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Número 8

Sábado, 28
de agosto de 2010
El perseguidor
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JOSÉ CARLOS SOMOZA EL VUELO DE ÍCARO
“Escribimos sobre otros Encauzando el caos
libros ya escritos” sin memoria

la entrevista de por
EDUARDO GARCÍA ROJAS MARISA GUTIÉRREZ CABRIADA

LEZAMA LIMA,
ELHOMBRE QUE SE COMIÓ ELUNIVERSO

José Lezama Lima visto por Juan David. / DA

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de agosto de 2010

JOSE CARLOS SOMOZA / escritor


Con catorce novelas a sus espaldas, la última de ella titulada El cebo y ya todo un éxito de ventas, José Carlos Somoza (La Habana, Cuba,
1959), pertenece a la escudería de narradores best seller que escriben en castellano por el simple placer de entretener al lector. Sus historias
cuanto menos son desconcertantes, novelas en las que su autor, al modo de un antiguo nigromante, mezcla géneros y referentes literarias con
una técnica elaborada que ha sabido atrapar la atención de sus seguidores. Entre otros premios, Somoza cuenta con el de La sonrisa vertical
por su novela Silencio de Blanca (1996); el Café de Gijón por La ventana pintada (1998) y el Fernando Lara por Clara y la penumbra (2001). Es
autor también de La caja de marfil, Zig Zag, La llave del abismo y La dama número 13.

“CREO QUE ESCRIBIMOS


SOBRE LIBROS QUE YA
HAN SIDO ESCRITOS”

EDUARDO GARCÍA ROJAS tanto tiempo que a veces pienso que los eso es necesario que conozcan y lean a
conozco mejor que a muchas conocidos Shakespeare como si fuera un libro de
- Con El cebo recurre a la primera persona de la vida real. texto. Así que pensé que ese contraste,
para contar la historia. La novela la narra así - El teatro juega un papal fundamental en Shakespeare y el oficio del cebo, resultaría
Diana, su protagonista. ¿Fue premeditado El cebo. muy interesante.
que la voz fuera la de una mujer? - En todas mis novelas hago siempre una - Pero llama la atención que no recurriera
- En realidad nunca me planteo que voy referencia cultural y en esta novela es el a Shakespeare y no a otros grandes autores
a crear a una mujer o un hombre. Debe ser teatro de Shakespeare. Me parece algo de teatro, concretamente los del siglo de oro
que no creo en las supuestas diferencias inimaginable. No podríamos inventar a español.
entre sexos porque la mayor parte de ellas Shakespeare si no existiera. A diferencia - A mi me apasiona Shakespeare y como
son culturales. Así que cuando cambias no de otros grandes escritores y gurús de la él no ha habido ningún dramaturgo que
ya de tiempo o de época sino de sociedad humanidad. Shakespeare va más allá de haya profundizado de esa manera en la
las cosas se invierten porque lo que pare- nuestros sueños y expectativas. Fue un naturaleza humana. Escritores geniales
cía antaño inamovibles diferencias entre hombre que aparentemente vivió en el ha habido muchos pero como Shakespe-
los hombres y las mujeres cambian para período isabelino y que escribió obras que are solo hay uno. Se le puede comparar a
resultar justamente opuestas. Como dije, no son demasiadas si tenemos en cuenta nivel de novela, pese a que Shakespeare
no creo demasiado en esas diferencias. Y la producción de otros grandes escritores no escribió ninguna, con Miguel de Cer-
tomando caso por caso, individuo por de la época, pero lo que dejó escrito son A mi me apasiona vantes, que es otro gran escritor que
individuo, creo que todos tenemos algo de textos que proponen un estudio profun- derrota toda clase de significados y mane-
ambos géneros. Que podemos reaccionar dos sobre la psique, la personalidad, hasta William Shakespeare. ras de encasillarlo.
de la misma manera o personalmente ante el punto de que cada época ha tenido a su - ¿Por qué en casi todas sus novelas pla-
determinados acontecimientos sin tener Shakespeare. Hay autores que han muerto Será porque pienso nea un referente literario?
nada que ver con lo culturalmente espe- y pasado el tiempo, los años y los siglos, se - Porque escribimos sobre otros libros ya
rado. En este aspecto, no me cuesta más les reconoce su genialidad pero con Sha- que como él no ha escritos. Creo que hay una especie de base
trabajo crear una mujer o un hombre, sino kespeare no fue así. Triunfó en su época cultural en la que los escritores desarrolla-
ponerme en su piel, pero eso me imagino dentro de los modestos medios de aquel
existido ningún otro mos nuestras obras e ignorarla sería
que le pasa a todos los escritores.
- Ponerse en la piel de alguien que no es
entonces y en siglos posteriores también
porque cada uno tiene a su propio Shakes-
dramaturgo que haya absurdo. De hecho, no deberíamos igno-
rarlas sino reinventarlas o redescubrirlas.
usted. ¿Cómo tolera ese equilibrio, no volcar
en los personajes rastros de usted mismo?
peare, autor que ha sabido adaptarse con
sus obras en la representación de cada
profundizado de esa A mi me gusta ahondar en los grandes cre-
adores y en las grandes obras con ojos que
- La verdad es que lo tolero regular. época de la humanidad. Ahora, en pleno manera en la trato que sean novedosos. Y ¿por qué no
Muchas veces me parece que el personaje siglo XXI, hemos encontrado una nueva Shakespeare? Shakespeare desde el punto
tiene vida propia y eso lógicamente es lectura shakesperiana y en el futuro será naturaleza humana. de vista de un libro de texto en el que
deseable pero al mismo tiempo te sor- igual porque se trata de un escritor inago- aprender, estudiar y ver como son los seres
prende porque los enfocas por un camino table. Y yo necesitaba desde esa óptica Escritores geniales humanos basándose en sus obras. Es una
y él se va por el otro. Es casi como conocer introducirlo en mi novela El cebo, en la que manera distinta de abordar a este gran
a alguien profundamente pero al mismo hablo de psique, de deseos, de diversas hay muchos, pero autor. Lo mismo hice con Lovecraft con La
tiempo eres consciente que lo desconoces personalidades y de una labor, como es la llave del abismo, donde las historias del
porque te puede sorprender. Es más, en del cebo, en la que el entrenamiento fuera como Shakespeare escritor norteamericano se transforman
algunos de mis libros me ocurre que he casi teatral porque a sus protagonistas se en el gran organizador del mundo porque
estado conociendo a personajes durante les prepara para atraer a los demás. Y para solo hay uno. sus libros son los únicos que han sobrevi-
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ATRAPAR AL LECTOR
Es necesario decirle al lector “olvídate del
mundo que te rodea porque ese mundo que he
creado será el que vivas cuando abras mi libro”.
Con esto quiero decir que no voy a contarle solo
una historia sino que deseo que la viva. Mi
intención es imaginar una realidad distinta de
la realidad en la que vive el lector. Así que no me
gusta la novela realista, no creo en ningún
reflejo supuesto --si eso es posible-- de la
realidad sino en esa otra parcela de esa misma
realidad pero que es distinta. La parcela que
propongo en El cebo es que hay gente a nuestro
alrededor trabajando como cebos y se descubre
de repente que un gesto, una mirada, una
palabra puede atraer a alguien hasta
convertirlo en un títere. Y esas realidades
distintas son la que me gustan para invitar a los
lectores a que participen y se sumerjan en la
trama que voy a desarrollar.

Es decir, lo que importa no son las reglas, mientos para apoyar una determinada
los géneros, sino contar lo que quieres escena, intentan convencer con la verdad,
contar. Y si para ello necesitas echar mano y eso hace Diana, que vive para ser cebo.
del suspense, el terror, haces lo que pue- Es una especie de superactriz que trabaja
des para contar lo que realmente tienes fuera de los escenarios porque su objetivo
que contar. Que es lo más difícil, pero es único: atrapar a ese asesino de cara anó-
también clave para todo escritor: narrar nima y que se oculta entre la multitud.
lo que llevas dentro. - Todas sus novelas son de tramas muy
- Se le critica por plagar de trampas sus elaboradas. ¿Cómo las planifica? ¿Diseña
libros para atraer la atención del lector. una especie de hoja de ruta?
- Es que a mi me gusta plantear trampas - Escribo antes de redactarla lo que
porque me gusta precisamente atrapar la llamo una especie de guía de viaje o una
atención de los lectores. Y me gusta por- hoja de ruta como dice usted. Este trabajo
que me gusta que atrapen la mía cuando ocupa bastante memoria en mi ordenador
soy lector. Se dice que escribimos los y escribo en él todo lo que se me va ocu-
libros que desearíamos leer y a mi me rriendo sobre el tema que quiero tratar.
gusta que jueguen conmigo, que me man- No se trata de la novela sino de posibles
tenga en tensión. Se escriba de lo que se caminos que puedo adoptar. Por eso lo
escriba. Porque se puede escribir sobre llamo guía de viaje. Cuando por fin me
amor y mantener el suspense. ¡Sófocles pongo a escribir la novela transito por
en Edipo rey mantiene el suspense hasta algunos de esos sitios que he ido recopi-
el final! Muchas de las obras de Shakes- lando a modo de información y dejo otros.
peare son obras que leídas con otros ojos Lo curioso del caso es que tardo menos
parecen de suspense porque te mantie- tiempo en escribir la novela que en planifi-
nen en constante tensión mientras espe- carla con esta especie de guía de viajes.
ras un final que no sabes cómo va a resol- - También da mucha importancia a los
ver. Creo que enganchar la atención de ambientes en los que se desarrollan sus his-
los lectores no es privativo de la novela de torias.
género y puede encontrarse en cualquier - Me parecen decisivos. Sobre todo a la
buena novela. El resto son todas esas hora de decirle al lector: “olvídate del
obras que al cabo de las cuarenta páginas mundo que te rodea porque ese mundo
no te interesa y acabas por cerrar. Soy par- que he creado será el que vivas cuando
tidario del libro que te atrapa y te emo- abras mi libro”. Con esto quiero decir que
vido al gran desastre, lo que obliga a la ciona. Hoy hemos perdido el sentido de la no voy a contarle solo una historia sino
humanidad ha recrear su mundo a través pasión por la lectura porque se lee mucho que deseo que la viva. Mi intención es
de sus obras. Me llamó la atención, y era para dormir, una cosa inconcebible, crear una realidad distinta de la realidad
una nueva manera de ver a Lovecraft com- absurda, porque el libro es un objeto que en la que vive el lector. Así que no creo en
pletamente distinta. En La dama número debería ser considerado incluso peligroso. la novela realista, no creo en ningún
13 hago lo mismo pero con la poesía, que Está repleto de pasiones que quizá remue- reflejo supuesto --si es posible-- de la reali-
se convierte en esta novela en un instru- van conciencias y cambie el curso de la dad, sino en esa otra parcela de esa misma
mento casi de tortura y donde el poder los historia. Soy de los autores que propone realidad pero distinta. La parcela que pro-
versos pueden resultar conjuros y la poe- Me gusta mezclar que el lector se implique y se apasione con pongo en El cebo es que hay gente a nues-
sía de Neruda, Alberti, Keats, el propio lo que lee. tro alrededor trabajando como cebos y se
Shakespeare poderosos hechizos. Trato géneros porque no - La premisa de El cebo es muy intere- descubre de repente que un gesto, una
en mis novelas de plantear --a partir de un sante. Una mujer se convierte en cebo para mirada, una palabra puede atraer a
referente cultural ya conocido-- de sugerir creo en el atrapar al criminal de la historia. En el fondo alguien hasta convertirlo en un títere. Y
otra óptica y metaforizarlo con el fin de es una inquietante contradicción: transfor- esas realidades distintas son la que me
que el lector tome sus propias decisiones.
encasillamiento desde marse en víctima voluntaria. gustan para invitar a los lectores a que par-
- Más que un escritor de género, usted los
mezcla.
el punto de vista de - Esa fue una de las cosas que más me
llamó la atención para plantearlo en la
ticipen y se sumerjan en la trama que voy
a desarrollar.
- Así es, me gusta mezclar géneros por- un autor trama. Crear un personaje que tiene que - Antes dijo que escribe libros que ya están
que no creo en el encasillamiento desde el convertirse en el deseo de otra persona escritos. La pregunta es: ¿qué libros de los
punto de vista de un autor determinado y determinado y de para poder atraparlo. No porque lo ame ya escritos le hubiera gustado escribir?
de cómo lo puedan etiquetar, sino en mi sino para detenerlo. Tiene que convertirse - No me gustaría volver a escribir nin-
propio encasillamiento visto desde mi pro- cómo lo puedan en el deseo de ese antagonista desde un guno. El libro es para mi algo muy perso-
pio punto de vista. Si escribes una novela punto de vista profesional, manteniendo nal. Creo un mundo, no es resultado de
negra tienes que estar sometido a sus dic- etiquetar, sino en mi una distancia fría con el objeto que consti- una improvisación, sino algo que tengo
tados y reglas. Con la de ciencia ficción tuye su presa. Y eso me llamó la atención y dentro y quiero compartir. Los libros son
pasa lo mismo. Yo no digo que haya que propio fue un reto para afrontarlo a través del como las personas. Es algo completa-
desobedecer las reglas porque han sido personaje que encarna Diana, que a su vez mente privado, intransferible y la magia
creadas para algo y son útiles, pero sí digo encasillamiento visto necesita jugar con su propia verdad. Ella de la literatura está en que eso lo transfie-
que me gusta reinventarlas y para ello no tiene porque estar mintiendo siempre. res a través de la creación y lo compartes,
mezclo las reglas de distintos género para desde mi propio De hecho, la labor del actor de teatro no es porque cuando terminas el libro ya no te
enfocar el tema que realmente quiero con-
tar, que es a fin de cuenta lo que importa.
punto de vista. mentir sino convencer. Los grandes acto-
res aprovechan la verdad de sus senti-
pertenece, ahora pertenece a los lectores
que te leen.
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LEZAMA LIMA,
EL HOMBRE QUE SE
COMIÓ EL UNIVERSO
El próximo 19 de diciembre se cumplirán cien años desde que los ojos de José Lezama Lima vieran el cielo de La Habana. A lo largo de 2010
han ido asomándose al homenaje mediático, y seguirán haciéndolo los meses que quedan, críticos literarios, discípulos, biógrafos,
colaboradores y también, claro, interesados políticos de dentro y fuera de Cuba, porque el respeto por Lezama, ahora, no solo da buena
imagen en la isla, sino en Florida y demás territorios anticastristas. Por el desprecio que ha sufrido su obra en algunas épocas y la utilización
que se ha hecho de ella en otras, dejemos de lado, entonces, cualquier especulación carroñera ajena a lo estrictamente literario y
aprovechemos este centenario para dar un repaso a su insólita aventura humana e intelectual.

JUAN DE DIOS GARCÍA (*)

E
n Cuba --como en España pasa
con la obra de Juan Benet y en
Irlanda con la de James Joyce--
hay que decir que se ha leído a
Lezama Lima, pero la realidad
es que sus lectores formamos parte de una
hermandad inmensamente minoritaria.
Aún así, él representa un momento culmi-
nante de la literatura cubana. Su impor-
tancia es indiscutible. Esto es un hecho, no
una opinión. Quiero decir que esta verdad
duele a pocos y hace asentir a la mayoría.
Hay, por ejemplo, músicos que marcan un
hito histórico como Bach o Charlie Parker,
pintores axiomáticos como Rembrandt o
Picasso; pues igual hay, como JLL, escrito-
res superlativos, imposibles de adelantar y
peligrosos de imitar.
Joseíto --así era llamado en familia-- nace
en el campamento militar de Columbia, a
las afueras de La Habana. Su infancia, mar-
cada por graves ataques de asma que lo
condenan al sosiego y a la lectura, transcu-
rre en Fort Barrancas (Florida), donde su
padre encontrará prematuramente la
muerte por unas fiebres tropicales. Con
nueve años se traslada al fastuoso Paseo
del Prado de La Habana y pasará felizmente
su adolescencia leyendo con total desorden
a Lautréamont, Aristóteles, Hölderlin o
Góngora (este último de manera obsesiva).
Durante la enriquecedora etapa universita-
ria se matricula en Derecho, participa en
movimientos estudiantiles contra la dicta-
dura de Machado y se instalará para siem-
pre en la mítica calle Trocadero, 162 de La
Habana vieja.
Fundador perseverante de revistas (Ver-
bum, Espuela de plata, Nadie parecía, Oríge-
nes) y promotor incansable de tertulias,
logró agrupar a artistas e intelectuales de
diversa índole que pululaban por la Cuba
de los años 30, 40 y 50. La filósofa mala-
gueña María Zambrano fue algo así como
su descubridora, el dramaturgo Virgilio
Piñera y el poeta Gastón Baquero le entre-
garon años de profunda amistad, con Juan
Ramón Jiménez se carteó hasta el final...
Son tres décadas de una espiritualidad pan-
tagruélica y de una intensísima actividad
abanderada por una curiosidad sin fin que
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UN INCANSABLE PROMOTOR DE TERTULIAS


José Lezama Lima fue un promotor incansable de tertulias al lograr
agrupar artistas (en la imagen junto a Virgilio Piñera y el argentino
Julio Cortázar) e intelectuales de diversa índole que pululaban por
la Cuba de los años 30, 40 y 50. La filósofa malagueña María
Zambrano fuer algo así como su descubridora, el dramaturgo
Virgilio Piñera y el poeta Gastón Baquero le entregaron años de
profunda amistad, con Juan Ramón Jiménez se carteó hasta el
final... Son tres décadas de una espiritualidad pantagruélica y de
una intensísima actividad abanderada por una curiosidad sin fin
que le permitía proponer cualquier argumento profundo,
desgranarlo, reformularlo y revelar en seguida nuevos prodigios
ocultos en ese mismo argumento. Hasta el cura-poeta Ángel Gaztelu
puso una semilla religiosa en ese atlas de relieves excéntricos.

le permitía proponer cualquier argumento glíficas, incógnitas, insinuaciones, extra- la mujer domina con exactitud el arte de mos errores, pero también nos apasiona-
profundo, desgranarlo, reformularlo y ños apólogos y mitologías que manifiestan las persianas”. mos. La obra de Lezama es una ida y vuelta
revelar en seguida nuevos prodigios ocul- una fotografía oculta de la vida, de percep- Lezama, que gongorinamente procla- entre la pasión y la imaginación. Testimo-
tos en ese mismo argumento. Hasta el ción tan subjetiva como confusa. No con- maba lo difícil como estímulo, quería con- nios epistolares de muchos de sus contem-
cura-poeta Ángel Gaztelu puso una semilla cibe el poema como un retrato íntimo del vertirse en el emblema personificado del poráneos dejan claro que desde la niñez
religiosa en ese atlas de relieves excéntri- tedio o las alegrías personales. Tampoco logos spermatikos, por ello nos reta y se experimentó frecuentes momentos aluci-
cos en el que estaba convirtiéndose ya la es, ni mucho menos, una literatura escrita revuelve contra un tratamiento santurrón natorios. Estos relámpagos serían el ger-
personalidad de Lezama Lima. con sangre. La música de su escritura es y gazmoño de la cuestión amorosa. La men de su alargada huella surrealista y su
Y sin embargo nunca viajó. Solamente exótica y alienígena, un invento delicado, exhibición literaria de la homosexualidad adulto intento literario de acapararlo todo
hizo dos salidas breves, de pocos días, a te traspasa realmente, porque es verda- llega a su máxima transparencia en el capí- desde una imagen visionaria.
Jamaica y a México. Aunque se autodefi- dera. Lezama supura poesía porque mira tulo 8 de la novela Paradiso, famoso por el A pesar de lo que se pueda pensar,
niera como “viajero inmóvil”, su vida fue de forma distinta algo en lo que los demás morbo generado al haber sufrido la cen- Lezama era un hombre extremadamente
una marcha infatigable por todas las litera- pasan desapercibidos y lo propone al lec- sura que firmó un funcionario cultural cas- jubiloso, la comida impregna su verbo de
turas y todas las amistades literarias posi- tor como símbolo de la vida, como posibili- trista mal informado. principio a fin y lo transforma en una
bles. dad general de reflexión. Una vez pregunté en una conferencia al pluma gastrocéfala de vitalidad suprema.
Si imaginásemos un sonido que fuera polémico y cáustico Guillermo Cabrera La orgía espiritual a la que nos invita conti-
El lenguaje guiando los versos de JLL, volvemos a Infante que, como lector cubano, qué prosa nuamente en sus ensayos, cuentos, nove-
Siempre fue un literato atípico. Se resistió encontrar algo peculiar, atípico: la poesía prefería, la de Lezama o la de Carpentier. las y poemas es contraria al pesimismo
a ser un epígono de nadie, esquivó las ten- de Lezama es arrítmica (algunos estudio- Su respuesta fue: “Entre Lezama y Carpen- existencial y al nihilismo de los escépticos.
tadoras tormentas de la juventud para sos han juzgado ese ritmo a raíz de su res- tier, siempre elegiré a Lezama. Además, En una entrevista concedida al periodista
hilar su obra del modo en que la soñó piración asmática) y si tuviéramos que Carpentier nació en Cuba, pero es como si Tomás Eloy Martínez dijo: “Heidegger sos-
desde la adolescencia. Eso es una garantía visualizar una forma musical se acercaría fuese francés… Lezama escribió una obra tiene que el hombre es un ser para la
de genialidad. ¿Quién, sino un genio del más que ninguna al bebop, a la música maestra, Paradiso, todos ustedes deben muerte; todo poeta, sin embargo, crea la
lenguaje, puede programar sin vacilacio- experimental. leerla, aunque yo, desgraciadamente, he resurrección, entona ante la muerte un
nes una fortaleza creativa de esas dimen- Lezama se decía amante de todo, su de admitir que nunca la he podido termi- hurra victorioso. Y si alguno piensa que
siones a tan temprana edad? Si leemos su enfermiza inquietud lo lleva a una exhaus- nar”. exagero, quedará preso de los desastres,
primer texto, Muerte de Narciso, publicado tividad infinita como lector: “Lo mismo Paradiso, como el Ulises de Joyce o El del demonio y de los círculos infernales”.
a los 27 años, comprobaremos que su leía un libro de jardinería, un libro sobre ruido y la furia de Faulkner, pertenece a Su obsesión fue la búsqueda espiral del
altura estilística no se distingue de las pági- cocina medieval, que un libro sobre las ese tipo de obras que, de tanto respeto que mundo de las resonancias armónicas a tra-
nas de la novela póstuma Oppiano Licario relaciones bancarias de la Casa de Aragón, imponen, no son tan leídas como debie- vés del mensaje órfico-pitagórico. Y
(1977). en fin, las más disímiles lecturas. Y observé ran. Paradiso se atraganta a mucha gente cuando el hombre da con la razón de su
Al progreso de su erudición ayuda el […] que todo aquello tenía sentido. Enton- por nuestros malditos prejuicios lectores. origen y su fin, un interruptor lo devuelve
padecimiento de esa enfermedad asmática ces, se me ocurrió una temeridad, hacer El estudioso Ignacio T. Granados Herrera al inicio de su búsqueda (lo resetea, diría
que le obliga a estar toda la vida encerrado una locura que fue mi sistema poético del argumenta respecto a esto: “Todos los lec- un quinceañero informatizado), entonces
en su habitación la mayor parte del día, mundo, lo que considero un intento de tores que han abandonado Paradiso en sus sus lectores volvemos placenteramente a
cuando no en un café del casco viejo casti- intentar lo imposible. Pero si en nuestra primeras páginas es porque están tratando la preparación del mismo viaje del inte-
gándose los bronquios con un habano. De época no intentamos eso, ¿qué es lo que de enfrentarse a una novela clásica. Como lecto estético. Así es la danza del cosmos
esa manera, Lezama queda cómodamente merece la pena intentar?” novela, en el sentido clásico, es densa, lezamiano.
condenado a un rendido pero luminoso farragosa y mayormente innecesaria. En los últimos años él está literalmente
ostracismo. Esta condición respiratoria y Sexo y Paradiso Ahora, concibiéndola como un gran recluido en su casa de Trocadero. Este ais-
estos hábitos marcarán tanto su estilo Es cierto que la homosexualidad empapa ensayo de estética, como un tratado de lamiento final entre lo voluntario (por
como sus planes de escritura. Aclara en toda la retórica lezamiana, pero no fue, metafísica clásica, es algo espectacular, enfermedad) y lo impuesto (por política)
una entrevista: “Yo no tengo método de que se sepa, motivo de complicaciones algo que no ha logrado nadie”. le hizo ahondar más aún en el camino de
trabajo. Escribo cuando tengo apetito para sociales para él, más bien mostró indife- Puede también tomarse al autor de Para- los desarrollos de la conciencia.
expresarme, para configurar, para pene- rencia hacia sus tendencias carnales. Otros diso como un verdadero cicerone literario Esto enlaza directamente con la que fue
trar en un coto desconocido. Pero general- escritores homosexuales cubanos sí la de La Habana. Con el dictado de sus pala- su alucinación final, el tokonoma, concepto
mente trabajo en el crepúsculo, y a veces a vivieron de manera combativa, incluso car- bras persigue la encarnación del verbo derivado de la arquitectura japonesa, cate-
la media noche, cuando el asma no me deja celaria. Ahí tenemos casos como el de Vir- isleño en un retrato único interpretado goría estética confundida entre las formas
dormir y entonces decido irme a una gilio Piñera, Reinaldo Arenas o Calvert coralmente. Lezama encuentra el mito de de la contemplación que logra algo así
segunda noche y comenzar a verme las Casey. La sodomía de Lezama se anula con una realidad, su realidad habanera. como una impresión de estar en la eterni-
manos penetrando en el hálito de la pala- su complejo de Edipo. Su madre Rosa, su JLL firma con esta novela un estilo, el del dad. Para Lezama, el tokonoma es el vacío
bra mágica”. Sin caer nunca en el principio hermana Rosita y después su esposa Eloísa pellizco permanente del virtuoso, expone revelador, sedante, pleno.
teórico y formal que fundara Vicente Hui- colmaron, junto con otros placeres terre- una realidad caleidoscópica, un enredo de Su manera de pensar la literatura y la
dobro, vemos, pues, que Lezama se coloca nales, la vida asexuada del obeso haba- goce y lenguaje al cuadrado, el gusto por cultura nunca antes se había hecho en
en la línea de aquellos escritores que jue- nero. navegar en la abstracción perpetua. Para- Cuba y probablemente no se haya hecho
gan incansablemente a un lenguaje “crea- En una carta a su amigo escultor Alfredo diso propone territorios para la crítica cul- tampoco después. Que este centenario de
cionista”. Lozano escribe seis años antes de morir: tural, es una enorme enciclopedia metafó- su natalicio sirva, al menos, para que refle-
Poemarios como Muerte de Narciso, Ene- “Me entero también de que te has casado rica, un tratado de filosofía pornográfica o xionemos sobre la heroicidad creadora de
migo rumor, Aventuras sigilosas o La fijeza con una cubana. Me alegra esa solución pornografía filosófica, el mayor monu- JLL, invisible en cientos de escritores
son plenamente representativos de su que sé ha llegado para fortalecerte. Como mento del barroco tropical. actuales.
carga inventiva, su inconfundible recrea- a mí me ha ayudado mucho mi matrimo-
ción de atmósferas y su valiosa imaginería nio, pienso que es una solución para el El espíritu (*) Juan de Dios García es escritor
lírica. Su verso culterano, sus poemas-adi- artista en su madurez. Llega el invierno y Solo porque siente, el hombre vive y y director de la revista
vinanza, están preñados de metáforas jero- hay que trabajar con las puertas cerradas y razona. Solo porque imaginamos, comete- El coloquio de los perros.net.
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de agosto de 2010

EL VUELO DE ÍCARO / NÚMERO: XCV


Coordinación: Coriolano González Montañez

ENCAUZANDO EL
CAOS SIN MEMORIA
Si José Blanco --tal como una vez
leí que era definido, en mi opinión,
muy acertadamente-- es un
polipoeta (escribe, compone e
interpreta canciones, hace collages
y obras de poesía visual y, entre
MARISA GUTIÉRREZ CABRIADA se deja guiar por ángeles iluminados, otros varios creativos asuntos, es el carpeta de terciopelo granate, era un
traba alianzas con ángeles caídos, fre- alma de proyectos poéticos extenso poema con una larguísima enu-

M
emoria del caos, que la edi- cuenta a los autores que a su juicio acerta- colectivos como la fecunda revista meración de cosas valiosas para el poeta,
torial tinerfeña Baile del ron a abrir alguna puerta, revisa viejas encartada “Metamorfosis”), que finalizaba con estos versos: “Son bara-
Sol acaba de publicar en fotografías, reedita amores caducos, tijas, pila de chatarra / Que desluce
Memoria del caos es un polilibro
su colección de “Poesía”, retorna a los lugares que ya componen el cuando mi tierna amiga / Se acurruca a
no es exactamente un decorado transfigurado de su imaginario, mi lado, desasida / De sí, y sueña con tre-
libro de poemas. Y no lo es, no porque su consulta oráculos que respiran los vapores tan cerca del vacío, en donde van sur- nes que no paran”.
autor, José Blanco, no sea un verdadero que emanan del profundo estrato del giendo las nuevas palabras. Palabras que La propia literatura, la lectura y la escri-
poeta, que lo es, y bueno, sino porque este sueño…”. luego el poeta, al finalizar su particular tura, son el otro tema nuclear y omnipre-
texto generoso y fértil se escapa, excedién- El libro, con el método del “burla, bur- recorrido por el laberinto, nos traerá como sente de Memoria del caos. Autorrefle-
dolos, de cualquier definición o género. Es lando”, de ir plasmando y escribiendo regalo, escritas y agrupadas en textos. xivo, metaliterario, derramando amor
decir, es también un libro de poemas, pero aquello mismo que busca e investiga, va Los de este libro, además del “Caleidos- confeso por la literatura en cada una de
no sólo es eso. explorando, de la mano de esos recursos, copio” del inicio, se agrupan en cuatro sus páginas, en las que se proclama el
Si José Blanco –tal como una vez leí que en la creación, de la única manera que es apartados: “Las mañanas inocentes”, carácter sanador de la lectura y sus pode-
era definido, en mi opinión, muy acerta- posible hacerlo, creando. Utilizando el “Álbum”, “Oráculos” y “Nacimiento de un res curativos frente a la locura, este libro,
damente- es un polipoeta (escribe, com- alfabeto, el lenguaje, la palabra, como poema”. Y son, ya se ha dicho aquí, muy por el que se pasean, entre otros, Enrique
pone e interpreta canciones, hace collages objetivo de estudio y a la vez -¿cómo variados en cuanto a la forma. Hay sone- Vila-Matas, Góngora, John Berger, Julio
y obras de poesía visual y, entre otros podría ser de otra forma?- como instru- tos, juegos a lo Queneau (S+7) que trans- Cortázar, Roberto Bolaño o Jorge Riech-
varios creativos asuntos, es el alma de pro- mento de búsqueda. Pasando continua- forman el poema “De la musa y sus pará- mann, es un artefacto poético desgarrado-
yectos poéticos colectivos como la fecunda mente de uno a otro lado del espejo, cre- metros” en “De la musculatura y sus para- ramente autoconsciente, potente y her-
revista encartada “Metamorfosis”), ando y a la vez descubriendo nuevas sime- nomasias”, prosas cortas, prosas más lar- moso.
Memoria del caos es un polilibro. En él se trías, inaugurando geografías, nomencla- gas, un texto ensayístico sobre “El período Amor y literatura, literatura y amor, que
contienen un poemario de amor, el relato turas, cronologías y sistemas de referen- azul de J.D. Salinger”, varios “Hito” que se entremezclan -¿no están muy logradas
de un viaje exploratorio, un ensayo corto cias por medio del lenguaje. Y es en esa comienzan invariablemente con la frase en este sentido las expresiones “Amo su
sobre J.D. Salinger, elogios y exaltaciones tensión, en ese punto vulnerable al borde “El poeta no escribe” y que se reparten por alfabeto como a mí mismo” o “La mujer
de la lectura y de sus poderes curativos del abismo, sobre ese hilo de equilibrista, todos los apartados del libro, bastantes para la que leo…”?-, que se reivindican y
contra la insania, una colección de sue- citas recogidas, un caligrama con acrós- se afirman, en una continua búsqueda de
ños, disquisiciones sobre las manifestacio- tico incluido y dedicado al pintor Fran- vida y también de felicidad. Esa felicidad a
nes de la felicidad, muchas citas, algunos cisco Aliseda… la que J.D. Salinger, según se recoge en
juegos y, entre otros jugosos hallazgos, En fin, total ruptura de géneros, mezcla estas páginas, atribuía la característica de
bastante metapoesía . de verso y prosa, aliñada con porciones de ser un sólido, a diferencia de la alegría,
Se titula así porque es un trabajo que se autobiografía y de ensayo. Pero siempre, y que la consideraba líquida.
propone –con un propósito, por cierto, eso creo que hay que destacarlo, con la No quisiera terminar estas líneas sin
muy ambicioso, pero ¿es que acaso un pro- presencia viva de la poesía. Eso que no mencionar la fotografía de la cubierta,
pósito que no lo fuera merecería el tra- sabemos exactamente lo que es, que no obra de Paz Die Dean, en la que un José
bajo?- descubrir y fijar el itinerario del pro- somos capaces de definir, que sólo intui- Blanco inmerso en plena actuación poé-
ceso creativo, de la creación poética. mos, que buscamos, a veces desesperada- tica, en una semioscuridad algo difumi-
Seguir el camino desde el original “caos mente, porque se nos esconde. Pero que nada, sostiene con ambas manos un cartel
sin memoria”, que el poeta recibe como inmediatamente reconocemos cuando en el que puede leerse: “palabras”. A mí se
primer impulso para empezar su obra y aparece. me ocurren también como imágenes para
que intentará luego agarrar, asir, ir encau- Creo, además, que merecen ser destaca- esta obra “Libro abierto” (1930) de Paul
zando y moldeando, hasta llegar al orden dos los poemas, los textos en general, Klee, “La Musa inspirando al Poeta”
final generado sobre el blanco de la sobre el amor, sobre la experiencia amo- (1909) de Henri Rousseau o “El pobre
página. José Blanco rastrea, así, en esta rosa, de este libro. Su importancia central poeta” (1839) de Carl Spitzweg.
Memoria del caos -paso a paso, marcando dentro de la disposición general de lo Jorge Luis Borges escribió que “leer y
sus propios hitos para ir orientándose en escrito -aunque se traten aquí también escribir son formas accesibles de la felici-
empresa tan ardua y en espacio tan labe- otros varios asuntos- hace que Memoria dad”. José Blanco, que siempre ha sido un
ríntico- la distancia que se abre entre la del caos pueda ser considerado fundamen- poeta del amor, añade este ingrediente a
intuición que pone en marcha al poeta y la talmente un tierno poemario de amor, la sabia y sensata receta borgiana. Así,
obra ya consumada. tema, por otra parte, recurrente en toda la bien pertrechado con libros, lecturas,
Un laberinto, pues, en el que sería muy obra de José Blanco. Su primer libro escritura y ese amor que tan presente está
fácil perderse, si el autor no tuviera sus José Blanco publicado, que, por cierto, fue Premio de en su obra, no es extraño que sus últimas
propios recursos. Él mismo los enumera Poesía Arcipreste de Hita en 1992, se titula palabras en esta muy recomendable
Memoria del caos
en el ilustrativo texto, “Caleidoscopio”, significativamente Las obras de la mar. Las Memoria del caos sean: “Tengo que decir:
que encabeza la obra y que funciona como Baile del Sol. obras del amor. Y, por citar sólo otro ejem- la felicidad anda cerca”. Que así sea, se
hoja de ruta para la travesía. “Para conju- plo, Tesoro (1993), un librillo precioso edi- mantenga y tú nos lo sigas contando, José
rar el peligro –escribe Blanco ahí-, el poeta ISBN: 978-84-92528-83-7 tado con letras doradas y una cubierta- Blanco.
El perseguidor 7
Sábado, 28
de agosto de 2010

CUENTO

BARCELONA-
KÖNIGSBERG
Pero hace tanta soledad dición de privilegio, pues estaba claro que
que las palabras se suicidan. éramos desconocidos. Entonces barajé la
posibilidad de que fuera sólo mujer en
ALEJANDRA PIZARNIK busca de alguna aventura, lo cual deseché
cuando comenzó a mostrarse cómoda
conmigo, mi mirada límpida y perpleja
EZEQUIEL PÉREZ PLASENCIA atención, a sonreír pese a la crudeza de lo
que contaba, a posar su mano en mi ante-

M
e lo contó con aire gatuno, brazo con familiaridad y hasta cariño. No
infantil, de abandono y me arrepentí de visitar, después de tanto
malicia mezclados, no tiempo, un bar de copas pasada la media-
como quien relata secre- noche. Ni siquiera cuando desveló que era
tos e intimidades, sin el de Gracante se me ocurrió que, dado mi
asomo de amargura o pena tan peculiar pasado, tal vez me conocía o había oído
de esos seres que consideran relevante hablar de mí, o quizá intervino en mi des-
cuanto les acontece. Era una tarde de dicha o felicidad de manera directa o sola-
invierno desapacible, domingo, y toma- pada.
mos espaciadas ginebras hasta bien Al despertarnos dije que tenía que
entrada la madrugada, cuando la dueña realizar unas gestiones, me dirigiría luego
del local nos invitó a desalojarlo porque a mi hotel, más o menos cercano. Podría-
hacía rato que éramos los únicos clientes. mos comer juntos, propuse. Quería cali-
“Aquí termina mi particular cuesta de brar la magnitud de lo ocurrido, su relato
enero, la historia de mi enésimo intento casi inverosímil, la desaparición súbita de
de dar gracias a la vida, soy inútil hasta algún problema sexual que yo arrastraba,
para eso”, ésas fueron sus últimas pala- la autenticidad de esos revolcones lascivos
bras, antes de proponerme pasar la noche inesperados. Quería caminar y cavilar, y lo
con ella en el hotel en que se alojaba. En hice. Al llegar a recepción, todavía desnor-
ese momento pensé en otra mujer, que tado y, a qué negarlo, casi entusiasmado,
sólo necesitó una ingestión de palabras me entregaron una nota de caligrafía
mágicas, letales para decir adiós, una poe- admirable: “Macías, no tardes, hay más
tisa argentina, amiga del cronopio mayor. sorpresas, agradables, mucho más agra-
La primera sorpresa fue el hecho de que dables. Eres divino. Julia Guedes”. Ahora
me hubiera elegido a mí como interlocu- casi todo se me antojaba desproporcio-
tor, pues aquello estaba abarrotado de nado, abrumador, sumamente enigmá-
donjuanes que ella esquivó con estudiado tico. Acaso su relato en la noche embru-
desdén y perfectas sonrisas hipócritas, jada poseía inequívocos tintes verosími-
como desechando su indiscutible superio- les:
ridad moral y erótica, hasta encontrar un “Casi todos los caribeños que conocí
asiento vacío en la esquina de la barra aseguraban: soy poeta e ingeniero. Descu-
donde yo pensaba en nada y miraba sin brí que ni una cosa ni la otra. Bueno, ya
ver botellas del más exquisito alcohol. En sabes la miseria que se vive allí, tal vez se
realidad me debatía entre solicitar otra les pueda disculpar. Seré breve, acudí allá
consumición para combatir la tos seca o porque quería ser madre y fui engañada
largarme de allí antes de emborracharme. por dos sujetos que además eran homose-
Cuando me di cuenta real de su presencia xuales, y me convencieron para que me que un día, embriagado, lo llamó y lo puso bres que se dejasen, así que no estaban de
fue al oír medio atontado su dulce voz: casara con uno de ellos y trajera a buena de vuelta y media. Después de todo, recu- más unas horas junto a ella. Pero, siempre
“Una ginebra con una piedra de hielo y parte de la familia del otro. En seis meses peré con esa relación dos placeres: el de la nos dejamos atormentar por algunos
una copa para el señor, si me permite”. Se viajé en cinco ocasiones a la isla. Cuando conversación sincera y el sexual. Tuve peros: Yo perdí la memoria hace cinco años
sentó con lentitud al mismo tiempo que se la niña cumplió tres años ya eran insopor- varias y variadas historias. Con el tiempo y decidí alejarme de Gracante. ¿Quién es
quitaba la chaqueta de cuero negro y un tables, tremendamente abyectos y perver- se descubrió que el sujeto en cuestión era Julia Guedes? ¿Fui alguno de sus amado-
suéter rojo y ceñido que oprimía, remar- sos, y sólo les seguía interesando mi no sólo lo dicho, sino portador del virus res? ¿Por qué me ha elegido a mí para con-
caba sus pechos. Una blusa de seda gris dinero. Sufrí constante maltrato psíquico del sida, ya que sus aventuras abundaban tarme sus desamores, penas, única ambi-
marengo la hacía más irresistible ante los y alguna que otra vez me golpearon y ame- sin las mínimas precauciones. Ese tipo ción? Necesito paz y tranquilidad en este
ojos de otros. Su cuerpo era excitante, y nazaron con proseguir. Benedicto Cara- ejercía de padre de mi hija, ahora vive con todavía novedoso período, mas la curiosi-
sin embargo ella me pareció inaccesible, balo y Luis Ladronza también eran rate- una hermana mía en un lugar que no diré dad me mueve y ella, además, posee una
como sucede en esta etapa de mi vida con ros, mentirosos compulsivos. Tuve que a nadie, porque el otro tipejo es capaz de ironía socarrona que proviene de la sabi-
todo aquello que requiere la mínima insis- educarlos con persistencia en el nuevo intentar hacerme la vida imposible. Ahora duría más que del conocimiento. ¿Sorpre-
tencia. Acepté porque en principio no me mundo en que se instalaron a su aire, pues no tengo contacto sexual con nadie y si te sas, en plural? Pedí la cuenta del hotel, no
desagradaban su cabello copioso y negro, eran tipos sucios, deslenguados y manipu- apetece esta noche…”. cedí ante la imaginación porque paradóji-
el timbre de voz, boca pequeña y como ladores. Yo tenía miedo de que una sepa- De todo ello yo desprendía que ella camente me prohíbo ese lujo, y desaparecí
juguetona. “Mi nombre es Julia”, anticipó ración afectara a mi hija. Tuve una rela- había sido un ser en exceso comprensivo y de Barcelona rumbo a Königsberg pen-
sin dar margen a la duda y estampándome ción esporádica con un hombre que duró bondadoso, pese a sus apariencias y sando en su aire gatuno e infantil, en un
un beso en la mejilla izquierda. Advertí más bien poco, porque era muy sensible y maneras de mujer independiente, porte y rescate por elevación, y recordando con
con rubor que no pocas miradas se posa- mi marido de conveniencia se convirtió presencia atractivos de quien, si quisiera, una brizna de desasosiego algunas frases
ban sobre nosotros, todo indicaba mi con- para él en una fijación, hasta el punto de sería capaz de comerse a todos los hom- que leí un librito de Kant.
8 El perseguidor Sábado, 28
de agosto de 2010
El escritor y periodista
tinerfeño
Juan Cruz.

El África de cómo ha cambiado la relación


de los isleños con el continente
tribu de los erguibat su libro
Hijos de las nubes, que servirá
esta orilla, relatada por Juan
Cruz, escritor nacido además
Juan Cruz, en en el último medio siglo. A
través de la mirada de
de punto de partida de un
Diálogo en vivo en el que
en el Puerto de la Cruz
(Tenerife. 1948) y la de la
SILA escritores, creadores,
estudiosos y especialistas, el
compartirá experiencias con
Mbareck Ould Beyrouk y el
orilla del continente, narrada
por Mbareck Ould Beyrouk y
ciclo pretende contribuir a la escritor tinerfeño Pablo Martín Caratini, ambos grandes
CARLOS CRUZ creación de un nuevo ideario Carbajal. conocedores de la realidad
sobre África, más abierto, rico, El Salón Internacional del edición profesional, que mauritana.
El Salón Internacional del cercano y real. Libro Africano. Encuentro de durante cinco días reunirá en Juan Cruz es un invitado
Libro Africano (SILA) estrena Este año SILA descubre Editores en Canarias se celebra el Puerto de la Cruz a más de especial a esta edición de SILA.
este año con el escritor y además la historia de las del 22 al 26 de septiembre en 70 participantes. A pesar de que vive en Madrid
periodista Juan Cruz el ciclo El remotas tribus nómadas del el Castillo de San Felipe del El programa comienza el desde hace décadas, el escritor
África de, un espacio abierto a Norte de Mauritania a través Puerto de la Cruz. Debates, miércoles, 22 de septiembre, siempre regresa a Canarias. En
la reflexión y la evocación de dos invitados que las diálogos en vivo, exposiciones, con las intervenciones de Juan esta ocasión, participará en un
sobre el continente que cada conocen bien, la antropóloga e encuentros profesionales, Cruz, Sophie Caratini, Mbareck encuentro que ha convertido
año protagonizará un investigadora francesa Sophie lecturas y presentaciones de Ould Beyrouk y Pablo Martín su ciudad natal, el Puerto de la
personaje del panorama Caratini y el novelista libros son algunas de las Carbajal en una jornada de Cruz, en centro de la edición
cultural de las Islas. El África de mauritano Mbareck Ould actividades de este encuentro acercamiento a África desde profesional y la literatura
quiere ofrecer el retrato de Beyrouk. Caratini dedicó a la con la cultura africana y la una doble perspectiva. Desde africana.

ESA LITERATURA DE GÉNERO / Eduardo García Rojas

UN ESCRITOR
literatura. Con independencia de califica-
tivos y géneros.
Marc Behm cambiaría de registro en su
radical y divertidísima La doncella de hielo

AL MARGEN, (Colección Etiqueta Rota, Júcar, 1988),


donde ensaya algo parecido con su pri-
mera novela pero ahora reinventando los

MARC BEHM
límites de la novela de vampiros. En este
magnífico ensayo con doble H, h de humor
y h de horror, Marc Behm presenta a un
grupo de criaturas de la noche como una
serie de perdedores que viven (o no viven)
como pueden, mientras son acosados por
discípulos de Van Helsing, un conjunto de
fanáticos de la cruz y de la estaca.
El escritor, nacido en Trenton, Nueva
Jersey en 1925, reinterpretó también las

M
arc Behm nunca fue un car refugio en un pequeño pueblecito de la claves de la literatura erótica con La reina
escritor lo que se dice exce- campiña francesa, donde escribía sin pla- de la noche (Júcar, 1989), historia en la
sivamente popular, aunque nes fijos. No deja, resaltamos, una biblio- que recrea la vida de una atractiva joven
el grueso de su producción grafía prolija, pero sí unos cuantos títulos abducida por el nazismo. Quizá en esta
literaria sí que encontró que a su manera han supuesto un antes y obra se revele con mayor intensidad una
espacio en este tipo de colecciones. Quizá un después dentro de los géneros que de las constantes de su obra: la belleza
sea el destino natural de los narradores que abordó. monstruosa pero también inocente y una
rompen fronteras y se adentran en el casi La mirada del observador (Colección Eti- fascinación por entender el mal absoluto,
siempre pantanoso universo de sus obsesio- queta Negra, Júcar, y reeditada en 2008 el que no lleva ataduras morales.
nes. Obsesiones que en el caso de Behm por RBA) está considerada como su obra Otras novelas de Behm publicadas en
están teñidas de un insólito sentido del maestra quizá porque se trata de un libro castellano (Thassália, 1995) son Crab, Un
humor, una mirada socarrona ante las puer- policíaco que trasciende las reglas del hombre al margen y No pretendas saber
tas del infierno de su propia psique. género y en el que por una vez se explota más, títulos que si bien son atractivos por
El paso del tiempo ha ido transformado hasta límites insospechados el papel de extravagantes, no resultan tan fascinantes
a ese escritor prácticamente desconocido mirón o voyeur que el detective privado como los anteriormente reseñados. La XXI
en un autor de cabecera para los lectores desarrolla en estas historias. Un hombre Semana Negra de Gijón presentó en 2008
sin prejuicios, ese batallón cada día más que Behm retrata en esta novela como el volumen de relatos Aullidos, cuentos
amplio de adictos a unas ficciones desen- alguien capaz de abandonarlo todo mien- que el mismo Behm escribió expresamente
cajadas donde se reinterpretan con claves tras persigue un sueño. Un sueño que para los aficionados al festival gijonés y
jugosas y muy inteligente, todos los géne- encarna una atractiva asesina en la que del que se editaron 1.000 ejemplares que
ros existente. cree haber encontrado a su hija perdida. hoy son prácticamente inencontrables.
Guionista y escritor, su muerte hace tres La mirada del observador es una novela Marc Behm compaginó su faceta como
años (12 de julio de 2007 en su refugio de de personajes y situaciones. También una errático escritor con la de también errá-
Fort Mahon-Plaguet, Francia) fue otro eficaz reinterpretación del ángel que nos tico guionista, entre otras películas firmó
trago amargo para los iniciados en su guarda, que en su historia adquiere la los libretos de Charada, de Stanley Donen
mundo, todos aquellos que esperaban la forma de un obsesionado detective al que y Help, dirigida por Richard Lester a mayor
aparición de un nuevo libro quizá porque conocemos como Ojo por eliminar las gloria de The Beatles.
habían caído rendidos bajo su poderoso pruebas cada vez más incriminatorias que Los que hemos descubiertos sus libros
hechizo. En España se le publicó durante va dejando a su paso esa mujer/hija con preferimos, sin embargo, al escritor. Un
unos años francamente bien, aunque hoy instintos criminales. autor con clase que ocupa un lugar privile-
sus historias son inexistentes en las libre- Uno de sus más entusiastas seguidores giado en la galería de grandes narradores
rías al pasar al injusto pelotón de los des- llegó a afirmar que La mirada del observa- desconocidos por la mayoría y también
catalogados. dor es fou. Y es probable, aunque el libro por esa minoría silenciosa que no se cansa
Marc Behm nunca fue un americano es tan sugerente y rompedor que tras- de ningunear el talento de los que viven al
impasible, afortunadamente. De hecho ciende este encasillamiento. La mirada del margen. De aquellos que nos miran desde
abandonó su país que lo ahogaba para bus- observador es simple y llanamente buena el otro lado sin dejar de asombrarse.

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