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Auro SALAvEnar es u-no de los dos sitios precerámicos con algodón hasta aho-
ra conocidos en el valle de Moche. El sitio se compone tanto de arquitec-
tura doméstica como no doméstica, tumbas y densa concentración de basu-
ra. Cada componente se estudió detalladamente, por lo que se ha lo-
grado mucha información respecto a todos los rasgos del sitio. La arqui-
tectura es muy variable y ofrece una información funcional así como evi- 'f\-2w¬:n-¬-.<~^.»†4r_-=. fr
na, suplementada con' una gran variedad de plantas, varias de las cuales has-
ta entonces no se habian documentado para el Precerárnico con algodón.
El sitio y su ambiente tw
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el sitio está a 1.5 km. respecto a la línea de playa, y hacia el sur a 3 km. de
la punta rocosa de Salaverry. La desembocadura del río Moche está a 6 s
Elevación costeña
El morro en el que se encuentran los restos de Alto Salaveny se iden-
tifica como una terraza marina de casi 120 m.s.n.m. Las investigaciones en
curso en el valle de Moche revelan que la sobreelevación de esta terraza es un
fenómeno relativamente reciente, resultante de un generalizado levantamien- ¡I
to de la costa, probablemente correlacionado con la actividad tectónica.
Cuando tal levantamiento se produjo, la linea de playa existente se elevó
en unos 6 m. más, quedando al descubierto vastas áreas hasta entonces cu-
biertas por el mar.
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Fig. 1.
Sobre la base del registro arqueológico, parece que uno de los momen-
tos de substancial § ctónica ocurrió hacia los comienzos del perío- <
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ALTO SALAVERRY
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El sitio
El habitat local de Alto Salaverry lo constituye un árido desierto de
arena regado de rocas y continuamente atravesado por dunas en actividad.
Cuando el sitio estuvo ocupado pudo haber una cierta vegetación: plantas
como el algarrobo (Prosopis chilensís) y la achupalla (Tillandsía, sp.) fue-
ron entonces mucho más comunes en el área. En la zona próxima al río la
vegetación se hacía más abundante. Tal vegetación pudo bastar para man-
tener muy pocos y pequeños animales salvajes y tal vez a un ocasional ve-
nado.
El sitio se encuentra sobre una serie de irregulares dunas estabilizadas.
La superficie está cubierta con piedras y guijarros angulares y subangulares,
salvo en áreas con mucha basura doméstica, en las que se encuentra-n hue-
sos, conchas, rocas con termofractura y, ocasionalmente, piedra trabajada. Dos
de las tres estructuras complejas se ubican sobre bajas elevaciones, proba-
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Fig. 2.
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ALTO SALAVERRY 31
Arquitectura
` A medida que se ponian al descubierto los elementos arquitectónicos,
se hacía evidente que las estructuras presentan una gran variedad en su dis-
tribución, técnicas de construcción y función. La distribución de las estruc-
turas no domésticas varía desde una red compleja de cuartos rectilíneos y
plataformas hasta un simple patrón circular, mientras que las unidades de
arquitectura doméstica son siempre pequeñas, formadas por habitaciones ais-
ladas o contiguas. En la construcción se usaron cantos rodados, guijarros y
adobes rectangulares. Una evaluación de la distribución, métodos de cons-
trucción y materiales y la de otras evidencias, tales como posición dentro
del sitio y asociación con el basural, sirve de base a distinciones funciona- L
Arquitectura doméstica
En la parte sudoeste del sitio se concentran numerosas estructuras do-
mésticas semisubterráneas, siendo el basural muy profundo. De los nueve
ejemplos excavados, dos estaban profundamente soterrados y particularmen-
te bien conservados, mientras que los siete restantes eran superficiales y con-
siderablemente húmedos. Todas se construyeron sobre el basural temprano.
Las unidades generalmente se componen de dos o más habitaciones con-
tiguas, rectangulares o semirrectangulares, cada una de 1.5 m. x 2 m. Las
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paredes son muy delgadas (de 10 a 25 cm. de espesor), construidas princi-
palmente con una sola capa de piedras y guijarros subangulares de basalto
oscuro y finas partículas gris mezcladas con arena fina y mortero de barro.
En cinco estructuras se presentan grandes adobes hechos a mano con arena
fina y barro, cuyo tamaño oscila entre 53 x 25 x 18 cm. y 37 x 21 x 18 cm.
Algunos conservan impresiones de, dedos.
Se presentan tanto entremezclados con guijarros y piedras o en hiladas
(hasta 7 en una linea), colocados a lo largo, pero nunca apilados uno enci-
ma de otro. Ocasionalmente, mezclados entre las piedras y adobes se en-
cuentra un tipo de concreción marina de colonias de polychaete, comúnmen-
te llamadas piedra pómez. Aunque la conservación de las paredes a veces
no excede un metro de alto, sirven todavia como base para estructuras pe-
recederas. La pared interior de las habitaciones y los pisos están enlucidos
y bien pulidos, mientras que las caras externas no presentan mayor acaba-
do. Las estructuras A y B (figura 2) son los mejores ejemplos de arquitec-
tura doméstica. La estructura A (figura 3, foto 1) consiste en dos cuartos i
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Atro ssiaviaaar 33
Arquitectura semidoméstica
En los lados E y O del sitio están presentes dos complejos rectangula-
res de baja elevación (figura 2, estructuras D y El término semidornés-
tico se aplica a estas estructuras porque la evidencia arquitectónica indica
que su función no fue exclusivamente doméstica.
La estructura D (figuras 2 y 4) mide 10 m. x 10 m. y se compone de
tres cuartos y tres plataformas construidos sobre un antiguo basural. Los tres
cuartos se alínean al lado E. El cuarto 1 (figura 4) está definido por 5
grandes cantos rodados y 4 guijarros en sus lados N, O y E, sin ninguna mez-
cla de mortero o relleno. La pared S consiste en 6 guijarros alineados frente
al N y que no están unidos con mortero sino con arena suelta. Hay dos ni-
veles de piso salitroso, enlucidos con un mortero de arena fina y barro con
grama salada. Cada enlucido tiene un espesor de 10 cm. y está separado
por un depósito de 40 cm. de espesor -del cual los 15 cm. superiores es
de basura sin ceniza y el resto una mezcla de arena estéril y grama salada.
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Fig. 4.
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ALTO SALAVERRY 35
Ambos pisos estaban cortados en el centro del cuarto por un ancho pozo lle-
no con arena eólica limpia.
El cuarto 2 tiene tres lados --N, E y S- definidos por pequeñas piedras
y guijarros. La pared N es paralela a la S del cuarto 1 y la arena cubre el
espacio que las separa. La pared E está rellena. con arena fina y mortero
de barro, conserva las huellas de los adobes que una vez estuvieron allí co-
locados. La pared S está rellena con arena fina y barro con grama salada.
Una aparente pared exterior a la plataforma 5 (figura 4) proba.blemente es
un resto de otra plataforma, porque su cara enlucida y alineada mira hacia
el O y no hacia el E del cuarto. El piso del mismo es de barro, de 2 cm.
de espesor.
1 El cuarto 3 resulta ser el más interesante de los tres. Las paredes O
y N consisten en una doble hilera de piedras y guijarros rellenos con un
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mortero de barro mezclado con arena fina y grama salada. La pared S con-
siste de una doble hilera de piedras y adobes, rellenas con un mortero de
É basura oscura. El muro E es una simple línea de grandes guijarros. Las
cuatro paredes aparecen finamente enlucidas en su cara interior, de modo
similar a las estructuras domésticas A y B. La esquina NO y posiblemente
la NE son curvas, mientras que las del SO y SE son en ángulo. Casi todo
el material que llenaba el cuarto era arena eólica limpia, mezclada con al-
go de basura. El piso es similar al del cuarto 2. Al igual que en los cuar-
tos 1 y 2, las paredes generalmente están bien conservadas hasta una altura
de 20 a 30 cm.
Las tres plataformas de la estructura D (4, 5 y 6 en la figura 4) se
conservan hasta la altura de un metro. Las plataformas 4 y 5 están llenas
con una mezcla de arena fina, barro y grama salada, no contiene basura.
Los muros de contención O y N consisten de una simple línea de cantos
rodados y guijarros alineados y enlucidos en su cara externa. Los muros de
É contención S y E consisten de una doble hilera de piedras alineadas, sin
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r enlucir. Se encontró un entierro próximo a la pared E, que debió estar in-
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corporado en el relleno de la plataforma durante su construcción.
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La plataforma 6 es de naturaleza diferente, pues su relleno lo consti-
tuye íntegramente basura oscura con ceniza, parecida a la que rodea la es-
tructura D. Los muros de contención N, O y S son de cantos rodados y gui-
jarros, algunos hasta de 80 cm. de diámetro, sostenidos por un mortero de
barro mezclado con arena fina. Las superficies exteriores de estas paredes
están formadas por piedras bien alineadas que conservan huellas de fino
enlucido.
El examen de los detalles arquitectónicos de la estructura D revela la
secuencia de su construcción. La plataforma 4 y el cuarto 3 están juntos y
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representan la primera fase de la construcción. Después se añadió la pla-
taforma 5 y posteriormente la plataforma 6. Los cuartos 1 y 2 se añadieron
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1 después de la construcción de la plataforma 4 y cuarto 3.
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ALTO SA LAVERRY
Arquitectura no doméstica
La unidad arquitectónica no doméstica mejor definida corresponde a una
estructura circular subterránea ubicada en la parte N del sitio (figuras 2 y
6). No existe basura en sus inmediaciones y casi no se encontró artefactos
ni basura durante las excavaciones realizadas. La estructura comenzó como
un hueco de aproximadamente 9 m. de diámetro, excavada hasta 1.80 m.,
-.fsa-.1f. como medio de estabilizar la duna. El hueco se regularizó con piedras an-
gulares mantenidas in situ con un mortero de barro y arena, cuidadosamente
colocadas a fin de obtener una cara interior plana. Las piedras se colocaron
en hiladas irregulares, debido a la gran variación en su tamaño y porque
lo más importante parece que era lograr una cara interior plana. Un hoyo
en la base del foso revestido en su cara externa evidencia este procedimien-
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to de construcción. Vista desde fuera, la pared revestida tiene un declive
exterior y la cara externa no sólo es muy irregular sino que carece de aca-
bado. El piso estaba enlucido con pequeños guijarros cubiertos con un mor-
tero de arena fina y barro de hasta 5 cm. Hasta ahora se aprecian restos
de la capa final de este revoque adheridos a partes de la pared interior.
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Estructura circular
Fig. 6.
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ALTO SALAVERRY
Prácticas funerarias
Dentro de los límites del sitio sólo se han encontrado dos entierros,
aunque a 300 m. existe un cementerio precerámico asociado. Las mayores
evidencias de prácticas funerarias precerámicas locales provienen de los dos
entierros in situ, que fueron cuidadosamente excavados. Sin embargo, una
3 gran acción depredatoria en el cementerio cercano ha dejado expuestos nu-
merosos cuerpos y escasos adornos que tambien se examinaron.
.ã Entierros en el sitio
El entierro se encontró en la plataforma 4, estructura D, en un área
rellena artificialmente con barro amarillo y fibras de pla-ntas (figuras 2 y
7). Salvo por la decoloración del suelo en la vecindad inmediata del cuer-
po, no hay evidencias de un foso funerario. Ciertamente la inhumación se
hizo durante la construcción de la plataforma.
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Fig. 7. Entierro encontrado en la plataforma 4 de la estructura D.
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ALTO SALAVERRY 41
El cementerio precerämico
Aproximadamente a 300 m. al NO de Alto Salaverry se encuentra un
cementerio precerámico con algodón, con muchos entíerros, asociados proba-
blemente con la ocupación del sitio. Conforme ha quedado en evidencia, a
partir de excavaciones clandestinas, el cementerio tiene la forma de un
ocho, con agrupamientos de tumbas en la parte alta y en la base de un pe-
queño promontorio. Dentro de un área de aproximadamente 20 m. x 40 m.
de modo visible se encuentran esparcidos fragmentos de huesos, que corres-
ponden a un promedio de 2:0 a 25 individuos adultos. Asociaciones ocasio-
1
nales de un individuo con una tumba saqueada sugieren que el patrón ge-
neral fue de entierros individuales.
Los escasos objetos del ajuar funerario dispersos en el sitio se encontra-
ban en pésimo estado de conservación e incluían tejidos entrelazados de al-
godón, esteras entrelazadas de totora y redes de algodón. Los tejidos de al-
godón estaban particularmente deteriorados, probablemente por su contacto
directo con el cuerpo del difunto. Las esteras corresponden a la cubierta
exterior del muerto. Por último, las redes constituían tal vez ofrendas fune-
rarias. Los rasgos comunes a los entierros en la plataforma asi como a los
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si
del cementerio vecino indica-n un patrón común. Rasgos especiales, como la
ubicación de los entierros dentro del sitio e incluso en la arquitectura, así
como la colocación de piedras sobre el cadáver del infante reflejan una di-
versidad de prácticas sociales, y tal vez status.
Artefactos
Son cuatro los tipos básicos de artefactos recuperados en el sitio: madera,
cantos rodados trabajados y sin trabajar, piedras de moler y tejidos, todos
hallados tanto en el basural como asociados con la estructura E.
Artefactos de madera
Durante las excavaciones se encontraron seis objetos de madera trabaja-
da. Uno de ellos se halló fuera de la estructura B (figura 3, foto 11), tiene
la forma de una paleta ancha con un mango redondo; su longitud es de 45
cm.; el diámetro del mango 4 cm.; y la paleta de 6 cm. de ancho y 3 cm.
de espesor. El mango termina en una punta redondeada. Dos objetos simi-
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ALTO SALAVERRY
Artefactos adicionales
El menos frecuente es un pequeño pájaro envuelto en un tejido de fibra
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vegetal abatanada, atado con un pequeño cordón de dos elementos, torsión
vw, S, retorsión Z. Se halló al limpiar el cuarto 1 de la estructura D. Una pe-
queña cantidad de pigmento de hematita se encontró esparcida en un tejido
entrelazado, ubicado en la parte exterior de la esquina SE del cuarto 9 de
la estructura E. Debe mencionarse también el hallazgo de dos huesos de
un.za
ballena en el cuarto 6 de la estructura E (figura Sc). Los dos huesos (foto
12) corresponden a un atlas, de 85 cm. de largo, y a la parte superior de
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un cráneo, de 35 cm. de diámetro, posiblemente parte del occipital. Cerca
a estos huesos no se encontró artefacto alguno y los mismos no parecen co-
rresponder a restos alimenticios sino tener carácter ceremonial. '
Subsìstencìa
En la sección central y sur del sitio, cerca a las estructuras domésticas
se concentraba un suelo oscuro, formado principalmente por ceniza, rico en
restos vegetales y animales. En esta área se excavó un total de 30 pozos
de prueba a fin de conocer la extensión, profundidad y contenido de la ba-
sura, y seleccionar el mejor lugar para excavaciones estratigráficas controla-
das, destinadas a obtener datos relativos a las actividades de subsistencia. Se
seleccionaron dos sitios en áreas donde la basura era profunda y variada, sin
indicios de arquitectura subyacente.
En la parte central del basura] se hizo un corte de 1 m. x 2 m. (figura
2). Hasta una profundidad de 115 cm. se encontraron restos alimenticios y
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Restos animales
ALTO SALAVERRY
rocas, tales como las de Punta Salaverry (Keen 1971, Olsson 1971). Eviden-
temente, los habitantes de Puerto Salaverry también explotaron áreas más
distantes, correspondientes a la rica biomasa de las puntas rocosas de las ve-
cinas playas de arena.
Evidencias de cómo se abrían las conchas sugieren un procedimiento sis-
temático. Los muscélidos y buena parte de los gasterópodos se recogen fá-
cilmente en aguas poco profundas, al no estar fuertemente adheridos a las
rocas, pero los chitones, lapas y abalones ofrecen mayor resistencia. Con fre-
cuencia se observan astillamientos similares en varias especies de conchas.
En las lapas los astillamientos se dan a lo largo del borde final de la valva.
En los abalones las melladuras se encuentran consistentemente en la char-
nela de la valva. Estos datos reflejan un simple aunque sistemático proce-
dimiento y el uso de artefactos sencillos, tales como puntas aguzadas para
abrir ciertas especies. Las conchas grandes, especialmente los grandes cho-
ros o mejillones (Choromytilus chorus), ofrecen un consistente patrón de frac-
tura en ángulo recto, próximo a la chamela. Fragmentos de secciones del espi-
ral son propios de los gasterópodos. Ambos procedimientos sugieren activi-
dades standarizadas en el aprovechamiento de las conchas. Finalmente, un
determinado número de las valvas de los mejillones o choros, fragmentadas
¬ o semifragmentadas, presentan astillamientos en el borde posterior, caracte- 1
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rística que sugiere su uso como raspadores.
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Aproxiinadamente la mitad del total de proteínas animales consumidas
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en Alto Salaverxylflfuelprovistalïor peces_( cuadroïl y 3') yìos restos mate-
riales de actividades de pesca están entre los artefactos más numerosos. Las
variedades roncador (Paralonchorus peruanas) y lorna (Sciaena deliciosa) ade-
más de los tiburones (Mustelus sp.), rayas (Mylíobatis peruoianus) y lisas
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(Mugil cephalus) proveían gran parte de la dieta marina. Estas especies
se encuentran cerca a las orillas (Evermann y Radcliffe 1917, Hildebrand
1946). Fragmentos de redes y pesos de piedra para redes sugieren el uso
de la atarraya para pescar tiburones, rayas, pez guitarra y lisas, además de
otros peces roncadores. Algunos de estos grandes roncadores podían pescar-
se en Punta Salaverry, lugar de aguas profundas.
Los mamíferos marinos, especialmente el león marino (Otaria byro-
nia) contribuyeron de modo esencial al consumo de proteínas en Alto Sa-
laverry. Mientras la proporción de los animales en la dieta, aproximada-
mente 7% (cuadros 1 y 3), es menor que la de los moluscos y peces, basta
indicar que su caza era regular y no eventual. Los leones marinos es pro-
bable que frecuentaran la Punta Salaverry, desde donde se les cazaba
fácilmente. Además de los restos de león marino, aparecen en el sitio unos
cuantos huesos de ballena, probablemente de animales varados. Los únicos
otros restos de mamíferos fueron el esqueleto de una vizcacha (Lagiclíun pe-
ruanum) y una rata.
Cuadro 1
RESTOS ANIMALES DE ALTO SALAVERRY
Corte 1
Número de Número
°/o de
niveles en los mínimo Volumen
deindi- Pesoen de carne la dieta
que están
viduo S gramoS E n cm! de Cãffl B
Especies presentes
MOLUSCOS
6 2 + 4.0 +
Scutalus sp.
(caracol de tierra) + +
1 1 +
Drymaleus verlllìum
(caracol de tierra) 2100.0 17.8
14 54 942.5
Choromytilus chorus
(choro)
14 1120 945.0 1119.5 7.4
Semimytìlus algosus
(choro)
13 232 152.5 231.5 1.5
Brachidontes purpuratus
(choro) 5.0 10.0 +
9 1
Protothaca thaca
(almeja) 2.5 + +
4 1
Petricola rugosa
(almeja)
ll 12 35.0 30.0 +
Mesodesma donacium
(almeja) 477.5 197.0 1.3
. 14 394
Donax peruvlanus
(almeja)
14 30 162.5 300.0 2.0
Fissurella sp.
(barquillo)
14 58 255.0 53.0 +
Tegula atra
(caracol)
14 71 102.51 71.0 +
Turbo niger
(caracol) 5.0 20.0 +
10 16
Crepidula dilatata
4 3 + 1.5 +
Polìnices cf. cota
(caracol) 45.0 20.0 +
13 10
Thais chocolata
(caracol) 40.5 +
13 27 32.5
Thais delessertiana
(caracol) + +
10 14 10.0
Cantharus cf. inca
(caracol)
8 14 +
Nassarius gayi
(caracol) 77.5 100.0 +
10 2
Concholepas concholepas
(abalón) 140.0 140.0 +
14 14
Chitón (2 especies) 217.5
Concha no identificada 14
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Número de Número
niveles en los mínimo Volumen % de
que están de indi- Peso en de came la dieta
presentes viduos gramos en cmä de carne
Especies
CRUSTACEOS
14 52 215.0 1025.0 6.7
Platyanthus orbignìi
( cangrejo)
Balanus tintinnabulum 14 217 142.5 -
Uapa)
EQUINODERMOS
4 - + + +
Tetrapygus niger
(erizo)
PECES
' 11 l 2.5 704.0 4.6
Mustelus sp.
(tollo)
3 1 12.5 225.0 1.5
Rhinobatos planiceps
(guitarra)
6 S 1 2.5 248.5 1.6
Miliobatis peruvianus
(raya) 4.8
-»ws Paralonchurus peruanus 12 2 7.5 728.5
>.
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(roncador)
14 21 45.0 3564.0 23.4
Scìaena deliciosa
(loma)
~¢å¶R"s¬\~.*(9;
1 1 + 106.5 +
Sarda chìlensls
(bonito)
Lepìsoma philippi 4 1 + 90.0 +
(trambollo)
Mugil cephalus 1 1 + 975 +
rmøes-.›-cf
(lisa)
14 - 90.0 2250.0 14.8
l
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AVES
1 - 2.5 35.0 +
Ave no identificada
MAMIFEROS
2 1 65.0 1086.8 7.1
Otarìa byronia
(lobo de mar)
Mamifero no identificado 3 - + + ' +
5.5
100.0%
Valores combinados para porcentajes inferiores a 1%
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Cuadro 2
RESTOS DE VEGETALES DE ALTO SALAVERRY
Corte 1
Número de
niveles en los Número Alimento % de
que están de Pesoen volumen la dieta
Especies presentes semillas gramos en cm3 vegetal
CULTIVADAS
Phaseolus lunatus 5 6 + 7.3 +
(pallar)
Phaseolus vulgaris (?) 4 3 2.5 1 .0 +
(frejol)
Gossypium barbadense 13 22 50.0
(algodón)
Capslcum sp. 3 1 + 20.0 +
pedúnculo
(ají) 96.1
Cucurbita sp. 11 80 + 9000.0
(calabaza) 9
peaúnwios
Lagenaria siceraria 10 27 45.0
(mate)
Persea americana 2 1 2.5 62.5 +
(palta)
Bunchosia armeniaca 3 3 + 30.0 +
(cansaboca)
Psidium guajava 4 2 2 59.4 +
(guayaba)
Lucuma obovata 3 2 + 187.5 2.0
(lúcuma)
SILVESTRES
Cenchrus echinatus 5 8 +
(cola de caballo)
Panicum sp. 10 - 32.5
(grama)
Gynerìum sagittatmn 5 - 5.0
(caña brava)
Tillandsia sp. ll - 25.0
(achupalla)
Prosopis chilensis 5 11 +
(algarrobo)
Especies de fibras
mezcladas 1 14 - 312.5
Plantas no identificadas 12 - 30.0
1.9
100.0%
Valores combinados para porcentajes inferiores a 1%
1. La categoria incluye una mezcla de especies tales como Panicum sp. Gynerium
sagittatum y Scirpus totora.
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ALTO SALAVERRY
Restos vegetales
En Alto Salaverry las evidencias de alimentos vegetales, aparte de la
ubicación del sitio y recursos marinos, señalan que los cultígenos formaban
una parte sustancial de la dieta total. Puesto que muchas especies no tie-
nen arqueológícamente una representación consistente, en Alto Salaverry
las plantas pudieron haber sido más importantes de lo que sugieren las
evidencias.
Los cultígenos identificados en Alto Salaverry son variados y abundan-
tes. Representan un elevado promedio de especies en un contexto precerá-
mico con algodón. El algodón (Gossipium barbadense), calabaza (Lagarto-
ria siceraria), zapallo (Cucurbita sp.) son las especies más abundantes (cua-
dros 2 y 4). Otros cultivos especiales más abundantes incluyen ají (Capsí-
cum sp.), pallares (Phaseolus lunatus), frejoles (Phaseolus vulgaris), pacay
(Inga ƒeuilleí), lúcuma (Lucuma obooata), guayaba (Psídium guaƒaoa), palta
(Persea americana), cansaboca o ciruela de fraile (Bunchosia armeniaca)
(Towle 1961: 60-61). El algodón, calabazas, zapallos, frejoles y ají fue-
ron probablemente verdaderos cultivos, no así las frutas que simplemente se
recogían. La basura de Alto Salaverry ofrece la primera evidencia de pa-
cay y palta, y posiblemente del frejol en el Precerámico con algodón. To-
das las especies procedían de los valles, en los que es posible su cultivo y
donde la humedad era útil tanto a las plantas de riego como a las silvestres.
Además de las especies cultivadas se han identificado varias especies
silvestres. En Alto Salaverry se encontraron algunas leguminosas (Sagáste-
gui 1973, comunicación personal). En menor proporción Tillandsia sp., co-
la de caballo (Cenchrus echinatus) y algarrobo (Prosopis chílensis), siendo
escasa la caña (Gynerium sagittatum). Como la Tíllandsia sp. es una planta
epífita, que depende de la humedad ambiental, se encontraba localmente y
probablemente se usaba como combustible. El algarrobo crece también en 1
las áreas ma-rginales que reciben agua de modo eventual, mientras que la
caña debe haberse recogido en zonas próximas a la ribera del río Moche.
Son especialmente importantes dos aspectos del inventario de cultíge-
nos de Alto Salaverry. Primero, el predominio de las plantas industriales, al-
godón y calabaza, respecto a otros cultígenos es una sugerente actitud cos-
teña precerámica hacia el cultivo de plantas (S. Pozorski 1976). Para gente
sin cerámica y con un foco marino de subsistencia, los recipientes de cala-
baza -mates-, las embarcaciones y las redes y cuerdas de algodón deben
haber tenido gran importancia, mayor que la de las plantas alimenticias, pues-
to que sin mayor dificultad disponían de proteínas. En consecuencia, la gen-
te consideró inicialmente el cultivo de plantas como un medio para obtener
materias primas. Tal predisposición en favor del cultivo de plantas indus-
triales fácilmente pudo resultar en el descuido y limitada producción de gran
parte de las especies alimenticias.
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Cuadro 3
RESTOS ANIMALES' DE ALTO SALAVERRY
Corte 2
Número de Número
niveles en los mínimo Volumen % de
que están de indi- Peso en de carne la dieta
Especies presentes viduos gramos en cm3 de carne
MOLUSCOS
Scutalus sp. 5 1 + 2.0 +
(caracol de tierra)
Choromytilus choms 19 81 1860.0 4050.0 18.1
(choro)
Semimytilus algosus 18 1093 1205.0 1093.0 4.9
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(choro) l
Brachidontes purpuratus 19 340 162.5 340.0 1.5
(choro)
Protothaca thaca 13 1 2.5 + +
G
(almeja)
Eurhomalea rufa 5 1 25.0 + + «
(almeja) Í
Petricola rugosa 9 1 + + +
l
(almeja)
Mesodesma donacium 9 5 30.0 22.5 +
(almeja) '
Donax peruvlanus 19 288 312.5 144.0 +
(almeja)
Phola chiloensis 5 1 + + +
(almeja)
Fissurella sp. 15 40 277.5 400.0 1.8
(barquillo)
Tegula atra 18 27 125.0 27.0 +
(caracol)
Turbo niger 18 38 77.5 38.0 +
(caracol)
Crepldula dilatata 10 31 32.5 38.8 +
(caracol)
Nassarius gayi 7 13 2.5
(caracol)
Mitra orientalis 2 1 + 0.5 +
(caracol)
1
-1
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Número de Número
niveles en los mínimo Volumen % de
que están de índi- Peso en de carne la dieta
Especies presentes viduos gramos en cml de carne
MAMIFEROS
Otaria byronia 4 1 252.5 2898.0 12.9
(lobo de mar)
Mamífero no identificado 3 - 2.5 88.8 +
TOTAL : 22409.1 94.9%
Valores combinados para porcentajes inferiores a 1% 5.1
100.0°/o
Cuadro 4
RESTOS VEGETALES DE ALTO SALAVERRY
Corte 2
Número de
niveles en los Número Alimento % de
que están de Peso en volumen la dieta
Especies presentes semillas gramos en cm! vegetal
CULTIVADAS
Phaseolus lunatus ..5 4 + 5.3 +
( pallar)
Phaseolus vulgaris (?) 2 2 + 0.8 +
(frejol)
Gossypitun barbadense 16 44 17.5
(algodón)
Capslcum sp. 3 3 + 30.0 +
(ají)
Cucurbita sp. 15 61 2.5 4500.0 91.9
(calabaza) 5
pedúnculos
ALTO SALAVERRY 53
Arquitectura
milares sólo de modo muy general. Los datos de las excavaciones de As-
pero y Río Seco revelan que los grandes montículos artificiales representan
una gran inversión de. trabajo y, desde el punto de vista tecnológico, elabo-
radas técnicas de construcción, superiores a las documentadas para Alto Sa-
laverry. Sin embargo, en Alto Salaverry el carácter público de las estructu-
ras D y E parece indicar que su función en el sitio fue análoga' a la de las
tempranas estructuras no domésticas y monumentales.
Formas arquitectónicas similares a la estructura circular no doméstica
0 ceremonial descubierta en Alto Salaverry se conocen sólo en dos sitios pre-
cerámicos, aunque la forma se halla ampliamente dispersa en sitios con ce-
rámica temprana. Varios ejemplos son visibles en las fotografías aéreas pu-
blicadas por Kosok (1985: 194, 2-23, 225), pero el primer estudio de la for-
ma arquitectónica se debe a Williams (1972). Se conocen dos ejemplos pre-
cerámicos al sur del valle de Moche. Recientemente, la Universidad Cató-
lica de Lima al explorar el valle de Chao descubrió un sitio precerámico
Idenominado Salinas, cerca a las antiguas minas de sal, al sur de Chao,
que presenta dos estructuras circulares hundidas. Bastante más al sur, cer-
ca a la desembocadura del río Supe, el sitio de Piedra Parada tiene una es-
tructura circular.
Las excavaciones en Salinas revelaron detalles arquitectónicos de las dos
estructuras circulares, que son similares a los rasgos del ejemplo de Alto
Salaverry. Aunque grande y muy elaborada respecto a las construcciones
de piedra, las estructuras circulares de Salinas son muy similares en planta,
teniendo cada una dos entradas con escaleras en los extremos opuestos, y
una de ellas un pozo en el centro de la planta circular. Sin embargo, tanto
en Salinas como en Piedra Parada la estructura circular hundida aparece aso-
ciada con la cara de un montículo próxima al círculo, rasgo que diferencia
a Alto Salaverry -de estos ejemplos.
Las plazas circulares hundidas son comunes en el Período de Cerámica
Inicial y todos los ejemplos conocidos se asocian también con montículos.
Estos incluyen un sitio cerca a Tanguche, en el valle de Santa (Kosok 1965:
194); Taucachi, Konkán y Sechín Alto en el valle de Casma; Bermejo, al nor-
te del valle de Pativilca (Silva 1975); numerosos sitios en el complejo Pati-
vilca-Fortaleza-Supe, tales como Chupa-cigarro Grande (Kosok 1965; 223-
225; Feldman, comunicación personal) y Garagay, al sur, en el valle del
Rímac (Ravines 1975: 197). En la sierra se conoce un ejemplo; Chavín de
Huántar (Lumbreras 1974).
Sumario y conclusiones
Alto Salaverry puede evaluarse en términos de su ubicación en la pre-
historia de la costa norte, en base tanto de los datos disponibles como de
las excavaciones en el sitio y las semejanzas encontradas con otros sitios de la
ALTO SALAVERRY
cia que podría ser resultado de la ubicación periférica del sitio. Este no re-
fleja las vinculaciones de una mayor complejidad social en épocas tan tem-
pranas como el Precerámico, sino que debe más bien entenderse como el
resultado de una gradual difusión de un sistema social o conjunto de pensa-
mientos que se manifiesta como un patrón reconocible en la arquitectura.
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RECONOCIMIENTOS