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Ya sé que es wnt buen psiguiat y tuna buena persona, pero no podia seguir con él... Usted rme comprende?> “Tardé otro tiempo en comprenderla un poco: cuando pude reacionar asco, la emocién visceral que sentia en algunas situaciones como esa, Gon los abusos sexual reterados a los que habia sido sometida en ta infncia y la pubertad, tanto por su padre, como por su made, como por ambos juntos. Setrataba de dos personas muy gravemente perturbadas pervesas que, al exterior, mantentan la imagen contaria. Enter entonces la importancia que para ella renfan las sensaciones, la sensibiidad y las emaciones viscerales, tales como el asco: cqué debe sentir una nifia cuando es acariciada y excitada por las figuras que debe- ran protegera y proporcionarle perspections inteligibls, integrables, del ‘mundo, y que le proporcionan, en cambio, situaciones de tan imposible claboracién como el ser abusade, maliraiada o, en otros casos, abandona- da por los progemitores? ;Qué debe sentir sobre sw cuerpo, sus sensaciones corporales, sus flujas, sus secreiones..? ‘Conaciendo estos antecedentes, se entiende mejor su hipersensbili- dad visceral, incluso ef asco ante «el hilillo de salivay. Pero efoto lado de esa hipersensibilidad, wnida a su bondad interior, a su necesidad de «er, ante todo, buena persona», la habfan vuelto especialmente sensible BH Capito I< 2Qné ef pica y gue os fa esquizotienia? 4 las rlaciones humanas y aus sentinientos concomitantes, sensibilidad {y conocimiento aumentadas por su prolongada psioterapia. Por es, wna y ota vez, los compariers del colegio le pedian que hiciena de tutora de los casos ms dificiles. Cada aio yo le aconsejaba precisamente lo contrario: ‘sollamos star de acuerdo en que deberta evitarlo. Bero como la dosis de neuroléptcos que le proporcionaba era realmente baja y la psicoterapia ime constaba que estaba bien levada, sus capacidades de contencién y sus capacidades de comunicarse através de la relacinestabars nay por encima de la media, Con ello, en otra evuelta de tuercar, los compaiieros del colegio comenzzaron a escogerla conto etutora para las familias problemé~ ticas», para hacer las entrevista con ellas. Era casi increfble para mf, que conocia es otto ladoo, su parte més psicbica, sus dificultades de comu- nicarse, de contact afetivo, sus reacciones visceraes, sus sentimientos de ppersecncin, Ent casi incrtble que fos compavieros valoraran tanto la otra parte, pero también fo entendia ’ Sin embargo, las eviviscencias que esas entrevistas le proporciona- ban esobre fo que ocurta cx mi femilian a veces eran excesivamente con movedoras, con ef riesgo de resultar desequilibrantess por lo que tuve que ir orienténdola para que, en la medida de la posible, fuera dejando esas tareas «tan emocionalimente coniplejas» a otros compaiieros o compaiteras. Y¥ no es que ella no estuviera de acuerdo conmigo, por autosificiencia, por nnarcisismo © mal céleulo acerca de sus resistencias, no, Es que los com- paiteros le insistian en que ella lo hacia migjor que los demas y que las familias quedaban agradecidas hacia ella y hacia la institucion. Un concepto de salud (mental) Las situaciones anteriores nos ilustran hasta qué extremo Dolores 69 Julia atesoran aspectos sanos dentro de ellas y en sus relacio- nes, aspectos incluso més solidarios y benevolentes que otras ‘muchas personas. Nos plantean, en iiltimo término, qué es lo que debemos entender por salud mental y por trastorno mental, y cémo comprender estos filtimos. Un eoncepta dle sud (rental) | 89 uumor) por su intento de tranquilizar eal doctor Tizén, que se puede angustiar com mi angustia». Luego me dio algin otro detalle de las ratces desgarrando Ia carretera, detalles que ahora me parecen mids artstcos, como menos angustoses ‘eX el puente techado? {Tal vex Los puentes de Madison?» «No, no habla pensado en esv...» «El primo yangui, ges de por alli? «Si, vive en uno de los Estados del Este, pero no habia pensado en eso. Creo que es un pedante y wn derechoso que no aguante, pero nada més. “Ante la falta de asociaciones (y el fracaso de las mias), pensé enton- ces que posiblemente se trataba de una simbolizacion directa de su cabe- za: su cabeza era su techo y el miedo era que ese atechoo ese le capera cacimas con fantos problemas. Era posible que, de forma automdtica e inconsciente, haya producido ese stmbolo, gracias a sus capacidades de simbolizacion sana, tan desartolladas en Julia, Podriamos entonces ha- ar det suerio como la expresion de este periodo de su existencia en que se encontraba tan amenazada por rafces y males que, desde dentro, le po- dian romper el carsino de la vida. Y eso tanto fisica como mentalmente: podian hacer que se derrumbe su techo-mente. Pero, como ella bien dijo, sestd mejorv: por eso pudo sofar wn resurnen tan certero y tan pottco de lo que en realidad estaba viviendo, intentando superar en esos filtinos meses... Bra una buena muestra de que estaba viviend al menos algunos aspectos de sus procesas de duelo con la parte mas sansa de su personali- dad y que —al menos dentro de ella, en su mente— estaba arreglando Io que podta. Otra muestra de salud (mental) en medio de un grave trastorno mental podriamos tenerla en Dolores, la mejor profesora para familias con problemas». Dolores es otro caso atin mds Hamativo, si cabe. Cuando vino a mi con- sulta, lo hizo derivada por el psiquiatra anterior: ella habfa pedido el ‘arnbio directa y abiertamente, Lo que me extraié era lo bien que hablaba de ese psiquiatra (opinion con la que yo coincidia) y de su psicoterapeuta fun excelente profesional, muy experimentado en la psicoterapia de pa~ 86. | Capitalo 1» Ques psicessy ange es cientes con psicosis. Pero ante su actitud cerrada, solo me quedé admitir su demanda, Le dije que, ya que se trataba de un tratamiento combiriado, tenfa que hablarto con su psicoterapeuta, a fo que ella accedi El peicoterapeuta, dada su posiciSn y para no saltarse la confiden- cialidad de ta psicoterapia, no pudo darme mas dates sobre el porqué del cambio, pero estaba de acuerdo con su decision. Comencé entances una serie de visitas ade contencibn, orientacién y psicofarmacologiay, como suelo hacer cuando me toca hacer de psiquiatra de este tipo de pacientes Dolores habia sido diaguosticada de wesquizofrenia paranoidey hacia ya casi quince aitos. En esos momentas, tenfa més de cuarenta. Bra _profesora de wn colegio de élite de ta ciudad, en el cual impartia clases 0 ejercia de tutora de los chicos mayores, ya adolescentes. Solo muy ocasio- rnalmente habia tenido que dejar ef trabajo por su trastorso: durante ef primer y ef sequndé episodios y luego, ocasionalmente, siguiendo mis recomendaciones, con “bajas laborales cortas, de dos o tres dias, cuando temfa verse desbordada por sus evivencias inysuatess. En los dos o tres episodios de mas grave descompensacién que habia padecido en su vida, haba huido, despavorida, sin saber adéude, 0 habla amenazado cow sagresiones graves gti compariero. Ex ambos cases, solo habe tenido ingresos nusy breves, de dos o tes dias tal-ve=: Lo principal que quedaba de su cwadro clnico cuando vino a verne eran esas descorapensaciones ocasionales, de varios dias, durante ta cuales se sentla dominada por el miedo y la angustia. «Una nieblay invadta su visién: veia una niebla en el fondo de los lugares y las paisajes, ya desde a maizana y en todos ls sitios. Se trataba de wna alucinacién, no de una interretacibn, Esa niebla le daba mucho miedo y se tha angustiando més y mds, La niebla, para ella, tenia que ver econ todas las,cosas que pasaron y que pueden volver a ocurrir. Pueden pasar las cosas mds malas». Pero nunca Togré saber mas de aesas cosas malas que podian volver a pasar: tal vez las tenia resereadas para su psicoterpia o tal vez las callaba incluso all, por privacidad exagerada, en una falsa protecién de su autoimagen. Otro elemento que se me hizo patente de su situaciSn era su gran sensibilidad: estaba enormemenie dotada para aprecar tos colores, las Iuces y los olores de mi despacho, que comentaba con cuidade, para no hrerinme, 0 tan solo con un gesto expresivo de su retro, Esa misma sen- Hay elementos anos en el paciente con prices paranoide. Emper, la paciente me parecia tan en contacto y en ocasiones ‘me habia descrito tan bien la despersonalizacién de ese servicio—y, por el cantgrrio, la personalizacién y las capacidades de contencién del de concologia— que no crei que 10 dominante fuera ta proyeccion, sino una adecuada percepcién de la realidad teenasanitaria de nuestros dias. En- tiendo un poco, ademas, de los efectos psicoldgicos y psicopatolégicas de la cortsona y las corticoides, que son importantes. Decal, pues, no apoyar el que se pusiera en rego psicoldgico y somstico: recordemos que estaba en tratamiento oncolégico. O sea que entre los dos pergefiamos us plan para evitar la falta de contencién y ayuda a fa elaboracién de algunos servicios médices. Para dll, me basé en sus capacidades elaboratvas, sanas, que estaba mostrando cent su recontactar cor lo que significaron para ella el diggnéstico de céncer, las intervenciones y reintervenciones, el sentise tan zarandeada por los servicios médicos, etc. De entrada, habia vivido todo de forma paranoide, procurando escindirlo de su mente y de la relacién conmigo. El miedo era demasiado intenso. Casi no pudims hablar de ello. Pero luego si pudo, lo estindéa menos y se disociaba, por fo tanto, mucho menos. Ast, induso en procesos de duclo tan dficiles imbricados como los que entonces fe toc vivir, todos a la vez, log evitar cacr en proyecciones masivas y en dos sentimientos de persecucién delirate consecutive. TTeniendo en cuenta tado esto, decidf ayudar a Julia a orientarse en esta dificil realidad sanitaria que vivimos. Por eso, hablamos de la posi- bilidad de realizar los andlisis previamente, por la via privada, y presen- tarlas al especialista de hematolagia ya reaizados. Pude ayudarla en esa via, Ast, si ella habia percibido bien las seales de su cuerpo (como fue efectivamente), la analitica estarka normal y se evitaria la tanda de cort- coides. Y silos valores satan alteradas, no quedaba desprotegida: la tanda serla inevitable y, ademés, justificeda Entre esos temores y la venida de su primo «yanguis, Julia se en- contraba muy alterada, cungue en medio de tanto conflicte, azomaba ia isla de esperanza: habia decidido votver al trabajo y creia que, si como ella presentia, sus andlisis sallan bien, podria hacerlo ya préximamente Y tanto ella como yo concciamos los efectos aterapéuticos» que su dificil trabajo ede cara al piibico» posee sobre ell 94 Capito 1 « Qué es la pcos y qué sl eu En Ia sesién de la semana siguiente, me comunicd de entrada to siguiente: «Me encuentro mucho mejor, mucho mejor... La mejoria sigue, Ya Ime hice los andlisis y estoy sequaa de que saldrin normales. Y esta nache, hhasta he sofiado, Ya sabe que no sueiio nunca; bueno, no recuerdo les sues nunca 0 casi munca, pero este sf. Y no es porque sea bonito o fil Pero era ast, ast, muy grifco, como muy gréfco.. Sueito que voy cantinando por una carretera... Que voy caminando hhace tiemipo... Una carretera larga, larga, que tiene vueltas, subidas y bajadas... Y de repente, e va poniendo peligrasa, cada vez mds pelignsa las curvas son mas peligrosas y, sobre todo, a la carretera le van saliendo tunas races, sinas rafces que la retuercen, la agrictan, parece que la van 4 dominar y romper... ¥ yo corr y corr por esa carretera ‘Mas adelante veo un puente... Un puente de esos techados, como en alguones patses... Son unas puentes que me gustan mucho, que siempre ‘me han gustado mucho... ¥ me meto dentro. Pero el peligro es que el puente, major dicho, el techo, el techo, se puede derrumbar. Se va a derrumbar sobre mé. Me va a caer sobre la enbezu, Y paso miedo, mucho miedo, pore sé que el tedhy se puede derrumbar sobre mi. Y me he despertado sudando, sudando, Con nsucho sudor: y ahora no es por el tamoxifena, que ef nuevo producto no me da sudores. Yo «reo que es porla angustia del sueito. Pero estoy bien, zeh, doctor? Estoy bien, no se creas «Gracias por tranquilizarme, le digo. «Uhed esté haciendo conmigo lo que no pudo hacer con el hematdloge: intentar convencerme de que, «aun estando en peligro y con amenazas importantes, soitando incluso con cosas angustiosas, eso no significa que esté mal. Creo que estd intentando convencerme de eso, pero yo estoy de acuerdo: si lo ha podido soitar y, dems, de esa forma tan cara y tan descriptiva, es que ahora puede acercarse un poco mas a tanta pérdida y tanto peligro... No como en otzos momentos: for ejemplo, cuando le diagnosticaron el cincer y no podia hhablar del tema aqui y casi ni pensarlo..» Julia asintié con gestos, comprensivamente,brilléndote de alegria sus hermosos ojos azules y se rio socarronamente cuando le di las gracias (con Hy elementos sos ene pint ech pias 88 cidn o variaciones, ni motivo de dudas o conflictos. En el plano profesio- nal, la paciente seguta ejerciendo un dificil cargo de cara al piblica y cast nunca habia estado de baja por enfermedad, salvo en las crisis mas agudas. Esa era la situacién cuando pasamos a realizar sesiones mensuales clla-y yo, seg los modelos terapéuiicos que llamo ade contencidn» y ade seguimniento abierto al flash». En la sesion de mediados de octubre que les voy a presentar alors, me io con cierta angustia: «Eistoy en crisis. Ya sabe que tomo el tamesxifeno ur antitumora), y es horible, horible. Me produce todo tipo de efectos: caudores, sabores vares, a veces desagradables, a veces a café o alcohol» Pienso ent lo dificil que debe ser elaborar, integrar en la experiencia personal, esas sensaciones ¢a medio camino» entre corporales y mentales, intre delimitadas y confusas. Y mds atin en una persora con tina émpor- fame tendencia a delirar, a la delusin, a las interpretaciones psicbtcas. Ademés, precisamente en esta época, murié Amelia, la anniga con li que habia tenido una relacién homosexual y com la que seguia cartedn- dose, Y murié por céncer. Ora pérdida bien dificil de elabonr. “A esto se sum que su pareja toro que: soliciter wegentemente la i validez por un problema sensorial grave, Y se trata de un artista: otra siwuaci6n de comple elaboracién. aia colmo, Jia padecia entonces wna tendinitis severa, posiblemente relacionada con ia reintervencién por ef tumor maligne. Se kallaba, pues, casi inmovilizada y ade baja»: ¥ ello, en una persona que necesita hacer, actuary, emoverses, trabajar. Bs una tendencia de Julia de toda la vida, que como ferapeuta he legado a apoyar con limitaciones y con el maximo cuidado y contencién que he podido, «Estoy de baja laboral y sin ejercicio, y eso es horrible, horrible, doctor. No cémo lo voy « aguartar... Porque encima, cuando me vienen estos sudores...8 8 —_Descritos, por ejemplo, en J.L. Tizén, J. San José y D. Nadal, Protocoles y programas elementales para la atenciSn primasia a fa salud mental, citado en la bibliografia, feulo 1 + Qué es la psicosis y qué es bs exquizotienin? Consecuente con su casi peticéns, le propuse aumentar tempo- ralmente el mimero de sesiones y legamos a fijar una por semana, al menos hasta que se fuera saclarundo» y pudiera acostumbrarse un poco 4 tantos cambios y pérdidas. A pesar de To que era de temer, la pacente se estabiizé um poco y retomd alguna de sus actividades sociales y los paseos aya que no puedo ira la piscina» (otro medio terapéutico que ya hhace aiios le habla indicado y que seguia relizando con cierta regula ridad). Unos tres meses después, en una sesiéu de mediados de enero, Julia ime conté que le hablan cambiado el tamoxifeno por un imnevo producto que le producia muchas menos molestias, y que «me deja hacer fo que quiero y puedo. Concentrarme en mis pensamientos 0 no, segin quiera, ¥ la tendinitis, on rehabilitacién [es decie: con accién-movimiento y con proximidad-sensorialidad cuidadosal, esté mucko major. Pero ahora vuelvo a estar mal defo otr, de lo de la sangre... Bueno: ya tno. He estado mal y cow los andlisis mal, pero ahora estoy mejor. Yo creo que-de lo smesino [de lo que atendemos entre ella y yo}, mentalmente, estoy mucho mejor. Y ceo que eso ta sido, no me diga cémo, lo que me Joa mejonato lode fa sangre. © al wevts, ao sé, wo me diga ebimo, no sé cbmio, Pero olga, yo me encuentro mejor. Y estoy segura de que me van 4 encontrar bien en los andlisis, Pero como el préximo dia tengo vista con al especalsta de la sangre cada dia me ve uno diferente... Ya he cono- cido a cuate... O sea que tengo riiede de que vea andlisis anteriores, die ta otra enfermedad, junto com el cancer, y me vuelva a enchfar coti- soma. Yes que la contisona me sienta muy, mary mal. No solo me hincho me pongo gorda, sino que me pone muy inquieta, muy vara, no sé... Y al dejara,casies peor. ¥ tengo miedo de que, para curarse en salud, me enchufe la cortisona mientras vienen fos andlisis, con To que tenga que hhacer tna tanda completa, Y no quiere... Ademds, me vino a ver aquel primo, ef yangui.. ¥ estaré en casa durante 10 dias... ¥ no es mala persona, pero no lo aguante: todo el tiempo metiéndose con Cuba, hax Hlando ato fonio dela, defendiendo a Bush. En realidad, ella estaba temiendo la incapacidad elaborativa del tmédico. Yo podria haberlo intepretado como proyeccin, como resultado de los procesos de duelo en posiciSn psrbica 0, como poco, en relacén Hay glennentossanos en el paiente von psleosie. J 82 versias y menos datos, Van Gogh. A pesar de todo, sus «islas de salud», Ios aspectos sanos de la personalidad, los han Ievado a una situacién mas que notable (aunque parcial, como siempre que urfa psicosis Ilega a cronificarse tanto): Van Gogh es consi- derado uno de los artistas descollantes del siglo xx, Nash volvi6 a ensefiar on la universidad, a viajar y dar conferencias, y Helf gott volvié a dar conciertos ¢ interpretar a su adorado Rachma- ninoff Para insstr en la existencia de partes sanas de la personalidad, incluso en el caso de una grave psicosis de decenios de desarrollo, les presen- faré un resumen de algunos de los momentos de mi relacin terapéatica con tuna paciente a la que aqui Hamaré Julia: os momentos en fos que tuo ue sufrr,contener y elaborar una serie de duelos graves e imbricados. Se trata de una persona que tenia entonces 53 aftos y cuya situacion podra~ mos califcar de apsicosis estabilizada con poco deterioro» (lo que algucies stores, y entre ellos Johan Cullberg, Haman una epsicosisrecuperadas). De su historia asistencial conmigo, que abarca casi tes décadas, re- cuerdo al renas des episodios pscbtices agudos. Uno de ellos Ia llews par poco a uni ingreso prolongado. El segundo pudo contenerse mediante siones diarias a cargo de su psicoterapeuta y modifcaciones en la medi- cacidn, asl come apoyo a la familia. Ambas episodios cursaron con sina delusién muy descrvollada y un estado de dnimo mantaco, El primero que yo presencié (el segundo o tercero en su vida) venta incubéndose desde hacla meses y afloré abiertamente a los tres meses de comenzar su psicoterapia intensiva, en fonma de crisis psicbtica aguda, maniforme y rmegalornantaca: se cela una gran investigadora/descubridora, Estaba cou vencida de que se habla organizado un grupo fascsta para actuar contra alla, Todo cuadraba, tado era cierto, pero, per... Una chispa de condura le facta dudar de que aquello fuera certo, «totalmente cierto». En la segunda crisis pschtica aguda que presencié, wel mismo s otro grupo se habia confébulado para ayudarlan, sin contarcon ell, desde luego. ¥ ella vivia esa supuesta «ayudas como especialmente peligrosa y oscu- rumente invasiva, En esta ocasibn, hasta el psicoterapeuta formaba parte del grupo perseguidor de su delusién paranoide, que cumplia claramente so ule 1 « Qué es la psicosis y qué es ka esquizofienia? los criterios de trastomo esquizofiénico del nsM. Fue una ventaja que cxistieran ils ferapeutas conocedores de su proceso: en es0s momentos, yo realizaba las tareas secundarias de wintegracién del tratamiento» y psico- _farmacologfa con ella, y pudé favorecer la ereconsideraciéu» del psicotera- peuta en las fantasias y delusiones de la paciente. En uno de sus ingresos psiquidtricos urgentes, un atento médico de guardia habia encontrado signas analiticos de lo que tego iba a confi ‘mars: la paciente padecia una enfermedad eautoinmuney mury grave, de la cual, probablemente, deberla haber muerto ya, si no fuera porque ha tmejorado espectacularmente y, en la actualidad, realiza tan solo conirles sentestrales, pues hasta la analitica es casi normal. Hace nueve afies le aparecié otra enfermedad de las que antes Hla- imébamos apsicosométicas», en este caso, wna peligrosa discrasa sangul- raea. Tanto en ef caso de este diggnédstico como, més adelante, cuando tuvo que operarse precipitadamente, dos afios después, por un tumer maligno de mama —que, ademés, necesitd una reintervencién—, la acunnulacién de pérdidas y procesos de duelo dificiles de elaborar (para cualquiera) estwvieron a punto de descompensarla. Pero no fue ast. Por eso presento agui alennias mementos de su elaboracién: una elaboracién ‘mareada por sus capacidades reparatorias, por sus aspectos sanos, a peser de su clinica psiética y de la gravedad y acumulacién de pérdidas que podlan hacer prever un desaralo psiestco tanto de los procesos de duelo como de la clinica. Quiero aclarar previamente también que hacia unos cinco afios que 1a paciente, de comin acuerdo con su psicoterapeuta, habia terminado su tratamiento psicoterapeutico. ¥ quiero adararlo porque es algo que no suelo recomtendar, pero que iio me atrevi a contradecir, porque tal vez también era una necesidad del psicoterapeuta: habla llegado a implicarse emocionalmente tan a fordo cor esta paciente que pensé que tal vez lo habla decidido ask porque necesitaba un edescanso> (aunque, a mi entender, una vez que se comienza un tratamiento psicoanalitco con un paciente diagnesticado correclamente de «esquizofrenia», hay que estar dispuesto a que el mismo dure «toda la vidar, si bien con diversa intensidad y ritmo de las sesiones). ‘También éabe mencionar que, desde hacia tal vex sun decenio, fa medicacién no representaba ningiin problema de dosifica- lay elemencos smos en el paciente con psicasis.. J SL ema tc acacia cect imposible que no estén sujetos a discusién en cada cultura (como las nociones de democracia, justicia social, bondad o deber) En todo caso, vamos @ it viendo en este libro que la psicosis se trata de una evolucién compleja del ser humano que la padece, posiblemente un intento de adaptacién errado ante determinadas dificultades biolégicas, psicolégicas y psicosociales interrelacio- nnadas. Hemos insistido una y otra vez en que ese necesita un gran trabajo para producirla», es decir, que se precisa la confluencia de diferentes elementos o «factores de riesgo», mantenida a lo largo del tiempo, para que aparezca una psicosis. En los préximos capitulos, definiremos esos elementos como una vubverabilidad biolégica y/o de Ja personalidad del individuo, que lo lleva a tener esas experiencias imusuales y experimentar esa confusion interiot/extetior. Pero ello solo ocurre si se acumullan factores de riesgo, hay pocos factores protectores y se dan factores desencadenantes, momentineos, para ese desarrollo. En Familia y psicoss, insstire ‘mos, consecuientemente, en la importancia de la aytida psicosocial precoz, desde la infancia y la pubertad, para evitar desarrollos Psic6ticos. asf como en Ia importancia del tratamiento integeal pata disminuir la tendencia cronificadora y marginadora que muchas psicosis conllevan, éHay elementos sanos en el paciente con psicosis? 2En qué consiste la salud mental? AA veces todo lo que le ocurre al sujeto es tan confuso y extrafio que la familia no sabe a qué atenerse, no sabe si esto «es normal no».¥ el problema no suele ser menor para los profesionales, al ‘menos en Jos casos en Jos cuales las familias acuden a buscar ayuda en los primeros momentos, no cuando el sujeto esté ya tan cro sificado que muestra muichos de esos sintomas y disfincionalismos. Tp Capitulo 1» Qué es la yo Q axis y qué es fa esquiizofienin 4.4 familiares podrin encontrarse con profesionales que le quitan toda importancia a lo que esta pasando con el chico o la chica 0, por el contratio, encontrarse con profesionales medicalizadores «que inmediatamente quieren recetar uno o varios medicamentos, 1 los que el chico o la chica se resiste.? Para aclararse si el sujeto sti o no seriamente afectado, si puede estar desarrollando un trastorno mental serio o incluso una psicosis, existen diversos tests que pueden ayudar al profesional y tal vez también a la familia En los capitules 2, 3 y 4 los presentaremos con mis detalle. Pero otra via es intentar pensar en comin hasta qué punto*ese chico 0 «sa chica es feliz, lo pasa bien en la vida, se est desarrollando o si est letenido/a, desde hace meses o afios, en su desarrollo, Para ello puede venir bien saber en qué consiste la salud mental, y por lo tanto, saber si esta se esti alterando de forma importante. Cuando insisto en que en todo paciente con psicosis hay elementos o partes o funcionamientos sanos, estoy hablando de que en al persisten elementos de salud mental, «islas de saludy en iniedio del mis grave de los desarrollos psicolégicos que puede padecer un adulto. Por otro lado, para poder evalt empeora, necesitamos un ériterio de salud mental para poder verlo reflejado en lo que le esta pasando a nuestro familiar 0 allegado. Les preseritaré ahora dos buenos ejemplos de esas eapacida~ des sanas, sin recurrir para ello a premios Nobel de economia como John Forbes Nash, a artistas famosos como el pianista David Helfgotto al discutido caso del pintor Vincent van Gogh. Los dos primeros fueron diagnosticados y tratados como esqui- zofiénicos paranoides durante decenios, como, con mis contto- sianejuri 0 7 Hemos advertido de este peligro ya en nuestros libros sobre el duelo (Dias de duel o el humor (El humor en ta relaciin asistencia), ai como cn el tratado,Pénlida, pena y duco, eigualmente lo han hecho patente, mis recientemente, R. Bentall y sus colaboradores en Medicalizar la mente, Bat celona, Herder, 2012. t Hero inte estas descripciones y enumeraciones de sintomas, de ‘ofales de enfermedads, que no puedo dejar de incluir aqui, la familia y los allegados han de saber que ni siquiera la mayoria de los picientes con psicosis se deterioran hoy de esa manera. En realidad, gran parte de ellos, si son tratados adecuadamente y siguen tratamientos minimamente integrales, conservan muchas de las capacidades y adaptacién a la realidad que se dan por perdidas en las descripciones clisicas de estos eproblemas» o «enfermedades ‘Sin embargo, es obvio que si han sido diagnosticados de psicosis © de vesquizofteniay, probablemente muestran algunos de los com- Portamientos o conductas que figuran en esas tablas. Entonces, ga qué llamamos «psicosiss? Intentando esquematizar todo lo anterior, propongo en este ‘momento una nocién de la psicosis como un conjunto de experien- cias personales imusuales de um sujeto, qc no compurcen otmas personas de su medio, que afectan al sujeto a nivel relaional (es decir psvolbica y social) y que, po supuesto, estén sustentadas en su funcionamiento cerebal Esas experiencias personales se traducen al exterior, en la vida de relacién, en una serie de «scfiales» 0 wsintomas» y pueden o no implicar un gran suftimiento. Lo esencial de la psicosis es la pér- ida de la diferenciacién entre el interior y el exterior, entre lo que se vive dentro y lo que se vive como perteneciente al mundo exte- rior. La psicosis,en ese sentido, conlleva una confusin extrema, pero hnunea total,y la existencia de aspectos no integrados en la perso- nalidad y la identidad. Al final de estos vol(imenes introductorios, las definiremos como sigue: 7 | Capitulo 1 » Qué es la psicosis y qué es la esquizoffenia? ‘ea que sea tan important ayudar 2 os allegados a no perder fa confianza en ells mismas cuando el pacentedesconfe de els. Adem, es basco estar en contacto con la pate sana de la personalidad del sujet, que siempre sigue enstiendo. rs De todas formas, parece imposible zafarse hoy de controversias 2 propésto de qué a pico y qué ela esquizofrenia Ys evi samos la historia, vemos que eso no sucede solo en nuestros dias da la impresin de que en todas las culturas y sociedades hes: Sido una controversial respecto, Por eso algunos investigadores de la psicopatologia de las psicosis, siguiendo al cientifico soci y filésofo Walter Bryce Galli, afirman que locura y psicosis son sconceptos fandamentalmente controvertidosr, es decir, que €s Entonces 1 qué llamamos apsicosiw? | 77 rajqnuns/arurapedeldaynses/e MOK MAM N) UOPEN ezury zs stapsostp/uiooyuae spao2uy ap qam sons ‘owwarMeyén [E opeatnsas j2 £ oansOu -o1d [> “exBojone vj oun searoyrusls sojqena woo soonsguerp soy uewopsepari09 25 anb us opel? fo 9 ‘eoRsouseIp wo.DeDytseI fap OFXa}UOD To UF ZepHDA ‘sewaiqoxd sua ap oBsou yp up oyuowartur 0 pepiredeos ‘or onpiarpur un up aumoo arb (seqeuuoue _-esfoduioo ap odns8) aworpuss waa owosso.n soi suanoo @ uapusn anb semowuis sp odnrp suoupss ‘ano v vamaynogns o gyn Bun 9p seLEA Wapat seynoqzed oquozareyioduroo un ap peprieunoue et 9p eara9e sopin{ soy anb ap oypac Te axayar as ‘Temnoue oyuoqmerioduio> jap peprunioyuoo e|» sepeyuoHo sou 1UEP SEL OP OIXOHUOD fo UT pwuNIIND poprANDTEE Pug 2109 ap sosund aesap ns U9 usu anb s210422y soy spjeyuDUr SOUZOYSEN} SO] erpmasa anb eogquaiy ofopo;ndozysd seralnw & saiquioy, de anb u9 vuoy ¥] UD oseyse uepand sosrur> sor ‘sousstur js ua sop aid upiso ou sayemize aansouserp ap sousHt anbuny ‘ono jp eed ou 4 oroua8 un ered o: -Se1p un exorp soyusrurewodio> ap odns8 o 1S surensomap 2s fenxas opmileid jp ‘eonsy TDeaUISEP &] ap orxarUOD [9 UI pwNXIs OPE 4 afeztpuaide jap ‘oopmpurpooisd ‘oor89i01q “our soj uadnjour ewojoyedonisd wap soai#oo1 -spow ssjediound soy -owwarmeen [a & uODe fe] ered oproqsiuas uousn aarqumey anb reyuo SUBJUD of A euLLOUe oytarUIeZOduIED [ap sat sojapory viSojorndoxsd m1 2p so21Soj0n2 so} sory ua seis sns sod ‘yaa owen asz200u09 ue “upysuotnip epeD ‘eimuade ‘up|siaacnix9 ‘owisP>pomau ap squOIsE se] ap visto anb pepyleuosiad ap orfduae of ‘un popipouosiod vy ap se10}20f o2u2 so} 2p of ‘pjesme s2101284 s021S0N sau ‘opeynsar fp uopompard et ua K omarterere ‘ugpoeaupyd ua epn.te sojeno so] ap oun epe: ‘oxedsr solo oours 9p 8:91 of v oonsouSoqp 19 APNSC Ta ‘uopeunorut 2p somuop somea ap ore saeped ap uopenjexg poremnpmu up!sD1 -euosiad ef ap oyupnureworstng ap jeraUa8 1 soyonpoud 1onsej [a 59 "BRoqoIe Lap s9nse-ss20gIP ap oapous [> Ug poaua;qiuw qenueur ja 09 wa> 7 ‘spfeuroue seonsta}9ere9 0 sOyuDTU "aido S039} 9p w3suo> anb wjouaNdey} UeD Sop go soworpuis ap endwe ase remuaue ppaut “Buo}uny ap yex2ua8 [an euopuodosd anb arvisa PP

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