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Salón de belleza
Género Novela
País Perú
Fecha de 1994
publicación
Formato Impreso
Salón de belleza es una novela del escritor peruano-mexicano Mario Bellatin, publicada por
vez primera en 1994. Ha sido traducida a 18 lenguas y fue elegida, en 2007, como una de las
cien mejores novelas escritas en español durante los últimos veinticinco años previos.1
Índice
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Argumento[editar]
A los dieciséis años de edad, el protagonista escapa de la casa de su madre y, por consejo de
un amigo, emprende un viaje al norte del país para trabajar e instalarse en un hotel para
hombres. Seis años después, habiendo acumulado algún capital, regresa a su lugar de origen
y decide inaugurar un salón de belleza que pronto goza de una nutrida clientela femenina. Por
las noches, cuando éste cierra, el dependiente y sus dos empleados se visten de mujeres y
salen en busca de hombres a las principales avenidas de la ciudad. Entretanto, una
desconocida enfermedad comienza a cobrar víctimas con rapidez, motivo por el cual el
protagonista siente la necesidad de hospedar en el salón de belleza a unos cuantos
moribundos. Así, el salón, poco a poco, es convertido en un Moridero, cuya labor no es la de
rehabilitar enfermos sino la de ofrecerse como un sitio para que éstos pasen sus últimos días.
De manera paralela a lo anterior, el protagonista cultiva un incipiente gusto por la crianza de
peces de acuario: Guppys Reales, Carpas Doradas, Monjitas, Escalares, Ajolotes y hasta
Pirañas Amazónicas, gozan de los cuidados que los enfermos carecen. Mientras se lee la
novela, el relato de los enfermos y el de la afición por los peces se alternan para dotarla de
cierto simbolismo en torno a la belleza, la fugacidad de la vida, la enfermedad y la muerte.
Cuando el mismo protagonista revela que comparte la enfermedad de sus huéspedes,
sabemos que todo el relato corresponde a los días previos a su agonía, cuando éste intuye
que, en total soledad, le sucederá lo peor.
Estructura[editar]
La novela está dividida en dos partes y cuenta con un narrador-protagonista. Primero se narra
el proceso de transformación del salón de belleza en Moridero, así como la naciente afición
del protagonista por la crianza de peces y la amistad de éste con dos de sus empleados. La
segunda parte enmarca a la primera temporalmente, pues en ella se conoce el origen familiar
del personaje principal, la apertura del salón de belleza y su posterior declive.
El anonimato destaca como aspecto que condiciona varios elementos narratológicos de la
obra, tales como el tiempo, el espacio y los personajes, ya que nunca se menciona una fecha,
un lugar o el nombre de algún personaje. Asimismo, jamás se sabe cuál es la enfermedad
padecida por los huéspedes del salón de belleza.
Ediciones en español[editar]
Salón de belleza, Jaime Campodónico Editor, Lima, 1994.
Tres novelas (Efecto invernadero, Canon perpetuo, Salón de belleza), El Santo Oficio,
Lima, 1995.
Obra reunida, Alfaguara, 2005. Incluye: Salón de belleza; Efecto invernadero; Canon
perpetuo; Damas chinas; La escuela del dolor humano de Sechuán; El jardín de la señora
Murakami; Bola negra; Shiki Nagaoka: Una nariz de ficción; La mirada del pájaro
transparente, Flores; y Underwood portátil.
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Reyes, Nayely (2 de junio de 2014). «Mario Bellatín a 20 años de ‘Salón de
Belleza’». Consultado el 18 de mayo de 2015.
Bibliografía[editar]
Bellatin, Mario (1994). Salón de belleza. México, D. F.: tusquets Editores. ISBN 9786074210491.
Mario Bellatin. Tusquets Editores, 2000.
Explico. La muerte nos aparece apartada de toda otra influencia que la pretenda
contrarrestar. El narrador cree que nada ni nadie podrá hacer recuperar la salud
a esos enfermos, y bajo esta convicción no quiere que se les ofrezca falsas
esperanzas, ni que se invierta tiempo ni recursos en una causa inútil, ni siquiera
se les permite la visita de sus seres queridos. La muerte nos aparece así en su
total crudeza y dominio. Así la acepta el narrador, sin luchar contra
ella, acompañando impasiblemente a los enfermos a recibir su muerte, nada
más.
Esta enfermedad es una sentencia que acorta la vida, una muerte que va avanzado
hasta obtener el dominio completo de la persona, del lugar, del objeto. En realidad,
la enfermedad incurable es la muerte, de la que todos estamos infectados desde el
momento de nacer y a la que sólo podemos postergar mediante diversos métodos
espirituales o religiosos, naturistas, físicos, psicológicos o lógicos e incluso
artificiales, científicos y metafísicos. Una persona podría luchar de varias formas
contra la muerte, pero nunca la vencerá. Lo que se puede modificar es la actitud
hacia ella, práctica que el protagonista pone en marcha a partir de cierto momento
específico que ya había planificado.
En Salón de belleza se aprecia una analogía de la condición humana y el lugar donde se desarrolla la
novela: ese lugar cerrado, que tuvo su momento de esplendor y belleza, terminó convertido en algo
completamente diferente y en decadencia, distante a la sociedad pero manteniendo ese halo de
misticismo en torno a la enfermedad, entre vestigios de belleza y memorias que sostienen aún a los
espíritus. Pareciera que los cuerpos enfermos infectaron al salón y el declive se volvió armonía,
contrastando con los vívidos recuerdos de esplendor y divinidad que narra el protagonista,
adornados de lentejuelas, tacones altos, maquillaje, pelucas y vestuarios maravillosos.
En pleno siglo XXI seguimos luchando por la supervivencia: el espacio es cada vez más reducido, los
recursos naturales se extinguen rápidamente y los artefactos de destrucción individual o masiva son
más prolíferos, abundantes y asequibles (si es que no son ya gratuitos). La posmodernidad, que
apareció en la segunda mitad del siglo XX, se deja ver claramente en la obra de Bellatin. Él forma
parte de la generación de la década de los 60’s, de personas que crecieron sin utopías, sumergidos
en problemáticas sociales y económicas en constante transformación a través de los medios y la
tecnología. La fría lógica racionalista del capitalismo ha diluido conceptos tales como fraternidad,
solidaridad, compañerismo y colaboración entre seres humanos, transgrediendo los principios de la
naturaleza y al ser humano en sí mismo. Bellatín crea una oposición a esto con su salón y
posteriormente con su moridero.
Salón de belleza propone aceptar a la muerte como algo digno de cada persona, sin retrasarla ni
adelantarla, simplemente esperando el momento exacto. La idea de Bellatin es la más lógica de
todas: embellecer el cuerpo, durante nuestra existencia terrenal, es embellecer al mundo tanto para
nosotros como para los demás. La felicidad es algo que cualquiera quiere en su vida, y en
occidente belleza es sinónimo de felicidad. La felicidad, independientemente de su duración, es
considerada la principal razón de nuestra existencia.
Para comprender mejor a Bellatin, es necesario buscar entre sus letras desde una perspectiva propia
y siempre receptiva, pues podríamos encontrar interpretaciones incluso dentro de una pecera
del Salón de belleza o en alguna frase críptica que a través de palabras específicas nos revelará una
verdad oculta.