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Planteamiento de un problema (Metodología de la Investigación / Daniel S.

Behar Rivero, 2008, pp. 31)

Es el resultado de una profunda y serena reflexión realizada por el investigador después


de haber revisado detalladamente la literatura correspondiente (antecedentes teóricos
y empíricos) e interiorizado los principales conceptos y proposiciones teóricas que le
permiten formular con toda claridad y dominio el problema que se pretende resolver con
la investigación. Como se planteará con anterioridad, el objeto de la investigación
responde a la pregunta ¿qué se investiga? Estos son los procesos, fenómenos y hechos
en los cuales se fija nuestra atención y establecen conceptos, propiedades, relaciones,
leyes y teorías inherentes al objeto con el fin de resolver el problema planteado.

El problema, ¿el por qué? de la investigación lo podemos definir como la situación


inherente a un objeto, dado por la necesidad existente en un sujeto (investigador), el
cual desarrolla una actividad para transformar la situación mencionada. El problema es
objetivo en tanto es una situación presente en el objeto; pero es subjetivo, pues para
que exista el problema, la situación tiene que generar una necesidad en el sujeto. El
problema es el punto de partida de la investigación. Surge cuando el investigador
encuentra una laguna teórica, dentro de un conjunto de datos conocidos, o un hecho
no abarcado por una teoría, un tropiezo o un acontecimiento que no encaja dentro de
las expectaciones en su campo de estudio.

Planteamiento de un problema (Metodología de la Investigación / Cesar A.


Bernal, 2010, pp. 88)

Plantear el problema de investigación significa enunciar y formular el problema, aspectos


que se definen a continuación.

Planteamiento(DEFINICIÓN) de un problema (Metodología de la Investigación


/ David Rodríguez Gómez y Jordi Valldeoriola Roquet, 2010, pp. 22)

La definición del problema de investigación. Finalidades y objetivos La definición del


problema es el punto de partida efectivo de todo diseño de investigación. La necesidad de
investigar está vinculada a la necesidad de dar respuesta a un problema concreto. La
definición del área problemática goza ya de entrada con todo el estatus de una actividad
científica.
El primer aspecto al que debemos prestar atención es el origen del problema de la
investigación. Este problema puede originarse desde la teoría o puede arrancar de una
situación práctica. Como acertadamente señalan Latorre, Rincón y Arnal (2003, pág. 53):
El proceso se inicia entorno a un área problemática de la se que extrae el problema de
investigación: éste surge de un contexto teórico o práctico. Esta etapa puede sintetizarse
con la pregunta: ¿de qué se trata? Toda investigación empieza con un interrogante por
resolver.
Esta pregunta inicial y la delimitación del problema de investigación condicionará la
formulación de las finalidades y los objetivos del diseño, y viceversa, puesto que la
misma conceptualización y planteamiento del problema, desde una perspectiva
y un contexto dado, condicionan su propia interpretación. En palabras
de Martin Heidegger (2006, pág. 28)
Objetivos (Metodología de la Investigación / Daniel S. Behar Rivero, 2008,
pp. 33)

Cuando se ha seleccionado el tema de la investigación debe procederse a formular los


objetivos de investigación; que deben estar armonizados con los del investigador y los
de la investigación.
Representan las acciones concretas que el investigador llevará a cabo para intentar
responder a las preguntas de investigación y así resolver el problema de investigación.
Se puede notar que todos los subtítulos hasta ahora señalados tienen una consistencia
entre sí (coherencia interna), por ello, los objetivos deben ser concretos, claros, realistas
y modestos, en la medida en que realmente reflejan la contundencia del investigador
en su intención de aportar en el conocimiento del objeto de estudio.
El objetivo de la investigación es el enunciado claro y preciso de las metas que se
persiguen. El objetivo del investigador es llegar a tomar decisiones y a una teoría que
le permita generalizar y resolver en la misma forma problemas semejantes en el futuro.
Los métodos que se elijan deben ser los más apropiados para el logro de los objetivos.

El objetivo debe cumplir ciertas condiciones:

El objetivo es orientador, puesto que resulta ser el punto a partir del cual se desarrolla
la investigación, a su logro se dirigen todos los esfuerzos del personal que participa en
la investigación.
Debe ser declarado de forma clara y precisa: no puede dar cabida a dudas con
respecto al resultado esperado de la investigación.
Al formularlo debe dejar explicito, de forma afirmativa, sintética y totalizadora a la vez,
el resultado concreto y objetivo del proceso.
Está supeditado a los recursos humanos y materiales disponibles.
Debe ser mensurable o evaluable ya que la evaluación de toda investigación debe
estar encaminada a la solución o no del problema.
Debe ser alcanzable, o sea, que todo objetivo debe tener una salida concreta en la
investigación, no se puede plantear un objetivo que no se lleve a vías de hecho.

Al finalizar la investigación, los objetivos han de ser identificables con los resultados; es
decir, toda la investigación deberá estar respondiendo a los objetivos propuestos.

DEFINIENDO LA SATISFACCIÓN EN EL TRABAJO (GRADO DE


SATISFACCIÓN LABORAL Y CONDICIONES DE TRABAJO: UNA
EXPLORACIÓN CUALITATIVA/ María Guadalupe Abrajan Castro, José Manuel
Contreras Padilla y Sandra Montoya Ramírez Universidad Autónoma de Baja
California, 2009, pp. 03)

“Satisfacción laboral” es un término muy amplio y son realmente numerosas las


definiciones al respecto y las variables que se incluyen en ella. Hegney, Plank y Parker
(2006), por ejemplo, aluden a una de esas tantas variables cuando señalan que “la
satisfacción laboral en el área de trabajo es ampliamente determinada por la interacción
entre el personal y las características del ambiente”. En efecto, la relación entre el medio
laboral y el trabajador es una constante en todas las definiciones. Otro ejemplo es la
propuesta por Staw y Ross (1985): “La satisfacción es la concordancia entre la persona
y su puesto”, y puede ser intrínseca y extrínseca. La satisfacción intrínseca se refiere a
la naturaleza de las tareas del puesto, así como a la percepción de las personas
respecto del trabajo que realizan. La satisfacción extrínseca se relaciona con otros
aspectos de la situación de trabajo, como las prestaciones y el salario. Ambas variantes
constituyen la combinación de varias facetas. Para Newton y Keenan (1991), la
satisfacción puede ser un efecto tanto de la personalidad del individuo como del
ambiente de trabajo.

Un ingrediente que también resalta dentro de las definiciones es la actitud, la cual es el


resultado de la experiencia del trabajador en su interacción con el medio organizacional.
Así, según Blum (1990), la satisfacción en el trabajo es el resultado de diversas
actitudes que poseen los empleados; esas actitudes tienen relación con el trabajo y se
refieren a factores específicos tales como los salarios, la supervisión, la constancia del
empleo, las condiciones de trabajo, las oportunidades de ascenso, el reconocimiento
de la capacidad, la evaluación justa del trabajo, las relaciones sociales en el empleo, la
resolución rápida de los motivos de queja, el tratamiento justo por los patrones y otros
conceptos similares. A su vez, Landy y Conte (2005) definen la satisfacción laboral
como la actitud positiva o estado emocional que resulta de la valoración del trabajo o
de la experiencia laboral, y Spector (2002) reafirma que la satisfacción laboral es una
variable de actitud que refleja las percepciones de las personas respecto de sus
empleos en general, así como diversos aspectos de estos.

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