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UNIVERSIDAD COLUMBIA DEL PARAGUAY

FACULTAD DE DERECHO

LA FUNDAMENTACIÓN DE LA SENTENCIA PENAL EN EL


PROCEDIMIENTO ABREVIADO, EN EL JUICIO ORAL Y
PÚBLICO Y EN LA ACCIÓN PENAL PRIVADA

MONOGRAFIA PARA OPTAR POR EL TITULO DE ABOGADO

JOHANNA STEFANI MONGELÓS CUENCA

ASUNCIÓN – PARAGUAY
2012
El poder nos obliga a producir la verdad,

tenemos que decir la verdad, dado que la exige

y la necesita para funcionar;

tenemos que decir la verdad,

estamos forzados,

condenados a confesar la verdad o a encontrarla.

Estamos sometidos a la verdad,

en el sentido de que ésta es la ley.

Después de todo,

somos juzgados, condenados, clasificados,

obligados a cumplir tareas destinadas a cierta manera de vivir o

a cierta manera de morir,

en función de discursos verdaderos

que llevan consigo efectos específicos de poder.

Por lo tanto,

reglas de derecho, mecanismos de poder, efectos de verdad.

(Defender la Sociedad, Michel Foucault)

Página 2
Agradecimiento

Esta Monografía no hubiera sido posible sin la ayuda desinteresada y eficaz de


personas a quienes, más que colaboradores, ya son personas especiales con quienes
me unen profundos lazos de amistad y gratitud.

En primer lugar, la orientación y sabios consejos de mi Tutora de Contenido,


Abg. María Auxiliadora Cáceres quien me ayudó a estar concentrada en el objetivo.
Ella me alentó a no hacer compromisos con la mediocridad y buscar siempre la
excelencia.

Mis grandes amigos y guías, Roque Orrego y Angelina Luna, son mentores que
han dejado su huella indeleble en mi formación. Fueron ellos quienes despertaron y
alentaron mi interés por el Derecho Penal, me dieron consejos, ánimos y contención
cuando lo necesitaba.

A todos ellos, ¡muchas gracias!

Página 3
Dedicatoria

Este trabajo va dedicado a quienes me dieron la vida, y me siguen brindando su


amor incondicional. A ellos les debo todo lo que soy y lo que alguna vez pudiera
lograr:

Mis padres,

Isabel Cuenca
y
Eliodoro Mongelós

Con el afecto filial y el orgullo de saberme su hija, en prenda de


reconocimiento y gratitud.

Página 4
ABREVIATURAS

CN : Constitución Nacional

CP : Código Penal

CPP : Código Procesal Penal

MP : Ministerio Público

Página 5
ÍNDICE

ABREVIATURAS ........................................................................................................ 5
INTRODUCCION....................................................................................................... 10

CAPITULO I - RESEÑA HISTORICA ..................................................................... 13


1. Breves consideraciones históricas……………………………………………. .14

1.1.Edad Media……………………………………………………………….14

1.2. El Derecho Germano antiguo………………………………………….....15

1.3.Derecho Romano…..……………………………………………………..15

2. El proceso penal paraguayo.................................................................................16

3. Historia de la Sentencia Arbitraria…………………………………………….18

4. Sentencias Arbitrarias:………………………………………………………..21

4.1.Sentencias Arbitrarias desde el punto de vista de la fundamentación……...21

4.1.1.Relativas a los fundamentos normativos……………………………..22

4.1.2. Relativas a los fundamentos fácticos…………………………………...22

CAPITULO II - LA RESOLUCION JUDICIAL ...................................................... .27


1. La Resolución Judicial………………………………………………………..28

2. ¿Qué es una sentencia?........................................................................................29

Página 6
CAPITULO III - LA SENTENCIA PENAL .............................................................. 31
1. La sentencia penal……………………………………………………………..32

2. Requisitos de la sentencia penal……………………………………………….32

3. Fundamentación como garantía constitucional e instrumento de control de la


función jurisdiccional…………………………………………………………….34

CAPITULO IV - EL PROCESO INQUISITIVO O SUBSTANCIALISMO PENAL


Y EL GARANTISMO O COGNOCITIVISMO PENAL .......................................... 38
1. Sistema Acusatorio.…………………………………………………………….39

2. Sistema Inquisitivo………………………………………………………….....39

3. Características del Proceso Inquisitivo…………………………………………41

4. El Garantismo Penal……………………………………………………………42

5. El Sistema Acusatorio o Mixto…………………………………………………43

6. Cognoscitivismo procesal y estricta jurisdiccionalidad………………………44

7. Dimensiones del poder judicial………………………………………………..45

8. Decisionismo procesal y subjetivismo inquisitivo……………………………48

9. Decisionismo procesal y subjetivismo acusatorio……………………………48

10.La reconstrucción conceptual de la verdad como correspondencia. Verdad


fáctica y verdad jurídica…………………………………………………………..49

11.Sus efectos en el principio de congruencia……………………………………50

12.Violaciones al principio de congruencia………………………………………51

13. Congruencia Interna (Lógica)…………………………………………………51

Página 7
CAPITULO V - LA SENTENCIA PENAL EN DIFERENTES PERÍODOS DEL
PROCESO .................................................................................................................. .54
1. La Sentencia Penal en el Procedimiento Abreviado………………………….55

2. La Sentencia en el Juicio Oral y Público………………………………………60

8. La sentencia penal en la Acción Privada………………………………………63

8.1 Principio Dispositivo………………………………………………………..63

CAPITULO VI - FORMAS DE FUNDAR LAS SENTENCIAS ............................ ..66


1. ¿Qué es fundamentar?.........................................................................................67

2.Clases de fundamentación de la sentencia penal………………………………...67

2.1.Sistema de la prueba legal o tasada………………………………………..67

2.2.Intima Convicción………………………………………………………….69

2.2.1.La prueba como presupuesto objetivo de la formación de la


convicción…………………………………………………………………………71

2.2.2.Concepción Subjetivista…………………………………………………72

2.3.La Sana Crítica………………………………………………………………73

CAPITULO VII - VICIOS DE LA SENTENCIA PENAL ...................................... ..78

CAPITULO VIII ....................................................................................................... ..83

REFERENCIAS ........................................................................................................ ..83


1. Argentina………………………………………………………………………84

Página 8
2. Costa Rica………………………………………………………………………85

CONCLUSIÓN ......................................................................................................... ..88

RECOMENDACION ................................................................................................ ..92

GLOSARIO ............................................................................................................... ..94

Referencia Bibliográfica ........................................................................................... ..95

ANEXO ..................................................................................................................... ..97


ANEXO I - Causa: “Alba Zayas c/ la vida (homicidio culposo – negligencia)
917/2005…………………………………………………………………………..98

Critica al fallo .................................................................................................... …125

ANEXO II - Causa: “Toffoletti, Ricardo Mauricio s/ robo calificado por el uso de


arma de fuego” (Poder Judicial – Provincia de Buenos Aires)…………………128

Critica al fallo................................................................................................. ….142

ANEXO III - Causa Nº 4171/2011“Herme Osmar Galván s/ HP de hurto y


otro”……………………………………………………………………………...143

Critica al fallo.................................................................................................... ..148

Página 9
INTRODUCCION

Es pertinente un análisis crítico de la fundamentación de la sentencia, pues la


materia de estudio que nos proponemos es absolutamente trascendente para
determinar con cuanta verdad se brinda la seguridad de que en Paraguay al que es
juzgado se lo castiga por lo que hizo y no por pertenecer a un grupo social o poseer
ciertas características consideradas como criminógenas1; por lo menos podrá
determinarse que si bien la maquinaria penal presenta signos de ser profundamente
selectiva, habría o no dado pasos para que por lo menos los seleccionados sean
sancionados por lo que hicieron. Esta investigación junto con otras daría elementos
que finalmente resultarían útiles para mantener la actitud crítica y de desconfianza
que en todo Estado Liberal como el nuestro debe mantenerse ante el poder punitivo.

La investigación escoge el cumplimiento de las formas procesales que garantizan


el cognocitivismo2 penal pues analizar resultados de Tribunales encargados de
impartir justicia nos permitirá construir una hipótesis de cuan fundados son los fallos.

El derecho constitucional paraguayo garantiza que el poder punitivo del Estado


esté sujeto, en su aplicación, a un proceso de conocimiento en el que, conforme a la
constatación fehaciente de las circunstancias históricas del caso, en reconocimiento
de la norma jurídica que lo rige, el juez aplique o no la sanción según corresponda.
Este proceso de conocimiento tiene su punto culminante en el juicio oral y público.
Toda la actividad procesal anterior constituye un mecanismo que componga los
requisitos para que el juicio penal sea un instrumento para el descubrimiento de la
verdad, conforme a las reglas de la ley y la decisión de sancionar se legitime en virtud
de que la verdad fue obtenida en el marco del debido proceso. La sentencia del
Tribunal del juicio debe plasmar, por escrito, la actividad racional que permite

1
Condición necesaria sin la cual cierto comportamiento no se habría manifestado jamás.
2
Significado en el glosario
Página 10
conocer cuanta verdad se alcanzó en el juicio y si la decisión aplicada reconoce el
derecho contemplado para el caso.

Esta investigación buscará establecer si existen las sentencias dictadas con


elementos formales que permitan reconocer en su redacción, que el proceso de
conocimiento fue cumplido para la aplicación de un tipo de reacción punitiva.

Las formas procesales de la sentencia se encuentran claramente establecidas en el


art. 398 del CPP. El código procesal penal, siguiendo el modelo del código tipo para
Iberoamérica, tuvo la precaución de reglar de un modo estricto lo que no podía ser
tenido como fundamentación. También estableció otros indicadores formales
precisos, cuyo cumplimiento hacen a condiciones objetivamente verificables, de tal
manera a establecer si la sentencia tiene o no un contenido de verdad como
presupuesto de la aplicación de la pena. Las formas procesales que rigen la
sentencia son en este sentido garantías de que el acto jurisdiccional responda a un
derecho penal de acto3 y no de autor4.

Es de sumo interés determinar si existen sentencias que siguen reproduciendo


vicios que develan inconsistencia en el juzgamiento de la conducta de los que son
sancionados. El cumplimiento de las formas procesales del art. 398 del CPP por lo
menos se habría mejorado desde el punto de vista que resultaría finalmente punido,
por hechos concretos, y con pruebas fehacientes, conductas previamente
conminadas5 como sancionables por el Derecho Penal.

3
Se castiga al individuo por lo que hizo o por lo que no hizo y debería haber hecho; se le castiga por la opción que aceptó de hacer el mal pudiendo
no hacerlo.
4
El sujeto responde por su ser, por sus condiciones sicofísicas o su personalidad, que se consideran peligrosos para la sociedad, por su supuesta
inclinación natural al delito, con un criterio determinista, de modo que el sujeto resulta condenado por la naturaleza a sufrir las condenas penales,
por obra del destino y, por tanto, de modo fatal o inevitable. En este orden de ideas no es relevante que aquel cometa infracciones, sino que tenga la
potencialidad de cometerlas.
5
Significado en el glosario.

Página 11
Asimismo, si existen sentencia que registran la reproducción de los vicios que
reemplazan la fundamentación por actividades inconsistentes que por inidóneas
fueron expresamente prohibidas en el CPP.

El presente estudio es factible desde el punto de vista técnico-jurídico, ya que


conforme a los requisitos estipulados en la CN y el CPP, es posible detectar en las
sentencias si realmente el poder punitivo del Estado cumple con el fin que le es
atribuido o simplemente se dictan sentencias realizando simplemente relato de
cuestiones que no han sido probadas y fundadas por el propio Tribunal en base a una
convicción cierta. Es importante demostrar que las sentencias dictadas por las
Autoridades detentadoras del poder punitivo del Estado en ciertos aspectos todavía se
expresan conforme al proceso inquisitivo, aunque nuestra ley actual mande lo
contrario y prohíba este tipo de resoluciones.

Página 12
CAPITULO I
RESEÑA HISTORICA

Página 13
1. Breves consideraciones históricas:

Los métodos de resolución de conflictos fueron variando desde la antigüedad


hasta llegar a un proceso preestablecido que culmina con una Sentencia Definitiva.

1.1. Edad Media:

En la edad media el método de resolución de los conflictos era a través de las


“ordalías o juicios de Dios”, pruebas que especialmente se hacían para probar la
inocencia de los acusados.

La ordalía por medio del veneno era poco conocida en Europa, probablemente
por la falta de un buen tóxico adecuado a este tipo de justicia, pero se utilizaba a
veces la curiosa prueba del pan y el queso, que ya se practicaba en el siglo II en
algunos lugares del Imperio romano. El acusado, ante el altar, debía comer cierta
cantidad de pan y de queso, y los jueces retenían que, si el acusado era culpable, Dios
enviaría a uno de sus ángeles para apretarle el gaznate de modo que no pudiese tragar
aquello que comía.

La prueba del hierro candente, en cambio, era muy practicada. El acusado


debía coger con las manos un hierro al rojo por cierto tiempo. En algunas ordalías se
prescribía que se debía llevar en la mano este hierro el tiempo necesario para cumplir
siete pasos y luego se examinaban las manos para descubrir si en ellas había signos
de quemaduras que acusaban al culpable.

El hierro candente era muchas veces sustituido por agua o aceite hirviendo, o
incluso por plomo fundido. En el primer caso la ordalía consistía en coger con la
mano un objeto pesado que se encontraba en el fondo de una olla de agua hirviendo;
en el caso de que la mano quedara indemne, el acusado era considerado inocente.

Página 14
1.2. El Derecho Germano antiguo:

Las principales características del enjuiciamiento penal germano pueden ser


sintetizadas como sigue:

a. Tribunal popular
b. Persecución penal privada en manos del ofendido y su parentela
c. Publicidad y oralidad del juicio en el que se enfrentaban el acusador y su
acusado.
d. Sistema de prueba tendiente a dirimir subjetivamente la contienda en tanto
erigía un vencedor, ya porque presentaba mejores testimonios de su fama u
honor personal, o porque vencía en el duelo o combate judicial, o porque
pasaba con fortuna ciertas pruebas (ordalías o juicios de Dios), métodos
mediante los cuales la divinidad mostraba, por signos físicos fácilmente
observables, la justicia del caso.
e. Decisión impugnable.

1.3. Derecho Romano:

Durante la República, el Derecho Procesal Penal Romano incorporó


definitivamente como meta de averiguación objetiva de la verdad histórica mediante
medios racionales que pretendían reconstruir, dentro del procedimiento y como
fundamento del fallo, un acontecimiento histórico, hipotéticamente ya sucedido, que
se atribuía al acusado: rompió de esa manera la concepción del procedimiento como
método de lucha y de la prueba dirigida a obtener, antes que la verdad de lo sucedido,
la razón de alguno de los contendientes mediante signos exteriores por los que la
divinidad se pronunciaba a favor de uno u otro. Se puede decir, por ello, que el
Derecho romano desmitificó, secularizó la persecución penal.

Página 15
La publicidad fue característica principal del procedimiento, como de toda
tarea pública, por lo menos a partir de la instauración de la República y, perduró hasta
los últimos tiempos del Imperio, a pesar de que, por las necesidades políticas de esta
última época, fueron introducidas modificaciones profundas que tendían a abolir esta
institución republicana.

2. El proceso penal paraguayo:

El proceso penal inquisitivo de aplicación anterior a la del actual código,


históricamente se vinculó al substancialismo penal y al decisionismo judicial
diametralmente opuestos al acto jurisdiccional cognocitivista, que garantiza el art.
256 de la CN. Años de proceso inquisitivo construyeron una maquinaria procesal
despreocupada de garantizar el acceso a la verdad como condición insoslayable para
la punición.

La selectividad punitiva desarrollada por el proceso inquisitivo, en toda


América Latina, permito perseguir penalmente en mayor medida al que por su
situación de exclusión en los mecanismos de concentración de poder quedó expuesto
en situación de vulnerabilidad ante un mecanismo de ejercicio de poder arbitrario.

En Paraguay el código de procedimientos de vigencia anterior surgió en las


postrimerías de la segunda década luego de la guerra grande, de la mano de dos
dignos exponentes de la inmigración culta, que llegó al Paraguay, los españoles Don
Ricardo Brugada y el Dr. Ramón Zubizarreta, quienes toman como fuente las
legislaciones de España y Argentina; de España, las leyes de enjuiciamiento criminal
anteriores al Código de 1882 y de la Argentina, el Código de 1888 a instancias del
proyecto de Manuel Obarrio, que al decir de Vélez Mariconde, “nació viejo y caduco,
no solo con referencia a las demás legislaciones extranjeras y a la doctrina francesa e

Página 16
italiana que ejercieron directa influencia en España, sino con relación a la propia
legislación de la Madre Patria, donde ya estaba en vigor el código de 1882.

La adopción del modelo propuesto por comisionados, no fue difícil de aceptar,


tomando en consideración los casi trescientos años de colonización, que permitieron
la internalización de un sentido particular de concebir la realidad, propia de la cultura
inquisitiva, caracterizada como un modo burocrático y formalista de administrar la
justicia y comprender el derecho, pues como todo país colonizado por España, el
Paraguay recibió el modelo procesal inquisitivo aplicado en la península desde el
siglo XVI.

Paradójicamente el Prof. Teodosio González enumeraba como uno de los


“infortunios del Paraguay”, la administración de la justicia; criticando la morosidad
judicial y arremetiendo contra ella exclamaba, “la justicia es lenta y cara hasta lo
increíble, todos los pleitos eternizan y cuestan diez veces de lo que debieran y el
pueblo no tiene fe y confianza en los jueces”. “El clamor público contra la lentitud de
la administración de justicia es incesante, general y aumenta de día en día”. “Y este
mal, hecho crónico, produce en el pueblo un desconcierto, un pesimismo, una
sensación de malestar tan penosa que no se sabe cómo ha podido prolongarse tanto
tiempo, sin haber dado lugar a conflictos muy graves, dado que, como dice un
jurisconsulto, la lentitud de la justicia, equivale prácticamente a la falta de justicia”.

Luego de la caída del Gobierno del Dictador Gral. Alfredo Stroessner en el año
1989, Paraguay ingresó al nuevo bloque democrático nacido en América del Sur, se
adhiere a las nuevas tendencias reinantes en América Latina, formando parte del hito
de la firma y ratificación del pacto de San José de Costa Rica, uno de
los tratados rectores de la nueva y actual Legislación Nacional. Fundado en el
principio de la “Presunción de Inocencia” e inspirado en principios humanistas y en

Página 17
artículos de la Constitución Nacional del año 1992, dio un cambio radical en la
historia del Derecho Procesal Penal del Paraguay.

Con la CN de 1992 Paraguay da inicio a una adecuación legislativa del


Derecho Nacional. El 26 de noviembre de 1997 es sancionado como ley de la
república el Nuevo Código Penal Paraguayo, y el 8 de julio de 1998 es sanciona el
Código Procesal Penal actual, en el cual se establece el sistema Acusatorio reinante
en la actualidad y la nueva perspectiva de la Acción Penal.

En Paraguay rige en la actualidad el sistema Acusatorio implementado tras la


derogación del Código de Procedimientos Penales de 1890.

3. Historia de la Sentencia Arbitraria6:

La evolución de la garantía de inconstitucionalidad en el Paraguay puede


decirse que ha sido históricamente lenta, hasta llegar a la admisión de que se
considere inconstitucional una sentencia arbitraria. La Constitución paraguaya, no
hacía referencia a la impugnación de inconstitucionalidad, si bien su artículo 29
establecía que: “toda ley o decreto que esté en oposición a lo que dispone esta
Constitución, queda sin efecto y de ningún valor”. Sin embargo, no se instituía
órgano competente ni procedimiento para su declaración. Desde que entró en
vigencia pasó casi medio siglo, 48 años, para que la legislación positiva se ocupara de
ella. En efecto, sólo en 1918 fue sancionada la Ley Nº 325 (Ley Orgánica de los
Tribunales), que reconoció en forma expresa la posibilidad de una impugnación de
inconstitucionalidad y la competencia de la Corte Suprema de Justicia para
declararla. Curiosamente, esa impugnación debía hacerse por vía de la apelación y
nulidad de las sentencias definitivas de los Tribunales de Apelación recaídas en un
litigio en que se hubiese “cuestionado, desde la primera instancia, la validez de un

6
Sentencia Arbitraria. Análisis de la doctrina constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Daniel Mendonca – Josefina Sapena. Editorial
Intercontinental, págs. 7-17.

Página 18
Tratado, Ley, Decreto o Reglamento, bajo la pretensión de ser contrarios a la
Constitución, quedando excluidas de este recurso la interpretación o aplicación que
los Tribunales hicieren de los Códigos Civil, Penal, Comercial y Procesal” (artículo
44, inciso 2º). Así, pues, claramente, la única vía admitida era la de los recursos,
promovidos dentro de un juicio en trámite; con lo cual quedaba descartada la vía de la
acción: la Corte no podía pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de ningún
tratado, ley, decreto o reglamento si no se lo había impugnado como violatorio de la
Constitución desde la primera instancia y no había recaído en la cuestión sentencia
definitiva del Tribunal de alzada. Además, aparte de la singularidad del
procedimiento establecido, si bien era posible atacar instrumentos normativos de la
más alta jerarquía, se consagraba la intangibilidad de los códigos citados, que de ese
modo resultaban ubicados por encima de la Constitución, cualquiera fuese la
interpretación o aplicación que los Tribunales hiciesen de ellos.

La carta política de 1940, en su artículo 6, repitió casi literalmente la fórmula


de la Constitución de 180, sin referencia a la impugnación de inconstitucionalidad,
que quedó como siempre limitada al escasísimo uso que de ella se podía hacer en
virtud de la Ley Nº 325/18. Tuvo que transcurrir nuevamente medio siglo (49 años)
para que la garantía de inconstitucionalidad adquiera carta de ciudadanía en nuestro
derecho, bajo la forma de una excepción propiamente dicha, por una parte y, además,
bajo la forma de una acción autónoma. Lo cual ocurrió a través de la Constitución de
1967.

Para que un fallo sea inconstitucional no necesita siquiera fundarse en la ley,


decreto o reglamento u ordenanza viciado. Ella misma puede serlo cuando, sin
fundarse en norma inconstitucional alguna, ataca directamente un principio
fundamental, como lo es el caso del que dicta un tribunal inferior pronunciándose
sobre materia constitucional, ya que, al no estar facultado para hacerlo, viola el

Página 19
principio de competencia establecido por la Constitución exclusivamente a favor de
la Corte. Lo es también el caso de la sentencia que viola de modo flagrante la garantía
constitucional del “debido proceso” o la defensa en juicio, o el caso de un tribunal
militar que se pronuncia sobre un delito común, etc.

A partir de la Constitución de 1967 fue admitido por la doctrina y por la


jurisprudencia que las sentencias, en su sentido lato, pueden ser atacadas por
inconstitucionales, ya que se trate de inconstitucionalidad directa, porque son
contrarias a la Constitución en sí mismas o indirecta por fundarse en instrumento
normativo contrario a la Constitución.

El acto decisivo lo realizó la Constitución de 1992, ya que no sólo ratificó la


categoría constitucional de la garantía de inconstitucionalidad sino que, recogiendo
los antecedentes doctrinarios, jurisprudenciales y de la legislación común,
expresamente consagró la impugnación de las resoluciones judiciales por esta vía.

El 17 de mayo de 1985, la Corte dio un giro radical al respecto y dictó la S.D.


Nº 107, que constituyó un acontecimiento de suma importancia jurídica en nuestro
país, porque admitió la existencia de sentencias arbitrarias. Doctrina que confirmo
con la SD Nº 166, del 18 de julio del mismo año, con el voto unánime de sus
miembros. Así, pues, se cerró el círculo relativo a la inconstitucionalidad en el
derecho paraguayo, con una innovación doblemente significativa, porque la Corte
dejó de sostener su propia limitación al respecto, como también la improcedencia del
medio de impugnación.

Es el artículo 256 de la CN (que ordena que toda sentencia judicial este


fundada en la Constitución y en la ley) es la que ha servido de base a la Corte

Página 20
Suprema para sustentar la doctrina de la inconstitucionalidad de sentencias judiciales
por arbitrariedad.

4. Sentencias Arbitrarias:

4.1. Sentencias Arbitrarias desde el punto de vista de la fundamentación:

Ellas pueden ser relativas al objeto del fallo cuando omiten decidir las
cuestiones planteadas o cuando deciden cuestiones no planteadas.

También pueden ser relativas al fundamento del fallo cuando:

1. Relativas a los fundamentos normativos:

 Soslayan las disposiciones aplicables al caso


 Aplican disposiciones legales inaplicables al caso
 Fallan sobre la base del mero capricho o la voluntad de los juzgadores
 Ofrecen como fundamento meras afirmaciones dogmáticas
 Incurren en auto contradicción
 Interpretan la ley de manera arbitraria, distorsionada o equivocada
 Proceden con injustificado rigor formal

2. Relativas a los fundamentos fácticos

 Prescinde de la prueba decisiva


 Falla sobre la base de prueba inexistente
 Falla sobre la base de prueba insuficiente
 Contradice prueba producida o constancia de autos
 Valora la prueba de manera deficiente
 Desprecia la verdad

También se puede dar la arbitrariedad con respecto al fallo cuando se obvian


las consecuencias del mismo.

Como en el presente trabajo se analiza la fundamentación de la sentencia cabe


realizar una conceptualización respecto a las causales de arbitrariedad que hacen a la
fundamentación en las dos vertientes señaladas.
Página 21
4.1.1. Relativas a los fundamentos normativos:

 Soslayan las disposiciones aplicables al caso: Se da cuando el juzgador no


observa la disposición legal directamente aplicable al caso, con lo que
transgrede el sistema jurídico convirtiéndola en arbitraria y consecuentemente
inválido. Ejemplo: “El vicio de la inconstitucionalidad que invalida la
resolución recurrida consiste en el apartamiento de la ley, claramente aplicable
al caso (…) transgrediendo en consecuencia el artículo 256 de la Constitución
Nacional”. (Voto del Doctor Raúl Sapena Brugada, S.D. Nº 400/00).

 Aplican disposiciones legales inaplicables al caso: Estas sentencias se fundan


en normas que no se compadecen o no guardan relación con los hechos
sometidos al poder jurisdiccional. Consecuentemente carecen de validez
Ejemplo: “Por tanto, el Tribunal de alzada al emitir su decisión de acuerdo a la
citada disposición legal, se apartó del tema que fue sometido a su
consideración, pues la norma aplicada (artículo 8 de la Ley Nº 1444/99)
contempla una situación especial que no es la de autos, por lo que corresponde
declarar el fallo impugnado como acto jurisdiccional inválido.

 Fallan sobre la base del mero capricho o la voluntad de los juzgadores: Se


da cuando los juzgadores se apartan ostensiblemente de lo dispuesto por
cualquier norma aplicable o inaplicable al caso sosteniendo su resolución en su
razonamiento apartado de las disposiciones legales por lo que no puede
considerarse de que la misma responda a una fundamentación legal. Ejemplo:
(…) Que, por lo expuesto, considero que la resolución cuestionada no halla
ajustada a las constancias procesales ni a la leu. Los argumentos esgrimidos
por los juzgadores obedecen sólo a su capricho y voluntad, razón por la cual la
misma se halla dentro del marco de las resoluciones llamadas como arbitrarias,
además de violatoria del principio constitucional del debido proceso,
consagrado por el artículo 256 de la Constitución Nacional”. (Voto de Doctor
Antonio Fretes, S.D. Nº 1358/04).

 Ofrecen como fundamento meras afirmaciones dogmáticas: Las


resoluciones de este tipo no realizan ningún análisis propio de los hechos ni del
derecho sometido a su consideración, limitándose a la transcripción de análisis
y razonamientos de especialistas del derecho que realizan afirmaciones
abstractas aplicables a casos generales y no al caso especifico en cuestión.
Página 22
Ejemplo: “De los autos traídos a la vista de esta Corte para su estudio y de la
lectura de la resolución atacada por esta vía, se advierte la violación de
garantías de orden constitucional. El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrado
considera que el Magistrado enjuiciado y removido de su cargo “incurrió en un
error grave” y “en una serie de irregularidades”. El fallo en cuestión es
arbitrario, en razón de que no identifica y mucho menos aparecen comprobados
cuales son específicamente los errores o irregularidades en las que habría
incurrido el Magistrado. No debemos perder de vista que jurisprudencialmente
se tiene establecido que una sentencia es arbitraria cuando se sustenta en
afirmaciones dogmáticas o en fundamentos sólo aparentes (…). (Voto del
Doctor José Altamirano, S.D. Nº 1097/05).

 Incurren en auto contradicción: El juzgador realiza afirmaciones que


analizadas en forma conjunta se auto excluyen por lo que ninguna de ellas
puede ser considera válida en este contexto. Ejemplo: “Debe señalarse en
primer lugar que el Tribunal de Apelación no debió dar trámite a un recurso de
nulidad si no se trataba de una resolución dictada con violación de la forma o
solemnidades que prescribe las leyes (artículo 404 C.P.C). En el caso, el
Tribunal afirmó que la sentencia apelada no denota vicios determinados que
merezcan ser subsanados y que no, habiéndose aplicado el texto de la ley en
forma clara y concreta, corresponde declarar la nulidad del auto interlocutorio
en estudio, incurriendo en una contradicción abierta al citar a renglón seguido
el artículo 404 del Código de forma para fundamentar su decisión de anularla”.
(Voto del Doctor Luís Lezcano Claude, S.D. Nº 613/02).

 Interpretan la ley de manera arbitraria, distorsionada o equivocada: Este


tipo de resoluciones contienen vicios del razonamiento pues, si bien cita
disposiciones legales las mismas son interpretadas en violación de las
formalidades de la estructura del pensamiento lógico. Ejemplo: “La resolución
dictada por el Tribunal también es errónea y distorsionada al igual que la
dictada en la instancia anterior, por no ajustarse a derecho y,
consecuentemente, viola los preceptos constitucionales del debido proceso
(artículo 256 C.N.), así como reúnen todas las características de ser
resoluciones arbitrarias por haberse apartado del razonamiento lógico en la
interpretación de las normas aplicables al respecto”. (Voto del Doctor Carlos
Fernández Gadea, S.D. Nº 539/02).

Página 23
 Proceden con injustificado rigor formal: Toda resolución judicial tiene como
fin la concreción de la justicia, consecuentemente aferrarse a un exceso formal
en detrimento del objeto principal de la administración de justicia es
considerada como arbitrario, tanto por la doctrina como por la jurisprudencia.
Ejemplo: “No ha justificativos para la decisión del Ad Quem. Los miembros
del Tribunal se han dejado llevar por un exceso ritual manifiesto, causal de
arbitrariedad reconocida por la doctrina y jurisprudencia, que conduce a la
indefensión del agraviado, por la entronización de las formas en detrimento de
la justicia”. (Voto del Doctor Luís Lezcano Claude, S.D. Nº 230/02).

4.1.2. Relativas a los fundamentos fácticos:

 Prescinde de la prueba decisiva: El juzgador debe analizar el conjunto de


pruebas sometidas a su consideración, valorando aquellas que guardan estrecha
relación con el objeto a ser verificado, no pudiendo apartarse de ellas sin dar
una razón que justifique su prescindencia. Ejemplo: “Del examen de las
constancias procesales y la lectura de la resolución impugnada, se advierte que
los jueces Ad Quem omitieron considerar objetivamente los hechos y la
confrontación de las pruebas arrimadas por las partes para obtener la verdad
jurídica (…)

(…) Los magistrados intervinientes han hecho prevalecer su criterio personal


sobre lo que expresamente establece el Código de forma en relación con el
tema sometido a consideración en la instancia inferior, al realizar un análisis
parcial y aislado de todas las probanzas arrimadas al proceso. Este modo de
resolver viola la disposición legal prevista en los artículos 16, 17 y 256 de
nuestra Ley Fundamental”. (Voto del Doctor Víctor Núñez, S.D. Nº 663/05).

 Falla sobre la base de prueba inexistente: Aquellas sentencias que basen su


conclusión en pruebas que no fueron producidas en juicio deben ser
consideradas ilegítimas puesto que la misma se encuentra sujeta en forma
insoslayable a los hechos expuestos en juicio por los medios y en la forma
prescripta por la ley procesal. Ejemplo: “En conclusión, los extremos argüidos
por la parte actora no fueron probados en las instancias ordinarias, por lo que
tornaron arbitrarias a las resoluciones de los juzgadores inferiores, al apartarse
los mismos de las constancias del expediente y al no basar sus decisiones en
Página 24
criterios razonables a la luz del derecho vigente”. (Voto del Doctor José
Altamirano, S.D. Nº 733/05).

 Falla sobre la base de prueba insuficiente: El cúmulo probatorio debe ser


capaz de sustentar la afirmación contenida en una sentencia judicial, puesto
que todo el sistema procesal se establece a los efectos de la determinación de
un hecho y su consecuencia legal, por lo que un fallo que no contenga un
sustento fáctico suficiente no puede tener validez legal. Ejemplo: “No cabe
duda de que las sentencias aquí dictadas se resienten del vicio de arbitrariedad,
por la sencilla razón de que no se fundan en probanzas que, de manera firme,
categórica y asertiva, concluyan en la demostración de la culpabilidad de los
procesados (…) Una atenta lectura de ellas conduce a la conclusión de que
aquí, antes que jugar la institución constitucional de la presunción de
inocencia, ha jugado un criterio inconstitucional e inverso: la presunción de
culpabilidad de los procesados” (Voto del Doctor Víctor Núñez, S.D. Nº
402/05).

 Contradice prueba producida o constancia de autos: Cuando en una


sentencia los argumentos en los que se basa el juzgador, no se encuentran
reflejados en el proceso a través de las pruebas producidas, la misma carece de
sustento fáctico que posibilite la aplicación de la norma utilizada en ésta.
Ejemplo: “La lectura de los autos principales permite apreciar que la sentencia
dictada por el A Quo prácticamente carece de fundamentación. El único
argumento contenido en su considerando contradice las constancias de autos,
pues no es cierto que la demandada no hay ofrecido pruebas en defensa de sus
derechos. Es decir, nos hallamos ante una sentencia arbitraria por falta de
motivación y fundada en una interpretación caprichosa de las constancias de
auto.

El fallo del Tribunal de Apelación está afectado de arbitrariedad. Los


argumentos expuestos por los magistrados son superfluos e insuficientes, por
lo que la decisión adoptada no puede ser considerada como un
pronunciamiento judicial válido (…) En conclusión, considero que el derecho a
la defensa en juicio y el debido proceso no fueron respetados en el presente
caso. El hecho de no haberse abierto la causa a prueba, así como la deficiente
fundamentación que caracteriza a las sentencias atacadas por esta vía,

Página 25
demuestran la arbitrariedad de las mismas”. (Voto del Doctor Luís Lezcano
Claude, S.D. Nº 323/00).

 Valora la prueba de manera deficiente: Este modo de arbitrariedad puede ser


observado dentro del sistema procesal penal en los casos de violación de las
reglas de la sana crítica, cuando el juzgador valora las pruebas producidas
apartándose de los criterios establecidos como parámetros de análisis y
evaluación del valor jurídico de ellas. Ejemplo: “De acuerdo a las
consideraciones precedentes, opino que la resolución impugnada se encuentra
dentro del espectro de la arbitrariedad, en razón de que los juzgadores
valoraron las pruebas fuera de los criterios de la sana critica, dándole un valor
que traspasa los límites de la razonabilidad (…) En estas condiciones, la
sentencia mencionada debe declararse nula e inaplicable por ser arbitraria e
inconstitucional (artículo 256 C.N.) “. (Voto del Doctor Luís Lezcano Claude,
S.D. Nº 857/02).

 Desprecia la verdad: Las resoluciones que se apartan de la verdad objetiva


construyendo un análisis fuera de la realidad con un razonamiento meramente
formal, se constituyen en sentencias arbitrarias por anatonomasia7, pues
desprecian todos los principios y valores en los que se sustenta el sistema
jurídico. Ejemplo: “La sentencia que me parece francamente inconstitucional,
en el sentido más clásico de la palabra (el de la antigua doctrina de la sentencia
arbitraria) es la de la Segunda Instancia, (…) en la que el magistrado se limita a
relatar el expediente, (…) excusándose de no hacer un mayor esfuerzo por la
búsqueda de la verdad (…) Me parece un imperdonable desprecio al principio
de la verdad (…)”. (Voto del Doctor Raúl Sapena Brugada, S.D. Nº 789/02).

7
Glosario.

Página 26
CAPITULO II
LA RESOLUCION JUDICIAL

Página 27
1. La Resolución Judicial:

Cualquier actividad humana especializada a nivel profesional realizada


cotidianamente genera en el lenguaje técnico conceptos comprendidos
restringidamente. En el campo del Derecho los jueces utilizan ese lenguaje técnico
para expresar sus decisiones, que a diferencia de otras ciencias se dirigen a un
universo amplio de la sociedad, es decir, versan sobre cuestiones de familias,
sucesiones, delitos, etc.

El art. 124 del CPP establece: “Los jueces dictarán sus resoluciones en forma
de providencias, autos interlocutorios y sentencias definitivas. Las sentencias
definitivas serán dictadas inmediatamente luego del juicio oral y público o en el caso
del procedimiento abreviado. Serán requisitos esenciales de toda resolución judicial
el lugar y fecha en que se dictó y la firma de los jueces intervinientes”.

El modo normal de terminación de todo proceso es el pronunciamiento de la


sentencia definitiva, que constituye el acto mediante el cual el juez o tribunal decide
el mérito de la pretensión, y cuyos efectos trascienden al proceso en que fue dictada,
pues lo decidido por ella no puede ser objeto de revisión en ningún otro proceso (cosa
juzgada)8.

8 Alsina, Hugo Tratado. IV, pág. 53; Briseno Sierra, Derecho procesal, IV, pág. 545; Caravantes, Tratado, II, pág. 265: Colombo. Código, II, pág. 7;
Couture, Fundamentos, pág. 277; Devis Echandía, Nociones generales, pág. 525; Fassi-Yanez, Código, I, pág. 758: Gorphe, Las resoluciones
judiciales, Buenos Aires, 1953, Ejea; Guasp, Derecho procesal civil, I, pág. 510; Kish, Elementos, pág. 249; Morello-Sosa-Berizonce, Códigos, II-
C, pág. 3; Palacio, Derecho procesal civil, V, pág. 10; Estudio, pág. 175; Palacio-Alvarado Velloso, Código, IV, pág. 372; Podetti, Tratado de los
actos procesales, pág. 406. Manual de Derecho Procesal Civil, Lino Enrique Palacio, pág. 328.
Página 28
La misma puede ser entendida como el acto procesal conclusivo mediante el
cual el órgano jurisdiccional resuelve la causa, sea que juzgue sobre el fondo del
asunto, sea que lo haga sobre cuestiones previas que puedan impedir un juicio sobre
el fondo.

El tribunal por medio de las sentencias debe dar respuestas a las cuestiones que
los litigantes han planteado, a los argumentos y razones que ellos le han sometido a
consideración y decisión.

Los requisitos extrínsecos constituyen un mínimo legal del acto jurisdiccional,


pudiendo existir otras formas de estructuración, redacción, estilo y consideraciones
que vuelquen en el papel lo sucedido en el debate de las partes y la deliberación del
tribunal. La deliberación concluye con una toma de decisión que se transcribe en el
“resuelve” de la sentencia, todo lo cual es a su vez el reflejo de lo sucedido en el
debate, más la asignación de valor jurídico que el tribunal le ha impreso al caso penal
conocido en juicio, lo cual debe ser fundamentado bajo pena de nulidad.

2. ¿Qué es una sentencia?

Según Alberto Binder, la sentencia es el acto judicial por excelencia que


determina o construye la solución jurídica para los hechos, solucionando o
redefiniendo el conflicto social de base, que es reinstalado de un modo nuevo en el
seno de la sociedad.

El diccionario de la real academia de la lengua española define la sentencia


como: “aquella en que el juzgador, concluido el juicio, resuelve finalmente sobre el
asunto principal, declarando, condenando o absolviendo9”.

9
http://lema.rae.es
Página 29
Roxin10 conceptualiza la sentencia sin eufemismos: “La sentencia es la
decisión que pone fin a la instancia”.

Según Cafferata Nores es el “acto de voluntad razonado del tribunal de juicio,


emitido luego del debate oral y público, que habiendo asegurado la defensa material
del acusado, recibido las pruebas ofrecidas con la presencia continua de las partes,
sus defensores y el fiscal y escuchado los alegatos de estos últimos, resuelve
imparcial, motivada y definitivamente sobre el fundamento de la acusación y las
demás cuestiones que hayan sido objeto del juicio, condenando o absolviendo al
acusado.”

10
Abogado y jurista alemán destacado por su labor en el ámbito del Derecho Penal, Procesal Penal y Teoría del Derecho. Además vale como uno de
los penalistas de mayor influencia en la tradición romano-germánica, lo que le ha hecho acreedor de casi una veintena de Doctorados Honoris
Causa y reconocimientos académicos como la orden Raimundo Peñafort en España.
Roxin, Claus, “Derecho Procesal Penal”, tomo II, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2008, pág. 119.

Página 30
CAPITULO III

LA SENTENCIA PENAL

Página 31
1. La sentencia penal:

La sentencia es una especie dentro del género de las resoluciones judiciales, y


al ser una resolución que pone término al proceso debe contener una serie de
requisitos que se agregan a los propios de todo acto procesal, idioma, fecha, espacio y
tiempo de cumplimiento, firma, etc.

Ya Lino Enrique Palacio, comenta que las sentencias deben de contener como
requisito fundamentos; ello significa que deben apoyarse en los hechos
controvertidos en el respectivo incidente y en las normas jurídicas que los rigen,
respetando la jerarquía de las normas vigentes y el principio de congruencia11.

Para Alfredo Rocco12 la sentencia es "el acto por el cual el Estado, por medio
del órgano de la jurisdicción destinado para ello, aplicando la norma al caso concreto,
indica aquellas normas jurídicas que el derecho concede a un determinado interés".

2. Requisitos de la sentencia penal:

Nuestro actual Código Procesal Penal, vigente establece que la sentencia13 se


pronunciará en nombre de la República del Paraguay y contendrá:
a. La mención del tribunal, lugar y fecha en que se ha dictado, los datos
personales de los jueces y las partes, los datos personales del imputado y la
enunciación del hecho que ha sido objeto del juicio;

11 Manual de Derecho Procesal Civil, Lino Enrique Palacio, pág. 331.


12 Nacido en Nápoles, como economista y político Rocco desarrolló el concepto y los principios de la teoría económica y política del corporativismo,
que luego pasaría a formar parte integrante de la ideología del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini. Fue de los primeros en el gobierno
fascista en reconocer la insuficiencia de la Ley de Garantías y en proponer un tratado o concordato de igual a igual entre el Reino de Italia y
la Santa Sede, idea que acabaría concretándose en los Pactos de Letrán de 1929. Desempeñó el cargo de Ministro de Justicia durante ocho años,
desde 1925 hasta 1932, firmando el Código Penal (conocido como "Codice Rocco", todavía vigente en Italia aunque ha sido objeto de varias
reforma) y el Código de Procedimiento Penal de 1930.
13
Art. 398 del CPP, como se mencionó en el apartado anterior este artículo se encuentra en concordancia con el art. 403 del CPP.
Página 32
b. El voto de los jueces sobre cada una de las cuestiones planteadas en la
deliberación, con exposición de los motivos de hecho y de derecho en que los
fundan;
c. La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el tribunal estima
acreditado;
d. La parte dispositiva con mención de las normas aplicables, las costas ;y,
e. La firma de los jueces.

El tribunal extiende su competencia para construir su voluntad jurisdiccional:

 Fácticamente, hasta donde la acusación lo determina (primera cuestión).


 Jurídicamente, sin otro límite para la calificación legal que el propio criterio
(segunda cuestión)14.
 Para imponer una pena (tercera cuestión). Es así que: “Por el sistema
acusatorio en que se inspira nuestra legislación procesal penal, el tribunal
puede aplicar sanciones más graves o distintas a las solicitadas15”.

La estructura que regularmente asume la sentencia penal es:


 Los hechos.
 Competencia del Tribunal.
 La Existencia del hecho punible.
 Si se halla probada la participación del acusado en el hecho.
 Si el acusado es reprochable.
 La sanción.

14
Rige el principio iura curia novit, según el cual el juez sabe el derecho, de modo tal que se pide a las partes que digan los hechos que el juez sabe
derecho, lo cual excluye, por cierto, la confutación jurídica (refutación de los argumentos de puro derecho), lo que eventualmente podrá ser
discutido por vía de casación, etapa en la que el principio rige limitadamente.
15
Art. 400 CPP.
Página 33
La sentencia será redactada en idioma castellano. Sin embargo, luego de su
pronunciamiento formal y lectura, el tribunal deberá ordenar, en todos los casos, que
el secretario o la persona que el tribunal indique, explique su contenido en idioma
guaraní16.

3. Fundamentación como garantía constitucional e instrumento de control de


la función jurisdiccional:

Nadie será privado de su libertad física o procesado, sino mediando las causas
y en las condiciones fijadas por esta Constitución y las leyes17.

El art. 247 de la CN expresa: “El Poder Judicial es el custodio de esta


Constitución. La interpuesta, la cumple y la hace cumplir. La administración de
justicia está a cargo del Poder Judicial, ejercido por la Corte Suprema de Justicia, por
los tribunales y por los juzgados, en la forma que establezcan esta Constitución y la
ley”.

Todos los Estados modernos tienen establecidos, en sus textos constitucionales


una serie de derechos a favor de las personas, nuestra Constitución no es ajena a ello
y en su art. 16, se establece: “La defensa en juicio de las personas y de sus derechos
es inviolable. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por tribunales y jueces,
independientes e imparciales”.

Esto se confirma con el art. 248 de la CN que reitera que: “Queda garantizada
la independencia del Poder Judicial” y el art. 256 de la CN que específicamente se
refiere a la forma de los juicios y manda que: “Toda sentencia judicial debe estar
fundada en ésta Constitución y en la ley”. Asimismo, “Toda sentencia judicial debe
estar fundada en esta Constitución y en la ley. La crítica a los fallos es libre”.

16
Art. 118 CPP.
17
Art. 11 CN.
Página 34
“Las sentencias definitivas y los autos interlocutorios contendrán una clara y
precisa fundamentación de la decisión.

La fundamentación expresará los motivos de hecho y de derecho en que se


basan las decisiones, así como la indicación del valor que se le ha otorgado a los
medios de prueba.

La simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de los


requerimientos de las partes no reemplazarán en ningún caso a la
fundamentación”18.

Los órganos del Estado se subordinan a los dictados de la ley, y las personas
que ejercen funciones al servicio del mismo están obligadas a prestar a la
administración de justicia toda la cooperación que ella requiera para el cumplimiento
de sus mandatos19.

El art. 403 del CPP en su Inc. 4 menciona que uno de los defectos de la
sentencia que habilita la apelación y la casación es que: “que carezca, sea insuficiente
o contradictoria la fundamentación de la mayoría del tribunal. Se entenderá que la
fundamentación es insuficiente cuando se utilicen formularios, afirmaciones
dogmáticas, frases rutinarias o se utilice, como fundamentación, el simple relato de
los hechos o cualquier otra forma de reemplazarla por relatos insustanciales. Se
entenderá que es contradictoria la fundamentación cuando no se han observado en el
fallo las reglas de la sana crítica, con respecto a medios o elementos probatorios de
valor decisivo”.

18
Art. 125 CPP.
19
Art. 257 CN.

Página 35
La motivación o fundamentación de una sentencia, para ser lógica, debe
responder a las referidas leyes que presiden el entendimiento humano. Deberá tener,
por tanto, la siguiente característica: “Coherente, es decir, constituida por un conjunto
de razonamientos armónicos entre sí, formulados sin violar los principios de
identidad, de contradicción y tercero excluido”.

Para ello debe ser:

 Congruente, en cuanto las afirmaciones, las declaraciones y las conclusiones


deben guardar adecuada correlación y concordancia entre ellas;

 No contradictoria, en el sentido de que no se empleen en el razonamiento


juicios contrastantes entre sí, que al oponerse se anulen;

 Inequívoca, de modo que los elementos del raciocinio no dejen lugar a dudas
sobre su alcance y significado, y sobre las conclusiones que determinan.

Todas estas exigencias, en realidad, vienen a reunirse, en la práctica, en la regla


de no contradictoriedad, que es la de más habitual aplicación. La contradicción se
produce toda vez que dos juicios se anulan entre sí, por haberse violado los principios
de identidad, de contradicción o de tercero excluido.

La motivación o fundamentación es contradictoria, enseña Sabatibi, cuando


niega un hecho o se declara inaplicable un principio de derecho, o viceversa, y
después se afirma otro que en la precedente motivación estaba explícita o
implícitamente negado, o bien se aplica un distinto principio de derecho”.

Página 36
“El vicio se presenta toda vez que existe un contraste entre los motivos que se
aducen, o entre éstos y la parte resolutiva, de modo que, oponiéndose, se destruyen
recíprocamente y nada queda de la idea que se quiso expresar, resultando la sentencia
privada de motivación.”20

20
De la Rúa, Fernando. “La Casación Penal” (Edic. Nepalma – 2000) Págs. 156-157.

Página 37
CAPITULO IV

EL PROCESO INQUISITIVO O SUBSTANCIALISMO PENAL Y


EL GARANTISMO O COGNOCITIVISMO PENAL

Página 38
1. Sistema Acusatorio:

El Sistema Acusatorio es originario de Grecia, fue adoptado y desarrollado por


los romanos. En un principio corresponde a la concepción privada del Derecho penal,
en cuanto el castigo del culpable es un derecho del ofendido, quien puede ejercitar su
derecho o abandonarlo; si lo ejercita, el castigo y el resarcimiento del daño se
tramitan en un mismo procedimiento, sin que haya distinción entre procedimiento
penal y procedimiento civil. Se basaba este sistema en los siguientes principios
básicos:

a. Facultad de acusar de todo ciudadano.

b. Necesidad de que alguien distinto al Juez formule acusación para que pueda
existir un juicio.

c. El Juez no procede "ex oficio".

d. Quien juzga es una Asamblea o Jurado popular.

e. El de libertad personal del acusado hasta que exista sentencia condenatoria.

f. El de igualdad absoluta de derechos y deberes entre acusador y acusado.

g. El de que el Juzgador limite su juicio a los hechos alegados y probados.

2. Sistema Inquisitivo:

El sistema inquisitivo tiene su origen en el procedimiento cognitivo extra


ordinem, el cual se practicó en la Roma Imperial. Quizás el principal motivo que
contribuyo al surgimiento de este sistema, además de la instauración de un régimen
despótico, fue la inactividad de los particulares para acusar y perseguir el delito. Esta
situación determinó en gran medida que muchos delitos quedaran impunes.

Página 39
La acción penal estaba en manos de la misma persona que ostentaba la
capacidad de juzgar, el inquisidor; la acción penal era ejercida en virtud de una
denuncia secreta. El acusado se convertía en mero objeto de investigación, sin
derecho a defensa. No es de extrañar, en tal contexto, que medidas
preventivas como la detención y la incomunicación se constituyesen en la regla,
mientras que la libertad era la excepción.

El procedimiento estaba basado en una investigación secreta21 (delación),


caracterizada por ser escrita, discontinuada, con falta de debate, y con
delegación. Seguía a ella una información secreta que comprendía, incluso,
el interrogatorio del imputado, quien, sino estaba preso, era citado hasta
tres veces, y si no comparecía, se procedía en contumacia, sin su defensa,
con la sola garantía del inquisidor que destacaba las circunstancias
favorables a él.

Todos estos rasgos configuran lo que Maier denomina "método para


alcanzar fines políticos claramente definidos". I mp e r a b a e l s i s t e ma d e
v a l o r a c i ó n l e g a l d e l a p r u e b a , e s d e c i r , q u e l a mi s ma l e y c o n c e d í a
e f i c a c i a probatoria a materiales elementos de prueba de manera previa, a priori. En
este sentido, un rasgo que hay que remarcar es la suerte de motor que
impulsaba este sistema en materia probatoria y que constituía la base de la
acusación. Nos referimos a la presencia de indicios, (en el peor de los casos
rumores) que bastaban para poner en marcha todo el aparato estatal en pos de
restablecer el orden social. Es decir, las condiciones de acusación se centraban en
la mal llamada prueba semiplena. La recepción de la prueba seguía las reglas del
proceso acusatorio, pero la contestación de la acusación no existía y asumía la forma
del interrogatorio al acusado.

21
Se conocía como bocas de la verdad o bocas de león, los buzones instalados en lugares estratégicos para recibir información anónima.

Página 40
La sentencia era susceptible de ser recurrida, en virtud de la delegación de
facultades jurisdiccionales. Así es como surge el efecto devolutivo de los recursos, y
la organización jerárquica de los tribunales.

3. Características del Proceso Inquisitivo:

a. En este sistema el juzgador es un técnico.

b. Durante el curso del proceso, el acusado es segregado de la sociedad, mediante


la institución denominada prisión preventiva.

c. El juzgador es un funcionario designado por autoridad pública.

d. El juzgador representa al Estado y es superior a las partes. Aunque el ofendido


se desistiera, el proceso debe continuar hasta su término.

e. El juez tiene iniciativa propia y poderes discrecionales para investigar. La


prueba, en cuanto a su ubicación, recepción y valoración, es facultad exclusiva
del juez.

f. Se otorga un valor a la confesión del reo, llamada la reina de las pruebas.

g. El juez no llega a una condena si no ha obtenido una completa


confesión, la cual más de una vez se cumplió utilizando los métodos de la
tortura. No existe conflicto entre las partes, sino que obedece a una indagación
técnica por lo que esta decisión es susceptible de apelación. Todos los actos
eran secretos y escritos. El acusado no conoce el proceso hasta que la
investigación no esté afinada.

h. El juez no está sujeto a recusación de las partes.

i. La decisión no se adopta sobre la base del convencimiento moral, sino de


conformidad con el sistema de pruebas legales.

Página 41
4. El Garantismo Penal:

Los principios sobre los cuales se funda el modelo garantista clásico son: la
legalidad, la materialidad y lesividad de los delitos, la responsabilidad personal, el
juicio oral y contradictorio entre partes y la presunción de inocencia, que en gran
parte son el fruto de la tradición jurídica ilustrada y liberal. Los beneficios que se
entreveran en esta tradición, son muchos y distintos: las doctrinas de los derechos
naturales, las teorías contractualistas, la filosofía racionalista y empirista, las
doctrinas políticas de separación de poderes y de la supremacía de la ley, el
positivismo jurídico y las concepciones utilitaristas del derecho y de la pena.

En nuestro procedimiento penal los principios son: juicio previo, juez natural,
independencia e imparcialidad, principio de inocencia, duda, inviolabilidad de la
defensa, intérprete, único proceso, igualdad de oportunidades procesales e
interpretación.

El principio de estricta legalidad se propone excluir las convenciones penales


arbitrarias y discriminatorias referidas no a hechos sino a personas con carácter
constitutivo antes que regulativo de lo que es punible, como por ejemplo lo eran las
normas terribles de ordenamientos pasados que perseguían a brujas, judíos, herejes,
etc. Aplicando el derecho penal sin distinción recientemente elaborada por la teoría
general del derecho, el principio de estricta legalidad no admite normas constitutivas,
sino solo normas regulativas de la desviación punible; por tanto, no normas que crean
o constituyen ipso iure las situaciones de desviación sin prescribir nada, sino solo las
reglas de comportamiento que establecen una prohibición, es decir una modalidad
deóntica cuyo contenido no puede ser más que una acción respecto que sea
aléticamente posible la omisión como la comisión, una exigible y la otra no forzosa
y, por tanto, imputable a la culpa o responsabilidad de su autor22.

22
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, Editorial Trotta, pág. 34.

Página 42
5. El Sistema Acusatorio o Mixto:

Fruto de las nuevas ideas filosóficas, como reacción ante las denuncias
secretas, las confesiones forzadas y la tortura, surge en Francia un nuevo sistema
procesal penal que respeta el derecho de todo ciudadano a ser juzgado públicamente
en un proceso contradictorio, pero conservando un elemento del sistema anterior, el
de la acusación oficial, encargada a funcionarios que de modo permanente suplan la
carencia de acusadores particulares, con lo que nace el Ministerio Fiscal, que es
órgano independiente de los juzgadores, representante de la ley y de la sociedad. Se
conserva una fase de investigación secreta, escrita y no contradictoria, que a
diferencia del sistema inquisitivo no sirve de base a la sentencia, sino a la acusación.

La sentencia sólo puede basarse en las pruebas practicadas en el juicio.


Por esa mezcla de caracteres se le denomina sistema mixto y se caracteriza porque el
poder estatal no abandona a la iniciativa de los particulares la investigación y la
persecución de los delitos, pero el Estado, en cuanto juzga, no investiga y persigue,
porque se convertiría en parte, y con ello peligraría la objetividad de su juicio. Los
principios en que descansa este sistema son:

a. La separación de la función de investigación y acusación y la función de


juzgar.

b. Para que haya juicio es preciso que exista acusación y la función de acusar
corresponde, no siempre en exclusiva, a órganos públicos especiales.

c. Del resultado de la instrucción depende que haya acusación y juicio, pero el


juzgador ha de basarse en las pruebas del juicio oral.

d. El acto del juicio es oral, público y confrontativo, y se rige por el principio de


inmediación, dependiendo la sentencia de la apreciación por el Juez, no
sometida a regla alguna.
Página 43
e. Según el modelo francés, la sentencia se da mediante una cooperación de
Magistrados y Jurados.

Dado que la función del Estado es cuidar la vigencia del ordenamiento legal,
concede a una de sus expresiones más auténticas, el Poder Judicial, la función de
cuidar la ley, entendiéndola en su sentido general. Sin embargo, dado que el juez es la
persona u órgano que instrumenta el cumplimiento de la ley por parte de los
ciudadanos, es indispensable que el Estado cuente con un medio de asegurar que los
jueces cumplan con su función, es decir, que apliquen correctamente la ley. Ésta es la
función nomofiláctica del Estado23.

6. Cognoscitivismo procesal y estricta jurisdiccionalidad:

El segundo elemento de la epistemología garantista, conectado al primero


como su condición de efectividad pero a menudo descuidado, es el cognoscitivismo
procesal en la determinación concreta de la desviación punible. Este requisito afecta,
naturalmente, a aquella única parte de los pronunciamientos jurisdiccionales que
viene constituida por sus motivaciones, es decir, por las razones de hecho y de
derecho acogidas para su justificación. Tal requisito viene asegurado por lo que
Ferrajoli llama principio de estricta jurisdiccionalidad, que a su vez exige dos
condiciones: la verificabilidad o refutabilidad de las hipótesis acusatorias en virtud
de su carácter afirmativo y su prueba empírica en virtud de procedimientos que
permitan tanto la verificación como la refutación.

23
www.derechoycambiosocial.com
Art. 125 en concordancia con el art. 403 y 478 Inc. 3 del CPP: “Cuando la sentencia o el auto sea manifiestamente infundado”.
Página 44
7. Dimensiones del poder judicial:

El juez o tribunal por arriba inserta los hechos y por abajo sacan las sentencias.
La idea de un perfecto silogismo judicial que permita la verificación absoluta de los
hechos legalmente punibles corresponde, a una ilusión metafísica: en efecto, tanto las
condiciones de uso del término “verdadero” como los criterios de aceptación de la
“verdad” en el proceso exigen inevitablemente decisiones dotadas de márgenes más o
menos amplios de discrecionalidad. En la actividad judicial existen espacios de poder
específicos y en parte insuprimibles que es tarea del análisis filosófico distinguir y
explicar para permitir su reducción y control. Los tipos de poder judicial son:

a. Poder de denotación, de interpretación o de verificación jurídica.

b. Poder de comprobación probatoria o de verificación fáctica

c. Poder de connotación o de compresión equitativa

d. Poder de disposición o de valoración ético-político.

En primer lugar, la interpretación de la ley, como hoy es pacíficamente


admitido, no es nunca una actividad solamente recognoscitiva, sino que siempre es el
fruto de una elección práctica respecto de hipótesis interpretativas alternativas.

En segundo lugar, también la verificación fáctica de una afirmación judicial, al


igual que la de cualquier aserción empírica, exige decisiones argumentadas. La
prueba empírica de los hechos penalmente relevantes no es en realidad una actividad
solamente cognoscitiva, sino que siempre forma la conclusión más o menos probable
de un procedimiento inductivo cuya aceptación es a su vez un acto práctico que
expresa un poder de elección respecto de hipótesis explicativas alternativas.

Página 45
En tercer lugar el juez, además de comprobar los hechos denotados por la ley
como presupuestos de la pena, debe discernir las relaciones concretas que convierten
a cada hecho en distinto de los demás, por mucho que estos pertenezcan al mismo
género jurídico. Tales connotaciones nunca son legalmente predeterminables del
todo, pues en gran parte vienen remitidas a la equidad del juez, que es una función
cognoscitiva que sin embargo incluye una actividad valorativa.

En el plano axiológico, por lo demás, el modelo penal garantista, al tener la


función de delimitar el poder punitivo del estado mediante la exclusión de los
castigos extra o ultra legem, no es en absoluto incompatible con la presencia de
momentos valorativos cuando estos, en vez de dirigirse a penalizar al reo mas allá de
los delitos cometidos, sirven para excluir su responsabilidad o para atenuar las penas
conforme a las especificas y singulares circunstancias en las que los hechos
comprobados se han verificado. De ahí sigue que no solo es extraña sino incluso
incompatible con la epistemología garantista ideológica de la aplicación de la ley
expresada en la célebre frase de Montesquieu “los jueces de la nación no son, como
hemos dicho, más que la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados,
que no pueden moderar ni la fuerza ni el rigor de las leyes24”.

En cuarto lugar, dado el nexo que une a la estricta jurisdiccionalidad con la


estricta legalidad, en la medida en que el modelo penal garantista no se satisface con
el plano legislativo, se abren en el plano judicial espacios inevitables de
discrecionalidad dispositiva que comprometen tanto el carácter cognoscitivo del
juicio como su sujeción solo a la ley. Dentro de estos espacios, el juez, aun cuando en
contraste con la naturaleza de su papel, no puede sustraerse a la responsabilidad
política de las elecciones y decisiones. Esta es la contradicción, nunca del todo
resoluble, que aflige a los fundamentos de legitimidad de la jurisdicción penal y sobre

24
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, Editorial Trotta, pág. 38.

Página 46
la cual se afana desde siempre la reflexión de la cultura liberal-garantista. Como
veremos en las dos dimensiones se mide el grado de irracionalidad jurídica y de la
ilegitimidad política de todo sistema penal.

Estos cuatro espacios de poder desmienten irremediablemente la versión


clásica del modelo penal garantista, confiriéndole un carácter utópico o, como se ha
dicho, ideal. Eso no impide que el modelo, convenientemente redefinido, pueda ser
satisfecho en una medida mayor o menor según las técnicas legislativas y judiciales
adoptadas. En realidad, hay que distinguir hasta que punto su inaplicación depende de
límites intrínsecos, como son los márgenes insuprimibles de opinabilidad en la
interpretación de la ley, en la argumentación de las pruebas en la valoración de la
especificidad de los hechos, y hasta que punto, en cambio, se debe a espacios
normativos de arbitrio evitables o reducibles y a lesiones de hecho en el terreno
judicial. Y esto requiere una reconstrucción analítica de la fenomenología del juicio
y, a partir de ella, una refundamentación teórica de la epistemología garantista y de
las técnicas legislativas y judiciales idóneas para satisfacerlas.

Podemos llamar poder de conocimiento a la suma de los tres primeros poderes


arriba enumerados: del poder de denotación jurídica, del poder de verificación fáctica
y del poder de connotación equitativa. El espacio dejado abierto al poder de
disposición es el producto patológico de desviaciones y disfunciones políticamente
injustificadas de los tres primeros tipos de poder; y que las garantías penales y
procesales representan precisamente aquel conjunto de técnicas de definición y de
comprobación de los presupuestos de la pena encaminadas a reducir todo lo posible el
poder judicial arbitrario y a satisfacer el modelo de manera siquiera sea parcial y
tendencial. Aun cuando su realización perfecta corresponda a una utopía liberal, el
modelo aquí delineado, una vez precisados sus límites y requisitos, puede acogerse,
pues, como parámetro y como fundamento de racionalidad de cualquier sistema penal
garantista.
Página 47
8. Decisionismo procesal y subjetivismo inquisitivo:

A la atenuación o disolución de la estricta legalidad se unen así las de la


estricta jurisdiccionalidad: es decir, una acentuación, hasta los límites de la
arbitrariedad, del poder de inquisición del juez, desvinculando criterios rígidos de
calificación penal. Y el juicio penal, degenera en juicio “sin verdad”: no motivado
por juicios de hecho, esto es, por aserciones verificables o refutables, sino por juicios
de valor, no verificables ni refutables porque por su naturaleza no son verdaderos ni
falsos; no basado en procedimientos cognoscitivos al menos tendencialmente y, por
ello, expuestos a controles objetivos y racionales, sino en decisiones discrecionales;
no realizado mediante reglas de juego como la carga de la prueba, sino confiado a la
sabiduría de los jueces y a la verdad sustancial que ellos poseen. Su fundamento es
exactamente inverso al propio del modelo garantista: sin una predeterminación
normativa precisa de los hechos que se han de comprobar, el juicio se remite en
realidad mucho más a la autoridad del juez que a la verificación empírica de los
supuestos típicos acusatorios.

9. Decisionismo procesal y subjetivismo acusatorio:

La verdad a la que se aspira es la llamada verdad sustancial o material, es decir,


una verdad absoluta y omnicomprensiva en orden a las personas investigadas. Esta
verdad no es obtenible mediante indagaciones inquisitivas ajenas al objeto procesal;
está condicionada en sí misma por el respeto a los procedimientos y las garantías de
la defensa. En suma, una verdad más controlada en cuanto al método de adquisición
pero más reducida en cuanto al contenido informativo debe estar corroborada por
pruebas recogidas a través de técnicas normativamente preestablecidas, de que es

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siempre una verdad solamente probable y opinable y de que en la duda, o a falta de
acusación o de pruebas formadas, prevalece la presunción de no culpabilidad25.

10. La reconstrucción conceptual de la verdad como correspondencia. Verdad


fáctica y verdad jurídica26:

Consideraremos solo la jurisdicción penal, donde el nexo exigido por el


principio de estricta legalidad entre la “validez” de la decisión y la verdad de la
motivación es más fuerte que en cualquier otro tipo de actividad judicial.

Suponiendo tal vez que dicho principio resulte satisfecho, lo que un juez penal
comprueba y declara como “verdadero” es decir, el tipo de proposición de la que es
predicable la verdad procesal, es que “Ticio ha (o no ha) cometido culpablemente tal
hecho denotado por la ley como delito”. Esta proposición puede ser descompuesta a
su vez en dos proposiciones (o juicios): una fáctica o de hecho y la otra jurídica o de
derecho. La primera es que “Ticio ha cometido culpablemente tal hecho, por ejemplo,
“ha ocasionado culpablemente a Cayo una herida curada en dos meses”; la segunda
es que tal hecho está denotado por la ley como delito. Ambas proposiciones se
llamarán “asertivas”, “empíricas” o “cognoscitivas” en el sentido de que y en la
medida en que es predicable su verdad o su falsedad (esto es, son verificables o
refutables) conforme a la investigación empírica. Precisamente, la verdad de la
primera es una verdad fáctica en cuando que es comprobable a través de la prueba del
acaecimiento del hecho y de su imputación al sujeto incriminado; la verdad de la
segunda es una verdad jurídica en cuanto que es comprobable a través de la
interpretación del significado de los enunciados normativos que califican al hecho
como delito. La comprobación de una de las proposiciones es una quaestio facti,
resoluble por vía inductiva conforme a los datos probatorios, mientras que la de la

25
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, Editorial Trotta, pág. 49.
26
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, Editorial Trotta, pág. 47.

Página 49
otra es una questio iuris, resoluble por la vía deductiva conforme al significado de las
palabras empleadas por la ley. El análisis del concepto de “verdad procesal”,
concluye consecuentemente en el de los conceptos ahora indicados de “verdad
fáctica” y de “verdad jurídica” en los que aquél puede ser descompuesto.

La verdad fáctica son los hechos ocurridos en la realidad y la verdad jurídica


las normas que hablan de ellos. Definen conjuntamente, la verdad procesal (o
formal). Por tanto, una proposición jurisdiccional se llamará (procesal o
formalmente) verdadera si, y si sólo así, es verdadera tanto fáctica como
jurídicamente.

11. Sus efectos en el principio de congruencia:

En toda investigación es necesaria que el hecho, objeto del proceso esté


típicamente descripto dentro de las normas jurídicas que las regulan y que sean
demostrables por medios de pruebas introducidas por las vías pertinentes e indicadas
por la ley en el tiempo oportuno.

1. Hecho: Es todo suceso que acontece en el mundo, desde el punto de vista


penal emana del hombre. Produce el efecto de dar nacimiento, modificar o
extinguir derechos u obligaciones.
2. Derecho: El derecho es el conjunto de leyes, resoluciones, reglamentos creadas
por un Estado, que pueden tener un carácter permanente y obligatorio de
acuerdo a la necesidad de cada una y que son de estricto cumplimiento por
todas las personas que habitan en esa comunidad para garantizar la buena
convivencia social entre estas y que la resolución de los conflictos de tipo
interpersonal.
3. Medios de Prueba: Son aquellos elementos, motivos o razón aportados al
proceso, por medios y procedimientos aceptados por la ley para llevar al Juez o
Tribunal al convencimiento o la certeza de los hechos.
Página 50
12. Violaciones al principio de congruencia:

1. Extra petita: El Juez o Tribunal resuelve sobre cuestiones no articuladas en


el proceso.

2. Citra petita: El Juez o Tribunal omite resolver la cuestión que fue sometida
a su consideración.

3. Ultra petita: el Juez o Tribunal otorga al actor más de lo que pidió,


excediéndose en los límites de la controversia.

13. Congruencia Interna (Lógica):

La sentencia es concebida como la totalidad conformada por los considerandos


y la decisión, de modo tal que aquella puede ser reconstruida como un razonamiento
cuya conclusión es la decisión y cuyas premisas se encuentran en los considerandos.
Cabe acotar que no todos los elementos que aparecen en los considerandos
constituyen premisas necesarias del razonamiento para la obtención de la conclusión.
Al menos dos tipos de elementos son necesarios para la pretendida inferencia: normas
generales que constituyen el fundamento normativo de la decisión y proposiciones
relativas a los hechos del caso debidamente probados; la decisión derivada consiste,
sobre esa base en una norma individual. De esta manera, el esquema más simple de la
estructura lógica de una sentencia sería el siguiente:

N1, N2, … Nn (Premisas Normativas)

P1, P2, … Pn (Premisas Fácticas)

D (Decisión)

Página 51
La fundamentación de la decisión no es ajena a la corrección material del
razonamiento, en el sentido de que plantea cierta exigencia acerca de la calidad de las
premisas27. Lo que esta concepción exige es que las premisas resulten jurídicamente
adecuadas, en relación con determinados criterios de adecuación: la adecuación a la
que se alude es, en concreto, relativa a la aplicabilidad de las premisas normativas al
caso individual sometido a la prueba de las premisas fácticas alegadas en el proceso.
Una decisión estará así jurídicamente fundada si, y sólo si, se deduce lógicamente de
normas aplicables al caso individual y de proposiciones probadas en el proceso sobre
las circunstancias fácticas invocadas28.

En común, desde luego, que los sistemas jurídicos contemporáneos contengan


además de normas que otorgan competencia jurisdiccional a determinados órganos,
normas que imponen obligaciones relativas a la manera en que debe ser ejercido
dicho poder jurisdiccional. En ese sentido opera el difundido principio según el cual
los jueces deben resolver los casos planteados en la esfera de su competencia por
medio de decisiones fundadas en derecho. En rigor, el principio en cuestión puede ser
analizado como conteniendo al menos tres deberes conexos: el deber de resolver los
casos, el deber de fundar los fallos y el deber de aplicar el derecho. La doctrina
especializada ha entendido, incluso, que tales deberes implican un derecho
fundamental correlativo: el derecho de todo litigante a obtener una sentencia fundada
en la Constitución y en la ley29.

27
En la teoría del derecho se ha propuesto distinguir entre fundamentación (justificación, motivación) interna y externa. Mientras que la
fundamentación interna se refiere a la validez lógica que conecta las premisas con la conclusión del argumento, la justificación externa se refiere a
la adecuación de las premisas. Al respecto, cfr. Wrobleswiki, J. “Legal Syllogism and Rationality of Judicial Decision”, en Rechtstheorie, 1974;
Alex, R. Teoría de la argumentación jurídica. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1989; Comanducci, P. Razonamiento Jurídico,
Fontamara, México, 1999, págs. 71-94: Moreso, J.J. y Vilasojana, J. Introduccion a la teoría del Derecho, Marcial Pons, Madrid, 2004, págs. 176-
179.
28
Cfr. Mendonca, D. Las claves del derecho. Gedisa, Barcelona, 2000, págs. 208-209.
29
Ramos Méndez, F. El sistema procesal, Bosch, Barcelona, 1999, págs. 64-67.

Página 52
Los dos últimos deberes, tienen en nuestro sistema jurídico rango
constitucional, pues el artículo 256 de la Constitución establece que toda sentencia
judicial debe estar fundada en la Constitución y en la ley30.

30
Mendonca Daniel. Josefina Sapena. Sentencia Arbitraria “Análisis de la doctrina constitucional de la Corte Suprema de Justicia”, Editorial
Intercontinental, págs. 40-43.

Página 53
CAPITULO V

LA SENTENCIA PENAL EN DIFERENTES PERÍODOS DEL


PROCESO

Página 54
1. La Sentencia Penal en el Procedimiento Abreviado:

La sentencia penal en el procedimiento abreviado es sucinta. Esto es que:


“breve, conciso y preciso”. El acuerdo entre el acusado y los funcionarios del Estado
que sólo puede llevar a la imposición de un castigo eludiendo el juicio, entonces,
tiene como base un intercambio desigual y, a decir de Ferrajoli, perverso.

Ello en tanto se viola, de esta forma, todo el sistema de garantías. Y no sólo


pierden vigencia el principio de inderogabilidad del juicio, el principio de publicidad
y el principio acusatorio, presentes en el “juicio previo”. También se afectan los
principios de igualdad, de certeza y de legalidad sustancial, el de proporcionalidad
entre delito y pena e, incluso, la presunción de inocencia y la carga de la prueba a la
acusación (negadas por el papel fundamental que jugará el allanamiento del acusado)

En el proceso penal paraguayo el Procedimiento Abreviado se encuentra


regulado en el titulo II, Libro Segundo del nuevo Código Procesal Penal, sancionado
el 26 de mayo de 1998 por la Honorable Cámara de Senadores. La normativa
reguladora del instituto, en nuestro Código Procesal Penal, reconoce sus fuentes en el
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica, el Código Procesal Penal Italiano,
en la Ley Orgánica 7/88 del Reino de España, que introduce el procedimiento
abreviado a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el Código Procesal Penal de
Guatemala y los nuevos Códigos Procesales Penales de las provincias de Córdoba y
Tucumán, de la Argentina. El procedimiento Abreviado puede ser requerido por
escrito, por el Ministerio Público, el querellante y el imputado, ya sea conjuntamente
o por separado, en el cual se acreditará el cumplimiento de los requisitos exigidos por
el artículo 420, los preceptos legales de fondo aplicables, y se fundamentarán sus
pretensiones. En el supuesto de que el requerimiento de aplicación del Procedimiento
Abreviado sea formulado por el Ministerio Público, y el imputado, refrendado por el
Abogado defensor, el Juez Penal de Garantía debe estudiar inmediatamente la
Página 55
solicitud y señalar, en el caso de que reúnan los requisitos exigidos por Ley, la fecha
de realización de la audiencia de sustanciación del abreviado. Ahora, si el pedido de
aplicación del Procedimiento Abreviado es realizado por la querella o el imputado, el
Juez previamente debe correr traslado del pedido al Fiscal interviniente, para luego
determinar el cumplimiento de los Presupuestos legales y, consecuentemente llevar a
cabo la audiencia prevista en el artículo 421 del Código Procesal Penal paraguayo.

Esto se debe a que el Ministerio Público es el encargado de ejercer la acción


penal pública, por lo que su conformidad para la procedencia del Abreviado es
indispensable. Sin embargo, el Procedimiento Abreviado puede ser realizado a pesar
de la oposición de la querella, puesto que ella es adhesiva, es decir, su opinión o
consentimiento no es vinculante.

Con relación al momento en que debe ser solicitada la aplicación del instituto,
el Código establece que puede ser requerido hasta la audiencia preliminar. Esto
concuerda con lo previsto por el artículo 301, inciso 4, del ordenamiento procesal
penal paraguayo, el cual autoriza al Agente Fiscal a solicitar, una vez recibidas las
diligencias de la intervención policial, o realizadas las primeras investigaciones, la
realización de un Procedimiento Abreviado, sin siquiera formular el Acta de
Imputación. Igualmente, concuerda con el artículo 351, que faculta al Ministerio
Público a solicitar, en la fecha fijada para la presentación de la acusación la
realización del Procedimiento Abreviado.

Aun en el supuesto de que la acusación sea presentada por el Ministerio


Público, el Procedimiento Abreviado puede aun ser solicitado durante la realización
de audiencia preliminar; pero desde el momento en que el Juzgado Penal de
Garantías dicta el auto de apertura del procedimiento a juicio oral y público, la
aplicación del Abreviado se hace imposible.
Página 56
Para la admisibilidad del Procedimiento Abreviado, además de la conformidad
del Ministerio Público, el código procesal penal establece, en su artículo 420, los
presupuestos que deben darse conjuntamente para la procedencia del mismo.

 Hecho punible que tenga una pena máxima inferior a cinco años o una sanción
no privativa de libertad.

La aplicación del Abreviado con respecto a los hechos punibles tipificados en


la parte especial del Código Penal paraguayo, se ve limitada por el marco penal de los
mismos, es decir, que el código Procesal paraguayo tiene en cuenta la pena abstracta
que correspondería a los hechos punibles para determinar si podrán ser sancionados
dentro del marco de un Procedimiento Abreviado. Conforme a ello, la solicitud de
pena concreta realizada por el Ministerio Público es irrelevante para la aplicación del
instituto.

Si bien el Código utiliza una expresión que podía ser considerada ambigua por
usar los adjetivos "máxima" e inferior", los cuales pueden hacer referencia a una
"pena máxima de cinco años" o una "pena inferior a cinco años", el Procedimiento
Abreviado sólo procederá cuando se trate de un hecho punible cuya pena máxima sea
menor a cinco años de privación de libertad, es decir, aquellos delitos sancionados
con hasta 1, 2 y 3 años de pena privativa de libertad y/o multa.

Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los Juzgados Penales de Garantías


han interpretado que el Procedimiento Abreviado es aplicable a todos los delitos, es
decir, a todos aquellos hechos punibles que son sancionados con hasta 5 años de
privación de libertad. Otros Juzgados han llegado a ampliar más aun el campo de
aplicación del Procedimiento Abreviado, al entender que la pena en abstracto no debe
ser tenida en cuenta, sino la pena en concreto solicitada por el Ministerio Público, por
Página 57
lo que podrán ser objeto de un procedimiento abreviado, además de los delitos, todos
los crímenes tipificados en el Código Penal, salvo los crímenes denominados "Robo
con resultado de muerte o lesión grave" y "Atentado contra la existencia del Estado".

 Admisión del hecho por parte del imputado y el consentimiento en la


aplicación del procedimiento.

Este requisito es lo que caracteriza al Procedimiento Abreviado en América


Latina, puesto que, todos los Códigos Procesales Penales latinoamericanos que han
incorporado en su ordenamiento jurídico el Procedimiento o Juicio Abreviado, exigen
que el imputado admita el hecho que se le atribuye. Según Julio B.J. Maier, la
admisión de los hechos descritos en el requerimiento fiscal, por el imputado, no
implica confesión, ni allanamiento a la consecuencia jurídica solicitada, porque es
posible que el imputado y el juez tengan una valoración jurídica distinta del hecho,
consideren como apropiada una pena diferente a la solicitada, e inclusive, pueden
señalar otras circunstancias de relevancia jurídico-penal para que el Juez o Tribunal
las valoren al dictar sentencia. Es por ello que el Juez puede absolver al imputado, a
pesar de que éste haya admitido los hechos que se le imputan31.

Con relación al consentimiento del imputado en la aplicación del


Procedimiento Abreviado, el Dr. Cafferata Nores expresa que: "...En la existencia de
consenso no puede existir juicio abreviado, que autoriza a prescindir del debate oral y
público y fundar la sentencia en las pruebas de la investigación preliminar no puede
existir esta clase de juicio abreviado sólo por la imposición de la ley”.

 La asistencia del Abogado defensor, quien con su firma debe acreditar que el
imputado ha prestado libremente su consentimiento.

31
Maier, Julio B.J. y Alberto Bovino (compiladores). EI procedimiento abreviado. Editores del Puerto S.R.L. Buenos Aires, 2001.
Página 58
El Código Procesal Penal exige que el imputado se halle asistido por un
profesional, Abogado que pueda asesorarle y, en su caso, recomendarle la aceptación
de los hechos que se le atribuyen, cuando la aplicación del Procedimiento Abreviado
le resulte beneficiosa. Además, se busca garantizar que no existan coaccione sin
debidas, puesto que el abreviado sólo puede proceder si existe un consentimiento
claro, contundente y, por sobre todo, libre. Es por ello que se exige la rúbrica del
Abogado defensor para demostrar que la admisión de los hechos y el consentimiento
en la aplicación del Procedimiento Abreviado fueran realizados consciente y
libremente.

Una vez constatado el cumplimiento de los requisitos exigidos por el artículo


420, el juez debe admitir la aplicación del procedimiento y fijar fecha y hora de
realización de la audiencia de sustanciación conforme al artículo 421, el juez debe oír
al imputado y a la víctima o al querellante, para luego dictar la resolución que
corresponda, la que podrá consistir en una sentencia absolutoria o condenatoria. La
audiencia tiene por objeto, por un lado, permitir al órgano jurisdiccional confirmar la
sinceridad de la conformidad prestada por el imputado y, por otro lado, permitir al
imputado que manifieste otras circunstancias de relevancia jurídica.

El beneficio directo obtenido por el imputado en la aplicación del


Procedimiento Abreviado consiste en la limitación de la pena que el juez podrá
imponerle, la cual no podrá ir más allá de la solicitada por el Ministerio Público.

El artículo 421 faculta también al juez a rechazar la aplicación del


Procedimiento Abreviado pero no regula cuáles son las causales que obligarían al
juez a no admitir la realización del abreviado. Sin embargo, aclara que, en caso de

Página 59
rechazo, el requerimiento de la pena no vincula al Ministerio Público en la
realización del juicio oral y público, como tampoco podrá ser considerada como una
confesión la admisión de los hechos prestada por el imputado.

En la práctica judicial, este mecanismo ha sido plenamente aceptado por los


operadores de la justicia penal, constituyéndose en la herramienta más adecuada y
rápida para obtener una sentencia condenatoria, con lo cual se realiza uno de los
objetivos del proceso penal que consiste en el cumplimiento del derecho material a
través de la aplicación de la pena.

2. La Sentencia en el Juicio Oral y Público:

En el juicio oral y público la sentencia debe fundar los hechos y el derecho,


analizando los siguientes elementos:

1. Tipo Objetivo: elementos que se encuentran en el mundo exterior y son ajenos


al autor.

 Objeto: es aquello sobre lo que recae la conducta (ej.: “otro”, es decir el


ser humano vivo en el homicidio, patrimonio ajeno en la Estafa).

 Resultado: es el cambio ocurrido en el mundo exterior como consecuencia


de la conducta.

 Nexo Causal: relación entre la persona y el resultado (existen diversas


teorías para imputar un resultado a un sujeto ej. conditio sine qua non e
imputación objetiva).

Página 60
 La modalidad de la conducta: es la forma en que se desarrolla la conducta
(ej. Declaración falsa en la estafa), la modalidad es requerida en algunos
tipos penales.

 Otras circunstancias exteriores al hecho: son elementos particulares


externos que se dan en algunos tipos penales (por ej.: el error en la Estafa).

 Elementos objetivos requeridos en el autor: es la cualidad especial que


debe reunir el autor del hecho en aquellos tipos penales en los que el
código lo exige, (ej. calidad de funcionario en el cohecho).

2. Tipo Subjetivo: es el elemento interno que se halla en el autor.

 Dolo: saber y querer realizar todos los elementos objetivos del tipo.

 Aspecto cognoscitivo: conocer todos elementos objetivos del tipo


(preguntarse si se representaba cada uno de ellos, y si se
representaba como seguro o como posible).

 Aspecto volitivo: anhelaba o no anhelaba.

3. Elementos subjetivos adicionales: son otras circunstancias internas del autor,


que deben ser analizadas, además del dolo. (ej.: intención de enriquecerse en la
Estafa, ánimo de lucro como agravante del homicidio).

4. Error de Tipo (art. 18): radica en la apreciación errónea o el desconocimiento


de uno de los elementos objetivos del tipo. Elimina el elemento subjetivo dolo
y por lo tanto el análisis se interrumpe ya al nivel de la tipicidad.

5. Antijuridicidad: Ausencia de una causa de justificación.

Página 61
6. Reprochabilidad: Capacidad de conocer la antijuridicidad y de comportarse
conforme a ese conocimiento.

7. Punibilidad: Equivaldría a la pena.

Formular una pregunta de subsunción:

Para realizar correctamente una pregunta de subsunción, ésta debe componerse


de tres elementos:
a) una persona
b) una porción de hechos (descripción de los hechos en términos de lego)
c) una ley penal completa (implica la descripción de una conducta y su
sanción).

Una ley penal completa no es lo mismo que un artículo del código. En algunos
casos coincide como en el art. 161 inc. 1° del C.P. que es una ley penal completa.
Sin embargo el art. 111 inc. 3° del C.P. contiene seis leyes penales completas.

El art. 396 del CPP establece: “Cerrado el debate, los jueces pasarán de
inmediato y sin interrupción, a deliberar en sesión secreta, a la que sólo podrá
asistir el secretario. La deliberación no se podrá suspender salvo enfermedad grave
de alguno de los jueces.

En este caso la suspensión no podrá durar más de tres días, luego de los
cuales se deberá reemplazar al juez y realizar el juicio nuevamente”.

Asimismo, el art. 400 del CPP preceptúa que: “La sentencia no podrá dar por
acreditados otros hechos u otras circunstancias que los descriptos en la acusación y
admitidos en el auto de apertura a juicio o, en su caso, en la ampliación de la
acusación, salvo cuando favorezcan al imputado.

Página 62
En la sentencia, el Tribunal podrá dar el hecho una calificación jurídica
distinta a la de la acusación o del auto de la apertura a juicio, o aplicar sanciones
más graves o distintas a las solicitadas”.

La sentencia absolutoria ordenará la libertad del imputado, la cesación de todas


las medidas cautelares, la restitución de los objetos afectados al procedimiento que no
estén sujetos a comiso, las inscripciones necesarias y fijará las cosas32. La libertad del
imputado se otorgará aun cuando la sentencia absolutoria no esté firme y se cumplirá
directamente desde la sala de audiencia.

La sentencia condenatoria fijará con precisión las penas que correspondan y, en


su caso, determinará la suspensión condicional de la pena y las obligaciones que
deberá cumplir el condenado. Se fijará con precisión la fecha en que la condena
finaliza, según el caso. También se establecerá el plazo dentro del cual corresponderá
pagar la multa y se unificarán las condenas o las penas cuando sea posible. La
sentencia decidirá también sobre las costas y sobre la entrega de objetos secuestrados
a quien el tribunal entienda con mejor derecho a poseerlos, sin perjuicio de los
reclamos que correspondan ante los tribunales civiles. Decidirá sobre el comiso y la
destrucción previstos en la ley y remitirá copia de la misma en la entidad pública en
la cual se desempeña el condenado y al Tribunal Superior de Justicia Electoral33.

8. La sentencia penal en la Acción Privada:

1. Principio Dispositivo:

Se confiere a las partes el dominio del procedimiento y sus reglas son que: el juez
no puede iniciar de oficio el proceso, dando eso lugar el principio de demanda, según
el cual: nemo iudex sine actore, ne procedat iudex ex officio. Este principio está
consagrado en el artículo 11, se dice que en materia civil, “el juez no puede iniciar el

32
Art. 401 CPP.
33
Art. 402 CPP.
Página 63
proceso sin previa demanda de parte”; tampoco puede el juez en el Sistema
Dispositivo, tener en cuenta hechos ni medios de prueba que no han sido aportados
por las partes. Esto es lo que se conoce como principio de presentación, por el cual
Quod non est in actis nos est in mundo (lo que no está en las actas del proceso no está
en el mundo del juicio) el Juez debe resolver de acuerdo a lo que tengas las actas las
cuales le dan la verdad del proceso34.

Quien pretenda acusar por un delito de acción privada deberá presentar su


acusación particular ante el juez de paz o el tribunal de sentencia, por si o mediante
apoderado especial, conforme a lo previsto en este código35.

Admitida la querella, se convocará a una audiencia de conciliación dentro de


los diez días. Por acuerdo entre acusador y acusado podrán designar un amigable
componedor para que se realice la audiencia36. Si no se logra la conciliación, el juez
convocará a juicio conforme a lo establecido por este código y aplicará las reglas del
juicio ordinario37.

34
Art. 349 CPP “En los delitos de acción penal privada el querellante tendrá total autonomía para precisar los hechos de la acusación particular, su
calificación jurídica y para ofrecer prueba”. “ y 400 del CPP
35
Art. 400 CPP. La sentencia no podrá dar por acreditados otros hechos u otras circunstancias que los descriptos en la acusación y admitidos en el
auto de apertura a juicio o, en su caso, en la ampliación de la acusación, salvo cuando favorezcan al imputado. En la sentencia, el tribunal podrá dar
al hecho una calificación jurídica distinta a la de la acusación o del auto de la apertura a juicio, o aplicar sanciones más graves o distintas a las
solicitadas. Sin embargo, el imputado no podrá ser condenado en virtud de un tipo penal distinto del invocado en la acusación, su ampliación o en el
auto de apertura a juicio y que en ningún momento fue tomado en cuenta durante el juicio. Si el tribunal observa la posibilidad de una calificación
jurídica que no ha sido considerada por ninguna de las partes advertirá al imputado sobre esa posibilidad, para que prepare su defensa. También se
establecerá el plazo dentro del cual corresponderá pagar la multa y se unificarán las condenas o las penas cuando sea posible. La sentencia decidirá
también sobre las costas y sobre la entrega de objetos secuestrados a quien el tribunal entienda con mejor derecho a poseerlos, sin perjuicio de los
reclamos que correspondan ante los tribunales civiles. Decidirá sobre el comiso y la destrucción previstos en la ley y remitirá copia de la misma a la
entidad pública en la cual se desempeña el condenado y al Tribunal Superior de Justicia Electoral”.
36
Art. 424 CPP.
37
Art. 425 CPP.

Página 64
El art. 41 del CPP establece que: “Los tribunales de sentencia podrán ser
unipersonales o integrados por tres jueces penales según el caso. El tribunal
unipersonal será competente para conocer:

1. De la sustanciación del juicio por hechos punibles cuya sanción sea


exclusivamente pena de multa o privativa de libertad hasta dos años, cuando el
Ministerio Público lo solicita.
2. De la sustanciación y resolución del procedimiento para la reparación del daño,
en los casos en que haya dictado sentencia condenatoria”.

Página 65
CAPITULO VI

FORMAS DE FUNDAR LAS SENTENCIAS

Página 66
1. ¿Qué es fundamentar?

Fundamentar es partir de una serie de principios iniciales para elaborar,


establecer o crear una cosa. La fundamentación de las sentencias es una de las
principales garantías de la administración de justicia; implica el análisis y evaluación
de todas las pruebas y diligencias actuadas en relación al proceso, se precisa los
fundamentos de derecho que avalen las conclusiones a que se lleguen como
consecuencia de la valoración de los hechos y de las pruebas.

Es obligación fundamental del órgano jurisdiccional fundamentar debidamente


sus resoluciones; parte de ese deber de fundamentar consiste en indicar el valor que
en particular atribuye a cada prueba, así como las razones por las cuales atribuye ese
valor y cómo en conjunto forman en él convicción sobre la realización del ilícito
penal y de la responsabilidad del procesado o de su inocencia o la falta de elementos
probatorios para atribuir aquella.

Fundamentar una sentencia constituye una de las principales obligaciones del


órgano jurisdiccional, de modo que el sentenciado pueda conocer los fundamentos en
los que se basa la sentencia. La fundamentación de la sentencia es una obligación de
los jueces reconocida en la Constitución38.

1. Clases de fundamentación de la sentencia penal:

1.1. Sistema de la prueba legal o tasada:

El sistema de la prueba tasada es aquel que consistía en el establecimiento de


ciertas reglas que de manera rígida asignaba un determinado resultado a los medios
de prueba en sentido formal que se utilizaban en el proceso, y que no se dirigían a
formar el conocimiento del juzgador sino a la obtención de un resultado absoluto, en
38
Art. 125 CPP ”La fundamentación expresará los motivos de hecho y de derecho en que se basan las decisiones, así
como la indicación del valor que se le ha otorgado a los medios de prueba”. Art. 256, 2º párrafo CN: “Toda sentencia
judicial debe estar fundada en esta Constitución y en la ley ”.
Página 67
un principio y más tarde sustituido por normas que obligaban al juzgador a formar un
criterio según el contenido de éstas.

Este régimen puede lograrse de dos modos que se denominan por la doctrina:
Teoría Positiva y teoría Negativa de la Prueba.

Teoría negativa de la prueba: La que hace depender de la condena del


imputado de un mínimo de requisitos del resultado de las pruebas o de algún
particular.

Teoría positiva de la prueba: Es en la que se vincula al juzgador tener como


probado un hecho, siempre que ciertas pruebas produjeran un determinado resultado.

El sistema mixto surge de la reunión de los sistemas anteriores, el cual por


mucho tiempo se ha aplicado a los Tribunales, existiendo en la actualidad la
tendencia de transformar moldes probatorios por un sistema relacionado con la
evolución jurídica del mundo, pues el procedimiento moderno en materia de pruebas
deja al Juez en libertad para admitir como tales aquellos elementos probatorios que
no estén expresamente clasificados en la ley, siempre que a su juicio puedan
constituirlos, pero en su valoración debe expresarse los fundamentos que tuvieron en
consideración para admitirlos o para rechazarlos.

En el sistema de la prueba legal o tasada era el propio legislador quien de


antemano y con carácter abstracto establecía en las normas legales la eficacia y el
valor que debía atribuirse a cada medio probatorio, así como los requisitos y
condiciones necesarios para que tales medios alcancen el valor que legalmente se les
concedía; reglas que eran, en todo caso, vinculantes para el juzgador39. Sus

39
Véase entre otros autores a Sandoval Delgado, Emiliano, “Tratados sobre los medios de prueba en el proceso penal”, p. 35.

Página 68
resoluciones debían dictarse apreciando las pruebas de acuerdo a las normas
procesales.

Frente a dicho sistema, el principio de la libre valoración de la prueba


concedió al juzgador amplias facultades en orden a la apreciación de las pruebas, al
no estar sometido a las reglas legales que determinarán, apriorísticamente, la
virtualidad probatoria de las pruebas practicadas. Según este principio, el juez es libre
en el momento de la formación de su convencimiento, aunque esta libertad debe ser
entendida en sus justos términos y no como equivalente a arbitrariedad40.

1.2. Intima Convicción41:

Históricamente el principio de la íntima convicción o apreciación en la


conciencia de la prueba, tal como lo conocemos actualmente42, apareció en la época
de la Revolución Francesa, íntimamente ligada a la institución del jurado popular
aunque ello no implica que desde la perspectiva que nos ofrece el trascurso del
tiempo no sea perfectamente admisible un sistema de libre valoración de la prueba
aplicado por los jueces profesionales.

En las Leyes Francesas de 18 de enero y 16, 29 de septiembre de 1791 sobre


procedimiento penal se exhortaba a los miembros de jurado a escuchar atentamente y
expresar su creencia u opinión (veredicto) según su intima convicción, atendiendo
libremente a su conciencia, formulándose así el principio de I’intime conviction43.

Con posterioridad, el Code d’Instruction Criminelle de 1808 (artículo 342)


permitió la aplicación del sistema de I’intime conviction por los jueces profesionales
o de su carrera; extendiéndose dicho modelo a la mayoría de los sistemas procesales

40
Art. 11 CN: “Nadie será privado de su libertad física o procesado, sino mediando las causas y en las condiciones fijadas por esta Constitución y
las leyes” y art. 17 Inc. 9 CN: “que no se le opongan pruebas obtenidas o actuaciones producidas en violación de las normas jurídicas”.
41
letrasjuridicas.cuci
42
En realidad, como pone de manifiesto Cabañas García, Juan Carlos; La valoración de las pruebas…, cit., p. 101.
43
Vid. Nobili, Massimo; II principio del liberó convencimiento del giudice, Giuffré Editore, Milano, 1974. Pp. 147 y ss.
Página 69
europeos44. Sin embargo, la evolución que el principio de la íntima convicción sufrió
tanto en Francia como en otros países europeos fue totalmente distinta a la
experimentada, toda vez que en dichos países, tanto la teoría como la práctica han
procurado encontrar límites a la libertad judicial respecto de la ponderación de la
prueba45.

El sistema de la libre valoración de la prueba, denominado, también, de


apreciación en conciencia o íntima convicción, surge, como reacción frente al sistema
de las pruebas legales o tasadas, para paliar los excesos y abusos que a su amparo se
habían cometido y, entre otras razones, porque su aplicación práctica, una vez
instaurado el jurado popular a finales del siglo XVIII y a principios del siglo XIX, se
consideraba imposible y absurda46.

En un sentido negativo la libertad de valoración o íntima convicción equivalía,


por tanto, a la ausencia de reglas legales de prueba y a la consiguiente desaparición
en el proceso penal de las pruebas privilegiadas como, por ejemplo, en épocas
anteriores lo había sido la confesión del procesado. En su origen, el principio de libre
convencimiento no consagraba un método de apreciación irracional de la prueba. Sin
embargo, con el trascurso del tiempo se dotó a dicho principio de un contenido
positivo que lo alejó de dicha equivalencia inicial, convirtiendo la libre valoración de
la prueba en un sistema de valoración de naturaleza intuitiva, extremadamente
subjetiva y hasta cierto punto irracional y arbitrario47.

44
Vázquez Sotelo, José Luis; Presunción de inocencia…; cit., p. 463.
45
Bacigalupo Zapater, Enrique; “Presunción de inocencia, “in dubio pro reo” y recurso de casación”, Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales,
1988, enero-abril, Tomo XLI, fasc. I, Pp. 372-375.
46
La doctrina ha puesto de manifiesto como la institución del Jurado popular fue uno de los factores desencadenantes de la sustitución del sistema de
prueba tasada por el sistema de la libre valoración.
47
Walter, Gerhard; Libre apreciación…, cit., Pp. 76-77.
Página 70
1.2.1. La prueba como presupuesto objetivo de la formación de la convicción:

El principio de la libre valoración de la prueba exige como presupuesto


fundamental la existencia de prueba. El juez o tribunal únicamente podrá formar su
convicción basándose en la prueba aportada al proceso y practicada en el juicio oral.
Esta afirmación que no admite en la actualidad discusión alguna, no siempre ha sido
entendida de esta manera. Para los partidarios del sistema de la íntima convicción,
éste implicaba que el juzgador podía obtener su convencimiento no sólo con la
prueba de autos sino incluso prescidiendo de dicha prueba48.

El propio principio de la íntima convicción tal como era entendido


tradicionalmente por los tribunales posibilitaba, como hemos visto, que el juzgador
pudiera formar su convicción al margen de todo tipo de pruebas, utilizando datos o
elementos extraprocesales, e incluso su ciencia privada. La libertad del juzgador para
formar su íntima convicción, no conocía por tanto, ni siquiera el límite de la prueba.
El principio de la libre convicción del juez dio lugar a la propia negación de la prueba
como condición necesaria del convencimiento judicial, tal como lo dice Ferrajoli49. El
sistema de la libre valoración de la prueba significa, únicamente, que el juzgador no
está sometido a las reglas legales de valoración, pero no comporta de ninguna manera
que se pueda prescindir de la prueba50.

La libertad en la valoración de la prueba en los términos antes expuestos, no


implica la libertad de prueba, en el sentido de poder prescindir de la misma para
formar la convicción. Para dictar una sentencia condenatoria no es suficiente el
convencimiento subjetivo del tribunal, sino que el mismo debe de apoyarse en las

48 Así lo pone de manifiesto Couture, Eduardo; Fundamentos…, cit., Pp. 273-275.


49 Ferrajoli, Luigi; Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, traduc. Andrés Ibanez y otros, Ed. Trotta, Madrid, 1995, p. 139
50 Senties Melendo, Santiago; “Valoración de la prueba”, cit., p. 269.
Página 71
pruebas practicadas, de tal forma que el resultado de la misma pueda obtenerse la
convicción acerca de la culpabilidad del acusado51.

Convicción en conciencia y pruebas van íntimamente unidas, la primera no es


más que el resultado de la segunda. El órgano jurisdiccional sentenciador debe, como
paso previo para proceder a la valoración de la prueba y formar su convicción,
constatar si existen o no pruebas en este sentido. La existencia de la prueba se
convierte en requisito sine qua non de la valoración52.

La libertad de valoración, no permite al juez sustituir la prueba practicada por


otros elementos o datos, o por su mera opinión, al objeto de formar su
convencimiento. Como consecuencia de ello, la prueba constituye un elemento
fundamental para formar la convicción judicial, siendo ésta precisamente su
finalidad, según tuvimos ocasión de señalar. La necesidad de prueba conlleva la
prohibición de que el tribunal pueda formar su convicción basándose en su propio
conocimiento privado del proceso. En segundo lugar, y directamente ligado con lo
anterior, la convicción judicial sólo podrá descansar en aquellos elementos que
legalmente tengan la consideración de prueba y no en aquellos que no reúnan tal
carácter.

1.2.2. Concepción Subjetivista:

La libre valoración de la prueba ha desarrollado una progresiva objetivización


del mismo, éste fenómeno se ha producido en dos niveles distintos. Por un lado, y en
lo referente al aspecto o elemento subjetivo de la valoración propiamente dicha, se
traduce en la introducción de pautas o criterios objetivos que el juzgador debe tener

51
Art. 17 Inc. 9 CN: “que no se le opongan pruebas obtenidas o actuaciones producidas en violación de las normas jurídicas”. Art. 371 CPP: “Sólo
podrán ser incorporados al juicio por su lectura u otros medios: 1) los testimonios o pericias que se hayan recibido conforme a las reglas del
anticipo jurisdiccional de prueba, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la comparecencia personal del testigo o perito, cuando sea
posible; 2) las declaraciones o dictámenes producidos por comisión o informe, cuando el acto se haya producido por escrito, conforme a lo previsto
por la ley y siempre que no sea posible la comparecencia del perito o testigo; y, 3) la querella, la denuncia, la prueba documental o de informes, y
las actas de reconocimiento, registro o inspección realizadas conforme a lo previsto por este código. Todo otro elemento de prueba que se pretenda
introducir al juicio por su lectura, no tendrá ningún valor y su inclusión ilegal producirá la nulidad absoluta de todo el juicio.
52 Ruíz Vadillo, Enrique; “Algunas consideraciones generales sobre la valoración de las pruebas en el Juicio oral y otros problemas del proceso
penal”, cit., p. 148.
Página 72
en cuenta en el momento de la apreciación del material probatorio, y que no son otros
que las máximas de la experiencia, las reglas de la lógica y los conocimientos
científicos. Estos actúan como instrumentos de los que debe servirse el juzgador para
determinar la eficacia de las pruebas practicadas en orden a formar su convicción.

Por otro lado, esta paulatina objetivización del régimen de la prueba en el


proceso penal se complementa del cual la convicción judicial sólo puede descansar en
auténticas pruebas y no en aquellos datos o elementos que según las leyes no tienen
tal carácter.

Este aspecto objetivo de la valoración cobra especial relieve tras la sanción de


la Ley Nº 1286/98 del nuevo código procesal penal de la República del Paraguay, se
concretó así la denominada “reforma penal”, destinada a fortalecer y revigorizar el
sistema de impartición de justicia penal en todos los ámbitos y como consecuencia en
torno al derecho fundamental a la presunción de inocencia consagrada en el artículo
1753 de la Constitución Nacional. Se puede hablar por consiguiente, de un modelo
constitucional de valoración de la prueba en el proceso penal.

1.3. La Sana Crítica:

El Tribunal apreciará las pruebas producidas en juicio de modo integral y


según la sana critica54.

Hugo Alsina55 dice que: "Las reglas de la sana crítica, no son otras que las
que prescribe la lógica y derivan de la experiencia, las primeras con carácter
permanente y las segundas, variables en el tiempo y en el espacio".

53
En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena o sanción, toda persona tiene derecho a que sea presumida su inocencia.
54
Art. 397 CPP.
55
Alsina, Hugo (1956): Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial (Buenos Aires, Ediar S. A. Editores), pág. 127.
Página 73
Por su parte Couture56 define las reglas de la sana critica como: "las reglas del
correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la
experiencia del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los
principios lógicos en que debe apoyarse la sentencia".

Nos enseña que las reglas de la sana crítica configuran una categoría
intermedia entre la prueba legal y la libre convicción. Sin la excesiva rigidez de la
primera y sin la excesiva incertidumbre de la última, configura una feliz fórmula de
regular la actividad intelectual del juez frente a la prueba. Las reglas de la sana crítica
son, para él ante todo, "las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas
interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y
otras contribuyen de igual manera a que el magistrado pueda analizar la prueba con
arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental de los casos. El juez que
debe decidir con arreglo a la sana crítica, no es libre de razonar a voluntad,
discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana crítica,
sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y la experiencia sin
excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos
que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y
eficaz razonamiento".

Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues


este último es: "aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba
que el proceso exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizado
por las partes. Dentro de este método el magistrado adquiere el convencimiento de la
verdad con la prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aun contra la prueba de
autos".
56
Couture, Eduardo (1960): Vocabulario Jurídico (Montevideo), pág. 311.
Couture, Eduardo (1966): Fundamentos del Derecho Procesal Civil (Buenos Aires, Ediciones Depalma), págs. 192, 270 al 274.
Couture, Eduardo (1979): Estudios de Derecho Procesal Civil (Buenos Aires, Ediciones Depalma) t. II, pág. 195.

Página 74
El juez, continúa, no está obligado a apoyarse en hechos probados, sino
también en circunstancias que le consten aun por su saber privado; y "no es menester,
tampoco, que la construcción lógica sea perfecta y susceptible de ser controlada a
posteriori; basta en esos casos con que el magistrado afirme que tiene la convicción
moral de que los hechos han ocurrido de tal manera, sin que se vea en la necesidad
de desarrollar lógicamente las razones que le conducen a la conclusión establecida".

Respecto de la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture hace ver que
las reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación lógica.
Existen algunos principios de lógica que no podrán ser nunca desoídos por el juez.
Así, dice, nadie dudaría del error lógico de una sentencia en la cual se razonara de la
siguiente manera: los testigos declaran que presenciaron un préstamo en monedas de
oro; como las monedas de oro son iguales a las monedas de plata, condeno a devolver
monedas de plata. Evidentemente, está infringido el principio lógico de identidad,
según el cual una cosa solo es igual a sí misma. Las monedas de oro solo son iguales
a las monedas de oro, y no a las monedas de plata. De la misma manera, habría error
lógico en la sentencia que quebrantara el principio del tercero excluido, de falta de
razón suficiente o el de contradicción. Pero agrega, es evidente que la corrección
lógica no basta para convalidar la sentencia. La elaboración del juez puede ser
correcta en su sentido lógico formal y la sentencia ser errónea. Por ejemplo, un fallo
razona de la siguiente manera: todos los testigos de este pueblo son mentirosos; este
testigo es de este pueblo; en consecuencia, ha dicho la verdad. El error lógico es
manifiesto, pero desde el punto de vista jurídico la solución puede ser justa si el
testigo realmente ha dicho la verdad. Pero puede ocurrir otra suposición inversa.

Dice el juez: todos los testigos de este pueblo son mentirosos; este testigo es de
este pueblo; en consecuencia es mentiroso. En este último supuesto los principios
lógicos han sido respetados ya que el desenvolvimiento del silogismo ha sido

Página 75
correcto. Pero la sentencia sería injusta si hubiera fallado una de las premisas: si
todos los hombres del pueblo no fueran mentirosos, o si el testigo no fuera hombre de
ese pueblo.

Igual importancia asigna a los principios de la lógica y a las reglas de la


experiencia en la tarea de valoración de la prueba ya que el juez no es una máquina
de razonar, sino, esencialmente, un hombre que toma conocimiento del mundo que le
rodea y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales.

La sana crítica es, además de lógica, la correcta apreciación de ciertas


proposiciones de experiencia de que todo hombre se sirve en la vida. Esas
conclusiones no tienen la estrictez de los principios lógicos tradicionales, sino que
son contingentes y variables con relación al tiempo y al lugar.

El progreso de la ciencia está hecho de una serie de máximas de experiencia


derogadas por otras más exactas; y aun frente a los principios de la lógica tradicional,
la lógica moderna muestra cómo el pensamiento humano se halla en constante
progreso en la manera de razonar. Lo anterior lo lleva a concluir que es necesario
considerar en la valoración de la prueba el carácter forzosamente variable de la
experiencia humana, tanto como la necesidad de mantener con el rigor posible los
principios de lógica en que el derecho se apoya.

Las llamadas máximas de experiencia Couture las define como "normas de


valor general, independientes del caso específico, pero como se extraen de la
observación de lo que generalmente ocurre en numerosos casos, son susceptibles de
aplicación en todos los otros casos de la misma especie".

La forma en que la sana crítica se está empleando por los tribunales no puede
continuar ya que desgraciadamente muchos jueces amparados en este sistema no
cumplen con su deber ineludible de fundamentar adecuadamente sus sentencias. Las
Página 76
consecuencias de esta práctica socavan el sistema judicial mismo desde que, entre
otros aspectos, no prestigia a los jueces, estos se ven más expuestos a la crítica
interesada y fácil de la parte perdedora y, además, muchas veces produce la
indefensión de las partes pues estas no sabrán cómo fundamentar sus recursos ante
instancias superiores al no conocer los razonamientos del sentenciador.

En opinión sobre como deberían juzgar los tribunales conforme a la sana


critica, el Abg. Juan Martens57 manifestó que: “Debería ser la misma forma que la
doctrina establece. Es decir, valorar todos los hechos probados, conectarlos entre sí y
sacar conclusiones. Es convencerse, fuera de toda duda, en base a lo probado que
ocurrió un hecho, que este hecho es relevante penalmente y que finalmente existe un
responsable identificado con relación causal entre el hecho y su conducta”.

57
Juan Alberto Martens Molas. Actualmente estudiando el máster en Criminología, Política Criminal y de Seguridad Pública en la Universidad de
Barcelona. Entre 2006 y 2011, coordinador del equipo jurídico de la Coordinadora de Derechos humanos del Paraguay (CODEHUPY); y, del área
Acceso a la Justicia del INECIP-Paraguay. Profesor investigador de la Universidad Nacional de Pilar (UNP).
Página 77
CAPITULO VII

VICIOS DE LA SENTENCIA PENAL

Página 78
El art. 403 del CPP en su inc. 3 establece como defecto de la sentencia: “que se
base en elementos o medios probatorios no incorporados legalmente al juicio o
incorporados por su lectura en violación a las normas de este título”, asimismo el
inciso 4 preceptúa además: “carezca, sea insuficiente o contradictoria la
fundamentación de la mayoría del tribunal. Se entenderá que la fundamentación es
insuficiente cuando utilicen formularios, afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias
o se utilice, como fundamentación, el simple relato de hechos o cualquier otra forma
de reemplazarla por relatos insustanciales. Se entenderá que es contradictoria la
fundamentación cuando no se han observado en el fallo las reglas de la sana critica,
con respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo”58.

La sentencia debe ser un documento motivado, es un juicio de valor que emite


el tribunal de mérito; y se estructura esta fundamentación en tres categorías
diferentes. De acuerdo al art. 403 del CPP, debe contener una relación del hecho
histórico; es decir debe fijarse clara, precisa y circunstanciadamente la especie que se

58
Art. 165 CPP: “No podrán ser valorados para fundar una decisión judicial, ni utilizados como presupuestos de ella, los actos cumplidos con
inobservancia de las formas y condiciones previstas en la Constitución, en el Derecho Internacional vigente y en este código, salvo que la nulidad
haya sido convalidada. Las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causen agravio, fundadas en el defecto, en los casos y
formas previstos por este código, siempre que no hayan contribuido a provocar la nulidad. Sin embargo, el imputado podrá impugnar una decisión
judicial aunque haya contribuido a provocarla. Se procederá de igual modo cuando la nulidad consista en la omisión de un acto que la ley prevé”.
Art. 467 CPP: “El recurso de apelación contra la sentencia definitiva sólo procederá cuando ella se base en la inobservancia o la errónea aplicación
de un precepto legal. Cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un defecto del procedimiento,
el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha hecho la reserva de recurrir, salvo en los casos de
nulidad absoluta, o cuando se trate de los vicios de la sentencia”. Art. 478 CPP: “El recurso extraordinario de casación procederá, exclusivamente:
1) cuando en la sentencia de condena se imponga una pena privativa de libertad mayor a diez años, y se alegue la inobservancia o errónea
aplicación de un precepto constitucional; 2) cuando la sentencia o el auto impugnado sea contradictorio con un fallo anterior de un Tribunal de
Apelaciones o de la Corte Suprema de Justicia; o,3) cuando la sentencia o el auto sea manifiestamente infundados. Art. 137 CN: “La ley suprema de
la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso
y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación
enunciado. Quienquiera que intente cambiar dicho orden, al margen de los procedimientos previstos en esta Constitución, incurrirá en los delitos
que se tipificarán y penarán en la ley. Esta Constitución no perderá su vigencia ni dejará de observarse por actos de fuerza o fuera derogada por
cualquier otro medio distinto del que ella dispone. Carecen de validez todas las disposiciones o actos de autoridad opuestos a lo establecido en esta
Constitución”. Art. 256 CN: “Los juicios podrán ser orales y públicos, en la forma y en la medida que la ley determine. Toda sentencia judicial debe
estar fundada en esta Constitución y en la ley. La crítica a los fallos es libre. El proceso laboral será total y estará basado en los principios de
inmediatez, economía y concentración”. Art. 257 CN: “Los órganos del Estado se subordinan a los dictados de la ley, y las personas que ejercen
funciones al servicio del mismo están obligadas a prestar a la administración de justicia toda la cooperación que ella requiera para el cumplimiento
de sus mandatos”.

Página 79
estima acreditada, sobre la cual se emite el juicio, que es lo que se conoce como
fundamentación fáctica.

Además, ese hecho tiene que tener un sustento probatorio, y con ello entramos
a lo que se llama fundamentación probatoria que se divide en dos: fundamentación
descriptiva y fundamentación intelectiva.

La fundamentación probatoria descriptiva obliga al juez a señalar en la


sentencia, uno a uno, cuáles fueron los medios probatorios conocidos en el debate.
Hay diferencia entre medio probatorio y elemento probatorio; el medio probatorio es
el testigo, el medio probatorio es el perito, el medio probatorio es el documento y el
medio probatorio es la evidencia física; pero el elemento probatorio es lo que sirve al
juez como elemento de juicio, esto es lo que extrae el juzgador del para llegar a una
conclusión. De modo que podría haber medios de prueba que suministren buenos
elementos, en tanto que otros bien podrían no suministrarlos.

Para efectos de controlar la valoración de la prueba por las reglas de la sana


crítica, el tribunal debe describir en la sentencia el contenido del medio probatorio,
sobre todo de la declaración testimonial. Por supuesto que hay testigos a los que "se
les pregunta por la hora de los hechos y cuentan además cómo se desarma el reloj", y
no deben incluirse estos comentarios adicionales, sino lo medular de la declaración
del testigo sin valorarlo todavía.

Después de la fundamentación probatoria descriptiva, el tribunal tendrá que


sentar en la sentencia, la fundamentación probatoria intelectiva, que es la apreciación
de los medios de prueba. Es ahí donde el juez dice por qué un medio le merece
crédito, y cómo la vincula a los elementos que obtiene de otros medios del elenco
probatorio. Inclusive el tribunal a la hora de hacer la valoración, y redactar la

Página 80
fundamentación intelectiva, podría remitirse a argumentos como la memoria remota y
la memoria reciente para creer a un testigo. Esta fundamentación es precisamente
sobre la que recae el reproche referido a la violación de reglas de la sana crítica.

Y finalmente, la tercera forma de fundamentación es la jurídica. El juez tendrá


que decir por qué aplica la norma o por qué no lo hace. En caso de aplicación debe
indicar además qué pena impone al condenado y por qué.

La falta de fundamentación es la ausencia en la sentencia documento de


cualquiera de las formas que se acaba de indicar; si se omite el hecho histórico, hay
falta de fundamentación fáctica; si hay defecto en el resumen de la prueba o
referencia a la prueba documental, hay falta de fundamentación probatoria
descriptiva; si hay pretermisión de la valoración de la prueba, se da el vicio de falta
de fundamentación probatoria intelectiva; y desde luego si se omite la cita e
interpretación de normas jurídicas, falta la fundamentación jurídica del fallo.

El Abg. Juan Martens afirma que a su parecer y experiencia, muy pocos


tribunales cumplen los incisos 3 y 4 del artículo citado, especialmente, en aquellos
casos donde existen juicios paralelos, es decir, en aquellos casos en los cuales debido
a la importancia mediático y/o difusión del caso, la gente va formándose una opinión
respecto al caso. En este tipo de casos, lo que hace el tribunal es ajustar la decisión a
la expectativa global, en abierta contradicción a los principios procesales que deben
regir el juicio oral y público.

Página 81
El profesional Juan Alberto Kohn Gallardo59 manifiesta que dicho inciso no se
cumple de manera alguna, puesto que poco o nada interesa la resolución jurídica de
los casos. Sino el criterio político y/o económico de quienes momentáneamente
detentan el poder.

Al parecer hay un consenso generalizado en que lamentablemente ello no es así


pues lo que se acostumbra ver en las sentencias es que luego de una simple relación
de la prueba rendida que en la forma aparente de un análisis, es más bien un resumen
seguida de la genérica afirmación "y que habiéndose apreciado la prueba en
conciencia" las causas se fallan sin más. Ese es todo el razonamiento que muchas
veces se expresa en los textos de los fallos.

La práctica nos demuestra que los jueces se limitan en sus fallos a expresar,
escuetamente, que han apreciado la prueba en conciencia, lo que es inaceptable, pues
no existe ninguna disposición que los exima de la fundamentación, sobre todo, si se
tienen en cuenta las expresas normas que al permitir fallar según la sana crítica les
exige inmediatamente a los jueces la obligación de expresar las razones de sus fallos
dictados conformes a dicho sistema de valoración. Piénsese, incluso, que si todo
testigo debe dar razón de sus dichos, más aún el juez que administra justicia, está
obligado a dar razón de sus decisiones.

59
Juan Alberto Kohn Gallardo. Actualmente encargado de Despacho de la Unidad de Transparencia y Derivación de Casos Penales de COPACO
S.A., Asesor Jurídico de Kuña Aty y Crucero del Este S.R.L. Profesor titular de la cátedra de Marco Jurídico I, Especialización Jurídica y Forense
del cuarto curso de la carrera de Psicología de la Universidad Nacional de Asunción. Ejerce la profesión en forma independiente hace 7 años.
Página 82
CAPITULO VIII

REFERENCIAS

Página 83
1. Argentina:

El Código Procesal Penal de la Nación Argentina en su artículo 398


expresa: “El tribunal resolverá todas las cuestiones que hubieran sido objeto del
juicio, fijándolas, en lo posible, dentro del siguiente orden: las incidentales que
hubieren sido diferidas, las relativas a la existencia del hecho delictuoso,
participación del imputado, calificación legal que corresponda, sanción aplicable,
restitución, reparación o indemnización más demandas y costas.

Los jueces emitirán su voto motivado sobre cada una de ellas en forma
conjunta o en el orden que resulte de un sorteo que se hará en cada caso. El tribunal
dictará sentencia por mayoría de votos, valorando las pruebas recibidas y los actos
del debate conforme a las reglas de la sana crítica, haciéndose mención de las
disidencias producidas.

Cuando en la votación se emitan más de dos opiniones sobre las sanciones que
correspondan, se aplicará el término medio”.

La sentencia contendrá: la fecha y el lugar en que se dicta; la mención del


tribunal que la pronuncia; el nombre y apellido del fiscal y de las otras partes; las
condiciones personales del imputado o los datos que sirvan para identificarlo; la
enunciación del hecho y las circunstancias que hayan sido materia de acusación; la
exposición sucinta de los motivos de hecho y de derecho en que se fundamente; las
disposiciones legales que se apliquen; la parte dispositiva y la firma de los jueces y
del secretario.

Página 84
Pero si uno de los jueces no pudiere suscribir la sentencia por impedimento
ulterior a la deliberación, esto se hará constar y aquélla valdrá sin esa firma60.

2. Costa Rica:

El artículo 364 del Código Procesal Penal de Costa Rica establece: Redacción
y lectura. La sentencia será redactada y firmada inmediatamente después de la
deliberación. Enseguida, el tribunal se constituirá nuevamente en la sala de
audiencias, después de ser convocadas verbalmente las partes. El documento será
leído en voz alta por el secretario ante quienes comparezcan. Si la sentencia es
condenatoria y el imputado está en libertad, el tribunal podrá disponer la prisión
preventiva cuando haya bases para estimar razonablemente que no se someterá a la
ejecución una vez firme la sentencia.

Cuando por la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora sea necesario


diferir la redacción de la sentencia, en esa oportunidad se leerá tan sólo su parte
dispositiva y uno de los jueces relatará sintéticamente, al público, los fundamentos
que motivaron la decisión; asimismo, anunciará el día y la hora para la lectura
integral, la que se llevará a cabo en el plazo máximo de los cinco días posteriores al
pronunciamiento de la parte dispositiva.

La sentencia quedará notificada con la lectura integral y las partes recibirán


copia de ella. Correlación entre acusación y sentencia La sentencia no podrá tener por
acreditados otros hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación y la
querella y, en su caso, en la ampliación de la acusación, salvo cuando favorezcan al
imputado.

60
Art. 399 – Requisitos de la sentencia. Código Procesal Penal de la Nación Argentina.

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En la sentencia, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica
diferente de la de la acusación o querella, o aplicar penas más graves o distintas de las
solicitadas61.

61 Artículo 365 del Código Procesal Penal de Costa Rica.

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CONCLUSIÓN

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La sentencia es el acto judicial por excelencia que determina o construye la
solución jurídica para los hechos, solucionando o redefiniendo el conflicto social de
base, que es reinstalado de un modo nuevo en el seno de la sociedad.

Los sistemas procesales que rigieron en materia penal fueron: el acusatorio, el


inquisitivo y el acusatorio formal o mixto que es el utilizado por nuestro sistema
procesal.

En efecto, la sentencia penal debe fundarse en los hechos que ocurrieron y que
debe ser demostrado a través de los medios de pruebas y el derecho que tipifica las
conductas.

Los jueces deben resolver los casos planteados en la esfera de su competencia


por medio de decisiones fundadas en derecho. En rigor, el principio en cuestión
puede ser analizado como conteniendo al menos tres deberes conexos: el deber de
resolver los casos, el deber de fundar los fallos y el deber de aplicar el derecho.

Los dos últimos deberes, tienen en nuestro sistema jurídico rango


constitucional, pues el artículo 256 de la Constitución establece que toda sentencia
judicial debe estar fundada en la Constitución y en la ley.

La sentencia penal aparece entre otras en el procedimiento abreviado, en el


juicio oral y público y en la acción penal privada.

Las formas de fundamentar una sentencia penal son: el sistema de la prueba


legal o tasada, la intima convicción y la sana critica racional; ésta última es la
utilizada en nuestro sistema procesal. El art. 403 del CPP en sus incisos 3 y 4
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establece los defectos que constituyen vicios en la sentencia los siguientes: que se
base en medios o elementos probatorios no incorporados legalmente al juicio o
incorporados por su lectura en violación a las normas de este Título y que carezca,
sea insuficiente o contradictoria la fundamentación de la mayoría del tribunal. Se
entenderá que la fundamentación es insuficiente cuando se utilicen formularios,
afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias o se utilice, como fundamentación, el
simple relato de los hechos o cualquier otra forma de reemplazarla por relatos
insustanciales. Se entenderá que es contradictoria la fundamentación cuando no se
han observado en el fallo las reglas de la sana crítica, con respecto a medios o
elementos probatorios de valor decisivo.

El proceso penal inquisitivo de aplicación anterior a la del actual código,


históricamente se vinculó al substancialismo penal y al decisionismo judicial
diametralmente opuestos al acto jurisdiccional cognocitivista, que garantiza el art.
256 de la CN. Años de proceso inquisitivo construyeron una maquinaria procesal
despreocupada de garantizar el acceso a la verdad como condición insoslayable para
la punición.

En Paraguay el código de procedimientos de vigencia anterior surgió en las


postrimerías de la segunda década luego de la guerra grande, de la mano de dos
dignos exponentes de la inmigración culta, que llegó al Paraguay, los españoles Don
Ricardo Brugada y el Dr. Ramón Zubizarreta, quienes toman como fuente las
legislaciones de España y Argentina; de España, las leyes de enjuiciamiento criminal
anteriores al Código de 1882 y de la Argentina, el Código de 1888 a instancias del
proyecto de Manuel Obarrio, que al decir de Vélez Mariconde, “nació viejo y caduco,
no solo con referencia a las demás legislaciones extranjeras y a la doctrina francesa e
italiana que ejercieron directa influencia en España, sino con relación a la propia
legislación de la Madre Patria, donde ya estaba en vigor el código de 1882.

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Luego de la caída del Gobierno del Dictador Gral. Alfredo Stroessner en el año
1989, Paraguay ingresó al nuevo bloque democrático nacido en América del Sur, se
adhiere a las nuevas tendencias reinantes en América Latina, formando parte del hito
de la firma y ratificación del pacto de San José de Costa Rica, uno de
los tratados rectores de la nueva y actual Legislación Nacional. Fundado en el
principio de la “Presunción de Inocencia” e inspirado en principios humanistas y en
artículos de la Constitución Nacional del año 1992, dio un cambio radical en la
historia del Derecho Procesal Penal del Paraguay.

La Constitución de 1992, ratificó la categoría constitucional de la garantía de


inconstitucionalidad, recogiendo los antecedentes doctrinarios, jurisprudenciales y de
la legislación común, expresamente consagró la impugnación de las resoluciones
judiciales por esta vía.

El 17 de mayo de 1985, la Corte dio un giro radical al respecto y dictó la S.D.


Nº 107, que constituyó un acontecimiento de suma importancia jurídica en nuestro
país, porque admitió la existencia de sentencias arbitrarias. Doctrina que confirmo
con la SD Nº 166, del 18 de julio del mismo año, con el voto unánime de sus
miembros. Así, pues, se cerró el círculo relativo a la inconstitucionalidad en el
derecho paraguayo, con una innovación doblemente significativa, porque la Corte
dejó de sostener su propia limitación al respecto, como también la improcedencia del
medio de impugnación y pasó a denominar las llamadas sentencias arbitrarias.

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RECOMENDACION

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Es necesario que los jueces apliquen e interpreten racionalmente el derecho,
de manera que los particulares sepan, usando, asimismo, reglas de razón, a qué
atenerse y puedan distinguir por anticipado entre lo lícito y lo ilícito, prediciendo
cuándo su comportamiento se encuentra acorde a derecho.

Es de suma importancia llevar a cabo políticas públicas a los efectos de


proporcionar mayor formación, tanto para jueces de sentencias, tribunales y
litigantes. Modificar leyes, despolitizar el acceso a la magistratura y el sistema de
remoción de jueces.

Sancionar a magistrados que desempeñen mal sus labores, para lo cual debería
de realizarse periódicamente controles de gestión y calidad de sentencias, asimismo,
encuestas de satisfacción y conformidad a usuarios de servicios de justicia, quienes
con sugerencias podrían contribuir al mejoramiento y funcionamiento institucional de
los órganos de administración de justicia.

Es de esperar que los magistrados respeten el sentido de sus propias


resoluciones y sean consecuentes con su propia jurisprudencia; es decir, que no
incurran, en arbitrariedad.

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GLOSARIO

Antonomasia: La más importante de todas.

Cognocitivismo: Es una corriente de la psicología que se especializa en el estudio de


la cognición (procesos relacionados con el conocimiento)

Connominadas: Exigidas.

Contumacia: Tenacidad y dureza en mantener un error.

Criticismo: Sistema filosófico de Immanuel Kant. Teoría metodológica que somete a


crítica la posibilidad del conocimiento, sus límites y sus fuentes.

Desmintificó: Disminuir o privar de atributos míticos u otros semejantes.

Delación: Acusación o denuncia.

Dialéctica: Arte de dialogar, argumentar o discutir. Método de razonamiento


desarrollado a partir de principios.

Empírica: Perteneciente o relativo a la experiencia.

Epistemología: Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico.

Inquisición: Cárcel destinada a los reos pertenecientes al antiguo Tribunal


eclesiástico de la Inquisición.

Paradigma: Conjunto cuyos elementos pueden aparecer alternativamente en algún


contexto especificado;

Página 94
Referencia Bibliográfica

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Penal planteado por la Fiscalía General del Estado”, Editorial El Foro, 2da. Edición,
1996.

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De la Rúa, Fernando, La Casación Penal. Edic. Depalma – 2000.

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Ferrajoli, Luigi; Derecho y razón. Teoría del arantismo penal. Ed. Trotta, Madrid,
1995.

Hendler, Edmundo S., Sistemas Procesales Penales Comparados, Editorial Ad Hoc


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Jaime M. Mans Puigarnau, Lógica para Juristas. Bosch Casa Editorial. Barcelona
1978.

Maier, Julio B.J., Derecho Procesal Penal, Fundamentos, Editores del Puerto S.R.L.,
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Mendonca, Daniel. Sapena, Josefina. Sentencia Arbitraria. Análisis de la doctrina


constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Editorial Intercontinental. Año 2010.

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Palacio, Lino Enrique, Manual de Derecho procesal civil. Decimoséptima Edición


Actualizada. Lexis Nexis, Abeledo Perrot.

Vivas Usher, Gustavo, Manual de Derecho Procesal Penal I. Ediciones Alveroni,


Año 1999.

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ANEXO

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ANEXO I

Causa: “Alba Zayas c/ la vida (homicidio culposo – negligencia) 917/2005.

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Causa: “Alba Zayas c/ la vida (homicidio culposo – negligencia) 917/2005.

Sentencia Definitiva Nº 235/06

Víctima Fatal: Fernando Morales (menor de edad)

Acusada: Alba Ramona Zayas de Riquelme.

Fiscales: Brígida Aguilar y Víctor Villaverde

Miembros del Tribunal: Alba María González Rolón (Presidenta), Wilfrido Peralta
Arguello y Gloria Amanda Hermosa.

Defensa: María Angelina Luna Pastore.

Tipo penal: Art. 107 y 29 Inc. 1º CP.

Condenada a 2 años, 6 meses.

Hechos:

En diciembre del año 2004 el niño Fernando Morales (menor de edad) fue
internado en el Centro de Salud de Guarambaré, la madre del niño Felicita Martínez
no sabía si el mismo era alérgico. El día 9 de diciembre la enfermera Alba Zayas
revisó al niño antes de las seis de la mañana y le aplicó 5c.c. de cefazolina en lugar de
3 c.c. Luego de 5 minutos le aparecieron puntitos rojos por todo el cuerpo a
Fernando, pidió auxilio, trataron de reanimarlo pero falleció.

Resolución: Alba Zayas fue declarada culpable y condenada a 2 años seis meses.

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Critica al fallo:

La sentencia carece de la determinación del hecho objeto del juicio y a la


determinación circunstanciada que el Tribunal estimó acreditado:

De la citada “fundamentación” surge con claridad que el Tribunal de Sentencia


no determinó cuales son las circunstancias en las que el hecho ocurrió. Es de radical
importancia partir del análisis de los hechos probados a fin de determinar si estos
constituyen o no el hecho punible juzgado; sin embargo, el Tribunal de Sentencia no
ha efectuado consideración alguna respecto de los hechos y las circunstancias,
limitándose a transcribir las pruebas producidas, omitiéndose referirse respecto de la
valoración dad a cada una de ellas, para luego concluir como probada la existencia
del hecho punible de homicidio culposo. El Tribunal de sentencia consideró probado
el tipo penal de homicidio culposo, previsto en el art. 107 del CP, sin hacer mención
ni determinar la causa (acción u omisión) que provoca la muerte del menor Fernando
Morales. Conforme a lo prescripto por nuestra legislación básicamente hablando, el
homicidio consiste en dar muerte a un hombre por otro.

No llegó a establecer cuál es el hecho que considera probado, no fijó cual es el


acto u omisión que configura la producción del resultado previsto en el tipo penal de
homicidio culposo.

Del testimonio de los peritos ofrecidos por el Ministerio Público no se ha


podido establecer cuál fue la causa que provocó la muerte del menor Fernando
Morales.

Ambos médicos forenses del Ministerio Público no pudieron precisar una causa
de muerte y se basaron en “una probabilidad” destacando también que las prácticas se
hicieron “según lo prescribe el arte médico”.

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La probabilidad es un estado intelectual intermedio entre la certeza positiva y
la certeza negativa. Ante la duda o la probabilidad, el juzgador debe absolver al
acusado.

Se confirmó que la medicación fue la adecuada y que las prácticas de


reanimación fueron las correctas, entonces donde está la falta del debido cuidado por
parte de la enfermera Alba Zayas.

Al no haberse determinado la causa de la muerte, el Tribunal no podría atribuir


responsabilidad a persona alguna por un hecho que se desconoce.

Falta de fundamentación suficiente:

La motivación o fundamentación constituye un elemento eminentemente


intelectual, de contenido crítico, valorativo y lógico. Se conforma por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los cuales el Juez o Tribunal apoya su
decisión y que se consignan habitualmente en los considerandos de la sentencia y que
debe responder a determinadas reglas lógicas para otorgarle a la sentencia una validez
como acto jurisdiccional.

El art. 12562 del CPP exige la fundamentación. La necesaria motivación a que


hace referencia la norma, abarca desde los actos iniciales del juicio oral y público
hasta el último acto procesal, es decir, todo el proceso. Al respecto se sostiene que
habrá falta de fundamentación cuando no se expresen las razones jurídicas basadas en
el caudal fáctico acreditado con las pruebas arrimadas al juicio, o cuando a pesar de
que exista exposición de motivos, esta sea ilegítima por estar construida por pruebas
inadmisibles o nulas, o cuando no consista en una exposición lógicamente razona de

62
Las sentencias definitivas y los autos interlocutorios contendrán una clara y precisa fundamentación de la decisión.
La fundamentación expresará los motivos de hecho y de derecho en que se basan las decisiones, así como la indicación del valor que se le ha
otorgado a los medios de prueba.

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los fundamentos, o de otra manera viole las reglas jurídicas que determinan su forma
y contenido.

La Sentencia Definitiva recaída en esta causa es contradictoria e incongruente


y por tanto nula, la sola transcripción de las actuaciones procesales, no constituye una
verdadera fundamentación.

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ANEXO II

Causa: “Toffoletti, Ricardo Mauricio s/ robo calificado por el uso de arma de


fuego”

(Poder Judicial – Provincia de Buenos Aires)

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Critica al fallo:

La sentencia reúne los requisitos exigidos por el Código Procesal Penal


Argentino para la fundamentación de la sentencia penal. Analiza la existencia del
hecho material, la participación del procesado en el hecho del juzgamiento, si existen
eximentes, atenuantes o agravantes. El acusado fue condenado en un procedimiento
abreviado.

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ANEXO III

Causa Nº 4171/2011

“Herme Osmar Galván s/ HP de hurto y otro”

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Critica al fallo:

El caso fue resuelto durante la substanciación de la audiencia preliminar, donde


con acuerdo de las partes se aplicó al procesado la institución del procedimiento
abreviado conforme a lo establecido en el art. 420 del CPP. El mismo fue condenado
a la pena privativa de libertad de dos años con suspensión a prueba de la ejecución de
la condena.

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