El Centro Mercantil, paraíso comercial
de México
Francisco J. Casado Pérez
Intentar observar a través de un territorio
nuboso, entre azul y buenas noches, es
igual que hablar del México a finales del
siglo XIX. Un proyecto de nación que
retomaba su caminar, donde la sociedad
se transformó de manera que se logró
establecer una cierta equidad, por así
decir, entre las clases sociales trazadas
con matices porfiristas, los cuales fueron
clave para la búsqueda de un nuevo
tiempo para el país. Alcanzar el objetivo
primordial de codearse con la opulencia
de las naciones del viejo mundo sería
cuestión de tiempo e inversión en materia
económica y de recursos humanos,
proceso que no sería tan perfecto como
pudiera haberse deseado.
Ilustración 1 "The Dinner at the Ball" de Adolph
Menzel. Óleo sobre bastidor, 71 x 90 cm. Alemania.
Antes de comenzar a hablar sobre el tema
que atañe el documento debemos dar
vuelta hacia 1870. La situación de la
guerra franco-prusiana desencadenó un
compendio de inseguridades y miedo
entre la población de ambas naciones. En
el caso de la gala, que fue la más
afectada, propició limar asperezas con
México; una relación de hace varios
siglos atrás, que de vez en cuando tuvo
sus trágicas diferencias. La solución era
recibir a los inmigrantes que iban a la
caza de una mejor calidad de vida, un
“sueño mexicano” siguiendo el ejemplo
de sus compatriotas ya establecidos en
América. En poco menos de 30 años, los
franceses, […] habían instalado más de
veinticuatro negocios exitosos en el
centro de la Ciudad de México (Laurent
M., L.; Loza L., J.; Laurent M.,
E.2011:76). Entre las oleadas galas
donde, […] el consulado registra 324
barcelonnettes entre 1881 y 1900
(Meyer.1980:16), haciendo un paréntesis,
Barcelonette es una provincia de Francia
cerca de los Alpes franceses. Se infiere
que en estos grupos se encontraba el
señor Sebastien Robert, quien, junto a
otros inversionistas, fundaría el Centro
Mercantil, aclamado como “la tienda
 Ilustración 2 Propaganda del Centro Mercantil, finales del siglo XIX.
departamental más importante
América”.
La obra fue un gran cambio de la actual
esquina de 5 de Febrero y 16 de
septiembre, dejando atrás el Portal de
Mercaderes pero sin dejar de servir para
el comercio. Parecía ser que el edificio
sería una versión americana del Le Bon
Marché, o la materialización literaria del
Au Bonheur des Dames, el Paraiso de las
Damas, tal vez.
Era como si los almacenes, repletos hasta
reventar, desembalsen el exceso de
mercancías en un gigantesco baratillo de
feria (Zola.1883:2).
de De cualquier manera que fuese la idea
que llevó a los franceses a dar el sí a don
Porfirio, se denota la seriedad con la que
desarrollaron el inmueble. Uno de los
puntos a considerar son, como muchas
obras de época, los materiales. Al ser de
manufactura de importación su
repercusión fue positiva en el entorno
urbano; según Katzman, (1993:313) […]
parece que fue el primer edificio en que
se empleó el procedimiento llamado “de
Chicago” que consistía en un
emparrillado de viguetas de fierro
ahogado en concreto (1896-1897). No se
sabe si el concreto recibía esfuerzos de
compresión o solamente para proteger el
fierro. Tal vez para su tiempo el
procedimiento de recubrimiento
estructural con concreto parecería un
tanto exagerado, no obstante, fue un
 las tardes a tomar el té…
(Ruvalcaba, P., Ortega, S.).

El éxito del Centro

Mercantil se compone de
diversos factores
combinados en su presencia
espacial.

1. Romper con la
tradición. Pasar de una
imagen ecléctica y
Ilustración 3 Centro Mercantil, 1900. Archivo fotográfico de Guillermo Kahlo.
repetitiva a la expresión
verdadero acierto; la realidad sísmica de natural y libre del Art Nouveau
la urbe prueba que su precaución ha
tanto en la arquitectura como en la
rendido sus frutos al aún mantenerse en
pie. Por ello a quienes se le debe decoración.
agradecer este resultado son a los 2. La creación de una atmósfera de
encargados de orquestar la hazaña: el belleza y lujo.
Ingeniero militar Daniel Garza, en
colaboración con el también Ingeniero 3. La distribución de los
militar Gonzalo Garita. Hombres que departamentos en relación a un
forman parte de la tendencia porfirista de “circuito comercial” dividido
encomendar la construcción y, en
tanto horizontal como
ocasiones, el diseño arquitectónico a los
ingenieros. Curiosamente se ve limitada, verticalmente.
un tanto, la labor de los arquitectos, pero
irónicamente no para el desarrollo de la Al ver su exterior se puede dar la idea
arquitectura de la época. de que el edificio es uno más del
Una vez edificado, casi de inmediato se centro histórico de la Ciudad de
convirtió en el sitio a visitar para adquirir México, he ahí el ingenio para la
todo tipo de bienes muebles referentes a integración de un nuevo y singular
la época, el sitio de “moda” donde […] edificio en esta zona del centro
También cuenta la literatura que doña histórico de la ciudad.
Carmelita (esposa de Díaz) venía todas
Si consideramos que había la posibilidad
de que el público rechazase el proyecto, si
este se explayaba más en el estilo
modernista de la época porque la nación
mexicana aún permanecía aferrada a esa
imagen conservadora del neoclásico. Por
ello, supongo, se determinó que el
proyecto se mimetizara al retomar varios
elementos clásicos y disponerlos de
manera ecléctica, otro de los matices
porfiristas, para integrarse de manera
armónica; si en su momento fuese viso
por Lauguier (1713-1769), éste lo habría
condenado a ser una copia más u otro
caso de la falta de imaginación del artista.
Sin embargo, su idea de que
arquitectura debe transmitir y provocar
emociones fue muy considerada. Al
contrastar el exterior gris, duro
ortogonal con lo sensual y cálido del
interior hablamos de un proyecto fuera de
lo común, lo bastante innovador como
para rayar en lo exótico.
Ilustración 4 Grandes Almacenes El Centro Mercantil.
AGN.
Uno de los elementos más relevantes y
predilectos del edificio es el lujoso vitral,
al estilo Tiffany, obra de Jaques Gruber;
discípulo de la escuela de Nancy, Francia.
El simple hecho de ver esa gran cantidad
de vidrio a tal altura deja boquiabierto a
cualquiera, creo, desde el día que fue
colocado. Es vital darle importancia no
solo al decorado con todos sus motivos,
sino también a la solución estructural, la
cual cumple una doble función: mantener
estable al vitral y complementarlo como
una extensión del mismo; líneas, tonos y
volumen, elementos puntuales de
cualquier obra de arte.
la
Como refuerzo de esta idea de lo tentador,
son las delicadas curvas que miran hacia
el patio interior compuestos por losas y
y
barandales; escaleras y elevadores, todo
de un aspecto vegetal tan refrescante que
transporta al usuario fuera de una realidad
repetitiva de vanos y macizos; Eugéne
Grasset subraya […] Cada curva da idea
de movimiento y de vida…, la línea curva
debería ser completa, rotunda, cerrada y
armoniosa igual que un tallo lleno de
savia joven. (Madsen.1967:51).
Ilustración 5 Boceto del interior del Gran Hotel Ciudad de México. Francisco J. Casado Pérez.
Ilustración 6 Boceto de plantas Gran Hotel de la Ciudad de México. Francisco J. Casado Pérez.

Ilustración 7 Elevador del inmueble, 1970. Memoria
de una ciudad la ZCCM 1923-2011. DEH-CNMH-INAH.
Ilustración 8 Balcones interiores, 1970. Memoria de
una ciudad la ZCCM 1923-2011. DEH-CNMH-INAH.
Si fijamos la atención en las plantas,
destacan dos elementos clave: el patio
central y el volumen rectangular. El
primero, donde se pudieron ubicar los
diversos menesteres a la venta, dispuestos
entre dos o tres niveles traducidos en
horas de revisión por parte de los atentos
compradores. El segundo, un tanto más
regular, pudo haber sido parte de las
bodegas o áreas de empleados.
Lamentablemente no hay mucha
información sobre aquel modo de venta,
no obstante, deja abierta la puerta a otras
ramas del conocimiento para atender este
rubro.
A pesar de todo un recorrido de lujos y
parafernalias, también es pertinente
mencionar su tragedia. Por causa de las
prácticas económicas con el paso del
tiempo, llevaron al edificio a cambiar de
propietario. Fue la familia Saba quien lo
mantuvo en operación hasta que cerraron
sus puertas en 1958, el edificio […]
estuvo en desuso casi 10 años, hasta que
decidieron demolerlo para hacer un
hotel. Al percatarse de que la estructura
servía para ese fin, la herrería y los
elevadores, que “ya se habían
desmontado y vendido a comerciantes de
fierro viejo” fueron rescatados de su
camino a la destrucción (Ruvalcaba, P.,
Ortega, S.), para ser reabierto como el
Gran Hotel Ciudad de México.
Bien dicen los refranes mexicanos: “El
que es perico donde quiera es verde”. Aún
con la integración de un nuevo uso, el
edificio continúa siendo un referente de
lujo y prestigio al ser la sede de
reconocidos personajes nacionales
extranjeros. Lo visitaban personalidades
como Cantinflas, Pedro Vargas y Agustín
Lara –quien llegó a tocar el piano del
lobby-, y de la política, dada su cercanía
con Palacio Nacional y la sede del
gobierno del D.F. (Ruvalcaba, P., Ortega,
S.).
Al reflexionar sobre esto me sorprende el
hecho de que es un superviviente del
desarrollo del Art Nouveau en el país, a
diferencia de sus símiles de tipología
doméstica que han ido cayendo bajo el
yugo del desarrollo urbano moderno.
Ilustración 9 Fachada principal del Gran Hotel Ciudad
de México.
El edificio pertenece a un episodio más de
la arquitectura estrechamente ligada a la
crítica por la intervención de extranjeros y
empresarios beneficiados por la mano del
general Díaz. No obstante, esta misma
arquitectura iría perdiendo la batalla
gracias a los levantamientos
revolucionarios y el aborrecimiento por
y
las expresiones extranjeras por parte de
una sociedad nacionalista. Así como la
historia se reescribe, es tiempo de
revalorizar y tomar la iniciativa.
Son ya más de cien años desde que se
abrieron las puertas del Centro Mercantil,
aún menos de medio siglo de su
transformación en el Gran Hotel Ciudad
de México. Ha perpetuado desde aquellos
días de aires barcelonnettes y vaivenes
sociopolíticos hasta nuestros días. Con
porte inconfundible, parece ser que al
caballero aún le queda piezas por bailar
porque su traje aún no resalta arruga
alguna y no se diga de su interior que
reboza esplendor. Que la fortuna le sonría
y se mantenga, por otros 100 años de ser
un francés de alma mexicana.
Recursos Zola, E. (1883) El Paraiso de las Damas.
Biblioteca Virtual Universal. Consultado
Fuentes bibliográficas
el 12 de mayo de 2015:
Katzman, I. (1993) Arquitectura del siglo http://www.biblioteca.org.ar/libros/13352
XIX en México. México. Trillas. 6.pdf

Madsen, S. T. (1967). Art Nouveau.

España. Biblioteca para el Hombre
Actual. Ediciones Guadarrama, S.A.

Meyer, J. (1980) Los franceses en México

durante el siglo XIX. Relaciones No. 2,
primavera, Vol. 1. México. El Colegio de
Michoacán.

Fuentes electrónicas

Laurent M., L.; Loza L., J.; Laurent M.,

E. (2011) Migraciones francesas a
México en el siglo XIX: El caso de los
Barcelonnette. Diversidad cultural y
empresas familiares Vol. I. Consultado el
15 de mayo de 2015:
http://www.eumed.net/libros-
gratis/2012a/1166/migraciones_francesas
_a_mexico_siglo_xix.html

Rubalcaba, P., Ortega, S. (n.d.) Hoteles e

historias. Consultado el 10 de mayo de
2015:
http://www.guiadelcentrohistorico.mx/km
cero/el-centro-fondo/hoteles-con-historia-
e-historias