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Priyacién de la libertad ‘Algo que sigue coracterizando a las sistemas de la pivacién de a libertad en Co eee oe eee een {que es latinoameticano, pero que se advierte en este libro como un proble 7 Ca ear ok coe eee cae SCO ue ccc ee nn a eco hte Cae ee ee ae CR eeu et ee ee Ne cece eee eae CO ee ce gr ae Mas allé de las importantes ctferencias entre ls distintos pases, dos caractersicas ‘comunes relacionadas con el crecimiento general de estas tasas en la region, sor al Peet Ta here See eee resulta ain mas rpido que el de pors veloz proceso de contruccién de nuevas Co MC oa eae ee eee maT Teed au eee ee ea a sistemas penitenciatios de fos paises de Amética Latina, Ce geet hee ae reer tiie ere eae en yt eee aie Oe ed Pa Suu ac un A ee cae PRIVACION DE LA LIBERTAD Privacion de Hla libertad Una violenta practica punitiva Una violenta practica punitiva Ce viel Ignacio Anitua Ramiro Gual “AUTORES Jonathan Simon ens) ee] ea) end eer} ct} ee) eye ae) Re) Ron S| Oe) ae Danilo De Luca Se Ce) So $$ Anitua, Gabriel Ignacio La privacién de la libertad / Gabriel Ignacio Anitua; Ramiro Gual - ‘1 ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires: Didot, 2016. 400 pp. 22x 15 om ISBN 976-987-9620-24-9 1. Encarcelamiento. 2. Derecho a la Justicia, |, Gual, Ramiro I. Titulo DD 345, © edicionesDidot © Gabriel Ignacio Anitual Ramiro Gual 1° ed. 2016 hecho el depésito en ley 11.723 Libro de edicién argentina ISBN 978-987-3620-24-9 cdicionesDidot Arévalo 1830 (1414) CABA Te. (454911) 6624-5381/ 4771-9821 wwnwedicionesdidot.com didot@edicionesdidor.com. Impreso en julio 2016, Modelo para Armar Luis Séenz Pefia 647, CABA, Argentina Indice Prélogo. La privacién de a liberead. Una violenta prictica puniviva Gabriel Ignacio Anioua y Ramiro Gual De las Big Houses alas prisiones depésito. Repensar las prisiones y el gobierno estadual en el sigh XX Jonathan Simon Penitenciarios, policing y uso discrecional del poder Alison Liebling ‘Cred y estructura social en las sociedades tardocapitalistas Alessandro de Giorgi Ua propuestaralista de reforma para las pisiones cen América Latina Reger Marshews El actuarialismo penitenciario en Espafia Tate Rivera Beiras Gran Recestén y cambio de ciclo del expansionism penitenctario Jose Angel Brandariz Garcia La ofensiva del Estado penal en Brasil Taguara Libano Soares e Souza De “La Modelo” a “Coleman o de cémo les eitceles ‘en Colombia se volvieron de verdad Camilo Ernsito Bernal Sarmiento y Michael Reed Hurtade ‘Obedecer la ley sin que la ley exist: la euestin de la conducta ‘en prsin en la précticajuriica Pablo A. Vacant 3 49 3 93 133 157 181 195 207 indice Sanciones disciplinarias y gobernabilidad penitenciaria Exploraciones en la Unidad Penal n° 15 de Burin Nicolés M. Besone Families de detenidos:exploraciones en torne a précticas de equilibria institucional " Venina Ferreccio. “Prin depo” en Argenin. Del “eabioepoalexanrfi™ ala “economia mixta del encierra” Ramiro Guat Miradas de la agencia judicial sobre la crcl. Representactones en tomno ala figura del habeas corpus Ana Clara Piechestein y Tamds Pugpio Zubiréa Reconstruccién histrica del archipiélago carcelario federal Danilo de Luca y Stefuny A. Malagnino Estimulo educativo y poder judicial. Detrbanco resistencias Gisela Santangelo La prevencién del delito de toreura. Un andlisis de las muevas legislaciones| Mauricio Belbachan 2” 297 325 345 369 383 Prélogo La privaci6n de la libertad. Una vio practica put enta Gabriel Ignacio Anitua y Ramiro Gual, Facultad de Derecho, UBA 1) Un libro sobre la privaci6n de la libertad ste prélogo, como casi todos, pretende ser una presentacién, una justficacion y una invitacion a la lecrara En este caso, prctende ser todo ell sobre el libro mismo, pero también ‘quiere decir algo sobre el seminatio que hemos realizado en el marco del Proyecto de Investigacién UBACYT, Transformaciones en el epacio prin Continuiadesy rupeuras en erégimen penitenciari argentine. ¥ sobtealgu ina de las premisas que nos comvocaron al mismo, asi como sobre alguna nnecesidad de teflexiGn y propuesta de accién, tras haberlo conclu, ste libro, como aquel seminar, erata de la privacién de la libertad. Priva signa guitar lo, es algo etn importante como fiber tad, podemos colegir que hablamos sobre algo muy grave, tanto que es con- Trea teeter ie pe Oder oa mn toa incense punitive. Lo cutioso del asunto es que esa misma hetramienta punitiva ha Tecurtido especialmente, desde hace descientos aos, acsa forma de infigt door como eas indo dl casio Iga ‘No deja de ser paraddjico que bs apaticiém de la pena privativa de la libertad coincida con el momento en que Ja libertad se convierte en bien fandamental, incluso supremo s\asociamos, cab como lo hiciera por cen~ plo Kant, laidca de libertad cop la de la antonomiay la dignidad humana. Mis que paradéjico, se ha pretendido ver en ello una suerte de explicacién. Por ejemplo, Neuman dice que “l]a ideologia del individua- Tismo liberal que destace a la pessona humana por fa misma virualidad de ser y que proyecta los postulados de igualdad, fraternidad y libertad, fuvo una concreta y definitoria infiuencia en las ciencias penales (..) EL Feconocimiento jusidico-social de la ibestad permiira recién, en sentido «strico, hablar de a sancién penal que la resttinge ola limita” (1971: 43) En todo caso, aun restringiendo el concepto de libertad a su concrecién prictica de la libertad ambulatoria, y atendiendo més alas cicunstancias materiales que a hs de los pensamicntos legiimadores limitadores, lo 9 Gran Recesin y cambio de cielo del expansionismo penitenciario José Angel Brandariz. Garcia’ Universided de A Coruna, Espana 1) Introduccién. La Gran Recesin y el sistema penal 3 uno de pra de et texto upon a tm de psn on sentido fuerte, pero seguramente no muy osada: el acontecimiento que Attire cdo en el contertocrtadouniense~ ha sido conocido como Gran Recesién’, ha dado inicio a un tiempo nuzvo, afectando profunda- rente a mltiplescspacios de la vida colectva, sobre todo en los paises situados en el cotaz6n de fa crisis. Tanto si la Gian Recesién se interpreta ‘como la apertura de un nuevo ciclo de acumulacién (Arighi, 2007; \Varoufakis, 2012) coma si se le ororga una erascendencia menor, se trata de tun verdadero acontecimiento, en toda la densidad semantica del término. El campo de la criminalidad y la penalidad no ha resultado inrmane a este evento, De hecho, la Gran Recesién suscita cuestiones de notable relcvancia para este érabito de estudio. Una de ells tiene que ver con la ciisis de la legitimidad de los tradicionales procesos de criminalizacién, contemplada ‘desde la perspectiva del debate sobre cl “datio social’. Dicho de forma sintética, urge rflexionar sobre el sentido de un sistema penal ain orientado a perseguir y penar comportamientos que ciusan un afo social muy limitado (vegr., pequetia dchinewencia patrimonial), en el ‘momento en que la criss, originada no solo por operaciones financierss de ciesgo, sino también por conduetasilictas¢ incuso criminales, ha ani- {uilado las expectativas vicales de millones de personas. Los datos sobre la 7 Verioes iis de ete et se presentaron come ponencis en congress ineraci- tals en Cutie (Bra crue de 2013), Cora (Espa, cembre de 2013) y Sama Fe ‘sgeting,dleembre de 2013) Agradeace su apertaclonssa los eros invetigadres que kaon cl eto ct cain de aguellsspresentciones. FS la populaiacin de tn mpc vid. al see Ar Coho {lati Tie New York Timer de 11 de matzo de 2009, 3 Vid em exte serio, Bernal er al (2012: XXVALIV) y Reine 2007: 29 ys), quienes dcarolan um debate que ha tenido wn momento mayor en Hillard 3. (2008) kos ‘enue de Le dscinin Sul ve al de sca pte pocedent tomas anevednte {ue reps lr ree de lor penalise progisstasalemanes que a eomienos dels sos Jose aposimaron a lacie dl derecho penal dead el eoneeptopectiearnents homie de datos cil (Soiahidihle) fad, a modo de eferencia,Amelung, 1972). 1 Ramet en ob 157 José Angel Brandatiz Garcia cvolucibn dl desemplco, de la exlusin sta o de la desigualdad eximen de mayor fandamentacién sobre la lesvidad de los efectos de la criss. Por ello fa situacién presente, y la limitada capacidad que han mostrado l Derecho y el sistema penal de dar una respuesta asus consecuencis ms perjudiciaes, en términos de produccién de reproche y de una eventual sficaca prevemtiva,ctean las condiciones idéneas para volver arelleionar sobre los principios que han sustentado, ante todo discursivamente, al sistema penal de la Modernidad. Es cuestidn, a pesar de su relevancia, no va a se objeto de anlsis en cl proscnte texto, Lo que va abordarse es una segunda transformacisn del sistema penal relacionada con la Gran Recesién. Se trata del hecho de que |e crisis he faciitado Ia penetracién en el sistema penal de una nocién ue, 3} menos en buen niimern de pales, parcia mis bien ajens 2 ene omponente Fundamental def sobefani: cf concepto de esisee, La recesi6n ha animado a prestaratencidn a los textos econémicos. Ep Ja misma linea, también en cl campo del siscema penal, este contextohist6- rico incenciva le consulta de ese tipo de literatura, no en vano especialzada ‘enc anilisis del principio de escasez de recursos. No obstant, los trabajos que reflexionan sobre la penalidad desde una perspectiva economica son muy vatiados (Albertson y Fox, 2012; Rosenfeld y Messner, 2013) En esa phorabidad de andlisis, no parece que la situacidn presente pucda entenderse con facibdad a través de las elaves de lecuura de [a tacicion, teérica de ba Economia politica de la pena..No en vano, esta direcein de ppensimienro relaciona la expansién y ol endutecimiento del castigo con fas etapas de contraccién econémica y de incremento del desemplen y/o dela explotacion de la fuerza de tabajo (Melossi, 1985, 1993, 2003). La perspectiva de Jos afios transcurridos desde el inicio de la Gran Recesion cevidencia que no es precisamente eso lo que ha sucedide* De scendo com os datos de Bus (iiecenopaewearoatdkimo aces: 2 de marzo de 2095), le asa de dscmpleo se increments en Grecia de 84% (2007) 427.5% (2013), em Porm de 9.208 (2007) «um maxima de 16.4% COL3). en Eon de 2% (2007) + wm mimo de 261% (2013), en anda de 4,7% (2007) aun miso de 14.7% (2012), yen ha de 6.1% (2007) a 12.796 2014). Ena que hace «la aa de pasion, en tegy de pobre ocxclnsin scl increments ch Gis de 28.3% (2007) 438.7%, (2013)em Pongal de 25% (2007) a 27.5% (2013), on Expats de 233% (2007) 227.386 (2013), em dando de 23,19 (2007) aun mimo de 30% (2012), y on faa de 26396 (2007's tm maximo de 29.9% (2012) Por itimoy lade GINI, uc mide ladsignedad «en timinos de rema, mo a tenido Una evolcisn homopénea en Ys difeents per at Intemesed de manera signifiaina en Espana (de 31% en 2007 x an manne de 3.296 ‘2012, peo se mannan eableen Gre (de 4.5% en 20074 34499 en 2013) Lalla (de 32280 en 2007 2 32,58 en 2013) c incluso deecnhé de forma wernt eo ll ha (de 31,395 en 2007 228,86 ex 2009 529.89 en 2011) y Portal (de 36886 en “007 4 tu niino 433,795 en 2010 6 34.2% en 2013), Come es bi ona, a rend cs cn ce puso, que dealin moto ii ‘sa talkin teri, Rushey Kiceine (084), Vd. ooo, pet wan sre toga conemporincs dees: mare itce Oe Chaps BOTS AO) 5 "Ta comiderciin no prcende super que debe senda cmc ern dea ‘Enon pois de pono toda ona: ecco gl onands con onuibucin pra realizar curs deb colon dela pala en ave mates eo paracllo Se ror a adapt de dio ac tedce las condones agaaes 158 Gran Recesién y cambio de ciclo del expansionismo penitenciario Por ello, pera Ker econdmicamente el actual momento de evolucién de la penalidad, parece prozedente acudis a andlisis menos centrados en la conttibucin dea pena a laconformacién y disciplinamiento de una fuerza de trabajo exploable y ma en lo que parece el elemento definitorio de la rapa presente: el principio de escaser (Anastasia, 2012: 12 y 124 y ss En ese punto, el marco tesrico més apropiado —al margen de sus goordenadas normative parce se lands econémico del deli y de |i pena (AED). No en vane, se tata de una orientacién que se ha centrado cepecticamenteen el estado de la penaidad eicieme desde una perspec: tiva de escasez de recursos. En particular, procede retornar al texto seminal dde Gary Becker en la materia. En dicho articulo, el economista neoclisi co de la Universidad de Chicago sugirid una metodologia radicalmente wclearia para analzar e sistema penal en téeminos normativos. Becker concluyé que en detesminados casos la criminalizaciOn es ineficiente en términos de costes y, en consecuencia, una sociedad debe asumir ciertos niveles de impunidad (1968: 170). 2) Racionalidad de mercado y sistema penal. Expansionismo punitivo y desatencién del principio de escasez Probablemente lo més Hamativo del planteamiento de Becker es que, con independencia de sus propiasintenciones, permite una cirtalectura ogresista (Harcourt, 2011: 134), Como se veré a continuaci6n, su uti Aratismo radial offece una perspectiva menos distpia que buena pare dc las polticas punitivas que han surgido en miiples palses durante las tleimas décads seadsen so La perspectiva econémica no puede ser considerada en absohito como cearad al finconanento actual Gl stems penal. De forma coctnes ala difusién de la dexa neoliberal durante ls ikimos decenios, la racionalidad. ‘de mercado como principio organizador ha ido penetrando gradualmente ‘en ls paiticaspiblicas,inehidas las punitivas, que parecian tan distanes, dc esic tipo de légica. La ricionalidad de mercado se ha introducido en el sistema penal, entze ouros extremos, mediante la dfusién del gerencilis- ‘mo en las poltcas publicas (Deering, 2011: 19 y ss; Raine, 2005: 293 y ss Vigour, 2006: 425 ys.) le responsabilizacion de los individuos en la gestién de sus propios tiesgos criminales (Dean, 2010: 137, 220 y sss Ericson, 2007: 184 y 8; Rose, 2000: 324, 327 yss),0 la mercantilzacion de la prevencién y l castigo del delito (Christie, 1993: 111 y ss; Garland, 12005: 57, 200, 266; Larrauri, 1991: 189 y ss.) mayor abundamiento, la teleologta actuarial de gest y control de riesgos es plenamente coherente ‘Tecada cca Texcamatacign ondimica, Sobre exe debate id asimismo fines Franco, 2014: 487 ys © Sobre ll, id, asimism Foucault, 2042 261 ys. «Ee lacie pe loan laa de Foc 204: 265) gin sefala queen lands economies el dlito, el infacory la pena se desvincula de un ‘modelo de sociedad deiplinari, en lx que toda aida Social preende er tegalach y rowan 159 José Angel Brandarie Garcia ‘on la racionalidad de mercado (Hannah-Moffet, 2013: 130; O'Malley, 2004; 12; Rigakos y Hadden, 2001: 62 ys, 74 y s., 79)”. 'No obstante, la penetracién gradual de la radonalidad de mercado ‘enc ambito de las poiticas punitivas parece haberse producido al margen, se la atencién al principio de escasez. De hecho, la evolucién recente del stema penal de muchos paises sc ha caraeterizado por una expansi6n sos- ‘enida en una elasticidad aparentemente ilimitada de los recursos pablicos (Anitaa, 2005: 477 y sss Gottschalk, 2013: 211 y ss Wacquant, 2004: 83, 170 ys. 176y 58). En efecto, si bien —como es obvio- los procesos no son lincales, y tuna pluralidad de paises muestra tendencias descendentes de cera estabi- Idad (Acbi ere, 2007; 1y ss Re, 2006: 8 5,97) ene il ay de las lkimas décadas el crecimiento de la poblacin penitencaria se ha rmanifestado como un fenémeno comiin ala mayor parte de tertitorios del planeta (Cavadino y Dignan, 2006: 43 y sss Sancoro, 2004: 113)". ‘Amodo de referencia, en la Tabla 1 pucde verse qu, en las de thtimas aécadas, de 19 paises del G-20, solo cinco (Alemania, Canad, Corea del Sar, Rusia y Sudifica) experimentaron cierto descenso de su poblacién penitenciaria. De forma especialmente significativa, tres de ello solo han ‘isto disminuir el niimero de presos en el contexto de la Gran Recesién. H resto muestra tendencias ctecientes, en algunos casos de forma muy agua: las penitence duplcaron ene perodo de algo menos veinte afios en Argentina, México y Turqula, y triplicaron en Brasil elndonesia. “ mye ‘Tabla 1: Evolucién de las tasas de poblacién penitenciaria en los patses del G-20, 1995-2014 smo penitenciatio oe [separ wa | es ms [te 730 707 mm em) ere a By ” 8 12 = 7 a [e a +33 (2013) it oe i py Fa CE Cc CC Indore | one) oe f® ee ps Pars ee pe fe ee mame Ep fae fase fia ior — Pa omens fe [Yes [owe [ee az [as Yas fae fos ew ag I So sao [as [esa [0 74 2 a ey 1D 1 25 fis Fen: lrainal Ce ir Pra Sur CPS) [Reape de orion Simo ace? mars 2015) La sivuacién es afin mas Hamativa en el contento sudamericano, En efecto, como puede verse en Ia Tabla 2, en el periodo analizado (1995 - 2014), la aoblacién penitenciaria erect de forma sgnificativa en los dice rao [995 [om [soor [awe [aor [ane [ama pated ren, De hecho sus se duplicsen Agena, Colonbi oman | 8 3 [wl pee he Paraguay, Per Unoguay,y se triples en Brasil. La tiica excepcin = Sane * 2 a ‘sea tendencia es Chile, que ha experimentado un acusado descenso de ser sab Sn oul in [ee poblacién pentencara lo largo de I actual década. omacine ||” | ey Go _[@oo ‘Tabla 2: Evolucién de las tasas de poblacién penitenciaria en las paises Time [foe [ns ps pa americans, 198-2014 “ " = (s, |= 2 la 00 sss |rvsn [ame [ama |a00s lowes faces [sore [aor [ans a ibn i es spo vs [ine os maa [fae fear =r Ge Ga al 1h am es east as iar) ninn [ ( BR = oo ee pr fiefs spe fae fase aff 7 Disapan deox pune de vista Shing 203: 145 ys). - isn am pa spies thes 1 fas ae ae fafa YS w aang Wd on psi Lr 2) ap ee a ee ual wont rhino ac de mar de 2015) sl ua npr sepa fae pe ease rai mgr ein ter a0) lu pleas rere a Ca a al Va Gal Cal CG Pot cada 100,000 lalstaes en 1998 ota de ih on 2013, 160 161 José Angel Brandariz Garcia Gran Recesién y cambio de ciclo del expansionismo penitenciario emerson! Cone fr ron Sis ‘mare 2015) 5) Irons or; Simo acceso: 3 En suma, estos datos muestran que la consideracién de la escaser de recursos no ha sido precisamente la nota dominante de la evolucién de los sistemas penales en una amplia pluralidad de los paises del mundo, sino todo lo contrario: cl periodo de eambiv de mileni se ha caracterizado por un significativo expansionism de la penalidad. 3) Gran Recesién y cambio de ciclo del sistema penitenciario. Lasituacién en Espafa y en Europa Esa tendencia expansionista también se ha dado en el sistema peni- tenciario espafiol. A modo de referencia, la poblacion carcelaria total se increments en Espana un 114,4% entee diciembre de 1996 y el maximo histérico de mayo de 2010, mientias que la poblacién general crecia aproximadamente el 16,5% durante el mismo perfodo'. De hecho, en el contexto europeo la politica penal espafola se presenta como un ejemplo paradigmatico de desatencidn de los limites de los recursos coletivos. Como ha sucedido en el caso estadounidense (Harcourt, 2011: 198 y 485 Holleman e¢ al, 2009; Wacquant, 2004: 83, 170 y ss), en Espana los enormes recursos financieros, humanos y logisticos equetides por un ‘expansionismo penal ininterrumpido hace décadas que no parectan set un problema. ‘Sin embargo, como en tantas otras materas, la Gran Recesign ha cons- tituido un relevante cambio de tendencia en el Ambito de la penalidad. Aunque sistema penitenciario espaol experimenté un crecimiento cstraotdinario “superior incluso al estadounidense, en términos relati- vos- y précticamente constante desde el final del perfodo aurocritico", 1a profundizacién de la recesin econémica ha puesto final incremento 1 Ray pa een en a ese pb oe ean patel ONE) Genero dc hapsfrniney ine acon 15 de diciembre de 2014). cae 12 Ta poblcién penitent wor, cada n 8 mela anual, re un 801.4% ne 1975 2009, ane increment de 241153 dane mame psd No rola ses rccante que cee yo temporal deus dct y mata apa ene de feo cael en eas solo dexenisen 1977, 198,158, 1995.1996) 199, ce iEtnajor parte de lor eos de manera csument sgncat. Las date van ta de 162 i eae a ees ee de la punitividad, Como puede verse en la Tabla 3, enire mayo de 2010 = a y encto de 2015, la poblacién penitenciaria total disminuyé un 15,49, Pomguay |? | | | py ps fs far fase ‘mientras que su tasa descendié de 166 a 140°. Friis hina fas iiss as fe] F = i | oe pe Pe Tabla 3: Evolucién de la poblacién penitenciaria espafiola, gay Yaw ara fas fase 2010-2015 os |se fre fae fo Jos soso oe — —_ vmenat [t90 [ion Bo Mota ‘nn pans at pec) 2010 (am) 2011 aio) _ 2012 (ato) 70008 = wat © mse ae Tee - ait) at Tes 2014 (julio) 6483 . 43 2015 (eee) 089 ry Fuentes: INE; SGIP Esa llamativa evolu cra al menos dos interrogantes de interés El primero exel de la relevania dela tendenda presen El segundo ese relativo al “cbmo”, es decir alas circunstancias conereras que explican que en el sistema penal espafo se haya verifiado esta situaci6n, En relacién con Ia primera de las enestiones, en linea de principio podria entenderse que las cifras mencionadas no muestran un verdadero cambio decide ino naman momen aue depo enbreve lazo aun nuevo tiempo de expansién (Forero Cuellar y Jiménez Franco, 2014)" Bs evideate que con fos datos dkponibles en cite momento lx Tespucstas al intcrrogante solo pueden set meramente especulativas. No lo Isnt de panto edna TNE (ne 19, me seco eevee de btay de Caney fact nO 102) 0) G97 8). 2s aot panna hn od sn tin ‘el dl (espero bps ann) tena por gr oe nev de 2015 el fond documenta dels Secreta Geer Finis ena ‘expen de yong) nde pbb pe tence rl inden cena cfs de oa dl INE Toes es {osha come por isa vera 3 de mar 42015 En caminos mis gene -nofridoral cn eps ve amb ested for Matheny Hyon outs 25) Ls pci coma edd por Vila Wi fan s3h 163 José Angel Brandatia Garcia «es menos que, si tiene sentido lahipstesis que aqui se desrrlla (la relacién entre Gran Recesién y contraccin del sistema penal y penitenciario), lo que vaya a suceder dependeré en gran medida de la cvolucin del ciclo recesivo de estancamiento ccondmico. No obstante, y sin perjuicio de to do ello, resulta dificil devaluar esta stacim en un sistema penal caracte- rizado en las ikimas décadas ~como se ha dicho por un expansionismo penitenciaio tan sostenido come signifcativo. Probablemente tiene més inceis la segunda de ls preguntas ante- siormente enunciadas, a saber, la relativa a “c6mo” se ha preducido esta evolucign recesiva del sistema penitenciatio espafiol. En este punto, los da- tos disponibles sobre el funcionamieato del sistema penal en el contexto de Ia erisis permiten avanzar algunas canchisione signifcavas. En primer lugar, cabe prestaratonciém a Ja evolucn de la criminali- dad. La literatura no cs unénime en sclacién con los efectos de las criss econémicas sobre la delincuencia. De hecho, agin autor sefiala que las Tornoe ak el propane SPACE 1d Cnc de Eps (pe lepine anclupmatipodipac-Vane ora deve acta: SNe ease Sn) pone ll gira tion ele. dase eet wicnd 23205 pres S00 BOOK ONS See a ea Gore iL ste ae pene ne eee fue elena a mpc ene Iter bn we dl dae SP npr debe! wane nae eee 3 abr rch por dno Con for Pan Side TCP) (ener dh cchncinre pale yt see See eee OPS se 3 ay Snipe el devas de pti pn i popu tintin Wigs Rapes ae Ba se pe ‘Stampa delete deans pe dee cos dbus peck aeoes Nocteme ee ccna seo oan eye et Sip neh tsp lca ace pad fo eed oe 168 Gran Rec in y cambio de ciclo del expansionismo penitenciario mmantenidocierta exabilidad a lo lango de perodo, cl nimero de personas {que Han progresdo a ibertad condcional parece haber experimentado tn inctementociertamente exponencia. Sin pesjuicio de todo allo, no puede perderse de vist que lx fase actual del sistema fenitencario epaiel implica transormaciones mis profundas de lo que pueden evidencir las cifras citadas, alin en su es- Ecndencia. La exaser de recursos 7 la adapracin de la cree l tiempo de Ia Gran Recesién han comportade sobre todo, recortes de derechos de las Deponss presa'y un sgaifeative endurecimiento dela condiciones de ida en prion. Por mucho que cl descenso demograico haya mejorado Ia situacn de sobeocupactSn el recorte del gato ha implcado la precarizacin de lo servicios sanitaios de los establecimientos,o de los Ja escatos servicios de asistencia juridica_penitenciaria (Forero Cuellar Finneran, 214 27) Mis al dell guano bid un aspect dela vida eardara que haya quedad inmune a eos ‘eta De Rech, en una evienta mas del posted emai de In les eligiblity®, hay indicios de que ha conducido incluso a una degra- theese dacs de ls doa sma,e conte Sistema penitenciat espaol genera una sitacin bastante menos opt mnista de lo que podria pensar, ‘Sin prjulcio de todo lo apuntado, una custién expecialmenerelevame cs quela reciente evlucién espafls no puede verse como una exeepcién En fects weea dunn tedench que rela duonannc enc conecsto turopeo del limo pesiodo (Karsted, 2013: 8 ss). En el Smbito de las pals dela UE, las tendencias de cambio de fa poblacin penitenciaria $arance la etapa mis reciente son varadas, no resulta menorel hecho de aor pale qu a an ts conscuenss dela Gr Resin AGreeia'y Portugal hayan experimentado un importante incsemento ain mis relevante el hecho de que una plurahdad de pases europeos haya conocido desecnsossignifiestves de upoblcibn perstenciasia ch diveros momentos del periodo de la criss (Alemania, Dinamarca, Paises Bajos y Suecia), pew especialmente a partir de 2010-2011 (Austria, Francia, ‘ehuor miganes soup co Sasa UT maa opebilo Gil: Fadi Bea iors db yeh ee eee ce 2 Toy das sole clus sco en er gape vr a nics SIP leo cede muro S201). ones mencona eden tb eyes cago pe SPACE ce sep par Mpmulpes penne io sec 3 de sas 215 pone eyhteonmaye meno des ad onda en 2009 ees eas leeacte gr amciees eras dog dl coe pede psnio Setndla 3082 eo tid cts ep 3 1937 ain i Denn on yd 1 ln m3 em de 019, md 214 ass sap sca psn pl del 5%, como ene Rips dc plain pore del nme de oes Jimcres Fan, 70152 fast fl denen cotton dela olin cael A Se lorie de ho psc a shade ena, vil Dean 201613, 359), De Giorg 015"), 169 José Angel Brandariz Garcia Ilanda, Reino Unido™ y, de forma muy iclevante, jalla), no en vano «J momento cn que la ecesién entra en Europa en su segunda fase, laga- mente més grave: etapa de la denominada “criss de la deuda soberana” apaviva eal, 2012: 91 y ss; Varoufakis, 2012: 266 ys). “Tabla 4: Bvolucion de a tas de poblacion penttenclara en dversos paises deta UE, 2007-2015" rsrap0 [217 [ame [ame Jane [ann [ane [ans [anu |oos [= [7 [= [7 pe [os [ion [em i fe : a_[s nfm | [o_[e |» [= Ts wpm [ur poo fr] 16 | a2 [20 z = [> _[n_fe ms [os [= fe _| l= _[* |» [sp [oe [lor [oe | wf pis far pow [ae im [ala fe [7] Foeoter: SPACE , Cons de Europa; Bucs (So 2007-2012), ICP (oe 20132014)" Como suecde en el caso espafiol, estos datos ponen de relieve un fenémeno que no puede obviarse, sobre todo si se tiene en cuenta Ie tendencia amterion de crecimiento generalizado de las tasis de poblaciin penitenciaria, 5 Reagents gun ci oh 4 2006 iba geen be erat psn pecans lta cn 013 ane 8) ee ge Seni pe Rome 2 Eyn ava c ecronn de ental rca de 85080 poss Se tC heme hefty i 2 sates inca en ba bl corpo denominae U-1 (pes cides kh Unita Faron, que ya as cen ella antes de la ae liacién al Este en so a de Wc dalam apt Cis Secs debs pase guelncap cele Soe np 32 ine ac sao nso 12d ve de 21a ICS ‘oneness 2018218 ques conta pone deat e208 170 Gran Recesion y cambio de ciclo del expansionismo penitenciatio 4) Gran Revesién y cambio de ciclo del sistema penitenciario. Lasituacién en Estados Unidos Sin pexjuicio de esa evoluci6n ene contexto curopeo, resulta atin ms signifcativo que el sistema penal estadounidense ha experimentado una contraccién semgante en el periodo reciente. De hecho, del mismo modo quecl sistema penal de Estados Unidos ha destacado durante décadas como el mejor ejemplo de a distopia de un expansionismo penal aparentemente ilimitado (Clear y Frost, 20141 yss.,17 y ss)”, em el concexto de la crisis deviene un caso paradigmtico de las consecuencias de la Gran Recesién y del principio de escasez en el campo de la penalidad. En efecto, incluso el extrzordinario expansionismo de la punitividad catadouniddense ha enconerado aus propios limites. El crecimiento de In ppblacién penal 7 penitenciania de Estados Unidos se ralentizé de forma cwvidence desde el inicio del siglo, para acabar descendiendo a partir de 2007 y 2008, como muestra l Tabla 6. Si bien la disminucién es modes- ta! (descenso del 38% de la poblacin penitenciaria total entre 2008 y 2013, del 7.69% de la tasa de poblacién penitenciaria entre 2007 y 2013 ¥ del 5,99 de la poblacién genal total en el mismo periodo), contrasta, abrupcamente con la evolucioa anterior. Tabla 6: Evolucién de la pobiactén penal estadounidense, 2007-2013, (en miles) Tao [apenas Pada [Reta [bed pen] Rata = inal Er toed aay 738 es [as [ee ams |e Zane [ame [ee 55 Bre exqamionima puede vere cr los datos de a siguiente abi: “abla 5: Boulucin de la poblacién merida a control penal en EE UI fen miler) 1980-2005 ‘i ape tba [Pkroe [ikaw ed ee | ‘pol (cn ies [sind ~ fans m0 [se ae | 1095 [5 us sar see [aww ‘os | Fuene: Datos emados del documenta Corson! population: Key fs ar a glance del ‘Breau of Justice Statice (BIS) (Recuperda de wore gos dno aces” 12 noviembre 201 Lat ennacione poblacionls Sedona US Conn Polaron Cs (Rarer ‘de wrowcensas gop mo acceso: 12 nove 2014) Doro dems, como ecurda Gotu (2013: 206), seta de won dsminucién queen ead vol sha proce en 24 dels 50 esas. 171 José Angel Brandariz. Garcia 2 au [aos_—~sdraare ae |e aos [awe zoe | zon [ne [sons [ase _—(aaawe aon [708 [sare [ara ows aos [700 sows fas em Fe Seen in Sat pas devant ‘Statice: (Reawperado de worn: bjs.gov). Las estimaciones poblacionales se basan en cl Wee Fpniion Cn ep raceme ppc En el momento presente existe ya un importante volumen de literatura académica que analiza este cambio de tendencia det sistema penal y fe- nitenciario estadonnidense®. Estos anilisis proporcionan una interesante reflexion sobre ls razones que subyacen a tal mutacin, marginando ex- plicaciones simplistas que la derive mecénicamente dela evolucién dela

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