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El mito de la violencia revolucionaria fue una de las grandes mentiras del siglo XX. Georges Sorel
crea que ella era sangre y voluntad para regenerar a la humanidad, fusion las teoras de
Proudhon y Nietzsche, para sostener que la atrocidad revolucionaria purificaba a la sociedad.
Sorel revisaba al marxismo, pues para Marx la violencia como partera de la historia, era la
consecuencia de la toma de conciencia y el desarrollo de las fuerzas productivas; distinguiendo
entre una asonada y una revolucin, para Sorel la intensidad del terror era ya una manifestacin
de la transformacin social. Sorel de terico del socialismo Maritegui lo admiraba-, termin
como idelogo del fascismo por su culto a la muerte heroica.
Los bolcheviques no llegaron al poder con las recomendaciones de Marx, sino con Las tcnicas
del golpe de Estado de Errico Malatesta, usada con la destreza tctica de Len Trotski. No
usaron de Sorel para hacerse del poder, sino para mantenerse en el, con tcnicas ms
despiadadas y vesnicas. El maosmo no fue marxista, fue soreliano con su mxima: el poder
nace del fusil. Mao prescindi de la economa, predijo en lo ms febril de la Revolucin
Cultural que despus de una guerra nuclear y millones de muertos, los comunistas sobreviviran
para reconstruir la humanidad.
Alumnos de esa ideologa fueron Pol Pot y Abimael Guzmn, el primero para vergenza del
marxismo produjo uno de los regmenes ms retrogrados de la historia y, el segundo, una de las
insurrecciones ms monstruosas contra los inocentes. La violencia no era el medio sino, a su vez,
el fin: la dinamita y el anfo no solo diezmaban a la reaccin, sino castigaban a la sociedad que se
haba degradado con el capitalismo.