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Crítica del juicio

Immanuel Kant

¿Da el juicio la regla a priori al sentimiento de placer y dolor, que es el enlace entre la facultad de
conocer y la facultad de desear (del mismo modo que el entendimiento prescribe leyes a priori a
la primera y la razón a la segunda)?

p. 88
Crítica del juicio
Immanuel Kant

conocimiento deseo
(entendimiento) (Razón)

filosofía teorica filosofía practica

Juicio
(Placer y displacer)

al basarse en conceptos y nociones a priori se refiere a la


dimensión teorica pero no se deslinda del ejercicio de la
voluntad adquiridio a partir de la libertad, es decir, de una
capacidad exclusiva de la razóon
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Un principio trascendental es aquel por el cual se representa la condición universal a priori bajo
la cual solamente cosas pueden venir a ser objeto de nuestro conocimiento en general.”

p. 105
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Pero la capacidad de sentir placer nacido de la reflexión sobre la forma de las cosas (de la
naturaleza, tanto como del arte) expresa no sólo una finalidad de los objetos en relación con el
Juicio reflexionante, conformemente al concepto de la naturaleza que tiene el sujeto, sino también
al revés, una finalidad del sujeto con relación a los objetos, según su forma y hasta su carácter
informe, a consecuencia del concepto de libertad; por eso ocurre que el juicio estético debe ser
referido no sólo a lo bello como juicio de gusto, sino también, como nacido de un sentimiento de
espíritu, a lo sublime; y así, debe esta crítica del Juicio estético dividirse en dos partes principales
correspondientes.”

p. 118
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“El Juicio estético es, pues, una facultad particular de juzgar cosas según una regla, pero no según
conceptos. El teleológico no es facultad particular alguna, sino sólo el Juicio reflexionante en
general, en cuanto procede como en todo lo que es conocimiento teórico, según conceptos, pero
refiriéndose a ciertos objetos de la naturaleza, según principios particulares, a saber: los de un
Juicio meramente reflexionante, y que no determina objetos; y así, según su aplicación pertenece
a la parte teórica de la filosofía, y debe constituir una pate especial de la crítica, a causa de esos
principios particulares que no son determinantes como deben serlo en una doctrina. El Juicio
estético, en cambio, no aporta nada para el conocimiento de sus objetos, y así, debe encontrar
sitio solamente en la critica del sujeto que juzga y de las facultades de conocer del mismo, en
cuanto son capaces de tener principios a priori, cualquiera que sea el uso (teórico o práctico) que
éstos puedan tener, crítica que es la propedéutica de toda filosofía.”

pp. 120 – 121


Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Para decidir si algo es bello o no, referimos la representación, no mediante el entendimiento al


objeto para el conocimiento, sino, mediante la imaginación (unida quizá con el entendimiento), al
sujeto y al sentimiento de placer o de dolor del mismo. El juicio de gusto no es, pues, un juicio de
conocimiento; por tanto, no es lógico, sino estético, entendiendo por esto aquel cuya base
determinante no puede ser más que subjetiva. Toda relación de las representaciones, incluso la
de las sensaciones, puede, empero, ser objetiva (y ella significa entonces lo real de una
representación empírica); mas no la relación con el sentimiento de placer y dolor, mediante la cual
nada es designado en el objeto, sino que en ella el sujeto siente de qué modo es afectado por la
representación.”

§1 pp. 127 – 128


Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Se ve fácilmente que cuando digo que un objeto es bello y muestro tener gusto, me refiero a lo
que de esa representación haga yo en mí mismo y no a aquello en que dependo de la existencia
del objeto. Cada cual debe confesar que el juicio sobre belleza en el que se mezcla el menor interés
es muy parcial y no es un juicio puro de gusto. No hay que estar preocupado en lo más mínimo de
la existencia de la cosa, sin permanecer totalmente indiferente, tocante a ella, para hacer el papel
de juez en cosas del gusto.”

§2 p. 129
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“el carácter agradable del mismo, empero, pertenece a la sensación subjetiva, mediante la cual
ningún objeto puede ser representado, es decir, al sentimiento, mediante el cual el objeto es
considerado como objeto de la satisfacción (que no es conocimiento del objeto).”

§3 p. 131
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“BUENO es lo que, por medio de la razón y por el simple concepto, place. Llamamos a una especie
de bueno, bueno para algo (lo útil), cuando place en sí mismo.”

§4 p. 132
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Lo agradable y lo bueno tienen ambos una relación con la facultad de desear y, en cuanto la
tienen llevan consigo: aquél, una satisfacción patológico-condicionada (mediante estímulos
stímulos) , y éste, una satisfacción pura práctica. Esa satisfacción se determina no sólo por la
representación del objeto, sin al mismo tiempo, por el enlace representado del sujeto con la
existencia de aquél. No sólo el objeto place, sino también su existencia.”

§5 p. 134
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Con lo bello ocurre algo muy distinto. Sería (exactamente al revés) ridículo que alguien que se preciase un
tanto de gusto pensara justificarlo con estas palabras «Ese objeto (el edificio que vemos, el traje que aquél
lleva, el concierto que oímos, la poesía que se ofrece a nuestro juicio) es bello para mi». Pues no debe
llamarlo bello si sólo a él le place. Muchas cosas pueden tener para él encanto y agrado, que eso a nadie le
importa; pero, al estimar una cosa como bella, exige a los otros exactamente la misma satisfacción; juzga,
no sólo para sí, sino para cada cual, y habla entonces de la belleza como si fuera una propiedad de las cosas.
Por tanto, dice: La cosa es bella y, en su juico de satisfacción, no cuenta con la aprobación de otros porque
los haya encontrado a menudo de acuerdo con su juicio, sino que la exige de ellos. Los censura si juzgan de
otro modo y les niega el gusto, desando, sin embargo, que lo tengan. Por tanto, no puede decirse: cada uno
tiene su gusto particular. Esto significaría tanto como decir que no hay gusto alguno, o sea, que no hay juicio
estético que pueda pretender legítimamente la aprobación de todos.”

§7 p. 138
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Rodo fin, cuando se le considera como base de la satisfacción, lleva consigo siempre un interés,
como motivo de determinación del juicio sobre el objeto del placer. Así, pues, no puede ningún
fin subjetivo estar en la base del juicio de gusto. Pero tampoco puede determinar el juicio de gusto
representación alguna de un fin objetivo, es decir, de la posibilidad del objeto mismo, según
principios del enlace final y, por tanto, concepto alguno del bien, porque éste es un juicio estético
y no un juicio de conocimiento, y no se refiere, pues, a ningún concepto de la propiedad y de la
interior o exterior posibilidad del objeto, mediante esta o aquella causa, sino sólo a la relación
mutua de las facultades de representación, en cuanto son determinadas por una representación.”

§11 p. 148
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Todo interés estropea el juicio de gusto y le quita su imparcialidad, sobre todo si no pone, como
el interés de la razón, la finalidad delante del sentimiento de placer, sino que funda aquélla de
éste. Y esto ultimo ocurre siempre en los juicios estéticos sobre algo que hace gozar o sufrir. De
aquí que los juicios así apasionados, o no pueden tener pretensiones a una satisfacción universal,
o, si lo hacen, son tan escasas como numerosas son las sensaciones de aquella clase que se
encuentra entre los fundamentos de determinación. El gusto es siempre bárbaro, mientras
necesita la mezcla con encantos y emociones para la satisfacción y hasta hace de éstas la medida
de su aplauso.”
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Un juicio de gusto es, pues, puro sólo en cuanto ninguna satisfacción empírica se mezcla en su
fundamento o determinación, pero esto ocurre siempre que el encanto o la emoción tienen una
parte en el juico que ha de declarar algo bello.”

§14 p. 151
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“La finalidad objetiva no puede ser conocida más que mediante la relación de lo diverso con un fin
determinado, o sea, solo mediante un concepto. Por esto sólo es ya claro que lo bello, cuyo juicio
está fundado en una finalidad meramente formal, es decir, en una finalidad sin fin, es
completamente independiente de la representación del bien, pues este último presupone una
finalidad objetiva, es decir, la relación con el objeto con un fin determinado.”

§15 p. 155
Crítica del juicio
Immanuel Kant

la naturaleza quese
posibilita en sí como
libre belleza en sí consistente
manifestación de una
forma universal
belleza
seres que no se
posibilitan por sí frente
adherente belleza condicionada
al concepto de
perfección
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“No puede haber regla objetiva alguna del gusto que determine, por medio de conceptos, lo que
sea bello, pues todo juicio emanado de aquella fuente es estético, es decir, que su fundamento es
determinación es el sentimiento del sujeto, y no un concepto del objeto. Buscar un principio de
gusto, que ofrezca un criterio universal de lo bello, por medio de determinados conceptos, es una
tarea infructuosa, porque lo que se busca es imposible y contradictorio en sí.”

§17 p. 161
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Primeramente hay que notar bien que la belleza para la cual se debe buscar un ideal no es una
belleza vaga, sino una belleza fijada por medio de un concepto de finalidad objetiva, y,
consiguientemente, tiene que pertenecer al objeto de un juicio de gusto que no sea totalmente
puro, sino en parte intelectualizado. Es decir, que en la clase de fundamentos del juicio donde
deba encontrarse un ideal tiene que haber como base alguna idea de la razón, según determinados
conceptos, que determine a priori el fin en que descansa la posibilidad interna del objeto.”

§17 p. 162
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Sublime llamamos a lo que es absolutamente grande. Ser grande, empero, y ser una magnitud,
son conceptos totalmente distintos (magnitudo y quantitas.) igualmente, decir sencillamente
(simpliciter) que algo es grande, es también totalmente distinto de decir que algo es
absolutamente grande (absolute, non comparative magnum).

§25 p. 180
Crítica del juicio
Immanuel Kant

“Sublime es lo que, sólo porque se puede pensar, demuestra una facultad del espíritu que supera
toda medida de los sentidos.”

§25 p. 183
Crítica del juicio
Immanuel Kant

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