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Comunismo

para la
Ciudadanía*
Carlos Fernández Liria

A derecha e izquierda del espectro político talismo es radicalmente incompatible con el


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siempre es preciso admitir que existe una idea Estado de Derecho. Es cierto que, en general,
políticamente irrenunciable, la idea de una los filósofos de la Ilustración no desemboca-
república en la que los legislados sean a la vez ron en este resultado. Les faltaba un elemento
legisladores, es decir, la idea de una sociedad de para ello: haber leído a Marx. Eso hace que en
hombres libres e iguales, de una comunidad muchos de ellos (por ejemplo, en Locke o en el
de ciudadanos. propio Kant) el cinismo y la ambigüedad sean
Sobre este tema, hace ya varios años, difíciles de distinguir. Pero, tras El Capital
publiqué junto con Luis Alegre Zahonero y de Marx, es imposible ya defender al mismo
Pedro Fernández Liria un libro ilustrado por tiempo la condición ciudadana y el capitalismo
Miguel Brieva y titulado Educación para la Ciu- sin movilizar inmensas dosis de mala fe.
dadanía. Democracia, Capitalismo y Estado Nuestra tesis causó mucho revuelo en los
de Derecho (2009). En el fondo, sosteníamos medios de la extrema derecha neoliberal, sobre
la tesis de que el capitalismo es incompatible todo porque les habíamos tocado una fibra sensible:
con las condiciones materiales necesarias que reivindicábamos el comunismo no para defender
hacen posible la «ciudadanía», al menos si con lo que ellos solían considerar los «valores comu-
esta palabra nos referimos a algo que de verdad nistas», sino precisamente para defender esos
tenga que ver con lo que pensaron al respecto «valores liberales» (aunque más bien eran «repu-
los filósofos de la Ilustración (C. Fernández blicanos», y además, no eran valores, sino princi-
Liria, 2011). O por las mismas razones: que el pios) que ellos consideraban de su patrimonio. En
capitalismo es incompatible con esa realidad esto habíamos dado en el clavo.
política irrenunciable a la que solemos llamar Sin embargo, en un cierto sentido, nuestra
Estado de Derecho. postura molestó todavía más en ciertos medios
Nuestra postura se resume fácilmente: hay de izquierda. Nuestro acercamiento a filósofos
que ser comunista para defender esas cosas. como Kant, nuestra defensa del imperio de la
De lo contrario, se trata de una farsa. El motivo ley y del concepto de ciudadanía fueron vistos
de que haya que ser tan radical es que el capi- con mucha suspicacia, interpretándose que

* Una versión anterior de este artículo fue publicado en la Revista Éxodo en 2013.
laberinto nº 45 / 2015

nos aproximábamos a viejas posturas social- vindicación franciscana del hermano sol y la
demócratas y reformistas muy sospechosas hermana luna con la que termina el famoso
(Bernstein, Volpe, etc.). libro Imperio. (Pardo, 2011)
Es en este punto respecto al que quiero Es cierto que en todo esto subyace una
comenzar por proponer alguna aclaración. No tozuda convicción del marxismo: la idea de
es lo mismo defender una vía socialdemócrata al que una futura sociedad comunista tendría
comunismo que defender una vía comunista hacia que venir a sustituir a una sociedad burguesa
la socialdemocracia. Algunos somos comunis- respecto a la cual el Estado de Derecho no sería
tas para poder ser socialdemócratas, o quizás sea más que una superestructura. De este modo,
mejor decir para poder ser republicanos. en ese hipotético futuro histórico, estaríamos
Hay un prejuicio muy extendido a este abocados a inventar algo mejor que el Estado
respecto y también un error. Más precisamen- y algo mejor que el Derecho, algo mejor que la
te, se trata de un error muy común entre los «ciudadanía» (liberal, burguesa, republicana),
comunistas y de un prejuicio muy interesado tal y como fue pensada desde la Declaración de
entre los anticomunistas. Es la idea de que los los Derechos del Hombre y del Ciudadano, algo
comunistas tenemos en la cabeza el proyecto más ingenioso incluso que los propios derechos
de una sociedad inédita, más allá de la idea humanos. Mejor que individuos y ciudadanos,
de ciudadanía o de Estado de Derecho, y en el marxismo imaginó un futuro de camaradas.
general, de todas las instituciones «burguesas» Hay algunas versiones más actualizadas
ligadas al pensamiento clásico republica- de este proyecto político, pero en el fondo es
66 no. Es más, en este sentido, los comunistas
tendríamos una carta inesperada guardada
lo mismo. Pensemos, por ejemplo, en un libro
de última hora: La nueva razón del mundo, de
en la manga: un nuevo tipo de hombre, un Christian Laval y Pierre Dardot (2013). En de-
«hombre nuevo», más allá de la ciudadanía y finitiva, frente a la biopolítica neoliberal que ha
del derecho, más allá del imperio de la ley, al sustituido al Imperio de la Ley, estamos atados
que los derechos consagrados en la condición de pies y manos, pues no podemos reivindicar,
ciudadana le vendrían pequeños. Al final, precisamente, un Imperio de la Ley. No nos
siempre se acababa por desembocar en una queda, pues, más que «inventar» una biopo-
especie de hipotético atleta moral que haría in- lítica de izquierdas, crear una nueva subjetivi-
necesarios la ley y el derecho. Por este camino dad no liberal. Es verdad que Laval y Dardot
el pensamiento comunista se convirtió en el critican a Negri por su idea de que el «hombre
hazmerreír del siglo XX, y la cosa, en efecto, nuevo» ya está aquí, entre nosotros, construi-
daría mucha risa si no hubiera venido políti- do por el nuevo «capitalismo cognitivo» (y que
camente acompañada de desastres antropo- por lo tanto se trataría de darle la vuelta como
lógicos que en ocasiones rayaron el genocidio un guante para obtener el comunismo) (Laval y
(Fernández Liria et al., 2009). Aunque ahora ya Dardot, 2013: 404; Negri, 2007). Dichos autores
no se habla tanto del «hombre nuevo», esta idea prefieren escudarse en un foucaultiano ya lo in-
de que el «comunismo» es un más allá de todo ventaremos (Laval y Dardot, 2013: 398). En todo
lo conocido y que para hacerse una idea hay caso, la cosa está clara: se trata de inventar una
que estar en condiciones de entender a Badiou gubernamentalidad de izquierdas; es lo único
o algo así, continúa aún inspirando mucho que puede oponerse a la gubernamentalidad
sarcasmo. Por ejemplo, el filósofo José Luis neoliberal que ha terminado con el Imperio de la
Pardo suele burlarse de todo ello con oportuna Ley. La única vía práctica, se nos dice, consiste
mala leche, reclamando a estos señores que en promover desde ahora formas de subjetiva-
hoy han llegado a autodenominarse comunis- ción alternativas al modelo de la empresa de
tas (Zizek, Badiou, Rancière, Toni Negri, cierta sí1. O sea, hay que inventar una subjetividad
izquierda lacaniana...) una definición mínima distinta a la del «emprendedor» (ese sujeto neo-
de «comunismo» que vaya más allá de la rei- liberal que ha venido a sustituir al trabajador

1. El subrayado es de los autores.


Comunismo para la ciudadanía

sindicado y protegido por convenios colectivos). a reformar la Universidad o la Sanidad, en lugar


Por supuesto, ni por un momento se piensa que de demolerlas), hay que ser muy revolucionario,
valga con instaurar condiciones para ejercer eso muy antisistema.
a lo que siempre hemos llamado «ciudadanía». Durante el 15M se inventaron algunos lemas
Nada de ciudadanos. Ni que decir tiene que afortunados que describían bien esta encruci-
este sujeto alternativo estará conformado por jada: «no es que seamos antisistema», se dijo,
valores comunitarios: se trata de establecer con «el sistema es antinosotros». En efecto, estamos
los demás relaciones de cooperación, de puesta en viviendo, a nivel mundial y a nivel nacional, una
común y de compartir (Laval y Dardot, 2013: 407). salvajada, un disparate, un chiste cruel, una
La invención de nuevas formas de vida sólo broma brutal, un sarcasmo, una tomadura de
puede ser una invención colectiva, debida a pelo, un crimen. Desde que en los años ochenta
la multiplicación y a la intensificación de las comenzó la revolución de los ricos contra los
contra-conductas de cooperación (2013: 408). pobres, el capitalismo rueda sin frenos hacia el
abismo a un ritmo acelerado. Y nos arrastra a
Así, pues, sólo una religión puede salvarnos.
todos con él. Tiene toda la razón Naomi Klein al
Cada religión imagina el hombre nuevo a su
diagnosticar nuestro sistema económico como
manera. Y la nueva izquierda también tiene
su propuesta. un «capitalismo del desastre» (Klein, 2007). Los
negocios ya no funcionan bien más que en con-
En todos estos planteamientos es como si el
diciones sociales de catástrofe.
problema se centrara en encontrar una buena
El sistema es ya tan revolucionario (de
idea de lo que queremos conseguir. Y lo peor
viene al intentar explicitarla, porque se empiezan
a barajar tópicos en los que se alude a una forma
extrema derecha, pero revolucionario al fin y al
cabo), que los antisistema nos hemos vuelto con- 67
servadores. Pensemos en Juventud sin Futuro.
de «vida comunitaria» que remite a Francisco de
Sus campañas (por ejemplo, «no nos vamos,
Asís, a una «democracia efectiva» o «radical»,
nos echan») no se han caracterizado por gritar
a un «poder de las masas» o de la «multitud»,
«la imaginación al poder» ni nada parecido. La
un «sin Estado, ni Ley», una «asamblea perma-
moderación de sus reivindicaciones (casa, salud,
nente», es decir, fórmulas demasiado negativas,
trabajo, pensión) contrasta con la radicalidad
vacías y generales, más propias de un programa
de su posible solución, necesariamente antica-
religioso que político.
Pero es que, además de toda esta vaciedad, pitalista. Para ser moderado, para conservar
un poco de modesta sensatez, actualmente hay
este diagnóstico marxista, no responde a la
que ser antisistema. En cambio, los apologetas
realidad política de nuestros días. Porque, ac-
del capitalismo se prestan gustosos a cualquier
tualmente, más que faltar ideas muy imaginati-
locura revolucionaria. Para salvar la economía
vas para una futura sociedad imprevisible lo que
huyen hacia adelante dispuestos a sacrificar la
faltan son ideas muy imaginativas para apuntalar
humanidad y destruir el planeta. Como dijo
una sociedad que conserve el sentido común. El
Walter Benjamin -pero mucho más que cuando
problema ya no es el de si hay que optar por vías
él lo dijo-, lo que necesitamos es un freno de
más o menos radicales hacia una sociedad ra-
emergencia. Necesitamos parar esta demencia.
dicalmente distinta. Se trata ahora más bien de
Benjamin pensaba que ese freno de emer-
que tenemos la impresión de que cada vez hace
gencia era el comunismo. Y lo que pasa es que
falta ser más radical para conservar un poco de
algunos lo seguimos pensando. Cuando al
sentido común. Hace ya tiempo que estamos en comienzo de la crisis se dijo que el capitalismo
esta situación. Ya no hay opción entre reforma había fracasado y que había que inventar otra
o revolución. Sobre todo porque ahora la revo- cosa, cuando lo decían quienes lo decían en los
lución la están haciendo y a lo bestia los de la telediarios, en la prensa más canalla del país,
clase contraria, el uno por ciento de la población uno se preguntaba a qué diablos se estaban re-
más rica y poderosa. Ahora, para ser moderado, firiendo. La receta contra la crisis, al final, ha
para ir un poco más despacio, para reivindicar sido más y más capitalismo. Y en verdad no es
el derecho a la reforma (por ejemplo, el derecho extraño, porque el capitalismo es un sistema
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económico muy poco flexible para el que no Es verdad que en Europa hubo algo parecido
caben medias tintas. Inventar otra cosa habría a la socialdemocracia en la segunda mitad del
sido reinventar lo que ya estaba inventado: el siglo XX (de hecho ahí tenemos una buena
comunismo. Lo que parece cada vez más difícil imagen de lo que podría ser y no fue), pero, en
es empeñarse en ser anticapitalistas esquivando el fondo, lo que había no era socialdemocracia
esa palabra maldita. sino privilegios. Con un cierto nivel de privi-
Se objetará, por supuesto, ¿pero es que legios es cierto que el capitalismo se parece
vamos a negar la posibilidad misma de la so- bastante a la socialdemocracia, pero el truco no
cialdemocracia, la posibilidad de una vía inter- es la socialdemocracia, sino los privilegios. Eso
media capaz de introducir en el capitalismo un sin contar con que, desde luego, la existencia
poco de sentido común? Pues, sí, en efecto, los de la URSS ponía a la clase obrera europea en
que somos comunistas lo somos porque negamos buena situación para negociar, cosa que ya no
esa posibilidad, porque la consideramos incom- es así. A partir de un cierto nivel económica-
patible con la naturaleza misma del capitalis- mente privilegiado, es muy fácil hacer pasar por
mo. Podemos tener razón o no. Pero el asunto una conquista democrática lo que no es más que
es si la tenemos en este punto, no en otros que un éxito mercantil. Todo parece entonces muy
se suelen esgrimir mucho más aparatosamente. democrático, pero porque la democracia ahí es
Ensayemos una definición de lo que estoy superflua (todo el mundo es libre de votar lo que
entendiendo por comunismo. No estamos ante quiera, pero todo el mundo prefiere votar para
un misterio insondable. Lo que necesitamos que las cosas sigan más o menos como están).
68 contra el capitalismo es algo muy concreto:
una alteración radical en la propiedad de
En encubrir este hecho sangrante -literalmente
sangrante- se invirtieron tales dosis de cinismo,
los medios de producción que haga posible a tales montañas y cordilleras de propaganda, que
la instancia política ejercer un control demo- aquí la discusión sí se hace de verdad difícil. En
crático sobre la producción en el marco de una Educación para la Ciudadanía hemos llamado
economía institucionalizada. a este fenómeno el «espejismo trascendental de
El capitalismo actual está institucionaliza- nuestra mirada política», el «nuevo racismo de
do y dirigido políticamente por corporaciones nuestro tiempo». Señalas un coágulo del tiempo
que no obedecen a ningún poder legislativo, y lo consideras una obra de la libertad. Da un
al margen de cualquier control democrático. poco igual ya si se trata de un código genético
Nuestras democracias son libres de todo en unas ario conformado por la evolución natural o de
condiciones en las que no hay nada que hacer. una conquista aria en la historia. El caso es
Casi todo lo que afecta sustancialmente a la vida que determinados coágulos sanguíneos o his-
de las personas viene decidido por poderes eco- tóricos resultan ser una encarnación del lógos,
nómicos que negocian en secreto y actúan en la un pedazo de carne en el que se materializa
sombra chantajeando a todo el cuerpo social. la razón. Con determinado nivel de privile-
Un pestañeo de los llamados mercados basta gios históricos, si concedes a una población la
libertad de reunión, de asociación, de prensa y
actualmente para anular el trabajo legislativo
de voto, la gente se reúne, se asocia, se expresa y
de generaciones enteras. No hay leyes ni cons-
vota para quedarse como está. La gente razona
tituciones que puedan resistirse a la dictadura y la realidad pasa y, mira tú por dónde, la cosa
ciega de los poderes financieros. Es el Cuarto coincide. Con unos cuantos pastorcitos de Belén
Reich. Los nuevos nazis no son menos totalita- escribiendo en la prensa, el milagro se completa:
rios que los anteriores (aunque tienen un estilo se llama «estado de derecho» al resultado, su-
muy distinto), pero sí están mucho más locos. poniendo que puesto que las personas votan
Como ha dicho Naomi Klein, los mercados y se expresan libremente para seguir como
tienen el carácter de un niño de tres años. Sus están, así sería también si votaran y se expre-
rabietas viajan en tiempo real conmocionando saran por cambiar de situación. Pero no es así:
el planeta. Ni Nerón, ni Calígula estaban tan a lo largo del siglo XX, todas las victorias elec-
locos ni eran tan imprevisibles. torales anticapitalistas fueron corregidas de
Comunismo para la ciudadanía

inmediato por un golpe de Estado, un bloqueo lo que jamás ha defendido ningún comunista?
o una guerra civil financiada por los que habían Pero ¿seguro que es así? ¿De verdad que se nos
perdido las elecciones. Lo que entonces se llamó ve tan solos y tan minoritarios a los comunis-
democracia no fue más que el paréntesis entre tas que defendemos este punto de vista? ¿No
dos golpes de Estado. O lo que Santiago Alba será más bien que hay mucha propaganda al
llamó la pedagogía del millón de muertos: cada respecto y no precisamente en manos comunis-
cuarenta años más o menos, matas a casi todo tas? De entre los autodenominados comunistas,
el mundo y luego dejas votar a los supervivien- el único político que podría haber ganado las
tes. Al final, siempre habrá intelectuales para elecciones (bien que se aplicaron para impedirlo
celebrar la resurrección de la democracia. O con una buena campaña de calumnias en el
cuando las cosas se ponen feas otra vez, como grupo PRISA) fue Julio Anguita. ¿Lo que decía
por ejemplo ahora en España, para rememorar machaconamente Anguita -y lo que sigue
el consenso del 78... y no, por supuesto, el del diciendo- no era precisamente lo que hemos
36 (Pardo, 2013a). apuntado en el párrafo anterior? ¿Se recuerda
Lo que plantea el comunismo es que la a Anguita diciendo que el orden constitucional
economía no puede institucionalizarse demo- no es más que una superestructura burguesa
cráticamente, sometiéndose al poder legislati- del capitalismo destinada a ser abolida? No, el
vo, sin suprimir la propiedad privada sobre los orden constitucional español es impracticable
medios de producción, es decir, sobre las condi- bajo condiciones capitalistas; eso es lo que no
ciones de existencia de la población. Lo sabemos paró y no para de repetir. Al parecer, legislatura
por experiencia y lo sabemos también en la
medida en que la economía marxista explica
tras legislatura, a partir de la Transición, hacía
falta ser comunista para decir eso... a favor de la 69
muy plausiblemente por qué es así. Una vez más, Constitución. Y cuánto se burlaron de Anguita
esto es discutible, pero el asunto es que es esto y por aquel entonces... «Afortunadamente, no
no otra cosa lo que hay que discutir. creemos que la Constitución diga lo que dice
Así pues, el misterio se puede aclarar. Anguita, porque, mire usted, si así fuera, habría
¿Quién lo iba a pensar? «Comunismo» es, en que cambiarla», solía replicarse desde el PSOE
realidad, exactamente lo que pretenden ser (sin y el PP. Pues ya está, ya la han cambiado; y lo
lograrlo en absoluto) nuestras orgullosas de- hicieron de común acuerdo el PSOE y el PP (316
mocracias constitucionales. Ya es difícil negar votos a favor, y 5 en contra), un memorable mes
-cada vez hay más gente que abre los ojos- que de agosto de 2011, mientras la gente estaba en
lo que hemos venido llamando «democracias» la playa. Y mira por dónde, la cambiaron preci-
no son sino dictaduras económicas ataviadas samente para blindar la salvaje soberanía de los
con una fachada parlamentaria. Lo que frente a mercados sobre el poder legislativo.
ello llamamos «comunismo» no es, sin embargo, Respecto a qué tenga que ver todo esto que
más que aquello que pretendíamos ser: democra- venimos diciendo con aquello que se llamó «so-
cias parlamentarias en las que las leyes pueden cialismo real», hay que decir que mucho, siempre
someter a los poderes económicos. Es absurdo y cuando se deshagan algunos espejismos. Por
plantear que el parlamento puede legislar lo ejemplo: siempre y cuando no llamemos «so-
que ya siempre se ha decidido de antemano en la cialismo real» sólo a lo que se dio en aquellos
Bolsa. La cosa está cada vez más clara: las leyes no países que lograron resistir algo de tiempo
pueden hablar por favor a los negocios, tienen que (entre cinco y setenta años) la agresión impe-
imponerse coactivamente. Pero para eso tienen rialista, sino también a todos los proyectos so-
que tener la sartén por el mango. Y el mango son cialistas, comunistas o anarquistas que fueron
los medios de producción. Eso es lo que pensamos derrotados mediante golpes de Estado, invasio-
los que nos llamamos «comunistas». nes militares, bloqueos económicos, etc. El que
En este punto, suele interrumpirse con una los países socialistas no hayan sido democráti-
exclamación. ¿Ah, sí? ¿Y qué comunistas son cos puede significar tan sólo que no hay ningún
esos que han defendido eso? ¿No nos estamos país en guerra que pueda permitirse el lujo de
ahora inventando un comunismo que defiende la democracia. De hecho, los que lo intentaron,
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sucumbieron bien pronto. Como ya he dicho en guerra. Hay que decir que bajo el capitalis-
muchas veces, el socialismo nunca pudo optar mo no es en absoluto distinto. Aunque cuando
entre Allende o Fidel Castro. Era o Castro vivo o va ganando (y suele ir ganando), el capitalismo
Allende muerto. puede disimular un poco. Seguramente, al so-
El socialismo real nunca ha sido democráti- cialismo le pasaría lo mismo, aunque nunca ha
co. Lo que no se dice tanto es que siempre que ido ganando. La verdad es que en este nuevo
lo fue o intentó serlo, el capital logró acabar con siglo, el llamado socialismo del siglo XXI en
el socialismo y con la democracia. Es esa curiosa Latinoamérica -que solo ha sido una excepción
forma por la que el capitalismo -al contrario que en el hecho de haber logrado derrotar los golpes
el socialismo- siempre ha sido compatible con la de Estado de rigor- no sólo no ha suprimido la
democracia. Bajo el capitalismo, los comunistas democracia, sino que ha dado al mundo entero
tienen derecho a presentarse a las elecciones. A una verdadera lección de democracia. No sólo
ganarlas no, porque entonces se acabó la demo- es que los países del ALBA jamás hayan sido
cracia, las elecciones y los derechos. Cuando se tan democráticos como hoy en día, sino que, de
habla del socialismo real del siglo XX, se ponen hecho, no hay en el planeta países tan democrá-
como ejemplo cinco o seis dictaduras. Lo que no ticos (ningún país soportaría la prueba de fuego
se mencionan son los veinte o veinticinco casos de que la gente pobre gane las elecciones catorce
en que las democracias socialistas pagaron con veces seguidas, como ha ocurrido en Venezuela;
golpes de Estado, guerras, bloqueos o invasio- o varias veces seguidas, como viene ocurriendo
nes, la osadía de pretender ser socialistas y de- en Bolivia o en Ecuador).
70 mocracias al mismo tiempo.
La historia del siglo XX no demostró en
En este terreno, si alguien tiene buenas ideas
que las suelte. Los comunistas les estaremos sú-
absoluto que el socialismo fuera incompatible peragradecidos. Pensemos, por ejemplo, en las
con la democracia. Lo que demostró es que el iniciativas que proponen juzgar a los poderes
socialismo democrático no tenía fuerza para financieros, empezando por las agencias de eva-
resistir las invasiones, las guerras y los golpes luación de deuda. No cabe duda de que estas
de Estado. Una y otra cosa son asuntos bien instituciones están jugando con el destino de
distintos. Que cada uno se pregunte por qué se la población mundial para hacer sus propios
empeña en no distinguirlos. Y eso que hay una negocios privados2. Ahora bien, estas iniciativas,
posibilidad para defender lo mismo sin mentir. si quieren tomarse en serio (y no son un mero
Pues podría defenderse que el socialismo medio de seguir escribiendo artículos en El País
siempre será esencialmente dictatorial porque o hablando en El gato en el agua), tendrán que
es esencialmente inevitable que entre en guerra enfrentarse tarde o temprano al dilema de exigir
con los poderes económicos que dominan el algo equivalente al viejo concepto comunista de
planeta y, por tanto, nunca se podrá permitir el «dictadura del proletariado». Es una total inge-
lujo de la democracia. De hecho, por ahí iban nuidad creer que los poderes económicos van
los tiros del concepto de dictadura del proleta- a doblegarse a la autoridad del poder judicial,
riado. Pero si se plantean las cosas así, la tesis cuando no se doblegan ni ante el poder ejecutivo
fuerte que se está defendiendo es la de que el so- ni ante el poder legislativo. Sin asegurarse el
cialismo (al menos si se pretende democrático) monopolio en el ejercicio de la violencia, la demo-
no es una buena idea para ganar guerras. Si se cracia no tiene ninguna posibilidad de hacerse
quiere, el resultado es el mismo, pero la diferen- oír. Cómo hacer esto posible, eso sí que es un
cia es que así no hace falta ser un caradura o un problema difícil de resolver. Y no qué debamos
mentiroso para sostenerlo. entender bajo el término «comunismo».
Y en eso, es verdad, los comunistas aún Se puede ser muy explícito. Cabría definir un
no hemos tenido una buena idea. No se nos ha Estado comunista como un estado democrático
ocurrido aún la manera por la que podríamos en el que los derechos civiles, políticos y sociales
conservar la democracia y las libertades estando básicos no dependan del impulso político (o no)

2. ¿Qué buenas ideas se te ocurren tras ver documentales como Inside Job o The corporation?
Comunismo para la ciudadanía

de un eventual gobierno comunista sino que se El problema es cómo se cuentan las cosas.
hallen consagrados como tales derechos funda- Escuchando, por ejemplo, cómo se explayan
mentales y amparados (con carácter incondi- José Luis Pardo o Savater sobre el tema, uno
cional) por las correspondientes instituciones tiene la impresión de que las cosas son más o
de garantía. Creo que es perfectamente factible menos así: teníamos -no se sabe por qué- las
ligar esta definición de comunismo al concepto -siempre imperfectas, pero siempre reforma-
de república que se defendió en el ala derrotada bles- condiciones de la ciudadanía, y entonces
de la revolución francesa. Lo han demostrado vinieron los comunistas a proponer un paraíso
a mi entender de forma incontrovertible Toni de perfecciones comunitarias, movilizando
Domenech, Florence Gauthier, Joan Tafalla, para ello sangrientas revoluciones y propo-
Joaquin Mirás, o en general, el grupo editorial niendo masas de cadáveres por el bien de la
de la revista Sin Permiso. Se comprende que Historia (Pardo, 2012). Y no digo que cosas así
haya quien prefiera discutir con otros interlocu- no se hayan dicho entre las filas comunistas,
tores más fáciles. Pero por lo menos no deberían porque estupideces siempre se dicen en todas
sentirse tan cargados de razón. En su confe- las corrientes políticas. Pero la realidad es muy
rencia en el congreso «¿Qué es comunismo?» distinta. Porque, para empezar -aunque esto es
(UCM, 2 de diciembre de 2011), Domenech una discusión histórica- los comunistas han
habló del comunismo «pantópico» trazando sido los que más han luchado por esos derechos
una línea de continuidad entre Espartaco, y libertades de la ciudadanía que teníamos no
Müntzer y Robespierre (tras cinco siglos de se sabe por qué. Esos derechos y libertades no
revueltas campesinas en defensa de las tierras
comunales europeas) y dejando muy claro que
han llovido del cielo, sino que fueron arrancados
a sangre y fuego en una batalla de clases en la 71
el trasfondo social del jacobinismo planteó muy que las internacionales comunistas tuvieron un
explícitamente la cuestión de los medios de papel primordial durante dos siglos. La resisten-
producción como condición de la ciudadanía, cia europea contra el fascismo fue mayoritaria-
«en una revolución que lo único que tuvo de mente comunista. Y fueron los comunistas los
burguesa fue la contrarrevolución» (Domenech, que derrotaron a Hitler. Sin el comunismo y los
2011). Lo del comunismo «pantópico» no es comunistas muriendo a paletadas, los derechos
un capricho retórico. Si hay derecho a llamar y libertades constitucionales en los países ca-
a eso «comunismo» es porque, como venimos pitalistas habrían sido tan inexistentes como
diciendo, uno no se autodenomina comunista están a punto de llegar a ser ahora que los co-
porque quiera defender una especie de sociedad munistas van perdiendo la batalla. Pero, como
repleta de valores comunitarios que luego digo, esto es una discusión histórica. No se trata
resultan materializarse en el Gulag. Somos co- de contabilizar los muertos para reclamarlos
munistas porque estamos seguros de que sin una como propios, sino de no insultar a los muertos
propiedad colectiva de los medios de producción contando mentiras históricas. En todo caso, en
no hay ninguna posibilidad para la ciudadanía. esto es muy difícil ponerse de acuerdo. Cada
Esto no se ha expresado con estas palabras hasta uno elige a sus historiadores más competentes.
Marx, pero es absurdo pensar que a lo largo de Aquí, existe Joseph Fontana y existe Pío Moa.
la historia no ha sido esa precisamente la con- También hay otros, desde luego, no digo que no.
vicción que ha movido todas las revoluciones Por parte de marxistas y no marxistas se nos
desde los tiempos de Espartaco. El mérito cien- objeta mucho -a Luís Alegre o a mí- que nuestra
tífico y político de Marx fue explicar por qué el postura es cualquier cosa menos marxista. Por
capitalismo era una nueva piedra en el camino, parte de autores marxistas, se nos ha dicho ya
quizás la más peligrosa de todas (porque, como de todo. Por el otro lado, José Luis Pardo ha
demostró Polanyi, era capaz mucho más que de dicho recientemente que debemos basarnos
atentar contra la justicia social, de destruir la en unos inexistentes textos de un ultimísi-
sociedad misma, y, tal y como el ecologismo no mo Marx (Pardo, 2013b). La verdad es que ese
ha cesado de advertir, destruir incluso el único Marx tan postrero resulta ser para nosotros el
planeta con el contamos para la vida humana). Marx de El capital, es decir, de una obra que
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le ocupó toda su vida y que, ciertamente, dejó en sí mismo, el verdadero reino de la libertad,
inacabada (en todo caso son los últimos 24 años que sin embargo sólo puede florecer sobre
de su vida). Pero nuestra lectura digamos que aquel reino de la necesidad como su base. La
«republicana» de Marx no nos la sacamos de la reducción de la jornada laboral es la condición
manga. Hemos intentado mostrar en un libro básica. (Marx, 2010: 1044)
bastante gordo (Alegre Zahonero y Fernández En este texto, el comunismo se plantea in-
Liria, 2010a) que no hay otra forma de articular equívocamente como una opción interna al
una lectura coherente de esa obra. Puede que orden de la necesidad. Aunque, eso sí, como
estemos equivocados, pero lo primero es aislar una condición imprescindible para el «reino
cuál es el punto sensible de la discusión (con de la libertad», un reino en el que sea posible
los marxistas y con los no marxistas). Lo que «el desarrollo de las fuerzas humanas, conside-
he comenzado defendiendo en estas páginas es rado como un fin en sí mismo». El capitalismo
que el comunismo no es un fin, sino un medio no puede reducir la jornada laboral. No puede
para conseguir otra cosa, otra cosa que, por otra generar ocio -más que bajo la forma bastarda
parte, es tan irrenunciable que hasta los más del paro. No puede hablarse de ciudadanía ni
corruptos mafiosos de nuestra casta política de república bajo condiciones capitalistas. El
dicen defenderla: el orden constitucional del comunismo es una modificación estructural
estado de derecho. El comunismo no es una fundamental en el reino de la necesidad, una
idea mejor que el orden republicano de la ciu- modificación capaz de hacer que el desarro-
dadanía. Es, hemos dicho, la única manera de llo técnico e industrial produzca ocio y tiempo
72 lograr que ese orden no sea una farsa. Esta idea
de que el comunismo es un medio y no un fin, la
libre. El comunismo es -como planteó Lafarge,
el yerno de Marx- el derecho a la pereza de la
expresa Marx con una fórmula muy afortunada humanidad, ese derecho sin el cual no puede
en un conocido texto del Libro III de El Capital: comenzar un reino de la libertad.
El reino de la libertad sólo comienza allí El éxito de la burguesía fue la derrota de
donde cesa el trabajo determinado por la la Ilustración. Para ver triunfar la Ilustración
necesidad y la adecuación a finalidades exte- habrá que esperar a una hipotética victoria del
riores; con arreglo a la naturaleza de las cosas, comunismo. Lo que nos hace falta no es la su-
por consiguiente, está más allá de la esfera de peración de lo moderno, la postmodernidad, y
la producción material propiamente dicha. Así mucho menos un comunismo que venga a crear
como el salvaje debe bregar con la naturaleza un «hombre nuevo» y una sociedad inesperada
para satisfacer sus necesidades, para conservar más allá de todo lo previsto. Lo que nos hace
y reproducir su vida, también debe hacerlo el falta es más modernidad, la modernidad misma,
civilizado, y lo debe hacer en todas las formas la modernidad al fin. En suma: la modernidad
de sociedad y bajo todos los modos de pro- que fue derrotada cuando triunfó la burguesía.
ducción posibles. Con su desarrollo se amplía El género humano ya ha progresado mucho
este reino de la necesidad natural, porque hacia lo mejor (Fernández Liria, 2012). La ciencia
se amplían sus necesidades; pero al propio progresa. El derecho progresa. Por procedimien-
tiempo se amplían las fuerzas productivas que
tos científicos, una vez que se ha descubierto, no
las satisfacen. La libertad en este terreno sólo
puede consistir en que el hombre socializado, es posible olvidar el teorema de Pitágoras. Por
los productores asociados, regulen racional- procedimientos jurídicos -con la Constitución
mente ese metabolismo suyo con la naturaleza y su referencia a los derechos humanos sobre
poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de la mesa- es imposible arrebatarle el voto a la
ser dominados por él como por un poder ciego, mujer una vez que se le ha otorgado. O restaurar
que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de la esclavitud. Son cosas que para el derecho
fuerzas y bajo las condiciones más dignas y no tienen vuelta atrás. Se pueden destruir los
adecuadas a su naturaleza humana. Pero este derechos de la ciudadanía, pero es muy difícil no
siempre sigue siendo un reino de la necesidad. saber entonces lo que se está retrocediendo en
Allende el mismo empieza el desarrollo de las derecho. La humanidad ha progresado de forma
fuerzas humanas, considerado como un fin inequívoca en cosas muy importantes que han
Comunismo para la ciudadanía

quedado incrustadas en la condición de la ciu- Y no hay que obsesionarse con el término.


dadanía. Hay victorias que quizás sean parciales No hace falta inventar el postcomunismo, ni el
o socialmente precarias, pero que son racional- neocomunismo. Ni siquiera hace falta empeci-
mente irrenunciables y señalan un camino in- narnos en autodenominarnos «comunistas».
equívoco para una Ilustración de la Humanidad. «Comunismo» es un nombre que hace honor a
Hemos prohibido la esclavitud, aunque no la millones de hombres que lucharon para que este
hayamos vencido por completo. En la lucha de mundo no se convirtiera en esto que se ha con-
las mujeres o de los homosexuales ha habido vertido, en nuestro mundo de hoy, un mundo
victorias inconmensurables que han plantado en el que la política está enteramente secues-
cara a milenios de tradiciones y costumbres. Por trada por los poderes económicos y en el que el
ejemplo, el control patriarcal de la virginidad de imperio de la ley es un puro papel mojado. Hubo,
la mujer con vistas al matrimonio, en muchos sin duda, muchos otros hombres que lucharon
países ya impracticable y delictivo, ha sido prác- por lo mismo sin ser comunistas. Cuando el ser
ticamente erradicado. O la estigmatización de humano lucha políticamente suele luchar en
los homosexuales. Por muy inseguras, parciales general por la Justicia, la Libertad, la Fraterni-
o insatisfactorias que sean estas victorias no dad. Esto atañe a los liberales, los cristianos, los
deben nunca dejar de ser proclamadas como un republicanos, y a los comunistas también. Pero
ensordecedor grito popular de «sí se puede». el asunto es quiénes habían diagnosticado mejor
El progreso es posible. Ya hemos progresado el problema. Hoy parece difícil releer el Mani-
mucho. Es la prueba de que podemos progresar fiesto Comunista y no asentir sobre ese diagnós-
mucho más. Pero hay un terreno en el que no
cesamos de retroceder. La ciudadanía no cesa de
tico. El capitalismo ha disuelto todo lo sólido en
el aire. En su lugar tenemos un mundo basura. 73
perder más y más terreno frente a los poderes Quizás alguien pueda inventar un término más
financieros que dominan este mundo capitalis- adecuado para explicar que el problema fun-
ta. El capitalismo ocupa cada vez más espacio damental está en la propiedad privada de los
en este mundo. De hecho, ya casi no cabe en medios de producción, es decir, en el capital. Yo
el mundo, pues está en camino de destruirlo no me resistiré mucho a un cambio terminológi-
(Fernández Liria, 2008)3. Es o él o nosotros. co. Pero el diagnóstico seguirá siendo el mismo.

Bibliografía

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3. No pude dejarse de reflexionar sobre la gráfica de Mathis Wackernagel que citaba en http://blogs.publico.
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