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Programa de Inducción

Ética Pública

   
Autora:

  Dra. Ana Carina Larocca

 
 
 
 
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

ÍNDICE

Unidad 1: Pautas y deberes de comportamiento ético en el 3


1.1. Normas éticas para el ejercicio de la Función Pública 5

Unidad 2: Normativa sobre Ética Pública desempeño de los 9


funcionarios públicos
2.1. Políticas internacionales contra la corrupción 10
2.2 Normativa argentina 11

Unidad 3: La corrupción y la ética pública como modo de prevenirla 15


3.1. La corrupción como fenómeno estructural 16
3.2. Los delitos de corrupción y su impacto 18

Unidad 4: Políticas y prácticas preventivas de la corrupción y 22


promoción de la transparencia
4.1 Prohibición de recibir obsequios 23
4.2 Régimen de conflicto intereses 25
4.3 El Régimen de Declaraciones Juradas Patrimoniales y de intereses 31
4.4 Transparencia en compras y contrataciones públicas 35
4.5 Transparencia y acceso a la información 36
4.6 Órganos de control superior 38

Bibliografía 43

INDICE 2
UNIDAD 1

Pautas y deberes de
comportamiento
ético en el
desempeño de los
funcionarios públicos

1.1 Normas éticas para el ejercicio de la Función Pública


ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Unidad 1: Pautas y deberes de comportamiento ético en


el desempeño de los funcionarios públicos
“Para vivir en sociedad son necesarias reglas de comportamiento de las cuales podemos ser más o
menos conscientes. Estas reglas, que se desprenden de las prescripciones éticas, dan un sentido a
la existencia y sirven de guía en las acciones, las elecciones, la ejecución de unos actos y la
1
abstención de otros” .

Una de los compromisos asumidos por nuestro país en las convenciones internacionales de lucha
contra la corrupción fue, precisamente, el establecimiento de normas de conducta para el correcto y
honorable y adecuado cumplimiento de las funciones públicas, que garanticen el obrar íntegro,
prudente y responsable de los agentes y funcionarios públicos.

La doctrina ha entendido que “Se trata, claramente, de un mandato de ‘actuación virtuosa’ de evidente
2
raigambre deontológico cuya télesis ética y moral debe ser destacada positivamente…” .

Tanto la Ley 25188 de Ética en el Ejercicio de la Función Pública como el Código de Ética de la Función
Pública aprobado por Decreto 41/1999 —y en general, las normas sobre empleo público—, la Ley
25164, Ley Marco de Regulación del Empleo Público Nacional y hasta el Convenio Colectivo de Trabajo
General para la Administración Pública Nacional (Decreto 214/2006) prevén un conjunto de deberes y
prohibiciones aplicables, sin excepción, a todas las personas que se desempeñen en la función
pública.

En el desarrollo de esta unidad, se exponen los principios y las normas que hacen a la dignidad y
responsabilidad del trabajo en la Administración Pública.

                                                                                                                       
1
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, “Ética, Transparencia y Lucha contra la Corrupción en la Administración
Pública. Manual para el ejercicio de la Función Pública”, Oficina Anticorrupción, 2009, p. 14. Extraído el 10/2/2017 desde
www.argentina.gob.ar/sites/default/files/libro_sicep_2da_parte.pdf

2
Julio R. Comadira, Derecho Administrativo, 2a. edición, Buenos Aires, LexisNexis Abeledo-Perrot, 2003, pp. 586-587.

UNIDAD 1 4
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

1.1. Normas éticas para el ejercicio de la Función Pública

Ley 25188: Ética en el Ejercicio de la Función Pública. Deberes y pautas de


comportamiento ético.

El artículo 2º de la Ley 25188 establece que los sujetos comprendidos en la ley se encuentran obligados a
respetar los siguientes deberes y pautas de comportamiento ético:

a) cumplir y hacer cumplir estrictamente la Constitución Nacional, las leyes y los reglamentos que en su
consecuencia se dicten y defender el sistema republicano y democrático de gobierno;

b) desempeñarse con la observancia y respeto de los principios y pautas éticas establecidas en la presente
ley: honestidad, probidad, rectitud, buena fe y austeridad republicana;

c) velar en todos sus actos por los intereses del Estado, orientados a la satisfacción del bienestar general,
privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular;

d) no recibir ningún beneficio personal indebido vinculado a la realización, retardo u omisión de un acto
inherente a sus funciones, ni imponer condiciones especiales que deriven en ello;

e) fundar sus actos y mostrar la mayor transparencia en las decisiones adoptadas sin restringir información,
a menos que una norma o el interés público claramente lo exijan;

f) proteger y conservar la propiedad del Estado y solo emplear sus bienes con los fines autorizados.
Abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no
relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados;

g) abstenerse de usar las instalaciones y servicios del Estado para su beneficio particular o para el de sus
familiares, allegados o personas ajenas a la función oficial, a fin de avalar o promover algún producto, servicio
o empresa;

h) observar en los procedimientos de contrataciones públicas en los que intervengan los principios de
publicidad, igualdad, concurrencia y razonabilidad;

i) abstenerse de intervenir en todo asunto respecto al cual se encuentre comprendido en alguna de las causas
de excusación previstas en la ley procesal civil.

UNIDAD 1 5
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El Código de Ética Pública

Los deberes listados anteriormente deben ser complementados por los contenidos en los Capítulos III y IV
del Código de Ética de la Función Pública (aprobado por Decreto 41/1999) que prescriben a quienes ejercen
una función pública —en sentido amplio—, actuar con:

rectitud y honradez, procurando satisfacer el interés general y desechando todo provecho o ventaja
personal, obtenido por sí o por interpósita persona;

prudencia y pleno conocimiento de las materias sometidas a su consideración, con la misma diligencia
que un buen administrador emplearía para con sus propios bienes; inspirando confianza en la comunidad y
evitando acciones que pudieran poner en riesgo la finalidad de la función pública, el patrimonio del Estado o
la imagen que debe tener la sociedad respecto de sus servidores;

justicia, teniendo permanente disposición para el cumplimiento de sus funciones, otorgando a cada uno lo
que le es debido, tanto en sus relaciones con el Estado, como con el público, sus superiores y subordinados;

templanza, desarrollando sus funciones con respeto y sobriedad, usando las prerrogativas inherentes a su
cargo y los medios de que dispone únicamente para el cumplimiento de sus funciones y deberes; evitando
cualquier ostentación que pudiera poner en duda su honestidad o su disposición para el cumplimiento de los
deberes propios del cargo;

idoneidad, entendida como aptitud técnica, legal y moral, condición esencial para el acceso y ejercicio de la
función pública;

responsabilidad, haciendo un esfuerzo honesto para cumplir con sus deberes (cuanto más elevado sea el
cargo que ocupa un funcionario público, mayor es su responsabilidad para el cumplimiento de las
disposiciones);

aptitud, verificando su cumplimiento también en aquellos a quienes designe;

capacitación para el mejor desempeño de las funciones a su cargo, según lo determinan las normas que
rigen el servicio o lo dispongan las autoridades competentes;

evaluación de los antecedentes, motivos y consecuencias de los actos cuya generación o ejecución tuviera
a su cargo;

veracidad en sus relaciones funcionales, tanto con los particulares como con sus superiores y subordinados
y contribuyendo también al esclarecimiento de la verdad;

discreción, guardando reserva respecto de hechos o informaciones de los que tenga conocimiento con
motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de los deberes y las responsabilidades que
le correspondan en virtud de las normas que regulan el secreto o la reserva administrativa;

UNIDAD 1 6
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

transparencia, respetando el derecho que tiene la sociedad de estar informada sobre la actividad de la
Administración;

obediencia, cumpliendo las órdenes que le imparta el superior jerárquico competente, en la medida que
reúnan las formalidades del caso y tengan por objeto la realización de actos de servicio que se vinculen con
las funciones a su cargo, salvo el supuesto de arbitrariedad o ilegalidad manifiestas;

independencia de criterio, no involucrándose en situaciones, actividades o intereses incompatibles con sus


funciones y absteniéndose de toda conducta que pueda afectar su independencia de criterio para el
desempeño de las funciones;

equidad, adecuando las soluciones legales a resultados más justos, que nunca deben ser ejecutados en
contra de los fines perseguidos por las leyes;

igualdad de trato, absteniéndose de realizar actos discriminatorios en su relación con el público o con los
demás agentes de la Administración y otorgando a todas las personas igualdad de trato en igualdad de
situaciones;

uso adecuado del tiempo de trabajo, desempeñando sus funciones de una manera eficiente y eficaz y
velando para que sus subordinados actúen de la misma manera. No debe fomentar, exigir o solicitar a sus
subordinados que empleen el tiempo oficial para realizar actividades que no sean las que se les requieran
para el desempeño de los deberes a su cargo;

colaboración, realizando tareas que —aun no siendo por su naturaleza o modalidad las estrictamente
inherentes a su cargo— resulten necesarias para mitigar, neutralizar o superar las dificultades que se
enfrenten;

dignidad y decoro, actuando con sobriedad y moderación, conduciéndose con respecto y corrección en su
trato con el público y con los demás funcionarios;

honor, debiendo, en el caso de que se le impute la comisión de un delito de acción pública, facilitar la
investigación e implementar las medidas administrativas y judiciales necesarias para esclarecer la situación
a fin de dejar a salvo su honra y la dignidad de su cargo;

tolerancia frente a las críticas del público y de la prensa, en un grado superior al que, razonablemente, pudiera
esperarse de un ciudadano común;

equilibrio, con sentido práctico y buen juicio.

Entre los citados deberes, resulta particularmente destacable el llamado “deber de prudencia” al que se refiere
el artículo 9 del Código de Ética, norma que expresa: “El ejercicio de la función pública debe inspirar confianza
en la comunidad. Asimismo, debe evitar acciones que pudieran poner en riesgo la finalidad de la función
pública, el patrimonio del Estado o la imagen que debe tener la sociedad respecto de sus servidores”.

UNIDAD 1 7
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

En sentido concordante se expresan la Ley 25164, Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional, su
Decreto Reglamentario 1421/2002 y el Convenio Colectivo de Trabajo General (CCT), todos ellos
desarrollados en profundidad en el curso “Empleo Público” del programa de Inducción.

Directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

Estas   disposiciones   resultan   concordantes   con   las   directrices   formuladas   en   el   año   2003   por   la   Organización   para   la  
3
Cooperación  y  el  Desarrollo  Económico  (OCDE)  para  la  gestión  de  conflictos  de  intereses .  Allí  se  señalaba  que  “Cuidar  
el   interés   público   es   la   principal   misión   de   los   gobiernos   y   las   instituciones   públicas.   Los   ciudadanos   esperan   que   cada  
4
uno   de   los   servidores   públicos   realicen   sus   tareas   con   integridad,   de   una   manera   justa   e   imparcial…” .   Y   continúa:   “Se  
espera  que  los  funcionarios  e  instituciones  públicas  se  comporten  de  una  forma  que  puedan  soportar  el  más  estrecho  
escrutinio  público.  Esta  obligación  no  está  cumplida  completamente  simplemente  actuando  dentro  de  la  letra  de  la  ley;  
también  implica  el  respeto  de  los  valores  de  la  función  pública  más  amplios,  como  el  desinterés,  la  imparcialidad  y  la  
5
integridad” .  

                                                                                                                       
3
  OECD, “Recommendation of the Council on Guidelines for Managing Conflict of Interest in the Public Service”, 2003. Extraído el
10/2/2017 desde http://www.oecd.org/gov/ethics/2957360.pdf  

 Ibidem,  p.  1.  


4

5
 Ibidem,  p.  5.  

UNIDAD 1 8
UNIDAD 2

Normativa sobre
 
Ética Pública
desempeño de los
funcionarios públicos
2.1 Políticas internacionales contra la corrupción
2.2 Normativa argentina
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Unidad 2: Normativa sobre ética pública


En un contexto de corrupción y delitos globalizados, resulta imposible para un Estado desarrollar
políticas eficientes de control de la corrupción puertas adentro, si no existe una eficaz coordinación
de dichas políticas en el ámbito internacional y se estimula la cooperación entre todas las naciones.

En esta unidad presentaremos tanto los acuerdos y las convenciones internacionales como la
normativa emanada de nuestra constitución y de las leyes nacionales.

2.1. Políticas internacionales contra la corrupción


La Convención Interamericana contra la Corrupción

En el continente americano, tanto en el ámbito de la Organización de Estados Americanos (OEA) como de la


Organización de Naciones Unidas (ONU), se han registrado importantes avances en materia de políticas
contra la corrupción desde comienzos de la década del noventa.

Uno de los acontecimientos más destacados en este terreno lo constituye la Convención Interamericana
contra la Corrupción (CICC) —adoptada por la OEA el 29 de marzo de 1996 y ratificada en nuestro país por
6
Ley 24759 —, que es el primer instrumento internacional en la materia que comprende de modo amplio el
fenómeno, combinando componentes tanto punitivos como preventivos, así como de asistencia y cooperación
entre los Estados.

Su artículo III contiene referencias concretas a la ética pública y a la prevención de la corrupción y compromete
a los Estados Parte a considerar la aplicabilidad de medidas, dentro de sus propios sistemas institucionales,
destinadas a crear, mantener y fortalecer normas y mecanismos para el correcto, honorable y adecuado
cumplimiento de las funciones públicas, para la prevención de conflictos de intereses, para el control y la
transparencia de la gestión y la participación ciudadana, etc.

En particular se señala la consideración de “instrucciones al personal de las entidades públicas, que aseguren
la adecuada comprensión de sus responsabilidades y las normas éticas que rigen sus actividades”.

                                                                                                                       
6
La Ley 24759 fue publicada en el Boletín Oficial del 17/01/1997. El Poder Ejecutivo depositó el instrumento de ratificación en la
Secretaría General de la OEA el 9/10/1997, por lo que —y de acuerdo con el artículo XXV de la Convención— entró en vigencia en la
República Argentina el 7/11/1997.

UNIDAD 2 10
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción

Otro de los hitos internacionales en materia de lucha contra la corrupción es la Convención de las Naciones
Unidas contra la Corrupción (CNUCC), —adoptada por la ONU el 31 de octubre de 2003 y aprobada en
7
nuestro país por Ley 26097 . Los contenidos de la Convención son amplios y novedosos y, en tal inteligencia,
proveen un conjunto de instrumentos y herramientas eficaces en el diseño e implementación de políticas
anticorrupción.

La Convención dedica todo su Capítulo II a las medidas preventivas, dentro de las cuales cabe destacar la
creación de órganos preventivos de la corrupción, el establecimiento de sistemas apropiados de contratación
de funcionarios y de bienes y servicios, el compromiso de promover el dictado de Códigos de Conducta para
el correcto, honorable y debido cumplimiento de las funciones públicas, la instauración de procedimientos de
acceso a la información pública y el fomento de la participación de la sociedad civil.

2.2. Normativa argentina

La ética pública en nuestra Constitución Nacional

La reforma del año 1994 incorporó en el artículo 36 de la Carta Magna el mandato al Congreso de “sancionar
una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función”.

La inclusión de dicha atribución en el capítulo “Nuevos Derechos y Garantías” demuestra el propósito de


considerar a la ética como un derecho de la ciudadanía, así como un deber de los agentes públicos.

“La calificación de la ética pública como un nuevo derecho y su consideración como aspecto central de la
defensa de la democracia revela que la materia ocupa un sitial de privilegio dentro del esquema de la Carta
Fundamental. Ya no se trata, pues, solo de cuestiones que atañen al correcto funcionamiento interno de la
administración (y de los demás poderes), sino de un verdadero derecho de los particulares al que, además,
8
se le ha dado rango de pilote de la democracia” .

La sociedad exige de sus dirigentes la concreción, en sus gestiones públicas, de valores fundamentales, como
la honestidad, la justicia, la transparencia, la rendición de cuentas (accountability) y la igualdad ante la ley.
Todo indica que solo a través de la sostenida puesta en práctica de esos principios nuestras comunidades
volverán a creer en las instituciones de la República y en sus representantes.

                                                                                                                       
7
La Ley 26097 fue publicada en el Boletín Oficial del 09/06/2006. El Poder Ejecutivo depositó el instrumento de ratificación en la sede
de la ONU el 28/08/2006.

8
 Fabián O. Canda, “El régimen disciplinario de los empleados públicos (bases constitucionales y su aplicación bajo la Ley Marco de Regulación de Empleo
Público y el Reglamento de Investigaciones Administrativas)”, EDA, 2003, p. 7.

UNIDAD 2 11
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

La Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública (Ley 25188) y el Código de Ética Pública
(Decreto 41/1999)

En cumplimiento del compromiso asumido en la Convención Interamericana contra la Corrupción (OEA), en


enero de 1999, el Poder Ejecutivo Nacional dictó el Decreto 41/1999 que aprueba el Código de Ética de la
Función Pública, obligatorio para “los funcionarios públicos de todos los organismos de la Administración
Pública Nacional, centralizada y descentralizada en cualquiera de sus formas, entidades autárquicas,
empresas y sociedades del Estado y sociedades con participación estatal mayoritaria, sociedades de
economía mixta, Fuerzas Armadas y de Seguridad, instituciones de la seguridad social del sector público,
bancos y entidades financieras oficiales y de todo otro ente en que el Estado Nacional o sus entes
descentralizados tengan participación total o mayoritaria de capital o en la formación de las decisiones
societarias, así como también de las comisiones nacionales y los entes de regulación de servicios públicos”
(artículo 4º del Anexo al Decreto 41/1999).

Pocos meses después, en septiembre de ese año, el Congreso Nacional concretó el mandato contenido en
la Convención y en el artículo 36 de la Constitución, sancionando la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función
Pública (Ley 25188), norma que establece una serie de principios y pautas que deben respetar quienes se
desempeñen en un cargo o función pública, cualquiera sea el poder del Estado en el que las cumplan.

La Ley 25188 y el Decreto 41/1999 —este último en el ámbito del Sector Público Nacional y en todo aquello
en lo que no se oponga a la ley mencionada en primer término— constituyen el plexo normativo básico en
materia de ética pública.

Siguiendo los dictados de la Convención Interamericana contra la Corrupción, las normas citadas entienden
por función pública “toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una
persona en nombre del Estado o al servicio del Estado o de sus entidades, en cualquiera de sus niveles
9
jerárquicos” .

Como puede advertirse, queda comprendida no solo la función desempeñada por los empleados públicos,
sino también por todos aquellos que —más allá de su jerarquía, cargo, modalidad de contratación o grado de
estabilidad— cumplen tareas “en nombre del Estado o al servicio del Estado”.

 
• La Ley 25188 establece:

• deberes, prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todas las personas que se
desempeñen en la función pública (artículo 2), estableciendo su cumplimiento como requisito de
permanencia en el cargo (artículo 3);

• régimen de declaraciones juradas patrimoniales y de intereses (Capítulos III y IV);

                                                                                                                       
9
 Conforme  art.  I  CICC,  art.1  Ley  25188  y  art.2  del  Anexo  al  Decreto  41/1999.  

UNIDAD 2 12
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

• normas sobre incompatibilidades y conflictos de intereses (Capítulo V);

• régimen de obsequios a funcionarios públicos (Capítulo VI);

• normas éticas sobre la publicidad de los actos, programas, obras, servicios y campañas de los
órganos públicos —que deberá tener carácter educativo, informativo o de orientación social, no
pudiendo constar en ella nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción personal de las
autoridades o funcionarios públicos— (artículo 42).

La Ley Marco de Regulación del Empleo Público Nacional (Ley 25164)

En el ámbito de la Administración Pública Nacional (APN), dentro de las normas que incorporan pautas y
deberes de comportamiento ético, encontramos a la Ley Marco de Empleo Público.

En efecto, la Ley 25164 establece un conjunto de deberes (artículo 23) y prohibiciones (artículo 24) que
coinciden, en lo sustancial, con los contenidos de la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública y del
Código de Ética Pública y que hacen a un ejercicio eficiente, imparcial, transparente, probo y honesto de la
función pública.

Merece una mención complementaria al Régimen sobre Acumulación de Cargos, Funciones y/o Pasividades
para la Administración Pública Nacional (Decreto 8566/1961 y sus numerosos modificatorios), pero que en lo
sustancial establece, con las debidas excepciones, que ninguna persona podrá desempeñarse ni ser
designada en más de un cargo o empleo público remunerado dentro de la jurisdicción y competencia del
Poder Ejecutivo Nacional. Además, declara incompatible el desempeño de un cargo público con la percepción
de jubilaciones, pensiones y/o retiros civiles y/o militares provenientes de cualquier régimen de previsión
nacional, provincial y/o municipal. Asimismo, establece que el desempeño de una función o cargo remunerado
o prestación contractual con o sin relación de dependencia, bajo cualquier modalidad en la Administración
Pública Nacional, es incompatible con la percepción de un beneficio previsional o haber de retiro proveniente
de cualquier régimen de previsión nacional, provincial o municipal. La referida incompatibilidad se aplicará
con independencia de las excepciones específicas que se hayan dispuesto o se dispusieren respecto del
presente decreto, sus modificatorios y complementarios (Decreto 894/2001).

UNIDAD 2 13
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El Convenio Colectivo de Trabajo General para la Administración Pública Nacional (Decreto


214/2006)

El CCT General para la APN (Decreto 214/2006), por su parte, al referirse a los principios ordenadores de la
función pública, menciona entre ellos a “la ética profesional en el desempeño como garantía de un ejercicio
responsable”.

Asimismo, su artículo 17 expresa que “Son valores éticos a respetar en el ejercicio del empleo aquellos
establecidos por la legislación nacional en la materia, entre otros, la probidad, la neutralidad, la imparcialidad,
la transparencia en el proceder, la discreción y la responsabilidad profesional siguiendo criterios de
razonabilidad en el servicio a los ciudadanos”. Finalmente, los artículos 36 y 37, insertos en el Capítulo IV,
titulado “Derechos, Deberes y Prohibiciones”, comprenden múltiples disposiciones similares en su contenido
y alcance a las previstas en la Ley Marco de Empleo Público y en las normas sobre ética antes reseñadas.

 
En síntesis, las normas transcriptas ponen de manifiesto la relevancia que el Estado le asigna al
comportamiento ético de sus agentes y funcionarios. Más adelante se exploran algunos aspectos específicos
que hacen a dicho comportamiento.

UNIDAD 2 14
UNIDAD 3

La corrupción y la
ética pública como
modo de prevenirla

3.1 La corrupción como fenómeno estructural


3.2 Los delitos de corrupción y su impacto
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Unidad 3: La corrupción y la ética pública como modo


de prevenirla
 

La corrupción como sinónimo de problema a resolver es una idea muy reciente en el contexto
internacional. Si bien el tema tiene sus orígenes en los años setenta, es en la década del noventa
cuando trasciende las fronteras de los países y cobra relevancia mundial, y surgen vertiginosamente
y desde diferentes ámbitos (académico, gubernamental, sociedad civil, organismos internacionales,
etc.) toda clase de diagnósticos, investigaciones, herramientas, normas y estrategias de lucha contra
la corrupción y a favor de la promoción de la transparencia.

La desregulación de mercados, la globalización y los procesos de privatizaciones que guiaron las


políticas económicas de los años noventa trajeron de la mano un aumento de las inversiones
extranjeras y de los intercambios comerciales, pero también significaron un incremento de los casos
de corrupción transnacional, con sus consiguientes perjuicios económicos, sociales y políticos.

Esta situación —sumada a la creciente toma mundial de conciencia respecto de la íntima relación
entre corrupción y pobreza— colocó a la transparencia en un destacado lugar de las agendas de los
Estados y organismos internacionales, y produjo el surgimiento en paralelo de numerosas
organizaciones de la sociedad civil que controlan a sus gobiernos y propugnan por cambios en favor
de una mayor honestidad en la gestión pública.

El desarrollo de esta unidad contribuye con el cumplimento de uno de los objetivos del curso: destacar
la relevancia de las normas sobre ética pública, del respeto a las prohibiciones e incompatibilidades
funcionales previstas en el ordenamiento jurídico y del correcto funcionamiento de los mecanismos
de control para prevenir y luchar eficazmente contra la corrupción, y brindar una primera aproximación
a su aplicación práctica.

3.1. La corrupción como fenómeno estructural

La lucha contra la corrupción: prevención, transparencia y penalización

Nadie puede dudar hoy de que la corrupción como fenómeno estructural, además de socavar las instituciones
10
indispensables para el mantenimiento de la democracia política , posee un efecto sumamente nocivo sobre

                                                                                                                       
10
Larry L. Berg, Hahn Harlan y John R. Schmidhauser, Corruption in the American Political System, Morristown, N.J., General Learning
Press, 1976.

UNIDAD 3 16
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

la vida diaria de los ciudadanos que ven afectados los servicios que debe brindarles el Estado (en materia de
salud, construcción de rutas y otras obras públicas, seguridad, educación, etc.) por la desviación irregular de
los recursos públicos y su administración infiel.

Dado que se trata de un fenómeno complejo, los instrumentos y propuestas destinados a abordarlo también
deben poseer esa característica.

De tal forma, es necesario desarrollar una perspectiva que integre iniciativas de prevención del delito y de
transparencia en la gestión con instituciones de penalización de las prácticas corruptas.

En este contexto, los regímenes de Ética Pública (entendiendo como tal al conjunto de normas, sistemas y
mecanismos de aplicación y control de dichas normas) se presentan como valiosos instrumentos de
prevención que, además, tienen por efecto fortalecer la confianza de la ciudadanía —y del resto de las
naciones— en nuestras instituciones públicas.

Su importancia fue destacada en la Declaración de Belém do Pará (Brasil, 1994), en la que los ministros de
Relaciones Exteriores y los jefes de Delegación de los Estados miembros de la Organización de los Estados
Americanos (OEA) instaron al “estudio de medidas, dentro del ordenamiento jurídico de cada país, destinadas
a combatir la corrupción, mejorar la eficiencia de la gestión pública y promover la transparencia y la probidad
en la administración de los recursos políticos. Esa acción deberá complementarse con una reflexión conjunta
sobre la importancia que la ética cívica y la probidad administrativa revisten para el fortalecimiento y la
consolidación de la democracia en el Hemisferio”.

¿De qué hablamos cuando decimos corrupción?

Podemos definir la corrupción, según el Diccionario de Política, como “…el fenómeno por medio del cual un
funcionario público es impulsado a actuar de modo distinto a los estándares normativos del sistema para
favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. Corrupto es, por lo tanto, el comportamiento
11
ilegal de aquel que ocupa una función en la estructura estatal” .

Los autores del Diccionario refieren la existencia de dos dimensiones fundamentales de la corrupción:

• Ético-Individual: comprende al individuo en tanto autor de obras y responsable por ellas.

• Estructural: todas las instituciones humanas son susceptibles de sufrir corrupción.

Se debe abordar la problemática de la corrupción desde una mirada integral, que atienda a estas dos
dimensiones. Si no podemos negar que las estructuras que desalienten los comportamientos corruptos

                                                                                                                       
 

11
Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino, Diccionario de Política, México, Siglo XXI editores, 1985, p. 438.

UNIDAD 3 17
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

tendrán poca eficacia en manos de hombres corruptos, tampoco hay duda de que los hombres
experimentarán dificultades al momento de trabajar en estructuras corruptas.

Modalidades de corrupción

Desde otro punto de vista, se han identificado dos modalidades de corrupción: marginal y estructural.

En la corrupción marginal, la cultura general de la organización respeta las reglas formales. Se dan casos
aislados de corrupción. Los organismos de control actúan con eficacia y demuestran capacidad de detectar
los casos de corrupción, aislarlos y sancionarlos.

En la corrupción estructural, la cultura general de la organización es permisiva a las violaciones de las reglas.
Los sobornos son una forma generalizada de resolver los conflictos y los organismos de control no cumplen
con su función. No existen esfuerzos serios por controlar el problema.

• Las consecuencias de los escenarios con corrupción estructural son muy graves:

• el sistema político pierde legitimidad;

• se realiza una mala asignación de recursos;

• los mejores negocios no dependen de las capacidades de las personas, sino de la influencia que se
pueda ejercer sobre los responsables de tomar decisiones en los procesos de compras,
contrataciones y pagos;

• se destruye el profesionalismo y el interés por el soborno reemplaza los criterios profesionales;

• las personas honestas quedan segregadas, marginadas y desanimadas;

• se pierde previsibilidad sobre el futuro de la organización o del sistema.

3.2. Los delitos de corrupción y su impacto

Calificación de los delitos de corrupción

Si bien en nuestra legislación no existe una calificación de “delito de corrupción”, pueden considerarse como
tal las siguientes figuras contempladas en el Código Penal de la Nación:

• Cohecho: Conocido habitualmente como “coima”, se configura cuando el funcionario público, por sí
o por medio de otra persona, recibe dinero o cualquier otra dádiva o acepta una promesa directa o
indirecta, para hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones.

UNIDAD 3 18
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

• Exacciones ilegales: Se produce cuando el funcionario público, abusando de su cargo, solicita, exige
o hace pagar o entregar indebidamente una contribución, un derecho o una dádiva o cobra mayores
derechos que los que corresponden.

• Si el funcionario convierte el producto de las exacciones en provecho particular, el delito que se


perfecciona es el de concusión.

• Dádiva: Consiste en la presentación u ofrecimiento de bienes u otros beneficios por parte de un


particular hacia un funcionario público, en ejercicio de su cargo, aunque éste los rechace. Este delito
no necesita un acuerdo entre los sujetos para ser consumado. Tampoco debe existir vinculación entre
la dádiva y un hecho u omisión por parte del funcionario porque, en ese caso, se trataría de cohecho.

• Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas: Se comete cuando el


funcionario público se interesa en un contrato u operación en la que intervenga en razón de su cargo,
en miras de obtener un beneficio propio o de un tercero. Para la consumación de este delito no es
necesario que se haya producido un daño patrimonial concreto a la Administración Pública.

• Tráfico de influencias: Implica solicitar o recibir algún beneficio, a cambio de influir indebidamente
ante un funcionario público para que actúe de una manera determinada. No es necesario que el
funcionario competente ceda a la presión para que el delito quede consumado.

• Malversación de caudales públicos: Ocurre cuando un funcionario aplica de manera arbitraria


efectos o caudales públicos (no implica que el dinero se gaste, ni que exista un perjuicio económico
concreto para la Administración Pública, o que el funcionario actúe con la intención de producir un
perjuicio).

• Peculado: Se produce cuando un funcionario público sustrae de la esfera pública caudales o efectos
del Estado y los desvía en su provecho o el de terceros.

• Uso de información o datos reservados con fines de lucro: Se configura cuando un funcionario
público con acceso a información privilegiada o a datos reservados en virtud del cargo que ejerce, se
vale de estos para obtener un beneficio particular.

• Enriquecimiento ilícito: Lo comete el funcionario público que no puede justificar la procedencia de


un incremento apreciable de su patrimonio o el de una persona interpuesta para disimularlo. Dicho
incremento debe haber ocurrido con posterioridad a la asunción del cargo y hasta dos años después
de haber cesado en la función pública.

• La figura de enriquecimiento ilícito se complementa con la tipificación de otros dos delitos: el de


omisión maliciosa de presentar declaración jurada patrimonial y el de falsedad u omisión de
datos en la declaración jurada patrimonial. En este sentido, la existencia de un adecuado sistema

UNIDAD 3 19
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

de declaraciones juradas patrimoniales es un requisito ineludible para la persecución del delito de


enriquecimiento ilícito.

• Defraudación en perjuicio de la Administración Pública: La defraudación es una lesión patrimonial


que comete un sujeto al desplazar, a su favor, bienes de otra persona —en este caso, la
Administración Pública Nacional—. El que lo comete puede hacerlo con nombre supuesto, calidad
simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza o aparentando bienes, crédito,
comisión, empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro ardid o engaño. Puede ser cometido
tanto por particulares como por funcionarios. En este último caso las penas son más graves.

• Un caso especial de fraude es la administración infiel, que consiste en una defraudación en la que
predomina el abuso de confianza y perjudica los intereses confiados u obliga abusivamente al titular,
violando el deber que tiene a su cargo.

• Abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público: Implica las


siguientes conductas: dictar resoluciones u órdenes contrarias a la Constitución o las leyes nacionales
o provinciales; ejecutar órdenes contrarias a dichas disposiciones; omitir la ejecución de leyes cuyo
cumplimiento le incumba. Solo se configura este delito cuando el funcionario tiene plena conciencia y
conocimiento de la ilegalidad de su accionar y, sin embargo, decide obrar de esta manera.

• Lavado de activos de origen delictivo: Consiste en realizar operaciones comerciales y maniobras


financieras con bienes o fondos obtenidos de un delito previo (por ejemplo, un acto de corrupción,
contrabando, venta de drogas ilegales, etc.), dándoles una apariencia legal.

• Asociación ilícita: Consiste en tomar parte de una asociación o banda dedicada a cometer delitos.
Para que se configure, es necesario que la asociación esté integrada por un mínimo de tres personas
y que entre ellas exista un acuerdo, explícito o implícito, de asociarse para delinquir.  

El impacto de la corrupción en la sociedad

Años atrás se concebía a la corrupción como un delito “sin víctimas”, pues se percibía que el comportamiento
irregular de un funcionario solo afectaba al Estado en su presupuesto y en su funcionamiento interno.

Esta limitada visión se encuentra completamente superada, y puede sostenerse sin dudas que el impacto de
la corrupción sobre la sociedad en su conjunto es cada vez más severo, sobre todo, en la acentuación de la
desigualdad social y en el empobrecimiento de los más desfavorecidos.

• A pesar de que la cuantificación de los daños de la corrupción es muy compleja, tanto porque muchas
veces no son inmediatos como porque no suele haber una víctima directa, sino muchas e indirectas,
es un hecho reconocido que, en general, la corrupción provoca los siguientes fenómenos expuestos
por Transparency International en 1998:

UNIDAD 3 20
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

• Deteriora el respeto por la autoridad constituida y, por ende, la legitimidad del gobierno.

• Ejerce una influencia corruptora sobre el aparato administrativo, afectando el valor necesario para
adherirse a estándares de honradez: “Las personas se preguntan por qué ellos deben ser las únicas
custodias de la moralidad”.

• Implica un aumento en el precio de la administración, ya que el contribuyente también se somete al


soborno y así paga varias veces el mismo servicio.

• Afecta el ambiente en el cual opera el sector privado, generando el acaparamiento de beneficios


rápidos y excesivos, y la exclusión de participantes potenciales, además de la reducción del desarrollo
de dicho sector.

UNIDAD 3 21
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

UNIDAD 4

Políticas y prácticas
preventivas de la
corrupción y
promoción de la
transparencia

4.1 Prohibición de recibir obsequios


4.2 Régimen de conflicto intereses
4.3 El Régimen de Declaraciones Juradas Patrimoniales y de
intereses
4.4 Transparencia en compras y contrataciones públicas
4.5 Transparencia y acceso a la información
4.6 Órganos de control superior

UNIDAD 4 22
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Unidad 4: Políticas y prácticas preventivas de la


corrupción y promoción de la transparencia
 

Las políticas y prácticas preventivas incluyen el establecimiento de pautas de conducta (obligaciones,


prohibiciones y permisos), así como dispositivos de aplicación y control de tales conductas (sistemas
de circulación y registro de la información, órganos de control con competencias específicas,
métodos de evaluación y rendición de cuentas, etc.).

Ellas pueden:

• orientarse a la mejora de la actuación de los funcionarios: normas de conducta y códigos de ética;


régimen de prevención de conflictos de intereses; capacitación a los funcionarios públicos; sistemas
para la selección imparcial de agentes; sistemas para la adquisición transparente de bienes y
servicios;

• tender a la efectiva participación de la sociedad civil, ya sea como organizaciones no


gubernamentales o como ciudadanos: regulación de las audiencias públicas; implementación de
sistemas de elaboración participativa de normas; reglamentación del derecho de acceso a la
información;

• dirigirse a la mejora de los controles existentes, siendo sus destinatarios directos los propios
funcionarios públicos: reglas sobre el uso adecuado de los recursos asignados a la función pública;
canales de denuncia sobre irregularidades y actos de corrupción; sistemas transparentes para la
recaudación y el control de los ingresos del Estado; sistemas de declaraciones juradas patrimoniales;
órganos de control superior para prevenir, detectar, sancionar y erradicar prácticas corruptas.

 
A continuación, analizaremos con mayor detalle algunas de las principales cuestiones en estas materias
contenidas en el marco normativo sobre ética pública de nuestro país.

4.1. Prohibición de recibir obsequios

Los primeros pasos en la normativa nacional

El artículo 18 de la Ley 25188 de Ética en el Ejercicio de la Función Pública establece que “Los funcionarios
públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o
en ocasión del desempeño de sus funciones”.

UNIDAD 4 23
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Agrega que “En el caso de que los obsequios sean de cortesía o de costumbre diplomática, la autoridad de
aplicación reglamentará su registración y en qué casos y cómo deberán ser incorporados al patrimonio del
Estado, para ser destinados a fines de salud, acción social y educación o al patrimonio histórico-cultural si
correspondiere”.

El Decreto Reglamentario 164/1999 exceptúa de la prohibición, además de los obsequios de cortesía y


costumbre diplomática, a los que se hubieren recibido por razones de protocolo y amistad (artículo 21).

La normativa citada persigue mantener la imparcialidad de las decisiones de los funcionarios, prohibiendo
recibir obsequios o beneficios que pudieran viciar los procesos de toma de decisión (Resolución OA
12
233/2011 ).

Pese al tiempo transcurrido desde la sanción de la Ley 25188, no se había reglamentado su artículo 18 lo que
impedía —ante la inexistencia de un registro destinado a los obsequios cuya percepción estaba permitida—
asegurar un adecuado control y seguimiento de su destino, así como evitar la ilegal incorporación de este al
patrimonio del funcionario.

Finalmente, en noviembre de 2016, el Poder Ejecutivo Nacional dictó el Decreto 1179/2016 que crea un
“Registro de Obsequios a Funcionarios Públicos” y un “Registro de Viajes Financiados por Terceros”, que
funcionan en el ámbito de la Oficina Anticorrupción y que pueden ser completados por cualquier funcionario
que reciba un obsequio a través del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE).

Excepciones y prohibiciones según Decreto 1179/2016

El   Decreto   1179/2016   reglamenta   las   excepciones   a   la   prohibición   de   recibir   obsequios   establecidas   la   Ley   25188  
(cortesía   y   costumbre   diplomática),   precisando   su   concepto   y   alcances   y   estableciendo   la   obligación   de   registro   en  
todos  los  casos.  

Asimismo,  dispone  que,  además  de  su  registración,  deben  incorporarse  al  patrimonio  del  Estado  Nacional:  

• Los obsequios cuyo valor no pudiese determinarse o que superen individual o conjuntamente (en este
último caso cuando se trata de varios regalos que provienen de una misma persona) 4 módulos —
artículo 28 del Decreto 1030/2016— (hoy $4000).

• Los obsequios recibidos por costumbre diplomática, aun en los casos en los que no superen el importe
establecido, cuando el objeto posea un valor institucional representativo del vínculo con el Estado u
organismo que lo ha entregado.

                                                                                                                       
12
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20233-­‐11%20CI.pdf

UNIDAD 4 24
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

No podrán recibirse obsequios (aun cortesía y costumbre diplomática) cuando provengan de personas o
entidades: a) que realicen actividades reguladas, fiscalizadas por el organismo donde se desempeña el
funcionario; b) que gestionen o exploten concesiones, autorizaciones, privilegios o franquicias otorgados por
el órgano o entidad en el que se desempeña el funcionario; c) que sean contratistas o proveedores de obras,
bienes o servicios del órgano o entidad en el que se desempeña el funcionario; d) que procuren una decisión
o acción del órgano o entidad en el que se desempeña el funcionario; o e) que tengan intereses que pudieran
verse significativamente afectados por una decisión, acción, retardo u omisión del órgano o entidad en el que
se desempeña el funcionario.

Sin embargo, aun cuando provengan de una de las personas o entidades precedentemente señaladas, podrán
ser recibidos e incorporados —cuando correspondiere— al patrimonio del Estado Nacional, cuando fueran
entregados durante una visita, evento o actividad oficial pública, situación cuya razonabilidad deberá ser
ponderada a la luz de las competencias, atribuciones y responsabilidades del funcionario que se trate.

 
Financiamiento de viajes según Decreto 1179/2016

El   mismo   Decreto   regula   en   qué   casos   es   posible   aceptar   el   financiamiento   de   viajes   por   terceros   (ajenos   al   Estado  
Nacional)  para  el  dictado  de  conferencias,  cursos  o  actividades  académicas  o  culturales,  o  la  participación  en  ellas.  

El  financiamiento  de  viajes  con  este  destino  podrá  ser  aceptado  cuando  proceda  de  gobiernos,  entidades  o  personas  
humanas  o  jurídicas  que  no  puedan  ser  incluidas  en  la  prohibición  de  recibir  obsequios  y  siempre  que  su  aceptación  no  
resultare  incompatible  con  las  funciones  del  cargo  o  prohibido  por  normas  especiales.  

Los  funcionarios  que  reciban  estos  beneficios  deberán  proceder  a  su  registración  en  el  “Registro  de  Viajes  Financiados  
por  Terceros”.  

4.2. Régimen de conflicto de intereses

¿Cuándo existe conflicto de intereses?

Existe conflicto de intereses cuando se produce una confrontación entre el deber público y los intereses
privados del funcionario. Es decir, este tiene intereses personales que podrían influir negativamente sobre el
13
desempeño de sus deberes y responsabilidades” .

                                                                                                                       
13
OCDE, op. cit..

UNIDAD 4 25
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Entre los fines de este régimen, se encuentra el de evitar que el interés particular afecte la realización del fin
14
público al que debe estar destinada la actividad del Estado , previniendo que un funcionario pueda ver
afectada su independencia de criterio y su imparcialidad, aunque de hecho tal afectación no ocurra
15
(Resolución OA 130/2009 ).

En tal sentido, una situación de conflicto de intereses se configura en forma objetiva, con independencia de
las intenciones del funcionario y del beneficio concreto que este hubiere podido obtener (Resoluciones OA
16 17
133/2009 y 386/2013 ).

Los artículos 13, 14 y 15 de la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública describen hipótesis concretas
y objetivas en las que se presupone la configuración de un conflicto de intereses.

En estas situaciones, el funcionario se encuentra obligado a renunciar inmediatamente a la actividad privada


como condición para seguir ejerciendo el cargo público. Ello sin perjuicio de que —en determinados casos—
puede ser sancionado o removido del cargo.

Primera hipótesis de conflicto de intereses (art. 13 inc.“a” Ley 25188)

Se presenta cuando el funcionario —además del cargo público que desempeña—,

• dirige, administra, representa, patrocina o asesora o de cualquier forma presta servicios (es decir,
realiza alguna actividad vinculada) a quien gestione o tenga una concesión o sea proveedor del
Estado o realice actividades reguladas por este,

• siempre que el cargo público desempeñado tenga competencia funcional directa, respecto de la
contratación, obtención, gestión o control de tales concesiones, beneficios o actividades.

 
Es decir, prevé el supuesto de que un funcionario ejerza una actividad en el ámbito privado y, como agente
del Estado, tenga atribuciones directas sobre esta actividad o sobre la persona para la cual se la realiza.

                                                                                                                       
14
Máximo Zin, Incompatibilidades de Funcionarios y Empleados Públicos, Buenos Aires, Editorial Depalma, 1986, p.8.
15
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resolucion13009.pdf
16
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20133-09%20(D%20Cameron%20-
%20Secr%20Energ%C3%ADa).pdf
17
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20386-13%20CF%20Casa.pdf

UNIDAD 4 26
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

No es necesario, para la configuración del conflicto de intereses, que tales atribuciones sean decisorias. Basta
que el funcionario deba intervenir de algún modo en alguna de las instancias de contratación, gestión o control
18
sobre la actividad o la persona particular (Resolución OA 386/2013 ).

Esta hipótesis presupone el ejercicio de dos funciones o la gestión de dos intereses contrapuestos (públicos
y privados) en forma concomitante. Si el interés particular es previo (es decir, si el funcionario público realizó
algunas de las actividades antes descriptas con anterioridad a asumir el cargo), resulta de aplicación el artículo
15 de la Ley 25188, al cual se hará referencia en los puntos siguientes.

Ejemplo: Un perito de la DNRPA asesora en forma particular a una empresa proveedora de


chapas patentes respecto de cuyos productos debe dictaminar.

Segunda hipótesis de conflicto de intereses (art. 13 inc. “b” Ley 25188)

Se verifica cuando un agente es proveedor por sí o por tercero del organismo del Estado en donde desempeña
sus funciones.

El fundamento de la prohibición es evitar la influencia del funcionario en el organismo en el que trabaja para
19
obtener un provecho propio (Resolución OA 88/2002 y posteriores).

A diferencia del supuesto analizado en el punto precedente, para que se configure la situación contemplada
en esta norma es indiferente que el funcionario tenga o no competencia funcional directa sobre la contratación
20
o que, si la tuviera, se haya abstenido de intervenir (entre otras, ver Resolución OA 157/2010 ).

La prohibición es objetiva, solo deben cumplirse los presupuestos de hecho previstos en la disposición legal:

• provisión de un bien o servicio,

• personalmente por el funcionario o por un tercero,

• al organismo del Estado en donde desempeñe sus funciones.

                                                                                                                       
18
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20386-13%20CF%20Casa.pdf
19
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/resolucion%20nro.88.pdf

20
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20157-10%20(CI%20-%20Jacubovich).pdf

UNIDAD 4 27
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Los conceptos de “tercero” y “organismo del Estado en donde desempeña sus funciones” han sido
interpretados por la Oficina Anticorrupción en múltiples resoluciones.

Se ha considerado el concepto de “tercero” con criterio extensivo interpretando como tal:


21 22
• al cónyuge o sus empresas (Resoluciones OA 45/2000 y 157/2010 ).

• a las personas jurídicas o sociedades de hecho de las cuales los funcionarios tienen participación
23
societaria suficiente para formar de la voluntad social (conf. art. 28 Decreto 1023/2001 ), (RESOL
24
2016-1-E-APN-OA#MJ ), ya sea en forma personal o cuando los otros socios son el cónyuge, hijos
25 26
u otros familiares (Resoluciones OA 88/2002 y 126/2009 ).

Con relación al concepto “organismo del Estado en donde desempeña sus funciones”, debe considerarse
que la prohibición se extiende a todo el ámbito de la jurisdicción donde el agente cumple tareas y donde puede
27
extender su influencia (Resolución OA 505/2015 ).

Ejemplo: Una empresa que alquila ambulancias y de la cual un médico del INSSJP (ex
PAMI) es socio mayoritario provee servicios al Instituto. Resulta indiferente que el médico no
posea atribuciones respecto de la contratación de la empresa.

                                                                                                                       
21
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/Resol%2045%20Farias%20Bouvier%20Nestor.pdf
22
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20157-10%20(CI%20-%20Jacubovich).pdf

23
 El  Decreto  1023/2001  expresa,  en  su  artículo  28  -­‐“Personas  no  habilitadas”  que  “…no  podrán  contratar  con  la  Administración  
Nacional    (…)  b)  Los  agentes  y  funcionarios  del  Sector  Público  Nacional  y  las  empresas  en  las  cuales  aquellos  tuvieren  una  
participación  suficiente  para  formar  la  voluntad  social,  de  conformidad  con  lo  establecido  en  la  Ley  de  Ética  Pública,  25188”.  
24
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/aranguren.pdf

25
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/resolucion%20nro.88.pdf
26
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20126-09%20_S%20Amadeo%20-AFIP_2.pdf

27
Puede consultar la resolución en: http//archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resoluci%C3%B3n%20OA-DPPT%20505-16.pdf

UNIDAD 4 28
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Tercera hipótesis de conflicto de intereses (art. 14 Ley 25188)

Se presenta cuando un funcionario:

• ha tenido intervención decisoria en la planificación, desarrollo y concreción de privatizaciones o


concesiones de empresas o servicios públicos, y

• actuare en los entes o comisiones reguladoras de esas empresas o servicios dentro de los tres (3)
años inmediatamente posteriores a la última adjudicación en la que haya participado.

Para que se configure esta hipótesis, es necesario que una persona, en su rol de funcionario, haya tenido
“…intervención decisoria en la planificación, desarrollo y concreción de privatizaciones o concesiones de
empresas o servicios públicos…”. No basta la mera prestación de servicios en la empresa o servicio
privatizado o concesionado.

Ejemplo: Un funcionario aprobó los pliegos de concesión del servicio de distribución de gas
natural en el que la empresa GGG resultó concesionaria y, dentro de los tres años
posteriores, se lo designa interventor del ENARGAS.

¿Qué sucede cuando las actividades en conflicto tuvieron lugar antes o después del ejercicio
de la función?

Originariamente, el artículo 15 de la Ley 25188 establecía un período de carencia anterior y posterior al


desempeño de un cargo público. Es decir, no podía ingresar a la función pública quien se hubiere
desempeñado en el ámbito privado en una actividad afín (sobre la que tendría atribuciones) en el año
inmediato anterior. Asimismo, tenía vedado ejercer dichas actividades privadas hasta un año del cese como
funcionario.

Esta disposición fue derogada por Decreto Delegado 862/2001.

UNIDAD 4 29
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Hoy no existe período de carencia ex ante. El funcionario puede realizar tareas en el ámbito privado
relacionadas al ejercicio de su función pública hasta el mismo momento de su designación (Resoluciones OA
28 29 30
427/2014 , 509/2016 y 510/2016 ).

Sin embargo, conforme la redacción actual del artículo 15 de la Ley 25188, debe:

a) renunciar a tales actividades como condición previa para asumir el cargo —siendo insuficiente la
31
licencia— (Resolución OA 120/2007 ).

b) abstenerse de tomar intervención, durante su gestión, en cuestiones particularmente relacionadas con


las personas o asuntos a los cuales estuvo vinculado en los últimos tres (3) años o tenga participación
societaria.

En cuanto al alcance temporal del deber de excusación, la OA ha interpretado que cesa a los tres (3) años de
32
la desvinculación del funcionario respecto de los intereses incompatibles (Resoluciones OA 427/2014 y
33
523/2016 ).

Con relación a su alcance material, se refiere solo a cuestiones “particularmente” relacionadas con las
personas o empresas referidas. Es decir, no abarca a las políticas públicas, salvo dirigidas especialmente al
34
sector donde posee intereses particulares (Resolución OA 509/2016 y sus citas).

Tampoco existe una carencia posterior, por lo menos en los amplios términos en que la concebía
originariamente la Ley 25188. Solo se considera vigente la limitación dispuesta por el artículo 46 del Código
de Ética que prohíbe a los funcionarios “durante su empleo y hasta un año después de su egreso”: a) efectuar
o patrocinar para terceros, trámites o gestiones administrativas, se encuentren o no directamente a su cargo,
b) celebrar contratos con la Administración Pública Nacional, cuando tengan vinculaciones funcionales con la
actividad que desempeñe o hubiera desempeñado (ver al respecto, Resolución 2016-5-E-APN-OA#MJ).

                                                                                                                       
28
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20427-14_CI-Pronsato%20y%20Milano_.pdf

29
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resoluci%C3%B3n%20OA-DPPT%20509-16.pdf
30
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resoluci%C3%B3n%20OA-
DPPT%20N%C2%BA%20510-16.pdf

31
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resolucion%20120-­‐07,%20Luna.pdf

32
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20427-14_CI-Pronsato%20y%20Milano_.pdf

33
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Res%20523-­‐16_CI-­‐Cacetta.pdf

34
Puede consultar la resolución en http://archivo.anticorrupcion.gob.ar/documentos/Resoluci%C3%B3n%20OA-DPPT%20509-16.pdf

UNIDAD 4 30
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Consecuencias de la infracción a las disposiciones sobre conflictos de intereses

¿Qué ocurre si un funcionario interviene, controla o actúa encontrándose en una situación de conflicto de
intereses?

La Ley 25188 prevé las consecuencias de este accionar:

• El funcionario será sancionado o removido por los procedimientos establecidos en el régimen propio
de su función (art. 3).

• Los actos emitidos por el agente en conflicto de intereses serán nulos de nulidad absoluta (art. 17).

• Tanto el funcionario actuante como las firmas contratantes o concesionarias serán solidariamente
responsables por la reparación de los daños y perjuicios que por esos actos le ocasionen al Estado
(art. 17 in fine).

4.3. El Régimen de Declaraciones Juradas Patrimoniales y de Intereses


 
El Régimen de Declaraciones Juradas como herramienta de transparencia
 
El Régimen de Declaraciones Juradas es una herramienta de transparencia, que proyecta su utilidad:

• En el plano preventivo (a través de la detección de incompatibilidades y conflictos de intereses,


generando incentivos eficientes para la prevención de conductas irregulares, aumentando los costos
de comportarse corruptamente).

• Como herramienta fundamental para la detección (ante inconsistencias en su contenido) e


investigación de conductas ilícitas, como enriquecimiento ilícito, negociaciones incompatibles
(comparando las declaraciones juradas de distintos períodos), etc.

Sujetos obligados

La obligación de presentar declaración jurada alcanza a determinados funcionarios en virtud del cargo que
desempeñan o de su función. Se encuentran enumerados en el artículo 5º de la Ley 25188 (modificado por
Ley 26857).

En virtud del cargo, quedan incluidos en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional:

• las máximas autoridades de la Nación (presidente, vicepresidente, jefe de Gabinete de Ministros,


ministros, secretarios, subsecretarios);

• los interventores federales;

UNIDAD 4 31
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

• las máximas autoridades de los organismos dependientes del Poder Ejecutivo;

• las autoridades superiores de las Fuerzas Armadas y de Seguridad;

• los directores o quienes ejercen cargos equivalentes en la Administración Pública Nacional,


centralizada o descentralizada, las entidades autárquicas, los bancos y entidades financieras del
sistema oficial, las obras sociales administradas por el Estado, las empresas del Estado, las
sociedades del Estado y el personal con similar categoría o función, designado a propuesta del Estado
en las sociedades de economía mixta, en las sociedades anónimas con participación estatal y en
otros entes del sector público;

• todo el personal de los organismos de Inteligencia, sin distinción de grados, sea su situación de revista
permanente o transitoria.

En razón del desarrollo de determinadas funciones, se encuentran obligados, entre otros:

• los encargados de otorgar habilitaciones administrativas para el ejercicio de cualquier actividad;

• los funcionarios que tengan por función administrar un patrimonio público o privado, o controlar o
fiscalizar los ingresos públicos, cualquiera fuera su naturaleza;

• los funcionarios o empleados públicos que integren comisiones de adjudicación de licitaciones, de


compra o de recepción de bienes, o participen en la toma de decisiones de licitaciones o compras.

Cabe señalar que la reciente reforma de la Ley 26857 incluyó a los candidatos a ocupar cargos electivos
nacionales dentro de los obligados.

 
Oportunidad de presentación

De conformidad con las disposiciones de la Ley 25188 (mod. por Ley 26857), los funcionarios que
desempeñan cargos o funciones alcanzados por la obligación de presentación, deben confeccionar:

• una declaración jurada inicial con motivo del alta en el cargo o función (dentro de los 30 días hábiles
desde la asunción);
35
• una actualización anual de la información (el 30 de mayo de cada año );

• una declaración jurada por baja, que originariamente debía presentarse dentro de los 30 días
hábiles desde la fecha de cesación en el cargo. Hoy, al haberse asociado el sistema a las
declaraciones juradas fiscales, se dará cumplimiento presentando la declaración anual

                                                                                                                       
35
Conforme art. 6º Resol. MJyDH 1695/2013.

UNIDAD 4 32
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

correspondiente al año en que dicha baja se produce, con vencimiento el 30 de mayo del año
36
siguiente .

Periódicamente, las autoridades de aplicación de los distintos regímenes deben publicar la lista de los oficiales
cumplidores e incumplidores en cada página web de cada Poder del Estado.

Contenido

Teniendo en cuenta los objetivos propios del sistema, la declaración jurada tiene como contenido principal
todos los bienes que se encuentren en el patrimonio del funcionario tanto en el país como en el exterior, así
como el capital invertido en títulos, acciones y demás valores cotizables o no en bolsa, o en explotaciones
personales o societarias.

Se agregan, además, los montos de los depósitos en bancos u otras entidades financieras, nacionales o
extranjeras, las tenencias de dinero en efectivo en moneda nacional o extranjera y los créditos y deudas
hipotecarias, prendarias o comunes.

Dicha descripción patrimonial debe encontrarse justificada con los ingresos del funcionario en el período. Por
ello, la declaración jurada exige también dar cuenta de los ingresos y egresos derivados del trabajo en relación
de dependencia o del ejercicio de actividades independientes y/o profesionales y los ingresos y egresos
anuales derivados de rentas o de sistemas previsionales.

Por último, a la luz de las exigencias normativas en materia de incompatibilidad y conflictos de interés, la
declaración jurada exige dar a conocer la información relativa a los antecedentes laborales, como así también
a la existencia de otras actividades actuales del funcionario.

En el anexo reservado, además de la información patrimonial del cónyuge o conviviente e hijos menores o
incapaces, se incluye información referida al nombre del banco o entidad financiera en el que tuviera sus
depósitos, los números de las cuentas corrientes, de cajas de ahorro, cajas de seguridad y tarjetas de crédito
y la ubicación detallada de los inmuebles.

Consecuencias del incumplimiento

Cabe destacar que el incumplimiento en la presentación de la declaración jurada, como su presentación


habiendo omitido en forma maliciosa la consignación de alguno de los datos exigidos, es una conducta
penalmente reprimida conforme el art. 268 (3) del Código Penal.

Asimismo, tal incumplimiento proyecta su responsabilidad en el plano administrativo, en el que se encuentra


calificado como falta grave.

                                                                                                                       
36
Conforme art. 3º Resol. Gral. AFIP 3511/2013 y art. 6º Resol. MJyDH 1695/2013.

UNIDAD 4 33
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Cuando se incumple la presentación de la Declaración Jurada de Baja, su consecuencia es el impedimento


de ingreso a la Administración Pública.

Cuando la omisión corresponde a las presentaciones de declaraciones juradas iniciales o anuales, la


legislación vigente para el Poder Ejecutivo Nacional impone la suspensión de la percepción del 20 % de los
haberes del agente, como medida conminatoria tendiente a obtener su cumplimiento.

Publicidad

Hoy se cuenta con un mecanismo de acceso libre y gratuito al contenido de la declaración jurada de los
funcionarios a través de internet y disponible para toda la ciudadanía. Pueden consultarse ingresando al link:

hhttps://www.argentina.gob.ar/declaracionesjuradasdefuncionarios.ttp://www1.hcdn.gov.ar/de
pendencias/dip/congreso/diagrama_del_mecanismo_de_sancio.htm

Sin embargo, quien acceda a la información pública contenida en las declaraciones juradas solo podrá
emplearlas para fines lícitos y no comerciales, no pudiendo utilizarlas para cualquier propósito ilegal; comercial
(exceptuando a los medios de comunicación y noticias para la difusión al público en general); para determinar
o establecer la clasificación crediticia de cualquier individuo; o para efectuar, en forma directa o indirecta, una
solicitud de dinero con fines políticos, benéficos o de otra índole (art. 11 Ley 25188). Tampoco podrán
infringirse las disposiciones contenidas en la Ley de Protección de los Datos Personales 25326.

A partir de la entrada en vigencia del Decreto 117/2016 sobre el Plan de Apertura de Datos, parte del contenido
de la información pública de las declaraciones juradas es publicado bajo la forma de Datos Abiertos.

 
Control de las declaraciones juradas

Como se anticipó, entre las competencias asignadas a la Oficina Anticorrupción, se encuentra la de llevar el
registro de las declaraciones juradas de los agentes públicos y evaluar y controlar su contenido y las
situaciones que pudieran constituir enriquecimiento ilícito o incompatibilidades en el ejercicio de la función
pública.

Esta función es desempeñada por la Unidad de Control y Seguimiento de Declaraciones Juradas (UDJ) de la
Oficina.

UNIDAD 4 34
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El control de las declaraciones juradas tiene por objetivo el seguimiento de la evolución patrimonial de los
funcionarios; la detección de incompatibilidades y conflictos de intereses; la detección de posibles delitos de
corrupción, como podrían ser el enriquecimiento Ilícito, la omisión de presentación de declaraciones juradas,
la falta de información o falsedad de las declaraciones juradas, el cohecho o soborno, entre otros.

El control de la evolución patrimonial se realiza a través de la comparación de la información declarada en los


distintos períodos en que se desempeñó, con el fin de detectar la existencia de incrementos patrimoniales no
justificados.

Asimismo, se verifica la verosimilitud de la información brindada por los funcionarios, mediante consultas a
bases de datos y registros (nacionales, locales y privados).

4.4. Transparencia en compras y contrataciones públicas

Marco para la relación Estado-sector privado

Las compras públicas representan la principal vía de relación directa entre el Estado y el sector privado, y
resultan la mayor fuente de afectación de los recursos públicos. A través de estas, se busca materializar el
interés público mediante la adquisición de bienes y servicios de diversa índole.

En virtud de sus características propias, las compras públicas constituyen la actividad gubernamental más
vulnerable a la corrupción, por lo que resulta indispensable que estas se desarrollen en presencia de un marco
normativo y operativo que favorezca las buenas prácticas y la eficiencia en la gestión de las contrataciones.

En nuestro país, la selección de proveedores para la provisión de bienes y servicio en el ámbito Sector Público
Nacional se encuentra regulada por el Régimen de Contrataciones aprobado por el Decreto Delegado
1023/2001 —reglamentado por el Decreto 1030/2016—, resultando aplicables las previsiones de la Ley 13064
en materia de obras públicas.

En dicho marco normativo, se determina que la gestión de contrataciones deberá desarrollarse en un contexto
de transparencia basado en la publicidad y difusión oportuna de las actuaciones y contratos celebrados por
los distintos organismos públicos.

A su vez, se ha establecido que las tramitaciones se efectuaran bajo una estricta observancia de los principios
de promoción de la concurrencia, competencia e igualdad de tratamiento de proveedores e interesados,
fijándose como regla general la selección de proveedores mediante el procedimiento de licitación pública o
concurso público, según corresponda.

UNIDAD 4 35
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Nuevas herramientas al servicio de la transparencia

En ese orden, y en honor a las disposiciones de la Convención Interamericana contra la Corrupción del año
1996 y a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción del año 2003, la República Argentina se
encuentra implementando políticas relacionadas a la actualización de la normativa en materia de
contrataciones públicas e incorporando nuevas plataformas tecnológicas y sistemas de la información a la
gestión de compras con el fin facilitar y agilizar la interacción entre el Estado Nacional y los administrados.

Es importante promover la utilización de herramientas de integridad en compras, como claúsula de integridad


en pliegos y avisos de publicidad, los datos abiertos, las técnicas de participación ciudadana, los pactos de
integridad a suscribirse por los oferentes, entre otros.

De este modo, se incorporan nuevas herramientas de control que permitirán a la ciudadanía ejercer un
seguimiento acabado en lo referente a la utilización de los recursos públicos, que coadyuvan a la lucha contra
la corrupción mediante la promoción de la ética y la transparencia en los procesos de selección.

4.5. Transparencia y acceso a la información

La audiencia pública

Entre otras medidas preventivas de la corrupción, vinculadas directamente con la transparencia en la toma
de decisiones y la rendición de cuentas, encontramos la audiencia pública. Es un mecanismo institucional
dirigido a que cualquier ciudadano interesado, con independencia de estar o no afectado directamente por el
tema a tratar, exprese su opinión. Se busca que la autoridad tenga en cuenta distintas perspectivas e
informaciones antes de tomar decisiones definitivas.

Entre sus potenciales virtudes, se encuentran la prevención de actos ilegítimos; la expresión de los intereses
de los distintos sectores sociales afectados; la detección de posibles errores en la toma de decisiones
públicas; la construcción del consenso, y a partir de este, la eficacia de la implementación de las políticas
públicas.

Este procedimiento no solo es una vía de participación del ciudadano en las cuestiones públicas, sino también
facilita el flujo de información entre los actores de la sociedad y las autoridades involucradas, lo que fortalece
el proceso de elaboración e implementación de las políticas públicas.

En determinados temas, la audiencia pública se ha ido institucionalizando hasta convertirse en un requisito


previo a la toma de decisiones. En dichos casos, su incumplimiento puede ser sancionado con la nulidad de
la decisión adoptada.

En la actualidad, el Régimen de Audiencias Públicas en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional se encuentra
regulado por el Anexo I al Decreto 1172/2003.

UNIDAD 4 36
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Acceso a la información

Ningún tipo de participación ciudadana es pleno y eficaz si se carece de información sobre el tema en el que
se desea intervenir. Por lo tanto, es de vital importancia que los ciudadanos accedan a información completa,
adecuada, oportuna y veraz sobre la actuación del Estado.

La importancia del acceso a la información adquiere un nivel superior en cualquier Estado democrático, pues
transparenta la gestión y da publicidad a los actos de gobierno. Hoy en día es considerado un derecho humano
fundamental.

Para que efectivamente cumpla su cometido, todo régimen de acceso a la información debe respetar los
principios de igualdad, publicidad, celeridad, informalismo y gratuidad, evitando su desnaturalización por el
establecimiento de requisitos innecesarios que obstaculicen dar una pronta respuesta a la solicitud.

Todo ciudadano (sin discriminación y sin necesidad de invocar derecho subjetivo o interés legítimo alguno o
motivo de su consulta) debe poder acceder a la información pública que el Estado produce, recopila,
almacena, conserva u obtiene por cualquiera de sus reparticiones o incluso la información de entidades
privadas cuya producción haya sido financiada total o parcialmente por el erario público. Como excepción
resulta admisible restringir el acceso a aquella información cuya divulgación pudiera afectar otros propósitos
legítimos establecidos por la Constitución —por ejemplo, las cuestiones de defensa nacional, seguridad
interior y política exterior, la información restringida por secreto fiscal o bancario, los registros sobre secretos
industriales, comerciales, científicos y los denominados datos sensibles amparados en la legislación sobre
bancos de datos personales, derecho a la intimidad y al honor—.

El destinatario de la solicitud debe responder la consulta aunque no se encuentra obligado a crear o producir
información con la que no cuente al momento del pedido (salvo que el Estado se encuentre legalmente
obligado a producirla). Y debe hacerlo en plazos breves y sin imponer requisitos dilatorios o que obstaculicen
la petición.

Asimismo, deben preverse recursos administrativos y judiciales para resolver controversias y denegatorias
injustificadas.

En la actualidad, el Régimen de Acceso a la Información Pública en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional
se encuentra regulado por el Anexo VII al Decreto 1172/2003, norma que cumple con los estándares básicos
precedentemente mencionados.

Cabe señalar que, en septiembre de 2016, el Congreso Nacional sancionó la Ley 27275 de Derecho de
Acceso a la Información Pública, aplicable a todos los poderes del Estado, cuya vigencia se ha diferido un
año (hasta el 29/9/2017).

Otras normas contienen también disposiciones relacionadas al acceso a la información pública: la Ley 25152
de Administración Federal de los Recursos Públicos (artículo 8); la Ley 25831 de Régimen de Libre Acceso a
la Información Pública Ambiental y la Ley 25326 de Protección de los Datos Personales Habeas Data.

UNIDAD 4 37
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Otras herramientas normativas

En el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional, además, rigen otras herramientas de transparencia y participación
ciudadana:

• la publicidad de la gestión de intereses (Anexo III al Decreto 1172/2003);

• la elaboración participada de normas (Anexo V al Decreto 1172/2003);

• la participación de la ciudadanía en reuniones abiertas de los entes reguladores (Anexo VIII al Decreto
1172/2003).

4.6. Órganos de control superior


Marco normativo de creación

La Convención Interamericana contra la Corrupción en su artículo III establece, entre las medidas preventivas,
que los Estados parte se comprometen a aplicar, la creación, mantenimiento y fortalecimiento de “Órganos
de control superior, con el fin de desarrollar mecanismos modernos para prevenir, detectar, sancionar y
erradicar las prácticas corruptas”.

Cabe señalar que la Ley 25188 en su texto original, teniendo en cuenta su vigencia respecto de todos los
poderes del Estado, había previsto la creación de una Comisión Nacional de Ética Pública en el ámbito del
Congreso de la Nación como órgano independiente y con autonomía funcional. Sin embargo, esta autoridad
nunca llegó a conformarse y en el año 2013, se derogó la norma que disponía su constitución (Ley 26857).

Asimismo, el Ministerio de Modernización como autoridad de aplicación de la Ley Marco de Regulación del
Empleo Público Nacional y como órgano rector en materia de personal dependiente del Poder Ejecutivo
Nacional tiene facultades para el cumplimiento del régimen de incompatibilidades, acumulación de cargos y
contratos.

En la actualidad, la Argentina cuenta con una serie de organismos de control superior que directa o
indirectamente persiguen este cometido. Algunos dependen del propio Poder Ejecutivo Nacional y otros del
Congreso Nacional.

La Oficina Anticorrupción

La Oficina Anticorrupción (OA) en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos fue creada por
Ley 25233 con el objeto de elaborar y coordinar programas de lucha contra la corrupción en el Sector Público

UNIDAD 4 38
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Nacional con competencias y atribuciones concurrentes —en algunos aspectos— con la Fiscalía de
37
Investigaciones Administrativas .

Le compete a la Oficina “velar por el cumplimiento de las Convenciones Internacionales de lucha contra la
38
corrupción ratificadas por el Estado Nacional” . Por su parte, es autoridad de aplicación tanto del Código de
39 40
Ética de la Función Pública como de la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública respecto de los
agentes y funcionarios que integran la Administración Pública Nacional centralizada y descentralizada,
empresas, sociedades y todo otro ente público o privado con participación del Estado o que tenga como
principal fuente de recursos el aporte estatal.

La OA se encuentra organizada en dos direcciones: la Dirección de Investigaciones (DI) cuya función


principal es fiscalizar el cumplimiento de los deberes de los agentes y el debido uso de los recursos estatales,
y la Dirección de Planificación de Políticas de Transparencia (DPPT), responsable de la elaboración de
políticas estatales contra la corrupción en el sector público nacional.

Competencias de la Oficina Anticorrupción


41
En ejecución de estos cometidos, conforme sus normas de organización , la OA:

• recibe denuncias que hacen particulares o agentes públicos que se relacionen con su objeto;

• investiga preliminarmente a los agentes a los que se atribuya la comisión de hechos de corrupción;

• investiga preliminarmente a toda institución o asociación que tenga como principal fuente de recursos
el aporte estatal, ya sea prestado en forma directa o indirecta, en caso de sospecha razonable sobre
irregularidades en la administración de los mencionados recursos;

• denuncia ante la justicia competente los hechos que, como consecuencia de las investigaciones
practicadas, pudieren constituir delitos;

• puede constituirse como parte querellante en los procesos en que se encuentre afectado el patrimonio
del Estado, dentro del ámbito de su competencia;

• lleva el registro de las declaraciones juradas de los agentes públicos, evaluando y controlando su
contenido y las situaciones que pudieran constituir enriquecimiento ilícito o incompatibilidad en el
ejercicio de la función;

                                                                                                                       
37
Las contenidas en la Ley 24946 (arts. 26, 45 y 50).

38
Conforme art. 1º Decreto 102/1999 y 466/2007.

39
Conforme art. 5 del Decreto 41/1999, artículos 1 y 20 del Decreto 102/1999.
40
Conforme art. 1º Decreto 164/1999 y Resolución MJSyDH 17/2000.

41
Decretos 102/1999 y 466/2007.

UNIDAD 4 39
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

• elabora programas de prevención de la corrupción y de promoción de la transparencia en la gestión


pública; y

• asesora a los organismos del Estado para implementar políticas o programas preventivos de hechos
de corrupción.

La Dirección de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción

Entre otras funciones, la DI:

• Recibe denuncias sobre hechos presuntamente ilícitos o irregulares, a efectos de realizar, si


correspondiere, las investigaciones preliminares que resulten pertinentes. Las denuncias pueden ser
anónimas o con reserva de identidad a fin de asegurar la integridad del denunciante.

• Investiga preliminarmente, de oficio —sin necesidad de denuncia previa, sobre la base de informes
de organismos públicos, notas periodísticas, etc.— los hechos que pudieren configurar delitos de
corrupción o irregularidades en el manejo de los fondos públicos.

• En caso de que, como consecuencia de las investigaciones preliminares, exista sospecha fundada
acerca de la existencia de hechos ilícitos o irregularidades, impulsa la realización de sumarios
administrativos, acciones judiciales civiles o penales e incluso puede constituirse como parte
querellante o adoptar cualquier otra medida que considere adecuada y realizar su seguimiento.
También puede constituirse como parte de los sumarios administrativos en los casos que la
reglamentación así lo establezca.

La Dirección de Planificación de Políticas de Transparencia de la Oficina Anticorrupción

La DPPT asiste al Secretario de Ética Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción en la


elaboración de políticas de transparencia y preventivas de la corrupción.

Entre otras funciones, la DPPT:

• Diseña políticas y programas de prevención de la corrupción y realizar recomendaciones sobre la


materia.

• Analiza —de oficio, por denuncia o por consulta de los funcionarios o sus superiores jerárquicos—
situaciones concretas en las que podría existir una infracción a la normativa sobre conflictos de
intereses o a otras disposiciones sobre ética pública o resulta previsible que se produzca si no se
adoptan las medidas necesarias.

• En los supuestos señalados, procede a la formación de actuaciones administrativas en las que se


evalúa la información inicial, se produce la prueba que se estime pertinente y, previo traslado al

UNIDAD 4 40
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

funcionario a efectos de que formule el descargo que estime pertinente, se emite un informe o
resolución (conforme procedimiento regulado por la Resolución MJSyDH 1316/2008).

• Impulsa la ejecución de las consecuencias por la infracción a las normas sobre ética pública: remisión
al organismo donde cumple tareas el funcionario infractor a fin de que se instruya el sumario
disciplinario y/o de que se decrete la nulidad de los actos celebrados en conflicto de intereses.

• Responde a consultas de los funcionarios y le formula recomendaciones preventivas.

• Propone medidas de transparencia en compras y contrataciones públicas.

• Efectúa el control y seguimiento de las declaraciones juradas de los agentes públicos y analizar su
contenido en orden a determinar la existencia de situaciones que puedan configurar presunto
enriquecimiento o incompatibilidad en el ejercicio de la función.

Otros organismos al servicio de la anticorrupción

Teniendo en cuenta la división de poderes y la especialización de las funciones de los organismos de control
superior, el éxito en la prevención y en la punición de la corrupción depende, en gran medida, de la buena
coordinación y articulación entre ellos.

En este sentido, es muy importante evitar las superposiciones y los vacíos de competencias, y procurar la
concatenación de sus acciones.

Sindicatura General de la Nación (SIGEN)

Fue creada por la Ley 24156, goza de autarquía administrativa y financiera. Su principal actividad consiste en
examinar y auditar, con posterioridad a su ejecución, las actividades financieras y administrativas de las
entidades sujetas a su control (jurisdicciones que componen el Poder Ejecutivo Nacional y los organismos
descentralizados y empresas y sociedades del Estado que dependan de este). El modelo de control que utiliza
incluye aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión.

Unidad de Información Financiera (UIF)

Fue creada por Ley 25246 de Encubrimiento y Lavado de Activos de Origen Delictivo. Este organismo funciona
con autarquía funcional, hoy dentro del ámbito del Ministerio de Finanzas. Se dedica al análisis, tratamiento
y transmisión de información para prevenir e impedir el lavado de activos provenientes, entre otros, de delitos
de fraude en perjuicio de la administración pública, cohecho y tráfico de influencias, malversación de caudales
públicos, exacciones ilegales y enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados.

UNIDAD 4 41
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Auditoría General de la Nación (AGN)

Creada en 1992 por la Ley 24156 en el ámbito del Congreso de la Nación y con jerarquía constitucional a
partir de la reforma del año 1994 (art. 85 de la Constitución Nacional). Se trata de un organismo de asistencia
técnica del Poder Legislativo, que tiene a su cargo el control externo del Sector Público Nacional en sus
aspectos patrimoniales, económicos, financieros y operativos. Goza de autonomía funcional, y su presidente
es designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores.

Fiscalía de Investigaciones Administrativas

La fiscalía forma parte del Ministerio Público Fiscal y depende de la Procuración General de la Nación. Entre
sus facultades se encuentran promover la investigación de la conducta administrativa de los agentes
integrantes de la Administración nacional centralizada y descentralizada y de las empresas, sociedades y todo
otro ente en el que el Estado tenga participación; efectuar investigaciones en instituciones o asociaciones que
tengan como principal fuente de recursos el aporte estatal, en caso de sospecha razonable sobre
irregularidades en la inversión dada a los mencionados recursos; y denunciar ante la justicia los hechos que
como consecuencia de investigaciones practicadas sean considerados delitos. Como puede advertirse,
algunas de sus atribuciones resultan concurrentes (aunque no excluyentes) con las de la Oficina
Anticorrupción.

Defensor del Pueblo

Funciona en el ámbito del Poder Legislativo Nacional. Creado por el artículo 86 de la Constitución Nacional,
es un cargo elegido por cinco años y renovable por una sola vez, con el voto de los dos tercios de cada una
de las dos Cámaras del Congreso. Goza de plena autonomía funcional sin recibir instrucciones de ninguna
autoridad, con la misión, entre otras, de defender y proteger los derechos humanos y demás derechos,
garantías e intereses tutelados por la Constitución y las leyes ante hechos, actos u omisiones de la
Administración y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas. Su actuación está reglada
por la Ley 24284.

UNIDAD 4 42
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Bibliografía
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gobierno-­‐expresa-­‐compromiso-­‐especial-­‐para-­‐avanzar-­‐en-­‐la-­‐profesionalizacion-­‐de-­‐la-­‐funcion-­‐publica-­‐y-­‐
respalda-­‐los-­‐principios-­‐y-­‐orientaciones-­‐de-­‐la-­‐carta-­‐iberoamericana-­‐de-­‐la-­‐funcion-­‐publica

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UNIDAD 4 43
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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Normativa

Convenciones internacionales

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(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/40000-­‐44999/41466/norma.htm)

Convención sobre la Lucha contra el Cohecho de Funcionarios Públicos Extranjeros en las Transacciones
Comerciales Internacionales (OCDE) aprobada por Ley 25319

(http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/64615/norma.htm)

Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC) aprobada por Ley 26097
(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/115000-­‐119999/116954/norma.htm)

Leyes

Ley 25188. Ética en el Ejercicio de la Función Pública

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/60847/texact.htm)

Ley 25233 (artículo 13). Creación de la Oficina Anticorrupción

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/61394/norma.htm)

Ley 25152. Administración de los Recursos Públicos (art. 8º)

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/60039/texact.htm)

Ley 25831.Régimen de Libre Acceso a la Información Pública Ambiental

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=91548)

Ley 26857. Modificación de la Ley 25188 de Ética en el Ejercicio de la Función Pública

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/215000-­‐219999/215002/norma.htm)

Ley 27275. Acceso a la Información Pública

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/265000-­‐269999/265949/norma.htm(

Ley 24284. Creación de la Defensoría del Pueblo

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=680)

UNIDAD 4 44
ESTADO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Ley 25164. Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-64999/60458/norma.htm

Decretos

Decreto 41/1999. Código de Ética de la Función Pública

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/55000-­‐59999/55841/norma.htm)

Decreto 102/1999. Estructura, organización y funciones de la Oficina Anticorrupción

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/61724/texact.htm)

Decreto 164/1999. Reglamentación de la Ley 25188

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-­‐64999/61900/norma.htm)

Decreto 1023/2001. Régimen de Contrataciones de la Administración Pública Nacional (artículo 28)

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/65000-­‐69999/68396/texact.htm)

Decreto 214/2006. Convenio Colectivo de Trabajo General para la APN

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/110000-114999/114315/texact.htm)

Decreto 466/2007. Estructura organizativa de primer nivel de la Oficina Anticorrupción

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/125000-­‐129999/127785/norma.htm)

Decreto 1172/2003. Acceso a la Información Pública

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=90763)

Decreto 1030/2016. Reglamentación Decreto 1023/2001

(http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/265000-­‐269999/265506/norma.htm

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