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Salón de belleza (Novela)[editar]

Salón de belleza

Género Novela

Subgénero Novela corta

Editorial Jaime Campodónico Editor

País Perú

Fecha de 1994
publicación

Formato Impreso

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Salón de belleza es una novela del escritor peruano-mexicano Mario Bellatin, publicada por
vez primera en 1994. Ha sido traducida a 18 lenguas y fue elegida, en 2007, como una de las
cien mejores novelas escritas en español durante los últimos veinticinco años previos.1

Índice
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 1Salón de belleza (Novela)


 2Argumento
 3Estructura
 4Ediciones en español
 5Ediciones en otras lenguas
 6Referencias
 7Bibliografía
 8Enlaces externos

Salón de belleza, Tusquets Editores, México D.F., 1999. [Portada facsimilar]

Argumento[editar]
A los dieciséis años de edad, el protagonista escapa de la casa de su madre y, por consejo de
un amigo, emprende un viaje al norte del país para trabajar e instalarse en un hotel para
hombres. Seis años después, habiendo acumulado algún capital, regresa a su lugar de origen
y decide inaugurar un salón de belleza que pronto goza de una nutrida clientela femenina. Por
las noches, cuando éste cierra, el dependiente y sus dos empleados se visten de mujeres y
salen en busca de hombres a las principales avenidas de la ciudad. Entretanto, una
desconocida enfermedad comienza a cobrar víctimas con rapidez, motivo por el cual el
protagonista siente la necesidad de hospedar en el salón de belleza a unos cuantos
moribundos. Así, el salón, poco a poco, es convertido en un Moridero, cuya labor no es la de
rehabilitar enfermos sino la de ofrecerse como un sitio para que éstos pasen sus últimos días.
De manera paralela a lo anterior, el protagonista cultiva un incipiente gusto por la crianza de
peces de acuario: Guppys Reales, Carpas Doradas, Monjitas, Escalares, Ajolotes y hasta
Pirañas Amazónicas, gozan de los cuidados que los enfermos carecen. Mientras se lee la
novela, el relato de los enfermos y el de la afición por los peces se alternan para dotarla de
cierto simbolismo en torno a la belleza, la fugacidad de la vida, la enfermedad y la muerte.
Cuando el mismo protagonista revela que comparte la enfermedad de sus huéspedes,
sabemos que todo el relato corresponde a los días previos a su agonía, cuando éste intuye
que, en total soledad, le sucederá lo peor.

Estructura[editar]
La novela está dividida en dos partes y cuenta con un narrador-protagonista. Primero se narra
el proceso de transformación del salón de belleza en Moridero, así como la naciente afición
del protagonista por la crianza de peces y la amistad de éste con dos de sus empleados. La
segunda parte enmarca a la primera temporalmente, pues en ella se conoce el origen familiar
del personaje principal, la apertura del salón de belleza y su posterior declive.
El anonimato destaca como aspecto que condiciona varios elementos narratológicos de la
obra, tales como el tiempo, el espacio y los personajes, ya que nunca se menciona una fecha,
un lugar o el nombre de algún personaje. Asimismo, jamás se sabe cuál es la enfermedad
padecida por los huéspedes del salón de belleza.

Ediciones en español[editar]
 Salón de belleza, Jaime Campodónico Editor, Lima, 1994.

 Tres novelas (Efecto invernadero, Canon perpetuo, Salón de belleza), El Santo Oficio,
Lima, 1995.

 Salón de belleza y Efecto invernadero, Ediciones del Equilibrista/CONACULTA, México D.


F. 1997.

 Salón de belleza, Tusquets Editores, México D. F., 1999.

 Obra reunida, Alfaguara, 2005. Incluye: Salón de belleza; Efecto invernadero; Canon
perpetuo; Damas chinas; La escuela del dolor humano de Sechuán; El jardín de la señora
Murakami; Bola negra; Shiki Nagaoka: Una nariz de ficción; La mirada del pájaro
transparente, Flores; y Underwood portátil.

 Obra reunida, Alfaguara, España, 2013. Incluye: Salón de belleza; Efecto


invernadero; Canon perpetuo; Damas chinas; El jardín de la señora Murakami; Bola
negra; Shiki Nagaoka; Una nariz de ficción; La mirada del pájaro transparente; Jacobo el
mutante; Perros héroes; Flores; La escuela del dolor humano de Sechuán; Underwood
portátil: Modelo 1915; y Los fantasmas del masajista y La biografía ilustrada de Mishima.

Ediciones en otras lenguas[editar]


 Salon de beauté, André Gabastou [Traductor]), Stock, París, 2000.

 Beauty Salon, Kurt Hollander [Traductor], City Lights, 2009.

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Reyes, Nayely (2 de junio de 2014). «Mario Bellatín a 20 años de ‘Salón de
Belleza’». Consultado el 18 de mayo de 2015.

Bibliografía[editar]
Bellatin, Mario (1994). Salón de belleza. México, D. F.: tusquets Editores. ISBN 9786074210491.
Mario Bellatin. Tusquets Editores, 2000.

Es una novela alegórica que muestra el poder de la muerte por sobre el de la


vida. El protagonista es homosexual y travesti, dueño de un salón de belleza al
que convierte más tarde en un moridero. Allí recibe a personas desahuciadas a
muerte para ayudarlas durante la última fase de su enfermedad, una peste a la
que nunca pone nombre pero que pareciera ser el sida. ¿Por qué alegórica?
Porque las ideas no se exponen directamente sino que se alude a ellas a través
de imágenes; porque los desahuciados a muerte se encierran en un espacio
artificial aislándose totalmente del mundo, por ciertas escenas de la calle y de
los baños de vapor, y por último y principal motivo, por los acuarios.

Explico. La muerte nos aparece apartada de toda otra influencia que la pretenda
contrarrestar. El narrador cree que nada ni nadie podrá hacer recuperar la salud
a esos enfermos, y bajo esta convicción no quiere que se les ofrezca falsas
esperanzas, ni que se invierta tiempo ni recursos en una causa inútil, ni siquiera
se les permite la visita de sus seres queridos. La muerte nos aparece así en su
total crudeza y dominio. Así la acepta el narrador, sin luchar contra
ella, acompañando impasiblemente a los enfermos a recibir su muerte, nada
más.

En la calle, las imágenes de los «matacabros», ciertos actos de la policía y la


intolerancia o incomprensión de algunos ciudadanos así como las relaciones
entre los hombres que asisten a los baños de vapor son muestras de la violencia
sufrida por los homosexuales en su vida cotidiana; la dureza de esta
carga de violencia se constata cuando ésta llega incluso a terminar en muerte.

La alegoría de la muerte es más evidente aun cuando observamos que los


acuarios y lo peces ocupan un espacio importante en la novela y que el narrador
pasa de los enfermos a los peces y viceversa como si hablara de una misma
secuencia, como si no estuviera cambiando de tema. ¿Y qué dice de ellos? Nos
habla de su ambiente, ese encierro en sus propias paredes (los acuarios) y
fundamentalmente de su mortandad, ya sea por falta de cuidados, por el ataque
de los peces más fuertes a los más débiles, o porque alguna enfermedad se
apodera de ellos.
El hecho de que el narrador sea travesti, que viva en un barrio pobre, y que sólo
reciba enfermos terminales en la última etapa de su mal, al parecer todos
homosexuales, podría ser otro empeño para enviarnos imágenes de desamparo.
Esta novela es, sin duda, lacerante y nos enfrenta a la fragilidad de la vida.
Reseña personal: Mario Bellatin (escritor peruano-mexicano, 1960), en su novela corta Salón de
belleza (1994), habla sobre la comunidad homosexualidad y los inicios de una enfermedad mortal
(no denominada pero que por sus características, podría ser el SIDA) entre sus miembros, en los
tiempos en que la medicina no tenía avances significativos en el tratamiento para los pacientes
infectados por este nuevo virus, que atacaba y fulminaba a los infortunados. El protagonista (sin
nombre) es propietario de un salón de belleza que para el momento en que empieza a relatar la
historia, ya está convertido en un “moridero”, donde sólo admite personas del sexo masculino,
infectados y en etapa terminal. Tanto el lugar como el dueño ahora tienen un papel opuesto al
que tenían hace tiempo y ahora ya no cuidan de la belleza física, sino de la
espiritual: «No me conmovía la muerte en cuanto tal. Buscaba evitar que esas
personas perecieran como perros en medio de la calle… En el Moridero contaban
con una cama, un plato de sopa y la compañía». Esperan la muerte con decoro y
como una bendición, como un visitante que ha de poner fin a un conteo de días
incalculable.

Esta enfermedad es una sentencia que acorta la vida, una muerte que va avanzado
hasta obtener el dominio completo de la persona, del lugar, del objeto. En realidad,
la enfermedad incurable es la muerte, de la que todos estamos infectados desde el
momento de nacer y a la que sólo podemos postergar mediante diversos métodos
espirituales o religiosos, naturistas, físicos, psicológicos o lógicos e incluso
artificiales, científicos y metafísicos. Una persona podría luchar de varias formas
contra la muerte, pero nunca la vencerá. Lo que se puede modificar es la actitud
hacia ella, práctica que el protagonista pone en marcha a partir de cierto momento
específico que ya había planificado.

En Salón de belleza se aprecia una analogía de la condición humana y el lugar donde se desarrolla la
novela: ese lugar cerrado, que tuvo su momento de esplendor y belleza, terminó convertido en algo
completamente diferente y en decadencia, distante a la sociedad pero manteniendo ese halo de
misticismo en torno a la enfermedad, entre vestigios de belleza y memorias que sostienen aún a los
espíritus. Pareciera que los cuerpos enfermos infectaron al salón y el declive se volvió armonía,
contrastando con los vívidos recuerdos de esplendor y divinidad que narra el protagonista,
adornados de lentejuelas, tacones altos, maquillaje, pelucas y vestuarios maravillosos.

En lo referente a la homosexualidad, a pesar de estar presente desde la antigüedad, ha sido algo


condenado por diversas culturas. Actulamente los homosexuales son satanizados por la sociedad
purista. En la novela de Bellatin, se les otorga una enfermedad fatal, una especie de epidemia que
ataca en su mayoría a “especímenes” de este grupo, estigmatizándolos de esta forma por sus gustos
distintos. Así, se le está dando a la enfermedad un papel mucho más deplorable y fatídico de lo que
ya representa en sí, algo más aterrador, agobiante, que se relaciona directamente con el alma y la
médula de la humanidad, algo que toca las fibras invisibles del espíritu más allá de sólo afectar al
cuerpo físico. Un posible motivo es que la sociedad pretende encontrar un método infalible para
acabar con algo que altera su visión y anhelo de un mundo perfecto: los otros. Parece ficticio pensar
que el origen de una enfermedad mortal haya sido creado para exterminar a un sector repudiado
por la sociedad, pero no está más lejos de la realidad de los campos de concentración alemanes o la
bomba nuclear que devastó a Hiroshima y Nagasaki, todos ellos inventos de la gran 'genialidad'
humana.

Respecto a la diversidad, esto no es el problema, el verdadero problema es la ceguera mental que


ataca a cientos de miles de personas, entre ellos los dueños del poder, y que los hacen querer
desaparecer a toda costa a las personas que son diferentes a ellos en cualquier ámbito, dejándoles
cabida sólo en la condena, el aislamiento y el sufrimiento hasta su extinción, al igual que en
el moridero.

En pleno siglo XXI seguimos luchando por la supervivencia: el espacio es cada vez más reducido, los
recursos naturales se extinguen rápidamente y los artefactos de destrucción individual o masiva son
más prolíferos, abundantes y asequibles (si es que no son ya gratuitos). La posmodernidad, que
apareció en la segunda mitad del siglo XX, se deja ver claramente en la obra de Bellatin. Él forma
parte de la generación de la década de los 60’s, de personas que crecieron sin utopías, sumergidos
en problemáticas sociales y económicas en constante transformación a través de los medios y la
tecnología. La fría lógica racionalista del capitalismo ha diluido conceptos tales como fraternidad,
solidaridad, compañerismo y colaboración entre seres humanos, transgrediendo los principios de la
naturaleza y al ser humano en sí mismo. Bellatín crea una oposición a esto con su salón y
posteriormente con su moridero.

Salón de belleza propone aceptar a la muerte como algo digno de cada persona, sin retrasarla ni
adelantarla, simplemente esperando el momento exacto. La idea de Bellatin es la más lógica de
todas: embellecer el cuerpo, durante nuestra existencia terrenal, es embellecer al mundo tanto para
nosotros como para los demás. La felicidad es algo que cualquiera quiere en su vida, y en
occidente belleza es sinónimo de felicidad. La felicidad, independientemente de su duración, es
considerada la principal razón de nuestra existencia.

El salón de belleza es como el mundo, la muerte no es un misterio, es un hecho real y contundente al


que todos llegaremos, Bellatin nos muestra entonces un fragmento del mundo que se ha curado de
la ridícula idea de la vida eterna y que afronta la muerte como un paso más en el ciclo, como la
consumación del sufrimiento que en veces puede representar la vida.

Para comprender mejor a Bellatin, es necesario buscar entre sus letras desde una perspectiva propia
y siempre receptiva, pues podríamos encontrar interpretaciones incluso dentro de una pecera
del Salón de belleza o en alguna frase críptica que a través de palabras específicas nos revelará una
verdad oculta.

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