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Pregunta 1. ¿Cómo se definiría?

No vale improvisar. Hay que tener preparada una respuesta, haber hecho una reflexión
previa respecto a la formación, valores... cómo se desempeña el trabajo. No se trata de
hacer alarde de los logros personales, pero sí de expresar la propia valía, sin falsa
modestia. Y, por supuesto, conviene resaltar la capacidad para reponerse ante un
fracaso o error, así como destacar el espíritu de sacrificio y la importancia que se
concede al esfuerzo.

Pregunta 2. ¿Qué estudios tiene? ¿Por qué los escogió? ¿Volvería a estudiar lo mismo?

Las respuestas dependen de cada persona y de su situación en esos momentos. Pero


siempre conviene adoptar una actitud positiva respecto a estas preguntas y dejar
entrever que las experiencias formativas fueron positivas en todos o en algún
aspecto.

Si hubo algo negativo y se desea comentar, debe hacerse con una visión optimista de
los resultados. Dejar una carrera universitaria a medias puede ser algo negativo, pero
decidir que algo "no es tu fuerte" es difícil y hacerlo indica tener carácter y no
conformarse. Hay que resaltar que sirvió como experiencia y que las materias
estudiadas resultaron de utilidad, tanto para el resto de estudios como para la carrera
laboral.

Nunca hay que hablar mal de la anterior empresa, ya que ser negativo genera desconfianza

Este tipo de cuestiones pueden repetirse a lo largo de la entrevista: qué asignaturas


gustaron más, en cuál se obtuvo más calificación, etc. Se pretende ver si el candidato
es coherente y el adecuado al puesto que se demanda, teniendo en cuenta sus
gustos y actitud y grado de conocimiento sobre la materia en la que se desarrollará su
labor diaria.

Pregunta 3. ¿Ha trabajado antes? ¿Por qué se fue o le despidieron?

Hay que ser sincero y claro. No pasa nada por haber sido despedido de un trabajo, y
cada vez se valora más la flexibilidad y saber adaptarse a las situaciones incómodas.

Antes de la entrevista, conviene reflexionar sobre las razones del despido y tener
elaborada una respuesta concreta. También es aconsejable comentar algún aspecto
positivo que se ha podido sacar de una situación a priori desagradable.

Pregunta 4. ¿Su anterior trabajo cumplió sus expectativas? ¿Y usted? ¿Cuáles fueron sus logros?

Antes de acudir a la entrevista (y antes de responder este tipo de preguntas) conviene


tomarse un tiempo y reflexionar, tanto sobre lo a gusto que se estuvo en el empleo
anterior como sobre los objetivos que se alcanzaron. Es fundamental,
además, identificar los puntos en común de un éxito anterior con lo que se
requiere para el puesto o tarea que se pretende conseguir.

Pregunta 5. ¿Cómo le han tratado sus jefes anteriores? ¿Qué opinión le merecen?
Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe hablar mal de los antiguos jefes, ni de los
compañeros. Si la relación laboral y personal fue muy mala, conviene intentar desviar el
tema y ser lo más discreto posible. Ser una persona negativa y hablar mal de los demás
siempre genera desconfianza en quien está enfrente.

Pregunta 6. Descríbame a su mejor amigo (a su padre, a su pareja...)

Desconcierto y la capacidad de sobreponerse a él. Esto es lo que se busca con


este tipo de preguntas. El cambio brusco del ritmo y temática de la entrevista pillan
desprevenido al candidato.

No hay que preocuparse demasiado, porque no son preguntas que influyan de


manera decisiva en la elección final. Pero sí se valorará la capacidad verbal, de
resumir, o qué valores considera el aspirante más importantes en función de la
descripción realizada, etc.

Pregunta 7. ¿Qué ha hecho mientras estaba desempleado?

No es lo mismo estar en paro que estar sin hacer nada. Se valora de forma muy
positiva que, mientras se está desempleado, una persona realice cursos para
mejorar su nivel de idiomas o su conocimiento de informática, o haga cursos de
doctorado o un máster, etc. Demostrar inquietud y no pasividad es fundamental para
triunfar.

Pregunta 8. ¿Qué conoce sobre nuestra empresa? ¿Por qué la ha elegido?

Hay que ir preparado e informado sobre la empresa. Aquí se debe mostrar interés por
la compañía y por el puesto que se desea cubrir. Se puede contestar que es muy
interesante la magnitud, la seriedad, el sector, posibilidades de progresión, etc. que la
empresa puede brindar.

Respecto a las preguntas sobre qué se puede aportar, hay que enumerar las propias
virtudes y capacidad.

Pregunta 9. Si tuviera que contratar a una persona para el puesto, ¿qué criterios fijaría?

Otras veces se pregunta: "¿Por qué cree que es usted idóneo para el puesto
vacante?". Expresada de un modo u otro, pretende que el candidato explique qué
características cree esenciales para el puesto que tiene intención de cubrir y que
demuestre que él las tiene.

Además, permite al entrevistador confrontar la opinión que se va haciendo del


candidato durante la entrevista con lo que el propio solicitante piensa de sí mismo
y su capacidad para el puesto. Hay que responder, de forma clara y directa, qué
experiencia y conocimientos se tienen, así como las competencias más apropiadas para
el puesto concreto.

Pregunta 10. ¿Puedo obtener informes de sus anteriores empleos?


Aunque haya sido despedido, no siempre es por causas negativas, en especial en
plena crisis. Conviene recordar al entrevistador que en el currículum aparecen las
compañías en las que se ha prestado servicios y, además, es aconsejable dar nombres
concretos de personas -mejor, referentes de la empresa o el sector- que puedan dar
una opinión positiva del trabajo realizado.

Pregunta 11. ¿Es fumador?

Es una pregunta que hasta hace unos años era impensable en una entrevista laboral.
Pero la realidad se ha impuesto, y los no fumadores se miran con mejores ojos.

Si el candidato no desea responder a preguntas personales, debe decírselo con tranquilidad al


entrevistador

Aun así, hay que responder la verdad, aunque conviene incidir en que solo se fuma
fuera del horario laboral. En caso de fumar mucho, hay que explicar que solo se hará
en pequeños momentos, los establecidos por cada empresa, y que se está dispuesto a
recuperar los minutos perdidos.

Pregunta 12. ¿Prefiere trabajar solo o en equipo? ¿Por qué?

Hay que señalar que, por supuesto, se es un "hombre de equipo", y tener ejemplos
preparados de situaciones reales que lo demuestren. Pero también conviene resaltar
que, en caso de tener que realizar un trabajo en solitario, la disponibilidad es total.

Pregunta 13. ¿Está casado? ¿Tiene novio/a o familia?

Como sucedía con la pregunta en que se pide describir a un amigo, etc. sirven para
desconcertar al entrevistado, ver cómo es capaz de encajar un cambio de ritmo
repentino, su capacidad de improvisar...

Otras veces, se puede preguntar ¿Planea ser padre/madre? ¿Con quién vive? Este
tipo de cuestiones sirve también para saber la disponibilidad de viajar. Además,
proporciona información extra sobre el candidato, pero no son las preguntas más
relevantes de cara a la valoración para el puesto.

En caso de considerar íntimas este tipo de preguntas, conviene decírselo a la persona


que entrevista, con sinceridad y tranquilidad. Y cambiar lo antes posible de tema.

Pregunta 14. ¿Cómo trabaja bajo presión?

Por supuesto, es positivo saber trabajar bajo presión. Pero hay que ser sincero: la
situación idónea para poder desarrollar bien cualquier empleo es disponer de tiempo y
tranquilidad, pero siempre se es capaz de hacerlo en otras condiciones.

Y, si es posible, conviene llevar ejemplos reales que atestigüen cómo ha logrado sacar
un buen trabajo en duras condiciones.

Pregunta 15. ¿Tiene buena salud? ¿Se cuida para estar en forma?
Hay que contestar con naturalidad y de forma sincera. Pero, si se puede, conviene
mostrar que en el tiempo de ocio se comparte con más personas, como practicar
algún deporte en equipo. Así, se deja entrever, además, que se es una persona con
facilidad para relacionarse e integrarse.

Pregunta 16. ¿Cuánto cree que debería ganar? ¿Y en el futuro?

Si se busca un primer trabajo, sería conveniente decir que, si bien el dinero es un factor
importante, la mayor motivación se centra en encontrar un trabajo y adquirir experiencia.
No hay que hablar de cifras.

En caso de tener cierta -o mucha- experiencia, se puede comentar de forma abierta la


última retribución y expresar que se tienen unas expectativas económicas por encima
de esa cifra, aunque sin disparar mucho la cantidad.

Pregunta 17. ¿Cuáles son sus puntos fuertes?

Es preciso haber hecho antes de acudir a la entrevista un ejercicio de autoconocimiento


personal. De este modo, se tiene un esquema mental claro de cuáles son las fortalezas
y debilidades, las virtudes y los defectos propios, tanto profesionales como personales.

Pregunta 18. ¿Y sus defectos o puntos débiles?

Conviene tener una visión optimista y ser positivo en la respuesta. Hay que
intentar mostrar como defectos aspectos que, en realidad, pueden ser positivos:
"A veces soy algo lento, porque soy muy perfeccionista", "Soy cabezota y no paro hasta
conseguir algo", etc. Son defectos, pero bien encauzados, son virtudes para un trabajo.

Pregunta 19. ¿Domina idiomas?

Pueden preguntarla, directamente, en inglés (o en francés o alemán, si el puesto


requiere conocer esas lenguas). Nunca hay que mentir sobre el nivel de idiomas, ya que
se comprobará en la entrevista o en los primeros días de trabajo. Si el puesto implica
conocer una lengua, hay que dominarlo.

En caso de que el conocimiento de un idioma sea secundario para el puesto que se


pretende conseguir, hay que indicar que se tiene intención de reforzar el conocimiento
de lenguas (si se está haciendo algún curso, mejor) y se tiene disponibilidad para recibir
cualquier curso que imparta la compañía.

Pregunta 20. ¿Tiene alguna pregunta?

Con esta cuestión pretenden conocer el interés por la oferta y por la organización
de la empresa. Conviene llevar preparadas preguntas que muestren interés por trabajar
allí y por el puesto concreto que se solicita. Se pueden hacer preguntas sobre el
departamento en el que se trabajará, si hay formación interna, qué proyectos hay, etc.
También hay que mostrar interés por cómo continuará el proceso de selección, por
lo que no está de más preguntar si se recibirá una llamada o carta, si habrá más
entrevistas o alguna prueba, etc.

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