El ser humano, una especie capaz de reconocer sus actos y a la vez el de
los demás, sin duda somos capaces de fijarnos nuestros propios límites, también superarlos por lo que realmente es increíble el que podamos realizar muchas tareas a lo largo de la vida, pero ¿hasta dónde han contribuido las acciones humanas en la historia? Mucho sin duda, pero también ha causado grandes estragos en el ambiente debido al uso de energéticos del tipo primitivo como el petróleo o gasolina que generan desechos contaminantes y causan problemas, la contaminación no fue tomada tan en serio sino hasta fechas cercanas a nuestro siglo 21 aun así la actualidad nos dice que el hombre ha modificado el accionar del ambiente irrefutablemente ¿cuál será el límite? La verdad es difícil saberlo, pero mirando los cambios bruscos de temperatura, los polos derretirse, tanto humo en las ciudades, la pésima calidad del agua potable nos dan indicios de que la cosa va no muy bien y no falta mucho para sufrir verdaderamente y más de lo que ya estamos. En el presente se abordará el tema de las empresas socialmente responsables que se encuentran cercanas a mi comunidad en este caso será Ébano, San Luis Potosí, veremos cómo contribuyen, así como las características de las mismas, ¿listos, listas? Comenzamos…
Una empresa socialmente responsable es técnicamente una entidad que
se une a una causa en común con otras, el de contribuir al medio ambiente al unísono que sus prácticas laborales, es decir, aseguramiento que en el mismo procesamiento de sus actividades causen un beneficio hacia el ambiente de manera un tanto más directa por así decirlo, en cierto modo también indirectamente con los materiales que estén hechos sus productos aunque no necesariamente solo así, también se pueden por medio de campañas de temporada o marketing del mismo. Algo curioso en las empresas socialmente responsables es el hecho de adentrarse en los intereses del pueblo, bueno, del mundo diré, ¿realmente es por ello? ¿O existe algo que las obligue? ¿a voluntad? La lamentable respuesta a estas incógnitas es en realidad No y sí, en ciertos casos las empresas se ven necesariamente obligadas a contribuir de manera directa a las causas ambientales para evitar sanciones o auditorias lo cual no ayuda mucho a ellos, por lo que se presta para realizar movimientos muy malos, muy deshonestos, es decir, una “mochada” por el silencio, o inclusive al tratarse de empresas no tan grandes simplemente esto se ignora y se sigue adelante, de hecho en Ébano no son muchas las empresas que socialmente ayudan directamente al ambiente, si pudiera darles un aproximado o dato de ello sería así; al menos un 95% de las empresas y/o negocios de Ébano no contribuyen al ambiente de la forma correcta así de gran diferencia hay, sería todo lo contrario si se tratase de un 50% y 50%, probablemente si todos los lugares del mundo, al menos contaran con un 50% de todas sus empresas con ayuda al ambiente otra historia sería.
Actualmente las empresas han sido obligadas a cambiar sus procesos en
base a las leyes puestas por organismos de carácter universal o mundial mejor dicho, mientras que otras utilizan los medios ambientales para darle un valor agregado a sus productos, no tanto económicamente sino que socialmente las personas lo asimilan bastante bien ya que el hecho de ver un producto o servicio que pueden usar y a la vez ayudar lo adquieren por el hecho de sentirse bien con ello y por lo excusar su falta de ayuda al ambiente, digo, “si compro aquellas camisas hechas de plástico reutilizado ya contribuí, no? Ya no nadie me puede decir que no ayudé…” Más o menos así pienso que está la cosa actualmente en México, en fin, regresando localmente, las empresas socialmente responsables que considero son, en Ébano; Arteli, Bodega Aurrera, Elektra y Coppel.
Estas tiendas o empresas son del tipo reconocidas por lo que no me
sorprende que el gobierno las tenga monitoreadas en el cumplimiento de las reglas y normas, aunque tampoco descarto el hecho de buena fe en el uso de sus distintas formas de contribución; en Arteli la ayuda que he visto es que, a pesar de solo ser una tienda de abarrotes, carnicería, panadería, etc. Es que ayudan en el aspecto del control de inventario, me tocó una vez ir a ver cómo era un día normal en los interiores de la empresa y sorpresa, tienen en uso un cuarto especial llamado “cuarto de cartón” en el cual todas las cajas que lleguen y no sean utilizadas, llegan ahí y son tratadas para su venta y reutilización con otras empresas expertas en la rama, ese es su principal contribución al reutilizar el cartón que bien puede contaminar, pero aquí viene bueno, según tengo entendido, es que ese cartón lo venden, sí, así es, sacan una pequeña cantidad de dinero pero al final consiguen después de todo, por lo que ¿realmente es por ayudar al medio ambiente o para generar ingresos adicionales? Es curioso que hagan eso y a la vez reciban dinero, ¿verdad? Aquí queda en prueba cómo piensan o se manejan las empresas en esos aspectos. La siguiente empresa que considero socialmente responsable es Coppel y Elektra, en este caso hablaré de ambas a la vez ya que sus giros son prácticamente muy similares y metodologías también. Las principales contribuciones son la implementación de sistemas de almacenaje inteligente de sus desechos, tienen una estricta normal de cuidado ambiental en cuanto a la basura que generan, siendo la mejor Elektra ya que cada año se hacían recolecciones masivas de basura por todas las comunidades donde haya una sucursal, inclusive en aquel entonces yo participé ya que mi mamá era trabajadora de ahí, implementaron bolsas, camiones y hasta camisas para la tarea, fue un día bastante interesante y muy concientizador, bajo esa campaña que fue directa hacia la sociedad, Elektra sobre todas las demás sucursales se ganaron el premio a la empresa responsable ambiental de todo Ébano sin duda, mientras que los demás lo hacían con fines internos, Elektra fue más allá de ello y por supuesto, no había de manera directa un bien económico al realizarlo, en comparación de Arteli y Bodega Aurrera (mismo esquema que Arteli, recolecta su propia basura y se encarga de ponerla en su lugar, inclusive tiene convenio con el camión recolector para pasar periódicamente) y pues Coppel a pesar de llevar un control interno no se beneficia de ello económicamente lo cual es menos “feo” a los oídos de las personas. Realmente existe compromiso social en Ébano, pero no es para nada lo suficiente como para cambiar al mundo, uno de mis principales sueños es lograr conseguir poder para cambiar primeramente mi comunidad, después ayudar al estado de San Luis Potosí y llegar inclusive más allá, aunque aun falta mucho camino por recorrer haré todo cuanto pueda para contribuir con el medio ambiente, así a la hora de “pasar la factura” al menos no me sentiré mal, sin mencionar que deseo ser empresario y de mi voluntad saldrá hacerme sentir una empresa socialmente responsable…
CONCLUSIONES: EBANO, LO BUENO Y MALO
Queda claro que las empresas socialmente responsables son muy
importantes para ayudar no solo a las que las emplean sino a toda la humanidad y que después, con el tiempo, futuras generaciones gozarán de ello y estarán agradecidas. En Ébano, una gran cantidad de negocios no son para nada empresas socialmente responsables pero es bueno saber que unas pocas sí lo son, aunque sería genial verlo de empresas o negocios no tan “grandes” ya que siempre he visto que empresas hechas y derechas aplican las normas como la ISO 14000 pero por cuestiones económicas o de plano obligatorias, me gustaría que haya más “pequeños-grandes” negocios que aun así empleen de una manera menor, pero al final de cuenta sí, acciones que contribuyan a la sociedad y no solo del tipo ambiental, de mi parte cuando haga mis negocios y sean posicionados correctamente, aplicaré una estrategia ambiental de buena voluntad, si me es posible sacar provecho por medio de marketing será genial pero nunca olvidaré que el verdadero premio, reconocimiento, ayuda, apreciación, muestra de solidaridad, etc. De una empresa socialmente responsable es: la buena voluntad.
FUENTE. - Mi comunidad Ébano, S.L.P. y apreciaciones 100% mías.