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Ese bus que él maneja durante un lapso dado y por un salario determinado
no le pertenece, y lo único que lo relaciona con él es su fuerza de trabajo,
que diariamente gasta manejándolo para generar ganancias que no disfruta
pues el dueño de la unidad de transporte es quien se apropia de ellas.
LA LUCHA POR EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Igual razonamiento puede aplicarse a un taxista que pague un alquiler
determinado por la unidad con la cual trabaja, en cuyo caso el salario que le
corresponde está fijado por el excedente que pueda producir después de
completar la cuota de alquiler.
Nos reprocháis, para decirlo de una vez, querer abolir vuestra propiedad. Pues
sí, a eso es a lo que aspiramos.
Con eso confesáis que para vosotros no hay más persona que el burgués, el
capitalista. Pues bien, la personalidad así concebida es la que nosotros
aspiramos a destruir.
9 la imposición del modelo “fordista”, que implicó una férrea dictadura del
productor sobre el consumidor a fin de estimular la compra masiva de bienes
durables y que generó además una industria inductiva de necesidades muy
bien detallada por Vance PACKARD en los años cincuentas.
Y uno de los objetivos políticos logrados por el capital fue el compromiso entre
las direcciones partidistas y sindicales [que controlaban al movimiento obrero]
y la clase dominante - dirigente, compromiso que se expresó en acuerdos de
«paz social».
“El concepto marxista vulgar de la «empresa privada» había sido tan mal
interpretado por la irracionalidad de los hombres, que se entendía que el
desarrollo social en libertad implicaba la supresión de toda propiedad privada.
Naturalmente, esto fue extensamente aprovechado por la reacción política. Desde
luego, el desarrollo de la libertad social e individual nada tiene que ver con la
llamada «abolición de la propiedad privada». El concepto de Marx de la propiedad
privada no se refería a camisas, pantalones, máquinas de escribir, papel
higiénico, libros, camas, ahorros, viviendas, terrenos, etc., de las personas, sino
que atañía exclusivamente a la propiedad de los medios de producción sociales,
que determinan el curso general de la sociedad, es decir: ferrocarriles, sociedades
de aguas, centrales eléctricas, minas, etc. La «socialización de los medios de
producción» se convirtió en un revulsivo precisamente por confundírsele con la
«expropiación privada» de los pollos, camisas, libros, viviendas, etc., conforme a
la ideología de los desposeídos.” 5
“Considerando:
que todos los esfuerzos dirigidos a este gran fin han fracasado hasta
ahora por falta de solidaridad entre los obreros de las diferentes ramas del
trabajo en cada país y de una unión fraternal entre las clases obreras de
los diversos países;
que el movimiento que acaba de renacer entre los obreros de los países
más industriales de Europa, a la vez que despierta nuevas esperanzas, da
una solemne advertencia para no recaer en los viejos errores y combinar
inmediatamente los movimientos todavía aislados:
“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o,
dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la
sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene
a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al
mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le
sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de
los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no
son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las
mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las
relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son también
las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la
clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y
piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto
determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo
hagan en toda su extensión y, por tanto, entre otras cosas, también como
pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y distribución
de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas
dominantes de la época.” 7
“La educación debe ser igual pero separada (una frase poco popular, pero muy
cierta). Los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más
tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y
ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados
para alcanzar estos fines y asumir su responsabilidad social de la forma más
responsable y cristiana.
Pero nada aporta a la comprensión de las razones por las que millones de
personas oprimidas, excluidas y preteridas por el capitalismo se mantengan
en aceptación pasiva de esa situación.
“No hay en Estados Unidos, a esta fecha de la historia del mundo, tal cosa como
una prensa independiente. Ustedes y yo lo sabemos. No hay uno de ustedes que
se atreva a escribir sus honestas opiniones; y si lo hiciera, sabe de antemano que
nunca aparecerían impresas. Me pagan semanalmente para que mantenga mi
honesta opinión fuera del diario al cual estoy relacionado. Otros de ustedes son
asalariados para fines similares, y cualquiera que fuera tan tonto como para
escribir sus honestas opiniones estaría en las calles buscando otro empleo. Si
permitiera que mis honestas opiniones aparecieran en una de las ediciones de mi
periódico, antes de veinticuatro horas mi ocupación se habría esfumado. El
negocio de los periodistas es destruir la verdad, mentir descaradamente,
pervertir, envilecer, adular a los pies de Mammon [espíritu de la codicia, dios de
la riqueza, N. del T.] y vender a su país y a su raza por su pan cotidiano. Usted y
yo lo sabemos, ¿y qué insensatez es ésta que brinda por una prensa
independiente? Somos herramientas y vasallos de hombres ricos que actúan
detrás del escenario. Somos marionetas, ellos tiran de las cuerdas y nosotros
bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son
propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales”. 9
Pues creemos que de lo que se trata es que las televisoras, medios impresos y
radiales sean los que se vean obligados a responder. Por allí existen bastantes
archivos de acontecimientos sucedidos no hace mucho, que pueden servir
para elaborar programas cortos pero contundentes en función de mantener
viva la memoria colectiva.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS