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MINUTA DE APOYO DERECHO CONCURSAL.

EVOLUCIÓN DEL DERECHO CONCURSAL EN CHILE.


La doctrina distingue las siguientes etapas en la evolución del derecho concursal
nacional:
1.- Período hispánico: Entre la Conquista hasta la dictación del Código de Comercio
en 1865.
2.- Dictación del Código de Comercio en el año 1865 hasta la dictación del Código
de Procedimiento Civil en 1878, que deroga las normas procesal que regulaban esta
materia, contenidas en el libro IV del Código de Comercio y que establece un sistema
aplicable a deudores no comerciantes.
3.- Dictación en 1929 de la Ley Especial de Quiebras N° 4.558 que derogó las
normas sustantivas en materia de quiebras que se contenían en el Código de Comercio y las
procesales contenidas en el Código de Procedimiento Civil.
4.- Entre 1929 (Ley 4.558) y la dictación de la nueva ley de quiebras N° 18.175 de
1982.
5.- Modificaciones introducidas por las leyes 20.004 de 8 de marzo de 2005 (que
fortalece las facultades fiscalizadoras de la Superintendencia de Quiebras), 20.073, de 29 de
noviembre de 2005 (que favorece los convenios concursales entre el deudor y sus
acreedores) y 20.080 de 24 de noviembre de 2005, (que reincorpora las normas sobre
quiebra al libro IV del Código de Comercio).
6.- 09 de enero de 2014: Nueva ley de Quiebras, N° 20.720.

LEY 20.720
Sustituye el Régimen Concursal Vigente por una Ley de Reorganización y Liquidación de
Empresas y Personas, y Perfecciona el Rol de la Superintendencia del Ramo.

VIGENCIA.
Art. 1° transitorio:
“…nueve meses después de su publicación en el Diario Oficial…”
Fecha de publicación: 09 de enero de 2014.
Entonces,
Fecha de entrada en vigencia: 09 de octubre de 2014.
Salvo:
Capítulo IX. “De la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento”, y
Art. 344 (Que deroga ley 18.175)
El Art. 344 está relacionado con el Art. 347 numeral 20 de la Ley, que dispone:
“Art. 347.- Introdúcense las siguientes disposiciones al Código de Comercio: 20) Derógase
el Libro IV, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 344 y en los artículos primero y
duodécimo transitorios”.

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El Art. 12° Transitorio dispone que las disposiciones penales de la nueva ley sólo se
aplican a los hechos ocurridos con posterioridad a su entrada en vigencia. En consecuencia,
el Art. 38 y el Título XIII del Libro IV del Código de Comercio quedan vigentes para todos
los efectos relativos a la persecución de los delitos contemplados en sus disposiciones y
perpetrados con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley, sin perjuicio de las normas
relativas a la pena, en que regirá lo dispuesto en el artículo 18 del Código Penal.

Volviendo al Art. 1° Transitorio: La entrada en vigencia del Capítulo IX y la norma


del Art. 344 se deben ajustar a lo dispuesto en el Art. 3° Transitorio, numeral 8°. Esta
norma dice que se faculta al Pdte. de la República para que, dentro del plazo de seis meses
contado desde la fecha de publicación de la presente ley, mediante uno o más decretos con
fuerza de ley, regule las siguientes materias: N° 8: “Determinar la fecha de iniciación de
actividades de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento contemplándose un
período para su implementación, el que no podrá ser inferior a seis meses. Además
determinará la fecha de supresión de la Superintendencia de Quiebras, estableciendo el
destino de sus recursos”.

ESTRUCTURA DE LA LEY.
La Ley consta de diez capítulos, los que se dividen en títulos y éstos en párrafos.
Tiene un total de 401 artículos y 12 artículos transitorios.
Los capítulos son los siguientes:
I.- Disposiciones Generales.
II.- Del veedor y del Liquidador.
III.- Del Procedimiento Concursal de Reorganización.
IV.- Del Procedimiento Concursal de Liquidación.
V.- De los Procedimientos Concursales de la Persona Deudora.
VI.- De las Acciones Revocatorias Concursales.
VII.- Del Arbitraje Concursal.
VIII.- De la Insolvencia Transfronteriza.
IX.- De la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
X.- Modificaciones a Leyes Especiales.

ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY.


Según el Art. 1°,
La presente ley establece el régimen general de los procedimientos concursales
destinados a:
1.- Reorganizar y/o liquidar los pasivos y activos de una Empresa Deudora, y
2.- Repactar los pasivos y/o liquidar los activos de una Persona Deudora.

CONTENIDO DEL DERECHO CONCURSAL.


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La quiebra puede ser entendida de diversas formas:
1.- Como una rama del derecho adscrita al derecho mercantil.
2.- Como un estado jurídico específico.
3.- Como procedimiento.

INNOVACIONES CON RESPECTO A LA LEY 18.175.


1.- Permite expresamente que una persona deudora no comerciante pueda declararse
en quiebra (Capítulo V de la Ley).
2.- Se elimina la Superintendencia de Quiebras y se crea la Superintendencia de
Insolvencia y Reemprendimiento.
3.- Se elimina la figura del síndico de quiebras. Se crean ahora dos figuras
separadas: El veedor, que interviene en los acuerdos de reorganización y repactación, y el
liquidador, que interviene en los procesos de quiebra propiamente tales.
4.- Se eliminan las figuras de sobreseimiento de la quiebra por falta de bienes. Con
la nueva ley, aprobada la cuenta final, se pone término al procedimiento y una vez firme
esta resolución, se extinguen los saldos insolutos del fallido. (Arts. 254 y 255).
5.- Incorpora normas que regulan el arbitraje concursal (Capítulo VII) y la quiebra
transfronteriza (Capítulo VIII).

COMPETENCIA.
Conforme al Art. 3°:
“Los Procedimientos Concursales… serán de competencia del juzgado de letras que
corresponda al domicilio del Deudor, pudiendo interponer el acreedor el incidente de
incompetencia del tribunal, de acuerdo a las reglas generales” (inc, 1°).

Destaca el hecho de que la ley pretende que los jueces y secretarios que conozcan
preferentemente de estas materias estén capacitados en derecho concursal (inc. 3°). Sin
perjuicio de ello, los demás juzgados de letras que no tengan competencia preferente
pueden conocer de este tipo de causas si ello resulta necesario (inc. 4°).

PLAZOS.
Conforme a lo dispuesto en el Art. 7°, los plazos de días establecidos en esta ley son
de días hábiles, entendiéndose inhábiles los días domingos y feriados, salvo que se
establezca que un plazo específico es de días corridos. Los plazos se computarán desde el
día siguiente a aquél en que se notifique la resolución o el acto respectivo.

Sin perjuicio de ello, cuando la ley establezca un plazo para actuaciones que deban
realizarse antes de determinada fecha, éste se contará hacia atrás a partir del día
inmediatamente anterior al de la respectiva actuación.

NOTIFICACIONES.
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El Art. 6° de la ley se refiere a dos nuevos tipos de notificaciones:
1.- Notificación por avisos, mediante publicación en el Boletín Concursal.
Esta es la regla general en materia de notificaciones.
2.- Notificación por correo electrónico, a la dirección de correo electrónica indicada
por el interviniente.
La ley nada ha dicho sobre la notificación personal, la sustitutiva del Art. 44 del
CPC o la notificación por cédula. Entendemos que en esta materia, a falta de norma
expresa, se aplican las reglas generales del libro I del CPC.

RECURSOS.
Conforme a la ley, son procedentes los siguientes recursos (Art.4°):
1.- Reposición, dentro del plazo de tercero día.
2.- Apelación, dentro del plazo de cinco días. Se concede por lo general en el solo
efecto devolutivo, salvo que la ley expresamente diga lo contrario.
3.- Casación, conforme a las reglas generales del CPC.

INCIDENTES.
Sólo son admisibles en aquellas materias en que la ley lo permite expresamente.
Se tramitan conforme a las reglas generales de CPC y no suspenden el
Procedimiento Concursal, salvo que la ley establezca lo contrario.

DEFINICIONES.
Están contenidas en el Art. 2° de la Ley. De ellas veremos las siguientes:
1.- Acuerdo de Reorganización Judicial (ARJ) (N° 1): “Aquel que se suscribe entre
una E.D. y sus As. con el fin de reestructurar sus activos y pasivos, con sujeción al
procedimiento establecido en los Títulos 1 y 2 del Capítulo III. Para los efectos de esta ley,
se denominará indistintamente “Acuerdo de Reorganización Judicial” o “Acuerdo”.”

2.- Acuerdo de Reorganización Extrajudicial o Simplificado (ARE o AS) (N° 2):


“Aquel que se suscribe entre una Empresa Deudora y sus acreedores con el fin de
reestructurar sus activos y pasivos, y que se somete a aprobación judicial con sujeción al
procedimiento establecido en el Título 3 del Capítulo III. Para los efectos de esta ley, se
denominará indistintamente “Acuerdo de Reorganización Extrajudicial o Simplificado” o
“Acuerdo Simplificado”.”

3.- Comisión de acreedores (CA) (N° 9): “Aquella que puede designarse en un
Procedimiento Concursal de Reorganización con el objetivo de supervigilar el
cumplimiento del Acuerdo de Reorganización Judicial, con las atribuciones y deberes que
dicho acuerdo señale; o aquella que puede designarse en un Procedimiento Concursal de
Liquidación para adoptar los acuerdos que la Junta de Acreedores le delegue.”

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4.- Deudor (D.)(N° 12): “Toda Empresa Deudora o Persona Deudora, atendido el
Procedimiento Concursal de que se trate y la naturaleza de la disposición a que se refiera”.

5.- Empresa Deudora (E.D.) (N°13): “Toda persona jurídica privada, con o sin fines
de lucro, y toda persona natural contribuyente de primera categoría o del número 2) del Art.
42 del D.L. 824, del Ministerio de Hacienda, de 1974, que aprueba la ley sobre impuesto a
la renta”.
6.- Junta de Acreedores (J.A.) (N°15): “Órgano concursal constituido por los
acreedores de un Deudor sujeto a un Procedimiento Concursal, de conformidad a esta ley.
Se denominarán, según corresponda, Junta Constitutiva, Junta Ordinaria o Junta
Extraordinaria, o indistintamente “Junta de Acreedores” o “Junta”.

7.- Liquidación Forzosa (Liq.F.)(N° 17): “Demanda presentada por cualquier


acreedor del Deudor, conforme al párrafo 2 del Título 1 del Capítulo IV de esta ley”.

8.- Liquidación Voluntaria (Liq.V.) (N° 18): “Aquella solicitada por el Deudor,
conforme al Párrafo 1 del Título 1 del Capítulo IV de esta ley”.

9.- Liquidador (L.) (N° 19): “Aquella persona natural sujeta a la fiscalización de la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, cuya misión principal es realizar el
activo del Deudor y propender al pago de los créditos de sus acreedores, de acuerdo a lo
establecido en esta ley”.

10.- Persona Deudora (P.D.) (N° 25): “Toda persona natural no comprendida en la
definición de Empresa Deudora”.

11.- Persona Relacionada (P.R.) (N°26): “Se considerarán Personas Relacionadas


respecto de una o más personas o de sus representantes, las siguientes:
“a) El cónyuge, los ascendientes, descendientes y colaterales por consanguinidad o
afinidad hasta el sexto grado inclusive y las sociedades en que éstos participen, con
excepción de aquellas inscritas en el Registro de Valores.
“b) Las personas que se encuentren en alguna de las situaciones a que se refiere el
artículo 100 de la ley N° 18.045 de Mercado de Valores”.

12.- Procedimiento Concursal (PC) (N° 27): “Cualquiera de los regulados en esta
ley, denominados, indistintamente, Procedimiento Concursal de Reorganización de la
Empresa Deudora, Procedimiento Concursal de Liquidación de la Empresa Deudora,
Procedimiento Concursal de Renegociación de la Persona Deudora y Procedimiento
Concursal de Liquidación de los Bienes de la Persona Deudora”.

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13.- Protección Financiera Concursal (PFC) (N° 31) “Aquel período que esta ley
otorga al Deudor que se somete al Procedimiento Concursal de Reorganización, durante el
cual no podrá solicitarse ni declararse su liquidación, ni podrán iniciarse en su contra
juicios ejecutivos, ejecuciones de cualquier clase o restituciones en los juicios de
arrendamiento. Dicho período será el comprendido entre la notificación de la Resolución de
Reorganización y el Acuerdo de Reorganización Judicial, o el plazo fijado por la ley si este
último no se acuerda”.

14.- Resolución de Admisibilidad (R.A.) (N° 35): “Aquella resolución


administrativa dictada por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento
conforme al artículo 263, que produce los efectos del artículo 264, ambos del Capítulo V de
esta ley”.
15.- Resolución de Liquidación (R.Liq.) (N° 36): “Aquella resolución judicial
dictada en un Procedimiento Concursal que produce los efectos señalados en el Párrafo 4
del Título 1 del Capítulo IV de esta ley”.

16.- Resolución de Reorganización (R.R.) (N° 37): “Aquella resolución judicial


dictada en un Procedimiento Concursal que produce los efectos señalados en el artículo 57
de esta ley”.
17.- Veedor (V.) (N° 40): “Aquella persona natural sujeta a la fiscalización de la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento cuya misión principal es propiciar
los acuerdos entre el Deudor y sus acreedores, facilitar la proposición de Acuerdos de
Reorganización Judicial y resguardar los intereses de los acreedores, requiriendo las
medidas precautorias y de conservación de los activos del Deudor, de acuerdo a lo
establecido en esta ley”.

LA SUPERINTENDENCIA DE INSOLVENCIA Y REEMPRENDIMIENTO


(SIR).
Se regula en el Capítulo IX de la ley, Arts. 331 a 343.
La podemos definir como un servicio público descentralizado, con personalidad
jurídica y patrimonio propios, autónomo, de carácter fiscalizador y con domicilio en la
ciudad de Santiago.

Se relaciona con el Presidente de la República a través del Ministerio de Economía,


Fomento y Turismo y se rige por las disposiciones de la ley 20.720.
Sus funciones son:
1.- Supervigilar y fiscalizar las actuaciones de los Veedores, Liquidadores,
Martilleros Concursales, administradores de la continuación de las actividades económicas
del deudor, asesores económicos de insolvencia y, en general, de toda persona que por ley
quede sujeta a su supervigilancia y fiscalización. Sus atribuciones y deberes se reglamentan
en el Art. 337.
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2.- Otras que le señala la ley en el Capítulo V, tales como:
i.- Examen de admisibilidad (Art. 262).
ii.- Dictación de resolución de Admisibilidad Art. 263).
iii.- Audiencia de determinación del pasivo (Art. 265).
iv.- Audiencia de renegociación (Art. 266).
v.- Audiencia de ejecución (Art. 267).
vi.- Resolución que declara finalizado el Procedimiento Concursal de
Renegociación y de la ejecución (Art. 268).
vii.- Conocer del recurso de reposición administrativa según el Art. 270.
viii.- Remitir ciertos antecedentes a los tribunales de justicia (Art. 286).
Así como otras funciones que se le encomienden en leyes especiales.

El jefe superior de este servicio es el Superintendente de Insolvencia y


Reemprendimiento. Es nombrado por el Presidente de la República conforme a las normas
del Sistema de Alta Dirección Pública, de la ley 19.882.
Los entes fiscalizados, en el caso de incurrir en faltas a las leyes, reglamentos y
demás normas relacionadas con procedimientos concursales, pueden ser objeto de
sanciones administrativas aplicadas directamente por la SIR, las que se clasifican en Leves,
Graves y Gravísimas (Art. 338 y ss.), en este caso, la SIR debe poner estos antecedentes en
conocimiento del tribunal de la causa o de la junta de acreedores y proponer, si lo estimare
necesario, la remoción del fiscalizado al tribunal o su revocación a la junta de acreedores
(Art. 337 N° 7).

EL VEEDOR Y EL LIQUIDADOR.
Esta materia está regulada en el Capítulo II de la ley.
Están definidos en el Art.2 ° N° 40 y 19 respectivamente.
Los veedores son nombrados por la SIR e integran la denominada “Nómina de
Veedores”, la que debe mantenerse debidamente actualizada y a disposición del público a
través de su página web. (Art. 9).

Solicitud de inscripción: Toda persona natural interesada en ser nombrada veedor


podrá presentar su solicitud ante la SIR. En ella debe expresar si ejercerá el cargo a nivel
nacional o regional, acompañando los antecedentes que acrediten el cumplimiento de los
requisitos del Art. 13 y una declaración jurada que exprese no estar afecto a las
prohibiciones del Art. 17.
Para ser veedor se requiere (Art. 13):
1.- Contar con un título profesional de contador auditor o de una profesión de a lo
menos diez semestres de duración, otorgado por universidades del Estado o reconocidas por
éste, o por la Corte Suprema, en su caso;
2.- Contar con, a lo menos, cinco años de ejercicio de la profesión que haga valer;
3.- Aprobar el examen para Veedores;
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4.- No estar afecto a alguna de las prohibiciones del Art. 17, y
5.- Otorgar en tiempo y forma la garantía del Art. 16.

Garantía de fiel cumplimiento (Art. 16):


Todo veedor mantendrá en la SIR y mientras subsista su responsabilidad, una
garantía por un monto de 2.000 UF, con una vigencia mínima de 3 años, renovable por
igual período.
Puede consistir en una boleta bancaria de garantía, póliza de seguro o cualquiera
otra que la SIR determine mediante norma de carácter general.
La SIR hará efectiva la garantía y entregará su monto a requerimiento del tribunal
que hubiere declarado la responsabilidad civil del veedor, siempre que la resolución
condenatoria se encuentre firme y ejecutoriada.
En el caso de multas impuestas por la SIR, en el caso de que estas no hayan sido
canceladas por el V. en el plazo fijado por la SIR, que no podrá ser inferior a 20 días, la
SIR hará efectiva la garantía para el pago de la misma y devolverá el saldo al veedor
sancionado.

Inhabilidades para ser V.: Art. 17.


Inhabilidades relativas: Art. 21.
Causales de exclusión de la Nómina de Vs.: Art. 18.
Designación del veedor: Sólo podrá designarse veedor a quien integre la Nómina de
Veedores a la época de la dictación de la Resolución de Reorganización o de la Resolución
de Liquidación, según corresponda (Art. 20).

Procedimiento de designación: Art. 22.


Una vez que la SIR reciba los antecedentes indicados en el Art. 55 debe notificar a
los tres mayores acreedores del deudor según la información entregada, dentro del día
siguiente y por el medio más expedito. Dentro del segundo día siguiente a la notificación,
cada A. propondrá por escrito o por correo electrónico a un veedor titular y a un veedor
suplente, vigente en la nómina de Veedores.
Dentro del día siguiente a la proposición de los Acreedores, la SIR nominará como
veedor titular al que hubiere obtenido la primera mayoría de entre los propuestos para el
cargo de titular, y como suplente, a aquel que hubiere obtenido la primera mayoría de entre
los propuestos para el cargo.

PROCEDIMIENTO DE DESIGNACIÓN DEL VEEDOR:

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En caso de que no se reciban propuestas, el Art. 22 incisos 4° y ss. regula la materia.
El veedor titular nombrado debe aceptar el cargo, a continuación de lo cual la SIR
emitirá un certificado de nominación del veedor, que se remite directamente al tribunal.

En caso de que el titular se excuse o no pueda asumir, la SIR nominará al veedor


suplente como titular (Art. 22 inc. Final).
El veedor puede cesar anticipadamente en el cargo por las causales del Art. 24.

Deberes del veedor: Su función principal es propiciar los acuerdos entre el deudor y
sus acreedores, facilitando la proposición y negociación del acuerdo. Para estos efectos
puede citar al deudor y a sus acreedores en cualquier momento desde la publicación de la
Resolución de Reorganización hasta la fecha en que debe acompañar al tribunal competente
el informe que regula el N° 8 del Art. 57, con el propósito de facilitar los acuerdos entre las
partes y propiciar la celebración de un Acuerdo de Reorganización Judicial (Art. 25 inc.
1°).
En el ejercicio de sus funciones deberá especialmente:
1.- Imponerse de los libros, documentos y operaciones del deudor;
2.- Incorporar y publicar en el Boletín Concursal copia de todos los antecedentes y
resoluciones que esta ley le ordene;
3.- Realizar las inscripciones y notificaciones que disponga la Resolución de
Reorganización;
4.- Realizar las labores de fiscalización y valorización que se imponen en los
artículos 72 y siguientes, referidas a la continuidad del suministro, a la venta necesaria de
activos y a la obtención de nuevos recursos.

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5.- Arbitrar las medidas necesarias en el procedimiento de determinación del pasivo
establecido en los artículos 70 y 71.
6.- Realizar la calificación de los poderes para comparecer en las Juntas de
Acreedores e informar al tribunal competente sobre la legalidad de éstos, cuando
corresponda.
7.- Impetrar las medidas precautorias y de conservación de los activos del deudor
que sean necesarias para resguardar los intereses de los acreedores, sin perjuicio de los
acuerdos que éstos puedan adoptar.
8.- Dar cuenta al tribunal competente y a la SIR de cualquier acto o conducta del
deudor que signifique una administración negligente o dolosa de sus negocios y, con la
autorización de dicho T., adoptar las medidas necesarias para mantener la integridad de los
activos, cuando corresponda.
9.- Rendir mensualmente cuenta de su actuación y de los negocios del deudor a la
SIR, y presentar las observaciones que le merezca la administración de aquél. Esta cuenta
será enviada, además, por correo electrónico a cada uno de los acreedores, y
10.- Ejecutar todos los actos que le encomiende esta ley.

Delegación de funciones: El veedor solo puede delegar funciones manteniendo su


responsabilidad y a su costa en otros veedores vigentes en la Nómina de Veedores, con
igual competencia territorial. Debe efectuarse por instrumento público, en el que conste la
aceptación del delegado, el que será agregado al expediente y notificado mediante su
publicación en el Boletín Concursal.

HONORARIOS:
(Art. 28): Serán convenidos entre éste, los tres principales acreedores y el deudor, y
serán de cargo de este último. Estos honorarios gozarán de la preferencia establecida en el
N° 4 del Art. 2472 del Código Civil, sin perjuicio de lo prescrito en el N° 3 del Art. 118 de
la ley.

CUENTA FINAL:
(Art. 29): Debe rendirla en el plazo de 30 días contados desde la Resolución que
aprueba el Acuerdo de Reorganización Judicial o desde la Resolución de Liquidación, en su
caso. Le es aplicable el Párrafo 2, Título 3 del Capítulo II de la Ley.

LIQUIDADOR.
A los Liquidadores se aplican las mismas normas relativas a los Veedores en cuanto
a procedimiento y forma de nombramiento.

Para ser liquidador se requiere contar con los mismos requisitos que para ser veedor
(Art. 32). El liquidador nombrado por la SIR ingresa a una Nómina de Liquidadores, que

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debe mantenerse debidamente actualizada y a disposición del público a través de su página
web (Art. 30).

Causales de exclusión: Las mismas del Art. 18 aplicable a los Veedores. También
existe una causal especial: el que se negare a asumir un Procedimiento Concursal de
Liquidación sin causa justificada. Son causas justificadas las señaladas en la ley (Art. 34).

Deberes del Liquidador:


Representa judicial y extrajudicialmente los intereses generales de los acreedores y
los derechos del deudor en cuanto puedan interesar a la masa, sin perjuicio de las facultades
de aquéllos y del deudor determinadas por la ley.

Debe especialmente:
1.- Incautar e inventariar los bienes del deudor;
2.- Liquidar los bienes del deudor;
3.- Efectuar los repartos de fondos a los acreedores en la forma dispuesta en el
Párrafo 3 del Título 5 del Cap. IV. de la ley.
4.- Cobrar los créditos del activo del deudor;
5.- Contratar préstamos para solventar los gastos del Procedimiento Concursal de
Liquidación;
6.- Exigir rendición de cuentas de cualquiera que haya administrado bienes del
deudor;
7.- Reclamar del deudor la entrega de la información necesaria para el desempeño
de su cargo;
8.- Registrar sus actuaciones y publicar las resoluciones que se dicten en el
Procedimiento Concursal de Liquidación en el Boletín Concursal.
9.- Depositar a interés en una institución financiera los fondos que perciba, en
cuenta separada para cada Procedimiento Concursal de Liquidación y a nombre de éste, y
abrir una cuenta corriente con los fondos para solventarlo.
10.- Ejecutar los acuerdos legalmente adoptados por la Junta de Acreedores dentro del
ámbito de su competencia.
11.- Cerrar los libros de comercio del deudor, quedando responsable por ello frente
a terceros desde la dictación de la Resolución de Liquidación;
12.- Transigir y conciliar los créditos laborales con el acuerdo de la Junta de
Acreedores, según lo dispone el artículo 246 de esta ley;
13.- Ejercer las demás facultades y cumplir las demás obligaciones que le
encomiende la presente ley.

NOMINACIÓN DEL LIQUIDADOR EN EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL:

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Presentada una solicitud de inicio de Procedimiento Concursal de Liquidación, ante
el tribunal competente, la SIR nominará al Liquidador conforme al procedimiento del Art.
37, salvo el caso del N°, 3 del Art. 120.
En el caso de una solicitud de Liquidación voluntaria, el deudor acompañará a la
SIR copia de la respectiva solicitud con cargo del tribunal competente o de la Corte de
Apelaciones correspondiente y copia de la nómina de acreedores y sus créditos, de acuerdo
a lo establecido en el Art. 115 de la Ley.
En el caso de una solicitud de Liquidación Forzosa, el acreedor peticionario
acompañará a la SIR copia de la respectiva solicitud con cargo del tribunal competente o de
la Corte de Apelaciones correspondiente y copia de la nómina de acreedores y sus
créditos que haya acompañado el deudor, en su caso, de acuerdo a lo establecido en el Art.
120 de la ley.
Acompañados los antecedentes, la SIR notificará a los tres mayores acreedores del
deudor, que no sean personas relacionadas de éste, según la información entregada, dentro
del día siguiente y por el medio más expedito, lo que será certificado por un ministro de fe
de la SIR.
Dentro del segundo día siguiente a la referida notificación, cada acreedor propondrá
por escrito o por correo electrónico a un liquidador titular y a un suplente, vigentes en la
nómina de Liquidadores. para estos efectos, cada acreedor será individualmente
considerado, sin distinción del monto de su crédito.
Dentro del día siguiente a la notificación, la SIR nominará como liquidador titular al
que hubiere obtenido la primera mayoría de entre los propuestos para ese cargo por los
acreedores, y como suplente a aquel que hubiere obtenido la primera mayoría de entre los
propuestos para ese cargo. Si sólo respondiere un acreedor, se estará a su propuesta. Si
respondieren todos o dos de ellos y la propuesta recayere en personas diversas, se estará a
aquella del acreedor cuyo crédito sea superior. En caso de que no se reciban propuestas, la
nominación tendrá lugar mediante sorteo ante la SIR, en el que participarán todos aquellos
liquidadores vigentes en la Nómina de Liquidadores a esa fecha. Los sorteos que efectúe la
SIR se regularán por medio de una norma de carácter general.
Excepcionalmente, si de los antecedentes acompañados a la SIR por el deudor o
acreedor peticionario, según corresponda, se acredita que un solo acreedor representa más
del 50% del pasivo del deudor, la SIR nominará al liquidador titular y al suplente propuesto
por dicho acreedor. En caso que dicho acreedor no propusiere al liquidador titular y al
suplente, se estará a las reglas generales señaladas anteriormente.
Los liquidadores titular y suplente nominados serán inmediatamente notificados por
la SIR por el medio más expedito.
El liquidador titular nominado deberá manifestar ante la SIR, a más tardar al día
siguiente de su notificación, si acepta el cargo y deberá jurar o prometer desempeñarlo
fielmente. Al aceptar el cargo deberá declarar sus relaciones con el deudor y los acreedores
de éste, y que no tiene impedimento o inhabilidad alguna para desempeñarlo.

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El liquidador podrá excusarse ante la SIR de aceptar una nominación, debiendo
expresar fundadamente y por escrito sus justificaciones al día siguiente de su notificación.
La SIR resolverá dentro de los dos días siguientes con los antecedentes aportados por el
liquidador y sin ulterior recurso.
Si la excusa es desestimada, el liquidador deberá asumir como tal en el
Procedimiento Concursal de Liquidación, entendiéndose legalmente aceptado el cargo
desde que se resuelva la excusa y se emita el correspondiente Certificado de Nominación.
Si la excusa es aceptada, la SIR nominará al liquidador suplente como titular, nominándose
a un nuevo liquidador suplente mediante sorteo.
Aceptado el cargo, la SIR emitirá el certificado de nominación del liquidador, el
cual será remitido directamente al tribunal competente, dentro del día siguiente a su
emisión, para que éste lo designe como liquidador en carácter de provisional en la
Resolución de Liquidación.

i.- Normas relativas a cese anticipado en el cargo, honorarios y contrataciones


especializadas , artículos 38 al 41.
ii.- Normas relativas a la cuenta provisoria y la cuenta final de administración del
L., Arts. 46 a 53.

DISPOSICIONES COMUNES PARA VEEDOR Y LIQUIDADOR.


1.- Una misma persona natural no podrá estar inscrita en la Nómina de Veedores y
en la Nómina de Liquidadores (Art. 42).
2.- El registro de una persona en la Nómina de Veedores no importa su inclusión en
la Nómina de Liquidadores, ni viceversa (Art. 43).
3.- Los veedores y liquidadores no podrán intervenir en procedimientos concursales
de reorganización o procedimientos concursales de liquidación en que no hubieren sido
designados, salvo las actuaciones que les correspondan como acreedores con anterioridad al
procedimiento concursal respectivo, de representante legal en conformidad al Art. 43 del
CC, y de lo previsto en el Art. 26 de la Ley (Art. 44).
4.- Los veedores y liquidadores no podrán contratar por sí, a través de terceros o de
una persona jurídica en la que sean socios o Personas Relacionadas, con cualquier deudor
sometido a un procedimiento concursal (Art. 44 inc. 2°).
5.- La exclusión de la Nómina de Veedores supone el impedimento para
incorporarse a la Nómina de Liquidadores, y viceversa, salvo que se funde en el N° 6 del
Art. 18 de la ley.

LOS PROCEDIMIENTOS QUE ESTUDIAREMOS SON LOS SIGUIENTES:

13
EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL DE REORGANIZACIÓN.
LEY 20.720

Este procedimiento está contenido en la Ley 20.720, Capítulo III, Arts. 54 a 114.
Distinguimos el Procedimiento Concursal de Reorganización Judicial y el
Extrajudicial o Simplificado.

I.- El Procedimiento Concursal de Reorganización Judicial:


Ámbito de aplicación (Art. 54): Es aplicable solo a la denominada “Empresa
Deudora”, definida en el Art. 3° N° 13 de la ley como “Toda persona jurídica privada,
con o sin fines de lucro, y toda persona natural contribuyente de primera categoría o
del N° 2) del Art. 42 del D.L. 824 del Ministerio de Hacienda, de 1974, que aprueba la
ley sobre impuesto a la renta”.

CARACTERÍSTICAS.
1.- Es un procedimiento especial.
2.- Es voluntario.
3.- Solo puede dar inicio a él la Empresa Deudora.
4.- Se tramita ante el Juez de Letras del domicilio del deudor.
5.- La designación del Veedor se realiza por la SIR oyendo a los acreedores.
6.- Causa el efecto de la denominada “Protección Financiera Concursal” .
7.- La propuesta de acuerdo puede versar sobre cualquier objeto tendiente a
reestructurar los pasivos y activos de la Empresa Deudora.

14
8.- Solo afecta a los acreedores cuyos créditos se originen con anterioridad a la
resolución de reorganización.

Se inicia mediante la presentación de una solicitud por la Empresa Deudora ante el


tribunal correspondiente a su domicilio.
En este caso es necesario designar un veedor. Para tal efecto, la Empresa Deudora
debe presentar a la SIR una copia de la solicitud entregada al tribunal, con cargo de
recepción, y un certificado emitido por un auditor independiente al deudor, inscrito en el
Registro de Auditores Externos de la SVS en que se detalle el estado de sus deudas y la
identidad de los acreedores. Con tales antecedentes, la nominación de los veedores titular y
suplente se realiza siguiendo el procedimiento del Art. 22 y una vez concluido, la SIR
extiende el respectivo certificado de nominación contemplado en dicha disposición.
La SIR remite al tribunal ante el cual se formuló la petición el Certificado de
Nominación correspondiente. PARALELAMENTE a ello, el deudor debe aportar los
antecedentes del Art. 56.
Con tales antecedentes, dentro de 5° día de recibido el Certificado de Nominación,
por el tribunal, se dicta la denominada Resolución de Reorganización, mediante la cual se
designa a los veedores titular y suplente nominados por la SIR y dispone, además, lo
siguiente:
1.- Que durante el plazo de treinta días contado desde la notificación de esta
resolución, prorrogable de conformidad a lo dispuesto en el Art. 58, el deudor gozará de
una protección financiera concursal.
2.- Que durante la protección financiera concursal se aplicarán al deudor ciertas
medidas cautelares y de restricción.
3.- La fecha en que expirará la protección financiera concursal.
4.- La orden al deudor para que a través del veedor publique en el Boletín Concursal
y acompañe al tribunal competente, a lo menos diez días antes de la fecha fijada para la
junta de acreedores, su propuesta de acuerdo de reorganización judicial. Si el deudor no
da cumplimiento a esta orden, el veedor certificará esta circunstancia y el tribunal
competente dictará la resolución de liquidación sin más trámite.
5.- La fecha, lugar y hora en que deberá efectuarse la junta de acreedores. La fecha
de dicha junta será aquella en la que expire la protección financiera concursal.
6.- Que dentro del plazo de 15 días contados desde la notificación de esta
resolución, todos los acreedores deberán acreditar ante el tribunal competente su personería
para actuar en el procedimiento concursal de reorganización, con indicación expresa de la
facultad que le confieren a sus apoderados.
7.- La orden para que el veedor inscriba copia de esta resolución en los CBR
correspondientes al margen de la inscripción de propiedad de cada uno de los inmuebles
que pertenecen al deudor.
8.- La orden al veedor para que acompañe al tribunal y publique en el boletín
concursal su informe sobre la propuesta de acuerdo de reorganización judicial, a lo menos
15
con tres días de anticipación a la fecha fijada para la celebración de la junta de acreedores
que votará dicho acuerdo.
9.- Que dentro de quinto día de efectuada la notificación de esta resolución, deberán
asistir a una audiencia el deudor y los tres mayores acreedores indicados en la certificación
del contador auditor independiente referida en el Art. 55. Esta diligencia se efectuará con
los que concurran y tratará de la proposición de honorarios que formule el veedor. A falta
de acuerdo, los honorarios son fijados por el tribunal.
10.- La orden al deudor para que proporcione al veedor copia de todos los
antecedentes acompañados conforme al Art. 56.

Protección Financiera Concursal.


Está definida por la Ley, en el Art. 2° N° 31, como “Aquel período que esta ley
otorga al Deudor que se somete al Procedimiento Concursal de Reorganización,
durante el cual no podrá solicitarse ni declararse su liquidación, ni podrán iniciarse
en su contra juicios ejecutivos, ejecuciones de cualquier clase o restituciones en los
juicios de arrendamiento. Dicho período será el comprendido entre la notificación de
la Resolución de Reorganización y el Acuerdo de Reorganización Judicial, o el plazo
fijado por la ley si este último no se acuerda”.

Los efectos de esta declaración consisten en los siguientes (Art. 57 N° 1):


1.- No puede declararse ni iniciarse en contra del deudor un procedimiento
concursal de liquidación, ni podrán iniciarse en su contra juicios ejecutivos, ejecuciones de
cualquier clase o restituciones en juicios de arrendamiento. Este efecto no es aplicable a los
juicios laborales, salvo excepciones.
2.- Se suspenderá la tramitación de los procedimientos señalados anteriormente y
los plazos de prescripción extintiva.
3.- Todos los contratos suscritos por el deudor mantienen su vigencia y condiciones
de pago.
4.- Si el deudor formare parte de algún registro público como contratista o prestador
de cualquier servicio, y siempre que se encuentre al día en sus obligaciones contractuales
con el respectivo mandante, no podrá ser eliminado ni se le privará de participar en
procesos de licitación fundado en el inicio de un procedimiento concursal de
reorganización.

Duración (Art. 58):


El plazo de la protección financiera concursal puede prorrogarse hasta por treinta
días, si el deudor obtiene el apoyo de dos o más acreedores que representen más del 30%
del total del pasivo. Puede prorrogarse por otros treinta días, si obtiene el apoyo de dos o
más acreedores que representen más del 50% del total del pasivo. También se podrá
solicitar en un solo acto la prórroga del plazo regulado para la protección financiera
concursal hasta por sesenta días, si el deudor obtiene el apoyo de dos o más acreedores que
16
le representen más del 50% del total del pasivo, excluidos los créditos de las personas
relacionadas con el deudor.

En todo caso, los acreedores hipotecarios y prendarios que presten su apoyo para la
prórroga de la protección financiera concursal no perderán su preferencia y podrán impetrar
las medidas conservativas que procedan.
Acogida la prórroga, el tribunal debe fijar una nueva fecha y hora para la junta de
acreedores que revise la propuesta de acuerdo de reorganización judicial.

Objeto de la Propuesta de Acuerdo de Reorganización Judicial.


La propuesta de acuerdo puede versar sobre cualquier objeto tendiente a
reestructurar los pasivos y activos de una Empresa Deudora. Sin perjuicio de ello, también
puede regularse en ellos otras materias, como la inclusión de una cláusula arbitral.
La propuesta puede separarse por clases o categorías de acreedores y se puede
formular una propuesta para valistas y acreedores preferentes por separado. Los acreedores
hipotecarios y prendarios que voten la propuesta del acuerdo conservarán sus preferencias.
En todo caso, la propuesta debe ser igualitaria para todos los acreedores de una
misma clase o categoría, salvo acuerdo expreso en contrario, conforme al Art. 64. Esta
norma señala que se pueden establecer condiciones más favorables para algunos de los
acreedores de una misma clase o categoría, siempre que los demás acreedores de la
respectiva clase o categoría lo acuerden con quorum especial, el que se calcula únicamente
sobre el monto de los créditos de estos últimos.
Sin perjuicio de ello, también pueden formularse propuestas alternativas para cada
clase o categoría (Art. 62).
Es importante destacar que los acreedores hipotecarios y prendarios pueden también
votar la propuesta formulada por el deudor a los valistas, en la medida en que renuncien a
sus preferencias. En este último caso, no podrán luego votar la propuesta que se formule
para la clase o categoría de hipotecarios o prendarios, salvo que la renuncia sea parcial y se
manifieste expresamente.
Los acuerdos solo afectan a los acreedores cuyos créditos se originen con
anterioridad a la resolución de reorganización del Art. 57.
El acuerdo de reorganización debe también estipular el nombramiento de un
interventor por al menos un año contado desde el acuerdo, el que recaerá en un veedor
vigente de la nómina de veedores.

Limitaciones:
1.- Los acreedores que sean personas relacionadas con el deudor, cuyos créditos no
estén debidamente documentados 90 días antes del inicio del procedimiento concursal de
reorganización, quedarán pospuestos en el pago de sus créditos, hasta que se paguen
íntegramente los créditos de los demás acreedores a los que les afectará el acuerdo. Sin
perjuicio de ello, el acuerdo puede hacer aplicable la posposición a otros acreedores
17
personas relacionadas con el deudor, cuyos créditos se encuentren debidamente
documentados, previo informe fundado del veedor, salvo los Arts. 72, 73 y 74.
2.- Se prohíbe a la empresa deudora repartir sumas a sus accionistas o socios, bajo
ningún concepto, antes de haber pagado el 100% de las obligaciones emanadas del acuerdo,
salvo que los acreedores expresamente lo autoricen en la forma que determine el acuerdo.

Determinación del Pasivo y procedimiento de verificación y reconocimiento de


créditos.
Los acreedores tienen el plazo de 8 días contados desde la notificación de la
resolución de reorganización para verificar sus créditos ante el tribunal. Para tal efecto
deben acompañar los títulos justificativos de los mismos.
Vencido este plazo, dentro de los dos días siguientes, el veedor publicará en el
Boletín Concursal el listado de todas las verificaciones presentadas, indicando los créditos
que estén garantizados con prenda o hipoteca y el avalúo comercial de los mismos.
En el plazo de 8 días siguientes a la publicación, el veedor, el deudor y los
acreedores podrán deducir objeción fundada sobre la falta de títulos justificativos de los
créditos, montos, preferencias o sobre el avalúo comercial de las garantías. Deben presentar
sus objeciones ante el tribunal.
Vencido este plazo, dentro de los dos días siguientes, el veedor debe publicar en el
Boletín Comercial todas las objeciones presentadas. Si no se formulan objeciones, los
créditos verificados quedan reconocidos.
El veedor debe también confeccionar la nómina de créditos reconocidos y
acompañarla al expediente dentro de 5° día de expirado el plazo para objetar y la publicará
en el boletín concursal. Esta nómina es el único documento que debe tenerse en
consideración a efectos de considerar los acreedores que deben votar en la junta respectiva
(Art. 78) y en base a ella se determinan los quórums respectivos. Sin perjuicio de ello, la
nómina puede ampliarse o modificarse al incorporarse los créditos cuyas objeciones se
desestimen posteriormente.
El listado de los créditos objetados debe ser presentado por el veedor al tribunal
acompañado de un informe acerca de si existen o no fundamentos plausibles para ser
considerados por el tribunal competente. Agregados al expediente tanto la nómina de
créditos reconocidos como la de créditos objetados, el tribunal citará a una audiencia única
y verbal para el fallo de las impugnaciones. Esa audiencia se celebrará dentro de tercero día
contado desde la notificación de la resolución que tiene por acompañada la nómina de
créditos reconocidos e impugnados. A la misma pueden concurrir el veedor, el deudor, los
impugnantes y los impugnados. La resolución que se pronuncie sobre las impugnaciones
debe dictarse a más tardar el 2° día anterior a la fecha de celebración de la junta de
acreedores que debe conocer de la propuesta de acuerdo. La resolución debe ordenar la
incorporación o modificación de los créditos en la nómina de créditos reconocidos, o la
modificación del avalúo comercial de los bienes en garantía. Es apelable en el solo efecto
devolutivo. El veedor debe publicar la nómina de créditos reconocidos según esta
18
resolución, en el boletín concursal, a más tardar el día anterior a la fecha de celebración de
la junta de acreedores.

La Propuesta de Acuerdo de Reorganización Judicial.


Una vez notificada la propuesta, ésta no puede ser retirada por el deudor, salvo que
cuente con el apoyo de acreedores que representen al menos el 75% del pasivo. En caso
contrario, el tribunal dictará la resolución de liquidación.
En la junta de acreedores, solo tienen derecho a concurrir y votar aquellos
acreedores cuyos créditos estén en la nómina de créditos reconocidos o en su ampliación.
Cada una de las clases o categorías de propuestas del acuerdo será analizada, deliberada y
acordada en forma separada en la misma junta, pudiendo proponerse modificaciones. La
propuesta será aprobada cuando cuente con el consentimiento del deudor y el voto
conforme de los dos tercios o más de los acreedores presentes, que representen al
menos dos tercios del total del pasivo con derecho a voto correspondiente a su
respectiva clase o categoría. No podrán votar las personas relacionadas con el deudor y
sus créditos no se considerarán en el pasivo.
De igual modo, los cesionarios de créditos adquiridos dentro de los treinta días
anteriores a la fecha de inicio del procedimiento concursal de reorganización, conforme se
indica en el Art. 54, no podrán concurrir a la junta de acreedores para deliberar y votar el
acuerdo y tampoco podrán impugnarlo.
El veedor puede recabar la votación de cualquier acreedor mediante la suscripción
de uno o más documentos ante un ministro de fe o mediante firma electrónica avanzada, en
que conste la aceptación de los acreedores. Los votos que se obtengan mediante este
sistema se considerarán como votos de acreedores presentes en la junta. Los acreedores del
deudor podrán suscribir estos documentos desde la publicación de la propuesta de acuerdo
en el boletín concursal, y hasta tres días antes de la fecha fijada para la junta de acreedores.
Si el deudor no comparece a la junta de acreedores, el tribunal deberá dictar la
resolución de liquidación en la misma junta.
La junta de acreedores puede acordar con quórum calificado, su suspensión por no
más de diez días, fijando nuevo día y hora para su reanudación.
Las modificaciones al acuerdo deben adoptarse por el deudor y los acreedores que
lo suscribieron, agrupados en sus respectivas clases o categorías, conforme al mismo
procedimiento y mayorías exigidos en el Art.79. Sin perjuicio de ello, el acuerdo puede
establecer la constitución de una comisión de acreedores, a la que puede facultar para
modificar el acuerdo con el quórum de aprobación que el mismo acuerdo determine, el que
en ningún caso puede ser inferior al quórum simple. No pueden ser objeto de modificación
la calidad de acreedor, su clase o categoría, diferencias entre acreedores de igual clase o
categoría, monto de sus créditos, sus preferencias y aquellas materias que el acuerdo
determine como no modificables por la comisión de acreedores.
En las juntas de acreedores posteriores, el derecho de voto se determina conforme al
Art. 78. No tendrán derecho a voto los acreedores que tengan la calidad de personas
19
relacionadas con el deudor. El texto íntegro del acuerdo con sus modificaciones debe
notificarse mediante su publicación en el boletín comercial.

La impugnación del acuerdo.


Puede ser impugnado por los acreedores afectados por alguna de las siguientes
causales (Art. 85):
1.- Defectos en las formas establecidas para la convocatoria y celebración de la
junta de acreedores, que hubieren impedido el ejercicio de los derechos de los acreedores o
del deudor.
2.- El error en el cómputo de las mayorías requeridas, siempre que incida
sustancialmente en el quorum del acuerdo de reorganización judicial.
3.- Falsedad o exageración del crédito o incapacidad o falta de personería para votar
de alguno de los acreedores que hayan concurrido con su voto a formar el quórum
necesario para el acuerdo, si excluido este acreedor o la parte falsa o exagerada del crédito,
no se logra el quórum del acuerdo.
4.- Acuerdo entre uno o más acreedores y el deudor para votar a favor, abstenerse de
votar o rechazar el acuerdo, para obtener una ventaja indebida respecto de los demás
acreedores.
5.- Ocultación o exageración del activo o pasivo.
6.- Por contener una o más estipulaciones contrarias a lo dispuesto en la ley 20.720.

El plazo para impugnar el acuerdo es de 5 días contados desde su publicación en el


boletín concursal.
Las impugnaciones al acuerdo se tramitan como un solo incidente y se fallan
conjuntamente en una audiencia única, que el tribunal citará para tal efecto dentro de los 10
días de vencido el plazo para impugnar.
Si se acoge por resolución firme y ejecutoriada la impugnación al acuerdo por las
causales 1, 2, 3 y 6, el deudor podrá presentar un nueva propuesta dentro de los 10 días
siguientes contados desde que se notifique la resolución que tuvo por acogida la
impugnación, siempre que esta nueva propuesta se presente apoyada por dos o más
acreedores que representen, a lo menos, un 66% del pasivo total con derecho a voto. En
este caso, el deudor gozará de protección financiera concursal hasta la celebración de la
nueva junta. Si el deudor no presenta esta nueva propuesta, el tribunal de oficio y sin más
trámite dictará la resolución de liquidación de la empresa deudora.
Si la impugnación se acoge por las causales de los números 4 ó 5, el tribunal deberá
de oficio y sin más trámite dictar también la resolución de liquidación de la empresa
deudora.

Aprobación del Acuerdo.


Se entenderá aprobado y comenzará a regir una vez vencido el plazo para
impugnarlo, sin que se hubiere impugnado y el tribunal lo declare así de oficio o a petición
20
de interesado o del veedor. Si es impugnado y las impugnaciones son desechadas, regirá
desde que dicha resolución cause ejecutoria. Estas resoluciones se notifican por la
publicación en el boletín concursal.
Sin perjuicio de ello, la regla general es que el acuerdo regirá no obstante la
existencia de impugnaciones vigentes interpuestas en su contra, a menos que tales
impugnaciones hayan sido opuestas por acreedores de una clase o categoría que representen
en conjunto a lo menos el 30% del pasivo con derecho a voto de su respectiva clase o
categoría.
En todo caso, los actos y contratos ejecutados o celebrados por el deudor en el
tiempo intermedio subsistirán, es decir, la resolución que rechaza una impugnación no tiene
efecto retroactivo. Del mismo modo, si se acoge una impugnación por sentencia firme, los
actos realizados en el tiempo intermedio tampoco resultan perjudicados, es decir, esta
resolución tampoco tiene efecto retroactivo, aun cuando el legislador es algo más oscuro en
los términos que utiliza, al decir que “…las obligaciones y derechos existentes entre el
deudor y sus acreedores con anterioridad a éste (al acuerdo cuya impugnación se acogió) se
regirán por sus respectivas convenciones.” (Art. 89 inciso final).
La copia del acta de la junta de acreedores en que consta la aprobación del acuerdo
y su texto íntegro, junto a la copia de la resolución judicial que lo aprueba y su certificado
de ejecutoria, autorizados por un ministro de fe o protocolizado ante notario es título
ejecutivo para todos los efectos legales.
El acuerdo aprobado obliga al deudor y a todos los acreedores de cada clase o
categoría de éste, hayan o no concurrido a la junta que lo acuerde. Aprobado el acuerdo, se
puede proceder a la cancelación de anotaciones e inscripciones efectuadas en los CBR, que
habían sido dispuestas conforme al N° 7 del Art. 57.

Rechazo del Acuerdo.


Si la propuesta es rechazada, el tribunal dictará la resolución de liquidación, de
oficio y sin más trámite, en la misma junta de acreedores que conoció del mismo.
Excepcionalmente, si la junta lo permite mediante acuerdo, el deudor deberá a través del
veedor publicar una nueva propuesta de acuerdo en el boletín concursal y acompañarla al
tribunal 10 días antes de la nueva junta de acreedores fijada para pronunciarse a su
respecto. El deudor conserva la protección financiera hasta esa nueva fecha.
Si el deudor no presenta la nueva propuesta, el tribunal dictará de oficio y sin más
trámite la resolución de liquidación.

Nulidad del Acuerdo.


La causal específica es la ocultación o exageración del activo o del pasivo. De ella
deberá haberse tomado conocimiento después de haber vencido el plazo de impugnación.
Puede ser opuesta por cualquier interesado dentro del plazo de un año contado desde la
fecha en que aquél comenzó a regir.

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La declaración de nulidad extingue de pleno derecho las cauciones que lo
garantizaban.

Acción de Incumplimiento.
El acuerdo puede declararse incumplido a solicitud de cualquiera de los acreedores a
los que le afecte por:
1.- Inobservancia de sus estipulaciones.
2.- Por agravamiento del mal estado de los negocios del deudor de forma que haga
temer un perjuicio para dichos acreedores.
Si la acción se deduce solo por la inobservancia del acuerdo respecto de una clase o
categoría del acuerdo, el deudor puede enervar la acción cumpliendo dentro del plazo de 60
días contados desde la notificación de la acción. Esta facultad puede ejercerse solo una vez
para cada clase o categoría.
(Sin perjuicio de ello, resultan ambiguas las palabras de la ley, pues al hablar de una
“clase o categoría del acuerdo” parece haber querido referirse a una “clase o categoría de
acreedores”)
La acción de incumplimiento prescribe en el plazo de un año contado desde que se
produjo el incumplimiento.
Efectos de la declaración de incumplimiento: Deja sin efecto el acuerdo, pero no
extingue las cauciones que hubieren garantizado su ejecución total o parcial.

Procedimiento aplicable a la acción de nulidad y a la acción de


incumplimiento:
Se aplican las normas del juicio sumario, contenidas en el Título XI, Libro III del
Código de Procedimiento Civil, Arts. 680 y ss.
Es competente para conocer de ello el mismo tribunal ante el cual se tramitó el
acuerdo.
La resolución que acoja la acción de nulidad o incumplimiento es apelable en ambos
efectos, pero el deudor queda inmediatamente sujeto a la intervención de un veedor, con las
facultades de interventor de los Nros. 1, 7, 8 y 9 del Art. 25.
La declaración de nulidad o incumplimiento, al igual que en el caso de la acción de
impugnación que vimos más arriba, no tiene efecto retroactivo y no afecta la validez de los
actos o contratos celebrados en el tiempo intermedio.
La declaración de nulidad o incumplimiento determina el inicio del procedimiento
concursal de liquidación del deudor. La resolución de liquidación, una vez firme la que
declaró la nulidad o el incumplimiento, debe ser dictada de oficio y sin más trámite por el
mismo tribunal. Por esta razón, en la demanda de nulidad o de incumplimiento, el actor
debe proponer a un liquidador titular y a un suplente. Si se interpone más de una demanda,
el tribunal deberá estar a la primera demanda que se acoja (entendemos, la primera
demanda acogida cuya resolución quede firme y ejecutoriada).

22
El Acuerdo de Reorganización Extrajudicial o Simplificado (Arts. 102 a 114).
En subsidio le son aplicables las normas contenidas en los títulos 1 y 2 del Capítulo
IV, en lo relativo a los acuerdos por clases o categorías de acreedores, determinación del
pasivo, propuestas alternativas, diferencias entre acreedores de igual clase o categoría,
condonación o remisión de créditos, constitución de garantías, cláusulas de arbitraje,
nombramiento del interventor y designación de la comisión de acreedores.
En este caso, a diferencia del anterior, la empresa deudora celebra el acuerdo con
sus acreedores en privado y luego somete su aprobación al tribunal. En tal caso, es
competente para conocer de esta petición el mismo tribunal que lo habría sido para conocer
de un procedimiento concursal de reorganización judicial.
El acuerdo debe ser otorgado ante un ministro de fe o ante un ministro de fe de la
SIR, quien debe certificar la personería de los representantes que concurran al otorgamiento
del instrumento, cuyas copias autorizadas deben agregarse al acuerdo respectivo.
Ateniéndonos a los términos empleados por el legislador, debemos entender que en el caso
del acuerdo otorgado ante un ministro de fe, debería tratarse necesariamente de una
escritura pública -de ahí la expresión “otorgar”-, pues la mera autorización de firmas de un
instrumento privado o su simple agregación al protocolo del notario no satisfacen la
exigencia legal y, por tanto, el tribunal no podría aprobarlo.
El acuerdo puede versar sobre cualquier objeto tendiente a reestructurar los activos
y pasivos del deudor.
Para su aprobación debe ser presentado acompañado de los antecedentes indicados
en el Art. 56 y de un informe de un veedor elegido por el deudor y sus dos principales
acreedores que califique fundadamente los aspectos indicados en el Art. 107.
Con la sola presentación de la solicitud y hasta la dictación de la resolución que
aprueba el acuerdo, el tribunal debe disponer:
1.- La prohibición de solicitar la liquidación forzosa del deudor y de iniciarse en su
contra juicios ejecutivos, ejecuciones de cualquier clase o restitución en los juicios de
arrendamiento. Se exceptúan los juicios laborales en los términos indicados en el Art. 108
letra a).
2.- La suspensión de la tramitación de los procedimientos señalados anteriormente
que ya estuvieren iniciados, junto con la suspensión de la prescripción extintiva de los
mismos.
3.- La prohibición al deudor de gravar o enajenar sus bienes, salvo los que resulten
estrictamente necesarios para la continuación de su giro.

Quórum: El deudor debe presentar la solicitud suscrita por dos o más acreedores
que representen al menos tres cuartas partes del total de su pasivo, correspondiente a su
respectiva clase o categoría. Se excluyen de estos acuerdos las personas relacionadas con el
deudor. Junto con ello, debe entregar copia de estos antecedentes al veedor, quien los
publicará en el boletín concursal y los remitirá a los acreedores por correo electrónico, si lo
tuvieren.
23
Impugnación.
El acuerdo simplificado puede ser impugnado por los acreedores disidentes y por
aquellos que demuestren haber sido omitidos de los antecedentes previstos en el Art. 107 y
debe fundarse en alguna de las causales del Art. 85. Debe presentarse ante el mismo
tribunal dentro del plazo de 10 días siguientes a la publicación del acuerdo. Se tramitan
como incidentes y se fallan en una audiencia única.

Aprobación judicial.
Dentro de los diez días siguientes a la publicación del acuerdo en el boletín
concursal, el tribunal podrá citar a todos los acreedores a quienes les afecte el acuerdo, para
su aceptación ante el tribunal, la audiencia deberá contar con el quórum del Art. 109.
En este caso, las palabras de la ley otra vez inducen a error, pues habla de “podrá
citar”. De aquí que se pueda concluir que esta citación tiene un carácter discrecional para el
tribunal, quien en consideración a la naturaleza del mismo, montos involucrados u otras
razones, podría teóricamente aprobar el acuerdo sin disponer la citación de los acreedores
afectados. Ello se confirma con lo que dice el inciso segundo “…o vencido el plazo
señalado (…) sin que el tribunal hubiere citado…”
En todo caso, una vez expirado el plazo para impugnar, o desechadas por sentencia
firme las que se hubieren deducido, el tribunal dictará la resolución que aprueba el acuerdo,
la que deberá ser publicada por el veedor en el boletín concursal.
Efectos: Produce los mismos efectos que el acuerdo judicial, previstos en el Párrafo
4 del Título 2 del Capítulo IV.
En cuanto a la acción de nulidad y la de incumplimiento, se aplican las mismas
reglas previstas por la ley para el acuerdo judicial.

EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL DE LIQUIDACIÓN.


LEY 20.720

Este procedimiento está contenido en la Ley 20.720, Capítulo IV, Arts. 115 a 259.
Distinguimos el Procedimiento Concursal propiamente tal, dentro del cual, a su vez,
subdistinguimos la Liquidación Voluntaria y la Liquidación Forzosa.

La Liquidación Voluntaria.
La empresa deudora puede solicitar ante el juzgado de letras competente su
liquidación voluntaria acompañando los antecedentes indicados en el Art. 115. Si se trata
de una persona jurídica, tales documentos deben ser firmados por sus representantes
legales.
Recibida la solicitud, el tribunal la revisará y si acompaña todos los antecedentes
requeridos, procederá dentro de tercero día conforme a lo dispuesto en los Arts. 37 y 129.
24
En este caso, no obstante, es llamativo el hecho de que la ley no exige del solicitante
la invocación de ninguna causal, en otras palabras, bastaría con que el deudor solicite su
liquidación voluntaria y acompañe los documentos indicados en la ley para que el tribunal
acoja la solicitud y de inicio al procedimiento.

La Liquidación Forzosa.
El Art. 117 establece las causales de la quiebra forzosa. Son las siguientes:
1.- Si la empresa deudora cesa en el pago de una obligación que conste en título
ejecutivo con el acreedor solicitante. Esta causa no podrá invocarse para solicitar el inicio
del Procedimiento Concursal de Liquidación respecto de los fiadores, codeudores solidarios
o subsidiarios, o avalistas de la empresa deudora que ha cesado en el pago de las
obligaciones garantizadas por éstos.
2.- Si existieren en contra de la empresa deudora dos o más títulos ejecutivos
vencidos, provenientes de obligaciones diversas, encontrándose iniciadas a lo menos dos
ejecuciones, y no hubiere presentado bienes suficientes para responder a la prestación que
adeude y a sus costas, dentro de los cuatro días siguientes a los respectivos requerimientos.
3.- Cuando la empresa deudora o sus administradores no sean habidos, y hayan
dejado cerradas sus oficinas o establecimientos sin haber nombrado mandatario con
facultades suficientes para dar cumplimiento a sus obligaciones y contestar nuevas
demandas. En este caso, el demandante podrá invocar como crédito incluso aquel que se
encuentre sujeto a un plazo o a una condición suspensiva.

Requisitos de la demanda (Art. 118):


Debe presentarse ante el tribunal competente, indicando la causal invocada y sus
hechos justificativos y acompañará los siguientes antecedentes:
1.- Los documentos o antecedentes escritos que acreditan la causal invocada.
2.- Un vale vista o boleta bancaria de garantía expedida a la orden del tribunal por
una suma equivalente a 100 unidades de fomento para subvenir los gastos iniciales del
Procedimiento Concursal de Liquidación.
En caso de que se dicte la resolución de liquidación, dicha suma será considerada
como un crédito del acreedor solicitante, y gozará de la preferencia establecida en el
número 4 del artículo 2472 del Código Civil.
3.- El acreedor peticionario podrá designar a un veedor vigente de la nómina de
veedores, que asumirá en caso de que el deudor se oponga a la liquidación forzosa. Dicho
veedor supervigilará las actividades del deudor mientras dure la tramitación del juicio de
oposición y tendrá las facultades de interventor del Art. 25. (Esto es interesante porque el
mentado Art. 25 enumera una serie de facultades de que goza el veedor, pero no dice que
sean facultades de interventor).
El veedor está facultado para solicitar las medidas cautelares que estime necesarias,
con cargo del acreedor peticionario, para garantizar la mantención del activo de la empresa
deudora.
25
4.- El nombre de los liquidadores titular y suplente, para el caso de que la empresa
deudora no compareciere o no efectuare actuación alguna por escrito en la audiencia inicial
del Art. 120.

IMPORTANTE: El liquidador o veedor que hubiera ejercido como tal en algún


procedimiento concursal, no podrá asumir en otro procedimiento respecto de un mismo
deudor.
Presentada la demanda, el tribunal examinará en el plazo de tres días el
cumplimiento de estos requisitos. En caso de que los considere cumplidos, la tendrá por
presentada, ordenará publicarla en el Boletín Concursal y citará a las partes a una audiencia
que tendrá lugar al quinto día contado desde la notificación personal de la empresa deudora
o la realizada conforme al Art. 44 del Código de Procedimiento Civil, aun cuando no se
encuentre en el lugar del juicio.
En caso de que el tribunal considere que los requisitos no se han cumplido, ordenará
al demandante la corrección pertinente y fijará un plazo de tres días para la subsanación,
bajo apercibimiento de tener por no presentada la demanda.

Audiencia Inicial.
Se desarrolla de la forma que sigue:
1.- El tribunal informa a la empresa deudora sobre la demanda presentada en su
contra y de los efectos de un eventual procedimiento concursal de liquidación.
2.- La empresa deudora propone por escrito o verbalmente algunas de las
actuaciones siguientes (Art. 120): a) Consignar fondos suficientes para el pago del crédito
demandado y las costas correspondientes, b) Allanarse por escrito o verbalmente a la
demanda, dictando el tribunal la Resolución de Liquidación, c) Acogerse expresamente al
Procedimiento Concursal de Reorganización del Capítulo III, ó d) Oponerse a la demanda,
fundado en alguna de las causales del Art. 464 del CPC.
3.- Si el deudor no comparece, o compareciendo no realiza ninguna de las
actuaciones indicadas, el tribunal dictará la Resolución de Liquidación y nombrará a los
liquidadores titular y suplente propuestos por el acreedor.
De todo lo obrado se levantará acta.

El juicio de Oposición.
La empresa deudora que se ha opuesto a la liquidación debe presentar un escrito que
cumpla con los siguientes requisitos (Art. 121):
1.- Señalar las excepciones opuestas y defensas invocadas, así como sus
fundamentos de hecho y de derecho;
2.- Ofrecer todos los medios de prueba de que pretenda valerse, de conformidad a lo
previsto en el Art. 122, y
3.- Acompañar toda la prueba documental pertinente.
26
Requisitos de las pruebas ofrecidas por la empresa deudora en el juicio de oposición
(Art. 122):
1.- Prueba testimonial: En el escrito de oposición debe incluirse la individualización
completa de los testigos que depondrán, así como las razones que justifican su
comparecencia.
2.- Prueba confesional: Debe acompañarse al escrito el pliego de posiciones. Si el
acreedor solicitante –cuya confesión se pide- es una persona jurídica, puede comparecer en
su representación para esta diligencia cualquier persona habilitada, siempre que exhiba en
el día en que la diligencia debe llevarse a efecto, la respectiva delegación, otorgada por
escritura pública y en la que conste expresamente la facultad de absolver posiciones a
nombre del mandante.
3.- Prueba pericial: Se aplican las reglas de los Arts. 409, 410 y 411 del CPC. La
empresa deudora deberá exponer las razones que justifican la diligencia.
4.- Prueba documental: Los documentos solo pueden acompañarse junto al escrito
de oposición, salvo que la parte que los presente acredite que se trata de antecedentes que
han surgido después de la audiencia inicial o que, siendo anteriores, no pudieron
acompañarse oportunamente por razones independientes de su voluntad, lo que el tribunal
resolverá de plano.

Una vez que el tribunal ha tenido por presentada la oposición de la empresa


deudora, debe emitir los siguientes pronunciamientos:
1.- Si existen hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, recibirá la causa a
prueba y fijará los puntos sobre los cuales ésta deberá recaer. Esta resolución es
impugnable mediante el recurso de reposición dentro de tercero día.
2.- Recibida la causa a prueba, debe:
I.- Pronunciarse sobre la admisibilidad y pertinencia de la prueba ofrecida.
II.- En el caso de la prueba pericial, debe definir la calidad del perito y los puntos
sobre los cuales deberá pronunciarse, instando a las partes para que acuerden su nombre. En
caso de desacuerdo, lo designará el tribunal en ese mismo acto y se fijará un plazo de siete
días para que el perito evacúe su informe. (Nos parece inverosímil este plazo. La
complejidad de las materias sobre las cuales podría tener que pronunciarse el perito hace
inviable este medio de prueba).
III.- El tribunal debe conceder al acreedor demandante, contra cuya demanda se ha
deducido oposición, la posibilidad de ofrecer prueba, la que debe ser singularizada y
acompañada al día siguiente. La resolución del tribunal que se pronuncie sobre la
admisibilidad y pertinencia de las pruebas del acreedor deberá ser pronunciada antes de la
audiencia de prueba. Contra esta resolución la empresa deudora puede interponer
reposición en los términos del Art. 125.

27
3.- El tribunal citará a las partes a una Audiencia de Prueba, la que deberá tener
lugar al quinto día siguiente, debiendo indicar la fecha y la hora de celebración. Las partes
se entienden notificadas en ese mismo acto.

En contra de las resoluciones del tribunal señaladas solo procede reposición verbal,
la que deberá ser resuelta en la misma audiencia inicial.

La Audiencia de Prueba.
Es importante destacar que esta audiencia solo tiene por objeto recibir la prueba
confesional y la testimonial, principiando por la ofrecida por la empresa deudora.
Sólo pueden declarar hasta dos testigos por cada parte y por cada hecho
controvertido.
Una vez que termina la recepción de la prueba, las partes pueden formular verbal y
brevemente las observaciones que estimen pertinentes.
La audiencia concluye con la suscripción de un acta. Con ello tanto las asistentes
como las inasistentes se entenderán citadas y notificadas para la Audiencia de Fallo, que
deberá tener lugar al décimo día contado desde el término de la Audiencia de Prueba.
La valoración de la prueba debe hacerse por el tribunal conforme a las reglas de la
sana crítica.

Audiencia de Fallo.
En dicha audiencia se dictará la sentencia definitiva. La expresión usada por el
legislador da a entender que no es solamente una audiencia de “lectura de sentencia”, como
ocurre en otras jurisdicciones, donde las partes podrían ahorrar este trámite en muchas
ocasiones tedioso al tribunal y pedir que se les entregue directamente una copia del fallo.
En el caso en estudio, en cambio, pareciera ser que lo que se pretende es que el tribunal
dicte en la misma audiencia su fallo, lo que lo convierte en un trámite obligatorio. De todos
modos, la ley dispone que a las partes se les entregue una copia autorizada. La parte
inasistente se entiende notificada de pleno derecho, con el sólo mérito de la celebración de
la audiencia.

Sentencia Definitiva (Art. 128).


La sentencia que acoja la oposición de la empresa deudora debe cumplir con los
requisitos del Art. 170 del CPC y con ocasión de ella cesará en sus funciones el veedor.
Contra esta sentencia procede solo el recurso de apelación, el que se concede en ambos
efectos y gozará de preferencia extraordinaria para su inclusión en la tabla y para su vista y
fallo. Contra el fallo de segunda instancia no procederá recurso alguno, ordinario o
extraordinario. En tal caso la empresa deudora podrá demandar indemnización de perjuicios
al demandante, a su representante legal, o al administrador solicitante, si probare que
procedió culpable o dolosamente.

28
La sentencia definitiva que rechace la oposición ordenará su liquidación en los
términos del Art. 129 y una vez notificada el veedor cesará en su cargo.

La Resolución de Liquidación (Art. 129).


Debe contener los requisitos de los Arts. 169 y 170 del CPC. Además debe:
1.- En caso de ser procedente, las consideraciones de hecho o de derecho que sirven
de fundamento para el rechazo de las excepciones opuestas por la empresa deudora.
2.- La determinación de si el deudor es una empresa deudora, individualizándola.
3.- La designación de un liquidador titular y de uno suplente, ambos en carácter de
provisionales de acuerdo a lo establecido en el Art. 37 de esta ley, y la orden al liquidador
para que incaute todos los bienes de la empresa deudora, sus libro y documentos bajo
inventario, y de que se le preste para este objeto, el auxilio de la fuerza pública, con la
exhibición de la copia autorizada de la Resolución de Liquidación.
4.- La orden para que las oficinas de correos entreguen al liquidador la
correspondencia cuyo destinatario sea el deudor.
5.- La orden de acumular al Procedimiento Concursal de Liquidación todos los
juicios pendientes contra el deudor que puedan afectar sus bienes, seguidos ante otros
tribunales de cualquier jurisdicción, salvo las excepciones legales.
6.- La advertencia al público que no pague ni entregue mercaderías al deudor, bajo
pena de nulidad de los pagos y entregas, y la orden a las personas que tengan bienes o
documentos pertenecientes al deudor para que los pongan dentro de tercero día, a
disposición del liquidador.
7.- La orden de informar a todos los acreedores residentes en el territorio de la
República que tienen el plazo de treinta días contado desde la fecha de la publicación de la
Resolución de Liquidación, para que se presenten con los documentos justificativos de sus
créditos bajo apercibimiento de ser afectados por los resultados del juicio sin nueva
citación.
8.- La orden de notificar, por el medio más expedito posible, la Resolución de
Liquidación a los acreedores que se hallen fuera del territorio de la República.
9.- La orden de inscribir la Resolución de Liquidación en los conservadores de
bienes raíces correspondientes a cada uno de los inmuebles pertenecientes a la empresa
deudora, y de anotarla al margen de la inscripción social de la empresa deudora en el
Registro de Comercio, si fuere procedente.
10.- La indicación precisa del lugar, día y hora en que se celebrará la primera Junta
de Acreedores.
La Resolución de Liquidación se notificará a la empresa deudora, a los acreedores y
a terceros por medio de su publicación en el Boletín Concursal y contra ella procederá
únicamente el recurso de apelación, el que se concederá en el solo efecto devolutivo y
gozará de preferencia para su agregación extraordinaria a la tabla, y no procederá recurso
alguno, sea ordinario o extraordinario.

29
Efectos de la Resolución de Liquidación (Art. 130).
Desde la dictación de esta resolución se producen los siguientes efectos entre la
empresa deudora y sus bienes:
1.- La empresa deudora quedará inhibida de pleno derecho de la administración de
todos sus bienes presentes, excluidos aquellos declarados inembargables por la ley.
2.- No perderá el dominio sobre sus bienes, sino sólo la facultad de disposición
sobre ellos y sobre sus frutos.
3.- No podrá comparecer en juicio como demandante ni como demandado, pero si
podrá actuar como coadyuvante.
4.- Podrá interponer por sí todas las acciones que se refieran exclusivamente a su
persona y que tengan por objeto derechos inherentes a ella.
5.- En caso de negligencia del liquidador, puede pedir medidas conservativas al
tribunal.

La resolución de Liquidación fija irrevocablemente los derechos de todos los


acreedores en el estado que tenían al día de su pronunciamiento, salvo las excepciones
legales. De igual modo, se suspende el derecho de los acreedores para ejecutar
individualmente a la empresa deudora. Sin perjuicio de ello, los acreedores hipotecarios y
prendarios pueden deducir o continuar sus acciones en los bienes gravados con hipoteca o
prenda, sin perjuicio de la posibilidad de realizarlos en el Procedimiento Concursal de
Liquidación. En otras palabras, este tipo de acreedores no queda impedido de iniciar o
continuar con la ejecución de los bienes del deudor que garanticen sus créditos, pero para
percibir, es decir, para obtener el pago de esos mismos créditos garantizados por hipoteca o
prenda, deberán garantizar previamente el pago de los créditos de primera clase que hayan
sido verificados ordinariamente (entonces se excluyen los verificados extraordinariamente)
o antes de la fecha de liquidación de estos mismos bienes, por los montos que en definitiva
resulten reconocidos.
Es importante destacar también que una vez dictada la Resolución de Liquidación,
todas las obligaciones dinerarias se entienden vencidas y actualmente exigibles respecto del
deudor, este efecto permite que todos sus acreedores, aún aquellos titulares de créditos no
exigibles al día de la dictación de la Resolución de Liquidación, puedan luego de su
dictación verificar sus créditos en este procedimiento concursal.

Acumulación de juicios.
Todos los juicios civiles pendientes contra el deudor ante otros tribunales se
acumularán al procedimiento concursal de liquidación. Los que se inicien con posterioridad
a la notificación de la Resolución de Liquidación se promoverán ante el tribunal que esté
conociendo del procedimiento.
Excepciones: Art. 143.
La ley contempla en los Arts. 144 y 145 normas especiales para los juicios
ejecutivos sobre obligaciones de dar y de hacer.
30
Medidas Cautelares.
La regla general es que las medidas cautelares decretadas en otros juicios contra el
deudor quedan sin efecto desde que se dicta la Resolución de Liquidación (Art. 148). En
caso de acumulación de juicios, sólo el liquidador puede solicitar el alzamiento respectivo
ante el tribunal que decretó la medida.
En sede criminal, las medidas cautelares concedidas por ilícitos contemplados en el
Título IX del Libro Segundo del Código Penal que afecten a bienes del deudor, quedan sin
efecto tan pronto el liquidador comunique por escrito al juzgado de garantía que
corresponda que se ha pronunciado la Resolución de Liquidación.

Normas en materia de reivindicación.


La regla general es que las acciones reivindicatorias proceden en conformidad a las
reglas generales.
La ley, sin embargo, incorpora normas especiales en los Arts. 151 (Reivindicación
de efectos de comercio), 152 (Reivindicación de mercaderías), 153 (Derecho legal de
retención del deudor), 154 (Resolución de la compraventa), y 155 y ss. (Mercaderías en
Tránsito).

Razón social de la empresa deudora.


La empresa deudora sujeta a un procedimiento concursal de liquidación debe ser
complementado con la frase final “en Procedimiento Concursal de Liquidación”, y su uso
deberá ser precedido por la firma del liquidador y demás habilitados. En caso de omisión
de esta norma, el liquidador como quien hubiere ejecutado el acto o celebrado el contrato
quedarán solidariamente responsables de los perjuicios que con ello causen.

Incautación e Inventario de Bienes.


Una vez que ha asumido oficialmente el cargo, en presencia del secretario del
tribunal o de otro ministro de fe designado por el propio tribunal, el liquidador debe:
1.- Adoptar de inmediato las medidas conservativas necesarias para proteger y
custodiar los bienes del deudor, si estima que peligran o corren riesgo donde se encuentran.
2.- Practicar la diligencia de incautación y confección del inventario de los bienes
del deudor.
El acta de incautación e inventario que se levante debe ser agregada al expediente
por el liquidador, y publicarse en el Boletín Concursal a más tardar el quinto día contado
desde la última diligencia practicada. Misma regla se aplica en el caso de incautaciones
posteriores. La diligencia de incautación y confección de inventario puede ser ejecutada por
el liquidador con la asesoría de un especialista en el giro del deudor, cuyos honorarios serán
considerados gastos de administración del procedimiento concursal de liquidación.
También puede ser acompañado en estas diligencias por sus dependientes o asesores de
confianza, cuyos honorarios serán de cargo exclusivo del liquidador.
31
No debe olvidarse que para el cumplimiento de esta tarea, la ley impone al deudor el
deber de colaboración para con el liquidador.

Determinación del Pasivo.


La determinación del pasivo se cumple esencialmente a través de la verificación de
créditos que hacen los acreedores. Esta verificación puede ser de dos maneras: Ordinaria y
Extraordinaria.

La Verificación Ordinaria.
Debe hacerse dentro del plazo de 30 días contados desde la notificación de la
Resolución de Liquidación. Junto a la presentación que hagan los acreedores, deben alegar
las preferencias de que gocen sus créditos y presentar los títulos justificativos de los
mismos. En la misma oportunidad deben señalar una dirección válida de correo electrónico
para recibir las notificaciones que fueren pertinentes. Vencido este plazo de 30 días, dentro
de los dos días siguientes, el liquidador publicará en el Boletín Concursal todas las
verificaciones presentadas.
La ley contempla una norma especial para los acreedores prestadores de servicios de
utilidad pública (luz, agua potable, gas, etc.) (Art. 171), quienes deben verificar los créditos
correspondientes a suministros anteriores a la Resolución de Liquidación y no podrán, con
posterioridad a ella, suspender tales servicios, salvo autorización del tribunal, previa
audiencia del liquidador. Los créditos de este tipo que se suministren con posterioridad a la
notificación de la Resolución de Liquidación se considerarán incluidos en el N° 4 del Art.
2472 del Código Civil.
El período de verificación ordinario de créditos se entiende cerrado de pleno
derecho por el solo cumplimiento del plazo. El liquidador debe publicar este cierre en el
Boletín Concursal dentro de los dos días siguientes al término, en la misma oportunidad
debe publicar el listado de todos los créditos verificados, sus montos y preferencias
alegadas.
Posteriormente, el liquidador debe avocarse al estudio de los créditos verificados.
En caso de que estime que alguno de ellos o la preferencia alegada no están justificados,
deberá deducir la objeción que corresponda conforme al procedimiento del Art. 174.

Objeción de Créditos (Art. 174).


Pueden objetar un crédito verificado los demás acreedores, el liquidador y el
deudor, dentro del plazo de diez días contados desde el vencimiento del período ordinario
de verificación. La objeción puede versar sobre la existencia del crédito, su monto o la
preferencia invocada.
La objeción debe presentarse ante el tribunal que conoce del procedimiento.
Si transcurre este lapso de diez días sin que se haya deducido objeción contra un
crédito, éste se entiende reconocido.

32
El liquidador debe publicar dentro de los tres días siguientes al vencimiento del
plazo para objetar, la nómina de créditos reconocidos y objetados, cuya copia acompañará
al expediente.
Presentada una objeción contra un crédito, corresponde al liquidador adoptar las
medidas necesarias para que “se obtenga el debido ajuste entre los acreedores o entre éstos
y el deudor, y se subsanen las objeciones” (Art. 175). Esta expresión resulta confusa: ¿Qué
debe hacer en realidad el liquidador? Pareciera ser que la intención del legislador es la de
que actúe realizando una especia de “mediación” entre las partes. Nos parece que esta
interpretación, sin embargo, está alejada de toda lógica, pues la materia sobre la que versa
la objeción resulta altamente técnica y cualquier acto de conciliación aparece debilitado,
casi fuera de lugar. No debe olvidarse, por lo demás, que el derecho comercial –
especialmente en lo que se refiere a títulos de crédito- está plagado de instituciones que
privilegian la forma y la formalidad del acto antes que el contenido.
Por ello es muy probable que tenga más aplicación la segunda parte de la regla
fijada por el Art. 175: Si no se subsanan las objeciones deducidas –por la mediación del
liquidador- los créditos objetados se considerarán impugnados y el liquidador debe
acumularlos y emitir un informe acerca de si existen o no fundamentos plausibles para ser
considerados por el tribunal. El liquidador debe acompañar la nómina de créditos
impugnados conjuntamente con su informe al tribunal y deberá asimismo publicarla en el
Boletín Concursal dentro del plazo de diez días siguientes a la expiración del plazo para
objetar. Una vez agregada al proceso esta nómina, el tribunal debe citar a una audiencia
única y verbal para el fallo de las respectivas impugnaciones, dentro de diez días contados
desde la notificación de la resolución que tiene por acompañada la nómina de créditos
impugnado. A esa audiencia pueden concurrir los impugnantes, el deudor, el liquidador y
los acreedores impugnados. La resolución que falle la impugnación ordenará la
incorporación o modificación de los créditos en la nómina de créditos reconocidos, cuando
corresponda, la que deberá publicarse en el Boletín Concursal dentro de los dos días
siguientes a la fecha en que se dicte la resolución.
La resolución que resuelva las impugnaciones es apelable en el sólo efecto
devolutivo, gozando de preferencia para su inclusión a la tabla y para su vista y fallo.

La Verificación Extraordinaria.
Esta puede llevarse a cabo en cualquier momento, mientras no esté firme y
ejecutoriada la cuenta final de administración del liquidador. La diferencia con la
verificación ordinaria es que estos créditos verificados posteriormente solo serán
considerados en los repartos futuros, de modo tal que todo lo obrado con anterioridad, aún
cuando les perjudique, queda afirme.
Estos créditos verificados extraordinariamente pueden ser objetados o impugnados
conforme al procedimiento de los artículos 174 y 175 establecido para la verificación
ordinaria. El plazo de diez días se cuenta en este caso a partir de la notificación de su
verificación en el Boletín Concursal.
33
Las Juntas de Acreedores.
Los acreedores adoptan sus acuerdos en las denominadas Juntas de Acreedores.
Distinguimos:
1.- Junta Constitutiva,
2.- Juntas Ordinarias, y
3.- Juntas Extraordinarias.

Reglas Comunes:
I.- Toda junta de acreedores se entiende legalmente constituida para sesionar si
cuenta con la concurrencia, al menos, de uno o más acreedores que representen al menos el
25% del pasivo con derecho a voto, a menos que la ley señale expresamente un quórum
distinto.
Los acuerdos se adoptan con quorum simple, salvo que la ley establezca un quórum
diferente.

II.-Las juntas son públicas. El liquidador puede disponer que, por razones de
seguridad y previa autorización judicial, se celebren sesiones con presencia limitada de
público.

III.- En las juntas tienen derecho a voz: 1) Todos los acreedores que hayan
verificado sus créditos, tengan o no derecho a voto; 2) El liquidador; 3) El deudor; 4) El
Superintendente de IR o quien éste designe.

IV.- Tienen derecho a voto los acreedores cuyos créditos estén reconocidos y
aquellos a los que se les haya concedido el derecho a votar en la denominada “Audiencia de
Determinación del Derecho a Voto”.

V.- Otras normas: 1) Los acreedores asistentes deben suscribir la correspondiente


nómina de asistencia que al efecto proporcione el liquidador. 2) De todo lo obrado en la
junta se levanta un acta que será publicada al día siguiente por el liquidador en el Boletín
Concursal. 3) En caso de que no se celebre una junta por falta de quórum, el liquidador
debe certificar esta circunstancia y publicar dicha certificación en el Boletín Concursal. 4)
En el Art. 186 se contemplan, además, normas relativa a la suspensión y reanudación de las
juntas. 5) En el Art. 187 se contemplan normas sobre el mandato para asistir a las juntas. La
ley prohíbe otorgar mandato para asistir a juntas de acreedores a más de una persona, salvo
para el caso de su reemplazo, pero un mismo mandatario puede serlo de uno o más
acreedores.

Audiencia de Determinación del Derecho a Voto.

34
En esta audiencia el tribunal debe determinar el derecho a voto respecto de los
acreedores que han verificado sus créditos en el procedimiento concursal, pero que no están
actualmente reconocidos. Esta audiencia debe celebrarse el día inmediatamente anterior a la
próxima junta de acreedores, ante el tribunal y en presencia del secretario, a la que debe
asistir el liquidador, y pueden hacerlo también, si lo desean, el deudor y los acreedores. La
audiencia se celebra a las 15:00 horas. Este horario puede ser modificado por el tribunal de
oficio o a petición de parte, y comienza con la entrega de un informe escrito del liquidador
al tribunal acerca de la verosimilitud de la existencia y monto reclamado de los créditos no
reconocidos. El tribunal debe oír a los acreedores que lo soliciten verbalmente, incluyendo
aquellos cuyos créditos están objetados. Luego, el tribunal, en única instancia, con los
antecedentes aportados, apreciados conforme a las reglas de la sana crítica, deberá dictar
una resolución definiendo los créditos no reconocidos a los que se les reconocerá derecho a
voto. Contra esta resolución sólo procede reposición, la que deberá ser interpuesta y
resuelta en la misma audiencia. El acta que se levante deberá indicar los acreedores y el
monto concreto por el que gozará cada uno del derecho a voto.
Este reconocimiento solo produce efectos para la junta de acreedores que ha
motivado esta Audiencia de Determinación, en otras palabras, no tiene autoridad de cosa
juzgada, y por tanto el liquidador y los acreedores pueden posteriormente objetar o
impugnar el crédito y sus preferencias de acuerdo a la ley, cuando exista mérito para ello, y
el propio tribunal, en una nueva Audiencia de Determinación que tenga lugar con vistas a
una futura junta de acreedores, podría modificar o revocar su propia decisión.
A la Audiencia de Determinación debe asistir el liquidador PERSONALMENTE,
cuando ella tiene lugar previo a la Junta Constitutiva y a la primera Junta Ordinaria de
Acreedores. A las restantes podrá comparecer mediante apoderado.

Excepciones al derecho a voto.


1.- No gozan de este derecho ni se consideran en el cálculo del quórum las personas
relacionadas.
2.- Los acreedores no tendrán derecho a voto por los créditos pagados, es decir,
aquellos que ya hubieren sido solucionados a causa de un reparto, de un pago
administrativo o por cualquier otra forma. Incluso si el crédito ha sido pagado por un
tercero. Si el pago es parcial, el acreedor solo tiene derecho a voto por el saldo insoluto.

Prohibición de Fraccionar los Créditos.


La ley prohíbe fraccionar los créditos después de dictada la Resolución de
Liquidación y conferir mandato por una parte o fracción de un crédito. Quien contravenga
lo anterior y quienes lo representen en estas porciones o fracciones del crédito, pierden el
derecho a asistir a las juntas de acreedores. Todos los que hagan valer porciones de un
crédito fraccionado dentro de los treinta días anteriores al pronunciamiento de la
Resolución de Liquidación se cuentan como una sola persona y emiten un solo voto,
procediéndose como si se tratase de una comunidad, es decir, este crédito debe ser
35
representado sólo por uno de los comuneros. Si no se acuerda la designación del
representante, cualquiera de ellos puede solicitar al tribunal que haga la designación.
Sin perjuicio de lo anterior, cuando se trate de un crédito dividido como
consecuencia de la liquidación de una sociedad, o de la partición de una comunidad que no
esté exclusivamente formada por el crédito que se pretende fraccionar, las limitaciones
indicadas anteriormente no son aplicables, en consecuencia, si es posible efectuar el
fraccionamiento.

La Junta Constitutiva.
Es la primera junta de acreedores que se celebra una vez iniciado el procedimiento
concursal de liquidación. Tiene lugar al trigésimo segundo (32) día contado desde la
publicación en el Boletín Concursal de la Resolución de Liquidación y se realiza en las
dependencias del tribunal o en el lugar específico que éste designe, a la hora que se fije en
la misma resolución.
Si la junta constitutiva no se lleva a efecto por falta de quórum, ésta deberá
efectuarse el segundo día, a la misma hora y en el mismo lugar. Los acreedores se
entienden legalmente notificados de la segunda citación con la sola certificación de la
nueva fecha fijada que el secretario del tribunal debe estampar en el acta de la junta
constitutiva fallida. Para que la Junta Constitutiva pueda sesionar en segunda citación no
existe quórum, y se llevará a cabo con los acreedores que asistan. En este caso las
decisiones se adoptan por mayoría simple, salvo excepción legal.
Podría ocurrir, sin embargo, que a la segunda citación no asista ningún acreedor con
derecho a voto. En tal caso, previa certificación del secretario del tribunal, se producen los
siguientes efectos:
1.- Los liquidadores titular y suplente provisionales se entenderán ratificados de
pleno derecho en sus cargos, asumiendo ambos la calidad de definitivos.
2.- El liquidador deberá publicar en el Boletín Concursal, dentro de tercero día, una
referencia a la certificación practicada por el secretario del tribunal que indica que no hubo
asistentes a la segunda citación, la cuenta sobre el estado preciso de los negocios del
deudor, y del lugar, día y hora en que se celebrarán las juntas ordinarias, que el mismo
liquidador fijará.
3.- El liquidador dará inicio al procedimiento de liquidación simplificada o sumaria.

Materias de la Junta Constitutiva.


En ella se tratan las siguientes materias:
1.- El liquidador titular provisional deberá presentar una cuenta escrita, la que
expondrá también verbal y circunstanciadamente, acerca del estado preciso de los negocios
del deudor, de su activo y pasivo, y de la gestión realizada, incluyendo un desglose de los
gastos incurridos a la fecha. Asimismo, deberá informar si es procedente la realización
simplificada de los activos del deudor.

36
2.- La ratificación de los liquidadores titular y suplente provisionales, o bien, la
designación de sus reemplazantes.
3.- La determinación del día, hora y lugar en que sesionarán las juntas ordinarias, las
que deben tener lugar al menos semestralmente.
4.- La designación de un presidente titular y uno suplente y un secretario titular y
uno suplente, de entre los acreedores con derecho a voto o sus representantes, para las
futuras sesiones.
5.- Un plan o propuesta circunstanciada de la realización de los bienes del deudor, la
estimación de los principales gastos del procedimiento concursal de liquidación y la
continuación de las actividades económicas.
6.- Cualquier otro acuerdo que la junta estime conducente, con excepción de
aquellos que recaigan sobre materias propias de juntas extraordinarias.

La junta constitutiva es presidida por el juez que esté conociendo del procedimiento
concursal de liquidación y actuará como ministro de fe el secretario del tribunal.

La Primera Junta Ordinaria.


La ley ha reglamentado materias obligatorias a tratar en dicha junta, siempre y
cuando ellas no hayan sido ya acordadas en la junta constitutiva. Estas son:
1.- El informe sobre el activo y el pasivo del deudor.
2.- El plan o propuesta circunstanciada de realización de los bienes del deudor.
3.- La estimación de los principales gastos del procedimiento.

Juntas Extraordinarias.
Tienen lugar en los siguientes casos:
1.- Cuando fuere ordenada por el tribunal;
2.- A petición del liquidador o de la SIR;
3.- Cuando un acreedor o acreedores que representen a lo menos el 25% del pasivo
con derecho a voto lo soliciten por escrito al liquidador, y
4.- Cuando así lo hubieren acordado los acreedores en junta ordinaria con quórum
simple.

Materias de una Junta Extraordinaria.


Son materias de una Junta Extraordinaria, las siguientes:
1.- La revocación de los liquidadores titular y suplente definitivos.
2.- La presentación de proposiciones de acuerdos de reorganización judicial.
3.- Los acuerdos sobre contrataciones especializadas previstas en el Art. 41.
4.- Los anticipos de honorarios que solicite el liquidador durante el procedimiento
concursal.

La Comisión de Acreedores.
37
La junta de acreedores podrá acordar, con quórum calificado, la constitución de una
comisión de acreedores para los efectos de adoptar los acuerdos que se comprendan dentro
de la órbita de su competencia con validez general.

La realización simplificada o sumaria de los bienes del deudor.


Esta forma de realización se aplica en los siguientes casos:
1.- Si el deudor califica como microempresa, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
2° de la ley 20.416.
2.- Si el liquidador informare a los acreedores en la junta constitutiva que el
producto probable de la realización del activo a liquidar no excederá las 5.000 UF.
3.- Si la junta constitutiva no se celebrare en segunda citación por falta de quórum.
4.- Si la junta lo acuerda.
5.- Si fuere procedente por silencio de los acreedores, de acuerdo al Art. 210.

Reglas para la realización simplificada:


Los valores mobiliarios con presencia bursátil se venderán en remate en bolsa. Los
demás bienes muebles e inmuebles se liquidarán mediante venta al martillo. En este último
caso, el martillero concursal es designado por el liquidador. Las bases y demás condiciones
de venta se confeccionan por el liquidador y se publican en el Boletín Concursal con a lo
menos cinco días de anticipación a la fecha del remate.
Tratándose de inmuebles, las bases del remate deberán considerar el otorgamiento
de una garantía de seriedad de, a lo menos, el 10% del mínimo por cada bien raíz a rematar.
El precio mínimo para el remate de inmuebles corresponderá al fijado por la junta
constitutiva o, en su defecto, al avalúo fiscal vigente al semestre en que ésta se efectúe, o a
la proporción que corresponda según dicho avalúo.
En el caso de bienes muebles, el precio mínimo para la subasta es fijado por la junta
constitutiva, pero también pueden ser rematados sin fijar este mínimo.
Los bienes deberán venderse dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de
celebración de la junta constitutiva.
El martillero concursal deberá rendir cuenta de su gestión.
Sin perjuicio de lo anterior, los acreedores pueden acordar en la junta constitutiva,
con quórum calificado, una fórmula de realización diferente a las señaladas, la que en todo
caso deberá ejecutarse dentro del plazo de cuatro meses siguientes a la fecha de celebración
de la junta constitutiva.

La realización ordinaria de bienes del deudor.


Regla general: La determinación de la forma de realización de los bienes del deudor,
sus plazos, condiciones y demás características, corresponderá a la junta de acreedores. Sin
perjuicio de ello, el plazo de realización constituye un componente importante de toda
38
decisión, pues el principio imperante en la materia es que “cualquiera sea la forma de
realización de los activos, ésta deberá efectuarse en el menor tiempo posible, el que no
podrá exceder de cuatro meses para los bienes muebles y siete para los inmuebles” (Art.
209), en ambos casos, contado desde la fecha de celebración de la junta constitutiva o desde
que ésta debió haberse celebrado en segunda citación.
Sin perjuicio de ello, los acreedores pueden acordar con quórum calificado y antes
del vencimiento de los plazos señalados, su extensión fundada hasta por cuatro meses más.
No obstante ello, la ley permite que puedan concederse nuevas prórrogas, siempre que se
acuerden con el mismo quórum (calificado) y cuenten con la autorización fundada de la
SIR.
La fórmula de realización ordinaria comprende:
1.- La realización de los bienes muebles e inmuebles mediante la venta al martillo.
2.- La venta por medio de remate en bolsa de valores si se trata de valores
mobiliarios con presencia bursátil.
3.- Otra forma distinta de las anteriores.

Si los acreedores no han acordado una fórmula de realización de los bienes dentro
del plazo de 60 días contados desde la fecha de la junta constitutiva o desde la fecha de
notificación del acta de incautación del activo correspondiente, en el caso de una
ampliación de inventario, estos bienes se enajenarán necesariamente de acuerdo a las reglas
de realización sumaria o simplificada.
Sin perjuicio de lo anterior, existe cierto tipo de bienes cuya realización es
considerada por la ley como “impostergable” (Art. 212). Tales bienes son aquellos que
están expuestos a un próximo deterioro o desvalorización inminente o exijan una
conservación dispendiosa. En estos casos, el liquidador puede proceder a su realización en
cualquier momento, al martillo o en venta directa, de lo cual deberá informar en la junta
inmediatamente posterior o, a falta de ella, a la SIR y consignando, en este último caso, las
sumas obtenidas en las cuentas provisorias que deba rendir.

Normas sobre venta al martillo: Están contenidas entre los Arts. 213 a 216 de la ley.

La venta como Unidad Económica.


Esta forma de realización se rige por las siguientes reglas:
1.- El acuerdo de venta, adoptado por la junta de acreedores, puede incluir bienes de
cualquier naturaleza, lo que significa que podría incluirse en la venta incluso la enajenación
de los derechos que el deudor tenga sobre un inmueble que no es de su propiedad, siempre
que los otros bienes muebles enajenados estén dentro de ese bien raíz. Los términos de la
ley (“…los derechos que en dicho inmueble le correspondan, cualquiera sea el tenor de la
convención o la naturaleza de los hechos en que se funda la posesión, uso o mera tenencia
del inmueble.) dan a entender que podría venderse incluso, por ejemplo los derecho que
tenga el deudor sobre un inmueble derivados de un contrato de arrendamiento. Esta
39
solución, sin embargo, a la luz de las normas civiles que regulan el contrato, parece
discutible.
2.- El acuerdo de la junta debe indicar el precio mínimo de la venta del conjunto de
bienes.

Efectos: Acordada la venta bajo esta modalidad, se suspende el derecho de los


acreedores hipotecarios, prendarios y retencionarios para iniciar o proseguir en forma
separada las acciones dirigidas a obtener la realización de los bienes que garantizan sus
respectivos créditos y que se encuentren comprendidos dentro de la unidad económica. Este
efecto tiene como contrapartida el hecho de que, cuando existan bienes sujetos a hipoteca,
prenda o retención, la junta puede acordar que se indique específicamente en las bases la
parte del precio de venta de la unidad económica que corresponderá a cada activo en
garantía, tanto respecto del precio mínimo como de un eventual sobreprecio en caso de
remate, para el solo efecto de que dichos acreedores puedan hacer valer los derechos que
procedan de acuerdo a la ley. En todo caso, la parte del precio asignada al bien gravado con
hipoteca, prenda o retenido, no podrá ser inferior al avalúo fiscal o a la valorización que
efectúe el liquidador del bien pignorado, salvo aceptación expresa del acreedor
hipotecario, prendario o retencionario.
La ley establece, además, que los acreedores de bienes gravados con hipoteca,
prenda o retenidos, que hubieren votado en contra de la valoración asignada por la junta de
acreedores, pueden solicitar al tribunal su rectificación, dentro de tercero día contado desde
la adopción del acuerdo, pudiendo adjuntar un informe pericial de tasación que lo respalde,
el cual deberá tener presente el tribunal al momento de resolver. En todo caso, dicho
recurso no suspende la ejecución del acuerdo, por lo que la venta puede llevarse a cabo de
todos modos.
La venta de los bienes del deudor como unidad económica, según la ley, no califica
como venta de establecimiento de comercio. A nuestro juicio, el único objetivo de esta
norma es evitar el acaecimiento del hecho gravado (acto asimilado) del Art. 8 letra f del
D.L. 825, evitando así que se genere una nueva deuda por concepto de Impuesto al Valor
Agregado.
La venta debe hacerse por escritura pública, la que debe ser aprobada por el tribunal,
el cual, una vez cumplido este trámite, debe ordenar el alzamiento y cancelación de todos
los gravámenes y prohibiciones que pesen sobre los bienes que integran la unidad
económica. En todo caso, sobre los bienes que forman parte de la unidad económica
vendida recae hipoteca o prenda –según su naturaleza- legal (su fundamento es la ley) para
caucionar los saldos insolutos de precio y cualquiera otra obligación que el adquirente haya
asumido como consecuencia de la adquisición, salvo que la junta de acreedores hubiere
excluido expresamente determinados bienes de tales gravámenes.

La Oferta de Compra Directa.


40
Debe dirigirse por escrito al liquidador, quien las expondrá a los acreedores en la
junta de acreedores inmediatamente siguiente. La aceptación de una oferta de esta
naturaleza está sujeta a quórum especial en los términos del Art. 223.

La Continuación de Actividades.
Está regulada en el Título 4 del Capítulo IV, Arts. 230 a 240.
La ley distingue:
1.- Continuación Provisional: Aquella que es decidida por el liquidador con miras a:
a) Aumentar el porcentaje de recuperación por parte de los acreedores del deudor; b)
Facilitar la ejecución de prestaciones que se encontraren pendientes y de las cuales se
derive un beneficio para la masa, y c) Propender a la realización de los activos del deudor
como unidad económica.
El liquidador puede ejercer esta facultad sólo desde que asuma su cargo y se
extenderá hasta la celebración de la junta de acreedores constitutiva.

2.- Continuación Definitiva: Aquella que es acordada con quórum especial por la
junta de acreedores constitutiva u otra posterior, y a proposición del liquidador o de
cualquier acreedor.

El Pago del Pasivo.


Esta materia está regulada en el Título 5 del Capítulo IV. Arts. 241 al 259.
El principio que rige esta materia es que los acreedores deben ser pagados de
conformidad con las normas civiles que regulan esta materia, contenidas actualmente en el
Título XLI del Libro IV del Código Civil, sobre prelación de créditos.
Con respecto a los acreedores valistas, es decir, aquellos que no gozan de privilegio
o preferencia, debe respetarse la subordinación de créditos establecida en el mismo estatuto
jurídico. En tal caso, la subordinación debe ser alegada al momento de la verificación del
crédito por parte del acreedor beneficiario, o bien notificarse al liquidador, si se establece
en una fecha posterior.
Los créditos de la primera clase señalados en el Art. 2472 del Código Civil prefieren
a todo otro crédito con privilegio establecido por leyes especiales.
En el caso de acreedores que sean Personas Relacionadas del Deudor, cuyos
créditos no hayan sido debidamente documentados 90 días antes de la Resolución de
Liquidación, serán pospuestos en el pago de sus créditos aun después de los acreedores
valistas, es decir y en resumidas cuentas, se pagan al último.
En el caso de los acreedores prendarios y retencionarios, éstos podrán optar por
ejecutar individualmente los bienes gravados, en cuyo caso deben ejercer ante el tribunal
que conoce del procedimiento concursal, las acciones correspondientes.

41
Los acreedores hipotecarios se pagan conforme a las reglas establecidas en los Arts.
2477 a 2480 del Código Civil.

La ley contempla normas relativas a pagos administrativos (Art. 244), pago de las
costas (Art. 245), renunciabilidad de los créditos de origen laboral (Art. 246), y reparto de
fondos (Arts. 247 a 250). En este último caso, para poder repartir fondos se requiere contar
a lo menos con una cantidad no inferior al 5% de los créditos verificados y reconocidos. El
liquidador debe presentar la propuesta de reparto al tribunal conjuntamente con un detalle
completo del reparto que se pretende efectuar, sus montos, fórmula de cálculo utilizada y
acreedores a pagar.

Término del Procedimiento Concursal de Liquidación.


Una vez publicada la resolución que tuvo por aprobada la cuenta final de
administración del liquidador, en los términos descritos en los Arts. 49 y siguientes, el
tribunal, de oficio, a petición de parte o de la SIR, dictará una resolución declarando
terminado el Procedimiento Concursal de Liquidación. Una vez que esta resolución se
encuentre firme, se entenderán extinguidos por el solo ministerio de la ley y para todos los
efectos legales los saldos insolutos de las obligaciones contraídas por el deudor con
anterioridad al inicio del procedimiento concursal de liquidación. Extinguidas estas
obligaciones, el deudor se entenderá rehabilitado para todos los efectos legales, salvo que la
resolución de término establezca algo distinto.
De igual modo, el Procedimiento Concursal de Liquidación podría terminar por
haber las partes arribado a un Acuerdo de Reorganización Judicial. Para tal efecto, una vez
notificada la nómina de créditos reconocidos, el deudor debe acompañar al tribunal una
propuesta de acuerdo, al que se le aplicarán las disposiciones del Capítulo III, ya vistas. En
tal evento, cada una de las clases o categorías de propuestas de acuerdo presentadas por el
deudor debe ser analizada, deliberada y acordada en forma separada en la misma junta. La
redacción de la norma, una vez más, es imprecisa, pues no deja en claro si se pretende
salvaguardar que no exista una aprobación general de una propuesta que puede contener
varios elementos, los cuales deberían ser analizados por partes y aprobados de este modo, o
en verdad se está refiriendo el legislador a las clases o categorías de acreedores, los que
también deben aprobar las propuestas que a éstos incumban por separado. Nuestro parecer
es que, a falta de distinción, ambos conceptos deben entenderse comprendidos en la norma.
La propuesta de acuerdo de reorganización judicial se entenderá acordada cuando
cuente con el consentimiento del deudor y el voto conforme de los dos tercios o más de los
acreedores presentes, que representen tres cuartas partes del total del pasivo con derecho a
voto, correspondiente a su respectiva clase o categoría. Las personas relacionadas con el
deudor no podrán votar, ni sus créditos se considerarán en el monto del pasivo (Art. 258).
La vigencia de este acuerdo está regulada en el Art. 259.

42
LOS PROCEDIMIENTOS APLICABLES A LA PERSONA DEUDORA.
LEY 20.720.

Están regulados en el Capítulo V, artículos 260 y siguientes. El Título 1° se refiere


al Procedimiento Concursal de Renegociación, y el Título 2° al Procedimiento Concursal
de Liquidación.

El Procedimiento Concursal de Renegociación de la Persona Deudora.


Está regulado en los artículos 260 a 272.

Ámbito de Aplicación: Se aplica solo a la Persona Deudora. En este caso, puede


someterse al presente procedimiento si tuviere dos o más obligaciones vencidas por más de
90 días corridos, actualmente exigibles, provenientes de obligaciones diversas, cuyo monto
total sea superior a 80 UF, siempre y cuando no haya sido notificada de una demanda que
solicite el inicio de un Procedimiento Concursal de Liquidación o de cualquier otro juicio
ejecutivo iniciado en su contra que no sea de origen laboral.
El procedimiento se inicia por la persona deudora ante la SIR, a través de la
presentación de una solicitud a la cual se deben adjuntar los antecedentes del Art. 261,
relativos al detalle de sus obligaciones, de sus ingresos, bienes, la propuesta de
renegociación, una declaración jurada de ser persona deudora (y no empresa deudora) y una
declaración jurada de no habérsele notificado de la demanda de liquidación o de cualquier
otro juicio ejecutivo que no sea de origen laboral.
Presentada la demanda, la SIR debe hacer un examen de admisibilidad, como
consecuencia del cual puede 1) Declarar admisible la solicitud; 2) Ordenar su rectificación
dentro del plazo que le señale, o 3) Declararla inadmisible.

La resolución que declara admisible la solicitud (denominada Resolución de


Admisibilidad), debe contar con los requisitos del Art. 263. Esta resolución se notifica
mediante su publicación en el Boletín Concursal, sin perjuicio de que se le envíe copia de la
referida resolución por correo electrónico a los acreedores, si el deudor lo hubiera
mencionado en los antecedentes que debe presentar a la SIR conforme al Art. 261.

Uno de los efectos más importantes de la resolución de admisibilidad es que


concede al deudor la denominada Protección Financiera Concursal, lo que significa que
desde la publicación de la resolución de admisibilidad y hasta el término del procedimiento
concursal de renegociación, 1.- No podrá solicitarse la liquidación forzosa ni voluntaria de
la persona deudora, ni iniciaras en su contra juicios ejecutivos o ejecuciones de cualquier
clase o restituciones en juicios de arrendamiento; 2.- Se suspenden los plazos de
prescripción, 3.- No se continuarán devengando los intereses moratorios pactados en los
contratos vigentes suscritos por el deudor; 4.- Todos los contratos suscritos por la persona
deudora mantienen su vigencia y condiciones de pago, y no será posible hacer efectivas
43
cláusulas de resolución o caducidad fundadas en el inicio del Procedimiento Concursal de
Renegociación, con la sola excepción de suspender las líneas de crédito o sobregiro que se
hubieren pactado.
Si el acreedor, contraparte en los contratos suscritos por la persona deudora,
realizare cualquier acción que importe el término de tales contratos o exija anticipadamente
el pago de su crédito, la ley establece una sanción para él, consistente en que dicho crédito
quedará pospuesto en su pago hasta que se paguen la totalidad de los acreedores a quienes
afectará el acuerdo de renegociación.
Como contrapartida, la persona deudora no podrá ejecutar actos ni celebrar
contratos relativos a sus bienes embargables que sean parte del procedimiento de
renegociación, bajo el apercibimiento de incurrir en el delito de depositario alzado del Art.
444 del Código de Procedimiento Civil.
Los efectos de la Protección Financiera Concursal se extinguen con la publicación
en el Boletín Concursal del acta que contiene el Acuerdo de Renegociación o el Acuerdo de
Liquidación, en su caso.

La resolución de admisibilidad debe citar a todos los acreedores y a los terceros


interesados a una audiencia de determinación del pasivo, la que debe celebrarse no antes de
quince ni después de treinta días contados desde la publicación de esa resolución en el
Boletín Concursal. La asistencia a dicha audiencia es obligatoria para todos los acreedores,
bajo apercibimiento de seguirse la tramitación del procedimiento en su ausencia y sin
perjuicio de serles aplicables los resultados del mismo.
La audiencia se realiza ante el Superintendente de la SIR, quien debe actuar como
facilitador. La SIR debe, además presentar una propuesta de nómina del pasivo del deudor.
Los créditos de las personas relacionadas con el deudor no se consideran para efectos del
quórum ni para las votaciones a que hubiere lugar.
Si no se llega a acuerdo respecto del pasivo del deudor, la SIR debe citar a una
audiencia de ejecución, la que deberá celebrarse no antes de quince ni después de treinta
días contados desde la publicación en el Boletín Concursal
Si se llega a acuerdo respecto del pasivo, la SIR citará a una audiencia de
renegociación, que se publica en el Boletín Concursal y que debe contener el acta con la
nómina de créditos reconocidos.

Audiencia de Renegociación.
Se lleva a cabo ante el Superintendente, con los acreedores que asistieren o los
representantes legales en su caso, y la persona deudora. La labor del Superintendente en
este caso es la de facilitar la adopción de acuerdos.
La renegociación se acordará con el voto conforme de la persona deudora y de dos o
más acreedores que en conjunto representen más del 50% del pasivo reconocido. No se
consideran en el quórum a las personas relacionadas ni los acreedores garantizados que
asistan y voten en contra del acuerdo de renegociación propuesto.
44
Al respecto, destaca la situación de los acreedores cuyos créditos estén garantizados
con cauciones personales (es decir, crédito garantizado con fianza, avalistas, codeudores
solidarios o subsidiarios). En este caso debe distinguirse (Art. 266 inc. 5° y ss.):
1.- Si el acreedor titular de la garantía vota a favor del acuerdo de renegociación, o
no asiste a la audiencia, su crédito se sujetará a los términos y modalidades establecidos en
el acuerdo, y no podrá cobrarlo en términos o condiciones distintas a lo estipulado en él.
2.- Si asiste y vota en contra del acuerdo, su crédito no se considerará en el pasivo y
podrá perseguirlo respecto de los terceros que hayan constituido garantías en su favor por la
obligación del deudor, esto es, fiadores, avalistas o codeudores solidarios o subsidiarios, en
los términos originalmente pactados. Estos terceros, para repetir contra la persona deudora,
estarán obligados por los términos del acuerdo de renegociación, aun cuando no hayan
concurrido con su voluntad a su suscripción ni haya figurado su crédito en el pasivo fijado
por el acuerdo.

En el caso de créditos garantizados con prenda o hipotecas (cauciones reales),


distinguimos:
1.- Si el acreedor titular de la prenda o hipoteca, vota a favor del acuerdo de
renegociación o no asiste a la audiencia de renegociación, quedará sujeto a los términos y
condiciones establecidas en el acuerdo y no podrá cobrar su crédito sino con sujeción a los
términos del mismo.
2.- Si el acreedor asiste y vota en contra del acuerdo, su crédito no se considera en el
pasivo y podrá ejecutar su garantía únicamente para el pago del crédito caucionado con
garantía específica. En lo demás queda sujeto a los términos del acuerdo. En otras palabras,
queda excluida la denominada “cláusula de garantía general hipotecaria” o su equivalente
en la prenda.
3.- Si el acreedor asiste y vota en contra del acuerdo, pero su garantía recae sobre un
bien de propiedad de un tercero, el crédito no se considera en el pasivo y el acreedor puede
hacerla efectiva en los términos originales, incluso si es que existe una cláusula de garantía
general hipotecaria o prendaria, pero el tercero titular del bien ofrecido en garantía, para
efectos de repetir contra el deudor, queda afecto por el acuerdo, aun cuando no haya
participado de su formación y sus derechos no hayan sido considerados en el pasivo.

Acordada la renegociación, la SIR debe dictar una resolución que contiene el acta
con el acuerdo de renegociación suscrito por la persona deudora, los acreedores presentes y
el Superintendente. Este acuerdo debe publicarse en el Boletín Concursal.
Tal como hemos indicado, el acuerdo solo afecta a los acreedores que figuren en la
nómina de créditos reconocidos, hayan o no concurrido a la audiencia de renegociación.
Respecto de los restantes, que pudieran no figurar en dicha nómina, el acuerdo les resulta
inoponible.

45
Objeto del acuerdo de renegociación: Puede versar sobre cualquier objeto que
propenda a repactar, novar o remitir las obligaciones de la persona deudora y no podrá ser
revocado con posterioridad conforme al artículo 290 de la ley, si la persona deudora es
luego sometida a un procedimiento concursal de liquidación.

Audiencia de Ejecución.
Se lleva a cabo ante el Superintendente. Tiene lugar en el evento de que no se
alcanzare acuerdo respecto del pasivo de la persona deudora o con respecto de la
renegociación de sus obligaciones.
Se lleva a cabo con los acreedores que asistan y la persona deudora.
En ella, la SIR presentará una propuesta de realización del activo del deudor. La
persona deudora y dos o más acreedores que representen a lo menos el 50% del pasivo
reconocido con derecho a voto o el 50% del pasivo que consta en la propuesta de la SIR
podrán acordar la fórmula de realización del activo. En este quórum no se considerarán las
personas relacionadas con el deudor.
Si no se lleva a acuerdo, la SIR remitirá los antecedentes al tribunal competente del
domicilio del deudor, el cual dictará la correspondiente resolución de liquidación conforme
a las normas de los artículos 273 y siguientes.
Los bienes del deudor se realizan conforme al procedimiento sumario contemplado
en la Ley.

Una vez vencido el plazo para impugnar el acuerdo de renegociación o el acuerdo


de ejecución, según corresponda, o una vez resuelta y desechada la impugnación conforme
al Art. 272, la SIR declarará finalizado el procedimiento concursal de renegociación.

Distinguimos:
1.- Si el procedimiento finalizó por un acuerdo de ejecución, se entenderán
extinguidos, por el solo ministerio de la ley, los saldos insolutos de las obligaciones
contraídas por la persona deudora respecto de los créditos parte de dicho acuerdo, a contar
de la publicación de la resolución que declara finalizado el procedimiento en el Boletín
Concursal.
2.- Si el procedimiento finaliza con un acuerdo de renegociación, las obligaciones
respecto de los créditos que forman este acuerdo se entienden extinguidas, novadas o
repactadas –según lo acordado- y la persona deudora queda rehabilitada para todos los
efectos legales. Para este último objeto, la SIR puede emitir un certificado de
incobrabilidad a solicitud de los acreedores titulares de las deudas remitidas, que les
permita castigar sus créditos en conformidad a la ley, cuando corresponda.

Término anticipado del procedimiento de renegociación:


La SIR declarará el término anticipado de este procedimiento en los siguientes
casos:
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1.- Si el deudor infringe la prohibición del N° 6 del Art. 264, sin perjuicio de
incurrir en el ilícito de depositario alzado.
2.- Si el deudor deja de cumplir alguno de los requisitos señalados en el Art. 260.
3.- Si no se arribare a acuerdo en la audiencia de ejecución.
4.- Si con posterioridad al inicio del procedimiento aparecieren bienes no declarados
por el deudor.

En caso de declararse el término anticipado del procedimiento, finalizan los efectos


de la resolución de admisibilidad, es decir, termina la Protección Financiera Concursal del
deudor. Una vez firme esta resolución, la SIR debe remitir los antecedentes al tribunal
competente para la dictación de la resolución de liquidación de los bienes de la persona
deudora.

Recursos: Contra la resolución que declara finalizado el procedimiento o que lo


declare terminado anticipadamente, procede el recurso de reposición administrativa
regulado en el Art. 59 de la ley 19.880.
Contra la resolución que desecha la reposición administrativa, procede el recurso de
reclamación del Art. 341 de la Ley. La interposición del recurso no suspende los efectos del
procedimiento concursal de renegociación.

Impugnación del Acuerdo de Renegociación o del Acuerdo de Ejecución.


Puede impugnarse por alguna de las siguientes causales (Art. 272):
1.- Error en el cómputo de las mayorías requeridas, siempre que incida en el quórum
necesario para el acuerdo.
2.- Falsedad o exageración del crédito de alguno de los acreedores que haya
concurrido con su voto a formar el quórum necesario para el respectivo acuerdo y si,
excluida la parte falsa o exagerada del crédito, no se lograre el quórum necesario para el
acuerdo.
3.- Concierto entre uno o más acreedores y el deudor para votar a favor, abstenerse
de votar o rechazar el acuerdo, falseando, omitiendo o adulterando información para
obtener una ventaja indebida respecto de los demás acreedores.
4.- Si con posterioridad a la celebración de un acuerdo, aparecieran bienes.

Tramitación:
La impugnación debe deducirse ante el tribunal al que le corresponderá conocer del
procedimiento concursal de liquidación de los bienes de la persona deudora, dentro del
plazo de diez días contado desde la publicación del acuerdo en el Boletín Concursal.
Se tramita conforme a las normas del juicio sumario y contra la resolución que falla
la impugnación no procede recurso alguno.

47
Si se acoge la impugnación, el tribunal, de oficio y sin más trámite, dictará la
resolución de liquidación de los bienes de la persona deudora en la misma resolución que
acoge la impugnación.
En todo caso, el acuerdo de renegociación o de ejecución regirá, no obstante las
impugnaciones que se hubieran interpuesto en su contra. En otras palabras, la interposición
de la impugnación no suspende sus efectos. Sin perjuicio de ello, si la impugnación es
interpuesta por acreedores que representen en su conjunto a lo menos el 30% del pasivo, el
acuerdo impugnado no producirá efectos hasta que la impugnación sea desestimada por
sentencia firme y ejecutoriada.
No obstante lo anterior, los efectos de la sentencia que acoge la impugnación valen
solo para el futuro y no tienen efecto retroactivo. Por esta razón, los actos y contratos
ejecutados o celebrados por el deudor en el tiempo intermedio no podrán dejarse sin efecto.

El Procedimiento Concursal de Liquidación de los Bienes de la Persona


Deudora.
Está regulado en los Arts. 273 a 286.
La ley distingue entre la liquidación voluntaria y la liquidación forzosa.

La liquidación voluntaria de los bienes de la persona deudora:


El procedimiento se inicia mediante la solicitud de la persona deudora ante el
tribunal competente, a la cual debe acompañar los antecedentes del Art. 273.
Junto con ello, debe solicitar la designación de un liquidador conforme al
procedimiento del Art. 37 de la Ley. Una vez recibido el certificado de nominación emitido
por la SIR, el tribunal debe dictar la resolución de liquidación de los bienes de la persona
deudora, la que debe contener las menciones del Art. 129 y ser publicada en el Boletín
Concursal.
Los efectos de esta resolución son los mismos de los párrafos 4 y 5 del Título 1 del
Capítulo IV de la ley, artículos 130 a 169, normas establecidas para la empresa deudora, en
todo aquello que no sea contrario a la naturaleza de la persona deudora.

Entre las normas especiales que regulan esta materia, destaca el hecho de que, en
cuanto a la embargabilidad de la remuneración del deudor, sin perjuicio de lo dispuesto en
el N° 2 del Art. 445 del Código de Procedimiento Civil, sólo podrá embargarse aquella
hasta por tres meses después de dictada la resolución de liquidación de los bienes.

La determinación del pasivo se realiza conforme a las normas establecidas en el


procedimiento concursal de liquidación para la empresa deudora, del párrafo 6 del Título 1
del Capítulo IV de la Ley.

La junta de acreedores.

48
La junta constitutiva tendrá lugar en las dependencias del tribunal o en el lugar que
éste determine, y se celebrará al trigésimo segundo (32°) día de publicada la resolución de
liquidación de los bienes de la persona deudora. En ella se verán las materias indicadas en
el Art. 278, esto es, se analizará la propuesta de realización de los bienes formulada por el
liquidador, se debe proceder a la ratificación de los liquidadores, se debe designar un
presidente y un secretario, se deben definir los honorarios del liquidador y también se
pueden adoptar otros acuerdos.

La realización de los bienes del deudor: se efectúa conforme a las reglas del Art.
204, es decir, conforme al procedimiento de realización simplificada o sumaria.
El pago del pasivo se efectúa conforme a las reglas de los Párrafos 1° y 3° del Título
5° del Capítulo IV de la Ley.
Una vez que se entrega la cuenta final de administración, será aplicable a la
liquidación de los bienes de la persona deudora, lo dispuesto en los Párrafos 2° del Título
3° del Capítulo II, sobre Cuenta Final de Administración, y 4 del Título 5 del Capítulo IV,
sobre término del Procedimiento Concursal de Liquidación. Sobre esto último destacamos
el hecho de que opera la misma forma de extinción de las deudas del deudor que la ley ha
establecido para la empresa deudora, conforme al artículo 255 de la Ley.

La liquidación forzosa de los bienes de la persona deudora.


La causal para solicitar el inicio del procedimiento, según el Art. 282, exige que
existieren en contra de la persona deudora dos o más títulos ejecutivos vencidos,
provenientes de obligaciones diversas, encontrándose iniciadas a lo menos dos ejecuciones,
y no se hubieren presentado dentro de los cuatro días siguientes al respectivo
requerimiento, bienes suficientes para responder a la prestación que adeude y a sus costas.
Como requisito negativo, se exige que no se haya declarado la admisibilidad de un
procedimiento concursal de renegociación de la persona deudora.

La demanda debe presentarse ante el tribunal competente, señalar la causal invocada


y sus hechos justificativos, y deberá presentarse acompañada de los antecedentes indicados
en el Art. 282.
Presentada la demanda, el tribunal competente debe examinar en el plazo de tres
días el cumplimiento de los requisitos del Art. 282. En caso de que los considere
cumplidos, dictará una resolución teniendo por presentada la demanda y citará a las partes a
una audiencia para dentro del 5° día contado desde la notificación personal al deudor o
conforme al Art. 44 del Código de Procedimiento Civil, aun cuando no se encuentre en el
lugar del juicio. En caso contrario ordenará la corrección pertinente dentro de un plazo de
tres días, bajo apercibimiento de tenerla por no presentada.
El objetivo de la audiencia está contenido en el Art. 284. En términos generales,
podemos decir que su finalidad es informar al deudor del contenido de la demanda y
escuchar a este último, especialmente en cuanto a la posición procesal que adoptará entre
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tres alternativas: 1.- Consignar fondos suficientes para el pago del crédito demandado y las
costas del juicio; 2.- Allanarse a la demanda, o 3.- Oponerse a la demanda.
Si el deudor no comparece, o haciéndolo, no hace nada, el tribunal dictará la
correspondiente resolución de liquidación y nombrará a los liquidadores titular y suplente
en carácter de provisionales, a la espera de su ratificación por la junta de acreedores.
La resolución de liquidación debe contener las menciones del Art. 129 y se debe
publicar en el Boletín Concursal. En su tramitación son aplicables las reglas de los artículos
254, 255 y 256 de la Ley.

LAS ACCIONES REVOCATORIAS CONCURSALES.


Están reguladas en los artículos 287 y siguientes de la Ley, que distingue entre actos
ejecutados o contratos suscritos por empresas deudoras y los ejecutados o celebrados por
una persona deudora.

Los primeros están regulados en el Título 1, en los artículos 287 a 289 de la ley.
El Art. 287 establece situaciones de revocabilidad objetiva con períodos
sospechosos que varían entre un año y dos años.
El Art. 288 regula situaciones de revocabilidad subjetiva, con un período
sospechoso de 2 años.
El Art. 289 establece una situación especial referente a la reforma a los pactos o
estatutos sociales. En este caso el período sospechoso es de 6 meses.

La revocación de los actos ejecutados o contratos celebrados por una persona


deudora.
El Art. 290 distingue entre actos o contratos a título gratuito y oneroso, y celebrados
o no con personas relacionadas. En el caso de los gratuitos y los celebrados con personas
relacionadas, el período sospechoso es de dos años. En los demás casos es de un año.
La Ley considera expresamente la acción pauliana o revocatoria, al remitirse al Art.
2468 del Código Civil.

En cuanto al plazo dentro del cual deben interponerse estas acciones, el Art. 291
establece que es de un año contado desde la resolución de reorganización, de liquidación o
de admisibilidad, según el caso, y se tramita conforme al procedimiento sumario del
Código de Procedimiento Civil.
La sentencia que acoja la demanda debe declarar la revocación del acto o contrato
impugnado, y ordenar la restitución y la práctica de las inscripciones y cancelaciones que
sean pertinentes.
Debe también señalar expresamente el monto que el tribunal estime corresponde a
la diferencia de valor entre el acto o contrato revocado y el valor que considere
prevaleciente en el mercado bajo similares condiciones a las existentes a la época de dicho
acto. La parte condenada debe restituir la cosa a la masa, pero tiene el derecho a la
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restitución de lo que hubiere dado o pagado con ocasión del acto o contrato revocado,
debiendo verificar ese monto en el procedimiento concursal de que se trate, quedando
pospuesto el pago de su crédito hasta que se paguen íntegramente los créditos de los
acreedores valistas. Pero el demandado tiene un derecho alternativo: dentro del plazo de
tres días contados desde la notificación del cumplimiento incidental del fallo, podrá
acogerse al beneficio de mantener la cosa en su patrimonio, previo pago de la diferencia
señalada, debidamente reajustada, incluyendo los intereses, desde la fecha de celebración
del acto revocado hasta fecha del pago efectivo.
En el Art. 293 la Ley contempla un mecanismo de costas y recompensas que ceden
en beneficio del acreedor diligente que ha obtenido en el juicio de restitución en beneficio
de la masa de acreedores, así como otras reglas complementarias.

Finalmente, el Art. 294 regula los efectos respecto de terceros de la sentencia de que
revoca un acto o contrato del deudor. En este caso se exige que aquellos conozcan el mal
estado de los negocios del deudor al momento de ejecutar el acto o celebrar el contrato
respectivo.

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