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descriptivamente sus modalidades
RESUMEN o su tipología, esfuerzo clasificato-
rio y taxonómico (o cartográfico)
El texto se propone tematizar el trata- plasmado con singular acierto, en
miento ontológico del autoengaño, nuestro medio, por Rafael Ángel
fundado sobre los presupuestos de la Herra R. (cf. Herra, 1993:11-16).
ontología general y de la psicología ra-
cional spinozianas. El enfoque de la
Nuestra inquietud emana de la ad-
etiología del autoengaño se cimenta
miración y del sobrecogimiento
sobre el monismo ontológico de Spino-
causados por la constatación de
za, monismo de la substancia, y sobre
que el sujeto actuante y moral se
el presupuesto metafísico del isomor-
fismo metafísico. esfuerza, denodadamente, por res-
taurar, a cualquier costo, su buena
conciencia, como si hubiese en él
un pravo imperativo categórico in-
* Doctor en Filosofía por la Universi-
citativo a exculparse por conducto
dad Autónoma de Barcelona. Actual-
mente es profesor de la Escuela de Fi- de cualquier medio posible (cf. He-
losofía de la UCR. Estudioso del racio- rra, 1993:11). El profesor Herra ha
nalismo de la temprana modernidad, proporcionado una adecuada des-
particularmente del spinoziano. Do-
cripción del mecanismo subyacen-
cente de filosofía de la religión. Profe-
sor de la Cátedra de Filosofía de la te en el fenómeno: el autoengaño
UNED. responde al mismo mecanismo de
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su especificidad propia. El huma- agente en cada una de las fases de
no, subraya Spinoza, conoce sola- su duración. El agente no puede
mente dos atributos: extensión y hacer más que lo que efectivamen-
pensamiento. Habría que recono- te hace. Esta manera de concebir el
cer que el dualismo cartesiano de poder sitúa a Spinoza dentro de la
propiedad ejerció sobre Spinoza línea de Diodoro Crono y, en gene-
una influencia decisiva, de la cual ral, en el principio de plenitud
no acertó a despojarse enteramen- (Arthur Lovejoy, 1983:65-66).
te. Dualismo de propiedad es
aquella tesis metodológica según El esfuerzo de conservarse se con-
la cual, para todo X (en donde X signa, teoremáticamente, en estos
denota objeto), X es extenso o no términos:
extenso, i.e., es descriptible en tér- Unaquaeque res, quantum in se
minos físicos o mentales. Spinoza, est, in suo esse perseverare cona-
con todo, apunta en el respecto re- tur (Ethica Ordine Geometrico
flexivo a reformular el dualismo Demonstrata, III, VI).
de propiedad en términos de plu-
ralismo de propiedad: para todo X, Esta es una consecuencia de la for-
existe un atributo Y en cuyos tér- ma en que Spinoza, por una parte,
considera reflexivamente a Dios,
Essentia actuosa (EOGD, II, III, Esc.);
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real– de la mente es el pensar tes del ente exterior. Su Ideatum es
(EOGD, III, XI). La mente, en cuanto una afección del propio cuerpo sen-
le es posible, se esfuerza por ima- tiente, no el cuerpo extrínseco
ginar aquellos estímulos que incre- (cf. EOGD, II, XVII, Esc.).
mentan o auxilian la potencia de
actuar del propio cuerpo, Ideatum La dinámica de los afectos no es otra
de la mente (Idea Corporis) que la siguiente: la mente, realidad
(cf. EOGD, III, XII). Lo mismo cabría funcional eminentemente afirmati-
decir sobre la mente: se esfuerza va (afirmación pensante de un cuer-
por representarse aquellos estímu- po humano), tiende espontánea-
los que incrementan su potencia mente –se esfuerza por– a afirmar
de pensar (cf. EOGD, III, LIII).1 cuanto se representa como favora-
ble, i.e.: como contribuyente a la
afirmación de su propio ser, y a ne-
gar cuanto se representa como des-
1. Cum Mens se ipsam, suamque agendi po- favorable. Esto ha de matizarse un
tentiam contemplatur, laetatur, et eo ma-
gis, quo se, suamque agendi potentiam
tanto: la favorabilidad de que habla-
distinctius imaginatur. mos no tendría por qué interpretar-
(Cuando la mente se imagina a sí mis- se en el sentido de la cruda utilidad,
ma y a su potencia de actuar, se alegra, sino en un sentido capaz de abarcar
y tanto más cuanto más distintamente todo estímulo imaginativamente
imagina su potencia de actuar.)
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Si el amado se alegra o contrista, el provoca en quien odia tristeza; y a
amante se alegrará o contristará contrapelo, la imagen de su triste-
correlativamente (EOGD, III, XXI). za, engendra en quien odia alegría
Así, también, experimentaremos (EOGD, III, XXIII).
amor hacia quien alegre a la cosa
amada, y odio hacia quien provo- EOGD, III, XXII y XXIII se relacionan
que en ella pesar (EOGD, III, XXII): con la alegría y la tristeza en cuan-
Quien imagina a lo que ama, to experimentadas por otro. Ale-
afectado por la alegría o la tris- gría y tristeza son afirmaciones o
teza, experimenta también ale- negaciones parciales. Estos esta-
gría o tristeza. Y tanto mayor o dos son imaginativos (en el con-
menor será este afecto en el texto de que hablamos). No es me-
amante, cuanto mayor o me-
nor es en la cosa amada
(EOGD, III, XXI).6
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de la volición o motivo auténtico. tros, y por la cual no hayamos
La volición auténtica es la volición experimentado afecto alguno,
estigmatizada por la mente como somos afectados por similar
moralmente vituperable. afecto (EOGD, III, XXVII).11
Consecuencias del presente teore-
Spinoza niega que las voliciones ma son algunos corolarios que
sean causas o motivos reales de ac- translucen muy relevantes rasgos
tos físicos. La volición es la Expres- de la vida humana en sociedad. Se-
sio, en el dominio de la conciencia ñalemos primeramente que el afec-
o en el del pensamiento, de aquella to descripto por el teorema XXVII re-
determinación mecánica que en el cibe, en cuanto se relaciona con la
ámbito de la extensión sustenta el Cupiditas, el nombre de emulación.
acto físico (muscular). Volición y En la medida en que hace referencia
determinación física son manifes- a la tristeza, recibe la denominación
taciones de una misma realidad en de Commiseratio. Si imaginamos
dos atributos distintos de una mis- (EOGD, III, XXVII, Cor. I), en cambio,
ma substancia (EOGD, III, II, Esc.). que B, a quien no conocemos, causa
El motivo latente y el manifiesto 11. Ex eo, quod rem nobis similem, et quam
son ambos estatuidos como tales nullo affectu prosecuti sumus, aliquo af-
en y por la percepción del sujeto fectu affici imaginamur, eo ipso simili af-
fectu afficimur.
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q
Aun cuando no coincida con la
mínimo de factores explicativos –o
factores ónticos fundamentales (en
ontología)–, Spinoza aborda la tarea
causa de la alegría o del pesar en el de rendir cuenta explicativa del ma-
respecto –la cualidad– realmente yor número posible de fenómenos
causativo, psíquicos.
Una cosa puede ser, accidental-
mente, causa de alegría, tristeza
o deseo (EOGD, III, XIV). El sabio
¿Tendría necesidad el sabio de re-
El corolario de EOGD, III, XIV, dilu-
currir al autoengaño? El autoenga-
cida los fenómenos psíquicos de la
ño es un mecanismo de exculpa-
simpatía y la antipatía renuncian-
ción y de restauración de la buena
do a lo denunciado por los moder-
conciencia. Es explicable en fun-
nos -contra los medievales y rena-
centistas- como apelación a cuali-
13. Ex eo solo, quod rem aliquam aliquid
dades ocultas:
habere imaginamur simile objecto,
Por esto solo: que hayamos quod Mentem Laetitia, vel Tristitia affi-
cere solet, quamvis id, in quo res objec-
considerado alguna cosa con
to est similis, non sit horum affectuum
afecto de alegría o tristeza, a efficiens causa, eam tamen amabimus,
esa misma podemos amar u vel odio habebimus (EOGD, III, XVI).
odiar (EOGD, III, XIV, Cor.).
Consideraciones sobre el autoengaño 131
ción de la espontánea propensión El sabio se percata de la ineluctabi-
mental a afirmar su propio ser, y a lidad del acaecer natural. Todo
negar cuanto imposibilite la afir- acaecimiento y todo proceso son
mación. Empero, el sabio es libre. naturales, y todo lo natural es etio-
Actúa por sí. Sus acciones se conci- lógicamente necesario, i. e.: exis-
ben adecuadamente por la natura- tente o actual por causa de antece-
leza del actuante. Es causa adecua- dentes y concatenaciones causales
da. Mentalmente, todas sus opera- irrefrangibles. De ahí que el sabio
ciones son intelectivas. En él, la sea consciente de que lo real no ha-
imaginación es comparativamente bría podido ser de otra manera
ínfima.14 Tanto más sabio y libre (EOGD, I, XXXIII). Luego, no es posi-
es, cuanto más conoce por medios ble que lamente lo no hecho. El sa-
puramente intelectivos, y cuanto bio no conoce el remordimiento y
menos finge, i. e.: cuanto menos re- no conoce la culpa. Por ende, no re-
curre a la Imaginatio. quiere de instrumentos de exculpa-
ción. En consecuencia, no tendría
14. La ficción nada nuevo produce. Recu-
rre a representaciones de la memoria y
por qué recurrir al autoengaño.
se aplica simultáneamente a su consi-
deración. Cuanto menor es el conoci- El sabio es puramente afirmativo.
miento, mayores (en número) son los Niega que en la naturaleza haya
Figmenta. En el Tractatus de Intellectus
Emendatione, LVIII, se señala lo si-
bien o mal. La realidad y la perfec-
guiente: ción se identifican (EOGD, II, Df.
(...): quod, quo mens minus intelligit, et ta- VI). Cuanto ocurre, ocurre necesa-
men plura percipit, eo majorem habeat po- riamente. Sinsentido es reprochar-
tentiam fingendi, et quo plura intelligit, eo
magis illa potentia diminuatur.
se a sí mismo la carencia, por par-
((...): que, cuanto menos entiende la te de una acción efectuada por el
mente y –sin embargo– más cosas per- agente, de cierta perfección debi-
cibe, tanto mayor potencia de fingir tie- da, carencia de cuya percatación
ne; y cuanto más cosas entiende, tanto
más disminuye aquella potencia.)
emerge el sentimiento de culpa.
Cuanto mayores –en multitud– son las
percepciones, y menores las inteleccio- El sabio se conoce a sí mismo. Se
nes, medra la potencia de fingir o ima- percata de su perfección o realidad
ginar. Cabe estatuir entre ambas una re-
y de su consideración procede, en
lación de proporcionalidad inversa.
Spinoza diferencia la imaginación de la él, la Aquiescentia in se ipso. Esta
ficción. La imaginación corresponde a Aquiescentia tanto es mayor, cuanto
lo denominado por Kant: imaginación más distinta es la consideración de
reproductiva. La ficción –y su correlati-
sí y de su propia potencia operati-
va potencialidad–, a lo nominado por
Kant: imaginación productiva. va. A una mayor eficacia del sabio
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mordimientos de conciencia. No determinante y suficiente de su
porque sea inmoral o disoluto, o proceder. No es ajeno a su actuar.
cínico en el sentido vulgar del vo- Su actuar no le es opaco, sino pers-
cablo, sino porque se halla allende picuo, por lo cual el sabio no es un
la moral, en el sentido de ubicarse operador enajenado. Todas sus
más allá del bien y del mal, deno- operaciones son, para él, modos de
minaciones puramente extrínsecas la autoposición y de una plena y
(EOGD, IV, XXXVII, Esc. II). Su nivel transparente autoposesión reflexi-
de comprensión metafísica, no la va. In Summa, quimérico y contra-
ignorancia y el soslayamiento, lo dictorio en los términos mismos de
incapacitan para proyectar morali- su enunciado sería el recurso del
dad en la naturaleza o substancia, sabio (o del hombre libre) al au-
o para concebirse a sí mismo como toengaño.
sujeto de las libertades de contra-
dicción, especificación o albedrío.
BIBLIOGRAFÍA
La libertad del sabio, raigalmente HERRA, Rafael Ángel. (1993) “Autoengaño y
noética y elicitiva, es la que corres- desculpabilización o crítica de la ética
global”. En: Revista de Filosofía de la Uni-
ponde a una cosa libre: la existente versidad de Costa Rica. Vol. XXXI, N.° 74,
y actuante por sí, por virtud de las julio, pp. 11-16.
leyes de su propia entidad opera-