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En la tarde del 24 de diciembre del 2017 el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) decidió insultar la dignidad y
traicionar la confianza de todos los peruanos indultando a Alberto Fujimori, ex presidente condenado por corrupción
y por delitos de lesa humanidad. No contento con eso, le otorgó el derecho de gracia presidencial de manera
inconstitucional, lo cual hace imposible que sea juzgado por crímenes y delitos pendientes, y con ello que sus
víctimas consigan justicia. Y finalmente, para justificarse ante el pueblo, calificó a los comprobados delitos del ex
presidente como simples “excesos y errores”.
Ahora sabemos que este indulto fue tramitado bajo la mesa para que PPK consiga los votos que impidieron que una
mayoría en el Congreso apruebe su vacancia por incapacidad moral, por supuestos actos de corrupción
relacionados al caso Odebrecht. Además de haber sido tramitado de manera clandestina, el indulto está manchado
por la corrupción, la injusticia y la impunidad.
La música es una forma de unirnos y mantener viva nuestra memoria, y cumple una función más grande en nuestra
sociedad que la de solo entretener. También educa y comunica. La música existe para acompañar al pueblo, y los
músicos no deben callar frente a los abusos de quienes tienen poder.
Por eso nos es imposible olvidar que Alberto Fujimori, el séptimo presidente más corrupto de todos los tiempos a
nivel mundial (según la revista Forbes y otras publicaciones), creó y financió al grupo COLINA, responsable de la
matanza de mucha gente inocente a la que, además de asesinar, acusó injustificadamente de terroristas,
cometiendo un doble crimen con ellos y sus familiares. Que fue este gobierno el que asesinó al periodista Pedro
Yauri, al dirigente sindical Pedro Huilca, y que fue este gobierno el responsable de las matanzas de La Cantuta,
Barrios Altos y Pativilca, entre muchos otros crímenes. Muchas familias en este país no pueden cerrar el duelo pues
los perpetradores de los crímenes del fujimorismo se niegan a señalar el lugar donde se encuentran los cuerpos de
sus familiares desaparecidos.
El desprecio racista y clasista con el que el gobierno de Alberto Kenya Fujimori diseñó una campaña de
esterilización forzada de miles de mujeres campesinas tampoco se olvida, así como tampoco olvidamos la compra
descarada de congresistas y medios de comunicación en “la salita del SIN”. Fujimori está libre no solo sin haberse
arrepentido adecuadamente de cada uno de sus crímenes y delitos, sino que con graves juicios pendientes, sin
haber pagado un sol de su reparación civil y sin haber cumplido siquiera la mitad de su condena.
Por la manera en que se ha resuelto este indulto, que no es humanitario sino político y fundamentalmente corrupto,
que no reconcilia al país sino que lo divide, que no engrandece nuestra historia sino que la retrocede a su momento
más doloroso, consideramos que Alberto Fujimori debe volver a la cárcel y PPK renunciar a la presidencia.
A nosotros, ciudadanos y músicos, nos reúne en esta carta la indignación y la necesidad de expresar nuestro
tajante rechazo al indulto a Fujimori. Los acontecimientos del fin de semana último traspasan posiciones políticas y
diferencias entre los circuitos en los que músicos y bandas se desenvuelven; es hora de estar unidos.