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DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

DECRETO X/2010, de X de X, del Gobierno de Aragón, por el que se establece la Carta de


derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa y las bases de las normas de
convivencia en los centros docentes no universitarios de la Comunidad Autónoma de Aragón.

El artículo 27.2 de la Constitución Española de 1978 señala como objeto de la educación el


pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de
convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
La Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, con sus
posteriores modificaciones, y la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, establecen
los principios y fines de la actividad educativa. Entre los principios de la educación, señalan: la
transmisión de los valores que favorecen la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía
democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, que constituyen la
base de la vida en común y la participación de la comunidad educativa, así como el principio del
esfuerzo compartido que debe realizar el alumnado, las familias, el profesorado, los centros, las
Administraciones, las instituciones y la sociedad en su conjunto como requisito necesario para
asegurar una educación de calidad con equidad.
Entre los fines de la educación resaltan el pleno desarrollo de la personalidad y de las
capacidades afectivas del alumnado, la formación en el respeto de los derechos y libertades
fundamentales y de la igualdad efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres, el
reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual, así como una valoración crítica de las
desigualdades que permita superar los comportamientos sexistas. Asimismo, se señala como
uno de sus fines el ejercicio de la tolerancia y de la libertad, dentro de los principios democráticos
de convivencia y la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos. Igualmente
se insiste en la importancia de la preparación del alumnado para el ejercicio de la ciudadanía y
para la participación en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable.
En este sentido, el artículo 12.1 de la Ley Orgánica 5/2007, de 20 de abril, de reforma del
Estatuto de Autonomía de Aragón, relativo a los derechos de las personas, establece que todas
las personas tienen derecho a vivir con dignidad, seguridad y autonomía, libres de explotación,
de malos tratos y de todo tipo de discriminación, y tienen derecho al libre desarrollo de su
personalidad y capacidad personal.
Asimismo, en su artículo 30 se señala que los poderes públicos aragoneses promoverán la
cultura de la paz, mediante la incorporación de valores de no violencia, tolerancia, participación,
solidaridad y justicia, especialmente en el sistema educativo.
El Acuerdo para la mejora de la convivencia escolar en los centros educativos de Aragón,
firmado por los representantes de la comunidad educativa y el Departamento de Educación,
Cultura y Deporte, hace patente que la comunidad educativa de Aragón es consciente de que la
mejora del aprendizaje y el éxito escolar del alumnado, en definitiva, de la calidad de la
educación, dependen en gran medida de la capacidad de nuestro sistema educativo para
transmitir valores, actitudes y conocimientos que propicien el desarrollo integral de la persona y
la adquisición de la «competencia social y ciudadana». Para ello, propugna un modelo de
convivencia escolar basado en el respeto y el reconocimiento de los derechos y deberes de
todos los miembros de la comunidad educativa, cuya mejora sólo se consigue con el
compromiso, la colaboración y el apoyo de todos.
El citado Acuerdo contemplaba la elaboración de una norma reguladora de los derechos y
deberes de los miembros de la Comunidad educativa en Aragón. Para cumplir ese compromiso,
el Departamento de Educación, Cultura y Deporte ha desarrollado un proceso participativo de

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elaboración de esta norma en el que han participado los representantes de los diferentes
sectores de la comunidad educativa y cuyo resultado es este decreto, que se estructura en
cuatro Títulos, doce Disposiciones adicionales, dos Disposiciones transitorias y tres
Disposiciones finales.
El Título I, que trata sobre Disposiciones Generales, determina el objeto y ámbito de aplicación
de este Decreto.
Los derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa (alumnos, profesores,
padres o tutores legales y personal de administración y servicios y de atención complementaria)
se desarrollan en sendos capítulos del Título II.
El Título III configura el modelo de convivencia escolar cuya consecución debe guiar la vida de
los centros docentes; en tal sentido, determina los principios generales de la convivencia escolar,
las líneas para la elaboración del Plan de convivencia, establecido en el apartado 2 del artículo
121 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación; regula el proceso de elaboración
por parte de los centros docentes de las normas de convivencia que recogerá su Reglamento de
régimen interior y el funcionamiento de la Comisión de convivencia dentro del Consejo escolar.
El Capítulo III establece el Foro de la convivencia escolar en el seno del Consejo Escolar de
Aragón y, finalmente, se abordan aspectos relacionados con el reconocimiento de buenas
prácticas en materia de convivencia escolar; entre ellas, las actuaciones formativas de la
comunidad educativa en materia de convivencia escolar, la mediación y el voluntariado.
El Título IV del presente decreto se dedica a la corrección de conductas de los alumnos
contrarias a la convivencia escolar. Establece los principios generales para la corrección de
estas conductas, distinguiendo entre conductas contrarias a las normas de convivencia y
conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro. Determina unas y otras y
establece los procedimientos para su corrección y los responsables de los mismos. Como
novedad, se propone que el diálogo, la mediación y la conciliación serán los instrumentos
habituales y preferentes para la resolución de conflictos en el ámbito escolar. También resulta
novedosa la posibilidad de corregir las conductas gravemente perjudiciales para la convivencia
escolar del centro mediante procedimiento conciliado o común. Asimismo, se acortan los plazos
para la resolución de los procedimientos de corrección, se adaptan a lo establecido en la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y, finalmente, se permite utilizar el compromiso
educativo para la convivencia como alternativa a las medidas correctoras.
Se hace hincapié en que el proceso educativo de corrección de la conducta de un alumno no
debe considerarse un procedimiento sancionador de carácter administrativo ni llegar a
convertirse en un conflicto judicial entre el centro docente, el alumno y, en su caso, su familia. Se
pretende que cualquier medida de corrección mantenga por encima de todo su valor educativo,
de tal forma que la corrección de conductas contribuya a que los alumnos corregidos adquieran
las competencias básicas, sobre todo, la de autonomía personal y la social y ciudadana.
En el ámbito de los procedimientos de corrección de las conductas, se pretende simplificarlos
para facilitar su realización a los centros docentes y agilizarlos observando las debidas garantías.
Se introduce el término de corrección o medida correctora, ya que la posibilidad legal de afrontar
las conductas del alumnado que no se ajustan a las normas de convivencia no constituye la
expresión en los centros docentes de la potestad sancionadora de la Administración, sino que es
parte de la propia función educadora por implicar la necesidad de corregir las conductas
inadecuadas de los alumnos y dar pautas de conducta correcta.
Las disposiciones adicionales abordan determinados aspectos relativos al lenguaje del decreto,
a su aplicación en los diferentes tipos de centros, a la participación del alumnado, a la
adecuación al derecho aragonés, a la protección de datos y a la cooperación con otras
instituciones públicas, entidades locales y Departamentos del Gobierno de Aragón.

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Las disposiciones transitorias establecen las condiciones de aplicación de este decreto en caso
de conductas que se produzcan hasta su entrada en vigor y la vigencia normativa.
Por último, las disposiciones finales facultan a la Consejera de Educación, Cultura y Deporte
para el desarrollo del presente decreto, insta al Departamento competente en la materia a
difundirlo y establece su entrada en vigor.
Conforme a los artículos 71 y 73 de la Ley Orgánica 5/2007, de 20 de abril, de reforma del
Estatuto de Autonomía de Aragón, corresponde a la Comunidad Autónoma ejercer la potestad
legislativa, la potestad reglamentaria, la función ejecutiva y el establecimiento de políticas
propias, respetando lo dispuesto en los artículos 140 y 149.1 de la Constitución, y la
competencia compartida en enseñanza en toda su extensión, niveles y grados, modalidades y
especialidades.
En la tramitación del presente decreto, se han oído las diferentes organizaciones representativas
de la comunidad educativa y se ha conocido el dictamen emitido por el Consejo Escolar de
Aragón.
En su virtud, a propuesta de la Consejera de Educación, Cultura y Deporte, de acuerdo con el
dictamen del Consejo Consultivo de Aragón y previa deliberación del Gobierno de Aragón en su
reunión del día x de x de 2010,

DISPONGO:

TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación.


1. El presente decreto tiene por objeto desarrollar los derechos y deberes de los
miembros de la comunidad educativa reconocidos en la legislación básica del Estado y
en la legislación de la Comunidad Autónoma de Aragón, que serán de aplicación en
todos los centros que ofrezcan alguna de las enseñanzas reguladas en la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
2. También tiene por objeto regular las bases por las que se han de establecer las
normas de convivencia de los centros docentes y los procedimientos de corrección de
las conductas contrarias a las mismas, que serán de aplicación para los centros públicos
y privados concertados en la Comunidad Autónoma de Aragón.

TÍTULO II
DERECHOS Y DEBERES DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA

CAPÍTULO I
DERECHOS Y DEBERES DE LOS ALUMNOS

Artículo 2. Principios generales.


El establecimiento y la aplicación de los derechos y deberes de los alumnos estarán regidos por
los siguientes principios generales:
1. Todos los alumnos tienen los mismos derechos y deberes, sin más distinciones que las
derivadas de su edad y de la enseñanza que estén cursando.
2. Todos los alumnos tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad y capacidad
personal, así como a no estar sometidos a ningún tipo de explotación, de malos tratos y
de discriminación.

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3. Todos los alumnos, de acuerdo con su edad y características personales, tienen el
derecho y el deber de conocer la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de
Aragón y los tratados y acuerdos internacionales de derechos humanos ratificados por
España, con el fin de formarse en los valores y principios reconocidos en ellos.
4. Los centros desarrollarán iniciativas que eviten la discriminación de los alumnos,
pondrán especial atención en el respeto de las normas de convivencia y establecerán
planes de acción positiva para garantizar la plena inclusión de todos los alumnos del
centro.
5. Los órganos de gobierno, los profesores y tutores de los centros docentes llevarán a
cabo las actuaciones necesarias para el conocimiento por parte de los alumnos de sus
derechos y deberes.
6. Los órganos de gobierno, los profesores y demás personal del centro docente cuidarán
de que el ejercicio de los derechos y deberes de los alumnos se someta a las
limitaciones que las mismas leyes les imponen y velarán por que no se produzcan en las
relaciones entre alumnos situaciones de discriminación alguna por razón de nacimiento,
edad, raza, sexo, estado civil, orientación sexual, aptitud física o psíquica, estado de
salud, lengua, cultura, religión, creencia, ideología o cualquier otra condición o
circunstancia personal, económica o social.
7. En la aplicación del presente decreto primará el interés superior de los menores sobre
cualquier otro interés legítimo que pudiera concurrir. Cuantas medidas se adopten al
amparo del presente decreto deberán tener carácter educativo.

Seccion 1ª
DERECHOS DE LOS ALUMNOS

Artículo 3. A recibir una formación integral.


1. Los alumnos tienen derecho a recibir una formación que asegure el pleno desarrollo de
su personalidad.
2. La formación a que se refiere el apartado anterior se ajustará a los principios y fines
contenidos en el artículo 2 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del
Derecho a la Educación, y en los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
mayo, de Educación.

Artículo 4. A que se respete su identidad, intimidad y dignidad personales.


1. Los alumnos tienen derecho a que se respete su identidad, intimidad y dignidad
personales.
2. Los centros docentes están obligados a guardar reserva sobre toda aquella información
de que dispongan acerca de las circunstancias personales y familiares del alumnado. No
obstante, los centros comunicarán a la autoridad competente las circunstancias que
pueden implicar malos tratos para el alumnado o cualquier otro incumplimiento de las
obligaciones establecidas en la normativa en materia de protección de menores.

Artículo 5 A que se respete su libertad de conciencia.


1. Los alumnos tienen derecho a que se respete su libertad de conciencia, sus
convicciones religiosas, morales o ideológicas, de acuerdo con la Constitución, así como
su intimidad en lo que respecta a tales creencias o convicciones.
2. En el marco de lo establecido en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del
Derecho a la Educación, y en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, el
derecho a que se refiere el apartado anterior se garantiza mediante:

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a) La información sobre el Proyecto Educativo o sobre el carácter propio
del centro
b) La elección por parte de los alumnos o de sus padres o representantes
legales, si aquéllos son menores de catorce años, de la formación religiosa o
moral que resulte acorde con sus creencias o convicciones, sin que de esta
elección pueda derivarse discriminación alguna.

Artículo 6. A la integridad física y moral.


1. Todos los alumnos tienen derecho a que se respete su integridad física y moral y no
podrán ser objeto, en ningún caso, de tratos vejatorios o degradantes.
2. Los alumnos tienen derecho a que su actividad académica se desarrolle en las debidas
condiciones de seguridad e higiene.
3. El pleno desarrollo de la personalidad del alumno exige una jornada de trabajo escolar
acomodada a su edad y una planificación equilibrada de sus actividades de estudio.

Artículo 7. A ser valorado con objetividad.


1. Los alumnos tienen derecho a que su dedicación, esfuerzo y rendimiento escolar sean
reconocidos y evaluados con objetividad.
2. Con el fin de garantizar el derecho a la evaluación con criterios objetivos, los centros
deberán hacer públicos los criterios generales que se van a aplicar para la evaluación de
los aprendizajes y la promoción de los alumnos.
3. A fin de garantizar la función formativa que ha de tener la evaluación y lograr una mayor
eficacia del proceso de aprendizaje de los alumnos, los tutores y los profesores
mantendrán una comunicación fluida con éstos y sus padres en lo relativo a las
valoraciones sobre el aprovechamiento académico de los alumnos y la marcha de su
proceso de aprendizaje, así como en relación con las decisiones que se adopten como
resultado de dicho proceso.
4. El Departamento competente en materia de educación no universitaria establecerá el
procedimiento para la formulación y tramitación de las reclamaciones contra las
calificaciones y decisiones que, como consecuencia del proceso de evaluación, se
adopten al final de un ciclo o curso.

Artículo 8. A recibir orientación educativa y profesional.


1. Todos los alumnos tienen derecho a recibir orientación escolar y profesional para
conseguir el máximo desarrollo personal, social y profesional, según sus capacidades,
aspiraciones o intereses.
2. De manera especial, se cuidará la orientación escolar y profesional de los alumnos con
discapacidades físicas, sensoriales y psíquicas, o con carencias sociales o culturales.
3. La orientación educativa y profesional excluirá toda diferenciación por razón de sexo o
cualquier otra condición o circunstancia personal, económica o social..

Artículo 9. A que se respete su libertad de expresión.


1. El alumnado tiene derecho a la libertad de expresión, siempre que el ejercicio de este
derecho no vulnere los derechos de demás miembros de la comunidad educativa, de
acuerdo con los principios y derechos constitucionales.
2. Los centros establecerán la forma, los espacios y lugares donde se podrán fijar escritos
del alumnado en los que ejercite su libertad de expresión.
3. Los alumnos tienen derecho a manifestar su discrepancia respecto a las decisiones
educativas que les afecten. Cuando la discrepancia revista carácter colectivo, la misma

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será canalizada a través de los representantes de los alumnos en la forma establecida
en la normativa vigente.

Artículo 10. A reunirse en el centro.


1. En los términos previstos en el artículo 8 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio,
reguladora del Derecho a la Educación, el alumnado podrá reunirse en sus centros
docentes para actividades de carácter escolar o extraescolar que formen parte del
Proyecto Educativo del centro, así como para aquellas otras a las que pueda atribuirse
una finalidad educativa o formativa.
2. En el marco de la normativa vigente, los directores de los centros garantizarán el
ejercicio del derecho de reunión del alumnado dentro del horario del centro. Los
reglamentos de régimen interior de los centros establecerán el horario que se reserve al
ejercicio de este derecho. Dentro de las atribuciones de dirección y coordinación que les
confiere la legislación vigente, los órganos competentes de los centros facilitarán el uso
de los locales y su utilización para el ejercicio del derecho de reunión.
3. Las decisiones colectivas adoptadas por el alumnado a partir del tercer curso de la
Educación secundaria obligatoria, con respecto a la inasistencia a clase, no tendrán la
consideración de conductas contrarias a la convivencia del centro ni serán objeto de
corrección cuando éstas hayan sido resultado del ejercicio del derecho de reunión y
sean comunicadas previamente a la dirección del centro por el órgano de representación
del alumnado correspondiente.

Artículo 11. A asociarse en el ámbito educativo


1. El alumnado tiene derecho a asociarse, creando asociaciones, federaciones,
confederaciones y cooperativas en los términos previstos en la normativa vigente. El
centro docente favorecerá la constitución de asociaciones culturales, deportivas o
sociales por parte del alumnado.
2. El alumnado podrá asociarse, una vez terminada su relación con el centro, en
asociaciones que reúnan a los antiguos alumnos y colaborar, a través de ellas, en las
actividades del centro.
3. La Administración Educativa, de conformidad con el artículo 7.3 de la Ley Orgánica
8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación, favorecerá el ejercicio del
derecho de asociación, así como la formación de federaciones y confederaciones.

Artículo 12. A participar en la vida del centro.


1. Los alumnos tienen derecho tanto a ser informados como a participar en el
funcionamiento y en la vida de los centros, en la actividad escolar y en la gestión de los
mismos, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio,
reguladora del Derecho a la Educación, y en los respectivos reglamentos orgánicos y, en
su caso, en los reglamentos de régimen interior.
2. La participación de los alumnos en el Consejo Escolar del Estado y en el Consejo
Escolar de Aragón, en los consejos escolares territoriales y en los consejos escolares de
los centros, o en otros órganos de gobierno que, en su caso, se establezcan, se
realizará de acuerdo con las disposiciones vigentes al respecto.
3. Los alumnos de un centro escolar tienen derecho a elegir, mediante sufragio directo y
secreto, a sus representantes en el Consejo Escolar y a los delegados de grupo en los
términos establecidos en los correspondientes reglamentos orgánicos de los centros.
4. Los alumnos tienen derecho a participar, en calidad de voluntarios, en las actividades de
los centros docentes.

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Artículo 13. A utilizar las instalaciones del centro con finalidad educativa o cultural.
Los alumnos tienen derecho a utilizar las instalaciones de los centros con las limitaciones
derivadas de la programación de actividades escolares y extraescolares y con las precauciones
necesarias en relación con la seguridad de las personas, la adecuada conservación de los
recursos y el correcto destino de los mismos.

Artículo 14. A la igualdad de oportunidades.


Todos los alumnos, de acuerdo con las disposiciones vigentes, tienen derecho a las mismas
oportunidades de acceso a los distintos niveles de enseñanza, a recibir las ayudas y los apoyos
precisos para compensar las carencias y desventajas de tipo personal, familiar, económico,
social y cultural, especialmente en el caso de presentar necesidades educativas especiales, que
impidan o dificulten el acceso y la permanencia en el sistema educativo. En los niveles no
obligatorios no habrá más limitaciones que las derivadas de su aprovechamiento o de sus
aptitudes para el estudio.

Artículo 15. A la protección social y al apoyo educativo, en los casos de infortunio familiar o
accidente.
1. Los alumnos tienen derecho a percibir las ayudas precisas para compensar posibles
carencias de tipo familiar, económico y sociocultural, de forma que se promueva su
derecho de acceso a los distintos niveles educativos.
2. Las administraciones educativas garantizarán este derecho mediante los servicios de
apoyo adecuados a las necesidades de los alumnos y, en su caso, mediante una política
de becas y, si fuera preciso, la adjudicación de plazas en residencias estudiantiles.
3. Los alumnos tendrán cubierta la asistencia médica y hospitalaria y gozarán de cobertura
sanitaria en los términos previstos en la legislación vigente.
4. En casos de accidente o de enfermedad prolongada que impida la asistencia a clase, los
alumnos tendrán derecho a la ayuda educativa precisa, ya sea a través de la orientación
requerida, material didáctico y los apoyos necesarios, para que el accidente o
enfermedad no suponga detrimento de su rendimiento escolar.
5. Los centros docentes mantendrán relaciones con otros servicios públicos, así como con
entidades sin ánimo de lucro, para atender las necesidades de todos los alumnos y
especialmente de los que manifiestan necesidad específica de apoyo educativo.

Artículo 16. Garantía en el ejercicio de sus derechos


1. Todos los alumnos tienen el derecho y el deber de conocer, en la medida en que su
edad lo vaya permitiendo, los derechos que, en el ordenamiento jurídico vigente, se les
reconocen a ellos y a los demás miembros de la comunidad educativa, así como de
formarse en su ejercicio y respeto.
2. Dentro del ámbito de sus respectivas competencias, los órganos de gobierno, el
profesorado y demás personal del centro docente garantizarán el ejercicio de todos los
derechos mencionados en los artículos anteriores, así como de todos aquellos que al
alumnado les reconocen las leyes y los tratados internacionales. Serán objeto de
protección especial, en el caso de alumnos menores de edad, los que les reconoce la
Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor; la Ley 12/2001,
de 2 de julio, de la Infancia y la Adolescencia en Aragón, y la Ley 13/2006, de 27 de
diciembre, de Derecho de la Persona, primando, como principio inspirador básico, el

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interés superior de los niños y adolescentes y la protección de sus derechos sobre
cualquier otro interés legítimo concurrente.

Sección 2ª
DEBERES DE LOS ALUMNOS

Artículo 17. Estudiar y esforzarse para conseguir el máximo desarrollo según sus capacidades.
1. Es deber del alumno estudiar y esforzarse para conseguir el máximo desarrollo según
sus capacidades, poniendo el interés y trabajo necesario en la adquisición de las
competencias necesarias para vivir y convivir con dignidad, para acceso a estudios
posteriores y para su futura inserción laboral.
2. El estudio como deber básico de los alumnos se concreta en las siguientes obligaciones:
a) Asistir a clase con puntualidad y participar en las actividades orientadas al
desarrollo del currículo correspondiente
b) Cumplir y respetar los horarios aprobados para el desarrollo de las actividades del
centro
c) Seguir las orientaciones del profesorado respecto de su aprendizaje y mostrarle el
debido respeto y consideración.
d) Respetar el ejercicio del derecho al estudio de sus compañeros.

Artículo 18. Participar en las actividades formativas y, especialmente, en las escolares y


complementarias.
1. Los alumnos deben asistir diariamente a clase, sin ausencias injustificadas y respetando
los horarios de entrada y salida. Se considerarán injustificadas aquellas inasistencias o
impuntualidades que no sean excusadas por escrito por el alumno o, en caso de
menores de edad no emancipados, por sus padres o representantes legales, aportando
justificación admisible de acuerdo con las normas establecidas en el centro docente.
2. Los alumnos deben cumplir las instrucciones del profesorado y las del personal no
docente del centro cuando éstas sean dictadas en ejercicio de las funciones que la
normativa legal les encomienda.
3. Todos los alumnos deben participar en las actividades formativas e intervenir en ellas
con interés, realizando los trabajos personales que se les encomienden y colaborando
en los grupos de trabajo que se organicen, contribuyendo a la creación y mantenimiento
de un ambiente adecuado al trabajo intelectual y evitando comportamientos
perturbadores en el aula.
4. La falta a clase de modo reiterado puede provocar la imposibilidad de la aplicación
correcta de los criterios generales de evaluación y la propia evaluación continua. En el
caso de faltas de asistencia, el Reglamento de régimen interior de los centros, teniendo
en cuenta la normativa vigente sobre evaluación de alumnos, establecerá el número
máximo de faltas por etapa educativa, curso, área, materia y módulo y los sistemas
extraordinarios de evaluación previstos para estos alumnos, así como otras correcciones
aplicables a dichas faltas.

Artículo 19. Participar y colaborar en la mejora de la convivencia escolar.


1. Los alumnos deben participar y colaborar en la mejora de la convivencia escolar y en la
consecución de un adecuado clima de estudio en el centro docente, respetando tanto el
derecho de sus compañeros a la educación como la autoridad y orientaciones del
profesorado.

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2. Los alumnos deben conocer y respetar las normas de convivencia establecidas en el
Reglamento de régimen interior de su centro docente.
3. Los alumnos tienen el deber de colaborar con los responsables de los procedimientos
para la aplicación de las medidas correctoras de las conductas contrarias a la
convivencia del centro.

Artículo 20. Respetar la libertad de conciencia, las convicciones religiosas y morales, y la


dignidad, integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
1. Los alumnos deben respetar la libertad de conciencia y las convicciones religiosas y
morales o ideológicas, así como la dignidad, integridad e intimidad de todos los
miembros de la comunidad educativa, sin ningún tipo de discriminación por razón de
nacimiento, edad, raza, sexo, estado civil, orientación sexual, aptitud física o psíquica,
estado de salud, lengua, cultura, religión, creencia, ideología o cualquier otra condición o
circunstancia personal, económica o social.
2. Los alumnos deberán respetar la decisión de los compañeros que no deseen participar
en el ejercicio colectivo de los derechos individuales de expresión, reunión o asociación.

Artículo 21. Respetar las normas de organización, de funcionamiento y de convivencia del centro
educativo.
1. Los alumnos deben conocer y respetar, además de los derechos que a los demás
miembros de la comunidad educativa les reconoce el ordenamiento jurídico, las normas
de organización y convivencia del centro docente, cumpliendo íntegramente las
disposiciones del Reglamento de régimen interior del centro, respetando su Proyecto
educativo y, en su caso, su ideario o carácter propio.
2. Los alumnos deberán cumplir las decisiones de los órganos de gobierno del centro
docente dentro de su respectivo ámbito de competencia, incluyendo las referidas al aseo
personal y a la utilización o exhibición de pertenencias personales, prendas de vestir,
útiles o aparatos electrónicos.
3. Los alumnos deberán respetar las normas recogidas en el Reglamento de régimen
interior sobre acceso, permanencia y salida del centro, así como las relacionadas con las
actividades complementarias y extraescolares que se desarrollen fuera del mismo.
4. Los alumnos tienen el deber de cumplir las medidas educativas correctoras que les
sean impuestas en el centro docente.

Artículo 22. Conservar y hacer un buen uso de las instalaciones del centro y materiales
didácticos.
1. Los alumnos deben cuidar, mantener las condiciones de higiene y utilizar
correctamente los bienes muebles y las instalaciones del centro, así como respetar las
pertenencias de los otros miembros de la comunidad educativa.
2. Los alumnos tienen el deber de conservar y hacer un buen uso del equipamiento y
materiales didácticos del centro docente, utilizando las instalaciones, el mobiliario y
equipamiento en general de acuerdo con su naturaleza y para los fines a los que está
destinado, siguiendo, en su caso, las instrucciones del profesorado y del personal no
docente en ejercicio de sus funciones. En ningún caso podrán hacer uso, sin
autorización, del equipamiento del centro docente para fines distintos a los establecidos
ni fuera del horario correspondiente.
3. Los alumnos deben respetar las pertenencias y efectos personales de los otros
miembros de la comunidad educativa, y mantener en condiciones adecuadas para su
utilización todos los materiales didácticos pertenecientes al centro docente.

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CAPÍTULO II
DERECHOS Y DEBERES DE LOS PROFESORES

Artículo 23.Funciones del profesorado.


De acuerdo con la legislación vigente, son funciones del profesorado, entre otras, las siguientes:
1. La programación y la enseñanza de las áreas, materias, módulos y otras tareas
docentes que tengan encomendadas.
2. La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de
los procesos de enseñanza.
3. La atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del
alumnado.
4. La promoción, organización y participación en las actividades complementarias
programadas por los centros dentro o fuera del recinto educativo.
5. La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de
respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los
valores propios de una sociedad democrática.
6. La tutoría de los alumnos para dirigir su aprendizaje, transmitirles valores y
ayudarlos, en colaboración con los padres, a superar sus dificultades.
7. La colaboración con los servicios de orientación en el proceso de orientación
educativa, académica y profesional de los alumnos.
8. La información periódica a los padres sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos,
así como la orientación para su cooperación en el mismo.
9. La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean
encomendadas.
10. La participación en la actividad general del centro.
11. La participación en los planes de evaluación que determinen las administraciones
educativas o los propios centros.
12. La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de
enseñanza correspondiente.

Artículo 24. Apoyo a la labor del profesorado.


Para el buen desarrollo de las funciones del profesorado, las Administraciones educativas
velarán por que estos reciban el trato, la consideración y el respeto acordes con la importancia
social de su tarea.

Seccion 1ª
DERECHOS DE LOS PROFESORES

Artículo 25. Derechos del profesorado.


Los profesores, en el ejercicio de sus funciones, tienen los siguientes derechos:
1. A participar en los órganos del centro: consejo escolar, claustro de profesores y otros
órganos de coordinación docente.
2. A desempeñar con libertad su función docente de conformidad con los principios
establecidos en la Ley 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
3. A participar en la elaboración del Proyecto curricular de etapa, de la Programación
general anual y las programaciones didácticas.
4. A participar en la vida del centro y en la gestión de la convivencia escolar.

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5. A reunirse en el centro de acuerdo con la legislación vigente y teniendo en cuenta el
normal desarrollo de las actividades docentes.
6. Al respeto, reconocimiento, colaboración y apoyo de todos los miembros de la
comunidad educativa en el ejercicio de sus funciones.
7. A utilizar, de acuerdo con sus funciones, los medios materiales y las instalaciones del
centro.
8. A los demás derechos contemplados en la legislación vigente.

Sección 2ª
DEBERES DE LOS PROFESORES

Artículo 26. Deberes del profesorado.


Los profesores, en el ejercicio de sus funciones, tienen los siguientes deberes:
1. Ejercer sus funciones de acuerdo a la legislación vigente, al Proyecto Educativo de
centro, a los Proyectos curriculares de etapa y a lo previsto en el Reglamento de
régimen interior del centro.
2. Respetar la libertad de conciencia, las convicciones religiosas y morales, la dignidad,
integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
3. Favorecer un clima de convivencia y respeto en la comunidad educativa.
4. Informar a la comunidad educativa de las normas de convivencia y de las medidas
correctoras aplicadas a los alumnos por conductas contrarias a la convivencia del centro.
5. Velar por el cumplimiento de las normas de convivencia y contribuir a la mejora de la
convivencia escolar.
6. Cualquier otro deber contemplado en la legislación vigente.

Artículo 27. Reconocimiento y colaboración con otros miembros de la comunidad educativa.


Los profesores realizarán su trabajo bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo,
prestarán reconocimiento, cooperación y apoyo al equipo directivo, personal de administración y
servicios y demás miembros de la comunidad educativa.

CAPÍTULO III
DERECHOS Y DEBERES DE LOS PADRES O TUTORES LEGALES

Sección 1ª
DERECHOS DE LOS PADRES O TUTORES LEGALES

Artículo 28. Derechos de los padres o tutores legales.


Los padres o tutores legales, en relación con la educación de sus hijos o tutelados, tienen los
siguientes derechos:
1. A que sus hijos o tutelados reciban una educación con las máximas garantías de
calidad, en consonancia con los fines establecidos en la Constitución, en el Estatuto de
Autonomía de Aragón, en las leyes educativas, en el Proyecto Educativo de centro y en
los Proyectos curriculares de etapa.
2. A escoger centro docente, tanto público como distinto de los creados por los poderes
públicos.
3. A que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus
propias convicciones.
4. A estar informados sobre el progreso de aprendizaje e integración socioeducativa de sus
hijos.

11
5. Al respeto, reconocimiento, colaboración y apoyo de todos los miembros de la
comunidad educativa.
6. A participar en la organización, funcionamiento, gobierno y evaluación del centro
educativo, en los términos establecidos en las disposiciones vigentes.
7. A ser oídos en aquellas decisiones que afecten a la orientación académica y profesional
de sus hijos.
8. A ser informados sobre todas aquellas decisiones relacionadas con la convivencia
escolar que afecten a sus hijos.
9. A participar en la elaboración del Plan de convivencia y de las normas de convivencia
del centro e implicarse en su seguimiento.

Sección 2ª
DEBERES DE LOS PADRES O TUTORES LEGALES

Artículo 29. Deberes de los padres o tutores legales:


Los padres o tutores legales, como primeros responsables de la educación de sus hijos o
tutelados, tienen los siguientes deberes:
1. Conocer, participar y apoyar la evolución de su proceso educativo, en colaboración con
los profesores y el centro.
2. Contribuir a la mejora de la convivencia escolar, respetando las normas establecidas por
el centro y haciendo que sus hijos o tutelados las cumplan.
3. Colaborar en todos aquellos aspectos relacionados con la convivencia escolar y en la
aplicación y cumplimiento de las medidas educativas de corrección de conductas que
afecten a sus hijos o tutelados.
4. Adoptar las medidas necesarias, o solicitar la ayuda correspondiente en caso de
dificultad, para que sus hijos o tutelados cursen los niveles obligatorios de la educación y
asistan regularmente a clase.
5. Proporcionarles, en la medida de sus posibilidades, los recursos y las condiciones
necesarias para el progreso escolar.
6. Estimularlos para que lleven a cabo las actividades de estudio que se les encomienden.
7. Participar de manera activa en las actividades que se establezcan en virtud de los
compromisos educativos que los centros establezcan con las familias, para mejorar el
proceso educativo y el rendimiento de sus hijos o tutelados.
8. Fomentar el respeto por todos los miembros de la comunidad educativa.
9. Respetar la libertad de conciencia, las convicciones religiosas y morales, la dignidad,
integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.

Artículo 30. Reconocimiento y colaboración con otros miembros de la comunidad educativa


Los padres de alumnos prestarán reconocimiento, colaboración y apoyo al profesorado, equipo
directivo, personal de administración y servicios y demás miembros de la comunidad educativa.

CAPÍTULO IV
DERECHOS Y DEBERES DEL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS Y DEL
PERSONAL DE ATENCIÓN COMPLEMENTARIA.

Artículo 31. Funciones.

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1. El personal de administración y servicios y el personal de atención complementaria
realizará sus funciones en el centro, de acuerdo con la normativa vigente.
2. El personal de administración y servicios y el personal de atención complementaria
recibirá del director y del secretario, en su caso, las instrucciones necesarias para el
cumplimiento de sus funciones.

Sección 1ª
DERECHOS DEL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS Y DEL PERSONAL DE
ATENCIÓN COMPLEMENTARIA.

Artículo 32. Derechos del personal de administración y servicios y de atención complementaria.


El personal de administración y servicios y el personal de atención complementaria tiene los
siguientes derechos:
1. A participar en la organización, funcionamiento, gobierno y evaluación del centro
educativo, en los términos establecidos en las disposiciones vigentes.
2. A ejercer su función de acuerdo con los requerimientos del puesto que desempeña.
3. Al respeto, reconocimiento, colaboración y apoyo de todos los miembros de la
comunidad educativa, en el cumplimiento de sus funciones.
4. A utilizar, según sus funciones, los medios materiales y las instalaciones del centro.
5. A los demás derechos contemplados en la legislación vigente.

Sección 2ª
DEBERES DEL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS Y DEL PERSONAL DE
ATENCIÓN COMPLEMENTARIA.

Artículo 33. Deberes del personal de administración y servicios y del personal de atención
complementaria.
El personal de administración y servicios y el personal de atención complementaria tienen los
siguientes deberes:
1. Ejercer sus funciones de acuerdo a la legislación vigente y a lo previsto en el
Reglamento de régimen interior del centro.
2. Atender y seguir las instrucciones del director o, en su caso, del secretario del centro en
el ejercicio de sus funciones.
3. Contribuir a la consecución de los objetivos educativos del centro y, especialmente, de
los relativos a la convivencia.
4. Respetar la libertad de conciencia, las convicciones religiosas y morales, la dignidad,
integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
5. Cualquier otro deber contemplando en la legislación vigente.

Artículo 34. Reconocimiento y colaboración con otros miembros de la comunidad educativa.


El personal de administración y servicios y de atención educativa complementaria prestará
reconocimiento, colaboración y apoyo al alumnado, profesorado, equipo directivo, padres de
alumnos y demás miembros de la comunidad educativa.

Artículo 35. Garantía de respeto en el ejercicio de derechos y deberes de los miembros de la


comunidad educativa.
La Administración educativa, los órganos de gobierno y las comunidades educativas de los
centros docentes garantizarán el respeto y correcto ejercicio de los derechos y deberes
establecidos en este Título.

13
TÍTULO III
CONVIVENCIA ESCOLAR Y COMUNIDAD EDUCATIVA

Artículo 36. Principios generales de la convivencia escolar.


1. La convivencia escolar deberá tener como referentes generales los principios
establecidos por la Constitución Española y las Leyes Orgánicas que desarrollan el
derecho a la educación, el Estatuto de Autonomía de Aragón y la legislación que de él
dimana, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados y acuerdos
internacionales en materia educativa ratificados por España.
2. Además, la convivencia en los centros docentes deberá basarse en los siguientes
principios:
a) El respeto a sí mismo y a los demás.
b) El ejercicio responsable de los derechos y el cumplimiento de los deberes
establecidos por este decreto por parte de todos y cada uno los componentes de
la comunidad educativa.
c) La valoración y el respeto a las normas de funcionamiento colectivo y a los
principios democráticos y a comportarse de acuerdo con ellos.
d) La promoción de la cultura democrática en los centros docentes.
e) La igualdad de los derechos de todas las personas y colectivos, en particular
entre hombres y mujeres, la valoración de las diferencias y el rechazo de los
prejuicios.
f) La adecuada convivencia escolar como requisito indispensable para alcanzar el
éxito escolar. Los procesos de enseñanza y aprendizaje deben desarrollarse en
un clima de respeto mutuo.
g) La mediación escolar y la conciliación como principales instrumentos para la
prevención y detección de los conflictos en los centros docentes y para su
resolución pacífica mediante procesos participativos en los que, usando la
negociación, se busque el consenso desde planteamientos educativos.
h) La importancia y valor de las actuaciones y medidas de carácter preventivo
como medio de educación para la convivencia, y su importante contribución al
desarrollo de la educación en valores.
i) La comunicación, el encuentro y el diálogo entre los miembros de cada
comunidad educativa como fórmula primordial para conseguir un buen clima de
entendimiento y de confianza mutua y para lograr su implicación en los procesos
educativos y en la mejora continua de la convivencia escolar.

CAPÍTULO I
DOCUMENTOS SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR EN LOS CENTROS EDUCATIVOS
Sección 1ª
EL PLAN DE CONVIVENCIA DEL CENTRO

Artículo 37. El Plan de convivencia del centro


1. El Plan de convivencia formará parte del Proyecto educativo del centro.
2. Los centros docentes públicos y privados concertados, teniendo en cuenta sus
características y las de su alumnado y entorno, explicitarán las acciones que van a llevar
a cabo para la prevención de conflictos y para la mejora de la convivencia escolar.

Artículo 38. Objetivos y contenidos.

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1. El objetivo principal del Plan de convivencia es implicar a la comunidad educativa de
cada centro docente en procesos de diagnóstico y evaluación de la situación de la
convivencia escolar y en la elaboración y puesta en práctica de planes de acción
institucionales para prevenir los conflictos y mejorar el clima de convivencia.
2. Los centros deben recoger en este documento los rasgos más sobresalientes de la
situación de convivencia del centro, los objetivos de mejora que se considere necesario
conseguir y las actuaciones que se van a desarrollar para alcanzar cada uno de ellos.
3. Los contenidos del Plan de convivencia afectan de forma transversal a todos los
documentos institucionales del centro –Proyectos curriculares, Programaciones
didácticas y Reglamento de régimen interior, Plan de acción tutorial y Plan de atención a
la diversidad- que configuran su propuesta educativa.
4. Los centros docentes incluirán en su Plan de convivencia actividades de formación
dirigidas a todos los miembros de la comunidad educativa. Dichas actividades tendrán
como objetivo la mejora de la convivencia escolar y la resolución pacífica de los
conflictos.

Artículo 39. Elaboración y aprobación.


Los centros docentes públicos y privados concertados elaborarán y aprobarán el Plan de
convivencia de acuerdo con lo establecido por el Departamento competente en materia de
educación no universitaria.

Artículo 40. Difusión y evaluación.


1. Los órganos de gobierno de los centros educativos llevarán a cabo las actuaciones
necesarias para que el Plan de Convivencia sea conocido, aplicado y valorado por todos
los sectores de su comunidad educativa.
2. El Consejo Escolar en pleno, a propuesta de su Comisión de convivencia, evaluará al
final de cada curso escolar el desarrollo del Plan de convivencia del centro y los
resultados obtenidos. Las conclusiones de esa evaluación y las propuestas de mejora
que se consideren necesarias se recogerán en un informe que formará parte de la
Memoria Anual del centro.
3. La Inspección educativa, tras analizar y valorar este documento, si lo considera
pertinente, comunicará al centro o a la Dirección del Servicio Provincial correspondiente
las medidas de mejora que deben ponerse en marcha en el siguiente curso escolar.

Sección 2ª
REGLAMENTO DE REGIMEN INTERIOR Y NORMAS DE CONVIVENCIA

Artículo 41. Reglamento de régimen interior y normas de convivencia


1. Los centros docentes establecerán en su Reglamento de régimen interior sus normas de
convivencia mediante las cuales podrán concretar los derechos y deberes de los
miembros de la comunidad educativa y las medidas correctoras de las conductas de los
alumnos contrarias a dichas normas, de acuerdo con lo que se establece en este
decreto.
2. Las normas de convivencia elaboradas por los centros docentes tendrán como objetivo
fundamental desarrollar unas relaciones positivas entre los diferentes miembros de su
comunidad educativa y lograr un clima escolar adecuado que facilite el logro de los
objetivos educativos y el éxito escolar y contribuya a educar a los alumnos en el respeto
de los derechos humanos y en el ejercicio de la ciudadanía democrática.

15
3. El Reglamento de régimen interior deberá establecer los procedimientos de
comunicación a las familias de las faltas de asistencia a clase de los alumnos, y las
correspondientes autorizaciones o justificaciones para los casos de inasistencia cuando
éstos sean menores de edad no emancipados.
4. El proceso de enseñanza y aprendizaje debe desarrollarse en un clima de diálogo,
respeto, aceptación y cumplimiento de las normas de convivencia. En este sentido, los
centros podrán establecer en su Reglamento de régimen interior limitaciones para que
los alumnos utilicen teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos en el recinto
escolar, siempre que no sean necesarios para el desarrollo de las actividades
educativas, y las medidas correctoras que se aplicarían en caso de incumplimiento.

Artículo 42. Elaboración de las normas.


1. Las normas de convivencia del centro, así como sus posibles modificaciones, serán
elaboradas por el equipo directivo, con las aportaciones de la comunidad educativa,
informadas por el Claustro y aprobadas por el Consejo escolar de acuerdo con lo
establecido por el Departamento competente en materia de educación no universitaria.
2. Las normas de convivencia específicas de cada aula podrán ser elaboradas, revisadas y
aprobadas anualmente por el profesorado y el alumnado del aula correspondiente,
coordinados por el tutor de cada grupo.
El Consejo escolar, a través de la Comisión de convivencia, velará por que dichas
normas sean coherentes con las establecidas con carácter general para todo el centro.

Artículo 43. Aplicación, difusión y seguimiento del Reglamento de régimen interior y de las
normas de convivencia
1. Una vez aprobadas, las normas de convivencia del centro serán de obligado
cumplimiento para toda la comunidad educativa.
2. Los órganos directivos y el Consejo escolar, a través de su Comisión de convivencia,
velarán por el cumplimiento de las normas establecidas.
3. La dirección del centro llevará a cabo las actuaciones necesarias para difundir su
Reglamento de régimen interior y las normas de convivencia en la comunidad educativa.

CAPÍTULO II
LA COMISIÓN DE CONVIVENCIA

Artículo 44 La Comisión de convivencia.


A los efectos de garantizar una aplicación correcta de lo dispuesto en este decreto:
1. El Consejo escolar de cada centro docente velará por el correcto ejercicio de los
derechos y deberes de los alumnos. Para facilitar dicho cometido se constituirá en su
seno una Comisión de convivencia, compuesta por representantes del alumnado, del
profesorado, de las familias y del personal de administración y servicios en la misma
proporción en la que se encuentran representados en el Consejo, y será presidida por la
Dirección. La Comisión de convivencia estará asesorada por los profesionales de la
orientación educativa que intervienen en el centro.
2. Los órganos de gobierno del centro, así como la Comisión de convivencia, adoptarán las
medidas preventivas necesarias para garantizar el ejercicio de los derechos y el
cumplimiento de los deberes de todos los miembros de la comunidad educativa, así
como para impedir la comisión de hechos contrarios a las normas de convivencia del
centro por parte del alumnado. Con este fin se potenciará la comunicación constante y
directa con los padres o representantes legales de los alumnos.

16
3. El director podrá requerir la intervención de la Comisión de convivencia para que
participe en la prevención y en la resolución de conflictos.

Artículo 45. Funciones de la Comisión de convivencia.


La Comisión de convivencia, de acuerdo con lo establecido por el Departamento competente en
materia de educación no universitaria, tendrá como responsabilidad la de asesorar a la dirección
del centro y al conjunto del Consejo escolar en el cumplimiento de lo establecido en este decreto,
canalizar las iniciativas de todos los sectores de la comunidad educativa para prevenir y resolver
los conflictos, mejorar la convivencia y fomentar el respeto mutuo y la tolerancia en el centro
docente.

CAPÍTULO III
EL FORO DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR

Artículo 46. Foro de la convivencia escolar.


1. Se constituye el Foro de la convivencia escolar en el seno del Consejo Escolar
de Aragón.
2. El Foro de la convivencia escolar estará formado por, al menos, un miembro de
cada uno de los sectores de la comunidad educativa representados en el antedicho
Consejo, y estará presidido por el presidente del Consejo o persona en quien delegue.
3. Para el cumplimiento de sus funciones, el Foro recibirá apoyo y asesoramiento
del Departamento competente en materia de educación no universitaria.

Artículo 47. Funciones.


Son funciones del Foro de la convivencia escolar las siguientes:
1. Actuar como órgano consultivo en el seno del Consejo Escolar de Aragón.
2. Recoger y analizar información sobre medidas y actuaciones puestas en marcha en
los diferentes centros educativos para la mejora de la convivencia escolar.
3. Colaborar con el Departamento competente en materia de educación no
universitaria en la difusión de buenas prácticas educativas favorecedoras de la
convivencia escolar.
4. Proceder como foro de encuentro con todos los representantes de la comunidad
educativa para formular recomendaciones y propuestas tendentes a mejorar la
convivencia en los centros educativos.
5. Elaborar informes periódicos para el Departamento competente en materia de
educación no universitaria sobre la evolución de la convivencia en los centros educativos
y las medidas adoptadas para su mejora.
6. Elevar propuestas al Departamento competente en materia de educación no
universitaria en el ámbito de la convivencia escolar.
7. Cualesquiera otras funciones relacionadas con la convivencia escolar que, a través
de la presidencia del Consejo, le encomiende el Departamento competente en materia
de educación no universitaria.

CAPÍTULO IV
BUENAS PRÁCTICAS SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR

Artículo 48. Actuaciones formativas de la comunidad educativa en materia de convivencia


escolar

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1. El Departamento competente en materia de educación no universitaria, a través de su
red de formación, favorecerá e impulsará actuaciones formativas de los distintos
miembros de la comunidad educativa en materia de convivencia escolar; especialmente,
aquellas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualdad entre hombres y
mujeres y la resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal,
familiar y social.
2. Los centros docentes, en el marco de sus planes de convivencia, establecerán las
actuaciones correspondientes de formación del profesorado, alumnado, familias y
personal no docente en relación con la convivencia escolar. En su caso, parte de estas
actuaciones formativas podrán realizarse de forma conjunta.
3. Los centros docentes podrán realizar acciones formativas para capacitar como
mediadores a alumnos, padres, personal docente o personal de administración y
servicios.

Artículo 49 Mediación escolar


1. La mediación escolar es un método de resolución de conflictos en el que se ayuda a las
partes implicadas a alcanzar por sí mismas un acuerdo satisfactorio mediante la
intervención imparcial de una tercera persona.
2. El proceso de mediación puede utilizarse como estrategia preventiva en la gestión de
conflictos entre miembros de la comunidad educativa, se deriven o no de conductas
contrarias o gravemente perjudiciales para la convivencia del centro.
3. Los centros docentes que, en el marco de su autonomía pedagógica, de organización y
de gestión, decidan utilizar la mediación como forma de resolución de conflictos deberán
establecer en sus normas de convivencia el desarrollo de los procesos que se van a
seguir.

Artículo 50. Voluntariado y entidades colaboradoras.


1. En los términos previstos en las disposiciones vigentes, los distintos miembros de la
comunidad educativa podrán participar, en calidad de voluntarios, en las actividades de
los centros docentes.
2. Asimismo, podrán participar en las actividades de los centros docentes, en calidad de
voluntarios, los miembros de las entidades sin ánimo de lucro debidamente constituidas
según lo establecido en la legislación vigente.
3. En todo caso, las actividades en las que participen voluntarios deberán ser aprobadas
por el Consejo Escolar del centro y, en su caso, por el Claustro de profesores, e
incluidas en la correspondiente Programación general anual.

Artículo 51. Difusión de las buenas prácticas.


En los términos establecidos por el Departamento competente en materia de educación no
universitaria, se impulsará el reconocimiento y la difusión de las buenas prácticas dirigidas a la
mejora de la convivencia escolar que los centros educativos lleven a cabo con la participación de
los miembros de su comunidad educativa. Este reconocimiento y difusión tendrá la finalidad de
servir como referente y modelo para el resto del sistema educativo.

TÍTULO IV
CORRECCIÓN DE CONDUCTAS DEL ALUMNADO CONTRARIAS A LA CONVIVENCIA
ESCOLAR

Artículo 52. Principios generales.

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1. La educación para la prevención de conflictos y para la resolución pacífica de los
mismos es uno de los principios rectores de nuestro sistema educativo. Por tanto, los
centros pondrán especial énfasis en la prevención de las conductas contrarias a las
normas de convivencia mediante el desarrollo de las actuaciones y medidas
contempladas en su Plan de convivencia y en su Plan de acción tutorial.
2. Las normas de convivencia del centro, recogidas en su Reglamento de régimen interior,
establecerán las correcciones que correspondan a las conductas de los alumnos que
incumplan las citadas normas, de acuerdo con lo establecido en este decreto.
3. Los órganos de gobierno y la Comisión de convivencia de los centros docentes
difundirán las normas de convivencia entre todos los miembros de su comunidad
educativa.
4. Los procesos de corrección de las conductas del alumnado contrarias a la convivencia
escolar forman parte de su proceso educativo, por lo que las correcciones que se
apliquen por el incumplimiento de las normas de convivencia deben:
a) Tener un carácter educativo y recuperador y garantizar el respeto a los derechos
de todos los alumnos.
b) Contribuir a que el alumno corregido asuma el cumplimiento de sus deberes y a
que mejoren sus relaciones con todos los miembros de la comunidad escolar y
su integración en el centro educativo.
c) Ser proporcionales a la gravedad de la conducta corregida.
5. El diálogo, la mediación y la conciliación serán los instrumentos habituales y preferentes
para la resolución de los conflictos en el ámbito escolar.
6. En los casos en que fuera necesario, se realizará la oportuna asistencia y orientación
psicopedagógica a víctimas y agresores.
7. Los incumplimientos de las normas de convivencia serán valorados, antes de la
imposición de la corrección, teniendo presentes la edad y las circunstancias personales,
familiares o sociales del alumno corregido.
8. Ningún alumno podrá ser privado del ejercicio de su derecho a la educación, ni, en el
caso de la educación obligatoria, de su derecho a la escolaridad.
9. No podrán imponerse correcciones contrarias a la integridad física y a la dignidad
personal del alumno.
10. En el caso de alumnos menores de edad no emancipados, sus padres o representantes
legales deberán tener puntual información sobre las correcciones de conductas que les
afecten en los términos previstos en el presente decreto y en el Reglamento de régimen
interior del centro educativo en el que estén escolarizados.

Artículo 53. Circunstancias que reducen o acentúan la responsabilidad.


1. A efectos de la valoración de la gravedad de una conducta contraria a la convivencia, se
considerarán circunstancias que reducen la responsabilidad:
a) El reconocimiento espontáneo de la incorrección de la conducta.
b) La falta de intencionalidad.
c) La petición de disculpas por su conducta.
d) La reparación voluntaria de los daños causados.
2. A efectos de la valoración de la gravedad de una conducta contraria a la convivencia, se
considerarán circunstancias que acentúan la responsabilidad:
a) La premeditación.
b) La reiteración de conductas contrarias a la convivencia.

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c) Las injurias, ofensas y daños causados a los compañeros y al profesorado,
incluyendo las realizadas por medios virtuales, en particular a alumnos menores
de edad o recién incorporados al centro
d) La publicidad de las conductas contrarias a la convivencia, incluyendo las
realizadas a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
e) Cualquier acto que suponga menosprecio o discriminación por razón de raza,
sexo u orientación sexual, capacidad económica, nivel social, convicciones
políticas, morales o religiosas, así como por discapacidades físicas, sensoriales
y psíquicas, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
f) La incitación o estímulo a una actuación colectiva que pueda resultar lesiva para
los derechos de los miembros de la comunidad educativa.
g) La concurrencia de colectividad.

Artículo 54. Reparación de daños causados


De acuerdo con las disposiciones vigentes:
1. Los alumnos que individual o colectivamente, de forma intencionada o por negligencia,
causen daños al material o a las instalaciones del centro o a las pertenencias de otros
miembros de la comunidad educativa quedan obligados a reparar el daño causado o a
hacerse cargo del coste económico de su reparación
2. Los alumnos que sustraigan bienes del centro o de otro miembro de la comunidad
educativa deberán restituir lo sustraído. En todo caso, los padres o representantes
legales de los alumnos serán responsables civiles en los términos previstos en las leyes.

Artículo 55. Ámbito de corrección.


1. Deben corregirse las conductas de los alumnos contrarias a la convivencia escolar que
se produzcan dentro del recinto escolar o durante la realización de las actividades
complementarias y extraescolares.
2. Asimismo, podrán corregirse las conductas de alumnos producidas fuera del centro que
estén motivadas o directamente relacionadas con la vida escolar y afecten a otros
miembros de la comunidad educativa.

Artículo 56. Determinación de conductas contrarias a la convivencia escolar.


En la determinación de las conductas deberá distinguirse entre conductas contrarias a las
normas de convivencia y conductas gravemente perjudiciales para la convivencia

CAPÍTULO I
CONDUCTAS CONTRARIAS A LAS NORMAS DE CONVIVENCIA Y SU CORRECCIÓN

Artículo 57. Conductas contrarias a las normas de convivencia.


Son conductas contrarias a las normas de convivencia las que se enumeran a continuación y
aquellas otras que supongan incumplimiento de las normas establecidas por los centros en sus
Reglamentos de régimen interior:
1. Cualquier acto que perturbe el normal desarrollo de la actividad del centro docente,
especialmente de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
2. La sistemática falta de realización por parte del alumnado de las actividades educativas
orientadas al desarrollo del currículo, así como el incumplimiento de las orientaciones del
profesorado.
3. Las conductas que dificulten o impidan a los demás alumnos el ejercicio de su derecho a
aprender o el cumplimiento del deber de estudiar.

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4. Las faltas injustificadas de puntualidad, de asistencia a clase o a la realización de
actividades complementarias.
5. Cualquier acto de incorrección o de desconsideración hacia el profesorado o hacia
cualquier otro miembro de la comunidad educativa, incluyendo los realizados por medios
virtuales.
6. Sustraer materiales o equipamiento del centro o pertenencias de los demás miembros
de la comunidad educativa de reducido valor económico.
7. Causar pequeños daños en el material o en las instalaciones del centro o en las
pertenencias de los demás miembros de la comunidad educativa.
8. La agresión física o moral leve a los miembros de la comunidad educativa o la
discriminación leve por cualquiera de las razones enumeradas en el artículo 2.6 de este
decreto

Artículo 58. Faltas de asistencia y puntualidad.


Se consideran faltas injustificadas de asistencia a clase o de puntualidad del alumnado las que
no sean excusadas de forma escrita por el alumnado o sus padres o representantes legales, en
las condiciones que se establezcan en el Reglamento de régimen interior de los centros. Cuando
se produzca una reiteración en las faltas de asistencia injustificadas de un alumno a las
actividades lectivas o complementarias, el centro pondrá en marcha las actuaciones de
prevención del absentismo escolar establecidas por el Departamento competente en materia de
educación no universitaria y las que se hayan establecido en la Programación general anual del
centro.

Artículo 59. Medidas correctoras.


Las conductas contrarias a las normas de convivencia del centro podrán ser corregidas por las
medidas correctoras que se enumeran a continuación y con aquellas otras previstas en el
Reglamento de régimen interior del centro, siempre que no se opongan a lo establecido por este
decreto:
1. Comparecencia inmediata ante la dirección o la jefatura de estudios.
2. Amonestación verbal o por escrito al alumno.
3. Realización de trabajos específicos en horario no lectivo.
4. Realización de tareas que contribuyan a la mejora y desarrollo de las actividades del
centro o, si procede, dirigidas a reparar el daño causado a las instalaciones o al material
del centro o a las pertenencias de otros miembros de la comunidad educativa.
5. Suspensión del derecho a participar en las actividades complementarias o
extraescolares del centro.
6. Cambio de grupo del alumno por un plazo máximo de cinco días lectivos.
7. Suspensión del derecho de asistencia a determinadas clases por un plazo máximo de
cinco días lectivos. Durante el tiempo que dure la suspensión, el alumno deberá realizar
los deberes o trabajos que se determinen para evitar la interrupción de su proceso
formativo.
8. Suspensión del derecho de asistencia al centro por un plazo máximo de cinco días
lectivos. Durante el tiempo que dure la suspensión, el alumno deberá realizar los
deberes o trabajos que se determinen para evitar la interrupción de su proceso
formativo.

Artículo 60. Responsables de la aplicación de las medidas correctoras.


1. Serán competentes para decidir las correcciones previstas en el artículo precedente:

21
a)Para las correcciones que se establecen en los párrafos a), b), c) y d) del
artículo 59 del presente decreto, por delegación del director, el profesor tutor del
alumno o alguno de los profesores, que informarán de lo resuelto al jefe de
estudios y, en su caso, al profesor tutor del alumno.
b)Para las correcciones previstas en los párrafos b), c), d), e) y f) del artículo 59
del presente decreto, el director o, por delegación de éste, el jefe de estudios.
c)Para las establecidas en los párrafos g) y h) del artículo 59 del presente decreto,
el director del centro, que resolverá la corrección que se va a imponer tras oír al
tutor y al alumno o, si éste es menor de edad no emancipado, a sus padres o
representantes legales, en una comparecencia de la que se levantará acta. El
director aplicará la corrección prevista en el párrafo h) siempre que la conducta del
alumno dificulte el normal desarrollo de las actividades educativas, y deberá
comunicarlo inmediatamente a la Comisión de convivencia del centro.
2. En el caso de alumnos menores de edad no emancipados, para favorecer la implicación
en el proceso educativo de sus hijos, los padres o representantes legales deberán tener
puntual información sobre las correcciones de conductas que les afecten en los términos
previstos en el presente decreto y en el Reglamento de régimen interior del centro,
especialmente en los casos en los que la corrección aplicada suponga las suspensión
del derecho de asistencia a clase o al centro.

Artículo 61. Solicitud de revisión y ejecución de medidas.


1. Los alumnos a los que se les aplique alguna de las medidas correctoras de una
conducta contraria a la convivencia o, en su caso, sus padres o representantes legales
podrán mostrar su desacuerdo con la aplicación de las mismas ante la dirección del
centro, que, tras analizar y valorar las alegaciones presentadas, ratificará o rectificará la
medida correctora.
2. Las correcciones que se impongan por la realización de conductas contrarias a la
convivencia serán inmediatamente ejecutivas.

Artículo 62. Prescripción de conductas y de correcciones.


Las conductas contrarias a las normas de convivencia del centro y las correcciones impuestas
como consecuencia de las mismas prescribirán en el plazo de veinte días lectivos, contados a
partir de la fecha de su realización o de su imposición.

CAPÍTULO II
CONDUCTAS GRAVEMENTE PERJUDICIALES PARA LA CONVIVENCIA DEL CENTRO Y SU
CORRECCIÓN

Artículo 63. Conductas gravemente perjudiciales para la convivencia.


Se consideran conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro las siguientes:
1. Los actos de indisciplina, injuria u ofensas graves contra miembros de la comunidad
educativa.
2. La reiteración de conductas contrarias a las normas de convivencia del centro a lo largo
de un mismo curso escolar.
3. Los actos injustificados que perturben gravemente el normal desarrollo de las
actividades del centro.
4. La agresión física o moral grave a miembros de la comunidad educativa o la
discriminación grave por cualquiera de las razones enumeradas en el artículo 2.6 de

22
este decreto. El acoso o la violencia contra personas, así como la incitación a realizar
esas actuaciones.
5. Las actuaciones perjudiciales para la salud de los miembros de la comunidad educativa.
6. La exhibición de símbolos o emblemas y la realización de actos que inciten a la violencia
o que atenten contra la dignidad de las personas y contra los derechos humanos.
7. La utilización inadecuada de las tecnologías de la información y la comunicación para
atentar contra la dignidad de cualquiera de los miembros de la comunidad educativa,
dentro o fuera del recinto escolar.
8. La suplantación de personalidad en actos de la vida docente y la falsificación o
sustracción de documentos académicos o docentes.
9. La sustracción de materiales o equipamiento del centro o de pertenencias de los demás
miembros de la comunidad educativa de gran valor educativo o económico.
10. Causar daños graves por uso indebido o intencionadamente en los locales, material o
documentos del centro o en los bienes de otros miembros de la comunidad educativa.
11. El incumplimiento de las medidas correctoras impuestas con anterioridad.

Artículo 64. Medidas correctoras de las conductas gravemente perjudiciales.


Las conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro enumeradas en el
artículo precedente podrán ser corregidas con las siguientes medidas correctoras:
1. Realización en horario no lectivo de tareas que contribuyan al mejor desarrollo de las
actividades del centro o que reparen el daño causado al material, equipamiento o
instalaciones del centro o a las pertenencias de otros miembros de la comunidad
educativa.
2. Suspensión del derecho a participar en las actividades extraescolares o
complementarias del centro.
3. Cambio de grupo del alumno.
4. Suspensión del derecho de asistencia a determinadas clases durante un período
superior a cinco días lectivos e inferior a diez días lectivos. Durante el tiempo que dure la
suspensión, el alumno deberá realizar los deberes o trabajos que se determinen para
evitar la interrupción en su proceso formativo.
5. Suspensión del derecho de asistencia al centro durante un período superior a cinco días
lectivos e inferior a veinte días lectivos. Durante el tiempo que dure la suspensión, el
alumno deberá realizar los deberes o trabajos que se determinen para evitar la
interrupción en su proceso formativo.
6. Como medida de corrección excepcional, el cambio de centro. La adopción de esta
medida correctora únicamente podrá hacerse si se dan las condiciones establecidas en
el artículo 76 de este decreto.

Artículo 65 Aplicación de las medidas correctoras.


1. El director del centro, a propuesta del instructor del procedimiento corrector, impondrá
las correcciones enumeradas en el artículo precedente con arreglo a los procedimientos
previstos en este decreto.
2. Un alumno podrá ser readmitido en las clases o en el centro antes de cumplir todo el
tiempo de suspensión si la dirección constata que se ha producido un cambio positivo en
su actitud y en su conducta.

Artículo 66. Procedimientos de corrección de las conductas gravemente perjudiciales para la


convivencia del centro.

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1. La corrección de conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro
podrá realizarse mediante dos procedimientos diferentes: conciliado o común.
2. Se utilizará uno u otro procedimiento dependiendo de las características concretas de la
conducta que se va a corregir, de las circunstancias en que se ha producido y de la
edad, las circunstancias personales, familiares o sociales del alumno y sus antecedentes
en relación con la convivencia escolar.
3. Corresponde al director del centro decidir el procedimiento que se va a seguir en cada
caso de corrección de estas conductas.
4. La dirección del centro informará al profesor tutor del alumno corregido, al Consejo
escolar y al Claustro de profesores del centro de las conductas gravemente perjudiciales
a la convivencia del centro que han sido corregidas.
5. Sólo quedará constancia en los centros de la corrección de las conductas gravemente
perjudiciales para la convivencia a efectos de la apreciación de reincidencia de
conductas.

Artículo 67. Determinación del procedimiento corrector


1. El director del centro, una vez que tenga conocimiento de los hechos
o conductas que vayan a ser corregidas, si lo considera necesario, podrá acordar la
apertura de información previa, a fin de conocer con más profundidad las circunstancias
concretas en que se produjo la conducta que se va a corregir y la oportunidad o no de
aplicar el procedimiento conciliado.
2. El director del centro educativo, asesorado por el personal
especialista en orientación educativa y por el profesor tutor del alumno al que se va a
corregir, analizará y valorará la conducta producida teniendo en cuenta la edad, las
circunstancias personales, familiares o sociales del alumno y sus antecedentes en
relación con la convivencia escolar.
3. Al iniciarse el procedimiento o en cualquier momento de su
instrucción, el director, a la vista de las repercusiones que la conducta del alumno haya
podido tener en la convivencia escolar, podrá adoptar las medidas correctoras
provisionales que estime convenientes. Las medidas provisionales podrán consistir en el
cambio temporal de grupo o en la suspensión del derecho de asistencia a determinadas
clases o actividades o al centro por un período que no será superior a cinco días
lectivos.
4. A la vista de las conclusiones obtenidas en la valoración, la dirección
determinará el procedimiento de corrección más adecuado para cada caso teniendo
presente que, siempre que concurran las circunstancias necesarias, se propiciará la
corrección de las conductas gravemente perjudiciales para la convivencia mediante el
procedimiento conciliado. Siempre que sea posible, debe intentarse la conciliación entre
el alumno y los otros miembros de la comunidad educativa cuyos derechos ha lesionado
y la reparación voluntaria de los daños materiales o morales producidos.

Artículo 68. Inicio del procedimiento corrector


1. En el plazo de dos días lectivos, contados desde que se tuvo conocimiento de la
conducta merecedora de corrección, la dirección del centro notificará la misma por
escrito al alumno o, en su caso, a sus padres o representantes legales, y, si se cumplen
los requisitos exigidos para ello, les dará la posibilidad de corregirla mediante el
procedimiento conciliado, informándoles de sus peculiaridades y de las obligaciones. En
otro caso, les notificará la conducta del alumno y la utilización del procedimiento común
para su corrección.

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2. En los casos en los que se haya ofrecido al alumno o a sus padres o representantes
legales la posibilidad de corrección de la conducta mediante el procedimiento conciliado,
éstos comunicarán por escrito a la dirección del centro la aceptación o no de este
procedimiento en el plazo de un día lectivo siguiente a la recepción de la notificación. De
no comunicarse nada a la dirección del centro en ese plazo, se aplicará el procedimiento
común.
3. Independientemente del procedimiento de corrección que se vaya a utilizar, la dirección
del centro educativo designará a un profesor para que actúe como instructor del
procedimiento corrector.
4. La dirección del centro educativo deberá encomendar la instrucción de los
procedimientos correctores a profesores que tengan un buen conocimiento del centro y
de su comunidad educativa y, a ser posible, tengan experiencia o formación en
convivencia escolar, mediación y en la resolución de conflictos en el ámbito escolar. En
todo caso, corresponde a los centros educativos concretar en su Reglamento de
régimen interior los criterios por los que se realizará dicha designación.
5. El director comunicará a la Inspección Provincial de Educación correspondiente el inicio
del procedimiento corrector y mantendrá informado al inspector de educación de
referencia del centro de su tramitación hasta su resolución.

Artículo 69. Procedimiento conciliado


1. El procedimiento conciliado pretende favorecer la implicación y el compromiso del
alumno corregido y de su familia, ofrecer la posibilidad de que la persona agraviada se
sienta valorada, ayudar a consensuar las medidas correctoras y facilitar la inmediatez de
la corrección educativa.
2. El procedimiento conciliado podrá aplicarse si se cumplen estos supuestos:
a) Que el alumno responsable de alguna de las conductas gravemente
perjudiciales para la convivencia reconozca la gravedad de su conducta, esté
dispuesto a reparar el daño material o moral causado y se comprometa a
cumplir las medidas correctoras que correspondan.
b) En el caso de que haya otros miembros de la comunidad educativa afectados
por su conducta, que éstos muestren su conformidad a acogerse a dicho
procedimiento.
3. El procedimiento conciliado no procede en los siguientes casos:
a) Cuando se aprecie que la conducta presenta una especial y notoria gravedad.
b) Cuando la persona agraviada o, en caso de alumnos menores de edad no
emancipados, sus padres o sus representantes legales no comuniquen su
disposición a acogerse al procedimiento conciliado.
c) Cuando el alumno autor de la conducta o, en su caso, sus padres o
representantes legales no comuniquen su disposición a acogerse al
procedimiento conciliado.
d) Cuando ya se haya hecho con anterioridad uso de este procedimiento de
corrección durante el mismo curso escolar, con el mismo alumno y para corregir
una conducta similar.
4. El procedimiento conciliado requiere de la instrucción de un procedimiento corrector, de
acuerdo con lo previsto en este decreto.

Artículo 70. Desarrollo del procedimiento conciliado


1. Cuando el alumno o, en su caso, sus padres o representantes
legales opten por corregir la conducta por el procedimiento conciliado, el director

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convocará al profesor designado instructor del procedimiento corrector y a los afectados
en el caso a una reunión en el plazo máximo de un día lectivo contado desde el término
del plazo para la comunicación de la opción elegida.
2. En la reunión, el instructor recordará a los afectados que están
participando en un procedimiento conciliado al que se han sometido voluntariamente y
que eso supone acatar el acuerdo que se derive del mismo. También advertirá al alumno
y, en su caso, a sus padres o a sus representantes legales que las declaraciones que se
realicen formarán parte del expediente corrector en el supuesto de no alcanzarse la
conciliación.
3. Posteriormente, el instructor expondrá y valorará la conducta
que es objeto de corrección haciendo hincapié en las consecuencias que ha tenido para
la convivencia escolar y para los demás miembros de la comunidad educativa, y
propondrá algunas posibles medidas correctoras para la misma. Posteriormente, el
instructor dará la palabra al alumno y a las personas convocadas para que manifiesten
sus opiniones sobre la conducta que se pretende corregir y realicen las consideraciones
oportunas sobre su corrección.
4. La petición de disculpas por parte del alumno será tenida en
cuenta como circunstancia que limita su responsabilidad a la hora de determinar la
medida correctora que se adopte.
5. Finalmente, los participantes en el procedimiento deberán
acordar, si es posible por consenso, la medida correctora que consideren más adecuada
para la conducta del alumno y, si procede, las medidas educativas reparadoras
pertinentes. Deberá quedar constancia escrita de la conformidad del alumno o, en su
caso, de sus padres o representantes legales con las medidas correctoras fijadas.
6. El incumplimiento por parte del alumno de las medidas
correctoras acordadas dará lugar a la corrección de su conducta mediante el
procedimiento común.
7. El procedimiento conciliado finalizará una vez obtenido el
acuerdo entre las partes. En el caso de que no se logre el acuerdo, se continuará la
corrección por el procedimiento común desarrollado en los artículos 68, 72 y 73 del
presente decreto.

Artículo 71. Intervención de un mediador en el procedimiento conciliado.


1. En el procedimiento conciliado podrá actuar un mediador
siempre que así se haya establecido en el Reglamento de régimen interior del centro.
2. El mediador no sustituye al instructor del procedimiento, sino
que colaborará con él para lograr el acercamiento entre los afectados y su consenso en
la medida correctora que se vaya a aplicar.
3. Las funciones que podrá desempeñar el mediador en este
procedimiento son las siguientes:
a) Contribuir al proceso de conciliación.
b) Ayudar a que cada uno de los afectados comprenda cuáles son los intereses,
necesidades y aspiraciones de las otras partes para llegar al entendimiento.
c) Realizar el seguimiento del alumno corregido para informar al Consejo escolar, a
través del instructor, de la eficacia de las medidas adoptadas.
d) Apoyar el adecuado cumplimiento de lo acordado en el procedimiento
conciliado.

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Artículo 72. Procedimiento común
1. El procedimiento común de corrección de conductas gravemente perjudiciales
para la convivencia del centro se utilizará cuando el alumno o, en su caso, sus padres o
representantes legales hayan optado por él o cuando no haya sido posible desarrollar el
procedimiento conciliado.
2. El procedimiento común requiere de la instrucción de un procedimiento
corrector, de acuerdo con lo previsto en este decreto.

Artículo 73. Desarrollo del procedimiento común.


1. El responsable de la tramitación de este procedimiento corrector será el profesor del
centro designado como instructor.
2. El instructor tendrá las siguientes funciones:
a) Practicar cuantas diligencias estime pertinentes para la comprobación de la
conducta del alumno y para determinar su gravedad y su grado de
responsabilidad.
b) Custodiar los documentos y efectos puestos a su disposición durante la
instrucción.
c) Proponer a la dirección del centro la adopción de las medidas provisionales que
considere pertinentes, las medidas correctoras que se vayan a aplicar y, si
proceden, las medidas educativas reparadoras pertinentes.
d) Proponer a la dirección del centro el archivo de las actuaciones, si con las
averiguaciones realizadas estima que no procede corregir la conducta.
3. Una vez iniciado el procedimiento corrector, el instructor dará audiencia al alumno y, si
es menor de edad no emancipado, a sus padres o representantes legales, y les
comunicará las conductas que se le imputan y las medidas correctoras que se proponen
para corregirlas, a fin de que en el plazo de dos días lectivos puedan presentarle por
escrito las alegaciones que estimen oportunas.
4. El instructor deberá precisar en el expediente el tipo de conducta del alumno, así como
la corrección que corresponde en función de los hechos probados, de las circunstancias
concurrentes y de su grado de responsabilidad.
5. El instructor dispondrá de cinco días lectivos para la instrucción del expediente corrector,
contados a partir de su designación.

Artículo 74. Resolución del procedimiento corrector, reclamaciones y ejecución de medidas.


1. A la vista de la propuesta del instructor, el director dictará la
resolución escrita del procedimiento corrector, que contemplará al menos los siguientes
contenidos:
a) Hechos probados.
b) En su caso, circunstancias que reducen o acentúan la responsabilidad.
c) Medidas correctoras que se va a aplicar.
d) Posibilidad de solicitar ante el Consejo escolar, en el plazo de dos días lectivos
desde la recepción de la resolución, la revisión de la medida correctora
impuesta.
2. El director notificará por escrito al alumno y, en su caso, a sus
padres o representantes legales la resolución adoptada, en el plazo de un día lectivo tras
la recepción de la propuesta del instructor, y la remitirá a la Dirección del Servicio
Provincial de Educación correspondiente y al Consejo escolar para que, si procede,

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realice la revisión de la decisión adoptada que establece el artículo 127.f de la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
3. Las correcciones que se impongan por este procedimiento serán
inmediatamente ejecutivas.
4. El alumno y, en su caso, sus padres o representantes legales
podrán solicitar la revisión de la resolución dictada por la dirección del centro docente
ante la Dirección del Servicio Provincial de Educación correspondiente, en el plazo de
cinco días contados desde la recepción de su notificación o, en su caso, desde la
recepción de la revisión realizada por el Consejo escolar. La solicitud deberá
presentarse en el centro docente, cuyo director dará traslado inmediato de la misma al
Servicio Provincial correspondiente.
5. La Dirección del Servicio Provincial realizará la revisión solicitada
en el plazo de cinco días contados desde la fecha de entrada de la solicitud en su
registro. La resolución adoptada pondrá fin a la vía administrativa.

Artículo 75. Atención educativa al alumnado corregido mediante suspensión del derecho de
asistencia

Cada centro educativo deberá concretar en su Reglamento de régimen interior la atención


educativa que el profesorado va a prestar a los alumnos a los que se corrija mediante
suspensión del derecho de asistencia a determinadas clases y del derecho de asistencia al
centro, tanto en el caso de conductas contrarias a las normas de convivencia como en el de
conductas gravemente perjudiciales para la convivencia del centro.

Artículo 76. Propuesta de cambio de centro.


1. La medida correctora de cambio de centro tiene un carácter
excepcional y sólo podrá proponerse después de que las anteriores conductas del
alumno gravemente perjudiciales para la convivencia del centro hayan sido corregidas
sin éxito mediante las demás medidas correctoras previstas en este Decreto.
2. La aplicación de esta medida correctora extraordinaria sólo
podrá proponerse como consecuencia de la instrucción de un procedimiento corrector de
conductas gravemente perjudiciales para la convivencia escolar que hubieran dado lugar
a problemas muy graves de convivencia o que hubieran generado conflictos muy
significativos en la comunidad educativa o de carácter público.
3. Esta medida correctora no podrá proponerse cuando en la
localidad donde se ubica el centro o en la localidad de residencia del alumno no exista
otro centro docente que imparta las enseñanzas que curse el alumno responsable de las
conductas.
4. Cuando el alumno responsable de alguna de las conductas
señaladas en el punto dos de este artículo sea mayor de edad o curse enseñanzas
postobligatorias, podrá proponerse su traslado a un centro de enseñanza a distancia, a
estudios nocturnos o enseñanza para personas adultas.
5. Cuando el instructor de un procedimiento corrector proponga al
director del centro la imposición a un alumno de la medida correctora de cambio de
centro, el director deberá comprobar que se cumplen los requisitos establecidos en los
apartados 1 y 2 de este artículo. Una vez comprobadas esas circunstancias, el director
comunicará la propuesta inmediatamente a la Dirección del Servicio Provincial de
Educación correspondiente, adjuntando el expediente de dicho procedimiento corrector.

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6. La Dirección del Servicio Provincial, tras analizar el caso y
teniendo en cuenta el informe de la Inspección educativa, autorizará o no la aplicación
de la medida correctora de cambio de centro. En caso de no ser autorizada la propuesta,
la dirección del centro deberá modificarla y aplicar otras medidas correctoras.

Artículo 77. Compromisos educativos para la convivencia.


1. En todos los casos de conductas contrarias a la convivencia, incluso cuando no haya
habido conciliación por no haber sido aceptadas las disculpas por la persona o personas
perjudicadas, se podrá suspender la aplicación de las medidas correctoras adoptadas si
el alumno corregido y, en su caso, también sus padres o representantes legales firman
un compromiso educativo para la convivencia.
2. En un compromiso educativo para la convivencia deberá figurar de forma clara y
detallada a qué se compromete el alumno y las actuaciones de formación en la
convivencia, así como de prevención y de modificación de conductas contrarias a la
misma, que los padres o representantes legales se comprometen a llevar a cabo,
personalmente o mediante la intervención de instituciones, centros docentes o personas
adecuadas. Igualmente deberán constar los mecanismos de comunicación y
coordinación con el centro docente.
3. La falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos por parte del alumno o de sus
padres o representantes legales determinará la aplicación inmediata de las medidas
correctoras suspendidas.
4. Cada centro educativo podrá concretar en su Reglamento de régimen interior el
procedimiento por el que se podrán acordar con el alumnado corregido y, en su caso,
con sus padres o representantes legales compromisos educativos para la convivencia
según lo previsto en el presente artículo.

Artículo 78. Prescripción de conductas y correcciones.


Las conductas gravemente perjudiciales para la convivencia en el centro prescribirán en el plazo
de sesenta días lectivos, contados a partir de la fecha de su comisión. Las correcciones
impuestas como consecuencia de dichas conductas prescribirán a la finalización del curso
escolar.

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera. Interpretación del lenguaje en este decreto.


Todas las referencias a personas para las que en este decreto se utiliza la forma del masculino
genérico deben entenderse aplicables indistintamente a mujeres y hombres.

Segunda. Centros docentes privados no concertados.


Los centros docentes privados no concertados, en el marco establecido por las Leyes Orgánicas
8/1985, de 3 de julio, Reguladora del derecho a la Educación, y 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación, gozarán de autonomía para establecer su régimen interno y sus normas de
convivencia, con respeto a los derechos que a los alumnos les reconoce la normativa vigente.

Tercera. Centros docentes privados concertados.


1. Este Decreto se aplicará en los centros docentes privados concertados en aquello que
les afecte con arreglo a la normativa vigente. Las competencias que se atribuyen en este

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decreto al director corresponderán al titular de dichos centros y las correspondientes al
jefe de estudios serán realizadas por las personas que se determinen en sus respectivos
reglamentos de régimen interior.
2. Los reglamentos de régimen interior de los centros privados concertados podrán prever
la existencia de una Comisión en el seno del Consejo Escolar con las mismas
competencias que se atribuyen en este Decreto a la Comisión de convivencia del
Consejo escolar de los centros públicos.

Cuarta. Centros de educación infantil, educación primaria y educación especial.


Lo dispuesto en este Decreto se aplicará en los centros de Educación infantil, Educación
primaria y Educación especial con las adaptaciones precisas a las características y edad de sus
alumnos y a la normativa específica de estos centros.

Quinta. Centros con residencia de alumnos.


Lo dispuesto en este decreto se aplicará a los alumnos que utilicen el servicio de residencia, con
las adaptaciones que se regulen en el Reglamento de régimen interior del centro.

Sexta. Adaptación a los centros docentes con alumnos mayores de edad


Lo dispuesto en este decreto se aplicará, con las adaptaciones que se regulen en el Reglamento
de régimen interior del centro, a las escuelas oficiales de Idiomas, centros de educación de
personas adultas, estudios nocturnos, a los centros docentes en que solamente se impartan
ciclos formativos de grado superior, estudios superiores de enseñanzas artísticas o niveles
superiores de enseñanzas deportivas y a todos los casos en que los alumnos sean mayores de
edad.

Séptima. Planes de convivencia y reglamentos de régimen Interior.


1. Todas las referencias que en el presente decreto se realizan al Reglamento de régimen
interior de los centros lo serán, en su caso, al documento institucional que establezca su
organización y funcionamiento y las normas de convivencia, de acuerdo con lo
establecido por el Departamento competente en educación no universitaria.
2. Los reglamentos de régimen interior y los planes de convivencia de los centros en vigor
deberán adaptarse al presente decreto y, en ningún caso, podrán aplicarse si se oponen
a lo dispuesto en el mismo.

Octava. Participación del alumnado


1. Los miembros de los órganos de representación del alumnado tendrán las atribuciones,
funciones y derechos que les asignen los correspondientes reglamentos orgánicos.
2. Los representantes del alumnado no podrán ser corregidos por el ejercicio de sus
funciones como portavoces de los alumnos, en los términos de la normativa vigente.
3. La dirección del centro facilitará al órgano de representación del alumnado un espacio
adecuado para que pueda celebrar sus reuniones y los medios materiales necesarios
para su correcto funcionamiento.
4. Los alumnos serán informados por sus representantes en los órganos de participación
del centro y, en su caso, por los representantes de las asociaciones de alumnos tanto
sobre las cuestiones propias de su centro como sobre las que afecten a otros centros
docentes y al sistema educativo en general.

Novena. Protección de datos.

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En cuanto a los datos personales y familiares de los alumnos, se estará a lo dispuesto en la
disposición adicional vigésimo tercera de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y
demás legislación vigente de protección de datos de carácter personal.

Décima. Cooperación con otros departamentos.


El Departamento competente en materia de educación no universitaria facilitará la cooperación
entre los distintos departamentos del Gobierno de Aragón, las entidades locales y las
instituciones públicas y privadas para la mejora de la convivencia en los centros educativos.

Undécima. Adecuación al derecho civil aragonés.


En los casos en que se haga referencia a los “menores de edad, mayores de catorce años”, o
“menores de edad no emancipados” habrá que tener en cuenta la Ley 13/2006, de 27 de
diciembre, de Derecho de la Persona.

Duodécima. Supervisión y asesoramiento


1. El Departamento competente en materia de educación no universitaria proporcionará
orientación, documentación y modelos para la aplicación de este decreto en los centros
docentes.
2. Los Servicios provinciales del Departamento competente en materia educativa
establecerán los procesos de asesoramiento necesarios para aplicar en los centros
educativos lo establecido en el presente decreto.
3. La Inspección de educación realizará los procesos de supervisión necesarios para el
debido cumplimiento de lo establecido en este decreto.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera. Retroactividad de las disposiciones.
1. Las conductas contrarias a las normas de convivencia que se produzcan hasta la
entrada en vigor del presente decreto serán objeto de correcciones previstas en la
normativa que les resultaba de aplicación. No obstante, si los preceptos del presente
decreto que resulten de aplicación a aquellas conductas fueran más adecuados para la
educación del alumnado, se aplicarán éstos, debiendo tenerse en cuenta, a tales
efectos, la totalidad de las normas de una u otra disposición.
2. Los procedimientos iniciados con anterioridad a la entrada en vigor del presente decreto
continuarán su tramitación de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 732/1995, de
5 de mayo, por el que se establecen los derechos y deberes de los alumnos y las
normas de convivencia en los centros.

Segunda. Vigencia normativa


En las materias cuya regulación remite el presente decreto a ulteriores disposiciones, y en tanto
éstas no sean dictadas, serán de aplicación, en lo que no se opongan al mismo, las normas del
mismo rango hasta ahora vigentes.

DISPOSICIONES FINALES

Primera. Habilitación normativa


Se faculta a la Consejera de Educación, Cultura y Deporte para dictar cuantas disposiciones
sean precisas para el desarrollo de este decreto.

Segunda. Difusión del Decreto

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El Departamento competente en materia de educación no universitaria arbitrará las acciones
necesarias para la difusión de este decreto.

Tercera. Entrada en vigor


El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial de
Aragón.

Zaragoza, x de x de 2010.

El Presidente del Gobierno de Aragón, MARCELINO IGLESIAS RICOU

La Consejera de Educación, Cultura y Deporte,

MARÍA VICTORIA BROTO COSCULLUELA

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