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Heinz Dieterich 23.12.

2017
AMirna, Toro,Enrique y Chico

Destrucción de la centroizquierda latinoamericana


Sin Líder no hay Salvación
1. La Dictadura: el Nuevo Normal
La ofensiva oligárquica imperial contra la centroizquierda latinoamericana --la
socialdemocracia progresista-- está entrando a su segunda fase. Primero destruyo la
Década de Oro del desarrollismo democrático de Chávez, Lula,Kirchner, Correa, Zelaya
y Lugo. Ahora, pretendeeternizar su triunfo, instalandola dictadura de clase
abierta:fraudes electorales, matanzas militares,coupd´étatsparlamentarios y
judiciales,opresión social sangrienta,cínico desconocimiento del “espíritu de las leyes”
(Montesquieu) yla perversión manipuladora de la verdad pública, son las armas usadas
por las tiranías burguesas subdesarrolladas.

Actualmente no hay fuerzas de resistencia organizadas en la Patria Grande, que podrían


enfrentarse ofensivamente a las oligarquías criollas. Emulando el ejemplo global
delprotofascista Trump, éstas no ven impedimento para imponer sus regímenes de facto
sobre la sociedad civil; pese a que la destrucción de la socialdemocracia criolla aniquila
uno de los dos pilares políticos orgánicos del sistema de dominación capitalista --el otro
es el neoliberal-- generando un sistema asimétrico inestable. La oscilación entre la ilusión
política de un mundo basado en el contrato social, por una parte, y el campo de guerra del
bellator y del mercado, por otra,le parece a la burguesía actual un lujo, del cual puede
prescindir, sin perder el control social.

Para las fuerzas populares y clases medias de América Latina, sin embargo, el Nuevo
Normalcambia cualitativamente el teatro de operaciones (campo de batalla). Obliga a
actuar desde una perspectiva de “defensiva estratégica” yde concertar coaliciones de
salvación nacional lo más amplias posibles, para enfrentarel nuevo orden dictatorial. En
este escenario de lucha, el papel del líder --independientemente del género, por
supuesto-- se vuelve fundamental para el triunfo.
2. Sin tetas no hay paraíso
Para transformar una sociedad, es necesarioconstruir tres subsistemas de poder: 1. un
liderazgo individual (carismático) o colectivo de vanguardia; 2. un programa realista-
incluyente de transición; 3. una organización nacional eficiente con sustento en la
realidadsocio-económica, política, cultural y militar.

Mientras las necesidades del programa y de la organización son reconocidas en todo el


espectro político, el tema de la indispensabilidad del líder para el éxito --conditio sine
qua non (condición esencial) del triunfo en la lucha por el poder-- es negada por la
izquierda global. Discutirlo significa cuestionar un tabúde la conducción democrática de
los macro sistemas sociales. Un tabú, cuyas profundas raíces se nutren de experiencias
históricas, ilusiones anarcoides yde memes propagandísticosliberales, socialdemócratas
ypost-modernistasde la burguesía.

El efecto de este anatemasobre “la izquierda” es semejante al que sufre la jovenCatalina


Santana enla novela de Gustavo Bolívar, Sin Tetas no hay Paraíso. Cuando la hermosa
jovendecideofrecer sus servicios de sexoservidora a los narcos del barrio --única vía para
salir de la pobreza-- la rechazan por el tamaño de sus senos. Carece de un requisito vital
para triunfar en el mercado del poder y, por lo tanto, está condenada al fracaso.Sufre la
inmisericordia dela ley fundamental de la vida clasista, que predestina los triunfos y
fracasosdel homo sapiens en lo individualy locolectivo.

3. Stalin, Hitler, Bakunin


La experiencia del terror de Estado stalinista es, sin duda, el trauma castrante más fuerte
de la izquierda, que determinasu síndrome anti-líder; o, si se prefiere,su síndrome pro-
manada.
Laamalgamación liberal del terror stalinista con el hitleriano, en el concepto del
“totalitarismo”de Mussolini (Hannah Ahrendt); lamezcolanza de estos memes con la
utopía anarquista de Bakunin y con determinadas idioteces de latrendy inteligencia de
enjambre (swarmintelligence), así como la interpretación reduccionista de los procesos de
autoorganización y auto-catálisis de la materia y de la seguridad en números (safety in
numbers), generaron la noción precientífica (esterotipia), de que todo líder es sinónimo
de peligro para la democracia.

4. Sicofantes de la manada
Hoy día, esta sopa química-ideológicaprevalece en la lucha global de las ideas,
promovida por los mercaderes e “idiotas útiles” (Lenin) del sistema, mediante múltiples
canales de dominación: desde el abuso de la legítima lucha de los pueblos indígenas
(actualmente por autodefinidos “trotskistas”), hasta el abuso de los legítimos intereses
democráticos de los movimientos populares.Bajo la obscena fachada del purismo
democrático, aferrados a su noción abstracta-dogmática de libertad y racionalidad,
catalizando estrategias de voluntarismo demagógico y fundamentalismo, escamotean la
verdad científica, de que los grados de libertad posibles en los sistemas empíricos son
esencialmente funciones de las condiciones objetivas, no de la libre voluntad de las
personas.

5. Lula y Alencar
Por lo tanto, en ciertas fases de la lucha de transición política y social, las alianzas
tácticas con sectores de las clases dominantes y medias son imprescindibles: ya sea para
sobrevivir en la fase de la defensiva estratégica (fascismo europeo) o para dar el primer
paso en el derrocamiento de una dictadura (Pinochet); ya sea, para llegar al poder con
fines reformistas, como la luna de miel entre Lula y Alencar, el jogo bonitoelectoral
brasileño, en 2002, que se repite actualmente a pie de la letra en el segundo país más
importante de América Latina.

6. Seis funciones del Líder


En manadas de animales, la función del animal Alpha consiste en asegurar la
sobrevivencia del colectivo dentro del hábitat que utiliza. En sistemas más complejos,
como la sociedad clasista humana, el animal Alpha o líder, tiene que cumplir
satisfactoriamente con seis funciones. 1. Discernir las zonas hostiles, benéficas, neutrales
y antagónicas del entorno. 2. Entender la naturaleza determinística, probabilística o
caótica (no-previsibles) de los procesos relevantes para su praxis. 3. Sobre este análisis
diseñar la estrategia de sobrevivencia. 4. Imponer en la manada la estrategia escogida,
para lograr una mínima auto-similaridad funcional a toda escala de la organización. 5.
Mantener la cohesión del colectivo, pese a que toda organización social humana (Estado,
partidos, sindicatos, etc.) genera disidencia y se estructura en tres vectores de poder,
clasificables políticamente como: centro,derecha e izquierda. 6. Masificar el apoyo a la
estrategia escogida para la manada, más allá de su organización interna. Es decir, hacerla
hegemónica, en el sentido de Gramsci, en la sociedad civil y política. Todo esto resume,
como es obvio, la función de vanguardia de una organización o de un líder político en un
macrosistema social humano.

7. Líder y masas
La sociedad capitalista moderna es un macrosistema de dominación, que opera vía la
interacción de cuatro variables claves: a) las circunstancias objetivas del status quo
(momento);b) la intervención de las masas; c) la interfaseentre el poder estructural (de las
facciones) de la clase dominante y el poder operativo del Estado, que llamamos “partidos
políticos”; d) el perfil de los líderes. Marx consideraba a los líderes, dentro de la
dinámica objetiva, como parte de los "eventos aleatorios" o de la casualidad ("der ´Zufall´
des CharaktersderLeute, die zuerstanderSpitzederBewegungstehn"), que aceleran o
desaceleran los procesos objetivos. El efecto catalizador o paralizante de los líderes en los
procesos históricos reside, como ya resumimos, en su capacidad de comprender
tempranamente las tendencias de evolución de la realidad y, en respuesta, crear un
modelo de dominación/conducción social, que convence a las clases sociales de “la
bondad” de su proyecto histórico (visión del futuro).

8. Fidel y Chávez: modelos diferentes


Líderes estructuralmente semejantes, como Fidel y Hugo Chávez --ambos carismáticos,
con gran inteligencia, oratoriay vitalidad-- pueden generar modelos de conducción
cualitativamente diferentes, según las condiciones objetivas. El sistema político de la
Revolución Bolivariana de Chávez era carismático y bonapartista, mientras que el de la
Revolución Cubana era y es, básicamente, burocrático y tradicional (Max Weber).
Actualmente, ambos modelos están estructuralmente agotados, debidoa su inadecuada
cibernética (dialéctica) frente a la complejidad de los procesos y nuevas estructuras de
clase del siglo XXI.La genialidad del líder Fidel impidió el colapso del modelo cubano,
aunque no pudo evitar su deterioro ante la criminal agresión estadounidense de seis
décadas; el derrumbe del modelo de Chávez es responsabilidad del Comandante, que lo
entregó a los bufones de la manada socialdemócrata tropical.

9. El peligro del líder


Al igual que el liderazgo de la manada, la conducción del líder implica peligros para el
colectivo, que le delega poder. ¿Qué su visión puede ser cierta o errada? Por supuesto. No
hay praxis humana que se escape a la dialéctica de verdad mental y objetiva, producida
por el sujeto. ¿Qué el líder cambie o abuse del poder otorgado por las mayorías? Por
supuesto. Sólo la formación científica-ética,una institucionalidad adecuada,la conciencia
ciudadana y la superación de la sociedad de clase, pueden conjurar este peligro, que es
herencia de nuestra materialidad animal.

10. El Placebo divino


Quiénes no aguantan las antinomias (contradicciones) del Ser --débiles e ignorantes,
decía Wilhem Reich-- pueden refugiarse en los placebos totalitarios de la nomenclatura
católica. Extra Ecclesiamnullasalus, reza su dogma para el rebaño de fieles, la grex
esclavizada: “Fuera de la Iglesia no hay salvación”.Entusiasta, el renacentistaPrincipede
Maquiavelo y los Netanyahus del mundo aplaudenla deificación del Estado clasista
bíblico y la ley de la manada.
Mientras, Jesús de Nazareth, el magnolíderpalestino, llora el fracaso de su grandioso
proyecto de salvación nacional y global. Su consummatumest --todo está acabado-- es su
última equivocación de líder: quedó inconclusa la tarea de la humanidad.

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