clara al mostrar que las hos- porcentajes varían con respecto al tipo de
pitalizaciones por violencia se producen, agresión.
principalmente, entre las edades de 20 a

377
PNUD

Cuadro 8.3

Número de egresos hospitalarios por tipo de violencia según grupos de edad.


1997 - 2003

Promedio anual de egresos del período 1997-2003

Grupos de edad
Tipo de violencia
Total
Menores 65 y Desco-
10 -19 20 - 44 45 - 64
de 10 más nocida
Total con violencia 1.843 248 310 1.025 194 61 5

Física 1.275 88 171 823 156 32 5


Sexual 197 59 86 48 4 0 0
Negligencia 82 51 7 6 3 15 0
Psicológica 12 2 2 5 2 1 0
Otros síndromes del maltrato 277 48 44 143 29 13 0
Fuente: Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

Las hospitalizaciones por violencia física se son de niños(as) o jóvenes. Los menores de
concentran particularmente en el grupo de 10 años (62,1%) predominan en los casos
entre 20 y 44 años, que acapara casi dos de negligencia, con los adultos mayores
terceras partes del total (Gráfico 8.10). En (18,2%). Juntos, ambos extremos etarios
cambio, los casos de violencia sexual recaen aportan ocho de cada diez casos egresados
pesadamente en las personas menores de por negligencia de los hospitales. Por fin,
10 años (30,0%) y, principalmente, entre los casos de egresos por agresión psicoló-
quienes tienen de 10 a 19 años cumplidos gica, que suelen no reportarse, se presentan
(43,6%). Es decir, casi tres cuartas partes principalmente en las edades de 20 a 44
de las hospitalizaciones por violencia sexual años.

Gráfico 8.10

Distribución porcentual de los egresos hospitalarios por tipo de


violencia según grupo de edad. 1997-2003

378
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Las tasas de egresos hospitalarios por edad menores de 10 años, así como aquellos en-
por cada 100.000 habitantes, para cada uno tre los 10 y los 19 años, la tasa se incremen-
de los años de estudio, muestran un com- tó casi 14 puntos entre 1997 y 2003. Y en
portamiento estable en las edades de 20 a 44 las personas de la tercera edad el aumento
años, el segmento que más egresos genera es de casi 10 puntos en el mismo período.
(Gráfico 8.11). Igual sucede con las tasas en Es decir, el incremento de los egresos hos-
las edades de 45 a 64 años. No obstante, en pitalarios por causa de violencia se produjo
el resto de los grupos etarios se presenta una principalmente entre menores de 20 años y
tendencia al alza. En particular, entre los los adultos mayores.

Gráfico 8.11

Tasa de egresos hospitalarios por violencia según grupos de edad.


1997-2003 (tasas por cada 100.000 habitantes)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

De modo similar al caso de las mujeres, la 3,8 se incrementó a 13,6). Para el caso de
evidencia revela que el incremento relativo las personas de tercera edad, el aumento de
de los egresos por agresión en las edades la tasa en el período se explica en particular
menores se debe, sobre todo, al aumento por el crecimiento en las hospitalizaciones
de los egresos por agresión sexual (Gráfico por negligencia. Los cálculos indican que
8.12). Mientras en los menores de 10 años en 1997 la tasa de egresos por negligencia
la tasa se duplicó entre 1997 y 2003 (pasó era de 4,3 por cada 100.000 habitantes y
de 5,5 a 10,0, respectivamente), en los de 10 en el 2003 esa cifra aumentó a 11,7.
a 19 años la tasa se triplicó, y aún más (de

379
PNUD

Gráfico 8.12

Tasa de egresos hospitalarios por violencia sexual según grupos de edad.


1997-2003 (tasas por 100.000 habitantes)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Departamento de Estadística de los Servicios de Salud, CCSS.

Esta amplia gama de hospitalizaciones tie- los principales bienes y servicios ligados a
ne un costo significativo para el aparato de la protección de su seguridad? ¿Cuál es el
salud pública del país. Solo en el período costo total en que incurre el Estado cos-
1997-2003, el costo total de estos interna- tarricense en actividades como la preven-
mientos, estimado de acuerdo con la esta- ción y represión del delito y el tratamiento
día y el costo diario promedio de los pa- de las víctimas? ¿Cómo se comparan tales
cientes, alcanzó cerca de ¢6.000 millones costos con aquellos asumidos por el Esta-
(US$12,5 millones). do en otras actividades esenciales para el
bienestar, como infraestructura, educación
El costo derivado del internamiento hospi-
y salud pública? ¿Tienen las tasas de de-
talario de las víctimas de violencia es, por
lictividad un costo presente, en términos
supuesto, una parte menor del sacrificio
de inversión privada y pública? ¿Cuál es el
económico total que impone la inseguri-
costo económico derivado de las pérdidas
dad ciudadana sobre las personas y sobre
humanas (lesiones y vida) a causa de actos
la sociedad como un todo. Como se verá
de violencia? ¿Tiene algún impacto econó-
a continuación, una estimación somera de
mico positivo la inversión realizada por el
ese costo en Costa Rica alcanza dimensio-
nes sorprendentes. sector público y privado para prevenir y
combatir la delincuencia, así como para
C. El costo económico de la inseguri- atender sus consecuencias?
dad ciudadana
Inicialmente, se intentará contestar aque-
Para estimar los costos que impone la in- llas relacionadas con los gastos privados
seguridad ciudadana a la economía cos- que realizan las familias en la compra de
tarricense, son varias las interrogantes bienes y contratación de servicios relativos
que deben responderse: ¿cuál es el gasto a la protección de su vida, patrimonio e in-
promedio de una familia costarricense en tegridad física y sexual.
380
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

i. Los gastos directos de las familias en utilizar criterios, lo más objetivos posibles,
seguridad privada para distribuir temporalmente los gastos
mencionados. Del mismo modo, no se
Ya se ha señalado en el capítulo 6 la ex- dispone de información sobre el tipo y la
tendida utilización de una amplia gama calidad de los bienes o servicios adquiridos
de bienes y servicios privados de seguridad por los entrevistados. Se requiere, por to-
en el país. El Cuadro 6.15 da cuenta, por do ello, afinar una serie de criterios y de
ejemplo, del generalizado empleo de rejas, supuestos, así como emplear información
que casi alcanza a las dos terceras partes de adicional derivada de encuestas de hogares
las viviendas en el país, y de otras medidas y de sondeos de mercado para determinar
similares como la instalación de cerraduras los precios habituales de algunos bienes y
especiales o la construcción de cocheras, servicios de uso generalizado.7 Aún así, las
por las que ha optado cerca de una tercera estimaciones siguientes deben considerarse
parte de los hogares. como un mínimo, tanto en lo que respecta
al número de casos, como a las caracterís-
Realizar una estimación del gasto prome- ticas de los bienes y servicios adquiridos o
dio de las familias en seguridad, tomando contratados.
como base la información provista por la
ENSCR-04, no es labor sencilla y los resul- El Cuadro 8.4, que resume la estimación
tados que se obtienen son inevitablemente para cada uno de los principales rubros
imprecisos. Salvo casos excepcionales, la susceptibles de cuantificación, muestra
ENSCR-04 no permite conocer la fecha que el gasto directo en seguridad realizado
en que fue realizado el gasto, por lo cual por los hogares costarricenses durante los
asumir que todas las medidas empleadas años 2003-2004 ascendió a por lo menos
por las familias se tomaron en el último ¢30.071 millones por año, cifra que equi-
año, necesariamente resulta en una sobre- vale a ¢28.600 colones anuales por hogar y
estimación del monto gastado por las fa- al 0,4% del PIB.
milias en ese período. Por ello, es preciso

Cuadro 8.4

Estimación del gasto mínimo de los hogares en seguridad. 2003-2004


(millones de colones por año)
Rubro de gasto Monto estimado (1)
Seguridad privada en el barrio 12.600
Instalación de rejas 5.860
Alarma en la casa 3.600
Alambre de púas o navaja 480
Alarma en el carro 1.065
Cerraduras especiales 1.000
Seguro contra robo vivienda 226
Seguro contra robo de carro 3.240
Construcción de cochera para proteger carro 1.100
Instalación de portón eléctrico 900
Total 30.071
Notas: (1) Para el procedimiento de estimación de cada uno de los rubros ver nota 2.13 del Anexo y Chacón y
Sauma (2004).
Fuente: Elaboración propia.

7
En aras de la brevedad de la exposición, los procedimientos específicos utilizados para hacer la estimación no se explican
en esta sección; pueden, en cambio, consultarse en la nota 2.13 del Anexo.
381
PNUD

Como se ha mencionado en el citado ca- Tomando en consideración ambas direc-


pítulo, los hogares de alto ingreso son, por ciones del comercio de seguridad privada,
mucho, más propensos a incurrir en este ti- es de presumir, pues, la existencia de un
po de gastos. Sin embargo, la información cierto efecto redistributivo del gasto reali-
de la ENSCR-04 también indica que, con zado por los hogares, pues, por lo general,
pocas excepciones, más del 50% de los ho- son los de mayor nivel socio-económico los
gares que adoptan cada una de las medidas que contratan los servicios de personas con
de protección indagadas tienen un nivel de menores ingresos.
ingreso inferior a los ¢300.000 mensuales.
Claramente, la compra de bienes y servi- ii. El gasto público en funciones de segu-
cios de protección implica una carga eco- ridad ciudadana
nómica adicional y desafortunada para un
grupo considerable de las familias menos El Estado costarricense es responsable de la
acomodadas del país. seguridad pública, la administración de jus-
ticia penal y contravencional y el régimen
Correlativamente, sin embargo, estas ero- penitenciario. Según la Secretaría Técnica
gaciones frecuentemente benefician a ese de la Autoridad Presupuestaria (STAP) del
mismo sector social. Un estudio de mer- Ministerio de Hacienda, en el año 2003 los
cado realizado como parte de la investiga- gastos en la función “asuntos orden público
ción revela que, en la mayoría de los casos, y seguridad”, que incluye los ministerios de
quienes se ocupan de la instalación de re- Gobernación, Justicia y Gracia y Seguridad
jas, portones eléctricos, alarmas, etc., son Pública, así como el Poder Judicial, ascen-
trabajadores por cuenta propia o que labo- dieron a 126.422 millones de colones, es
ran con micro y pequeñas empresas. Pese a decir, poco más de ¢30.000 per cápita. El
los esfuerzos gubernamentales por regular gasto total en esta función representa un
y formalizar la prestación de servicios de 1,8% del PIB y un 3,8% del gasto consoli-
seguridad privada, algo similar sucede con dado del sector público.
los guardas privados que prestan servicios
en los barrios. Como es bien sabido, tanto De ese gasto total, la mitad (51%; ¢64.494
las micro y pequeñas empresas como los millones) corresponde al gasto del Poder
trabajadores por cuenta propia forman par- Judicial, un 29,4% al Ministerio de Seguri-
te, por lo general, del denominado sector dad Pública (¢37.144 millones), un 13,6%
informal, que incluye las actividades que al Ministerio de Justicia y Gracia (17.131
se realizan con bajas dotaciones de capital millones de colones), un 5,5% al Ministe-
humano y físico, y que concentra a buena rio de Gobernación (¢6.991 millones), y
parte de los pobres del país. un 0,5% a construcciones (Gráfico 8.13).

382
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.13

DIstribución porcentual del gasto público en asuntos


de orden público y seguridad por
instituciones. 2003

Fuente: Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria, Ministerio de Hacienda.

Estos datos admiten salvedades significati- es imposible de determinar, de acuerdo con


vas. Para empezar, no todo el gasto de esas las cifras disponibles. No obstante lo an-
instituciones corresponde estrictamente terior, también es importante destacar que
a funciones de seguridad ciudadana. Un hay gastos en asuntos de seguridad y orden
análisis de la información de la STAP, des- público que no están siendo considerados,
agregada por programas presupuestarios de como por ejemplo los de la policía muni-
cada ministerio, permite constatar que las cipal, que forman parte del sector público,
instituciones consideradas ejecutan parte pero que no han sido tomados en cuenta en
de su gasto en funciones que no correspon- las cifras. Se debe esperar entonces que las
den directamente a seguridad ciudadana. cifras utilizadas en el análisis aproximen de
Así, por ejemplo, los programas de desa- manera adecuada la realidad nacional del
rrollo de la comunidad y transferencias a gasto público en la materia bajo estudio.
los gobiernos locales representan una parte
considerable del gasto total del Ministerio Al analizar la evolución del gasto público
de Gobernación, o el caso de la Procuradu- en asuntos de orden público y seguridad,
ría General de la República que consume en el período 1987-2003, se nota una ten-
un 8,7% del presupuesto del Ministerio de dencia decreciente a inicios del período y
Justicia y Gracia. El caso más notorio, y de un lento aumento posterior, para finalizar
más difícil solución para la investigación en una nueva caída en el año 2003 (Grá-
es, sin embargo, el del Poder Judicial que, fico 8.14). A partir de 1996 el gasto total
evidentemente, incluye una gran cantidad supera el nivel de 1987, pero no sucede lo
de actividades distintas de la administra- mismo con el gasto en términos per cápita,
ción de la justicia penal y contravencional. pues en el año 2003 el mismo seguía sien-
El peso presupuestario de esas actividades do inferior al de 1987.

383
PNUD

Gráfico 8.14

Gasto público en asuntos de orden público y seguridad, total y per cápita.


1987-2003

Fuente: Estimación propia con cifras de la STAP, el BCCR e INEC-CCP.

Con respecto al PIB, el gasto en asuntos de seguridad son relativamente poco impor-
orden público y seguridad representó un tantes. En efecto, al tomar en considera-
1,5% en 1987, para caer gradualmente has- ción el gasto público total del año 2002,
ta 1992, cuando apenas representó un 1,2% desagregado según funciones y expresado
(véase Gráfico 6.2). En los años siguientes en términos per cápita, el gasto en segu-
la tendencia se revirtió hasta alcanzar un ridad y orden público se encuentra en un
máximo de 1,9% en el año 2002. En el año octavo lugar con ¢28.341 colones por año,
2003 se redujo nuevamente a un 1,8%. muy por debajo de los niveles de gasto en
otros rubros, como combustibles y energía,
La participación de los gastos en asuntos servicios generales o servicios económicos,
de orden público y seguridad dentro del y apenas por encima del gasto en vivienda,
gasto público consolidado fue de 3,8% en agricultura y servicios recreativos, cultura-
1987, y cayó en los años siguientes hasta al- les y religiosos (Gráfico 8.15). Más aún, el
canzar un mínimo en 1991 (3,3%). Poste- gasto en seguridad y orden público apenas
riormente se recuperó, al aumentar a 3,8% representó un 7,8% de la suma del gasto
en 1996, porcentaje que con excepción de per cápita en sectores sociales (educación,
una leve caída en 1997, se mantuvo hasta salud, asistencia y seguridad social, vivien-
el 2003. da y servicios recreativos, culturales y reli-
giosos). Expresado de otra forma, por cada
Estas últimas cifras constituyen una cla- colón gastado en programas sociales, se
ra evidencia de que, en el total del gasto gastaron 0,078 céntimos en orden público
público, los asuntos de orden público y y seguridad.

384
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.15

Gasto público per cápita según funciones. 2002 (en colones)

Fuente: Secretaria Técnica de la Autoridad Presupuestaria, Ministerio de Hacienda e INEC-CCP.

iii. Costos económicos de la violencia: América Latina (Brasil, Colombia, El Salva-


magnitud e implicaciones dor, México, Perú y Venezuela), y cuyos re-
sultados resumidos se presentan en Londoño
La violencia genera una serie de costos eco- y Guerrero (2000). Para estimar los costos
nómicos para los individuos y la sociedad económicos de la ocurrencia y prevención
en su conjunto que, si bien son de difícil de la violencia se consideraron cuatro com-
cuantificación, pueden estimarse. No es ponentes: las pérdidas en salud; las pérdidas
posible medir el impacto de la violencia materiales; el deterioro de la inversión-pro-
en su totalidad, por lo cual las medicio- ductividad y el consumo y el trabajo; y las
nes que se realizan consideran solamente transferencias entre personas.
las formas y consecuencias más visibles de
violencia. La metodología generalmente Como parte de la presente investigación,
seguida en estos casos consiste en hacer un se ha seguido la propuesta metodológica de
inventario de las posibles consecuencias de tal estudio, aunque debe aclararse que los
las conductas criminales, evaluar sus costos resultados que aquí se obtienen no son es-
y sumarlos. trictamente comparables con los resultados
del mismo, tanto por algunas diferencias
En línea con esa propuesta metodológica en las definiciones, como por particulari-
se encuentra el estudio que, entre 1996 y dades de las estimaciones. En especial, no
1997, patrocinó el Banco Interamericano se incluye aquí el deterioro de la inversión-
de Desarrollo (BID) sobre las repercusiones productividad, el consumo y el trabajo por
económicas de la violencia en seis países de motivo de la violencia. Sobre estos rubros
385
PNUD

existe información muy limitada para cons- para considerar el mayor número de días
truir una estimación confiable.8 identificado por Moya, se obtendría un
total de ¢7.972 millones. Aunque el dato
• Pérdidas económicas derivadas del anterior se refiere al año 2002, para efectos
menoscabo de la salud del presente análisis se asumirá que no su-
frió variaciones en el 2003, pues la CCSS
Estas incluyen los costos de atención médi- reporta una reducción en el costo prome-
ca a las víctimas de violencia y el impacto dio de la estancia hospitalaria, que podría
económico de los años de vida saludable compensar el aumento en la violencia.
perdidos. Sobre lo primero, en el año 2004
el Ministerio de Salud de Costa Rica y la En lo que se refiere al valor de los años de
Organización Panamericana de la Salud vida saludable perdidos, en principio se
(OPS) publicaron los resultados de una in- obtiene a partir de la suma de los años per-
vestigación sobre la violencia en Costa Rica didos por muerte prematura y de los años
(Ministerio de Salud y OPS, 2004). Según sobrevividos con alguna discapacidad fun-
esta, en el año 2002 la atención médica di- cional. Sin embargo, para el caso costarri-
recta de la violencia social, que incluye el cense no fue posible obtener información
costo de hospitalización y pago de incapa- sobre el último de esos componentes, de
cidades, tuvo un valor monetario aproxi- manera que la estimación considera sola-
mado de 6.248 millones de colones. mente los AVPP por homicidios dolosos.
Para el año 2003, estos últimos generaron
Ese total incluye los accidentes de tránsito, 16.818 AVPP, con un costo económico
que no están siendo considerados dentro de ¢33.041 millones, que representan un
de la presente investigación. Según un es- 0,5% del PIB.
tudio de Moya (1999), al analizar las cau-
sas de las hospitalizaciones por accidentes y En total, las pérdidas económicas anuales
violencias, se determinó que más del 27% derivadas del menoscabo de la salud por
ocurrió en la vía pública y casi en el 14% motivos de violencia ascienden a 41.013
intervino un vehículo de motor. Suponien- millones de colones, cifra que representa
do que ese porcentaje se mantenga estable un 0,6% del PIB, y cuyo monto principal
y que los costos sean similares, al rebajar se origina en los AVPP.
un 14% a la estimación del Ministerio de
Salud y la OPS, se obtiene un monto que • Pérdidas materiales
excluye, al menos parcialmente, los acci-
dentes de tránsito, y que asciende a ¢5.481 En el caso de las pérdidas materiales asocia-
millones. das con la violencia, estas tienen tres com-
ponentes: los gastos de seguridad y justicia
Debe tomarse en cuenta, además, que, por parte del gobierno y los gastos directos
según Moya (1999), las hospitalizaciones en seguridad por parte de los hogares y las
por accidentes o violencias en general tie- empresas. Como se señaló en la sección
nen una estancia promedio de más de ocho anterior, el gasto del gobierno en seguridad
días, mayor que la estancia promedio total, y justicia representó, en el año 2003, un
de 5,5 días. Al hacer el ajuste en los costos 1,8% del PIB. Por su parte, la estimación

8
Un estudio reciente para los países centroamericanos (Figueroa et al. [1997]) destacó algunos de los problemas para la in-
versión relacionados con la inseguridad pública, pero no incluyó ninguna cuantificación sobre el deterioro de la misma.
386
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

propia sobre los gastos directos en que in- lor de lo sustraído excluyendo medios de
currieron los hogares en seguridad señala- transporte, pues se supuso que los casos
ba, para ese mismo año, un gasto mínimo sin valor registrado no lo son. El resultado
equivalente a 0,4% del PIB. Aunque la fue un monto de ¢19.571 millones, cifra
estimación no se realizó para las empresas, que representa un 0,3% del PIB. Si bien es
se puede suponer un nivel similar al de los cierto que a ese monto se le debe rebajar el
hogares, es decir, un 0,4% del PIB. De es- valor de lo que se recupera, para efectos de
ta forma, las pérdidas materiales asociadas esta estimación se supone que este último
a la violencia equivaldrían a un 2,7% del representa al menos una parte del valor de
PIB o 185.564 millones de colones. las estafas, hurtos y robos que no se repor-
tan, motivo por el cual el monto total per-
• Transferencias manece sin cambios.

Finalmente se considera dentro de la va- • Estimación global


loración el monto de las transferencias de
unas manos (las víctimas) a otras (los victi- El Cuadro 8.5 muestra los resultados de
marios) asociadas con los distintos delitos la estimación global, e indica que el costo
contra el patrimonio, con base en informa- económico de la ocurrencia y prevención
ción sobre las denuncias penales entradas de la violencia ascendió, como mínimo,
por los delitos de estafa, hurto y robo para a 246.148 millones de colones, cifra que
el año 2003.9 En el cálculo se empleó el va- representa un 3,6% del PIB. El principal
lor de lo sustraído para aquellas denuncias componente de este costo es el correspon-
cuyo valor fue publicado en las estadísticas diente a las pérdidas materiales y, dentro de
del Poder Judicial. Para efectos del presente ellas, al gasto público en seguridad y justi-
análisis, a las denuncias entradas con valor cia, que representa casi la mitad del costo
desconocido se aplicó el promedio del va- económico total.

Cuadro 8.5

Costos económicos de la violencia, en millones de colones


y como porcentaje del PIB. 2003
Rubro Millones de colones % PIB
Pérdidas debidas al menoscabo en salud 41.013 0,6
Atención médica 7.972 0,1
Años de vida potencialmente perdidos 33.041 0,5
Pérdidas materiales 185.564 2,7
Seguridad pública y justicia 126.422 1,8
Seguridad privada-hogares 30.071 0,4
Seguridad privada-empresas 30.071 0,4
Transferencias 19.571 0,3

Total 246.148 3,6


Fuente: Elaboración propia.

9
Véase Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística, Área Policial; versión en línea (http://www.
poder-judicial.go.cr/).
387
PNUD

El costo económico estimado es, sin duda, que implica educar a un estudiante desde
elevado, aunque muy inferior a las grandes el nivel preescolar hasta su graduación en
magnitudes encontradas en otros estudios una carrera universitaria.
en la región, que a finales de la década an-
terior lo situaban en un 12,1% del PIB pa- Como la duración promedio de las conde-
ra América Latina10 y en cifras cercanas a nas varía según el delito, el ejercicio se apli-
una cuarta parte del PIB, en casos extremos có para los delitos de homicidio doloso,
como Colombia y El Salvador.11 No obs- violación, robo y hurto agravado. De igual
tante, un 3,6% de la producción total es manera, como las carreras tienen una dura-
una cifra nada despreciable, que equivale a ción promedio diferente, fueron escogidas
más de la mitad de la inversión que hace el tres: Psicología, Medicina y Derecho, todas
país anualmente en educación pública. de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Acaso nada sugiere mejor la racionalidad Desde el punto de vista metodológico de-
económica de invertir en la prevención be advertirse que las estimaciones realiza-
del delito y en la reducción de las tasas de das son una aproximación al problema y
delictividad, que una comparación directa parten del supuesto de que las condiciones
de los costos involucrados en la educación de matrícula, presupuesto, inflación, en-
pública y en el sistema penitenciario. Se ha tre otras, prevalecientes en el año 2004, se
estimado, para el año 2004, la inversión mantendrán invariables en el futuro. Aún
que debe hacer el Estado en la manuten- con tales limitaciones, los resultados de la
ción de un privado de libertad, que cumple comparación son verdaderamente notables
condena por ciertos delitos, y la inversión (Cuadro 8.6).

10
Londoño, Gaviria y Guerrero (2000).
11
Buvinic, Morrison y Shifter (1999).
388
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 8.6

Estudiante vs. privado de libertad: inversión pública requerida. 2004

Estudiante Privado de libertad

Preescolar y primaria Homicidio doloso


Matrícula anual (1) 577.181 Inversión por año (7) ¢1.084.131
Presupuesto anual (2) ¢140.258.100.000 Pena promedio (8) 19,4 años
Inversión per cápita ¢243.005 Inversión por la pena ¢21.032.141
Inversión para graduarse (3) ¢1.701.038
Violación
Secundaria académica Inversión por año (7) ¢1.084.131
Matrícula anual (1) 224.341 Pena promedio (8) 17,3 años
Presupuesto anual (2) ¢69.059.130.000 Inversión por la pena ¢18.755.466
Inversión per cápita ¢307.831
Inversión para graduarse (3) ¢1.539.155
Robo agravado
Universidad de Costa Rica Inversión por año (7) ¢1.084.131
Matrícula anual (4) 30.153 Pena promedio (8) 6,6 años
Presupuesto anual (5) ¢59.361.302.373 Inversión por la pena ¢7.155.265
Inversión anual por estudiante ¢1.968.670

Inversión de un estudiante desde


Hurto agravado
preescolar para graduarse en...
Psicología (6) ¢17.414.616 Inversión por año (7) ¢1.084.131
Medicina (6) ¢16.824.015 Pena promedio (8) 2,4 años
Derecho (6) ¢15.741.247 Inversión por la pena ¢2.601.914

Notas: (1) Datos de matrícula de la Oficina de Estadística del Ministerio de Educación Pública. Se refiere a la matrícula inicial.
En la educación secundaria solamente se tomó tercer ciclo y diversificado académico, tanto diurno como nocturno. (2) Oficina de
Presupuesto del Ministerio de Educación Pública. En el caso de secundaria académica se dispuso del presupuesto para tercer
ciclo y diversificado académico, tanto diurno como nocturno. (3) Para preescolar se supone un año en promedio y para primaria
seis años. Para secundaria se supone una duración promedio de cinco años. (4) Oficina de Becas y Atención Socioeconómica,
con base en datos de la Oficina de Registro e Información. Universidad de Costa Rica. Oficio =BAS-246-2005. (5) Oficina de
Administración Financiera, Presupuesto. Universidad de Costa Rica. Oficio OAF-1986-04-05-P. (6) Instituto de Investigaciones en
Ciencias Económicas. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica. Oficio IICE-183-05. La duración promedio
para la carrera de Psicología se estima en 7,2 años, para Medicina en 6,9 años y para Derecho en 6,35 años. (7) Ministerio de
Justicia, Despacho de la Ministra de Justicia. El costo anual en colones proviene del costo promedio de manutención de un privado
de libertad para los diferentes centros institucionales, según la población privada de libertad al mes de junio del 2004 y utilizando un
tipo de cambio de 471,49 dólares por colón. (8) Estimaciones propias basadas en los datos de Penas, publicados en los Anuarios
de Estadísticas Judiciales, para el año 2002.
Fuente: Elaboración propia.

389
PNUD

La evidencia muestra que el Estado ten- su conjunto; es decir, parte de la premisa


dría que invertir de 15 a 18 millones de de que el florecimiento personal tiene lugar
colones para que un estudiante se instruya en un desarrollo continuo de interacciones
desde el nivel preescolar hasta graduarse y procesos cooperativos.
como licenciado en Psicología, Medicina
o Derecho en la UCR. Por otro lado, el Una forma crecientemente utilizada para
cumplimiento de una condena promedio analizar la calidad de los vínculos colectivos
por homicidio doloso requiere una eroga- que definen a una comunidad es la noción
ción estatal aproximada de ¢21 millones y de capital social, con una larga tradición en
de ¢19 millones, si el delito cometido es la sociología contemporánea. Sus orígenes
una violación. En otras palabras, aún sin se remontan a exploraciones de Pierre Bor-
considerar las inmensas externalidades po- dieu, enriquecidas luego por el aporte de
sitivas derivadas de la inversión educativa, James Coleman y recogidas, en su versión
la racionalidad económica de prevenir la más exitosa, por el conocido estudio de Ro-
violencia, garantizando acceso universal bert Putnam (1993) sobre las disparidades
al sistema educativo, es muy superior a la regionales en Italia. En este último trabajo,
de combatirla por medio de la utilización Putnam (1993) definió capital social como
intensiva del sistema penal. Esto aún en “la confianza, las normas que regulan la con-
términos estrictamente económicos, pues vivencia, las redes de asociacionismo cívico,
la búsqueda del desarrollo humano es la elementos estos que mejoran la eficiencia de la
mejor política de seguridad ciudadana. organización social promoviendo iniciativas
tomadas de común acuerdo”.
El sacrificio económico que la inseguridad
ciudadana impone a la sociedad es tan so- La pregunta que impulsa este análisis es
lo uno de sus efectos sobre la colectividad. cómo las formas asociativas comúnmente
Otra vertiente distinta -e igualmente cru- referidas a la noción de capital social pue-
cial- del problema concierne a las conse- den verse impactadas por la inseguridad
cuencias de la inseguridad ciudadana para ciudadana. Al analizar esta relación, Moser
la calidad del tejido social. En el caso de y McIlwaine (2004) han afirmado que es
Costa Rica, esas consecuencias tienen, co- simplista establecer una relación unívoca
mo se verá a continuación, algunos ribetes entre ambos fenómenos. Analizando el
sorprendentes. problema a partir de las distinciones entre
capital social estructural (organizaciones) y
D. La inseguridad ciudadana y el ca- cognitivo (normas); perverso y productivo
pital social en términos del crecimiento económico;
y horizontal y vertical (en relación con el
La finalidad última del desarrollo humano tipo de vínculos intracomunitarios o extra-
es la libertad, la cual no se ejerce en aisla- comunitarios), las autoras concluyen que:
miento, sino que se despliega en un con- “No solo la violencia reduce el capital social
texto social. Si bien el enfoque del desarro- cognitivo minando la confianza y generando
llo humano parte de la idea de la persona miedo, sino también afectando el modo en que
como potencialidad, con capacidad para opera el capital social estructural, donde las
un despliegue inagotable de planes y pro- capacidades de las organizaciones sociales pro-
yectos, también advierte que la creación de ductivas son diezmadas, mientras que las de
un espacio de libertad suficiente para las las organizaciones perversas se multiplican.
posibilidades que la acción humana ofrece,
supone un compromiso de la sociedad en
390
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Sin embargo, se identificaron procesos po- una tradición analítica previa en esta direc-
sitivos, particularmente en relación con la ción. Algunos aspectos del problema han
reconstrucción de la confianza y la cohesión sido indagados por separado en sucesivas
-esencia del capital social- por medio de orga- investigaciones sobre temas de cultura po-
nizaciones no amenazantes como los grupos lítica y en estudios de opinión pública. Por
de mujeres". su parte, el Proyecto Estado de la Nación
ha estudiado la problemática tratando de
El modelo utilizado es una aplicación
identificar variables duras que remiten a
adaptada del enfoque dimensional para la
nociones de capital social estructural, como
medición del capital social, en el cual se
el grado efectivo de organización social.
otorga particular atención a la definición
de tipos de asociacionismo y a los efectos
Así, para una serie de datos de 1995 a 2002
de las percepciones sobre la vida de los in-
(Cuadro 8.7), se observa disminución en el
dividuos y las comunidades.12 Se reconoce
número de sindicatos existentes en el país,
la multidimensionalidad del capital social
y la importancia de una dimensión estruc- en términos absolutos, y una dramática
tural (la pertenencia a organizaciones) co- caída del 15% al 10% en la tasa de sin-
mo de una dimensión cognitiva, referida a dicalización. Ello no sorprende debido al
valores y confianza. Es posible, así, iden- fuerte enfrentamiento con la lógica sindi-
tificar al menos tres variables para opera- cal de reivindicación en la cultura domi-
cionalizar el concepto: 1) la “asociatividad” nante y ante la dificultad de las mismas
o intensidad de los vínculos asociativos de organizaciones para mejorar la percepción
las personas; 2) la confianza interpersonal; desfavorable de la ciudadanía. Pero es no-
3) las actitudes frente a las características table que el número de asociaciones soli-
del grupo social, que hacen referencia a la daristas también haya descendido, aspecto
heterogeneidad percibida y a la tolerancia a que contrasta con el ligero incremento en
las diferencias que puedan observarse en el el número de asociaciones de desarrollo
ámbito comunitario. En la presente sección comunal activas, que pasaron de 1.600 a
centraremos el análisis en las dos primeras, 1.790 en el período. Lamentablemente, no
toda vez que la tercera variable se analiza se dispone de información para ponderar
más adelante como parte de la indagación el grado efectivo de movilización social del
sobre los efectos de la inseguridad ciudada-
que la expansión notable de la afiliación a
na en la cultura democrática.
cooperativas y organizaciones comunales es
i. Capital social en Costa Rica capaz, pero es importante para los fines de
estudio constatar que estas formas de aso-
El estudio de la relación entre capital social ciación no laboral tienden a comportarse en
y seguridad ciudadana en Costa Rica es un dirección opuesta a las organizaciones típi-
trabajo exploratorio, dada la ausencia de camente adscritas al ámbito del trabajo.

12
Narayan y Cassidy (2001); Grootaert et al. (2004).
391
PNUD

Cuadro 8.7

Organizaciones y afiliación en Costa Rica. 1995-2002


Año
Variable
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Sindicatos activos 348 319 283 279 212 205 253 219

Número de afiliados
171.428 165.075 152.778 134.998 141.880 132.855 146.884 150.944
a sindicatos

Tasa de
15 14 12 10 11 9 9 10
sindicalización (%)

Cooperativas
293 249 517 526 556 551 501 453
activas

Número de afiliados
358.885 359.314 379.732 412.368 376.821 416.273 457.482 519.581
a cooperativas

Asociaciones
1.471 1.481 1.389 1.398 1.043 1.058 1.067 1.074
solidaristas activas

Número de afiliados
a asociaciones 163.473 170.406 178.819 188.239 175.381 185.342 184.998 187.548
solidaristas

Sociedades
45 13 168 215 218 221 225 233
anónimas laborales

Asociaciones de
desarrollo comunal 1.600 1.620 1.635 1.732 1.685 1.661 1.866 1.790
activas

Cámaras
empresariales 41 46 45 45 47 46 48 45
afiliadas a UCCAEP

Asociaciones civiles
inscritas en el 7.272 8.163 9.467 10.568 11.356 13.094 13.999 15.386
Registro Nacional

Fuente: Estado de la Nación (2003), p.290.

El informe Auditoría ciudadana sobre la nacional aplicada por la Auditoría Ciuda-


calidad de la democracia concluye que, a dana, muestran que 55,5% de los costarri-
pesar de que no existen registros adminis- censes vive en un barrio en el cual existe
trativos sobre el número de personas afi- una junta de vecinos, pero solo el 28,4%
liadas a las organizaciones de la sociedad participa en ella, es decir, el 15,7% de los
civil, estudios basados en encuestas nacio- costarricenses.
nales indican una baja participación de las
personas en las asociaciones formal o in- Esas cifras son razonablemente similares
formalmente constituidas (entre un 13% y a las obtenidas por la ENSCR-04 que, al
un 15%). Los resultados que aparecen en preguntar por la participación de la pobla-
el apartado referido al ejercicio de la liber- ción en diferentes tipos de actividades co-
tad de asociación, producto de la encuesta lectivas, obtuvo los siguientes resultados:

392
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 8.8

Participación en actividades colectivas (en porcentajes)

Actividad Porcentaje (1)

Participa en alguna asociación de desarrollo local 18,7


Participa en grupos organizados para luchar contra la delincuencia 20,6
Participa en actividades políticas 22,1
Participa en grupos de voluntarios 29,7
Participa en grupos deportivos 39,7
Participa en grupos religiosos 46,3
Nota: (1) Corresponde a la suma porcentual de las respuestas cuya frecuencia fue a veces, casi siempre y
siempre.
Fuente: ENSCR-04.

En consonancia con estudios previos que esfuerzos colectivos son vistos favorable-
denotan un grado relativamente bajo de mente, una aplastante mayoría los percibe
organización, los entrevistados dicen par- como un recurso subsidiario frente a la ac-
ticipar en proporciones cercanas o superio- ción estatal. El Cuadro 8.9 revela que no
res al 40% solamente en grupos religiosos se está en presencia de una reacción comu-
y deportivos. La participación en otras nitarista, opción que solo favorece el 16%
actividades, incluidas las de organización de los entrevistados. Apenas una fracción
comunal o defensa contra la delincuencia de ellos se ocupa en construir bases orga-
ronda el 20%. Limitados como son, esos nizativas para la provisión de seguridad
niveles de participación son superiores a en sus entornos inmediatos. Todo ello es
los detectados en países desarrollados. Al congruente con la relación, más general, de
comparar las cifras indicadas con datos de la población costarricense con el Estado,
Irlanda y el promedio de 32 países euro- marcada por actitudes de dependencia y de
peos para el año 2001, los niveles de par- preferencia por sobre la acción individual,
ticipación en estos países son en todos los aspectos que sobresalen en los estudios de
casos bastante menores que los declarados cultura política. Y resulta también con-
en la ENSCR-04: actividades políticas gruente con la necesidad impulsada por las
4,4% y 2,5%; grupos voluntarios y de ser- últimas administraciones para gestionar un
vicio social 10% y 9,6%; grupos religiosos rol de los ciudadanos en la producción del
16,2% y 14%; grupos deportivos 27,6% y bien público seguridad, tanto en la preven-
15,6%; y grupos comunales 5,6% y 3,0% ción y la disuasión, como rezaba el slogan
respectivamente.13 “la seguridad es cosa de todos”, como en
la represión contenida por medio de la
La actitud prevaleciente en Costa Rica ha- organización comunitaria y la represión
cia los esfuerzos comunitarios en materia limitada de actos criminales por parte de
de seguridad ciudadana merece un bre- los vecinos.
ve comentario. En este caso, aunque los

13
The National Economic and Social Forum (2003), p.63.
393
PNUD

Cuadro 8.9

Actitudes ante esfuerzos comunitarios para combatir la delincuencia


¿Con cuál de las siguientes afirmaciones está usted más de acuerdo? Porcentaje
Total de casos 2.402
Total 100,0

Las comunidades deben organizarse por sí mismas para combatir la delincuencia. 16,3
El Estado debe organizar y colaborar con las comunidades para combatir la delincuencia. 70,9
El Estado debe garantizar la seguridad sin la ayuda comunitaria. 12,8
Fuente: ENSCR-04.

Tan limitados como los niveles de asociati- ii. Percepciones de inseguridad y capital
vidad detectados en el país resultan los de social
confianza inter-personal. Casi dos terceras
partes de los entrevistados por la ENSCR-04 ¿De qué manera las percepciones de los
(65,1%) manifestaron su convencimiento de individuos sobre la seguridad ciudadana y
que la gente se aprovecharía de ellos si tuvie- su entorno influyen en las expresiones de
ra oportunidad. Este resultado no sorprende capital social exploradas? Las preguntas que
si tomamos en cuenta que en el año 2003 analizaremos a continuación dan una indi-
Costa Rica ocupó el lugar 14 entre 17 países cación de la manera en que las percepciones
latinoamericanos incluidos en la encuesta de de mayor o menor inseguridad están rela-
Latinobarómetro, en términos de confianza cionadas con mayores o menores grados de
inter-personal.14 De modo similar al temor, asociatividad y confianza inter-personal.
la desconfianza entre las personas únicamen-
te parece disiparse en la vecindad inmediata El Gráfico 8.16 muestra la frecuencia de
del entrevistado. Un 83,4% de los consulta- distintas manifestaciones de la asociativi-
dos por la ENSCR-04 dijeron confiar en las dad, según los cuatro grupos de temor ya
personas que viven en su barrio. conocidos.

14
La pregunta utilizada por el Latinobarómetro para medir la confianza entre las personas es distinta a la utilizada por la
ENSCR-04: “Hablando en general, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que uno nunca es
lo suficientemente cuidadoso en el trato con los demás?”. Solo 11% de los entrevistados en Costa Rica respondió que se
podía confiar en los demás (Latinobarómetro [2004]).
394
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.16

Porcentaje de participación de las personas según los grupos de temor

Fuente: ENSCR-04. Porcentaje

Aparece aquí un hallazgo sorprendente. como un poderoso estímulo para la acción


Contrario a lo que cabría esperar, la pro- colectiva. No otra cosa atestiguan los más
pensión a tomar parte en actividades colec- de 3.000 Comités de Seguridad Comuni-
tivas es más alta entre los grupos de mayor taria organizados en el pasado reciente en
temor que entre los segmentos de menor Costa Rica, bajo el auspicio del Ministerio
temor, en todas las modalidades de parti- de Seguridad Pública.
cipación consultadas. La relación es rela-
tivamente pequeña en grupos religiosos y No cabe la menor duda de que esa red
actividades sociales entre vecinos, pero es de comités, que cubre todo el territo-
bastante evidente en todos los demás casos. rio nacional, constituye un fenómeno de
Una desagregación aún más minuciosa de (re)construcción de capital social de la ma-
los datos revela que los niveles de inseguri- yor importancia. Es, se diría, la expresión
dad física y patrimonial, en particular, son por excelencia de las nuevas formas de aso-
más altos entre quienes siempre comparten ciatividad que han venido a sustituir vín-
y se organizan con sus vecinos. culos tradicionales -como los articulados
alrededor de la Iglesia Católica- crecien-
El caso más evidente -y el único espera- temente debilitados en una sociedad ca-
ble- es el de la participación en actividades da vez más urbana, secular, moderna y…
colectivas de lucha contra la delincuencia. atemorizada. Pero esta (re)construcción
La participación en estas es casi tres veces del tejido social solo en parte es una bue-
superior entre los “sitiados” (35,6%) que na noticia. La proliferación de grupos de
entre los “tranquilos” (12,5%). He aquí lucha contra la delincuencia no necesa-
un punto de crucial importancia, que su- riamente expresa altos valores de capital
giere, como se indicó más arriba, que la social. Es un capital social nacido de cau-
relación entre inseguridad ciudadana y sas desafortunadas, fraguado al calor del
calidad del tejido social dista de ser uní- intenso temor presente en algunos grupos
voca: el miedo no solo destruye el tejido y, como tal, está ocasionalmente conta-
social, sino que también puede funcionar minado por ribetes excluyentes e intole-
395
PNUD

rantes. Un interesante estudio sobre los integración social. Constituyen un tipo de


Comités de Seguridad Comunitaria del vínculo comunitario, ciertamente valioso,
Cantón de San Carlos sugiere que, más pero construido sobre la base de profun-
allá de la heterogeneidad de sus funciones das fracturas sociales (Recuadro 8.3). Más
en las comunidades donde operan, estos aún, la proliferación de manifestaciones
comités son más una forma de vínculo asociativas coexiste, como lo vimos antes,
creada para proteger a la sociedad frente con altos niveles de desconfianza entre las
a los excluidos, que un vehículo de plena personas.

Recuadro 8.3

Los Comités de Seguridad Comunitaria en San San Carlos


El imaginario social costarricense ubica a San Carlos como uno viviendas; estas están integradas por jóvenes habitantes
de los cantones más prósperos del país; las fértiles tierras de de los llamados “barrios marginales”.
sus valles dieron lugar a un desarrollo agropecuario de los más
significativos del área central de Costa Rica. A primera vista, • Asaltos callejeros. El tema de los asaltos callejeros en
una distribución relativamente igualitaria de la tierra la coloca zonas urbanas es persistente. La mayor parte de los atracos
como una región de amplias clases medias, sello distintivo de corresponde a Ciudad Quesada. Incluso se registran asal-
lo particular del Valle Central costarricense. Al desarrollo socio- tos contra escolares para robarles el bulto.
económico se le une su belleza paisajística, lo cual ha dado lu-
gar en años recientes a un despegue de la actividad turística.
• Secuestros de empresarios. Varias noticias dan cuenta
de diversos secuestros o amenazas de secuestros a em-
Pero como todos en los imaginarios, esta imagen peca de cier- presarios, en busca de rescates millonarios. Estos ya se
to unilateralismo. No se pueden negar las envidiables condicio- han producido en diversas comunidades, como Limoncito
nes que le dan su apariencia a este cantón, pero tampoco se de Cutris, San Isidro de Pocosol y Ciudad Quesada.
puede pasar por alto que, de la mano del llamado desarrollo y
con el proceso de urbanización, han aparecido nuevos proble-
• Violencia doméstica. Se refiere, en especial, a diversas
mas sociales que son comunes a la mayor parte de la sociedad
formas de agresión en contra de niños, niñas y particular-
costarricense, entre estos el de la (in)seguridad ciudadana y
mente mujeres.
las distintas caras de la violencia. En ese sentido los Comités
de Seguridad Comunitaria se han convertido en una forma de
contender con esa inseguridad. Se puede pensar que, de acuerdo con las noticias que apare-
cen en la prensa, tres formas de violencia son las que destacan
en el período 2003-2004. En primer lugar, aquella asociada con
A. Inseguridad ciudadana en San Carlos lo que se denomina “crimen organizado”; esto es la presencia
de bandas con un alto grado de organización y, generalmente,
Precisar la verdadera incidencia de la violencia y, en particular, en posesión de armas de fuego ligeras y medianas. Este tipo de
de la inseguridad ciudadana en el cantón de San Carlos, no violencia afecta, principal pero no exclusivamente, a finqueros y
es tarea fácil. En la consideración de este tema existen dos empresarios de la zona.
extremos: quienes consideran que el problema es realmente
grave y su incidencia alarmante y aquellos que lo niegan o no En segundo lugar, aparece una amplia diversidad de asaltos,
le otorgan un peso tan significativo. Entre estas dos posiciones robos, consumo y tráfico de drogas. De acuerdo con los me-
extremas pueden ubicarse múltiples matices intermedios. Todo dios de prensa, esta sería la violencia que más se relaciona
parece indicar que la prensa (al menos parte de ella, con im- con determinadas condiciones de vida desfavorables: pobreza,
portante incidencia social) ocupa la primera posición en la con- desempleo y violencia intrafamiliar. Algunas de estas formas de
figuración de la imagen de la zona: buena parte de las noticias incidencia de la violencia afectan barrios populares urbanos y
que se publican en la prensa escrita y que tienen que ver con el amenazan el desempeño socio cultural en las ciudades inter-
cantón de San Carlos están relacionadas con temas policiales. medias, como en el caso de Ciudad Quesada. Y en tercer lugar,
destaca la violencia doméstica, que comprende múltiples agre-
Algunas de las noticias más frecuentes y con mayor despliegue siones y hasta asesinatos a causa de diferencias o por lo que
son sobre: frecuentemente se denomina “razones pasionales”.

• Bandas organizadas. Es decir, presencia de grupos que, B. Los Comités de Seguridad Comunitaria
generalmente, provienen de fuera del cantón.
La estrategia de organización de los Comités de Seguridad
• Bandas juveniles en barrios “marginales”. Otro tipo de Comunitaria (CSC) fue diseñada por las autoridades del
bandas a las que la policía atribuye múltiples asaltos, so- MSP como una forma de involucrar la participación ciudada-
bre todo asaltos callejeros, tacha de vehículos, robos a na en el tema de la seguridad. Los motivos son la situación
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396
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

de inseguridad de los barrios, aunada a la carencia de re- de Ciudad Quesada, los distritos con mayor cantidad de co-
cursos de la policía para contender con la delincuencia. La mités son Florencia, Aguas Zarcas y Cutris, cada uno de
concepción general que prevalece en las esferas policiales ellos con tres comités (Cuadro 1). Para la fecha señalada,
es que se trata de un programa integral de solución orga- algunos de los comités ya tenían cerca de dos años y medio
nizada para los problemas de la comunidad, tanto los rela-
de trabajo. Otros se habían organizado a lo largo del año
tivos a la seguridad, como los que conciernen al bienestar
2003. Además, continuaba la presentación de solicitudes
comunitario.
de diversas comunidades para proceder a organizarlos.

Hasta septiembre de 2004, se contaba con 26 comités ubi-


cados en el cantón de San Carlos. Cerca de una tercera Sin duda, la cobertura de los comités es considerablemente ex-
parte estaba localizada en distintos barrios urbanos de Ciu- tensa pues estos se encuentran en casi todo el cantón. Para ser
dad Quesada. Los restantes se encontraban distribuidos en una experiencia reciente, cerca de dos años y medio de trabajo,
diez de los trece distritos que integran el cantón. Después la ampliación de su radio geográfico es impresionante.

Cuadro 1

Datos básicos de los Comités de Seguridad Comunitaria (CSC)


del cantón de San Carlos
Con 9 CSC: Ciudad Quesada
Cantidad de Comités por distrito Con 3: Florencia, Aguas Zarcas y Cutris
Con 2: Palmera, Pocosol
Con 1: Buena Vista, Venecia, La Tigra y Pital
En promedio 17 personas por comité. Los comités menos numerosos
son integrados por 5 personas y los más numerosos se encuentran
Número de integrantes por Comité
integrados por 38 personas (Boca del Arenal) y uno por 35 en el
distrito de La Tigra)
Comunidades que van desde las 8 viviendas y 9 comercios (un
Cobertura poblacional cuadrante urbano) hasta las que tienen cerca de 500 viviendas
(Barrios de Boca del Arenal)

Robos, drogadicción, asuntos relativos a bienestar comunitario,


Problemas comunes que atienden
violencia doméstica, violaciones, entre otros

Años de experiencia Formados en el 2002 = 4; 2003 = 15; 2004 = 7

Fuente: Información suministrada por Sr. Jorge Arturo Sibaja, coordinador de los Comités de Seguridad de la Región Octava
del MSP (actualizada al mes de septiembre de 2004).

Por otro lado, el número de integrantes de los comités es va- que no viven en el lugar, pero que son propietarias de negocios
riable, con un promedio de 17 personas. Existen algunos muy ubicados allí.
numerosos y que atienden variados problemas, no solo los de
seguridad ciudadana, sino que incluso enfrentan situaciones de Los problemas más frecuentes que deben enfrentar son los re-
carácter ambiental. Este es el caso del Comité de Boca Arenal. lativos a robos, drogadicción y violencia doméstica, problemas
Hay otros comités menos numerosos, como el de Buena Vis- estos que comparten tanto comunidades urbanas como rurales,
ta, pero ello puede deberse a que los problemas de seguridad en mayor o menor medida. En particular, preocupa la existencia
que enfrentan no son significativos. Se trata de una comunidad de pandillas o grupos juveniles en los cuales diferentes actos
bastante aislada, de carácter rural y en la cual se detectan es- delictivos se encuentran aparejados con la drogadicción, por lo
pecialmente problemas del entorno ambiental. cual este problema es señalado con particular énfasis por los
informantes de estas comunidades.
Los comités funcionan en comunidades definidas, sean pobla-
dos, urbanizaciones o cuadrantes, cuando se trata de empla- El papel de los comités es más disuasivo que represivo. Sus
zamientos urbanos. Los integrantes de cada uno de ellos se herramientas principales consisten en la profundización del co-
auto-reconocen como habitantes de determinadas comunida- nocimiento de la comunidad y el intercambio de información. El
des. En el caso del Comité Panchita, por ejemplo, lo conforman rótulo que identifica la presencia de uno de estos comités en las
tanto personas que viven en uno de los cuadrantes, como otras comunidades también es una herramienta disuasiva. Sin em-
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397
PNUD

Viene
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Viene de
dela
la
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bargo, los comités atienden problemas pero no los resuelven, los daños a la infraestructura social (específicamente en dos
desde un punto de vista directo y represivo; más bien intercam- casos). En suma, drogas y robos son las causas más intensa-
bian informaciones, ponen a funcionar mecanismos de alarma mente señaladas como base para proceder con la organización
y, en ciertos casos, cuando la situación no puede resolverse de los CSC.
directamente, acuden a la policía.
Pasando de las necesidades a las realidades que se atienden,
C. Estudio en profundidad de diez CSC en el caso de los comités urbanos los problemas más comunes
son también los relativos a drogas y robos. Además, se rea-
En el marco del Informe Nacional de Desarrollo Humano se liza un conjunto de actividades de vigilancia, tanto de aspec-
procedió a profundizar en el funcionamiento de diez CSC en tos familiares, escándalos públicos y observación de personas
el Cantón de San Carlos, a través de la realización de una extrañas a las comunidades. En los comités semi-rurales, los
entrevista a representantes calificados de cada uno de estos problemas atendidos tienen que ver con robos, daños, asuntos
comités. Se procuró que los entrevistados representaran, de de pandillas, drogas y el reforzamiento de la organización co-
alguna manera, la variedad de comités existentes en el cantón munal. En los comités rurales se atienden asuntos de drogas,
y la diferenciación de situaciones geográficas y sociales preva- vigilancia de extraños, trabajo social y comunitario.
lecientes. Por ende, se escogieron cuatro que se desempeñan
en distintas comunidades de Ciudad Quesada y a los cuales se La atención de los problemas indicados implica para los CSC,
ha calificado como urbanos (Panchita, San Gerardo, Barrio San de manera fundamental, vigilancia y observación. Cuando efec-
Pablo y Los Olivos). Se seleccionaron tres caracterizados como tivamente se dan los hechos delictivos, el procedimiento es lla-
semi-rurales, atendiendo situaciones como concentración po- mar a la policía y no necesariamente resolverlos de manera
blacional e infraestructura de servicios presentes en esas co- directa. Puede observarse una relativa evolución en el trabajo
munidades (Boca Arenal, La Marina y Buenos Aires). Además, de los comités que va desde situaciones de carácter policial
se entrevistó a personeros de tres comités que funcionan en (en su momento fundacional), hacia otros temas de carácter
comunidades rurales (Peje Viejo, Ulima de La Vega y Buena social. Es decir, si bien se fundan con agendas policiales, a
Vista) (Cuadro 2). medida que avanza su trabajo se asumen agendas sociales,
sin que se abandonen los temas propiamente policiales. Esto
La cantidad de integrantes de los CSC analizados se ubica ocurre con mayor claridad en el caso de los comités rurales y
entre los 15 y 20 miembros y operan en comunidades que semi-rurales.
usualmente se componen desde 80 hasta 180 familias.15 Con-
siderando los promedios de integrantes, se puede indicar que Las entrevistas efectuadas evidencian que el recurso más im-
entre un 15 y un 20% de las familias tendría a algún miembro portante con que cuentan para autodefenderse de la inseguri-
participando en los CSC. dad es el conocimiento de sus propias comunidades. Este es
un conocimiento físico, social y cultural, entre otros. Otro recur-
Es importante recordar que la adscripción de los integrantes es so significativo es la difusión de información acerca de situa-
muy libre y no se encuentra reglamentada. En lo que respec- ciones extrañas o anómalas, particularmente la circulación de
ta a la estructura de funcionamiento, debe señalarse que los personas ajenas a las comunidades. Cuando se presentan si-
promotores de estos comités (el MSP) aconsejan un funciona- tuaciones de emergencia, se recurre a diferentes mecanismos
miento sin instancias directivas. Se fomenta, en este sentido, para circular la información, como redes telefónicas, radios y
un funcionamiento por consenso. No obstante, a pesar de las sirenas. Normalmente la comunidad se divide en áreas de res-
recomendaciones planteadas por el MSP, tres comités (dos ponsabilidad adscritas a cada uno de los integrantes del comité
de Ciudad Quesada y uno en Buenos Aires de Pocosol) se o a aquellos que asumen posiciones de liderazgo.
han inclinado hacia un tipo de funcionamiento más formal, de
modo que han elegido juntas directivas o comités centrales di- El balance de los representantes de los comités sobre el trabajo
rectivos. realizado es positivo, tanto en términos de seguridad como con
respecto a los efectos sociales de su intervención, en particu-
Las situaciones aducidas para la organización de los comités, lar en cuanto al fortalecimiento de la organización comunitaria
así como los problemas realmente atendidos varían según la (Cuadro 2). En el caso de los comités urbanos, cuatro de los
localización geográfica. En el caso de tres de los comités urba- entrevistados señalan como positivo el proceso de empode-
nos se señala que los robos frecuentes constituyeron la causa ramiento comunitario. Asimismo, opinan que se sienten más
para proceder con la organización. El problema de las drogas seguros y que, efectivamente, disminuyeron los hechos de in-
se menciona con igual frecuencia que el de los robos. En lo que seguridad.
respecta a los comités semi-rurales aparece especialmente el
tema de las drogas (en tres de ellos) y además se alude a En lo que respecta a los comités semi-rurales, se considera
un conjunto de problemas como robos, violencia intrafamiliar, que disminuyeron los problemas de inseguridad. Además, valo-
violaciones, pandillas juveniles y mejoras sociales (cada uno ran como resultados positivos de su labor, el hecho de obtener
mencionado una vez). En el caso de los comités rurales apa- mejoras en la comunidad y el fortalecimiento de la organización
recen menciones más frecuentes al problema de las drogas y comunitaria. En los comités rurales, en un caso se valora el me-

Continúa en la página siguiente

15
En términos de número de integrantes, no parecen presentarse mayores diferencias entre los distintos tipos de comités según la ubicación geo-
gráfica.
398
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Cuadro 2

CSC seleccionados en el cantón de San Carlos:


mecanismos de trabajo y resultados
Tipo de Mecanismos de trabajo
Resultados
Comité (para garantizar seguridad u otros)

Red telefónica (3) Aumento de la unión y la organización


Cada miembro del Comité se comunitaria (4)
responsabiliza por su zona (2) Se perciben más seguros (2)
Urbanos Comunicación directa (1) Se atenuaron problemas de inseguridad (2)
Radio(1)
Sirenas (1)
Colocación de rótulo de identificación (1)
Red telefónica (2) Se atenuaron problemas de inseguridad (2)
Sirenas (2) Mejoras comunitarias; obras específicas (1)
Semi-rurales Mejoras comunitarias; obras específicas (3) Aumento de la unión y la organización
Concientización a jóvenes (1) comunitaria (1)
Intercambio de información con otros comités (1)
Luchas ambientales (1) Mejora relativa de la seguridad (1)
Charlas (1) Aumento de la unión y la organización comunitaria (1)
Rurales
Mejoras comunales; casetilla del policía(1) Escasa participación; no hay problemas fuertes (1)
Red de teléfonos (1)

joramiento relativo de la seguridad; en otro se señala como un La otra entidad que ha mostrado un grado importante de invo-
logro el fortalecimiento organizativo. A su vez, el informante de lucramiento con los CSC es la Municipalidad de San Carlos.
un tercer comité se lamenta de la escasa participación, pero en Algunos de los comités perciben positivamente el trabajo mu-
este caso los problemas de seguridad, con relación a proble- nicipal en esa materia y lo visualizan con mayor claridad en la
máticas urbanas por ejemplo, son prácticamente inexistentes. función de la Oficina de la Mujer. Cuando a los(as) representan-
tes de los comités se les pregunta si tienen alguna sugerencia
Por último, la información obtenida a partir de las entrevistas que hacer a la Municipalidad, las respuestas se plantean en
permite observar que la relación de los CSC con el MSP se términos de pedirle a ese organismo su apoyo para mejoras
mantuvo, en especial, cuando estos recibieron la capacitación de la infraestructura comunitaria, tales como caminos, obras
básica.16 La mayor parte de los informantes de los comités ex- que beneficien a la juventud o que se constituyan en un bien
presan que las relaciones con el MSP son buenas, pero existe
colectivo comunal.
una opinión generalizada en el sentido de que hace falta segui-
miento. Todo parece indicar que, una vez cumplida la capacita-
ción, no se sabe muy bien qué se puede y se debe hacer.

16
Solamente un comité urbano informa que mantiene una comunicación constante con ese Ministerio.
399
PNUD

Gráfico 8.17

Niveles de confianza interpersonal según grupos de temor

Porcentaje
Fuente: ENSCR-04.

El temor no es, en absoluto, ajeno a esa el temor se ve más clara al transformar y


desconfianza, como lo muestra el Gráfico resumir las preguntas expuestas en índices
8.17. de asociatividad y confianza interpersonal,
en una escala de 0 (desconfianza / asociati-
En ambas preguntas de la encuesta, la ma- vidad nula) a 100 (confianza / alta asocia-
yor confianza se correlaciona con niveles tividad). Los resultados de esta transforma-
menores de inseguridad percibida. Así, ción no revelaron evidencia de asociación
pues, si la inseguridad tiende a fortalecer la de ambos índices con variables como sexo,
construcción de capital social estructural, edad, educación, zona de residencia y na-
se ve correlacionada con una erosión del cionalidad. Únicamente, la asociatividad se
capital social simbólico o normativo. Debe relacionó de manera positiva con el nivel
notarse, sin embargo, que la confianza en socioeconómico (fue significativamente
las personas del barrio tiene un nivel muy mayor en el nivel socieconómico más alto
alto en todos los grupos, lo que sin duda que en el más bajo). Más importante para
facilita la constitución de esfuerzos comu- este estudio es que ambos índices muestran
nitarios de lucha contra la delincuencia. relaciones muy claras -aunque divergentes
entre sí- con los grupos de temor construi-
La dirección opuesta en que parecen mar- dos a partir de los índices de percepción de
char los componentes de asociatividad y inseguridad (Gráfico 8.18).
confianza interpersonal en su relación con

400
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.18

Índices de confianza interpersonal y asociatividad según grupos de temor

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

Para combinar los índices de confianza in- cedimiento K-Medias). El procedimiento


terpersonal y de asociatividad, operaciona- final arrojó, después de múltiples pruebas,
lizar la noción de capital social y clasificar cuatro grupos homogéneos de acuerdo con
a la población del país de acuerdo con su la magnitud de los promedios de ambos ín-
posesión de los atributos de este, utiliza- dices (Cuadro 8.10).
mos el Análisis de Conglomerados (pro-

Cuadro 8.10

Grupos de capital social (promedios por grupo)


Grupos del Análisis de Conglomerados
1 2 3 4
Índices de...
Tipo de capital social
Medio de alta Medio de alta confianza
Bajo Alto
asociatividad interpersonal
Asociatividad 16,7 73,2 15,4 69,9

Confianza interpersonal 28,6 14,3 97,4 73,0

Porcentaje sobre la muestra 44,2 11,5 26,4 17,8

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

401
PNUD

El primer grupo de la muestra, el más am- interpersonal alta (73,0). Como es el gru-
plio, alcanza un 44,2% de los entrevista- po con los mayores promedios en ambos
dos, tiene promedios bajos en asociatividad índices, se le denominó de capital social de
(16,7) y en confianza interpersonal (28,6). alta intensidad. De este ejercicio se infiere
Por esta razón, se le designó como un una primera conclusión importante: decir
grupo con un capital social de baja inten- que en la sociedad costarricense prevalece
sidad. El segundo grupo, el más reducido un capital social alto, medio o bajo, es una
con 11,5% de la muestra, tiene una aso- abstracción muy grande, bastante cercana
ciatividad alta (73,2), pero una confianza a un error de interpretación. En verdad, los
interpersonal baja (14,3), por lo que fue atributos del capital social se presentan en
denominado como de capital social me- combinaciones diversas que, como se ve-
dio con alta asociatividad. El tercero, con rá a continuación, se relacionan en forma
un 26,4% del total, indica lo contrario; también distinta con los niveles de temor.
es decir, un nivel de asociatividad bajo
(15,4), pero una alta confianza interper- En efecto, si es posible identificar impactos
sonal (97,4), por lo que recibió el nombre de la inseguridad ciudadana en el capital
de capital social medio con alta confianza social, el Cuadro 8.11 sugiere que estos de-
interpersonal. El cuarto segmento, con un penden en gran medida del tipo de capital
17,8% de los consultados, muestra una social al que se haga referencia.
asociatividad alta (69,9), y una confianza

Cuadro 8.11

Distribución porcentual de los grupos de capital social según niveles de temor

Grupos de temor
Capital social Total
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
Baja intensidad 43,0 44,0 45,5 44,5 44,2
Medio con alta asociatividad 6,0 11,0 14,2 19,9 11,5
Medio con alta confianza 37,7 26,5 20,9 13,6 26,4
Alta intensidad 13,3 18,5 19,4 22,0 17,8
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

Como puede notarse, la distribución inter- en los “tranquilos” llega a 22,0 en los “si-
na de cada grupo de temor es muy diferen- tiados”).
te. En primer término, es posible observar
cómo la distribución interna del grupo de Se está en presencia, pues, de una asime-
capital social con baja intensidad domina tría relevante: redes sociales fuertemente
en todos los grupos de temor (ronda niveles establecidas parecen potenciarse al crecer
cercanos al 44%), lo cual deja entrever que el temor, lo cual no sucede en situaciones
en las personas con bajo capital social, la en las cuales se sufre de redes sociales ya
presencia de más o menos temor no genera de por sí precarias. Eso significa que el for-
cambios en sus patrones sociales. En el otro talecimiento de los vínculos comunitarios
extremo, el grupo con una alta intensidad permite, en algún grado, una cierta “in-
de capital social, se caracteriza porque este munización” de las comunidades frente al
402 crece conforme aumenta el temor (de 13,3 temor.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Por otra parte, el comportamiento de los desconfiada” generada por la inseguridad


dos grupos intermedios de capital social es mejor que la atomización social. Co-
muestra que el crecimiento del temor for- mo lo muestra la propia experiencia de los
talece el atributo de asociatividad donde Comités de Seguridad Comunitaria, tales
este existe y debilita severamente los nive- modalidades de asociación ocasionalmente
les de confianza interpersonal cuando estos proveen una plataforma para acciones co-
son altos. Específicamente, el porcentaje lectivas que van más allá de la intención
representado por el capital social medio original, con frecuencia excluyente y repre-
con alta asociatividad crece sistemática- siva, que las anima. Esto es, proveen una
mente con los niveles de temor (de 6% en plataforma para acciones comunitarias de
los “tranquilos” a 19,9% en los “sitiados”). muy diversos tipos, incluyentes, solidarias
Esto implica que en una colectividad carac- y capaces de reconstruir la confianza inter-
terizada principalmente por una alta aso- personal y de mejorar cualitativamente los
ciatividad, el crecimiento del temor tiene vínculos comunitarios.
un efecto propulsor para generar mayores
niveles de asociación entre las personas; El estudio de las consecuencias sociales de
esto puede verse reflejado en el entendido la inseguridad ciudadana estaría incom-
colectivo que durante los últimos años se pleto sin una mirada sobre una de sus ver-
ha intensificado con la generación de los tientes más delicadas: sus efectos sobre la
grupos comunitarios organizados a nivel cultura política y, en particular, sobre la
de barrios. Por el contrario, el incremento adhesión, tanto por parte de la ciudadanía
del temor hace que disminuya el grupo de como de los gobernantes, a valores y proce-
capital social medio con mayor predomi- dimientos indispensables para la existencia
nio de confianza interpersonal (37,7% en de un sistema democrático. Ello se verá a
el grupo de los “tranquilos” y 13,6% en el continuación.
de “sitiados”).
E. Inseguridad ciudadana, cultura
Así pues, tanto el concepto de capital so- democrática y estado de derecho
cial, como su operacionalización y su re-
lación con la inseguridad ciudadana son La inseguridad ciudadana impacta en forma
altamente complejos. Esta última relación, directa la calidad de la democracia, único
en particular, parece definida por dos ten- sistema político compatible con la expan-
dencias en apariencia contradictorias: el te- sión de las libertades y el respeto pleno a la
mor fortalece la asociatividad -en especial dignidad humana. Esa afectación discurre
los esfuerzos comunales de lucha contra la en, al menos, cuatro vías. En primer lugar,
delincuencia- al tiempo que erosiona os- una cultura democrática supone un apego
tensiblemente la confianza entre las perso- intenso a ciertos valores como la tolerancia
nas. Fomenta, se diría, una “asociatividad a la diferencia. En segundo lugar, implica
desconfiada”, fundada en motivos de con- no solo una elevada capacidad social para
veniencia más que de solidaridad. Esto es canalizar los conflictos por vías institucio-
menos un hallazgo original que la compro- nales y consecuentes con los Derechos Hu-
bación de una larga línea de pensamiento manos, sino también un componente bási-
en la teoría política occidental que sitúa el co de civilidad en las relaciones humanas.
origen de la acción colectiva -y del Estado En tercer lugar, y como consecuencia de
mismo- en la racionalidad individual. Sin lo anterior, un estado democrático supone
ser necesariamente expresión de los me- que la respuesta jurídica a los problemas de
jores valores humanos, esa “asociatividad seguridad asegura la plena vigencia de los
403
PNUD

Derechos Humanos y una protección am- ca de la subjetividad - cómo se forma el “no-


plia a las libertades individuales. En cuarto sotros” y cómo las políticas públicas impactan
lugar, una sociedad democrática es defini- la dimensión subjetiva de la acción- es tan
da por niveles aceptables de apoyo social importante para el desarrollo humano como
a las instituciones públicas y, obviamente, el contenido mismo de las políticas económi-
por una sólida preferencia por la democra- cas, sociales, institucionales”.18
cia como sistema de gobierno.
Tradicionalmente se ha sugerido que las y
Se analizará de inmediato cada uno de es- los costarricenses sostienen un discurso de
tos vectores, por los que discurre el efecto tolerancia hacia la diversidad. Con la idea
de la inseguridad ciudadana sobre la vida de clasificar a las personas entrevistadas
democrática. mediante la ENSCR-04 según los niveles
de tolerancia a la diversidad que presentan,
i. Tolerancia a la diferencia se desarrolló un Índice de tolerancia a la di-
versidad.19 Este resume las respuestas de los
Como ha indicado Sakiko Fukuda-Parr en entrevistados a una serie de preguntas sobre
la presentación del Informe Mundial de si se consideraba que los vecindarios debe-
Desarrollo Humano de 2004, si se trata rían estar compuestos o integrados por per-
de integrar al desarrollo humano a todas sonas de una misma clase social, religión,
las personas, las sociedades actuales deben origen étnico, partido político y por una
alimentar la tolerancia frente al otro dife- misma nacionalidad o si, por el contrario,
rente, así como generar políticas públicas podían ser heterogéneos en términos de es-
que reconozcan las distintas identidades tas características.
culturales.17 Esta tolerancia resulta funda-
mental para la existencia y la estabilidad El índice citado se empleó como variable de
de un sistema democrático garante de los clasificación en un análisis de conglomera-
derechos humanos. Se ha dicho que: “…en dos que arrojó tres grupos de tolerancia a la
una sociedad que eligió vivir en democracia, diversidad: uno con una muy alta toleran-
la identidad cultural, una y plural a la vez, cia (con un puntaje promedio de 99,1 so-
expresa la adhesión y compromiso de los ciu- bre un total de 100), uno con alta toleran-
dadanos con la nación, al mismo tiempo que cia (74,2 sobre 100 como promedio) y uno
la diversidad de orientaciones en el marco de con baja tolerancia (39,6 sobre 100 como
la tolerancia. La tolerancia a la diversidad, promedio). Los datos evidencian que más
la confianza, la solidaridad, la valoración de de un 90% de las y los entrevistados por
lo público, potencian las capacidades indivi- la ENSCR-04 manifiestan altos niveles de
duales y colectivas para la acción. Una políti- tolerancia a la diversidad (Gráfico 8.19).

17
Fukuda-Parr (2004).
18
De Riz (2004).
19
Para aspectos metodológicos de la construcción del índice, véase nota 2.7 en el Anexo.
404
Las palabras y el miedo
Tatiana Lobo*

Escuché, en un programa de radio, a un funcionario que hacía la siguiente distinción


técnica: “En Costa Rica no hay maras, lo que tenemos son pandillas juveniles”. Pero “pan-
dillas juveniles” no especifica diferencias, al contrario, engloba a maras, chapulines y a los
chicos del barrio que cometen travesuras. La imprecisión del término me impidió medir
el peligro real de la delincuencia juvenil en Costa Rica, y me dejó la sensación (falsa) de
que nuestra juventud es más pícara que antisocial. Imprecisión es evasión. Se evade lo que
se teme.

El lenguaje nunca es inocente. Los eufemismos que pretenden dignificar a las personas se
apropian de términos que son de aplicación general: “privados de libertad” se restringe a la
población carcelaria, no se usa en el caso de una mujer que no tiene libertad para salir de su
casa, o de la privación de libertad que sufre un desempleado para encontrar su sustento.

Los diccionarios engordan mientras el habla cotidiana adelgaza. Pero no sólo eso; repeti-
mos palabras sin saber exactamente lo que significan. Pervertido su sentido en el habla po-
pular, terminamos por entender otra cosa diferente. No entender ni ser entendido, separa.
Vivimos entre incertidumbres verbales.

Palabras como “corrupción” y crimen no tienen el mismo efecto emocional. Corrupción


sugiere acto inmoral. Un individuo inmoral es menos peligroso que otro señalado como
criminal. De tal manera que los gobiernos corruptos parecen más inocentes que un asalto
en la calle, siendo la lesión a los intereses públicos una acción de consecuencias incom-
parablemente más graves. Los robos al Estado provocan tragedias como las del Hospital
Calderón Guardia.

La realidad se disfraza. El “hecho aislado” presenta lo repetido como fortuito; el “acciden-


te” disimula la negligencia. Sin percatarnos asumimos que las desgracias no se originan en
la imprevisión humana, se deben al Destino y la Fatalidad que gozan de inmunidad ante
el Ministerio Público.

El patriarcado es experto en la manipulación de la lengua. Asesinar a una mujer se transfor-


ma en “crimen pasional”, romántica alusión a tangos, boleros y corridos que ennoblecen
al victimario: el que mata a su “compañera sentimental” lo hace con mucho sentimiento...
“Agresión doméstica” suena muy equitativo, el agresor se diluye sin identidad de sexo, no
importa lo que digan las estadísticas. Si la víctima llevó las de perder fue por culpa de su
escasa masa muscular. Lo que percibe el inconsciente es que la violencia es tema para los
gimnasios, no para la justicia.

Algo parecido sucede con la palabra “abuso” que suaviza los delitos sexuales contra la ni-
ñez. “Abuso deshonesto” es un disparate, puesto que abre la posibilidad inconcebible del
abuso honesto. La seguridad de la infancia se ve amenazada por la moral teológica que
entiende el delito como pecado, y por aquí se escabulle el clero pedófilo.
405
A la confusión de nombres sigue la confusión de ideas. Sin un lenguaje claro y explícito nos
acostumbramos a prescindir de la lógica, se nos divide el cerebro en compartimentos estan-
cos. Imposibilitados de establecer relaciones entre uno y otro fenómeno no podemos pre-
venir, no vemos hacia dónde nos conducen, no sabemos dónde está lo atinado y dónde lo
desatinado. Y en esta anulación del discernimiento la ética pierde la brújula y llegamos a la
conclusión de que todo vale igual. Y cuando todo vale igual los más vivos se aprovechan.

Nos inducen a desdoblar la realidad, instalados ante un espejo imaginario donde los con-
trarios se pegan con goma loca. A los niños y a las niñas se les enseña que Costa Rica es
un país pacífico, para de inmediato advertirles que no hablen con extraños porque los
pueden secuestrar, violar y matar. Niños y niñas aprenden a conciliar lo irreconciliable y
cuando llegan a la edad adulta ya se han habituado a sostener dos opiniones contrarias si-
multáneas: “somos un pueblo pacífico con alta criminalidad”. El pensamiento ambivalente
paraliza, nos abandonamos a la inercia puesto que es imposible moverse en dos direcciones
opuestas a la vez.

Somos una sociedad con perfil de Jano, cantamos a la paz al mismo tiempo que aumenta-
mos el presupuesto policial confiados en que el confinamiento y la fuerza bruta reemplaza-
rán con éxito a la razón extraviada. Aplaudimos cuando las medidas represivas absorben los
fondos públicos que deberían destinarse a seguridad social, educación y fuentes de trabajo,
única forma de prevención del delito. Invertimos nuestras pauperizadas finanzas privadas
en rejas, alarmas, guardas y armas... Pero nuestras casas son trampas mortales, si hay un
incendio o un terremoto no tenemos por dónde escapar. El miedo es muy rentable, por
eso existe la industria de los seguros. El miedo es un arma del concubinato que existe entre
el mercado y el poder político.

La sensación de peligro sustituye la responsabilidad comunitaria por sumisión a la casta


que promete protección. Al Capone sabía que el poder se concentra cuando la sociedad se
siente amenazada.

*Escritora. Este texto apareció en Informático (2005)

Distribución porcentual de los grupos de tolerancia a la diversidad


Gráfico 8.19

Distribución porcentual de los grupos de tolerancia a la diversidad

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.


406

Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.


INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Al efectuar al cruce entre los niveles de to- diversidad cae de un promedio de 86,3 so-
lerancia y la percepción de inseguridad es bre 100 entre los “tranquilos” a 78,1 sobre
claro que el temor y la tolerancia tienen 100 entre los “sitiados”, sino que esa rela-
una relación inversamente proporcional. ción se mantiene en todas las preguntas que
No es solo que el índice de tolerancia a la conforman el índice (Gráfico 8.20).

Gráfico 8.20

Tolerancia social según grupos de temor (1)

Porcentaje

Nota: (1) Corresponde a la suma porcentual de las categorías en desacuerdo y muy en desacuerdo.
Fuente: ENSCR-04.

Hay pues una relación primaria entre la Combatir el temor es, pues, necesario para
inseguridad ciudadana y el miedo a la dife- inocular a la sociedad contra la enfermedad
rencia y la intolerancia a la otredad, aspecto de la intolerancia. Esta patología presenta
que es central en la construcción social del múltiples síntomas, pero uno de los más
espacio. Es notable que las actitudes elitis- evidentes es la proliferación de discursos
tas, racistas y xenofóbicas parecen particu- estigmatizantes empleados por partidos
larmente relacionadas con las percepciones políticos, grupos de presión o medios de
de inseguridad patrimonial. De esta ob- comunicación masiva. Un ejemplo es la sis-
servación puede concluirse que el fortale- temática práctica de estigmatizar a ciertas
cimiento de las percepciones de seguridad comunidades en el discurso de las noticias
patrimonial ayudaría a la superación de de sucesos (Recuadro 8.4).
prejuicios culturales y evitaría la sustitución
de entornos comunitarios heterogéneos por
entornos comunitarios segregados.

407
PNUD

Recuadro 8.4

Estigmatizaciones en el discurso de las noticias de sucesos


En el discurso de los medios de comunicación masiva muchos El protagonismo de comunidades de extracción popular en
de sus componentes pueden ser explorados con el fin de reco- las noticias de sucesos da cuenta de que el discurso de los
nocer ciertas formas “de nombrar” que fomentan modos de es- medios de comunicación pone énfasis en la criminalidad y la
tigmatización. Al respecto, algunas investigaciones han coinci- inseguridad ciudadana que sean atribuibles a comunidades
dido con la idea de que la criminalidad o los delitos que forman de nivel socioeconómico menos favorable, lo que muestra, en
parte de las narrativas de los medios informativos merecen una consecuencia, la carga ideológica que rodea la producción de
especial atención; esto por cuanto son reconocibles modali- noticias, al menos en los dos informativos más consultados por
dades de estigmatización dentro del discurso que se difunde los habitantes de Costa Rica. Otro aspecto vinculado con es-
a través de ellos.20 Mediante el análisis de los personajes o te ámbito tiene que ver con la prevalencia del carácter local
actores que aparecen en los textos noticiosos y de los ámbitos de las informaciones de sucesos, en tanto la mayoría de las
donde suelen ocurrir los sucesos se logra una aproximación a menciones atañen a comunidades específicas; esto permitiría,
ciertas formas de estigmatización, clase y nacionalidad funda- en cierta medida, la ubicación o delimitación de los espacios
mentalmente, presentes en el discurso de los medios costarri- considerados “peligrosos”, pues se tiene registro de las zonas
censes; este análisis proporciona, además, información valiosa específicas donde acontecen los crímenes.
para entender la dinámica social que los medios de comunica-
ción legitiman como relevante. Precisamente en lo concerniente a los espacios que fueron
motivo de noticia de sucesos, durante la segunda mitad del
El escrutinio de los ámbitos en que tienen lugar las noticias de mes de enero del año 2004, en el caso del medio escrito un
sucesos permite un acercamiento a las condiciones socioeco- 83% correspondió al ámbito local, 15% al provincial y 2% al
nómicas que poseen los actores de tales informaciones. La internacional. En cambio, en medio televisivo, el 66% de las
mayor parte de los espacios que son mencionados en las no- noticias de sucesos se circunscribieron al ámbito local, 17% al
ticias de sucesos suelen ser habitados por personas de con- nacional, 11% al provincial y un 6% al internacional.22 El carác-
dición socioeconómica media baja o baja. Por el contrario, la ter localista que impera en ambos medios puede explicarse al
escasa aparición de zonas habitualmente ocupadas por grupos menos de dos formas. En primer lugar, la focalización de las
de condición socioeconómica media alta o alta legitima la idea noticias de sucesos en determinados espacios ayuda a contro-
de que la pertenencia a una “clase privilegiada” exime a sus lar las sensaciones de inseguridad que puedan experimentar
habitantes de ser actores en las noticias de sucesos, aunque las personas, ya que volver públicos “los escondites de delin-
esto no signifique que no ocurran hechos que pudieran consi- cuentes” supone un mayor control por parte de las autoridades
derarse como tales en dichos espacios: policíacas. Contrariamente, informaciones de corte más gene-
ral (nacionales, internacionales) podrían generar incertidumbre
[...] si se toman los cantones de Desamparados y Escazú, se entre los diferentes sectores sociales, más aún si la seguridad
tiene que, aunque el primero alberga una población bastante ciudadana se percibe como un asunto de orden policial, por
heterogénea, predominan los sectores de condición socioeco- lo cual se hace indispensable mantener al “enemigo” ubicado
nómica media y baja, mientras que Escazú se ha ido consoli- para lograr enfrentarlo.
dando como una zona de agrado para grupos de niveles so-
cioeconómicos medio alto o alto, esto sin olvidar que también Por otra parte, la imputación de la mayor cantidad de sucesos,
este cantón posee espacios menos privilegiados. sobre todo los de índole delictiva, a comunidades específicas
podría reducir la posibilidad de que los receptores realicen in-
Haciendo las salvedades correspondientes, es muy interesan- terpretaciones más integrales de los fenómenos que aconte-
te notar cómo en las noticias de sucesos de un medio escrito cen. Así, el enfoque localista favorecería la descontextualiza-
y un medio televisivo solamente en una ocasión se mencionó ción de las problemáticas abordadas en los medios, y dejaría
una comunidad escazuceña, mientras que en trece oportuni- de lado una serie de factores asociados, al ignorar la realidad
dades los sucesos tuvieron como ubicación una localidad de “macro” que acompaña determinado hecho.
Desamparados. Lo paradójico es que al cotejar los reportes
de denuncias por delitos en ambos cantones, en el mes de Por último, si bien las referencias sobre nacionalidad no fue-
enero del 2003, se reportaron un total de 38 denuncias en ron abundantes en las descripciones de los actores, lo cierto
Escazú, y poco más del doble de los reportes se suscitaron es que, como rasgo predominante, se puso de manifiesto en
en Desamparados con un total de 73 denuncias. Sin embargo, las noticias que involucraban a nicaragüenses, pues estos for-
dicha proporción de “dos a uno” no se ve representada en los maron parte de varios de los sucesos más señalados durante
discursos de los medios de comunicación explorados, lo que el período explorado (operativo “escoba’” y “asesinato múltiple
ilustra la persistencia de ciertas construcciones ideológicas en en La Carpio”). Además, las alusiones a actores ofensores con
torno a quiénes delinquen y quiebran el orden y quiénes no, una nacionalidad distinta a la costarricense con frecuencia se
con saldo positivo para aquellos que ostentan “mejores” con- referían a nicaragüenses. Otras nacionalidades no fueron re-
diciones de vida. 21 presentativas dentro de la muestra estudiada.

20
Véase Barata (1996).
21
Fonseca (2004).
22
Cabe subrayar que si bien las clasificaciones que se emplean no se ajustan propiamente a una estructura cartográfica, sí
corresponden a las formas como suelen ser nombrados los ámbitos en el discurso de sucesos.
408
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Que el temor y la intolerancia estén relacio- los tratados internacionales debidamente


nados es importante en sí mismo. Pero lo ratificados por la Asamblea Legislativa ad-
es mucho más cuando comprobamos que quieren un carácter superior a la ley. En
las personas más atemorizadas e intoleran- una resolución de 1992, la Sala Consti-
tes se encuentran menos satisfechas con el tucional afirmó la supremacía de los De-
funcionamiento del sistema democrático, rechos Humanos, aun con respecto a un
están más dispuestas a aceptar un gobierno precepto constitucional, en consonancia
autoritario y son, además, más propensas con la integralidad e interdependencia que
a apoyar medidas extremas para combatir demanda su tutela.
la inseguridad, como los linchamientos pú-
blicos, la tortura de los delincuentes y la Del derecho a la vida, la libertad y la segu-
pena de muerte. ridad de la persona se desprende el deber
del Estado de proveer protección frente a
ii. Estado de derecho y canalización de con- la violencia, de resguardar las libertades in-
flictos por vías pacíficas dividuales y de asegurar que nadie podrá
ser privado de su libertad, salvo por causas
Una sociedad altamente violenta, en la que fijadas por la ley y con arreglo a un proce-
la resolución de conflictos discurre con des- dimiento establecido en ella.
precio a la legalidad es, casi por definición,
una sociedad autoritaria. Cabe, pues, anali- En un estado democrático de derecho, la
zar si los niveles de inseguridad impactan la tutela de la seguridad de las personas re-
disposición de los individuos para enfren- quiere la mínima utilización del monopo-
tar la inseguridad ciudadana con apego al lio del uso de la fuerza del Estado y estricta
Estado de Derecho y a las garantías de los observancia de los principios de legalidad
Derechos Humanos propias de un estado y del debido proceso. Se debe, asimismo,
democrático, tanto como su disposición, asegurar la efectiva realización de los Dere-
más general, para resolver los inevitables chos Humanos.
conflictos en las relaciones humanas por
vías pacíficas en vez de violentas. Paradójicamente, hay medidas que las so-
ciedades adoptan para enfrentar la insegu-
Al concebir la libertad como el producto de- ridad ciudadana que se traducen también
seable de la interacción social, se afirma a la en obstáculos para el desarrollo humano.
vez, que la libertad propia encuentra límites Esas medidas pueden ser de distintos tipos.
en la libertad ajena y se reconoce que toda Por un lado, están aquellas que consisten
sociedad requiere de ciertas reglas e institu- en el uso de la fuerza individual para en-
ciones dirigidas a favorecer el ejercicio de las frentar las situaciones de inseguridad, al
alternativas individuales y a las que, tam- margen de la legalidad. Por otro, se en-
bién, han de ajustarse esas opciones. cuentran aquellas que consisten en un re-
forzamiento de los mecanismos punitivos
El artículo 3 de la Declaración Universal existentes, en formas frecuentemente lesi-
de los Derechos Humanos establece que vas de las garantías individuales. Es común
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la que estas últimas medidas surjan luego de
libertad y a la seguridad de su persona”. acontecido algún hecho grave o espectacu-
lar, con cobertura por parte de los medios
Este derecho fue incorporado a la norma- de comunicación, y que para defenderlas
tiva costarricense al tenor del artículo 7 de se aduzca la existencia de presiones de la
la Constitución Política, que establece que ciudadanía tendientes a su adopción.
409
PNUD

En un intento por captar la disposición lación de un hijo o hija; el de “tendencias


que tiene la población de Costa Rica para normativas extremas” tales como el apoyo
enfrentar los problemas de inseguridad por a la pena de muerte, legislación tendiente a
vías respetuosas de los Derechos Humanos impedir la entrada de inmigrantes al país o
y para resolver la conflictividad humana la instauración de medidas dirigidas a pu-
por vías pacíficas, condiciones ambas para blicar el nombre de quienes han cometido
la existencia de una sociedad democrática, un delito, y por último, el de “inclinaciones
se incluyó una serie de preguntas sobre am- al uso de la fuerza en situaciones privadas”.
bos temas en la ENSCR-04. Para analizar Este último índice se refiere a la proclividad
las respuestas de las y los entrevistados se de las personas a hacer uso de la violencia
han elaborado tres índices: el índice de dis- con el propósito de castigar o corregir a su
posición de la población hacia “inclinacio- cónyuge, pareja, hijas o hijos.23
nes extremas de hecho”, como lo sería la
aceptación del linchamiento o del derecho La distribución de la población de Costa
de matar al delincuente para proteger la Rica, según sus inclinaciones en estos tres
casa o la familia o en venganza ante la vio- aspectos, aparece en el Cuadro 8.12.

Cuadro 8.12

Clasificación de la población según índices de inclinaciones extremas de


hecho, tendencias normativas extremas y uso de la fuerza en
situaciones privadas
Grupo Valor promedio del índice (0-100) Porcentaje (1)

Índice de inclinaciones extremas de hecho


Total 46,0 100,0
Alto 74,2 28,6
Medio 45,3 44,4
Bajo 17,5 27,0
Índice de tendencias normativas extremas
Total 71,2 100,0
Alto 84,5 53,8
Medio 59,4 40,9
Bajo 26,8 5,3
Índice de inclinación de uso de la fuerza en situaciones privadas
Total 16,6 100,0
Alto 50,3 6,5
Medio 25,6 44,6
Bajo 3,8 48,8

Nota: (1) Los porcentajes están sobre la base de 2.402 casos.


Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

23
Para mayores detalles metodológicos sobre la construcción de estos índices, véase nota 2.8 en el Anexo
410
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

La evidencia indica que los habitantes por mano propia parecen más limitadas,
del país están, en promedio, considera- pero es de destacar, sin embargo, que las
blemente más dispuestos a echar mano a mayorías manifiestan estar de acuerdo con
soluciones normativas extremas (71,2%), la posibilidad de matar para proteger a la
que a emplear procedimientos extremos familia (48,5% a favor; 31,7% en contra)
de hecho (46,0%) y, sobre todo, a utilizar y en el caso de que un hijo o hija haya sido
métodos violentos para resolver conflictos víctima de una violación (47,2% a favor;
privados (16,6%). 32,5% en contra). Pese a no ser favorecida
por la mayoría de los entrevistados, la po-
Más de la mitad de la población apoya la sibilidad de linchar a los delincuentes que
adopción de procedimientos legales fuer- sean atrapados recibió un apoyo considera-
temente represivos, incluyendo una ma- ble (39,4%). Continúa siendo, pese a todo,
yoría arrolladora que se manifiesta a favor una opción raramente ejercida en el país
del endurecimiento de las penas (89,1% a (Recuadro 8.5). Por último, las formas vio-
favor; 5,7% en contra) y porcentajes alar- lentas de resolución de conflictos privados
mantemente altos que dicen estar a favor recibieron porcentajes de apoyo muy bajos.
de impedir la entrada de inmigrantes al El porcentaje de opiniones favorables más
país (62,9% a favor; 20,0% en contra) y alto, de casi un 16%, se registró en el caso
aún del uso de la pena de muerte en al- de la disposición a utilizar el castigo físico
gunos casos (46,0% a favor; 37,4% en en el hogar para educar a niños y niñas.
contra). Las inclinaciones a hacer justicia

Recuadro 8.5

Linchamientos públicos en Costa Rica


Los linchamientos y tomar la justicia en propias manos son fe- esa oportunidad, con un enfrentamiento que incluyó piedras
nómenos que solo recientemente empezaron a cobrar impor- y el uso de gases lacrimógenos. Por esa misma fecha, en El
tancia en el país. A diferencia del resto de Mesoamérica, donde Roble de Puntarenas, efectivos policiales evitaron que un gru-
dichas prácticas se dan con relativa frecuencia, en Costa Rica po de familiares y amigos cercanos de un cuidador asesinado
el número de linchamientos es consistentemente bajo. Cabe tomaran la ley en sus manos y lincharan a un menor de edad
subrayar que no se ha reportado el fallecimiento de ningún sospechoso de haber perpetrado el crimen.
sospechoso como consecuencia de estos actos. Sin embar-
go, en años recientes se han dado algunos eventos que han Pero, ¿qué factores hacen que en los países vecinos se dé
trascendido a la opinión pública y han llamado la atención de una alta incidencia de linchamientos y en nuestro país, una
las autoridades. consistentemente baja? La literatura internacional en materia
de seguridad ciudadana señala la existencia de una relación
En abril del año 2002, el asesinato de un taxista en La Colina entre la confianza depositada en las instituciones encargadas
de Limón provocó que un grupo de sus compañeros motoriza- de velar por la seguridad y aquellas dedicadas a la administra-
dos optaran por localizar a los presuntos victimarios, los cuales ción de la justicia, y la propensión a apoyar medidas extremas
se hallaban en una vivienda cercana a la localidad. La presen- para combatir la delincuencia, léase linchar a los delincuentes,
cia de la Fuerza Pública y el traslado de los sospechosos a las matar a los reincidentes, imponer pena de muerte, torturar a los
oficinas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) evitaron delincuentes, etc.
que el grupo los ajusticiara. En un caso similar, en febrero de
2004, un grupo de taxistas vapuleó a un sospechoso de asal- Los resultados obtenidos a partir de la ENSCR-04 han confir-
tar y herir con arma blanca a un compañero en Curridabat. En mado esta suposición. Las y los costarricenses que expresa-
esta ocasión, la presencia de un efectivo de la Fuerza Pública ron poseer alguna-mucha confianza en las instituciones men-
impidió, nuevamente, que la furia de los involucrados tuviese cionadas poseen un mayor grado de oposición a linchar a los
mayores consecuencias. delincuentes que aquellos que mencionaron un menor nivel
de confianza (Cuadro 1). Igualmente, quienes sugirieron te-
En otras ocasiones es más bien la comunidad la que se orga- ner ninguna-poca confianza en las instituciones tienden a res-
niza para dar una reprimenda al sospechoso. Por ejemplo, en paldar en mayor número el linchamiento. Algo similar ocurre
enero de 2004 en la Colonia 25 de Julio de San Sebastián, se cuando se lleva a cabo un cruce con el grado de satisfacción
produjeron enfrentamientos entre la Fuerza Pública y un grupo con el funcionamiento de la democracia en el país. Quienes
de vecinos, debido a que estos últimos se encontraban dis- se encuentran mayormente satisfechos tienden a manifestar
puestos a linchar a dos nicaragüenses, señalados como pre- su oposición frente esta medida, mientras que quienes se en-
suntos responsables de acuchillar a un vecino del sector. La cuentran insatisfechos poseen una mayor propensión a res-
presencia policial para proteger a los implicados terminó, en paldarla.
Continúa en la página siguiente
411
PNUD

Viene de la página anterior

Cuadro 1

Relación entre el nivel de satisfacción con la democracia,


confianza en las instituciones de seguridad y administración de la
justicia y apoyo al linchamiento de los delincuentes (%)

Linchar al delincuente que sea atrapado


Variable Balance de
Oposición Indeciso Respaldo
opiniones (1)

Satisfacción con funcionamiento de la democracia


Satisfecho 52,5 11,6 35,9 16,6
Indeciso 47,4 12,0 40,6 6,8
Insatisfecho 42,6 11,5 45,9 -3,3
Confianza en las instituciones de seguridad y administración de la justicia (2)
Alguna-Mucha 53,0 12,1 34,9 18,1
Ninguna-Poca Confianza 43,6 11,0 45,4 -1,8

Notas: (1) Corresponde a la resta de los porcentajes que opinaron estar en oposición, menos los que señalaron respaldarla.
(2) Incluye Poder Judicial, Ministerio Público, OIJ y Fuerza Pública.
Fuente: ENSCR-04.

Más importante es relacionar las actitudes En ese caso, emergen patrones interesantes
recogidas por los mencionados índices con (Cuadro 8.13).
los niveles de percepción de inseguridad.

Cuadro 8.13

Índices de inclinaciones extremas de hecho, tendencias normativas extremas y


uso de la fuerza en situaciones privadas, según niveles de temor (0-100)
Índice de inclinaciones de uso de
Índice de inclinaciones Índice de tendencias
Grupos de temor la fuerza en situaciones
extremas de hecho (1) normativas extremas
privadas (1)
Tranquilos 40,4 72,3 15,4
Nerviosos 44,6 70,3 14,0
Asustados 50,2 70,7 19,0
Sitiados 53,6 72,9 21,9
Nota: (1) Diferencias significativas al 1%.
Fuente: Elaboración propia con base en ENSCR-04.

412
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

En todos los casos, el grupo de los “sitiados” el problema de inseguridad, las opciones
fue el que mostró mayor disposición hacia más señaladas fueron: aumentar el número
tomar la justicia en mano propia, apelar al de efectivos de la Fuerza Pública (17,4% de
castigo físico o a la fuerza en sus relaciones las respuestas), mejorar la capacitación de
y apoyar la promulgación de sanciones dra- las autoridades (13,5%) y apoyar la organi-
conianas. Sin embargo, en tanto la relación zación de los ciudadanos (11,2%). Reesta-
con la intensidad del temor es muy clara blecer la pena de muerte aparece recién en
en los dos índices extremos, no lo es en el el duodécimo lugar, con apenas un 3,8%
caso del índice del centro, en el cual las de las menciones.24
opiniones se distribuyen en forma bastan-
te homogénea entre los grupos de temor. Otro indicio de que la propensión repre-
Así, si resulta preocupante la existencia de siva es menos generalizada de lo que pa-
un amplio clamor por el endurecimiento rece y que, en todo caso, admite matices
de las normas represivas, más serio aún es importantes, lo proporcionan las respues-
comprobar que el aumento en los niveles tas a la pregunta sobre la prioridad relativa
de temor puede llevar este clamor a extre- que se asigna a los valores de la libertad y
mos más graves de apoyar métodos abier- la seguridad. En este caso, la población en-
tamente violentos para resolver los proble-
trevistada por la ENSCR-04 se dividió en
mas sociales y privados.
dos grupos muy similares: el 42,5 % de la
población pone la libertad por encima de
Preocupantes como son, los datos anterio-
res deben ser situados en un contexto más la seguridad, frente a un 45,0% que otorga
amplio, en el que las opciones represivas, si mayor valor a la seguridad.
bien concitan niveles importantes de apoyo
Lo más notable acaso es comprobar que
popular, no necesariamente son considera-
fueron las personas con mayores niveles de
das como la primera o la mejor respuesta a
la inseguridad ciudadana. Casi un 95% de temor las que priorizaron en mayor pro-
los entrevistados en el módulo telefónico porción la libertad con respecto a la segu-
de la ENSCR-04 estuvo de acuerdo con la ridad. 51,7% de los “sitiados” dijo prefe-
proposición “la mejor forma de reducir la rir la libertad, frente a un 40,5% entre los
delincuencia es mejorando las oportunida- “tranquilos” (Gráfico 8.21). Esto puede ser
des de estudio, trabajo y recreación para la menos paradójico de lo que parece. A fin
juventud”. De igual modo, un 82% dijo de cuentas, se anhela lo que no se tiene o se
que es preferible que la justicia castigue a ha perdido. Quienes viven más temerosos
los delincuentes que aplicarla por cuenta anhelan más la libertad porque, como pro-
propia. Aún más, al preguntar a los entre- ducto de su temor, han adoptado una serie
vistados sobre las tres medidas más urgentes de medidas con el fin de protegerse, y con
que podía tomar el gobierno para resolver ello han limitando sus libertades.

24
Los porcentajes están calculados sobre la base total de las tres menciones citadas por las personas, las cuales en este caso
dieron pie a 7.149 respuestas.
413
PNUD

Gráfico 8.21

Prioridad otorgada a la libertad y a la seguridad, según grupos de temor

Fuente: ENSCR-04.

En definitiva, aunque las proclividades de Un análisis de este tipo demanda prestar


la mayor parte de la población continúan atención a la evolución y tendencias del
siendo básicamente consistentes con los régimen jurídico de la libertad en Costa
principios del estado de derecho, la eviden- Rica, para lo cual es preciso identificar las
cia sugiere que el temor alimenta el apoyo reformas legales impulsadas desde la Asam-
social para conductas privadas y públicas blea Legislativa, así como las resoluciones
que no lo son. Esta conclusión es la que que sobre el tema han emanado del Poder
también sugiere, como se verá a continua- Judicial, en especial aquellas surgidas de la
ción, el análisis de la respuesta del sistema Sala Constitucional. Para comenzar, se ve-
jurídico a la inseguridad ciudadana en el rá el ámbito legislativo.
pasado reciente.
El artículo 40 de la Constitución Política
iii. La reacción del sistema jurídico y la costarricense establece que “…Nadie será
protección de las libertades sometido a tratamientos crueles y degradantes
ni a penas perpetuas ni a la pena de confis-
¿Ha respondido nuestro ordenamiento ju- cación…”
rídico al clamor popular por mayor seguri-
dad en una forma uniformemente represiva El límite máximo establecido en el Códi-
y lesiva de las libertades individuales? No. go Penal de 1970 a la pena privativa de
La respuesta ha sido generalmente adecua- libertad fue de 25 años, por tratarse de
da y respetuosa de los Derechos Humanos, un término que, a juicio de la comisión
aunque no exenta de inclinaciones represi- redactora del Código, es afín a la función
vas en algunos aspectos puntuales. resocializadora que debe satisfacer la pena.
414
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Este razonamiento fue reiterado por Sala 10.000 habitantes en ese mismo período.
Constitucional en el voto 2865-92, según Lo más notable es que, como se señaló en
el cual una pena de prisión mayor de 25 el capítulo 4, la tasa de homicidios al ser
años ha de ser entendida como una pena promulgado el Código en 1970 era prácti-
cruel y perpetua. Este criterio predominó camente idéntica a la tasa de 1989, el año
a lo largo de casi un cuarto de siglo has- anterior a la presentación del proyecto de
ta mayo de 1994, fecha en que la Ley No. reforma a los artículos 51 y 76. Esto su-
7389, introdujo una reforma a los artículos giere que entre 1970 y 1994 se produjo un
51 y 76 del Código Penal, para elevar el giro en la valoración de las respuestas posi-
máximo de una condena a 50 años. bles al fenómeno de la inseguridad.

La exposición de motivos del proyecto que La introducción del aumento en el límite


antecedió a la Ley No. 7389, razona sobre máximo de la pena fue calificada por algu-
la necesidad de aumentar las penas de la nos especialistas como una típica expresión
siguiente manera: “Actualmente el Derecho del “derecho penal del miedo”, animada por
Penal se ve enfrentado a un aumento en el una intención tranquilizadora, pero des-
índice de criminalidad (…) que ha hecho provista de efectos reales. El Dr. Fernando
aparecer diferentes tipos de delitos, como pue- Cruz, al referirse a la reforma, expresó: “En
den ser los relacionados con el narcotráfico, su aplicación práctica, el aumento del límite
crímenes agravados, violaciones y otros cuyas de la pena de prisión, tiene más bien un valor
víctimas principales son mujeres y niños, por simbólico, aunque es ideológicamente incom-
lo cual produce un estado de angustia y de patible con el objetivo resocializador” (Cruz
inseguridad en nuestra sociedad (…)”.25 2004, p. 213).

La Ley No. 7389 fue seguida por la Ley No. Otros proyectos impulsados durante este
7398, del 3 de mayo de 1994, en la cual se período fueron el de reforma de los artí-
aumentan las penas de los delitos: homici- culos 38 y 40 de la Constitución Política,
dio simple, homicidio calificado, violación dirigido a levantar la prohibición de im-
simple, violaciones calificadas, estupro, es- poner penas perpetuas26 y el Proyecto de
tupro agravado y abusos deshonestos. Reformas Urgentes al Código Penal, el Có-
digo Procesal Penal y la Ley Orgánica de la
Los motivos que se consignan en este se- Jurisdicción Tutelar de Menores, cuyo ob-
gundo proyecto de ley no guardan relación jetivo fue la introducción de nuevos tipos
con la realidad, al menos en lo que toca penales, la imposición de penas de prisión
a los delitos cuyas penas fueron aumenta- en reemplazo de la sanción de días multa
das. Una mirada a la evolución de las tasas para algunos delitos y el establecimiento
delictivas, en el quinquenio anterior a su de límites a la excarcelación en casos rela-
presentación, muestra que el incremento cionados con el robo de vehículos. Adicio-
en la tasa de homicidios fue de tan solo 0,5 nalmente, el proyecto Ley Orgánica de la
por 100.000 habitantes, pasando de 4,3 en Jurisdicción Tutelar de Menores buscaba el
1985 a 4,8 en 1990. Por su parte, las ta- internamiento por adicción a la droga o al
sas de violación pasaron de 1,6 a 1,9 por alcohol.27

25
Asamblea Legislativa (AL), Expediente No. 10938; en: La Gaceta, 11/7/1990.
26
Asamblea Legislativa, Expediente No. 12574 (se encuentra archivado desde el año 2003).
27
Asamblea Legislativa, Expediente No. 12167 (se encuentra archivado desde el año 2002).
415
PNUD

La Ley sobre estupefacientes, sustancias psi- bol, hasta otras que se refieren al tráfico de
cotrópicas, drogas de uso no autorizado y ac- drogas o la violencia en las relaciones de
tividades conexas (No. 7233 del 8 de mayo pareja, pasando por propuestas dirigidas a
de 1991), así como la Ley de armas y explo- la abolición del castigo físico contra niños,
sivos (No. 7530 del 10 de julio de 1995), niñas y adolescentes, la creación de un re-
forman parte también de las reformas jurí- gistro de delincuencia de personas que han
dicas impulsadas en la década de 1990 en cometido delitos y contravenciones contra
relación con la (in)seguridad ciudadana. La menores de edad.
primera de ellas definió tipos penales para
nuevas conductas, algunos de ellos indeter- El endurecimiento de las sanciones de los
minados o abiertos, aumentó penas, impu- delitos cometidos contra menores de edad
so límites a la excarcelación y prohibió el es el campo en el que se puede observar
indulto en los casos de delitos relacionados mayor número de proyectos presentados
con estupefacientes. A pesar de incorporar por parte de los legisladores. De cinco pro-
una serie de delitos y contravenciones, la yectos en curso legislativo, dos contemplan
Ley de armas y explosivos, como ya se ha aumento de penas para los delitos contra
visto, reguló en forma bastante permisiva personas menores de edad y uno de ellos
la tenencia de armas por parte de la ciu- propugna la eliminación de beneficios en
dadanía. la legislación penal y procesal penal cuando
se trate de este tipo de casos, mientras que
Aún en proyectos como el que dio lugar a otro busca el establecimiento de un sistema
la Ley de Justicia Penal Juvenil (No. 7576 nacional de archivo delincuencial, que per-
del 8 de marzo de 1996), que consigna mita verificar la existencia de antecedentes
una larga lista de derechos y de medidas delictivos vinculados con la vulneración de
especiales para lograr la protección de las la integridad de las y los menores. Algu-
personas menores de edad sometidas bajo nos de estos proyectos fueron presentados
su ámbito, los diputados introdujeron el después de acaecidas dos desapariciones de
artículo 131, que contempla la posibilidad menores de edad que culminaron en homi-
de imponer “medidas de internamiento” cidios, casos que recibieron gran atención
contra las personas menores de edad, por por parte de la prensa y que tuvieron un
“…un período máximo de quince años para gran impacto sobre la opinión pública du-
menores entre los quince y los dieciocho años, rante el año 2004.
y de diez años para menores con edades entre
los doce y los quince años”, una de las me- Junto con los anteriores, que enfatizan
didas más rigurosas en todo el continente respuestas represivas, se encuentran, sin
americano. embargo, otros proyectos que prevén legis-
lación para la creación de parques infanti-
Al final del mes de marzo de 2005, al me- les, la seguridad en este tipo de espacios, la
nos una docena de proyectos relacionados abolición del castigo físico contra menores
con temas de (in)seguridad ciudadana se de edad y la atención para los agresores en
encontraba en la corriente legislativa. Los situaciones de violencia doméstica.
proyectos versan sobre temas que van des-
de el combate a la violencia en el deporte, Así, pues, la última década ha traído, en
mediante multas, y una regulación penal términos generales, una proliferación de
más específica para actos de violencia ori- propuestas legislativas dirigidas a endu-
ginados con ocasión o durante actividades recer las sanciones penales contra los per-
deportivas, tales como los partidos de fút- petradores de algunos delitos. Pero esto es
416
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

solo parte de la historia, pues las reaccio- pena para todos los delitos, que era de 5,6
nes jurídicas a la inseguridad -y las limita- años en 1990, subió a 7,5 en 1996, a poco
ciones a las libertades individuales que de de entrar en vigencia la reforma, para luego
ellas se deriven- no solamente se deciden caer nuevamente a 5,6 en 1998. Para el año
en la sede legislativa. También los jueces, 2002, el promedio de años de la pena im-
al dictar sentencia, tienen en sus manos la puesta era de 7,2 años, ligeramente menor
decisión de otorgar mayor o menor peso a al promedio de 1996. Se han presentado,
la libertad, cuando definen la magnitud de sin embargo, aumentos importantes en las
las penas que aplican. penas impuestas en los delitos contra la vi-
da y sexuales, precisamente los afectados
En el caso de los jueces penales de Costa por la reforma del Código Penal de 1994.
Rica, a lo largo de la última década y me- La evidencia sugiere, pues, que las mayores
dia, se ha podido observar un aumento en posibilidades punitivas abiertas por la re-
el promedio de años de las penas impues- forma de 1994 se han reflejado en la con-
tas. En efecto, el promedio de años de la ducta de los jueces penales (Cuadro 8.14).

Cuadro 8.14

Promedios de años de pena impuesta según categoría de delito. 1990- 2002 (1)

Año(2)
Delito
1990 1991 1992 1995 1996 1998 1999 2000 2002
Total 5,6 5,7 5,6 6,8 7,5 5,6 6,1 6,8 7,2
Contra la vida 7,5 8,6 9,1 11,2 12,8 9,5 10,5 10,4 12,7
Sexuales 7,7 7,0 6,9 8,3 10,9 9,3 11,2 12,5 11,9
Contra la
4,6 4,6 4,3 5,8 6,1 3,9 4,3 4,6 5,0
propiedad
Infracción a la Ley
8,8 9,8 8,5 7,4 6,6 6,1 5,8 6,5 6,8
de Psicotrópicos

Notas: (1) Se excluyeron las categorías días multa, medidas de seguridad y ejecución condicional ya que las
penas no correspondieron a días de internamiento en algún centro penitenciario. (2) No se encontró información
desagregada por delito para los años 1993, 1994, 1997, 2001, 2003.
Fuente: Cálculo propio basado en los datos de pena publicados en los Anuarios de Estadísticas Judiciales del
Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadística.

En este punto, es importante hacer notar Junto con el aumento en el monto de las
que, contrario a la opinión popular y a penas, la tasa de reclusión se ha incremen-
reiteradas informaciones periodísticas, las tado considerablemente en las últimas dos
sentencias dictadas por los jueces penales décadas y media. Mientras en 1979 la tasa
costarricenses no se caracterizan por una de población penitenciaria por 100.000
particular lenidad. El promedio de la pe- habitantes era de 100, diez años después
na de prisión en Costa Rica (7,2 años en se había incrementado a 132. En la déca-
2002) supera ampliamente el registrado da siguiente su incremento fue mucho más
en los Estados Unidos (4,5 años) que es, si acelerado, hasta llegar a 191 en 1999 y a
acaso, una sociedad que ha apostado fuer- 209 en el 2004 (Cuadro 8.15).
temente por la solución punitiva a los pro-
blemas delictivos.
417
PNUD

Cuadro 8.15

Población penitenciaria total y tasa por 100.000 habitantes.


1979-2003

Población penitenciaria
Año
Total Tasa
1979 2.156 100
1980 2.361 107
1981 2.660 117
1982 2.902 124
1983 3.228 134
1984 3.357 136
1985 3.529 134
1986 3.531 130
1987 3.893 140
1988 3.918 137
1989 3.892 132
1990 3.905 130
1991 3.961 128
1992 3.346 106
1993 3.472 107
1994 3.698 112
1995 3.302 98
1996 4.705 137
1997 (a) 5.804 165
1998 6.004 168
1999 6.943 191
2000 7.575 193
2001 7.649 192
2002 8.113 202
2003 8.407 202
2004 8.890 209

Nota: (a) A partir de este año se inicia la presentación desagregada de la población penitenciaria
y la población atendida. Años atrás, no existía división entre ambos, por lo que en el período
1979-1996, se contempla también población atendida.
Fuente: Ministerio de Justicia y Gracia, Departamento de Investigación y Estadística. Anuario
Estadístico 2004.

Resulta, pues, un hecho incontrovertible Sobre lo primero, la jurisprudencia cons-


que el sistema penal costarricense ha endu- titucional ha abordado, en varias reso-
recido la aplicación de medidas punitivas. luciones, cuestiones relacionadas con el
Tal endurecimiento ha sido matizado, sin ámbito interno de las personas y algunas
embargo, por el papel activo y vigilante de sentencias han tenido que resolver tensio-
la jurisprudencia constitucional en la pro- nes entre distintos derechos humanos. Uno
tección de los derechos fundamentales, en de los temas más relevantes ha sido el de
áreas como el derecho a la intimidad y la los criterios que deben satisfacerse para la
libertad de tránsito. detención de personas. La Constitución
418
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

afirma en su artículo 37: “Nadie podrá ser visión de los bultos y mochilas de los es-
detenido sin un indicio comprobado de haber tudiantes al entrar a su respectivo centro
cometido delito…” educativo, luego de que algunos inciden-
tes evidenciaron la presencia de armas en
Varias resoluciones de la Sala Constitucio- dichos centros. La medida se atacó como
nal se han pronunciado sobre el significado violatoria de derechos humanos de los es-
y alcances de la noción “indicio compro- tudiantes. La Sala, sin embargo, consideró
bado”, en el sentido de que aun cuando la que el correcto y debido aprovechamiento
detención no puede ser ejercida discrecio- de la educación pública exige garantizar a
nalmente por la policía, esto no obsta para los administrados el acceso a la educación
que ciertas actuaciones razonables, como en condiciones de seguridad.29 En opinión
identificar personas en determinadas cir- de los jueces constitucionales, la omisión
cunstancias, puedan ser llevadas a cabo por
del Estado en velar por un efectivo cum-
la autoridad. Así, por sentencia No. 5237
plimiento de ello, constituiría una actitud
del año 2003 se rechazó un recurso de am-
incluso negligente y reprochable desde la
paro interpuesto por una persona que se
óptica del derecho constitucional. Para los
negó a identificarse frente a una solicitud
magistrados, la restricción al derecho a la
policial. La Sala consideró que en hipótesis
intimidad analizada, encuentra su motiva-
justificadas, como por ejemplo cercanías
ción en la necesidad de velar por otro del
de fronteras, la policía tiene la posibilidad
más alto nivel, como lo es la vida humana,
de exigir a las personas que se identifiquen.
así como el derecho a la salud de los estu-
Sin embargo, a principios del 2004, luego
diantes, para lo cual el Estado, en ejercicio
de que un nicaragüense presentara un re-
curso de hábeas corpus en representación de de sus potestades de imperio se encuentra
65 nicaragüenses afectados por un operati- facultado, siempre y cuando exista una jus-
vo realizado por el Ministerio de Seguridad tificación debida a su proceder.
Pública en la comunidad marginal de La
La discusión constitucional sobre temas
Carpio, la Sala volvió a externar criterio
que representan puntos de conflicto entre
sobre la potestad policial de detener y or-
derechos alcanzó un momento represen-
denó al Estado pagar daños y perjuicios a
tativo cuando la Sala tuvo que abordar la
favor de los recurrentes. Los magistrados
razonaron que el operativo se realizó en la cuestión de la intervención de llamadas te-
vía pública, sin indicios previos de que los lefónicas en el curso de investigaciones ju-
extranjeros estuvieran cometiendo algún diciales, medida contenida en un proyecto
delito. Además, señaló la violación del ar- de ley sometido a la Asamblea Legislativa.
tículo 5 de la Declaración de los Derechos En el criterio de la Sala30, la Constitución
Humanos que prohíbe el arresto arbitrario reconoce de manera amplia el derecho del
de extranjeros.28 individuo a gozar de un ámbito de intimi-
dad que le permita desarrollar libremente
También ligada con la intimidad personal su personalidad, sin injerencias por parte de
es la discusión en relación con la medida cualesquiera personas públicas o privadas.
tomada por el Ministerio de Educación Se trata de un rango de intereses y datos
Pública en el año 2004 de ordenar la re- meramente privados, que la persona tiene

28
Sala Constitucional, Sentencia No. 02955-2004 de las 11:17 horas del 19 de marzo de 2004.
29
Sala Constitucional, Sentencia No. 11733-2003 de las 14:56 horas del 15 de octubre de 2003.
30
Sala Constitucional, Sentencia No. 10091-2001 de las 14:30 horas del 9 de octubre de 2001.
419
PNUD

pleno derecho de mantener en su fuero “Es claro que al tratarse de vías destinadas al
particular. Tal es el caso de las comunica- servicio público, la autoridad recurrida debe
ciones escritas, electrónicas o de otros tipos, garantizar el libre el acceso a la Urbanización
cuya confidencialidad debe ser preservada toda vez que su naturaleza no permite ningún
por el Estado, salvo en casos marcadamente tipo de limitación. Ahora bien, comprende es-
calificados. Así, la Sala manifestó que para ta Sala la necesidad de los vecinos del lugar de
que puedan ser intervenidas las comuni- velar por la seguridad de quienes habitan en
caciones de un individuo, se requiere que el lugar, sin embargo, en aras de esa seguridad
el legislador, a través de un procedimiento no resulta justificado limitar el ingreso de nin-
agravado (mayoría de las dos terceras partes guna persona al lugar en cuestión, por cuanto
de los miembros de la Asamblea), determi- se trata de calles públicas…” 31
ne expresamente los delitos cuya gravedad
o forma especial de comisión justifican el La Sala Constitucional ha reconocido, pues,
uso de las referidas intervenciones, previa que la decisión de colocar agujas responde
orden por parte del juez de la respectiva al interés público de proteger la seguridad
causa, mediante resolución razonada, y em- del vecindario, pero ha rechazado la idea de
pleando en el proceso apenas aquellos datos que, en aras de proteger tal bien, se limite
estrictamente necesarios para descubrir la la circulación de las personas. Un intento
verdad real en los hechos investigados. La de solución a la controversia se encuentra
determinación de los delitos susceptibles en el proyecto presentado a la Asamblea
de ser investigados a través de los referidos Legislativa,32 para reformar la Ley de cami-
mecanismos de intervención es materia de nos públicos, afirmando la facultad de iden-
reserva absoluta (y agravada) de ley, razón tificar -sin impedir el paso- a las personas
por la cual el legislador deberá determinar que ingresan en vehículo a urbanizaciones,
claramente en cuáles casos excepcionales es siempre y cuando las mismas tengan una
factible autorizar a los tribunales a ordenar sola entrada.
intervenciones.
La jurisprudencia constitucional también
Otra área de conflicto de derechos que ha tocado la compleja discusión sobre la
ha tenido que ser considerada por la Sala conveniencia de promulgar legislación pe-
Constitucional, tocante al tema de la segu- nal específica, fuera del marco del Código
ridad ciudadana, es la instalación de “agu- Penal. Aquí nuevamente hay un punto de
jas” en ciertos puntos de paso de áreas resi- disputa doctrinario pues, desde una pers-
denciales. La forma más frecuente que ad- pectiva minimalista de la acción punitiva,
quiere esta medida es la de una estructura no se recomienda la creación de nuevos ti-
metálica, manejada por un guarda privado, pos penales, ni su dispersión en múltiples
que bloquea el paso en puntos de acceso a instrumentos legales. El debate más inten-
sectores habitacionales. La jurisprudencia so que se ha dado sobre la aceptabilidad de
en esta materia ha sido variada, aunque, legislación penal especial tiene origen en la
en general, ha sostenido el principio de la presentación de un proyecto de ley dirigi-
competencia municipal en materia de ca- do a penalizar la violencia contra las mu-
minos vecinales y el principio de libre trán- jeres. El proyecto defiende el recurso de la
sito. La Sala ha afirmado: penalización como una medida de acción

31
Sala Constitucional, Sentencia No. 2595-2003 de las 14:57 horas del 26 de marzo de 2003.
32
Asamblea Legislativa, Expediente No. 15648.
420
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

afirmativa cuyo objetivo es proteger a las “En relación con la acción afirmativa, en-
mujeres de la violencia que recae contra tendida como el uso necesario de regulaciones
ellas por razones de género. específicas para abolir la discriminación en
contra de la mujer, la Sala ha dicho que es
La Sala se ha pronunciado sobre la contro- una forma legítima de reacción del Estado
versia subrayando que el artículo 39 de la que no infringe el principio de igualdad, a
Constitución Política garantiza el principio pesar de que imperativamente intente abolir
de reserva de ley, cuando se trata de regular una situación de discriminación que conside-
delitos. No obstante, ha dicho que no se ra se superará únicamente si se le otorga a la
puede equiparar tal principio a una reser- mujer una protección o participación refor-
va de Código, inexistente en la legislación zadas, mediante regulaciones especiales”.33
costarricense. Por el contrario, sostiene la
Sala, obligaciones de corte internacional, Pese al pronunciamiento de la Sala, el de-
como las emanadas de la Convención so- bate sobre el uso del Derecho Penal -y en
bre la Eliminación de Todas las Formas de particular de la legislación penal especial-
Discriminación contra la Mujer, aprobada como instrumento de acción afirmativa
por la Ley No. 6968 del 2 de octubre de permanece abierto hasta el día de hoy (Re-
1984, justifican la necesidad de aplicar ac- cuadro 8.6).
ciones afirmativas:

Recuadro 8.6

La penalización de la violencia contra las mujeres en Costa Rica: ¿una opción válida?
La violencia contra las mujeres y la respuesta del derecho
penal en Costa Rica
Dr. Alfredo Chirino Con todo, el enfoque a la prevención general en materia penal
Director de la Escuela Judicial podría tener alguna incidencia en ciertos aspectos del fenóme-
no, como lo sería en los casos más graves de violencia, que
Catedrático de la Universidad de Costa Rica se reflejan ya en conductas agresivas contra bienes jurídicos
personalísimos de las mujeres y su entorno familiar, los cuales,
El fenómeno de la violencia contra las mujeres ha concitado desde el punto de vista de la doctrina, suelen estar contem-
el interés y la reacción del Estado costarricense; sin embar- plados en los Códigos Penales en las figuras tradicionales de
go, las respuestas siguen concentrándose, parcialmente, en lo agresión, lesiones, delitos contra el ámbito de intimidad, delitos
cautelar y en medidas penales de fuerte orientación preventivo contra la libertad, el honor y la propiedad.
general. La atención policial y jurídico penal suele referirse a
los problemas más inmediatos de la violencia, pero no atiende Como propuesta de política criminal, esta orientación parece
las urgentes tareas asistenciales y de apoyo a las víctimas, que ser, además, consecuente con las postulaciones que se habían
deben ser, a no dudarlo, la prioridad en este campo. venido haciendo a nivel doctrinal. Sin embargo, la respues-
ta jurídico penal, aun cuando es necesaria en algunas áreas,
Además, la orientación preventivo general, con un fuerte conte- parece aglutinar toda la respuesta estatal frente al fenómeno,
nido simbólico, hace depender la “solución” del problema de la dejando de lado temas más urgentes como la ampliación de
efectiva reacción del sistema de justicia penal el cual, debido a la tutela de víctimas y la creación de instancias y alternativas
la naturaleza de este tipo de violencia, no siempre llega a tiem- de atención que mitiguen las siempre dolorosas consecuencias
po ni tampoco con las medidas más idóneas para el entorno que este fenómeno social genera en las mujeres.
social en que se desarrolla. Esto descarga la responsabilidad
estatal, con el fácil expediente de reducir o eliminar dicho com- El Proyecto de Ley denominado de “Penalización de la violencia
promiso, alegando que ocurre por el déficit de protección que contra las personas, particularmente contra las mujeres”, que
es imputable a las autoridades penales, manifiesta ese énfasis se tramita bajo el expediente número 14434 en la Asamblea
en lo simbólico y convence de que las medidas escogidas aún Legislativa, representa el esfuerzo más reciente por atender el
requieren una mejor reflexión desde lo interdisciplinario y lo co- fenómeno, si bien dentro de una óptica exclusivamente represi-
municativo.

33
Sala Constitucional, Sentencia No. 3441-204 de las 16:47 del 31 de marzo de 2004.
421
PNUD

Viene de la página anterior

va, pero con evidentes falencias y problemas de orden técnico, tancia, analizar y atacar las diversas causas del problema de
que probablemente afecten su trámite legislativo y su posterior violencia en la sociedad, lo que implica, directamente, que se
puesta en vigencia, si no se atienden adecuadamente. generen políticas públicas en el campo social. También debe-
ría profundizarse el abordaje del problema desde la óptica de
Quizá el problema más grave del Proyecto es el de orientar la sensibilización acerca del tema de la violencia, aumentando,
su propuesta punitiva hacia la tutela de las mujeres, exclusiva- desarrollando y distribuyendo el conocimiento existente acerca
mente, tal y como si no hubiera cobertura penal de sus bienes de este fenómeno, muy especialmente en los campos especia-
jurídicos en la actual legislación, poniendo una referencia es- lizados de atención, como también a la población y a los grupos
pecífica que no es necesaria; que las visibiliza, pero al mismo sociales afectados.
tiempo las denota y genera una diferencia que podría afectar
las buenas intenciones del proyecto. Un proyecto legislativo que no incluya un elenco de alternativas
de carácter preventivo que ofrezcan apoyo temprano a las mu-
El problema antes señalado se profundiza con la incorporación jeres, hombres, parejas, niños, niñas y adolescentes, mucho
del criterio de “relación de poder o confianza” que aun cuando antes de que se produzcan episodios graves de violencia, está
es coherente con ciertas tendencias en la discusión técnica condenado a tener, simplemente, un efecto simbólico y esca-
sobre el problema de la violencia, introduce en la legislación sos éxitos de orden político criminal.
penal un elemento normativo que podría ampliar, excesiva-
mente, la cobertura de los tipos penales, lo que iría, en última
instancia, en contra del principio de taxatividad y de claridad Sobre la intervención del Derecho Penal
de las normas. en la violencia contra las mujeres

Dr. Fernando Cruz


De nuevo, el problema de las medidas cautelares, problema
Magistrado de la Sala Constitucional
central también de la Ley contra la Violencia Doméstica, resulta
orientado en la reforma penal hacia las medidas previstas en el La represión penal de algunas de las conductas que lesionan,
Código Procesal Penal, sin aprovechar la ocasión para introdu- grave y dramáticamente, a las mujeres es un tema central en
cir otras alternativas estratégicas que le ofrezcan a las mujeres el diseño de la política criminal contemporánea. No puede ig-
otras posibilidades de diligenciar sus urgentes problemas de norarse, tal como ocurre en cualquier decisión política, que
seguridad y manutención ante el acaecimiento de un episodio debe optarse por la solución más satisfactoria, sin pretender
de violencia. que sea perfecta o excluir los riesgos. En un tema tan preocu-
pante, cuya invisibilidad es una vergüenza en la historia de la
La fuerte impronta preventivo general que denota el Proyecto humanidad, se deben emprender rutas riesgosas, sin que esta
es observable al estatuir la prisión como pena principal. No actitud implique una insensibilidad con respecto a los límites
obstante, parece que el legislador quiere ser consecuente con constitucionales del poder represivo.
la discusión internacional sobre la materia, e introduce un lis- La penalización de algunas acciones violentas en perjuicio de
tado de penas alternativas, pero sin un verdadero convenci- un sector de la población no conculca derechos constituciona-
miento. Un listado de alternativas a la prisión resulta inútil sin les fundamentales, ni contraviene el derecho internacional de
un andamiaje administrativo y económico que las haga viables, los derechos humanos; más bien, la omisión y pasividad frente
sobre todo cuando las mismas apuntan a reaccionar frente al a este fenómeno puede constituir una inadmisible desprotec-
conflicto y a brindar soluciones sostenibles en el tiempo, que ción de la mitad de la población, cuyos problemas, condición y
vayan más allá de la prisión y de todos sus efectos sobre el sujeción, se han ignorado hasta mediados del siglo veinte.
condenado.
Desde el punto de vista político criminal, existe un bien jurídico
Las alternativas a la prisión también encuentran una dificultad que merece ser tutelado: la integridad física, sicológica, mo-
adicional en el discurso de ley y orden imperante en la política ral, así como la autodeterminación de las mujeres. Se trata de
criminal costarricense. Sus evidentes fundamentos de preven- una asimetría lacerante que requiere un enfoque específico
ción especial positiva, y sus instrumentos derivados de la repa- del derecho penal. La extensión, profundidad, clandestinidad y
ración como tercera vía del derecho penal, parecen no calzar vigencia de esta opresión, justifica el desarrollo de una política
con la operatividad política y simbólica de la legislación en el represiva específica, que tipifique los actos más graves de abu-
momento actual. so de poder que sufre un importante sector de la población, en
una sociedad que presume de civilizada. Es poco razonable,
Finalmente, el listado de delitos establecido incluye una serie políticamente, considerar que el derecho penal no puede dedi-
de posibilidades sancionatorias, ya previstas en la legislación carle una atención específica a un fenómeno cuya vigencia y
penal vigente y en el Proyecto de Código Penal, pendiente de obviedad no requiere demostración.
aprobación en la Asamblea Legislativa. Esto hace que la nor-
mativa propuesta, en cierta forma, resulte innecesaria y, por La realidad es el primer argumento que justifica la intervención
otra parte, de aprobarse, genere problemas concretos de inter- del derecho penal. Tampoco existe una discriminación injustifi-
pretación que hagan muy difícil su aplicación. cada respecto de otras manifestaciones de violencia, tal como
algunos lo han planteado, pues se trata de una criminalidad
Por lo expuesto, resulta indispensable mejorar la técnica del cuya especificidad y trascendencia requiere una respuesta
Proyecto, que contiene, por supuesto, indudables contribucio- concreta, según criterios de adecuación, necesidad y propor-
nes de valor en el campo de la prevención normativa, pero que cionalidad. El atropello sistemático que sufren las mujeres
ha de equilibrarse con propuestas de prevención técnica y de contiene características particulares que exigen una respuesta
intervención. El Estado, principal actor en estas estrategias, penal específica. En esta hipótesis, las distinciones propician
debe diseñar un proceso en fases, que facilite, en primera ins- una aplicación más justa de la igualdad.

422
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Viene de la página anterior

Los compromisos de derecho internacional que el país ha sus- resulta contraria al principio de legalidad. Estas objeciones, sin
crito en tratados internacionales tan importantes como la Con- pretender trivializarlas, muestran las dificultades que enfrenta
vención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discrimina- cualquier decisión política que intente abordar un fenómeno de-
ción contra la Mujer y la Convención para Prevenir, Sancionar lictivo singular, cuyo desarrollo incluye la represión del abuso de
y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém poder, que ha sido una materia sobre la que el derecho penal
do Pará), son otros datos muy importantes que convierten la siempre ha tenido especial aprehensión y alergia.
penalización de este tipo acciones en un compromiso interna-
cional que el país ha asumido.
Ninguno de estos cuestionamientos se ha planteado cuando
se examinan conceptos de contenido tan amplio como el ardid
Todas las condiciones y circunstancias reseñadas, demuestran en la estafa (artículo 212 del Código Penal) o los actos mate-
que este tipo de criminalidad merece una intervención particu- riales de hostilidad en el delito de actos hostiles (artículo 280
lar del derecho penal, sin que se conculquen los principios de del Código Penal). No es fácil criminalizar acciones que han
intervención mínima y subsidiariedad. Ninguna otra disciplina constituido un triste capítulo de la historia de la impunidad y
jurídica, tal como lo evidencia la Ley de Violencia Doméstica, que han prohijado una cultura en la que el inconsciente co-
puede dar una respuesta satisfactoria a un hecho tan grave e lectivo legitima, de alguna forma, el abuso de poder contra la
indigno. mujer; al punto de que, cuando estos fenómenos ocurren, en
cualquier ámbito, aparece siempre el argumento de la “víctima
Algunas de las objeciones al proyecto de penalización de la vio- provocadora”, cuyo comportamiento parece hacerla merecedo-
lencia contra las mujeres son muy discutibles. Se afirma que la ra de una acción contraria a su dignidad. La penalización de la
definición de las relaciones de poder que prevé el artículo terce- violencia contra las mujeres sigue siendo un capítulo inconclu-
ro de dicho proyecto, contiene una imprecisión y amplitud que so de la política criminal costarricense.

Un último tema que merece ser analizado de conservación. Actualmente, el instituto


en este apartado se refiere al tratamiento de la legítima defensa es reconocido por la
jurisprudencial sobre el alcance y los lími- doctrina penal mayoritaria como una causa
tes de la iniciativa privada en materia de de justificación, contemplando no solo la
(in)seguridad ciudadana, empezando por defensa de la vida e integridad física, sino
la álgida cuestión de la tenencia de armas también de otros derechos.
en manos de particulares. Los defensores
del derecho a portar armas invocan la legí- En principio, hay que ver en la legítima de-
tima defensa como fundamento de ese de- fensa una tácita delegación del Estado en el
recho, mientras que quienes se le oponen que se defiende, para oponerse al que per-
aducen el incremento del riesgo que la sola turba el orden jurídico. Es dentro de esta
tenencia representa. concepción que se debe enmarcar, en cri-
terio de la Sala, la promulgación de la Ley
La jurisprudencia constitucional se ha re- de Armas y Explosivos. Es decir, se estima
ferido a los temas de la seguridad personal, que el Estado da a los particulares el dere-
la legítima defensa y los límites a la liber- cho de defenderse ante ataques ilegítimos,
tad de comercio por razones de interés con uso de la fuerza si es necesario, inclu-
público. En la resolución 2545 de abril de so utilizando armas de fuego, pero tiene la
1998, la Sala estableció los criterios esen- posibilidad de restringir el ejercicio de ese
ciales para interpretar el rol del Estado en derecho. Afirma la Sala que, por razones
este campo. Indicaron los magistrados que, de seguridad personal y para evitar posi-
según documenta la doctrina mayoritaria, bles accidentes, cuando solicite el permiso
el derecho a defenderse de un injusto agre- especial de portación de armas, la persona
sor ha gozado de un reconocimiento uni- interesada debe demostrar que conoce las
versal, porque tiene su base en el instinto reglas de seguridad y el cuidadoso manejo
423
PNUD

de las armas que pretende portar. Además, “La cuestión traída a consulta es un asunto
en aras de proteger al portador de armas, de oportunidad y conveniencia del legislador,
se estima adecuado que la ley incorpore la no susceptible del control de constitucionali-
prohibición de venta al público de armas dad. Téngase presente que la seguridad y los
de mala calidad y de manejo peligroso, ya poderes de policía son propios del Estado, el
que por la falta de mecanismos de seguri- cual puede permitir que particulares colabo-
dad internos o externos pueden producir ren con la prestación del servicio privado de
un accidente con su simple manipulación. seguridad. Pero es de interés público que esa
fuerza privada de seguridad sea controlada y
Para la Sala, el comercio de armas es una controlable por parte del Poder Ejecutivo, de
actividad que debe contar con gran vigilan- modo que toca al legislador establecer limita-
cia estatal, que de alguna manera delimite ciones al número de los agentes de seguridad
el giro comercial escogido y la cantidad privada, a fin de que su número no represen-
de bienes que se puede ofrecer al público te, más bien, una amenaza latente para la
legalmente. Para los jueces constituciona- seguridad estatal y ciudadana…” . 34
les, las limitaciones dispuestas por la Ley
de Armas son absolutamente razonables, Consideraciones similares corresponde-
atendiendo no solo a la naturaleza de los rían a la cuestión de la policía municipal,
bienes a comerciar, sino también al fin bus- tema en el cual la jurisprudencia consti-
cado por el legislador con esa normativa, tucional ha reconocido la facultad de los
que fue el de otorgar a los particulares un municipios para crear entes de vigilancia,
medio de defensa de su patrimonio y de y más bien ha controlado el que no se es-
su familia en situaciones excepcionales, sin tablezcan tasas o cargas financieras a los
que para ello sea necesario contar con un contribuyentes por estos conceptos.35
ilimitado número de armas, de alto poder
ofensivo o de gran capacidad de carga de Así, pues, la jurisprudencia constitucio-
munición. nal costarricense, en materia de seguridad
ciudadana, es amplia, compleja y básica-
De modo similar, la jurisprudencia ha pues- mente correspondiente a una concepción
to en claro las condiciones que deben ro- de corte garantista de los Derechos Hu-
dear el establecimiento de compañías que manos. Y algo similar puede decirse de la
brinden servicios de seguridad privada. Se jurisprudencia doctrina de la Sala Tercera
ha reconocido que, para garantizar la segu- de la Corte Suprema de Justicia, que es la
ridad ciudadana, el Poder Ejecutivo puede instancia superior en materia criminal.
abrirse a la cooperación privada, lo cual no
riñe con los mandatos constitucionales. La Así, si bien se detecta una tendencia hacia
forma de hacerlo, y los criterios técnicos y una mayor represividad en la respuesta da-
profesionales que sirvan para tomar decisio- da por la Asamblea Legislativa y los jueces
nes sobre asuntos como número de emplea- penales a las percepciones de inseguridad,
dos, tipo de roles, etc., deben ser estableci- es claro que el control jurisdiccional ha
dos por el Ejecutivo: sido un valladar para impedir que el en-

34
Sala Constitucional, Sentencia No. 8001-1998 de las 16:42 del 11 de noviembre de 1998.
35
Sala Constitucional, Sentencia No. 10134-1999 de las 11:00 del 23 de diciembre de 1999.
424
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

durecimiento del Derecho Penal sustantivo iv. El apoyo a las instituciones y al siste-
llegue a poner en peligro las libertades indi- ma democrático
viduales propias de un estado democrático.
A diferencia de otros países de América
Que la inseguridad ciudadana no haya Latina, en los cuales los niveles de confian-
puesto en riesgo -pese a algunos síntomas za en las instituciones públicas son con-
preocupantes- la adhesión de nuestro sis- siderablemente bajos, en el caso de Costa
tema jurídico a los Derechos Humanos es Rica no lo son. En una indagación sobre
un hallazgo esencial para valorar sus con- una muestra de 18 instituciones públicas
secuencias para la democracia. Pero igual- ampliamente conocidas (más los partidos
mente importante es analizar el efecto de políticos), un 51,9% de los entrevistados,
la inseguridad en el respaldo social a las como promedio, manifestó tener mucha
instituciones estatales y, sobre todo, al sis- o alguna confianza en ellas, mientras un
tema democrático mismo. En este punto, 45,5% indicó tener ninguna o poca con-
la historia es menos halagüeña, como se fianza (Cuadro 8.16).
verá a continuación.

Cuadro 8.16

Confianza en las instituciones públicas

Alguna-mucha Poca-ninguna Balance de


Institución
confianza confianza opiniones (1)

Escuelas y colegios públicos 67,4 31,9 35,5

PANI 64,2 33,7 30,5

INAMU y Delegaciones de la Mujer 60,3 33,3 27,0

Defensoría de los Habitantes 59,3 37,1 22,3

IMAS 58,8 37,1 21,7

OIJ 59,4 39,3 20,1

Poder Judicial 56,8 41,3 15,5

CCSS 56,5 42,7 13,7

TSE 55,5 42,3 13,3

INVU 53,9 41,3 12,6

Ministerio Público 54,1 42,2 11,9

Ministerio de Trabajo 52,6 43,3 9,4

Policía de Tránsito 48,4 49,8 -1,4

Fuerza Pública 48,0 51,5 -3,5

Sala Constitucional 44,5 51,7 -7,2

Municipalidades 40,4 58,2 -17,8

Asamblea Legislativa 33,1 64,7 -31,7

Partidos políticos 19,3 79,3 -60,0

Nota: (1) La cifra indicada es la diferencia neta entre la suma porcentual de las categorías “alguna” y “mucha”
confianza, por un lado, y la suma de las categorías “ninguna” y “poca” confianza, por otro.
Fuente: ENSCR-04.

425
PNUD

Si se utiliza un Análisis Factorial, es posible a funciones de integración social (21,5%


clasificar estas instituciones en tres grupos de balance positivo de opiniones, como
que, en la percepción de los entrevistados, promedio) dan paso a menores niveles de
aparecen vinculados y con niveles similares confianza en las instituciones dedicadas a
de confianza. El primer conjunto de ins- tareas de seguridad y administración de
tituciones es el de aquellas encargadas de justicia (11,0% de balance). Los resultados
tareas de seguridad y administración de rematan en los muy bajos niveles de con-
justicia, y se encuentra conformado por fianza otorgados a las instituciones políti-
la Fuerza Pública, el Poder Judicial, el Mi- cas (-35,9% de balance de opiniones), lo
nisterio Público y el Organismo de Inves- cual dista de ser sorprendente en el contex-
tigación Judicial (OIJ). El segundo grupo to latinoamericano.
incluye instituciones dedicadas a diversas
tareas relacionadas, de una u otra forma, Ahora bien, ¿incide la inseguridad ciudada-
con la integración social, como la CCSS, na sobre tales niveles de confianza? En la lite-
el INVU, el PANI, el IMAS, el INAMU ratura académica existe la presunción de que
así como las Delegaciones de la Mujer, el el aumento de la criminalidad, la corrupción
Ministerio de Trabajo y las escuelas y cole- y la violencia tienden a socavar la confianza
gios públicos. El tercer grupo está integra- en las instituciones públicas, particularmen-
do por instituciones presentes en el ámbito te en aquellas encargadas de funciones po-
político, como la Asamblea Legislativa, los liciales y de administración de justicia.37 La
partidos políticos y las municipalidades.36 evidencia derivada de la ENSCR-04 respal-
da claramente esta hipótesis. El Cuadro 8.17
Es evidente que la valoración de todos los muestra la relación entre la confianza en los
grupos presenta diferencias significativas. diferentes tipos de instituciones evaluadas, la
Así, los altos niveles de confianza que por lo victimización en los últimos doce meses y la
general inspiran las instituciones dirigidas percepción de inseguridad de las personas.

36
El análisis factorial realizado ha dejado por fuera a la Policía de Tránsito, la Defensoría de los Habitantes, el Tribunal
Supremo de Elecciones y la Sala Constitucional. En el caso de estas instituciones no se han identificado patrones de refe-
rencia que posibiliten vincularlas o asociarlas con otros grupos ni entre sí.
37
Con respecto a este punto y el debate que se ha generado en torno al mismo se puede consultar: Cruz (2003); Medina
(2003); Villoria (2002); Reina y Tochee (1999).
426
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 8.17

Relación entre dimensiones de la seguridad ciudadana y confianza en las instituciones


públicas (en porcentajes)
Tipo de instituciones

Dimensión Instituciones de seguridad y Instituciones de


Instituciones políticas (3)
de la administración de justicia (1) integración social (2)
seguridad
Alguna- Ninguna - Alguna- Ninguna- Alguna- Ninguna-
Balance Balance Balance
mucha poca mucha poca mucha poca
Victimización en los últimos 12 meses
No 55,5 42,6 12,9 59,3 37,4 21,9 31,1 67,1 -36
Sí 47 51,6 -4,6 56,2 40,7 15,5 24,4 74,5 -50,1
Grupo de temor
Tranquilos 59,9 40,1 19,8 65,1 34,9 30,2 33,3 66,7 -33,4
Nerviosos 54,3 45,7 8,6 59,5 40,5 19,0 30,1 69,9 -39.8
Asustados 56,1 43,9 12,2 62,0 38,0 24,0 31,3 68,7 -37.4
Sitiados 48,9 51,1 -2,2 53,5 46,5 7,0 27,6 72,4 -44,8
Notas: (1) Incluye el promedio simple de las opiniones sobre las siguientes instituciones: la CCSS, el INVU, el PANI, el IMAS, el
INAMU así como las Delegaciones de la Mujer, el Ministerio de Trabajo y las escuelas y colegios públicos. (2) Incluye el promedio
simple de las opiniones sobre las siguientes instituciones: Fuerza Pública, el Poder Judicial, el Ministerio Público y el Organismo
de Investigación Judicial (OIJ). (3) Incluye el promedio simple de las opiniones sobre las siguientes instituciones: Municipalidades,
Asamblea Legislativa, partidos políticos.
Fuente: ENSCR-04.

Los datos del cuadro son explícitos al sobre Costa Rica y el barrio del entrevis-
mostrar que, sistemáticamente, las per- tado, como ámbitos poco/nada seguros
sonas que han sido víctimas de un hecho o, por el contrario, seguros/muy seguros.
de violencia en el último año tienen una Quienes afirmaron que tanto el país como
peor opinión de todas las instituciones, en su entorno inmediato eran seguros exhiben
particular de las directamente relacionadas niveles de confianza superiores que quienes
con la inseguridad ciudadana, así también sostuvieron lo contrario, particularmente
como de las instituciones políticas. Igual- tratándose de las instituciones de seguridad
mente sistemática es la brecha que separa y administración de la justicia y las institu-
los niveles de confianza en las instituciones ciones políticas.
entre los grupos más y menos temerosos de
la población, diferencias muy amplias para Aún más importante es indagar el efecto
todos los conjuntos institucionales. Cabe de la inseguridad ciudadana sobre la adhe-
notar que son los grupos de las personas sión a la democracia, un tema crucial para
victimizadas y con más intensa percepción el presente y el futuro de América Latina.
de inseguridad los únicos que manifiestan En efecto, la incapacidad del Estado para
un balance negativo de opiniones sobre las hacer valer la legalidad -una de cuyas mani-
instituciones públicas relacionadas con la festaciones más conspicuas es el acelerado
seguridad ciudadana y políticas. crecimiento de la violencia social- termina
por generar, como lo ha advertido Gui-
Cabe indicar que las mismas relaciones llermo O’Donnell, una ciudadanía y una
prevalecieron al cruzar los niveles de con- democracia de “baja intensidad”, incapaces
fianza en las instituciones con las opiniones de concitar una adhesión intensa por parte
427
PNUD

de los gobernados.38 Por el contrario, como reciente. A pesar de su nitidez, esta relación
se afirmó en la primera parte de este in- aparece matizada por el significativo por-
forme, el clamor popular por soluciones de centaje de indecisos ante la pregunta. En
mayor contundencia a los problemas de se- cambio, las cifras no admiten ninguna du-
guridad, fácilmente deriva en inclinaciones da cuando se trata de los grupos de temor.
autoritarias no solo frente a la inseguridad, En ese caso, el grado de satisfacción con la
sino frente a todos los problemas sociales. democracia sufre una caída notoria y sis-
temática conforme aumenta la percepción
En este punto, la ENSCR-04 ofrece clara
de inseguridad. El balance de opiniones a
evidencia que sugiere, en efecto, que la in-
seguridad ciudadana es una de las costu- favor de la satisfacción con la democracia
ras por las que puede hacer agua el pacto es más de 30 puntos superior en el caso de
democrático, aun en un país como Costa los “tranquilos” que en el de los “sitiados”.
Rica, donde ese pacto posee una enorme Mientras entre aquellos existe una amplia
solidez. El Cuadro 8.18 muestra que los mayoría de personas satisfechas con la de-
grados de satisfacción con la democracia mocracia costarricense, en el caso de los
son menores entre quienes han sufrido un últimos los satisfechos e insatisfechos con-
hecho de violencia o despojo en el pasado forman bloques muy similares.

Cuadro 8.18

Relación entre dimensiones de la seguridad ciudadana y


grado de satisfacción con la democracia (%)

Grado de satisfacción con la democracia


Dimensión de la
seguridad Satisfecho- Insatisfecho- muy Balance de
Indeciso
muy satisfecho insatisfecho opiniones (1)
Victimización en los últimos 12 meses

No 18,8 50,6 28,7 -9,9

Sí 23,5 39,1 36,6 -13,1

Grupo de temor

Tranquilos 59,4 16,9 22,9 36,5

Nerviosos 52,0 20,9 25,8 26,2

Asustados 43,6 20,2 34,4 9,2

Sitiados 42,8 17,4 39,4 3,4


Notas: (1) Diferencia neta de restar la suma de las respuestas “insatisfecho” y “muy insatisfecho” a la suma de las
respuestas “satisfecho” y “muy satisfecho”.
Fuente: ENSCR-04.

Igualmente reveladora -y acaso más preocu- mor, al tiempo que crecen las inclinaciones
pante- es la tendencia encontrada al cruzar autoritarias. La proporción de “sitiados”
la adhesión abstracta a la democracia como que está dispuesta a aceptar, en algunas cir-
sistema de gobierno con la intensidad de cunstancias, un régimen autoritario prácti-
la percepción de inseguridad. En este caso, camente triplica la cifra presente entre los
la preferencia por la democracia sufre una “tranquilos” (Gráfico 8.22).
caída ostensible conforme aumenta el te-

38
O’Donnell (1993).
428
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Gráfico 8.22

Adhesión a la democracia según niveles de temor

Fuente: ENSCR-04.

Estos datos son de la mayor trascendencia, el criterio más elemental para justificar el
no solo para el futuro de la democracia en monopolio de la coerción física legítima
Costa Rica, sino para toda América Lati- por parte del Estado?
na. La alarmante pérdida de adhesión a la
democracia entre la población de la región Las respuestas son tan inciertas como cru-
-puesta de manifiesto en toda su extensión ciales. Por lo pronto, es evidente que ciuda-
por el Informe sobre la Democracia en danías atemorizadas facilitan la generación
América Latina, publicado por el PNUD de sociedades autoritarias y definidas por
en el año 200439- no puede ser separada de la anomia. Sociedades que son tierra estéril
los altísimos niveles de violencia social en para la semilla del desarrollo humano, el
la región. La evidencia disponible plantea, cual solo germina en libertad.
con toda crudeza, preguntas muy básicas
sobre la legitimidad misma del Estado en F. El impacto de la inseguridad ciu-
América Latina, para no hablar de los regí- dadana en la medición del desa-
menes democráticos. La interrogante plan- rrollo humano: una aproximación
teada por Thomas Hobbes hace más de inicial
tres centurias es cada vez más pertinente en
nuestras tierras: ¿puede un régimen políti- Este capítulo ha mostrado una gran can-
co conservar su legitimidad y demandar la tidad de vías por las cuales discurre el im-
sujeción de los gobernados a sus mandatos, pacto de la inseguridad ciudadana en el
si cotidianamente es incapaz de asegurar la ejercicio de las libertades de las personas y
integridad física de los ciudadanos? ¿Cuál en la “infraestructura” social que hace posi-
es la base de la obligación política si falla ble ese ejercicio. El efecto de la inseguridad

39
PNUD (2004).
429
PNUD

ciudadana -tanto en su vertiente objetiva y el acceso a los bienes culturales. En ese


como subjetiva- sobre el desarrollo huma- esfuerzo, la inclusión del bien seguridad en
no y el bienestar de las personas se hace vi- la medición del desarrollo humano apenas
sible más allá de toda duda. ha sido intentada. Fuera del incipiente es-
fuerzo por ajustar los IDH regionales en
Ahora bien, ¿no debería reflejarse en la Colombia a los niveles de violencia -medi-
medición del desarrollo humano el me- dos a través de la tasa de homicidios dolo-
noscabo sufrido como consecuencia de la sos-, realizado por el Informe Nacional de
inseguridad ciudadana? Ciertamente, pero Desarrollo Humano del país andino en el
el problema dista de ser sencillo. 2004, no se registra en la literatura sobre
este tema ningún esfuerzo por sensibilizar
Como es ya ampliamente conocido, el el IDH a fenómenos que, evidentemente,
instrumento de medición del desarrollo tienen una incidencia directa sobre los ni-
humano diseñado por el PNUD, desde su veles de desarrollo humano.
primer informe global en el año 1990, el
Índice de Desarrollo Humano (IDH), es En el caso de Costa Rica, la realización de
tan solo un mínimo común denominador esta tarea topa con obstáculos adicionales.
que cuantifica tres dimensiones ineludibles Resulta obvio que, para apreciar los efectos
del proceso de expansión de las capacida- que puede tener la inclusión de la variable
des humanas: acceso al conocimiento, a seguridad ciudadana en la medición del de-
una vida saludable y a un ingreso econó- sarrollo humano, es imprescindible contar
mico. Pero el instrumento de medición no con un acervo de observaciones que permi-
debe en ningún caso ser confundido con tan hacer inferencias. El recurso obvio para
el concepto que le da sentido. Como lo ha multiplicar las observaciones lo proveen
advertido Fukuda-Parr, no sin cierta iro- los 81 cantones del país, un conjunto de
nía, el éxito del IDH ha servido en muchos casos que, en algunos aspectos, es sorpren-
casos para reforzar una interpretación limi- dentemente heterogéneo. Sin embargo, la
tada del desarrollo humano, que lo reduce medición del desarrollo humano a escala
a la expansión de la educación, la salud y cantonal es una preocupación muy recien-
el ingreso.40 te. A pesar de un valioso esfuerzo realizado
por el Proyecto Estado de la Nación41 -que
Es por eso que el PNUD -a través de sus utilizó datos del Censo de Población del
informes globales, regionales y nacionales año 2000-, no es sino hasta el año 2005
de desarrollo humano- ha realizado nume- que, con la colaboración de PNUD, el
rosos intentos para refinar lo que en esen- Observatorio del Desarrollo (OdD) de la
cia es un mecanismo muy básico de medi- Universidad de Costa Rica diseña una me-
ción de un fenómeno complejo, y abrirlo a todología para la medición periódica y el
otras dimensiones del desarrollo humano monitoreo del desarrollo humano a nivel
susceptibles de cuantificación. De ese mo- cantonal. Esa metodología, que incorpora
do, se ha desarrollado una gran cantidad todas las dimensiones incluidas en el IDH
de “ajustes” al IDH, que lo sensibilizan an- convencional, en forma tal que puedan ser
te aspectos que van desde la equidad entre monitoreadas anualmente, no solo es una
géneros, hasta la distribución del ingreso contribución de la mayor importancia al

40
Fukuda-Parr (2003), p.93.
41
Proyecto Estado de la Nación (2004).
430
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

debate sobre el desarrollo humano en el ejercicio con un nivel de sofisticación supe-


país, sino que ha venido a solventar la pri- rior al del intento realizado en Colombia.
mera y más básica condición para realizar Vale recordar que el ISC recoge las tasas de
un ejercicio de sensibilización de la medi- victimización cantonal por homicidio do-
ción del desarrollo humano a los niveles de loso, robo y hurto, y violencia doméstica.
inseguridad ciudadana en Costa Rica.
Así, en el Cuadro 8.19 se incluyen, a la par
Utilizando los resultados obtenidos por de los resultados del Índice de Desarrollo
esta metodología para todos los cantones Humano Cantonal (IDHC), que incorpora
del país en el año 2003 -resultados intere- las variables conocidas (índice de esperanza
santes por derecho propio- se ha realizado, de vida, índice de conocimiento [tasa de
en el marco de este proyecto, un primer alfabetización y tasa neta de matrícula en
intento por ajustar el IDH en el sentido educación primaria y secundaria] e índice
indicado. Para ello se ha acudido a uno de de poder adquisitivo per cápita), los resul-
los instrumentos metodológicos desarrolla- tados que se obtienen al incluir el ISC co-
dos por este informe, ya presentado en el mo una cuarta variable en el cálculo, con
capítulo 4: el Índice de Seguridad Canto- una ponderación idéntica a las demás. Al
nal (ISC). Aunque es obvio que este índice resultado de este ejercicio lo hemos llama-
recoge muy parcialmente el fenómeno de do Índice de Desarrollo Humano Cantonal
la (in)seguridad ciudadana -quedan fuera Ajustado por Niveles de Seguridad (IDHCS).
las dimensiones de la percepción y de la se- Como se verá, los resultados obtenidos son
gurabilidad-, permite al menos realizar el notables.

431
PNUD

Cuadro 8.19

Índice de Desarrollo Humano Cantonal e Índice de Desarrollo Humano Cantonal


ajustado por niveles de seguridad. 2003 (1)
Índice de Desarrollo Humano
Índice de Desarrollo Humano Cantonal Cantonal ajustado por niveles de Diferencia de
seguridad puesto en IDHC e
Puesto IDHCS (2)
Cantón IDHC Puesto IDHCS IDHS
IDHC
1 Escazú 0,882 3 0,817 -2
2 Belén 0,858 10 0,794 -8
3 Curridabat 0,854 6 0,806 -3
4 Montes de Oca 0,850 35 0,746 -31
5 Santa Ana 0,846 1 0,828 4
6 Santo Domingo 0,839 15 0,778 -9
7 Moravia 0,833 11 0,792 -4
8 San Pablo 0,811 7 0,802 1
9 Cartago 0,804 12 0,787 -3
10 Heredia 0,803 27 0,753 -17
11 Tibás 0,801 45 0,723 -34
12 Barva 0,799 5 0,812 7
13 San José 0,795 67 0,668 -54
14 Flores 0,790 18 0,773 -4
15 Oreamuno 0,787 9 0,800 6
16 El Guarco 0,785 4 0,814 12
17 San Isidro 0,783 21 0,766 -4
18 San Rafael 0,783 16 0,777 2
19 Alvarado 0,776 2 0,820 17
20 Goicoechea 0,773 51 0,706 -31
21 La Unión 0,768 31 0,748 -10
22 Santa Cruz 0,762 25 0,756 -3
23 Desamparados 0,756 26 0,755 -3
24 V. de Coronado 0,754 24 0,763 0
25 Paraíso 0,750 17 0,774 8
26 Atenas 0,750 13 0,783 13
27 Mora 0,748 23 0,763 4
28 Garabito 0,747 75 0,633 -47
29 Santa Bárbara 0,745 19 0,769 10
30 Liberia 0,743 65 0,676 -35
31 Alfaro Ruíz 0,742 8 0,802 23
32 Alajuela 0,742 42 0,728 -10
33 Tilarán 0,738 36 0,743 -3
34 Palmares 0,731 14 0,779 20
35 Alajuelita 0,726 61 0,685 -26
36 Carrillo 0,722 39 0,737 -3
37 San Ramón 0,721 29 0,751 8

Continúa...
432
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Índice de Desarrollo Humano


Índice de Desarrollo Humano Cantonal Cantonal ajustado por niveles de Diferencia de
seguridad puesto en IDHC e
Puesto IDHCS (2)
Cantón IDHC Puesto IDHCS IDHS
IDHC
38 Esparza 0,720 47 0,714 -9
39 Orotina 0,710 28 0,752 11
40 Grecia 0,708 34 0,746 6
41 Aguirre 0,707 73 0,640 -32
42 Naranjo 0,703 44 0,723 -2
43 Jiménez 0,702 20 0,767 23
44 Valverde Vega 0,700 40 0,733 4
45 Poás 0,700 22 0,764 23
46 Puntarenas 0,697 60 0,686 -14
47 Nicoya 0,694 64 0,677 -17
48 Puriscal 0,694 32 0,748 16
49 Limón 0,692 80 0,614 -31
50 San Carlos 0,692 49 0,711 1
51 San Mateo 0,686 30 0,749 21
52 Cañas 0,686 71 0,650 -19
53 Turrialba 0,682 46 0,722 7
54 Abangares 0,680 56 0,696 -2
55 Aserrí 0,674 48 0,713 7
56 Montes de Oro 0,673 38 0,738 18
57 Acosta 0,672 33 0,747 24
58 Osa 0,672 78 0,617 -20
59 La Cruz 0,670 81 0,613 -22
60 Bagaces 0,669 50 0,708 10
61 Hojancha 0,666 37 0,741 24
62 Nandayure 0,660 43 0,726 19
63 Pérez Zeledón 0,658 52 0,704 11
64 Dota 0,657 62 0,685 2
65 Corredores 0,657 77 0,618 -12
66 Turrubares 0,654 55 0,696 11
67 Pococí 0,653 53 0,700 14
68 Golfito 0,653 79 0,615 -11
69 Parrita 0,650 57 0,692 12
70 Siquirres 0,646 66 0,673 4
71 León Cortés 0,637 41 0,728 30
72 Sarapiquí 0,633 74 0,637 -2
73 Upala 0,629 69 0,663 4
74 Los Chiles 0,627 58 0,690 16
75 Guácimo 0,626 70 0,663 5
76 Guatuso 0,618 54 0,699 22
77 Coto Brus 0,616 59 0,690 18

Continúa...
433
PNUD

Índice de Desarrollo Humano


Índice de Desarrollo Humano Cantonal Cantonal ajustado por niveles de Diferencia de
seguridad puesto en IDHC e
Puesto IDHCS (2)
Cantón IDHC Puesto IDHCS IDHS
IDHC
78 Buenos Aires 0,612 68 0,668 10
79 Matina 0,611 72 0,642 7
80 Tarrazú 0,608 63 0,679 17
81 Talamanca 0,561 76 0,620 5

Notas: (1) Los índices varían en una escala de 0 a 1, en donde 0 corresponde al nivel más bajo (condición
desfavorable) y 1 al nivel más alto (condición favorable). Para metodología de construcción de ambos índices ver nota
metodológica 2.1 y 2.2 en el Anexo. (2) Los cantones marcados en color celeste en la columna de la extrema derecha
son aquellos cuyo puesto de clasificación baja al ajustarse el IDHC. Los cantones marcados en gris, son aquellos
cuyo puesto de clasificación sube. El cantón marcado en blanco es aquel cuyo puesto de clasificación no cambia.
Fuente: IDHC: Observatorio para el Desarrollo. IDHCS: Elaborado con base en datos del Observatorio para el
Desarrollo y el ISC de este informe.

La inclusión de la inseguridad ciudadana cen entre los primeros cuando se realiza el


en la medición del desarrollo humano a ajuste por niveles de seguridad. Del mismo
escala cantonal genera cambios muy visi- modo, solo tres cantones (Sarapiquí y los
bles en los índices, y verdaderamente dra- cantones limonenses de Matina y Talaman-
máticos en el orden de los cantones. Como ca) repiten entre los últimos diez en am-
puede observarse en el Cuadro 8.19, de los bas versiones del índice. En total, más de
diez primeros cantones del país según el las mitad de los cantones (45) mejoran su
IDH convencional, solo cuatro (Belén, San posición al tomar en cuenta la inseguridad
Pablo, Escazú y Santa Ana, que aparecen ciudadana, en tanto 35 la ven caer y uno
primeros en la lista del IDHCS) permane- solo permanece sin cambio (Cuadro 8.20)

Cuadro 8.20

Clasificación de los cantones según provincia por posición utilizando el


IDHC y el IDHCS . 2003
Condición de cambio (IDHC-IDHCS)
Provincia Total
Bajan de posición Suben de posición Se mantienen

San José 9 10 1 20

Alajuela 2 13 0 15

Cartago 2 6 0 8

Heredia 6 4 0 10

Guanacaste 8 3 0 11

Puntarenas 7 4 0 11

Limón 1 5 0 6

Costa Rica

Total 35 45 1 81

Porcentaje 43,2 55,6 1,2 100,0

Fuente: Elaboración propia.


434
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

En términos generales, los resultados del ble de todos. Afectado por los niveles de
IDHCS tienden a beneficiar de manera victimización más altos del país, pierde 54
ostensible a pequeños cantones rurales y a lugares y ve caer su IDH casi una quinta
castigar con severidad prácticamente a to- parte.
dos los cantones del Área Metropolitana,
cuyos niveles de desarrollo humano, según Es evidente, pues, que la inclusión de los
la medición convencional, son los más al- niveles de seguridad ciudadana puede cam-
tos del país (24 de los primeros 25 lugares biar el mapa del desarrollo humano en el
del IDHC están en el Área Metropolitana, país. En el Mapa 8.1, es posible observar
en tanto los 25 más bajos, sin excepción, cómo el empleo del IDHCS oscurece (re-
fuera de ella). De los 45 cantones que me- duce) los niveles de desarrollo humano en
joran su posición con el IDHCS, 37 están la región metropolitana y en el Pacífico Sur
fuera de la región metropolitana. Corre- del país, tanto como los aclara (aumenta)
lativamente, de los 35 que empeoran su en buena parte de la zona fronteriza norte.
situación, 16 son cantones de la gran aglo-
meración urbana del Valle Central. En la forma aquí planteada, el IDHCS es
tan solo un intento inicial para acercar la
En algunos casos los cambios son de ex- medición del desarrollo humano a las po-
traordinaria magnitud. El pequeño cantón sibilidades reales de expansión de las ca-
josefino de León Cortés -uno de los más pacidades disfrutadas por las personas en
rezagados de acuerdo con el IDHC, pero determinados entornos. Como se ha visto
el más seguro del país de acuerdo con el a lo largo de este capítulo, esas posibilida-
ISC- gana 30 lugares en la clasificación. Y des, sin duda, se ven afectadas por el es-
algo similar sucede con Acosta, Hojancha, tado de la (in)seguridad ciudadana. Esta
Alfaro Ruiz, Jiménez, Poás, Guatuso, San contribución metodológica puede y debe
Mateo y Palmares, todos beneficiados con ser enriquecida considerablemente, con
ascensos de más de 20 puestos. En el otro una operacionalización más completa de
extremo de la clasificación, cantones fuer- la medición de la (in)seguridad ciudadana.
temente urbanos o turísticos como Mon- Pero, por ahora, es suficiente para demos-
tes de Oca, Goicoechea, Limón, Aguirre, trar en forma económica y elocuente la
Tibás, Liberia, Garabito y San José, pier- urgencia de situar la seguridad ciudadana
den más de 30 lugares en la lista. El cantón como un componente central del desarro-
capitalino es, sin duda, el caso más nota- llo humano.

435
PNUD

Mapa 8.1

Índice de Desarrollo Humano Cantonal (IDHC) e Índice de Desarrollo Humano Corregido


por Seguridad (IDHCS). 2003

Fuente: Observatorio del Desarrrollo y elaboración propia.

436
Seguridad ciudadana: ¿dónde comienza?
Fernando Durán Ayanegui*

Bastaría con un breve recorrido por las páginas de una hipotética historia de las civiliza-
ciones para descubrir que “yo soy yo y mi circunstancia”, el lugar común que repetimos para
presentarnos como grandes lectores de cierto filósofo español, es excesivo si el “yo” que
habla no es un individuo poderoso y, por añadidura, exento de escrúpulos. Para el ser
humano “comunicorriente”, la organización social que llamamos Estado ha sido siempre
una circunstancia, dudosamente deseable, que se acepta como garantía, más o menos di-
fusa, de que la ley del más fuerte será atemperada en medida suficiente como para que la
vida en comunidad nos resulte tolerable. Con tal de poder disfrutar, sin temor y con un
mínimo de satisfacción, de la vida y de ciertos bienes materiales, aceptamos que los polí-
ticos roben del erario, mientan y sean incompetentes, que el crimen organizado -ese que
mata sin dejar huellas de sangre- se sirva de los políticos, aunque en último resultado tal
aceptación reduzca la cita orteguiana a un simple “yo soy mi circunstancia”. La mayoría
de los individuos terminan aceptando como tolerable aquello que sus circunstancias les
ofrecen, aun cuando una observación razonada lleve a la inevitable conclusión de que se
trata de algo intolerable.

Durante muchos años, los expertos venían advirtiendo que una gran extensión de la costa
del sur de los Estados Unidos, en particular la ciudad de Nueva Orleáns, era mortalmente
vulnerable a los efectos de un huracán de gran magnitud. Pese a ello, las autoridades fe-
derales continuaron disminuyendo los fondos destinados al reforzamiento de las medidas
de prevención de inundaciones, y las estatales absteniéndose de dar las voces de alerta que
racionalmente se requerían. Sin embargo, al mismo tiempo se reforzaban, en todo el país,
las capacidades represivas de los cuerpos de “seguridad” con el supuesto fin de combatir de
manera más eficaz el terrorismo y la delincuencia común, es decir, para garantizar, según la
ideología imperante, la “seguridad ciudadana”. Esta circunstancia, espeluznante por defi-
nición, les parecía normal, les parecía tolerable a los habitantes de Nueva Orleáns, quienes,
preocupados por la posibilidad de perder sus vidas o sus bienes como consecuencia de un
asalto callejero o doméstico, clamaban por más vigilancia policial y por un endurecimiento
de las leyes penales protectoras de la “seguridad ciudadana”. Poco, o casi nada, se preocupa-
ban porque, con su negligencia criminal, los gobiernos municipal, estatal y federal estaban
preparando el más destructivo y mortífero atentado contra la seguridad ciudadana de mi-
llones de personas. La aparición del huracán Katrina equivalió a poner en manos de esos
gobiernos un arma letal que apuntaba hacia los hogares y los corazones de las ciudadanas
y los ciudadanos, especialmente de las y los más pobres que, llegado el momento del gran
asalto, no dispondrían de los medios de transporte necesarios para escapar de la impericia
criminal de sus dirigentes. Ellas y ellos fueron, simplemente, su circunstancia: un Estado
incapaz de definir correctamente en qué consiste la seguridad ciudadana.

En este, como en todos los casos, la civilización, que etimológicamente podría tomarse
como la capacidad de los grupos humanos para la vida civil, se revela como una paradoja
en la medida en que su existencia descansa siempre sobre una base militar, es decir, sobre
un derecho, reconocido o implícito, al uso de la fuerza para el mantenimiento del “or-
den”. No en balde, la oscura gobernadora de Louisiana no se dio a conocer al mundo sino
437
cuando se presentó ante la prensa para declarar que guardias nacionales de otros estados,
curtidos veteranos de Irak, se encargarían de reprimir a sangre y fuego unos saqueos que,
a todas luces, solo podrían ser perpetrados por los hambrientos y desesperados pobres que
se vieron obligados a permanecer en la ya inútil y putrefacta ciudad. La gobernadora que
fue incapaz de ofrecer seguridad ciudadana ante la casi certeza de una catástrofe, sí tuvo
carácter para dar la orden de tirar a matar en aras de una seguridad ciudadana que, en aquel
momento, resultaba ser una pieza de humor negro.

El caso de Nueva Orleáns se me antoja muy similar al de los grandes y pequeños estados
latinoamericanos, en los que la estridencia demagógica de los políticos se centra en el
tema de la seguridad ciudadana en términos de militarización y penalización, al tiempo
que se debilita la capacidad de respuesta social del Estado. Se deterioran, si no es que se
inutilizan, la educación pública, la salubridad y las garantías sociales, de la misma forma
en que diques, compuertas y drenajes se debilitaron en Nueva Orleáns. De este modo, en
América Latina, el Estado y sus políticos son enemigos de la seguridad ciudadana, peores
que los criminales callejeros. Y en cuanto a los saqueos, lo que ocurre en las ciudades la-
tinoamericanas es un milagro: en cualquiera de ellas hay, si no millones, cientos de miles
de personas que han vivido por decenios en condiciones similares a las que padecieron,
durante un corto período, los pobres abandonados de Nueva Orleáns, sin que los saqueos
se hayan iniciado. ¿Cuánto tiempo durará ese milagro?

*Doctor en Química, escritor, ex-rector de la Universidad de Costa Rica

***
Los principales hallazgos de este capítulo homicidios dolosos causan el 11,2%
pueden resumirse de este modo: de las muertes, casi siete veces más que
para toda la población.
a. El despliegue de algunas libertades
fundamentales tiene una relación in- c. Entre 1990 y el año 2003 ocurrió un
versa con la intensidad de la percep- incremento significativo de los Años
ción de inseguridad, relación que es de Vida Potencialmente Perdidos por
particularmente significativa en el caso homicidios dolosos en el país, fuerte-
de la libertad de desplazamiento y de mente concentrado en los hombres.
disfrute del patrimonio. La evidencia
es reveladora de la peculiar intensidad d. Entre 1997 y el año 2003 hubo un
con que los niños y las niñas en Costa aumento de las hospitalizaciones por
Rica están viendo limitadas sus posi- causas de violencia en los hospitales
bilidades de movilización. del sector público, particularmente en
el caso de las mujeres y de los menores
b. El impacto de los homicidios dolosos de 19 años. Las hospitalizaciones por
en la mortalidad general de Costa Ri- violencia sexual muestran tasas de cre-
ca es sumamente bajo. Sin embargo, cimiento muy aceleradas.
entre las personas de 15 a 24 años, los
438
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

e. Los costos económicos de la violencia represivos, pero no necesariamente las


en el país alcanzan un mínimo de un considera como la primera o la mejor
3,6% del PIB (¢246.148 millones). respuesta a la inseguridad ciudadana.
Esta cifra es baja en el contexto lati- Las proclividades de la mayor parte de
noamericano, pero representa más de la población continúan siendo con-
la mitad de lo que el país invierte en sistentes con los principios del estado
educación pública. de derecho, pero el temor alimenta el
apoyo social para conductas privadas y
f. La inversión pública requerida para públicas que no lo son.
el cumplimiento de la condena de
un privado de libertad por homici- j. La respuesta del ordenamiento jurídi-
dio doloso o violación es superior a la co al clamor popular por mayor segu-
inversión necesaria para educar a una ridad ha sido generalmente respetuosa
persona, desde el nivel preescolar has- de los Derechos Humanos, aunque no
ta su graduación como profesional de exenta de inclinaciones represivas. La
la universidad. última década ha traído una prolifera-
ción de propuestas legislativas dirigi-
g. El efecto de la inseguridad ciudadana das a endurecer las sanciones penales
sobre el capital social no es unívoco. contra los perpetradores de algunos
La evidencia sugiere que mayores ni- delitos, un aumento en el promedio
veles de temor tienden a aumentar de años de las penas impuestas por los
la asociatividad (particularmente las jueces penales y un incremento con-
formas de vínculo comunal para com- siderable en la tasa de reclusión. Tal
batir la delincuencia) y a disminuir la endurecimiento ha sido matizado por
confianza interpersonal. Asimismo, el el papel activo de la jurisprudencia
crecimiento del temor tiende a debili- constitucional en la protección de los
tar el capital social precario, pero no derechos fundamentales.
tiene mayor efecto cuando el capital
social es fuerte. k. Las personas que han sido víctimas
de un hecho de violencia en el último
h. El temor y la tolerancia a la diferencia año y las más temerosas tienen una
tienen una relación inversamente pro- peor opinión de todas las instituciones
porcional. públicas, particularmente de las direc-
tamente relacionadas con la inseguri-
i. Los habitantes del país están, en prome- dad ciudadana.
dio, considerablemente más dispuestos
a echar mano a soluciones normativas l. Los grados de satisfacción con la de-
extremas a la inseguridad ciudadana mocracia son menores entre quienes
que a emplear procedimientos extremos han sufrido un hecho de violencia o
de hecho -como los linchamientos- y, despojo en el pasado reciente, y caen
sobre todo, a utilizar métodos violentos notoria y sistemáticamente conforme
para resolver conflictos. El grupo con aumenta la percepción de inseguri-
más alta percepción de inseguridad dad. La preferencia por la democracia
muestra una mayor disposición hacia como sistema de gobierno sufre tam-
todas esas opciones. Más de la mitad bién una merma ostensible conforme
de la población apoya la adopción de se incrementa el temor.
procedimientos legales fuertemente
439
PNUD

m. La inclusión de la (in)seguridad ciu- Indagados algunos de los principales facto-


dadana en la medición del desarrollo res asociados a la (in)seguridad ciudadana y
humano a escala cantonal genera cam- establecidas con bastante claridad las nega-
bios muy visibles en los índices y ver- tivas consecuencias que esta conlleva para
daderamente dramáticos en el orden el desarrollo humano, ¿qué pasos concre-
de los cantones. Los resultados del tos puede tomar la sociedad costarricense,
ajuste del IDH por niveles de victimi- comprometida históricamente con el desa-
zación tienden a beneficiar ostensible- rrollo humano, para revertir la impotencia
mente a pequeños cantones rurales y a colectiva y vencer el temor? En la última
castigar con severidad prácticamente a parte de este informe se abordarán algunos
todos los cantones del Área Metropo- de particular importancia.
litana, particularmente a San José.

440
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442
Fotografía: Carolina Smania
QUINTA PARTE
Diez propuestas para vencer el temor
Diez propuestas para vencer el temor

El despliegue del potencial humano nunca estará desprovisto de obstáculos. Desde sus
cimientos, el enfoque de desarrollo humano se ha ocupado de explorar las fuentes de la
vulnerabilidad de las personas y de plantear opciones para ampliar las posibilidades de que
estas desarrollen su proyecto de vida con libertad. La necesidad y el temor son dos mani-
festaciones de la vulnerabilidad que el concepto de seguridad humana propone eliminar.
En este informe se ha optado por centrar la atención en el temor y, más específicamente,
en el temor que resulta de la inseguridad ciudadana, pero sin descuidar la existencia de
vínculos estrechos entre vulnerabilidad humana e inseguridad ciudadana, una relación que
ha quedado ampliamente demostrada en las páginas de este documento.

Las historias de Mauren y Rafael, que dan inicio a cada una de las partes del informe,
hablan sobre cómo se manifiesta la inseguridad ciudadana en las vidas de dos personas. Se
trata de dos historias, de un hombre y una mujer, que si bien distan mucho de ser simila-
res, revelan cómo el sexo, la edad, la familia, las redes sociales y otras instituciones básicas
de la sociedad contribuyen o inhiben las posibilidades de las personas para desplegar un
proyecto de vida.

A lo largo de estas páginas, Mauren y Rafael han narrado con generosidad cuándo y cómo
se erigió en ellos el temor. De sus relatos es posible inferir los recursos que tuvieron a mano
para encarar ese sentimiento. Los tres elementos propuestos y discutidos en este informe
-percepción, victimización y segurabilidad- se entremezclan nítidamente en estas dos his-
torias, permitiendo apreciar que, si bien las puertas de entrada para enfrentar el temor que
se deriva de la inseguridad ciudadana son diversas, también es posible esbozar un abordaje
comprensivo e integral para hacerle frente.

Las narraciones de Mauren y Rafael complementan la información y los análisis provistos


en las otras partes que integran este documento, al aportar una mirada cualitativa y concreta
PNUD

sobre cómo se vive la inseguridad y cuáles La mayoría de los cantones del país no
son las consecuencias que esta puede tener. muestra una disminución en sus condicio-
Pero retomando brevemente lo discutido nes de seguridad, pero hay algunos que re-
a lo largo del informe, cabe reiterar la pre- gistran un deterioro severo y merecen aten-
gunta que se formuló al inicio de la segunda ción prioritaria. Seis de las siete cabeceras
parte: ¿se vive ahora con más (in)seguridad? de provincia aparecen comprometidas en
De manera inequívoca es posible afirmar materia de inseguridad y algunos cantones,
que la inseguridad en Costa Rica ha au- como Limón y San José, reflejan situacio-
mentado. El país se encuentra hoy en una nes especialmente problemáticas. Montes
situación de mayor inseguridad que hace de Oca, sin ser cabecera de provincia, pre-
veinte años. En su vertiente objetiva, la senta también condiciones que requieren
evolución ascendente de las tasas de delic- ser atendidas.
tividad y violencia no admite dudas. Los
datos sobre el despojo, las amenazas y las La clasificación varía de acuerdo con el ti-
agresiones contra la integridad física, la in- po de delito: si se piensa en el homicidio
tegridad patrimonial y las infracciones a la aparecen Garabito, Golfito y Osa; si se
Ley de Psicotrópicos así lo demuestran. En consideran el hurto y el robo, permanece
su vertiente subjetiva, los datos obtenidos Garabito y se agregan Cañas, Aguirre y
a partir de la ENSCR-04 evidencian que el Montes de Oca. Si se habla de violencia do-
país tiene una población temerosa. En tér- méstica se encontrará La Cruz, Corredores
minos de segurabilidad las opiniones están y Alajuelita. Todo esto demuestra que las
divididas: mientras la mitad de la población estrategias y políticas deben ser adaptadas
confía en la capacidad de las instituciones geográficamente y emprendidas a la vez
con competencias directas en el campo de desde las perspectivas nacional y local, así
la seguridad, la otra mitad expresa dudas como desde las particularidades derivadas
sobre su desempeño y confiabilidad. Auna- de la edad y el sexo de las personas.
do a ello, pocas personas denuncian los he-
chos de violencia de los que son víctimas, Pero hay más: los hallazgos del informe in-
con lo cual se fortalece la tesis de una baja dican que el temor entre la población au-
confianza en las instituciones. menta a un ritmo que no corresponde con
el incremento en las tasas de delictividad o
Sin embargo, el diagnóstico vertido en la se- con los riesgos que verdaderamente enfren-
gunda parte da cuenta de importantes ma- tan las y los habitantes del país.
tices. La evidencia indica que existen nota-
bles diferencias en la forma en que diversos Ahora bien, aunque los juicios y opiniones
segmentos de la población experimentan la no se ajustan a la realidad, en parte porque
inseguridad. El sexo y la edad parecen ser son severamente afectados por las represen-
los factores más determinantes con respecto taciones que crean los medios de comuni-
a las modalidades de violencia a las que se cación masiva -en especial en su vertiente
ven expuestas las personas. La violencia le- noticiosa-, estos no se forjan en el vacío.
tal recae principalmente sobre los hombres Los datos obtenidos indican que existe gran
jóvenes, mientras que la violencia domés- cercanía entre la percepción de la violencia
tica afecta sobre todo a las mujeres, en el patrimonial y la realidad de esa forma de
marco de las relaciones de pareja. violencia. En efecto, es en este ámbito don-
de es posible verificar el mayor incremento
Desde una perspectiva territorial, la violen- de la delictividad y se puede inferir que el
cia no se distribuye en forma homogénea. aumento de este tipo de victimización está
448
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

alimentando el temor generalizado de las Costa Rica empieza a experimentar el temor


personas con respecto a su integridad físi- desde su edad más temprana.
ca, emocional y sexual.
Tanto Mauren como Rafael se refieren,
Independientemente de las distorsiones, desde perspectivas diferentes, a este tema.
las consecuencias que tiene la percepción A partir de su vivencia como hija, madre y
de la inseguridad ciudadana sobre el de- esposa, Mauren cuenta cómo una infancia
sarrollo humano exigen tomar medidas plena le sirvió como refugio y anclaje para
para contrarrestar los efectos del temor repeler la violencia que luego experimentó
entre la población. en su relación de pareja. Los entretelones
de su narración hacen pensar que el haber
La tercera parte del informe se organiza a conocido y disfrutado la protección de
partir de la pregunta “¿se puede explicar la unos padres afectuosos, aun en condicio-
inseguridad ciudadana?” Esta interrogante nes de grandes carencias materiales, fue la
se vincula con la segunda vertiente de aná- clave para que, en su experiencia posterior,
lisis emprendida en este trabajo: ¿existe una ella tuviera confianza en redes comunita-
convergencia entre situaciones de vulnera- rias e institucionales cuyo apoyo indiscuti-
bilidad humana y social, y los fenómenos blemente le permitió superar las agresiones
de inseguridad? La respuesta es afirmativa. y amenazas a las que se vio expuesta. No
Lo expuesto por Mauren y Rafael, lo dicho sucede lo mismo en el caso de Rafael, cuyo
por los y las participantes en los grupos fo- desgarrador relato obliga a reflexionar sobre
cales, los hallazgos de Krauskopf y Muñoz los patrones de socialización que empujan
elaborados a partir de entrevistas con jóve- a los hombres, de cualquier edad, a ocultar
nes, así como la información cuantitativa o negar recurrentes amenazas o agresiones
recogida a lo largo del informe, son testi- a su integridad física, emocional y sexual.
monio de ello. Este testimonio, junto con los recogidos
en el Centro Zurquí, arrojan luces sobre el
El informe (INDH) renuncia a la idea de impacto que tiene sobre las personas la ex-
determinar las causas de la violencia, para posición temprana a la violencia, entremez-
centrarse más bien en indagar empírica- clada con patrones de socialización mascu-
mente el comportamiento de algunos de lina que inhiben de pedir protección. De la
los factores que con más frecuencia se aso- historia de vida de Rafael se infiere que es
cian a la delincuencia y la inseguridad en el en la calle, no en las instituciones, donde
imaginario colectivo y en la literatura sobre los hombres jóvenes buscan lo que termina
el tema. Tales son los casos de la pobreza, siendo un falso refugio.
la desigualdad, la influencia de los medios
de comunicación, el consumo de alcohol Otra proposición que ha guiado este es-
y drogas y la tenencia de armas de fuego tudio es que la relación entre desarrollo
entre la población. humano e inseguridad no opera en un
único sentido, sino que esta última afec-
Un ámbito en el que indiscutiblemente se ta de manera simultánea las posibilidades
traza la inseguridad ciudadana es el de la fa- de las personas de concebir y concretar un
milia. La constatación de que las denuncias proyecto de vida propio, elegido de mane-
por violencia doméstica superan en número ra libre y razonada. La información que se
a las relacionadas con robos o con infraccio- ofrece en la cuarta parte comprueba que
nes a la Ley de Psicotrópicos, ofrece la prue- los vínculos entre la inseguridad ciudada-
ba más contundente de que la población de na y el desarrollo humano no solamente
449
PNUD

existen, sino que son estrechos y operan en ciudadana, mediante la creación y divulga-
múltiples direcciones. ción de información precisa y actualizada
sobre el tema. En tal sentido, la intención
Guiadas por el temor, las personas toman de este informe ha sido ofrecer argumentos
decisiones que menoscaban el despliegue de para una mejor comprensión de los víncu-
sus libertades en el plano individual. Renun- los entre inseguridad ciudadana y desarro-
ciar a estar en la casa o a salir de ella, a utili- llo humano, pero esto ha llevado también
zar el transporte público, a caminar por las a derribar una serie de mitos, en algunos
aceras o a visitar los parques, son ejemplos casos profundamente arraigados en la cul-
de ello. Otros tipos de acciones individua- tura nacional. Son mitos que, como tales,
les repercuten sobre la colectividad, como se construyen a partir de falsos supuestos
sucede con la decisión de adquirir armas de e impiden tomar decisiones individuales y
fuego o de favorecer la segregación del es- colectivas apropiadas para enfrentar el pro-
pacio por medio de “agujas” que limitan el blema. Las ideas, ampliamente extendidas
tránsito de las personas por los vecindarios. en el país, de que la inseguridad ciudadana
está fuera de control, que solo ocurre en los
Igualmente, las decisiones colectivas hacia espacios públicos, o que es el resultado de
las que se inclinan las y los habitantes tie- una creciente presencia de extranjeros en el
nen efectos sobre el desarrollo humano. La territorio nacional, son ejemplos de suposi-
inversión y el empeño que las organizacio- ciones equivocadas que alimentan el debate
nes comunales han puesto en los Comités público y que a menudo se invocan para
de Seguridad Comunitaria compiten con defender el uso de políticas de mano dura.
otros fines, tales como la educación y la sa- La información aquí recogida invita a un
lud, con los que tradicionalmente han esta- análisis más complejo de las estrategias que
do comprometidas esas agrupaciones. Así, el se requieren para hacer de Costa Rica un
temor pone en riesgo el tejido social y desvía país más seguro. Una sociedad más segura
cuantiosos esfuerzos colectivos que en el pa- es factible, siempre y cuando se atiendan de
sado estaban orientados hacia objetivos con manera adecuada las condiciones de vulne-
mayor potencial para dinamizar el desarrollo rabilidad que nutren la violencia y el des-
humano. Más aún, el temor erosiona el apo- pojo, y se fortalezcan las capacidades de las
yo a las instituciones democráticas y a meca- personas y los mecanismos colectivos con
nismos colectivos sin los cuales el desarrollo que se cuenta para protegerlas.
humano no es posible. La confianza en las
instituciones públicas disminuye entre quie- A partir de todo lo expuesto es posible
nes tienen más temor y con ello se ve socava- identificar al menos cuatro retos que enca-
da la adherencia a valores democráticos. ra el país en materia de seguridad ciudada-
na: disminuir el temor, revertir la tenden-
Otro ejemplo que ilustra una renuncia co- cia creciente que muestra la victimización,
lectiva a las libertades es la tendencia de la atender los factores de riesgo y fortalecer
población a favorecer el endurecimiento de la capacidad institucional, sin la cual no se
penas y sanciones. Desde el temor se clama podrán alcanzar resultados sostenibles en
por respuestas autoritarias y se toman deci- ninguno de estos campos. De estos desa-
siones que repercuten negativamente sobre fíos se desprenden, a su vez, múltiples po-
el ejercicio de la libertad. sibilidades para afrontar la inseguridad. A
continuación se presentan diez propuestas
Para disminuir el temor se requiere colocar que, si bien no agotan las opciones de se-
en perspectiva el fenómeno de la inseguridad guimiento posibles, aplicadas en conjunto
450
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

conforman un plan integral para enfrentar En la formulación de las recomendacio-


la inseguridad ciudadana, coherente con nes se ha buscado también que las pro-
los objetivos de desarrollo humano que sir- puestas se aparten de la arraigada creencia
vieron de base a esta investigación. de que prevención y control son opciones
irreconciliables. Esto es consistente con lo
A lo largo de este informe se ha reiterado la señalado en la primera parte del informe,
imposibilidad de atribuir la inseguridad a en el sentido de que las alternativas pa-
un único factor o conjunto de factores. La ra responder a la inseguridad ciudadana
indagación sobre los aspectos comúnmente pueden concebirse desde cuatro perspec-
explorados por la literatura e invocados por tivas: prevención, empoderamiento, pro-
la población como detonantes de la inse- tección y control. Las políticas de seguri-
guridad deja planteadas numerosas inte- dad pueden ubicarse con nitidez en una
rrogantes para futuras investigaciones. No u otra de ellas, pero frecuentemente son
obstante ello, su estudio ha puesto en claro el resultado de una combinación de dos
que es indispensable fijar la mirada en una o más perspectivas. Las diez propuestas
agenda de trabajo que trascienda el enfoque para vencer el temor se inscriben dentro
meramente criminológico y policial con esta lógica.
que suelen definirse las políticas dirigidas a
garantizar la seguridad humana. Es por esa En términos de formato, estas recomenda-
razón que los diez programas para vencer el ciones han sido estructuradas a modo de
temor que aquí se presentan abarcan desde programas, por lo que cada una de ellas
la definición de una política de seguridad consta de una justificación y una serie
que respete y potencie el ejercicio de las li- de objetivos y líneas de acción, tal como
bertades de las personas, hasta la importan- se muestra en la siguiente matriz, donde
cia de fomentar hábitos saludables como al- además se hace explícita la naturaleza pre-
ternativa al consumo de alcohol e impulsar ventiva, de protección, empoderamiento o
la práctica de deportes y actividades físicas. control que sirve de guía a cada propuesta.

451
452
PNUD

Diez propuestas para vencer el temor, líneas de acción y naturaleza de la intervención

Naturaleza
Objetivos Propuesta Líneas de acción de la propuesta (1)
Pv Pr E C

Desplegar campañas de información y desmitificación de la inseguridad ✓


Disminuir el 1. Vencer mitos: mejorar la comprensión de la
Promover una mejor comprensión del fenómeno entre los tomadores de decisiones ✓ ✓ ✓ ✓
temor inseguridad ciudadana
Promover un periodismo formado y comprometido con la seguridad ciudadana ✓ ✓ ✓
Adecuar el marco normativo e institucional al objetivo de acercar la policía a la
ciudadanía ✓ ✓
2. Seguridad para el despliegue de libertades: políticas
de seguridad desde una perspectiva integral y
Mejorar la coordinación entre los distintos cuerpos policiales ✓ ✓ ✓
democrática
Fortalecer los procesos de formación, capacitación y entrenamiento de la policía ✓ ✓ ✓
3. Constituir el Observatorio de la Seguridad
Crear un sistema de recolección, sistematización y provisión de información rigurosa
Ciudadana: información oportuna y rigurosa sobre la ✓ ✓ ✓ ✓
sobre la inseguridad ciudadana
inseguridad ciudadana
Fortalecer Diseñar y poner en marcha una estrategia para fortalecer las capacidades de los
capacidad gobiernos locales para incorporar consideraciones relativas a la seguridad ciudadana ✓ ✓ ✓ ✓
institucional como criterio de planificación y toma de decisiones
4. Planificación local dirigida a la creación de
condiciones de seguridad ciudadana Crear canales de comunicación y mecanismos de colaboración entre el MSP y el lFAM,
e instituir en este último una línea de apoyo a los gobiernos locales en materia de ✓ ✓ ✓ ✓
inseguridad ciudadana.

Desarrollar experiencias piloto en municipios con condiciones adecuadas ✓ ✓ ✓ ✓


Diseño de espacios urbanos seguros ✓ ✓ ✓
5. Generar entornos urbanos seguros Desarrollar una estrategia de animación urbana ✓ ✓
Ganarle espacios al miedo ✓ ✓
Naturaleza
Objetivos Propuesta Líneas de acción de la propuesta (1)
Pv Pr E C

Establecer políticas integrales, que incluyan la creación de infraestructura y servicios


para el cuidado de las familias ✓ ✓
Establecer un programa para monitorear la aplicación de los mecanismos de protección
contra la violencia doméstica. ✓
Promover, entre las mujeres migrantes, el ejercicio del derecho a una vida libre de
6. Más igualdad, menos conflicto: una propuesta para violencia, mediante programas y campañas de sensibilización y mecanismos que ✓
enfrentar la violencia contra las mujeres garanticen su acceso a la justicia

Fortalecer las capacidades de las mujeres en el ámbito familiar, por medio de políticas
integrales ✓
Retomar la discusión nacional sobre el rechazo a la violencia contra las mujeres ✓ ✓
Disminuir la Mejorar los registros de información sobre la violencia contra las mujeres y profundizar la
victimización investigación sobre el tema ✓ ✓ ✓ ✓
Superar la desprotección ✓ ✓
Combatir la violencia intrafamiliar contra los niños y las niñas ✓ ✓
7. Proteger para crecer: una sociedad volcada hacia la
protección de la niñez Un sistema educativo capaz de retener en las aulas a su población ✓ ✓
Participando juntos ✓
Impulsar programas de asistencia familiar ✓ ✓
8. Atención prioritaria a la juventud: más oportunidades,
Promover acciones comunitarias para ampliar las opciones de la juventud ✓ ✓
menos cárceles
Ofrecer oportunidades a la población penal juvenil ✓
Sensibilización y formación ✓
9. Vidas saludables: hábitos sanos para la recreación y
la convivencia
Impulsar planes de acción inmediata ✓
Atender factores
de riesgo Fortalecer los mecanismos de control estatal sobre las empresas que brindan servicios
10. Adiós a las armas: mantener a Costa Rica libre de de seguridad privada ✓
armas de fuego
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Concienciación de la ciudadanía y el sector empresarial ✓


(1) Pr: Protección. Pv: Prevención. E: Empoderamiento. C: Control

453
1
Vencer mitos:
mejorar la comprensión de la inseguridad
ciudadana

La inseguridad se vive desde las ideas que parques, espacios recreativos de uso colecti-
se tiene sobre sus características, fuentes vo), minimiza la importancia de lo que ocu-
y manifestaciones. En el imaginario de la rre entre amigos, conocidos, en el hogar y en
población de Costa Rica existen diversos las relaciones de pareja.
mitos con respecto a la inseguridad ciuda-
dana, cuya superación contribuirá a iden- Pero además de considerar que la inseguri-
tificar soluciones adecuadas al problema. dad está en las calles y no en sus relaciones
Más aún, derribar los mitos que se erigen cercanas, en los últimos años la ciudadanía
alrededor de la inseguridad ciudadana es muestra una tendencia creciente a asociar
prioritario para disminuir la percepción de este problema con la presencia de extranje-
este fenómeno; a mayor claridad sobre los ros en el país. A pesar de ello, la ENSCR-
riesgos, menor será la sensación de insegu- 04 sugiere que la población resiste hasta
ridad de las personas. cierto punto los discursos estigmatizantes
que, entre otros, llegan a través de los espa-
Aquello que no se entiende, que resulta cios noticiosos que los medios de comuni-
lejano o desconocido, suele producir más cación dedican a temas relacionados con la
temor. Por ello, pese a que el acaecimiento inseguridad.
de la violencia por lo general tiene lugar
entre personas conocidas, la población per- Costa Rica enfrenta el reto de decir un no
cibe que las amenazas a su integridad física, definitivo a la xenofobia y la intolerancia,
sexual, patrimonial o emocional provienen para lo cual este informe provee informa-
de desconocidos. ción que se espera no pase desapercibida:
los extranjeros participan en una propor-
Este es el primero de cinco mitos que este ción ligeramente menor que los nacionales
informe llama a derribar. Creer que el pro- en la conformación de la población peni-
blema de la inseguridad solo está en las calles tenciaria. Para avanzar hacia una sociedad
o en los espacios colectivos (vías públicas, más segura es imperativo prescindir del
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

efecto tranquilizador que se obtiene al ha- la ciudadanía. El temor ha paralizado hasta


cer recaer la responsabilidad sobre el otro, cierto punto la iniciativa social, socavando
el diferente, el desconocido. el despliegue de las libertades individuales
e imponiendo obstáculos al desarrollo hu-
La razón más contundente para sustentar una mano y el disfrute de la convivencia.
propuesta dirigida a reducir el temor es que
este sentimiento acarrea consecuencias nega- Sin embargo, también es claro que el cam-
tivas para el ejercicio de las libertades de las bio de la percepción de inseguridad no se
personas. Se apela a la sensación de inseguri- logrará mientras no se modifiquen circuns-
dad como justificación de medidas extremas, tancias objetivas que causan temor a la ciu-
orientadas a limitar las garantías a la libertad dadanía y que no se reducen a una mala in-
que la Constitución Política y el ordenamien- formación, un énfasis excesivo en este tema
to jurídico del país han instaurado. por parte de los medios de comunicación
o un equivocado análisis sobre la dimen-
Este informe demuestra que un significati- sión del problema. La percepción cambiará
vo sector de la población, principalmente si aumenta la confianza en la policía por
integrado por las personas más temerosas, parte de las y los ciudadanos, y si estos de-
apoya la aplicación de políticas de mano tectan una mayor presencia de la autoridad
dura. Pero aún más importante es el hecho en las calles, así como una mayor eficiencia
de que este tipo de acciones no solo aten- y eficacia en la reacción frente al delito, si
ta contra los derechos humanos, sino que se mejoran contextos urbanos deteriorados
suele obedecer a la falta de información o descuidados y se proveen instrumentos
sobre el tema. de protección a grupos sociales en situa-
ción de vulnerabilidad, o si se construyen
La seguridad ciudadana no mejorará des- redes, tanto sociales como institucionales,
plegando acciones en una sola dirección de contención de factores que ponen a las
o mediante intervenciones centradas en el personas en riesgo de ser víctimas o vic-
endurecimiento de penas. El fracaso inevi- timarias de hechos violentos. A todo esto
table de estas respuestas sobrevendrá por la deben propender el diseño y la puesta en
estrechez de la perspectiva de la que parten. marcha de una política integral de convi-
Su error consiste en asumir que la insegu- vencia y seguridad ciudadanas como la que
ridad puede suprimirse atendiendo una re- se propone en el acápite siguiente y se de-
ducida parte del problema. sarrolla en los subsiguientes.

La inseguridad ciudadana en Costa Rica Pero también es cierto que el imaginario co-
no está fuera de control. Aun cuando algu- lectivo suele construir representaciones que
nos delitos como el robo y el hurto se han en ocasiones son muy difíciles de modificar
incrementado significativamente en los úl- aun si cambian las circunstancias reales. Es
timos años, es posible atender el problema por esta razón que el objetivo de esta prime-
con medidas respetuosas de los derechos ra propuesta está orientado a que la pobla-
humanos y coherentes con los objetivos del ción valore adecuadamente la situación de
paradigma del desarrollo humano. la inseguridad ciudadana en el país, sin ex-
cesos ni distorsiones, mediante el desarrollo
En el país prevalece la opinión de que poco de iniciativas que posibiliten, en el corto y
o nada puede hacerse para reducir los nive- mediano plazos, disminuir las percepciones
les actuales de inseguridad y se asume como de inseguridad. Para ello se requiere dotar a
verdad que la solución no está al alcance de la ciudadanía de información que permita
455
PNUD

disminuir el temor y estimular el disfrute específicos de la población, o para develar


de la libertad; incentivar el ejercicio del los problemas que acarrean otros discursos
periodismo desde la óptica de los derechos estigmatizantes que también empiezan a
humanos; dar a conocer iniciativas exitosas notarse en el país, como en el caso de los
encaminadas a contender con la violencia y discursos sobre la población joven.
el delito, y evidenciar que las soluciones re-
presivas no representan opciones reales pa- B. Promover una mejor comprensión
ra superar la problemática de inseguridad. del fenómeno entre los tomadores
Con estos objetivos en mente proponen las de decisiones
siguientes líneas de acción.
La promulgación de un marco normativo
Líneas de acción y la definición de políticas públicas eficaces
en materia de (in)seguridad ciudadana de-
A. Desplegar campañas de informa- penden de la calidad de la información que
ción y desmitificación de la inse- manejen las y los jerarcas y tomadores de
guridad decisiones. De ahí que esta línea de acción
recomiende promover entre ellos una me-
Con el propósito de aclarar las ideas equi- jor comprensión de este fenómeno.
vocadas que existen en el país alrededor de
la inseguridad, se sugiere el despliegue de En este contexto sobresale como una suge-
una campaña nacional dirigida a proveer rencia oportuna el dar respuesta a la notable
información rigurosa, que ayude a derribar escasez de oferta educativa en este campo. Se
los mitos que existen alrededor del tema. propone abrir líneas de investigación e in-
cluir cursos sobre esta materia en los currícu-
Para divulgar la información comentada los de universidades públicas y privadas.
anteriormente, se sugieren diferentes for-
mas de difusión: desde el aprovechamiento En el corto plazo, se sugiere realizar una
de canales nacionales de televisión, hasta la serie de jornadas de capacitación sobre el
realización de presentaciones sectoriales a tema, con participación de tomadores de
instituciones como las universidades públi- decisiones y personal técnico de todos los
cas y privadas, la Asamblea Legislativa, el poderes del Estado.
Poder Judicial y el Ministerio de Seguridad
Pública, así como a sindicatos y organiza- Por último, se propone concienciar a los to-
ciones sociales, organismos internacionales madores de decisiones sobre la importancia
y cámaras empresariales. de que la seguridad sea parte de las conside-
raciones cotidianas en los procesos de pla-
En el ámbito provincial o local se recomienda nificación de los programas de la Adminis-
involucrar y dar participación a las municipa- tración Pública, y en el sentido de que una
lidades y redes de gobiernos locales. La infor- población informada es una población más
mación recabada por este informe, así como comprometida con el desarrollo de nuevos
los materiales preparados para su divulgación, planes. Se sugiere, así, capacitar a las per-
pueden formar parte de este trabajo. sonas responsables de la planificación de
los programas de las distintas instituciones
Además es importante realizar un esfuerzo públicas, sobre el modo de aplicar los crite-
para mostrar, con mayor grado de profun- rios de prevención, protección, empodera-
didad, las características de ciertas formas miento y control, transversalmente en toda
de violencia que recaen sobre segmentos la estructura gubernamental.
456
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

C. Promover un periodismo formado ha de aspirarse al divulgar noticias so-


y comprometido con la seguridad bre temas de inseguridad.
ciudadana
• Motivar y distinguir el periodismo res-
La participación de los medios de comuni- ponsable al momento de transmitir o
cación en un esfuerzo formativo en materia reportar hechos vinculados con la se-
de (in)seguridad ciudadana es central pa- guridad ciudadana. Esto podría hacer-
ra el éxito de esta propuesta, dado que las se mediante la creación de un galardón
ideas que tienen las y los habitantes del país o premio, entregado anualmente por
sobre este fenómeno provienen en gran un jurado independiente bajo la tutela
medida del abordaje que el periodismo de una institución como el Colegio de
hace del tema. Para promover un perio- Periodistas.
dismo formado, con acceso a información
rigurosa sobre la violencia y la inseguridad, • Propiciar la creación de un “observa-
respetuoso de la dignidad de las personas, torio de los medios de comunicación”,
se propone: como instrumento para monitorear
los temas y el enfoque de las noticias
• Incentivar la apertura de espacios de que se divulgan. El monitoreo riguroso
diálogo e intercambio con los profe- y científico de la labor de los medios
sionales de la comunicación, a fin de puede ofrecer insumos y parámetros
elaborar un “protocolo responsable” claros para interpretar la noticia y tiene
para el manejo de información rela- la bondad de que proveería elementos
cionada con la inseguridad ciudadana, de juicio para que los mismos medios
de modo que se establezcan criterios de comunicación reflexionen sobre su
claros entre los profesionales de los labor. Una iniciativa con estas caracte-
medios de prensa televisiva, radial y rísticas podría desarrollarse en alguna
escrita, sobre el tipo de abordaje a que de las universidades públicas.

457
2
Seguridad para el despliegue de libertades:
políticas de seguridad desde una perspectiva
integral y democrática

La adecuación de las políticas de seguridad seguridad a lo policial y se busca afianzar-


del país a una perspectiva integral y demo- la en relaciones de solidaridad y confianza
crática es un propósito indiscutible y cen- en las relaciones interpersonales, así como
tral de una estrategia encaminada a vencer en la vinculación entre las personas y las
el temor. Costa Rica debe tener como pro- agencias estatales encargadas de proveer se-
pósito colectivo de corto plazo contar con gurabilidad.
una política integral de convivencia y segu-
ridad ciudadanas, que sirva para reflejar el Esta es una discusión que todavía está pen-
consenso -resultado de una amplia discu- diente en Costa Rica y que, de no ser asu-
sión- sobre el modelo de seguridad que se mida como parte del debate sobre el mode-
desea construir, para determinar las priori- lo de desarrollo al que aspira la población,
dades y orientar las acciones de las agencias entraña el riesgo de dar cabida a la tenta-
estatales y las organizaciones privadas diri- ción de echar mano de medidas exclusiva-
gidas a disminuir los índices de violencia e mente coercitivas y reductoras del ámbito
inseguridad, y para facilitar el monitoreo de libertad de los individuos. Este informe
sobre el impacto que los programas o pro- habrá cumplido sus propósitos si se con-
yectos que se desarrollan están teniendo en vierte en el inicio de ese amplio debate.
el logro de los propósitos convenidos.
La política que se propone debe servir, ade-
Se ha reiterado aquí que Costa Rica debe más, para ordenar el complejo y disperso
procurar una seguridad democrática y di- sistema institucional de la seguridad en el
rigida a garantizar el libre ejercicio de la li- país. Los problemas derivados del alto nú-
bertad y los derechos de las y los habitantes, mero de cuerpos policiales, las dificultades
sin que estos sean limitados o amenazados para contar con información adecuada y
por ataques de terceros o por el temor. Esa oportuna, la inoperancia de instancias de
seguridad solo se construye y se hace sos- coordinación interinstitucional como el
tenible si se desiste de reducir la noción de Consejo Nacional de Seguridad Pública,
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

así como la falta de comprensión sobre el Es imprescindible fortalecer la capacidad


rol que en esta materia cumplen agencias institucional de todos los cuerpos policia-
estatales diferentes a la Fuerza Pública, y les del país, a fin de que la tutela de los
en especial los gobiernos locales, se podrán derechos de la ciudadanía se lleve a cabo de
superar si se dispone de un instrumento de manera satisfactoria y, en consecuencia, las
gestión suficientemente comprensivo que personas puedan desplegar sus libertades,
guíe las acciones de todas las instituciones restringidas o inhibidas a diario por el cli-
comprometidas. ma de inseguridad que perciben. Específi-
camente se propone:
El fortalecimiento del Ministerio de Segu-
ridad Pública, para que de manera efectiva • Generar las reformas legales e institu-
e integral garantice la conducción no po- cionales que se requieran para concre-
licial de la seguridad, es una tarea inapla- tar el objetivo de aproximar la policía a
zable. Si bien en los últimos años se han la ciudadanía.
hecho esfuerzos en este sentido, lo cierto es
que el Ministerio continúa concentrando • Organizar la policía bajo el concepto
su labor en la administración del recurso de proximidad, de manera que todas
policial, lo que perpetúa la simplista aso- las personas de la comunidad tengan
ciación seguridad-policía. fácil acceso a la protección policial y
desarrollen confianza en cuanto a su
Una mayor confianza en las instituciones capacidad de respuesta. Los cuerpos
públicas encargadas de prevenir y enfrentar de seguridad pública deben ser agentes
las consecuencias de la violencia contri- protagónicos de la generación de espa-
buiría indudablemente a disminuir la per- cios seguros en el ámbito local.
cepción de inseguridad de la población y a
desalentar, entre la ciudadanía, la adopción • Crear o poner a funcionar regularmen-
de mecanismos privados de protección. te, entre todos los cuerpos policiales del
país, los necesarios mecanismos de co-
En términos de impedir la impunidad es ordinación institucional.
necesario atender una serie de problemas
operativos del sistema penal que favorecen • Fortalecer los procesos de educación,
a los infractores. Por ejemplo, en una al- capacitación y entrenamiento de la co-
ta proporción los reportes policiales son munidad policial.
mal confeccionados y no reúnen la infor-
mación requerida para iniciar los procesos Líneas de acción
judiciales respectivos. Asimismo, se han
observado deficiencias importantes en los A. Adecuar el marco normativo e ins-
sistemas de información del Poder Judicial titucional al objetivo de acercar la
y del Ministerio de Justicia en lo concer- policía a la ciudadanía
niente a infractores reincidentes. Preocupa
también que solo un tercio de los hechos Se considera necesaria la discusión, diseño
de violencia sea denunciado ante las au- e implementación de una política nacio-
toridades pertinentes y que esta reducida nal de seguridad ciudadana que responda
cuota se deba a la percepción de que, aun- a una visión integral y rigurosa del tema.
que se denuncien los hechos, las autorida- Ello supone desarrollar un instrumento
des no toman medidas para detener a los normativo que sea claro en cuanto a metas
infractores. y plazos de cumplimiento, en el marco de
459
PNUD

un proceso de discusión y análisis lidera- el conocimiento personal entre funciona-


do por el Ministerio de Seguridad Pública rios que tienen a su haber una larga tradi-
(MSP) en coordinación con otros actores ción de servicio.
nacionales y locales, gubernamentales y no
gubernamentales, dirigido a concretar las Sin embargo, la legislación actual contem-
acciones que se han venido desplegando en pla mecanismos de coordinación que es
torno a la idea de una policía profesionali- necesario poner a funcionar regularmen-
zada y cercana a la población. te. Así puede hablarse, en primer lugar,
de una coordinación de políticas, lo cual
La Estrategia de Seguridad Comunitaria y implica garantizar reuniones periódicas
la Policía de Proximidad son los dos meca- entre todos los cuerpos policiales del país,
nismos usados por el MSP para identificar el establecimiento de una secretaría per-
y atender los problemas de seguridad que manente que se encargue de aspectos re-
comúnmente enfrenta la población. Esta lacionados con agenda, actas, registro de
línea de trabajo puede ser fortalecida con la acuerdos y el desarrollo de programas de
participación de los gobiernos locales, por coordinación2 dirigidos a mejorar la ges-
medio de un componente específico en la tión de la información que cada entidad
política, la estructura y los procedimientos genera o administra, ampliar y mejorar
del citado Ministerio. la capacitación de la comunidad policial
y optimizar el uso de recursos financieros
B. Mejorar la coordinación entre los destinados a enfrentar la inseguridad.
distintos cuerpos policiales
En el campo de la gestión de la información
En el ámbito de las competencias se debe se sugiere crear un centro de información
distinguir entre las funciones investigativas policial que, a partir de las capacidades tec-
y las preventivas. Las primeras deben co- nológicas instaladas, facilite la realización
rresponder exclusivamente al Organismo de consultas inter-agenciales. Es importan-
de Investigación Judicial; las segundas ata- te que los datos sobre personas privadas de
ñen al resto de las agencias policiales.1 libertad, personas con causas pendientes,
reos rebeldes, etc. estén disponibles para
Con el propósito de mejorar la coordina- las distintas fuerzas policiales.
ción interna entre los distintos cuerpos po-
liciales, se sugiere consolidar un esquema Asimismo, es necesario asegurar que las ba-
de coordinación basado en acuerdos ins- ses de datos sean de fácil acceso.3 Por ejem-
titucionales. Para estos efectos hoy existen plo, deberían crearse accesos directos para
dos tipos de instancias: las que se ocupan y desde las instancias de la Dirección Ge-
de tareas ad hoc -como la atención de una neral de Tránsito, de manera que los y las
crisis, por ejemplo- y las que se originan en oficiales de la Fuerza Pública puedan hacer

1
Es importante tener en cuenta que las autoridades administrativas carecen de atribuciones constitucionales y legales para
investigar casos concretos, pues la objetividad de la investigación (valor democrático irrenunciable) se garantiza mediante
la intervención del OIJ. Sin embargo, es inevitable que ciertas tareas investigativas resulten necesarias para llevar adelante
los programas de prevención del delito. Esto conduce a un área gris, donde las potestades del OIJ y del Ministerio de
Seguridad colindan, situación que obliga a mantener una instancia permanente de coordinación.
2
El equipo del INDH tuvo la oportunidad de sostener una reunión de trabajo, del tipo propuesto, con las personas que
estarían relacionadas con esta instancia, y pudo valorar la conveniencia de establecer este mecanismo.
3
Los mismos jefes policiales recomendaron de manera vehemente, en la sesión de trabajo con el equipo del INDH, que se
hagan mejoras en los equipos de comunicación.
460
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

consultas sobre un vehículo cuando así lo UNED y la Escuela Judicial.5 Sin embargo,
requieran, o que un oficial de Tránsito que se requieren programas de mediano y largo
haya detenido un vehículo pueda conocer plazo, vinculados con el desarrollo de una
si la persona que lo conduce tiene algún verdadera carrera profesional. En esa direc-
asunto pendiente en el OIJ. ción deben encaminarse futuros esfuerzos.

En materia de capacitación, uno de los Finalmente, la dimensión del entrenamien-


aportes concretos que puede esperarse de la to en la actualidad carece de condiciones mí-
instancia de coordinación que se propone nimas para su desarrollo.6 Un proyecto útil
es la profundización de la doctrina policial para los tres ámbitos, pero en especial para
costarricense, mediante aportes y trabajos el entrenamiento, sería la creación de un
concretos de las distintas entidades que área de simulación, que consiste en una calle
formarán parte de ella. con escenarios para el entrenamiento y las
respectivas “pistas de aprendizaje”, a fin de
Una mejor coordinación policial e inte- tener un programa de prácticas y ejercicios.
rinstitucional -entre los poderes Judicial y
Ejecutivo- podría redundar en una dismi- En cuanto a la coordinación para efectos de
nución de la impunidad. entrenamiento, se sugiere programar ejer-
cicios conjuntos entre los distintos cuerpos
C. Fortalecer los procesos de forma- policiales. Existen experiencias de este ti-
ción, capacitación y entrenamien- po que han sido valoradas de manera muy
to de la policía positiva, pero no obedecen a una progra-
mación anual con objetivos estratégicos y
En el ámbito de la formación es donde se metas definidas. Aunque se cuenta con ca-
registran los mayores progresos de las agen- pacidad para generar estas actividades, sería
cias policiales4 del país. No obstante, hay conveniente asignar responsabilidades para
que admitir que el número de funcionarias su ejecución. La instancia sugerida para la
y funcionarios incorporados luego de un coordinación de políticas podría ser el espa-
adecuado proceso formativo no ha llegado cio para poner en marcha esta iniciativa.
a ser mayoritario y que el desafío consis-
te en mantener la línea de acción con un Ahora bien, además de los aspectos men-
esquema de metas anuales. En particular, cionados, la investigación realizada para
deben crearse condiciones para que las este informe ha evidenciado la impor-
mujeres tengan las mismas oportunidades tancia de hacer descansar la ejecución de
de formación y ascenso que los hombres, una política integral de seguridad sobre
propósito que implica crear condiciones de la base de información rigurosa acerca del
infraestructura aún inexistentes. tema, para lo cual se hace indispensable la
creación de lo que aquí se ha llamado el
En capacitación se cuenta con diversas ex- Observatorio de la Inseguridad Ciudada-
periencias de apoyo por parte de la coopera- na, y de incorporar a los gobierno locales
ción internacional y de proyectos con otras en la puesta en marcha de una política de
instituciones públicas nacionales, como la esta naturaleza.

4
Por formación se entiende el proceso educativo que se debe desarrollar para el ingreso a la institución.
5
Las actividades de capacitación se dirigen a los y las profesionales en ejercicio y se enmarca dentro de los parámetros de
actualización profesional.
6
El entrenamiento es un tipo particular de capacitación, que se circunscribe más específicamente a cuestiones operativas.
461
3
Constituir el Observatorio de la Seguridad
Ciudadana: información oportuna y
rigurosa sobre la inseguridad ciudadana

La vigilancia de la seguridad ciudadana en preventivas que se deriven de su


Costa Rica enfrenta un problema elemental, funcionamiento;
pero vital, que debe superarse para desarro-
llar verdaderos programas de prevención en • asignar y coordinar más eficientemente
este campo. Concretamente, el problema los escasos recursos humanos, técnicos
consiste en que se carece de una instancia y materiales de que disponen las insti-
nacional, o de mecanismos de acopio y sis- tuciones que atienden el problema;
tematización de registros, que brinden una
visión global y unificada de la inseguridad • apoyar la participación activa de la
que afecta al país en un momento determi- ciudadanía a nivel local, así como per-
nado. Las instituciones públicas relacionadas mitir algún grado de control ciudada-
con el tema, aunque coordinan actividades no sobre las políticas de seguridad, y
de campo e intercambian datos, producen • promover el conocimiento y la investi-
informes en sus áreas de competencia, que gación sobre la inseguridad ciudadana
solo aportan indicadores parciales del pro- en el país.
blema. Además, por lo general, debido al
tiempo que transcurre entre la ocurrencia de Líneas de acción
los hechos y su registro, se dificulta la toma
de decisiones y la definición de prioridades. A. Definir los contenidos

Lo anterior sugiere que es indispensable Esta propuesta no apunta a crear un regis-


crear un sistema que recopile la infor- tro de información estadística nuevo, sino
mación existente de manera sistemática, a impulsar la coordinación de esfuerzos
oportuna y confiable, para: para aprovechar los registros existentes, dar
valor agregado a la información disponible
• planear, ejecutar, monitorear y eva- y convertirla en fuente de conocimiento y
luar el impacto de las estrategias acciones preventivas. Los siguientes son
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

algunos de los contenidos que podría con- • sensible para detectar los problemas
templar ese sistema: de interés;

• Registro de información para varia- • relevante en la desagregación, para


bles que sean útiles para la toma de que permita conocer las características
decisiones. de las víctimas, sus victimarios (si pro-
cede) y el contexto, en tiempo y espa-
• Reportes o boletines periódicos, ela- cio, en que se produjeron los hechos
borados por los administradores del delictivos registrados, y
sistema.
• razonable en su costo.
• Información de resultados de encuestas
pertinentes. C. Determinar el funcionamiento
del sistema
• Información sobre investigaciones, te-
sis, artículos científicos, bases de datos Para alcanzar los objetivos propuestos es
bibliográficas y literatura en general que indispensable el compromiso y la partici-
se produce en el país sobre el tema. pación activa de las diversas instituciones
que generan datos sobre el tema de interés.
• Reportes de periódicos nacionales. Se considera que, de esta forma, la influen-
cia que pueda ejercer el Observatorio de
• Base de datos de investigadores nacio- la Seguridad Ciudadana sobre la toma de
nales. decisiones será más efectiva. Por esta razón,
se sugiere empezar realizando dos grandes
• Sitios en Internet para facilitar búsque- acciones: la creación de un Consejo Con-
das de información. sultivo Interinstitucional (CCI) y el esta-
blecimiento de una Unidad Técnica (UT).
B. Precisar las características del
sistema El CCI debe estar compuesto por repre-
sentantes de los organismos que propor-
El orden de los contenidos propuestos en cionarán información al sistema o que
el apartado anterior no es casual; obedece a toman decisiones en el campo de estudio.
la necesidad de crear el sistema de manera Sus funciones pueden consistir en:
programada y consensuada para que sea:
• Concretar un compromiso que garan-
• aceptado por las instituciones y perso- tice el suministro de información con
nas que lo establecerán y lo utilizarán; la periodicidad, desagregación, opor-
tunidad y calidad requeridas.
• sencillo y flexible en su organización
y operación (tanto para las institucio- • Concienciar a los diferentes niveles
nes como para las y los ciudadanos jerárquicos sobre las bondades del
que lo usarán); sistema.

• oportuno en la recolección de los da- • Establecer el proceso gradual que su-


tos y la presentación de resultados; pondrá el desarrollo del sistema para
463
PNUD

lograr su funcionamiento, sostenibili- cuerpos policiales y de otras ins-


dad y permanencia. tituciones involucradas.
✓ Análisis e interpretación de los
• Dar respaldo político y garantizar la fenómenos relacionados con la
calidad técnica del sistema. inseguridad ciudadana.
✓ Datos y herramientas metodoló-
• Aprobar la inclusión de la informa- gicas para monitorear y evaluar,
ción, así como de nuevos miembros. de manera desagregada, el impac-
to de los programas de prevención
• Revisar y analizar los resultados (indi- y disminución de la inseguridad.
cadores) que proporcione el sistema.
• Crear, consolidar y organizar el aco-
• Servir como canal de información pa- pio de bibliografía sobre la temática.
ra la toma de decisiones.
• Generar información cualitativa por
Por su parte, la UT debe estar compues- medio del trabajo de campo (estu-
ta por profesionales expertos en el tema y dios de observación, etnográficos o
con capacidad para administrar el sistema. similares).
Las funciones encomendadas podrán ser
las siguientes: • Planear una encuesta periódica de
victimización para:
• Crear, organizar, recolectar, procesar y
actualizar la base de datos, con el ma- ✓ medir el fenómeno por una vía
yor grado posible de desagregación, alternativa,
consistencia y comparabilidad inter- ✓ evaluar la cifra oculta que arrojan
nacional. los diferentes registros, y
✓ conocer los niveles de percepción
• Evaluar los mecanismos de recolec- de inseguridad de la ciudadanía.
ción de información y diseñar estrate-
gias eficientes para su introducción al D. Desarrollar una estrategia de
sistema. trabajo

• Uniformar definiciones, cifras e indica- Una vez establecida, la CCI podrá for-
dores a nivel nacional e internacional. talecer el Observatorio de la Seguridad
Ciudadana desarrollando una estrategia
• Evaluar los datos recolectados. inicial de trabajo dirigida a:

• Elaborar reportes periódicos que ofrezcan: • Realizar un trabajo de concienciación


política, con el fin de lograr la volun-
✓ Información tabulada en forma de tad de los jerarcas de cada institución
cuadros, gráficos o sistemas georre- y el apoyo que requiere el proyecto.
ferenciados.
✓ Información que permita la for- • Promocionar el Observatorio de
mulación eficiente de políticas y la Seguridad Ciudadana como un
facilite la labor preventiva de los instrumento interinstitucional e
464
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

interdisciplinario, capaz de facilitar La UT, bajo la supervisión de la CCI, li-


el conocimiento científico sobre la in- derará los aspectos operativos de inicio
seguridad y la toma de decisiones para del sistema y su permanencia. Para ello se
prevenirla. requiere que siga una estrategia de trabajo
no lineal, cuyas etapas sean consecuencia
• Efectuar un análisis legal de las compe- unas de otras, pero que tengan la virtud
tencias de cada institución productora de retroalimentarse constantemente, para
de información, con el propósito de de- funcionar como un círculo virtuoso que
terminar las limitaciones que enfrenta se fortalece con la operación diaria. La es-
cada una de ellas en materia de divulga- trategia incluye desarrollar un proceso de
ción y suministro de información. conceptualización del sistema, realizar un
diagnóstico de las estadísticas existentes,
• Liderar un esfuerzo de capacitación seleccionar y recolectar las variables, proce-
inter e intrainstitucional para lograr el sar los datos y confeccionar boletines.
apoyo del personal involucrado en el
suministro de información. El Observatorio de la Seguridad Ciuda-
dana se concibe como un sistema que
• Hacer un inventario de los recursos será útil para la toma de decisiones. Por
tecnológicos y humanos disponibles en este motivo, el acceso a la información
cada institución y con capacidad para por medios modernos (Intranet, por
fortalecer el sistema. ejemplo) debería estar garantizado para
las instituciones participantes. Sin em-
• Determinar un mínimo de informa- bargo, dado que también cumplirá la
ción cuantitativa, es decir, variables que función de informar, se estima conve-
serán incluidas en el sistema, con ni- niente crear una página web, con acceso
veles de desagregación suficientes, para restringido, para el público en general y
que el Observatorio de la Seguridad particularmente para investigadores in-
Ciudadana entre en funcionamiento. teresados en el tema.

465
4
Planificación local dirigida a la creación
de condiciones de seguridad ciudadana

Son varias las razones por las cuales es de- De la misma forma, las municipalidades
seable que los gobiernos locales participen pueden contribuir con los esfuerzos por
en la búsqueda de soluciones para los pro- ampliar la capacidad institucional de ge-
blemas de inseguridad que aquejan al país. nerar oportunidades para la población
Las municipalidades tienen a su cargo una joven, mediante acciones como apoyar la
serie de funciones que inciden sobre este puesta en operación de un estrategia para
fenómeno, como las decisiones relaciona- incrementar el número de años de escola-
das con el uso del suelo, el otorgamiento ridad de la población, evitar la deserción
de patentes y permisos de construcción y escolar, atraer recursos institucionales para
la creación y cuidado de espacios públicos, atender el consumo de licor y drogas en el
entre otras. ámbito local y mejorar los espacios para
el encuentro entre jóvenes. También son
Con la colaboración y el apoyo de estas posibles otras intervenciones tendientes a
instancias es posible atender ciertos défi- dar respuestas institucionales integrales a la
cit institucionales detectados en el marco necesidad de infraestructura y servicios de
de la elaboración de este informe. Así, la cuidado requeridos por las familias. Para
participación de los gobiernos locales en la ello se propone:
creación de condiciones de seguridad para
las y los habitantes de sus cantones puede • Fortalecer las capacidades de los go-
ser útil para establecer sistemas de infor- biernos locales para incorporar la segu-
mación sobre la violencia y la delictividad ridad de las personas como un criterio
en el ámbito local, y para dirigir recursos para la planificación y la toma de de-
institucionales, materiales y humanos a so- cisiones, junto con la creación, dentro
lucionar muchos de los problemas que los del Ministerio de Seguridad Pública de
Comités de Seguridad Comunitaria iden- una pequeña estructura de carácter téc-
tifican y que rebasan las competencias o las nico que lidere y coordine la tarea que
posibilidades de la Fuerza Pública. asumirían los municipios.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

• Incorporar al IFAM y a los gobiernos central, como base para luego invertir en
locales en la discusión de la política planes con verdadero potencial no solo para
nacional de seguridad ciudadana, con disminuir la percepción de inseguridad en-
miras a involucrarlos en la definición y tre la población, sino también para poner en
ejecución de soluciones. marcha acciones preventivas, de protección,
empoderamiento y control. La labor desarro-
• Apoyar el establecimiento de una línea llada con un grupo de municipalidades, en
de servicio en materia de seguridad el marco de la preparación de este informe,
ciudadana, dentro del IFAM. demostró las bondades de invertir en planes
piloto que permitan generar propuestas, de-
Líneas de acción finir necesidades y emprender acciones.

A. Diseñar y poner en marcha una Un área de trabajo que puede dar resulta-
estrategia para fortalecer las ca- dos inmediatos consiste en ofrecer, por me-
pacidades de los gobiernos locales dio de una guía, criterios específicos para
para incorporar consideraciones elaborar diagnósticos sobre la situación de
relativas a la seguridad ciudada- seguridad de un cantón y para incorporar
na como criterio de planificación la preocupación por la seguridad de las
y toma de decisiones personas en la planificación y la toma de
decisiones de la municipalidad.
En Costa Rica los gobiernos locales cuentan
con poca experiencia de trabajo en materia B. Crear canales de comunicación y
de seguridad ciudadana. Las municipalida- mecanismos de colaboración entre
des requieren múltiples apoyos para abor- el MSP y el lFAM, e instituir en
dar este tema, pero más importante aún es este último una línea de apoyo a
que los términos de su participación han de los gobiernos locales en materia
ser el resultado de un proceso de diálogo, de inseguridad ciudadana
investigación y definición de áreas de tra-
bajo que parta de ellas mismas. Por eso se El Instituto de Fomento y Asesoría Muni-
sugiere que la formulación de una política cipal es la institución autónoma encargada
nacional de seguridad tenga como punto de de fortalecer y modernizar el régimen mu-
partida una reflexión que involucre a todos nicipal costarricense y, con ello, apoyar el
los municipios del país. desarrollo político, económico y social de
las comunidades y del país en general. Es-
Con esto en mente, para avanzar hacia la te mandato lo ubica en una posición pri-
creación de entornos seguros desde lo local vilegiada para contribuir a la formación de
se sugiere impulsar un proceso de defini- capacidades de los gobiernos locales en el
ción y validación de posibles áreas de tra- tema de la inseguridad ciudadana. Su estre-
bajo de las municipalidades en el ámbito cha relación con los municipios y su misión
de la inseguridad ciudadana, cuyos resulta- lo convierten en “socio natural” de un es-
dos generen posteriormente una propuesta fuerzo con las características aquí descritas.
de capacitación y fortalecimiento de capa-
cidades para asumir las nuevas tareas. Esta institución puede apoyar también en
la identificación de las necesidades de los
Dado que no todos los municipios enfren- cantones, pues cuenta con información de
tan los mismos retos en este campo, la ela- primera mano sobre los retos y dificulta-
boración de diagnósticos cantonales se torna des que enfrentan. Su papel es de especial
467
PNUD

relevancia para asegurar que la estrategia en la planificación del municipio, el apo-


de trabajo del Ministerio de Seguridad yo a esfuerzos para mejorar los espacios de
Pública pueda concretarse, en el largo pla- encuentro entre jóvenes y las opciones de
zo, en una estrategia de cobertura nacio- recreación de las y los habitantes, así co-
nal. Esto permitiría generar procesos de mo otras intervenciones tendientes a dar
colaboración entre cantones, a fin de po- respuestas institucionales integrales a la
tenciar esfuerzos en seguridad ciudadana necesidad de servicios de las familias (cui-
con prometedores resultados en regiones dado infantil, por ejemplo), a atender la
como la Gran Área Metropolitana, donde drogadicción y la falta de oportunidades
se concentra una porción significativa de para la juventud, son ejemplos de áreas de
los problemas de inseguridad del país. trabajo específicas que pueden empren-
derse por medio de planes piloto en las
C. Desarrollar experiencias piloto en municipalidades.
municipios con condiciones ade-
cuadas Con la colaboración y el apoyo de los
gobiernos locales es posible atender los
El impulso de experiencias piloto en mu- vacíos en la acción de las instituciones gu-
nicipios específicos alrededor del tema de bernamentales. Un ejemplo en este senti-
la seguridad debe responder a criterios de do es el de la Municipalidad de Montes de
oportunidad e impacto. Oca, que propicia una propuesta de mejo-
ramiento del espacio urbano de la calle 3
Desde el ámbito de sus funciones y conoci- de ese cantón (conocida como la “Calle de
miento de la realidad, las municipalidades la Amargura”), para lo cual ha convocado
pueden desempeñar un papel esencial en la y procura coordinar la acción de diversas
realización de diagnósticos y evaluaciones a instituciones del Estado.
nivel cantonal, que posibiliten diseñar, me-
jorar o complementar estrategias en el cam- Ahora bien, la participación de los gobier-
po de la seguridad. nos locales debe sustentarse en una serie de
orientaciones básicas sobre cómo generar
Además de la incorporación de la seguri- entornos seguros desde lo local. La siguien-
dad ciudadana como un tema transversal te propuesta versa sobre este tema.

468
5
Generar entornos urbanos seguros

En América Latina se investiga desde hace Estas consideraciones son importantes por-
algún tiempo la relación entre el entorno que las dinámicas que establecen las perso-
urbano y la seguridad, gracias a lo cual se nas en su quehacer cotidiano pueden estar
ha avanzado en el desarrollo conceptual de influidas, aunque no necesariamente deter-
los elementos de prevención de situaciones minadas, de manera positiva o negativa por
de riesgo y las estrategias de prevención del las características del espacio físico donde
crimen a través del diseño urbano. No obs- estas acontecen. La disponibilidad de espa-
tante, esta concepción es parcial y debe ser cios en buen estado para la interacción so-
considerada en conjunto con aquella que cial, sean parques o centros recreativos, así
valora el espacio público como el escenario como la búsqueda de respuestas habitacio-
natural de integración social y, por tanto, nales que no recurran a la segregación o ex-
de encuentro entre las personas. clusión de grupos específicos con respecto a
la comunidad, son dos ejemplos de ello.7
El potencial integrador del espacio público
se concreta cuando logra atraer a ciudada- La sensación de inseguridad está fuerte-
nos de todos los estamentos. Por el con- mente asociada a los denominados “espa-
trario, su deterioro profundiza la exclusión cios perversos”, entendidos como aquellos
social, porque lleva a que la población de que, por la concentración de determinadas
mayores ingresos opte por alternativas pri- actividades, generan desorden urbano que
vadas, mientras el resto de la ciudadanía se traduce en miedo. Es el caso de los ba-
sufre menoscabo en su calidad de vida. rrios en los que existe una gran cantidad de
Con ello, se asienta la segregación de la vi- bares, o el de los espacios públicos donde
da urbana. el grado de deterioro o la escasa dotación

7
Asimismo, los gobiernos locales pueden jugar un papel importante en lo que concierne a favorecer la articulación del
tejido social en el plano local y la generación de las condiciones de capital social imprescindibles para que las personas
puedan apoyarse en su entorno.
PNUD

de infraestructura impiden el uso por parte la participación de la comunidad en su


de la comunidad, lo que genera abandono, diseño, creación o recuperación, e inclu-
soledad u oscuridad, todos ellos elementos so en su administración. Este tipo de ini-
que incrementan el temor ciudadano. ciativas constituye una oportunidad para
afianzar los lazos entre las y los habitan-
Este concepto es complementado por la tes, crear o fortalecer organización social
idea de que la dotación de espacios públi- e incrementar el sentido de pertenencia al
cos tiene como objetivos equilibrar, en lo barrio o cantón.
público, las desigualdades que se dan en el
ámbito de lo privado y permitir la cons- Líneas de acción
trucción de redes sólidas que promueven la
participación y el logro de fines comunes. A. Diseño de espacios urbanos seguros

En los cantones de la Gran Área Metropo- El objetivo de esta línea de acción es


litana, así como en los centros urbanos re- generar espacios urbanos con caracte-
ceptores de turismo, se debe trabajar en una rísticas ambientales que promuevan la
estrategia orientada a ampliar, redistribuir vigilancia natural por parte de la comu-
y cuidar el espacio público mediante pro- nidad, disminuyan las probabilidades
gramas y proyectos que intervengan en los de ocurrencia de delitos e incrementen
componentes, tanto físicos como funciona- la percepción de seguridad. Con ello se
les, que permiten su uso, manejo y man- pretende:
tenimiento, y los socioambientales, que se
refieren a la interacción de los elementos • Impulsar la vigilancia natural de los es-
del espacio público con otros del medio pacios públicos y privados.
ambiente natural o del ordenamiento urba-
no, como el sistema de transporte, la loca- • Disminuir los índices de delitos contra
lización de la población y el valor cultural la propiedad.
otorgado a ciertas zonas urbanas.
• Aumentar el sentido de pertenencia de
Es necesario que los cantones cuenten con la comunidad con respecto a sus espa-
un plan de ordenamiento dirigido a la gene- cios públicos.
ración de sitios de encuentro y la promoción
del uso responsable de los espacios públicos, • Incrementar la percepción de seguri-
así como con una capacidad efectiva para dad de las y los ciudadanos.
hacer cumplir los requisitos y reglamentos
derivados de las patentes y los planes re- • Disminuir la cantidad de lugares en los
guladores del uso del suelo. Intervenciones que las personas sienten miedo.
simples, como el mejoramiento de la ilumi-
nación y el aseo de los espacios públicos, la Un programa como este debe:
dotación de equipamiento urbano o el con-
trol de graffiti pueden resultar de gran utili- • Identificar zonas que serán objeto de in-
dad para incentivar el uso adecuado de esos tervención, preferiblemente a través de un
espacios por parte de la comunidad. proceso de participación comunitaria.

Todos los instrumentos que se empleen • Diseñar el espacio con características


con el objetivo de mejorar el entorno ur- ambientales que faciliten la vigilancia
bano para la seguridad, deben procurar natural.
470
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

• Llevar adelante la intervención, pre- C. Ganarle espacios al miedo


feriblemente con participación comu-
nitaria, o de manera demostrativa por Esta línea de acción propone realizar un
parte de agencias estatales. concurso abierto a todas las organizaciones
cívicas y comunitarias, para fortalecer las re-
• Promover en la comunidad la apro- laciones de la comunidad a través de la re-
piación del espacio recuperado y pro- cuperación de espacios identificados como
curar que ella misma se haga cargo de inseguros. Se trata de un mecanismo para
su mantenimiento. fomentar el reconocimiento y la compren-
sión de la importancia del diseño y man-
B. Desarrollar una estrategia de ani- tenimiento del espacio público para incre-
mación urbana mentar la seguridad. Este concurso buscaría
mejorar la iluminación de calles, limpiar
Un aspecto central para mejorar la percep- terrenos baldíos y, en general, restaurar es-
ción de seguridad y superar el temor es la pacios públicos cuyo estado da lugar a situa-
apropiación el espacio público por parte de ciones de inseguridad objetiva o subjetiva.
la población, para lo cual resulta aconsejable
desarrollar programas estatales de fomento En primer lugar se requiere seleccionar
al arte, la cultura y el esparcimiento, a fin los lugares que serían objeto de interven-
de potenciar las capacidades inventivas, ción, para lo cual es necesario conocer
creativas y comunicativas de las y los acto- de antemano cuáles sitios se consideran
res culturales y la ciudadanía, así como para inseguros, en qué horarios se manifiesta
aumentar el disfrute colectivo del entorno especialmente esa situación y qué tipo
urbano. Estos programas deberían también de población es la más afectada, con el
contribuir a construir una visión de las ciu- propósito de definir focos de acción. En
dades que rescate la multifuncionalidad y el segundo lugar, aunque la intervención en
carácter simbólico del espacio público. estas zonas pretende evitar su deterioro y
en esta medida es preventiva, no se limita
Los sitios públicos abiertos se converti- a esto; por el contrario se requieren ac-
rán en verdaderos lugares de encuentro si ciones que garanticen altos índices de se-
se complementan acciones pedagógicas y guridad y oportunidades de convivencia
lúdicas con medidas legales para restituir para la población residente o visitante, lo
los espacios ocupados ilegalmente y para que implica la aplicación oportuna, ade-
promover la convivencia, la interacción y cuada y definitiva de la ley y el principio
el sentido de pertenencia. La realización de autoridad.
periódica de actividades culturales y de-
portivas al aire libre y el uso de espacios Esta línea de acción busca:
para paseos urbanos son herramientas que
promueven la integración social y ayudan • Reducir los índices de delitos contra la
a vencer el temor que siente la ciudadanía, propiedad.
y que la ha llevado a refugiarse en lugares
cerrados, de vivienda o comercio, con los • Aumentar el sentido de pertenencia de
efectos negativos que tal situación genera la comunidad con respecto a sus espa-
en términos de segmentación social. cios públicos.

471
PNUD

• Incrementar la percepción de seguri- • Seleccionar, de manera pública y trans-


dad de las y los ciudadanos. parente, previa definición de los crite-
rios de evaluación, los proyectos por
• Disminuir la cantidad de lugares en los cofinanciar.
que las personas sienten temor.
• Contratar a las organizaciones para la
El desarrollo de esta línea de acción requiere: realización de la obra pública que re-
sulte escogida en el concurso.
• Crear o fortalecer organizaciones co-
munitarias. • Establecer un comité de supervisión
ciudadana.
• A través de diversos medios de comu-
nicación, convocar al concurso a las • Ejecutar la intervención por parte de la
diversas organizaciones sociales y co- comunidad.
munitarias y recibir sus inscripciones.
• Garantizar el mantenimiento y el uso
• Realizar talleres de capacitación dirigi- apropiado del espacio público recuperado.
dos a las y los representantes de las orga-
nizaciones, para desarrollar un proyecto
participativo que refuerce los procesos
organizativos y la participación comu-
nitaria en la generación de espacios pú-
blicos seguros.

472
6
Más igualdad, menos conflicto: una propuesta
para enfrentar la violencia contra las mujeres

La distribución de la victimización femeni- ocurre en el ámbito de las relaciones fami-


na en las cuatro categorías utilizadas en este liares y que afecta principalmente a muje-
informe indica que las mujeres enfrentan, res: la desatención de los deberes alimen-
en mayor medida que los hombres, ataques tarios adquiridos por el cónyuge varón a
y amenazas contra su integridad sexual y raíz de la unión matrimonial o de hecho, a
emocional; asimismo, se observan diferen- favor de la cónyuge o de las hijas e hijos.
cias relacionadas con la condición de géne-
ro en lo que respecta a la victimización fí- En el comportamiento de las cuatro cate-
sica y patrimonial. Estos hallazgos obligan gorías de victimización es posible identi-
a pensar en recomendaciones diferenciadas ficar la influencia de patrones de género,
para mujeres y hombres, en consonancia los cuales, en términos generales, operan
con la caracterización de la violencia que contra las posibilidades de las mujeres de
recae sobre unas y otros. Lo más notable controlar recursos materiales y de otra ín-
del diagnóstico sobre la violencia contra dole, de acceder a cargos y posiciones, de
las mujeres es que esta suele ocurrir en el optar por un proyecto de vida y de tomar
ámbito familiar y que, en una importan- decisiones autónomas en beneficio propio.
te proporción de los casos, es ejercida por
personas conocidas de la víctima. La violencia es una manifestación, entre
muchas otras, de un problema más pro-
En efecto, los resultados de la ENVCM- fundo y con mayores implicaciones para la
03 señalan que más de la mitad de las agre- vida de las mujeres. Es por eso que cual-
siones físicas de las que fueron víctimas las quier recomendación en este campo debe
mujeres fueron perpetradas por sus pare- tomar como punto de partida la condición
jas o ex-parejas. En cuanto a la violencia desigual de la población femenina en la
patrimonial, si bien las mujeres la expe- sociedad, una condición cuya persistencia
rimentan en menor proporción que los sobrepasa las posibilidades de transforma-
hombres, hay cierto tipo de despojo que ción que derivan de la aprobación de leyes,
PNUD

como se ha podido ver en páginas anterio- rechazar comportamientos abusivos social-


res. Costa Rica ha hecho numerosos e im- mente aceptados.
portantes cambios en su legislación y aun-
que es posible identificar áreas en las que Al tenor de lo expuesto en estas líneas,
el trabajo aún no termina, resulta evidente prevenir la violencia contra las mujeres en
que, junto con los esfuerzos normativos, general y la que se ejerce contra ellas en el
se requiere fortalecer la capacidad institu- marco de relaciones íntimas y familiares,
cional y humana para responder a las de- requiere que la sociedad costarricense evo-
mandas de un marco normativo adecuado lucione hacia mayores niveles de igualdad
al respeto y la protección de los derechos material y simbólica. Las estrategias en esta
de las mujeres. dirección son de naturaleza diversa: desde
mantener los logros educativos, un campo
Si bien la victimización de las mujeres no se en el que la población femenina ha con-
agota en lo que acontece dentro de la fami- seguido notorios avances, hasta convertir
lia, las siguientes recomendaciones se orien- esos logros en mayores oportunidades en
tan en lo fundamental a encarar la violen- el mercado laboral, un ámbito en el que el
cia que ocurre en ese ámbito, por ser esa la país no ha progresado lo suficiente.
modalidad de violencia más extendida entre
la población femenina. Sin embargo, dado La generación de ingresos propios no siem-
que tal situación no tiene lugar en el vacío, pre se traduce en la habilidad de las muje-
sino que es el resultado de factores estructu- res para utilizarlos en la concreción de un
rales asentados en la desigualdad de género, proyecto de vida. De ahí que se requiera
la única forma en que la sociedad costarri- fortalecer sus posibilidades de controlar y
cense podrá dar respuestas en esta materia es administrar sus recursos, de manera tal que
atendiendo simultáneamente la condición también puedan emplearlos para forjar re-
de desigualdad de las mujeres y las manifes- laciones afectivas en las que cuenten con la
taciones que la misma adquiere desde una cooperación de su pareja para el despliegue
perspectiva de seguridad ciudadana. de todas sus capacidades.

La relación entre mayor autonomía de las El objetivo de esta propuesta es mejorar la


mujeres y la capacidad de estas para repeler efectividad de los mecanismos de protec-
la violencia no es automática. Ni este traba- ción en el campo de la violencia contra las
jo ni estudios anteriores han podido aislar mujeres, al mismo tiempo que se refuerza
esferas de autonomía que, por sí mismas, se la contundencia del rechazo de la sociedad
constituyan en capacidades ampliadas de las a la violencia originada en un sistema con-
mujeres para poner fin a relaciones abusivas. trario a la igualdad de oportunidades entre
El ejemplo más elocuente de ello es el hecho los géneros
de que, en la ENVCM-03, las mujeres con
ingresos propios son las que reportan mayo- Líneas de acción
res niveles de agresión en su contra.
A. Establecer políticas integrales,
A pesar de esta constatación, cabe pensar que incluyan la creación de infra-
que la generación de ingresos propios puede estructura y servicios para el cui-
ser un factor de enorme importancia para al- dado de las familias
canzar grados de autonomía, pero para ello
es necesario trabajar también otras capaci- Los esfuerzos individuales, aun aquellos
dades, como la habilidad para identificar y que son resultado de políticas públicas
474
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

encaminadas a la sensibilización en torno protección contra la violencia hacia las


a los derechos reconocidos por el ordena- mujeres. Sin embargo, los datos que pro-
miento jurídico, requieren condiciones so- porciona este informe dejan claro que, pe-
ciales e institucionales que hagan posible se a la existencia de instrumentos jurídicos
su ejercicio. Es por eso que los esfuerzos destinados a proteger a las víctimas de la
por la igualdad entre mujeres y hombres violencia doméstica, esta no desaparece y
no pueden detenerse en la retórica de los tiende a ser más virulenta para las mujeres
derechos. Las campañas de sensibilización que la sufren. El panorama es similar en lo
y educación sobre los derechos de las muje- que concierne al acoso y otras formas de
res deben abarcar a personas de ambos sexos violencia sexual. Por ello es perentorio ins-
y de todas las edades, e influir sobre las ins- taurar mecanismos de monitoreo de las le-
tituciones formales e informales de la socie- yes en esta materia, especialmente de la Ley
dad. Un ámbito hasta ahora descuidado por contra la Violencia Doméstica, de modo
las políticas en materia de igualdad es el de que la sociedad costarricense pueda sacar el
la provisión de servicios dirigidos a apoyar mayor provecho de esta normativa.
a las familias para que todos sus miembros
puedan desplegar sus libertades, sin que ello C. Promover, entre las mujeres mi-
redunde en condiciones de desprotección y grantes, el ejercicio del derecho a
vulnerabilidad para sus integrantes de me- una vida libre de violencia, me-
nor y mayor edad. diante programas y campañas de
sensibilización y mecanismos que
Un área de recomendación pertinente en garanticen su acceso a la justicia
el marco de este informe se relaciona con
la necesidad de poner en marcha “políticas La mayor incidencia de la violencia le-
conciliatorias”, que operen como punto de tal sobre las mujeres migrantes señala un
articulación entre el ámbito de la vida laboral campo en el que resta mucho por hacer
y el de las demandas de la vida familiar y que en términos de derechos. Mientras las
involucren tanto a las mujeres como a los costarricenses hacen amplio uso de la Ley
hombres. Por ejemplo, una tarea que puede de Medidas de Protección, evitando así la
ser asumida por los gobiernos locales en co- muerte, las extranjeras no han adquirido el
ordinación con el sector privado y las organi- mismo nivel de apropiación de derechos y
zaciones sociales y comunales es la de poner además tienen mayores problemas de ac-
al alcance de las familias, de todos los niveles ceso a los instrumentos de protección. Es
socioeconómicos, servicios para el cuidado y probable que las dificultades que enfrentan
protección de la niñez. ¿Qué mejor política estas mujeres se originen en su condición
de prevención ante los riesgos a los que se de migrantes, lo que amerita una acla-
exponen las niñas y los niños en el país que ración en torno a la prioridad que ha de
un sistema de protección profesional que re- tener la protección de la vida y la integri-
fuerce las posibilidades reales de las familias? dad física sobre el estatus migratorio de las
personas. Una recomendación concreta en
B. Establecer un programa para mo- este ámbito es eximir a quienes soliciten
nitorear la aplicación de los me- protección frente a la violencia doméstica
canismos de protección contra la de presentar documentos referentes a su
violencia doméstica situación migratoria, garantizar su protec-
ción en igualdad de condiciones y eliminar
Desde 1990 Costa Rica ha venido avan- para estos casos la obligación de informar
zando en la creación de mecanismos de a las autoridades de migración. Este es un
475
PNUD

campo en el que las organizaciones no gu- encuentran incredulidad, cuestionamien-


bernamentales y las organizaciones sociales to, culpabilización, inoperancia o maltra-
pueden proveer servicios y apoyo con im- to. La revictimización, con sus múltiples
pactos significativos. caras, es un enemigo que muchas veces
actúa en forma silenciosa, y frente al cual
D. Fortalecer las capacidades de las las mujeres se ven obligadas a ceder por
mujeres en el ámbito familiar, por agotamiento de energía y de recursos.
medio de políticas integrales
E. Retomar la discusión nacional so-
Se requiere trabajar por una educación afín bre el rechazo a la violencia con-
a los ideales de la igualdad de oportunidades tra las mujeres
entre los géneros. Junto al establecimiento
de mecanismos de protección de derechos, A casi diez años de la promulgación de la
resalta la importancia de promover el empo- Ley contra la Violencia Doméstica y la Ley
deramiento de las mujeres, de manera que contra el Hostigamiento Sexual en el Em-
se fortalezcan sus capacidades para acceder pleo y la Docencia, parece claro que estos
y controlar recursos y para optar por pro- instrumentos requieren otras acciones que
yectos de vida que les permitan desplegar su den sustento material al rechazo de la vio-
potencial de acuerdo con sus aspiraciones. lencia contra las mujeres, dentro y fuera del
ámbito familiar. Por ello es pertinente re-
Sin el empoderamiento femenino es difícil tomar la discusión nacional sobre el tema,
esperar que el segmento masculino de la para asegurar la formulación de respuestas
población renuncie a un acervo de privile- que expresen repudio y aseguren sanción
gios que se han arraigado en el marco de las para los agresores.
relaciones familiares. En efecto, es necesa-
rio actuar sobre la persistencia de actitudes Los esfuerzos por mejorar las leyes y su apli-
controladoras por parte de los hombres, a cación demandan la acción de diversas ins-
fin de que el país verdaderamente pueda tituciones, desde el Ministerio de Seguridad
ofrecer a sus habitantes condiciones de vi- Pública, cuyo trabajo en esta materia se ha
da coincidentes con el desarrollo humano. traducido en los últimos años en la elabo-
ración y aplicación de protocolos específi-
En este sentido, las propuestas de atención cos para la atención de la violencia contra
que apuntan al empoderamiento de las las mujeres en el ámbito familiar, así como
mujeres, como los grupos de autoayuda, para el tratamiento de casos de pensiones
han demostrado una gran eficacia, asociada alimentarias y de explotación sexual, hasta
no solo a una mayor seguridad de las muje- el Instituto Nacional de las Mujeres, de cuya
res para defenderse de relaciones abusivas, misión se desprende la obligación de dar res-
sino también a la apropiación de sus dere- puestas a un fenómeno que tiene profundas
chos y un más amplio uso de los recursos implicaciones sobre la vida de las mujeres.
jurídicos e institucionales existentes.
F. Mejorar los registros de informa-
Por otra parte, es importante considerar ción sobre la violencia contra las
que los procesos de empoderamiento se mujeres y profundizar la investi-
ven obstaculizados cuando las respues- gación sobre el tema
tas institucionales no son las adecuadas,
sobre todo cuando en las instancias que No es posible avanzar en ninguno de los
deben brindarles protección las mujeres campos mencionados sin antes mejorar la
476
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

comprensión que la sociedad costarricen- procedimientos relativos al registro, como


se y sus instituciones tienen sobre las ma- las definiciones de categorías y la desagrega-
nifestaciones y los factores asociados a la ción por sexo, así como con la creación de
violencia contra las mujeres. Gracias a las bases de datos que aumenten la eficacia de
mejoras que se han hecho en términos de las intervenciones, el establecimiento de un
recolección de información, este estudio ha registro de agresores reincidentes, el acceso
podido documentar la gravedad del fenó- a la información por parte de otros acto-
meno de la violencia que se ejerce contra res, el análisis sistemático y la divulgación
las mujeres en el ámbito familiar. Muchos de la información y los estudios sobre el
de los resultados obtenidos en este campo, tema. Otra fuente privilegiada es la CCSS,
al igual que en los de la prevención, la pro- que desde hace poco dispone de datos sobre
tección, el empoderamiento y el control, hospitalizaciones que obedecen a este tipo
han sido fruto de la acción de las organi- de violencia. Los registros de esta institu-
zaciones que trabajan por los derechos de ción pueden, igualmente, ser mejorados y
las mujeres en el país. Sin embargo, resta utilizados de manera más efectiva.
mucho por hacer.
La violencia contra las mujeres no es la
Fuentes valiosas a este respecto son el Poder única forma de agresión que tiene lugar al
Judicial, la Fuerza Pública y el Servicio de interior de los hogares. La población me-
Emergencias 911, instancias que cuentan nor de edad sufre también diversas moda-
con un importante volumen de estadís- lidades de violencia en el contexto de las
ticas, de varias decenas de miles de regis- relaciones familiares. La siguiente propues-
tros. La utilidad de esta información para ta ofrece algunas alternativas para enfrentar
fines investigativos y operativos mejoraría este y otros problemas que afectan a la ni-
sustancialmente con una revisión de los ñez desde la perspectiva de la seguridad.

477
7
Proteger para crecer: una sociedad volcada
hacia la protección de la niñez

Los efectos de la inseguridad ciudadana lo es menos que el adentro, donde la niñez


también recaen sobre la población más jo- se ve expuesta a dos situaciones que com-
ven del país. Las repercusiones difieren se- prometen su seguridad: la falta de mecanis-
gún el grupo de edad de que se trate, pero mos institucionalizados para su cuido y la
en el caso de la niñez (0-12 años) y la ado- alta incidencia de agresiones sexuales.
lescencia (12-18 años) es posible constatar
un denominador común: la desprotección. La vulnerabilidad que resulta de la edad se
agrava como consecuencia de las situaciones
La inseguridad incide de muchas formas de desprotección en que crecen las niñas y
en la calidad de vida de las niñas y los ni- los niños, en especial aquellos que pertene-
ños. Por ejemplo, se sabe que ellos y ellas cen a los hogares de menos ingresos, que no
constituyen la población más afectada por tienen la posibilidad de pagar por el cuidado
una alta percepción de inseguridad, por de los menores mientras los demás integran-
los efectos que tiene sobre sus libertades tes trabajan y realizan sus tareas cotidianas.
el temor de sus padres. De acuerdo con Los niños y las niñas, particularmente de
los resultados de la ENSCR-04, el valor bajos recursos, permanecen muchas horas
promedio del índice de restricción de la del día solos en sus casas y asumen, desde
libertad de la niñez es muy superior al de muy temprana edad, responsabilidades de
otros índices. Así, los niños y las niñas ven cuido de sus hermanos y hermanas.
fuertemente limitadas sus posibilidades de
recreación y movilización, lo que a su vez Los hallazgos de esta investigación indican
restringe la cantidad y calidad de sus pro- que las niñas y niños tienen, en su mayo-
cesos de socialización. ría, una gran capacidad para adaptarse a
las condiciones de desprotección e inse-
No obstante, a partir de los estudios reali- guridad de su entorno -desde enfrentar el
zados se ha concluido que el afuera que se tener que quedarse solos en el hogar, hasta
aprecia inseguro para la infancia en realidad evitar a los drogadictos que los siguen en
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

el camino a la escuela- y llevar adelante sus • Combatir la violencia intrafamiliar


actividades. Ellas y ellos manifiestan que a y sexual ejercida contra la población
pesar de las limitaciones de infraestructura infantil.
que se evidencian en las escuelas, estas son
el lugar donde se sienten más seguros. • Incrementar la participación de los ni-
ños, niñas, adolescentes y jóvenes en
Tanto las estadísticas de egresos hospitala- los procesos relacionados con su vida y
rios, como las investigaciones efectuadas su futuro.
para este informe revelan que el acaeci-
miento de agresiones contra la niñez ha Líneas de acción
tendido a incrementarse de manera signi-
ficativa en el último quinquenio, particu- Se han visualizado tres líneas de acción que
larmente en lo que a violencia sexual se contribuirán a solucionar los problemas
refiere. Aunque los registros sobre agresio- que enfrentan la niñez y la adolescencia.
nes sexuales no permiten establecer el vín-
culo entre la víctima y el victimario, otra A. Superar la desprotección
información recogida por este estudio su-
giere que estas acontecen en el marco de Invertir temprano en las niñas y los niños
las relaciones más cercanas. es una de las mejores políticas públicas para
promover el desarrollo humano y evitar gas-
Al llegar a la adolescencia no solo persis- tos económicos en el futuro. En este enten-
te la situación de desprotección, sino que dido, deben concebirse programas de pro-
además se suma a ella la incapacidad del tección y atención de la niñez en su primera
sistema educativo para retener a las y los infancia, que sean integrales, que fomenten
jóvenes en las aulas, así como la presencia la buena salud, la nutrición y la educación y
de discursos estigmatizantes que señalan a que rompan con las dinámicas que pueden
la juventud como una población peligrosa llegar a desencadenar ciclos violencia.
y llaman a aplicar enfoques represivos.
En atención a lo anterior, y con el fin de
Los aspectos citados llevan a plantear co- evitar que los niños y niñas permanezcan
mo objetivo principal de esta línea pro- solos en sus casas mientras sus padres y ma-
gramática la coordinación de esfuerzos dres salen a trabajar o realizan otras tareas,
entre distintos sectores de la sociedad, debe aspirarse a lograr que el cuido sea de-
para consolidar un sistema de atención y clarado por el Estado como un asunto de
protección de la niñez y la adolescencia interés público y que así se refleje en sus
que reduzca su vulnerabilidad, exclusión políticas económicas.
y estigmatización social, que evite las si-
tuaciones de desprotección o violencia, y Se reitera, entonces, la propuesta de for-
que apoye su desarrollo físico e intelectual talecer el sistema nacional de guarderías,
mediante un sistema educativo fortaleci- considerando las necesidades evolutivas de
do y orientado hacia el despliegue de to- los niños y las niñas. Para ello, los centros
das sus capacidades. Específicamente, esta deben estar reglamentados y contar con
propuesta busca: personal capacitado. Igualmente, se requie-
re una instancia de fiscalización de los ser-
• Lograr que no existan niños y niñas en vicios que prestan estos establecimientos.
situaciones de desprotección. Es importante que las guarderías operen
con horarios compatibles con las exigen-
479
cias laborales de los padres y madres.
PNUD

Para el desarrollo de esta acción se visua- las medidas de protección y el rechazo so-
liza tanto al Estado como a las empresas cial contra la violencia doméstica pueden
desempeñando un rol estratégico. Desde el significar mejores condiciones para el des-
sector público, se propone la creación de envolvimiento de la niñez en el país.
un programa estatal permanente de centros
de cuido infantil financiado por el IMAS, Ahora bien, hay otras medidas que deben
con subvenciones parciales o totales pa- estar dirigidas específicamente a proveer
ra disminuir el costo para las familias de herramientas para que las niñas y los ni-
menores recursos. Complementariamente, ños puedan repeler situaciones de violencia
y como parte de un programa de respon- de cualquier índole. El sistema educativo
sabilidad social corporativa, se recomienda puede jugar un papel de relevancia en esta
diseñar un proyecto mediante el cual las labor, ofreciendo a la población menor de
empresas inviertan en guarderías, donde edad elementos que le permitan identificar
sus empleados y empleadas puedan dejar conductas agresivas y pedir apoyo oportu-
a sus hijos e hijas mientras laboran. Como namente. Del mismo modo, la capacitación
incentivo a las empresas por invertir en el de docentes, personal de salud y otros que
cuido de la niñez, se propone que los gas- mantienen contacto cercano con la niñez
tos por ese concepto puedan ser declarados favorecería la posibilidad de una interven-
y deducidos del impuesto sobre la renta. ción de las instituciones del Estado y de or-
Asimismo, esta inversión les beneficiará en ganizaciones no gubernamentales y sociales
la medida en que les ayudará a reducir la que realizan esfuerzos en este campo.
rotación de su personal.8
Para el fortalecimiento de las políticas y
B. Combatir la violencia sexual e in- las entidades de este sector es igualmente
trafamiliar contra las niñas y los importante la definición de mecanismos
niños de coordinación que hagan posible el buen
funcionamiento del Sistema Nacional de
La sociedad costarricense enfrenta el reto de Atención a la Niñez y la Adolescencia. El
replantear los términos en que se desarro- avance hacia la protección y seguridad de la
llan las relaciones familiares. La violencia en niñez y la adolescencia requiere también el
este ámbito afecta negativamente el proce- establecimiento de una figura rectora insti-
so de crecimiento de niñas y niños. Esta se tucional que concrete su proyección en la
manifiesta en sus vidas de muy diferentes realidad del país, para lo cual se sugiere re-
formas: no solo por medio de los castigos visar y adecuar a este objetivo las funciones
o las agresiones físicas y sexuales que recaen del Patronato Nacional de la Infancia.
directamente sobre ellos, sino también a
través del contacto con situaciones violen- Se recomienda promover una participación
tas que tienen lugar en las relaciones de activa y comprometida de representantes de
pareja entre sus padres y madres. La exposi- las comunidades y las instituciones públi-
ción temprana a este fenómeno obstaculiza cas, especialmente del PANI y el sector edu-
por sí misma el desarrollo de los niños y las cativo, como elementos estratégicos para la
niñas y es por eso que el reforzamiento de consolidación del sistema de protección de

8
Como parte de este proyecto también deben desarrollarse módulos de capacitación para las personas encargadas del cuido
de los niños y niñas en las guarderías, así como para los padres y madres de familia sobre sus deberes en relación con sus
hijos e hijas y sobre los derechos de la niñez.
480
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

la niñez y la adolescencia. El esfuerzo a esca- funcionado con éxito en el país. La “Red


la local permitiría una mayor identificación Nacional de Jóvenes para la Prevención de la
e intervención en situaciones específicas, Violencia” es un ejemplo importante de ar-
tanto familiares como comunales. ticulación entre el Ministerio de Justicia y el
sistema educativo, con participación activa
C. Un sistema educativo capaz de re- de los y las adolescentes en el desarrollo de
tener en las aulas a su población acciones para la eliminación de la violencia.

El objetivo de esta línea de acción es lograr Considerando lo anterior, y aprovechando


que en el país ninguna persona menor de la experiencia mencionada, se sugiere dise-
edad se encuentre fuera del sistema educati- ñar y ejecutar un proyecto piloto que posi-
vo. La educación pública debe ser fortalecida bilite el establecimiento de una red local de
con el fin de impulsar su papel como factor prevención de la violencia en las escuelas.
de desarrollo personal, protección y forma- Para ello sería pertinente seleccionar un
ción de los niños, niñas y adolescentes. número manejable de zonas caracterizadas
por altos niveles de conflictividad social. La
Esta iniciativa debe contemplar acciones red se conformará con representantes de los
dirigidas al núcleo familiar, entendido en alumnos de cuarto, quinto y sexto grado de
sentido amplio como el núcleo básico de todas las escuelas de la zona y posibilitará
pertenencia de cualquier ser humano. Por lo siguiente:
consiguiente, se sugiere crear un programa
de subsidios temporales a las familias más • Generar iniciativas que busquen pre-
necesitadas y con niños que se encuentran venir la violencia, así como esfuerzos
trabajando. Esta subvención se concibe co- tendientes a solucionar otros proble-
mo una inversión en desarrollo humano, mas sociales que aquejan a la infancia
pues permitirá a los y las jóvenes desplegar y que puedan ser ejecutados dentro de
sus potencialidades.9 las escuelas y comunidades.

La propuesta supone también el impulso a • Concebir proyectos de formación que


iniciativas dirigidas a las y los adolescentes permitan a los alumnos y alumnas co-
que trabajan y no estudian, para ofrecer al- nocer sus derechos y deberes, fomentar
ternativas de formación técnica aplicables una cultura de tolerancia que reconozca
en su zona de residencia, complementadas y respete las diferentes identidades cul-
con la conclusión de la educación general turales y la diversidad de orientaciones,
básica y con subvenciones familiares cuan- así como proyectos de prevención de
do esto lo requiera. las situaciones de riesgo a las que pue-
den verse expuestos las y los menores.
D. Participando juntos
• Diseñar un módulo de capacitación
Las redes institucionales o interinstitu- sobre los mecanismos de resolución
cionales de trabajo con adolescentes han pacífica de conflictos.

9
Este programa comprenderá el seguimiento y la evolución de los y las menores dentro del sistema educativo, así como
una estricta fiscalización de la forma en que el subsidio es invertido por las familias. Dentro de este mismo programa se
contemplará además un proyecto de capacitación dirigido a las familias que reciban el subsidio, de modo que las madres y
los padres comprendan la importancia de la educación como el instrumento que permitirá el desarrollo de las capacidades
de sus hijos e hijas.
481
PNUD

Se certificará a los estudiantes mediante representantes de todas las escuelas de las


una estructura de capacitación que facilite zonas seleccionadas, con el propósito de
el aprendizaje de técnicas y procedimientos que manifiesten sus opiniones en torno a
acordes con su edad y desarrollo. El objeti- los principales problemas sociales que afec-
vo es que los alumnos mismos pongan en tan a sus comunidades -incluyendo la in-
práctica estos conocimientos para resolver seguridad ciudadana y la violencia en sus
sus diferencias dentro de la escuela. Para diversas manifestaciones- y el modo en que
ello, se conformará una lista de estudiantes debería conformarse y funcionar la red, pa-
mediadores por niveles. ra que se constituya en un instrumento que
ayude a solucionar esos problemas.10
Es conveniente que, previo a la integración
de la red, se realicen foros o encuentros con

10
Las y los directores y orientadores de los centros educativos desempeñarán un rol fundamental como facilitadores en el
proceso de conformación y funcionamiento de la red.
482
8
Atención prioritaria a la juventud:
más oportunidades, menos cárceles

Este informe ha evidenciado la existencia de principales factores de riesgo de la violen-


un “ciclo perverso” que incide en las posi- cia y la delincuencia juveniles: conflictivi-
bilidades de las y los jóvenes para concretar dad familiar, abandono escolar, consumo
un proyecto de vida. Este ciclo consiste en de alcohol y drogas y la reincidencia delin-
que muchos adolescentes se ven obligados a cuencial. En este sentido se propone:
abandonar los estudios de secundaria, debi-
do a carencias financieras de sus grupos fa- • Crear programas de asistencia familiar
miliares, a la falta de apoyo y orientación por para apoyar a las y los jóvenes en situa-
parte de adultos cercanos y a la percepción ción de riesgo.
de que existen opciones (distintas a las edu-
cativas y formativas) que pueden depararles • Establecer planes cantonales dirigidos
mayores y más inmediatas gratificaciones. a contener la deserción escolar y valo-
rar posibles iniciativas educativas de
Al abandonar la educación formal, estos carácter técnico para la población jo-
jóvenes encuentran pocos apoyos institu- ven entre los 16 y los 28 años que haya
cionales que les permitan insertarse nueva- abandonado la educación formal.
mente en el sistema educativo y desarrollar
capacidades para concebir y concretar un • Diseñar y ejecutar, en forma conjunta
proyecto de vida en línea con los objetivos con el Ministerio de Justicia y Gracia,
del desarrollo humano. Se hace necesario un programa metropolitano de capaci-
entonces emprender un programa de pre- tación técnica para las personas jóvenes
vención focalizado en jóvenes en alto ries- privadas de libertad que se encuentran
go y en conflicto con la ley. en el Centro Zurquí y en el Centro de
Atención de Adultos Jóvenes, así como
Este proyecto articulará acciones enfoca- las y los jóvenes atendidos por el Pro-
das a atender las principales problemáticas grama de Sanciones Alternativas en el
identificadas en el diagnóstico como los Valle Central.
PNUD

Líneas de acción para la juventud, se realice en cantones


seleccionados sobre la base de criterios de
A. Impulsar programas de asistencia oportunidad y pertinencia. La magnitud
familiar de la deserción estudiantil en secundaria
y del abandono temprano de la educación
Es indispensable ofrecer apoyos a las fami- formal, o la presencia de factores de ries-
lias de jóvenes en situación de riesgo o en go y vulnerabilidad social en un cantón o
conflicto con la ley, que puedan asumir la comunidad, son criterios que pueden con-
responsabilidad de proporcionarles la pro- siderarse. En todos los casos, la definición
tección y la contención afectiva y material de programas, proyectos o planes de tra-
requeridas. La intervención conjunta con y bajo ha de ser precedida por diagnósticos
desde la familia es crucial para obtener me- cantonales que identifiquen las causas y
jores resultados en este tipo de iniciativas. factores que han propiciado la expulsión
o deserción de las y los jóvenes del sistema
Desde las escuelas o centros comunitarios educativo. En concreto se propone:
se deberán desplegar esfuerzos encamina-
dos a promover la capacidad de los pa- • Establecer una comisión cantonal inte-
dres, madres o jefes de familia para ejercer rinstitucional que cuente con la partici-
de manera adecuada sus responsabilida- pación de vecinos y vecinas de la comu-
des parentales en todas sus dimensiones nidad y que vele por la implementación
(afectiva, educativa y psicológica). Estas de los planes citados.
actividades pueden complementarse con
visitas domiciliares, asistencia de conseje- • Apoyar financiera y logísticamente las
ros, establecimiento de grupos de apoyo operaciones y acciones de dichas co-
y reflexión que ofrezcan un acompaña- misiones cantonales, para asegurar que
miento más cercano a las familias, facili- haya participación de las y los jóvenes
tando, entre otros temas, el conocimiento de la comunidad (tanto los posibles
de técnicas de mediación que permitan el beneficiarios del plan como estudian-
manejo de los conflictos cotidianos sin el tes que aún permanecen en el sistema
uso de la violencia. educativo).

De la misma forma, es recomendable que • Invitar al MEP, el INA y diversas ins-


un programa dirigido a la familia pro- tancias universitarias a que se unan a la
vea contactos con servicios especializados ejecución de los planes.
cuando esta requiera ayuda en otras áreas,
como salud, vivienda, trabajo o problemas A continuación se detalla cada una de estas
de adicción, entre otras. acciones.

B. Promover acciones comunitarias Una vez identificados los cantones que re-
para ampliar las opciones de la quieren mayor atención es necesario rea-
juventud lizar un diagnóstico. Para este fin podría
considerarse la creación de un proyecto de
Con el fin de hacer el mejor uso posible trabajo comunal universitario (TCU) co-
de los recursos, lo idóneo es que la pro- ordinado por las instancias universitarias
moción de acciones comunitarias orienta- (o por otras unidades académicas espe-
das hacia la ampliación de oportunidades cializadas en Sociología o Trabajo Social),
484
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

que posibilite el envío de un equipo inter- llada de jóvenes (o grupos familiares)


disciplinario a cada cantón, para ahondar que requieren ayuda financiera para
en las causas y factores ya comentados.11 continuar sus estudios, o bien coor-
Se espera que, a partir del trabajo de cada dinar con el INA para que imparta
equipo, pueda llegarse a un diagnóstico cursos técnicos en áreas específicas
de situación cantonal, el cual debe ser di- que beneficiarían a las y los jóvenes en
fundido ampliamente en cada una de las situación de riesgo.
comunidades involucradas.
• El papel de la comisión de vecinos sería
La base de participación del programa posicionar en la agenda del Concejo
debe ampliarse de manera sensible a la Municipal la problemática del aban-
hora de preparar los planes cantonales dono del sistema educativo, de manera
orientados a contender con la deserción y que el gobierno local se constituya en
abandono del sistema educativo, así como un agente comprometido con las accio-
al valorar posibles acciones formativas de nes establecidas en el plan cantonal.
carácter técnico para la población joven.
Se sugiere que el MEP, con el aval de ca- • Dependiendo de las características de
da uno de los gobiernos locales, genere cada cantón, podría pensarse que la co-
la plataforma participativa que servirá de misión interactúe con el empresariado
base para la formulación de un plan de local o cercano, de modo que se gestio-
acción en cada uno de los cantones. nen nuevos puestos de trabajo para la
población joven desempleada.
La plataforma participativa será el punto
de partida para constituir una comisión • Coordinar con otras instancias de par-
cantonal de vecinos, la cual se encargará de ticipación local (tales como los comi-
las siguientes labores: tés tutelares de los derechos de la niñez
y la adolescencia, o los comités can-
• Implementar las acciones contempladas tonales de la persona joven), para ge-
para combatir los factores asociados al nerar sinergias y un entorno local que
abandono de la educación formal y em- brinde importancia a la permanencia
prender iniciativas con el fin de reincor- de las y los jóvenes en el sistema edu-
porar -en la medida de lo posible- a parte cativo formal y a la creación de nuevas
de la población expulsada del sistema. oportunidades.

• Establecer mecanismos de comunica- Al finalizar la puesta en práctica de un plan


ción e interacción con instancias del con estas características conviene efectuar
Gobierno Central, para orientar hacia una evaluación de desempeño y valoración
el cantón recursos o políticas del sec- de la experiencia, con el objetivo de mejo-
tor público. Por ejemplo, se le podría rar este tipo de programas y reproducirlo
proporcionar al IMAS una lista deta- en otras áreas del país.

11
En ese sentido, se estima perentorio establecer equipos coordinados por una unidad académica específica pero inde-
pendientes para cada comunidad, de tal modo que los resultados de investigación o diagnóstico a que se llegue reflejen
efectivamente la realidad de cada cantón (y no una reflexión nacional descontextualizada de lo local).
485
PNUD

C. Ofrecer oportunidades a la pobla- este esfuerzo, se propone la creación de un


ción penal juvenil proyecto inspirado en los principios de la
responsabilidad social corporativa que han
Esta parte del programa podría realizarse adoptado muchas empresas del país, para
mediante tres iniciativas complementarias. brindar a estas personas las oportunidades
La primera consistiría en llevar adelante un laborales a las que no han tenido acceso.
proceso de capacitación técnica y apoyo psi-
cológico para las personas jóvenes privadas Bajo esta lógica se requeriría impulsar
de libertad que se encuentran en el Cen- un tercer frente de acción, que sería una
tro Zurquí y en el Centro de Atención de campaña de desestigmatización de la po-
Adultos Jóvenes, así como las y los jóvenes blación joven que ha delinquido, orien-
ubicados en el Programa de Sanciones Al- tada particularmente a las y los emplea-
ternativas. Para ello resulta fundamental dores. El lema de la campaña debe fun-
la participación del INA, instancias de damentarse en el planteamiento de que
investigación y extensión universitarias y estos jóvenes han experimentado una
los colegios vocacionales. Se constituiría, victimización temprana, así como un
además, un sistema de becas para ubicar desarrollo humano con restringidas op-
a la población del Programa de Sanciones ciones de superación, lo cual amerita que
Alternativas en el sistema educativo. se les ofrezcan nuevas oportunidades y
opciones para que puedan establecer un
Pero no basta con crear capacidades si esto proyecto de vida dentro de los márgenes
no viene acompañado de oportunidades. de la legalidad.
Por ello, como segundo componente de

486
9
Vidas saludables:
hábitos sanos para la recreación y la convivencia

Este informe ha permitido determinar que que exigen atención, debido a los demo-
el consumo de alcohol y drogas ilícitas con- ledores efectos en la salud de las personas
lleva la ocurrencia de actos violentos. A par- adictas. La aparición y difusión del crack en
tir de los expedientes de autopsias realizadas el país fue un aspecto reiteradamente cita-
en la Morgue Judicial, diversos estudios han do por los y las participantes en los grupos
encontrado que buena parte de las muertes focales y es motivo de preocupación. Lo
violentas estuvo vinculada con el alcohol anterior justifica una recomendación dedi-
y que al menos un tercio de las personas cada a este problema.
fallecidas en esas circunstancias presentaba
alcoholemia positiva al momento del de- El objetivo de esta línea programática es pre-
ceso. Además, se ha comprobado que las venir el consumo de drogas, lícitas o ilícitas,
muertes violentas suceden fundamental- por parte de las personas menores de edad,
mente durante los fines de semana, lo cual adolescentes y jóvenes. Esto significa:
guarda relación con el hecho de que en esos
días es cuando más se ingiere licor, aspecto • Luchar por la erradicación del consu-
característico del patrón cultural prevale- mo de tabaco y alcohol entre los niños,
ciente en el país. Esto señala con toda cla- niñas y adolescentes, dotándolos de
ridad que los problemas relacionados con el las capacidades de autonomía necesa-
consumo de alcohol requieren tratamiento. rias para llevar una vida sana y alegre.
Ello implica una transformación del
La ENSCR-04 mostró también que un concepto alienado de gozo obtenido a
grupo importante de la población conside- través de sustancias estimulantes, para
ra que el consumo de drogas ilícitas cons- sustituirlo por una perspectiva de ale-
tituye una fuente de intranquilidad en los gría en sobriedad.
barrios y de deterioro en su calidad de vida.
Este consumo, si bien no es tan generaliza- • Fortalecer los servicios de atención a fa-
do como el del alcohol, tiene características vor de las personas que padecen algún
PNUD

tipo de adicción, sea al alcohol o a dro- • Reducir el grado de letalidad de los


gas ilícitas. hechos violentos en los que incurren
personas que han consumido alcohol u
Líneas de acción otras drogas.

Se han visualizado tres líneas de acción Para avanzar con éxito en un programa de
dirigidas a la prevención del consumo de esta naturaleza es necesario:
drogas lícitas e ilícitas y a la atención de
personas adictas. • Elaborar un diagnóstico de la situación
en el ámbito local, con el propósito de
A. Sensibilización y formación definir escenarios de intervención y
fijar líneas de base para el trabajo, así
Las acciones de carácter preventivo son una como identificar comportamientos y
herramienta esencial para reducir los índi- actitudes de poblaciones jóvenes aso-
ces de consumo de tabaco, alcohol y drogas ciados al alcohol u otras drogas.
ilícitas, sobre todo en el caso de las perso-
nas menores de edad y jóvenes.12 Se trata • Formular una política de carácter de
de programas con alto contenido pedagó- integral y preventivo, y buscar cambios
gico, que tienen por objeto la adopción de en los comportamientos a través de ac-
una actitud responsable frente al alcohol ciones de diverso tipo.
y otras sustancias. Por esta vía se procura
generar cambios en los comportamientos, • Conformar un grupo de trabajo inter-
especialmente en las poblaciones jóvenes, disciplinario para que ejecute la políti-
que hagan posible la autorregulación, la re- ca, el cual puede provenir de agencias
gulación social y los acuerdos de conviven- estatales encargadas de temas afines.
cia, mediante procesos de investigación,
información, sensibilización, formación y • Diseñar un componente de comuni-
construcción de políticas sociales y alterna- caciones que transmita de manera ágil,
tivas de prevención del consumo. amena y clara los mensajes que, como
parte de la política, se busque difundir.
Los resultados esperados de este tipo de ac-
ciones son: Algunos de los proyectos concretos que se
plantean son los siguientes:
• Disuadir a la población joven de con-
sumir de alcohol y otras drogas. • Diseño y ejecución de un proyecto pi-
loto en escuelas y colegios de zonas del
• Lograr cambios de actitud frente al al- país que presenten cierto grado de con-
cohol y otras drogas. flictividad social. La primera parte del
proyecto consistirá en la formulación y
• Disminuir el número de hechos vio- desarrollo de una política que refuerce
lentos en los que participan, como víc- las normas que prohíben el fumado y
timas o victimarios, personas que han el consumo de alcohol en personas me-
consumido alcohol u otras drogas. nores de edad, así como el consumo

12
Las iniciativas eficaces de prevención utilizan la educación para modificar patrones socioculturales, así como actitudes y
comportamientos individuales en torno al fumado y el consumo del alcohol, por parte de las personas menores de edad.
488
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

de drogas ilícitas para la población en B. Impulsar planes de acción inmediata


general. Esta política debe complemen-
tarse con campañas y programas educa- Esta línea de acción tendrá de dos com-
tivos dirigidos a niños, niñas y adoles- ponentes:
centes, que muestren los índices reales
de consumo de drogas y alcohol y sus • Atención para las personas adictas.
consecuencias, entre otros aspectos. Un Con el propósito de mejorar los pro-
segundo componente estará dirigido a gramas de atención y asistencia a las
padres y madres de familia, quienes personas adictas se propone ampliar
también serán beneficiarios de la ca- y fortalecer su cobertura geográfica,
pacitación, de manera tal que conoz- lo cual podría lograrse mediante la
can los problemas y peligros asociados concentración de estos servicios en la
al consumo de alcohol y drogas por CCSS. Es conveniente que las unida-
parte de las personas menores de edad des que atiendan a las personas con
y su responsabilidad legal de preve- problemas de alcoholismo y adicción
nirlo, las formas de comunicarse con a drogas ilícitas cuenten con profe-
sus hijos e hijas al abordar este tema y sionales en Trabajado Social, Psico-
las señales de advertencia que revelan logía y Medicina, a fin de asegurar
problemas de consumo en un niño, el enfoque integral que requiere esta
niña o adolescente.13 problemática.

• Se prevé realizar una campaña televisiva • Campaña contra el crack. Lamenta-


dirigida a y protagonizada por adoles- blemente esta sustancia, conocida co-
centes de entre 14 y 17 años, en la cual se mo “la droga de los pobres”, es con-
transmita el mensaje de que el éxito pue- sumida por muchos jóvenes, niños y
de alcanzarse sin necesidad de usar dro- niñas de la calle, que incluso llegan
gas lícitas o ilícitas. Además incorporaría a cometer actos delictivos para ad-
la inaceptabilidad del consumo de alco- quirirla. En el caso del crack resulta
hol entre menores de edad; entre otros más evidente que su consumo está
aspectos, la campaña debería mostrar las asociado a diversos comportamientos
consecuencias reales de la bebida. de riesgo como la pertenencia a pan-
dillas o “barras”, o a ciertas activida-
• Diseño y ejecución de una campaña di- des delictivas como la distribución al
rigida a puntos de venta, que sirva de por menor de drogas en los barrios.
apoyo a los comerciantes para cumplir Asimismo, detrás de este problema
con las leyes vigentes. Como parte de subyacen conflictos sociales y econó-
esta iniciativa deberá capacitarse a las micos. En este sentido, las políticas,
personas que tienen patentes para ven- programas y proyectos que se diseñen
der tabaco y licor, y a sus empleados, necesariamente tendrán que conside-
para que conozcan su obligación de ve- rar las diversas causas del fenómeno
rificar la edad por medio de la cédula de y brindar una respuesta integral a los
identidad y de rehusarse a venderles ci- problemas que conllevan al consumo
garrillos o licor a las personas menores. de esta droga.

13
Se ha comprobado que las y los niños cuyos padres y madres participan en su vida, es decir, sostienen conversaciones
regularmente, asisten a las actividades escolares y escuchan sus problemas, entre otros, tienen menos probabilidades de
beber o fumar.
489
10
Adiós a las armas: mantener a Costa Rica
libre de armas de fuego

El INDH ofrece evidencia de que en Costa los que ha intervenido un arma de fuego
Rica la cantidad de armas de fuego tendió a está en ascenso. Igualmente, se corroboró
incrementarse entre los años 1990 y 2003. que cada vez es más frecuente el uso de
En particular, la matrícula por parte de armas de fuego en episodios de violencia
personas jurídicas mostró una tendencia de doméstica en los que mueren mujeres a
crecimiento (en comparación con las per- manos de sus cónyuges o parejas, y que el
sonas físicas) durante ese período, lo cual número de días de estancia hospitalaria de-
permite presumir que existe una mayor bido a una agresión de esta naturaleza se
participación de las empresas de seguridad incrementó de modo significativo entre
privada en la adquisición y matrícula de es- 1997 y 2003. El informe ha concluido así
te tipo de armamento. que una mayor presencia de armas de fue-
go implica mayores niveles de violencia e
Unido a lo anterior, las importaciones de inseguridad, y por consiguiente, un dete-
armas y sus partes (particularmente de re- rioro del desarrollo humano.
vólveres, pistolas y municiones) han cre-
cido en forma sostenida. De acuerdo con De ahí que se conciba como una necesidad
los registros del período 2000-2004, en ese lograr, en forma progresiva, una reducción
lapso el país prácticamente duplicó el volu- del circulante de armas de fuego, mante-
men de sus importaciones en estos rubros. niendo la baja proclividad a la tenencia de
armas –comprobada en la ENSCR-04- que
La provisión de armas de fuego ha tenido existe entre la población y controlando los
consecuencias significativas en la inseguri- arsenales de las empresas privadas de segu-
dad ciudadana del país. Para citar algunos ridad. Específicamente, se pretende:
ejemplos puede mencionarse que más de la
mitad de los homicidios dolosos se comete • Promover una evaluación y una refor-
con este tipo de armas, y que la tasa anual ma sustantiva de la Ley de Armas, nº
por 100.000 habitantes de homicidios en 7530, de 1995.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

• Apoyar el fortalecimiento institucio- Dirección de Servicios de Seguridad


nal y la modernización de la Dirección Privados debe efectuar, al menos una
General de Armamento y la Dirección vez al año, una inspección de las ins-
de Servicios de Seguridad Privados, talaciones de cada una de las empresas
ambas instancias del Ministerio de Se- inscritas. Esa inspección debe centrar-
guridad Pública (MSP). Se recomien- se en verificar la correspondencia en-
da mejorar los mecanismos de inspec- tre el número de armas declaradas en
ción que aplican estas dependencias e el inventario provisto por la empresa
instaurar un sistema de rendición de y la cantidad de armas efectivamen-
cuentas sobre el cumplimiento de sus te en su poder. Así, al cabo de doce
responsabilidades y atribuciones. meses de llevar un registro pormeno-
rizado de estas inspecciones, se podrá
• Desarrollar una campaña nacional de determinar si en realidad el volumen
concienciación acerca de los riesgos de de armas inscritas por las empresas o
la tenencia de armas de fuego en las ca- servicios de seguridad privada no so-
sas de habitación, así como de su por- brepasa el 1% fijado por ley.
tación en espacios públicos. Bajo esta
lógica, resulta necesario comunicar • Efectuar, en forma conjunta con la
que las armas de fuego constituyen un Dirección General de Armamento del
factor asociado a la inseguridad y no MSP, una actualización del inventario
una vía idónea para combatirla. de las armas de fuego que posee la Fuer-
za Pública. Además, como resultado de
Líneas de acción esta labor deben identificarse las armas
de fuego que se encuentran en mal esta-
A. Fortalecer los mecanismos de con- do, dañadas permanentemente, arcaicas
trol estatal sobre las empresas que o en desuso (ya sea por la no disponibili-
brindan servicios de seguridad dad de municiones o por razones técni-
privada cas), a fin de proceder a su destrucción.

Se propone el fortalecimiento institucional • Aplicar mecanismos rigurosos para que


de la entidad pública encargada de regular funcionarios del MSP o de instancias
y controlar los servicios de seguridad pri- del Estado vinculadas al ámbito de la
vada y la aplicación de las normas requeri- seguridad no participen (sea como ac-
das para garantizar el cumplimiento de su cionistas, propietarios, administrado-
mandato. Para ello, se sugiere: res o en puestos de responsabilidad) en
empresas privadas que presten servicios
• Verificar que el número de armas ins- de seguridad, en escuelas privadas que
critas por las empresas o servicios de capaciten a agentes o futuros agentes
seguridad privada no sobrepase el 1% de estas empresas, o en actividades co-
del total de armas que posee la Fuer- merciales dedicadas a la importación y
za Pública (tal como lo establece el distribución de armas de fuego. En ese
artículo 86 de la Ley de Armas). So- sentido, es necesario evitar a toda costa
bre este punto cabe recordar que, por el tráfico de influencias, los conflictos
prescripción de la Ley de Servicios de interés y el desarrollo de competen-
de Seguridad Privados, n° 8395, la cias desleales.

491
PNUD

B. Concienciación de la ciudadanía que podrían colaborar brindando espacios


y el sector empresarial en sus publicaciones y transmisiones. Si
bien es cierto que la ciudadanía sería el
Se sugiere desplegar una campaña nacio- principal beneficiario de esa campaña, se
nal de concienciación acerca de los pe- esperaría empoderar a miembros de la so-
ligros de la tenencia de armas de fuego. ciedad civil como promotores de la pro-
Potenciales socios para generar esta ini- puesta de mantener a Costa Rica libre de
ciativa son los medios de comunicación, armas de fuego.

492
Palabras finales

Las relaciones respetuosas entre las personas, la tranquilidad en las calles y la adopción de
una cultura de paz, forman parte del acervo que la población nacional valora y considera
parte de los logros históricos del país. Las diez propuestas esbozadas en estas páginas bus-
can ofrecer insumos para comprender mejor la calidad de los lazos que se están forjando
en la actualidad, a la luz del lente que ofrece el análisis de la inseguridad ciudadana. La
intención de este informe ha sido también apoyar al Estado costarricense, para que sume
sus esfuerzos a los de las organizaciones sociales y la ciudadanía con el fin de consolidar y
ampliar sus logros.

Las propuestas aquí vertidas no pretenden ser palabras finales; más bien se enmarcan dentro
del espíritu que motiva al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para producir,
año a año, sus Informes Nacionales de Desarrollo Humano: alimentar el debate informado
sobre temas de gran relevancia para avanzar hacia la expansión de las libertades de las
personas. El afán del Programa es incentivar al diálogo y la reflexión, para ejecutar
políticas en un marco de control ciudadano, acorde con la Constitución Política, con
los derechos humanos y con un estado de derecho.

La propuesta del PNUD ofrece este haz de campos de acción para evitar que las ideas reco-
gidas por medio del proceso de diálogo nacional, que animó y sirvió para nutrir la elabora-
ción de cada una de las partes de este informe, pudiesen quedar desaprovechadas. Ninguna
satisfacción sería mayor que la de echar a andar alguno de los proyectos planteados.
ANEXO ESTADÍSTICO
Tabla de contenido
Datos sobre Costa Rica ............................................................................... 499

1. Proceso de elaboración del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 501

2. Notas metodológicas............................................................................. 511

2.1 Índice de seguridad cantonal ............................................................... 513


2.2 Índice de desarrollo humano a nivel cantonal ...................................... 515
2.3 Índices de percepción de inseguridad y clasificación de las personas
entrevistadas en grupos de temor ......................................................... 522
2.4 Índices de libertades individuales ....................................................... 525
2.5 Índices del desempeño de las funciones básicas de las instituciones
públicas, 1995-2003............................................................................ 527
2.6 Brecha entre victimización y percepción de inseguridad ...................... 531
2.7 Índice de tolerancia a la diversidad ..................................................... 535
2.8 Índices de medidas extremas ................................................................ 537
2.9 Índices de desempeño policial y de desempeño de los jueces ................ 539
2.10 Índice del nivel socioeconómico de los hogares .................................... 541
2.11 Clasificación de los delitos ................................................................... 544
2.12 Clasificación de la agresión según tipo de violencia.............................. 546
2.13 Estimación de los gastos directos asociados a la seguridad en que
incurren las familias............................................................................. 547

3. Resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana (ENSCR-04) 551

4. Datos generales..................................................................................... 561

4.1 Indicadores de desarrollo humano para Costa Rica ........................ 563


4.1.1 Datos para Costa Rica de los índices globales de desarrollo
humano .................................................................................... 563
4.1.2 Índice de seguridad cantonal (ISC) para el año 2003 ................ 564
4.1.3 Índices y dimensiones del desarrollo humano a nivel cantonal.
Años 2000-2004 ....................................................................... 566
4.1.4 Ordenamiento de los cantones según el valor del índice de
desarrollo humano. Años 2000-2004 ........................................ 569
4.1.5 Índice de desarrollo humano corregido por seguridad.
Año 2003 ................................................................................. 572

497
4.2 Series de datos ................................................................................. 574

4.2.1 Casos de homicidio doloso según provincia y cantón.


Período 1980-2004 ................................................................... 574
4.2.2 Tasas de homicidio por 100.000 habitantes, según sexo y
grupos de edad. Período 1990-2004 ......................................... 577
4.2.3 Informes policiales confeccionados por la Fuerza Pública,
según motivo, por provincia. Años 2000-2003 ......................... 579
4.2.4 Casos penales entrados al sistema judicial, según título
del Código Penal y tipo de denuncia. Período 1991-2003 ......... 583
4.2.5 Casos de robo y hurto entrados en el Organismo
de Investigación Judicial, según provincia y cantón.
Años 2000, 2001, 2003 ............................................................ 593
4.2.6 Población atendida, penitenciaria y tasas por 100.000
habitantes, según año. Período 1979-2004................................ 596
4.2.7 Población atendida por la Dirección General de Adaptación
Social, según provincia, centro de atención y ubicación
geográfica. Promedios anuales 2000-2004 ................................. 597
4.2.8 Población atendida por la Dirección General de Adaptación
Social, según nivel y centro. Promedios anuales 2000-2004 ...... 599
4.2.9 Armas de fuego matriculadas ante la Dirección General de
Armamento, según año. 1989-2003.......................................... 601
4.2.10 Armas de fuego matriculadas según año, por tipo. 1999-2003 .. 601
4.2.11 Armas de fuego matriculadas según año, por tipo de persona.
1996-2003................................................................................ 601
4.2.12 Permisos de portación de armas otorgados, según año, por tipo
de registro. 1989-2003.............................................................. 602
4.2.13 Permisos de portación de armas otorgados, según año,
por solicitante. 2000-2003 ........................................................ 602

498
Costa Rica
Generalidades

Extensión territorial (km2): 51.1001


División territorial administrativa: 7 provincias, 81 cantones, 470 distritos
Capital: San José
Moneda: Colón

Datos al 2004
Población2
Población total: 4.248.5083
Densidad de población (hab/ km2): 83,1
Población menor de 15 años: 29,0%
Población de 60 años y más: 8,0%
Población urbana: 59,0%

Salud4
Esperanza de vida al nacer: 78,75
Tasa bruta de natalidad (nacimientos por cada 1.000 habitantes): 17,0
Tasa bruta de mortalidad (muertes por cada 1.000 habitantes): 3,8
Tasa de mortalidad infantil (por 1.000 nacimientos): 9,2

Educación6
Alfabetismo (población de 15 años o más): 95,0%
Población de 5 años o más con educación primaria: 90,0%
Población de 5 años o más con educación secundaria: 36,8%
Población de 5 años o más con educación universitaria: 11,7%

Economía7
Hogares en pobreza: 21,7%
Tasa de desempleo abierto: 6,5%
Población económicamente activa (PEA): 1.768.7598
Tasa neta de participación: 54,4%

Producción9
PIB en millones de dólares (a precios de mercado): 18.351,7
PIB per cápita en dólares (a precios de mercado): 4.353,3

1
División territorial administrativa de la República de Costa Rica. Instituto Geográfico Nacional. San José, 2001.
2
Página web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), www.inec.go.cr.
3
Estimación al 1 de julio del 2004.
4
Página web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), www.inec.go.cr.
5
Página web del Centro Centroamericano de Población (CCP), http://ccp.ucr.ac.cr/observa/CRindicadores/evida.htm.
6
INEC, IX Censo de Población y V de Vivienda, del año 2000.
7
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, 2004, www.inec.go.cr.
8
Corresponden a la población de 12 años o más.
9
Datos preliminares al 16 de setiembre de 2005. Página web del Banco Central de Costa Rica, http://indicadoreseconomicos.bccr.fi.cr/indi-
cadoreseconomicos/Cuadros/frmVerCatCuadro.aspx?Idioma =1&CodCuadro=184).
499
1
Proceso de elaboración
del Informe Nacional
de Desarrollo Humano
2005
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Proceso participativo de elaboración del INDH 2005

1. Procesos participativos y desarrollo del Proyecto INDH 2005/RNDH y el Mi-


humano nistro de Planificación Nacional y Política
Económica del Gobierno de Costa Rica. El
El paradigma del desarrollo humano tras- Comité Asesor reunió a dieciséis miembros
ciende la esfera económica para abarcar to- de diversos sectores, que conformaron el
das las dimensiones de la vida en sociedad; cuerpo consultivo del informe. El Equipo
presta atención a factores políticos, cultu- Coordinador administró, ejecutó y coor-
rales y sociales, y considera que el empode- dinó el planeamiento, la elaboración y la
ramiento individual y colectivo, uno de los divulgación del INDH 2005, así como la
cuatro pilares fundamentales de una visión constitución y manutención de la RNDH.
holística del desarrollo, posibilita a las per- Este grupo, compuesto por nueve perso-
sonas ejercer sus opciones y constituirse en nas, coordinó el Equipo Técnico de vein-
verdaderos agentes de cambio de su entor- tidós especialistas que proporcionó los in-
no. Por ende, se ha procurado que durante sumos de investigación para la producción
la elaboración y preparación del Informe del INDH en el tema de la seguridad ciu-
Nacional de Desarrollo Humano (INDH dadana. También coordinó la RNDH para
2005), y en el marco de la Red Nacional complementar y trascender la elaboración
de Desarrollo Humano (RNDH), se cuen- del informe. Este grupo estuvo constituido
te con mecanismos capaces de dar sustento inicialmente por cuarenta personas; poste-
y vigor a la participación, por medio de la riormente se unieron las y los representan-
creación de espacios de análisis, formación tes de gobiernos locales de cinco cantones
y discusión en torno a diversos asuntos de del país -San Carlos, Escazú, San José,
importancia nacional, pero primordial- Montes de Oca y Limón- donde tuvieron
mente alrededor al tema escogido para el lugar las primeras discusiones y actividades
informe. de la Red. A este conjunto de comunidades
se le denominó Red Cantonal.
2. Organización del Proyecto INDH/
RNDH 2005 3. Consulta, investigación y redacción
del INDH 2005
Antes de describir las actividades realizadas
durante la elaboración del INDH 2005, es 3.1 Consulta
oportuno conocer los distintos componen-
tes e instancias que constituyen el Proyecto La fase de consulta previa se centró en de-
INDH 2005/RNDH y cómo fueron invo- terminar, con base en diferentes criterios y
lucrados en este proceso. la opinión de un conjunto de personas, el
tema que motivaría la elaboración del IN-
La estructura organizativa del Proyecto DH 2005. Los posibles asuntos por tratar
contempló un Comité Directivo, un Co- surgieron de una serie de talleres en los que
mité Asesor y un Equipo Coordinador. participaron la Representación del PNUD
en Costa Rica, la Unidad de Programas
El Comité Directivo estuvo compuesto por del PNUD y el Equipo Coordinador del
el Representante Residente y el Represen- INDH 2005. En estas actividades, reali-
tante Adjunto del PNUD, el Coordinador zadas entre septiembre y octubre de 2003,
503
PNUD

se analizó la situación del país a partir de Durante la primera semana de enero del
indicadores cuantitativos y cualitativos, así 2004 se determinó que el tema “Seguri-
como de estudios sobre la realidad nacio- dad ciudadana, violencia y desarrollo hu-
nal. Los temas definidos como prioritarios, mano”, fue el que abarcó la mayoría de los
en el contexto del desarrollo humano, fue- criterios aportados por los participantes en
ron los siguientes: la consulta, quienes lo calificaron como un
asunto urgente para el país y de mayor in-
• Ciudades sostenibles, gobernabilidad cidencia en la calidad de vida de las y los
local y desarrollo humano. costarricenses.
• Juventud y educación: prioridades pa-
ra asegurar el desarrollo humano. 3.2 Proceso de investigación
• Seguridad ciudadana, violencia y desa-
rrollo humano. • Actividades de investigación: alcance
• Cultura e identidad costarricenses en nacional
el contexto de la globalización.
La escogencia del tema para el INDH
Una vez identificadas las principales pro- 2005 se divulgó por primera vez en la re-
blemáticas que debían enfocarse en cada unión inicial de la Red Cantonal, en la cual
tema, el Equipo Coordinador del INDH participaron alcaldes, alcaldesas y represen-
2005 se abocó, durante el mes de octubre tantes municipales. La actividad se realizó
e inicios de noviembre de 2003, a elaborar con el apoyo del Instituto de Fomento y
un conjunto de perfiles temáticos para fa- Asesoría Municipal (IFAM) el 23 de enero
cilitar la elección. Para ello, se efectuó una del 2004.
reunión con académicos y especialistas en
cada área establecida, con el propósito no Durante el mes de febrero de 2004 se lle-
solo de enriquecer la visión del Equipo vó a cabo una serie de conversatorios entre
Coordinador del INDH 2005 y de la Uni- el Equipo Coordinador del INDH 2005 y
dad de Programas, sino además de cifrar especialistas nacionales en materia de segu-
el grado de conocimiento e investigación ridad ciudadana y violencia. El objetivo de
sobre los asuntos respectivos. esos encuentros fue generar insumos para
el diseño del proceso de investigación del
Concluidos los perfiles temáticos, se pro- informe y, particularmente, de una pro-
cedió a establecer los criterios para valorar puesta conceptual para abordar el tema.
la elección del tema, con base en la Política
Corporativa del PNUD para la elaboración En los conversatorios participaron Lau-
este tipo de informes. ra Chinchilla, ex-Ministra de Seguridad
Pública; Douglas Durán, Director de la
La definición del tema se basó en dos con- Maestría en Criminología de la UNED;
sultas: una al Comité Director (octubre de Elías Carranza, Director del ILANUD;
2003) y otra al Comité Asesor del INDH José Manuel Arroyo, Magistrado de la Sa-
2005/RNDH (noviembre de 2003). Duran- la Tercera de la Corte Suprema de Justicia;
te ese proceso, a cada persona se le propor- Fernando Cruz, Juez de Casación; Marco
cionaron los perfiles temáticos y una matriz Vinicio Fournier, ex-Director del Instituto
que exponía los criterios que debían orientar de Investigaciones Psicológicas de la UCR;
la valoración. Las opiniones de las personas Guido Miranda, ex-Presidente Ejecutivo de
ausentes fueron recogidas durante una última la CCSS; José María Rico, criminólogo y
reunión, celebrada en diciembre de 2003. consultor internacional; Gonzalo Elizondo,
504
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

consultor en derechos humanos, y Teresita bles para elaborar el INDH y exponer los
Ramellini, Directora de la Maestría de Es- resultados preliminares de la ENSCR-04.
tudios de la Mujer de la UCR. De igual modo, el 27 de agosto los grupos
citados asistieron a un taller en el que los
Los objetivos del INDH 2005 y de la RN- miembros del Equipo Técnico presentaron
DH, así como el planteamiento concep- los avances de investigación logrados hasta
tual del proyecto fueron dados a conocer esa fecha.
a la opinión pública en el seminario-taller
“Venciendo el temor: violencia, inseguridad Otro insumo que resultó fundamental pa-
ciudadana y desarrollo humano en Costa ra la preparación del Informe fueron los
Rica”, celebrado en el hotel Radisson-Eu- hallazgos del proceso de exploración cua-
ropa durante los días 26 y 27 de febrero del litativa, realizado con base en la técnica de
2004. Participaron 63 personas, quienes en grupos focales. Entre los días 28 de agosto
diferentes mesas de trabajo discutieron la y 2 de septiembre del 2004 se efectuaron
ponencia conceptual de las nociones de doce encuentros de este tipo, en los cuales
violencia e inseguridad propuestas para el se contó, en promedio, con seis participan-
Informe, y reflexionaron sobre los diversos tes por grupo (72 personas en total). El día
enfoques que este debía contemplar. 8 de octubre la coordinadora de estas acti-
vidades, Ana Brenes, expuso los resultados
Más adelante, los días 30 de marzo, 12 de ante el Equipo Coordinador y una canti-
abril y 2 de junio de 2004, se efectuaron dad importante de miembros del Equipo
talleres entre el equipo técnico de la firma Técnico del INDH 2005.
Unimer, la Viceministra de Seguridad Pú-
blica y el Equipo Coordinador del PNUD, Para cerrar el proceso de investigación,
con el fin de elaborar, y posteriormente afi- durante los días 17 y 18 de noviembre del
nar, el cuestionario de la Encuesta Nacio- 2004, en el Hotel Radisson-Europa, se llevó
nal de Seguridad Ciudadana (ENSCR-04), a cabo el seminario “(In)seguridad ciuda-
que se realizaría durante el mes de junio del dana y desarrollo humano en Costa Rica:
mismo año. En forma paralela, el Equipo resultados de las investigaciones realizadas
Coordinador y el Comité Director esta- en el marco del INDH 2005”. En esta acti-
blecieron los términos de referencia para el vidad participaron alrededor de 60 personas
desarrollo de las investigaciones nacionales de organizaciones de la sociedad civil, repre-
y locales que vendrían a nutrir el INDH sentantes gubernamentales, académicos y
2005. En esta etapa fue designado el grupo autoridades con competencias en el tema.
de investigadores que pasaría a formar par-
te del Equipo Técnico. Por último, el 1 de abril de 2005 se realizó
un taller para discutir los resultados de la
La primera sesión del Equipo Técnico tuvo investigación “Inseguridad ciudadana, des-
lugar el 11 de junio del 2004. En esa opor- protección social y violencia en la niñez y
tunidad, cada uno de los y las integrantes adolescencia en Costa Rica”, comisionada
expuso los objetivos de su investigación y por el PNUD y UNICEF a Dina Kraus-
la metodología que utilizaría para cumplir kopf y Sergio Muñoz. En esa ocasión estu-
con los objetivos trazados. Posteriormente, vieron presentes representantes del PANI,
el 21 de julio, el Equipo Coordinador, el el Consejo de la Persona Joven, el IMAS,
Equipo Técnico y el Comité Director par- la Fundación Paniamor y académicas y
ticiparon en un taller organizado para in- académicos vinculados a la temática de la
formar sobre las fuentes de datos disponi- niñez y la adolescencia en Costa Rica.
505
PNUD

• Actividades de investigación: alcance La discusión contó con el aporte de Tony


local Peters, profesor titular de Criminología y
Director de la Maestría en Criminología
El proceso de investigación del INDH Europea de la Universidad de Lovaina,
2005 también fue nutrido por un conjun- Bélgica. En esa oportunidad la invitación
to de consultas locales que se desarrollaron se dirigió particularmente a personas que
con base en un proceso participativo en formaban parte de comités de seguridad
cada una de las localidades de la Red Can- comunitaria y al público interesado en el
tonal (Escazú, Limón, Montes de Oca, San tema de los entornos seguros. Se contó con
Carlos y San José -cuadro 1-). El primer la participación y comentarios de la Vice-
paso fue contactar a los gobiernos locales, ministra de Seguridad Pública, María Ful-
para luego presentar los objetivos de los men Salazar, la Vicealcaldesa de San José,
estudios a autoridades y miembros de ca- Mauren Clark, Alfredo Chirino, Director
da comunidad. Seguidamente se aplicaron de la Escuela Judicial y Johnny Araya, Al-
diversos métodos de investigación y con- calde de San José.
sulta a la población, con el fin de conocer
el impacto de la inseguridad ciudadana en El 10 de septiembre se presentó al Consejo
sus vidas. Consultivo del INDH 2005/RNDH un
“Informe de Actividades” para dar cuenta
Durante los meses de mayo y septiembre del proceso seguido por el Equipo Coor-
del 2004 se realizó la devolución de resul- dinador a lo largo de diez meses de trabajo
tados a las autoridades municipales y, en (noviembre 2003-septiembre 2004). En
algunos casos, a los miembros de las comu- esa ocasión, el experto en Estadística del
nidades respectivas. Básicamente se trató proyecto, Johnny Madrigal, expuso los
de encuentros en los que se analizó con principales resultados de la ENSCR-04.
las autoridades y organizaciones locales los
hallazgos de las investigaciones, entendién- Posteriormente, el día 3 de noviembre, en
dolos como insumos que podrían ser to- el Salón de Conferencias de la Municipali-
mados en cuenta a la hora definir políticas dad de San José se efectuó la segunda jor-
públicas locales en materia de seguridad nada de reflexión sobre entornos seguros.
ciudadana. En este encuentro se presentaron los resul-
tados del estudio “Percepción de seguridad
• Actividades de información y difusión e inseguridad en niños y niñas de edad es-
colar en el cantón central de San José”, que
En forma paralela al proceso de investiga- fue comisionado a la Fundación Paniamor
ción, se organizaron diversas actividades a solicitud del ayuntamiento josefino. Ligia
con el fin de dar a conocer a un público Quesada, Directora de Desarrollo Humano
más amplio los avances y alcances de algu- de la Municipalidad, expuso los anteceden-
nas de las investigaciones en marcha. tes del trabajo realizado y Milena Grillo, de
la citada Fundación, dio a conocer los prin-
El 12 de julio del 2004, en conjunto con cipales hallazgos de la investigación, así co-
la UNED y la Municipalidad de San Jo- mo un marco de propuestas para mejorar
sé, se llevó a cabo una jornada de reflexión la situación de la niñez en las comunidades
denominada “Fortalecimiento de entornos estudiadas. En horas de la tarde, grupos de
seguros. Una mirada desde la comunidad”. trabajo conformados por representantes de

506
Cuadro 1

Encuentros y reuniones efectuadas durante el año 2004 en los cinco cantones participantes en el proceso de investigación

Cantón Reunión de contacto Presentación de objetivos Consulta a la comunidad local Devolución de resultados

Escazú 30 de marzo: Alcalde municipal y repre- 9 de junio: Alcalde municipal, representan- Julio de 2004: 80 personas entrevistadas 6 de septiembre: Alcalde municipal, repre-
sentantes de la Oficina de la Mujer tes de la Oficina de la Mujer y Contralor de sentantes de la Oficina de la Mujer y miem-
Seguridad del cantón bros del Comité de Seguridad del cantón

Limón 23 de enero: Alcalde municipal, miembros 23 de abril: Alcalde municipal y miembros Noviembre-diciembre de 2003: 188 per- 20 de mayo : Alcalde municipal, miembros
del Concejo Municipal, representantes del de la Fuerza Pública sonas entrevistadas del Concejo Municipal, representantes del
Ministerio Público, OIJ, Fuerza Pública y Ministerio Público, OIJ y Fuerza Pública
el PANI

Montes 27 de marzo : Alcaldesa y Vicealcaldesa 6 de mayo 6: Alcaldesa municipal, vecinos, Junio: Entrevistas en profundidad a doce 9 de septiembre: Alcaldesa y Vicealcalde-
de Oca municipal, representantes de organizacio- representantes del comercio, miembros de personas clave de la comunidad sa municipal, Rectora de la UCR, funciona-
nes sociales (juventud y mujeres) la Fuerza Pública, miembros del Comité rios de la UCR y PRODUS
Interinstitucional de la localidad y represen-
tantes de las organizaciones sociales

San Carlos 24 de marzo: Vicealcalde municipal y re- 11 de mayo: Representantes de la Oficina Agosto de 2004: Entrevistas a represen- 7 de septiembre: Vicealcalde municipal,
presentantes de la Oficina de la Mujer de la Mujer, miembros de la Fuerza Públi- tantes calificados de diez comités de segu- representantes de la Oficina de la Mujer,
ca, organizaciones sociales, miembros de ridad comunitaria de la localidad miembros de la Fuerza Pública
los comités de seguridad comunitaria

San José 24 de marzo: Directora del Departamento 18 de junio : Directora del Departamento Julio-agosto de 2004: Estudio explorato- 14 de septiembre: Directora del Departa-
de Desarrollo Humano y otros funcionarios de Desarrollo Humano y otros funcionarios rio con un total de 230 niños y niñas mento de Desarrollo Humano y otros fun-
de la Municipalidad de la Municipalidad, representantes de la cionarios de la Municipalidad, representan-
Fundación Paniamor 50 adolescentes participaron en el Proyec- tes de la Fundación Paniamor
to TECNOBUS
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

507
PNUD

cada una de las comunidades involucradas 4. Sectores que participaron la elabora-


discutieron los resultados y la viabilidad de ción del INDH 2005
las propuestas presentadas.
Durante la elaboración del INDH 2005 se
Ya en el año 2005, específicamente durante procuró la participación de la mayor can-
los días 15 y 16 de febrero, se realizó en el tidad posible de personas: tanto mujeres
ICAES el seminario-taller “El papel de los como hombres, representantes del sector
gobiernos locales para la creación de con- público y la sociedad civil organizada, ins-
diciones de seguridad para sus habitantes”. tancias académicas, etc. El Cuadro 2 sin-
En esta actividad, que contó con la cola- tetiza la diversidad de participantes en las
boración del Ministerio de Seguridad Pú- distintas etapas del proceso, cuyo número
blica y el IFAM, participaron 30 alcaldes, ascendió a 435 personas. Tal como se había
alcaldesas y representantes municipales de previsto al inicio del proyecto, la mayoría
todo el país. Pablo Sauma y Rosendo Pujol, colaboró en la fase de investigación del in-
miembros del Equipo Técnico, expusieron forme y durante la difusión de las inves-
los resultados de sus investigaciones sobre tigaciones específicas comisionadas a los
la incidencia de la inseguridad a nivel can- miembros del Equipo Técnico.
tonal. También se presentaron algunas ex-
periencias generadas por gobiernos locales, De las personas que participaron en la ela-
cuya difusión podía propiciar la concreción boración del Informe, el 55,6% son hom-
de líneas de trabajo en el futuro. Por últi- bres y el 44,4% mujeres, lo que indica un
mo, los asistentes los asistentes analizaron balance adecuado en términos de género.
el impacto de la inseguridad ciudadana en En lo concerniente al sector de proceden-
el ámbito local y examinaron las compe- cia, hubo una presencia importante del
tencias que recaen sobre las municipalida- sector público (22,3%), seguido por las
des en esta materia. municipalidades (18,9%) y diferentes tipos
de organizaciones comunales (17,7%).
3.3 Redacción del informe
Estos resultados sugieren que, en el seno del
La redacción del INDH 2005 estuvo a car- Proyecto INDH 2005/RNDH, se hizo un
go del Equipo Coordinador. Los miembros esfuerzo por realizar procesos participativos
del Comité Asesor y el Comité Directivo con la sociedad civil, en los que hombres y
revisaron las versiones preliminares y ge- mujeres fueron vinculados al análisis del fe-
neraron recomendaciones sobre diversos nómeno de la inseguridad ciudadana en el
tópicos. Con el propósito de velar por los país. También indican que las y los funcio-
cuatro enfoques del Informe (conceptual, narios públicos tuvieron una participación
jurídico, de género y estadístico) se nom- significativa. Este logro es importante por-
braron cuatro referees, uno por cada enfo- que ellos y ellas tienen en sus manos la po-
que. Por ende, aparte del Equipo Coordi- sibilidad de transformar los resultados del
nador, la redacción del Informe fue super- informe en políticas y acciones institucio-
visada por veintidós personas. nales que favorezcan el desarrollo humano
de la sociedad costarricense.

508
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 2

Participantes en las diversas etapas de elaboración del INDH 2005,


según sexo y sector de procedencia

Etapas del INDH Total


Sexo/sector
de procedencia Elección Proceso de Redacción
del tema investigación (5) del Informe Abs. Rel.

Total 21 429 22 435 100,0


Sexo
-Hombres 12 240 16 242 55,6
-Mujeres 9 189 6 193 44,4
Sector de procedencia
-Sector público (1) 2 96 3 97 22,3
-Municipalidades 1 82 1 82 18,9
-Organizaciones comunales (2) --- 77 --- 77 17,7
-Instancias académicas y técnicas (3) 4 42 6 42 9,7
-ONG e instancias de representación 4 35 4 35 8,0
-Organizaciones intergubernamentales (4) 7 23 2 28 6,4
-Indeterminable --- 24 --- 24 5,5
-Otros 4 50 4 50 11,5

Notas: (1) Considera las instancias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se contemplan también las instituciones
autónomas, con excepción de las universidades estatales. No incluye municipalidades y gobiernos locales. (2) Incluye
comités de barrio, asociaciones locales de desarrollo y grupos locales organizados. (3) Se consideran personas vinculadas
al ámbito académico, investigadores e investigadoras por cuenta propia y consultores asociados a centros o institutos de
investigación de las universidades estatales. (4) Los funcionarios del PNUD que tomaron parte en el proceso han sido
incluidos en esta categoría. (5) En el caso del proceso de investigación no se sumaron las personas entrevistadas o con-
sultadas para los estudios realizados por el Equipo Técnico.

Fuente: Archivos del Proyecto INDH/RNDH.

509
2
Notas metodológicas
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.1
Índice de seguridad cantonal

El índice de seguridad cantonal (ISC) es • La combinación de cantones escasamen-


una iniciativa del INDH 2005 para medir te poblados (pequeños en número de
el grado de violencia que se vive en cada habitantes) con un bajo registro de casos
uno de los cantones del país. Tres dimen- en algunas de las variables de estudio,
siones fueron integradas para medir la vic- hace que los cálculos de ciertas tasas can-
timización: la violencia doméstica, los ro- tonales estén sujetos a una variabilidad
bos (y hurtos) y los homicidios dolosos. significativa. Esto será importante sobre
todo en el futuro, cuando se desee com-
La información sobre violencia doméstica parar el ISC entre diversos años. Aunque
fue proporcionada por el Ministerio de Se- los promedios móviles son una solución
guridad Pública (MSP)1 y consiste, básica- ampliamente conocida y practicada para
mente, en el número de partes de interven- minimizar este efecto, no fueron incor-
ciones policiales por violencia doméstica porados en este trabajo porque la infor-
en el 2003. Dado que no se disponía de mación sobre violencia doméstica estaba
datos para períodos anteriores, se optó por disponible solo para el año 2003.
calcular el ISC solo para ese año. Por otra
parte, los datos de robo y hurto, así como • Aunque el ideal habría sido construir un
los de homicidios dolosos, fueron obteni- índice de seguridad ciudadana cantonal
dos de los registros del Poder Judicial. más completo, la disponibilidad de in-
formación no lo permitió. Los datos
Antes de describir el proceso para llegar al existentes únicamente proporcionan la
ISC son necesarias al menos tres observa- oportunidad de considerar la dimensión
ciones sobre los datos recolectados: de la inseguridad objetiva, es decir, la
victimización. Sin embargo, se carece de
• Es de esperar que exista un subregistro información para las dimensiones que
importante tanto en los datos sobre ro- hacen referencia a la inseguridad subje-
bo y hurto, como en los de intervencio- tiva (percepción de inseguridad) y a la
nes policiales por violencia doméstica, segurabilidad. Dicha información, aun-
dada la renuencia de las víctimas a de- que es tema de investigación por medio
nunciar estos casos. La disponibilidad y de encuestas, no está disponible a nivel
acceso a los mecanismos de denuncia, el cantonal, por el alto costo que implica
temor a posibles represalias, la falta de obtener muestras representativas en ca-
confianza en que se obtendrá justicia y da uno de los cantones del país.
otros similares, son factores que pueden
incidir en el subregistro de la informa- Las primeras dos limitaciones antes des-
ción. Esto no sucede con el homicidio critas invitan a interpretar los resultados
doloso, pues la gravedad del hecho ge- obtenidos con cautela y a dar continuidad
neralmente conlleva su denuncia, por lo al cálculo del ISC en el futuro, para seguir
que es previsible que el subregistro sea analizando alternativas que mejoren la me-
mínimo. dición.

1
Departamento de Planes y Operaciones de la Sección Estadística del Ministerio de Seguridad Pública.
513
PNUD

Para construir el ISC se procedió de la si- cercanos a uno y aquellos con altos niveles
guiente manera: tienen valores cercanos a cero (ver cuadro
4.1.2 de este Anexo).
1. Se calculan tasas por 100.000 habitan-
tes para las tres variables de estudio. Dos observaciones finales son necesarias.
2. Cada tasa es escalada de cero a uno, uti- La primera tiene que ver con la fórmula
lizando los valores mínimos y máximos que se aplicó para calcular el ISC. Con
de cada una de las variables de estudio. esto, lo que se desea lograr es que el ISC
3. Cada tasa obtenida en el punto ante- tenga igual escala y dirección que el IDH
rior se pondera por un mismo factor de cantonal. La construcción de este último
0,33, de manera que conserve el rango índice se describe en la Nota 2.2, la cual
de variación entre cero y uno. incluye un apartado final que explica la co-
4. Finalmente, el ISC es uno menos el pa- rrección del IDH cantonal introduciéndo-
so anterior, lo que puede resumirse en la le el componente de victimización.
siguiente fórmula:
La segunda observación se relaciona con
ISC = 1- (0,33*VD + 0,33*RH + 0,33*H) las ponderaciones dadas a las variables que
componen el ISC. Como puede deducirse,
donde: se dio igual ponderación a cada una de las
variables (0,33). Surge entonces la pregun-
ISC = índice de seguridad cantonal. ta: ¿por qué el homicidio doloso, siendo
VD = tasa estandarizada del número de el acto violento de mayor gravedad, recibe
intervenciones policiales por vio- igual importancia que las otras variables
lencia doméstica. incluidas en el ISC? En realidad, se asume
RH = tasa estandarizada del total de ro- que el subregistro en los casos de robo y
bos y hurtos. de violencia doméstica, mas no en los de
H = tasa estandarizada para el total de homicidio, hace la diferencia. En teoría se
homicidios dolosos. otorga la misma importancia a las tres va-
riables, pero en la práctica es el homicidio,
De esta manera, los cantones con bajos por lo fidedigno del dato, el que tiene ma-
niveles de victimización alcanzan valores yor peso en el índice propuesto.

514
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.2
Índice de desarrollo humano a nivel cantonal

La medición del desarrollo humano en los Longevidad


cantones de Costa Rica tomó en cuenta las
mismas dimensiones que utiliza el PNUD Para construir el índice de longevidad se
para construir el índice de desarrollo hu- recurrió a la recomendación técnica de
mano (IDH) a nivel mundial: longevidad, Swanson3, quien presenta un modelo de
conocimiento y nivel de vida. No obstante, regresión para estimar la esperanza de vida
para operacionalizarlo en los 81 cantones en áreas pequeñas cuando existen proble-
del país fue necesario aproximar de una mas de falta de información. Originalmen-
manera distinta las dimensiones del IDH.1 te, este modelo toma en cuenta, para áreas
mayores, la tasa bruta de mortalidad, el
El principal problema que debe enfrentar logaritmo del porcentaje de personas ma-
cualquier esfuerzo por calcular este ín- yores de 65 años, los términos cuadráticos
dice en áreas pequeñas es la ausencia de de ambos y su interacción, como variables
información. Por este motivo, los datos independientes para estimar la esperanza
disponibles fueron evaluados y analizados de vida en áreas pequeñas. No obstante,
cuidadosamente, mediante diferentes pro- los coeficientes estimados a partir de los
cedimientos y técnicas específicas, buscan- datos nacionales resultaron muy diferentes
do siempre la mejor estimación posible de a los propuestos en el artículo, por lo que
cada dimensión del IDH. se ajustó otro modelo para estimar la espe-
ranza de vida en los cantones.4
Se considera que el trabajo realizado apor-
ta una metodología viable para estudiar la Para cada provincia, Nota
Nota2.2
Nota 2.2
2.2
desde 1970 hasta el
evolución del IDH a nivel cantonal. Por Índice año de
Índice
Índice 2003
de 5
dedesarrollo, se aplicó
desarrollo
desarrollo humano
humano
humano la aestructura
aanivel
nivel
nivelcantonal del mo-
cantonal
cantonal
esta razón, en el INDH 2005 el índice delo siguiente:
fue calculado para el período 2000-2004
y ahora es posible obtenerlo para años pre- EV
EVest
EV est �
est ��������111(((TBM
��� TBM000,,2,22)))������222(%
TBM (%
(%6565 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
vios o seguir calculándolo en el futuro con
una metodología estándar. A continuación
se presenta una síntesis del procedimiento
San
SanJosé
San José
José EV
EVest
EV 76
76,,400
��76
est �
est ,400
400���43 43
43,,274
,274 TBM000,,2,22)))���41
TBM
274(((TBM 41
41,,716
,716
716(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
empleado. 2
Alajuela
Alajuela
Alajuela EV
EVest
EV 72
72,,332
��72
est �
est ,332
332���43 43
43,,067
,067 TBM000,,2,22)))���44
TBM
067(((TBM 44
44,,941
,941
941(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
Cartago
Cartago
Cartago EV
EVest
EV 83
83,,874
��83
est �
est ,874
874���43
43
43,,708
,708 TBM000,,2,22)))���37
TBM
708(((TBM 37
37,,084
,084
084(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
Heredia
Heredia
Heredia EV
EVest
EV 75
75,,848
��75
est �
est ,848
848���46
46
46,,645
,645 TBM000,,2,22)))���45
TBM
645(((TBM 45
45,,654
,654
654(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
Guanacaste
Guanacaste
Guanacaste EV
EVest
EV 84
84,,359
��84
est �
est ,359
359���36
36
36,,910
,910 TBM000,,2,22)))���30
TBM
910(((TBM 30
30,,330
,330
330(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
Puntarenas
Puntarenas
Puntarenas EV
EVest
EV 91
91,,329
��91
est �
est ,329
329���37
37
37,,175
175 TBM000,,2,22)))���25
TBM
,175(((TBM 25
25,,431
,431
431(%
(%
(%65
65 ymás000,,2,22)))
ymás
65ymás
1
Una descripción detallada de la metodología
Limón
Limón
Limón para construirEV
EVest
EV este ��indicador
est �
est 57
57 203���se
57,,203
,203 40
40
40 encuentra
,,952
,952 TBM
TBM
952(((TBM en000,Readings
,2,22
)))���5555 ,in
55,,148
148
148Human
(%
(%(%65
65 ymás
ymás
65ymás 000,,2,22
Develop- )))
ment: concepts, measures and policies for a development paradigm, editado por Sakiko Fukuda-Parr y A. K. Shiva Kumar.
Human Development Report Office, United Nations Development Programme. New York, Oxford University Press,
2003.
2
Una explicación amplia sobre esta iniciativa la ofrece el documento Metodología para la construcción del Índice de Desarro-
IEV
IEV
��EV
EV
EVest est �
est ��5050��
50
llo Humano Cantonal en Costa Rica, escrito por la Bachiller Paola Omodeo y el Dr. IEV ��� Gutiérrez,
Edgar del Observatorio del
Desarrollo de la Universidad de Costa Rica. ��85
85
85 ��� 50
50
50 ��
3
Swanson, David (1989). “A Stated-Based Regression Model for Estimating Substate Life Expectancy”, en Demography,
26, 161-170.
4
Se eliminaron el logaritmo, los términos cuadráticos y la interacción, y se introdujo el exponente 0,2 a las dos variables
independientes, para lograr un mejor ajuste de los residuos.
0,2
0,2 0,2
0,2 0,2
0,2
5
Datos del Centro Centroamericano de TBM TBM0,2
TBM
Población ===de
((1.744/318.643)
((1.744/318.643)
la Universidad dexxCosta
((1.744/318.643) x1.000)
1.000)
1.000) 0,2
(5,473)0,2
Rica. ===(5,473)
(5,473) ===1,405.
1,405.
1,405.
%65
%65yyymás
%65 más 0,2
0,2
más0,2 ===((23.149/318.643)
((23.149/318.643)
((23.149/318.643)xxx100)
100) 0,2
0,2
100)0,2 ===(7,2649)
(7,2649) 0,2
0,2
(7,2649)0,2 ===1,487.
1,487.
1,487. 515
PNUD

donde:
Nota 2.2
EVest Índice de desarrollo
= esperanza de vida estimada. humano a nivel cantonal

TBM = tasa bruta de mortalidad (defunciones/población) x 1000).


% 65 y más = porcentaje de la población con edad 0de 65 años y más.0, 2
EVest � � � � 1 (TBM
,2
) � � 2 (%65 ymás )

Las ecuaciones resultantes para las provincias fueron:

San José EVest � 76,400 � 43,274(TBM 0, 2 ) � 41Nota 2.265 ymás 0, 2 )


,716(%
Alajuela EV � 72,332 � 43 Índice de desarrollo
,067(TBM 0, 2 humano
) � 44,941 a nivel
(%65 ymás 0 , 2 cantonal
)
est

Cartago EVest � 83,874 � 43,708(TBM 0, 2 ) � 37,084(%65 ymás 0, 2 )


Heredia EVest � 75,848 � 46,645(TBM 0, 2 ) � 45,654(%65 ymás 0, 2 )
0 , 2� � � 1 (TBM � � 2 (%
0, 2 0, 2
Guanacaste EV � 84,359 � 36,910(EV
est
est �
TBM ) � 30,330(%65)ymás 0 , 2 65 ymás
) )

Puntarenas EVest � 91,329 � 37,175(TBM 0, 2 ) � 25,431(%65 ymás 0, 2 )


EVest � 57,203 � 40,952(TBM 0, 2 ) � 55,148(%65 ymás 0, 2 )
Limón
Nota 2.2
Índice de desarrollo humano a San
nivel cantonal
José EVest � 76,400 � 43,274(TBM 0, 2 ) � 41,716(%65 ymás 0, 2 )
Seguidamente, se calculó la Alajuela
esperanza de EVest �Únicamente
72,332 � 43,067 (TBM 0, 2 ) �el44límite
se modificó 65 ymás 0, 2 )
,941(%inferior
vida de cada cantón de acuerdo Cartagocon la pro- EVest �de83la,874 ecuación
�EV�est43�,708 anterior,0, 2ya que se pasó de 25 0, 2
50�(TBM ) � 37,084(%65 ymás )
vincia correspondiente. Para corregir algu- IEV �
(tal como lo50 trabaja
� (TBMel PNUD) ) � 45,654a(% 5065años,
0, 2
Heredia 0EV
, 2 est � 75,848 �85� �46 ,645 ymás 0, 2 )
EV � � � � (TBM 0, 2
nosesterrores de1 registro de las) � � (% 65 ymás
2 variables in- )
Guanacaste EVest �debido84,359 a� 36 que ,910en(TBM
Costa 0 , 2 Rica hace muchas 0 , 2
) � 30,330(%65 ymás )
dependientes se hizo un análisis de
Puntarenas valores décadas la esperanza 0de
, 2 vida es superior a 0 , 2
EVest � 91,329 � 37,175(TBM ) � 25,431(%65 ymás )
extremos. Los cantones con este problema 25 años y, además, para contribuir a que el
Limón EVest � 57,203 � 40,952(TBM 0, 2 ) � 55,148(%65 ymás 0, 2 )
fueron objeto de un 0,2 nuevo cálculo de la es- 0,2 índice posea mayor sensibilidad.
San José EVest � 76,400 � 43,274 TBM (TBM 0, 2
) � 41,716(%65
= ((1.744/318.643) ymás 0, 2 =) (5,473)0,2 = 1,405.
x 1.000)
peranza de vida, tomando 0,2 como variables
%65 y más0, 2 = ((23.149/318.643) x 0100) 0,2
= (7,2649)0,2 = 1,487.
,2
Alajuela EVest � 72 , 332 � 43 , 067 (TBM ) �
independientes el promedio de los valores44 ,941 (% 65 ymás )
Los cálculos realizados para el cantón de
Cartago EVest � 83 ,874 � 43,708
respectivos a los(TBM
cantones0, 2
37,084(%65 ymás 0,San
) �vecinos. 2
) José en elIEV año�2000 � 50� el procedi-
�EVestilustran
Heredia 0, 2
EVest � 75,848 � 46,645(TBM ) � 45,654(%65 ymás ) 0 ,miento
2 � 85
adoptado con la longevidad. � 50 �
Para hacer variar el índice entre cero y uno,
Guanacaste EVest � 84,359 � 36,910(TBM 0, 2 ) � 30,330(%65 ymás 0, 2 ) 0,2
lo que facilita la interpretación
0, 2 EVesty la
� 76agrega-
,400 � 430,, 2274TBM (1,405)=�((1.744/318.643)
41,716(1,487) � 77 x ,1.000)
627
0,2

Puntarenas EVest � 91 ,329 � 37 ,175 ( TBM ) �


ción con los demás índices (donde cero es25 , 431 (% 65 ymás ) = (5,473)0,2 = 1,405.
0, 2 0, 2
Limón EVest � 57
el,peor
203 �valor
40,952 (TBM
y uno es el )mejor), 55,148se(%
�TBM 0,2
65 ymás %65
= realizó
((1.744/318.643) ) yxmás 0,2 0,2 = (5,473)0,2 = 1,405.
1.000) = ((23.149/318.643) x 100)0,2
0,2 0,2 0,2
el mismo ajuste que utiliza el PNUD, a %65 y más = ((23.149/318.643) x 100) = (7,2649)
= (7,2649) 0,2
= 1,487.= 1,487.
saber:
�77,627 � 50la� �ecuación
Utilizando para esta provincia,
�EVest � 50� IEV �
�85 � 50�que:
se obtiene
0,789
IEV �
�85 � 50�
EVest � 76,400 � 43,274(1,405) � 41,716(1,487) � 77,627
donde: EVest = 76,400 – 43,274(1,405) +
41,716(1,487) = 77,627
IEV = índice de esperanza de vida.
EV = esperanza de vida estimada. Y por lo tanto:
TBM0,2 = ((1.744/318.643)estx 1.000)0,2 = (5,473)0,2 = 1,405.
%65 y más0,2 = ((23.149/318.643) x 100)0,2 = (7,2649)0,2 = 1,487. �77,627 � 50�
IEV � � 0,789
�85 � 50�

516
EVest � 76,400 � 43,274(1,405) � 41,716(1,487) � 77,627
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Conocimiento El PNUD establece como mínimo el valor


cero, pero en este caso se modificó a 50 pa-
El índice de conocimiento que se calculó ra sensibilizar más el índice, ya que el país
para este trabajo, igual que el del PNUD, cuenta con tasas de alfabetización muy altas
incluyó los siguientes indicadores: en todos los cantones.

• Tasa de alfabetización adulta: número Con respecto a la tasa neta de matricula-


de personas mayores de 18 años que ción se emplearon datos del Ministerio de
saben leer y escribir, entre la población Educación Pública (MEP) sobre la matrí-
total con la misma edad, multiplicado cula inicial, el desplazamiento de estudian-
por 100. tes a centros educativos ajenos a su cantón
de residencia y las edades simples de ma-
• Tasa neta de matriculación para escuela triculación (para primaria y secundaria).
y colegio: número de estudiantes ma- Los datos de población se tomaron de las
triculados en la educación primaria (o proyecciones del INEC y del Centro Cen-
secundaria) según su edad y cantón de troamericano de Población para los grupos
residencia, entre la población con edad quinquenales de 5 a 9, 10 a 14 y 15 a 19
escolar y colegial, multiplicado por 100. años, con el fin de hacer los ajustes necesa-
rios para obtener la información referente
Para estimar la tasa de alfabetización adulta a los grupos de 7 a 12 y de 13 a 17 años,
se analizó la información del Censo Nacio- que son las edades que deberían tener las
nal de Población y Vivienda del año 2000, y los alumnos matriculados en la escuela y
realizado por el Instituto Nacional de Esta- el colegio.
dística y Censos (INEC) y, además, los da-
tos del Tribunal Supremo de Elecciones pa- Si se utiliza únicamente la matrícula inicial
ra los años electorales 1990, 1994 y 1998, para calcular las tasas de matriculación, se
con el propósito de estudiar si existían di- obtienen tasas brutas que exceden el 100%
ferencias significativas entre esos años. Era en la mayoría de los cantones. Esto se de-
de esperar que no hubiera cambios en la be a que esas tasas son afectadas por dos
alfabetización de las personas a través de factores importantes: la edad de los niños,
los años, y las pruebas Chi-Cuadrado así lo niñas y jóvenes matriculados, y el desplaza-
corroboraron. miento a otros centros educativos. En vir-
tud de ello, se aplicó a la matrícula inicial
Debido a lo anterior, se utilizó el promedio dos factores de corrección, a fin de estimar
de las tasas como constante para todos los una matrícula neta.
años de estudio. De esta manera, el índice
de alfabetización adulta fue calculado de la Para el primer factor, referido a la edad,
siguiente forma: el MEP tiene información de los alumnos
matriculados en primaria y secundaria de
�TAAest � 50� acuerdo con su edad, para los años 2002,
IAA �
�100 � 50� 2003 y 2004; de ahí se obtuvo la propor-
ción de niños y niñas de 7 a 12 años matri-
donde: culados en primaria, con respecto al total de
MI P * FCE P * FCR P
matriculados, para cada cantón. El mismo
IAA TNM P ,est �de alfabetización adulta.
= índice Poblaciónde7 a12años
proceso se llevó a cabo para encontrar la
TAAes = tasa de alfabetización adulta proporción de jóvenes de 13 a 17 años ma-
estimada. triculados en secundaria, en relación con el
517
TNMGest � 1 / 4(TNM P ) � 3 / 4(TNM S )
PNUD

total. Estas proporciones fueron utilizadas donde:


como el factor de corrección para eliminar
de la matrícula inicial a las personas que no TNMP,est = tasa de neta de matriculación
deberían estar matriculadas, por no tener la primaria estimada.
edad para estarlo. MIP = matrícula inicial en primaria.
FCEP = factor de�TAA est � 50 � por edad
corrección
IAA �
Dado que solamente se tiene información �100 � 50�
en primaria.
para los años 2002, 2003 y 2004, se calcu- FCRP = factor de corrección por
ló un promedio de las proporciones y el residencia en primaria.
resultado obtenido se usó como factor de MI P * FCE P * FCR P
corrección por edad para 2000 y 2001. TNMprocedimiento
El mismo P ,est � se aplicó a secun-
Poblaciónde7 a12años
daria y la tasa neta de matriculación global
En cuanto al segundo factor, el de residen- es:
cia, el MEP cuenta con datos para los años
TNMGest � 1 / 4(TNM P ) � 3 / 4(TNM S )
2003 y 2004 acerca de los alumnos matri-
culados según el cantón en que se ubica su donde:
centro educativo y el cantón en que resi-
den. Esta información fue útil para calcular TMGest = tasa neta�TNMG est � 0 �
de matriculación
IMGt �
una razón de los matriculados que residen �100 � 0�
global estimada.
en un cantón, entre el total de alumnos TNMP = tasa neta de matriculación en
matriculados en centros educativos de esa primaria.
misma localidad. Este resultado correspon- TNMS IC= tasa neta de matriculación en
� 1 / 3( IMG ) � 2 / 3( IAA)
de al segundo factor para la corrección de secundaria.
la matrícula inicial, el cual se calculó tanto
para primaria como para secundaria. Por La ponderación que �TAAse empleó
� 50� en la fór-
IAA��98,224 est��50 ��� 0,964en Cos-
lo anterior, si un cantón tiene un valor ma- mula anterior
IAA � se �
justifica
100 50porque
yor que 1, se considera “expulsor”, es decir, �100 � 50primaria
ta Rica la matriculación � muestra
que algunos estudiantes residentes se des- valores muy constantes en todos los can-
plazan a centros educativos de otros can- tones. Por el contrario, en secundaria se
MI P * FCE P * FCR P
tones. Por el contrario, si el valor es menor TNM Pdiferencias
presentan ,est �
Poblacióndeevidentes
más 7 a12años en las
que 1, el cantón es “receptor”, pues tiene oportunidades de la juventud para asistir
matriculados en sus centros educativos más a un centro educativo, por lo que se les
estudiantes de los que en realidad residen asignó un mayor peso. Teniendo esto en
TNMG � 1 / 4(TNM P ) � 3 / 4(TNM S )
en él. cuenta, elestíndice de matriculación global se
calculó como:
Igual que en el primer factor, para los años
2000, 2001 y 2002 se utilizó el promedio �TNMGest � 0�
IMGt �
de las razones obtenidas para los años 2003 �100 � 0�
y 2004.
�TAA
�TAAestest ��50
50��
IAA
IAA�� donde:
�100
�100��50 50��
La tasa neta de matriculación en primaria IC � 1 / 3( IMG ) � 2 / 3( IAA)
se obtuvo de la siguiente manera: IMGt = índice de matriculación
global.
MI
MIPP **FCE
FCEPP**FCR FCRPP TNMGest = tasa neta de matriculación
TNM
TNMPP,est
,est ��
Poblaciónd
Poblaciónd
Población deee777aa12
12años
años
años �98,224 � 50� � 0,964
IAA �global estimada.
�100 � 50�

518
TNMG
TNMGestest ��11//44((TNM
TNMPP))��33//44((TNM
TNMSS))

�TNMG
�TNMG ��00��
Poblaciónde7 a12años

INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

TNMGest � 1 / 4(TNM P ) � 3 / 4(TNM S )

El PNUD utiliza los mismos límites (0 y • Factor de corrección por edad en prima-
100) en su metodología. ria: 0,862.
�TNMGest � 0� ✓ Matriculados de 7 a 12 años / Total
IMG �t
Por último, el índice �100 � 0�
de conocimiento se de matriculados
estima de la siguiente manera: Æ 2002: 34.202/39.740 = 0,861.
Æ 2003: 33.316/38.601 = 0,863.
IC � 1 / 3( IMG ) � 2 / 3( IAA) Æ 2004: 32.480/37.633 = 0,863.
Æ Promedio = 0,862.
donde:
• Factor de corrección por edad en secun-
IC = índice de
�TAA� est50�� 50�
�98�conocimiento.
,224 daria: 0,837.
IAA
IAA � � 0,964
IMG = índice de�100
��100
50� � 50� global.
matriculación ✓ Matriculados de 13 a 17 años / Total
IAA = índice de alfabetización adulta. de matriculados
Æ 2002: 23.308/28.047 = 0,831.
A continuación seMI P * FCEun
presenta P * FCR
ejemplo de Æ 2003: 24.263/28.570 = 0,849.
TNM P ,est � P

los pasos seguidosPoblaciónd e7 a12


para calcular el años
índice de Æ 2004: 24.189/29.150 = 0,830.
conocimiento en el cantón de San José, pa- Æ Promedio = 0,837.
ra el año 2000.
TNMGest � 1 / 4(TNM P ) � 3 / 4(TNM S ) • Factor de corrección por residencia en
Para las tasas de alfabetización, los valores primaria: 0,870.
para San José son: 98,353, 98,441, 98,554 ✓ Matriculados residentes del cantón /
y 97,545 para 1990, 1994, 1998 y el 2000, Matriculados en centros educativos
respectivamente. �TNMGest � 0� el prome-
IMGt Por
� lo anterior, del cantón
dio, es decir, el valor �constante
100 � 0�
de la tasa Æ 2003: 32.957/38.594 =0,854.
de alfabetización adulta para este cantón, Æ 2004: 33.341/37.633 = 0,866.
es 98,224. Æ Promedio = 0,870.
IC � 1 / 3( IMG ) � 2 / 3( IAA) Æ Cantón receptor en primaria.
Entonces, el índice de alfabetización adulta
es: • Factor de corrección por residencia en
�98,224 � 50� � 0,964 secundaria: 0,773.
IAA � ✓ Matriculados residentes del cantón /
�100 � 50�
Matriculados en centros educativos
Para el índice de matriculación global, la del cantón
información es la siguiente: Æ 2003: 22.046/28.570 =0,772.
Æ 2004: 22.580/29.150 = 0,775.
• Estimación de población de 7 a 12 años: Æ Promedio = 0,773.
34.792. Æ Cantón receptor en secundaria.
• Estimación de población de 13 a 17
años: 30.922. Por lo tanto, las tasas netas de matricula-
• Matrícula inicial en primaria: 42.372. ción (primaria, secundaria y global) se de-
• Matrícula inicial en secundaria: finen así:
28.699.

519
PNUD

42.372 * 0,862 * 0,870 31.784�67,866 � 0 �


TNM P ,est � IMG
� � � 91,355 � 0,679
42.372 * 0,862 * 0,870 31.784 42.372 * 0,862 *34 .792 31.784 34.792 �100 � 0 �
0donde:
,870
TNM P ,est � 4242 .372
.372 * *0,0862 TNM�P ,31
,862**00,,870
870 .784 � 91,355
31�.784 � � 91,355
TNM
TNM �� �� est34.792��9134 ,355
91
34.792 28,.355
P , estP ,est
.792 34.792
3434.792
.792 34
34 .792
.792 699 * 0,837 * 0,773 42 . 18.565
372 * 0�,862 * 0,870 31.784
TNM � TNM � 60,037 � 91,355
P , est � �
S ,est
28.699 * 0,837 * 0CEC 30 . 922
,773 18.565 = 30.922
consumo eléctrico por cliente
2828 .699 * 0 , 837 * 0 , 773
TNM 18 �. 565 � est � 60, 34
037 .792 34.792
TNM � 28 .699 * 0,837 * 0,773 18.565 � 30 60 ,037
� .699 * 0,837 * 0,773 �� 18.565
S , est
.922 30.922
TNM
TNM S ,estS ,est TNMG � 60 ,�037
�est60 / 4(91,355) � 3 / 4(60,estimado.
,1037 037) � 67,866
S ,est � 3030.922
.922 � 30 30.922
.922
30.922 30 .922
TNMGest � 1 / 4(91,355)TNM � 3CER
/ 4(S60 IC
, �
037 �)28
=
� /.699
167 0,*679
3,(866
consumo 0,837 2* /03,773
) �eléctrico
(0,964 18.565
� ) � 0,869� 60,037
residencial
,est
TNMG
TNMG � 1�/14/ (491
(91 ,355))��33/ 4(60
,355 60,,037
037) )��6767 ,866
,866 kw/h. 30 . 922 30.922
est est
TNMGest � 1 / 4(91,355) � 3 / 4(60,037) � 67,866
Clientes
TNMG = número de clientes o abonados
�67 ,866 �est 0� � 1 / 4(91,355) � 3 / 4(60,037) � 67,866
El índice de matriculación global es: IMG � � 0en
,679el cantón.CER
IMG �
�67,866 � 0�100 0�
� � 0�,679 CEC est �
�100 � 0� Clientes
�67,866 � 0�
IMG ��67,866 � 0 � � 0,679 Los límites definidos para el cálculo de este
IMG � �67�100
,866��00� � � 0,679
IMG � �100 � 0� � 0,679 índice son los siguientes:
� � � 0,679
�100 � 0� 67,866 � 0
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
IMG �
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869 �100 � 0 �
�ˆ y � 3�ˆ y
Y, por último, el índice de conocimiento
es: IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869 donde:
CER
CEC est �
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964 ) � 0,869 eléctricoCER Clientes
i = )consumo
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,y964 � 0,869CEC est � y por
=
cliente para cada cantón i en el año 2000.
consumo eléctrico por cliente para
Clientes
�ˆ y = media de la distribución
i de1y/ 3i.(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
IC �
CER�ˆ y = desviación estándar de la distribución de yi.
cada cantón i en el año 2000.
Nivel de vida CEC est �
Clientes �ˆ y =� media
3�ˆ y de la distribución de yi.
CER �ˆ y � 3�ˆ y = desviación estándar de la distribución
CEC est � CER
CEC est � Clientes
Para operacionalizar el
yi = consumo nivel
Clientes de vida se re-
eléctrico por cliente para cada cantón de yi.i en el año �CEC est ,t � ( � y � 3� y ) �
2000. CER
ˆ ˆ
currió al poder �
ˆ
adquisitivo= media dede la las personas
distribución de y . * 0elIPA � 31CEC est �
42.i372 * 0,862 ,870 .784
� (( �ˆ y �� 391 �ˆ,355Clientes
�ˆ y � 3�ˆ y y ) � ( � y � 3� y ))
yi = consumo y eléctrico por cliente
TNM P ,est � para cada cantón i en año 2000. ˆ ˆ
en los distintos �ˆ y = media �ˆ y =dedesviación
cantones, tomando
la distribución estándar de yde . la distribución
icomo 34 .792
Cuando de yi. un valor 34.792 sobrepasó el límite supe-

referencia el�ˆ yconsumo = desviaciónde


�ˆˆ y � 3� estándar
ˆ yelectricidadde la distribución resi- de yi.
28.699 *rior 0,837se * 0le,773 consideró
18.565 como un valor extremo
yi = consumo eléctrico
dencial por cliente �
para cada
por vivienda.

y cantón 3 �
EstaTNM
ˆ IPA
i en el
y decisión
TNM S ,est �
= año
índice
42se.2000. de
basa poder �*CEC
0y, .adquisitivo.
además,

fue �
� 60,037
reemplazado
ˆ y � 3�ˆ y por el valor de
372 * 0,862 30 ,870922 �31( �
ˆ.784 � 3 �30
ˆ y .)922
�ˆ y = media de la distribución de yi. CEC P , est � = consumo IPA �
�estCEC eléctrico
est ,t

por
y
� 91,355
cliente �
estimado.
)y3��3y/ )4�(60
en evidencias de las encuestas IPA est
realizadas 34 .792 (( �ˆ �
yese 3 �ˆ
ˆ y �límite.)34
� .
( �ˆ
792 � 3 �ˆ
y Se usaron ))
(,�355 ,037y) � 67,866los datos referentes a
ˆ
TNMG � 1est/ 4,t (�91
�ˆ y = desviación estándar de la distribución de yi. �ˆ y = media � de la distribución del consumo por cliente para el año 2000.
yi = consumo eléctrico porlacliente
por para cada
Dirección Sectorialcantón de i enEnergíael año 28.699 2000.
(( �ˆdel � 3�ˆ y ) un
* 0,837 * 0,773 18.565
y � ( �ˆ ysolo � 3�ˆ yaño)) (2000) para tener límites co-
yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón TNM iˆen
� = eldesviación
� año 2000. estándar �
de la � 60
distribución ,037 del consumo por cliente para el 2000.
�ˆ = media de la distribución
MINAE, deen yi. S , est
yi. las queIPA se ha encontrado .784 una 30.922 munes30y.922 hacerlos comparables.
ypoder adquisitivo.
�ˆ yy = media de la distribución de.372
42 * 0,862 *=0,índice870 ydei 31
= consumo eléctrico por cliente para cada cantón i en el año 2000.
TNMalta
�ˆ = desviación estándar � la distribución
P , est de =�.CEC
CEC deest y�=poder ��adquisitivo.
consumo
i.( �ˆ y � ) � hogar
eléctrico
�distribución � 91 por ,355cliente estimado.
decorrelación entre t ingreso del
IPA 34 índice
792 de 3=
ˆla34 ˆ.y792
media de y
la distribución de y .
�ˆ yy = desviación estándar la distribución
IPACEC �ˆ
� est = consumo y de
=
est y
,media . de TNMG
y
i eléctrico por est � 1 / 4 ( 91
del ,355 )
consumo
cliente estimado.�67,866 � 0�
� 3 / 4 ( 60
por ,037 )
cliente � 67i ,
para 866 el año 2000.
consumo eléctrico. (( �ˆ y ��ˆ 3=Además,
�ˆ y ) � ( �ˆ�yˆ �se =3�desviación
ˆcalculó elIMG
y )) de la distribución estándar� Pordel último, � 0,el679 índice deyi.poder
el 2000. adquisitivo
�ˆ y = media y dedesviación
la distribución y estándar del consumo por cliente �100de�para 0la� distribución
consumoel año por
2000.clientede para
coeficiente 28.699 de * 0 , 837
correlación * 0 , 773 entre 18 .565
el consumo se calculó del siguiente modo:
TNM S ,est �
eléctrico 30�CEC
�ˆ y = desviación estándar
�CEC
residencial .922est est ,t � ( � y �30
por � ( �
ˆ � 3de
ˆ y � 3�.ˆ922
vivienda
�ˆ yla) �distribución
)y �
� 60,037del consumo por cliente para el 2000.
una es-
IPA = índice de poder adquisitivo. IPA � t y
�CECest ,t � (�ˆ y � 3�ˆ y )�
,
IPA � (( �ˆ y � 3�ˆ y ) � ( �ˆ y � 3�ˆ y )) �67,866 � 0� � 0,679
CECest = consumo timación
eléctrico por delcliente
ingreso
ˆ estimado.ˆpor vivienda
(( � y � 3� y ) � ( � y � 3� y )) ˆ ˆ queIMG efec-

TNMG � 1 / 4 ( 91 ,355 ) � 3 / 4 ( 60 , 037 ) � 67 ,866 �100 � 0� IPA �
�ˆ y = media de la distribución
est del consumo
tuó el INEC con datos del Censo 2000, y por cliente para el año IC 2000.
� 1 / 3 ( 0 ,679 ) � 2 / 3 ( 0 ,964 ) (( �0ˆ,869

y � 3� y ) � ( � y � 3� y ))
ˆ ˆ ˆ
� y = desviación estándar
ˆ dede la distribución
0,878, pordelloconsumo que sepor cliente para el donde: 2000.
IPA = índice de poderresultó
adquisitivo. consideró
IPA = índice de poder
CECest = consumo eléctrico adquisitivo.
como por un indicador
cliente estimado. aceptable del poder ad-
CECest = consumo eléctrico por cliente estimado. IPA IC = índice (0,de poder 3(adquisitivo. CER869
�ˆ y = media de la distribución
quisitivo del
de consumo
los hogares. por cliente para � el1 / 3año 679 2000.) � CEC2 / IPA 0est,964
� ) �=0,índice
�ˆ y = media de la distribución del consumo �67 ,866 por � 0cliente
� CEC para est = el año
consumo 2000. eléctrico por
Clientes clientede poder adquisitivo.
estimado.
�ˆ = desviación estándar de la distribución del consumo por cliente para el 2000.
CEC = consumo eléctrico por cliente
�ˆ yy = desviación estándar de laIMG �
distribución �100datos del
� 0�consumo
� 0�ˆ,679y = mediapor cliente de lapara distribución
el 2000. est del consumo por cliente para el año 2000.
En este caso, los fueron obtenidos
�ˆ y = desviación estándar estimado.
CER de la distribución del consumo por cliente para el 2000.
del informe anual de variables relacionadas CEC est � �ˆ � 3�ˆ= media de la distribución del
Clientes y y
con el consumo eléctrico, que el ICE ela- consumo por cliente para el año
bora cada año. yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón 2000. i en el año 2000.
IC � 1 / 3(0,679) ��ˆ 2=/ media 3(0,964 de )la�distribución
0,869 deˆ yi. ˆ = desviación estándar de la
y � y � 3� y
El consumo eléctrico �ˆ y = desviación
por cliente estándar se define de la distribución de yi. distribución del consumo por

como: yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón i en el año 2000.
cliente para el 2000.
�ˆ y = media deCER
la distribución de yi. �CECest ,t � (�ˆ y � 3�ˆ y )�
CEC IPA �
est �
�ˆ y = desviación estándar de la distribución de
(( �ˆyyi. � 3�ˆ y ) � ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
Clientes

520
�CECest ,t � (�ˆ y � 3�ˆ y )�
IPA = índice de poder adquisitivo.
IPA � por cliente estimado.
CECest = consumo eléctrico
(( �ˆ y � 3�ˆ y ) � ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
�ˆ y �� �y
ˆ de la distribución del consumo por cliente para el año 2000.
3media
ˆy=
�ˆ y = desviación estándar de la distribución del consumo por cliente para el 2000.
IPA = índice de poder adquisitivo.
IMG �
�67,866 � 0� � 0,679
�67,866 � 0� � 0,679 �100 � 0� INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
IMG �
�100 � 0�
267.318.904
CEC � � 3303,3
A continuación se detallan los pasos se- donde: est 80.924
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
guidos para determinar los límites de este
IC � 1 / 3(0,679) � 2 / 3(0,964) � 0,869
índice, de acuerdo con el procedimiento IDH = índice de desarrollo humano.
�3303,3 � 522,6� � 0,698
señalado: IEV =IPA índice
� de esperanza de vida.
CEC est �
CER ( 4509,1 � 522,6)
Clientes IC = índice de conocimiento.
CER
CEC est 1. � Los valores para la media y la desviación IPA = índice de poder adquisitivo.
Clientes
estándar de la distribución del consumo IEV � IC � IPA
IDH �
para el año 2000 fueron: �ˆ y =� 2515,8 3�ˆ y y Retomando el ejemplo del 3 caso de
�ˆ y � 3� ˆ y = 664,4 respectivamente.
sss San José, el IDH para el año 2000 es:
2. Por lo tanto, los límites para el índice
yi = consumo eléctrico por cliente para cada cantón i en el año 2000. de
�ˆ = poder
media deadquisitivo
i en el año 2000. son i , límite inferior =
la distribución de y .
co por cliente para cada ycantón 0,789 � 0,869 � 0,698
tribución de yi. � y = 522,6
ˆ desviación estándarsuperior
y límite de la distribución
= 4509,1. de yi. IDH � � 0,785
3
ndar de la distribución de 3. yEni. todos los años, únicamente el valor
de Escazú excedióIPAeste �límite ( �ˆ y � 3�ˆ y ) �
CEC est ,t �superior, Lo anterior da origen a la información que

�CECest ,t �por ( �ˆ y �lo y ) � su valor fue reemplazado
3�ˆque (( �ˆ y � 3�ˆ y ) � ( �ˆ � 3�ˆ
y por y )) se presenta en el cuadro 4.1.3.
IPA �
(( �ˆ y � 3�ˆ y ) 4509,1.
� ( �ˆ y � 3�ˆ y ))
IPA = índice de poder adquisitivo. Corrección del IDH por seguridad
CECest = consumo eléctrico por cliente estimado.
er adquisitivo. Para el cantón San José, en el año 2000,
�ˆ y = media de la distribución del consumo por cliente para el año 2000. el
léctrico por cliente estimado.
tribución del consumo ˆpor �índice
y = cliente
depara
desviación poder el añoadquisitivo
estándar se estima
de la distribución
2000. del consumo Como
así: por cliente para else2000.
indicó anteriormente, el IDH
ndar de la distribución del consumo por cliente para el 2000. cantonal tomó en cuenta las tres dimen-
• CER = 267.318.904 kW/h. siones del IDH que calcula el PNUD para
• Clientes = 80.924. los países del mundo. No obstante, dado el
impacto que puede tener la victimización
El consumo por cliente estimado es: en el desarrollo humano, al limitar las po-
sibilidades de disfrutar una vida larga y sa-
267.318.904 ludable, se consideró necesario introducir
CEC est � � 3303,3
80.924 esta dimensión en el índice propuesto.
267.318.904
CEC est � � 3303,3
80.924
Y el índice de poder adquisitivo es: Dado que el ISC (Nota 2.1) fue calculado
IPA �
�3303,3 � 522,6� � 0,698
para el 2003, la corrección del IDH can-
(4509,1 � 522,6)
IPA �
�3303,3 � 522,6� � 0,698 tonal se hizo también para ese año, con el
(4509267,1.318
� 522 ,6)
.904 objetivo de estudiar cuánto se modificaba
CEC est � 3303,3
IEV � IC �� IPA
IDH � 80.924
el IDH original al introducir esta nueva
El IDH para cada cantón 3 se calcula como dimensión. El procedimiento es simple,
IEV � IC � IPA
un promedioIDHsimple
� de los tres índices an- ya que al integrársele una dimensión adi-
tes descritos,
IPA �
�3303,3 � 522
gracias a
3 ,6�
que comparten
� 0,698 una cional, el IDH cantonal corregido por
(4509,1 � 522,6)
misma escala de medición.
0,789 � 0,869 � 0,Su 698cálculo es el seguridad es el promedio de las cuatro di-
IDH � � 0,785
siguiente: 3 mensiones. Este procedimiento arrojó los
0,789 � 0,869 � 0,698
IDH � IEV � IC � IPA� 0,785 resultados que se presentan en los cuadros
IDH � 3
3 4.1.4 de este Anexo.

0,789 � 0,869 � 0,698


IDH � � 0,785
3

521
PNUD

Nota 2.3
Índices de percepción de inseguridad
y clasificación de las personas entrevistadas en grupos de temor

En el INDH 2005 se define la percepción sección 3.1 de este Anexo), distribuidas de


de inseguridad como el riesgo que perci- la siguiente manera:
ben las personas de sufrir actos violentos o
de despojo por parte de otros. Para hacer • Patrimonial: 17 preguntas.
operativo este concepto se comenzó por es- • Física: 14 preguntas.
tablecer cuatro dimensiones: • Emocional: 14 preguntas.
• Sexual: 21 preguntas.
• Patrimonial: riesgo que se percibe de
perder objetos o bienes propios como Durante las entrevistas, se les solicitó a las
resultado de actos delictivos. personas responder cada pregunta valoran-
• Física: riesgo que se percibe de ser vícti- do si la posibilidad de que le sucediera la
ma de actos que lesionen la integridad fí- situación descrita era “muy alta”, “alta”, “ni
sica -como amenazas, lesiones por golpes alta ni baja”, “baja”, “muy baja”, “ningu-
o armas- o que conlleven a la muerte. na”, “no aplica” o “Ns/Nr”. Para elaborar
• Emocional: riesgo que se percibe de re- los cuatro índices se procedió así:
cibir agresión por medio de gritos, gro-
serías, malacrianzas, miedo, amenazas y • Cuando no se obtuvo respuesta de la
otros actos de este tipo. persona entrevistada (Ns/Nr), se asignó
• Sexual: riesgo que se percibe de ser víc- el código 3, que denota una posibilidad
tima de hostigamiento sexual, abuso “ni alta ni baja”.
sexual o violación. • Cuando la respuesta fue “no aplica”, se
interpretó como “ninguna” posibilidad.
Cada una de las cuatro dimensiones fue • Se trabajó entonces con la siguiente es-
transformada en un índice. De esta mane- cala de posibilidades: muy alta (5), alta
ra se construyeron los índices de percep- (4), ni alta ni baja (3), baja (2), muy ba-
ción de inseguridad (IPI) de la integridad ja (1), ninguna (0).
patrimonial, física, emocional y sexual, • La confiabilidad de los índices se corro-
utilizando el cuestionario de la ENSCR- boró usando el Alfa de Cronbach. El
04. La parte de esta encuesta relacionada Cuadro 1 muestra que los cuatro índi-
con la percepción estuvo conformada por ces son confiables (valores superiores a
66 preguntas (ver pregunta E1 a E7 en la 0,8).

522
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 1

Valores mínimo, máximo y Alfa de Cronbach según índice


Total de Valores
Dimensión ( i ) Alfa de Cronbach
preguntas Mínimo Máximo
Patrimonial 17 0 85 0,875
Física 14 0 70 0,921
Emocional 14 0 70 0,923
Sexual Nota 2.3 21 0 105 0,947
Índices de percepción de inseguridad
y clasificación de las personas entrevistadas en grupos de temor
• Para calcular los índices se hizo una por los índices fue utilizada para clasificar
suma de las respuestas en cada dimen- a las personas de acuerdo con su grado de
AGINA 2
sión y luego fueron escaladas de cero a temor. La idea fue formar grupos de perso-
100, de la siguiente forma: nas con grados de temor similares, minimi-
N zando las diferencias dentro de los grupos y
(� X in � Mini ) maximizando las existentes entre ellos.
IPI i � n �1
* 20
�Maxi � Mini �
Este objetivo se logra aplicando el análisis
donde: de conglomerados (AC). Por esta razón,
mediante el procedimiento K-Medias (un
IPIi = índice de percepción de tipo especial de AC), se realizaron cálculos
inseguridad para la dimensión i. con dos, tres, cuatro y cinco grupos. Para
i = patrimonial, física, emocional y los propósitos de este trabajo, la alternativa
sexual. que formó cuatro grupos fue satisfactoria.
n = preguntas que conforman en la
dimensión i. El Cuadro 2 presenta los cuatro grupos de
Mini = valor mínimo que se puede temor encontrados, según los valores pro-
obtener para la dimensión i medio de cada uno de los índices, además
(Cuadro 1). de la respectiva cantidad de individuos que
Maxi = valor máximo que se puede los conforman.
obtener para la dimensión i
(Cuadro 1). Los resultados evidencian que el compor-
tamiento de los índices promedio entre
De este modo, el valor mínimo (0) revela los grupos es consistente, ya que empiezan
una persona que no percibe inseguridad. bajos en las cuatro dimensiones del primer
Por el contrario, el valor máximo (100) de- grupo (primera columna de resultados del
nota a una persona que percibe el nivel más Cuadro 2) y se incrementan sistemática-
alto de inseguridad. mente hasta el último grupo (de izquierda
a derecha). Esto revela un patrón que des-
Los grupos de temor cribe un nivel de temor creciente entre los
diferentes grupos construidos.
Aunque la reducción de las 66 preguntas
de la ENSCR-04 a cuatro índices de per- Como los integrantes del primer grupo
cepción de inseguridad facilita el análisis, presentan un bajo nivel de temor, se les de-
se decidió construir una única variable que nominó “tranquilos” (25,1% de la mues-
resumiera la percepción de inseguridad. tra). En el siguiente grupo los índices se
Para ello, la información proporcionada incrementan, revelando la existencia de
523
PNUD

personas más temerosas (principalmente tados” (28,5%). En el último grupo se ubi-


desde el punto de vista patrimonial), por caron los índices promedio más altos (casi
lo que se les llamó “nerviosas” (36,6%). En todos superiores a 60), que representan a
el tercer grupo los índices crecen aún más y las personas que, por temor, probablemen-
se observa ya un nivel de temor importante te dejan de hacer planes en su vida diaria,
en todas las dimensiones, por lo que a sus razón por la cual se les clasificó como “si-
miembros se les dio el calificativo de “asus- tiadas” (9,8%).

Cuadro 2

Clasificación de los entrevistados según los niveles de percepción de inseguridad


(valores promedio)

Análisis de conglomerados-Procedimiento K-Medias


Índice
Grupos de temor
Tranquilos Nerviosos Asustados Sitiados
(1) (2) (3) (4)

Patrimonial 26,5 44,5 54,9 68,3

Física 12,8 28,6 47,0 64,3

Emocional 11,5 26,1 43,6 65,4

Sexual 8,2 16,5 33,9 57,8

Número de personas 602 880 684 236

524
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.4
Índices de libertades individuales

La construcción de estos índices asume que la inseguridad ciudadana tiene un grave


el concepto de libertad individual refiere a efecto en la realización de actividades
la posibilidad de movilizar la voluntad y orientadas al gozo. La angustia persis-
ejercer las acciones que se derivan de ella, tente constituye una fuente de enferme-
en pro de la consecución de un proyecto de dad mental y frustración, la lamentable
vida. Para operacionalizar este concepto se circunstancia que significa interdecir la
consideraron tres dimensiones básicas: alegría.

• Autodeterminación (libertad de mo- En síntesis, se empleó la figura de una per-


vimiento): los seres vivos se reconocen sona capaz de autodeterminarse, de llevar a
por su movimiento. Cualquier persona cabo proyectos que incluyen la formación
requiere desplazarse para satisfacer sus de un núcleo afectivo, y con una vocación
necesidades más elementales. Esta capa- para el gozo y la alegría. A partir de los
cidad resulta un supuesto necesario para datos de la ENSCR-04 se seleccionó un
el ejercicio de todas las demás; por ello grupo de preguntas para operacionalizar
tiene una importancia central, y el aná- cuatro índices que reflejan cada una de las
lisis parte de su consideración. dimensiones citadas (cuadro 1).

• Disponer de un nido y un patrimonio: En el caso de la autodeterminación (li-


todas las personas necesitan un lugar bertad de movimiento) se elaboraron dos
dónde vivir en condiciones de seguridad índices, denominados Restricción del des-
y dignidad, donde puedan compartir plazamiento y Restricción de las libertades de
en el círculo íntimo de sus afectos. La la niñez. Para la dimensión que hace refe-
noción de “nido” comprende más que rencia a disponer de un nido y un patri-
la simple casa, más que los hijos e hi- monio se construyó el índice Restricción del
jas, o que el patrimonio familiar; es el disfrute del patrimonio, a partir del prome-
resultado unitario de la síntesis de todos dio simple de los subíndices Restricción del
estos factores, que las personas pueden disfrute de los bienes y Restricción del disfrute
disfrutar en su ámbito más íntimo. Los personal de la casa. La dimensión de gozar
indicadores elegidos para esta dimensión y vivir con alegría dio lugar a un único ín-
tienen, además de una relación con la dice, llamado Restricción de la libertad de
noción de disfrute de la casa y el núcleo recreación.
estructural del nido, un vínculo directo
con el uso de los bienes y el patrimonio. Por medio del Alfa de Cronbach se deter-
minó que la confiabilidad de los índices es
• Gozar, vivir con alegría: en el INDH alta, 0,70 o más; éstos además fueron esca-
el disfrute de la vida se considera una lados de cero (sugiere baja restricciones) a
necesidad humana esencial. Aunque 100 (sugieren alta restricción) para facilitar
esto parece obvio, se ha observado que la comparación e interpretación.

525
526
Cuadro 1
PNUD

Índices de libertades según dimensión, variables contempladas, escala, número de ítemes y confiabilidad

Escala de la N° de
Dimensión Índices Variables Conf. (1)
pregunta ítemes
H4.1. ¿Evita salir solo(a) de su casa durante el día?
H4.2. ¿Evita salir solo(a) de su casa durante la noche?
H4.3. ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale durante el día?
Sí (a veces,
Restricción del
H4.4. ¿Evita llegar solo(a) a su casa cuando sale por la noche? casi siempre, 7 0,86
desplazamiento
Autodeterminación H4.7. ¿Evita tomar el bus durante la noche? siempre)
(libertad de
movimiento) H4.8. ¿Evita tomar taxi durante la noche?
H4.13. ¿Evita salir de noche a realizar actividades como estudiar o trabajar?
H4.22. ¿Evita que los niños(as) de su casa jueguen en la calle? Sí (a veces,
Restricción de libertades de
H4.23. ¿Evita que los niños vayan solos a hacer mandados? casi siempre, 3 0,93
la niñez
siempre)
H4.24. ¿Evitan que los niños(as) que viven con usted visiten casas de otros niños o niñas?
H4.16. ¿Evita llevar con usted más dinero del que necesita?
Restricción H4.17. ¿Evita usar el cajero automático durante las noches?
del disfrute
de los bienes H4.18. ¿Evita dejar la casa sola durante el día?
Restricción Sí (a veces,
Disponer de un nido del disfrute H4.19. ¿Evita dejar la casa sola durante la noche? casi siempre,
8 0,67
y un patrimonio del H4.5. ¿Evita estar solo(a) en su casa durante las noches? siempre)
patrimonio Restricción
del disfrute H4.12. ¿Evita comprar cosas que le gusten porque se las pueden robar?
personal de H4.20. ¿Evita estar solo(a) en la casa en cualquier momento del día?
la casa
H4.21. ¿Evita estar en su casa?
H4.6. ¿Evita realizar ejercicios al aire libre?
H4.9. ¿Evita lugares de entretenimiento como bares, discotecas, etc.?
Sí (a veces,
Gozar, vivir con Restricción de la libertad de H4.10. ¿Evita lugares donde se reúne mucha gente como conciertos, estadios, plazas públicas,
casi siempre, 5 0,79
alegría recreación festejos populares, etc.?
siempre)
H4.11. ¿Evita lugares de recreación: parques públicos, piscinas, parques de diversiones, etc.?
H4.14. ¿Evita participar en eventos sociales como reuniones, fiestas, etc.?
Nota: (1) La confiabilidad fue calculada con el Alfa de Cronbach.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.5
Índices del desempeño de las funciones básicas
de las instituciones públicas, 1995-2003

Los índices del desempeño de las funcio- Instituciones de integración social:


nes básicas de las instituciones públicas
valoran, a partir de una serie de criterios - Caja Costarricense de Seguro Social2
e indicadores, hasta qué punto dichas en- - Ministerio de Educación Pública3
tidades proveen a la población los bienes - Instituto de Desarrollo Agrario
y servicios básicos contemplados dentro - Instituto Mixto de Ayuda Social
de su mandato institucional.1 Para ello, se - Instituto Nacional de Alcoholismo y
construyen tres índices de desempeño: uno Farmacodependencia
para las instituciones encargadas de velar - Instituto Nacional de Aprendizaje
por la seguridad ciudadana, otro para las - Instituto Nacional de las Mujeres
dedicadas a la administración de la justicia - Ministerio de Cultura Juventud y
y, por último, uno para las comisionadas a Deportes
promover la integración social. El procedi- - Ministerio de Salud
miento seguido se detalla a continuación. - Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social
Para seleccionar los entes públicos de interés - Ministerio de Vivienda y Asenta-
se elaboró una lista inicial de las institucio- mientos Humanos
nes en ejercicio (activas) en el país durante - Patronato Nacional de la Infancia
el último decenio. Estas fueron clasificadas
en las tres categorías antes mencionadas. Debido a las limitaciones de tiempo para
Las instituciones incluidas en la taxonomía valorar el desempeño de las 16 institucio-
fueron las siguientes: nes de interés, el Grupo Coordinador del
INDH seleccionó las más útiles para los
Instituciones encargadas de velar por la se- propósitos del informe, que corresponden
guridad ciudadana: a las señaladas con el número 2. Para valo-
- Ministerio de Seguridad Pública y rar el desempeño de las funciones básicas
Gobernación y Policía2 se definieron cuatro dimensiones: eficacia,
Instituciones de administración de la eficiencia, calidad del servicio y asignación
justicia: de recursos.4
- Poder Judicial2 3
- Organismo de Investigación Judicial2 La eficacia se refiere al grado de cumpli-
- Ministerio de Justicia y Gracia miento de los objetivos o metas trazadas.

1
Se usa el término “valoración”, y no evaluación, debido a que se establece un balance del desempeño institucional de las
funciones básicas, no una evaluación integral de ese desempeño, ni de la gestión de las instituciones. En ese sentido, la
consecución (o desempeño) de las funciones básicas de las entidades públicas se visualiza tan solo como una pequeña parte
del desempeño institucional, concepto de por sí más amplio.
2
Indica las instituciones que fueron seleccionadas para la construcción de índices.
3
Incluye únicamente a los tribunales de justicia y al Ministerio Público. Por su trascendencia para el INDH, el Organismo
de Investigación Judicial (OIJ) fue considerado por aparte.
4
Los factores que llevaron a la elección de estos criterios se explican en el documento de trabajo “Desempeño de las
funciones básicas de las instituciones públicas en materia de seguridad ciudadana, integración social y administración
de la justicia: balance situacional, percepción de desempeño y confianza en las instituciones”, preparado por Alonso
Villalobos en el marco del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005.
527
PNUD

En otras palabras, esta dimensión busca • Atención del usuario: corresponde al


determinar hasta qué punto la institución nivel y calidad de la atención brindada
(o parte de esta) cumple sus objetivos ini- al usuario de un bien o servicio público
ciales, sin considerar -necesariamente- los con el fin de aumentar su bienestar o sa-
recursos (o cantidad de ellos) asignados. tisfacción.
Por lo general, la eficacia se expresa en tér-
minos porcentuales de cumplimiento. Por último, se definió una dimensión de
naturaleza económica, denominada asig-
Por su parte, la eficiencia describe la rela- nación de recursos, que abarca el conjunto
ción entre la producción física de un bien de personas, bienes materiales, financieros
público o la prestación de un servicio por y técnicos disponibles en una institución
parte de una institución pública, y los in- para proveer a los beneficiarios los bienes
sumos o recursos empleados para gene- públicos o servicios que son de su compe-
rarlos. Así, el grado de eficiencia tiene un tencia.
nexo directo con las posibilidades de pro-
veer un bien o servicio en el contexto de La elección de los indicadores para cada
las restricciones de recursos o limitaciones una de las dimensiones contempló el pe-
-materiales, financieras- existentes. ríodo 1995-2003 y fue realizada a partir
del criterio de expertos. En junio del 2004
La calidad del servicio tiene que ver con los especialistas Alfredo Chirino (Escue-
la capacidad de una institución para res- la Judicial), Carlos Navarro (Unidad de
ponder, en forma rápida y directa, a las ne- Análisis-OIJ), Elías Carranza (ILANUD),
cesidades de sus usuarios. Dentro de esta Francisco Antonio Pacheco (ex-Ministro
noción de calidad pueden valorarse varios de Educación Pública) y Guido Miranda
factores, como accesibilidad, continuidad, (ex-Presidente ejecutivo de la CCSS) apor-
cobertura, satisfacción o atención del usua- taron sus puntos de vista al respecto; a cada
rio, etc. Debido a su importancia analítica uno se le solicitó que recomendara, para
y a la disponibilidad de información, se es- una institución específica, al menos dos in-
tablecieron tres subdimensiones: dicadores que respondieran a los criterios
preestablecidos. Asimismo, se les consultó
• Accesibilidad: consiste en el grado de sobre posibles fuentes de información para
acceso de la población a los bienes y ser- construir los indicadores sugeridos.
vicios públicos sin limitación alguna por
razón de pertenencia (a un grupo social Durante la recolección de datos se corro-
específico, por ejemplo) o discapacidad. boró que algunos de los indicadores reco-
mendados no estaban disponibles o que el
• Cobertura: se relaciona con la población tiempo para construirlos excedía el plazo
meta beneficiada o asistida mediante las establecido. Cuando esto ocurrió, se bus-
acciones incluidas en el mandato legal có el segundo indicador propuesto o, en
de una institución en particular. Depen- su defecto, se recolectaron otros. Los es-
de, por lo general, del emplazamiento pecialistas consultados para el caso de las
geográfico de las entidades públicas o de instituciones de integración social (CCSS y
la facilidad con que los usuarios pueden MEP) plantearon la necesidad de usar más
acudir a una oficina o dependencia pú- de un indicador para cada criterio, debi-
blica. do a la amplitud de las funciones básicas

528
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

correspondientes a esas instituciones. De Con base en estos indicadores fueron cons-


ahí que, en lo concerniente al MEP y a la truidos los tres índices ya mencionados.
CCSS, se utilizaron ocho indicadores para Estos fueron escalados de cero a 100, asig-
cada uno, en tanto que para el Ministerio nándole el valor de cero al mínimo posible
de Seguridad se emplearon siete, para el en la serie numérica (mínimo desempeño)
Sistema Judicial seis y para el OIJ cinco. y 100 al valor más alto (máximo desem-
En total se consideraron 34 indicadores peño).
(Cuadro 1).

529
530
Cuadro 1
PNUD

Indicadores elegidos por institución pública con base en criterios preestablecidos

Calidad
Insti-
Asignación de recursos
tución Eficacia Eficiencia Accesibilidad Cobertura Atención

-Porcentaje de recursos asignados a


formación y capacitación de la policía,
-Porcentaje de los policías
-Razón entre el número de como parte del presupuesto anual del
-Cantidad de aprehen- -Cantidad de efectivos poli- que han participado anual-
aprehensiones del MSP y -Número de efectivos policia- MSP
MSP siones por efectivo ciales por cada 100.000 ha- mente en cursos de forma-
entradas netas a las ofici- les por km2 -Inversión en equipo de comunicacio-
policial bitantes ción, especialización y pro-
nas del Ministerio Público nes, transporte y avituallamiento po-
fesionalización
licial como porcentaje de los egresos
del MSP

-Número de investigadores y
-Promedio de casos asig-
-Promedio mensual de funcionarios del OIJ dedica-
-Porcentaje de casos re- nados mensualmente por -Presupuesto del OIJ como porcentaje
OIJ casos resueltos por in- dos al servicio de investiga-
sueltos por el OIJ investigador (indicador de del total asignado al Poder Judicial
vestigador ción judicial (por cada 1.000
cargas de trabajo)
habitantes)

-Número de jueces por cada


100.000 habitantes (todas las
-Productividad global -Cantidad de km2 que debe
-Casos en trámite por juez materias) -Gasto anual presupuestado del Poder
SJ de los jueces (causas ser cubierta por juez (todas
(para todas las materias) -Número de jueces en materia Judicial por habitante
terminadas por juez) las materias)
penal por cada 100.000 habi-
tantes
-Porcentaje de la pobla-
-Consulta externa y de ur-
ción con cobertura de los -Promedio de consul- -Cantidad de personal de en-
gencias por habitante
programas de atención tas por hora médica fermería y médicos por 1.000 -Gasto total anual de la CCSS por per-
CCSS -Camas de hospitales de
primaria contratada personas cubiertas por seguro sona cubierta por seguro de salud
la CCSS por 1.000 habi-
-Cobertura contributiva del -Giro de camas de salud
tantes
seguro de salud
-Tasa de aprobación
-Porcentaje de desgranamien-
-Tasa neta de escolaridad de pruebas de sexto
to de primer grado a noveno -Cantidad de estudiantes por -Gasto mensual promedio en educa-
en primaria año
MEP año centros educativos de prees- ción por personas de la población en-
-Tasa neta de escolaridad -Tasa de aprobación
-Porcentaje de deserción en colar, primaria y secundaria tre 6 y 18 años
en secundaria de pruebas de bachi-
enseñanza secundaria
llerato
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005
Nota 2.6
Brecha entre victimización y percepción de inseguridad

Nota 2.6
Brecha entre victimización y percepción de inseguridad
PAGINA 1
N
La medición de la brecha entre la proba-
bilidad percibida de victimización (percep- �X di

ción de inseguridad) y la probabilidad em- PRd � i �1


N
pírica de ocurrencia (victimización), tiene donde:
como objetivo evaluar qué tan amplia es la
diferencia entre los grados de inseguridad PRd = probabilidad empírica de
que sienten las personas y los niveles que ocurrencia para la dimensión d.
realmente se experimentan. d = patrimonial, física, emocional,
sexual.
Para llevar a cabo este cálculo se analizó la Xdi = delito o situación “i” de la
información de la ENSCR-04 descrita en dimensión “d” del cual fue o no
los módulos de percepción de inseguridad víctima.
(preguntas E1 a E6; ver sección 3 de este N = total de delitos o situaciones que se
Anexo) y de victimización (módulo telefó- consideran en la dimensión “d”.
nico), utilizando para ello las dimensiones
patrimonial, física, emocional y sexual. Probabilidad percibida de ocurrencia

Como primer paso, se hizo una revisión de La percepción de inseguridad se valoró me-
las preguntas incluidas en cada uno de los diante un proceso de tres etapas. La primera
módulos, con la idea de identificar empare- consistió en estandarizar la escala de medi-
jamientos que permitieran evaluar las mis- ción utilizada entre 0 y 100, donde un ma-
mas situaciones en ambos casos. El Cuadro yor valor representa una mayor probabilidad
1 presenta el resultado de ese cotejo. de ser víctima de un delito o situación de
inseguridad. Así, se asignó 100 si la persona
Debido a que el interés estuvo centrado entrevistada consideraba muy alta la proba-
en el cálculo para cada una de las cuatro bilidad del suceso, 80 si era alta, 60 si era ni
dimensiones, como paso siguiente se pro- alta ni baja o no respondía, 40 si era baja, 20
cedió a estimar el porcentaje de personas muy baja y 0 si era nula o no aplicaba.
que indicaron haber sido víctimas de de-
lito durante los últimos doce meses, o que En la segunda etapa se calcularon los prome-
manifestaron la percepción de que podrían dios al interior de cada dimensión, ya que,
serlo en el futuro. como se aprecia en el Cuadro 1, al momen-
to de generar los cotejos entre las preguntas
Probabilidad empírica de ocurrencia a nivel empírico y percibido, hay casos en
los que se debe usar más de una pregunta
Para evaluar la probabilidad empírica de de percepción para equipararla con las de
ocurrencia, se asignó un valor de 100 si la victimización. Dichos valores resultan de
persona fue víctima de delito y 0 en el caso calcular el promedio simple para el total de
PAGINA 2
contrario. El porcentaje resultante corres- preguntas planteadas en cada caso.
ponde al promedio de personas que fueron N
víctimas de delito para cada una de las pre- �Y ki
guntas asignadas. IPk � i �1
N
531
PNUD

donde: N = total de delitos o situaciones que


se consideran en la dimensión
IPk = indicador de percepción de “d”.
ocurrencia para el delito o situación
“k”. Evaluación de la brecha
Yki = percepción de ocurrencia del delito
o situación “i”. Finalmente, con los valores para las perso-
N = total de delitos o situaciones que se nas que han sido víctimas de algún delito
consideran en “k”. y para las que consideran que pueden ser-
lo en cada dimensión, se cálculo la brecha
Con la generación de cada promedio de existente entre ambos, dividiendo la pro-
la dimensión, se aplicó nuevamente el babilidad percibida entre la probabilidad
promedio simple de esos valores a fin de empírica.
obtener la probabilidad que PAGINA
perciben3 las
personas de ser víctimas de alguno de los PPd
PAGINA 2 delitos descritos. Bd �
PRd
N
donde:
� IP dk
PPd � K �1
Bd = brecha para la dimensión “d”.
N
d = patrimonial, física, emocional,
donde: sexual.
PPd = probabilidad percibida de
PPd = probabilidad percibida de ocurrencia para la dimensión “d”.
ocurrencia para la dimensión “d”. PRd = probabilidad empírica de
d = patrimonial, física, emocional, ocurrencia para la dimensión “d”.
sexual.
IPdk = indicador de percepción de
ocurrencia para el delito “k” de la
dimensión “d”.

532
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Cuadro 1

Cotejo de las preguntas para evaluar la brecha entre victimización y percepción

Victimización Percepción de inseguridad

Dimensión ¿Durante los últimos 12 meses,


usted o algún miembro de su ¿Cuál es la posibilidad de que ....
hogar ha sido víctima de…

...robo de carro? ...le roben su carro o el de alguien que vive con usted?
...daños o vandalismo contra el
...dañen su carro o el de alguien que vive con usted?
carro?
...robos en la casa (TV, electro-
...personas desconocidas se metan a robar a su casa?
dom, pertenencias?
…daños o actos de vandalismo
...personas desconocidas dañen su casa?
Patrimonial contra su casa?

...robos o asaltos fuera de la ...lo asalten cuando camina de día por la calle?

casa? ...lo asalten cuando camina de noche por la calle?

...lo estafen usando tarjetas de crédito o débito?


...estafas? ...pierda la casa donde vive o alguna propiedad por un fraude o
estafa?

...sea atacado con un arma en algún lugar de entretenimiento


público por un desconocido?

...sea atacado con un arma en su lugar de trabajo o centro de


estudios?
...agresión física con algún tipo
de arma?
...sea atacado con un arma por un vecino?

...sea atacado con un arma por un policía?

... sea atacado con un arma por alguien que vive con usted?

...sea golpeado por el chofer de un bus?

Física ...sea golpeado por el chofer de un taxi?

...sea golpeado en algún lugar de entretenimiento público por


una persona desconocida?

...agresión física sin armas? ...sea golpeado en su lugar de trabajo o centro de estudios?

...sea golpeado por un vecino?

...sea golpeado por un policía?

...sea golpeado en su casa por alguien que viven con usted?


...sea golpeado por algún familiar o conocido que no vive con
usted?
...secuestros? ...sea secuestrado?

Continúa...

533
PNUD

Dimensión Victimización Percepción de inseguridad


...sea maltratado emocionalmente por un compañero(a) de
estudios o de trabajo?
...por un profesor(a)?

...por su jefe(a)?

...por un policía?

...por una persona desconocida en la calle?

...por un chofer de bus?

...por un chofer de taxi?


Emocional o ...maltrato emocional o psico-
psicológica lógico?
...por un amigo o una amiga?

...por personal médico?

...por un funcionario de una institución pública?

...por una persona que trabaja en el 911?

...por un vecino o una vecina?

...por alguien que viva en su casa?

...por algún familiar o conocido que no viva con usted?


… recibir amenazas por negarse a favores sexuales por parte
de ...
... alguna persona desconocida?

... sus compañero/as de trabajo o centro de estudios?


...amenazas por negarse a
... su jefe o profesor?
favores sexuales?
... sus amigos o amigas?

... algún familiar o conocido que no viva con usted?

... alguna persona que no vive con usted?

… abuse sexualmente de usted ...

... alguna persona desconocida?


Sexual
... sus compañeros o compañeras de trabajo?
...tocamientos indeseados con
... su jefe o profesor?
fines sexuales?
... sus amigos o amigas?

... algún familiar o conocido que no vive con usted?

... alguna persona que vive con usted?

... un desconocido le obligue a tener relaciones sexuales contra


su voluntad?

...violación o intento de viola- ... un conocido le obligue a tener relaciones sexuales contra su
ción? voluntad?

... sin darse cuenta la(o) droguen para aprovecharse sexual-


mente de usted?

534
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.7
Índice de tolerancia a la diversidad
Nota 2.7
Índice de tolerancia a la diversidad
La tolerancia a la diversidad se concibe co- tandarizado a una escala de 0 a 100, de la
mo el respeto y el reconocimiento
PAGINAdel1 dere- siguiente manera:
cho que tiene toda persona de ser lo que es, 5
dondequiera que se encuentre. Si el desa- (� X i � Min)
rrollo humano es un concepto que integra ITD � i �1
*100
�Max � Min�
a todas las personas, las sociedades actuales
deben alimentar la tolerancia frente al otro donde:
diferente (Fukuda-Parr 2004).1
ITD = índice de tolerancia a la
Para clasificar a las personas según los ni- diversidad.
veles de tolerancia que manifestaron en la i = clase social, religión, etnia,
ENSCR-04, se desarrolló un índice de to- partido político, nacionalidad.
lerancia a la diversidad (ITD) con base en Mini = valor mínimo que se puede
las preguntas ubicadas en el módulo H.9 obtener: 5.
(las preguntas y sus frecuencias se consig- Maxi = valor máximo que se puede
nan en la sección 3 de este Anexo). obtener: 25.

La encuesta indagó si se consideraba que Así, valores cercanos a 100 indican una
los vecindarios debían estar integrados por tolerancia alta y los cercanos a 0 sugieren
personas de una misma clase social, reli- intolerancia a la diversidad.
gión, origen étnico, partido político o na-
cionalidad, o bien podían ser heterogéneos Posteriormente, el índice fue empleado co-
o diversos en términos de estas característi- mo variable de clasificación en un análisis
cas. Dado que en el cuestionario se asignó de conglomerados (procedimiento K-me-
mayor puntaje a los niveles de intolerancia dias), con el propósito de situar a las perso-
(5 para “muy de acuerdo” y 1 para “muy en nas entrevistadas en grupos homogéneos.
desacuerdo”), para efectos de la construc- Se realizaron pruebas con 2, 3, 4 y 5 gru-
ción del ITD se cambió la escala, otorgan- pos. Los resultados satisfactorios se dieron
do un puntaje más alto a las respuestas “en con la definición de tres grupos: uno con
desacuerdo” (5), hasta llegar a los niveles muy alta tolerancia a la diversidad, uno
en los que los entrevistados manifestaron con alta tolerancia y uno con baja toleran-
estar “muy de acuerdo” (1). Por medio del cia. El Cuadro 1 presenta los promedios
Alfa de Cronbach se determinó que la con- del ITD en estos grupos y en él se aprecia
fiabilidad del ITD es alta, de 0,92. que, en términos generales, en la población
predomina un nivel de tolerancia impor-
El índice fue el resultado de aplicar el pro- tante: el 91,3% tiene un alto o muy alto
medio de las cinco respuestas (Xi) sobre la nivel de tolerancia y tan solo el 8,7% posee
composición del vecindario. Luego, fue es- uno bajo.

1
Para más detalles sobre este tema se recomienda consultar el Informe sobre Desarrollo Humano publicado en el 2004,
titulado La libertad cultural en el mundo diverso de hoy.
535
PNUD

Cuadro 1

Clasificación de los entrevistados


según niveles de tolerancia a la diversidad

Grupos de tolerancia
Índice
Muy alta Alta Baja

ITD 99,1 74,2 39,6


Número de personas 1224 968 210

Porcentaje 51,0 40,3 8,7

536
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.8
Índices de medidas extremas

Como parte de las investigaciones del IN- de preguntas (secciones H5 y H8, descritas
DH 2005 se elaboraron índices para estu- en la sección 3 de este Anexo) para valo-
diar la disposición que tienen las personas rar qué tan de acuerdo o en desacuerdo
a apoyar o efectuar por su cuenta acciones estaban con las frases enunciadas. Las res-
y normas extremas, así como la inclinación puestas fueron escaladas de 0 a 100, de la
a hacer uso de la fuerza en situaciones per- siguiente forma: “muy de acuerdo” (100),
sonales (de índole familiar). Estos índices “de acuerdo” (75), “indeciso” o “Ns/Nr”
fueron definidos de la siguiente manera: (50), “en desacuerdo” (25) y “muy en des-
acuerdo” (0).
• Índice de inclinaciones extremas de hecho:
se refiere a la disposición que tienen las La construcción de los índices fue el resul-
personas a aplicar por su cuenta san- tado de la aplicación de dos análisis facto-
ciones físicas a quien comete un delito; riales. El primero incluyó las variables H5
abarca desde linchar al infractor hasta (Cuadro 1) y de él se obtuvo la estructura
validar la posibilidad de darle muerte. de los índices de inclinaciones extremas de
hecho y de tendencias normativas, con un
• Índice de tendencias normativas extremas: porcentaje de varianza explicada de 51,8%.
corresponde a la disposición que tienen Es importante mencionar que la pregunta
las personas a apoyar que las autorida- relacionada con la disposición a imponer
des apliquen sanciones más drásticas a la pena de muerte, aunque presentó ma-
los infractores. yor carga factorial en las inclinaciones ex-
tremas de hecho, fue asignada al factor de
• Índice de inclinaciones de uso de la fuerza tendencias normativas extremas, debido a
en situaciones privadas: se relaciona con que este tema tiene una connotación prin-
la disposición a validar el castigo físico cipalmente de tipo normativo, a diferencia
o a agredir a otra persona, como medio de lo que reflejan las otras opciones, en las
para solucionar un problema de índole que las personas manifiestan estar dispues-
familiar o como medida correctiva en tas a tomar por su cuenta las acciones del
términos educativos. caso para aplicar los castigos.

En la ENSCR-04, a las personas entrevis-


tadas se les solicitó responder una batería

537
PNUD

Cuadro 1

Cargas factoriales para conformar los índices de inclinaciones extremas


de hecho y tendencias normativas extremas

Componente
Índice Afirmación
1 2

Es válido matar para proteger a su familia 0,78 0,19

Es válido matar para proteger su casa o propiedad


0,77 0,09
Inclinaciones extremas Es válido matar si violan a un hijo o una hija suya
0,77 0,21
de hecho
Es aceptable matar a los delincuentes que siguen cometiendo
actos delictivos 0,73 -0,10

Si existe la oportunidad, es mejor linchar al delincuente que sea


atrapado 0,62 0,04

En ocasiones se justifica que la policía torture a alguien para


obtener información 0,51 0,12

Es necesario imponer la pena de muerte en algunos casos


0,73 0,16
Las autoridades deberían publicar el nombre de las personas
Tendencias acusadas de un delito 0,03 0,82
normativas extremas
Es necesario evitar la entrada de inmigrantes al país 0,09 0,69
0,61
Las leyes contra los delincuentes deben ser más drásticas 0,15
Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: normalización Varimax con Kaiser.

El segundo análisis de factores fue aplicado dimensión general que finalmente se desea
a las variables de la sección H8, para gene- medir.
rar el índice de uso de la fuerza en situacio-
nes privadas. Aunque el resultado mostró La confiabilidad de cada uno de los índi-
una estructura de tres factores, se decidió ces descritos se determinó mediante el Alfa
utilizar las ocho variables en un solo índi- de Cronbach (Cuadro 2), el cual indicó la
ce, ya que todas tienen vinculación con la presencia de resultados satisfactorios.

Cuadro 2

Confiabilidad de los índices

Índices N° de ítemes Confiabilidad

Índice de inclinaciones extremas de hecho 6 0,805

Índice de tendencias normativas extremas 4 0,506

Índice de inclinaciones de uso de la fuerza en situaciones privadas 8 0,813

El cálculo de los índices se hizo con el pro- can que las personas están de acuerdo con
medio simple de las variables en cada fac- la aplicación de las medidas, mientras que
tor. Estos varían en una escala de 0 a 100, valores bajos o cercanos a 0 indican que las
donde valores altos o cercanos a 100 indi- personas están en contra.

538
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.9
Índices de desempeño policial y de desempeño de los jueces

Con la medición de los índices de desem- preguntas1 del módulo K3 de la ENSCR-


peño de la policía y de los jueces se busca 04 (un mayor detalle de los resultados se
conocer la opinión que tienen las personas presenta en la sección 3 de este Anexo),
sobre la labor que estos realizan en el com- en el cual se consultó a las y los entrevis-
bate a los problemas de seguridad, es decir, tados si estaban “muy de acuerdo” (5), “de
si esa labor se lleva a cabo en forma opor- acuerdo” (4), “indecisos” (3), “en desacuer-
tuna y adecuada. do” (2) o “muy en desacuerdo” (1) con los
enunciados planteados. El Cuadro 1 mues-
La herramienta de trabajo para la construc- tra la ubicación de cada uno de ellos en los
ción de ambos índices fueron once de las respectivos índices.

Cuadro 1

Descripción de las variables que componen cada índice

Desempeño Pregunta ( módulo K3 )


La policía está compuesta generalmente por personas honradas
La policía hace todo lo posible por ayudar y servir a las personas
La policía captura rápido a los delincuentes
Policial La policía está ganando la lucha contra la delincuencia
Se nota la presencia de la Fuerza Pública
La Fuerza Pública actúa profesionalmente
Me siento protegido por la presencia de la Fuerza Pública
Generalmente, los y las jueces son honradas
Los y las jueces cumplen bien sus funciones
Jueces
Los y las jueces castigan rápido a los delincuentes
Las penas que imponen los y las jueces a los delincuentes son adecuadas

Debido a que fueron pocas las personas mente cuáles de ellas pertenecen a cada
que indicaron no saber o no desear respon- uno de los índices. Sin embargo, se optó
der las preguntas (“Ns/Nr”), se optó por por aplicar un análisis de factores confir-
asignar esas respuestas a la categoría de los matorio, en el cual la totalidad de las varia-
indecisos, con la idea de no perder esta in- bles se asignara en dos factores (o compo-
formación. nentes). Este ejercicio arrojó los resultados
esperados y permitió confirmar la hipótesis
Gracias al énfasis con que están planteadas de estructura, tal como se presenta en el
las preguntas, es posible distinguir clara- Cuadro 2.

1
Se excluyó una de las doce preguntas iniciales del módulo, porque se refiere al Ministerio Público.
539
PNUD

Cuadro 2

Cargas factoriales para conformar los índices de desempeño policial y de los jueces

Componente
Afirmación
1 2

La Fuerza Pública actúa profesionalmente 0,76 0,20


Se nota la presencia de la Fuerza Pública
0,75 0,16
Me siento protegido por la presencia de la Fuerza Pública
0,73 0,27
La policía está ganando la lucha contra la delincuencia
0,72 0,12
La policía hace todo lo posible por ayudar y servir a las personas
0,68 0,20
La policía captura rápido a los delincuentes
0,65 0,19
La policía está compuesta generalmente por personas honradas
0,60 0,20

Los y las jueces cumplen bien sus funciones 0,16 0,86


Generalmente, los y las jueces son honradas
0,18 0,83
Los y las jueces castigan rápido a los delincuentes
0,25 0,72
Las penas que imponen los y las jueces a los delincuentes son adecuadas
0,25 0,65

Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: normalización Varimax con Kaiser.

Para calcular los índices, en cada caso se hi- donde:


zo la suma de las Nota 2.9
respuestas (X) y luego las
Índices de desempeño policial y de desempeño de los jueces
mismas fueron escaladas de 0 a 100, de la IDi = índice de desempeño para “i”.
siguiente manera: i = policía, jueces.
PAGINA 2
N = total de preguntas que conforman
N el desempeño “i”.
(� X in � Mini )
Mini = valor mínimo que se puede
IDi � n �1 *100
�Maxi � Mini � obtener para el desempeño “i”
(Cuadro 3).
Maxi = valor máximo que se puede
obtener para el desempeño “i”
(Cuadro 3).

Cuadro 3
Valores mínimo, máximo y Alfa de Cronbach, según índice

Valores
Desempeño ( i ) Total de preguntas Alfa de Cronbach
Mínimo Máximo
Policía 7 0 35 0,849
Jueces 4 0 20 0,808

De esta manera, los valores mínimos o cer- valores cercanos a 100 denotan que las per-
canos a 0 indican que las personas sienten sonas perciben un excelente desempeño de
que el desempeño, ya sea de la policía o de parte de estos.
los jueces, es deficiente. Por el contrario,

540
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.10
Índice del nivel socioeconómico de los hogares1

Para efectos del INDH 2005, el nivel so- de 0 a 100, donde los valores cercanos a 0
cioeconómico es una expresión que carac- indican bajo nivel educativo y los cercanos
Nota 2.10
teriza la posición de las personas con res- Índice del nivel socioeconómico
a 100 lo contrario. de los hogares
pecto a la capacidad para producir o con-
sumir bienes o servicios que son valorados El INE es:
en la sociedad costarricense. Para operacio-
PAGINA 1
nalizarlo, se consideró que este nivel puede � X �1�
INE � � � *100
ser determinado razonablemente usando � 7 �
tres piezas de información disponibles en
la ENSCR-04: la educación del principal donde:
sostén económico del hogar, su ocupación
y categoría ocupacional, y algunos bienes o INE = índice de nivel educativo.
servicios de los que dispone la familia. X = último grado aprobado.

Índice del nivel educativo (INE) A partir del INE, se sustituyeron 30 valo-
res faltantes asignando el valor promedio
Este índice parte de la información sobre el de los cuatro casos más próximos, previo
último año que el principal sostén econó- ordenamiento de la base de datos según zo-
mico del hogar aprobó en la educación for- na de residencia, sexo y edad de la persona
mal, tomando en cuenta la siguiente asigna- entrevistada.
ción de valores a las categorías de respuesta:
(1) sin estudios, (2) primaria incompleta, Índice de ocupación (IO)
(3) primaria completa, (4) secundaria in-
completa, (5) secundaria completa, (6) El índice de ocupación se desarrolló me-
universidad incompleta, (7) universidad diante la combinación de la ocupación
completa y (8) estudios de posgrado. principal, la categoría ocupacional y el sec-
tor institucional en el que trabaja el princi-
Utilizando los niveles extremos antes seña- pal sostén económico del hogar. El Cuadro
lados, se construyó el INE en una escala 1 presenta la descripción respectiva.

1
Una explicación más amplia puede consultarse en Madrigal, Johnny y Gómez, Miguel. Propuesta de un Índice de Nivel
Socioeconómico para los estudiantes y colegios de Costa Rica. Cuaderno de trabajo. PROCESOS, 2003, www.procesos.org.
541
PNUD

Cuadro 1

Descripción de las ocupaciones y modalidad laboral

Categoría ocupacional
Ocupación
y sector institucional

0 Económicamente inactivos 0 No trabaja


1 Nivel de dirección en administración pública y
1 Empleado de institución publica
empresa privada
2 Nivel profesional científico e intelectual 2 Empleado de institución autónoma
3 Nivel técnico y profesional medio 3 Empleado de empresa privada
4 Apoyo administrativo 4 Cuenta propia
5 Ventas locales y servicios 5 Patrono
6 Actividad agropecuaria, agrícola y pesquera 6 Trabajador familiar
7 Producción artesanal, construcción,
mecánica
8 Montaje y operación de instalaciones
9 No calificadas

Con base en los códigos asignados, se apli- • Mediante un análisis de conglomerados,


có la siguiente metodología de trabajo: los códigos se agruparon en diez niveles
de ocupación, desde 1 (nivel más bajo),
• Se generó una variable aditiva que com- hasta 10 (nivel más alto) usando infor-
bina las respuestas dadas en ambas va- mación del ingreso del jefe de hogar de
riables: “ocupación + categoría ocupa- la Encuesta de Hogares de Propósitos
cional y sector institucional”. Múltiples. El Cuadro 2 presenta la asig-
• Se definieron como “valores perdidos” nación de los códigos según nivel.
los casos en que el entrevistado indicó
que el principal sostén económico esta-
ba inactivo.

Cuadro 2

Conformación de los niveles de ocupación

Nivel Códigos que incluye


1 96
2 16, 26, 36, 46, 56, 63, 64, 66, 76, 93, 94
3 51, 53, 54, 61, 71, 83, 91, 7486
4 43, 52, 65, 73, 81, 84, 92, 95
5 31, 41, 42, 72, 3344, 8262
6 32, 34, 55, 75
7 21, 35, 8514
8 11, 23
9 15, 24
10 13, 22, 25, 1245
Nota: Los códigos 7486, 8262, 3344, 8514 y 1245, corresponden a la
unión de dos códigos. Por ejemplo 7486 = 74+86.

• Se construyó el IO en una escala de 0 a indican bajo nivel de ocupación y los


100, usando los niveles antes indicados, cercanos a 100 lo contrario.
de manera que los valores cercanos a 0
542
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

GINA 3
El IO es: donde:
� X �1�
IO � � � *100
� 9 � IT = índice de tenencia.
donde: Xi = presencia o ausencia del bien “i”.
i = servicio doméstico, vacaciones con
IO = índice de ocupación. la familia, vehículo, teléfono.
X = nivel de ocupación.
Índice del nivel socioeconómico (INS)
Los valores faltantes fueron sustituidos em-
pleando la misma técnica que se usó para El INS fue generado como el promedio
el INE. simple de los tres índices descritos en los
pasos precedentes. Los valores cercanos a
Índice de tenencia (IT) 0 indican un nivel socioeconómico bajo y,
por el contrario, los cercanos a 100 uno al-
En este caso se utilizó información
PAGINA sobre
3 la to. El INS fue calculado como:
presencia o ausencia de servicio doméstico
en el hogar, la costumbre de tomar vacacio- INE � IO � IT
INS �
nes con la familia, la tenencia de vehículo 3
propio para uso de la familia y la tenen- donde:
cia de teléfono en el hogar. Así, si el hogar
contaba con todos los bienes y servicios se- INE = índice de nivel educativo.
ñalados, se asignaba el valor de 100 en cada IO = índice de ocupación.
caso y, de lo contrario, 0. IT = índice de tenencia.

El desarrollo del índice correspondió al Agrupación del nivel socioeconómico


promedio simple de las cuatro condicio-
GINA 3 nes, tal como se describe a continuación: Después de construir el INS, se optó por
4 generar la clasificación de las personas en
�X i tres niveles (bajo, medio y alto nivel so-
IT � i �1
cioeconómico), para lo cual se utilizó un
4
análisis de conglomerados (técnica K-me-
dias). El Cuadro 3 presenta el promedio de
cada grupo y el porcentaje de cada nivel en
la población entrevistada.

Cuadro 3

Clasificación de los entrevistados según los niveles socioeconómicos

Grupo
Índice
Bajo Medio Alto
INS promedio 24,8 47,1 71,6
Número de personas 823 1037 539
Porcentaje 34,3 43,2 22,5

Del cuadro anterior se deduce que la ma- encuentra representado el 43,2% de las y
yor cantidad de personas se ubica en un los entrevistados.
nivel socioeconómico medio, en el cual se
543
PNUD

Nota 2.11
Clasificación de los delitos

Delitos contemplados en las categorías contra la vida, sexuales, contra la propiedad


y contra la Ley de Psicotrópicos, reportados para cada año. Período 1998-2003

Año (1)
Delito
1998 1999 2000 2001 2002 2003
Contra la vida
Abandono de incapaz � � �
Aborto � �
Aborto culposo �
Agresión � � � � � �
Descuido de animales �
Homicidio � � � � � �
Homicidio (cómplice de) � �
Homicidio (tentativa de) � � � � � �
Homicidio culposo � � � � �
Lesiones culposas � � � � �
Lesiones en riña �
Lesiones graves � � � � � �
Lesiones gravísimas � � � �
Lesiones leves � � � � � �
Omisión de auxilio �
Suicidio (tentativa) �
Sexuales
Abusos deshonestos � � � � � �
Abusos deshonestos (tentativa de) �
Abusos sexuales contra mayores de edad � �
Abusos sexuales contra menores (tentativa de) � �
Abusos sexuales contra menores de edad � � � � �
Corrupción de menores � � � � �
Difusión de pornografía �
Estupro � � � � � �
Estupro (tentativa de) �
Fabricación o producción de pornografía �
Incesto �
Proxenetismo � � � � � �
Rapto � �
Relaciones sexuales remuneradas con menores de edad
� �
(tentativa de)
Relaciones sexuales con menores de edad � � �
Relaciones sexuales remuneradas con menores de edad � �
Rufianería �
Sodomía �
Trata de mujeres y menores � � �
Violación � � � �
Violación (tentativa de) � � � � �

544
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Año (1)
Delito
1998 1999 2000 2001 2002 2003
Contra la propiedad
Administración fraudulenta � � � � � �
Apropiación indebida � � � � � �
Apropiación irregular � � � �
Daños � � � �
Estafa � � � � � �
Estafa (tentativa de) � � � � � �
Estafa mediante cheque � � � � � �
Estelionato � � � � � �
Extorsión � � � � � �
Extorsión (tentativa de) � � �
Fraude de simulación � � � � � �
Fraude de simulación (tentativa) �
Hurto agravado � � � � � �
Hurto agravado (cómplice de) � � �
Hurto agravado (tentativa de) � � � � �
Hurto de uso �
Hurto simple � � � � � �
Hurto simple (tentativa de) � � � � �
Retención indebida � � � � �
Robo agravado � � � � � �
Robo agravado (cómplice de) � � � � � �
Robo agravado (tentativa de) � � � � � �
Robo simple � � � � �
Robo simple (tentativa de) � � � � �
Secuestro � � � � � �
Usurpación � � � � �
Usurpación de aguas � �
Usurpación de bienes de dominio público � � � �
Contra la Ley de Psicotrópicos
Almacenamiento de droga � � � � � �
Comercio de drogas � � � � � �
Consumo de drogas � �
Cultivo de marihuana � � � � �
Lavado de dólares ➂ �
Suministro de drogas � � � �
Tenencia de crack �
Tenencia de drogas � � �
Tenencia de marihuana � � �
Tráfico de drogas � � � �
Tráfico de drogas (cómplice de) � � � � �
Tráfico de marihuana � �
Tráfico de marihuana (tentativa de) � � � �
Tráfico internacional de drogas � � � � � �
Transporte de drogas y/o marihuana � � � � �
Venta de drogas � � � � � �
Venta de marihuana � � � �

Nota: (1) Los símbolos incluidos en las columnas indican que se cuenta con reportes sobre el tipo de delito correspon-
diente.
Fuente: Poder Judicial, Departamento de Planificación, Sección de Estadísticas. Anuario de Estadísticas Judiciales.

545
PNUD

Nota 2.12
Clasificación de la agresión según tipo de violencia
Diagnósticos de agresión según tipos de violencia detectados
en los egresos hospitalarios atendidos por la CCSS

Tipo de violencia Código Descripción

Y05 Agresión sexual con fuerza corporal


Sexual
T742 Abuso sexual
Psicológica T743 Abuso psicológico
X85 Agresión con drogas, medicamentos y sustancias biológicas

X86 Agresión con sustancia corrosiva


Agresiones X87 Agresión con plaguicidas
con
sustancias o X88 Agresión con gases y vapores
químicos Agresión con otros productos químicos y sustancias nocivas
X89
especificadas
Agresión con productos químicos y sustancias nocivas no
X90
especificadas
T741 Abuso físico
X91 Agresión por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación
X92 Agresión por ahogamiento y sumersión
X93 Agresión con disparo de arma corta
Física X94 Agresión con disparo de rifle, escopeta y arma larga
Agresión con disparo de otras armas de fuego, y las no
X95
especificadas
X96 Agresión con material explosivo
Física X97 Agresión con humo, fuego y llamas
X98 Agresión con vapor de agua, vapores y objetos calientes
X99 Agresión con objeto cortante
Y00 Agresión con objeto romo o sin filo
Y01 Agresión por empujón desde un lugar elevado
Agresión por empujar o colocar a la víctima delante de objeto en
Y02
movimiento
Y03 Agresión por colisión de vehículo de motor
Y04 Agresión con fuerza corporal
T740 Negligencia o abandono
Y060 Por esposo o pareja
Y061 Por padre o madre
Negligencia
Y062 Por conocido o amigo
Y068 Por otra persona especificada
Y069 Por otra persona no especificada
T748 Otros síndromes del maltrato
T749 Síndrome del maltrato no especificado
Y070 Por esposo o pareja
Y071 Por padre o madre
Otros síndromes Y072 Por conocido o amigo
del maltrato (*) Y073 Por autoridades oficiales
Y078 Por otra persona no especificada
Y079 Otros síndromes del maltrato
Y08 Agresión por otros medios especificados
Y09 Agresión por medios no especificados
Fuente: Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, décima revisión
(CIE-10). OPS/OMS.

546
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Nota 2.13
Estimación de los gastos directos
asociados a la seguridad en que incurren las familias

Se trata de responder aquí la siguiente pre- bienes y servicios detectados mediante un


gunta: ¿cuál es el gasto promedio en que estudio de mercado. A continuación se pre-
incurre una familia costarricense en los sentan las características de la estimación
principales bienes y servicios ligados a la para los principales rubros susceptibles de
protección de su seguridad, como alarmas, cuantificación.
alambre navaja, seguros contra robo o da-
ño, servicios de seguridad privada, etc.? i) Pago de seguridad privada en el ba-
rrio: se supone que quien respondió de
Para hacer una estimación de este tipo lo modo afirmativo a la pregunta planteada
ideal es disponer de una encuesta de gas- (12,4% de los entrevistados), efectivamen-
tos de los hogares, con amplia cobertura te estaba pagando por este servicio en el
nacional. Ante la carencia de este insumo, momento de la entrevista y, además, que
se utiliza la información indirecta que pro- lo había estado haciendo durante todo el
porciona la ENSCR-04, pese a que reali- año; este no es un supuesto fuerte, pues se
zar un cálculo del gasto promedio de las puede esperar que, con el paso del tiempo,
familias en seguridad a partir de esos da- algunas personas dejen de pagar, a la vez
tos no es una labor sencilla y los resultados que hay otras que comienzan a hacerlo. Lo
que se obtengan serán imprecisos. Varios difícil aquí es determinar el costo del ser-
factores inciden en esa situación, y el más vicio, pues el mismo depende de muchos
importante de ellos es el hecho de que, sal- factores: si se paga a una empresa o a un
vo contadas excepciones, las respuestas no vigilante por cuenta propia, el número de
incluyen información sobre la fecha en que horas al día que se presta el servicio, si és-
se hizo el gasto. Asumir que todas las me- te incluye los fines de semana, el número
didas se tomaron en el año en que se reali- de viviendas que cuida cada guarda, etc.
zó la encuesta necesariamente implica una Las cifras varían mucho, pero el estudio de
sobreestimación del monto erogado por las mercado mostró que en muchos casos cada
familias en ese período. Por ello se deben hogar debe pagar cerca de 10.000 colones
buscar criterios, los más objetivos posibles, mensuales por este concepto. Otro aspecto
para distribuir los gastos en el tiempo. Pero importante es que, según la ENSCR-04, el
además existe el problema de las diferen- 81,5% de quienes pagan por este tipo de
cias en el gasto por tamaño y calidad, pues seguridad reside en el área urbana. Por ello
se desconoce el tipo de bienes o servicios en este caso solo se consideraron los hoga-
adquiridos por la población entrevistada. res urbanos, de los cuales un 16,7% paga
por el servicio de seguridad privada. Según
Se busca aproximar la magnitud de ese gas- la EHPM del 2003, en ese año había en el
to a partir de algunos supuestos, así como país 1.040.612 viviendas: 626.643 urba-
de información adicional de la ENSCR-04, nas y 413.969 rurales. Se tendría entonces
de la Encuesta de Hogares de Propósitos que unas 105.000 viviendas pagan seguri-
Múltiples (EHPM) que realiza el INEC y dad privada, lo que significa 12.600 millo-
utilizando los precios promedio de algunos nes de colones anuales.

547
PNUD

ii) Instalación de rejas: el 64,2% de las y to en que se adquirió el equipo, se tiene el


los encuestados declaró haber instalado re- problema del costo, pues este depende de
jas para protegerse. Por áreas este porcenta- la cantidad de dispositivos utilizados (en
je corresponde al 76% de los entrevistados puertas, ventanas, detectores de movimien-
urbanos y un 46,4% de los rurales. Sobre to, de humo, de cristales rotos, etc.). En el
este punto cabe destacar dos aspectos. En segundo caso, si bien es posible conocer el
primer lugar, la instalación de rejas tam- costo mensual del monitoreo, es difícil pre-
bién es importante en las áreas rurales, cisar el número de viviendas que cuentan
especialmente en las ubicadas dentro del con el servicio. Para efectos de estimación
Valle Central. En segundo lugar, el por- se consideró solamente la región central
centaje que manifestó haber instalado rejas del país, donde, según la EHPM, había
en las áreas urbanas parece bajo, situación 665.584 viviendas en el 2003. Se supone
que puede deberse al hecho de que algu- que un 3% de ellas instaló en el último año
nas personas residen en viviendas con rejas, un sistema básico de alarma, con un costo
pero no les correspondió a ellas instalarlas, de 100.000 colones, y que un 2% (del total
pues estas ya existían cuando comenzaron de referencia) tiene el servicio de alarma y
a vivir allí. Ahora bien, según la EHPM, monitoreo, por el cual paga un mínimo de
entre 2002 y 2003 el número de viviendas 10.000 colones mensuales. Esto arroja un
en el país aumentó en 41.025, de las cua- total de 3.600 millones de colones anuales
les 25.745 correspondieron a área urbana (2.000 millones de alarma propiamente y
y 15.280 a área rural. Se supone aquí que 1.600 millones de alarma y monitoreo).
un 90% de las nuevas viviendas urbanas y
un 40% de las rurales instalaron rejas. Con iv) Alambre de púas o navaja: un 13,2%
respecto al costo, el dato depende tanto de los entrevistados dijo haber instalado es-
del número y tamaño de rejas por instalar tructuras de alambre para la seguridad de
(puertas, ventanas, patios, cochera, etc.), sus casas. Son interesantes los resultados de
como del calibre de los materiales utiliza- la ENSCR-04 por áreas, pues prácticamen-
dos, otros factores de calidad y el tipo de te no hay diferencias: un 13,4% de los en-
empresa contratada para realizar el trabajo. trevistados urbanos y un 13% de los rura-
Consultas a varias personas y empresas del les manifestaron que cuentan con este tipo
sector permiten estimar que poner rejas a de protección. De nuevo aparecen aquí los
una residencia más grande que la vivien- problemas del momento en que se realizó
da popular, pero más pequeña que una el gasto y también que probablemente mu-
casa mediana, tiene un costo mínimo de chas personas residen en viviendas protegi-
200.000 colones. Esto significa 5.860 mi- das de este modo, pero que no efectuaron
llones de colones por año. la instalación. Dado que el uso de alambre
de púas o navaja cobró importancia a par-
iii) Alarma en la casa: un 12,5% de los tir de la década de los noventa, se supone
entrevistados respondió afirmativamente aquí que cada año en un 1% de las vivien-
sobre la existencia de alarma en su casa. Por das del país se instala este tipo de estruc-
zonas, dijo tenerla un 15% de los entrevis- tura. Como ya se indicó, según la EHPM
tados urbanos, frente a solo un 8,8% de en el 2003 en Costa Rica había 1.040.612
los rurales. El principal problema aquí es si viviendas, por lo que podría esperarse que
se trata únicamente de la instalación de la en unas 10.000 se haya puesto alambre ese
alarma o si además se contrata un servicio año. Surgen entonces las dificultades aso-
de monitoreo. En el primer caso, además ciadas al costo del alambre, pues hay de
de la dificultad para determinar el momen- diferentes calidades, y con la cantidad de
548
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

metros instalados. El estudio de mercado determinó que, en general, el costo supera


arrojó que para uso residencial el costo los 45.000 colones, lo que implica un gasto
promedio es de 4.000 colones por metro y (mínimo) total en este rubro por parte de
que, por lo general, la instalación mínima los hogares de 1.065 millones de colones
es de 12 metros. Con base en esto datos, por año.
el gasto anual de los hogares en este rubro
ascendería a 480 millones de colones. vi) Cerraduras especiales: un 32,8% de
las personas entrevistadas señaló haber
v) Alarma en el carro: un 22,4% de los en- tomado esta medida para su seguridad.
trevistados declaró haber puesto alarma en Al igual que en los casos anteriores, se tie-
su automóvil. Tampoco en este caso la cifra nen aquí los problemas del momento en
permite determinar cuándo fue instalado que fue realizado el gasto, la cantidad de
el dispositivo, ni representa el porcentaje cerraduras y su tipo, pues existe una am-
de vehículos con alarma, pues en algunos plia variedad. Se supone que cada año se
casos los vehículos ya contaban con ella. instalan estos mecanismos en un 3% de las
Por esta razón se realizan aquí dos estima- viviendas, y se estima un mínimo de una
ciones. En primer lugar, se asume que ese cerradura por vivienda. Los costos varían,
porcentaje se aplica al incremento en el nú- aunque los dispositivos de uso más común
mero de automóviles en los hogares entre rondan los 25.000 colones, más 7.000 co-
2002 y 2003. Según la EHPM del 2002, lones de instalación. Considerando el to-
en ese año 278.435 hogares disponían de tal de 1.040.612 viviendas existentes en el
al menos un vehículo que no era de trabajo 2003 según la EHPM, se habrían instalado
y para el 2003 la cifra aumentó a 302.902 cerraduras especiales en 31.000 residen-
hogares. Además, para este último año se cias, lo cual arroja un gasto anual para los
determinó que el total de vehículos con hogares de 1.000 millones de colones.
que contaban esos hogares era de 367.138,
es decir, 1,21 por hogar. Suponiendo que vii) Seguro contra robo a vivienda: según
esta última proporción no varió entre 2002 la ENSCR-04, un 12,5% de los entrevista-
y 2003, el incremento del número de au- dos cuenta con este tipo de seguro, lo cual
tomóviles en los hogares entre ambos años equivale a decir que poco más de 130.000
fue de 30.232. Ello implica un estimado viviendas en el país están protegidas de este
de 6.800 alarmas instaladas. Pero, por otra modo. Sin embargo, estos resultados son
parte, es de esperar que el porcentaje de significativamente distintos a los suminis-
automóviles con alarma aumente año con trados por el Instituto Nacional de Seguros
año; pues muchas personas que tienen ve- (INS), los cuales indican que, al 31 de agos-
hículo deciden instalar uno de estos meca- to del 2004, solo 4.111 viviendas estaban
nismos. Se supone aquí que cada año se le cubiertas por este seguro. Es probable que
pone alarma a un 5% de los automóviles las personas encuestadas confundieran es-
de los hogares. Se estima, entonces, que en te seguro con otros para la vivienda, como
un 5% de los vehículos de los hogares en los de incendios o terremotos. En este caso
el año 2003, pero excluyendo los nuevos se toma el dato institucional y se supone
respecto al 2002 porque ya fueron con- que el número de viviendas protegidas es el
siderados, se instalaron alarmas, lo cual mismo a lo largo del año. Aquí el problema
significa 16.850 dispositivos. El problema surge por el lado del monto asegurado, que
ahora es el costo, pues hay de muchos tipos es lo que determina las primas del seguro.
de alarmas. Luego de consultar varios esta- Para este trabajo se asumió que el monto
blecimientos dedicados a esta actividad se promedio asegurado es de 5 millones de
549
PNUD

colones, lo cual significa una prima anual mas relacionados con la valoración, pues
de 55.000 colones. El monto global por el costo varía según las características de la
este rubro asciende entonces a 226 millo- cochera. Se supone aquí que en un 1% de
nes de colones por año. las viviendas urbanas del país (6.300 en el
2003) se construye o amplía cada año la
viii) Seguro contra robo de carro: dado cochera para proteger el vehículo, con un
que un 18,4% de los entrevistados cuenta costo mínimo de 175.000 colones. Esto
con este seguro, al aplicar ese porcentaje al arroja un total anual de 1.100 millones de
número de vehículos en los hogares (que, colones.
como ya se mencionó, era de 367.138 en
el 2003 según la EHPM), se supone que x) Instalación de portón eléctrico: tan
están asegurados al menos 67.500 automó- solo un 7,5% de las personas entrevista-
viles. Esta cifra es consistente con la infor- das manifestó haber instalado este tipo de
mación brindada por el INS, según la cual portón. Además, el 77,3% de quienes lo
al 31 de diciembre del 2003 había 114.854 hicieron reside en área urbana. El precio
vehículos particulares asegurados contra de mercado del motor que utilizan estos
robo. La diferencia entre ambas magni- portones inicia en 72.000 colones y por la
tudes estaría relacionada con las unidades instalación se cobra 20.000 colones o más;
pertenecientes a empresas y otros. En es- no obstante, a menudo es necesario hacer
te caso, se asume que quien declaró haber adecuaciones al portón mismo, o cambiar-
contratado el seguro es porque lo está pa- lo completamente, con costos muy eleva-
gando. El problema se presenta con el valor dos en algunos casos. Aquí se consideran
de los vehículos, que determina la prima modificaciones mínimas por un valor de
por pagar. Se estimó un valor promedio de 50.000 colones, lo que sumado al costo
2,5 millones de colones, que da lugar a una del motor y la instalación arroja un total
prima semestral de 24.000 colones. En to- de 142.000 colones. Se supone que cada
tal, el gasto de las familias en este rubro se- año un 1% de las viviendas urbanas (6.300
ría de 3.240 millones de colones por año. en el 2003) instala este tipo de portones,
con un costo total anual de 900 millones
ix) Construcción de cochera para prote- de colones.
ger el carro: un alto porcentaje de los en-
cuestados (32,9%) señaló haber construido Consolidando las estimaciones anteriores,
una cochera para proteger su automóvil, el gasto directo en seguridad realizado por
sobre todo en el área urbana, donde reside los hogares costarricenses durante el perío-
el 72,7% de las personas que respondieron do 2003-2004 ascendió a 30.071 millones
afirmativamente. Surge una vez más la di- de colones anuales como mínimo, cifra
ficultad para determinar el momento en que equivale a 28.600 colones anuales por
que se realizó el gasto, y además los proble- hogar y representa un 0,4% del PIB.

550
3
Resultados
de la Encuesta Nacional
de Seguridad Ciudadana
(ENSCR-04)
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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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600
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

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601
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602
Glosario

Años de vida potencialmente perdidos sociales, cuyas consecuencias trascien-


(AVPP): años de vida potencialmente per- den el desempeño económico.
didos, debido a una enfermedad o grupo
de enfermedades, para un año y región Ciclo de violencia: proceso por medio del
específicos. En la literatura también se en- cual la ciudadanía, debido al miedo pro-
cuentran referencias que relacionan este vocado por el delito, toma medidas que
término con la potencial pérdida de años elevan el crimen, lo que a su vez genera
de vida como resultado de muertes pre- más temor y más delincuencia.
maturas. Este indicador es el segundo de
dos componentes esenciales, morbilidad y Crimen organizado: actividades colec-
mortalidad, en el cálculo del DALY (Disa- tivas de tres o más personas, unidas por
bility Adjusted Life Years). vínculos jerárquicos o de relación perso-
nal, que permiten a sus dirigentes obtener
Barra juvenil: grupos más o menos laxos beneficios o controlar territorios o merca-
de jóvenes, en los que predominan los va- dos, nacionales o extranjeros, mediante la
rones y que son jefeados por uno o dos violencia, la intimidación o la corrupción,
de ellos, generalmente de mayor edad que tanto al servicio de la actividad delictiva
los demás. como con fines de infiltrarse en la econo-
mía legítima.
Capacidades: combinación de alternativas
de distintos funcionamientos deseables, Delictividad: conjunto de actos u omi-
que facultan a las personas para escoger el siones que constituyen una infracción de
tipo de vida que quieren llevar. la ley penal y que, por ende, ésta procede-
rá a sancionar. Refiere igualmente a actos
Capital social: mecanismos que cohesio- que pueden ser considerados un ataque al
nan a las comunidades y que se refieren orden jurídico o la infracción voluntaria
tanto a percepciones como a prácticas de una ley penal.
PNUD

Derechos humanos: bienes que los seres articula respuestas frente al fenómeno
humanos consideran necesarios para cons- criminal.
truir su destino: desde la protección de su
vida y su integridad física, pasando por el Presión por el éxito temprano: fenóme-
acceso a un trabajo digno y a servicios ade- no ostensible de la presión que siente la
cuados de salud y educación, hasta llegar al juventud por el logro acelerado del éxito,
disfrute de la paz y de un ambiente sano. concebido las más de las veces en términos
estrictamente patrimoniales.
Desarrollo humano: proceso de expan-
sión de las libertades efectivamente disfru- Prevención del delito: conjunto de medi-
tadas por las personas. das destinadas a impedir o limitar la comi-
sión de un delito.
Despojo: acto de privar ilegítimamente a
una persona física o jurídica de su patri- Prevención social: intervenciones no pe-
monio. nales sobre delincuentes potenciales, orien-
tadas a atenuar su propensión criminal.
Drogas ilícitas: sustancias de consumo
prohibido por ley, tales como cocaína, ma- Ruta crítica: modelo conceptual que in-
rihuana y crack, entre otras. tegra aspectos individuales, familiares y
sociales, como elementos definitorios que,
Drogas lícitas: sustancias cuyo consumo desde la niñez, influyen en las condiciones
es considerado admisible por la pobla- de protección y riesgo de las y los adoles-
ción, tales como alcohol, tabaco y psico- centes.
fármacos.
Segurabilidad: capacidad personal para pre-
Empoderamiento: mecanismos que posi- venir las amenazas y contender con ellas.
bilitan a las personas desarrollar resistencia
a condiciones adversas y su capacidad para Seguridad ciudadana: condición personal,
movilizar los recursos de protección a su objetiva y subjetiva, de encontrarse libre de
disposición. amenaza de violencia o despojo intencio-
nal por parte de otros.
Factores asociados: conjunto de explica-
ciones sobre los cambios experimentados Seguridad humana: condiciones básicas y
por un fenómeno social en particular. garantías mínimas para el desarrollo huma-
no; en el contexto de la seguridad ciudada-
Índice de años de vida potencialmente na denota la condición de encontrarse libre
perdidos (IAVPP): medida relativa de los de temor y de necesidad.
AVPP, que refleja el número de años de
vida que se pierden por cada 10.000 ha- Tejido social: conjunto de procesos de so-
bitantes. cialización y construcción de la civilidad.

Percepción de inseguridad: probabilidad Victimización: acaecimiento real de he-


atribuida a la ocurrencia de hechos de vio- chos de violencia y despojo (amenaza
lencia y despojo (amenaza subjetiva). objetiva).

Política criminal: conjunto de métodos Víctima: persona que padece daño por
por medio de los cuales el cuerpo social culpa ajena o por causa fortuita.
604
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

Victimario: persona causante del daño de Violencia doméstica: aquella que tiene lu-
alguien o algo. gar dentro del núcleo familiar.

Violencia comunitaria: aquella que in- Violencia expresiva: comportamientos en


volucra a individuos no relacionados por los que el uso de la violencia es un fin en sí
vínculos de parentesco y que, con frecuen- mismo y no un instrumento para la conse-
cia, ocurre en los espacios públicos. cución de un fin.

Violencia contra las mujeres: situación que Violencia interpersonal: aquella infligida
deriva de las relaciones de poder desigual por una persona a otra, sea entre conocidos
entre géneros y, por tanto, remite al control o desconocidos.
de los hombres sobre las mujeres. Se trata de
un control que se ejerce sobre los cuerpos y Violencia: uso o amenaza de uso de la fuer-
las vidas femeninas, empezando por las mu- za, física o psicológica, con el fin de causar
jeres más cercanas, a las que los agresores no daño o doblegar la voluntad.
dudan en considerar como “suyas”.

605
Siglas y acrónimos

AVPP CONADECO
Años de vida potencialmente perdidos. Confederación Nacional de Asociaciones
de Desarrollo Comunal.
BID
Banco Interamericano de Desarrollo. CONAPAM
Consejo Nacional de la Persona Adulta
CCP Mayor.
Centro Centroamericano de Población.
DINAPREVI
CCSS Dirección Nacional de Prevención de la
Caja Costarricense de Seguro Social. Violencia y el Delito.

CEDARENA EIV
Centro de Derecho Ambiental y de Recur- Encuesta Internacional de Victimización
sos Naturales. (su sigla en inglés es ICVS).

CEFEMINA EHPM
Centro Feminista de Información y Ac- Encuesta de Hogares de Propósitos Múl-
ción. tiples.

CEPAL ENVCM
Comisión Económica para América Latina Encuesta Nacional de Victimización con-
y el Caribe. tra las Mujeres

CIDH FLACSO
Centro Internacional para el Desarrollo Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
Humano ciales.
INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005

FUNPADEM ILANUD
Fundación del Servicio Exterior para la Paz Instituto Latinoamericano de las Naciones
y la Democracia. Unidas para la Prevención del Delito y el
Tratamiento del Delincuente.
FUPROVI
Fundación Promotora de Vivienda. INA
Instituto Nacional de Aprendizaje.
GESO
Fundación Género y Sociedad. INAMU
Instituto Nacional de las Mujeres.
GAM
Gran Área Metropolitana. INEC
Instituto Nacional de Estadística y Cen-
IAFA sos.
Instituto sobre Alcoholismo y Fármacode-
pendencia. INS
Instituto Nacional de Seguros.
IAVPP
Índice de años de vida potencialmente per- MCJD
didos. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.

ICD MEP
Instituto Costarricense sobre Drogas. Ministerio de Educación Pública.

ICE MH
Instituto Costarricense de Electricidad. Ministerio de Hacienda.

ICT MIDEPLAN
Instituto Costarricense de Turismo. Ministerio de Planificación Nacional y Po-
lítica Económica.
IFAM
Instituto de Fomento y Asesoría Munici- MJG
pal. Ministerio de Justicia y Gracia.

IICE MOPT
Instituto de Investigaciones en Ciencias Ministerio de Obras Públicas y Transpor-
Económicas (UCR). tes.

IIDH MS
Instituto Interamericano de Derechos Hu- Ministerio de Salud.
manos.
MSJ
IIS Municipalidad de San José.
Instituto de Investigaciones Sociales
(UCR). MSP
Ministerio de Seguridad Pública.

607
PNUD

MTSS UNA
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Universidad Nacional.

ODD UNED
Observatorio del Desarrollo (UCR). Universidad Estatal a Distancia.

OEA UNESCO
Organización de Estados Americanos. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (sigla
OECD en inglés).
Organización para la Cooperación Econó-
mica y el Desarrollo (sigla en inglés) UNFPA
Fondo de Población de las Naciones Uni-
OIJ das (sigla en inglés).
Organismo de Investigación Judicial.
UN-Habitat
OIT United Nations Human Settlements Pro-
Organización Internacional del Trabajo. gramme.

OMS UNICEF
Organización Mundial de la Salud. Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(sigla en inglés).
OPS
Organización Panamericana de la Salud. UNICRI
United Nations Interregional Crime and
PANI Justice Research
Patronato Nacional de la Infancia.
UNIFEM
PLANOVI United Nations Development Fund for
Plan Nacional para la Atención y Preven- Women.
ción de la Violencia Intrafamiliar.
UN-LiREC
PJ Centro Regional de las Naciones Unidas
Poder Judicial. para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en
América Latina y el Caribe.
PNUD
Programa de las Naciones Unidad para el UNODC
Desarrollo. United Nations Office on Drugs and
Crime.
STAP
Secretaría Técnica de la Autoridad Presu- UPAZ
puestaria (Ministerio de Hacienda). Universidad para la Paz.

UCR
Universidad de Costa Rica.

608

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