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He ahí una muestra de lo ambiguo que pueden ser las palabras de la ley. Cualquiera sea
el resultado del debate, sería buena la prudencia en su enunciado y definición.
La defensa de Alberto Borea, cuya finalidad no comparto, me hizo recordar épocas en que
el Congreso solía ser escenario de grandes oradores, juristas, aparte de hombres de
cultura. Borea evocó a Raúl Porras, Luis Alberto Sánchez, Héctor Cornejo Chávez, Carlos
Malpica. Especie en extinción o ya extinta.
Por ahora, nada se puede asegurar. En casi todas las bancadas hay discrepancias
internas. Los más nerviosos parecen los fujimoristas, que disfrutaban de una mayoría
abusiva y prepotente, y que saben que no van a repetir el plato.
Más allá del voto sobre PPK, lo que ha quedado claro es que él representa un sistema,
una casta, una ideología que en sí mismos ostentan incapacidad moral permanente.
Fantasmas de la ópera bufa
Por Diario UNO el diciembre 21, 2017
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José Chlimper, secretario general del partido fujimorista Fuerza Popular, aparece en
televisión con una “aclaración”: no es cierto que en la campaña electoral de Keiko Fujimori
haya habido aportantes fantasmas. “Habrán cambiado de opinión. Quién sabe por qué”,
explica con la sangre fría digna de José Chlimper.
Típicas son las declaraciones de Niczer Romero Villalobos, un “aportante” de la región San
Martín:
“Temo por mi vida. No saben el daño que me han hecho. Nunca he aportado a la señora
Keiko Fujimori porque sencillamente no tengo dinero. Vivo de mi trabajo como cocinero
desde hace muchos años y con las justas gano para mantener a mi familia”.
Lo que ocurre es que han querido disfrazar de aportes de donantes dineros de origen
sospechoso, que pudieron servir para financiar la campaña electoral y, de paso, lavar
dinero proveniente del narcotráfico.
Hay que arrojar luz sobre esas fortunas oscuras. Precisamente por eso el fiscal José
Domingo Pérez Gómez había citado a Keiko Fujimori, pero ella se resiste a la
comparecencia o la posterga.
Las maniobras dilatorias del fujimorismo defienden no solo a Keiko Fujimori, sino también
a Joaquín Ramírez, el exsecretario general de Fuerza Popular, que abandonó el cargo
cuando se confirmó que estaba siendo investigado por la DEA por lavado de activos, delito
en que también está comprendida la cabecilla fujimorista.
La señora Keiko y José Chlimper han tramado hace meses el escándalo que debía
entregarles la Fiscalía de la Nación, el Tribunal Constitucional y, la perla de la corona, la
vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski. Sin querer, PPK precipitó con sus
mentiras esa caída.
En estos momentos cunde el pánico en los cuarteles del fujimorato. Corre el rumor de que
si el presidente es vacado, los dos vicepresidentes renunciarían. El presidente del
Congreso asumiría entonces la presidencia, con la condición de convocar inmediatas
elecciones. No se sabe si habría un arca de Noé para salvar al fujimorismo del diluvio.
El lunes 18, Buenos Aires fue escenario de una batalla violenta entre trabajadores que
rechazan la reforma de las pensiones que el presidente Mauricio Macri ha impuesto. Fue
una batalla campal de un diluvio de piedras contra una lluvia de balas de goma y gases
lacrimógenos. Los manifestantes no fueron vencidos en la calle, pero sí en el Congreso.
La acometida de Macri contra los jubilados forma parte de una ofensiva global contra los
trabajadores. No olvidemos que el neoliberal presidente Emmanuel Macron, quien
gobierna desde mayo, se adelantó a Macri en cuanto a medidas antiobreras. Uno de sus
dictados establece que los negocios con menos de 50 trabajadores, que son el 95 por
ciento de las compañías francesas, pueden negociar contratos directamente con su
personal, sin representación sindical en materia de horarios de trabajo, salarios y
sobretiempo. ¿Jornadas de ocho horas? Eso es cosa de ociosos, cínicos y extremistas,
según Macron.
En cuanto a la corrupción, duele que Sudáfrica, el país de Nelson Mandela, ese héroe del
honor y del coraje, haya caído en manos de gobernantes corruptos. The Economist
presenta una historia que parece ideada por Vladimiro Montesinos. Ajay Gupta, hijo de
Jacobo Gupta, presidente de Sudáfrica, recibió en su casa a Mcebist Jonas, exviceministro
de Finanzas. En cierto momento, Ajay Gupta ofreció a Jonas nombrarlo ministro de
Finanzas. Cuando Jonas rechazó la oferta, Gupta le preguntó si no tenía una bolsa como
para llevarse 600.000 rand (la moneda nacional).
También en el país de Mandela se comprueban los nexos entre política y corrupción.
También ahí se ve cómo los políticos del neoliberalismo, esos que siguen las recetas del
Banco Mundial y del FMI, y despotrican contra el Estado, se sirven de este hasta la gran
transfiguración: El Estado son ellos.
A esa mayoritaria abstención, hay que añadir la gran fragmentación de las bancadas en
Diputados y Senadores.
Informa el diario que en Diputados, el bloque derechista logra un total de 155 asientos;
Nueva Mayoría, de Michelle Bachelet, tendrá 57 curules; Frente Amplio, 21; el PC, 8, igual
que el Partido Socialista; y la democracia cristiana, 14.
Ese abanico opositor quizá explique el tono moderado del discurso de Piñera en su mitin
de la victoria. He aquí párrafos:
“Esta noche les puedo asegurar que tanto Cecilia como yo vamos a entregar lo mejor de
nosotros mismos para cumplir con nuestra misión, para que Chile recupere la senda del
progreso y el desarrollo. Quiero ratificar el compromiso que nos acompañó durante toda la
campaña, un compromiso con la unidad de todos los chilenos, un compromiso con el
diálogo y los acuerdos y con renovada fe y esperanza en nuestro país”.
“Viva la diferencia, viva el pluralismo de ideas, nunca esas ideas deben convertirnos en
enemigos, cada vez que nos hemos enfrentado y nos hemos visto como enemigos hemos
visto nuestras más grandes derrotas y nuestros más grandes errores”.
“Queridos compatriotas, vamos a iniciar un nuevo y mejor trato con nuestros adultos
mayores, con nuestros niños, clase media y por supuesto con nuestros pueblos
originarios”.
PPK no está solo en la caída. Keiko Fujimori baja siete puntos: de 39 a 32 por ciento; Kenji
Fujimori, de 35 a 30; Verónika Mendoza, del 26 al 23; Julio Guzmán, de 27 a 24.
Notable es que ya antes del explosivo de Odebrecht contra PPK, el 57 por ciento creía que
este debía dejar el gobierno, aunque el 61 por ciento opinaba que el presidente debía
disolver el Congreso.
También ayer se publicó en La República la más reciente encuesta de GfK –realizada del
9 al 12 de diciembre–. Sus resultados coinciden con los de El Comercio-Ipsos. El
presidente aparece con 22 por ciento de aprobación y un abrumador 72 por ciento de
desaprobación. Sorprende la gran caída de aprobación para PPK en el nivel de los más
pudientes: bajó en un mes de 32 a 24. En el sector C, el de la gran mayoría, se muestra un
bajón: de 33 de aprobación en noviembre cae a 19 por ciento en diciembre: ¡14 puntos
perdidos en un mes!
En cuanto a aprobación de líderes, GfK encuentra que Keiko Fujimori baja un punto: de 34
a 33 por ciento; Kenji sube de 25 a 27, Julio Guzmán baja de 28 a 25 y Verónika Mendoza
pierde seis puntos: de 26 a 20.
Alfredo Barnechea conserva su 20 por ciento; César Acuña pierde dos puntos: de 15 a 13;
Gregorio Santos baja de 11 a 10; Marco Arana cae de 8 a 5 y Alan García, de 7 a 6.
En suma, la opinión pública ha desahuciado a la clase política. Y hay que suponer que esa
desaprobación será aún más rotunda si se produce, lo que es lo más probable, el jueves
próximo en el Congreso la vacancia de la presidencia.
Hay que recordar que los acusadores de PPK son también acusados. Y que la merecida
vacancia no reinstala el reino de la moral y la virtud, sino que abre espacio para buitres del
poder, el crimen, el robo y el autoritarismo.
“Trotsky comunica: desde el frente mandan fuerzas contra Petrogrado; es necesario enviar
inmediatamente comisarios del Soviet al frente, y a todo el país, para dar cuenta de la
revolución efectuada. Del escaso sector de la derecha surgen algunas voces: ‘¡Está usted
adelantándose a la voluntad del Congreso de los soviets!’. El ponente contesta: ‘La
voluntad del Congreso está predeterminada por el inmenso hecho de la insurrección de los
obreros y soldados de Petrogrado. Ahora, lo único que debemos hacer es desarrollar
nuestra victoria’. El autor del presente libro escribe en su autobiografía: ‘Cuando di cuenta
del cambio de régimen llevado a cabo durante la noche, reinó por espacio de algunos
segundos un silencio tenso… Al entusiasmo irrazonable sucedió la reflexión inquieta. En
esto se puso asimismo de manifiesto el certero instinto histórico de los reunidos. Todavía
podían esperarnos la resistencia encarnizada del viejo mundo, la lucha, el hambre, el frío,
la ruina, la sangre, la muerte. ¿Venceremos?, se preguntaban muchos mentalmente. De
ahí el minuto de reflexión inquieta. ¡Venceremos!, contestaban todos. Los nuevos peligros
aparecían en una lejana perspectiva. Pero en aquel instante teníamos la sensación de una
gran victoria, y esta sensación, que hervía en la sangre, se expansionó en la tempestuosa
ovación que se tributó a Lenin cuando, al cabo de casi cuatro meses de ausencia, apareció
por primera vez en esta asamblea”.
Lenin había retornado a Rusia tras superar un episodio que parece de novela. El 21 de
marzo de 1917, en la frontera entre Suecia y Finlandia, en el tren que lo conducía a Rusia,
un agente británico, Harold Gruner, interrogó durante seis horas al personaje que se
declaraba periodista. Gruner sabía quién era ese señor -Lenin-, pero no tenía orden del
gobierno provincial ruso de Kerenshi para apresarlo, y tuvo que dejarlo partir.
Abril de 1917. Soldados hacen cola para llevar diarios revolucionarios a sus cuarteles.
Los generales zaristas aliados con invasores extranjeros se estrellaron contra el poder de
la nueva Rusia. De entre las ruinas y el atraso, surgió ahí una gran potencia industrial, que
con el tiempo iba a asombrar con su ciencia, incluida la espacial.
La revolución resolvió los problemas dejados por el zarismo y la nobleza y los capitalistas
retrógrados.
No sólo en lo material soplaron nuevos vientos. En la poesía sonó, junto con la voz del
gigante Vladimir Maiakovski, las de Aleksander Blok, Sergio Essenin, Ana Ajmátova,
quienes, entre tragedias y polémicas, enriquecieron la lírica y la épica del siglo. En el
teatro, nacieron nuevos métodos y técnicas: a comienzos de los años 20, Vsévolov
Meyerhold montó obras con miles de actores (pareció inspirado en el prólogo del Fausto
del poeta alemán Goethe: a las masas de espectadores hay que oponerles las masas de
actores). Sergio Eisenstein inventó el montaje en el cine, para provecho no solo de
cineastas, sino también de escritores. En la pintura nacieron ahí algunos de los artistas
plásticos más revolucionarios del siglo, entre ellos Marc Chagall, el que pintó novios
volando en el espacio (¿quién que ha estado enamorado no sabe que eso es realismo:
sentir el vuelo del ensueño?).
La Rusia soviética ha desaparecido gracias a una guerra que libraba para proteger a su
aliado en Afganistán. Mucho dinero y muchos muertos costó eso a Moscú. El imperialismo
yanqui apoyaba a los guerrilleros islámicos con armas cortas. En una entrevista, Henry
Kissinger expresó que las muertes de esa contienda habían valido la pena porque el
malestar del pueblo soviético había causado la crisis y la caída del régimen.
“Ese negocio con Odebrecht fue tercamente negado por PPK. La mentira agravó el delito
de servirse de un puesto público para beneficio personal. Tenía que estallar en algún
momento. Y ha estallado por obra del dueño de Odebrecht. Fue como echar leña al fuego.
¿Por casualidad?”.
Más de un analista ha considerado que Odebrecht soltó el dato sobre sus contratos con
First Capital (El capital primero) y Westfield Capital (el capital del campo occidental) en el
preciso momento en que servía para sepultar políticamente a PPK y desatar la fase final
de la crisis moral y política del país. El arte del suspenso.
“Dada la ausencia de una obligación de confidencialidad, Odebrecht está obligada por ley
a enviar las informaciones solicitadas por autoridades competentes, incluso la Comisión
Investigadora Multipartidaria.
La aclaración es ambigua. Dice que los contratos fueron gestionados exclusivamente por
el chileno Sepúlveda; pero calla que este era socio de las consultoras. En una declaración
televisiva, el constitucionalista Enrique Bernales señaló que eso es una verdad a medias, o
una media verdad porque oculta que si PPK era parte en el negocio se iba a llevar la mitad
de las ganancias.
Salvo que el chileno se haya quedado con todas las utilidades. Las investigaciones sobre
PPK deberían pesquisar eso, así como otros negocios en Chile y con chilenos del todavía
presidente.
Neoliberal convicto y confeso, PPK ha creído que hay que ponerle límites al Estado, más
no hay límites para servirse de él. Ahora vemos sus resultados. “En el Perú hay muchos
chismes, rumores y luchas fratricidas”, declaró ayer. Pero los pagos de Odebrecht a sus
consultoras no significaron rumores ni chismes, sino abundantes billetes verdes.
Ese negocio con Odebrecht fue tercamente negado por PPK. La mentira agravó el delito
de servirse de un puesto público para beneficio personal. Tenía que estallar en algún
momento. Y ha estallado por obra del dueño de Odebrecht. Fue como echar leña al fuego.
¿Por casualidad?
El presidente PPK ha provocado una crisis grave y excepcional. Ahora crece el clamor de
que renuncie o que el Congreso declare su vacancia. Preferible sería lo primero, porque
sería más rápido. La vacancia es más complicada e insegura. Se requieren 87 votos del
Congreso en tres sesiones plenarias para declararla.
La primera conclusión es que PPK ha venido mintiendo al país. Hay que recordar que PPK
fue, sucesivamente, bajo el gobierno de Alejandro Toledo, ministro de Economía y
presidente del Consejo de Ministros. Esto ocurrió entre noviembre del 2004 y julio del
2006. Fue funcionario público hasta el 28 de julio del 2006.
Pues bien, las siete consultorías reveladas se dieron cuando PPK ejercía el poder o
acababa de dejarlo. Quizá por eso ocultaba el trato.
Algo más: ahora se sabe, por confesión de PPK, que First Capital, fundada por el chileno
Gerardo Sepúlveda con participación de PPK, también realizó entre el 2005 y el 2013
consultorías para el proyecto H2 Olmos, firma creada por Odebrecht. Esas asesorías
produjeron más de cuatro millones de dólares para First Capital. ¿No cobró su parte
nuestro presidente?
La conclusión es que el presidente ha mentido al país, sin duda porque, a pesar de lo que
dijo anoche en su mensaje al país, tenía mucho que ocultar. Y lo oculta.
El escándalo recuerda el caso Watergate, que llevó a la renuncia de Richard Nixon, quien
así evitó que el Congreso lo destituyera por haber mentido al país.
Ahora, lo ético, lo moral, lo justo, sería que PPK renuncie a la presidencia de la República.
Pero ante la embestida del fujimorismo y su aliado el Apra, el remedio sería peor que la
enfermedad.
El ilustrativo Glosario que acompaña la edición tipifica con nitidez el crimen organizado
como el conjunto de actividades delictivas que son (I) cometidas por una organización
criminal (con un nivel de estructuración de mediana complejidad, no necesariamente
jerárquico, con diversos roles y funciones así como estabilidad en el tiempo); (II) que
controlan un determinado territorio o un eslabón de la cadena de valor de un mercado
ilegal; (III) que penetran en los circuitos económicos formales para insertar sus ganancias
y burlar el control estatal; (IV) que diversifican sus delitos o se especializan en mayor
grado a fin de aumentar la rentabilidad de sus actividades; y (V) que usan la violencia
(directa e indirecta) y la corrupción.
El crimen organizado es un fenómeno complejo y de reciente aparición en el Perú tanto en
el ámbito jurídico y policial como en el ámbito académico y de gestión pública, expresa el
texto. Como concepto, el crimen organizado a nivel internacional nace aproximadamente a
mediados del siglo XX. Tampoco existe consenso acerca de su definición general, pues ha
virado entre diversos enfoques según periodos de tiempo y países, enfatizando los
patrones de organización o más bien las actividades que se realizan.
En un gesto muy fácil. Equivale, imaginariamente, a que Alí Babá sostenga que él no sabía
lo que hacían sus 40 ladrones. Da la casualidad de que los corruptos de su segundo
gobierno son apristas y pertenecían a la cúpula podrida del partido del cual era el dirigente
máximo y prepotente.
García ha sido invitado por la Comisión del Congreso que investiga los casos del
Gasoducto del Sur, de la Línea 1 del Tren Metropolitano de Lima y otras obras, que fueron
encargadas a Odebrecht y otras empresas brasileñas por métodos sinuosos aceitados con
coimas que encarecían obras y dañaron al país.
Alan García intentó presentarse como un modelo de honradez. Si fuera cierto que no se
benefició con coimas, percibidas por testaferros y depositadas en refugios financieros,
habría que considerarlo como el mandatario más tonto del mundo, que pudo oler el dinero
que estafaba al Perú pero sostenía, respecto a los corruptos: “Yo soy su jefe pero no sé
nada”.
Varios aspectos del escándalo Odebrecht indican una identidad ideológica y moral entre
los gobiernos peruanos de los últimos 30 años. Todos ellos izaron la bandera del
neoliberalismo. Es decir, la afirmación de que el Estado es mal administrador y la empresa
privada es eficiente (pero ellos administran el Estado y le imponen su condición
putrefacta).
Desde sus años mozos en París, cuando exhibía su voz en locales públicos, el gran jefe
aprista ha demostrado ser un vivo de primera. Imposible creer que no aprovechó su cargo
presidencial para llevarse la mejor parte.
No está lejano el día en que se conozca el tamaño real de su fortuna y el nombre de sus
testaferros. La Comisión Lava Jato, expresión del pacto aprofujimorista, no sirve para eso.
Gracias a la vida
Por Diario UNO el diciembre 11, 2017
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Un texto del diario madrileño El País sobre la vida y la obra de Violeta Parra me trajo a la
memoria una experiencia inolvidable: En el Estadio Nacional de Santiago de Chile con
tribunas y cancha repletas decenas de miles de personas cantaron, de súbito y en masa la
canción de Violeta Parra “Gracias a la vida”.
Resalto el hecho de que los manifestantes eran jóvenes y gran parte, mujeres. La música
que entonaban era una afirmación de la vida contra un régimen asesino. Un canto a la
resurrección de la democracia.
El homenaje de El País ha sido escrito por Rafael Gumucio, como parte de la celebración
del centenario de Violeta.
Su hermano mayor era el poeta y físico genial Nicanor Parra. Un día de 1952, ella le
preguntó qué leía con tanta atención. Él le respondió que estaba estudiando la poesía
popular de Chile del siglo XIX, con el propósito de escribir un Martín Fierro chileno. Ella
salió de la casa de su hermano y volvió horas después con cientos de páginas con
cantares que los ciegos entonaban en los bares de mala muerte.
Precisa Gumucio:
Un día de febrero de 1967, en la carpa en que pensaba fundar una universidad del folclore,
se disparó en la cabeza. Pero ya le había dado gracias a la vida.