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GEOTECNIA Y SISMICIDAD EN EL VALLE DE MEXICO ALBERTO JAIME* *Investigador, Instituto de Ingenieria, UNAM » ene RYN BONL NOTACION InTRODUCCION Antecedentes Objetivos Alcances SUELOS DEL VALLE Geologia Estratigrafia Propiedades indice Propiedades mecdnicas y dindémicas HUNDIMIENTO REGIONAL SISMICIDAD Origen de los sismos Respuesta de los suelos de 1a Cuenca COMENTARIOS Y CONCLUSIONES REFERENCIAS Tablas Figuras N pee w Zeon 23 27 29 NOTACION Todos los simbolos empleados se definen en el texto conforme se van utili- zando. Aunque algunos pueden tener varios significados, el contexto en el que se emplean evita la confusi6n. c “p cs 6S wv d D DH FAL FAS. cohesién 0 velocidad de propagacién de onda velocidad de propagacién de onda de compresién velocidad de propagacién de onda de corte coeficiente de variacién espesor relacién de amortiguamiento down hole (técnica de medicién de velocidad de propagacién de ondas en el campo) relaci6n de vactos relacién de vactos de consolidacion médulo de Young formaci6n arcillosa inferior formaci6n arcillosa superior médulo de cortante médulo de compresibilidad volumétrica magnitud niimero de ciclos nivel de aguas fredticas parémetro de correlacién presion presi6n confinante carga de preconsolidacién resistencia de punta obtenida con cono eléctrico resistencia no drenada tiempo triaxial UU ensaye triaxial no consolidado-no drenado triaxial CU ensaye triaxial consolidado-no drenado triaxial CD ensaye triaxial consolidado-drenado u presién dé poro peso volumétrico 0 deformacién angular relacién de Poisson deformacién normal Angulo de friccién interna densidad del suelo presi6n confinante, también se usa PC esfuerzo vertical efectivo esfuerzo vertical total esfuerzo cortante 1. INTRODUCCION 1.1 Antecedentes Motivos hist6ricos, polfticos, sociales y econémicos han provocado el cre- cimiento de la ciudad de México en una regidn donde se tienen grandes pro- blemas de cimentacién. Las causas principales de estos problemas son: a) caracteristicas del suelo (blando y compresible), b) hundimiento regional, y c) alta sismicidad. La ciudad de México esté asentada en el fondo de un antiguo tago, sobre de- pésitos de suelo arcilloso muy blando y muy compresible (c= 0.2-0.3 kg/cm* ym, = 0.1 cm®/kg). Desde e1 punto de vista geolégico, el valle de México es una cuenca cerrada hacia la que vierten sus aguas diversas corrientes fluviales que nacen en las serranias circundantes. Esto dio origen a los lagos de Zumpango y Tex- coco,al norte, y de Chalco y Xochimilco, al sur. En temporadas de Iuvias intensas se producian grandes inundaciones en todo el Valle, razén por ia que en la época colonial se iniciaron los trabajos del llamado tajo de No- chistongo para proporcionar una salida artificial a las aguas de la cuenca. En afos recientes se ha construido el sistema de drenaje profundo de la ciudad de México. Estas obras hidraulicas y otras han evitado las grandes inundaciones y han contribuido a la desecacién casi total de los lagos. Una buena parte del agua potable que consume la ciudad se extrae, por bombeo, de los acuiferos del mismo subsuelo. Las obras hidraulicas y sobre todo el bombeo han producido abatimientos piezométricos de consideracién, lo que ha provocado incrementos de esfuerzos efectivos en los depésitos del suelo que se traducen en consolidacién de los mantos de arcilla y dan origen al hundimiento regional de la ciudad de México. Por otra parte, el Valle se encuentra en una zona de alta sismicidad. Por todo lo anterior, desde las épocas azteca y colonial se idearon métodos de cimentacién y construccién de estructuras basados en la intuicién y el empirismo (Téllez, 1899), tales como el clavado de estacones de madera (pi- lotes cortos), sustitucién parcial del suelo con materiales ligeros como el tezontle, elevacién del nivel del terreno natural mediante rellenos y recomendaciones para que las cargas de los edificios se distribuyeran uni- formemente. Estos métodos funcionaban a veces. Se tenfa también una idea aproximada de la estratigrafia del suelo en algunas partes de la ciudad, ya que desde el siglo XVII se excavaban pozos para abastecimiento de agua. Parece ser que José A. Cuevas (1936), entre 1925 y 1930, fue el primer in- geniero mexicano que aplic6 las técnicas de la mecanica de suelos, apenas naciente, a fin de atacar los problemas de cimentacién de edificios en la ciudad. ‘Pocos afios después un grupo distinguido de ingenieros, encabezados por Nabor Carrillo, aplicé y difundié las técnicas mas modernas con que contaba la mec&nica de suelos para resolver Jos problemas de cimentaci6n. Entre estos ingenieros cabe mencionar a F. Hiriart, R. Sandoval, R. J. Marsal y L. Zeevaert. Marsal y Mazari, con el apoyo de la UNAM y de la constructora ICA, publica- ron en 1959 una magna obra en que hacen un acucioso estudio de la estrati- graffa del Valle, las propiedades fndice y mec&nicas de las arcillas, asi como de los problemas de cimentaciones y del hundimiento regional. En su obra proponen una zonificacién de la Ciudad. Por su lado, Zeevaert ha publicado desde 1945 una serie de articulos acerca de las caracteristicas del suelo de la Ciudad, y sobre los métodos cons- tructivos y de disefio de cimentaciones aplicables a ella. Dichos articulos estan recopilados en uno de sus libros (Zeevaert, 1973). Otras publicaciones, como las Memorias del Proyecto Texcoco (1969), el Vo- lumen Nabor Carrillo (1969), la contribucién de Reséndiz et al (1970) y un simposio sobre el suelo de la ciudad de México (varios autores, 1978), son fuente invaluable de datos sobre el suelo del Valle. Actualmente se tiene un amplio conocimiento de la estratigrafia del valle de México y de las propiedades Indice y mecdnicas de las arcillas, excepto en 1a zona Xochimilco-Chalco. También se cuenta con una metodologia bien desarrollada para el disefo y construccién de cimentaciones en la Ciudad. 1.2 Objetivos Con objeto de tener una visién de conjunto, sintetizada,en este trabajo se presenta una investigacién sobre las caracteristicas geotécnicas y sismicas del valle de México. Se incluyen aspectos geolégicos y estratigraficos, propiedades de los suelos (indice, mecanicas y algo de dindmicas), hundi- miento regional y su efecto en el comportamiento de cimentaciones y origen de los sismos. 1.3 Alcances Se pretende que 1a informaci6n presentada sea una sintesis global de la geotecnia y sismicidad del valle de México. Se proporciona, ademas, una extensa bibliograffa que permitiré al lector profundizar en aquellos temas que sean de su interés. Se estudian principalmente las caracterfsticas de Jos suelos arcillosos y se seflalan algunos problemas de cimentacién relacionados con ellos. En lo referente a propiedades dindmicas de los suelos blandos se incluyen sélo algunos datos de sus caracteristicas. Para informacién mis amplia se recomienda el trabajo de Jaime (1987). 2. SUELOS DEL VALLE 2.1 Geologia 2.1.1 Descripcién general En el extremo sur del altiplano mexicano (mesa de Anahuac 0 Central) se lo- caliza el valle de México, en la provincia fisiografica del eje Neovolcani- co. Se trata de una cuenca cerrada que por costumbre se conoce indistinta- mente como cuenca o valle de México (fig 1). Esta limitado al norte por las sierras de Tepotzotlan, Tezontlalpan y Pachuca; al sur por las sierras del Ajusco y Cuauhtzin (o Chichinautzin); al este por los I1anos de Apan y la sierra Nevada (en la cual se encuentran los volcanes Popocatépet] e Iztacci- huatl), y al oeste por las sierras de las Cruces, Monte Alto y Monte Bajo. Hacia el centro de 1a cuenca y corriendo de oeste a este se encuentra 1a sierra de Guadalupe. En la parte sur, en direccién E-0, se extiende la sie- rra de Santa Catarina. La cuenca tiene un area de 7160 km®(de Tos cuales 2050 kmcorresponden a Ta zonas bajas), longitud de 110 km en direccién N-S, y anchura de 80 km en la E-0. Su parte més baja tiene una altitud de 2236 msnm. Hacia la cuenca fluye gran cantidad de rfos o arroyos pequefios, entre los que destacan los rios Cuautitlan, Tlalnepantla, de los Remedios, Churubusco, Texcoco y de la Compaiia (fig 1). Estas corrientes de agua dieron origen a seis lagos: de norte a sur, Zumpango, Xaltocan, San Cristébal, Texcoco, Xochimilco y Chal- co. Actualmente, solo subsisten porciones de los lagos de Zumpango, Texco- co y Xochimilco (fig 2). 2.1.2 Perfil geolégico En la fig 3 se muestra un plano simplificado de 1a geologia superficial del Valle. Las zonas bajas estén cubiertas por depdsitos aluviales y lacustres del cuaternario. De la misma edad se supone la serie volcénica basdltica de cerro Gordo, Chimalhuacén, cerro de la Estrella y Chiconautla y la sierra de Chichinautzin que cerré al Valle en la parte sur. Corresponden al ter- ciario superior las tobas y brechas de la formacién Tarango y las lavas an- desiticas del Iztaccthuatl y el Ajusco. Tomando en cuenta que por el norte 8 de la cuenca, en Apasco, y al sur, en Cuernavaca y Cuautla, afloran las calizas del cretdcico superior, cabe suponer que este tipo de rocas debe de formar el fondo de 1a cuenca de México. De acuerdo con Marsal y Graue (1969), hasta una profundidad de 2065 m la Vitologia de la cuenca esta constituida por una sucesién de depdsitos vol- canicos que abarcan desde el oligoceno hasta el reciente (fig 4). En el pozo profundo de exploracién geolégica PP-1, perforado en el lago de Texcoco (Marsal y Graue, 1969; Reséndiz et al, 1970), se encontré que, a grandes rasgos, el perfil estratigrafico esta constituido por capas de ar- cilla, limos y arenas de 0 a 80 m; a continuaci6n, hasta 500 m de profundi- dad, por arcillas de consistencia media a dura, arenas, areniscas y calizas Tacustres; de 500 a 1980 m, por tobas, rocas igneas, brechas y conglomera- dos; entre 1980 y 2045 m, por anhidritas arcillosas y margas; de 2045 a 2065 m, por lutitas, margas y conglomerados calcéreos. La presencia de 13 derrames de roca ignea de espesor variable entre 3.5 m y 108 ma_profundi- dades de 600 a 2000 msefala que hubo gran actividad volcanica durante el Terciario. 2.1.3 Sistema de fallas En las figs 5 y 6 se muestran algunos de los detalles mas relevantes de la cuenca. Se observa que debajo del relleno aluvial (0-500 m) existen dos sistemas de fracturas con orientacién SSO-NNE y ONO-ESE. Estos accidentes se infirieron de levantamientos geofisicos (magnéticos y gravimétricos) cu- ya disposicién de anomalias coincide con los reconocimientos geoldgicos de superficie. Parece ser que el sistema de fallas ONO-ESE es una prolongacién del sistema Acambay (Mooser, 1961). En la fig 6 se aprecian las trazas de las fallas SSO-NNE que atraviesan la cuenca. Se observa que parte de la ciudad de México se encuentra en un gra- ben, cortado a su vez por una falla. Lo mismo ocurre en la planicie del an- tiguo lago de Texcoco. En ambos lados de los bloques hundidos se encuentra el horst del Pefién (Mooser, 1961). 2.2 Estratigrafia En lo que sigue se concentraré la atencién en los 150 m més superficiales de los depdsitos de suelos del Valle, ya que desde el punto de vista de la ingenieria de cimentaciones estos primeros metros de suelos son los que de- terminan el comportamiento de las estructuras. Por otra parte, dada la in- formacién disponible, la zona del Valle que aqui se estudia se circunscribe a la actualmente ocupada por 1a ciudad de México, su zona conurbada (Nau- calpan, Nezahualcéyotl, etc) y Tos lagos de Texcoco y Xochimilco-Chalco. Desde e1 punto de vista geolégico, las formaciones mas superficiales de la cuenca se dividen en Tarango, Tacubaya, Becerra y Reciente. La formacion Tarango, del pleistoceno superior, esta constituida por brechas andes{ti- cas, arenas y limos. Esta formacién aflora al oeste y suroeste, se prolonga hasta el fondo de la cuenca, y constituye la base de los depésitos més re- cientes (fig 7). la formacién Tacubaya, de acuerdo con Bryan, Arellano y de Terra (citados por Marsal y Mazari, 1959), esté constituida por arcillas producto de la deposicién de cenizas volcdnicas muy finas que fueron transportadas por aire o agua hacia los lagos de la cuenca. La formacién Becerra contiene estratos de aluvién y polvo volcdnico con abundancia de fosiles. Marsal y Mazari (1959) dividieron en tres zonas el area urbana de la Ciu- dad: del lago (parte virgen y parte precargada), de transici6n y de lomas. En esta investigacién, tomando en cuenta los trabajos de Marsal y Mazari (1959), Reséndiz et al (1970) y del Castillo (1978), se propone agregar 1a zona del 1ago Xochimilco-Chalco, 1a cual presenta condiciones diferentes de las anteriores, como se vera después. Tomando en cuenta las referencias del parrafo anterior y la informacion mas reciente recabada por el autor (Jaime y Romo 1987 a 4 g y Jaime et al 1987 a 4g), se prepararon las figs 8 y 9. La zona de lomas del oeste de la ciudad esta caracterizada por suelos com- pactos, arenolimosos, con alto contenido de gravas y por tobas pumiticas bien cementadas. Al sur se tiene el derrame baséltico del Pedregal con es- pesor maximo de unos 20 m y en general erratil. Al oriente, en las faldas de la sierra de Santa Catarina y alrededor de Chimalhuacn, también se en- cuentra basalto. La zona de transicién se identifica por presentar variaciones estratigrafi- cas muy marcadas de punto a punto. Se encuentra entre la zona de Jonas y las zonas de los lagos. Se distingue también una transicién entre la zona del lago de Texcoco y 1a del de Xochimico-Chalco, cuya frontera irregular esté entre Mexicaltzingo y Coyoacén (fig 10). La zona de transicién repre- senta seguramente los avances y retrocesos de las riberas de los lagos de Texcoco y Xochimilco-Chalco y en otros casos deltas de rfos; por ello se pueden encontrar en tal parte alternancias de materiales limosos y arenosos compactos con estratos de arcilla muy blanda. La zona del lago de Texcoco esta compuesta por un manto superficial duro; una secuencia de arcillas intercaladas con estratos delgados de arena, vi- drio volcénico y fésiles, Iamada formacion arcillosa superior, FAS; una capa dura de limo arenoso cementado de espesor variable hasta un méximo de 5 m3 una formaci6n arcillosa inferior, FAI, con espesor variable entre 4 y 14 m; y finalmente por los llamados depésitos profundos. Un perfil ideali- zado tipico de esta se muestra en la fig 7. La zona de Xochimilco-Chalco se distingue por tener capas de arcillas blandas de gran espesor; en algunas partes alcanza profundidades superiores a los 110 m. 2.3 Propiedades indice Desde el punto de vista mineralégico, 1a arcilla del Valle ha sido estu- diada por diferentes autores. Zeevaert (1973) la describe como arcilla li- mosa organica que contiene grandes cantidades de fdsiles, ostracodos y dia- tomeas, asi como ceniza y vidrio volcanico; estima que solo el 40 % de las particulas es menor de 2 micras y de estas el 50 % es montmorilonita o ben- tonita y contiene de 5a 10% de materia coloidal organica. Marsal y Mazari (1959) sefialan que entre el 22 y el 63 % de las particulas que 10 componen la arcilla del Valle es menor de 2 micras y que contiene entre 1 y 7% de materia orgénica. Sus conclusiones son similares, en general, a las de Zeevaert, excepto que clasifican a la arcilla como ilfitica; sin embargo hacen notar que se encuentran otros minerales arcillosos y que los resulta- dos de sus estudios mineralégicos no son concluyentes. Leonards y Girault (1961) concluyeron que la arcilla tiene minerales amorfos y la clasifican como aléfana; no encontraron evidencias de montmorilonita o ilita. Mesri et al (1975) afirman que la arcilla consiste en 5 a 10 % de particulas del tamafio de la arena; 55 a 65 % de diatomeas silfcicas del tamafio limo; 20 a 30 % de fraccién arcillosa, de 1a cual probablemente el 10 % es esmectita interestratificada y el resto, silice biogenético o de origen volcanico; finalmente hay entre 5 y 10 % de materia orgdnica. Estudios realizados a lo largo de un sondeo (Peralta, 1984) indican que las variaciones en la composici6n de la arcilla son extremas en muestras sepa- radas de 5 a 10 cm en profundidad. En ocasiones se encuentran lentes puros de microfésiles y de minerales arcillosos (caolin, atapulgita y amorfos). Ast mismo es posible encontrarla con manchas irregulares de ceniza volcani- ca. La descripcién esquemtica mis adecuada ha sido dada por Zeevaert (fig 11) afios antes de que se obtuvieran microfotografias. Se hace notar que al tacto la arcilla, en su estado natural, es en general fragil y quebradiza. £1 agua del lago de Texcoco tiene alto contenido de sales, mientras que la del lago Xochimilco-Chalco es dulce. Se infiere que las arcillas del lago de Texcoco fueron formadas en un medio salino, mientras que las del lago Xochimilco-Chalco se sedimentaron en un medio més favorable al crecimiento de vida vegetal y animal, Esto dltimo se corrobora por la presencia de ma- yor cantidad de materia organica en las arcillas de Xochimilco-Chalco. En el ago de Texcoco el contenido salino del agua intersticial disminuye con 1a profundidad hasta llegar a convertirse en agua dulce (Marsal y Mazari, 1959). Una explicacién de esto es que la parte central del lago, por ser de clima arido, constitufa una evaporita. Un indicador de los més importantes en la arcilla del Valle es el contenido de agua. En la formacién arcillosa superior del lago de Texcoco puede te- ner valores entre 150 y 500 %, en la inferior entre 100 y 200 %. Las arci- Vas de Xochimilco-Chalco tienen contenidos de agua variables ente 150 y 350 % hasta 110 m de profundidad. El limite lfquido de las arcillas del lago de Texcoco varia entre 100 y 500 % y el plastico entre 40 y 100 %, con valores medios de 236 y 76 %, respectivamente (Marsal y Nazari, 1959). En Xochimilco-Chalco los valores son ligeramente menores. La densidad media de s6lidos de las arcillas es de 2.4 con valores extremos de 2.1 y 2.6. La sensitividad de las arcillas del Valle es alta (<10), si se define como Ja. relacién entre la resistencia no drenada obtenida en prueba triaxial UU y la resistencia del suelo remoldeado. La relacién entre el valor maximo de resistencia y e? valor residual en prueba triaxial UU, CU o CD es entre 1.2 y 2.0; depende en alto grado de la iL presi6n confinante 0, en el caso de los ensayes CU y CD, de la relacion de esfuerzos principales de consol idacién. A fines de 1980 se inici6 en 1a ciudad de México 1a exploracién geotécnica masiva en la zona del lago de Texcoco utilizando el cono eléctrico (Jaime et al, 1981), por lo que se tiene informacién reciente. Las dimensiones del cono empleado son de 10 a 13 cm? de area proyectada y un angulo de 60 en la punta. La velocidad de hincado usada generalmente es de 1 cin/seg. La resistencia de la arcilla a la penetracién del cono, q., es un excelente indicador tanto de la resistencia no drenada del material°como del perfil estratigrafico (fig 12). fn general se distinguen dos perfiles tipicos de resistencia de cono en el lago de Texcoco, uno correspondiente a la parte virgen, con valores medios entre 2.5 y 5 kg/cm? para la FAS (fig 12), y el segundo, tipico de la zona del centro de la ciudad (precargada), con resis- tencia media entre 5 y 10 kg/cm?. Para obtener 1a resistencia no drenada del suelo a partir de los datos del cono se puede utilizar la ecuacion: acl Ny Q) en la cual: s, resistencia no drenada qe resistencia de cono Ny factor de correlaci6n Con los datos recabados se ha obtenido que N,=14 para el caso de las arci- lias de la FAS de ambas zonas del lagode Texcoco (Jaime et al, 1981; Montafiez, 1983). Para la zona Xochimilco-Chalco hay poca informacién; sin embargo, se dis- tinguen dos perfiles tipicos de resistencia de cono. £1 primero, en la parte no urbanizada, con valores medios de q. de 2 a 8 kg/cm? desde la su- perficie hasta 60m de profundida d. £1 ofro, en Ja zona urbanizada, con valores entre 4 y 13 kg/cm? de 0 a 40 mde profundidad. No se cuenta con datos suficientes para determinar el valor de Ny. La exploracién mediante 1a prueba de penetraciOn estandar en Ja arcilla del Valle permite extraer muestras alteradas del suelo para su clasificacién y obtencién de algunas propiedades indice (como por ejemplo el contenido de agua natural). Sin embargo, el ndmero de golpes de 1a prueba de penetra- cién esténdar, N, es poco confiable en este caso, pues muchas veces 1a he- rramienta se hunde por peso propio o con un golpe (en cuyo caso se tiene que detener la sarta de perforacién para que no se hinque mas de 45 cm). Es decir, la penetracion esténdar permite recuperar muestras de arcilla del Valle para su observacién directa (contenido de agua, clasificacién, etc) pero no proporciona datos confiables respecto 2 su consistencia en estado natural (resistencia no drenada). 2.4 Propiedades mecnicas y dinamicas Respecto a la resistencia no drenada de las arcillas determinada en prueba triaxial UU se observa que en la FAS del lago de Texcoco virgen varia entre 12 0.15 y 0.30 kg/cm? y en la zona precargada entre 0.30 y 0.65 kg/cm? . La arcilla se encuentra con frecuencia fisurada en su estado natural, raz6n por la cual en el ensaye de compresidn simple se obtienen sistematicamente valores de resistencia erraticos y menores que en triaxial W. Ademas, se observa que las fallas ocurren en grietas preexistentes. Por esta razon se ha recomendado el uso del ensaye triaxial UU para determinar la resistencia no drenada de 1a arcilla. En ensaye triaxial CU las muestras de arcilla exhiben un aggulo medio de friccién interna en términos de esfuerzos totales 9. ne 20" y una cohesién entre 0.1 y 0.4 kg/cm?, que aumenta con la profundidad. Los ensayes en prueba triaxial CD muestran que 1a envolvente de resistencia es practicanente jrectayy pasa por el origen del plano de Mohr. £1 angulo ¢_, varia entre 25° y 35° (Marsal y Mazari, 1959; Zeevaert, 1973; Alberro e Hffiart, 1973; datos del autor). La arcilla del Valle es una de las mis permeables, por tener relaciones de vacfos muy altas (6-12). Su permeabilidad tipica es 1 x 10’ cm/seg. Son altamente compresibles (m 0.1 cm?/kg). Teniendo en cuenta su permeabi- lidad cabria esperar que 18 consolidacidén primaria sucediera muy lentamen- te, lo cual no ocurre debido a la presencia de capas delgadas de vidrio volcanico, arenas y fOsiles y fisuras en el suelo. En las curvas deforma- ci6n-tiempo, obtenidas en ensaye de consolidacién unidimensiona 1 con espe- cimenes de 8 cm de didmetro y 2 cm de altura, se observa que el tiempo para alcanzar e1 100 % de la consolidacién primaria es entre 2 y 6 minutos en promedio (para niveles de esfuerzo menores que 1a carga de preconsolida- cién). En estas mismas curvas se ve que la consolidacién secundaria es muy importante. £1 coeficiente Ca (definido como la pendiente del tramo recto final de la curva deformacién-tiempo) tiene valores medios tipicos entre 0.1 y 0.001 y depende del nivel de esfuerzos (a mayor esfuerzo mayor coefi- ciente y viceversa). Por otro lado, las pendientes de las ramas virgen y de recompresién de las curvas e vs log p de la arcilla tienen una relacién entre 8 y 12; es decir, si los esfuerzos superan la carga de preconsolidacién, el material exhibe deformaciones muy grandes, mientras que en la rama de recompresién estas deformaciones son un orden de magnitud menores, aunque también grandes. Las cargas de preconsolidacién de 1a arcilla decrecen con la profundidad, en la parte cercana de la superficie, y a los 15 0 20 m empiezan a crecer répidamente (fig 13). Poco se sabe acerca de 1a relaciOn de preconsolida~ ci6n del material (carga de preconsolidacion entre el esfuerzo vertical efectivo a la profundidad media de la muestra), @ menos que se hagan medi- ciones piezométricas, pues en general, 1a variacién de la presién de poro no es hidrostaética, como se explica en lo que sigue. A pesar de que el nivel de aguas freaticas es muy superficial en el Valle, es comin encontrar que a profundidades variables la presién del agua in- tersticial sufre abatimiento, especialmente cerca de la primera capa dura y de los depdsitos profundos. ‘La mayoria de los sondeos de que se dispone no contienen datos de piezometria. Por tanto no se conoce con precision el perfil de esfuerzos efectivos. 13 Es costumbre, al calcular asentamientos, suponer que el perfil de presi6n en el agua intersticial es igual al hidrostatico, hipdtesis dudosa espe- cialmente a partir de los 15 0 20 m de profundidad. As, por ejemplo, si se deseara disefiar una cimentacién parcialmente compensada de tal manera que Ja carga del edificio menos 1a descarga por excavacién no rebasara 1a pre- sién de preconsolidacién en los diferentes estratos arcillosos, a efecto de que los asentamientos de la estructura fueran minimos, si el disefiador su- pusiera que la presi6n del agua, u, tuviera una distribucién hidrostatica y esta en la realidad fuera menor, esto implicaria que el esfuerzo efectivo inicial seria mayor que el supuesto y el incremento de presidn debido a la carga no compensada harfa que se rebasara la presién de preconsolidacién y por ende los asentamientos serian un orden de magnitud mayores que los es- timados. Quizé sea mucho mas acertado decir que los estratos de arcilla superficia- les estén preconsolidados por secado y que el resto casi siempre esta nor- malmente consolidado (p.=9'). Sin embargo, se requiere informacion de campo al respecto. oY —n 1959 Marsal y Mazari publicaron los resultados de médulos dinémicos de Young y de cortante, E y G, respectivamente, de las arcillas del Valle, de- terminados en ensayes de torsién con excitacién constante. Este aparato no permitia aplicar presién confinante al espécimen. Obtuvieron valores me- dios de G entre 10 y 20 kg/cm casi constantes con la profundidad. Por su parte Zeevaert (1973) publicé los resultados obtenidos con pruebas de pén- dulo en torsién libre, realizados en una cdmara triaxial modificada para aplicar torsién al espécimen de suelo. Concluyé que el médulo G es una fun- cién creciente de la presién confinante. De los resultados de los trabajos de Rascén (1964) y Elorduy (1964) se in- firié que la relacién de amortiguamiento D, de la arcilla del Valle es de 5.4 % y los médulos de cortante esencialmente similares a los determinados por Marsal y Mazari. Reséndiz et al (1967) proporcionan una correlacion entre propiedades dinamicas y estaticas. Leén et al (1974) publicaron resultados obtenidos en la columna resonante tipo Drnevich, los cuales muestran la influencia de la deformacién angular en el mOdulo de cortante y en el porcentaje de amortiguamiento. En dicho trabajo ya se aprecia que el comportamiento de la arcilla del Valle difiere notablemente del de otras arcillas estudiadas en la literatura. Jaime (1987) demostré que las arcillas del Valle exhiben un comportamiento casi elastico en un amplio intervalo de deformaciones angulares (107* a 10"? %). Es decir, en este intervalo el médulo dinamico G es casi constan- te. Sin embargo, a deformaciones angulares mayores disminuye mucho su va- Jor, del orden del 10 al 50 % del valor miximo. Los valores tipicos del modulo G son entre 40 y 80 kg/cm®, depende fuertemente de la presién confi- nante y de la relacién de vactos. En las tablas 1 y 2 se proporcionan valores medios de 1a velocidad de pro- pagacién de ondas de cortante, c<, en diferentes partes del Valle y corres- pondientes a diferentes estratos de suelos. Estos valores se obtuvieron haciendo ensayes de campo con las técnicas de la sonda suspendida y de down hole (Jaime et al, 1988). £1 médulo G es una funcién de la velocidad 14 de propagacién de ondas de corte, el cual se determina por medio de la ex- presion: soc? G=o cs (2) en la que Pes 1a densidad del suelo (peso volumétrico/aceleracién de la gravedad, 9). Por su parte, la relacién de amortiguamiento del suelo blando de 1a Ciudad es baja, entre 3 y 7 % para un intervalo de deformacién angular de 107% a 1% (Jaime, 1987). 3. HUNDIMIENTO REGIONAL Como se explicé en el cap 2, el valle de México es una cuenca cerrada en la que vierten sus aguas diversas corrientes fluviales que nacen en las serra- nias que 10 circundan. En temporada de lluvias intensas se presentaban grandes inundaciones en todo el Valle, razén por 1a que los aztecas cons- truyeron obras hidraulicas (bordo de Nezahualcéyot!) para impedir la inun- dacién de Tenochtitlan. Es un hecho que !a capital prehispanica se cons- truyé en medio del ago; los estudios recientes han confirmado que no exis~ tia ninguna isla natural (Mazari et al, 1984) y que los aztecas rellenaban Ja laguna para extender la ciudad. £n 1a época colonial se construyé otro bordo de proteccién siguiendo la traza del actual Anillo de Circunvalaci6n. Desde 1607 Enrico Martinez propuso la construccién del tajo de Nochistongo para proporcionar una salida artificial a las aguas de la cuenca. En el siglo pasado se propuso 1a construccién del Gran Canal y de los tineles de Tequisquiac; ambas obras descargan en el rio Tula que a su vez desemboca en el Moctezuma y este en e) Paénuco. En 1975 se inauguré el sistema de drena- je profundo de 1a ciudad de México, que descarga sus aguas también en el rio Tula. Estas obras hidréulicas y otras complementarias han evitado jnundaciones como as de antafo pero han contribuido a la desecacin casi total de los lagos del Valle. Buena parte del agua potable para la ciudad se extrae por bombeo de los acuiferos del mismo subsuelo. Las obras hidréulicas y el bombeo, pero so- bre todo este, han producido abatimientos piezométricos de consideracién con el consecuente incremento de esfuerzos efectivos en los depésitos de suelo, que se traducen en consolidacién de los mantos de arcilla y dan ori- gen al hundimiento regional de la ciudad de México, La relacién entre hun- dimiento regional y bombeo fue establecida por Carrillo (1947). Para. dar una idea de 1a magnitud del problema, en la tabla 3 (Varios autores, 1975) se presentan los hundimientos medios en el centro de la Ciudad. én la fig 14 también se muestran los asentamientos totales de algunos monumentos y sitios histéricos. Hay puntos de la ciudad que se han hundido 8 m en lo que va del siglo. Algunas mediciones més recientes (Figueroa, 1978) se consignan en la tabla 16 4, donde se observa que la velocidad de asentamiento entre los afios 1970 y 1977 varia entre 2.7 y 11 cm/afio en varias partes de la ciudad. A pesar de las catdas de presidn hidraulica con la profundidad, el NAF ha permanecido casi constante, probablemente debido a recarga superficial y a través de la gran cantidad de estratos permeables que se encuentran inter- estratificados en la FAS (Zeevaert, 1973). £1 movimiento regional de 1a Ciudad fue estudiado a fines del siglo pasado por Téllez Pizarro (1899), y por Cuevas entre los afios 1920-30 (citado por Zeevaert, 1973). Nabor Carrillo (1947) explic6 el hundimiento empleando técnicas de la naciente mecanica de suelos y sefialé como su causa la con- solidacién de las arcillas debido a incrementos de esfuerzos efectivos pro- vocados por la disminucién de la presién del agua intersticial del subsue- lo. Ademis del hundimiento de la ciudad, se observa que la extraccién del agua de la arcilla da lugar a la formacién de grietas y fisuras verticales por- que la masa de suelo se encoge de manera diferencial. Evidencias de estas grietas se encuentran superficialmente en el lago de Texcoco, Ecatepec, co- lonia Roma, Coapa, etc. Ademas, sistematicamente en las muestras inaltera- das del subsuelo Se observa agrietamiento, o bien en los registros de campo se informa de pérdida de lodos. Debido a lo anterior, se puede decir que la arcilla del Valle est en evo- lucién constante (de los estratos profundos hacia la superficie) en lo que se refiere a contenido de agua, resistencia al esfuerzo cortante, compresi- bilidad y caracteristicas dinamicas. El impacto mas importante del hundimiento de la Ciudad ocurre en las cimen- taciones. Ast, en cimentaciones parcial o totalmente compensadas, el aba- timiento de 1a presién de poro mis los esfuerzos inducidos por la_ cimenta- ci6n provocan que se exceda a la presién de preconsolidacién de la arcilla y esta pase a trabajar en la rama virgen de la curva de compresibilidad, con el consecuente incremento en deformaciones verticales. Algo similar se presenta en cimentaciones sobre pilotes de friccién. En el caso de pilotes de punta apoyados en la primera capa dura o en los depdsitos profundos, se observa el fendmeno de friccién negativa, el cual reduce sustancialmente la capacidad de carga de estos pilotes. Ademés de Jo anterior se presentan deformaciones diferenciales entre es- tructuras vecinas; por ejemplo, la presencia de un edificio cimentado con pilotes de punta provoca que estructuras ligeras préximas sufran asenta- mientos diferenciales tan grandes que llegan a destruirlas. También ocurre que edificios pesados sobre losas 0 cajén de cimentaci6n dafen a estructu- ras ligeras colindantes. £n cambio, cimentaciones sobrecompensadas "emer~ gen" con respecto al terreno circundante debido al alivio de esfuerzos pr vocado en el suelo. Es decir, el perfil de esfuerzos bajo 1a cimentacion es menor que el correspondiente al suelo fuera de ella. Por tanto, en el primer caso la arcilla se encuentra en la rama de recompresién de la curva de conpresibilidad y en el otro mis cerca de 1a carga de preconsolidacion 0 en la rama virgen. Asi, al ocurrir un abatimiento piezométrico (como de he- cho sucede) e1 suelo bajo la cimentacién y fuera de ella se consolida par- v7 tiendo de esfuerzos iniciales distintos, por tanto asenténdose de manera diferencial, 10 cual provoca la impresién de que la estructura emerge. 4. SISMICIDAD 4.1 Origen de los sismos Los sismos que principalmente afectan al valle de México tienen su origen en diferentes partes de la Repblica Mexicana: a) costa del Pacifico (Ja- Tisco, Colima, Michoacan, Guerrero y Oaxaca); b) Oaxaca, hacia el sureste; c) sistema de fallas de Acambay, al norte; y d) locales, generados en el interior de la cuenca y en sus inmediaciones. Las distancias al Valle de los epicentros de los temblores que se originan en la costa del Pacifico son en general menores de 400 km, si bien se han sentido levemente sis originados en sitios mas alejados (Figueroa, 1971). La alta actividad sismica que afecta la cuenca se debe a que la Repiblica Mexicana se encuentra situada en las zonas de influencia del Cinturon Cir- cumpacifico. Estos son los lugares geograficos con la maxima actividad sismica en el mundo. En la fig 15 se describe la tecténica del Caribe y del Pacifico Centro. Como se observa, 1a mayor parte del territorio mexicano se encuentra en la placa Norteamericana. Con flechas se ha indicado la direcci6n de los movi- mientos de las placas vecinas a esta y de su propia deriva. Las placas de Cocos y de Rivera tienen un movimiento de subduccién por debajo de la placa Norteamericana (fig 16 a); la frontera entre aquellas y esta queda limitada por la llamada trinchera de Acapulco. £1 movimiento entre las placas es el causante de los sismos originados en la costa del Pacifico. Los focos de los sismos en esta zona (fig 16 a) tienen profundidades menores de 20 km, y se localizan en una banda de 80 km de ancho que corre a lo largo de tas costas de los estados de Jalisco, Colima, Michoacan, Guerrero y Oaxaca (Singh et al, 1985). Los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985 se en cuentran entre estos. En la parte continental de la Repdblica ocurren sismos con profundidades focales mayores de 40 km (fig 16). Son provocados por un mecanismo de fa- Via normal que se produce en 1a placa de Cocos ya subducida. Se cree que estas fallas pueden ser causadas por corrientes de conveccién del manto por 1a tensién que produce el propio peso de la placa al ir penetrando en el interior de la tierra; o bien, a la carga que le impone la placa de 20 Norteamérica a la placa de Cocos ya subducida (Singh et al, 19853 Singh y Suarez, 1987). Estos sismos son poco frecuentes y tienen un gran potencial de destruccién. Algunos terremotos de este tipo son el de Oaxaca, 1931 (M=8.0; practicamente destruyd la ciudad); el de Orizaba, 1973 (M=6.8) y e1 de Huajuapan de Ledn, 1990 (M=7.0). En la fig 16a se marcan con circulos jos epicentros de dichos sismos y de otros del tipo de falla normal. También ocurren sismos superficiales en la parte continental de México, los cuales pueden suceder por dos causas (Rosenblueth, 1987): 1) una manifesta- cién del movimiento relativo de las placas de Cocos y Rivera y las de Nor- teamérica y Caribe, y 2) flexién de la placa de Norteamérica probablemente debida a emersién del magma. Algunos ejemplos de estos terremotos son: Acambay, 1912 (M=7.0), Jalapa, 1920 (M=6.4) y Jaltipan, 1959 (M=6.4). Los periodos de recurrencia de los mayores sismos que ocurren a lo largo de la zona de subduccién varian entre 30 y 75 afios (Singh y Suarez, 1986). Estos temblores son los més frecuentes, de los otros tipos poco se sabe. Entre 1900 y 1985 han ocurrido 34 eventos sismicos con magnitud Richter ma- yor de 7 (Singh y Suarez, 1986). Ademas, se ha podido recopilar informacién que indica que en el siglo pasado sucedieron 23 sismos con magnitud mayor de 7. Los sismos locales tienen periodos dominantes (en espectro de amplitudes de Fourier) muy cortos (menores de 0.5 seg) con duracién rara vez mayor de 5 seg (Figueroa, 1971), Pocas veces se Sienten lejos del lugar donde se ori- ginan; aunque sean fuertes solo causan alarma entre los vecinos del lugar y excepcionalmente dafios a las personas, pero con frecuencia agrietan casas en Tacubaya, Contreras, etc. 4.2 Respuesta de los suelos de la cuenca Varios sismos con magnitud mayor de 6 originados fuera de la cuenca (con distancias epicentrales de hasta 400 km) se han sentido en ella con muy al- ta intensidad. En cambio, en otras partes del mundo, a distancias epicen- trales mayores de 100 km se verifica una gran atenuacién del movimiento sismico. Esto manifiesta la fuerte amplificacién sismica que hay en el Va- le. De acuerdo con Rosenblueth y Elorduy (1969), desde el punto de vista sismi- co la ciudad de México es Gnica y en ella se observa lo siguiente: - Periodos dominantes del suelo de hasta 5 seg - Factores de amplificacién hasta de 50 en espectro de amplitudes de Fou- rier (Singh y Sudrez, 1986); entre 10 y 15 en términos de aceleraciones espectrales con 5 % de amortiguamiento. = Un gran efecto de interaccién suelo-estructura Los sismos con focos lejanos producen los mayores dafios a estructuras loca~ lizadas en las zonas de 10s lagos de Texcoco y Xochimilco-Chalco y de tran- sicién. 5. COMENTARIOS Y CONCLUSIONES Atendiendo al tipo de suelo, tradicionalmente se distinguen tres zonas en la ciudad de México: a) lago, b) transicién yc) lomas. La mayor parte de ja ciudad est4 asentada en el fondo de los antiguos lagos de Texcoco y Xo- chimilco-Chalco. En estas zonas los depésitos de suelo consisten en arci- Tias muy blandas y muy compresibles (c=0.2 a 0.4 kg/cm? y m=0.1 cm?/kg) con caracteristicas dinamicas sui géneris. Los abatimientos piezométricos por bombeo en los acufferos (y las grandes obras de drenaje, en menor escala) provocan, ademas del hundimiento regio- nal de 1a ciudad de México, los efectos siguientes: a) agrietamiento por enjutamiento diferencial de los depdsitos de suelo; b) problemas de asenta- mientos no controlados en edificios cimentados sobre zapatas 0 cajones to- tal o parcialmente compensados; c) en estructuras apoyadas sobre pilotes de punta se tiene el fendmeno de friccién negativa actuando en estos, lo cual disminuye notablemente su capacidad portante; d) interaccién entre edifi- cios (o casas) vecinos soportados por cimentaciones diferentes, debido a distintas magnitudes 0 velocidades de asentamiento entre unos y otros; e) evolucién constante de las propiedades indice, mecanicas y dinamicas de Tas arcillas del Valle. A diferencia de otros sitios en el mundo, en los cuales sismos con magni tu- des de hasta 6 0 7, generados a distancias mayores de 100 km practicamente pasan desapercibidos, en el valle de México sismos con magnitudes de 6 y Con distancias epicentrales hasta de 400 km pueden producir dafios importan- tes en la ciudad. Cuando las frecuencias dominantes de los temblores que Tlegan al Valle estén entre 0.25 y 1 Hz, se sienten con gran intensidad en jas zonas de Jos lagos de Texcoco y de Xochimilco-Chalco. Comparando Tos espectros de amplitudes de Fourier de estos lagos con los de las lomas se observan factores de amplificacién de hasta 50. Si se comparan los espec~ tros de aceleraciones, este factor es entre 10 y 15. Con frecuencia es im- portante el efecto de interaccién dindmica suelo-estructura. Se afade a las tres zonas en que se divide el subsuelo de la ciudad de Mé~ xico, 1a zona del lago Xochimilco-Chalco. Con base en datos historicos y en la revisién de sondeos recientes, se determina que la frontera irregular entre las zonas de los lagos de Texcoco y Xochimilco-Chalco se encuentra en 22 una recta que unirfa al pueblo de Coyoacan con la iglesia de Mexicaltzingo. Hacia el sur de esta linea y hasta aproximadamente la Avenida Miguel Angel de Quevedo, hay una zona de transici6n (fig 8). Ademas, con base en los trabajos de Marsal y Mazari (1959), Reséndiz et al (1970) y del Castillo (1978) y en sondeos recabados por el autor, se actua- Jizan as curvas de igual profundidad a los depésitos profundos del Valle (fig 9). 6. REFERENCIAS Abreviaturas empleadas en las referencias ASCE American Society of Civil Engineers COPAMIF Congreso Panamericano de Mecénica de Suelos e Ingenierfa de Fundaciones OOF Departamento del Distrito Federal DEPFI Divisién de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingenie- ria, UNAM ICOSOMEF International Conference on Soil Mechanics and Foundation En- gineering I de I Instituto de Ingenieria de 1a UNAM SHCP Secretaria de Hacienda y Crédito Pablico ‘SMMS, Sociedad Mexicana de Mecdénica de Suelos UNAM Universidad Nacional Auténoma de México rt (1973), "Resistencia a largo plazo de Ja arcilla Alberro, J. y G. Hiri Publicacion de las series del I de I, UNAM, No de la ciudad de México" 317, ago. Cuevas, J. A. (1936), "The floating foundation of the new building for the National Lottery of México, an actual size study of the deformations of a floculent-structured deep soil". Memorias de 1a*ira ICOSOMEF, vol 1, pp 293-301, Harvard University, Cambridge, EUA. Del Castillo, R. 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Zeevaert, L. (1973), “Foundation engineering for difficult subsoil condi- tions”. Ed. Van Nostrand Reinhold, Nueva York. Caps 5 y 12. TABLA 1. VELOCIDAD DE ONDAS S EN LA ZONA DEL LAGO DE TEXCOCO Velocidad media * (m/s) Estrato Preconsol idados Virgenes Capa superficial 118 113 FAS 64 54 Capa dura 267 192 FAI 180 134 Depésitos profundos 506 358 * £1 coeficiente de variacién esté entre 2 y 8 % segdn el estrato y el sitio. TABLA 2. VELOCIDADES DE ONDAS S EN LA ZONA DEL LAGO XOCHIMILCO-CHALCO Tléhuac Bombas 2 27 53 28 43 87 4456 118 57 68 102 69 76 106 Tlahuac Deportivo 5 6 56 6 10 145 10 40 81 40 42 317 42° 48 154 * El coeficiente de variaci6n en Tlahuac Bombas est& entre 3 y 7% y en Tl&huac Deportivo entre 13 y 31 %. TABLA 3. VELOCIDAD MEDIA DE HUNDIMIENTO EN LA CIUDAD DE MEXICO. Intervalo de medicién Hundimiento medio Velocidad media de hundimiento afios cm cm/aiio 1891-1938 212 4.5 1938-1948 76 7.6 1948-1950 88 44.0 1950-1951 46 46.0 1951-1952 15 15.0 1952-1953 26 26.0 1953-1957 68 17.0 1957-1959 24 12.0 1959-1963 22 5.5 1963-1966 a1 7.0 1966-1970 28 7.0 TABLA 4. HUNDIMIENTO EN VARIAS ZONAS DE LA CIUDAD DE MEXICO. PERIODO DE MEDICION 1970-1977. Velocidad media cm/aiio Calz. de Guadalupe y rio Consulado 5.3 Calz. de Tlalpan y Av. Baja California 7.5 P. E. Calles y rfo Churubusco 11.3 Calz. de Tlalpan y Taxquefa 2.7 Av. Revoluci6n y Morena 7.0 (CA MEXICANA Nos wate ao atte 500 msn valle ——-— Parteaguas general de 1a cuenca 500 a 1000 msn valle — Parteaguas de las subcuencas 1000 2 2000 asn valle +—+— Limite de Estado 2000 msn valle Fig 1, Cuenca de México (Marsal y Nazard, 1959) 30 LOS LIMITES APROXIMADOS DURANTE LA EPOCA @* COMIENZO DEL SIGLO XVI DILUVIAL I ZUMPANGO ‘© zuMPANGO : 'S. GERONIMO: amend el A) cUAUTITLAN TEOTIHUACAN Xaltocon cuAUTyTLAN OLMAN : eZ Sy TEXCOCO Texg TLALNEPANTLATQ SY '@ GUADALUPE racuaal CUeAS) @ mexico TACUBAYA CHALCO TLaHUAC TLALPANT XOCHIMILCO ecHalto Si @ Av comiENzo DEL, SIGLO xix @ oa ZUMPANGO #5, GERONIMO Xalioean Xoltocan @ TEOTIMUACAN CUAUTITLAN, ° TeoTiHuAacanl /ACOLMAN 5. CRISTOBAL: TLALNEPANTLA @TExcoco GUADALUPE ®, MEXICO TACUBAYAO. oY TLALPAN®: XOCHIMILCOSNAT LAH ‘CHALCO XOCHIMILCO ¢ ° 10 25 km Teutl eel Fég 2. Lagos de La cuenca de México (Del Castibto, 1978) paniaphu are Cre re TeAcaRio Fig 3. Geofogta supersicia de La cuenca de México (Marsat y 9) Gnaue, 196 Serie volesrice bo: Formacisn Torongo ER seers 32 tee Pro enn anim Millers 7 ne ory Formocion GRUPO rc 250-4 eldsico VOLCANICO PLEISTOCERO } etuviol | cHisHinauTZiN o _ jorcitiose ones soot RH. + TT OEE | Hntere i" BE crupo | J N. ee VoLcanico | MIOCENO Ee peat ss 2 SIERRAS g Cierra tote! Wee | Ron de io ewence VOLCANICO Shoe, eo mOALIPE | 7 por t OLIGOCERNO 2 Se Grupo sy ee VoLCANI 22 XOCHITEPEC ——— 00> rdsofe< Prine \ vgs 4 formocisn \ MISS 40 lo sierra \ Kf 4 Chichinoutrin \ ’ “|e veierre. de EOCENO F504 \ 1800-474 soy ayy ns04 2 a evance \ \ ie witiones ehes | : \\ RS * -4--- \ a > 5] GRUPO. | J “ bso \wteo-|2 = z|votcantco| t WA |e 5 wig 804 Vv fee BASAMENT PALEOCENO \\b 8 Formocisn \ 1? ; Chimotnueedn Lre4 2000. Formacién £ [os I \BSY EMMorre” 2065 a | ' 500 pe’ Accillas tocustres lr Depdsitos oluvioles <<} Aglomerados y tobos Trovertinos Anhidrito & [FEA colodos de Jove Conglomerodo calizo Fig 4. Litofogéa def pozo progundo PP-1 (Reséndiz et al, 1970) 33 Slerra de Tezontlalpan 22 | uy: ° Nevpdsde 3h +x * tgs ely aes scioywer . 2 F Iztaccihuat! : : a. PuceLa Ehichinautzin ~ Popocatepet! /CUERNAVACA i © Voleanes cuaternarios Volcanes mio-pliocénicos Fotlos inferidas ++ Follas existentes Fég 5. Séstemas de fatlas de La cuenca de México (Mooser, citado por Reséndiz et al, 1970) 34 cmon TS 5 fi peceetaen ee | enue enicninautz in Pieces Sel us } enuro ot Las siemaas wince euetorene — * } enuro soci eree een } sc oct easawento jee mt vevcanico occa cutwce fee asnco Baas creda [ ia Fig 6. Seccién 0-E de £a cuenca de México (Mooser, citado por Reséndéz et at, 1970) Profundidad, en m ° 10 20 40 50 60 35 Descripci6n cos superficial] arena material de re}leno, limo, agua 8 muy variable pero menor de 50% contenido defonsistencia ° compacidad edia a dura conpactade Compresi- bilidaa baja é arch supersor capas de (arena fina, Hosa negra) larciila intercalada con pe- lquefios lentes de vidrio vol- Jenico, ceniza, fosiles y Icon frecuencia se encuentran fisuras y rafces 150 y 450 En algunas partes} puede aleanzar Valores de 500 vianva muy blanda, alta a muy atta Capa dura Limo arenoso cenentade renor de 25 dura o muy dura uy baja Formacién arcillosa inferlor arcilla con intercalacioné de ceniza y vidrio voledni-| entre 100 y 200 media a dura nedia alta Depésitos profundos Depésitos aluviales de gra-| vas y arenas andesfticas, Limos cementados. Pueden presentarse capas de| arcilla'o limo aretlloso (de consistencia media a dura y de baja compresibi- lidad) enor de 40 dura a muy dura muy baja Fig 7. Persil ideatizado de La zona del Lago de Texcoco Z| FORA M2] ons 11 Wf TRANSICION ona itn //, acon y Fig &. Lonigécacé6n del subdsucto deg vatee de MO (1987) 37 metros 8 30 2 XOCHIMILCO v 60 Fig 9. Curvas de igual profundidad a Los dep6sitos progundos 38 Qe. de cheanautia rs so simpoLocia Lago ~ Rio Curva de nivel(2400) Calzada de Thocopen o Tacuba J Digue de Mexicatzinge que aivisid D alas Lagunas de México y Xochimilco. ( ozs ro km ae, Fég 10. Canal de conexién entre Los Lagos de Texcoco y de Xochimik co-Chateo (Memonias de Las obras dee Sistema de Drenaje Progundo dee DOF) nn HS arciirs y micropores Ss limos GOs. diatoneas, icra QW fSsiles Fig 11, Descripedon esquemAtica de La arcitta det vate de México (Zeevaert, 1973) 40 w, % Sys kg/em@ Ags kg/m ° 200 ° 1 ° 20 ° +t —t a cs x x « *x =| x8 104 4 [=] € 2 So FAS 204 4 30-4 4 { co x Ke x FA <=] u x | x Xx 404 4 oP sot Fég 12, Comparacion entre resistencia de punta q,, contenido de agua ww, Aeséstencia no drenada 4, y perce estratigndsico Profundidad, en m 8 30 40 ° 41 SONDEO -O-SC~4 Suelo virgen ~@-SS- 1 Suelo precargado _—_____|___ 1 2 3 Esfuerzo de preconsolidacién G_ , en kg/cm? Fig 13, Cargas de preconsoLidacion 42 Tiempo, en afios 101920 1930 1940 195019601970 Primer Coofre Hundimiento, en m w joritiiirtis sooitirri tii Evolucton dee hundléméento medio en varios sitios de la ciudad de México (Memorias de Las obras det Sistema de Drenaje Progundo det DDF) PLACA NORTEAMERICANA. GOLFO DE MEXICO. = PLACA OEL PACIFICO. PLACADENAZCA yy ~ Ma PLACA SUDAMEHICANA Pa a” é a ‘A. Sistema de Fracturas de San Andrés Gotlo de California K Cresta de Cocos 8 Fracture de Rivera L Cresta de Carnegie M Ceasta de Nazea © Fracture de Ciarién N Fou meso-smericans € Frectutade Orozco © Foss Perd-Chite F Feacturade Siqueiros P G Fracture de Clipperton a H Cresta de los Galdpagos R ‘ s 4 T Fég 15. TectOnica de La Reptbeica Mexicana (Demant, 1978, tomado de Geologia de La RepibLica Mexicana, 1985) 44 Ton orm easaaigare x 1 ¢ oO Golfo de Méxted jt i 4 s on re Oceano Pacftice veel Trinchera Costa . fl Noe cna #2) wear Fég 16. Zonas de ocurrencia de Los sismos de subduccién y de salla normal en México (Singh et al, 1985) INSTITUTO DE INGENIERIA Seccién editorial Universidad Nacional Auténoma de México Ciudad Universitaria Coyoacén 04510 ,México,D F

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