Migajas filosficas o un poco de filosofa

Philosophiske Smuler eller En Smule Philosophi

CARLOS GOI | 12 NOVIEMBRE 1997

Autor: SREN KIERKEGAARD

Trotta. Madrid (1997). 113 pgs. 1.300 ptas. Traduccin: Rafael Larraeta.

Siempre es bien recibida la traduccin de una obra importante de la historia del pensamiento, especialmente si hasta
ahora era inaccesible al lector espaol. Migajas filosficas, uno de los escritos centrales de Sren Kierkegaard, fue
publicada en 1844.

La obra est dividida en cinco captulos. El primero aborda el problema de la enseanza de la verdad. Kierkegaard
compara la relacin que existe entre maestro y discpulo en la doctrina platnica con la que se da en el cristianismo. En
la primera el maestro no es ms que la ocasin del descubrimiento por parte del discpulo de una verdad que ya posea.
En cambio, en el cristianismo, Dios mismo, el Maestro, engendra en el alma del discpulo la verdad y lo salva mediante
un nuevo nacimiento -la fe-.

En el captulo segundo, afronta la relacin entre Dios y el hombre de una manera "potica". Se compara la venida de
Dios al mundo con un rey que se enamora de una joven. Como la joven no puede alcanzar la naturaleza real, es el rey
enamorado el que tiene que abajarse hasta ella. Dios toma la naturaleza humana a la vez que eleva al discpulo con un
"amor generante", capaz de producir la unidad. En el siguiente captulo se presenta la fe como la paradoja, la pasin del
pensamiento, porque el entendimiento no puede captar al absolutamente Otro. La paradoja de la fe resuena en el
escndalo que representa el "momento", como cruce de eternidad y temporalidad -la entrada de Dios en la historia-.

El captulo IV trata sobre el "discpulo contemporneo", el coetneo de Cristo, para el que el "punto de partida histrico"
es la condicin de su salvacin eterna.

La obra finaliza con algunas reflexiones sobre "el discpulo de segunda mano", es decir, sobre el discpulo posterior
-cada uno de nosotros-, el cual no tiene desventajas sobre el "discpulo contemporneo", ya que de igual modo puede
alcanzar la contemporaneidad mediante la fe. Aquel hecho histrico es, a la vez, eterno y, por tanto, cualquier poca
histrica se encuentra respecto de l igualmente prxima.

Los planteamientos que expone Sren Kierkegaard en este pequeo libro merecen ser meditados despacio por el lector
para hacer buen acopio de la mucha filosofa que contiene.

Carlos Goi Zubieta

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