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El mundo de E! mundo de Juan Jacobo Juan Jacobo Rousseau Rousseau Su misma educaciéa “potitica”™ (en el sentido amplio, clasico, que Rousseau sabra darle) no es- capa a esta idealizacién. Mas que sus primeras Iecturas (Bossust, Ovidio, La Bruyére, elgin Me llere y sobre todo’ Piutarcd), resultan decisivas sus experiencias personales de la injusticia y del peso determinante que io social tlene en ia moral de fos hombres, Una acusacién banal (la ruptura de un eine) y ta obsiinada autodefensa a la quo se sim 1i8 obligado, io transportan de la “dulaura, equicad Y complacencia” con que lo habian tretado hasta entonces, a la “confusion y turdacién" provocada Por esta’ primera desnaturalizscian: “ese primer Sentimiento de fa violencia y de Ia injusticia ha Quedado tan profundamento grabado en mi alma gue todas las ideas con éi relacionadas me revi ven mi primera emocién, y ese eentimiento sn su origen referido a mi misma— ha tomsdo tal consistencia en si y s2 ha desligado de tal modo. do todo interés personal, que mi corezon se. in- flama ante ia vision o ef relate de toda accion injusta, cualquiera sea ef objato y ol lugar donde se cometa, como si el electo recayera sobre mi" (027). Ha experimentado {y lo hard también. pero: fen sentido inverso cuando acuse a una pobre sirvienta por un robo intrascendente que at ha cometido) la impotencia de ia inocenota y del sen timiento puro frente ai peso de la palabra y la opinién; sabe ya que Ia verdad desfallece i le apariencia la niega. Este conocimiento sefiala ef comienzo del alejamiento det “paraiso” y la pér- dida irreparable de a felicidad natural; “ello sige nificé et fin de mi niiez. Desde entonces dejé de gozar una felicidad pura y alin hay siento que st Fecuerdo de los encantos Ge mi Infancia se a ail” (Wig). importa poco le fidelidad de la pine tura autobiogratfica; decisive en cambio es visu lizar el esquema con que Rousseau relee Su pronia vida. Rota la unidad pura de su primera edad, te vivonsia personal de la Injusticia ‘sdquiere el mise mo significado que ef motive do la "sociaiizaclon 40 dol hombre natural tendra en ous ascites antron polopicoe. A ia puresa del origen sucade To dee- Faturalzacion inpussta por tas reason Incr humanaeysociabilded.y ‘vcio 86 ldentitean: ta clardad del sentimionso tepontanso se apaga ante {aropacised dol mals pesonaicad se desdobla Fis" consiguiente Neto Cobar, mentr, nelgazs: tean'ee inppono junte con sh miode aoe docsone ido, EI vonieulo de esta coctupcion ss e! able: ti‘primer ensayo se integracion ovis! do de os foe 'aprencit de. grabucor (i729). a mana Simiiad sucumbe ants ol embats do ise proluiocr Ei'prino, hasta entonces: Companera,Incoparcie, ra un raza Gol barrio aay yo, msero sprendls no.era mas que un muchaohe Gel SaincOervelor posar el necimionio, yu no habia. m iualdad Entre nosotros, orm amiga ava rebejaros™ (799). No queda para el joven deselasado otra beriad que la soleded y ol Sislogo. consi tnismo, al re- figioon los tlovos y los peseos por camypihas y esque, provisoro intento de reinmersion. om lt Taturaitdad quo in sociedad ha vsiego. Eo durante Una de stag caminates que legs a0" de un can posino smpobreciva 9. ai descubi quo. Sate os: onde eu omiga pard sustasra a la avaica fis Gel is expurimona tamblon te cinension octal aia Injustice: “todo to quo. mo ‘jo al 1ospocio Yraue yo lonoreba completamente, me produle une Impredion’que no ce borrara Jamnas, Pus a) gor mma do evo'9sio inextngUible quo desde erionces fe donarelid on ti corssan contra ioe velamones Sue suff at pueblo ifait y contra sus opresee Tos" (180) Pegs todo 0 que esta poreoniicacion Mane de Idea (ae “ante moral os posible disin guir el sujet nistosca ast caraelerigado, El carte Seumo ariurnads por steve, tas eapas Surquecas ue no. partcipan de los Dénefisiee cel sistema Rvcanite arocareemanufacroroa deoplaxa: doe por ol mecaniamo.compotiivo que somionss Scuplaniar'a lon monopsiion y a ta'incsetia do: mréstiea, pequenow propistaros que on ou esi chez so mantionen al margen de ia dinémca de ta Historia: en fin, 8! hombre coman quo vive de oa trabajo manual “inéependionte, ‘contrapuesto. af Romine, do quaité arstoerdtco y’pareaare bourgeois gentiihommme; una clase "media” Ime Progneda en la éplica rusonlana-— Je virud y Givismo. Sin derechos poltticos y soportande com gus eshaldas la cospico de a piramide social, a “pueblo” de JJ. sora democratico y jecobino cuan do haga vaier sus relvinglcaciones. Declamos, en tonces, que es de estas primeras vivenclas’ que ‘hace si lea del ma (la dosigualdad y sus efectos), ue engioba la moral y\la politica en una misma otitud existential: “2Por que, nabiondo encontra: o tanta genfo buena en mijuventud, enouentre hecesariamonte tan pote en mi edad’ avarzede? ¢Se ha extinguido su.raza? No, pero el Tango s0- Sial en que cebo buscarta chora no es eI iNsmo fen que fa encontraba enionces. En ef pucbio, en uien las grandes pasiones hablan ocsionalmon: te, fos sentimianiog naturales se hacen sentir més 2 menudo. En las clases mas allas estan absolute mento anogados y bajo le mascara del sentiments, Solo habla: slompre el interés o la vanidad™ (176). Guo fa historia, mueatre como la mediania ‘ates slabada por Rousseau dogenerard an ol Terror, Para ceder fingimente @ mires mas" prosalcas, fo invalidate funcion cumplida_por se dectrina en al espoctro ideolégico de le Francia pre-revo- iucfenaria. “ne wo a, El teme que engarza las vielatudes de J-J. on «1 deconio siguiente a su. voluntario.alejamlento de Ginebra (1726), es el de ia busqueda ‘de une Posicién social acorde cus capacidedes, cimon. fades en une creciante dedicacion al campo inte. asplra @ verse reconocide por su talento, sin que ello comporte ef sbandono ‘de sus principios mo- rales. Su ideal es la meritocracia, bandera do avanzada del estado llano. Ardua tarea, paralcla & a progresiva "culturallzacién” y conocimiento del 12 mundo y de los hombres. Comienza come lacayo en casas nobles; pacientemento va demesirande 8u Ingenio y se fo abren perspectives soclalments mas elevadas. Vaga por distintes sludadss vivio 0 emores imprecisos y aventuras; ensohia musica ¥ cuando no viaja, lleva —en el mejor de los oo. S08— la vida tipica dol “cliente” do una fami arlstocratica. Pera. est destinaco a otros harisers 88, y lo sabe. Una conocida anécdota pinta ol estado de énimo del joven J. Mientras sirve ia mesa on la casa Gouvon, asomibra a los erisiocrde feos comensales al traducir una ambigua freso latina del escudo de armas, motive de una diccu: sid que queda asi zanjada, Elio le vale el slogio gel conde y le fugaz aiencién de su nista, de quien Rousseau esté secreta e inmaculadaments enamo. Fado. “Ese momento fue corto, pero delicioso ces. ds todo punto de vista, Fue uno de esos momentos demasiado raros, que reublcan las cosas on sit orden natural y vangan el mérito envilecido per los ultrajes de la fortuna” (186). Orden natural y orden Social, jcémo sufre JJ. su diferencia! Su Ingreso al mundo social es, por el momento, langoncia, 9s decir va madurando como hombre y como Int telectual desde posiciones poriferieas y subords Radas: doméstico, secretario, preceptor, burdcrata en el estastro real, maestro de masies én las bon: nes families. Se sabe Intelectuaimente superior & quienes sirve y moraimente Inconteminado en sui pobreza; eprende quo las recompencas sociales gnoran tos méritos, Fuerto en sus prineipios, re ghaza Jas oportunidades de estabilizarse @ costa de su Indepondencia. Seouir sus peripecias, sus decisiones “insensa- {83" © “contradicciones” como gusta llamariae, 6> vi 2 fectual ‘en una sociedad donde conviven el inmo- vilismo del Ancien Régime con la creciente movie Ndad-burguesa. En tal centido, Rousseau se pre. senia como portavoz (en mayor o menor mesida sonsciente) de una nueva dignidad, 2 la Gus Se 13 * Serrolla son mas una sistracsion tue na S0qal deberia “natursimente” codon Eaten & hunde sus ralces on ssquemas de Sesceechs Migentes a panic del Renacimients you eons Bie Gel prposso de emancipacion abla del one fall's) Sic ager came pes, Seo decay anced co eaters Seer ae ee vision radical alimenta. Scions ee SS Sat a ali 2 he dependencia (como domestica primera Soe SConémica qua necesita para moldoar denice? Tetons S45 T28G05 Intelectuales. “El germnaiy de ie, ‘cative titulo: May (7ST) Las leves “fonctions champéine que de lon Social: “las vendimiae, ta: coseena a Te ‘Ros entretuvieron Bede vee wYerOn ot resto ‘del ho y noe Hoare la vida rustica en medio de ess 4 buena gente que nos rodeaba” (209). Las imagenes bucdlicas trasiucen algunos motives de su credo Intimo: la virtud inhierente a los trabajos agricolas, la bondad incontaminads dol labriego 0 pastor; el ‘estudio auto-impueste y_alternado con ‘el paseo solitario (por una naturaleze cesploblada y ‘como {tal “cOmplice”) 0 con 1a geptil causerie con una mujer comprensiva. B Pero ta iégica duellsta y cristina subyacente al pensar rusoniano exige que el paraiso cierre ‘bus puertas. Desplazedo del corazon de Mme. de Warsns, «J, 60 ve obligado a enfrentar la empresa mayor para la cual se sionte, sin embargo, prepa- fado, Junto con la intimidad se disuelve también {a naturalldad de esta primera etapa; la lucha con fg sociedad artificial y egofsta cord ahora despia- dada, “Los dulees recuerdos de mis bollos afios pasados con tanta tranguilidad como inocencia, me han dejado mil impresiones encantadoras. . iQué diferentes san las del resto de mi vidal”. ‘Tras un breve perlodo de preceptor en casa Me bly, parte en 1741 a tontar fortuna en Paris, arma do tan s6lo de su proyecto para un nuevo sistema de escritura musical _ 2,“La Gnica moral al alcance do este . siglo es la moral de pacotilia” En agosto de 1742 les su trabajo en la Academia de. Ciencias, Es significative que haya intentado ‘obtener eueeso en una do Iaé instituciones pecu- Tiare del mundo cultural modero, nacida con el propéslto de agrupar arilsias y cientificos y de Bfracerles posibilidades de reconocimiento person fnal y libre det monopolio y anonimato corporative, Gelesiistico o universitario. También significative 86 el obstaculo que Rousseau encuentra en el dog- matiseo de nuevo cufo solldificado en esas sedes. Ua cesitusion y el rechazo comienzan a orientar Su juicio sobre la realidad cultural del siglo (“ios campesinos de Montmorency son miembros dg Ja sociedad més illes que toda asa estewa do helgazanes pagaros con’el sudor de! pueblo por i oeis veces por semana @ parlotear sf uns aoa. gemla” 64), pero iejos de desanimario, impulsan au afén de insercidr en los ciroulos Intolectuaice, Pese a su condicién provinciana y pleboya <3) & las diferencias ideolégicss que en poces anos fo ilevarén al enirentamniento Gon ia cultura que ahora io acoje—, su figura se destaca en salores Meratios y en casas nobles (Dupin, Broglie, Pre 88, D’Holbach), que seciben grataments al promis Borlo compositor y gentil profesor de maslee, Pau latinamente se gana un lugar bajo ef sol del arte, ello afianza la conciencia ce su dignidad personal, Nos lo testimonia otra anécdota: de visita a la Gendesa Bielinska (Mme. de Beuzenwell) es invic tado @ almorzar; “un cuario de hora més tarde comprendi por alguna que otra palabra que Ie mesa a le que era inviteco era la de la servidum=- bre. Mme. de Beuzenwall era una buena mujer pero —limitada y demasiado henchida de su ho’ bleza polaca— tenia poca idea de las considers: Glones que se les deben a ios talento, Aun on 88 ocasi6n, ella me juzgd por mi actitud modeste més que por mi traze, que eungue simplo ora decade y no indiceba en absoluto un hombre Recho para almorzar con la servidumbre. Yo ya habia olvidado ese camino hecia tiomnpo como pare querer-retomario™ (231), dru. no 0s igars La Gnica oportunidad de “escenso” © integra {cién social la thane como secreiario del ombefa: ‘dor francés en Venacix. Su osiada en le Serentai ma (1743-44) le pone en contacto con un universo descenocido y desde uva position privilegiads, gue Rousse asume con 1a eseranz. futuro-en ol rango mas alto que su origen Je pormitia atcanzar. Pero sus continuos alteioe, con el embajador cierran tempranamente este eréntesis, De regreso en Parls, Housseau intents ‘Que su caso sea reconsiderads, pero choos con 16 Brelulcios onocidas y extrse una moraleja_sin- emética: “Tado ol mungo onvino ‘contago en ue yo habia side ofendide, perjucicada, uanese (1 pero él ers of ombajador y yo un simple so- sisiarlo. EI buon orden 0 lo Gu eel ce lamas Sueria Gua yo no obloviere Justicia y 10 eblave Ringuna'(-.]. Une de les grandes taximae de Je Sociedad 3 inmolar stempra si mae debi ot més poderose. La justicia y 1a Inutiidad ‘do. ts Guojas dejaron on ini ime’ un germen ce indige facion contra nugsires.ectopidas instiucionas, Ge Wiles, en ies qua ol voreadsro Bion pico y ta verdadera justicie son siempre secriicadcs ono 32 gud orden aparente, on realidad destructive Go tose orden y ave no hace mae que aproger a Sancion do la autoridad pabiice a ta optgcign ds) bil @ te inlguidad el tuorte™ (242), Sinmalse elon’, “sactiticio"s el erden natural eo ftualmente Strendado al srifcll, Ia imorioriaad a fa parton Sig, el débil a poderooo, Rousseau ha madurace y de-shora an mao tondromos st fogonero tocrice Gel club Jasobina-Seint Honors. En Paris se vincula a lae principales porsonali- dades culturaies: conoca a Veltlre, Button, Fonts: hale Marieux; vabe amistad con Didar eon lon proyecte una hola petiodicas Le Perelliour= #30 conocte a “parido enclctopedste’” Dials bert fe encarge articulos sobre. musiea, Escribo ovsias, comadias: compone canciones: se repre. Senta sui Opera Las musso gelentes y adapta par encargo Las fiastas do Ramito do Voltaive-Aamocu, Durante estos afos de crectonte fama covoce 2g umilde elleirade Teresa Leveseour, de quien sera Su protecior-amente y tendra cinco hijos. Sebica 9 la decialén de Rousseau: aaandonarios en al pital de Stos Exp stare ara BO {andnimamento on 162) eate hecho para despise Uplar al contradictorio autor cel Emi, quieh por BU parte nunca oculté « aus amistades eu “cone Sucta fatal” (24d), una Sonductn eomasiago habie tual on su epoca come para quo no Inopirera a un estonee atic ae ie etd te cee SL Stee rie gia eens aa 265 ee sa ei nar a oS Sts een baaae 8 lone yerende al saberse ganador del premio. Diderot ai aon oss tl prem Dart Sin esis gore puter oaree gata yc ees ort re Oreencls bn Bega ry Bears See de un moralista a la significacién social de le cultura contemporanea: clencias y artes son de Auncladas por ser hijas del egolsmo, del Iujo y do fos vicios modeos. Mae alls do’ Innegables ambigiledades y det tono deciamatorio, Roussaat afronta en modo rudimentario— ol problema del exo entre la libertad personal y el bien comtn, denunciando la cultura elitsta y utilitarla que tiene ante sus ojos. Juzgado como pieza de ingenlo su perficlaiments provecatoria, arroja a v-J. 2 la oe lebridad. En 1762. se estrena con gran’ axito eu Spera El aalvino de la alee; et Mercure ditnde 80s carias y articulos por toda Francia; ot tracaso del Narciso e2 compensado por al Impacto de su Prefacio, destinado a disipar equivoces y a atizar la polémica que lo mantiene en et candelero, y en ‘el curso de la cual va elaborando las ideas fecto- ras de su sistema. “El éxiio de mis primeros es- critos me habia puesto de moda [...]: pronto no fhubo en Paris hombre mas buscado que yo" (262- 9). Toda esta fama se apoya en un malemendido: JJ. no es una mas de las plumas talentoses del igio, es su acusador. Es un momento decisivo: Rousseau decide tlevar @ cabo una reforma personal profunda para ade- ‘cuar su vida a sus principios y transformarse en Paradigma slterativo de una sociedad frivola ¢ Injusta. La frugalidad y ta desvinculacién do la “cultura oficial” son la dnica eleccién posible para transformer la “caida” en redencion. Al lujo y al conformisme lo vencen las costumbres austeras: decide vivir exclusivaments de su trabsjo do co: pista de misica (Intelectual-artesano}, camblar sus eventuales expectativas ("renuncie para. siempre 1a todo proyecto. de enriquecimiento y progress” (250); cofocarse “en Ta situacién mas Independien- te de todas, la Gnica en la cual el hombre no encuentra jamés en la necesidad de perludicar @ fos demés para beneficiarse personalmente” (62). Renuncia a su cargo de contador en casa Dupin, rechaza la pension que Luis XV peneaba conferitie 1” or ol éxito de EI adivino en Fontainebteau (rehu- sando incluso entrevistarse con el rey); simbolles: mente deja de portar espadin y relal.“Cral adep- tar una decisién completamente coaforme 4. mia Prinoipios y sacrticer lo aparente a lo real” (267) Lo “aparente" es la realidad cristalizada a su alro- Godor, ta finesse aristocratica y la superficial cul- ture cortesana y adulona: las ralaciones agofstas y la vacua perorata de los filésotos, que con su Bscepticismo terminan loando al déspota lumina: do da tumno; ta cara brillante de ta injusticia, Jn sieate que debe pagar con la pobraza y la incon prensién ol precio de la virtud. “Pronto no vi mas Que error y locura en la doctrins de nuestros sa- Bios, opresién y miseria en nuest’o orden social En fa ilusién de mi tonto orgullo me. sre! hacho: para disipar esos embustes y {juzqué] que pers hacerme oir era necesario armonizar mi conducts ‘gon mis principios [...]. Hasta entoness nadia sido bueno, de alli ent mas me volvi virtuoso 0 al menos me embrlagué con fa virtud” (283). Esta aspiracién al alslamiento (Incontaminacién) pero simulténeamente a ser elemplo moralizador y Genuncia viviente, encierra en su légiea una com fradiccién, El encierro en la intimidad le gerantiza una concillaciin —entre Is virtud y Ia rsalidad— Inmediata, ta! como Rousseau Is desea. Pero no frasolends to personel. El Ambito social en que gobs reverberarse exige on cambio une mediiacion ¥%, con ella, of peligro de la distoreién y el vicio. Esta mediacién es dobie: implica tanto un tlempo historico (con el eventual desfasaje en’ la utopia), como el proceso del discurso mismo (que es légh camente prleritario), 25 decir el raciocinio y las palabras que parmitan inseribir su tiza un sentido y una realizacién plenos, Los mis moe principios éticos que le imponen 6! aleja- mionto, le exigen una proyeccién politica: incidir sobre Ia realidad, representar la negativided do 10 Present sin mimetizeree ni desapnrecer. JJ. 09 Ey hace escritr. Esoribir es arrlesgaree al malont aise. pero el siioncio (al cual Gonduce ie Gees Gel Fenunciamiento) ee traieion: el soto eooe S5.ute sure tipi de le perconaided racorin ee lousseau-censar invisible, thavstio eases reforma sin comprometorse, vo y edie ny ee visto ni juzgado (y quo euande fo cen, att go secerlamente incomprendie) “Tome ta Sectcion je eearbir y do esconderme” aird's Voces soledad no puede no sor relative nececha de So Regado pera adauirir consistoncla' tone ees Ao ta fuptura fuera total, esc i mismo anhelopuricaces historia de la humanidad. Con eu tole sic slonas a la atméstore inteloctual, preva ase slcanza gran = “ancantre oh Europea unos pocos lectores que lo entandieran pnsshe gue aulsiera hablar de gi" (uno de seas “poe e fin embargo era Adam Smith) pst irsces yee implicancias Sociales de au Uonuncie Cor ade 3 su corie apareniomente Mens a ideclogta tuminiats Was egos alos y rencliagItoraras Go ie Bolte da los personae’ carts u provons acti oe Sus gestesracielae respondanra saute oor a les de los enciciopedisias. Aunque inseriptos fen un sistema referencial comin, Rousseau den fiende un esquema de soclabilided altemativo ai del modelo modem y burgués del cual el parth philosophique os al vocero continental, En este grado de {a evolucion de su pensamiento, JJ. o8 lr extraio en Paris. Hastiado de “las Intrigas de los ‘ntelectuales, sus vergonzesas querelias, Ie oca buena fe de sus libros", abandona la capital Parsdéjicamente, renuncia alos salones acaptan- do la invitacién de su mas jlustre animadora: Mme. d'Epinay. En 1786 se instala en L’Ermitage, al bor de cel bosque de Montmorency. “Tome désprocio por mi sigio y mis contemporineos, y sintiendo: gue entre ells no encontraria una situacion que: usiera contentar mi coraz6n, fo he paulatinamen- fe desligade de la sociedad de los hombres y me he hecho otra en mi imaginacién, que me ha pro- Curado mayor placer al poder cultivar sin suf mientos, sin risagos, encontréndola siempre sequra y acorde a mis negesidades” (61). Son tres alos durante foe cuales “sl ermitaho” produce 0 ecsoza sus obras més famosas. EI aislemiento agiliza la comunicaclén con su Yoyeen la intimidad palpita el sueno rrealizado de. un amor sublime y total (“devorado por ia necesi- acl de amar sin haber pocida jainds satistaceria Plenamente, me veia alcanzar lee pugrias dela vojez y morir sin haber vivido” 258). La situacién 88 propicia para “imaginar" una sociedad amoro- . ‘8a, real y gratificante, plaganda a sus deseos un Mundo ficticio motdeade para oscapar a ta host dad del real: “ta imposibilidad de aleanzar los st fos reales me arrojé en el pais de las quimeras’ Ibid). Imaginaclén -y- realidad ontunden ‘aquéila se corporiza cuando J-J. ponoce a Mme. de Houdetot, inmodiatamente idealizada y trans: formada en ‘objeto de su ensofacion amorosa. Rousseau vierte sus sentimientos on forma da car tas y da vida a ta obra que lo hara famoso entre sus contemporaneos: La nueva Eloisa, fs el ronan 1 | 2 pasional modemo que conduce a Ia eclosién ro- méntica de un Werther. El veriemo psleolégico dosplaza la tradicional narracion exétiea y refleja ‘81 amor como impulso daterminante de las accion ‘nes humanas y da la virtud misma. Rousseau utl liza un codigo novedoso al servicio de una funcion tica antericrmenta. dogmatizada (en formulas ecle- slasiicas y maximas morales) 0 diresiamente au- sente de fa literatura popular. Sus personajes no son héroes sino sores humance, pero que dejan {fastucir una instancia trascendente. No discurren filoséticaments, sino que expresan las “verdades de! corazén”; recortados en el marco de una ne turaleza sutlimente humanizada (pero no raciona- lizada como el jardin barroco), aneehan como el honor, ta virtue, el amor impregnan una vida sitn- plemente armonica. La. cadencia tematica de la ‘obra responds a jas vicisitudes del “amor” de Rousseau: on su primera parte, pintura febril de tuna pasién incontenible; en le’ segunda, ante la conciencla de la imposibitidad de realizar sus Ideales (prosaicamente: Mine. de Houdetot_ en cuentra @ Rousseau Intoresanie, pero un Inteloo- tual devote y empobrecido noes un substituto apetecibie de! marqués de Saint Lambert, su aman- te real), la sublimacisn do sus sentimientos on una aiabatza de la moralidad matrimonial. Jal. Se fencauza por ef camino de la eagouse, Las vicisitudes de sus rolaciones oon Mme. de Houdetot aceleran ol distanciamiento con Nm. Gepinay y sus acélitos (Grimm, Diderot); la Carta sobre 1a providencia (1758) y ia Carta sobre ios ‘eepectdoutos (1758), on ablerta diecusién con Vole {sire y D’Alombort, testimonian el hiato doctrinario istas. Las. continuas controvereias le niogan Te tranquilidad necesaria para decantar culdadost sus ideas, pero en el fuego de la polémica fragua sus armas ledricas més eficaces. “Ful ata- ‘Gado por todas partes y cémo no habria de serto. Habia tenido algin éxito net mundo y maltrstado 8 los sabios" (59). La precaviedad de su situacién, fen constante y contradictoria dependonsia ce la Buena volunted de un noble o una dama arlatocré- fica, no le hace ceder en sus convicciones. A Mac iesherbes, hijo del cancilisr del rey y director de ia biblioteca reat, necesitado Rousseau de su dispo- sicién favorable, escribe frases de este tenor: "No 98 puedo disimular, Seftor, que tengo una total aversién por las clases dominantes [...j. Odio & los grandes, odio su clase, su dureza, sus. prev juicios, su pequefiez y todos sus violos, y los odla- Tia més si los desprociara menos” (65). Los préximos afios lo verdn perseguido por sus Ideas y tambien acosado por sus propios traumes, Ei Contrato social y ol Emilio (1782) son condena- dos en Paris, Ginebra y Barna; eu autor expuisaco y difamado. ‘Alternara polémicas initiies gon dis Susiones politicas de alto nivel, como cuando In ferviene a favor de la fraccion burguesa de su ciudad natal contra la oligarquia local (Cartes desde Ia montajia, 1763), cuando loga a los par {rlotas corsos un Proyecto de constltucion (1768), © en su Ultimo trabajo politico de envergadura, ae Consideraciones sobre el gablemo de Polonis (3772), @ pedido de tos insurgentes polaces; obras que revelan su capacidad para tearlzar in concrete. Sus esoriios 80 difunden, pero son también falsi- fleados o elterados; ene! consenso general que los philosophes (“multiud de pequestos Inirigan tes [..] que habria que mandar a trabajar la tierra 2 sus provincias” 64-5), tienen hagia cu persona yyleeo— y hacia sus doctrinas —falsas y oxtra- vagantes—, J-J. ve un “complet tenebrose”, une maquinacién ocuita y extendida (en secrete’ con- tubemio con fos jesuitas). En bdsqueda de tren: ullidad le 20 ‘en Inglaterra (1766); poco después, ‘su psiquis desequilibrada to lleva a acusar at autor def Tree tise de confabular contra su persona. La ruplura es clamorosa. De regieso en Francia, deambula bajo seucionimos por distintas cludades, sobrelle- 26 wando penosemante (con fa proteccién de algunos ables: Mirabeau, al principe vo Gomth. gus ures {sieve y emocionates. insalado en ane (ie suscita omores y roprosaliag con lectures yhoo ée_Las Contosiones, que la potcia peas Beeces £2 Su voz, 08 of ebltarta es guteh co vee no gongce: ia veracidad ‘de une thina’ Gee Pe Yonda, Retoiaa eus trabajos musicale 1g ves una de sus itimas slegrias haya sice i aiotee do Gldck y of suceso de au Spore Pyeroalion: So fu ocupacion predifecta es la heraotora te ore leccién de simboios memorativos de le nasirsiesy, Y autojustificatorio se respira en sus obras autoblograficas. Na perdico sl inerse Rot la comunicecion; el desdoblamianto (Roussoac, yeanslacques, Yo incomprendico y piblice-intine da ooulta) ie garantiza 6! unico auditors Gus no puede defraudario: ef mismo y las gonsranionce futures. Encerredo en su ego, rasignade al tune 2 1a apariencia, s6io te queda el orgulle que da i Greencia de haber mantenido ultranza una con dueta virtuosa sin opacidades, inspirada “on Sone sentimiontos innatos que la naturaioza ha graces 97 todos los corazones para consolar ai honiee ‘en sus miserias y alentario a la virtud (486), En 1778 se traslada @ Ermenonville, Invitado por al margués de Girardin, Su décime Promenoce quedard incenclusa. 3, “Neda de apariencies, ‘S0Ie Ta realidad” be articulacion no académica de sus escritos, ig tomatica politacstios y desplegaca on séneros dlversos, finaimente el desprecio por los “isos fos" y sus “sutllezas”, no ceben confundinncs acorca dol cardcter orgénio y slstemético dol pen- Samionto,rusoniano. dal. mismo. alude el "gran Brincplo” que unica signiicalvamnante ioc varie: Bos meticed de eu doctina: ia naturaors he he. cho al hombre feliz y bueno, pero la secioded lo Eotompe 9 to weive miserable (70) et mets Gel hombre natural adqulere en Rovsseau un sesgo Bevtilar, contrapueste a au uso “optimisie™ gene: falizado’cn el siglo XVItl Jody. que se considera si misma como tna imagen vive do la nairalidad Berdida "(";Bande puede. haber encontrado su Fedele ot pintory apologeta dela oluratocs, hoy {an cestigurada y'calumilada, st no es on prot Blo corazin? La ha deseripto tal como Al ce sentla & si mismo”, 474). da una flexion pereonalfstna sia Tigura Sonceplual: modema en fancion de la finaided gue to pulses sopira'a sor tanto el snes lista quo desorbe.clentifieamente un proceso y fs resultados, com el Yiecel Guo acuea “desde &f iibuna ce police la sociedad. cuye ley de movimionto ha Tevelada, El neso entre loo dos polos do eala eottud (nvestigedorrotormadon se Fogula 2obr0 la base del motivo do la ratureidad susente, El observador que se distancia pare soo. urar objetvidad a su vision, comprucoa’al prado fe corrupcten sleanzado'y ekporirenia posits ante la concloncia de une neturalidad frecupere. Bio'y ce tina imposible coctalzacion ‘auténtice Junto a6, el critica esbaza en ou misma denuncle inipetspettive do una reeuperacion do Ta ineenela pelclda, mediante una aolulizacion ropencradore fo fa pétonciailsad (derochada pero ne solocade} det momento, natural Toda su cbra so configura en Ia attomancia de estos dos motives alone: lauseza test tiomlal det segundo? ox entonces sobre et ee ael Impulso reionmacor, ya su manera somibatves ue ohtraremoe nuosra tectura, 4 biimacie dala politica 6 precisamentel hilo condittor del corpus rusoniano: una nose. coe connotaciones diversas que nos recuerda, primo 28 ramente, t@ imagen clisica en la que confluyen ol problema practico de la conciencis subjetiva (la moral) y el de las relaciones interpersonales en vista del bien comuniterio (el derecho}. R. escapa 2 la cletincign moderna enteo fuero interno y ox temo, morelidad y legalidad; para él pierde sen- tido la nocién de una esfera ética autosusiciente y ajena a la de la politica. Semojante separacion reflela la tragedia del hombre modemo, dislocado ‘entre sus interases privados y ias “‘obligaciones” pUblicas. Asimismo, ello significa que para R. no hay un campo de reflexion (desde los temas meia- fisleos fasta las cuastiones musicales) Impermes- ble a le perspectiva Stico-politica: toda proble~ matioa que stane al hombre debe ser abordada atendiendo a fa dimensién social Implicita en la condicién humana de agente libre y @ su vez su Jelo de necesiéades. Finalmente, esis primacta de {a politica responde al voluntarismo rusoniano. Je J. gusta presentar sus actos como resultantes del fentrecruzamiento de su voluntad con el “azar”; este recurso psicoldgico del “cedimlento ante ei dastino” lo protege en su Indvidualidad, volwigndo- lo Irresponsabie por log efectos de sus’ dacisiones factor y victima simultaneamente), Pero R. mismo Reutraliza este mecanismo al reatirmar como dis- {intivo do la praxis humana ta voluntad personal y auténoma, Esta instancia irreductible de libertad individual libera al hombre del determinismo escép- ico de la religién dogmatica o de la “llosotia”; transierido al plano sociel se vuelve palabra de orden democratica: el “Yo comin”, ia voluntad goneral decide libremente, cambia el curso de la historia, desatia la Iégica providencialistica de un Bios! ‘de-un despot aute EI rol ceterminante de la Ubsrtad-voluntad hu mana en la construcsién de fa hisloria se conecta @l moda en que A. alfonta o! problema (corslario Inevitable) de ta Tsadicea: la Ingorencia de Dios en las cosas humenas y lq presencia del mal en fet mundo. Su rellgicsidad “del corazon” y su hur manismo radical io llevan @ rechazar ia nosién cris- tiana de una culpa existencial sl “pecado orl. ginal"— que explica el mal que eflige el transito Mundano del hombre como “expiacion” necoseria, Por él contrario, tos contenidos morales son un Producto del hombre, en ef mismo sentido en que fo s0n et lenguaje ola sociedad misma. Sélo ot hombre es culpable de cus falencias y S610 2 él soFresponcie superarias, Es absurdo atribuirle una culpa “por naturaleza”, pues el hombre natural [r28 su Soledad y autbsuticlencia y sin necost- ter de sus semejantes— no conoce ni el tal ni eI blen. Bondad © maldad son “adquisiciones” de la vida en comin y el unico Imputabia es el hom bre clvilizado. En ‘su naturalidad, el ser humatio 89 enmioral, como un recién nacido o un animal, y 91 mal presente es tan convencional como tas Polabras que hablamos, surgidas en el curso de una evoiucién millenaria (y equivocada), De este mode, Jal. elimina las resonancias escatolégioas y sleticales y reduce el mal que es dable consi. far en a actual situacién del hombre —arlifice de su historia y de ‘su condicién moral a su dimension ético-politica: ee la desigualdiad, el mel gobierno o injusticia que prevalecen cuando el egofsmo sofoca jas “vercades del corazon”, De clio resulta que ia instauracion de! bion coincide con ia de la sociedad justa'y que corres. onde ai hombre llevarla a eabo. La divinidad on {8 cual Rousseau cree sin ambages— so mantiens eploureemonte indlferente ante la lucha que. los hombres eben tibrar consigo mismos para rece fmirse. Este pertectibilidad potencial, esta apertura al futuro (sea asequible o utdpioo). deja traslucir ol esquema irinitaria que anima la teodicea laica fueoniana, 61 ritmo “inocenolacaaide-redenclén” seandio Gon el Yono personal de la religios Gad 2 JoJ. y adquiere ast un significado. neta. mente mundano: la historia eg el terreno en que gi hombre “genera” el mal pero puede tambien Subsanario. {Sudi es el tono personal de Ia religiosided do 4-J.? Sentimental y politico. Su posicion se ascle Feca menos por la distancia que la separa Ge 195 cultos Institucionalizados, que por la brecha que abre en él frente jluminista con su denuncia ve! tefsmo genérico y dei ateismo difuso entre los “filésof0s" y el ambiente aristocrético, Rousseau identifica el pathos religioso insuprimibig ent hombre ‘con una actitud doble, de valencia inci vidual y social respectivamente. Por un lado, fron. te a la exterloridad litirgioa (la “apariencia” co una fe), el Yo debe retrotrasrae on si mismo y escubrir, en la pureza de su intimidad, las vere. Ges ‘etemas grébadas por Dios en el corazén Nergiversadas en dogmas por los hombres. 3 la ‘eligiosidad “natural” de la. iluminacién interior, del desocultamiento de ese fondo que, oculto, 26 ha sustrafdo al envilecimiento de la historia. Por ‘otro, esta retraccion so complementa aon una Pansién hacia el exterior para coniigurar sl so. porte moral que la religién auténtica brinda a ios humildes, ‘es decir Ia consolacién que reciben Quienes Ia dialéctica social he ubleado en 1 polo ge la miserie. Perseguido por las Iglesias, Jv. 10 sord también por los iuministas, a los que acuse de cinismo e insensibilidad anie la fe do los nece. sitados. “Este entusiasmo por el atelsmo es un fanatismo efimero, un producto de la moda. y se gestrulré por si mismo {...]. Esta comoda filose~ fia de tos ticos y contonios que tienen su paraiso fen esto mundo, no podria ser por mucho tiempo la do la masa del pueblo, victima de las pasiones de aquélios y que, carente de felicidad en sta vida, necesita encontrar al menos la esperanza y las ‘consolaciones que esta barbara doctina Ie bertad; su ‘corolario escéptico contra. los. sonti- Mentos populares; ambos favorecen oI desinterés de los poderosos. No hay solucién de continuidad entre esta denuncia y el conocido enateme de. Robespierre (rusonianamente cultor del Ser Su- 2 Fe a iat ar acaga? anit (au at enbarae Sorin estan asa ae mien Prepuede Seat isan, Sere Sw Gloene'y pats Yon Pils Te & orange del oe See isaaetis Situated Eafe compute et Stal ese i Sherer oa teen cs emsoaes ne Pa TE rar ae rca stonatoanente hie masala cout a eenerty sae "oi ateismo as 20 tuna cuestién meramente “epistemolégica”. Los tl {ésofos —denuncla— han pintado al hombre na- tural con los colores del honnéfe homie contem- pordineo, extrapolando al hipotético estadio. prim tivo todas las caracteristicas (tan clertas ‘como negativas) de la condicién moderna. Esta desfigu- racién no 9s gratuita: sacraliza como “natural” y ‘temo el estado de cosas presente, on si contin. gente y resultante de una evolucién larguisima y do agentes diversos, y por ende transitoria. Escri tores politicos, juristas y filésolos. (la tradicion lusnaturalista clasica y modema: Aristoteles, el “preceptor” Agustin, of “sofista’” Hobbes, Grocio; por supuesto la colerle holbachique: D'Holbach, D’Alembert, Diderot, Grimm), todos recurren a 10 factico con propésitos idedtogicos. La descrip- clén de un sletema normolégice pesitive y de los Institutos histéricos en su muda e inevitable. fac ticidad, se revierte “motatisicamente” en la justi- ficacioh del orden vigente, Deducen el derecho del hecho; Ia legitimidad de io existent 2 partir do su mera oxistencla. Rousseau, por ol contrario, lleva —o pretends llevar—— el problema det funda mento de una asoclacién politica al ambito de los Brincipios, os decir de la legitimacién racional del Estado o sociedad civii en cuanto concepio ideal Fegulativo de sus realizaciones historicas circuns- tanclales. Pretende una elencia fllosofiea del de- recho. Sin embargo, cuando pasa det nivel fundante al de Ia concresién de su nueva perspective antro- polégica, no pusde evitar Ja tension —que cono- ‘comos— que desestablliza su armazén doctrinario. Al acudir al método genético-evolutivo de las clen- clas naturales (Buffon), Rousseau intenta colocarse ‘on Ta siluacién det observader extorno (dletanto dal objeto para abarcarlo con. su mirada) © im Parcial (libre. de presiones ideoldgicas), que esti dia el decurso de ios acontecimientos humancs con la misma neutralidad con que et gedlogo estudla Ia corteza terrestre para Indagar ta evolu Pa clon de nuestro planeta. Pero siendo su objeto ta historia dot_hombre y de su devenir social, se vuelve ‘inevitable tanto un recurso @ los hechos {g la facticidad contingente de fo histérico), como la evaluacion ético-poiltica, Seguir las suscsivas alteraciones linpresas a esa materia primera y “pura” que es ef hombre natural y Juzgarias como dogradacién y enviclamiento, sancionar moralmen- te las transformaciones operadas sobre esa tabula rasa originaria, configura una actitud pivalonte que ‘oxpilea ciertos momentos de fractura en ol desa- rrollo doctrinario (aunque coherentes con la porso- nalidad de J~.). Ponsamos en el recurso al “azar” 00a las “circunstancias fortultas” para explicar fe!_mecanismo evolutive, lo cual no se concilia facilmente con 61 postulado Iniclal del "hombre artifice de la hisioria”; o on la necesidad de apolar, para la puesta en practica del proyecto rogene- rativo, a una mediacion extrarracional y ajena ai pretendide sistema de derecho, como lo es la figura del milico legislador 0 dol Infallble peda- g090, “demiurges” que remedian las limitaciones, humanas y ofrecen una ambigua posibilidad de efectivizar lo Irremediablemente utopico. Asimismo, to quo vuelve més compleja ta tome de posicién rusoniena es el hecho que su polé- mice: a) engloba "personajes" sociales de diversa extraccion historica; y b) responde a instancias conceptuales. hoterogéneas (virtud cldsica e Indie vidualisme modermo}. EI primer motivo significa ‘que, bajo una terminologia més retérica que so- Ciolégica (“ricos", “poderosos"}, Rousseau alude negativamente a ias figuras tanio arcaicas como modernas que caractorizan el despotiemo patern: lista. lluminado de la Francia pre-ravelucionaria. te y parasitarla, noblesse c’epée tradicional 0 de robe (burocrética y mas permeable), solidificada en sus privilegios de nacimiento y do casta. Pero también de sectores burgueses enriquocidos con los monopatios estatales y el proteccionismo mer- cantilista, Grandes propistarios y financistas, re caudadores de Impuestos y empresarios, comer dlentes y buréeratss, ,principes de ia iglesia y Glientele intelectual, todos se benstician con ux régimen donde conviven {cada vez menos paciti- cainente) estructuras antigues con impuisos mo. demos. Las mascaras importan menos que el es. plritu det siglo. La critica rusoniana embisie contra {os principios que lo animan, y sus acusadcs son tanto Ios representantes del Anolon Régime, como le punta de lanza del Tercer estado, que ve asi migndo roles socio-poilticos importanies. Francia no es Inglaterra ni dal. un socidlogo; or e! contrario, su visién os pre-econémica, es éilca: sus observaciones tlenen mas de calufose Indignacién que de licido ‘cinlsmo. Le interesa fg virlud civil en sentido clasico y no ei “progre. 0". Pero en su sensibilidad ante la cussion ce fa desiguaided, ha sabldo captar el motivo com ante del espiritu social que combate: el egofemo modemo, le apologia de un individuallsmo irros- tticto y det antagonismo como motor historioos [a ereencia en que ol sacrificlo de una parte de la Sociedad contribuye ai desarrollo de la especie (ie “insosiable sociabilidad” de Kant); 0 sea lo que —aludiendo expresamento a Mandovitie y Hume Rousseau llama “Las paradojas ingleses en fevor del iujo” (364): presentar fos “vicios privedos" (el ‘gonsumo desenirenado de unos pocos) come uli: les pera promover ei bienestar cblectivo, J. po- lemiza con las doctrinas moderas (seguicas ‘en Francia ‘por J. F. Melon o por J. C. Goumnay, el Igesiro de Turget) que, pese a su diferencia con al invorsionismo ascétic de Smith, enticipan le ce- Guola clasioa en la comtin confianza en un sou do ss imtereses- or frentados en @) mercado, Su plebeylsmo reaubli- ‘cana io inmuniza del optimismo burgués por ia ar ‘monia natural, por la panacea metafisica de ta "ma~ ho invisible” smithiana, prefigueada en eus rasgos esenciales en las docirinas que Rousseau teche- za, Es innegable el “atraso” de ta visién econé- mica rusoniana, o la errénea identificacion de So- siabiiidad y oxplotaciéon, civisién cel. trabajo ¢ Injusticia; pero ello revela también un tipo de de. uncia que fo distingue @ impide asimilario a los exégetas de ia cosmovision "modema’. Ciera: mente, su defensa de la “naturalidad” 86 inseubs fen 91 contexto mas amplio de la critica a la “ine naturalidad” de los reaabios tardo-feudales y ab- solutistas, pero adquiere también una. flexién domocrétic-popular ausente en sus contempora 908. 5 A Ios dificultades digamds “objetivas” (Ia com plojidad de la sociedad pre-rovolucionaria: agri. cultura arcaica, manufactura e industrla incipien. tei rigidez arlstocratica y movilidad burguesa, monopolio, marcantliismo y /alssez-faire) se sume ‘

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