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El reino de “Yeiners”

Todos sabes que en la actualidad vivimos sumergidos en la tecnología, es por ellos que te invito
a desconectarte por un momento de todo y viajar conmigo hacia un mundo completamente
distinto, a un mundo lleno de magia, reyes, princesas, castillos y seres alados, como “Tibu”.

Tibu era un elfo alado fuerte y hermoso, su misión proteger el castillo del rey y a su hermosa
hija “Denis” la guardia real era muy fuerte y casi indestructible. Todos en los pasillos del rey
murmuraban, el elfo ha conquistado el corazón de la princesa, no puede ser decían otros será
su maldición, los jóvenes se aman a escondidas ya que su mayor temor era que el rey los
descubriera, ya que juntos sentían ser muy felices.

Un día se escuchó un fuerte grito, la reina la reina viene hacia nosotros exclamaron en la torre,
a distancia se divisaba a “Perséfone” la reina del inframundo acompañada de legiones y
dispuesta a acabar con la paz del reino de “Yeiners” el rey llamo a todos sus generales, magos,
y seres místicos para combatir a la reina, uno de los generales grito… Ella solo quiere la vida de
la princesa Denis, entreguémosla y salvaremos al reino.

El elfo sin titubear grito a viva voz, que todo el reino se detuvo… ¡Jamás, jamás! entregaremos a
nuestra soberana, en medio de la conmoción un mensajero de la reina pidió audiencia ante la
corte. “Entreguen a Denis y no rodaran sus inútiles cabezas” (exclamo), Tibu se lanzó sobre el
mensajero y le corto la cabeza que rodo hasta los pies de los enemigos del reino.

La reina al enterarse de tal suceso envió sus huestes contra el reino, desatándose una infernal
batalla, el rey envió todo su armamento el cual caía rendido ante el poder de Perséfone, Tibu
comandaba a los elfos guerreros, que poco podían hacer ante tal poderío. La reina alzo la mirada
hacia el elfo, el cual peleaba con tal pasión era notable su presencia en la batalla, la reina quedo
enamorada del elfo.

Todos fueron cayendo uno tras otro, la reina tomo como prisionero a TIBU, el cual se negaba a
corresponder a los sentimientos de la reina, muchas lunas pasaron antes que el reino cayera en
poder absoluto de Perséfone. Pero así fue, el rey fue decapitado, quedando todo rendido ante
la reina, excepto Denis y el elfo. No fue muy difícil para la reina darse cuenta de lo que sucedía
entre esos dos corazones, para lo cual Perséfone mantuvo como prisionera a la princesa
maquinando un plan como utilizarla para que el elfo le correspondiese.

Un día la reina llamo a los jóvenes prisioneros ante su presencia, y ordeno la decapitación de la
princesa, al ver esto tibu cayo de rodillas y con los ojos llenos de lágrimas dijo “acepto casarme
con la reina” con la condición de mantener con vida a la princesa. La reina acepto, pero en su
corazón maquinaba la manera de deshacerse de ella ya que sabía que el corazón del joven elfo
pertenecía a Denis.

El día de la boda se acercaba, y la princesa permanecía en la mazmorra del castillo llena de


pulgas, ratas. Los guardias le lanzaban tinajas de agua helada. Llorando sin poder tener consuelo
gemía suplicando a los dioses se puedan apiadar de ella, las lágrimas corrían por sus suaves
mejillas… Desde lo más alto donde solo los dioses tienen su morada, “Zeus” la observaba y sintió
lastima por esa hermosa criatura ya que vio la maldad del corazón de la reina, usando el poder
que él mismo le entrego. Descendiendo se presentó ante ella y extendió la mano y entregándole
un broche de diamantes y fuego que brillaba llenando toda la prisión, dijo. (Cuando Perséfone
venga y vea el broche querrá tenerlo dijo el dios, deja que lo arranche y regresara prisionera con
todas sus legiones al inframundo de donde no podrá salir nunca más… mientras decía estas
palabras Zeus ascendió a su trono nuevamente).

Perséfone envuelta en lino, cedas purpuras adornada con alhajas y piedras preciosa, con un cáliz
lleno con el más poderoso veneno, se dirigía hacia la joven enamorada. Entrando en la celda,
sintió temor al ver la luz que resplandecía del broche. Al ver tan hermosa joya su avaricia no la
pudo contener, y arranchándosela del pecho fue arrastrada por un enorme poder hacia lo más
profundo del inframundo junto con todas sus huestes. Cayendo el cáliz a los pies de la princesa
ella sintió un enorme deseo de probar ese elixir ya que el cáliz estaba embrujado tomándolo del
suelo bebió, cayendo de inmediato muerta, Tibu al llegar a la mazmorra, vio a su amada
recostada inerte en el suelo, corrió hacia ella la tomo en sus brazos y lloro amargamente, (no,
no por favor no, grito sin ser consolado) todos en el reino conmocionados ante tal sucedo sin
poder contener las lágrimas observaban como el joven elfo llevaba a la princesa en sus brazos
sin vida.

“Zeus” el dios que regala la vida descendió una vez más, tomo las lágrimas de todos aquellos
que amaban a la princesa y como una suave briza esparcida sobre ella la regreso a la vida, abrió
los ojos y vio el rostro del elfo que la observaba pasmado por lo que veía, todo el reino celebro
y los jóvenes pudieron vivir su amor sin más temor. Es así como el reino de Yainers permaneció
por los siglos conservando lo maravilloso que se les dio.

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