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RESUMEN LA TERCERA OLA

I CAPITULO: SUPERLUCHA
SUPERLUCHA
Nos podemos dar cuenta que la historia del mundo se ha dividido en tres partes de gran trascendencia
para la humanidad, como lo ha sido la agricultura la cual ha sido catalogada como la primera ola de la
sociedad, que se mantuvo durante un largo tiempo, luego viene la segunda ola que es la revolución
industrial la cual ha durado más o menos 300 años y por ultimo viene una ola que aun no ha sido
clasificada de la mejor manera posible, puesto que en este punto, el futuro pude tener cambios ya sean
a nivel social, tectológico, cultura y político lo cual influye de una gran manera para que la humanidad
siga hacia adelante.

LA PREMISA REVOLUCIONARIA
En la actualidad la humanidad está viendo como la sociedad ha invadido el mercado con futuros de
destrucción como lo es el Armagedón por medio de películas, documentales, relatos bíblicos, profecías,
lo cual nos ha llevado a una parálisis de la imaginación y la voluntad. También se enmarca que las
décadas venideras se encontrara llenas de agitaciones, turbulencias y violencia generalizada la cual no
ayudara a que la humanidad se destruya por si misma por completo, y se verá reflejado un salto
cuántico en la historia, lo que nos indica que nuestra generación es la final de una vieja civilización y la
primera generación de otra nueva.

LA LÍNEA DE AVANCE
El autor clasifica como análisis de oleaje lo que identifica las pautas fundamentales de cambio a medida
de que van surgiendo y cómo podemos influir sobre ellas. Antes de surgir la primera ola de cambio la
humanidad vivía en pequeños grupos que se alimentaban básicamente de la caza, pesca y ganadería,
desde el momento que se descubrió la agricultura la cuales catalogada como la primera ola el hombre
cambio muchos de los hábitos que tenia; esto durante por uno 10.000 años hasta que ser dio la
revolución industrial la cual está enmarcada como la segunda ola es claro que aun se está utilizado la
primera ola en la gran mayoría de los países de latino América y áfrica pero no con la gran amplitud que
se utilizaba antes. El esmero de los países no industrializados por obtener materias por medio de la
industrialización a llevado a que la primera ola valla desapareciendo, hay muchos países que están
viviendo las tres olas a velocidades diferentes es importante resaltare que la tercera ola inicio hacia el
año de 1955 en estados unidos cuando el número de empleados y trabajadores de servicio supero al
número de obreros manuales.

OLAS DE FUTURO
Después de la primera y segunda ola el hombre pronostica su futuro puesto que sabe a qué se debe
enfrentar, lo cual ha hecho crear diferentes movimientos tecnológicos, sociales, culturales que han sido
producto de las dos olas que ya pasaron, y ha hecho al hombre autónomo. Algo muy diferente ha
ocurrido en países que hasta ahora están cobijados por las dos grandes olas (agricultura y revolución
industrial) puesto que gracias a estos movimientos se han creado muchas guerras civiles.

II CAPITULO: LA ARQUITECTURA DE LA CIVILIZACION

LA ARQUITECTURA DE LA CIVILIZACIÓN
La primera ola es la agricultura la cual duro muchos años pero dentro de esta, ya se daban algunos
avances de la segunda ola como lo fue la extracción de petróleo en las islas griega en el 400 a de c y en
birmania en el 100 d de c, también ya se veían, grande s imperios como lo fue el romano, pero la
segunda ola se dio después de la revolución industrial con la construcción de maquinas, lo cual formo el
sistema social más poderoso.

LA SOLUCIÓN VIOLENTA
Se inicio un conflicto entre la gente que apoyaba la primera ola de la agricultura y los que querían un
avance que era la industrialización lo que conllevo a diferentes guerras en el mundo poro a lo ultimo a
ganado la segunda ola la industrialización puesto que gran parte de la humanidad vive bajo estos
apuros de una vida de avances tecnológicos.

BATERÍAS VIVIENTES
Las energías en la primera ola eran renovables como lo eran los animales, el viento y otros agentes de la
naturaleza al surgir la revolución industrial estas energías fueron remplazadas por fuentes no
renovables como lo es el carbón, el petróleo o combustibles fósiles.

LA MATRIZ TECNOLÓGICA
Antes en la ola de la agricultura se realizaban las cosas según sus necesidades a pequeña escala, al
surgir la revolución industrial esta producción se automatizo e hizo que la producción fuera de grandes
niveles producción en masa.

LA PAGODA BERMELLÓN
Después de la producción en masa se tenía que ver la manera de distribuirlo, la cual fue por medio de
ferrocarriles, vías y centros de comercialización cosa que no se podía hacer en la primera ola puesto
que no se producía en cantidades exorbitantes.

LA FAMILIA AERODINÁMICA
En la ola de la agricultura la familia se componía por tíos, abuelos, primos eran muy numerosas, pero a
partir de la revolución industrial esta se fue disgregando puesto que en este momento las familias solo
se componen de padres e hijos, también se ve como en la segunda ola el respeto hacia los padres se ha
perdido.

EL PROGRAMA ENCUBIERTO
A partir de la segunda gran ola se empezó a necesitar mano de obra calificada y se dio inicio a la
educación de niños los cuales cada vez entran más jóvenes a la escuela por consiguiente los años de
educción cada día eran más.

SERES INMORTALES
En la segunda ola se da mayor fuerza a la corporación, puesto que a partir de esto se da inicio a la
inversión en fábricas ya si de esta manera hacer grandes monopolios que constituyen la vida de hoy en
el mundo.

LA FÁBRICA DE MÚSICA
En la música los cambios ocasionados por la segunda ola también fueron de gran multitud puesto que
las organizaciones también estaban dentro de este contexto, ya que se empezaron a utilizar los
empresarios, representantes personas que pudieran vender una gran cantidad de boletos, lo cual
produjo la necesidad de grandes teatros y la ampliación de sonido para estos.

LA VENTISTICA DE PAPEL
La comunicación durante la primera ola era únicamente para las familias ricas puesto que eran muy
difícil el establecer conexión uno a otros, la única forma de comunicación era por medio de mensajeros
los cuales se demoraban mucho, a partir de la segunda ola se crea la oficina de correos que fue de gran
ayuda para toda la humanidad puesto que de esta manera la comunicación entre familias era más fácil,
mas adelante viene el teléfono el cual ayudo a optimizar la comunicación entre la humanidad, lo que ha
facilitado el intercambio comercial a niveles internacionales.

III CAPITULO: LA CUÑA INVISIBLE


LA CUÑA INVISIBLE
En la primera ola el hombre, lo que producía lo consumía es decir que no había un comercio por el cual
se satisfacían de diferentes productos, más adelante se empezaron hacer grandes mercados que
permitió el trueque de alimentos, animales, esclavos etc. Hasta llegar al punto que la persona
especializada en la producción ya no lo haga para sí misma esto es a causa de la revolución industrial o
segunda ola.

EL SIGNIFICADO DEL MERCADO


Las plazas de mercado ayudo a las economías industriales capitalistas a lograr una economía que se
“mercatizo”. Donde el mercado se considera puramente capitalista, una red de intercambio y de
distribución de bienes o servicios.
La base del mercado en el comercio es el dinero o en la permuta, teniendo en cuenta la ley de la oferta
y la demanda
La expansión del mercado contribuyó a la elevación de los niveles de vida más rápida de lo que se
esperaba.
Una serie de aspectos políticos y económicos alrededor del mundo causan un profundo conflicto en
toda sociedad, capitalista o socialista, por la división abierta entre producción y consumo. Lo que
produjo una civilización más calculadora, comercializadora.
Pues la obsesiva preocupación por el dinero, los bienes y las cosas no es un reflejo del capitalismo o del
socialismo, sino del industrialismo, es un reflejo del papel central desempeñado por el mercado en
todas las sociedades en las que la producción se separa del consumo, en las que todo el mundo
depende del mercado, más que de sus propias capacidades productivas, para las necesidades de la
vida. En una sociedad así, cualquiera que sea su estructura política, no sólo se compra, vende y cambian
productos, sino también trabajo, ideas, arte y almas.

LA DIVISIÓN SEXUAL.
La segunda ola produjo un cambio en cuanto a las responsabilidades de trabajo sobre los papeles
sexuales.
En la primera ola, era todo muy independiente de todo. Por ejemplo, las ganancias de una granja no
dependían de otra granja y nadie se interesaba por lo que pasara con otras granjas, siempre y cuando la
propia marchara bien.
En la segunda ola ocurrió que todo se movió a fábricas y todo estaba, de alguna manera,
interconectado. Es decir, era interdependiente. Esa interdependencia originó conflictos en las
responsabilidades del ser humano. Los primeros obreros trabajaban de acuerdo con lo que se les
pagaba (que era muy poco) y no tenían idea de que su desempeño se relacionaba con una super-
maquinaria de fábricas en ese entonces. En el único ambiente en el que no predominaba n las nuevas
formas de trabajo, era el hogar (la familia). En ese aspecto, la mujer seguía en el pasado mientras el
hombre avanzaba al futuro. La primera trabajaba solo para su hogar; el segundo, para una red de
trabajo interdependiente. Las mujeres que no hacían caso e iban a trabajar en las redes de inter-
dependencia, eran tildadas de “no femeninas”. Dado lo anterior, se puede concluir que “la batalla de los
sexos” se originó por las ideas de trabajo que se tenían.

CAPÍTULO IV: INFRINGIENDO EL CÓDIGO


Toffler en este capítulo IV parte de la siguiente observación:
Toda civilización tiene un código oculto, un conjunto de reglas o principios que presiden todas sus
actividades y las impregnan de un repetido diseño. Al extenderse el industrialismo se hizo visible su
diseño oculto. Se componía de seis principios interrelacionados que programaban el comportamiento
de millones de personas.
Para Toffler estas reglas o principios de la segunda ola son:

 a. Uniformización: “Todo el mundo sabe que las sociedades industriales crean millones de
productos idénticos“, y esto influiría a su ven en la creación de un género de vida, un lenguaje,
máquinas, procesos y escuelas también uniformes.
 b. Especialización: “Cuanta más diversidad eliminaba la segunda ola en materia de idioma, ocio
y estilo de vida, más diversidad se necesitaba en la esfera de trabajo. Acelerando la división del
trabajo, la segunda ola sustituyó al campesino más o menos habilidoso por el especialista
concienzudo y el obrero que solamente realizaba una tarea repetida hasta el infinito”.

 c. Sincronización: La segunda ola sincronizó la vida laboral y la vida social, separándola de sus
ritmos normales y supeditándolas al reloj y “exigencias de máquina”. “Las más íntimas rutinas
de la vida quedaron comprendidas en el sistema de ritmo industrial; las familias se levantaban
simultáneamente, comían al mismo tiempo, salían al trabajo, trabajaban, regresaban a casa, se
acostaban, dormían e incluso hacían el amor más o menos al unísono, al paso que la
civilización entera, además de la uniformización y la especialización, aplicaba el principio de
sincronización”.

 d. Concentración: Las sociedades de la segunda ola concentraron su fuente de energía —en vez
de en la dispersión de fuentes energéticas de la primera ola- en depósitos también altamente
concentrados de combustible fósil. Además, se concentró también la población, apareciendo
centros urbanos gigantescos. Y se concentró también el trabajo: miles de trabajadores bajo un
mismo techo como en las grandes fábricas.

 e. Maximización: Es decir tendencia a recurrir a la gran escala en todos los niveles.

 f. Centralización: Tendencia a formas de gobiernos centralizados, en lo político y en lo


económico, creación de los Bancos Centrales.

Una última observación interesante de Toffler es cuando afirma que estos 6 principios contribuyeron al
auge de la burocracia.

CAPÍTULO V. LOS TÉCNICOS DEL PODER


Para el autor, las sociedades de la segunda ola estaban gobernadas por especialistas en integración, ya
que esta ola fraccionó la vida y la cultura de la comunidad. Los integradores eran quienes “definían
funciones y asignaban trabajos. Decidían quien obtenía qué recompensas. Trazaban planes, fijaban
criterios y daban o retiraban credenciales. Enlazaban la producción, la distribución, el transporte y las
comunicaciones. Fijaban las reglas conforme a las cuales interactuaban las organizaciones hacían
encajar las piezas de la sociedad. Sin ellos, nunca habría podido funcionar el sistema de la segunda ola”.
Aspiraron -y lo lograron- fijar las políticas comerciales estos integradores: directores contratados por las
empresas o administradores económicos que colocaban dinero de otras personas (y esto no lo hacían ni
los propietarios ni, mucho menos, los obreros).
Los integradores, sigue diciendo el autor, asumieron así el control. “De esta necesidad de integración de
la civilización de la segunda ola surgió el mayor coordinador de todos, el motor integracional del
sistema: un Gobierno grande”, emergieron así una enorme maquinaria gubernamental y grandes
organizaciones, compañías de producción. “Las Sociedades de la segunda ola estaban gobernadas por
los integradores”. “En la actualidad, mientras la tercera ola de cambio ‘aparece’, empiezan también a
aparecer las primeras grietas en el sistema de poder”. La causa es en la tercera ola se requiere cada vez
mayor descentralización.
CAPÍTULO VI. EL ESQUEMA OCULTO
La segunda ola trajo consigo una especie de concepción mecanicista de la sociedad:
“Empapados de este pensamiento mecanicista, imbuidos de una fe casi ciega en el poder y la eficiencia
de las máquinas”, los revolucionarios fundadores de la segunda ola, “inventaron, sociedades políticas
que participan de muchas de las características de las primeras máquinas industriales. Así como
la fábrica vino a simbolizar toda la tecnosfera industrial, el Gobierno representativo (por
desnaturalizado que esté), se convirtió en el símbolo de status de toda nación ‘avanzada’. De hecho,
incluso muchas naciones no industriales —bajo las presiones ejercidas por los colonizadores o a través
de la ciega imitación— se apresuraron a instalar el mismo universal equipaje representativo”. “En este
sistema, el gobierno representativo era el equivalente político de la fábrica. De hecho, era una fábrica
destinada a la confección de decisiones integracionales colectivas. Como la mayor parte de las fábricas,
estaba dirigida desde arriba. Y, como la mayor parte de las fábricas, se va quedando ahora
progresivamente anticuada, víctima de la tercera ola”.
Esto, para Toffler, era un engaño, pues mientras el pueblo creía que está gobernando a través de sus
representantes cuando en verdad lo hacían las élites.“De hecho lejos de debilitar el control ejercido por
las élites directivas, la maquinaria formal de representación se convirtió en uno de los medios clave de
integración por los que se mantenían a sí mismas en el poder”

CAPÍTULO VII. UN FRENESÍ DE NACIONES.

En el Capítulo VII, que lleva el título “Un frenesí de naciones”, Toffler afirma que el nacionalismo nace
con la segunda ola:
“Se pueden considerar los levantamientos nacionalistas provocados por la revolución industrial en los
EE.UU, Francia, Alemania y el resto de Europa como esfuerzos para elevar el nivel de integración política
al nivel de integración económica, en rápido ascenso, que acompañó a la segunda ola. Y fueron esos
esfuerzos, no la poesía ni místicas influencias, lo que condujo a la división del mundo en unidades
nacionales separadas. Y por debajo de la nación subyacía el imperativo familiar del industrialismo: el
impulso hacia la integración”.

CAPÍTULO VIII. EL IMPULSO IMPERIAL.


Seguidamente aclarará en el Capítulo VIII con el título. El impulso imperial, en que consiste
precisamente dicho impulso. La segunda ola apareció con un impulso imperialista:
Al aumentar la fabricación masiva de productos, las nuevas élites industriales necesitaban mercados
mayores y nuevas salidas a la inversión. El fantasma del desempleo empujó a las potencias europeas a
la colonización. En 1492, cuando Colón descubrió América, “los europeos controlaban sólo el 9% del
globo. Para 1801 dominaban la tercera parte. Para 1880, las dos terceras partes. Y en 1935 los europeos
controlaban el 85% de la tierra firme del planeta y el 70% de su población. Como la sociedad misma de
la segunda ola, el mundo se hallaba dividido en integradores e integrados”. Pero desde 1944 hasta los
primeros años de la década de los 70, EE.UU aparece como el integrador de integradores: entró a
dominar este sistema imperialista. Posteriormente este papel ha sido desafiado por la Unión Soviética,
que tomó, después de la segunda guerra mundial, una parte de Europa como campo propio de
colonización: los países ‘satélites’. El gran designio, pues, es éste: la civilización de la segunda ola dividió
y organizó al mundo en naciones-estado separadas. Necesitando los recursos del resto del mundo
arrastró a las sociedades de la primera ola y a los restantes pueblos primitivos del mundo hasta
introducirlos en el sistema monetario. Creó un mercado globalmente integrado. Pero el exuberante
industrialismo era algo más que un sistema económico, político o social. Era también una forma de vida
y una forma de pensamiento. Produjo la mentalidad de la segunda ola. Y añade: “Esta mentalidad
constituye en la actualidad el principal obstáculo a la creación de una viable civilización de la tercera
ola”.
CAPÍTULO IX. INDUSREALIDAD.

Será en el Capítulo IX. Indusrealidad, donde Toffler explique mejor en que consiste esta mentalidad.
Con la palabra Indusrealidad, hace referencia a la concepción del mundo propia de la segunda ola: la
define como “el grupo culminante de ideas y presunciones con que se enseñaba a los hijos del
industrialismo a comprender su mundo. Era el bagaje de premisas empleadas por la civilización de la
segunda ola, por sus científicos, dirigentes comerciales, estadistas, filósofos y propagandistas” .
Esta concepción se basa en tres ideas comunes a todas las naciones de la segunda ola:

 La primera idea es que la naturaleza es un objeto que espera ser explotado.


 La segunda idea es que el hombre es el pináculo de un largo proceso de evolución. El
darwinismo y la selección natural: las especies sobrevivientes son, por definición, las más
aptas. Las ideas de Darwin pasaron del campo biológico al social y político: “así, los darwinistas
sociales argumentaban que el principio de la selección natural operaba también dentro de la
sociedad y que las personas más ricas y poderosas eran, en virtud de ese mismo hecho, las más
aptas y meritorias”. La civilización de la segunda ola es superior a las demás.

 Y la tercera idea se basa en el principio del progreso. La historia se mueve irreversiblemente


hacía una vida mejor para la Humanidad.

En la base de estos tres principios se sitúan los conceptos necesarios para su formulación: el tiempo y el
espacio son lineales.
La indusrealidad presupone el individualismo —un esquema atómico de la realidad aplicado a la
persona—; y esto, también, por razones políticas: El capitalismo industrial necesitaba una justificación
racional para el individualismo , las nuevas clases mercantiles, exigiendo libertad para comerciar,
prestar y ampliar sus mercados, dieron nacimiento a una nueva concepción del individuo, la persona
como átomo.
Además, la segunda ola trae consigo la noción de la causalidad: con D’Holbach, Newton, Darwin y Freíd.
Con esta nueva noción de causalidad se podía manipular la economía, domeñar la naturaleza, y prever
y moldear el comportamiento del individuo y la sociedad.

CAPÍTULO X. CODA: EL BORBOTÓN.

La indusrealidad llega a una crisis, que comporta una crisis de personalidad: el hombre de la segunda
ola pierde su identidad. Y en EE.UU se ven millones de personas que “se lanzan a la terapia de grupo, al
misticismo o a juegos sexuales. Anhelan el cambio, pero se sienten aterrorizados por él. Ansían
abandonar sus actuales existencias y saltar, de alguna manera, a una nueva vida, convertirse en lo que
no son. Quieren cambiar de empleos, de cónyuges, de papeles y de responsabilidades“. Según la
estadística de la American Managment Association, que arroja el resultado de que un 40% de directivos
y empresarios son infelices en sus puestos. Pero afirma el autor, podemos descubrir al lado de este
fracaso y derrumbamiento, una serie de indicios precursores de crecimiento y de nuevas
potencialidades.
Comienza ahora la tercera parte de libro, en el que trata de analizar cómo será la nueva síntesis cultual
de la tercera ola.
CAPÍTULO XI. LA NUEVA SÍNTESIS.
La nueva síntesis Toffler expone el análisis que hará en los siguientes capítulos sobre lo que va a pasar
en el mundo: estamos ante una nueva Era de síntesis.
CAPÍTULO XII. LAS CUMBRES DOMINANTES
Toffler describe en este capítulo los cuatro puntos para básicos de esta nueva síntesis:

1. Nuevas fuentes de energía: “Como hemos visto antes, la base energética de la segunda ola se
apoyaba en la premisa de no renovabilidad; procedía de depósitos altamente concentrados y agotables;
descansaba en tecnologías costosas y fuertemente centralizadas; y carecía de diversificación,
dependiendo de fuentes y métodos relativamente escasos”. Estas fuentes se acabarán, y hace falta
encontrar no solo nuevas fuentes que sustituyan a las antiguas, sino también una nueva tecnología
paralela a esas fuentes.

2. Despliegue de la electrónica, que lleva una tecnosfera completamente nueva, que nos moverá al
espacio y a la explotación de los océanos.

3. La industria genética, que producirá cambios en las personas, en la salud, etc.

4. Nuevas dimensiones más humanas, aunque sofisticadas, de las tecnologías.

CAPÍTULO XIII. DESMASIFICANDO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


La infosfera está cambiando la segunda a la tercera ola, transformando nuestra psiquis. En la primera
ola se recibía la imagen de la realidad a partir de las personas y de la naturaleza. En la segunda,
además, a partir de la prensa, radio y T.V., ayudando así a uniformizar el comportamiento. Ahora, los
medios de comunicación, "lejos de extender su influencia, se ven de pronto obligados a compartirla.
Estan siendo derrotados en muchos frentes a la vez por lo que yo llamo los 'medios de comunicación
desmasificados'
.
"La tercera ola inicia así una Era verdaderamente nueva, la Era de los medios de comunicación
desmasificados. Una nueva infosfera está emergiendo a lo largo de la nueva tecnosfera. Y esto ejercerá
un impacto más trascendental sobre la esfera más importante de todas, la que se alberga en el interior
de nuestros cráneos. Pues, tomados en su conjunto, estos cambios revolucionan nuestra imagen del
mundo y de nuestra capacidad para entenderlo". Así, dice Toffler, se desmasifican también nuestras
mentes: "esto explica en parte por qué las opiniones sobre todas las cosas, desde la música Pop hasta la
política, se estén volviendo menos uniformes. El consenso salta en pedazos. A un nivel personal,
estamos asediados y bombardeados por fragmentos de imágenes, contradictorias e inconexas, que
conmueven nuestras viejas ideas y nos asaltan en forma de 'destellos' quebrados o dispersos. De
hecho, vivimos en una 'cultura destellar'". "Como consecuencia, personas y organizaciones anhelan
continuamente más información, y el sistema entero empieza a vibrar con una transmisión cada vez
más intensa de datos. Al aumentar el total de información necesaria para la coherencia del sistema
social, y la velocidad a que debe ser intercambiada, la tercera ola hace saltar en pedazos el entramado
de la anticuada y sobrecargada infosfera de la segunda ola y construye otra nueva que ocupe su
puesto".

CAPÍTULO XIV. EL ENTORNO INTELIGENTE


Por medio de los computadores estamos creando a nuestro alrededor un entorno inteligente:
máquinas que tienen memoria y "piensan", cambiando así nuestra memoria social, que antes se
hallaba almacenada en los cerebros humanos. "El computador, debido a que procesa los datos que
almacena, crea una situación histórica sin precedentes: hace a la memoria social extensiva y activa a la
vez. Y esta conbinación resultará ser propulsiva. Activar esta memoria recientemente expandida
liberará nuevas energías culturales. Pues el computador no solo nos ayuda a organizar y sintetizar
'destellos' en modelos coherentes de realidad, extiende también los lejanos límites de lo posible.
Ninguna biblioteca ni archivo podría pensar y mucho menos pensar de manera no ortodoxa. En cambio,
al computador podemos pedirle que 'piense lo impensable' y lo anteriormente impensado. Hace
posible una corriente de nuevas teorías, ideas, ideologías, concepciones artísticas, progresos técnicos,
innovaciones políticas y económicas, que eran en el sentido más literal, impensables e inimaginables
hasta ahora. De esta forma acelera el cambio histórico y estimula el avance hacia la diversidad social de
la tercera ola".

CAPÍTULO XV. MÁS ALLÁ DE LA PRODUCCIÓN EN SERIE

Hay un cambio en el estilo de producción de la tercera ola, ésta va superando la producción en


serie: "Un analista de Critique, publicación de estudios soviéticos, hace notar que mientras los países
menos desarrollados tienen un PNB de entre 1.000 y 2.000 dólares americanos per capita al año— se
concentran en la fabricación masiva de productos', los 'países más desarrollados. se concentran en la
exportación de productos fabricados en series cortas que dependen de una mano de obra muy
especializada, y de costos de investigación elevados: computadores, maquinaria especializada, aviones,
sistemas de producción automatizada, pinturas de alta tecnología, productos farmacéuticos, polímeros
y plásticos de alta tecnología.
Esto, según Toffler, se extiende aún a la industria militar. Se está desmasificando la fabricación.
Esto tendrá repercusión en las profesiones. El procesador de palabras está revolucionando el trabajo,
yendo hacia la eliminación de la mecanografía. Con ello, el trabajo de oficina, va necesitando menos
personal. Las dos revoluciones del sector administrativo y del fabril dan lugar a un modo de producción
enteramente nuevo para la sociedad, un paso gigantesco para la especie humana. Este paso lleva
consigo implicaciones indescriptiblemente complejas. Afectará no sólo a cosas tales como el nivel de
empleo y la estructura de la industria, sino también a la distribución de poder político y económico, a
las dimensiones de nuestras unidades de trabajo, a la distribución internacional del trabajo, al papel de
las mujeres en la economía, a la naturaleza de trabajo y al divorcio entre productor y consumidor:
alterará incluso un hecho aparentemente tan simple como el 'dónde' del trabajo.

CAPÍTULO XVI. EL HOGAR ELECTRÓNICO

Todos estos cambios modificarán los hogares. Al desaparecer la masificación, y como


consecuencia de la nueva tecnología, se volverá a la industria en el hogar, que fue donde comenzó, y
con ello, "todas las instituciones que conocemos, desde la familia hasta la escuela y la corporación,
quedarían transformadas". "Todo un grupo de fuerzas sociales y económicas están convergiendo para
cambiar el lugar del trabajo". "De hecho, una cantidad no medida pero apreciable de trabajo está
siendo ya realizado en sus propias casas por personas tales como vendedores y vendedoras que
trabajan por teléfono o mediante visitas y sólo ocasionalmente se pasan por la oficina; por arquitectos y
diseñadores; por un floreciente grupo de consultores especializados de muchas industrias; por gran
número de trabajadores de servicios humanos, como terapeutas o psicólogos; por profesores de música
y de idioma; por traficantes en objetos de arte, consejeros de inversión, agentes de seguros, abogados e
investigadores académicos; y por muchas otras categorías de empleados técnicos y profesionales".

CAPÍTULO XVII. FAMILIAS DEL FUTURO

En este capítulo, el autor da su visión de lo que debería ser la familia, para que funcione. Piensa
que la familia tradicional —lo que él llama la familia de la segunda ola, o familia nuclear—, fue algo que
esa ola "idealizó", hizo dominante y extendió por todo el mundo. Pero la tercera ola requiere un nuevo
tipo de familia.

Toffler admite la posibilidad de que, al lado de la llamada familia nuclear —típica, como se ha visto, de
la segunda ola—, puedan darse, y de hecho sería muy beneficioso, muchos tipos de familias —familias
múltiples, familias de cónyuges homosexuales, familias de "polipadres", poligamia simultánea, etc—.
Será deseable una reestructuración de las familias según nuevos patrones: "qué formas concretas
desaparecerán y cuáles otras proliferarán, dependerá menos de las admoniciones lanzadas desde el
púlpito sobre la 'santidad de la familia' que de las decisiones que tomemos respecto a la tecnología y al
trabajo. Todo esto supone cambios desde la moralidad y los impuestos, hasta las prácticas de empleo.
En el terreno de los valores necesitamos empezar a eliminar el injustificado sentimiento que acompaña
a la ruptura y reestructuración de las familias. En vez de exacerbar ese injustificado sentimiento de
culpabilidad, los medios de comunicación, la Iglesia, los tribunales y el sistema político deberían
esforzarse en reducir el nivel de culpabilidad.

CAPÍTULO XVIII. LA CRISIS DE IDENTIDAD DE LA CORPORACIÓN

Toffler afirma que la corporación de la segunda ola ha quedado anticuada con los cambios
profundos que se están dando, hay ahora una completa reconceptualización del significado de la
producción y de la corporación. Y esta transformación "forma parte de la transformación, más amplia,
de la sociosfera considerada como un todo, y ésta, a su vez, encuentra un paralelismo en los dramáticos
cambios operados en la tecnosfera y la infosfera. Las nuevas corporaciones tendrán que tener objetivos
transeconómicos, entendiendo por ello objetivos que están orientados no necesariamente a la
producción, sino más bien objetivos de contenido social, de bienestar, etc.: en las nuevas condiciones,
la corporación no puede ya funcionar como una máquina para maximizar alguna función económica, ya
se trate de la producción o del beneficio. La definición misma de 'producción' está siendo
drásticamente ampliada para incluir los efectos marginales además de los centrales, los efectos a largo
plazo además de los efectos inmediatos, de la acción de las corporaciones. En otras palabras, toda
corporación tiene más 'productos' (y se le hace ahora responsable de más), de los que jamás hubieron
de tener en cuenta los directores de la segunda ola, productos, ambientales, sociales, informacionales,
políticos y morales, no sólo productos económicos.

CAPÍTULO XIX. DESCIFRANDO LAS NUEVAS REGLAS


Al "código" que impuso la segunda ola —principios o normas que regían el comportamiento
cotidiano, corresponde en la tercera ola un "contracódigo", o sea, nuevas reglas básicas para la nueva
vida que se basa en una economía desmasificada, en medios de comunicación desmasificados, nuevas
estructuras familiares y corporativas. Las luchas que a veces se originan entre jóvenes y viejos son, en el
fondo, contrastes entre estos dos códigos. Las distintas empresas están adoptando horarios flexibles,
acabando con el sistema 'de 9 a 5'. Se está extendiendo el trabajo de jornada parcial: en Estados Unidos
hay hoy un trabajador de jornada reducida por cada cinco de jornada completa. Y esto está
produciendo también cambios en el horario de los compradores. Se desmasifican los horarios: esto
altera los horarios de la 'amistad': nos estamos moviendo ahora de una puntualidad genérica a una
puntualidad selectiva o situacional. (Llegar a tiempo no significa ahora lo que antes). El resultado es
menos presión para que se llegue 'a tiempo' y la difusión entre los jóvenes de actitudes más
despreocupadas con relación al tiempo. La puntualidad, como la moralidad, se torna situacional.

CAPÍTULO XX. EL RESURGIMIENTO DEL PROSUMIDOR


"Durante la primera ola, la mayoría de las personas consumían lo que ellas mismas producían.
No eran ni productores ni consumidores en el sentido habitual. Eran, en su lugar, lo que podría
denominarse 'prosumidores'. Fue la revolución industrial lo que, al introducir una cuña en la sociedad,
separó estas dos funciones, y dio lugar al nacimiento de lo que ahora llamamos productores y
consumidores. Esta escisión condujo a la rápida extensión del mercado o red de intercambio, ese
dédalo de canales a cuyo través las mercancías o servicios producidos por usted llegan hasta mí, y
viceversa" (p. 266). Ahora "vemos un progresivo difuminarse de la línea que separa al productor del
consumidor. Vemos la creciente importancia del prosumidor. Y, más allá de eso, vemos aproximarse un
impresionante cambio que transformará incluso la función del mercado mismo en nuestras vidas y en el
sistema mundial: millones están empezando a efectuar por sí mismas servicios que otrora realizaban
personas cualificadas: están prosumiendo.

CAPÍTULO XXI. EL TORBELLINO MENTAL


Toffler testimonia en este capítulo la situación de caos y desconcierto mental en que están
cayendo muchas personas ante los cambios de la tercera ola. En efecto, está apareciendo una nueva
cultura que contiene una nueva imagen de la Naturaleza, en la que "nuestro propio planeta parece
mucho más pequeño y más vulnerable". Una nueva imagen de la evolución: "los pensadores de la
segunda ola concebían la especie humana como la culminación de un largo proceso evolutivo; los
pensadores de la tercera ola deben ahora enfrentarse con el hecho de que estamos apunto de
convertirnos en diseñadores de la evolución", el concepto de evolución está en trance de ser
reconceptualizado. Una nueva imagen del progreso: se abandona el ingenuo optimismo sobre el mito
del progreso, típico de la segunda ola: es improbable que la cultura retorne jamás al ingenuo y unilineal
progresivismo, que caracterizó e inspiró a la Era de la segunda ola.
Estas nuevas imágenes están acabando con las presunciones actuales sobre el tiempo, el
espacio, la materia y la causalidad. Ahora el tiempo, después de Einstein, no es absoluto —base ésta de
la física y de la indusrealidad clásicas sino relativo. Toffler señala en esas páginas algunas de las
hipótesis de los físicos sobre distintos fenómenos relacionados con esta nueva imagen del tiempo.
También se está alterando la imagen del espacio. Para sustentar esta idea, el autor cita varias revistas
americanas (p. 296) que hablan de cómo hay ahora una tendencia a redistribuir y desconcentrar la
población, y esto, según él, "alterará con el tiempo nuestras presunciones y expectativas sobre el
espacio personal, así como sobre el social, sobre distancias aceptables para los desplazamientos
cotidianos, sobre la densidad de viviendas y otras muchas cosas".

CAPÍTULO XXII. EL FRACCIONAMIENTO DE LA NACIÓN

Una serie de fuerzas tratan de transferir el poder político hacia abajo, desde la Nación-Estado a
regiones y grupos subnacionales. Las otras tratan de desplazar el poder hacia arriba, desde la nación a
agencias y organizaciones transnacionales. Juntas, están conduciendo hacia un fraccionamiento de las
naciones de alta tecnología en unidades más pequeñas y menos poderosas, como se ve al instante si se
pasea la vista por el mundo.

La nación-Estado se ve limitada en su libertad y en su poder, que se ha desplazado hacia las


CTN. Pero, para Toffler, "lo que parece estar emergiendo no es un futuro dominado por la corporación
ni un gobierno global, sino un sistema mucho más complejo, similar a la organización en matrices que
hemos visto surgir en ciertas industrias avanzadas. Más que una o unas cuantas burocracias globales
piramidales, estamos tejiendo redes o matrices que enlazan diferentes clases de organizaciones con
intereses comunes. En otras palabras: caminamos hacia un sistema mundial compuesto de unidades
densamente interrelacionadas como las neuronas de un cerebro, en lugar de organizadas como los
departamentos de una burocracia.
CAPÍTULO XXIII. GANDHI CON SATÉLITES
En este capítulo se analiza el "realineamiento de poder para acomodarse a la nueva civilización;
las crisis en los diversos países se han dado porque han concebido la industrialización clásica como el
único camino hacia el progreso. La tercera ola, en cambio, aceptando elementos de la ola, ofrece una
nueva estrategia tecnológica para la guerra contra la pobreza: Cabe empezar a imaginar una estrategia
de transformación basada en el desarrollo de industrias rurales, centradas en la aldea y de pequeño
capital, y ciertas tecnologías seleccionadas, con una economía seccionada en zonas para proteger o
promover a las dos. Estamos yendo, según los analistas, hacia una nueva síntesis: Gandhi, en suma, con
satélites.

CAPÍTULO XXIV. CODA: LA GRAN CONFLUENCIA

Antes de llegar a la última parte de la obra, Toffler hace en este capítulo un resumen de lo dicho
en páginas anteriores, poniendo énfasis en que lo que ha venido propiciando la civilización de la tercera
ola no es una utopía. Tampoco una "antiutopía" (la que proponían George Orwell y Aldous Huxley en
1984 y Un Mundo Feliz, respectivamente).

El autor divisa "la aparición de lo que podría denominarse una 'practopía', ni el mejor ni el peor
de todos los mundos posibles, sino un mundo que es práctico y, a la vez, preferible al que teníamos". A
diferencia de las utopías, la practopía no es estática ni se halla petrificada en una irreal perfección: "una
practopía no está libre de enfermedades, sordidez política y malos modales. "Una practopía ofrece una
alternativa positiva, incluso revolucionaria, pero se encuentra dentro de lo que es realísticamente
posible de alcanzar" (id). Pero esto implica una remodelación personal y de las instituciones.

CAPÍTULO XXV. LA NUEVA PSICOSFERA

Se ve que por todo el mundo hay algo que no funciona: hay tensiones, violencia, drogas, etc.
Hay búsqueda de paz y estabilidad. Florecen los "buhoneros religiosos" que ofrecen solución a la
paranoia y a la desintegración psíquica generalizadas. Uno de estos males que hay en el ambiente es la
plaga de la soledad. La tercera ola deberá restaurar la comunidad, y uno de los instrumentos con que
cuenta para ello son las comunicaciones.

Otra de las causas de la crisis actual es la pérdida de estructura y la falta de significado. Esto
explica —según Toffler— la proliferación de sectas, cultos, etc. los cultos ofrecen la estructura,
exigiendo y creando la tan ansiada disciplina. La tercera ola tendrá que ofrecer solución a esta
necesidad, una solución cuerda y democrática, no la que ofrecen estos cultos, en veces totalmente
irracionales y despersonalizadores. Toffler concluye este capítulo diciendo: está haciendo su aparición
una nueva psicosfera, que alterará fundamentalmente nuestro carácter.

CAPÍTULO XXVI. LA PERSONALIDAD DEL FUTURO

En lugar de practicarse una rígida separación por edades, se entremezclarán jóvenes y viejos. La
educación se entretejerá e interpenetrará más con el trabajo, y se dispersará más a lo largo de la vida. Y
el trabajo mismo —ya se trate de producción para el mercado o de prosumo para el propio hogar—
comenzará probablemente a edad más temprana que en la última o dos últimas generaciones. Por
estas razones, la civilización de la tercera ola puede muy bien favorecer rasgos completamente
diferentes entre los jóvenes, menos reactividad hacia los iguales, menos orientación hacia el consumo y
menos hedonismo. También la empresa de la tercera ola necesitará más personas "menos
preprogramadas" y más capaces de iniciativa propia.

CAPÍTULO XXVII. EL MAUSOLEO POLÍTICO

La invención de nuevas herramientas políticas viene exigida por la tercera ola. Las instituciones
políticas de la segunda están funcionando mal: hay en todas partes un vacío de poder; y se nota en
todos los sitios la creciente demanda de una "autoridad más fuerte". Este clamor —según el autor— se
basa en tres concepciones erróneas. La primera, es el mito de la eficiencia autoritaria. La segunda
falacia es la de suponer que un estilo de gobierno que resultó en el pasado, haya de resultar también en
el futuro. La jefatura que requiere la tercera ola no es del mismo tipo de las jefaturas del pasado. Y, por
último, la tercera falacia es la de que se necesita de algún mesías político para salvarnos del desastre. Y
es que la crisis que nos atenaza no es sino la crisis terminal del Gobierno representativo.
Una razón por la cual las actuales estructuras políticas están anticuadas es que el entramado de
las naciones es hoy más interdependiente que antes. Además, "si hay una cosa que hubiéramos debido
aprender en las últimas décadas, es que todos los problemas sociales y políticos estén entretejidos, que
la energía, por ejemplo, afecta a la economía, la cual, a su vez, afecta a la salud, la que a su vez, afecta a
la educación, el trabajo, la vida familiar y otras mil cosas. El intento de tratar por separado problemas
nítidamente definidos, aisladamente unos de otros —fruto de la mentalidad industrial—, no hace sino
crear confusión y desastre. Sin embargo, la estructura organizativa del Gobierno refleja con exactitud
este enfoque de la realidad propia de la segunda ola. Por otro lado otra razón que aporta el autor, es la
aceleración en las comunicaciones, que hace que las decisiones se tengan que tomar muy rápidamente;
y otro fenómeno que incide en esta obsolescencia, es lo que Toffler llama "el colapso del consenso",
que se da como consecuencia de la desmasificación de la vida política: ya no hay mayorías políticas. Por
todo esto, hay que inventar nuevas instituciones políticas.

CAPÍTULO XXVIII. DEMOCRACIA DEL SIGLO XXI

Como la generación de los revolucionarios puros, nosotros tenemos un destino que crear. Para
esto es necesario alterar las estructuras, y lo primero es saber que en el Gobierno de la tercera ola la
minoría es lo que cuenta. Necesitamos nuevos procedimientos diseñados para una democracia de
minorías, métodos cuya finalidad es revelar diferencias, más que encubrirlas" con mayorías disfrazadas,
forzadas o ficticias, basadas en la votación excluyente, la sofística cuadriculación de los problemas, o
manipulados procedimientos electorales. Necesitamos, en suma, modernizar todo el sistema para
fortalecer el papel de las diversas minorías, permitiéndolas, no obstante, formar mayorías. Para esto,
habrá que prescindir de las anticuadas estructuras de partido, diseñadas para la segunda ola, e
"inventar partidos modulares temporales. partidos de quita-pon del futuro. puede que necesitemos
nombrar 'diplomáticos' o 'embajadores' cuya misión sea mediar no ya entre países, sino entre minorías
de cada país. Puede que necesitemos crear instituciones cuasi-políticas para ayudar a las minorías —
sean profesionales, sexuales, regionales, recreativas o religiosas— a formar y romper alianzas con
mayor facilidad y rapidez.

ANÁLISIS
En su libro 'La Tercera Ola' Toffler introduce un concepto de ola que engloba todas las consecuencias
biológicas, psicológicas, sociales y económicas que se derivan de cada una de las civilizaciones
verdaderamente distintivas.
Dentro de estas civilizaciones describe:

• La primera ola como la revolución agrícola.


En el comienzo la vida humana se sustento del caza y la pesca, posteriormente el hombre descubre y
usa para su beneficio la agricultura, este nuevo cambio de vida trajo consigo el crecimiento
demográfico basado en el trabajo dejando atrás su condición de nómada y pasando a ser sedentario. El
establecimiento permitió que el hombre aprendiera nuevas formas de comercio gracias a que empezó a
moldear o transformar el ambiente que lo rodea, aparece también la ganadería, tejidos primitivos y
posteriormente la navegación, edificación y comercio de mayor escala.
La economía y producción de la primera ola se basó por ser un “prosumidor” o lo que equivale a decir
que el hombre fue productor y a la vez consumidor de sus propios alimentos, vestimenta y vivienda.
La comunicación que se usaba en ese momento era de personal de tu a tu o comunicación de uno a
uno, ya en ese tiempo aparecieron escribas y mensajeros que llevaban información de un lugar a otro.

• La segunda ola como la revolución industrial.


Una civilización que escinde la figura del productor de la del consumidor. Las consecuencias culturales
son la uniformización, la especialización, la sincronización, la concentración, la maximización y la
centralización. El poder en esta segunda ola es ostentado por los que llama integradores que son
aquellos que se ocupan de coordinar y optimizar los procesos de producción.
Alvin Toffler señala que tuvo comienzo en 1650 con la Revolución Científica Técnica o lo que se conoce
como Revolución Industrial. Tal revolución trajo consigo la nueva forma de producción de bienes para
subsistencia y además una nueva organización del mundo. Evolucionan las formas de comunicación,
aparece la imprenta, maquina a vapor que permitió la industrialización y lo que significo el uso del
recurso humano, es así nace el concepto de producción en serie o cadena, se explota los recursos
naturales para utilizarlos como materia prima, se separa el concepto de “productor y consumidor” y las
personas empiezan a vivir en grandes ciudades o metrópolis debido a una mayor explosión
demográfica.
La sociedad en la segunda ola está representada por la familia compuesta por la madre ubicada y que
realiza las labores de la casa y el cuidado de los hijos, los mismos que van a la escuela que apoya el
régimen de las fabricas, y por otro lado el padre fuera de casa trabajando.
La comunicación que se da en esta segunda ola ya no es de uno a uno como en la primera ola sino
ahora se da la comunicación uno a varios, en un comienzo gracias a la invención de la imprenta y
posteriormente con la invención de la radio y la televisión conocidos como mas medias.

• La Tercera Ola es la sociedad post-industrial.


En breve, el avance científico es un signo visible de la aparición de una nueva etapa en un proceso
natural de crecimiento.
Esta ola se caracteriza por la velocidad del cambio social, político, industrial y la que actualmente
vivimos, se da el proceso de descentralización, desmasificación, la economía y producción se basa en
una producción en serie complementada con la producción de series cortas. Si en la segunda ola se
hacían cientos de miles de un producto, con esta ola se hacen miles de ejemplares de cientos de
productos, los productos son cada vez mas personalizados y ya casi no existe necesidad insatisfecha
sino que mediante la creación de productos también se crean necesidades.
La comunicación que se da en la tercera ola ya no es de uno a uno o de uno a varios, sino de varios a
varios, al igual que la producción los medios se van desmasificando, existen revistas, diarios
especializados, canales de televisión especializados, el cable, la comunicación satelital, la computadora
y ahora ultimo el internet.
El significado de la tercera ola es que la humanidad se enfrenta a la más profunda conmoción social y
reestructura creación creativa de todos los tiempos. Sin advertirlo claramente estamos dedicados a
construir una civilización extraordinariamente nueva.

Por supuesto no puede ignorar los problemas, retos, amenazas, oportunidades que en los escenarios
actuales se presentan, más cuando la Globalización se torna cada vez más dinámica, en donde los
grandes bloques económicos, alianzas, incentivan su productividad, dándole paso a la creatividad,
innovación, generando el nuevo paradigma administrativo, que requiere que los profesionales de la
administración- nuestro caso- se identifiquen con la actual sociedad del conocimiento, se preparen, se
capaciten a fin de interpretar cuáles deberán ser las estrategias a definirse, así como las tácticas a
utilizarse si se quiere ser competitivo, si se pretende conquistar o mantenerse en los mercados.

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