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LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO

“Cuando no va acompañado de la acción revolucionaria de la clase obrera, el marxismo


solo es una comprensión teórica del capitalismo. No es la teoría de una práctica social
real, empeñada y capaz de cambiar el mundo, sino que funciona como una ideología
anticipatoria de tal práctica. Sin embargo, su interpretación de la realidad, aun siendo
correcta, no repercute de ninguna manera importante en las condiciones existentes en un
momento dado...”
Paul MATTICK – “PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL MARXISMO”

Los sectores políticos y económicos enemigos de cualquier cambio social que


ponga en peligro sus privilegios, mantienen una campaña de terror afincada
en mentiras y falsificaciones históricas para engañar y paralizar
principalmente a las capas de la clase media con una prédica de la supuesta
pérdida de sus propiedades.

En esa campaña, difundida principalmente por los medios de confusión


masiva y repetida desde cualquier lugar que se preste para ello, como las
iglesias, escuelas, universidades, clubes, empresas y cuarteles, los voceros del
capital dicen que el socialismo expropia a la gente de sus bienes, sin explicar
que la teoría revolucionaria del socialismo propone la expropiación de los
medios de producción, vale decir las grandes empresas de cuyas
operaciones depende la economía nacional.

Hemos visto así que, especialmente en épocas de eventos electorales,


aparecen propagandas según las cuales los carniceros, taxistas y bodegueros
—por ejemplo— van a ser despojados de esas propiedades. Y que a todo aquel
que sea dueño de una casa, de un automóvil o de cualquier otro bien de uso
familiar éste le será arrebatado por el gobierno.

La campaña terrorista de los voceros del


capital utiliza el miedo como arma para
sembrar irracionalidad y neutralizar los
mecanismos de razonamiento en la gente
influenciada por los medios, y que bajo la
presión de la peste emocional por ellos
intencionalmente esparcida, no logra
reaccionar lógicamente ante un disparate como
ese de un trabajador de transporte que
protesta porque le van a quitar “su” autobús.

Ese bus que él maneja durante un lapso dado y por un salario determinado
no le pertenece, y lo único que lo relaciona con él es su fuerza de trabajo,
que diariamente gasta manejándolo para generar ganancias que no disfruta
pues el dueño de la unidad de transporte es quien se apropia de ellas.
LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Igual razonamiento puede aplicarse a un taxista que pague un alquiler
determinado por la unidad con la cual trabaja, en cuyo caso el salario que le
corresponde está fijado por el excedente que pueda producir después de
completar la cuota de alquiler.

Y si el auto le pertenece, debe entender que su taxi [así como el bus] no es un


medio de producción sino un medio de servicio, cuya importancia para el
proceso económico de un país no es de primera magnitud como para llevar a
un gobierno revolucionario a expropiarlo.

Ya en 1846 los fundadores del marxismo respondían a las mismas


deformaciones y mentiras de los explotadores y de sus voceros:

“Os aterráis que queramos abolir la propiedad privada, ¡como si ya en el seno de


vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve
décimas partes de la población, como si no existiese precisamente a costa de no
existir para esas nueve décimas partes! ¿Qué es, pues, lo que en rigor nos
reprocháis? Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria
condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad.

Nos reprocháis, para decirlo de una vez, querer abolir vuestra propiedad. Pues
sí, a eso es a lo que aspiramos.

Para vosotros, desde el momento en que el trabajo no pueda convertirse ya en


capital, en dinero, en renta, en un poder social monopolizable; desde el momento
en que la propiedad personal no pueda ya trocarse en propiedad burguesa, la
persona no existe.

Con eso confesáis que para vosotros no hay más persona que el burgués, el
capitalista. Pues bien, la personalidad así concebida es la que nosotros
aspiramos a destruir.

El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo


único que no admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el
trabajo ajeno.” 1

Tales conceptos y aspectos programáticos del socialismo revolucionario fueron


abandonados y muchas veces adulterados por quienes ocuparon posiciones
de dirección en los partidos llamados revolucionarios y que luego de las
sucesivas derrotas del movimiento obrero reacomodaron sus ideas y acciones
hacia una conducta de aceptación del dominio capitalista, renunciando a la
lucha por el derrocamiento del sistema y adoptando políticas de colaboración
de clases que condujeron incluso a la falsificación del socialismo, convertido
en muchos casos en capitalismo de estado, con lo cual causaron un daño
muy profundo a la teoría revolucionaria y en última instancia a la posibilidad
de avance hacia el desmantelamiento del modo de producción capitalista y la
instauración del socialismo como etapa de transición al comunismo.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 2 DE 20


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En la década de los veintes el capital se había visto sometido a severas crisis
que pusieron en riesgo su estabilidad, como la revolución rusa de 1917; la
revolución obrera finlandesa de marzo de 1918; las rebeliones de agosto de
1918 en Japón a causa de los elevados precios del arroz; la revolución
húngara de 1918; la insurrección de 1919 en Corea; la constitución del
gobierno consejista de Baviera en 1919; la revolución nacional burguesa en
Turquía en 1920; la toma de fábricas por los Consejos Obreros en Italia en
1920 y la revolución alemana de 1918-1923.

¿Por qué fracasaron tantos intentos revolucionarios?

“Cuando, al iniciarse el siglo XX tocó a su fin el largo período de desarrollo


estrictamente evolutivo y se vio la inminencia de un nuevo período de luchas
revolucionarias, se multiplicaron los síntomas de que, con este cambio de las
condiciones prácticas de la lucha de clases, la teoría del marxismo entraba
también en una situación crítica. Se demostró que el marxismo
extraordinariamente superficial y simplificado, con una conciencia muy
deficitaria de la totalidad de sus propios problemas, el marxismo vulgar,
degenerado por culpa de los epígonos de la teoría marxista, había dejado ya de
poseer una concepción determinada sobre toda una serie de problemas. Esta
crisis de la teoría marxista se manifestó con la máxima claridad en la cuestión de
la actitud de la revolución social respecto al Estado. Esta importante cuestión,
que prácticamente no se había vuelto a plantear en gran escala desde la derrota
del primer movimiento revolucionario proletario a mediados del siglo XIX y desde
la Comuna, ahogada en sangre en 1871, volvía a ponerse a la orden del día de
un modo concreto con la guerra mundial, la primera y la segunda Revolución
Rusa de 1917 y la derrota de las potencias centrales en 1918, y entonces se
demostró que sobre problemas de transición y de objetivos tan importantes como
la «toma del poder por la clase proletaria», la «dictadura del proletariado» y la
«extinción del Estado» en la sociedad comunista, no existía en absoluto una
concepción unánime en el campo marxista. En relación a todas estas cuestiones,
así que se plantearon de un modo concreto e inevitable, se enfrentaron por lo
menos tres teorías diferentes, todas las cuales pretendían ser marxistas y cuyos
representantes más destacados (Renner, Kautsky, Lenin) no sólo habían sido
considerados marxistas, sino incluso marxistas ortodoxos antes de la guerra”. 2

Y a partir de 1927 la economía alemana da señales de una situación crítica en


el mercado de valores que se repite en Inglaterra en 1928 y en Francia a
principios de 1929. La Bolsa de Nueva York se hunde ese año y la producción
industrial cae, en los próximos tres años, en un 38% a escala mundial y en
un 50% en los Estados Unidos, a lo largo de un período que se extenderá
hasta 1939 y entre cuyas repercusiones podemos señalar a la ofensiva
fascista que conquistó a buena parte de Europa y a un nuevo reparto del
mundo mediante otra guerra.

El capital superó esa crisis y la reproducción ampliada de ella resultante


aplicó nuevas y eficaces medidas que aseguraron su dominio y dirección sobre
la sociedad. La revolución y el marxismo entraron en otra fase crítica.
ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 3 DE 20
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El período de postguerra es inicio de un crecimiento económico sostenido que
señala también algunas medidas del capital en función de neutralizar al
enemigo interno en cada uno de sus países, esto es el movimiento obrero
revolucionario, y competir con los países que propagandizaban vías diferentes
de desarrollo, especialmente la Unión Soviética. Esas medidas incluyeron:

9 una oleada de control público de empresas privadas (“nacionalizaciones”), que


se originó en Europa luego de la derrota militar sobre el fascismo;

9 la ampliación de políticas de seguridad social (el «Estado de bienestar»);

9 la imposición del modelo “fordista”, que implicó una férrea dictadura del
productor sobre el consumidor a fin de estimular la compra masiva de bienes
durables y que generó además una industria inductiva de necesidades muy
bien detallada por Vance PACKARD en los años cincuentas.

Y uno de los objetivos políticos logrados por el capital fue el compromiso entre
las direcciones partidistas y sindicales [que controlaban al movimiento obrero]
y la clase dominante - dirigente, compromiso que se expresó en acuerdos de
«paz social».

“El éxito de la expansión del capital y la mejora de las condiciones de los


trabajadores llevaron a que se cuestionara cada vez más la validez de la teoría
abstracta del desarrollo capitalista elaborada por Marx. De hecho, la realidad
empírica parecía contradecir las expectativas de Marx respecto al futuro del
capitalismo. Incluso quienes defendían su teoría no llevaban a cabo una práctica
ideológicamente dirigida al derrocamiento del capitalismo. El marxismo
revolucionario se volvió una teoría evolucionista que expresaba el deseo de
superar el sistema capitalista por medio de la reforma constante de sus
instituciones políticas y económicas. De forma abierta o encubierta, el
revisionismo marxista llevó a cabo una especie de síntesis del marxismo y la
ideología burguesa como corolario teórico a la integración práctica del
movimiento obrero en la sociedad capitalista”. 3

No solo el capital monopolista salió fortalecido de aquél conflicto; también


surgieron nuevos sistemas de capitalismo de estado y la competencia entre
modos de producción en apariencia diferentes adoptó la modalidad de la
"guerra fría", mediante la cual los sistemas capitalistas organizados de forma
distinta se liaron en feroz lucha por mantener y extender las esferas de
influencia que habían resultado del reparto del mundo por ellos efectuado. En
los países “socialistas”, esa lucha se disfrazó de movimiento marxista contra
la monopolización capitalista de la economía mundial; por su parte, el
capitalismo de propiedad privada no podía ser más feliz señalando a sus
enemigos del capitalismo de estado como marxistas o comunistas, resueltos a
llevarse por delante todas las libertades de la civilización junto con la libertad
para amasar capital. Esta actitud sirvió para adherir firmemente la etiqueta
de "marxismo" a la ideología del capitalismo estado, como sostiene MATTICK.
ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 4 DE 20
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¿Por qué era capitalismo de estado y no socialismo?

“La nacionalización de los medios de producción y el dominio autoritario del


gobierno ciertamente diferenciaban el sistema bolchevique del capitalismo
occidental. Pero esto no alteraba las relaciones sociales de producción, que en
ambos sistemas se basaban en el divorcio de los trabajadores de los medios de
producción y en la monopolización del poder político en manos del estado. Ya no
era un capital privado sino el capital controlado por el estado el que se
enfrentaba a la clase obrera y perpetuaba el trabajo asalariado como forma de
actividad productiva, permitiendo la apropiación de plusvalía a través de la
institución estatal. El sistema expropió el capital privado, pero no abolió la
relación capital-trabajo en la que se basa la forma moderna del dominio de clase.
Solo era cuestión de tiempo el surgimiento de una nueva clase dominante cuyos
privilegios dependerían precisamente del mantenimiento y la reproducción del
sistema de producción y distribución controlado por el estado como única forma
«realista» de socialismo marxiano”. (Texto resaltado por nosotros) 4

Convertido el marxismo en autocrítica del capitalismo y despojado de su


carga subversiva anticapitalista y libertaria, muchos de sus conceptos y
aspectos programáticos fueron —como decíamos previamente— abandonados
y adulterados, y uno de esos conceptos fue el de la “propiedad privada”:

“El concepto marxista vulgar de la «empresa privada» había sido tan mal
interpretado por la irracionalidad de los hombres, que se entendía que el
desarrollo social en libertad implicaba la supresión de toda propiedad privada.
Naturalmente, esto fue extensamente aprovechado por la reacción política. Desde
luego, el desarrollo de la libertad social e individual nada tiene que ver con la
llamada «abolición de la propiedad privada». El concepto de Marx de la propiedad
privada no se refería a camisas, pantalones, máquinas de escribir, papel
higiénico, libros, camas, ahorros, viviendas, terrenos, etc., de las personas, sino
que atañía exclusivamente a la propiedad de los medios de producción sociales,
que determinan el curso general de la sociedad, es decir: ferrocarriles, sociedades
de aguas, centrales eléctricas, minas, etc. La «socialización de los medios de
producción» se convirtió en un revulsivo precisamente por confundírsele con la
«expropiación privada» de los pollos, camisas, libros, viviendas, etc., conforme a
la ideología de los desposeídos.” 5

Eso fue escrito en 1942, cuando REICH preparaba el Prólogo a la tercera


edición de “PSICOLOGÍA DE MASAS DEL FASCISMO” y el régimen capitalista no
había acumulado aún la experiencia de dirección y dominio que hoy tiene en
su incesante lucha contra el trabajo.

Aspecto de esa experiencia capitalista es la manipulación mental sobre


millones de personas, virtualmente obligadas a comprar cosas que no
necesitan, a consumir opiniones disfrazadas de noticias y a defender a sus
propios explotadores, estafadores y expropiadores, sin que al parecer se
percaten de la contradictoria conducta que asumen al actuar incluso contra
sus propios intereses.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 5 DE 20


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“Los que se dedican a la propaganda, en su celo por avizorar nuevas
perspectivas, comenzaron a hablar de los diferentes niveles de la conciencia
humana. Según veían las cosas, había tres niveles principales que les
interesaban.

El primer nivel es el conciente y racional, en el cual la gente sabe lo que está


pasando y puede decir por qué. El segundo nivel, más profundo, se llama
preconsciente o subconsciente, e involucra el área en que una persona puede
conocer de manera indirecta lo que está pasando en sus propios sentimientos,
sensaciones y actitudes, pero no está dispuesta a decir por qué. Es el nivel de los
prejuicios, suposiciones, temores, incitaciones emotivas, etc. Por último, está el
tercer nivel en el que nosotros no sólo no nos damos cuenta de nuestras
verdaderas actitudes y sentimientos sino que tampoco lo discutiríamos en caso
de poder hacerlo. La exploración de nuestras actitudes hacia los productos en el
segundo y tercer nivel se denomina la nueva ciencia del análisis o investigación
motivacional o simplemente I. M.” 6

Veamos esta propaganda, para cuya elaboración se utilizan imágenes de


personas de obvia situación humilde, pertenecientes a esa numerosa capa
social que tradicionalmente fue excluida de beneficios sociales precisamente
por los mismos que hoy las manipulan con el deliberado propósito de infundir
miedo, de exacerbar prejuicios, suposiciones, temores, incitaciones emotivas y
la falsa idea de que van a perder propiedades que en realidad no tienen.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 6 DE 20


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El capitalismo, hoy, ha logrado que muchos trabajadores explotados (entre
ellos millones de obreros) acepten su situación, en expresa renuncia a la
lucha por el derrocamiento del capital y a la construcción de la sociedad
socialista en transición al comunismo, y que buena parte de la población en
todos los países del mundo se comporte como borrego adorador de
mercancías en los modernos templos, ubicados ahora en los centros
comerciales.

Por 1864 la Asociación Internacional de Trabajadores publicaba sus Estatutos


Generales, de los cuales copiamos su introducción:

“Considerando:

que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros


mismos; que la lucha por la emancipación de la clase obrera no es una
lucha por privilegios y monopolios de clase, sino por el establecimiento de
derechos y deberes iguales y por la abolición de todo privilegio de clase;

que el sometimiento económico del trabajador a los monopolizadores de


los medios de trabajo, es decir de las fuentes de vida, es la base de la
servidumbre en todas sus formas, de toda miseria social, degradación
intelectual y dependencia política;

que la emancipación económica de la clase obrera es, por lo tanto, el gran


fin al que todo movimiento político debe ser subordinado como medio;

que todos los esfuerzos dirigidos a este gran fin han fracasado hasta
ahora por falta de solidaridad entre los obreros de las diferentes ramas del
trabajo en cada país y de una unión fraternal entre las clases obreras de
los diversos países;

que la emancipación del trabajo no es un problema nacional o local, sino


un problema social que comprende a todos los países en los que existe la
sociedad moderna y necesita para su solución el concurso teórico y
práctico de los países más avanzados;

que el movimiento que acaba de renacer entre los obreros de los países
más industriales de Europa, a la vez que despierta nuevas esperanzas, da
una solemne advertencia para no recaer en los viejos errores y combinar
inmediatamente los movimientos todavía aislados:

Por todas estas razones ha sido fundada la Asociación Internacional de los


Trabajadores.”

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 7 DE 20


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Resaltamos el cuarto Considerando para llamar la atención acerca de una
situación que hoy persiste, y es la falta de solidaridad entre los obreros para
asumir la responsabilidad de su propia emancipación económica. Es lo que
llamamos ausencia de conciencia de clase, y ello remite a un problema que
fue tratado por los fundadores del marxismo muy superficialmente: el
impacto real y objetivo de las ideas dominantes - dirigentes en la siquis de los
dominados – dirigidos.

Efectivamente, en su lucha contra la filosofía idealista y por el liderazgo en el


movimiento revolucionario de su época, MARX y ENGELS explicaban en
1845:

“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o,
dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la
sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene
a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al
mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le
sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de
los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no
son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las
mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las
relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son también
las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la
clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y
piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto
determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo
hagan en toda su extensión y, por tanto, entre otras cosas, también como
pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y distribución
de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas
dominantes de la época.” 7

Eso nos ayuda a entender que la burguesía presente a la sociedad capitalista


como una realidad construida de una vez y para siempre como el mejor de los
mundos posibles; que la existencia de dueños de los medios de producción y
de quienes nada tienen (excepto su propia vida, vale decir su fuerza de
trabajo) sea explicada como algo “natural” y por ello imposible de cambiar.

Y en tal esquema, la existencia de roles permanentes y eternos es justificada


por los ideólogos, como lo hacía el cardenal UROSA SABINO en correo
electrónico de septiembre de 2009, cuando se discutía la Ley Orgánica de
Educación:

“La educación debe ser igual pero separada (una frase poco popular, pero muy
cierta). Los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más
tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y
ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados
para alcanzar estos fines y asumir su responsabilidad social de la forma más
responsable y cristiana.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 8 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser
educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia y,
sobre todo en el mensaje cristiano del amor.

La Iglesia Católica debe oponerse a todo intento de homogeneizar la educación


básica, porque esto sólo nos llevará al caos y a las guerras entre hermanos. Los
niños de los estratos más pobres querrán acceder a las mismas posiciones que
sus compañeros más afortunados, creándose la inconformidad y alimentándose
la envidia. Los de los estratos superiores perderán motivación para estudiar y
alcanzar el éxito. Con una educación talla única, lo que crearemos es una nación
de envidiosos y conformistas”.

La iglesia católica, como aparato ideológico de Estado, cumple así su papel de


avanzada defensora del capitalismo para que éste se reproduzca
constantemente, sin que perturbación alguna altere la realidad de opresores
al mando y oprimidos sometidos “en el respeto hacia la autoridad”, todo ello
“de la forma más responsable y cristiana”.

Ello explica un aspecto del problema, esto es, la actividad conciente y


premeditada de sectores sociales y políticos en función de sostener al Estado
y por ende a la sociedad capitalista tal cual ésta es.

Pero nada aporta a la comprensión de las razones por las que millones de
personas oprimidas, excluidas y preteridas por el capitalismo se mantengan
en aceptación pasiva de esa situación.

Y lo peor, que muchas de esas personas defiendan a sus explotadores,


opresores y responsables de su exclusión.

La búsqueda de esas razones no es nueva, y muchas de ellas han quedado


expuestas en las discusiones acerca de las vecindades de marxismo y
sicoanálisis, como explicaba, en 1933, Wilhelm REICH:

“En relación con la función sociológica de la formación del carácter, debemos


estudiar el hecho de que determinados órdenes sociales corresponden a ciertas
estructuras humanas promedio, o bien —para decirlo de otra manera— que todo
orden social crea aquellas formas caracterológicas que necesita para su
preservación. En la sociedad de clases, la clase gobernante asegura su posición
con ayuda de la educación y la institución de la familia, haciendo de sus propias
ideologías las ideologías rectoras de todos los miembros de la sociedad. Pero no
se trata meramente de imponer a los miembros de la sociedad ideologías,
actitudes y conceptos. Más bien se trata de un proceso de profundos alcances en
cada nueva generación, de la formación de una estructura psíquica que
corresponda al orden social existente, en todos los estratos de la población. La
psicología y caracterología científico-natural posee, pues, una tarea claramente
definida: debe descubrir los medios y mecanismos con los cuales la existencia
social se transforma en estructura psíquica y, con ella, en ideología…”. 8

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 9 DE 20


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ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 10 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO

La incesante campaña terrorista difundida cotidiana e impunemente por los


medios de confusión masiva es uno de los elementos más dañinos en esa
configuración síquica de todo un conglomerado que por la “propiedad privada”
pierde hasta su perfil humano, como vemos en una noticia que ha debido
despertar la inquietud en muchos “expertos” que se lo pasan aventurando
hipótesis acerca de todo lo terrestre y celestial pero guardan silencio ante una
evidencia tan trágica como ésta:

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 11 DE 20


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Porque no se puede menos que denominar terroristas a quienes diseñan,
financian y publican propagandas como la que de seguidas adjuntamos:

En toda sociedad dividida en clases la producción de riquezas es social pero la


apropiación de ellas es particular, es decir, es “propiedad privada” de la
exclusiva minoría que explota a los trabajadores y se apropia de los bienes en
teoría colectivos, como son las tierras sujetas a control estatal, áreas comunes
en cuyos predios son construidas mansiones o galpones para criar pollos,
gallinas y cerdos; o convertidas en campos de golf, establos para caballos de
raza y clubes para solaz y esparcimiento.

La historia está llena de ejemplos de esa expropiación continua, origen de


riquezas amasadas con sangre y sudor de pueblos enteros y que los ideólogos
tratan de justificar como realidad de origen divino, acerca de la cual no deben
hacerse preguntas incómodas y mucho menos tratar de modificar, porque
según ellos “la propiedad es sagrada”.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 12 DE 20


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Pero esos terroristas no explican, por ejemplo, por qué apoyan algunas
expropiaciones, como la efectuada en 1994 contra un numeroso grupo de
ciudadanos que tenían sus ahorros en cuentas de bancos propiedad de sus
amigos y financistas.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 13 DE 20


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El entonces gobernador de Caracas era el copeyano Asdrúbal AGUIAR, quien
prometió solicitar extradición de sus amigos ladrones, hoy adinerados
huéspedes de países lejanos que todavía deben estar riendo de semejante
promesa.

La “propiedad privada” de los estafados, expropiados y burlados ahorristas de


entonces no fue respetada y ellos pudieron recuperar su dinero precisamente
por acciones del actual gobierno nacional, contra el cual insurge el mismo
cómplice de banqueros expropiadores, el copeyano Asdrúbal AGUIAR.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 14 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Y fieles a su mala costumbre, estos terroristas al servicio de la propiedad
privada tampoco dicen esta boca es mía acerca de la nueva estafa que
ahorristas venezolanos sufrieron por el robo que los dueños del banco
“Federal” y de la firma “Econoinvest” perpetraron hace poco.

La magia de los medios convierte al robo en “falta de liquidez” y en


“intervención” del gobierno

Y para sustituir a los vocablos “estafa”, “robo” y “desfalco”, los periodistas


bordean las excelsas cumbres poéticas y escriben “riesgo de iliquidez”,
“fragilidad”, “desequilibrio”, “descalce” y “desajuste”, entre otros.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 15 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Asumen, además, la defensa de
los ladrones de alto coturno
ignorando deliberadamente el
cúmulo de indicios y las pruebas
documentales presentadas por
los organismos de investigación.

Debemos decir que este fallo


absolutorio disfrazado de noticia
no muestra resultados de alguna
investigación realizada por la
periodista ni por otro personal
adscrito al diario que la publica,
de cuyos resultados pueda
entenderse que los estafadores
de la firma intervenida tengan
algún grado de solvencia.

Pero ellos no dan explicaciones de nada y a nadie. La muy bien articulada


dictadura mediática a la cual fielmente sirven les exige no difundir hechos
sucedidos sino fabricar noticias a la medida de las necesidades de sus
patronos.

Y el Código de Ética (cualquier código de cualquier ética) puede muy bien


esperar tiempos mejores.

En trabajo que acerca del tema “Libertad de Expresión” publicamos hace


unos cuatro (4) años, traducíamos y citábamos a un periodista
estadounidense, quien describía esta realidad sin dejar lugar a dudas:

“No hay en Estados Unidos, a esta fecha de la historia del mundo, tal cosa como
una prensa independiente. Ustedes y yo lo sabemos. No hay uno de ustedes que
se atreva a escribir sus honestas opiniones; y si lo hiciera, sabe de antemano que
nunca aparecerían impresas. Me pagan semanalmente para que mantenga mi
honesta opinión fuera del diario al cual estoy relacionado. Otros de ustedes son
asalariados para fines similares, y cualquiera que fuera tan tonto como para
escribir sus honestas opiniones estaría en las calles buscando otro empleo. Si
permitiera que mis honestas opiniones aparecieran en una de las ediciones de mi
periódico, antes de veinticuatro horas mi ocupación se habría esfumado. El
negocio de los periodistas es destruir la verdad, mentir descaradamente,
pervertir, envilecer, adular a los pies de Mammon [espíritu de la codicia, dios de
la riqueza, N. del T.] y vender a su país y a su raza por su pan cotidiano. Usted y
yo lo sabemos, ¿y qué insensatez es ésta que brinda por una prensa
independiente? Somos herramientas y vasallos de hombres ricos que actúan
detrás del escenario. Somos marionetas, ellos tiran de las cuerdas y nosotros
bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son
propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales”. 9

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 16 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Destruir la verdad y mentir descaradamente es —por ejemplo— lo que hace
esta “noticia” de primera y colorida plana:

La obvia manipulación persigue construir una matriz que siembre en el


cerebro del lector la idea de una escasez de alimentos que no se compadece
con la imagen que impacta a la corteza frontal de quien mire la fotografía de
unos anaqueles repletos en los cuales falta un rubro, la margarina, que
junto a otros era objeto de acaparamiento [práctica que nada tiene de
novedoso y es muy conocida como instrumento para aumentar los precios]
por los industriales y distribuidores, que a su vez son socios y muy amigos de
los dueños de las fábricas de noticias.

Una investigación seria y no interesada debía explicar las razones verdaderas


de la escasez de algunos y muy puntuales productos, pero las instrucciones
recibidas por los periodistas (“la línea editorial” y “la pauta”) son muy precisas
y nada tienen que ver con la verdad y su expresión pública.

Lo extraño es que esa contradicción evidente entre lo que se esparce y la


realidad que se mira no haga entender a tanta gente que está siendo
groseramente manipulada y envenenada. ¿Qué grado de imbecilidad se
requiere para caer en ese estado de alienación?
ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 17 DE 20
LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
El gobierno nacional no tiene una política comunicacional que responda a la
dictadura mediática que falsifica hechos y fabrica noticias a tenor de sus
necesidades políticas, y los programas que tratan de enfrentar a ese
formidable enemigo lo hacen en forma reactiva, es decir, si una planta
televisora, un medio impreso o una emisora de radio difunden una falsedad
muy notoria, ésta es respondida en “La Hojilla”, por ejemplo, que
independientemente de lo contundente que pueda ser su mensaje, siempre
está a la cola de los acontecimientos, a la defensiva.

Pues creemos que de lo que se trata es que las televisoras, medios impresos y
radiales sean los que se vean obligados a responder. Por allí existen bastantes
archivos de acontecimientos sucedidos no hace mucho, que pueden servir
para elaborar programas cortos pero contundentes en función de mantener
viva la memoria colectiva.

Los fabricantes de noticias tratan de imponer una visión historioesclerótica


según la cual la inseguridad, las colas, el desempleo, la corrupción
administrativa, la imposición de la justicia clasista y otros males inherentes a
la básica injusticia del capital, son producto de la gestión de este gobierno.
¿No puede un equipo organizado revisar las hemerotecas, filmotecas y otros
archivos similares y elaborar trabajos que muestren, en forma sencilla y
andragógica lo que sucedía en el país cuando cualquier sector del Bloque
Social Dominado intentaba protestar públicamente?

En lo particular, todavía recordamos con suficiente iracundia las


manifestaciones de “los viejitos”, personas que reclamaban su teórico derecho
a ser pensionados por el Estado y la invariable respuesta que recibían era gas
lacrimógeno y agresiones por parte de la policía.

Y luego, ante las cámaras fotográficas y filmadoras, el comisario DELGADO,


de la policía de Caracas, hacía gala de cinismo y cobardía justificando las
agresiones por él comandadas contra ancianos que sólo exigían el
cumplimiento de un deber por parte del gobierno.

Que recordemos, nunca esas agresiones motivaron declaraciones, análisis ni


programas especiales por parte de los “expertos” en Derechos Humanos ni de
los medios de confusión masiva.

No creemos que sea muy difícil ni excesivamente costoso elaborar un


programa que a partir de 1970, por ejemplo, explique la situación de los
pensionados en el país comparando no solo las cifras de favorecidos por la
política desarrollada en esa área específica por el gobierno nacional con la de
regímenes anteriores, sino también el trato que han recibido los pensionados
tanto en la calle como puertas adentro en el Seguro Social.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 18 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Igual puede hacerse con temas específicos como:

1. las luchas de estudiantes de educación media, técnica y universitaria;

2. las agresiones contra centros educacionales, el caso de la expropiación


del Jardín Botánico; el cierre de las Escuelas Técnicas Industriales;

3. los fraudes bancarios y el comportamiento de los gobiernos con los


sectores populares afectados (Banco de los Trabajadores, Latino,
Progreso y otros);

4. los negocios sucios con el equipamiento de las Fuerzas Armadas; el


desmantelamiento de VIASA; el enriquecimiento con RECADI.

Por lo pronto, adjuntamos una respuesta al terrorismo mediático a partir de


uno de los afiches publicados por los industriales de la peste emocional.

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 19 DE 20


LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. MARX, Carlos y ENGELS, Federico. “MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA”.


http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm, Capítulo II, Proletarios
y Comunistas.

2. KORSCH, Karl. “MARXISMO Y FILOSOFÍA”, Editorial “Ariel”, 1978, páginas 20 y 21.

3. MATTICK, Paul. “PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL MARXISMO”, 1983, página 3


en http://redemmas.org/collective_action_notes/pasado.htm.

4. MATTICK, Paul. Id., página 6.

5. REICH, Wilhelm. “PSICOLOGÍA DE MASAS DEL FASCISMO”, Editorial “Bruguera”,


1980, Prólogo a la Tercera Edición, páginas 24 – 25.

6. PACKARD, Vance. “LAS FORMAS OCULTAS DE LA PROPAGANDA”, Editorial


“Sudamericana”, 1975, página 32.

7. MARX, Carlos y ENGELS, Federico. “LA IDEOLOGÍA ALEMANA”, Ediciones “Pueblos


Unidos”, 1973, páginas 50 – 51.

8. REICH, Wilhelm. “ANÁLISIS DEL CARÁCTER”. Editorial “Paidós”, 1980. Prólogo a la


Primera Edición, página 20.

9. SWINTON, John. http://www.answers.com/topic/john-swinton-journalist

ÁNGEL C. COLMENARES E. AGOSTO 30 DE 2010 PÁGINA 20 DE 20

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