Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
El positivismo lógico representa una escuela filosófica, formada alrededor del Círculo de Viena, que
aglutina las tradiciones del empirismo y del análisis lógico del lenguaje. En esencia, simboliza una
crítica a la mayoría de las tesis filosóficas tradicionales, y de manera especial a los planteamientos
relacionados con la metafísica, la epistemología y la ética.
El Círculo de Viena
El Círculo de Viena se gestó en la década de 1920-1930 en torno a Moritz Schlick, siendo sus
principales miembros Otto Neurath, H. Feigl y Rudolf Carnap (filósofos), Ph. Frank, Carl Menger
(economistas) y Kurt Gödel (físico-matemático). Comenzó siendo un grupo de discusión y terminó
siendo un movimiento organizado.
En 1929 edita su manifiesto El punto de vista científico del Círculo de Viena y en 1930 funda la
revista Erkentnis, dirigida por Rudolf Carnap y Hans Reichenbach. Tuvieron contacto con la Escuela
de Berlín, los empiristas de Upsala, simpatizantes americanos y los analistas británicos.
Durante los años treinta este movimiento alcanzó una gran difusión pero el nazismo disolvió el
grupo y sus miembros tuvieron que exiliarse en Estados Unidos e Inglaterra.
El positivismo lógico sostiene que las hipótesis metafísicas son rechazables por inservibles y los
problemas que encierran son tan inútiles como irresolubles, pues no pueden ser objeto de
contrastación empírica. El argumento es que cualquier intento de trascender los límites del
conocimiento científico del mundo desemboca en el absurdo.
El fisicalismo y la unidad de las ciencias:
En esencia, los positivistas lógicos formularon distintas versiones del principio de verificación. El
objetivo era determinar un criterio que permitiera distinguir el carácter científico de un enunciado, así
como un criterio de demarcación entre enunciados con significado y enunciados sin significado. Se
trata de dos cuestiones complementarias que quedan resumidas en la afirmación: «el significado de
una proposición consiste en su método de verificación».
Los principales defensores de este principio fueron: M. Schlick y Alfred Jules Ayer. Entre sus críticos
figuran Willard van Orman Quine y Karl Popper.