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NACIONAL DE
EDUCACIÓN:
ENRIQUE
GUZMÁN Y
VALLE
2017
INTRODUCCIÓN
Gombrowics, hombre culto como el que más, lector asiduo de todos los que llegaron antes y
después de el (A veces para explicarle; se ha dicho que sus novelas de los años treinta no se
entienden sin el existencialismo y el psicoanálisis de los cincuenta. Pero esto es una novela
del 65, y Gombrowicz ya lo sabe todo de todas las formas posibles. Tanto sabía que fue y se
murió cuatro años después, pura lógica vital y literaria, sí señor, la suya.
Para muchos se hace una comparación con Kafka ya que es una obra psicoanalítica del autor,
en ello veremos como el autor se adentra al personaje y cada vez que uno está leyendo, no se
sabe si seguir leyendo o dejar de leer.
Para estos tiempos preguntar a un joven quien es Gombrowiecz, es como perder el tiempo, ya
que nadie sabría de su existencia. Si nos sumergimos en su vida, podemos decir que que
provenia de una familia acaudalada y católica.
ÍNDICE
Suele estimarse como su mejor obra la sátira cultural Ferdydurke (1937), insolente ya desde
el mismo sinsentido de su título. Singular, futurista y surrealista, esta novela es en realidad
una especie de compendio que incluye géneros tan diversos como diarios, panfletos, ensayos,
monólogos y diálogos, y resulta en definitiva una suerte de crítica al sistema educativo y a la
escala de valores éticos de la sociedad de la época. El protagonista es Momo, un "adulto" de
30 años, escritor fracasado, que vive la esquizofrenia de sentirse atrapado por su
adolescencia, como si no la hubiera terminado de vivir. Momo comienza a revivir
experiencias y relaciones que pertenecen a su vida pasada, a la de ese adolescente de dieciséis
años, del que por momentos no puede escapar. Reaparecerá en su vida el profesor Pimko, una
especie de censor, más que un estricto tutor, que hace volver a Momo al colegio para que
termine de ser "educado".
Este colegio, o mejor, internado, se convierte en una especie de prisión de la que Momo
"adulto" intenta escapar infructuosamente. En otro momento de la novela y de la vida de
Momo, el profesor Pimko lo lleva a residir junto a la familia de un ingeniero conocido por
Jovencillos. Momo comienza a vivir en una casa llena de referencias modernas, donde sus
habitantes adoptan constantemente poses a través de las cuales manifiestan su yo. La hija del
ingeniero, una adolescente de dieciséis años llamada Zutka, cautiva el corazón de Momo,
pero ella no corresponde a su amor. Tantos fracasos y tanta incomprensión hacen que Momo
III. CRONOLOGIA
V. ARGUMENTO
Fuks y Witold han salido de sus casas, acaso huyendo, acaso, como dicen, para pasar las
vacaciones en el campo fuera de Varsovia, lejos de sus familias y sus preocupaciones.
Buscando una casa, en un árbol junto a la carretera, encontrarán a un gorrión colgado. Les
impresiona la crueldad de tal acto. Metros más allá encuentran aposento en una casa donde
todo parecerá que les conduce al gorrión colgado.
VI. PERSONAJES
Principales
Fuks y Witold
Secundarios
¿Diario?
En Cosmos, el protagonista tiene el mismo nombre que el autor (Witold) y quizá por el tono
íntimo y subjetivo en que narra, podríamos pensar que se trata de un diario privado. Al
coincidir los nombres de escritor y personaje tendremos un sólo filtro, se mezclan la realidad
y la ficción, y la credibilidad de ésta dependerá exclusivamente de la entrega del lector.
Muchos nos preguntaremos si el viaje fuera de Varsovia se realizó o si éste fue una fantasía
del personaje, narrada por él como un diario (sin fechas pero con nueve capítulos), o como un
intento de novela dentro de la novela.
Además, el texto que aparece a manera de prólogo, tiene precisamente este título:
“Fragmentos de mi diario en los que se habla de Cosmos”. Y es en estas líneas en donde se
plantea el marco conceptual que le sirve a Gombrowicz para crear su ficción literaria. Si la
novela policíaca es “un intento de organizar el caos”, él recurrirá al género para ordenar el
suyo. Pero sabe -Witold- que cualquier orden es arbitrario, una manera determinada de
acercarse al caos para darle sentido. En este caso concreto, el esfuerzo se centra en interpretar
el desconcierto frente al mundo a través del lenguaje. Porque el lenguaje no es más que un
sistema formal que se aproxima al caos para aprehenderlo, darle nombre e intentar la
comunicación dentro de un sistema:
El absurdo
El humor tiene un rol importante en el relato de Witold, consigue minimizar la angustia que
corroe al protagonista. Humor irónico que está sintetizado en la frase de León:
“Tiru- liru-lá”
Quedé aniquilado.
Una tetera.
Ella estaba sentada en una silla, junto a la mesa, con una toalla de baño sobre los hombros a
guisa de chal. Él estaba de pie, en camiseta, y le mostraba una tetera que tenía en la mano.
Ella miró la tetera. Dijo algo. Él respondió.
Una tetera. Estaba preparado para todo. Para todo menos para ver una tetera. Hay una gota
que hace derramar el vaso, algo que resulta ya “demasiado”. Existe algo así como un
exceso de realidad, una abundancia que ya no se puede soportar. Después de tantos objetos
que no soy capaz de enumerar: agujas, ranas, gorrión, palito, vara, puntilla, cáscara,
cartón, etcétera, etcétera, chimenea, corcho, ranura, canalón, mano, pelotitas de miga,
etcétera, etcétera, terrones, red, alambre, cama, piedrecillas, mondadientes, pollo, eczemas,
bahías, islas, agujas, y así por el estilo, sin parar, hasta el aburrimiento, hasta el hastío, y
ahora esa tetera, sin venir a cuenta, sin tuviera nada que hacer, como algo extra, gratuito,
como un lujo del desorden, como un donativo, un presente del caos…” (pág. 87).
Otro ejemplo puede ser la ceremonia erótica que organiza León con tintes esperpénticos, o
ramalajes de locura. ¿Convocar a la familia para un espectáculo como ese?
León es el personaje que consigue asumir el absurdo antes que Witold, el único que está de
vuelta de todo. Entre él y el estudiante se establece una gran complicidad a lo largo de la
novela. El viejo ya no espera nada de la vida, acepta el reino del caos y sabe convivir con él
haciéndole un quite: inventa su propio lenguaje y se centra en sus placeres sin necesidad de
terceros: es un experimentado onanista. Witold percibe lo que oculta porque se identifica con
él, quizá por eso comienza a imitar sus formas y habla como él:
-Berg -respondí.
La búsqueda de un orden que de sentido fracasa en Cosmos, (“buscar una idea que explique,
que imponga un orden” señala en el diario como propuesta), y la promesa de un final de
novela policial quedan truncados: el caso no se resuelve. Gombrowicz se mueve en un mundo
absurdo: los planes trazados vuelan por los aires, las señales no conducen a nada, las posibles
pistas terminan siendo artificio, manipulación, juego. No se resuelven los crímenes, y se
puede pensar que la muerte de Ludwick no era más que una fantasía de Witold quien hubiera
deseado eliminar al marido de Lena como eliminó, efectivamente, a su gato.
El supuesto andamiaje que armó asociando señales e intentando interpretarles en un sentido u
otro, resulta infundado. Pero el juego funcionó porque mantiene al lector enganchado, atento
a la trama policial, curioso, expectante. Y cuando el narrador decide proclamar el absurdo, el
sin sentido total, la lluvia lava el escenario, arrasa con todo, aparecen nuevas señales, nuevos
palitos, y el lector tiene la sensación de volver a comenzar de cero. Al mismo tiempo la
atmósfera claustrofóbica se relaja, el aire refresca, y la vida sigue su curso como si nada.
En realidad no se vuelve a cero, se retorna a lo único real, tangible, inobjetable, aquel nivel
primario que todos aceptamos y compartimos sin grandes misterios: el dolor (Varsovia) y la
necesidad de alimentarse para sobrevivir. No creo que sea gratuito que la mayoría de escenas
se desarrollen alrededor de una mesa, lugar en donde se alimentan. De esa manera se entiende
el último párrafo que cierra con una frase lapidaria, un aterrizaje violento en la realidad:
“En conclusión: escalofríos, reumas, fiebres, Lena enfermó de las anginas, fue necesario
llevar un taxi de Zakopane, enfermedades, médicos, en fin todo cambió y yo volví a Varsovia,
mis padres, el conflicto permanente con mi padre, y otras historias, problemas, dificultades,
complicaciones. Hoy en el almuerzo comimos pollo relleno.” (pág. 220).
VIII. TIEMPO
El hallazgo de lo inexplicable (del gorrión colgado, en pleno descanso de una caminata por el
sofocante bosque) en Cosmos es el reconocimiento del pasado en el espacio, la conciencia de
un paso humano anterior; pero su revelación no hace más que apuntar lo enigmático del acto
que la originó. Despojada de razón, la imagen del gorrión colgado deja surgir su inutilidad
estrambótica en quien la mira. El caos que desata la aventura del conocimiento, emerge
avasalladoramente, de ese elemento aislado que lleva en sí la memoria del origen caósmico,
para teñir todo el bosque con su incongruencia. No se trata, por tanto, de una indignación
IX. ESPACIO
X. RECURSOS LITERARIOS
Al plasmar sus ideas este autor hace uso de muchos recursos literarios, tenemos la metáfora,
anafora
Símil
Metáfora
Anáfora
Un pedazo de lata retorcido, un palo, otro palo, un cartón roto, un palito incluso un
escarabajo…(p.13)
XII. VOCABULARIO
Vestíbulo.-
2. m. En los hoteles, cines, teatros, etc., sala amplia próxima a la entrada deledificio.
3. m. Espacio cubierto dentro de la casa, que comunica la entrada con losaposentos o con un
patio.
1. adj. Dicho de una escritura: Que no representa las palabras mediante signosfonét
icos o alfabéticos, sino su significado con figuras o símbolos, como la queusaron lo
s egipcios y otros pueblos antiguos.
2. adj. Perteneciente o relativo a la escritura jeroglífica.
3. m. Cada uno de los caracteres o figuras usados en la escritura jeroglífica.
4. m. Escritura jeroglífica.
5. m. Pasatiempo o juego de ingenio consistente en descifrar un mensaje queaparec
e expresado mediante un conjunto de signos y figuras.
6. m. Imagen visual o escritura difíciles de entender o interpretar.
XIII. COMENTARIOS
A la manera de una novela policíaca, Witold Gombrowicz, crea un libro lleno de sus
obsesiones personales, de su "cosmos" particular donde las formas, los actos, los
pensamientos, la relación de las cosas (por más extraña que sea) tienen una lógica interna
apabullante. Del mínimo detalle se forma una gran conclusión, pero de las grandes
conclusiones no se fíe nunca. Libro repleto de las ideas predominantes en la literatura de
Gombrowicz: la vejez, el sexo, la juventud, la mirada... Siempre la mirada de Gombrowicz
absolutamente dominadora del texto, la misma de cualquier otro libro que leas de él; férrea,
única, particular... que te gusta o no te gusta, como todo lo que es tan personal, casi privado,
casi como la mirada oculta de un voyeur que se asoma tras las ramas de un árbol a espiar la
vida.
XIV. BIBLIOGRAFIA
https://www.infobae.com/cultura/2017/08/04/witold-gombrowicz-el-gran-
escritor-polaco-que-quiso-matar-a-borges/
http://www.revistaanfibia.com/ensayo/yo-tambien-lei-a-gombrowicz/
https://ebookmundo.org/book/cosmos-2/