Vous êtes sur la page 1sur 122
Elisabeth Roudinesco (2) HISTORIA DEL PSICOANALISIS EN FRANCIA. (2) (1925-1985) EDITORIAL FUNDAMENTOS Ea ns Tee) Titulo original: La batalle de cent ans, Histoire de la psychanalyse en France. Volumen 2 (1940-1985) © Editions du Seuil 1986, 27 Rue Jacob, Paris. Francia. © Editorial Fundamentos, 1993. en lengua espafiola para el mundo entero. ‘Caracas, 15. 28010 Madrid. Espafia. Teléfono 319 9619. Fax 319 5584, LS.B.N.: 84.245-0644-8 Depésito Legal: M Impresién: Printed in Spain ‘Queda terminantemente prohibida la reproduccién total o parcial de este libro mediante impresin, forocopiado, microfilm o cualquier otro medio asi como su almacenamiento en ordenadores sin per- miso previo del editor. Disefio de cubierta: Fernando Fernindez INDICE ‘Advertencia ‘Agradecimientos Se PRIMERA PARTE - El espiritu moderno Capitulo. El surrealismo al servicio del psicosnslisis | Eldiay la noche 1. 6 suicidio, el sexo y la mujer criminal Ml, André Breton entre Freud y Hegel x {L. Georges Politzer y Henri Wallo, lectores de Freud Capitulo ll __Escritores, literatos y comesuefios |. Verdurin y Guermantes 1. Correo sentimental I. André Gide y la Nouvelle Revue Francaise IV. Pierre Jean Jouve y la c&mara de las sefioras Capitulo V__ Jacques Lacan: novela de juventud De Alfred a Gadtan 1. Aimée 0 Rudolph Chiistine y Léa IV. Henri, Sigmund V.Alexandica Vi Cadenas familiares SEGUNDA PARTE - Guerras frias, querras calientes Capitulo! —_—_La situacién del psicoandlisis en la mitad de siglo 1. Crénioa de fos aftos oscuro’ 11 Dol este al oeste Capitulo La gran separacién LDiscordias |. Roma en septiembre: obertura barroca Ml, Maurice Bouvet o ¢! neotreudismo a la francesa Capitulo ll Vida y muerte de la Sociedad Francesa de Psicoandlisis |. Nuestros mejores afios I Nacimiento de lacanismo Hil Un otofio en Bonneval \V. El gran juego au V. Guerrilla interna y “excomunién* SBSS BERN 99 RB ERSREEE Reese Bos ge Notas bibliogréficas Indice Aifabético 8 8 ADVERTENCIA Elprimer volumen de La Batalla de Cien Aftos llega hasta 1939, porlo que se refiere ala historia del psicoandlisis en Francia. Comienza en 1885 con el encuentro de Freud y Charcot en la Salpétriére y termina en 1939 con la aventura de la Sociedad Psicoanalitica de Paris y sus doce tundadores. Queda interrumpido en un momento esencial de ese periodo heroico: laimplantaci6n del psicoandlisis mediante la literatura. Es por eso por lo que en el segundo volumen la narracién se reanuda desde 1925 para tratar hasta 1939 el mismo periodo desde un punto de vista totalmente nuevo; luego se ‘extiende hasta 1985. La primera parte de este volumen II abarca pues la historia de la impiantacion literaria de! psicoandlisis hasta la Segunda Guerra Mundial. Frente al movimiento psicoanalitico proplamente dicho, los escritores y poetas se ponen al servicio de un freudismo no oficial para darle una representacién original y bien distante de las aspiraciones médicas, francesas o internacionalistas, de los doce pioneros. Ese conjunto estd dedicado al surrealismo, al grupo de la Nouvelle Revue francaise, aAndré Gide asi como a Pierre Jean Jouve y auna configuracién en la que empieza a definirse, a través del papel que desempefiaron Henri Wallon y Georges Politzer, la historia de las relaciones del psicoandlisis y el movimiento comunista. Para que quede claro el significado de esas relaciones, se efectia un desvio hacia la situacién rusa, y luego soviética, del psicoandlisis, con el nacimiento del freudo-marxismo como contrapunto. La primera parte finaliza evocando la juventud de Jacques Lacan. Su personalidad y su obra irrumpen en la escena cultural y psiquiatrica francesa y no la abandonaraén mas durante cincuenta afios. A este respecto, e! volumen Il de La Batalia de Cien Aflos contiene la primera biografia de Lacan asi como la primera actualizacién de la vertiente histérica y politica de su doctrina. En la segunda parte se repasan los afios negros de la ocupacién y se hace un recorrido por ia situacién alemana del psicoandlisis bajo el Tercer Reich. Luego vienen los afios de Ia liberacién y de la guerra fria, con un rodeo por el florecimiento del freudismo en los Estados Unidos y el estudio de los mecanismos de poder propios de la Asociacién Psicoanalitica Internacional (IPA), que organiza y administra el imperio freudiano en todo el mundo desde 1910. Para Francia, la historia de esta segunda implantacién del freudismo va acompafiada de una reflexion sobre las vinculaciones del psicoanilisis y el movimiento comunista en los afios cincuenta, asi como de un estudio sobre la introduccién de la practica freudiana en la Iglesia catélica romana, Como contrapunto, se hace un recorrido por la situacién italiana de! psicoandlisis. Con el auxilio de algunos archivos enteramente inéditos y testimonios recogidos durante varios afios se evoca la historia de las dos grandes escisiones del movimiento psicoanalitico francés (1953 y 1963-1964). En ambas lo que esta en juego son las 9 Advertencia relaciones entre las situaciones francesa y anglo-americana del psicoandlisis, con la IPA actuando como eje de una negociacién que desemboca en la separacién del lacanismo del imperio que fundara Freud. Las dos escisiones giran en torno a la cuestién de la formacién de los terapeutas y la practica de Jacques Lacan. Dado que la evaluacién de esta practica constituye el meollo de esta historia durante casi veinte afios, quise reunir varios testimonios concretos con el fin de ilustraria; se integran en la narraci6n a titulo de documentos y no de anécdotas. La situacién contemporanea del psicoanalisis en Francia se narra en la tercera parte de la obra, que comienza situando la configuracién estructuralista propia de los afios 1964-1974. En este contexto, la obra y el desempefio personal de Louis Althusser y Jacques Derrida adquieren una importancia capital en la medida en que dan origen a corrientes particulares del freudismo: antihumanismo teérico en un caso y desconstruccién en el otro. Estas corrientes son la continuacién de las que provienen de la fenomenologia. El lacanismo atraviesa unas y otras. En esta tercera parte se evoca el funcionamiento detallado de los cuatro grandes componentes institucionales del freudismo francés: la Escuela Freudiana de Paris, el Cuarto Grupo (OPLF), la Sociedad Psicoanalitica de Paris y la Asociacién Psicoanalitica de Francia. Dentro y fuera de este espacio se sittia la segunda implantacién del psicoandlisis en Francia mediante la literatura, Tiene como contrapunto Ia historia del movimiento feminista, la protesta ligada alos acontecimientos de mayo de 1968 y la introduccién del psicoana- lisis en la Universidad. En este marco, comienza y se cumple la gran decadencia de la psiquiatria dindmica, de la que Henri Ey, compafiero de Lacan, fuera entre las dos guerras el m4s noble representante. La tercera parte termina con la muerte de Jacques Lacan, la disolucién de su escuela y el balance de cien afios de psicoandlisis en Francia. En esta epopeya faltan dos campos importantes: el etnopsicoandlisis, tundado por Georges Devereux, cuya obra es en gran parte estadounidense, y la aventura de las sociedades no freudianas, en especial la junguiana y la adleriana. Pensaba poder incluirlos en el presente volumen pero desisti. Para escribir la historia del etnopsicoandlisis, habia que estudiar primero la de la psiquiatria llamada “colonial”, lo que en conjunto requeriria un volumen independiente de la historia francesa del psicoandlisis. En cuanto al estudio de fa implantacién de la teoria de Jung en Francia, también supone una historia aparte que tiene que ver ala vez con la microhistoria y con la situacin del psicoandlisis en Zurich. Al igual que el adlerismo, el junguismo no logra afincarse en la cultura francesa, queda dependiente de un movimiento ajeno al suelo nacional, y marginal en un pals marcado exclusivamente por la gran saga freudiana. Desde 1980 aproximadamente, la historia de! psicoandlisis se ha constituido en un campo especifico del saber, particularmente en Francia. No he querido interferir en la aparicién de trabajos que se estan haciendo en relacién a la zona de habla francesa: Jean-Marc Giraud sobre la historia del junguismo en Francia, Michel Coddens sobre la del psicoandlisis en Bélgica y Mireille Cifali sobre la situacién helvética. ‘Tampoco estudié en detalle el pensamiento de Gaston Bachelard, que constituye un monumento de por si. La parte psicoanalitica de este pensamiento proviene de la irrupcién surrealista pero nada le debe al movimiento psicoanalitico y éste tampoco le debe mucho. Ya lo han estudiado otros, en especial Georges Canguilhem. Por lo demas, esta historia abarca todos los aspectos del freudismo francés. Este segundo volumen esta construido con el mismo modelo que el primero: igual 10 Advertencia metodologia, igual narracién, igual utilizacién del archivo e iguales herramientas conceptuales. Aunque la obra esté concebida en dos libros separados, es indispensa- ble leer el primero para comprender el segundo y viceversa. Algunos periodos y temas estan totalmente entremezclados en los dos voliimenes. También remit! alas fuentes cuando ello se imponia. Hay mas testimonios orales en el segundo volumen que en el primero, ya que de esta epopeya quedan muchos actores vivos. Sin embargo, para establecer los hechos eliminé la idea de encuesta, para privilegiar la huella escrita por encima del archivo oral, fuente de inexactitudes y de confusién. Cuando eso no fue posible, opté, a veces en funcién de certidumbres adquiridas por la frecuentacion del terreno, a veces apoyandome en varias versiones contradictorias o convergentes. Separé mis interpretaciones y las vivencias de los testigos y, cuando no encajaba ninguna reconstruccién presenté las divergencias en bruto, situacién que sélo se dio por lo que respecta a los acontecimientos recientes. AGRADECIMIENTOS Estoy muy agradecida a Serge Leciaire y Wladimir Granoff: sin la memoria y los archivos de ellos, ni las palabras para expresario, no podria haberse escrito una parte central de esta historia. Gracias a Louis Althusser(+), Jacques Derrida, Jenny Aubry, René Major, Philippe Sollers, Renée Ey, Frangoise Dolto(+), Jean-Luc Donnet, Marc-Frangois Lacan y Xavier Audouard, por la ayuda constante que me brindaron durante todo este trabajo. Mi agradecimiento una vez mas a André Green, Serge Lebovici, Juliette Favez-Boutonier, Solange Faladé, Jean Laplanche, Maud Mannoni y Moustapha ‘Safouan que me confiaron en varias oportunidades sus recuerdos personales. al profesor Didier Anzieu su colaboracién en esta obra. Doy fas gracias en particular a Jacques-Alain Miller quien me dio sus archivos y sus recuerdos, y me autorizé a citar textos inéditos de Jacques Lacan aunque no siempre. compartiera mis opiniones. Agradezco a Pierre Macherey, Bertrand Ogilvie, Bemard Daubigney, Pierre-Frangois Moreau, Paul Henry y Emile Jalley sus consejos y trabajos que contribuyeron en la elaboracién de esta historia. AJenny Aubry, Marianne Saint-Ciair y Michel Pion les agradezco las traducciones del inglés y el italiano. Agradezco también a Genevidve Jestaz, su traduccién del aleman de los archivos que confié Régine Lockot y que se refieren al periodo de la ocuy . riredezco al profesor Charles Reagan, biégrafo de Paul Ricoeur,la ayuda pacien- te que me brinds. ‘Agradezco al abogado Jean-Pierre Roche sus consejos de jurista. Agradezco a Philippe Boyer y a Henri Deluy la bondad que tuvieron al leer el manuscrito, asi como a Jacques Nobécourt que leyé las pruebas. Por Gitime, mi agradecimiento a las siguientes personas que me brindaron su testimonio o su ayuda en la bisqueda de informacién: Jacques Postel; Elisabeth Lagache; Agnés Lagache; Célia Bertin; Anne-Lise Stern; Philippe Marette; Jacques ‘Sédat; Jean-Bertrand Pontalis; André Berge; Georges Mauco; Nina Ivanova; Olivier Jouve; Alain Cuny; Délia Clauzel-Laforgue; Eva Rosenblum; Martine Broda; Michel Coddens; Guy Rosolato; Octave Mannoni; Roger Martelli (institut de recherches marxistes); Michel Collée; Daniéle Tartakowsky; Frangois Tingry; Thibaut Lacan; Lucien Bonnafé; Madeleine Lacan-Houlon; Marcel Bleustein-Blanchet; Julien Rouart; Sylvia Lacan; Janine Chasseguet-Smirgel; Albert Pié; Louis Beirnaert(t); Frangois Roustang; Patrick Kéchichian (Service de documentation du journal /e Monde); Daniel Widiécher; Charles Durand; Frangois Dupuigrenet des Roussilles (Bibliothéque 13 Agradecimientos nationale); Piera Aulagnier; Georges Pertuiset (sommelier chez Lameloise); Charles Melman; Frangois Wahl; Robert Pujol; Etienne Balibar; Michel Tort; Jacques Ranciére; Paul Ricosur; Jean-Paul Ricoeur; Jacques Gagey; Sandra Basch; Francis Hofstein; Ginette Raimbault; Thémouraz Abdoucheli; Robert Lefort; Rosine Lefort; Andrée Bonnier-Lespiaut; René Boulay; Jean-Paul Moreigne; Olivier Corpet; Jean-Pierre Salgas; Gérard Pommier; Daniéle Amoux; Antoinette Fouque; Marie-Claude Grumbach; Kostas Axelos; Maria Torok; Alain Didier-Weill; Roland Castro; Geneviéve Baurand; Gérard Bles; Marcelin Pleynet; Michéle Montrelay; Claude Prevost; Georges Th; Guilbaud; Odile Rapp; Jean-Paul Valabrega; Frangois Perrier; Jean-Michel Ribettes; Jean Allouch; Jean Clavreul; Jean Szpirko; Patrick Guyomard; Frangois Baudry; Cyrille Koupernik; André Bourguignon; Contardo Calligaris; Georges Canguilhem; Didier Cromphout; Catherine Clément; Michéle Bargues; Anne Levallois; Marc Nacht; Raphaél Brossart; Gisela Pankow; Michel de Certeau (+); Victor Fay; Martine Lilamand; Warren Montag; Catherine Guillaume; Blanche Grinbaum; Aissa Melamed; Hubert Bonnier; Thierry Garnier; Martine Bacherich-Granoff; Diane Chauvelot; Helmut Scheffel (Frankturter Allgemeine); Jean-Pierre Cotten; Jean-José Marchand; Jean-Jacques Lebel; Claude Halmos; Gérard Miller; Florence Prudhomme; Frangoise Gadet; Régine Robin; Henri Lefebvre; Henri Roudier; Mireille Cottin; Nata Minor; Jacqueline Rousseau- Dujardin; Michel Plon; Michélle Cadoret; Alain Vanier; Jean-Michel Louka; Gérard Bonnet; Daniel Soulez-Lariviére; Muriel Brouquet y Christian Simatos. PRIMERA PARTE El espiritu moderno “Pertenezco a un tiempo en que no se sofiaré mas, pues el hombre Se habré convertido en un suefio.” JOE BOUSQUET. CAPITULO! El surrealismo al servicio del psicoanalisis |. El dia y la noche Paris, julio de 1925. El viajero recuerda su primera estadia en Francia. En aquella €poca, otofio de 1885, tenia treinta afios y creia en las palabras de la ciencia. Escribla Ja historia del descubrimiento de la histeria, asistia al encuentro de Freud y Charcot y le apasionaban las demostraciones de la Salpétriére. Hoy, estan en guerra: acaba de estallar la crisis marroqui. Desde hace cuatro afios, y a impulsos de Abdel-Krim, la rebelion se extiende como una mancha de aceite en la zona espafiola de las montafias del Rif. Se forma una republica y los rebeldes ocupan la zona francesa. En el calor de la noche, el viajero piensa en los afios que acaban de pasar. Se anuncia la transicién, portadora de una calma enigmatica. La ciudad entera parece entregada al trabajo impersonal del tiempo. Piensa en su pais, Alemania, que ya ha librado dos guerras con Francia. El caballo palido del cafioneo le da miedo, piensa en la muerte y en los éxodos. futuros. El tratado de Versalles pisoted a los vencidos. El apocalipsis esta en camino. Alaproximarse ala Closerie des lilas, recuerda que antes alli se bailaba con la orquesta del viejo Carnaud. Observa un banquete. Bajo las fragiles arafias, ve enfrentarse los partidarios y adversarios del genio latino. La novelista Rachilde acaba de afirmar que cualquier francesa que se casara con un aleman caeria en la deshonra. Al oir estas palabras, André Breton se pone de pie y exige que se le pidan disculpas a su amigo Max Emst'. Con ta historia de otro libro, se reanuda la batalla. Si bien los escritores franceses reconocen la importancia del freudismo antes que el medio médico, la nocién de anterioridad de la “via literaria” respecto ala “via médica” sigue siendo relativa. En efecto, desde 1914 el interés por el psicoandlisis existe en un amplio sector del pensamiento francés. En este sentido, la anterioridad importa menos que las divergencias por las cuales se oponen dos modos de implantacion de la doctrina freudiana. La via literaria y la via médica participan de un proceso Unico en el que la resistencia a las teorias vienesas es el sintoma del progreso activo de éstas?. No hay primacia de una via sobre la otra sino concomitancia de dos procesos de introduccién. Por el lado literario, se tiende a reivindicar el psicoanalisis como expresion de un auténtico descubrimiento, mientras que del lado médico se lo adapta a los ideales de un supuesto genio latino o cartesiano. De este modo, se lo reconoce simultaneamente 19 El espiritu modemo de dos formas contradictorias. La aceptacién de unos y la resistencia de otros pertenecen a un mismo fendédmeno ideolégico. En ambos casos, la batalla esta planteada, el terreno confiscado y la implantacién es efectiva... No existe una “buena” asimilacién de una doctrina, sino solamente “falsos” reconocimientos, hechos con visiones deformadas. Cuando los escritores descubren las ideas de Freud, leenen elias algo diferente que los médicos o los psicoanalistas. La permeabilidad del medio literario a las ideas freudianas se explica por la importancia que concede a la condicién de escritor la sociedad francesa de entreguerra. En aquella 6poca, cuando no se ha realizado la democratizacién de la ensefianza, la cultura sigue siendo un fenémeno de 6lites. Se transmite mediante una multiplicidad de revistas que desempefian el papel que hoy tienen los grandes medios de comunicacién. Ya fuera adaptado o rebelde, el hombre de letras de aquellos afios es a la vez mensajero de su escritura, tedrico de todas las doctrinas y militante politico. Ocupa el lugar de un filésofo comprometido y de un artista reconocido o maldito?. Después de la Segunda Guerra, comienza un cambio considerable. El intelectual m4s importante ya no es el escritor sino el filésofo, universitario 0 autodidacta. Se le otorga el lugar que antes ocupaba el escritor y éste se repliega a la sombra de un trabajo mas literario y menos directamente centrado en el combate ideolégico. Deja entonces a los pensadores la tarea de escribir novelas comprometidas. En esta situacién, los artesanos de la escuela del nouveau roman ya no toman al freudismo como tema de sus batallas literarias. Por otra parte, el psicoandlisis se encuentra en plena expansién y por ello se le plantean problemas diferentes, que provienen tanto de sus relaciones con las ciencias humanas como del corporativismo. Por un lado interesa a los filésofos que reflexionan sobre la condicién del hombre y la libertad, y por otro es un desafio para los médicos de la salud mental en el ejercicio de su profesién y en la organizacién de sus instituciones, Enel primer volumen mostramos cémo las ideas de Freud se propagaron tomando las sendas de la psicologia janetiana y las ideas de Bergson. Asistimos al auge del movimiento psicoanalitico francés y luego a la creacién, en 1926, de la Sociedad Psicoanalitica de Paris (SPP). Examinamos las oposiciones que existian entre las distintas corrientes: el grupo patriotero representado por Angelo Hesnard, Edouard Pichon, Adrien Borel y Henri Codet; la fraccién ortodoxa ligada a la Asociacién Psicoanalitica Internacional (IPA), bajo la égida de Marie Bonaparte, Raymond de Saussure, Rudolph Loewenstein y Charles Odier; los neutralistas, partidarios de la confrontacién entre psicoandlisis y psiquiatria, como Paul Schiff o Eugéne Minkowski por el Grupo de I'Evolution Psychiatrique (EP); y por ultimo la disidencia representada casi exclusivamente por René Laforgue. Debemos ahora abordar la vertiente literaria de la implantacién del freudismo en suelo francés. Mientras que el movimiento psicoanalitico se organiza en una institucion de notables, donde reinan los ideales de la cura terapéutica, el medio literario en su conjunto sirve de vehiculo a una representacién profana (Laienanalyse) o no médica del psicoandlisis‘: se abre un nuevo campo del conocimiento que apasiona a los escritores. Si bien algunos de ellos se psicoanalizan por motivos personales, como Michel Leiris, Georges Bataille, René Crevel o Raymond Queneau, para ellos la cura sigue estando separada de la aventura que representa el descubrimiento freudiano; éste puede o no atravesar lo que ellos escriben, independientemente de un compro- miso con el andlisis. Dentro de la via literaria, el grupo surrealista se distancia mas que los demas de 20 EI surrealismo al servicio del psicoandlisis las posiciones del medio médico. EI patrioterismo es el rasgo dominante de ia casta médica, mientras que entre las caracteristicas del compromise surrealista figuran el rechazo a toda forma de racismo, antisemitismo y xenofobia. El carcter profano de la adhesi6n surrealista a la doctrina freudiana es tanto mas vivo cuanto que algunos miembros del grupo hicieron estudios de medicina que abandonaron después de la guerra. Inscrito en el PCN durante el afio 1914-1915, Aragon encuentra a Breton en Val-de-Grace, en el servicio de los médicos auxiliares que debe su auge ala escasez de personal médico. Théodore Fraenkel sigue la misma huella: en 1917 esta en Val-de-Grace, antes de ser enviado con tres ambulancias al frente ruso. Por lo que respecta a Philippe Soupault, es hijo de un gastroenterdlogo famoso y se niega a ser médico. Existe pues un club de médicos dentro del movimiento. Para ellos, el pasaje a la actividad creadora va acompafiado de la renuncia a la carrera de medicina. Esta situacién favorece a la vez un intimo conocimiento de los aspectos terapéuticos que la doctrina de Freud pone en juego y la negativa a veria reducida al nivel de una técnica de asistencia. Se comprende por qué la Révolution surréaliste publica un fragmento de Die Frage des Laienanalyse. E! articulo se titula: “La question de l'analyse par les non-médecins". Una nota aclara que se trata del extracto de un volumen que sera publicado con ese mismo titulo en la NAF, traducido por Marie Bonaparte. De hecho, @l libro aparecerd con el erréneo titulo de Psychanalyse et Médecine. A estas alturas, los surrealistas son casi los Unicos que en Francia toman al pie de /a letra la nocién de “andlisis profano" y mantienen en su favor un combate sin cuartel. La nota deja suponer que el libro debe aparecer con su verdadero nombre y que éste fue modificado en el Gltimo momentoS. Paralos surreaiistas, la lucha por el andlisis laico no tiene como objetivo reconocer alos no médicos el derecho a practicar curas, como en el caso de Marie Bonaparte. Por 1 contrario, se pretende efectuar un corte radical entre el psicoandlisis y los ideales de Ja medicina. Esta actitud auténticamente separatista no se encuentra en el movimiento psicoanalitico francés de anteguerra, salvo en Laforgue a veces. No saldr4 a luz sino después de 1945. EI radicalismo de los surrealistas, su apologia de una primacia absoluta del inconsciente, se sitdan en el extremo opuesto de los ideales del inconsciente a la francesa. Los poetas de este grupo no hablan la misma lengua que Pichon, Hesnard o Laforgue. No pertenecen ala misma Francia. Su freudismo no es el mismo freudismo. En el seno de esta diversidad se desarrolla el combate del dia contra la noche y de la noche contra el dia. Esta situacién de divisién crea una incomunicacién entre el movimiento psicoanalitico y la vanguardia modernista. Aunque entre ellos haya disensién, ninguno de los doce fundadores de la SPP acepta reconocer la importancia del movimiento surrealista por Jo que respecta a la penetracién de las ideas freudianas en Francia. Simultaneamente, se apartan del conjunto de una intelligentsia literaria que era considerada peligrosa. La falta de comunicacién de la primera generacién analitica con el surrealismo y, mas en general, con las producciones literarias de la época, va a pesar mucho en el destino del movimiento. De ese modo, la nocién misma de “forma del lenguaje” queda fuera de su discurso y de alli proviene la mediocridad de su estilo, el fracaso de su obra tebrica. Se dirfa que, salvo Pichon, estos médicos del inconsciente se preocupan tan poco de la cosa conceptual como de la lengua en la que escriben. 21 EI espiritu modemo Los surrealistas impugnan el principio del acto novelesco para crear nuevas modalidades de expresién creadora. Los psicoanalistas, en cambio, se repliegan a posiciones académicas. En vez de seguir la senda freudiana que trata de dilucidar la condicién dela creacién poética, “aplican” alas obras literarias la técnicade lacura: esto da origen a la psicobiografia, que se limita a estudiar obras cldsicas y trata la historia de los escritores como si fuera la narracién de un caso, haciendo de la escritura la expresién de una neurosis o de una enfermedad mental. Enesta época, se derrumban los ideales de laheredo-degeneracién. Lapsiquiatria dindmica de los afios veinte lleva a la practica una vision nueva sobre la locura abandonando la antigua nocién de tara que asimilaba el genio al crimen. Mantiene una lucha progresista contra el poder judicial con el objeto de sustraer a los locos de la guillotina y reivindica la tocura como integrante de la condicién humana. Pero en el dominio del arte, sigue siendo tributaria de una concepcién de la locura caicada de la doctrina de la degeneracién. La psicobiografia es la continuacién, por otros medios, de una politica de la locura que concibe fa creacién como una patologia y convierte al creador en un “anormal superior”: desde esta perspectiva, el artista es un “caso” como los demas neuréticos, pero es un “caso patolégico” ya que posee una “tara” que los ‘otros no tienen. Para comprender como funciona dicha tara, hay que construir una nosogratia de la obra y relacionarla con el destino de su autor, Desembocamos entonces en un sistema coherente que piensa la “locura creadora” a partir de un saber racional que viene a reemplazar la obra misma. Asi, el higienismo de los afios veinte, que impregna e! movimiento psicoanalitico, conserva los restos de la configuracin hereditarista de la que se ha separado, para verterlos de nuevo en|a psicobiografia. En este terreno, Charcot estaba adelantado respecto a su tiempo: habia buscado una prueba de su concepcién de la histeria en obras pictéricas antiguas sin ver, como Freud lo harla mas tarde, que la histeria misma era una obra de arte deformada. Pero su videncia lo habia llevado a plantear una relacién nueva entre la creacién y lalocura, que hacia patente una “forma” neurética, mensajera de si misma e idéntica ala expresi6n creadora. Los psicoanalistas franceses sepultan en las sombras las ensefianzas de Charcot. Por el contrario, los surrealistas reivindican la herencia de la Salpétriére y hacen de la histeria un acto poético. En 1928, Aragon y Breton rinden homenaje a las actitudes pasionales de la bella Agustina: “Nosotros, surrealistas, escriben, queremos celebrar ei cincuentenario de la histeria, el descubrimiento poético mas grande de finales del siglo, y ello en el preciso momento en que el desmembramiento del concepto de histeria parece cosa consumada. Nosotros, que nada amamos tanto como a esas j6venes histéricas cuyo tipo perfecto lo obtenemos mediante la observacién relativa a la deliciosa X. L. que entré en la Salpétriére, en el servicio de! doctor Charcot, el 21 de octubre de 1875, con quince afios y medio de edad. 4Cémo va aatectamos lalaboriosa refutaci6n de trastornos organicos cuyo proceso no sera jamés el de la histeria sino Unicamente a los ojos de los médicos? |Qué lamentable! Babinski, el hombre mas inteligente que haya abordado este asunto, osaba publicar en 1913: ‘Cuando una emocién es sincera, proftunda, sacude el alma humana, y ya no hay lugar para la histeria’ " Tras este vuelo lirico, Aragon y Breton recuerdan la importancia que Charcot tiene para Freud y luego evocan el tiempo en que los internos dela Salpétriére hacian el amor con las histéricas. De paso, Clovis Vincent es calificado de “Raymond Roussel de la 22 El espirity modemo volvera a tomar el movimiento antipsiquiatrico de los afos sesenta. Mirandolo de mas cerca, notamos que si bien este texto es “antipsiquiatrico”, no anuncia verdaderamente la antipsiquiatria contemporanea. Por lo demas, los representantes de este movimien- to, que no nacié en Francia sino en Inglaterra e Italia, se inspiran muy poco en el surrealismo pues prefieren el existencialismo, la fenomenologia y la teoria de la personalidad. Este manifiesto de 1925 ataca la torre de Babel que representan las diversas clasificaciones de las enfermedades llamadas mentales. Sin embargo, no pone en tela de juicio la existencia de la locura nila de una diferenciacién entre los estados mentales. No supone, como lo haran mas tarde los antipsiquiatras, que la locura individual sea producto de una alienacién social o familiar. En otros términos, para los surrealistas el acto individual es siempre una locura y el loco un creador de igual condicién que el sofiador o el histérico. En estos tres estados encontramos una concepcién de la realidad cuya legitimidad debe ser reconocida por completo. En Francia este texto es contemporaneo a la creacién del grupo Evolution psychiatrique, pero esquiva los ob- jstivos de la psiquiatria dindmica®. Con Marie Bonaparte, Paul Schiff, Minkowski, Borel, y més tarde Henri Ey, se toma una orientaci6n hacia una profilaxis que tiende a sustraer la locura de la esfera del poder judicial. Con el surrealismo, se perfila otro movimiento que pretende quitar a la mirada psiquiatrica el derecho de gobernar el Ambito de lo mental. De alli proviene la idea de que tanto la locura como la histeria son Irreductibles a la raz6n. Tal concepcién es “adelantada” con respecto a los ideales de la nueva psiquiatria, pero es contemporanea de lo que denuncia, es decir del cambio total que Freud operé en el campo del saber. Cuando los surrealistas se identifican con las locas de la Salpétriére o con los dementes del arte y la literatura, toman prestados conceptos que pertenecen a un terreno epistemolégico donde andan entreverados la nosografia de Kraepelin y Charcot, el automatismo de los legionarios de la glosolalia y el cortejo estructural del pensamiento freudiano. Los psicoanalistas mantienen con los escritores relaciones diversas, a menudo pautadas por sus concepciones psicobiograficas del arte. Algunos, como Allendy y Borel, se vuelven progresivamente “especialistas” en el tratamiento de los creadores. Uno analiza a Anais Nin o Crevel y se interesa en Antonin Artaud; el otro acuesta en su divan a Leiris y Bataille. A ambos les atraen los artistas, segun una tradicién clasica del alienismo. Fascinado por el ocultismo, Allendy encuentra en el surrealismo un eco de su propia actitud. Por lo que respecta a Borel, es el estudio de los sofiadores y no el del suefio lo que le lleva a acoger favorablemente la aparicién del movimiento. En 1925, en el primer numero de Ia revista Evolution Psychiatrique (EP), al final de un articulo que también firma Gilbert Robin dedicado alos “Sofiadores”, escribe: “Acaba- mos de conocer un movimiento nuevo: el surrealismo, que su creador André Breton explica y comenta. Sin entrar a criticar su libro, Manifeste du surréalisme, queremos sefialar esta evasién de lo real que intenta el autor para encerrarse (o mejor dicho extenderse) en un mundo imaginario, inmensamente amplio, a cuyaformacién concurren todos los modos de expresién y todo lo que el individuo tiene de maravilloso y magico'®.” Jean Frois-Wittmann es el unico psicoanalista de la primera generacién que publica articulos en las revistas surrealistas. En 1929, publica uno en la Révolution Surréalistetitulado “Mobiles inconscients du suicide”. Alli encontramos algunos detalles clinicos acertados y algunas opiniones que contrastan con el conformismo psicoanalitico de la época. Asi, Frois-Wittmann da una definicién del hombre “normal”: “Es el hombre 24 El espiritu modemo ante todo al autor mismo: ‘el francés, escribe Baudelaire, es un ave de corral tan bien domesticada que no se anima a saltar ninguna cerca. Véanse por ejemplo sus gustos en materia de arte y literatura. Es un animal de raza latina: la basura no le disgusta. En ‘su Casa y en literatura es escatétago. Le encantan ios excrementos. Los literatos de café llaman a eso la sal gala. Hermoso ejemplo de bajeza francesa de la nacién que pretende ser la mas independiente de todas. ' Desde el punto de vista psicoanalitico, subraya Laforgue comentando esta frase de Baudelaire, no se podria ser mas preciso. Agreguemos simplemente que a partir de cierto grado de neurosis, como el de Baudelaire, el sujeto puede efectivamente llegar a comerse sus excrementos y beberse su orina’s.” Con la segunda generacién del grupo de /'Evolution psychiatrique se manifiesta un auténtico interés por el surrealismo. Ya no se lo arroja del lado de la “via literaria” o de una mistificacién poética, sino que se lo acepta como una aventura del inconsciente ligada a la renovacién de la psiquiatria. En este sentido, Henri Ey publica en 1948 un articulo en el cual distingue las obras surrealistas de las creaciones que producen los alienados**. Mas tarde dir que ha descubierto la importancia del freudismo a través del ‘surrealismo y no en la literatura médica. La primera generacién de psiquiatras y psicoanalistas franceses participa pues de un movimiento dinamico que es histéricamente contemporaneo del surrealismo. Pero sa contemporaneidad le impide ver que el surrealismo pertenece a ese mismo movimiento, Diez afios mas tarde, ta segunda generacién toma conciencia de una historia que los mayores no habian percibido y desde entonces reconoce su deuda con el surrealismo. Semejante cambio es posible cuando surge un interrogante sobre un pasado que ha sido e! origen mismo del cambio. Asi, el surrealismo opera una curiosa fractura en la historia del movimiento psiquiatro-psicoanalitico francés. Gontemporaneo de un dinamismo cuya autoridad impugna, no provoca nada menos que su apoteosis distribuyendo las armas que sirven para renovarlo. Sin el escandalo surrealista, |a segunda generacién psicoanalitica hubiera perdido su energia antes de oir el eco de la nueva batalla. Sarane Alexandrian'> evoca el recuerdo de dos médicos que participan en el movimiento de los afios veinte. El primero, Emile Malespine, adepto del dada, en 1922 funda en Lyon la revista Manométre. inventa un método que permite “pesar la escri- tura”, la grafografia. Su revista pretende ser poliglota y supranacional; mezcia los idiomas, registra las ideas e indica la presién de todos los meridianos. Publica los manuscritos por sorteo. El segundo médico, Pierre Mabille, comienza la carrera de cirujano antes de adherir al movimiento surrealista en 1934. Astrélogoy ocultista, afirma ser discipulo del psicoandlisis. Pese alas apariencias, su teoria del inconsciente noes mas extravagante que la del respetado Bergson. Mabille defiende el principio de un “inconsciente visceral” al que se le pueden seguir las fluctuaciones mediante la interpretacién de los suefios. A esto agrega un “inconsciente de olvido”, personal y social a la vez, cuyo descubrimiento se ha hecho posible mediante un descenso maximo del umbral de la conciencia. Tras el éxodo de 1940, se va a Guadalupe y luego se radica en Tahiti, donde mejora los servicios de hospital del Asilo francés. Gracias a Su conocimiento dei mundo aborigen, permite a Breton asistir a ceremonias vudu. Cuando muere, en 1952, el semanario Arts le rinde un hermoso homenaje. En Francia, los médicos de esta clase quedan al margen del movimiento psicoanalitico. Obligado a probar la seriedad de su saber cientifico, éste abandona los 26 EI surrealismo al servicio de! psicoandlisis restos de un ocultismo que tiende a recobrar actividad, en épocas de crisis, con laforma de un sintoma hipndtico'®. En el periodo entre las dos guerras, el desconocimiento que padece el movimiento freudiano de clerta versién oculta del psicoandllisis que pregonan los surrealistas y unos pocos médicos, corre parejo con la avanzada de una politica “jonesiana’ de la IPA que intenta excluir de la comunidad analitica a los grandes “locos” del freudismo, los que como Reich, Ferenczi o Rank, no logran someterse ala etiqueta de los notables. Naturaimente, no todos estos disidentes son defensores del ocultismo, pero, enla medida en que sus posiciones procuran corregir la racionalidad de una institucién que pretende estar adaptada a los ideales de la ciencia, con frecuencia es mediante una crisis ocultista cémo rompen con la casa madre. Por lo demas, aquella casi siempre desemboca en la reivindicacién de una religiosidad o de una “irracionalidad” en detrimento de la ciencia, que se juzga demasiado “racional”: misticadel cuerpo materno en Rank, de las profundidades oceanicas en Ferenczi, de la energia en Reich. Todas estas corientes denotan la forma misma con la cual se desarrollan las crisis en la morada freudiana. En Francia, las cosas son a la vez parecidas y diferentes. Sin duda, existe entre los analistas una oposicién ditusa entre la cientificidad que reivindican unos y la irracionalidad que sostienen los otros. Pero la antigua tradicién oculta, la de los magos y los magnetizadores, no subsiste en el suelo nacional y, sobre todo, no se vuelve a implantar en el seno del movimiento psicoanalitico. Mientras Suiza desempefia un papel principal por lo que respecta a la penetracién de las ideas freudianas, el Junguismo no encuentra en Francia ningtin apoyo que le permita convertirse en una. auténtica corriente. Ello se debe en parte a la situaci6n minoritaria del protestantismo francés, pero no Gnicamente, ya que sabemos que en Italia el catolicismo sirve de base a la implantacién masiva de la doctrina de Jung. En realidad, no hay verdadera disidencia en la SPP antes de la Segunda Guerra, sin duda porque el unico marginal del movimiento, René Laforgue, es ala vez su fundador y jamas sera excluido dela IPA. Observemos de paso que el acercamiento que realiza en los afios cincuenta con el catolicismo por un lado, y con las religiones orientales por otro, tiene bien el aspecto de una crisis ocultista. Es pues el surrealismo, 0 sea un movimiento literario, el que blande contra el psi- coanalisis oficial la antorcha de los taumaturgos y los hipnotizadores. Pero tampoco alli hay verdadero ocultismo. En su forma francesa, el surrealismo lleva el blasén de un ro- manticismo que se volvié cientifico'”. Pertenece a lo oculto mas por la manera enlaque reivindicauna visiénclandestina, nocturna, maldita, delas doctrinas que defiende que por laadhesion alos omamentos misticos del ocultismo. Bretonseidentificade un lado aotro conlaaventura freudianaen lo que ésta tiene de mas resueltamente modemo: poresosu espiritismoy elde sus amigos se parece mas aunbarulloiconociasta que aunallamadaa la mesa que habia. Pese a su culto alos astrélogos y las videntes, Breton no cae enla religion de! mas alla. Jamas cede lamas minima parcela de terreno surrealista alos apa- recidos y alos fantasmas. Jamas abandonala primacia de lasexualidad porloque Freud llama la“marea negra" del ocultismo. Por todas estas razones, el surrealismo no sirve de apoyo a la implantacién del junguismo. La concepcién surrealista del psicoandlisis se mantiene profundamente pagana. Se parece alos objetos que fabrica, al Edipo de Max Emst, a la Gioconda bigotuda de Duchamp, al autémata de Chirico, a las mujeres dur- miendo de Salvador Dall y alas satiras de Benjamin Péret. 27 El espiritu moderna U1, El suicidio, el sexo y la mujer criminal La historia del movimiento surrealista comienza con la fundacién en 1919 de la revista Littérature, donde aparecen los tres primeros capitulos de Champs magnétiques. El texto, que redactan Philippe Soupault y André Breton, se inspira en la escritura automéatica que definié Janet: “Durante nuestras investigaciones, escribe Soupault, habiamos comprobado en efecto que el espiritu, liberado de todas las presiones criticas. y las costumbres escolares, ofrecia imAgenes y no oraciones légicas, y que si aceptébamos adoptar to que el psiquiatra Pierre Janet llamaba escritura automatica, anotabamos textos en los que describiamos un “universo” hasta ahora inexplorado. Decidimos entonces damos quince dias para escribir juntos una obra en !a que nos/sic] prohibimos corregir y tachar nuestras “elucubraciones”. No nos costé nada respetar el plazo y con gran alegria leimos los textos'®.” Lanoci6én de automatismo es central enlaredaccién de Champs magnétiques pero a lo que la obra se refiere es a los Cantos de Maidoror. Evoca el famoso libro que anunciara Isidore Ducasse a punto de morir y prolonga el célebre slogan: “La poesia debe ser hecha por todos y no por uno”. En cuanto a la idea del pensamiento dictado sin ningdn control de la razén, se apoya tanto en el programa de los alienistas como en el proyecto de Rimbaud respecto a “Yo es otro”. Segun Breton, este texto inaugural se redacté en ocho dias, a costa de un largo desajuste de los sentidos; esta dedicado a Jacques Vaché y termina con la simulacién de un suicidio. Desde abril de 1919, vive en Paris el pintor Francis Picabia. A principios de enero de 1920, se une a 61 Tristan Tzara que llega de Zurich, donde el psicoandlisis ha sido implantado a través de la corriente freudiana y la disidencia junguiana. Este no comparte el entusiasmo de sus amigos franceses respecto a la nueva doctrina y expresa opiniones que se parecen a las de Karl Kraus antes: “El psicoandlisis es una idea peligrosa, adormece las inclinaciones antirreales del ser humano y sistematiza la burguesia’. Pronto, los miembros del grupo Littérature se unen al dadaismo y la técnica de la escritura automatica se deja de lado y otros dispositivos del arsenal dadaista toman su lugar. Sin embargo, contrariamente al procedimiento de “mezclar palabras en un sombrero”, marca el advenimiento del primer acto surrealista por el cual se forma un movimiento auténomo que mas tarde acabara rompiendo con e! dadaismo. Breton anuncia en términos de conspiracién el nacimiento de esta nueva escritura. Le explica a Tzara que ha estudiado poca filosofia pero que la psiquiatria le es muy familiar. Kraepelin y Freud le provocan fuertes emociones. Se asombra de que su amigo no conteste a sus preguntas sobre Jung y Maeder. Por su lado, Tzara se entrega a una asombrosa retlexién sobre la naturaleza de la literatura moderna: “Hoy en dia yano se escribe con la raza, afirma, sino con la sangre (qué banalidad). Lo que para la otra literatura era lo caracteristico es hoy e! temperamento. Es mas 0 menos lo mismo escribir un poema en siamés que bailar sobre una locomotora. Sélo es natural para los viejos no observar que por todos lados se esta creando un tipo de hombre nuevo. Con insignificantes variaciones de raza, creo que la intensidad es la misma en todos lados, y si vamos a encontrar un carcter comin a los que hoy hacen literatura, sera el de la antipsicologia’?.” El recurso al automatismo separa al dadaismo del surrealismo, pero las dos doctrinas tienen en comun el rechazo de los ideales de Ia raza y la fijacién de los 28 El surrealismo al servicio del psicoanilisis caracteres. El antipsicologismo propio del espiritu moderno rechaza una doble tradi- cién: la de la literatura novelesca del siglo XIX, ala que opone el hélito nocturno de los poetas malditos, y la de la psicologia del alma, los pueblos y las masas, contra la que esgrime el principio de un “hombre nuevo" que se define mediante el libre surgir de sus deseos 0 Ia intensidad de sus actos de lenguaje. Elideal de laraza que Tzara niega también lo denuncia René Crevel en un articulo de 1931 titulado “Le patriotisme de l'inconscient”. Este hace notar las opiniones de un autor de la SPP segin el cual los conflictos son los mismos en la raza negra y en la blanca: “Pero el caso analizado no es convincente ya que casi no contiene conflictos inconscientes.” La frase de! comentarista es ambigua y, tal como suele ocurrir en esa 6poca, principalmente con respecto a la cuestién judia, evidencia no un racismo manifiesto, sino un racismo reprimido del que el autor no es consciente. Como quiera que sea, Crevel se da cuenta de ello y se apresura a aclarar el significado: si el caso no es “convincente” quiere decir que se necesita hacer un estudio para demostrarlo que no obstante es una evidencia, a saber que una piel negra vale lo que un rostro blanco. Pero si en el psicoandlisis del negro que comenta nuestro bibliégrafo se encuentran pocos conflictos inconscientes, ello supone que el inconsciente del negro no es dela misma naturaleza que el del blanco y que puede que exista un inconsciente que varie segun la raza. Crevel parodia entonces una frase de los misioneros para aplicarla alos psicoanalistas: “Lo bautizo, siempre y cuando tenga un alma’; y prosigue: “Este negro del que en 1905 se duda, en los medios eclesiasticos, de que tenga un alma y en 1931, en una revista de medicina mental especializada, de que su inconsciente pueda tener conflictos tan distinguidos como los del modelo corriente en el mostrador psicoanalitico de la casa madre (y tengan en cuenta que el francés dice poco para sobreentender mucho), en caso de trabajos forzados o de guerritas de mala muerte, se lo reconoce ‘como un hermano, hermano menor se entiende, y por lo tanto que hay que guiar con mano firme20.” En este texto, se ve como la postura surrealista pone al desnudo uno de los principales componentes de! movimiento psicoanalitico francés del que éste no tiene conciencia. Un autor teoriza las divergencias entre el psicoandlisis oficial y el Surrealismo en el momento mismo en que se producen. EI primer ndmero de la Révolution surréaliste se abre con una encuesta: “, EI suicidio es una solucién? Se vive y se muere. ¢ Qué parte le corresponde ala voluntad en todo esto? Parece que uno se mata como suefia. No estamos planteando una cuestién moral.” En ese mismo numero, encontramos la narracién de sucesos rela- cionades con suicidios asemejando una geografia de la desesperanza humana2\. La pregunta suscita varias respuestas que son publicadas en el numero siguiente. Lafascinacién surrealista por la muerte remite al personaje de Jacques Vaché del que Breton escribiré la leyenda. Una fuerte dosis de opio lo envié al infierno en 1919. Por su culto a lo burlesco y su filosofia del humor, constituye el ejemplo de una vida a lo Rimbaud que anuncia el espiritu dada. Por lo que respecta a Jacques Rigaut, otro “pregonero dela muerte”, también forma parte del museo surrealista. Adicto ala droga, se suicida diez afios después que Vaché22, Breton no intenta jamas poner fin a sus dias, pero en 1930 celebra a su manera el suicidio de Maiakovsky: “Por mi parte, escribe, le estoy mas agradecido a Maiakovsky por haber puesto al servicio de la revolucién rusa realizada el inmenso talento que le 29 El surrealismo al servicio del psicoandiisis pulsién de muerteque 61 \lama instintoal igual que sus contempordneos. En esta época, ha leido la versi6n traducida de Mas ailé del principio del placer, pero no conoce el texto de Freud Malestar en /a cultura, que sera traducido en 193427. Se niega a atenerse a lanocién de energia sublimada y reivindica el exceso por si mismo. Segun Breton, una maquinacién fundamental hace existir al creador, y éste es el teatro del combate en que se trenzan el instinto sexual y el instinto de muerte. El propio Eros esta sometido al Anti- eros en ia pasién amorosa, y éste Ultimo desempefia un papel revolucionario. Termina ‘su articulo haciendo una llamada al frenesi sin el cual no es valida ninguna expresién artistica. En cuanto a la Edad de oro de Bufiuel, simboliza el ave de rapifta que acude aun cielo occidental en vias de descenso. Asi, la reivindicacién del instinto asesino es de naturaleza igual a la del culto al suicidio. Darse muerte es aceptar e! exceso de esa pulsién criminal que caracteriza al auténtico poeta. Freud sitia la creacién del lado de la sublimacién y explica los mecanismos culturales a partir de una renuncia a las pulsiones asesinas. Breton invierte esta problemdtica, rechaza la sublimacién y situa el arte en la maquinacién mérbida. Teoriza la materia freudiana por la negativa, haciéndola adherir al proyecto surrealista, pero de este modo define las intenciones comunes: lo que esta en juego en la Infancia, el sexo o la edad de oro perdida y encontrada. Después de la muerte y el suicidio, el sexo. En 1928, la Aévolution surréaliste publica un asombroso informe titulado “Investigaciones sobre la sexualidad, parte de objetividad, determinaciones individuales, grado de conciencia"8. Entomoaunamesa, varios poetas se retinen y conversan de sus experiencias sexuales. Breton debate con tono autoritario mientras que Benjamin Péret, Raymond Queneau y otros le replican. Se preguntan primero si el hombre tiene posibilidades de percibir el goce femenino. Queneau queda perplejo, Péret lo aprueba y Breton, siempre entero, defiende los hermosos valores de la confianza reciproca y la subjetividad. Naville, que no se deja engafiar, nota la fuerza de una ilusién mental. Luego se invierte la pregunta y Breton anuncia orgullosamente que en la mayoria de los casos una mujer encuentrala prueba de la existencia del goce masculino entregandose al examen del estado local en el que la ha dejado su compafiero. La discusién se desliza entonces hacia la pederastia. Queneau aprueba las relaciones sexuales entre hombres, lo que tiene la virtud de exasperar a sus camaradas. Pierre Unik afirma que los representantes de la “raza maidita” le repugnan tanto como los excrementos. Queneau se asombra de los prejuicios surrealistas contra la homosexualidad y Breton se enoja: “Acuso a los pederastas, dice, de someter ala tolerancia humana un déficit mental y moral que tiende aerigirse en sistema y a paralizar todas las empresas que respeto. Hago excepciones, una de ellas extraordinaria en favor de Sade, y otra, mas sorprendente para mi mismo, en favor de Lorrain23", Tras una discusién sobre el onanismo, la masturbacién y las diferentes posiciones del acto sexual, el grupo de amigos entabla un debate sobre los burdeles. Breton Ppropone que los clerren; Pierre Unik y Benjamin Péret lo aprueban, y Queneau reconoce que lo pasa bien en compafiia de las prostitutas. Se pone en tela de juicio la religisn y Péret aprovecha la ocasién para “profanar las hostias y depositar sus excrementos en el céliz”. 31 EI surrealismo al servicio del psicoandlisis Los surrealistas no se contentan con hablar de la sexualidad, la muerte y el suicidio. También inventan una figura nueva de la feminidad mediante la celebracién de la mujer criminal, ocasién que se les presenta con la historia de Violette Noziére. La noche del 21 de agosto de 1933, Violette Noziére, hija de un mecanico empleado en la compafila del PLM, envenena a sus padres con un polvo que fabrica ella misma. Tiene dieciocho afios. Su madre, Germaine, de origen campesino, habia estado casada antes con un hombre al que no amaba. Trece meses mas tarde la joven se habla separado de él, que la golpeaba, !a engafiaba y jugaba a las carreras. Germaine consiguié el divorcio y luego se casé con el buen Baptiste Noziére. Violette es detenida y acusada. Su padre murié fulminado y su madre fue transportada al hospital: va a sobrevivir. Sin duda desconfiando, no habia consumido toda la pocién que le ofrecié la hija. Desde hacia tiempo, el matrimonio Noziére se comportaba de manera extrafia con Violette, quien llevaba una doble vida. En el Barrio Latino, en medio de los estudiantes, se disfrazaba de mujer libre. Vestida de negro y finamente maquillada, se hacla pasar por empleada de una casa de alta costura. Escogia sus amantes con la veleidad de una cortesana y de noche, en la mesa familiar, volvia a ser una adolescente estudiosa. Sin embargo, Baptiste y su mujer desconfiaban de esa nifia caprichosa. Cuando enfermé de sifilis, logré convencer asus padres de que el mal erahereditarioy los obligé a someterse a un tratamiento inventado por ella, alegando que lo habia recetado un médico. La noche del envenenamiento, el padre tuvo dudas y quiso precipitarse a casa del farmacéutico para averiguar la composicién del misterioso polvo antisifilitico que se parecia tanto al arsénico. La farmacia estaba cerrada. Entonces, se bebié el veneno de un trago. ¢Sabia lo que contenia el vaso? Nadie lo sabré jamas. Hacia ya algin tiempo que Violette habia conocido a Jean Dabin, joven estudiante de modales burgueses. A causa de él, se habia puesto a robar, y quizés a prostituirse. Era un amor apasionado. Un dia ella le regalé un anillo que le habia robado a su padre. El estudiante parecia ignorar las artimafias de su amante. ‘Ante eljuez de instruccién, Violette afirma que no queria matar asumadre sino sélo a su padre. Este, segin la muchacha, la violaba desde hacia meses, le hacia leer canciones picarescas y le mostraba dibujos obscenos. A causa de ello, se habia vuelto frigida hasta que encontré a Jean Dabin. Dos campos se enfrentan en la prensa y la opinién piiblica. Uno mayoritario, patriético, conservador, se muestra convencido de la rectitud de Baptiste, victima de una criatura perversa. El otro, minoritario, recomienda tener prudencia. En el otofio de 1933, toda Francia esta interesada en el asunto Noziére. Se componen canciones en tas calles como para Vacher o Landru. Se invoca la figura satanica de la bruja, se exige la hoguera, el castigo, la tortura.32 Los expertos psiquiatras, entre los que figura el profesor Claude, pronuncian un veredicto aplastante: segtin ellos, Violette no presenta signo alguno de locura; es “perversa’ y porlo tanto plenamente responsable de sus actos. Cosa curiosa, ella sigue inventando historias raras sobre si misma. Afirma, por ejemplo, que la mantiene cierto Sr. Emile, que conduce una Talbot azul. Gracias a la prensa, la fama del individuo recorre Francia. Miles de personas lo denuncian, lo acorralan o creen reconocerlo. La “caza del Emile” se vuelve un juego de sociedad que estimula las vocaciones de acusador y de detective. Nadie encontrara jamas ese extrafio personaje, pero como a Violette no la deciararon loca, no se puede admitir que sea mitémana. 33 El espiritu modemo Sin dar un veredicto ni hacer un peritaje de comprobacién, los surrealistas se entusiasman con la joven criminal. En el acto de ella, saludan un signo de los nuevos tiempos. Un fasciculo que lleva el nombre de lamuchacha se publica en el exterior. Max Emst, Tanguy, Magritte, Dali, celebran la gloria de esta Juana de Arco del deshonor, mientras que Breton, Char, Eluard, Péret, comprometen su pluma al servicio de su causa: no se conduce una hija como un tren, escribe Mesens. “El viejo Noziére/en la mejor de las republicas/ conducia la locomotora/ al estilo de muchos presidentes/ y cuando pasaba por unaestaci6n/ el ejército francés le rendiahonores*3.” Algunos meses més tarde, René Crevel se expresa a su vez: “Violette Noziére, en el moho de lasombra que la aprisiona, no puede marchitarse el ramo de bellos féstoros. Una alta llama negra danza més alto que el horizonte y la costumbre. Todas las tormentas se haran eco de la voz que grité con palabras de azutre, con palabras de sufrimiento, la condena a un mundo donde todo estaba contra el amor”. Germaine Noziére se constituye en parte civil y en octubre de 1934 comienza el Proceso, en el momento en que ia sufragista Louise Weiss organiza una manifestacién en los Champs-Elysées para exigir la igualdad de derechos del hombre y la mujer. Enlabarra, Germaine defiende la memoria de Baptiste; explica que Violette trataba de apoderarse del dinero del hogar, pero enseguida pide la indulgencia de los jurados. Tras el testimonio de Jean Dabin y la requisitoria del fiscal, la acusada se desmaya. Su defensor, el abogado de Vésinne Larue, evoca el reciente asunto de las hermanas Papin y se manifiesta contrario ala practica anticuada de los peritajes psiquiatricos, que mandan a las locas a la cércel en vez de preocuparse de curarlas. Para salvar a su cliente de la guillotina, describe los estragos que provoca la sifilis, Abrumada por los remordimientos, Violette solicita la gracia del tribunal y luego agradece a su madre haberla perdonado. Pese aelio, el veredicto es terrible: segun la tradicién, la joven sera ejecutada en la plaza de Grave; sera llevada alli descalza y con el rostro tapado con un velo negro. En esta época, ya no se le corta la cabeza a las mujeres y el presidente Albert Lebrun conmuta la pena por la de cadena perpetua. En 1937, el asunto vuelve a cobrar actualidad. En una carta publica, Violette se retracta de las acusaciones hechas contra su padre y declara que eran odiosas invenciones destinadas a disculparia. Este acontecimiento no ocurre por casualidad. En esa fecha, muere enfermo en un hospital Jean Dabin, el unico hombre a quien Violette amé. Germaine, que habia Presentado una demanda contra 6! acusandolo del robo del famoso anillo de Baptiste, se encuentra asi libre del unico testigo auténtico de la doble vida de suhijay en especial de la existencia de sus relaciones sexuales. Por su parte, Violette ha rechazado su adolescencia y su estadia en la carcel la ha vuelto mistica. Sdlo su madre pudo impedirle tomar los hbitos invocando el dolor que le produciria semejante decision. Con su carta, Violette destruye cualquier huella de relacién incestuosa con su padre, al igual que con la vocacién religiosa reniega de un pasado sexual juzgado vergonzoso. Obedeciendo asi al deseo de su madre, que la queria juiciosa y virtuosa, Violette hace aparecer el motivo inconsciente de su crimen cuya meta era realizar una fusién homosexual entre las dos mujeres. Eso puede ser alcanzado en la realidad como consecuencia de un “delirio” mistico y en el momento en que muere el antiguo amante def Barrio Latino, y se concreta mediante una carta en la cual Violette asume la responsabilidad de su crimen terminando asi de borrar su pasado. La conversién religiosa tuvo como efecto “curar” a la joven de su pasién asesina, mientras que la 34 El surrealismo al servicio del psicoanéiisis confesién de la responsabilidad da la razén al veredicto de los expertos y permite el reencuentro definitivo con la madre. Rindiendo homenaje a Violette Noziére, los surrealistas sefialan una vez mas su predileccién por esa figura de la locura pasional a través de la cual no cesan de proclamar su rebelién contra los valores de la felicidad familiar. Violette, mujer mitémana y parricida, es parienta de la Agustine de Charcot o de la tragica Blanche Wittmann de Jules Janet. Es también hermana gemela de aquellas famosas sirvientas Papin, quienes en el mismo afio negro de 1933 arrancan los ojos a sus amas. Es asimismo la réplica de la Nadja de Breton, criatura vagabunda, o de la célebre Aimée de Jacques Lacan, criminal frustrada. Su destino recuerda el de aquella anénima Madame Lefébvre, que Marie Bonaparte visita en la cércel y cuya historia sirve de apertura al primer numero de la AFP. Se diria que en esta época una nueva repre- sentacién de la feminidad se abre paso, en el centro de la epopeya intelectual de la entreguerra. Comienza con la aventura de Germaine Barton, mujer anarquista cuyo crimen celebra la Révolution surréaliste en 1924, y termina en el burdel de Madame Edwarda durante los sombrios afios de la ocupacién. Edwarda, mistica y prostituta, heredera de las vencidas de ayer, se convierte, bajo la pluma de Georges Bataille, en una loca triuntante, capaz de escribir el nombre de Dios sobre los “harapos” colgantes de su sexo escarlata?s. La mujer extatica, criminal o loca es presentada en el centro del saber psiquiatrico ‘en forma de “caso clinico” al que se resisten las antiguas nosografias, pero atraviesa también la aventura surrealista, a la manera de una walkiria anunciadora de crepus- culos. Baudelairiana, nocturna, peligrosa, fragil, una nueva visién de la feminidad toma cuerpo y evidencia una transformacién de las costumbres en parte inducida por el descubrimiento freudiano, pero que no lograra su pleno desarrollo sino después de la Segunda Guerra. En este sentido, la representacién que se hace el surrealismo de la feminidad es contemporanea del ascenso del feminismo y de larenovacién dela mirada psiquiatrica que se inicié en el primer cuarto de siglo. El joven Lacan se nutre de esta vision aligual que André Breton. Unoy otro se abastecen en una configuracién del saber que se concreta con el olvido de las ensefianzas de Charcot y el paso de la clinica de enfermedades nerviosas ala de, mas psiquiatrica, enfermedades mentales. Es por eso por lo que cuando Breton y Aragon rinden homenaje a la Augustine de la Salpétriére, es yaa Violette, a Aimée y a Nadja a quienes se dirigen, es decir a una mujer rebelde, criminal, paranoica u homosexual que ya no es la miserable costurera de antafio, esclava de sus sintomas, sino la heroina de una nueva modernidad. Hay que decir que en 1930 se produce una mutacién en la sociedad francesa. Cuando repercute en Europa la tormenta de Wall Street, el folklore de los afios locos ya forma parte de un horizonte lejano y un perfume de decepcién impregna la clase intelectual ascendente. Ahora bien, los surrealistas pertenecen a la generacién que vivid la guerra y a la que le cuesta soportar el drama de los afios que giran. El celebrar a la mujer loca también da cuenta de esa tensién creciente donde el asesinato, valorado como un acto heroico, anuncia la decadencia de una civilizacion. Através de una representacién exacerbada de la feminidad, la generacién del rechazo ya no busca el exilio de los suefios interiores sino que por fin encuentra, en la idealizacién negativa del crimen, los medios para luchar contra una sociedad execrada a diestra y siniestra. 35 El espiritu modemo lil. André Breton entre Freud y Hegel “Si Breton hubiera terminado sus estudios y se hubiera especializado en psiquia- tria, escribe Ellenberger, hubiera podido muy bien con sus nuevos métodos convertirse en fundador de una nueva escuela de psiquiatria dinamica?*." Hay que relacionar este juicio con el que emitié Babinski a propésito de su alumno. En 1926, Breton asiste ala representacion de una obra de teatro titulada /es Détraqués, en la cual la actriz Blanche Derval interpreta el papel de la muy curiosa Solange. Los autores de este drama, cuya verdadera identidad sera revelada treinta afios més tarde, se llaman Palau y Paul Thiéry. Este dltimo, amigo de Babinski, lleva el titulo de cirujano de los hospitales. La obra relata un caso de locura circular y los dos hombres, con la finalidad de no cometer errores en la traduccién teatral de los sintomas, pidieron asesoramiento al ilustre neurdélogo. Cuando Breton asiste a la representacién en 1926 ignora que su antiguo maestro ha participado en la elaboracién. No es sino en 1962, en el momento en que se reedita Nadja, cuando evoca el recuerdo de Babinski: “Siempre me siento honrado de la simpatia que me ha demostrado, escribe, incluso si ésta lo hubiera despistado hasta el punto de predecirme un gran porvenir como médico, y a mi modo creo haber aprovechado sus ensefianzas, a las que rinde homenaje el final del primer manifiesto del surrealismo%7.” André Breton rechaz6 la carrera médica, pero, a diferencia de los demas miembros del grupo, de sus estudios de psiquiatria conservo el gusto por la aventura doctrinal y por la construccién tedrica. Es por eso por lo que siempre trata de fundamentar la experiencia surrealista operando un acercamiento entre diversos métodos de inter- pretacién de los suefios. Su identificacién con el personaje de Babinski no es ajena a esa posicién de “gran patron” que ocupaen el movimiento, administrando con autoridad las adhesiones, las exclusiones y la vida cotidiana del grupo. En 1917, Breton se desempefia provisionalmente como interno en el servicio de Babinski en el hospital de la Pitié. El afio anterior, habia sido asistente del doctor Raoul Leroy en el centro psiquiatrico del 2° Ejército en Saint-Dizier. All! era donde habia experimentado los métodos asociativos vigentes en aquella época. Al centro de Saint-Dizier se mandaba a los soldados del frente que padecian delirios agudos, asi como a los delincuentes para los que se pedia un informe médico legal. Durante su permanencia alli, Breton tuvo oportunidad de observar aun muchacho de comportamiento extrafio que se habia destacado en la primera linea por una temeridad fuera de lo comun. De pie sobre el parapeto, en pleno bombardeo, se habla ejercitado en dirigir con su dedo la trayectoria de los obuses. Para justificar el hecho de que no habia sido herido, explicaba a los médicos que la “supuesta” guerra en la que participaba era sdélo un simulacro y que las “apariencias” de obuses no podian hacer dafio a nadie. Afirmaba también que las “aparentes” heridas de sus compafieros de armas eran producto de un habil maquillaje y que los muertos de la guerra no eran mas que cadaveres que se hablan pedido prestados a las facultades de medicina y colocados en falsos campos de batalia®. Muy impresionado por esta argumentacién delirante pero no obstante légica, Breton la habia comparado con las especulaciones de Fichte y la duda radical de Pascal. Es pues a partir de una experiencia clinica real como concibe Ia existencia de la “surrealidad”. Luego tratara de acceder a ella mediante la escritura automatica. Cuando esta viviendo en Saint-Dizier, Breton, que no lee aleman, se entera de la 36 El espiritu modemo Entre Breton y Freud, el malentendido se basa en una doble equivocacién que remite no tanto a la hostilidad de Freud respecto a las ideas nuevas como a las posiciones respectivas de los dos hombres. En esta época, Breton busca en Freud la imagen de ese maestro rebelde que 6! mismo suefia ser. Le pide un reconocimiento que quel no puede darle. Se equivoca respecto a él porque lo cree capaz de comprender lanaturaleza del dadaismo. En cuanto a Freud, se equivoca respecto a Breton porque piensa estar tratando con el representante de una nueva escuela literaria y no con el animador de un proyecto de negacién de la cultura. No es pues por antimoderismo por lo que Freud permanece sordo al gesto de Breton sino porque lo toma por otra cosa. Una situacién andloga va a repetirse en las relaciones del escritor con el movimiento comunista. Frente a Freud, igual que respecto a los marxistas, Breton esta dispuesto a hacer infinidad de concesiones salvo una, sobre la que no transigirA jamas: dejarse encasillar en la condicién de artista, es decir de “especialista de la conciencia objetiva*'". A causa de este rechazo, después de la guerra no aceptard, en contra de Tzara, la nocién sartriana de compromiso, en el preciso momento en que su participacién en el movimiento politico de los afios cincuenta sera tan importante como la de Sartre. En 1921, la indiferencia de Freud respecto a Breton demuestra la atmésfera particular de los afios locos. En la misma época, el sabio recibe calurosamente a un escritor mundano y vulgar, Henri Lenormand, que le lleva bombones*2. Frente a una Francia hostil al psicoanalisis, o que lo celebra como una moda, Freud prefiere apoyar instituciones oficiales, la medicina, por un lado, a condicién de que reconozca el descubrimiento de 6l, y por el otro la literatura ortodoxa. Esta actitud no se origina en una estrategia concertada sino en la ignorancia de los proyectos ideolégicos de la vanguardia. Se diria que la historia de las relaciones entre el psicoanalisis y el surrealismo no forma parte de la de Freud con Francia. Se da una separacién entre las dos principales modalidades de penetracién del freudismo en este pais, cuando en la realidad temporal son concomitantes. El encuentro entre Viena y el “esprit nouveau” fructificara después, porque habra escapado a la mirada de Freud y a la organizacin oficial dei psicoandlisis. Latécnica del mensaje automatico utilizado en Jes Champs magnétiques tiene una larga historia. Si damos crédito a Ellenberger, la aventura de los “espiritus” empieza, para la época modema, en el estado de Nueva York hacia 1847. Una noche que es importunado por ruidos extrafios, un hombre decide abandonar su casa y confiarla a una familia de campesinos. Estos se instalan alli y no tardan en escuchar a su vez los famosos ruidos. No hay duda posible, la casa est habitada por fantasmas. La esposa del nuevo inquil muy curiosa, decide entablar un dialogo con los intrusos. Con la ayuda de sus hijas, interroga los ruidos, que se ponen a contestar en un cédigo facilmente descifrable. De esa forma, la campesina se entera de que antafio lacasa fue el escenario de un horrible asesinato. La noticia se propaga y la jugada esta hecha: la campesina y sus hijas se especializan en la comunicacién con el mas alla. Hay que decir que la invencién del telégrafo altera las imaginaciones febriles. A los fantasmas, se les presenta la ocasién unica de respirar por segunda vez: salen de sus cuevas, invaden el territorio americano, perfeccionan sus ruidos. Hacia 1852, la ola de espiritismo atraviesa el Atlantico, rompe sobre Inglaterra y triunfa en Alemaniay Francia. Los espiritus aparecen en sesiones privadas; algunos de los adeptos logran fotografiarlos, otros exhiben las huellas de sus manos o de sus pies. 38 El espiritu modemo alucinaciones y que algunos de sus amigos padecen desequilibrios. Una noche, como consecuencia de una sesién de mesas giratorias, varias personas dormidas intentan colgarse de unos percheros: la idea se le ocurrié a Crevel. Otra noche, después de una cena, Desnos, en estado de sonambulismo, persigue a Eluard por el jardin y casi lo mata con un cuchillo. Como psiquiatra esclarecido, Breton se da cuenta de que la experiencia se esta volviendo peligrosa. Entonces abandona la escritura automatica casi de la misma manera como Freud habia dejado de lado la hipnosis. Sin embargo, en 1924, en su definicién del surrealismo, conservalaidea de un dictado del pensamiento fuera de todo control de la raz6n. Asi, sin la escritura automatica y el suefio hipnético el surrealismo no se hubiera convertido en un auténtico movimiento cultural; pero, reciprocamente, sin deshacerse de ellos y sin la readaptacién de la escritura automatica en una verdadera escritura, el surrealismo hubiera sido una aventurasin futuro, una especie de enfermedad infantil del espiritu modemo. En estado de resto o como fantasma actuante la escritura automatica continda funcionando dentro del movimiento, dandole la energia necesaria para evitar el academicismo. El automatismo, segin Breton, remite a una nocién de subconsciente anterior al concepto de inconsciente freudiano, pero, en la medida en que libera una forma andénima de la expresién universal, disuelve la idea “cartesiana” segun la cual el lenguaje seria la propiedad de un sujeto. El automatismo de los surrealistas aparece como el instrumento de un descentramiento o desestabilizacién del sujeto, quien yano se reconoce en la certeza de si. Con ello, la poesia ya no es la representacién de una realidad o el lugar de una inspiracién, sino el lenguaje mismo, objetivade como una forma del ser. Asi, en Francia, el surrealismo se encuentra al servicio del psicoandlisis porque acompafia la aventura del inconsciente freudiano del cual es la expresién no tedrica, sino analégica. Con la escritura automéatica, los surrealistas funcionan filoséticamente como si la conciencia hubiera desaparecido, cosa que, por lo demas, Georges Bataille les reprochara mas tarde*7. En un articulo publicado en 1968 titulado “Freud, Myers, Breton”, Jean Starobinski, pensando en la obra de Lacan, escribe: “El orfismo trio de una literatura de inspiracion ‘estructuralista’ (para la que el sujeto es suplantado por el lenguaje mismo, para la que yo no hablo sino que ello habla en mi) se aproxima a la escritura automatica del surrealismo por vias muy diferentes; Breton para aceptarla hubiera empezado por exigir un poco mas de calor. Y decir que “el inconsciente es lenguaje” sigue sin conciliar a Freud con la escritura automatica, pues el inconsciente freudiano no es lenguaje sino en el modo de la imposibilidad de hablar: sdlo es lenguaje para el intérprete que lo hace hablar¢8”, Si bien es cierto que la concepcién estructural de la lengua, de la que Lacan aca su argumentacién después de la Segunda Guerra, tiene poco que ver con el mensaje automatico, ello no impide que la experiencia surrealista ponga en evidencia, Por primera vez en Francia, un encuentro entre el inconsciente freudiano, el lenguaje y el descentramiento del sujeto, que va a inspirar muy ampliamente la formacién dal joven Lacan. Incluso si mas tarde éste es llevado a criticar el surrealismo, saca de é1 desde su juventud un alimento que se revelaré esencial en su itinerario ulterior. “¢Quién soy? Si por excepcién me remitiera a un adagio: en efecto por qué todo no se limitaria a saber con quién ando*®”. Asi empieza Nadja, relato que Breton publica 40 El surrealismo al servicio del psicoandlisis en 1928. El libro se presenta como {a continuacién “novelesca” de la doble experiencia de la escritura automatica y el suefic hipnético. Después de haber comentado el juego de Blanche Derval en el papel de Solange, la mujer asesina de los Détraqués, el na- rrador relata su encuentro con otra figura de la feminidad: Nadja. Ya no se trata de una actriz, que usa medias de seda negra, sino de un alma errabunda, alienada, con un nombre que evoca en ruso el inicio de una esperanza que no alcanza ningun fin. Ala manera de Héléne Smith, lajoven cree haber vivido en el pasado durante el reinado de Maria Antonieta. La hipnotiz6 varias veces un hombre al que ella llama su “gran amigo” y @ quien ha contado en detalle todos los momentos de su vida. Una noche, en el restaurant, la muchacha a su vez hipnotizaa un sirviente que rompe unos platos y vierte vino en la mesa. Como esté llena de deudas, Breton le da dinero e intenta ayudaria haciéndole hacer unos dibujos alos que interpreta el significado. La experiencia fracasa y, uNos meses mas tarde, Nadja es internada en el asilo de Vaucluse por haber cometido “excentricidades” en el corredor de su vivienda. El narrador consagra entonces varias paginas a condenar los internamientos arbitrarios: “Sé que si fuera loco, escribe, aprovecharia un alivio en mi delirio para asesinar friamente a alguno de esos, preferentemente el médico, que me cayera en las manos.” Y mas adelante: “El desprecio que en general siento por la psiquiatria, sus obras y sus pompas es tal que no me he atrevido a averiguar qué fue de la vida de Nadja®°.” La narracion termina con un titimo homenaje a las histéricas de la Salpétriére; Breton escribe: “La belleza ser CONVULSIVA 0 no serés'.” Con trecuencia Freud ha sefialado que las historias de sus enfermos parecian ver- daderas novelas. Ahorabien, Nagjaes lahistoriade unacura enla que unnarrador ocupa el lugar de un psiquiatra queno consigue curar asupaciente. Entonces renuncia violen- tamente ala psiquiatria paraidentificarse con laloca; ésta se convierte en eltemade un relato autobiografico mediante el cual el narrador accede asuidentidad. Nadjaesuna novela de iniciacién alamanera dela famosa Bildung de los romanticos alemanes. A tra- vés de ella, Breton describe surechazo por lapsiquiatria en términos deun desafiolanzado aSatan:literalmente renuncia “alas obras y alas pompas” del alienismo como sifuerauna tentacién. Lamujerlocaie permite accedera su deseo de escribiry llevaral actoesabelleza convulsivacon|laque sof al contemplar laiconografiade la Salpétriére. Es interesante ver que noes sinohasta 1962 cuando Breton agregaa su texto lanota que se refiere asus re- laciones con Babinski. Treintay cinco afios después dela publicacién de Nadja, elautor siente la necesidad de subrayar su aprecio por una tradicion médica en la que se forjé su estlloliterario. Lo hace precisamente dentro de una obra querubrica el abandonode esa tradicién y el nacimiento de un nuevo estilo narrativo. Nadjano es solamente el relato de unacura “frustrada’”, sino que es tambiénia historia del analisis “logrado” de unnarrador que encuentra en la demencia de una mujer las modalidades de un nuevo géneronove- lesco. La ficcién se parece tanto a la realidad que los alienistas de aquella época toman la aventura de Nadja por la verdadera historia de un caso. En noviembre de 1929, Paul Abély comenta el libro en una reunién de la Sociedad médico-psicolégica. Este digno representante de la corporacién médica no vacila en acusar a Breton de querer incitar alos locos a que asesinen a los psiquiatras. Cuenta que un peligroso maniatico que él atiende subray6é con azul las injurias del poeta contra la psiquiatria, creando desorden enel manicomio. Sin el menor sentido del humor, Abély exige sanciones contra el editor que os6 publicar semejante incitacién al asesinato. 41 El espiritu modemo La conferencia prosigue con una discusién verdaderamente extravagante. El célebre Pierre Janet y el ilustre Gaétan Gatian de Ciérambault cubren de oprobio alos peligrosos surrealistas. El primero afirma que las obras de éstos son “confesiones de obsesos eincrédulos”, mientras que el segundo se pone a perseguir la “pereza orgullosay el ‘procedimentismo’ de estos nuevos Trissotin del pensamiento francés”. Luego Janet vuelve a la carga y recuerda que los procedimientos surrealistas consisten en fabricar palabras “al azar” y en construir historias sobre “pavos” y “sombreros de copa”. Clérambault eleva el tono e invita a las autoridades a proteger la institucién psiquiatrica contra la odiosa ditamacién de la que es objeto. Naturalmente, al dia siguiente la prensa se apodera del asunto y aprovecha el incidente con fines humoristicos. A Janet lo toman ala chacota por sus meteduras de Pata pero no se comenta la deciaracién de Clérambault. Breton empufia entonces su pluma mas inspirada y publica un articulotitulado “Lamedicina mental y el surrealismo”: “Es claro que los psiquiatras, escribe, acostumbrados a tratar a los alienados como perros, se asombran de no tener autorizacién, incluso fuera de su servicio, para matartos®2.” Luego fustiga el peritaje médico legal, citando al pasar el famoso caso de Mme. Lefébvre. Seguidamente, hace trizas el articulo 64 del Cédigo penal que se refiere ala irresponsabilidad de los locos y afirma que es “filoséficamente incomprensible”. Por ultimo, demuestra que los psiquiatras usan abusivamente la idea bleuleriana de autismo para condenar todo lo que en el ser humano no es adaptacién pura y simple alas condiciones exteriores de la vida: ‘Defendemos aqui el honor, escribe, de ser los primeros en sefialar este peligro y a levantarnos contra el insoportable, el creciente abuso de poder de gente en quien vemos mas a carceleros, y sobre todo a proveedores de trabajos forzados y cadalsos, que a médicos. Porque son médicos, pensamos que son menos disculpables atin que los otros por asumir indirectamente esas bajas tareas ejecutoras. Por muy surrealistas © ‘procedimentistas’ que seamos para ellos, les recomendariamos fervientemente, incluso si algunos de ellos resultan victimas de aquellos a quienes arbitrariamenta intentan reducir, que tengan la decencia de callarsess.” Es pues en nombre de una verdadera medicina por lo que Breton condena ese saber psiquiatrico que determina su propia actitud. En 1930, publica como encabe- zamiento de! Segundo Manifiesto del surrealismo y sin comentarios las deciaraciones de Janet, Abély y Clérambault. Unas paginas mas adelante escribe: “El acto surrealista mas simple consiste en salir ala calle, revélver en mano, y disparar al azar lo mas que 86 pueda sobre la multitud. Quien no ha sentido ganas, al menos una vez, de terminar de ese modo con el sistemita vigente de envilecimiento y cretinizacién, tiene bien marcado su lugar en esa multitud, vientre a la altura del cafion’+.” Janet tiene poca suerte con los creadores. Su sordera al talento literario slo puede. igualarse a su chatura de estilo en materia de narracién clinica. Durante varios afios, atiende a Raymond Roussel, que padece una depresién crénica, sin percatarse de que esta tratando con uno de los escritores franceses mas importantes del siglo. Hay que decir que en esa é6poca, sélo los surrealistas, a quienes detesta Janet, reconocen el genio de este autor extrafio, solitario y caido en desuso, cuyas actitudes desconciertan a los literatos oficiales. El hombre gasta fortunas en publicar sus poemas en los periédicos o sus libros a cuenta de autor. Alquila teatros para que se representen sus obras que nadie entiende y 6! mismo paga a los actores, decoradores, directores y, a 42 El surrealismo al servicio del psicoandlisis veces, alos espectadores... Por ms que los surrealistas manifiesten a favor de 4!, 0 griten que es un genio, no sirve para nada; Roussel es tratado de mistificador mundano, demente, excéntrico o imbécil... Las rarezas de su comportamiento llevan agua al molino de sus detractores... Cada vez que puede, manifiesta un furor exagerado contra los cambios dela moda olas exhibiciones sexuales. Organiza su vida dela misma forma que concibe sus libros, segun un ritual de reciusi6n, y teniendo como regia principal usar una sola vez los cuellos postizos porque las cosas lavadas le producen horror. Cuando muere su madre, escandaliza a todo el mundo colocando en el atatid un ojo de buey de vidrio para observar el cadévers5. Ala salida de Locus Solus, Frangois Mauriac escribe: “Un multimillonario puede darse todos los lujos: teatro Gallipaux, vestuario de Poiret, Signoret y sobre todo la cabeza del piblico. El sefior Roussel ha querido escribir una obra de locos y lo ha logrado por demas; pues los verdaderos locos no son alegres y efectivamente su obra es siniestra®®.” Durantelarepresentacion de /'Efoile au front, que tiene lugar en 1924, los surrealistas acuden en masa a aplaudir a su idolo. En el segundo acto, un espectador malhumorado espeta a Robert Desnos: “jAudaz la claque!” Salido de las casillas, éste responde: “Nosotros somos la bofetada y usted la mejilla’." En cuanto a Roussel, se apresura a hacer un juego de palabras y comenta para si: “Nosotros somos labofetaday usted esta celoso”.” En el tercer acto es tal el tumulto que hay que interrumpir la representacion®7. En 1928, Janet cuenta la historia de su paciente en De /'angoisse a 'extase®®. A éste le pone el nombre Marcial, que es el del sabio de Locus Solus, y describe suestado bajo el titulo: “Las caracteristicas psicolégicas del éxtasis”. Hombre triste, solitario y megalémano, Marcial dedica la parte mas importante de su vida a construir obras literarias sin obtener el éxito esperado. Sin embargo, en ningun momento duda de si mismo. Se identifica con Victor Hugo, Napoleén o Wagner y sabe que lleva en él una inmensa gloria, un “obus formidable que no ha estallado aun”. Janet compara a su cliente con su querida Madeleine, con Plotin, con Jean-Jacques Rousseau. Hace notar que no es ni orgulloso, ni deficiente, ni agitado sino simplemente neurépata. Su comportamiento se caracteriza por crisis extaticas; su vida esta construida como su obra y ésta remite a un mundo extrahumano que no contiene nada real sino puras combinaciones imaginarias. En el fondo, Janet no dista mucho de pensar que si Marcial “hiciera un estuerzo” obtendria el reconocimiento que busca, aunque sus obras no parezcan destinadas al pUblico en general. Después de la muerte de Roussel, Michel Leiris vaa visitar al psicdlogo para pedirle que no destruya sus anotaciones privadas relativas al caso Marcial. Este se niegay trata a Roussel de “pobre enfermo desgraciado”. Furioso, Leiris se va dando un portazo. Se ha criticado a menudo Ia actitud de Janet, su incomprensién respecto a la creacién artistica en general. Pero eso no basta. Lo que plantea un verdadero problema no es la sordera de Janet ante el talento literario de Roussel, sino la nulidad de una prActica de la cura que consiste en registrar mecdnicamente las declaraciones de un paciente agregéndoles un juicio moral desprovisto de interpretacién alguna. Tomemos dos ejemplos: Allendy no se las arregla mejor que Janet con Artaud o Anais Nin; sin embargo, noté perfectamente el talento de ambos, Por otra parte, Freud no tiene * Larespuesta es dada tomando otro de los significados de la palabra “claque"(N. deT.) * La joue-la mejilla; jaloux-celoso. (N. de T.) 43 El surrealismo al servicio del psicoanailisis Mas adelante agrega: “El propio Freud, que en materia de interpretacién simbélica de los suefios parece no haber hecho mas que volver a tomar por su cuenta las ideas de Volkelt, autor sobre quien la bibliografia que figura al final del libro queda bastante significativamente muda, Freud para quien, no obstante, toda la substancia del suefio proviene de la vida real, no resiste la tentacién de deciarar que la naturaleza intima del inconsciente nos es tan desconocida como la realidad del mundo exterior, avalando asi alos que su método habla casi derrotado 62.” Freud, disgustado, entablacon Breton una discusién absurda sobre la omisién de los precursores. No es Johannes Volkelt, dice en substancia, sino Kar! Albert Scherner quien descubrié la simbologia de los suefios. Luego agrega que el nombre de Volkelt no figura en la edicién francesa de la Traumdentung (Science des réves). En una segunda carta Freud explica el olvido por el hecho de que la traduccién francesa de la Traumdeutung se hizo después de la séptima edicién alemana, en la que el nombre de Volkelt no figura. Herido en lo mas profundo, Breton replica haciendo notar que ese asunto provoca mucho ruido por nada. Sin embargo, prosigue la discusién reprochandole a Freud no haber llevado lo bastante lejos el analisis del contenido sexual de sus suefios. Dolido, el anciano responde que no es por timidez sino por un limite que se ha impuesto por lo que se refiere a las retaciones con su padre. Luego agrega: “Y ahora una contesién que debe usted aceptar con tolerancia. Aunque reciba tantos testimonios del interés que usted y sus amigos manifiestan por mis investigaciones, no estoy en condiciones de aclararme por mi mismo qué es y qué quiere el surrealismo. Quizé no soy apto en absoluto para entenderio, yo que estoy tan alejado del arte®.” Trece afios después de! viaje de Breton a Viena, el enfado entre los dos hombres toma un nuevo cariz. En 1921, al francés lo habian echado cortésmente. En 1932, ha ganado algunos galones. Sigue mirando a Freud como auna respetable persona mayor pero, a su vez, él se ha convertido en jefe de un movimiento en el que ocupa el lugar de un maestro. Se permite pues hablar con el sabio de igual a igual. En cuanto a Freud, no entiende mejor los objetivos del surrealismo que los del dadaismo, pero ahora se dirige a Breton con respeto y modestia. Lo considera evidentemente un auténtico pensador, importante para su época y para el porvenir de la cultura. Esta vez, el mailentendido se refiere menos a una concepcién divergente del arte y la literatura que al conjunto de una posici6n teérica. Freud no tiene el mejor papel y lo sabe bien. El ardor que pone en la disputa traduce su incapacidad para leer los textos surrealistas. No llega a comprender la representacién que Breton se hace de su doctrina. La discusién en torno a los nombres propios en realidad encubre una divergencia filos6fica. El escritor pide a Freud que reconozca que la teorla psicoanalitica del suefio. no alcanza para explicar la vida material del hombre y debe ser completada por “otra cosa”, por una conceptualidad que permita abrir una via de comunicacién entre el mundo de lo imaginario y el de la existencia objetiva. Naturalmente, Freud no escucha las exigencias de Breton: su propia concepcién del inconsciente sigue estando basada en una metapsicologia que separa la realidad psiquica de la realidad material y estructura una y otra segun una jerarquia incompatible con la nocién de “vaso comunicante”. “Freud es hegeliano en m\”, dijo un dia Breton®. Para él entonces lacomunicacién parece posible. Para lograrla, basta con agregar ala doctrina freudiana una especie de filosofia hegeliana que haga encontrarse lo imaginario y la realidad. El escritor mantiene con el personaje de Hegel una relacién privilegiada. Una vez mas, como con Freud, lo 45 EI surrealismo al servicio del psicoandilisis Breton supo inventar una sintaxis capaz, en un mismo gesto narrativo, de teorizar esta aventura y explorar la parte de suefio que tiene. En diciembre de 1937, el poeta propone a Freud asociarse ala publicacion de una obra titulada Trajectoire du réve. Este, como sigue sin entender el interés que tienen los surrealistas en su persona y su doctrina, rehusa cortésmente: “Una recopilacién de suefios, escribe, sin las asociaciones que se agregan a éstos, sin conocer las circunstancias en las cuales el suefio se produjo, una recopilacién asi para mino quiere decir nada y apenas puedo imaginar lo que puede querer decir para otros.” Breton no contesta pero, cuando el libro esta por entrar a la imprenta, se entera de que Freud acaba de ser detenido por los nazis en Viena. Al dia siguiente, mediante un desmentido publicado en la prensa se hace saber que el sabio sélo se encuentra “en detencién preventiva’. Entonces, Breton decide agregar un texto en la primera pagina de la obra en la que Freud no quiso colaborar: “El ilustre maestro, escribe, en cuyo espiritu se encarné verdaderamente aquel ‘Mas luz’ que pedia Goethe, al cual muchos en el mundo debemos nuestras mejores razones de ser y obrar, Freud que a los ochenta y dos afios cae a merced de unas bestias, encontrandose particularmente destinado al furor de los inconscientes y los perros®...” Seis meses més tarde, en una carta a Stefan Zweig, Freud se expresa por ultima vez sobre el surrealismo, después de una visita de Salvador Dali que acaba de hacer Su retrato: “Quiero darle las gracias realmente, escribe, por la tarjeta de presentacién que me trajo a los visitantes de ayer. Pues hasta ahora, segun parece, estaba tentado de considerar a los surrealistas, quienes aparentemente me han elegido como santo Patrono, locos completos (digamos, en un noventa y cinco por ciento, como el alcohol absoluto). Eljoven espafiol, con sus candidos ojos de fanatico y su innegable maestria técnica, me ha llevado a reconsiderar mi opinién. Efectivamente, seria muy interesante estudiar analiticamente la génesis de un cuadro de este tipo. Desde el punto de vista critico, sin embargo, siempre se podria decir que la nocién de arte rechaza cualquier extensién cuando la relacién cuantitativa, entre el material inconscientey laelaboracién Preconsciente, no se mantiene dentro de determinados limites. Hay alli, en todo caso, serios problemas psicolégicos®.” Una vez ms Freud se muestra deseoso de que no se comuniquen campos heterogéneos y se atiene a una nocién de arte que por lo que parece no toma su teorla como instrumento de una transgresién. Pero, en el umbral de la muerte, lo invade la duda. Quiza los surrealistas no sean tan locos como uno cree, ya que el mas loco de todos, un joven espafiol, logré convencer al anciano sabio para que reconsiderara, aunque fuera un instante, una opinién tan arraigada. 47 CAPITULO Ii Marxismo, Psicoanalisis y psicologia |. Paviovismo y freudo-marxismo Hacia 1909, cuando esta viviendo en Viena, Leén Trotski frecuenta las reuniones de algunos psicoanalistas y lee las obras de Freud. Publica un diario ruso, Pravda, con el que colabora Loffé, quien se convertiré en su amigoy fiel partidario. Este padece una “entermedad nerviosa” y sigue un andlisis con Adler que finalizaraé en 1912. En 1923, Trotski escribe a Ivan Pavlov para explicarle que el psicoandlisis, pese a su lado “iterario”, ha dejado de creer en la primacia de un abismo del alma y que la teorla freudiana puede ser englobada en una psicologia materialista, como un caso particular de la doctrina de los reflejos condicionados. Cuatro afios mas tarde, con ocasién de una conferencia sobre el tema “Socialismo y cultura”, e! organizador del Ejército Rojo prosigue su reflexién sobre el freudismo. Segun él, el estudio de los reflejos se situa por completo en el terreno del materialismo porque derriba la pared que existe entre la psicologia y la fisiologia. Por lo que respecta a la escuela vienesa, Trotski la sitda también en el campo del materialismo aunque deja de lado la importancia dada a la primacia de la sexualidad. Considera que la experimentacién pavioviana es superior a la conjetura freudiana, que juzga demasiado “fantastica:” “Ei intento de declarar el psicoandlisis incompatible con el marxismo y volver la espalda sin mas tramite al freudismo, explica, es demasiado simplista o mas bien “simplén”. En ningun caso estamos obligados a adoptar el freudismo. Es una hipdtesis de trabajo que puede dar —y que innegablemente da— hipétesis y conclusiones que integran la linea de la psicologia materialista'.” La posicién de Trotski da cuenta, de manera eliptica pero exacta, de la situacién en la que se encuentra en esa época el psicoandlisis en la Unidn Soviética. Para comprender cémo el paviovismo se convierte progresivamente en un patrén del materialismo en el campo d e fa psicologia, hay que relacionar la aventura de la introduccién del treudismo en Rusia y la de la doctrina de los reflejos, tal como se la representa la ideologia bolchevique en el ambiente de las luchas que se desarrollan entre 1920 y 1935 a propésito de la filosofia, las ciencias y el marxismo. Tomando esta doble aventura come punto de referencia hstérico y tedrico, podremos entonces tratar de comprender en qué terreno se desarrollan en Francia, en esta épocay en un periodo ulterior, las relaciones entre el marxismo, la psicologia y el psicoandlisis. Desde el punto de vista de la historia de las ideas, las obras de Ivan Petrovitch 49 El espiritu modemo Pavlov son contempordneas a las de Freud y Janet. Nacido en 1849 en una familia pobre, Pavlov se orienta primero al sacerdocio para seguir la via de su padre. Alaedad de veintidn afios abandona el seminario e ingresa en la universidad de San Petersburgo donde llega a ser asistente de un fisidlogo de renombre, y mas tarde doctor en medicina. En 1904, gana el premio Nobel por sus trabajos sobre la actividad digestiva. Esta investigacién lo lleva a tomar en consideracién el fendmeno de la “secrecién psiquica’, que va a servir de base a sus hipétesis sobre las funciones superiores de los centros nerviosos. Es pues la fisiologia lo que empuja a Pavlov, pese a su antipsicologismo, a sentar laas bases de una nueva psicologia fundada en el estudio de los reflejos condicionados. La historia del fox-terrier y la carne es muy conocida. Sise introduce en la boca de un perro un trozo de came deliciosamente guisada, el animal se comporta como un fino gastrénomo y produce cierta cantidad de saliva que puede ser recogida mediante una fistulay medida. Ya se lame Buck como el héroe de Jack London, ya sealebrel, bull-dog © pekinés, el perro reacciona al experimento cualesquiera sean su edad y las condiciones exteriores a ella. No le interesa la textura de la escudilla, loza o porcelana, nielcolorde! delantal del experimentador. Por estaraz6n se llama reflejo incondicionado, innato oinstintivo la salivacién espontanea del gentil mamifero durante su almuerzo. Si se empieza de nuevo el experimenio sustituyendo cruelmente la carne por el ruido de un plato, un olor a salsa o incluso la forma “gnésica” de la came codiciada, produce en 1 bulbo del cuzco una salivacién idéntica a la que provocaba Ia introduccién real del alimento, y esta vez se la llama salivacién psiquica o reflejo a distancia o reflejo con- dicionado al proceso obtenido2. De manera que el reflejo condicionado no es otra cosa que la explicacién cientifica del fenémeno humano y animalistico conocido desde tiempos inmemoriales con el nombre de “hacerse la boca agua”. Este es, esquemati- camente, el descubrimiento de Ivan Petrovitch Paviov, sabio pintoresco, dotado de una vitalidad colosal y de una gran ingenuidad politica. Pese al nombre, la salivacién psiquica no es un fenémeno psicolégico. El proyecto esencial de Pavlov pretende dar una descripcién de la actividad nerviosa superior formulada en términos de excitacién e inhibicién. A partir de sus investigaciones sobre los reflejos, construye una tipologia animal que va a conducirlo, en los ultimos afios de su vida, a un acercamiento con la psicologia humana. Divide los temperamentos en cuatro tipos: melancélico, colérico, flematico y sanguineo. Luego los relaciona con el fendmeno que llama “neurosis experimental:” cuando se activan, en sucesién raépida, procesos de excitacin e inhibicién y si uno acerca cada vez mas los excitantes que debe distinguir, el animal entraen un estado de agitacién neuréticay se pone depresivo, maniatico ohistérico. Al cabo de un tiempo las diferenciaciones adquiridas desaparecen y el animal recupera su normalidad. Pavlov comprueba que él tipo fuerte, 0 colérico, y el tipo débil, o melancdlico, son mas propensos a adquirir una neurosis experimental. Esta concepcién pavioviana de la neurosis experimental se adapta pertectamente ala teoria de los reflejos. En efecto, si la neurosis no es una estructura inherente al psiquismo, es asimilable a un condicionamiento y puede fabricarse o desaparecer experimentaimente. Por ser ante todo un fisidlogo y un observador de los animales, Pavlov no es el fundador de una nuevo psicologia; pero su doctrina, que se aplica ala fisiologia humana, encierra una representacién psicologista del comportamiento humano que excluye lanocién de inconsciente o mas bien la diluye en un sistema neurofisiolégico. Por eso, a pesar de las profundas divergencias que existen entre ambas, la nocién de 50 Marxismo, psicoandlisis y psicologia condicionamiento, en su extensién psicolégica, no es ajena ala janetiana de conducta y , mas en general, a la concepcién de una tipologia de caracteres basada en una jerarquia de los estados fuertes y los estados débiles. Respecto a esto Paviov no se equivoca y en 1933 escribe una carta abierta a Janet en la cual se propone interpretar en términos fisiolégicos los fenémenos de persecucién y dominacién descritos por el sabio francés?. Paralelamente a los trabajos paviovianos se desarrolla en Rusia a comienzos del siglo una corriente de psicologia objativa, que dirige Wladimir Bekhterev y que también se basa en el estudio de los reflejos*. A Pavlov no le gusta nada esta reflejologia que pertenece al Ambito de la psicologia del comportamiento y para la que la actividad psiquica es un epifenémeno de la actividad fisiolégica. Sin embargo, asocidndose al paviovismo, la reflejologia, primero individual y mas tarde colectiva, va a convertirse, después de la revolucién de Octubre, en una especie de doctrina oficial y difusa, encargada de aplicar la tematica del “hombre nuevo”. En efecto, si el sujeto humano puede ser distinguido a partir de refiejos condicionados y ya no instintivos, ello quiere decir que no existe una “naturaleza humana eterna’. En consecuencia, toda teoria de la “estructura psiquica" —y el freudismo es una— corre peligro de que se la asimile a una ideologia pesimista de la “conservacién” de los instintos. En funcién de su ley fundamental, que consiste en garantizar la satisfaccién de las necesidades materiales y Culturales del hombre, la sociedad socialista puede encontrar en el! paviovismo la confirmacién de sus ideales revolucionarios, por los cuales el individuo deber ser cambiado 0 “condicionado” para que aprenda nuevas maneras de vivir. Si, como yaha sido demostrado por lo que respecta a la hipnosis y al behaviorismo§, toda psicologia entrafia una politica y viceversa, es casi seguro que la reflejologia pavioviana, tal como se plasma en la sociedad soviética, constituye la traduccién psicolégica de los ideales dela felicidad comunista. Nonos cansaremos de decir que lahistoria del perroy lacarne encuentra un sentido nuevo en el esplendor de la toma del Palacio de Invierno y termina en la pesadilia del stajanovismo, versién Ultima e irrisoria de la doctrina del condicionamiento. Naturalmente, desde un punto de vista estrictamente cientifico, la teoria del reflejo no se reduce a esa psicologia pavioviana que en parte construye el propio Paviov. No obstante, la actitud politica del sabio no es ajena ala fusién que se opera entre sus obras y los ideales del comunismo. Paviov no se consideré jamas ni materialista ni marxista. Durante mucho tiempo, combate el régimen soviético que patrocina sus investigaciones y que le consagra un culto ferviente. Cuando se ataca la religién, 61 la defiende pUblicamente. Cuando se expulsa de las escuelas a los hijos de los sacerdotes, presenta su renuncia como profesor y da como motivo que 6! mismo es hijo de un sacerdote. Pero pronto se atempera su actitud y en visperas de su muerte, en 1935, durante un banquete ofrecido por organizaciones obreras, declara con entusiasmo: “Antes la clencia estaba separada de la vida y aislada del pueblo, pero veo que ahora es diferente, veo que toda la nacién respeta y aprecia la ciencia. Brindo por el Unico gobierno en el mundo que podia lograr eso y que tiene a la ciencia en tan alta estima y la asiste con tanto fervor: por el gobierno de mi pais®.” En 1949, la celebracién del centenario del natalicio de Paviovtomé un aire de fiesta. El psicoandlisis es definitivamente aplastado por considerarlo una ideologia reaccionaria y se asocia el nombre del tisidlogo con el de Mitchourine. Se deciara ruidosamente que “Pavlov ha destruido el castillo de naipes de Freud7.” 51 El espiritu modemo Por consiguiente, se comprende mejor ia razén por la cual Trotski, en 1923 y 1927, plantea el asunto del freudismo a partir del de un paviovismo que sirve para medir el grado de materialismo de la psicologia en general. Si el psicoandlisis parece un caso particular de una psicologia materialista de la cual la teoria del condicionamiento seria el modelo absoluto, ello significa que las teorias del psiquismo que no prueban su adhesién a los carriles fisioldgicos deben ser echadas al infierno del espiritualismo. Debido a esta suposicién, Trotski descarta la tesis freudiana de la primacia de la sexualidad; para 6l, en efecto, ésta no se incluye en la experimentacién pavioviana ya que no depende de un condicionamiento sino de una organizacién, independiente de lo fisiolégico, en la que el sexo esté separado de su substrato anatémico. Pese a su caracter dogmatico, la posicién de Trotski no es sectaria para la 6poca; por el contrario, @8 “liberal” en el plano politico. En vez de condenar el psicoandllisis, como lo desean los verdaderos adversarios del freudismo, Trotski sostiene que aque! es compatible con el marxismo, Desde el punto de vista cientifico esta afirmacién es extravagante, pero desde el punto de vista politico demuestra la voluntad, que también tuvo Lenin, de no reducir los debates culturales a meras condenas. Como la mayoria de los marxistas de su tiempo, Trotski est cegado por la representacién que é! se hace del materialismo. Si llega a tomar el paviovismo como patrén del materialismo en el campo de la psicologia y eso lo lleva a plantear el problema de la compatibilidad posible entre el marxismo y el psicoandlisis, se debe a que su concepcién del materialismo se basa en la idea de que existiria una sola ciencia del cerebro con la misién de dar cuenta de la unidad del cuerpo y el espiritu. El paviovismo le sirve de modelo siempre y cuando la doctrina del condicionamiento suponga también la existencia de esa ciencia Unica e intente tusionar los tres campos: el de la psicologia, el de la neurologia y el de la fisiologia. Se puede decir entonces que, desde principios de siglo, el paviovismo constituye en Rusia el principal suelo arcaico sobre el que se implanta el psicoanallisis. Lo Gnico que hra el poder boichevique sera sistematizar los valores de esta configuracién, ya presente, aportandole el alimento de un marxismo unificador. Asi como en Francia el freudismo se implanta sobre un terreno minado por el bergsonismo, el janetismo y los ideales de la heredo-degeneracién, en Rusia, luego en la Unién Soviética, se introduce por la senda de un paviovismo difuso, que funciona como una resistencia, imprimiendo su Sello al conjunto de los debates sobre el psicoandlisis®. Es sabido que entre las cosas que hicieron posible el descubrimiento de Freud figuran la autonomizacién progresiva del fenémeno psiquice y la desintegracion de la nocién misma de ciencia tunica del cerebro. Hay pues una contradiccién radical no entre la doctrina del reflejo condicionado y el psicoandlisis, sino entre el paviovismo, que tiende a fusionar la psicologia, la neurolog/a y la fisiologia, y la nueva teoria del inconsciente, que tiende por el contrario a descentrar el enfoque unitario. En esta perspectiva, el debate que se inicia después de 1920 sobre la compatibilidad del marxismo y el psicoandlisis y que se apoya en el ideal de una concepcién fusional s6lo puede terminar en un desastre; y ello tanto mas cuanto que las luchas fratricidas entre las diferentes corrientes politicas nacidas de larevolucién dan un sesgo progresivamente dogmiatico a las discusiones sobre las ciencias y la cultura’. Desde 1914, la intelligentsia rusa conoce el freudismo'®. En 1909 Moshe Wulff, de Odesa, que trabajé en Berlin, participa con otros colaboradores en la fundacin de la revista Psychotherapia que dirige el doctor Wyrubov. Paralelamente, Nicolas Ossipov, 52 El espiritu moderno que esta “medio” convertido al boichevismo desde su encuentro con un comunista ardiente que predijo que durante algunos afios la revolucién traeria miseria y caos pero luego reinarfa la paz, la prosperidad y la felicidad. Entonces Freud agrega este chiste: “Le contesté que creia en la primera mitad de su programa.'7” Para muchos militantes, esta posicién pareceria confirmar la opinion de Paul Roazen segun la cual Freud es reaccionario y presunto simpatizante de! antiguo régimen. En realidad, eso no es asi. En varias oportunidades, Freud se expresa con relacién al marxismo con moderacion y teniendo la precaucién de subrayar su incompetencia. No critica la teoria marxista ni el sistema de la economia soviética, sino e! postulado psicolégico sobre el que descansa el ideal comunista. En 1929 escribe: “Los comunistas creen haber descubierto et camino para liberarse del mal. Segiin ellos el hombre es Gnicamente bueno, sdlo desea el bien de su préjimo, pero la institucién de la propiedad privada ha viciado su naturaleza. La posesién de bienes confiere el poder a un solo individuo y hace generar en él la tentacién de maltratar a su préjimo; el desposeido debe pues volverse hostil al opresor y rebelarse contra élf...] La critica econémica del sistema comunista no es en absolute mi especialidad y no me es posible examinar sila supresién de la propiedad privada es oportuna y ventajosa. Por lo que respecta a su postulado psicolégico, creo en cambio estar autorizado a ver una ilusién sin consistencia alguna. Aboliendo la propiedad privada ciertamente se le quita a la agresividad humana y al placer que ésta produce uno de sus instrumentos, sin duda un poderoso instrumento pero no el mas poderoso. Pero las diferencias de poder e influencia de las que abusa la agresividad no han cambiado en absoluto ni tampoco la naturaleza de ésta’®.” En 1932, en una conferencia titulada Sobre una concepcidn del universo, Freud vuelve sobre el tema sin aludir a los debates que tienen lugar en la Unién Soviética respecto a su doctrina: “En la misma época en que las grandes naciones declaran que no esperan la salvacién mas que de la fidelidad a la fe cristiana, la revolucion que se ha producido en Rusia aparece -pese a todos sus episodios penosos- como el presagio de un futuro mejor. Desgraciadamente, ni el escepticismo nuestro ni el fanatismo de otros nos permiten entrever el resultado de este intento'?.” Esta posicion lleva a Freud aoponer lanocién de agresividad a la de lucha de clases, que juzga demasiado oscura. Demuestra asi que las pulsiones destructivas forman parte de la “civilizacién” porque ‘son inherentes a la naturaleza humana”. En consecuencia, evita asimilar de manera simplista la teoria marxista a una doctrina religiosa pero le reprocha al boichevismo haber transtormado e! marxismo en una religion de Estado: “Las obras de Marx, dice, han reemplazado como fuentes de revelacién a la Biblia y al Coran, aunque presenten tantas contradicciones y oscuridades como esos antiguos libros sagrados. Y a la vez que prohibe implacablemente todos los sistemas idealistas y todas las ilusiones, el marxismo, llevado a la practica, ha creado 61 mismo nuevas quimeras que no son ni menos dudosas ni menos indemostrables que las antiguas?’." Podemos apreciar en- tonces que la critica que Freud le hace al marxismo no es ni conservadora ni oscurantista como se ha dicho tantas veces. Se situa, por el contrario, en el terreno de un materialismo consecuente puesto que resuelve combatir fa ilusin religiosa, y la rastrea incluso en la propia practica marxista. Desde esta perspectiva, el meollo de la oposicién de Freud alos ideales del comunismo radica en la afirmacién de la existencia de una pulsién de muerte que impide creer no sélo en una primacia de la conciencia sobre el inconsciente sino también en un posible condicionamiento del hombre mediante la “razon” En otras palabras, todas las discusiones de esa época entre 56 Marxismo, psicoanitisis y psicologia freudianos, marxistas, antifreudianos y freudo-marxistas se resumen enun solo debate tedrico que tiene que ver, por un lado, con la situaci6n del inconsciente con respecto ala conciencia y, por el otro, con la aceptacion o rechazo de la hipotesis de la pulsién de muerte. Dentro de este debate, el paviovismo en su versién ampliaada se junta con la aspiracién reichiana de una psicologia “libertaria’, al condenar a duo el ‘pesimismo” freudiano. Noobstante, elitinerario de Wilhelm Reich ena historia del movimiento psicoanalitico indica que el freudo-marxismo que se desarrolla en Austria y Alemania no tiene nada en comun con el soviético. La oposicién de Reich al freudismo se basa en el rechazo ala pulsién de muerte y en la idea de una felicidad posible para la humanidad, pero no toma el paviovismo como patrén de materialismo en el ambito de la psicologia. En este sentido, Reich es sin duda el fundador de un auténtico freudo-marxismo, es decir una corriente teérica que no pretende tanto medir el grado de materialismo de la doctrina freudiana como reunir, enun proyecto liberador, la hipétesis de Marx sobre la revoluci6n social y y las de Freud sobre la sexualidad. Reich comete un “error fructifero:” esta convencido de que el descubrimiento del inconsciente debe permitir akhombre tomar conciencia de las trabas que limitan el libre ejercicio de la sexualidad. Sobre este punto casino se equivoca, puesto que el psicoandlisis al extenderse masivamente contribuye en gran medida a tranformar las costumbres y practicas sexuales. Pero el error del proyecto reichiano reside en creer que el sujeto puede ser libre de ejercer su sexualidad como mejor le parezca desde el momento que ésta ya no esté sometida a los efectos devastadores del puritanismo social. Pero Freud justamente muestra que esa libertad es una utopia puesto que el propio sexo es fuente de trabas que no vienen solamente de la represién social sino de la organizacién del psiquismo. En otros términos, ef psicoandlisis aporta una comprensi6n nueva de la libido que favorece los cambios en los hdbitos sexuales, pero también demuestra que el yo no es libre de administrar el sexo como le plazca. Para apoyar su tesis de una sexualidad “liberada”, Reich pone la genitalidad en el lugar de la sexualidad y hace de la potencia libidinal un equivalente de la felicidad social fuera del trabajo alienado, Si Jung desexualiza el sexo en beneficio de una especie de impulso vital, Reich procede a desexualizar la libido en beneficio de una genitalidad biolégica fundada enla esperanzade un posible florecimiento orgasmico del hombre, que la pulsién de muerte es forzosamente excluida. Una vez mas pues, con motivo de la doctrina freudiana de la sexualidad se produce una batalla campal dentro del movimiento psicoanalitico. En 1928, dirigiéndose a Lou Andreas-Salomé, Freud comenta come sigue la posicién reichiana: “Aqui tenemos aun tal doctor Reich, valiente pero impetuoso jinete de caballos de batalla que ahora venera en el orgasmo genital el contraveneno de cualquier neurosis,” Nacido en 1897 en Galitzia, en una familia judia asimilada, Wilhelm Reich es educado fuera de las tradiciones religiosas. A los catorce afios, desempefia un papel determinante en el suicidio de su madre al revelarle a su padre la relacién que aquella mantenia con uno de sus preceptores. Tres afios mas tarde, Leén Reich muere de neumonia y su hijo le sucede al frente de la granja familiar y de la cria de ganado bovine. Ello no le impide proseguir sus estudios,y al volver de la guerra, se inscribe en la facultad de medicina de Viena. En 1919, lo admiten en la Sociedad Psicoanalitica 57 El espinitu modemo Vienesa y, al afio siguiente, presenta su primera ponencia titulada “Conflictos de la libido y formaciones delirantes en ‘Peer Gynt’ de Ibsen”. Ese héroe noruego que vaga ‘en busca de una identidad imposible de encontrar y se hace proclamar emperador de Egipto en un asilo de locos, simboliza de manera tragicémica el malestar posromantico: de fines de! siglo XIX con el que se identifica Reich en su busqueda de un destino marginal. En 1921, empieza a practicar el psicoandlisis sin haber pasado por el divan y dirige un seminario sobre sexologia. Ya en esta época orienta sus trabajos hacia un energetismo que concuerda poco con la nueva orientacién freudiana. Mas tarde afirmara que la hipétesis de la pulsién de muerte es consecuencia de una depresién de Freud, causada por la evolucién ortodoxa del movimiento analtico despues de la Primera Guerra. Desde 1924, Reich se interesa por las obras de Marx y Engels y trata de demostrar el origen social de las enfermedades mentales. En esta perspectiva intenta coneiliar los conceptos marxistas y los del psicoandlisis. En 1927, publica dos libros fundamentales: La funcién del orgasmo y El andlisis del caracter®, en los cuales se inicia lo esencial de su divergencia con el freudismo por lo que respecta ala teoria y laterapéutica. Acusa alos psicoanalistas de querer domesticar el sexo y participar en la represién social de éste aceptando el principio de una adaptacién del individuo a los ideales del capitalismo burgués. Igual que Rank y Ferenczi, abandona el pape! del terapeuta pasivo para intervenir de manera activa en las curas; pero su practica y su teoria quedan marcadas por un espiritu medicalizante que corre parejo con un energetismo cada vez mAs pronunciado. A causa de esto, se opone a los partidarios del andlisis profano, creyendo mantener asi la cientificidad del psicoandlisis. En 1928, decepcionado por los socialdemécratas austriacos, Reich se adhiere al Partido Comunista y participa en la construccién de la mitologia obrerista segin la cual la genitalidad del proletariado estarla exenta del “microbio” burgués. No vacila en comprobar que las neurosis son menos frecuentes en la clase obrera que en las capas superiores de ja sociedad. Esto no le impide crear una Sociedad Socialista de Informacién e Investigacién Sexual y abrir las primeras clinicas de higiene sexual destinadas ala informacién y atencién de los asalariados. Paralelamente, prosigue sus investigaciones y publica en la revista moscovita Con e! marxismo por bandera un verdadero manifiesto freudo-marxista titulado “Materialismo dialéctico y psicoandlisis25.” Fascinado por la revolucién bolchevique, pasa un tiempo en la Unién Soviética y se informa acerca de las discusiones que se desarrollan entre los freudo-marxistas y los antitreudianos. En esta época es pues el Unico intelectual de Europa occidental que conoce la realidad de los debates rusos sobre el psicoandlisis y que al mismo tiempo se encuentra en el centro de los conflictos internos de la IPA y de los del movimiento comunista internacional. Con algunos colegas soviéticos, organiza por el pais una gira de conferencias, visita guarderias y centros educativos, y luego mantiene una entre- vista con Vera Schmidt en la que le reprocha las concesiones alas ideas psicoanaliticas, ‘en especial el ideal adaptativo2®. Una vez de regreso, se va de Viena a Berlin donde lo analiza Sandor Rado. También alli se hace miembro de la Sociedad Psicoanalitica Berlinesa y del Partido Comunista aleman. Funda la Asociacién por una Politica Sexual Proletaria, o SEXPOL, que tiende a asimilar la lucha sexual de los trabajadores con la lucha de clases, Pronto desconfian de é!. El KPD ha puesto en practica una politica sectaria que denuncia alos socialdemécratas como los principales enemigos de la clase obrera. Los militantes temen que las actividades de la SEXPOL en favor de una sexualidad libre debiliten el 58 Marxismo, psicoandiisis y psicologia ardor revolucionario de las masas. Se acusa a Reich de querer transformar los gimnasios en burdeles y no privilegiar la lucha economica. También se afirma que los trastornos orgaésmicos son asunto de la burguesia y que el pueblo debe mostrar su moralidad. En ei momento en que Hitler toma e! poder, Reich es expulsado del Partido Comunista y en marzo de 1933 regresa a Viena. Pero encuentra la oposicién de los psicoanalistas, que quieren echario del movimiento no tanto por sus divergencias con el freudismo como por sus opiniones bolcheviques. Emigra entonces a Dinamarca y, enagosto de 1934, enel Congreso de Lucerna, es exciuido del movimiento psicoanalitico intermacional gracias a la accién conjunta de Jones, Eltingon y Anna Freud y pese ala oposicién del grupo escandinavo7. Reich se orienta entonces hacia un método terapéutico que no tiene ya nada que ver con el psicoandlisis. Se pronuncia en favor de un biologismo casi delirante. Pronto es tratado de “charlatan”, “judio pornégrato” o de “psicépata”. En 1939, se va de Noruega, donde se habia refugiado, para instalarse en los Estados Unidos. En esa tierra de adopcién, haré construir acumuladores destinados a medir la energia sexual y acabara su vida en una carcel. Asi termina el destino europeo de este tragico Peer Gynt del psicoandlisis a quien los comunistas persiguen a causa de su freudismo y los freudianos a causa de su boichevismo. El fenémeno treudo-marxista toma cuerpo en la Union Soviética en el marco de una discusién del paviovismo. En el mundo germénico, en cambio, impulsado por Reich, se manitiesta a partir de una practica que tiene como objetivo fusionar los conceptos y la experiencia surgidos de las dos doctrinas, sin que se necesite la referencia a un Ambito externo, Si comparamos esta doble situacién con la de Francia, hay algo que queda claro: en el momento de apogeo de ia penetracién del psicoandlisis , entre 1922 y 1935, en este pais el fendmeno treudo-marxista no sale a luz por multiples razones. Del lado del psicoandilisis oficial, donde dominan el conservadurismo politico y los ideales del genio latino, los debates bolcheviques son desconocides y aunque no lo fueran provocarian a priori la desconfianza mas grande. En esta situacién, la adhesion de Allendy al socialismo reviste un caracter folklérico como hemos visto precedentemente. En cuanto a las obras de Reich, no interesan a nadie pero en caso de hacerlo serian objeto de un triple anatema: comunismo, espiritu “teutén” y no ortodoxia. En la AFPse encuentra un solo informe acerca de una publicacién de Reich y es un articulo tecnico y minucioso de Saussure sobre E/ andlisis de! carécter®s. Este no hace alusién alguna a las posiciones politicas del autor ni a sus divergencias con el freudismo. Se puede decir entonces que, en su conjunto, los psicoanalistas franceses de la primera generacién desconocen por completo el fenémeno freudo-marxista porque quedan al margen de todo lo que concierne alavezalateoria marxista y al movimiento comunista. ‘Al partido de la clase obrera, por su lado, no le interesa el freudismo y no procura suscitar debates sobre el caracter materialista o idealista de! psicoandalisis. En esta €poca, en Francia, algunos especialistas conocen las obras de Paviov e intentan a veces aproximar la doctrina de los reflejos y la del inconsciente. Pero esta orientacion es estrictamente cientifica. En esta perspectiva, el paviovismo no puede ser utilizado como substrato ideoldgico, ni en el PCF ni en otra parte, para hacerle contrapeso al psicoandlisis. Por lo demas, ese terreno esta ocupado por el bergsonismo y el janetismo. Los intelectuales marxistas no estan mas informados que los psicoanalisas sobre los debates que se desarrolian en la Union Soviética. Los que podrian interesarse 59 Marxismo, psicoandlisis y psicologia catastrote econémica tan importante como la que afecta al mundo capitalista. El hambre se extiende por numerosas regiones del vasto territorio soviético. En el plano politico reina el voluntarismo: os fracasos son transformados en triuntos y se proclama la victoria del paraiso socialista®’. Se comprende por qué en este contexto Aragon se ve “obligado” a condenar el trotskismo y el surrealismo. En la Unién Soviética y en el Partido Comunista Francés, que es mas que nunca Seccién francesa de la Internacional Comunista, los surrealistas resultan molestos. Sus posiciones politicos no concuerdan con las del movimiento obrero en la medida en que son catalogadas de “ultrarevolucionarias”. Breton y sus amigos procuran que se reconozca el valor subversivo del surrealismo, pero el Partido no admite que una revolucién del lenguaje pueda ser considerada tan importante y tan “politica” como la revolucién proletaria; le preocupa menos el rigor ideolégico de los intelectuales que quieren unirse a sus filas que la capacidad de éstos para servir 0 ilustrar alas masas. En consecuencia, prefiere que en torno a él se agrupen escritores tradicionales, pacifistas o adeptos de la filosotia de las luces antes que los represen- tantes de una vanguardia que amenaza con desbordarse hacia suizquierda mezclando la teoria marxista, la poesia y la revolucién. Todos los grupos de vanguardia que desde 1927 se plantean el asunto de la adhesién al comunismo enfocan el marxismo desde un punto de vista intelectual que no corresponde con el pragmatism del movimiento obrero francés. Por otra parte, no reconocen la corriente humanista sobre la que se asienta la Asociacién de escritores y artistas revolucionarios que el Partido y la Intemacional apoyan. En 1933, los surrealistas que son excluidos del Partido van a dirigir sus ataques contra éste en nombre de un marxismo que consideran traicionado. Por las mismas razones, Breton se acerca al trotskismo y alli tampoco subscribe a una corriente politica sino un trotskismo intelectual que no es mas que la denuncia del stalinismo. Porsuparte, los miembros de la revista Phiosophiesintentan construir, dentro del partido, un marxismo que rompa con el que domina en el movimiento obrero°2. Asi, Henri Lefebvre se basa en las obras de la juventud de Marx para hacer de la tesis de la alienacién el meollo de sus investigaciones. Trataéndose del psicoanalisis las cosas son distintas. Aragon firma en Jarkov su condena al freudismo en el momento en que, en la Unién Soviética, la discusién del paviovismo conduce a la extincién del movimiento psicoanalitico ruso. Pero en Francia esacondena no tiene ningun sentido ya que no hay debate sobre ese temaen elpartido, donde simplemente reina la desconfianza respecto al psicoandlisis. Por esta raz6n, la declaracién del poeta sobre el caracter materialista de! psicoanalisis no provoca una. discusién que seria el eco de la que tuvo lugar en la Unién Soviética. Como no esta personaimente implicado en la batalla por la defensa del freudismo, éstanose produce ya que Breton se aleja del partido. Dos grandes tedricos, Georges Politzer por un lado y Henri Wallon por el otro, hubieran podido favorecer un debate entre los marxistas y los psicoanalistas 0 incluso originar una especie de freudo-marxismo a la francesa. Pero el primero, cuando se vuelve marxista, renuncia a toda discusién con los miembros de la SPP y reniega de suinterés por el freudismo. En cuanto al segundo, mantiene la prudenciay no frecuenta el movimiento psicoanalitico. Ademés, separa radicalmente su actividad de psicdlogo, por la que comenta los textos freudianos, de su apego a una dialéctica mas hegeliana que marxista. De manera que, en|aentreguerra, no se han reunido las condiciones para que el psicoandlisis se introduzca en el interior del movimiento comunista francés, ya 61 EI espiritu modemo sea bajo la forma de un freudo-marxismo, o mediante una discusi6n entre los marxistas y los freudianos, o en términos de un rechazo explicito. Entre 1933 y 1936 se funda el Circulo de la nueva Rusia, en el que participan varios intelectuales comunistas 0 cercanos al Partido. Alli volvemos a encontrar a Henri Wallon, René Maubianc, Marcel Prenant, Jean Langevin, Georges Friedmann, etc. Este circulo se fija como objetivo informar al publico francés, a veces con ingenuidad, acerca de la realidad de las investigaciones que se realizan en la Unién Soviética. También se propone reflexionar sobre la articulacién de las ciencias con el materialismo histérico y dialéctico. Se hacen varias ponencias, de alto nivel tedrico, referidas a la filosotia, las mateméticas, la biologia, la lingiiistica y el marxismo, pero no se elabora ningun trabajo sobre el psicoanalisis, tal como lo demuestran los dos volimenes publicados al respecto enlas Ediciones sociales internacionales con el titulo A/a /umiére du marxisme®, Las mismas Ediciones Sociales Internacionales en 1934 publican un libro de Reich titulado La crisis sexual. En realidad el volumen, cuya traduccién realiza un estudiante de medicina llamado Ténine, redne tres textos y s6lo dos son de Wilhelm Reich. El primero, que lleva como titulo “La crisis sexual”, es un extracto de la primera version de La Revolucién sexual publicada en aleman en 1930. El segundo, titulado “Materialismo dialéctico y psicoandlisis”, es la reproduccién expurgada del articulo publicado con el mismo nombre en Bajo la bandera del marxismo.Con el marxismo por bandera”. Por Ultimo, el tercero es la traduccién de una larga exposicién del socidlogo ruso I. Sapir titulada “Freudismo, sociologia y psicoandlisis”.E| autor critica ardorosamente a Reich adoptando las tesis de los antifreudianos soviéticos y en especial las de Jurinetz. El prefacio de esta primera edici6n francesa de una obrade Reich esta escrito por un autor que utiliza e! seudénimo de Arthur Manet. ‘Quien tuvo la iniciativa de hacer esa publicaci6n fue Victor Fay que se ocupa, entre otras cosas, de la coleccién “Problemas” dentro de las ESI. Aunque esta editorial dependa, como su nombre lo indica, de la Intemacional, Fay logra ciertaautonomiacon respecto a Moscu. Pero para publicar un libro de Reich en un momento en que la Internacional mas bien trata de sofocar los asuntos relativos al psicoandlisis, hay que tener a la vez decisién y una buena “cobertura". Es indispensable hacer alguna concesién, y eso explica la presencia del texto de Sapir y las amputaciones realizadas al de Reich3, En Alemania, se traducen los debates que se desarrollan en la revista moscovita Bajo la bandera del marxismo y se publican con idéntico titulo: Unter dem Bannen des Marxismus. Sapir es discipulo de Déborine, quien ha condenado el psicoandlisis antes de que el grupo de los “bolchevizadores” de M. Borisovitch Mitine lo acuse de idealismo. Sapir publicd su texto en 1929 en el mismo numero de Bajo /a bandera del marxismo en que se encuentra el de Reich. Existe por lo tanto una versién alemana y otra rusa de ambos articulos. Las ES! utilizan la versi6n alemana ya que los debates soviéticos no estan traducidos. Arthur Manetinterpreta la obra reichiana en un sentido un tanto univoco, mostrando que consiste en refutar las concepciones burguesas sobre el matrimonio y la fidelidad conyugal. Luego critica el freudo-marxismo por ser demasiado “biolégico” y lo contrapone con las tesis mas “proletarias” de Sapir. Por ultimo, concluye en estos términos: “Pese a las reservas que hemos creido necesario formular —y estamos lejos de haber agotado el tema— el libro de Reich merece ser leido por el mas amplio publico, pues 62 Marxismo, psicoandlisis y psicologia en forma vigorosa y clara expone los estragos que produce el régimen capitalista en la vida sexual de la humanidad?5.” Naturalmente, Arthur Manet no menciona los debates soviéticos ni los conflictos de Reich con el freudismo y el Partido Comunista aleman. Como en el Partido francés no hay discusién respecto al psicoandlisis, las ESI, para presentar a Reich sin disgustar a la Internacional, se ven “obligados” a delegar en un autor extranjero, es decir Sapir, la tarea de rectificar las opiniones reichianas conside- radas discutibles. Exceptuando la iniciativa de esa publicacién, todo sucede como si la hostilidad de los comunistas franceses respecto al psicoandlisis sélo pudiera manifestarse a través del rechazo a un freudo-marxismo que ellos mismos desconocen y producirse a distancia de las verdaderas discusiones que tienen lugar en otros paises. El Partido llega asi a condenar la doctrina freudiana de manera implicita, por referencia a una batalla de la que sdlo sospecha los motivos y para combatir en|a cual carece de medios. Enlaversi6n original de Materialismo dialéctico y psicoandlisis, Reichintentaponer de manifiesto los lazos que pueden existir entre las dos doctrinas. Seguin él, ef psicoanallisis no completa la teoria marxista de la historia porque es una “ciencia natural” que tiene por objeto la vida psiquica del ser humano en su devenir social. Para Reich, el freudismo es “lo suficientemente materialista” como para no contradecir los principios del socialismo. En esta perspectiva, la asimilacién del psicoandlisis a un “fenémeno de descomposicién originado enla burguesia decadente” debe ser rechazada. Reich ataca pues el antifreudismo del psicélogo soviético Jurinetz, al que reprocha no haber comprendido nada de la hipdtesis de la pulsién de muerte y de la teorla freudiana en general. Ahora bien, los pasajes referentes a esta polémica germano-rusa fueron suprimidas en la adaptacion francesa de 1934, El nombre de Jurinetz aparece una sola vez en el texto de Reich dentro de un trozo donde la diatriba se torna incomprensible. Lacensurade las ESI se refiere pues aun corpus en el que se encuentra enunciado lo esencial del debate entre los freudo-marxistas y los antifreudianos. En cambio, nose aplica respecto a la defensa que hace Reich del carActer materialista del psicoandlisis. El editor francés da as{ la impresi6n de alinearse espontaneamente con las posiciones que triunfan en la Unién Soviética en esa época sin saber naada sobre las condiciones en las que se logré ese triunfo. El texto de Sapir se publica justo cuando su autor es victima de la represién que se abate sobre Déborine y sus discipulos y que garantiza la victoria de la boichevizacién en el campo dela filosofia** La versi6n francesa del libro de Reich peca pues por omision. En consecuencia, es Sapir y no Jurinetz quien aparece en el libro como el unico representante de un antifreudismo del que ignoramos si es originario de Rusia, Alemania o el planeta Marte. La censura parece tan preocupada por el texto de Reich que olvida suprimir en el de Sapir los pasajes referentes a Deborin y Jurinetz a través de los cuales el autor arremete contra las posiciones reichianas. Asi, la polémica entre Sapir y Reich se hace dificilmente comprensible para el publica francés, que se siente incapaz de captar en qué estan en desacuerdo los dos autores. Tanto mas cuanto que Sapir escribe: “Reich reconoce la exactitud de Ia critica con la que Jurinetz y Deborin respondieron a esos “sabios” (es decir los antibolcheviques primarios), pero pone en guardia contra el riesgo de extender esa critica a toda la doctrina de Freud, es decir a la base légica de esos ataques antibolcheviques. Digamos enseguida que la actitud de Reich es perfecta’”. Sapir es verdaderamente un antifreudiano igual que Jurinetzo Volochinov, aunque 63 Marxismo, psicoandiisis y psicologia el encuentro se tora un pugilato. Mientras que Politzer se ensafia con su enemigo y trata de humillario, tomates y huevos podridos vuelan por la sala. En medio de la confusién general se escuchan insultos contra los stalinistas por un lado y los lacayos del imperialismo por el otro. Una mujer pretendera que un pufial surrealista le rasguiié la mejitla. En realidad se trataba de un anillo bien inofensivo... En 1939, el mismo Politzer publica en /a Pensée un articulo titulado “La fin de la psychanalyseé?,”en el cual utiliza el seuddnimo de Th.W. Morris en homenaje a Maurice Thorez. En ese texto, que proviene de una revista oficial del PCF, el autor acusaa Freud de contusionismo filos6fico y critica sobre todo la sociolog/a analitica, es decir el método que trata de “aplicar” el psicoandlisis al campo de la historia social. Parece evidente que en aquel momento Politzer ha leido Psicologia de masas y Andlisis del yo asi como E/ maiestar en la cultura. Conoce tal vez Psicologia de masas del fascismo*? que Reich publica en Alemania en 1933? Con seguridad estd al corriente de lo que acontece en e! dominio de la psicobiografia, pero no conoce sin duda Moisés y e/ monoteismo publicado en Londres en 1938. Reprocha al psicoanalisis ortodoxo su oscurantismo y su concepcién “psicologista” de Ia historia. Sin citar a nadie, asimila, en amaigama engafiosa, la corriente junguiana de la psicologia colectiva, lareichiana de la psicologia de masas y por ultimo las diversas teorfas psicoanaliticas que se proponian transformar el Ambito de la historia en terreno favorable a la psicobiografia. Contra esa nefasta sociologia analitica, de la que se ignoralo que abarca, Politzer empleala argumentacion que seis afios antes desplegé con respecto al freudo-marxismo. Con total frescura, llega a denunciar el cardcter “reaccionario” del psicoanélisis. Luego da un paso mas en laamalgamacometiendo el error implicito de rebajar a Freud al nivel de Le Bon. Sin citar el nombre de éste, reinterpreta !a teoria freudiana del inconsciente en funcién de la antigua doctrina de la raza. Al ser un sutil conocedor del freudismo, la filosofia alemana y las teorias nazis, no se atreve a asimilar directamente el oscurantismo psicoanalitico aun racismo; pero queda persuadido de que la hostilidad del nazismo con respecto al psicoanalisis proviene de una “tactica” y no de una incompatibilidad radical. De golpe, cae en la argumentacién grotesca que consiste en tomar algunos elementos del junguismo porto esencial del freudismo y volcar el conjunto de la doctrina psicoanalitica enel infierno de unateoria antisemita: “Es cierto, escribe, que los medios psicoanaliticos con frecuencia se han valido del exilio de Freud como simbolo de que los nazis condenan el psicoandlisis. Es cierto que ha habido declamaciones nazis contra el psicoanalisis y no es menos cierto que el psicoandlisis y los psicoanalistas han proporcionado bastantes temas alos teéricos nazis, en primer lugar el del inconsciente. La actitud prdctica del nazismo respecto al psicoandlisis esté determinada funda- mentaimente por razones tacticas. Con sus aires de iconociastas, los psicoanalistas han herido profundamente los sentimientos de las masas de clase media. Esa es la especialidad histérica del anarquismo pequefio burgués. Ademas de la cuestion racial, es para explotar ese hecho por lo que el nazismo ha denunciado un poco al freudismo, pero eso nunca le ha impedide integrar psicoanalistas en el personal nazi ni utilizar temas pertenecientes a la doctrina freudiana*.” Politzer hace esa afirmacién en el momento en que Freud, en vida y mediante la publiccién de Moisés, sella la ruptura definitiva de su teoria con los ideales de la raza y de la degeneracién. Mas alla del ajuste personal de cuentas de Politzer con el psicoandlisis, el texto de 1939 requiere una observacién. En esa fecha, vemos perfilarse confusamente, en las 65 El espiritu moderne filas del movimiento comunista, una argumentacién que se emplearé diez afios mas tarde. En efecto, en 1949 el Partido francés condena el freudismo también en nombre de una hostilidad a la “sociologia analitica’. Esta vez el enemigo no son los nazis, vencidos, sino los estadounidenses victoriosos. No se tira a Freud en las llamas del hitlerismo, pero se acusa al psicoandlisis de ser una ideologia reaccionaria al servicio del imperialismo. En la entreguerra esta tematica del remitir del efecto a la causa se produce a partir de una critica apenas bosquejada al freudo-marxismoy a través de una publicacién valiente, que no logra muy buen éxito pero que es la Unica que divuiga los trabajos de Reich en Francia. Dada la manera en la que se implanta el psicoanalisis en este pais, por la doble via del conservadurismo médico y la literatura, no se ve qué lugar hubiera podido ganarse en el movimiento obrero. Para que se produjera un verdadero encuentro, hubiera sido necesario, ademas de la autorizacién de la Internacional, que alos médicos comunistas les hubiera interesado el psicoandlisis. Ahora bien, en aquel momento, el partido recluta adherentes en la clase obrera, entre los artesanos, los maestros, los funcionarios de grado bajo y algunos grandes intelectuales. Los médicos, y en especial los psiquiatras, brillan por su ausencia. En cuanto a los escritores que invocan ala vez a Freud y la revolucién, los surrealistas basicamente, son exciuidos del Partido sin que medie una discusién al respecto. Después de la Segunda Guerra, esta situacién cambiara debido a la adhesi6n masiva de nuevos militantes al movimiento comunista y al diferente origen social de éstos. Enla Unidn Soviética, entre 1920 y 1930, todos los debates que se producen sobre literatura, filosotia y ciencias toman como punto de referencia el marxismo en la medida. en que el Partido boichevique es el drgano dirigente del pais. En tal situacién, el movimiento psicoanalitico panruso no se escapa a la obligacion de tener que ubicarse enel terreno de una compatibilidad entre el freudismo y el materialismo, ya que no tiene otra manera de procurar sobrevivir.Aunque no se hubiera tomado como patrén el paviovismo, cualquier otra doctrina hubiera servido para los mismos fines como sucederé por lo que respecta a la biologia y la lingistica. En Francia, donde el Partido no solamente esta alejado de! poder sino que es victima del ataque de las fuerzas reaccionarias, no hay ninguna raz6n ara que tal debate se produzca con la misma amplitud. Por otra parte, en aquella época, no existe fuera del Partido corriente politica capaz de acoger al freudo-marxismo u otra doctrina semejante. En esas condiciones, s6lo las ediciones de obediencia comunista son capaces de ceder un lugar a la expresién del reichismo con las restricciones que hemos visto. Esto explica por qué las obras de Reich no seran traducidas en Francia hasta los acontecimientos de mayo de 1968. Después de esa fecha se desarrolla una corriente libertaria violentamente hostil al Partido y al movimiento psicoanalitico, que sirve entonces de soporte a un nuevo interrogarse profundamente acerca de la mira reichiana, en especial las nociones de libertad 0 politica sexual. Hay que decir también que el itinerario estadounidense de Reich, exageradamente biologista, no permite que su obraseacomprendidaen Francia antes que aquella retorne a sus origenes alemanes*5. Georges Politzer trata a Breton y sus compafieros de “freudo-marxistas”. Pero, si bien el surrealismo situa el descubrimiento freudiano en el campo de la revolucion, no adopta las tesis generaimente admitidas por el treudo-marxismo reichiano 0 soviético. En les Vases communicants, Breton intenta hacer pasar el mundo del suefio al de la realidad por medio de la dialéctica hegeliana, pero en ningin caso comparte la mira reichiana que le interesa tan poco como lade Jung. Los surrealistas son probablemente 66 El espiritu modemo abstracto y de la existencia contra la esencia. Para él, sdlo una verdadera ciencia de la personalidad puede permitir al psicoandlisis salirse de la huella de un idealismo generador de abstracciones. Crevel acomete una feroz batalla contra este “psicoana- lisis francés" que predomina en la primera generacién de la SPP. Localiza los atributos nacientes de la ciencia de la personalidad que defiende, en la tesis de Lacan De la psychose paranoiaque dans ses rapports avec la personnalité, publicada un afio antes. Después de exponer y comentar la historia del “caso Aimée”, Crevel define lo que llama la psicodialéctica: “Por no haberse cefiido al examen clinico de algunos casos tipo, como hizo Lacan con el de Aimée, escribe, por no haber situado socialmente a sus enfermos (puesto que e! enfermo habia estado tan indiscutiblemente situado en su familia), por no haber estudiado jas relaciones de una familia determinada con la sociedad en general, y asi, mas o menos deformadas por la complicidad con los padres en reaccién contra ellos, las relaciones entre el individuo y su especie, el psicoandlisis ‘omés bien los psicoanalistas no dieron lo que se podia esperar. Laciencia materialista, para su psicodialéctica, necesita monogratias detalladas, precisas, completas‘7.” El freudo-marxismo” de Crevel no tiene como objetivo conciliar los principios del marxismo con los del psicoandlisis, sino llevar a éste hacia una perspectiva dialéctica que se apoyara en una teorfa concreta de /a personalidad. Pese alas divergencias, esta posicién no esta alejada de la de Politzer. Crevel defiende a la Unién Soviética con vehemencia y reprocha a Freud el fingir ignorar que la patria del socialismo esta en peligro, como una fortaleza rodeada de enemigos. Luego tributa homenaje al anciano: “Esta [Freud] bastante cansado para aferrarse asus chucherias. Lo perdonamos. Pero, 2qué analista joven tomaré la palabra‘®?” Esta invectiva no caera en saco roto y Jacques Lacan siempre evocara con ternura el recuerdo de su “querido Crevel”. En junio de 1935, André Breton se cruza con Ilya Grigorievitch Ehrenbourg en una vereda del boulevard Montparnasse. Este forma parte de la delegacién soviética al Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura que ha de celebrarse en Paris en los préximos dias. Ha acusado recientemente a los surrealistas de ser adeptos a la pederastia, la sodomia y el onanismo. Sin previo aviso, el francés lo agarra y lo curte a bofetadas. Ai dia siguiente, los rusos amenazan con abandonar el Congreso si se le concede una tribuna a Breton, Desolado, René Crevel intenta reconciliar a sus camaradas comunistas y sus amigos surrealistas pero fracasa. Después de dar un largo paseo nocturno, se mata. Diez afios antes, habia escrito estas palabras: “Ningun estuerzo se opondré jamas alimpulso misterioso que noes el impulso vital, sino su maravilloso contrario, elimpulso mortals,” Ml. Georges Politzer y Henri Wallon, lectores de Freud En 1924, se constituye en Paris un grupo de jovenes fildsofos. Enellos, laadhesion al espiritu modemo se manifiesta en un gusto pronunciado por ia espiritualidad, en un culto al “otro” y a la persona individual y en un estuerzo desesperado por hacer estallas las estructuras dela muy santay muy laica universidad francesas0, Larevista Philosophies donde se retinen Pierre Morhange, Norbert Guterman, Georges Friedmann, Henri Lefevbre, Georges Politzer y a veces Paul Nizan adopta posiciones politicas tan claras 68 Marxismo, psicoandlisis y psicologia como las de los surrealistas: odio a la guerra y al patriotismo; hostilidad encarnizada contrael patrioterismo, el espiritu burgués y el colonialismo. Los “filésofos,” como se les llama, tratan a la vez de distinguirse de otros grupos de vanguardia y de acercarse a ellos pero conservando el requisito de que la revista sea la expresion exacta del nuevo movimiento literario. Soupault, Jacob, Drieu La Rochelle y Crevel colaboran en el segundo ndmero de Philosophies pero, unos afios mas tarde, se consumara la ruptura. Breton insultara a los filésofos, mientras que Politzer tataré a los surrealistas de trotskistas y contrarrevolucionarios... En 1924, ninguno delos miembros del grupo se adhiere al marxismo. Pero el horror que inspiran a cada uno de ellos los cuadros tradicionales de la filosofia “a la francesa” representada por Brunschvicg o Bergson conduce inevitablemente a la idea de que la filosofia ya no tiene razén de ser y que proclamando su “fin” el fildsofo auténtico puede volcarse ala verdadera accién, a la politica, a la que el marxismo da un sentido nuevo, oalacreacién poética, simbolo de la moderidad del tiempo presente. Asi se elabora una especie de teoria de los “momentos fecundos’, que lleva a los filésofos a comprometerse en la lucha concreta al lado del Partido Comunista. Por su caracter marginal, arrogante y suicida, esta fragil escuela anuncia las refundiciones que ulteriormente se produciran en la organizacién dei saber filosdfico francés. Diez afios més tarde, con las ensefianzas de Kojéve, quien también profesa el “fin” de la filosofia, el hegelianismo, siempre proscrito de la Universidad, hara su entrada en la Ecole pratique des hautes études. Bataille, Queneau, Lacan, Breton y otros participaran en el acontecimiento, mientras que los nombres de los filésofos se encontraran en las publicaciones del Partido. Y sin embargo, su rebelién “espiritual” habré preparado el terreno para que surja una nueva manera de concebir la relacién del filésofo con la historia y la politica. Después de la guerra, el advenimiento del existencialismo concretara una tematica de la marginalidad, de! hombre libre, de la aventura individual y de la primacia de la persona, que no es ajena a la de los filésofos. El poeta Pierre Morhange da al grupo la dimensién mistica. Como cree en Dios frenéticamente y de modo inquisitorial, inventa el eslogan del “trust de la fe” para designar a los hombres de élite capaces de superar sus conflictos para ponerse al servicio de una idea. A estos “hombres nuevos" de la filosofia y de la accién también Jos llama bestias finas y entre ellos colocaa Lenin por su audaciay sufe enlarevolucién. El mismo pretende ser heredero de Cristo y de Marx y propone hacer una vasta encuesta sobre Dios. Por lo demas, el contenido de la revista Philosophies lleva a Henri Daniel-Rops a establecer un paralelo entre el misticismo proclamado por el grupo y el neotomismo al que Jacques Maritain devolvié el honor. Al pasar sefiala que la formacion espiritual de los filésofos es mas judia que cristiana y en ello encuentra la explicacién de que les tiente menos adoptar el catolicismo que elaborar una mistica personals". A excepcién de Henri Lefebvre, todos los miembros del grupo Philosophies son judios, pero s6lo Pierre Morhange reivindica su identidad judia en una época en la que el asimilacionismo es dominante, y siempre le doleran las posiciones antisionistas del movimiento comunista francés En esos afios, el renacer de la espiritualidad esta a la orden del dia en todos los medios intelectuales y especialmente en los catdlicos, que padecen una “crisis de inquietud” motivada por e! divorcio entre la fe y la ciencia, entre el progreso y el oscurantismo. El misticismo que propugnan Morhange y el grupo de os fildsofos integra 69 Marxismo, psicoandiisis y psicologia Maritain, se separan de Maurras y la dominacién de los integristas sobre los medios eclesidsticos retrocede. E| hecho de que Roma prohiba la AF abre un campo nuevo al pensamiento francés de inspiracion cristiana. De ahi nacer, en 1932, larevista Esprit ‘con el impulso de Emmanuel Mounier y la participacién oculta de Maritain’s. La espiritualidad que propone esta revista no se parece a la que en 1924 reivindican los filsofos. Esta bien arraigada en su base la primacia asignada a lo espiritual y también ‘el tema de la busqueda del otro y de los valores del ser humano, que alcanzaran su maximo desarrollo en el personalismo de Mounier que tanto admira el fenomendlogo Eugéne Minkowski. Pero a diferencia de los fildsofos, los tundadores de larevista Esprit no pretenden crear un “trust de la fe” ni interrogarse sobre las consecuencias del fin de la filosofia. De entrada tienen la voluntad de reunir cristianos de todas las tiendas y librepensadores de los cuatro puntos cardinales con el fin de operar una ruptura entre la Iglesia, demasiado comprometida, y et cristianismo etemo que se quisiera ver abierto alos valores de la modemidad. No se puede negar que la inquietud de los filésofos y ‘su rebelién mistica participan de una configuracién idéntica a la que desemboca en la creacién y en el éxito dela revista Esprit pero no en los mismos compromises politicos. En el fondo, cada uno a su manera, el liberal Mounier y el doctrinario Maritain son humanistas. Encuentran, en esa fe cristiana de la que nunca renegaron, los recursos. para sentar las bases de una espiritualidad antiintegrista y antinacionalista que dard al catolicismo francés un impulso nuevo, progresista, liberal, socializante. Por su parte los filésofos, que no pertenecen aninguna Iglesiay son exiliados del pensamiento prefieren a Dios antes que la religion o la mistica antes que el humanismo; liegado el momento, no tendran otra opcién que la de “convertirse” a un marxismo tanto més atrayente para ellos ojos cuanto que esta aureolado del prestigio de una revolucién triuntante. La retundicién que se produce en el pensamiento cristiano con la creacién de la revista Esprit no da como resultado un interés por el psicoandlisis, que no se implanta en los medios catélicos progresistas. Vimos anteriormente que el caso del Padre Paul Jury, quien practica el psicoandlisis antes de renegar de la fe cristiana, constituye una excepcién en el clima de entreguerra™. También el de Jules Monchanin, sacerdote lionés no conformista y simpatizante de Mounier, quien escribe poemas surrealistas, se interesa por Freud y Romain Rolland y en 1929 da una conferencia dedicada ala moral sexual, Los fundadores de la revista Esprit no desconocen el descubrimiento freudiano pero adoptan al respecto el punto de vista separatista de Dalbiez, que consiste, lo sabemos, en admitir el valor terapéutico del psicoandlisis rechazando al mismo tiempo su “tilosofia’, calificada de pansexualismo. La nueva espiritualidad que aplican pasa ‘sobre todo por una evaluacién del pensamiento marxista, acerca del cual se muestran igualmente separatistas: aceptan al "joven Marx", su humanismo y su critica de la superestructura, pero niegan el materialismo y la nocién de “supremacta de la lucha de clases.” Obsesionados por la idea de compromiso, dando vuelta la espalda ala iglesia burguesa que ha traicionado la esencia del cristianismo y sostenido el capitalismo, tendran siempre presentes los ideales del comunismo, ya sea parareflexionar respecto a Sus errores y sus é6xitos, ya sea para medirse con sus fuerzas militantes. Esta confrontacién permanente de los cristianos progresistas con el marxismo toma aires de desafio. La “religién” comunista les fascina tanto mas cuanto que sirve de vehiculo a una mistica de la clase elegida que no es ajena al espiritualismo de ellos, pero que les repugna porque esta tedricamente basada en la ausencia de Dios. Este desafio queda 71 Marxismo, psicoandlisis y psicologia Tras un afio y cinco numeros, larevista cesa sus entregas y pronto es reemplazada por otra que se titula ‘Esprity aparece en mayo de 1926. Esta publicacién pretende ser més estrictamente filos6fica y al mismo tiempo menos abierta ala literatura, alas notas de lectura y a ese pluralismo que caracterizaba a la revista precedente. Su duracién sera efimera. En Francia, siempre se cree que los suefios de aventuras se parecen ala aventura misma. Para obedecer, sin dudainconscientemente, a esta tradicién, nuestros fildsofos llegan a confundir a Lord Jim con Emma Bovary. Después de leer colectivamente a Spinoza, alientan el proyecto de “rehabilitar la sabidurfa®,” La idea se concreta cuando Georges Friedmann recibe en herencia una bastante considerable fortuna que pone a disposicién de sus compafieros. El grupo enseguida decide emplear la suma en comprar un trozo de peninsula en el golfo del Morbihan. Se toma contacto con un notario de Vanne que propone a los nuevos robinsons la adquisicién, en pleno mar, de un caserén destartalado rodeado de tierras cultivables. Todas las esperanzas estan permitidas y bautizan la ruina “Isla de la Sabiduria’. Los filésofos planean vivir alli en comunidad y meditar sobre los desérdenes de! mundo. Pero el asunto se complica: spinozista ardiente, Friedmann piensa que el dinero es una maldicién. No logra aceptar la herencia de un padre banquero ni destinarla a proyectos filos6ficos. Morhange se burla de él y Politzer espera con impaciencia que la historia se resuelva con propuestas concretas. Finalmente Friedmann se niega a resolver la dificil cuestién del ser y el poseer y, después de un argo palabrerio, decide no entrar en gastos. La revista Esprit dejade salir mientras que los aventureros se unen alas filas del Partido Comunista. Asi, el dinero se puede invertir en empresas revolucionarias favorables al proletariado. Se piensa en una nueva revista, en una editorial... Pero, parece que las negociaciones con los responsables del Partido no resultan ser tan simples como se esperaba. Sin ‘embargo, en 1929 concluyen en la creacién emparejada de la Revue marxiste, donde se vuelven a reunir Morhange, Friedmann y otros, y la Revue de psychologie concréte mediante la cual Politzer piensa lanzar su proyecto de una psicologia revolucionaria. Las dos revistas se financian con el dinero de Friedmann pero tienen poco éxito. Entra entonces en escena un curioso personaje, especie de Vautrin escapado de los corredores parisinos del Komitern. Aparenta interesarse en el porvenir dela filosofia y le propone a Morhange una famosa martingala. Muy excitado, éste persuade a Friedmann de confiar su herencia al aventurero. El hombre es tanto mas cautivante cuanto que sele cree introducido en “altas esferas”. Nadie sabe lo que abarca el término pero exhala un olor a alcoba y conspiracién que los dos héroes no pueden resistir. Morhange y Friedmann van con “Vautrin” al casino de Montecarlo. Este se apodera de la fortuna y pide a sus compaferos que lo esperen en la vereda. Para ganar en laruleta y duplicar la apuesta, necesita soledad y concentracién. Naturalmente, Friedmann no. volveré a ver su dinero y “Vautrin” desaparecera por una trampas". Furioso, Politzer cuenta la historia a los agentes del Komitern. El asunto pronto se convierte en un escandalo y Breton aprovecha para arrastrar por el fango a los filésofos, a quienes detesta. Por su parte, Morhange acusa a Politzer de traicion. ZEI individuo es un vulgar estatador? 4Es, como sugiere Lefebvre, un agente de la Internacional enviado de Moscu para sabotear las empresas editoriales disidentes? Como quiera que sea, ambas revistas se hunden junto con la fortuna de Friedmanné2, En el momento en que publica su Critique des fondements de la psychologie®, Politzer ignora que esa obra constituira su unico aporte al vasto campo de la psicologia 73 El espiritu modemo concreta de la que pretende ser fundador y ala que promete un provenir efervescente. La experiencia politzeriana no tiene como objetivo reformar ia psicologia, sin hacer distingos de tendencias, sino destruirla a quemarropa. No intenta transformar una ruina titilante en un caser6n construido sobre el cieno, sino que pronuncia la pena de muerte para todo el edificio. En el fondo Politzer, igual que los surrealistas, participa de la aventura rimbaldiana de una conquista de “la otra escena’. Pide a la psicologia que realice una ruptura radical y se arrlesgue a perder el imperio del que se cree duefia. Curiosamente, esta obra hace pensar ena “Gran Historia” segun Michelet. Politzer no es historiador pero la forma editorial en la cual concibe su proyecto se parece al antiguo suefio rom4ntico de una “restitucién integra” del campo estudiado. A las Pruebas me remito: la Critique des fondements, unica obra publicada, se dedica al psicoandlisis y mas exactamente a la teoria de los suefios y del inconsciente, es decir el momento inaugural del descubrimiento freudiano. E! libro aparece como el primer volumen de una obra titulada Matériaux pour lacritique des fondements de lapsychologie que debe abarcar dos volmenes mas, uno sobre la Gestalttheorie y la tenomenologia y el otro sobre el behaviorismo. Politzer presenta esta cosa ya gigantesca como predmbulo de un estudio de critica propiamente dicha que debe llamarse: Essai critique Sur les fondements de la psychologie. Tal como los dos tltimos volimenes de los Matériaux,este ensayo no sera escrito jamas. Entre un suefio abortado de restitucién integra y un suefio realizado que conduce al desierto, la obra psicolégica de Georges Politzer se resume pues al tercio de lamitad de lo que queria ser. Si nos atenemos a la afirmacién del filésofo sobre el caracter absolutamente provisional de los Matériaux, de los que sdlo conocemos Ia primera parte, hay que llegar a la conclusién de que el proyecto politzeriano de unapsicologia ‘nueva no tenia posibilidad alguna de ver la luz. Se ha afirmado muchas veces que Georges Politzer habia abandonado sus investigaciones de psicologia “por orden del Partido” tras su adhesién ocurrida en 19298, En esa época, el psicoanalisis no tiene muy buena fama en la filas del movimiento comunista y Politzer, al igual que otros intelectuales, es invitado a dedicarse ala economia politica, que representala tierra prometida del marxismo. Pero la entrada del joven filésofo en un militantismo activo se parece a una conversién. Politzer reniega del psicoandlisis con tanto ardor como lo habia defendido. Mas aun: se pone a admirar a Stalin como no habia admirado nunca a Freud. Por lo demas, encuentra en el marxismo una doctrina que le parece mas sdlida que ese freudismo respecto al cual siempre guardé una distancia critica. Elodio extravagante del que hace gala, después de 1929, conrespecto alpsicoana- lisis no tiene nada en comun con esa hostilidad latente que manifiesta el Partido enla misma época. Aunque “obedezca érdenes”, Politzer no produce ningun texto sobre eco- noma politica. En cambio, consus excesos, se muestra mucho mas sectario respecto al freudismo que el movimiento comunistatrancés. Sumilitantismo noleimpide seguir es- cribiendo textos filoséficos. En 1941, en la clandestinidad, redacta un panfleto sobre Rosenberg, filésoto hitleriano, ene! cual desmenuza os ideales dela raza® con tal inteli- gencia que uno se preguntasi es realmente el mismo hombre que tomé la pluma, dos afios antes, para acusar al freudismo de servir alos intereses del nazismo. Su condiciénde judio noesajenasin dudaaesta actitud ambivalente. Se diriaque el “odio delsijudio" delfildsofo ‘se manifiesta por unrechazo fanatico aFreud, mientras que su horror al antisemitismolo lleva aun combate contra el nazismo en el que encontraré una muerte heroica. 74 Marxismo, psicoandlisis y psicologia Porlo tanto, es absurdo atribuir la “conversion” de 1929 a una exigencia venida “de arriba’. Sihay exigencia, surge de abajo, es decir del proyecto politzeriano en si mismo. Politzer no abandona sus investigaciones porque “recibe érdenes” sino que como aquéllas desembocan en un camino sin salida reniega del psicoandlisis y se adhiere a la doctrina marxista, que le ofrece una certeza que no ha podido encontrar en el freudismo. Con ella, sale del “ghetto” de la psicologia al precio de renunciar a un proyecto que no tenia futuro. La exigencia de sumisién funciona cuando el terreno es propicio y, en 1923, el terreno es el fracaso anticipado de una nueva psicologia. Al morir tan joven, Politzer no tuvo tiempo de medir el alcance de su negacién del psicoandlisis. Quién puede saber hoy cudles hubieran sido sus posiciones en 1949en el momento de la condena jdanoviana al psicoandlisis? ,Qué palabras hubiera pronunciado sobre su propia judeidad después de Auschwitz y Treblinka? ‘Sin duda no es por casualidad por lo que fa actitud fanatica de Politzer respecto al psicoandlisis corre pareja con una especie de ambivalencia sobre la cuestién de la identidad judia. El filésofo esta obsesionado por las teorias de Rosenberg contra las cuales libra una batalla encarnizada. Frente a este idedlogo antisemita, no reivindica su filiacién judia pero utiliza las armas del marxismo y del leninismo. En otras palabras, no combate el nazismo en nombre de su posicién de judfo sino a partir de un terreno estrictamente politico y filoséfico. Por otra parte, en un articulo de 1939 acerca de “El tin del psicoanalisis®,” Politzer habla también de racismo y antisemitismo. Debido ala prohibicién que pesa sobre las publicaciones comunistas después de que el Partido aprueba el pacto germano-soviético, este articulo es firmado con seudénimo y no sera atribuido a Politzer sino mucho mas tarde. En muchos judios emigrados de esa época, él asimilacionismo se realiza en una fusi6én con el ideal del nacionalismo francés. En Politzer, se confirma en la aadhesién al comunismo. Aqui el Partido es una familia de adopcién, una tierra de asilo donde los ideales de la raza son eliminados en beneficio de los del pueblo y la nacién. En este sentido, la politica thoreziana de unificacién del comunismo francés bajo la égida de! internacionalismo staliniano le cuadra al fildsofo perfectamente. Por lo demas, en junio de 1939 publica en Commune un articulo titulado “Raza, nacién, pueblos,” en el que hace un elogio ditirambico de Maurice Thorez atribuyéndole el mérito de haber sabido distinguir el ideal de la raza del de la nacién. El sufrimiento, el drama, estan presentes en el centro de la aventura de la Isla de la Sabiduria. Quienquiera que sea Vautrin, los filésotos participan ellos mismos en la liquidacién de sus empresas editoriales con un sentido del fracaso que no existe con esa forma en los surrealistas. Se diria que esos hombres se encuentran presos en una suerte de dilema que los arrastra a la negacién de su identidad. De alli esa busqueda de un heroismo que funcionaria como un desaffo permanente. Hay en Politzer ese gusto por lo absoluto, por el desafio, por el suicidio, que reviste de talento sus exhortaciones y de decepcién su realizacién. ‘Queda entonces un libro Unico en los anales de la psicologia, que plantea a los psicélogos fa cuestién de ia situacién cientifica y filosética de su objeto. Entre la fisica, ciencia “objetiva” en tercera persona, y la psicologia, ciencia de la primera persona, no hay lugar para otro campo cientifico que fuera capaz de estudiar, en tercera persona, los hechos de la primera. Sin embargo, la psicologia tiene la pretensién de desempefiar ese papel y si no lo consigue es a causa de sus abstracciones. Bajo esta etiqueta Politzer ubica la psicologia, sin distincién de tendencias, a la que reprocha él punto de 75 E/ espiritu moderna vista impersonal y vacio de significado, y sobre todo una concepcién rigida de los comportamientos individuales. A esto opone el principio de una psicologia concretaque tomaria como objeto de estudio la persona misma: el hombre en sus deseos y sus actos. La persona, en el sentido politzeriano, no es un objeto de la conciencia, provisto de afectos y conductas, sino el individuo en su devenir histérico. El objeto de la psicologia concreta, es el drama personal dei hombre con deseos, su persona teatral. Asi, Politzer rechaza la perspectiva de un sujeto plenamente duefio de sus actos y lade los estados de sonambulismo 0 de automatismo, inversa a la primera. Porque toma como objeto el drama personal, la psicologia concreta intenta hacer estallar los marcos de la psicologia misma. En el fondo, la posicién de Politzer tiene por efecto ligar una estructura a una historia, una subjetividad a una dindmica evolutiva. Aunque no es marxista cuando comienza a interesarse en este problema, el filésofo esta cerca de una concepcién marxista de la historicidad, es decir de una posicién que lleva hacia ei materialismo. En efecto, la contradiccién que hace aparecer entre lo abstracto y lo concreto no estA lejos de recubrir a que opone el idealismo al materialismo. Por ello es por lo que el proyecto de psicologia concreta encierra en si mismo los elementos que conduciran a Politzer a convertirse ai materialismo histérico y dialéctico. Sin embargo, la manera en la cual el filésofo aborda la psicologia no tiene casi relacién con el intento de elaboracién de una psicologia materialista tal como se la ve funcionar en el freudo-marxismo reichiano y en los psicélogos soviéticos. Politzer critica ante todo los fundamentos de la psicologia y tomaal freudismo como instrumento de esta critica. En el corazén de la situacién francesa, Politzer sigue siendo un innovador. Entre los psicélogos de su época es el Unico que comprende lo que representa para la psicologia el descubrimiento vienés y que acepta integramente las nociones freudianas de inconsciente, deseo y sexualidad. ; Tal vez realiza ese gesto porque no es en verdad psicélogo? Su proyecto de una psicologia concreta no puede lograrse puesto que no tiene otro objetivo que el de poner de manifiesto los callejones sin salida de la propia psicologia. Esta es la razén por la cual Politzer sustituye por una nueva doctrina el instrumento freudiano que yanole sirve. En su conversién al marxismo, tiraal nifio junto con el agua del bafio, el psicoandlisis junto con la psicologia. Para él, el freudo-marxismo se convertiré en enemigo que hay que abatir asi como cualquier intento de construir una psicologia materialista de la que e! psicoandlisis formara parte. Para Politzer, el compromiso con el marxismo conduce progresivamente a una doble renuncia: a la psicologia concreta cuya elaboracién demuestra ser imposible, y al treudismo que ya no tiene razén de ser como instrumento critico. En el lapso entre que abandona definitivamente sus trabajos psicolégicos y se vuelve comunista, Politzer tiene tiempo de redactar un panfieto contra los notables franceses del psicoanilisis, a los que les reprocha haber desnaturalizado la doctrina freudiana y haberla hecho pasto de sus adversarios. En el editorial del primer nmero de la Revue de psychologie concréte, que se publica en 1929, el filésofo anuncia su intencién de trabajar, con todos los que lo deseen, en la elaboracién de la nueva psicologia. Comprueba que existe una crisis del psicoandiisis e invita a los psicoana- listas a abandonar los esquemas abstractos de la antigua psicologia. Ademas, da la palabraa algunos disidentes, especialmente adlerianos, para que se conozcan algunas Corrientes no freudianas. El mismo publica en el segundo numero de la revista un articulo interesante sobre la psicologia individual. En el primero, hace publicar de nuevo 76

Vous aimerez peut-être aussi