Vous êtes sur la page 1sur 7
pARA LA PREHISTORIA ULTRAISTA DE BORGES Gurzamo pe Tose Universidad de Buenos Aires shy un expecta en Ia personalidad de Fee Luis Borges que ninguno de sus mos exégetas actuales abordaré qui- sunca a fondo. Precisamente es el Gnico je 30-inhibido en este caso, por razones ras pora la critica propiamente dich: tata con desembarazo. Y también ps0 sn jactancia, antes bien, no sin $a melancolia—con mayor conocimiento Age & cus. Me ‘yefiero a sus origenes ultrais- ‘shore bien, no ignoro que Jorge Luis Frge reprucba, inclusive desprecia, aque: fe emienzos de su obra, abominando del Geasna y de todo lo que con él se rela- Sea Su entusissmo de una época, de es aios-de 1919 a 1922—pronto se x en desdén y aun en agresividad. Ei sbandono de una actitud juvenil sexnada se explica, aun més, es deseable ~ deslichados de los que se petrfican, que no legan 2 alcanzar Ie adultez N-, eliminando las exageraciones y gos en que todos los precoces hemos Pero zaeaso eso supone la obliga- sarse al extzemo opuesto en Ja Arciatién critica de cualquier estética 0 sclogia de vanguardia? Queden tales ex- xs tl fla de medida, para los rene~ ‘p5 politicos, para los catectimenos de en dats, El caso, en lo que se refiere a Bexrss y al ultrafsmo, es que el escritor fue B *Sido probablemente por varios factores: ‘2 actimd de desconfanza innata hacia ‘Bb lo afimativo y una inclinacién con ® tu hacia las dudas y perplejidades, tanto le estética como filosdfica, Unase a 3 <0 por Jas lecturas clisicas que Ss les ents, afos practicabs, bien loxas,” puesto que se fijaban en. ca istas, un Quevedo, un Torres “mel, alkemados con_ciertos autores ‘ces: Berkeley, Sir Thomas Browne, Quincey . .. De esta suerte, quiz4 un mero comparativismo le llevS 0 considerar muy pronto como pura futileza la téenica del poems ultrafsta: enfilamiento de percep: ciones sueltas, rosarios de imAgenes sen- ssuales, plésticas y Iamativas. La conse ‘cuencia fue que, sin perjuicio de haber inoculado el “virus ultrafsta” en algunos jovenes argentinos aprendices de poctas, muy pocos afos después Borges no vacilara fen calificar aquellos experimentos: “éridos poemas de la equivocada secta ultraista.” Su descrédito del ultraismo fue seguido flgunos afios después por el repudio del crollismo. Pero ésta ya seria otra historia ~ . que no nos afecta, Cifiémonos a Ja nuestra. Por mi parte-habré de permitirseme Ta obligada intromisién—, yo que no fui—a despecho de las apariencias-tan_conven- ido o unilateral ultraista como Borges, tampoco necesité pasarme al extremo ‘opuesto; es decis, “quemar” lo que un dia antes habia—habiamos—“adorado.” Sin que ypasaran muchos afios, yo acerté a ver el ultraismo con cierto cardcter histérico, situéndolo a una virtual distancia; en suma, pude considerarlo con una objetividad que no por incluir la critica, exclufa la simpatfa. ‘Téngase en cuenta otro Factor: mi reaccién “intima, més que expresa—contra el menosprecio, In ocultaciin—entre des: defosa y taimada—que le dispensaron los cecritores Iegados inmediatamente después, y que formaron lo que se ha convenido en lamar la generacién pottica espaficla de 1927. Queriendo ser fiel a un momento his- térico, a reserva de considerarlo luego extinguido, superado—no merced a declara- ones o abjurnciones, sino 2 una gradual evolucién posterior en Ia propia obra—, yo 437 spon 49 (196%) 458 —eménos precavido, mis ingenuo, mis re- suclto?—recogi mi produccién poética ultrafsta en un libro (Hélices, 1923) de carécter experimental, con aire deliberado de muestratio, Contrariamente, cuando Borges publica, en la misma fecha su pri- mer libro poético (Fervor de Buenos Aires), excluye, salvo una, todas las composiciones de estilo ultaista, acogiendo tinicamente otras més recientes, de signo opuesto o distinto, De ahi mi asombro, y el de otros ‘compafieros de aquellos dias, al recibir tal libro, y no tanto por lo que inclufa como por lo que omitfa. Y algo de este pequetio desconcierto se refleja en Jas piginas de los mencionadas Literaturas europeas de van- guardia que hube de dedicar a explicar, ante todo, su cambio temdtico: el “atrezz0 modemo” por los motivos sentimentales del contomo. Porque precisamente el choque psfquico recibido por el reencuentro con su ciudad nativa, Buenos Aires, tras varios aiios de permanencia en Europa, habia sido Ja causa determinante de tal cambio. A la continuacién de una “manera” habia pre- ferido el descubrimiento de un “tono.” Al “entusiasmo” de tipo whitmaniano, ante Ja pluralidad del universo, sustituye el fervor” por el espacio acotado de una ciu- dad; m4s exactamente, de unos bartios y un momento retrospectivo. Vuelve a su infancia, y casi a Ja de su pals, idealizando nostélgicamente lo entrevisto. De ese mun- do tan exiguo extrae sus riquezas. No hhemos de valorizarlas, pues Jo que aquf nos importa ahora es determinar el cambio que esa mutacin de preferencias supone res- ecto a su manera de entender el ultraismo, considerindolo desde entonces como algo “postizo” y “artificial,” generalizacién que no deja de ser abusiva. ‘Una consecuencia de esta rectificacién “antjultiaista” fae'la que paso a detalar. Si el ultraismo en Espatia se habia definido como una reaceién contza el rubendarismo, en la Argentina tomé como “chivo emi- sario” de toda la poesia modemista, que se consideraba caducada, a Leopoldo Lugones. Hispania 47 (1964) Actitud ésta mas justificad: que la de los poctas ultr pues si Rubén Dario habla muerto y ,, influjo era ya muy diluido y de oun mano, opuestamente Lugones seguia y actuante, combatiendo con rudeza ‘quier intento de innovacién literati cabs safiudamente Jo que entonces, Argentina, se Ilamaba “nueva sensi con frase tomada precisamente de Oza y Gasset en una de sus conferencias Buenos Aires, durante su primer viay, 1916, Sin tregua, en sus frecuentes aris Ios, el autor del Lumario sentimental—quc cen’ sus origenes, a comienzos de sists x habfa estrenado como un renovedor s:‘. versivo—, siguid hasta su muerte, en J despotricando incensablemente, con pe» racia digna de més noble causa, cont “versolibzismo”—el_ cual identifiaba neamente con el “verso sin rima"—, niendo que “donde no hay verso 10 poesia” (j!). Confusién y furia seme} utilizaba de modo altemativo a i esctitor—que, en sus comienzos, habis jx fesado una ideologia anarquizante~>. denosiat el liberalismo, alabando los be ficios de la dictadura militar y seludinds como un triunfo, desde 1923, la “hota ée Ja espada.” Pues bien, Jorge Luis Borges que & aquellos afios, al igual que todos sus «== pafieros argentinos de la misma edx- reunidos primero en las revistas por dl fe> dadas, Prisma y Proa, después en 1 Fierro—no aceptaba, antes al_ con rechazaba con burlas tales puntos de vis disminuyendo la personalidad de Lagoos. algunos afios después dio en Ia tarea oe traria de exaltarle sin mesura, acometido tun total arrepentimiento, Ilevando el “Se sagravio” a la hipérbole; Megé a pre marle como otros “padre y maestro vindole poco menos que como oti término de toda la poesia modems 2 maba asi que todas las novedades po en punto a imégenes y metéfors ¢ contenidas en el Lunario sentin i ip Kime A Boxcss 459 * (1909); a tal punto que los poetas del ultafsmo argentino venfan a ser simple- mente unos sumisos “plagiarios.” Y sin embargo, vista la cuestién en un terreno més general édénde podria basarse la relacién, no ya el débito de Borges con Lugones? “A mi parecer pocas personali- dades de rasgos més antitéticos. Sus respec- tivos estilos s6lo disparidades ofrecen. $i el © autor de La guerra geucha viene a en- ar lo més vituperable de lo que se entionde—se menosprecia—habitualmente por retérica, esto es, el énfasis, Ia amplifi ‘acién, el recargamiento del mal gusto, el ée El hacedor Ciltimo libro de Borges que éedica precisamente a Lugones como sal- dendo una deuda imaginaria . . .) perso- fica la sobriedad, el espfritu de’ sintesis, inclusive la tendencia hacia lo aforistico yo sentencioso, Pero al margen de esta cuestién adjetiva, retomando a ta “prehistoria” de nuestro auior, he aqui ahora algunos otros detalles YeF recuerdos de la época ultrafsta que le © cmnciemen, “En sus primeras Iineas autobiogréficas, das que redact6 para una Exposicién de la sctual argentina (1927), Borges escrib Portefio . . . He nacido el 1900... . E118 fui a Espafia, Alli colaboré en los ‘eomienzos del ultraismo . ..” Ampliemos ese apunte, “Colaboré .”. "FY con qué frecuencia e intensidad! Apenas se reabre algin mimero de las revistas propias de aquella tendencia, Grecia, Ultra, Tableros © s+ donde no se encuentren escritos suyos & prosa 0 verso, inclusive algunos “de ‘ignifcacién programética 0 teGrica, de Sricter ultaista, ¢Son tan desdefables o quivocados” como el autor estimé may Pronto? wey ey 3 tudo Uauioys S(O Se] ee ii “omy tn owes oSie] any use | ret ayes ye eyersour ef 9p opeteg 20H, sp aoe oma cpu Sea oats Santas spivmag a ome op sense. se > ey opten> ovebya 20] SNE AVIV Taq ONIIH soxisoxdxo spar sowuowiZexy sus sur aoouoyod—ugpenupuos e oqussuEN ab ej opduafa sod—seja op eundyy susood seiourpd ‘seppowossop ‘sepep jo sns ap opionsar [> 10d so opezuour ef Opiqap. eoiqny of D1udUHED!89y aod oyund > ‘sa8iog ap souadyi0 Sj s82089 8 oysond “-sozetfoo1 O—SeDUDIOJ ssid seno seasa opey op opuelop scp, “gsenfoy & sour, 2p tounisp ef 20d seppofjaquia ‘sepepursde ‘Sjeuosrod seppuacsqumutax uD ‘SoUOIDEIUOIS +09 seamaoaj uo anb sy ‘eUOWID 2s UPD -2x0p 2 aqusuraiqeqord anb owsand yse vas b eaylxo ag “50 uo & eperng: orawiad [9 x0 opunges [pp wopeaupe | A Sonu omg “(H26t 2p BAe “PEP vanvasipy ayy ‘amapi29Q ap visi0y]) sony souong ap soaiay a1gOs ofeuaUOD uN UD sodI0g B owing P| OP BUI UOWIEY gIGADS9P |e Lip PP $9[9!9 So] UD ofh| ap < oonpxo orel pd oxo onb wssod eum equijos opten ua ZX ap o[9s “|opUr ‘orowoL ‘ouRINyL, -eneson ‘aupad, Bf ap souosuet £ soopeus $6] usoaredesap oxod ‘oonopooue of “Orel aie ayuauioyun Be vuRuopard apuc vpundos e[ & area pp vo eu -s0q ‘Cozet & gir) Souior sop uo sound ns v orayar aui—ugueyy op oqiitog aagos o1gy [p U9 uenuanoUD 0s (zaupUUIL wey wenf apsey spur oood veal -odouour anb) sepuangur 9 sejeud sod any sound [Vy ‘seuangl souopmias 0 soBtue ap Uys “oupe ef atioureyom souour 0 syur asopuipa anita peysuiouD ayuiaey EHO By soyjanbe wa anb ‘osopipnoar o ‘asndys sand ‘sotio;oaap sns se ,opuendsruroxd, | 9p zaui9g Upwey ap ,evEIquiod duo ta opeqys. une ‘sopaurg seary “{ ‘Seary owaquin}y OWOD sono ‘Sopeiquiou eX sop ap auede ‘sap, 59 ‘bay ap & mpa1g) op sazoper0qujo so ‘O[q'Sia ,onsovus, ws “eID ns sod lueypnoe apuop ‘cay ewes op ezcig | op He PP 8%, PP vuszedson sae, Serouaxord ‘oneat 2p oad aypou vye Bf Uo oxBnyar ‘owt 10d ‘ores ety, ayuoweaysaodso epett 3eBMy ‘feIUOjOD 9389 [PP saypow sey ap onprse oueyMo1 any so8iog * * * umND “py otoruy ‘and AY] spuuoy, soyer ‘aiuaurero|dwoo oprprod yy 95 eypaniy wknd sounS{e vod oi sowoyy oruangy woo UpEqutEy OUTS ‘08 SeHUE) UOD OfpS OU—OIPALH [op PEpIAs ‘exonbsoyy sty“ eA PP ouempy two 09% eo ras Ia ero no, vsinos- vo in: 2 que devo: y cone males ancia pres at los onde oli que oria apa- ill, de Cc lea Bonces 461 sertost {Ob Ma 0h mi! 0h sO} lr ni ¥s¢ porgud te amo, Sb que somos my ieee ue amas nos eoncemes dense athe Sloe ea ty sae enero 9a ais Gen In'eontes deans tae tercaria vib por mbes con tna sed infenca de estrellas; ‘thos nee ean eae 5 © ambos con’ niiestr vasto deseo “ambos con. nuestia grande miserial Dos libros imaginaba Borges, en tomo 2 1920, ninguno de los cuales—y no tanto guizé por desistimiento como por falta de incentivos o facilidades—Hlegé a ver Ia luz. Uno de ellos habria de titularse Los naipes del tahur; de él apatecicron algunos paginas en la revista Grecia, cuya coleccién com. pleta perdi durante la guerra en Madrid y que no he vuelto a encontrar. Era una serie de escritos en prosa donde ya apun- taban algunas de las cavilaciones sobre el azar, el tiempo, la eternidad; probable- mente no serfan muy distintas de las que atios més tarde corporieé en sus cuentos. Ot10, bajo el titulo de Salmos rojos (situlo que traduce un doble tributo com Partido: en su primera palabra, a Cansinos- Asséns; en Ja segunda, a la revolucién soviética de octubre de 1917), reflejaba un deslumbramiento muy natural y extendido entre los escritores jévenes de todo el mundo por aquellas calendas. Aparte de 2 motivacién ocasional, los poemas que habrfan de integrat tal libro ofrecen valores ds petmanentes, y traslucen una visién experanzada del mundo, un tono enérgico ¥ whitmoniano, muy diferentes del desa- Trento o Ia incredulidad que refejarian las composiciones subsiguientes del mismo autor. Véase uno, publicado en Grecia ‘nim. 48, Sevilla, 1° de septiembre de i920) s RUSTA pincers avanzada es en Ta estepa un basco al abordaje con gallaedetes de‘ huts rediodis estallan en fos cho Bajp exandsctes do silencio patan las muche x: elsol erucifctdo en tog ponientes fe pluraliza en la vocingleia de las torres del Reemlin EI mar vendek nadando a evo efector gue eavolven sus torsos fn todas Ibs prederas del continente, En el cuerpo salvaje de un arco iis claremos Su esta tayonas sue portan en la punta las aan, Y he equi shora otro, inserto en Ia re- vista sucesora de Grecia, esto es, Ultra (nim. 3, Madrid, 20 de febrero de 1921). GESTA MAXIMALISTA Dae ‘se arrojaron los rifles como viaductos, Las barricadas que cicatrizan las plazas sopieye Ea UE eee ior duns Eien ie Apes Uncida por el largo aterrizaje eee et a mame ee SSE feo silo el candelabro de los mil y un falos, ja vuela un estandarte SE ca Ahora, como ejemplos de lo que era elitonces el nuevo arte de metaforiza visin de ciudad “moderna’—muy distinta dela ciudad “aprovineianada” que verfamos poco después en Fervor de Buenos Aires—, que aparecié en Ultra (mim. 1, Madrid, 30 de marzo de 1921), bajo el titulo de ‘TRANVIAS Gon ofa al ombro los tans tralian las aver Bros del imperial bajo el velamen de cielos de’ balcones y- fachadss vertical cual guitoxs Carles ‘clamaterios ejecutan i prestgios salto macal desde ariba, Dot etl ein cate ¥-el trolley violinita ¥2 pultando el pentégrame en la noche ¥ Jes flancos'dergranea Paletas momentdneas y"sonoras, Si quisiéramos hacer una reconstruccién, © simplemente una evocacién completa, de Jos origenes y preorigenes borgianos (tarea reservada a esos j6venes investigadores de Jn fteratura argentina que escarban en el ayer inmediato ‘con tanto ahinco y buena 462, Hispanta fe como si se tratara de la Edad Media...), serfa menester incluir alguna referencia a su importacién del expresionismo alemén, merced a las pequefias noticias y traduc- cciones que en la veintena del siglo y de su edad publicé. Impoctacién y aportacién singular a las letras poéticas de nuestro idioma, puesto que venfa a contrabalancear el imperio absorbente de lo francés 2 cuya expansién varios contribufamos con glosas y versiones de Apollinaire, Reverdy, Coc teau, Cendrars . . . Basindose quiz en muy pocos elementos (algunos nimeros de Ta revista berlinesa Der Sturm, Ja antologia Die Aksions-Lyrik, 1914-16) Borges pu- blica versiones de Johannes R. Becher, Emst Stadler, Wilhelm Klemm, August Stramm, etc, buena parte de las cuales traccribf en el capstulo sobre expresionismo de mis Literatures europeans de vanguardia (1925). El influjo de tales lecturas y adap- taciones Cpuesto que no reflejan experien- cias propias, sino las de aquellos escritores que vivieron, sufrieron, Ja guerra del 14) es claramente percibible en algunos de sus poemas de entonces, como éste publicado en Grecia (niim. 43, 1920): ‘TRINCHERA Angustia fs alin de una montafia caning, fombres color de terra naufragan en Ta greta ms bajan i EV Feelno une las ames do aquellos ae eon st pequeta oa en fas piletas ,favonetet swenan con Tos eneveres mup- EL mundo se ha perdido y Tos ojos de Tos muertos EE silencio aills en Ios horizontes incendiados, En cuanto a los escritas de carécter teé- rico 0 programético y aun proselitista que Borges escribié sobre el ultrafsmo, son bas- tante numerosos pero como una buena parte de ellos ya han sido reproducides 0 extractados en otras ocasiones, preficro ex- humar tnicamente uno que nunca salié de Prisma, revista mural, en su primer niimero, Buenos Aires, sin fecha, pero que conesponde @ 1921. Es una “Proclama” que si bien suscrita—en este orden—por mi, por Guillermo Juan (Borges), por Eduards Gonzilez Lamuiza y Jorge Luis Borges de- Tata como tinico autor al thtimo firmante Dice asf en una de sus partes: Nowoiros los ultrafstas en este época de mers chifle, que exhiben corazones ditecados # plat man el rpstro en carnavales de rmuecas, quertines Esanquiloat ef ate, Lio i enviable no feualguier otro placer es el que motivan las pls ‘bras eficacmente trabedas, mas hai que conves cen lo absurdo de honrar fos que le venden, tr ‘eando con facas foferfas # tampas antiquts Nutestoo arte quiere superar esas maztingalss C2 siempre y descubrir facetas insospechadas «! mundo, longs sineizada a posi en su le ‘mento primordial: Tn metéfora, a la que conce- emos tina maxima Independencia, ws alli de fos jueguitos de aquéllos que comparan entre # cosa forma. segjante egulparando con us creo a la june, Gada verto de uestos poste ida individual # representa una vision famo.propende. ast 2. Ta form fén de una mitologla emnecional { variable. Sus Yersos que exeluyen la palubreria j las viciriss Baratas conseguidss mediante el despllarro 2 palabras exdtieas, tienen Ia contextura decsia {de los marconigramas Imperio absoluto de Ja metéfora . formacién de una mitologia . .. Al se gundo deseo se mostraria fiel Borges, si bien traspasindolo a limites mas conerctos co cercanos Crecuérdese su “Fundacién mito- Végica de Buenos Aires”); del primero des- creeria y abominaria pocos afios después Pero todavia en otro articulo programatico, titulado “Al margen de la moderna lirica” Cen Grecia, Sevilla, mim. 31, enero de 1920), escribe: Tbrusca de metsforas que en muchas obeas eres cionistas abruina a Ios. profanos, se jusifca a Blenanente yep 1 pare expresar la We, come dy eo devora, sur Segundo: La mie! de la aforanza no nos ele 2 pupscaos ver fas le cms en uP orc EL abahing np a toa que la capléndida sinesis de. nti, que Ia ultima piedra red! zllenaria [brica. Esa premisa tan. feean Considers Tas palabras no como puentes pire ideas, sino como nes en si, halla en él su o> toasts Y en otto texto, “Anatomia de mi Ul (en Ultra, nam. ‘11, Madrid, 20 de may 0s Boncrs 463, de 1921), enumeraba asi las “intenciones de sus esfuerzos liticos”: Yo basco gn sles Ja sensacién a sf ba h dlctfpclon’ de tas premisas espcisles 0 tempo. ‘cle que Ta todeant Siompre eo cqutuanbec de los poetas ejecutar una reversiéa del proceso emcive que se habia operat en su concenciy fee Toker ee emai 1a 9 fe ty 2 los. agentes “que la causoron. Yory oo bien sue ee ge, in tentos y no de realzeiones colmadas-anhelo ‘un arte que tae dca la emocién dernucda depurada de los od cionales datos que la pi . Un arte que fehura Ty. demo, To Inetaiscy Tos kiss Fate peat y marae: Pam enon fos: el rune ya meiieras H element hint Sora, hos once er pee ramas dela méticay sino ondulante, suelo, Fedimido, broscamentetruncada: La tetfer? fsa curva verbal que taza cas sempre entre 00s ntos-esptituales-el ‘camino mis’ breve, A despecho de cambio de gustos y con- ceptos, no por ello disminuird en Borges, 1h preceupacién por los tropos, en general por las cuestiones técnicas de Ia literatura, Marcando distancias sucesivas de sus pri. mers enamoramientos, titula luego un aticulo “Después de las imégenes" (Proa, nim. 5, Buenos Aires, diciembre de 1924). All Ieemos (en una prosa de evidente vito cansiniano): Dimos con Ia metifors, esa aceguie sonore que ‘uestoseaminos no olvidar, cuyas amas fan dkjaco en nuestra esertura i indicig, La fae tsimos Itgamente y nuestras vig duas. Hoy es fécil en cualquier pluma y su brillo it les etc Inde mia dlecansmos en ella'y ofalt nuesto ‘anes oh indla, pueda zarps2 a intactos mares. Quedan también otras muchas _péginas posteriores de Borges donde revive y se amplia su gusto, su. preocupacién por las imdgenes aun fuera del pasajero. modo ultraista. Asi en la Historia de la eternidad, en Otras inguisiciones, donde escribe que “quicd la historia universal es Ja historia de la diversa entonacién de algunas meté- foras,” y sobre todo en Las kenningar. Este capitulo es, por cierto, uno de los més curiosos ¢ imprevistos catélogos de equi- valencias poéticas (no obstante incurrir en el error, algiin tiempo comin, de incluir unas estrofas de Gracién que éste nunca eseribi6), tomadas de las antiguas litera- turas germinices, anglosajonas y nécdi- coeuropeas: los Eddas, las Sagas, el Beo- wulf, Recopilacién de extrafiezas que Bor ges epilogaba ast: “E] ultrafsta muerto cuyo fantasma sigue siempre habiténdome, goza con estos juegos” Lineas que datan de 1935 y que a despecho de nuevas preferen- cias y naturales evoluciones y felices ava- fares, mostrarfan, en suma, més alld de todos Jos desdenes, Ia indeleble impronta que el juvenil, bullicioso, pasajero ultrais- mo no dejé de marcar en Borges. CHANGE OF ADDRESS ‘Those who have a new address in Sej ‘Treasurer, J. Chalmers Herman, East Ce eptember should notify the new Secretary I State College, Ada, Oklahoma, OUR NEXT MEETING The next annual meeting of the AATSP will take plece in New York, De- cember 28-30, 1964. For future details see Oficial Announcements,

Vous aimerez peut-être aussi