A LA HORA DE NONA.

A la hora de nona, a la hora de nona el

Seor se inmol en la cruz.
Con los brazos abiertos, el martirio en el
cuerpo el Seor se ofreci en la cruz.
Con los brazos abiertos de dolor, a la
hora de nona exclam:
a tus manos, oh Padre, a tus manos, oh
Padre, encomiendo mi espritu,
encomiendo mis gentes en el misterio de
mi dolor, encomiendo mi vida con el
martirio redentor, te lo ofrezco, Seor, te
lo ofrezco, Seor.

Al caer de tarde, al Seor de los Cielos

en silencio le enterraron con dolor.
En la tumba del huerto, el sepulcro era
nuevo y la tierra en su seno lo abraz.

Pero el grano enterrado floreci, y el

lucero del da se encendi, y sali del
sepulcro, renaci la esperanza en el da
de Pascua, celebremos la alianza
porque el Seor resucit, celebremos la
Pascua porque el Seor nos redimi.

Vive Cristo, el Seor. Vive Cristo, el

Seor.
Ha vencido a la muerte, vive Cristo mi
Seor, ha triunfado la vida vivir para mi
Dios.
AMEN, AMEN, ALELUYA, ALELUYA.