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INNOVACIÓN,

INNOVACIÓN, EDUCACIÓN SUPERIOR Y ACTIVIDAD EMPRESARIAL EN LA REPÚBLICA DOMINICANA


EDUCACIÓN SUPERIOR
Y ACTIVIDAD EMPRESARIAL
EN LA REPÚBLICA DOMINICANAUN ANÁLISIS SOBRE LA ARTICULACIÓN DE EMPRESAS,
GOBIERNO Y SECTOR EDUCATIVO SUPERIOR
EN BUSCA DE LA COMPETITIVIDAD

CA DOMINIC
UBLI ANA
REP

CA DOMINIC
UBLI ANA
REP
PRESENTACIÓN

Retos, desafíos y oportunidades.

El 3 de marzo del 2007 el Excmo. Señor Presidente de la República anunció el


inicio del DR-Cafta, el cual representa una serie de retos y desafíos, aunque de
crecientes oportunidades para el desarrollo de la República Dominicana. El gran
reto será desarrollar la competitividad en la economía del conocimiento, en la cual
estamos crecientemente cada día más inmersos. Pero el DR-Cafta, en sí, no trae la
competitividad, la demanda, es responsabilidad del país y desarrollar estrategias
para incrementarla.

En esta Era de la Economía Global, interdependiente de los mercados, la alianza


público-privado es clave para dar significativos impulsos a la competitividad y a
la inserción creciente en los diversos escenarios de la globalización.

Entre los factores claves para desarrollar la competitividad nacional se encuentran:


la educación (transformada, renovada), las tecnologías, la investigación científica
y tecnológica, la apertura de las infraestructuras y la creación de climas positivos
para la estabilidad financiera, la seguridad jurídica, la inversión extranjera y la
consolidación de la democracia.

El país se ha abocado a realizar diversas reformas: la Reforma del Sector Educa-


tivo, con la formulación del Plan Decenal de Educación; la Reforma Financiera
y Fiscal, la Reforma Aduanera, la Reforma Industrial, la Reforma de la Consti-
tución, todas esas reformas, enmarcadas en un creciente del clima de confianza
que genera la estabilidad cambiaria y la inversión extranjera, y que, también gen-
era un crecimiento de la economía y un crecimiento del empleo y de la calidad de
vida de los y las dominicanos.

En este contexto, las Universidades tienen desafíos, tienen retos, pero tienen –
como todo el país- grandes oportunidades. Es imprescindible para responder a la
demanda de nuevo empleo basado en el conocimiento, más que en el trabajo tradi-
cional, cambiar el curriculum, renovarlo, transformarlo, innovarlo; es imprescind-
ible continuar los esfuerzos de mejora de la calidad de formación de l profesorado;
es necesario incrementar la investigación en las Universidades dominicanas, pero

11
todo ello, debemos de hacerlo de la mano con las necesidades de la Empresa Do-
minicana.

Para iniciar de manera sistemática ese conocimiento, la SEESCyT contrató el de-


sarrollo de la presente investigación, desarrollada por el Grupo de consultoría
Pareto. La investigación representa un medio más de acercarse a la realidad de las
necesidades, sin que necesariamente sea el reflejo de la necesidad en sí, a la cual
se le conoce por diversos medios e instrumentos, además de que esa realidad es
cambiante, en la economía del conocimiento.

La Ley 139-01, de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en su Artículo uno


dice que “el propósito fundamental de la Ley es establecer la normativa para su
funcionamiento, los mecanismos que aseguren la calidad y pertinencia de los ser-
vicios que prestan las instituciones que lo conforman y sentar las bases jurídicas
para el desarrollo científico y tecnológico nacional.”

Dicha normativa nos induce a mantener una continua y estrecha relación entre
las instituciones de educación superior y las empresas e instituciones, nacionales
e internacionales, que marcan las pautas a seguir en cuanto a necesidades, innova-
ciones, y transformaciones que se van produciendo en los campos de la ciencia y
la tecnología, en cuanto a cómo satisfacer con más eficiencia y eficacia nuestras
necesidades de país en proceso de desarrollo.

La finalidad de esta investigación realizada por el Grupo de consultoría Pareto se


centró en sentar las bases para la discusión profunda de estos temas en el contexto
de nuestro país. Para tal fin, fue tomado en cuenta el sistema nacional de inno-
vación, en sus actores clave: empresas, trabajadores, estudiantes, universidades y
entidades gubernamentales del área de tecnología. Así también, se busca integrar
un proyecto de acción que involucre a la SEESCyT, como institución rectora de
la educación superior, al Gobierno, como auspiciador de nuevas empresas y tec-
nologías, a las entidades de educación superior, como formadoras de especialistas
y técnicos de alta calificación, al sector productivo, como propulsor de innovacio-
nes y requeridor de mano de obra calificada y a todos aquellos que, de una u otra
manera, puedan apoyar la transformación que requiere nuestra educación superior
para colocarse a la altura de los retos que nos presenta el RD-CAFTA ya vigente
y este siglo XXI donde la ciencia y la tecnología hacen vislumbrar avances incon-
mensurables.

Ligia Amada Melo de Cardona, M. A.


Secretaria de Estado de Educación Superior,
Ciencia y Tecnología
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AGRADECIMIENTOS

Esta investigación ha recibido la colaboración de diversas personas y entidades,


a las cuales se desea expresar un público reconocimiento. En primer lugar, el
esfuerzo contó con el apoyo entusiasta de la Secretaría de Estado de Educación
Superior, Ciencia y Tecnología, en la persona de la Secretaria, Máster Ligia Ama-
da Melo, los Subsecretarios Dr. Rafael González y Dr. Víctor Hugo De Láncer, y
el Director de Estadísticas, Lic. Rafael De Láncer.

En adición, se agradece la gentileza de los rectores y directivos universitarios en-


trevistados como parte del análisis cualitativo incluido en el presente documento.
El insumo de estas autoridades fue de fundamental importancia para comprender
y evaluar la contribución de las instituciones de estudios superiores a la definición
de una estrategia nacional de desarrollo.

Nuestro agradecimiento se extiende al personal administrativo de nueve univer-


sidades cuyos estudiantes de término fueron entrevistados como parte de una en-
cuesta dirigida a escudriñar la experiencia estudiantil en materia de investigación
y uso tecnológico, así como el proceso de tránsito desde la escuela al mundo
laboral.

Las empresas incluidas en la encuesta del sector productivo mostraron singular es-
píritu de colaboración. Apreciamos la transparencia conque sus administradores y
empleados respondieron a los diversos temas de nuestro interés.

A su vez, la Tesorería de la Seguridad Social nos facilitó el acceso a algunas va-


riables de su base de datos empresarial, lo que resultó clave para el diseño de las
encuestas a representantes de empresas y empleados.

Destacamos también la riqueza de las entrevistas concedidas por varios líderes


empresariales y funcionarios gubernamentales, quienes aportaron una cuota de
tiempo para nutrirnos con sus experiencias e ideas.

Por último, el Grupo de Consultoría Pareto reconoce la colaboración especial de


la Dra. Magdalena Lizardo y del Dr. José Achécar, quienes trabajaron pro bono
como investigadores del proyecto; de la Lic. Adriana del Conte, quien contribuyó

13
pro bono a la realización de las entrevistas a directivos académicos y del Lic.
Roberto Despradel, quien colaboró en el diseño de las entrevistas a líderes em-
presariales y entidades públicas.

14
Introducción

La situación actual de los países es el resul-


tado de la acumulación de todos los descu-
brimientos, inventos, mejoras y perfeccio-
namientos de todas las generaciones que
vivieron antes que nosotros: esto forma el
capital intelectual de la presente generación,
y cada nación es únicamente productiva en la
medida en que descubra formas de apropiarse
de los logros de las generaciones precedentes
para aumentarlos con su propia contribución.
F. List 1

Este documento responde a una solicitud de la Secretaría de Educación Supe-


rior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) al Grupo de Consultoría Pareto, con el
objetivo de investigar los patrones de innovación y necesidades de recursos
humanos de alta escolaridad en las empresas establecidas en la República Do-
minicana, así como las capacidades de las instituciones de estudios superiores
para desarrollar las habilidades requeridas por la actividad innovadora. Estos
ingredientes permitirían plantear recomendaciones que contribuyan a la articu-
lación del sector productivo, el gobierno y las entidades educativas, como pie-
zas fundamentales de una estrategia coherente de competitividad y desarrollo.

La relevancia de tal objetivo difícilmente podría ser exagerada. Las evidencias


muestran que una gran parte de las diferencias en el crecimiento de los distintos
países está asociada con diferencias en la productividad de sus factores producti-
vos y con la capacidad de innovación de sus trabajadores. En el contexto latino-
americano, por ejemplo, ha sido observado que “para aumentar la perspectiva de
crecimiento, la región deberá aumentar su habilidad para producir, seleccionar,
adaptar, comercializar y usar conocimientos, lo que a su vez requiere la articulación
de estrategias focalizadas para combatir el déficit en tecnología y habilidades.” 1

List, F. (1841). The National System of Political Economy. Traducción libre de los autores.
1
Velho (2004), p. 7.

15
El proceso de innovación –definida como la habilidad de absorber y generar nue-
vos conocimientos- podría ser favorecido por una apertura comercial, pues existen
diversos canales a través de los cuales el comercio de bienes y servicios facilita
la adopción de tecnologías más avanzadas. A la vez, sin embargo, la apertura im-
plica retos y riesgos, tanto en términos productivos como en materia equitativa,
en la medida en que la profundización tecnológica puede acarrear variaciones
socialmente indeseables en la demanda y remuneración de los distintos bienes
y factores productivos. Los efectos positivos de un mayor comercio y alternati-
vas tecnológicas, por tanto, no pueden ser considerados como derecho adquirido.

En el caso dominicano, si bien el crecimiento económico de las últimas dé-


cadas ha sido relativamente alto en el contexto latinoamericano, queda pen-
diente la pregunta de cómo extender tal crecimiento a un mundo caracteri-
zado por condiciones distintas a las predominantes en el pasado reciente.
Particularmente, en las nuevas reglas de juego del comercio y producción mun-
diales, el país enfrentará el reto de lograr un patrón de crecimiento más equita-
tivo, en comparación con el modelo económico desarrollado hasta el momento.

La experiencia de otros países sugiere que es posible combinar crecimiento y


equidad, y que las políticas educativas, laborales y tecnológicas pueden marcar
la gran diferencia en un sentido u otro. Los casos de Finlandia, Nueva Zelan-
dia e Irlanda, junto a los casos más tradicionales de algunos países en el sudeste
asiático, despiertan la imaginación e invitan a pensar en los factores que con-
tribuyen a la combinación de mayor eficiencia y mejor distribución de los in-
gresos. Talvez la lección más relevante en todos estos casos es que el entorno
institucional es de particular importancia, requiriéndose crear un escenario que
por un lado propicie la articulación de los diversos actores relevantes y, por
otro, permita la combinación de objetivos tecnológicos con objetivos humanos.

Como Sutz (2002) correctamente ha planteado, “no parece razonable apos-


tar simplemente a que más ciencia y más tecnología, transformadas en más
artefactos y servicios, terminarán por incluir en la modernidad, por efecto de-
rrame, al conjunto de la población. Tampoco tiene sentido alguno plantear
una “moratoria de modernidad” para no agravar la heterogeneidad”. Por con-
siguiente, el desafío es incentivar la habilidad para absorber tecnologías pro-
ductivas y, al mismo tiempo, garantizar la distribución equitativa del proceso.
El tema tecnológico no puede ser abordado al margen del tema de equidad.

El objetivo de este trabajo es contribuir a la discusión de estos temas en el contexto de


la República Dominicana. Para tal fin, el estudio presenta una visión de 360 grados

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al sistema nacional de innovación enfocando las diversas aristas que lo configuran
pero centrando la atención en sus actores clave –las empresas, los trabajadores, los
estudiantes, las universidades y las entidades gubernamentales del área de tecnolo-
gía. El estudio incluye un análisis de la actividad innovadora en las empresas, una
reflexión sobre la experiencia laboral y estudiantil de los profesionales egresados de
las universidades y una indagación en torno a la visión de la dirigencia empresarial
y gubernamental sobre el tema de innovación y tecnología. Asimismo, se incluye
un análisis de las principales tendencias en la educación superior dominicana, una
exploración de la experiencia estudiantil y laboral de estudiantes universitarios ac-
tuales y una reflexión sobre la visión de la gerencia de las instituciones de estudios
superiores sobre el papel de esas entidades en la estrategia nacional de desarrollo.

En términos metodológicos, los resultados a seguir son producto de la aplica-


ción de una diversidad de técnicas de investigación, entre las cuales se destacan
el análisis estadístico de tres encuestas, la aplicación de entrevistas semiestruc-
turadas a más de cincuenta informantes clave y la revisión documental de una
extensa bibliografía. Hasta donde nuestro conocimiento alcanza, el país no ha
contado con un abordaje tan amplio sobre el tema en cuestión, y esperamos por
tanto, que este documento represente una contribución valiosa. Reconocemos, sin
embargo, que los resultados a seguir representan apenas gotas en un vasto mar.

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18
PRIMERA PARTE:

INNOVACIÓN, CAMBIO TECNOLÓGICO


Y APERTURA COMERCIAL:
EXPERIENCIA INTERNACIONAL Y ELEMENTOS CON-
CEPTUALES

19
20
CAPÍTULO 1

INNOVACIÓN TECNOLÓGICA,
APERTURA COMERCIAL Y
DISTRIBUCIÓN DE INGRESO

21
22
Introducción

En los últimos veinticinco años, la interdependencia entre las economías nacionales


se ha profundizado debido a cambios en las formas de organización de la produc-
ción y distribución a nivel mundial. En particular, los flujos globales de comercio,
activos financieros e información han aumentando como resultado de un conjunto
de factores: i) reubicación, por parte de las grandes firmas, de distintas etapas del
proceso productivo en diversos puntos de la geografía mundial con el propósito de
reducir costos, ii) reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias al comer-
cio de bienes y servicios, iii) mayor integración de China, India y los países del Este
europeo a la economía occidental, tras la caída del muro de Berlín, y iv) reducción
de los controles a la inversión extranjera y a la movilidad de capitales financieros.

Los elementos enunciados se combinan, en el orden tecnológico, con el desarrollo


apresurado de nuevas tecnologías de información y comunicación, y en el orden
político con la proliferación de acuerdos comerciales. Estas condiciones definen
el proceso reciente de globalización2, el cual no sólo abarca el ámbito econó-
mico, sino también el ámbito cultural, en la medida que tienden a homogenizar
visiones, gustos y aspiraciones entre grupos importantes de la población mundial.

En un mundo globalizado, el éxito de una estrategia de desarrollo que se fun-


damente en el crecimiento económico como herramienta para elevar el bien-
estar de la población requiere la creación de fortalezas competitivas de lar-
go alcance. No obstante, la fortaleza competitiva de un país es un concepto
relativo, medido en función de las capacidades desarrolladas en otros paí-
ses y espacios geográficos, las cuales determinan la medida en que el esfuer-
zo local se traduce en una elevación del ingreso y el bienestar nacionales. En
ese sentido, no basta avanzar en el desarrollo de habilidades locales, sino que
también es necesario velar por la rapidez y calidad del desarrollo de estas ha-
bilidades vis-a-vis los demás actores que interactúan en el mercado global.

2
La economía mundial ha experimentado olas importantes de globalización: entre ellas, el descu-
brimiento y conquista de América, en el siglo XVI, y la expansión del imperio inglés y el desarrollo
de la revolución industrial, en el siglo XIX.

23
Considerando los procesos en curso en la economía mundial, es válido plan-
tearse las siguientes preguntas: i) cuáles elementos determinan las capacida-
des competitivas nacionales en un mundo globalizado; ii) cómo los procesos
de apertura económica impactan sobre el desarrollo de dichas capacidades na-
cionales; iii) qué papel juega la capacidad de innovación de un país en el de-
sarrollo de sus ventajas competitivas, y iv) en qué medida el desarrollo de es-
tas capacidades contribuye a la generación de mayores niveles de empleo
e ingreso para la población y a la reducción de la pobreza y la desigualdad.

El propósito de este trabajo es reflexionar sobre factores que pueden condicio-


nar el éxito de las políticas nacionales orientadas al desarrollo de nuevas capaci-
dades competitivas que contribuyan al crecimiento económico y a la reducción
de la pobreza y la desigualdad. Esto requiere reflexionar, por un lado, sobre la
dinámica de desarrollo de ventajas competitivas por parte de las economías na-
cionales como resultado de la conjugación de factores tecnológicos, de calidad
de los recursos humanos y organizacionales y acceso a mercados; así como, por
otro lado, sobre la dinámica de crecimiento económico y empleo que se des-
encadena frente a procesos de apertura económica, y que determina los avan-
ces que puedan lograrse en materia de reducción de pobreza y desigualdad.

Tal reflexión es particularmente útil en las circunstancias específicas de la República


Dominicana, que en el futuro inmediato deberá realizar un proceso de transformación
productiva dentro de un escenario de profundización de la apertura económica, dada
la entrada en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio RD-CAFTA en el 2007 y un
eventualAcuerdo de Complementariedad Económica con la Unión Europea en el 2008.

La estructura de la exposición a seguir es la siguiente: En la primera parte, se


discuten las características del nuevo paradigma tecnológico en que se sustenta
la organización de la producción a escala mundial. Posteriormente, se analizan
los cambios evidenciados en los últimos treinta años en materia de organización
de la producción y distribución de bienes y servicios a escala mundial. En la ter-
cera parte, se aborda cómo los procesos de apertura económica han contribuido
a la difusión de los cambios tecnológicos e institucionales, y cómo las estrate-
gias nacionales en materia de innovación tecnológica y formación de recursos
humanos pueden incidir en el posicionamiento y forma de inserción de un país
en la estructura productiva mundial. Finalmente, a la luz de la evidencia empí-
rica y en particular la experiencia de los países en desarrollo, se analiza cómo
la globalización, la apertura económica y el cambio tecnológico están relacio-
nados con el crecimiento económico y la reducción de pobreza y desigualdad.

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El nuevo “Paradigma Tecnológico”

Tanto el desarrollo como difusión de la microelectrónica - tecnologías de la


información - y las comunicaciones en los últimos veinticinco años, crea-
ron las condiciones para el surgimiento de un nuevo paradigma tecnológi-
co que exige estructuras organizacionales y técnicas distintas a las existen-
tes en las décadas anteriores. Este proceso ha sido intenso y relativamente
rápido, originando cambios revolucionarios en períodos relativamente cortos.
En 1981 IBM lanza el computador personal (PC) y en 1985 surge la primera
versión de Windows, integrando funciones de procesamiento de palabras y de
hojas de cálculo bajo un único sistema operativo; posteriormente, surge el MO-
DEM, permitiendo conectar dos computadoras por la vía telefónica. Por otra par-
te, en 1991 surge la World Wide Web como sistema para crear, organizar, vin-
cular y tener acceso a documentos dentro de la comunidad científica, y en 1993
surge Mosaic, el primer navegador para fines científicos de páginas web, que en
1994 vio aparecer a Netscape como el primer navegador comercial de Internet.

La difusión del uso del Internet se inicia en la segunda mitad de los 90s y con
ella se abren las puertas para profundizar la revolución digital3 , al permitir de
una manera fácil la comunicación entre computadoras, independientemen-
te del lugar donde estuviesen ubicadas. Paralelamente, durante los 90s se ex-
pande la instalación de fibras ópticas4 , permitiendo transportar informacio-
nes digitalizadas con mayor nitidez y rapidez a través de largas distancias5 .

3
La digitalización es el proceso que permite convertir palabras, música, datos, fotos, películas y
archivos en combinaciones de 0s y 1s que pueden ser manipuladas en un computador, almacenarse
en un microprocesador o trasmitirse a través de satélite o de línea de fibra óptica.
4
En Estados Unidos, la instalación comercial de fibras ópticas se inició en 1977, originándose
desde entonces un proceso de sustitución de los cables de cobre por parte de las compañías de
teléfono en procura de un medio de transporte de voz y datos digitalizados más rápido, con más
capacidad de transportar mayor cantidad de información por largas distancias. Con el proceso de
desregulación de la industria telefónica en ese país, las compañías de cable también incursionaron
en la construcción de la infraestructura de fibras ópticas. Ver Friedman (2005), p. 66.
5
Craig Mundie, jefe de tecnología de Microsoft, describe la trascendencia de los eventos anterior-
mente señalados de la forma siguiente: “La difusión de las computadoras personales, la máquina
de fax, Windows y los modems conectados a una red telefónica global aparecieron conjuntamente
a finales de los 80s y principios de los 90s para crear la plataforma básica que inició la revolución
de la información global…Como resultado, una gran cantidad de datos y creatividad se fue acu-
mulando en todas esas computadoras, pero no había una forma fácil, una vía inter-operativa de
compartirla y moldearla. Las personas podían escribir nuevas aplicaciones que permitieran que
sistemas seleccionados trabajaran juntos, pero en general esto estaba limitado para el intercambio
planificado entre computadoras dentro de la red de una única compañía…El paso siguiente fue ir
de la plataforma computacional basada en la PC a la plataforma computacional basada en el Inter-
net.” Traducción libre, tomado de Friedman (2005).

25
Una implicación importante del uso de las computadoras es que las firmas pu-
dieron comenzar a captar, organizar y almacenar información sobre el compor-
tamiento y preferencias de los consumidores. Al mismo tiempo, el desarrollo de
la Internet ha permitido una mayor coordinación entre suplidores, distribuidores
y consumidores, dando origen a las cadenas de suministro que permiten prácti-
camente un manejo en tiempo real de los inventarios y las órdenes de compra en
función de los cambios en la demanda6 . Esta coordinación permite reducir costos,
en la medida que se difunden y exigen estándares homogéneos entre suplidores de
la cadena de suministro, se fomenta la competencia y se identifican rápidamente
cuellos de botella que crean fricción en el proceso de producción y distribución.

Desde el punto de vista del desarrollo de capacidades competitivas, satisfacer una


demanda cambiante y diferenciada en condiciones de eficiencia y rentabilidad eco-
nómica ha exigido, por su parte, el desarrollo de procesos productivos y logísticos
orientados a reducir desperdicios de materiales, imperfecciones de diseño, costos
de manejo de inventario y tiempo de entrega, como es el caso de los procesos de
justo a tiempo, el diseño asistido por computador, control numérico, entre otros.

El análisis de esta información ha permitido pasar de procesos productivos


orientados a generar un producto estandarizado a procesos productivos orien-
tados a generar productos diferenciados para satisfacer mercados segmenta-
dos en función de sus requerimientos y necesidades. Esto, a su vez, ha gene-
rado cambios en los principios organizacionales de las empresas para poder
reaccionar a las variaciones en las demandas de los consumidores y clientes.

Contrario a los principios organizacionales que caracterizaron la organización


de la producción en base al modelo Fordista -donde la preocupación estaba
centrada en el diseño e implementación de la rutina óptima para la producción
de bienes y servicios estandarizados mediante una división rígida y jerárquica
del trabajo-, se da paso a principios organizacionales más flexibles para dotar a
las empresas de la agilidad necesaria para adaptarse a una realidad cambiante.

6
Por ejemplo, el modelo organizacional de Wal-Mart ha permitido la conexión directa entre
productor, distribuidor y consumidor final. Friedman (2005) describe el proceso de la manera
siguiente: “Un consumidor levantará un producto de una de las estanterías, la cajera lo scaneará, y
en el momento en que esto ocurra, una señal será generada. Esta señal irá a través de la red de Wal-
Mart al suplidor del producto –sin importar que la factoría del suplidor esté en la costa de China
o en la costa de Maine- y aparecerá en la pantalla del computador del suplidor, el cual procederá
a elaborar otra unidad del producto y que será embarcado a través de la cadena de suministro de
Wal-Mart y todo el ciclo comenzará nuevamente.”

26
Similarmente, bajo el nuevo paradigma tecnológico, el desarrollo de capacida-
des competitivas en un mundo globalizado demanda cambios en las habilidades
de los recursos humanos con que cuentan las empresas. Estos recursos humanos
deben tener la habilidad para asimilar volúmenes enormes de información que
se refieren, por un lado, a las cambiantes necesidades y preferencias de los con-
sumidores y, por otro, a las dinámicas opciones tecnológicas introducidas en los
nuevos equipos, maquinarias y materiales. Asimismo, debe poseer la autodisci-
plina y la búsqueda de excelencia para poder actualizarse de forma permanente.
Se hace también necesario el desarrollo de nuevas formas de interacción entre los
equipos de trabajo al interior de las firmas, a fin de propiciar el surgimiento de
nuevas ideas que puedan impactar en el mejoramiento de los diseños y procesos.

Cambios en la organización de la producción a escala mundial

Durante los 80s el modelo tradicional de empresa transnacional dio paso al modelo
de empresa transnacional integrada a nivel mundial. En el modelo tradicional existía
una empresa matriz con filiales en distintos países con mercados altamente protegi-
dos, con los vínculos entre matriz y filiales limitados esencialmente a la propiedad
y la transferencia de algunas tecnologías. El objetivo de la filial estaba centrado en
la obtención del mayor beneficio posible en el mercado local, manteniendo cierta
independencia en el desempeño de sus funciones. En el modelo de empresa transna-
cional integrada a nivel mundial, ciertas funciones y etapas del proceso productivo
son ubicadas en un determinado país que presenta ventajas de costos particulares.
Las decisiones de la empresa matriz y las filiales están determinadas por la contri-
bución de cada una a los objetivos globales de creación de valor de la corporación.

En el modelo de empresa integrada a nivel mundial, las empresas filiales ope-


ran en países con regímenes –generales o especiales- más abiertos y con menos
trabas al comercio y la inversión extranjera. La UNCTAD (1993) denomina al
modelo imperante en los 80s como un modelo de integración simple, en con-
traste con los modelos de integración más complejos que se desarrollarán du-
rante los 90s. A su entender, en el modelo de integración simple “la filial o el
subcontratista depende de la empresa matriz en un número de actividades cla-
ve, mientras que la matriz depende de la filial en una parte de la cadena de va-
lor conjunta”7 . En ese modelo, las etapas de la cadena de valor más intensivas
en trabajo menos sofisticado tendieron a ubicarse en los países en desarrollo,
pero las etapas vinculadas a la investigación y desarrollo, diseño, mercadeo y
financiamiento, entre otros, permanecieron en el país de la empresa matriz. La
7
UNCTAD (1993), p. 13.

27
reubicación geográfica de las distintas etapas del proceso productivo fue posi-
ble gracias al avance en materia de tecnología de información y comunicacio-
nes, que redujo los costos de coordinación entre empresa matriz y filiales.

Durante esta etapa, la integración transfronteriza entre firmas no sólo se realizó a


través de la inversión extranjera directa, sino además, mediante la proliferación de
contratos de suministro entre empresas sin vinculación propietaria. El offshoring
o la subcontratación con empresas extranjeras, proliferó durante los 80s en el
contexto de los regímenes de zonas especiales para exportación en los países
subdesarrollados y estuvo esencialmente concentrada en el comercio de bienes.
Con el avance en las tecnologías de la información, las comunicaciones y su
abaratamiento, a partir de la segunda mitad de los 90s, se abre paso a la segun-
da etapa en el proceso de internacionalización a escala mundial. En esta nueva
etapa de “integración compleja”, las empresas transnacionales pueden coordinar
un número creciente de actividades en un abanico más amplio de localidades y,
para usar la expresión en UNCTAD (1993), “todas las actividades de la cade-
na de valor pasan a ser candidatas potenciales para ser desarrolladas por una o
más filiales”. El que una determinada actividad de una empresa transnacional
pase a desarrollarse en un país en particular, dependerá de su dotación de re-
cursos humanos, del desarrollo de su infraestructura, de su nivel de desarrollo
institucional y su régimen de seguridad jurídica. Bajo el modelo de integración
compleja se da paso al desarrollo de redes bajo la dirección de centros de co-
ordinación regionales, ya sea en lo referente a la coordinación de una función
específica dentro del conglomerado o la coordinación de una línea de producción.

Asimismo, si bien en los 80s el proceso de internacionalización de la producción


afectó mayormente el comercio de bienes y de un reducido número de servicios8,
en los últimos diez años el proceso de internacionalización de los servicios ha
sido sorprendente. El desarrollo de la Internet, de la infraestructura de satélites
y fibra óptica han permitido que cada vez un número mayor de servicios inten-
sivos en información puedan ser relocalizados a nivel mundial en función de las
ventajas de costos y productividad particulares que presente un país. La defini-
ción tradicional de servicios, que implicaba generalmente la no-separación del
acto de producción del acto de consumo, está siendo cuestionada por las posi-
bilidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones.

En los últimos quince años, en especial, ha ido ganando importancia la subcon-


tratación de servicios intensivos en mano de obra altamente calificada, tradicio-
8
Tal es el caso de los servicios financieros y bancarios.

28
nalmente realizados por trabajadores de cuello blanco. Este fenómeno -conocido
como “deslocalización de los servicios”- surge del hecho de que con el desarrollo
de las tecnologías de información y las comunicaciones es posible descomponer
aquellos servicios intensivos en información en sus “elementos constitutivos y co-
mercializarse de la misma forma que se ha podido hacer durante años y años con
los bienes”9 . La subcontratación puede realizarse dentro de las fronteras del país
o puede realizarse con firmas localizadas en otros países. En este último caso, la
deslocalización de la producción de un servicio puede ocurrir de dos formas: pri-
mero, por vía de inversión extranjera directa en otro país donde una empresa filial
pasa a producir el servicio, siendo este fenómeno conocido como subcontratación
cautiva; y segundo, mediante subcontratación de una firma tercera en un país ex-
tranjero que produce el servicio. En ambos casos, la subcontratación de servicios
se ha ido desarrollando tanto entre dos empresas de países desarrollados, como
entre una empresa de un país desarrollado y una empresa de un país en desarrollo.

Según la UNCTAD (2004b), las actividades de servicios con mayor probabilidad


de ser deslocalizados son aquellos que: i) no requieren la interacción cara a cara con
el cliente, ii) tienen alto contenido de información, iii) poseen un proceso de traba-
jo teleconmutable y ejecutable a través de Internet, iv) presentan alto diferencial
salarial para ocupaciones similares entre país receptor y país emisor, v) enfrentan
reducidas barreras de instalación y vi) tienen un reducido requerimiento de redes
sociales. Dentro de los servicios que pueden ser deslocalizados se destacan los
servicios de centro de contacto, los servicios de soporte de oficina (“back-office ser-
vices”), los servicios de tecnología de información y otros servicios profesionales.

Entre las motivaciones principales para que una empresa en un país desarrollado
proceda a deslocalizar un servicio se encuentran las de reducir costos, mejorar la
calidad del servicio y de los procesos, concentrarse en las actividades centrales del
negocio, alcanzar economías de escala y acceder a ciertos mercados. La reducción
de costos puede ser el resultado de la contratación de una mano de obra más bara-
ta, pero también de la consolidación de operaciones que permite reducir costos de
infraestructura, entrenamiento y administración10 . Por ejemplo, para el 80% de las

9
UNCTAD (2004b).
10
UNCTAD (2004b) reporta, por ejemplo, que un banco internacional que posea entre 50 y 60
centros de datos operando con infraestructura, mantenimiento y mano de obra especializada, pu-
ede consolidar sus operaciones en 5-10 centros, con lo cual se reduce gastos en infraestuctura y
mantenimiento.

29
principales empresas transnacionales europeas con experiencia en la subcontrata-
ción extranjera de servicios, se reportan ahorros de costos entre un 20 y 39 %11.

Por otra parte, las mejoras en la calidad a través de la deslocalización provie-


nen del hecho de que en algunos países subdesarrollos hay un acervo importan-
te de profesionales y mano de obra calificada dispuestos a realizar tareas relati-
vamente complicadas en condiciones salariales que en los países desarrollados,
para ser viables en términos de costos, tendrían que ser realizadas por trabaja-
dores sin educación superior12 . Adicionalmente, la mejoría en la calidad puede
lograrse a través de la contratación de un mayor número de personas para ofre-
cer el servicio en las horas pico, gracias a los costos laborales más reducidos.

Treffler (2005) argumenta que para las firmas en los países desarrollados,
las opciones han sido mantenerse competitivas a través de la subcontrata-
ción internacional de servicios, a fin de poder sobrevivir a la pérdida o sali-
da del mercado por altos costos. En esos países, el proceso de deslocalización
de los servicios ha generado un amplio debate, ya que si bien es una opción
para las firmas elevar su competitividad, conlleva a una reducción de la de-
manda de trabajadores de cuello blanco, contrario a los efectos de la subcon-
tratación de firmas en países en desarrollo para producir bienes manufactu-
rados durante los 80s y 90s, que tendió a desplazar empleo poco calificado.

En cambio, para un país en desarrollo, la deslocalización de los servicios per-


mite la generación de empleo calificado, la transferencia de tecnología y el au-
mento de las exportaciones de servicios. No obstante, en aquellos servicios
deslocalizados que son menos intensivos en mano de obra calificada, las fir-
mas tienden a mostrar un comportamiento de “golondrina” mucho mayor que
en el caso de la deslocalización de la producción de bienes, ya que los costos
hundidos son menores y hay menos vínculos con suplidores locales. Además,
existe el riesgo de que los avances en automatización, eventualmente reduzcan

11
UNCTAD (2004b). Este informe reporta que en los centros de llamadas o “call centers” de un
país desarrollado, el costo de la mano de obra representa entre el 50% y 70% del costo total; en
consecuencia, para una firma inglesa puede ser atractivo moverse a la India, donde los salarios son
80-90% más bajos que en Reino Unido, aún si se toma en cuenta que al trasladarse a un país en
desarrollo aumentan los costos de infraestructura, entrenamiento y viajes. Después de considerar
todos estos elementos, el ahorro en costos puede situarse entre 30-40% en comparación con el
costo en Estados Unidos. (Outsourcing Insight 2001,p. 11)
12
Por ejemplo, en la India la mayoría de los empleados en centros de llamadas son graduados uni-
versitarios, mientras que en los países industrializados son personas con educación secundaria.

30
las necesidades del recurso humano en la producción de determinados compo-
nentes de la generación de un servicio, haciendo como consecuencia desapa-
recer en gran medida la necesidad de personal; tal es el caso de la sustitución
de servicios bancarios, que anteriormente requerían una interacción cara a cara
con el proveedor y que han pasado a ser suplidos a través del Internet banking.

Es útil destacar que las mayores exportaciones de servicios generados bajo la


modalidad de subcontratación se dan principalmente entre países desarrollados,
si bien las exportaciones provenientes de países en desarrollo han ido en aumen-
to. Dentro de los países desarrollados los principales exportadores son Estados
Unidos, Reino Unido, Canadá, Irlanda, Suecia y España. Dentro de los países en
desarrollo los principales exportadores son Israel, India y China. En 2001, India,
Israel, Irlanda y Canadá representaban el 71% del mercado de servicios deslo-
calizados, mayormente en el desarrollo de software y servicios relacionados con
tecnología de información (UNCTAD 2004b, p. 189). Otros países que han ido
emergiendo como localizaciones atractivas para la subcontratación de servicios
son Singapur, Malasia, República Checa, Brasil, Sudáfrica y Nueva Zelandia.

Como puede observarse, la subcontratación de los servicios ha tendido a


concentrarse en ciertos países en desarrollo que muestran un acervo importante
de trabajadores con las destrezas necesarias e infraestrutura de calidad,
particularmente de telecomunicaciones. La experiencia muestra que no basta

31
disponer de un acervo de mano de obra con educación secundaria y terciaria
y proficiencia en tecnologías de información, sino que también se requieren
destrezas adicionales dependiendo del tipo de servicio. La tradición lingüística
de un país y conocimientos de idiomas, así como conocimientos de mercadeo
y habilidad para la interacción con clientes son elementos importantes para la
atracción de call centres; conocimientos de contabilidad y manejo de recursos
humanos son valorados en la subcontratación de servicios de backoffice; mientras
que conocimientos especializados en ingeniería de sistema son necesarios para
el desarrollo de softwares13 . Y, por supuesto, en adición a la calidad de los
recursos humanos y la infraestructura, otros factores que determinan el atractivo
de un país son la estabilidad político-económica y el marco legal y regulatorio.

13
UNCTAD (2004b)

32
Apertura comercial e innovación tecnológica

El proceso de generación y absorción de innovación tecnológica y organizacional


es el resultado de la coordinación de acciones en los planos institucional, de or-
ganización de la producción y de la naturaleza de los procesos de aprendizaje al
interior de las firmas. La interacción en estos tres planos define el marco global de
incentivos existentes en cada país para importar, generar, adaptar, difundir y usar
nuevas tecnologías en distintas esferas productivas14 . En ausencia de innovación
local, la adquisición de tecnología se realiza a través de la importación de equipos
y maquinarias, inversión extranjera directa, licenciamiento de tecnología, revistas
científicas y robo.

Con la globalización y la apertura comercial experimentada por la mayor parte


de los países de América Latina durante los 80s y 90s, el marco global de incen-
tivos para la generación y absorción de tecnología cambió en relación al marco
existente durante el proceso de industrialización por sustitución de importaciones.
En América Latina, la apertura comercial de los 80’s y 90’s ha reducido barreras
arancelarias y no arancelarias a la importación, reduciendo el precio de las maqui-
narias y equipos de todo tipo. Esto, a su vez, ha facilitado la adquisición de bienes
de capital que incorporan la tecnología propia del nuevo paradigma tecnológico,
basada en la microelectrónica y el uso extendido del computador y las tecnologías
de la información. De igual forma, los procesos de privatización de los sectores
de servicios públicos atrajeron inversión extranjera directa (energía, telecomuni-
caciones, puertos y transporte) que ha facilitado la adopción de las tecnologías de
producto, proceso y organización existentes en las casas matrices.

El proceso de globalización ha impulsado, a su vez, que firmas locales procuren


cumplir con normas y estándares internacionales en materia de sanidad, seguri-
dad, control de calidad y uso de tecnologías limpias, a fin de penetrar a mercados
de exportación o poder garantizar su posicionamiento frente a una mayor compe-
tencia de sustitutos importados en los mercados nacionales. La firma de acuerdos
multilaterales en materia de propiedad intelectual ha conllevado a un mayor respe-
to de las patentes de invención, en particular en las ramas farmacéutica, biotecno-
lógica y química, haciendo difícil la difusión de tecnología sobre la base de copia
no autorizada de productos patentados. Todo esto ha cambiado significativamente
el marco de incentivos para la generación, absorción y uso de tecnología.

14
Ver Katz (1999), p. 1.

33
Katz (1999) argumenta que en América Latina el marco de incentivo post re-
formas estructurales ha hecho que, en el caso de las filiales locales de empre-
sas transnacionales de las empresas de servicios públicos privatizadas y de los
conglomerados nacionales productores de bienes intensivos en recursos natura-
les, surja “la paradoja de estar moviéndonos hacia sociedades tecnológicamente
más complejas y cercanas a la frontera técnica mundial pero, al mismo tiempo,
menos intensivas en conocimientos técnicos de origen local. Este proceso pa-
recería implicar un incremento de la tasa de obsolescencia del capital humano
creado durante los años de industrialización por substitución de importaciones.
Un proceso similar parecería estar teniendo lugar en el caso de las subsidiarias
domésticas de grandes grupos transnacionales en el que los requerimientos de
esfuerzos tecnológicos ‘adaptativos’ parecen ser hoy menos necesarios que en el
pasado, en la medida en que se ha reducido el mix de productos fabricados, ha
aumentado el componente de insumos importados empleados en la producción y
se ha ido transitando hacia una estrategia de inserción en redes globalizadas de
operación coordinadas por la casa matriz respectiva”15 . Katz plantea que esta
paradoja no se da en las firmas pequeñas y medianas de capital nacional, donde
la falta de acceso a financiamiento de largo plazo y conocimientos tecnológicos
les ha impedido la reestructuración de las plantas con equipamiento moderno y el
rediseño de las estrategias productivas y de comercialización.

Si se admite esa conjetura, la experiencia latinoamericana en lo que respecta al


rol de la capacidad innovadora local en las filiales locales de empresas transna-
cionales que operan en un mundo globalizado, parece divergir de la experiencia
reciente de China e India y países del Sudeste Asiático, donde han aumentado
las innovaciones incrementales generadas por ingenieros nacionales operando en
filiales locales de empresas transnacionales, lo que ha permitido a esos países
exportar bienes de mayor calidad y tecnológicamente más sofisticados. Puga y
Treffler (2005) argumentan que esta capacidad de los países para atraer inversión
extranjera directa de subcontratación de firmas extranjeras con firmas nacionales
que propicia el desarrollo de la capacidad innovadora incremental local, depende
de las posibilidades de reducir las “incompatibilidades residuales”16 que surgen
de la actividad innovadora de los ingenieros y firmas locales subcontratadas.
15
Ver Katz (1999), p. 39.
16
El concepto de incompatibilidad residual mide el costo impuesto sobre una de las partes por la
actividad innovadora de la otra parte. Esto deviene del hecho de que los agentes locales suplen
piezas y componentes que son parte de un sistema complejo e interdependiente, de manera que
“una innovación incremental en un componente no es efectiva al menos que el resto de los com-
ponentes sean también modificados. Esta interdependencia significa que un suplidor de piezas no
internaliza todos los costos de la innovación para la firma”. Ver Puga y Treffler (2005), p. 3.

34
Los autores plantean que en el caso de China e India la existencia de escuelas
de ingeniería de renombre mundial, una masa crítica de ingenieros formados en
Estados Unidos, una diáspora comprometida con el desarrollo productivo local
y mercados internos grandes, han sido factores que explican la gran afluencia de
inversión extranjera directa a estos dos países. Para una empresa transnacional,
envolver a empresas suplidoras de países en desarrollo en innovación incremen-
tal, tiene el atractivo de aprovechar mano de obra calificada (ingenieros locales)
más barata que contribuyan a completar la fase de estandarización de un nuevo
producto; además, en la medida en que todos los suplidores tengan la obligación
de contribuir al proceso de innovación incremental, se identifican posibilidades de
mejoría directamente en los talleres de producción, que serían difíciles de identi-
ficar en las casas matrices17 .

Impactos sobre pobreza y distribución de ingresos

Como hemos visto, el proceso de apertura implica mayores oportunidades de ocu-


par partes significativas de la cadena productiva mundial, pero a la vez implica
el riesgo de que un país quede atrapado en un equilibrio pernicioso en que no sea
capaz de generar productos de alto valor agregado. En adición, el proceso de
apertura implica el riesgo de un empeoramiento en la distribución de los ingresos,
en la medida en que los salarios de la mano de obra menos calificada puedan verse
aún más deteriorados.

En efecto, una de las razones teóricas para impulsar procesos de apertura comercial
en países en desarrollo ha sido el planteamiento del teorema de Stoper-Samuelson
de que la eliminación de las barreras al comercio aumenta la demanda y el precio
del factor más abundante en cada país. Dado que en los países en desarrollo el fac-
tor productivo más abundante es la mano de obra no calificada, usada intensiva-
mente en el sector exportador, la apertura comercial elevaría el empleo y remune-
ración de dicho factor en relación a la mano de obra calificada que se asume como
usada más intensivamente en el sector productivo sustituto de importaciones, con
lo cual se contribuye a la reducción de la desigualdad del ingreso.

Sin embargo, Word (1997)18 , al reseñar los estudios empíricos sobre la relación
entre liberalización comercial y desigualdad salarial plantea que: “es difícil evitar
la conclusión de que hay un conflicto genuino de la evidencia: en algunos países

17
Puga y Treffler (2005).
18
Word (1997).

35
y períodos, mayor apertura comercial aparenta haber causado una reducción de
las diferencias salariales entre trabajo calificado y no calificado, pero en otros lo
opuesto parece haber sucedido (aún reconociendo otras influencias distintas al
comercio)”.

Word (1997) muestra que el conflicto es particularmente agudo entre, por un lado,
la evidencia del Este Asiático en los 60s y, por otro lado, la evidencia de América
Latina al final de los 80s e inicio de los 90s”: en los primeros países, el proceso de
apertura catalizó un crecimiento económico con reducción de la desigualdad; en
América Latina, al contrario, los procesos de apertura han sido acompañados fre-
cuentemente de un aumento en los niveles de desigualdad. En México, durante el
período 1987-1993, las diferencias salariales entre el trabajo calificado y no califi-
cado aumentaron en 68%19 , mientras que en Colombia las diferencias aumentaron
en 20% durante el período 1990-199820.

Dentro de las posibles explicaciones de las evidencias conflictivas sobre la rela-


ción entre liberalización comercial y desigualdad salarial, se destacan las relacio-
nadas con los cambios ocurridos en la economía mundial a partir de los 80s en
relación a la situación existente en el período 1960-1970. Dentro de estos cambios
se encuentran: i) la participación de China, India, Indonesia, Bangladesh y Pakis-
tán en el comercio mundial a partir de 1980s, con lo cual sus trabajadores pasaron
a formar parte de la “oferta mundial efectiva de trabajadores no calificados”, re-
duciéndose en consecuencia el precio internacional relativo efectivo de los bienes
intensivos en trabajo no calificado. De esta forma, las ventajas comparativas de
América Latina en la producción de bienes intensivos en trabajo no calificado
comenzó a ser desplazada a partir de los 80s con la irrupción de más de la mitad
de la población mundial con baja calificación al comercio internacional; y ii) la
acumulación de habilidades de los países del Este Asiático que expusieron sus
economías al comercio internacional durante los 60s (Taiwán, Corea), les permitió
en los 80s desarrollar ventajas comparativas en la producción de bienes intensivos
en trabajo medianamente calificado.

Bajo estas circunstancias, la apertura comercial de América Latina a partir de los


80s implicó, por un lado, la contracción de sectores intensivos en trabajo califica-
do a través de la competencia proveniente de productos importados de países de-
sarrollados y los NICs asiáticos y, por lado, la contracción de sectores intensivos
en trabajo no calificado por la vía de la importación y competencia en mercados

19
Cragg y Epelbaum (1996).
20
Attanasio, Goldberg y Pavcnik (2003).

36
internacionales de bienes provenientes de países de ingresos bajos del Asia. Entre
1975 y 1996 el precio de las manufacturas provenientes de países en desarrollo se
redujo en aproximadamente 25%21 .

El otro elemento explicativo de las evidencias conflictivas está asociado al cam-


bio en la tecnología disponible que se evidencia a partir de los ochenta con la
difusión del nuevo paradigma tecnológico de las tecnologías de la información
y la microelectrónica. Este nuevo paradigma tecnológico es intensivo en capital
humano y sesgado a favor del trabajo calificado. La liberalización comercial sirvió
de vía para facilitar el acceso a esta nueva tecnología, en la medida que redujo los
precios relativos de máquinas, equipos de oficina y otros bienes de capital que son
complementarios con la mano de obra calificada. En adición, la importación y uso
de equipamiento más moderno puede entenderse como una respuesta racional de
parte de aquellos sectores sujetos a mayor reducción tarifaria durante el proceso
de apertura, como una forma de enfrentar la competencia proveniente tanto de
países en desarrollo como de países desarrollados.

Sumado al cambio tecnológico sesgado hacia el trabajo calificado, Goldberg y


Pavcnik (2004b)22 plantean que la apertura comercial coincide con: i) un aumen-
to en la remuneración de ciertas ocupaciones que están asociadas a un alto nivel
educativo, como es el caso de gerentes y profesionales; ii) mayor reducción de
aranceles en sectores intensivos en trabajo no calificado, que fueron los más pro-
tegidos en América Latina previo a las reformas de liberalización comercial23 ; iii)
mudanza de la producción de bienes intermedios desde países desarrollados hacia
países en desarrollo, que si bien son intensivos en trabajo no calificado desde la
perspectiva de los países desarrollados, cuando analizados desde la perspectiva de
los países en desarrollo son intensivos en trabajo calificado en relación a la dota-
ción de trabajadores existentes en estos países, fenómeno que ha sido el resultado
de los procesos de relocalización de la producción a escala global24 ; iv) flujos de
inversión extranjera directa hacia países en desarrollo que, aprovechando la re-

21
Munford (1971).
22
Goldberg y Pavcnik (2004), p. 7.
23
Si bien este fenómeno parece apoyar el hecho de que el aumento de la desigualdad salarial se da
por la vía del mecanismo planteado en el modelo de comercio internacional de Heckscher-Ohlin,
Goldberg y Pavcnik (2004) plantean que en muchos países en desarrollo no se evidenció durante
el proceso de apertura, una reubicación de los trabajadores desplazados de los sectores que se
contrajeron producto de una mayor reducción tarifaria hacia los sectores menos afectados por la
reducción de tarifas. Señalan además que prácticamente en la mayoría de los sectores se evidenció
un aumento de la participación de los trabajadores calificados en las ultimas dos décadas.
24
Ver Feenstra y Hanson (1996, 2003) para elementos en torno a ese aspecto.

37
ducción de los precios de los bienes de capital originada por el proceso de apertura
comercial, aumentan la demanda de trabajadores calificados complementarios al
uso de nuevas generaciones de maquinarias y equipos más modernas; iv) cambios
en la composición del conjunto de bienes producidos por los países en desarrollo
donde adquieren mayor importancia los bienes intensivos en trabajo calificado.

Bajo esta situación, en un contexto donde el sostenimiento de la competitividad


exige la incorporación del nuevo paradigma tecnológico, la apertura comercial
contribuye a aumentar la desigualdad de ingreso, en la medida en que la demanda
de trabajo está sesgada hacia el trabajo calificado, que es escaso en gran parte de
los países en desarrollo. Esto plantea una situación en la cual la disponibilidad de
una amplia masa de profesionales representa la única vía de, por un lado, respon-
der a las demandas del mercado global y, por otro, garantizar que el proceso no
acabe generando tendencias distributivas de carácter regresivo.

Innovación Tecnológica y Estrategia de Desarrollo

Las modernas teorías de crecimiento endógeno han mostrado que el principal de-
terminante del crecimiento económico es la acumulación de conocimiento y el
desarrollo de la habilidad innovadora que eleva la productividad de las naciones,
más que la mera acumulación de factores productivos como el capital y el traba-
jo25. Por tanto, en un mundo globalizado es imperativo que las empresas desa-
rrollen capacidad de innovar, en vez de limitarse a usar innovaciones foráneas sin
adaptarlas creativamente. La innovación deberá manifestarse en el desarrollo de
nuevos productos o procesos productivos y administrativos, o en la introducción
de cambios incrementales a los existentes que mejoren la calidad de los productos,
reduzcan sus costos y hagan más eficiente la producción. Es esta capacidad de
innovación por parte de las empresas y naciones lo que garantiza tasas sostenidas
de crecimiento económico en el largo plazo.

Howitt y Mayer-Foulkes (2002) muestran a nivel teórico que las diferencias en


intensidad y características de la innovación tecnológica entre países, pueden ex-
plicar las divergencias de largo plazo de productividad y tasas de crecimiento del
ingreso per cápita entre países. Según sus planteamientos, existe un primer club de
convergencia formado por los países líderes en materia de innovación tecnológica
con un fuerte arraigo en ciencias básicas, los cuales muestran los mayores niveles
de productividad y tasas de crecimiento del ingreso per cápita de largo plazo.

25
Ver Aghion y Howitt (1998) para una exposición de las teorías y evidencias empíricas sobre el
crecimiento endógeno.

38
Un segundo club está integrado por países que, si bien no están en la frontera
tecnológica, invierten recursos suficientes para aprender, modificar, adaptar e im-
plementar las tecnologías desarrolladas por los países integrantes del primer club,
lo que permite a los países integrantes de este segundo club mostrar tasas de cre-
cimiento de largo plazo similares a los países del primer club, pero sus niveles de
productividad son menores.

Finalmente, existe un tercer club de países con muy limitada capacidad de ab-
sorber los avances tecnológicos y que muestran niveles de productividad y de
crecimiento de largo plazo menores a los de los países integrantes de los clubes
primero y segundo. De manera similar, Maloney (2003) advierte que los países
que no desarrollen capacidad para desplazar la frontera tecnológica mundial en al-
gunas áreas, corren el riesgo de quedarse atrapados en un equilibrio de bajas tasas
de crecimiento, pues cuando las innovaciones pasan desde el país que las generó a
los otros, ya la mayor parte de la renta ha sido extraída por el generador.

Luego, si la acumulación de conocimiento y capacidad innovadora es lo que de-


termina mayormente la tasa de crecimiento económico de largo plazo, los países
podrían ser clasificados en función del grado de desarrollo de la “economía del
conocimiento”, a fin de poder caracterizar las posiciones relativas de los países
respecto a esta habilidad de producción, distribución y uso del conocimiento. De
acuerdo al Banco Mundial (2003) la “economía del conocimiento” engloba las
dimensiones siguientes: i) un régimen económico y de incentivo que posibilite
que el conocimiento sea creado y difundido, ii) recursos humanos creativos y
entrenados, iii) sistema de innovación, e iv) infraestructura de información y co-
municaciones26 .

Las experiencias exitosas de países que en los últimos cuarenta años han logrado
elevar sus niveles de bienestar y desarrollar una estructura productiva que gene-
re ventajas competitivas dinámicas –como es el caso de los países nórdicos, los
tigres asiáticos e Irlanda-- muestran que en un primera etapa el proceso de indus-
trialización de estos países se sustentó en la explotación de su recurso abundante
(recursos naturales, mano de obra no calificada); de un factor de ventaja compa-
rativa estática (localización geográfica). No obstante, el avance hacia estructuras
productivas más complejas que fuese más allá de la simple extracción de recursos
naturales o el ensamblaje de manufactura ligera, requirió de un gran esfuerzo local
de adaptación, modificación y eventual creación de tecnología27.
26
Banco Mundial (2003).
27
Para una discusión del proceso de innovación tecnológica en el caso de los países del Este Asiáti-
co, ver Yusuf, Altaf y Mabeshima (2004) y Blomstrom et al. (2002) para el caso de los países
nórdicos.

39
Existen diferentes vías de transferencia tecnológica, las cuales se diferencian en
función de las oportunidades que ofrecen en materia de aprendizaje y de los nive-
les requeridos del capital humano local para su máximo aprovechamiento. Estas
vías son: importación de bienes de capital, reversión de ingeniería, inversión ex-
tranjera directa, licenciamiento, productor de equipamiento original, movilidad
laboral, investigación y desarrollo local y centros de investigación y desarrollo
localizados en el extranjero. Para el caso de los países del Este Asiático, Yusuf
et al. (2004) advierte que “la falta de desarrollo del capital humano continúa
siendo uno de los factores que limita la transferencia de tecnología debido a que
la tecnología no fluye libremente o automáticamente, sino que requiere de recep-
tores que posean algún conocimiento previo y que realicen un gran esfuerzo para
dominar la nueva tecnología”28 .

Para los países en desarrollo, la importación de bienes de capital ha sido la vía


más expedita de incorporar en sus procesos productivos los avances tecnológicos
desarrollados en países líderes en materia de investigación y desarrollo. En la me-
dida en que los bienes de capital se han vuelto más sofisticados debido al avance
de la electrónica y la computación, se requiere de ingenieros y técnicos altamente
calificados a fin de realizar un uso eficiente de los equipos. Si bien la importación
de bienes de capital de generaciones tecnológicamente menos adelantadas es una
opción para países en desarrollo, la desventaja es el riesgo de una rápida obso-
lescencia tecnológica que impida lograr niveles de costo y calidad competitivos.
Las opciones de reversión de ingeniería y licenciamiento son más demandantes
en términos de capacidad técnica, ya que se requiere del conocimiento y entendi-
miento de cómo funciona la tecnología. En el caso del licenciamiento no basta la
adquisición de los blueprints, sino que se hace necesario negociar con el suplidor
de tecnología el conocimiento tácito que se requiere para una adecuada asimila-
ción de la tecnología.

A su vez, el grado en que la inversión extranjera directa puede contribuir a la trans-


ferencia de tecnología depende de su nivel de vinculación con las firmas locales,
ya sea través de la movilidad de trabajadores entre firmas o al establecimiento de
contratos de suministro con proveedores locales que satisfagan determinados es-
tándares de calidad y precio. En el marco de la normativa de la OMC y en el caso
de un mercado interno tan pequeño como el de la República Dominicana, la im-
posición de requerimientos de contenido local sobre las empresas multinacionales
no es una opción viable. Resta entonces la opción de que las autoridades locales

28
Yusuf et al. (2004). Pág. 396.

40
implanten programas orientados de ayuda para que las empresas locales puedan
cumplir con los estándares requeridos por medio de entrenamiento y facilitándole
el acceso a bienes de capital, mano de obra e infraestructura adecuadas.

La opción de productor de equipamiento es un acuerdo de producción en el cual


una empresa internacional subcontrata a una empresa local para producir partes
o productos terminados que cumplan con las especificaciones explícitas o propias
del contratante, el cual a su vez provee al contratado el conocimiento técnico y
los servicios necesarios para cumplir con la calidad exigida. Es el modelo al cual
están sujetas una parte importante de las empresas localizadas en las zonas fran-
cas de la República Dominicana. Yusuf et al. (2004) señala que esta opción tiene
la ventaja de ser atractiva para empresas pequeñas y medianas, empresas que no
cuentan con suficiente capital humano y financiero para adquirir tecnología, pero
están sujetas a las siguientes limitaciones: i) las firmas contratadas compiten en
base a proveer la calidad requerida al menor costo, lo cual exige contar con cierto
nivel de habilidades productivas y capacidad técnica; ii) las firmas contratadas son
altamente dependientes de las tecnologías provistas por las empresas contratantes;
iii) no hay garantía de que las firmas contratadas puedan posteriormente incursio-
nar en la fase de diseño y eventualmente comercializar una marca propia.

La experiencia reciente de la China, India, Israel y los Tigres Asiáticos ha mostra-


do la importancia que tiene la movilidad de trabajadores calificados para la difu-
sión y transferencia de tecnología, en la medida en que los flujos de profesionales
que emigraron hacia países en desarrollo en procura de mayores niveles de educa-
ción y de experiencia laboral han retornado a sus países de origen o han mantenido
redes de intercambio de información con empresas y centros de investigación del
país de origen. La diáspora que permanece en el exterior o que retorna al país de
origen ha constituido un mecanismo de transmisión de ideas y mejores prácticas
hacia la economía local. Finalmente, las experiencias exitosas muestran que la
Investigación y el Desarrollo no deben ser vistos como una opción únicamente al
alcance de los países desarrollados, sino que también representan áreas de acción
para los países en desarrollo – ver Yusuf et al. (2004).

41
42
CAPÍTULO 2

ACTIVIDAD INNOVADORA DE LAS EMPRESAS:


Determinantes e implicaciones
sobre la productividad

43
44
Introducción

En el capítulo anterior, se mostró que la globalización de las actividades económicas


–caracterizada por el crecimiento de los flujos internacionales de comercio,
tecnología y capital- ha abierto un abanico de oportunidades. Al mismo tiempo,
la adopción de reformas orientadas al mercado han impactado las condiciones
tradicionales de competencia en los mercados internos. En este contexto, la
capacidad innovadora, vista como la capacidad para absorber y generar nuevo
conocimiento, determina la permanencia y liderazgo de las empresas en el mercado.
Sin embargo, el aprovechamiento de tales oportunidades no está garantizado, sino
que depende de la capacidad de generar e incorporar innovaciones de manera
continua, traduciéndolas en rentabilidad.

En la perspectiva de los procesos de apertura que se están llevando a cabo


actualmente en República Dominicana, es razonable interrogarse acerca de
los determinantes y condiciones de efectividad de los procesos de aprendizaje
tecnológico y de innovación de las firmas; ¿Qué debemos entender exactamente
por “innovación”? ¿Cuáles formas adopta? ¿Qué tipo de innovaciones se gestan
en el seno de las empresas? ¿Qué factores conducen a las firmas a invertir en
I&D o a incorporarse a procesos de difusión de innovaciones externas? ¿Por qué
algunos procesos innovadores son exitosos y otros no? ¿Cuán fuerte es el vínculo
entre innovación, productividad y rentabilidad?

El objetivo de este capítulo es responder a esas preguntas, al tiempo que aporta el


vocabulario y los conceptos que servirán de base a todos los capítulos posteriores.
Para tal fin, la exposición se inicia con una primera parte donde se presentan las
diferentes tipificaciones de los procesos de innovación que podrían observarse
en el seno de las firmas. En una segunda parte, se caracterizan los diferentes
elementos determinantes de estos procesos. Finalmente, en una tercera parte, se
abordan los aspectos que condicionan la efectividad de los procesos de innovación
y adopción tecnológica.

45
Primera parte: Tipos de innovación
a. Tipificación tradicional de las innovaciones
i. Definición general
En una iniciativa dirigida a proporcionar un marco de referencia para la
elaboración de indicadores de innovación tecnológica, la OCDE y la Comunidad
Europea publicaron en 1992, la primera versión del documento “Lineamientos
para colectar e interpretar datos sobre innovación tecnológica,” conocido como
el Manual de Oslo29 . Desde entonces, ese documento y sus versiones posteriores
han sido referencia obligatoria para la definición de los conceptos clave relativos
a innovación. Los conceptos generales del Manual de Oslo fueron retomados
y adaptados a la realidad latinoamericana en el documento “Normalización de
Indicadores de Innovación Tecnológica en América Latina y el Caribe” o Manual
de Bogotá, publicado en el año 2000 por la OEA y la Red de Indicadores de
Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana- (RICYT)30 .

En la tercera versión del Manual de Oslo, correspondiente al año 2005, se define la


innovación de manera general como: “…la implementación de un producto (bien
o servicio), o proceso nuevo o significativamente mejorado en el seno de la firma”.
El requerimiento mínimo para que el bien o servicio o el proceso sea considerado
una innovación es que éste sea nuevo o significativamente mejorado para la firma,
y el hecho de que estas innovaciones ya hayan sido adoptadas por otras firmas o
en otros mercados no afecta la definición. En el fondo, la definición envuelve la
idea de que aún la capacidad de replicar las creaciones de los otros podría ser una
actividad provechosa, aunque no pueda ser considerada como originalidad.

De manera más específica, en sus primeras versiones el Manual de Oslo distinguió


dos principales tipos de innovación: las innovaciones de producto y las innovaciones
de proceso. En su tercera versión, se explora por primera vez la problemática de la
innovación no tecnológica y se enriquece la tipología agregando las innovaciones
de marketing y las innovaciones organizacionales.

ii. Innovación de producto


El Manual de Oslo define las innovaciones de productos o servicios como “…la
introducción de un bien o servicio nuevo o significativamente mejorado en sus

29
Ver OECD-Comunidad Europea (1992).
30
Ver Jaramillo et al. (2000). Ese último documento pone mayor énfasis en los procesos de incor-
poración tecnológica, actividad innovadora más común en los países menos desarrollados.

46
características o usos”. Asimismo, especifica que las mejoras pueden relacionarse
con especificaciones técnicas, componentes, materiales, software incorporado,
facilidad de uso y otras características funcionales. Una larga lista de ejemplos e
ilustraciones de innovaciones puede ser encontrada en el Anexo B del Manual.

Las innovaciones de productos pueden sustentarse en nuevos conocimientos o


nuevas tecnologías o pueden basarse en nuevas combinaciones de conocimientos o
tecnologías existentes. En el caso de productos, mejoras significativas de productos
existentes pueden ser consecuencia de cambios en materiales, componentes u otras
características que incrementen el desempeño del producto mejorado. En el caso
de servicios, las innovaciones de producto en servicios pueden incluir mejoras
significativas en la manera en como los servicios son provistos (por ejemplo,
rapidez), la adición de nuevas funciones o características a servicios existentes o
la introducción de servicios enteramente nuevos.

Cabe destacar que el desarrollo de un nuevo uso para un producto existente


sustentado en cambios menores en sus especificaciones debe ser considerado como
innovación en este contexto. No obstante, las mejoras de apariencia o upgrades o
actualizaciones regulares o rutinarias de productos existentes no son consideradas
como innovaciones por la literatura.

iii. Innovación de proceso

Las innovaciones de proceso son definidas como “… la implementación


de un método de producción o de provisión de bienes o servicios nuevo o
significativamente mejorado. Esto incluye cambios significativos en técnicas,
equipo o software”. Los métodos de producción comprenden las técnicas, el
equipo y el software usado para producir bienes o servicios. La automatización de
una cadena de producción puede ser un buen ejemplo de este tipo de innovación.
Los métodos de provisión de bienes y servicios, a su vez, tienen que ver con la
logística en el seno de la empresa y engloban equipo, software y técnicas para
manejar insumos, inventarios, y entregar los productos finales a los clientes. La
introducción de una gestión computarizada de inventarios es un ejemplo de este
tipo de innovación.

iv. Innovaciones organizacionales y de marketing

Una característica esencial de la tercera versión del Manual de Oslo, del 2005,
es la incorporación de aspectos no tecnológicos, definiendo innovaciones
organizacionales y de marketing. Así, las innovaciones organizacionales son

47
definidas como “…la introducción de métodos organizacionales nuevos en las
prácticas de negocio, en la organización del lugar de trabajo o en las relaciones
externas de las firmas”. Se entiende que estas innovaciones podrían incrementar el
desempeño de las firmas reduciendo los costos administrativos o de transacción,
mejorando la satisfacción con el lugar de trabajo y por lo tanto aumentando la
productividad del trabajo, garantizando el acceso a insumos intangibles como el
conocimiento o reduciendo el costo de los insumos tangibles de los procesos de
producción.

Por otro lado, las innovaciones de marketing se definen como “…la introducción de
nuevos métodos de marketing que impliquen cambios significativos en el diseño,
presentación, distribución, promoción y precio de los productos”. Las innovaciones
de marketing se enfocan en un mejor entendimiento de las necesidades de los
consumidores, en la apertura de nuevos mercados o en el posicionamiento de
productos en el mercado, con el objetivo final de lograr un incremento en las
ventas.

b. Tipificación según el impacto en el mercado de la


innovación
La clasificación tradicional presentada hasta el momento se enfoca en la naturaleza
de la innovación. Más allá de ese criterio, las innovaciones pueden distinguirse
según el ámbito de su impacto en el mercado. En este sentido, el Manual de Oslo
califica la adopción de una innovación ya existente en otras firmas del mismo
mercado, es decir, el menor ámbito posible, como una innovación “nueva para la
firma”. Este tipo de innovación es el resultado de un proceso de difusión donde
las nuevas tecnologías se van propagando de firma en firma dentro de un mismo
mercado y es el más comúnmente observado en países en desarrollo.

Si la innovación posee un ámbito más amplio (si es adoptada por primera vez por
alguna firma en el mercado), entonces, será considerada como una innovación
“nueva para el mercado”, de acuerdo a este criterio de clasificación. El ámbito
geográfico relevante en este caso dependerá de las características de la firma que
adopta la innovación y puede ser local como internacional. El aspecto relevante es
aquí el mercado donde se desenvuelve la firma que adopta la innovación, estamos
aquí en presencia de un fenómeno de propagación de la nueva tecnología entre
diferentes mercados.

Finalmente, una innovación “nueva para el mundo” será aquella innovación que
es introducida por primera vez en todos los mercados e industrias, ya sean locales

48
o internacionales. Este tipo de introducción implica el máximo grado de impacto
alcanzable. Ya no se trata del resultado de un proceso de difusión, estamos aquí
en presencia de innovaciones fruto del esfuerzo en I&D de las propias firmas o
de las instituciones de investigación asociadas y generalmente ocurren en países
industrializados.

c. Tipificación según el grado de novedad y modularidad


de la firma de la innovación

Otras tipificaciones, aún menos tradicionales, han sido señaladas por la


literatura. Por ejemplo, Dewar y Dutton (1986) clasifican las innovaciones como
“incrementales” o “radicales” dependiendo del grado de novedad que éstas
implican para la firma. Por un lado, las innovaciones incrementales son aquellas
que refuerzan productos o servicios o tecnologías existentes. Las innovaciones
radicales, por otro lado, son transformaciones importantes de productos, servicios
o tecnologías que muchas veces causan la total obsolescencia de los productos,
servicios, diseños o tecnologías existentes.

La distinción entre ambos tipos de innovación es evidente cuando analizamos


cómo éstas se relacionan con el conocimiento presente en las empresas. Las
innovaciones incrementales mejoran y se apoyan en la trayectoria del conocimiento
presente en la firma, mientras que las innovaciones radicales rompen la trayectoria
tecnológica existente, provocando su obsolescencia.

Henderson y Clark (1990) amplían esta tipificación introduciendo aspectos


estructurales. En el esquema sugerido por estos autores, los productos y procesos
se fundamentan en un conjunto de componentes de base que se articulan entre sí
mediante una serie de relaciones. La capacidad de la firma reside en la maestría de
los componentes y de las relaciones entre éstos.

La figura a seguir representa una matriz que clasifica las innovaciones utilizando
dos dimensiones. La dimensión horizontal captura el impacto de la innovación
sobre los componentes de los productos o procesos, mientras que la dimensión
vertical captura el impacto de la innovación sobre las relaciones existentes entre
los componentes.

De esta manera, las innovaciones incrementales y radicales serían los puntos


extremos a lo largo de las dos dimensiones. Una innovación radical establece un
nuevo diseño del proceso o producto, es decir, un nuevo conjunto de conceptos
o componentes relacionados entre sí mediante una nueva arquitectura o conjunto

49
de relaciones. Este tipo de innovación impacta significativamente la capacidad
de la firma para manejar sus procesos internos y requiere de un costoso proceso
de aprendizaje. La innovación incremental, por su lado, refuerza o mejora los
componentes individuales sin afectar las relaciones existentes entre ellos y por lo
tanto no requiere la adquisición de nuevas habilidades al interior de la firma.

Si una innovación modifica sólo las relaciones entre los componentes, sin alterarlos,
estaremos frente a un tipo intermedio de innovación que los autores denominan
“arquitectónico” y que requiere un esfuerzo de adaptación por parte de la firma
menos intenso que las innovaciones radicales. Finalmente, si la innovación sólo
se produce en el nivel de los componentes de un producto o proceso, sin afectar
las relaciones entre éstos, estamos en presencia de una innovación “modular”.
Un ejemplo de este tipo de innovación puede ser el reemplazo, dentro de una
red telefónica, de aparatos análogos por teléfonos digitales. Al igual que en las
innovaciones arquitectónicas, las consecuencias sobre la firma de este tipo de
adopción tecnológica son menores que en el caso de innovaciones radicales.

d. Modalidades de generación o incorporación:


actividades de innovación
La capacidad innovadora de las firmas es el resultado directo de la acumulación
de conocimiento a través de actividades de aprendizaje. Éstas, por un lado, pueden
se llevadas a cabo en el interior mismo de las estructuras de las firmas, de manera
autónoma o vinculada a otras firmas o instituciones. Un buen ejemplo de este tipo
de actividades es la I&D llevada a cabo por la unidad productiva. El Manual de
Bogotá define este tipo de actividades como “…un trabajo creativo y sistemático
que se realiza con el objeto de incrementar la cantidad de conocimiento en el seno

50
de la firma”. Arvanitis (2005) incluye dentro de esta categoría el desarrollo de
habilidades de gestión de la información, la adaptación de procesos, actividades
de mantenimiento o fabricación interna, y el diseño de nuevos productos entre
otros.

Por otro lado, las actividades de innovación pueden ser el resultado de la interacción
con elementos externos (tales como, por ejemplo, otras firmas, clientes o
proveedores). En este segundo caso, el entorno que rodea a la firma es importante,
pues su interacción con agentes externos son fuentes de ideas que se materializan
en nuevos productos y procesos. Este segundo tipo comprende actividades como
la adquisición de conocimiento y tecnología no incorporada bajo la forma de
patentes, licencias, know how, diseños, servicios de computación, entre otros. Una
tercera fuente de incorporación de innovaciones es la adquisición de conocimiento
o tecnología incorporada en equipos y maquinarias. Este tipo de actividades es la
más comúnmente observada en países menos desarrollados.

La generación interna implica un aprendizaje intensivo que puede traducirse en


el incremento de capacidades productivas, adquisición de know how tecnológico
y habilidades estratégicas, mientras que las actividades de aprendizaje externo
implican niveles de aprendizaje que pueden variar en intensidad dependiendo
de la naturaleza de la interacción con clientes, proveedores, casas matrices e
instituciones de I&D.

51
Segunda parte: Determinantes de los procesos de innovación y de
adopción tecnológica

Los primeros esfuerzos por identificar los factores que llevan a las firmas a asumir
procesos de innovación, se deben a la reflexión de Joseph Schumpeter, quien en
los años 40 concluyó que los esfuerzos innovadores sólo podían ser asumidos
por firmas con poder monopólico y con capacidad para diversificar los riesgos
asociados a esta actividad. A partir de esta primera aproximación se ha desarrollado
una abundante literatura acerca de los determinantes de los procesos de innovación,
profundizando por un lado las hipótesis schumpeterianas y abriendo, por otro lado,
líneas de reflexión distintas.

Podemos agrupar los diferentes factores determinantes presentes en la literatura,


en cuatro grandes categorías: a- Factores Schumpeterianos, b- Capital humano y
capacidad de absorción, c- Factores tecnológicos, y d – Factores de entorno.

52
Determinantes de la innovación

Fuente: Elaboración propia en base a Mairesse et al. (1991)

a. Factores schumpeterianos: poder de mercado, tamaño de la


firma y diversificación

Schumpeter (1942) indicó que los procesos innovadores, al caracterizarse


por poseer rendimientos crecientes, dependen en gran medida del tamaño, del
poder de mercado y de la capacidad de las firmas para diversificar riesgos. En
este contexto, una firma posee los incentivos para emprender costosos procesos
de generación o adopción de innovaciones sólo si es capaz de apropiarse de los
beneficios generados. La existencia de poder de mercado facilita la apropiabilidad
de la inversión para la firma dominante, ya que los competidores más pequeños,
al no poder aprovechar las eventuales economías de escala generadas y al no tener
la misma disponibilidad de recursos internos o externos, no pueden emprender
tan fácilmente el proceso de innovación. Adicionalmente, el tamaño de la firma
está positivamente asociado con la capacidad de ésta para diversificar los riesgos
asociados a la inversión en innovación31 .
31
La literatura empírica sobre este tipo de determinantes de la actividad innovadora es abundante.
Por ejemplo, Benavente (2002) demuestra, mediante la estimación de un modelo de determinantes
de la actividad innovadora, la existencia de este tipo de efectos para el caso de las empresas chil-
enas.

53
Asimismo, en un contexto de mercados financieros imperfectos, las firmas con
mayor poder de mercado y de mayor tamaño pueden levantar los fondos necesarios
para generar, adquirir o instalar nuevas tecnologías con mayor facilidad que las
empresas pequeñas o con escaso poder de mercado. Esta ventaja existe por el hecho
de que generalmente el capital disponible para financiar investigación y desarrollo
o incorporar tecnología inédita, posee un costo alto debido al riesgo asociado. Este
es el tipo de fenómenos estudiado empíricamente por Crepon, Duguet y Kabla
(1995), para el caso de las firmas del sector manufacturero francés.

No obstante, desarrollos posteriores de la literatura contradicen las hipótesis


shumpeterianas y muestran que el tamaño y el poder de mercado también pueden
ser factores que disminuyan la velocidad de adopción de innovaciones. Por un
lado, el mayor tamaño de las firmas puede traducirse en múltiples niveles de
burocracia que pueden impedir la adecuada toma de decisiones sobre nuevos
proyectos y nueva tecnología. Por otro lado, adoptar nuevas tecnologías producto
de innovaciones radicales puede ser relativamente más caro para firmas más
grandes, ya que poseen grandes cantidades de capital físico y humano incorporado
en la antigua tecnología. Además, este problema se agrava en la presencia de
redes, ya que puede resultar muy costoso incorporar innovaciones radicales en
toda la extensión de la red. Esta característica es contrastada empíricamente por
Henderson y Clark (1990) para la industria de semiconductores de los Estados
Unidos.

b. Existencia de una base de conocimiento, capacidad de


absorción y generación (capital humano, nivel técnico
de la industria)

Si bien los determinantes de tipo schumpeteriano explican parcialmente algunos


procesos innovadores, éstos omiten aspectos importantes que inciden sobre la
capacidad de las formas de generar o incorporar nuevos desarrollos tecnológicos.
Por ejemplo, la disponibilidad de capital humano (profesionales de las ciencias y
del área de la ingeniería con capacidad de generar ideas innovadoras y reconocer el
valor y adaptar nuevas tecnologías) es fundamental para determinar la capacidad
innovadora de las firmas.

Esto puede obedecer a varios factores. Por un lado, la generación o adopción


de nuevos productos o procesos requiere de capacidades complejas que muchas
veces son lentas y costosas de adquirir. Por lo tanto, a mayor habilidad de los
trabajadores, menor será el costo de incorporación de las innovaciones y mayores
serán los incentivos para emprender este tipo de inversiones.

54
En otro orden, en un trabajo pionero, Cohen y Levinthal (1990) argumentan que la
capacidad de aprovechar las fuentes externas de conocimiento, es un componente
crítico de la capacidad innovadora de una firma. Esa capacidad, frecuentemente
denominada “capacidad de absorción”, reside en la habilidad de evaluar y
utilizar el conocimiento generado externamente. La capacidad de absorción está
directamente relacionada con una base de conocimiento previo acumulado por la
firma que puede ir desde la presencia de habilidades básicas hasta los más recientes
desarrollos tecnológicos y científicos en ámbitos relevantes para sus actividades.
El conocimiento previo permite a la firma reconocer la utilidad de la información
nueva, asimilarla y finalmente aplicarla comercialmente.

Finalmente, Bronwyn et al. (2003) extienden la capacidad de absorción al nivel


de la industria. En este sentido, el nivel técnico general de la industria en la que
se desenvuelve la firma también es importante, ya que determina en qué medida
las innovaciones pueden ser incorporadas en los procesos productivos. El nuevo
conocimiento para ser absorbido como producto o proceso en las operaciones de
la empresa, requiere las capacidades técnicas y habilidades específicas que hagan
comercialmente viable el esfuerzo. Si una idea es demasiado avanzada respecto a
la capacidad de absorción de la industria donde germina, puede tomar más tiempo
en implementarse.

Los elementos expuestos nos indican que la existencia de un sistema de educación


superior adaptado a estas necesidades de la economía y fuertemente vinculado con
el sector productivo es indispensable para garantizar el correcto desenvolvimiento
del proceso innovador. Específicamente, el sistema de educación superior debe
asegurar la provisión de un capital humano con habilidades que garanticen una
adecuada base de conocimiento y capacidad de absorción del sector productivo.

c. Factores tecnológicos
i. “Technology push” y “demand pull”

Existen también fuerzas externas que estimulan a las firmas a iniciar procesos
innovadores independientemente de su tamaño o poder de mercado. Schmookler
(1966) indica que la más evidente de estas fuerzas es la demanda, en cuyo caso
los procesos innovadores estarían siendo “halados” por las fuerzas de la demanda
del mercado (“demand pull”). Adicionalmente, las oportunidades tecnológicas
inducidas por el progreso técnico pueden estimular por sí mismas la capacidad
innovadora de las firmas, independientemente de otros factores. Es en este sentido
que Rosenberg (1974) menciona que los avances tecnológicos poseen el potencial
de “empujar” procesos innovadores (“technology push”). Es interesante destacar

55
que Crepon, Duguet y Mairesse (1998), utilizando una muestra de 1,615 empresas
francesas para el periodo 1986-1990, muestran que aproximadamente un 60% de
las firmas consideraron el factor demanda como determinante a la hora de iniciar
actividades de innovación, mientras que aproximadamente 24% consideraron la
oportunidad tecnológica como muy importante a la hora de innovar. Por su lado
Palmberg (2004), establece para una amplia muestra de firmas finlandesas, que
la vinculación con clientes y proveedores de tecnología (proveedores de inputs,
consultores, universidades y organizaciones de investigación) se relacionan
positivamente con el comportamiento innovador de las firmas.

ii. Externalidades de red

Las externalidades de red son importantes en los procesos de adopción tecnológica,


ya que impactan directamente el beneficio esperado de la generación o adopción
de una innovación. Un proceso productivo está sujeto a externalidades de red
cuando la utilidad generada por el uso de una tecnología aumenta con el número
de usuarios de ésta. Pueden existir efectos de red directos o indirectos. En el primer
tipo la utilidad aumenta directamente con el tamaño de la red; en el segundo
tipo, los efectos de red surgen cuando el incremento de la utilidad proporcionada
por el uso de la tecnología proviene de una mayor disponibilidad de un bien
complementario. El correo electrónico es un buen ejemplo de externalidades de
red directas, ya que a mayor número de usuarios, mayor es la efectividad de ese
medio de comunicación.

La literatura menciona que en general la difusión de tecnologías de uso general


como la electricidad a principios del siglo XX o las tecnologías de información más
recientemente, son las más sujetas a este tipo de externalidades. Las consecuencias
de las externalidades de red sobre la velocidad de adopción de nuevas tecnologías,
fueron estudiadas empíricamente por Gowrisankaran y Stavins (2002) para la
adopción de sistemas de pago automatizado por parte de bancos en los Estados
Unidos, durante el período que va desde 1995 a 1997. Estos autores encontraron
evidencia de una relación positiva entre la adopción de nuevas formas de pago y
la cantidad de usuarios de la nueva tecnología.

56
d. Factores de entorno

i. Apertura y estabilidad económica,


externalidades internacionales

El desarrollo de procesos de apertura comercial, la orientación de las políticas


públicas hacia la inversión extranjera y finalmente, el aseguramiento de una cierta
estabilidad macroeconómica y de las reglas del juego a la que están sujetos los
inversionistas, poseen el potencial de favorecer los procesos innovadores de
las firmas presentes en el mercado nacional. Por un lado, mientras mayor sea la
exposición de las empresas locales a las mejores prácticas internacionales, a las
innovaciones “nuevas para el mundo” y a una mayor intensidad competitiva, es
probable que su capacidad para innovar sea mayor. Por otro lado, la presencia
en el mercado local de empresas multinacionales cuyas actividades cruzan las
fronteras nacionales, puede favorecer las transferencias de tecnología y capital
hacia el mercado local.

Asimismo, los procesos de apertura permiten una mayor intensidad de


incorporación, dado que para países menos avanzados las principales vías para
incorporar tecnología foránea son la inversión extranjera directa, la importación
de bienes de capital y los procesos de deslocalización de actividades productivas.
Finalmente, la protección de la propiedad intelectual implícita en los procesos
de apertura comercial puede promover el licenciamiento de la tecnología,
incrementando los niveles de apropiabilidad y, en definitiva, los incentivos a las
actividades innovadoras de las firmas. No obstante, no existe un consenso de la
literatura empírica sobre la existencia de una relación positiva entre los procesos
de apertura y la actividad innovadora, como puede ser visto a partir de los estudios
reseñados a seguir.

Por ejemplo, Aitken y Harrison (1999), utilizando datos de panel correspondientes


a aproximadamente cinco mil plantas industriales venezolanas, cubriendo el
período 1976 a 1989 no encuentran evidencia de una relación positiva entre la
actividad innovadora, la ganancia en productividad y la presencia de capital
extranjero en la propiedad de las empresas. Coe, Helpman y Hoffmaister (1997),
por otro lado, utilizando datos de 77 países en desarrollo (incluyendo a la
República Dominicana) y 22 países industrializados, para el periodo 1971 a 1990,
sí encuentran evidencia de que la elasticidad de la productividad total en los países
en desarrollo con respecto al capital de investigación y desarrollo de los países
desarrollados estudiados es considerable: en promedio, un 1% de incremento en el
stock de capital de I&D incrementaría el producto de los países en desarrollo en un

57
0.06%. Este incremento se debería a que el comercio internacional serviría como
canal de adopción por parte de los países menos avanzados de las innovaciones
desarrolladas en los países industrializados. Este efecto sería más importante para
América latina ya que éstos países poseen un mayor volumen de comercio con
los Estados Unidos, que posee el mayor stock de capital de I&D de los países
industrializados incluidos en las estimaciones.

ii. Institucionalidad y garantía de apropiabilidad


Una de las razones más importantes para la intervención pública en el dominio
de la innovación, es la existencia de externalidades positivas. Para que las
firmas asuman el costo de un proceso de innovación, es necesario que tengan
la seguridad de poder extraer los beneficios de sus innovaciones. Esto no será
posible si las innovaciones generadas son fácilmente imitadas o utilizadas por las
firmas competidoras, creando incentivos adversos a la realización de esfuerzos
innovadores. La presencia de una institucionalidad que garantice la protección
de la apropiabilidad de los beneficios potenciales de las innovaciones, es por lo
tanto fundamental para proteger los incentivos a innovar por parte de las firmas
privadas. Para el caso de firmas francesas, el mencionado estudio de Crépon,
Duguet y Kabla (1996) encuentra evidencia empírica de la relación positiva
existente entre la apropiabilidad y las actividades innovadoras, argumentando que
mientras mayor es el porcentaje de firmas imitadoras en un mercado, menor es la
tasa de innovación.

iii. Localización, clusters, externalidades


espaciales
Un factor descrito como relevante para la actividad innovadora es la densidad
geográfica de las firmas. La presencia de conglomerados industriales
interconectados en una misma área geográfica, genera externalidades espaciales
positivas especialmente en términos de conocimiento, reduce fallas de
coordinación y genera economías de escala externas que impactan positivamente
la generación y adopción de innovaciones. Para una muestra de ocho mil
innovaciones comerciales introducidas en los Estados Unidos durante el año 1982,
Audretsch y Feldman (1996) encuentran evidencia de que un factor determinante
en la concentración geográfica de las actividades productivas, es la importancia
relativa del conocimiento tecnológico presente y la intensidad de sus actividades
innovadoras.

58
iv. Fallas de mercado, de coordinación y sistemas
nacionales de innovación
En palabras del Libro Verde de Innovación32 , “la innovación por su naturaleza es
un proceso colectivo que implica el compromiso progresivo de un número creciente
de participantes.” Esto da lugar al concepto de Sistema de Innovación Nacional
(SIN), que es usualmente definido como la red de actores sociales (empresas,
laboratorios públicos y privados, universidades, asociaciones profesionales,
uniones laborales, etc), junto con las instituciones políticas que influyen sobre sus
conductas y desempeño33 .

Más operativamente, Benavente (2000) identifica tres tipos de actores fundamentales


de los SIN; por un lado, las instancias superiores del Estado, que generan las
políticas públicas de apoyo a la innovación y asignan el financiamiento público de
las actividades relacionadas con la educación, ciencia, investigación y desarrollo
tecnológico34. Por otro lado, en el seno de los SIN actúan las instituciones
abocadas a llevar a cabo efectivamente las actividades innovadoras, como por
ejemplo, las universidades, empresas privadas o institutos tecnológicos, entre
otras. Finalmente, los SIN incluyen las instituciones intermediarias encargadas
de vincular las fuentes de financiamiento con los agentes que llevan a cabo las
actividades innovadoras.

El mismo autor define cuatro tipos de funciones de los SIN; a saber, la definición
de políticas de incentivo, el financiamiento, la coordinación entre los actores
relevantes y finalmente, la realización efectiva de las actividades de innovación.
En suma, los SIN contienen los actores que participan en los procesos innovadores,
la política estatal relativa a este tipo de actividades, las organizaciones públicas
y privadas relacionadas, así como la infraestructura y el marco legal vigente
relacionado. La literatura relevante enfatiza que lo más importante en un SIN no
es la fortaleza de los actores individuales, sino los enlaces entre ellos.

32
Comisión Europea (1995).
33
Freeman (1995) presenta una apasionante revisión histórica del concepto. Según este, la ex-
presión sistema nacional de información fue usada por Bnegt Ake Lundvall en 1992, aunque sus
orígenes están en List, quien usó la expresión “sistema nacional de economía política” en 1841.
List abogaba no sólo por un esquema de protección para Alemania en su relación con Inglaterra,
sino más bien por un conjunto de políticas de industrialización, incluyendo políticas relativas a
aprendizaje de las empresas e innovación. Freeman atribuye a la influencia de List y otros el es-
tablecimiento del sistema de educación técnica en Alemania, considerado uno de los mejores del
mundo, y al cual varios historiadores han atribuido la alta productividad germánica.
34
Fondos de financiamiento o sistemas de exenciones tributarias, por ejemplo.

59
Fuente: Benavente (2000)

¿Cuál es el rol del Estado en este proceso? Las fallas de mercado asociadas a
los procesos de innovación sugieren que el funcionamiento del mercado por sí
solo no asegura un nivel adecuado, desde el punto de vista social, de inversión
en innovación. Adicionalmente, existen fallas de coordinación en los procesos
innovadores, vinculadas a la carencia de instituciones que permitan una
adecuada articulación entre los actores involucrados, que permitan una correcta
comunicación entre las instituciones generadoras de conocimiento y la industria.
Lo anterior implica que existe la necesidad de la intervención pública en favor de
las actividades innovadoras.

Benavente (2004) define tres roles fundamentales para la acción pública: por un
lado el apoyo financiero a las actividades de innovación; por otro lado, el estímulo
de un ambiente adecuado para la innovación y finalmente, la definición de las
normas y parámetros que regulan el desenvolvimiento de los diferentes actores del
SIN (clarificación de las divisiones existentes entre tareas y responsabilidades de
los distintos componentes). Esta acción debe tomar en cuenta la complejidad del
proceso innovador dado por el constante cambio tecnológico y la globalización
de la economía. Adicionalmente, el autor menciona que la gran heterogeneidad
de los actores involucrados en el SIN hace que el rol de coordinación y enlace
tanto vertical como horizontal del Estado, sea necesaria para evitar traslapes y
duplicidades de funciones dentro del SIN. Por último, se indica que el Estado
debe tener una “visión amplia” de la política de innovación, involucrando todas
las facetas de la innovación (creación, adopción y difusión de tecnología).

60
Fuente: Elaboración propia en base a Benavente (2004)

Tercera parte: Innovación y productividad

Evaluar el rendimiento de las innovaciones -es decir, estimar las ganancias en


productividad de las firmas atribuibles a las innovaciones- es una tarea compleja.
Esta dificultad se debe a que las actividades de innovación, como la adopción
de nuevas tecnologías o la inversión en investigación y desarrollo, no siempre
se traducen en una ganancia de productividad inmediata o fácilmente medible.
En esta sección examinaremos, por un lado, evidencia empírica sobre la relación
existente entre procesos innovadores y ganancias en productividad. Por otro lado,
mencionaremos los factores que dificultan el dimensionamiento del impacto de
la innovación sobre la productividad de las firmas. Finalmente, indagaremos
sobre la existencia de factores complementarios que ayudan o dificultan que las
innovaciones se traduzcan en incrementos de productividad.

61
a. Evidencia empírica de la existencia de una relación
entre innovación y productividad

Los primeros intentos empíricos para medir los rendimientos de los procesos
de innovación sobre la productividad de las firmas fueron llevados a cabo a
principios de la década de los 70 y 80, arrojaron evidencia débil. Esta aparente
“paradoja de productividad” fue ejemplarizada por Robert Solow en 1987, quien
comentó, a propósito de las ganancias en productividad derivadas de la inversión
en computadores, que “la era de las computadoras se puede ver en cualquier parte
salvo en las estadísticas de productividad”.

No obstante estas primeras dificultades, trabajos llevados a cabo durante las


décadas posteriores sí encontraron evidencia de la existencia de una relación entre
los procesos innovadores e incrementos en la productividad de las firmas. En este
sentido, Mairesse y Sassenou (1991), en una revisión de estudios econométricos
disponibles al momento identificaron elasticidades gasto en innovación (I&D) -
productividad del orden de 0.1 a 0.3 para datos de corte transversal para sectores
manufactureros y del orden de 0.02 a 0.1 en los estudios de series temporales.

62
Estudios más recientes llevados a cabo en América latina, por su lado, encuentran
dificultades para estimar el impacto de la innovación sobre la productividad de
las firmas. Por ejemplo, Benavente (2004), mediante la estimación de una función
de producción para el caso de empresas chilenas establece que las innovaciones
introducidas no producen una alteración contemporánea sistemática de la
productividad de las firmas. El autor atribuye este resultado al argumento de que
los procesos innovadores generan impactos de adaptación que pueden llegar a
mermar la productividad en el momento de la implementación de las innovaciones,
aunque luego es ampliamente revertida si la innovación es exitosa.

b. Rezagos temporales

Aghion y Howitt (1998) y David (1990) argumentan que pueden existir


importantes rezagos entre la adopción de una innovación de gran magnitud
(adopción generalizada de tecnologías de información en la década de los 90, por
ejemplo) e incrementos de productividad. La idea central del argumento es que
una innovación de gran magnitud (que posee aplicaciones potenciales en muchos
sectores de actividad), requiere de un período de ajuste antes de mostrar sus efectos.
Durante este período, importantes cantidades de recursos pueden ser desviadas
de las tecnologías tradicionales y asignadas en las actividades relacionadas con
el desarrollo de las nuevas tecnologías cuyos resultados son menos claramente
observables en el corto plazo.

Adicionalmente, Brynjolfsson (1992), Crépon, Duguet y Mairesse (2000) indican


que las ganancias asociadas a la adopción de tecnologías innovadoras pueden ser
de naturaleza secuencial; esto es, las innovaciones tecnológicas posibilitan en un
primer momento innovaciones organizacionales o de procesos, para en una segunda
etapa posibilitar incrementos de productividad reduciendo costos o permitiendo a
las firmas incrementar la calidad o variedad de su producción.
Finalmente, Brynjolfsson (1992) argumenta que si el grado de novedad de la
innovación es elevado, las firmas y los usuarios individuales pueden requerir la
adquisición de experiencia antes de dominar la nueva tecnología. En este caso, los
beneficios marginales serán inferiores a los costos marginales en el corto plazo. A
medida que las firmas progresen en su curva de aprendizaje, podrán capitalizar los
beneficios a largo plazo de la adopción de la innovación. Por lo tanto, si sólo los
beneficios a corto plazo son tomados en cuenta, los resultados de las estimaciones
podrían arrojar que las inversiones en innovación fueron ineficientes.

63
c. Dificultades para medir la contribución de la
innovación a los incrementos en productividad

Es sabido que una importante parte del crecimiento económico no puede ser
explicada por el incremento en la utilización de los factores de producción (capital
y trabajo). Esta parte del crecimiento es usualmente denominada “productividad
total de los factores” y representa mejoras en la eficiencia del proceso productivo
como resultado de la innovación y difusión de nuevas técnicas de producción.

Existen dos factores que dificultan la adecuada estimación de la contribución que


hacen las actividades innovadoras a la productividad de una economía: por un
lado la incapacidad de medir correctamente la productividad, especialmente en
sectores intensivos en investigación, desarrollo y tecnología; por otro lado, la
dificultad de medir de manera correcta la magnitud de las externalidades de las
innovaciones desde una firma, industria o economía hacia otras.

Griliches (1988) argumenta, por ejemplo, que la fracción de la ganancia social


directa asociada a innovaciones de productos que será reflejada en las estadísticas
convencionales (tales como las recogidas en los sistemas de Cuentas Nacionales)
dependerá de la capacidad de las firmas para apropiarse de los beneficios generados
por las innovaciones. Si el productor no posee un poder de monopolio absoluto,
el precio no reflejará todo el beneficio social generado por la innovación, ya que
parte de este será transferido a los consumidores bajo la forma de menores precios
por calidad o desempeño equivalente.

Capron y Cincera (1995) intentan cuantificar la magnitud de las externalidades


tecnológicas para una muestra de 625 empresas de los Estados Unidos, Japón y
Europa durante el período 1987 a 1994. Si bien los autores encuentran evidencia
de una influencia significativa de las externalidades sobre la productividad de las
firmas para los Estados Unidos y Japón, las estimaciones no arrojan resultados
concluyentes para las empresas europeas.

d. Existencia de factores complementarios


Así como la capacidad de absorción determina en cierta medida el inicio de procesos
innovadores en el seno de las firmas, esta capacidad también es fundamental para el
éxito o fracaso de tales esfuerzos. Una condición necesaria para que la introducción
de innovaciones se traduzca en incrementos de productividad, es la existencia
de factores complementarios que faciliten la adopción, en el seno de las firmas,
de los nuevos procedimientos o tecnologías. Estos factores complementarios

64
pueden estar relacionados con el capital humano presente en las firmas o con
las habilidades organizacionales tales como flexibilidad de procedimientos y de
toma de decisiones, comunicación interna, bajo nivel de conflicto, o bajo nivel de
burocracia interna.

Bharadwaj, (2000), utilizando datos de 149 firmas de los Estados Unidos,


durante el período 1991 a 1994, encuentra evidencia de complementariedades
entre la adopción de tecnologías de información, la existencia de capital humano
(habilidades técnicas y gerenciales) y finalmente, capacidades organizacionales
como la orientación al cliente y la capacidad de trabajar en equipo en la generación
de incrementos de productividad.

Por su lado, Arvanitis (2004), encuentra evidencia de complementariedades entre


la adopción de tecnología de información y el capital humano en el incremento
de la productividad media del trabajo. Las complementariedades entre variables
organizacionales y la adopción de TIC no resultaron ser significativas en este
ejercicio realizado en base a una muestra de 1382 empresas suizas pertenecientes
a 28 industrias diferentes, específicamente encuestadas para estos fines.

Determinantes de la efectividad de la innovación

Fuente: Elaboración propia en base a Mairesse (1991)

65
Conclusión

En conjunto, nuestra exposición ilustra la complejidad de las relaciones tecnológicas,


económicas y sociales que determinan el surgimiento de innovaciones y el efecto
de tales innovaciones sobre la productividad. Adicionalmente hemos ilustrado cuál
puede ser el rol del Estado en el fomento de tales actividades. De forma particular,
la discusión ha abordado cómo la existencia de un sistema de educación superior
fuertemente vinculado con el sector productivo y adaptado a sus necesidades,
capaz de proveer un capital humano con la habilidad de generar ideas innovadoras
y reconocer el valor y absorber adecuadamente nuevas tecnologías, es fundamental
para determinar la capacidad innovadora de las firmas.

Asimismo, este capítulo ha examinado el fuerte impacto que posee la existencia


de un Sistema Nacional de Innovación (SIN) sobre la actividad innovadora de
una economía, y se ha evidenciado que el Estado juega un rol fundamental en
la definición de políticas de incentivo a la innovación, en el financiamiento de
las actividades innovadoras y, finalmente, en la creación de vínculos entre los
actores relevantes del proceso. Los capítulos posteriores permitirán apreciar estas
relaciones en el caso concreto del aparato productivo dominicano.

66
SEGUNDA PARTE:

ACTIVIDAD DE INNOVACIÓN Y NECESIDADES DE RE-


CURSOS HUMANOS DESDE LA PERSPECTIVA DEL SEC-
TOR EMPRESARIAL

67
68
Introducción

Los capítulos previos revelaron la trascendencia de la actividad innovadora como


elemento explicativo de la productividad y competitividad internacional de una
economía, elementos que a su vez representan una base esencial para cualquier
estrategia de crecimiento y desarrollo. La implantación de políticas adecuadas
sobre el particular, sin embargo, requiere de mediciones que permitan identificar
la forma e intensidad de las innovaciones, y cuantificar el peso relativo de sus di-
versas causas y consecuencias. Tales mediciones son insumos indispensables para
la formulación de políticas públicas y para la definición de estrategias por parte
del sector privado.

El objetivo de este capítulo es presentar los resultados de una encuesta dirigida a


la medición de la intensidad y diversidad innovadora en las empresas establecidas
en la República Dominicana. El documento escudriña, en primer lugar, las distin-
tas formas de innovación, así como sus motivadores, factores limitantes y efectos
sobre las operaciones de las firmas. Asimismo, el análisis explora las necesidades
de recursos humanos con educación superior por parte del sector productivo, ha-
bida cuentas del papel de la mano de obra calificada en la capacidad de absorción
de tecnologías de una unidad productiva. Por último, se indaga sobre la intensidad
en el uso empresarial de tecnología de información y comunicación, como un
segundo habilitador de la capacidad de absorción tecnológica. Estos elementos
dependen de la aplicación de una encuesta empresarial especialmente diseñada
para los presentes fines.

Es conveniente destacar que el análisis cuantitativo del proceso innovador repre-


senta una tarea retadora, en la medida en que las innovaciones pueden adoptar
múltiples formas (e.g., productos, servicios, procesos y cambios institucionales);
la incorporación de las innovaciones adopta diferentes vías (e.g., compra de ma-
quinarias, investigación y desarrollo, adquisición de conocimiento externo) y las
fuentes de innovaciones pueden ser muy distintas (e.g., clientes, suplidores, go-
bierno, universidades), entre otros aspectos. En esas circunstancias, es evidente
que cualquier medición tiene un carácter exploratorio y sus resultados adquirirán
valor en la medida en que se complementen con otras mediciones.

En tal sentido, un objetivo principal de la encuesta antes mencionada es propor-


cionar una línea basal que sirva como referente a mediciones posteriores, a fin de

69
medir los avances o retrocesos a lo largo del tiempo y las variaciones asociadas
con distintos criterios de clasificación de las empresas. Esto significa que, si bien
la exposición establecerá en su última parte una comparación con mediciones de
innovación en otros países, la comparación internacional no representa una meta
del presente estudio. Como Tether et al. (2002) han indicado, aunque potencial-
mente deseable, la comparación internacional de los indicadores de innovación
puede ser sometida a dudas en la medida en que envuelve la difícil tarea de de-
terminar lo que puede ser considerado novedoso o no en un determinado entorno
social. De ahí que, “en cierto sentido, la innovación no puede ser directamente
comparada, como tampoco la proporción de innovadores, pues esto no es filo-
sóficamente equivalente a comparar la proporción de hogares con televisión o
automóvil”.

Antecedentes metodológicos

La medición de la actividad innovadora ha sido objeto de ingentes esfuerzos a lo


largo de la última década, bajo un notable liderazgo intelectual de los países de la
Unión Europea. Un punto de partida fue la publicación en 1994 de un diagnóstico
sobre la actividad innovadora en el viejo continente, lo que permitió identificar
varios puntos débiles en los sistemas de innovación de la región35 . El diagnóstico
destacaba, por ejemplo, que la inversión europea en investigación y desarrollo
(alrededor de 1% del PIB en 1991) era considerablemente inferior a la inversión
de sus competidores más cercanos, tales como los Estados Unidos y Japón (alre-
dedor de 2.7% del PIB de esos países en el mismo momento).

El diagnóstico aludido destacaba además la existencia de una “paradoja europea”,


según la cual el continente se encontraba en una situación privilegiada en materia
de conocimiento científico, pero dicho conocimiento no estaba transformándose
en resultados industriales exitosos36 . En consecuencia, se concluía que el logro
de las metas planteadas requería más recursos humanos calificados, una fuerte
base de investigación pública, una cultura empresarial más dinámica y sistemas
adecuados de propiedad intelectual, junto a un ambiente competitivo favorable a
la innovación. Finalmente, se enfatizaba la necesidad de “mantener unas reglas de
juego (...) adaptadas a las necesidades de la innovación”37 .

35
Comission of European Communities (1994). Ver también Comission of European Commu-
nities (1995). Estas publicaciones tuvieron como finalidad abordar los retos que la innovación
ofrecía a Europa, la constatación de la situación de las políticas de innovación y las vías de acción
para los estados y regiones de la Unión.
36
Ver mayores detalles en Commission of European Communities (1995).
37
Commission of European Communities (2002c).

70
En ese sentido, en el marco del Consejo Europeo de Lisboa realizado en el 2000,
los jefes de gobiernos de la Unión Europea se fijaron la ambiciosa meta de con-
vertirse para el 2010 “en la economía más dinámica y competitiva, basada en
conocimiento, capaz de sostener crecimiento económico con más y mejores traba-
jos y mayor cohesión social”38. Y un poco más tarde, en el Consejo Europeo de
Barcelona realizado en el 2002, los países de la Unión acordaron que para el 2010
la inversión en investigación y desarrollo tecnológico debía alcanzar el 3% del
PIB regional, lo que constituiría un aumento significativo con respecto al nivel de
1.9% registrado en el año 2000. Una meta relacionada establecía que las empresas
privadas aumentarían considerablemente su aporte al gasto total de los países en
I&D, pasando de 56% a 66%, para acercarse así a los niveles prevalecientes en los
Estados Unidos y Japón, donde la participación privada se situaba alrededor de
67% y 72%, respectivamente.

Esta corriente de opinión llevó naturalmente a la necesidad de indicadores apro-


piados para el seguimiento de los avances logrados, lo que a su vez tornó eviden-
te la necesidad de un marco conceptual unificado para la construcción de tales
indicadores. Un resultado de ese esfuerzo fue el ya mencionado Manual de Oslo,
publicado en 1992 bajo los auspicios de Eurostat y la Comisión Europea. Como
indicado en el capítulo 2 de este volumen, el Manual se constituyó desde entonces
en la referencia más notable para las exploraciones empíricas sobre el tema de la
innovación .

En particular, el Manual de Oslo sirvió como base para la encuesta denominada


Communitiy Innovation Survey (Encuesta de Innovación de la Comunidad,
CIS), usada en los países europeos y en otras partes del mundo40. La primera
aplicación de ese instrumento (CIS 1) tuvo lugar en 1992; una segunda aplicación
se realizó en 1997-99 (CIS 2) y un tercer levantamiento fue realizado en el 2001-
2002 (CIS 3). En la actualidad, la aplicación de esa encuesta constituye un proceso
rutinario en un extenso número de países.

38
Ver Commission of European Communities (2002d).
39
La publicación del Manual de Oslo fue la culminación de una larga cadena de esfuerzos previos.
Ya en 1988 el denominado Innovation Studies and Technology Policy Group de Noruega había
presentado un marco de referencia, que fue luego revisado en Oslo en 1989. Tras esa revisión,
se recomendó que el Fondo Nórdico preparase un borrador de un manual para los miembros. Ese
borrador fue el germen de la versión final del Manual de Oslo. El borrador fue luego mejorado con
la contribución de un gran número de expertos internacionales.
40
En adición al Manual de Oslo, la base conceptual de la medición de innovaciones y temas rela-
cionados es dada por otros manuales relevantes, tales como el Manual de Canberra (sobre es-
tadísticas de biotecnología) y el Manual de Fracasti (sobre Investigación y Desarrollo).

71
Sin embargo, la medición de la intensidad innovadora a través de los mencionados
instrumentos no ha estado exenta de debates, y diversos autores han planteado
serias críticas al marco conceptual sintetizado en el Manual de Oslo. Salazar y
Holbrook (2003), entre otros, han destacado que las encuestas usuales presentan
un sesgo hacia las innovaciones en el sector manufacturero, en desmedro de otros
sectores, tales como las empresas dedicadas a la generación de servicios. Esa
concepción es compartida por Bernard y Jones (1996), quienes destacan además
que la mayor parte de las innovaciones en muchos países podrían tener lugar
en las actividades de servicios y agricultura. Para nuestros fines, una crítica aún
más relevante se refiere a la aplicabilidad de las encuestas convencionales a los
países subdesarrollados, caracterizados por mercados informales y modalidad de
innovación basada esencialmente en adquisición de equipos de capital, más que
en procesos formales de investigación y desarrollo.

En consideración a tales críticas, las sucesivas ediciones del Manual de Oslo y


aplicaciones del CIS han ido incorporando diversos elementos, destacándose entre
ellos la incorporación de módulos dedicados al tema de la innovación en servicios,
innovaciones de procesos e innovaciones institucionales -tales como aquellas que
abarcan los procesos de planificación, estructura organizacional y administración
de mercadeo, entre otros41. Al mismo tiempo, las peculiaridades de las economías
latinoamericanas motivó el desarrollo de una adaptación regional del Manual de
Oslo, surgiendo así el denominado Manual de Bogotá, que ha sido usado como
punto de partida conceptual en la medición de la actividad innovadora en países
de la región42.

La encuesta descrita en el presente documento recoge las enseñanzas derivadas del


Manual de Oslo (en su tercera edición) y del Manual de Bogotá, con un esfuerzo
particular de adaptación a la realidad dominicana. En términos empíricos, el
trabajo descansa en las experiencias derivadas de la aplicación de las diversas
versiones del CIS y se nutre ampliamente de la cuarta versión de su cuestionario.
Un rasgo distintivo de la presente aplicación es la incorporación simultánea de
elementos que permiten caracterizar el capital humano en las firmas innovadoras
vis a vis aquellas que no innovan, estimar las necesidades de mano de obra con

41
Es destacable, sin embargo, que tales incorporaciones no han satisfecho todas las expectativas
de algunos críticos. Por ejemplo, Tether et al. (2002) han lamentado que la evolución de los
cuestionarios aplicados muestra pocos avances en el tratamiento de las innovaciones en servicios,
“a no ser la sustitución de la palabra ‘productos’ por la expresión ‘productos o servicios’”
42
Para mayores discusiones sobre encuestas de innovación en países en desarrollo, consultar el
Manual de Bogota y el anexo A del Manual de Oslo en su tercera edición.

72
educación superior por parte de las empresas y capturar conjuntamente información
sobre el uso de tecnologías de información en las mismas. En adición, los
resultados de la encuesta de empresas pueden ser combinados con dos encuestas
simultáneas aplicadas a la población de empleados profesionales y a la población
de estudiantes de término en áreas tecnológicas, lo que permite una perspectiva
de 360 grados sobre el tema focal –innovación y necesidades de recursos con
educación superior.

Diseño muestral, cuestionario y descripción de la


muestra

a. Diseño muestral

Las unidades de observación son empresas individuales, seleccionadas a partir de un


marco muestral formado por todas las empresas de 6 o más empleados registradas
en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) de la República Dominicana -Ver
Anexo 1 para mayores detalles. Las empresas fueron clasificadas de acuerdo al
Código Industrial Internacional Uniforme (CIIU) revisión 3, a nivel de dos dígitos
y posteriormente fueron clasificadas en 10 ramas de actividades y cuatro grupos
de tamaño -esto es, empresas micro (de 6 a 10 empleados), pequeñas (de 11 a 50),
medianas (de 51 a 150) y grandes (más de 150 empleados).

La muestra estuvo constituida por 434 empresas, las cuales fueron seleccionadas
en forma sistemática con arranque aleatorio dentro de cada estrato. Estas empre-
sas fueron contactadas de forma presencial, tras el establecimiento de cita con la
gerencia. El informante preferencial era el gerente general de la firma, aunque
diversas partes requerían contribución de otros directivos. Los cuestionarios fue-
ron sometidos a un cuidadoso proceso de revisión, incluyendo la doble validación
mediante contactos telefónicos con el informante. En aquellas empresas con em-
pleados profesionales, algunos de estos fueron seleccionados para la mencionada
encuesta a empleados, cuyos resultados son descritos en el capítulo siguiente. Las
entrevistas fueron realizadas de forma presencial, contrario a la mayoría de las
encuestas de innovación en otros países, las cuales son realizadas a través del
correo.

Las tres Tablas a continuación caracterizan al conjunto de empresas entrevistadas,


según distintos criterios de interés. En términos de ramas de actividad, la muestra
incorpora alrededor de 101 empresas dedicadas a actividad industrial, energía o
minas, 86 empresas comerciales, 42 empresas de la rama de hoteles y restauran-

73
tes, 40 firmas de zonas francas y 39 empresas agroindustriales, además de 126 em-
presas pertenecientes a los demás sectores productivos. En términos de ubicación,
274 firmas de la muestra se encuentran en el Distrito Nacional o la provincia de
Santo Domingo, 70 firmas pertenecen a la provincia de Santiago y las restantes 90
empresas fueron entrevistadas en el resto del país. Por último, la muestra incluye
cerca de 210 firmas micro y pequeñas, y alrededor de 220 empresas medianas y
grandes. Las observaciones fueron posteriormente ponderadas a partir de sus pro-
babilidades de observación sobre la base del marco muestral antes indicado.

Los resultados obtenidos son representativos de las empresas formales del país
–definidas como aquellas empresas registradas en el sistema de seguridad social,
excluyendo aquellas unidades con menos de 6 empleados. Obviamente, esto ex-
cluye a un extenso conjunto de empresas informales, las cuales representan la
mayor parte de las unidades productivas dominicanas (Guzmán y Ortiz (2005)). Si
bien la actividad innovadora en las empresas informales podría ser de gran impor-
tancia, la incorporación de las mismas sobrepasaría los objetivos propuestos para
esta primera medición43 . La actividad innovadora en el sector informal deberá ser
objeto de atención en una investigación separada.
43
El análisis de las micro unidades informales enfrenta un serio problema para la conformación de
un marco muestral adecuado, dado el grado de informalidad y las altas tasas de nacimiento/mortali-
dad en ese subsector. Por esas razones, la exclusión de tales unidades productivas representa una
práctica habitual en las encuestas de innovación de los distintos países.

74
b. Cuestionario

El contenido temático de la encuesta abarca las distintas dimensiones de interés


desglosadas en la discusión conceptual del capítulo 244 . Específicamente, las
preguntas estuvieron estructuradas en varias secciones que capturan los siguientes
aspectos, entre otros: (i) características de las empresas, (ii) innovaciones de
productos, servicios y procesos; (iii) actividades de innovación; (iv) fuentes de
innovaciones; (v) factores limitantes de las innovaciones; y (vi) motivadores y
efectos de las innovaciones. Las preguntas sobre innovación se refieren al período
de los últimos tres años previos a la aplicación de la encuesta; es decir, el período
2003-2005.

Estos temas recién enunciados son seguidos por una parte del Cuestionario
dedicada a estudiar la demanda (presente y futura) de recursos humanos con
educación terciaria por parte de las empresas y sus apreciaciones sobre la calidad
de oferta de mano de obra disponible en el mercado. Esto permite dimensionar
las áreas profesionales requeridas por las firmas en el mediano plazo, y analizar
el grado en que tal demanda se corresponde con la orientación tecnológica que se
vislumbra en el panorama económico y comercial del país. Finalmente, una última
sección aborda el uso de tecnologías de información y comunicación por parte
de las firmas, como una forma de apreciar la intensidad tecnológica en el sector
productivo nacional. La exposición a seguir sigue las grandes líneas esbozadas.

Perfil general de las empresas

Es conveniente presentar una breve descripción de las firmas encuestadas, lo


que contribuye a percibir el espectro de perfiles empresariales que se encuentran
en el sector productivo formal. Por un lado, alrededor de 19% de las empresas
declara ser parte de un grupo empresarial –definido como dos o más empresas de
propiedad común-y alrededor de 80% de los gerentes son propietarios o tienen
vínculos familiares con el o los propietarios. Por otro lado, cerca de 9% de las
firmas se declaran como exportadoras (en el sentido de que sus principales clientes
están en el exterior), 8.5% son empresas cuya
matriz está en el exterior y alrededor de 20%
se nutre a través de suplidores extranjeros.
En conjunto, esto último revela considerables
vínculos de las firmas formales del país con
entidades de otros países.

75
En cuanto a la estructura del mercado, alrededor de 5% de las firmas se considera
a sí misma como “el único proveedor importante en el mercado” (es decir, que
no percibe amenazas importantes por parte de otros productores), y alrededor de
28% considera estar compitiendo con cinco o menos competidores de condiciones
similares a las suyas. Junto a este conjunto de auto percibidos oligopolios, se
encuentra alrededor de 50% de firmas que considera estar sometida a una presión
competitiva relativamente intensa, con al menos 10 competidores semejantes.
Esta dispersión en el grado de competencia percibido por las firmas encuestadas
será particularmente útil para abordar en el contexto dominicano la controversia
en torno a la influencia del ambiente competitivo sobre la propensión innovadora
de las firmas.

76
77
Innovaciones en productos, servicios y procesos
a. Innovación en productos y servicios

Un primer resultado relevante en materia de innovación, es que alrededor de 23%


de las empresas declara haber introducido una innovación de producto y cerca de
41% declara haber desarrollado algún servicio innovador desde la perspectiva de
la empresa. Es útil recordar que una innovación de producto (servicio) es definida
como la introducción de un producto (servicio) nuevo o significativamente mejo-
rado con respecto a los productos (servicios) previos de la empresa.

Se percibe una fuerte correlación entre la presencia de innovaciones de produc-


tos y las innovaciones de servicios, en el sentido de que la probabilidad de haber
tenido innovaciones de servicios es más común en aquellas firmas que tuvieron
innovaciones de productos que en aquellas que no lo tuvieron y viceversa.

78
En general, alrededor de 51% de las firmas podría ser considerada innovadora en
términos de productos y servicios (es decir, han introducido al menos un producto
o servicio nuevo o significativamente mejorado en el curso de los últimos tres
años), y alrededor de 14% desarrolló de hecho ambos tipos de innovaciones.

b. Innovación en procesos

Como antes fue indicado, un avance conceptual importante en la aplicación de en-


cuestas de innovación es la incorporación de las innovaciones en procesos como
objeto de estudio relevante. Siguiendo la versión 4 del CIS, una innovación de
proceso es definida como la implantación de un proceso nuevo o significativamen-
te mejorado para la producción, distribución, comercialización o administración
de los productos o servicios de la empresa. Esto incluye cambios de significación
en actividades tales como el manejo de información, canales de distribución, siste-
mas de compra de equipos y materiales y administración financiera, entre otros.

En el contexto dominicano, los resultados muestran que la mayor incidencia de


innovaciones de procesos se refiere a cambios en las formas de manejo de la
información (probablemente asociada a la incorporación de computadoras) y a la
administración financiera, aspectos en los cuales 2 de cada 5 empresas declaran
haber realizado cambios relativamente importantes en el período 2003-2005. Las
actividades de soporte a mercadeo, mantenimiento de equipos y la compra de
equipos y materiales, se encuentran entre los procesos con menor incidencia de
cambios.

79
Se observa que la mayoría de las firmas introdujo innovaciones en un número pe-
queño de procesos, pero alrededor de 3% de ellas declara haber realizado ajustes
importantes en cada uno de los ocho aspectos indagados. Si, utilizando un criterio
más flexible, se considera como innovadora a una firma que haya realizado inno-
vaciones en al menos una de esas actividades, se observa que alrededor de 77%
de las firmas podría ser considerada como tal.

La situación de las firmas en materia de innovación de productos y servicios, por


un lado, e innovación de procesos, por el otro, permite clasificar las firmas en cua-
tro grupos: a) firmas que no han desarrollado ningún tipo de innovación; b) firmas
que han desarrollado innovaciones de productos o servicios, pero no de procesos;

80
c) firmas que han desarrollado innovaciones de procesos, pero no de productos ni
servicios; y d) firmas que han desarrollado ambos tipos de innovaciones. Este úl-
timo grupo, que denominaremos como “firmas relativamente innovadoras”, cons-
tituye alrededor de 44% del total de empresas del país.

Las cifras anteriores sugieren un nivel de innovaciones relativamente alto, lo


que motiva a profundizar en la naturaleza de las mismas. Sobre el particular, es
interesante observar que, sin embargo, alrededor de 50.7% de las firmas que han
desarrollado innovaciones de productos, declara que ninguna de esas innovacio-
nes fue nueva para el mercado, aunque obviamente sí lo fueron en el ámbito de
la firma; en tanto 48% declara que al menos una de sus innovaciones fue nueva
para el mercado, y el restante 1.1% no puede distinguir al respecto; en el caso de
innovaciones de procesos, alrededor de 71% de las firmas innovadoras declara que
ninguna de sus innovaciones fue nueva para el mercado.

81
El recuadro a seguir describe algunas de las innovaciones de productos/servicios
y procesos mencionadas por las empresas.

Recuadro. Ejemplos de innovaciones en las empresas dominicanas

Productos y servicios

• La elaboración de transformadores eléctricos que antes no hacíamos


• Dar servicio las 24 horas y días feriados
• Venta de impresos en papel de seguridad
• Compra y reventa de controles de velocidad para motores de combustión interna
• La introducción al mercado del producto de jugos en tetra brik y pasta de tomate en
tetra brik
• Servicios de monitoreos de radio y televisión que elaboran reporte en base a los
monitoreos y se envían a los usuarios del servicio y página web. Elaboran un
informe diario de la prensa digital.
• Desarrollo de nuevo modelo de muebles, usando técnicas por computadora,
con maquinarias de control numérico (cad-can) diseño asistido y fabricación a
computadora.
• La mejoría significativamente de los mosaicos que fabrican; o sea, estamos
fabricando mosaicos con un nuevo diseño.
• Los clientes pueden acceder por computadora a la red para saber en que estado está
la reparación de su vehículo. Nota: el cliente puede saber por el código de barra la
historia de su vehículo a través de un hand-help.
• Ahora vendemos los productos en kits para ser ensamblados en el destino del
comprador, ya que al inicio se vendían las puertas ya armadas y su transportación
resultaba muy incomoda.

Procesos

• Un nuevo pasteurizador más moderno


• Una máquina de enfriamiento de la leche para mejorar la calidad del producto.
• Implementación de proceso de poda en plantaciones.
• Centralizar todo el proceso de carnes.
• Compra de maquinaria para aumentar la producción y para agilizar el proceso
productivo.
• La instalación de software para la producción asfáltica.
• La introducción de proceso para vender la pasta de tomate en tetra brik.
• La introducción de una tecnología de secado rápido de cola que permitió acelerar
rápidamente el secado y la velocidad del proceso de fabricación de mueble.
• Modificar el manejo de las carnes en el ciclo de rotación en 72 horas
(inventarios).

Fuente: Verbatins de declaraciones de algunas empresas.

82
c. Actividades de innovación

La innovación constituye un proceso, más que un resultado, y las actividades de


innovación no necesariamente generan innovaciones exitosas. Por consiguiente,
un aspecto importante en la exploración del proceso innovativo es el análisis de
las actividades realizadas por las firmas con la intención de generar productos,
servicios o procesos novedosos, pero que todavía no han dado origen a innovacio-
nes concretas. Sobre ese aspecto, se observa que alrededor de 10% de las firmas
declara que durante el período 2003-2005 realizó algunas actividades (dirigidas
al desarrollo de nuevos productos, servicios o procesos) que ya habían sido aban-
donadas al momento de la encuesta, mientras una proporción mayor de las firmas
(23%) declaró tener en curso algunas actividades dirigidas al desarrollo o implan-
tación de ideas pro-innovación.

No obstante, cerca de 17% de las firmas no ha invertido esfuerzos en ninguna


forma de innovación y, como era previsible, casi la totalidad de este grupo está
formado por firmas que no han realizado ningún tipo de innovación. El mayor
esfuerzo de innovación adopta la forma de compra de maquinarias y entrena-
miento, mientras que los esfuerzos de investigación y desarrollo (al interior de

83
las empresas) son actividades considerablemente menos comunes. A su vez, el
comercio intrafirmas de resultados de Investigación y Desarrollo es prácticamente
inexistente en el mercado dominicano. Esto se corresponde con los resultados de
las distintas aplicaciones del Community Innovation Survey -destacados en Pianta
y Sirilli- en el sentido de que la Investigación y Desarrollo representan una parte
limitada del gasto dirigido a innovaciones en comparación con el gasto dirigido a
la adquisición de maquinarias y equipos.

En conjunto, esto sugiere que una alta proporción de las innovaciones podría te-
ner un carácter imitativo, en el cual las firmas adoptan innovaciones previamente
adoptadas por otras. El hecho de que la mayor parte de las innovaciones tengan
carácter imitativo constituye una debilidad de la capacidad innovadora del país,
considerando la observación planteada en el capítulo 1, en el sentido de que los
países que no desarrollen capacidad para desplazar la frontera tecnológica mun-
dial en algunas áreas, corren el riesgo de quedarse atrapados en un equilibrio de
bajas tasas de crecimiento.

El tema de la inversión en Investigación y Desarrollo merece especial atención,


pues la relevancia de esa actividad ha sido objeto de frecuentes debates. Por un
lado, algunos autores han criticado el énfasis tradicional en Investigación y Desa-
rrollo, partiendo de la observación de que una gran parte de las innovaciones no
se genera a través de esa vía. Estos críticos, por ejemplo, han sometido a juicio
la visión lineal del proceso de innovación, según la cual el esfuerzo en materia
de “conocimiento científico” lleva al “desarrollo tecnológico”, el cual a su vez
conduce a la generación de “productos o aplicaciones de mercado”45 . Holbrook y
Wolfe (2000), a su vez, deploran el énfasis usual en el proceso de “creación”, más
que en la “difusión” de tecnología, así como la poca importancia concedida a los
enlaces a través de los cuales una firma se nutre de otra.

45
Ver Freeman (1995) para una exposición de ese punto de vista crítico.

84
Otros autores, por el contrario, han enfatizado que la capacidad de crecimiento de
un país para llegar a la sociedad del conocimiento, se refleja en los recursos finan-
cieros dedicados a las actividades de ciencia y tecnología, y más concretamente, a
Investigación y Desarrollo. En ese tenor, Velho (2004), página 11, plantea que uno
de los problemas esenciales en la región de América Latina es precisamente que
las empresas locales no invierten suficientes recursos en la mencionada actividad,
pues han preferido basar su competitividad en la importación de tecnología, al
tiempo que las empresas multinacionales prefieren innovar basadas en la Investi-
gación y Desarrollo realizada en sus matrices.

Frente a estos puntos de vista divergentes, una pregunta obvia que emerge es si la
importación de Investigación y Desarrollo, en oposición a la generación local de
conocimiento, constituye o no una opción viable de desarrollo tecnológico. En tal
sentido, Howitt y Mayers (2003), han desarrollado un sugestivo análisis en el cual
los países pueden ser agrupados en tres bloques: a) países con alta capacidad de
innovación relativa a la frontera tecnológica actual; b) los países con limitada ca-
pacidad de aprendizaje, los cuales dependen de la adopción de tecnologías previa-
mente inventadas en el primer grupo; y c) países con capacidad limitada aún para
adaptar tecnología, los cuales tienden a estancarse. Trefler (1999), por su parte,
ha argumentado que la pertenencia al segundo grupo de países está asociada con
bajas tasas de crecimiento, pues la mayor parte de la renta económica derivada de
una innovación importante es usufructuada por el país que la generó, antes de que
la innovación pueda ser aprovechada por otros.

El tránsito desde el segundo al primer grupo parecería ser entonces un imperativo,


pero infelizmente, la pertenencia al segundo grupo constituye un equilibrio que

85
tiende a perpetuarse, en la medida en que pasar al primer grupo requiere capacida-
des de absorción que no pueden ser fácilmente desarrolladas46. Es por eso que la
mayoría de los países “usuarios secundarios de tecnología” se queda atrapada en
esa condición, a menos que realice un esfuerzo extraordinario de inversión inicial
que le permita desarrollar las capacidades necesarias. Tal esfuerzo incluye una
mayor inversión en Investigación y Desarrollo, lo que racionaliza una defensa de
las políticas públicas de incentivo sobre la materia47.

En resumen, definir el nivel óptimo de investigación y desarrollo de un país dado


no resulta una tarea fácil48 . En el caso dominicano, las declaraciones de las firmas
permiten inferir que alrededor de 1.5% de sus ingresos por ventas son dedicados a
inversión en investigación y desarrollo, y que entre 3 y 4% de los empleados fijos
estarían dedicados a alguna forma de tal actividad. Bajo supuestos razonables,
eso implicaría que la proporción de la población económicamente activa dedicada
a Investigación y Desarrollo estaría cerca de 1.4% y que la relación entre el gasto
de Investigación y Desarrollo y el PIB rondaría el 0.5%.

46
Ver el capítulo 2 para una revisión del concepto de “absortive capacity”
47
Lederman y Saenz (2003) notan una alta correlación entre los indicadores de investigación y
desarrollo y el PIB per cápita de los distintos países. Empero, esta observación es relativamente
irrelevante en la medida en que podría simplemente reflejar una mejor medición de los indicadores
de investigación y desarrollo en los países desarrollados, así como un sesgo de las mediciones
hacia el tipo de investigación y desarrollo predominante en esos países. Maloney (2003) destaca
que inversión en desarrollo de suelo, que predomina en el sector agrícola, que a su vez tiende a
predominar en los países en desarrollo, no es ni siquiera cubierto en el concepto de Investigación
y Desarrollo definido en el Manual de Fracasti.
47
En el caso de los Estados Unidos, Williams y Jones (1998) estiman un modelo según el cual, en
un esquema de inversión óptima, ese país debería cuadriplicar los recursos dedicados a i & D. Esos
valores son, por supuesto, discutibles.

86
Un segundo punto de interés en lo relativo a la inversión en Investigación y De-
sarrollo es la medida en que dicha variable depende de los vínculos de las firmas
con los mercados extranjeros. Una hipótesis recurrente sobre el particular es que
las firmas que tienen vínculos con el exterior tienen mayor propensión a invertir
en I & D. Esto ha sido visto como manifestación de un creciente proceso de “des-
localización” por el cual las empresas multinacionales estarían trasladando una
gran parte de su I & D a los países subdesarrollados, lo cual a su vez generaría
una mayor presencia de esa actividad en las firmas con matrices en el exterior
(UNCTAD 2004b).

¿Existen evidencias de esa relación en el sector empresarial dominicano? Las


estimaciones muestran que, ciertamente, las firmas con matrices foráneas tienden
a dedicar mayores recursos (tanto financieros como humanos) a la Investigación y
Desarrollo. La condición de ser exportadora, sin embargo, no parece tener ningún
impacto particular, en parte debido a la presencia dentro del grupo exportador de
empresas provenientes de los sectores de zonas francas y hoteles y restaurantes,
donde la inversión en I & D tiende a ser baja. Por supuesto, el hecho de tener
una matriz en el exterior podría estar correlacionado con otras características, que
deberían ser controladas para obtener una medición rigurosa del impacto indivi-
dual.

Fuentes de innovación
Hay muchas evidencias de que el éxito innovador de una firma depende de la
variedad y estructura de sus enlaces con otras entidades, tales como gobierno,
universidades, laboratorios, reguladores, suplidores y consumidores, entre otros.

87
La interacción entre esas entidades –cuya esencia es recogida en el famoso dia-
mante de Porter- constituye el Sistema Nacional de Innovación (SIN) del país en
cuestión49.

La vinculación de las empresas con otras entidades luce relativamente débil en el


caso dominicano. Por ejemplo, se nota que casi la totalidad de las innovaciones
declaradas (tanto de productos o servicios como de procesos) fueron desarrolladas
por las propias empresas, con mínima participación de las entidades gubernamen-
tales o académicas, aunque con un cierto nivel de colaboración entre empresas.
Similares resultados emergen para las innovaciones de procesos.

49
Sobre este punto, ver capítulo 2. Ver también Blomstrom, Kokko y Sjoholm (2002). La
importancia del ambiente ha sido destacada por Gordon (2004), quien identifica algunos elementos
institucionales como explicación de porqué Europa se quedó rezagada con respecto a los Estados
Unidos en materia de innovaciones.

88
De igual forma, la escasa relevancia (directa) del sector gobierno y entidades aca-
démicas se evidencia en el bajo porcentaje de firmas que considera estas fuentes
de conocimientos, recursos e ideas como “muy importante”: tanto para las univer-
sidades como para las entidades del gobierno, ese porcentaje es inferior al 10%.
Los clientes y los empleados surgen, en el otro extremo, como las fuentes de ideas
más valoradas por las firmas, seguidas de los contactos con los suplidores y con-
ferencias y ferias de negocios.

Cerca de 8% de las empresas declara tener algún tipo de acuerdo (generalmente


relacionado con actividades de pasantías) con alguna universidad. En materia de
innovación, empero, la “cooperación” entre empresas-gobierno-universidades es
muy baja. El soporte financiero del gobierno a las firmas en materia de innovación
es también despreciable, excepto en el caso de las instituciones de crédito, cuya
presencia fue destacada por 5% de las empresas. En general, el papel de las uni-
versidades parece limitarse a la provisión de recursos humanos mediante la pro-
visión de egresados –función en la cual, como veremos, las universidades reciben
una evaluación relativamente favorable por parte de las empresas.

89
La baja presencia de las universidades en el proceso innovador de las firmas esta-
blece una diferencia fundamental con la experiencia de países desarrollados50. Se-
gún Fontana et al. (2003), las encuestas de esos países muestran que las empresas
consideran a las universidades como importantes colaboradores. Concretamente,
algunas encuestas permiten inferir que las empresas grandes usan el reclutamien-
to de nuevos graduados, contactos informales y contratos de investigación como
las fuentes más importantes de acceso al conocimiento académico, mientras sec-
tores de “baja tecnología” favorecen las colaboraciones formales aún en mayor
medida que las formales.

El patrón de RD se acerca más al patrón típico de los países latinoamericanos,


donde la relación entre empresas, universidades y gobierno es tradicionalmente
pobre. Es especialmente llamativa la proposición de Velho (2004), según la cual
“algunos países de la región cuentan con significativa capacidad investigativa,
pero no han sido capaces de crear un enlace virtuoso entre los distintos actores.”

50
La experiencia de los países desarrollados ha sido analizada en gran parte mediante estudios
de casos. Una reseña de los estudios cuantitativos aparece en Fontana et al. (2003), pagina 3 y
siguientes.

90
Facilitadores, obstáculos y efectos de la innovación

¿Cuáles factores motivan la actividad innovadora de las firmas dominicanas?


¿Cuáles factores limitan dicha actividad? ¿Cuáles son los factores con mayor
peso relativo? Por el lado de los motivadores, es claro que la búsqueda de mer-
cados (internos y externos) es el principal catalizador de innovaciones, aunque
el intento por aumentar la calidad de los productos o servicios ofrecidos aparece
también como un catalizador relevante en primera instancia. Otros criterios, re-
lacionados con reacciones competitivas, cumplimiento de regulaciones y mejoría
de imagen empresarial son menos notables.

91
En el caso de los obstáculos, es analíticamente conveniente separar los motivado-
res potenciales en tres grandes grupos que aglutinan aspectos generales del entor-
no y afectan directamente las operaciones de las firmas, aspectos propios de las
empresas y otros aspectos del entorno, respectivamente. De ese modo, se percibe
con nitidez que los factores generales que inciden directamente sobre la firma
representan los mayores obstáculos desde la perspectiva de la firma, mientras que
los factores intrínsecos adquieren menos relevancia. Esto podría significar que
los factores internos pueden ser más fácilmente superados, o que la dirigencia
empresarial cede a la tentación de culpar a “otros” por las limitaciones percibidas
en sus capacidades innovativas.

La mayoría de las empresas declara que sus innovaciones repercutieron sobre tres
aspectos clave: rapidez para satisfacer a los clientes, calidad y variedad de produc-
tos o servicios. Si los distintos efectos fueran agrupados en función de si inciden
más directamente sobre la capacidad de producción de la firma, sobre la partici-
pación de mercado o sobre otros aspectos diversos (imagen empresarial, cumpli-
miento de regulaciones, etc.) es posible crear un índice que resuma la intensidad
con que las firmas perciben los efectos en estos dos terrenos. Las diferencias entre
un efecto y otro no son estadísticamente significativas, lo que indica que los efec-
tos de las innovaciones abarcan una variedad considerable de elementos dentro de
las firmas innovadoras.

92
Innovaciones institucionales y estratégicas

Partiendo de la proposición de Freeman (1995, página 10), según la cual el cre-


cimiento de la productividad podría depender más de las “innovaciones sociales”
que de las “innovaciones técnicas”, el análisis de los cambios institucionales de-
bería recibir especial atención. Empero, la dificultad en la cuantificación de tales
cambios ha hecho relativamente lenta la incorporación de las denominadas “inno-
vaciones blandas” en las aplicaciones más usuales.

93
En nuestro caso, el cuestionario apli-
cado indaga si durante el período de
referencia (2003-2005), las firmas han
introducido cambios significativos en
sus estrategias de largo plazo, en su
estructura institucional, en sus cana-
les de venta o en la administración del
proceso de fijación de precios, entre
otros. La redefinición de la estrategia
de largo plazo, rediseño organizacio-
nal de la firma y cambios de imagen son las innovaciones “blandas” más frecuen-
tes en las firmas dominicanas, presentándose cada una en alrededor de la mitad
de las firmas en el período 2003-2005. Durante ese lapso, cerca de 88% de las
firmas realizaron al menos un tipo de innovación institucional o de mercadeo re-
lativamente importante.

La ocurrencia de innovaciones “blandas” está cla-


ramente asociada con la ocurrencia de innovacio-
nes tecnológicas de productos, servicios o proce-
sos. Por un lado, alrededor de 49% de las empresas
que innovaron en términos institucionales también
innovaron en productos, servicios y procesos vis-
a-vis sólo un 13% en el caso de aquellas empresas
que no fueron institucionalmente innovadoras. Si-
milarmente, el porcentaje de firmas que innovó institucionalmente tiende a crecer
desde un 78% en el grupo de firmas que no fue innovador en productos, servicios
y procesos, hasta 99% en el caso de las firmas innovadoras según ese último cri-
terio.

94
Innovaciones tecnológicas y segmentos empresa-
riales

Los resultados presentados hasta el momento se refieren a la población general de


empresas de seis (6) o más empleados. No obstante, la discusión en el capítulo 2
indica que las características de una firma (en términos de tamaño, estructura del
mercado en que se desenvuelve, perfil de su gerencia, etc.) podrían influenciar su
propensión a innovar, de forma tal que la incidencia de la innovación variaría de
un segmento empresarial a otro. Esta sección desglosa las firmas según distintos
criterios y describe las diferencias apreciables en los distintos estratos en materia
de innovación.

Los resultados en la Tabla a seguir son elocuentes y hacen innecesaria una expli-
cación profusa. Es evidente que el porcentaje de firmas innovadoras es mayor en
los estratos de servicios no turísticos y en zonas francas, seguidos de las firmas
en el sector de industria, energía y construcción, y la innovación aumenta con el
tamaño de las firmas y con la vinculación de las firmas con el exterior (en la forma
de exportaciones o sucursales). La vinculación entre ubicación y porcentaje de
firmas innovadoras muestra que existe mayor intensidad innovadora en Santiago
que en el resto del país. El porcentaje de firmas innovadoras es mayor en empresas
administradas por su propietario o por un gerente sin vínculos familiares con el
propietario vis a vis las empresas administradas por familiares de los propietarios.
Y finalmente, en un espíritu Schumpeteriano, las firmas que se autoperciben como
monopolios u oligopolios muestran también mayor propensión a las innovacio-
nes.

Obviamente, estas relaciones no deben ser interpretadas como relaciones de cau-


salidad, pues es probable que las mismas sean realmente reflejo de otras caracterís-
ticas asociadas con determinada condición. Asimismo, las asociaciones descritas
podrían reflejar las correlaciones entre los distintos criterios de segmentación. Por
ejemplo, el hecho de que la incidencia de la innovación aumente con el tamaño de
las firmas podría ser un reflejo de que las firmas grandes tienden a ser administra-
das por gerentes profesionales.

95
96
Recursos para innovación

Ya hemos dicho que la calificación de los recursos humanos es un factor clave


en la capacidad de absorción tecnológica de una unidad productiva, y que el uso
de tecnología es complementario con la disponibilidad de trabajadores educados.
Para el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, Chun (2003) ha estimado que la
difusión de IT ha contribuido a 40% de la aceleración de la demanda relativa por
trabajadores educados entre 1970 y 1996. Resultados en esa dirección justifican
prestar atención a la disponibilidad de estos dos recursos (humanos y de comu-
nicación) por parte de las firmas dominicanas, lo que hacemos en los párrafos
siguientes.

a. Recursos humanos

Casi todas las firmas entrevistadas (93%) han contratado empleados con educa-
ción terciaria (ya graduados o estudiantes de término) y cerca de 41% de la mano
de obra ocupada en tales firmas tiene educación terciaria.

Un aspecto de especial importancia es analizar la composición de la mano de obra


contratada por las empresas, en la medida en que esto constituye una aproximación
a la demanda (y a la oferta) de los recursos profesionales por parte de las mismas.
En adición, una comparación de las profesiones contratadas con las posiciones
para las cuales se tendrán vacantes en el futuro cercano, permite discutir el grado
en que las necesidades de las firmas podrían ir cambiando a lo largo del tiempo, en
comparación con el patrón predominante en el pasado y en el presente.

97
Una mirada a los resultados de la encuesta muestra que, en los últimos cinco años,
el área profesional de mayor contratación por parte de las firmas fue la “adminis-
tración de empresa”, seguida de la profesión de “contabilidad” y, en tercer lugar,
del conjunto de las ingenierías. Otras áreas también relacionadas con la adminis-
tración del negocio, tales como “mercadeo”, ocuparon también un lugar dentro de
las 10 áreas de mayor contratación.

Por otro lado, si bien varios elementos permanecen inalterados, ese patrón es re-
lativamente alterado cuando se observa la composición de la demanda futura por
parte de las firmas. En efecto, dentro de las vacantes para los próximos cinco
años, las profesiones enmarcadas en el área de ingeniería pasan a ocupar la prime-
ra posición –con alrededor de 25% de las vacantes- seguida del área de educación,
mercadeo y ciencias médicas. A su vez, el área de mercadeo ocupa la quinta
posición dentro de las vacantes que las firmas estiman estarán disponibles en los
próximos cinco años.

98
Las evidencias recogidas en las firmas revelan las dificultades extremas para la
contratación de los empleados necesarios. Concretamente, alrededor de un tercio
de las firmas declara que conseguir empleados “preparados” de nivel superior es
una tarea “difícil”. En el otro extremo, alrededor de 39% de las firmas considera
que la tarea de atraer buenos empleados a nivel profesional es una tarea fácil”.

Las áreas administrativas se presentan como las que tienen mayores dificultades
para la contratación de buenos recursos profesionales. Por otro lado, como podría

99
esperarse, las mayores dificultades se presentan también en la contratación de
individuos para cargos de dirección, tales como supervisores y gerentes. Esto se
encuentra en correspondencia con la evaluación relativamente baja recibida por
los profesionales en los aspectos relacionados con organización, planificación y
dirección de personas, como se evidencia en el gráfico a seguir.

100
En general, se observa que las firmas tienen una valoración relativamente buena del
recurso profesional disponible en el mercado, lo que contrasta con la apreciación
generalizada de fuertes debilidades en los recursos profesionales disponibles.
Los puntos más débiles no se refieren a los aspectos técnicos, sino más bien a
la capacidad gerencial y capacidad de planificación de los egresados. Como se
muestra en las Tablas a continuación, esto presenta variaciones según el tipo de
empresa (clasificadas según diversos criterios) pero la conclusión fundamental no
se altera.

101
b. Tecnología de información y comunicación

Habiendo analizado las experiencias de la firma con respecto al recurso humano,


esta sección aborda el uso de tecnologías de información y comunicación por
parte de las empresas31. Por supuesto, las TICs representan apenas una forma de
tecnología, pero su naturaleza las convierte en un instrumento de especial interés
en el análisis de las empresas. Un primer resultado de interés es que cerca de
23% de las empresas de 6 empleados en adelante tienen página web, y cerca de un
tercio del total de empresas (35%) declara realizar algún tipo de compra o venta a
través de Internet.

31
Ver Commission of European Communitites (2002a) para una exposición sobre el papel de las
TICs en las empresas, desde la experiencia Europea.

102
103
104
CAPÍTULO 4

EXPERIENCIA LABORAL Y ACTIVIDAD


INNOVADORA DE
LOS PROFESIONALES DOMINICANOS

105
106
Introducción

Los trabajadores con nivel de educación superior –que constituyen el segmento de


fuerza de trabajo de mayor calificación- conforman un grupo determinante para la
capacidad de innovación de un país y para la capacidad de creación, adopción y uso
de tecnología por parte de su sector productivo. Hasta el momento, sin embargo,
no existe un estudio formal que evalúe la experiencia laboral de los profesionales
dominicanos en el sector corporativo, con lo cual importantes preguntas sobre
la vinculación universidad-empresa se encuentran todavía pendientes de ser
respondidas.

En adición a su relevancia para la estrategia de innovación y desarrollo, el tema


planteado representa un punto de obvio interés para las instituciones de estudios
superiores, en la medida en que la preparación de recursos humanos capacitados
para el mundo productivo es una de sus principales tareas. En otras palabras, dado
que el mercado laboral es un puerto de destino para la mayoría de los graduados,
el éxito de las instituciones formativas guardará estrecha correspondencia con el
éxito de sus egresados en el mundo productivo. En suma, conocer la experiencia
de aquellos que han hecho el tránsito desde la escuela al trabajo es un mecanismo
indispensable en el diseño de políticas adecuadas en materia de educación
superior.

El objetivo básico de este capítulo es precisamente analizar la experiencia laboral


de los egresados de las instituciones de estudios superiores dominicanas, a partir
de una encuesta aplicada a un conjunto de trabajadores profesionales. Los pro-
fesionales entrevistados fueron escogidos entre los empleados de las empresas
seleccionadas para la encuesta de empresas descrita en el capítulo previo, lo que
implica que el marco muestral para los empleados corresponde al conjunto de
todos los profesionales ocupados en el sector productivo formal constituido por
empresas de 6 o más empleados52. Se procura responder el siguiente conjunto de
preguntas:

• ¿Cuál es el perfil demográfico de los profesionales dominicanos laboralmente


activos?

52.
Detalles del proceso de muestreo se describen en el Anexo 1.

107
• ¿Cuál fue la vinculación con el mundo laboral durante el período de formación
universitaria?
• ¿Cómo fue la experiencia de inserción en el mercado laboral post gradua-
ción?
• ¿Cuáles son los patrones más comunes en las trayectorias laborales de los egre-
sados universitarios?
• ¿Cómo es la trayectoria laboral influenciada por la experiencia universitaria
–como, por ejemplo, la experiencia de trabajo previo a la graduación?
• Tras insertarse en el mundo laboral, ¿qué valoración tienen los egresados uni-
versitarios de la educación superior recibida?, ¿qué valoración tienen de la
universidad donde realizaron sus estudios?, ¿qué valoración tienen de la pro-
fesión que adquirieron?
• ¿Cómo varían los aspectos anteriores según la rama profesional del egresado,
según su universidad de procedencia y según el período de graduación?

En adición a los aspectos anteriores, la encuesta realizada permite indagar la parti-


cipación de los profesionales ocupados en el sector productivo formal en activida-
des de innovación. De esta forma, por ejemplo, es posible analizar si la satisfac-
ción con la profesión está relacionada con la intensidad de la actividad innovativa
en las empresas como un todo.

El capítulo aborda, en primer lugar la evolución histórica de la oferta de profesio-


nales en el mercado laboral dominicano a partir de las informaciones provenien-
tes de la Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco Central. Luego, se describen
aspectos inéditos sobre la población profesional del país, utilizando ya los resul-
tados de la encuesta realizada para el presente estudio. En un tercer momento, se
aborda la valoración de la educación terciaria desde el punto de vista subjetivo de
los actores y objetivo de la inserción y colocación en el mercado laboral. Por úl-
timo, se analiza la participación de los empleados según características relevantes
en los procesos de innovación de las empresas en que laboran.

Dotación de recursos humanos con formación superior en la República Do-


minicana

Antes de pasar a la presentación de los resultados de la encuesta de empleados,


es útil comenzar con la descripción del entorno general del mercado de trabajo, a
partir de la Encuesta de Fuerza de Trabajo realizada semestralmente por el Banco
Central. Partiendo de esa encuesta, se infiere que la oferta de profesionales en el
país ha ido en aumento durante los últimos cinco años, pasando de unos 600 mil
en el año 2000 a cerca de 850 mil en el 2004, para un crecimiento anual promedio

108
cercano al 7%. Esta elevada tasa implica que el incremento del número de pro-
fesionales no ha sido puramente vegetativo, y durante el último lustro, de hecho,
los profesionales han elevado su participación dentro de la población en edad de
trabajar (PET). Asimismo, como porcentaje de la población ocupada, los profesio-
nales pasaron de 15.6% en el 2000, a 18.5% en el 2004.

Sin embargo, la tasa de participación de los profesionales en el mercado laboral


muestra una reducción persistente a lo largo del período 2000-2004, acumulando
una caída de tres puntos porcentuales en el período considerado. Esto podría
significar que para una parte creciente de la población con nivel de educación
superior, el mercado laboral no constituye una meta. Es interesante destacar que
el descenso en la tasa global de participación se concentra en los profesionales
de sexo masculino, mientras la tasa de participación de las mujeres profesionales
tiende levemente a subir.

Paralelamente, la tasa de desempleo entre la mano de obra profesional aumentó


desde 11% en el 2000 a 14% en el 2004, mientras la tasa ocupación se redujo de

109
75% a 69% en el mismo período. Entre los no profesionales, sin embargo, la va-
riación de la ocupación fue de dos puntos porcentuales, pasando de 45% a 43%.
Estos elementos reflejan los efectos de la crisis económica del bienio 2003-2004,
en la cual los grupos poblacionales de mayor nivel educativo y salarial fueron
proporcionalmente más afectados.

Existe una clara concentración de los profesionales ocupados en las empresas re-
lativamente grandes: en el 2004, cerca de 80% de los profesionales ocupados es-
taba en una empresa con más de 5 empleados, y los profesionales representaban
alrededor de 30% de los empleados en esas empresas. De hecho, el porcentaje de
profesionales en las empresas de 5 o más empleados es alrededor de tres veces
superior al porcentaje de profesionales en el mercado laboral como un todo. A lo
largo del tiempo, además, los profesionales tienden a elevar su participación en la
empleomanía de las empresas relativamente mayores.

El análisis del mercado laboral por ramas de actividad económica muestra dife-
rencias sectoriales importantes en la relación cantidad de empleados profesiona-

110
les/cantidad de empleados no profesionales. Específicamente, se observa que el
sector financiero es el único en el cual el número de empleados profesionales es
mayor al número de empleados que no han completado la educación superior. En
contraste, las demás ramas muestran razones similares, siendo mayor en servicios
y menor en agricultura donde la presencia de profesionales en razón de los no
profesionales es casi nula.

Una pregunta de interés se refiere al grado en que los profesionales ejercen labores
en correspondencia con el nivel educativo alcanzado. En tal sentido, es conve-
niente analizar la distribución de la fuerza de trabajo según grupos ocupacionales.
Esta distribución indica que durante el 2004, poco más de la mitad de los profe-
sionales empleados en empresas de 5 o más empleados laboraba en funciones pro-
fesionales e intelectuales o se desempeñaba como técnico medio, casi un quinto
lo hacía en calidad de empleado de oficina y uno de cada diez como gerentes o
administradores.

111
Entre quienes no poseen formación profesional, la distribución en el 2004 mos-
traba un perfil muy distinto, con predominio de los trabajadores sin grupo ocu-
pacional definido (no clasificado), operadores y conductores y trabajadores de
los servicios. Por otro lado, los grupos ocupacionales con mayor incidencia de
profesionales en el 2004, fueron los profesionales e intelectuales, gerentes y ad-
ministradores, técnicos de nivel medio y empleados de oficina. Esto corrobora una
mayor dedicación de profesionales a tareas de mayor calificación

112
En resumen, los datos precedentes han mostrado que la República Dominicana
cuenta con una oferta creciente de profesionales, los cuales registran tasas de des-
empleo menores que el total de la población ocupada. El 70% de los profesionales
labora en empresas mayores de 5 empleados, siendo su participación en estas em-
presas unas tres veces superior a las empresas micro e individuales. Asimismo, se
encontró que el sector servicios posee más profesionales por cada empleado que el
resto de los sectores, y el sector financiero se distingue por ser el único donde los
profesionales sobrepasan en número absoluto a los no profesionales.

Los profesionales empleados en empresas de 5 o más empleados laboran, princi-


palmente, en funciones profesionales o intelectuales, técnicas de nivel medio o
propias de oficinas, siendo reducida su presencia en funciones de menor califica-
ción. Ese primer elemento apunta a una cierta correspondencia entre el nivel de
estudio y la calificación requerida en la ocupación del individuo.

Esto concluye la descripción general de la población profesional ocupada, según


informaciones del Banco Central, y abre paso al análisis más específico basado en
la encuesta de empleados realizada para el presente estudio. Esta encuesta abordó
alrededor de 500 empleados en empresas formales de 5 o más trabajadores. Una
descripción sobre el proceso de selección aparece en el Anexo 1.

Características de los profesionales

Los resultados de la encuesta muestran que los profesionales que laboran en em-
presas de 6 o más empleados son predominantemente mujeres (64%) y un menor
porcentaje de hombres (36%). La incidencia femenina se mantiene en todas las
ramas de la producción a excepción de la agricultura y hoteles y restaurantes, don-
de más de la mitad de los profesionales son hombres.

113
En términos de edad, los profesionales ocupados son una población principalmen-
te adulta, entre 30 y 39 años de edad, con poco más de un tercio en edades entre 20
y 29 años y apenas un 20% superando los 40 años. La media de los entrevistados
posee 35 años, mientras la mitad se encuentra por debajo de los 33 años.

Las mujeres poseen mayor incidencia que los hombres en casi todos los grupos de
edad; esto puede ser indicativo de una tendencia que data por al menos los últi-
mos 20 años, puesto que sólo en el grupo de 50 y más años los hombres superan
a las mujeres. El proceso de feminización de la mano de obra profesional se ha
intensificado en los últimos 10 a 15 años y continuará fortaleciéndose en el futuro,
puesto que la base de la pirámide de sexo y edad de los profesionales muestra una
incidencia aún mayor de mujeres.

El primer título obtenido por los profesionales entrevistados es principalmente el


de licenciatura, registrándose diferencias significativas entre los distintos sexos,
pues mientras los hombres poseen una mayor incidencia de ingenieros, las muje-
res en su mayoría son licenciadas. Los hombres también poseen mayor porcentaje
de peritos técnicos.

Si se considera que por lo general las Ingenierías poseen mayor inclinación tecno-
lógica que muchas licenciaturas, podría pensarse que estas diferencias por sexos
apuntan a relaciones distintas con la tecnología en el mediano plazo; es decir, si
se mantuviesen las condiciones actuales de aumento de la presencia femenina en
el mercado laboral, sin alterarse la composición de las carreras escogidas por las
estudiantes, la disponibilidad de ingenieros en el país se reduciría.

Contrario a esa conjetura, sin embargo, los datos revelan que tanto en los hombres
como en las mujeres, existe una inclinación creciente hacia las ingenierías. En
particular, se observa que las mujeres que han obtenido títulos más recientemente,
poseen mayor incidencia de ingenierías que aquellas que lo hicieron más antigua-
mente.

114
La oferta laboral profesional es de reciente graduación, puesto que la mitad de
los profesionales entrevistados dice haber obtenido su título entre el año 2000 y
el 2006, mientras 88% dice haberlo hecho en la década de los 90`s o posterior, y
11.1% antes de 1990. Como se verá en un capítulo posterior, esto se correspon-
de con una expansión acelerada de la matrícula en el sector educativo superior
durante la última década. La distribución según el año de graduación no revela
diferencias importantes entre hombres y mujeres.

115
En otro sentido, como cabría esperar, la edad es una variable determinante en la
fecha de obtención del primer título superior, sin embargo, es particularmente im-
portante que aun en los grupos de mayor edad se observan elevados porcentajes de
profesionales que dicen haber obtenido su primer título posterior al año 2000. Esto
puede indicar interrupciones en el proceso educativo, pero también incorporación
tardía al sistema de educación superior.

Un componente fundamental de la titulación es el área en la cual se obtiene, pues-


to que esta constituye la oferta efectiva. Las áreas de administración, negocios y
contabilidad registran los mayores porcentajes de profesionales en empresas de 6
y más empleados, seguidos por las ingenierías. Si se considera que la mayor parte
de los programas de sistemas son ingenierías, estas serían la de mayor peso.

El análisis de las titulaciones por carreras, y según años, muestra un fuerte repunte
durante la década de los 90’s de Contabilidad y Sistemas Informáticos, que a par-
tir del 2000 inician un repliegue, el cual es mayor en el caso de sistemas. Esto se
visualiza claramente en los resultados. Otras carreras, como la administración y
las ingenierías, experimentaron cierto descenso durante los 90’s para retomar una
tendencia positiva en el presente decenio.

116
Los datos de la encuesta permiten conocer el peso de cada IES en la mano de
obra actualmente ocupada en el país. Existe un alto grado de concentración de las
universidades de procedencia de los profesionales: dos tercios provienen de unas
cinco universidades, mientras el tercio restante se reparte entre las demás IES del
país e instituciones extranjeras. Alrededor de 27% de la población profesional
actualmente ocupada obtuvo su formación en la universidad estatal.

Por supuesto, la procedencia de los profesionales varía de manera significativa


en función del año de obtención del título. En el período previo al 1990, casi la
mitad de los profesionales provienen de la UASD, con una reducida participación
de UTESA, que es la única que mantiene un crecimiento sostenido. Durante los
90’s la participación de los profesionales de la UASD es más reducida y aumentan
otras universidades, como PUCMM, UCE e INTEC.

En los primeros años del primer decenio del presente siglo, los profesionales de
UTESA representan casi un quinto del total, mientras los de la UASD son alrede-
dor de un tercio. Otras universidades mantienen su presencia, mientras los profe-
sionales de O&M reducen su participación.

117
En todas las carreras, excepto Ingeniería de Sistemas, la mayor parte de profesio-
nales proviene de la UASD, situación más acentuada en contabilidad, ingeniería y
arquitectura. Si bien el peso de la categoría “otras” es significativo, ninguna de las
otras IES poseen individualmente un porcentaje elevado entre los profesionales
que laboran en empresas de 6 o más empleados; sin embargo, el elevado porcen-
taje de profesionales en las áreas de Administración y Negocios permite notar que
algunas de estas IES han logrado ocupar fuertes nichos en estas áreas.

En el sentido anterior, alrededor de 60% de los ocupados proveniente de la UCSD


se formó en las áreas de administración y negocios, como también alrededor de
58% de los egresados de PUCMM que hoy están ocupados y 52% de los ocupados
egresados de UNAPEC. De los trabajadores egresados de INTEC, el 38% son de
administración y negocios y el 30% de ingeniería y arquitectura.

La participación de las diversas IES en la población de profesionales que laboran


en empresas de 6 o más empleados, varía en el tiempo y según las carreras; así, en
las titulaciones más antiguas, la UASD posee una incidencia, que supera el 50%
en los casos de contabilidad e ingeniería y arquitectura. Sin embargo, tradicio-
nalmente las áreas de negocios han sido nicho de mercado de otras universidades,
llegando a su valor modal durante los 90’s.

118
De acuerdo a los datos de la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia
y Tecnología, durante el semestre 2005-I la UASD poseía el 43% de todos los
estudiantes de ingenierías y tecnologías en el país; por tanto, es de suponer que
cualquier política dirigida al fomento o fortalecimiento de esta área deberá tomar
en cuenta de manera fundamental a la UASD. No obstante, en áreas más específi-
cas, tales como ingeniería de sistemas, el peso de otras universidades es mayor.

Además de conocer la obtención de títulos de grado, es de primera importancia


determinar qué porcentaje de la oferta profesional se ha capacitado más allá de
este nivel, logrando títulos de postgrado. Del total de profesionales entrevistados,
aproximadamente 1 de cada 10 posee algún título de postgrado, siendo los que
obtuvieron su grado durante los 90’s quienes poseen mayor incidencia de postgra-
duados (1 de cada 6).

119
Por otro lado, 8% de los graduados con posterioridad al año 2000, dice haber cur-
sado un postgrado que no ha concluido, la mitad de éstos lo ha iniciado durante el
2006 y el resto después del 2003, por lo que cabría esperar que en este grupo los
postgraduados alcancen cerca de un 20% en el futuro inmediato. No se observan
diferencias significativas entre hombres y mujeres en los porcentajes que han cur-
sado postgrados.

Las “OTRAS” y la UASD registran las mayores incidencias entre las universida-
des de origen de los profesionales que han realizado postgrado.

El título de postgrado predominante entre los profesionales entrevistados es el


de maestría, indistintamente del año de obtención del primer título de grado. Las
maestrías muestran una clara tendencia a aumentar entre los graduados posteriores
al 1990. Como ya se indicó, una parte importante de los graduados después del
2000, cursan actualmente postgrados, por lo que cabe esperar un aumento de los
titulados de maestrías.

120
El alma mater de origen parece ser predictora del tipo de estudios de postgrados,
así los graduados de “OTRAS” y de la UASD, muestran mayor incidencia en la
realización de maestrías, mientras los graduados de O&M se inclinan más a los
postgrados (especialidad).

Los postgrados realizados por los profesionales entrevistados, son principalmente


en el área de administración y negocios, con una baja incidencia de ingenierías,
lo que mueve a preocupación la medida en que la mano de obra profesional no
se ha capacitado suficientemente en áreas tecnológicas más allá del grado. Esta
distribución se vincula estrechamente con la distribución de los profesionales por
carrera.

121
Un eje transversal del presente estudio es la característica de empresa innovadora
entre las empresas y profesionales estudiados. En general, uno de cada 10 pro-
fesionales labora en empresas que no han producido innovaciones, siendo este
porcentaje mayor entre las mujeres que entre los hombres, lo que posiblemente se
desprende de una mayor incidencia de ingenieros entre los hombres, puesto que
los profesionales con título de ingeniero poseen mayor incidencia de participación
en empresas innovadoras.
Clasificación de las firmas según indicador de innovación

Sexo Total
Masculino Femenino

No innovadora 5.3% 11.3% 9.0%
Innovador solo en producto /servicio 3.5% 5.3% 4.6%
Innovador solo en proceso 35.3% 26.4% 29.9%
Innovador en producto /servicio y proceso 55.9% 57.0% 56.6%
Total 100.0% 100.0% 100.0%

Indicador de innovación
Cuál fue el primer título Total
obtenido a nivel superior
Perito superior Licenciado Ingeniero
universitario
No innovador 10.0% 10.7% 4.8% 9.0%
Innovador solo en producto / 5.3% 3.2% 4.6%
servicio
Innovador solo en proceso 20.0% 28.7% 33.6% 29.9%
Innovador en producto /
servicio y proceso 70.0% 55.3% 58.4% 56.6%
Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0%

122
Valoración de la educación terciaria
La valoración de la educación superior tiene un componente subjetivo, el cual
deviene de las percepciones que tiene el actor mismo sobre el aporte que esta edu-
cación ha hecho a su vida; y un componente objetivo, referido a la valoración del
mercado en términos de remuneración. En este acápite se abordan ambos compo-
nentes relativos a la valoración de la educación superior.
Aspectos subjetivos
Se pidió a los entrevistados indicar si tomando en cuenta su experiencia de trabajo
desde que salió de la universidad, y si pudiera empezar de nuevo, indicar si volve-
ría a estudiar la misma carrera. Casi dos tercios, 62%, respondió que estudiaría la
misma carrera, mientras poco más de un tercio, 38%, respondió negativamente.

En general los hombres, los profesionales de mayor edad, de áreas como conta-
bilidad y sistemas informáticos y los que no han realizado estudios de postgrado,
así como egresados de O&M y UTESA, se muestran más proclives a elegir otra
carrera en el caso hipotético planteado.

123
La relación entre el empleo actual y la carrera estudiada muestra una positiva
asociación, clara y ligera, con la probabilidad de elegir otra vez la misma carrera.
Sin embargo, la asociación entre los niveles de satisfacción con el empleo actual
y esta probabilidad no aparece claramente definida.

Un aspecto fundamental de la valoración que hacen los actores de su educación


superior, es la evaluación de la calidad de la misma. En general, los profesionales
evalúan positivamente la calidad de la educación recibida, el 87% la considera
buena o muy buena, mientras sólo 12% la describe como regular y apenas 0.2%
como mala. Estos porcentajes se mantienen indistintamente de las variables de
control que se tomen en cuenta.

124
Al indagar por aspectos específicos de su formación, los profesionales entrevis-
tados indican haber recibido justo los conocimientos requeridos en la mayoría de
los casos. Los aspectos que los profesionales consideran les enseñaron más de
lo necesario son trabajo en equipo, conocimientos teóricos, comunicación oral y
comunicación escrita, mientras manejo de otros idiomas, conocimientos de otras
carreras, aplicaciones empíricas y manejo de computadoras se encuentran entre
los que se enseñaron menos de lo necesario.

Valoración objetiva

El valor de mercado de la educación superior en un momento dado puede ser visto


a través de la brecha entre la población profesional y el resto de la población, en
igualdad de otras condiciones. En general, el salario por hora promedio de los in-
dividuos con educación superior es de alrededor de 2.3 veces el salario promedio
del resto de la población.

125
Sin embargo, la evolución de la brecha entre los salarios por hora de los ocupados
profesionales y aquellos no profesionales sugiere que el valor de mercado de la
educación superior se redujo, en términos reales, durante la coyuntura de la cri-
sis económica que tuvo lugar entre el 2003 y el 2004. Así, medido a precios del
2000, la brecha entre el salario por hora promedio de un profesional y el resto de
la población se redujo desde RD$25 en el 2000 a un aproximado de RD$15 en el
2004.

El grado objetivo de valoración de los profesionales también puede ser medido a


través del porcentaje de los mismos que labora en áreas relacionadas con su pro-
fesión, lo que a su vez es un indicador del aprovechamiento de la mano de obra
capacitada.

Una parte significativa de los profesionales dice desempeñar labores relacionadas


con su carrera, pero alrededor de un cuarto dice estar en funciones poco relaciona-
das, lo cual significaría que alrededor de un tercio se encuentra en áreas o funcio-
nes poco o nada relacionadas con su carrera.

126
Los profesionales de sexo masculino presentan mayor incidencia de entrevistados
trabajando en áreas muy relacionadas con su carrera. A medida que aumenta la
edad también aumenta la incidencia de profesionales en áreas correspondientes,
esto puede apuntar a que en principio los más jóvenes aceptan trabajos en áreas
menos relacionadas con sus carreras y con el paso del tiempo acceden a labores
más relacionadas.

Un indicador especialmente importante de la valoración de los recursos humanos


con nivel superior, es la intención de estos de emigrar a otros países. Poco más de
un quinto (21%) de los entrevistados afirma haber pensado en emigrar durante los
doce meses previos al estudio.

La intención migratoria es mayor entre los profesionales de áreas tecnológicas


(ingenieros e informáticos) que entre los profesionales de negocios. Esto puede
encontrarse relacionado, entre otras cosas, con la intención de estar en contacto
con tecnologías de punta no disponibles en el país, pero también con dificultades
laborales propias del mercado dominicano. En todo caso, la situación requiere de
especial atención puesto que significa una pérdida importante de recursos necesa-
rios para el desarrollo tecnológico del país.

127
El planteamiento de una estrecha relación entre las condiciones laborales no apa-
rece tan relacionado con el ingreso cuanto con la satisfacción laboral. Es particu-
larmente destacable que los profesionales con mayores ingresos manifiestan ma-
yor intención migratoria, esto es, existe una asociación positiva; mientras que con
relación a la satisfacción, la asociación es negativa -es decir, los más insatisfechos
también muestran mayor intención migratoria.

La universidad de procedencia permite establecer diferencias entre las intenciones


migratorias de los profesionales. Los profesionales de UASD y O&M registran
mayores tasas de entrevistados que dicen haber pensado en emigrar durante los
últimos 12 meses. Los de UTESA y “OTRAS” presentan tasas menores.

Integración de los profesionales al mercado de traba-


jo: los puertos de entrada
Uno de los puntos fundamentales de la articulación entre IES y mercado laboral es
el tránsito desde aquellas hasta este, los tiempos y condiciones en que este tránsito
se produce. En el presente acápite abordaremos este tema.

128
El 81.7% de los profesionales entrevistados dice haber trabajado durante su pe-
ríodo de estudios. Este porcentaje es mayor entre los hombres, así como entre
profesionales de más edad, aquellos del área de contabilidad y los procedentes de
la UASD, UTESA y O&M.

Es importante destacar una tendencia a reducirse los estudiantes que trabajan se-
gún las edades, los más jóvenes muestran menor incidencia de estudiantes tra-
bajadores. Los estudiantes de ingeniarías y contabilidad, presentan las tasas más
elevadas de profesionales que trabajaron.

Estos resultados permiten pensar que la condición laboral durante el período de


estudios se relaciona con la situación social de los estudiantes y la carrera elegida,
pero conforme pasa el tiempo, aun con elevadas tasas de estudiantes trabajadores,
esta situación tiende a reducirse.

Los empleos realizados durante su período de estudios por los profesionales entre-
vistados, eran principalmente empleos a tiempo completo (81%). En su mayoría
(81%) estos trabajos eran realizados en empresas privadas o en el gobierno (13%),
lo cual indica que los mismos eran trabajos en el mercado laboral no académico,
y por tanto, no existe separación entre los períodos de formación y el mundo la-
boral: los profesionales entrevistados se formaron como estudiantes trabajadores.
En cambio, la realización de labores académicas presenta una reducida incidencia
en relación con el trabajo a tiempo completo en empresas privadas o instituciones
gubernamentales.

129
La incorporación al trabajo durante los estudios, posee, sin controlar otras varia-
bles, una asociación negativa con el ingreso de los profesionales. En tal sentido,
los entrevistados que no trabajaron durante sus estudios superiores, poseen medias
salariales superiores a los demás profesionales, asimismo los profesionales que
trabajaron tiempo completo poseen la media más baja de todos los profesionales.

Por supuesto, es posible que los mayores ingresos devengados por aquellos profe-
sionales que no trabajaron durante su formación, estén asociados con otras carac-
terísticas socioeconómicas que implican mejor acceso a los mercados laborales.
Ese refinamiento será tomado en cuenta en las estimaciones econométricas dirigi-
das a explicar los ingresos salariales de la población objeto de estudio.

La comparación de los perfiles de profesionales que dicen no haber trabajado y


de los que dicen haberlo hecho, da una primera aproximación al efecto de otros
aspectos de índole sociodemográfico.

Otro aspecto indagado fue la relación entre el último trabajo realizado durante
el período de estudios y la carrera, frente a lo cual 62% consideró que el trabajo
estuvo “muy relacionado”, 18.6% “poco relacionado” y 19.4% “nada relaciona-

130
do”. Los profesionales del área de ingeniería y contabilidad son los que registran
mayores niveles de correspondencia entre sus trabajos y sus carreras -72 y 68%
respectivamente. Los profesionales que durante su formación tuvieron trabajos
muy relacionados con sus carreras, también ocupan más puestos directivos o ge-
renciales que aquellos cuyos trabajos guardaban poca o ninguna relación con su
carrera.

Más de la mitad de los profesionales entrevistados continuó laborando en su em-


pleo al concluir sus estudios de grado, mientras 27.4% inició en un empleo y cerca
de un sexto buscó empleo. Entre aquellos que buscaron empleo, 10.7% del total de
profesionales encontró en su profesión, mientras 2.8% aceptó en otra área y ape-
nas 0.1 desistió. La mayor parte de los profesionales entrevistados, tras graduarse,
encontraron trabajo durante el primer año.

Los datos revelan que el porcentaje de profesionales que inició cursos de postgra-
do de inmediato es bajo, sin embargo, al relacionar el año de obtención del título
de postgrado con el año de graduación, se revela que el 19.9% de quienes tienen
título de postgrado lo obtuvo en los primeros dos años, lo cual indicaría un por-
centaje del 2% del total de entrevistados.

Es importante destacar que alrededor de un cuarto de los profesionales (24%),


pensó en iniciar un negocio al graduarse. En términos demográficos, los más adul-

131
tos y los más jóvenes registran menor incidencia de profesionales que pensaron en
abrir un negocio al graduarse, asimismo las áreas de ingeniería registran también
mayores porcentajes de estos profesionales, contrario a las áreas de negocios que
registran los menores niveles.

Los entrevistados que poseen postgrado también presentan una incidencia casi dos
veces mayor de personas que dicen haber tenido la intención de abrir un negocio
propio al graduarse, esto refleja un patrón de liderazgo frente al resto de los pro-
fesionales.

Al ser cuestionados sobre la procedencia de los recursos para iniciar negocios


propios, el 50% de los entrevistados mencionó recursos propios, mientras 27%
dijo préstamo bancario, 14% dinero de padres y 10% préstamo de relacionados.

132
Tecnología y participación en actividades de innovación

El estudio midió el conocimiento y uso de diversas tecnologías por parte de los


profesionales entrevistados, así como el acceso a computadores e Internet. Prác-
ticamente todos los profesionales dicen tener acceso a computadores, mientras el
acceso a Internet es más reducido. Estas cifras se mantienen indistintamente de las
diversas variables independientes.

En general las mujeres, los más jóvenes, los que obtuvieron títulos durante los
90’s de las áreas de negocios (administración y contabilidad) y los egresados de la
UASD, reportan mayores frecuencias en el uso del Internet.

133
Sobre el dominio de diversos programas y lenguajes computacionales, diversos
programas generales como procesadores de palabras, diseño de presentaciones y
hojas de cálculo, son dominados por un elevado porcentaje de los profesionales
entrevistados. Los manejadores de bases de datos, son dominados por la mitad de
los entrevistados. Otros programas especializados, como los de diseños o estadís-
ticos, son dominados por algunos especialistas.

Dominio de lenguajes y peogramas seleccionados

Además del acceso y dominio de la tecnología, el ambiente predominante en la


empresa en cuestión es un aspecto fundamental en el proceso de innovación. Por
tal motivo, se indagó a los entrevistados sobre qué tan favorable consideran el
ambiente de su empresa para el desarrollo e implementación de nuevas ideas, pro-
ductos, servicios o procesos.

El 86% de los profesionales considera que el ambiente de su empresa es favorable


o muy favorable, mientras sólo 3.9% lo considera nada favorable y 9.2% poco
favorable.

134
Por ramas de actividad económica, los sectores de comercio, así como hoteles y
restaurantes, registran los menores porcentajes de empleados que consideran las
empresas muy favorables a la innovación. Si bien se observa un elevado porcen-
taje en agroindustrias, lo mismo que microempresas, debe advertirse que para
esos dos grupos la muestra de empleados es relativamente baja, y por tanto sujeta
a márgenes de errores relativamente altos. Los empleados de empresas grandes
consideran más que el resto, que en sus empresas el clima es muy favorable a las
innovaciones.

135
El principal obstáculo para realizar innovaciones, según los entrevistados, es la
falta de interés de la gerencia, seguida por la falta de incentivos salariales o por
parte del mercado. Es interesante observar que esto se contrapone a la opinión
expresada por los gerentes, los cuales consideran que los principales obstáculos a
la innovación son factores externos. En gran parte, esto refleja las diferencias en
las perspectivas de ambos grupos.

En cuanto a participación en alguna actividad de investigación de desarrollo tec-


nológico, cerca de un sexto de los entrevistados (16%) respondió afirmativamente
para el período de referencia. Quienes han participado en actividades de investi-
gación tienden a ser principalmente hombres, con grados de ingeniería o sistemas
obtenidos en “OTRAS” universidades y graduados recientemente.

A los entrevistados que dijeron haber participado en alguna investigación, se les


preguntó si habían participado en el desarrollo de alguna innovación realizada por
la empresa, a lo cual 77% de estos respondió afirmativamente. Los profesionales
que han tomado parte en el desarrollo de alguna innovación representan el 12% de
la totalidad de entrevistados.

Estos individuos, que dicen haber participado en alguna innovación, son prin-
cipalmente hombres, de las áreas de sistemas e ingeniería, graduados durante la
década de los 90´s en “OTRAS” universidades.

Las diferencias entre los perfiles de los profesionales que han participado en in-
vestigaciones y los que han participado en el desarrollo de innovaciones de pro-
ductos o servicios, revela que aunque los graduados más recientes participan más
en las investigaciones, los graduados más viejos han estado envueltos en un mayor
porcentaje de innovaciones.

136
Docencia y actividad académica

El estudio permitió medir la actividad académica de los profesionales empleados


en empresas de 6 o más trabajadores. El 3.8% de los profesionales dice realizar
actividades docentes, mientras porcentajes inferiores al 1% dice haber realizado
alguna publicación.

En las áreas tecnológicas, como ingenierías y sistemas, la incidencia de profe-


sores es mucho mayor que en el resto, siendo nula entre los profesionales de la
categoría “otras carreras”.

La mayor parte de los profesionales reporta haber realizado lecturas especializa-


das durante los pasados doce meses, mientras más de la mitad ha asistido a con-
gresos en el último año y tres quintos han buscado información especializada en
Internet.

137
138
CAPÍTULO 5

LA VISIÓN EMPRESARIAL SOBRE


EL PAPEL DE LA INNOVACIÓN EN LA ESTRATEGIA DE
DESARROLLO: UN ANÁLISIS CUALITATIVO

139
140
Introducción
En cierto sentido, los diversos factores que inciden en el desarrollo de la capacidad
innovadora de un país, pueden ser agrupados en tres grandes grupos: i) factores
que operan a nivel microeconómico, vinculados al tamaño y poder de mercado de
las firmas, a la calidad de los recursos productivos -incluyendo recursos humanos y
capital-, y a características de la demanda; ii) factores mesoeconómicos, asociados
a la existencia de redes, clusters productivos y sistemas nacionales de innovación
orientados a generar sinergias entre los distintos actores que intervienen en el proceso
innovativo; y, finalmente, iii) factores macroeconómicos, que determinan la visión
y accionar estratégico de una economía y el entorno general e institucional en que
se desarrolla la actividad económica.

Si se asume que “la innovación, por su naturaleza, es un proceso colectivo que


implica el compromiso progresivo de un número creciente de participantes”53, el
entendimiento de las potencialidades y restricciones que enfrenta un país en materia
de innovación requiere analizar la visión y percepción de los actores clave sobre
el rol que desempeñan o debería desempeñar cada uno de los mismos, y sobre las
interrelaciones y nexos que existen o deberían existir entre ellos.

El objetivo de este artículo es analizar la percepción de representantes de


organizaciones y asociaciones empresariales e instituciones del sector público
relacionadas con la innovación, sobre la visión de país en los próximos veinte años,
el rol de la innovación tecnológica y desarrollo de los recursos humanos dentro de
esta visión de país y las limitaciones actuales al proceso innovador en la República
Dominicana. En la primera parte se discutirá brevemente la metodología de análisis
cualitativo empleada. Posteriormente, se pasará a contrastar las distintas opiniones
vertidas y analizar sus posibles implicaciones.

Metodología
El análisis cualitativo de las relaciones entre innovación y calidad de recursos
humanos y visión de desarrollo de la República Dominicana desde la perspectiva
de la dirigencia empresarial se realizó utilizando entrevistas semiestructuradas
a un amplio conjunto de dirigentes de asociaciones empresariales, así como a

53.
Comission of the European Communities (1995)

141
funcionarios gubernamentales del área de tecnología y a empresarios individuales
que han mostrado liderazgo en los sectores productivos donde operan.

El cuadro abajo muestra las asociaciones empresariales entrevistadas, algunas


de las cuales aglutinan sectores o actividades productivas específicas y otras
representan intereses multisectoriales. El ámbito de acción de estas asociaciones
puede ser nacional u orientado a la defensa de intereses específicos según el destino
de la producción, el origen de la propiedad o la región de influencia. Por su parte,
los empresarios individuales entrevistados corresponden a las actividades de
agroindustria y producción de calzados, acero, plásticos, papel, químicos, productos
médicos y productos electrónicos.

Lista de asociaciones empresariales entrevistadas

Página Web Actividad


http://www.aird.org.do Industria
No tiene Industria
http://www.anje.org Multisectorial
http://www.adozona.org Multisectorial
No tiene Multisectorial
http://jad.org.do/ Agropecuaria,
Agroindustria
http://www.conep.org.do Multisectorial
http://www.adoexpo.com/ Multisectorial
http://www.amcham.org.do Multisectorial
http://www.asiex.org.do/ Multisectorial
  Multisectorial
http://www.copardom.org.do Multisectorial
www.ccpsd.org.do Multisectorial
No tiene Farmacéutica

142
http://www.asonahores.com Turismo
No tiene Bebidas
http://www.adoface.org.do Bebidas
www.brugal.com.do Bebidas
No tiene Bebidas
No tiene Textiles y
Vestuarios
http://www.asonaimco.org.do/ Muebles
No tiene Calzados
No tiene Metalmecánica
http://www.codopyme.org/ PYMES
http://www.aneinfo.com Equipos y
productos TIC’s

Las entrevistas a profundidad se realizaron siguiendo un protocolo de preguntas


relacionadas con los tópicos siguientes:

1. Perspectivas del país en los próximos 20 años e implicaciones del proceso


de apertura.
2. Retos del sector productivo para competir, sobrevivir y expandir a segmentos
o mercados nuevos.
3. Papel de la investigación, desarrollo e innovación dentro de las estrategias
de las empresas para afrontar la apertura de los mercados.
4. Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de información
para mejorar el desempeño de las empresas.
5. Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas a
equipamiento e infraestructura productiva de las empresas.
6. Rol del capital humano, nivel y características de la demanda de capital
humano que será necesario para encarar el futuro de las empresas.

143
Las entrevistas realizadas fueron complementadas por la revisión de las páginas
Web y los servicios e informaciones que ofrecen las distintas entidades a sus
membresías, indagándose si los temas relativos a innovación o investigación son
parte relevante de las mismas, o si las entidades proveen servicios innovadores a
los socios. Sin embargo, se encontró que algunas asociaciones no tienen página
Web, y en muy pocos casos encontramos en tales páginas funciones más allá de la
provisión de información estática para los visitantes. Merecen mención especial las
páginas de la AMCHAM, ADOZONA, ANJE y AIRD, que brindan información e
investigaciones relativamente amplias a través de sus páginas y, en algunos casos,
servicios a su membresía.

La presentación de los resultados se realizará según los tópicos anteriormente


señalados, procurando identificar semejanzas y contrastes entre las opiniones
externadas. Todos los comentarios a seguir son resultados del análisis de contenido
de las entrevistas realizadas excepto si resulta evidente o se indica explícitamente
que es de otro modo. Es conveniente destacar que, de forma sistemática, los
entrevistados fueron motivados a expresar sus ideas con total libertad, bajo el
compromiso de los investigadores de no revelar la procedencia individual de las
opiniones. Se realizó un esfuerzo particular para que los entrevistados plantearan
soluciones a los problemas identificados.

La visión de los líderes empresariales: Análisis de


contenido
Visión-País y Perspectiva frente al Proceso de Profundización
de la Apertura Económica
No parece existir una visión-país unificada dentro de la dirigencia empresarial. Sin
embargo, cuando se emiten juicios sobre el futuro, se perciben continuas referencias
a la liberalización de los mercados y la apertura económica. En estas se mezclan
el temor y el optimismo, en una amalgama de reflexiones, a veces contrapuestas
y determinadas en gran parte por las expectativas del corto plazo que tengan los
interlocutores. Así, el largo plazo es un reflejo de las perspectivas más inmediatas
de los entrevistados.

La dirigencia empresarial de la República Dominicana cree que en un horizonte


temporal de 20 años la economía dominicana será considerada una economía
de servicios donde, si bien habrá una fuerte preponderancia de los servicios
turísticos, se espera que se desarrollen los servicios tecnológicos. La inversión de
capital extranjero adquirirá una mayor relevancia y la economía se hará aún más
dependiente del sector externo, en la medida en que se acentúa la especialización

144
en la producción de servicios. Para la dirigencia empresarial, la profundización
del proceso de terciarización de la estructura productiva ha sido común a la mayor
parte de las economías desarrolladas54. En general, se percibe que se logrará un
desarrollo sostenido del país en el aspecto económico.

Si bien se sabe que el país camina hacia una apertura de los mercados cada vez
mayor, la primera reacción es el temor, emergiendo de los entrevistados algunos
elementos comunes. Se piensa que se va a competir en condiciones desventajosas,
debido a los altos costos estructurales de la economía, como la energía eléctrica,
las tasas de interés, los costos del transporte y los impuestos, considerándose que
las empresas contra las cuales se va a competir tienen un entorno más favorable
y economías de escala mayores. Algunos entrevistados reconocen el carácter
conservador del miedo, el cual surge ante la posibilidad de perder la comodidad
del status quo y de generar ganancias vendiendo en un entorno conocido. El miedo
surge entonces como reacción ante el futuro de sus propias empresas con las nuevas
reglas de juego.

Otros entrevistados entienden que un elemento temido por algunas firmas es el


relativo a las promesas de institucionalidad y mayor transparencia que se espera
ocurran con la implementación de los acuerdos comerciales, especialmente el DR-
CAFTA. Temas como subvaluación de mercancías en las aduanas, evasión fiscal y
sobornos a servidores públicos para lograr negocios o reducir pagos están presentes
en muchos comentarios, y se reconoce que preocupan a muchas empresas que
han obtenido grandes beneficios en base a este tipo de práctica. Adicionalmente,
existe incertidumbre de parte de algunos de los directivos entrevistados de que
no se respeten los acuerdos por parte de EEUU y que ocurran situaciones que
favorezcan a China.

No obstante, una parte de la dirigencia empresarial, básicamente la que comprende


industrias y negocios que actualmente parecen ser competitivos y exportan, considera
que la competencia es sana y que estos sectores no tiene ningún temor, y plantean
que se debe perder el miedo y generar vocación por la inversión, especialmente
para alcanzar una calidad y productividad que les permita competir en cualquier
lugar del mundo. Para algunos de los entrevistados, la apertura no es positiva o
tienden a buscar resultados a muy corto plazo.

54
De hecho, el sector servicios ha ido aumentando persistentemente su participación en el producto
interno bruto dominican de las últimas décadas

145
Aunque la mayoría de las personas entrevistadas indicó que conoce sobre la
realización de estudios para analizar las consecuencias e impacto de los acuerdos
de libre comercio, admitieron que muchas veces las letras pequeñas o los detalles de
tales acuerdos no se conocen con la debida profundidad. Muchas empresas dentro
de las asociaciones empresariales no disponen de la información necesaria para
definir estrategias ante la apertura, excepto las empresas medianas y grandes, que
han contratado estudios para analizar las posibles consecuencias de la apertura.

Acuerdos Comerciales de la República Dominicana

Socio comercial Tratado o acuerdo Fecha de entrada en vigencia

Panamá Acuerdo de Complementación Económica 8 de junio de 1987.

OMC Miembro de la Organización Mundial del Comercio 9 de marzo de 1995.

CARICOM Acuerdo de Libre Comercio entre la República 1 de enero de 1999.


Dominicana y el CARICOM

Centro América Acuerdo de Libre Comercio entre la República 4 de octubre del 2001
Dominicana y Centroamérica

Estados Unidos Acuerdo de Libre Comercio entre la República


Dominicana, Centro América y los Estados Unidos En proceso de
implementación

Europa Acuerdo de Asociación Económica entre En proceso de


la Unión Europea y el CARIFORO negociación

En gran parte estos estudios se han realizado con fines defensivos y tratando de
identificar las amenazas más que las oportunidades. Se afirma que este no es el
caso de los estudios desarrollados por el Consejo Nacional de Competitividad
conjuntamente con la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID)
y la Cámara Americana, los cuales se han orientado a identificar oportunidades
de negocios hacia el exterior en el marco del DR-CAFTA. La situación es extrema
en el caso de los sectores que abarcan PYMES, para los cuales no se han realizado
investigaciones con el interés particularmente centrado en el impacto sobre las
pequeñas empresas.

A partir de las opiniones vertidas, puede plantearse que existe una visión dividida
dentro de la dirigencia empresarial, con relación que significará para la sociedad
dominicana el proceso de integración a los nuevos esquemas comerciales e
institucionales. Para algunos, la apertura e integración comerciales están asociadas

146
a la construcción de una mayor institucionalidad que promoverá reglas de juego
claras para los negocios y hará que el clima político sea más predecible y genere
menos incertidumbre. Se considera que con los años y la profundización de los
acuerdos de libre comercio se eliminará el analfabetismo funcional y las limitaciones
para hacer negocios. Todo lo anterior, unido al mayor acceso a las tecnologías de
información y comunicación, permitirá al país generar un mayor nivel de riqueza,
haciendo que se vislumbre un futuro más próspero.

Para otros, la apertura producirá pocos avances al país, ya que conllevará la pérdida
de empleos, cierre de empresas y desaparición de industrias nacionales, con lo
cual se profundizará la criminalidad y hará más pesimista el cuadro de violencia y
delincuencia que se observa en la actualidad. Se esgrime como razón fundamental
para esta situación, la inexistencia en la República Dominicana del capital humano
necesario para competir.

La dirigencia empresarial representante de sectores manufactureros plantea que


la profundización de la apertura comercial reducirá la cantidad de productos
elaborados internamente, convirtiendo al país en cada vez más importador por
falta de oferta local. No obstante, consideran que el mecanismo de supervivencia lo
constituirán las alianzas con empresas de otros países, para lograr la transferencia
tecnológica necesaria y el conocimiento suficiente para competir y aumentar la
productividad.

En relación a las PYMES, se considera que las pertenecientes al sector industrial


serían las más afectadas por el proceso de profundización de la apertura económica.
Aunque en el caso de algunos sectores con fuerte presencia de PYMES, como el
sector de muebles, sería posible competir siempre y cuando se desarrollen nuevas
técnicas de fabricación de desarme y se utilicen materiales de menor costo, como
la madera prensada. Se entiende que las PYMES ubicadas en el sector servicio
tendrán menos dificultades para enfrentarse a la apertura, en particular, aquellas
que producen servicios no comercializables internacionalmente como es el caso
del comercio al detalle, y servicios personales como salones de belleza.

En sentido general, la dirigencia empresarial considera que la ubicación geográfica


es nuestro principal activo para competir. Como segundo activo en importancia
aparecen los recursos humanos, dada la capacidad de aprender y negociar de los
dominicanos, los cuales ya están acostumbrados a la disciplina del trabajo por la
cantidad y variedad de empresas formales y de zonas francas que existen el país,
donde se trabaja con horario y se sabe producir y cumplir metas. En el caso de la
actividad turística, las ventajas residen en la vocación de servicio del dominicano,
aunque se reconoce que Cuba puede ser una amenaza.

147
A entender de los entrevistados, si bien el potencial para crecer dentro del nuevo
esquema de competencia radica en los recursos humanos, también se percibe que la
actitud defensiva y la poca vocación innovadora y exportadora de los empresarios
se convierta en el mayor obstáculo para dejar de obtener los beneficios que el
DR-CAFTA puede proveer. Se entiende que un ejemplo de esta actitud es el poco
aprovechamiento que se ha hecho de los Acuerdos de Libre Comercio alcanzados
recientemente por el país; esto muestra que el empresariado industrial no ha
considerado el acceso a mercados externos dentro de sus estrategias de crecimiento
ni como oportunidad comercial.

No obstante, se reconoce que a raíz de los cambios actuales, la sociedad, tal y como
la conocemos hoy, así como la forma de hacer negocios cambiarán según las acciones
que se ejecuten en el presente. El futuro del sector empresarial se plantea como un
resultado condicionado a que los problemas estructurales de mayor incidencia en
la competitividad de las empresas sean resueltos. Si los problemas estructurales
asociados al problema eléctrico, el alto costo del dinero y la estructura impositiva
fueran teniendo cada vez menos incidencia negativa en la forma de hacer negocios
en la República Dominicana, la apertura económica permitirá generar mayores
negocios.

Papel de la investigación, desarrollo e innovación


dentro de las estrategias de las empresas para
afrontar la apertura de los mercados.

La innovación es considerada un requisito para la competitividad y la consecuencia


inevitable para sobrevivir al proceso de apertura y al futuro en general. Si bien esta
realidad es entendida por los dirigentes empresariales, los mismos consideran que
ésta no es una preocupación de los miembros individuales de sus asociaciones. El
planteamiento formulado por la mayoría de los entrevistados es de que “el país
no innova en sentido general”, y que el empresario dominicano no entiende qué
es innovar o por qué debe hacerlo para competir. La percepción es de que “sólo
algunas empresas de Zonas Francas sí están innovando”, específicamente aquellas
dedicadas a la producción de bienes electrónicos y médicos, las cuales utilizan alta
tecnología y personal muy capacitado en su proceso productivo.

Sin embargo, se reconoce que la apertura traerá mayor competencia al comercio


y a la industria, lo cual forzará a que aumenten los procesos de investigación y el
uso de nuevas tecnologías, convirtiéndose estos procesos en la punta de lanza para
la competencia que llega.

148
En la opinión de la dirigencia empresarial, el principal obstáculo a la innovación está
dentro de las personas, dado que innovar es en gran parte el reflejo de una actitud
positiva, mientras que la norma es ser reactivos y quedarse a la defensiva o a la
espera de ver qué tendencia siguen los líderes nacionales o internacionales de los
diferentes mercados. Una preocupación externada en las entrevistas se refiere a la
falta de fe en los líderes nacionales; aunque la autocrítica puede considerarse muy
fuerte, los entrevistados entienden que el empresariado sólo acepta las innovaciones
de personas muy calificadas y que hayan tenido éxito en otro sitio, o sea que no las
busca dentro de su propio equipo.

El segundo obstáculo a la innovación expresado por la dirigencia empresarial, se


refiere a la mentalidad rentista de los empresarios, cuya búsqueda de resultados a
corto plazo no les permite hacer las inversiones necesarias para sobrevivir. Dado
que la mayoría de las empresas entre 20 a 45 años de existencia en el mercado
dominicano surgieron gracias a las leyes de incentivos fiscales, al igual que otras
empresas más viejas que ellas, casi la totalidad de los entrevistados planteó que
la principal motivación del empresariado para la investigación y la innovación lo
serían los incentivos fiscales.

El tercer obstáculo a la innovación que emerge de las entrevistas, es el relativo al


rol del Estado, del cual se esperan acciones salvadoras, como la continuidad de las
viejas prácticas de exenciones y la responsabilidad de generar con recursos públicos
la actividad innovadora que apoye al sector privado. Los dos últimos obstáculos
se interrelacionan y muestran que ni la dirigencia empresarial ni los propios
empresarios valoran la innovación lo suficiente para reconocer su importancia y la
necesidad de su práctica como parte cotidiana de los negocios. La parte estatal es
vista como una obligación moral, en vez de ser racionalizada a partir de criterios
de eficiencia o externalidades económicas.

La parte de los entrevistados que tiene expectativas positivas por la entrada


en vigencia del DR-CAFTA, considera que éste conllevará al desarrollo de
innovaciones para poder competir: a raíz de la apertura, habrá más innovación en
procesos y productos. A su entender, la apertura y la presencia en el mercado de
firmas internacionales asociadas a empresas nacionales permitirá que ocurra una
transferencia tecnológica y, por homologación de actividades, al país llegarán
los resultados de las innovaciones realizadas por casas matrices y empresas
multinacionales. Al unísono, las opiniones de la dirigencia empresarial establecen
que la investigación y el desarrollo son responsabilidad del Estado a través de
múltiples maneras, y debe ser parte integral y prioritaria de las actividades de los
centros de educación superior, los hospitales y todos los lugares en donde la ciencia
sea práctica diaria.

149
En relación a lo que está haciendo el Gobierno Dominicano en materia de ciencia y
tecnología, un juicio común en todos los entrevistados es que existe inacción y la
valoración de las acciones del Gobierno en cuanto a investigación y tecnología resultó
ser muy baja, más por desconocimiento que por evidencias concretas. No obstante,
se reconoció que por lo menos de forma mediática se ven esfuerzos concretos en
buscar avance en cuanto a las tecnologías de información y comunicación.

De las instituciones del gobierno que trabajan con temas de investigación, ciencia y
tecnología sólo se mencionó al Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria
(IBII) y el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA). El IBII es recordado
como INDOTEC, y casi ninguno de los entrevistados conocía con exactitud lo
que significaban las siglas, ni cual era su contribución actual, aunque por lo que se
reseña en los medios, consideran que sí parece que están trabajando con temas de
innovación y tecnología.

Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de


información para mejorar el desempeño de las empresas.

Si bien la dirigencia empresarial reconoce que para algunos países las tecnologías
de información y comunicaciones juegan un rol determinante en sus estrategias de
desarrollo, como es el caso de la India e Irlanda, existen posiciones opuestas al
interior de la dirigencia empresarial sobre la conveniencia de que así sea.

Para algunos directivos las TIC’s permiten y facilitan nuevas formas de hacer
negocios, así como atraer inversiones, considerándose que son indispensables para
la exportación y el marketing, cruciales para las operaciones y entrega de servicios
y para darle seguimiento a los clientes. En el mundo actual, no utilizar las TIC’s
como herramientas estratégicas es un riesgo para los negocios.

La otra parte de los entrevistados, si bien percibe las TICs como algo útil que
ayuda en el trabajo interno y en la velocidad de manejo de la información, que
reduce la complejidad de procesos contables ayudando de forma limitada como
herramienta de control para evitar pérdidas, entienden que el énfasis del Presidente
de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna, en las TIC’s está dejando de lado
prioridades de mayor valor humano para la cohesión social y el desarrollo.

La primera inquietud del sector empresarial respecto a la estrategia de desarrollo


basado en tecnología de información y comunicación, es que se necesita mayor
cohesión de las políticas y acciones más concretas para que la sociedad y el sector
empresarial participen y entiendan la misma. La visión del Presidente sobre una
estrategia de desarrollo basada en tecnología de información, es considerada

150
como de muy alta inversión en capital y no se considera una alternativa para la
reconversión de las empresas existentes, sin negar que puedan apalancar a muchas
otras empresas.

En contraposición, dentro de las consideraciones externadas surgió una valoración


muy alta de los resultados obtenidos por el Programa de Reestructuración y
Reconversión Industrial del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas
(PNUD). Se explicó que ese proyecto si dio frutos y sus resultados fueron evidentes
y concretos en cuanto al aumento de la productividad y la competitividad de las
empresas.

Durante las entrevistas, surgió continuamente el planteamiento de que se trata de


superar la llamada brecha digital y no se percibe una estrategia clara en mejorar la
infraestructura productiva, especialmente los aspectos relacionados a la energía, la
seguridad, las reformas institucionales, seguridad ciudadana, la seguridad jurídica
para la inversión, las redes viales y la conectividad.

Al igual que ocurre con la innovación, una parte del empresariado que entiende
que las TIC’s son una inversión para desarrollo de sus negocios, consideran que
se necesitan incentivos fiscales para crear empresas basadas en TIC’s que apoyen
y desarrollen otras empresas con servicios de alto valor agregado, se mencionó el
caso de ATH dominicana55 o de Unipago56.

Al cuestionarse sobre los mecanismos de desarrollo de nuevas empresas basadas


en TIC’s que generen productos o servicios de alto valor agregado, algunos
entrevistados plantearon la necesidad de investigación en el área de tecnología
de la información y comunicaciones con fondos provenientes del sector público,
financiamiento o cooperación internacionales.

Finalmente, en relación al uso de las TICs por parte de las empresas, se planteó
que si bien los pequeños empresarios saben que las TIC’s son importantes, muchos
por su nivel académico no las conocen y si las conocen no tienen el acceso a las
mismas o es muy limitado. No innovan en este sentido debido a que no siempre
tienen los recursos económicos ni humanos para hacerlo.

55
http://www.ath.com.do/
56
http://www.unipago.com.do/

151
Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías
aplicadas a equipamiento e infraestructura productiva de las
empresas

La dirigencia empresarial reconoció unánimemente que la aplicación de tecnología


a los procesos logísticos y productivos es necesaria para lograr ahorro y mayor
productividad, siendo, por tanto, un puntal de la competitividad de las empresas.
Se reconoce, que en el país existen empresas o áreas de algunas empresas que
utilizan los más modernos equipos disponibles en el mercado y que las empresas
que no inviertan en nuevas maquinarias en algunas áreas de la producción no podrán
competir con manufactura artesanal frente a grandes empresas industriales.

Las opiniones de la dirigencia empresarial respecto a la tecnología utilizada


por nuestros socios comerciales indican que, en promedio, la misma puede ser
ligeramente superior a la utilizada por las empresas dominicanas, especialmente las
industriales, exceptuado el caso de algunos países de Centroamérica y del Caribe.
No obstante, en el área de Zonas Francas se reconoce que la tecnología aplicada
en la RD es superior a la de Centroamérica.

El uso de tecnología avanzada resulta muy caro a las empresas y algunos directivos
de asociaciones empresariales plantean cambios en el tratamiento contable de las
inversiones en maquinarias. Asimismo, consideran que no es un buen momento
para invertir, dadas las condiciones actuales del mercado y los costos relacionados
a la adquisición de nuevos equipos y su puesta en funcionamiento.

Una de las principales variables que se argumenta es un desincentivo para la


adopción de nuevas tecnologías es el escaso personal formado fuera de las empresas
con capacidad para operar maquinarias modernas. Se indicó que la preparación y
entrenamiento de este personal es muy costoso para las empresas. Algunos directivos
plantearon que las empresas que se ven obligadas a adquirir equipamiento moderno
y de uso delicado, contratan ingenieros como técnicos, por la capacidad de manejar
y entender instrucciones. Aunque su costo sea mayor, es más rentable evitar el
riesgo de daño a los equipos o de baja productividad en su uso.

No obstante, si bien se reconoce que no es la norma del mercado laboral, se entiende


que, con respecto a Centro América y el Caribe, la República Dominicana tiene
una ventaja en la disponibilidad de personal técnico para operar maquinarias.
Esto último se debe a la cultura de trabajo en Zonas Francas y en empresas de
vanguardia para producción en el mercado local, pero se reconoce que el país está
rezagado en el mercado internacional porque las empresas dominicanas no tienen
cultura exportadora.

152
Se plantea como una solución que la educación técnica de calidad exista en niveles
inferiores al universitario, de manera que se pueda obtener en el mercado laboral
personal con formación técnica suficiente para manejo y uso de equipamiento
sofisticado y alta tecnología

Finalmente, en relación a las opciones de adaptación o creación de tecnología, la


dirigencia empresarial planteó que debe adoptarse tecnologías, pero procurando
adaptarlas a los recursos, necesidades y condiciones de la industria. Algunos sectores
de empresas medianas plantearon que las universidades y centros de investigación
deben copiar lo que se hace bien en otros lugares, para luego inventar, desarrollar
capacidad y generar ideas nuevas para cualquier mercado.

Rol del capital humano, nivel y características de la demanda


de capital humano que será necesario para encarar el futuro
de las empresas
La educación se percibe como el área prioritaria de atención para poder hacer frente
a las nuevas exigencias de competitividad que la economía dominicana deberá
enfrentar con la profundización del proceso de apertura e integración económica.
La opinión generalizada de todos los entrevistados es que desde el gobierno no se
invierte lo suficiente en educación, principalmente en educación básica y secundaria;
coincidiendo en que el rol del Gobierno es regular, facilitar y fomentar la educación
a estos niveles. La dirigencia empresarial no manifestó conocer sobre programas
específicos de educación y, en general, considera que la expectativa es totalmente
negativa y sin futuro.

La principal preocupación es en relación con la continuidad de las políticas


públicas, especialmente en cuanto a educación básica, en el entendido de que una
mejor educación básica repercutirá en la educación superior con profesionales de
mayor capacidad analítica. De aquí se llega a la conclusión de que se debe asignar
mayor presupuesto a la educación, no sólo a la educación superior sino también a
la educación desde el primer paso del individuo por las aulas.

El tema de la educación superior es visto desde dos ópticas por la dirigencia


empresarial, la primera es el costo de la formación de graduados universitarios y la
segunda es la calidad de los mismos. De las entrevistas se desprende que la dirigencia
empresarial ha reflexionado sobre el tema de la educación superior, pero no había
sido cuestionada ni se había sentido motivada a externar sus consideraciones.

Se entiende que aún bajo la premisa de que la mayoría de las universidades son
privadas y se rigen por oferta y demanda en busca de su rentabilidad como cualquier

153
otro negocio, la dirigencia empresarial mira a las universidades como instituciones
que dependen directamente de políticas públicas. La dirigencia empresarial
considera que el Estado y las universidades tienen la responsabilidad de formar
el personal en estudios superiores que demanda el mercado de trabajo, y que para
ello se necesita un mínimo de inversión para garantizar que este profesional sea
altamente productivo.

Los entrevistados externaron que aparte de una sólida educación básica, se necesita
una alta calidad en el cuerpo docente para producir buenos profesionales; esta
inquietud se traduce en que deben producirse profesionales más competentes en
todas las áreas independientemente de que sean carreras científicas, de humanidades,
de arte o de ciencias exactas. La calidad de los profesionales en todas las carreras
debe ser puesta a prueba con exámenes que certifiquen el que un profesional pueda
ejercer.

La mayoría de los entrevistados considera que el diseño de la educación superior


debe ser el resultado del consenso del sector privado y del sector público con las
universidades, donde los tres sectores deberían trabajar los pensa de las carreras
en común acuerdo, de manera que antes de implementar una nueva carrera, exista
la coordinación necesaria para que los nuevos egresados encuentren trabajo al
terminar. Se sugirió que el proceso de creación o modificación de carreras debe
enfocarse a lograr la mayor especialización posible, definiendo las carreras y su
contenido en base a estudios de futura demanda de profesionales y a las estadísticas
empresariales, para entonces diseñar estrategias de formación consensuadas.

El planteamiento de la especialización se enfoca en obtener mejores profesionales


en el ámbito de la producción, la responsabilidad medio ambiental y otros. A
modo de ejemplo, se sugirió en las entrevistas que las universidades no estudian
ni forman profesionales con capacidades especiales para trabajar en el área de las
PYMES ni en el área de trabajo social, que son dos pilares de la cohesión social
y el mejoramiento de vida de las personas. Asimismo, se sugirió que el contenido
de todas las carreras técnicas o profesionales debía de contener elementos propios
de discusión sobre el impacto de la apertura en cada sector, para contribuir a crear
lo que un entrevistado llamó: “La mente del nuevo empresario.”

La conclusión que se desprende de las conversaciones y entrevistas con los


dirigentes empresariales es que el Estado, las universidades y el sector privado
deben estar en la misma mesa diseñando políticas de desarrollo, pensa de carreras e
investigación y desarrollo para la industria y el comercio. No obstante, en la mayoría
de las entrevistas surgió el planteamiento de que las universidades y los centros de
investigación y tecnología tienen poco o ningún contacto con el sector privado. Se

154
indicó que se desconoce si las universidades han realizado investigaciones sobre
el proceso de apertura y sus consecuencias porque, pero se conjetura que si tales
investigaciones existiesen el sector privado habría hecho uso de los servicios de
las universidades.

Prácticamente todos los entrevistados coincidieron en afirmar que las universidades


deben ser los centros donde se lleva a cabo la investigación y desarrollo, necesitándose
más científicos para ello. Una forma de mejorar la calidad de la educación y formar
científicos es apoyar económicamente la formación de profesionales en los mejores
centros académicos del mundo, especialmente en estudios doctorales.

Para retener el núcleo de capital intelectual científico, la actividad de investigación


debe ser rentable para el que la ejerce, por lo que debe haber una inversión de
un porcentaje del PIB o del presupuesto nacional apoyando esta actividad, que
necesariamente deberá ser subsidiada por el Estado, hasta que empiece a dar sus
frutos. Se requiere de profesores y científicos dedicados simultáneamente a la
investigación y a la enseñanza a tiempo completo. Conforme a la opinión de los
entrevistados, las universidades deben cubrir los costos de la investigación con
fondos del erario público.

Acciones para enfrentar los retos de la profundización del


proceso de Apertura, desde la Perspectiva Empresarial

A continuación se enumerará un conjunto de sugerencias planteadas por los


distintos dirigentes empresariales para la búsqueda de soluciones a los problemas
y debilidades que muestra la sociedad dominicana en materia de tecnología e
innovación, con miras a enfrentar los retos de la profundización del proceso de
apertura, la redefinición del esquema de inserción a la economía mundial y el
proceso de desarrollo económico y social.

Innovación e investigación y desarrollo

1. Desarrollo y maduración del plan de competitividad que actualmente se


gesta por medio del Consejo Nacional de Competitividad, imprimiéndole
continuidad en el tiempo.
2. Creación de institutos élites de formación e investigación en áreas de
economía, administración, ciencias agrícolas e industriales, siguiendo el
modelo del INCAE57 en Costa Rica o el Instituto de Ciencias Agrícolas58
en Guatemala.
57
http://www.incae.ac.cr/ES/
58
http://www.icta.gov.gr/

155
3. Creación de un centro de servicios de apoyo a las PYMES que brinde
asistencia en TICs, mercadeo, atención al cliente, contabilidad, proyectos,
diseño de nuevos productos, operaciones y logística.

4. Contratación de científicos procedentes de otros países (por ejemplo,


cubanos, checos, hindúes, etc.) para trabajar con científicos locales, con el
propósito de desarrollar un cuerpo especializado de investigación científica
e industrial.

5. Realización de concursos de diseño y premios a la calidad.

6. Difusión por parte del sector público de información especializada sobre


innovaciones que se puedan aplicar en República Dominicana.

7. Promover la participación en ferias internacionales como mecanismos para


aprender y conocer sobre innovaciones en los negocios.

8. Creación de centros de innovación, como iniciativa del Estado y con fondos


suficientes para potenciar la capacidad de adaptación y supervivencia del
empresario dominicano y convertirla en innovación (Proactividad).

9. La inversión en nuevas tecnologías debe ser fomentada a través de incentivos


fiscales, como la depreciación acelerada de maquinarias y equipos de manera
que en menos de 4 años se haya aplicado la depreciación o que los montos
utilizados en las empresas para reparaciones y mantenimiento de equipos y
máquinas sean aplicados contablemente a cuentas de gastos y no al capital
de la empresa.

10. Realización de investigaciones periódicas en los temas relacionados a ciencia,


tecnología y formación de recursos humanos a fin de medir la evolución
del pensamiento empresarial respecto a la innovación, la investigación y
las tecnologías.

Educación

1. La educación primaria y secundaria debe ser bilingüe, especialmente la


pública, como forma de lograr cohesión social y disminuir la brecha de las
oportunidades entre formación privada y pública.

2. Enseñanza de mecanografía y ortografía en la educación primaria como


forma de apoyar la reducción de la brecha digital, a fin de aumentar la
productividad del estudiante que utiliza un computador.

156
3. Para apoyar la reducción de la brecha digital y mejorar la calidad de los
técnicos, se debe poner mayor énfasis en la enseñanza de matemáticas,
física y química, mejorando la capacidad lógica de los estudiantes y haciendo
más fácil su entendimiento de la lógica digital.

4. Desarrollar la formación técnica en la escuela, capacitando en TIC’s (más allá


de la suite MS Office) desde la infancia y durante la secundaria masificar la
educación tecnológica, poniendo además a los jóvenes en contacto con las
tecnologías aplicadas (electrónica, mecánica, química, telecomunicaciones,
plásticos, textil, de alimentos, industrial en general.)

5. Las pruebas nacionales deben ser más fuertes y manejarse como un tema
nacional muy serio, aumentando la calidad de las mismas y la fidelidad de
sus resultados, para que puedan servir como información en el desarrollo
de estrategias de la educación básica y superior.
6. Desarrollar la orientación profesional en los niveles educativos inferiores
al universitario, especialmente en la educación pública.

7. El sindicato organizado debe estar comprometido con las metas de calidad


de la educación y cambiar un poco su rol, sin perder el foco de sus objetivos
primarios.

8. Erradicación del analfabetismo en adultos, y que a la vez estos sean


entrenados en alguna carrera técnica durante su bachillerato y como una
estrategia de elevar el nivel de las personas con menos oportunidades,
mientras más lejos lleguen estos padres impulsarán y querrán que sus hijos
alcancen metas más ambiciosas en su formación.

9. Aumentar la oferta de educación técnica, que pudiera ser una opción para
los pre-universitarios, personas que no desean o no pueden acceder a la
educación superior, personal medio de empresas y desempleados.

10. Formación técnica de los que ya trabajan a través de la capacitación interna


y externa de micro-empresas desde instituciones del gobierno, siguiendo
el ejemplo del programa de Apoyo a las Pequeñas Empresas Dominicanas
(Proempresa) y su sistema de financiamiento de la formación técnica
de empleados de PYMES por medio del Sistema de Bonos de Servicio
Empresarial. 59

59
http://proempresa.org.do/actividad1.shtml

157
11. Desarrollo de programas de formación técnica con empleo garantizado en
proyectos o empleos específicos en las instituciones que trabajan en el tema
de las TICs, como una forma de apoyar el surgimiento de profesionales en
TICs de alta calidad.

12. Desarrollo del dominio del Inglés en los profesionales con educación
superior.

13. Desarrollo de proyectos multidisciplinarios enfocados a la solución de


problemas de la sociedad, como forma de fomentar la participación de la
academia y para incentivar a los jóvenes a ser parte de las soluciones. Ejemplo
en este sentido pueden ser: proyectos sobre logística para sacar productos
del campo, cálculos de camas y atención en un hospital, localización de las
estaciones de bomberos, etc.

14. Desarrollo en las universidades de una cultura que enseñe a pensar y


que motive la creación, menos educación para formar empleados y más
educación para formar emprendedores y desarrolladores. Tratando de servir
de canal para que las empresas empleen a los jóvenes en labores de este
tipo.

15. Formación de suficientes profesionales en el área de exportación, comercio


y tributación internacional, con la capacidad de trabajar en la expansión
internacional de las empresas o en las empresas que se pueden establecer
en el país con la firma de Acuerdos Comerciales.

16. La formación en TIC’s debe abarcar más que el uso del computador (Suite
MS Office) y la navegación en Internet para las labores regulares.

17. Enseñanza obligatoria de Software especializados en cada carrera y manejo


de bases de datos, como es el caso de: Autocad60 en diseño para ingenieros
de todas las ramas y arquitectos; Arena61, para simulación de procesos
dirigido a ingenieros de todas las especialidades; SPSS62, en estadísticas
para economistas, administradores de empresa y otras carreras sociales;
Minitab63, para calidad estadística dirigido a profesionales en el área de
manufactura; DacEasy64, para Contabilidad y hasta en carreras como

60
http://usa.autodesk.com/
61
http://www.arenasimulation.com/
62
http://www.spss.com/
63
http://www.minitab.com/
64
http://www.daceasy.com/

158
Medicina, Veterinaria o Biología que son carreras científicas y participan
del comercio internacional de una forma u otra.

18. Para lograr un impacto más profundo del uso de las TIC’s en los negocios se
plantea la necesidad de fomentar el acceso a las TI (Internet) y su aprendizaje
en un grado académico inferior al universitario.

La visión de la dirigencia pública: análisis de


contenido

La sección anterior presentó la visión de la dirigencia privada; esta sección hará lo


mismo con la visión de los funcionarios públicos entrevistados. En este caso, las
entrevistas fueron realizadas a partir de un protocolo que abordaba los siguientes
puntos, entre otros:
1. Retos del sector productivo para competir, sobrevivir y expandirse a
segmentos o mercados nuevos.
2. El papel de la Innovación, Investigación y Desarrollo dentro de las
estrategias de las empresas para afrontar la apertura de los mercados.
3. La importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de
información para mejorar el desempeño de las empresas.
4. La importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas
a equipamiento e infraestructura productiva de las empresas
5. ¿Dónde encaja el capital humano en todo el proceso y cual sería la
demanda y el tipo de demanda de capital humano de las empresas que
serán importantes para encarar el futuro de las mismas?

Lista de instituciones del sector público

Institucion Marco legal Pagina web


CNC Ley 01-06 http://www.cnc.gov.do
Digenor Ley 602 http://www.digenor.gov.do
IBII Decreto 58-05 http://www.indotec.gov.do
Idiaf Ley 289 y Decreto 686-00 http://idiaf.org.do
Indotel Ley 158-98 http://www.indotel.org
Infotep Ley 116 http://www.infotep.gov.do
Onapi Ley 290 y Ley 20-00 http://www.onapi.gob.do
Itla Decreto 422-00 http://www.itla.edu.do

159
La mayoría de las instituciones del Estado relacionadas con el tema de la innovación
se sustentan en leyes mediante las cuales fueron creadas o reformadas, siendo
la más reciente la Ley 01-06 que sirve de marco legal al Consejo Nacional de
Competitividad. El Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IBII),
antiguo INDOTEC, tiene elaborado un anteproyecto de ley para sustituir el marco
normativo, que proviene de un decreto presidencial del año 2005.

El ITLA es la otra institución que se sustenta en un decreto, mientras que ONAPI


está dentro de la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, y se creó en base
a la facultad concedida a esa entidad por su Ley Orgánica. La Ley 20-00 indica
las acciones de la institución encargada de ejercer la función reguladora del tema
de la propiedad industrial. Todas las instituciones investigadas tienen página web
funcionando en este momento.

Apertura

Las instituciones de innovación del sector público, no fueron afectadas por


compromisos específicos en el DR-CAFTA, salvo el Instituto Dominicano de las
Telecomunicaciones (Indotel) y la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial
(Onapi), ya que en el tratado existe un capítulo (13) sobre telecomunicaciones y
un capítulo (15) sobre Propiedad Intelectual, lo que obligó a estas instituciones
a participar en las negociaciones y en la implementación y motivó que pudieran
conocer los efectos y obligaciones de la apertura para su institución.

El Consejo Nacional de Competitividad (CNC), parecido a Onapi e Indotel, se


integra a las negociaciones por dos lados: primero por la participación de esta
institución en el tema sobre Creación de Capacidades Relacionadas con el Comercio,
capítulo diecinueve (19) del DR-CAFTA y, segundo, por la propia naturaleza de la
institución, relacionada con el desarrollo y concertación con los sectores público y
privado las políticas y estrategias de competitividad.

En ninguna de las instituciones fue realizado estudio alguno para conocer las
obligaciones y cambios en las mismas a partir de los acuerdos suscritos, pero
tampoco para analizar las consecuencias y oportunidades; en general se asume que
existen retos institucionales y de apoyo a la competitividad, en el entendido de que
deben realizarse acciones para mejorar la calidad de los productos, de los recursos
humanos, en el uso de tecnologías para ayudar a elevar la capacidad de competir
de nuestras empresas.

Se menciona el conocimiento de estudios realizados por organismos internacionales,


pero no se indicó cuales específicamente. Solamente el CNC, que ha auspiciado

160
estudios en diversos sectores, algunos con la participación de la cooperación de los
Estados Unidos, USAID, a través de su contratista Chemonics, evaluó el potencial
de negocios en el país hacia los Estados Unidos.

El Indotel conoce de estudios hechos por prestadoras privadas del servicio de


telecomunicaciones.

Las instituciones están trabajando con el sector empresarial, tanto industrial como
de servicios, con miras a prepararse internamente para la apertura, especialmente
los centros de investigación y formación; también las instituciones que prestan
servicios a empresas, aunque a veces de forma limitada, porque no es muy grande la
cantidad de empresas que se benefician directamente de sus servicios e interactúan
con las mismas.
La participación del sector de las comunicaciones es un pilar de la competitividad;
y la regulación para la competencia sana en el sector, es un factor que potencia el
desarrollo de nuevas empresas y de las empresas en general.

La normalización y la calidad, son requisitos indispensables para que los productos


y servicios dominicanos puedan competir; y se trabaja para lograr las marcas país.
Esta actividad está bajo responsabilidad multiinstitucional y afecta directamente a
una gran cantidad de empresas manufactureras y de servicios.

En cuanto a las estrategias de apoyo y mejoramiento de la capacidad competitiva de


las empresas, se plantea que tanto en la educación como en los productos y servicios
que recibe la ciudadanía, debe haber acreditaciones y certificaciones internacionales
de cumplimiento de requisitos y calidad en general.

Es necesario que desde el Estado se apoye el desarrollo y calidad de productos y


servicios, así como la investigación de nuevos productos.
Hay planteamientos desde las instituciones, en el sentido de que debe haber reformas
más positivas para las empresas en materia fiscal y que se deben simplificar las
regulaciones para la creación y puesta en operación de empresas, combinado esto
con la regulación y vigilancia de una competencia que garantice equidad de trato
y transparencia en el proceso, fomentando las oportunidades de inversión, usando
tecnología y especialmente tecnologías de información y comunicación.

El desarrollo de los recursos humanos es el otro pilar prioritario para afrontar con
éxito el proceso de apertura, en donde debe haber acuerdos con las universidades
y trabajo en conjunto.

En general se planteó la necesidad de reducir el rezago en productividad y el rezago


tecnológico como armas para competir, conjuntamente con un mayor y mejor
conocimiento de los mercados y las demandas.

161
Papel de la investigación, desarrollo e innovación dentro
de las estrategias del país para afrontar la apertura de los
mercados.
El proceso de innovación se acelerará como parte del proceso de supervivencia
de las empresas y será parte del proceso de adecuación a la apertura. Aún en las
empresas que no sobrevivan quedará un valor agregado humano de aprendizaje y
desarrollo.

El Estado debe ser el gran facilitador del proceso de innovación, ya que el mismo
es costoso y muchas empresas carecen de visión gerencial para enfocar esfuerzos y
recursos al desarrollo de productos nuevos o mejorados y servicios de mayor valor
agregado. Aunque se habla mucho de la creatividad de los dominicanos, realmente
el nivel de emprendimiento de los empresarios y ciudadanos es muy bajo.
El proceso de innovación en el Estado es errático y depende de la institución y a
veces de quien dirige la institución en un momento dado. El Estado no innova ni
mejora sus procesos, salvo algunas excepciones; así, se plantea que si el Estado
fuera innovador en sus procesos, los que interactúen con él tendrían que hacerlo.
Se citó la Dirección General de Impuestos Internos como un ejemplo.

Hay un obstáculo real desde el gobierno: hay discursos, pero poca actividad real
y los presupuestos para educación, investigación e innovación envían una mala
señal a la sociedad.

Se ganará espacio cuando las personas que en la dirección de las Secretarias de


Estado, direcciones generales y organismos autónomos adopten la innovación como
estrategia y se le dé continuidad a los procesos.

La innovación debe partir del sector público y del privado, el Estado y el sector
privado deben ser socios de negocios y ambos deben innovar para potenciar la
creatividad y el desarrollo de las empresas y de la sociedad.

La asociación entre el Estado y las empresas debe comprender mecanismos para


generar nuevos productos, crear nuevas empresas, respetar el derecho de propiedad
intelectual, así como compartir y usufructuar este derecho. Quizás con empresas
mixtas o modelos de incubación de empresas, que en su proceso de crecimiento o
maduración vendan parte o el total de sus acciones a inversionistas interesados.

Las reglas deben estar claras y los organismos encargados de dictar normas, deben
estar en capacidad de hacerlas efectivas. La alianza público-privada debe crear
productos y servicios orientados al mercado mundial, y reinventar formas nuevas
de hacer, usando tecnologías especialmente de información y comunicación.

162
La estrategia principal debe estar sustentada en una agresiva política de desarrollo
de recursos humanos, necesarios para trabajar y para crear. La innovación la hacen
las personas.

Importancia y oportunidades reales del uso de las


tecnologías de información para generar riqueza
y mejorar el desempeño de las instituciones públicas y
empresas privadas.
En la opinión de las instituciones del sector público, las TIC’s tienen un rol
protagónico en el mundo educativo y empresarial, siendo vitales para mantener
informado el sector científico y de investigación, al mantener la comunicación con
los centros de creación del conocimiento.
Las TICs son vistas como fundamentales para el desarrollo y expansión a nuevos
mercados y para acercar la demanda a la oferta, haciendo que ningún lugar esté
muy lejos y las barreras geográficas desaparezcan. Por otro lado, desempeñan
el rol de ayudar a lograr mayor productividad y eficiencia en los procesos tanto
administrativos como operativos de las instituciones.

El Estado está muy atrasado en el uso y aplicación de TIC’s, y no tiene metas


específicas ni logros a evaluar colectivamente. Se mencionó como una excepción
positiva a la Dirección General de Impuestos Internos, el desarrollo de la estrategia
e-Dominicana y la existencia de una oficina para impulsar el e-Gobierno o Gobierno
Electrónico.

Para el país existen oportunidades de negocios al desarrollar aplicaciones


especializadas para educación, biotecnología, mecatrónica, telemática, investigación
y cualquier tipo de software de alto valor agregado en su uso empresarial, técnico
y científico.

El uso de TIC’s en el gobierno debe servir para que la entrega de servicios y los
procesos internos de la administración pública tengan otra cara frente al ciudadano.
Una meta a lograr es que la República Dominicana aparezca en el mapa de la
Sociedad de la Información como usuario privilegiado de las TIC’s.

Importancia y oportunidades reales del uso


de las tecnologías aplicadas a equipamiento e
infraestructura productiva de las empresas
Las estrategias sugeridas se basan todas en una alianza como país, como socios de
negocios, entre el sector público y el sector privado.

163
El Estado debe dar soporte para el desarrollo, adoptar e implementar tecnología
para las empresas, acompañando al sector privado, especialmente a través de los
centro de investigación, como consultor que ayude a las empresas a conocer los
avances en el mundo y a desarrollar nuevas formas de hacer y aplicar la tecnología
de punta en cada área de la producción de bienes y servicios; así como las normas
y estándares de calidad y los derechos de propiedad intelectual que acompañan el
proceso de creación de productos, procesos y tecnologías nuevas.

La segunda parte del acompañamiento al sector privado debe ser a través de


programas de investigación conjunto en temas específicos de interés para las
empresas (Alimentos, construcción, agricultura, metalmecánica, robótica, plásticos,
empaques, papel etc.)

La tercera parte y por eso no menos importante, debe ser la colocación en el


presupuesto de fondos para financiamiento y desarrollo de proyectos empresariales,
especialmente los de uso de tecnología aplicada e innovación.

Una cuarta iniciativa se relaciona con desarrollar y potenciar cluster de empresas


que utilicen, desarrollen o necesiten tecnologías similares, creando capacidades para
generar nuevos negocios y productos con un mayor valor agregado, potenciando el
efecto de los recursos invertidos. Se citan los grupos en calzados, vegetales chinos
y orgánicos, tecnologías de información, turismo, etc.

La quinta parte de las estrategias planteadas, se refiere al desarrollo de personas


capaces de utilizar tecnologías de todo tipo.

Según explican las instituciones, entre los socios comerciales, Costa Rica está
más avanzada en agroindustria, ecoturismo y medio ambiente, así como algunas
industrias de bienes, en relación con los otros países centroamericanos; salvo algunas
industrias específicas, en general estamos a la par o mejor en cuanto a avance en
las empresas dominicanas.

Rol del capital humano, nivel y características


de la demanda de capital humano que serán
necesarios para encarar el futuro de las
empresas.
El principal objetivo de la educación superior debe ser enseñar a pensar, facilitar
el proceso de búsqueda y utilización de conocimientos, esta es la máxima meta de
calidad para crear nuevos empresarios que desarrollen nuevas empresas.

164
Por otro lado, la regulación estatal de la calidad de los egresados debe verificarse
por mecanismos de evaluación y calificación para poder ejercer las profesiones,
esto aplicaría a todas las carreras de contenido científico, desde la Enfermería,
Medicina, Veterinaria hasta las Ingenierías. Un paso más allá del requisito del
exequatur exigido para el ejercicio de ciertas profesiones por la Ley 111.

El sector público y el sector privado de educación deben revisar los programas de


estudio conjuntamente con el empresariado, buscando fortalecer los vínculos entre
universidad y empresa. Al revisar los nuevos programas de estudios deben elaborarse
planes a corto, mediano y largo plazos con medidas detalladas y requisitos de
desempeño, evaluados con periodicidad y revisados a requerimientos específicos,
por cambios tecnológicos, sociales o económicos.

Se plantea que el establecimiento de revisar cada cierta cantidad de años los


programas de estudio, en un mundo con cambios continuos, podría dejar al país atrás
en un tema importante de actualidad. No se propuso un mecanismo alternativo.

Se plantea que debe sacudirse el sector educación, para evitar el aparente divorcio
que tiene con los procesos que se avecinan, de manera que dejen de conformarse
con satisfacer la demanda presente e inviertan en la oferta que se requerirá en el
futuro.

A unanimidad se considera desde las instituciones del sector público, que el Estado
es el responsable del desarrollo del capital humano necesario para competir y
crecer.

Existe consenso, en el sentido de que una mejor educación enfocada a la


investigación, el emprendimiento y el desarrollo debe ser resultado de un pacto
público-privado.

Debe haber regulaciones e incentivos, para que la dimensión de calidad sea más
prioritaria que la de costo en la enseñanza, en la educación pública y especialmente
en la privada.

El subsidio a las instituciones de educación superior debe estar atado a la


investigación y desarrollo, esta idea deriva de la noción de que el Estado debe
llevar el costo de la investigación.

La investigación debe tener el mismo peso que la docencia en las universidades,


y es responsabilidad de las instituciones de educación superior y las instituciones
reguladoras de la misma desde el Estado, el inducir las carreras de investigación y

165
las condiciones para sostenerlas, garantizando que se creen los cerebros necesarios
para el futuro.

Las universidades deben ser incubadoras de empresas, desarrollando el espíritu


emprendedor del joven estudiante. La responsabilidad social de las universidades
es formar investigadores, científicos y emprendedores, más que preparar personas
para un empleo, sin dejar de lado que los estudiantes deben adquirir en empresas y
centros de emprendimiento la experiencia práctica durante su periodo de formación
universitaria, de manera que puedan desarrollar ambos roles con efectividad.

La tecnología debe ser un eje transversal en todos los planes de estudio sin importar
la carrera (médicos, abogados, mercadólogos, ingenieros, biólogos, etc.)

Es importante formar personas para el mundo, los idiomas deben ser parte
integral de la educación y las certificaciones deben ser obligatorias. El Estado
debe garantizar la calidad de la educación pública y privada basada en estándares
y acreditaciones internacionales.

Las instituciones de educación superior que logren las metas de calidad en un período
dado, deben recibir incentivos fiscales o económicos para continuar estimulando
el mejoramiento continúo y financiar el esfuerzo.

Desde la educación básica hasta la educación superior se necesita una mayor


concentración y desarrollo de habilidades en matemáticas y ciencias básicas, como
forma de tener recursos humanos afines y aptos para el uso, adaptación y desarrollo
de tecnología.

Se plantea la planificación de carreras a largo plazo, de acuerdo a las necesidades


del sector empresarial y de investigación, limitando o aumentando el número
de plazas de personas egresadas por carreras o temas específicos (profesionales,
científicos, técnicos, etc.)

Acciones para Enfrentar los Retos de la


Profundización del Proceso de Apertura, desde la
Perspectiva de Entidades Estatales
A continuación se enumerará un conjunto de sugerencias planteadas por las
instituciones públicas relacionadas con la innovación, como soluciones a los
problemas y debilidades que limitan el potencial de nuestra sociedad dominicana,
las cuales impiden hacer frente a los retos de la profundización del proceso de

166
apertura, la redefinición del esquema de inserción a la economía mundial y el
proceso de desarrollo económico y social.
Innovación e investigación y desarrollo
1. Desarrollo de las normativas sobre calidad, buscando el desarrollo de la
marca país, en aquellos productos donde somos competitivos.
2. Desarrollar certificaciones y acreditaciones con aval internacional para los
productos y servicios producidos en el país. Los organismos emisores de
normas y regulaciones deben tener los recursos y mecanismos para hacerlas
efectivas.
3. Estructura fiscal y burocrática que facilite la creación de empresas.
4. Fomentar las inversiones en empresas que utilicen tecnología moderna,
especialmente en el área de las TIC’s.
5. El gobierno debe ser ejemplo en la innovación de sus procesos internos.
6. Desarrollo de aplicaciones en el país para potenciar las tecnologías aplicadas
en áreas como biotecnología, mecatrónica, telemática, investigación y en
todas las carreras y usos técnicos, donde pueda haber un efecto multiplicador
o un alto valor agregado.
7. El gobierno, a través de sus centros de investigación, debe difundir los
avances tecnológicos en el mundo empresarial.
8. El derecho de propiedad intelectual debe ser reforzado para que los esfuerzos
intelectuales sean respetados y generen riqueza a las personas que los
emprenden.
9. Fondos para proyectos de emprendimiento de proyectos empresariales de
alto uso de tecnología.
10. Seguir desarrollando los clusters empresariales en áreas tradicionales, pero
especialmente en áreas nuevas con mejores oportunidades en el mercado
internacional

Educación

1. Que los presupuestos para innovación, investigación y educación, envíen


una clara señal a la sociedad de la importancia que se le da a estos temas.
2. Política agresiva de desarrollo de recursos humanos emprendedores.
3. Utilizar las TIC’s para la educación y como fuente de información científica
y tecnológica

167
4. Enseñar a pensar y buscar soluciones como meta de calidad de la
educación.
5. Regulaciones para permitir el ejercicio de las profesiones, más allá de
trámites burocráticos, pruebas de capacidad y competencia para permitir
el licenciamiento.
6. Planes de estudios diseñados a corto y largo plazo entre el sector público y
el sector empresarial.
7. Revisión continua de los planes de estudio, con sensibilidad al estado del
arte en la carrera o materia en cuestión, reducir los plazos de los requisitos
para estas revisiones.
8. Elaboración de un pacto público-privado para enfocar la educación hacia
la innovación y el emprendimiento
9. El subsidio dado a la educación superior debe estar atado a la actividad de
investigación dentro de las IES, para que la investigación tenga el mismo
peso que la docencia en las universidades.
10. El desarrollo del espíritu emprendedor en los estudiantes y la incubación
de empresas deben ser el objetivo de las universidades.
11. El uso de tecnologías aplicadas y de tecnologías de información deben ser
obligatorios en todas las carreras universitarias.
12. El estudio del inglés como segundo idioma así como otros idiomas, debe
ser obligatorio y durante la formación universitaria debe ser un requisito
indispensable en los planes de estudio modernos.
13. La institución reguladora de la educación superior debería estar en capacidad
de acreditar con estándares internacionales y garantizar profesionales con
capacidades globales.
14. Mayor énfasis en las matemáticas y las ciencias básicas como base para el
uso, adopción y desarrollo de tecnologías e investigación.
15. Limitar las plazas en carreras saturadas, lo que obligaría a los centros de
estudios a ser más creativos en las ofertas de programas.
16. Una sociedad que produce más abogados que ingenieros, se está preparando
para la confrontación, y no para las soluciones.

168
TERCERA PARTE:

SECTOR EDUCATIVO SUPERIOR Y ACTIVIDAD DE


INNOVACION

169
170
CAPÍTULO 6

EDUCACIÓN SUPERIOR EN
REPÚBLICA DOMINICANA:
APROXIMACIÓN A UN EXAMEN CRÍTICO

171
172
Introducción

Los tres capítulos anteriores centraron la atención en el tema de la innovación y


las necesidades de recursos humanos con educación superior, desde la perspectiva
del mundo empresarial. A partir de esta página, sin embargo, se empieza a abordar
esos problemas desde la perspectiva de los actores más cercanamente ligados al
sector educativo superior; a saber, la dirigencia universitaria y sus estudiantes. La
intención de este primer capítulo es presentar una reflexión en torno a la evolución
del sector y sobre sus perspectivas, haciendo énfasis en un examen crítico de cara a
las demandas provenientes de la dinámica inserción de nuestro país y su economía
en el esquema global imperante y, así, subrayando más sus debilidades y retos que
sus posibles fortalezas y logros.

La exposición en este capítulo descansa en fuentes documentales diversas,


incorporando tanto información cuantitativa como elementos cualitativos derivados
de distintos análisis y de la participación directa en numerosos talleres de discusión
y sesiones de planificación estratégica en torno al sector educativo superior. Estas
fuentes de información configuran a veces un panorama distinto a la observación
cuantitativa, a la cual complementan y por la cual son, a la vez, complementadas.

Los elementos planteados en el capítulo reflejan la inquietud sobre la medida en la


cual el sector educativo superior tendrá la capacidad y la flexibilidad de adecuarse a
circunstancias distintas a las prevalecientes durante las últimas décadas. Las nuevas
condiciones en el contexto de globalización requerirán, en primer lugar, la capacidad
de ir más allá de la simple provisión de recursos humanos en la forma de egresados
universitarios, para convertirse en un real colaborador, más inmediato y cercano,
del sector productivo en las labores de investigación e innovación y, junto a ellas,
de consultoría y prestación de servicios. Aún en el propio ámbito de la provisión de
recursos humanos, se destaca la mirada a la formación de los mismos en las áreas
críticas a las nuevas circunstancias, tanto en el nivel básico, técnico superior o de
grado, como especialmente en los niveles avanzados de estudios postgraduados.
Todo esto requerirá superar diversas debilidades que han impedido, hasta ahora,
colocar ese desideratum por encima de dudas razonables.

Expansión de la educación superior dominicana

A contrapelo de lo ocurrido en la primera mitad del siglo XX, cuando la educación


superior dominicana, en el contexto de la intervención militar de los Estados

173
Unidos (1916-1924) y la dictadura Trujillista (1930-1961), se mantuvo ajena a
los procesos que se verificaban por todo el hemisferio. En la segunda mitad de
dicho siglo y, particularmente, en sus últimos treinta años, la educación superior
dominicana ha experimentado cambios que la han llevado a compartir, en general,
las tendencias dominantes en la educación superior en América Latina. Entre las
tendencias dominantes en el desarrollo de la educación superior en estos países,
hay que destacar el proceso de expansión experimentado por el incremento del
número de estudiantes registrados en las instituciones de educación terciaria. Esta
expansión, que ha merecido el calificativo de “revolución de los números”65, llevó
la matrícula a nivel subcontinental desde unos 523,200 estudiantes en 1960, a más
de 13 millones en el año 2003; y de unas 75 universidades –casi todas oficiales o
públicas– en 1950, a más de 690 en 1990. 66

Similarmente, en 1961, año del derrocamiento de la dictadura trujillista, en República


Dominicana sólo existía la Universidad de Santo Domingo, con menos de 4 mil
estudiantes. Hoy el país cuenta con 43 centros reconocidos como instituciones de
educación superior, que en su conjunto reúnen una matrícula de más de 300 mil
estudiantes.67

Fuente: IESALC – UNESCO (2006)

65
Brunner et al (1995)
66
Ibedem
67
SEESCyT (2006)

174
Este proceso expansivo se ha verificado con una significativa presencia de
instituciones privadas, de manera que la región ha llegado a liderar al Tercer
Mundo en materia de instituciones privadas de educación superior68. Éstas
instituciones privadas de educación superior, en conjunto, cuentan con uno de cada
tres estudiantes matriculados en el nivel terciario, y en algunos países como Brasil,
Colombia, Chile, El Salvador y la propia República Dominicana, la proporción
alcanza a uno de cada dos estudiantes.69

68
Brunner, J. J. et al. (1995). Op. cit.
69
Op. cit. pág. 3. Para apreciar el significado de este componente privado en la expansión de ins-
tituciones de educación superior en la región, conviene apelar a las apreciaciones de Levy (1991),
quien observa que “en América Latina no había una universidad privada hasta 1880. Y sólo Co-
lombia y Chile se habían desviado de la tradición regional para el 1917. Tan tarde como el 1930,
probablemente menos de tres por ciento de la matrícula total de América Latina estaba en el sector
privado. Sin embargo, para el 1955, la cifra había brincado a aproximadamente 14 por ciento. Para
el 1965 había alcanzado 20 por ciento, creciendo a 30 por ciento en el 1970 y 34 por ciento para
el 1975.”

175
Matrícula en instituciones de educación superior pública y privada
en República Dominicana, 2005

Fuente: SEESCyT: Tendencias de la matrícula de Educación Superior Dominicana


1989 - 2005

La expansión de instituciones de educación superior en República Dominicana


ha compartido ese patrón, caracterizado no sólo por la explosión en número de
instituciones y de estudiantes matriculados, sino también por el surgimiento de
diversas instituciones privadas, diferenciadas por su origen, propiedad y finalidad
(sin fines de lucro o lucrativas); por su tamaño (desde unos pocos miles de
estudiantes hasta tamaños en el orden de las decenas de miles, pero en general
menor al de las universidades públicas); por la cobertura en términos de áreas y
campos de estudio; por los niveles de estudios (grado, postgrado) y por el número
de funciones universitarias efectivamente asumidas (docencia, investigación,
extensión), entre otras variables. De modo que para República Dominicana se
cumple en general lo observado a nivel subcontinental por Brunner et al. (1995),
quienes concluyen que:

“los sistemas nacionales de educación superior se han vuelto crecientemente


complejos: son institucionalmente diferenciados (según niveles y carácter
oficial/privado de los establecimientos); relativamente masificados (según
las tasas brutas de escolarización alcanzadas); altamente heterogéneos
(desde el punto de vista de las categorías institucionales, su selectividad
académica, la calidad de sus funciones docentes, etc.) y representan un
significativo costo para el erario de cada país, que sumado regionalmente
alcanzó alrededor de US$7,000 millones en 1991”.70
70
Op. Cit, p. 5.

176
La expansión de la educación superior en República Dominicana, como en toda
América Latina, se sustentó en los efectos de las políticas desarrollistas desplegadas
desde la primera mitad del siglo pasado; orientadas al mercado interno mediante
esquemas de desarrollo manufacturero sobre la base de sustitución de importaciones,
con altos niveles de protección y, además, por medio de la intervención estatal a
través de empresas públicas, de grandes proyectos infraestructurales y de procesos
de modernización y crecimiento del aparato estatal con la expansión de los servicios
públicos a su cargo.71 Estas políticas desarrollistas también redundaron en la
reconfiguración de la composición social del país, con el surgimiento y desarrollo
del proletariado urbano y de las capas medias vinculadas tanto a la administración
pública como al sector privado.

La educación superior debió responder a las demandas de ascenso social de estos


nuevos sectores sociales, expresadas fundamentalmente en el requerimiento de su
‘democratización’ (por vías de la oportunidad de acceso y financiamiento público)
y en el reforzamiento de su orientación profesionalizante, como medio para la
inserción en los aparatos público y productivo. Posteriormente, con el agotamiento
de tal esquema de desarrollo, expresado en las crisis fiscales y de endeudamiento
externo, el país vio reducirse el ritmo de expansión de los aportes presupuestales a
las entidades de educación pública, y este vacío comenzó a llenarse con el rápido
crecimiento en el número de instituciones privadas.72

Primera oleada de expansión73


República Dominicana se incorporó tardíamente a este proceso pues la década de
1960 puede considerarse como de crecimiento limitado en la educación superior,
a pesar de la explosión de la matrícula en la única universidad pública del país, la

70
Op. Cit, p. 5.
71
En el caso dominicano, con posterioridad al derrocamiento de la dictadura trujillista, el desarro-
llo de industrias manufactureras se produjo principalmente desde el sector privado, al amparo de
legislaciones desarrollistas y proteccionistas cuyo estandarte lo fue la Ley 299 de Protección y
Desarrollo Industrial de 1969.
72
Aquí es conveniente observar, junto a Balán y García de Fanelli (1993), que “el surgimiento y la
consolidación de un sector privado de educación superior en América Latina antecede con mucho
al debate actual sobre la privatización, que tiene lugar en el contexto de los programas de ajuste
económico y reestructuración del Estado de los últimos quince años. En realidad, la fundación de
ese sector fue relativamente precoz para estándares internacionales”.
73
Levy (1991) ha presentado también una segmentación en oleadas de la expansión de las instituciones
de educación superior en América Latina y en República Dominicana en particular. La periodización
que presentamos aquí, si bien convergente con la de Levy, ha sido formulada independientemente
de la suya y responde muy particularmente al proceso de expansión en la República Dominicana.

177
Universidad de Santo Domingo.74 En esta década la primera ola de expansión de la
educación superior en República Dominicana se limitó a sólo cuatro universidades:
la Universidad de Santo Domingo, transformada en autónoma75, la entonces
Universidad Católica Madre y Maestra (1962)76 –hoy Pontificia–, la Universidad
Nacional Pedro Henríquez Ureña (1967) y el Instituto de Estudios Superiores (1968),
fundado como junior college en 1965 (desde 1985 Universidad APEC).

El crecimiento de la matrícula de educación superior se experimentó principalmente


en la UASD que, a través del Movimiento Reformador de 1965, acogió tardíamente
los postulados de Córdoba77, ofreciendo acceso irrestricto a sus programas con
altos subsidios de los costos de matriculación y créditos, los cuales se mantuvieron
a niveles casi simbólicos. Las tres universidades privadas mantuvieron durante
este período políticas de crecimiento controlado y acceso selectivo, además de
establecer tarifas de matriculación relativamente altas respecto de la capacidad de
pago promedio de la mayoría de las familias.

Aquí es oportuno destacar dos características importantes que diferencian al proceso


experimentado en República Dominicana respecto del verificado para la mayoría de
los países de la región. El primero consiste en la existencia de sólo una institución
pública de educación superior hasta 1983, cuando por iniciativa privada se funda una
segunda institución pública, el Instituto Tecnológico del Cibao Oriental (ITECO),
con una presencia marginal en el aspecto cuantitativo (si nos atenemos al número

74
En este artículo no se considera entre las universidades, por su condición especial, el Seminario
Pontificio Santo Tomás de Aquino, el cual disfruta de tal condición sobre la base del Concordato
de la República Dominicana con la Santa Sede, firmado en 1954 (16/06/1954).
75
La Ley 5778 del 31 de diciembre de 1961 confirió autonomía a la entonces Universidad de Santo
Domingo. En los últimos meses de 1965, tras el acuerdo que puso fin a la contienda de Abril de ese
año, tuvo lugar el Movimiento Renovador en la UASD, inspirado en los postulados de Córdoba de
1918. Este movimiento impulsó profundos cambios en el gobierno, las estructuras, políticas y los
procedimientos vigentes en la universidad. Ver Mejía-Ricart (1981 y 1999).
76
En todos los casos hemos preferido indicar la fecha de autorización como institución universitaria
en lugar de la fecha de fundación o de inicio de operaciones.
77
Los principales postulados del movimiento estudiantil que tuvieron su expresión principal en el
Manifiesto de Córdoba (Argentina) de 1918, “La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres
de Sur América”, demandaban la autonomía política, docente y administrativa de la universidad, la
asunción por la universidad de responsabilidades políticas frente a la nación y la defensa de la demo-
cracia, la elección de todos los mandatarios de la universidad por asambleas con representación de
los profesores, de los estudiantes y de los egresados, la libertad de cátedra y la selección del cuerpo
docente a través de concursos públicos que aseguren la amplia libertad de acceso al magisterio y la
gratuidad de la educación superior, entre otros. Ver a Ribeiro 1971) y Tünnermann (1998).

178
de estudiantes matriculados) en la educación superior dominicana.78 Mientras el
proceso de expansión de la educación superior en la región ha incluido la creación
de nuevas instituciones públicas, coexistiendo con las tradicionales que datan de
las épocas coloniales y republicanas, obedeciendo a distintos impulsos de política
pública, en República Dominicana dicha expansión se ha caracterizado por el
mantenimiento de prácticamente una sola universidad, la UASD, absorbiendo la
casi totalidad de la matrícula pública en educación superior.

El segundo aspecto tiene que ver con el financiamiento público de la educación


superior, por cuanto tradicionalmente el gasto público en educación superior ha
sido relativamente limitado frente a la creciente demanda del mismo por parte de la
población. Como indica Gámez (2003) en su estudio sobre el financiamiento de la
educación superior en República Dominicana: “El esfuerzo del Estado en materia
educativa se ha centrado en los niveles iniciales e intermedios de la misma, lo que
se refleja en la alta proporción en términos corrientes de los fondos del presupuesto
que se destina a ambos niveles en comparación con el nivel terciario.”79 Ambos
aspectos ameritarán observaciones y comentarios posteriores en este análisis.

Segunda oleada de expansión

En la década de 1970 se registra en el país la segunda gran oleada, con el surgimiento


de diez (10) nuevas instituciones de educación superior: la Universidad Central del
Este, UCE (1971); la Universidad Centro de Estudios Técnicos, CETEC (1973); la
Universidad Centro de Información, Formación y Acción Social, UCIFAS (1973);
la Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA (1973); el Instituto Tecnológico de
Santo Domingo, INTEC (1974); el Instituto Nacional de Ciencias Exactas, INCE
(1974); la Universidad Dominicana O & M (1978)80; la Universidad Eugenio María
de Hostos, UNIREMHOS (1978); la Universidad Mundial Dominicana, UMD
(1978) y la Universidad Nordestana, UNNE –posteriormente Católica– (1978).

78
En este análisis no incluimos otras instituciones estatales de educación superior, tales como la
Academia Militar de las Fuerzas Armadas, la Academia Naval de Estudios Superiores de la Marina
de Guerra, la Escuela Nacional de la Judicatura, el Instituto Superior de Formación Docente en
Educación Física y el Instituto Superior de Formación Docente, por su naturaleza especializada y
por no estar abiertas a toda la población.
79
Gámez (2003).
80
Esta institución operaba desde 1966 a nivel postsecundario, no universitario, conociéndosele
como Escuelas de la O & M (Organización y Métodos).

179
Tercera oleada de expansión

Una tercera oleada se produce en la década de 1980, no obstante la creación, en 1983,


del Consejo Nacional de Educación Superior, CONES, mediante el Decreto 1255,
cuyo texto expresaba inquietudes por el ritmo de crecimiento de las instituciones de
educación superior en ausencia de marcos regulatorios apropiados. Esta iniciativa
también respondía a preocupaciones externadas por distintas vías por terceras
naciones (principalmente Estados Unidos –incluyendo Puerto Rico – España y
Venezuela) las cuales se veían afectadas de una u otra manera por el impacto en
sus territorios de egresados de instituciones de educación superior dominicanas.

Instituciones de educación superior al 2006 según año de autorización

Institución Año de autorización

1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO, UASD 1538


2 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA, PUCMM 1962
3 UNIVERSIDAD NACIÓNAL PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, UNPHU 1967
4 UNIVERSIDAD APEC, UNAPEC 1968
5 UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ESTE, UCE 1971
6 INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO, INTEC 1973
7 INSTITUTO NACIÓNAL DE CIENCIAS EXACTAS, INCE 1974
8 UNIVERSIDAD CATÓLICA NORDESTANA, UCNE 1978
9 UNIVERSIDAD DOMINICANA ORGANIZACIÓN Y MÉTODO, O & M 1978
10 UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO, UTESA 1978
11 UNIVERSIDAD ADVENTISTA DOMINICANA, UNAD 1982
12 UNIVERSIDAD INTERAMERICANA, UNICA 1982
13 INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL CIBAO ORIENTAL, ITECO 1983
14 UNIVERSIDAD CATÓLICA TECNOLÓGICA DEL CIBAO, UCATECI 1983
15 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, UNIBE 1983
16 UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTO DOMINGO, UCSD 1984
17 UNIVERSIDAD EUGENIO MARÍA DE HOSTOS, UNIREMHOS 1984
18 UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL SUR, UTESUR 1984
19 UNIVERSIDAD CENTRAL DOMINICANA DE ESTUDIOS PROFESIONALES, UCDEP 1985
20 UNIVERSIDAD ODONTOLÓGICA DOMINICANA, UOD 1985
21 INSTITUTO SUPERIOR DE AGRICULTURA, ISA 1986
22 UNIVERSIDAD NACIÓNAL EVANGÉLICA, UNEV 1986
23 INSTITUTO DOMINICANO DE TECNOLOGÍA, IDT 1989
24 INSTITUTO POLITÉCNICO LOYOLA, IPL 1989
25 UNIVERSIDAD FEDERICO HENRÍQUEZ Y CARVAJAL, UFHEC 1991
26 UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD, UTE 1992
27 UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS, UAPA 1995
28 UNIVERSIDAD CATÓLICA TECNOLÓGICA DE BARAHONA, UCATEBA 1995

180
29 UNIVERSIDAD DEL CARIBE, UNICARIBE 1995
30 UNIVERSIDAD AGROFORESTAL FERNANDO ARTURO DE MERIÑO, UAFAM 1996
31 UNIVERSIDAD EXPERIMETAL FÉLIX ADAM, UNEFA 1996
32 UNIVERSIDAD PSICOLOGÍA INDUSTRIAL DOMINICANA, UNIPSID 1996
33 INSTITUTO TÉCNICO SUPERIOR MERCY JÁCQUEZ, ITESUMJ 2001
34 UNIVERSIDAD DOMÍNICO-AMERICANA, UNICDA 2001
35 UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ESTE, UCADE 2003
36 BARNA BUSINESS SCHOOL, BARNA 2003
37 INSTITUTO ESPECIALIZADO DE ESTUDIOS SUPERIORES
DE LA POLICÍA NACIÓNAL, IEESPN 2003
38 INSTITUTO TÉCNICO SUPERIOR OSCUS SAN VALERO, OSCUS 2003
39 UNIVERSIDAD NACIÓNAL TECNOLÓGICA, UNNATEC 2003
40 INSTITUTO CRISTIANO DE ESTUDIOS SUPERIORES ESPECIALIZADOS, ICES 2003
41 INSTITUTO SUPERIOR DE TECNOLOGÍA UNIVERSAL, INSUTEC (1) 2004
42 INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE SALOMÉ UREÑA,
SALOMÉ UREÑA 2005
43 INSTITUTO ESPECIALIZADO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE LAS F.F.A.A., IEESFA 2005

(1) Aún cuando ya está aprobado como Instituto de Educación Superior, todavía no ha iniciado la docencia

En todo caso, surgen en esta década doce (12) nuevas instituciones, a saber: la
Universidad Interamericana, UNICA (1981); la Universidad Iberoamericana,
UNIBE (1982); la Universidad Nacional Adventista, UNAD (1982); el Instituto
Tecnológico del Cibao Oriental, ITECO (1983); el Instituto Tecnológico del Cibao,
INTECI (1983), hoy también universidad católica como UCATECI; la Universidad
Católica Santo Domingo, UCSD (1984); la Universidad Tecnológica del Sur,
UTESUR (1984); la Universidad Centro de Estudios Profesionales, UCDEP (1985);
la Universidad Odontológica Dominicana, UOD (1985); la Universidad Ulises
Francisco Espaillat, UUFE (1986), la cual nunca ha operado como tal; el Instituto
Superior de Agricultura, ISA (1986)81 y la Universidad Nacional Evangélica, UNEV
(1986). Es de notar que es en esta oleada cuando surge una segunda universidad de
carácter público, ITECO, y dos instituciones de educación superior especializadas
en un área o campo profesional, la UOD y el ISA.

Tras estas tres oleadas, a mediados de la década de 1980, el nivel de educación


superior contaba con veintiséis (26) instituciones con la categoría formal de

81
Creado y funcionando en Santiago de los Caballeros desde 1962 con los auspicios de la Aso-
ciación para el Desarrollo, Inc. para la enseñanza de ciencias agropecuarias y de los recursos
naturales.

181
instituciones de educación superior, a las cuales se les sumarían en los siguientes
quince (15) años otras dieciséis (16) instituciones, para un total, en el 2002, de
cuarenta y dos (42), con una matrícula total de alrededor de 300 mil estudiantes, de
los cuales aproximadamente el 45% está en la UASD y un 52%, en las instituciones
privadas.82

Es conveniente observar que hasta avanzada la segunda ola de expansión, existía


una fuerte presión hacia el isomorfismo académico en los planes de estudio de las
distintas entidades establecidas, por una parte debido a la base legal existente, el
Decreto-Ley 273 del gobierno del Dr. García Godoy, de junio de 1966, que obligaba
a las universidades privadas existentes y por establecer, a seguir en cuanto a su
estructura, planes de estudio, docencia y reclutamiento de profesores, las pautas
establecidas por las universidades oficiales, es decir, por la UASD. Tal tendencia al
isomorfismo en los planes y programas de estudio obedecía también al hecho de que
gran parte de las primeras instituciones en las primeras dos oleadas de expansión se
nutrieron de profesores (o ex-profesores) de la UASD, los cuales tendían a diseminar
sus programas de cursos originalmente concebidos en esa entidad.

A mediados de los años 80, más de una institución de educación superior se


legitimaba a sí misma como tal en función de la similitud de sus planes de estudio
y programas de curso con los de la UASD, así como por la cantidad de profesores
y/o ex-profesores de la UASD en sus plantillas profesorales.83 Debido a estas
razones, y desbordada en sus capacidades infraestructurales (aulas, laboratorios,
equipos, etc.) y humanas (profesores, ayudantes de profesores, instructores, etc.)
por la explosión de la matrícula en la segunda mitad de la década del 60, la UASD
se convertiría –con sus defectos y virtudes- en el modelo o paradigma más concreto
de universidad.

82
De acuerdo con los datos reportados por la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología, en Agosto de 2002, de un total de 296,134 estudiantes matriculados en el nivel superior,
125, 624 estaban en la UASD, 9,0009 en otras instituciones estatales, y 151,501 en treinta y dos (32)
instituciones privadas. Las instituciones estatales, además de la UASD, son la Academia Militar
de las Fuerzas Armadas, la Academia Naval de Estudios Superiores de la Marina de Guerra, la
Escuela Nacional de la Judicatura, el Instituto Superior de Formación Docente en Educación Física
y el Instituto Superior de Formación Docente. Ver SEESCyT (2004).
83
En ese sentido, conviene recordar que las solicitudes de autorización de instituciones, programas
o centros presentados ante el antiguo Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) se justi-
ficaban frecuentemente a partir de la similitud con la UASD.

182
El modelo o paradigma concreto de universidad
en República Dominicana
Sin restar ninguno de los indudables meritos académicos y extra-académicos de
la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la evolución de su matriculación
sugiere que el centro escolar fue desbordado durante la segunda mitad de los años
60 y la década del 70, por una matrícula estudiantil que apenas tenía cabida en las
aulas disponibles. Las secuelas naturales del fenómeno fueron los laboratorios de
puestos escasos y equipamiento insuficientes, la incorporación masiva de recién
graduados a la docencia, y asignaciones insuficientes para programas clave, con
lo cual la calidad fue comprometida y se fue deteriorando al mismo ritmo al que
aumentaba el número de estudiantes y escaseaban los recursos financieros.

En otras palabras, mientras en la primera ola de expansión de las instituciones


de educación superior dominicana surgieron universidades que contaron desde
su fundación con condiciones favorables a su desarrollo institucional: patrocinio
y soporte institucionales, régimen de propiedad y administración, dotación de
recursos humanos, especialmente docentes e infraestructurales que respondieran a
altos estándares de funcionamiento académico y administrativo. Ya con la segunda,
y más aún con la tercera oleada de expansión, surgieron algunas instituciones que
probablemente no reunían las garantías suficientes para los niveles de calidad
deseables.

Entre tales garantías se incluye un entorno institucional que augurara la mejor


administración con fiscalización social y soporte a la sustentabilidad de la nueva
entidad; la incorporación de profesores con niveles de formación académica
apuntalados en grados superiores, en experiencia profesional y docente previas
y en régimen de dedicación a la labor académica; la dotación de infraestructuras
apropiadas para aulas, laboratorios y biblioteca, la definición de modelos curriculares
propios y la generación de planes de estudio diferenciados de los ya existentes,
y la potencialidad para el cumplimiento de otras funciones universitarias como la
investigación y la extensión.

Estas apreciaciones coinciden con las externadas por Levy (1991) respecto de la
segunda ola de expansión en su periodización para América Latina en su conjunto.
Al respecto, indica Levy que:

“Separada de su lado religioso, la UCAMAIMA ejemplificaría la segunda ola


privada bastante bien. Y como la mayoría de las privadas de América Latina
serían creadas sin tal lado, la segunda ola verdadera emergió. Esta segunda
ola de universidades privadas podrían llamarse “elite secular” o “elite”

183
para abreviar. Aquí el deseo por privilegios de clase, conservadurismo, o
simplemente por tranquilidad académica y prestigio, viene a destacarse.
Identidad religiosa es una meta inexistente o marginal. La segunda ola tiene
sus raíces mayores en el descontento profundo de los actores y elites con
el sector público. Una razón es que el sector público ha perdido el carácter
elitista que una vez había tenido”84

De este modo, se presenció con frecuencia el surgimiento de instituciones con un


patrocinio de poca fortaleza en lo institucional y lo financiero, con escasa dotación
inicial de recursos, precaria infraestructura de aulas, laboratorios y biblioteca
–en algunos casos propiedad de terceros que los arrendaban o cedían en uso a la
nueva entidad- y con pocas garantías de subsanar tales limitaciones iniciales vía
un desarrollo institucional e infraestructural de corto o mediano plazos, dada su
dependencia de los ingresos por matrícula.

Más aún, sobre la base de apelar al acceso a la educación superior de estudiantes


con limitaciones de orden financiero o práctico (estudiantes que trabajaban a tiempo
completo), se inició el modelo de estudiante a tiempo parcial y muy parcial con
profesores por horas en universidades de tandas fundamentalmente nocturnas
y sabatinas, en un marco de limitaciones de aulas, laboratorios y, sobre todo,
bibliotecas con recursos suficientes, pertinentes y actualizados. Adicionalmente,
al apelar a un estudiantado regional o nacional de recursos limitados y al depender
completa o fundamentalmente de los ingresos por matrícula -combinación que
imponía en medida considerable el mantener aranceles a niveles costeables por
esos segmentos de demanda y, por tanto, relativamente bajos- se comprometían las
posibilidades de superar las condiciones iniciales de funcionamiento. Y en la medida
en que la propia universidad pública por antonomasia, la UASD, arribaba a esas
mismas condiciones como resultado de un proceso de masificación en condiciones
de estrangulamiento presupuestal, el punto de referencia para las instituciones de
educación superior en materia de estándares se diluía perdiéndose el norte respecto
del logro y mantenimiento de estándares internacionales de calidad institucional
en la educación superior.

Las afirmaciones precedentes no niegan los esfuerzos por parte de un subconjunto


considerable de instituciones en elevar sus condiciones de operación en función de
estándares más exigentes y más a tono con las mejores prácticas internacionales en

84
Levy (1991), p. 65.

184
este ámbito85, en el contexto de un exiguo financiamiento estatal y soporte privado
a la educación superior. Por el contrario, la intención de la reflexión es establecer
un balance realista que sirva como línea de base para encaminar futuros desarrollos
de las instituciones de educación superior dominicanas.

Expansión en seguimiento de la demanda estudiantil


con baja diferenciación

Es importante anotar que, en general, la expansión en el número de instituciones


de educación superior en nuestro país ha obedecido de manera muy pronunciada a
una respuesta indiferenciada a la demanda estudiantil, ya invocando la ampliación
de facilidades de acceso en términos generales, a nivel nacional, ya invocando
específicamente requerimientos regionales. De hecho, puede observarse cómo en la
segunda oleada de expansión, de doce (12) nuevas instituciones, seis se originan en
provincias, fuera del Distrito Nacional86. El argumento de la cobertura regional, más
allá de otros ingredientes potencialmente diferenciadores, jugó un papel fundamental
en la justificación de creación y autorización de esos nuevos establecimientos. Otras
veces, el surgimiento de entidades ha hecho referencia a la existencia de demanda
insatisfecha y el principio –explicito o implícito- de universalizar el acceso a la
educación superior.

En otras palabras, el imperativo dominante en la expansión de la educación


superior dominicana ha sido el de atender una demanda estudiantil que crecía por
la acelerada urbanización y la expansión de las capas medias que experimentó
nuestra sociedad en un clima de relativa apertura social, cultural y, en cierta medida,
política87, después del derrocamiento de la dictadura trujillista. A ese tenor, si
pensamos en el desarrollo de nuestra educación superior a partir de los criterios
empleados por Brunner y colegas al referirse a los sistemas nacionales de educación
superior en América Latina, según la cita presentada al inicio de este capítulo, en
República Dominicana hemos generado un “sistema” crecientemente complejo,
institucionalmente diferenciado (especialmente según el origen y carácter oficial/
privado de los establecimientos, así como su régimen de propiedad y modelo de

85
En este sentido hay que considerar la iniciativa de algunas instituciones de educación superior
por establecer el sistema de acreditación como dispositivo colegiado de auto-regulación a través
de la Asociación Dominicana para el Auto-estudio y la Acreditación (ADAAC), una parte de las
instituciones se esfuerzan por alcanzar estándares de calidad de orden internacional o mundial.
86
El número subiría a siete si a éstas le sumamos la última aprobada en la oleada precedente, la
UNNE, en San Francisco de Macorís.
87
Al respecto véase a Cassá (1982), así como también a Lozano (1985).

185
gobierno); moderadamente masificado (según las tasas brutas de escolarización
alcanzadas y en relación con otros países en el subcontinente); pero altamente
homogéneo (desde el punto de vista de las categorías institucionales, su selectividad
académica, la calidad de sus funciones docentes, sus diseños curriculares, sus
modelos educativos y enfoques de enseñanza-aprendizaje, las características y
condiciones de sus profesores, etc.).

Si bien el patrón predominante ha sido la homogeneidad en los aspectos esenciales


de las distintas entidades, no han faltado iniciativas novedosas. Sin desmedro
de otras, cabe señalar el caso de la Universidad Católica Madre y Maestra con
la introducción del crédito como unidad de contabilidad académica, su diseño
departamental, la sustitución del año académico por el semestre y la introducción
de planes de estudios con bases curriculares diferentes como el caso del programa
modular en Medicina. Así mismo, constituyen una excepción los propósitos iniciales
del Instituto de Estudios Superiores (hoy Universidad APEC) creado como junior
college con programas de corta duración muy orientados al empleo en el sector
privado88 (especialmente ligados a la urbanización y a los sectores comercial y
el de servicios). De igual modo, la fundación del Instituto Tecnológico de Santo
Domingo con su énfasis en los programas de postgrado y la educación continua,
más adelante con su oferta de programas de grado compactos, con una duración
menor a la tradicional, su organización trimestral y sobre la base de distintos
ciclos curriculares, incluyendo un ciclo básico o “propedéutico”, no-remedial, y
su insistencia en la selectividad inicial y en el requisito de determinados niveles de
rendimiento académico expresado en el índice académico, fueron características
novedosas para el país.

La investigación como la cenicienta del sistema

Existe un generalizado consenso al considerar a la investigación como el ámbito de


actividad universitaria que más deja que desear en la educación superior dominicana.
En ese sentido, la educación superior dominicana comparte este renglón en rojo
como talón de Aquiles de la educación superior en toda la región latinoamericana
y del Caribe. Como apunta Rivera (1998), nuestra región dedica un porcentaje
muy bajo de su PIB a actividades de investigación y desarrollo, siendo el promedio
latinoamericano de aproximadamente 0.5%, comparado a un 7% en Estados Unidos

88
El Instituto de Estudios Superiores inició sus labores ofreciendo los programas de administración
de empresas, contabilidad y secretariado ejecutivo (tanto en Español como bilingüe, Ingles-Español)
a los que añadió luego una escuela de idiomas y otra de tecnologías, así como otros programas
novedosos en el país, tales como Mercadeo, siempre con salidas a nivel técnico de dos años de
duración.

186
y Canadá, un 3.1% en Japón y un 1.6% en promedio para los países del sudeste
asiático. A juicio de Rivera:

“A pesar de tener universidades temprano, el desarrollo de una tradición


investigativa científica y tecnológica en América Latina se dio relativamente
tarde. Este hecho se debe, en parte, a que durante el periodo post Independencia
las economías regionales estuvieron articuladas y subordinadas a las
europeas y norteamericana, y a que las Guerras de Independencia generaron
conflictos locales que drenaron las posibilidades de acumular recursos y
esfuerzos en pro de una infraestructura científica. Fue a finales del siglo
XIX y principios del XX que la mayoría de los países comenzaron a darse
cuenta del valor y la necesidad de promover la investigación científica y a
vincular ésta con el desarrollo de las universidades. Pero ha sido muy difícil
en el grueso de los países lograr que se reconozca el valor estratégico de las
inversiones en desarrollo de capacidad científica y tecnológica.”89

Un examen del presupuesto institucional invertido en investigación por las


instituciones de educación superior dominicanas, nos arroja que sólo 15 de 43
asignan una partida, pero lo dramático de estos datos queda a la vista cuando
observamos que los porcentajes asignados a investigación de los presupuestos
de estas instituciones, oscila entre el 0.01% y el 1.74%.90 Esto obliga a leer con
una mezcla de escepticismo y preocupación el reporte que sobre el número de
investigadores hacen las propias instituciones de educación superior a la SEESCyT,
según el cual 17 instituciones cuentan con por lo menos un investigador, entre las
cuales, cuatro no asignan partidas presupuestales a la investigación y ocho asignan
menos del 0.6% de sus respectivos presupuestos.

Algo similar ocurre cuando comparamos el número total de proyectos de


investigación y desarrollo reportados en proceso por las instituciones de educación
superior, con el número de investigadores, por un lado, y el monto del presupuesto
asignado a la investigación, por el otro. En este caso encontramos situaciones
como la de instituciones que reportan proyectos de I&D en curso pero no reportan
investigadores, o instituciones que reportan proyectos de I&D pero que no tienen
presupuesto asignado a la investigación.

El coeficiente de correlación para el número de proyectos de I&D y el monto del


presupuesto asignado a la investigación en 14 instituciones es de -0.09. Cuando

89
Rivera (1998).
90
SEESCyT (2006) Ver Cuadro no. 7, Pág. 107.

187
examinamos el número de proyectos de I&D en curso reportados respecto del número
de investigadores reportados, encontramos que, descontando dos instituciones que
reportan proyectos pero no reportan investigadores, tenemos casos de instituciones
que reportan 22 y 15 proyectos de I&D por investigador, respectivamente, mientras
que otras cuatro instituciones reportan más de un proyecto de I&D en curso por
investigador.

Indudablemente que pueden existir explicaciones para las aparentes incongruencias


que resultan de exámenes de este tipo, incluyendo el reporte de tesis de grado o
de postgrado como proyectos de I&D, la posibilidad de mini-proyectos o estudios
distintos a verdaderos proyectos de I&D incluidos en los reportes, pero en todo caso
estas explicaciones conducen a cuestionamientos respecto de lo que se considera
como investigación (en este caso proyectos de I&D) en el mundo de las instituciones
de educación superior dominicanas.

Apoyándonos en el dato más fuerte, el porcentaje del presupuesto institucional
destinado a investigación, debemos concluir que la investigación en las
instituciones de educación superior dominicanas es escasa, débil y con cuestionable
sustentabilidad. Empleando los resultados de la Evaluación Quinquenal 1994-
1998 realizada por el Consejo Nacional de Educación Superior –CONES-, Silié,
Cuello y Mejía formularon las siguientes observaciones sobre la investigación en
las instituciones de educación superior dominicanas:

“Según pone de manifiesto la evaluación quinquenal 1994-98, un común


denominador de la casi totalidad de las IES es la carencia de personal de planta
fijo dedicado a la investigación, a excepción de algunas que cuentan, en el mejor
de los casos, con un director de investigaciones y una secretaria. La mayoría de las
investigaciones que realizan estas instituciones se lleva a cabo por personal externo,
contratado a término en los marcos de proyectos específicos en la modalidad de
consultorías. La evaluación quinquenal de las IES encontró que en el marco de
la política de investigación institucional, y exceptuando las investigaciones por
proyectos, no hay evidencia de que el personal docente de la mayoría de estos centros
esté integrado o participe en la ejecución de la política formal de investigación. Esto
significa, que las posibilidades de que los resultados de las escasas investigaciones
realizadas sirvan de base para la retroalimentación de la extensión y la docencia
son muy reducidas.”91

91
Silié, R., Cuello, C. & Mejía, M. (2005).

188
Cuando nos aproximamos a la actividad de investigación del lado de los resultados,
en lugar del lado de los insumos, el balance es igualmente enclenque. Un indicador
aceptable del nivel de actividad de investigación en un país, lo constituye el número
de publicaciones en revistas académicas de ciencia y tecnología según se registra
en algún índice bibliométrico aceptado.

Si tomamos como referencia el más prestigioso de esos índices bibliométricos, el


Science Citation Index, generado por el Institute for Scientific Information, ISI
(www.isinet.com),de naturaleza multidisciplinaria, que reúne aproximadamente
5 mil revistas de tecnología, medicina, ciencias de la vida y medio ambiente y
comparamos las publicaciones hechas por investigadores dominicanos con las de sus
pares en la región centroamericana, encontramos que nuestro país se encuentra por
debajo de Costa Rica y de Guatemala; en situación muy similar a la de El Salvador
y Nicaragua (cuando la comparación se hace tomando como base el Producto
Interno Bruto de cada país, en lugar del número de habitantes, nuestro país queda
claramente por debajo incluso de Nicaragua y sólo por encima de El Salvador).

Publicaciones en SCI por habitantes


cada 100.000 habitantes

Fuente: Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana-


(RICYT).

Publicaciones en SCI en relación al PIB


cada mil millones de US$

Fuente: Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana-


(RICYT).

189
Matrícula en ingenierías y tecnologías

No obstante la expansión de la educación superior medida según el número de


instituciones y el de programas o carreras ofrecidas, se observa que diez (10)
programas concentran consistentemente desde 1997 más del 70% de toda la
matrícula en las instituciones de educación superior que ofrecían programas de
grado. La contraparte de tal concentración en esos diez programas es la muy
escasa matriculación en programas de ciencias agropecuarias, ciencias básicas
y aplicadas, como se observa en la Tabla abajo presentada. Esto se muestra en
todo su dramatismo al considerar los datos recientes sobre nuevos ingresos en las
instituciones de educación superior, los cuales, para el año 2004, confirman las
tendencias evidenciadas por la matrícula actual en dichas instituciones.

En términos de distribución por entidades, cuatro instituciones concentran la


matrícula registrada para el año 2004 en ciencias básicas y aplicadas: la UASD con
3,228 estudiantes, IEESFA con 158, INTEC con 55 y UNEFA; dos instituciones (la
UASD, con 1,604 estudiantes y el ISA con 436) concentran el 76% de la matrícula
en ciencias agropecuarias, mientras otras doce se distribuyen el resto, siendo estas,
UTESA con 146, ITECO con 119, UCATECI con 83, UNPHU con 78, UAFAM
con 74, el IPL con 39, UTESUR con 37, UNEV con 34, UFHEC, con 23, UCEDP
con 18, UCEDP con 13 y UCE con 1.

Para interpretar mejor los datos precedentes, es conveniente compararlos con los
que ha compilado IESALC-UNESCO para la región. Mientras sólo un 0.3 del total
de estudiantes matriculados en el 2005 en las instituciones de educación superior
dominicanas estaban en programas correspondientes a las áreas de ciencias básicas
y aplicadas. La media para América Latina y el Caribe lo era en el 2002 de 9.2%,
en lo que concierne al área agrícola, mientras sólo un 0.8% de la matrícula total en
educación superior de República Dominicana en el 2005, estaba matriculada en
dicha área. La media para América Latina y el Caribe en el 2002 era de 2.3%.92

92
IESALC-UNESCO (2006).

190
Estudiantes por programa en los 10 programas con mayor matrícula

Programa 1997 2002 2004 2005


No. No. No. No.
% % % Estudiantes %
Estudiantes Estudiantes Estudiantes

Educación 20,786 (2) 11.8% 58,498 (1) 20.4% 39,171 (1) 17.3% 47,881 (1) 14.9%

Derecho 19,100(3) 10.8% 27,492 (2) 9.6% 25,865 (3) 11.4% 29,985 (3) 9.3%

Mercadeo 17,672 (5) 10.0% 25,139 (3) 8.8% 24,367(4) 10.8% 24,577 (6) 7.6%

Contabilidad 22,413 (1) 12.7% 21,748 (4) 7.6% 28,769 (2) 12.7% 34,815 (2) 10.8%

Informática 17,697 (4) 10.0% 19,443 (5) 6.8% 21,388 (7) 9.5% 25,706 (5) 8.0%

Administración 12,174 (6) 6.8% 18,873 (6) 6.6% 24,277 (5) 10.7% 26,854 (4) 8.3%

Medicina 10,596 (7) 6.0% 17,227 (7) 6.0% 21,983 (6) 9.7% 24,408 (7) 7.6%

Psicología ND 10,859 (8) 3.8% 14,828 (9) 6.6% 15,293(8) 4.7%

Ing. Industrial ND 10,042 (9) 3.5% 10,425 (10) 4.6% 11,484 (10) 3.6%

Ing. Civil ND 7,838 (10) 2.7% 14,943 (8) 6.6% 12,564 (9) 3.9%

TOTAL 120,438 217,159 226,016 263,567


 
Fuente: SEESCyT: Informe General sobre la Educación Superior en la República Dominicana
2002.
SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005.

Respecto de la matrícula en ingenierías y tecnologías, un examen de la matrícula


reportada por el conjunto de instituciones de educación superior para el 2004, arroja
que solo poco más de la mitad de la matrícula total en ingenierías y tecnologías
de 69,038 estudiantes se encuentra en programas de ingeniería y tecnología que
excluyen ingeniería de sistemas o informática (25,706 para un 41.3% del total en
ingeniería y tecnología) o arquitectura (8,431, para un 12%). Es decir, sólo 36,487 o
aproximadamente un 11.3% de la matrícula total en las instituciones de educación
superior para el 2005, se registra en programas de ingeniería y tecnología no
agropecuarios ni informáticos (el porcentaje asciende a 19.3% cuando incluimos
los programas en informática o sistemas).93 Si deducimos de esa cifra de 36,487 los

93
Ver SEESCyT (2006).

191
12,564 matriculados en ingeniería civil y los 1,077 matriculados en agrimensura,
nos quedan tan sólo 22,846, estudiantes en áreas no tradicionales de las ingenierías,
es decir, un 7% del total de la matrícula en educación superior para el 2005.

Estudiantes matriculados según área del conocimiento


y según institución, 2004:1

Programa 2002 2004


Total Total
Ciencias Básicas y Aplicadas * 5,667 3,561
Ingenierías y Tecnologías ** 53,195 70,473
Ciencias Agropecuarias *** 2,473 4,752
Ciencias de la Salud **** 28,307 36,188
Ciencias Filosóficas y Humanidades ***** 81,070 82,054
Ciencias Sociales ****** 104,627 113,108
No especificada 10,795 3,291
TOTAL 286,134 313,427

Fuente: SEESCyT Informe General sobre la Educación Superior en la República Dominicana


2002
SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005

Notas a los datos para el 2002:


* Incluye matriculados en programas de Ciencias Básicas y Matemáticas
** Incluye matriculados en programas de ingenierías, arquitectura, diseño, sistemas e
informática
*** Incluye matriculados en programas de ciencias agropecuarias y ambientales.
**** Incluye matriculados en programas de educación, psicología, artes y cultura, comunicación
y publicidad
***** Incluye matriculados en programas en negocios y ciencias jurídicas

192
Estudiantes de nuevo ingreso en educación superior por
área del conocimiento y según instituciones, 2004 - 1

Programa 2002 %
Ciencias Básicas y Aplicadas 186 0.3%
Ingenierías y Tecnologías 16,102 23.1%
Ciencias Agropecuarias 753 1.1%
Ciencias de la Salud 8,664 12.4%
Ciencias Filosóficas y Humanidades 15,650 22.4%
Ciencias Sociales 28,358 40.7%
TOTAL 69,713 100.0%

Fuente: SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005

Distribución de la matrícula por área de conocimiento


en América Latina y el Caribe

Fuente: IESALC – UNESCO (2006)

Para interpretar estos datos habría que referirse al lugar que los programas en
ingenierías y tecnologías han ocupado en la región. De acuerdo a Brunner94, y
colaboradores, el área de tecnologías contribuyó en un 28.2% a la expansión de la

94
Brunner, J.J. et. al. (2005).

193
matrícula en educación superior en Chile en los años 1983-2003. En dicho país,
según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación (http://compendio.educador.
cl/comp_matr_educ_sup.html) para el año 2004, los estudiantes matriculados en
programas de grado en las áreas tecnológicas (que excluyen las artes y arquitecturas
y las tecnologías agropecuarias) ascienden al 27.4% del total de la matrícula. De
acuerdo a datos compilados por IESALC-UNESCO, la matrícula para programas
de las áreas tecnológicas (ingeniería, industria y construcción) en Chile alcanzó, en
el 2002, el 31.4% de la matrícula total, mientras en Colombia representó el 29.2%,
en Trinidad-Tobago el 20.7%, en México el 18.6% y en Panamá el 18.1%, con una
media latinoamericana del 13.7%.95

En otras palabras, de excluir los estudiantes matriculados en áreas tradicionales


de las ingenierías (tales como ingeniería civil y agrimensura), comparamos
favorablemente a la media de la matrícula latinoamericana en áreas tecnológicas
gracias al alto número de matriculados en programas de informática o sistemas,
quedando de todas maneras bastante rezagados respecto de los líderes regionales
como Chile, Colombia y Trinidad-Tobago.
En otras palabras, de excluir los estudiantes matriculados en áreas tradicionales
de las ingenierías (tales como ingeniería civil y agrimensura), comparamos
favorablemente a la media de la matrícula latinoamericana en áreas tecnológicas
gracias al alto número de matriculados en programas de informática o sistemas,
quedando de todas maneras bastante rezagados respecto de los líderes regionales
como Chile, Colombia y Trinidad-Tobago.

Educación superior en un mundo nuevo


¿En qué medida la limitada matriculación en las áreas tecnológicas constituye un
problema? La pregunta es sumamente relevante, pues podría ser razonablemente
argumentado que el hecho refleja la simple adecuación de la oferta universitaria
a la demanda del mercado. Esta interpretación sería consistente, por ejemplo,
con la evaluación relativamente indulgente que las universidades reciben de sus
propios estudiantes (presentada en el capítulo siguiente) y de sus egresados (como
se mostró en un capítulo anterior). La combinación de esos dos elementos lleva
a pensar que, a pesar de sus limitaciones, el sistema podría haber sido exitoso en
tanto formador de los recursos humanos demandados por las empresas para las
circunstancias actuales, y que la necesidad de ir más allá no ha sido sentida ni por
ellas ni por sus estudiantes.

95
IESALC-UNESCO (2006).

194
La discusión hasta el momento, sin embargo, hace evidente que la dinámica
de competencia del nuevo paradigma tecnológico y productivo asociado a la
globalización de los mercados implicará demandas ampliadas del rol a ser jugado
por los centros académicos superiores, si estos deberán estar a la altura de las
nuevas circunstancias. En particular, toda la reflexión precedente ha dejado bien
establecida la necesidad imperiosa de una mayor contribución de las universidades
en cuanto a la función de generadoras de ideas y fuentes de innovación para el sector
productivo, aspectos en los cuales dichos centros han jugado un papel claramente
deficiente hasta el momento. Luego, una inquietud razonable es saber en qué
medida los oferentes de educación superior tendrán la flexibilidad necesaria para
reinventarse, y asumir un rol más comprensivo, ambicioso y demandante que el
desempeñado hasta ahora.

La necesidad de reinventarse por parte de las universidades es aún mayor si


se considera que, luego de cuatro décadas y media de rápido crecimiento de la
matrícula en las instituciones de educación superior, se podría estar entrando en
una etapa donde el dinamismo de la demanda por educación superior difícilmente
pueda mantener los niveles de dinamismo mostrados hasta ahora. Los siguientes
párrafos serán dedicados a justificar esa última afirmación.

En efecto, la demanda por matriculación en la República Dominicana exhibe en el


2005 una tasa bruta de cobertura en el sector terciario del orden de 25.8%, comparado
a una media regional de 29% (para el 2003), según IESALC-UNESCO. Si bien
ambas tasas, la dominicana y la regional, son bajas comparadas con los niveles de
los países desarrollados (los de la OCDE promedian un 51%)96, no es menos cierto
que nuestro país muestra una tasa cercana a la media regional y mayor a la de la
mayoría de los países en América Latina y el Caribe, incluyendo muchos de mayor
desarrollo económico y cultural. Es probable que esto se deba a la débil cobertura
de la educación vocacional y técnica no terciaria, estancada en menos de 37 mil
estudiantes desde 1998-99 según cifras oficiales, de modo que toda la presión de
salida de la educación media se dirige a la educación superior.97

96
Según el Banco Mundial, las tasas de escolarización en educación superior promedian 51% en
los países de la OCDE, en comparación con el 21% en los países de ingreso medio y un 6% en los
países de ingreso bajo, lo que confirma que el desarrollo de la educación superior se correlaciona
con el desarrollo económico. Banco Mundial (1994).
97
SEESCyT (2003).

195
Matrícula de educación superior en República Dominicana
y cobertura bruta del sistema, 2002 - 2005

    Matrícula   Población   Cobertura


Año IES Total Crec (%) Total 18-24 Bruta (%)
2002 39 286,134   8,562,541 1,112,118 25.7
2003 38 198,092 1.04179161 8,819,000 1,199,961 24.8
2004 38 313,427 1.05109161 8,960,000 1,227,642 25.5
2005 39 322,311 1.02875317 9,100,000 1,247,708 25.8

Fuente: SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005

Fuente: IESALC – UNESCO (2006)

196
Tasas Brutas de Matriculación (Matrícula/Población 20-24) Año 2003

Fuente: IESALC-UNESCO

Nota: Mientras IESALC-UNESCO emplea el rango de 20-24 años de edad para el cálculo de la tasa
bruta de cobertura en educación superior, la SEESCyT emplea el rango de 18-24, lo que da cuenta
de la diferencia en sus estimaciones.

No obstante la comparativamente alta tasa bruta de escolaridad en el nivel terciario


en nuestro país, es conveniente examinar el ritmo de crecimiento de la educación
media para estimar el grado en que en el mediano plazo continuará creciendo la
demanda efectiva por estudios de grado. Según cifras oficiales, la matrícula en
la educación media ha crecido en los últimos seis años a un ritmo promedio de

197
alrededor del 7%, llegando en el año 2002-2003 a la cifra de 444,035 matriculados,
de los cuales los estudiantes en edades de 14 a 17 años sólo representan el 52%
(225 mil para el año 2003-2004) del total de matriculados en este nivel.

La tasa de promoción de nuestra educación media es muy baja98: sólo el 53% de los
estudiantes matriculados en primer año de secundaria llega al cuarto. Así, menos de
un 25% del total de estudiantes matriculados en este nivel llega a presentarse a las
Pruebas Nacionales del último (4to.) año. De éstos, menos de un 71% en promedio
para los años 1996-97 a 2004-2005, termina aprobando dichas pruebas (aunque
el promedio para los últimos 4 años, de 74%, arroja una mejoría). Asumiendo de
manera poco realista que todos los estudiantes que aprueben las Pruebas Nacionales,
efectivamente se incorporen a las instituciones de educación superior, la proyección
para los próximos 5 años (2006 – 2010)99 arrojaría un promedio anual de poco más de
105 mil estudiantes demandando cupos que, distribuidos entre las 42 universidades
actualmente aprobadas significaría un promedio de 2,505 nuevos demandantes por
universidad.100

A pesar de sus claras limitaciones, este ejercicio numérico sugiere que es poco
probable que, salvo una inesperada aceleración del ritmo de crecimiento de la
cobertura de nuestra educación media, la demanda por cupos universitarios continúe
creciendo en nuestro país a un ritmo mayor que el de la región el cual, según las
estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, ronda el 3% anual.101
Así, lo razonable es suponer que dicha demanda será moderada en comparación con
la experimentada en las décadas de expansión correspondientes al periodo 1960-
2005, especialmente si se toman en cuenta los efectos pauperizantes de la crisis de
los años 2003-2004 para la mayoría de la población dominicana.

98
SEESCyT. Op. cit.
99
Asumiendo un crecimiento de los egresados de educación media (que aprueben las Pruebas Na-
cionales) del orden del 6% anual.
100
Esta suma no incorpora, por supuesto, los estudiantes que procuren una segunda carrera en el
nivel de grado ni los egresados de la educación media que se incorporen, tardíamente, a la educación
superior. Los resultados en el texto concuerdan con los cálculos del Departamento de Estadísticas
de la Dirección de Planificación Sectorial de la SEESCyT, respecto de la cobertura bruta en edu-
cación superior, medida por la relación porcentual entre la matrícula total y la población de edades
comprendidas entre 18 y 24 años, la cual encuentran que se mantiene invariable desde el 2002,
prácticamente estabilizada a un nivel promedio de 25.4%.
101
BID (2000). Según datos de la SEESCyT, el crecimiento promedio anual de la matrícula en edu-
cación superior en el período 1994-2002 se mantuvo alrededor del 13%. Ver SEESCyT: Informe
General

198
Más importante aún es la suposición plausible de que las instituciones de educación
superior que pretendan atraer al reducido número de estudiantes con alto potencial
para estudios universitarios de altos estándares, tendrán que competir muy
duramente por ellos. En consecuencia, parte de la ecuación a la cual se enfrentarán
las instituciones de estudios superiores en el futuro es la de aumentar la calidad
y los bajo ingresos de matriculación, probablemente inelásticos. Para ello, las
instituciones requerirán contar con recursos humanos de superior calidad y formas
de financiamiento cada vez más creativas. Las secciones que siguen presentan una
apreciación de las condiciones con las cuales se cuenta sobre el particular en dos
aspectos claves: los profesionales docentes y los recursos financieros. Estos son
analizados a continuación.

La profesión académica: ¿soporte del proceso de


transformación?

La oferta de programas de las instituciones de educación superior dominicanas se ha


desplegado sobre la base de un cuestionable desarrollo de la profesión académica. En
efecto, datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia
y Tecnología (SEESCyT) indican que para agosto del 2002, las instituciones de
educación superior dominicanas reportaban un total de 11,111 docentes, mientras
que para 1998 se registraban 7,500. De acuerdo a estas cifras, se ha constatado un
aumento aritmético de 2,915 profesores, lo cual arroja una incorporación promedio
anual de 903 ingresos a la docencia universitaria. Esto representa unos 75 nuevos
profesores cada mes. 102

Adicionalmente, mientras la matrícula total en las instituciones de educación


superior continúa aumentando, en los últimos años el número de profesores parece
permanecer estático, con lo que hemos pasado de una proporción de 1 profesor por
cada 25.8 estudiantes en el 2002, a uno por cada 28.6 en el 2005.

Hay que tener muy en cuenta al considerar estas cifras, como bien se observa en el
citado informe de la SEESCyT, que es muy probable que el aumento en el número de
profesores sea en realidad menor al que registran las estadísticas, dada la conocida
– aunque no cuantificada – pertenencia de los docentes a nivel universitario a
múltiples instituciones de educación superior.103 Entonces, lo anterior implica que, a

102
SEESCyT (2004b).
103
Resultados de una investigación realizada para una institución de educación superior arrojaron
que aproximadamente un 19% de sus profesores impartían docencia simultáneamente en otras in-
stituciones de educación superior y, de éstos, una tercera parte lo hacía por lo menos en otras dos,
además de la institución focal de la investigación.

199
menos que existan modelos educativos y diseños curriculares sólidos y firmemente
establecidos, con políticas, programas y prácticas de intensa socialización de los
profesores, incluyendo programas de desarrollo y mejoramiento docente, esos
profesores tenderán a diseminar los mismos esquemas por todo el sistema de
educación superior, sin generar diferenciaciones que lo enriquezcan.

Según reportan las instituciones de educación superior, los profesores contratados


a tiempo completo son alrededor de 842, representando sólo 7.4% del total de
docentes en el 2006. Si consideramos el total de profesores contratados a tiempo
completo y medio tiempo, el número asciende a 1534, es decir, un 13.4% del
total de profesores. Por lo tanto, estas cifras revelan la debilidad de la profesión
académica en nuestro país y las dificultades para cualquier institución de generar
un cuerpo docente comprometido con una determinada filosofía, un estilo propio
y un quehacer institucional diferenciado.

Más aún, se hace inevitable levantar un severo cuestionamiento a las posibilidades


reales de las instituciones de educación superior en su conjunto, para ofrecer una
educación de calidad sobre la base de cuerpos profesorales de tan precaria dedicación
a la profesión docente –para no hablar de la académica – tan frágil compromiso
institucional, tan limitada formación académica y tan reciente incorporación, en
muchos casos, a la actividad docente.

Al examinar los profesores con estudios avanzados en el 2005, se observa que


del total de profesores, alrededor de 24.7% cuenta con un grado de maestría y
escasamente un 1.39%, con grado de doctor. Dos instituciones, PUCMM e INTEC,
concentran el 50% de los profesores con grado de doctor, exceptuando la UASD para
la cual no hay cifras reportadas en las estadísticas compiladas para el 2005104.

104
No obstante, para el 2003, la UASD reportaba 44 doctores de un total de 2,481, representando
aquellos sólo un 1.7∞ del total de su plantilla profesional.

200
201
Es interesante notar que en la educación superior dominicana se habla
mayoritariamente de “docentes”, es decir, profesionales vinculados a las instituciones
exclusivamente por la actividad docente, a lo que se reduce la condición profesoral,
con asignaciones y retribución por horas-clase impartidas, con tarifas de retribución
por horas relativamente bajas.105 Una reducida minoría mantiene vinculaciones de
medio tiempo o de tiempo completo, un 13.5% del total de profesores reportados
en 2005 –con un 76% de los profesores a tiempo completo concentrados en 4
instituciones y un 92.3% en 7 instituciones-, pero no queda en claro el régimen de
horas docentes que se les asigna en proporción a las horas disponibles para estudio
e investigación, entre otras actividades, ni las facilidades institucionales para el
desarrollo de tales actividades.

Esta combinación de profesores mayoritariamente con una dedicación por horas/


docentes y sin estudios avanzados arroja serias dudas sobre la capacidad de las
instituciones de educación superior dominicanas para desplegar exitosamente
actividades sostenidas en los ámbitos de investigación, extensión y prestación de
servicios.

Las restricciones del financiamiento

Dejando de lado las instituciones públicas de educación superior, especialmente


la UASD, por cuanto merecerían un análisis especial que desborda los propósitos
del presente capítulo, es necesario examinar las alternativas de financiamiento
disponibles en las instituciones privadas de educación superior dominicanas.

Como muestra Gámez (2003), los aportes públicos a las instituciones de educación
superior privadas revelan una tendencia a la disminución, al pasar de una proporción
de 26.7% en 1990 a apenas un 6.2% en el año 2002.106 A la vez, según estimaciones
de IESALC-UNESCO, para el periodo 1990-2003, la inversión pública en educación
superior ha oscilado entre 0.1% y menos del 0.6% del PIB.

En términos de financiamiento interno, la única ventanilla importante disponible


para las instituciones de educación superior dominicanas ha sido la que ha
ofrecido la Fundación APEC de Crédito Educativo, la cual otorgó préstamos a 15

105
Vargas reporta las tarifas de pago por horas de docentes en el nivel de postgrado en las insti-
tuciones de educación superior dominicanas en el 2004. Un examen de dichas tarifas nos permite
asumir que un profesor con maestría, que perciba el pago modal de RD$500.00 por hora, con una
carga docente de 20 horas por semana, percibiría ingresos mensuales de RD$40,000.00. Un pro-
106
SEESCyT (2004b).

202
instituciones por un monto de US$ 16.3 millones durante el período 1990-2002.107
El financiamiento externo de sus actividades es prácticamente inexistente108, salvo
el utilizado ocasionalmente para proyectos de desarrollo institucional con fondos
de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
y el Banco Mundial (BM), o el obtenido puntualmente de esos organismos y de la
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) o de la
Unión Europea, vía préstamos o cooperaciones no reembolsables, para proyectos
específicos no docentes. Por último, en ausencia de flujos de aportes directos del
sector privado, las principales y casi únicas fuentes de ingresos con que cuentan las
instituciones de educación superior son los derechos de matriculación o aranceles
que cobran a sus estudiantes.

107
Gámez, Op. cit., Pág. 33
108
Según indica Gámez (2003), el único programa con fondos externos que puede ubicarse dentro de
la actividad primaria de estas instituciones es el Programa Regional Caribeño a Nivel Universitario
por 21.0 millones de euros que es ejecutado por la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU),
la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y la Universidad Católica Madre y Maestra (PU-
CMM) con fondos de la Unión Europea. Ver Gámez, Op. cit., Pág.23.

203
Indiscutiblemente, este esquema de financiamiento ha gravitado en contra de las
posibilidades de elevar la calidad docente e institucional de las instituciones de
educación superior, y ha impuesto, además, severas limitaciones al desarrollo de
actividades en otros ámbitos y funciones propias de la educación superior, como
son las de investigación y la extensión. Lamentablemente, los escenarios previsibles
a mediano e incluso a largo plazo, no auguran una variación significativa en los
patrones de inversión pública en educación superior ni en la disponibilidad de
fuentes externas de fondos para sus actividades regulares en los ámbitos de la
docencia o la investigación.

Por el contrario, lo previsible es que el Estado dominicano continúe enfrentando


condiciones fiscales que limiten sus posibilidades de aumentar significativamente
sus aportes a la educación superior, por cuanto es de esperar que cualesquiera
disponibilidades sean aplicadas prioritariamente a la educación básica y media,
en primer lugar, o a la educación vocacional y técnica en segundo lugar, dadas las
orientaciones ideológicas y técnicas predominantes internacionalmente en materia
de políticas públicas y, consecuentemente, los compromisos con los Objetivos
del Milenio asumidos por los gobiernos. Lo mismo puede afirmarse respecto de
los organismos multilaterales de financiamiento y las agencias de cooperación
internacional de los países desarrollados.

Existen, sí, posibilidades de financiamiento a iniciativas que de un modo muy


general podemos denominar como de extensión y servicio, incluyendo educación
continua y capacitación, así como en la investigación por contrato, en este último
caso, principalmente el tipo que se ha denominado “modo de producción 2” 109 o
también referido como “investigación orientada a problemas”.

Agencias de cooperación internacional, organismos multilaterales de financiamiento


–directamente o por vía de los gobiernos – y fundaciones privadas, han mostrado
su inclinación a financiar programas, proyectos y actividades específicas de las
instituciones de educación superior en beneficio de la sociedad o de segmentos
o sectores específicos. En este caso se trataría de proyectos tales como los de
fortalecimiento institucional, desarrollo de valores y prácticas democráticas,
promoción de la participación social, capacitación de maestros y otros prestadores
de servicios públicos, observatorios de políticas gubernamentales –especialmente
de políticas sociales – desarrollo de las pequeñas y micro empresas, entre otros,
incluyendo servicios de gestión de la investigación (research management
services).
109
Ver Gibbons et al. (1994) y Brunner et al.
(2205)

204
De manera similar, estas instancias, así como los gobiernos nacionales, han mostrado
proclividad a contratar investigaciones del tipo “investigación y desarrollo”, pero
aún más otros estudios, como los de línea base, los estudios de factibilidad, de
impacto, de auditoría y otras actividades tales como proyectos de perspectivas,
antenas tecnológicas y horizon scanning.

El aprovechamiento de estas posibilidades de financiamiento presenta retos


importantes a nuestras instituciones de educación superior, no sólo en términos de
reunir los recursos humanos capaces y competitivos para asumir tales proyectos,
sino en el de cambiar las concepciones imperantes sobre la naturaleza de la
actividad universitaria (la investigación, por ejemplo) y, todavía más, los criterios
dominantes de diseño y funcionamiento organizacional basados en disciplinas,
departamentos y facultades, en el caso de actividades de naturaleza pluri, multi y
trans-disciplinar. Por otra parte, la competitividad de las instituciones de educación
superior en estos ámbitos demanda modelos emprendedores que requieren poner en
cuestionamiento los modelos burocráticos de dirección y de gestión centralizados,
lentos y conservadores y sus esquemas de compensación e incentivos que favorezcan
el credencialismo, la productividad y la capacidad de emprendimiento.110

¿Educación superior sólo para los pudientes?

Un problema ligado al de las alternativas de financiamiento es el de la equidad y


el acceso a la educación superior de quienes, teniendo talento y formación previa
para ello, no pueden pagar. A este respecto, ni el Estado ni la sociedad dominicana,
incluyendo a las propias instituciones de educación superior, han logrado generar
políticas y programas de financiamiento que promuevan la equidad en el acceso a la
educación superior, salvo la opción que representa la UASD al mantener aranceles
notablemente bajos. Salvo la opción de la UASD, prácticamente la única alternativa
de financiamiento disponible para las familias y los estudiantes que lo procuren es
la del crédito educativo privado canalizado a través de FUNDAPEC. Sin embargo,
como reporta Gámez (2003), entre 1991 y 2002 FUNDAPEC otorgó tan sólo 7,623
préstamos por un monto de 21,847.3 miles de dólares.

Lo que está en juego aquí es la posible reproducción ampliada de las desigualdades


sociales que son ya tan pronunciadas en América Latina; investigaciones que han
empleado el “índice de Gini” para medir la desigualdad en la distribución del
ingreso y el consumo han evidenciado que, desde la década de los setenta hasta la
de los noventa, la desigualdad en América Latina y el Caribe fue superior en 10

110
Ver al respecto a Clark (1998).

205
puntos respecto de Asia; en 17,5 puntos respecto de los 30 países de la OCDE y en
20,4 puntos respecto de Europa oriental. 111 De esta manera, América Latina y el
Caribe se consideran la región de mayor inequidad en su estructura social, salvo la
de África al sur del Sahara, con un índice de Gini promedio de 53.

Es en este contexto que debemos apreciar observaciones como la formulada por
Rodríguez Orostegui, al advertir que:

“El hecho de que sean las familiar las que financian la educación privada
tiende a producir a futuro las propias inequidades de la sociedad: las familias
con mayores recursos tienden a enviar a sus hijos a buenas instituciones de
educación superior privadas que tienen mayores costos de matriculación,
en tanto que las familias localizadas en los niveles de menores ingresos en
los casos que acceden a la educación superior lo hacen en instituciones de
menores costos y calidad.”112

Educación Continua ante nuevos proveedores

Desde fines de la década de los 70, la mayoría de las instituciones de educación


superior dominicanas han ido incorporando a sus ámbitos regulares de actividad
el de la educación continua o permanente dirigida a profesionales. Tras haber
iniciado con los cursos cortos, en la década de los 90 irrumpieron los denominados
“diplomados”, de manera que unos y otros se ofrecen abundantemente, con muy
diversos diseños, arreglos, propósitos y poblaciones objetivo, así como variadísimos
niveles de exigencia y calidad. No hay estadísticas disponibles sobre el volumen de
esta actividad, sea en términos de eventos realizados, sea en términos de número de
participantes. De la observación cotidiana de los anuncios de cursos y diplomados
en la prensa y de los numerosos grupos participantes en ellos, se puede inferir que
el volumen es considerable.

La segunda mitad de la década de los 90 se caracterizó también por el fortalecimiento


de otro actor importante en el mercado de la educación superior. Si bien presentes
desde mucho tiempo atrás, en este período surgen y se consolidan nuevos proveedores
de educación continua privados, independientes de las instituciones de educación
superior (o vinculados a instituciones extranjeras), que llegan a ganar una posición
más ventajosa que las propias universidades. El Informe de la Encuesta Nacional
de Demanda de Capacitación, ENDECA, de 2003, presenta un dato relevante: al

111
de Feranti et al (2003).
112
Rodríguez Oróstegui (2005).

206
solicitársele a las empresas que identificaran entidades de capacitación merecedoras
de su mejor opinión, dos proveedores no universitarios, Integral Training Solutions,
INTRAS, y Centro Gerencial Meta, recibieron más menciones que PUCMM, INTEC
e ITECO, las tres instituciones de educación superior más mencionadas.113

Si bien la encuesta no menciona la Escuela de Alta Dirección Barna, que ya


para la fecha operaba en el país con el respaldo de la Escuela de Alta Dirección
y Administración (EADA) de la Universidad de Barcelona, en la actualidad más
de una corporación ha decidido confiarle a ésta casi la totalidad de los cursos de
capacitación y desarrollo que ofrece a sus empleados. Recientemente Barna ha
recibido la condición de instituto especializado de educación superior. Estos hechos
constituyen indicadores de que los empleadores pueden no estar satisfechos con
la oferta de educación continua servida por las instituciones locales de educación
superior.

Existen otras señales de que las instituciones locales de educación superior no están
llenando del todo las expectativas de los empleadores dominicanos en materia
de educación continua. En los primeros años de la presente década, un grupo de
empresarios promovió sin éxito la instalación en el país de un centro del Instituto
Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE. Se conoce la versión
de que el resultado obedeció más a la falta de interés del propio INCAE que a los
esfuerzos de los empresarios dominicanos. Otro dato importante lo constituye el
uso de proveedores extranjeros de educación a distancia, vía Internet, por parte de
algunas corporaciones locales líderes en la educación continua de su personal.

Todo lo anterior debe razonablemente llevar a entender que, aunque nuestras


instituciones de educación superior seguirán ofreciendo numerosos cursos y
diplomados en el ámbito de la educación continua, es posible que lo hagan con un
posicionamiento de menor lustre y fuste que el de otros proveedores independientes
(de esas instituciones locales), salvo que relancen sus ofertas de manera competitiva
respecto de nuevos actores (proveedores) en el mercado.

Una mirada al nivel de postgrado


La década del 90 en toda América Latina y el Caribe ha sido de rápida expansión para
la educación a nivel post-graduado, alcanzándose en el 2000 poco más de medio
millón de estudiantes en dicho nivel, es decir, la misma cantidad de estudiantes de
pregrado que se tenía en 1960. Esto implica una tasa de aumento de la matrícula

113
Varias instituciones. Encuesta Nacional de Demanda de Capacitación. Santo Domingo, 2003.

207
del nivel de postgrado del 31% interanual entre 1994 y el 2000.114 A juicio de Rama
(2006) esta “caótica” expansión obedece a un conjunto de factores:

“Ha sido la competencia en los mercados laborales, la presión por una mayor
especialización al interior de las profesiones, la caída del nivel relativo de
la calidad de la educación superior por la masificación del pregrado, la
reproducción de las élites a través de la especialización profesional, los
nuevos requerimientos de capacitación de los docentes ante la masificación
de la educación, la obsolescencia de los saberes y las nuevas demandas
sociales, los que han coadyuvado a ese incremento de los años de estudios
y la expansión de estudios de postgrado.”115

Matrícula de postgrado en 12 países de América Latina

Similar a lo ocurrido a nivel regional, una gran parte de las instituciones de educación
superior en el país ha incursionado de manera creciente en la oferta de programas de
postgrado. En efecto, exceptuando iniciativas episódicas de algunas instituciones de
educación superior116, el nivel de postgrado ha sido asumido efectivamente tras el
surgimiento del INTEC, que en 1972 dio inicio a sus actividades con una oferta de
cinco (5) programas, incluyendo dos (2) de maestría. En el año 2003, veintidós (22)

114
Véase al respecto a Rama (2006).
115
Ibid., Pág. 46.
116
Iniciativas tales como la Maestría en Administración Pública de la PUCMM, en 1967 y la
Maestría en Ciencias Políticas realizada por la UNPHU en 1978.

208
instituciones de educación superior ofrecían por lo menos un programa en el nivel
de postgrado,117 mientras que en el 2003 lo hacían diecinueve (19) instituciones.118
En el 2003, cinco concentraban el 77% de la matrícula total de 9,203 estudiantes
en el nivel119, en tanto que para el 2005 lo fue el 88% de la matrícula total de 7,945
estudiantes. Esas cinco universidades, en ambos casos, fueron la UASD, PUCMM,
INTEC, UCSD y UNAPEC.

Matrícula de postgrado en República Dominicana 1994 - 2005

Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006).


Nota: Es evidente un subregistro en el año 2004, en el que no hay reporte
de la UASD así como de otras universidades privadas.

En el 2003 el 48% de la matrícula total de postgrado estaba registrado en programas


de especialización, mientras el 52% lo estaba en programas de maestría; para el
2004 un 40.5% de la matrícula total de postgrado estaba registrado en programas
de especialización, y el 59.5% lo estaba en programas de maestría. Esto indica un
desplazamiento hacia este último nivel, puesto que, históricamente (para el período
1990-2003), los egresados del nivel de postgrado se concentraron más - un 64 %-
en los programas de especialidad.

117
Ver SEESCyT (2004b).
118
SEESCyT (2006).
119
En orden descendente, según matrícula total en el nivel, la UASD, la PUCMM, la UCSD, el
INTEC y UNAPEC.

209
Matrícula de postgrado en República Dominicana
2002 – 2004 - 2005

Nivel 2002 2004 2005


Absoluto % Absoluto % Absoluto %
NE 3291 1.1% 168 0.1%
Técnico 6936 2.4% 13794 4.4% 12273 3.8%
Grado 270195 94.4% 291551 93.0% 301925 93.7%
Postgrado 9003 3.1% 4791 1.5% 7945 2.5%
TOTAL 286134 100.0% 313427 100.0% 322311 100.0%

Fuente: Vargas, D. Informe sobre el nivel de Postgrado en R.D.


IESALC-SEESCyT.2004.
SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior,
Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006).
Nota: Es evidente un subregistro en el año 204, en el que no hay reporte de la UASD
así como de otras universidades privadas.

Por otra parte, en el 2003 el 74% de la matrícula en el nivel se concentró en


programas sobre las áreas de negocios, educación y salud, mientras en el 2004 lo
hacía el 72%. Cuando analizamos esa concentración sobre la base del número de
egresados del nivel, que para los años 1990-2003 ascendieron a 18,441, encontramos
que en las tres áreas antes señaladas (negocios, educación y salud) se acumuló un
77% del total y que, si les agregamos los egresados en programas en derecho y en
psicología, la concentración aumenta a un 95% del total de egresados. Este patrón,
como el observado en el caso de los programas de grado, habla de un crecimiento
igualmente dependiente de la demanda estudiantil con concentración en campos
de bajo costo.

En programas que pudieran considerarse de las ciencias sociales, se encontraba


en el 2003 un 8% y en el 2004 un 4%, mientras que en programas sobre las áreas
de las humanidades se encontraba en el 2003 sólo un 2.4% y en el 2004 un 6.2%.
En las ciencias puras y/o básicas, no más de un 2% en el 2003 y en el 2004 un
1.7%. En ingenierías, en el 2003 un 2.9% y en el 2004 un 5.1% (incluyendo, en
ambos años, arquitectura y excluyendo arquitectura, en el 2004, los estudiantes de
postgrado en ingenierías representaron sólo el 4.5%).

210
Distribución de la matrícula de postgrado por áreas de estudio
en República Dominicana 2003 – 2004, en porcentajes

AREA 2003 2004


Negocios 34.0 43.5
Salud 19.0 16.4
Educación 21.3 12.0
Derecho 8.1 7.7
Ciencias Sociales 4.2 3.9
Ingenierías 3.0 4.0
Lenguas/Lingüística 1.5 1.8
Medioambiente 2.0 1.9
Matemáticas & Estadísticas 2.1 2.1

Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006).

El resumen, de los datos presentados en la tabla anterior, nos deja ver que la matrícula
en el nivel de postgrado comporta una configuración similar a la registrada en el
nivel de grado, con un claro predominio de los estudios en las áreas de negocios,
salud, educación y derecho, una débil participación de las ingenierías y ciencias
sociales, así como una exigua presencia de las ciencias básicas y aplicadas.

Es plausible, asumir que la demanda por programas en este nivel tenderá a aumentar
en los próximos años en la medida en que lo requieran los egresados del nivel de
grado, así como los empleadores, e igualmente en la medida en que las instituciones
de educación superior se esfuercen por aumentar la matrícula de estudiantes en este
nivel, ya en los mismos programas ofrecidos hasta ahora, ya en nuevos programas,
debido a la mayor rentabilidad de los mismos.120

Pero, como hemos visto, no hay ninguna indicación de que la configuración de la


matrícula por áreas de estudio tienda a cambiar, con el resultante déficit de recursos
humanos formados a nivel avanzado en las ingenierías y, sobre todo, en las ciencias
básicas y aplicadas. En todo caso, la matrícula en el nivel de postgrado para el
país ronda el orden del 3% de la matrícula total en el nivel terciario, próxima a
la tasa regional de aproximadamente 4% (unos 600 mil estudiantes) en América
Latina.121
120
Respecto de la mayor rentabilidad de los estudios de postgrado en comparación con los estu-
dios de grado, véanse las informaciones ofrecidas por SEESCyT (2004b).

211
Más allá de los aspectos cuantitativos, hay que observar que este nivel se desarrollará
no sólo con maestros que enseñen en el nivel de maestría122 sino, además, en una
encapsulada reproducción endógena, con maestros de programas locales de maestría
–sin exposición en la arena internacional– formando a los futuros egresados de
programas de postgrado.123

Por otra parte, queda por examinar la medida en la cual estos programas se
desarrollan efectivamente a otro nivel superior, cualitativamente al de grado. El
cuestionamiento es legítimo, aún en ausencia de estudios específicos, dada la
muy débil tradición de investigación de cualquier orden en las instituciones de
educación superior dominicanas y la escasa probabilidad de que entre los poco más
de 1,000 profesores en el nivel de postgrado una cantidad considerable tenga amplia
experiencia en consultoría y en prestación de servicios complejos no repetitivos,
sobre cuya base pueda enriquecer la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes
en programas de postgrado.

Es preciso hacer notar que en el Informe General sobre la Educación Superior ya


citado, se reportan tan sólo 216 profesores con nivel de doctorado, haciéndose la
observación de que en la SEESCyT se encuentran registrados apenas 140 doctores,
atribuyéndose plausiblemente la diferencia al hecho de que muchos de esos doctores
son contabilizados más de una vez, al impartir docencia en más de una institución de
educación superior. SEESCyT (2004b) reporta sólo 135 profesores con doctorado,
de un total de 1,167 profesores en el nivel de postgrado, para un exiguo 11%.
Adicionalmente, Vargas reporta que para los años 1997/1998 se contaba con 450
profesores en el nivel de postgrado, lo cual implica un crecimiento del número de
profesores en ese nivel del orden de 159% en cinco años, es decir, unos 143 por
año o casi 12 por mes.

En este sentido, el desarrollo del nivel de postgrado en la educación superior


dominicana comparte las debilidades observadas para dicho nivel en toda la región
de América Latina y el Caribe, al decir de Rama (2006), quien apunta que:

122
En el Informe General sobre la Educación Superior ya citado, se reportan tan sólo 216 profesores
con nivel de doctorado, haciéndose la observación de que en la SEESCYT se encuentran registra-
dos apenas 140 doctores y atribuyéndose, plausiblemente, la diferencia al hecho de que muchos de
esos doctores son contabilizados más de una vez al impartir docencia en más de una institución de
educación superior. SEESCYT (2004b) reporta sólo 135 profesores con doctorado, de un total de
1,167 profesores en el nivel de postgrado, para un exiguo 11%.
123
SEESCYT (2004b) reporta que para los años 1997/1998 se contaba con 450 profesores en el
nivel de postgrado, lo cual implica un crecimiento del número de profesores en ese nivel del orden
de 159% en cinco años, es decir, unos 143 por año o casi 12 por mes.

212
“Una de las características de los postgrados en la región y especialmente los
del sector privado es su baja relación con la investigación. (…) Ello obedece
a diversas determinantes: por un lado la orientación profesionalizante de los
postgrados hacia las demandas del mercado, y por el otro la propensión de
las sociedades hacia una alta dependencia de las importaciones de bienes
de capital y procesos tecnológicos.”124

De hecho, la gran mayoría de los programas de maestría son de naturaleza


profesionalizante y excluyen, no sólo la presentación de una tesis o investigación
como requisito de grado, sino también la de una intervención o proyecto aplicado,
sistemáticamente implementado y documentado, que sea presentado a consideración
o examen crítico. A todo lo anterior debe sumarse el hecho de que la participación de
los estudiantes en estos programas de postgrado se realiza en condición de tiempo
parcial, puesto que en su enorme mayoría son empleados a tiempo completo.

Internacionalización vía enclaves transnacionales

En la segunda mitad de la década del 90 y especialmente los primeros años del


nuevo siglo las instituciones de educación superior se han abierto a los tiempos
de la transnacionalización bajo el esquema de enlaces con entidades extranjeras.
Como se documenta en el estudio de Camarena (2004)125, desde 1997 se ofrecen
en el país programas de universidades extranjeras en los distintos subniveles del
nivel de postgrado. Camarena identificó 45 programas ofrecidos por universidades
extranjeras (de España, Estados Unidos, Cuba, Francia y otros países) en alianza o
convenios con 14 de nuestras universidades.

Es de notar que estos programas se ofrecen en las mismas áreas que son dominantes
en la oferta nacional de programas de grado; se concentran así, en negocios,
educación, psicología, derecho y economía. Estos programas se ofrecen, en su
mayoría, de manera presencial (Camarena reporta que sólo tres programas se
ofrecían en la modalidad a distancia al momento de su estudio), con los docentes
de la universidad extranjera viajando al país para los cursos previstos. De manera
similar, predomina la titulación por parte de la universidad extranjera.

Esta forma de vinculación de universidades extranjeras con universidades locales,


constituye en gran parte una transnacionalización de las primeras, que ofrecen sus
programas sirviéndose de los apoyos administrativos y logísticos brindados por las
segundas. De esa manera, la vinculación que se establece se asemeja a la denominada

124
Rama (2006) , p. 47-48.
125
Camarena (2004).

213
“economía de enclave” por cuanto sus relaciones con el resto de la actividad de
la institución anfitriona son muy reducidas.126 El mayor peligro radica en que de
mantenerse un esquema de enclave, se termine por no desarrollar efectivamente
las capacidades locales que demandan las actuales circunstancias.

Calidad e importancia de la acreditación nacional e internacional


En el plano internacional, distintos estudiosos constatan una creciente presión
por la rendición de cuentas de parte de las instituciones de educación superior,
principalmente por la calidad de actividades y productos, que se traduce, entre
otras vertientes, en requerir y conferir importancia a la acreditación de instituciones
y programas como medio de reconocer su calidad.127 En efecto, en una relación
entre proveedores (las instituciones de educación superior) y beneficiarios (los
estudiantes, sus familias, sus patrocinadores –si los hay- y los empleadores, entre
otros); en la que existen importantes asimetrías de información que hacen difícil a los
segundos determinar el valor preciso y comparativo que obtienen de un proveedor
determinado, la existencia de medios y agentes calificadores cumple un papel de
reducción de la incertidumbre.

En este sentido, en Estados Unidos son muy populares los “rankings” de instituciones
de educación superior establecidos por importantes publicaciones educativas, de
negocios o de otros tipos. Más allá de estos procedimientos, muy discutidos y
discutibles, por demás, existe la tradición de acreditación tanto de instituciones
como de programas específicos. Por vía de la acreditación se otorga un sello de
calidad que sirve, entre otras cosas, como una indicación al público en general
de que la institución tiene condiciones para ofrecer calidad y, más aún, que sigue
mecanismos de aseguramiento de la calidad, asumiéndose que sobre esta base le
es posible el logro efectivo de sus propósitos institucionales y, en el orden más
estrictamente educativo, los propósitos de formación de sus estudiantes.

En República Dominicana el surgimiento de la Asociación Dominicana de
Autoestudio y Acreditación (ADAAC), única agencia de acreditación de
instituciones de educación superior en el país, ha sido fruto de la preocupación de
las propias instituciones por incorporar dicha tradición a este campo institucional.
El esfuerzo ha tomado más de dos décadas para cristalizar. Con la certificación
del INTEC, en noviembre de 2005, la ADAAC entrega su primer “producto” a la
sociedad dominicana.
126
En ese sentido, la transnacionalización obedece fundamentalmente a la lógica de mercado operante
en las realidades del país de origen de la universidad que se transnacionaliza, la cual aumenta sus
ingresos y mejora su reputación en la medida en que exhibe más programas “abroad”. Al respecto,
ver Scott (2002).
127
Brunner et al., Op. cit. Levy et al., Op. cit.

214
Sin restar importancia alguna a este avance, cabe hacer notar que mientras la ADAAC
fue fundada en 1987, muchos años antes que sus contrapartes en otros países del
continente, tales como el Consejo Nacional de Acreditación de Colombia (1992), la
Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Argentina (1995),
la Comisión Nacional de Acreditación de Chile (1999) y el Sistema Universitario
de Acreditación de Cuba (en 1999), estas otras acreditadoras se han adelantado en
el despliegue de sus labores. Como indicara el propio Presidente de ADAAC en
su discurso en el acto de entrega de la certificación como institución acreditada al
INTEC, “actualmente en Colombia han alcanzado a acreditar 10 universidades de
un total de 112 instituciones académicas de educación superior; y en Chile 20, 18
universidades y 2 institutos profesionales de unas 60 universidades, 51 institutos
profesionales y 111 centros de formación técnica superior.”128 Esto nos dice cuánto
queda por delante en materia de acreditación de los estudios superiores en nuestro
país.

Lo anterior es aún más significativo si lo apreciamos en el contexto de un interés cada


vez mayor por la determinación de la calidad, ya no en el nivel institucional sino de
manera específica en cada programa de estudio, sea a nivel de grado o postgrado.
La frontera más cercana a la acreditación de instituciones de educación superior
en América Latina la constituye la acreditación de programas específicos.

Es posible el intento de ver más allá de la curva y asumir, plausiblemente, que la


próxima frontera, –no lejana– en materia de acreditación, estará constituida por
la acreditación internacional de instituciones y programas. Probablemente una
forma inicial de tal acreditación institucional será la que obtengan instituciones de
países del tercer mundo de parte de agencias acreditadoras de países desarrollados
–como de hecho empieza a ocurrir con los programas de medicina129; es posible
que lo anterior se vea facilitado por las tendencias a la internacionalización de la
educación superior, así como el establecimiento de “programas gemelos” (twinning
programs) y “programas articulados” (articulated programs)130
128
Defilló (2005).
129
Como es el caso, por ejemplo, del programa de medicina de INTEC, acreditado por el Medical
Board of the State of California.
130
La Global Alliance for Transnational Education (GATE), organización internacional dedicada a
la identificación de mejores prácticas en la educación transnacional en el ámbito de la educación
a distancia, estableciendo sus Principios y certificando a las instituciones que se adhieren a los
mismos, hoy integrada a la United States Distance Learning Association (USDLA), constituye un
ejemplo de emergencia de acreditadoras internacionales. GATE define los “programas gemelos”
como aquellos que se imparten por una institución local siguiendo el mismo currículum, materiales
de estudio y métodos de evaluación que el de una institución extranjera, con profesores locales
pero aceptables según las políticas de ésta; los “programas articulados” son aquellos que inician
en una institución local, hasta un punto, cuyos créditos sirven para continuar los estudios en una
institución extranjera, donde son culminados.

215
Débil vinculación con el sector productivo

Una de las principales limitaciones de la educación superior latinoamericana


–limitación, por demás generalizada– es su débil vinculación con el sector
productivo. Tras conferencias, seminarios y talleres, se ha planteado el problema y
se ha clamado solución, proponiendo algunas fórmulas sin que, salvo excepciones,
se haya alcanzado a mucho. En gran medida, las propuestas para crear y desarrollar
vinculaciones han adoptado el camino de soluciones ad hoc, es decir, soluciones
que no se adentran en cambios de las políticas fundamentales, el diseño estructural
básico, la cultura institucional ni las modalidades estratégicas de interrelación con
los sectores externos que prevalecen en las instituciones de educación superior.
Y es muy probablemente por ello, que tales soluciones no hayan dado frutos. El
tema, entonces, deberá abordarse de manera más radical.

Una minoría de las instituciones de educación superior dominicanas ha


experimentado con “centros” y otros dispositivos parecidos destinados a promover
o viabilizar la vinculación con el sector productivo. Las entrevistas realizadas con
diversos directivos en distintas universidades lleva a pensar, sin embargo, que la
base sistémica institucional de estos “centros” ha sido débil: se diseñan y comportan
como “cuerpos extraños” en el torrente sanguíneo de las instituciones.131 Con los
mismos no se ha ido muy lejos en términos de vinculación efectiva a los sectores
productivos –y gubernamentales– y varios, tras cortos períodos de existencia, han
dejado de existir.

A este respecto es oportuno apelar de nuevo a Silié et al (2005), quienes aprovecharon


los resultados de la Evaluación Quinquenal 1994-1998 de instituciones de educación
superior realizada por el CONES, para sustentar las observaciones siguientes:

“Algunas instituciones han orientado su investigación hacia la formación


de centros de estudios e investigación, recurriendo fundamentalmente a
la captación de recursos externos. Esto les ha permitido realizar múltiples
investigaciones en distintas áreas, pero por lo general, sin que dichos
centros tengan una coordinación entre sí y sin responder necesariamente a

131
Es preciso aclarar que el problema no radica en los centros por sí mismos, como dispositivos
organizacionales, sino en el hecho de que los centros a los que aquí nos referimos, constituyen
instancias adyacentes, sin interconexiones con el resto de las unidades académicas institucionales,
con su propio staff que es, por lo demás, ajeno a la institución, o se comporta como tal, y con una
vinculación externa con las empresas y entidades del sector productivo que, por lo demás, no
tienen mayor participación en la propia definición, gestión y evaluación de las actividades de estos
centros.

216
las políticas y estrategias de investigación y extensión de la institución. Esta
situación coloca a estas instituciones ante el reto de evaluar las experiencias
de estos centros y unificar criterios para enmarcarlas dentro de las prioridades
y objetivos institucionales, sin llevarlos desde luego a perder su creatividad
y capacidad de iniciativa propias.”132

La evaluación que hacen los empleadores de las universidades cuando se les


interroga sobe la colaboración entre las empresas y las universidades locales en
las actividades de investigación y desarrollo, no es menos crítica que la de los
académicos. De acuerdo a las encuestas realizadas para calcular los índices de
competitividad que se compilan en el Global Competitiveness Report del World
Economic Forum, el puntaje asignado a las universidades dominicanas fue de 3.1,
siendo el promedio asignado a las universidades e instituciones de investigación
científica de los países de América Latina y el Caribe de 3.6 que, en comparación
con el 5.5 en los países de mayores ingresos de la OCDE, es ya bastante bajo.

Evaluación de las universidades realizada por los empleadores

132
Silié, Cuello & Mejía, Ob. Cit., p. 37.

217
Las instituciones de educación superior deberán plantearse si, queriendo
vinculaciones efectivas con el sector productivo, sus políticas de gobierno no
deberían abrirse para asegurar la participación de empresarios (y funcionarios
públicos) en sus instancias de dirección a distintos niveles. Deberán, así mismo,
plantearse si en el establecimiento de sus prioridades se comportan como sistemas
aislados del entorno con una relación distal con el mercado y la sociedad, si su diseño
organizacional en torno al conocimiento cristalizado –y no en torno a la producción
del conocimiento- facilita el abordaje de problemas prácticos además de problemas
disciplinares, si su cultura burocrática les permitirá interactuar estrechamente con
sectores que deben obedecer a culturas empresariales y emprendedoras (incluso,
de más en más, en la esfera pública).

Deberán, por último, preguntarse esas instituciones de educación superior si,


apoyadas en nuevos diseños y en una nueva cultura institucional, no deberán
desplegar múltiples y variadas formas, novedosas, de interrelación con los agentes
productivos (y de gobierno), fluidas y horizontales, puertas de doble sentido por las
que puedan libremente salir sus integrantes (profesores, estudiantes, funcionarios) y
entrar sus nuevos socios (empresarios, funcionarios públicos, dirigentes del tercer
sector).

De resolver con éxito el enfoque práctico de vinculación con el sector productivo (y


con el gubernamental), las instituciones de educación superior podrían aprovechar
una sustancial oportunidad. Esto así, por cuanto el tema no sólo tiene importancia
general de larga data, sino que viene a ser subrayado por las transformaciones que
deberá atravesar el modelo productivo del país, como parte de su ordenamiento
económico y social. Nos referimos a las transformaciones que obedecen los
imperativos y dinámicas provenientes de la inserción de nuestro país en la economía
y las relaciones internacionales, particularmente de los acuerdos y esquemas de libre
comercio a los que estamos adhiriéndonos con Estados Unidos y Centroamérica,
como también con la Unión Europea.

La necesidad de repensar todo el aparato productivo nacional, en sus niveles macro,


meso y micro, enfatizando la reconversión de sectores enteros de dicho aparato
así como el desarrollo de otros nuevos, en todo caso subrayando las funciones de
investigación y desarrollo, como apuntando a un verdadero sistema nacional de
innovación, abre varias puertas a la interacción universidad-sector productivo en
los distintos niveles señalados.

Los beneficios que ofrecen a las instituciones de educación superior un verdadero


desarrollo de la vinculación con el sector productivo (y el gubernamental) en
términos de impacto social, actualización curricular, formación práctica de los

218
estudiantes, desarrollo de investigación, consultoría, servicios y financiamiento
de actividades, entre otros, podrían ser enormes. A éstos habría que adicionar la
posibilidad de una intimidad que se exprese en un “goodwill” más sustantivo de
los empresarios (y funcionarios gubernamentales) respecto de las instituciones de
educación superior, y que se exprese en donaciones directas o contribuciones a
fondos especiales o patrimoniales.

El aprendizaje organizacional que tenga lugar para las instituciones de educación


superior que se vinculen con el sector productivo, podría muy bien redundar en un
mejor aprovechamiento por parte de éstas de las posibilidades de financiamiento
internacional de fuentes privadas. El acceso a fuentes de financiamiento provenientes
de fundaciones y otras organizaciones privadas extranjeras, ha sido restringido desde
hace años no sólo debido a la creciente competencia internacional por fondos que
de por sí muestran un limitado patrón de crecimiento, sino por una combinación de,
por una parte, una orientación a centros especializados de investigación, y, por la
otra, por la debilidad de las instituciones de educación superior para armar proyectos
atractivos a dichas fundaciones y organizaciones, así como poder presentarlos a
las mismas.

219
220
CAPÍTULO 7

LAS INSTITUCIONES DE ESTUDIOS


SUPERIORES DESDE LA PERSPECTIVA
DE SUS ESTUDIANTES

221
222
Introducción
La apertura comercial que enfrenta la República Dominicana plantea más que nunca
la problemática de una adecuada provisión de recursos humanos capaces de enfrentar
un entorno más abierto y competitivo. Los capítulos anteriores han mostrado que
la capacidad del tejido productivo para generar e incorporar nuevos desarrollos
tecnológicos, o dicho de otra manera, la capacidad de absorción tecnológica de
una economía, depende de la adecuada provisión de un capital humano capaz de
generar ideas innovadoras y de reconocer el valor y adaptar nuevas tecnologías.
Así, el vínculo entre el sistema universitario y el sector productivo es fundamental
para asegurar la provisión de un insumo fundamental del proceso innovador.

El objetivo del presente capítulo es indagar, desde el punto de vista de los estudiantes
universitarios de término de áreas tecnológicas, si la futura fuerza laboral de estos
sectores posee la capacidad para enfrentar los retos que la apertura comercial
plantea.

Específicamente, nos plantearemos las siguientes preguntas; ¿En qué medida


están los estudiantes expuestos a contenidos, profesores, métodos de enseñanza,
infraestructura y tecnología acordes con las nuevas necesidades? ¿Cuál es el grado
actual de vinculación de los estudiantes de término de las áreas tecnológicas con
el mercado laboral? ¿Cómo evalúan los estudiantes su vinculación actual? ¿Cuáles
son las expectativas de los estudiantes de término sobre su futuro desempeño en el
mercado laboral? ¿Se sienten los estudiantes adecuadamente preparados?

Para responder a estas preguntas, después de describir brevemente las características


generales de los estudiantes encuestados, abordaremos en una segunda sección un
diagnóstico y evaluación de la oferta educativa superior desde el punto de vista de los
estudiantes. En una tercera sección exploraremos la vinculación de los estudiantes
con el mercado laboral. Finalmente, en una cuarta sección identificaremos las
expectativas de los estudiantes con respecto a su futuro desempeño en el mercado
laboral.

Descripción de la muestra y metodología de levantamiento


de la información
Diseño muestral
La investigación aborda un segmento de la población estudiantil universitaria, los
estudiantes de término, definidos como aquellos que se encuentran cursando el
último año de su carrera universitaria. Se parte del supuesto de que ese segmento
universitario posee los conocimientos para responder preguntas sobre el quehacer

223
productivo y el uso de tecnología, así como para percibir las acciones de la universidad
orientadas a formar en materia de información y desarrollo tecnológico.

Construcción del Marco Muestral y formación de Estratos.


Se conceptualizó un marco muestral, basado en un levantamiento de las secciones
que cursan los estudiantes de último año en las diferentes universidades. Estas, a su
vez, comprenden el total de estudiantes de término, que es la población objetivo.
Por otra parte, el marco muestral de secciones fue conformado por estudiantes de
las siguientes carreras:
1. Ingenierías
2. Mercadotecnia
3. Economía
4. Administración (todas)
5. Medicina y afines
6. Biología y Química
La elección de la carrera estuvo basada en la premisa de que estos son los estudiantes
más vinculados al quehacer tecnológico. La muestra de estudiantes fue seleccionada
de las escuelas y programas que se detallan en el cuadro siguiente.

Escuelas y programas incluidos en el estudio


Escuelas Programas
Ingeniería Ingeniería de Sistemas /Informática
Ingeniería Electrónica
Ingeniería Mecánica
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Telemática
Ingeniería Civil
Ingeniería Química
Ingeniería Industrial
Administración Administración de empresas
Administración Hotelera
Administración Turística
Economía Economía
Mercadeo Mercadotecnia
Ciencias Médicas Medicina
Bioanálisis
Odontología
Farmacia
Biología y Química Biología
Química
Fuente: SEESCyT

224
Dada la ausencia de un marco de lista, se partió de un conjunto de secciones que se
registraron en visitas previas, para la configuración del marco muestral. El mismo
incluyó todas las asignaturas correspondientes al último año de cada programa.

Para tales fines, se contó con un personal que estuvo a cargo de las labores de
levantamiento de los datos para la elaboración del marco de secciones de cada una
de las universidades seleccionadas.

Tamaño de muestra

Las unidades primarias de muestreo fueron las universidades. Dada la dificultad


para conformar el marco de secciones oportunamente y su costo, se procedió a una
selección experta de universidades, según la magnitud de su matrícula y su tendencia
manifiesta al uso, promoción y enseñanza en materia de tecnología e innovación
de procesos. El total de estudiantes universitarios, para el año 2002, alcanza unos
278,812, después de excluir aquellos que están matriculados en universidades
militares, escuelas normales, seminarios religiosos, entre otros. La magnitud de
estudiantes en las universidades seleccionadas representa el 84.24% del total, los
cuales se presentan en el cuadro siguiente, distribuidos por universidad:

Distribución de la matrícula de estudiantes


según universidades seleccionadas

Universidades Matrícula
Universidad Autónoma de Santo Domingo 125,624
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra 14,240
Universidad APEC 7,838
Universidad Católica de Santo Domingo 5,281
Instituto Tecnológico de Santo Domingo 4,344
Universidad Tecnológica de Santiago 34,620
Universidad Dominicana O & M 26,046
Universidad Central del Este 8,978
Universidad del Caribe 7,906
Total 234,877

Las unidades secundarias de muestreo la integraron las secciones de estudiantes


que cursaban el último año del programa, tal como se describió anteriormente, las
mismas alcanzaron unas 2,695. En la tercera etapa de muestreo participaron como
elementos los estudiantes, los cuales fueron seleccionados con la aplicación de un
procedimiento aleatorio y sistemático en cada sección de la muestra.

225
Muestra polietápica de estudiantes universitarios
de término, según universidad

Muestra de secciones estudiantes de término por universidades, según


programas

Muestra de estudiantes de término por universidades, según programas

226
Cuestionario

Se diseño un cuestionario de aproximadamente 70 preguntas a ser aplicado


presencialmente. El contenido temático del instrumento se estructuró en
varias secciones que capturaron los siguientes aspectos: (i) evaluación de los
profesores y de la enseñanza recibida, (ii) evaluación del nivel de exigencia de las
universidades; (iii) evaluación de la cobertura temática; (iv) actividades de pasantía
e investigación; (v) evaluación de la dotación de laboratorios; (vi) evaluación de
servicios computacionales; (vii) evaluación de la dotación de bibliotecas; (viii)
evaluación del grado de preparación para enfrentar el mercado laboral; (xix)
evaluación de una eventual continuación de estudios; (xx) disponibilidad y uso por
parte de los estudiantes de tecnologías de la información y comunicación (TICs);
; (xxii) actividades laborales de los estudiantes; y finalmente, (xxi) características
sociodemográficas generales de los estudiantes y sus hogares.

Características generales de los estudiantes

Presentamos en esta sección una descripción general de las características


socioeconómicas de los estudiantes encuestados. Asimismo, exploramos las
eventuales diferencias de los estudiantes según las instituciones y programas
académicos que frecuentan.

La edad promedio de los estudiantes de término es de aproximadamente 24 años,


siendo los estudiantes de la Universidad Central del Este e INTEC los más jóvenes
en promedio (22 y 22.2 años promedio) y los estudiantes de la Universidad del
caribe y la UASD los de más edad (28 y 25.6 años respectivamente). La dispersión
de las edades también es amplia si analizamos la edad de los estudiantes según
programa de estudio cursado. Los estudiantes más jóvenes pertenecen a las carreras
de economía y administración de empresas (21.5 años promedio) mientras que los
estudiantes de mayor edad cursan ingeniería electromecánica, mercadotecnia y
otras ingenierías (más de 25 años).

Desde el punto de vista del sexo, la Universidad Central del Este posee una mayor
proporción de estudiantes mujeres (70%), mientras que la universidad con una
mayor proporción de estudiantes de término hombres es INTEC (72%). Desde
el punto de vista de las carreras cursadas, los estudiantes de Turismo/Hotelería,
Mercadotecnia y Medicina/Odontología son en su mayoría mujeres (85%, y 65%
respectivamente). Por otro lado, como era de esperarse, las ingenierías muestran
una mayor proporción de estudiantes hombres (93% de los estudiantes de ingeniería
electromecánica son hombres, por ejemplo).

227
228
En lo que se refiere a la composición de los hogares de los estudiantes, las 2/3
partes de los encuestados declaran ser hijos del jefe de hogar. Cabe destacar como
excepción la Universidad del Caribe con más de la mitad de sus estudiantes jefes
de sus hogares. Asimismo, cerca del 44% de los estudiantes proviene de un hogar
cuyo jefe posee un nivel educativo universitario. Este indicador presenta una gran
variabilidad, por ejemplo, los estudiantes de INTEC, PUCMM y USCD poseen
75%, 63% y 58% de jefes de hogar universitarios respectivamente, contra sólo el
20% de los estudiantes de UTESA.

Conforme a lo anterior, el ingreso del hogar declarado por los estudiantes varía
considerablemente según institución de educación superior. De esta manera, un
poco menos del 50% de los estudiantes de INTEC y PUCMM declaran provenir
de hogares que reciben más de 75,000 pesos al mes, mientras que sólo el 3% y el
5% de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y UTESA declaran ese nivel
de ingreso mensual del hogar.

De manera general podemos concluir que existen importantes diferencias


socioeconómicas entre los estudiantes de las diferentes universidades abordadas
en el estudio. Emergen claramente dos grupos de universidades de acuerdo a las
características socioeconómicas promedio de sus estudiantes. Por un lado, INTEC,
la PUCMM, la USCD y APEC concentran a los estudiantes con mayores recursos
económicos, mientras que la UASD, UCE, OyM y UTESA poseen el estudiantado
menos favorecido.

229
230
Diagnóstico y evaluación de la oferta educativa superior desde el
punto de vista de los estudiantes

a) Calidad general del profesorado

En general los estudiantes se declaran satisfechos con la calidad general del


profesorado (el 97% evalúa como buena o muy buena la calidad general de la
enseñanza recibida a lo largo de su carrera). Dentro de este contexto positivo, el
aspecto relativamente más criticado es la actualidad de los conocimientos del cuerpo
docente con un 91% de opiniones favorables.

231
Desde el punto de vista de las instituciones académicas, los estudiantes de las
universidades privadas de la capital (INTEC, PUCMM, USCD) están más
satisfechos con sus profesores que los estudiantes de la UASD o de las universidades
de provincia. Por ejemplo, 52% de los estudiantes de INTEC declaran que sus
profesores son “muy buenos” en la actualidad de sus conocimientos contra sólo
un 13% de los estudiantes de la UASD.

Desde la perspectiva de las carreras cursadas, sólo destacan los estudiantes de


economía quienes se declaran más satisfechos que el resto de los estudiantes con
la calidad general de la enseñanza recibida y el dominio de su materia por parte
de los profesores.

Finalmente, un aspecto notable es que la satisfacción con la calidad general de la


enseñanza se incrementa a medida que aumenta el ingreso declarado de los hogares
a los cuales pertenecen los estudiantes. Los estudiantes pertenecientes a hogares con
más ingreso se declaran globalmente más satisfechos con la calidad del profesorado
que los estudiantes de menores recursos económicos. Este comportamiento se repite
para todos los aspectos evaluados.

Evaluación de la calidad general de los profesores según institución de


educación superior

232

Evaluación de la calidad general de los profesores según programa
cursado

b) Calidad y adecuación de los contenidos

En general, los contenidos entregados por las universidades son juzgados de


manera más severa que el profesorado. El aspecto relativamente mejor evaluado
es la cobertura de los temas relevantes para la profesión, mientras, que el aspecto
más criticado es el abordaje de temas tecnológicos (1/4 de los estudiantes declara
que este abordaje es muy malo o malo). Esto es particularmente preocupante
si consideramos que la investigación se concentra en estudiantes de carreras
tecnológicas. Los estudiantes de la UASD (en lo que se refiere a instituciones), y
de las carreras de Turismo, Medicina/Odontología, y de Ingeniería Civil son los
que juzgan más severamente la discusión de estos aspectos.

233
El pensum es bien calificado en general, destacándose los estudiantes de INTEC y
de la Universidad del Caribe como particularmente contentos con la estructura de
su currículo. El nivel de exigencia demandado por las universidades es evaluado
como más elevado que lo que sería necesario por el 65% de los estudiantes,
siendo los alumnos de INTEC los más descontentos con los niveles de exigencia
demandados.

Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos


según programa cursado

234
Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos
según institución de educación superior

Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos


según programa cursado

c) Métodos y materiales de enseñanza

Además de las tradicionales charlas, los métodos más utilizados por los profesores
para dictar clases son las presentaciones en PowerPoint o con diapositivas. Es

235
notable la relativa alta incidencia de utilización de métodos audiovisuales (videos
o películas) de casi un 30%. Por otro lado, destaca la baja frecuencia de utilización
de presentaciones (PowerPoint o diapositivas en la UASD, UCE; U. del Caribe y
U. O&M). Finalmente, los trabajos grupales o presentaciones de estudiantes son
muy frecuentes, no así la participación de expertos invitados (sólo un 8% de los
estudiantes declara haber recibido clases de esta naturaleza).

En lo que se refiere a los materiales de apoyo, como era de esperarse, los libros
de texto son el principal material de aprendizaje para el 85% de los estudiantes.
Asimismo, se observa una relativa baja frecuencia de utilización de artículos
especializados en revistas profesionales (35%). Esta característica puede estar
relacionada con la relativa baja evaluación de la actualización del conocimiento
de los profesores. La dispersión del acceso a revistas profesionales es grande entre
carreras cursadas, por ejemplo, el 87% de los estudiantes de Economía ha estado
expuesto a artículos especializados de revistas profesionales contra un 10% de los
alumnos de Ingeniería Mecánica o un 25% de los alumnos de Ingeniería Civil.

236
Métodos y materiales de enseñanza según institución

Métodos y materiales de enseñanza según programa cursado

237
d) Acceso a laboratorios y bibliotecas

La gran mayoría de los estudiantes ha tenido acceso a prácticas en laboratorios,


esencialmente laboratorios de informática y específicos a cada carrera. La cantidad
y calidad de prácticas recibidas es globalmente bien evaluada. No obstante, los
alumnos de las universidades UCSD y UTESA y de las carreras de Ing. Mecánica
y de Sistemas destacan por su baja evaluación.

Tipo de laboratorio al cual ha asistido el estudiante

238
Por otro lado, el uso de las bibliotecas es menor del esperado. Aproximadamente
el 40% de los estudiantes declara hacer poco o algún uso de las facilidades de
biblioteca provistas por sus universidades. En promedio los estudiantes declaran
pasar un poco menos de 4 horas a la semana en la biblioteca, siendo los estudiantes
de USCD e INTEC aquellos que le dedican menos tiempo (un poco más de 2 horas
semanales), mientras que los estudiantes de la UASD y PUCMM consagran un poco
menos de 5 horas semanales a estas actividades. El tipo de uso más frecuentemente
dado a las bibliotecas es, como era de esperarse, la consulta de libros de texto
especializados. Cabe destacar que la biblioteca es también un lugar importante de
acceso a internet.

¿Qué tanto uso has hecho de la biblioteca como estudiante?

Tipo de actividad frecuente en la biblioteca

239
Horas promedio semanales dedicadas a uso de bibliotecas según
institución de educación superior

e) Acceso a computadoras e Internet

El acceso a computadoras e internet es generalizado entre los estudiantes


encuestados. En este sentido, más del 90% de los estudiantes declaran haber
utilizado un computador e internet durante el último mes previo a la encuesta.
Adicionalmente, cerca del 75% y el 66% de los estudiantes usan diariamente
computadoras e Internet, respectivamente.

Sin embargo, la intensidad de ese uso varía considerablemente entre las diferentes
universidades. De esta manera sólo el 50% de los estudiantes de las universidades
UASD, UCE, U. O&M y UTESA declaran un uso diario de estas herramientas
contra más del 90% de los estudiantes de INTEC y el 80% de las universidades
PUCMM, APEC, USCD y del Caribe.

Uso de computadoras por parte de los estudiantes

240
Uso de computadoras según programa cursado

Las aplicaciones informáticas más frecuentemente utilizadas por los estudiantes


son los procesadores de palabras (91%), los programas de diseño de presentaciones
(67%) y las hojas de cálculo (55%). Los estudiantes de las universidades INTEC,
PUCMM, APEC y USCD declaran más frecuentemente dominar muy bien los
programas de diseño de presentaciones.

Contrariamente a lo que se podría esperar dado el amplio uso de la tecnología


declarado, más de un tercio de los estudiantes evalúa como muy malo o malo el
acceso a herramientas tecnológicas provisto por las universidades. Los estudiantes
de las universidades UASD, Universidad O&M y UTESA son los más severos en
esta evaluación. Desde el punto de vista de las carreras, los estudiantes de todas
las ingenierías y los estudiantes de turismo se muestran más inconformes que el
promedio en este tema.

Esta aparente paradoja puede explicarse al examinar la dotación tecnológica de


los hogares de los estudiantes. En general, el 83% de los estudiantes posee una
computadora en su hogar y el 63% una conexión propia a Internet. El acceso a las
tecnologías de la información y comunicación (TICs) depende en gran medida de
las posibilidades del propio estudiante.
Se puede distinguir dos tipos de IES de acuerdo al acceso propio a computadoras e
Internet por parte de sus estudiantes; por un lado, INTEC, PUCMM, USCD, APEC
y en menor medida la Universidad del Caribe poseen un amplio acceso a las TICs,
mientras que por otro lado, los estudiantes de la UASD, UTESA, U. O&M y UCE
poseen niveles significativamente más bajos de acceso. La brecha socioeconómica
existente entre los estudiantes de las universidades se traduce en una importante
disparidad en el acceso a las TICs.

241
Evaluación del acceso a tecnología según ingreso mensual del hogar

242
Evaluación del acceso a tecnología según institución de educación
superior

Evaluación del acceso a tecnología según programa cursado

Quizás una causa adicional de la relativa insatisfacción con el acceso provisto por
las IES a las TICs; provenga del hecho de que la universidad no ha sido la entidad
que ha suministrado el entrenamiento para el uso de programas informáticos (sólo
un 11% de los estudiantes declara haber aprendido el uso de estos programas en
cursos tomados en las universidades). Este aprendizaje se ha realizado generalmente
de manera independiente (48% de los estudiantes) o en entidades no universitarias
(41% de los estudiantes).

Finalmente, de manera sorprendente, alrededor de la mitad de los estudiantes declara


haber asistido a clases de un profesor dotado de una página Web y un tercio de
los estudiantes declara tener por lo menos un profesor actual con una página en
Internet.

243
f) Aprendizaje de idiomas

El dominio del Inglés es amplio entre los estudiantes de término, el 80% de éstos lo
lee, el 73% lo escribe y el 67% lo habla. Aproximadamente el 90% de los estudiantes
de las universidades INTEC, PUCMM y APEC declaran dominar el inglés contra
sólo la mitad de los estudiantes de las universidades Universidad O&M, UTESA o
Universidad del Caribe. Sólo un poco más del 50% de los estudiantes de las carreras
de Mercadotecnia e Ing. Mecánica declara dominar el Inglés contra más del 70%
para el resto de las carreras.

244
Vinculación con el mercado laboral

a) Vinculación informal, estudiantes-trabajadores

El vínculo informal con el mercado laboral, entendido como una actividad


remunerada del estudiante, llevada a cabo de manera independiente de sus
actividades académicas, es importante. Aproximadamente, la mitad de los
estudiantes encuestados trabaja. De estos, un 68% lo hace a tiempo completo y
un 75% labora en empresas privadas. Las diferencias entre IES son importantes
en relación a este aspecto: sólo el 30% de los estudiantes de la PUCMM trabaja,
contra más de un 90% de la USCD y del Caribe.

245
Condición laboral según institución

Contrariamente a lo que podría esperarse, la condición de trabajadores de los


estudiantes aparentemente no impacta su rendimiento académico. Los resultados
de la encuesta nos sugieren que, en promedio, los estudiantes que trabajan poseen
mejores índices académicos que aquellos que no lo hacen. Más aún, los estudiantes
empleados a tiempo completo ostentan índices más elevados que los que trabajan
de manera ocasional o a medio tiempo.

246
Índice académico promedio como desviación a la media de su institución,
según condición laboral en términos de dedicación

247
b) Vinculación formal, pasantías, proyectos

i. Incidencia de pasantías

De manera opuesta a la vinculación informal estudiada en la sección anterior, la


relación formal con el mundo laboral, entendida como la participación en actividades
de pasantías en empresas, promovidas por las IES es mínima. Más del 80% de los
estudiantes declara no haber participado en una pasantía, argumentando que están
esperando estar más cerca del fin de su carrera para emprender una, contradiciendo
la condición de estudiantes de término de los respondientes.

Entre los estudiantes que sí han realizado o están realizando una pasantía,
aproximadamente la mitad declara haber sido remunerado por esa actividad. El
45% de los alumnos de la PUCMM han participado en pasantías contra el 10% de
los estudiantes de INTEC o el 4% de los estudiantes de la Universidad O&M. Las
carreras con mayor incidencia de pasantes son Economía e Ing. Industrial (40% de
los alumnos han o están participando en una pasantía).

ii. Rol de la universidad en el acceso a pasantías

La participación de las universidades en la facilitación de este tipo de actividades es


reducida, el 60% de los estudiantes pasantes declara haber conseguido la pasantía
por cuenta propia, el 68% declara que su programa de estudios no contempla este
tipo de actividades

No obstante, cuando la pasantía ocurre, más del 80% de los que están o han
participado en estas actividades, declara que debe entregar un informe a su

248
universidad. Cabe destacar que contrariamente al resto de las universidades, 60% de
los estudiantes pertenecientes a la UASD que han participado en estas actividades
lo hicieron a través de la universidad.

iii. Tipo de empresas que acogen a los pasantes

Aproximadamente el 60% de los estudiantes realizó su pasantía en una empresa


privada y sólo el 24% en una institución pública. Un poco menos de la mitad de
los pasantes realizó la actividad en una institución de más de 150 empleados.
No obstante, una vez más los estudiantes de la UASD son atípicos, ya que
aproximadamente el 49% de los pasantes provenientes de esa universidad, realizó
la actividad en un organismo del Sector Público.

249
iv. Nivel de responsabilidad, tipo de actividades y
evaluación por parte de los estudiantes

Típicamente las pasantías duran de 1 a 3 meses (70%), la mitad de los pasantes son
remunerados por su actividad. De manera sorprendente, el nivel de responsabilidad
entregado a los estudiantes durante sus prácticas, es percibido como alto o muy
alto por los encuestados (63% y 24% respectivamente).

Por otro lado, más del 95% de los estudiantes declara que la pasantía fue o es
importante o muy importante para su carrera al permitirles adquirir experiencia
práctica de trabajo (60%), aplicar conocimientos adquiridos (33%) y conocer la
realidad empresarial (10%).

250
Características de las pasantías según institución

251
Características de las pasantías según programa cursado

252
Expectativas de los estudiantes

a) Percepción de la preparación para el mundo laboral

El grado de confianza de los estudiantes respecto a su preparación para enfrentar el


mercado laboral es relativamente alto, más del 70% de los estudiantes declara estar
bastante o muy bien preparado para enfrentar los retos del entorno laboral.

De manera más específica, los estudiantes expresan una mayor confianza acerca de
su dominio de los aspectos teóricos que de los aspectos prácticos de su profesión.
Los estudiantes de INTEC y de la Universidad del Caribe son los más optimistas
con respecto a su preparación teórica y práctica (90% consideran estar bastante

253
o muy bien preparados en aspectos teóricos), mientras que los estudiantes de la
USCD y Universidad O&M son los más inseguros (menos del 50% consideran
estar bastante o muy bien preparados en aspectos teóricos y prácticos).

El aspecto menos favorablemente valorado es la preparación en el dominio de


equipos y tecnologías usados en su profesión, esto es particularmente preocupante
si consideramos que la mayoría de los estudiantes encuestados pertenece a carreras
del ámbito tecnológico. Los estudiantes de la UASD, UCE, Universidad O&M y
UTESA son los más preocupados por este aspecto de su formación, mientras que
los estudiantes de INTEC, PUCMM, APEC y Universidad del Caribe se muestran
particularmente contentos con su dominio de los aspectos tecnológicos de su
formación.

En lo que se refiere a la percepción de aspectos menos tecnológicos de su


preparación, un poco más del 60% declara sentirse bien preparado en aspectos
culturales y humanísticos y más del 70% haber desarrollado habilidades de trabajo
en equipo adecuadas.

Finalmente, un poco más del 60% de los estudiantes declara conocer aceptablemente
las necesidades de las empresas de su área de especialización. Los estudiantes de
INTEC, APEC y la Universidad del Caribe están particularmente satisfechos con
este aspecto, mientras que los más inseguros son los estudiantes de la UASD y la
Universidad O&M.

Adicionalmente, los estudiantes de Adm. de Empresas, Mercadotecnia, Economía,


Ing. Electromecánica, Medicina y Odontología declaran conocer adecuadamente las

254
exigencias del mercado laboral en sus respectivas áreas, mientras que los estudiantes
de las carreras de Turismo, Ing. de Sistemas, Ing. Civil y otras ingenierías se sienten
relativamente menos satisfechos con su formación en ese ámbito.

Evaluación del grado de preparación en aspectos tecnológicos, trabajo


en equipo, formación cultural y necesidades de las empresas según
características socio demográficas (1)

255
Evaluación del grado de preparación en aspectos tecnológicos, trabajo
en equipo, formación cultural y necesidades de las empresas según
características socio demográficas (2)

b) Tipos de actividades laborales preferidas y futuras actividades


empresariales

La actividad más probable después de terminar el programa de estudios, es seguir


estudiando (58%) y de manera simultánea conseguir un empleo en una empresa u
organización (41%).

No obstante, cuando se les pregunta a los estudiantes cuál será la actividad que
estarán desarrollando dentro de veinte años, en este caso más de la mitad (59%),

256
se visualiza como dueño de un negocio propio y el 25% como profesional
independiente. Sólo el 12% se proyecta como empleado de una empresa privada.
El paso por la empresa privada es claramente percibido como una etapa hacia una
actividad independiente. Esta etapa es percibida como necesaria para acumular
experiencia laboral y capital, tanto financiero como social, antes de lanzarse a una
aventura empresarial independiente.

c) Eventuales futuras actividades académicas

La gran mayoría (80%) de los estudiantes que expresaron el deseo de continuar sus
estudios, dijeron que harán inmediatamente terminados sus estudios actuales. El
tipo de programa que desean seguir es una maestría o un postgrado (48% y 38%
respectivamente), sólo el 3% de los estudiantes se declara interesado por estudios
de doctorado. Finalmente, un tercio de los estudiantes desea seguir estos estudios

257
en el extranjero, otro tercio en otra universidad del país y un 28% en su misma
universidad actual.

258
Conclusión

Después de haber esbozado un panorama general de la percepción de los estudiantes


de término de carreras tecnológicas sobre la calidad de su educación, podemos
concluir que los estudiantes están globalmente satisfechos con la calidad general
de la enseñanza recibida, y que los profesores y los contenidos son bien evaluados
en general. El contraste de esta apreciación con las debilidades antes evidenciadas
del sistema educativo superior, sugiere, por un lado, la percepción de empleabilidad
garantizada por la educación universitaria y, por otro, el limitado conocimiento de
los estudiantes sobre los retos que habrán de enfrentar en un proceso creciente de
apertura. Dentro de este contexto positivo, los aspectos relativamente más criticados
son la actualidad de los conocimientos del cuerpo docente y el abordaje de temas
tecnológicos (1/4 de los estudiantes declara que este abordaje es muy malo o malo).
Esto último es preocupante si consideramos que la investigación se concentró en
estudiantes de carreras tecnológicas.

En lo que se refiere a las condiciones materiales de estudio, se observa una relativa


baja frecuencia en la utilización de artículos especializados en revistas profesionales
(35%). Esta característica se relaciona directamente con la relativa baja evaluación
de la actualización del conocimiento de los profesores y nos lleva a interrogarnos
sobre la calidad de un profesorado no exclusivamente dedicado a labores de docencia
e investigación.

En lo relativo al acceso a las tecnologías de información y comunicación (TICs),


éste es extendido entre los estudiantes encuestados. En este sentido más del 90%
de los estudiantes declaran haber utilizado un computador e internet durante el
último mes previo a la encuesta. De manera adicional, aproximadamente el 75% y el
66% de los estudiantes usan diariamente computadoras e internet respectivamente.
Cabe destacar que existen diferencias en este acceso entre las diferentes IES y las
condiciones socioeconómicas de los estudiantes. Estas diferencias se traducen en
que más de un tercio de los estudiantes evalúa como muy malo o malo el acceso
a herramientas tecnológicas provisto por las universidades. Esta aparente paradoja
(amplio acceso y mala evaluación) puede explicarse al examinar la dotación
tecnológica de los hogares de los estudiantes. En general, el 83% de los estudiantes
posee una computadora en su hogar y el 63% una conexión propia a Internet. El
acceso a las TICs depende de las posibilidades del propio estudiante.

Desde el punto de vista de la relación de los estudiantes con el mercado del trabajo,
existe un importante vínculo informal con el mercado laboral, entendido como una
actividad remunerada del estudiante, llevado a cabo de manera independiente de sus

259
actividades académicas. Aproximadamente la mitad de los estudiantes encuestados
trabaja. De estos, un 68% lo hace a tiempo completo y un 75% labora en empresas
privadas. De manera opuesta, la relación formal con el mundo laboral, entendida
como la participación en actividades de pasantías en empresas, promovidas por
las IES, es mínima. Más del 80% de los estudiantes declara no haber participado
en una pasantía.

El relativo fuerte vínculo con el mercado laboral hace que el grado de confianza de
los estudiantes respecto a su preparación para enfrentar el mundo del trabajo sea
relativamente alto, más del 70% de los estudiantes declara estar bastante o muy bien
preparado para enfrentar los retos futuros. De manera más específica, los estudiantes
expresan una mayor confianza acerca de su dominio de los aspectos teóricos que de
los aspectos prácticos de su profesión. El aspecto menos favorablemente valorado
es la preparación en el dominio de equipos y tecnologías usados en su profesión,
aspecto clave dadas las características de los encuestados.

Finalmente, al abordar aspectos relacionados con la capacidad empresarial de los


estudiantes, la actividad más probable después de terminar el programa de estudios
es conseguir un empleo en una empresa u organización (41%). No obstante, cuando
se les pregunta a los estudiantes cuál será la actividad que estarán desarrollando
dentro de veinte años, más de la mitad se visualiza como dueño de un negocio propio,
¼ como profesional independiente y sólo el 12% se proyecta como empleado de
una empresa privada. El paso por la empresa como empleado es percibido como una
etapa hacia una actividad independiente que puede servir para acumular experiencia
laboral y capital, tanto financiero como social, antes de lanzarse a una aventura
empresarial independiente.

260
CAPÍTULO 8

LA VISIÓN DE LAS INSTITUCIONES


DE ESTUDIOS SUPERIORES:
UN ANÁLISIS CUALITATIVO

261
262
Introducción
Este capítulo discute la visión de los directivos de las instituciones de estudios
superiores del país, basado en el análisis de un conjunto de entrevistas aplicadas a
directivos (rectores y directores) de diversas instituciones de estudios superiores.
De este modo, la exposición que sigue refleja el análisis de contenido de los puntos
de vista de la dirigencia universitaria del país. La intención esencial consistía en
capturar la visión del entrevistado sobre la relevancia de la innovación y uso de
tecnologías en la estrategia de desarrollo, el rol de sus instituciones dentro de ese
proceso, las iniciativas actualmente en curso, entre otros aspectos. Asimismo, se
procuraba analizar el grado en que la visión de la dirigencia universitaria coincide
o se aleja de la visión presidencial expresada en numerosas vías, la cual apunta
hacia la necesidad de que el aparato productivo del país avance hacia una mayor
profundización tecnológica.

Metodología

En correspondencia con el objetivo enunciado, las entrevistas fueron organizadas


en torno a un protocolo que contenía los siguientes puntos:

Características de las instituciones


¿Cómo se caracterizan las IES en términos de su filosofía y misión?
¿Cuál es la orientación dominante en sus programas de estudios?
¿Cuáles son las características de sus docentes?
¿Qué planes tienen para desarrollarlos?
¿Cuál es el grado de incorporación tecnológica en sus currícula y procesos de
enseñanza?
Actividades de Interfase:
¿Cuáles son las prácticas e iniciativas de las IES en materia de: a)
investigación, b) extensión, c) prestación de servicios? ¿Qué puede
vislumbrarse en el futuro?
Vinculación IES - sector productivo-gobierno
¿Qué tipo de vinculación existe entre las universidades con el aparato
productivo?
¿Qué tipo de vinculación existe entre las universidades con el aparato
gubernamental?
¿Qué dispositivos organizacionales emplean para ello?
¿Qué puede vislumbrarse en el futuro?

263
Anticipación / Respuesta a Nuevas Demandas
¿Cuál es la visión de las IES de las demandas y retos planteados por la
apertura económica y los acuerdos de libre comercio?
¿Qué respuestas implementan o proyectan?
¿Qué puede vislumbrarse en el futuro?
Valoración de Propuestas y Políticas Presidenciales SEESCyT
¿Cuál es la percepción / valoración de las propuestas e iniciativas (visión)
del Presidente en materia de educación superior?
¿Respecto de la SEESCyT?
Valoración Ed. Superior estudiantes
¿Cuál es la valoración de la educación superior por parte de los actuales
estudiantes?
¿Cuál es su nivel de satisfacción?
¿Cuáles son sus expectativas y planes?
Formación y capacidad de los profesores
Estrategias, técnicas y materiales de enseñanza
Actividades de aprendizaje y formación
Experiencias de pasantías, proyectos, investigaciones
Recursos informáticos, de laboratorios, de bibliotecas

Las instituciones entrevistadas fueron escogidas a partir de diversos criterios.


Por un lado, se consideró razonable incluir aquellas instituciones que agrupan el
mayor número de estudiantes, considerando que la visión de la dirigencia de tales
instituciones afectaría directamente la formación del mayor número de egresados
profesionales. Sin embargo, ese criterio fue complementado mediante la toma en
consideración de otros aspectos, tales como la reputación de la entidad en materia
de tecnología, la ubicación geográfica o la existencia de programas de orientación
tecnológica dentro de su oferta auricular.

Esos criterios llevaron a la selección de trece universidades: UASD, PUCMM,


UNPHU, UCE, INTEC, UNAPEC, UCNE, UTESA, O&M, UCATECI, UCSD,
UNIBE, IPL entre otras. La exposición que sigue incorpora tanto la opinión de
los rectores como de los directivos, destacando contrastes y semejanzas según se
considere necesario a partir de la información recogida.

1. Aproximación a la misión, visión y filosofía institucional


de las instituciones de educación superior
En general, de acuerdo a las respuestas de los directivos entrevistados, no hay
evidencias de procesos sistemáticos de re-examen de la misión y filosofías
institucionales como parte de ejercicios de formulación estratégica o análisis

264
institucional, salvo en el caso de una de las instituciones que se encuentra próxima
a un re-lanzamiento sobre la base de un largo proceso de auto-examen y de un
ejercicio sistemático de formulación estratégica. Los entrevistados se expresan más
bien de maneras que hacen ver un mantenimiento de las formulaciones originarias
de las respectivas instituciones, formulaciones que en una parte minoritaria de los
casos parecen haber sido sometidas a procesos de ajuste secundario y gradual, por
medio del cual se actualiza la manera de interpretar dichos mandatos fundacionales.
Lo anterior concuerda con la tradicional tendencia a la alta estabilidad de las
definiciones fundacionales de las instituciones de educación superior.

Para la amplia mayoría de las instituciones consideradas, las respuestas de sus


directivos en términos de sus aportes a la sociedad se fundan exclusivamente en las
contribuciones mediatas realizadas en tanto que entidades formadoras de recursos
humanos; en otras palabras, al ser cuestionados sobre la naturaleza y grado de los
aportes institucionales a la sociedad, cifran los mismos en términos de la función
docente o formadora de recursos humanos requeridos, sin que exista alusión
espontánea a la funciones de investigación, de extensión, de prestación de servicios
o de espacio de crítica o reflexión académica sobre las situaciones, problemas
y propuestas de distinto orden que se plantean en la sociedad dominicana. Lo
anterior es consistente con el predominio en la educación superior dominicana del
modelo profesionalizante (napoleónico) de sus instituciones, no obstante haber sido
perneado el discurso formal con aspiraciones de tipo humboldtiano o provenientes
de los prototipos de universidad de investigación (research university) de los Estados
Unidos de América.

Tampoco emergen de manera espontánea, en las respuestas de la mayoría de los


directivos entrevistados, alusiones a los resultados de procesos de planeamiento
estratégico en los que se hayan formulado visiones y líneas estratégicas de accionar
institucional para una etapa particular –salvo en el caso de tres de las instituciones-,
ni referencias explícitas a las demandas y desafíos planteados por los procesos de
apertura de nuestra economía y sociedad, de inserción en esquemas específicos de
comercio internacional y de redefinición de su modelo económico.

265
Realización reciente de ejercicios de planeamiento estratégico
institucional (diferente al plan quinquenal requerido por la SEESCyT)

A, C, E, M F, I, K, L B, D, G,
Formulación Evidencias de No evidencias
de un Plan ejercicios o toma de formula-
Estratégico de decisiones ción de un
Institucional estratégicos (sin Plan Estraté-
en los últi- un plan formal gico Institu-
mos 5 años. formulado). cional

En el caso de dos de las instituciones, las respuestas de sus principales directivos


apuntaron a la necesidad de ajustar las respuestas institucionales a los cambios
experimentados por la sociedad dominicana sobre la base de una redefinición
institucional de los ámbitos de acción, en un caso, y de una reafirmación de
la vocación de calidad y excelencia en términos de procura de acreditaciones
internacionales, en el otro caso.

En general, los directivos entrevistados argumentan la justificación de sus


instituciones aludiendo a una o más de las tres razones que enumeramos a
continuación:

• excelencia académica y calidad de la preparación de los


egresados,
• oportunidad de acceso a la educación superior a
estudiantes que de otra manera no la tendrían o les sería
muy difícil,
• contribución de base regional a la formación de recursos
humanos.

Énfasis misional según las respuestas espontáneas


de los directivos entrevistados

D , G
E, H, K F, M B, I, L E, H, J A,C
Acceso libre Acceso libre o Formación de Formación Formación Contribución
o amplio a la amplio regional profesionales de recursos en valores al desarrollo
educación su- a la educación requeridos humanos en humanísticos- de la socie-
perior y amplia superior por el sector procura de la cristianos dad domini-
oferta curricular empleador excelencia cana

266
En otras palabras, los directivos entrevistados no ofrecen mayores elaboraciones
en términos de las bases de diferenciación de sus respectivas instituciones dentro
del sistema de educación superior dominicano.

Resumen
• no hay evidencias de procesos sistemáticos de re-examen de la
misión y filosofías institucionales como parte de ejercicios de
formulación estratégica o análisis institucional;
• las respuestas espontáneas de los directivos entrevistados con
relación a los aportes de sus instituciones a la sociedad, se fundan
exclusivamente en las contribuciones mediatas realizadas en tanto
que entidades formadoras de recursos humanos;
• no hay alusión espontánea a las funciones de investigación, de
extensión, de prestación de servicios o de espacio de crítica o
reflexión académica sobre las situaciones, problemas y propuestas
de distinto orden que se plantean en la sociedad dominicana;
• salvo en el caso de tres de las instituciones no hay referencias
espontáneas a procesos de planeamiento estratégico en los que
se hayan formulado visiones y líneas estratégicas de accionar
institucional para una etapa particular;
• en general, los directivos entrevistados argumentan la justificación
de sus instituciones aludiendo a una o más de las tres razones:
excelencia académica en la calidad de la formación, acceso a la
educación superior, acceso regional a la educación superior;
• en general no se ofrecen mayores elaboraciones en términos de las
bases de diferenciación de sus respectivas instituciones dentro del
sistema de educación superior dominicano.

2. Enfoque y oferta curricular de la institución en sus


distintas carreras y programas

Al explorar por el modelo o enfoque curricular de las instituciones, la mayoría de


los directivos entrevistados se refirieron al tipo de oferta curricular de las mismas,
antes que al enfoque curricular propiamente o al modelo educativo institucional.
En otras palabras, salvo en uno de los casos, no se encontraron referencias por
parte de los directivos entrevistados a enfoques o modelos curriculares explícitos
en sus instituciones.

267
En el caso excepcional señalado, la referencia a un enfoque o modelo curricular
remitió principalmente y consistentemente a la estructuración curricular en ciclos
y se reportó haber iniciado los trabajos y debates para la formulación de un
modelo de enseñanza-aprendizaje. En el caso de otra de las instituciones, se aludió
a un modelo educativo con ejes curriculares definidos en términos de liderazgo,
emprendedurismo y a un conjunto de valores que enfatizan lo social. En una tercera
institución, su Decano de Tecnologías explico la introducción en los planes de
estudio de esa facultad de un requisito de formulación y realización de un proyecto
aplicado, relevante y viable, por parte de los estudiantes de los programas de la
misma, con seguimiento por parte de un profesor.

En general los directivos se refirieron a la necesidad de actualización de los planes


de estudio y a procesos en marcha de revisión de los mismos. La casi totalidad de
los entrevistados indicó que existían mandatos institucionales para la revisión de
los planes de estudio, por lo general cada cinco años. Para algunas instituciones
sus directivos expresaron haber realizado tales revisiones en períodos recientes,
mientras para otras indicaron estar en el proceso de hacerlas. No obstante, fue un
lugar común el no encontrar lineamientos explícitos de guía para esas revisiones.

Tampoco hubo referencias espontáneas ni explícitas a revisiones curriculares


determinadas de manera particular debido a los cambios, demandas y desafíos
originados por el proceso de apertura de nuestra economía, su inserción en esquemas
o tratados internacionales de libre comercio y las consecuentes presiones por mayor
competitividad de nuestra economía.

No obstante, en el caso de dos instituciones, sus directivos a distintos niveles se


refirieron a la puesta en marcha de procesos de revisión de sus planes de estudio, con
referencia a estándares internacionales dirigidos a la homologación de dichos planes
(en colaboración con universidades extranjeras o en el marco de procesos de orden
internacional - tuning latinoamericano-) y con miras a la acreditación internacional
de tales programas. Los directivos de cinco de las instituciones incluidas en este
estudio dieron cuenta de la participación de las mismas en esta iniciativa.

Valoración de acreditación institucional nacional o internacional

A, C, E, F, I, M A, C, F, I B, D, G, H, J A, C, D, E, F, I, L
Valoración explícita Valoración No mención de la Participación en
de la acreditación de formas de acreditación “Tunning Latino-
institucional acreditación americano”
internacional

268
Al ser indagados más profundamente por los entrevistadores o, en una minoría
de los casos, de manera espontánea, los directivos entrevistados hablaron del
componente tecnológico curricular, refiriéndose a la incorporación de la tecnología
de la infocomunicación en el plan de estudios por vía de capacitación en el uso del
computador personal y de aplicaciones corrientes en el mismo, definiéndose como
un “eje transversal curricular”. Algunos de los entrevistados se refirieron al empleo
de softwares especializados, especialmente en carreras de ingenierías o el uso de
simulaciones en el caso de carreras del área de negocios. Los directores de áreas
tecnológicas (decanos y directores de departamentos o equivalentes) subrayaron
la creciente importancia de los laboratorios.

No se produjeron referencias espontáneas al uso sistemático de las tecnologías


de la infocomunicación como recurso docente ni como instrumento de acceso a
la información – salvo en el caso de una institución-, aunque en varios casos se
aludió a los “laboratorios” de informática disponibles para los estudiantes. Las
referencias espontáneas en el caso de varias instituciones mencionaron el empleo
de facilidades basadas en la Internet para procesos administrativos de inscripción,
selección de cursos o asignaturas e información sobre calificaciones.

Algunos directivos se refirieron también a la enseñanza de idiomas, particularmente


al Inglés y al requisito de tener dominio técnico del mismo o alcanzar la condición de
bilingüe. Para unas tres instituciones, este requisito ha sido resultado de decisiones
adoptadas tiempo atrás, mientras que para otras tres instituciones es producto de
decisiones recientes.

Enseñanza de ingles como parte de los planes de estudio



L, M A, B, D*, E, F, G, J C, H, I, K
Formación de Algunos niveles de No oferta
un estudiante inglés en todas las del Inglés en
bilingüe carreras los planes de
*Decisión reciente, estudio
por implementar.

En general, no hubo referencias a modificaciones curriculares dirigidas a introducir


de una forma u otra, componentes internacionales en los planes de estudio con
referencia a ámbitos tales como negociaciones internacionales, contabilidad
internacional, derecho comercial internacional, cuestiones transculturales, etc.

Se produjeron referencias a la oferta curricular en términos de su respuesta a


necesidades de recursos humanos por parte de nuestro aparato productivo y de nuestra
sociedad pero, en su mayoría, remitían a requerimientos ya establecidos en la misma,

269
tales como formación de recursos para el turismo, las ingenierías electromecánica,
electrónica o de comunicaciones y medio-ambiental; las referencias abarcaron
también la formación de recursos humanos en áreas anteriormente descuidadas
como gestión de servicios o centros sanitarios, programas técnicos en servicios de
salud, u otros programas en las áreas de educación de las humanidades.

También se produjeron referencias enfáticas al mantenimiento o reapertura de


programas en áreas de interés social como educación, trabajo social o enfermería,
no obstante la escasa o nula auto-sustentabilidad financiera de los mismos.

Énfasis en contribución por programas o carreras “no comerciales”


u ofertas innovadoras y/o complementarias
D, E, I, J A, B, C, J F, G, H, K, L, M
Destacan ofreci- ofrecimiento No enfatizan ni
miento de progra- de programas o destacan una oferta
mas o carreras “no carreras innova- diferenciadora
comerciales”, “fi- doras y/o com-
nancieramente defi- plementarias
citarias” Destacan


En el caso de una de las instituciones se informó de sus planes para diversificar
su oferta curricular cubriendo campos tales como fitosanidad, zoosanidad,
epidemiología animal, tecnología de cultivos orgánicos, biotecnología, negocios
internacionales y otros requeridos en función de la apertura y la procurada
orientación a la exportación de nuestra economía.
En el caso de otra de las instituciones se dio cuenta de iniciativas dirigidas a expandir
áreas como la ingeniería de software y la suscripción de acuerdos internacionales
con el propósito de fortalecer la enseñanza (y la prestación de servicios) en los
ámbitos tecnológicos.

En el caso de una tercera institución se manifestó igualmente el propósito de


enfatizar aún más la formación en las áreas tecnológicas y, especialmente, la
investigación tecnológica, ampliando la cobertura internacional a ámbitos como
el marino u oceanográfico, el hidrológico, el de transporte y el de energía, el de la
ingeniería de software, el de turismo sustentable y otros, vía alianzas nacionales
combinadas con alianzas internacionales.

Una cuarta institución ha comunicado la apertura de nuevos programas en las áreas


de Aduanas y de Comercio Exterior, sobre la base de requerimientos del sector
externo de nuestra economía, junto a otras más orientadas a necesidades más bien
de orden interno.

270
Especificación de decisiones y planes de nuevos
programas en la oferta curricular de grado

Programas en las áreas de fitosanidad, zoosanidad, epidemiología


animal, tecnología de cultivos orgánicos, biotecnología, negocios
A internacionales y otros requeridos en función de la apertura y la
procurada orientación a la exportación de nuestra economía.
B Ingeniería de software y otros programas tecnológicos.
Formación en las áreas tecnológicas en ámbitos como el marino u
C oceanográfico, el hidrológico, el de transporte y el de energía, el de
la ingeniería de software, el de turismo sustentable.
D Programas en aduanas y de comercio exterior.
1 Tecnología de Alimentos y Manufactura Alimenticia.
Programas en humanidades, tales como educación en áreas
J artísticas.
I Relanzamiento de agronomía con énfasis en agronegocios.

Fuera de estos casos, los directivos entrevistados de esas y otras instituciones


no dieron cuenta de otros planes o iniciativas dirigidos a modificar, ampliar
o diversificar su oferta curricular, generando respuestas específicas a nuevas
necesidades identificadas por los cambios en nuestro funcionamiento económico.

Una mayoría de los entrevistados se refirió a la necesidad de introducir mayor


flexibilidad curricular, tanto en lo concerniente a permitir mayor capacidad de
opciones al estudiante en la conformación de un componente significativo de
su plan de estudios particular, especialmente por vía de los cursos o asignaturas
electivas, como en lo referente a la capacidad de introducir más rápidamente ajustes
en la conformación de los planes de estudios o en los contenidos de cursos. Estas
opiniones se extendían a una crítica a la formulación tradicional de los planes de
estudios, considerados muy “cerrados”, “lineales” o “tubulares”, en el sentido de
prescribir uniformemente todos los cursos a acreditar por los estudiantes, con pocas
opciones en forma de cursos electivos.

Resumen
• la mayoría de los directivos entrevistados se refirió al tipo de oferta
curricular de las mismas, antes que al enfoque curricular propiamente o
al modelo educativo institucional;

271
• instigados por los entrevistadores o, en una minoría de los casos, de
manera espontánea, los directivos entrevistados se refirieron al componente
tecnológico curricular al tratar sobre a la incorporación de la tecnología
de la infocomunicación en el plan de estudios por vía de capacitación en
el uso del computador personal y de aplicaciones corrientes en el mismo,
definiéndose como un “eje transversal curricular”;
• la casi totalidad de los entrevistados indicó que existían mandatos
institucionales para la revisión de los planes de estudio cada cinco años;
estas necesidades de revisión curricular se justificaron en términos del
ritmo de producción de conocimientos y tecnologías en general pero
no en razón de procesos específicos y contemporáneos de cambio en el
funcionamiento de nuestra economía;
• no se produjeron referencias espontáneas al uso sistemático de las
tecnologías de la infocomunicación como recurso docente ni como
instrumento de acceso a la información – salvo en el caso de una
institución-;
• algunos directivos se refirieron también a la enseñanza de idiomas,
particularmente al Inglés y al requisito de tener dominio técnico del mismo
o de alcanzar la condición de bilingüe;
• en general no hubo referencias a modificaciones curriculares dirigidas a
introducir de una forma u otra componentes internacionales en los planes
de estudio;
• Fuera de los casos de tres instituciones, los directivos entrevistados de
esas y otras instituciones no dieron cuenta de otros planes o iniciativas
dirigidos a modificar, ampliar o diversificar su oferta curricular, generando
respuestas específicas a nuevas necesidades identificadas por los cambios
en nuestro funcionamiento económico;
• una mayoría de los entrevistados se refirió a la necesidad de introducir
mayor flexibilidad curricular, tanto en lo concerniente a permitir mayor
capacidad de opciones al estudiante en la conformación de un componente
significativo de su plan de estudios particular, especialmente por vía de
los cursos o asignaturas electivas, como en lo referente a la capacidad de
introducir más rápidamente ajustes en la conformación de los planes de
estudios o en los contenidos de cursos

272
3. Definición del perfil de los estudiantes de su institución y
evaluación de los egresados en términos de empleabilidad
y de la satisfacción de las demandas y requerimientos de
los empleadores

Las referencias a los perfiles de egresados por parte de los entrevistados son
generales e imprecisas, aún en los casos de directores departamentales o de
carreras. Por supuesto, se hace referencia general a la correspondencia de dichos
perfiles con las necesidades y requerimientos del entorno relevante, así como al
nivel de actualización de los conocimientos, habilidades y destrezas en los que
son formados.

Al mismo tiempo, los directivos entrevistados no dieron cuenta de prácticas


sistemáticas ni de dispositivos formales para la determinación de los conocimientos,
habilidades y destrezas requeridos por los empleadores públicos o privados.

El máximo directivo de una institución indicó que recientemente había empezado a


requerir que al presentar nuevos planes de estudio (a nivel de grado o de postgrado)
llevados ante las autoridades para toma de decisiones, fuesen acompañados de
las consultas realizadas con sectores externos sobre la adecuación, relevancia y
pertinencia de los mismos. Este mismo directivo subrayó la necesidad de contar
con espacios definidos e instancias formales de consulta con los agentes productivos
y empleadores, para la elaboración y revisión de planes de estudio y programas de
cursos o asignaturas.

En el caso de los directivos de otra institución, los mismos refirieron experiencias


particulares, por lo menos en el caso de una carrera, de consultas internacionales
y nacionales, las últimas, involucrando al colegio profesional respectivo a dicha
carrera, en el proceso de revisión y redefinición de su plan de estudio, manifestando
la expectativa de generalizar dicha práctica a otros casos en la institución.

Los directivos de algunas instituciones indicaron que contaban con comités


consultivos por carreras con sus alzas y sus bajas, a lo largo del tiempo, pero sólo
en el caso de una se afirmó el funcionamiento regular y extendido de los mismos.
Estos comités consultivos, por lo general, estarían formados por empresarios o
representativos de empresas, asociaciones, cámaras o instituciones públicas. En
ningún caso escuchamos la mención de pares académicos externos a la institución
en cuestión.

Fuera de estos casos, los directivos entrevistados dejaron ver que en la validación
de los perfiles, planes de estudio y programas se descansa, antes que en prácticas

273
sistemáticas o dispositivos institucionales de consulta, con pares académicos
externos, colegios, asociaciones profesionales o científicos, o con dirigentes del
sector empresarial y las instituciones empleadoras, en consultas relativamente
informales, dependientes de las redes particulares a los directivos departamentales
o de carreras involucrados, formadas sobre la base de la inserción de estos en el
sector productivo, empleador y en la sociedad.

En el caso de algunas instituciones, sus directivos se refirieron a consultas


específicas realizadas en momentos puntuales, pero no a prácticas sistemáticas
ni a dispositivos institucionales. Lo anterior no excluye la referencia por las
instituciones de educación superior a los marcos conceptuales y lineamientos
formativos establecidos por instituciones internacionales o nacionales, como en el
caso de la OPS/OMS, de la Federación de Escuelas de Medicina u otras instancias
de ese tipo; no obstante, se constata su presencia fundamentalmente en las áreas
de ciencias y técnicas de la salud.

De manera espontánea, la mayoría de los entrevistados se refirió a las deficiencias


académicas de los ingresantes, como resultado de las debilidades del sistema
educativo a nivel primario y medio. Similarmente, expresaron que la situación
empeora en lugar de mejorar. Coincidieron igualmente en indicar que en respuesta
a tales deficiencias de los ingresantes, se han introducido ajustes en los planes de
estudio, en sus tramos iniciales, especialmente en las áreas de matemáticas, ciencias
básicas y comprensión/comunicación escrita.

En lo que concierne a los egresados, los directivos entrevistados manifestaron


la opinión de que tienen éxito en la colocación relevante de los mismos en los
mercados laborales importantes, al tiempo de reconocer que no cuentan con datos
duros relativos al seguimiento de sus egresados y sus trayectorias profesionales, así
como las colocaciones laborales. Lo común fue remitir a unidades institucionales
responsables del seguimiento a los egresados, aunque, por lo general, las
referencias a dichas unidades, especializadas o no, las identificó mas bien como
entidades de interfase para facilitar la colocación de egresados en empresas o en
instituciones públicas, que como instancias competentes en el seguimiento, estudio
y mantenimiento de las relaciones con los egresados. En varios casos se aludió a
la reciente formación de tales unidades. Sólo en el caso de una de las instituciones
hubo referencia a un estudio reciente de los egresados de esa institución, en ese
caso limitado a los egresados con honores académicos.

En todo caso, de acuerdo con las respuestas de los directivos entrevistados, no


parece haber problemas de empleabilidad por parte de sus egresados, siendo esto
un lugar común. Por el contrario, dichos directivos expresaron que la mayoría de

274
sus egresados se encuentran bien colocados en sus mercados laborales, sobre todo
en posiciones técnicas y de gerencia media como también, en menor medida, de alta
gerencia. Las bases empíricas de estas afirmaciones fueron más bien anecdóticas. En
un gran número de casos los directivos entrevistados manifestaron ser contactados
por las empresas y empleadores en general, en procura de identificación y remisión
de candidatos para distintos puestos, siendo estas menciones más comunes en el
caso de los directivos de áreas o carreras de naturaleza tecnológica.

Resumen
• las referencias a los perfiles de egresados por parte de los entrevistados
son generales e imprecisas, aún en los casos de directores departamentales
o de carreras;
• en general se hizo referencia a la correspondencia de dichos perfiles
con las necesidades y requerimientos del entorno relevante, así como
al nivel de actualización de los conocimientos, habilidades y destrezas
en los que son formados los estudiantes;
• los directivos entrevistados no dieron cuenta de prácticas sistemáticas
ni de dispositivos formales para la determinación de los conocimientos,
habilidades y destrezas requeridos por los empleadores públicos o
privados;
• los directivos entrevistados dejaron ver que en la validación de los
perfiles, planes de estudio y programas se descansa, antes que en
prácticas sistemáticas o dispositivos institucionales de consulta con
pares académicos externos, con colegios o asociaciones profesionales
o científicos, o con dirigentes del sector empresarial y las instituciones
empleadoras, en consultas relativamente informales dependientes de
las redes particulares a los directivos departamentales o de carreras
involucrados;
• los directivos de algunas instituciones señalaron que contaban con
comités consultivos por carreras con sus alzas y sus bajas, a lo largo
del tiempo, pero sólo en el caso de una se afirmó el funcionamiento
regular y extendido de los mismos;
• en lo que concierne a los egresados, los directivos entrevistados
manifestaron la opinión de que tienen éxito en la colocación relevante
de los mismos en los mercados laborales importantes;
• al mismo tiempo los entrevistados reconocieron que no cuentan con
datos duros relativos al seguimiento de sus egresados y sus trayectorias
profesionales y colocaciones laborales;
• de acuerdo con las respuestas de los directivos entrevistados, no parece
haber problemas de empleabilidad por parte de sus egresados, siendo
esto un lugar común.

275
4. Características de los profesores y docentes de la
institución

La mayoría de los directivos entrevistados no expresó dificultades ni observaciones


de importancia respecto de la conformación de sus cuerpos profesorales o docentes.
En varios casos se hizo referencia a la alta identificación de los profesores con la
institución como una fortaleza institucional.

En general, los entrevistados no disponían de datos confiables ni precisos sobre


el número o porcentaje de profesores contratados en régimen de tiempo completo
o medio tiempo, a excepción de los directores departamentales de una de las
instituciones, quienes manejaban cifras exactas para sus unidades. Prácticamente
todas las instituciones manifestaron que se apoyaban mayoritariamente en profesores
por hora (o por curso o asignatura), a excepción de dos instituciones, una en la que
predomina el profesor bajo contrato a tiempo completo o medio tiempo, y otra que
históricamente descansó en profesores a tiempo completo y aún conserva bajo esa
condición una proporción aparentemente mayor que el resto de las instituciones,
indicando algunos de sus directivos el propósito de volver a enfatizar la presencia
de profesores a tiempo completo o, por lo menos, a medio tiempo.

Las razones indicadas para el predominio de profesores por curso o asignatura fueron
financieras, dada la incapacidad de las instituciones para solventar compensaciones
apropiadas para incorporar y mantener profesores a tiempo completo. Sólo en el
caso de una institución se indicó que, en determinados tramos de los planes de
estudio, se prefería como opción institucional el contar con profesores con una
práctica profesional concurrente con la actividad docente.

En todo caso, para el conjunto de las entrevistas -salvo en el caso de los directivos
de una institución con planes de diversificar su oferta curricular y en el caso de los
directivos de otras dos instituciones que se refirieron a dificultades con profesores
en el nivel de postgrado en ciertas áreas- no surgieron de manera espontánea
referencias a dificultades en el reclutamiento, incorporación o mantenimiento de
profesores competentes según las áreas ni los niveles de formación (a diferencia,
como veremos, de las respuestas relativas a la función de investigación en las
instituciones de educación superior, en las que la ausencia de doctores y profesores
con competencias y capacidad para la investigación fue referida como uno de los
obstáculos a superar).

En el caso de la institución singularizada en el párrafo anterior, sus directivos


expresaron la necesidad y los planes consecuentes a tal necesidad de contar con
profesores extranjeros para el desarrollo de sus nuevos programas en la oferta

276
curricular, al tiempo de la necesidad de formar en el país o en el extranjero la “masa
crítica” de futuros profesores en dichos ámbitos.

Un directivo de otra institución, expresó la necesidad de contar con más doctores


en las áreas de negocios y en las ingenierías, para fortalecer los programas de
postgrado en las mismas. Y el directivo de una tercera institución refirió los
esfuerzos especiales a los que debía recurrir para completar los cuadros docentes
en el nivel de postgrado, procurando docentes que combinaran alta formación y
amplia experiencia práctica.

Sólo el directivo de una institución expresó interés en que algunos de sus profesores
tuvieran la experiencia de enseñar en el exterior, en instituciones de educación
superior con las que se tienen acuerdos, en el marco de la internacionalización de la
educación superior, a los fines de que esos profesores se expusieran a experiencias,
prácticas y estándares vigentes en esas instituciones.

Cuestionados, sobre iniciativas y prácticas de desarrollo y formación de los


profesores, la totalidad de las instituciones consideradas en este estudio, de acuerdo
con lo reportado por sus directivos entrevistados, ha puesto en marcha distintas
iniciativas a tales fines. En la mayoría de los casos dichas iniciativas consisten en
programas de maestría e incluso de doctorado, en los que se facilita de una u otra
manera y en uno u otro grado la participación de los profesores, con el propósito
de que los mismos obtengan el grado mínimo de maestría. Una buena parte de los
entrevistados expresó o reconoció que estos propósitos se han visto fomentados
gracias a los requisitos establecidos por la Secretaría de Estado de Educación
Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) a ese respecto.

Dichos programas de maestría o doctorado, que coexisten con diplomados en


gestión o en docencia universitaria, son en su gran mayoría implementados mediante
acuerdos con universidades extranjeras, predominantemente españolas, pero
también cubanas, francesas, puertorriqueñas y de Estados Unidos. La mayoría de
estos programas son en las áreas de educación o vinculadas a esta. Una minoría se
desarrolla en otros ámbitos profesionales o académicos, tales como la administración
o la economía. En las entrevistas no se reporta ninguno en ciencias básicas o en
las áreas tecnológicas.

Los entrevistados de varias instituciones indicaron la existencia de programas de


inducción con talleres o cursos de metodología docente para los profesores de
nuevo ingreso. Sólo los directivos de dos instituciones reportaron la existencia de
programas sistemáticos de desarrollo profesoral a cargo de unidades especializadas
en dicho ámbito (y particularmente en una de ellas los distintos entrevistados hicieron

277
referencias consistentes a sus distintas actividades expresando una valoración que
importantizaba las mismas).

Formación / desarrollo de profesores


B , C, E B, C, E, E, G B, C, D, E, B, C*, D, B
F, G F, G, J, M E*, M**
Existencia Existencia de Programas Programas Programas * De
de unida- programas de induc- de diploma- doctorales maes-
des organi- articulados ción o do, especia- en el país tría.
zacionales de desarrollo formación lización y en colabo- Acuer-
específicas profesoral inicial en maestría en ración con dos en
a cargo del Existencia de docencia docencia o universida- vigencia
desarrollo programas universita- gestión uni- des extran- para for-
profesoral. articulados ria versitarias jeras mación
de desarrollo ** En edu- de pro-
profesoral cación fesores
en áreas
sustanti-
vas en el
exterior

Los directivos de dos instituciones manifestaron inquietud por el hecho de que,


con miras al cumplimiento de los requisitos establecidos por la SEESCyT, las
instituciones de educación superior estaban recurriendo al expediente de formar
profesores con el grado de maestría (o doctorado) en educación o áreas afines, pero
sin insistencia en formar con maestrías (o doctorados) en áreas relevantes más
directamente ligadas a los ámbitos de la docencia de esos profesores (ingenierías,
negocios, ciencias básicas, etc.). En el caso de una de estas dos instituciones, la
opinión referida fue manifestada tanto por altos directivos como por directivos
departamentales de las áreas tecnológicas.

Resumen
• La mayoría de los directivos entrevistados no expresó dificultades
ni observaciones de importancia respecto a la conformación de sus
cuerpos profesorales o docentes;
• en general, los entrevistados no disponían de datos confiables ni
precisos sobre el número o porcentaje de profesores contratados en
régimen de tiempo completo o medio tiempo;
• prácticamente todas las instituciones manifestaron que se apoyaban
mayoritariamente en profesores por hora (o por curso o asignatura),
a excepción de dos instituciones;
• las razones indicadas para el predominio de profesores por curso o
asignatura fueron financieras, dada la incapacidad de las instituciones

278
para solventar compensaciones apropiadas para incorporar y mantener
profesores a tiempo completo;
• para el conjunto de las entrevistas -salvo en el caso de los directivos
de una institución con planes de diversificar su oferta curricular y en
el caso de los directivos de otras dos instituciones que se refirieron
a dificultades con profesores en el nivel de postgrado en ciertas
áreas- no surgieron de manera espontánea referencias a dificultades
en el reclutamiento, incorporación o mantenimiento de profesores
competentes según las áreas ni los niveles de formación;
• la totalidad de las instituciones consideradas en este estudio, de
acuerdo con lo reportado por sus directivos entrevistados, ha puesto
en marcha distintas iniciativas de desarrollo y formación de los
profesores;
• en la mayoría de los casos dichas iniciativas consisten en programas
de maestría e incluso de doctorado en los que se facilita de una u
otra manera y en uno u otro grado la participación de los profesores,
con el propósito de que los mismos obtengan el grado mínimo de
maestría;
• dichos programas de maestría o doctorado, que coexisten con
diplomados en gestión o en docencia universitaria, son en su gran
mayoría, implementados mediante acuerdos con universidades
extranjeras;
• la mayoría de estos programas son en las áreas de educación o
vinculadas a esta;
• sólo los directivos de dos instituciones reportaron la existencia de
programas sistemáticos de desarrollo profesoral a cargo de unidades
especializadas en dicho ámbito;
• los directivos de dos instituciones manifestaron inquietud por el hecho
de que, con miras al cumplimiento de los requisitos establecidos por la
SEESCyT, las instituciones de educación superior estaban recurriendo
al expediente de formar profesores con el grado de maestría (o
doctorado) en educación o áreas afines, pero sin insistencia en formar
con maestrías (o doctorados) en áreas relevantes directamente ligadas
a los ámbitos de la docencia de esos profesores.

5. Aportes de la institución en materia de investigación

Existió amplio reconocimiento entre los entrevistados sobre la debilidad de las


instituciones de educación superior del país respecto a la investigación científica,
pura o aplicada, lo cual es extensivo a la investigación tecnológica. Se atribuyó

279
dicha debilidad, en primer lugar, a cuestiones de financiamiento, y, en segundo
lugar, a la carencia de profesores investigadores, con formación doctoral y capacidad
metodológica.

Énfasis en causas de la ausencia / debilidad de


investigación en las
Instituciones de educación superior dominicanas

B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L C, I D*
*Un directivo
Falta de recursos financie- Ausencia / escasez Ausencia de
ros. de profesores con una cultura de
formación avanza- investigación
da e investigadores / creatividad /
(especialmente en innovación.
ingenierías).

Sólo en el caso de una institución se indicó que, dados sus orígenes y propósitos
fundacionales, su vinculación con sectores empresariales y productivos, así como
el apoyo financiero de instancias nacionales y organismos multinacionales, había
podido conjugar docencia, investigación y extensión de manera significativa,
generando investigación aplicada útil a los sectores productivos y vinculada a la
docencia y a la extensión.

Varios de los entrevistados manifestaron que en sus instituciones, la investigación


se hacía limitadamente, valiéndose en gran medida de las tesis de grado para la
misma, con las limitaciones que esto encerraba.

En general, la mayoría de los entrevistados expresó que recién en los últimos años
se estaban haciendo esfuerzos, por encima de las limitaciones constatadas, para
impulsar la investigación en sus respectivas instituciones. En varios casos se indicó
que estos esfuerzos implicaban definir una instancia responsable de la investigación.
Entrevistados de una parte de las instituciones dieron cuenta de algunos de los
proyectos recientes que se habían logrado iniciar en sus respectivas instituciones,
los cuales, a todas luces, constituyen esfuerzos loables pero aislados.

Los directivos de una de las instituciones expresaron que, vía las inversiones
realizadas por la propia entidad, se había logrado financiar algunas investigaciones,
destacándose aquellas en el área de salud y logrando establecer una vicerrectoría
dedicada a la investigación, con algunos proyectos en marcha.

280
El directivo de una de las instituciones denominadas como “tecnológica”,
subrayó la necesidad de generar investigación tecnológica propiamente dicha,
considerándola una de sus debilidades institucionales, pese a los esfuerzos por
mantener la investigación, destinando a la misma una proporción de su presupuesto,
presupuesto que es generado por vía de las matrículas estudiantiles. Reconoció que
la investigación en los ámbitos sociales y en las humanidades, había dominado
respecto de la investigación tecnológica y precisó que el impulso de esta última
era uno de los propósitos estratégicos actuales de su institución.

Directivos departamentales de esa misma institución destacaron el papel que los


fondos concursables provenientes del presupuesto institucional para profesores
y estudiantes estaban jugando en desarrollar una cultura de investigación y en
posibilitar hasta cierto punto la realización de investigaciones en esa entidad.

Esos mismos directivos departamentales destacaron la ausencia de profesores con


la formación requerida para realizar investigaciones, especificando la escasez de
doctores en las áreas de las ingenierías.

Como es de esperarse, los directivos en las áreas de tecnología subrayaron la


importancia de los laboratorios y el equipamiento para la investigación en las
mismas; no obstante, la mayoría de los mismos dio cuenta de mejoras en sus
laboratorios y equipos de cara a la docencia, varios expresaron que lo mismo
no puede decirse cuando se evalúa a aquellos en función de requerimientos de
investigación, necesitándose inversiones especificas que, por lo general, son
costosas.

Los directivos departamentales de una de las instituciones de educación superior


dieron cuenta de los esfuerzos episódicos que habían realizado en sus departamentos
o carreras para realizar investigaciones y relataron la naturaleza de algunos de
esos proyectos, pero siempre reconociendo la ausencia de programas sostenidos y
amplios de investigación por las razones antes identificadas.

Una minoría de las instituciones, de acuerdo a lo reportado por los entrevistados,


tenía políticas institucionales de investigación definidas, y solo en un caso se
refirieron ámbitos prioritarios formalmente establecidos. Varias de las instituciones
consideradas en este estudio han organizado, según reportaron sus directivos,
institutos o centros (y, en ocasiones, simplemente “grupos”) como instancias
destinadas al desarrollo de investigaciones en ámbitos particulares.

281
Dispositivos organizacionales para la investigación

D, J C, F, L A, C, D, E G, H, I, J M
Institutos Centros Decanato, Departamen- Ninguno
to, Unidad
Especializada

El directivo principal de una de las instituciones manifestó que la misma estaba


en proceso de definir algunos ámbitos de prioridades por vía de la especificación
de ejes principales en los cuales articular sus grupos y centros de investigación
y prestación de servicios. Similarmente, un alto directivo de otra institución
expresó el propósito de proponer la definición de algunos ámbitos prioritarios de
investigación, sobre la base de fortalezas y aportes históricos de esa institución y
de énfasis estratégicos de cara al futuro. En ambos casos se expresó la necesidad
de precisar áreas de enfoque y de prioridad y de conformar grupos de investigación
que asumieran y desarrollaran líneas de trabajo en lugar de esfuerzos de base
individual y naturaleza episódica.

Ese directivo también expresó que no todas las instituciones de educación superior
pueden ser “research universities” y que sería utópico pretenderlo más allá de dos o
tres instituciones; expresó que incluso hay áreas, especialmente ciencias básicas, en
las que sólo la universidad estatal, por su naturaleza pública y por razones de Estado,
podría realmente incurrir, que incluso otras universidades, como INTEC y PUCMM,
con posibilidades de ser “research universities” difícilmente podrían incursionar,
salvo que fuera como parte de una política estatal que así lo sustentara.

Varios de los entrevistados se refirieron a la ausencia de políticas y contribuciones


estatales al desarrollo de la investigación científica y tecnológica en el país, pese
a algunos tímidos esfuerzos recientes. Asimismo se refirieron a la ausencia de
una cultura empresarial de apoyo a la investigación. Algunos de los entrevistados
indicaron que a las empresas, en general, les era más fácil y conveniente importar
resultados de investigación que promoverlos en el país.

Resumen
• Se resalta la debilidad de las instituciones de educación superior del
país respecto de la investigación científica, pura o aplicada, lo cual
es extensivo a la investigación tecnológica;
• se atribuyó dicha debilidad, en primer lugar, a cuestiones de
financiamiento, y, en segundo lugar, a la carencia de profesores
investigadores con formación doctoral y capacidad metodológica.

282
• varios de los entrevistados manifestaron que en sus instituciones la
investigación se hacia limitadamente, valiéndose en gran medida
de las tesis de grado para la misma, con las limitaciones que esto
encerraba;
• la mayoría de los entrevistados expresó que recién en los últimos
años se estaban haciendo esfuerzos, por encima de las limitaciones
constatadas, para impulsar la investigación en sus respectivas
instituciones;
• en varios casos se indicó que estos esfuerzos implicaban definir una
instancia responsable de la investigación;

• en varias de las entrevistas se dio cuenta de algunos de los


proyectos recientes que se habían logrado iniciar en sus respectivas
instituciones, los cuales, a todas luces, constituyen esfuerzos loables
pero aislados;
• el directivo de una de las instituciones denominada como
“tecnológica”, subrayó la necesidad de generar investigación
tecnológica propiamente dicha, considerándolo una de sus debilidades
institucionales, pese a los esfuerzos por mantener la investigación
destinando a la misma una proporción de su presupuesto;
• una minoría de las instituciones tenía políticas institucionales de
investigación definidas, y solo en un caso se refirieron ámbitos
prioritarios formalmente establecidos.
• uno de los entrevistados expresó que no todas las instituciones de
educación superior pueden ser “research universities” y que sería
utópico pretenderlo más allá de dos o tres instituciones; añadió que
incluso hay áreas, especialmente ciencias básicas, en las que sólo
la universidad estatal, por su naturaleza pública y por razones de
Estado, podría realmente incurrir;
• varios de los entrevistados se refirieron a la ausencia de políticas y
contribuciones estatales al desarrollo de la investigación científica y
tecnológica en el país, pese a algunos tímidos esfuerzos recientes;
• asimismo se refirieron a la ausencia de una cultura empresarial de
apoyo a la investigación

6. Relaciones institucionales de las universidades con el


sector empresarial y el sector productivo

Prácticamente todas las instituciones contempladas en este estudio tienen empresarios


formando parte de sus órganos de máxima dirección (consejos o juntas directivas,

283
juntas de regentes, etc.); no obstante, para la mayoría de las instituciones de
educación superior, según la opinión de los directivos entrevistados, sus relaciones
institucionales con el sector empresarial y con el aparato productivo del país son
más bien débiles y limitadas; esto incluye incluso a una de las instituciones de
educación superior cuya fundación es atribuible al empresariado organizado.

Composición de los Consejos Superiores,


Juntas Directivas, de Regentes u organismos o instancias de
máxima dirección de las instituciones

A, B, E, F, H, I, J, M C, G, L, K D
Instancia conformada Instancia confor- Ninguna instancia
predominantemente por mada predomi- externa
empresarios nantemente por no
empresarios

En el caso de dos de las instituciones de educación superior incluidas en el


estudio, sus directivos expresaron en las entrevistas que las relaciones con el sector
empresarial han sido satisfactorias; en el caso de una de ellas, esto ha sido así desde
su propia fundación, patrocinada por un grupo de empresarios y por vía de sus
actividades formativas, de investigación y de extensión, el conjunto de las cuales
ha redundado en mayor vinculación con el sector productivo; para los directivos
de la otra, también patrocinada por empresarios en colaboración con la Iglesia
Católica, las relaciones han sido fluidas y sostenidas sin necesidad de dispositivos
especializados para ello, gracias a las relaciones colegiales existentes entre los
directivos de la universidad y los empresarios y directivos de las empresas (en este
caso, los entrevistados indicaron que funcionarios de esta institución son miembros
de las juntas directivas de empresas o de asociaciones empresariales).

En el caso de una de las instituciones de educación superior existe una Vicerrectoria


a cargo de las relaciones con las empresas; no obstante, en dicho caso, las relaciones
se sostienen más bien con las empresas de la propia universidad que con el sector
empresarial y productivo en general.

En el caso de otra institución se nos informó y documentó acerca de una política


reciente de centros asociados o adscritos que se espera permitirá sumar y
articular recursos y esfuerzos a favor de la prestación de servicios en distintas
modalidades.

284
En el caso de una tercera institución, se nos informó de los planes de constituir
una unidad especializada en el desarrollo de las relaciones y vínculos con el sector
empresarial como parte de las iniciativas de la propia rectoría.

El resto de las instituciones contempladas en este estudio, según sus directivos


entrevistados, no cuenta con, ni contempla establecer, dispositivos o instancias
organizacionales especializadas, de interfase, en la prospección, establecimiento,
mantenimiento y desarrollo de relaciones y formas de vinculación con las
empresas.

Dispositivos organizacionales para la prestación de servicios y


vinculación con el sector productivo (exceptuando consejos consultivos)


D*, G B, C, D, F*, L A, E, H, I, J, K, M
Instancia especial Institutos o Centros Ninguno en especifico

*Decidida, por *Decididos, por


implementar implementar.

Por otra parte, al interrogar a los directivos sobre la prestación de servicios por
parte de sus instituciones al sector productivo, las respuestas obtenidas se referían,
en la gran mayoría de los casos, a la oferta de actividades de educación continua,
ya en la modalidad abierta, ya en la modalidad in-house. En otras palabras, de
manera espontánea se tendía a identificar prestación de servicios con ofrecimiento
de actividades de educación continua y entrenamiento (diplomados, cursos cortos y
talleres). Por lo menos en el caso de dos de las instituciones contempladas en este
estudio, se indicó la existencia de un centro o unidad de servicios empresariales,
cuya función era la de organizar eventos de educación continua para el personal de
las empresas y de otras organizaciones, públicas o del tercer sector. En resumen,
estos casos indican que existe una concepción limitada por parte de los directivos
de esas instituciones respecto de las posibilidades y potencialidades de prestación
de servicios al sector productivo.

Respecto de la prestación de servicios como actividad de extensión comunitaria,


las respuestas de los directivos entrevistados fueron más asertivas y se refirieron
a mayores posibilidades. En varias instituciones de las incluidas en este estudio
existen lineamientos para la prestación de servicios comunitarios o sociales,
especialmente en las áreas de salud (atención médica y odontológica, servicios
de bioanálisis o de orientación y educación vinculados a la salud); estos servicios
incorporan a los estudiantes y se canalizan por lo menos en parte por vía de centros

285
o instancias organizacionales especializados en ofrecer dichos servicios (centros
de asistencia en salud, dispensarios, etc.), en parte por vía de centros o instancias
del gobierno central o de los gobiernos locales (SESPAS o los ayuntamientos) y en
parte por vía de campañas especiales de la propia institución. A este respecto habría
que adicionar servicios de asistencia jurídica que ofrecen estudiantes de derecho
a poblaciones de escasos recursos económicos en colaboración con instancias del
ministerio público (fiscalías).

Similarmente se dio cuenta de actividades de prestación de servicios comunitarios


o sociales en colaboración con los gobiernos locales, en áreas tales como
levantamientos o diseño arquitectónico o de ingeniería civil, extensión agrícola, o
servicios técnicos de ingeniería eléctrica o electromecánica.

En sentido general estos servicios comunitarios o sociales involucran a profesores y


estudiantes, personal técnico y administrativo destacado en los centros de servicios
(especialmente en los casos de servicios de salud), se ven apoyados por las políticas
de pasantías de las instituciones y se realizan en cooperación con instancias del
gobierno central o de los gobiernos locales, en mayor medida, o con algunas
organizaciones no gubernamentales (ONG’s), en menor medida. Se ofrecen de
manera gratuita y, en algunos casos, sobre la base de una cuota módica o ajustada
a las posibilidades de pago de los usuarios.

Énfasis en prestación de servicios y vinculación con la comunidad,


instituciones públicas y el sector productivo

B, D, E, H, I, J, K A, D, E, J A, C F, G, L, M

Enfatizan servicios Enfatizan Enfatizan No hay claros


comunitarios servicios a relaciones énfasis
instituciones con sectores (exceptuando
públicas productivos Ed. Continua)


Contrastando con estas formas sistemáticas y continuas de prestación de servicios
comunitarios o sociales, la prestación de servicios a unidades del sector productivo,
exceptuando las actividades de educación continua, se hace de manera puntual y
episódica, sin existir políticas ni programas sostenidos para el ofrecimiento de la
misma. En ese sentido, los entrevistados dieron cuenta de casos anecdóticos de
prestación de servicios o de experiencias aisladas, así como de esfuerzos incipientes
en este ámbito.

286
Resumen

• prácticamente todas las instituciones contempladas en este estudio


tienen empresarios formando parte de sus órganos de máxima
dirección (consejos o juntas directivas, juntas de regentes, etc.);
• no obstante, para la mayoría de las instituciones de educación
superior, según la opinión de los directivos entrevistados, sus
relaciones institucionales con el sector empresarial y con el aparato
productivo del país son más bien débiles y limitadas;
• dos de las instituciones de educación superior incluidas en el estudio,
expresaron en las entrevistas, a través de sus directivos, que las
relaciones con el sector empresarial han sido satisfactorias;
• en una de las instituciones de educación superior existe una
Vicerrectoría a cargo de las relaciones con las empresas; no obstante,
en dicho caso, las relaciones se sostienen más bien con las empresas
de la propia universidad que con el sector empresarial y productivo
en general;
• otra institución informó y documentó acerca de una política reciente
de centros asociados o adscritos que se espera permitirá sumar y
articular recursos y esfuerzos a favor de la prestación de servicios
en distintas modalidades;
• una tercera institución, nos informó de los planes de constituir una
unidad especializada en el desarrollo de las relaciones y vínculos
con el sector empresarial como parte de las iniciativas de la propia
rectoría;
• el resto de las instituciones contempladas en este estudio, según sus
directivos entrevistados, no cuenta con, ni contempla establecer,
dispositivos o instancias organizacionales especializadas, de
interfase, en la prospección, establecimiento, mantenimiento y
desarrollo de relaciones y formas e vinculación con las empresas;
• al interrogar a los directivos sobre la prestación de servicios por parte
de sus instituciones al sector productivo, las respuestas obtenidas se
referían, en la gran mayoría de los casos, a la oferta de actividades de
educación continua, ya en la modalidad abierta, ya en la modalidad
in-house;
• respecto de la prestación de servicios como actividad de extensión
comunitaria, las respuestas de los directivos entrevistados fueron más
asertivas y refirieron mayores posibilidades. En varias instituciones
de las incluidas en este estudio existen lineamientos para la prestación

287
de servicios comunitarios o sociales, especialmente en las áreas de
salud (atención medica y odontológica, servicios de bioanálisis o de
orientación y educación vinculados a la salud) y, en menor medida,
servicios jurídicos;
• estos servicios incorporan a los estudiantes y se canalizan por lo
menos en parte por vía de centros o instancias organizacionales
especializados en ofrecer dichos servicios (centros de asistencia en
salud, dispensarios, etc.), en parte por vía de centros o instancias
del gobierno central o de los gobiernos locales (SESPAS, instancias
del ministerio público o los ayuntamientos) y en parte por vía de
campanas especiales de la propia institución;
• contrastando con estas formas sistemáticas y continuas de
prestación de servicios comunitarios o sociales, la prestación de
servicios a unidades del sector productivo, según los reportes de los
entrevistados, exceptuando las actividades de educación continua, se
hace de manera puntual y episódica, sin existir políticas ni programas
sostenidos para el ofrecimiento de la misma.

7. Planteamientos de política educacional superior y las


iniciativas que en ese ámbito promueve el Ciudadano
Presidente de la República.

Una parte de los entrevistados entiende que hay una visión presidencial que apunta
en la dirección correcta pero que no es aun traducida en políticas públicas articuladas
ni sistemáticas; otra parte de los entrevistados es más severo en sus juicios, por
cuanto entiende que el Presidente apunta una serie de líneas, pero que no se logra
una visión articulada; se habla de un “deseo” del Presidente sobre la base de su
comprensión de lo importante que es la educación de cara a los retos del país, pero
se extraña la “operacionalización” de ese deseo en una verdadera visión (“más
concreta”, para emplear la expresión de uno de los entrevistados).

En general se entiende que las “apuestas” del Presidente y la importancia que


confiere a las iniciativas en la educación en general, particularmente en la educación
superior, no son sustentadas presupuestalmente.

Para algunos no hay suficiente confianza en las instituciones dominicanas y se


apela a instituciones internacionales, entendiendo que si bien esto es bueno en
general, no necesariamente desarrolla nuestras propias capacidades, existiendo
instituciones con el potencial para ello. Aquí hubo referencias a casos como el del
Stevens Institute of Technology.

288
Algunos entrevistados criticaron que desde la postura del Presidente se favorezca
más a las inversiones en infraestructura física que en el desarrollo institucional de
las universidades.

Algunos entienden que no se presta suficiente atención y recursos a las cuestiones


fundamentales como el mejoramiento de la educación básica y media.

Resumen
• varios entrevistados entienden que hay una visión presidencial en
materia de educación que apunta en la dirección correcta, mientras
otros entienden que no se termina de configurar una visión aunque
se conocen intenciones y deseos del Presidente en cierta dirección;
en general se percibe que la visión o deseos del Presidente no se
traducen aún en políticas públicas articuladas y mucho menos se
sustentan en asignaciones presupuestales correspondientes a los
propósitos.
• se percibe que el Presidente, al favorecer la presencia y convenios
con instituciones internacionales –lo cual no se rechaza-, muestra
también desconfianza en las capacidades y posibilidades de
instituciones locales de educación superior.
• algunos entienden que no se presta suficiente atención y recursos a
las cuestiones más prioritarias como el mejoramiento de la educación
básica y media.

8. Rol y acciones de la SEESCyT

Para algunos, la SEESCyT está tratando de alinearse con la visión presidencial y


manifiesta una actividad y auge significativos, pero la juventud de la entidad y la
escasez de recursos no le permiten aún hacerlo mejor.

Varios entrevistados se manifestaron de manera positiva respecto de las iniciativas


y nivel de actividad desplegados por la SEESCyT en tan poco tiempo de existencia.
En general, por ejemplo, se apoyan iniciativas como las de los Fondos Concursables
de Investigación y las becas para estudios en el exterior y en el país. No obstante,
se insiste en que las actividades de fomento e incentivo que ha emprendido o quiere
emprender la SEESCyT, requieren de recursos financieros mucho más cuantiosos
que las escasas asignaciones de las que dispone.

Para otros, la SEESCyT actúa sin suficiente concertación con las instituciones
de educación superior, lo cual no ayuda a los procesos de mejoría del sistema.
En general se manifiesta desconfianza hacia la posibilidad de que se desarrollen

289
verdaderas políticas de Estado más allá de impulsos coyunturales o iniciativas
pasajeras; se teme a la falta de continuidad de propósitos

Algunos entrevistados se quejaron de que sus instituciones no son tomadas en


cuenta y que hay diferencias en el trato a las instituciones, mostrándose preferencia
por algunas de ellas. En esa línea algunos apuntan que en la SEESCyT predomina
una actitud que ve a las instituciones de educación superior como si fueran liceos
o colegios dirigidos desde la Secretaría de Educación. Se argumenta que desde la
SEESCyT se “imparten” órdenes e instrucciones como si se estuviera manejando
el sistema de regionales, distritales y centros en la educación básica y media. Se
argumenta también que el Consejo de Rectores previsto en la Ley de Educación
Superior, Ciencia y Tecnología escasamente se convoca una vez al año, y no se
recurre al mismo para decisiones y consultas a lo largo del tiempo.

Algunos entrevistados se refirieron a la atribuida rigidez en la concepción curricular


que impone la SEESCyT, la cual favorece planes de estudio tubulares, y poco
flexibles y poco abiertos a ser actualizados por vía de opciones que llevan a
conformar tramos importantes del plan de estudio mediante selecciones, por parte
de los estudiantes, de combinaciones de asignaturas o cursos de distintos programas
o la inclusión de asignaturas electivas cambiantes y definidas de manera muy
general de modo tal que permita incluir los avances recientes o temas especiales
en áreas de punta en las distintas disciplinas y campos. Se esgrime que se requieren
definiciones puntuales y elaboraciones completas y detalladas de los programas de
dichas asignaturas (Ej., seminarios).

Algunos entrevistados lamentaron que las informaciones sobre becas y convenios


aprovechables no fluyan o no lo hagan por lo menos de la misma manera hacia
todas las instituciones de educación superior.

Resumen
• varios entrevistados entienden que la SEESCyT ha mostrado en corto
tiempo iniciativas, dinamismo y un nivel de actividad apreciables, pese
a su juventud y a la escasez de recursos.
• se saludan iniciativas como los fondos concursables para investigación y
los programas de becas, aunque se entiende que los recursos destinados
son insuficientes y se desconfía de la continuidad de propósitos o
sustentabilidad de esas iniciativas o programas.
• algunos entrevistados se quejaron de que sus instituciones no son
tomadas en cuenta y que hay diferencias en el trato a las instituciones,
mostrándose preferencia por algunas de ellas.

290
• otros manifestaron que en la SEESCyT predomina una actitud que
ve a las instituciones de educación superior como si fueran liceos o
colegios dirigidos desde la Secretaria de Educación, a los cuales se
imparten órdenes e instrucciones.
• algunos entrevistados manifestaron que desde la SEESCyT, con sus
reglamentaciones y requisitos de especificación detallada de todas las
asignaturas y programas en los planes de estudio, como requisitos para
que sean aprobadas los mismos, no se favorece la apertura y flexibilidad
curricular que demandan los tiempos, entorpeciéndose la posibilidad
de planes de estudio más abiertos y con electivas que permitan incluir
oportunamente los temas y contenidos cambiantes y novedosos que
surgen en las distintas disciplinas y campos de estudios.

291
292
CUARTA PARTE:

CONSIDERACIONES FINALES

293
294
Consideraciones Finales

Este documento ha presentado diversos elementos que permiten evaluar el


desempeño del sistema nacional de innovación en la República Dominicana,
identificar sus retos y oportunidades y derivar implicaciones de política con
miras a su articulación y fortalecimiento. El estudio se inició con una reflexión
en torno al contexto internacional y a las tendencias productivas, comerciales y
organizacionales a nivel mundial. La discusión destacó el surgimiento de un nuevo
paradigma tecnológico –caracterizado, entre otros aspectos, por el uso intenso de las
nuevas tecnologías de información y comunicación-, el cual ha inducido cambios
esenciales en la organización de las firmas individuales y en la articulación de los
procesos productivos a nivel mundial.

Ese proceso representa grandes oportunidades para los países subdesarrollados,


en la medida en que fomenta el traslado hacia éstos de una gama de actividades
cuya realización en otros países requeriría mano de obra costosa. Concretamente, la
búsqueda de competitividad por parte de las economías desarrolladas ha llevado de
forma creciente a la subcontratación internacional de una amplia gama de servicios
en los países subdesarrollados. Sin embargo, una condición indispensable para el
aprovechamiento de tales oportunidades es la disponibilidad de un acervo cuantioso
de profesionales y mano de obra calificada, con la habilidad para realizar tareas
relativamente complicadas.

En ausencia de tal condición, una mayor incorporación a la economía mundial


implica para un país dado el riesgo de quedar atrapado en un equilibrio pernicioso,
en el cual el papel del país en el concierto global se limite a la provisión de insumos
de bajo valor agregado. Por otra parte, el proceso de apertura comercial implica
el riesgo de un empeoramiento en la distribución de los ingresos, en la medida en
que los salarios de la mano de obra menos calificada puedan resultar deteriorados
por el sesgo de la demanda hacia mano de obra calificada.

Estos elementos llevan a destacar la relevancia del sistema de educación superior, no


sólo en materia de competitividad –como más comúnmente es pensado- sino también
en materia de equidad. En otras palabras, la disponibilidad de una amplia masa de
profesionales representa la única vía de, por un lado, responder a las demandas del
mercado global y, por otro, garantizar que el proceso no acabe generando tendencias
distributivas de carácter regresivo. Esto requiere, a su vez, la articulación de los
distintos componentes del sistema educativo, gobierno y sector empresarial.

295
¿Cómo se ha desempeñado la República Dominicana en ese sentido? El estudio
ha mostrado que las firmas dominicanas han tenido una actividad innovadora
relativamente amplia, dado que un porcentaje significativo de empresas declara
haber introducido cambios relevantes en materia de productos, procesos o esquema
organizacional a lo largo de los últimos tres años. Si bien es probable que tal
medición esté influenciada por la crisis económica experimentada durante ese
período (que probablemente obligó a un proceso de adaptación especialmente
intenso de las unidades productivas), la evidencia sugiere una actividad innovadora
no despreciable, y ello constituye un aspecto positivo.

Por otro lado, una alta proporción de las innovaciones a nivel de las firmas
tiene un carácter imitativo; es decir, la mayor parte de las firmas se limita a
replicar innovaciones previamente adoptadas por otras. El mayor esfuerzo de
innovación adopta la forma de compra de maquinarias y entrenamiento, mientras
que los esfuerzos de investigación y desarrollo (al interior de las empresas) son
actividades considerablemente menos comunes. A su vez, el comercio intrafirmas
de resultados de Investigación y Desarrollo es prácticamente inexistente en el
mercado dominicano.

En el mediano plazo, ese patrón de innovación podría ser la única opción disponible
para una estructura productiva con las características imperantes en la República
Dominicana. En el largo plazo, sin embargo, el país deberá hacer esfuerzos para
sobrepasar esa barrera y ser capaz de generar innovaciones de mayor profundidad.
Esto adquiere especial importancia si se adopta el punto de vista de que los países
que no desarrollen innovaciones pioneras en al menos algunas áreas, corren el riesgo
de quedarse atrapados en un equilibrio de bajas tasas de crecimiento. Una temprana
reflexión sobre ese aspecto aparece en SEESCyT (2004e), donde un conjunto de
actores clave consultados como parte de un proceso de planificación estratégica,
indicó la conveniencia de impulsar la adopción científica y tecnológica, sin dejar
de lado los esfuerzos para avanzar hacia la frontera del conocimiento mundial.

La limitación más importante que el país deberá enfrentar es la evidente


falta de articulación entre las entidades que conforman el sistema nacional
de innovación, y la ausencia de una visión compartida sobre la estrategia a
seguir en materia de innovación, tecnología y desarrollo. Las declaraciones
de las firmas encuestadas, por ejemplo, indican que la mayor parte de sus
innovaciones ha ocurrido de espaldas a las Instituciones de Estudios Superiores,
las cuales no son consideradas por las unidades empresariales como aliadas
relevantes. De hecho, el papel de las IES se ha limitado a la provisión de
profesionales base para las funciones de producción y administración de las
firmas, sin alcanzar en ningún caso relevancia como proveedoras de ideas o
investigaciones.

296
El gobierno tampoco es percibido por las firmas como un agente facilitador de la
actividad innovadora, y el análisis de su desempeño revela claras oportunidades
de mejoría cuantitativa y cualitativa. En particular, las entrevistas realizadas a
un amplio conjunto de funcionarios públicos del área de tecnología, no reflejan
una visión uniforme y bien definida sobre las vías de acción gubernamental, más
allá de iniciativas individuales que resultan de la proactividad de algunos de los
incumbentes. A partir de las declaraciones de los propios funcionarios, se infiere
que “las instituciones públicas no innovan ni mejoran sus procesos, salvo algunas
excepciones”, y que “desde el gobierno hay discursos, pero poca actividad real,
al tiempo que los presupuestos para educación, investigación e innovación envían
una mala señal a la sociedad.”

Por su parte, el análisis de las entrevistas a los líderes empresariales no revela


elementos más tranquilizadores. Una conclusión de las entrevistas es que no parece
existir una visión-país unificada dentro de la dirigencia empresarial, sino una mezcla
de temores y optimismo determinada en gran parte por las expectativas del corto
plazo que tengan los interlocutores. La capacidad de visualizar el futuro como
oportunidad es realmente limitada en las organizaciones empresariales.

Puede decirse que, en general, las propuestas para crear y desarrollar vinculaciones
universidades-empresas han adoptado el camino de soluciones ad hoc; es decir,
soluciones que no significan cambios esenciales en las políticas fundamentales de
las IES, en su diseño estructural básico, en la cultura institucional ni las modalidades
estratégicas de interrelación con los sectores externos. Así, aunque una minoría de
las instituciones de educación superior dominicanas ha experimentado con “centros”
y otros dispositivos parecidos destinados a promover o viabilizar la vinculación
con el sector productivo, la base sistémica institucional de estos “centros” ha sido
débil, y tras cortos periodos de existencia ha dejado de existir. El tema, entonces,
deberá abordarse de manera más radical.

¿Qué hacer frente al conjunto de circunstancias recién esbozado? Sin ceder a la


tentación de ofrecer recetas simplistas para un problema complejo, es conveniente
destacar algunas líneas de acción concretas que surgen del análisis, en adición a las
implicaciones evidentes que se han ido planteando a lo largo del presente estudio.
Por el lado del gobierno, se deberá hacer esfuerzo para promover la definición clara
de la estrategia de desarrollo. Esto implica responder nítidamente algunas preguntas
clave: ¿Cuál es el modelo de desarrollo deseado? ¿Cuáles son las principales líneas
de acción hacia esa meta? ¿Cuáles son las áreas o sectores prioritarios? ¿Qué se
hará para paliar las tendencias regresivas de una profundización tecnológica?
¿Cuáles son los espacios comerciales que se espera que el país ocupe en un mundo
globalizado?

297
Los objetivos y acciones en materia de innovación, tecnología y recursos humanos,
deben supeditarse a esa estrategia general. En ese marco, es necesario una clara
definición de los roles de las distintas instancias gubernamentales en cada una
de esas áreas, evitándose tanto la presencia de solapamientos como los espacios
vacíos. En particular, la definición de un sistema nacional de innovación funcional
requiere delinear la forma en que las necesidades de un componente serán suplidas
por otros. Por ejemplo, una política de incentivo a la innovación no puede
elaborarse de forma disociada de la política educativa. En sentido más específico,
la acción gubernamental deberá procurar con mayor decisión el fortalecimiento
del capital humano, lo que requiere mayor inversión en educación en todos los
niveles. Es necesario enfatizar que, aunque notables mejorías podrían ser logradas
mediante cambios operativos que procuren mayor eficiencia del sector, es también
indispensable aumentar los recursos dirigidos al mismo.

Un aspecto especial de interés se refiere a la necesidad de creación de infraestructura


para la innovación y productividad, en lo cual se destaca el fortalecimiento de
los organismos públicos de investigación, innovación y difusión tecnológica. La
experiencia reciente del IIBI, ITLA, CONIAF, entre otros, resulta positiva, pero
muy limitada en su impacto. El requerimiento empresarial de creación de institutos
tecnológicos élites, con estándares internacionales, debe recibir consideración
especial.

Se deberá también conformar un sistema de incentivos a la actividad innovadora,


que actualmente está ausente del sistema de gerencia pública y de la propia
legislación dominicana. Un aspecto en ese sentido es la orientación de la política
de inversión extranjera directa hacia la atracción de firmas con potenciales derrames
sobre la actividad local, tanto en términos de transferencia de tecnologías como de
habilidades gerenciales, reconociendo que distintos proyectos de inversión puede
estar asociados con muy distintos niveles de encadenamiento y transferencias de
tecnología. Por supuesto, esto deberá ir pari passu con el fortalecimiento de las
prácticas de protección del derecho de propiedad intelectual.

Por otro lado, los resultados muestran que el tamaño de las firmas está asociado
con distintos niveles de innovación. En correspondencia con ello, una estrategia
de innovación deberá colocar atención a las pequeñas y medianas empresas. Esa
atención deberá reflejarse en el desarrollo de programas de apoyo a la incorporación
de nuevas tecnologías y fomento de la innovación al interior de las empresas de
menor tamaño.

La educación superior deberá orientarse con mucho mayor énfasis a la oferta de


áreas de orientación tecnológica, incluyendo las áreas de matemáticas, lógica e

298
informática aplicada como áreas de especial interés. Esto requerirá la creación
de mecanismos que incentiven la demanda de áreas tecnológicas por parte de los
propios estudiantes, como anticipación de necesidades que se avecinan a nivel del
país. Por otra parte, el fortalecimiento de la capacidad gerencial en los futuros
profesionales y el “enseñar a pensar” son requerimientos evidentes por parte
de los empleadores, que obligan a una reorientación de la forma de enseñanza
convencional de las universidades. Como un ejemplo concreto, la enseñanza de
idiomas debe continuar siendo fortalecida, a la luz de la discusión en los capítulos
previos. Por supuesto, esos elementos no deben limitarse a la educación superior,
sino manifestarse en todos los niveles educativos.

Como indicado en el texto principal del presente documento, las instituciones de


educación superior deberán procurar vinculaciones efectivas con el sector productivo,
abriendo probablemente sus políticas de gobierno para asegurar la participación
creciente de de empresarios (y funcionarios públicos) en sus instancias de dirección
a distintos niveles. Deberán, igualmente, adoptar diseños organizacionales que les
permitirá interactuar estrechamente con sectores que deben obedecer a culturas
empresariales y emprendedoras.

En suma, las IES dominicanas enfrentan un gran reto: adecuarse a ser colaboradores
más efectivos del sector empresarial y adecuar sus estructuras para anticipar las
demandas continuas de un mundo cambiante. El análisis del sector educativo sugiere
serias deficiencias que deberán ser superadas para estar a la altura de ese reto, pues
la experiencia hasta el momento no ha sido especialmente exitosa. En ese mismo
marco, las IES deberán abocarse a una revisión más continua de sus programas de
estudio y procurar la incorporación de estudiantes a áreas tecnológicas.

Por otro lado, las posibilidades de desarrollo institucional de las universidades y


centros de educación superior e, incluso, su propia supervivencia, subrayará no sólo
lo imperativo de la eficiencia sino lo ineludible de la creatividad y la innovación en
el despliegue de sus actividades y su propio desarrollo institucional. De resolver
con éxito el enfoque práctico de vinculación con el sector productivo (y con el
gubernamental), las instituciones de educación superior podrían aprovechar una
sustancial oportunidad. El aprendizaje organizacional que tenga lugar para las
instituciones de educación superior que se vinculen con el sector productivo
podría muy bien redundar en un mejor aprovechamiento por parte de éstas de las
posibilidades de financiamiento internacional de fuentes privadas. El acceso a
tales recursos ha sido restringido desde hace años, no sólo debido a la creciente
competencia internacional por los mismos, sino también por la debilidad de las
instituciones de educación superior local para gestar proyectos atractivos que puedan
competir en la arena internacional.

299
A su vez, la SEESCyT deberá continuar fortaleciendo su papel como organismo
rector del sistema educativo superior, ciencia y tecnología. Entre otros puntos
pendientes, la entidad deberá procurar formas de fortalecer las acciones de fomento
a la investigación y desarrollo, más allá de aportes simbólicos. Esto requerirá la
articulación de recursos públicos y privados. Sin abandonar su papel como ente
rector, deberá procurar además crecientes niveles de concertación, y transmitir
la confianza de que a través de sus acciones se desarrollan políticas coordinadas
de Estado, en vez de impulsos coyunturales o iniciativas aisladas. La necesidad
de reflejar una continuidad de propósitos surge como un elemento a destacar. Y al
igual que las demás entidades gubernamentales, deberá constituir un ejemplo de
innovación en sus propios procesos. En tal sentido, el financiamiento de actividades
de innovación y de estudios de postgrado deberá eventualmente concentrarse en las
áreas más congruentes con la estrategia general de desarrollo y competitividad.

Finalmente, el sector empresarial deberá trabajar arduamente en unificar sus visiones


y superar una pobre visión sobre sus propias potencialidades. Las organizaciones
productivas deberán ser proactivas en la búsqueda de vinculaciones con las IES,
como forma de obtener recursos humanos e ideas sin las cuales no será posible
sobrevivir en el mundo que se avecina. En general, el sector productivo deberá
asimilar la idea de que, en un mundo cambiante, los riesgos pueden ser menores
que las oportunidades.

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315
316
Anexo 1

Diseños de muestras para encuestas a empresas,


empleados y estudiantes

Introducción

Este documento describe el diseño muestral utilizado para la realización de las


encuestas de empresas, empleados y estudiantes. En el primer caso, la unidad de
observación son las unidades empresariales más simples, de forma tal que empresas
pertenecientes al mismo grupo empresarial son consideradas como unidades
separadas.

Muestra de empresas

Construcción del Marco Muestral

En el país, varias instituciones han realizado esfuerzos para la configuración de


directorios de empresas, entre estas están Banco Central, FondoMicro, Centro
de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), Directorios
Telefónicos (páginas amarillas), Tesorería de la Seguridad Social (TSS), Junta
Agroempresarial Dominicana (JAD), Dirección General de Impuestos Internos
(DGII), Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEC), etc. Cada uno
de estos directorios tiene propósitos vinculados a los objetivos de las respectivas
instituciones.

Una revisión de las fuentes existentes condujo a la utilización del directorio de la


Tesorería de la Seguridad Social (TSS), por contener un mayor nivel de actualización
y una mejor definición de los sectores económicos, lo cual contribuye en forma
sustancial a los propósitos de este estudio.

En el cuadro No.1 se presenta la base de datos de la TSS por sector y tamaño de


la empresa, expresada en términos del número de empleados.

317
Cuadro No.1
Número de empresas por sector según rangos de empleados

Sector
Rangos de empleados Privada Pública Total
Sin clasificar 5 - 5
1 – 5 12,685 6 12,691
6 – 10 4,838 11 4,849
11 – 20 3,075 24 3,099
21 – 50 2,294 56 2,350
51 – 150 1,247 64 1,311
151 En Adelante 761 108 869
Total 24,905 269 25,174

Para fines de la presente investigación, solo interesan las empresas del sector
privado.

En el próximo cuadro, el número 2, se presenta la distribución de las empresas


del sector privado, según la rama de actividad registrada en el directorio en
cuestión.

318
Cuadro No.2
Distribución absoluta y porcentual de las empresas según sectores económicos

Sectores Económicos Número Por


empresas ciento

A Y B - Restaurantes / Bares / Cafés / Discotecas / Comedores 543 2.2


ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE PENSIONES 8 0.0
AGENCIAS DE CAMBIO 115 0.5
AGRICULTURA Y/O GANADERÍA - Siembra y/o Crianza 328 1.3
ASOCIACIONES DE AHORROS Y PRÉSTAMOS 15 0.1
BANCO DE FOMENTO DE LA VIVIENDA Y LA PRODUCCIÓN 2 0.0
BANCOS DE AHORRO Y CRÉDITO 22 0.1
BANCOS MÚLTIPLES 13 0.1
COMBUSTIBLES - Venta o Distribución de Petróleo y Derivados 117 0.5
COMERCIO AL POR MAYOR Y MENOR - Tiendas / Colmados / Supermercados / Almacenes 8,052 32.3
CONSTRUCCIÓN - Construcción / Arquitectura / Inmobiliarias 1,780 7.1
CORPORACIONES DE CRÉDITO 320 1.3
EMBAJADAS, CONSULADOS, MISIONES EXTRANJERAS 14 0.1
ENERGÍA PRIVADA – Generadores, Distribuidores privad 9 0.0
ENSEÑANZA - Colegios / Escuelas / Universidades / Institutos 909 3.6
EXPLOTACIÓN DE MINAS Y CANTERAS 3 0.0
GOBIERNO / ACUEDUCTOS - Incluye INAPA 1 0.0
GOBIERNO / OTRAS INSTITUCIONES ESTATALES - Banco Central y otros descentralizados 7 0.0
GOBIERNO / PODER JUDICIAL Y ELECTORAL 4 0.0
GOBIERNO / SECRETARÍAS DE ESTADO Y DIRECCIONES GENERALES - Excluye defensa 1 0.0
HOTELERÍA Y TURISMO - Hoteles / Moteles / Tours-Operadores / Agencias de Viaje 754 3.0
INDUSTRIA Y MANUFACTURA - Fábrica de cualquier producto incluyendo alimentos 1,494 6.0
JUEGOS DE AZAR - Bancas deportivas y lotería / Casinos 107 0.4
MULTIMEDIOS - Emisoras de Radio o Televisión / Prensa Escrita y Digital / TeleCables 210 0.8
ONG - Asociaciones / Fundaciones / Clubes Sociales, Deportivos y Culturales 784 3.1
POR CLASIFICAR 3,368 13.5
SALUD - Clínicas / Laboratorios / Hospitales / Consultorios / ARS 854 3.4
SEGUROS - Aseguradoras y Reaseguradotas 105 0.4
SERVICIOS PERSONALES - Salones Belleza / Lavanderías / Sastrerías 354 1.4
SERVICIOS PROFESIONALES - Publicidad / Impresión / Consultoría /
Servicios Profesionales en General 3,440 13.8
TELECOMUNICACIÓN – Telefónicas 33 0.1
TRANSPORTE - Terrestre / Línea Aérea / Marítimos / Alquiler Vehículos 608 2.4
ZONA FRANCA - Industria de Zona Franca 531 2.1
Total 24,905 100.0

En el directorio del TSS existen 24,905 empresas clasificadas como privadas, de


estas, unas 784 son ONG. Además figuran como13 entidades gubernamentales,
debido a una incorrecta clasificación en el presente directorio.

Por otro lado, para los fines de la presente investigación se toman en consideración
solo aquellas empresas que contengan 6 o más empleados, porque un pequeño
tamaño de la empresa la condiciona en los esfuerzos empresariales en términos de
innovación. El total de empresas menores de 6 empleados ascendió a 12,685.

319
En consecuencia, las 3,368 empresas que no están clasificadas en sus respectivos
sectores económicos en el cuadro No.2 se reducen a 365 cuando se eliminan las
menores de 6 empleados.
Estas fueron investigadas mediante un procedimiento de telemarketing y
posteriormente incluidas en sus respectivos sectores económicos.

Las empresas fueron clasificadas de acuerdo al Código Industrial Internacional


Uniforme (CIIU) revisión 3, al nivel de dos dígitos. El siguiente cuadro contiene
la clasificación a dos dígitos de los códigos CIIU.

Cuadro No.3
CÓDIGOS CIIU (revisión 3) A DOS DÍGITOS

· A- Agricultura, ganadería, caza y silvicultura


· 01 - Agricultura, ganadería, caza y actividades de servicios conexas
· 02 - Silvicultura, extracción de madera y actividades de servicios conexas
· B - Pesca
· 05 - Pesca, explotación de criaderos de peces y granjas piscícolas; actividades de
servicios relacionadas con la pesca
· C - Explotación de minas y canteras
· 10 - Extracción de carbón y lignito; extracción de turba
· 11 - Extracción de petróleo crudo y gas natural; actividades de servicios relacionadas con
la extracción de petróleo y gas, excepto las actividades de prospección
· 12 - Extracción de minerales de uranio y torio
· 13 - Extracción de minerales metalíferos
· 14 - Explotación de otras minas y canteras
· D - Industrias manufactureras
· 15 - Elaboración de productos alimenticios y bebidas
· 16 - Elaboración de productos de tabaco
· 17 - Fabricación de productos textiles
· 18 - Fabricación de prendas de vestir; adobo y teñido de pieles
· 19 - Curtido y adobo de cueros; fabricación de maletas, bolsos de mano, artículos de
talabartería y guarnicionaría, y calzado
· 20 - Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto
muebles; fabricación de artículos de paja y de materiales trenzables
· 21 - Fabricación de papel y de productos de papel
· 22 - Actividades de edición e impresión y de reproducción de grabaciones

320
· 23 - Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y
combustible nuclear
· 24 - Fabricación de sustancias y productos químicos
· 25 - Fabricación de productos de caucho y plástico
· 26 - Fabricación de otros productos minerales no metálicos
· 27 - Fabricación de metales comunes
· 28 - Fabricación de productos elaborados de metal, excepto maquinaria y
equipo
· 29 - Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p.
· 30 - Fabricación de maquinaria de oficina, contabilidad e informática
· 31 - Fabricación de maquinaria y aparatos eléctricos n.c.p.
· 32 - Fabricación de equipo y aparatos de radio, televisión y comunicaciones
· 33 - Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión y fabricación
de relojes
· 34 - Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques
· 35 - Fabricación de otros tipos de equipos de transporte
· 36 - Fabricación de muebles; industrias manufactureras n.c.p.
· 37 - Reciclamiento
· E - Suministro de electricidad, gas y agua
· 40 - Suministro de electricidad, gas, vapor y agua caliente
· 41 - Captación, depuración y distribución de agua
· F - Construcción
· 45 - Construcción
· G - Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores,
motocicletas, efectos personales y enseres domésticos
· 50 - Venta, mantenimiento y reparación de vehículos automotores y
motocicletas; venta al por menor de combustible para automotores
· 51 - Comercio al por mayor y en comisión, excepto el comercio de vehículos
automotores y motocicletas
· 52 - Comercio al por menor, excepto el comercio de vehículos automotores y
motocicletas; reparación de efectos personales y enseres domésticos
· H - Hoteles y restaurantes
· 55 - Hoteles y restaurantes
· I - Transporte, almacenamiento y comunicaciones
· 60 - Transporte por vía terrestre; transporte por tuberías
· 61 - Transporte por vía acuática

321
· 62 - Transporte por vía aérea
· 63 - Actividades de transporte complementarias y auxiliares; actividades de
agencias de viajes
· 64 - Correo y telecomunicaciones
· J - Intermediación financiera
· 65 - Intermediación financiera, excepto la financiación de planes de seguros y
de pensiones
· 66 - Financiación de planes de seguros y de pensiones, excepto los planes de
seguridad social de afiliación obligatoria
· 67 - Actividades auxiliares de la intermediación financiera
· K - Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler
· 70 - Actividades inmobiliarias
· 71 - Alquiler de maquinarias y equipo sin operarios y de efectos personales y
enseres domésticos
· 72 - Informática y actividades conexas
· 73 - Investigación y desarrollo
· 74 - Otras actividades empresariales
· L - Administración publica y defensa; planes de seguridad social de afiliación
obligatoria
· 75 - Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación
obligatoria
· M - Enseñanza
· 80 - Enseñanza
· N - Servicios sociales y de salud
· 85 - Servicios sociales y de salud
· O - Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales
· 90 - Eliminación de desperdicios y aguas residuales, saneamiento y actividades
similares
· 91 - Actividades de asociaciones n.c.p.
· 92 - Actividades de esparcimiento y actividades culturales y deportivas
· 93 - Otras actividades de servicios
· P - Hogares privados con servicio doméstico
· 95 - Hogares privados con servicio doméstico
· Q - Organizaciones y órganos extraterritoriales
· 99 - Organizaciones y órganos extraterritoriales

322
Una vez asignados los códigos CIIU y la categorización de las empresas en su
correspondiente sector económico, se hicieron revisiones por muestreo, mediante
llamadas telefónicas a las empresas, hasta configurar un marco muestral de 11,459
empresas susceptibles de ser seleccionadas con probabilidad diferente de cero. El
total de empleados por empresas está en forma de rango, esto es, no se disponen
de los valores individuales de empleados por empresas.

En resumen, el marco muestral está construido bajo las siguientes condiciones:


1. Las empresas menores de 6 empleados no están consideradas como parte
del presente estudio, estas constituyen un 49% del total de la base de datos
que configura el marco muestral.
2. Se descartaron todas las empresas públicas, las de órdenes religiosas y afines
y las ONG.
3. La clasificación de las empresas se hizo mediante el código CIIU, tercera
revisión, y los tamaños de las empresas, medidas por el número de
empleados, solo están expresados en forma de rango y no se dispone de
los tamaños individuales de cada uno de ellos.
4. Se combinaron sectores económicos por considerarlos compatibles para los
propósitos de la presente investigación, estas fueron:

a. “Agricultura, ganadería, caza y Silvicultura” y “Pesca”.

b. “Industrias manufactureras” y “Explotación de minas y


canteras”.

c. “Intermediación Financiera” y “Actividades inmobiliarias,


empresariales y de alquiler, excepto el código 74 (Otras
actividades empresariales)”

d. “Enseñanza” y “Servicios sociales y de salud” y “Otras actividades


de servicios comunitarios, sociales y personales” y el código 74
(Otras actividades empresariales)”.

e. Clasificación como sector económico único la Zona Franca.

Los estratos y dominios de estudios

Los estratos están integrados por el total de empresas que conforman la


interacción entre los sectores económicos y el rango de empleados de las
empresas.

323
Por otro lado, los dominios, esto es, los niveles de desagregación para realizar
inferencias válidas, están formados por:
1. El país
2. Los tamaños de las empresas, son cuatro (4)
3. Los sectores económicos, son diez (10).

Los dominios en el punto 2 y 3 son aún susceptibles de combinaciones, especialmente


en la etapa de análisis para fines de formulación de hipótesis estadísticas.

El cuadro número cuatro (4), define la cantidad de empresas en los estratos y


dominios.

Cuadro No.4

Conformación del Marco Muestral de Empresas por tamaño de la misma


según sector económico

Sectores Micro Pequeña Mediana Grande Total
(6 a 10) (11 a 150) (51 a 150) (151 y más)
1 Agricultura y Pesca 70 75 27 10 182
2 Manufactura y Minas 331 609 227 139 1,306
3 Electricidad 3 5 5 3 16
4 Construcción 321 318 60 20 719
5 Comercio 1,835 1,658 255 65 3,813
6 Hoteles y Restaurantes 292 388 91 102 873
7 Transporte, Alm. Comunica 221 280 77 37 615
8 Inter Financiera /Inmobiliaria 220 206 38 36 500
9 Sector Social 1,227 1,334 288 104 2,953
10 Zona Franca 39 119 100 224 482
Total 4,559 4,992 1,168 740 11,459

Tamaño de muestra
Como variable de diseño se utilizó la proporción poblacional de las empresas
medianas y grandes referido al total del marco muestral disponible, este valor fue
de 0.60.

La expresión para el tamaño de muestra para poblaciones finitas es como sigue:

…………….. (1)

324
Para una confianza del 95% el valor de Z se redondeó a dos (2). Para un nivel de
error del 5% el tamaño de muestra aproximado es de 384 empresas.

Cuadro No. 5
Estimación del tamaño de muestra para un nivel de confianza del 95%
según niveles de error

Nivel de Error Tamaño de muestra


0.01 9,600
0.02 2,400
0.03 1,067
0.04 600
.045 474
0.05 384
.060 267

El equipo investigador requiere estimaciones por sectores económicos y por


tamaño de empresa, en este sentido es preciso conciliar una muestra confiable en
estos niveles de desagregación y los recursos económicos disponibles para este
propósito. En consecuencia, se sugiere un tamaño muestral de 484 empresas, pues
se estaría, en el peor de los casos, con un nivel de error a nivel nacional tan bueno
como un 4% aproximadamente.

Afijación y selección de la muestra


El tamaño muestral de 484 empresas, se asigno a las cuatro (4) categorías de
empleados mediante la expresión de varianza óptima sin costo, la cual viene dada
por:


……………. (2)

Donde Nn representa la cantidad de empresas en la población según tamaño de


la misma medida en términos del número de empleados. Mientras que Sh es una
estimación de la desviación estándar poblacional en las cuatro categorías anteriores.
En la primera categoría, de 6 a 10 empleados, se obtuvo de investigaciones anteriores
de empresas referidas a un tamaño similar, mientras que para los otros tres grupos
mediante la aproximación del rango sobre 4, que es una empírica de tener una idea
acerca de la dimensión de la desviación estándar.

325
Cuadro No. 6
Cálculo aproximado de la desviación estándar poblacional según tamaño de
la empresa

Desviación Micro Pequeña Mediana Grande


Estándar (6 a10) (11 a 50) (51 a 150) (151 y más)
Sh 4.8 9.75 24.75 37.25

Al hacer los cálculos correspondientes entre los valores de la tabla No. 6 y la No.4
se obtiene la distribución de la muestra que se exhibe en el cuadro No.7.

Cuadro No. 7
Empresas en la muestra por tamaño de la misma

Empresas Micro Pequeña Mediana Grande Total


(6 a10) (11 a 50) (51 a 150) (151 y más)
En la muestra 83 161 119 121 484

Luego, estos totales muestrales se afijaron a su vez según la raíz cuadrada de la


población del cuadro No. 4, para lograr una mejor distribución de la muestra en
los diferentes estratos.

Cuadro No. 8
Distribución de la muestra por tamaño de la empresa según sectores
económicos
Empresas Micro Pequeña Mediana Grande Total
(6 a10) (11 a 50) (51 a 150) (151 y más)
1 Agricultura y Pesca 4 9 8 9 30
2 Manufactura y Minas 8 21 18 17 64
3 Electricidad 8 16 9 7 40
4 Construcción 20 30 19 12 81
5 Comercio 8 18 11 17 55
6 Hoteles y Restaurantes 7 14 10 9 40
7 Transporte, Alm. Comunica 7 13 7 12 40
8 Inter Financiera /Inmobiliaria 17 30 20 16 83
9 Sector Social 3 10 15 22 50
10 Zona Franca 4 9 8 9 30
Total 83 161 119 121 484

326
Respecto a la selección de las empresas, esta se hizo en forma sistemática con
arranque aleatorio dentro de cada estrato. Aún cuando se organizó el marco por
sector y dirección, esto no garantiza que se lograra el orden establecido, pues existen
muchas empresas que no tenían direcciones o sectores geográficos de ubicación.

Dado la dificultad que presentan algunas empresas para ser entrevistadas, debido
principalmente a las múltiples ocupaciones de sus propietarios y/o gerentes, se
escogió al azar tres veces la cantidad requerida, así si la selección de 20 empresas,
sector construcción de 6 a 10 empleados, se seleccionaron al azar 60 empresas.

La selección en cada estrato se hizo en forma independiente lo cual garantiza la


adición de las varianzas y la combinación de los estimadores puntuales en los
diferentes dominios que puedan formarse a partir de dichos estratos.

En el cuadro No.9 se expresan la cantidad de empresas que realmente se obtuvieron


de la muestra. Prácticamente un 10% de las empresas no fueron entrevistadas, este
nivel de no respuestas está comprendido dentro del rango de lo esperado en este
tipo de investigación.

Cuadro No. 9
Distribución de la muestra resultante por tamaño de la empresa según
sectores económicos

Empresas Micro Pequeña Mediana Grande Total


(6 a10) (11 a 50) (51 a 150) (151 y más)
1 Agricultura y Pesca 2 9 14 15 40
2 Manufactura y Minas 4 20 14 17 55
3 Electricidad 1 1 3 1 6
4 Construcción 8 18 4 10 40
5 Comercio 9 40 21 16 86
6 Hoteles y Restaurantes 4 15 10 13 42
7 Transporte, Alm. Comunica 5 11 10 7 33
8 Inter Financiera /Inmobiliaria 7 14 7 9 37
9 Sector Social 5 26 13 11 55
10 Zona Franca 2 9 11 18 40
Total 47 163 107 117 434

327
Factores de expansión

La configuración del marco muestral, permitió hacer una selección al azar de


empresas (independiente) en cada estrato. Por consiguiente, el factor de expansión
para un particular estrato h, sin los ajustes pertinentes, es dado por:

…………. (3)

Donde nh representa en total de empresas en el estrato h y nh el tamaño de muestra


en el mismo estrato h. Los tamaños de muestras nh , son los obtenidos en el trabajo
de campo. La estratificación es doble, por rama de actividad y número de empleados.
Por consiguiente, existen 40 factores de expansión, 10 ramas por 4 categorías de
tamaño de empresas.

Finalmente, el factor de expansión en la expresión (3) se ajustó por para


obtener el total de empresas de 11,459 empresas. Esto quiere decir, que todos los
análisis y sus conclusiones, están referidos y solo son válidos para esa población
(marco muestral) antes señalada.

Los errores muestrales

Estas representan las medidas de precisión de los estimadores. Para un estimador


del total, digamos el total de empleados para las empresas con más de 5 empleados,
viene dado por:

………… (3)

Donde los valores de Wh y Xh se refieren a los factores de expansión en cada


estrato y al total de empleados por empresa en la muestra. Mientras que el error
muestral viene dado por

……… (4)

Luego, para mejor manejo, se puede expresar el error muestral relativo mediante el
Coeficiente de Variabilidad (CV), dividiendo la expresión (4) entre la (3) expresado
en por ciento.

328
Se sugiere a los analistas, calcular los CV por rama de actividad económica de las
empresas, estas son más estables en esas categorías respecto al tamaño de la empresa.
Para evitar los pequeños tamaños de muestras por rama, puede agrupar sectores
económicos, esto conlleva una ganancia en precisión estadística por el aumento de
los grados de libertad. De lo contrario, las conclusiones y sus resultados podrían
conllevar a CV muy altos y en consecuencia, a estimaciones no confiables.

Por último, la varianza muestral a partir de los datos expandidos, viene dada por:

Donde la D representa un dominio de interés, puede ser el país completo, grupos


de estratos o uno individual.

329
MUESTRA DE EMPLEADOS
Construcción del Marco Muestral

Para conocer el nivel de desarrollo tecnológico de los empleados profesionales que


laboran en las empresas, se contempló la selección de una muestra de empleados
profesionales de las mismas empresas entrevistadas.

Inicialmente se escogieron los sectores económicos de uso intensivo en tecnología,


en total se encontraron unas 3,776 empresas, lo cual representa un tercio del total
de las empresas consideradas en el marco. Esta clasificación guarda similitud con
la realizada en el estudio Innovation in EU_Ireland and Norway 2001, publicada
en el Eurostat, NewCronos.

Se establecieron cuotas de 3 empleados para las empresas de tamaño de 6 a 10 y


de 11 a 50, mientras que para los otros dos grupos se escogerían 10 empleados de
cada uno de ellos. Sin embargo, este procedimiento debió ser flexibilizado dado
que la mayoría de las empresas seleccionadas, no disponen de suficiente personal
profesional en sus nóminas. A la luz de estas circunstancias, el equipo investigador
optó por incluir todos los sectores de que se dispone para el marco muestral y que
están contenida en el cuadro No.4.

Quiere decir, que el marco muestral está formado de todos los empleados
profesionales de las empresas seleccionadas en la investigación referida a este
sector.

Tamaño de muestra

No todas las empresas disponen de un adecuado nivel de organización administrativa


y que, además, faciliten los medios para una selección al azar de sus empleados.
En este sentido, se optó por fijar previamente el nivel de precisión relativo de un
estimador, medido mediante el Coeficiente de Variación (CV), por la adaptabilidad
que este procedimiento representa al estimar el tamaño de muestra. En efecto, esta
expresión viene dada por

…….. (5)

Donde CV (cal) representa el CV que se calcula a partir de los datos del marco
muestral, mientras que el otro, el deseado, se establece como nivel de precisión
del estimador.

330
Para el cálculo de CV (cal) se escogieron cuatro sectores, ellos son: Servicios
Financieros, Construcción, Manufactura y Telecomunicaciones. Estos representan
unas 2,799 empresas, lo cual tiene aproximadamente un cuarto del marco muestral.
De estas se obtuvieron los insumos necesarios para el cálculo del tamaño de muestra
final de los empleados. Como era de esperarse el CV (cal) resultó ser de 108%.
Basta pensar que están las empresas de 6 a 10 y las de 151 y más empleados. El
cuadro más abajo expresa los valores de n en términos del CV (des).

Cuadro No.10
Distribución del tamaño de muestra según niveles de CV deseado.

Coeficiente de Tamaño de muestra


Variación deseado
.02 2,970
.03 1,320
.04 743
.05 475

La decisión final fue un total de 700 empleados, el cual representa, a nivel nacional,
un CV deseado de algo menos de un 5% para los estimadores que guardan una alta
correlación positiva con el tamaño de la empresa.

Selección de la muestra
No se dispone de un listado o nómina que las empresas faciliten para fines de la
selección al azar. En consecuencia, la escogencia de los empleados depende de
la gerencia de las empresas, solo la cantidad puede ser especificada por parte del
equipo investigador.

En el desarrollo del trabajo de campo, se verificó la dificultad de completar una


muestra de 700 empleados profesionales, no estudiantes de términos, de las empresas
seleccionadas. En este sentido, como ya se explicó anteriormente, se incluyeron
todos los sectores, en vez de circunscribirse a los sectores de mayor incidencia
tecnológica.

Sin embargo, dado que los empleados provienen de una muestra aleatoria de
empresas, las estimaciones de los empleados pueden ser tratadas con factores de
expansión de las empresas.

331
Factores de expansión

De la base de datos de empresas, se expandió el total de empleados universitarios o


estudiantes de términos con un total de 191,483 empleados. Este valor le llamaremos
.

Del total de de las 434 empresas, se entrevistaron unas 124 empresas, de es-
tas resultaron 101 con empleados profesionales o estudiantes de términos. Las
probabilidades conjuntas de selección vienen dadas por:



Donde W h es el factor de expansión de la muestra de empresas, eh el número
profesionales o estudiantes de términos y Eh el total de empleados de la empresa.
Por consiguiente, el factor de expansión ajustado por la cantidad ,, viene
dado de la expresión:


Este viene a configurar el factor o ponderador de las entrevistas relacionadas con
los trabajadores de las empresas entrevistadas. Respecto a los errores muestrales,
así como las sugerencias de la confiabilidad de los estimadores, han sido expuestos
anteriormente.

MUESTRA DE ESTUDIANTES

La investigación aborda un segmento de la población estudiantil universitaria, los


estudiantes de término, aquellos que se encuentran cursando el último año de su
carrera universitaria.

Este segmento universitario posee las características y conocimientos para responder


preguntas sobre el quehacer productivo y el uso de tecnología, así como para percibir
las acciones de la universidad orientadas a formar en materia de información y
desarrollo tecnológico.

Construcción del Marco Muestral y formación de Estratos.

Se hizo un esfuerzo y trabajo de importancia para la obtención de un marco muestral


de estudiantes que viabilice el diseño de una muestra de estudiantes de término. Se

332
logró conformar una base de datos, partiendo de informes individuales recibidos por
la Secretaría de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología (SEESCyT).
En la misma se logró almacenar unos 230,000 registros de estudiantes, inscritos
en unos 27 Institutos de Estudios Superiores (IES).
Una revisión exhaustiva de la base de datos obtenida condujo a su rechazo para ser
utilizada como fuente para la obtención del marco maestro, debido a los múltiples
problemas que presentaba. No aparecía la matrícula de unos 28,000 estudiantes,
siendo este el campo que podría conducir a la selección de los estudiantes de término.
Además, la mayoría de las universidades pequeñas no registraron la carrera que
cursa el estudiante. Así también, para la gran masa de estudiantes de la UASD,
no se contaba con dirección, ni teléfono para su localización. Si bien, un número
importante de estudiantes tiene declarada su matrícula, la configuración de la misma
difiere significativamente de una universidad a otra, impidiendo un ordenamiento
cronológico, que permita identificar los estudiantes de término.

Esta situación conllevó a conceptualizar un marco muestral, basado en un


levantamiento de las secciones que cursan los estudiantes de último año en las
diferentes universidades. Estas a su vez, comprenden el total de estudiantes de
término, que es la población objetivo.

Por otra parte, el marco muestral de secciones fue conformado por estudiantes de
las siguientes carreras:

1. Ingenierías
2. Mercadotecnia
3. Economía
4. Administración (todas)
5. Medicina y afines
6. Biología y Química

La elección de la carrera estuvo basada en la premisa de que estos son los estudiantes
más vinculados al quehacer tecnológico.

La muestra de estudiantes fue seleccionada de las escuelas y programas que se


detallan en el cuadro siguiente.

333
Cuadro No. 11
Escuelas y programas incluidos en el Estudio

Escuelas Programas
Ingeniería Ingeniería de Sistemas /Informática
Ingeniería Electrónica
Ingeniería Mecánica
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Telemática
Ingeniería Civil
Ingeniería Química
Ingeniería Industrial
Administración Administración de empresas
Administración Hotelera
Administración Turística
Economía Economía
Mercadeo Mercadotecnia
Ciencias Médicas Medicina
Bioanálisis
Odontología
Farmacia
Biología y Química Biología
Química

Dada la ausencia de un marco de lista, se parte de un conjunto de secciones que se


registraron en visitas previas, para la configuración del marco muestral. El mismo
incluye todas las asignaturas correspondientes al último año de cada programa.

Para tales fines, se contó con un personal que estuvo a cargo de las labores de
levantamiento de los datos para la elaboración del marco de secciones de cada una
de las universidades seleccionadas.

334
Tamaño de muestra

Las unidades primarias de muestreo fueron las universidades. Dada la dificultad


para conformar el marco de secciones oportunamente y su costo, se procedió a una
selección experta de universidades, según la magnitud de su matrícula y su tendencia
manifiesta al uso, promoción y enseñanza en materia de tecnología e innovación
de procesos. El total de estudiantes universitarios, para el año 2002, alcanza unos
278,812, después de excluir aquellos que están matriculados en universidades
militares, escuelas normales, seminarios religiosos, entre otros. La magnitud de
estudiantes en las universidades seleccionadas representa el 84.24% del total, los
cuales se presentan en el cuadro siguiente, distribuidos por universidad:

Cuadro No. 12
Distribución de la matrícula de estudiantes
según universidades seleccionadas

Universidades Matrícula
Universidad Autónoma de Santo Domingo 125,624
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra 14,240
Universidad APEC 7,838
Universidad Católica de Santo Domingo 5,281
Instituto Tecnológico de Santo Domingo 4,344
Universidad Tecnológica de Santiago 34,620
Universidad Dominicana O & M 26,046
Universidad Central del Este 8,978
Universidad del Caribe 7,906
Total 234,877

Las unidades secundarias de muestreo la integraron las secciones de estudiantes


que cursaban el último año del programa, tal como se describió anteriormente, las
mismas alcanzaron unas 2,695, presentadas en el cuadro siguiente:

335
Cuadro No. 13
Número de secciones de estudiantes de término, según universidad

Universidades Secciones
Universidad APEC 305
Universidad Tecnológica de Santo Domingo 108
Universidad O & M 25
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra 179
Universidad Autónoma de Santo Domingo 632
Universidad Católica de Santo Domingo 301
Universidad Central del Este 60
Universidad del Caribe 79
Universidad Tecnológica de Santiago 1006
Total 2,695

En la tercera etapa de muestreo participaron como elementos los estudiantes, los


cuales fueron seleccionados con la aplicación de un procedimiento aleatorio y
sistemático en cada sección de la muestra.
Para calcular el tamaño de muestra en la primera etapa se trabajó con el procedimiento
para proporciones:

, para poblaciones infinitas, y luego ajustando para po-

blaciones finitas se tiene, n = n0 / (1 + (n0 / N))


donde:

N: número de secciones de estudiantes de término


n: tamaño de muestra calculado

P: es una proporción que representa a cualquier variable del estudio, se le asignó


el valor que proporciona la mayor varianza (0.5).

Z: nivel de confianza, en la muestra fue de 95%.


e: nivel de error aceptado, en este caso fue de 7.66%

Se trabajó con el nivel máximo de variabilidad que pudiera existir en cualquiera


de las variables incluidas en el estudio, P = 0.5, con una confianza de 95% (Z =
1.96) y un error de 7.66%.

336
Resultando una muestra (n0) de 164 secciones, luego ajustando para poblaciones
finitas (N), se tiene que n = 154.

En la tercera etapa, se consideró un tamaño de muestra fijo, igual a cinco (5)


estudiantes en cada sección.

La muestra total fue el producto de multiplicar el número de secciones en la muestra


por cinco, resultando un tamaño de 768 estudiantes.

Las secciones de la muestra (154) fueron distribuidas entre las universidades de


forma desproporcionada, atendiendo a la raíz cuadrada de la matrícula de estudiantes
de cada universidad., buscando tener un tamaño adecuado de muestra en cada una de
ellas. Con este mismo procedimiento fue distribuida entre los programas o carreras
a lo interno de cada universidad.

Dado que la distribución de la muestra entre las universidades y programas no se


hizo de forma proporcional, se hizo necesario calcular factores de ponderación. A
continuación se presenta la forma en que quedó distribuida la muestra:

Cuadro No. 14
Muestra polietápica de estudiantes universitarios de término,
según universidad

Muestra de universidades Matrícula Raíz Muestra Muestra


estudiantil cuadrada de secciones estudiantes
Universidad Autónoma de 125,624 354 41 205
Santo Domingo
Pontificia Universidad Católica 14,240 119 19 95
Madre y Maestra
Universidad Apec 7,838 89 15 75
Universidad Católica de Santo Domingo 5,281 73 9 45
Instituto Tecnológico de Santo Domingo 4,344 66 10 50
Universidad Tecnológica de Santiago 34,620 186 22 110
Universidad Dominicana O & M 26,046 161 16 80
Universidad Central del Este 8,978 95 11 55
Universidad del Caribe 7,906 89 11 53
Total 234,877 1,232 154 768

337
Cuadro No. 15
Muestra de secciones estudiantes de término por universidades,

338
según programas

PROGRAMAS UASD PUCMM UNAPEC UCSD INTEC UTESA O&M UCE UNICARIBE TOTAL
Medicina 7 3       2       12
Mercadotecnia 5 2 2 3 1 2 2 3 4 24
Farmacia 3                 3
Administración de Empresas 2 3 2 3 1 2 2 4 4 23
Administración Turística
y/o Hotelera   1 2 2   2 2 4 3 16
Ing. Industrial 2 1 2   1 2 2     10
Ing. Química 1                 1
Economía 1 1     1         3
Bioanálisis 1                 1
Odontología 4                 4
Ing. Sistemas y/o Informática 4 2 4 1 1 3 4     19
Ing. Civil 3 1     2 2 2     10
Arquitectura 2           0     2
Ing. Mecánica 2 1     1 3 0     7
Ing. Electrónica y/o Ing.
Electrónica en Comunicación 2 1 1   1 1 2     8
Ing. Electrónica en Computación     1             1
Ing. Eléctrica 2 1 1   1 3       8
Ing. Telemática   2               2
Total 41 19 15 9 10 22 16 11 11 154
Cuadro No. 16
Muestra de estudiantes de término por universidades,
según programas

Programas UASD PUCMM UNAPEC UCSD INTEC UTESA O & M UCE UNICARIBE TOTAL
Medicina 35 15       10       60
Mercadotecnia 25 10 10 15 5 10 10 15 20 120
Farmacia 15                 15
Administración de Empresas 10 15 10 15 5 10 10 20 20 115
Administración Turística y/o Hotelera   5 10 10   10 10 20 13 78
Ing. Industrial 10 5 10   5 10 10     50
Ing. Química 5                 5
Economía 5 5     5         15
Bioanálisis 5                 5
Odontología 20                 20
Ing. Sistemas y/o Informática 20 10 20 5 5 15 20     95
Ing. Civil 15 5     10 10 10     50
Arquitectura 10                 10
Ing. Mecánica 10 5     5 15       35
Ing. Electrónica y/o Ing. Electrónica
en Comunicación 10 5 5   5 5 10     40
Ing. Electrónica en Computación     5             5
Ing. Eléctrica 10 5 5   5 15       40
Ing. Telemática   10               10
Total 205 95 75 45 50 110 80 55 53 768

339
Al distribuir la muestra se tomó como referencia la raíz cuadrada de la matrícula
de estudiantes en cada universidad, pudiendo esto resolver las distorsiones que
pudieran haber con el subregistro de las secciones de términos, situación que
también será contornada con la ponderación, para la cual se utilizará la matrícula
total de estudiante por escuela, tomada de otra fuente y no en base al número de
secciones.

Selección de la muestra

La muestra fue seleccionada de forma independiente en cada universidad y en cada


programa. Se realizó una selección sistemática de secciones en la segunda etapa
de muestreo.

De igual forma fueron seleccionados los estudiantes en la tercera etapa. Una vez el
personal de campo llegaba al aula, procedía a contar los alumnos, cifra que se dividía
entre cinco para establecer el alcance del salto en la selección, ésta cantidad era
multiplicada por un número aleatorio procedente de una tabla aleatoria de números
que portaban los encuestadores, pudiendo así establecer el arranque aleatorio de la
selección sistemática.

Factores de ponderación

Dado que la muestra de secciones en cada programa fue tomada de forma


desproporcionada a lo interno de cada universidad, se ponderó por un factor basado
en el cociente de los pesos relativos de la distribución del número de secciones por
programas en la población de secciones y de los mismos pesos en la muestra.

En el caso de los estudiantes, los cuales fueron seleccionados a razón de cinco por
cada sección, no fue necesario ponderar debido a que el número de estudiantes de
una sección otra variaba muy poco.

340
Anexo 2

Formulario para encuesta a empresas

ENCUESTA SOBRE INNOVACIÓN Y NECESIDADES DE RECURSOS CON


EDUCACIÓN SUPERIOR EN LAS EMPRESAS DOMINICANAS
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN SUPERIOR,
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
(SEESCyT)/GRUPO DE CONSULTORÍA PARETO

FORMULARIO NO.

PRESENTACIÓN

Esta encuesta tiene por objetivo medir el nivel de innovación en las empresas dominicanas y sus necesidades
de recursos humanos con educación superior. Los resultados de la encuesta servirán para formular políticas
tecnológicas y educativas favorables al desarrollo social y económico del país. La información suministrada
sólo será utilizada de forma agregada, sin identificar en ningún caso a empresas individuales.

IDENTIFICACIÓN DE LA EMPRESA
Nombre de la Empresa: Nombre del informante principal:

Rama de Actividad: Posición del informante principal:

Provincia: Teléfono del informante principal:


(809)-
Municipio: Mail del informante principal:

Calle y Número: Fax:

Teléfono principal: Mail:


(809)-

IDENTIFICACIÓN DEL CUESTIONARIO

Nombre del Encuestador: Nombre del Supervisor:


Fecha de inicio de la Entrevista: DD/MM/2006 Fecha de Supervisión: DD/MM/2006

Fecha de Finalización de la Entrevista: DD/MM/2006 Nombre del Digitador:

Encuestador: Indique abajo el grado de confianza Fecha de Digitación: DD/MM/2006


de la entrevista, según su parecer:
Muy alto
Alto
Bajo
Muy bajo

341
ENCUESTA SOBRE INNOVACION Y NECESIDADES DE RECURSOS CON
EDUCACIÓN SUPERIOR EN LAS EMPRESAS DOMINICANAS

I. INFORMACIONES GENERALES SOBRE LA EMPRESA


1. ¿Esta empresa forma parte de algún grupo empresarial de distintas empresas?

Encuestador: Por “grupo empresarial” se entiende dos o más empresas legalmente establecidas, que
sean de propiedad común. Las empresas en un “grupo” generalmente producen distintos productos
o servicios, o atienden mercados en distintos países. Una empresa única, aunque tenga distintas
sucursales, no se considera como un “grupo empresarial”.

1) SI Encuestador: Aclarar que las respuestas deben


2) NO referirse sólo a la empresa, y no al grupo
empresarial al que pertenece.

2. ¿Tiene esta empresa su casa matriz o alguna sucursal en el exterior?


1) Sí, la matriz está en el exterior
Encuestador: Aclarar que las
2) Sí, tiene sucursales en el exterior respuestas deben referirse a las
operaciones de la empresa en RD,
3) Ninguna de las anteriores sin incluir las operaciones de las

3 ¿En que año inició esta empresa sus operaciones?

Encuestador: Si la empresa ha cambiado de dueño o nombre,


pero no ha cambiado de actividad, indicar el año en que inició
sus operaciones.
4. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa adquirió o se fundió con alguna otra empresa?
1. Sí
2. No

5A. Durante el período 2003-2005, ¿los dos principales tipos de clientes de esta empresa
fueron....? Primera Segunda
Mención Mención
1. Empresas locales (establecidas en el país) 1 1
2. Empresas extranjeras (establecidas en el exterior) 2 2
3. Consumidores locales 3 3
4. Consumidores extranjeros 4 4
5. Entidades del gobierno general 5 5
6. Organismos internacionales 6 6
7.Otros (especifique) 7 7

5B. Durante el período 2003-2005, ¿los principales proveedores de esta empresa fueron...?
1. Empresas locales
2. Empresas extranjeras
3. Suplidores independientes o por cuenta propia
4. Otra (especifique)_____________________

342
II. INNOVACIÓN EN PRODUCTOS Y SERVICIOS
Encuestador: Una innovación de producto o servicio es cuando la empresa encuestada empieza a
producir un producto o servicio nuevo o significativamente mejorado, con respecto a sus productos
o servicios previos. La innovación DEBE SER NUEVA PARA LA EMPRESA ENCUESTADA,
pero podría ya haber estado en el mercado nacional o mundial. Las certificaciones de calidad (por
ejemplo, ISO) no constituyen por sí mismas innovaciones, a menos que el proceso de certificación
haya originado algún producto o servicio nuevo o significativamente mejorado.

6. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa comenzó a producir....:


SI NO Si
1. ¿Algún producto nuevo o significativamente mejorado? respondió
(ENCUESTADOR: Excluir la simple reventa de productos NO
completamente desarrollados por otra empresa) en ambas,
pasar a
2. ¿Algún servicio nuevo o significativamente mejorado? Preg. 10

7. ¿Quién desarrolló, EN SU MAYOR PARTE, esas innovaciones de productos o servicios?


ENCUESTADOR: SOLO MARCAR UNA RESPUESTA
1. La propia empresa 7B. Aunque desarrolla-
do fuera, ¿el producto
2. La empresa junto a una universidad o servicio fue sustan-
3. La empresa junto a otras empresas cialmente modificado por
4. esta empresa?
La empresa junto a un centro de investigación del gobierno
5. La matriz o una sucursal de la empresa en el exterior SI NO
6. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el país SI NO
7. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el exterior SI NO
8. Otra empresa no directamente relacionada SI NO
9. No sabe/No responde
10. Otro (Especifique)________________________
8. ¿Alguna de esas innovaciones de productos o servicios de la empresa durante el 2003-2005,
fue...? SI NO NS
1. Nueva en el mercado, además de ser nueva para la firma (NO estaba siendo
ofrecido por ningún competidor en el mercado donde esta firma opera, aunque
estuviera ya disponible en otros mercados)
2. Sólo nueva para la firma, pero no para el mercado (Ya estaba siendo
ofrecido por algún competidor).

9A. ¿Cuántas innovaciones de productos o servicios diría usted que generó esta empresa en
el período 2003-2005?
1) Una innovación
2) De 2 a 5
3) Más de 5

9B. Por favor, descríbanos brevemente la innovación de producto o servicio más importante
que realizó esta empresa durante el período 2003-2005
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________

343
III. INNOVACIÓN EN PROCESOS

Una innovación de proceso es la implantación de un proceso nuevo o significativamente


mejorado para la producción, distribución, comercialización o administración de los
productos o servicios de la empresa. La innovación DEBE SER NUEVA PARA LA
EMPRESA ENCUESTADA, pero podría ya haber estado en el mercado nacional o mundial.
Las innovaciones pueden haber sido desarrolladas en la propia empresa o por otra empresa
o institución. La introducción de nuevas maquinarias o equipos se considera innovación de
procesos si implica cambios significativos en el nivel de producción alcanzable, en la calidad
de los productos o servicios, o en los costos de producción, distribución o comercialización
de los mismos. Los cambios en la estructura organizacional no se consideran innovaciones,
a menos que hayan inducido cambios significativos en la forma de producir, distribuir o
comercializar los productos o servicios.

10. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa desarrolló o adoptó:


SI NO
1. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para producir Si NO
sus productos o servicios a todas,
2. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para ir a
comercializar o distribuir sus productos o servicios 15
3. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para llevar a
cabo:
A Las actividades de compra de equipos o materiales
B Las actividades de mantenimiento de equipos
C La administración financiera
D El manejo de información
E El control de inventarios
F Otras actividades de soporte a la producción y comercialización
de los productos o servicios de la empresa
11. ¿Quién desarrolló, en su mayor parte, esas innovaciones de procesos?

1. La propia empresa
2. La empresa junto a una universidad
3. La empresa junto a otras empresas
4. La empresa junto a un centro de investigación
del gobierno
5. Una matriz o filial de la empresa en el exterior
6. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el país
7. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el exterior
8. Otra empresa no directamente relacionada
9. No sabe
10. Otro (Especifique)_______________________

344
12. ¿Alguna de esas innovaciones de procesos introducidas por la empresa
durante el 2003-2005, fue...:
SI NO NO SABE
1. Nueva en el mercado, además de ser nueva
para la firma (NO estaba siendo ofrecido por
ningún competidor en el mercado donde esta
firma opera,aunque estuviera ya disponible
en otros mercados)

2. Sólo nueva para la firma, pero no para el


mercado (Ya estaba siendo ofrecido por algún
competidor).

13. ¿Cuántas innovaciones de procesos diría usted que generó esta empresa
en el período 2003-2005?
1. Una innovación
2. De 2 a 5
3. Más de 5

14. (OPCIONAL) Si le es posible, describamos brevemente la innovación de


proceso más importante que realizó esta empresa durante el período 2003-
2005.
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
_________________________________________________________________

IV. ACTIVIDADES DE INNOVACIÓN ABANDONADAS

15. Durante el período 2003-2005, ¿tuvo esta empresa alguna actividad dirigida al desarrollo
o introducción de productos, servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados, que
al momento actual...:
SI NO
a) han sido definitivamente abandonadas
b) están todavía sin concluir, sin haber generado todavía una innovación

V. ACTIVIDADES DE INNOVACIÓN Y GASTOS

Por actividades de innovación se entiende:


A) La adquisición de maquinarias, equipos, softwares y licencias;
B) Los trabajos de ingeniería, mercadeo, investigación y desarrollo de productos;
C) Las labores de entrenamiento de personal

345
Siempre que estén especialmente dirigidas al desarrollo o implantación de alguna innovación de
producto, servicio o proceso. La adquisición rutinaria de maquinarias o equipos con características
similares a los viejos, así como labores rutinarias de entrenamiento, NO se consideran como
actividades de innovación.

16A. Durante el período 2003-2005, ¿realizó esta empresa alguna de las siguientes actividades
de innovación? (ENCUESTADOR: SOLO SI ES NECESARIO, LEER LA ACLARACIÓN
EN ITÁLICAS)
SI NO
1. Compra de maquinarias, equipos o softwares. Adquisición de maquinarias,
equipos, computadores o softwares avanzados, con fines de producir o
introducir productos, servicios o procesos nuevos o significativamente
mejorados.

2. Investigación y Desarrollo en la empresa. Trabajo creativo, desarrollado


al interior de la empresa para ser usado en el desarrollo de productos,
servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados.

3. Compra de Investigación y Desarrollo de otras empresas. Actividades


como las anteriores, pero compradas por esta empresa a otras empresas
o a instituciones públicas o privadas de investigación.

4. Adquisición de conocimiento externo. Compra o licenciamiento de patentes


o invenciones no patentadas, de métodos de producción o comercialización,
o de otras formas de conocimiento desarrollado por otras empresas u
organizaciones.

5. Entrenamiento. Entrenamiento interno o externo del personal


específicamente dedicado al desarrollo o introducción de productos,
servicios o procesos.


6. Actividades para introducción de nuevos productos o servicios al Mercado.
Actividades de investigación de Mercado, despliegues publicitarios u otras
actividades dirigidas a la introducción de algún producto o servicio nuevo
o significativamente mejorado.

7. Gastos de diseño de productos, servicios o procesos nuevos o


significativamente mejorados. Gastos para diseñar o poner en
funcionamiento algún producto, servicio o proceso nuevo o significativamente
mejorado, excluyendo gastos en la fase de investigación y desarrollo de la
idea.

346
16B. (SOLO PREGUNTAR SI HUBO ALGUNA ACTIVIDAD DE INVESTIGACIÓN Y
DESARROLLO EN LA EMPRESA. DE LO CONTRARIO, ESCRIBA “0” EN AMBAS
CASILLAS Y PASE A LA PREGUNTA 17. Aproximadamente, ¿cuál fue el monto de la
inversión de la empresa en investigación y desarrollo en el 2005? ¿Qué porcentaje de las
ventas anuales representa ese gasto?

Monto invertido en Investigación y Desarrollo (RD$) Porcentaje de las ventas anuales (%)

16C. Aproximadamente, ¿cuántos empleados de la empresa trabajan íntegramente en


funciones de investigación o desarrollo tecnológico?__________.

17A. Durante el período 2003-2005, ¿recibió esta empresa algún tipo de soporte financiero
de las siguientes entidades, para desarrollar innovaciones de productos, servicios o procesos?
(Encuestador: Aclarar que esto incluye soporte financiero vía deducciones de impuestos, becas,
préstamos subsidiados, etc. Se excluye las actividades desarrolladas por otra entidad a cambio
de un pago y bajo contrato)
17B. En caso de haber recibido
soporte, ¿cómo valora su
SI NO importancia?

Nada Algo Muy
importante importante importante

1. Gobierno Central (Secretarías de Estado)

2. Universidad estatal

3. Instituciones públicas de investigación

4. Instituciones estatales de crédito

VI. FUENTES DE INNOVACIÓN

18A. Durante el período 2003-2005, ¿qué tan importante fueron las siguientes fuentes
para proveer a esta empresa ideas o información relevantes para el potencial desarrollo o
introducción de nuevos productos, servicios o procesos?
Nada Algo Muy
1 Clientes (consumidores o empresas) importante importante importante
2 Empresas suplidoras

347
Nada Algo Muy
importante importante importante
3 Otras empresas en RD (no clientes ni suplidoras)
4 Otras empresas en el exterior (no clientes ni
suplidoras)
5 Empleados de la propia empresa
6 Organizaciones empresariales
7 Libros, revistas, internet
8 Conferencias, ferias de negocios
9. Consultores contratados
10 Entidades del gobierno
11 Universidades
12 Otras instituciones que ofrecen servicios de
investigación
13 Organismos internacionales (Unión Europea, Agencia
Japonesa, etc)

18B. Durante el período 2003-2005, ¿tuvo esta empresa algún tipo de cooperación con otras
empresas o entidades en lo que se refiere a actividades de innovación?

Por cooperación en actividades de innovación se entiende la participación activa con otras


instituciones comerciales o no comerciales con fines de desarrollar conjuntamente algún
producto, servicio o proceso nuevo o significativamente mejorado. No se requiere que todos
los participantes hayan procurado beneficio comercial. Se excluye la simple contratación de
los servicios de otra empresa o institución con la cual no se colabora directamente para fines
de desarrollar alguna innovación.

1. SI

2. NO >> Pasar a 20

19. ¿Con qué tipo de institución? (Puede marcar varias)

1. La casa matriz

2. Otras empresas de su grupo empresarial

3. Suplidores de equipos o materiales

4. Empresas competidoras

5. Empresas clientes

348
6. Consultores privados, laboratorios
comerciales o instituciones privadas
de Investigación y Desarrollo

7. Universidades u otras instituciones


de estudios superiores

8. Institutos públicos de investigación

9. Otras entidades del Gobierno

VII. FACTORES LIMITANTES DE LA INNOVACIÓN

20. Por favor, indique el grado en que los siguientes aspectos dificultan o impiden la capacidad
de innovación de esta empresa Dificulta nada Dificulta Dificulta
o muy poco medianamente mucho
Factores generales
1. El riesgo de invertir en un nuevo producto que
no tenga buen resultado en el mercado
2. El costo de introducir nuevos productos
o cambiar los procesos
3. La falta de fuentes de financiamiento
4. La falta de personal calificado en el país


Factores internos
5. Problemas en la estructura de la empresa
6. Falta de personal calificado en la empresa
7. Falta de información sobre tecnología
8. Falta de información sobre lo que necesita el
mercado
9. Falta de tiempo para hacer cosas distintas a la
rutina

Otros Factores
10 Falta de garantía de los derechos de propiedad
11 Poca flexibilidad de las normas y reglamentos
12 Falta de interés de los clientes por bienes o
servicios novedosos

349
ENCUESTADOR: VER PREGUNTAS 6 Y 10. Si la
firma tuvo alguna innovación de producto o proceso Ir a 22
en el periodo 2003-2005...

VIII. MOTIVADORES Y EFECTOS DE LA INNOVACIÓN

21. ¿Cuáles de los siguientes factores influyeron en que esta empresa NO tuviese ninguna
innovación o actividad de innovación durante el período 2003-2005?
SI NO
1. No tiene necesidad de innovaciones debido a innovaciones previas

2. No tiene necesidad de innovaciones en el Mercado en que se


desenvuelve Ir a 25

3. Tiene una limitada capacidad de innovación debido a factores


adversos

4. No ha tenido oportunidad de hacerlo

22. ¿Cuál fue el principal objetivo o fin por el cual esta empresa se vio motivada a desarrollar
o incorporar innovaciones de productos o de procesos durante el período 2003-2005? (NO
LEER. SOLO ESCUCHAR Y MARCAR LA MÁS ADECUADA).

1. Aumentar participación en el mercado


2. Aumentar sus ventas locales
3. Ganar o aumentar ventas en el exterior
4. Mejorar la calidad de los productos o servicios
5. Mejorar las condiciones de trabajo y seguridad del
establecimiento
6. Reducir costos de producción
7. Mejorar condiciones ambientales, higiene o condiciones
Laborales
8. Cumplir con regulaciones públicas locales
9. Satisfacer requerimientos de clientes o suplidores locales
10. Satisfacer requerimientos de clientes o suplidores extranjeros
11. Responder a una iniciativa de la competencia
12. Mejorar imagen empresarial como empresa innovadora
13. Otro (especifique)

350
23. ¿Qué tan alto fue el impacto de las innovaciones de esta empresa durante el período 2003-
2005 sobre los siguientes aspectos...?
Grado de efecto observado...........
Bajo Medio Alto
Efectos sobre producción
1. Aumento en la variedad de productos o
servicios ofrecidos a los clientes

2. Aumento en la rapidez para responder


a los clientes

3. Aumento en la calidad de los productos


o servicios ofrecidos

4. Aumento en la capacidad de producción


o distribución

5. Reducción en los costos laborales

6. Reducción de costos no laborales

Efectos sobre el mercado


7. Aumento del volumen de ventas

8. Aumento de participación de mercado

9. Aumento de la capacidad de exportar

Otros efectos
10. Mejoría en condiciones de ambiente y
seguridad

11. Mayor cumplimiento de regulaciones


dominicanas

12. Mayor cumplimiento de regulaciones


extranjeras

13. Mejor imagen de la empresa en la


percepción pública

351
IX. DERECHOS DE PROPIEDAD

24A. Durante el período 2003-2005, ¿Solicitó esta empresa al menos una patente para proteger
invenciones o innovaciones desarrolladas? ENCUESTADOR: Al preguntar por la cantidad, aclarar
que una misma patente, solicitada en diferentes oficinas de registro de patentes, sólo debe ser contada
una vez. El simple registro de una firma en Industria y Comercio no constituye una “patente”.

1. SI Escriba la cantidad de solicitudes de patentes

2. NO

24B. A finales de 2005, ¿tenía esta empresa alguna patente vigente para proteger alguna invenció
o innovación? Encuestador: Aclarar que una misma patente, aprobada en diferentes oficinas
de patentes, sólo debe ser contada una vez.

1. SI Escriba la cantidad de patentes vigentes en 2005

2. NO

24C. Durante el período 2003-2005 ¿usó la empresa alguno de los siguientes métodos para
proteger alguna invenció o innovación? En caso afirmativo, señale el grado de importancia.
24D. Si ha sido usado,
Ha sido usado? indicar grado de
importancia
SI NO Medio Alto Bajo

1. Patentes

2. Registro de diseño

3. Marcas de fábrica

4. Derechos de autor

X. INNOVACIÓN INSTITUCIONAL, ESTRATEGICA MERCADOLÓGICA

Las secciones anteriores se refieren a aspectos técnicos en la producción o comercialización


de productos o servicios. Esta sección se refiere a todo tipo de actividades de innovación,
incluyendo cambios en la estructura organizacional, en el direccionamiento estratégico y en la
estrategia de mercadeo.

352
25. ¿Cuál de las siguientes actividades desarrolló esta empresa entre el 2003 y el 2005?

SI NO

1. Definición, revisión o cambio en su estrategia de negocios de largo


plazo.
2. Cambios significativos en la organización de la empresa.
3. Cambios significativos en la apariencia de algún producto o servicio,
sin necesariamente cambiar sus propiedades básicas.
4. Cambios significativos en la administración de los canales de venta
5. Cambios significativos en la forma de fijar los precios
6. Cambios significativos en la imagen de la empresa

Encuestador: Si dijo NO en todas las anteriores, .... Ir a 27

26. ¿Cuál fue el impacto (bajo, medio o alto) de los cambios institucionales o mercadológicos
introducidos por la empresa sobre los siguientes aspectos...?
Grado de efecto observado...........
Bajo Medio Alto
1. Reducción de tiempo de respuesta a
necesidades de clientes o suplidores

2. Mejoría en la calidad de los productos


o servicios ofrecidos

3. Reducción de costos por unidad de


producto o servicio

4. Mejoría en la satisfacción de los


empleados

XI. INFORMACIONES SOBRE LA EMPRESA.

27. ¿Cuántos niveles de jerarquía tiene esta empresa -incluyendo su Presidente o


Administrador?

353
28. ¿Cuántas firmas, relativamente semejantes a ella, compiten con ésta en el mercado?

1. Es el único productor importante en el mercado Ir a 30

2. Entre 1 y 2 competidores

3. Entre 3 y 5 competidores

4. Entre 5 y 10 competidores

5. Más de 10 competidores

29. Sus principales competidores son:

1. Empresas productores locales

2. Empresas local importadoras

3. Empresas extranjeras

4. Subsidiarias de empresas extranjeras

5. Otra (especifique) ____________________

30. ¿El gerente principal de esta empresa es:

1. Su propietario

2. Uno de sus principales accionistas

3. Un familiar del propietario

4. Un familiar del principal accionista

5. Un gerente contratado sin vinculación familiar con los


propietarios

6. Otro (especifique)____________

354
31. ¿Por cuánto tiempo ha estado la empresa dirigida por su actual gerente?

1. Menos de 1 año

2. Entre 1 y tres años

3. Más de tres años

32. Cuál es la edad del gerente máximo o presidente de la empresa?

33. Cuál es el máximo nivel educativo COMPLETADO por el gerente máximo?

1. Ninguno o primario
2. Secundario
3. Universitario
4. Postgrado

XII. NECESIDADES DE RECURSOS HUMANOS

34. ¿Cuántos empleados tiene la empresa? Encuestador: Puede ser un número aproximado
para empresas grandes.

35. ¿Qué cantidad (o porcentaje aproximado) de sus empleados tiene nivel de educción
superior (o sea, ya graduados o estudiante de término)?

Indicar
abajo si es
porcentaje o
personas Si no tiene emplea-
dos de nivel superior,
ir a 37

355
36. ¿Cuáles son las 2 principales profesiones 37. ¿Tiene esta empresa posiciones vacantes
o carreras de las que provienen sus empleados en las que se requieren candidatos con nivel
con estudios superiores contratados en los de estudios superiores, que planifique llenar
últimos cinco años? en el curso de los próximos 12 meses?
Encuestador: Si no ha contratado en los 1. SI
últimos cinco años, marque una X aquí y 2. NO Ir a 39
vaya a Preg. 37 38. Cuáles son las principales profesiones con
las cuales esperaría cubrir tales vacantes?
Área Area
Indicar Indicar la
con “X” cantidad
las dos de
Vacantes
según
profesional
buscado
Administración de mercadeo Administración de mercadeo
Administración turística y hotelera Administración turística y hotelera
Administración de empresas Administración de empresas
Administración secretarial Administración secretarial
Agrimensura Agrimensura
Ciencias agronómicas y/ o forestales Ciencias agronómicas y/ o forestales
Arquitectura Arquitectura
Bioanálisis Bioanálisis
Ciencias Militares Ciencias Militares
Comunicación Social Comunicación Social
Contabilidad Contabilidad
Derecho Derecho
Diseño gráfico y publicidad Diseño gráfico y publicidad
Diseño industrial Diseño industrial
Diseño de interiores Diseño de interiores
Economía Economía
Educación Educación
Enfermería Enfermería
Farmacia y Fármaco-Bioquímica Farmacia y Fármaco-Bioquímica
Ingeniería de Sistemas/Informática Ingeniería de Sistemas/Informática
Ingeniería Civil Ingeniería Civil
Ingeniería Eléctrica Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Electrónica Ingeniería Electrónica
Ingeniería Industrial Ingeniería Industrial
Ingeniería Mecánica Ingeniería Mecánica

356
Ingeniería Electromecánica Ingeniería Electromecánica
Ingeniería Química Ingeniería Química
Lenguas modernas Lenguas modernas
Medicina Medicina
Mercadeo Mercadeo
Odontología Odontología
Psicología Psicología
Publicidad Publicidad
Relaciones Internacionales Relaciones Internacionales
Relaciones Públicas Relaciones Públicas
Teología Teología
Veterinaria/Zootecnia Veterinaria
Otro (especifique) Otro (especifique)
Otro (especifique) Otro (especifique)

39. A partir de la experiencia de esta empresa, ¿qué tan fácil resulta conseguir un empleado
profesional con la preparación adecuada?
1. Muy difícil
2. Difícil
3. Fácil
4. Muy fácil
5. No sabe

40. ¿Para qué ÁREA O DEPARTAMENTO de la empresa diría usted que resulta más DIFÍCIL
conseguir empleados competentes con nivel de educación superior?
1. Administrativos
2. Producción
3. Servicio al cliente
4. Mercadeo
5. Ventas
6. Diseño
7. Mantenimiento
8. No tiene división por departamentos
9. No sabe/No ha procurado empleados de nivel superior recientemente
10. Otros (especifique)____________________________

41. ¿Para cuál tipo de POSICIÓN de la empresa resulta más difícil encontrar empleados
competentes con nivel de estudios superiores?
1. Directores o gerentes
2. Jefes de división
3. Supervisores
4. Operadores/técnicos

357
5. Analistas
6. Vendedores
7. No tiene división por posiciones
8. No sabe/No han procurado empleados de nivel superior recientemente
9. Otros (especifique)____________________________

42. A partir de los empleados de nivel universitario que esta empresa haya contratado en los
últimos cinco años, ¿cómo evaluaría usted la calidad de esos profesionales en los siguientes
aspectos?

No sabe/
No han
Muy Muy procurado
Malo Bueno
malo bueno empleados de
nivel educa-
tivo superior
Conocimientos teóricos 1 2 3 4 5
Conocimientos prácticos 1 2 3 4 5
Aplicación de la teoría a la práctica 1 2 3 4 5
Capacidad de organización y planificación 1 2 3 4 5
Comunicación oral y escrita 1 2 3 4 5
Conocimiento de informática 1 2 3 4 5
Capacidad de gestión o administración 1 2 3 4 5
Capacidad para trabajo en equipo 1 2 3 4 5
Manejo de relaciones interpersonales 1 2 3 4 5
Iniciativa/espíritu emprendedor 1 2 3 4 5

43. En el año 2005, ¿perdió la empresa algunos de sus empleados a nivel profesional, ya sea
por despido o por renuncia de los mismos?
1. SI
2. NO Ir a 45

44. Favor distribuir los empleados que la empresa perdió durante el año 2005, según la
carrera que tenían
Área Cantidad
Administración de mercadeo
Administración turística y hotelera
Administración de empresas
Administración secretarial
Agrimensura
Ciencias agronómicas y/o forestales
Arquitectura
Bioanálisis

358
Área Cantidad
Ciencias Militares
Comunicación Social
Contabilidad
Derecho
Diseño gráfico y publicidad
Diseño industrial
Diseño de interiores
Economía
Educación
Enfermería
Farmacia y Fármaco-Bioquímica
Ingeniería de Sistemas/Informática
Ingeniería Civil
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Electrónica
Ingeniería Industrial
Ingeniería Mecánica
Ingeniería Electromecánica
Ingeniería Química
Lenguas modernas
Medicina
Mercadeo
Odontología
Psicología
Publicidad
Relaciones Internacionales
Relaciones Públicas
Teología
Veterinaria/Zootecnia
Otro (especifique)
Otro (especifique)

45. ¿Tiene esta empresa alguna alianza, acuerdo o relación informal con alguna
universidad o Institución de Estudios Superiores, a través de la cual contrata egresados de
la misma?
1. SI
2. NO

359
XIII. TECNOLOGÍA DE INFORMACIÓN

46. ¿Qué porcentaje de los empleados de esta empresa utiliza computador como parte de sus
funciones normales? (Indicar la respuesta más correcta)
1. Ninguno o casi ninguno de los empleados usa computador ir a 51
2. La mitad o menos de los empleados usa computador
3. Más de la mitad los empleados usa computador

47. Aproximadamente, ¿cuántas computadoras tiene la empresa?______________

48. DE LOS EMPLEADOS QUE USAN COMPUTADOR como parte de sus trabajos, ¿qué
porcentaje tiene acceso a Internet?
1. Ninguno o casi ninguno tiene acceso a Internet
2. La mitad o menos de los empleados con computadoras tiene acceso a Internet
3. Más de la mitad de los empleados con computadoras tiene acceso a Internet

49. En sus operaciones normales, ¿realiza esta empresa algún tipo de operación de compra
o venta a través de Internet?
1. SI
2. No

50. ¿Tiene esta empresa una página web?


1. SI
www. __________________________
2. No

51. Para las empresas como ésta, ¿qué representa el Acuerdo de Libre Comercio con los
Estados Unidos y Centroamérica: una amenaza o una oportunidad?
1. Una amenaza
2. Una oportunidad
3. No sabe

360
Anexo 3

Formulario para encuesta a empleados


ENCUESTA SOBRE EXPERIENCIA LABORAL
DE EGRESADOS DE INSTITUCIONES DE EDUCACION
SUPERIOR
EN SECTORES INTENSIVOS EN INNOVACIÓN

SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN SUPERIOR,


CIENCIA Y TECNOLOGÍA (SEESCyT)/GRUPO DE
CONSULTORÍA PARETO

FORMULARIO NO.

PRESENTACIÓN
El objetivo de esta encuesta es analizar la trayectoria laboral de los egresados de las Instituciones de
Educación Superior en la República Dominicana. Los resultados de la encuesta servirán para formular
políticas educativas favorables al desarrollo social y económico del país. Toda la información suministrada
tendrá carácter CONFIDENCIAL y los datos sólo serán divulgados de forma agregada.

IDENTIFICACIÓN DE LA EMPRESA DONDE EL ENCUESTADO TRABAJA


Nombre de la Empresa donde el encuestado trabaja:

Formulario de la entrevista a la empresa donde el encuestado trabaja:

IDENTIFICACIÓN DEL CUESTIONARIO


Nombre del Encuestador: Nombre del Supervisor:

Fecha de inicio de la Encuesta: Fecha de Supervisión:

Fecha de Finalización de la Encuesta: Nombre del Digitador:

Encuestador: Indique abajo el grado de Fecha de Digitación:


confianza de la entrevista, según su criterio:
Muy alto
Alto
Bajo
Muy bajo

361
ENCUESTA SOBRE EXPERIENCIA LABORAL
DE EGRESADOS DE INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR

I. TRAYECTORIA EDUCATIVA

1. ¿Es usted egresado de una institución de estudios superiores?


Encuestador: En caso de duda, aclarar que esto incluye universidades y algunos politécnicos
reconocidos por la SEESCyT. Para Estados Unidos, se incluye “colleges” y “universities”, pero
no “High Schools”.
1. Sí
2. No.... Agradecer y concluir entrevista.

2. ¿Cuál fue el primer título que usted obtuvo a nivel de estudios superiores? (LEER)
1. Licenciado
2. Doctor
3. Ingeniero
4. Perito Superior Universitario
5. Otro (especificar)___________________________

3. ¿En qué carrera obtuvo usted su primer título a nivel de estudios superiores?

Escribir código en lista de carrera: Si 99 (“Otra carrera”), escriba el


nombre de la carrera:

4. ¿En qué universidad o institución obtuvo usted su primer título a nivel de estudios
superiores?
5. SOLO PARA EL CODIGO 99 (“Entidad
extranjera”): ¿En cuál de los siguientes
Escribir código en Lista de IES lugares está localizada esa institución?
1. Puerto Rico
2. Estados Unidos de América
Ir a 41
3. América del Sur
4. Otro (especifique)________

5. ¿En qué año obtuvo usted su primer título a nivel de estudios superiores?

362
6. En adición a esa carrera principal, ¿es usted graduado de alguna otra carrera a nivel
de estudios superiores? ENCUESTADOR: NO DEBE INCLUIRSE ESTUDIOS DE
POSTGRADO.
1. SI
2. NO..... Ir a Pregunta 11

7. Por favor, indíquenos el área, universidad y año de graduación de cualquier otra carrera
a nivel superior básico en la que se haya GRADUADO.

Anotar códigos de:


Título
Año de graduación
1. Périto Superior
Universitario
Área de estudios IES
2. Licenciado
(Lista de (Lista de instituciones)
3. Ingeniero
Carreras)
4. Doctor
5. Otro (escribir)

8. Tras graduarse a nivel de grado, ¿Se graduó usted en algún otro programa a nivel de
postgrado (o sea, Maestría, Doctorado, Ph.D o equivalente)? EXCLUIR DIPLOMADOS.
1 Sí
2 No ......Ir a Pregunta 11

9. Por favor, indíquenos todos los títulos que ha obtenido a nivel de postgrado. ¿En qué
país realizó cada uno de esos cursos? En que año concluyó cada uno?
Título Área de estudios País
1. Maestría 1. RD
ENCUESTADOR:
2. Master in Arts 2. Estados Unidos
Escriba código
3. Master in Science 3. Canadá
correspondiente 4. Alemania
4. Doctorado
en la 5. España
5. 3. Ph.D
Lista de carreras 6. Francia
6. Post-Doctorado
anexa. 7. Argentina Año en que obtuvo
7. 5.Otro (especifique)
8. Brasil su título
9. Chile

10. Japón

11. Programa internacional
de Educación a distancia
12. Otro(especifique)

363

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