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En una hermosa tarde de verano, los que había

empollado la , empezaban a romperse, uno a uno.

Los patitos fueron poquito a poco, llenando de a

los papás y a sus amigos.

Estaban tan que casi no se dieron cuenta de que un , el

más grande de todos, aún permanecía intacto.

, y los recién nacidos, concentraron su atención en el

, a ver cuando se rompería.

Al cabo de algunos minutos, el empezó a moverse, y luego se

pudo ver el , luego el , y las del .


Era el mas grande y muy distinto de los demás.

Cómo era diferente, todos empezaron a llamarle

el Feo.

La mamá , avergonzada por haber tenido un tan feo, le

apartó con el mientras daba atención a los otros

. El feo empezó a darse cuenta de que

allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún mas feo, y

tenía que soportar las de todos.

Entonces, en la tarde siguiente, muy temprano, el decidió irse

de la .
y solo, el siguió un por el hasta llegar a otra

. Allí, una vieja le recogió, le dio de comer y beber, y

el creyó que había encontrado a alguien que le . Pero, al

cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la era mala y

sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo .

El salió corriendo como pudo de allí.

El había llegado, y con el, el , el hambre, y la persecución

de los .

El feo lo pasó muy mal, pero sobrevivió hasta la llegada

de la .
Los días pasaron a ser mas calurosos y llenos de .

, y el empezó a animarse otra vez.

Un día, al pasar por un , vio las más hermosas

que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como

verdaderas , por el .

El , aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se

acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el

. Y uno de los le contestó:

- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.

Y le dijo el :

- ¿Cómo que soy uno de ustedes? Yo soy feo y torpe, todo lo


contrario de ustedes.
Y le dijeron:

- Entonces, mira tu reflejo en el del y verás cómo


no te engañamos.

El se miró y lo que vio le dejó sin habla...

¡Había crecido y se había transformado en un precioso !

Y en este momento, él supo que jamás había sido feo.

Él no era un sino un .

Y así, el nuevo se unió a los demás y

vivió para siempre.

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