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ara todas novos es iprescneble omar conciehca del nei de nuestra favorable posicién actual y de que justariene por ello. ninguna mujer puede dase el Ijo-de pospone su intervencion en vide colectva, al dejarta para funwos que nade puede gaan. Heros estado fuera de la hslora par demasiador sigs) 0 son ‘ots gereraciones de mujeres las que deen celebar la fended ‘Tunlane, a insolercia de ear Vivas,dcientes, acts opnadorss, ecidoras, labore, inerventeras en lor destinos del mundo, ‘Ye estamos aq, y nace nes haid voluer ala inigificancls, al no significa, a nose, no esa vias, En tal comprensén escrihimos eta novela. Al utara leyenda medieval dels papisa Juana, exporemos ala luz tes temas que la Imaginacion popular rellej6 en ella: el heron que impiara para el gna, ura mujer sencada ene wono de San Pe, que ensucia con su sangle menstrual (specie de defacto fenerig, para la Isl) la sila santa, Elanhela dela mujer religisa de acceder también ella las Ciencias Sagrada y de nize, identifica yfsionare com aque! © aquello que tales cienciasrevelan. ¥ lo smpensabler que la moler fenge manda, y que pueda encarnar represoritay, lary hablar eo sombre defo Divino, Lejos prs, de cualquier meno de vescatar una leverda seesaconalisa, ea revel, allan como sinbola el vonn de la |lesia,delende el derecho de a mujer al poder y al conocimiento, pero mis especialmens a canacer los ancetaes Mistrios Diviacs Rosibel Movers euna ANE Rosibel Morera Rosibel Morera A pesar de mujer - La aventura.de lattransgresi6n Apesar de mujer La aventura de la transgresion Rosibel Morera A PESAR DE MUJER LAAVENTURA DE LA TRANSGRESION El derecho de la mujer a los Misterios Divinos CONTENIDO Prciogo, La mujer fuera de a historia. Capitulo Uno . ” Captlo Dos ot Captuo Tes 35 Captle Cv en si Capito Cinco ae 6 apf $8 enn Capit Siete Capitulo Oebo a 103 Capitulo Noeve. ee HB Capt Diet nnn so 3 Caputo Once so 129 Caputo Doce Capitulo Treee Capitulo Catorce CCaptato Quince Capitulo Decisis Capitulo Diecisiete Capitulo Dieciocho Epllogo. Post Seriptorium, bs 17 157 165 13, 191 7 203 205 PROLOGO La mujer fuera de Ia historia Haciendo un fugaz paseo por la Historia, termi uno preguntindase: ddnde estén las pensadora sriegss? {Dade as disepolas de Séeratsdalogando con élen os ‘banquetes que naraba tan puntillosamente Pat6n?;Dénde fas excutoras, as anqulectas, ns ricasdramaturgas, Tas habilidosas poicas del mlagro grego? {Por qué to hubo oradorss romanas? {Por qué son cexcasas las Hatha Yophis ols iain Yoghis(yoginas del ‘cinacimiento) dela Indi? ;Dénde encontrara sus Grandes Tminadas, alos Bids mujer? Poe qué po hay Mata rajésfemeninas? {0 delicadas pintoras chivas, consejeras politica seguidoras de Confucio, sabiastoitas? {Donde enconrar poets arabes, grandes mites suis, genios del lgeay dela slquimia, minstas de esta o,rectras des vidareligosa ypoiiea? Dénde mujeres “Apéstoles dentro del ristanismn0? En efecto, mirandoen args irazos la histori de as. actividades humana pocas veces se descubren nombres de je. Alo sumo se sabe que algunas pintoras yesritoras fimaron sus obras con el desu maid: ‘Yasea porque se ocults su presenciao porque, nessa oseles el accesoa los conocimientos, no puiron interve rir en igualdad de condiciones en ninguna de las cencias 6 las artes que los regueran, a qué lida existencal se condujo ala mujer dentro de un fensmeno qué sorprende or st unierslidady por los largos milenios durante los ‘ue se ha produc? Enqué eeodo de tempo ies perdios? Estuvimos ‘otracosa que perdida alguna vex? Y ented ato, por que To hemos permitido? ‘Aunque svene iluso 0 poco, tl vez porgue fas mujeres no necesitanesforzarse por la luminaciéa, ni por realizar las grandes verdades,ni por la vaniad inulsa de Jas posiciones notrias, ni por alcanzar el precioso don de 1a Sabidura. Porque eas, l igual qu la esposa del Bud, ya sony ya esiniluminadas La mujer BS renunciante, ta majer ES amorosa, ES ‘build, ES sabia ES compasiva, Pospane su vid personal, resguarda y enseia. Da su propia sangre para que oto sea, ‘lama “hijo” al desconocido al que press sus entra, y le sigue con interes hasta ef final de sus das, ‘La mujer no esotra cosa que a forma camal defo que Jos grandes iésofos ensefan, eorizany discon, Sonriendo para sus adentos mientras se dstrae de sus conversaciones de nfios espera condescendiene a que cl orfebre del tempo los haga ms sabios, mas prudentes, mas silenciosos, ms compasivos. hombre teoriza, discue recom el camino que lo * leva converte en mujr-En ESA, laque escibe pocmas y/lama su Beatriz, su Ideal su'Eierno Femenino,su Alma, ‘Shakti, su Anima, la Amvoros, la Santa 'No aspramos a que ELLA deje de ser lo que ES. ‘Aunque s{ necesitamos que interven eimprima su sello ‘en la conduccin visible de las cosas, 2 Esta ra privilegiada nos ofrece un inusualequiibyio elas polaridades (femeninas-maseulinas).La oportunidad de dear huela profunda. No sélo por razones de derecho, ‘no para corogir cone citerioinherene a mestranatu- raleza, esos criterioe ya ilenarics de depredacién con que semveve elmtndo, cuyacisis global hice que ninguma de nosotras pueda dase e lujo de posponer st intervencion ss adelante, 'No son otras generaciones de mujeres las que deben plantar ls donesfemeninos en el devenir de los aconteci- ‘micas, ni celebrar el atrevimiento de estar viva, dicentes, actives, deciidoras, intervenor. "Tenemos yala conciencia e acceso al conccimiento imprescindbles para hacelo, ‘No permitamos munca més la -signifcanca, el no significa, el no interven, el no deci, el no decir, el 20 fimare eondescender, cl permit Fs en esta comprensién que se inscribe A pesar de mager. La imaginacion popular reunis en laleyenda medie val dela Papsa Juan tres tabses: 7 1. EL horrar que implicart, para ef dogma, una majer sentada en el Trono de San Pedro, ensuiando con ‘su menstracidn (una especie de dfectoesencsl, 2 cxitero de a Iglesia) la Sila Santa 2. ELanbelo dela mojer de conocer, ela también, las (Gencias Sagrads, Asfcomoe! denise yfusionarse ‘con Aquel ycon Aquelo que ales Ciencias Sagrada Te prometen, B 3. Lo impensable para la época: que la mujer tenga ‘mando y que pueda encarnar, representa, legisla y hablar en nombre de o Divino, Hay ona pregunia importante detrés del ibe {Hasta ddnde estamos dspuestos llega paraencon- {rar el tesoro a qu todo nuestro se ns lama’? La realidad, se dice, superna ta imaginacisn y ta histori esti plagada do casos mucho ms insite que ct ve aqui se mara ‘Baste menciona, en el campo de la mujer, a Sor Juana Inés dela Cruz, 2 Rabea, a Valentina Tereshkova, a “Marie Curie y mitenios tra Hipatia Ea el dees hombres al yoghi dela India Milarepe, al Buda mismo, a Moises, ‘Giordano Bruno, a Tomds Edison atin a1 guoreros ‘Sioux en los dros rtuales de sus iniciaciones. Lejos, pues, de cualquier ntento por rescatar una le yea sensacionalista esta novela, slizando como simbalo ef vedado Trono dela Iglesia, exata el derecho de a mujer 8 Conacimiento yal Poder, en especial al Conocimiento de los Misteros Divines. sibel Morera Agiero ‘Nada sun don, sine producto de wna congue Serpe Rayraud del Ferre 1s CAPITULO UNO 1 Bajo la llavia torrencial, con Ia noche cermada de coseuridadesrasgadas por girones de platino liguido ca ‘endo sobre los montes, un hombre de unos sesenta aos, ‘nfundado en una empapada capa con capucha, descend ‘el caballo se apur tarde la campanila que colgaba aun cestado del grueso porta dela abadia de Fulda. Tis fuerte pata contrarrestr el denso escéndalo de ta luvia y el intemitente y ljano bramoe de os trunos. La caripa- fn, claveda ala vera del muro, parecianoaleanzar a salar ef patio interior hasta cubrir los aposentos de los monjes {queen aquella hora debian estar reunidos ene comedor 0 lciendo sus itimas raciones. Escuchs voces Unaile de gruesacontextur,onst- rado csi ineoesaramente dado lo prfundode sucalvicie, ‘brié una angosta pera lateral. El hombre ingres6a pris, tirando dela bida de su cabalgaura. Gracias, hermano — dijo en latin vulgar, el sermo vulgaris en que se entendianféclmeate, en especial los ‘monjes, por aquellos das Pssed,pasad! Estas no som horas para transitar por esos caminos de Dios. ‘| 1 —; Vamos! Vamos! Tratad de que wuestro caballo no ‘malate los siembros, que esta lava y a oscuridad hacen desaparecer os sendetos.;Apuraos, apures! ‘Lo condujo hasta el primer ediiio, a Ia derocha, evidentemente hacia ef hositalaio mis general. Ya iabria tino mafiana, uego de determina su condicin social, de considera si debfan pasar al palaium, las babitaciones intriores, destinadas alos huespedes de mayor categoria, ‘Ai, en todo cas, tal distinccn le importaba paca cosa (Cumpliriacon su comtidoy se ira lo mas pronto posible, szunque lo Topica Tuera hacer reposa la bestia all menos durante dos dia, El fraile fo lev primero als establos. Luego a un Aormitorio comin, de stipes camas, en las que rey6 contar mis de diez personas. Le facilis ropa seca, leche ty pan, yl indies que por esta nie vez see per mitra levantarse tarde ynosistralasoraciones yctions {ela madrugada,Temprano en la mafana dot monjesse le acercaron parainguirr el motive desu visitas ra so a solicited de hospedaje temporal, ot fa fnalidad desu viaje era pore contrario, la propia aba de Fulda. Responds ‘con una petiidn. EY motivo de su arg y pesado viale era Inablar cone aad, euy fama se debfa no loa hecho de regentar aguela prestgiosaabadia, sino asus mitiples sméfitos personales, su capacidad intelectual sus does de ‘orador, su vasto conccimiento de Ia cultura antigua, su prudencia yu sabiduria. Poco después regresaron diciendo ‘quel abad lomandartaa llamar con erp suciene para hablar con larguraantes de sexta, Comié fuerte lavéenlslavaderos comune cons truidosa un ado de ia hospederia,cembiGel tj facilitado Ja noche anterior por un habito negro, y vag un rato por fos jardines, 18 2) El abad tendrfaunos cuareta aos. La ampliatonsura libujaba una aurecla de pelo rio alrededor de su cabe- 22, No levaba barka. Hablaba vrlment, agarose de ‘cuando en cuando las manos, como sifrotindolaspudiese ‘jar un mistrioso eo. = Sentzos, por favor ~ Grecia. Me dicen que veis de muy lejos. De tera de francos, hermano abad, =L¥ no hay altuna abadia que pacers ofreceos lo que pretends buscar aqui en tera de germancs? ~Confiabilidd plena, 0, —Entonces... vos dics —dijo abriendo en forma enti os dos brazos. EL hombre deposits un fardo,envvelto euidadosa- mente entela sobre ln mesa de trabajo del abad. Este mins el paquet sin pregunta. Mi nombre es José Italbin, monje resident de una abadiaenel Puy. Nac en era de angles. Estdiéen la Es cela Catedalicia de York. Soy, fui sacerdote por muchos aos en Roma, y estuve al servicio de Su Santidad el Papa ‘Suan VII durante su breve reinado = {Qué dects? —el abad no pudo evitar ef ton brasco. ~ Por favor —Permiidme cerar la puerta I abad, con el rsto visiblemente descompuesto ‘cera puerta Hal unasillay se sens ado del hombre «qe parefaexperarlo con impaciencia. peels que estuvisteis al servicio del Papa Juan ‘VII? Sabiendo,o no, qu era mujer? "= Sabiendo que era mujer. Soy su esposo ante ios, hermano aka Santo Dies! 19 — Por favo, por favor, no os escandlitis ni me Jagueis antes de escuchar toa la historia! Si be viajado Insta aqut ha sido por vusta fama de hombre piadoso y sabio en los saber del mundo y de la Iglesia. Nadie sino vos puede ayndarme —Por el contrario, creo que debo pers que os marché [No me ceri las puerta como haria cualquier ‘ecesidstco comin! ;0s vine buscando especticamente a vos, 08 conmino, pues, aque espondsis a una expectativa puesta sobre veestra persona que me ha lievado a caminar ‘muchas mills bajo un tiempo espantoso! Hab golpeando ls palabras, aferrado esa pas «que bro euandosabemos que de lo que digamos depende algo defritivo, La hazafia de Juana debe saberse, hermano abad —dijo.entono mas bajo, {Haran decis? Fue una monstruosidad. —Un hecho herico, digno de ser conccido y pe ennizado por la historia. Pero por lo que veo ves tambien, como la Iplesia toda, os habeis canfabulado para hacerto

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