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LOS ESTADOS ANTIGUOS Y LA GLOBALIZACION Marcos Kapway RESUMEN: La investigacién y el de- bate sobre la globalizacién, necesi- tados de anilisis con perspectiva histérica, deben reconocer que las tendencias a la integracién interna- cional tienen raices milenarias, cu- yos anteccdentes y primeras fases se ejemplifican en los casos de los primeros Estados-cindad ¢ impe- rios, como la Grecia clasica y la ci- vilizacién helenistica. En ello tiene una ubicacién decisiva e influyente la extraordinaria experiencia de Roma como imperio mundial, en sus sucesivas fascs de la reptblica y su crisis, el alto imperio, el bajo imperio, y el gradual deslizamien- to en la alta Edad Media. ABSTRACT: Research and debate on globalization requires a historical perspective, in order to recognize that trends towards international integra- tion have millenarian roots. Its ante- cedents can be found in the CityStates and Empires of Antiquity, such as the classical age of Greece and the hele- nistic civilization. For its part, Rome has a dicisive influence, as a world- wide empire, through its successive phases, such as the Republic, its crisis, the upper and lower empire and (finally, through its gradual slide into the upper Middle Ages. * Investigador titular de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Juri- dicas de la UNAM. Boletin Mexicano de Derecho Comparado, nueva serie, afio XXXII, nim. 98, mayo-agosto de 2000, pp. 637-693 638 MARCOS KAPLAN SUMARIO: I, Introduccién. Il. Ratces histérico-antropoldgicas de la globalizacién. UI]. La Grecia clésica como sistema in- ternacional. IV. La civilizacién helenistica. V. La republica ro- mana y la génesis del imperio. V1. El alto imperio. VIL. Crisis del siglo III y bajo imperio, VII. A manera de epilogo. I. Intropucci6n Una serie de interrogantes cruciales se plantean cada vez mas frecuentemente sobre la llamada globalizacién y, en su contexto, las tendencias y las perspectivas del Estado-nacién soberano y sus posibilidades de regulacién politicojuridica de la economia, la sociedad y las condiciones de gobernabi- lidad en lo interno y de la propia integracién internacional. Esta tematica es especialmente pertinente por el hecho que una de las constantes histéricas de América Latina es la importancia decisiva de la insercién internacional para las realidades y las posibilidades del Estado-nacién y del desa- rrollo nacional. La globalizacién —en sus diferentes conceptos y usos— emerge y se difunde desde los afios de 1980 entre cientificos sociales, idedlogos, profesionales de los medios masivos de comunicacién, gobernantes y administradores, dirigentes sin- dicales 0 corporativos. Término usado de modo exagerado y erratico en los diversos léxicos generales o especializados, portador de una fuerte carga politica e ideoldégica, la globa- lizaci6n se establece en campos diversos como la economia, la geografia, la sociologia, la ciencia politica, las relaciones internacionales, el marketing, los medios de comunicacién masiva. La palabra y los temas penetran e impregnan la opinién ptiblica, pasan a formar parte significativa del debate ideo- Idgico y de las decisiones estratégicas y politicas. Su difusién y uso, sin embargo, sc acompaiian por una gran variedad de formulaciones, de contenidos y significados, de impreci- ESTADOS ANTICUOS Y LA GLOBALIZACION 639 siones y contradicciones. Se carece hasta el presente de una definicién sustantiva y rigurosa, de un modelo teérico co- munmente aceptado de lo que se presenta como nueva eco- nomia global con el cual confrontar las diferentes manifes- taciones ¢ interpretaciones, y sus diferencias con estadios previos de la economia internacional, que permita analizar y evaluar las evidencias histéricas y empfricas actuales, tratar la cuestién de la posible transicién de la cconomia interna- cional contempordnea a una economia global. Al respecto, se multiplican los interrogantes: Con el despliegue milenario de la revolucién neolitica, que va pasando de las edades del cobre y del bronce a la del hierro, Ja civilizaci6n se va expandiendo y enriqueciendo, del Auan- tico al Asia Central y el rio Ganges, del Sur de Arabia al Mar Negro y al Mediterraneo Norte, con grandes intercone- xiones. Hacia cl] 330 a. C., del Atlintico al Pacifico se ex- tiende una zona continua de Estados letrados que se inter- conectan, a la vez que se interrelacionan con los barbaros y los atraen gradualmente. Se dan grandes desarrollos de la produccién y el comercio y de los refinamientos de la civilizacién. Se extiende la di- visin del trabajo internacional que expresa y promucve la unificacidén de economias y estructuras sociales, técnicas y ciencias, regimenes politicos, instituciones y normas jurfdicas, creencias, ideologias y culturas. Se producen dos grandes unificaciones imperiales, Icjanos precedentes de la globaliza- cién: la helenistica y la romana. Van surgiendo ideas y visiones de los seres humanos como micmbros de una especie, habitantes de un solo mundo que comparten, 0 pueden Hegar a compartir, principios universales. Ello es parte de lo sucedido aproximadaimente entre los aiios 600 y 200 a. C., considerado como un periodo axial de 1: historia humana, con significativos avances simultineos, e1 paises y regiones distaites 0 inéomunicadas, en la creativida intelectual y en Ia invencién filosdfica’ cientifica y artistica 5 Idem. 6 Véase Vidal-Nacquet, Pierre, The Harper Atlas of World History, New Y Harper & Row, 1986. 650 MARCOS KAPLAN En diferentes rincones del mundo habitado emergen y proliferan fildsofos, sabios, cientificos, cuyas cnsenanzas y re- putaciones perduran cn gencraciones posteriores, agrupados por escuelas (Cien Escuclas de China, Sesenta Escuelas de India). A la simultancidad en la separacién se agregan las similitudes cualitativas, las analogias de las preocupaciones, los contenidos y los logros culturales. En estos aspectos, cl siglo VI a. C. se caracteriza, por una parte, por la intensa inquietud moral, la agitacién y la re- forma religiosas, la proliferacién de misticos y ascetas. Por otra parte, surgen verdaderos precursores de la futura Ius- tracién occidental: cosmédlogos jonios (Anaximandro, Anaxi- menes), materialistas hindttes, antecesores chinos de la racio- nalidad Icgal. Ademas de sacerdote y taumaturgo, Pitégoras €s precursor de la ciencia matematicamente basada del siglo IV a. C. y del XVIII d. C. Surge un primer monoteismo del segundo Isafas. La depuracién de lo sagrado contribuye al “desencanto del mundo”. Fundador de la Academia en ¢387 a. C.?, Platén desarrolla el idealismo, €l matematicismo, las teorias y utopias politicas. Aristételes funda el Liceo en 335 a. C., desarrolla la ldgica deductiva y el esfuerzo hacia una totalizacién del conoci- miento, leva a la culminacién el racionalismo griego. Flore- cen ldgicos y tedricos de todo tipo. El racionalismo del siglo TV se inclina hacia un idealismo matemitico, incluso mistico: Platén, Mencio, Zuangzi. En su culminacién, el racionalismo es internamente contradictorio y pone las bases para movi- mientos que le seguirdn. En 306 a. C., Epicuro funda su escucla, enfatiza el atornismo y los problemas de la felicidad. Desde 300 a. C. se desarrollan los estoicos. El UW a. C..es un.siglo empirista, preocupado por la ob- servacién y la tecnologia. En sus regiones destacan los gran- des sabios griegos, Aristarco de Samos, Arquimedes, Eratés- tenes, Xun-zi filésofo empfrico chino. En Ia cra helenistica los sabios disefian maquinas. Al mismo tiempo, las preocu- paciones morales y practicas se imponen otra vez sobre la ESTADOS ANTIGUOS Y LA GLOBALIZACION 651 ontologia y la teoria. Se dan signos del comienzo de las grandes transformaciones religiosas que caracterizan el periodo siguiente. Comienza el fin del racionalismo de 500-300 a. C. TI. La Grecia CLASICA COMO SISTEMA INTERNACIONAL Ejemplo destacado de los antecedentes de un sistema in- ternacional, su dinamica contradictoria y sus limites, es la Grecia del periodo clisico, siglos V y IV a. C., ya mas cer- cano al sistema moderno y mds documentado.’ El caso revela una intrincada interrelacién entre factores y procesos de con- flicto y armonia, dentro de los Estados-ciudad, entr ellos, y entre ellos y otros actores fucra de la 6rbita griega. Los Estados-ciudad desarrollan un sistema internacional sui gene- ris porque (y a pesar de que) no resuelven el dilema politico: unidad 0 diversidad, y tratan en cambio de gozar de lo me- jor de ambos elementos.® Los Estados-ciudad responden por una parte a la proxi- midad geografica, a la comunidad de lenguaje, religién y cultura, con la conciencia de una unidad helénica, pero re- tienen la indcpendencia de las unidades estatales. No desa- rrollan instituciones politicas comunes; no lo fueron el Con- cejo Anfictiénico ni los Juegos Olimpicos. Esta ausencia traduceién al inglés, Mas recientemente, Nietzsche rindié homenaje al autor en los términos siguientes: “Qué amo en Tucfdides, que hace que lo honre mas que a Platén? Siente el placer mas universal y libre de prejuicios en todo lo que hay de tipico en el hombre y en los acontecimientos. Y encuentra que cada tipo contiene una cierta cantidad de bon sens; esto es lo que intenta descubrir. Tiene una mayor equidad prictica que Platén; no calumnia ni rebaja a los hombres que no le placen © que, en la vida, le han hecho mal. Por el contrario: é ve cl clemento'de grandeza en toda cosa y en toda persona y por el contrario se lo confiere por et hecho que sélo ve tipos; qué le importa en efecto a la posteridad, a la cual dedica su obra, lo que no es tipico? Asi se expande en él, el pensador-hombre, la altima y suntuosa floracién de esta cultura del libre conocimiento del mundo, que wivo en Sdfocles su pocta, en Pericles su hombre de Estado, en Hipécrates su médico, y en Deméerito su experto en ciencias de la naturaleza; esta cultura que merece ser bautizada con el nombre de sus macstros, los sofistas..."; Nietzsche, Aurora, paragrafo 109. 8 Véase Finley, Moses 1, Vieja y nueva democracia, Barcelona, Ariel, 1980. 652 MARCOS KAPLAN impide la cooperacién efectiva, la unidad politica, la evolu- cién de tales instituciones. Asi es que cl cretense citado por Platén en “Las Leyes”, declara: “Paz es sdlo una palabra. La verdad es que cada Estado-ciudad est4, por ley natural, involucrado en una perpe- tua guerra sin declarar con todos los demas Estados-ciudad”.? El pequefio tamafio de las organizacioncs administrativas del estado-ciudad junto con la naturaleza restringida de su poder militar, aseguran que cl nivel de control sobre gran parte de su poblacién es normalmente no mayor que el del imperio burocrdtico en gran escala. Sin embargo, un rasgo especifico de los Estados-ciudad es que ticnden a encontrarse donde existen otros Estados-ciudad en proximidad relativamente es- trecha. Ellos constituyen un tipo de sistema estatal laxo, di- ferente a la vez de los que involucran Estados mayores, y del moderno sistema estatal-nacional. Aunque los Estados-ciudad dentro de un sistema local pueden compartir mis o menos la misma cultura y el mismo lenguaje, el intento de mantener una identidad politica y econémica scparada prevalece sobre las influencias que podrian tender hacia la combinacién de todos dentro de un tinico Estado que tiende abarcarlo todo. La mas o menos crénica guerra entre Estados es mds comin que los prolongados esfucrzos para asegurar la unidad. Cuan- do son absorbidos en Estados imperialcs mayores, los Esta- dos-ciudad parecen a menudo sustentar un grado considerable de autonomia dentro de la sociedad mayor, preservando al- gunas de sus formas de gobierno." EI sistema griego se constituye con un niicleo duro ubi- cado en la peninsula e islas vecinas, con. influencia cultural sobre las tribus montafesas del norte, y se extiende de ma- nera continua por el Mediterraneo con el comercio y la fun- dacién de las colonias. El centro se mueve asi en un medio internacional que los griegos consideran “bdrbaros”, inferio- 9 Citado por Epstein, Jasén, “Always Time to Kill Books, November 4, 1999 10 Giddens, op. cit., nota 2, pp. 40 y 41. , The New York Review of ESTADOS ANTIGUOS Y LA CLOBALIZACION 653 res en cultura y organizacidn politica, algunos débiles, otros fuertes. La cooperacién se da sdlo durante las Guerras Mé- dicas, y se regresa luego al patrén de lealtades limitadas ha- cia el Estado-ciudad. La victoria griega sobre el imperio persa en las Guerras Médicas (500-449 a. C.) permite la expansién de Grecia, sobre todo de una Atenas en permanente iniciativa. Las ciudades del Mar Egeo y Jonia se vuelcan a Atenas que las liberé, como protectora natural. Desde 478/477 a. C. Atenas organiza la Liga de Delos, vasta confederacién egeo-ionia, a la que hace instrumento de su variedad especial de imperialismo, reducien- do sus “aliados” a ciudades tributarias. Bajo Pericles (461/429 a. C.), Atenas Heva a la culminacién a sus instituciones demo- craticas, pero estrecha mds su dominio sobre sus satélites, quie- bra implacablemente las rebeliones, y transficre dentro de sus muros el tesoro comin con el que construye monumentos. Atenas entra asi en colisién con el particularismo griego, pro- voca rebeliones. Se posibilita asi que Esparta se presente como campeén de las libertades griegas amenazadas. Las relaciones entre Atenas y Esparta se deterioran, y tienen un desenlace desde el conflicto entre Corinto y su colonia Corcira, y la intervencién de Atenas al lado de la segunda. Se desencadena desde 431 a. C. la Guerra del Pelopo- neso entre Atenas y Esparta, como culminacién y decaden- cia del sistema bipolar constituido y encabezado por aqué- las, con su gama de fuerzas y conductas comerciales, diplomaticas y bélicas, su combinacién de conflicto y coer- cién y de elementos de armonfa. La lucha entre Atenas y Esparta degenera en conflicto internacional; casi todos los Estados se alinean en uno u otro campo; la guerra se ex- tiende a Sicilia. El imperio persa cn descomposicién no puede aprovechar las circunstancias para una revancha in- mediata. Una especie de guerra civil opone griegos contra gricgos; es conducida con salvajismo, vuelve usual la ma- sacre o venta en esclavitud de poblaciones vencidas. Ade- mas de los desastres de la guerra, las catdstrofes naturales 654 MARCOS KAPLAN {hambrunas, peste en Atenas) agregan elementos al caos. Tras 30 aos de hostilidades, Atenas capitula y entrega su flota (404, a. C.), Esparta impone su paz. En las guerras incesantes del siglo V a. C., los conflictos externos se entrelazan con los internos, y resultan en el de- bilitamiento de los pequefos Estados-ciudad. Al mismo tiem- po, al Norte de Grecia crece el reino de Macedonia, bérbaro pero orientado al helenismo desde las Guerras Médicas, do- tado de dos factores importantes de poder: la monarquia hereditaria y la falange como instrumento militar. De 857 a 336 a. C. Filipo II aprovecha las divisiones y conflictos entre los Estados-ciudad para extender su dominacién sobre toda Grecia, combinando las armas, la diplomacia y la corrupcién, y el consiguiente logro de apoyos en la mayorfa de las ciu- dades. En 338 a. CG. Filipo aplasta al ejército griego en Que- ronca. No impone una dominacién brutal, organiza a los Estados-ciudad sometidos en una Confederacién (Asamblea de Corinto, 337), de la que se hace dar la presidencia. Tam- bién con Filipo II se perfila la orientacién del helenismo hacia la conquista de Asia que realizaré su hijo Alejandro. TV. La CIVILIZACION HELENISTICA Helenistica es la civilizaci6n cosimopolita que florece, y el sis- tema internacional que se constituye, en las orillas del Medi- terréneo Oriental y en el Cercano Oriente, tras las conquistas de Alejandro, con centro en Siria y Egipto y difusién desde las orillas del Adridtico en Italia hasta los confines de India y del Asia central. Producto de una fusién del genio griego con elementos orientales, la civilizaci6n helenistica se desarrolla durante tres siglos desde*Ja muerte de Alejandro (323 a. C.) al establecimiento definitivo de la dominacién romana sobre Oriente con Ia batalla de Actium (80 a. C.), aunque su ine fluencia perdura durante los periodos romano y bizantino."" 11 Véase Petit, Paul, La Civilisation Heltenistique, Pavis, Presses U 1975; Levy, Jean-Philippe, L’Economie Antique, Paris, Presses Univei rsitaires de France, res de France, 1969. ESTADOS ANTIGUOS Y LA GLOBALIZACION 655, Alejandro crea en 10 afos (334-223) un imperio mundial euroasidtico en que se intenta combinar conflictos y conquis- tas, intentos de cooperacién armoniosa con influencia cultu- ral helenistica. Su muerte a los 32 afios sin heredero capaz de sucederlo y sin haber organizado la sucesién, produce la desintegracién del imperio y la vigencia de relaciones inter- nacionales confusas y perturbadas entre sus epigonos. De las luchas entre sus generales surgen y se desarrollan tres gran- des poderes. Los antigénides, privados de sus conquistas asia- ticas, rcinan en Macedonia y buscan la hegemonja en Grecia. Los tolomeos constituyen el reino de Egipto, con su capital en Alejandria. El reino de los seleucidas conserva gran parte del viejo imperio persa. Se trata de un ordenamiento inadecuado para el funcio- namiento de un gran imperio en el cual las principales sedes de poder son capitales tales como Pella, Alejandria y Antio- quia, ninguna de las cuales ocupan una posicidén central, ya sea en relacién a su trasfondo terrestre ni al area del Me- diterranco como un todo.!2 La civilizaci6n helenistica es nueva, por primera vez mun- dial; supera las barreras de razas, etnias y particularismos religiosos; sc funda en un sentimiento de valores comunes a todos los seres humanos. Lenguas internacionales por su uso y alcances reemplazan a los dialectos locales, como ins- trumentos de intercambio intelectual y comercial.3 En lo politico, las ciudades-estado libres que provienen de la Grecia cldsica, son sustituidas por monarqufas que preva- lecen como sistema. Las ciudades continttan su desarrollo econdémico, sobre todo con la gran urbanizacién del Oriente, cuya expresio6n cmblemiatica son Alejandrfa, Pérgamo y Dura, gozan de una gran autonomia administrativa pero no _politi- ca. La monarquia se vuelve cl gran modelo politico, refor- zado por el cansancio de la inestabilidad, y por la tradicién 12 VidalNacquet, Pierre, op. cit., nota 6. 13 Véase “La Civilisation Hellenistique”, en Mourre, Michel, Dictionnaire Encyclo- pédique d'Histoire, Paris, Bordas, 1978. 656 MARCOS KAPLA: oriental, resultante cn el goce de una legitimidad divina. La corte y su ceremonial hacen el culto del monarca, aunque éste sea extranjero, desccndiente de aventureros militares y usurpadores. El monarca absoluto, fuente de toda ley, no sometido a restricciones, es supremo justiciero, propietario del suclo y el subsuclo, y del trabajo de sus stibditos. La sucesién es hereditaria, pese a las revoluciones de palacio y las guerras dinisticas. La civilizacién helenistica hace prevalecer las distinciones de clase y fortuna, sobre las de raza. La opulencia del Orien- te helenista no aprovecha a la inmensa mayoria. El Estado tiene un enorme peso en la economia, por cl derecho de conquista, el estatismo real, la fiscalidad. La economia est& orientada al comercio exterior, servida por una politica mer- cantilista, sin considerar las necesidades elementales de las clases pobres. Las técnicas industriales y agricolas no progre- san, carentes de estimulos por la abundancia de la mano de obra servil que impone las pautas y las practicas rutinarias. La economia es sobre todo comercial, privilegiada por una unificacién politica que favorece las intercomunicaciones in- ternacionales (seguridad, puertos, navios). La prosperidad co- mercial es reforzada por la revolucién monetaria, desenca- denada por el saqueo de los vicjos tesoros imperialcs por Alejandro y otros que lo acompaiian o contimian. Los limites del mundo conocido se extienden por la actividad de co- merciantes y navegantes. FE] ascenso del comercio aumenta Ja riqueza de los comerciantes y de las clases altas en gene- ral. Este aumento de la riqueza sin embargo no Ilega a Jos sectores mayoritarios que se empobrecen mas que en fases precedentes. La educacién sin embargo se difunde de maneras y con alcances sin precedentes. El griego se vuelve la lengua favo- rita de las clases educadas. Aumenta el volumen de la lite- ratura, la popular para un amplio ptiblico, y una especiali- zada para estrechos circulos, usufructuarios de las bibliotecas de Alejandria y Pérgamo.. ESTADOS ANTIGUOS Y LA GLOBALIZACION 6357 La movilidad de la poblacién aumenta por el comercio, la unificacién politica y lingtifstica, asi como por la mejora de los intercambios. Superada la fase del Estado-ciudad, los marcos de la ciudad estallan, se amplian los horizontes y los mar- genes de accién de los individuos; éstos se emancipan, se sienten ciudadanos de un mundo mis abierto. Se diversifican las divinidades. Se desarrollan el escepticismo, el racionalis- mo, el individualismo, diferentes morales como e] estoicismo y el epicureismo. EI estoicismo critica la esclavitud, postula una sociedad natural que unirja a todos. La discusién filo- s6fica se vuelve habitual entre las clases educadas. Se inten- sifican y difunden la religién y del misticismo, el sincretismo religioso, el paso del politefsmo al monotefsmo, el culto de grandes divinidades, los misterios, los ritos de iniciacién. Se produce el encuentro del espfritu judio y el griego. El Museo de Alejandria se vuelve cl antepasado de las universidades, academias y bibliotecas modernas. El Oriente se convierte en centro de la vida intelectual. El mundo helenistico mantiene su unidad pese a la rapida fragmentacién politica, hasta terminar en 31 a. C. en la ba- talla de Actium, que da el triunfo a Octavio sobre Antonio y Cleopatra y hace desaparecer cl tilimo reino salido de la conquista macedénica. La mayor contribucién de la civiliza- cién helenfstica es la preservaci6n y enriquecimiento de la herencia gricga para uso de la civilizaci6n romana y otras que le suceden. El impcrio romano, en efecto, hereda la civilizacién helenistica, y la incorpora a su dindmica imperial. A medida que su expansién mediterranea avanza, Roma aprende mucho de los pueblos que conquista, y la civiliza- cién helenistica es mas absorbida que extinguida. En lo eco- némico, lo estratégico y lo politico, cl mundo helenistico es espacio internacional cada vez mds importante para el pro- yecto imperial de Roma.

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