Vous êtes sur la page 1sur 4

Desarrollo económico y bienestar humano

El desarrollo económico
El instrumento más usado para expresar en términos cuantitativos los logros
económicos de un país es el PIB que consiste en el valor monetario a precio de
mercado de todos los bienes y servicios producidos por un país en un año. Si el PIB se
divide entre el número de habitantes se obtiene el PIB por habitante que representa
una aproximación del nivel de vida medio de un país. Pero hay dos problemas, los
precios varían año a año (generalmente suben) y los precios son generalmente más
altos en países más ricos. Así que para medir y compara es necesario dos instrumentos
estadísticos: los índices de precio al consumo y la paridad de poder adquisitivo. El
aumento de los precios se mide con el IPC que solo es una aproximación a la realidad
pero resulta muy útil para diversos fines, entre ellos ver el crecimiento global de la
economía y elaborar series históricas de precios. El segundo problema se resuelve con
la paridad de poder adquisitivo, que se establece mediante el cálculo de cuánto cuesta
en cada país comprar una serie de bienes y productos. El crecimiento no ha sido
uniforme en todo el mundo. Asia logro la tasa de crecimiento más alta 3,4%, seguida
por la Unión Europea, 2,8%. Otros países como la antigua Unión Soviética se
encuentran estancados.
La desigualdad económica en el mundo de hoy
Si se calcula de acuerdo con la paridad del poder adquisitivo, el país con mayor
nivel de ingresos por habitante es en 2012 Noruega, con 48.600 dólares y el que
menos Republica Democrática del Congo con 319. La desigualdad sigue siendo
preocupante a pesar de que los países medio-pobres están experimentando un
desarrollo espectacular, mucho mayor que los desarrollados. Por otro lado se suma la
desigualdad interna dentro de los países como China. El método estadístico habitual
usado para medir la desigualdad en una distribución es el coeficiente Gini que
representa valores entre 0 igualdad máxima y 1 desigualdad máxima. Este coeficiente
se aplica también para estudiar la desigualdad entre países, pero si se quiere evaluar la
desigualdad en el mundo, lo mejor es combinar desigualdad interna y externa y a
partir de ahí es posible realizar también seres históricas que permiten evaluar si la
desigualdad global aumenta o disminuye.
Los factores de desarrollo económico
El hecho de que nueve de los quince países más desarrollados de 1815 sigan
encontrándose entre los más desarrollados de hoy sugiere que los orígenes de la
desigualdad vienen de lejos. Conviene advertir que las regiones más desarrolladas hoy
ocupan una extensión geográfica contigua unas de otras, en el hemisferio norte,
dentro de un vasto continente que es Euro-Asia. Las relaciones históricas entre las
regiones más desarrolladas ha favorecido el progreso, frente a otras más aisladas o
remotas que han quedado atrasadas, como África con el desierto del Sahara. Los
climas templados son otro factor a tener en cuenta ya que propicia la navegación y las
comunicaciones. Sin embargo estas cuestiones geográficas no tienen por qué ser
definitivas ni irrefutables para que un país sea hoy en dia prospero. La elección de un
sistema de gobierno y la inversión juegan un papel predominante en el desarrollo.
Medidas liberalizadoras adoptadas por muchos gobiernos, a partir de los 80 han
contribuido al avance de la globalización económica, la inversión extranjera y la
inmigración.
El desarrollo humano
El PIB por habitante representa una aproximación útil al nivel de bienestar medio de
un país, pero por sí mismo no es suficiente. Surgió así el índice de desarrollo humano
(IDH).
Salud, educación y desarrollo humano en el mundo de hoy
La metodología para calcular el IDH cambio en 2010. Ahora representa la media
geométrica de esperanza de vida, el de educación y el de ingresos. El índice de
esperanza de vida nos indica los años de vida estimados que vivirá un recién nacido si
se mantienen la situación actual, el índice de educación combina los años promedio de
escolarización con los años esperados de escolarización y el índice de ingresos se
calcula a partir del PNB. Deacuerdo con su IDH respectivo, el PNUD divide a los países
del mundo en cuatro cuartiles: los de desarrollo muy alto, alto, medio y bajo.
El jinete de la peste sigue además cabalgando por los países menos
desarrollados. En los últimos años, las enfermedades infecciosas más letales han sido
la malaria, paludismo y sida. El jinete del hambre no es menos activo. Para analizar
este problema hay que distinguir entre la desnutrió que es la condición crónica de
cientos de millones de personas en el mundo y las hambrunas que son situaciones
coyunturales de empeoramiento de la alimentación. A inicios del 2013 los países más
amenazados por el hambre son la Republica Democrática del Congo, Mali, Siria y
Sudan del Sur. La desigualdad en el campo educativo es también importante. No es
solo importante el número de años que se esté en la escuela sino la calidad de la
educación que se le brinda a la población, calificados bajo las pruebas Pisa.
El desarrollo humano en perspectiva histórica
Aunque la desigualdad entre los países del mundo es aún muy grande, es
necesario destacar lo mucho que se ha avanzado, incluso en los países más pobres. Las
estimaciones realizadas por el economista británico Nicholas Crafts, muestra un
notable crecimiento del IDH en una selección de países dispuestos de derecha a
izquierda. Puede observarse que el crecimiento ha sido mucho mayor en los países
menos desarrollados. A partir de 1950, las innovaciones se han difundido mucho más
rápido asi como mejoras agrícolas y ganaderas, las tecnologías de la información y la
comunicación etc.
Los objetivos del Milenio
El gran desafío que afronta la humanidad en este siglo XXI es la universalización
del desarrollo humano. En la cumbre del Milenio celebrada por Naciones Unidas en el
2000, 189 naciones aprobaron en la que se especificaban ocho objetivos para los que
se debería hacer progresos en el 2015. Estos objetivos se refieren a pobreza extrema y
hambre, la extensión e la educación primaria, la promoción de la igualdad de género y
la autonomía de la mujer, la reducción de la mortalidad y generalizar la sostenibilidad
del medio ambiente.
La Gran Recesión
En el último siglo y medio, la economía mundial ha experimentado un
desarrollo sin precedentes históricos. Este desarrollo no se ha mantenido a un ritmo
constante sino que ha sucedido periodos de expansión y otros de recesión, de forma
cíclica. Se estima que en Estados Unidos desde finales del siglo XVIII ha habido casi un
centenar de ellas. Después de la Segunda Guerra Mundial, las recesiones pasaron a ser
de mucha menos entidad, tanto en estados Unidos como en el resto del mundo, por lo
que la gran recesión de finales del 2007 fue una de los peores en los últimos tiempos.
En Estados Unidos duro un año y medio, hasta finales del 2009 y provoco una caída del
producto interior bruto del 5% y un 10% de desempleo.
Los orígenes de la Gran Recesión en Estados Unidos
Aunque ha sido un suceso de alcance global, con raíces en problemas
específicos en diversos países, su origen se encuentra sobre todo en la crisis financiera
que se produjo en los Estados Unidos en 2008. Una crisis que estalló como
consecuencia de la depreciación de ciertos sofisticados productos financieros, ligado
sobre todo a las hipotecas. Los economistas definen burbuja a un fenómeno que
consiste en la subida de los precios de un activo muy por encima de su valor
intrínseco. Llega un momento en que la burbuja estalla porque no hay compradores
dispuestos a pagar los altos costes. La burbuja inmobiliaria se financio con facilidad,
debido, en primer lugar a que las tasas de interés eran bajas algo que más tarde se
reprochó a la reserva federal. En segundo lugar, la oferta de crédito se vio facilitada
por la gran abundancia de capitales procedentes de economías emergentes, en
especial de China, que acudían a invertir en Estados Unidos. La baratura de los
préstamos facilito que los hogares se endeudasen en los primeros años del siglo XXI,
pero a partir del 2007, el aumento de la morosidad en los créditos hipotecarios,
seguido por el consiguiente aumento de los desahucios fue el primer síntoma de lo que
se avecinaba. Las enormes pérdidas causadas por el pinchazo de la burbuja
inmobiliaria lo sufrieron sobre todo los propietarios y poco después aquellos que
habían suministrado los créditos.

Vous aimerez peut-être aussi