RESULTADOS PRELIMINARES
La presente información
corresponde a los sitios
VN-35 y VN-36 en el
sector de Sute Bajo,
valle de Nepeña;
permitiendo registrar
evidencias arqueológicas
de contextos
habitacionales
caracterizados por
estructuras
arquitectónicas de
piedra y mortero de
barro con asociación de
entierros humanos (para
¡a época Salinar) y de
camélidos (definida para
la época Chimú)
( ^ QO'b') Uevn'sfg Acfjvceolfoycq Siowi i yol. N : 1~ Q .
SITIOS VN- 35 Y VN-36, SECTOR SUTE BAJO,
VALLE DE NEPEÑA
Por: Jorge Cotrina M auricio
Víctor Peña Huam án
A rturo Tandaypan V.
Elvia Pretell Saavedra
Arqueólogos
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es el resultado de la
investigación arqueológica del Proyecto de
Rescate Arqueológico CH IN E CAS -2 0 0 2
que se llevó a cabo en el sector de Sute
Bajo (Km 74 + 000 al Km 75 + 50 0) y
en el sector de Pampa Veta Colorada (Km
81 + 000 al 86 + 320 entrada del túnel
3 ), p e rm itie n d o re c u p e ra r va lios a
información con respecto a la ocupación
prehispánica de estos lugares.
En este articulo se reporta específicamente
las evidencias arqueológicas registradas
en los sitios V N -3 5 y VN -36 en el sector
d e Sute B ajo, caracterizadas p o r el
hallazgo de contextos habitadonales con
arquitectura bien planificada de la época
Satinar la cual presenta construcciones a
b ase d e m uros d e p ie d ra s qu e
conformaban terrazas. Pero el haDazgo
más im p o rtan te fue la p resencia de
“ pilares enlucidos", en la parte que hemos
podido definir com o el frontis del conjunto
arquitectónico (VN-35), en asociación a
con textos funerarios Salinar; además
entierros de camélidos que corresponden
a una ocupación tardía en el sitio V N -36
(fc tí
Vrquwtotnra
sm ri5~
correspondiente a la época Chimú. En
total se exhumaron 44 entierros, 25 de
ellos son humanos y 19 camélidos. La
presencia de los entierros de camélidos
en ésta área, indican que posiblemente
fueron utilizados com o ofrendas para el
cerro Sute Bajo, com o es de conocimiento
en épocas prehispánicas los cerros tenían
la categoría de sitios sagrados. Algunos
lugares especialmente los cerros gozan de
una fuerte d im en sión de ven era ció n
totèmica porque son consagrados al culto
de los antepasados, tienen la función de
mediar entre las divinidades y el hombre,
son c o n s id e r a d o s los v e rd a d e ro s
propietarios de la tierra y por ellos les son
ofrendados ritos para la fertilidad de los
campos, de los animales, para la seguridad
p e rs o n a l y p ara el é x it o
acontecimientos particulares (Venturoli
2 0 0 2 ). O tros autores c o m o B en són
(1972), han remarcado la predominancia
de las es ce n a s d e m o n ta ñ a e n la
iconografia M ochica y las asocia a su
deidad suprema: el ser con colmillos y el
cinturón de serpientes. Donnan y Mackey
(1978), subraya igualmente el considerable
Proyecto del Valle de Virú, proporcionan
inform ación acerca de la ubicación de
asentamientos Salinar en la parte media
y superior de este valle. Han logrado
id e n tific a r c e m e n te r io s , c e n tro s
cerem oniales, etc. T ip ifican d o a está
cultura c o m o una sociedad con una
organización compleja y avanzada.
Dentro del ámbito territorial ocupado por
los S a lin ar se tie n e n reg is tro s de
evidencias relevantes para el valle de
M oche expuestos p or Billman (1996),
quién en base al análisis de la cerámica, la
divide en dos fases: Tem prano con una
cronología de 4 0 0 a 200 años a.C. y
Tardío con 2 0 0 a.C, a 0 años., además
identifica 118 sitios con evidencias de este
estilo.
de
O tr o d e lo s s itio s re p r e s e n ta tiv o s
localizado al sur del valle de M oche con
oc u p a c ió n Salin ar es C e r r o A re n a ,
considerado com o el poblado residencial
más grande y com plejo de este valle y de
la Costa Norte; está constituido por un
nú m ero con sid erab le de estructuras
habítacionales de piedra y montículos R ajo

rol de las representaciones de montaña y
las relaciona a las prácticas chamánicas
contemporáneas de los curanderos de la
costa ñor peruana. Reinhard (1 9 8 7 ) y
Scanu (1 9 86 ). señalan la importancia
sim oóiica de las m ontañas c o m o un
fenóm eno calificado de Pan Andino, lo
que parece existir desde el H orizonte
Tem prano citado porB ourget (1994:81-
1 2 6).
distribuidos en la cima y laderas de la
elevación. (Mujica 1974, 1984; Brennan
1980, 1982).
D on n an y M ack ey (1 9 7 8 ), rea lizan
excavaciones en el sector denominado
Zona A , lugar que se ubica actualmente
entre el pueblo de Huanchaco y su Iglesia
C o lo n ia l. El resu ltad o de sus
desarrollaron en Pampa La Cruz o Las
L o m a s don de B arr (2 0 0 0 ), rep o rta
evidencias que en este sector se han
sucedido en forma secuencial ocupaciones
prehispánicas que van desde la ocupación
Salinar seguido de una fase transicionai
G a llin a zo , adem ás d e la ocu p ació n
típicamente Gallinazo, sin dejar de lado la

ANTECEDENTES
Evidencias culturales de la ocupación
Salinar no han sido registradas en el valle
de N e p e ñ a . sin e m b a rg o te n e m o s
conocim iento de la existencia de está
cultura para los valles vecinos ubicados al
norte. La documentación que existe al
resp acto es muy valiosa e importante pues
proporcionan datos específicos sobre la
arquitectura, cerámica y entierros que nos
permiten establecer por recurrencia los
patrones de asentamiento y evidencias
culturales relacionadas a la cultura Salinar.
Está cultura fue descubierta y definida por
primera vez por Larco (1948), al excavar
un cementerio en el sitio de Salinar que
dió nombre a la cultura, en la hacienda
Foto 1. Detalle Je arquitectura Salinar, V N -ÌS
Pampas de Jagüey y otros yacimientos
cerca de Sausal en el valle de Chicama; investigaciones consisten en el hallazgo de presencia Moche y Chimú, caracterizada
principalmente identificada a partir de la 4 entierros humanos Salinar con las por la actividad agrícola, com o lo indican
cerò, nica blanco sobre rojo. Luego de las sigu ien tes ca ra c te rís tic a s : p o s ic ió n la presencia de canales, regaderas, surcos
investigaciones hechas p or Larco, tas extendida y de cubito lateral, la posición y cametlones.
mejores referencias que se tiene son las del cráneo con orientación de sur a norte, De la misma manera Piminchumo (2001),
de! valle de Vini efectuadas por Ford y y asociados a ofrendas de cerámica (idem: presenta un reporte preliminar de las
W illey (1 9 4 9 ,1 9 5 3 ), S tron g y Evans 44). excavaciones arqueológicas efectuadas en
(1952) bautizándola con el nombre de Otras intervenciones arqueológicas en la el s e c to r su roeste de la ig les ia de
Puerto Moorin; durante sus trabajos en el m ism a zo n a d e H u a n c h a c o se Huanchaco donde existen evidencias de

A njiícoiójjica
- 3 SIAN
contextos habitacionales con intrusiones
funerarias caracterizadas por presentar J '
posición extendida recostados sobre uno
de sus lados, orientados de norte a sur
con la cabeza hacia el sur y asociado a
ofrendas de cerámica de estilo Salinar.
Las evidencias culturales en el sector de
Sute Bajo, han estado caracterizadas por
el hallazgo de contextos habitacionales con
arqu itectu ra a s o c ia d a a c e rá m ic a
doméstica y entierros característicos de
la época Salinar,

UBICACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO

Se encuentra localizada en la parte baja,
margen izquierda del valle de Nepeña,
distrito de Nepeña, provincia del Santa,
departamento de Ancash (fig, 1).
El sitio VN -35 está situado al pie del flanco
oeste de! cerro Sute Bajo, hacia el lado
norte y oeste colinda con los modernos
campos de cultivo; se encuentra ubicado
entre las coordenadas 8 9 8 2 0 1 5 N y
7 92048 E a una altitud de 20 0 m.s.n.m.
y comprende una extensión total de 1.68
Has.
El sitio V N -36 se ubica al sur oeste del
s itio an tes m e n c io n a d o e n tr e las
coordenadas 8 9 81 7 9 6 N y 7 9 1 9 9 7 E a
una altitud de 20 0 m.s.n.m. y com prende
una extensión de 1.36 Has.

EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS construcción de los muros, se definió la

SITIO V N -3 5
Arqútectira
S e definió co m o un asentam iento de
é p o c a tem prana, co n form ad o p o r un
conjunto de estructuras, dispuestas sobre
un sistema d e terrazas que han sido
construidos a lo largo y adyacente a la base
del flanco oeste del C e rro Sute B ajo,
o c u p a n d o un á r e a d e 6 0 x 2 5 m ,
aproximadamente, manteniendo un eje
longitudinal (SE - N O ) de dicha elevación
rocosa.
Es evidente que los antiguos constructores
a c o n d ic io n a r o n y a p r o v e c h a r o n al
máximo los diversos desniveles, creando
terrazas cortas y amplias, en algunos casos
funcionaron a espacio abierto y en otras
lo utilizaron para la adaptación de los
d iv e r s o s a m b ie n t e s que m u e stra n
generalmente plantas rectangulares. E n la
técnica constructiva de los m uros, es
notorio, tanto en los muros de contención
com o en los muros de doble paramento,
u n a m an ipostería o rd in a ria co n un
Foto 1 í esta gen era l d e tos pila res ubicados
en lu c id o d e re g u la r a c a b a d o . E n la
en e l fro n tis sur. K V -1 5
técnica del ortostato, vinculado para la
é p o c a S alinar, consiste e n el uso de
piedras canteadas de tamaño grandes y
medianas, donde a partir de la base del
muro se colocaron piedras bien grandes,
d is p u e s ta v e r t ic a lm e n te , d e ja n d o
espacios, los cuales, eran rellenados con
pied ras regulares y lajas, unidas con
m ortero de barro arcillosos (amarillo y
b e ig e ), o b t e n ie n d o un m u ro m uy
estructurado (foto 1).
Los muros de contención generalmente
se construyeron d e un solo paramento,
sin e m b a r g o , e s to s m u ros tienen la
p a rt ic u la r id a d de p resen tar dos
paramentos co n su respectivo enlucido,
fun cion an do solam ente el param ento
exterior, asociado a diversos pisos. Desde
el punto de vista estructural dichos muros
de 0 .8 0 m de ancho, tuvieron una mejor
función de contención, porque tienen una
m a y o r solidez c a p a z d e so p o rta r un
v o lu m e n d e m ate ria l ac u m u la d o de
1 .2 0 m d e a ltu ra. C o m o ele m e n to
arquitectónico sobresaliente es el sistema
de pilares co n form an do dos frontis

R om a

4
10
principales. Está información recuperada
constituye un nuevo aporte, en el proceso
del desarrollo cultural del valle N epeña ffig.
2; foto 2 , 3 y 4).
Las evidencias antes mencionadas reflejan
dos momentos constructivos:
P r im e r M o m e n t o C o n s t r u c t iv o . Se
r e fie r e al c o n ju n t o de estru c tu ra s
tempranas, acondicionados sobre un suelo
arenoso irregular. En base a la correlación
arqii'tectónica del muro M 7 {SE - N O ), el
muro M I O de trayecto S O - N E y los
muros M i l ( S E - N O ) y M 1 2 (S O - NE),
lograron conform ar el extremo este del
ed ificio t e m p r a n o q u e ju n to c o n la
disposición de los 2 8 pilares cuadrados,
orientados de S W a N E , cohiponen el
frontis norte de un am plio patio. Los
p ila re s p resen tan un e s p a c io
proporcionado de 0 .9 0 m de separación,
algunos conservan su altura original de 1
m, los otros han sido desmontados por la
m o d ifica ció n del s e g u n d o m o m en to
constructivo. Están elaborados a base de
piedras medianas canteadas, revestido con
un enlucido m uy c o m p a c to de b a rro
arcilloso de color beige, obteniendo 0.6 0
m por lado.
Muestra un piso uniforme com pacto de
color beige con ligero declive hacia el
norte, se une a los muros a través de
media caña.
Considerando la proyección del muro M9,
relacionado con el m uro M I , conforman
la parte SE del conjunto arquitectónico
que se encuentra adyacente al relieve del
cerro. En esta sección se registro el frontis
sur del edificio, con similares características
que el anterior, identificándose solamente
15 pilares, siendo probable que existieron
mucho más, estando orientados de S W a
NE. los cuales solo se observan la base,
debido que han sido desmontados com o
p a rte de una r e m o d e la c ió n de la
estructura.
Asociado a los pilares se evidenció un piso
compacto de coloración beige amarillento,.
el cual muestra un desnivel de 2.40 m con
relación al frontis norte, esto refleja una
disposición de los ambientes en dos niveles
arquitectónicos.
Hacia el lado este, se identifico la otra
p a rte del e d ific io t e m p r a n o q u e lo
constituyen dos niveles de terrazas: L a
t e r r a z a 1, orientada de S E a N W , esta
constituida p o r el muro M 2 y muro M3,
revelando una form a alargada de 20 m
de la rg o p o r 5 m d e a n c h o . E l M 2
funciona com o un m uro divisorio donde
se registro un acceso de 0 .9 0 m que
permitía comunicar con otro ambiente. El
M 3 tuvo un desem peñ o de contención
reflejando una altura de 10 m. E n la
t e r r a z a 2 . solo se definió una longitud
de 20 m, el ancho no se identificó por las
excavaciones limitadas, estando delimitada
en el lado sur po r el muro de contención
(M 3). En la superficie de la terraza se
documentó restos de muros desmontados,
lo que nos indica que existieron amplios
ambientes {fig. 2 ).
S e g u n d o M o m e n to C o n s tru c tiv o .
D e fin id a com o una r e m o d e la c ió n
estructural del edificio temprano, donde
se registra tres niveles de terrazas de
diversas longitudes.
Es notorio resaltar que para cubrir el piso
de los ambientes del primer momento se
colocó a m anera de protección restos de
plantas de maíz, cuya deposición es
irregular mostrando un espesor que va de
0.04 m. hasta 0 .3 0 m., así mismo, es
evidente que la acu m ulación vegetal
presenta partes quemadas y en otras se
halla en proceso de desintegración, luego
rellenaron con un material procedente de
un b asu ral, lo g r a n d o elev ar el nivel
estructural.
La terraza 1 o s u p e r io r ,
acondicionada inmediatamente sobre el
relieve rocoso, constituida po r el muro M 1
y muro M 2 que configuran una planta
alargada de 5 0 m de largo po r un ancho
de 5 m. El muro M I de doble paramento,
se modifica com o muro de contención, a
partir de la cabecera lo elevan colocando
piedras regulares aristosas, manteniendo
un solo param ento, asi mism o, en el
extremo este, muestra dos esquinas, en
los cuales se ha aprovechado para adecuar
banquetas.
En la superficie de la terraza son evidentes
dos fa s e s c o n stru c tiv a s (A
documentada a partir de la superposición
de dos pisos que se asocian a paredes de
quincha.
La terraza 2 es la m ás am p lia
configurando una forma de "L ", presenta
una longitud de 30 m. con un ancho
variable, en la parte central y oeste mide
13 m. y en el extremo este tiene 6 .50 m.
Esta terraza reutiliza el piso del anterior
momento constructivo y en su ampliación
norte sella al muro M 3 y su piso que
conformó la terraza 2 de época temprana.
En el extremo este de la referida terraza
se documentó la fase constructiva A o
temprana, definida a partir del muro M5
que funciona com o divisorio, presenta un
acceso de 0.80 m, y se comunica con la
parte exterior del conjunto. El piso es
irregular, mostrando un pequeño desnivel
de 0 .1 2 m de altura y muestra restos de
una quem a intensa, reflejado po r una
coloración rojiza en el enlucido del muro.
Tam bién se evidenció cerca al muro M4
un fogón elaborado de piedras de forma
cuadrado, em potrado al piso, en cuyo
interior se observa una acumulación de
restos de carbón. En ¡a fase constructiva
B el acceso de! m uro M 5 se sella,
esta
funcionando com o muro de contención,
rellenando el lado exterior hasta la altura
de la c a b e c e r a del d e sc rito m u ro ,
configurando una terraza lateral sobre la
cual construyeron tres celdillas de planta
cuadrada de lm . por lado, delimitado por
muros de 0 .6 0 m de altura, hechos de
piedras regulares y pequeñas unidas con
mortero de barro. Otra modificación se
registra a través del pequeño muro M 6
(SE - N O ), el cual se une a la esquina
donde se reduce la terraza, funciona com o
un desnivel de p iso , alcan zan d o una
e lev ac ió n de 0 .3 0 m aproximadamente
y B ), y esta cubriendo a! pequ eñ o desnivel
anterior.
L a T e r r a z a 3, se definió solo una parte,
evidenciando el muro M 5 que conforma

Foto 5. E n tierro tipico Satinar, V N -3 5
el extremo sur, asociado a un piso corrido
casi uniforme que esta sellando a dos
m uros (M 9 - M i l ) que d e lim ita n
ambientes de época temprana.
Entierros
Se descubrieron 10 entierros humanos
registrados a una profundidad aproximada
de 1 m con respecto a la superficie, en el
n ivel 11 (d e fin id o c o m o re lle n o
constructivo). Estos entierros intactos
reflejan diferentes caracteres funerarios de
los cuales logramos identificar: 8 entierros
primarios y 2 secundarios; con relación a
su edad se evidenciaron 3 adultos. 3
infantes, un adolescente y un neonato;
presentan generalm ente una posición
flexionada con orientación mirando hacia
el este y en menor proporción extendidos,
siendo dos entierros N ° 7 y N ° 8 en
posición decúbito lateral derecho, con una
o rie n ta ció n para el p rim e ro de S W
(posición del cráneo) a NE, y N W (posición
del cráneo) a SE para el segundo. Otro de
los aspectos destacables de estos entierros
es la asociación a textiles que formaron
parte de su enfardelamiento, asegurado
con soguillas en el entorno de su cuerpo.
Es importante mencionar que todos los
entierros no presentaron ofrendas y se
hallaron en un relleno constructivo, de tal
m o d o cabe la posibilidad que estos
individuos cu m p lieron la fun ción de
ofrendas en la remodelación estructural del
conjunto arquitectónico (foto 5).
Cerámica
De acuerdo al estudio prelim inar del
material ceram ográfico procedente de las
diferentes excavaciones realizadas en el
sitio V N 35, podemos manifestar que la
forma más predominante registrada en los
niveles de ocupación definidos com o pisos
y r e lle n o s son olla s sin c u e llo , el
tra ta m ien to su p erficial de la pasta
presenta com o característica la técnica del
bruñido en forma de líneas en la parte
exterior y en menor cantidad también al
in te rio r. En m en or p ro p o r c ió n
fragmentos de jarras, botellas y fragmentos
de ántara, también con predominancia de
F ig. 3. O llas sin cuellos del p eriod o Satinar
la técnica del bruñido en la parte externa
y alisada en la interna. La mayoría de
fragm entos presenta cocción oxidada.
Asim ism o, se reporta fragmentos del
estilo Cupisnique que corresponden a
formas de cuencos con figuras circulares
incisas provenientes de los niveles de
relleno constructivos (fig. 3).
SITIO VN-36
Arquitectura
Se han docum entado un conjunto de
estructuras tem pranas bien extensas
dispuestas y acondicionadas en terrazas
con dirección hacia el norte.
L o s ra s g o s co n stru c tiv o s son muy
semejantes al conjunto arquitectónico del
11
sitio VN- 35, tenemos el caso de los muros
que están elaborados con la técnica
constructiva del ortostato, utilizando como
argamasa un barro arcilloso amarillento,
su enlucido es el mismo material y muestra
un e s p e s o r de 0 ,0 2 m. En algunos
segmentos los muros conservan una altura
de 1.20 m y un ancho de 0.70 m, las
esquinas forman ángulos rectos y en el
interior de algunas estructuras observamos
la presencia de banquetas. Los pisos se
evidenciaron muy deteriorados y las partes
c o n se rv a d a s r e fle ja n una regu lar
consistencia.
Es evidente que existieron remodelaciones
en este c o n ju n to a rq u ite c tó n ic o
registrándose en una de ellas un piso
a socia d o a quem as delim itados p or
quincha de caña brava que llegaron a
conform ar divisiones interiores de una
estructura.
En la elevación estructural de sus pisos
utilizaron com o material un tipo de relleno
orgánico de color generalmente marrón
grisáceo que procedía de un basural.
Entierros
Q sitio V N - 36 está afectado por una serie
de excavaciones clandestinas en casi toda
el área investigada, exponiendo en la
superficie una variedad de materiales
culturales restos m a la c o ló g ic o s ,
fragmenteria de cerámica y restos óseos
de humanos y camélidos, que estarían
indicando que el sitio tuvo una intensa
activid ad fu n eraria re fle ja d o p o r la
secuencia de entierros definidos desde la
época Salinar hasta la época Chimú.
A pesar que el área de excavación estuvo
muy removida, se ha podido recuperar una
cantidad significativa de entierros, en
algunos caso se halló disturbado y otros
en su contexto original. Los entierros
tempranos de la ocupación Salinar, se
evidenciaron en niveles más profundos
(niveles 6 y 8), definidos com o rellenos
constructivos, mientras que los entierros
tardíos que corresponden a la ocupación
Chimú se identificaron generalmente en
los estratos superiores (niveles 2 y 3).
Se registraron un total de 29 entierros (11
humanos y 18 cam élidos), los cuales
m u estran sim ila re s c a racterísticas
funerarios. Los entierros de la época
Salinar se caracterizaron por no tener
ofrendas, presentando generalmente una
posición flexionada, de tal modo cabe la
p o s ib ilid a d qu e estos individuos
cumplieron la función de ofrendas en la
rem odelación estructural del conjunto
a rq u ite c tó n ic o . C o n res p e c to a los
camélidos podem os mencionar que la
mitad son de temprana edad y la otra
mitad adultos. Estos animales no forman
parte de una ofrenda a un personaje
Revista CK „
-Vrmn'tjldí'ica
principal ya que se hallaban aislados o agrupados sin haber
registrado en su entorno la presencia de dicho personaje. Sin B IB L IO G R A F ÍA
em b a rg o , se ha d ocu m en tad o que algunos cam élid os BARR, Genaro Norte Del Perú. Biblioteca del
mostraban un pelaje con restos de quema y amarrados con á W L b e ra a o ft. Arqueológica en !a P jiá Museo de Arqueología Rafael Larco
Huanchaco " En; R evista Herrera. Sociedad Geográfica
sogas revelando que fueron sacrificados en una ceremonia : Arqueológica SIAM. AñoS, Edtíón Americana. Buenos Aires
ritual. N” 9.'Jubopp i 1-19 TrupHo-Perv
MLUCA. Elias
Cetámica BENSON, Beabeih 5974 Excavaciones Arqueológicas En
1372 The Mochîca, a culture of Peru. C erro De Arena; Un S itio Del
L os fra gm e n to s de c erám ica que se han id e n tificad o ■ ■ Londres. Themes and Hudson y New Formativo Superior En El Valle De
mayormente consisten en ollas sin cuello y con cuello, cuencos Yod!, proeger publishers. Moche. Perú. Tesis de Bachiller
y jarras. Este material que procede de los niveles de pisos y BÍLLMAN. Bnan Pontificia Universidad Católica del
The e v o lu tio n o t p re h is to ry Perú. Urna
rellenos presenta similares características a las registradas para t&&4 -Ceno arena - laysón Relaciones
p o litic a l o rg a n iz a tio n s in the
el sitio V N -35. en cuanto a la decoración: técnica del bruñido Moche valley, Peru. Unpublished Costa ■Sierra en ei None dei peni'
al exterior y alisado al interior. Además, existen en menor doctoral dissertation Department of En Gaceta Arqueológica Andina
Anlhtopotogy. University of Cablorraa. 10. pp 12 -1 5 , insoluto Andino de
número fragmentos del estilo Cupisnique en niveles definidos ■Estudios Arqueológcos
; ■ , Santa Barbara: g
com o rellenos. PIWfvCHUMO, Vtóor
BOURGET, Steve
1994 "Los Sacerdotes a ta Sombra M ZOO! 'Evidencia, Sainaren el Sector Sur
COMENTARIO C a d Banco ÿ déiArco Bicéfalo*. En; C: .. .de ta iglesia-dé Huancftáeo* En:
. Revista del Museo de Arqueología Revista Arqueológica StAN. AñoS.
Para la definición cronológica del sitio V N -3 5 se tuvo en cuenta
.Antropoidea« Historia I T l P p . ..EcboonN ■tú ju tio Pp20-23Trujjtlc
la cerámica, documentada en los rellenos y pisos de las diversas 81 - 525. -P eni.
estructuras, recuperando en mayor cantidad cerámica del estilo BRENNAN. Curtes RAVINES. Rogget
Salinar y en menor proporción Cupisnique, lo que nos revelan 1980 "Cerro Arena: Rice o) the Andean -383 Inve nta rio Nacional De
que el conjunto arquitectónico funciono durante el periodo Bite* Archeology 33.6,13. M onum entos A rqueo ló gicos.
I98á • Cerro Arena O i^o s of the Urban l'S t á o Nscwirai de datura: Lima-
Formativo M edio - Tardío. Por otro lado, se considero a la Tradfction on the Peruvian North Ron).
tecnología constructiva, com o elemento que refuerza nuestra Coast. En. Current Anlropoiogy, STRONG. Wdiamsy CLIFFORD Evans. Jr.
definición cronológica, la que está representada por la típica V b tm o E6 N- 3, pp 247 255. .1Ü££ Guttural Stratigraphy In The Viru
manipostería del ortostato que se vincula directamente con el DONNAN Ctostepbei y Carol MACKEY Valley, Northern Peru, C cid-iba
1978Ancient B urials Patterns ot the University Studies si Archeology and
patrón constructivo Salinar. M oche V a lle y, Perú Austin, EBtndogy.voWJJewYork C
□ resultado de las investigaciones arqueológicas, nos permite University Press Near York. Untvensir, Press.
manifestar que el elemento constructivo pilar, tuvo un uso FORD. James y Gordon W IL E Y VENTURO!. Sofia
1940 "Sunace survey of She Vku, valley; KXR ■1Ffcsaie Sagrado y Traio-.n O a f.
con tin u a do en la é p o c a Salin ar (F o rm a tivo T a rd ío ), ■ Peru', En: Anfhopotogica! papers F.n: Lo Sagrado Y Et Paisaje En La
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debido a que los pilares solo se tenia la ¡dea que funcionaron
'•848 C ronología Arquee
durante la é p o c a C u p isn iqu e (F o rm a tiv o T e m p ra n o ),
reportados en el Com plejo Caballo Muerto del valle de Moche.
En términos generales debemos revelar que en el uso de los
pilares existe una diferenciación; mientras en el Formativo
Tem prano tuvo una función relacionado a una arquitectura
monumental (Huaca ios Reyes), en el Formativo Tardío se
vincula a una arquitectura habitaciona! (Sitio VN-35). El
descubrimiento de una arquitectura típica del Formativo Tardío
en el valle de Nepeña, nos permite indicar que la sociedad
Salinar tuvo una organización política y económica muy
consolidada.
Los datos obtenidos de las diferentes excavaciones en el sitio
VN 36. dem uestran la existencia de una secuencia
ocupacional. La más temprana corresponde a construcciones
de la época Salinar (Formativo Tardío), definido básicamente
a partir de la técnica constructiva de los muros y la cerámica
recuperada en sus rellenos y en los diferentes pisos del
con ju n to . P o r lo ta n to d e a c u e rd o a su d isp o sició n
arquitectónica y a las características de los pisos, estas
estructuras tuvieron una función habitacional que guardan
mucha similitud con el sitio V N - 35.
Las ocupaciones posteriores de la época Chímú utilizaron el
sitio com o un área de cementerio, donde es bien notorio el
desmontaje de muros de la época Salinar para acondicionar
los diferentes entierros tardíos.

AGRADECIMIENTOS
Las aurores quieren agradecer a los arqueólogos que trabajaron en este proyecto:
César Sema. Roberto Patino. Miguel Restas. Jorge Terrones. Jemina Asmat, Rocío
Esquerra. Linda Miñano y a todo el personal auxiliar que laboraron durante el trabajo
decampo.

ViS
He-vista
Arqueológica
SIAN