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La fuente Q se refiere a una hipotética colección de dichos y narraciones de Jesús que subyace en los evangelios de Mateo y Lucas pero no en Marcos. Se cree que los autores de Mateo y Lucas usaron tanto la fuente Q como el evangelio de Marcos al componer sus propios evangelios. La fuente Q probablemente data del 50-70 d.C. y contenía principalmente enseñanzas de Jesús así como algunas narrativas breves, con un énfasis en su vida pública más que en su pasión y resurrección.
Description originale:
LA FUENTE Q Y LA INFLUENCIA EN LA REDACCIÓN DE LOS EVANGELIOS
La fuente Q se refiere a una hipotética colección de dichos y narraciones de Jesús que subyace en los evangelios de Mateo y Lucas pero no en Marcos. Se cree que los autores de Mateo y Lucas usaron tanto la fuente Q como el evangelio de Marcos al componer sus propios evangelios. La fuente Q probablemente data del 50-70 d.C. y contenía principalmente enseñanzas de Jesús así como algunas narrativas breves, con un énfasis en su vida pública más que en su pasión y resurrección.
La fuente Q se refiere a una hipotética colección de dichos y narraciones de Jesús que subyace en los evangelios de Mateo y Lucas pero no en Marcos. Se cree que los autores de Mateo y Lucas usaron tanto la fuente Q como el evangelio de Marcos al componer sus propios evangelios. La fuente Q probablemente data del 50-70 d.C. y contenía principalmente enseñanzas de Jesús así como algunas narrativas breves, con un énfasis en su vida pública más que en su pasión y resurrección.
La sigla fuente Q", o sencillamente Q, se deriva del
alemn Quelle (fuente), que da origen a Reflenquelle (fuente de los discursos o dichos de Jess). Se habla de esta fuente en la crtica histrico-literaria de los evangelios, y en especial en relacin con la teora de las dos fuentes , que seran precisamente el evangelio de Marcos y Q.
Ya F Schleiermacher ( 1832) pensaba que haba
interpretado rectamente el testimonio patrstico de Papas de Gerpolis (siglo 11 d.C.) sobre los discursos de Jess presentes en Mt. Papas se habra referido implcitamente a la que, de manera formal, sera llamada fuente Q por C. H, Weiss en 1838. En la historia de la interpretacin posterior la fuente Q ha estado cada vez ms sujeta a progresivos cambios, sobre todo los estudios de K. A. Creddo mediante ner (1836), C, H. Weiss (1838), C. G.Wilke (1838i, H. G, Holtzniann (1863i, J C. Hawkins (1899), J Wellhausen (1905) y A. Harnack ( 1907).
As pues, el contexto central en que se coloca la fuente Q
es el de la "cuestin sinptica ( sinpticos) que la mayor parte de los exegetas del siglo XIX y de la primera parte del xx piensan resolver con la "teora de las dos fuentes. As, el evangelio ms antiguo sigue siendo el de Lc; de l sacaron material, aunque de forma independiente, tanto Mateo como Lucas. Sin embargo, Mt y Lc son mucho ms extensos que Mc y contienen algunos discursos o logia de Jess, totalmente ausentes de Mc, En trminos cuantitativos se trata de unos 200 versculos, que se refieren sobre todo a la vida pblica de Jess. Al revs, parece ser que la fuente Q no recoge testimonios sobre la pasin de Jess. Efectivamente, en esta seccin los sinpticos contienen un material prevalente de triple tradicin, o bien de un Sondergut , es decir. de un material propio de cada evangelista. A partir de estos resultados se ha pensado en una fuente paralela de Mc igualmente escrita, que dara razn del fenmeno sinptico.
En una consideracin global sobre la formacin del Nuevo
Testamento no debera sorprender una coleccin escrita de "dichos del Seor. Por otra parte, Pablo utilizar con frecuencia el mensaje de Jess como normativo para sus comunidades (cf. 1 Tes 4,15; 1 Cor7 10; 9,14; 1 1,23). Adems, el evangelio de Toms, que proviene de los papiros gnsticos de Nag Hammadi, que consiste en una coleccin de dichos del Seor, nos hace pensar que pudo haber otra coleccin paralela, como podra ser la fuente Q.
En la prctica, las percopas principales de la fuente Q
consistiran en la predicacin de Juan Bautista (Mt 3,7- 10; Lc 3,7-9), en la numeracin especfica de las tentaciones (Mt 4,3-11; Lc 4,3-13), en la pregunta mesinica del Bautista desde la prisin y el consiguiente testimonio de Jess (Mt 11, 12-19; Lc 7,18-35), en la parbola de la mota y de la viga en el ojo (Mt 7,3~5: Lc 7,41 -42) y en la escatolgica del ladrn que llega por la noche (Mt 24,43-44; Lc 12,39-40); finalmente en el milagro sobre el siervo del centurin (Mt 8,5-13; Lc 7,1- 10).
Por lo que se refiere a la fecha de composicin de Q,
resulta difcil la eleccin de Mc como trmino de comparacin; en efecto, se sigue discutiendo el origen pre o posmarcoano dc Q, De todas formas, partiendo del presupuesto de que Q representa una fuente real del material sinptico, la mayor parte de los exegetas propone el 50-70 como limitacin mxima.
En primer lugar, de estas percopas seleccionadas se
puede observar que, de hecho Q no refiere solamente los dichos de Jess, sino tambin algunas narraciones como el milagro del siervo del centurin; tambin estn presentes algunos elementos narrativos en la pregunta hecha por Juan Bautista sobre la mesianidad de Jess, Por eso, respecto a Q, como para los sinpticos. algunos autores (cf W, Haupt y C. S. Patton) prefieren referirse adems a ciertas fases de composicin que, a su vez, podran hacer pensar en una Ql, una Q2, una Q3.
Por otro lado, a partir de las pericopas que se pueden
atribuir a la fuente Q, se ha intentado trazar tambin la fisonoma de su comunidad, lo mismo que se ha hecho con los sinpticos. Por lo que se refiere al origen de la comunidad, muchos piensan que Q proviene de Palestina (W. G. KUmmel). En efecto, si se considera ms fiel a Q el evangelio de Mateo, la identidad de Q resultara ms cercana al ambiente judaizante. Al revs, si se da la preeminencia al evangelio de Lucas, Q parece relacionada ms bien con el ambiente helenista. Por tanto, podemos decir que las dos hiptesis se afirman y se niegan mutuamente.
Desde el punto de vista del contenido, a partir de las
percopas colocadas en Q, se reconoce ante todo una cristologa jesuana, es decir, en un mensaje que pone el acento en la vida pblica de Jess y no tanto en su muerte y resurreccin. Adems, Q parece poner el acento no tanto en los milagros de Jess como en sus discursos y en su dimensin sapiencial que destaca sobre todo en las parbolas: Jess es ante todo el Maestro. Finalmente, no debemos olvidar la connotacin escatolgica del mensaje evanglico recogido en Q: quizs su comunidad atestige ms que las otras la inminencia de la parusa. Esto se vera confirmado por el papel especial que Q atribuye a la figura de Juan Bautista, cuya predicacin primitiva y cuya relacin con Jess se exponen de manera especial.
As pues, es necesario reconocer que se trata de una
hiptesis y que habr que seguir considerndola como tal, sin convertirla en un documento del que no tenemos ninguna cita.
De todas formas, queda en pie el aspecto fundamental
positivo de que Q permite dar razn, en cierto sentido, de las notables semejanzas entre algunas percopas de Mt y de Lc. Q ofrece una buena hiptesis de trabajo incluso para la crtica literaria contempornea. Naturalmente, sigue siendo necesario valorar la relacin de Q no slo con Mc, como a menudo se ha intentado sealar, sino sobre todo con Mt, por una parte, y con Lc, por otra. En definitiva, la primariedad del anlisis literario no corresponde a las fuentes en cuanto tales, que a menudo se revelan tan slo como hiptesis, sino ms bien a su funcin respecto a la redaccin final de cada uno de los evangelios.
A. Pitta
Bibl.: P Grelot, Los evangelios, Origen, fechas,
historicidad, Verbo Divino, Estella 1984: R. Latourelle, A Jess el Cristo por los evangelios, Sgueme, Salamanca 1982; J, R. Scheifler, As nacieron los evangelios, Mensajero, Bilbao 1975; F, Gast, El problema sinptico, en Comentario bblico San Jernimo, 111, Cristiandad, Madrid 1971, 11-24