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Vínculos afectivos

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Los vínculos afectivos se puede decir que hacen referencia a la adolescencia coincidiendo con
la capacidad de los seres humanos.
(biologia) Es la atraccion fisica que sentimos por otras personas y el placer de tenerlo o tenerla
cerca, tocarlo o tocarla, soñar con el o con ella, escribirle una carta y otras acciones que resultan
muy estimulantes. La forma más efectiva de los vínculos afectivos es el amor.
Si los niños no han experimentado caricias, abrazos, arrullos, apapachos y otras demostraciones
sensibles de afecto, al llegar a la edad adulta pueden tener dificultad para relacionarse
afectivamente con otras personas.

Sentimiento
La adolescencia es una etapa en la que los individuos tienen la sensación de estar solos y de que
nadie puede sentir o ha sentido lo que ellos están viviendo por lo que los amigos adolescentes se
convierten en las personas más cercanas y se establecen entre ellos vínculos afectivos profundos.
Revelan el estado de ánimo y nos permiten ver lo que sucede en nuestro interior por causas que
nos impresionan vivamente. Los sentimientos nos invaden y a veces sin poderlos controlar,
experimentamos gozo, alegría o tristeza.

Pasiones
Son perturbaciones intensas que encienden el ánimo y nos ayudan a alcanzar grandes metas y a
cumplir nuestros sueños, pero también pueden llegar a nublar la razón.

Emociones
Se manifiestan por una alteración de ánimo intensa y pasajera que puede ser agradable o penosa,
vienen acompañadas de conmoción y cámbios físico:sudan las manos, se enrojece la cara o de
pronto palidecemos por un susto. La adolescencia es una etapa en la que los individuos tienen la
sensación de estar solos y de que nadie puede sentir o ha sentido lo que ellos están viviendo por
lo que los amigos adolescentes se convierten en las personas más cercanas y se establecen entre
ellos vínculos afectivos profundos.
Revelan el estado de ánimo y nos permiten ver lo que sucede en nuestro interior por causas que
nos impresionan vivamente. Los sentimientos nos invaden y a veces sin poderlos controlar,
experimentamos gozo, alegría o tristeza.
Muchas veces cambia el comportamiento de ambas personas y ya ni siquiera se quieren ver
porque sienten verguenza, o en otros casos se quieren volver a ver porque quieren repetirlo.

Teoría del apego


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La teoría del apego afirma que el apego afectivo de aves y mamíferos es un proceso del
desarrollo psicológico del animal, incluyendo el humano, que se desarrolló como una tendencia de
adaptación para mantener proximidad a la figura del progenitor.[1] El origen de la teoría del apego
puede rastrearse a la publicación de dos artículos de 1958, uno de John Bowlby, "the Nature of
the Child's Tie to his Mother", que presenta el concepto del "apego", y el de Harry Harlow, "The
Nature of Love", basado en sus experimentos en que los macacos prefieren el apego afectivo a la
comida.[2] [3]
La teoría del apego de John Bowlby
La necesidad de bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y
cuidado ha sido estudiada científicamente.
La experiencia de su trabajo en instituciones con niños privados de la figura materna condujo al
psicólogo John Bowlby a formular la teoría del apego.
El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le
proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La
tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un
niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal
figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).

El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido


incondicionalmente. Este planteamiento también puede observarse en distintas especies animales
y que tiene las mismas consecuencias: la proximidad deseada de la madre como base para la
protección y la continuidad de la especie.
El trabajo de Bowlby estuvo influenciado por Konrad Lorenz (1903-1989) quien en sus estudios
con gansos y patos en los años 50, reveló que las aves podían desarrollar un fuerte vínculo con la
madre (teoría instintiva) sin que el alimento estuviera por medio. Pero fue Harry Harlow (1905-
1981) con sus experimentos con monos, y su descubrimiento de la necesidad universal de
contacto quien le encaminó de manera decisiva en la construcción de la Teoría del Apego.
El bebé –según está teoría- nace con un repertorio de conductas las cuales tienen como finalidad
producir respuestas en los padres: la succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de
ser acunado y el llanto, no son más que estrategias por decirlo de alguna manera del bebé para
vincularse con sus papás. Con este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la
figura de apego, resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y
utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo.
Más tarde Mary Ainsworth (1913-1999) en su trabajo con niños en Uganda, encontró una
información muy valiosa para el estudio de las diferencias en la calidad de la interacción madre-
hijo y su influencia sobre la formación del apego. Ainsworth encontró tres patrones principales de
apego: niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en
presencia de la madre; niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando
estaban en brazos de sus madres; y niños que parecían no mostrar apego ni conductas
diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre
a las peticiones del niño.
La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto continuo con el
bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes en todos los modelos de
crianza, con variaciones según el medio cultural, pero manteniéndose la universalidad de la
importancia del apego.
“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un
fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John
Bowlby).

La sabiduría es una habilidad que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la


experiencia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos
capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo
bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que
actúa con buen juicio. Algunas veces se toma el concepto de sabiduría como una forma
especialmente bien desarrollada de sentido común.
En la Sabiduría se destaca el juicio sano basado en conocimiento y entendimiento; la aptitud de
valerse del conocimiento con éxito, y el entendimiento para resolver problemas, evitar o impedir
peligros, alcanzar ciertas metas, o aconsejar a otros. Es lo opuesto a la tontedad, la estupidez y la
locura, y a menudo se contrasta con éstas. Tomás de Aquino define la sabiduría como "el
conocimiento cierto de las causas más profundas de todo" (In Metaphysica, I, 2). Por eso, para él,
la sabiduría tiene como función propia ordenar y juzgar todos los conocimientos.

La sabiduría, arma de doble filo


La sabiduría toma sus referencias de lo que se denomina memoria a largo plazo. En otras
palabras, lo vivido ha de haberse experimentado con suficiente frecuencia o intensidad como para
que no se borre de nuestro recuerdo, se inserte en los esquemas de lo que consideramos bueno o
malo y se tome en cuenta como parte de los procesos de supervivencia del individuo. El papel que
juega este concepto en la selección natural es de vital importancia; aunque también impone una
carga cuando el medio cambia y la memoria a largo plazo sólo rescata recuerdos que ya no son
actuales, por lo que la edad, el envejecimiento y el desgaste neural suponen un handicap en la
readaptación del individuo en cuestión, dificultando la inserción de los nuevos datos en dicha
memoria, dilatando los tiempos de respuesta y poniendo en grave peligro la supervivencia del
individuo en el medio cambiante como en la filosofia en los que se aplican los medios cuanticos.
En Psicología
La mayoría de los psicólogos consideran la sabiduría como distinta de las habilidades cognitivas
medidas por los examenes de inteligencia. La sabiduría es con frecuencia considerada como un
rasgo que puede ser desarrollado por la experiencia, pero no enseñado. Cuando se aplica a
asuntos prácticos, la palabra sabiduría es sinónimo de prudencia. Algunos consideran la sabiduría
como una cualidad que incluso un niño, de otra forma inmaduro, puede poseer con independencia
de la experiencia o el conocimiento completo. La Sabiduría según una definición muy explicita
de la misma es:"La forma correcta de aplicar el conocimiento" y va mucho mas allá que el
mismo intelecto, mostrando así lo elemental de la Vida.

En lo cultural
La cultura contemporánea limita la importancia de la sabiduría y de la intuición.
El nivel de la sabiduría o la prudencia como una virtud es reconocida en fuentes culturales,
filosóficas y religiosas. Algunos definen la sabiduría en un sentido utilitario, como una forma de
prever las consecuencias y actuar para maximizar el bien común a largo plazo.

La Sabiduría, en la Biblia
En la Biblia, la Sabiduría se presenta como un don de Dios. Así, Salomón la recibió como
respuesta a su oración (I Reyes 3,5-14). Pero la sabiduría también se pone en relación con las
experiencias personales, cuando se indica que el camino del loco le parece correcto en sus
propios ojos, pero el sabio escucha el consejo (Sprüche 12,15). La Biblia comprende también
consejos para conseguir la sabiduría (Sprüche 6,6).
El apóstol San Pablo tematiza la sabiduría en un pasaje de la I Epístola a los Corintios (1, 19-25),
en que contrapone la sabiduría humana a la sabiduría de Dios.

Conocimiento y sabiduría
En un sentido, la sabiduría es el cúmulo de conocimiento que toda persona posee sobre los temas
que domina. Sabiduría deriva de saborear. La palabra no estaba ligada en sus orígenes con la
posesión de conocimientos, sino que significaba simplemente saborear, gustar y gozar de la
verdad.
Para obtener la sabiduría es necesario desearla.
La sabiduría se puede adquirir por consejos o por el ejemplo de otros.
Por otro lado, la sabiduría se encuentra también en el comportamiento de los animales. Este fue
uno de los descubrimientos del sabio Rey Agur, según relata el Antiguo Testamento:
Hay cuatro cosas en el mundo que a pesar de ser pequeñas son más sabias que los sabios: Las
hormigas, insectos muy pequeños que guardan comida en el verano, para tener suficiente en el
invierno; los tejones, animalitos que por ser indefensos hacen sus cuevas entre las rocas; los
saltamontes, que aunque no tienen comandante son tan ordenados y disciplinados como un
ejército, y las lagartijas, que son fáciles de atrapar pero viven libres en los palacios (Pr 30.24-28)
[1]

La sabiduría es un atributo del ser humano, que le permite tomar decisiones justas y
perfectamente equilibradas.
Otra opinión

La Sabiduría no debe compararse con el conocimiento, ya que el segundo es la 'sustancia'


contenida en la primera, ahora bien, la sabiduría si puede compararse con la inteligencia puesto
que ambas comparten esa misma sustancia: el conocimiento. Ambas, la Inteligencia y la Sabiduría
se diferencian en la subjetividad del individuo:
La base de la sabiduría reside en la apreciación que el individuo tiene del mundo que le rodea. La
sabiduría se experimenta cuando el conocimiento coincide armónicamente con las expectativas
que para él el mundo "perfecto' ofrece, lo que conduce al sabio a ver incluso las adversidades
como expresiones positivas de un mundo armónico.
La inteligencia, en cambio, es la utilización del conocimiento como instrumento para dominar y
modelar un mundo que el individuo a priori considera imperfecto.
No es baladí el hecho de que la subjetividad del individuo, tanto sabio como inteligente, influyen
en la forma en que la realidad misma fluye para ambos y su entorno.
La sabiduría es el estado que da la independencia y que une a la vez.
Comprensión y relación de la sabiduría con otros conceptos afines
La sabiduría implica amplitud de conocimiento y profundidad de entendimiento, que son los que
aportan la sensatez y claridad de juicio que la caracterizan. El hombre sabio ‘atesora
conocimiento’ y así tiene un fondo al que recurrir. (Pr 10:14.) Aunque la “sabiduría es la cosa
principal”, el consejo es: “Con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento”. (Pr 4:5-7.) El
entendimiento (término amplio que con frecuencia abarca el discernimiento) añade fuerza a la
sabiduría, contribuyendo en gran manera a la discreción y la previsión, cualidades que también
son características notables de la sabiduría. La discreción supone prudencia, y se puede expresar
en forma de cautela, autodominio, moderación o comedimiento. El hombre “discreto [una forma de
fró·ni·mos]” edifica su casa sobre la masa rocosa, previendo la posibilidad de una tormenta; el
insensato la edifica sobre la arena y experimenta desastre. (Mt 7:24-27.)
El término hebreo jokj·máh (verbo, ja·kjám) y el griego so·fí·a, así como sus afines, son los
vocablos básicos que comunican el concepto de “sabiduría”. También está la palabra hebrea
tu·schi·yáh, que se puede traducir por “trabajo eficaz” o “sabiduría práctica”, y las palabras griegas
fró·ni·mos y fró·nē·sis (de frēn, la “mente”), que se refieren a la “sensatez”, “discreción” o
“sabiduría práctica”.

Citas sobre la sabiduría


Wikiquote alberga frases célebres de o sobre sabiduría. Wikiquote
"El principio de la sabiduría es el temor a Dios." —Salomón
"Sólo sé que no sé nada." —Sócrates
"La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo." —Galileo Galilei
"La ciencia es conocimiento organizado. La sabiduría es vida organizada." —Immanuel Kant
"La filosofía es un conocimiento armonizado haciendo una vida armonizada; es la autodisciplina la
que nos eleva a la serenidad y la libertad. El conocimiento es poder, pero sólo la sabiduría es
libertad." —Will Durant
"El hombre sabio no da las respuestas correctas, propone las preguntas adecuadas." —Claude
Lévi-Strauss
"La sabiduría no es un producto de la educación sino de toda una vida por adquirirla." —Albert
Einstein
"La sabiduría marca muchos límites, incluso al conocimiento." —Friedrich Nietzsche
"La sabiduría no esta en las palabras, sino en los hechos"
"La única libertad es la sabiduria" -Séneca
Bibliografía
Hernández Carballido, Flor Alejandrina (2004). «“Los Fines de la Educación. Invitación a conocer
la filosofía de Alfred North Whitehead”». Revista Digital Universitaria. 31 de enero de 2004.
Consultado el 2007.

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