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Los ciberncolas

Por Jos Prez Jimnez

El ciberespacio demarca la existencia y estada humana. Es un error estimar a la Internet tan solo
como va de informacin, cuando en verdad es el nuevo eje de rotacin planetaria, cuya
transitabilidad como sus efectos que reconfiguran la condicin humana, son inevitables. Bien dice
el socilogo Nelson Manrique (2016), segn el dominio de las redes y la web, somos colonos o
excluidos digitales, nativos o migrantes digitales.

Frente a la Internet se contraponen fatalistas y entusiastas. As, hay quienes la rechazan por cuanto
ha provocado ms facilismo, nihilismo, y una cultura invasiva/exhibicionista de la intimidad. Pero
tambin estn los que la idealizan mostrndola ajena a los conflictos terrenales. Ni una ni otra cosa.
Es un hecho que los terrcolas se han mudado con sus bondades y vicios al reino virtual, extendiendo
sobre este, conflictos de intereses. Paradjicamente, los mrgenes de libertad cedidos por el reino
virtual intimidan al ciberpoder porque, aqu como all, nada es ms peligroso que la verdad
(recuerdan Assange y los WikiLeaks, a Snowden y a la amenaza del TPP?).

Recientemente, una nota periodstica dio cuenta de cmo el consumo va Internet haba provocado
la muerte por inanicin de muchos malls en EE. UU.; es el triunfo del click sobre el shoping. Esta
historia recin comienza y habr internet para rato. El ciberncola apenas ha salido de la cueva.
Recordemos que el soporte digital gatea desde hace pocas dcadas, pero tiene un poder de arraigo
superior a la oralidad (presente hace ms de 150 mil aos) y a la escritura (presente hace 5 mil aos
y, en forma de impresa, hace apenas 500 aos).

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