Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Según cuenta una antigua residente de las Kuriles, la vida en las islas es bastante difícil. Esto se
debe a unos deficientes sistemas de carreteras, electricidad, agua, talleres… Todo está a medio
hacer.
Desde el punto de vista de Japón y Rusia, la importancia de las islas reside en las Kuriles del
Sur, situadas en una de las zonas más ricas en pescado del mundo. Desde que pasaron a ser
administradas por el gobierno ruso, los soviéticos han privado de golpe a los pescadores
japoneses de estos importantes recursos pesqueros.
Con esta devolución, se produciría sobrepesca por parte de las grandes compañías de pesca
japonesas, causando por tanto, el empobrecimiento del mar, la degradación del ecosistema y
la reducción de la biodiversidad marina.
6. ¿Qué deberían hacer los dos países antes de firmar cualquier tratado?
Firmar el tratado presupone arreglar la cuestión territorial ruso-japonesa de “los territorios del
norte”, que supondrá una retrocesión para los japoneses.
7. ¿Por qué no devolvió Rusia las islas tras la caída de la URSS?
Dos o tres años después de la caída de la URSS, cuando parecía que el conflicto llegaba a su fin,
el crecimiento de los nacionalismos en la Rusia postsoviética acabó por paralizar los caprichos
de algunos dirigentes de cerrar el pasado.
La administración de las Kuriles y los propios isleños, organizaron una propuesta en 1998 para
que las islas se alquilasen por 99 años a Japón, mostrando así un acercamiento hacia un Japón
capaz de aportarles rápidamente confort y desarrollo económico.
El estrecho se abre por primera vez en 1964, permitiendo a los antiguos residentes japoneses
volver a las Kuriles una o dos veces al año.
10. ¿Cómo son los intercambios que se producen entre las Kuriles del Sur y Hokkaido?
A pesar del intercambio turístico y cultural, el que mayor impacto ha tenido es el intercambio
comercial. Gracias a los crecientes beneficios económicos obtenidos por la demanda del
famoso “cangrejo de Hanasaki”, los rusos de las Kuriles no paran de gastar en bienes de
consumo en Hokkaido: electrodomésticos, neumáticos recauchutados o incluso, a veces,
vehículos de ocasión…, contribuyendo a la aproximación entre los dos territorios.